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Chapter Text

- BOB, BOB, BOB, BOB BOOOOOOB. — Jackson entró como perro por su casa, realmente siempre era así entre ellos tres, nunca existió la intimidad y el respeto, solo tres amigos estando incondicionalmente para el otro.

— Queeeee. — preguntó con pesadez aún medio dormido en su cama.

-Lo bese Bob, LO BESE. — grito eufórico subiéndose encima de la cama y sacudiendo a su amigo.

— ¿De verdad? — repentinamente el sueño se había ido y una sonrisa adorno su rostro, feliz por su amigo y también porque ya no iba a escuchar el llanto de Jackson cada vez que se embriagara.

— Seee, y fue tan lindo, su carita, su sonrisa, su voz, Dios ¿Lo has visto sonrojarse? — el contrario negó con la cabeza. — Es tan lindo, cuando se sonroja. — cayó acostado en la cama suspirando enamorado. — ¿Bob, cómo puedo cortarlo? — preguntó a su amigo en busca de ayuda.

- Nariz. — Sé sincero al contrario a su vez que miraba a su amigo con preocupación.

— QUÉ VOY HACER, sé muy poco sobre él. —

— Él siempre va a la cafetería de la 66 por su desayuno, es porque le queda cerca a su trabajo de abogado, así que puedes empezar teniendo una cita invitándole a desayunar a su cafetería favorita. — habló Helen saliendo del baño envuelta en una toalla en su cuerpo y otra en sus manos secándose el cabello húmedo.

— ¿Y todavía estoy a tiempo? —preguntó esperanzado el alfa a la novia de su amigo.

— Si, él sale de su casa a las nueve. — el alfa se puso de pie rápidamente y salió corriendo de la casa, para segundos después volver.

— Gracias Helen, eres la mejor, Bob tratala bien. — y sin más se fue de la casa dejando a la feliz pareja sola.

Llegó volando a la casa de Simón, y no llegó solo, llegó con aquella moto que habían dejado abandonada en la madrugada en aquel callejón.

Y justo cuando iba a tocar la puerta estaba abierta por el omega, el cual mostró su sorpresa al ver al alfa parado en su puerta.

— Oh, hola, ¿cómo… ¿Cómo estás? — preguntó el alfa invadido por los nervios, al estar frente al omega, y era eso lo que lograba Simón con su sola presencia, volver al engreído y egocéntrico alfa en una bola de nervios, pero tan tierna de ver.

— Hola, no esperaba verte aquí, estoy bien y tú, ¿Cómo estás? —preguntó el omega con tranquilidad ya acostumbrado a controlar sus nervios.

— Bien… — ante el silencio el omega sonoro, esperando algo más del alfa pero al no recibir nada decidió hablar el.

— ¿Y qué te trae por aquí? —

— Yoooo, traje tu moto, es donde te transportaba y no quería que tuvieras que irte caminando a tu trabajo. —

— Oh, gracias, de verdad, realmente la necesitaba, muchas gracias Jack. — el omega se acercó a su moto revisando que estaba en buen estado.

— TAMBIÉN QUERÍA INVITARTE A SALIR. — ante el grito Simón se sobresaltó mirando al hombre detrás de él.

— ¿De verdad? Me encantaría. — dijo el omega con el corazón a mil.

— Ven, vamos. —

— ¿Cómo? —

— Volando ¿No? — 

— Nos pueden ver, la NSA ya debe de estar cansada de andar borrando memorias por esa imprudencia. — reprendió el omega ocasionando que el menor bajará la cabeza apenado.

— Pero yo vuelvo alto y me aseguro de que nadie me vea y…

— ¿A dónde me vas a llevar? — interrumpió Simón volviendo a entrar a su casa, para luego salir con dos cascos.

— Esperando que no te moleste, pero Helen me dijo que te gustaba desayunar en la cafetería de la 66 porque quedaba cerca de tu trabajo y yo quería invitarte en una cita. — el mayor entusiasmando ante el sonrojo y la timidez de Jack.

— Me encanta la idea, vamos. — el omega le entregó un caso al menor y las llaves de la moto, pero al notar que Jackson no se movía preguntó. — ¿Qué sucede? —

— Es que yo no sé manejar moto. — confesó avergonzado el rubio, sintiéndose mal por no cumplir con las funciones básicas de un buen alfa.

— oh, no pasa nada, yo conduzco entonces. — el castaño halo al alfa haciendo que este se subiera de copiloto . — No te sientas mal por no saber manejar una simple moto, si yo pudiera volar tampoco manejaría. — alentó el mayor aún sabiendo que era mentira, si pudiera volar seguiría usando su moto para poder transportarse.

En el camino Jackson se aferró con fuerza al omega, definitivamente no le gustaban las motos, se sentía inseguro y que en cualquier momento caerían.

Más aún con Simón manejando a alta velocidad y metiéndose entre el medio de los carros para así saltarse el trancon de la mañana, normalmente no rezaba, pero en esa moto había rezado por su vida y la del omega al menos unas cinco veces.

Una vez en la cafetería se bajó rápidamente y espero que Simón estacione la moto.

Confesaba que cuando veía a Simón en la moto le gustaba aún más, en las misiones se veía imponente, haciendo sus maniobras y saltando de un lado al otro en aquella moto.

Ahora se encontraban sentados uno frente al otro esperando su desayuno mientras hablaban en busca de conocerse más.

— Entonces no tienes un segundo trabajo. — preguntó sorprendido el castaño al enterarse de que Jackson solo trabajaba de super.

— Seré, bueno es que no es como que pueda ejercer mi carrera. — confesó apenado el alfa rascándose el hombre.

— ¿De qué te graduaste? — intrigado interrogó al alfa sentado frente a él.

— De ciencias, fui el mejor de mi clase e hice varios experimentos que me volvieron millonario, pero luego los rayos gamma se volvieron más densos y le generé cáncer a varios colegas, así que solo me fuí, todos piensan que me fuí por miedo a también desarrollar cáncer, aunque no se equivocan del todo, sí me fuí por miedo, miedo a terminar matándolos por mi radiación. — 

— Oooh, Jackson, está bien sentir miedo. — el omega tomó su mano por encima de la mesa en busca de brindarle confort. — Pero también fuiste valiente, no cualquiera deja lo que le gusta por no dañar a los demás, eso es muy lindo. — 

El pedido llegó y ambos se dispusieron a desayunar, Simón agradeciendo no haber recibido preguntas de Jack en cuanto a su infancia o familia, realmente se avergonzaba de cómo había crecido y tampoco quería que el alfa dejara de verlo con amor.

Ahora en la puerta del edificio donde trabajaba Simón, ambos se encontraban despidiéndose.

— ¿Paso por ti mañana? Podemos desayunar juntos otra vez. — Sugiriendo el alfa intentando alargar el momento.

— Me encantaría, no llegues tarde. —

—No lo haré. — aseguró Jackson tomando al omega de la cintura. — ¿Puedo besarte? —preguntó esperanzado de recibir una afirmación.

—Claro que sí. — y nuevamente ambos volvieron a unir sus labios como lo habían estado ansiando desde se volvieron a ver.

A diferencia de los besos ya antes dados, este era un beso más discreto y delicado.

Y aunque no querían que la despedida llegara y bajó la mirada sorprendida de todos los trabajadores de la firma, Simón entró al edificio directo a su oficina, con el corazón a mil, todo era tan lindo con Jack.

Mientras fuera del edificio Jack tenía una nueva misión personal, comprar un auto y aprender a manejar, por suerte tenía a Bob que le podía enseñar.

Chaito

Mua 💋