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En este planeta no tan solitario, acoge a los seres más importantes del universo, sino de todo el multiverso.
La luz de dos soles comenzó a mostrarse por el horizonte, iluminando con sus rayos los tonos rojizos, cafés y anaranjados del planeta, terminando de apagar las últimas luces luminiscentes que mostraba la naturaleza por la noche. Los animales: habitantes del ecosistema original o rescatados de todo el universo, abrían los ojos, dándole la bienvenida a un nuevo día, cuidando a sus parejas, sus manadas y en algunos casos, a sus crías.
A lo lejos se observa un río verde cristalino, brillante bajo la luz de los soles; un suelo completamente rojizo con un césped de color marrón casi negro, el cual rodea gran parte del planeta. En medio de aquel paisaje exótico destaca una casa, casi redonda, hecho a base de un gran árbol que aún se mantiene vivo; pilares hechos de la propia madera; paredes pintadas de un agradable color crema; ventanas redondas con marcos rojo intenso y cristales oscuros solo por el exterior. Por último, la puerta de entrada posee un agradable tono gris.
Una alarma comenzó a sonar fuerte y clara dentro de la casa, cortando el silencio de la naturaleza, su origen no era otro que la habitación principal, donde yacía un peli palmera, acostado sobre una cama circular. Como varias especies de animales que viven en el planeta, este hombre en algún momento fue considerado un extranjero, tal vez incluso un rescatado.
Con un gran bostezo el saiyajin estiró su mano y detuvo el sonido de su la alarma que venía de un reloj de arena y abrió los ojos. Era hora de levantarse.
Retiró las sábanas de encima, se sentó y comenzó a estirar sus músculos rígidos. Ni siquiera se molestó en mirar el lado vacío de su cama, sabía que su muzh no se encontraba en su casa a esa hora. Rascándose los ojos para disipar los rastros de sueño, se levantó y caminó al baño de su habitación. Abrió la puerta y prendió la luz.
A pesar de que llevaba años viviendo en esa casa, aún no podía evitar sorprenderse por el gran tamaño del baño, pero no iba a quejarse: el inodoro (para su suerte) no era diferente a los usados en el universo 7, pero en cambio el lavamanos tenía forma de una concha de mar; las llaves de color gris oscuro y en forma de zic zac, se parecen a una cola de serpiente (incluso el grifo era la cabeza del reptil). Por otra parte, la bañera era lo suficientemente grande para que tres personas de su complexión puedan entrar perfectamente, con forma de media luna. Entró, cerrando la puerta detrás de él, se quitó su pantalón junto con el bóxer. Abrió la llave, llegó el agua a su temperatura favorita y entró a la bañera.
Al momento de lavar su gran cabello, la mente del saiyajin inevitablemente comenzó a divagar.
Hace muchos años que había pasado el Torneo del Poder, dónde se les dio a los universos "mediocres" una segunda oportunidad para corregir sus errores. Torneo que él había propuesto al Rey del Todo.
Cabe decir que durante los primeros tres años se vio un avance significativo en el trabajo de los Dioses Destructores, Supremos Kaiosamas y sus universos correspondientes. Claro está, que aún había excepciones: el universo 9 no había presentado mejoras en lo absoluto; el 6 iba demasiado atrasado. Y como era de esperarse, el universo 7 no había presentado ningún cambio... aún.
Durante esos primeros tres años fue cuando las cosas comenzaron a tornarse oscuras para Son Goku, Kakarotto.
No lo noto en un comienzo, después de todo: ¿Cómo se puede sospechar de las personas por las que llegaste a sacrificar tu vida?, ¿Aquellos a las que les confiaste el bienestar de tu familia y por las que eras capaz de meter las manos al fuego creyendo que harían lo mismo? ¿A los que juraste proteger, incluso sacrificando tu propia vida? Aunque, siendo realistas, las señales siempre estuvieron presentes… pero él no había querido verlas.
Ese último tiempo en su antiguo hogar lo recordaba bien…
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Notes:
- Esta historia es yaoi (hombrexhombre}, si no te justa por favor retírate en silencio. Cualquier comentario ofensivo será eliminado.
- La historia ya fue subida en Wattpad bajo el mismo nombre en mi canal con mi mismo usuario (incluso la foto es igual)
- Algunos datos serán adaptados para la trama (cultura saiyajin y el universo 11 en general) pero aun tendrá su toque del anime.
- Goku será algo OCC, pero creo estará bastante justificado (extraño al goku de z y esta es una forma de regresarlo)
- Intentare hacer esta historia lo más canónico posible, si algún dato está mal no fue intencional, es que a veces la información entre anime y manga o el mismo creador, (Akira olvidadizo) se contradice o se cambia.
- Esta historia se subirá lento, los capítulos son muy largos así que tengan paciencia.
- La historia será contada desde la perspectiva de varios personajes, el Prólogo es el único que no entra en esta categoría.
- La historia tratara temas sensibles (trastorno de ansiedad, depresión, trastornó de estrés postraumático, violación, etc.) Por lo que, si eres sensible a estos temas: puedes continuar o puedes retirarte. Es tu decisión.
- Fan arts encontrados dentro de la historia (incluyendo la portada) son Fan arts de mi propia creación. De ser encontrados en otras historias o redes sociales serán denunciados.
- Línea de Tiempo en el siguiente capitulo...
Comencémos...
Chapter 2: Perspectiva de Son Goku
Summary:
El Inicio de todo...
Notes:
PD: Soy mexicana y aquí el nombre de Chichi fue traducido como "Milk" en el anime de Dragon Ball, pero lo escribiré en la forma más conocida para los que son de otros países no se confundan.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
***
*3 años después de la finalización del Torneo del Poder...*
*2 años y 9 meses después de la batalla con Broly...*
*Meses después de la desaparición de los Héroes de la Limpieza: Saiyaman 1 y Saiyaman 2*
*junio del año 783*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*A orillas de Satán City*
*Cerca de la Residencia de Son Gohan*
***
Me teletransporte un poco lejos de la casa de mi hijo mayor, cerca del bosque. Llegue justo a tiempo para observar como el sol comenzaba a ocultarse por el horizonte, mostrando sus colores anaranjados y azules, la vista me calmo.
Había estado visitando a Broly en su planeta con frecuencia. Según mis amigos iba a entrenar, pero en realidad… solo me gusta pasar tiempo con él. Claro que iba a entrenar, no iba a desperdiciar tan buen compañero de entrenamiento (además de que lo ayudaba junto a Vegeta a controlar sus transformaciones), pero sí era honesto conmigo mismo, no solo se trata de eso… la verdad, era que me siento más bienvenido en el planeta Vampa que en la tierra.
Suspire.
Desde la finalización del torneo Chichi había estado de un carácter pesado, haciendo notar su inconformidad hacia mí más a menudo; cada día se volvía más controladora. De hecho, fue una sorpresa que me dejara entrenar ese día que Frezzer había vuelto a la tierra intentando cumplir su venganza… otra vez.
En los últimos tres años han sido una guerra con mi esposa, quien trata desesperadamente de forzarme a dejar las Artes Marciales: lo que más amo. Todo con tal de convertirme en un humano trabajador común y ser una *familia normal*
Todos los días escuchó los gritos de Chichi completamente enfurecida, cada vez que me ve vestido con mi dogy. Tanto es así que Goten casi siempre se queda a dormir con Trunks o en su defecto, con su hermano mayor. Claro, cuando Chichi no ponía alguna excusa.
El ambiente en casa era tan intenso que sentía que mi esposa sacaría un cuchillo del cajón e intentaría cortar mi cuello tan pronto como llegara de trabajar del campo o de entrenar. Al principio solo recibía reclamos de ella, no era extraño, pero después de Broly sus comentarios eran cada vez más hirientes.
×
"¿Acaso no sabes hacer nada bien Goku?" Preguntó enojada, el clima no había sido favorable para la cosecha de esta temporada, para nadie en realidad. Y aunque a mí me fue mejor, a ella no le importo.
×
"¡Eres verdaderamente un idiota! ¡No puedo creer que me case con un estúpido!" Gritó en cólera. Estábamos de compras y había olvidado una de las carnes en la tienda. Tan rápido se dio cuenta comenzó a gritarme frente a toda la gente.
×
"Eres un bueno para nada. En vez de entrenar deberías conseguir un trabajo de verdad..." reclamó de nuevo, cuando había ocurrido otro error. Dócilmente acepte sus regaños con la cabeza gacha y últimamente con los puños apretados.
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Nuestra última discusión… había superado los límites.
Recogíamos las cosechas a mitad de semana, Chichi como todas las temporadas superviso las verduras: esta vez estaban llenas de agujeros y en su raíz se vieron varios bichos de color negro, fueron comidas por una plaga. No era la gran cosa para mí, aún tenía otras hortalizas en perfectas condiciones, pero para mí esposa, fue todo lo contrario.
Las palabras de la mujer que decía amarme, me dolieron; ella había despotricado sobre mi ausencia en lo ocurrido con Cell; mi falta de un "mejor" empleo; mi poca importancia en los estudios de mis hijos y lo infeliz que era su vida a mi lado.
×
"¡Hubiera querido que te quedarás muerto!" grito delante de mí y fue solo el comienzo.
×
Por el calor del momento por fin exploté y le reclamé todo: sus discusiones sin sentido; su obsesión por una familia humana; el estrés escolar al que había estado sometiendo a Goten en los últimos dos años; su falta de comprensión, cariño y sus estándares altos y asfixiantes que puso sobre Gohan, a pesar de que él ya estaba casado y se convirtió en padre. (Me contuve para no decir nada más)
Ella casi me golpea en la cara, antes la hubiera dejado, esta vez detuve su mano antes de que se acercara a mi cara. Estaba tan furioso que por poco le rompo la muñeca. Esa misma noche me lleve a Goten y nos fuimos a la casa de Gohan.
Ya han pasado tres semanas, he estado cuidando mis cosechas y regresando al entrenamiento: Chichi apenas me había quitado el ojo de encima en un tiempo, apenas había logrado hacer mis katas en las mañanas.
Hablé del tema con Broly, y aunque él no podía entender del todo el concepto del matrimonio, siempre estaba ahí para escucharme, es un gran amigo. No me sentía cómodo contándoselo a Krillin.
Saque el tema con Vegeta hace unos días en la sala de gravedad: ambos estábamos tomando un respiro y habíamos comenzado a platicar.
Fue ahí que él me dio algunas banderas rojas.
×
"Espero que mis sospechas no sean ciertas, Kakarotto." estaba más serio de lo normal. "Pero creo que la arpía está planeando algo en tu contra. Durante un tiempo he sentido que algunos de tus amigos se reúnen con ella. No sé qué es lo que planean, pero algo me dice que no es con buena intención."
"¿Por qué lo crees, Vegeta?" Pregunté. También había notado las reuniones, aun cuando intentaron suprimir su ki, pero quería pensar que solo planeaban alguna reunión, siempre las hacia Bulma. "Pueden que estén planeando una fiesta…"
"Kakarotto…" me interrumpió. Lo miré y vi en su rostro un leve signo de… ¿Lastima? "Desde hace mucho tiempo que decidiste ponerte esa máscara frente a todos. ¿No crees que ellos han estado haciendo lo mismo?"
×
Desde la llegada de Raditz a la tierra había observado los pequeños cambios de Krillin a mi alrededor. Cuando supo que era un saiyajin y lo que antes hacia mi raza, empezó a comportarse diferente solo conmigo, no se notó mucho, pero me di cuenta. Lo mismo ocurrió con Yamcha y Oolong, incluso Puar.
Cuando ocurrió lo de Cell, aun cuando estaba muerto pude notar lo aliviados que estaban. En ese momento creí que se debía a la paz que hubo en la tierra, después de todo el planeta estuvo en peligro por mucho tiempo. No fue hasta que llegué a participar en el torneo años después que supe la verdad… estaban tranquilos por mi ausencia.
Ocurrió lo de Majin Vegeta, y mis acciones sólo provocaron más distancia. Me asusté.
Durante mis años en el Más Allá había cambiado mi forma de ver las cosas: Kaiosama se aseguró de que aprendiera los conceptos básicos de todo, al menos así no estaría tan perdido. Con el tiempo fui yo quien comenzó a estudiar, no solo había entrenado mi cuerpo en mi tiempo ahí, también mi mente, pero... desde que había revivido, decidí comportarme como el ingenuo Goku que había sido antes de la llegada de mi hermano. Incluso algunas veces tonto, así todo sería como antes. Tenía que ser como antes.
Quería volver a encajar con ellos, son mis amigos… mi familia y haría todo por ellos, incluso fingir ser alguien que ya no era. Aun si eso significaba hacer el ridículo y dejar que todos pensaran que soy un idiota. No soportaba la idea de estar solo, no de nuevo.
Vegeta, como era de esperarse noto mi cambio antes de Majin Buu, mismo que se reafirmó en nuestra pelea. Había estado en desacuerdo desde un inicio, pero jamás me delató. A pesar de su orgullo, de alguna forma se preocupaba por mí… a su manera. Él no fue el único.
Bulma y Trunks también lo habían notado. Mi amiga más antigua tenía la misma opinión que su esposo, pero no iba a obligarme a hacer algo que no quisiera; mi sobrino había visto mi cambio con sus padres y había mencionado que le gustaba más mi forma de ser que la máscara que decidí ponerme. Fue lindo ser aceptado, una de las cosas que yo deseaba más era esa; poder dejar mi mascara a un lado y mostrarme como verdaderamente soy.
Pero solo era un deseo, algo imposible... le pedí que no dijera nada, Trunks acepto.
Gohan notó mi cambio más pronto de lo que anticipe y me confrontó, expliqué mis razones y le pedí que no dijera nada a su madre. A él jamás le gustó la idea de que me escondiera, pero tampoco podía decir mucho… gracias a los estándares tan altos de Chichi, ocultó su amor por los entrenamientos y complació a su madre con los estudios. A él le encanta estudiar, solo que, desde que estaba en la universidad su madre lo había presionado para conseguir más carreras, como si nada la complaciera. En secreto, iba a entrenar a escondidas con Piccolo (llegue unirme muchas veces a ellos). De cierta manera, ambos nos escondemos, por diferentes razones, pero con el mismo sentimiento: impotencia.
Goten se dio cuenta un año después de mi regreso. Noto mi cambio en uno de los entrenamientos con su tío Vegeta: yo estaba tan concentrado en la lucha que no sentí su presencia en la entrada de la sala. Antes de regresar con su madre me había preguntado porque me ocultaba, di mis razones y respondí cada pregunta que me hizo. Mi hijo solo me abrazó, diciéndome que siempre estaría ahí para mí.
Piccolo jamás me ha dicho nada sobre el tema, pero siempre pude ser yo mismo frente a él. Posiblemente Gohan le había contado los detalles y como el resto, él respetó mi decisión. Es bueno quitarse la máscara de vez en cuando.
Irónico, que las personas que intentaron matarme sean con los únicos con los que puedo ser yo mismo.
El Maestro Roshi se había dado cuenta de inmediato, él me conocía demasiado bien. Mi inconformidad con la falta de información era demasiado evidente y sabía que no solo entrenaría en el Más Allá: no pregunto detalles de mi teatro, como un gran maestro que conoce a sus discípulos supo que debería tener mis razones, aunque me advirtió:
×
"Solo ten cuidado Goku, tarde o temprano esa máscara dejara de funcionar." dijo, mirándome a los ojos. Eran duros, pero amables al mismo tiempo. Se había quitado sus gafas de sol.
×
Ahora entiendo porque sigue prefiriendo estar en su pequeña isla con la compañía de Tortuga que vivir en la ciudad.
El señor Bills y el señor Whis también lo saben (No se podía engañar a una deidad, aprendí eso a la mala). Son de las pocas personas con las que puedo ser yo mismo, contando con Broly, quien, de hecho, es la única persona que desconoce mi actitud tonta, porque desde el principio jamás me mostré como un estúpido frente a él. (Aparte de preguntarle a Frezzer que era inhóspito)
Aunque si conoce mi situación al igual que sus amigos, pero no es momento para eso.
Por lo regular suelo volver a las 11 de la noche, pero tenía una segunda intención en mente: Vegeta no había mencionado las reuniones secretas de Chichi por casualidad, habían aumentado demasiado desde que la deje hace semanas. Debía comprobar lo que hacen, por eso me teletransporte intencionalmente lejos de la casa de Gohan.
Recordando el entrenamiento en la dimensión dentro del báculo del señor Whis, mantengo mi ki en mi interior y logro elevarme al cielo, sin mostrar algún signo de mi energía. Dejando una nota mental para agradecerle de nuevo al ángel, comencé a volar.
Estaba demasiado alerta, sigo pensando que solo se reúnen para pasar el tiempo o para algún plan para todos, como una salida, pero algo en mi interior me gritaba que algo estaba a punto de pasar, algo terrible. Ignoraba casi siempre esas advertencias, pero el presentimiento era tan incomodo que no podía dejarlo de lado esta vez. Espero mi interior este equivocado por esta vez.
Las presencias reunidas eran las mismas que Vegeta y yo hemos percibido durante meses: Krillin, Yamcha, Oolong, Puar... y Chichi. Todos juntos.
Pude sentir como mi pecho comenzaba a doler en advertencia, pero quería saber si había alguien más involucrado en esto.
Revisando alrededor, encontré el ki de Ten Shin Han y Chaoz en el pueblo donde tienen su dogo; Piccolo en el desierto y Dende en el mirador. No podía sentir a No. 18, pero seguramente estaba en su casa, ya que ahí estaba la presencia de Marron, la Androide jamás deja sola a su hija; Bulma, Vegeta y Trunks estaban con él resto de su familia en Corporación Cápsula; mis hijos estaban en la casa de Gohan, junto a Videl y Pan; Mr. Satán y Buu durmiendo en su hogar en Satán City y mi suegro en su reino. Suspire, había temido que él estuviera involucrado.
El lugar está bastante lejos, en un bosque con árboles frondosos.
La molesta en mi pecho aún estaba, de hecho, cada minuto que pasaba se intensifico el dolor, incluso sentía frio. No lo comprendo, son solo unas reuniones a escondidas, no es como si estuvieran planeando matarme. Y en el remoto caso de que sí, sería imposible dado mi nivel de pelea y mi propia herencia. Ni las esferas son capases de cumplir un deseo de ese estilo.
Estuve volando por bastante tiempo a velocidad mínima; si iba más rápido percibirían mi ki y todo mi sigilo no serviría. Mirando bien el lugar tengo que admitir que la localización es buena, es un punto del continente en el que no he estado muy seguido, menos a esta hora.
Tal vez estaba pensando demasiado, mire las estrellas, pero detuve mi vuelo en seco, no había ninguna estrella; en cambio muchas nubes comenzaron a aparecer en el cielo a gran velocidad haciendo la oscuridad aún más profunda. Esto solo significaba una cosa… Tan pronto las nubes cubrieron todo el cielo un rayo amarillo apareció, dejando ver con su luz al habitante de las 7 esferas del dragón.
Shenlong.
Rápidamente saqué mi aura y comencé a volar a máxima velocidad. Mi corazón martillaba fuerte en mi pecho y la sensación de que algo malo estaba a punto de pasar solo se triplicó. Ya no me importaba si me sentían, tenía que averiguar qué diablos estaban haciendo, se suponía que las esferas estarían ocultas y no las usaríamos a menos que fuera necesario.
A solo unos metros lejos del dragón pude sentir como el ki de Vegeta se disparaba desde Corporación Cápsula y en segundos, tanto el cómo Piccolo y Gohan comenzaron a volar a mi dirección. Todos se habían dado cuenta.
Llegué al lugar y pude ver a mis amigos; Krillin portaba aún su uniforme de policía; Yamcha un traje parecido al que se puso en lo ocurrido con Buu, solo que negro, Puar y Oolong estaban junto a ellos, también Chichi, pero ella estaba de espaldas a mí, mirando fijamente al dragón. Desde esta distancia no pude escuchar nada, pero sabía que hablaba con Shenlong. De nuevo esa sensación en el pecho volvió a aumentar.
"¡Chichi!" Grité su nombre intentando llamar su atención o para detenerla.
Los chicos notaron mi ki y voltearon a mirarme, algunos de ellos parecían estar felices de que yo estuviera aquí. Como si lo hubieran estado esperando. Pero la reacción de Chichi fue lo que me desconcertó.
Ella giro lentamente para mirarme, al conectar sus ojos con los míos solo sonrió, pero no era una sonrisa normal, estaba torcida y llena de una oscura satisfacción, jamás había visto esa sonrisa, mandó un escalofrío por todo mi cuerpo. Solo había sentido algo parecido una vez en el planeta Namek, cuando la nave de Freezer no despegaba y creí que moriría en el planeta.
Tuve miedo...
"¡Kakarotto!"
Escuché el grito de Vegeta y me giré para hablarle, pero en cambio escuché la voz de Shenlong.
“...he cumplido tu primer deseo.”
Me quedé congelado, mis ojos comenzaron a ver todo borroso y mi vista dio vueltas. Empecé a respirar con rapidez y mi pecho comenzó a doler con más intensidad, también mi cabeza. Llegué a un punto en el que solo vi manchas de colores y fue cuando ya no pude mantenerme despierto ni en vuelo. Cerré los ojos y caí.
“¡KAKAROTTO!”
"Y ¿Cuál es tu segundo deseo? ..."
Todo fue oscuridad.
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Lentamente abrí los ojos.
Estaba en mi cama, la luz del sol me había dado directo en el rostro. Giré mi cabeza y observé que el otro lado del colchón estaba vacío, probablemente Chichi estaba cocinando el desayuno. Ella siempre tan dedicada.
Me levanté de la cama, pero tan pronto me senté mi cabeza comenzó a doler. Debí dormir mal durante la noche. Aún en pijama me levanté y caminé en dirección a la cocina. Pare un segundo para observar la puerta de la habitación de mi hijo menor, la abrí con cuidado y entre para mirar a Goten: una versión más pequeña de mi dormía plácidamente en su cama, estaba vestido con una piyama de color azul, se veía tan tranquilo. Decidiendo que mejor lo despertaba más tarde salí y cerré la puerta.
Caminé hasta la cocina, me apoye por un momento en la pared y observe a mi esposa con atención: seguía tan hermosa como el día en el que me case con ella. Vestía uno de sus kimonos favoritos de color morado con detalles amarillos; su cabello negro y suave recogido en un moño. Tarareaba una dulce canción mientras cocinaba. Camine sigilosamente detrás de ella y la abrace por la espalda, soltó un pequeño grito de asombro.
"Buenos días, amor." dije plantándole un suave beso en la mejilla. Por alguna razón me sentí un poco extraño al decir lo último, como si nunca hubiera dicho esa palabra antes. Que raro, ya que todos los días la saludo de la misma forma. Ignore la sensación.
Note que ella se sorprendió, pero se dio la vuelta para verme y como si no me hubiera visto antes saltó, envolviéndome en un abrazo. "Buenos días, a ti también amor." me respondió extasiada, yo correspondí.
Mi dolor de cabeza aumentó, ya no pude ignorarlo, llevé mi mano a mi cien. Chichi se dio cuenta y me soltó, me miraba preocupada.
"¿Te duele la cabeza cariño?" preguntó, posando una mano en mi cabeza, su toque pareció hacer que doliera más, pero no dije nada.
"Desde esta mañana... probablemente dormí mal anoche." respondí, masajeando mi cien.
"Tal vez sea porque trabajas demasiado, deberías tomarte un descanso." pidió, mientras que de la repisa dónde guardamos medicamentos sacó un frasco de pastillas. Abrió la tapa, sacó tres y me las dio, junto con un vaso de agua que ya estaba servido.
"Sabes que no puedo descansar, este trabajo es importante para los gastos de la casa…" el dolor empeoró, así que rápidamente tomé las pastillas y un sorbo de agua.
Tan rápido tome la medicina sentí una sensación de hormigueo y alivio en todo mi cuerpo. Solo en cuestión de segundos, el dolor prácticamente desapareció. Sentí que mi cuerpo se entumeció, pero no era problema.
"¿Te sientes mejor?" Pregunto Chichi, masajeando delicadamente mi cien. Su toque me dio una sensación que no pude identificar, pero era cálida, así que simplemente me acerqué más a ella. Asentí con la cabeza, más relajado. "Muchísimo mejor…" exclamé contento, agarré su mano y le planté un beso en su palma. "Gracias Chichi, no sé qué haría sin ti." sonreí cálidamente. Ella se sonrojo y abrió ligeramente los ojos, pero me dio una enorme sonrisa y volvió a abrazarme con fuerza. Yo simplemente solté una pequeña carcajada, sí que estaba feliz el día de hoy.
"Deberías comenzar a alistarte para el trabajo…" dijo al alejarse, mirando el reloj de la cocina. "...cuando bajes tendré el desayuno listo."
"Es verdad, me iré a preparar." con una pequeña sonrisa me despedí con un beso rápido y corrí. Al entrar a la habitación me dirigí al baño, me quite la piyama y me duche.
En mi infancia fui criado por mi abuelo Gohan; él me encontró en un bosque cerca de la Montaña Paoz, en donde vivía. Él fue un gran maestro de Artes Marciales en su juventud e intentó que yo practicara cuando tuve la edad suficiente, pero a mí nunca me interesó, él lo entendió así que dejó de lado sus lecciones.
Yo era diferente, siempre tuve presente ese hecho al tener una cola. Me sentía incómodo con mi extremidad peluda; me traía una sensación mala, pero jamás supe por qué. Años después me enteré, era solo un imán de muerte.
Mi abuelo murió a causa de un monstruo, la forma de Oozaru en la que me transformaba al ver la luna llena, yo tenía 7 tal vez 8 años. No me entere de esto hasta muchos años después. Desde entonces, hasta los 11 años viví solo en la Montaña, cazando y cocinando mi comida. Un día en el que pescaba fue que conocí a mi mejor amiga, Bulma: ella había llegado por la esfera de cuatro estrellas que había tenido mi abuelo: contó que había más esferas en existencia, siendo en total siete, al reunirlas invocaba un dragón que te cumple un deseo.
La acompañé en su viaje, no dispuesto a dejar una de las pocas cosas que aun tenia de mi abuelo, y en el trayecto conocimos a muchas personas. Siendo de gran ayuda Yamcha, quien nos ayudó cuando pasó lo de Pilaf. (Fue una lástima que Bulma rompiera su relación con él) Después de ese primer deseo fue que me separé de ellos. Comencé mi viaje para buscar quien soy y ver lo que tenía el mundo fuera de las montañas; ahí conocí al Maestro Roshi, quien fue el maestro de mi abuelo. Me quedé un tiempo con él y vi como entrenaba al que se convirtió en mi mejor amigo, Krillin.
Aunque nunca fui su estudiante, el Maestro Roshi al ver que era de corazón puro me dio la nube voladora. Uno de los pocos objetos que sigo conservando aún sin practicar Artes Marciales, junto con el báculo que me regalo mi abuelo. Me separé de ellos cuando Krillin participó en el Torneo de las Artes Marciales y peleó contra Jackie Chun.
Fue cuando conocí a mi esposa.
Sin querer había terminado en el reino de Ox Satán: la encontré sola, intentando buscar al Maestro Roshi. En ese momento que me enamoré de ella: vi lo linda que era, incluso con esa armadura de color rosa y morado. Cuando termine de ayudar a su padre con su castillo le prometí que regresaría, pediría su mano y me casaría con ella. Cumplí mi promesa, pero en cambio fue ella la que me encontró.
Después de mis viajes me quedé con Krillin la mayor parte del tiempo, tenía 18 años y lo acompañé a concursar de nuevo en el 23° Torneo de Artes Marciales: fue ahí que me reencontré con ella, estaba participando también. Nos casamos poco después y nos mudamos a una casa cápsula en la región 439 hacia el este, un poco cerca de la Montaña Paoz. En nuestro primer año de casados tuvimos a Gohan, su nombre en honor a mi abuelo.
5 años después apareció Raditz, en la reunión en Kame House y nos reveló a mis amigos y a mí que era: un extraterrestre, según en palabras de mi "hermano" venimos de una raza guerrera llamada Saiyajin que se dedicaban a masacrar civilizaciones, matar a inocentes y vender sus planetas al mejor costo. Todos al mando de un tal Frezzer, mismo líder que irónicamente los destruyó años antes y casi los extingue. Yo terminé en la tierra al ser un "Guerrero de Clase Baja" enviado al planeta siendo aún un bebé para destruir a los humanos.
Raditz dejando muy en claro lo humillante que fue para nuestros padres tener un clase baja, considerado un perdedor a sus ojos y enviándome a un planeta sin importarles si moría o vivía. En ese momento el Maestro Roshi me reveló que mi abuelo le contó sobre mí; era un niño agresivo y rebelde. El único impedimento para que no hiciera mi misión fue un golpe en la cabeza que me cambió por completo.
Krillin intentó pelear con él junto con Yamcha, pero ninguno lo logro. Me hubiera secuestrado a mí ya mi hijo si no fuera por Ten Shin Han y un tipo verde de aspecto extraño que se llama Piccolo. Lograron matar a Raditz con la ayuda del resto; no sin antes revelarnos que otros dos saiyajins venían en dirección a la tierra con la intención de pelear.
Pero lo más difícil fue saber la verdad de mi raza… y como se lo tomarían mis amigos, pero me aterraba más era decirle a mi esposa.
Mis amigos supieron mis preocupaciones y ninguno me dijo nada, todos siguieron a mi lado a pesar de todo, aun cuando mi hijo tenía la misma cola que demostraba nuestra herencia maldita: se la quité yo mismo semanas después, igual que lo hice conmigo años antes.
Ese mismo día regresamos a casa y hablé con Chichi, rogando a Kami para que no me abandonará, para que me aceptará aún a pesar de la historia de… esa raza de asesinos. Con lágrimas en los ojos le conté todo, después de dormir a Gohan. Ella no contesto por un rato, yo tenía los ojos cerrados, pero sentí como me abrazó de repente.
"Eres mi esposo. No me importa lo que diga un asesino, tú eres un humano a mis ojos." dijo en mi oído mientras me abrazaba, yo solo sonreír.
Me acepto a pesar de todo, tanto a mi como a mi hijo, nuestro hijo…
El sonido de la puerta del baño fue lo que me sacó de mi transe.
"Papá… el desayuno está listo." escuché la voz de Goten, probablemente su madre lo levantó. "Si no te apresuras, acabaré con toda la comida de mamá." Terminé de bañarme y salí, pero mi hijo se había escapado. Negue con la cabeza, divertido, tan parecido a mí.
Con una sonrisa caminé a mi armario y saqué mi uniforme; un traje de guardia de color azul marino, planchado y guardado cuidadosamente dentro de una bolsa. Saque una camisa blanca, y lo coloque en la cama, mientras sacaba mi ropa interior. Por un momento, al cerrar el armario vi por el rabillo del ojo unos pantalones de color naranja, playeras color azul y botas en la parte de abajo. Parpadee y volví a abrir mi armario, pero no vi nada de color naranja; solo pantalones de vestir, camisas y mis trajes. Cerré la puerta y me vestí.
Fui al espejo de mi esposa y vi mi reflejo, acomodándome la corbata y colocándola bajo mi saco. De un cajón saqué él gel y comencé a ponerlo en todo mi cabello, al mismo tiempo que me ponía los zapatos. Al terminar lavé mis manos y di un último vistazo a mi imagen. Tuve un leve tirón en mi cabeza, no le di importancia y regresé a la cocina.
Mi esposa ya había acomodado el desayuno y Goten estaba comiendo... demasiado rápido para mí gusto.
"Come más lento o te ahogaras." lo reprendí, revolviéndole el cabello con cariño. Él solo asintió y comió más lento, limpiando su boca con una servilleta.
Chichi me miró con una sonrisa dulce en sus labios; sus ojos se veían más brillantes, noté que estaba a punto de llorar, me preocupé inmediatamente.
"Chichi, ¿Estás bien? ¿Te ocurre algo?" Pregunté, acercándome a ella y poniendo mi mano en su mejilla.
"No ocurre nada…" dijo, beso mi mano y la puso entre las suyas. "Todo está bien, todo es perfecto." Le di la sonrisa más grande que pude.
Sabía que ella era feliz conmigo, pero le debía algo, ha hecho tanto por mí en estos años. Así que haré todo lo posible para verla feliz. Cumpliendo al mismo tiempo con el pedido que me hizo mi suegro el día de nuestra boda: "Goku... cuida de Chichi, hazla feliz"
Me senté en la mesa y comenzamos a desayunar.
Notes:
Línea de Tiempo para esta Historia:
774: Saga de Majin Buu
778 - 18 de agosto: Inicio de Dragon Ball Super (Pelicula: Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses)
779 - Julio: Saga de la Resurrección de Frezzer (Anime)
- Inicios de Agosto: Torneo del Universo 6 y 7
- Agosto: Saga de Goku Black (Anime)
780 - 27 de mayo: Saga del Torneo del Poder. (Finalización del Anime)
- Agosto o Septiembre: Aparición del Super Saiyajin Legendario. (Pelicula: Dragon Ball Super: Broly)782: Saga de los Héroes de la Limpieza: Saiyaman 1 y Saiyaman 2 (Manga)
783 - Junio: Saga "Familia Perfecta" - Inicio de esta Historia.No ocurren los acontecimientos de la Saga de Moro (780), Saga de Granola (781) ni la Saga de Super Hero (783)
(Aparecerán las Sagas, pero no en el orden del manga.)Espero con esto, estén menos perdidos.
Chapter 3: Perspectiva de Vegeta
Summary:
Ha pasado un tiempo en la tierra. Ahora veremos cómo han ido las cosas con la familia Briefs, en especial al príncipe de los Saiyajins. Vegeta IV
Chapter Text
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*Seis meses después…*
*diciembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
*Sala de Gravedad*
***
Con la gravedad a más de 800g evitaba los disparos de los robots en estado base, desactivándolos sin mucha fuerza. Cuando el último de ellos estuvo apagado la simulación se detuvo, y los robots regresaron a su lugar de descanso. Al ver que ya no podía hacer nada apagué la máquina de gravedad y me senté en el suelo. Desde hace meses que entreno solo.
Piccolo regularmente me ayuda, pero últimamente ha estado comportándose más apático de lo normal. Se ha mantenido aislado en el Mirador durante las últimas semanas. Trunks se une en algunas ocasiones, pero ha tenido que encargarse de la empresa, por órdenes de su madre.
Fruncí el ceño. Últimamente Bulma ha estado aún más distanciada de todos; antes tomaba de excusa su trabajo, pero ya que nuestro hijo se está haciendo cargo se va por largos periodos de tiempo, incluso el día entero. Eso no me molestaría… si no fuera porque sus salidas han sido con el inútil de su antigua pareja. Mis suegros no saben nada al respecto, confían demasiado en su hija como para indagar.
Me siento patético al preocuparme, pero simplemente Bulma no era así… pero hay algo en el fondo de mis instintos que me está molestando, como si algo estuviera pasando, me pone inquieto.
De repente un sonido me sacó de mis pensamientos. Me levanté y tomé el monitor de bebés que coloqué encima de la máquina antes de entrenar.
Desde que mi esposa ha hecho sus escapadas, ha dejado desatendida a nuestra hija de tan solo 3 años, así que la he tenido que cuidar. Jamás lo admitiré en voz alta, pero no me molesta en lo absoluto cuidar a Bra, sobre todo si nadie está presente para ver esa parte sentimental de mí... los saiyajin ya no se mostraban paternales con sus hijos desde hace décadas, era nuevo y privado para mí.
Prendí la pequeña cámara del monitor y ahí vi a mi princesa, sin poder evitarlo una leve sonrisa se dibujó en mi rostro: Bra había tomado el monitor y lo estaba moviendo como si fuera una muñeca, tiene puesto un vestido de color rosa claro y un suéter del mismo color, pero más fuerte. Antes de su siesta la había peinado con dos coletas, ahora una de ellas estaba caída. Mi pequeña me sonreía y seguía moviendo el monitor.
"Papi... papi... ¡papi!" Repetía una y otra vez. Al parecer me vio por la pantalla del aparato.
Apagando la cámara del monitor, abro la puerta de la sala y caminó directamente a su habitación. Durante el trayecto me topé con varios de los trabajadores de Corporación; a la gran mayoría los ignoré, algunos los miré de reojo, pero seguí mi camino. Llegué a la habitación y abrí la puerta, cerrando tras de mí, ahí estaba ella, saltando en su cuna y mirándome con cariño.
"¡Papi!" gritó emocionada al verme, extendiendo sus pequeños bracitos hacia mi dirección. Le sonreí y me acerqué; me quité los guantes, los dejé en uno de los muebles y la cargué. "Papá…" volvió a repetirme, tomando uno de mis mechones y acariciándolo. Mi pequeña estaba fascinada con mi cabello.
"¿Cómo durmió la princesa de los saiyajins?" tomé uno de los juguetes de su cuna y se lo mostré: ella solo se río y agarro el juguete entre sus manos, abrazándolo. No fue hasta que la senté en su cuna para acomodar su coleta, que ví mejor el juguete.
Era un muñeco de cabello negro en forma de palmera; vestido con un dogy de color naranja; una camisa azul por debajo, una franja en la cintura y un par de pequeñas botas en sus pies del mismo color; pero lo que más se destaco era el símbolo que decía "Tortuga" en la parte trasera del pequeño traje.
Fruncí el ceño al verlo, el juguete parecido al imbécil de Kakarotto.
Hace un par de semanas que había pasado el cumpleaños de Trunks y Bulma organizo una pequeña reunión (Más por costumbre que por otra cosa). Fue ahí donde consiguió Bra ese muñeco; se lo había dado el pervertido de Roshi, como una clase de regalo atrasado. Todos habían notado el parecido que tenía el juguete con el otro saiyajin, pero solo quedaría en un muñeco, ya que esa clase baja no sabe pelear.
Le quité el muñeco a Bra y en cambio le di uno en forma de oso, ella hizo un puchero enojado, amaba ese juguete, pero no me importó. Tomé un cepillo y comencé a arreglar su cabello.
Al ver esa deshonra de saiyajin, recordé cómo llegué a este planeta:
Raditz se había enterado de que su hermano menor fue sido enviado al planeta Tierra un par de días antes de la destrucción del planeta Vegetta. Fue bastante extraño que no apareciera en la lista de las capsulas enviadas que nos dio el ejército de Frezzer, pero ante las posibilidades de tener un saiyajin para pelear contra los Cold y por fin deshacernos de ellos, no indague más. El hijo mayor de Bardoock fue en busca de su hermano en el planeta de bajo nivel. No volvió.
Antes de su muerte nos dijo que su misión estaba teniendo complicaciones, le ordené dejar la comunicación abierta y escuchamos su pelea contra unos terrícolas. Luego de debatirlo con Nappa, esperamos a que Broly regresara y los tres viajamos a la tierra.
Esa batalla fue un duro golpe a mi orgullo. Los terrícolas fueron fáciles de despachar con los saibamans, incluso uno de ellos se sacrificó para matar a Nappa, no funciono en lo absoluto. Aunque, entre ellos había un Namekiano y él realmente fue un dolor de cabeza, fue lo suficientemente listo como para atacar mi cola y arrancarla, quitando mis posibilidades de transformarme. El resto de la batalla fue bastante confusa, pero termino conmigo a una pulgada de mi vida y teniendo que verme en la humillante necesidad de escapar. Uno de los sobrevivientes humanos casi me mata, si no fuera por la compasión de ese Namek. No hubo señales de Kakarotto por ninguna parte.
Al recuperarme en uno de los planetas del ejército decidí dirigirme a Namekusei en busca de las esferas y me enteré también que Frezzer ya estaba en el planeta.
Los dioses tienen un sentido del humor retorcido, si no fuera así, no me explicaría cómo demonios llegaron dos de los terrícolas a Namekusei: el Namek con el que luche había muerto y con él, las esferas de su planeta y buscaban las de aquí para revivir a sus compañeros caídos.
Esa batalla tuvo un sabor agridulce… Después de matar a todo el equipo Ginyu y encargarme de Zarbon y Dodoria, peleé con Frezzer hasta casi la destrucción del planeta; gracias a los terrícolas revivieron a toda la raza de Namek y nos teletransportaron a la Tierra. No sin antes lanzar un ataque al núcleo del planeta, dejando a Frezzer para morir solo en la explosión.
Al llegar al planeta y a falta de una nave tuve que quedarme a regañadientes en la residencia de los Briefs. Fue ahí que conocí a mi esposa y la madre de mis dos hijos… y para mi gran decepción, también conocí al llamado: *Son Goku*: me presentaron al saiyajin criado en la tierra en una reunión que hizo la familia Briefs semanas después, y cabe decir que fue más que patético. A pesar de la sangre guerrera corriendo por sus venas, la clase baja jamás se interesó por la batalla. En cambio, se comportaba como en la tierra llamaban: *un esposo modelo* dejando a su suerte a sus amigos para pelear sus batallas y escondiéndose detrás de ellos como un cobarde. Una decepción para nuestra raza guerrera. El simple recuerdo solo me traía dolor de cabeza.
Mi relación con él no fue más que de conocidos, su mera presencia me traía vergüenza y un malestar en el pecho. La única cosa en común entre nosotros era esa enemistad cada vez que nos veíamos; un sentimiento que mi hijo mayor comparte por ambos hijos de la familia Son, sobre todo el menor. Todos aparentando ser la familia humana perfecta, olvidando sus raíces y el amor por la lucha con el que nacen todos los saiyajins. Una deshonra a sus ancestros... que Kami se apiade de Bardoock y Raditz.
Un año después de mi llegada a la tierra y la despedida de los Namek, apareció no sólo Frezzer, sino también su padre el Rey Cold. Los humanos fueron en su encuentro incluyendo a Piccolo y a mí, con quién me había entendido bien durante ese tiempo. Pero de la nada ocurrió una sorpresa: un semi saiyajin de cabello lila llegó al encuentro de los Cold, y sin mucho esfuerzo los aniquilo. Ese muchacho llegó con nosotros y pidió hablar únicamente con Piccolo. Tuvieron que pasar tres años para que me enterara de que ese hombre era mi hijo; de una línea de tiempo en dónde todos los luchadores, incluyéndome, murieron a causa de unos androides. La preparación para esa batalla duro 3 años y Kakarotto no ayudó en lo absoluto.
En esa batalla llegué al Súper Saiyajin y cumplí con la leyenda de mi raza; con esa transformación pude encargarme de los androides y con el regreso de de mi hijo Trunks acabamos con el doctor Gero y Cell. En un giro de los acontecimientos, Krillin había intercedido por la vida de No. 18 y 17, por lo que tuvimos que dejarlos con vida. Androide 16 murió en la batalla final.
Después de despedirme de Trunks del Futuro me quedé en la tierra, Bulma había hecho varias salas de entrenamiento para mí y a pesar de mi falta de interés con mi hijo en un inicio, realmente me preocupaba por él y su madre. Fueron una luz después de todo lo que pase como juguete del ejército de Frezzer.
Pasaron 7 años y varios de los terrícolas quisieron participar en un torneo, Trunks tenía 8 años también quería entrar, así que lo acompañé y fueron toda la familia de Kakarotto: traía ese peinado ridículo y su traje para el trabajo; Gohan vestía una vestimenta similar a la suya, el hijo mayor había entrado a la escuela con las notas más altas; él menor Goten, tenía puesto un Changshan de color azul, él estudiaba en casa. Fue en ese encuentro que mi hijo comenzó a odiar a la copia en miniatura de Kakarotto.
Ese incidente lo recuerdo perfectamente; había tenido una recaída de mi vida anterior y estúpidamente deje que Babidi me controlará, además de haber robado mi energía para ese gordo rosado de Buu. Algunos de los terrícolas ayudaron, incluyendo a Piccolo, quien en un inicio fue convertido en piedra por Dabura, y al salir le pedí que se llevara a mi hijo lejos. Me sacrifiqué, sin cambiar en lo absoluto la situación.
Gracias a una bruja (quien es hermana de Roshi) regresé por un día a la vida y con ayuda del Supremo Kaiosama y el ancestro logré acabar con Kid Buu, dejando con vida su versión gorda. Piccolo me ayudó en esa ocasión. Por el anciano logré revivir y gracias a las esferas de Namek recuperamos la tierra y a todos los humanos. Esa noche me había disculpado con Bulma por mi estupidez, ella no dijo nada, pero entendió lo que me sucedió, mi hijo tenía la misma opinión.
Cuatro años después Bulma decidió hacer una gran fiesta de cumpleaños, una excusa para reunir a todos sus amigos… y como siempre los dioses aparecen con su sentido del humor retorcido. Ya que justo ese día, después de más de 30 años volví a ver a Bills el Destructor, en compañía de su ángel asistente Whis; estaban en busca del Súper Saiyajin Fase Dios.
Después de una pelea humillante y un golpe a mi esposa por parte de la deidad, usamos las esferas y para mi malestar, necesitaría todo el maldito linaje de Kakarotto, para traer al dios súper saiyajin por tiempo limitado. Él imbécil estaba menos que feliz de que le recordarán su sangre guerrera, pero para este caso era necesario o su amada vida normal sería convertida en polvo cósmico. Con él, sus hijos y su futuro nieto logramos completar el ritual, estando yo en la cabeza.
A pesar de eso perdí. Pero el dios destructor se sintió muy benevolente y perdonó a la tierra, prometiendo volver por una revancha. Y así terminó, hasta meses después: gracias a una sopa ramen y a la ayuda inesperada de mi esposa, me enteré que el maestro del señor Bills era nada más ni menos que su asistente, mismo que se encontró en la tierra disfrutando de la comida y quién se convirtió en mi primer maestro.
Me fui a entrenar un total de 10 meses, cuando Bulma nos llamó, avisando sobre la resurrección de Freezer. A quien tuve el gran placer de asesinar con mis propias manos, vengando a mi gente. Desde entonces no ha habido más incidentes.
Terminé de peinar a mi hija y rápidamente me volví a una de las repisas y tomé el frasco de pastillas, agarré cinco y me las tomé en seco. Desde hace meses que he estado sufriendo de jaquecas; al inicio solo había sido un malestar, pero cada vez eran tan molestos que incluso afectaban mi rendimiento en el entrenamiento. Las pastillas perdieron su efecto, aunque para ser justos, apenas logran aminorar el dolor.
También está el asunto de los sueños, no era extraño para mí recordar peleas anteriores; pero los sueños que he estado teniendo no eran nada que hubiera ocurrido: en ellos vi a un hombre con ese dogy de color naranja, el mismo que el juguete de Bra, peleaba o en su defecto lo vi entrenar en el planeta del señor Bills, pero los sueños más recurrentes es ver a Kakarotto con solo unos pantalones de entrenamiento, peleando al mismo nivel que un luchador de aspecto extraterrestre que portaba un traje de color rojo y negro; mismo hombre que presentó un poder ensordecedor.
Ese sueño en particular me dejaba una rara sensación.
Siempre que aparecía me escuchaba a mí mismo mencionar algo sobre mi orgullo y una promesa, gritando: "Y usa ese poder para vencer a Jiren ¡KAKAROTTO!"
Incluso he soñado con Broly (quien murió en nuestra llegada a la tierra) peleando en una transformación de color verde y totalmente fuera de sí, contra Kakarotto y yo, ambos en Super Saiyajin Blue.
Ridículo…
"Señor Vegeta. ¿Se encuentra ahí?" La voz de una trabajadora interrumpió mi recuerdo. Masajeando mi cabeza respondí.
"¿Qué es lo que quieres?" pregunte enojado.
Se escuchó un pequeño grito, pero la mujer habló. "L-la señorita Bulma solicita su presencia en la sala de estar…"
"Si es para una de sus presentaciones, me niego rotundamente." interrumpí. Bulma había adquirido la mala costumbre de llevarme a sus conferencias. No me molestó que me presumiera, pero no estaba de humor.
"N-no es eso señor Vegeta..." respondió la trabajadora, nerviosa. "El señor Goku y su familia están en la sala y la señora Bulma quiere que los saludé." Y aquí pensé que los dioses se habían apiadado de mí.
"Fantástico." solté sarcásticamente, aun masajeando mi cabeza, el dolor no estaba disminuyendo. "Dile que me niego."
"La señorita Bulma también me dijo que, si usted se negaba, dijera que ella bloquearía las entradas de todas las salas de gravedad por tres meses." respondió la mujer, como si ya esperara esa respuesta.
Rogué a cualquiera por paciencia. "Estaré ahí en unos minutos."
"Excelente, señor Vegeta." dijo, claramente feliz de haber dado su aviso e irse. Bien por ella.
Suspiré sonoramente, mi hija me miró como si supiera lo molesto que estaba. Ella me conoce bien con tan solo 3 años, aunque tal vez fuera el vínculo.
Tome de nuevo el frasco de pastillas, agarre un puñado y las tome en seco, tenía la sensación de que las necesitaría. Agarré mis guantes y me los coloqué, tome a mi hija en brazos y fuimos al encuentro con la deshonra del saiyajin… no sin antes tomar el muñeco con el dogy y dárselo a Bra quien lo acepto feliz. Si iba a sufrir, Kakarotto también.
Durante mi recorrido sentí que el ki de mi hijo se acercaba, así que no era la única víctima. Calculé la distancia entre ambos y al ver que estaba adelantado me apoyé en una pared, mientras tanto Bra se había entretenido de nuevo con mi cabello.
No pasó mucho para que viera a mi hijo caminar por el pasillo; llevaba un par de gafas que usaba para el trabajo, un traje de negocios de color café oscuro y una camisa blanca con zapatos negros. Mientras avanzaba aflojaba su corbata roja, fue ahí que levantó la mirada y me vio. Suspiró cansado.
"¿También te llamó, papá?" Trunks pregunto, al mismo tiempo que se quitaba las gafas y las guardaba en su saco. Los empezó a usar hace varios meses, para proteger sus ojos de los electrónicos que usaba.
"¿Con que te amenazó?" pregunte, mirando como se quitaba la corbata y se desabrochaba los primeros dos botones de la camisa.
"Dijo que me daría el trabajo del abuelo por el resto del año si no bajaba a saludar…" suspiro otra vez, ahora frustrado, A él tampoco le agradaba la situación. "¿Sala de Gravedad?"
"Durante tres meses… aunque estoy bastante seguro de que serían por cinco." comenté con una leve sonrisa, mi hijo se río. Comenzamos a caminar.
"Se que el señor Goku es el amigo de la infancia de mamá, pero es estúpido que nos siga obligando a saludarlos..." dijo Trunks irritado. Siempre que venía Kakarotto y su familia Bulma nos obligaba a saludarlos. Se han reunido por lo menos una vez cada dos semanas. "...ella sabe que no nos llevamos bien."
"Intenta hacer que yo y Kakarotto hablemos." dije con desdé. Su madre quería que fuéramos igual a la familia Son, por eso las visitas y las conversaciones en privado en un intento miserable para entablar amistad. "Estoy seguro de que intenta hacer lo mismo contigo y Goten."
"Preferiría desaparecer por el Hakai del señor Bills que tratar de nuevo con ese bastardo." soltó con enojo. Había tenido muchas discusiones con la mini versión de Kakarotto, incluso llegando a golpearse.
Uno de los aspectos que más odiábamos de esa familia era su obsesión por verse como una familia humana. De los tres era Kakarotto quien no soportaba que le recordaran el hecho de que es un saiyajin; sospechaba que mi presencia en la tierra y siendo esposo de su mejor amiga le recordaba seguido que él no es un terrícola y por un simple accidente no cumplió su objetivo establecido.
Lo peor era que se creían ser tan perfectos que continuamente aprovechaban cualquier oportunidad para comparar nuestras diferencias.
“¿Acaso quieres que el Señor Goku se enoje pequeña Bra?” preguntó con una voz infantil Trunks, mientras movía el muñeco con el dogy frente a su hermana, ella sonreía, moviendo sus brazos intentando tomar su juguete.
"Bueno… no seremos los únicos en sufrir." dije arrogante. Trunks soltó una carcajada y le devolvió el muñeco a su hermana.
Dimos la vuelta y los vimos. Bulma sentada en un sillón individual, a su lado en un sillón aparte se estaban sentados la mayoría de la otra familia; Kakarotto estaba a la orilla del sofá portando un traje de color negro, camisa blanca y una corbata azul; su esposa arpía estaba sentada a su lado con un brazo envuelto con el de su esposo, con un kimono bastante elegante de color rosa con negro; a su lado estaba Goten; él llevaba unos pantalones negros y una camisa verde. Gohan no se encontraba esta vez.
Había escuchado por Bulma hace semanas que habían ascendido a Kakarotto en su trabajo, algo con respecto a jefe del departamento de seguridad, eso explicaría porqué la ropa de su esposa se ve más costosa de lo usual. Tan rápido entramos a la sala la clase baja y su hijo dejaron de poner atención a la conversación con mi esposa y fijaron sus miradas en nosotros, ambos frunciendo el ceño. Para no tener entrenamiento en ki, ambos nos vieron demasiado rápido. Sobre todo, porque no era la única entrada a la sala.
"Hola Vegeta." me saludo mi esposa, con una sonrisa complacida. "Me alegro que decidieras salir de la sala en el momento exacto."
"Bueno, no dejas muchas opciones cuando amenazas con cerrar el acceso por tres meses." solté con una pequeña sonrisa mirando como fruncía el ceño por mi confesión. Me senté en el sofá al otro lado de ella, quedando cara a cara con el imbécil, Trunks se sentó a mi lado, quedando frente al menor de los Son, senté a Bra entre nosotros.
"Sólo con amenazas sales de esa sala, no me sorprende viniendo de ti, Vegeta." dijo Kakarotto con cierto veneno, mostrando una sonrisa; su esposa soltó una leve risa.
Para mí deleite, no pasó mucho para que él se diera cuenta del juguete que tenía Bra entre sus manos; en cuestión de segundos su sonrisa paso a una línea delgada y un ceño fruncido, Chichi al verlo tuvo una expresión similar, pero nerviosa. Este juego lo podían jugar dos.
"Buenos días señor Goku, señora Chichi..." saludo Trunks por cortesía, cortando el leve silencio. "...a y Goten." añadido tarde. Sonreí un poco al ver al pelinegro entrecerrar los ojos, pero aun manteniendo su sonrisa.
El ambiente en la sala era tenso, algo que ocurría muy a menudo. Yo y Kakarotto nos miramos desafiantes, al igual que mi hijo y Goten. Al final, fue Bulma quien cortó la situación incómoda. "Bueno Chichi, hace tiempo que he querido mostrarte algunos vestidos que encontré en una boutic exclusiva en Satán City. Goku, ¿Podría robarme a tu esposa por un momento?"
"No hay problema, sé que a ella le encantara." dijo el saiyajin con una sonrisa. A su esposa le dio un beso y permitió que se fuera con mi pareja. Ambas mujeres se fueron y todos dejamos de sonreír.
"Vaya Trunks, jamás creí tener el honor de verte vestido formalmente." menciono el más joven. "Me imagino que dejaste esa idea primitiva de entrenar y por fin comenzaste a velar por el futuro de la empresa de tu familia."
"No lo malinterpretes, Goten..." Habló mi hijo con voz dura. "El que me haga cargo de Corporación Capsula no interfiere en mis entrenamientos, en todo caso, es una ventaja. Demuestra que soy capaz de hacerme cargo de la empresa y al mismo tiempo, tener la fuerza suficiente para destruir un planeta."
"Al menos tú tienes suerte Trunks, al tener a Bulma como madre... ambos" dijo la clase baja. "...ya que dudo que Vegeta te enseñe algo que no sea solo pelear."
"Con todo respeto, señor Goku. No le incumbe en lo más mínimo lo que mi padre me enseñe o no." Trunks exclamó mordaz.
"Tienes razón, ya que me imagino que tus modales vienen directamente de tu madre, no debo atribuirle a tu padre educación que claramente no tiene." ante lo dicho, Trunks iba a protestar, pero lo detuve con una señal. El saiyajin frente a mi fijó su mirada en Bra. "Veo que aún tiene el muñeco que le regaló el Maestro Roshi."
"Es uno de sus favoritos…" dije con un verdadero tono divertido. "... pero es una lástima que sea solo un muñeco. ¿No lo crees Kakarotto?" Al escuchar su nombre de nacimiento, entrecerró los ojos. Sabía cuánto odiaba que lo llamara así.
"Deja de llamarme por ese nombre." casi pidió, mirándome directamente a los ojos. Había furia en ellos. "Mi nombre es Son Goku, lo sabes."
"Me niego a llamarte por ese nombre terrícola." declare frio, sin apartar la mirada. "Aunque no seas digno de portar un nombre de nuestra raza, se te fue dado en nuestro planeta y por respeto a tu familia seguiré llamándote así."
"No vengo de tu raza de asesinos, majestad." la última palabra lo dijo con evidente humor. "No me interesa en lo más mínimo tener algún lazo contigo o con tu especie."
"En eso estamos de acuerdo, Kakarotto." apoye, deleitándome con la mirada indignada en su rostro. "A mí tampoco me interesa tener algún tipo de lazo contigo o con el resto de tu linaje. Simplemente estás en esta casa porque eres amigo de mi esposa, pero eso no te salvará para siempre."
"Vegeta... ambos sabemos que Bulma me tiene demasiado cariño como para hacer algo en contra mía, al igual que yo." me recordó, con evidente satisfacción. "Si algo me llegara a pasar y tú tuvieras algo que ver. Da por sentado que tu matrimonio no durará mucho." terminó su advertencia dándome a mí ya mis hijos una pequeña sonrisa. Fruncí el ceño ante sus palabras, por el rabillo del ojo ví que mi hijo copio mi acción.
Si fuera por mí, desde hace años habría matado con mucho gusto a esta humillante versión de un saiyajin frente a mí. Una molestia menos de la que preocuparse, pero el bastardo tenía razón; Bulma por alguna razón le tiene mucho aprecio y si algo le llegara a pasar y dijeran que era mi culpa… ella no me lo perdonaría.
Mi esposa y mis hijos son mi único lazo en este planeta, y ese insecto lo sabe demasiado bien.
"Si qué sabes actuar como un saiyajin." comenté, viendo cómo su sonrisa comenzó a desvanecerse. "Nuestra raza no solo amaba la batalla, sino también la astucia. No siempre matamos civilizaciones: en el pasado antes de Frezzer llegamos a hacer acuerdos con planetas, gracias a nuestro ingenio. Puede que digas que no eres uno de nosotros, pero te comportas más saiyajin de lo que quieres admitir."
"No soy igual a ninguno de ustedes." soltó con rencor Kakarotto, apretando los puños. "Al momento en que llegaste estabas dispuesto a destruir este planeta, sin importar si había personas inocentes o no. Ustedes solo ven por su propio beneficio sin ver a quien dañan y eso lo demostraste cuando te dejaste controlar por Babidi."
"No te atrevas a venir a mi casa a hablarme sobre moral, clase baja." dije lentamente, mientras me levantaba de mi asiento. Trunks tomó a su hermana y la puso en sus piernas. "Yo arreglo mis propios errores, tú solo huyes como una rata, esperando que el resto resuelvan cada inconveniente, como la llegada de tu hermano."
"La aparición de Raditz fue tu culpa, por tu desesperación por acabar con el responsable de la aniquilación de tu amado planeta…" exclamó Kakarotto, levantándose. "El único error que cometió ese hombre fue no haber exterminado a todos los monos…"
"¡No permitiré que insultes a nuestra raza delante de mí!" grite con furia caminando lentamente hacia él. "Yo me enorgullezco de la sangre guerrera que corre por mis venas, al igual que mis hijos y no permitiré un insulto a los saiyajin. Menos viniendo de alguien tan poco honorable."
"¿Ahora hablaremos de honor majestad?" Pregunto burlón el idiota, caminando lentamente hacia mí. "Te recuerdo que el honor que dices profesar se fue hace mucho tiempo."
"Pero al menos tengo algo de ello. Tú en cambio lo has perdido al ser el patético saiyajin que actúa como un terrícola y niega sus raíces, ocultándote detrás de todos cuando hay problemas, incluso de mí." evidencie, deteniéndome frente a él y manteniendo mi mirada en alto. "Vine a este planeta en tu búsqueda y quién me enfrentó fue Piccolo a quién le debes la vida; tú amigo Krillin llegó a Namek y usó las esferas para salvar a toda la raza de Namekianos, poniendo en riesgo su vida; cuando ocurrió la llegada de los Cold, mi propio hijo vino del futuro para ayudarnos y salvarnos de una desgracia, siendo mi esposa la creadora de la máquina del tiempo. Lo ocurrido con Buu fue causa mía, lo admito, pero aun así lo solucione estando muerto, salvando tu patética vida. Mientras tú, ¿Qué has hecho? " Pregunté, permitiendo que una sonrisa engreída se mostrara en mi rostro, él apretaba los puños. "Tú solo juegas a la familia perfecta con tu esposa, incluso Bulma quien no pelea ha ayudado más en las batallas que tú en toda tu miserable existencia. Solo eres un cobarde y eso es en lo único en lo que eres igual a un humano." la mirada que me lanzo no tenía precio, incluso temblaba de indignación. "Si tú padre y tú madre aún siguieran con vida te matarían al ver la deshonra de hijo que trajeron al mundo…"
"¡VEGETA ES SUFICIENTE!" Escuché el grito de mi esposa.
Giré mi rostro para ver a Bulma parada a un par de metros lejos del sofá con una mirada enojada, a su lado la esposa de Kakarotto tenía una expresión ilegible, pero miraba con atención a su marido. Volví a girar mi rostro y me encontré con los ojos de la clase baja, tenía una expresión de cólera, pero en sus ojos tenía otro sentimiento, uno que me hizo sonreír… vergüenza.
"Incluso mi esposa tiene que interceder por ti... patético."
"¡Vegeta, basta!" Bulma volvió a repetir.
"No es necesario mujer, ya terminé…" decreté con una pequeña sonrisa de satisfacción, me di la vuelta y caminé de regreso al sofá.
Trunks tenía una pequeña sonrisa en su rostro, aunque se notaba que la situación lo ponía algo incómodo, Bra en cambio me miraba con sus lindos ojos azules y levantaba sus brazos para que yo la abrazara. La cargue, comenzando a caminar hacia la salida. Nadie me detuvo. Di vuelta por el pasillo, cuando vi que nadie podría verme, apoye mi espalda contra la pared y cerré los ojos.
"Papi... ¿triste?" Escuché la pequeña voz de mi hija. Abrí los ojos y vi que estaba preocupada. Demonios, esa pequeña me conocía demasiado bien.
"No es eso, solo algo irritado." ella dejó su muñeco en mi mano libre y me abrazó, comenzando a jugar con los cabellos de mi nuca, la abracé mejor y me quedé un rato en el pasillo. Sentí como el ki de mi hijo se alejaba de la sala. Suspiré y decidí también alejarme. La discusión había sido más difícil de lo que creí.
Me dirigí directamente a la cocina cerca de la sala de gravedad, la señora Briefs en su infinita amabilidad le pidió a su esposo que instalará una cocina cerca de la sala para que la usara como quisiera. Si la llegó a ver le daré las gracias. Ingresé el código y entré, cerrando detrás de mí; las luces prendieron automáticamente, caminé en dirección a la mesa y senté a Bra en su silla especial, colocando la pequeña mesa, impidiendo que se baje. Mientras esperaba le regrese su muñeco.
Caminé en dirección al refrigerador, abrí la puerta saqué unas cuantas papillas de manzana y cerré, de la alacena tomé una cuchara y me senté en una silla frente a mi hija; abrí un frasco y alejando el muñeco le di la papilla y la cuchara a Bra. Ella tomó los artículos y comenzó a comer sola, una suerte que mi princesa creciera tan rápido como un saiyajin.
Mientras la veo comer mi vista se desvió de nuevo a ese muñeco naranja, lo tomé con la mano, verdaderamente se parecía a Kakarotto. Suspiré de nuevo, masajeándome la sien.
No lo entiendo. Tenía toda la intención de decir cada una de esas cosas, de ver la furia en su rostro y esa vergüenza en sus ojos, pero ahora que toda la situación se calmó la discusión me dejó un sabor desagradable en la boca y un malestar en el pecho, cerca de los vínculos. Sin olvidar el dolor de cabeza.
Algo en el fondo de mi mente me dice que todo lo que dije es mentira, probablemente se deba a los sueños que he tenido, pero son solo eso: simples sueños que jamás ocurrirán. No importa cuánto lo quisiera.
Me mataría yo mismo antes de decírselo a alguien, pero cuando Raditz me dio la noticia de que alguien más había sobrevivido me sentí aliviado; no solo por tener más saiyajins en contra de Frezzer, sino porque más de mi gente había sobrevivido: no nos extinguiríamos, mi cultura no desaparecería como nuestro planeta. Pero todo fue en caída al enterarme de que Raditz había muerto y aún más cuando llegué a la tierra y no había rastro de Kakarotto. Aunque la mayor decepción fue al conocerlo.
Por un momento, creí que mi presencia constante en la tierra haría que su sangre guerrera despertara y dejara de comportarse como un simple terrícola, pero pasaron los años y las cosas no han cambiado en lo absoluto, haciéndome ver qué, efectivamente; yo era el último saiyajin de sangre pura que quedaba. Independientemente de que Kakarotto sobreviviera, no era digno de pertenecer a nuestra raza. Ese hecho no lo hacía menos doloroso.
Fue triste ver cómo la raza más poderosa del universo desaparecía ante mis ojos, sin poder evitarlo esta vez.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta, deje el muñeco en la mesa y me gire para ver a Trunks; mi hijo cerraba la puerta mientras tenía una mano en la cabeza.
"¿No deberías estar trabajando?" pregunte, había sentido como se dirigía a la CEDE de Corporación cuando se fue de la sala.
"Si... pero mi cabeza no para de molestarme." respondió con malestar, aparentemente padeciendo dolores de cabeza también. "¿Tienes pastillas? No tengo medicina en mi oficina." camino en dirección a los cajones.
"Arriba de la alacena." Él abrió la puerta del mueble y tomó un frasco, sacó un puñado y se las metió a la boca; tomó un vaso, lo llenó de agua y bebió. "¿El trabajo es tan pesado para que te den jaquecas?" Pregunté sin sonar interesado. En realidad, estaba algo preocupado, Trunks jamás se había quejado de algún malestar que no fueran los golpes en los entrenamientos, nuestra herencia somos inmunes a la mayoría de las enfermedades que padecen los terrícolas.
"En realidad no lo sé... solo aparece a veces." me respondió con un suspiro. Después tomó un plátano del frutero y se sentó en una silla, viendo a su hermana comer. "O aparecen cuando tratamos con los Son."
"Ni siquiera los menciones, suficiente tuve de ellos hoy." solté de mala gana. "Con suerte, tu madre ya no nos obligará a saludarlos."
Él se río, claramente recordando el espectáculo. "Oh, ella estará enojada..."
"En este momento no me interesa." agarre una servilleta y limpie la mejilla de Bra. "Con suerte en unos meses Whis llegará a la tierra y no tendré que soportar las visitas de Kakarotto."
"Eso es injusto papá, me dejarás con todo a mí." exclamo deprimido, sabía que Bulma no lo dejaría ir conmigo esta vez. "¿Crees que pueda escaparme?"
"No." Trunks suspiró frustrado y puso su cabeza sobre la mesa, comiendo aún su plátano. Miré divertido a mi hijo y solamente pude cerrar los ojos, tomando un respiro.
Por el rabillo del ojo creí ver a Kakarotto, comiendo con una sonrisa tonta un plato de ramen; el dogy naranja rasgado y él con heridas en el rostro... parpadeé, pero la imagen frente a mí desapareció. Sacudí mi cabeza. Necesitaba que llegara Whis a la tierra y se deshiciera de estos sueños estúpidos.
Comenzaba a dudar de la realidad…
Chapter 4: Perspectiva de Whis - Parte 1
Summary:
Es momento de la intervención divina... sabremos exactamente qué ocurre desde la perspectiva de la deidad más observadora.
Chapter Text
***
*Cuatro meses más tarde…*
*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia desconocida*
*Planeta del Dios Destructor Bills*
***
Mientras caminaba en dirección al lago escuché, no muy lejos de mí la caída de algo a gran velocidad, formando un cráter en el suelo; el pez oráculo había aterrizado mal de nuevo.
"Ehh… ¡Whis! ¡Whis!" Escuché la voz del oráculo al levantarse, me acerqué a él.
"Buenos díaaass. ¿Ocurre algo Pez Oráculo?" pregunté tan pronto estuve delante de él.
"Oh nada... solo quería ver si ibas al planeta tierra." dijo con su voz relajada y feliz. Sonreí.
"Me imagino que quieres que te traiga unas golosinas. ¿No es así?" pregunte con una sonrisa, observando como el pez oráculo sonreía sin vergüenza. "En un momento más me iré a la tierra, aún me falta preguntarle al señor Bills si quiere venir."
"Ehhh… ¿Acaso no estaba dormido?" Preguntó el pequeño, sorprendido. "Si no recuerdo mal… dijo que dormiría por al menos dos años…"
"Eso fue lo que me había dicho también, pero aparentemente no tenía tanto sueño como creyó en un inicio." respondí. También estaba sorprendido de que mi dios destructor se despertará temprano, más que nada porque fue él quien se levantó. Por lo regular soy yo quien debe despertarlo cantando.
"Mmmm… ¿No será que tuvo otra premonición?" Soltó el pez oráculo.
Recordé la ocasión en que el señor Bills le preguntó sobre el Súper Saiyajin fase Dios: aún no podía creer que tan solo por una premonición de mi señor, conociéramos a dos de los últimos saiyajines de sangre pura y pasáramos por viajes en el tiempo, incluso un torneo multiversal.
"Lo dudo mucho, si fuera ese el caso hubiera activado sus molestas alarmas bomba…" realmente odiaba esas alarmas, cada vez que las activaba tenía que reconstruir la habitación.
"¿De qué tanto hablan tú y el Pez Oráculo, Whis?" me giré y vi que el señor Bills caminaba hacia nuestra dirección. Se había cambiado de su pijama a su atuendo habitual. Aunque tenía su brazo derecho tallando sus ojos.
"Nada interesante señor, le comentaba al Pez Oráculo que había despertado más temprano de lo esperado." dije sonriéndole, esperando que no escuchara mi comentario.
"Mmmm…" exclamó, claramente con falta de interés. Se detuvo a mi lado y volteo a mirarme. "Y para tu información, esas alarmas son una bendición en comparación con tu voz."
"Ay... que malo es usted señor Bills." solté de manera dramática, el dios simplemente rodó los ojos y agitó su cola. Aparentemente estaba pensando en algo. "A propósito señor, ¿Quiere venir conmigo a la tierra?" Siempre se animaba cuando pensaba en las delicias del planeta, había notado que estaba algo serio.
Mi señor posó una mano en su barbilla pensando profundamente, movió de nuevo su cola y cerró los ojos. Minutos después soltó un suspiro, bajando su mano y colocándolo en su espalda. "En esta ocasión no iré, prefiero esperar a que me traigas de comer."
"¿Algo que le molesté señor?" tenía las cejas un poco fruncidas y los hombros rígidos, signos de que algo estaba rondando en su mente.
Tantos siglos siendo su ángel y entrenador me han permitido saber cuándo algo lo molesta o lo irrita. Si no fuera ese el caso, ¿Qué clase de ángel asistente sería al no saber qué hace feliz y triste a mi Dios Destructor? Aunque, debo admitir que su comportamiento ha variado desde que conocimos a todos los humanos del planeta tierra, sobre todo al señor Goku.
"No es nada en realidad, pero algo está pasando y está molestando mis sentidos." dijo, podía ver qué no sabía que estaba causando esto. El pez Oráculo aún estaba con nosotros, observando en silencio nuestra conversación. De repente la cola del señor Bills dio un giro completo. "Whis ¿Acaso traerás a ese par a entrenar?" preguntó, mirándome directamente a los ojos.
"Desde antes que usted se durmiera el señor Vegeta me había pedido que fuera por él para entrenar, así que sí." le revelé a mi señor, él simplemente asintió con la cabeza.
"Si tienes la oportunidad trae a Goku aquí, hace tiempo que no viene y tiene que dominar su doctrina." asentí con la cabeza a su petición. "¡Ah! y no te tardes demasiado con la comida Whis… sabré que te quedas más tiempo del necesario." por último se dio la vuelta, caminando en dirección al palacio.
Sonreí levemente por la advertencia, me giré a mirar de nuevo al Pez Oráculo. "y… ¿Qué golosinas exactamente quiere esta vez?" la pequeña criatura solo me sonrió, pensando por un momento.
Aproximadamente 10 minutos después ya había comenzado mi viaje hacia el planeta Tierra. Mientras observaba los colores blanquecinos que se hacían siempre durante el trayecto, me permití sacar un ceño fruncido.
Horas antes, como todos los días cocinaba el desayunó. No había escuchado ningún ruido procedente de la habitación principal, así que fue bastante sorprendente ver al señor Bills en la entrada de la cocina, vestido aún con su camisón, pero despierto al fin de cuentas. Fue una novedad; mi señor jamás se despertaba por cuenta propia, al menos no desde que se convirtió en dios destructor: en sus primeros años como deidad había sido responsable y se levantó a un tiempo aceptable, pero con el pasar de los siglos esa responsabilidad (como siempre era normal en los dioses destructores) desapareció y ahora apenas podía despertarlo.
En un inicio quería pensar que había puesto sus alarmas bomba, pero al revisar su habitación mientras él se tomaba una ducha, demostró que no había el clásico daño que dejaban las explosiones. Aunque, lo que más me alertó fue su petición de traer al señor Goku al planeta.
Puede que el señor Bills no le agrade mucho que los dos saiyajins destruyan su planeta en sus entrenamientos, pero con el tiempo he visto que ha llegado a tenerles respeto, incluso me atrevería a decir que apreció, sobre todo después del Torneo del Poder y aunque él no lo quiera demostrar (más que nada por su posición como deidad) ha llegado a preocuparse algunas veces por ellos, como lo ocurrido con Goku Black; cuando se sintió culpable cuando la línea de tiempo del Joven Trunks del Futuro siguió en las mismas condiciones a pesar de su intervención.
Pero esto se siente diferente y aunque él señor Bills tenga razón en que el Señor Goku debe entrenar su doctrina, parece tener más razones para esto. Tal vez sea la razón por la que se despertó antes de lo previsto, pero su expresión corporal no indicó que me mintiera. Probablemente sean más sus sentidos que otra cosa. Bueno, si algo ocurrió en la tierra me enteraría tan rápido llegara.
Por el momento, me deleitaba con la imagen mental de un delicioso banquete. Tal vez podría convencer a la señora Bulma para que me regale algunos paquetes de pizza y ramen instantáneo.
∆∆∆
Después de un viaje de 30 minutos, aterricé tranquilamente en el jardín trasero de Corporación Capsula. Al mirar alrededor noté que no pude llegar en mejor momento, justamente hoy la señora Bulma estaba haciendo una fiesta, vi los puestos diferentes de comida en todo el lugar, sobre todo la gran pista de baile. Al parecer será una gran celebración.
"Oh… Hola señor Whis." escuché la voz alegre del joven Trunks detrás de mí. Me giré y pude observarlo mejor; había crecido bastante, tenía puesto unos pantalones ligeros de color oscuro, una playera de color azul marino con un chaleco morado y tenis de color rojo y negro. Su nivel de pelea también había aumentado, note. Sonreí ante el saludo.
"Buenos días, joven Trunks." saludé de vuelta, vi que tenía cargando a la señorita Bra; ella vestía un vestido blanco con lunares rojos y un pequeño suéter del mismo color, la habían peinado con una cola de caballo. La pequeña me vio con una sonrisa y me saludaba con la mano, respondí el gesto con el mío. "Veo que llegué en un buen momento."
"De hecho sí. ¿Se quedará para la fiesta? No tardan en llegar todos..." me avisó, mostrando poca emoción.
Pensé por un momento en su oferta, el señor Bills claramente notaría que me quede más tiempo del necesario, pero tal vez pueda hacer que no se enoje tanto trayendo un poco de comida de cada puesto, sin olvidar la comida que suelo pedirle a la señora Bulma.
"Bueno, no puedo decir que no a la fantástica comida de la Tierra ojojojojojo" había pasado tiempo desde que vine y estaba encantado de volver a probar su comida.
"Excelente, puede ir a alguno de los puestos que ya se instalaron. Le avisaré a mi madre y a papá que llegó." avisó cortés, yo asentí con la cabeza y caminé en dirección a un puesto bastante familiar; era el señor que había cocinado sushi en la fiesta de cumpleaños de la señora Bulma.
Rápidamente me senté en el puesto y el señor me saludó con una sonrisa, preguntándome qué quería del menú: di una mirada rápida al pequeño letrero al lado de la mesa y pedí uno de cada uno. Mis ojos se iluminaron cuando el primer platillo estuvo delante de mí. Agarré los palillos y probé el primer bocado. ¡El sabor es celestial! Sentía como mis papilas gustativas se maravillaban con este sabor.
Mientras degustaba mi quinto plato escuché unos pasos acercándose, giré mi rostro y observé a la señora Bulma caminando a mi dirección, portaba un elegante vestido rojo, claramente que se había arreglado para la ocasión. Detrás de ella caminaba el señor Vegeta, solo tenía su traje de combate y mostraba su clásico ceño fruncido.
"Un gusto verle de nuevo señor Whis." me saludó la señora Bulma al estar al lado de mí, su esposo se mantuvo alejado.
"El gusto es mío señora Bulma. No sabía que hoy darían una fiesta." mencioné, sintiendo la presencia de varios terrícolas acercándose. "¿Le molestaría decirme que celebran?"
"Bueno... Goku quiso darnos una noticia importante y como había pasado tiempo desde que nos reunimos todos, aproveché para hacer una pequeña reunión." contó todo con una alegre sonrisa, por el rabillo del ojo pude ver cómo el Señor Vegeta se puso tenso ante la mención del señor Goku, además de profundizar más su ceño.
La señora Bulma y yo comenzamos una plática bastante animada sobre las delicias que había decidido poner en la fiesta, mostrándome también nuevas recetas que se veían exquisitas; el señor Vegeta fue una presencia constante, pero extrañamente se mantenía más lejos de lo usual, tal vez había peleado con su esposa, ya que incluso ella lo ignoró de manera magistral. De verdad que había ocasiones en que la señora Bulma me sorprendía.
Durante el recorrido a los puestos comenzaron a llegar los invitados; el señor Krillin llegó con toda su familia, con camisa blanca y unos pantalones oscuros; su hija un lindo vestido de color frambuesa y un sombrero que hacía juego, su esposa en cambio tenía unos pantalones azul marino y una blusa negra de manga larga, se había cortado el cabello. La segunda pareja fue el señor Ten Shin Han junto con el señor Chaoz; ellos portaban sus trajes de combate que mostraban el símbolo de su estilo de lucha. Saludaron castamente al grupo y se alejaron en un rincón (al menos solo el señor Ten) no sin antes darme un saludo con un movimiento con la cabeza el cual respondí. Parece ser que no solo el joven Trunks está poco interesado en la reunión. El señor Chaoz se fue a jugar con la señorita Marron.
Pasó media hora en la que la señora Bulma tuvo que atender algunas cosas, así que me dejó en una de las sillas del gran buffet, le di las gracias y continúe comiendo, mostrando siempre mi sonrisa de satisfacción, mientras mi mente trabajaba.
Desde el minuto en que aterricé en Corporación Cápsula supe que algo andaba mal.
Regularmente al instante en el que entro a la atmósfera de la Tierra soy capaz de percibir tanto el ki del señor Goku y del señor Vegeta, pero solo logré captar el de este último. A mi mente llegó la posibilidad de que estuviera entrenando para ocultar su energía del oponente, pero eso no lo explicaría, aún si estuviera entrenando lo sentiría. Incluso el ki del joven Gohan se encuentra más bajo de lo que recuerdo, aunque probablemente él dejo de entrenar otra vez. Y yo pensaba que ya había recuperado su espíritu de lucha.
El comportamiento de todos solo ha aumentado mis sospechas… pero mientras aún no encuentre la causa seguiré disfrutando del buffet. Tuvieron que pasar 15 minutos para que el señor Vegeta por fin se acercara.
"Hola, señor Vegeta." salude jovialmente.
"Hola Whis." me regreso el saludo de manera simple y seria. Si estuviera el señor Bills aquí, estoy seguro de que se arrodillaría. "Quería saber si está vez habrá posibilidad de continuar con el entrenamiento."
"De hecho sí. El señor Bills despertó temprano y me dio luz verde para venir por ustedes." Él príncipe levantó una ceja al escuchar que mi señor se había despertado antes, pero no preguntó al respecto.
"Solamente iré yo Whis, Trunks tiene cosas que hacer en Corporación Cápsula." aviso serio.
Desde la finalización del torneo el joven Trunks había ido algunas veces al planeta junto con el joven Goten. De hecho, el hijo menor del Señor Goku ya había logrado despertar el Super Saiyajin fase 3, aunque aún no había podido controlarlo; el joven Trunks en cambio había terminado de dominar el Super Saiyajin fase 2. Al menos ese era el nivel en el que los dejé la última vez que los vi, eso fue hace casi un año.
Me limpie la boca con una servilleta y voltee mi mirada al señor Vegeta quería preguntarle si el señor Goku entrenaría está vez, hasta note la llegada del señor Yamcha; el humano ex peleador había llegado a la fiesta usando un traje negro que, aunque era sencillo, aún se veía elegante; llevaba una camisa blanca y un par de lentes oscuros que ocultaban sus ojos, aunque no su gran sonrisa; una que parecía algo engreída. También note que se había cortado el cabello. La señora Puar tan rápido vio al señor Chaoz, se acercó a hablar con él.
Por el rabillo del ojo pude notar como el señor Vegeta apretaba los puños con fuerza, no pasó mucho para saber la razón de su enfado; tan rápido la señora Bulma vio al señor Yamcha se acercó a él de manera muy coqueta a hablarle, incluso el hombre extendió su brazo como una invitación y ella lo acepto con una sonrisa, caminando en dirección a la mesa de bebidas. Observe cómo el señor Vegeta rápidamente se fue a una parte alejada de la fiesta, sin dejar de mirar el obvio coqueteo entre su esposa y el terrícola. Suspiré, claramente había problemas en su matrimonio.
Al ver que ya no podía preguntarle sobre el señor Goku, decidí mejor esperar. Por lo que la señora Bulma me informó la fiesta no inicia hasta las 5 de la tarde y ya que eran las 4:30 mi espera no sería tan larga.
Está vez fue el turno del señor Piccolo en llegar, el simplemente me hizo un saludo rápido y se fue a la parte más solitaria del jardín junto al bosque, cerca del kiosco, más alejado de lo habitual. Eso es extraño, por lo regular viene en compañía del joven Gohan, y aunque no es alguien que disfrute las reuniones, se encuentra más cerca.
"Mmmmmm ¡Esto de verdad que es delicioso!" exclamé feliz al probar un sabroso postre.
A comparación de las reuniones anteriores, está vez no se notaba el ambiente agradable y animado con el que siempre me encuentro, algo se sentía raro… falso, como una clase de teatro.
Cuando estaba por tomar un pudin, pare mi mano y dirigí mi mirada hacia un lado. Un vehículo se acercaba hacia nuestra dirección, cuando se encontró a menos de 5 metros no pude evitar abrir ligeramente mis ojos ante la sorpresa. Apenas había podido sentir su presencia a esa distancia, no era posible que mantuviera su nivel de pelea tan baja durante tanto tiempo. Incluso sus hijos.
La señora Bulma tan pronto vio la nave se alejó del señor Yamcha y fue a los límites del bosque, viendo como bajaba en el claro.
El vehículo aterrizó, cuando el motor se apagó el primero en salir fue el joven Gohan; estaba vestido con pantalones azul oscuro, camisa púrpura con un chaleco blanco, zapatos formales de color café y sus gafas habituales, con un armazón de azul oscuro; colgada en su brazo estaba su esposa Videl; tenía un lindo vestido morado claro y unas zapatillas de tacón bajo. A su lado venía la pequeña señorita Pan de 4 años; le habían puesto un vestido color naranja, unas mallas color azul oscuro y unos zapatos negros, culminando con un sombrero de paja, el cual tenía un listón del mismo color que el vestido.
Tras ellos salió el joven Goten: tenía el cabello más corto, se había dejado la parte de enfrente mostrando tres mechones, mientras que toda la parte de atrás había quedado muy corta; llevaba pantalones oscuros y una camisa de color azul cielo, con unos zapatos negros. Me volví a sorprender; tenía entendido que al joven Goten no le gustaba vestirse tan formal, un rasgo que, de hecho, compartía con su padre.
Rápidamente el señor Ox Satán bajo a continuación: el llevaba unos pantalones oscuros, camisa a cuadros de tonos café y su inconfundible casco. Detrás de él salió la señora Chichi y ella fue verdaderamente toda una sorpresa: tenía puesto un vestido bastante elegante de color azul cielo, unas zapatillas bajas de color blanco y un suéter azul oscuro, su cabello agarrado en una trenza. Aunque de todos, fue la apariencia del señor Goku lo que me dejó sin palabras. Había sido el último en bajar; llevaba un traje completo de color vino, camisa blanca, corbata y zapatos negros, tenía todo su cabello peinado hacia atrás, gracias a un gel para el cabello, pero lo que me alarmo fue que perdió gran parte de su masa muscular, posiblemente más de la mitad. Sin olvidar el hecho de que su nivel de ki era tan bajo como el de un terrícola, sino es que más.
Definitivamente algo estaba ocurriendo, conocía al señor Goku y el jamás dejaría de entrenar, ni siquiera por su esposa.
Mientras la señora Bulma saludaba a los recién llegados me dedique a ver disimuladamente las expresiones de todos los presentes: el señor Vegeta miró con completo desagrado a toda la familia Son, también el joven Trunks, quien se encuentra a su lado; la pequeña Bra solo miraba entre su hermano y su padre, ignorante ante la situación; el señor Krillin se acercó a la familia y comenzó a saludar a todos, esta acción la imito su esposa e hija; la señora 18 mostró su rostro neutral, aunque se veía un leve ceño fruncido cuando se acercó a saludar a la señora Chichi; el señor Chaoz, Yamcha, Puar y Oolong también se acercaron a saludar.
El señor Ten Shin Han, y Piccolo en cambio no se movieron de sus lugares, pero tenían puesta toda su atención a la familia, sobre todo el señor Piccolo; el namek vio a la familia del joven Gohan con melancolía en sus ojos.
Tome un pudín de la mesa y continúe cenando; por el rabillo del ojo noté como la señora Bulma le susurraba algo al señor Goku, cuando se alejó por una fracción de segundo los ojos del saiyajin se dirigieron a mi ubicación y se tensó al instante; se acercó a su esposa y sus hijos y les susurró algo, todos se pusieron tensos, pero se acercaron a mi dirección. La señora Bulma les informo de mi llegada.
Cuando la familia Son estuvo a un metro de mí, coloqué mi cuchara en la mesa y me limpié con una servilleta. Cuando todos estuvimos cerca les mostré una cálida sonrisa, sin perderme la clara incomodidad que tenían a mi alrededor.
El señor Goku se inclinó y con él, el resto de su familia. “Es un gusto tenerlo de vuelta Señor Whis.” saludó cortésmente, mientras regresaba a su postura correcta, simplemente asentí con la cabeza, sin dejar que algún signo de sorpresa se viera en mi rostro. La última vez que me saludo tan formal fue el día que lo conocí, hace casi 4 años. “Espero que su viaje a la tierra fuera agradable.”
“Ciertamente lo fue, gracias por el cumplido.”
“¿A qué le debemos el placer de su visita?” preguntó esta vez el joven Gohan, él se había puesto menos tenso ante mi presencia, pero aún se notaba su incomodidad.
“El señor Bills despertó antes de lo planeado y me pidió que viniera a la tierra por la exquisita comida, además de venir por el señor Vegeta para entrenar.” les informe.
Desde que la señora Bulma les dijo de mi visita a la señora Chichi es la más tensa, incluso diría que está asustada, lo mismo pasó con el señor Krillin al primer momento en que me vio, pero se portó cortés; en cambio el señor Yamcha y el resto de su compañía me han ignorado olímpicamente. Que suerte que el señor Bills no decidiera venir, o la situación se hubiera complicado.
La familia al escuchar mi respuesta solo asintió y me desearon un feliz festín, retirándose.
“Vegeta siempre entrenando… no veo la hora de que Bulma deje a ese mono y se vaya del planeta con su descendencia.” escuché que le susurraba el señor Goku a su esposa y no pude evitar poner una expresión atónita. Rápidamente recupere la compostura y retire de mi rostro cualquier signo de emoción.
Dirigí mi vista hacia la señora Bulma, ella había regresado al lado del señor Yamcha; tanto el señor Vegeta como el oven Trunks vieron la escena incomodos, pero sin intervenir, la pequeña Bra vio con una expresión triste a su padre; el señor Krillin se encontraba en una conversación con el señor Goku, por lo que mi oído podía captar a esta distancia hablaban de algunos protocolos de seguridad. La escena no tenía sentido en lo absoluto.
La señora 18 se encontraba un poco lejos, hablando con la joven Videl, ambas sentadas en una de las mesas, viendo al mismo tiempo a sus hijas, quienes estaban jugando; la señorita Chichi cerca de sus dos hijos, mientras hablaba con su padre sobre las calificaciones sobresalientes del joven Goten. El escenario era un poco más normal, pero siempre la señora Chichi se juntaba con No. 18 y su nuera, sin ignorar el hecho de que el joven Goten jamás se separaba del joven Trunks en las reuniones, ahora apenas y cruzaban miradas.
Sin embargo, lo que me dio la certeza, fueron las miradas que me enviaron el señor Ten Shin Han y el señor Piccolo; ambos hombres tienen un ceño fruncido dibujado en sus frentes, ojos duros y posturas tranquilas, pero defensivas; mismas poses que hicieron cuando peleaban por su universo en el Torneo del Poder. Estaban a la defensiva.
Asentí con la cabeza, mirándolos, ambos me devolvieron el gesto.
Cerré los ojos por un momento y no pude evitar soltar un suspiro. Presiento que solo estoy viendo la punta del iceberg. Tan solo espero que el señor Bills no se enoje demasiado cuando me vea regresar más tarde de lo programado. Por cómo se ven las cosas, tendré que quedarme hasta el final de la reunión.
Chapter 5: Perspectiva de Whis - Parte 2
Summary:
Varias preguntas serán respondidas por nuestro ángel.
Esta situación está lastimando más de lo que vale.
Chapter Text
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*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Jardines de Corporación Cápsula*
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Cuando todos terminaron de ponerse al corriente con sus vidas se acomodaron en las sillas alrededor del bufet y comenzó la cena. Fue aquí donde noté más cambios.
Es bien conocido para mí que el apetito de los saiyajin es aproximadamente 8 o 9 veces más que la de un terrícola. Con el señor Vegeta no hubo cambios, aún a pesar de su muy notable incomodidad con la reunión su apetito no disminuyó, lo mismo pasó con el joven Trunks y con la pequeña Bra.
Lo preocupante fue cuando observé a la familia del señor Goku: el joven Gohan a pesar de ser mitad saiyajin tenía un apetito similar a un sangre pura, pero en esta cena comió la misma ración que su esposa, la pequeña señorita Pan estaba comiendo lo que consumiría una niña terrícola de su edad; con el joven Goten era lo mismo y aunque vi inicios de querer comer un poco más, la señora Chichi no se lo permitió, dándole algunos golpes en su espalda. (Por alguna razón el joven Goten juntaba los labios, como si le doliera)
Pero de todos era el señor Goku quien tenía más contradicciones: cuando acabo su ración no estaba satisfecho en lo absoluto, su mirada estaba clavada en los puestos alrededor o en el bufet, a pesar de que mantenía una charla con el señor Yamcha. Durante el resto de la cena, observé como el saiyajin hacía algunos intentos por servirse alguna comida, pero al final su mano se movía a alguna bebida. Pareciera como si alguien o algo, lo obligará a mantener las apariencias a pesar de su apetito.
La señora Chichi fue una presencia constante en toda la cena, hablando y presumiendo sobre el trabajo de su esposo: su nuevo puesto como el aumento de sueldo; el trabajo de su hijo mayor, sus investigaciones y descubrimientos en su nueva carrera en los últimos meses; los estudios del joven Goten, su aumento significativo en sus calificaciones al cambiarse a la educación en casa con tutores privados y los cursos intensivos para sus exámenes de la universidad. Todo dicho con una enorme sonrisa, acaparando la atención de la señora Bulma y de todos los presentes; sus hijos y el señor Goku apenas mencionaron palabra, limitándose a asentir o mostrar una sonrisa. La señorita Videl se había mantenido en silencio, ni siquiera hizo el intento de sonreír.
Por el rabillo del ojo pude ver como el señor Krillin de vez en cuando apartaba la mirada, siendo observado todo el tiempo con una mirada resentida por su esposa, ella no tuvo intención en formar parte de ninguna conversación.
La señora Bulma se dedicaba a contar sobre los avances de sus inventos y la nueva publicidad de su compañía, destacando su trabajo y el de sus padres (los cuales aclaro, no pudieron asistir a la reunión por una conferencia que se dio el mismo día) dejando en el olvido absoluto tanto a su esposo como a sus dos hijos: además de adular de forma muy directa al señor Yamcha, quien se veía más que contento de corresponder los cumplidos. El ex luchador mientras tanto se dedicó en gran parte a hablar sobre sus antiguos partidos de béisbol y como ahora era el nuevo manager de su antiguo equipo. Tuve que contener más de un suspiro.
El joven Trunks aunque mantenía una mirada estoica al igual que su padre, pero sus hombros se hundieron un poco al notar como su madre ni siquiera mencionó su nombre, algo parecido pasaba con el señor Vegeta, aunque era menos evidente; a mitad de la cena la señorita Bra comenzó a llorar y los tres se levantaron de la mesa en silencio y caminaron a la orilla del bosque, donde se encontraba el señor Piccolo.
El señor Ten Shin Han se había acercado a la mesa para la cena, platicando un poco con el señor Chaoz e incluso con la señorita 18, pero cuando terminó su ración se retiró nuevamente a hacerle compañía al señor Piccolo. La cena terminó sin más novedades.
Trabajadores de la corporación retiraron las mesas y dejaron sillas alrededor de la pista de baile. Amablemente le pedí a uno de ellos que colocara el mío lo más lejos posible de la pista, en un lugar donde pudiera ver a todos con facilidad.
La pista fue encendida y la música comenzó a escucharse por todo el lugar, a pesar de la distancia el señor Piccolo hizo una mueca por el ruido, pero en un rápido movimiento de su muñeca aparecieron un par de tapones en sus oídos; lo mismo ocurrió con el señor Vegeta y sus dos hijos, aunque ellos simplemente se alejaron, excepto la pequeña señorita Bra; ella se quedó sentada en el regazo del señor Piccolo, jugando con su capa sin perturbarse, cuando vi mejor, noté que la pequeña tenía también unos tapones. Me reí, el señor Piccolo tiene una debilidad por los niños.
En cuestión de minutos varias parejas comenzaron a reunirse y bailar.
Los primeros fueron el joven Gohan y su esposa; esto no es inusual, por lo regular en las reuniones siempre están juntos, sin embargo, durante todo el baile note en ambos un signo de incomodidad, a pesar de sus expresiones relajadas… como si solo quisieran guardar las apariencias, algo verdaderamente raro. Solo había visto este tipo de tensión cuando el señor Goku discutía con la señora Chichi por el tema del entrenamiento, sobre todo estos últimos años. Tras bailar solo una canción la pareja se volvió a sentar. Los siguientes en salir fue la señora Bulma y el señor Yamcha; se veía a plena vista que el ex peleador no era muy diestro en el arte de la danza, pero a pesar de sus errores la señora Bulma no dejaba caer su expresión de felicidad, incluso parecía metida en una especie hechizó.
Hechizó.
Magia.
Deseos.
¡Las Esferas del Dragon!
Pero eso no tiene sentido, desde el último hurto de las esferas a manos de Freezer la señora Bulma las había mantenido ocultas y en extrema vigilancia dentro de su laboratorio secreto debajo de Corporación Capsula; incluso con un campo de fuerza que evita la detección de su señal. Los únicos que sabían de su localización exacta y las contraseñas eran únicamente los guerreros Z. La señorita Mai y sus dos amigos tienen prohibido acercarse a esa sección de la corporación… y ahora que lo recuerdo, no he visto al trío de jóvenes en toda la reunión. Cerré los ojos y suspiré, tomando un sorbo de mi cóctel.
Miré hacia la pista de baile, y me encontré con el señor Goku bailando con su esposa una melodía lenta e incluso dándose un beso frente a todos… La escena solo confirmó mi sospecha: esto fue hecho con ayuda de las esferas del dragón. El saiyajin en todos los años que llevo de conocerlo jamás mostró un comportamiento tan íntimo con la señora Chichi, todo lo contrario, había estado alejándose de ella más a menudo.
El problema real era ¿Quién o quiénes fueron los implicados? Los únicos con acceso a las esferas están en esta reunión, a excepción del Kami de la tierra. Probablemente pueda obtener algunas respuestas de él más tarde.
Los bailes continuaron por media hora más, incluso las pequeñas niñas comenzaron a jugar arriba de la pista. Aunque nadie salió a bailar la música se siguió reproduciendo, dándole algo de ambiente a la reunión. De repente la melodía fue apagada y lo siguiente que se escuchó fue el sonido de un pequeño golpe a un cristal, al girar vi como el señor Goku sostenía una copa en su mano, a su lado estaba su esposa colgada de su brazo, por el sonido todos lo vieron con miradas curiosas.
“Primero quisiera darles las gracias a todos por venir, hace tiempo que no nos reunimos para una fiesta, pero, sobre todo, gracias por organizar todo esto Bulma, no tenías que tomarte tantas molestias.” comenzó su discurso, observando a su amiga.
“No agradezcas Goku, lo haría otra vez.” despidió el agradecimiento con un gesto. A lo lejos el señor Vegeta rodo los ojos.
“Ajajaja de acuerdo, pero aun así gracias.” en una mesa detrás de él dejó su copa. “Hace tiempo que gracias al apoyo de mi Chichi y mis hijos pude conseguir por fin el ascenso que habíamos añorado durante años; ahora Gohan es un gran investigador y Goten está comenzando sus estudios para entrar a la universidad. No podríamos estar más orgullosos.” suspiró nervioso, la señora Chichi le dio una palmada en su brazo y una sonrisa, alentándolo. “Nuestros hijos ya han crecido y ahora que tenemos los recursos necesarios hemos estado hablando sobre… extender nuestra familia.”
“Goku, no me digas que…” soltó el señor Krillin, con un imperceptible tono de pánico, excepto para mí.
Todo el grupo tenía su atención en el saiyajin. El señor Piccolo se había mantenido con los ojos, pero los abrió y clavó su mirada en el señor Goku, su ceño fruncido mostro preocupación. Esta noticia aparentemente no era tan dulce como parecía en un comienzo.
“Lo intentamos por un tiempo, pero no fue hasta hace unos meses que Chichi comenzó a sentirse un poco mal, se hizo un examen para confirmar nuestras sospechas y…” fue cortado por su esposa.
“¡Estoy embarazada!” gritó la señora Chichi, extasiada. Los pocos que aún se mantenían sentados se levantaron y fueron a dar sus felicitaciones a la pareja, siendo los primeros sus hijos.
Por el rabillo del ojo observe cómo tan rápido la señora Chichi soltó la noticia tanto el señor Piccolo como el señor Krillin se congelaron en su lugar, incluso la señora 18 mostró una expresión preocupada, pero a pesar de su tensión y su leve pánico, la pareja fue a felicitar al saiyajin.
“¿Le ocurre algo señor Piccolo?” la pregunta del joven Trunks hizo que mi atención cambiará hacia el grupo alejado. Al parecer no soy el único en notar el cambio en el namek, a pesar de que lo estaba ocultando bastante bien. Incluso la pequeña Bra levantó su mirada para verlo.
“Estoy bien Trunks, solo recordé que había olvidado algo en el mirador. Iré después de la reunión.” contestó de forma sencilla, el semi saiyajin solo asintió. Se había creído la mentira.
De repente el sonido de mi báculo corto las felicitaciones.
“Oh… lamento mucho por interrumpir, al parecer alguien me llama.” me disculpé, agarre mejor mi báculo y vi por la esfera quien me llamaba: era el señor Bills. Justo a tiempo.
Con un pequeño movimiento acepte la llamada y rápidamente apareció el rostro enojado de mi dios destructor en la esfera. Vaya, sí que debe estar enojado para tener que llamarme.
“¿¡WHIS DÓNDE ESTÁ MI COMIDA!?” gritó mi señor como forma de saludo, yo simplemente suspire.
“Buenas noches, señor Bills. El hecho de que sea el dios destructor no le da derecho a olvidar sus modales.” lo amoneste.
“¡NO JUEGUES CONMIGO WHIS! Sé perfectamente que te quedaste en la tierra para acabar con toda la comida. ¡EXIJO QUE REGRESES INMEDIATAMENTE JUNTO CON ESOS…!” corte de golpe la llamada. No podía arriesgarme a que mi señor dijera el nombre del señor Goku o complicaría las cosas.
“Ojojojojo parece que mi tiempo en la tierra terminó…” exclamé en voz alta, sin perder de vista como varios del grupo se relajaron. “Señora Bulma, ¿Sera tan amable de guardarme algo de comida para el señor Bills?” me levante y camine hacia el grupo.
“Oh… claro que sí señor Whis. ¿Quiere que le agregue también comida del resto de los puestos?”
“Por favor, así tal vez el señor Bills se ponga de mejor humor.” tras mi confirmación la señora Bulma se fue, dirigí mi mirada esta vez a su esposo, quien estaba apoyado en un árbol cerca del Namek y su hijo. “Señor Vegeta, nos iremos en unos minutos.” el saiyajin asintió y fue por su equipo a su hogar, no sin antes llevarse a la joven Bra con él.
Mientras el pequeño grupo se separaba, me acerqué hacia la familia del señor Goku.
“Por mi parte les doy mis más sinceras felicitaciones por el nuevo bebe.” dije. A pesar de todo este asunto esa criatura no tiene ni tendrá la culpa de nada. Había visto como padres de muchas razas culpaban al infante incluso antes de nacer, pero conociendo al señor Goku, era posible que amara al bebé tanto como a sus dos hijos.
“Muchísimas gracias señor Whis.” me agradeció el señor Goku, aun se veía tenso y algo asustado ante mi presencia. Demasiado diferente al saiyajin alegre que conocí. “Si no le molesta que pregunte… ¿Cuándo piensan volver?”
“Para ser sincero no sabría decirle… Tal vez unos cuantos meses mientras el señor Vegeta se pone al corriente. Aunque también depende del señor Bills, ya que está despierto es posible que quiera venir a degustar algunos platillos Ojojojojojo”
Cuando mencione la posible visita del dios destructor la señora Chichi palideció en un instante; el señor Yamcha que se encontraba cerca casi se ahoga con su bebida y el señor Krillin se congeló en su sitio; Puar y Oolong rápidamente se miraron entre ellos con una mirada de pánico. Así que ellos fueron los responsables, tal parece se trataba de una apuñalada por la espalda.
“Tenga señor Whis.” la señora Bulma interrumpió mi discreto interrogatorio, me giré y observé como me tendía un kit grande de cápsulas. “Si mis cuentas son correctas debería de bastarles por lo menos 6 meses. ¡Ah! y no me olvide de sus cajas de pizza y ramen instantáneo… incluso puse el doble que la última vez.” me dijo con su clásico tono cómplice. A pesar de todos los cambios la señora Bulma aún se porta amable y animada conmigo.
“De verdad que es todo un ángel, al señor Bills le complacerá mucho.” agradecí, tomando con gusto el kit y guardándolo en mi báculo. La señora Bulma se sonrojó por mis halagos y me despidió con una mano, pero el ambiente se rompió con un quejido y un ligero aumento de ki… ambos provenientes del señor Goku.
“Papá ¿Qué te ocurre?” preguntó preocupado el joven Goten, tomando por los hombros a su padre, se había agachado, tomado su cabeza con ambas manos. Estaba sufriendo una fuerte jaqueca.
“No te preocupes hijo, no es nada…” respondió algo nerviosa la señora Chichi. Ella rápidamente revisó su bolso y reveló un frasco sacando exactamente cinco pastillas, se las tendió a su esposo quien solo se las tomó sin mirar, el joven Gohan rápidamente fue y le tendió un vaso de agua, el cual aceptó.
“Papá… ¿Ya te encuentras mejor?” preguntó esta vez el joven Gohan. Su padre ya estaba derecho nuevamente, aunque aún mantenía sus ojos un poco entrecerrados y una mano masajeando su cabeza.
“¡Goku! ¿¡Estás bien!?” preguntó verdaderamente preocupada la señora Bulma, caminando en dirección a su amigo. Mientras tanto en cuestión de segundos el pequeño aumento de energía que había tenido el saiyajin comenzaba a bajar casi al instante, volviendo al nivel menor al de un terrícola. Esa era la razón. ¿Qué eran esas pastillas?
“No te preocupes Bulma… ya estoy mejor, solo fue una ligera jaqueca.” tranquilizó el señor Goku a su amiga. Eso claramente no había sido una pequeña dolencia, vi disimuladamente cómo el señor Piccolo y Ten Shin Han miraban atentos la escena.
“¿Le gustaría que le hiciera un pequeño escaneo señor Goku?” pregunte mostrando una mirada algo preocupada, la señora Chichi comenzó a negar con la cabeza al instante.
“Tal vez sea lo mejor…” acepto la señora Bulma, pero fue interrumpida.
“No, no, no… no-o es necesario, mañana iremos con el doctor si tiene algo… Aun así, gracias por la opción señor Whis.” dijo nerviosa, tomando el brazo de su esposo posesivamente. La señora Bulma no estaba muy convencida, pero no insistió, yo asentí con una sonrisa relajada. Esta mujer sabía que si escaneaba al señor Goku encontraría su pequeño plan. Su energía huele a engaño.
Sentí como el ki del señor Vegeta se acercaba al lugar, así que caminé un poco en su dirección. El saiyajin salió de su hogar con una maleta en su mano izquierda y en la derecha tenía cargando a su hija, quien tenía en sus manos un muñeco bastante interesante.
“Ya estoy listo Whis.” me avisó el saiyajin, yo asentí y con mi báculo guardé su equipaje. Así no habrá peligro de que caiga al vacío como la última vez. El joven Trunks se acercó a nosotros.
“Te quedarás a cargo hasta que regrese, no tardaré más que un par de meses.” instruyó a su hijo quien asintió con seriedad, tomando a su hermana y cargándola. El príncipe acarició con ternura a su hija, despidiéndose en un tono más bajo. “Papá se tiene que ir, pero vendré en poco tiempo. Pórtate bien con tu hermano ya que él tiene trabajo.”
“¡Si!” asintió alegre la pequeña. Ella giró su rostro hacia mí y con su mano comenzó a hacerme señas.
“¿Quiere que me acerqué señorita Bra?” le pregunté, ella asintió con la cabeza. Caminé los pocos pasos que nos separaban.
“¡Ten!” exclamó, al mismo tiempo que me extendía con ambas manos su muñeco, por el rabillo del ojo note que el joven Trunks y el señor Vegeta se sorprendieron.
Al fin pude ver el juguete, no pude evitar sonreír un poco, el muñeco tiene la apariencia del señor Goku, incluso su dogy naranja.
“¿Me lo está dando señorita Bra?” la pequeña volvió a asentir con una sonrisa, tomé el muñeco con delicadeza y lo observé detenidamente. La persona que lo haya hecho sabía lo que hacía, a pesar de que estaba completamente hecho de hilo, estambre y relleno de algodón, conocía muy bien las facciones del señor Goku y lo más importante: recordaba su apariencia original.
“Regrésalo…” me susurró, señalando con su bracito hacia una persona detrás de mí. No había necesidad de que volteara para saber de quién hablaba. Esta pequeña sabía lo que estaba ocurriendo y quería al antiguo señor Goku de regreso o su "tío Goku" como comenzó a llamarlo la última vez que vine.
“Eso intentare señorita Bra.” Respondí mostrando su muñeco, ella solo me regaló una gran sonrisa. Guarde el juguete en mi báculo y me gire para caminar un par de pasos, parándome convenientemente al centro del jardín, quedando todos los invitados frente a mí. “Señor Vegeta es hora de irnos.” el saiyajin, aun un poco desconcertado e ignorante de la pequeña platica entre su hija y yo, camino a mi dirección y se colocó detrás de mí, poniendo su mano en mi espalda.
“Fue un gusto verlos a todos de nuevo, espero que hagan otra fiesta.” me despedí, aunque, antes de despegar decidí confirmar una hipótesis. Giré un poco y me encontré con la mirada aliviada del segundo saiyajin de la tierra. “Señor Goku ¿Le gustaría venir a entrenar?”
Todo quedó en silencio.
El alivio que tenían algunos de golpe desapareció, incluso diría que estaban en guardia: la más afectada era la señora Chichi, quien pareciera que estaba a punto de darle un ataque, era una sorpresa que no se haya desmayado con tantas emociones negativas; el señor Piccolo y Ten Shin Han miraban todo con expresiones parecidas, nervioso pero alentador; no podía ver su expresión, pero gracias a su ki podía notar que el señor Vegeta estaba tenso, shockeado y un poco… esperanzado. Aunque la expresión más importante fue la del segundo saiyajin.
Durante toda la celebración y desde el primer momento en que lo vi, los ojos del señor Goku se encontraban opacos, durante la fiesta sonrió como solo él lograba hacerlo, pero carecían de una emoción real. Al menos hasta este momento: fue un lapso muy corto y que solo yo note, pero tan solo en unos segundos los ojos gris oscuro del señor Goku brillaron intensamente de un sentimiento real, uno con el cual estaba muy familiarizado tras años de haber sido su maestro; una de las razones por las que le encantaba entrenar y superar sus límites… pasión
Lo que fuera que hayan hecho con el poder de las esferas del dragón, NADA le arrebatará la emoción de una pelea. Era una de las primeras cosas que había aprendido al enseñarle, pero tal y como supuse, el brillo en sus ojos desapareció en un parpadeo, siendo cambiado por un ceño fruncido y una emoción falsa en sus ojos de nuevo opacos: repulsión.
“Yo no practico las artes marciales señor Whis, usted lo sabe muy bien.” exclamó firme, como una grabadora.
“Ojojojojo lo sé, pero jamás está de más preguntar…” solté una pequeña risa, restándole importancia. Los implicados suspiraron aliviados, pero las emociones que mostraba el señor Vegeta aún estaban al fuego vivo.
“Hasta pronto a todos.” Me despedí con una sonrisa y lancé una mirada rápida al señor Piccolo. Tomé firme mi báculo y di dos golpes al suelo, comenzando el viaje de regreso al planeta del señor Bills.
Tan rápido los colores blanquecinos nos rodearon, retire la sonrisa de mi rostro; tengo el presentimiento de que regresare más pronto de lo que había anticipado. Volví a suspirar, también presentía que esto acabaría muy mal, si mi conocimiento de la cultura saiyajin no me fallaba y a diferencia del señor Goku, el señor Vegeta era muy capaz de cumplirlo.
∆∆∆
El viaje fue tranquilo, lo único a nuestra vista eran los colores del camino. No fue hasta 20 minutos después, que el señor Vegeta cortó el silencio.
"¿Por qué le preguntaste a esa deshonra de saiyajin si quería venir a entrenar, Whis?" su tono era duro, pero su ki se encontraba en constante movimiento, algo raro en él.
"¿Al señor Goku? No había nada que perder. Podría tener un gran potencial." respondí con una ceja levantada. Jamás había escuchado al señor Vegeta insultarlo así.
"¡Ja! Si hubiera tenido potencial no hubiera nacido como una mísera clase baja… incluso esa clasificación es demasiado grande para él." Soltó con tono venenoso, pero con un atisbo de duda al final.
Desde que le informe al señor Bills de la primera derrota de Frezzer a manos del saiyajin, sabía que el señor Goku había sido clasificado en el Planeta Vegetta cómo un guerrero de clase baja, pero no había escuchado al señor Vegeta insultarlo por su antigua clasificación. De hecho, es la primera vez que lo menciona en mi presencia.
"Se nota más enojado de lo normal señor Vegeta. ¿Algo que lo moleste?" Tuve que preguntar. Soltó un bufido muy poco divertido, pero su ki se movía de manera errática y aunque solo sentía su mano en mi espalda pude notar que estaba tenso, casi temblando.
"Whis… cuando lleguemos al planeta necesito pedirte un escaneó. Llevo meses con dolores de cabeza y pesadillas." confeso, en un tono bajo.
Lo miré por el rabillo del ojo, pude observar cómo el señor Vegeta se encontraba encorvado, su mano libre sostiene con fuerza su cabeza; por su postura no podía ver su expresión, pero estaba seguro que tenía el ceño fruncido y los ojos cerrados por el dolor. Su jaqueca se veía peor que la del señor Goku. Regrese mi vista hacia al frente.
"Llegando al planeta le daré su comida al señor Bills y con gusto lo revisaré." aparentemente esas pastillas solo son administradas a la familia del señor Goku. "Mientras tanto… ¿Puede hablarme sobre sus pesadillas? Así tal vez tenga una idea de lo que le ocurre."
Pasó un tiempo en el que el señor Vegeta se mantuvo en silencio, probablemente debatiendo entre si decírmelo o no, al final soltó un suspiro, resignado. “Al inicio solo eran visiones borrosas, pero estas se convirtieron en escenas de batallas pasadas…” comenzó a explicar, por su tono podía notar que le era difícil hablar del tema. Conociéndolo, posiblemente no había hablado con nadie sobre esto.
“Puedo suponer que no se tratan de batallas agradables. ¿Verdad?”
“¡Es que jamás ocurrieron Whis!” estaba confundido, note. “He estado soñando con escenas de entrenamientos que jamás ocurrieron, batallas en las que participe y luche eran cambiadas a favor de… ese imbécil de Kakarotto.” soltó, lo último con un atisbo de preocupación.
Abrí un poco los ojos al notar lo que ocurría, no eran sueños, ni alucinaciones. Son sus recuerdos.
De alguna manera el señor Vegeta inconscientemente estaba luchando contra la magia del dragón, en un intento porque recuerde los verdaderos sucesos de su vida; en especial los momentos que más lo marcaron, en este caso las batallas o entrenamientos al lado o contra el señor Goku, siendo este su rival y su persona a vencer. Explicaría el continuo movimiento errático en su ki, con las continuas jaquecas.
Esto también explica porque la señora Chichi mantenía drogada y en constante vigilancia a su familia: si bien el señor Goku como sus hijos pueden que no tengan la misma resistencia mental que el señor Vegeta, cualquier saiyajin o raza mortal con un extenso entrenamiento en la energía del ki sería capaz de hacer una abertura al deseo. Se necesita un gran control y concentración para manejar la energía del cuerpo: ki. Con un entrenamiento constante se comienzan a desarrollar barreras mentales, sobre todo con mortales que tengan cierto nivel de ki divino (que son muy pocos casos) tal como el caso del señor Goku y el señor Vegeta.
Eso explicaba a la persona que haya fabricado el pequeño muñeco de la señora Bra, debe de tener años de entrenamiento y experiencia para al menos haber recordado la apariencia verdadera del señor Goku. Aunque, eso no explica cómo es que el señor Ten Shin Han y Piccolo parecen recordar todo. A ellos no les debió afectar los deseos, la verdadera pregunta es: ¿Por qué?
Por el momento, el hecho de que el señor Vegeta me pida ayuda significa que las visiones han comenzado a hacerle dudar de su realidad, o comenzó a creer que está perdiendo la razón. Los recuerdos que deben aparecer en sus sueños son las batallas más importantes para él, posiblemente los enfrentamientos del torneo del poder: ya que están fuertemente ligados a sus emociones y serían los más fáciles de desbloquear como los más actuales, sin olvidar el enfrentamiento con el señor Broly.
“... ¿Por cuánto tiempo exactamente ha comenzado a tener estas… alucinaciones?” por el momento debía de seguirle la corriente, su mente ha estado luchando con la magia y aún no es capaz de ver que es real y que es falso, podría confundirlo.
“Comenzaron alrededor de hace… 7 o 11 meses.”
Suponiendo que el saiyajin comenzó a luchar contra el deseo tan pronto fue cumplido; eso sitúa a que las esferas fueron usadas alrededor de junio o julio. En su último entrenamiento había dejado al señor Vegeta a finales de abril en la tierra, ese mismo día el señor Bills había avisado que dormiría por dos años.
Ahora comprendo porque mi señor se despertó después de tan solo dormir la mitad del tiempo que estableció: entre sueños debió de a ver percibido un cambio en el universo, pero como suele pasar con la mayoría de sus visiones, cuando se despierta no recuerda mucho o ningún detalle. Es bueno saber que el señor Vegeta ha comenzado a desbloquear sus memorias, seguramente podré ayudarle a acelerar el proceso. Si al señor Bills se le ocurre visitar la tierra y la encuentra en esas condiciones… no terminara nada bien.
“Ha sido un tiempo… Bien señor Vegeta, cuando lleguemos le aseguro que ya no tendrá problemas con esas pesadillas.” dije sonriendo, el saiyajin solo hizo un sonido de afirmación.
Lo que no le dije es que, posiblemente la recuperación duela un poco y no físicamente.
∆∆∆
Mientras me acercaba al planeta, pude observar que el señor Bills veía nuestro descenso con furia contenida. Ojojojojo vaya, sí que estaba enojado.
No fue hasta el momento en el que aterricé en el tronco que, a unos metros atrás de mi señor vi al Pez Oráculo; se había quedado dormido dentro de su pecera encima de una rama bajo la sombra. Había estado esperando sus golosinas, oh.... lo despertare después de hablar con mi señor.
"Te tomaste tu tiempo Whis…" exclamó el señor Bills en un tono peligrosamente bajo con sus brazos cruzados.
"Lamento la tardanza señor Bills, pero al llegar a la tierra me encontré con una fiesta sorpresa y la señora Bulma fue muy amable al permitir que me quedara." expliqué, mi señor solo movió una ceja y comenzó a aumentar su ki rápidamente. ¡Ups! Se había enojado más.
“¿¡Y como buen invitado te acabaste toda la comida!?” preguntó con ironía en su voz, sacando a relucir su aura destructora. "Incluso me colgaste, ¿¡¡Con que derecho Whis!!?"
“No se preocupe señor Bills, la señora Bulma fue muy amable al guardar parte de la comida de la reunión.” informe con una sonrisa, sacando el estuche de cápsulas de mi báculo. “Además, incluso nos dio doble ración de pizza y ramen instantáneo.”
Mi señor en una ráfaga de velocidad se colocó al lado mío, tomó el estuche, lo abrió y observaba las capsulas ansioso y con apetito. Todo hecho en tan solo un microsegundo.
“Bueno… tal vez esto compensa tu falta. Solo por esta vez…” decreto el señor Bills. No fue hasta que dio una mirada atrás de mí que noto la presencia del saiyajin, y la falta de uno. “Vegeta, hace tiempo que no te veo… y estás solo. ¿Dónde está ese cabeza hueca?”
“¿Acaso le dijiste a Trunks cabeza hueca, insecto?” soltó enojado el señor Vegeta, olvidando por un momento a quien tenía frente a él... otra vez.
“¿Me acabas de llamar insecto? Ahora sí te mostraré mi Hakai.” dicto mi señor, entrecerrando los ojos. Había notado algo.
“Ay… no-o señor Bills, lo siento.” con los ojos abiertos se disculpó de inmediato, poniéndose de rodillas y con la frente pegada al suelo. “Es que-e… me gano la emoción…”
Mientras el señor Vegeta se mantenía abajo el señor Bills me miro, pidiéndome explicaciones. De las pocas veces que los jóvenes Trunks y Goten vinieron al planeta, el señor Bills acostumbró a llamarlos por sus nombres o en su caso: niños o mocosos. Mi dios destructor no es alguien muy amigable, pero tiende a poner apodos a ciertas personas, los cuales no usa para nadie más. Esto aplica para el señor Goku a quien es al único al que llama “cabeza hueca”
Que el señor Vegeta haya confundido ese apodo con su hijo prendió sus alarmas, o el comportamiento extraño en su ki.
Con un dedo señale al príncipe Saiyajin, indicando que aclararía todas sus dudas después de encargarme del señor Vegeta, mí señor me entendió y con un ligero movimiento de su cola acepto esperar, después de todo tenía comida para entretenerse.
“Bien, ya que dijiste lo siento no convertiré el polvo cósmico…” aclaró en voz alta, se dio media vuelta y caminó en dirección al castillo. El señor Vegeta al escucharlo se levantó de un salto. Mientras se sacudía el polvo de su traje, el señor Bills se detuvo por un momento y gritó: “¡Cualquier problema que requiera tu ayuda Whis, está permitido!” y se fue. Me había permitido actuar.
“Bien señor Vegeta, ya que ha pasado un tiempo desde que está aquí quisiera ver su condición con un pequeño combate.” el saiyajin volteo a mirarme con una ceja levantada.
“No es que me moleste Whis, pero regularmente comienzo con las labores domésticas antes del entrenamiento.” dijo, extrañado de que cambiara la dinámica. El hecho de que recuerde nuestra rutina significa que ciertos momentos de su vida no fueron alterados en su totalidad, eso facilitará las cosas para su mente, al menos un poco.
“Eso es verdad señor Vegeta, pero no falta mucho para que oscurezca en el planeta, no olvide que partimos de la tierra bastante tarde.” aclare. Cuando recogía a los saiyajin regularmente era por la mañana, por mucho en la tarde. La fiesta fue toda una sorpresa. “Mañana hará sus labores… no olvide que tengo que hacerle un escaneo.”
El saiyajin simplemente frunció el ceño y su ki comenzó a comportarse de manera más errática. Con un suspiro asintió y ambos nos elevamos en el aire, volando en dirección al río donde realizábamos los entrenamientos.
Tan rápido llegamos al lugar el saiyajin dio varios saltos hacia atrás tomando distancia y automáticamente se colocó en pose de pelea, hice desaparecer mi báculo y fijé mi mirada hacia el peleador; como era costumbre el señor Vegeta fue el primero en atacar. Intentó un golpe en el rostro con el brazo izquierdo, siguió una serie de patadas dirigidas al rostro y costillas, sin problema yo los esquive. Salté hacia atrás y comencé a volar por encima del río, el saiyajin me seguía.
El señor Vegeta siempre se ha destacado por su brillantez en batalla, pero su principal problema es su temperamento: con demasiada facilidad se altera provocando que sus movimientos se vuelvan más lentos a medida que su furia comienza a dominarlo y nublar su mente. Desde que comenzó su entrenamiento ha logrado mejorar mucho en ese aspecto, pero no esta vez.
Su ki al estar activo y comportándose de forma anormal hace que los movimientos del saiyajin sean más lentos, sin dejar de lado que sus golpes siempre calculados ahora son lanzados casi de forma desordenada, eso causado por la fuerte migraña que aún tiene, haciendo que su atención no esté completamente en la batalla. Lastimosamente su estilo de lucha también se ha visto severamente afectado por la magia del dragón: donde antes se tomaba el tiempo para analizar la situación y pensar en una estrategia mejor, ahora solo ataca sin medir del todo sus movimientos.
El señor Vegeta inconscientemente a la hora de entrenar llega a realizar ciertos movimientos del estilo de pelea del señor Goku (y viceversa), esto a causa de todo el tiempo que llevan siendo compañeros de entrenamiento. Ahora no solo carece de velocidad, sino también de aquellos movimientos extras, significando que el deseo o deseos afectaron gran parte de su historia con el segundo saiyajin, por no decir toda.
Continuamos con este combate por aproximadamente 20 minutos; entre más tiempo avanzamos la velocidad del señor Vegeta iba disminuyendo, a pesar de solo pelear en estado base. Su ki solamente ha estado moviéndose de forma constante durante todo el entrenamiento sin descanso, incluso ha aumentado conforme avanza el tiempo: a este ritmo caerá inconsciente en aproximadamente una o dos horas.
Mientras el señor Vegeta me lanzaba otro puñetazo, desaparecí y reaparecí detrás de él.
En un rápido movimiento de mi muñeca hice aparecer mi báculo y con una idea en mi mente la esfera se prendió de un color blanco. El saiyajin se giró y en ese mismo momento dirigí un golpe directo a su cabeza con la esfera del báculo impactando en su cráneo: por solo un segundo, los ojos del señor Vegeta se iluminaron de un color blanco puro para después cerrarse, cayendo inconsciente. Antes de que impactará en el agua desaparecí mi báculo y lo atrape, cargándolo: volé a una velocidad moderada en dirección al castillo, aterricé en la entrada y a paso firme comencé a caminar hacia el interior, solo escuchaba el sonido de mis pisadas haciendo eco por el lugar. El señor Bills probablemente se encontraba en el comedor.
Localicé el lugar que buscaba, abrí la puerta y entré; la habitación era la misma en la que los señores Goku y Vegeta se quedan cuando vienen a entrenar, con la única diferencia de que hay dos camas extras que pertenecen a sus hijos.
Deposité al señor Vegeta en la cama cerca de la ventana, aparecí nuevamente mi báculo, saqué su maleta y en un movimiento de mi báculo el saiyajin estaba vestido con una camiseta blanca sin mangas y un holgado pans azul oscuro, su armadura perfectamente doblada a la orilla de la cama; con otro movimiento una sábana lo cubría. Por último, saque el muñeco de la pequeña señorita Bra y lo deje en la cabecera de la cama. De acuerdo a lo planeado debería despertar en un par de días. Suspiré, sabiendo que tendría aún que explicarle todo a mi señor.
Di una última mirada a la habitación, salí y me dirigí al comedor: como esperaba, el señor Bills se encontraba sentado cómodamente en su asiento, terminando con su comida, Al ver el pequeño grupo de capsulas a su lado podría adivinar que va por la cuarta. Mi señor escuchó mis pasos, dejó los palillos a un lado y levantó su vista de su plato, frunciendo el ceño,
“Ahora Whis… ¿Me vas a decir qué ocurrió exactamente en la tierra?”
Chapter 6: Magia Mental - Parte 1
Summary:
La magia es un tema que hemos visto regularmente en el mundo de nuestros guerreros, casi sin tomarle importancia.
Ahora veremos unas de las consecuencias... el conteo regresivo comienza.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
▲•▼•▲
Cuando abro los ojos lo único que veo es completa y absoluta oscuridad…
Lentamente me senté en el suelo y me llevé ambas manos a mi cabeza. Sentía como si el Señor Bills me hubiera golpeado por comerme su pudín…
Cuando los recuerdos de mi entrenamiento llegaron a mí me levante del suelo e intentaron saber dónde diablos Whis me mandó esta vez. Observé todo el lugar a mi alrededor, pero no había nada que se destacara. Había una especie de luz en el techo que al menos me permitía ver parte del lugar, pero no lo suficiente como para ver de dónde provenía o para saber exactamente qué lugar era este…
Al menos aún estaba vestido con mi armadura completa…
~ ¿Qué me deshaga de todo lo innecesario? ¡No juegues conmigo! ~
Escucho una voz detrás de mí. Me doy la vuelta para enfrentarme a quien haya hablado, pero no hay nadie, solo oscuridad…
~ Eres una alimaña que no puede proteger su orgullo. ~
Vuelvo a girar al escuchar esa voz. No puedo identificar está vez de dónde proviene el sonido, es como si estuviera en todas partes, haciendo eco por todo el lugar…
~... mi corazón tiene pura maldad. ~
Ante mi sorpresa no puedo evitar levantar las cejas. No… esa no es una voz cualquiera…
~ ¿Qué tonterías estás diciendo? A mí no me interesan, en lo más mínimo. estúpido. ~
"Es mi propia voz…" dije en voz alta "pero, no logro recordar cuando dije… "
~ Adiós Bulma... Adiós Trunks... y también, Kakarotto. ~
Esto debe ser una broma… jamás me despediría de ese…
* Aún no hemos terminado... insecto. *
"¡Whis si esto es una maldita broma no es divertido!" Grité al aire, esperando a que el ángel me saque y acabe con esta tontería…
* Miren quien está aquí, el tonto que derrote en el planeta Tierra. *
Me doy cuenta que, entre cada frase hay una sutil diferencia en el volumen, como si se volviera más claro…
* ¿Súper Saiyajin Rose? *
¿Rose? No existe esa transformación, pero… ¿Por qué el nombre suena tan familiar?
* Mi deber es acabar con Kakarotto. ¡Ustedes chatarras caminantes no se metan! *
Chatarras caminantes… fue lo que le dije a No.17 y 18 en nuestro primer encuentro, pero, Kakarotto jamás estuvo ahí. ¿Por qué mencionaría siquiera a ese insecto?
* Oye... Exijo un cambio de jugador. *
Por el rabillo del ojo pude observar una luz blanca a la distancia. Sin perder tiempo giré y comencé a correr en esa dirección…
* ¡Ay! ¡No solo me robaron las células, también mis diálogos! *
Lo que era solo una luz blanca a la distancia rápidamente comenzó a aumentar de número, como si fueran una docena de lámparas. Intenté volar, pero no podía acceder a mi ki, frustrado solo pude aumentar la velocidad de mi carrera…
* ¡Ahhhhh Kakarotto! ¡Aunque lo dudes detesto las cosas asquerosas cómo las lombrices! *
Ante la declaración corrí con más velocidad. Estoy muy seguro que nunca le he revelado ese maldito miedo a nadie, y mucho menos a esa deshonra…
* Pero… quiero estar con ella… *
Cuando por fin logró divisar el lugar vi que no solo eran luces como creí al inicio. Esparcidos por todo el lugar había espejos, algunos flotando a metros de distancia y otros al nivel del suelo, todos de diferentes tamaños; unos eran el doble de altos que yo, otros apenas a la altura de mi mano; algunos tienen un brillo diferente. Pero lo que todos compartieron era lo que mostraban, no era mi reflejo; era mi vida… e incluso más…
Todo el sitio estaba repleto de diferentes voces, unas más fuertes y otras débiles, pero en todas, mi voz se escuchaba y en algunas había más voces presentes…
" Piedra, papel o tijeras. Piedra, papel o tijeras. Piedra, papel o tijeras. Piedra, papel o tijeras. "
Al escuchar tres voces repitiendo la misma oración me concentré y caminé en la dirección en dónde provenían, terminando frente a uno de los espejos de la esquina. Ví lo que muestra y quedé desconcertado…
El espejo mostraba desde mi punto de vista, (ya que solo podía ver mis brazos) por lo que podía observar perfectamente al hijo de Kakarotto a un lado de mí; portaba un traje bastante holgado de color verde y negro, mientras que en su rostro llevaba un par de lentes oscuros y una especie de tela que cubría su cabello. Se veía bastante ridículo…
La apariencia de Kakarotto no era nueva para mí, pero aun así fue extraño; portaba ese dogy de color naranja con el que siempre aparece en mis sueños, aunque ahora, a unos centímetros arriba de su cabeza tenía una aureola que lo coronaba, mostrando que el ya no estaba vivo…
Ambos hombres junto a mí, aparentemente jugábamos piedra, papel o tijeras. El sitio en donde estábamos se me hacía vagamente familiar, pero no lograba identificarlo…
" Oh jmmmmm yo gané... "
Exclamó mi yo de la aparente visión. Observé aún más desconcertado, cómo Kakarotto y su hijo hacían expresiones decepcionantes. Me alejé del espejo no mucho después…
" ¡¡Ahhhhh!! Esto es exquisito. "
A tan solo unos pasos lejos de mí alcanzó a escuchar la voz de Kakarotto otra vez, lo extraño en este caso era su voz claramente alegre. Por lo regular su tono a mi alrededor siempre era de desdén…
Sin quererme acerqué al espejo de dónde provenía la voz y vi una mesa larga frente a mí, totalmente repleta de platos vacíos; al otro lado de la mesa se encontraba Kakarotto, estaba comiendo a la velocidad de un saiyajin; no muy lejos de él su hijo estaba sentado en la misma mesa, comía más moderado, pero aún con una clara velocidad. No muy lejos se encontraron Krillin y Piccolo, todos en una habitación que logré recordar era el comedor para los peleadores del Torneo de las Artes Marciales…
Está visión me dejó confundido…
Recuerdo ese torneo, había acompañado a Trunks a participar en el torneo infantil, pero yo no había participado en lo absoluto, y mucho menos la familia de Kakarotto. Por kami incluso Krillin está en la visión y él no fue ese día… ¿O no?
" ¿Y tu nombre pequeño, es Vegeta verdad? "
"Pequeño…" tan rápido escuché esa voz corrió a su dirección, era la voz de mi esposa…
" ¿¡Eh!? Me dijo pequeño..."
Cuando llegué me encontré con una escena familiar, pero… diferente…
Frente a mí podría ver a todos los Namekusei, pero mi atención estaba en la mujer frente a ellos, era Bulma; portaba un chaleco de color mostaza, pantalones oscuros y botas, su cabello estaba suelto y le llegaba hasta los hombros, recogido vagamente por una diadema rosada: f ue después de mi batalla con Freezer, pero… estoy seguro de que este momento ocurrió cerca de Corporación Cápsula mientras que en esta ¿Visión? Todos estamos en un bosque…
" ¿Por qué no vienes? Si no tienes un lugar a dónde ir… "
La voz de Bulma era algo jovial, no pude evitar sentir algo de melancolía. Ha pasado tiempo desde que me dirigió ese tono a mi o a nuestros hijos…
Mi yo de la visión giró su mirada a un lado, claramente impidiendo la mirada risueña de la mujer, pero por el rabillo del ojo aún la observaba. Había atraído mi curiosidad en ese momento… solo un poco…
" Te voy a servir mucha comida. Me imagino que comes igual que Goku. ¿O me equivoco? "
Cuando dijo eso quedé bastante intrigado, se con certeza que Kakarotto es un saiyajin, pero en todas las reuniones que ha tenido con mi esposa come la misma cantidad que un terrícola, siempre ha sido así: incluso antes de que yo llegara a la tierra por primera vez, la misma Bulma me lo dijo…
" Ajá, pero no permitiré que te enamores de mí, aunque me encuentres muy atractiva."
No pude evitar soltar una leve carcajada…
" ¡No! qué mujer tan vulgar... y como grita. "
Me escucho decir. Puede que no pudiera ver mi rostro, pero estoy seguro que tenía una expresión aterrada y desconcertada…
" Tenemos esposas con un carácter aterrador. "
La voz de Kakarotto a mi espalda hizo que me girara. Atrás de mí había un espejo que mostraba un recuerdo… uno que estoy muy seguro que no estaba ahí antes…
" Pues sí, sí... e-es verdad. Pero no importa, la acepto tal y como es. "
En el recuerdo miraba al cielo, pero sabía que Kakarotto estaba a mi lado, portando ese dogy naranja, lo extraño fue que sabía que ese dogy, aunque igual al de mis sueños, eran diferentes…
No fue hasta este momento que noté la falta de mi dolor de cabeza… ¿Qué demonios hizo Whis…?
" Pues a mí también me pasa lo mismo, yo también quiero mucho a Chichi. "
No pude evitar poner un poco más de atención a la conversación, si bien la escena tranquila sin discusiones por parte de alguna la hacía extraña, de alguna manera se sintió bien… correcta, incluso cálida… como los momentos con Bra…
" La sangre de los Saiyajin solo atrae a mujeres de carácter fuerte… "
En ese momento, por el rabillo pude vislumbrar la apariencia de mi acompañante: a mi lado estaba Kakarotto, mirándome con una sonrisa demasiado buena. Vi su dogy y como sabía, era diferente al primero; ya no tenía la playera azul debajo, en vez del símbolo de tortuga en el lado izquierdo del dogy, ahora estaba la firma de Whis. Espera un momento… ¿Por qué ese insecto tendría un dogy de batalla si jamás practico artes marciales? O… eso creí…
" ¿Qué? "
La voz sorprendida del saiyajin me sacó de mi laguna de preguntas, y solo incluyó más. ¿Acaso le dije a Kakarotto ese dato? A él jamás le interesó nuestra raza, incluso la odia…
O, al menos es lo que recuerdo…
De repente, varios destellos de luz surgieron en sucesión consecutiva por todo el lugar, dejando más espejos por su paso. Llegó un punto en el que la luz era tan fuerte que tuve que cerrar los ojos…
Minutos después se detuvo y volví a abrirlos…
Había más espejos que en un inicio, tal vez incluso el triple, aunque muchos de ellos parpadeaban; como si en cualquier momento se fueran a apagar…
Con ese pensamiento comencé a caminar entre las visiones, a los pocos segundos aparecían más y más a medida que avanzaban…
“ ¡No permitiré que insultes a nuestra raza frente a mí! ”
Al escuchar el grito gire hacia su dirección, poniendo especial atención a la escena…
" A diferencia de ti, yo me enorgullezco de la sangre guerrera que corre por mis venas, al igual que mis hijos, y no permitiré un insulto a los saiyajin. Menos viniendo de alguien tan poco honorable... "
Llegue en el segundo exacto en que mi yo del recuerdo termino. El momento de la escena tal como ocurrió…
Mi mirada estaba clavada en Kakarotto, quien vestía ese molesto traje y su cabello peinado de manera tan ridícula. Estamos en la sala principal de Corporación Capsula tal y como recuerdo, por el rabillo del ojo podía ver a Goten a un asiento lejos de su padre, mirándome fijamente con rabia contenida. Por alguna razón su mirada me incomodaba un poco en esa ocasión, aunque jamás lo demostré…
“ ... lo ocurrido con Buu fue causa mía, lo admito, pero aun así lo solucione estado muerto, salvando tu patética vida. Mientras tú, ¿Qué has hecho? "
Esto solo era un recuerdo, pero… ¿Por qué quiero que pare? Suspiré, pasando mis manos por mi rostro…
" Si tú padre y tú madre aún siguieran con vida te matarían al ver la deshonra de hijo que trajeron al mundo… "
Volví a mirar el espejo frente a mí con una mueca, eso último aun me da un vacío en el estómago…
No es hasta ese momento que noto los diferentes colores en los espejos, parpadee…
Todos los escenarios que he visto hasta el momento tienen cierto brillo color blanco, unos más fuertes que otros, pero todos del mismo color. Miro rápidamente a mi alrededor y noto que la mitad, si no menos de los espejos tienen cierto color amarillo, casi anaranjado; parpadean como en un intento de estabilizar activos y continuamente su tamaño cambiaba, como si se volviera más pequeños a medida que pasaba el tiempo…
Rápidamente me acerco al más cercano a mí para saber que los diferenciaba del resto…
“ ¿¡POR QUÉ NO PUEDES SER COMO GOKU!? ”
Ante el tono enojado de mi esposa no pude evitar dar un paso atrás…
“ ¡SI QUERÍAS UN ESPOSO TERRÍCOLA DEBERÍAS DE HABERTE CASADO CON CUALQUIERA EN ESTE PLANETA Y NO CON UN SAIYAJIN! “
Grite indignado. Fue una de las últimas discusiones que tuvimos antes de que Bulma comenzara a invitar a Kakarotto y su familia a Corporación Capsula.
Semanas atrás Bulma ya no aparecía en la habitación que compartimos, había querido discutir con ella al respecto, pero siempre se escondía en su laboratorio, al cual no tenía acceso. Un día estaba tan harto que destrocé la puerta y le pedí explicaciones. ¿Su respuesta? Ella estaba cansada de mi comportamiento como Saiyajin, cansada de sus hijos al haber aprendido de mí las costumbres de mi raza. Fue la peor discusión hasta la fecha…
“ ¡Tal vez sí debí de hacerlo! ¡CUALQUIER HUMANO SERÍA MEJOR QUE UN MALDITO SAIYAJIN! “
“ ¡¡YA BASTA!! ”
Tanto Bulma como yo dirigimos nuestra mirada hacia la puerta destrozada del laboratorio…
Trunks estaba en la entrada, su mirada estaba clavada en el suelo, podía escuchar perfectamente su respiración acelerada desde mi posición; sus brazos a su lado, ambas manos cerradas en los brazos y visiblemente temblando. Levantó por un momento su rostro, mostrándonos a ambos una mirada devastada y sus ojos con lágrimas contenidas. No pasó ni un minuto y salió corriendo del lugar…
“ ¡¡¡TRUNKS!!! ”
Decidiendo que era mejor ignorar la escena, me dediqué a ver la especie de marco brillante que rodeaba al espejo…
Al igual que los blancos producían recuerdos, sin embargo, estos se veían amarillentos y opacos, a diferencia de los contrarios que si bien tenían cierta luz blanca no afectaba su vista y tenían colores más vivos más… reales…
Conforme comenzaba a armar las piezas me di cuenta que los espejos amarillos comenzaban a parpadear furiosamente, mientras que los blancos dejaban de hacerlo y en cambio parecía que aumentaban de tamaño…
Me acerque a uno de los amarillos para verlo más detalladamente y logre observar como a su alrededor comenzaban a desprender de los espejos una especie de aura, muy parecido a cuando Shenlong cumple algún deseo…
Luz…
Shenlong…
Deseos…
No es verdad…
“Las esferas del dragón…” susurre, con los ojos muy abiertos.
Tan solo decir esas palabras provoco una especie de terremoto en el lugar y vi como los espejos amarillos comenzaban a caer en picada, incluso algunos llegaron a estrellarse o romperse, otros se mantuvieron en su lugar, demostrando que el poder del dragón aun daba lucha. Varios incluso llegaron a caer en mi posición, pero ninguno me tocó, en cambio me traspasaron, como si solo fuera un holograma…
¿Pero cómo es posible? Se supone que las esferas no pueden hacerte olvidar nada a lo que tú no des tu consentimiento, fue algo que Kakarotto aclaró después de Buu…
Espera… ¿Kakarotto…?
Él… él llegó a usar las esferas… lo… lo recuerdo…
Fije mi mirada a los espejos tirados alrededor… incluso el espejo que había estado viendo estaba en el suelo, partido por la mitad. Ahora la escena que mostraba apenas y podía divisarse…
Si esos fueran recuerdos falsos, eso significa…
“ ¿Quién de los dos peleará primero...? ”
Escuche la voz de ese… cabeza hueca detrás de mí. Me giré completamente y me encontré con... un recuerdo…
“ Hay que decidirlo… ”
Escuché mi voz proveniente del espejo, mi vista estaba clavada en Kakarotto, quien tenía una sonrisa de complicidad; ambos estaban transformados en SSJ2, en lo que grabé era el Planeta Supremo. Por el rabillo del ojo podía ver la figura de… Kid Buu esperando para luchar con alguno de nosotros…
“ Piedra, papel o tijeras. ”
“ Ahhh ¡Qué bien! Yo soy el ganador. ”
Grito Kakarotto eufórico, ambos estábamos emocionados de pelear contra Kid Buu, ambos estando de acuerdo en no necesitar la ayuda de los aretes pothala… al menos hasta la llegada de Black…
" ¡Papá! "
Al escuchar la voz animada de Trunks instantáneamente giré a ver a mi alrededor; a unos cuantos pasos de mi un espejo grande brillaba más que el resto, intrigado caminé unos cuantos pasos, terminando frente a él…
" ¿Y ahora qué sucede Trunks? "
Escuché mi voz provenir del recuerdo, al mismo tiempo que mi yo del espejo giraba la mirada, encontrándose con la razón por la que el espejo brillaba tanto…
" Mamá quiere que tú la cargues… "
Dijo Trunks, regalándome una pequeña sonrisa, al mismo tiempo que tenía a su hermana cargando en sus brazos y envuelta en una manta color menta. Ese momento lo recuerdo como si fuera ayer…
Bra había nacido gracias al poder del Báculo de Whis… solo unas horas antes del… Torneo…
En ese momento Kakarotto y toda nuestra familia se encontraron en el patio de Corporación Cápsula; mientras todos estaban en una de las mesas mirando a Bra, yo estaba cerca del barandal, lejos del resto. Me rehusaba a acercarme, no quería que vieran esa parte frágil de mí; Bulma debió de haberlo notado y había pedido a Trunks se acercara a mí con su hermana para que pudiera cargarla por primera vez…
No pude evitar por un momento perderme con la escena frente a mí, Kakarotto me había dicho poco antes sobre el torneo. Yo me había negado por no perderme el nacimiento de Bra… algo que hice con Trunks…
" Dámela, la estás cargando mal. "
Respondí, al mismo tiempo que me arrodillaba y tomaba a Bra en mis brazos…
" Sí, tú sabes cómo hacerlo. "
Respondió mi hijo, él probablemente había notado también mi comportamiento, pues aún me miraba con esa sonrisa de complicidad, la misma que heredó de su madre…
" Jhm. "
No me digne a responder, cerré los ojos por un momento y cuando los abrí, ahí estaba… mi pequeña princesa saiyajin…
Lo que pasó a continuación fue mi patético intento de dar mi opinión sobre el nombre de mi hija, pero como siempre Bulma había ganado…
Después de toda esa plática me dediqué a atender a Bra… era exactamente igual a su madre, había heredado sus ojos y su peculiar color de cabello, pero incluso yo pude notar que tenía ciertos rasgos míos, pequeños, pero los tenía. Ella me sonreía cada vez que sus ojos atraparon los míos, ella sabía quién era yo y estaba contenta con que la cargará…
En ese momento me prometí que ella no viviría las mismas dificultades difíciles que yo o su hermano…
Fue en ese momento que prometí que daría todo con tal de ganar el Torneo del Poder, no por el deseo de pelear, si no por ella, por Bra, de Trunks y de Bulma. Por mi familia…
No fue hasta ese momento que noté algo húmedo en mi mejilla, levanté mi mano y rápidamente lo limpié… había sido una lagrima…
El deseo había provocado que olvidará la primera vez que cargué a mi hija…
Apreté mi puño con fuerza forzando mi furia en lo más profundo de mi interior… este aún no es el momento…
Camine alejándome de todos los espejos, hasta quedar en el centro del lugar. Mi nueva posición me permitía ver perfectamente como los espejos bajaban, otros se agrandaban u otros brillaban con intensidad… podía ver algunas escenas…
Cerré mis ojos y suspiré con fastidio ocultando mi rostro con las manos, necesitaba salir de este lugar…
De repente una luz iluminó mi rostro e inmediatamente abrí mis ojos siendo recibido por un espejo; el más grande y más brillante hasta el momento. Solo mostró mi reflejo… me acerqué y tan pronto extendí mi mano para tocarlo brillo nuevamente, pero está vez en vez de verme a mí, me mostró un recuerdo, quizás el más importante…
" ¿Qué haces aquí Krilin? "
" ¿Eh? Oh… ¡ho-Hola Vegeta! "
Nos encontramos en Corporación Cápsula…
El día transcurrió como de costumbre, me encargue de Bra la mayor parte de la mañana, incluso intentó copiar algunos de los movimientos que me vio hacer el día anterior en la Sala de Gravedad, Bulma se había reído y bromeado sobre que nuestra hija sería un peligro para los chicos cuando sea mayor, yo fruncí el ceño, ningún hombre se acercaría a mí princesa sin antes pasar por mí…
Por la tarde Trunks llegó de su colegio en compañía de Goten, ambos vestidos con el uniforme, el hijo menor de Kakarotto se quedaría hasta la cena, después regresaría con su padre a la casa de Gohan…
Solo habían pasado unas semanas desde que Kakarotto había dejado a la arpía y su hijo se veía mejor que en todo el año… Deje a Bra en compañía de su hermano y su llamado "primo Goten"...
Eran aproximadamente las 5 de la tarde y estaba en camino a entrar a la sala de gravedad, hasta que en el camino me encontré con el terrícola…
" ¿Qué haces aquí Krillin? Mi suegro está ocupado en un proyecto. "
El terrícola venía de vez en cuando con mi suegro por reparaciones para su moto, no era extraño verlo por aquí…
Hace un tiempo que usaba el nuevo término con el padre de mi esposa y aún se sintió algo extraño escucharlo en voz alta…
" Oh no... no, eh. Vine a v-visitar a Bulma, no pude encontrar a Goku y quería preguntarle dónde estaba. "
Tal vez solo era por qué estaba irritado, pero por un momento algo en su comportamiento llamó mi atención, pero no sabía qué…
" Si buscas a Kakarotto no está, se fue todo el día al planeta Vampa con Broly... probablemente regrese en la noche. "
Me di la vuelta, dando por finalizada la conversación…
" Oh... Broly es verdad. Eh, gracias Vegeta. "
Lo escuché despedirse y darse cuenta de la vuelta para irse, pero un leve sonido de tintineo, como el de un cristal llamó mi atención, por el rabillo del ojo ví que Krillin tenía una bolsa llena, sostenida entre sus manos. En ese momento una rara sensación se alojó en la boca de mi estómago, una advertencia. Suspiré, probablemente tomó algo del laboratorio de Bulma, seguí caminando hasta la sala de gravedad y entre…
Cuando salí nuevamente eran alrededor de la media noche, había sentido el ki de Kakarotto llegar al planeta minutos atrás, aparentemente se dirigía a dónde estaba su exmujer y el resto de sus amigos. Si no fuera porque conozco su ki demasiado bien probablemente no lo hubiera notado, lo tenía demasiado bajó…
Caminé en dirección a mi habitación cuando el monitor en mi mano sonó, era Bra, estaba llorando y llamándome, fruncí el ceño confundido e inmediatamente fui a ver a mi hija. Regularmente no despertaba hasta las 6 de la mañana…
Entre a su habitación y ahí estaba Bra apoyada en el barandal de su cuna llorando…
“ ¡Papá… p-papá! ”
Me acerqué y la cargué, sacándole sus lágrimas…
" Ya, ya… ¿Qué fue lo que asustó a mi princesa saiyajin? "
Pregunté en un tono bajo, ella aún estaba llorando a mares, realmente estaba asustada. Fruncí el ceño preocupado…
" Algo malo va a pasar-r… p-papá detenlo. "
Me suplicó llorando, señalando hacía la ventana de su habitación. Fue en ese momento que lo noté…
Está noche no era luna llena, lo único que iluminaba el cielo eran las estrellas, o al menos así sería si no resultase por las nubes de tormenta que empezaron a cubrir el cielo…
Se trataba de Shenlong…
Abrí los ojos con sorpresa y miré a Bra, su miedo estaba escrito en sus ojos. Pero no debería de estar asustada, ella había visto al dragón cuando tenía dos años… a menos qué…
De repente el ki de Kakarotto se disparó y comenzó a volar a máxima velocidad hacia donde se localizaban sus amigos…
Krillin…
" ¡Ese maldito! "
Agarré a Bra con más fuerza y salí corriendo de su habitación en dirección al laboratorio de Bulma. En medio del camino Trunks venía corriendo hacia mí, al verme rápidamente se acercó…
" ¿Papá qué pasa? Goten me llamó diciendo que Gohan se fue volando de su casa. "
Yo solo lo miré y le di a Bra para que la cargará, mi pequeña solo se puso a llorar con más fuerza, su hermano inmediatamente intentó calmarla. Sin más corrí en dirección al laboratorio.
" ¡Papá, espera! "
Escuché el grito de Trunks esfera, pero no le respondí, tenía que confirmar si de verdad las tomó…
Rápidamente llegué al laboratorio de Bulma, escaneé mi huella y la puerta se abrió; adentro mi esposa estaba en su escritorio con un teléfono en la mano…
" ¡Vegeta qué ocurre!? ¡Trunks me llamó y dice que Bra no para de llorar y tú corriste! "
" Bulma, ¿Krillin vino hoy por las esferas? "
" ¿Qué? ¡Vegeta…! "
" ¡Solo dime si vino por las esferas! "
" ¡No! Krillin no ha venido a Corporación Cápsula en semanas… "
Mis instintos gritaron como nunca antes, alertándome...
Eso fue todo…
Salí rápidamente del laboratorio, con una bola de ki derretí una de las paredes, en ese mismo momento Trunks había llegado…
" ¡Papá! ¿¡Qué haces!? "
" ¡Trunks, cuida a tu hermana ya tu madre! ¡Nadie saldrá de Corporación Cápsula hasta que yo regresé! ¿¡Entendido!? "
Le dije mirándolo a los ojos, inmediatamente después salí volando a máxima velocidad.
" ¡PAPÁ, ESPERA! "
" ¡P-PAPÁ! "
" ¡VEGETA! "
Con los gritos de mi familia detrás, me concentré en el ki de Kakarotto y volé a su dirección…
Debí de saber que algo malo estaba ocurriendo, la última vez que tuve esa advertencia fue cuando el insecto de Freezer mandó la orden a todos los saiyajin de regresar al planeta Vegetta. Más tarde el planeta fue destruido y el vínculo que tenía con el Rey, roto…
" ¡Vegeta! "
Al escuchar mi nombre rápidamente levanté la mirada, a un metro lejos de mi Piccolo volaba a la misma velocidad, cerca de él estaba Gohan, los había alcanzado sin darme cuenta…
" Piccolo. "
Saludé de vuelta...
" ¿Qué está ocurriendo? ¿Quién activó las esferas para que mi padre volará a esa velocidad? "
Pregunto Gohan, por su expresión claramente estaba preocupado por su padre…
" Será mejor cuando lo veas por ti mismo. "
Respondí, Gohan inmediatamente se puso serio y solo aumentó la velocidad, Piccolo y yo lo seguimos…
Cuando por fin alcanzamos a Kakarotto estaba a unos metros lejos de Shenlong, por el rabillo del ojo ví que Gohan fruncía el ceño enojado y confundido, claramente había sentido el ki de su madre en el lugar, dirigí mi mirada a Piccolo quien solo tenía una expresión sería, él ya sabía de la situación…
" ¡Kakarotto! "
Lo llame tan pronto estuvimos lo suficientemente cerca de él, claramente me escuchó porque se dio la vuelta, pero entonces…
" ... he cumplido tu primer deseo. "
Fueron tan solo unos segundos, pero tan pronto el dragón pronunció esas palabras los ojos de Kakarotto se cerraron y comenzó a caer al suelo…
" ¡KAKAROTTO! "
No pude evitar gritar, rápidamente me acerqué para alcanzarlo…
" Y ¿Cuál es tu segundo deseo? ... "
Tan rápido lo atrape intenté despertarlo, pero estaba completamente inconsciente…
" ¡Gohan despierta! "
La voz preocupada de Piccolo hizo que volteara a mirarlo, entre sus brazos tenía cargando a Gohan, él también estaba inconsciente… ¿Cómo se atrevía esa arpía a dañar a sus propios hijos? Tenía que detenerlos…
Rápidamente me acerqué a Piccolo y le di a Kakarotto, el Namek rápidamente entendió lo que iba a hacer y solo asintió…
A máxima velocidad aterrice en medio de ese claro provocando que todo ese grupo cayera por el pequeño temblor que provoco mi aterrizaje, sin perder tiempo me acerque hacia Krillin y lo tome del cuello levantándolo hasta la altura de mis ojos. No fue hasta ese momento que me di cuenta que me había transformado en SSJ que provocó algunas cortinas de polvo…
" ¡Detén está maldita tontería! "
Grité con furia. No me había dado cuenta que detrás de mí estaba el dragón…
" N-no soy yo con quién-n, deberías estar hablando… "
Inmediatamente lo solté y volteé mi mirada hacia atrás; Yamcha estaba frente al dragón pidiendo su deseo, a su lado se encontraba Chichi; los dos animales estaban tras de él gritándole que terminará
Entrecerré los ojos y volé con toda la intención de detenerlos…
" ... he cumplido tu segundo deseo. "
Mi transformación se perdió, el acceso a mi ki fue tan bajo que simplemente caí de cara al suelo… mi mente comenzaba a nublarse, pero me negué a cerrar los ojos y mi respiración se volvió más lenta. Intenté levantarme, pero simplemente no pude, apoya mi cabeza en mi brazo, estando demasiado cansado incluso para levantarla…
" ¡VEGETA! "
La voz de Piccolo mejorará sacarme de mi laguna mental, lo suficiente para escuchar unos pasos acercándose a mi dirección. Levanté la vista y ahí estaban, Yamcha y Chichi, mirándome con una mirada complacida, pero curiosa. Claramente esperaban que me desmayara como Kakarotto…
" U-us-stedes… insectos-s. "
Fue lo único que logré decir, ellos solo me miraron, mi vista estaba comenzando a oscurecerse, no resistiría más y lo sabían…
" Espero disfrutaras de Bulma, Vegeta. Por qué a ella, ya no le importaras. "
La mirada de pura satisfacción de ese insecto fue lo último que ví antes de caer inconsciente…
El espejo brillo inmediatamente de una luz amarilla y anaranjada obligándome a cerrar los ojos, cuando la luz desapareció nuevamente el espejo volvió a su color blanco y volvió a mostrar el recuerdo, pero está vez ya no estaba en ese claro, ahora estaba en mi cama … estaba solo, como hace semanas…
¡NO! cómo me obligaron a creer…
Me alejé del espejo y cerré mis puños con fuerza…
Jugaron con mi mente, con la mente de Kakarotto, con la mente de mi familia…
Hemos sido sus marionetas por casi un año, todo causado por la magia del dragón...
Sentí como mi furia recorría todo mi cuerpo como pocas veces en mi vida, cada célula y cada nervio temblaban de pura adrenalina. Ahora sabia la verdad…
Con un grito por fin logré acceder a mi ki y me transformé en Súper Saiyajin…
El lugar comenzó a temblar junto con los espejos, los recuerdos falsos caían en picada y se rompían en pedazos, otros se apagaban, pero a mí ya no me importaba…
Seguí sacando toda la energía acumulada que tenía, toda la furia e indignación que había tenido retenidas desde esa noche. Rápidamente avance a la fase 2…
El lugar temblaba incontrolablemente, incluso los espejos de color blanco comenzaron a caer…
El Súper Saiyajin Fase Dios apareció, el ki divino era más tranquilo, pero mi furia estaba a nada de disminuir…
Los espejos oscuros comenzaron a caer por docenas, incluso el suelo de este lugar estaba comenzando a resquebrajarse debajo de mis pies y así apareció el Súper Saiyajin Blue…
Mi furia estaba al máximo, mi ki se encendió, mi grito se hizo más fuerte. El piso del lugar comenzó rápidamente a romperse dejando entrar rayos de luz blanca pura, las fisuras comenzaron a crecer en todos los lados, desde paredes hasta el techo…
Todo en lo que podía pensar era en poder… Castigo... DESTRUCCIÓN…
Lo último que mis ojos vieron antes de que el lugar se destruyera y la luz me cegara; fue un aura de color violeta rodeándome y finalmente, todo quedó en blanco…
▲•▼•▲
Notes:
- El Fan art al final fue dibujado digitalmente por mí. De ser encontrado en otra historia o alguna red social será denunciado.
Chapter 7: Perspectiva de Vegeta
Summary:
Varias preguntas han sido respondidas, pero el futuro es incierto... lo único que queda es observar.
Chapter Text
***
*Dos días después…*
*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia desconocida*
*Planeta del Dios Destructor Bills*
***
Abrí los ojos y respiré con dificultad.
Cerré los ojos con cansancio, intentando calmar mi respiración y llevándome una mano a mi pecho... había comenzado a dolerme el pecho de nuevo. Miré alrededor sin identificar por un momento el lugar, al recordar solo pude suspirar: era la habitación que comparto con Kakarotto cada vez que venimos al planeta del señor Bills y también en la que comenzaron a dormir nuestros hijos.
Pasé una mano por mi cara y noté que estaba completamente bañado en sudor: estaba acostado en mi cama, no sentía el peso de mi armadura, por lo que Whis debió cambiarme antes de dejarme aquí. Me levanté y me senté en el colchón intentando reacomodar mis... recuerdos.
Las pesadillas… los sueños eran mis recuerdos; la pelea con Broly; los enfrentamientos en el Torneo del Poder; los entrenamientos con Kakarotto; los desayunos con mi esposa; incluso los combates de practica que tuve con Goten y Gohan. Todo estaba frente a mí, solo... que mi mente le tomo tiempo diferenciar lo real de lo falso. Al menos por fin el dolor de cabeza desapareció, aunque no el malestar en mi pecho (De hecho, aumento, pero ya sabía su razón)
Giré mi mirada hacia un lado cuando un rápido destello apareció, mostrando una jarra llena de agua y un vaso, ambos puestos en una pequeña mesita, me serví, terminando con la jarra completa. Suspire de nuevo, dejando el vaso en la mesa e inmediatamente desapareció con otro destello. No necesitaba que me dijeran que significaba eso.
Me levante de la cama con la intención de bañarme, pero me detuve al ver apoyado en la cabecera de la cama el juguete de Bra… el muñeco igual a Kakarotto: lo tome entre mis manos y lo vi con más detalle. Solté un bufido, algo divertido: no sabía que Roshi supiera coser tan bien, aunque… si es verdad que él le entregó su primer dogy a ese cabeza hueca, significa que los hacía personalmente.
Roshi de alguna forma recordó; si no me equivoco ese viejo pervertido tiene muchos años encima. Probablemente sin darse cuenta tuvo una especie de *resistencia* a la magia del dragón y grabó la verdadera apariencia de Kakarotto, aunque tuviera que ver más con el hecho de que nunca se quitaba el dichoso dogy.
A Bra le había encantado el muñeco tan rápido lo vio, incluso sus ojos habían brillado…
×
“Regrésalo…”
×
Cerré los ojos con fuerza, al recordar la expresión casi suplicante que mi hija le dio a Whis. Volví a sentarme en la cama.
Mi pequeña princesa lo sabía, de alguna manera Bra no fue afectada por los deseos y durante casi un año tuvo que vivir en un ambiente inventado por un grupo de locos: en los primeros meses intento ir a abrazar a Kakarotto a Goten, incluso a Gohan cuando llegaban a Corporación, ella los recordaba como su tío y sus primos. Su familia. No como los "humanos" amargados que la odiaban y la evitaban como una enfermedad.
Mi hija lo único que ha tenido de su vida real ha sido el pequeño muñeco que Roshi le dio; el único objeto que demostró que la vida que recordaba no era un sueño. Incluso dormía abrazado a él, las únicas veces que lo soltó fue cuando yo se lo retire, o cuando se lo dio a Whis… por qué ella sabía que el ángel de alguna forma nos ayudaría.
Bra siempre le ha tenido cariño al señor Bills y Whis, incluso me preguntaba por ambos… al menos cuando hablaba. Dejo de hacerlo desde hace meses. Apreté mi puño con fuerza, la furia que solté en mi cabeza volvió a encenderse.
Mi princesa ha tenido que sufrir sola por más de 10 meses: 10 meses de peleas sin sentido con sus padres; peleas sin sentido con su tío; peleas sin sentido con sus primos; la indiferencia de su madre; sola en casa sin jugar con Pan, su amiga de juegos y prácticamente su hermana. Dejó de hablar en público, solo lo hacía conmigo o Trunks.
"Esos insectos están muertos." Solté en voz alta.
Jugaron con las vidas de mi familia... nos traicionaron...
Esto no se iría sin castigo...
¥¥¥
Después de bañarme y vestirme con mi armadura, salí de la habitación en dirección al comedor. Sabía que ambas deidades estarían esperándome. Lo que sea que Whis hizo funciono: aún hay ciertos momentos en mi memoria que no lograba ubicar, pero lo más importante lo recordaba.
Sin ningún dolor de cabeza, logré darme cuenta de varios detalles: ahora el comportamiento distante y apático de Piccolo tenía sentido, esa mirada melancólica que lanzaba a los Son, los extrañaba. Él siempre estaba en la casa de Gohan cuidando a Pan; ese Namek ve a esa niña como una nieta y al saiyajin cómo a un hijo.
Kakarotto lo había aceptado como parte de su familia desde hace décadas: había comenzado a pasar más tiempo con él, escapando de su trabajó de agricultor para acompañarlo en sus sesiones de meditación con Gohan o en los pequeños entrenamientos que tenían con Pan, quien había comenzado a entrenar no hace mucho.
Necesitaba encarar a Piccolo y Ten Shin Han; ese par han estado muy unidos y se han mantenido alejados de todos durante el último año. Si mis sospechas son correctas, ellos de alguna manera saben de toda esta maldita farsa.
Por fin después de recorrer el laberinto del castillo llegué al comedor. Sentado en la mesa estaba el señor Bills con el ceño fruncido y siempre a su lado Whis, él tenía una sonrisa en su rostro.
"Es bueno verlo despierto señor Vegeta." exclamo alegre el ángel, yo asentí y me senté en la mesa, quedando justo frente a ellos.
"Al fin tu ki está tranquilo Vegeta, parecía que estabas a punto de ir a la guerra." comentó el señor Bills, al mismo tiempo que el desayuno apareció en la mesa, inmediatamente el dios comenzó a comer. Lo seguí después de la mirada de aprobación de Whis.
"¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?" pregunte. Tenía la sensación de haber dormido demasiado, mi sed al despertar fue esclarecedor en ese sentido.
"Aproximadamente 2 días." no pude evitar abrir los ojos, sorprendido, creí que habían sido un par de horas. Whis reviso algo en su báculo. "En la tierra serían aproximadamente las 10 de la mañana."
"Whis… ¿Por qué no comentaste nada en la tierra?" Ahora que sabía la verdad, pude notar como el ángel se adaptó demasiado bien a la situación, casi como si a él también le hubieran lavado el cerebro. Casi, sabía que ninguna magia puede afectarlo.
"Sabía que algo estaba pasando, pero no sabía si tendría respuesta de alguien, así que me quedé a observar…"
"¡No mientas! ¡Te quedaste para acabar con toda la comida Whis! " Exclamó el dios destructor, yo solo seguí comiendo. No era totalmente una mentira, había estado comiendo en toda la fiesta.
"No señor Bills, solo me quedé para saber qué era lo que estaba ocurriendo. Era raro que el ki del señor Goku estuviera en un rango tan bajo." Era verdad, de alguna manera Kakarotto y toda su familia tenían un nivel de poder tan bajo que incluso no lograba sentir su ki la mayoría de las veces. Ni al estar en modo base lo tenían a ese rango. "Obtuve lo suficiente con verlos para saber que estaba ocurriendo, solo fue cuestión de irnos al planeta del señor Bills y unir las ultimas piezas."
"Por cierto Vegeta… ¿Qué es exactamente lo que ocurrió? Creí que las esferas estaban resguardadas por tu esposa para evitar esta clase de situaciones." Preguntó el señor Bills después de acabar con un postre de fresa. Note distraídamente que esta era parte de la comida que Bulma les dio. Suspire por la pregunta.
"Todo fue planeado ... ese día Krillin fue a Corporación Cápsula, dijo que fue para ver con Bulma y preguntarle en dónde estaba Kakarotto."
"¿El señor Goku no estaba en su casa?" Whis pregunto.
"No… él se fue semanas antes. Tuvo una última discusión con la arpía y se llevó a Goten con él, estaban quedándose en casa de Gohan. Pero ese día Kakarotto fue al planeta Vampa para visitar a Broly." El señor Bills levantó una ceja al igual que Whis, ambos quedaron sorprendidos por la separación. En mi opinión esa separación ya estaba retrasada.
"No me creo que Goku dejara a su esposa..."
"Yo siempre creí que la señora Chichi y el señor Goku estaban mal emparejados, sus maneras de pensar en muchos temas chocan constantemente. Debió de haber una razón para que se casarán, ya que no son una pareja sólida." Comentó Whis distraídamente.
"Eso es por qué, según Kakarotto, se conocieron de niños y él le "prometió" casarse con ella. Si no fuera por eso, probablemente esa cabeza hueca jamás se hubiera casado o tenido hijos." No le atraía sentimentalmente la arpía, pero si quería a sus hijos.
"¿Cómo que según Goku?" Preguntó el dios destructor, estaba comiendo sushi.
"Kakarotto no recordaba dicha promesa, y cuando lo hizo reveló que lo confundió con comida." Cuando me lo contó lo golpeé en la cabeza. Ese tarado se ató de por vida simplemente por confundir el matrimonio con comida. Incluso el mismo admitió que fue un tonto, eso fue novedad.
"Bueno... eso explica mucho." exclamó Whis, quien solo negó con la cabeza. "Señor Vegeta, ¿Qué fue lo que ocurrió ese día?" sabiendo que el ángel no dejaría el tema hasta que supiera todos los detalles, termine de comer y deje los cubiertos en la mesa.
"Eran ya media noche, acababa de salir de la sala de gravedad cuando Bra comenzó a llorar…" suspiré tal vez por decima vez, cerrando los ojos con cansancio. Aún podía ver su mirada de completo pánico. "Se había dado cuenta de que despertaron al dragón, fui al laboratorio de Bulma para preguntarle si Krillin se las había llevado... pero dijo que no había estado en Corporación Cápsula desde hace semanas."
"Se llevaron las esferas sin que nadie se diera cuenta…" aclaro Whis. Asentí.
"¿No se suponía que estarían las esferas en un laboratorio subterráneo?" Preguntó al señor Bills, ahora tenía una bebida fría en la mano.
"Fueron colocados ahí, pero ese traidor es uno de los que tenía las contraseñas y la localización exacta del laboratorio... Bulma confiaba mucho en él." Una razón más para hacer pagar a ese insecto.
"Conociendo a la señora Bulma, tan pronto sepa la verdad ella misma se encargará del señor Krillin". Whis comento alegremente. Mi esposa no dejaría esto así. "Continúe señor Vegeta."
"Salí de Corporación Cápsula en dirección a un bosque, Kakarotto se había teletransportado minutos antes e iba en busca de la arpía…"
"¿Por qué la señorita Chichi estaría en un bosque?" Preguntó el ángel. Tenía una mirada curiosa.
"Desde hace un tiempo Kakarotto y yo hemos percibido unas reuniones que ya ha tenido con algunos de sus amigos, Krillin incluido. Habían bajado su ki, pero no fue suficiente... menos tratándose de Kakarotto. En medio del vuelo se unieron Piccolo y Gohan: llegamos al claro en dónde estaban..." pase una mano por mi cabello. "Kakarotto ya estaba ahí, lo llamé, pero tan pronto se dio la vuelta se desmayó, al igual que Gohan. Habían cumplido el primer deseo."
"Probablemente también el joven Goten salió afectado, incluso la señorita Videl y la joven Pan." Dedujo Whis, con una mano en su barbilla.
"Atrapé a Kakarotto en el aire y se lo pasé a Piccolo, fui por Krillin, pero quién estaba pidiendo el segundo deseó era el bastardo de Yamcha. Cuando me di cuenta ya era tarde… me desmayé minutos después. Desperté al día siguiente, en mi habitación en Corporación Cápsula, y con estos… recuerdos falsos en mi cabeza.” Terminé y le di un gran trago a mi vaso que curiosamente tenía sake, pero no me queje en lo absoluto.
Eran recuerdos verdaderamente desagradables, sobre todas las discusiones sin sentido con Kakarotto y Bulma, el solo recordarlos hacia que el dolor en mi pecho fuera más agudo, los vínculos se habían dañado un poco...
"Señor Vegeta, ¿No se desmayó inmediatamente?" Pregunto Whis, había notado ese detalle.
"No, estuve despierto hasta que no pude más. Tal vez un par de minutos…"
"Sabía que usted tenía resistencia mental, pero no sabía que fuera tan fuerte." Whis me interrumpió, luciendo interesado.
Fruncí el ceño. "¿Resistencia mental?"
"El hecho de que no haya caído tan rápido el deseo se cumplió demuestra una gran fuerza, o en este caso resistencia a la magia. Lo correcto sería: resistencia a la magia mental." Explicó Whis, bastante intrigado. No creí que fuera tan importante ese detalle. "Dígame señor Vegeta ¿Ha tenido experiencia con magia mental en el pasado?"
Tan rápido dijo "magia mental" una conversación llegó a mi mente.
×
"...Y se me ocurrió está idea... Si me dejaba manipular por ese sujeto pelearía contigo Kakarotto. Me imaginé que con esto desaparecería la diferencia de poderes..." revele, queriendo dejarle en claro porque hacia esto. "El resultado fue como esperaba... ¡Pero el método fue de lo más estúpido!" solté frustrado.
"Vegeta... Se supone que eres un guerrero muy orgulloso y ¿Aceptaste que Babidi te manipulara solo para hacerte más fuerte?" pregunto Kakarotto, su tono lleno de reproche y su ceño fruncido por el enojo.
×
Si, por qué no podía aceptar el hecho de que una tercera clase me había superado y estaba harto de no tener en ningún momento nuestro combate. Aun así, Kakarotto aún tenía un haz bajo la manga, siempre lo tiene.
"Si… hace tiempo un mago llamado Babidi intento manipularme para matar a Kakarotto. Me libere de su control." No pude evitar mostrar una leve sonrisa. Una de las pocas batallas que recuerdo en su totalidad.
"Probablemente su mente noto la intrusión mágica y como con la magia de ese mago Babidi, luchaba constantemente para liberarse de la “manipulación”. Eso explicaría por qué solo usted tenía el ki tan exaltado cuando llegué: es el único con experiencia en intrusión mental y su cuerpo ha estado todo este tiempo luchando el doble... a diferencia de otros." Declaró Whis, eso respondió muchas preguntas.
"Con otros... ¿Te refieres a Roshi? Fue él quien le dio a Bra el muñeco de Kakarotto." Pregunté, sacando de mi armadura el juguete.
"Vaya, se ve exactamente igual a Goku. Solo faltarías tu Vegeta, y tu hija tendría la colección." Comentó el señor Bills elocuentemente, mientras con una servilleta limpiaba algunas migajas de su rostro. Mi ojo tembló casi imperceptiblemente por el comentario final.
"De hecho si, el señor Roshi tiene cierta ventaja sobre el resto debido a su edad y experiencia en el uso del ki, pudo al menos recordar la apariencia verdadera del señor Goku, aunque probablemente ni siquiera recuerde de dónde. Al menos no como usted." aclaró el ángel. Pase una mano por mi cabello con frustración.
"Whis ¿Crees que podrías hacer con Kakarotto lo mismo que hiciste conmigo?" La expresión alegre de Whis cambió a una sería. Ya sabía lo que eso significaba.
"Eso no es posible señor Vegeta, con usted lo único que hice fue adelantar el proceso de liberación que inconscientemente su cuerpo estaba realizando, teniendo ayuda también del ki divino que usted ya posee." suspiro la deidad, este tema era agotador hasta para él. "Pero para el señor Goku se necesitaría nuevamente el uso de las esferas del dragón; sobre todo por qué toda su familia es incapaz de usar su ki, por lo que ninguno de ellos ha tenido algún recuerdo."
"Espera… ¿Cómo que ninguno no puede usar su ki?" Sabía que sus niveles eran bajos, pero no creía que no pudiera acceder a su energía. Ni siquiera el dragón podría hacer eso.
"Poco antes de irnos del planeta, el señor Goku tuvo un aumento en su ki e inmediatamente estaba quejándose de un severo dolor de cabeza."
"Lo mismo que yo." susurre. Ahora que Whis lo menciona, recordé que en algunas ocasiones Kakarotto tenía ciertas molestias en las cenas con Bulma, pero en ese momento no me importaba en lo más mínimo lo que le pasara a ese insecto. Incluso Goten había tenido algunos dolores, pero esos no estaban en su cabeza exactamente.
"Lo mismo que usted." confirmo Whis, sacándome de mi laguna de pensamiento. "El joven Gohan y el joven Goten rápidamente se preocuparon, incluso la señora Bulma estaba asustada: la señora Chichi casi inmediatamente saco de su bolso un frasco de pastillas y le dio al señor Goku algunos, tan rápido los tomó el aumento de energía que note bajó nuevamente y su dolor desapareció."
"El inhibidor de ki…" exclama confundido, identificando los síntomas.
"¿Inhibidor de ki? ¿Sabes lo que son Vegeta?" Preguntó el señor Bills, no pude evitar notar que en toda la conversación su cola había estado moviéndose sin control. Mi antigua extremidad hacia eso cuando estaba estresado.
"Bulma hace un tiempo desarrolló un tipo de inhibidor de ki en forma de inyección. Dijo que en caso de que apareciera algún enemigo que no pudiéramos derrotar, lo usáramos. Lo creó especialmente para dárselo a Trunks cuando volvió al futuro... estaba muy preocupada por él." Yo mismo había sido su sujeto de prueba para dicho inhibidor, así que ya conocía los efectos.
No estaba de acuerdo en usar un método tan cobarde y mi esposa lo sabía, pero ella estaba preocupada por Trunks… y yo también. Pareciera que las desgracias siempre lo acompañaban.
"Conociendo a ti ya Goku, ninguno de ustedes usaría esa inyección…" comentó el dios destructor, rascándose detrás de la oreja. "... son demasiado orgullosos como para usar un método así. Apostaría un postre a qué primero usarían el baile de la fusión." Fruncí el ceño ante el recuerdo de esa danza ridícula, aún más por el hecho de que el dios tenía razón.
"Pero, ¿La señora Bulma solamente había hecho el inhibidor de forma inyectable?" Pregunto Whis.
"Sí. Había dejado un par de muestras congeladas en su laboratorio por si hubiera alguna emergencia, incluso tenía un escáner dactilar." Había hablado con Bulma sobre destruir las muestras, pero ella insistió en conservarlas. Acepté con la condición de que colocara al menos una forma de seguridad. Una de las pocas condiciones que e ganado que acepte.
"La señora Chichi no tiene conocimiento en química, ni siquiera alguno de los implicados. Debió conseguir alguna manera de formar ese líquido en forma de pastilla. Si estoy en lo correcto toda la familia del señor Goku ha estado continuamente dosificada." ni siquiera intente preguntar como sabía que había más personas implicadas, Whis tendía a ser muy observador, seguramente el mismo lo dedujo.
"Sin olvidar que hay que descubrir cómo obtuvieron esa inyección en primer lugar am…" dijo el señor Bills, después se comió un pudin.
Acabé el resto de mi bebida y me levanté de la mesa, instantáneamente el resto de los platos usados desaparecieron. Dirigí mi mirada hacia el ángel, manteniendo el juguete duro agarrado en mi mano. Debía de regresar.
"Whis, llévame de regreso a la tierra." Había asuntos que aclarar con ciertas sabandijas.
“¿Prefiere que aterricemos frente a Corporación Capsula, señor Vegeta?” el ángel ni se negó, tendría que darle algunas cápsulas como recompensa.
“No, aterrizaremos en el mirador.” tenía que hablar primero con un Namek.
Y algo me decía que él ya estaba esperándome.
Chapter 8: Perspectiva de Piccolo
Summary:
En la tierra mientras tanto: un dios y uno antiguo observaron en silencio las consecuencias por el uso indebido de sus esferas.
Esta situación dañara a todos, pero dejaran cicatrices de por vida a muchos...
La cuenta regresiva avanza un poco más...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Horas antes…*
*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Templo de Kamisama - El Mirador*
***
El sol había comenzado a salir. A mi lado se encontraba Dende, ambos con la mirada fija en la tierra. Aún tenía la “vista” como dios de la tierra, misma que Dende obtuvo al tomar el manto de Kami.
Había sido la rutina durante meses, observando los cambios: sobre todo de Goku y Vegeta.
Notamos las reuniones entre Chichi y Yamcha, unas semanas después del Torneo del Poder; comenzando como reuniones sexuales. Tanto Dende cómo yo, habíamos evitado verlos, y comentar algo al respecto.
Cómo Kami, Dende no puede interferir en asuntos mundanos.
Podía involucrarse cuando se trataba del bienestar de la tierra, (como había hecho Kamisama antes) pero cuando se trata de temas como: infidelidad, corrupción, mafias o asesinato tenía prohibido entrometerse. Era parte de la vida en la tierra, tenían que vivir con libre albedrío; el cargo de Kamisama estaba ahí para evitar amenazas exteriores y documentar sus avances o destrucción.
En el caso de Goku entraría en temas mortales. Si bien él es un Saiyajin, la tierra fue su hogar y, por lo tanto, está sujeto a ciertas reglas, pero al ser también su protector hay otras que pasa por alto.
Podría haberlo mencionado, pero las pequeñas (y algo molestas) conciencias de Kamisama y Nail en lo profundo de mi mente me detuvieron. Estaba demasiado involucrado con la familia de Goku. La infidelidad terminó solo unos meses después, a lo que pasaron a reuniones comunes. Fue aquí que se unieron Krillin, Oolong y Puar.
Dende estuvo bastante al pendiente de dichas reuniones, la mayor parte de ellas hablaban de Goku. Aunque la forma de juntarse había sido ridícula, Goku le había tenido mucha confianza a Chichi y se demostró contando hechos de él que nadie sabía. Así inició su maldito plan.
Su intención era usar las esferas, pero habíamos estado seguros que no podrían cumplir sus deseos.
Después de lo ocurrido con Buu, Dende había modificado las esferas para que solo se pudieran eliminar recuerdos o personas de la memoria de alguien si es que la persona estaba de acuerdo y tenía conocimiento de ello. Está regla no se aplicaría a menos que fuera en una situación de emergencia o peligro para los humanos en la tierra. A Dende no le agradaba el hecho de que pudieran eliminarse los recuerdos con tanta facilidad: era una forma de quitar el libre albedrío en la tierra, desde su punto de vista. De llegar a una situación parecida al de Majin Buu, la última parte del cambio permitiría el deseó; solo si fuera para la paz de la tierra.
Pero no ayudó en nada, habían encontrado la forma…
×
Estaba en mi meditación cuando escuché como el clima alrededor del bosque cambiaba, fruncí el ceño irritado. Sabía que eran las esferas. ¿Por qué las habían reunido si no funcionarían?
No pasó mucho para que el ki de Goku apareciera en algún punto de la costa y volará en dirección en dónde se convocó Shenlong. Suspire, me concentre y accedí a mí enlace mental con Gohan. Era mejor que lo supiera ahora.
=Gohan=
=Señor Piccolo. ¿Ocurre algo? Sentí que el ki de mi padre aumentaba=
=Sal de tu casa, lo sabrás cuando lo veas=
En unos instantes sentí como el ki de Gohan se encendió y comenzó a volar en dirección al de Goku, me levanté y lo seguí, al mismo tiempo que el ki de Vegeta se elevaba. Lo alcanzamos.
"¡Vegeta!" lo llamé, había estado perdido en sus pensamientos.
"Piccolo" respondió. A juzgar por su mirada podía ver qué él no estaba enterado de esto, así que habían robado las esferas. Cobardes.
"¿Qué está ocurriendo? ¿Quién activó las esferas para que mi padre volará a esa velocidad?" Pregunto Gohan. Estaba preocupado, no le había dado ningún detalle de la situación. A él jamás le gustó que le ocultaran cosas, sobre todo cuando involucraba a su familia.
"Será mejor cuando lo veas por ti mismo." Respondió Vegeta, Gohan se puso serio y aumentó su velocidad, ambos hicimos lo mismo.
Gohan no sabía de las reuniones de su madre, Goku las había percibido, pero no había comentado nada a sus hijos, (demasiado despreocupado como siempre).
No tardamos mucho en llegar a dónde estaba Shenlong, el dragón había notado mi presencia al girar casi imperceptiblemente su mirada a mi dirección; siempre lo había hecho desde mi fusión con Kamisama.
Por mi conexión con Gohan pude sentir su confusión, además de un poco de enojo. No le gustaba lo que veía.
"¡Kakarotto!" Vegeta llamó a Goku, él estaba unos metros lejos de nosotros. Fue cuando mi oído captó parte de la conversación entré Chichi y Shenlong.
"... si cumplo tu deseo, te advierto que todos podrían llegar a recordar con su manejo de la energía vital, sobre todo Son Goku debido al ki divino; lo mismo ocurre con Son Gohan."
"No importa, cumple mi deseo." pidió Chichi desesperada.
El sonido de los ojos de Shenlong se escuchó y en ese instante Goku se había girado hacia nosotros e inmediatamente cerró los ojos, cayendo inconsciente.
"... he cumplido tu primer deseo."
"¡KAKAROTTO!" Grito Vegeta, se acercó y lo atrapó en el aire.
A mí lado Gohan también se había desmayado y rápidamente lo atrape. No me habría preocupado si no fuera porque mi conexión con él se cerró de forma fría y dolorosa.
“... y ¿Cuál es tu segundo deseó?"
“¡Gohan despierta!" grite. Desde que la conexión se había formado jamás se había cerrado, a excepción de cuando Gohan había estado en el planeta Supremo; al estar en otro plano de existencia se había bloqueado.
Que tenía en su maldita cabeza esa sabandija al querer dañar a su tan amada familia.
En un segundo Vegeta estaba frente a mí, con Goku en sus brazos. Acomode a Gohan en mi hombro y tome a Goku, con una última mirada fue a confrontar al resto.
Con Goku cerca intenté abrir la conexión que tenía con él, pero también estaba cerrada, así que comprobé el resto: con Goten y Pan también se habían bloqueado, incluso Videl. No deberían poder hacer nada. ¿Cómo demonios lograron esto?
Capte el pequeño intercambio entre Krillin y Vegeta, no le tome mucha atención, hasta que escuche de nuevo al dragón.
"... he cumplido tu segundo deseó."
Me acerqué al claro en dónde estaban y vi como Vegeta caía al suelo, en algún momento se había transformado en Super Saiyajin, pero había perdido su transformación antes de tocar el suelo.
"¡VEGETA!" Le grité. Aterrice en el suelo y apoye en un árbol a Goku y Gohan.
"U-us-stedes… insectos-s." escuché a Vegeta hablar, pero su voz apenas era un susurro.
"Espero disfrutaras de Bulma, Vegeta. Por qué a ella, ya no le importaras." Escuché a Yamcha decir con voz arrogante. Ya estaba en el claro.
Vi a Vegeta inconsciente en el suelo, Yamcha y Chichi estaban frente a él; Puar y Oolong estaban detrás de ellos, preocupados por mi presencia y Krillin hablaba con Shenlong.
"Haz que la tierra tenga los cambios relacionados con los dos deseos anteriores, incluyendo a humanos y Namekianos." Lo habían logrado.
"Eso es muy fácil…"
"¡Krillin detén está estupidez!" al escucharme el hombre se giró para mirarme de frente, tenía los ojos llenos de lágrimas sin derramar.
"Lo siento Piccolo..."
Lo último que recuerdo fue escuchar la voz de Shenlong, después todo brilló.
×
Cuando desperté estaba acostado en una cama del Templo, cuando me levanté encontré a Dende en la orilla del mirador y me explicó cómo llegué: había aparecido en la entrada del templo, inconsciente. Él y el Señor Popo me habían llevado a una habitación para que descansará.
Lo primero que hice fue comprobar las conexiones mentales: lo único que sentí fue frío. Los enlaces de Goku, Gohan, Goten, Pan, Videl, incluso el de Bulma estaban cerradas. Los únicos que aún se mantenían intactos eran los de Vegeta y Trunks. La conexión que tenía con Krillin también estaba bloqueada.
Tenía la intención de visitar a Gohan, pero Dende me había detenido.
×
"Señor Piccolo, creo que es mejor que los vea desde aquí…" dijo, con una mirada triste en sus ojos.
×
Solo basto una mirada hacia la tierra para ver todos los cambios que habían hecho.
Los primeros que ví fueron Gohan y Videl: desde el instante en que Gohan se despertó se quejó de una ligera migraña, pero se arregló con unas cuantas pastillas: aunque también bajaron su nivel de pelea a un estado mínimo; con Pan ocurrió algo similar.
De Goku, sus cambios fueron los más drásticos: pasó lo mismo con el dolor de cabeza, el cual fue controlado por Chichi, pero su comportamiento con ella había sido "cariñoso" y solo empeoró cuando comenzó a vestirse con un traje. Todos sabían que Goku odiaba ese tipo de ropa. Con Goten fue casi normal, pero está vez, no se arregló para ir a su escuela, al parecer iba a comenzar a estudiar en casa. Iría a la escuela solo para darse de baja.
El último fue Vegeta: en su caso él también había presentado malestares, pero había cierto movimiento en su energía que era extraño. Con él las pastillas no le ayudaron mucho, aunque eran diferentes a las que tenían Goku y Gohan; Trunks no tenía ningún cambio, a excepción de las fotografías en su habitación; Bra era una historia distinta, había despertado llorando: Dende me había contado que fue ella quien avisó a Vegeta de la activación de las esferas, había estado muy asustada y ahora no fue la excepción.
Los siguientes meses fueron peores…
Las continuas reuniones entre Bulma y Chichi habían llevado a varias discusiones sin sentido entre esas sabandijas orgullosas. Lo mismo pasó con Trunks y Goten, pareciera que solo sabían discutir cada vez que se veían.
Bulma había dejado de estar con sus hijos; Vegeta era quien mayormente cuidaba de Bra; Trunks estaba ocupado tomando las riendas de Corporación Cápsula, dándole tiempo a Bulma para escaparse con Yamcha. Los señores Briefs eran ignorantes a este último tema, ellos no presentaron ningún cambio. (Un muy pequeño consuelo)
La vida de Gohan había cambiado drásticamente, Mr. Satán apenas tenía tiempo para visitar a Pan: Gohan los separaba con cualquier excusa, integrándola en muchas clases particulares con profesores privados. Su relación con Videl estaba en un punto crítico: habían tenido más discusiones en los últimos meses que verdaderas conversaciones, todo por el trabajo de Videl cómo maestra de artes marciales. (Era difícil para mí verlos algunas veces)
Goten estaba también con algunos tutores, teniendo constantes evaluaciones para su entrada temprana a la universidad. Chichi siempre está detrás de él como una sombra, dándole más trabajo del que ya tiene, arreglando todo para que Goten entre como abogado a la universidad; Goku estaba gran parte de la semana en su trabajo como jefe del departamento de seguridad en la segunda empresa más importante de Satán City.
Hace dos años, Videl había dejado en una ocasión a Pan en Corporación Cápsula para que conociera a Bra. Desde entonces cada fin de semana las juntaban para jugar, se habían llevado bien desde el principio. Esas reuniones se detuvieron, como si nunca hubieran pasado.
Dende y yo pudimos notar que Bra era la única que no había sido afectada. Las primeras semanas había intentado correr hacia Goku para que la cargará, pero él siempre la recibía con una mirada desagradable, al verlo Bra solo se alejaba llorando desconsolada, lo mismo pasaba con Goten. Sospechaba que la magia de Whis era responsable de su resistencia a Shenlong, pero no estaba seguro.
Antes de todo este lío, Gohan de vez en cuando venía al Templo a pasar tiempo con Dende o en su defecto, se unía a mi para una sesión de entrenamiento o meditación; Goku se había unido a este último algunas veces durante los últimos dos años, incluso Goten se reunía para entrenar con Trunks antes de ir a la escuela, todo eso se terminó con los deseos (después de desaparecer como los héroes de la limpieza). Ahora ni siquiera entrenaban de alguna manera y habían perdido masa muscular a una velocidad inquietante, sobre todo Goku.
Dende había visto toda la escena con Shenlong. No había escuchado los deseos que habían pedido, pero si lo que causaron y a quienes afectaron o debían de afectar; Dende y yo debíamos ser parte de ellos.
Desde el primer día no había tenido ningún cambio en mi memoria, con Dende era un tema distinto; al ser el nuevo protector de las esferas del dragón tenía cierta inmunidad a los deseos que afectan a la tierra o a un grupo de personas. Una contramedida que había colocado el mismo Kamisama desde su creación. Al tener parte de Kami en mi interior aplicó también está regla. El señor Popo tampoco había presentado cambios, pero al ser un ser del otro mundo, las reglas no aplicaban a él.
Pero Ten Shin Han había sido toda una sorpresa. Él vino al mirador solo un par de meses después del incidente. Estaba solo. Había dejado a Chaoz en su Dogo.
Aparentemente Ten había convencido a Goku hace meses para que fuera a su Dogo para dar algunas clases sobre el uso del ki, pero cuando fue a buscarlo el encuentro no fue como lo esperaba: Goku estaba en camino a su trabajo, así que Ten Shin Han lo vio con su traje, en ese momento él explicó que le aparecieron visiones en su mente que no tenían sentido, todos de golpe. Se había disculpado con Goku y se fue a un lugar apartado en el bosque, la aparición de los recuerdos había sido abrumadora y duró un tiempo, cuando terminó vino inmediatamente al Templo.
Dende preocupado había revisado a Ten Shin Han en busca de alguna anomalía, pero no había nada. Sin embargo, yo tenía una posible explicación, más específicamente Kamisama.
Una década antes de que Goku aterrizara en la tierra, una raza alienígena había llegado al planeta para quedarse; Kamisama los había observado con cuidado, asegurándose de que no fueran una amenaza, pero fue todo lo contrario. Ellos solo querían vivir una vida pacífica: vivieron en aislamiento al principio, pero con el pasar de los años habían comenzado a relacionarse con los humanos, llegando incluso a tener hijos con ellos. La raza en cuestión se llamaba Triclopes y Ten Shin Han desciende de ellos, incluso fuera un híbrido.
Los Triclopes viven en una isla aislada del continente, la raza prefiere lugares apartados: bosques, montañas, islas, cualquier lugar lo suficientemente lejano de alguna civilización grande. Son mayormente pacíficos, pero como Ten tienen habilidad con el uso del ki. Es raro ver a alguno demasiado lejos de la isla principal en donde habitan, incluso con su buena relación con los humanos, Ten Shin Han es un caso único. Comenté todo esto con Dende después de darle uno de los diarios de Kamisama, en dónde había más detalles.
Uno de los deseos afectaba a todos los humanos y Namekuseins que conocían a Goku: Ten al ser un híbrido de Triclope no fue afectado en su totalidad por la magia del dragón, pero tuvo algunos efectos. Lamentablemente los recuerdos falsos eran aleatorios y no explicaban en su totalidad cuanto afectaron al resto.
Durante los últimos meses Ten estuvo visitando el Templo con frecuencia, tanto por el resto de sus amigos cómo por detalles de su raza; él no sabía que era un híbrido hasta ahora. No recordaba nada de su infancia y el que estuviera tan lejos explicaría por qué jamás se encontró a otro Triclope. Del tema hablaba mayormente conmigo, ya que tenía los recuerdos de Kamisama a diferencia de Dende, quien tenía que revisar los diarios guardados en el Templo que solo él y yo podíamos leer.
Algunas veces me recordaba a mi o a Kamisama, ambos habiendo crecido en la tierra, sin saber de nuestra raza. Le di toda la información que tenía. (Kamisama estaba más que dispuesto a compartir y a Nail le fue muy interesante.)
Suspiré, observando cómo Gohan se estresaba con sus nuevas carreras como Investigador Médico y Genetista. En un inicio él se especializaba en Investigación Biológica, pero la arpía de su madre lo había convencido de cambiar.
"Señor Piccolo." Llamó suavemente Dende y gire mi rostro para verlo; tenía una mirada sería, pero triste. A él en particular no le gustaba que jugarán con la mente de las personas como si fueran marionetas. "¿Está seguro de que el señor Vegeta vendrá?"
"Lo hará. Whis se dio cuenta, solo es cuestión de tiempo." La llegada del ángel también fue una sorpresa. Días antes de que Goku fuera al planeta Vampa comentó distraídamente que Whis vendría a principios de diciembre de este año. El que el señor Bills despertara antes fue oportuno.
"Estoy preocupado…" Dende revelo, su mirada fija en la tierra.
"Todo terminará pronto."
"No es por eso…" confesó, levantando su mirada hacia el horizonte. "...son las secuelas que pueda traer esto. Dejará marca, sobre todo al señor Goku." Giró su cabeza y sus ojos se encontraron con los míos, su preocupación y miedo grabados en su rostro. "Me preocupa que no pueda continuar."
"Él lo hará. Ha pasado por situaciones difíciles."
"Pero jamás algo como esto, señor Piccolo." Suspiro cansado. "Está vez no se trata de un enemigo fuerte; fue traicionado y engañado por su esposa y sus amigos más antiguos. Esto puede llegar a romperlo."
.෴.෴....Tiene razón, Piccolo....෴.෴ escuché la voz lejana de Kamisama.
.෴.෴....Ellos fueron un ancla para Son Goku por años, antes que sus hijos....෴.෴ La voz de Nail lo secundo.
"Lo sabremos cuando todo esto termine." Respondí, Dende solo me dio una sonrisa cansada y devolvió su mirada a la tierra. Cerré los ojos y suspiré.
Solo quería que esto terminara de una buena vez.
၍ ລ ၍
Ten Shin Han tan pronto aterrizó en el templo se acercó a nosotros, sin antes saludar al Señor Popo quien se encontraba cerca.
"Dende, Piccolo." Saludo, haciendo una inclinación de cabeza.
"Hola señor Ten Shin Han." Saludo Dende con una pequeña sonrisa.
"Ten Shin Han." Saludé. Durante los últimos meses ha sido un compañero tranquilo y agradable. El estar tanto tiempo con Gohan y su familia ha hecho que esté acostumbrado a la compañía.
"17 mi interceptó a medio vuelo. Quiere saber lo que haremos tan pronto Vegeta llegué." Informó, No. 17 había venido al mirador solo un par de meses después que Ten Shin Han; su esposa y sus hijos habían sido afectados por el deseo y él quería explicaciones. Ha estado al pendiente de la situación desde entonces.
"Oh, es bueno saberlo." Dijo con una sonrisa el señor Popo. Él había estado muy preocupado por la situación, conocía a Goku desde que era un niño y verlo así había sido desconcertante.
"¿Cuándo llegaran el resto?" Pregunté, la postura de Ten se volvió tensa al instante, él sabía de quienes hablaba y no le agradaba.
"Llegaran en unos minutos… estuvimos de acuerdo en que era mejor que Vegeta solo nos viera a nosotros primero." informó serio. No necesitaba que contara que la conversación había sido visiblemente incómoda.
"Incluso con esa contingencia, es posible que el temperamento del señor Vegeta se salga de control." Comentó casi distraídamente Dende. Aunque nuestras sospechas fueran ciertas, toda esta situación podría causar que Vegeta estuviera temperamental. Sobre todo, si viera a Yamcha.
"Piccolo, puedo ver al señor Whis viajando en dirección a la tierra. Vegeta está con él." la voz de Kaiosama se escuchó por todo el Templo.
Casi inmediatamente después de que viera los cambios de Shenlong, Kaiosama se había comunicado con Dende y conmigo.
En el cumpleaños número dos de Bra, Vegeta había recolectado las esferas para darle un regalo a su hija, en esa ocasión Goku había estado presente toda la fiesta y pidió uno de los deseos restantes. Fue ese día que por fin revivió a Kaiosama.
Durante los años siguientes Goku había pasado por malos momentos con Chichi y con quién más hablaba del tema era con Kaiosama, a quien veía como una figura paterna. Sospechaba que él también había visto la infidelidad de Chichi e intentó ayudarlo a su manera.
"Gracias Kaiosama." Agradeció Dende, mirando hacia el cielo.
Alejándonos un poco de la orilla del mirador, observamos como poco a poco, lo que parecía una estrella comenzaba a acercarse. En cuestión de segundos una columna de luz se posó en medio del Templo aterrizando, cuando por fin la luz desapareció pudimos observar quienes llegaron; Vegeta y el señor Whis.
"Buenos días a todos, señores." Saludó jovialmente Whis, estaba lejos de nosotros por un par de metros. "Qué bueno que nos reunamos en mejores circunstancias."
"Igualmente señor Whis." Saludo Dende con un leve suspiro de alivio. Que mencionara la situación significaba que Vegeta recordaba.
Fijé mi mirada directo hacia el saiyajin, su ki estaba en calma por primera vez en meses, su ceño fruncido era el mismo, pero tenía cierta tensión en su postura, casi a la defensiva. Su mirada evaluaba su entorno: está había sido la primera vez que estaba en el Templo desde el incidente. No pasó mucho para que Vegeta posará su mirada en Dende, el señor Popo, Ten Shin Han y finalmente en mí.
"Piccolo." Saludo, me miraba como si me viera por primera vez en mucho tiempo.
"Vegeta." Le devolví el saludó, relajándome. Mientras tanto él se acercó a nosotros, con el señor Whis no muy lejos.
"Vegeta ¿Recuerdas?" Preguntó directamente Ten Shin Han.
"Si, lo hago." Respondió, luego su ceño se frunció aún más y nos miró a todos. "Ahora, quiero que me expliquen. ¿Cómo es posible que haya ocurrido esto? ¡Se supone que las esferas fueron modificadas para evitarlo!"
"Y lo fueron, señor Vegeta. Pero encontraron una forma de eludir la regla; de otra forma sus recuerdos hubieran sido borrados, no sellados." Respondió Dende.
"Basándose únicamente en la historia de Goku, lo que hicieron fue agregar recuerdos falsos, bloqueando automáticamente los verdaderos." Expliqué, inmediatamente Vegeta fijó su mirada en mí, continúe. "Aparte de Bulma, fue Yamcha y Puar las segundas personas que conoció Goku después del fallecimiento de Son Gohan, su abuelo; Krillin conoció gran parte de su vida al entrenar a su lado con Roshi; Chichi en cambio conocía no solo el resto de la historia, si no sus sentimientos y pensamientos. El dragón solamente tuvo que hacer coincidir la historia con el resto de nosotros."
"Señor Piccolo. ¿A qué se refiere con sentimientos?" Pregunto Whis, tenía una mano suavemente en su barbilla.
"Desde la llegada de Raditz, Goku siempre se sintió reacio a aceptar que era un saiyajin, incluso diría que odiaba el hecho de que descendiera de ellos." Conté, Vegeta suspiro enojado y se cruzó de brazos, pero no dijo nada, él claramente sabía esto. "Creemos que parte de la razón por la que el primer deseo solo afectó a la familia de Goku fue por qué todos tenían sentimientos parecidos cuando se trataba de la raza saiyajin."
"¿El joven Gohan y el joven Goten también niegan su herencia?" Pregunto nuevamente el Ángel, algo sorprendido.
"Gohan no tuvo una gran primera impresión. Tenía 4 años cuando Raditz llegó a la tierra, lastimó a Kakarotto y lo secuestró, encerrándolo en su nave. Un año después llegamos Nappa y yo y prácticamente matamos a todos. Nappa lo hubiera matado si Kakarotto no hubiera llegado a tiempo." Explicó está vez Vegeta.
Gohan no odiaba su herencia, pero tampoco lo enorgullece, sobre todo viendo que su aparente "Tío" fue el responsable de que su padre tuviera que morir por primera vez. Algo parecido son sus sentimientos con las artes marciales, aunque, a diferencia de su herencia ha llegado al punto en que le ha llegado a gustar; lo calman y disfruta de los entrenamientos, los katas y sobre todo de la meditación. Era algo que lo unía a mí y a Goku y eso lo hacía feliz.
"Goten únicamente ha tenido historias que ha escuchado por parte de Kakarotto o Chichi, probablemente lo que él tenga sea miedo por lo que los saiyajines hacían antes. Y con Pan, solo es una niña, no sería tan difícil agregar sentimientos negativos con recuerdos falsos." Término amargamente Vegeta.
"Así que la señora Chichi usó los sentimientos negativos del señor Goku y sus hijos para crearles una vida en dónde explotaría esa negación y provocaría un odio a todo lo relacionado con los saiyajin o las artes marciales. Al mismo tiempo, que se aseguraba de que se convirtieran en su *familia perfecta* sin miedo a que regresarán de alguna forma a sus antiguos hábitos." Reflexiono Whis. "Fue brillante de su parte."
"Pero hay algo que aun no entiendo. Se supone que no se podían eliminar personas de la memoria de alguien sin su conocimiento. ¿Cómo fue posible que bloquearan los recuerdos del Torneo del poder?” pregunto Vegeta.
“Tal vez eso se deba a que en esta nueva identidad que le dieron al señor Goku al no practicar las artes marciales, siendo él una parte importante de la realización del Torneo, provocó que en su historia no se realizará, bloqueando los recuerdos. Pero al ser momentos que marcaron su vida, usted logró recordarlos, en forma de sueños.” Explicó Whis. Gracias a la conexión que tengo con Vegeta algunas noches él llegaba a activar el enlace inconscientemente y lograba escuchar su voz, incluso la voz de Goku.
"Señor Vegeta. ¿Cree que el señor Goku pueda recordar?" Pregunto Dende en un tono esperanzado.
"¿Cómo lo hice yo? no." Respondió rotundamente Vegeta, viéndose en su expresión que estaba enojado con solo decirlo. "Aparentemente yo logré recordar ya que tengo cierta experiencia con la magia mental."
"Babidi." mencione, Vegeta solamente asintió. El resto tenían expresiones decaídas.
"En el caso del señor Goku se necesitaría de nuevo la magia de las esferas. Incluso el señor Vegeta: puede que recuerde la mayor parte de su vida, pero hay partes que la magia del dragón aún bloquea." Explicó Whis. "Lo mejor sería esperar a que las esferas se vuelvan a activar."
"Eso no sería recomendable." Mencionó en un tono sombrío Dende.
"¿Por qué lo dices Dende?" Preguntó cautelosamente Ten Shin Han.
"De esperar a que se reactiven las esferas, puede que Shenlong no pueda revertir los deseos." Revele con pesar, Ten y Vegeta abrieron los ojos, sorprendidos y asustados. Incluso Whis presto total atención.
"¿Cómo que podría no revertir los deseos? ¡Es su propia magia!" Vegeta grito en un tono preocupado, casi asustado.
"A diferencia de Namekusei, las esferas de la tierra tienen cierto límite en su poder; un ejemplo sería el límite de un año que hay entre revivir a una persona o como antes solamente se podía pedir un solo deseo." Dende suspiró, tomando con ambas manos su bastón, apretándolo. "En este caso el límite sería el tiempo que hay entre deshacer un deseo concedido; Shenlong no tiene la capacidad de deshacer deseos que hayan sido pedidos después de un año."
"¿No puedas modificarlos para aumentar el tiempo límite?" Pregunto Ten Shin Han.
"Puedo modificarlos, pero al hacerlo después de que los deseos fueran pedidos aún entrarían en el tiempo límite." Explicó lentamente Dende, mirando hacia abajo. "Para que funcionará debía de haberlos modificado antes de su uso, igual que en lo ocurrido con Cell."
Al escucharlo Vegeta se alejó un par de metros, tomándose con ambas manos del cabello y jalándolo, mientras gruñía de frustración. Era claro que apenas podía controlar sus emociones, pero al menos hacía el intento de no salirse. Le preocupaba su familia e intentaba mantener su cabeza fría.
"La única forma de deshacer esto es si pedimos el deseo a otro dragón, preferiblemente más fuerte que Shenlong, Porunga." Mencioné, todos voltearon a mi dirección.
Inmediatamente Vegeta se giró y estaba a punto de hablar, pero una presencia comenzó a acercarse al templo y sus palabras murieron en el acto. En cuestión de segundos su expresión pasó de curiosa a una de completa cólera. Se giró lentamente hacia atrás, observando cómo se acercaban los nuevos invitados.
"Llegaron antes…" escuché el susurro preocupado y enojado de Ten Shin Han.
Solo fueron un par de minutos, pero No. 18 y Krillin aterrizaron limpiamente en el Mirador, ambos con posturas rígidas, uno en especial su ki temblaba de miedo. El nivel de pelea de Vegeta comenzó a aumentar.
18 se alejó de su esposo, al ver a Vegeta, Krillin no tardó mucho tiempo en levantar su rostro y se encontró con la mirada fría del saiyajin, su expresión cambió a una de pánico. "Vegeta-a…"
En cuestión de segundos el ki de Vegeta estalló y lo único que pude ver fue el brillo del Super Saiyajin antes de ver, con cierta preocupación, como Krillin quedo con su espalda contra el suelo, con las manos de Vegeta en su garganta, apretando.
"¡TÚ MALDITO TRAIDOR!" Grito Vegeta en completa cólera. Había perdido el control.
"¡Vegeta, espera!" Grito Ten Shin Han, comenzando a acercarse a ellos.
"Vege.. ta.. es-espera…" gimió entrecortadamente Krillin.
"¿¡ACASO SABES LO QUE HAS HECHO!?, ¿¡ACASO SABES LO QUE HAS AYUDADO A HACER MALDITO BASTARDO!?" Gritó el saiyajin. Rápidamente me aleje de Dende cuando quedó claro que Vegeta no se detendría, lo estaba ahorcando lentamente.
"Yo-o… n-noo… perdó-on…" Ten Shin Han llego a donde estaban y se arrodilló, tomó los brazos del orgulloso saiyajin e intentó alejarlo de Krillin, yo me coloque a su lado intentando lo mismo. Logramos que se levantara un poco del suelo, pero su agarre en el cuello del humano seguía firme.
"¡¡TÚ SABÍAS, SABÍAS QUE KAKAROTTO NO QUERIA MAS HIJOS!!" Volvió a gritar Vegeta mientras su ki se encendía más y pasaba al Super Saiyajin 2. La transformación causó que Ten y yo fuéramos expulsados lejos de ellos, cayendo de espaldas al suelo. Por el rabillo del ojo ví que Whis colocó un pequeño escudo para proteger a Dende y al señor Popo.
"Yo… no-o… sa-sabía… que-e l-lo… h-haría." Escuché a Krillin responder, rápidamente yo y Ten Shin Han nos levantamos.
"¿¡NO SABIAS!? ¡¡ESA MALDITA ARPÍA HA ESTADO VIOLANDO A KAKAROTTO DURANTE MESES POR SU OBSESIÓN POR UN HIJO!!" revelo con rabia e indignacion.
Al escucharlo inmediatamente me detuve y abrí los ojos con horror. Mi oído captó los sonidos de sorpresa y horror de Ten Shin Han, 18, el Señor Popo e incluso Whis.
El único sonido que se escuchó después fue el de un objeto cayendo, Dende había dejado caer su bastón.
.෴.෴....Oh Son Goku….෴.෴ Nail susurro aterrado.
.෴.෴....Piccolo, esto lo va a romper….෴.෴ soltó Kamisama con voz quebrada.
Dende tenía razón para temer.
Esto lo va a romper... rompería a todos.
Notes:
-La raza Triclope existe en el universo de Dragon Ball y Ten Shin Han desciende de ellos. Esto lo confirmo Akira Toriyama en una antigua entrevista.
-No se sabe exactamente si Ten Shin Han es un Triclope puro o un hibrido, para mi historia es un hibrido.
-Los Triclopes son una raza pacifica que ha vivido en armonía con los humanos desde hace mucho tiempo, no se dio mucha información Canónica de que paso en su planeta de origen o siquiera cual es, solo se dijo que llegaron décadas antes que Goku y se establecieron en la tierra, primero exiliados y con el tiempo se abrieron a los humanos.
Chapter 9: Perspectiva de Vegeta
Summary:
Se descubren más verdades de un pasado enterrado y se hacen promesas...
Cuenta regresiva en su último tramo...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Templo de Kamisama - El Mirador*
***
La furia que había logrado mantener contenida salió tan pronto sentí el ki de este insecto… de este maldito traidor.
Mi respiración era errática, sentía que en cualquier momento mi corazón saldría de mi pecho; mis oídos zumbaban y mis brazos temblaban, pero aún mantenía la fuerza de mi agarre intacta. La magia del dragón no solo había bloqueado los recuerdos de la tierra, también había logrado bloquear mi tiempo en el ejército de Freezer: antiguos castigos y torturas que al bastardo le encantaba infligir a los pocos saiyajins que habíamos sobrevivido. Una de las razones por las que nos dejó vivir a Raditz y a mí por tanto tiempo.
Todos esos recuerdos habían comenzado a regresar a una velocidad abrumadora durante el viaje. Fue peor cuando recordé que Kakarotto se teletransportó una vez a la sala de gravedad de madrugada, hace ya dos años y terminó contándome la discusión con su esposa.
La arpía quería otro hijo, y Kakarotto se había negado.
Ese cabeza hueca me lo había contado todo. Jamás había vuelto a tocar a su esposa después de su regresó del más allá. Podía fingir ser un idiota delante de todos, pero incluso él tenía sus límites.
Con esa discusión fue el inicio de las peleas, los insultos y las reuniones secretas: Bulma y yo vimos como lentamente la máscara de Kakarotto se rompía cada vez más; Gohan visitaba más a su madre en un intento por distraerla, recibiendo él el maltrato y la atención; una vez escuché a Goten contarle entre sollozos a Trunks que estaba cansado de escuchar a su madre gritar, que incluso le tenía miedo.
Esa arpía, esa maldita tramposa había orquestado todo esto para tener a su esposo y a sus hijos como títeres… llegando al punto de violar a Kakarotto en contra de su voluntad.
Algo que había jurado por sangre jamás volver a permitir…
Por culpa de estos insectos los vínculos familiares con los que durante años aprendí a aceptar, incluso apreciar resultaron dañados por las discusiones hirientes, el odio y el desprecio ciegos que tenía por Kakarotto y mis sobrinos, debido a esa vida falsa implantada en nuestras mentes.
Sentí como las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos lentamente, al mismo tiempo que mi mente repetía una y otra vez las violaciones; las torturas; las golpizas; los gritos de agonía de los que quedaban de mi raza… de Nappa, de Raditz, los míos.
Juraría haber escuchado por un segundo los gritos de Kakarotto y de Bulma… mi esposa.
Había roto la promesa a mi raza, a mi familia…
"¡VEGETA POR FAVOR DETENTE!" Escuché a alguien gritar… reconocía esa voz.
Parpadee rápidamente, regresando al presente. Mi visión había comenzado a nublarse sin darme cuenta. "Kai… ¿Kaiosama?" Pregunté casi en un susurró.
"¡Vegeta detente por favor! Esta no es la forma." volvió a pedir de forma desesperada. Ahora sí estaba seguro que era Kaiosama.
Miré hacia abajo y me encontré con la mirada aterrorizada de Krillin; mis manos aún agarraban su cuello con fuerza, su cara se había puesto ligeramente roja y morada, mientras sus manos hacían el patético intento de alejarme.
Después de tantos años de haber dejado el ejército de Frezzer (y por culpa de ese saiyajin pacifista) había dejado de disfrutar ver el miedo y el terror en los ojos de las personas a mi alrededor, incluso diría que ahora me desagrada. Pero en este momento no sentí eso, en cambio, solo sentía pura satisfacción.
Sería tan fácil solo apretar con más fuerza y podría sentir como se le rompía el cuello… las esferas ya no podrían revivirlo.
Estaría vengando a mi familia, lo estaría castigando.
"¿Por qué debería?" Pregunté en voz alta, no pude evitar mostrar una sonrisa de satisfacción al imaginar su muerte. "No es como si alguien lo extrañara."
"Incluso tú sabes que eso es mentira, Krillin tiene una hija, al igual que tú." el recuerdo de mi pequeña y todas las veces que lloro al ver el rostro de odio de Kakarotto solo provocó que apretara mi agarre. Me dan más razones para matarlo. "¡Espera, Vegeta!"
"¡Vegeta no puedes matarlo!" Escuché el grito de Piccolo. Giré hacia la derecha y lo ví, estaba un par de metros lejos de mí, tenía levantadas un poco sus manos, como en un intento de controlar a un animal rabioso. Y no estaría lejos de la verdad. "Espera a que Goku y Bulma recuperen la memoria… ellos también tienen voz en esto."
Vi directamente a sus ojos sin decir ni una palabra: noté que estaba preocupado porque matara a este bastardo, pero tenía un punto; suficiente tiempo Kakarotto ha tenido la boca cerrada. Además, no podía quitarle toda la diversión a mi esposa.
Regresé mi mirada hacia el patético terrícola, su cara estaba casi completamente morada, sus ojos se habían puesto rojos por la presión y abría la boca en un hilarante intento de conseguir más aire. No faltaría mucho para que el poco oxígeno al que aún accedían sus pulmones se acabará.
Quité una de mis manos y agarre su brazo izquierdo con fuerza, en un rápido movimiento me levanté, gire y lo lance a uno de los muros del templo, destruyéndolo.
"¡Krillin!" Creo que era 18.
Ya no pude contenerlo, rápidamente mi respiración se volvió más inestable, mi transformación se perdió y no pude evitar caer de rodillas al suelo. Agarré con ambas manos mi cabello y lo apreté con todas mis fuerzas. Mi pecho dolía demasiado, me faltaba el aire y solo provocó que respirara más rápido, pero dolía, siempre dolía. Mis oídos volvieron a zumbar y comencé a temblar: todo lo que había pasado; todo lo que había visto; lo que fui obligado a ver; lo que fui obligado a soportar pasó por mi mente intentando ahogarme, enterrarme. El pasado había venido a torturarme de nuevo.
Fui al menos lo suficientemente consciente para escuchar pasos acercándose.
"Vegeta, respira…" alguien hablo, creo era Piccolo.
"¡No te acerques!" No pude evitar gritar, sabía que cualquiera que se acercará saldría herido o lo mataría por accidente. Había pasado mucho en ese entonces.
"Vegeta, nadie está cerca de ti." Escuché otra voz, era Ten Shin Han, y con él pasos se escucharon, pero estos no avanzaban, estaban retrocediendo. "Vegeta, tienes que respirar, hazlo lentamente…"
Lo escuché, y aunque odiaba recibir órdenes sabía que tenía que hacerlo, al menos por esta vez.
Comencé a respirar por la nariz y exhalar por la boca, fue errático al principio, pero no pasó mucho para que comenzará a respiraba más lento; mi cuerpo poco a poco dejó de temblar, mi corazón dejó de latir en exceso y por fin tuve el control suficiente como para soltar mi cabello, colocando mis manos en el suelo. Había dejado de doler.
A mi memoria llegaron momentos de mi niñez: cuando no podía controlar mis ataques y era Nappa quien me guiaba.
Lentamente me senté en el suelo y crucé las piernas, aun respirando. Nuevamente se activó mi sentido del ki y pude sentir las presencias que estaban en el templo y después las que estaban debajo de nosotros; Karin; el pequeño poblado que estaba al fondo; Satán City; Corporación Cápsula; Bulma, Trunks… Bra. Rápidamente mi respiración volvió a la normalidad.
Me calmé lo suficiente para escuchar pasos hacia mi dirección, levanté el rostro y abrí los ojos, sin recordar cuándo exactamente los había cerrado. Frente a mí estaba Popo, él tenía una pequeña charola con algunas botellas de agua.
"Tienes que beber agua." Dijo, mirándome serio. No pude evitar soltar un bufido, pero tomé una de las botellas y rápidamente la vacíe, junto con otro par.
Habían pasado años desde que tuve un ataque y más desde que alguien los había presenciado, todos ellos ya habían muerto.
"Vegeta, ¿Estás bien?"
Levanté la mirada y me encontré con el rostro casi inexpresivo de Piccolo, casi. Sus ojos demostraban que estaba enojado, disgustado y preocupado. Lo que no sabía era si estaba preocupado por Kakarotto o por mí, probablemente ambos.
Tantos años en este planeta hicieron que me acostumbrara a qué se preocuparán por mí; había sido primero Bulma, Trunks, Kakarotto… y la lista solo se alargó con los años. Aún era desconcertante que se tomarán siquiera el tiempo para preocuparse, pero no estaba de humor para discutir.
"Mejor que ese traidor…" respondí.
Ten Shin Han se había acercado un poco, pero la pared donde había lanzado al bastardo estaba siendo sorprendentemente reparada por Whis. Mientras, un par de metros más adelante apoyado contra uno de los árboles estaba Krillin, siendo curado muy… lentamente por Dende. A su lado estaba No. 18 con un rostro impasible.
"Dende solo lo curará lo necesario." Piccolo dijo, yo solamente levanté una ceja. "Ya no está dispuesto a curarlo completamente, ni siquiera el maestro Karin."
"Así que la bola de pelos también sabe." Desde el inicio de todo este desastre no había venido al templo, siempre pasaba algo que me impedía venir. Ahora lo sé mejor, había sido culpa del dragón.
"Lo hace, Yajirobe es otra historia." Dijo está vez Ten Shin Han, quien veía la curación con un ceño fruncido. "Piccolo y Dende no salieron afectados al tener conexión con las esferas."
"Por ese antiguo Kamisama puedo suponer." Algo que hizo bien ese viejo Namek. "Pero, ¿Y tú?"
"Ten Shin Han fue afectado parcialmente." Respondió Dende, quien se acercó a nosotros después de acabar con el humano desmayado, Popo de inmediato se colocó a su lado. "Al ser un híbrido entre un humano y un Triclope, el deseo logró darle algunos recuerdos falsos, pero sin bloquear ninguno."
"Triclope…" susurré, algo sorprendido. Tenía un vago recuerdo de leer en antiguos archivos de conquista sobre un planeta abandonado con un nombre parecido. Mire de nuevo a Ten Shin Han; eso explicaría su ki, parecido al de los humanos, pero con una clara diferencia. "Eso explica mucho." El guerrero simplemente suspiro. Me levanté del suelo un poco menos rápido de lo habitual. Recordaba muy bien cuando me caía al intentar caminar de inmediato, no necesitaba más demostraciones de debilidad por hoy.
"Señor Vegeta… lo que dijo sobre el señor Goku… ¿Es verdad?" Miré a un lado y me encontré con la mirada preocupada de Dende. Fue una sorpresa que fuera él quien preguntara primero.
Suspiré, regresando al fondo de mi mente los recuerdos, pero sin poder hacer nada con la culpa, la decepción y el dolor que estaban en mi pecho.
"Fue verdad." No pude evitar soltar una risa amarga. "Kakarotto no tiene vergüenza en contar sobre su nula vida sexual, en eso se parece mucho a los saiyajin." Terminé, serio.
El rostro de Dende rápidamente mostró dolor y se llevó una mano a la boca, mientras unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos, Popo rápidamente se acercó a él y puso una mano en su espalda. Regularmente era Piccolo quien apoyaba a Dende, pero una rápida mirada me mostro que no estaba en condiciones; él se había movido para estar a la orilla del mirador, su vista estaba fija hacia abajo, claramente estaba viendo a Kakarotto en estos momentos. Inconscientemente busqué su ki, pero recordé que su nivel de poder era demasiado bajo incluso para sentirlo.
Voltee a ver a Ten Shin Han y él tenía una expresión en blanco, la única emoción que se mostraba en su cuerpo era la fuerza con la que apretaba sus puños.
Sin poder evitarlo llegaron los recuerdos de las golpizas y violaciones de Raditz a manos de la mayoría de las fuerzas Ginyu, Zarbon, Dodoria… sobre todo de Frezzer, siempre fue el más cruel.
Odie a Kakarotto por el hecho de que perdonara la vida de Frezzer más de una vez, ese insecto solo merecía la muerte, pero ese tonto no sabía por lo que habíamos pasado los saiyajins restantes bajo sus órdenes, y era mejor así… Era un consuelo que él, Tarble y Broly se hubieran salvado de ese infierno.
Pero ahora… no esperaba con ansias la reacción de Kakarotto…
El sonido de una tos nos alertó a todos. Giré y vi como 18 ayudaba lentamente a Krillin a levantarse, por su aspecto, claramente necesitaba ayuda.
Sus ojos aún estaban rojos por la presión que hice en su cuello, la piel de su rostro está entre roja y muy pálida, pero lo que me dio cierta satisfacción (aunque fuera un poco) fueron los moretones morados, verdes y rojos que estaban en todo su cuello, incluso habían marcas de mis dedos. Piccolo había dicho la verdad, Dende solo curó las heridas que tuvo al ser lanzado a la pared y casi nada del estrangulamiento.
Lentamente el traidor se levantó y caminó hacia nosotros, siempre con una mano alrededor de su cuello. Tenía una mirada de culpa y miedo, 18 en cambio tenía una de preocupación, aunque era ahogada con una furia fría, todo dirigido a su esposo. Se detuvieron a un par de metros, instantáneamente la androide lo soltó cuando Krillin pudo estabilizarse y se alejó unos cuantos pasos. El humano vio esto y solo suspiró.
"Vegeta-a…" hablo con una voz ahogada, claramente con secuelas de mi fallido intento de asesinato. "De verdad-d… yo-o no sabía…"
"¡CALLATE!" Grité con furia contenida, el insecto dio un par de pasos atrás con terror. "¡No quiero escuchar tus patéticas excusas!" Cerré mis ojos y di un par de respiraciones profundas. El ataque se acabó, pero mi furia estaba a nada de disminuir. Volví a abrir los ojos y lo miré. "La única razón por la que sigues con vida es solo para que mi esposa y Kakarotto decidan qué hacer contigo." Me acerque lentamente a él, mis ojos brillando de color turquesa, apenas contenía mis instintos. "Pero ten en cuenta esto, cuando todo termine yo personalmente me encargaré de hacerles pagar a todos y cada uno de ustedes… los saiyajin soportamos muchas cosas. ¡Pero una traición se paga con sangre!" Declare, asegurándome de verlo directamente a los ojos y viera que no estaba jugando. Sin querer ver por más tiempo su expresión de culpa y miedo me gire, alejándome de él.
"Bien, creo que eso sería todo." Comentó no tan jovialmente Whis al terminar de reparar la pared, se dio la vuelta y se acercó a nosotros conjurando una silla para que Dende pudiera sentarse, lo cual hizo, sin antes darle una sonrisa agradecida al ángel, el cuál regresó. "¿Qué es lo que pasará ahora?"
"Piccolo." Lo llame, él aún estaba en la orilla del mirador. "Dijiste algo sobre Porunga." Al escucharme se dio la vuelta y nos miró a todos, deteniéndose un segundo en el traidor y regalándole una mirada de completa cólera, después me miro, ya más calmado.
"Porunga es el más antiguo y fuerte de ambos dragones. Él sería el único que puede deshacer esto, pero debemos darnos prisa, entre más tiempo pase puede que deje alguna secuela." Suspiro, mirando por un momento a Dende. "Incluso si deshacemos los deseos todos serán capaces de saber qué recuerdos son falsos, pero tendrán que mantenerlos."
"Señor Vegeta." Llamo Dende, se veía más tranquilo, pero su mirada era triste y llena de arrepentimiento. "¿Cree que pueda ir a Nuevo Namek en una nave? El señor Goku… era el único que sabía teletransportarse."
"Puedo hacerlo, pero no tengo las coordenadas…"
"Yo puedo darte las coordenadas Vegeta." Kaiosama dijo, jamás creí alegrarme de escucharlo.
"Pero hay un problema." Exclamé, todos me miraron. "¿Es correcto que vaya yo? No tengo la mejor historia con los Namekuseins, puede que incluso me nieguen los deseos si yo se los pido."
"Eres el único que sabe manejar una nave Vegeta." Piccolo recalco.
"No tiene la mejor historia con nosotros señor Vegeta, lo admito." Continuó Dende, levantándose. "Pero nosotros los Namekuseins no somos como los humanos. Nosotros no albergamos emociones como el odio, la venganza o el resentimiento; desconfiaran de usted, de eso no hay duda. Pero el Gran Patriarca verá, al igual que yo, que usted ya no es el mismo de antes y que no usará las esferas con intención maliciosa, sino para ayudar." Dijo, con la seguridad de sus palabras plasmada en su mirada. "En cuyo caso no irá usted solo, el Señor Piccolo lo acompañará."
"¿¡Qué!?" Exclamó sorprendido Piccolo, tal parece que no sabía esa parte del plan, solté una pequeña carcajada. "Nunca dije que iría."
"Es lo mejor, señor Piccolo." Dende reiteró sonriendo un poco, probablemente había preparado todo esto. "Yo no puedo dejar la tierra, a la señorita 18 jamás la han visto y el señor Ten Shin Han tuvo muy poco contacto, usted es la mejor opción. El Gran Patriarca confiará en su palabra."
"Si te preocupa dejar desprotegido el Templo, yo me quedaré aquí a hacerle compañía a Dende." Dijo Ten Shin Han, matando al instante la excusa que Piccolo estaba a punto de decir. "Me contaste que estuviste con los Namek en toda su estadía en Corporación Cápsula, tu presencia hará que confíen." No pude evitar alzar mi ceja con curiosidad, han pasado más tiempo juntos de lo que pensaba.
Piccolo miró entre Dende y Ten Shin Han aún sin creerlo, al final solo suspiró. "De acuerdo." Acepto, claramente infeliz.
"Tengo una duda…" no pude evitar preguntar. "¿Qué hace ese traidor aquí?" Señalé al bastardo lejos de nosotros.
"Vino aquí a hablar." Habló por primera vez 18, ella estaba parada un poco más cerca de nosotros, con ambos brazos cruzados. "Necesitan saber exactamente qué deseos pidieron para poder deshacerlos."
"¿Y acaso tú no sabías nada de esto?" Pregunté sarcásticamente.
"Yo no sabía..." Declaró con furia fría. Eso no se podía fingir. "Desperté un día y Goku apareció en nuestra casa vestido con traje con ese estúpido peinado y cuando comenzó a hablar de todo excepto de artes marciales supe que algo estaba muy mal." Volteó lentamente a ver a su esposo, quien tenía la cabeza gacha. "No pasó mucho para que la culpa lo consumiera… pero no sabía el alcance de lo que hicieron."
"Es claro que no sabían, solo pensaron en su mundo ideal lleno de flores y color de rosa." Dije, en tono burlón. Ni siquiera quería pensar en lo que sufriría Bulma. Si pensaba más en el tema sabía que iría a matar a ese imbécil de Yamcha.
"¡No creí que llegaría a esto!" Gritó Krillin, sus manos ahora formaban puños y miraba a todos en busca de alguien que lo entendiera. "Goku es mi amigo, lo conozco más tiempo que tú Vegeta. ¡Solo hicimos lo que creímos mejor para él!"
"¡NO ME SALGAS CON ESA ESTUPIDEZ!" Grité indignado, mis ojos habían cambiado de color nuevamente. "¡Lo mejor que le pudo pasar a Kakarotto fue haberse separado de esa arpía!"
"Chichi fue buena para Goku, tuvo hijos, incluso logró que consiguiera un trabajó." Declaró, como si fuera una hazaña digna de elogiar. "¡Su estúpido amor por las peleas nos ha causado muchos problemas, Chichi lo mantenía a raya! ¡TAL VEZ ELLA HUBIERA IMPEDIDO QUE SE HICIERA EL TORNEO DEL PODER Y NOS PUSIERA EN PELIGRO A TODOS!"
"¡TÚ NO TIENES EL DERECHO PARA DECIDIR EN LA VIDA DE UN SAIYAJIN Y MUCHO MENOS EN LA DE KAKAROTTO, POR ÉL ESTAMOS VIVOS!"
"El señor Vegeta tiene razón." La voz fría de Whis corto toda la discusión. "El Rey del Todo Zeno Sama tenía planeado hace tiempo desaparecer a los universos de bajo rendimiento. Si el señor Goku no le hubiera recordado el torneo, todos ustedes ya hubieran desaparecido." Se río el ángel al final, como si contara una anécdota.
"Pero… no nos hubiera destruido a nosotros. El-el dijo que Goku era su amigo…" tartamudeo el traidor al final.
"Señor Krillin creo que usted aún no lo entiende." Se río ligeramente Whis, divertido por la estupidez humana. "Hemos existido por mucho tiempo, visto como en el camino planetas y civilizaciones perecen por los mismos errores. Si bien Zeno Sama le atrajo por alguna razón el señor Goku, no hubiera dudado en destruir el universo 7 si lo viera desechable y de querer salvar al señor Goku lo hubiera enviado a otro universo, pero únicamente a él. Incluso si el señor Goku quisiera salvarlos sería inútil, y de enojar a Zeno Sama sería destruido también." Su sonrisa bajó un poco. "El señor Goku sin saberlo les dio la oportunidad a todos de luchar por su vida. El problema fue que el resto de los universos vieron en el señor Goku a alguien a quien culpar por sus fallas, siendo en realidad ellos los verdaderos causantes del Torneo y su casi completa aniquilación." Al escucharlo todos se quedaron en silenció. La fría y divertida revelación por parte del Ángel había sido inesperada.
Se escuchó el sonido de alguien cayendo, al girar ví que el causante era Krillin, había caído de rodillas; su mirada estaba clavada en nada en particular, estaba en blanco. Tal parece que se había dado cuenta de la magnitud de sus acciones. Me acerqué a él y me arrodillé a su lado, con una sonrisa fría en mi rostro. Iba a disfrutar esto.
"A Kakarotto le importaba mucho tu compañía, jamás lo entendí, pero siempre decía que te veía como el hermano que nunca tuvo, incluso si tú le tenías miedo debido a su herencia." Al escuchar esto el humano dejó de respirar por la sorpresa. "Él vio las miradas de sospecha y miedo que lanzabas a veces, incluso vio tu alivio cuando murió salvándonos a todos de Cell… ¿Pero le importo? No, el idiota estaba dispuesto a todo con tal de que siguieras siendo su amigo, incluso si tuvo que ocultar su verdadera naturaleza y mostrar una actuación de estúpido para que no te asustaras más." Los ojos del traidor se abrieron en reconocimiento. La máscara de Kakarotto se rompió varias veces en su presencia, lo suficiente para que se diera cuenta. Fue aún más recurrente cuando dejó a la arpía, se sentía libre. "Dime cuándo Kakarotto recuerde. ¿Tendrás el valor para decirle que lo hiciste *por su bien*? ¿Qué tú eres el causante de que Gohan se vaya a divorciar? o ¿Qué Goten sea maltratado por sus tutores privados?"
El grito de culpa y dolor que Krillin soltó, junto con las lágrimas que lo acompañaron fue hilarante, después entre sollozos pedía perdón desesperadamente a Kakarotto y sus hijos. Pero no podía quedarme a ver el final de su escena.
Me di la vuelta y me dirigí a la orilla del mirador, no sin antes mirar a Piccolo: su expresión no había cambiado, era claro que él sabía de lo que hablaba o al menos en su mayor parte.
"Iré por la nave, cuando el insecto deje de llorar que te diga como pidieron los deseos. Nos iremos tan pronto regrese." El solo me dio un asentimiento, me elevé en el aire sin aumentar mi ki y volé en dirección al edificio principal de C.C.
¥¥¥
La rutina de Trunks había sido la misma desde hace meses. Los fines de semana se levantaba al alba y se vestía formalmente para ir a la CEDE Principal de Corporación Cápsula; ahí se encargaba de las juntas, reuniones con inversionistas y el papeleo, hasta bien entrada la noche.
Antes de este desastre un jefe adjunto se encargaba de eso, Bulma se quedaba en su laboratorio con su padre y Trunks pasaba tiempo con Goten o en su defecto con Mai… su pareja.
Pareja que no he visto desde que comenzó todo esto…
Me detuve en mi vuelo y me concentré en el ki de Mai; estaba viva y en compañía de sus dos locos compañeros, pero se encontraba demasiado lejos de Corporación Cápsula, incluso de Satán City. ¿Por qué alejaron a Mai de Trunks? ¿¡Que carajos fue lo que estaban pensando!?
No pude evitar soltar un gruñido, pero continúe con mi vuelo. Cuando todo terminará conseguiría respuestas, de una forma u otra.
¥¥¥
"... Joven Trunks, también tiene pendiente una junta con el fabricante de robots del laboratorio Número 5." La voz de la secretaria fue lo primero que escuché al acercarme a la ventana. Me senté en un lugar fuera del edificio, lo suficientemente oscuro para que nadie pudiera verme, pero aún en mi rango de audición.
"Dile que hablaré con él mañana, aún no termino de revisar sus planos." Dijo mi hijo con voz cansada. Su ki actuaba de forma errática tal y como yo hace unos días. De repente su ki se elevó, sonreí un poco, había notado mi presencia. "De hecho… cancela y reagenda todas las reuniones que tenga por el resto del día, estaré terminando el papeleo para el nuevo almacén."
"Oh... claro joven Trunks." Contestó algo desconcertada la secretaria. "¿Algo más que necesite? Podría traer comida para ambos y ayudarle…"
"No, eso sería todo, ve a terminar tu propio trabajo." Despidió frío, la humana soltó un suspiro decepcionado y se fue de la habitación. Escuché como Trunks se levantaba de su asiento y ponía seguro a la puerta. "Está libre." Rápidamente abrí la ventana y entré a la oficina.
El área era grande, pintado de un color gris oscuro; tenía un escritorio grande de madera oscura junto una silla principal; frente a él un par de sillas gemelas lo acompañaban; en el suelo había un tapete de color azul oscuro y alrededor había estantes y muebles que contenían libros, planos y diferentes tipos de archivos.
Aunque, lo que más se destacó fue la pequeña guardería que estaba a un lado del escritorio, ahí mismo, sentada frente a un pequeño escritorio y una laptop de entrenamiento se estaba Bra. Cuando ella me vio sus ojos se iluminaron y levantó sus brazos para que yo la cargará, me acerqué a ella y la tomé en mis brazos, abrazándola por un momento.
"¡Papi!" Soltó mi hija feliz, yo solamente la abrace más fuerte.
"Lo siento…" no pude evitar susurrar, lo suficientemente bajo incluso para que Trunks lo escuchará. Le había fallado a mi familia.
"Papá, ¿Qué haces aquí? Solo han pasado dos días desde que te fuiste." Preguntó Trunks cuando se acercó a nosotros, acomode a Bra sobre mi cadera y mire a mi hijo a los ojos.
Cuando mire a Piccolo por primera vez está mañana fue extraño; los recuerdos que me habían implantado provocaron que lo viera de manera algo diferente. Con Trunks no fue la excepción, pero en vez de sentirlo extraño lo sentí… triste.
Trunks me recordaba a veces a Tarble; tenían ese aire juvenil y feliz, incluso inocente. Pero dónde mi hermano era tranquilo, mi hijo es travieso; pero algo que compartían era ese brillo cursi que tenían en sus ojos cuando estaban enamorados o en el caso de Tarble, casado. Ahora ese brillo ya no estaba en los ojos de mi hijo, estaban solitarios, tristes, incluso opacos… igual que los ojos de su madre y de Kakarotto.
"Ocurrieron un par de cosas y tuve que regresar." Respondí simple. Bra había apoyado su cabeza en mi hombro y estaba jugando con el guante de mi mano derecha.
Trunks entrecerró los ojos y frunció el ceño sin creerme. Tan parecido a su madre, sabían leerme muy bien. "¿Ocurrió algo malo?" Preguntó.
"No ocurre nada, pero tendré que ir a otro lugar… ¿Crees que puedas sacar de la bodega la Nave Cápsula 1808-B?" Inmediatamente dije el nombre Trunks mostró una mirada triste, pero se recuperó rápidamente.
"¿Ya es hora de irnos?" Preguntó indiferente, pero pude notar como sus ojos se humedecieron.
Bulma apenas había entrado estos meses al laboratorio de Corporación Cápsula, pero cuando lo hacía solo trabajaba únicamente en una Nave. Hace ya unas semanas que había acabado con todas las modificaciones y lo había guardado en el almacén.
Ella pensaba que no lo sabíamos, pero esa nave la hizo para nosotros…
Jugaron muy bien sus cartas, obligaron a mi esposa a odiarme a mí y a nuestros hijos, al grado en el qué incluso nos echaría de su vida y yo, sin otro vínculo con este planeta tomaría la decisión de dejar la tierra. Había escuchado a Bulma hablar sobre unos papeles de divorcio hace unos días con el abogado de Corporación, Trunks estaba conmigo y escuchó todo.
Levanté mi mano y la puse en su hombro, dándole un ligero apretón. No podía decirle lo que pasaba solo lo confundiría, tendría que esperar hasta mi regreso.
"No, no nos vamos a ir, ni hoy ni nunca." Declaré con voz firme, su mirada me decía que no estaba seguro de mis palabras, pero aun así asintió y puso su mano con la mía y la apretó. "Tengo que hacer un viaje con Piccolo a Nuevo Namek y esa nave es la única con suministros, sacar otro alertaría a tu madre de que estoy aquí." Y alertará al resto de los traidores de que ya no estoy bajo su control. Podría matarlos en un instante, pero primero debía arreglar todo este teatro.
"De acuerdo." Asintió, pero aún veía dudas en sus ojos, yo solamente le revolví el cabello. "¡Oh papá, basta!" Se alejó de mí, dejó sus anteojos en el escritorio y se dirigió a la ventana. "Regreso en unos minutos…" saltó y se fue volando.
"Papá…" Bra corto el silencio que siguió minutos después. Me senté en una de las sillas y la senté en mis piernas. Sus ojos brillaban mientras me miraba, levantó su mano y tocó mi mejilla. "Papi… ¿Recuerdas?" Preguntó en un tono esperanzado y vulnerable, me di cuenta más tarde que una lágrima se había deslizado por mi mejilla y ella lo había limpiado.
"Si princesa… recuerdo." Le susurre, mientras sacaba de mi armadura su juguete, el muñeco de Kakarotto. "Tu tío Goku te extraño…" Los ojos de mi hija se abrieron de felicidad, tomó rápidamente su muñeco y lo abrazó con todas sus fuerzas, mientras comenzaba a sollozar, la abrace y mientras la mecía la escuchaba repetir como extrañaba a su tío, sus primos y a Pan.
Ninguna de mis batallas se comparó al dolor que tenía mi corazón al escuchar a mi hija llorar. Había prometido que ninguno de mis hijos sufriría la pérdida de su familia. Falle miserablemente.
Cuando Trunks regresó a la oficina Bra se había quedado dormida. La estaba acomodando en el doncel que estaba al lado del escritorio cuando escuché a mi hijo entrar por la ventana.
"Aquí está la nave." Me dijo, al mismo tiempo que me tendía una cápsula y dos pequeños kits. "La nave ya tiene combustible y adentro tiene al menos otros tres litros. Ya tiene alimento, pero tomé otro Kit por si acaso y el otro para el señor Whis."
"Eso será suficiente." No pude evitar mostrar una sonrisa orgullosa. Trunks sabía que Whis aún estaba en la tierra.
"¿Es seguro que vayas a Nuevo Namek?" Preguntó. Él sabía todo el lío que cause la última vez, no eran los recuerdos exactos, pero gran parte de la historia aún se mantenía.
"Piccolo estará conmigo, es perfectamente seguro." Me forcé a mostrar una sonrisa confiada. "En cuanto a tí, es mejor que pidas algunos días libres, al menos hasta que regrese."
"No se trata de algún enemigo, ¿O sí?" Volvió a preguntar. Era claro que mi sonrisa no lo había engañado, estaba demasiado a la defensiva y él podía verlo. "¿Por qué no mejor voy contigo?"
"No se trata de ninguna pelea Trunks, y no irás conmigo. Necesito que te quedes en la tierra y cuides de tu hermana y tu madre."
"Hace tiempo que mi madre tiene a alguien más que la cuide…" soltó Trunks en un tono enojado y venenoso. Suspiré, solo para controlar mi propia furia.
Me acerqué a él y rodeé sus hombros con mi brazo y lo acerqué, abrazándolo. Trunks se tensó un poco, pero me rodeó con sus brazos y me abrazó. Mientras comenzaba a ronronear en un tono bajo, él copió el sonido instantáneamente y se relajó.
Cuando Trunks presenció varias discusiones con su madre lo encontraba enojado en una sala de entrenamiento o en su defecto, llorando en silencio. Lo consolé de la única manera que sabía: con entrenamiento hasta el agotamiento o solo abrazándolo mientras lloraba. Todos los abrazos que no le había dado cuando era niño se los di durante estos meses.
"Esto me recuerda demasiado a Majin Buu para mí gusto…" soltó mi hijo después de un rato, enterró su rostro entre el espacio de mi hombro y me abrazó con más fuerza. "Prométeme que no es una misión suicida…" pidió lo último con voz quebrada, solo lo abracé con más fuerza y comencé a revolverle el cabello, el comenzó a ronronear más fuerte.
"Te prometo por mi orgullo que no es nada peligroso." Cuando ponía en juego mi orgullo es cuando hablaba en serio y lo más importante, él lo sabía. Sentí como se relajaba un poco. "Será un viaje rápido, regresare en aproximadamente una semana, tal vez menos. Haz que tú secretaria se encargue del papeleo hasta que regrese."
"Pero mi madre dijo…" antes de que terminara me separé de él y lo mire directamente a los ojos.
"No importa lo que diga tu madre, yo arreglaré el asunto con ella cuando regrese." Declare, serio. "Pero hasta entonces quédate en Corporación Cápsula y cuida de tu hermana y tus abuelos…" suspiré de nuevo, al recordar una última cosa. "Y si Kakarotto llega a una de sus reuniones con tu madre no vayas, no importa con que te amenace, enciérrate la sala de gravedad si es necesario."
"Se trata de él… ¿no es así?" Preguntó, curioso.
"No exactamente… pero preferiría que no estuvieran cerca de ellos sin mí." Respondí, en parte esa era una de las razones.
"Eso no será un problema… con gusto estaría lo más lejos posible." Dijo, y rápidamente movió su mano hacia su cabeza.
"Termina tu trabajo hoy y vete a casa con Bra." Sonreí un poco. Tal parece que Trunks no solo heredó mi fuerza, si no también mi resistencia a la magia mental.
"Claro… solo cuídate ¿Sí?" Preguntó en un tono que debería ser desinteresado, pero era más de preocupación. Yo solo asentí y le apreté el hombro. Me di la vuelta y me dirigí hacía la ventana volando en dirección al mirador.
No fallaría una segunda vez.
¥¥¥
Cuando aterricé cerca de la entrada del templo la imagen que me recibió era algo diferente; Piccolo se encontraba alado de Dende, ambos esperándome; Popos a su lado, pero Ten Shin Han estaba a un par de metros lejos, con los brazos cruzados; No. 18 estaba a su lado, pero no había pista del traidor; Whis en cambio estaba comiendo un helado no muy lejos. De dónde demonios lo sacó era un misterio.
"¿A dónde se fue a esconder está vez?" Pregunté, mientras caminaba en dirección a Piccolo.
"Ya dijo todo lo que debía, no había razón para que se quedara más tiempo. Ya no es bienvenido en el Templo." Popo fue quien habló. Una molestia menos por la que molestarse.
"Tardaste Vegeta." Piccolo fue quien habló está vez.
"Tuve que ir con Trunks primero." ÉL asintió, me acerqué a Whis y saqué de mi armadura uno de los Kit. "Tal vez en unos meses podremos reanudar el entrenamiento."
"Eso sería perfecto, ya que el señor Bills no se dormirá por un tiempo." Respondió el ángel con una sonrisa, tomó el kit y lo guardó en su báculo junto con el postre que había estado disfrutando. Se alejó de nosotros y sostuvo su báculo a unos centímetros del suelo. "Espero verlo junto con el Señor Goku y sus hijos señor Vegeta. Hasta pronto a todos." Se despidió, dio dos golpes a su báculo y se fue en una columna de luz.
Saqué de mi armadura la cápsula de la nave, la activé y la lance.
La nave era la más grande que Bulma había hecho hasta la fecha, según los planos que había podido ver en su laboratorio cuando ella no estaba: contaba con una sala de comando; una pequeña sala de entrenamiento con gravedad incluida; tres habitaciones; dos baños completos y una cocina completa con tres despensas, ambas con suministros.
Puede que mi esposa me odie por culpa de la magia de las esferas, pero incluso así ella se preocupaba por nosotros y se aseguró de hacer la nave con todas las comodidades. Me acerque e ingrese el código de apertura, la nave se abrió y las escaleras automáticas bajaron. Todo estaba listo.
"Es hora de irnos Piccolo." Él asintió, volvió a mirar de nuevo a Dende, tal vez en busca de vacilación, pero él tenía una mirada segura en su rostro, suspiro derrotado y camino en dirección a la nave, no antes de mirar a Ten Shin Han con quien asintió con la cabeza y entró a la nave.
"Que tengan un buen viaje señor Vegeta." Nos despidió Dende, yo solamente asentí y entré a la nave, se cerró la puerta automáticamente.
Me acerqué al área de comando e inicié el programa de despegue mientras abría el área de coordenadas, Piccolo ya se había sentado en el asiento del copiloto, había desaparecido su capa y turbante.
"Bien Kaiosama, dame las coordenadas." Dije en voz alta.
Era tiempo de terminar con esta farsa.
***
…5
***
Notes:
- Verán que en este capítulo Vegeta estuvo bastante fuera de control (llegando incluso a sufrir un ataque de ansiedad) Quiero que entiendan, si bien, lo que vivió en el Ejercito de Freezer lo ha superado, al verlo olvidado y después recordarlo (como si le pusieran todos sus traumas en una televisión y lo obligaran a verlo hasta el final) simplemente lo quebró y su temperamento estallo (no ayudo que recordó votos y promesas que hizo a su familia y a su raza, que descubrió fueron rotos y el no pudo hacer nada)
- Se darán cuenta que Vegeta dejo muy de lado las consecuencias del deseo a su esposa y es porque Bulma ha sufrido mucho por esto, al mismo nivel de Goku, tal vez incluso más... Vegeta lo sabe y deja de lado el tema por el momento, porque sabe que no tiene el suficiente control de sus emociones y podría hacer algo de lo que se arrepienta. Ama a su esposa, pero quiere terminar con esta situación y después lidiar con las consecuencias.
- El tema de la violación es bastante complejo: Cuenta como violación cuando una de las dos personas implicadas se niega y es obligada por la contraria; cuenta como violación si una persona esta drogada, en estado de intoxicación o inconsciente durante el acto; cuenta como violación si, una de las personas implicadas esta siento obligada a tener relaciones por medio de chantaje o amenaza.
Independientemente de que la persona obligada llegue al orgasmo, sigue contando como violación si se aplica alguna de estas especificaciones.- Con Goku cuenta como violación por medio de chantaje o amenaza: en este caso, sería por manipulación mental. (No cuenta como drogado o intoxicado por la razón de que ha estado consciente de todo, simplemente no recuerda haberse negado antes, por ahora)
-La tortura y abuso de Raditz, Nappa y Vegeta a manos del Ejército de Freezer no es canónico: lo que sabemos con exactitud es que no fue agradable y estuvo llena de humillaciones y probablemente de golpizas, una de las razones por las que Vegeta lo odia tanto.
- Hace unos meses, cuando salió el capítulo final de la saga de Granola del manga de Dragon Ball Super se habló del nuevo poder de Frezzer: Vegeta estaba inquieto y se dio la meta de mandarlo de vuelta al infierno y dudo que sea solo por su familia y orgullo... algo más paso en el Ejercito que hace que lo odie tanto y que a la vez este tan alerta. (eso pienso yo)
- En este capítulo se menciona a Tarble, el hermano menor de Vegeta. Oficialmente él es canónico, pero solo se hace mención de él en una OVA y una película.
- Se comenzará a ver más de la Cultura Saiyajin (todos inventados por mi)
- La información respecto a los Namekuseins es completamente canónica, esta información se lo dice el Gran Patriarca a Vegeta en la Saga de Moro del manga Dragon Ball Super.
- La oficina de la CEDE de corporación capsula se inspiró en el edificio donde trabaja Trunks al inicio de Dragon Ball GT.
- Se menciona por segunda vez Mai, Pilaf, y Shu. Ellos al igual que todos fueron afectados.
- Los robots mencionados son canónicos, fueron mostrados en el arco de Los Héroes de la Limpieza del manga de Dragon Ball Super, antes del arco de Super Hero.
- El nombre de la Nave en donde viajan Vegeta y Piccolo tiene un significado = 1808-B78
1808 = 18 de agosto: Cumpleaños oficial de Bulma.
B = Bulma- El ronroneo no es canónico, pero fue incluido en esta historia. Una referencia al sonido sería el ronroneo de un león.
- Los Saiyajin son capaces de hablar al mismo tiempo que ronronean: ambas funciones requieren del uso de la laringe, pero el ronroneo no interfiere con el paso normal del aire con la laringe y la tráquea. (Lo que nos permite hablar)
- Que el Señor Popo expulsara a Krillin es posible y hasta canónico hasta cierto punto: en el anime de Dragon Ball Super el Señor Popos amenaza a Vegeta con expulsarlo del Templo si destruía otra vez la habitación del tiempo.
Chapter 10: Perspectiva de los Varones Son - Son Gohan, Son Goten y Son Goku
Summary:
Hemos visto la perspectiva de los menos afectados. ¿Qué ocurre con los más agraviados?
Veremos algunas consecuencias antes mencionadas desde un ángulo más cercano... y vemos traumas que no se han superado.
A solo poco del final...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*25 de mayo del año 784*
*Planeta Tierra*
*A orillas de Satán City*
*Residencia de Son Gohan*
***
«He descubierto que las células S son una forma de vida eucariota, existentes en forma de microorganismos unicelulares, (células animales que se encuentran dentro del organismo de todos los individuos con sangre o ADN de saiyajin) Algo que explica en parte por qué nacen (o nacían) con una cola.
Las células S son un factor clave para transformarse en Super Saiyajin ya que, estas células son las que causan el proceso de transformación. A pesar de que todos los saiyajins las poseen, pero la mayoría no poseerían los suficientes. Se requería de una estimulación en el cuerpo del saiyajin, tal como la ira (la única forma que se conoce por ahora), y hacer que incrementen de manera colosal las células S en el organismo para producir un cambio…»
Deje mis notas a un lado del escritorio, me apoye mejor en mi silla y me quite los lentes. Cerré los ojos, agotado.
Eran aproximadamente las 5 de la mañana y me había levantado con ganas de leer las notas que tenía sobre mi investigación (más específicamente la parte de los Saiyajin) Tenía sentimientos mixtos sobre el tema…
Por un lado, no quería tener nada que ver con esos extraterrestres, pero la otra parte (aquel lado mío enamorado por la investigación biológica) quedó fascinado por el funcionamiento tan complejo de las células S y los cambios que llegan a tener cuando se une con la energía vital o 'energía del ki'.
Me llevé las manos a la cara cuando sentí que mis ojos comenzaron a humedecerse. "No otra vez…" no pude evitar decir en voz alta. Desde que inició toda esta recopilación de información siempre llegan las ganas inminentes de llorar. ¡NO LO ENTIENDO!
Está investigación es importante para mí familia; es un camino seguro a la eliminación de las células Saiyajin y por fin separar de una vez por todas de nuestras vidas a esos monos… pero mi mente y mis emociones simplemente no estaban de acuerdo.
Quité mis manos, abrí los ojos y me apoyé en el escritorio, observando una de las fotografías que tenía frente a mí. Sonreí al verla.
El fondo era la entrada de la Universidad Satán: yo estaba en medio, sonriendo a la cámara con los ojos cerrados; mi padre estaba del lado derecho, tenía un brazo rodeando mis hombros y mostraba una enorme sonrisa; del lado izquierdo estaba Goten, él tenía sus brazos levantados y mostrando el símbolo de la paz, su sonrisa era idéntica a la de mi papá y la mía. La foto fue tomada cuando terminé mi carrera de Investigador: el abuelo había ido con nosotros y fue quien nos tomó la fotografía. Mi madre estaba demasiado ocupada llorando de emoción como para unirse. Incluso papá se había puesto ropa normal y se había dejado su cabello libre, algo que ha pasado tan poco en estos años. La aversión a su raza de nacimiento es tal, que lo oculta a la mínima oportunidad.
Siempre que veía la foto me traía una sensación de tranquilidad y felicidad que no había tenido durante los últimos meses…
Suspiré.
Llevaba varias semanas viviendo solo en esta gran casa: mi suegro siempre había sido una espina en el costado, pero no había tenido problemas con él. Al menos hasta que Pan comenzó a crecer y empezó a copiar sus movimientos de lucha.
Sabía que Videl había aprendido artes marciales de su padre desde antes de que ingresará a la Preparatoria, no me había importado, en ese entonces pensé que sería una faceta… pero llevamos casados más de 5 años y en vez de abandonar ese oficio se dedicó completamente a él, llegando incluso a ser profesora en Satán City.
Durante el último año había tratado de hacerle entender a Videl que había mejores oficios a los que dedicarse o incluso quedarse en casa cuidando a Pan: en los últimos meses ambos habíamos estado tan ocupados, que gran parte de las veces no podíamos recoger a Pan del preescolar o se quedaba sola en casa demasiado tiempo. Llamaba a mi madre para que la cuidara, pero no quería agobiarla con el viaje desde la región 439, mucho menos ahora con el nuevo bebé.
No me oponía al hecho de que mi esposa supiera defenderse, pero podía hacer más con su vida que solo ser maestra. Las pláticas se volvieron peleas poco después de que, en un intento de alejar sutilmente a mi hija del comportamiento infantil de mi suegro la cambie a tutoría en el hogar, sacándola del preescolar. Mi madre me había dado esta idea hace tiempo, recordaba mi tiempo aprendiendo en casa y siempre fue divertido, pero Videl lo tomó mal; decía que era demasiado estrés para ella, que solo era una niña y debería salir a jugar, conocer a más niños y divertirse, no estar encerrada en cuatro paredes con tutores privados. Ella no entendía qué hacía esto por su bien, tal y como mi madre lo hizo por mí.
Todo empeoró una noche, cuando la plática que comenzó tranquila terminó en gritos, todo se rompió cuando Videl puso de ejemplo a Vegeta, en un intento porque yo entendiera su vocación. Enloquecí.
En mi furia salió roto un florero y un par de fotografías que habían estado en la sala. Cuando me calmé me di cuenta de que Videl había guardado una maleta para ella y para Pan y se habían ido. Ni hablar del malestar en mi pecho, pareciera que me estuviera dando un ataque al corazón.
No pude controlar los temblores en mi cuerpo hasta bien entrada la mañana, pero la culpa jamás se fue.
Afortunadamente en las reuniones semanales con mi familia en la montaña Videl accedió a ir, pero tan pronto salíamos de la puerta ella se iba sin mirarme. Solo veía a Pan unas horas. Podría verla más, pero mis estudios han sido más importantes.
Gire mi mirada hacia la fotografía del lado contrario y ahí estaba; la fotografía de mi boda con Videl. Me senté un poco mejor en mi silla y tomé con delicadeza el marco.
Yo y Videl estábamos en medio, el fondo era un hermoso campo, todo rodeado de árboles en dónde fue la recepción; Videl se veía radiante en su vestido de novia, había tenido que ir a una docena de tiendas hasta que encontró el indicado, pero valió la pena, estaba hermosa; yo tenía un traje completamente blanco con corbata y chaleco a juego, milagrosamente mi padre había ido a acompañarme junto a Goten; ambos estaban en la foto, mi padre como siempre rodeándome con su brazo y Goten estaba al lado de Videl, había saltado muy alto al momento de la foto y parecía que estuviera volando.
No pude evitar pasar un dedo por el lado sobrante de la foto. No era la única; había varias fotografías alrededor de la casa que tenían un corte diferente: eran más altas en altura, mostrando más del cielo de lo que deberían. Había querido recortarlas, pero jamás había podido… algo en mi mente me decía que dejara las fotografías tal y como estaban.
Dejé el marco en su lugar y me levanté del escritorio.
Las clases para mí carrera en genética comenzaban a las 8 y durante los últimos días no he podido dormir bien. Al menos tenía que hacer el intento, antes de que me fuera.
Esta carrera era muy importante para mamá, no podía decepcionarla.
No quiero decepcionar a nadie…
***
…4
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#
***
*26 de mayo del año 784*
*Planeta Tierra*
*Región 439 - Residencia de la Familia Son*
***
Cerré los ojos con fuerza, mientras sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas, cuando sentí que gritaría rápidamente me tapé la boca.
Estaba en el baño de mi casa, eran las 2 de la mañana, tal vez 3. Mis padres ya estaban dormidos, así que jamás se enterarían de esto.
Mire las marcas horizontales en mi brazo derecho: estaban en la parte interna, desde la muñeca hasta donde llegaba el codo, las mismas marcas estaban en mi otro brazo, aunque esas eran de un látigo diferente y estaban ocultas por unas vendas que me acabo de poner. Esta había sido la rutina durante meses.
A mamá no le había gustado el plan de estudios de la Preparatoria Blue Hal: había dicho que era inadecuado para la inteligencia de cualquiera de sus hijos, (sin dejar de lado que era la misma escuela dónde asistía el molesto hijo de Vegeta) así que ella decidió sacarme y educarme en casa, hasta que pudiera entrar a la Universidad.
Contrató a los mejores tutores privados que pudo encontrar: papá había intentado abogar por otra escuela (La Preparatoria Estrella Naranja a dónde Gohan había ido), pero fue silenciado por las palabras duras de mamá.
×
"¡Yo sé que es lo mejor para nuestros hijos Goku!" Fue la única vez que se mencionó el tema.
×
Desde entonces de Lunes a Viernes de 7 de la mañana a 5 de la tarde tenía clases con tres profesores diferentes:
- Juko Mura de 7:00am - 10:30am: Matemáticas Avanzadas, Geometría y Ciencias (Biología, Química y Física)
- Hiku Mura de 11:00am - 01:30pm: Historia, Geografía y Lenguaje (Escritura y Pronunciación)
-Ito Mura de 02:00pm - 5:30pm: Tecnologías (Computación e informática), Etiqueta y Derecho.
Cualquier tipo de deporte había sido descartado desde el inicio por mi madre.
Los tres eran hermanos de la vieja escuela: fervientes creyentes en que la educación debía de ser con mano de hierro y los errores se pagaban con castigos físicos o no se aprendían de ellos adecuadamente.
Juko era la menor de los tres y la única mujer: ella era la que se encargaba de castigarme con los látigos en el brazo izquierdo que son los que menos dolían; Hiku era el de enmedio: él era más estricto y regularmente era el que más gritaba, castigaba con latigazos en el brazo derecho; Ito era el mayor, él peor de los tres y el más fuerte. No levantaba la voz, pero usaba la humillación como incentivo. Para sus castigos él no usó un látigo, en cambio, usó un cinturón de cuero y fue directo en la espalda.
Durante mis lecciones mi madre salía de casa, mis tutores le habían dicho que su presencia sería una distracción durante las clases y ella había estado totalmente de acuerdo. Así que se iba gran parte del día con mi abuelo o visitaba a la señora Bulma; mi padre se iba a las 6 al trabajó y regresaba a las 8, cuando mis lecciones ya estaban terminadas. De los dos, era mi madre la única que sabía en qué consistían totalmente mis lecciones, ya que ella autorizó cualquier tipo de castigo desde el principio.
Terminé de vendarme el brazo derecho y me senté en el piso del baño mientras limpiaba las lágrimas de mi rostro con furia. Hoy habíamos pasado al área de derecho y la lección fue cuesta abajo.
×
"No puedes seguir comportándote como un niño patético. Aprende a ser un hombre…" la voz de Juko se escuchó en mi mente.
"¿En serio estás llorando? No puedes ser más patético. ¿Así quieres presentarte en una corte? ¿Esa es la actitud que tomarás en una corte? ¿Con tus lágrimas de cocodrilo? …" la voz desdeñosa de Hiku siguió.
"Limpia esas lágrimas y sigamos con la lección. ¿O quieres seguir siendo un fracasado y una vergüenza para tus padres? Se nota quien de los dos muchachos es el verdadero prodigio y quién el fracasado." Los crueles comentarios de Ito aparecieron.
×
La carrera de Derecho había sido mi meta desde hace tiempo, era importante para mamá y no quería decepcionarla, pero la tutoría se había vuelto cada vez más complicada, las marcas dolían cada vez más, incluso el factor de curación que tenía la desagradable sangre saiyajin ya no funcionaba bien desde hace meses.
Me levanté del suelo y caminé hasta el espejo de cuerpo entero que estaba en la puerta, me miré y esa sensación de incomodidad de nuevo volvió a aparecer.
Suspiré. Siempre pasaba cuando miraba mi reflejo.
Me giré lentamente para observar mi espalda y los ví, las marcas rojas que estaban por toda el área, sobre todo por la parte de arriba, incluso si miraba mejor se podían ver las cicatrices de semanas anteriores. Al menos está vez solo fueron marcas y no heridas abiertas como las de mis brazos.
Volteé y del suelo recogí la camiseta que tenía al entrar al baño, me la puse con cuidado y comencé a recoger todo el desorden. No quería molestar a mi padre con esto, él ya estaba lo suficientemente estresado. Además, mi madre había dado su consentimiento, ella siempre sabía qué era lo mejor para nosotros, ella jamás nos haría un daño innecesario a mi o a mi padre, si no fuera únicamente para nuestro bien. Solo faltaría un año si el plan de estudios adelantado que hicieron para mí era correcto.
Afortunadamente mañana era fin de semana y podía quedarme en cama todo el día, así las heridas se curarán más rápido y podría pasar un tiempo jugando con mi ahijada Pan. Mientras terminaba de recoger no pude evitar mostrar una sonrisa al recordar. ¡Voy a tener un hermanito!
Recuerdo cuando era más pequeño haberle pedido a mi madre un hermano: en ese tiempo Gohan ya se había ido de la casa y ya no tenía a nadie con quien jugar a excepción de mi padre, pero mi madre se había negado. No fue hasta que mi padre por fin había conseguido el ascenso que tanto quería mamá que lo intentaron.
Mi madre hace tiempo que había comenzado a preparar las cosas para el nuevo bebé, tenía su propia habitación al lado del de mis padres: las paredes ya estaban pintadas de un tono rosa pastel, la cuna en cambio había sido comprada; era de madera, pintado de un color blanco.
¡Mi hermano iba a ser una niña! Cuando mamá entro en el quinto mes de embarazo fue cuando preguntaron el sexo del bebé. Mis padres estaban encantados, iba ser la primera niña de la familia, estaban tan emocionados que mi papá le había dicho a Bulma y ella al escuchar el entusiasmo de papá hizo su fiesta.
Fiesta en dónde apareció cierta deidad.
Mi madre desde esa visita había estado muy preocupada y ansiosa, apenas se separaba de mi papá o de mí. Incluso tuvimos que ir al hospital porque su estrés solo iba en aumento y había tenido algunas contracciones. No fue nada grave, pero el doctor le recomendó reposo.
Sacudí la cabeza para distraerme, ya todo estaba arreglado. Terminé con el baño y salí, entrando directamente a mi habitación.
En unos meses yo sería un hermano mayor, cuidaría de mi hermanita y le enseñaría todo lo que papá me enseñó de las montañas, sobre todo de los animales, sabía que eso le iba a encantar.
No volvería a estar solo…
***
..3
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*27 de mayo del año 784*
*Planeta Tierra*
*Centro de Satán City*
*Edificio de la segunda empresa multimillonaria de la Ciudad*
*Oficina del Jefe de Seguridad*
***
"¡Señor Goku!" Gritó alguien, no pude evitar saltar un poco en mi asiento. Me di la vuelta y me encontré con la mirada preocupada de Taku, uno de los guardias del turno de la noche. ¿Ya era tan tarde?
"¿Qué ocurre Taku?" Pregunté mientras veía el reloj en la pared cerca de la puerta, eran ya las 8 de la noche. Iba tarde por dos horas.
"Estuve llamándolo por varios minutos, pero usted no me contestó." Dejó en el escritorio los papeles que tenía en sus manos y se acercó un poco. "¿Se encuentra bien jefe? Vi que todo el tiempo ha estado tocándose el pecho" Oh, era eso.
"No es nada Taku… solo una pequeña molestia." Respondí, no muy seguro de lo que sentía.
Ya había pasado casi una semana desde la fiesta de revelación que Bulma organizó en Corporación Cápsula y mi pecho no había dejado de dolerme desde que ví al Ángel asistente del Dios Destructor. No tengo nada en contra de ambas deidades, solo que simplemente me incomodan las presencias externas a la tierra. Más los que llegaron a tener algún contacto con la raza de “majestad”.
Debería de estar feliz, habíamos visitado a Bulma para comentarle sobre mi visita al médico (uno que Chichi sugirió) y ni el bastardo ni su descendencia habían hecho acto de presencia, pero eso de alguna manera empeoró el dolor en mi pecho.
No había podido dormir bien desde hace días, mi respiración a veces era entrecortada e incluso a veces dolía; la sensación sólo empeoró hoy después de mi pesadilla recurrente. Razón por la cual estoy en el trabajo a pesar de que no laboró hasta el lunes, hoy era viernes, pero estar en el trabajo no ayudaba… no ha ayudado desde hace meses.
Suspire, mientras dirigía mi mirada de nuevo hacia la ventana detrás de mí.
Mi oficina se encontraba en el piso 20. Comúnmente la oficina del jefe de seguridad se encontraba en los pisos inferiores, pero no había podido evitar pedir esta oficina. En la ventana se mostraba el resto de edificios, pero lo que capturó mi atención fue lo que se veía más adelante; el frondoso bosque y las grandes montañas que se veían a lo lejos y que rodeaban toda la Ciudad como una barrera, era una vista asombrosa cuando llegaba el atardecer, en cambio, en las noches se podía ver la luna y las estrellas brillando en el cielo oscuro. La vista siempre me calmaba.
Pero incluso la calma de hoy fue temporal.
×
"Aunque no seas digno de portar un nombre de nuestra raza, se te fue dado en nuestro planeta y por respeto a tu familia seguiré llamándote así."
×
“Señor Goku, ¿Le gustaría venir a entrenar?”
×
"Si tú padre y tú madre aún siguieran con vida te matarían al ver la deshonra de hijo que trajeron al mundo…"
“... Solo eres un cobarde y eso es en lo único en lo que eres igual a un humano."
×
“Ojojojojo lo sé, pero jamás está de más preguntar…”
×
"Jefe… ¿De verdad se encuentra bien?" Volvió a preguntar Taku, su tono era preocupado. Volví a suspirar, pensé que había salido de la oficina.
"Estoy bien Taku, no te preocupes..." Ni yo lo creía y por la cara nada impresionada del rubio él tampoco, pero al menos ya no insistió.
"Por cierto ¿Qué hace aquí jefe?" Preguntó, cambiando de tema. Tomó una de las sillas frente al escritorio, la acercó y se sentó. "Tengo entendido que no le toca trabajar hasta el lunes."
"Quería terminar de asignar los horarios y…" suspiré, otra vez. "... necesitaba distraerme. He estado preocupado por… algo."
"¿Se trata de la Señora Chichi? Ya entró en el quinto mes. ¿No?" Dio una sonrisa llena de dientes, no pude evitar copiarlo.
"Si, hace tres semanas, incluso preguntamos por el sexo del bebe" sonreí al recordarlo. "Es una niña" Taku se rio.
"¡Oh! Las niñas son lindas, recuerdo cuando nació mi hija. ¿Y qué tal le ha ido con las compras? Ya que solo han tenido niños." ante la pregunta no pude evitar temblar.
Chichi daba miedo cuando se enojaba, pero daba completo terror cuando estaba en una tienda. Si no fuera por el ascenso estoy seguro que se hubiera acabado 4 meses de ahorros.
"Sin comentarios." Taku Nakaze solo se río de nuevo. Él había entrado a trabajar hace apenas 6 meses.
Yo no hablaba con nadie, ni siquiera porque trabajaba desde hace años, era bastante solitario. Pero Taku tenía una personalidad muy animada que me fue inevitable no entablar conversación con él, por no decir que no dejaba de molestar con su interés en hablarme a pesar de que era su superior.
Su historia salió poco después; se había casado joven con una amiga de su infancia y con ella tuvo dos hijos: un niño y una niña. Él trabajaba antes de oficinista en otra compañía, al menos hasta su divorció.
×
"No la amaba… la quería, pero jamás logré amarla como ella a mí. Merecía a alguien que la amará de vuelta, y yo ya no podía seguir fingiendo." Fue lo que dijo un día que terminamos platicando en un bar después del trabajo. Chichi se había molestado cuando regresé tarde y la razón solo la enojó más. A pesar de eso no fue la única salida.
×
Su ex esposa le suplico que no la dejara, pero al final terminaron por divorciarse. Comparten la custodia de sus hijos; el mayor le tiene cierto resentimiento por la separación, pero a diferencia de antes él dice que está mucho mejor; su hija en cambio le dice que no lo había visto tan feliz. Odio siempre su trabajo de oficinista a pesar de ser bueno, lo que verdaderamente quería hacer era ser detective; al igual que su padre quien había muerto en acción junto a su madre. Él era muy pequeño incluso para recordarlos, pero siempre los admiró.
Trabajaba los turnos de guardia de la noche y en el día asistía a la academia para entrenamiento policial; por las madrugadas y días libres si no me convencía a mí de ir a un bar o solo a comer, agarraba a otro del turno. Amigos no le hacían falta, pero extrañamente siempre me preguntaba a mi primero.
Su historia siempre me daba el presentimiento de conocerla desde antes o incluso… vivido, pero sabía que eso era imposible. (Además de ridículo)
Me pase la mano por mi rostro: mi matrimonio con Chichi era fantástico, tenemos dos grandiosos hijos e íbamos por el tercero. Tenemos increíbles amigos (ignorando a los extraterrestres) y podría darle a mi familia todo lo que les había faltado en los primeros años, sobre todo a mi esposa.
¿Entonces por qué esta sensación en mi pecho no se había ido?
"Recuerdo cuando nació mi hija, aunque tenía a mi hijo estaba tan aterrado. No sabía cómo cuidarla." Dijo Taku, mientras se despeinaba con una mano su cabello largo. Recuerdo que era más corto cuando entró a trabajar, pero se lo dejo crecer, dice que así se parece más a su padre. "¿Ya decidieron algún nombre?"
"Chichi quiere ponerle Curie…" dije, casi sarcástico.
"Te diría que me sorprende, pero sería una completa mentira." Dijo con burla. "Casi le pone a tu hijo mayor Einstein, con tu hija no debería ser diferente."
"Fue pura suerte que a Gohan no le gustará ese nombre." Me reí un poco. Afortunadamente le había gustado el nombre de mi abuelo.
"Entonces jefe, ¿Qué nombre quieres ponerle? Por qué está muuuuy claro que no está de acuerdo con su esposa." Preguntó con una sonrisa traviesa, solté una carcajada.
"Es verdad que no lo estoy." Admití, rascándome la parte de atrás de la cabeza. A Goten tampoco le había gustado el nombre, él me había ayudado a buscar otras opciones, una que nos gustó, a mi hijo mayor, incluso a mi suegro. "Chiyo. Es el nombre que me gustó."
"Chiyo eh… 'mil mundos' es lindo." Sonrió con ternura. "Apuesto mi sueldo del mes a que ese nombre elegirá tu bebé."
"Bueno, ya que le quitas el dinero a todos los que apuestan contra ti, tomaré tu palabra." En ese momento mi celular sonó, me había llegado un mensaje. Rápidamente lo tomé del escritorio y vi quien era.
"¿Quién es?" Preguntó Taku preocupado, debió ver mi ceño fruncido.
"Es Gohan, mandó un mensaje para decirme que va a visitarnos… solo." Respondí, decaído.
Hacía un tiempo que había visto el distanciamiento entre Gohan y mi nuera, pero no creí que llegaría a este punto. Videl era linda y una gran madre (dejando de lado a su padre luchador) mi hijo de verdad la amaba y podía ver qué ella era igual. No podía imaginar que era lo que provocaba esa separación.
"Solo dales tiempo, antes de que te des cuenta estarán rodeados de corazones…" Taku era el único con el que había comentado el cambio en el matrimonio de mi hijo.
"Tal vez… solo me preocupa que lo noté Chichi." Mi esposa ni siquiera había notado la tensión de ambos en las últimas cenas. De enterarse se metería en el tema intentando ayudar y solo lo empeoraría; pasó cuando sugirió la tutoría privada para Pan y Videl, al enterarse fue a la casa para decirle que no se volviera a meter en su matrimonio o la educación de Pan.
Ese día estaba realmente furiosa. Ni yo ni Goten queríamos que se repitiera la escena. Tuvimos que reemplazar toda la vajilla de la cocina y varios marcos de fotografías.
"¿Qué tal si se van un día de picnic?" Sugirió Taku de repente. Sacándome de mi recuerdo.
"¿Qué?"
"Un picnic en familia." Volvió a sugerir. "Ha estado muy estresado estos últimos meses jefe, y no intente negarlo." Rápidamente cerré la boca. "Un día tranquilo en la naturaleza le caería de maravilla, también relajaría a su esposa." Me recargué en mi asiento y pensé seriamente en su sugerencia.
Chichi inmediatamente diría que no; aún a pesar de vivir en la montaña no había querido salir al bosque desde hace tiempo y probablemente pondría de excusa (como siempre) que distraerá a Goten de sus futuros exámenes o a Gohan de su nueva carrera (el cual es bastante importante si llega a lograr su meta) Pero mi esposa había estado los últimos días muy ansiosa: el doctor había recomendado reposo, pero pareciera que eso no le ayudaba. Algo la preocupaba o la asustaba y no estaba dispuesta a contarlo; no importará las veces que le preguntará.
Tal vez si planeaba todo con mis hijos podríamos tener algo pequeño para mañana sin que pudiera negarse. La tensión en la casa se sentía cada vez que regresaba y había estado aumentando durante las últimas semanas, un pequeño paseo podría ayudar.
"Creo… tomaré tu consejo." Admití. Fingí no ver la sonrisa de triunfo de Taku, no era la primera vez que intentaba que hiciera algo divertido, siempre dice que mi vida era demasiado aburrida.
&&&
~
Estaba corriendo por el bosque, era de noche, hacía tiempo que el sol se había ocultado.
No podía ver mi apariencia, pero sabía que tenía puesto el viejo dogy que el abuelo había hecho para mí cuando vivía con él; no sabía a qué dirección corría sabía dónde estaba. Eran las montañas Paoz.
De repente un rugido se escuchó a lo lejos, los pájaros que estaban en los árboles, incluso algunos animales huyeron asustados. Me detuve: era tal y como mi abuelo lo describió, cuando me contó sobre el monstruo que salía en luna llena.
Me congelé.
Volteé lentamente hacia atrás y miré arriba: ahí, en todo su esplendor se estaba la luna, tan brillante e imponente en el cielo nocturno.
"Oh no…" susurré con terror. Notando que mi voz se escuchaba más infantil.
Ya era muy tarde.
"¡¡¡AAAHHHHHHHH!!!" Un grito desgarrador se escuchó por todo el bosque. Temblé, conocía esa voz. "¡¡DETENTE, POR FAVOR!!"
"¡ABUELITO!" Grité y volví a correr, pero en dirección a los gritos.
Otro rugido escuché y corrí más rápido. Tenía que llegar, mi abuelito necesitaba mi ayuda.
Sentí pequeños temblores, me tropecé varias veces, pero no me importó y no me detuve. Tome con mi mano el báculo sagrado que siempre cargaba conmigo y lo agarre con fuerza, no tardaría mucho.
"¡¡NO GOKU!!" Escuché de nuevo a mi abuelito y después se sintió otro temblor, el más fuerte hasta ahora.
"¡ABUELITO, ESPERA!" Rogué, cuando por fin llegué al claro en dónde estaba nuestra casa.
Lo que ví hizo que dejara caer mi báculo.
El monstruo estaba frente a mí: tenía la apariencia de un mono, pero tenía la altura de un dinosaurio; su cuerpo estaba rodeado completamente de un pelaje café oscuro, casi negro; tenía un gran hocico y enormes dientes, pero sus ojos… sus ojos eran completamente rojos y miraban a mi dirección sin parpadear, detrás de él una cola se movía perezosamente, casi con diversión.
Temblando me alejé un par de pasos, el monstruo solamente me veía. Lentamente levantó una de sus patas, caminó tranquilamente hacia un lado y se sentó en el suelo de golpe, haciendo temblar de nuevo el bosque. Levantó una de sus manos y señaló en dirección al pequeño cráter dónde antes había estado su pata, mire con miedo a dónde señalaba…
"¡¡¡ABUELITO!!!" C orrí hacia su dirección y me arrodillé, no pude evitar comenzar a llorar.
Mi abuelito estaba boca abajo, su cabeza estaba inclinada hacia mi dirección y sangraba por todas partes; sus ojos estaban cerrados, pero su boca estaba abierta y de ahí salía más sangré. Podía ver qué varios de sus huesos estaban rotos, su brazo derecho estaba en una posición extraña al igual que su pierna izquierda.
"¡Abuelito… abuelito, despierta!" Me acerqué a él aun sollozando e intenté moverlo un poco para despertarlo.
De golpe sus ojos se abrieron y me miraron, no pude evitar soltarlo y alejarme un poco, sus ojos estaban nublados, pero mostraban odio y decepción. Jamás me había mirado así…
"...por…qué…?" Lo escuché susurrar mientras escupía sangre. "...por qué… me mataste...?"
"NO, NO, NO, no, no, no abueli-ito no fui yo, fue el m-monstruo …" Incluso cuando decía la verdad, sentía como si mintiera.
"Ah…sí?" Él preguntó, su mirada se había hecho más oscura y solo hizo que me alejara más. "...que…q-ue monstruo…?"
"¡El monstruo que está ahí! ¡Está ahí mira…!" señalé a dónde se había sentado el monstruo, pero cuando volteé dejé de respirar.
Ahí ya no había ningún monstruo, en cambio estaba un niño inconsciente boca arriba en el suelo; no tenía ropa, pero estaba totalmente inconsciente. Lo que hizo que dejara de respirar y me ardiera el pecho, fue cuando ví su cara.
Era yo…
De repente sentí como algo tocaba mi hombro, giré mi mirada y ahí ví mi cola… la misma que tenía el monstruo.
Yo era el monstruo…
"…qué, monstruo…?" Volvió a preguntar mi abuelito con burla. Volví a mirarlo y ahora mostraba una sonrisa casi sádica. "...solo te veo… a tí… asesino…"
"No, no… no, no… no, no, no, no, no." Lo negué, pero volví a ver a la misma dirección y ahí estaba yo, aún inconsciente.
Me levanté y me alejé del cráter, me tapé los ojos para evitar verme o la sonrisa maníaca en el rostro de mi abuelito. Caí de rodillas al suelo mientras escuchaba las risas de burla de mi abuelo.
"¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO!… ¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento!" Comencé a susurrar mientras lloraba desgarradoramente. "¡No fue mi intención! p-perdón, perdón… perdón… por favor ya detente, detente, detente, detente, detente… DETENTE, DETENTE, DETENTE, DETENTE ¡DETENTEE!" Pedí entre lágrimas una y otra vez, escuchando las risas de mi abuelo que solo aumentaban de volumen. No pude más. "¡¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!"
…
..
.
"Kakarotto…"
.
..
…
"¡¡KAKAROTTOOOOOOOOOO!!"
~
Abrí los ojos de golpe y tapé mi boca con la mano para evitar gritar. Mi respiración era errática, sentía que en cualquier momento me asfixiaría. Temblaba de pies a cabeza sin control.
Volteé mi mirada al otro lado de la cama y vi a mi esposa, ella estaba completamente dormida tapada con las sábanas; yo en cambio sudaba a mares y no tenía sábana alguna. Probablemente las quite durante la noche.
Me levanté lentamente de la cama, lo más lento que pude aún con la mano en la boca y salí de la habitación sin hacer ruido. No podía respirar, mi pecho dolía por lo rápido que mi corazón estaba palpitando, sentí que saldría de mi pecho en cualquier momento.
Busqué desesperadamente las llaves de la puerta, la abrí y salí corriendo de la casa. No sabía a dónde me dirigía y no me importaba, sólo sabía que tenía que salir de la casa, tenía que huir lo más lejos que pudiera; de la pesadilla, la culpa o de mi hogar, no sabía de qué exactamente.
Corrí, corrí y corrí por lo que parecieron horas, cuando mis piernas no pudieron más pare y mire alrededor, intentando recuperar el aire: había acabado en un pequeño lago, todo rodeado de árboles y algunas flores. Miré hacía el horizonte y pude ver qué aún era de noche. Comenzaba a ver como lentamente la luz aparecía. No faltaría mucho para que amaneciera.
Caí de rodillas, aun jadeando y me llevé las manos a mi cabello intentando controlar las lágrimas que amenazaban con salir, cuando los recuerdos de la pesadilla regresaban a mi mente.
No era la primera vez que soñaba con la muerte de mi abuelo y mucho menos con el monstruo, lo que ahora sabía era la “Transformación Oozaru”
Fue mi culpa, yo lo maté… él tenía razón, soy un asesino al igual que el resto de mi raza, al igual que mi hermano, al igual que Vegeta … solo somos una raza de asesinos.
Respire hondo unas cuantas veces y quite las manos de mi cabello. No podía quedarme aquí toda la mañana.
Ya no tenía que preocuparme, Gohan estaba buscando una forma de purgar de nuestro cuerpo las células S, ya no seríamos parte de esa raza de asesinos ya no tendría miedo de convertirme en un genocida al igual que Vegeta.
Me reí sin poder evitarlo. Ni siquiera debía preocuparme por ese principito sin reino, cuando regrese de su famoso entrenamiento Bulma lo echaría del planeta junto a su descendencia y la tierra estaría en paz; Yamcha le había propuesto matrimonio a Bulma hacía semanas. Cuando el mono se fuera todo regresaría a la normalidad.
Ignore descaradamente la incomodidad en mi pecho. Todo regresaría a la normalidad.
Tenía que regresaría a ser normal…
***
2
***
Notes:
- Información sobre las células S puede ser encontrada en la Wiki Hispano de Dragon Ball: https://dragonball.fandom.com/es/wiki/C%C3%A9lulas_S
- Pan canónicamente asiste al preescolar, esto se ve en la película de Dragon Ball Super: Super Hero. En la misma película vemos que sus padres estuvieron ocupados y le piden a Piccolo recogerla. En esta se nos menciona que Videl se dedica a impartir clases de Artes Marciales.
- La foto de boda que Gohan menciona se mostró en los primeros capítulos de Dragon Ball Super. (Es donde Piccolo cierra los ojos justo cuando toman la foto)
- La carrera de Investigador dura un alrededor de 3 años, por lo cual Gohan ya la ha terminado, pero se sabe que el asiste a reuniones y trabaja en la Universidad.
- La preparatoria Blue Hal es canónica, se mostró en el manga de Dragon Ball Super: Saga de los Héroes de la Limpieza. Oficialmente asisten Goten y Trunks.
- Los tutores mencionados por Goten están inspirados en personajes de Naruto:
Juko: viene de Junko Midori, seijū oficial de Koharu Uttatane
Hiku: viene de Hikaru Miyata, seijū oficial de Homura Mitokado
Ito: viene de Hiroshi Ito, seijū oficial de Danzo Shimura
- El apellido que tienen los tres hace referencia al apellido de Danzo:
Mura: viene de Shimura.- Los latigazos son en parte referencia al Tutor que Chichi contrato para Gohan en el anime de Dragon Ball Z, poco después de la finalización de la saga de namek (el tutor llego a pegarle a Gohan en la espalda con un látigo/bastón, al menos hasta que Gohan y Chichi lo golpearon a él)
- El trabajador Taku Nakaze también fue inspirado en un personaje de Naruto, posiblemente el más fácil de identificar:
Taku: viene de Junko Takeuchi, seijū oficial de Naruto Uzumaki
Nakaze: viene de Namikaze, segundo apellido de Naruto
A partir de ahí es fácil idéntificar los personajes inspirados en su ex-esposa e hijos.- Aunque en el anime de Naruto exista un personaje con el nombre de Chiyo (la anciana que revive a Gaara) el nombre se eligió por su significado, el que hubiera un personaje de Naruto con el mismo nombre fue mera coincidencia. (No miento, mientras escribía esto recordé a la anciana)
- En la pesadilla de Goku el sueña con un Oozaru: esto técnicamente debería de ser imposible, ya que según el capítulo 3 de esta historia Vegeta explica que Goku jamás estuvo en el campo de batalla cuando él llego a la tierra por primera vez, por lo cual él no debe saber cómo se ve dicha transformación, ni mucho menos soñarla.
Esta parte del sueño hace referencia al sueño que Goku tuvo en Dragon Ball Z en la saga de los androides. Cuando Goku soñó con No.17 y No.18 a pesar de que él había caído enfermo antes de siquiera verlos.
Chapter 11: Perspectiva de Dos Guerreros - Fin del Juego
Summary:
Vemos mascaras caídas, hipocresía y una felicidad de color rosa distorsionado.
¿Cuál será la reacción de nuestro guerrero al saber que perdió más de lo que sabia?
Fin del Juego.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*28 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 2429-Azul-753. Nuevo Namek*
*Atmósfera del Planeta*
*Hora de tiempo en la Tierra: 11:40 am.*
***
Habían pasado años desde que no tenía pesadillas tan frecuentes.
En la tierra apenas tenía algunas al mes, con Trunks ese número disminuyó y cuando Bra nació era raro que soñara con mi tiempo en el Ejército de Freezer, e incluso cuando lo hacía era tan nítido que no recordaba los detalles al despertar, pero desde que recuperé mis recuerdos eso cambió.
Las pesadillas volvieron con toda su fuerza, a diario recordaba alguna tortura o una golpiza y era claro que soñaría con la escena. Pero lo que más se destaco fue que en mis pesadillas incluían a Kakarotto; torturado hasta pedir la muerte, golpeado hasta ser convertido en una pulpa sangrienta o violado brutalmente hasta requerir una cámara de recuperación. No era agradable en lo absoluto, pero como siempre en mis sueños no podía detenerlo.
Suspiré.
Tardamos 6 días en llegar a Nuevo Namek. Durante todo el viaje entrenaba en la sala de gravedad solo, o en algunas ocasiones con Piccolo. Sabía que si desviaba mi mente a la tierra pensaría en las consecuencias y perdería el control. Debía mantener mi mente ocupada y fue lo más difícil.
Piccolo estuvo callado, más de lo usual. Era su primer viaje en nave espacial lejos de la tierra y se veía tenso; si era por Gohan, Dende o por qué vería de nuevo a su raza, se lo guardaba para sí mismo. Ni siquiera podía culparlo, estaba en las mismas condiciones por mis hijos.
Miré a la ventana frente a mí y fui recibido por la vista de Nuevo Namek: el planeta tenía colores verdes y azul claro, cada uno congeniando armoniosamente, incluso mostrando un degradado. Era exactamente igual al planeta original.
Estaba sentado en la silla del piloto y Piccolo en la del copiloto. Ninguno de los dos había mencionado palabra cuando llegamos a la atmósfera, demasiado metidos en nuestras cabezas.
No fue hasta el cuarto día que pude sentir el ki de Moori y el resto de Namekusei: como Kakarotto lograba sentir sus presencias hasta la tierra era una proeza. Aunque, jamás no se lo diría.
"¿Dónde sería mejor aterrizar? ¿En un lugar apartado?" Pregunté en voz alta, escuché como Piccolo se movía en su asiento.
"No importa dónde aterricemos, se van a poner a la defensiva con cualquier nave que vean. Es posible que ya se hayan dado cuenta de nuestra presencia." Buen punto, ninguno de los dos había tratado de ocultar su ki. "Será mejor encontrar en dónde está el Gran Patriarca y aterrizar ahí." asentí.
Apagué el piloto automático, lo cambié a manual y comencé a avanzar hacia el planeta a velocidad media.
Fue un poco desconcertante ver el planeta exactamente igual al anterior y sin ningún daño: la imagen que tenía mi mente era de columnas interminables de lava saliendo desde el núcleo del planeta; un cielo oscuro lleno de relámpagos y el mar haciendo olas incontrolables, todo acompañado por temblores.
Volamos por varios minutos, podía sentir el ki de Moori no muy lejos, así que viaje a esa dirección. Resultó que era en la aldea más grande y como dijo Piccolo, tan pronto estuvimos cerca un grupo de Namekuseins salió volando y se colocó en posición defensiva frente a nosotros, detuve la nave lentamente, en una muestra de que no éramos una amenaza.
Piccolo se levantó del asiento y elevó su ki, como si se tratara de una señal los Namekuseins que se habían puesto a la defensiva dejaron su posición y comenzaron a bajar lentamente hacia la aldea, cerca de la casa en dónde sentía el ki de Moori. Al mismo tiempo el resto se alejaba y dejaban un espacio lo suficientemente grande para que aterrizará la nave, a unos metros frente a la casa.
"Ya podemos bajar." Piccolo hablo. Lo mire por un momento con una ceja levantada, pero baje lentamente la nave hacia el espacio que nos habían dado.
Activé el programa de aterrizaje seguro y escuché como los motores disminuyeron su potencia y salían los soportes. Con un pequeño movimiento aterrizamos. Piccolo inmediatamente mostró su turbante y capa. Apagué la computadora de comando y caminamos juntos hacia la puerta.
"Será mejor que bajes tu primero, lo haré yo cuando sea el momento oportuno…" dije, mientras ingresaba el código de apertura.
"Eso mismo iba a decirte, Vegeta." Sonreí ligeramente, había notado su tono burlón.
La puerta se abrió, las escaleras bajaron y Piccolo salió: escuché varias voces alrededor, la mayoría de asombro e incluso de felicidad, pero nadie se acercó.
"Piccolo." Escuché la voz de un Namek. "Ha pasado tiempo." Su tono era bajo, cordial.
"Si, ha pasado un tiempo." Incluso el tono de Piccolo había bajado de su habitual tono serio. Pensé que eso solo ocurría con Gohan… "No tengo mucho tiempo. Necesito una audiencia con el Gran Patriarca."
"¿Tú? ¿O el que se esconde en la nave?" pregunto otro Namek, con tono duro. Esa era mi señal.
Baje los escalones de la nave con la mirada en alto, los Namekuseins alrededor comenzaron a murmurar y se alejaron un poco: baje de la nave y me acerque a dónde estaba el botón principal y convertí la nave en cápsula, rápidamente lo atrape en el aire y lo guarde en mi armadura.
Dirigí mi mirada hacia el grupo de 4 que custodiaban la entrada de la casa. "Ambos pedimos la audiencia." Aclare, mientras caminaba hasta quedar al lado de Piccolo.
"¿Y qué razón puedes tener tú para querer ver al Gran Patriarca?" Preguntó el Namek frente a mí, su tono era neutral, no había emoción en su rostro, pero estaba a la defensiva.
"Pedimos usar las esferas del dragón." Fui directo al grano. "Necesitamos su ayuda." ví como varios Namekusei mostraron sorpresa.
"Hay esferas en la tierra y aún están activas. ¿Para qué necesitarían las esferas de Namek?" Preguntó el Namek frente a Piccolo, tono desconfiado.
"Para lo que requerimos las esferas Shenlong no puede arreglarlo." Aclaró está vez Piccolo.
"Debe ser algo grande para que tuvieran que venir hasta aquí, Piccolo." Se escuchó una voz detrás de los 4 Namekusein, se separaron y abrieron paso a Moori, quien caminó hasta quedar frente a nosotros. Inmediatamente dos de los Namek se posicionaron detrás de él, el resto a los lados. Moori sonrió al ver a Piccolo. "Es un gusto verlos de nuevo."
"Igualmente, Gran Patriarca." Sonrió ligeramente Piccolo. Fue extraño que Moori dijera “verlos” y aún más que Piccolo no lo hubiera corregido, en cambio sonrió. "Hubiéramos preferido que fuera en mejores circunstancias."
Moori miró a Piccolo por un largo momento, su rostro pasó de una sonrisa a una mirada de preocupación en cuestión de segundos, miró entre él y yo. "¿Qué fue lo que ocurrió?"
En vez de responder, Piccolo se quitó su turbante y se arrodilló frente a Moori inclinando su cabeza ligeramente hacia el frente, el Gran Patriarca se acercó a él y colocó ambas manos en su cabeza, al instante cerraron los ojos, al mismo tiempo que la punta de sus antenas comenzó a emitir un pequeño brillo anaranjado.
Sentí la sensación de estar presenciando algo demasiado privado. Me alejé un par de pasos de Piccolo y me di media vuelta. Sentí las miradas de los guerreros Namek sobre mí, pero ellos no hicieron ningún movimiento e incluso por el rabillo del ojo ví que se relajaron por mi acción.
Piccolo había estado en contacto con los Namekusein cuando se quedaron en Corporación Cápsula, incluso ese viejo Namek bajo del templo a convivir con ellos. Lo que no sabía era el alcance de esa cercanía.
Kakarotto habló bastante de Kamisama: el tono con el que hablaba era el mismo que usaba cuando mencionaba a Roshi y Kaiosama, pero sobre todo cuando hablaba de Son Gohan, su abuelo. Le tenía respeto y lo había visto como una figura paterna.
Kamisama había sido un Namek enviado a la tierra, creció solo y en el completo exilio, esperando por mucho tiempo a la familia que prometió ir por él, pero que jamás apareció. Antes de volverse Kami, había tenido que pasar por un ritual que separó su alma en dos partes, la buena y la mala, de ahí nació el Rey Demonio Piccolo Daimaku.
Según recuerdo Kakarotto en algún punto se encontró con él y lo derrotó en combate cuando aún era un niño, pero antes de morir dio vida a su hijo: Piccolo, quien había heredado más de la raza Namek que del linaje demoníaco por el que eran conocidos los hijos de Daimaku.
Tanto Kamisama como Piccolo crecieron en la tierra, ajenos e ignorantes de que en algún planeta ellos eran parte de una raza; ignorantes de sus costumbres, raíces y cultura. Su historia es demasiado parecida a la de Kakarotto, pero una diferencia entre ellos fue que Piccolo tuvo la oportunidad de saber de su raza y lo hizo, tuvo la opción de irse al planeta que desde un inicio debió ser su hogar, pero prefirió quedarse en la tierra; pero ahora sabiendo que no era él único y que no estaba solo; en cambio Kakarotto ya no tenía un planeta al cual volver o visitar, pero incluso con eso él prefería permanecer ignorante, aún a pesar de tener a alguien que conocía sus raíces jamás preguntó; jamás le interesó y mucho menos lo aceptó, junto a sus hijos.
A pesar de eso, ellos no merecían ser marionetas… ningún saiyajin merecía ser privado de su libertad, no de nuevo.
Escuché un sonido de sorpresa. Volteé y vi que tanto Piccolo como Moori ahora tenían los ojos abiertos y se miraban fijamente, las manos de Moori bajaron hasta el mentón de Piccolo, su expresión era de tristeza. "Piccolo… de verdad lo lamento."
"No debería de lamentarlo Gran Patriarca. Era responsabilidad nuestra y de Dende, ahora estamos pagando las consecuencias."
"Kamisama creó las esferas por razones parecidas al Gran Patriarca antes que yo." Corto Moori con voz firme. "No fue culpa suya o de Dende que esto haya ocurrido, hicieron lo correcto y tomaron las medidas que creyeron necesarias. Ni yo hubiera previsto este camino." Suspiro, su expresión se volvió más triste. "Y por lo que pude ver, los que hicieron esto fueron personas que conocen desde hace mucho tiempo." Piccolo bajó un poco su mirada y asintió. Presentía que se sentía culpable por lo sucedido, el rostro de culpa de Dende fue un claro indicador, pero no creí fuera posible verlo tan vulnerable.
"Slug." Moori llamo, el Namek en cuestión era el que había estado frente a mí. "Que cada uno vaya a una Aldea y recolecten las esferas."
"Gran Patriarca. ¿Qué es lo que ocurrió?" Preguntó uno de los Namek alrededor. Todos habían escuchado las palabras de Moori y se habían preocupado.
"Han usado las esferas de la tierra de forma egoísta y corrupta." revelo el Gran Patriarca con rostro neutral, pero su tono era frío. "Los afectados fueron muchos, incluyendo a Son Goku. Shenlong no puede deshacer la magia. Vayan por las esferas." terminó y un grupo de Namekuseins se elevaron hacia el cielo y volaron a diferentes direcciones.
Dirigí de nuevo mi mirada hacia Piccolo, él aún se encontraba de rodillas y con el rostro abajo, me acerqué, sintiendo la mirada de Moori sobre mí. Puse una mano en su hombro, levantó la mirada y me miró fijamente a los ojos, veía en ellos culpa y tristeza: los mismos sentimientos que sabía se mostraban en los míos.
Le extendí una mano, él la miró, la tomó y lo ayudé a levantarse del suelo. Rápidamente volvió a colocarse su turbante y por primera vez desde que comenzó nuestro viaje pude ver qué parte de su tensión había desaparecido. Por fin miré a Moori: él me miraba con un rostro entre serio y curioso; mis emociones aún se mostraban en mis ojos y mi expresión corporal solo lo corroboraba.
"Gracias, Gran Patriarca." Le agradecí, mientras me arrodillaba, colocaba mis manos frente a mí en forma de puños, chocando y bajaba mi cabeza hasta mirar completamente al suelo.
×
"Un príncipe jamás se arrodilla ante nadie… pero si es por una razón justa, incluso un Rey puede mostrar agradecimiento…" explico el Rey Vegeta, mientras miraba su reino con una expresión tranquila, algo no muy común en él. "Somos una raza orgullosa, pero cuando alguien nos ayuda sin pedir nada a cambio, podemos al menos demostrarle el respeto y la gratitud que se ha ganado." Fue la última lección que dio. Días después el planeta Vegetta fue destruido.
×
No era la primera vez que hacía esta posición: los primeros en recibirla habían sido mi esposa y mi hijo, después de los acontecimientos de Majin Buu. Esa fue la primera costumbre saiyajin que le enseñé a Trunks, y desde ahí comencé a contarle todo sobre nuestra raza.
Escuché los sonidos de sorpresa de varios Namekusein pero ninguno susurró, ellos al menos adivinaban que significaba esta posición y la respetaban con su silencio.
"Puedes levantarte, Príncipe Vegeta." No me sorprende que supieran de mi posición, lo repetí demasiadas veces en el pasado. Pero incluso yo sabía que los Namekusein no reconocían un título sin una demostración que lo mereciera. Me levanté rápidamente. "Dende tenía razón en decirte que nosotros los Namekusein no somos una raza tonta; no nos dejamos guiar por emociones como el odio o resentimiento. Solo originan peleas innecesarias." Dijo, su expresión se volvió menos dura. "Te arriesgaste a venir aquí con la posibilidad de que pudiéramos negarnos a recibirte, incluso con la compañía de Piccolo." Advirtió, miré por un momento a Piccolo y él solamente asintió con la cabeza, volví a mirar al Gran Patriarca. "Cuando viniste la primera vez y causaste muertes en la Aldea de Tsuno, te mostraste a ti mismo como alguien sin corazón, y las acciones después de eso solo lo confirmaron… pero viniste aquí a pedir ayuda no solo por tu propia sangre, sino también por tu familia elegida." Instintivamente sentí la urgencia de negarlo, pero Piccolo había sido testigo de cómo Goten comenzó a llamarme tío y también Gohan, hace un par de años; como ese tonto de Kakarotto me daba esa sonrisa de hermandad que hace mucho no le había mostrado a Krillin; Pan en sus visitas a jugar con Bra la veía como una sobrina, había comenzado a llamarme también tío Vege, poco antes de que todo este desastre comenzará, sin olvidar que la vi algunas veces intentando copiar mis movimientos de lucha al lado de mi hija.
Incluso los vínculos que tenía con todos eran familiares, ya no de camaradería. Sin darme cuenta había comenzado a verlos como algo más, eran mi familia y como Príncipe, eran mi pequeño reino para proteger.
Y falle.
El Gran Patriarca sonrió ligeramente, como si leyera mis pensamientos. "Dende tenía razón en otra cosa: tú ya no eres el mismo de antes y eso puedo verlo claramente. Aquel que dejó una vida de asesinatos prometer volver a mancharse las manos, solo por el bien de su familia requiere valor, más con el peligro de caer en una antigua oscuridad." Me dio una mirada de advertencia. "Pero no creo que Goku lo permita."
"Eso no podemos saberlo Gran Patriarca… lo que le pasó a Kakarotto cambia a cualquiera." Declare serio. El rostro del Moori mostró dolor, pero se recuperó rápido.
"Gran Patriarca." Uno de los Namek que se fueron había regresado, llevaba consigo la esfera de 4 estrellas. "El resto están por llegar."
¥¥¥
Las siete esferas se encontraban reunidas, brillando con anticipación.
Nos alejamos un par de metros de la Aldea para invocar a Porunga. Los líderes de las aldeas habían querido asistir a la reunión tan pronto supieron que se trataba de Kakarotto: Piccolo, el Gran Patriarca y yo éramos los únicos más cerca de las esferas, el resto nos rodeó dejando un gran margen de espacio.
Moori se acercó a las esferas, levantó ambas manos y dijo en voz alta. "¡TAKKARAPTO POPORRUNGA PUPIRITTOPARO!"
El cielo de Nuevo Namek se oscureció, las esferas brillaron intensamente y de ellas emergió una columna de luz amarilla que tomó la forma de un dragón. Cuando la luz se desvaneció se pudo ver a Porunga.
"¿Cuál es tu primer deseo…?" Preguntó el dragón con voz profunda. Miro hacia nuestra dirección.
Moori dirigió su mirada a Piccolo y a mí.
"Tú pide los deseos Vegeta." Declaró Piccolo. Volteé a mirarlo pidiendo una explicación, no me dio ninguna el insecto verde, pero su rostro mostraba que no cambiaría de opinión.
"De acuerdo…" respondí.
***
1
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#
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*28 de mayo del año 784*
*Planeta Tierra*
*Región 439 - Residencia de la Familia Son*
***
Le había avisado en la noche a Gohan que haríamos algo para ir de día de campo hoy, llegó antes de que Chichi se despertara y entre él y yo hicimos una pequeña comida. Preferí no despertar a Goten, últimamente lo veía más cansado de lo habitual.
Entre los dos hicimos algunos sándwiches, cortamos fruta fresca e hicimos agua de sabor: envolvimos todo y lo guardamos en una canasta. Goten se despertó cuando buscábamos algo para poner en el césped, cuando le contamos el plan quedó encantado. Terminamos tomando un par de cobijas.
Cuando Chichi despertó yo ya estaba totalmente vestido: tenía un par de pantalones de color naranja oscuro: playera azul marino y una chamarra de piel. No me había dado tiempo para arreglar mi cabello, así que lo tenía al natural. Tomaría el consejo de mi esposa y por fin me lo cortaría: Gohan se había puesto un pans de color verde oscuro; playera morada y tenis blancos, esta vez había dejado sus anteojos: en cambio Goten se había puesto un Changsha de color verde olida con detalles naranjas; su pantalón y zapatos eran color negro.
Chichi se dirigía a la cocina para hacer el desayuno, pero la convencí de vestirse con algo cómodo antes de hacer cualquier cosa, con su mirada divertida hizo lo que pedí: ella se había puesto uno de sus kimonos sencillos de color lila y zapatos bajos; al final prefirió trenzarse el cabello. Cuando por fin entramos a la cocina nuestros hijos estaban ahí y en la mesa se podía ver la canasta de picnic.
Sin mucha sorpresa mi esposa comenzó a decir que no teníamos tiempo para salir y más excusas sin sentido, por el rabillo del ojo había visto la mirada decepcionada de Goten, así que insistí.
"Chichi has estado estresada estos días, una pequeña salida te ayudará a relajarte. Recuerda que todo lo que te afecte también le afecta al bebé." Dije, sacando el tema que a ambos nos preocupaba.
"Pero… Goku…" Intentó negarse casi desesperadamente. Ella sabía que había sacado el tema para que cediera, pero también sabía que tenía razón. Miro a Gohan en busca de apoyo, pero él estaba de mi lado.
"Si mamá, ya tenemos todo preparado, solo es cuestión de salir." Mi hijo mayor destaco.
"Es solo un picnic cariño, no estaremos por mucho tiempo fuera. Hace mucho que no hacemos nada en familia desde que Gohan se mudó, después probablemente ya no podamos reunirnos." Dije con voz decidida.
Chichi solamente suspiró, ella sabía que tenía razón, ya no podía negarse, me regaló una sonrisa y me abrazó, tal vez un poco más fuerte de lo habitual. Sin más contratiempos agarramos las cosas, salimos de la casa y entramos todos al vehículo.
Durante el viaje fue Gohan quien condujo, Goten lo acompañó en el asiento del copiloto. Yo preferí estar en la parte de atrás con mi esposa, la rodee con mi brazo y la abrace lo mejor que pude. Su embarazo se había comenzado a notar más desde la fiesta y no podía abrazarla como antes.
Gohan había sugerido un lugar en el bosque, un poco cerca del desierto lejos de la montaña. Contó que encontró el lugar hace meses por un insecto que había estado investigando y le encantó, pero no había podido regresar a visitarlo. La vista había hecho tensar a Chichi un poco, pero cuando Gohan había explicado lo del insecto ella se relajó al instante. Intenté preguntarle si algo pasaba, pero nuevamente se negó a decirlo, tenía de nuevo esa mirada perdida.
Mi hijo aterrizó el vehículo y todos salimos, yo lo transforme en cápsula y lo guarde.
Goten es quien tenía la canasta y Gohan las cobijas: ambos decidieron poner el picnic bajo la sombra de un árbol, iba a ayudarlos, pero Chichi había apretado mi brazo; la voltee a ver y su mirada estaba clavada en nuestros hijos, sus ojos llenos de cariño y dulzura.
"Ya han crecido…" dijo casi en un susurró, mientras pasaba su mano lentamente sobre su vientre. Yo coloqué mi mano sobre la de ella.
"Si, ya han crecido, pero aún le falta a esta pequeña hacerlo." Le regale una sonrisa, ella me miró y me regaló una sonrisa acuosa, rápidamente se limpió los ojos con un trapo. Últimamente había estado cambiando mucho de humor. "Oh cariño… "
"Estoy bien amor… solo…" Guardó su trapo en su bolso y suspiro, volviendo a mirar a nuestros hijos. "...estoy tan feliz, y tengo miedo de que nos quiten esto…" confesó apretando más fuerte su agarre en mi brazo. Así que eso era lo que la tenía tan tensa.
"Chichi, mírame." Le pedí, ella volvió a mirarme, su expresión era de miedo. "No nos van a quitar a nuestra familia, está bebé va nacer y la cuidaremos, la veremos crecer y convertirse en una mujer tan maravillosa como su madre." Le acaricié lentamente la mejilla, haciéndola sonreír. Eso era mejor. "Goten va a entrar a la universidad y cuando acabe será conocido como uno de los mejores abogados de Satán City: Gohan terminará sus carreras en genética y medicina y conseguirá la forma de separarnos de esa raza alienígena… el asesino de Vegeta y sus hijos se irán en pocos meses de la tierra. Ni nuestra hija, ni Pan crecerán con el miedo de que algún tipo venga con intenciones de venganza de una raza extinta. Nadie nos va a quitar esta vida Chichi." Le dije con toda la seguridad que podía reunir. Ignorando de nuevo el malestar en mi pecho que aumentó al decir esas palabras.
Mi esposa me sonrió soltando algunas lágrimas de alivio, por fin pude ver qué la tensión que cargaba desde hace días desaparecía lentamente.
"Me lo prometes Goku…" pidió en un susurró. Ella sabía que siempre cumplía mis promesas.
"Cla…" dije, pero tuve que detenerme. Me aleje de mi esposa y me lleve mis manos a la cabeza, era otra jaqueca. "Chichi…" fue lo único que pude decir, cerré los ojos con fuerza.
"Papá, ¿Qué ocurre?" Escuché vagamente la voz preocupada de Gohan.
…
..
.
"... ¿Cuál es tu primer deseo…?..."
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..
…
Abrí los ojos, sorprendido. La voz se escuchaba lejana, casi como un susurró, pero muy clara. No provenía de mis hijos y mucho menos de mi esposa, pero tampoco venía del exterior… venía de mi cabeza.
Mi dolor solo comenzó a aumentar más, sin poder evitarlo rechine los dientes en un intento por no gritar.
Este no era el dolor de cabeza habitual.
"Creo papá olvidó tomar sus pastillas de nuevo." Escuché a Goten decir asustado.
…
..
.
"...Tú pide los deseos Vegeta…"
.
..
…
"No pasa nada niños, por favor tráiganme agua." Chichi ordeno, estaba seguro que estaba sacando las pastillas de su bolso.
La voz en mi cabeza ahora era de ese Namek llamado Piccolo ¿Qué estaba ocurriendo?, ¿Por qué escuchaba voces en mi cabeza?, ¿Qué querían decir con deseos?
..
.
"...De acuerdo…"
.
..
Esa era la voz de Vegeta.
Me fue difícil respirar de repente, llevé una de mis manos a mi pecho en un intento para que mis latidos volvieran a su ritmo normal, sentía que mi interior estaba ardiendo. Mis piernas temblaban sin control y en cuestión de segundos caí de rodillas al suelo. Llevé mis manos a mi cabello y apreté con fuerza.
"¡PAPÁ!" Escuché gritar a uno de mis hijos. No sabía quién.
"¡GOKU! ¿¡QUÉ TE OCURRE!?" Chichi gritaba de la preocupación...
..
.
"... Deseo que todos los humanos y saiyajins de la tierra recuperen sus verdaderos recuerdos… "
.
..
"A… algo-o… e-esta… ma-al…" exclamé lo mejor que pude, el dolor era tan intenso que era difícil hablar. El ardor solo aumentó y apenas podía respirar: era como si lava me estuviera quemando de adentro hacia afuera lentamente.
"¡Goku por favor levanta la cabeza, aquí están tus pastillas!" Escuché una voz frente a mí, con esfuerzo levanté la cabeza y me encontré con la mirada asustada de Chichi, en su mano tenía 7 pastillas.
Lo mejor que pude las tome de su mano y las lleve a mi boca. Ya todo estaría bien…
.
"…Eso es muy fácil…"
.
Vi como una luz amarilla me rodeó de golpe, era tan brillante que tuve que cerrar los ojos. Vagamente escuché voces, pero no podía identificar de quienes era o de dónde provenían.
×
"El nombre de este niño es Kakarotto…" nítidamente veía a un hombre cerca, su cabello era como el mío y tenía una marca en su mejilla en forma de x. Sus ojos abiertos de asombro mientras me miraban.
×
Abrí los ojos de golpe. Esa voz, se parece a la mía.
×
"¿Es mi papá? …" Un pequeño yo pregunto, estaba escondido detrás de su madre. Me acerque…
×
Me congele.
×
"No te preocupes, si llegara a estar equivocado yo mismo iré a recuperarlo de inmediato." Escuché a papá decirle a una mujer, yo estaba llorando, quería salir de esa esfera.
×
No escuchaba nada a mi alrededor.
×
"Si tu padre llega a cambiar de opinión, iremos por ti. ¿Oíste mi amor? ..." La mujer era linda, sus ojos eran como los míos, pero estaban llenos de lágrimas. Mamá...
×
No veía nada con mis ojos, en cambio, mi mente me mostro todo.
×
"Tío Goku, entonces… ¿Si podemos acompañarlos a entrenar con Whis?…" Preguntó Trunks con su dogy de combate ya puesto, a su lado mi hijo menor saltaba de emoción.
×
El dolor en mi pecho se fue en parte, el de cabeza también.
×
"No tienes remedio, eres muy distraído apenas te diste cuenta… ¡Claro que soy yo hijo!" exclamo mi abuelo con una sonrisa, mientras se quitaba la máscara. Comencé a llorar, él estaba aquí, no era un sueño.
×
Pero algo que no había desaparecido.
×
"Mi papá es una gran persona, que siempre me ha dado valor para seguir adelante. Gracias... Te amo, papá…" Ví a Gohan decir, mirando directamente al cielo con una sonrisa. Gracias a Kaiosama pude verlo. Sonreí un poco triste, lo voy a extrañar tanto.
×
La sensación de lava corriendo por mi cuerpo permaneció, incluso aumentó.
×
"Hermanito. ¡Cuando seas grande yo te entrenaré! Serás igual de fuerte que papá y yo…" Dijo un niño con armadura y un cabello muy largo y familiar, me miraba entre curioso y feliz.
×
Me llevé las manos al rostro y me agaché.
No, no era lava.
×
"...No desperdicies mi sacrificio, no pienso perdonarte si pierdes. ¡Adéntrate en el terreno de los dioses y usa ese poder para vencer a Jiren! ¡KAKAROTTOO! …" Escuché el grito de Vegeta. No, no podía desperdiciar la oportunidad que me dio, la vida de nuestro universo estaba en juego. ¡NO ME IBA A RENDIR!
×
Era mi ki, había despertado....
×
"Comprende… Tampoco es bueno relajarse demasiado. Tú tienes un problema serio, y ese es exceso de confianza. No importa que tan fuerte seas. Mientras te confíes, el cuerpo se hace vulnerable…" Whis explico, mirándome directamente a los ojos.
×
Recorriendo todo mi cuerpo y pidiendo salir...
×
"Escucha, pase lo que pase tienes que sobrevivir…" dijo mi padre, me miraba con orgullo y preocupación. Puso su mano en el cristal morado y yo también.
×
Abrí la boca lentamente..
×
"¡¡KAKAROTTOOOOOOOOOO!!" Escuché el grito de mi madre, quería salir de esa esfera y abrazarla, pero algo obligó a que cerrará los ojos.
Cuando desperté, ella ya no estaba y jamás la volví a ver.
×
Y lo deje salir todo.
"¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!"
…
..
.
"…He cumplido tu primer deseó…"
.
..
…
***
0
***
***
*Fin del Juego*
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Notes:
-El nombre/código del planeta de Nuevo Namek hace referencia a Piccolo y y Kamisama. 2429-Azul-753:
242: viene del año 242, año oficial del nacimiento de Kamisama
9 y 753: vienen del 9 de mayo del año 753, fecha de nacimiento oficial de Piccolo.
Azul: uno de los colores originales del planeta Namek.-No sabemos mucho de la raza Namekusein a parte de la curación, telepatía, y que es la única raza que pueden crear las esferas del dragón. Lo que se vio en este capítulo de los namek no es canónico.
-Slug es el nombre del villano Namekiano que sale en la película: "Dragon Ball Z: Goku, el super saiyajiano". Para esta historia es un guerrero del planeta Namek.
-El nombre de la aldea que Vegeta ataco en su llegada al planeta Namek en la saga de Frezzer es Aldea de Tsuno, cada aldea tiene el nombre del líder que la dirige. Esta información es canónica.
-Las palabras que Moori le dice a Vegeta sobre la raza namekusein vienen directamente del manga, como se mencionó en capítulos anteriores.
-Las palabras de Moori usa para convocar a Porunga son las usadas en anime y manga de Dragon Ball Z.
-El bosque cerca del desierto que se menciona, está cerca del lugar donde Goku y Vegeta pelearon por primera vez.
-Varios de los diálogos del final fueron sacados del Anime de Dragon Ball (clásico), el Manga de Dragon Ball Super y la película de Dragon Ball Super: Broly.
-El Fanart al final fue dibujada digitalmente por mí, tanto personaje como fondo. Cualquier copia que se encuentre en otro sitio será reportada.
Chapter 12: Magia Mental - Parte 2
Summary:
Vemos la perspectiva de los primogénitos de tan grandes guerreros... observamos lo que ganaron, lo que perdieron y lo que fueron forzados a olvidar.
Algunas respuestas son dadas y las emociones son muchas, pero de todas una se destaca... la ira.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Momentos Antes…*
*28 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Jardines de Corporación Cápsula*
***
Había sido algo complicado escaparme de la dichosa reunión con los Son: gran parte del día tuve que esconderme con mi hermana en la sala de Gravedad o en la cocina de al lado. Agradecía a mi abuelo que solo dio la contraseña a mi papá y a mí.
Con la empresa no hubo muchos problemas: había notado el intento de coqueteo de la secretaria desde hace semanas. Algunas palabras lindas habían logrado librarme del trabajo por toda la semana y sin que mi madre lo supiera. No es como si estuviera mucho tiempo en casa de todos modos… Fruncí el ceño sin poder evitarlo.
Sentí la mano de Bra en mi frente, bajé mi mirada para verla. "¿Qué pasa hermanita?" Le pregunté. En vez de responder comenzó a tallar mi frente con su mano. "¡Oye! Eso quema."
"¡No estés enojado!" Ella dijo en un tono de demanda. Puede que se pareciera a mi madre, pero sacó parte del carácter de papá.
No había visto a Bra tan enérgica: desde que papá apareció antes de tiempo mi hermana había estado saltando por todos lados; incluso cuando entramos a la sala de gravedad ella había copiado mis katas casi a la perfección. Sin mencionar que ha hablado más en estos días que en todo el año.
Está traviesa sabía algo, podía notarlo en el brillo de sus ojos. La pregunta era: ¿Qué sabía que yo no?
Bra se levantó de entre mis piernas y se fue caminando hasta tomar su famoso muñeco del Señor Goku. Suspire divertido.
Ya hace un par de horas que habíamos estado aquí en los jardines. Mi hermana había salido corriendo cuando quise ir con nuestros abuelos y la encontré aquí muy animada jugando. Manipulándome con sus ojos llorosos nos quedamos aquí.
No era de extrañar que tuviera a papá en la palma de su mano, esa pequeña sabía muy bien cómo conseguir lo que quería. ¡Y solo tenía tres años!
Me masajeé ligeramente mi esternón. Desde que papá pidió la nave había aumentado más este pequeño ardor en mi pecho (aparte de las jaquecas habituales.) No sabia exactamente que lo causaba, lo había tenido desde hace meses.
Aparte de la sensación rara detrás de mi cuello, pero ese lo conocía bien, era como un sexto sentido: había aparecido por primera vez cuando pasó lo de Majin Buu: cuando papá me abrazó y me noqueó, en la primera llegada del señor Bills… y cuando encontré a mis padres discutiendo en el laboratorio. No era una sensación mala, solo una anticipación, algo pasaría.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo saqué y vi que era una llamada. Era Lula, sonreí un poco y contesté.
"¡Hola Trunks!" Saludo tan pronto respondí. Escuchaba el sonido de la televisión en el fondo, debe de estar en su cuarto.
"Hola Lula, ¿Por qué la llamada? Regularmente mandas mensaje."
"Lo haría si no supiera que dejas en visto a casi todos." Dijo indignada, no pude evitar sonreír. "Y esto era más rápido."
"De acuerdo."
"Los chicos y yo nos estamos preguntando… ¿Vas a ir la próxima semana a la fiesta de Kompas? Hace tiempo que no tomas un tiempo libre para tí, si le pides a tu madre un día de descanso te lo va dar, estoy segura." Afirmó con tanta seguridad.
Suspiré, si supiera. "No sabría decirlo exactamente… mmm tendría que verlo con mi papá."
"¿Aún está de viaje?"
"Si." Eso, sí contaba cómo viaje estar en una nave espacial a años luz de la tierra.
"Cambiando de tema. ¿Estás emocionado por nuestro último año?" Su tono era bajo y alegre. "Incluso ví ya varios vestidos para nuestra graduación."
"Para ser sincero no lo sé…"
..
.
"…Eso es muy fácil…"
.
..
Una luz amarilla me rodeó, al mismo tiempo que escuché esa voz. Teniendo el teléfono aún en la mano escuché el jadeo de sorpresa de Lula, pero no me importó. Por la intensidad tuve que cerrar los ojos un segundo, después desapareció.
"¿Qué demonios…?"
×
"¡Si, fue perfecto Trunks!" Goten se había quitado el casco y revolvía su cabello. Mostraba una cara emocionada al igual que yo.
×
"¿Sabes algo pequeño? El mundo en el que vivimos, cada uno de nosotros es igual, pero muy diferente a la vez." Mi yo del futuro volteo a verme, sonrió. "Son dos mundos muy distintos." Yo asentí y volvimos a dirigir nuestra mirada hacia la ciudad.
Ahora entendía.
×
"Irán juntos al instituto, así que no lleguen tarde. ¿Eh?" dijo mi madre, aunque no le ponía mucha atención. Mai estaba a su lado con el uniforme de la escuela.
Me sonroje un poco, se veía muy linda.
×
"¡...lo cortaré en dos de una vez por todas!" Grite emocionado. Todos alrededor dejaron de comer y me miraron con caras raras. Gire para ver a Goten, pero estaba igual de perdido que yo. "¿Qué pasa?, ¿Dije algo malo?"
No fue hasta que cumplí 16 que papá me contó la historia completa.
Dos semanas después le pedí a mamá una espada.
×
"¿Quién diría que yo mismo me daría ánimos?" Se levanto de donde mi golpe lo lanzó. "Ya lo comprendí, al fin entiendo lo que dices. Pienso ganar, sin importar a quien me enfrente." Mi yo grandote declaró, decidido. ¡Exacto!
×
"Es más pesada de lo que creí." Dije en voz alta, cuando mamá me pasó a mi hermanita para que la cargara. Cuando ella abrió sus ojos y me vio sonrió: Goten tenía razón, era muy pequeña y muy linda, se parecía mucho a mamá.
"Trunks, eres su hermano mayor y tendrás que proteger a tu hermana menor." dijo mamá. Vi los ojos de mi hermana: me miraba con cariño y alegría, incluso estaba riendo. Ella sabía que era su hermano mayor, incluso podía sentir el vínculo familiar formarse, era tan raro. "Por favor confió en ti."
"¡Rayos!" No pude evitar exclamar. Tendría que vigilarla mucho, si se parecía tanto a mamá tendría muchos niños persiguiéndola.
Ella seguía sonriendo al verme, sonreí también y comencé a hacer caras graciosas. Descubrí que le gustaban.
×
"¡No estés llorando! Te llevare al parque de diversiones." Declaró mi padre, antes de que comenzara a llorar por el golpe que me dio.
"¡Ah!" No pude evitar exclamar feliz. ¡Papá me llevaría al parque!
×
"Niños no anden por las instalaciones del torneo, o los regañaran." Goten y yo nos reímos nerviosamente. Cuando el presentador por fin se fue suspiramos aliviados. Nos miramos entre nosotros y sin poder evitarlo comenzamos a reír.
×
"Que mala suerte… papá ya se fue." exclame , mientras mamá y yo veíamos como papá volaba de regreso a casa.
"Conociendo como es, ya tolero bastante." Eso era cierto, en cambio mi sonrisa solo aumentó. Soportó todo un día de vacaciones con nosotros para cumplir su promesa.
"¡¡Papá!! ¡¡Me divertí mucho!! ¡¡Gracias por todo!!" Grite al aire, seguro de que él me escucharía a pesar de la distancia.
×
"Goten lleva a Marón a la casita de 17, yo los distraigo." le dije sin voltear. Frente a mi había unos insectos de mi estatura de color azul y manchas negras. Habían atacado a algunos cazadores de la isla, pero tan pronto nos vieron nos persiguieron.
Cuando el Señor Goku nos vino a recoger nos dijeron que esos niños eran Cell Juniors.
×
"Mi papá vio los trajes…" admitió Goten cuando por fin llegó a Corporación. Estaba inquieto, se movía casi nerviosa o ansiosa mente.
"¿Y qué dijo mi tío?" pregunté nervioso. Le había dado los trajes a Goten para que los escondiera. Se suponía que nadie de nuestra familia se enteraría de nuestras futuras hazañas heroicas.
"¡Él dijo que están geniales!" Grito mi amigo extasiado, prácticamente estaba saltando por todo mi cuarto. "Eso sí, dijo que era mejor que el tío Vegeta no los viera… dijo algo de recordarle al equipo de payasos de Ginyu o algo así." solté un suspiro de alivio.
Conocía esa historia. Si, definitivamente papá no los vería jamás.
×
"¿Para qué me llamaste Trunks?" Preguntó Mai, tan pronto me vio en los jardines de Corporación.
"Este… Bueno Mai. Quería preguntarte algo." Dije, mientras veía como caminaba hasta estar frente a mí.
Apreté la caja que tenía en mi bolsillo, nervioso. Suspiré lentamente.
"Hace mucho que estás aquí en Corporación Cápsula junto con tus amigos. Ambos vamos a la escuela y es muy divertido ver cómo superas a la mayor parte de la clase… o como te diste cuenta que ese chico nuevo era un Androide." Saqué de mi bolsillo la caja y se lo extendí a Mai, quien estaba con una mirada atónita y se sonrojó. No tenía que verme para saber que estaba igual.
"Trunks… yo, yo no puedo…" dijo nerviosa, incluso sus ojos se habían cristalizado. Sabía lo que intentaba hacer, tenía miedo. “Hay… hay cosas que tú no sabes…"
"¿Te refieres al hecho de que tienes más edad de la que aparentas?" Pregunté tranquilo. Ella abrió los ojos en estado de shock. "No sé si Pilaf te lo habrá contado, pero mamá siempre ha sabido quienes son en realidad. A pesar de todo ella les permitió quedarse. Han tenido muchas oportunidades de tomar las esferas. Incluso ahora están ocultas en un laboratorio secreto, y ambos sabemos que Pilaf es lo suficientemente listo para abrirlo y tomar las esferas, pero no lo han hecho." Suspiré de nuevo, viéndola directamente a los ojos. "Sé toda tu historia y a pesar de ello me gustas mucho Mai…. desde la primera vez que te ví he estado enamorado de ti, y cuando mamá nos contó la historia a mi papá y a mí no me importó. Puede que fueras una villana, pero cambiaste… y si es por tu edad no me importa, siempre supe que eras más madura que yo…" abrí la caja y se lo tendí: adentro había una pulsera en forma de enredadera de color plata. Era sencilla, pero linda, yo personalmente lo había hecho, con ayuda de mi tío y mi papa.
Mi corazón latía muy rápido por los nervios; papá me había contado que en una pedida de cortejo saiyajin (ya que no existía un término para noviazgo) se daba un regaló, como muestra de nuestra confianza y lealtad. "Mai… ¿Te gustaría ser mi pareja?"
Ella solo me miró, sus ojos se humedecieron y a los pocos segundos, lágrimas corrieron por sus mejillas, yo me asusté, pero después ella me sonrió. Era la sonrisa más linda que me había mostrado. Asintió con su cabeza un par de veces. "Si…"
Sonreí lo más grande que pude y sin poder evitarlo la abracé y nos hice girar, ella solo reía feliz, pidiendo que la bajara, cuando lo hice saque de la caja el brazalete y se lo puse en su mano izquierda. N os dimos nuestro primer beso.
×
"¡Caballeros, por fin comenzaremos con el torneo final de la sección infantil! ¡Espero sea de su completo agrado!" Dijo el presentador. Goten y yo nos inclinamos en señal de respeto y tomamos posiciones de lucha. Entrenaba con él desde que éramos pequeños, pero este era el primer combate serio que tendríamos.
"Te advierto que no tendré compasión en este combate, Goten." Exclame en voz alta.
"¿Sí? Lo mismo digo yo." Respondió, era de las pocas ocasiones en las que mostraba una mirada seria.
×
"Aquí están tus papeles…" Papá había entrado al laboratorio de mamá, extendiéndole un folder. Yo estaba ayudándola con unos planos para unos robots que planeaba lanzar dentro de dos años; Bra en cambio estaba dormida en su habitación.
Habían pasado sólo unas semanas desde el famoso Torneo del Poder.
"¿De qué papeles hablas Vegeta?" preguntó mamá, al mismo tiempo que tomaba el folder y revisaba el contenido. "No recuerdo haberte dado…" su voz se apagó al instante.
"¿Mamá?" pregunte algo sorprendido. Era raro que se quedara sin palabras, por lo regular siempre era la última en hablar. Me acerqué lentamente hasta quedar detrás de ella y por encima del hombro leí:
“Acta de Matrimonio”
Me quedé en shock.
¡TENÍA LA FIRMA DE PAPÁ!
¡Ni siquiera sabía que él tenía una firma!
"Vegeta…" exclamó mi mamá en un susurro, estaba seguro que estaba a punto de llorar de la emoción.
"Ahora puedes presumir que estas “legalmente” casada con el príncipe de la mejor raza guerrera." dijo en tono arrogante, pero en sus ojos se veía cierta incertidumbre. ¡Mamá tenía razón! La mejor manera de leer a papá era viendo las emociones en sus ojos.
Mi madre se levantó de su asiento y abrazó a papá con todas sus fuerzas. Él se quedó congelado, pero al poco tiempo la rodeó con sus brazos.
"Yo los veo en la cena." dije en voz alta, al menos para que papá escuchara. Salí del laboratorio y cerré la puerta.
El resto de los papeles eran mi acta de nacimiento; el acta de nacimiento de Bra; todos los papeles de mi vida académica. Por último, el Testamento de mamá: que ponía a papá, mi hermana y a mí como únicos beneficiarios y dueños completos de Corporación Capsula.
Mi sonrisa no desapareció por el resto del mes.
×
"¿Qué ya se murió?" Preguntó Goten inocente. Fruncí el ceño enojado.
"¡No digas tonterías!" Voltee a verlo, gritando. "Mi papá no se puede morir después de esos ataques."
"Es verdad Trunks, pero que ya no regrese a pelear con ese monstruo." recomendó en tono bajo. Yo sabía que estaba preocupado por mi papá, pero tenía que aprender que no lo iba a detener.
"Mira Goten, límpiate bien los oídos para que escuches bien." Volteé a ver a mi padre, pero por el rabillo del ojo vi que de verdad se estaba limpiando los oídos. Si no fuera una situación de vida o muerte me hubiera reído. "Mi mamá me contó que mi padre es un guerrero demasiado orgulloso porque es el príncipe de los saiyajin."
"¿¡QUÉ!? ¿Tú papá era un príncipe?" recordé cuando mi madre me lo contó, había reaccionado de la misma manera.
×
Estaba en una cuna como le decía mamá, había despertado solo; estaba oscuro y me dio miedo. Estaba llorando.
Al poco tiempo escuche unos pasos.
"Cálmate Trunks." Escuché la voz de ese hombre de cabello puntiagudo, podía ver su rostro al lado de mi cuna. El acerco su mano a mi rostro y limpio mis lágrimas. Cuando sentí su mano deje de llorar y lo mire. Era mi papá…
Tomé con mis manos sus dedos y comencé a jugar con ellos, él no los alejó así que sonreí, estaba feliz. Mi papá vino.
"Había olvidado el primer contacto…" papá susurro, yo lo miré y le sonreí. Él tenía una mirada seria, pero me observaba con intensidad. "... Ya es hora de que los saiyajin se duerman." Dijo, al mismo tiempo que me ponía una manta encima. Acarició mi mejilla y se fue. Yo seguía riendo.
Tenía una mamá y un papá.
×
"Sabes Trunks… yo te veo a ti como a un hermano." Goten confeso de golpe. Voltee a verlo sorprendido.
Estábamos frente a Blue Hal, a Goten le tocaba inscribirse este año y lo acompañe.
Nos conocíamos desde que tenía memoria, él estuvo en mis mejores y peores momentos, al igual que yo con él. Sobre todo, en estos meses: su madre había estado comportándose más obsesiva de lo normal. Mamá me ayudaba con excusas para que se quedara a dormir en Corporación Capsula, el tío Goku estaba enterado y nos ayudaba cuando podía, incluso Gohan.
"Yo también." exclame en voz alta. Desde que teníamos 12 años lo veía como mi hermano. Toda su familia, de hecho, la veía como la mía.
De repente lo empujé y cayó al suelo.
"¡A ver quién llega primero a la sala de inscripción!" Grité, luego salí corriendo entrando al colegio.
"¡Eso es trampa Trunks!" Escuché gritar a Goten, se estaba riendo. No tardé mucho en escuchar pasos acercándose.
×
"Mladshiy brat.." exclamé en voz alta.
"No Trunks, acabas de decir hermano menor. De nuevo."
"Ah es verdad." Cerré los ojos, intentando recordar. "A ver… ¡Mladshaya sestra!"
"Bien." Felicito simple papá, pero podía ver el orgullo en sus ojos. Yo solamente sonreí. "Ahora dime cómo se dice Abuelo y Abuela."
"¡Sí las recuerdo! Para Abuelo es: Dedushka y para Abuela es: Babushka." Cuando terminé la puerta se abrió.
"¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?" Preguntó mi madre, al mismo tiempo que entraba y cerraba la puerta. Tenía cargando a Bra, pero cuando me vio alzó sus manos hacia mi dirección. Mamá me la dio y ella comenzó a ronronear tan pronto la senté en mis piernas. "Los busqué en la sala de gravedad, pero no los encontré. Tuve que preguntarle a papá si los había visto." Mamá comento, tenía una mirada de ternura mientras nos veía a mi hermana y a mí.
"Papa (papá) me está haciendo un examen…" dije simple, mientras jugaba con mi hermana, ella aún ronroneaba. Sin poder evitarlo comencé a hacerlo también.
"Hace tiempo que no le doy lecciones a Trunks, quería ver qué tanto recordaba." Dijo Papá, alce mi mirada para verlo. Él también nos miraba a Bra y a mí, pero tenía una leve sonrisa en su rostro y su ceño se había ablandado.
"Oh, ya lo recuerdo. ¿Cuándo comenzarás a darle lecciones a Bra? Entre más joven sea se le hará más fácil el idioma saiyajin." Dijo mamá, ella ya sabía de las lecciones, papá me las daba al menos una vez a la semana desde que tenía 8.
"Mhm… Probablemente cuando cumpla tres años, yo comencé a esa edad." Dijo, al mismo tiempo que tomaba a Bra y la sentaba entre sus piernas, ella solo se río y ronroneo más fuerte.
"Bien Trunks, dime algo que hayas aprendido." Pidió mamá, mire a papá disimuladamente y él asintió.
"My s papoy ochen' tebya lyubim, mama."
"De acuerdo sé que me mencionaste. ¿Qué significa?"
"Papá y yo te queremos mucho." Dije sonriendo. Bra se rio y aplaudió.
Mamá solo me miró sorprendida, después miró a mi papá y una sonrisa acuosa comenzó a mostrarse en su rostro. "Vegeta…"
Papá solo sonrió ligeramente y rodeó a mi madre con un brazo, abrazándola, mamá lo abrazó de vuelta. Era más demostrativo desde el Torneo, su caparazón terminando de romperse.
×
"¡Trunks, cuida a tu hermana ya tu madre! ¡Nadie saldrá de Corporación Cápsula hasta que yo regresé! ¿¡Entendido!?" Grito papá mirándome directamente a los ojos, los cuales mostraban preocupación. Yo solo pude asentir, el miedo comenzaba a arremolinarse en la boca de mi estómago.
Inmediatamente salió volando en dirección a Shenlong.
"¡PAPÁ, ESPERA!" Grité, quería acompañarlo, algo me decía que esto era malo. Pero su orden fue clara.
"¡P-PAPÁ!" Grito mi hermanita, yo solo pude abrazarla más fuerte. Siguió llorando y con más fuerza.
"¡VEGETA!" Gritó mamá cuando lo vio irse. Ella volvió a mirarme, la curiosidad y nerviosismo mostrándose en su rostro, pero no pregunto, solamente se acercó a nosotros y nos abrazó.
Minutos después, todo se volvió amarillo.
Desperté a la mañana siguiente y nada fue igual.
×
Cuando me di cuenta mis ojos se habían humedecido, parpadeé intentando orientarme; solo provoqué que las lágrimas cayeran por mis mejillas. Sin poder evitarlo comencé a sollozar.
Mai… Goten… Tío Goku… Gohan… Mamá… ¿Qué fue lo que pasó? ¿¡Quién hizo esto!?
"Trunks ¿Estás bien? ¿Qué pasó?" Escuché la voz de Lula.
No fue hasta ese momento que me di cuenta que aún tenía el celular en la mano, incluso había abollado la pantalla por la presión que estaba ejerciendo mí mano.
"Yo… luego te llamo Lu." Dije apresuradamente, colgué el teléfono y con solo un apretón lo destruí.
Los recuerdos inundaban mi mente: mis citas con Mai, las pijamadas con Goten, los entrenamientos en el planeta del señor Bills con mi tío Goku y papá… la espada que mamá me regaló. Solté otro sollozo.
"¡Hermano!" Escuché la voz de Bra, ella corría a mi dirección. Antes de que me alcanzará la tomé en mis brazos y la mire. "¡Recuerdas! ¡Tú también recuerdas!"
"Sestra (hermana) … ¿Qué?" Y ahí lo entendí. Abrí los ojos como platos. Bra sabía, mi hermana sabía que todo esto era un engaño desde el principio.
×
"Tengo que hacer un viaje con Piccolo a Nuevo Namek…
×
"Otets…" susurré. Fueron las esferas. Hicieron esto con las esferas y papá de alguna manera lo descubrió. Fue a Namek a deshacer esto. Pero… ¿Dónde estaba Mai? ¿Por qué no sentía el ki de Goten?
"¡Trunks!" Escuché la voz de mi abuela, volteé en dirección a Corporación. Mis abuelos estaban corriendo hacia mi dirección. Rápidamente cargué a Bra y me levanté, caminando hacia ellos.
"Abuela…" solo pude decir, ella me abrazó al instante y me calmé un poco, sentí que el abuelo ponía su mano en mi cabello y me relajé más. Pude respirar con normalidad. Note que había comenzado a hiperventilar.
"Trunks ¿Qué es lo que está pasando?" Preguntó mi abuelo cuando me separé del abrazó. Mi hermana me limpiaba las mejillas con su manga. "De repente estábamos sentados y recordamos todo…"
"Yo… la verdad no lo sé muy bien…" dije. De repente se sintió un fuerte temblor, casi me caigo, pero pude mantenerme firme aun cargando a Bra, mis abuelos se habían apoyado en las sillas que estaban cerca. Al mismo tiempo sentí el ki de mi tío.
"Tío Goku…" escuché a mi hermana sollozar en mi hombro, volteé a mirar hacia atrás dónde sentía su presencia.
Una columna de ki se levantaba hasta el cielo, era de un tono amarillo, lo que significaba que estaba en Súper Saiyajin, pero lo que me alertó fue como se sentía su ki: estaba agitado, furioso, triste; aumentaba y disminuía al mismo tiempo, su comportamiento simplemente no era como el de mi tío Goku, su ki siempre estaba tranquilo y relajado, pero sabía que no me equivocaba. Mucho menos mi hermana.
Pasé a Bra a los brazos de mi abuela y rápidamente corrí.
"¡Trunks! Espera, ¿A dónde vas?" Preguntó mi abuela, pare hasta los límites del jardín y me gire para mirarla.
"Tengo que averiguar qué es lo que pasa." Dije, aparecí mi aura y salí volando en dirección a las montañas.
Fruncí el ceño preocupado. Tenía la sensación de que algo malo va a pasar.
Aumente la velocidad.
#
***
*Al mismo tiempo…*
*28 de mayo del año 784*
*Planeta Tierra*
*Lejos de la Montaña Paoz*
*En un bosque cerca del desierto*
***
Necesitaba un tiempo lejos de mi casa, cada día se sentía más fría y asfixiante. Así que decidí visitar a mi familia en las montañas: mamá me había informado que el fin de semana descansaría papá y Goten no tendría tutoría.
La noche anterior estaba a punto de dormirme cuando recibí un mensaje de papá, contándome sobre el picnic sorpresa, me levanté lo más temprano que pude para poder ayudarle a prepararlo. (No era como si hubiera dormido de todas formas)
Costó un poco convencer a mamá, pero afortunadamente papá tenía algo de práctica y pudo lograrlo. Goten y yo estábamos emocionados. No recordaba la última vez que habíamos salido en familia al bosque.
Papá me había permitido elegir el lugar en dónde instalaríamos el picnic, al instante llegó a mi mente el lugar perfecto. Le había dicho a mi madre en el viaje que encontré el lugar por una investigación, pero la verdad era algo diferente.
Cuando no podía dormir tenía la costumbre de tomar el auto y manejar sin rumbo fijo. En uno de mis viajes había encontrado este bosque cerca del desierto; durante la noche le daba cierto brillo, sobre todo la luna: su luz iluminaba las colinas, columnas de tierra y las copas de los árboles. A esa hora de la noche el aire era muy fresco. Me fue imposible no regresar.
Desde entonces cuando estoy demasiado agobiado voy al mismo lugar. Siempre me transmite una sensación de familiaridad y calidez, que mi casa hace tiempo no me brindaba.
Cuando bajamos todos del vehículo Goten me ayudó a bajar las cosas. Había un árbol en dónde siempre me sentaba cuando venía, su copa era lo suficientemente grande para cubrirnos del sol. Nuestros padres se detuvieron a hablar, así que le pedí ayuda a Goten para preparar el picnic.
Terminé de colocar la cobija en el césped cuando escuché el quejido de papá, volteé y vi que tenía sus manos en la cabeza, mientras estaba ligeramente agachado. Era otra jaqueca. Pero eso no tiene sentido, se suponía que mamá lo había llevado al médico y que estaba mejor.
"Papá, ¿Qué ocurre?" Tuve que preguntar. Se había alejado de mamá e incluso caminaba lentamente hacia atrás, como alejándose. Probablemente ni él se daba cuenta.
"Creo papá olvidó tomar sus pastillas de nuevo." Dijo Goten preocupado, lo rodeé con un brazo para tratar de calmarlo. Él se tensó y soltó un leve gemido de dolor, fruncí el ceño.
"No pasa nada niños, por favor tráiganme agua." Ordenó mamá. Estaba seguro que escuché pánico en su tono. Goten tomó una de las botellas de la canasta y se la dio a mamá.
De repente papá cayo de rodillas al suelo.
"¡PAPÁ!" Grité asustado, rápidamente corrí a su lado, Goten se colocó detrás de mí.
"¡GOKU! ¿¡QUÉ TE OCURRE!?" Gritó mamá alarmada, ella se había arrodillado al lado contrario. con un bote de pastillas en la mano.
"A… algo-o… e-está… ma-al…" exclamó papá entrecortadamente, podía ver qué el dolor era tanto que incluso rechinaba los dientes.
"¡Goku por favor levanta la cabeza, aquí están tus pastillas!" Casi suplicó mamá. A duras penas mi padre las tomó de su mano y se las llevó a la boca.
Una sensación de vacío se instaló en la boca de mi estómago.
..
.
"…Eso es muy fácil…"
.
..
Abrí los ojos, aturdido. Escuché el jadeo de sorpresa de Goten y después todo se llenó de una luz amarilla, casi naranja. Tuve que cerrar los ojos por un momento. Cuando los abrí… lo ví todo.
×
"Huye Gohan…" escuché que exclamó el señor Piccolo, inmediatamente después cayó al suelo.
Gateé hasta poder estar a su lado, las lágrimas ya corrían por mis mejillas. "Señor Piccolo, ¿Por qué me salvó…? ¿Por que-é?"
"Te digo que huyas de aquí… apresúrate." Respondió con dificultad.
"No se muera, ya no tardará en venir mi papá, él los derrotará por favor no se muera…" le pedí entre sollozos. Pude al menos darle la vuelta para que ya no forzará tanto su cuello al mirarme.
"Es una verdadera vergüenza. El gran Piccolo Daimaku salvó la vida de un niño, es lo peor..." Despotrico casi amargo, pero su mirada decía que no estaba realmente enojado.
"¡Señor Piccolo!" Lo llame, mirando su estado: su dogy estaba destrozado; tenía heridas abiertas en pecho, brazos y piernas, incluso le salía sangre de su boca, pero también ví que sus ojos comenzaban a humedecerse. Mi miró a los ojos.
"Gohan… tú fuiste el único que habló conmigo, como un amigo sincero." Dijo con dificultad, las lágrimas se escapaban de sus ojos, los cuales me miraban con cariño. "No fue tan aburrido estar contigo durante un año." Reveló con una sonrisa en el rostro, su tono era bajo.
"¡Señor Piccolo!" Lo llame con miedo. El ki que durante un año me había acostumbrado a sentir cerca comenzaba desvanecerse.
"Gohan… te quiero..." Reveló con una sonrisa. Cerró los ojos lentamente y su cabeza cayó hacía un lado, junto con sus lágrimas. Su ki desapareció.
"¡SEÑOR PICCOLO!"
×
Papá estaba completamente vendado, estaba en una cámara de recuperación al lado de mi cama, yo llevaba una bata de hospital.
Estaba a un lado de él, había pedido que me acercará. Su mirada era seria.
"Intenta golpearme." dijo, levantando un brazo hacia mi dirección.
"Sí papá." Tomé impulso con mi puño y le di un golpe justo en la palma, él lo detuvo sin problemas.
"Eso no es suficiente Gohan, golpéame con todas tus fuerzas." Dijo, en tono más serio.
"Si…" exclamé mientras asentía, fruncí el ceño en concentración y tome una posición de lucha, mire fijamente su palma y con todas mis fuerzas le di un golpe. Está vez su mano había temblado al detener mi puño.
Nos miramos seriamente por un momento, al segundo siguiente papá parpadeo y me mostró una sonrisa orgullosa. "Bien, no tendrás ningún problema si golpeas así Gohan. Ahora sí podrás tomar mi lugar verdaderamente."
×
"¡No puedo creer que no hayas sido capaz de detener a ese sujeto con tu poder de pelea! ¡Si realmente tienes sangre de guerrero… por lo menos haz que tú enemigo sienta algo de desesperación!" Gritó Vegeta, levantó su mano y me empujó, enojado. "Eres muy flexible con la gente! ¡Hiciste el ridículo al estar peleando por la justicia! Eres algo degradante… En una pelea lo más importante es la fuerza, los únicos que se quedan son los fuertes. ¡Los débiles mueren! ¡El poder lo es todo, entiéndelo!" Terminó, levantando el puño cerca de mi rostro.
"Pero…" intenté objetar.
"Ve como quedaron Piccolo y Krillin. Los débiles fueron transformados en piedra. Ay ¡Eres un insecto!" No pude evitar mostrarle los dientes, enojado. El señor Piccolo no era débil, él no tiene el derecho de decir eso.
×
Papá y yo estábamos acostados en el pasto cerca del río. Habíamos colocado nuestras cañas de pescar y esperábamos a que algún pez se dejará atrapar.
"Este lugar es muy tranquilo." Dije. El lugar era lindo; solo se escuchaba el canto de los pájaros, el sonido de las pequeñas olas y el choque del aire con las copas de los árboles.
"Si." contesto papá. Ambos mirábamos directamente hacia el cielo, observando las nubes.
"¿Sabes una cosa papá? Me encuentro muy feliz." Le conté.
"¿Por qué?" Preguntó mi papá, escuché como se movía, probablemente para mirarme.
"Por qué desde hace mucho tiempo me prometiste, que iríamos juntos de pesca." Le conté, mientras volteaba y lo miraba directamente a los ojos, él estaba sorprendido.
"¿En serio yo te hice esa promesa?" Preguntó, mientras se sentaba, yo hice lo mismo.
"Si. Fue la primera vez que peleaste con Vegeta."
"Ah. Pues no recuerdo." Dijo perdido, yo seguí sonriendo. No me sorprendió que lo olvidara.
"Si, fue cuando peleaste." Estuvo de acuerdo Krillin, mientras aterrizaba en el suelo cerca de nosotros.
"¡Krillin!." Exclamamos ambos.
"Oh acaso no lo recuerdas. ¿Goku?" Preguntó Krillin mientras le extendía la mano. Papá la miró por un largo momento.
"¡Ah!"
"¿Ya lo recordaste?" Preguntó Krillin, mientras bajaba la mano y caminaba hacia nosotros.
"Es cierto, fue en ese momento." Dijo, algo apenado.
"Desde entonces estuviste muy ocupado con los entrenamientos, por eso no habíamos podido ir de pesca." explique , mientras miraba hacia el suelo algo avergonzado.
"Discúlpame Gohan." Dijo mi padre con un tono extraño en su voz, había colocado su mano en mi hombro. Levanté la vista y lo miré a los ojos, tenía un deje de culpa en ellos.
"Mmmm" murmuré, negando con la cabeza. "No te preocupes." le daba una sonrisa tranquila. La culpa en sus ojos desapareció, eso era mejor. Odio cuando se culpa.
×
Camine directamente hacia el señor Piccolo, él estaba a la orilla del mirador con los brazos cruzados.
"Señor Piccolo, yo también quiero un traje nuevo como el de usted." Dije seguro.
El señor Piccolo al escucharme abrió un poco la boca con sorpresa, pero después de un momento sonrió. "Está bien. Con mucho gusto te regalaré un traje." Extendió su brazo delante de mí, con la palma directamente en mi cabello.
Una luz blanca inmediatamente me rodeó y cerré los ojos: sentí el peso extra en mis hombros, pero me acostumbré. Cuando la luz se fue un poco de humo estaba a mi alrededor, pero no me importó y m ire mi ropa: el dogy que tenía era del mismo tono que el del señor Piccolo; la cinta en mi cintura y las muñequeras eran está vez de color azul; por el rabillo del ojo ví que tenía la misma capa con las pesas, mis zapatos esta vez eran cafés.
"Ay… muchísimas gracias señor Piccolo." No pude evitar agradecer, seguía mirando mi nuevo traje emocionado.
Escuché pasos acercándose y levanté la vista: era mi papá, una pequeña sonrisa estaba en su cara mientras me miraba, sus ojos tenían un brillo entre feliz y orgulloso.
×
"Gohan escúchame…" Pidió Número 16. Yo lo mire con los ojos abiertos. "No es pecado pelear por la justicia, al contrario, eso es una buena obra. Recuerda que existen oponentes, que jamás entenderán con las palabras, solo tienes que soltar la furia que se encuentra en tu espíritu. Entiendo cómo te sientes, pero ya no tienes por qué seguir soportándolo." Cell comenzó a caminar en dirección a él.
"Eso fue un buen consejo. Déjame decirte que lo estoy haciendo a mi manera. ¿Entendido?" Dijo Cell, pero 16 ni siquiera lo miró.
"Gohan, protege a los seres vivos, y a las plantas de este mundo, que tanto amé… Te lo encargo." Me pidió con una sonrisa en el rostro. Sin previo aviso el pie de Cell lo destruyó, acabando con su existencia.
Hice lo que me dijo… lo solté, lo solté todo. Y me prometí ese día… cuidar de la naturaleza que 16 tanto amó.
Cuando todo terminó ya sabía que carrera tomar: Investigador Biólogo.
A mamá no le gustó mucho, pero no importó cuántas veces intentó que cambiará de opinión, jamás lo logró.
Fue la primera vez que me revelé a ella sin ayuda de papá.
×
"Escuchen, Videl tiene razón. Ella lleva un bebé que está creciendo en su interior." Dende revelo con voz calmada, abrí los ojos en estado de shock.
Mire a Videl con una sonrisa comenzando a dibujarse en mi rostro. "¿Qué? ¡Lo dices en serio!" Pregunté emocionado, sacudí la cabeza y corrí hacia ella.
"Claro… no te dije nada por qué quería que fuera sorpresa." Dijo, con esa sonrisa tierna que me daba siempre. Jugaba con el cinturón de su vestido.
Inmediatamente la rodeé con mis brazos y la abracé con fuerza, ella sonreía y me veía con ternura, yo estaba extasiado.
¡VOY A SER PAPÁ!
×
"No puedo creer que manden a un bebé solo." dijo la señorita Bulma mientras me rodeaba con sus brazos y me abrazaba.
Yo miraba directamente hacia el hombre que estaba frente a papá, tenía una ropa extraña y un cabello muy largo, pero tenía una colita igual a la mía. Por alguna razón eso hizo que perdiera el miedo un poco.
Él me miró y sus ojos se encontraron con los míos, tenía una sonrisa rara, pero sus ojos tenían un brillo peculiar: era el mismo brillo con el que me miraba mi papá. V olvió a ver a papá y ese brillo desapareció.
×
"...por qué te haré pedazos. Me encargaré de exterminar la raza de los saiyajin, se lo merecen malditas sabandijas. Me lo han pedido a gritos… sobre todo el infeliz de Goku." Despotrico Freezer, yo solamente lo observé.
Sentía el sudor en mi frente, mi respiración era entrecortada y mis heridas me quemaban como lava hirviendo. Había perdido mi transformación antes de caer al suelo, ya no tenía energía y él lo sabía.
Observé como Freezer me señalaba con su dedo y comenzaba a cargar un ataque. "¡MUERE!" Exclamó y disparó.
"¡GOHAN!" Escuché el grito de Krillin.
"¡¡HERMANOOO!!" Grito Goten con un tono triste, estaba llorando.
Mire el ataque fijamente, tendría que darle tiempo a papá para que llegara con Vegeta. Está vez miraría a la muerte con los ojos abiertos.
De repente algo bloqueo mi visión, una capa blanca demasiado familiar se interpuso entre el ataque y yo, abrí los ojos con horror al reconocerlo. Estaba tan concentrado en mirar el ataque que no había sentido el ki del señor Piccolo en movimiento, cuando lo noté… era demasiado tarde.
Escuché su grito casi silencioso al ser impactado por el ataque, no pude hacer nada… Unos segundos después el cuerpo señor Piccolo cayó al suelo justo al lado de mí, su ki había desaparecido.
"Señor Piccolo. Señor Piccolo, ¡Señor Piccolo!" Repetí su nombre casi desesperadamente, en un intento desesperado para se levantará. No, no podía estar muerto, no podría haberse repetido otra vez.
Gateé hasta que estuve al lado de él, intenté de nuevo sentir su ki, pero ya no lo percibía. Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos.
No por favor… no otra vez…
Todo esto era mi culpa, siempre lo es…
Puse mi mano en la herida humeante en su pecho y apreté con fuerza. "¿Por qué lo hizo…?" Pregunté en voz alta, pero no tendría respuesta esta vez. Cerré los ojos y las lágrimas cayeron por mis mejillas. "¡¡AAAHHHHHHHHHHHHH!! ¡¡¡SEÑOR PICCOLO!!!"
×
"¡Gohan te has vuelto un niño maleducado e irresponsable con tus deberes. Desde que te juntas con los amigos de Goku, no te has puesto a estudiar ni siquiera un poco." Gritó mamá, yo solo mantenía la cabeza gacha, aceptando mí regaño.
"Chichi, ¿No crees que ya fue suficiente?" M i padre objeto, él estaba sentado en la mesa.
"No te metas en esto Goku. No puedo permitirle que siga jugando. En estos momentos es cuando debería ponerse a estudiar." Despotrico mamá, yo levanté la mirada y la vi a los ojos.
"Te prometo que estudiaré más mamá…" Le prometí, mi tono era bajo.
"Ah, así me gusta, ese es mi dulce e inteligente Gohan." Alago con una sonrisa, ya no estaba tan enojada.
"Entonces… ¿Mi amigo puede quedarse con nosotros?" Le pregunté en un tono más alto, él se encontraba acostado en la entrada de la casa.
"No. Llévalo a las montañas." dijo al instante, su sonrisa había desaparecido.
"¿Qué?" Pregunté triste. Había esperado que lo dejara. Es de los pocos amigos que tengo, suspiré triste.
×
"Lo siento mucho Gohan." Dijo mi papá con verdadero pesar, pero mostrando una sonrisa. Caminó hasta quedar frente a mí. "Yo pertenezco al otro mundo y aunque quisiera ir. No puedo." Sus ojos brillaron un poco. "Cielos hijo, me hubiera encantado estar cuando te convertiste de niño a hombre…"
"Papá…" Ahí estaba de nuevo, la culpa en su tono.
"Creo que está será la última vez que nos veamos. Me alegra que no tuvieras que venir al otro mundo." Me regaló un guiño, pero eso no eliminó la tristeza que mostraba en mi rostro. "Ve hijo, harás pedazos a Majin Buu."
"Si." Sonreí un poco. Lo abracé, a los pocos segundos me rodeó con sus brazos y me acerco más, cerré los ojos, por unos pocos segundos, tranquilo. Incluso pude escucharlo ronronear, cerré los ojos con más fuerza y ronroneé a su lado.
Hace años que no lo escuchaba hacer ese sonido, siempre me calmaba, y por la tensión que abandonó el cuerpo de mi papá, tal parece que a él también.
"Ahora…" me separó lentamente del abrazo y me dio una sonrisa orgullosa. "…ve a pelear." Asentí.
Corrí hasta estar al lado de Kibito, volteé a mirarlo, tal vez por última vez. "Adiós… y gracias papá." Él me mostró un dedo arriba, sonreí y le copié. Kibito después nos teletransportó.
×
"Cuando el antepasado supremo libero tu poder para que pudieras pelear contra Buu, te comportaste como un arrogante y te valiste solo por tu fuerza… podría decirse que estabas enfermo de poder. No importa que tan fuerte seas, si te portas como un engreído, no serás capaz de ganar en el torneo." Dijo el señor Piccolo, yo tenía la mirada gacha, escuchándolo. Tenía razón y no era la primera vez. "¡Actúa como un guerrero! Sea quien sea tu oponente usa todo tu poder." Levanté la vista y lo miré directamente a los ojos, podía ver la confianza en ellos. A pesar de todo siempre confía en mí.
×
Estábamos mi papá, mi amigo y yo en una cueva cerca de la casa: dentro de ella había una cama muy grande de paja, una cubeta llena de agua y un recipiente alto con mucha fruta.
Papá nos llevó aquí cuando vio que intentaba llevar a mi amigo a las montañas. Yo miraba alrededor emocionado.
"¿Qué te parece hijo?" Preguntó papá, mientras miraba la cueva. Mi amigo estaba cerca de él.
"Ay… ¡Gracias por ayudarnos papá!" solté emocionado, mientras volteaba a mirarlo. Mi amigo estaba frente a él y comenzó a lamerle la mejilla, como lo hacía conmigo.
"Aja, jajaja, jajaja." Papá se reía, mientras le daba palmaditas a mi amigo. "…será nuestro secreto eh." Dijo, mientras seguía riendo.
×
La risa de Cell era lo único que escuchaba, había caído de rodillas al suelo al saber el error que cometí.
De repente el sonido de la teletransportación se escuchó frente a mí, levanté la mirada y ahí estaba papá, sus dos dedos en su frente, interponiéndose entre Cell y yo. Antes de su aparición incluso el Androide dejó de reír.
Papá colocó su mano libre en Cell, volteo a mirarme y me mostró una sonrisa. "Peleaste muy bien, te felicito..."
"Pa… papá…" casi susurré.
"Por favor hijo, dile a tu mamá que me disculpé. Siempre hice las cosas a mi manera sin hacerle caso." Dijo casi con pesar, él aún me miraba con esa sonrisa, pero se veía melancólica, incluso triste.
"Ah…" No, él no haría eso, él no podía sacrificarse por mi error.
"Cuídate mucho, Gohan…" Borró por un momento su ceño triste y me miró con esa sonrisa orgullosa que siempre me daba desde que era pequeño.
Volvió su vista a Cell y se teletransportó. Me levanté y corrí a su dirección, pero ya era tarde, por el repentino movimiento el aire me golpeó y tuve que cubrirme, cuando abrí los ojos: papá ya no estaba. "¡¡PAPAAAÁ!!"
"¡¡GOKUUUU!!" escuché la voz de Krillin.
El aire se había detenido, el Sol volvió a iluminar el campo de batalla. Todo estaba en silencio. Ya no podía sentir el ki de papá…
Caí de rodillas al suelo, con los ojos muy abiertos, cuando el peso de todo lo sucedido cayó sobre mí. Mi padre se sacrificó… murió por mi culpa…
Si tan solo lo hubiera escuchado…
Comencé a temblar, las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. "Agh… ¡¡¡PAPAAAAÁ!!!" Volví a gritar, esperando que de alguna manera escuchará su voz o sintiera su ki, pero lo único que recibí fue el eco del lugar. Comencé a llorar, sentí frio.
×
"¡Gohan!" Gritó mi madre al verme, estaba a un par de metros lejos de mí. Me había colocado detrás de Videl y puse mi mano en su hombro.
"Oh… ¿Eres tú? Gohan…" preguntó Videl mientras volteaba para mirarme, yo solo le sonreí. Comenzó a fruncir el ceño y sus ojos se humedecieron. " ¡Eres un tonto! ¡Hiciste que me preocupara por tí!" Dijo mientras me golpeaba en el pecho llorando, yo solo pude rascarme la parte de atrás de la cabeza, apenado.
"Pero…. Pero, no tienes que llorar así." S olo pude poner mis manos en sus hombros para intentar calmarla.
×
Pan estaba llorando, era de madrugada y hace un par de días que habíamos regresado del hospital.
Me levanté antes que Videl y fui a su habitación; estaba acostada en su cuna con la manta en sus manos y enredadas. Me acerque a su cuna, le retire la manta, la tome delicadamente en mis brazos y la cargué.
Ella al sentir mi toque inmediatamente se calmó, abrió sus ojos y cuando me vio me sonrió.
"Mi pequeña… ¿Te sentías sola?" Le pregunté en un tono bajo, ella solo se río y se acurrucó mejor en mi abrazo.
Sin poder evitarlo la acerqué más y comencé a ronronear cerrando los ojos, no pasó mucho para que escuchará otro sonido. Abrí los ojos, sorprendido y miré a Pan. ¡Estaba ronroneando! Hice el sonido más fuerte está vez y ella lo repitió, no pude evitar reírme.
"Oh mi pequeña bebé, tú también puedes… ¡No puedo esperar a decirle a tu Abuelito!" Susurré emocionado.
Desde lo ocurrido con Majin Buu papá hacía más seguido ese sonido, aunque solo lo hacía conmigo y Goten. Ahora tenía a alguien más.
El secreto mejor guardado que tenemos, incluso de mamá.
×
"¡Chichi!" Escuché el grito de papá, en cuestión de segundo llegamos al claro donde estaban todos.
Me acerqué un poco más que Vegeta y el señor Piccolo y logré ver a mi madre. Ella se había volteado y miraba solamente a mi padre, pero no de la forma regular.
Durante los últimos años mamá había estado de peor humor, ayudé en lo que pude, pero eran principalmente Papá y Goten los que tenían que lidiar con ella la mayor parte del día. La forma en la que mamá miraba a papá era peculiar, aun estando enojada o frustrada con él siempre mostraba una sonrisa cariñosa al final, pero durante los últimos años ya no se veía esa sonrisa, era incluso fría cuando papá estaba cerca, sin dejar de lado los comentarios ofensivos, casi agresivos.
Está vez la mirada de mamá era muy diferente…
Sus ojos brillaban de felicidad al igual que su sonrisa, pero era algo torcida, de hecho, jamás la había visto con esa mirada… me aleje y un escalofrío recorrió mi espalda. ¿Qué iba a hacer?
"...he cumplido tu primer deseo"
Mis ojos me pesaban, no pude mantenerme en el aire y sentí como caí, mientras mis ojos se cerraban.
Lo último que escuché fue el grito del Señor Piccolo.
×
Mis ojos se abrieron con horror.
Papá estaba aún de rodillas en el suelo, pero ya no tenía sus manos en su cabello, ni la cabeza gacha; en cambio, tenía la mirada clavada enfrente, sus ojos estaban opacos, casi grises; no podía ver a Goten, pero podía escuchar su respiración rápida detrás de mí, incluso algunos jadeos.
Giré lentamente mi cabeza y vi a mi madre, quien aún estaba al lado de papá; estaba temblando; ya no tocaba a mi padre, pero miraba entre él y yo con una mirada aterrada y extremadamente pálida. No había mencionado palabra alguna.
Mis ojos se entrecerraron cuando nuestras miradas se encontraron y sentí como mi ki se encendía muy lentamente… más lento de lo que me gustaría. Gire un poco mi rostro hacía un lado y ella palideció más, si es que eso era posible.
Mi tía Bulma me había contado una vez sobre su inhibidor de ki: incluso me mostró sus componentes; proceso de creación y los síntomas que tendría en alguien que usará la energía constantemente fuera inyectado; su sujeto de prueba había sido el tío Vegeta. Mamá me había acompañado ese día a Corporación para recoger a Pan…
"¿Qué fue… lo que hiciste…?" Le pregunté muy lentamente, casi en un susurró. Ella se alejó un poco de mí, gateando, pero sin separarse demasiado de papá.
"Yo-o… Gohan… mi niño, tienes que entender..." Comenzó a explicar entrecortadamente, mi ceño se frunció. "Tú, padre… Goku me dejó…. Y y yo… no quería-a perderlos…"
"Y según tú…" Ella cerró la boca con miedo. "¿Eso… es razón suficiente para obligar a papá a dejar las artes marciales?, ¿Es razón suficiente… para que obligues a Goten estudiar una carrera que no quiere?" Suspiré, dándome cuenta de que mis puños temblaban. "En tu retorcida cabeza… ¿Justifica hacerme odiar la profesión de mi esposa?, ¿¡Que le tuviera miedo al señor Piccolo!? ¿¡Obligarme a insultarlo!? ¿¡¡Temerle!!?" Ella se alejó un poco más, sus ojos derramaban lágrimas y podía sentir su miedo hacia mí. "Y no bastarte con eso… drogándonos durante casi un año. ¡INCLUYENDO A TU PROPIA NIETA!" Grite colérico.
De repente el suelo comenzó a temblar y supe quién era la fuente tan pronto sentí como el ki de papá aumentaba a una velocidad alarmante.
"Papá… papá. ¡Papá responde!" Le grité preocupado, las emociones que sentía en su ki me asustaron, jamás lo había sentido tan inestable. El suelo comenzó a temblar más fuerte.
Cuando finalmente se movió, fue solamente para agachar su cabeza y llevar sus manos a su rostro y solo gritó.
"¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!"
Me protegí los ojos con mi brazo y sentí como la fuerza de su ki me lanzó hacia atrás, alejándome de él. Aterricé, rodando por el suelo a un par de metros, con el choque me había golpeado la cabeza, sentí que algo caía por mi frente, pero lo dejé de lado por el momento: apoyé mis brazos en el suelo, me levanté un poco y dirigí mi vista hacia papá. Abrí los ojos, preocupado.
Una gran columna de ki rodeaba a papá, él aún estaba de rodillas en el suelo, gritando, con las manos en su rostro. Pero dónde antes había pasto, ahora solamente eran piedras.
Conforme el ki crecía el suelo comenzó a cuartearse y levantarse. Ahora solo había un leve temblor.
Las nubes habían comenzado a aparecer. En cuestión de segundos ya ni siquiera se podía ver el sol, la única luz que había en el lugar era mi padre, quien se había transformado y había pasado del Súper Saiyajin a la fase 2.
Voltee a ver a mi alrededor en busca de Goten o … de mamá.
Encontré a mi hermano un poco lejos, detrás de mí: estaba acostado en el suelo boca abajo. No se movía. "¡Goten!" Grité, mientras me levantaba y corría a su dirección.
Me arrodillé a su lado, lo giré y lo revisé: respiraba, pero estaba inconsciente y con un labio partido por su aterrizaje. Lo tomé en mis brazos y lo abracé con fuerza.
Escuché detrás de mí el sonido de una teletransportación. Instantáneamente abracé a Goten con más fuerza y alcé mi brazo izquierdo y logré formar una bola de ki, listo para atacar a cualquiera...
Me congelé cuando ví quienes eran.
El señor Piccolo y el tío Vegeta estaban no muy lejos de mí, ambos con las manos a la altura del pecho.
"Gohan." Dijo con voz de mando mi tío. Lo miré directamente a los ojos, no hacía el intento de acercarse. "Cálmate, solo somos Piccolo y yo. Nadie te hará daño, ni a Goten, ni a Kakarotto." Aclaró en un tono calmado, pero claro. En ese momento me di cuenta que había comenzado a hiperventilar.
Inhale y exhale lentamente, bajando mi brazo y desapareciendo la pequeña bola de ki. Rodeé con mi brazo a mi hermano.
"Gohan, ¿Puedo acercarme?" Preguntó el señor Piccolo, me miraba con preocupación. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Sin ninguna palabra el señor Piccolo se acercó a nosotros, arrodillándose. Se quitó su capa, retiró las pesas y nos envolvió con la tela. Sin poder evitarlo me acerqué a él y lo abracé, aún sin soltar a mi hermano, él me rodeó con sus brazos y me acerco.
"Lo siento señor Piccolo… lo siento… lo siento-o tant-to." Me disculpé, permitiendo que mis lágrimas cayeran por mis mejillas. Sabía que él había escuchado los insultos y comentarios desagradables que le decía. "De-e verdad lo lamento…"
"No Gohan. Esto no fue tu culpa. No es culpa de nadie…" Dijo, con ese tono ligero que solo usaba conmigo. Comencé a sollozar, el señor Piccolo solo me abrazó más fuerte y comenzó a acariciar mi cabello con suavidad. Tal vez intentando calmarme.
¿Qué le diría a Videl?
Notes:
-Algunos recuerdos tomados por ambos hijos son escenas del anime de Dragon Ball Z, la pelicula: Dragon Ball Z: La superbatalla decisiva por toda la Tierra, el anime de Dragon Ball Super y manga (especialmente la Saga de los Héroes de la Limpieza)
-Recuerden, nada se deja al azar en esta historia. Si Piccolo no menciono los insultos no fue ningún error de continuidad, fue porque sabía que el Gohan que entreno jamás le diría eso, así que no les tomo importancia.
-En este capítulo se agrega oficialmente la nueva pareja. (Trunks x Mai)
-Para el lenguaje saiyajin de esta historia será el Ruso. Para no hacer complicada la lectura con su escritura, solo se pondrá la forma en la que se pronuncia. Se vera su escritura solo si es necesario. (No soy un hablante del Ruso, hago las frases de acuerdo a un traductor, por lo que, si hay errores gramaticales pido disculpas)
- ¿Como es posible que Trunks recuerde algo de cuando era bebe, o que Goku recuerde a sus padres?
Esto se remonta al capítulo anterior. Cuando Vegeta pidió el deseo dijo y cito: "Deseo que todos los humanos y saiyajins de la tierra recuperen sus verdaderos recuerdos." Se refería a los deseos cumplidos por Sherlong, pero el deseo abarco "Verdaderos Recuerdos" al ser muy general. En este caso recupero recuerdos que fueron olvidados por:
A: Al ser muy jóvenes.
B: Por alguna lesión física o trauma emocional.
Chapter 13: Perspectiva de un Príncipe
Summary:
Nunca terminamos de conocer a una persona en su totalidad, puede que su mirada seria esconda un pasado lleno de sufrimientos, sacrificios y secretos...
Veremos los recuerdos no solo de un guerrero, si no de un Príncipe.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Momentos Antes…*
*28 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 2429-Azul-753. Nuevo Namek*
*Aldea de Moori*
***
"...Eso es muy fácil…"
Tan rápido la luz amarilla me rodeó, cerré los ojos.
×
"Oh miren eso… ya ha crecido bastante mi querido hijo." Escuché la voz de un hombre, sabía que era mi padre. "¡Mi más grande orgullo! ¡Tú extraordinario potencial lo llevas en la sangre! Apuesto a que te convertirás en el Rey del universo y no ese tal Freezer. Eto monstr! (¡Es un monstruo!) " Gritó con veneno. Escuché el sonido del cristal. "Ty izbrannyy... YA umirayu ot zhelaniya videt', kak ty rastesh'... (Tú eres el elegido… muero por verte crecer…) "
×
"¿Qué haces aquí Kakarotto? Es demasiado tarde para que vengas a entrenar." Pregunté al escuchar el sonido de su teletransportación detrás de mí. Ya pasa de la media noche.
"Bueno… ¿Crees que me pueda quedar está noche?" Preguntó él en un tono bajo. Inmediatamente me di la vuelta y lo miré.
Tenía puesto aún la ropa que usaba mientras trabajaba en el campo, pero lo que me alertó fue su postura: estaba tenso; miraba a todos lados excepto a mí; su rostro mostraba preocupación e incomodidad y tenía una mano detrás de su cabeza. Estaba avergonzado por algo.
Sin responder me dirigí directamente a la puerta al lado de la Sala de Gravedad, dónde se encontraba la cocina. Los pasos detrás de mí confirmaron que Kakarotto me seguía. Mientras abrí la nevera escuché como él se sentaba en una de las sillas del comedor, tomé dos bebidas y cerré. Caminé hasta apoyarme cerca, casi a su lado y le tendí una bebida.
"Sabes que no me gusta el alcohol Vegeta." Dijo, pero la aceptó con una pequeña sonrisa.
"Como si nos afectará…" comenté sarcásticamente. Abrí la botella y le di un trago. "Bien… ¿Qué ocurrió está vez con la arpía?"
"¿Alguna vez dejaras de llamarla así?" Preguntó, evitando el tema. "Y, además. ¿Cómo diablos supiste que se trataba de ella?"
"Cuando deje de comportarse como tal, dejaré de llamarla así… tal vez."Él solo negó con la cabeza con diversión. "Y sigues teniendo esa ropa de agricultor, si fuera otro tema vendrías con tu molesto dogy."
Él suspiró, abrió la botella y le dio un largo trago. Levanté una ceja: si tomaba alcohol sin quejarse, debía ser un tema difícil.
"Intento de nuevo que tuviéramos sexo..." Dijo simple. Otra vez ese tema.
"Después de más de 10 años de tu regreso “milagroso” Incluso tu esposa tiene sus necesidades."
"Lo sé… pero no lo entiendo." admitió con un suspiro, volvió a tomar otro trago. "Está vez parecía… casi desesperada..." Paro por un momento, mirando hacia un punto fijo frente a él. "Le pedí que me dijera la razón por la que hacía esto. Hacía años que no intentaba que tuviéramos intimidad…" cerró los ojos con cansancio. "Me dijo que quería otro hijo…"
Parpadeé por un momento. "Creí que ella ya no quería más hijos."
"¡Eso fue lo que yo creí también! Pero me dijo que después de ver a Bulma con Bra quería intentarlo de nuevo…" volvió a dar un trago, este más largo.
"No le dijiste lo que quería escuchar…"
"Le dije que no…" su mirada se perdió por un momento. "Discutimos por un buen tiempo, al final me echó de la casa." se froto distraídamente su cien. "En serio Vegeta… jamás la había visto tan enojada…"
"Y no quieres que Gohan lo sepa. Por eso viniste aquí." Concluí, él solo asintió.
Tenía la seguridad de que esté repentino deseo por otro bebé no venía solamente por Bra. Mi instinto me decía que esto se relacionaba con las reuniones que sentí hace meses entre la arpía y el débil. La pregunta era si Kakarotto lo sabía.
"No creo que a Bulma le importé que te quedes, siempre tiene tu habitación lista…" Dije en voz alta, ignorando la sonrisa agradecida que mostró.
×
"Sé precavido cuando estés en el Ejército de Freezer, sobre todo con los Cold." Dijo la Reina en un tono serio.
Ya tenía un poco más de 4 años y el “Emperador” Frezzer le había pedido al Rey ser llevado ante él junto con el informe del planeta. Comenzaría con misiones para el Ejército, ya no podía ser pospuesto por más tiempo.
El Rey y la Reina estaban preocupados, pero tenía la fuerza suficiente para cuidarme.
"Ara Mat'. (Si, madre.) " Respondí, ella volvió a mirarme y se arrodilló tranquilamente frente a mí, teniendo cuidado con su embarazo. Mi brat (hermano) nacería después de que cumpliera 5.
"Syn… postaraytes' dobrat'sya tuda do pribytiya Tarble. (Hijo… procura llegar antes de la llegada de Tarble.) " Ella me acarició la mejilla con delicadeza, ante su toque ronroneé.
"YA budu zdes' k priyezdu moyego brata. (Estaré aquí para la llegada de mi hermano.) " Declaré, con la mirada en alto. Con una pequeña sonrisa ella junto su frente con la mía. Mi cola se entrelazo con la suya.
Esa fue la última vez que la vi.
Cuatro meses antes del parto, Nappa fue informado de un ataque contra la Reina: cuando mi nave aterrizó en el planeta el Rey nos esperaba en la entrada.
Un día después el Rey Vegeta III declaró el nacimiento de su segundo hijo: el Príncipe Tarble, y el fallecimiento de la Reina Calery I.
Jamás se encontraron a los responsables.
×
"¡Hola tío Vegeta!" Dijo Gohan detrás de mí. Me detuve en seco.
Estaba a medio camino a la sala de gravedad hasta que lo escuché. Me gire lentamente para mirarlo.
Gohan estaba vestido con su típico atuendo: pantalón, suéter y anteojos, aunque últimamente se había dejado crecer un poco su cabello. Tenía una sonrisa en su rostro y me miraba con un brillo entre travieso y dudoso.
Habían pasado sólo unas semanas desde que Goten comenzó a llamarme por ese nombre y ahora Gohan, incluso mis hijos habían comenzado a llamarlo tío y a sus dos hijos primos. Estaba seguro que fue obra de Kakarotto… la próxima vez que lo viera lo pagaría.
"Gohan." El niño me miró por un momento, su duda desapareció y su sonrisa se ensanchó.
"Busqué a las niñas en la guardería, pero no hay nadie... ¿Sabe dónde están?" Preguntó apenado, rascándose la parte de atrás de la cabeza. Se parecía demasiado a su padre.
"Trunks las llevó a la sala de gravedad. Iba en dirección ahí… hasta que llegaste." Revele, él solo mostró una mirada de disculpa y se encogió de hombros.
Rápidamente me di la vuelta y seguí con mi camino, escuchando los pasos de Gohan detrás de mí. Cuando llegamos a la entrada de la sala mire por la ventanilla.
Trunks estaba con su dogy de combate color verde, frente a él, dando la espalda a la ventanilla estaban Pan y Bra; ambas niñas estaban intentando copiar los katas de Trunks. Por un momento Pan intentó dar una patada en el aire, pero se resbaló, se cayó y se río, al igual que mi hija.
Por el rabillo del ojo ví que Gohan se había puesto a mi lado, mirando la escena: mostraba una mirada orgullosa y llena de ternura.
"Intenta lanzar patadas…" comenté, Gohan solo se río.
"Lleve a Pan a uno de mis entrenamientos con el señor Piccolo y desde entonces siempre pide que la lleve conmigo… aunque no estoy muy seguro de que inicie tan pronto un entrenamiento." Dijo lo último con duda. Con la mirada perdida.
"Entre más jóvenes son, es más fácil que aprendan. Incluso si vivimos en paz, cuando sea mayor tendrá que lidiar con insectos que la molesten." Dije, casi sarcásticamente. "Si decide seguir con el entrenamiento será su decisión… después de todo, tú no estarás siempre para protegerla. Cómo guerrera no debe depender de la fuerza de los demás para siempre." Abrí la puerta de la sala y entré.
"¡Papi!" Grito Bra al verme entrar, Pan se sentó en el suelo y me saludó.
"Veo que están entrenando…" Me acerqué a mi hija y la cargué.
"Estaban solamente copiando mis katas papá." Dijo Trunks, tomó del suelo su botella de agua y bebió.
"Bueno, ya parecían unas expertas." Comentó Gohan al entrar, al verlo Pan se levantó y corrió hacia él. La cargó al instante. "¿Te divertiste haciendo patadas Pan?" Le preguntó a su hija.
"¡Si! Es muy divertido, pero no me salen igual a las tuyas…" conto triste al final.
"Bueno, mañana voy a ir con el Señor Piccolo a entrenar… ¿Quieres entrenar con nosotros Pan?" Preguntó Gohan con una sonrisa, pero sus ojos eran serios.
"¡Si! ¡Sí quiero! ¿Me enseñaran a lanzar rayos como mi tío Goten y Trunks?" Preguntó emocionada. Mi hijo se río al escucharla.
"Para eso falta bastante Pan…" intentó tranquilizar Gohan a su hija, su sonrisa era más relajada. Volteo a mirarme y sonrió agradecido. "Gracias, Vegeta."
"Deberías de decírselo a Bulma, fue quien tuvo la idea de juntar a las niñas para jugar." Lo descarté. El me miró por un momento con los ojos abiertos y después soltó una pequeña carcajada.
"Bueno tendré que darle las gracias." Dijo. Volvió a mirar a su hija. "Despídete de Bra, ya nos vamos."
"¡Adiós Bra! Nos vemos pronto." Despidió Pan con una sonrisa y moviendo su mano en despedida.
"¡Adiós Pan!" Se despidió animada Bra, ella también movía su mano.
"¡Adiós primo, adiós tío Vege!" Despidió al final. Los ojos de Gohan se abrieron con sorpresa y Trunks soltó una carcajada. Yo sólo levanté una ceja.
Maldito Kakarotto…
"Adiós traviesa… y dile a tu abuelito que tiene una cuenta pendiente conmigo." Despedí serio. Pan solo se río y asintió con la cabeza. Gohan se despidió vagamente con la mano y prácticamente salió corriendo, ocultando su risa. Trunks aún se reía.
"Sigue y te daré solo la mitad de tu mesada." Declare, se cayó casi al instante.
"No tienes sentido del humor papá…"
×
El Rey y yo estábamos en el lugar más solitario del planeta Vegeta, el área de agricultura se encontraba a varios kilómetros. Ambos teníamos capas cubriéndonos, permitiendo escabullirnos en la oscuridad de la noche y ocultar nuestras identidades.
Frezzer había lanzado un comunicado a todo su ejército: anunció su regresó a su planeta natal, dando una fecha estimada de regresó.
Mire hacia abajo entre mis brazos, mi brat (hermano), se había quedado dormido a la mitad del vuelo hacia aquí; para los estándares saiyajin él era demasiado pequeño, su printiye (llegada) temprana causó mucho daño, sobre todo con su condición recién descubierta. Solo lo sabíamos el Rey y yo.
Eliminamos cualquier prueba y examen antes de venir aquí. El Rey tenía una nave cápsula Real cargando: la colocó en el suelo e ingresó las coordenadas.
A diferencia de las cápsulas normales, una cápsula Real era casi lo doble de grande: esta se había arreglado especialmente para mi hermano.
"Kuda vy yego otpravite? (¿A dónde lo enviaras?) " No pude evitar preguntar, el Rey se detuvo por un momento.
"Luchshe ty ne znayesh', knyaz'. YA skazhu, chto eto budet na planete nizkogo urovnya, v yuzhnoy galaktike. (Es mejor que no lo sepas, príncipe. Lo que diré es que será en un planeta de bajo nivel, en la galaxia del sur.) " Declaró.
Sabía que no me decía el planeta exacto por la seguridad de ambos. De enterarse King Cold o Frezzer intentarían conseguir la información… por cualquier medio.
El Rey terminó de configurar la nave Real, se acercó a mí y se arrodilló. "Prishlo vremya rasstat'sya. (Es hora de separarse.) "
Volví a ver a mi hermano, pase mi mano por su cabello y lo abrace. Se parece mucho a la Reina... Comencé a ronronear y escuché cómo copió el sonido casi al instante. "Pust' nashi predki soprovozhdayut vas v vashem puteshestvii. (Que nuestros antepasados te acompañen en tu viaje.) " le susurré. Lo alejé y se lo pasé al Rey, evitando que su cola se volviera a enredar con la mía de nuevo.
El Rey se levantó y caminó lentamente hacia la nave, le dio sus propias bendiciones y lo colocó suavemente en la nave, cerrando la puerta. Me acerqué para observarlo a través del cristal; mi brat se iba con mensajes, grabaciones de la familia Real y con toda la información sobre los lyudi sveta que aún había en el palacio, los necesitaría.
El Rey dio una última mirada e inició el despegue de la nave. Observamos cómo se alejaba, hasta que se perdió en la oscuridad del espacio. El Rey puso su mano en mi hombro y apretó. Regresamos al palacio antes del amanecer.
×
"Permítame felicitarlo por su regreso, Emperador Frezzer." Dije, volteando a mirarlo con una sonrisa.
El insecto se sorprendió y luego sonrió engreído. Yo comencé a aplaudir, cerrando los ojos.
"Ese fue un gesto muy cortés de tu parte..." Podía escuchar la sonrisa en su tono, seguí aplaudiendo. Mostré una sonrisa engreída.
"¿Hasta cuándo piensas dejar de aplaudir? ¡Tú ruido se está volviendo un verdadero fastidio Vegeta!" Dijo el bastardo, aplaudí más fuerte. "Es molesto… ¡DEJA DE HACERLO!" Grito.
Aplaudí una última vez y me detuve, bajé mis brazos y abrí los ojos. Mirándolo con tonto el veneno.
"Tú también deberías dejar de existir… eres tan molesto." estaba harto de esta farsa.
"¿Qué acabas de decir?" Preguntó con esa sonrisa tatuada en su repugnante rostro.
"¡Por esforzarte poco en el entrenamiento! ¿Crees que tienes la ventaja para vengarte?" Apreté los puños con fuerza. "¡ERES UN ILUSO!"
¡¡SOLO YO TENÍA EL DERECHO DE VENGARME!!
×
"No encontrarás nada ahí. ¿Por qué sigues revisando antiguos archivos de conquista?" pregunto Raditz al verme frente a una de las computadoras de la nave. Siempre sacando conclusiones apresuradas.
"No es de tu maldita incumbencia. ¡Ahora largo!" Le ordené. Con un resoplido se dio la vuelta y salió de la habitación de comando.
Hace días había logrado entrar a la base de datos de la nave nodriza de Frezzer: el insecto tenía contraseñas demasiado obvias.
Me dirigí inmediatamente al área de misiones para el planeta Vegeta, y busqué alguna prueba o audio en dónde Freezer dijera algo sobre la destrucción del planeta… pero no había nada, solamente el mensaje que ordenaba el regreso de todos los saiyajin. Suspiré con frustración.
Revisé meses anteriores y encontré un audio, mandado a Zarbon y Dodoria por el mismo Frezzer: alrededor de una semana antes del nacimiento de Tarble.
Fruncí el ceño aún más.
Según el Rey, Frezzer se había ido a revisar la construcción de una Sede del Ejército en un planeta lejos del cuadrante. Sus dos lacayos jamás se separaban de su lado. ¿Por qué necesitaría mandarles un audio? Abrí el archivo y lo reproduje.
"Soldado Zarbon, Soldado Dodoria. Informen sobre su misión." Se escuchó la voz de Frezzer, tal parecía que era una llamada por medio del rastreador.
"Ya estamos en el Planeta Vegetta Emperador Frezzer. Ninguno de estos simios imbéciles se dio cuenta de nuestra llegada." informó Dodoria, con ese tono presuntuoso de siempre.
"La Reina hará un viaje de inspección por las áreas de cultivo en unos días. Llevará solamente a sus dos guardias personales." Zarbon dijo esta vez.
"Ojojojojojo excelente. Asegúrense de que la Reina tenga un regreso al palacio “acordé” a su estatus." Se río alegremente Freezer. Abrí los ojos y cerré los puños con fuerza. "Mientras el Rey se entretiene con la muerte de su esposa ustedes entren al palacio y busquen cualquier información del Súper Saiyajin… Será muy divertido ver cómo se desmorona la Familia Real."
"Será un placer emperad-do…"
Con mi mano atravesé la pantalla de la computadora, impidiendo que terminara el audio. Rechine los dientes con ira.
Ya había escuchado suficiente...
×
"¡SI, GANE!" Goten grito eufórico , cuando logró mandarme a chocar contra el suelo.
"No cantes victoria tan pronto…" exclamé, apareciendo detrás de él. Le di una patada en las costillas y lo mandé a chocar contra las piedras, segundos después Trunks fue lanzado al mismo lugar. Observé como Kakarotto bajaba hasta el suelo y se des transformaba, al igual que yo.
Habíamos decidido por hoy intercambiar lugares en el entrenamiento de los niños.
Caminamos juntos hasta el lugar donde chocaron, cuando el polvo se asentó pudimos verlos; Goten estaba acostado entre las piedras, con una mano en la cabeza; Trunks a su lado estaba boca abajo intentando levantarse, ambos habían perdido su transformación.
"Tío Vegeta, ¿Ni con tu sobrino favorito tienes algo de piedad?" preguntó Goten cuando logró sentarse. Me miraba con un puchero infantil.
"No tengo favoritos. Y si fuera blando contigo el entrenamiento no serviría para nada." Respondí. "Además, fue tu culpa, te confiaste al final… igual que el tonto de tu padre."
"¡Hey!" Se quejó Kakarotto.
"Papá siempre ha sido así…" se unió Trunks a la conversación. Se dio la vuelta y quedó boca arriba. "Pero, tío Goku. ¿Por qué tan fuerte? Yo creí que eras más ligero." Se quejó, llevando una mano a su cuello.
"Aja… si lo fuera no hubiera sobrevivido al entrenamiento del señor Whis." Kakarotto se jacto. "Pero puedo decir que lo hiciste mejor. Duraste el doble que la última vez, solo sería trabajar en tu defensa."
"Es lo mismo que le digo siempre…" Trunks me vio con los ojos entrecerrados, pero no dijo nada. Goten se río. "Pero tú." Lo corte, viéndolo a los ojos. Dejó de reírse y Trunks sonrió. "Tiendes a bajar la guardia al no ver a tu oponente, disminuyendo tu velocidad de respuesta a la hora de contraatacar. Jamás tienes que bajar la guardia, hasta asegurarte de que acabaste con tu contrincante."
"Si señor…" dijeron ambos al unísono.
"¿Cómo están todoos?" Preguntó Whis con una sonrisa, acercándose a nosotros. Tras él, el señor Bills lo seguía.
"¡Hola señor Whis!" Saludo Goten. "Papá y el tío Vegeta nos estaban diciendo nuestras fallas."
"¿Supongo que han terminado con su entrenamiento por hoy?" Preguntó el Ángel, Kakarotto y yo asentimos. "¡Eso es perfecto! Si gustan acompañarnos, ya está servida la cena."
"¡Cena!" Gritaron los chicos de nuevo al mismo tiempo y rápidamente corrieron en dirección al palacio. Ni siquiera esperaron a que Whis los curará.
"...Y yo creí que Goku era el único que se emocionaba de esa manera al comer…" comentó distraídamente el señor Bills, rascándose la parte trasera de su oreja. Kakarotto mostró un ceño fruncido, pero sonreía al ver a los niños.
×
Suspiré muy lentamente y volví a abrir los ojos. Me di cuenta que había cerrado los puños con fuerza.
"He incluido recuerdos a los humanos explicando el cambio en sus vidas… En esta ocasión especial." Dijo Porunga. Un problema menos de que preocuparse.
"Gracias Porunga… Vegeta ¿Estás bien?" Preguntó Piccolo, probablemente por qué no había dicho nada.
"Si… estoy bien." Suspiré de nuevo, enterrando el recuerdo de la Reina en el fondo de mi mente, por ahora. "Terminemos para regresar a la tierra." Él asintió, frunciendo el ceño en concentración. Tal parece que las conexiones bloqueadas se volvieron a abrir.
"...He cumplido tu primer deseó… ¿Cuál será tu segundo deseo…?"
Miré a Moori: "Deseo que todos los objetos, e información alterados sean restaurados a su estado original." Él asintió y tradujo mi deseo a Namek.
De repente Piccolo tomó con sus manos su cabeza y cerró los ojos con fuerza.
"Piccolo, ¿Qué ocurre?" Pregunté, pero en ese momento sentí una presencia. Un ki que no había percibido durante casi un año, pero que conocía íntimamente.
Kakarotto…
Pero su ki estaba extraño, de hecho, ni siquiera debería de sentirlo, su sistema aún tenía el inhibidor. Para que pudiera despertar su poder en ese estado debía de estar realmente enojado… o herido.
"Es Goku… está gritando…" dijo Piccolo algo entrecortado, pero escuché su tono de alerta.
"... He cumplido tu segundo deseo… Todo regresó a la normalidad… ¿Cuál será tu tercer deseo…?"
"Deseo que nos teletransportes de regreso a la tierra a Piccolo y a mí." Dije, mientras veía como Piccolo intentaba silenciar la conexión. Moori tradujo.
"...Los enviaré no muy lejos del Guerrero Son Goku… " declaró Porunga, mirándonos.
"Tengan cuidado…" advirtió Moori, ambos asentimos y fuimos teletransportados.
¥¥¥
Cuando llegamos, nos recibió un ambiente pesado y el grito de Kakarotto. Hice una mueca al escucharlo. Ese no era su grito de guerra habitual…
Porunga nos teletransportó unos metros lejos de él, pero cerca de nosotros estaban sus hijos. Ambos sentados en el suelo.
Goten tenía un labio partido, inconsciente, era fuertemente abrazado y protegido por Gohan; él tenía una herida sangrante en su sien izquierda, temblaba y su mirada era frenética; de alguna manera tuvo las fuerzas para hacer una bola de ki en su mano, con la cual nos apuntaba. Había comenzado a respirar con velocidad. Estaba en estado de shock y sus instintos saiyajin habían tomado el control.
Inmediatamente mostré mis manos, en señal de paz, Piccolo copió mi acción. Tenía que calmarlo o nos atacaría.
"Gohan." Lo llame, su mirada se encontró con la mía. "Cálmate, solo somos Piccolo y yo. Nadie te hará daño, ni a Goten, ni a Kakarotto, y tampoco a tí." Primero tenía que aclararle que no lo lastimaremos. Sus ojos me decían que me reconocía, pero simplemente él ya no tenía el control total de su cuerpo.
Esto se parecía mucho a cuando Raditz tuvo pesadillas: despertaba gritando y con ataques de pánico, los cuales provocaban que atacará a cualquiera. Solo Nappa y yo podíamos calmarlo. Con Gohan era diferente: sus instintos le dictan que tiene que proteger a su hermano inconsciente y a su padre, quien está sufriendo un ataque. Ambos están indefensos y él era el único con fuerzas para protegerlos.
Al escucharme él se relajó visiblemente, comenzó a respirar más lento y dejó de apuntar, aunque no se separó de su hermano.
"Gohan, ¿Puedo acercarme?" preguntó Piccolo lentamente, mientras bajaba sus manos. Gohan no respondió, pero su mirada mostró melancolía y culpa. Mientras Piccolo protegía a los niños me alejé un poco de ellos y observé a Kakarotto.
Su ki era inestable, la tierra temblaba y había comenzado a destruir el paisaje del lugar. No había dejado de gritar en ningún momento: su furia debe de ser mucha, si logró despertar sus transformaciones, al menos hasta el Súper Saiyajin fase 2.
Suspiré.
Había reaccionado peor de lo que había previsto…
"¡Papá!" Escuché la voz de Trunks. Levanté la vista y vi a mi hijo en el aire. Aterrizó a mi lado.
"Trunks…" Él solo se acercó a mí y me abrazo, lo rodeé con mis brazos y lo acerqué. Podía sentir que necesitaba consuelo.
"¿Qué es esto? ¿Quién hizo esto? ¿Por qué no siento el ki de Goten y Gohan? ¿Qué les pasó? ¿Dónde está Mai…?" Preguntó con la voz quebrada.
"Te lo explicaré todo… pero primero debemos encargarnos de tu djadja (tío)." Le dije, alejándome un poco para verlo. Temblaba y sus ojos estaban rojos, había estado llorando. Trunks le dio una mirada rápida a Kakarotto y me miro a los ojos, asintiendo lentamente, pero con determinación.
Gradualmente la voz de Kakarotto disminuyó y su ki dejó de salir de forma tan sofocante. Nos aleje a mi hijo y a mí, incluso de Gohan y Goten.
Sentí como un ki desagradable se movía y miré hacia un lado: frente a Kakarotto la arpía había quedado más alejada de todos. Con esfuerzo caminaba en dirección a su esposo. Entrecerré los ojos y coloqué a Trunks detrás de mí.
No terminara bien…
Notes:
- No existe un nombre canónico para la madre de Vegeta por lo cual, como nos ha enseñado el señor Akira Toriyama, el nombre de los saiyajin viene de los Vegetales en inglés, decidí darle uno.
-Carely = viene de Cerely, Apio en inglés.-Jamás se supo si la madre de Vegeta murió antes de la destrucción del Planeta Vegetta, por lo cual esta muerte no es canonica.
- El que Goku no le guste la cerveza es canónico, lo dijo en el anime de Dragon Ball Z en la saga de Frezzer. De hecho, tampoco le gusta el café y el pan simple, esto lo dice en Dragon Ball (Clásico)
- No se sabe exactamente en qué circunstancias Tarble se fue del planeta, según en la OVA en la que hizo su debut: Vegeta menciona que el Rey lo mando lejos por su bajo nivel de pelea.
- El que Porunga haga "deseos gratis" no es inventado, de hecho, es canónico: Porunga es más benevolente con los guerreros Z, lo demostró cuando revivió a Krillin después de la saga de Frezzer.
Chapter 14: Perspectiva de Kakarotto
Summary:
Conocemos los secretos de la Realeza Saiyajin... ahora veremos las culpas y cargas no solo de un salvador de la Tierra, si no de alguien que tuvo un amor incondicional y jamás lo recordó... hasta ahora.
El tener siempre una sonrisa en el rostro no siempre significa felicidad...
Son Goku al fin abraza completamente su herencia Saiyajin, pero... ¿A que costo?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Tiempo Actual…*
*28 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Lejos de la Montaña Paoz*
*En un bosque cerca del desierto*
***
×
"Fue una lástima lo que le ocurrió a Gohan. Bueno, cuando llegues al Otro Mundo, salúdalo de mi parte." Piccolo dijo al acercarse a mi lado.
Giré y vi su mirada: estaba serio, pero su postura y sus ojos mostraban tristeza. "Yo creo que es más triste para él, ahora que está muerto, ya no podrá verte más… por qué tú le simpatizabas mucho." Me miró por un momento y volvió a dirigir su mirada hacia la tierra, sus hombros se relajaron un poco.
Cuando esto acabará sabía que revivirían a Gohan con las esferas. A diferencia de mí… él no era un imán para los problemas.
×
"Oye Goku, dices que vivías solo con tu abuelito. ¿Verdad?" pregunto Bulma, ella se cepillaba los dientes y yo estaba acostado en el piso con una mantita. "¿Tienes padres? ¿Eres huérfano?"
"En realidad, no lo sé. Aparecí solito en las montañas cuando era un bebe. El abuelo me encontró y me llevo con él a casa. ¡Creo que le encante! Jajajajaja." me reí, mientras recordaba cuando mi abuelito me acariciaba el cabello y comenzaba a hacer un sonido agradable y bajo. El abuelo dijo que se llamaba ronroneo, siempre decía que parecía un gatito.
"Tienes una cola muy linda y me alegra que hayas sido feliz con tu abuelo." Bulma dijo de repente, yo sonreí. A mi abuelo también le gustaba, se enredaba en su brazo, cuando lo abrazaba o estaba a mi lado.
"Si, a mí también me gusta mi cola y tú me caes bien, aunque no tengas cola." le dije. Me dio sueño y me acomodé mejor la manta.
×
Me teletransporte a unos pasos de mi casa, camine en dirección a la puerta y entre.
Tenía que darme prisa, Kaiosama solo me había dado algo de energía para poder aparecer en la tierra. Ninguno de los otros Kaios o el Gran Kai sabían. Nos meteríamos en muchos problemas…
Caminé directamente a la que fue la habitación que compartí con mi esposa y abrí la puerta, inmediatamente escuché unos pequeños sollozos. La habitación era tal y como la había dejado, excepto por la cuna de madera que estaba al lado de la cama: adentro se encontraba un pequeño bebé, estaba llorando.
Había visto que Chichi se fue con su padre durante el fin de semana, Gohan se quedó en casa a cuidar del nuevo bebé, pero él había estudiado hasta el cansancio y se quedó dormido. Últimamente Chichi lo había llenado con mucho trabajo.
Me acerqué a la cuna y observé a mi hijo… él al verme dejó de llorar, pero en cambio sus ojos me miraban, curioso. Sonreí un poco, había sacado mi cabello y tenía puesto una de las piyamas de Gohan de cuando era bebé.
Gracias a Kaiosama había logrado ver el nacimiento de Goten… Chichi tardó tres meses después de mi muerte en descubrir que estaba embarazada. Me aseguraba de ver a mi familia al menos cada pocas semanas.
Tomé a Goten entre mis brazos y lo cargué. Vi como un brillo nuevo apareció en sus ojos y se río acariciando mi rostro con sus pequeñas manos. Él sabía quién era, igual que Gohan cuando lo cargue por primera vez.
"Hola Goten… soy tú papá." Le susurré, él sonrió cuando dije su nombre y se río más fuerte. "Ahora… ¿Por qué estás llorando?" Le pregunté en broma, pero escuché cómo su estómago gruño, Goten se río de nuevo. Así que tenía hambre. "Deja ver… ví que tú hermano calentó una botella." Miré alrededor de la habitación y vi una botella en la cabecera de la cama. Lo tomé y comprobé su temperatura, estaba tibio. Acomodé a Goten mejor en mis brazos y le di su leche, inmediatamente comenzó a beber. "Si, tienes el apetito de un saiyajin."
Se terminó su comida, tomé el trapo cerca de la cuna y lo puse en mi hombro, acomodé de nuevo a mi hijo y le di palmadas en la espalda, mientras caminaba por la habitación. No pasó mucho para que eructara: dos veces de hecho. Retiré el trapo y mecí a Goten lentamente mientras comenzaba a ronronear. Siempre hacía esto con Gohan para que durmiera, lo relajaba.
Sin previo aviso escucho otro ronroneo: este más fino y pequeño. Me alejé un poco de Goten y lo ví, tenía los ojos cerrados y su mirada era tranquila. De él provenía el sonido. ¡Goten también podía ronronear!
Lo acerqué más a mí y continúe, hasta que el suyo bajó poco a poco y desapareció. Se había dormido. Lo llevé lentamente a su cuna y lo acosté, poniéndole una manta. No pude evitar quedarme por unos momentos apoyado en su cuna.
"Goku… date prisa." Escuché la voz de Kaiosama susurrar en mi mente.
Suspiré.
Me alejé y cerré la puerta detrás de mí, me dirigí a la habitación de al lado y abrí lentamente. Gohan se encontraba dormido contra el escritorio. Entre y me acerqué; puse mis brazos en sus hombros y levanté su cabeza. Ví como fruncía el ceño por el movimiento y su cuerpo se tensó, comencé a ronronear; desapareció su ceño y su cuerpo se relajó. Suspiré de alivio.
Lo apoyé contra mí y coloqué mi brazo izquierdo detrás de sus piernas, levantándolo; lo acosté en su cama, le quité los zapatos y lo tapé. Sonreí al verlo dormir.
Me arrodillé frente a él y lo observé con atención. Su cabello estaba volviendo a crecer, pase una mano suavemente por sus mechones. Aún dormido Gohan se acurrucó con mi toqué.
"Goku… ya es tiempo." Escuché a Kaiosama, sonreí triste. Me levanté y me alejé. Vi por última vez a Gohan y me teletransporté.
×
".. honestamente siento algo de miedo al estar viéndolo a él. Es la primera vez que me pasa esto." Dije en voz alta, pero no era toda la verdad.
Al mirarlo tenía una sensación extraña en mi pecho: si tuviera mi cola estaba seguro que se movería de un lado al otro emocionada. Lo que no entendía era por qué… eso solo pasaba cuando estaba con mi abuelo.
"Te lo diré, tu no perteneces a la raza humana de este planeta." Dijo el desconocido.
"Eh…" ya lo sospechaba desde hace mucho, pero que lo dijera alguien más…
"Tú planeta natal es Vegetta y perteneces a los peleadores más fuertes del Universo. Eres un saiyajin." Cuando escuché la última palabra mi cabeza comenzó a palpitar. "Y yo soy nada menos que tú hermano mayor. Soy Raditz."
Di unos pasos hacia atrás, q uería negarlo, quería gritar que era un mentiroso y que se largara… pero algo en mi pecho me decía que no era mentira, y algo más profundo confirmaba que sí… era mi hermano.
De repente tuve la urgencia de tomar a Gohan e irme con él, que al estar solos todo se aclararía… me asuste.
×
Abrí más los ojos cuando Krillin me tendió la mano.
"Oye Goku… Discúlpanos por qué siempre dejamos el destino de la tierra en tus manos." Se disculpó con una sonrisa, luego me miró serio y con miedo. "No te vayas a morir… amigo." Sonreí, tomé su mano y la apreté con fuerza.
"No." Declare, decidido, él me sonrió de lado.
"Pero papá…" intento decir Gohan, él estaba agarrado de mi pierna derecha. Pase una mano por su cabello.
"Gohan… Si tu padre sale vivo de esta batalla te llevará de pesca al río. Es una promesa."
"Ah… ¡sí!" Sonrió, aun con algunas lágrimas en sus ojos. Él sabía que siempre cumplía mis promesas.
×
"... Incluso su Maestro, perdió la vida durante ese combate. Jiren intento levantarse de nuevo, pero ninguno de sus compañeros sobrevivientes lo siguió… aquellos débiles estaban obligados a obedecer a los fuertes... Al final Jiren se quedó solo… Jiren sintió una profunda tristeza al sentirse traicionado por aquellos en los que confiaba… en ese momento, comprendió que la confianza no valía nada…" aunque estaba acostado entre los escombros y mi cuerpo dolía como el infierno, escuché todo lo que decía el Dios de la Destrucción del Universo 11.
Así que Jiren no solo peleaba por él mismo. Quería recuperar a su maestro… como yo alguna vez quise recuperar a mi abuelo.
Que ironía…
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"Escúchame… Kakarotto-o." Vegeta me llamo, estaba agonizando. Podía sentir como su ki disminuía, pero se negó a caer tan fácilmente. "El-l lugar… donde tú y yo nacimos, era el planeta Vegeta… y la causa de su-u destrucción… no fue una inmensa lluvia de meteoritos..."
"Ya no digas nada más Vegeta, por qué tú muerte llegará. ¡Entiéndelo!" si seguía hablando moriría y no quería escuchar la historia, mi cabeza había comenzado a palpitar.
"Fue Frezzer quien lo destruyó… agh… y nosotros-os los saiyaji-in fuimos sus más fieles ayudantes." se quejó, ví como lágrimas caían de sus ojos. "Trabajamos tal y como él nos ordenaba-a… agh...y a pesar de eso, mató a todos…" Cuando escuché lo último un sentimiento de vacío se instaló en mi pecho, no pude ocultar la sorpresa en mi rostro. "...menos a nosotros. También mató a tu padre… y a mi padre. Frezzer no tenía otra opción… por qué temía que naciera… el Legendario Súper Saiyajin… y lo derrotará…" terminó, el vacío en mi pecho solo creció. Ese dolor incomodo de nuevo.
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"Cuando anochezca robaré una cápsula…" dijo papá. Estaba muy cansado y no quería abrir los ojos, pero los escuchaba.
"¿Qué?" Preguntó una mujer, era mamá.
"Lo enviaremos hacia otro mundo…"
"¿Queé? ¿¡Estás bromeando!?" Gritó mamá.
"No Gine… habló en serio."
"Pero ¿Cómo se te ocurre hacer algo así en este momento? ¡Ni siquiera ha aprendido a hablar!"
"Con las capacidades que está mostrando Kakarotto, está condenado a qué lo envíen lejos… al menos así nos aseguraremos de que quede en un mejor planeta."
"Pero… Aún es muy pronto." dijo mamá en voz baja.
"Puede que no quede mucho tiempo."
"¿A qué te refieres…?"
"El gran Frezzer... Teme que pueda aparecer el súper saiyajin."
"¿Qué no se supone que es un mito?"
"¡Así es! Aunque no deja de ser una preocupación para él. Es muy probable, que ese sujeto esté planeando algo. Presiento que… nos está persiguiendo la muerte…" dijo papá, su voz se escuchaba preocupada.
"Pero… es como tú…" susurró mamá, casi no la escuchó. "Él debe saber que es… tenemos que enseñarle a protegerse… Aún es muy pronto."
"Si Frezzer se llegara a enterar, entonces no tendrá una vida… lo mataría, o algo peor." Escuché sollozos, era mamá. Abrí un poco los ojos y los ví nítidamente, papá rodeó a mamá con un brazo. "No te preocupes, Gine… le daremos a Raditz sus coordenadas. Si tengo razón, será él quién le cuente lo que es y lo que conlleva. Hará todo lo posible para protegerlo del Ejército… es su mladshiy brat después de todo…"
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"¡Espera por favor!" Grité, tanto en voz alta como en telepatía. Escuché un sonido de sorpresa.
"Goku… eso es imposible. ¿Tú fuiste el que me llamaste dentro de mi mente?" Krillin preguntó. Había olvidado que jamás use la telepatía con él. Kamisama me lo había enseñado, pero aún era difícil. "Goku ¿Fuiste tú?"
"Si… fui-i yo… lo hice por qué no puedo hablar más fuerte… Kri-krillin… discúlpame, pero por lo que más quieras… déjalo ir. ¿Si-i?" Pedí, con voz entrecortada.
"¿Qué dijiste?" Preguntó él. "¿Estás hablando en serio?"
"Por favor… solament-te, te voy a pedir ese capricho…"
"Goku… Este saiyajin fue quien mató a todos nuestros amigos y, además, intentó exterminar a todo el mundo. ¡Si dejamos que él se vaya recuperará toda su energía y regresará con las mismas intenciones!" Cuánta razón tenía… pero eso no me persuadió, al contrario, me emocioné con la idea de que regresará a la tierra.
"Si… tienes-s toda la razón…" respondí.
No iba contarle a Krillin de mi presentimiento. Sentía que era demasiado personal, tal y como mi ronroneo. Ni siquiera yo podía entenderlo, pero no podía dejarlo morir… algo en mi interior me decía que era mejor que viviera, tal como ocurrió con Piccolo en el torneo, cuando le di la semilla.
Y algo mucho más profundo me decía que él era diferente de alguna manera… que no debía dejarlo morir, o ese sentimiento de estar solo volvería de nuevo: como cuando mi abuelo murió… o cuando ví morir a Raditz.
"Escucha, él no tiene compasión por nadie y si crees que cambiará su forma de ser como lo hizo Piccolo estás equivocado. ¡Por qué este no es como Piccolo!" Lo escuche, pero algo en sus ojos me dijo que estaba solo y roto.
"Ya… ya lo s-se… ese sujeto llamado Vegeta… es… extraordinariamente fuerte, pero la ver-rdad no sé cómo decírtelo… todo esto se me ocurrió cuando él estaba a punto de morir… y llegué a una conclusión de que… no valdría la pena." Al igual que Raditz.
"¿Qué? ¿Qué no valía la pena?" Preguntó Krillin, atónito.
"Yo decidi-í ir con Kaiosama a entrenar y volverme más fierte-eg…"
"¿Qué?" Preguntó sin entender. La verdad, ni yo sabía lo que decía.
"Sin… sin embargo, ese tipo llamado Vegeta es… mucho más fuerte que yo… me dió miedo, para serte honesto. Pensé que este sería nuestro fin… aunq-que, por un lado, me sentí feliz. Mi corazón latía de emoción cuando luche con él… no cabe duda de q-que, yo también soy un saiyajin… porque-e, realmente disfruto pelear con… Sujetos… más fuertes que yo…" y no mentía. Aún a pesar del dolor que sentía.
De repente escuchó los jadeos de dolor de Vegeta y un gruñido de Krillin. Había sentido como se alejaba lentamente de mi amigo mientras hablaba.
"V-volveré a entrenar… para después… pelear con él…"
"Este canalla mató a Yamcha a Ten Shin Han y a Chaoz… ¿¡QUÉ NO LO RECUERDAS!?" Grito Krillin y cerré los ojos, frustrado.
"¡Sé que estoy mal!" Lo decía enserio. Lo sabía y aun así me negaba a dejarlo morir. "... Krillin… cúmpleme ese capricho, por favor… ¡Por lo que más quieras… déjame volver a pelear con él!" Supliqué.
Escuché los gruñidos de Krillin y los jadeos de esfuerzo de Vegeta… unos segundos después, el sonido del metal cayendo, fue la espada. Solté un suspiro de alivio.
"Cómo quieras…" contestó finalmente Krillin. Algo en su tono provocó que mi pecho me pesará. "Tienes derecho a ser una persona caprichosa, gracias a ti el mundo sigue con vida." Sonreí ligeramente y cerré los ojos. "... Pero escúchame Goku…" abrí los ojos e intenté mirarlo. "...la próxima vez, debes derrotarlo con un poder más sorprendente. ¡Has entendido!"
"Si-i… claro." Dije, aún si su mirada se veía algo enojada.
Tal vez ese fue el momento en que comenzamos a separarnos…
×
"Kakarotto… Tu eres un guerrero admirable. Me acabo de dar cuenta de que no sirvo para pelear con Majin Buu… tu eres el único que puede derrotarlo." escuché la voz de Vegeta en mi cabeza, quise voltear, pero estaba peleando contra Kid Buu. "Kakarotto… La primera vez que te vi fue cuando estaba en busca de planetas con un excelente ambiente para después venderlos…" no pude evitar soltar una risita, estaba seguro de que Vegeta no sabía que lo escuchaba, mucho menos sabía la razón, pero no iba a quejarme. "Al principio pensé que era tu obligación proteger a tus seres queridos y a causa de eso un poder totalmente desconocido brotaba de tu corazón, quizás tenga razón: ahora yo tengo el mismo deber. Antes yo peleaba para que todo se hiciera a mi voluntad, por diversión, era una delicia para mí matar a la gente sobre todo para fortalecer mi orgullo. Pero Kakarotto… tú eres diferente, no peleabas solo para ganar, siempre sobrepasaste los límites de tus fuerzas para no perder ante nadie, por eso nunca te atreviste a matar a tus oponentes: lo sé porque tú nunca te atreviste a matarme… Parece que al fin he comprendido que en mi corazón hay un poco de sentimiento que suelen tener los humanos. Pero no puedo soportar la idea de que existe un Saiyajin generoso que le gusta pelear… ¡Tú puedes Kakarotto, eres el Número 1!"
Tal parecía que mi presentimiento tenía razón después de todo… Vegeta si cambió.
Finalmente, ese sentimiento de vacío se fue… lo menos que podía hacer por él era no decirle que lo escuché, se enojaría.
×
"¿Compañeros para qué? …" comenzó Jiren, después de que lo dejará clavado en las rocas con un golpe. "... ¿Confianza para qué? ...si lo aceptará… ¡Todo por lo que he peleado sería para nada!" Sus ojos se habían nublado, recordando. Estaban llenos de ira y dolor a partes iguales. "No creo… en esa fuerza…" sentí como su ki comenzó a aumentar. "... Algo así…" su aura volvió e hizo polvo las rocas a su alrededor, había comenzado a cargar su ki en su mano derecha. Fruncí el ceño más profundamente. "¡¡SE BORRA FACIL!!" Gritó en cólera, terminó de cargar su ataque y lo lanzó directamente a las gradas, dónde estaban los guerreros del universo 7. Mi familia…
Me teletransporté justo frente a ellos y logré lanzar el ataque hacia un lado. Aterricé en una parte de la arena, quedando frente a mi oponente.
"Jiren…" dije casi en un susurró, pero lleno de ira.
"Toda esa fuerza en la que tanto confías, desaparece fácilmente. ¡Cómo eso de ahí!" Esa fue su respuesta. Vi en sus ojos arrepentimiento y culpa, pero probablemente era mi imaginación, no sería la primera vez.
Iba a hacerlo pagar por lo que intento hacer.
×
"Amigos. Antes que nada, quisiera darles las gracias por haber asistido a nuestra boda. Estoy muy segura que seré feliz en la vida." Chichi agradeció a todos con una sonrisa. Yo no conocía a la mayoría de estas personas, me sentía extraño… y solo. Ox Satán me dio la opción de invitar a mis amigos, pero dije que no.
Por alguna razón sentía que no debían de estar aquí, probablemente tuvieran cosas que hacer y no quería molestarlos.
"Chichi, eres muy bonita. Igual de bonita que tu madre." Dijo Ox Satán con lágrimas en sus ojos, él estaba al lado de Chichi con una sonrisa. Yo sonreía, pero no como lo hacía a diario.
Fue extraño, regularmente la sonrisa salía por sí sola, pero ahora… tuve que forzarla un poco. Chichi me había dicho que era un momento importante y estaría lleno de alegría, pero era lo que menos sentía.
"Muchas gracias papá, y gracias por el vestido de novia, nunca olvidaré este detalle." Ella al agradecerle tomó mi brazo, intenté no moverme.
"Goku…" escuché mi nombre. Miré directamente a los ojos a Ox Satán. "...cuida a Chichi, hazla feliz..." Pidió. Un nudo en mi garganta se formó por alguna razón, pero sonreí y asentí.
"Goku…" dijo Chichi en un tono bajo, agarró mi brazo con más fuerza y me abrazó, me sorprendí un poco, pero dejé que lo hiciera; aunque evité mirarla a los ojos cuando ella me miró. Me reí, intentando distraerme, se sentía extraño tenerla cerca.
A diferencia de mi ella se veía muy feliz, eso me animó un poco. Si esto la hacía feliz estaba bien... No me gustaba ver a las personas tristes, mi pecho siempre me dolía al verlos.
Cuando fue el turno de dar los regalos (según Chichi) Uranai Baba se acercó a nosotros con su esfera.
"Les adivinare su futuro como regalo de bodas." Dijo ella, Chichi se emocionó e incluso saltó un poco.
Baba se giró y alzó sus manos frente a su esfera y comenzó a tararear. Su esfera brillo de un tono azul, pero no podía ver y Chichi tampoco. Baba se acercó.
Pasó un rato y de golpe sus ojos se abrieron mucho al igual que su boca, rápidamente se giró y tapó su esfera mostrando una sonrisa, una que me pareció un poco extraña.
"¿Qué fue lo que vio?" preguntó Chichi curiosa. Uranai le guiño un ojo.
"Oh, vas a tener una gran familia…" dijo, su postura era tensa y nerviosa, pero seguía sonriendo.
Chichi no se había dado cuenta y emocionada fue con Ox Satán a contarle, iba a seguirla hasta que la mano de Uranai me detuvo. Voltee a mirarla.
"Goku… cuando todo terminé ven a visitarme." Dijo, sería. Presentía que era mejor no preguntar, por lo que solamente asentí con la cabeza.
Ella se despidió, se subió a su esfera y se fue. La vi hasta que se perdió de vista.
×
Me faltaba el aire… estaba hiperventilando; mi corazón no dejaba de latir desbocado; mi pecho dolía con una horrible sensación de frio y roto. Mi cabeza pesaba y mis oídos zumbaban, no sabía cuánto tiempo estuve gritando, pero sabía que fue bastante. El dolor en mi garganta fue claro en ese hecho.
Todo mi cuerpo me dolía, mi ki estaba inestable y apenas podía mantener la transformación. Sentía como si fuera a desmayarme en cualquier momento, pero mi furia era grande y me mantuve despierto.
Retire temblorosamente las manos de mi cabello. En algún momento había tomado mis mechones y había apretado con todas mis fuerzas, incluso había marcas de uñas en mis palmas, estaban sangrando.
Fruncí el ceño, eso no debería de haber pasado…
Levanté lentamente la vista, mirando a mi alrededor. El lindo paisaje ahora era solo un recuerdo: las nubes habían ocultado la luz del sol; el pasto había desaparecido, ahora sólo había rocas y grietas por doquier; los árboles alrededor se habían caído, incluso algunas montañas rocosas se habían derrumbado sobre si mismas.
Ahora entendía por qué este lugar me calmaba.
Fue donde peleé con Vegeta por primera vez… y en donde regularmente nos juntábamos Piccolo, Gohan y yo para meditar. Incluso la casa de Piccolo no se encontraba muy lejos. Solté una sonrisa amarga. Ahora entendía muchas cosas…
Mis puños se cerraron con fuerza. Mi ki chisporroteo.
Escuché pasos hacia mi dirección, miré hacia enfrente: Chichi caminaba lentamente hacia mí: su cabello antes arreglado ahora estaba despeinado y suelto detrás de ella; tenía golpes alrededor de su cara junto con un rasguño grande en su mejilla derecha. Estaba a un par de metros… estaba acercándose.
Pero lo que me regreso a la realidad fue cuando sentí su ki… y el pequeño ki del bebé.
×
"¿Verdad que quieres tener otro hijo Goku?" Preguntó ilusionada.
"No."
Ella me miró con los ojos muy abiertos, sin creer que me hubiera negado a una petición suya, lo que rara vez hacía. Pero esto era diferente.
"No te escuché Goku… dijiste que sí. ¿Verdad?" Su rostro había pasado a una de desesperación, pero me negué a apartar la mirada.
"Chichi. Dije que no." Repetí en voz muy clara.
"Pero… podemos criar a otro bebé, puedes estar ahí para él…" siguió, pero yo la corte.
"Chichi entiende. No es que no quiera otro hijo… pero no quiero que pase lo mismo que Gohan, él tuvo que crecer sin mi gran parte de su adolescencia, y con Goten perdí su infancia." Despotrique sin poder evitarlo, la culpa burbujeando en mi pecho. No me había dado cuenta que me había quitado la máscara de tonto. "Siempre aparece una amenaza y me niego a perderme la vida de otro hijo. No pienso volver a dejarte criar a dos hijos tú sola." Repetí las palabras que le dijo a Piccolo ese día que fuimos a cuidar a Pan.
Chichi me miró con los ojos muy abiertos y opacos por un largo momento. Su mirada era neutral, no había emoción en ella.
Lentamente sus cejas se fruncieron y ojos se iluminaron con una emoción. Odio.
Ese sentimiento en mi interior me alertó de que algo había cambiado. Pero como regularmente hago cuando estoy con mi esposa, lo ignore.
Sus puños se cerraron fuertemente y sentí como su ki se llenaba de una furia ciega. Me acerqué lentamente a ella para calmarla.
No había visto que había tomado uno de los sartenes que estaban detrás, cuando estuve a su lado ella se alejó y me golpeó fuerte en la cabeza, me llevé una mano a la cien. Era la primera vez que me golpeaba con tanta fuerza, y con mi defensa siempre baja a su alrededor logré sentir el golpe.
Lo que siguió solo fueron gritos por ambas partes… la primera de muchas discusiones.
×
"Goku…mi amor…" Ella dijo temblorosamente con ternura, pero sus ojos me mostraron una historia diferente: estaban opacos, como si estuviera en trance.
Ahora sabía que era ese sentimiento que siempre tuve desde que era niño: que siempre me alertaba y que por miedo en su mayor parte siempre lo ignoré. Eran mis instintos saiyajin… y esos mismos instintos me decían que esa mujer no debía de acercarse a mí… o a mis hijos, y no pensaba ignorarlos está vez.
"¡NO TE ACERQUES!" le grité. Mi ki chisporroteo de nuevo y provocó que el aire se arremolinaba a mi alrededor. Ella paró de caminar.
El simple pensamiento de que ella se acercará a mí o me tocará me dio repulsión. De repente tenía unas enormes ganas de vomitar, me llevé una mano a la boca para detenerlo, pero fue imposible. Me giré hacia un lado y vomité. Ese simple movimiento me dejó más débil de lo que estaba, sentí como la fase dos desaparecía y me dejaba solo con el Súper Saiyajin.
"Goku… por favor déjame ayudarte, vamos a casa…" imploro Chichi. No se había movido de dónde le grite.
"Vete a la mierda…" Solté, jadeando. Me limpié la boca con mi manga. "No volveré a ese lugar… hace mucho, que dejó de ser mi hogar…"
"No digas eso Goku… podemos volver… todo puede ser como era antes… tenemos una niña en camino…" dijo, me dió escalofríos.
"¡¡UNA NIÑA QUE CONCEBISTE AL VIOLARME!!" Grité sin pensar mirándola a los ojos. Mi energía encendiéndose más.
Cuando verdaderamente analicé lo que dije mis ojos se abrieron con horror, mis puños comenzaron a temblar. Sentía de ganas de vomitar de nuevo.
Chichi… ella… ella…
"Goku-u estás equivocado-o…" negó temblorosamente. Podía ver qué mis palabras la habían afectado, pero estaba tan perdida en la fantasía que las ignoro. "Tú… tú me-e amas… solo… estás confundido…"
"¿Es que aún no lo entiendes?" Pregunté serio. "Yo no te amo, y jamás lo he hecho… La única razón por la que me casé contigo fue por esa promesa que hice de niño… una que ni siquiera yo recordaba…" dije, con una sonrisa amarga. "Debí de haber dicho que no…" solté una carcajada, sintiendo mis ojos humedecerse lentamente. "Todos estaban cómodos con sus vidas menos yo… debí de haberme alejado de ti desde hace mucho… Creí que hacía lo correcto al quedarme por Goten, pero cuando ví que él estaba sufriendo lo saqué de ese infierno… ¿Y te digo una cosa?" la miré directamente a los ojos. "Jamás me sentí tan malditamente feliz, hasta que me aleje de tí… Eres una arpía a la que nada le es suficiente… Intentaste hacer de mi tu “esposo humano perfecto” Pues sorpresa… ¡No soy humano! ¡SOY UN SAIYAJIN!" Grité, sintiendo como si un pequeño peso se quitará de mis hombros.
"¡Gohan!" Escuché el grito preocupado de Piccolo.
Me congelé en mi lugar.
Gohan… Goten… mis hijos…
Volteé hacia la izquierda: estaban a un par de metros lejos de mí, juntos; envueltos en una tela blanca y siendo protegidos por Piccolo. Ninguno de los dos se movía. Mi aura desapareció. Rápidamente me levanté del suelo y corrí a su dirección. Cuando por fin llegué hasta ellos me arrodillé.
"¡Gohan! ¡Goten!" Los llamé. No podía sentir su ki, el pánico casi se apodera de mí.
"Goku cálmate… ellos están bien, sólo se desmayaron." Dijo Piccolo en un tono bajo. El separó a Gohan de él y me lo pasó casi delicadamente, Goten estaba enterrado en los brazos de su hermano. Me senté en el suelo y los abracé tan rápido como pude.
Separé un poco la tela y los vi mejor: Gohan tenía una herida abierta en la frente que había parado de sangrar; Goten en cambio sólo tenía un labio partido, se veían tan tranquilos… Apoyé mi frente junto a la de ambos, cerrando los ojos: logré escuchar sus latidos y sus respiraciones tranquilas. Ellos estaban bien… casi solté un sollozo.
De repente sentí como el ki de Chichi se movía hacia mi dirección. Abrí los ojos y luego los entrecerré, abracé con más fuerza a mis hijos, protegiéndolos. Tenía que alejarlos…
"Lo lamento Piccolo…" le susurré con verdadero pesar, antes de poner mi mano en su pecho y lanzarle un rayo de ki, lo suficientemente fuerte para alejarlo.
Voltee a ver hacia atrás y ahí estaba ella, corriendo hacia mi dirección. Se acercaba a nosotros…
No.
No se acercaría a ellos, no volvería a lastimarlos.
Abracé con más fuerza a los chicos y me llevé dos dedos a la frente.
"¡No Goku!" grito al verme. Cerré los ojos y me teletransporté.
&&&
Aterricé boca abajo en el pasto, cerca de la sombra del árbol, había logrado al menos poner a Gohan y a Goten a un lado para no aplastarlos. Perdí las pocas fuerzas que me quedaban y sentí como mi transformación desaparecía. Volví a respirar con normalidad.
"¡Goku!" Escuché la voz de Kaiosama.
Suspiré aliviado.
Escuche los sonidos de Bubbles acercándose, incluso el vuelo de Gregory. Ya no estaba en la tierra, ella no podía llegar hasta aquí... Las esferas aún no estaban activas…
"Por un momento creí que no lo lograrías…" comentó Gregory, mientras se sentaba en mi hombro. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Yo también lo había creído…
Cuando Kaiosama se arrodilló frente a mi gateé con esfuerzo y lo abracé con fuerza, él puso sus manos en mi cabello. "Oh Goku… de verdad lo lamento…" se disculpó. Cerré los ojos con fuerza y negué con la cabeza.
"No puedo… no puedo levantarme-e…" Jadee. No pude soportarlo más y comencé a llorar. No recordaba cuando fue la última vez que me permití llorar. "Ka-kaiosama no puedo levantarme… no puedo…"
Kaiosama no dijo nada, pero me envolvió lo mejor que pudo en un abrazo; Gregory aún en mi hombro comenzó a acariciar mi cabello; Bubbles estaba abrazando mi hombro izquierdo y me daba pequeñas palmadas en la espalda. Sentí mi pecho cálido por un segundo y lloré con más fuerza…
×
"Si tú padre y tú madre aún siguieran con vida te matarían al ver la deshonra de hijo que trajeron al mundo…"
×
Vegeta tenía razón después de todo este tiempo… era una deshonra para ellos… era una deshonra para todos… Todo esto era mi culpa… siempre es mi culpa… solo causo problemas a las personas que me importan.
"Lo siento-o… lo siento, lo siento, lo-o siento, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…" me disculpé una y otra vez. Si era para mis hijos, mi abuelito, mis padres, mi hermano, mis sobrinos, Vegeta o el resto de mis amigos no lo sabía. Solo quería que supieran que lo lamentaba todo.
"Estás a salvó Goku… tus hijos están contigo y están bien… nadie más que tú puede llegar aquí… están a salvó..." Kaiosama intento consolarme, lo abrace con fuerza, sintiendo seguro con él.
Si, estábamos a salvó.
Por primera vez en años me sentí a salvó…
Notes:
- Varios fragmentos sacados del anime de Dragon Ball (clásico), Dragon Ball Z, Dragon Ball Super y Dragon Ball Super: Broly.
- Como nos enseñó Trunks en el capítulo "Magia Mental - Parte 2" Mladshiy Brat significa: Hermano menor.
¿Por qué no tiene una traducción dentro del capítulo? porque Goku no sabe lo que significa, a diferencia de Vegeta el no aprendió el lenguaje. Recuerden que los capítulos son según la perspectiva de los personajes, si no saben algo no se muestra.- Goku dijo: "No puedo levantarme"
El Planeta de Kaiosama tiene una gravedad más alta que el de la tierra (alrededor de 50 o 100 segun recuerdo) Goku ha estado sin entrenamiento durante casi un año, junto con una mala alimentación. Su cuerpo simplemente ya no soporta la gravedad.
Chapter 15: Perspectiva de un Esposo Saiyajin
Summary:
El juego acabo, a las marionetas se les cortaron los hilos, pero... ¿Qué pasa ahora?
Chapter Text
***
*28 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Lejos de la Montaña Paoz*
*En un bosque cerca del desierto*
***
Vi cómo la traidora cayó de rodillas al suelo y miraba sin pestañear en el lugar donde antes habían estado su esposo e hijos… Al fin veía las consecuencias de sus acciones.
"¡¡GOKUUUUUUUUUUU!!" gritó ella. Se llevó las manos alrededor de su cabeza, negando desesperadamente y susurrando palabras que no lograba entender. Tal parecía que se había vuelto loca, aunque ya lo estaba desde hace tiempo.
Giré mi mirada hacia un lado y vi como Trunks ayudaba a Piccolo a levantarse. Fue un rayo fuerte por parte de Kakarotto, logró lanzarlo a varios metros.
"Gracias Trunks…" escuché que decía Piccolo cuando me acerqué. Tenía una mano en su pecho, pero no se veía mucho daño, a excepción de su dogy.
"¿Qué pasó? ¿Por qué el tío Goku te atacó?" Preguntó preocupado mi hijo.
"No lo atacó… lo alejo." Aclaré, él volvió a mirarme, pidiendo aclaración. "Es simplemente un milagro que Kakarotto despertara su ki. Estaba abrumado por todo, así que durante todo este tiempo estuvo actuando únicamente por instinto." Tal parecía que el instinto saiyajin de Kakarotto no estaba tan dormido como creí. "Cómo padre su naturaleza saiyajin le dictó que tenía que proteger a sus hijos. Cuando vio a la principal responsable de dañarlos y al verse en una posición tan vulnerable, casi sin energía: lo único que pudo hacer fue llevarse a sus hijos." Trunks mostró una sonrisa triste. "Piccolo simplemente estaba demasiado cerca. Incluso no lo atacó al verlo con Gohan y Goten, lo que demuestra que sabía en quiénes confiar." Probablemente ni siquiera notó nuestra presencia al no ser amenazas.
"Se disculpó…" comentó Piccolo. "¿A dónde se fue?"
"A un lugar que considere seguro… y no es la Tierra." Piccolo cerró los ojos.
"Papá… dime qué es mentira lo que dijo mi tío…" pidió Trunks casi asustado. Sabía que se refería a la parte de la violación.
Cerré los ojos, cansado. Le conté a Trunks muchas cosas de mi pasado al cumplir la mayoría de edad saiyajin, pero jamás de lo ocurrido en el Ejército de Frezzer. Aunque sabía que él sospechaba.
"No Trunks… todo lo que dijo Kakarotto fue verdad."
Mi hijo simplemente cerró los ojos y apartó la mirada. Puse mi mano en su hombro y apreté. Pensar que Kakarotto fue rebajado a este estado, solo por los simples caprichos de una arpía obsesionada…
Sentí como el ki de Ten Shin Han se acercaba a nuestra dirección, y no estaba solo: a los pocos segundos el triclope aterrizó y caminó directamente hacia Piccolo. Después aterrizó un vehículo oficial de Corporación Cápsula… y de ahí salió mi esposa. Ella tenía puesto un vestido sencillo de color rojo; tenis deportivos de color negro y un par de pulseras del mismo tono. Incluso se había puesto algo de maquillaje, aunque eso no ocultó su expresión devastada y llena de culpa. Apreté los puños con ira…
Escuché el jadeo de sorpresa de Trunks a un lado de mí. Claramente recordando lo que hubiera ocurrido si no se hubiera roto el deseo.
Me negué a apartar la mirada de ella, no se había movido de dónde aterrizo; tenía miedo; sus ojos estaban rojos e hinchados, probablemente había estado llorando durante todo el viaje. Su vista estaba entre nuestro hijo y yo.
"Vegeta… Trunks…" dijo en voz baja, al borde de las lágrimas.
De repente sentí como el ki de la arpía comenzaba comportarse de forma extraña, mi garganta se secó.
"¡AAAAHHHHHHHHH!" Grito de dolor, tomaba con sus manos su vientre con fuerza.
"Ay no…" Bulma susurro asustada. Ella corrió rápidamente a su dirección.
Me llevé las manos a la cabeza y no pude evitar soltar un gruñido. "¡Maldita sea!" Grité enojado. Me giré y caminé en dirección a la traidora.
"Papá… Mamá ¿Qué hacen?" Preguntó Trunks indignado. "¡Todo esto es por su culpa!"
"Pero lleva aún el bebé de Kakarotto." Le recordé. Esa niña no tenía la culpa de todo este desastre.
Bulma fue quien llegó primero, intentó levantarla, pero no pudo. La arpía solo gritó más fuerte e intentó apartarla.
"Vegeta, necesito llevarla al hospital…" pidió mi esposa. Rápidamente intenté levantarla por los hombros, pero ella se alejó gritando.
"¡ALÉJATE DE MÍ! ¡TÚ TIENES LA CULPA DE TODO! ¡SI GOKU JAMÁS TE HUBIERA CONOCIDO TODO SERÍA COMO ANTES!" Acuso en colera. Bulma se había enojado por sus palabras, incluso sentí como el ki de Trunks aumentaba.
"¡Si fuera por mi te mataba justo donde estás! ¡Pero sigues teniendo el hijo de Kakarotto en tu maldito vientre! La única persona que tiene la culpa de todo eres tú, incluso si no hubiera aparecido él te hubiera dejado desde hace mucho." Despotrique, no tenía el tiempo ni la paciencia para escuchar sus esto. Rápidamente le di un golpe en el cuello y ella se desmayó. La cargué y la llevé hasta el vehículo de mi esposa, algo en la boca de mi estómago me alarmó. "Trunks ve por unas semillas al templo..."
"Eso no funcionará. Las semillas solo sirven para curar heridas, no enfermedades o situaciones de naturaleza similar." Dijo Piccolo instantáneamente, voltee a mirarlo con el ceño fruncido. "Lo que le está ocurriendo es algo natural, las semillas no ayudarán en nada. Ni siquiera Dende puede intervenir." Explicó, rechine los dientes con ira.
"Solo queda llevarla a un hospital." dijo Bulma decidida. Ella entró al asiento del piloto y encendió su vehículo, yéndose a máxima velocidad. La observé hasta que se perdió de vista.
¥¥¥
Pasado varias horas desde que todos recuperaron sus recuerdos; seguí el ki de mi esposa hasta que llegó a un hospital; Ten Shin Han y Piccolo habían decidido regresar al mirador, Chaoz se había quedado en el dogo, pero era seguro que buscaría al triclope en el templo. Trunks y yo regresamos a casa.
Bulma regresó a Corporación durante la cena, dejó a la arpía estable en el hospital al cuidado de su padre. Mis suegros la abrazaron y la sentaron, ni yo ni Trunks hicimos el intento de acercarnos, todas las discusiones y malos momentos estaban demasiado vivos, incluso con los deseos rotos. Ni siquiera Bra quiso abrazarla, ella solo se aferró con más fuerza a mí, Bulma lo entendió, pero su mirada era triste.
La explicación de lo ocurrido no fue tan fácil como creí; comencé desde los deseos que cumplió Shenlong hasta mi viaje a Nuevo Namek; Bulma había golpeado la mesa cuando revele quiénes fueron los responsables; tuve que detener a Trunks antes de que fuera a buscarlos, la furia muy presente en sus ojos, y sólo aumentó cuando Bulma dijo en dónde posiblemente habían quedado Mai y sus amigos. Pudieron convencerlo para buscarla mañana, hoy había sido un día largo.
Cuando la cena terminó deje a Bra con su hermano y caminé en dirección al laboratorio de mi esposa. (Al cual ya podía acceder) Me dirigí al refrigerador, me quite el guante y escanee mi huella, cuando abrí la puerta ví todos los viales del Inhibidor.
Se habían guardado más de una docena, ahora sólo quedaban la mitad… Cerré la compuerta y el refrigerador de un solo golpe. Apoyé mis manos en una mesa cercana y suspiré cansado. Mi mente divagó hacia Kakarotto.
"Kaiosama, ¿Kakarotto está contigo?" Pregunté, en la oscuridad del laboratorio.
"Si Vegeta, llegó aquí con Gohan y Goten." Respondió Kaiosama, no pude evitar reírme un poco.
Solo él podía teletransportarse hasta su planeta, la única otra opción hubiera sido Nuevo Namek, el planeta Yardrat o Vampa, pero para este último aún tenía que concentrarse.
"Kakarotto tendrá problemas con su ki, al igual que sus hijos. Han estado ingiriendo por casi un año el inhibidor, sin mencionar que está fuera de condición y no han comido lo suficiente para un saiyajin. Probablemente tengan que entrenar desde 0… todos ellos." Advertí. Ese cabeza hueca no debió de ser capaz de transformarse, su furia y dolor habían sido altas, su hijo incluso tuvo la energía para hacer un ataque, aunque fuera pequeño.
Había visto las heridas de Gohan y Goten: su condición como híbridos no debió permitir que se lastimaran tan fácil, pero el no tener acceso a su ki de forma natural y ser obligados a contenerlo durante tanto tiempo provocó que su cuerpo fuera tan débil como el de un terrícola, tal vez más.
Los saiyajin desde sus inicios han sido una raza guerrera; el uso del ki era natural para nosotros, evolucionamos con él. Nuestro cuerpo se acostumbró a tenerlo siempre accesible, incluso cuando algunos no eran guerreros.
Durante estos meses la familia de Kakarotto perdió esa accesibilidad, su cuerpo ya no tenía la energía con la que tanto se acostumbró y evolucionó, se hizo más débil; su regeneración también debió de haber disminuido o no funcionado en lo absoluto; dificultades para dormir (dormía más o casi nada) o falta de concentración. La falta de alimento solo lo empeoraría.
"Vegeta…" escuché la voz de mi esposa detrás de mí, antes de que encendiera las luces del laboratorio.
Me giré lentamente y finalmente la confronté.
Ella estaba un poco lejos de la entrada, pero quedando justo frente a mí por un par de metros. Temblaba, lo que no sabía era si de miedo o enojo, cuando supo que fue Krillin uno de los causantes, se había puesto lívida.
"Sabes… en dónde estaba. ¿No es así?" Preguntó ella, su mirada estaba clavada en el suelo todo el tiempo.
"Si." Sus hombros comenzaron a temblar más. "Se todo lo que has hecho durante estos meses…"
"Estaba a punto de encontrarme con él hoy, cuando escuché la voz de Porunga…" Reveló, sabía que hablaba de ese bastardo. Entrecerré los ojos ante su mención y apreté mis puños con fuerza, pero dejé que continuará. "Hace unas semanas él me había dado un anillo de compromiso… quería casarse tan pronto te hiciera firmar los papeles del divorcio…" Sin poder evitarlo comencé a temblar de furia. "Cuando recordé se sintió un temblor… ví la columna amarilla desde Satán City y sabía que era de Goku, me había contado sobre su picnic… tomé mi vehículo y volé a su dirección… Tiré el maldito anillo a mitad del viaje." Se abrazó a sí misma. Solo un par de pasos nos separaban. "¡Nunca fue mi intención engañarte Vegeta!" Levanto la vista, lágrimas gruesas caían por sus mejillas, por un momento me lleve una mano a mi pecho, mi esposa sentía tanta culpa y dolor que podía sentirlo por su vínculo. "Por favor créeme, jamás fue mi intención… no quiero el divorció… mucho menos que se vayan de la Tierra…" exclamó con desesperación. Con mis manos lentamente tomé sus codos, ella apoyó su cabeza en mi pecho y tomó con fuerza mis brazos. "Jamás quise hacerles daño a Trunks y a Bra… mucho menos a ti." Sollozo, cerré los ojos con fuerza y apoyé mi barbilla en su coronilla, sentí como lloraba con más fuerza. "Ustedes tres son lo más importante para mí… amo que Trunks se parezca tanto a ti y su amor a luchar; amo que Bra a tan corta edad incluso ya pueda manejar una computadora… y amo tanto que pases tiempo con ellos, que les cuentes sobre tu planeta de origen e incluso el idioma… pero lo que más amo es ser parte de ello…" Apretó mis brazos con más fuerza. "Por favor perdóname muzh… perdóname por traicionarte..." Cuando escuché la palabra saiyajin con el que me llamó no pude evitar abrazarla con fuerza. Me había llamado Esposo en mi lengua materna.
Ella sabía que el lenguaje de mi raza era demasiado sagrado para mí. Antes de la destrucción del planeta Vegetta el lenguaje jamás se habló en ningún otro lugar y jamás con nadie que no tuviera sangre saiyajin. Ni siquiera los lacayos del Ejercito de Frezzer que iban a misiones en equipo con saiyajines sabían.
El lenguaje solo se hablaba entre nuestra especie o con las personas que consideramos cercanas. Ganarse la confianza de un saiyajin siendo de una raza distinta era difícil. Nuestra cultura es demasiado sagrada para nosotros y no dábamos el conocimiento a cualquiera.
Jamás le pedí a Bulma que aprendiera mí lengua materna, pero jamás la alejé cuando le daba lecciones a Trunks. No debería sorprenderme que ella supiera algunas palabras, pero que las dijera en voz alta era algo totalmente diferente.
"Tú no me engañaste…" Declare. Me separé un poco de ella, puse mis manos en su rostro e hice que me mirara directamente a los ojos. "Ante mis ojos no cometiste ninguna traición… Se que jamás hubieras roto tus votos si hubieras sido consciente. Me aceptaste aún después de lo ocurrido con Majin Buu y mi falta fue mayor: me manipularon y estuve de acuerdo. Tú en cambió fuiste manipulada en contra de tu voluntad." Limpie con mis dedos sus lágrimas. "No tengo que perdonarte nada. Debería ser yo quien pidiera perdón… no los detuve cuando tuve la oportunidad… pude a ver evitado todo esto."
La traición contra un esposo o compañero en mi cultura, es el peor de los crímenes… y se pagaba con la vida. Ella lo sabía.
"No Vegeta… no es tu culpa." Dijo, con ese tono dulce que usaba para consolarme. "Aquí nadie tiene la culpa… tú incluso fuiste a Nuevo Namek para acabar con todo este engaño…" Nuevas lágrimas volvieron a salir de sus ojos y ocultó su rostro en mi hombro.
"Mamá…" escuché la voz de Trunks. Abrí un poco los ojos. No había sentido su ki.
Bulma rápidamente se separó de mí y se dió la vuelta; Trunks estaba en la entrada del laboratorio, nos miraba y jugaba con las mangas de su playera, nervioso; a su lado se encontraba Bra; ella estaba un poco escondida detrás de su pierna izquierda.
"Trunks…" Bulma exclamo, ella dió un par de pasos hacia adelante, pero se detuvo. No muy segura de sí nuestro hijo aceptaría que se acercara.
"Aún… Aún nos quieres… ¿Verdad?" Preguntó él con voz frágil. Mi hijo heredó mi orgullo, habían sido contadas las veces que se mostraba débil frente a nosotros. "No nos tenemos que ir… ¿Verdad?, ustedes… ustedes no se van a separar… ¿Verdad?, no… no tenemos que comportarnos como humanos… ¿Verdad…?" Sollozo. Bulma rápidamente se acercó a él y lo abrazó con fuerza, mi hijo enterró su cabeza en su hombro y comenzó a llorar. "A-aún nos quiere-es… ¿Verdad… mat (mamá)?"
"Oh hijo claro que los quiero… los amo a los tres con todo mi corazón." Arrullo Bulma con voz suave, Trunks la abrazó con más fuerza, como si temiera que volviera a ser esa mujer fría si la soltaba. "No nos vamos a separar ni tampoco se van a ir… ustedes se quedarán aquí. Este es su hogar y siempre lo será." Declaró mi esposa, ella había vuelto a llorar. "Lo siento Trunks, lamento todo lo que dije, nada fue cierto… eres mi mayor orgullo..."
"¡Mami… mami!" Grito Bra de repente, ella se separó de su hermano y corrió hacia Bulma, abrazando su pierna y comenzando a llorar. "¡Mami, ma-amá!" Bulma se separó de Trunks y cargo a Bra, ella se acurrucó en su hombro y lloró con alivio. "Te quiero-o mamá…"
"Yo también te quiero Bra… lo siento, lo siento mucho…" se disculpó mi esposa. Trunks volvió a abrazarla y ella lo acercó más.
Quité el guante que aún tenía puesto y lo dejé en un estante. Me acerqué y los abracé; la cabeza de Bulma se acomodó en mi hombro izquierdo y el de Trunks en el derecho, Bra había quedado en el hombro de su madre: Bulma paso un brazo por mi espalda al igual que mi hijo, ambos acercándome. Después de un rato lentamente Trunks comenzó a ronronear, junto a el Bra, yo también comencé a hacerlo. Sentí la sonrisa de Bulma en mi cuello, había dejado de llorar.
Por primera vez en meses pude relajarme. Aquí estaba mi familia, no la había perdido de nuevo… no perdí de nuevo el planeta que se convirtió en mi hogar.
Solo faltaba una cosa por hacer…
¥¥¥
Pasamos el resto de la tarde en el laboratorio. Mi esposa tuvo que hacer algunas llamadas, sobre todo al abogado de Corporación.
A la hora de acostarse Bra no quiso separarse de Bulma, Trunks también esta estaba reacia a irse a su habitación. No pasó mucho para que todos terminaremos en la misma cama. Sabía que mis instintos no se calmarían si no los veía a todos en un mismo lugar, con mi hijo era igual.
Bulma y Bra estaban en medio de la cama; Trunks se encontraba detrás de su hermana en la orilla izquierda; yo estaba acostado en la otra orilla derecha, detrás de mi esposa y con un brazo en su cintura. Todos se habían dado una ducha y puesto una piyama o un pans en mi caso.
Me quedé mirándolos por un rato, observando cómo dormían profundamente, tranquilos. Retire la mano, me quite las sábanas de encima y me levante de la cama. Arropé mejor a mi esposa y me dirigí a la salida.
Antes de tomar la manija ví por última vez a mi familia, sonreí un poco. Abrí la puerta del cuarto y salí.
×
"... Aquel que dejó una vida de asesinatos prometer volver a mancharse las manos, solo por el bien de su familia requiere valor, más con el peligro de caer en una antigua oscuridad." Me dio una mirada de advertencia. "Pero no creo que Goku lo permita."
×
Tal vez Kakarotto no esté de acuerdo con lo que pienso hacer, pero él no estaba en condiciones de detenerme. Al fin de cuentas no le haría nada a la arpía o al cobarde. Pero con el débil… era mi deber.
Había estado vigilando su ki desde hace un tiempo, se movía de una forma demasiado familiar para mí: miedo. El insecto tenía miedo.
Caminé a la sala de gravedad, ingresé el código y entre, las luces se prendieron automáticamente. Me acerqué a un closet cerca de la entrada de la cocina y lo abrí; dentro había por lo menos media docena de trajes de combate, saqué uno y comencé a cambiarme.
Piccolo aseguro que Krillin no había alertado a ninguno de los traidores sobre nuestro viaje a Namek. El que aún el inútil se encontrará con mi esposa hoy lo comprueba, y con el estallido de Kakarotto era obvio que se dieron cuenta de que los deseos fueron rotos: por las muchas conversaciones sin sentido que tuvo con mi esposa, sabía que tenía un apartamento en el centro de Satán City, el gato que siempre estaba con él iba de visita con regularidad, pero por lo que pude percibir, hace horas que el bastardo se encontraba solo.
Terminé de colocarme los guantes y abrí la puerta de la sala, pero tuve que detenerme al encontrarme con mi hijo justo en la entrada.
"Trunks… ¿Qué haces despierto?" Había estado seguro de que se había quedado dormido.
Mi hijo tenía puesto su dogy de color verde; debajo una playera negra de manga corta; llevaba sus muñequeras y el cinturón naranja; pero lo que se destaco fue la espada que llevaba en su espalda. Fue la espada que le hizo Bulma poco después de que cumplió 16. Estaba vestido para luchar.
"Vas tras él… ¿No es así?" Preguntó, pero ambos sabíamos cuál era la respuesta. "Voy contigo."
"No es tu pelea Trunks…" declare.
"Konechno, eto tozhe moya bor'ba! (¡Claro que también es mi pelea!) " Dijo serio. "Etot chelovek predal ne tol'ko moyu mat', no i moyego dyadyu. (Ese hombre no solo traiciono a mi madre, sino también a mi tío.) "
"I ya zastavlyu yego zaplatit' za to i drugoye, no ne pozvolyu tebe soprovozhdat' menya. (Y yo me encargare de hacerle pagar por ambos, pero no permitiré que me acompañes.) " Habíamos tenido conversaciones cortas en nuestra lengua natal antes, pero está es la primera que inicia.
Era difícil estar enojado con él cuando hablaba tan fluido.
"YA uzhe dostig sovershennoletiya, ty ne mozhesh' zapretit' mne soprovozhdat' tebya. Khochu ya ili net, chtoby moi ruki byli v krovi, eto moye resheniye. (Ya cumpli la mayoría de edad, tú no puedes evitar que te acompañe. Si quiero mancharme o no las manos de sangre es mi decisión.)" Me miró directamente a los ojos, demostrando que no estaba bromeando o que era una petición infantil. Sabía que esto era serio y estaba dispuesto a cargar con el peso. "Kak tvoy pervenets, ya nesu otvetstvennost' i pravo prinyat' eto predatel'stvo s tvoyego razresheniya ili bez nego. (Como su primogénito tengo la responsabilidad y el derecho a tomar esta traición con o sin tu permiso.) " A pesar de que estaba algo enojado, no pude evitar sentir orgullo. "Za predatel'stvo platyat krov'yu... ty menya etomu nauchil. (Una traición se paga con sangre... tú me lo enseñaste.) "
"Pryamo seychas ya sozhaleyu ob etom. (En estos momentos me estoy arrepintiendo.) " dije en un suspiró, él solo se río.
"Luchshe gordis', papa. (Mejor siéntete orgulloso, papá.) " No pude evitar soltar una carcajada. Llevé mi mano a su nuca y rápidamente junté nuestras frentes, Trunks cerró los ojos al mismo tiempo que yo.
No había hecho esto antes, pero era muy familiar para mí. Una muestra de apoyo y consuelo. Me llevaba a recuerdos felices y enterrados con la Reina. A ella le hubiera encantado conocer a sus vnuki (nietos) Sobre todo a este descarado: hubiera estado tan orgullosa de escucharlo declarar su derecho de nacimiento. Tal como lo estoy yo.
"Itak, nachnem… (Entonces, vamos…) " Declare.
No importaba cuánto quisiera evitarlo, él tenía razón, no podía evitar que me acompañara. Eto vashe pravo (Es su derecho.)
Chapter 16: Perspectiva de un Primogénito Saiyajin
Summary:
"Una traición se paga con sangre." cito el Príncipe de los Saiyajin... Entonces, ¿Cómo se castiga una violación?
Veremos un castigo a manos de un Primogénito de la Familia Real.
Chapter Text
***
*2:06 de la madrugada...*
*29 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Satán City - Centro de la Ciudad*
*Condominio de Apartamentos Sabaku*
***
Lo primero que teníamos que planear era cómo sacarlo de su apartamento: varias personas vivían en el condominio y sería mejor que no se despertarán. Mamá había dejado su celular en el laboratorio, lo había tomado antes de venir con papá…
Sabía que iba a hacer tan pronto sentí como su ki se alejaba.
Puede que al inicio de sus lecciones no me hubieran interesado del todo, pero conforme comenzó a contarme de su vida, nuestras leyendas y costumbres me fui enamorando poco a poco de la cultura saiyajin, mi cultura...
Muchas de las dudas que tenía fueron respondidas por papá a lo largo de los años; él siempre me respondió con la sinceridad que podía, pero cuando cumplí la mayoría de edad ya no se contuvo, incluso si la verdad era cruda o sangrienta. A pesar de que él sólo tenía 5 años cuando el planeta Vegetta fue destruido tenía una excelente memoria; me enseñó todo lo que el Rey (mi abuelo) y la Reina (mi abuela) le inculcaron.
Una de las costumbres que más se destacó fue “Nakazaniye za izmenu" (El Castigo por Traición)
Los saiyajin amamos la lucha. Las cosas materiales no eran algo que les importará demasiado: no es como si pudieran llevarse algo cuando la batalla cobraba sus vidas. Aunque eso no quería decir que no tuvieran significado. (Una de las razones por las que papá sigue usando armadura, uno de los pocos símbolos de nuestra raza.)
Algo que si valoramos por encima de todo es: la lealtad, el orgullo y la confianza. Había dos maneras de ganarse la lealtad de un saiyajin:
- Demostrando una fuerza que supera al guerrero más fuerte: pidiendo u obligando a servirles.
- Ayudando a nuestra raza sin pedir nada a cambio: obteniendo nuestro apoyo si alguna vez la necesitará.
(Papá contó que Freezer entraba en la primera categoría: los Cold superaban por mucho el poder del Rey Vegeta l, quien estaba a mitad de su reinado)
Todos los saiyajin somos orgullosos: algunos menos y algunos más. Es un rasgo que se destaca en nuestra raza y que todos comparten: jamás tomamos el camino fácil, conseguimos nuestros logros a base de esfuerzo. Aunque ese era el camino más difícil, siempre valía la pena incluso fuera de la pelea. (Papá había puesto como ejemplo a Gohan y sus estudios. Recibía apoyo de su madre, pero la mayor parte del trabajo y esfuerzo lo hizo por sí mismo.)
La confianza era algo distinto; éramos desconfiados por naturaleza. Nuestros instintos habían evolucionado a tal grado que podíamos percibir el peligro; este rasgo creció con nosotros, conforme nuestra vida corría riesgos. Por eso solo llegábamos a juntarnos con personas de nuestra misma especie, ya que era difícil confiar en razas distintas o incluso incómodo, sin dejar de lado que solo alguien de nuestra raza entendería nuestros instintos y costumbres. Pero como en cualquier raza algunos llegaban a romper esa confianza. Fueron pocas, pero el castigo fue severo.
Dos formas de traición son las que cometieron Krillin, Yamcha e incluso Chichi:
- “Predatel'stvo tovarishches tva” (Traición de Camaradería)
- “Semeynoye predatel'stvo” (Traición Familiar)
Tienen sus reglas, pero ambas tenían en común la ejecución del traidor; a manos del traicionado, pareja, hijo primogénito o en su defecto, del pariente sanguíneo más cercano.
Aunque Yamcha jamás tuvo una verdadera relación con mi padre, el hecho de estar casado con mi madre le da el mismo peso: no solo cometió Traición de Camaradería, sino también Traición Familiar, siendo el doble; al haber traicionado no solo a mi madre, sino también a mí tío Goku.
Según la tradición seríamos Gohan y yo los que deberíamos de cumplir el castigó, siendo ambos los hijos primogénitos. Pero él no está aquí, y no estaba seguro de que estuviera de acuerdo con esto, pero sabía que Goten… era otra historia.
Fruncí el ceño sin poder evitarlo.
Me encontraba sentado en la cornisa de la ventana del apartamento del débil (como papá siempre lo llamaba) Entrar al celular de mi mamá era bastante fácil, sabía que usaba el cumpleaños de mi hermana como contraseña de bloqueo. Me reiría si no fuera por lo que estaba a punto de hacer: entre a mensajes y busqué el contacto de Yamcha (intentando ignorar lo mejor que podía la conversación melosa) comencé a escribir.
¶
≈ Lo recuerdo todo Yamcha, pero… descubrí que al que quiero es a ti. Lamento haberte dejado plantado, todo era tan abrumador.
¡Necesito hablar contigo, por favor! Encuéntrame en el lugar de siempre en las afueras de Satán City.
Te estaré esperando… ≈
¶
Cuando se envió el mensaje rápidamente lo borré de la conversación y apague el celular… solo un deseo haría que mi madre escribiera de manera tan cursi.
Voltee e intenté ver por la ventana, las cortinas estaban corridas, pero había un espacio lo suficientemente grande para que pudiera ver el interior. Yamcha ha estado caminando en círculos una y otra vez. Había bajado mi nivel de ki al llegar, aunque no era necesario: el traidor estaba tan fuera de forma que era posible que no sintiera mi presencia incluso si mi energía estuviera en su rango normal.
Se escuchó el sonido de un celular, ví como caminaba en su dirección. Ya no pude verlo, pero cuando escuché un grito de triunfo y su ki se mostró eufórico, supe que había caído. El tío Goku nos había ayudado a sentir las emociones por el movimiento del ki a Goten y a mí. Papá podía hacerlo también, pero en un rango menor.
Sonreí sin poder evitarlo: vi cómo corría por el apartamento buscando una chaqueta y lo que parecían las llaves de su auto. Después salió rápidamente.
Cómo jefe temporal había visto las facturas de todo lo usado en Corporación Cápsula, incluyendo los gastos familiares: había encontrado una transferencia grande desde la cuenta de mamá hacía otra tarjeta hace un par de meses, no faltó mucho para que supiera a quien. Se había comprado un auto con el dinero que tomó de mamá. Probablemente también compro ese anillo de compromiso con el mismo dinero: lo había visto vagamente hace unos días, demasiado costoso para el sueldo de un manager de un equipo de béisbol. (Equipo que perdía la mayoría de las veces)
Observe cómo salió del condominio con velocidad y entró a uno de los autos que estaban estacionados frente al edificio. Levanté la ceja al verlo, era de los autos de lujo que había sacado la compañía hace poco.
Cuando encendió el auto y comenzó a manejar lo seguí desde el cielo: subí mi ki un poco, lo suficiente para que lo notará papá, pero aún demasiado bajo para que el traidor lo sintiera. Llegamos a la carretera principal que conducía a una de las salidas de la ciudad, el ambiente se puso tenso.
En una rápida aparición papá estaba a unos metros sobre el auto, descendió a máxima velocidad pisando el parachoques, destrozándolo; provocó que el auto patinará y comenzará a rodar por la carretera, no paró de rodar el auto hasta que estuvo a un par de metros lejos de nosotros. Aterricé a su lado.
El auto quedó de cabeza y completamente destrozado, varias partes habían salido volando durante su trayecto; incluso Yamcha tenía algunas heridas, estaba inconsciente, pero vivo. Papá se acercó al auto, retiró la puerta del piloto y sacó al traidor del vehículo, arrastrándolo por el brazo. Después camino de regreso.
"Kak vy dumayete, skol'ko vremeni im ponadobitsya, chtoby zametit' avtomobil'? (¿Cuánto tiempo crees les tome darse cuenta del vehículo?) " Preguntó cuando estuvo frente a mí.
No había hablado por tanto tiempo su lengua natal, pero descubrí que no me importaba, de hecho… era agradable. Algo que solo yo y él podemos entender.
"Na etoy storone dorogi net kamer, i my dostatochno daleko ot goroda, chtoby kto-nibud' mog uslyshat'. (No hay cámaras por este lado de la carretera, y estamos lo suficientemente alejados de la ciudad como para que alguien haya escuchado.)" Divague un poco. "Mozhet byt', oni poymut, kogda nastupit rassvet. (Tal vez se den cuenta cuando amanezca.) " El solamente asintió, se dio media vuelta y con su mano libre, lanzó una esfera de energía contenida justo en el tanque. Explotó y rápidamente el auto comenzó a incendiarse.
Papá se elevó en el cielo con Yamcha colgando de su brazo, lo seguí y comenzamos a volar.
€€€
Cuando llegamos al claro de un bosque, lejos incluso de la Montaña Paoz no pude evitar alzar una ceja. Papá debió ver mi expresión por qué lo aclaro.
"Imenno zdes' vse i proizoshlo. (Aquí fue donde ocurrió.) " Dijo. De ser posible se ejecutaba al traidor en el lugar en dónde cometió la falta, o en su defecto frente al Palacio Real. Lo más parecido sería frente a Corporación Cápsula, pero sabía que papá no iría ahí.
No mancharía nuestro hogar.
Bajamos lentamente hacia el suelo: estábamos rodeados de bosque, pero extrañamente en el claro solo había tierra, el pasto no comenzaba a crecer hasta después de varios metros alrededor, bajo los árboles.
Papá dejó caer al traidor a solo un metro del suelo y aterrizamos. Yamcha aún seguía inconsciente, boca abajo.
Di unos pasos hacia atrás cuando ví que papá se acercaba a él, cuando estuvo a su lado levantó su pierna y pisó con fuerza su fémur izquierdo; escuché el sonido de un hueso rompiéndose bajo su bota, antes de que el traidor se despertara.
"¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH…!" Su grito de dolor hizo eco por el bosque, asustando a las aves que se encontraban alrededor e incluso a algunos animales. "Agh…" se quejó, llevando su brazo a su pierna.
"Así está mucho mejor…" Susurró papá, notando un tono de oscura satisfacción. Camino de regreso y se colocó delante de mí, cubriéndome, quedando justo frente a Yamcha. "Es bueno saber que el accidente no te mato." dijo en voz alta.
Al escuchar su voz el traidor dejó de respirar por un segundo, levantó la vista del suelo y lo miró directamente. Su rostro se había puesto pálido, la sangre que salía de su nariz y de la herida cerca de su ojo solo lo destacaba más.
"Vege… Vegeta-a…" exclamó, asustado como si estuviera viendo a la muerte en persona. Tal parecía que aún no me había visto. De repente comenzó a mirar su entorno, preocupado. "Dónde-e… ¿Dónde está Bulma-a?"
"MI ESPOSA, se encuentra con nuestra hija, ambas en Corporación Cápsula." aclaro papá, en un tono neutro. "Sabía que eras un iluso… pero el haber caído en una trampa tan sencilla es simplemente patético."
"¡ESTÁS MINTIENDO-O!" Gritó él, miraba alrededor con desesperación, como si de alguna manera fuera a encontrar a mi madre. "¡TÚ MALDITO SAIYAJIN LE HICISTE ALGO!"
"A diferencia de tí… mi padre es incapaz de lastimar a mi madre." Hable. Caminé quedando al lado de papá, revelándome. Yamcha me vio, sus ojos se abrieron sorprendidos y brillaron con esperanza.
"¡TRUNKS POR FAVOR AYUDAME! ¡VEGETA LE HIZO ALGO A TU MADRE…!"
"No es cierto." Saqué del bolsillo de mi dogy el teléfono de mamá y se lo mostré, con una sonrisa divertida en mi rostro. Sus ojos se abrieron, entendiendo el engaño. "Mi madre en estos momentos está dormida, dejo su celular en el laboratorio…" conté en un tono cómplice.
"Trunks…" susurró él. Sus ojos se nublaron por un momento y de repente su rostro se deformó en un ceño fruncido y una mirada de completo odio y desprecio. "¡Tú niño bastardo…!"
Antes de que terminara, papá se encontraba frente a él y le dio una patada en el rostro, rompiéndole la nariz. El traidor se tapó con su mano y comenzó a toser. "Maldito insecto…" Solté una carcajada sin poder evitarlo. Papá volteó a mirarme con una ceja levantada, sus ojos estaban alerta y mostraban curiosidad.
"Ajajajajaja así que ese siempre fue el problema…" dije cuando dejé de reír. Con el deseo pedido a Porunga había recordado momentos de cuando era un bebé: eran mayormente con mis padres, mis abuelos, Gohan e incluso con mi yo del futuro; pero uno de los recuerdos claros que tenía era la mirada que me lanzó Yamcha una vez, exactamente igual a la mirada de hace un segundo. "¡Nos odias! Siempre nos odiaste a mi hermana y a mi… ¿Por qué?, ¿Por qué somos los hijos de mi padre? O tal vez… ¿Por qué somos el reflejo de la vida que pudiste haber tenido si no hubieras sido un maldito mujeriego?" Había creído que era imaginación mía, pero algo en mi interior siempre me mantenía alerta.
Siempre que venía a Corporación Cápsula me mantenía lo más lejos posible de él, incluso Bra se alejaba si lo veía. De alguna manera él había estado ocultando durante años su desprecio hacia mí y mi hermana, todo con tal de seguir en contacto con mi madre. Tal parecía que mi tío no era el único que usaba una máscara.
"¡TÚ Y BRA JAMÁS DEBIERON DE HABER EXISTIDO!" Gritó en completa cólera. Antes de que papá lo volviera a golpear lo miré con súplica, quería escuchar lo que tuviera qué decir, se detuvo a regañadientes. "Se supone que me casaría con Bulma después de que me revivieron con las esferas de Namek, pero cuando por fin había reunido el valor… ¡EL BASTARDO DE TÚ PADRE LO ARRUINO TODO!" Despotrico, mirándome. "¡Vi como Bulma comenzó a interesarse por ese… saiyajin! Nuestra relación comenzó a desmoronarse y cuando me di cuenta ella se había enamorado de ese asesino. Incluso llegando al punto en que se entregó a él… algo que jamás estuvo dispuesta a hacer conmigo… semanas después estaba embarazada de tí." Dijo, con toda la amargura que pudo reunir. Mis cejas se elevaron un poco. Al menos logre evitar mostrar un sonrojo por la pena.
Mamá me había contado un poco de su relación con él. Había creído que en algún punto de la casi década en la que estuvieron juntos habrían llegado a tener relaciones. Voltee a ver a papá; su ceño estaba fruncido, pero su boca estaba ligeramente abierta. Ni siquiera él sabía ese detalle.
Volví a mirar a Yamcha cuando escuché como escupió un poco de sangre, se río, cínico. Así que de eso se trataba, su orgullo estaba herido por no haber sido el primer hombre en la vida de mi madre.
"Tuve que soportar verla con ese maldito estómago embarazado… sabiendo que tú nacerías, y no el hijo que debimos haber tenido." Hablo, con la mirada perdida en algún punto al lado de mí, pero con el ceño fruncido por el dolor en su pierna "Al bastardo de Vegeta no le importaste, ni siquiera estaba presente en tu nacimiento…" se río con fuerza, como si contara un chiste. "Pero no importaba que tanto los ignorara, Bulma jamás se arrepintió… incluso cuando nos dijeron que había muerto por culpa de Majin Buu ella ni siquiera volteó a mirarme, y ese bastardo… muriendo sacrificándose como un puto héroe. ¡DEBIÓ DE HABER PERMANECIDO MUERTO! Solo era cuestión de tiempo para que la recuperará…" Volteo a verme directamente a los ojos, el odio y la envidia mostrándose. "Pero en cambio ella solo se enamoró más… llegando incluso a tener otro hijo de ese… saiyajin." Dijo la última palabra con tanto veneno, si que había engañado a todos. "Por un momento cuando ví a tu hermana creí que podría regresarle a Vegeta todas… y cada una de las cosas que me había arrebatado. Bra se parecía lo suficiente a Bulma como para que fuera una buena sustituta… pero esa niña a pesar de todo se parecía demasiado a su padre." reveló con todo el descaro del mundo. Mis puños se apretaron con fuerza y me obligué a no apartar la mirada, aun cuando sentí como el ki de papá se elevaba con rapidez. "Ya la tenía…" Soltó de golpe, casi en un susurro. "Después de tantos años por fin tenía a Bulma… pero no pudieron simplemente irse del planeta… ¿¡POR QUÉ TUVIERON QUE ARRUINAR TODO!?"
"¿¡Y DÓNDE ENTRA MI TÍO GOKU EN TODO ESTO!?" Le pregunté enojado, lo tomé del cabello y lo obligué a levantar la cabeza hasta la altura de mis ojos, se quejó, pero no me importó. "¡FUISTE DE SUS PRIMEROS AMIGOS! ¡Pelearon batallas hombro con hombro, sacrificó su vida por tí! Él te veía como familia y tú simplemente ayudaste a que fuera convertido en una marioneta… ¿¡CÓMO TE ATREVISTE A TRAICIONARLO DE ESA MANERA!? Permitiste que abusaran de él…" Sentí la mano de mi padre en mi hombro intentando calmarme. Me di cuenta en ese momento que mis ojos habían cambiado de azul a turquesa.
No le había creído a papá cuando contó que una traición a un miembro de la familia todos la sentían como una propia, pero la furia que sentía en este momento no era como ninguna antes: mi energía me quemaba desde adentró; mi sangre corría caliente por todo mi cuerpo, temblaba por la ira, apenas podía evitar transformarme; mis pulmones me ardían por respirar tan rápido y mis instintos me gritaban que acabará con la vida del maldito que daño tanto a mi familia.
Si papá sentía lo mismo que yo ahora lo admiraba más, si no fuera por su brazo en mi hombro no lograría calmarme. Quería respuestas sobre todo y se estaba conteniendo a él y a mí para que las consiguiera.
"Goku lo dejó vivir…" respondió él. Papá se arrodilló a mi lado, sin soltar nunca mi hombro. "Krillin nos contó a todos como él le suplicó que lo dejara vivir… como si el hecho de que él hubiera venido a matarnos no importara… ¡DESPUÉS DE TODO LO QUE PASAMOS DECIDIÓ PERDONARLE LA VIDA A UN GENOCIDA POR SU RIDÍCULO DESEO DE VOLVER A PELEAR CON ÉL!" Mientras hablaba golpeaba su puño contra el suelo. Tal parecía que en su mente mi tío fue el primero en traicionarlos. "¡Su maldito deseo por pelear con personas más fuertes nos ha causado muchos problemas! Puede que él se haya criado aquí, pero se parece tanto a su maldita raza… necesitaba una correa o nos mataría a todos algún día…" Lo solté bruscamente del cabello y me levanté, mi padre copió mi acción. Su cabeza cayó al suelo en un golpe seco, se quejó, pero luego comenzó a reír histéricamente. Miró a mi padre directamente a los ojos, aún con la cabeza pegada al suelo. "Dime Vegeta… ¿Qué se siente saber que me cogí a tu esposa?" Preguntó con una sonrisa perversa en su cara, el puño de papá se cerró de golpe. "Ella siempre decía que lo hacía mejor que tú… ¿Quién hubiera sabido que ella hace tan buenas mamadas…?" Se río más fuerte.
Perdí el control.
Antes de que supiera lo que hacía volví a arrodillarme y lo tomé fuertemente del cabello; él intentó apartarme con su mano, pero yo estrelle su cabeza contra el suelo una y otra vez hasta que por fin el maldito dejo de reír. Me levanté, aparté su mano y con el pie la aplasté.
"AAAAAAHHHHHHHHHHHHHH" gritó de nuevo.
"¡NO TE ATREVAS A HABLAR ASI DE MI MADRE!" Cuando ví mejor me di cuenta que le había roto los dedos. Volví a tomarlo, esta vez por el cuello de su camisa, lo levanté y lo estrellé contra el suelo quedando él boca arriba. El impacto causó un cráter a su alrededor y tal vez la fractura de algunas costillas, lo solté y me alejé. Cerré los ojos y suspiré, quería regresar con mamá. "YA uslyshal to, chto khotel... davay pokonchim s etim. (Ya escuché lo que quería, terminemos con esto.) " le susurré a papá cuando se acercó a mí. Él asintió y tomó mi espada, desenfundándola.
Todo siendo observado por los ojos ahora aterrados del traidor.
"No-o… puedes-s mata-arme…" dijo con dificultad, escupiendo algo de sangre. Se había logrado sentar y hacía un vago intento de alejarse de nosotros, su rostro estaba ensangrentado y temblaba de miedo. "Go…goku-u… jamás te-e… perdona-ara…"
"Tal vez tengas razón… pero por culpa de ustedes Kakarotto se fue de la tierra y se llevó a sus hijos con él." Papá informo. Comenzó a acercarse lentamente, mientras el traidor intentaba en vano alejarse. "No es como si fuera a matarte de todas formas… no vale la pena mancharme las manos. A diferencia de tí yo honro la confianza del guerrero que me dejó vivir…" Yamcha tuvo que detenerse y vio a mi padre con desconfianza. Incluso yo me sorprendí por sus palabras, pero no pude evitar sonreír. Papá siempre peleaba con mi tío, pero sabía que él lo veía como parte de su familia, tal vez incluso como un hermano, aunque lo negara. "Pero tú traicionaste la confianza que Kakarotto había depositado en tí durante décadas y traicionaste a mi esposa… admitiste que dañarías a mi hija solo por tu ilusión de hacerme pagar al robarte algo que jamás fue tuyo…" puso su pie en el fémur que había roto, impidiendo que el traidor se moviera y gritara de dolor. "No puedo cumplir con el castigo final, pero al menos puedo cumplir con parte de ella." Tomó la empuñadura de mi espada con ambas manos y la levantó hasta que llegó a la altura de su frente. "Esto es por haberte atrevido a tocar a mi esposa…" dictó sentencia y hundió la punta de mi espada justo en su entrepierna.
El grito que lanzó Yamcha en el momento en que fue castrado fue de completa agonía. No pude evitar mirar hacia un lado cuando la sangre comenzó a salir de la herida, pero sobre todo por el significado: papá había aplicado un “Nakazaniye za iznasilovaniye” (Castigo por Violación)
Cualquier tipo de violación entraba en todas las categorías de Traición. El castigo era la castración del violador: a partir de ahí podría partir desde ser encerrado en la prisión bajo las catacumbas del palacio, o la ejecución (regularmente era la muerte). El que lo realizaba era la pareja de la víctima y de no tener una, el familiar más cercano.
Ese había sido de los primeros castigos que mi padre me había enseñado…
Desde que los deseos fueron rotos y vi como mi tío Goku en un ataque había revelado a ver sido abusado por su esposa, a mi mente llegaba la duda de que si mi madre había pasado por lo mismo al ser sus situaciones tan parecidas. Ella jamás había engañado a mi padre, le era tan fiel como también él a ella. Al cumplir ese castigo mi padre sin saberlo me había confirmado mis sospechas. Esto no solo se trataba por la casi amenaza e insultó a mi hermana, si no por mi mamá.
Ella a sido violada durante meses…
Cerré los ojos con fuerza cuando sentí que las lágrimas se acumulaban. Respiré hondo y volví a abrirlos, logré observar cómo mi padre imbuía ki en la hoja de mi espada, haciendo que el metal brillará y calentándola, cauterizando la herida. El grito del traidor no se hizo esperar.
Mamá tardó dos semanas enteras, pero logró hacer un metal que no se rompiera por fuerzas mayores o altas temperaturas. No quería que me pasará lo mismo que mi versión futura en su pelea con Black. Incluso tenía que tener cuidado al manejarlo, su filo era tal que incluso había cortado el dedo de papá fácilmente. (La piel de un saiyajin de sangre pura no era fácil de dañar.)
Papá levantó la espada al terminar y tomó la empuñadura con su mano derecha, mirando en silencio la escena frente a él: Yamcha ahora estaba en una posición casi fetal, sus manos tapaban su entrepierna; soltaba sollozos de dolor y sus lágrimas mostraban su camino por sus mejillas al tener el rostro ensangrentado. Patético.
Algo en mi interior se llenó de satisfacción y mi furia disminuyó. Suspiré de nuevo. De repente mi padre se dió la vuelta y caminó hacia mi dirección.
"Vremya idti… (Es hora de irnos) " Tenía esa mirada atormentada que siempre mostraba cuando hablaba de su tiempo en el Ejército de Frezzer. Asentí con la cabeza y caminé a su lado.
Lo que pasó después fue inesperado.
Papá estaba cansado, no me extrañó que dejara de poner atención en el ki del traidor, pero yo siempre estuve al pendiente: percibí como de repente su ki paso a mostrar tristeza y dolor a solo irá; note como su energía se elevó y comenzó a acercarse a nuestra dirección. Mis instintos se despertaron. Con mi mano izquierda le arrebaté mi espada a mi padre, tomé la empuñadura con ambas manos y me di vuelta, sentí como el metal atravesó la carne y los huesos limpiamente.
"¡Trunks!" Escuché la voz preocupada de mi papá. Voltee a verlo, cuando analice lo que hice abrí los ojos y dirigí lentamente mi mirada hacia mi espada o mejor dicho a quién atravesaba.
Había apuñalado a Yamcha: la hoja había atravesado su pecho un poco más abajo de su corazón, la punta salía de su espalda. El traidor había volado para acercarse, ahora yo y mi espada eran lo único que lo sostenían. Sus ojos estaban clavados en mí, me miraba con una expresión atónita, estaba seguro que él jamás había creído que yo sería quien acabaría con su vida. Ya éramos dos.
Hice el agarre en mi espada más fuerte, saqué la hoja de su pecho y sentí gotas de sangre salpicaban mi rostro; él cayó de rodillas al suelo comenzando a toser y escupir sangre. Con sus últimas fuerzas había levantado su rostro y me miraba fijamente con miedo.
"Dlya moyego dyadi (Por mi tío) " Dije en voz alta. No me entendería, pero mi padre sí. Levanté mi espada para tomar impulso y lo miré directamente a los ojos. "I eto... Eto iz-za moyey materi! (Y esto… ¡Es por mi madre!) " En un rápido movimiento dirigí la hoja a su cuello y lo decapité, su cabeza cayendo de sus hombros y rodando por la tierra. La sangre brotó manchando mi dogy y mi rostro.
Cerré los ojos soltando mi espada, escuché cómo su cadáver también cayó al suelo. "Trunks…" escuché la voz de papá. Abrí los ojos lentamente y me di media vuelta encontrándome con su mirada preocupada.
Sabía que él no quería que estuviera aquí; aprendí con el paso de los años que mi padre cargaba con mucha culpa por su pasado como parte del Ejército. Tenía miedo de que esto me convirtiera en alguien tan despiadado como alguna vez lo fue, o que viera algo que hiciera que lo odiara. Pero eso era imposible.
Sabía quién era papá, mi hermana lo sabía y, sobre todo, mamá. Era un guerrero orgulloso y un príncipe, pero ante todo él fue un padre: incluso en sus momentos más bajos él jamás nos causó daño, en cambio peleó para protegernos. Él daría su vida por su familia, lo demostró con Majin Buu, en el Torneo del Poder y también demostró hace unos días, cuando fue a Nuevo Namek. Incluso hubiera cambiado lugares si eso significaba que él cargaría con el peso de esta muerte, pero era mejor así, él había matado durante muchos años, no iba a permitir que se manchara las manos.
Sonreí ligeramente en un intento de relajarlo, pero las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, al mismo tiempo que sentía que un peso se liberaba de mis hombros. Ni siquiera lo había notado. Papá se acercó a mí y me abrazó, lo abracé de vuelta y escondí mi cabeza en su hombro.
"Vse koncheno… (Se acabó…) " dijo. "On bol'she nikogda nikomu ne prichinit vreda... ty otomstil za svoyu sem'yu. Teper' oni sokhraneny. (Ya no volverá a dañar a nadie más... vengaste a tu familia. Ahora ellos están a salvo.) " sentenció, mientras me abrazo con más fuerza. Solté un sollozo de alivio.
Mi familia está a salvo, ya nadie les iba a hacer daño. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Oni byli spaseny. (Estaban a salvó.)
Notes:
-El nombre del Condominio hace referencia a cuando Yamcha vivía en el desierto al inicio de Dragon Ball (Clásico). Irónico, que en el último lugar donde vivió se llama igual al lugar en donde vivía al comenzó su viaje junto con Goku y Bulma.
Chapter 17: Perspectiva de un Padre Saiyajin
Summary:
Un traidor ha sido sentenciado y ejecutado...
Mientras la Tierra es testigo de un Juicio Saiyajin, en un planeta lejos del plano de los vivos alberga a dos de los guerreros más fuertes del universo y un próximo a ascender...
¿Qué secuelas traerá esto? No lo sabemos, pero estamos seguros de que será doloroso... para todos.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*31 de mayo del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Límites del mundo mortal*
*Planeta del Kaio del Norte*
***
~
Entré a mi habitación y comencé a quitarme la ropa que usaba cuando trabajaba en el campo. Hoy había vendido gran parte de las verduras, el dinero había puesto a Chichi de buen humor.
(Pero su mirada me había puesto nervioso.)
Después de un baño, si me cambiaba rápido podría salir a entrenar un poco.
"Goku… ¿Qué estás haciendo?" Escuché la voz de mi esposa detrás de mí, al mismo tiempo que me quitaba la camisa. Voltee a mirarla.
(Su mirada aún me ponía nervioso e intenté dar unos pasos hacia atrás, pero no me moví.)
"Cambiándome." le dije con una sonrisa. "Quería entrenar un poco…"
"Cariño… ya habíamos hablado de ello. Ese entrenamiento no te ayuda en nada, estamos en una época de paz." Dijo en un tono dulce, mientras se acercaba lentamente a mí. "¿Qué tal si dejas de entrenar? Vegeta puede arreglárselas."
(“Claro que Vegeta podría, pero no entrenó solo por eso.” dije.)
"Tienes razón… debería de dejarlo."
(¿Qué? ¡Eso no fue lo que dije!)
"Además… podríamos hacer otras cosas si dejas de hacerlo." exclamó en un tono bajo, mientras comenzaba a quitarse lentamente su vestido. "Los niños no estarán en casa hasta dentro de unas horas…"
(“Chichi no. Ya lo habíamos hablado." Un sentimiento de pavor comenzó a formarse en la boca de mi estómago. Quería tomar de nuevo mi playera y ponérmela, sentía como si temblara, pero mi cuerpo no se movía. ¿Qué estaba pasando?)
"¿Y qué es lo que tienes planeado?" Escuché que pregunté, también en un tono bajo. Mis manos estaban en mi pantalón el cuál comenzaba a desabrocharme.
(“No… no, no, no. ¡Basta!" Grité. No quería tener más relaciones con ella. Es mi esposa, pero siempre me había negado desde que regresé: siempre fue incómodo, pero mi cuerpo no me respondía. ¡POR QUÉ NO PUEDO DETENERME!)
"Es algo que te gustará, eso tenlo por seguro…" su tono era seductor.
Terminó de quitarse el vestido y lo dejó caer al suelo, estaba únicamente en lencería. Ella tomó mi mano y nos llevó en dirección a la cama: ya me había quitado los pantalones y las botas. Cuando terminamos a la orilla de la cama ella llevó su mano a mi bóxer y comenzó a bajarlo.
(“¡¡BASTA, DETENTE!!" pedí gritando. Tan rápido su mano me tocó había comenzado a temblar, el miedo se multiplicó y comencé a sentir repulsión. No quería ver esto, pero tampoco podía cerrar los ojos.)
"Eso se siente bien…" dije.
(“¡MENTIRA!” Este era mi cuerpo lo sabía, pero no podía hacer nada, era como si alguien hubiera tomado mi lugar y me obligará a ser un espectador.)
"Pues espera lo mejor…" ella susurro. Dejó caer mi bóxer por mis piernas y tomo mi miembro con ambas manos.
(¡¡BASTA, ALÉJATE!!)
"Goku… jamás te vas a alejar de mí..." Ella declaró en voz alta. Me miraba directamente a los ojos, su sonrisa era perversa, oscura. Con ambas manos comenzó a masturbarme.
(“¡NO! NO, No, no… no… Detente, DETENTE, ¡DETENTE! ¡DETENTE!)
…
..
.
"¡¡KAKAROTTOOOOOOOOOO!!"
.
..
…
~
Abrí los ojos de golpe, estaba sudando y jadeando. Me senté y comprobé desesperadamente si estaba vestido: tenía puesto un pans de color azul y tenía encima una manta café. Estaba acostado en lo que parecía un futón. Miré alrededor y vi lo que parecía una casa cápsula.
¿Dónde… dónde estaba? Comencé a respirar más rápido y cerré mis puños.
"¡Goku! ¡Goku cálmate!" Escuché una voz no muy lejos de mí. Al instante mis manos se formaron en puños, pero cuando ví quien era me calmé.
"Kaiosama…" susurré con alivio. Cerré los ojos y me llevé las manos a la cara, intentando controlar mi respiración.
"Está bien Goku… solo fue una pesadilla…" dijo. Se acercó a mí y puso su mano en mi espalda acariciando, hizo que me relajará más. Cuando me calmé por fin lo miré.
"¿Por qué estoy en tu planeta Kaiosama?" Pregunté, pero solo eso bastó para que todo llegará de golpe…
×
"No digas eso Goku… podemos volver… todo puede ser como era antes… tenemos una niña en camino…" dijo, me dió escalofríos.
"¡¡UNA NIÑA QUE CONCEBISTE AL VIOLARME!!"
×
Las náuseas volvieron, me tape rápidamente la boca con mi mano.
"¡Espera Goku! espera…" Kaiosama grito mientras corría a un lugar detrás de mí. Escuché el sonido del metal y luego sus pasos acercándose. "Ten." Dijo, al mismo tiempo que me tendía una cubeta. La tomé y rápidamente vomité en el interior.
Tarde un rato, pero cuando las arcadas se calmaron levanté un poco la vista. "¿Mis… mis hijos?"
"Están bien, ellos están al lado de ti." Respondió. Inmediatamente me giré hacia la izquierda.
Goten y Gohan se encontraban dormidos en dos futones separados: ambos vestían el mismo pans de azul que yo y estaban arropados con una manta. Las heridas que había visto momentos antes de teletransportarnos estaban curadas, probablemente por Kaiosama. Por fin podía sentir su ki.
Miré de nuevo alrededor, está casa cápsula era mía. Después de la primera vez que Chichi me corrió de la casa por la noche no quería molestar a Vegeta, así que vine a pedirle asilo a Kaiosama varias veces: como su casa era algo pequeña le había pedido a Bulma una casa cápsula y la dejé en el planeta. Siempre me tranquilizaba dormir aquí.
Mi estómago volvió a sentirse mal y volví a vomitar.
"¿Quieres un poco de agua Goku?" Preguntó Gregory. Cuando acabé levanté la cabeza y lo ví frente a mí, extendiéndome una botella de agua y un trapo. Le di una leve sonrisa y los tomé.
Me limpié la boca con el trapo y abrí la botella, tomé un sorbo, enjuague mi boca y escupí dentro de la cubeta. El resto del agua lo bebí. Dejé la cubeta a un lado y suspiré, más relajado.
"¿Cómo es que puedo sentarme?" No pude evitar preguntar. El recuerdo de no poder levantarme estaba grabado en mi mente.
"Aislé la gravedad de tu casa, podrás caminar libremente aquí adentro. Pero… tan pronto salgas puede que te resbales." Dijo lo último en tono gracioso, tal vez en un intento de levantarme el ánimo, pero la afirmación sólo hizo que doliera. El mostró un rostro triste y puso su mano en mi hombro. "Perdón… creí que te reirías."
"Lo sé… no es tu culpa." Dije sincero. Me llevé una mano a mi cabello y lo alboroté un poco. Cómo odie ponerme ese gel.
"¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?" Preguntó, la idea de una comida, incluso la de Kaiosama me revolvió el estómago. Negué con la cabeza.
"Adolorido, sudado y cansado… Siento que no he dormido, pero estoy seguro de que lo he hecho. ¿Cuánto tiempo?" Pedí, mientras me quitaba la manta de encima.
"Llevas tres días." Abrí los ojos, sorprendido. "Tan pronto me di cuenta de que te habías quedado dormido los llevé a todos a tu casa, aislé la gravedad y les cambié la ropa; Gohan ha abierto los ojos un par de veces, pero luego vuelve a dormir; Goten ha tenido pesadillas, pero hasta ahora nada. Tú eres el primero que despierta en su totalidad." Cerré los ojos y suspiré. Tal vez no lo había dicho en voz alta, pero él Gregory y Bubbles habían estado cuidándonos desde que llegamos.
"Lo siento…" me disculpé. Sentía que mis ojos se volvían a humedecer. "No sabía a dónde ir…"
"Goku no te preocupes. No me molesta la compañía en mi planeta." Dijo con una sonrisa suave, mientras me revolvía el cabello, sonreí sin notarlo. "Además, siempre quise conocer a tus hijos, ya era momento de que los trajeras aquí." Medio me regaño, su sonrisa decía lo contrario. "Ahora levántate y date un baño, habrá más ropa cuando salgas. Puede que la idea de comer no te guste ahora, pero no puedes quedarte con el estómago vacío. Tal vez un caldo estaría bien o una sopa, es lo suficientemente ligero para que no tengas problemas con tu estómago…" comenzó a divagar mientras salía de la habitación con Gregory riéndose detrás de él, yo solo me reí un poco y me levanté.
No pude evitar una mueca. No mentía cuando dije que estaba adolorido, la mayor parte de mi cuerpo me dolía, sobre todo los brazos. Mientras movía mis hombros intentando quitar algo del malestar caminé en dirección al baño.
La casa cápsula era pequeña: contaba con una habitación, un baño, cocina y una pequeña sala. Recuerdo muy bien que había una cama en la habitación, pero era posible que Kaiosama tuviera que quitarla, para permitir que mis hijos y yo pudiéramos dormir juntos.
Cerré la puerta del baño tan pronto entré, me acerqué a la regadera y abrí las llaves, mientras se calentaba me quité la ropa. No me había dado cuenta que estaba frente al espejo hasta que ví mi reflejo, pero al hacerlo solté mi playera al verme.
Desde que tengo memoria siempre entrené, cuando crecí en mi entrenamiento con Kamisama había estado algo delgado al inicio, pero conforme mi entrenamiento aumentó mi musculatura también. He tenido la misma apariencia desde que conseguí despertar el Super Saiyajin fase 3. Ahora no lograba reconocerme: los músculos de mis brazos eran casi escasos, mis pectorales habían disminuido el doble; tenía un poco hundidas las mejillas, incluso se podían ver algunas de mis costillas. Me quité el pantalón y los tenis, la historia fue la misma. Jamás había visto mis piernas tan delgadas.
El vapor del baño comenzó a empañar el espejo, tome una de las toallas y lo limpie, pero algo que ví hizo que me detuviera.
Me acerqué más: en mi cuello, cerca de mi hombro tenía un pequeño círculo rojo, era algo claro, pero aún estaba la marca. Era un chupetón. Había tenido relaciones con Chichi no hace mucho.
"No… no, no, no." Repetí, cuando recordé mi pesadilla. Me talle con la mano la marca, pero no desaparecía.
Terminé de quitarme toda la ropa y caminé directo hacia el agua, sisee un poco, estaba caliente. Rápidamente tomé el zacate cerca de la llave y comencé a tallar una y otra y otra vez. No dejé de hacerlo hasta que sentí mi piel irritada. Apoyé mi cabeza contra los azulejos del baño, solté el zacate y me arrodillé en el suelo. Las lágrimas que había logrado contener con Kaiosama volvieron y está vez no las detuve. Comencé a sollozar.
"Mamá…" susurré.
Durante estos meses siempre que tenía una pesadilla escuchaba el grito de una mujer antes de despertar, siempre llamándome por mi nombre saiyajin: el grito apenas se escuchaba.
Nunca identifique de quién era, pero sabía que conocía a la mujer. Esta era la primera vez que se escuchaba su voz tan clara y fuerte. Al fin sabía de quién era la voz: era de mi madre.
El grito de mi madre siempre me despertaba de las pesadillas.
"¿Por qué no vinieron por mí…?" Pregunté, pero yo ya sabía la respuesta, ellos murieron junto a toda nuestra raza.
Volví a llorar.
&&&
Cuando salí del baño había un closet al lado de la puerta, lo abrí y lo que encontré me hizo reírme un poco: dentro había 30 sudaderas y pantalones azules; playeras de manga larga, tenis, calcetines y boxees de color blanco. Kaiosama siempre exagerando. Tomé uno de cada uno y comencé a vestirme. Después revise a mis hijos.
Gohan estaba profundamente dormido, aunque se había quitado la manta, la tomé y volví a arroparlo; Goten estaba igual, pero tenía el ceño fruncido y estaba sudando un poco. Ví un trapo y el traste con agua fría cerca de su futón. Me senté a su lado: tomé el trapo, lo mojé, exprimí y lo pasé por su frente, rostro y cuello.
"Parece que me ganaste Goku." Escuché la voz de Gregory en la entrada. Lo ví volando hacia mí.
"Hola Gregory… Entonces, ¿Tú cuidas de Goten?" pregunté mientras mojaba de nuevo el trapo, Gregory se sentó en mi hombro derecho.
"Si. Lo reviso cada hora, Kaiosama se encargaba de ti y ambos nos turnábamos a Gohan, aunque quien los vigila es Bubbles." Comentó alegremente mientras sentía como movía sus pies.
"Gracias… por todo." Le dije, mientras giraba mi cabeza para verlo, él me sonrió y me dió unas palmadas en la mejilla.
"No fue nada, era como cuidar a dos copias de tí, pero estás no roncan…" Negué con la cabeza, divertido. "Por cierto Goku, cuando estabas dormido susurrabas mucho un nombre… ¿Quién es Bardoock?" Dejé de mover mi mano y suspiré. Doble y coloqué el trapo en la frente de mi hijo, sentí que Gregory se movía en mi hombro, preocupado. "¿Goku?"
"Ese… es el nombre de mi padre." Dije, mientras pasaba una mano por el cabello de Goten, su ceño se había bajado.
"Creí que no tenías recuerdos de tus padres…" comentó Gregory sorprendido. Solté una risa sarcástica.
"Si los tenía solo… los olvide." Tomé la mano de Goten y apreté. "Con el deseo los recordé."
"Ya que los recuerdas… ¿A quién te pareces?" Preguntó algo vacilante pero curioso, cerré los ojos por un momento.
"Me parezco a mi padre, ambos tenemos el mismo corte de cabello peculiar… pero, él tiene una piel más oscura, yo… saqué el tono de piel de mi madre, también sus ojos…" Me reí un poco. "Goten con su cabello largo se parece a ella…"
"Se escucha como una linda saiyajin."
"Lo es, es más baja que mi padre, pero tenía una muy linda sonrisa… muy animada. Papá se veía muy serio, pero siempre sonreía al estar cerca de ella…"
"Tal parece que sacaste tu personalidad de tu madre, jamás había visto a Kaiosama reírse tanto." No pude evitar soltar una carcajada al escucharlo.
"Si… me parezco mucho a ella." Lo era… me parecía a mi madre.
Ahora lo sabía, el golpe en la cabeza no me convirtió en quien soy: ese accidente sólo hizo que olvidará a mis padres y dejará de buscarlos, llegando incluso a lastimar a mi abuelo por qué quería ver si habían regresado por mí.
No fui mandado a la Tierra para conquistarla, fui enviado para sobrevivir. Mis padres me amaban tanto que preferían mandarme lejos antes de arriesgarse a que muriera en nuestro planeta natal. No fui un perdedor a sus ojos, a pesar de ser un Clase Baja… solo era su hijo.
×
"Escucha, pase lo que pase tienes que sobrevivir…"
×
"Te lo prometo… voy a sobrevivir." Susurré, con la imagen de mi padre clara en mi mente. Gregory no preguntó, se quedó en silencio aún sentado en mi hombro, pero jugando con mi cabello con su pequeña mano. Comencé a ronronear.
Sentí mi pecho más ligero.
&&&
Gohan despertó dos días después. Bubbles los había estado cuidando cuando me avisó. Había estado en la sala con el resto poniéndome al corriente con lo que ocurrió en la tierra, pero inmediatamente corrí a ver a mi hijo.
"Hola Gohan, estoy aquí. Goten también está aquí." Le dije mientras me sentaba a su lado. Tenía los ojos ligeramente abiertos, su ki estaba en un rango bajo, pero podía sentirlo mejor que al principio.
"Papá… Hola." Me saludo, con una pequeña sonrisa. "¿Dónde está Videl? ¿Y Pan?"
"Ellas están bien. Kaiosama me dijo que fueron a Corporación Cápsula, se están quedando ahí. Pan se sentía un poco mal." No tenía el valor para decirle que debido a que el inhibidor salía de su sistema ella había estado vomitando y durmiendo mucho. Me exigiría volver y no estaba dispuesto a llevarlo a la tierra, no en este estado. "Bulma y el Dr. Briefs están cuidando de ella."
"¿Kaiosama? ¿No estamos en Corporación…?" Preguntó, mientras abría un poco más los ojos y miraba alrededor. No traía sus anteojos y la casa cápsula se parecía bastante a C.C, era claro que se confundiría.
"No. Estamos en el planeta de Kaiosama." El me miró fijamente, confundido. Lentamente sus ojos comenzaron abrirse, entrando en pánico y su ki aumentó. Las lágrimas comenzaron a caer y la furia se mostraba en su energía, había recordado todo. Tomé su mano y apreté. "Está bien Gohan… Chichi no se acercará a ellas, Vegeta no lo va a permitir." Literalmente Bulma había cerrado Corporación tan pronto refugió a mi nieta y mi nuera, Mr. Satán también estaba con ellas.
"Ella te daño…" exclamó con furia contenida, se levantó del futón y se sentó mirándome a los ojos, cerré mis ojos. Había creído que se había desmayado antes de escuchar esa parte. "¡Ella abusó de ti!"
"¡Eso no importa en este momento!" Grité, las náuseas habían vuelto, pero logré contenerlas. Lo mire directamente a los ojos. "Lo que me importa eres tú y tu hermano, quien aún no despierta." Cuando me escuchó él se dió la vuelta y vio a Goten. "La tierra puede esperar, pero primero tienen que estar bien…"
"¿Pero… y tú?" Preguntó con voz rota. Volteo a mirarme, puso su mano en mi hombro y apretó.
"Voy a estar bien." Dije, con toda la fuerza que pude reunir. Puse mi mano con la suya y apreté.
"Lo siento…" exclamó y está vez sus ojos mostraban culpa. "Yo… pude haberlo evitado… pude haber evitado que te dañara de esa manera…" comenzó a sollozar. "¡Lo lamento tanto papá!" Rápidamente lo acerque y lo abrace con todas mis fuerzas, las lágrimas acumulándose en mis ojos, pero me negué a soltarlas. No quería que Gohan me viera así, en este momento él me necesitaba. "Videl me va a odiar… el Señor Piccolo también…"
"Shh... no Gohan, no digas eso." Susurré mientras comenzaba a mecerlo de un lado a otro, como cuando era niño. "Videl no te odia, ella sabe que no dirías esas cosas de las artes marciales, ella lo entenderá y Piccolo…" me reí un poco. "Él jamás te odiaría, te ama tanto como yo… eres su hijo tanto como él mío." El sollozo con más fuerza. "No tienes que disculparte, no tengo por qué perdonarte nada. Soy yo quien debe pedir perdón… esto pasó por mi culpa. Lo siento hijo." Me disculpé, sentí como él negaba con la cabeza, pero no pudo hablar. Siempre perdonando mis errores.
"Ella nos drogo…" dijo llorando. Bulma me había dicho del inhibidor antes de todo este desastre. "Pan se había sentido mal durante algunas semanas, era ese maldito inhibidor y ella lo sabía, pero no le importó… ¡ESTABA DISPUESTA A DAÑAR A MI HIJA POR SU MALDITA LOCURA!" Grito en mi hombro, enojado con la mujer que había jurado cuidar a su hija. "¿POR QUÉ HIZO ESTO? ¿POR QUÉ QUIERE CAMBIARNOS? ¿Por qué… por qué jamás somos suficiente para ella…?" Despotrico mientras volvía a llorar. "¿Po-or qué nunca es suficiente…?"
"Por qué lo único que le importa es una familia humana normal…" conteste, serio. Vegeta había intentado muchas veces que admitiera ese hecho. Estaría insultándola en este momento. "Puede que no sea un erudito como tú pero puedo ver cuánto amas tu carrera… tal vez para Chichi no era suficiente, pero para mí sí." Le dije y era verdad. Siempre me había alegrado como Gohan amaba sus estudios, incluso si al inicio había sido por Chichi a él de verdad le gustaron y estudió algo que él amaba de verdad, muy parecido a mi amor a las artes marciales. Sentí como se acomodaba mejor en mi abrazo y dejaba de sollozar. "Tú y tu hermano son mi orgullo, no me importa lo que estudien o si no lo hacen, siempre los voy a querer…" comencé a acariciar su cabello y él se apoyó más en mí.
"También te quiero papá…" dijo él y podía sentir su cariño incluso a través de su ki. Sonreí un poco. Nos quedamos en silencio, no tenía la intención de soltarlo y tal parecía que él tampoco, seguí meciéndonos a ambos suavemente.
Solo cuando Kaiosama tocó la puerta de la habitación supe que había pasado una hora.
"Puedes entrar Kaiosama, aún sigue despierto." Dije en voz alta. Gohan no hizo ningún movimiento para levantarse así que nos quedamos así.
"Uh. Qué bueno que ya despertó…" comentó él, mientras estaba con una bandeja con dos platos con sopa. Dejó la puerta abierta y entraron Gregory con Bubbles, todos acercándose a nosotros. "Es un gusto conocerte Gohan, tu padre había tardado en traerlos… aunque tardó años en revivirme, no debería de sorprenderme." se medió quejo. Yo sólo levanté una ceja, pero mi hijo se río, Kaiosama sonrió al conseguir que se riera. Dejó la bandeja frente a Gohan y yo.
"El gusto es mío Señor Kaio…" dijo, mientras se sentaba a mi lado y se apoyaba en mi costado, deje de abrazarlo, pero pase mi brazo por sus hombros, él hizo lo mismo. "Papá dice que hace una comida muy buena."
"Ja debí de imaginar que Goku hablaría solo de comida." Dijo riéndose, yo hice una mueca. Gregory se acercó a mi hijo y se sentó en su hombro derecho, para mí sorpresa Gohan no se tensó, solo lo miró con curiosidad.
"Yo soy Gregory, es un gusto conocerte." Saludo con una sonrisa, extendiendo su mano, mi hijo sonrió y le dió la mano, o al menos el dedo.
"Hola Gregory… ¿Sabes? Cuando papá me contó de ti creí que eras más alto." Gohan comentó, no pude evitar reírme al mismo tiempo que Kaiosama. Bubbles se acercó a mi hijo, cuando él lo vio le acarició la cabeza.
"Puede que sea pequeño, pero soy muy veloz. Veremos si puedes alcanzarme cuando comiences a entrenar…" dijo con un pequeño ceño fruncido y una sonrisa maquiavélica.
Mi hijo parpadeo. "¿Entrenar? ¿Me va a entrenar Kaiosama?" Preguntó animado, incluso me sorprendí. Había creído que pediría un chiste.
"Si, solo después de que me cuentes un chiste…" Negué con la cabeza, sonriendo. "...pero la razón principal es por su condición. Tengo entendido que habías vuelto a entrenar desde el Torneo y con todo esto… bueno ya saben." Dijo vagamente, Gohan y yo asentimos para que continuará. "Vegeta me informó que era posible que tuvieran que entrenar todos desde 0 y por cómo llegaron tengo que darle la razón." Suspiro. "El uso prolongado de ese inhibidor causó una especie de bloqueo en todas sus transformaciones, al disminuir su conteo de Células S: sus sistemas ya han comenzado a purgar lo que queda del inhibidor, en el caso de Goten y tuya." Señalo a mi hijo. "Su sistema tardará dos meses, pero con tu padre es distinto: tal parece que su cuerpo identificó lo que lo hacía más débil y la velocidad con el que su sistema está eliminando el inhibidor es el doble de rápida, puede que solo tarde un mes. El hecho de que sea un saiyajin puro pudo ayudar en eso… los cuerpos de los saiyajin se adaptan según las circunstancias. Será cuestión de una buena alimentación, entrenamiento y podrán recuperar sus niveles de poder y todas sus transformaciones." Gohan estaba serio, pero escuchaba todo con atención.
"¿Mi tío Vegeta sabe que estamos aquí?" Preguntó mi hijo.
"Si, probablemente lo supo desde que vio a Goku teletransportarse. Estoy casi seguro que Piccolo también sabe, pero ninguno ha dicho nada a nadie." Cuando lo escucho Gohan mostró una pequeña sonrisa. "Vegeta dijo que regresarán cuando se sintieran seguros, y cito: 'Bulma se encargaría de todo.'" Mi hijo se rio, me reí con él. Bulma siempre ayudándonos y Vegeta solo dándole más trabajo. Me alegraba que siguieran juntos aún después de lo ocurrido. "Ahora basta de eso, ambos tienen que comer. Sus cuerpos se acostumbraron estos meses a la pequeña cantidad que consumían, así que tendrán que comer de poco a poco y aumentar sus porciones para regresar su organismo a su funcionamiento original. Sobre todo, tu Goku." Hice una mueca, mi estómago había estado tranquilo, pero con las náuseas no me apetecía comer, pero si no lo hacía Gohan se iba a preocupar y Kaiosama tal vez me regañaría.
Mi hijo me sonrió yo le regrese la sonrisa, feliz de que por fin despertara. Tomamos cada uno un plato.
&&&
"¡GOKU, GOHAN! ¡YA DESPERTÓ!" Escuché el grito de Gregory desde la casa cápsula. Habíamos estado saliendo a hacer ejercicios de calentamiento para acostumbrarnos a la gravedad del planeta.
Mi hijo y yo nos vimos y rápidamente corrimos hacia la casa, Kaiosama y Bubbles nos seguían desde atrás.
Cuatro días, Goten tardó cuatro días en despertar. En los últimos días había estado susurrando o en algunas ocasiones gritando, no importó cuanto intentamos despertarlo no fue posible. Al menos su temperatura regresó a la normalidad, pero no era un verdadero consuelo.
"¿Dijo algo?" Preguntó Gohan cuando llegamos a la puerta de la habitación donde Gregory estaba, había dejado la puerta entreabierta. Kaiosama le había dado a mi hijo unos anteojos nuevos.
"No ha dicho nada, solo ha estado mirando hacia el techo… ni siquiera se ha movido." Respondió, nervioso. Jugaba con sus manos, algo en mi pecho comenzó a pesarme. Gregory voló hacia un lado y permitió que entrara, Gohan detrás de mí.
"Hola Goten." Salude, acercándome.
Gregory tenía razón, no se había movido. De hecho, estaba en la misma posición en la que ha dormido durante los últimos días: seguía tapado con la manta y su mirada estaba clavada en el techo. Me arrodillé a su lado, Gohan hizo lo mismo del lado contrario.
"Goten… estamos papá y yo aquí. Estamos en el planeta de Kaiosama." Dijo mi hijo de forma animada, pero ni con eso mi hijo menor lo volteo a ver, su mirada estaba clavada únicamente en el techo. "Goten, dijiste que querías conocer al Señor Kaio… ¿Recuerdas?" Preguntó Gohan, esta vez un poco desesperado.
Goten no dijo nada, su expresión estaba en blanco, no mostraba ninguna emoción: sus ojos estaban opacos, sin el brillo infantil con el que siempre me veía, solo parpadeaba mirando hacia el techo. Las náuseas volvieron junto con un mal presentimiento.
Comencé a asustarme. "Hijo… Goten, respóndeme." Dije yo está vez, puse mi mano en su hombro y lo moví ligeramente, pero no reaccionó. "Me dijiste que querías volver a entrenar, podemos hacerlo ahora…"
"Goku creo que… está catatónico…" Kaiosama comenzó, pero Gohan lo ignoró.
"Goten soy Gohan… soy tu hermano mayor." Repitió mi hijo, sonaba asustado. Levantó un poco la manta y tomó la mano izquierda de su hermano apretándola. "Aprieta mi mano, aprieta solo un poco…" repitió, ví sus manos unidas, pero Goten no regresó la acción, su mano estaba blanda y seguía abierta. "Se que me escuchas solo… solo tienes que apre… tar…" Gohan había bajado la manga de la sudadera de su hermano, pero cuando vio unas marcas rojas dejó de hablar. "¿Cuándo pasó esto?" Bajo su manga hasta el codo: todo el antebrazo de Goten estaba lleno de heridas de lo que parecía un látigo. Abrí los ojos con miedo al igual que mi hijo, mi pecho dolía en este punto y mi respiración se volvía rápida: tuve el presentimiento de que Gohan sentía lo mismo.
Rápidamente tomé la mano derecha de Goten y bajé su manga: las mismas marcas de látigo estaban ahí, pero estás eran más profundas, incluso podía ver marcas pasadas ya curadas. Tuve que hacer un esfuerzo para bajar mi nivel de pelea y las náuseas.
"Oh no…" exclamó Gregory.
"Pa… papá ayúdame…" pidió mi hijo de repente, ahora más asustado. Había retirado la manta por completo. "Necesitamos sentarlo…" me senté en el suelo y levante a Goten por las axilas, logrando sentarlo en el futón.
Estaba flácido en mis brazos, pero se mantuvo lo suficientemente rígido para que pudiera sostener sentado sin ayuda: Gohan bajó el cierre de la sudadera y con mi ayuda se la pudo retirar; después se levantó y se acomodó detrás de su hermano, siguiendo con su playera; tuve que ayudarle con los brazos, pero cuando la retiró el rostro de mi hijo mostró horror y se tapó la boca con la mano para no gritar.
"Gohan ¿Qué…?" Quise preguntarle, pero cuando me acerqué a su lado ví por qué reaccionó así. Mi estómago se revolvió con más fuerza. Aquel dolor en mi pecho que tuve durante meses volvió a aparecer.
Toda la espalda de mi hijo tenía marcas: estás eran más marcadas y anchas, varias incluso se veían un poco frescas, pero la mayoría eran antiguas y no fueron curadas en su totalidad.
"Estos no son de látigo… son de un cinturón…" susurro preocupado Kaiosama, él estaba detrás de mí.
"Goten… hermanito, ya estás a salvó." Gohan volvió a arrodillarse a su lado, quien ahora estaba viendo a la pared. "Estamos a salvó… nadie te va a lastimar otra vez, estás seguro…" dijo en un susurro, pero Goten ni siquiera giró para mirarlo. "Ya estamos a salvo…"
"Goten…" lo llame de nuevo. Llevé una mano a su mejilla e hice que me viera, pero sus ojos simplemente no me reconocían. "Goten… por favor responde." Implore, sus ojos siguieron opacos. Baje lentamente mi mano, la cual temblaba: su cabeza regreso a su posición inicial, de nuevo mirando hacia la pared frente a él. Escuché a Gohan sollozar.
Me llevé una mano a la boca y rápidamente corrí hacia el baño. Abrí la puerta y vomité en la taza, arcada tras arcada siguieron mientras comenzaba a unir los puntos. Los tutores, habían sido los tutores que Chichi contrato. En ese momento ella se negó a enseñarme los papeles que pidieron que firmáramos, ella dijo que se encargaría de todo. Fácilmente hacía caso a todo lo que decía, así que jamás pregunté.
Cuando deje de vomitar tire la cadena y con una toalla me limpie la boca, mientras cerraba los ojos con fuerza. Lo último que escuché fue como alguien entró al baño y se arrodilló a mi lado, abrazándome, yo lo abracé de vuelta al sentir que era Gohan, él seguía llorando, sentía como necesitaba consuelo. Mi pecho dolió más.
"Él va-a a estar bien… lo vamos a sacar de ese-e estado." dijo mi hijo en voz alta. Si era para convencerme a mí o a él mismo no lo sabía, pero eso me relajo un poco.
"Lo vamos a sacar… lo vamos a sacar." Repetí y lo abracé con más fuerza.
Mi padre me pidió que sobreviviera y con eso venían mis hijos: ellos también iban a sobrevivir. No iba a permitir que ellos pagarán por mis errores, no de nuevo.
Esto era mi culpa… tengo que arreglarlo.
Notes:
- Los pans azules que comenta Goku son los mismos que el usa en su entrenamiento con Kaiosama. Aparecen en la película de Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses.
- ¿Son Goten de verdad está en estado catatónico? Esta es una pregunta qué él mismo nos responderá.
Chapter 18: Magia Mental - Parte 3 (Final)
Summary:
Un pequeño salto...
Nos enteramos un poco de lo ocurrido en la Tierra... y también de todo lo que ocurre con Son Goten.
Algunas cargas se liberan, es momento de agarrar las piezas rotas y empezar de nuevo. Y si están juntos, la carga puede ser más ligera...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Tres semanas después…*
*junio del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Límites del mundo mortal*
*Planeta del Kaio del Norte*
***
Gregory me ayudó abriendo la puerta de la habitación, le agradecí y caminé directamente hacia Goten: él aún estaba acostado en el mismo futón. El amigo de papá salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él.
"Hola Goten. Te traje comida, es carne está vez." Me arrodillé a su lado y dejé la bandeja que tenía en el suelo. Lo cargué e hice que se sentará, su mirada no se despegó jamás de la pared. Recogí de nuevo la bandeja y la coloque entre sus piernas, agarré un poco de carne con el tenedor y se lo tendí cerca de su boca, esperando que el olor llegara a su nariz. "Kaiosama cocino filete con verduras."
Goten mecánicamente abrió la boca, cuando metí el bocado él la cerró; retiré el tenedor con cuidado y él comenzó a masticar, cuando trago volví a tomar otro pedazo, se lo di y él siguió comiendo. Esta ha sido la rutina durante las últimas semanas.
Después de saber del estado Catatónico de mi hermano Kaiosama lo había revisado a fondo, en busca de más heridas. Al final resultó que solo sus antebrazos y espalda eran los únicos lastimados.
Había leído de la Catatonia hace ya unos años, pero el caso de Goten era bastante peculiar. Las personas que lo presentan llegaban a estar tan rígidos que podían levantar su brazo y quedaba en esa posición, con mi hermano era lo contrario; su cuerpo la mayor parte del tiempo se mantenía flácido, levantaban un brazo y se dejaba caer; solo se ponía rígido cuando era sentado lo cual permitía que se mantuviera en esa posición sin necesitar apoyo. Incluso podía estar de pie, pero sólo por un rato, ya que sus piernas no lograban sostener su peso por mucho tiempo.
Con la comida fue un descubrimiento interesante. Las personas que presentaban Catatonia se les tenía que ayudar a tragar y se les daba comida que no necesitará que se masticara para evitar el ahogamiento, con Goten no: cuando su nariz lograba oler los alimentos instantáneamente su boca se abría, el proceso de masticar y tragar lo hacía automáticamente.
Kaiosama teorizó que, aún en un estado inmóvil inconscientemente su cuerpo sabía que necesitaba alimentarse por lo cual lograba comer casi normalmente, aunque necesitaba ayuda. Afortunadamente con un poco de su magia nos ayudaba con la parte del baño, aunque papá y yo nos encargamos de bañarlo.
Suspiré.
Mi padre había estado las últimas semanas bastante mal. Desde que vómito en el baño cuando despertó Goten su estómago no había querido retener por mucho tiempo la comida. Gregory me había contado que el día que despertó lo primero que había hecho era vomitar, pero no fue hasta que supimos todo lo que tenía mi hermano que fue cuando de verdad se convirtió en un problema. Incluso el Señor Kaio estaba preocupado. Apenas había logrado convencerlo para que intentará comer algo de caldo, mientras yo alimentaba a mi hermano.
"¿Sabes Goten? Papá no se encuentra bien." Le conté, mientras le daba otro bocado, está vez un pedazo de zanahoria picada. "Él dice que está bien, pero simplemente no puede comer. El Kaiosama tuvo que prohibirle que entrenará de cualquier manera hasta que pudiera comer al menos una comida completa sin vomitarla." Dejé el tenedor y con una servilleta le limpié la boca. "Creo que papá está embotellando sus emociones y su cuerpo lo está resintiendo, provocando que vomité." Agarre el vaso con agua, tome la barbilla de Goten y la incline un poco hacia arriba y con cuidado hice que bebiera, cuando pensé que era suficiente volví a dejar el vaso. Su cabeza mecánicamente regresó a su posición original. Suspiré de nuevo, sintiendo como mi corazón me pesaba más. "Creemos que tú estado se debe a que tenías tantas emociones por lo ocurrido que… te encerraste en tu mente, en un intento por protegerte del trauma y el dolor… físico y emocional." Papá y yo habíamos estado tratando sus heridas con un ungüento que hizo el Señor Kaio, en las últimas dos semanas las marcas han bajado considerablemente, sobre todo las de la espalda, eran las peores. Pero dejarán marcas.
Una de las pocas maneras que había para intentar que una persona catatónica saliera más rápido de su estado era hablarle continuamente: de esa manera saldría del lugar en dónde se refugió dentro de su mente. Pero como siempre con este estado, podrían pasar semanas o meses, había casos en los que duraban años. Sin mencionar las secuelas que más tarde aparecen.
"Pan está bien… el Señor Kaio me ayudó a verla. Se encuentra mejor y no se ha separado de Bra. Ella pregunta mucho por nosotros…" incluso para mí se escuchó triste mi voz.
Había querido regresar a Corporación Cápsula por Videl y mi hija, las extrañaba tanto, pero el mero pensamiento de regresar ahora hacía que me entrara un pavor en la boca del estómago y el recordatorio de que las esferas, aunque inactivas aún estaban alrededor de la tierra solo empeoraba la sensación. Estaba aún en malas condiciones, no quería regresar en este estado.
Llegó a mi mente la posibilidad de traerlas aquí, pero no quería hacer pasar a mi padre por el viaje estando él en peores condiciones que yo. Estaba seguro que la única razón por la que ambos no estábamos enloquecidos por su seguridad era porque estaban en Corporación Cápsula, y sabíamos que el tío Vegeta no permitiría que les pasará nada.
Es aún algo desconcertante para mí como mi mente se adaptó tan rápido a decirle a Vegeta: tío. Aunque lo más preocupante fue como desde que desperté mi mente ya no identificó a Chichi como mi madre, jamás la había llamado por su nombre, pero si la mencionaba salía instantáneamente de mi boca. A papá le pasaba lo mismo, era poco frecuente, pero a veces le decía esposa o cuando hablaba con nosotros madre: ahora decía solo su nombre con una voz fría y dolida. Cada vez que lo escuchaba tenía que controlarme para no enojarme.
Regularmente podía manejar mejor mis emociones, pero solo el mero pensamiento o mención de Chichi hacía hervir mi sangre.
"Nos necesita Goten…" le dije al terminar de alimentarlo. Le quité la bandeja de encima y la puse a un lado. Tomé una de las manos de mi hermano entre las mías y apreté. "Él no está bien… quiere mostrarse fuerte por nosotros, pero se siente tan dolido y culpable… puedo verlo en sus ojos, ya no tiene fuerzas ni siquiera para mostrar esa máscara suya." Rodeé a mi hermano con un brazo y lo acerqué. "Tienes que regresar, hermanito… sé que duele, pero duele aún más verte así." Lo abracé y comencé a ronronear. A Goten siempre le sacaba una sonrisa cuando hacía este sonido.
No había niño más contento, como cuando escuchó a papá hacerlo, después de su regresó por Majin Buu. El recuerdo me hizo sonreír.
De repente escuché otro sonido acompañándome, pero desapareció en un parpadeo. Vi por la habitación si mi padre había entrado, pero no había nadie.
Lentamente dirigí mi mirada hacia Goten.
El aún miraba hacia la pared, sus ojos seguían opacos, pero su cabeza ahora estaba ligeramente apoyada en mi hombro, era el primer movimiento que hacía que no fuera por mi o mi padre. Abrí más los ojos, había sido él…
Volví a ronronear, pero no escuché ningún sonido proveniente de él. Suspiré frustrado.
A mi mente llegaron momentos con mi hermano: a él no le gustaba estar mucho tiempo dentro de la casa, fue difícil para él quedarse a estudiar cuando a los 7 años Chichi lo dejaba salir al bosque cuántas veces quisiera; le gustaban mucho los animales, al igual que papá. Llegaba incluso a cuidar a los dinosaurios que estaban lejos de la montaña y los adoptaba; tenía una facilidad para acercarse a ellos, incluso al más salvaje lo domesticaba.
Durante los últimos meses lo único que ha tenido que ver son cuatro muros y una ventana, mostrándole lo que ya no podía disfrutar. Tal vez si…
"¡PAPÁ!" Grité, mientras volvía a acomodar a Goten en el futón y lo arropaba. Me levanté rápidamente y salí de la habitación.
"¿Qué pasa? ¿Goten está bien?" Preguntó instantáneamente mientras se levantaba de la pequeña mesa de la cocina, un ceño preocupado se mostraba en su frente. Hice una mueca, no era mi intención asustarlo.
"Él está bien yo…" suspiré, intentando calmarme. "... pero, puede que tenga una idea para hacer que vuelva." Dije, los ojos de papá brillaron, ilusionados.
"¿Qué tienes en mente?" Preguntó. No pude evitar sonreír un poco, ni siquiera había dudado, con su confianza ciega hacia mí brillando en sus ojos. Espero no fallarle está vez.
"Primero… ¿Crees que Kaiosama pueda bajar la gravedad en todo su planeta?" Pregunté, papá solo me sonrió.
#
ΩΩΩΩ
-
*Goten, dijiste que querías conocer al Señor Kaio… ¿Recuerdas? *
-
" ¿Pasa algo Goten? "
Escuché la voz de Trunks detrás de mí, me di la vuelta y miré alrededor.
Todos estábamos en la playa: mi tía Bulma y el tío Vegeta estaban más lejos del mar, ambos sentados bajo la sombra de una sombrilla; a un lado de ellos bajo otra sombrilla estaban mi hermano con Videl, entre ellos estaban Pan, Bra y Marron jugando con la arena, intentando hacer un castillo; 18 estaba sentada en una silla no muy lejos, disfrutando de un cóctel; el señor Piccolo está en la fiesta aunque sentado algo lejos de nosotros en la arena, nos miraba con un ceño fruncido, pero sabía que sonreía por dentro.
Mi padre en cambio estaba con mi hermanita, ellos estaban sentados en la arena jugando en la orilla del mar; Chiyo tiene dos años: había sacado el cabello liso de Chichi, pero sus rasgos se parecían bastante a papá, aunque la forma de sus ojos no se parecía a ninguno. Está era su primera salida con toda la familia. Chichi estaba a unos metros atrás, vigilando a mi padre como un halcón junto a mi abuelo Ox.
Volví a ver a Trunks; habíamos estado jugando con una pelota con Mai, Pilaf y Shu, pero se había ido hasta la orilla del mar con un golpe y yo la recogí… hasta que creí escuchar la voz de Gohan, pero él seguía hablando con Videl. Bajé la mirada y comprobé que tenía la pelota en mis manos.
" No pasa nada… solo creí escuchar algo. "
Le contesté, pateé la pelota con mi pie y volvimos a jugar.
Cuando fue momento de comer fue simplemente un desastre, mi papá y mi tío se peleaban por la comida, aunque no ayudó que Trunks y yo robamos sus platos cuando no veían. Era un alivio que el Señor Whis y Bills no estuvieran aquí o esto sería mucho peor.
Cuando acabe Chichi se acercó, con mi hermana en sus brazos.
" ¿Crees que puedas ayudarme a darle de comer Goten? Parece que solo se deja alimentar por tu padre y por tí… "
Pidió ella. Se veía cansada y tenía un par de ojeras debajo de sus ojos, estaba pálida, incluso traslucida, como si fuera a esfumarse... pero de alguna manera no me importo.
" Claro. "
Le dije, ella me pasó a mi hermana y me dió su fórmula. Vi cómo regresaba a dónde antes se sentó, lejos de todos. Acomode mejor a mi hermana entre mis piernas haciendo que me viera, ella me sonrió.
" Tu pequeña traviesa… te crees mucho al ser la única niña en la familia. ¿No? Chiyo, rebelde. "
Ella se rió, rápidamente quité la tapa de su biberón y comencé a alimentarla, ella rápidamente tomó el chupón y comenzó a comer. Ni siquiera por qué fue mujer sacó algo de Chichi, se parecía demasiado a papá. ¡Y era demasiado tierna! Definitivamente está niña iba a ser toda una rebelde, ya podía imaginarme cómo ella sola acabaría con todo un ejército.
×
"¡¡Más bellos que la última vez…" grité, mientras comencé a hacer mi rutina.
"... que venimos a limpiar la maldad de este mundo!!" Trunks continuó, haciendo su propia rutina.
"¡¡Los héroes de la limpieza…" hicimos a la par parte de la Danza de la Fusión.
"...Saiyaman 1…" se nombró Trunks
"...Y Saiyaman 2…" me nombre.
"... ENTRAN EN ESCENA!!" gritamos los dos al mismo tiempo, haciendo nuestra pose combinada.
×
Me reí al recordarlo, tal vez Chiyo podría ser la siguiente heroína, después de todo, estaba en su sangre…
Cuando ella terminó de comer deje la botella en la mesa.
×
"¡Mamá por favor… a mí no me interesa ser abogado!" le intente explicar. Ella había comprado libros sobre leyes. Papá se había ido a trabajar en el campo y ella había aprovechado para bombardearme con el tema.
"Eso dices ahora, pero es una carrera excelente para ti… a tu hermano siempre le gustó la idea de ser investigador…" volvió a comparar.
"¡PERO A MI NO ME INTERESA ESTUDIAR! ¡NO SOY GOHAN!" le grite sin poder evitarlo. Ella volteo a mirarme con los ojos muy abiertos.
Estaba tan harto… no me había dado cuenta cuando era niño, pero a mi madre solo le importaba un reemplazo. Siempre he sido el reemplazo.
Cuando papá había muerto ella se empeñó tanto en que mi peinado fuera el mismo que el de él; que vistiera dogy todo el tiempo como él; que fuera igual de inocente que él; incluso ella había sido mi maestra en las Artes Marciales antes que mi hermano. Todo porque estaba tan obsesionada con papá que quería su imagen en alguien.
Pero cuando él regresó todo dio un giro de 180° grados; había intentado vestirme con playeras, pero a mí me gustaban más los Changshan; había dejado de importarle mi corte de cabello; ya no me permitía salir de la casa, me había puesto a estudiar materias o temas que antes a ella no le habían importado y con todo siempre vino la frase: “Igual que Gohan” Ahora quería que fuera una copia de mi hermano.
No note su mano levantada hasta que fue demasiado tarde.
Habían pasado años desde que habíamos tenido algún combate de entrenamiento, pero ella siempre se contuvo hasta cierto punto: la cachetada que me dio, en cambio fue con toda su fuerza y de verdad dolió. Me lleve una mano a mi mejilla al mismo tiempo que volteaba a verla, sorprendido.
Un sentimiento extraño comenzó a crecer en la boca de mi estómago y di un par de pasos atrás… no, no era extraño, lo había sentido una vez, cuando Frezzer había llegado a la tierra y casi mata a mi hermano frente a mí.
Era miedo, le tenía miedo a…
"¡No permitiré que te conviertas en un idiota como tu padre! La única que sabe lo que es mejor para ustedes soy yo...” grito, colérica. Su cara mostraba que estaba realmente enojada, no recuerdo a verla visto así antes. Di algunos pasos más hacia atrás.
×
-
*Goten… hermanito, ya estás a salvó. *
-
Mi respiración se volvió errática, volteé a mirar a mi alrededor buscando a Chichi, ella estaba sola en una mesa aparte, incluso mi abuelo estaba lejos de ella. Me levanté de mi asiento con mi hermana aun cargando y caminé lo más lejos que pude.
Estaba empezando a anochecer, el sol comenzaba a ocultarse. Acabe cerca del mar, lejos de cualquiera. Me senté en la arena y acomodé a mi hermana entre mis piernas, intentaba controlar mi respiración y el malestar en mi pecho.
" Goten… ¿Qué pasa? "
Escuché la voz de papá detrás de mí, giré para verlo; su ceño estaba fruncido y me miraba con preocupación. Intente sonreír, no quería alarmarlo por nada.
" Estoy bien pa, en serio… ”
Le conteste, pero su rostro mostraba que no me creía. En ese momento Chiyo comenzó a llorar.
" Oh no… "
" No pasa nada, pásamela. "
Pidió, levanté a mi hermana y mi padre la cargó, ella se calmó casi al instante. Creí que se iría de nuevo a la fiesta, pero en cambio él se sentó a mi lado.
" ¿Algo que quieras contarme hijo? Pareces asustado. "
Me preguntó. Suspiré, odiaba que mi rostro mostrará mis emociones. Hacia difícil el mentir, más cuando preguntaba él.
" Es solo… que recordé una pesadilla, una muy fea. "
Medio dije la verdad, él me miró y puso su mano en mi cabello, revolviéndolo.
" No te preocupes, eso no volverá a ocurrir…"
-
*Goten… por favor responde. *
-
Escuché la voz de papá, lejana, pero él no había hablado. De repente su ceño fruncido cambió a una mirada comprensiva, como si supiera que escuché algo.
" Ya es momento de que regreses… "
Dijo, yo lo mire con una ceja levantada, el miedo volviéndose a arremolinar en mi estómago formándose en un nudo. Se levantó de la arena con mi hermana aún entre sus brazos.
" Te veré más tarde… "
Se despidió, logré ver cómo Chiyo me sonreía antes de que se diera la vuelta y ambos regresarán a la fiesta. Me levanté de la arena, pero no lo seguí, me quedé a ver a todos.
Mi padre estaba a lado de mi tía, ambos hablando animadamente; el tío Vegeta se había quedado dormido en el suelo, Pan y Bra lo estaban enterrando en la arena, Mai y mi abuelo los estaban ayudando; Gohan y Videl estaban sentados en una de las rocas cerca del mar, ambos mirando como la luna comenzaba a mostrarse; Shu, Pilaf y Mai estaban comiendo un postre en una de las mesas; 18 y Marron estaban sentadas a la orilla del mar, jugando a salpicarse; el señor Piccolo estaba en una de las rocas altas, meditando.
De repente me di cuenta que Chichi ya no estaba, aunque no me preocupaba, de hecho… me sentía mejor sin verla.
" Ella ya no pertenece aquí… "
Escuché la voz de Trunks a un lado de mí, no pude evitar saltar por el susto. Él soltó una carcajada, yo le di un golpe en el hombro.
" ¡No es divertido Trunks! "
Lo regañe, él solo me mostró una sonrisa ligera. Hice un puchero.
" Además… ¿A qué te refieres con que ya no pertenece aquí? ¡Es mi madre! "
exclame, pero decir eso hizo que me sintiera extraño y un escalofrío recorriera mi espalda. Como si estuviera mintiendo.
" ¿Recuerdas cuando me preguntaste sobre la Traición Familiar? "
Preguntó, inclinando su cabeza hacía un lado.
×
"¿Cómo funciona el vínculo y la traición familiar? Entiendo la de camaradería, pero está me confunde." Le pedí. Habíamos salido temprano de clases y fuimos directamente a Corporación Cápsula.
En cada oportunidad que teníamos me hablaba de la cultura saiyajin. Desde que escuché una de las historias que le contó mi tío a Trunks tuve mucha curiosidad: cómo esperaría de una raza guerrera hubo partes sangrientas y violentas, pero cuando entrabamos al área de traiciones se ponía bastante interesante.
Había pocas líneas que no cruzaran, pero algo que era ley entre los saiyajins era, ante todo: la lealtad hacia su familia y su raza. Pero también valoraban la libertad.
"Ante todo los saiyajin son leales a su familia, al ser de la misma raza todos tienen esta conexión a través de la sangre, que los une de una manera más profunda, como si sus almas e instintos estuvieran unidos. Se le llama Vínculo Familiar: es esa conexión que hace que podamos saber quién es nuestro hermano, o primo incluso si jamás lo hemos visto… mmmm. Como la primera vez que viste a mi tío: sabías que era tu padre no solo por qué te lo contaron o te mostraron fotos, si no por qué algo en lo más profundo de ti te lo dijo, ese fue tu vínculo familiar, a pesar de que ninguno de los dos está conectado y en sintonía con los vínculos, estos se forman a partir del primer toque físico." Trunks compartió con una sonrisa, solo a él le había contado lo que había sentido ese día. "Con la traición familiar: puede ser desde el engaño o un maltrato hacia alguien de la familia: esposo a esposa, esposa a hijos, etc. Incluso si no están relacionados por sangre, como una madrastra: si el vínculo se logra formar es doloroso cuando se daña por una traición. Parecido a los vínculos de camaradería, pero estas son mucho más fuertes." Explicó, mirándome directamente a la cara.
"¿Qué pasa si uno de los padres no es saiyajin? Me habías contado que era casi imposible que se juntaran con otras razas."
"Bueno nuestros padres son un ejemplo claro de que es posible…" comentó casi sarcástico. Yo le avente una de sus almohadas a la cara, la aventó y se rió, pero luego se puso serio. Carraspeó un poco. "Según cuenta papá, aunque no son de la misma raza él vínculo si se ha llegado a formar e incluso con la misma fuerza si la pareja fuera saiyajin. El y mi madre han llegado a formar un vínculo, pero no es tan profundo como debería: papá cree que se debe a que le cortaron la cola antes de que se juntaran. "Se rascó detrás de la oreja." Hasta cierto punto uno puede sentir sus emociones si están cerca y son lo bastante fuertes, tal como lo hace con las mías al ser su hijo, o las de mi hermana… Incluso he llegado a sentir las emociones de mi mamá algunas veces." Él explicó, con una sonrisa perdida al final.
Lo que contaba sonaba como lo que me ocurría con mi hermano o con mi papá. Desde que comenzamos estás clases muchas de las peculiaridades que note fueron explicadas y tenían una razón de ser.
Pero aún tenía una duda.
"¿Le pasa algo al vínculo si por ejemplo… una esposa engaña a su esposo?" Pregunté, intentando parecer desinteresado.
Unas semanas después de que mi padre se hubiera ido con el Señor Whis: un día llegué temprano de la escuela, mamá no estaba en casa. Busqué su ki para ver si había salido a alguna aldea a comprar algo, pero la sentí bastante lejos, cerca de Satán City, pero lo más raro fue que estaba cerca de Yamcha, pero solo pasaron unos segundos para que se separara de él y se dirigiera sola a la casa.
Tuve que esperar meses hasta que fuera un día feriado y no hubiera clases para seguirla. Ya que las reuniones eran al menos una o dos veces a la semana.
Ella no sabía que no tenía clases, así que me vio salir de la casa con el uniforme. Estuve escondido en una de las cuevas cercanas hasta que sentí como su ki se movía, fue cuando comencé a seguirla: ví como entraba a un Hotel a las afueras de la ciudad con Yamcha detrás de ella. No pude parar de llorar durante horas, con un dolor horrible en el pecho.
No he tenido el valor de decirle a mi padre o a mi hermano.
"Se destruye y desaparece." Contestó, casi frío. "Papá explicó que el engaño a un cónyuge es doloroso, ya que no solo se rompe la lealtad que juró al casarse, si no la confianza que había depositado y, en el proceso se llevó algo de su orgullo; por no haber visto a la persona que realmente era antes del engaño. Por eso cuenta como Traición Familiar." Hizo una mueca. "La naturaleza saiyajin se adapta a la situación y por instinto la mente del esposo se adapta para ver a la esposa solo como una traidora; de tener la pareja hijos, la mente de ellos se adapta para ya no ver a la esposa como su madre si no como una desconocida o a una traidora, dependiendo si solo traicionó al esposo o también a los hijos." Volteo a mirar hacia la ventana con el ceño fruncido en concentración. "Papá dice que esa es la razón por la que después la anterior pareja o los hijos son capaces de aplicar un "Castigo por Traición" ya que a sus ojos no es su familia, es una traidora que rompió su confianza, lealtad y orgullo. Así logran hacerla pagar sin ninguna culpa."
×
" Si, lo recuerdo… solo no sabía que dolía tanto…"
Conteste, mientras sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos. El dolor desgarrador en mi pecho muy presente y creciendo.
-
"... Tienes que regresar, hermanito… sé que duele, pero duele aún más verte así…"
-
" Esto no es real… ¿Verdad? "
Pregunté mirándolo directamente a los ojos.
" Tú no eres Trunks. "
El verdadero probablemente me estuviera golpeando en este momento.
×
"¡No sé qué pensará mi madre, pero jamás sería amigo de un intento patético de copia de su hermano mayor!" Me gritó Trunks a la cara. Enojado yo lo empuje y el me lo regreso.
Fue de las primeras discusiones que tuvimos debido a las reuniones entre mamá y Bulma. Había ido a la cocina cuando Trunks entró, y como ya era costumbre cuando estábamos solos: discutimos.
Mamá nos había contado a todos en la familia la idea de Bulma: quería que su esposo y sus hijos se comportaran tan bien como nosotros. Pero tal parecía que a ellos les encantaba comportarse como salvajes, comiendo como animales y peleando sin sentido. Estás reuniones generaban más separación que otra cosa.
"¿Crees que yo sería el tuyo? Eres simplemente un maldito mono que no sabe hacer nada más que no sea pelear. Solo eres una decepción para tu madre…" Le regrese el insulto. El bastardo se enojó tanto, que me lanzo un golpe directo en la cara, rompiéndome la nariz. Así inició la pelea.
Cuando por fin nos separaron resulte más lastimado: fue bastante entretenido ver cómo Trunks era regañado por Bulma, fue una lástima que Vegeta apareciera y se llevará a su hijo con él.
×
Esa fue la última vez que estuvimos Trunks y yo solos en alguna habitación, desde entonces el tío Vegeta no permitía que se uniera a nosotros solo.
" No del todo. "
Trunks respondió, él se acercó a mí y me puso una mano en el hombro.
" Soy el vínculo que has desarrollado conmigo. Y todos aquí…"
Me giro hacia un lado, haciendo que volviera a ver a todos los que estaban en la fiesta.
"... son las representaciones de todos los vínculos familiares que has formado hasta ahora."
Vi a todos los que consideraba familia en la fiesta, ellos seguían disfrutando de la reunión como si nada pasara. Vi a mi hermana ahora en los brazos de Gohan, sonriendo.
-
"Ya no tienes que tener miedo, ni yo ni tu hermano vamos a permitir que te vuelvan a lastimar… mucho menos Chichi… "
-
Dirigí mi vista hacia mis brazos, las marcas de los látigos ahora se podían ver. Me llevé una mano temblorosa a mi espalda y logré sentir las cicatrices del cinturón, comencé a sollozar. Sentía como si algo frio intentara jalarme y me arrancara el corazón de mi pecho.
" Ya no quiero que duela… duele mucho… "
Exclamé mientras me abrazaba a mí mismo, sentí como alguien se puso frente a mí y me abrazó. Lo abracé de vuelta al sentir que era papá.
"No estás solo, tu hermano y yo te estaremos esperando… dolerá, pero después ya no habrá más dolor, solo las cicatrices. *
Escuché a mi padre consolándome, su voz se había fusionado con la voz que escuchaba.
*Ya no tendrás que hacer algo que no quieras. Puedes regresar a la preparatoria con Trunks o entrenar con papá si es lo que quieres… solo regresa con nosotros Goten."
Escuché la voz de Gohan, al mismo tiempo que sentía como también me abrazaba, comencé a llorar.
"A mí no me importa si estudias o te dedicas a las artes marciales… con lo que elijas hacer estaré orgulloso, eres mi hijo y eso jamás cambiará. *
Papá dijo, sentí como el sonido del mar comenzaba a desvanecerse al igual que las voces de todos en la fiesta.
"No te preocupes por mí, hablaremos cuando regreses. Mi hermana extraña a su tío..."
Escuché la voz susurrada de Trunks. Después todo se volvió blanco y cerré los ojos con fuerza.
ΩΩΩΩ
***
*26 de junio del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Límites del mundo mortal*
*Planeta del Kaio del Norte*
***
La luz entró directamente a mis ojos, tuve que parpadear un par de veces para acostumbrarme. Mire a mi alrededor, sin saber dónde estaba.
Lo primero que ví fue el pasto verde, estaba lleno de muchas flores de todos los colores; una pequeña casa de color amarillo no muy lejos, a su lado había lo que parecía una pequeña cochera pintada del mismo color; a su derecha estaba un camino de piedra blanca y un auto de color rojo; al otro lado de la pequeña carretera había otra casa, pero este tenía el símbolo de Corporación Cápsula de color azul claro. El cielo era algo extraño; todo es rosado, y un poco más lejos casi en línea recta había muchas nubes de color naranja, se veían esponjosas.
Sentí que estaba sentado en el pasto, pasé una mano lentamente por el suelo y lo sentí. La vista era casi cómica, pero era muy agradable.
No fue hasta ese momento que note que no estaba solo; mi cabeza estaba apoyada en el hombro de alguien, el mismo que está acariciando mi cabello de forma suave; podía sentir la presencia de otra persona del lado contrario, él pasaba una mano arriba y abajo de mi espalda, ya no me dolía.
Me concentré en el sonido al mi alrededor y fue cuando por fin escuché los ronroneos, sonreír al instante, podía identificar esos sonidos en cualquier parte: eran Gohan y papá.
Levanté mi mano y tomé la que acariciaba mi cabello y entrelacé nuestros dedos llevándolo hasta la altura de mi pecho, dónde había comenzado a doler; escuché un jadeo de sorpresa, pero después el ronroneo de mi padre se escuchó más fuerte, su otro brazo me rodeó los hombros y me acerco más a él. La mano en mi espalda se detuvo, después sentí un peso en mi hombro, era la cabeza de mi hermano; con su brazo me rodeó por la cintura, junto su otra mano uniéndose a la mía y a la de mi papá. Su ronroneo se volvió más fuerte también, al escucharlos yo también comencé a hacerlo.
Podía sentir como estaban tristes, preocupados y heridos, tanto por su ki como por los vínculos. Las lágrimas comenzaron a caer y apreté con más fuerza las manos de mi papá y mi hermano, ellos me regresaron el gesto.
No pasó mucho para que escuchará los sollozos de Gohan, sentía como temblaba a mi costado. Papá comenzó a jugar con su cabello en un intento por consolarlo. Aunque lo que terminó por romperme fue cuando sentí el movimiento de un llanto desde el hombro de papá, él estaba llorando…
No lo soporté más y lo solté todo.
Primero vinieron los gritos, luego los golpes sin sentido y después el llanto. No importó cuánto los golpee por accidente o cuánto duraron mis gritos, ellos jamás se alejaron. Terminé llorando en el hombro de mi papá.
Ahora recordaba, cuando era muy pequeño lloraba bastante; Chichi o Gohan me consolaban y no funcionaba. No era a ellos a los que buscaba, era a papá, quería que él volviera como lo hizo esa noche y me cargará. Fue más de una vez, pero cuando cumplí tres años ya no volvió a aparecer. Lloré mucho esperando a que regresará, no fue hasta que tuve 7 que lo ví en el Torneo, pero para ese momento yo ya no recordaba que lo había conocido antes, pero mi instinto si lo hizo y fue doloroso cuando tuvo que despedirse de nuevo.
"Lo siento… debí de haberte dicho sobre ella y Yamcha… te hubieras alejado antes…" dije entre sollozos. Sentí como el cuerpo de papá tenso, pero no me separó de él, en cambio me acerco más. "Ella y Yamcha… se reunían a escondidas cuando fuiste con Whis a entrenar… me enteré poco después de que regresará… no supe cómo decirles… perdón…"
"¿Por qué se disculpan ustedes?" Soltó papá, a nadie en particular. "Esto no fue su culpa, no tuvieron nada que ver en lo ocurrido, no tienen que pedir perdón por nada y a nadie…" escuché que contenía un sollozo. "Esto pasó por mí, lo hicieron por mí culpa y ustedes quedaron en medio… siempre pagando por mis errores." Negué desesperadamente con la cabeza.
"Papá no… esto no fue culpa tuya." Escuché a mi hermano, apretó con más fuerza nuestras manos unidas. "Si fuera tu culpa no había razón para meter a mi tío Vegeta y a mi tía Bulma en todo este lio. Tú fuiste una víctima tanto como nosotros… incluso más. No importa lo que creas no merecías esto… nadie merecía esto." Dictó, papá simplemente hizo su agarre más fuerte. "Tú me lo dijiste, ella solo quería una familia humana normal… no importara cuanto cambiáramos ella siempre encontraría un defecto…" Apoyo su cabeza junto con la mía y ronroneo más fuerte. "Somos Saiyajin después de todo.." susurro con calma, sabiendo que yo y papá lo escucharíamos.
Escucharlo me hizo sonreír, tal vez a ellos les gustaría saber sobre la Cultura Saiyajin después de todo.
"Chiyo…" exclamé, cuando la imagen de la que posiblemente sería mi hermana llego a mi mente. Ella aún estaba en la tierra y faltaban meses para que naciera. Papá de repente dejo de ronronear al igual que mi hermano. "¿Que va a pasar con mi hermana…? No podemos dejar que se la quede, le hará daño…"
"Vamos a ir por ella." papá dijo con voz firme. "Cuando nazca voy a ir por ella y Gohan y tú me ayudarán a cuidarla ¿De acuerdo?" Preguntó, levante la mirada de su hombro y lo ví a los ojos; estaban rojos, algunas lágrimas aún estaban en sus mejillas y se veía bastante delgado. Jamás creí que lo vería en este estado, siempre se veía tan feliz y fuerte incluso dejando de lado la máscara que usaba. Verlo así dolía. "Ella nos tendrá a nosotros y también a tus tíos, no le hará falta nada." él junto nuestras frentes, mirándome con ojos decididos. Me mostró una sonrisa animada, yo se la regresé. "Vas a ser un gran hermano mayor… ¿Verdad?" Yo asentí una y otra vez, su sonrisa se volvió más grande. Me acerco más a él y también a Gohan y nos abrazó a ambos, se lo regresamos lo mejor que podemos. "Nos quedaremos con tu hermano hasta encontrar un lugar y tú me ayudarás a criar a tu hermana."
"Papa no hace falta que consigas un lugar, te puedes quedar conmigo y con Videl… Pan estará emocionada de que vivas con nosotros…" Gohan dijo en un tono que no aceptaba excusas, yo reí. "Nuestra hermana y Pan podrían crecer juntas…"
"Ellas pueden jugar cuando Chiyo sea más grande…" dije, escuche la risa tanto de mi hermano como de papá. La tensión que sentía de ellos comenzó a desaparecer. Cerré los ojos y por fin suspiré aliviado, el dolor en mi pecho desvaneciéndose.
"Todo estará bien… estaremos bien." Papá declaro vagamente. En mi cabeza repetí su declaración, ignorando la pequeña sensación fría que sentí de repente.
Estaríamos bien.
Notes:
"Un Saiyajin es leal a su familia..."
Finalización de la Saga "Familia Perfecta"
Chapter 19: Perspectiva de Vegeta
Summary:
¿Cuánto puede pasar en solo cuatro meses? Muchas cosas.
Veremos algunos reencuentros no solo de unos amigos, sino de una familia...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Cuatro meses después…*
*23 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
×
"Se castigará al violador: cortándole su miembro, útero o quitándole el clítoris. Vengando a su víctima y según la sentencia se le cortará la cabeza…" Explicó Nappa. Estábamos en la sala de comandos de nuestra nave, Raditz está detrás de mí, escuchando. "Según recuerdo después de la ejecución del traidor se tiene costumbre limpiar cualquier rastro de él: al ser un significado de deshonor y cobardía. Se limpia el arma que cumplió su castigo y se quema la ropa que haya sido manchada con su sangre..."
×
Lo primero de lo que me encargué fue de deshacerme del cuerpo: solo bastaron unas bolas de ki controladas para que el cadáver del traidor comenzará a incendiarse. Había un río cerca, así que acompañé a Trunks a limpiar su espada y rostro de los rastros de sangre. No fue hasta que llegamos a Corporación Cápsula que nos encargamos de nuestra ropa: lanzamos ambos atuendos al incinerador del laboratorio de mi esposa. Trunks dejó el celular de su madre ahí y después de una ducha regresamos a la habitación.
Por primera vez no soñé nada.
Desperté cuando escuché como mi hijo se levantaba de la cama, ya había amanecido. Tuve que ver el reloj para saber la hora, eran las 11:30 am. No recordaba la última vez que me desperté tan tarde.
×
"Ty ukhodish' seychas? (¿Ya te vas?) " Pregunté, él volteó a mirarme mientras terminaba de ponerse un chaleco. Me sorprende que no hubiera huido por la noche para buscarla.
"Privet papa. (Hola papá.) " No fue hasta que escuché su voz que me di cuenta de que había hablado en sayan, pero tal parecía que no le molestaba. "YA dolzhen byl uyti neskol'ko chasov nazad, no ya usnul. (Debí de haberme ido desde hace horas, pero me quedé dormido.) " Confesó.
Lo mire directo a los ojos, el recuerdo de cómo apuñaló al traidor por instinto y después lo ejecutó grabado a fuego en mi mente. Había temido que se arrepintiera: a pesar de todo seguía siendo mitad humano y no todos tenían la capacidad de matar, ni siquiera por venganza.
Pero mi hijo me miró a los ojos y ahí no ví arrepentimiento o culpa: estaban en paz. Tenían de regreso ese brillo enamorado que compartía con mi hermano, ya no estaban solitarios.
De repente una alarma sonó, no pude evitar taparme los oídos. Trunks lo apagó casi de inmediato, pero también tenía una mueca de dolor en el rostro. Bulma acostumbraba poner alarmas fuertes para despertar, tenía un sueño profundo.
"Mmmm…" escuché a mi esposa despertar, había estado abrazada a nuestra hija, quien estaba bostezando. Bulma se dió la vuelta acercándose a mí y abrió los ojos, lentamente su vista se dirigió a mi rostro, ella sonrió lentamente. Yo le regresé una pequeña sonrisa de lado. "Vegeta…"
"A la próxima deberías asegurarte de apagar todas tus alarmas. Sabes que las escucho el triple de fuerte que tú…" Le regañó, ella solamente se encogió de hombros muy poco arrepentida. De golpe sus ojos se oscurecieron, fruncí el ceño y con mi mano aparte uno de sus mechones del rostro.
"No fue un sueño… ¿Verdad?" Ella preguntó, la culpa y el dolor ahora reflejados en su mirada; yo solo negué con la cabeza. Mi esposa se acercó más y me abrazó, yo la rodeé con mi brazo. Bra se había levantado, pero Trunks la recogió de la cama.
Nuevamente comenzó a escucharse otro sonido, pero está vez era del teléfono. Puse los ojos en blanco, escuché en mi oído la risa de mi esposa cuando nuestro hijo preguntó a la nada, indignado: “¿Es en serio?” antes de levantar el teléfono y contestar.
"Si es algo de la empresa mi madre ya declaró que la junta se encargaría por el resto del mes…" Trunks regaño. No logré escuchar quien estaba al otro lado del teléfono, pero si noté como abrió mucho los ojos y su ki se movió, parecía eufórico. Levanté una ceja mientras me sentaba en la cama. "¡Déjenlos pasar voy en un momento!" gritó con una sonrisa boba en su rostro, de repente sonrojado. Bulma se volteó y miró a nuestro hijo con curiosidad, al menos hasta que Trunks le pasó a Bra y salió corriendo de la habitación. Sentía que se dirigía a la entrada principal de Corporación.
"¡TRUNKS!" Gritó mi esposa, pero ya se había ido. Suspiró derrotada y se sentó en la cama con nuestra hija entre sus piernas.
"¡Hermana Mai!" Bra grito emocionada, mientras comenzaba a saltar. Mi esposa me miró, parpadeó sorprendido antes de concentrarme un poco y los sentí: el ki de Mai y de sus dos amigos estaban en la entrada de Corporación.
Fruncí el ceño cuando también logré sentir el ki de Videl y Satán acercándose, pero no podía sentir el de Pan.
Sabía por Whis que toda la familia de Kakarotto fue dosificada durante meses, pero no creí que le darían el inhibidor a una niña. Claramente la arpía está lo suficientemente demente para hacerlo.
"Mai y sus amigos están en la entrada… pero Videl y Satán se están acercando." Le informé a mi esposa, ella frunció el ceño con preocupación. Rápidamente ambos nos levantamos, yo cargue a Bra, Bulma se puso una bata y salimos de la habitación.
Cuando llegamos a la entrada los vimos: los tres tenían puesto ropa gastada y vieja, incluso podía notar que les quedaba algo grande. Tal parece que mi esposa tuvo razón cuando dijo que era posible que los deseos los enviaran al castillo en ruinas de Pilaf, lejos de la capital. Pero a Trunks no le importó, estaba riéndose de alegría, abrazando a Mai y dándole vueltas; incluso Pilaf y Shu se unieron al abrazo poco después. Bulma sonrió al ver a nuestro hijo tan feliz... s u alegría no duró.
Un auto se estacionó en la entrada de Corporación saliendo del vehículo Videl y Satán, el último cargando a Pan, quien estaba demasiado pálida y tenía escalofríos incluso estando dormida. Parecía que tenía temperatura.
La esposa de Gohan estaba desesperada, solo bastó con mirar su rostro. Bulma se acercó a ella al verla.
“¿Estás bien Videl?, ¿Qué ocurre?” preguntó mi esposa.
“Es… es Pan. Yo… yo-o no sé qué le ocurre-e por favor Se-eñora Bulma-a…” explico, dejando salir las lágrimas que había contenido. Estaba aterrada.
“No logramos contactar con Gohan. ¡Goku tampoco responde! y no sabemos dónde está Goten… creímos que estarían aquí.” Explicó Satán, igual o más asustado que su hija, abrazaba a su nieta con cuidado, como si en cualquier momento se fuera a romper.
“No Satán, ellos tampoco están aquí.” Conteste.
“¡Pan! ¡PAN!” dijo mi hija emocionada intentando bajarse de mi agarre, tuve que abrazarla más fuerte.
“Papá dámela, iré también a llamar al abuelo.” Dijo Trunks, acercándose. Rápidamente le pase a su hermana y él la abrazó con fuerza, ignorando sus protestas para que la bajarán.
“Hijo, dile a tu abuelo que nos vea en la Ala Médica.” Pidió Bulma mientras revisaba a Pan, nuestro hijo asintió y junto a Mai entraron a Corporación. Luego dirigió su mirada a los dos restantes. “Ya saben la rutina, preparen todo para una revisión completa.”
“¡Sí señora Bulma!” Gritaron ambos y corrieron. Poco después los seguimos.
×
Mi suegro y mi esposa atendieron a Pan mientras el resto nos quedamos afuera: Trunks tuvo que llevarse a Bra cuando ella comenzó a llorar al ver a su amiga.
No tardó mucho en llegar Piccolo a Corporación: Videl tan pronto lo vio corrió a abrazarlo, llorando y preguntándole dónde estaba su esposo o incluso Kakarotto. El Namek la consoló lo mejor que pudo, su rostro no mostró nada, pero sabía que estaba preocupado por Pan, todos lo estábamos…
Sabía que Piccolo sospechaba en dónde estaban Kakarotto y sus hijos, pero él se negó a revelar algo, sólo dijo que, en dónde sea que estuvieran estaban a salvó: Videl contó más calmada que después de recuperar todos sus recuerdos: había buscado a la arpía, exigiendo respuestas el día anterior, pero no había nadie en la casa. Busco el ki de su esposo, Goten y su suegro, pero no los encontró.
Para ese punto estaba llorando de nuevo y siendo consolada por Satán, quien no se veía preocupado como antes, sino más bien enojado. Era extraño verlo con una expresión así en el rostro, pero la situación no era normal, al menos según nuestros estándares.
Horas después Bulma salió y nos explicó todo, tuvieron que ponerle dos intravenosas a Pan; uno con suero para compensar la desnutrición y anemia que presentó; otro para eliminar los rastros del inhibidor de su sistema. Tal parecía que había tenido una reacción severa al tomar dosis grandes y durante tanto tiempo, siendo ella aún demasiado joven y sus defensas no del todo desarrolladas. La falta de alimento debió dañarla aún más, siendo una semi saiyajin en crecimiento.
×
"¿El inhibidor de ki?" Preguntó la esposa de Gohan lentamente. Bulma había acabado de contarle el estado de su hija, aunque no había mencionado el inhibidor aún.
"¿Sabes del inhibidor?" Pregunté, ella se giró para mirarme.
"Si, Gohan me contó, después de llevar a su madre de regreso a la montaña Paoz. Lo había acompañado a recoger a Pan a Corporación Cápsula, fue unas semanas antes de que mi suegro la dejara." respondió.
Cuando terminó miré a mi esposa a los ojos, ella volteo a mirarme también, estaba sorprendida y aterrada. Sabía que le dijo a Gohan sobre la droga, incluso Goten y Trunks lo sabían, pero había creído que la arpía no, que tal vez Kakarotto se lo había contado.
"¿Esa arpía vio dónde estaban los viales?" pregunté, con el tono más calmado que pude. No quería que creyera que le echaría la culpa o que estaba enojado, al menos no con ella.
"Yo… cuando ví a Chichi ese día creí que sería bueno que ella supiera del inhibidor…" contó lentamente. "Poco antes de que se fueran: Gohan se había ido por Pan a la guardería… me llamaron de la empresa y dejé a Chichi, sola con el refrigerador abierto… solo fueron unos minutos… ¡oh cielos!" Se tapó con las manos el rostro.
"Pero no puede ser el inhibidor, Gohan me dijo que solo era inyectable. ¡Pan lo único que ha tomado son pastillas para el dolor de cabeza al igual que mi esposo!" Exclamó Videl casi desesperada, negándose a creer que su suegra sería tan ruin. Ella tomó su bolso y del interior sacó un frasco de pastillas el cual le pasó a Bulma, ella lo agarró y comenzó a observar; conforme leía su ceño se frunció cada vez más.
"Esto… no tiene sentido..." Dijo al terminar de leer la receta que estaba pegada al frasco. "Conozco al hombre que aparece aquí: él es un químico no un doctor… lo despedí hace más de un año por intentar robar algunos planos de mi papá..."
"No, si es doctor, mi suegro fue con él…" Videl se detuvo, puso una mano en su boca. Nos miró a todos, con aprensión y un miedo frío que incluso sentí por medio de su ki. "... mi suegro fue con él… po-or sus jaquecas hace unos días."
Tomé el frasco de las manos de Bulma, lo abrí y tomé un par de pastillas: tan rápido pasaron por mi garganta la debilidad y el cansancio que sentí eran exactamente igual a cuando mi esposa probó el inhibidor conmigo, pero con menos intensidad. Miré de nuevo a Bulma.
"Es el inhibidor… así como drogaron a todos." Ella cerró los ojos, cansada y agachó la cabeza. Videl se sentó en una silla y comenzó a llorar, de furia o preocupación o ambos; Piccolo solo pudo apoyar una de sus manos en su hombro; mientras Satán abrazaba a su hija. Suspiré lentamente, intentando controlar mis emociones.
×
Con los cuidados que le dió Bulma y mi suegro, Pan no tardó mucho en sentirse mejor. Hizo falta dos semanas para que el resto del inhibidor saliera de su sistema. Ella estaba feliz de pasar todos los días con mi hija, aunque pregunto mucho por el resto de su familia. Pero nunca por la arpía.
Se quedaron a vivir con nosotros hasta el regreso de Gohan, Goten y Kakarotto. Piccolo los visitó seguido.
Mi esposa se sentía culpable. Durante los siguientes meses Bulma estuvo lidiando con pesadillas casi todas las noches, algo con lo que estaba muy familiarizado; Trunks y yo la apoyamos y la consolamos lo mejor que podíamos, pero ambos sabíamos que muchas de sus pesadillas tenían que ver con ese bastardo de Yamcha.
Mi hijo tuvo razón, nadie se dió cuenta hasta un día después.
A mediados de septiembre Trunks prendió la televisión, salieron las noticias de Satán City y ahí pasaron el boletín de desaparecido o posible muerte: informando que habían encontrado hace semanas su auto destrozado y casi completamente quemado hace unos meses, en una carretera a las afueras de la ciudad, pero sin señales de él. Se sospechaba que su cuerpo se había carbonizado en el incendió.
Bulma alcanzó a escuchar toda la noticia, cuando terminó apagó el televisor y nos miró, con ese ceño fruncido que ponía cada vez que su mente comenzaba a trabajar. Fue pura suerte que solo estuviéramos nosotros tres en la sala. Mi hijo y yo la vimos con la mirada en alto, sin ningún arrepentimiento. Bulma había estado en esas lecciones en particular, cuando le conté a Trunks sobre las traiciones y sus respectivos castigos.
Por nuestras miradas ella debió confirmar sus sospechas: no dijo nada, pero sus hombros tensos de repente bajaron, mostró una sonrisa acuosa y corrió hasta nosotros, abrazándonos y comenzando a llorar de nuevo. Pero no de tristeza, de alivio, al igual que nuestro hijo esa noche. No pidió ningún detalle. Sabía que en silencio ella había tenido miedo de que él regresará a Corporación, ahora jamás volvería a verlo. Estaba a salvó, y sin que ella supiera Bra también.
Durante las siguientes semanas sus pesadillas disminuyeron, ayudó que ninguno de los traidores se acercó a Corporación Cápsula. En todo caso todo el lugar estaba sellado y con guardias en todas las entradas. Pero no funcionará para siempre.
Su humor mejoró mucho más cuando (de alguna forma tal vez no tan legal, aclaró Trunks después) el químico que ayudó a la arpía fue encarcelado por la Policía y su laboratorio clausurado: un químico de Corporación había sido solicitado para encargarse de todo lo que hubiera en el interior del lugar. Bulma en persona destruyó toda la información del inhibidor que encontró, incluyendo sus propias notas, pero conservó los viales restantes con seguridad extra.
Mi hijo y Mai no se habían separado desde su reencuentro, pasaron todo el tiempo juntos. Bulma con gusto los recibió de nuevo a esos tres en Corporación Cápsula. Aún me daba gracia la expresión desilusionada de la secretaria de mi hijo cuando lo vio a él y a Mai en la empresa. Tal parecía que ya eligió a su sputnik zhizni (pareja de vida) y Mai no era mala compañera, aceptaba completamente a mi hijo, muy parecido a como mi esposa me acepto a mí.
Trunks estaba feliz, Bra también: mi pequeña incluso volvió a hablar de nuevo y comenzó con sus lecciones del lenguaje Saiyajin, tal parecía que al igual que su hermano lo captaba con rapidez: mi esposa estaba sobrellevando cada vez mejor lo ocurrido, la culpa desapareciendo de su mirada un poco más cada día; la nieta y nuera de Kakarotto estaban sanas y seguras.
Fruncí el ceño, de quién no sabía nada era de ese cabeza hueca.
Kaiosama me informó cuando despertó de su aparente coma de tres días, le di un pequeño mensaje y no supe más de ellos. Él y sus hijos estaban a salvó, de eso no había duda; pero algo en la boca de mi estómago me ha estado manteniendo alerta durante estos meses. Implicaba a Kakarotto, solo no sabía que era. Trunks también sentía esa inquietud, podía verlo en su mirada perdida en algunas ocasiones.
Suspiré, incluso había culpa y vergüenza en sus ojos a veces, tal vez por sus discusiones con Goten y los roces con su djadja (tío).
Levanté la taza de café de la mesa y tomé un sorbo, escuché distraídamente que mi esposa hacía lo mismo. Era temprano, habíamos decidido desayunar fuera, cerca del kiosco en dónde había dado vueltas durante horas pensando un nombre Saiyajin para mi hija.
“¿Qué quería tu abogado ayer?” Le pregunté a Bulma, ella había estado leyendo un libro: Bra estaba en algún lugar con Pan y Trunks con su… novia. Era extraño ese término aún para mí.
“Vino a entregarme los papeles que le encargue hace meses…” respondió, sin apartar nunca la vista de su libro, pero con una sonrisa satisfecha en sus labios. Así que era eso.
“¿Es necesario tanto papeleo? Con lo que hizo esa arpía debería de estar decapitada…” dije amargamente. Bulma no había hecho nada contra el resto de los insectos, ella quería esperar a que Kakarotto volviera.
“Lo sé, Vegeta… pero Gohan y Goten tienen una vida en la ciudad y es mejor dejar todo lo legal arreglado antes de que regresen. A diferencia de ustedes, Goten aún es considerado menor de edad… más que nada por ese bebé inocente.” Declaró mi esposa con un suspiro triste. Había ido tan lejos como para ayudar a Videl a mentir en el trabajo de Gohan en la universidad, diciendo que se tomaría un año sabático y cancelando sus clases de esa carrera en genética y medicina. A Goten lo habían sacado del colegio, pero Bulma logró ‘despedir’ a los tutores que contrató la arpía. Incluso los estaba investigando en secreto, después de escuchar mis sospechas sobre el maltrato.
De esa traidora no habíamos sabido nada desde ese fatídico día. Según el calendario de Bulma el bebé no tardaría en nacer: si Kakarotto no regresaba estaba seguro que mi esposa personalmente le arrebatara la pequeña a la arpía. Sonreí un poco. Si intentaban invocar a Shenlong de nuevo sería imposible.
Las esferas estaban seguras y selladas, Dende se aseguró de que jamás volverá a repetirse todo este teatro.
Tan pronto se cumplió el año recogimos Trunks y yo cada esfera y se las dimos a Dende. Piccolo había mencionado vagamente que en el templo había una habitación en la que solo él y el Kami del templo podían entrar, Bulma agregó una cúpula que evitaba su detección a través del radar del dragón.
“Hola mat’, Hola papa.” escuché la voz de mi hijo, saludándonos. Vi como Bulma levantó la vista de su libro y lo saludo con una sonrisa, yo solo asentí con la cabeza.
Últimamente mi hijo se había comenzado a vestir con pantalones holgados y playeras: no había vuelto a usar algún dogy desde la ejecución del traidor y tampoco yo mi armadura. De hecho, estaba con pantalón y camisa… sentía que era incorrecto volver a vestirse como antes. Tendría que hablar con mi esposa del tema; era posible que Kakarotto y sus hijos tuvieran el mismo problema.
“Trunks, ¿Dónde está tu hermana?” Bulma pregunto, regresando a su lectura. Nuestro hijo se acercó a la mesa y se sentó en la silla frente a nosotros.
“Ella está en el jardín del abuelo con Pan, están jugando con los animales…” respondió. Tomó una taza, la cafetera y se sirvió. “Mr. Satán se acaba de ir, me dijo que Buu por fin se despertó. Probablemente regrese a su casa en Satán City y venga de visita.” Ese globo mal inflado había estado dormido durante todo el desastre.
“Bien por él…” solté sarcástico, mi esposa se rió un poco. “Al menos sabemos que Buu cuidará de Satán.”
“¿De verdad crees que irían tras Mr. Satán, otets?” Preguntó mi hijo al terminar de tomar un poco de café y agarrar unos pastelillos.
“Fueron tras Kakarotto, simplemente estoy alerta…” Bulma suspiró y Trunks bajó un poco su mirada. “El cobarde no hará nada; los dos animales no pueden hacer mucho y la arpía aún está embarazada, pero cuando su bebé nazca será un problema.” Más si Bulma lograba su plan.
“¿Dónde está Mai?” Preguntó mi esposa, cambiando de tema y cortando el silencio tenso que siguió. Nuestro hijo se sonrojo al instante.
“Se fue a ayudar a Pilaf y Shu con las reparaciones de algunos de los robots…” contó, una sonrisa infantil dibujándose en su rostro. Por el rabillo del ojo mire a Bulma, estaba sonriendo con complicidad. Ella creía que Trunks se casaría antes de los 21 años. Mi suegra estaba bastante entusiasmada con la idea de una boda, era probable que la estuviera planeando ahora mismo. “Mis amigos se alegraron al verla.”
“¿Qué es lo que exactamente recuerdan tus amigos sobre la repentina salida de Goten y Mai?” Bulma preguntó. Trunks había faltado durante estos meses al colegio, apenas había regresado hace un par de días junto a Mai.
“Después de que Lula me soltó de su abrazo de oso…” comenzó elocuente. “Según todos; Mai se salió para trabajar contigo en Corporación Cápsula, tú la ayudaste a mantenerse al corriente con sus estudios; con Goten, saben que Chichi decidió sacarlo de la escuela y desde entonces estudia en casa, pero durante estos 8 meses se mandaron mensajes por teléfono. Incluso Chok y Fayra me mostraron sus teléfonos...” Comentó divertido. Tal parecía que Porunga había cubierto esa parte. “Lula me preguntó por él, ya que dice que intentó llamarlo después de que yo le colgué ese día, pero no contesta… le dije que se había ido con mi tío Goku y Gohan a ese viaje en el sabático y que dónde estaban no había buena señal…” Bulma le guiñó un ojo por la mentira. “Aparte de eso, todo lo demás está bien.”
“Porunga de verdad nos hizo un favor… esto pudo haber sido más complicado.” comentó mi esposa, terminando su propio café.
“Es verdad… ¿Qué pasa con ese hombre que vino hace una semana a preguntar por mi djadja?” recordó Trunks, incluso yo miré a Bulma con curiosidad.
Hace una semana un hombre rubio llegó a Corporación y pidió hablar con mi esposa, lo único destacable era que tenía un traje de guardia, el mismo traje con el que Kakarotto nos vistió algunas veces.
“Ah sí… Su nombre es Taku Nakaze, Goku fue su jefe.” comenzó, poniendo una mano en la mesa y moviendo periódicamente sus dedos. “Por lo que me contó parece que ellos se hicieron amigos, porque incluso le contó de mí. Vino por qué quería saber cómo estaba Goku, ya que se enteró de la carta de renuncia que ‘el mando’ después del picnic familiar.” otra cosa que ella había arreglado. “Estaba preocupado… Me contó que él le dió la idea a Goku de un picnic: se suponía que él laboraba el lunes, pero se enteró de la renuncia. Intentó llamarlo, pero lo mandó directo al buzón, por eso vino aquí… tuve que decirle lo del sabático también. Se fue un poco más tranquilo.” Suspiro, cerrando su libro y apoyándose mejor en la silla. “Me dió su teléfono y me pidió de favor que le dijera cuando Goku regresará… se veía sincero.”
“Incluso con el cerebro lavado esa cabeza hueca no cambia… si se hizo amigo del Rey del todo, de un humano será demasiado fácil.” Comenté con una ceja levantada. Trunks y Bulma se rieron.
“¡Abuelito!” Escuche la voz de Pan, al mismo tiempo que las puertas se abrían. Ella y Bra estaban jugando con el muñeco de Kakarotto y otro nuevo muy parecido a mí. Bulma se lo había dado a nuestra hija hace unas semanas y simplemente no lo soltaba, Trunks se rió hasta el cansancio cuando lo vió.
Tras las pequeñas estaban Videl y Piccolo escoltándolas: a diferencia de hace meses la mujer se veía mucho mejor, la compañía de su padre y del segundo padre de su esposo la ayudaron, aunque aún estaba muy preocupada por Gohan. Cuando nos vio nos saludó, mientras las niñas seguían jugando alrededor.
“Hola señora Bulma, señor Vegeta.” Saludó, mientras se sentaba en una silla. El Namek se mantuvo parado no muy lejos, vigilando a las traviesas.
“Buenos días Videl. ¿Creí que tenías clases hoy?” Preguntó mi esposa, mientras veía como la mujer se servía una taza de té.
“Parece que van a hacer un pequeño evento en la escuela y toda mi clase fue invitada.” Informo, mientras le daba un sorbo a su taza. “Preferí quedarme y me dieron el día.”
El ambiente estaba tranquilo, mi esposa y Trunks comenzaron a hablar con Videl. Miré hacia atrás y vi a Bra y Pan sentadas en el pequeño kiosco jugando, Piccolo las miraba con una pequeña sonrisa.
Solo pasaron unos segundos, pero mi pecho estaba… cálido, de repente. Miré a mi hijo a los ojos y vi que él también lo estaba sintiendo, incluso tenía una mano en su pecho; Piccolo debió sentir algo parecido porque parpadeo sorprendido, frunció el ceño al mismo tiempo que se dió vuelta y nos miró, pidiendo explicaciones.
Fruncí el ceño, confundido… esto no debería de ocurrir, Gohan, Goten y mucho menos Kakarotto sabían nada de los vínculos saiyajin…
“Vegeta ¿Que pasa-a…?” Intento preguntar mi esposa, pero no pudo terminar cuando el sonido inconfundible de la teletransportación se escuchó y todos miramos al frente, levantándonos de la mesa.
A un par de metros lejos de nosotros, enfrente de la entrada se había teletransportado Kakarotto; tenía puesto el mismo traje que tenía cuando se quedó en el planeta Yadrat por un año. Se veía que había recuperado gran parte de su masa muscular, incluso estaba relajado. Por fin podía detectar su ki.
Había comenzado a bajar su mano de su frente cuando vio que alguien más se estaba teletransportando a su lado, pero algo lento. Kakarotto no despegó su mirada de la persona hasta que su apariencia se mostró completamente, era Goten; tenía también un traje del planeta Yadrat pero de colores café, naranja y rojo oscuro. Cuando vio a su padre le dió una enorme sonrisa y saltaba entusiasmado.
Ni medio segundo después otra persona se teletransporto, aunque con él fue mucho más lento su aparición y tropezó un poco con el aterrizaje, pero se mantuvo firmé, fue cuando pudimos verlo, traía un traje de Yadrat pero sus colores eran diferentes: con diferentes tonos de morado y verde, fue Gohan: le sonrió a su padre y a su hermano al verlos.
Kakarotto les dio una sonrisa grande y orgullosa a ambos. Los tres claramente ignorantes de que estábamos no muy lejos de ellos.
Ese insecto… llevó a sus hijos al planeta Yadrat y les enseñó la teletransportación.
“¡Kakarotto!” grité.
“¡Goku!” Bulma y Piccolo.
“¡Gohan!” Videl.
“¡Goten!” Trunks.
“¡Tío!” Bra.
“¡Abuelito!” Pan, y todos al unísono.
Cuando nos escucharon los tres saltaron, espantados. Vieron por fin a nuestra dirección y se quedaron congelados. Al menos hasta que Kakarotto comenzó a reír nerviosamente.
“Jijijijijijiji Hola a todos.” dijo con esa sonrisa infantil y demasiado animada, mientras se rascaba la parte de tras de la cabeza. Siempre hacía eso cuando estaba nervioso.
“Buenos días.” Saludo Gohan un poco bajo, pero sonriendo, bajando su mano de la frente.
“¡Hola!” Siguió Goten, él movía su mano de un lado al otro, tenso y entusiasta al mismo tiempo. Le había crecido el cabello desde la última vez que lo vi. “Ya volvimos…”
“Debí imaginar que llevarías a tus hijos al planeta Yadrat…” exclamé, Kakarotto me miró y su sonrisa bajó un poco, pero era una verdadera, sin su máscara. Se encogió de hombros, puse los ojos en blanco y crucé los brazos.
“¡Abuelito!” Gritó Pan mientras corría hasta llegar al frente de su dedushka (abuelo), él se arrodilló y la abrazo. “¡Te extrañe mucho abuelito!”
“Lo sé… lamento llegar tarde.” le dijo a su nieta, en un tono triste. Separó un poco a Pan de él, pero no la soltó. “Ya no te sientes mal. ¿Verdad?” Instantáneamente Goten y Gohan se acercaron.
“No abuelito, me siento muy bien… ¿Cómo sabes que me enferme?” Preguntó ella de repente, girando su cabeza hacia un lado. Kakarotto sonrió.
“Estuvimos al pendiente de todos mientras estábamos fuera…” se limitó a responder, mientras volvía a abrazarla, está vez más fuerte. Bulma y yo nos miramos, si Kaiosama les había informado, posiblemente sabían lo que había ocurrido estos meses. La pregunta era si sabían lo del traidor.
Pan se alejó de él e inmediatamente se acercó a Gohan quien ya estaba arrodillado y la abrazó con fuerza. “Mi pequeña, no sabes cuánto te extrañé…” confesó él, tan bajo que apenas logré escucharlo. “Ya no tienes fiebre ni vómitos ¿Verdad? ¿Ya estás mejor? ¿Sin fiebre?”
“¡Si papá estoy bien! Solo fue una fiebre…” se quejó ella, ignorante de la mirada enojada y el ligero aumento de energía que mostró su padre por un segundo. “Los extrañe mucho… ¿Dónde estuviste papá?, ¿Por qué no me llevaste?”
Miré a mi hijo por el rabillo del ojo, él asintió levemente, también estaba escuchando todo. Habían comenzado a susurrar.
“No te preocupes…” dijo Gohan con una sonrisa suave, separándose de Pan y mirándola a los ojos. “Te llevaré conmigo la próxima vez. ¿Qué te parece?”
“¡Siiiiii! ¡Un viaje!” Gritó ella emocionada, mientras volvía a abrazarlo, después fue corriendo hacia Goten quien la recibió igual de animado.
“Gohan…” exclamó Videl casi en un susurro. Gohan ya se había levantado del suelo, pero al escucharla miró a su esposa con miedo y culpa, incluso agacho un poco la cabeza. Kakarotto le puso una mano en el hombro, haciendo que lo mirara, le dió una sonrisa alentadora y lo soltó, alejándose un par de pasos.
Gohan volteo y con un suspiro caminó en dirección a su esposa.
“Videl… Videl lo siento, no quise… no quise decir ninguna de esas cosas…” comenzó él, pero su esposa lo interrumpió cuando corrió hasta su dirección y lo abrazó, Gohan la rodeó con sus brazos y no la soltó. Al verlos Bulma sonrió con ternura, Piccolo y Kakarotto también, satisfechos.
Dirigí mi mirada hacia Goten: Pan se separó de él y corrió en dirección a sus padres, fue cuando Trunks reunió el valor y caminó hacia él, ambos quedaron uno frente al otro, mirándose fijamente por unos minutos.
“¿Vas a golpearme ya?” Goten pregunto, con una ceja levantada y los brazos cruzados. Mi esposa al no escucharlos y verlos con miradas tan serias quiso acercarse, pero negué con la cabeza.
“Eso mismo te iba a preguntar.” Contestó mi hijo, mientras se reía un poco, Goten emulándolo. “Lamento haber dicho que eras una copia de Gohan… sé cuánto odias la comparación.” se disculpó.
“Bueno… yo te dije que eras una vergüenza para mi tía Bulma, creo que estamos a mano. ¿No crees?” exclamó Goten, algo dudoso.
En vez de contestar mi hijo solo extendió su mano derecha y le dió a su hermano una sonrisa, Goten sonrió al verlo, desapareció la tensión en su postura, estrechó la mano de Trunks y lo abrazó. Bulma me miró con una ceja levantada al verlos, era seguro que me preguntará más tarde que habían dicho.
“¿Tío Goku?” Escuché la pequeña voz de mi hija. Ella se había escondido detrás de mi pierna sin darme cuenta, con su juguete agarrado con fuerza en su mano.
Kakarotto la escuchó, la vio y su sonrisa desapareció, la culpa y el autodesprecio se vieron en su rostro, incluso en su ki. Se acercó lentamente hacia nosotros, antes de llegar a la mesa se detuvo y me miró, yo asentí con la cabeza. Él se arrodilló otra vez y extendió un poco sus brazos, como esperando a que Bra saliera corriendo. Por el rabillo del ojo ví como Gohan y Goten voltearon a mirar a su padre, alertas. Estaban preocupados.
Mi princesa me miró primero, yo le sonreí un poco y asentí nuevamente, volteo a ver a Kakarotto y comenzó a caminar lentamente hacia él. Sin soltar nunca su muñeco.
“¿Tío Goku?” Ella volvió a preguntar, como asegurándose de que esté era en verdad su tío, y no la versión que la despreció.
Desde bebé por alguna razón le había tomado mucho cariño a ese cabeza hueca, y sabía que él a ella también, le había dolido mucho cuando la trato mal durante esos meses. Solo podía imaginar lo mal que se sentía Kakarotto en este momento, tenía cierta facilidad con los niños, algo que ya no se veía tan a menudo incluso en Planeta Vegetta.
“Hola pequeña Bra…” Sonrió él, emulando a la perfección la sonrisa paternal que siempre le daba a mi hija. Ella lo vio y de repente corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, Kakarotto atrapándola con facilidad.
“Te extrañe mucho tío Goku...” dijo ella mientras ocultaba su cabeza en el hombro de su tío. “Te quiero...” está vez se notó su tono lloroso.
“Yo también te quiero mi pequeña sobrina…” él exclamó, mientras cerraba los ojos con fuerza. No era la primera vez que la llamaba así. “Lo siento… todo fue mi culpa…” repitió, Bulma al lograr escucharlo se acercó a él y se arrodilló a abrazarlo, al mismo tiempo que Trunks. Miré alrededor y vi las expresiones tristes de Gohan y Goten, tal parecía que no era la primera vez que se culpaba. Clásico de él.
Suspiré derrotado, caminé hasta donde se encontraba, puse mi mano en el hombro de Kakarotto e hice un poco de presión, instantáneamente abrió los ojos y levantó su rostro para mirarme.
“Espero que ese viaje haya valido la pena Kakarotto… no creas que te la dejaré fácil.” dije con una sonrisa engreída, él me la regreso.
“Eso tenlo por seguro, Vegeta…” aceptó el reto. Por el rabillo del ojo ví como la postura de Piccolo dejó de estar tensa, incluso Goten y Gohan suspiraron aliviados.
Estará bien. V kontse kontsov, on Saiyajin. (Es un saiyajin después de todo)
Notes:
-Algunos de los colores de los trajes de Gohan y Goten fueron inspirados en los trajes vistos en el Manga de Dragon Ball Super: Saga de Moro. (Otros fueron agregados según mi gusto personal)
-Se cuenta aquí lo ocurrido con Pilaf, Shu y Mai.
-Fan Art creado y dibujado por mí. (Fondo y personajes) De verlo en otra plataforma o Red social será denunciado.
Chapter 20: Perspectiva de Son Goku
Summary:
Una familia al fin se volvió a reunir, malentendidos del pasado se aclaran y vínculos comienzan a sanar, pero... ¿Qué pasa con el resto?
¿Qué pasa con la mayor culpable de este acto? ¿Admitirá la derrota? O regresara para romper por última vez al esposo que decía amar y a los hijos que dijo que jamás dañaría...
Notes:
Advertencia: Mención de aborto.
Chapter Text
***
*23 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
Solo bastaron un par de horas y Corporación Cápsula estaba rodeada de puestos de comida como en su fiesta de cumpleaños; se colocaron mesas, sillas, incluso trajeron música de algún lado. Aún me sorprendía la rapidez con la que Bulma lograba hacer una fiesta. Hizo lo mismo en nuestro regreso del Torneo del Poder, aunque estoy muy seguro de que eso ya lo tenía planeado.
Cuando todo fue puesto no tardé en sentir el ki de Ten Shin Han y Chaoz dirigiéndose hacia aquí; Mr. Satán y Buu no tardaron en aparecer también con su perro Bee; Dende también bajo del mirador: cuando lo saludé sentí un poco de su magia al tocarme, lo miré con curiosidad y él solo me sonrió, relajado. Hizo lo mismo con mis hijos, tal parecía que quería ver si estábamos bien.
Gohan estaba bastante nervioso al ver a su suegro: nos había contado a su hermano ya mí lo frio e indiferente que había sido con él bajo los deseos y temía su reacción al verlo, pero tal y como pasó con Videl, Mr. Satán no parecía tenerle rencor alguno, de hecho, al verlo corrió a abrazarlo y a preguntarle cómo estaba. Al poco tiempo ya estaban hablando como antes, siempre habían tenido una buena relación.
Goten había estado hablando sobre su entrenamiento con Kaiosama y en el Planeta Yadrat con Trunks desde que llegamos, ese par no se había separado. Mai se unió a ellos junto a Pilaf y Shu después de un rato, cuando salieron a ayudar a poner la improvisada mini fiesta. Todos estaban disfrutando: mi hijo casi los aplasta cuando los abraza, los había extrañado mucho, si no fuera por su autocontrol hubiera comenzado a ronronear desde hace tiempo. Me alivió ver que su relación es tan sólida como siempre, sus discusiones bajo los efectos de los deseos eran tan malas como las mías con Vegeta.
Yo en cambio no había podido escapar de Pan y Bra; mi sobrina se había negado a soltarme desde que me abrazó y mi nieta al vernos solo se unió. Necesite de la ayuda de mi hijo y Vegeta para poder separarme de ellas para comer.
No sabía cuánto extrañe la comida de la Tierra hasta que todo fue colocado en las mesas, prácticamente mis hijos y yo acabamos toda la comida de la primera y segunda ronda. Iba por mi segundo plato de la tercera ronda cuando Ten Shin Han se acercó, con Piccolo. Levanté un poco mis cejas, sabía que ellos no habían sido afectados y por esa razón estuvieron juntos durante estos meses, pero aún me sorprendía: años siendo compañeros de batallas y apenas los veía volverse amigos. Cuando se lo comenté a Vegeta un poco después de llegar él simplemente se río, algo sabía el limón agrio y se negó a contármelo.
“Hola Goku.” Ten me saludó cuando estuvo cerca, Piccolo se paró a su lado.
“Hola Ten. Lamento la clase del dogo.” No pude evitar hacer una mueca, recordando el día en que llegó a mi casa. "Te lo compensare..."
“No te preocupes, lo importante es que todos ya están mejor.” Dijo con una sonrisa de lado, se la devolví mientras seguía comiendo. “Además, es bastante liberador ver qué comes tanto como antes…”
“No habíamos desayunado antes de teletransportarnos, Goten y Gohan estaban muy emocionados de volver.” Mi hijo menor ahora estaba jugando con Chaoz, Pan y Bra a perseguirse; el mayor estaba hablando muy animadamente con Videl y Bulma, con su brazo alrededor de la cintura de mi nuera. Se había negado a soltarla. “Y extrañaba la comida…”
“Había creído que estarías en el planeta de Kaiosama.” Mencionó Piccolo, se cruzó de brazos.
Me di un poco la vuelta y agarré otro plato al lado de mí. “Si estuvimos con él… las primeras semanas.” Aclare, llevándome un par de takoyakis a la boca. “De hecho tenemos que regresar en unos días, quiere hacer una revisión.” Gracias al entrenamiento en su Planeta y en Yadrat nuestros cuerpos lograron expulsar el resto de esa droga más rápido. Ayudó mucho que mis vómitos se detuvieran después de que Goten regreso.
“Tal parece que aprendieron la teletransportación.” Piccolo comentó con una leve sonrisa de orgullo y levantando su ceja, lo copie.
“Yo tardé casi un año, ellos dos lo hicieron en dos meses y medio. Aún no pueden usarlo en combate, y a Gohan le cuesta un poco usarlo en general, pero solo les falta práctica.” Mi sonrisa se hizo más grande cuando recordé como sus niveles de poder se desbloquearon más después de la larga meditación. Hasta lograron sentir el ki de Kaiosama desde el Planeta Yadrat. Fue gracioso cuando Gohan aterrizó justo encima de él.
“Para ser honesto Goku, creí que tardarían más en volver.” Dijo por fin Ten, deje de comer un momento y lo mire a los ojos.
“Ese era el plan...” Fui honesto. Ambos fruncieron el ceño al mismo tiempo, me reí. “Kaiosama me dijo la mentira de Bulma del año sabático y planeaba quedarme en Yadrat con mis hijos hasta entonces.”
“¿Qué fue lo que cambió?” preguntó directamente Piccolo.
“Mi hija.” respondí, ambos se relajaron, pero noté que Piccolo se tensó un poco, tal vez porque sabía los detalles. “No tarda en nacer, queríamos arreglar todo para su llegada.”
“Así que por eso regresaste, insecto.” Escuché la voz casi acusadora de Vegeta detrás de mí, antes de ver qué se colocaba a mi lado. “Bulma ya tenía planeado tomarla ella misma si no volvías.” Me reí un poco.
“Lo se… pero, esto tengo que arreglarlo yo mismo.” Él me miró a los ojos por un momento, asintió y dirigió su mirada hacia otro lado, pero no se movió. Sonreí. Siempre preocupándose a su manera.
“¿Has estado al pendiente de todo en la Tierra Goku?” Ten pregunto, después de ver qué Vegeta no se iría.
“De la mayoría, Kaiosama es quien mayormente me decía si había algún cambio.”
“¿Te dijo algo sobre Yamcha?”
Tenía el presentimiento de que me preguntarían. Cerré los ojos por un momento y dejé el takoyaki que tenía en mi mano en el plato, se me fue el hambre.
“Si…” Noté como los hombros de Vegeta se tensaron un poco, tan poco que solo yo lo ví. “Me dijo que sufrió un accidente en su auto. Él no pudo verlo porque estaba cuidándonos a mí y a los chicos.”
Ten Shin Han suspiro, fruncía el ceño como si estuviera enojado, pero también su rostro se veía algo triste: habían sido demasiados años en los que peleamos los tres contra las amenazas a la tierra, y antes de eso yo lo conocí al mismo tiempo que Bulma, fue como un hermano mayor… eso no se borraba tan fácil. Evite llevarme una mano al pecho cuando apareció la familiar sensación de frio. “Ya no siento su ki desde ese día.” Reveló.
“Yo tampoco…” Desde el instante en que me teletransporte a la tierra revise el ki de Krillin, Puar y Oolong para ver que no estuvieran cerca; busque el de Yamcha queriendo confirmar lo que me dijo Kaiosama. No lo encontré.
Ni siquiera hice el intento de buscar el de Chichi, la simple idea me daba escalofríos. No necesitaba estar más alerta que ahora.
“¡Ten Shin Han!” La voz de Chaoz cortó el silencio. Estaba no muy lejos en el suelo, siendo atacado por Bra y Pan: lo estaban abrasando y lo atacaban haciéndole cosquillas. “¡Ayúdame!” Solté una pequeña carcajada.
“Ya voy Chaoz… Es bueno tenerte de nuevo Goku.” Se despidió de mí, asintió con la cabeza hacia Piccolo y caminó en dirección a su amigo para rescatarlo de unas pequeñas risueñas.
“Piccolo dejarme a solas con Kakarotto. Tiene preguntas que responder.” Vegeta fue directo al grano. Piccolo levanto una ceja, nada impresionado, pero se dio media vuelta y se fue con Gohan.
“Bien Vegeta, ¿De qué quieres hablar?” Pregunté, pero ni siquiera volteó a mirarme, en cambio, comenzó a caminar en dirección al kiosco. Entendiendo su indirecta dejé el plato que tenía aun agarrando en la mesa y lo seguí.
Cuando entramos Vegeta apoyó sus brazos en el barandal, me acerqué a su lado e hice lo mismo. Por nuestra posición podíamos ver a todos en la pequeña reunión, pero estábamos lo suficientemente lejos para que alguno de nuestros hijos nos escuchará. Mi vista estaba clavada en Goten y Trunks, ellos habían comenzado a tomar comida de una de las mesas.
“Eres un mentiroso.” Soltó Vegeta de repente, me reí.
“Yo no mentí… Kaiosama en verdad no vio el accidente.” observé como Gohan y Videl se reían por algo que dijo Bulma. “Solo no mencione que si había visto lo que ocurrió después.”
“¿Lo sabes?”
“Si.”
Ambos nos quedamos en silencio.
Había estado inconsciente esa noche. Kaiosama se había mostrado nervioso al contarme lo que ocurrió cuando pregunté sobre Yamcha y el resto: fue vago al principio, pero cuando mis hijos despertaron y exigieron respuestas nos contó todo. Goten no se había sorprendido tanto como Gohan y yo, fue él quien más tarde nos explicó a detalle el porqué de las acciones de mi sobrino y Vegeta.
Antes de irnos al Planeta Yadrat nos contó todo lo que sabía de la Cultura Saiyajin.
Muchas de las preguntas que me hice a lo largo de los años mi hijo me las había respondido, Gohan también había conseguido respuestas. Aunque había algunas cosas que mi hijo menor no pudo contestar, pero lo que contó nos ayudó a entender y mucho. Los pocos recuerdos que tenía del Planeta Vegetta incluso confirmaban algunas cosas.
“No permitiré que lo revivas con las esferas…” Vegeta soltó mordaz, abrí los ojos, sorprendido. Así que de eso se trataba, creía que lo traería de vuelta.
“No estoy interesado en sacar a alguien más del infierno…" Cuando sentí su mirada giré mi rostro y lo vi; estaba sorprendido. “Fui con Enmadaiosama hace unos días… él me dijo que envió a Yamcha al infierno por lo que pasó, que no se arrepentía, se negaba a ver sus errores y por poner indirectamente en peligro la tierra.” Suspiré. “No se lo dije a Ten Shin Han porque no le ví sentido… sé que él tampoco lo traerá de vuelta.” le mostré una pequeña sonrisa. “Me contó que te contuviste.”
“Cabeza hueca.” Respondió ácido como siempre, pero sus hombros dejaron de estar tensos. Su ceño bajo, aunque se aún poquito.
“Y gracias… por haber cuidado de Videl y mi nieta.” Le dije, apoyando mi cabeza en mis brazos.
“No tienes que agradecer.” Levanté de nuevo la vista. “No iba permitir que esa arpía les hiciera más daño.” Sabía que lo decía de verdad, volví a sonreír.
“¿Ya vas a admitir que ves a todos como familia?” pregunté, volvió a fruncir el ceño y me dió un fuerte zapé. “Ay… ¡Vegeta!” Me lleve una mano a la cabeza, sin dejar de sonreír.
“Para que dejes de decir tonterías.” Se justificó al mismo tiempo que se levantó y se dio media vuelta, apoyando ahora su espalda en el barandal y cruzándose de brazos. Se había puesto a la defensiva.
“El vínculo familiar dice que tengo razón…” comenté casi vago, mientras me levantaba y me apoyaba en el barandal. De inmediato Vegeta volteo a mirarme y está vez tenía una expresión atónita en su cara, evite reírme. Era algo graciosa, pero sabía que se enojaría si lo mencionaba.
“¿Cómo sabes de los vínculos?” Pregunto, casi frío. En vez de responder volteé para ver a Goten y Trunks, se habían sentado en unas sillas y estaban platicando, con ellos estaban Mai y sus dos amigos. Me reí al ver que mi sobrino se sonrojaba cuando su novia le dió un beso en la mejilla; Vegeta también los miraba y no tardé en escuchar que se reía entre dientes. “Sospechaba que Trunks le decía algunas cosas, no creí que le diera lecciones clandestinas...”
“Goten mencionó algo de que solo el más sabio era el que podía dar las lecciones, pero le insistió tanto a Trunks que terminó contándole algunas cosas.” Excuse a los chicos. No quería que mi sobrino fuera regañado por Vegeta más tarde.
“Así se hacía en el Planeta Vegetta… el Rey y la Reina me enseñaron.” Suspiró, tal vez melancólico. Es la primera vez que menciona a su madre. “Cuando el planeta explotó fue Nappa quien se encargó de educarnos a Raditz y a mí.” Al escuchar el nombre de mi hermano no pude evitar mirar hacia otro lado.
×
Escuché golpes, tarde un poco, pero abrí los ojos.
“Estás despierto...” Escuché nítidamente la voz de alguien, sabía que era de mi familia. Lo mire, tenía lo que parecía una armadura igual a papá, pero su cabello es muy largo. “¡Hola Kakarotto, soy Raditz, tu fuerte hermano mayor!” exclamó él con una sonrisa, pude ver qué su cola se movía de un lado al otro, la mía hizo lo mismo. “Acaban de venir a la casa, le informaron a mamá que fui asignado al equipo élite ¡Con el Príncipe Vegeta! Dijeron que mi nivel de pelea era lo suficientemente alto para ascender a un guerrero de clase media o alta. ¿¡Puedes creerlo!?” Mi hermano movía sus piernas emocionado, ambas manos estaban sobre el cristal. De repente su sonrisa desapareció. “Mamá está viendo la forma en la que no te envíen a otro planeta, por tus capacidades es posible que te clasifiquen como clase baja. Pero ella no lo va a permitir.” Sonrió un poco. “Hermanito. ¡Cuando seas grande yo te entrenaré! Serás igual de fuerte que papá y yo, te lo prometo.” Dijo, me miraba entre curioso y feliz. “El Rey Vegeta dice que su hijo será quien acabará con Frezzer. Vamos a poder ser libres hermanito, vas a ser libre… Ty budesh' zhit’.” volví a cerrar los ojos, tenía sueño. “Adiós pequeño dormilón…”
×
“Kakarotto…” Vegeta me hablo sacándome de mis recuerdos, lo miré e intenté darle una sonrisa relajada. Cuando frunció el ceño supe que no había funcionado.
Suspiré lentamente.
Los recuerdos que tenía de mi hermano cuando era niño y cuando lo ví de adulto me hacían sentir en conflicto, incluso el vínculo que tenía con él (al menos lo que quedaba) se sentía extraño, como si no pudiera definirlo. Eran la misma persona, lo que ahora sé es el vínculo familiar lo confirmó ese día en Kame House. Cuando tuve ese día la repentina idea de tomar a Gohan e ir con él, no supe porque lo tuve, pero Goten me lo aclaró; había sido Raditz: alguien lo suficientemente en sintonía con los vínculos podía mandar pensamientos o compartir sentimientos.
Él quería hablar a solas conmigo, pero lo ignoré; aunque él se llevó a mi hijo y amenazo su vida sabiendo muy bien que me enojaría. Ambos cometimos errores ese día y lo pagamos con nuestras vidas.
“Vegeta, ¿Sabes qué significa… ti budes' zhit?” Intenté decir las mismas palabras que recordaba. Vegeta levantó una ceja.
“¿Ty budesh' zhit’?” dijo a la perfección. No pude evitar volver a sonreír y asentí. “Es Sayan, nuestra lengua materna. Significa ‘Vas a vivir’... ¿Puedo saber dónde lo escuchaste?”
“Raditz me lo dijo una vez… cuando era pequeño.” Vegeta no preguntó más, pero de repente comenzó a reírse. Ahora yo levanté una ceja, curioso.
“Tú hermano les dijo a todos que creía que habías muerto junto a sus padres. Eso fue cuando nos enteramos que nuestro Planeta explotó… fue la única vez que te mencionó.” Era raro que Vegeta diera tanta información libremente, a menos que le preguntara: al parecer hablar de los saiyajin lo hacía algo hablador.
“No iba a permitir que terminará en el Ejército de Frezzer.” dije, era de lo único que estaba seguro. Vegeta al escucharme quiso preguntar, aunque eso cambió en el instante en que sentimos tres presencias acercándose a Corporación Cápsula.
Mi sonrisa desapareció. La expresión de Vegeta se volvió fría.
“¡Papá!” Gohan grito, me giré y vi que caminaba hacia nuestra dirección, junto con Goten y Trunks. Salimos ambos del kiosco.
Bulma, cuando vio como mi sobrino corrió hacia nosotros se acercó. “¿Qué pasa?” preguntó.
“Son esos insectos… vienen hacia acá.” Dijo Vegeta. Su ki se movía de forma errática, pero lo controlaba, Trunks estaba igual; muy diferente a mí y mis hijos, los tres estábamos ansiosos. Cuando mi amiga supo de quienes hablaba se puso pálida, Vegeta la vio y se acercó, colocando su mano en su hombro. “Tranquila, Trunks y yo nos vamos a encargar…”
“No…” dictó ella al instante. Suspiró, calmándose. Volteó a mirarme y se acercó. “¿Quieres verlos Goku?” Pregunto, poniendo una mano tranquilizadora en mi brazo.
No me había dado cuenta que había cerrado mis puños con fuerza hasta que las mire. Suspiré de nuevo, intentando deshacerme del nudo que se había formado de la nada en mi estómago, levanté un poco mis manos y las abrí; aún se veían las marcas de mis uñas en las palmas de ese feo día. Levanté la vista y vi los rostros alertas de mis hijos: había notado que estaban preocupados por mi desde que regresamos. ¿Cuándo fue que los papeles cambiaron? Incluso mi sobrino me miraba preocupado.
Miré a mi amiga y a la que considero mi hermana mayor a los ojos. Sabía que esto le había dolido tanto como a mí. Tenía muchos sentimientos con esta llegada tan temprana; enojado, indignado, pero también triste. Luche a su lado, hombro con hombro; confié en ellos durante años, junto con mi seguridad, mi vida y la de mis hijos, al igual que Bulma les confío el de mis sobrinos y la suya, hasta a Vegeta.
No quería verlos aún después de estos meses, mucho menos a Krillin... no estaba listo, tal vez jamás lo estaría, pero quería respuestas. Ya sabía lo que Yamcha verdaderamente pensaba de mí y por qué hizo esto, ahora solo faltaban ellos. Cuando vi a Bulma supe que ella también quería respuestas. Tomé su mano entre las mías, ella me dió una pequeña sonrisa, intuyendo lo que respondería. Me conocía muy bien.
“Que vengan.” Miré a mis hijos no estaban felices, pero no sé negaron. “Lleven a los demás a Corporación, no quiero que los vean.” Ambos asintieron al mismo tiempo, serios. Gohan fue con su familia y Goten lo acompañó para ayudarlo.
“Ya escuchaste a tu djadja.” Vegeta exclamó (le preguntaría más tarde que significaba esa palabra), Trunks también asintió y corrió hacia Mai, con su ayuda y la de sus amigos despidieron a los cocineros de los puestos y llevó a Bra adentro, Mr. Satán logró meter a Buu y Bee. El resto nos quedamos.
“¿Cómo supieron que regresaste? Nadie ha hablado con ellos en meses…” preguntó Ten Shin Han al acercarse, Chaoz a su lado, flotando. Detrás de ellos venían Piccolo y Dende.
“El ki… debieron sentir cuando llegó a la tierra con Gohan y Goten.” Vegeta respondió. Mis hijos cuando pusieron a todos a salvó se acercaron con Trunks.
“¿Seguro que estás listo para enfrentarlos Goku?” Me preguntó Piccolo. Cerré los ojos por un segundo y pasé una mano por mi cara.
“No.” dije la verdad. En estos momentos mi instinto me decía que tomara a mi familia y la ocultara. La confianza que tenía con ellos se esfumó desde ese día, mi pecho estaba comenzando a molestarme de nuevo. “Pero quiero que esto termine, o seguirán viniendo.”
“Bien, solo recuerda que no estás solo.” Declaró Ten, no pude evitar sonreírle un poco.
“Gracias...”
“Ya llegaron…” exclamó Goten con un tono gélido. Puse una mano en su hombro, intentando calmarlo, él me miro y sonrió, pero se borró cuando escuchamos a varias personas aterrizar detrás de mí. Me di la vuelta.
Una sensación fría y pesada se extendió por mi pecho. Fruncí el seño.
Krillin vestía el traje que usaba para patrullar, se había quitado el casco; Oolong estaba a su lado con su traje verde; Puar estaba al otro lado, ví que tenía los ojos llorosos; No. 18 también estaba con ellos, pero había aterrizado más atrás, lejos del resto. Kaiosama me había explicado que ella y su hermano no habían sido afectados al ser su memoria parte de las mejoras que les dió el Dr. Gero, hasta ayudaron a Piccolo y Vegeta.
“¡Goku! Qué bueno que estés de regreso…” Krillin fue el primero en hablar, mostraba una sonrisa, pero estaba tenso y alerta, podía ver qué temblaba un poco, nervioso tal vez. Él comenzó a caminar hacia mi dirección, instintivamente di un paso atrás.
“No te atrevas a acercarte…” soltó Gohan al instante, estaba enojado y eso era poco. Por el tono de Gohan o por miedo el... traidor se detuvo y nos miró a todos. De mis hijos era él quien estuvo más cerca de Krillin desde que era niño, lo considero un amigo propio y casi un tío. Yo y Kaiosama éramos los únicos que sabíamos cuánto había llorado mi hijo en mi hombro por su culpa.
“Ho-ola Goku... qué bueno que estés bien.” Dijo Oolong. Note que intentó sonreír, pero en cambio tenía una mueca nerviosa en la cara. “Incluso te hiciste más fuerte…”
“¿Lo dices en serio? Por qué recuerdo muy bien lo feliz que te hacía que fuera más débil que tú…” exclamé con amargura. Oolong se encogió por mi tono y al menos pareció avergonzado, miré a Krillin y entrecerré los ojos. “Sobre todo tú…”
“Goku… jamás creí que esto llegaría a tanto. Creí… creímos que esto haría felices a todos…” Fruncí más el ceño, sentí como mi hermana se enojó al escucharlo.
“¿Felices?, ¿Felices a quién?, ¿A tí?” preguntó Bulma indignada. Camino hacia él, Vegeta y Trunks uno a cada lado de ella, protegiéndola. “Yo jamás pedí que me obligarán a odiar a mi esposo y a mis propios hijos. ¿¡En dónde está la felicidad en eso!? ¿¡DIME!?”
“¡Pudiste ser feliz con Yamcha!” Hablo por fin Puar, voló más alto para estar a la altura. “¡El jamás dejo de amarte y tú simplemente lo cambiaste!”
“¡Lo único que amaba ese imbécil era a si mismo! Tú sabías que me engaño más de una docena de veces, al mismo tiempo que me decía que se quería casar conmigo después de que resucito. ¡ERAS QUIEN LO CUBRÍA!” Gritó Bulma de vuelta, vi a Vegeta apretar los puños con fuerza, mi sobrino temblaba de rabia, pero no hicieron nada. Puar agachó la cabeza. “Soporte años a su lado y le perdone todos sus engaños, pero él jamás cambio y estaba harta… Yo no cambié a Yamcha. ¡Conseguí algo mejor!”
“Como si Vegeta fuera mejor…” Oolong soltó con sarcasmo. Al escucharlo Bulma le dió un golpe a puño cerrado justo en la cara que lo mando al suelo de espaldas, hasta escupió sangre.
“¿Qué esperaría de un pervertido?” pregunto sarcástica, sus manos temblaban por la ira. “Y para tu información, sí. Vegeta es mil veces mejor que ese patán de cuarta… Es un saiyajin, pero ellos sí conocen el significado de la palabra lealtad.” Declaró firme. Giro su rostro para ver a Krillin. "Y tú..." Su tono esta vez era triste, casi un susurro. "No me sorprende que todos estos cobardes hayan hecho esto... pero jamás lo espere de tí. Jamás creí que serias capas de dañar a mi familia así, mucho menos a Goku... él te amaba como a un hermano." Levantó su mano en dirección a Krillin quien cerró los ojos al instante, pero ella se detuvo, Krillin abrió los ojos y la miro. Ella bajó su mano lentamente y dió un paso atrás, escuche como se rio con tristeza. "Ni siquiera vale la pena golpearte... perdiste algo mucho más valioso." Miro por última vez a los tres y se dio la vuelta, regresando a su lugar. Trunks y su esposo caminaron detrás de ella, vi como se limpiaba unas cuantas lágrimas, mi sobrino la abrazo para consolarla.
“¿¡No dirás nada Goku!?” Gritó Puar, lágrimas de indignación cayeron por sus mejillas. “¡Es tu amigo! ¡También Yamcha!”
“El mismo que se acostó con la que era mi esposa.” respondí frío. Puar abrió los ojos con miedo, alejándose de todos; Krillin miró hacia otro lado y Oolong empezó a jugar con sus manos, nervioso. Leí la sorpresa en la energía de Chaoz y Ten Shin Han, hasta escuché el jadeo triste de Bulma.
“Tu-ú… ¿Sabías?, ¿Desde cuándo?” pregunto el gato.
“Antes de que me fuera a entrenar al planeta del señor Bills. Después de Broly.” Sentí la sorpresa en el ki de Vegeta y Piccolo, me reí entre dientes. Había sospechado desde hace tiempo que ellos también sabían.
Ella me había pedido tener relaciones una vez después de mi viaje a Vampa, me negué y jamás discutió el tema de nuevo. Me di cuenta de sus mentiras para salir a la ciudad solo unas semanas después, algo en mi interior hizo que la siguiera y lo hice… No había planeado ir con el Señor Whis en esa ocasión, pero al enterarme necesitaba desesperadamente salir de la Tierra: Goten y Trunks se unieron al entrenamiento al estar de vacaciones. Fueron los mejores dos meses de entrenamiento, lograron hacerme olvidarme de todo por un tiempo.
“¿Por qué no dijiste nada?” Preguntó Krillin, aún sin mirarme.
“Seguía siendo la madre de Goten, creí que sería mejor quedarme con ella hasta que mi hijo fuera mayor, al fin de cuentas ella conseguía lo que quería…” sentí las manos de mis hijos en los hombros.
Costó mucho seguir con la fachada infantil: mis instintos me gritaban a diario que me llevara a mi hijo y me fuera; llegue a un punto en el que ni siquiera podía tocarla o verla sin recordar el engaño, una de las razones por las que dormía en el Planeta de Kaiosama que en mi casa cuando me echaba de la habitación.
Luché contra la idea de irme todo lo que pude, creyendo que hacía lo mejor para Goten al quedarnos. Fue un error.
“Lo siento Goku… no-o… no sabía que te haría tanto daño.” Se disculpó. “Ella… ella había dicho…”
“¡Al menos mírame a la cara!” Grité, ya hartó. Me acerqué quedando a un par de pasos lejos de él. Krillin visiblemente tembló por mi grito, pero tuvo la fuerza de levantar la mirada y verme a los ojos, vio algo en mi rostro porque incluso se alejó un par de pasos, incluyendo a Puar y Oolong. “¿Cuándo te enteraste?”
El... traidor bajo un poco la mirada y puso una mano en su brazo, apretándolo. "Los vi salir de un hotel mientras hacia una de mis patrullas... los confronté y ellos me pidieron no decirle nada a nadie, a cambio dejarían de verse... los vi por semanas para asegurarme."
"Y en cambio ella vino a mí al perder a su amante y cuando me negué. Inicio todo este maldito plan para usar las esferas..." Ahora entiendo. Ella no quería otro hijo por nostalgia, quería uno para atarme si es que descubría la verdad. Verdaderamente es una arpía. Krillin se encogió en su lugar. "Solo hay algo que no logro entender... ¿Por qué te uniste a ellos? ¿¡Cómo pudiste estar de acuerdo en esto!?"
“¡¡Creí que era lo mejor!!” Levanto la mirada, las lágrimas estaban en sus ojos, pero no las derramó. “Sabía que amabas los combates, pero por ellos tuvimos tantos problemas… creí, que si olvidabas esa parte de tu vida tú serías feliz: así tendrías recuerdos con Gohan cuando era adolescente o de Goten cuando nació… Me habías dicho lo culpable que te sentías por no estar ahí para ellos...” El ki de mis hijos aumentó al escucharlo, yo sólo apreté los puños con fuerza. Se lo había confesado para desahogarme, todo lo que le dije y terminó usándolo en mi contra. “Chichi me habló de su plan… sabíamos que si Vegeta se quedaba tu podrías recaer así que incluimos a Bulma: Yamcha jamás la superó, me había prometido que no la volvería a engañar si esto se lograba y Trunks y Bra se irían con Vegeta.” Las lágrimas por fin las derramó, pero eso sólo aumentó mi furia y la de todos los saiyajin. “Todo-o estaba bien al inicio… pero ví como te deteriorabas; extrañe nuestros combates en Kame House; la tensión que tenían Videl y Gohan aumentaba cada vez más; no hablabas con nadie en tu trabajo, todos se alejaban de tí…y…” se detuvo, de repente muy asustado para continuar. Volví a entrecerrar los ojos.
“¿Tú... sabías lo de Goten?” pregunté lentamente, notando que fue al único que no menciono.
“Yo-o… hablé con Chichi, intenté decirle que no era bueno…”
“¿¡SABÍAS SÍ O NO!?” exigí acercándome más, él se alejó temblando. Controlé lo suficiente mi ki para no transformarme, pero sentí que mis ojos cambiaban de color.
“¡SI, LO SABÍA! Lo sabía… desde que lo escuché... ha-ablar cuando fui una vez a tu casa…” admitió, comenzando a sollozar. Cerré los ojos con fuerza intentando mantener mi furia bajo control.
“Tú… ¿Me-e escuchaste…?” Mi hijo susurro, pero lo escuché. Inmediatamente volteé a verlo; sus ojos se nublaron por un segundo, había comenzado a respirar muy rápido. Gohan estaba a su lado, tenía un brazo en sus hombros e intentaba calmarlo. Trunks y Bulma quisieron acercarse, pero Vegeta los sujetó. “Me escuchaste… ¿Y no lo evitaste?” pregunto acusándolo. De repente su shock se convirtió en rabia y su cabello cambio de color y sus ojos se volvieron aguamarina: pasando al SSJ mientras intentaba caminar a nuestra dirección, pero Gohan lo tomó de los brazos. “¿¡POR QUÉ NO LO EVITASTE!? ¡ME ESCUCHASTE Y NO HICISTE NADA!”
“¡LO INTENTÉ! ¡Intenté decirle a Chichi, pero ella se negó! Fue cuando le confesé todo a 18.” dijo entre sollozos, mirando a mi hijo con culpa, no lo soporto más y bajó su mirada. Gohan calmo lo suficiente a su hermano como para que se des transformará.
“Me lo contó todo…” Repitió No. 18, levanté la mirada y me encontré con su expresión sería, pero triste. “No podía hacer nada sin las esferas así que fui al templo y supimos que Piccolo y Ten Shin Han también sabían… Eso fue unas semanas antes de que Whis viniera de sorpresa. A partir de ahí, Vegeta hizo el resto…” ella se acercó unos pasos. “Lo lamento Goku, si lo hubiera sabido antes…”
“Lo sé… gracias.” Se sorprendió por mi respuesta, pero me dió una leve sonrisa.
Cuando la ví mis instintos no la vieron como amenaza. Sabía que era sincera, ama a Marron: no es cercana a mis hijos, pero les agrada. Ella no hubiera permitido que su hija y los míos fueran títeres: No. 18 y su hermano lo fueron una vez por el Dr. Gero, no serían parte de algo parecido.
“Goku…” susurro Krillin, lo miré; su rostro estaba lleno de culpa, aún lloraba, pero en su ki sentí un leve signo de esperanza.
Volví a fruncir el ceño. No iba a volver a cometer los mismos errores. “No tenemos problemas con 18 y Marron, son bienvenidas a Corporación…” comencé, di unos pasos hacia atrás y miré a los tres frente a mí. “Pero lo mejor será que ustedes no se acerquen de nuevo a nosotros... es lo menos que pueden hacer.”
“¡No puedes decirlo en serio Goku!” casi grito Oolong. “¡Somos tus amigos!”
“¡ES MENTIRA!” Comencé a acercarme lentamente, ellos se alejaron de mí, asustados. Me tienen miedo. "¡Un amigo evita que otro se convierta en un títere! ¡Un amigo no permite que otro sea drogado!" Mis ojos volvieron a cambiar de color y mi cabello comenzó a erizarse lentamente. "¡Un amigo no deja que otro desprecie a dos niños inocentes sin razón! ¡¡Un amigo no apuñala por la espalda!! ¡¡¡UN AMIGO NO TRAICIONA!!!" Termine, mirando fijamente a Krillin quien temblaba y lloraba al mismo tiempo, habiéndome convertido yo en Super Saiyajin.
Suspiré, cerrando los ojos y alejándome. Desaparecí mi transformación.
“Cambiaste…” susurro Puar, ví como por un momento dirigió su mirada a Vegeta y después a mí. “¿Qué te pasó?” Solté un bufido, estaba culpando a Vegeta sin razón.
“Yo no cambié… solo estoy harto de fingir ser el tonto delante de ustedes.” Los tres me miraron sorprendidos, pero note que Krillin no lo estaba del todo. “Tenía miedo de que me dejarán… así que seguí fingiendo ser él mismo, como antes de la batalla con Cell.” Sentí que mis ojos se humedecieron, pero me negué a volver a llorar, no por ellos. “Eran mi familia… quise evitar que tuvieran miedo de mí, pero fue un error… ustedes solo son una bola de traidores…” Al fin dije en voz alta lo que mis instintos me habían estado susurrando. Sentí como un nudo se liberaba de mi pecho al decirlo.
“Goku… por favor…” Krillin lo intentó de nuevo.
Nuestro entrenamiento con el Maestro Roshi; los torneos de artes marciales; los momentos que estuvo con mis hijos; las batallas que peleó a mí lado, protegiendo mi espalda y yo la suya; todas las veces que murió protegiendo la Tierra o a mi y más recuerdos pasaron por mi mente. Todo me hacía sentir una sensación de frío y soledad en mi pecho. Un vínculo que se había comenzado a destruir lentamente y solo quedó un hueco vacío.
“Váyanse… o Bulma y yo le daremos permiso a Vegeta para que cumpla su amenaza... Krillin.” Dije, frio. Él cambió su rostro a uno de derrota y más lagrimas cayeron por su cara.
“Una traición se paga con sangre” Ahora más que nunca entendía el significado. Pero a pesar de todo yo no podría hacerles daño. Sabía que mis hijos no tenían el mismo impedimento o pensaban lo mismo que yo, sobre todo Goten.
“Ay que irnos.” Susurró el traidor a Oolong y Puar; ambos aún muy asustados de mí. Me miraban igual que a un desconocido. No pude evitar soltar una risa amarga, eso era lo que quise evitar durante años. Finalmente se dieron la vuelta, dispuestos a irse.
Escuché de golpe el motor de un vehículo que se acercaba a Corporación, levanté la vista para verlo y lo reconocí. Mis ojos se abrieron como platos: es el auto que usé en la fiesta de revelación que hizo Bulma. ¡Es Chichi!
“Papá… es ella.” escuché el susurro de Gohan, sin pensarlo me di la vuelta y corrí hacia mis hijos.
“¡Malditos insectos…!” Vegeta grito. Por el rabillo del ojo vi que caminaba hacia Krillin, lo tomó de la ropa y lo levantó. “¿¡Quién le dijo a la arpía!?”
“¡No lo hice! ¡No he sabido de ella en meses!” Gritó él, su ki estaba tranquilo, decía la verdad. Vegeta lo soltó.
“¿Cuál de ustedes dos sabandijas le avisó?” Piccolo grito esta vez. Yo había abrazado a mis hijos por instinto y ellos a mí, sentía que Goten temblaba; se suponía que no la veríamos ahora, se suponía que no se acercaría a ellos de nuevo.
“¡Trunks!” Lo llamé, se separó de su madre y se acercó. “Vete con Goten a Corporación…”
“¡No papá, no te voy a dejar!” Gritó mi hijo al escucharme y me abrazó con más fuerza. Cerré los ojos y le acaricié el cabello, intentando que me soltará.
“¡Cuando Krillin avisó, dijo a todos! Creí que hablaba también de ella. No sabía que vendría…” escuché revelar a Oolong, pero en este momento no me importo.
“Hermanito por favor vete con Trunks. Me quedaré con papá, pero no queremos que se acerque a ti.” Gohan lo consoló, mi hijo me abrazó una última vez y se fue con Trunks a Corporación.
“Chaoz, acompáñalos.” Ten Shin Han le pidió, él asintió en silencio y siguió a los chicos.
Escuché el sonido del motor más cerca, yo y mi hijo levantamos la mirada, viendo cómo el auto estaba a poco de llegar. “Papá algo anda mal…” susurró Gohan. Así que no era yo el único con el mismo presentimiento desagradable. Pase una mano por su cabello para calmarlo.
“¡Goku!” Llamo Bulma, me volteé y vi que se había acercado a mí, me miraba con preocupación.
“Estoy bien Bulma, solo quédense aquí…” dije, con toda la fuerza que pude reunir. En ese momento el vehículo se estacionó descuidadamente a unos metros frente a nosotros. Viendo como Piccolo se colocaba detrás de mi hijo le sonreí agradecido y caminé, alejándome. Vegeta también se acercó y se detuvo a mi lado, ambos quedando aún lejos del auto.
“Kakarotto respira… estás comenzando a hiperventilar.” menciono.
Me llevé las manos a la cabeza y cerré los ojos intentando controlar mi respiración. Ni siquiera lo había notado, estaba demasiado ocupado luchando contra mis instintos o controlar los temblores en mis brazos. El nudo en mi estomago se hizo más grande. No tuve mucho tiempo, tan rápido el motor se apagó escuché abrirse la puerta del auto, en un instante bajé mis brazos, abrí los ojos y la vi. Después de meses volví a sentir náuseas.
Chichi tenía puesto de nuevo ese kimono de color amarillo con morado, pero algo era extraño; su cabello estaba despeinado; su ropa se veía sucia, como si no se lo hubiera quitado en un tiempo; rostro pálido y sucio, sus ojos estaban rojos y marcas de lágrimas se veían aún en sus mejillas. Aunque, lo que envió una sensación horrible a mi pecho y un escalofrió a mi espalda, fue cuando ví su estómago: estaba completamente plano, la panza que debería tener no estaba.
¿Mi hija ya nació?
“¡TÚ…!” Ella soltó al verme, con ese odio ciego que mostraba cada vez que discutía conmigo.
“Chichi por favor regresa al auto, es mejor irnos...” Escuché la voz suplicante de Ox Satán, antes de salir del auto y se acercara a su hija, pero ella jamás despegó su vista de mí.
“¿Cómo te atreves a venir aquí, inmundicia?” Vegeta le preguntó, serio.
“¡No es de tu incumbencia Vegeta!” Contestó ella mirándolo por un momento, pero regresando a mí. “¡Vengo por mis hijos!”
“¡Ellos ya no son tus hijos!” declare al instante. La furia regresando de golpe, dándome fuerzas para enfrentarla. Sentí que Gohan estaba nervioso y preocupado por mí, pero Piccolo estaba a su lado; Goten estaba con Trunks dentro de Corporación, eso me relajo un poco y me dio más seguridad. “¡Perdiste ese derecho el día que pediste el deseo!”
“¡Claro que son mis hijos!” Volvió a gritar, intentó acercarse, pero su padre la detuvo. “¡Me encargué de criarlos yo sola! ¡A ti no te importan, siempre has sido un mal padre!”
“¡No permitiré que digas mentiras! ¡Siempre me importaron mis hijos!” Grité de vuelta, mis ojos volvieron a cambiar de color. No iba a permitir que dijera que no amaba a mis hijos, lo eran todo para mí desde el primer día que pude cargarlos. Ella se detuvo por un momento y se alejó unos pasos. “¡Nos usaste como marionetas durante meses! ¡Drogaste a Pan sabiendo que le hacías daño, incluso permitiste que golpearan a Goten…! ¡NO PERMITIRÉ QUE TE ACERQUES A NINGUNO DE ELLOS DE NUEVO! ¡NO PERMITIRE QUE LES VUELVAS A HACER DAÑO!” Las náuseas no habían desaparecido, pero quería saber dónde estaba mi hija. Si lo decía ahora podía teletransportarme y tomarla.
“¡NO! ¡NO DEJARÉ QUE ME ALEJES DE ELLOS! ¡NO DEJARÉ QUE ME QUITES A OTRO!” Ella gritó desesperada de repente. Ox Satán la tomó con más fuerza e intentó llevarla al vehículo.
Las náuseas se volvieron más fuertes y la sensación en mi pecho se volvió más pesada e incómoda, creo hasta fría. Miré a Gohan por un momento, él estaba igual o más confundido que yo. ¿Quitarle otro? No entendía…
“Yo no te he quitado nada, tú misma lo has hecho…” Vegeta de repente se tensó.
“Kakarotto, es mejor sacarla de aquí.” Dijo, Chichi lo escucho e intentó separarse de su padre con más fuerza.
“¡NO! ¡NO ME IRÉ SIN MIS HIJOS! ¡Si los dejo vas a matarlos!” Ella grito, negando una y otra vez con la cabeza.
“¡Chichi por favor basta! ¡Sabes que eso no es verdad!” Hablo por fin Ox Satán, su mirada lo decía todo; estaba asustado, incluso diría que aterrado. No recuerdo haberlo visto así antes.
“Les hará daño papá… ¡Es un asesino como el resto de su maldita raza!” Volvió a gritar, fruncí el ceño cuando menciono mi linaje, incluso Vegeta intento acercarse a ella, tal vez para golpearla, pero lo detuve.
“¿De qué estás hablando?” pregunte, comenzaba a creer que estaba delirando. “¿Dónde está mi hija?, ¿¡Qué le hiciste!?”
“¡NO TE ATREVAS A MENCIONARLA! ¡ES TODO TÚ CULPA!” Gritó colérica, por un instante logró soltarse de su padre, pero él volvió a atraparla, abrazándola por detrás.
Comencé a asustarme.
“¿De qué hablas…?” Susurré, un miedo helado comenzó a extenderse por todo mi cuerpo, vagamente sentí una mano en mi hombro creó que de Vegeta.
“¿¡En serio quieres saberlo!?” Chichi preguntó, casi presumida. Podía ver qué estaba llorando de nuevo, pero en su rostro tenía de nuevo esa sonrisa; la misma que me dió antes de cumplir el deseo; la misma que ví en mi pesadilla. “Tú la mataste…” susurro, sabiendo muy bien que la escucharía.
Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, me sentía congelado.
“Kakarotto…” escuché el susurro preocupado de Vegeta.
“¡CHICHI NO! ¡DETENTE!” Ox Satán grito desesperado.
“¡POR TÚ CULPA ABORTE!” Grito con dolor. “¡Aborte y es todo tú culpa! ¡TÚ MATASTE A MI BEBÉ!”
“No… no es verdad…” Dije negando con la cabeza, sentí como Vegeta hacía presión en mi hombro.
No podía respirar.
Busqué su ki, busqué ese pequeño nivel de energía que sentí el día que recordé que podía hacerlo: percibí cada energía en toda la capital y después en las siguientes.
Nada…
No encontré nada…
Podía sentir el ki de todo el planeta Tierra, incluso el de Kaiosama o y el de Broly que estaba en Vampa casi sin esfuerzo, pero no el de mi hija. Cerré los ojos con fuerza, busqué en mi interior, busqué desesperadamente en los vínculos que ahora podía sentir y ver casi en su totalidad.
&&&&
Encontré los vínculos de mis hijos y ahí estaba, al lado de Goten, pequeño, muy corto y… roto.
Exactamente igual que los vínculos de mis padres, mi hermano y mi abuelito…
... Temblando me acerque y lo toque…
Frio… solo sentí frío…
... Mis ojos se llenaron de lágrimas una vez más...
Algo... hizo click...
... Me volteé lentamente y ahí lo vi... sabía quién era, a pesar de no recordarlo nunca...
Mi transformación Oozaru... me miro con ojos conocedores e igual de tristes y rotos que los míos...
... él rugió...
"GGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR"
… y todo quedó en rojo…
&&&&
Chapter 21: Perspectiva de un Vínculo Roto - Son Gohan, Kakarotto y Uranai Baba
Summary:
"El vínculo se destruye..." Dijo el Primogénito del Príncipe al hablar de traición. ¿Qué pasa con un vínculo cuando una persona fallece?
¿Qué le paso a esa alma inocente? Puede que este en un lugar mejor, siento protegida y cuidada por dos personas que la amaran... tanto como el padre y los hermanos que no podrá conocer jamás..
o tal vez si...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*23 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
Abrí los ojos con horror y me llevé las manos a la boca, ahogando un grito.
No, no, no, no ¡No podía ser! Chiyo iba a nacer en unas semanas. Planeamos todo con papá y Goten, había comenzado a contarle a Videl nuestros planes cuando llegamos, ella está tan emocionada por tener a otro bebé en casa… mi hermanita iba a crecer junto a Pan.
Va... vamos a criarla solo nosotros tres...
“Gohan respira…” La voz del señor Piccolo me saco de mi shock. Bajé mis manos y me giré para encararlo, no pude evitar tomar con mis manos su capa.
“¡Señor Piccolo por favor dígame qué es mentira! ¡Solo está diciendo eso para lastimar a mi papá! Por fa-avor... dígame qué ella está en el castillo de mi abuelo…” suplique, sentía un nudo en mi garganta y el pecho tan pesado y hueco a la vez.
Las lágrimas se acumulaban en mis ojos, él cerró sus ojos con tristeza, volvió a abrirlos y en ese momento mis lágrimas cayeron por mis mejillas. Su mirada me lo dijo todo. “Lo siento Gohan…” se disculpó con tanto pesar, tomo mis manos y las apretó. “No hubo nada que hacer.”
“¡ESTAS MINTIENDO!” Escuché la voz de mi hermano, me di la vuelta.
Goten estaba al lado de Trunks a unos pasos lejos de nosotros, respiraba con rapidez, Chaoz detrás de ellos, no muy lejos de ellos. Ni siquiera había notado cuando salió de Corporación. Dirigí mi vista de nuevo a papá, él no se había movido de su lugar; parecía una estatua el tío Vegeta aún estaba a su lado.
Chichi al escuchar a mi hermano sonrió. “¡Goten! ¡Mi niño…!”
“¡MIENTES! ¡MIENTES! ¡SIEMPRE MIENTES!” Volvió a gritar, pero está vez pude notar como su voz tembló. Intentó caminar en dirección a Chichi para encararla, pero Trunks lo tomó de los brazos y lo detuvo. “¡Trunks, suéltame! ¡Tengo que sacarle la verdad! ¿¡QUÉ LE HICISTE A MI HERMANA!?”
“Goten… yo-o, yo no le hice nada…” la voz de Chichi tembló, la furia que había mostrado delante de mi padre desapareció. “Fue-e… fue Goku… él tuvo la-a culpa...”
“¡Mentirosa! ¡Tú tuviste la culpa!” Gritó mi hermanito de nuevo, había comenzado a sollozar. Se tapo la cara con sus manos, sus piernas perdieron fuerzas y cayó al suelo de rodillas, llorando; Trunks se arrodilló a su lado y lo abrazó con fuerza. Me separé del señor Piccolo y corrí hacia él.
“¡GOTEN!” Chichi grito al mismo tiempo que me arrodillé y abracé a mi hermano, ella intentó liberarse de mi abuelo, pero la detuvo. “¡SUÉLTAME PAPÁ, ME NECESITAN!”
De repente sentí como el ki de papá comenzó a aumentar de una manera alarmante, el lugar en dónde estaba parado comenzó a romperse y había comenzado a temblar. Mi tía Bulma logró sostenerse del kiosco, el resto se mantuvieron en su lugar con algo de trabajo, pero mi abuelo y Chichi cayeron al suelo.
“¡Kakarotto!” El tío Vegeta gritó, pero no respondía, solo miraba en la dirección en dónde estaba Chichi. “¡Kakarotto reacciona!” Se colocó delante de él, lo tomó de los hombros y lo sacudió, pero no respondió.
“¡Vegeta! ¿¡Qué le ocurre!?” preguntó mi tía preocupada.
Al instante papá pasó del estado base al Súper Saiyajin, la fuerza de la transformación mandó volando el auto; al tío Vegeta; mi abuelo y a Chichi lejos de él; a No. 18 y los otros tres los mandó a chocar contra los árboles; al señor Piccolo y al señor Ten Shin Han también los golpeó, pero se protegieron junto con Dende; Trunks se alejó para proteger a mi tía.
Cerrado los ojos con la transformación al igual que Goten, pero cuando los volvimos a abrir vimos que Chichi había aprovechado para alejarse de mi abuelo y corría hacia nuestra dirección.
“¡Gohan, Goten!” grito nuestros nombres.
Coloqué instantáneamente a mi hermano detrás de mí, por el rabillo del ojo vi que el señor Piccolo caminó hacia nuestra dirección tan pronto la vió, pero en una ráfaga de velocidad mi padre apareció frente a nosotros: con su mano la tomó del cuello y la levantó del suelo hasta el nivel de sus ojos, deteniéndola.
“¡PAPÁ!” Grite aliviado. Sentí la mano de Goten en mi brazo y su suspiro.
“¡SUÉLTAME ASESINO! ¡Suéltame!” Gritó Chichi colérica, pataleo y golpeó el brazo sin tregua de papá, pero note como la mano en su garganta comenzaba a apretar poco a poco. “¡Sue-eltame…! ¡Go-ku.. de-détente-e!... Go-oku… pa-ara… no-o... po-or fa-av-vor...” pidió.
Ella vio a mi padre ahora con pánico, pero él no se detuvo, siguió mirándola a los ojos sin ningún signo de titubeo en su mano o postura. Observe en silencio con mi hermano como su rostro comenzaba a ponerse lentamente un poco morado y sus ojos rojos, comenzando sus pupilas ir hacia atrás: no entendía lo que decía, ya solo estaba balbuceando... suplicando porque papá no la matara.
Por un momento quise que él no se detuviera.
“¡GOKU DETENTE POR FAVOR!” Grito de mi abuelo, lo escuchaba lejano. Ni mi padre, ni nosotros volteamos a mirarlo.
De repente sentí una ráfaga de aire regresándome al presente, parpadeé y vi como alguien pateó a papá justo en el rostro y lo mandó a estrellarse en dirección a los árboles, cuando mire mejor note que el causante fue mi tío Vegeta, convertido en Súper Saiyajin, pero en la fase dos: gracias a su patada, papá había soltado a Chichi, quien cayó boca abajo directo al suelo, tosiendo sonoramente y con dificultad, al mismo tiempo que gemía intentando recuperar su respiración. La mano de mi padre quedando marcado en su cuello.
Mi instinto sintió satisfacción, yo solo mire hacia otro lado.
“Go-ku… él… tra-ato de matarme-e.” Escuche que exclamó, atónita y ronca. Como si no creyera que mi padre la dañaría y hubo un momento en el que eso habría sido imposible, pero ella causo que esa línea se rompiera hace tiempo.
“Tiene todo el derecho de hacerlo... maldita arpía.” Contestó mi tío en un tono helado, sin siquiera voltear a verla. “Y con mucho placer lo dejaría hacerlo, pero tiene un corazón demasiado grande y una promesa bajo sus hombros… se arrepentirá.” Confesó con un suspiro enojado. Tenía razón, esto no era por ella sino por papá: a pesar de todo, él no quería que nadie muriera. Mi tío se giró, tomó de mala gana el brazo de Chichi y la lanzó sin contemplación en dirección al abuelo. Ella aterrizó justo frente a él. “¡Toma a tu hija y lárguense! ¡Kakarotto no reconoce a nadie además de sus hijos, si se quedan la matara!” Advirtió. Mi abuelo asintió rápidamente, tomó a una Chichi aún en estado de shock y la llevó al auto, el cual era volteado con ayuda de 18 y Krillin.
“Piccolo, Ten Shin Han, ayúdenme a detener a Kakarotto.” Ambos hombres asintieron a mi tío, el señor Piccolo desapareció su capa y turbante. Mi tío volteo y miró al resto. “Quédense dónde están. Bulma, Trunks, mejor entren a Corporación…”
El ki de papá aumentó, al mismo tiempo que camino, saliendo de los árboles: estaba en la fase 2, su aura hizo que el ambiente se sintiera muy tenso y pesado a la vez. Fue cuando por fin pude ver su rostro, tenía el ceño fruncido y sus labios en una línea sombría, pero sus ojos; ambos eran de un color completamente rojo intenso, sin pupilas, muy parecidos a los ojos de la forma Oozaru. Vi a Goten y él también tenía una mirada sorprendida, lo volví a abrazar, curiosamente no tenía miedo al verlo así, todo lo contrario... me sentía, seguro; cuando vi a mi hermano supe que a él le pasaba lo mismo.
Todos estábamos atentos a sus movimientos. Nos observaba, pero lentamente volteo a mirar en dirección al auto en dónde estaban mi abuelo y Chichi intentando entrar, comenzó a caminar en su dirección. El señor Piccolo hizo sus brazos largos y rodeo los brazos y torso de mi padre, deteniendo su caminata y haciendo que callera de rodillas al suelo.
“¡¡¡¡GGGRRRRRRRRRRRRRRR!!!!” Gritó él al ser obligado a arrodillarse, pero no era su voz la que se escuchó, parecía al de un animal y estaba furioso.
Mi padre vio al Señor Piccolo a los ojos y le enseñó los dientes, mostrándonos que sus colmillos habían crecido y también se habían afilado, su ceño frunciéndose aún más. Logró liberar sus brazos y tomó los del señor Piccolo voló hacia arriba, levantándolos a ambos, dio vueltas rápidamente con él y lo soltó, haciendo que se estrellara con fuerza en el suelo.
Cuando iba a bajar el señor Ten Shin Han voló hacia su dirección, golpeándolo en el rostro, papá lo miró y le gruñó, lo atacó y comenzaron a pelear en el aire. Por un descuido el señor Ten logró mandarlo de nuevo al suelo con un golpe y continuaron su combate en tierra: eso le dió tiempo a mi abuelo para entrar a salvó al auto. Mi tía Bulma se acercó con Trunks hacia nosotros y se arrodilló, sin despejar su vista de la pelea.
En un momento mi padre golpeó a señor Ten, desorientándolo, después lo pateó en el pecho mandándolo a chocar contra el kiosco, destruyéndolo. “¡Ten!” grito Chaoz. Quiso acercarse, pero lo detuve.
“¡Kakarotto!” Al escuchar su nombre de nacimiento papá dejó de mirar al señor Ten y dirigió su mirada a mi tío, quien se había colocado entre papá y el auto.
Mi padre lo miró, su ceño fruncido aún seguía en su rostro, pero no hizo el intento de atacar esta vez, solo miró a mi tío en silencio, muy quieto. Al menos hasta que el motor del vehículo sonó, intentando prenderlo, ví como apretó los puños con fuerza y enseñó los dientes, amenazante: mi tío hizo lo mismo, desafiándolo y lo ataco, pero papá lo esquivó, él lanzó una patada en dirección a su cabeza, pero mi tío Vegeta esquivó está vez.
Note que, por alguna razón, papá se contenía en esta pelea, esquivaba más de lo que lanzaba golpes propios: no había hecho lo mismo con el señor Piccolo o el señor Ten Shin Han, de hecho, con ellos sacó más fuerza del que tiene la fase 2 normalmente. Lo que sea que fuera está forma, permitía que mi padre luchará con el doble de fuerza que tendría en cualquier transformación y hasta de forma estratégica; lo suficientemente consciente como para pelear y esquivar, pero no para dar marcha atrás. Y su ki solo iba en aumento conforme su pelea se alargaba, si seguían así pasaría a la fase 3 en cualquier momento y estaríamos en verdaderos problemas.
Mi abuelo no podía hacer que el vehículo comenzará a flotar: No. 18 y el resto estaban demasiado ocupados observando la pelea de mi padre para evitar que se acercara. Le di una mirada a Goten y a Trunks, cuando ambos asintieron me levanté y corrí hacia el auto.
“Gohan, espera…” Escuché a mi tía Bulma susurrar, pero tuve que ignorarla.
Me detuve justo frente del auto, ví a mi abuelo en el asiento del piloto y Chichi al otro: me miró con preocupación y algo parecido al anhelo. Solo le fruncí el ceño. Abrí el capó y revisé el interior, no sabía mucho de autos, pero si lo básico: algunos de los tubos que se conectaban al motor se habían salido con la aleada de ki, tuve que volver a conectarlos uno por uno. Todo quedó en pocos minutos y cerré.
“Listo. ¡Váyanse!” Le dije a mi abuelo, él me sonrió un poco antes de volver a encender el motor y lograr hacer flotar el auto, pero escuché como algo era lanzado hacía los árboles, provocando un pequeño temblor. Levanté la vista cuando sentí a mi padre en el aire, en algún momento habían comenzado a flotar, bajo al suelo, de espaldas hacia mí, observando aún el lugar en dónde había lanzado a mi tío.
Tenía que intentar detener a papá antes de que todo se salga de control. Cerré los ojos, concentrándome e intentando llegar de nuevo a esas pequeñas conexiones que ahora se, son los vínculos: cuando encontré el que tenía con mi padre volví a abrir los ojos y caminé unos pasos hacia enfrente, sintiendo los ojos de mi abuelo y Chichi en mi espalda. Si el tío Vegeta tenía razón, entonces esto podría funcionar si no, tendría que pelear.
“¡PAPÁ!” Grite, mientras intentaba mandar un sentimiento, o algún mensaje por el vínculo. Ni siquiera sabía si lo estaba haciendo bien. 18 y el resto me vieron detrás de ellos y se alejaron, dejando un gran margen de espacio. Al escucharme el volteo a mirarme, supe que al menos me reconoció cuando su ceño fruncido bajó un poco. “Papá… soy yo...” repetí suavemente, como Goten hacia cuando hablaba con un animal o dinosaurio desconfiado. Camine en su dirección.
“¡NO TE ACERQUES! ¡TE HARA DAÑO! ¡¡GOHAN!!” Escuche la voz amortiguada de Chichi detrás, lo que hizo que volviera a fruncir el ceño.
No, papá jamás me haría daño. Lo sabía en mi mente y mis instintos estaban de acuerdo, raro, casi nunca lo estábamos regularmente. Continué caminando sin detenerme. Observé fascinado como su ceño fruncido desaparecía a medida que me acerqué más, incluso él comenzó a caminar hacia mí, pero con cautela. Quedamos frente a frente y note que comenzaba a parpadear, sus ojos pasaban de rojo a blanco sucesivamente su vínculo tocándome poco a poco.
“Papá… estamos bien, ya puedes dejar de pelear.” Dije, esperando que mis palabras lograrán regresarlo. Puse mis manos en sus hombros y apreté un poco. “Estamos a salvó… regresa con nosotros papá…”
Instantáneamente la transformación del Súper Saiyajin desapareció, sus ojos dejaron de parpadear y me miraron; lentamente el rojo comenzó a desaparecer regresando sus ojos a su color original, volviendo a aparecer su pupila de color gris: había recuperado la conciencia. No pude evitar reírme. Él parpadeó un par de veces, pero jamás dejó de mirarme, levantó su mano y lo pasó por mi cabello, ronronee ligeramente, esperando que el sonido lo calmara. Aún estaba demasiado tenso.
“Gohan…” Susurró mi nombre con cariño. Le sonreí.
Sus ojos se humedecieron de repente y una lágrima rodó por su mejilla, una sensación fría y llena de tristeza llegó a mi pecho, tan intenso que me quito el aliento por un segundo: el sentimiento hizo que mis propias lágrimas volvieran. Venía de él… por Chiyo. Cayó su mano, cerró los ojos y se desmayó; lo atrape antes de que cayera. Me arrodillé con él en el suelo y lo abracé, colocando su cabeza en mi hombro. En ese momento fue cuando por fin escuché el sonido del auto alejándose de aquí, el ki de los traidores me alerto de que hicieron lo mismo, en silencio.
Miré el rostro de papá, limpié con mi manga su lágrima, aunque las mías comenzaron a caer por mi rostro, cayendo en la pechera de su traje. Aun sintiendo el vínculo busque el que tenía con Goten y note que había uno a su lado que no había notado antes. Se sentía tal y como mi hermano explicó que se sentiría un vínculo, cuando una persona fallece; sin color, sin calor, roto y helado, como un hielo. Es tan pequeño...
Era verdad… mi hermana jamás iba a nacer. No pude evitar llorar.
×
“¿Cómo es ella?” Pregunte. Papá a mi lado estaba comiendo, pero mostró curiosidad.
Estábamos en el planeta de Kaiosama, iríamos mañana (creó, no sabía qué hora era exactamente, no anochece en el planeta) a Yadrat. Papá estaba emocionado por volver al planeta, quería enseñarnos el lugar y que aprendiéramos la teletransportación en caso de que él no estuviera. Note que tenía miedo por nosotros. Solo espero no tardar tanto.
“Es muy linda.” Goten dijo al instante. Había comenzado a contarnos lo que vio en su mente. “Tenía como unos dos o tres años en mi ¿Sueño?, pero su cabello era lacio, del mismo color que el de nosotros; su carita era algo gordita, fina; nariz pequeña pero respingada y ojos ovalados del mismo color que los nuestros, también tiene tú piel clara papá.” Describió, mientras acariciaba la cabeza de Bubbles, el mono estaba abrazando a mi hermano por la espalda y su cara apoyado en su hombro. Tal parece que se agradaron mucho.
Muchos no sabían, pero papá tenía los ojos de un color gris oscuro, tanto yo como mi hermano los habíamos heredado. Ninguno sacó los ojos de Chichi quien los tenía de un color azul noche, su cabello en cambio un café muy oscuro, casi negro .
“¿Ojos ovalados? El abuelo no los tiene así y la nuestra abuela tenía los mismos ojos de Chichi.” Pregunté, recordando la única foto que teníamos de nuestra abuela materna en la casa en la región 439.
“¡Y la nariz! Todos la tenemos recta.” Mi hermano destacó.
“Nosotros no… pero su abuela Gine sí…” Papá casi susurro, con una sonrisa melancólica en el rostro.
Ambos volteamos a verlo. Cada vez que hablaba de mis abuelos tenía esa sonrisa. Nunca antes los había mencionado, ni cuando le pregunté de niño. Antes de recordarlos decía que solo tenía a mi bisabuelo, ahora no dejaba de hablar de ellos y siempre con una sonrisa. Parecía un niño que encontró un tesoro, y lo fue para él, según nos contó.
“¿Chiyo se parecerá a mi abuela?” Preguntó de repente mi hermano, emocionado.
“Tal vez… todos sacamos sus ojos.” Eso era algo que había contado: teníamos la forma de ojos del abuelo Bardoock, pero el color de los de mi abuela Gine.
“Tal vez podamos comprarle ropita del mismo color que la armadura de la abuela…” Se le ocurrió a Goten, anotando su idea en una libreta que encontró en la casa capsula. “Era verde oscuro. ¿Verdad papá?”
“Si… pero también tiene muñequeras de color rosa fuerte, aunque los de tu abuelo son un azul algo claro…”
“De querer rosa aún tenemos ropa de Pan. Tenemos aún la cuna, solo es cuestión de armarla.” Mencioné. “La habitación al lado de ella está vacía, podemos arreglarla.”
“¿El maestro Roshi estaría dispuesto a hacer otro tú papá?” Pregunto Goten. Me confundí por un segundo.
“¿Hablas del muñeco de Bra?” Mi hermano asintió, él sonrió. “Puedo hacerle uno, incluso puedo hacer muñecos de ambos. Así tendrá versiones minis de sus hermanos mayores.” Se río.
S iempre olvidaba que papá no solo sabía coser si no también bordar, gracias por mi bisabuelo Gohan. Recuerdo verlo coser sus dogys y los míos cuando mamá no tenía tiempo o no quería, en un intento porque dejáramos de entrenar, fue durante los tres años de entrenamiento antes de los androides. Hasta papá le remendó la capa una vez al señor Piccolo, fue en ese momento que el me enseñó a coser.
“¿Qué tal un pequeño señor Piccolo?” No pude evitar sugerir, con una sonrisa traviesa.
“¡También un pequeño tío Vegeta!” Continuó mi hermano.
“Uno a la vez…” medio regaño papá, pero él también estaba sonriendo.
“Tengo una mejor idea… ¿Y si pintamos una nube voladora en su habitación?” Se le ocurrió a Goten. De todos probablemente era él el más emocionado, siempre quiso un hermano pequeño, le encantaba cuidar tanto a Bra.
“Si quieren háganle un pequeño Kaiosama también...” Comentó Gregory al acercarse.
“¿Y qué tal si vienes con nosotros? Junto a los peluches nadie notará que estás vivo… puedes asustar a cualquiera que entre.” M i hermano dijo. Me tape la boca con las manos y papá casi se ahoga con la comida y s estaba golpeando el pecho cómicamente. Le di unas palmadas en la espalda, aguantando la risa.
“¿¡Oye qué me crees!? ¿Un peluche?” Preguntó indignado.
“No… pero si con el tamaño de uno.” Dijo, se escuchó la risa de Kaiosama desde la distancia, a partir de ahí nuestro control se fue y todos nos reímos. Incluso Gregory.
×
“Gohan… tenemos que llevar a Kakarotto adentro.” Escuche la voz de mi tío Vegeta, sacándome de mi recuerdo. Intentó tomar a papá, pero negué desesperadamente y lo abracé con más fuerza. “Gohan… tienes que soltarlo…”
“… pero se va a romper…” exclamé en un susurro, apoyé mi cabeza junto a la coronilla de mi padre y vi a mi tío directamente a los ojos. “Se va a romper si lo suelto…” repetí, con voz quebrada.
“Todos nos rompemos en algún momento Gohan, incluso Goku, por más fuerte que él sea… es parte de la vida, no puedes evitarlo.” Dijo el señor Piccolo detrás de mí, con vos tranquila y sabia. Lo miré. “Lo único que queda es ayudar a levantarlo…”
“Usted no entiende… no vio lo mal que estaba cuando Goten no despertaba… no puedo verlo así otra vez...” Recordé los vómitos constantes, el escaso apetito, incluso estaba seguro de que bajó más de peso durante esas semanas. “No sé si pueda ayudarlo…” Me sentía más impotente que con Chichi.
“La pena de un saiyajin es profunda, más si es un padre.” Comentó mi tío, volví a mirarlo. “Pero se aprende a vivir con el frío… Kakarotto aún los tiene, si no se levanta por él lo hará por ustedes, son lo más importante para él.” contó y tuve la horrible certeza de que lo primero lo decía por experiencia, si sintió esto cuando el Planeta Vegetta exploto ahora más que nunca lo respetaba. Es un dolor frio y horrible que parece no querer irse nunca. “Anda… llevemos a tu padre a descansar.” Pidió, mientras extendía sus brazos.
Escuché en silencio los latidos del corazón de papá por un momento, suspiré y se lo pasé a mi tío con cuidado; puso una mano en su espalda y otra debajo de sus rodillas, lo acercó a él, lo cargó mejor y se levantó del suelo. El señor Piccolo me ayudó a levantarme, me limpié las lágrimas de la cara. Mi tío Vegeta entró a Corporación Cápsula, cuando ví alrededor noté que Chaoz ayudaba al señor Ten Shin Han a levantarse del kiosco destruido: dejando de lado algunos pocos golpes en el rostro, no se veía muy herido, Dende incluso ya lo estaba curando; él señor Piccolo había vuelto a colocarse su capa y turbante, de él no note alguna herida o golpe visible.
Busqué a mi hermano, él seguía en el mismo lugar: había parado de llorar y ahora estaba con los ojos cerrados, siendo abrazado por mi tía Bulma quien lo estaba meciendo de un lado a otro, como papá hacía con nosotros. Caminé hacia ellos.
“Creo que se durmió…” susurro mi tía, me arrodillé frente a ambos. Trunks estaba al otro lado de Goten, pasaba una mano por su espalda. Eso regularmente lo hacía yo.
“No… sigue despierto.” Contesté y le acaricié el cabello a mi hermano. Abrió los ojos y me miró, se separó de mi tía, abrazándome con fuerza; escondiendo su rostro en mi hombro, le regresé el gesto. Comencé a ronronear para calmarlo, estaba tenso. Él emulo el sonido y se relajó, muy poco para mi gusto.
“Deje a Kakarotto en su habitación… puede que no despierte hasta mañana.” Anuncio mi tío, levanté la vista y vi que aterrizó al lado de Trunks. Goten se separó un poco y volteo a verlo.
“Tío Vegeta… ¿Qué le pasó a papá?” Preguntó lo que todos queríamos saber. Jamás lo había visto así, su energía estaba ahogado en irá, rabia pura que irradiaba de él en oleadas de energía y la descripción creo le quedaba corta. “Sus ojos estaban rojos y cuando grito…”
“Se escuchó como un rugido.” Terminó mi tío Vegeta. “El estado que despertó Kakarotto se parece un poco al Oozaru: es un estado iracundo en su forma normal, al presenciar o presentir una amenaza a su familia sanguínea: padres, hermanos o hijos. En ese estado esta fuertemente ligado a sus emociones e instintos saiyajin, por no decir que es como su representación en el cuerpo; solo identifica a la familia sanguínea y hace lo que sea para protegerla. Lo que no sabía era que se podía combinar con la transformación del súper saiyajin, tal vez incluso a las divinas, al menos el Blue.” suspiró, cansado. “La cola de un saiyajin no solo servía para transformarnos en Oozaru, hasta cierto punto nos ayudó a controlarlo, al igual que nuestros instintos. Al arrancarnos la cola la intensidad disminuye y su control.” Agregó, con una mirada perdida. “Kakarotto tenía demasiadas emociones encima. Con la llegada de los traidores tenía sus instintos un poco a raya, pero llegó la arpía y se le resbalaba… cuando rebeló su aborto, termino por explotar. Sus instintos tomaron el control, dispuestos a hacer lo que Kakarotto no… Castigar a la arpía por su traición y por dañarlos a ustedes. Si él hubiera tenido su cola y todo su poder, esto hubiera sido mucho peor.” Comentó, el señor Piccolo y el señor Ten Shin Han habían escuchado todo, se miraron entre sí, preocupados. Dende mostró una expresión triste.
“Cuando Chichi se acercó a Gohan y Goten activo el estado, percibiéndola como una amenaza.” El señor Piccolo aclaró, mi tío asintió. “¿Puede que regrese o despierte en ese estado?”
“No lo creó… Kakarotto tiene un buen control de sus instintos saiyajin, pero es mejor que no vuelva a ver a la arpía. Solo por precaución.”
“¿Dónde está el cuarto de papá?” Pregunté. Quería llevar a Goten con él, estaba cansado.
“En el tercer piso, está junto a la habitación de Videl.” respondió mi tía Bulma, me daba una sonrisa maternal. “Vengan, los voy a llevar. Dormir les hará bien…” Solamente asentí.
Me levante, ayude a mi hermano a hacer lo mismo y caminamos a la entrada, con mi brazo en sus hombros.
Necesitaba a mi esposa…
Entramos todos a Corporación Capsula en silencio, Videl tan rápido me vio dejo a Pan encargada con mi suegro, ella podía leerme demasiado fácil. Mi tía, Videl y yo acompañamos a mi hermano a la habitación de papá, se quedaría a dormir con él. Probablemente mi tío Vegeta les explicaría todo. Agradecí en silencio que nadie hubiera salido o preguntado algo cuando entramos. Goten me dio un abrazo antes de entrar al cuarto, mi tía Bulma también me abrazo, no dijo nada, me hubiera roto en ese momento y ella igual. Me sonrió una última vez y regreso a la sala.
Videl tomo mi mano suavemente y me llevo a la habitación de a lado, entramos y cerró la puerta, mientras miraba al rededor: pude ver que varias de las fotografías que estaban en nuestra casa estaban aquí, cuando vi la foto de nuestra boda me acerqué y la agarre. Por culpa del deseo las fotos en las que aparecía el señor Piccolo fueron cambiadas, pero ahora estaban de vuelta en su estado original. No pude evitar sonreír un poco al ver al señor Piccolo con los ojos cerrados.
Sentí la mano de mi esposa en el hombro, deje la foto en donde estaba y me gire, Videl me sonreía con dulzura, sabiendo que eso siempre me tranquilizaba. Se sentó en la cama y haciendo señas con las manos me indico que hiciera lo mismo; me senté a su lado. Tomo mi mano y yo la apreté un poco.
“¿Qué paso?” pregunto, en un tono bajo. La mire a los ojos y deje que las lágrimas que había mantenido contenidas salieran, ella me abrazo acomodando mi cabeza en su hombro, la abrace por la cintura. La había extrañado tanto.
“Mi hermanita está muerta… sufrió un aborto…” Confesé entrecortadamente, antes de que comenzara a sollozar. Ella me abrazo con más fuerza, sentí sus propias lágrimas en mi traje.
#
***
*4:50 de la madrugada*
*24 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
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..
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"Kakarotto…"
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..
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Abrí los ojos lentamente, la voz de mi padre haciendo eco en mi mente. Me lleve una mano a la frente, me dolía un poco la cabeza.
Miré al techo por un rato, reconocí la habitación: era la que me asignó Bulma cada vez que me quedaba a dormir cuando entrenaba hasta tarde con Vegeta. Podía sentir el aire frío de la mañana entrar por alguna ventana, tal vez era de madrugada, estaba oscuro. Giré hacia un lado y vi a Goten: estaba profundamente dormido, tenía puesto una playera y pantalones holgados, tapado con una manta hasta el pecho; sonreí un poco, cuando ví que tenía los brazos sobre su cabeza, había heredado mi forma desordenada de dormir.
Tanto en el planeta de Kaiosama como en Yadrat dormimos los tres siempre juntos. Cuando mis hijos comenzaron su meditación, yo comencé con el entrenamiento de otra técnica por lo cual llegaba a dormir antes o después de que ellos ya estaban despiertos: eso me causo algunas pesadillas. Gohan fue el primero en darse cuenta y desde entonces uno de ellos dormía conmigo. Ayudó la mayoría de las veces.
×
“¡TÚ MATASTE A MI BEBÉ!”
×
Suspiré, había comenzado a temblar.
Cerré los ojos con fuerza y pasé una mano por mi rostro. Volví a buscar ese pequeño vínculo al lado del de mi hijo menor, queriendo ver qué no fuera un error... o más bien esperando que fuera uno, pero aún seguía ahí, tan corto y frío… tal vez congelado.
Me levanté de la cama lentamente y arrope de nuevo a Goten, asegurándome de que siguiera dormido. Entré al baño, encendí la luz, prendí la regadera y comencé a bañarme. Termine, me seque, enrolle la toalla en mi cintura y salí del baño, caminando silenciosamente hasta el armario.
No pude evitar suspirar.
Kaiosama había intentado cambiarnos una vez los pans azules al dogy que siempre uso… pero tan pronto lo puso frente a nosotros, ninguno pudo.
Usé ese dogy por más de 30 años, significaba mucho: mi inicio formal como alumno del Maestro Roshi; el comienzo de mi camino como practicante de Artes Marciales; cada Torneo de Artes Marciales al que asistí; todas mis batallas, todas las veces que salvé la tierra y todas las veces que morí.
Ahora, cada vez que lo veía… me hacían sentir que era un error volver a ponérmelo, mi mente solo destacando los años en los que tuve que esconderme bajo una personalidad tonta, como si usará mi dogy como un disfraz, uno que ya no estaba dispuesto a usar. Algo parecido les pasaba a mis hijos; para Gohan su pelea con Súper Buu principalmente, le hacía recordar la impotencia y la humillación; con Goten, cuando Chichi le insistía que se vistiera igual que yo, lo hacía sentir un reemplazo o una copia de mí.
Fueron honestos conmigo y yo con ellos.
Abrí el closet, ahí encontré varios dogys, pero también algunos pans y playeras sin mangas que usaba a veces cuando entrenaba, tomé uno de cada uno y un par de tenis de color blanco. Terminé de vestirme y vi por última vez a mi hijo, sentí el ki de Gohan, mi nuera y Pan en la habitación de al lado, con eso abrí la puerta corrediza, saliendo al balcón: el cielo no estaba del todo oscuro, estaba comenzando a amanecer lentamente, tonos naranjas y amarillos habían comenzado a verse por el horizonte.
Si conocía a Uranai Baba lo suficiente estaría esperándome, o al menos, no se sorprendería por mi llegada.
×
"Goku… cuando todo terminé ven a visitarme."
×
Después de todo, ella me invito.
&&&
Al llegar me detuve por un momento, había preferido volar para intentar tranquilizarme, no estaba funcionando como esperaba.
El Palacio estaba exactamente igual a la vez que vine por Frezzer para pelear en el Torneo: la sensación alerta y desagradable de nuevo apareció en mi pecho al recordarlo; ni siquiera porque ayudó en la última batalla en el Torneo desapareció el sentimiento de advertencia. Tal parecía que mis instintos siempre estaban alertas cuando se trataba de él.
Bajé y aterricé justo en medio de la pequeña plataforma quedando frente al palacio: mi mente me mostró el enfrentamiento que tuve con mi abuelo hace tantos años, sonreí un poco sin darme cuenta. Ese momento con él había sido mi único consuelo durante años. Me sentí tan culpable por su muerte que nunca lo visité en los 7 años que pasé en el otro mundo.
Él tenía un enorme corazón: hasta el último momento cuido de mí, incluso si mi transformación fue la que se llevó su vida, cuando se reveló en esa pelea él seguía mirándome con ese cariño paternal. No hubo odio, solo el amor de un abuelo por su nieto, lo conocía tan bien que sabía que él me diría que no tenía la culpa, lo mismo dijo Bulma hace años, incluso Vegeta.
Ese recuerdo tenía que ver con las artes marciales… por culpa de los deseos se selló, mi único consuelo me lo quitaron. Muchas noches soñé que él me recriminaba su muerte, me culpaba y me decía asesino o monstruo: las palabras a las que siempre les había temido. Muchos de los momentos con mi abuelo fueron sellados por la misma razón.
Aunque, hubo algunos que recordé gracias a Porunga. Tendría que ir a nuestra casa en la Montaña Paoz en algún momento, tenía que saber que había en esa caja… “Hola Goku…” escuché la voz de Uranai Baba delante de mí, levanté la vista. Estaba arriba de su esfera, pero su expresión no era la pícara de siempre, se veía tensa, tal vez incluso decaída.
“Hola, Uranai Baba.”
“Supongo que todo ya terminó.” No fue pregunta, pero asentí de todos modos. Suspiró. “Quieres respuestas…”
“Quiero saber… qué fue lo que viste el día de mi boda.” exigí.
Ahora sabía que Uranai vio algo en esa esfera, y lo que fuera la preocupó: lo suficiente para que se fuera de la fiesta antes de tiempo.
Ella me miró por un momento, hizo girar su esfera y se dirigió al interior de su palacio. “Entra Goku… te lo mostraré.” pidió, la seguí.
Cuando estuvimos dentro de su palacio entró a la boca de la estatua frente a la entrada, caminé detrás de ella: adentro estaba completamente oscuro, al menos hasta que la esfera de cristal comenzó a brillar iluminando el lugar y pude ver qué la bruja se había bajado, estaba parada en el suelo, a un lado de su esfera.
“Ya sabes Goku, yo práctico la magia.” Comenzó. “Cuando viniste aquí por primera vez me pediste ayuda para encontrar la esfera del dragón que les faltaba por reunir, lo que use ese día fue magia del tiempo. Está área en particular cambia constantemente, el futuro no se muestra a menos que quiera, incluso cambia. Eso tú lo sabes…” comentó ella, no pude evitar recordar a Trunks del futuro. “Yo principalmente puedo ver el presente y el pasado sin impedimento, pero el futuro no: solo llegó a ver hasta después de 5 años, a veces llega a mostrarse más cuando lo desea.” Extendió sus manos, haciendo que la esfera de cristal brillara con más fuerza. Me arrodillé frente a ella. “El día de tu boda quise darles un regalo, mi intención fue solo ver lo que pasaría dentro de 5 años, pero cuando lo hice… me mostró más.” dijo en tono serio. La esfera brilló más y de repente mostró algo.
Reconocí el lugar, era Kame House: estaba el Maestro Roshi, Bulma, Krillin e incluso la tortuga ahí. Podía verme a mí, pero también a Gohan con 3 años; él tenía puesto ese traje de color amarillo con verde y en su sombrero estaba colocada la esfera de cuatro estrellas, tenía aún su cola. Estábamos platicando. De repente mi yo de la esfera frunció el ceño, volteé a mirar al mar y no pasó mucho para que apareciera otra persona: mi hermano Raditz.
“¿Sabías que yo era un saiyajin?” pregunté, frunciendo el ceño.
“No Goku, como puedes ver la visión no tiene sonido, siempre es así con visiones del futuro. Una contra medida de la propia magia para que yo no pueda interferir.” suspiré. Tal como con los dioses, la magia tenía los suyos. “Después… la esfera mostró esto.” movió un poco más sus manos y la imagen cambió.
En la esfera de repente me ví, volando por un bosque, me detuve en un claro… que me parecía familiar. La imagen se alejó y mostró a más personas: Krillin, Yamcha, Puar, Oolong y Chichi y detrás de ellos estaban las esferas del dragón, activadas.
Abrí mucho los ojos al reconocer la escena…
Observé como le grité a Chichi y ella volteo a mirarme, un escalofrío pasó por mi espalda al ver de nuevo esa maldita sonrisa. Ví como Shenlong al cumplir el deseo hizo que me desmayará; alcance a ver qué Vegeta me atrapó en el aire antes de que se moviera la imagen y me mostrará a Gohan, inconsciente, cargado por Piccolo. La escena cambio, era la sala de estar de la casa de mi hijo mayor: Goten y Videl estaban ahí caminando en círculos, nerviosos, Pan estaba sentada en el sillón jugando con unos juguetes. Al mismo tiempo los tres se desmayaron, Pan en el sillón, Goten y Videl en el piso de la sala.
Y después la esfera ya no mostro nada…
“Viste… cuando pidieron el deseo…” susurré, atónito.
“Cuando ví ambas visiones supe que era algo en lo que no podía interferir… cuando ví a los jóvenes supe inmediatamente que eran tus hijos con Chichi así que le dije que tendría una gran familia, después de todo, no era mentira.” justificó. Me senté en el suelo y me llevé las manos a la cara. “Cuando ví a Piccolo en la visión estaba sorprendida, pero Vegeta...”
“Aún no lo conocíamos, no sabía ni que era un saiyajin…” Respondí amargo. Quite mis manos y la mire.
“Exacto. Pero su armadura me recordó un poco al del hombre que ví en la primera visión, por lo que pensé, era posible que vinieran juntos. No fue así al final, pero fue a causa de tu hermano que Vegeta llegó a la Tierra.” Contó su pensamiento de ese entonces. “Quise ver qué más lograba sacar de esas visiones, pero no lo logré. Cuando moriste a causa de Cell, creí que habías evitado este futuro, pero cuando reviviste gracias al Ancestro de hace 15 generaciones... supe que se cumpliría tarde o temprano…” Cerré los ojos con fuerza.
“¿Qué quiere decir esto? ¿Ya estaba escrito que las cosas terminarían así desde que me case?” Pregunté. “¿Qué a mí y a mis hijos nos lavarían el cerebro?, ¿Lastimaría a mis sobrinos?, ¿Sería usado como un juguete?, ¿Qué Gohan casi pierde a su esposa e hija?, ¿Qué golpearan a Goten hasta el punto en el que vivirá con marcas toda su vida?, ¿¡Que perdería a mi hija!?, ¿¡Me traicionarían no importara lo que hiciera!?, ¿¡ESTO ES LO QUE ESTABA DESTINADO A PASAR DESDE EL PRINCIPIO!?” Despotrique, la furia y el dolor volviendo con toda su fuerza. Me levanté del suelo y me di la vuelta, tomé con las manos mi cabello, intentando calmarme.
“No puedo darte respuestas que no tengo, Goku. Ni siquiera ella tiene todas las respuestas…” exclamó sería, pero sincera.
“Ellos no merecían esto…” Dije cansado. Me giré y vi a los ojos a Uranai. “Mis hijos Vegeta, Bulma, mis sobrinos... mi familia, ninguno merecía pasar por esto… Chiyo no merecía esto…” el nudo en mi estómago se apretó con más fuerza, su vínculo roto pesando y doliendo en mi pecho.
“Tampoco tú… no puedes pasar la vida lamentando lo que no pudo ser, o lo que te fue arrebatado, Goku.” Fruncí el ceño al escucharla. Tuve el extraño presentimiento de que no solo hablaba de mi hija. “A partir de aquí tú decides que hacer… has vivido gran parte de tu vida complaciendo a los demás. ¿Vas a repetir la historia?, ¿O vas a empezar de nuevo?”
Los rayos del sol comenzaban a entrar por el palacio, miré hacia otro lado y noté que ya había amanecido, caminé hasta quedar en la entrada: me apoyé en la esquina con los brazos cruzados. Escuché los pasos de Uranai Baba a mi lado.
Siempre me tranquilizaba ver paisajes así: yo y mi abuelito despertábamos un poco antes del amanecer: nos quedábamos los dos sentados cerca del pequeño acantilado de la Montaña en donde estaba nuestra casa, para ver cómo el sol aparecía o cuando era tarde, como se ocultaba; escuchábamos como la naturaleza en la Montaña despertaba, los pájaros; con mi oído llegaba a escuchar la corriente del rio no muy lejos de nuestra casa. Al morir seguí viéndolos solo, me recordaban a él.
No fue hasta años después que Kamisama me quito la cola al entrenar en el Templo, que por fin pude disfrutar de la vista de la luna llena y las estrellas: cuando no podía dormir siempre veía la luna, me traía una sensación cálida y de paz, podía pasar horas viéndola y no me cansaba, siendo ella mi única compañía, junto con el aire que a esas horas parecía cantar. Ahora sé que me hizo recordar a mis padres, el día en el que me enviaron a la tierra.
Pero ahora... la sensación de calma que me daba mirar el cielo ya no estaba.
Desde el instante en que desperté hace meses estaba alerta a cada momento; vine aquí y aún me mantenía alerta del ki de mis hijos, preocupado de que alguien se acercara a ellos, incluso antes de que llegara Krillin. Durante el vuelo miraba a todos lados, esperando ver una nave siguiéndome. Sentía ojos en mi espalda a cada momento. Ya no encontraba paz en la Tierra… me la quitaron.
Mi pecho ha estado pesado desde que regresé, en la fiesta de Bulma al menos logré distraerme, al inicio. Había visitado con mis hijos a Broly poco antes de regresar a la Tierra, pude darle algunas capsulas con comida a él y sus amigos al estar guardadas en la casa capsula en el planeta de Kaiosama, ahí hasta la sensación de bienvenida y tranquilidad que tenía siempre en el Planeta de Vampa no estuvo por mucho tiempo.
Desde que me conecté con los vínculos todas las emociones que reprimí durante años (sobre todo la furia) las sentía el doble. Perdí el control de mí mismo hoy y casi mato a Chichi, a pesar de que me prometí desde el día que mi hermano llego a la Tierra que jamás mataría a un humano. ¿Qué pasaría si volvía a verla? ¿Si ella volvía a intentar usar las esferas? Solo recuperé el control gracias a Gohan y sabía que, en el mejor de los casos había sido temporal… era cuestión de tiempo para que la volviera a ver y probablemente la dañaría.
Sabía que las esferas ahora estaban seguras, pero ni eso me consoló. Kaiosama me contó las modificaciones de Dende, las medidas que tomó Bulma para evitar la detección de las esferas y eso calmó mis instintos, al menos lo suficiente para permitir que regresáramos.
Pero ahora tenía miedo… por primera vez en años, sentía miedo de todo.
“Ya no puedo quedarme…” Confesé lo que había sabido desde que desperté en el planeta de Kaiosama y no me hizo sentir mejor.
Sabía que estaba siendo injusto y egoísta de nuevo; Gohan tenía una vida aquí y Goten también, tenía a mi nuera y a mi nieta, sin dejar de lado a mis sobrinos, hasta Vegeta, a quien veía como a un hermano mayor.
Esos 10 meses en los que fuimos controlados no pasé mucho junto a mis hijos: siempre trabajando y haciendo todo lo que Chichi pedía sin preguntar. Ahora, que pase 4 meses completos con ellos, ya no podía imaginarme estar lejos por tanto tiempo... pero ya estaban mejor, sé que se mantendrían en condición y seguirán entrenando, sabía que Vegeta y Piccolo los iban a proteger si pasaba a mayores. Después de todo, ellos no eran un imán para los problemas… puede que, tan pronto me vaya, vuelvan a estar tranquilos. Esto pasó por mi culpa, si me alejaba los dejarían en paz, al igual que a la Tierra.
Fui un mal padre en gran parte de sus vidas… al menos podía darles a mis hijos una vida tranquila. Aunque eso significara alejarme de ellos para llevarme mis problemas para no volver a arrastrarlos y evitar que volvieran a dañarlos.
Uranai Baba tenía razón, no podía repetir la misma historia, pero no podía comenzar de nuevo en la tierra, no en otro planeta en el que me conocieran, ni siquiera en este Universo… si iba a irme, lo haría en serio.
“¿Cuánto tiempo te quedarás en la Tierra?” Preguntó ella de repente.
“El suficiente para arreglar todo…” Respondí y volteé a mirarla. “Cree… que pueda quedarme un poco más. No quiero molestarla…" Este era de los pocos lugares en dónde estaba seguro que no me buscarían, aún no quería regresar a Corporación.
“Claro Goku, quédate el tiempo que necesites.” Ella dijo con esa sonrisa pícara en el rostro. Asentí, agradecido.
Salí del palacio y caminé hasta quedar a la orilla de la plataforma justo a un lado, me senté, acerque mis piernas a mi pecho, las abrace y apoyé mi barbilla en ellas. Seguí viendo el cielo y el mar, intentando recordar los momentos felices en la tierra, al menos los que no estaban manchados con la sensación fría y hueca que ahora sentía cada vez que recordaba a Chichi, Yamcha y Krillin.
Eran pocos…
#
***
*24 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Palacio de Uranai Baba*
***
Observe en silencio como Goku se sentaba del lado izquierdo de la plataforma y abrazaba sus rodillas. Recordé cuando lo ví por primera vez: un pequeño niño con cola demasiado entusiasta con las peleas. Ni cuando vio a Son Gohan y lloró de felicidad se veía tan vulnerable como ahora. Pareciera que le quitaron hasta la sonrisa, el brillo en sus ojos que siempre había tenido durante años, ahora se había apagado.
Me giré y caminé un poco más profundo dentro del palacio, regresando al interior de la estatua. Me aseguré de que estuviera lejos del alcance del oído mejorado de Goku, pero que aún se pudiera ver desde la distancia.
“¿Creen que estará bien?” pregunté a mi esfera, que aún brillaba.
Moví mi mano, haciendo visible a las dos personas que presenciaron todo desde el principio: uno de ellos era un hombre mayor que conocía muy bien, pues había sido estudiante de Roshi: Son Gohan tenía una expresión triste en su rostro al ver a su nieto; a su lado una mujer, a ella la conocí hace un tiempo. Es un poco más alta que Gohan; cabello negro, despeinado; armadura completa con falda de color verde, amarillo y blanco; muñequeras rosadas, botas largas y una cola enrollada fuertemente en su cintura: Gine, la madre de Goku estaba devastada, miraba a su hijo con amor y pena a partes iguales. En sus mejillas aún había marcas de lágrimas; entre sus brazos, ignorante de toda la situación estaba cargando a una pequeña bebé de unos meses, envuelta en una manta verde oscuro, del mismo tono que su armadura; vestida con un mameluco de color turquesa, una pequeña muy parecida a ella de pelo cortito pero lacio.
Enmadaiosama le había dado un cuerpo físico al alma de la pequeña que no tuvo la oportunidad de nacer, como un regalo para Goku, para el día en que su vida acabara. Desde que llegó al paraíso la saiyajin y Son Gohan han cuidado de ella con todo el amor, a pesar de las circunstancias de su concepción.
Había un hermoso jardín en el fondo, todo rodeado de un pasto tan verde y exuberante lleno de flores de muchos los colores y toda clase de plantas; un cielo de un celeste claro con un degradado en un rosa pastel en compañía con nubes amarillas y muy esponjosas, incluso más que el de la tierra. El paraíso se veía igual que siempre.
“No lo sé…” respondió Gohan. Uno de los privilegios de estar en el más allá: les permitían a los muertos ver a sus seres queridos, hasta que se reunieron con ellos. La saiyajin veía mucho a su hijo, ella le contaba a él si pasaba algo malo, se llevaban muy bien. Ambos teniendo en común el amor incondicional a Son Goku o Kakarotto y sus nietos/bisnietos.
“Se siente perdido…” exclamó Gine. “El dolor de un vínculo destruido por traición es horrible; cualquier momento feliz que haya tenido con ellos ahora lo hará sentir frío y traicionado.” Miró a su nieta a quien mecía suavemente, la bebé gorgoreaba contenta. “Pero un vínculo roto, más el de un padre es mucho peor… es un dolor indescriptible.”
“Si los viera a alguno de ustedes… ¿Puede que se sienta mejor?” Eso tal vez podría animarlo. Ninguna batalla lo había dejado en un estado tan... roto.
“No, eso no.” Negó al instante la saiyajin, las lágrimas volviendo a caer por sus mejillas, Gohan le puso una mano en el hombro. “Está en sintonía con los vínculos de nuevo, estará eufórico si nos ve… pero cuando nos vayamos le provocará más dolor. Eso no lo va a ayudar ahora, puede que incluso venga aquí antes de tiempo.” Explico, Son Gohan agachó un poco la cabeza. Posiblemente él ya sabía esto. “Tendrá que sobrellevar esto por su cuenta, hasta Gohan y Goten…”
“Lo que me preocupa es dónde piensa irse…” Gohan mencionó. Ya había salido el sol en su totalidad y caía directamente a la cara de Goku. “Puede irse a cualquier lado, incluso a otro universo. De hacerlo, temo que lo hará solo…”
“No lo creo.” Sonrió un poco Gine, limpiando sus lágrimas, yo y Son Gohan la vimos. “Mis nietos son tan o más tercos que Bardoock… no dejarán que Kakarotto se vaya solo, se va con compañía, cerca o no se va.” Declaró, muy segura del hecho, pero con una mirada algo baja. Siempre pasaba eso cuando hablaba del padre de Goku. Hace tiempo que supe que él estaba en el infierno con su hijo mayor. “Pero peleará, sé que lo hará…”
“¿Por qué tan segura?” no pude evitar preguntar. Vi la seguridad en su mirada, muy parecida a la de su hijo menor. Ahora sabía de quién la heredó.
“Su padre se lo pidió...” dijo, sonrió al ver a Goku, ahora con una mariposa blanca en la mano. “Desde que llegó a la Tierra no ha hecho más que cumplir ese pedido, lo recordará o no. Mi pequeño va a sobrevivir… él va a vivir, es un saiyajin después de todo.” sentenció. Al escuchar la mención de su padre la pequeña Chiyo se carcajeó, su abuela y su bisabuelo sonrieron al escucharla.
“Muchas gracias Uranai Baba… necesitábamos verlo.” Agradeció Son Gohan, yo sonreí.
“No hay problema, tal vez te visite para un combate más tarde.” Advertí, él me sonrió de acuerdo. Gine se despidió y después su imagen desapareció de mi esfera, apagando su brillo.
Volví a mirar a Goku, aún tenía la mariposa en la mano con una muy pequeña sonrisa adornando su rostro; pero su postura tensa y a la defensiva, claramente no se sentía a salvó, ni siquiera aquí. Esperaba que la visión que ví hace unos días en mi esfera se cumpla (por más imposible que pareciera cuando la observe a detalle).
Puede que esto valga la pena al final.
Son Goku ya tomo una decisión... comienza cuenta regresiva.
Notes:
- El color blanco se asocia comúnmente con la pureza, la paz y la espiritualidad en muchas tradiciones. Por lo tanto, las mariposas blancas se consideran portadoras de mensajes de: esperanza, espiritualidad y positividad. También suele verse como un signo de curación e inmortalidad o como un mensajero de la luna.
Chapter 22: Perspectiva de un Tío y un Sobrino
Summary:
Ya no hay que ocultarse más, por fin los saiyajin pueden ser libres y vivir según dictan sus costumbres originales y olvidadas. Podrán dejar de usar mascaras...
No solo aplica para la Familia Real.
Chapter Text
***
*2:45 de la tarde*
*24 de octubre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Palacio de Uranai Baba*
***
Volé hasta encontrar una pequeña construcción. Era lo que parecía un pequeño palacio en medio del mar; delante de él un camino lo unía a una plataforma circular; otro camino lo unía a otra estructura muy parecida a la primera, ambas con techo color azul. Era exactamente igual a como lo describió mi esposa.
Kakarotto estaba ahí sentado de espaldas a mí, a un lado de la pequeña plataforma, miraba directo al mar. Como dijo Goten, tal parecía se bañó antes de escaparse: tenía puesto una playera y pantalones… lo que quería decir que tenía razón: ya no era posible para él usar su dogy naranja. Había de sobra en su habitación.
Me acerqué con mi ki visible todo el tiempo, desde la distancia había notado lo rígido que estaba a pesar de estar sentado. Aterricé y me acerqué lentamente.
“Esperaba que estuvieras con Kaiosama.” Comenté, cuidando que mi tono fuera plano.
“Mis hijos ya pueden teletransportarse a su planeta. Me buscarían primero ahí.” Y cuánta razón tenía, tan pronto Goten despertó fue a buscarlo ahí. “De hecho, esperaba que uno de ellos me encontrará.”
“Bajaste tu nivel de pelea al mínimo, era claro que no querías ser encontrado pronto.” Me detuve a su lado, con los brazos cruzados.
“¿Y tú cómo lograste encontrarme?” Preguntó girando y levantando su rostro. Me miró por un momento, después soltó un bufido y volvió a mirar al mar. “Bulma jamás se queda callada…”
“Ella quería que fuera primero a la montaña en dónde te conoció, pero no creí que quisieras a personas externas en ese lugar.” cuando mencioné ese hecho de repente sus hombros se relajaron un poco.
Si mi esposa tenía razón ese era el lugar de descanso de Son Gohan y ningún saiyajin pisaría un lugar tan sagrado sin permiso. Kakarotto habló mucho de su primera figura paterna, pero jamás mencionó el lugar en dónde lo enterró. Solo demostraba que tan importante y privado es ese lugar para él.
“¿Cómo lograste que mis hijos no te siguieran?” Al ver que no le molestaba mi presencia, decidí sentarme a su lado.
“No fue fácil… tus hijos son igual de cabezas duras que tú.” Necesité de la ayuda de Videl, Bulma y Trunks para persuadir a ese par de no seguirme. Incluso mi hija y Pan tuvieron que ayudar. “Están preocupados por tí.” Al escucharme sonrió un poco, pero después su sonrisa desapareció.
No estaba tan en sintonía con los vínculos como Trunks o incluso Bra, pero podía sentir el vínculo que tenía con este cabeza hueca, se sentía traicionado… y roto. La Reina me enseñó lo doloroso que es un vínculo cuando uno es destruido por traición, pero algo que destaco es que uno roto, más el de un padre, es una tortura en vida. Por algo los niños eran tan sagrados en el planeta Vegetta… al menos antes de Frezzer.
“¿Alguna vez se va el frío?” Había hablado en un tono plano desde que llegué, pero cuando soltó la pregunta noté su pena.
Cerré los ojos y suspiré. Amarga ironía, hubo un tiempo en el que llegue a tenerle tanto rencor por ser él quien consiguió primero el Súper Saiyajin, que desee algunas veces verlo en un estado miserable. Ahora que lo estaba… dolía verlo de esa manera. ¿Cuándo demonios su vínculo conmigo paso de camaradería a uno familiar? Prácticamente mis instintos lo veían como a un hermano.
“No Kakarotto… jamás se va.” Fui directo. Por el rabillo del ojo ví que abrazó sus piernas con más fuerza. “Un vínculo sea roto o destruido deja esa sensación, como un recordatorio para mejorar… y nunca olvidar.” Repetí las mismas palabras que el Rey me dijo, el día que la Reina falleció y sentí como mi vínculo con ella se rompía. Fue la primera y última vez que llore por ella. “Solo toca aprender a vivir con ello. Somos una raza que se adapta casi con facilidad, con el tiempo la sensación se vuelve manejable, hasta disminuye.”
“... ¿Todos los saiyajin sienten lo mismo al… perder un hijo?”
“Solo si estaban en sintonía con los vínculos.”
“Entonces… ¿¡Cómo fueron capaces de enviar a niños a otros planetas por su bajo nivel!? Cualquiera pudo haber muerto…” preguntó indignado.
“¿Y crees que nosotros tuvimos la opción?” Le regresé la pregunta, volteando a verlo. Él me miró, confundido, pero no pasó mucho para que su mente uniera las piezas.
Abrió mucho los ojos. “... ¿Fue Frezzer…?”
“No, su padre, aunque al insecto le divertía mucho el hecho.” Aclaré. “Antes de que Frezzer tomara el mando del ejército quien lo comandó e inició fue el Rey Cold. Él llegó al Planeta Vegetta a la mitad del reinado del Rey Vegeta I: Cold lo derrotó en una batalla fácilmente y nos obligó a seguir sus órdenes y ser leales… fuimos la primera raza en unirnos a su ejército.
“Yo… yo creí…” Kakarotto comenzó, pero se detuvo y agachó la cabeza.
“Creíste que nos unimos por gusto. ¿No es así?” No me sorprendió cuando asintió, avergonzado. “No serías el único: cuando el ejército creció había rumores de que nosotros juramos lealtad por voluntad propia… pero era a la fuerza. Cold nos superaba por mucho, fue por cuestión de supervivencia. Ahí fue cuando los saiyajin dejaron de hacer negociaciones y pasaron directo a la conquista o purga de planetas. Con el tiempo, nos acostumbramos.”
“¿Fue por ellos que éramos clasificados por clases?” Kakarotto preguntó, volviendo a levantar la mirada.
“En parte… nosotros ya teníamos una especie de clasificación que se fusionó con la de Cold.” No había muchos archivos de esa época, aunque ahora ya no queda nada. Suspire, esto no le gustaría. “El insecto no quería que su ejército fuera débil, así que al principio había decretado que cualquier niño saiyajin que naciera con un nivel bajo sería ejecutado…” Kakarotto abrió los ojos con horror. “En ese entonces había tomado el trono el Rey Vegeta II, mi abuelo...” dije amargó. “... dió la opción de mandar a los niños a planetas de bajo nivel para conquista, una especie de oportunidad. De regresar serían agregados al ejército… de no haberlo logrado, morirían es ese planeta.”
“¿Acaso no hubo una mejor forma?” Soltó, triste.
“Era eso o el resto del ejercito los mataban… a muchos no les importaba dañar a niños. Sobre todo, a Zarbon y Dodoria.” Kakarotto suspiró, así que aun los recordaba.
“Pero… no a todos los niños de bajo nivel los mandaban a planetas. ¿Verdad?” Levanté una ceja.
“No. No todos los saiyajin de clase baja eran guerreros, al menos el 25% eran educados para encargarse de otros sectores: agricultura, tecnología o recolección y distribución de alimentos. Jamás salieron a una misión o fueron a batalla, ni siquiera experimentaron la transformación Oozaru. Algunas mujeres saiyajin llegaban a cambiarse de guerreras a algún sector menor, mayormente cuando estaban esperando.” Pare por un momento, recordando. “Aunque… había algunos que se quedaban en el planeta Vegetta y eran entrenados como guerreros, pero eran casos especiales, en el que los padres del niño eran primera o segunda clase.” Volví a mirarlo. “Kakarotto. ¿Exactamente qué recuerdas del Planeta Vegetta?”
“Todo…” Suspiro, en un tono melancólico. “Yo… estaba en una cápsula de crianza…” Frunció el ceño en concentración. “Veía mucho a mi madre al despertar… Raditz estaba también muy presente al inició… papá… mi padre lo veía pocas veces, pero él siempre me sonreía al regresar…” sonrió un poco. Era la primera vez desde que lo conozco que mencionaba a sus roditeli (padres) o al menos admitía su existencia. “Ellos me querían… incluso si era de clase baja.” susurró lo último.
“No muchos saiyajin eran así …” mencioné, ahora entendía su tan buen corazón. Él volvió a mirarme, pase una mano por mi rostro. “La mitad de los niños enviados a planetas no regresaban… a causa de eso los padres de las tres clasificaciones se separaban de los bebés: no se preocupaban por ellos, llegando al punto de no tocarlos ni una vez, prácticamente ignorándolos: es por medio del primer toque a un infante que se forman más rápido los vínculos familiares. Al no ser cercanos y de ser enviado el niño a un planeta la conexión no era fuerte… y así no sentían ese frío si llegaban a fallecer o no les importaba.”
Había sido una época oscura para nuestra raza, con miedo y aprensión a los vínculos. Una conexión que antes agradecíamos e incluso adorábamos, pasó a ser evitada y temida. Recuerdo leer de pequeños casos en los que algunos padres llegaron a acabar con su vida en un intento de terminar con la sensación de frío: era peor para un padre la pérdida de un hijo, que un hijo la pérdida de uno o ambos padres. Después de todo los hijos se adaptan a la falta de sus progenitores al cumplir la mayoría de edad; 16 años.
A consecuencia de ello, los padres saiyajin se adaptaron para no ser cercanos a su descendencia, incluso ignorando su existencia o si vivían. El resto del ejército pensaba que siempre fuimos así, jamás revelamos ni negamos nada. Los rumores funcionaban a nuestro favor.
Kakarotto me miró por un largo momento, noté que tenía la mirada perdida, tal vez recordando. “Vegeta… qué…” se cayó, dudoso de continuar, pero después suspiro. “¿Qué pensarías… si te dijera que no fui enviado a conquistar la tierra?”
“Te diría que es imposible, los regis…tros…” Me detuve, frunciendo más el ceño.
Todas las cápsulas y naves en el Planeta Vegetta eran monitoreados: se mantenía un registro detallado de todos los aterrizajes y viajes, incluso las reparaciones: toda la información actualizada y vinculada a la nave nodriza de Frezzer. Cuando el Planeta Vegetta explotó los saiyajines sobrevivientes fuimos enviados a misiones de recuperación y reconocimiento: varias cápsulas habían sido enviadas a otros planetas antes de la explosión. Mi escuadrón viajó con la lista que nos habían proporcionado. Lista en la que nunca vi a Kakarotto… y tal vez nunca estuvo.
Raditz un día nos dijo que tenía las coordenadas de su hermano, que estaba con vida y que iría personalmente por él; hermano que había descartado como deshonra o muerto, pero que no dudó en recoger personalmente… solo unos días después, del aviso a todo el ejército del inició de conquista del sector sur de la Galaxia del Norte… sector en dónde se encontraban el planeta Namek y la Tierra.
No pude evitar la boca, atónito al darme cuenta de todo. Kakarotto me vio y solo sonrió de lado, triste.
“... ¿Cómo, demonios paso...?” Si era verdad, significaba que todo había sido planeado minuciosamente y que Raditz tenía una mejor cara de póker de la que creí.
“Mi padre llegó un día… le dijo a mi madre que robaría una cápsula y que me enviaría lejos…” Las cápsulas necesitaban un permiso u orden para usarlas, sobre todo las que eran para los niños. De robar una tuvieron que quitar el localizador para evitar su detección y eliminarlo de los informes digitales, para que no se dieran cuenta de su falta al hacer el conteo diario. “Mi madre se negó, pero mi padre dijo que Frezzer tenía miedo de que apareciera el Súper Saiyajin… que sentía, que la muerte nos perseguía.” Recordé la misión secreta de Zarbon y Dodoria al Palacio Real. “Mamá lloró, no quería enviarme lejos, papá la consoló diciéndole que le enviarían las coordenadas de mi ubicación a Raditz, que él iría por mí y me contaría que era un saiyajin… y evitaría que fuera parte del ejército.” Así que de ahí venía su afirmación. “Me sacaron de la cápsula de crianza, me vistieron y me metieron a la nave. Me enviaron a la Tierra en medio de la noche…” Cerró los ojos y apoyó su cabeza en sus piernas. “Dijeron que vendrían por mí sí estaban equivocados...”
“Pero jamás regresaron.” él asintió. Suspire de nuevo, ahora todo tenía sentido.
A causa de ese bastardo de Cold muchas de las emociones e impulsos que tenemos los saiyajin, tuvimos que aprender a ocultarlos o esconderlos. Éramos leales a él, pero no por elección. Nuestra cultura es sagrada: mantuvimos pocos registros y solo se enseñaba a los niños por medio de sus padres o por el sabio de su familia o sector. Por eso ni Frezzer ni Cold sabían de nuestras costumbres o incluso nuestra lengua.
‘Saiyajin predan svoyey rase, no prezhde vsego on veren svoyey sem'ye’ (Un saiyajin es leal a su raza, pero ante todo es leal a su familia). Por el ejército se tuvo que ocultar o reprimir los sentimientos paternales y maternales cuando los niños fueron enviados a otros planetas, pero de haber tenido la oportunidad, muchos hubieran peleado por sus hijos... o su familia.
Bardoock hizo lo mismo que el Rey por mi hermano y, sin saberlo, cumplió indirectamente con el peor temor de Frezzer: la creación del primer Súper Saiyajin; dándole a la Tierra a su más fuerte defensor; y al primer mortal en despertar el estado del Ultra Instinto. Asegurando su legado y el de los saiyajin.
Comencé a reír sin control, incluso pasando a carcajadas. Kakarotto no preguntó, me miró en silencio, pero no pasó mucho para que él comenzará a reír conmigo, primero una pequeña risa, que evoluciono a carcajadas iguales a las mías. Toda la revelación era malditamente irónica.
“Ese bastardo de Frezzer… fuimos sus más fieles ayudantes, hicimos todo lo que ordenaba, aún si muchas veces teníamos que sacrificar a nuestra propia raza…” Recordé la única promesa de sangre que hice con el Rey y el antiguo resentimiento hacia Vegeta I. “...tenía tanto miedo de que naciera el guerrero que lo derrotaría, que nos destruyó, y eso solo provocó que creará al guerrero que tanto temió.” Terminé, riéndome un poco más.
“Bueno… ya llevamos tres veces que lo derrotamos.” Kakarotto comentó algo divertido.
Él humilló a Frezzer en Namek, mi hijo del futuro lo asesinó en la tierra y Kakarotto lo volvió a matar hace unos años. Pero ahora estaba vivo de nuevo, encontró a Broly e intentó que nos matáramos entre nosotros. Solo era cuestión de tiempo para que volviera, él no se detendría hasta acabar y extinguir de este Universo a toda la raza Saiyajin… y a nuestras familias.
“Kakarotto.” Lo llamé, él me miró a los ojos. Hace rato había bajado sus piernas de la plataforma. Al menos ya se relajó un poco. “Prométeme… que el día que regrese, seré yo quien lo mate.” Pedí, sabiendo muy bien que cumplía sus promesas. Su abuelo sin saberlo le enseñó una costumbre saiyajin.
Ese bastardo tenía que pagar por todo lo que hizo. Kakarotto lo hizo pagar por destruirnos, ahora me toca a mí hacerlo pagar por el resto de sus traiciones y faltas a mi pueblo y a mi familia. Y lo haría, según los castigos que dicta nuestra cultura.
“Lo prometo… pero con una condición.” Dijo casi al instante, mostrando una sonrisa suave y el primer signo de alegría que veía en sus ojos. “Si me prometes, que me enseñarás todo sobre nuestra cultura.” Negue un poco con la cabeza, no pude evitar sonreírle de vuelta.
Tal parece que estaba equivocado de nuevo… nuestra raza SI va a sobrevivir y sería en la versión verdadera, no la salvaje y fría en la que los Colds nos obligaron a convertirnos. Me sentí extrañamente feliz y aliviado, aunque jamás se lo admitiré a nadie.
“Lo prometo…” y un saiyajin cumplía sus promesas. Kakarotto mostró una enorme sonrisa y sus ojos se iluminaron, emocionado, pero su postura seguía tensa, alerta de su alrededor.
Mi sonrisa bajo un poco. Tendría que enseñarle todo rápido... al menos antes de que se fuera.
#
***
*10 días después…*
*3:27 de la madrugada*
*03 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Corporación Cápsula - Residencia Briefs*
***
Después de su escapada, papá regresó con mi tío Vegeta a Corporación por la noche, pero hubo un cambio ese día, Gohan y yo lo notamos. Él no contó mucho, pero al menos me alivio que estuviera más tranquilo. Más aun cuando no tuvo problemas al comer. (Kaiosama me había contado a detalle lo mal que lo paso cuando estuve catatónico)
Estos últimos días han sido geniales, por decirlo de alguna forma.
Trunks tenía lecciones con mi tío al menos 3 horas por la tarde de tres o cuatro veces por semana; cuando llegamos me contó que Bra se había unido, pero grande fue mi sorpresa cuando supe que papá también se uniría, incluso mi tío dijo que podía unirme si de verdad quería aprender todo de la Cultura Saiyajin. No pude evitar abrazarlo de la emoción, valió la pena que me gritará para que lo soltará. ¡Juro que vi un sonrojó en su cara antes de que se fuera!
A mí hermano mayor le habían dado también una invitación, pero él no estaba muy seguro. La que sí quería y ni Gohan ni Videl pudieron decirle que no fue a mi sobrina; Pan usó hasta sus ojos de cachorrito, los cuales estoy muy seguro eran iguales a los de Bra. Pequeñas chantajistas… aprenden tan rápido.
Han sido las primeras clases en el hogar que he disfrutado. Sabía que mi tío Vegeta era organizado, pero incluso tenía horarios y una habitación especial: la primera hora se dedicaba al lenguaje, la pronunciación y la escritura; después el resto del tiempo lo dividía entre la historia, leyes y costumbres de los saiyajin.
Había entrenado con mi tío un algunas de veces en la sala de gravedad y en el planeta del señor Bills se encargó de entrenarme un par de veces junto con Trunks, pero estas lecciones eran distintas. Amaba la lucha tanto como mi padre y la mayoría de nosotros eso lo sé, pero cuando contaba la historia de los saiyajin y sus razones de ser había cierta emoción en sus ojos, demostraba que amaba y respetaba su cultura; pero más aún, el tener con quien compartirla. La emoción era contagiosa, incluso papá sonreía mucho en sus clases... algo que había sido difícil de lograr desde la confrontación con los traidores.
Fue cuando pasó…
Un par de días antes, en medio de una lección mi tío Vegeta se acercó a mí por detrás, tal vez para ver mi libreta (era complicado escribir en Sayan a veces y él siempre me corregía) No lo noté hasta que estuvo justo detrás de mí y puso su mano en mi hombro: mi mente llevándome automáticamente a mis clases en la Montaña Paoz; los látigos y el cinturón de cuero siempre puestos al lado de mi escritorio como una especie de motivación y amenaza; la voz de mis profesores diciéndome que era una decepción, inepto, inútil, mediocre, irrespetuoso, haragán, bueno para nada y que siempre sería un fracasado a los ojos de mi familia.
Nadie hasta ahora sabía de mis cicatrices a excepción de papá y Gohan. Ellos no me presionaron a contarlo, papá incluso comenzó a ayudarme a ocultarlos cuando noto que me incomodaban. Sabía que tarde o temprano saldría el tema… solo que no me imagine que sería de esa manera.
Antes de que mi tío hablara, por instinto agache la cabeza y oculté mis brazos, perdido y sumergido en mis recuerdos. No supe que había gritado hasta que Trunks lo contó…
×
“Hijo cálmate… yo estoy aquí. Estamos en Corporación Capsula con Trunks y tu tío Vegeta. Estás a salvó…” Escuché la voz de papá consolándome, parpadeé un par de veces, un poco confundido. Levanté la vista y vi que él estaba arrodillado delante de mí.
Estaba preocupado, lo mostraba tanto por su vínculo y como por su ki. Por el rabillo del ojo ví que mi tío y Trunks estaban detrás de él, ambos con miradas estoicas, pero su energía decía una historia diferente: estaban asustados, aunque mi tío también estaba enojado. Note distraídamente que ni Pan ni Bra estaban en la habitación... probablemente las sacaron.
“Yo-o… ¿Qué pa-asó?” pregunté. Por el reloj en la pared ví que habían pasado casi 10 minutos. Sentía mi garganta seca y mi s brazos temblaban casi sin control.
“Comenzaste a gritar… decías que lo harías mejor; que no te hicieran nada y que no eras una decepción, ni un mediocre…” Trunks me explico, con voz plana y seca. Usaba ese tono cuando ocultaba sus emociones.
Cerré los ojos con fuerza, papá tomó mis manos y las apretó, relajándome un poco. “No tienes que contar nada si no quieres…” Susurró papá, le sonreí un poco.
Suspiré, era mejor decirlo de una vez, sabía que Trunks lo descubriría de alguna forma si no hablaba, tan terco e insistente como mis tíos. Me senté mejor en la silla, me quité el suéter que traía y extendí mis brazos, bajando de nuevo la mirada. Cuando no escuché nada por un rato levanté mi cara; el tío Vegeta frunció el ceño y sus ojos mostraron furia pura e indignación; Trunks miraba mis marcas, con una expresión atónita y horrorizada; Papá como siempre reflejaba culpa y autodesprecio. No importó cuántas veces le dije que no era su culpa, jamás desaparece.
×
Les conté todo, desde el contrato hasta mis curaciones a media noche. Cuando terminé Trunks prácticamente salió corriendo de la habitación; mi padre se tuvo que teletransportar para alcanzarlo y detenerlo, para evitar que saliera de Corporación, (basta decir que se resistió todo lo que pudo, mi papá tuvo que abrazarlo por detrás) Mi tía vio la escena y preguntó qué pasaba, terminé contándole a ella también. Estoy muy seguro que soltó algunas lágrimas mientras me abrazaba.
Sabía que Trunks se enojaría tan pronto se enterará. Si mato a Yamcha por hacerle daño a mi tía y a mi papá, lo haría también por mí. Tan solo no esperaba que saliera corriendo; mi tío Vegeta tenía los mismos pensamientos, sus puños cerrados todo el tiempo eran una gran señal, pero como siempre demostró tener un mejor control de sus impulsos que todos: calmó a Trunks lo suficiente como para hacerlo desistir de ir a hacerles pagar… aunque sabía que era solo cuestión de tiempo.
Mi padre y Gohan estaban enojados, y eso era decir poco. Desde que vieron las cicatrices habían estado demasiado protectores conmigo, no fue sorpresa que me enviaran a Corporación cuando Chichi apareció de repente. Tal vez por eso mi hermano mayor no había regresado aun a su casa, aunque comentó que era posible que la vendieran: Chichi conocía la ubicación y todos estábamos seguros de que buscara a Gohan en algún momento, sin dejar de lado los malos recuerdos de los últimos 10 meses. Mi tía Bulma está encantada de que nos quedemos, más la abuela de Trunks, hace galletas, pastelillos y toda clase de postres muy seguido. (Papá y yo somos muy golosos, Gohan no tanto, pero le gustan mucho los dangos)
Volteé a ver a la ventana, cerca del balcón, está noche había luna llena. Estaba sentado del lado izquierdo de la cama, me había quitado las mantas de encima hace rato, pero cuidando que papá no despertara. Él estaba del lado izquierdo, no roncaba, pero sabía que estaba dormido. Hace meses que no duerme como antes, siempre en constante alerta, como si fueran a atacarlo en cualquier momento.
Yo en cambio no conseguía dormir. Las palabras de mi tío repitiéndose una y otra vez en mi cabeza durante toda la tarde.
×
“Tío Vegeta… ¿En el planeta Vegetta paso algo parecido a… lo mío?” Pregunté un poco nervioso. Ya había terminado su clase y todos se fueron a comer. Mi tío como siempre se quedó al último.
“En Vegetta no había maestros como en la Tierra, eran llamados sabios: Mudrets. Había de dos tipos: los que se encargan de educar a solo su familia de sangre y los que educan a niños externos según su sector. Ambos mudrets educaban a niños o adultos.” Aclaró primero. “Si, hubo unos casos… aunque era prácticamente ilegal. No se le permitía a un mudrets castigar a un niño a menos que fuera en la batalla.”
Cuando era niño Chichi no contaba mucho al respecto de los saiyajin. De hecho, sabía que era descendiente de ellos por mi hermano y Trunks. A veces ella decía que eran unos salvajes que solo masacraron planetas por diversión, pero cuando tuve curiosidad y Trunks comenzó a contarme algunas cosas supe que no eran salvajes: fueron obligados a serlo.
No masacraron planetas por gusto: se adaptaron a su papel como guerreros del Ejército de Frezzer, acostumbrándose a exterminar a razas enteras, asesinando a hombres, mujeres, incluso niños a sangre fría. Todo porque no tenían otra opción más que obedecer órdenes, provocando que ya no tuvieran compasión o culpa, todo por adaptarse y sobrevivir a un sádico líder.
“¿Qué les pasaba a los mudrets que lastimaban a los niños?” P ara cada falta había un castigo, eso es algo que note de la cultura saiyajin.
“Depende… cuando se trata de un abuso físico los padres se encargan del castigo: cortándole ambas manos al obidchik: abusador. Si decían mentiras para ocultarlo o amenazaban al niño: se les arrancaba la lengua por el engaño. Vengando al pequeño que maltrato. A partir de ahí se les rompía el cuello o les cortaban la garganta. No se les dejaban con vida al a ver dañado a un infante.” Dijo, se acercó a mí y me miró directo a los ojos. “Pero si la zhertva: víctima. Cumplió la mayoría de edad, es responsabilidad y derecho del saiyajin tomar ese castigo y cumplirlo sin permiso de nadie, ni sus padres pueden detenerlo. Está en su derecho.” Declaró, me regalo una sonrisa cómplice y se dió la vuelta, saliendo de la habitación.
Tuve la certeza de que sabía porque preguntaba, y de que no interferiría si llegaba a ocurrir.
×
Gohan me conto que mi tía había comenzado a investigar a mis antiguos tutores, pero eso no servirá: el contrato que firmó Chichi les daba la libertad de hacer lo que quisieran con los castigos sin ningún límite, más al ser ella mi tutora legal, ni siquiera necesitaron la firma de papá. No iban a pagar según las leyes humanas, ellos se aseguraron de ello.
Mi padre es incapaz de matar a humanos debido a su promesa hace décadas; Gohan no tenía ese límite, pero tampoco le gustaba la idea de tomar justicia por su mano, valorando mucho sus votos como el Gran Saiyaman y lo que representa y realmente a mí tampoco me agradaba la idea. Pero han pasado años, y ahora pensaba de manera diferente a mi familia, incluso cuando comencé a pelear por la justicia al lado de Trunks.
Desde el primer día que sentí los vínculos siempre estuve en sintonía con mis instintos, hasta ese día que ví el engaño a mi padre: mi mente peleaba constantemente con la idea de hacerle daño a esa mujer que consideraba una madre; a causa de ello me revele muchas veces a ella provocando que me levantara en más de una ocasión la mano. Prefería dormir con mi hermano o Trunks, harto de las discusiones sin sentido que ella iniciaba con papá.
Ahora, de nuevo estaba en la misma página con mis instintos: jamás volvería a verla como mi madre, llamándola automáticamente traidora o arpía, pero a pesar de todo, jamás podría dañar a Chichi, después de todo fue mi madre por mucho tiempo. Pero mis antiguos tutores… eran una historia diferente.
Saqué con cuidado de debajo de mi almohada una guadaña para jardinería.
Siempre me agradaron las armas: Trunks me prestó algunas veces su espada para practicar durante todo el año pasado y papá a los 12 me enseñó a manejar el báculo sagrado. Hoy temprano el Dr. Briefs y su esposa estuvieron arreglando algunas plantas de su jardín, Trunks y yo les ayudamos: tuve que cambiarme de ropa cuando el desayuno estuvo listo, llegué a mi cuarto y no fue hasta ese momento que me di cuenta, de que no había soltado la guadaña que había usado para quitar algo de maleza… pero tampoco la regresé.
No sabía qué pensaría mi papá sobre esto, solo esperaba que no me mirara de manera diferente. Era lo único que tenía aparte de Gohan y no quería que me odiara, pero tampoco podía quedarme con los brazos cruzados, mientras esas sabandijas seguían abusando de niños y adolescentes sin ninguna consecuencia.
Suspiré temblorosamente, mis instintos despertando.
Revisé por última vez el ki de mi hermano y papá: estaban tranquilos e inactivos, como siempre lo estaban cuando duermen. Me levanté con cuidado de la cama, me acerqué al armario y lo abrí; mi tía había movido toda la ropa que tenía en el lugar a este closet, por lo que también estaban los dogys naranjas que usaba antes para entrenar. Deje la guadaña en la esquina de la cama, saque un dogy y una de las playeras azules de manga corta de papá; me quité la piyama y comencé a vestirme. Sabía lo que le pasaba a la ropa que se usaba para cumplir un castigo ¿Qué mejor que quemar un dogy que jamás volveré a usar después de hoy? Se que no le molestara a mi padre que se queme su playera. Hice un nudo en el cinturón y apreté; agarre la guadaña de la cama y lo atore en mi cinturón.
Miré una vez más a mi papá, me di la vuelta y salí por la puerta. Corporación Cápsula estaba en completo silenció, lo único que mis oídos captaban eran mis propios pasos. En vez de salir por la entrada principal, mejor tome la puerta que da directo al jardín exterior. Por experiencia sabía que no había cámaras ni alarmas en esa puerta, era donde siempre entraba para colarme.
Salí y me recibió el aire frío de la madrugada, aunque no me molestó, mi cuerpo acostumbrándose al clima instantáneamente y aumentando mí temperatura corporal. ¡Como amaba mi herencia Saiyajin!
Caminé hasta estar cerca del kiosco que comenzaba a ser remodelado. Sonreí al notar una presencia muy conocida.
“Ya estamos muy grandes para jugar a las escondidas… ¿No lo crees Trunks?” pregunté en tono bajo, mientras dirigía mi vista a los árboles.
Él salió unos minutos después, con una sonrisa derrotada en su cara: tenía puesto una de las armaduras de mi tío Vegeta con el spandex azul, hasta se puso los guantes y las botas; había comenzado a dejarse crecer el cabello, apenas le llagaba hasta rozar los hombros, pero se lo amarro con una liga. Aunque lo más destacado era su espada, la cual estaba en su espalda.
Se acercó a mí sin perder el ritmo. “Debería de estar diciéndote lo mismo. Ya estamos demasiado grandes para escabullirnos. ¿O no?” Soltó, no pude evitar reírme.
“Oh, por favor… estoy seguro que te escabulles en las noches para ir a la habitación de Mai…” Le regresé, de inmediato él se sonrojo. “Ja ¡Lo sabía!”
“No discutiré contigo lo que hago con mi novia…” Advirtió, aunque su sonrojo lo hacía ver gracioso.
Me reí un poco más, suspiré para calmarme y lo miré directo a los ojos. “No tienes que cuidarme… puedo hacer esto por mí mismo.” Ya había decidido que haría esto desde antes de regresar a la Tierra.
“Sé que puedes hacerlo tú solo, Goten...” Sonrió de lado y sincero. “... pero quiero acompañarte, no para vigilarte, si no para ayudar. Qué mejor que hacer esto entre hermanos." Se acercó a mí y puso una mano en mí hombro. “Te dije que siempre podrás contar conmigo en todo… esto entra en la categoría.” No pude evitarlo, lo abracé y él instantáneamente me regresó el gesto.
Amo mucho a mi hermano mayor: Gohan es y sigue siendo mi mayor héroe, fue un hermano y padre al mismo tiempo mientras era niño; me enseñó que era el bien y el mal; fue la persona a la que más admiraba de pequeño, al lado de papá.
Pero con Trunks era diferente, aún con un año de diferencia muchos (por no decir todos) nuestros gustos eran parecidos; nos retamos mutuamente y nos ayudamos a mejorar, muy parecido a mi tío con mi papá. Fue mi primer y único amigo durante años, después se convirtió en mi hermano y no puedo verlo de otra manera, incluso el vínculo lo ve como tal.
“¿El tío Vegeta no se enojará si manchas una de sus armaduras?” Era algo extraño ver a Trunks vestido así, me hacía recordar el *insignificante* hecho de que era de la Familia Real.
“No lo creo… no es como si fuera a usar alguna de estas armaduras de todos modos.” Comentó casi distraídamente. Yo levanté una ceja, tal parecía que esto de la ropa era un rasgo saiyajin. Eso hará feliz a papá.
“Bien… ya es hora.” Dije, mientras me alejaba. Me llevé dos dedos a la frente y le extendí una mano. “¿Listo para teletransportarnos?” Al verme él se rió.
“Listo.” Exclamó, decidido. Tomó mi mano, cerré los ojos y me concentré.
Esos primeros meses siendo manipulados, curiosamente llegué aún a sentir las energías de las personas, incluso a identificarlas, para papá y Gohan fue igual. Recordaba muy bien cómo se sentía él ki de los tres, grabado a fuego en mi memoria tanto como sus clases. Encontré sus energías, tranquilas e inactivas: los tres estaban dormidos y reunidos en un solo lugar. Me concentré más en la distancia en la que quería aparecernos: abrí los ojos y ví a mi segundo hermano con una pregunta silenciosa, él asintió. Nos teletransporte.
Chapter 23: Perspectiva de una Víctima
Summary:
Todos en algún momento creyeron que Son Goten era exactamente igual a su padre, como una copia... la "madre" que decía amarlo lo llego a comparar tanto con su hermano mayor, incluso queriendo hacer de él un clon del famoso erudito.
Ahora, él mismo nos demuestra que no es su padre, ni tampoco su hermano... él es: Son Goten.
Y su familia siempre lo amara, a pesar de todo...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*03 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Capital del Sureste - Región 481*
***
Nos teletransportamos, justo en frente de una casa. Aunque... debería de decir mansión: tres pisos y tal vez cuatro metros de largo; color café oscuro y blanco; plantas alrededor de toda la propiedad sin contar el gran jardín y las ventanas de ambos pisos. Era más pequeño que la casa de Gohan, pero este se veía con más lujo, incluso pretencioso. Miré alrededor, la enorme propiedad estaba rodeada por un muro de cemento y puertas grandes de rejas. Las presencias más cercanas que sentía estaban a varios kilómetros de distancia, no había ninguna casa cerca.
“No sabía que un profesor podía permitirse una propiedad tan grande.” Trunks comento. Por lo que sabía, una propiedad alejada de la ciudad tenía un gran costo, ni hablar del tamaño, la construcción de la casa o los muros.
“Según contó Chichi, siempre trabajaron en el sector privado…” Cada vez que la mencionaba me dejaba un mal sabor de boca y el hueco frío en mi pecho me molestaba. Mientras hablaba comencé a caminar hacia la parte trasera de la mansión, mi hermano siguiéndome. “Ninguno de los tres se casó o tuvo hijos, trabajan solo para su profesión y hacer crecer las generaciones futuras…” dije con tanto sarcasmo que sonaba igual a mi tío. Lo único que hacían era torturar niños.
Encontramos lo que parecía una bodega atrás de la mansión, la puerta tenía candado; lo tome y jale, rompiendo la cerradura; abrí la puerta y entramos. Ambos miramos que había de interesante.
“¿Sabes si tienen más estudiantes?” preguntó el peli-lila.
“Si… tienen un par de gemelos de 15 años en Satán City, una niña de 8 en la Capital del Norte y otra de 10 en la Capital del Oeste.” Solo lo sabía porque uno de ellos dejó su portafolios una vez en mi cuarto.
“Así que por eso haces esto… para ayudarlos.” Aseguró Trunks, volteé a verlo.
“Nadie merece ser golpeado con un látigo o con un cinturón de cuero solo por no poder entender a la primera o preguntar...” Conté, mostrando una sonrisa triste. “Los padres de esos niños firmaron contratos permitiendo que los golpeen como si fueran peor que animales. ¡Son solo niños! ¡Deben ser protegidos, no maltratados!” La imagen de mi hermana pasó por mi mente y cerré los ojos por un segundo. “Prometimos como héroes que limpiaríamos la maldad de este mundo. Incluso si tengo que mancharme las manos de sangre, pienso hacer cumplir esa promesa...” Declare, mirándolo directamente a los ojos.
Mi hermano se rió un poco y e apoyo en una mesa de madera que había en el lugar. “¿Cuál es el plan brat (hermano)?” Pregunto, sabiendo perfectamente que conocía esa palabra.
Le regrese la sonrisa. En la bodega solo había herramientas de jardinería: mangueras, palas, picos, costales de tierra, fertilizante y cuerdas. Me acerqué a las cuerdas y tomé una de ellas; es gruesa, lo suficiente para que un humano no las pudiera romper sin algo afilado, material rasposo, dejarían marcas en la piel.
“Ellos acostumbraron la mayoría de veces estar los tres presentes en mi habitación, en todas las lecciones: uno me enseñaba y los otros dos se sentaban y observaban en silencio…” Tomé una cuerda. “Se me hace justo que vean juntos como cada uno se va al infierno…”
ΩΩΩ
La primera en despertar fue Juko, su habitación era la más cercana a las escaleras. Habíamos hecho un poco de ruido moviendo algunos muebles: alejando sillones y poniendo la mesa del comedor en el centro de la sala a un lado de la chimenea. Escuchamos que abría la puerta de su habitación y bajaba las escaleras, sin ninguna preocupación.
“Hiku… espero que tengas una muy buena razón para haber hecho tanto ruido.” Dijo ella al bajar, traía una bata de color vino. “Si es por ese barco a escala de nuevo…” El lugar estaba oscuro, así que ella al bajar fue directamente al interruptor cerca de una pintura y se prendió la luz, se dió vuelta y me vio justo en medio de su sala, mi espalda apoyada en la mesa: sus ojos se abrieron por la sorpresa.
“Hola profesora.” La saludé con una sonrisa. Por el susto ella había saltado y tenía una mano en su pecho.
“¿... Son Goten…?” Pregunto, cuando su sorpresa desapareció. Miro alrededor y vio la pequeña remodelación, su ceño se frunció indignado, pero su ki mostraba otra cosa. Tengo que agradecerle a papá por enseñarme a leer por medio de la energía las emociones. “¿Cómo fue que entraste?, ¿¡Qué haces en esta casa!? ¡Nosotros no tenemos ningún interés en seguir instruyéndote!” Ella comenzó a caminar hacia atrás lentamente, acercándose a una vitrina. La observé en silencio, yo tenía los brazos cruzados tras mi espalda.
“¿No tiene ningún interés? No será porque están siendo investigados por un anónimo o… ¿Por qué sus caras y exclusivas clases ya no fueron pagadas?” Dije divertido. Mi tía me había contado ese dato interesante. Tal parece que Chichi les pagaba el doble de lo que pedían normalmente.
“No es como si fueras una gran pérdida… pobre de tu querida madre, tenía tantas expectativas contigo, pero solo eres un mediocre.” exclamó. Cuando se acercó a la vitrina abrió un cajón a su lado de un jalón y metió la mano; su cara mostró preocupación y vio al interior del cajón, estaba vacío. Una representación indirecta de su moral.
“¿Está buscando algo profesora? No será… ¿Esto?” Saqué de la espalda mi mano izquierda y mostré el arma que había encontrado en el cajón hace un rato. “No se moleste en esperar a la policía, desactive su alarma. Nadie llegará al rescate…” Las ventajas de tener un hermano que siempre encontraba los puntos débiles de los sistemas.
El rostro de la mujer se congelo y su ki mostró una emoción que me llenó de satisfacción, tanto que hizo mi sonrisa más grande.
Terror.
“Juko. ¿Estás en la sala?” Se escuchó otra voz viniendo de las escaleras, no pasó mucho para que Hiku bajará; llevaba una piyama de color azul claro y se había puesto sus gafas. Su hermana lo vio con alivio, pero aun asustada.
“Profesor Hiku…” Saludé, mi sonrisa se volvió más grande. Él hombre me miró y dió unos pasos hacia atrás, sacado de onda. “Veo que aún habla con ese tono pretencioso...”
“Juko. ¿Qué significa esto?” Preguntó, susurrando a su hermana, ignorándome, o al menos intentándolo. Comenzó a temblar tan pronto vio que tenía el arma.
“¡Llama a la policía! ¡Ese muchacho desactivo la alarma!” dijo ella desesperada, pero también susurrando. Estaba algo lejos de ellos, probablemente pensaban que no los escucharía.
Observé como Hiku abrió los ojos, alarmado y se dió la vuelta, corrió hacia el teléfono cerca de la chimenea y alcanzó a tomarlo, pero se detuvo al encontrar el filo de una espada cerca de su cuello, siendo sostenida por una mano enguantada que salía de las sombras.
“Recomendaría que bajarás ese teléfono…” dijo Trunks al acercarse al profesor y mostrándose, aún con la espada firme en el cuello del humano, ahora asustado. “... a menos que quiera que lo decapite de una vez.”
El hombre estaba demasiado alarmado, pero aun temblando como una hoja hizo lo que mi hermano le pidió y dejó el teléfono en su lugar.
“¿¡Tú…!? ¿¡Eres Trunks Briefs!?” preguntó en estado de shock la mujer. Al escucharla él frunció el ceño.
Tras los deseos mi tía dejó a Trunks a cargo de Corporación Cápsula. En los medios de comunicación se había armado todo un escándalo: mi hermano fue conocido y nombrado como el CEO más joven en la historia de la compañía. Incluso los reporteros llegaron a molestarlo en la salida del colegio, al menos hasta que la escuela se encargó. Hace un par de meses dio una entrevista, diciendo que desistiría de su cargo para poder enfocarse en la escuela: desde hace semanas un trabajador se encarga de la empresa, como lo fue hace un año.
El profesor al escuchar a su hermana abrió aún más los ojos, e intentó mirar hacia atrás, pero la espada cerca de su yugular se lo impidió.
“Tu fama te precede hermano…” le dije, aun sonriendo, él solo puso los ojos en blanco, sabia cuanto odiaba ser el centro de atención por su apellido. Vi por el rabillo del ojo cómo Juko abrió aún más los ojos y se puso pálida de repente.
“Ah… a-acaso… ¿Tú eres un hijo ilegítimo de la familia Briefs?” Preguntó el hombre, aun temblando. Yo y Trunks nos miramos y nos echamos a reír. Al ver las caras asustadas de los dos terrícolas me dió aún más risa, parecían fantasmas con la piel tan blanca.
“Ay no, jajajajajaja… Mi tía Bulma, es amiga de la infancia de mi padre, prácticamente su hermana mayor. He jugado con Trunks desde que éramos unos bebés…” Explique, limpiando las lágrimas de risa que estaban en mis ojos. Carraspeé, regresando a lo principal. “Aunque, eso no les preocupa… tienen miedo de que mi tía sepa de sus castigos para nada éticos. ¿Verdad?” No contestaron, pero en sus ojos vi que tenía razón, sonreí de nuevo. “Si lo sabe… de hecho, es ella quien inició esa investigación en su contra.”
Su miedo pasó instantáneamente a despreció, ya estaba acostumbrado. Antes de que lanzarán algún insulto Trunks en un segundo noqueó al profesor, y yo me aparecí detrás de la mujer y también la desmaye, ambos cayeron al suelo como costales de papas.
“¿Cómo quieres encargarte del último?” Mi hermano preguntó, mientras sacaba las cuerdas cortadas de un cajón.
“De ese hombre me encargo yo…”
Tenía algo especial para él.
×
“¡Eres un bueno para nada!” Gritó Ito detrás de mí. Tomó mi cabello con fuerza y estrelló mi frente contra el escritorio con fuerza, obligándome a agacharme.
Oculté rápidamente mis brazos en mi pecho, cerré los ojos y me mordí el labio para no gritar. Siempre era peor si gritaba, decían que era un irrespetuoso.
“¡Tú voz jamás debe de temblar frente a una corte! Te hace ver como un inútil y le da la seguridad a tu contrincante de que ganará. El juez a cargo te verá como un haragán.” recalcó. No importaba cuánto lo intentará, mi voz siempre temblaba al ver los rostros de mis profesores en las simulaciones. “Nunca aprendes con palabras…” con su mano aun agarrando mi cabello me obligó a sentarme en mi silla y a mantener mi frente contra la madera. “... tendremos que hacerlo de la forma dura.” Vi por el rabillo del ojo como tomó con su mano libre el cinturón que estaba en el mueble de al lado.
“Profeso-or… no…” intenté suplicar, pero su agarre en mi cabello se hizo más fuerte y volvió a golpear mi frente contra el escritorio.
“¿Acaso dijiste algo?” Preguntó cínico, negué con la cabeza lo mejor que pude. “Eso creí.” Después sentí el primer golpe en mi espalda, justo donde estaban las marcas más recientes.
Me mordí el labio con fuerza, golpe tras golpe impactó en mi espalda, pero no grité ni hice ningún sonido. No les daría esa satisfacción, no les daría la razón de que era un llorón y un cobarde.
Sentí como un pequeño camino de sangre bajaba por mi barbilla y vi unas cuantas gotas caer por mi escritorio, manchando algunas hojas. Me había abierto el labio de nuevo, tendría que pensar en una mentira para papá cuando llegara de trabajar.
×
ΩΩΩ
“¿Qué es lo que pasa?” preguntó o mejor dicho exigió Ito al salir de su habitación, terminando de colocarse su bata roja.
Lo miraba fijamente, oculto en la oscuridad de los muros, el cual era más intenso gracias a la luz de la luna que entraba por las ventanas al rededor. El profesor caminaba tranquilamente por el pasillo en dónde estaban los cuartos de los otros dos; entró a la habitación de cada hermano, pero no los encontró.
De repente se escuchó un ruido en el piso de abajo, algo de cristal se había roto. Ito se quedó quieto a mitad del pasillo, no podía ver su expresión, pero sí sentir su ki: estaba alerta, pero sin signo de vacilación o miedo... aún. Sin hacer casi ruido fue a la habitación al otro lado del pasillo, (la cual sabía era su estudió) salió de ahí con una escopeta totalmente cargada. ¿Qué tienen ellos con las armas? La mansión tenía casi uno en cada habitación.
Camino lentamente con dirección a las escaleras, sin que se diera cuenta comencé a seguirlo sin hacer ruido, quedando justo detrás de él. Quedó un paso lejos de las escaleras hizo sonar su escopeta, haciendo eco. “¿Quién está ahí?” preguntó, su tono duro, pero confiado.
“Yo profesor…” Contesté sonriendo y sintiendo como mis ojos cambiaban de color.
El hombre se dió la vuelta apuntando con su escopeta a mi cabeza, me vio y sin parpadear, disparo. Tomé con mi mano la bala a centímetros de mi rostro y la aplasté la la dejé caer en el piso. El bajó un poco su arma y me vió, por primera vez en meses lo deje sin palabras. “Sabía que odiaba a los niños, pero ¿Dispararles? ¿En serio?”
El recargó, di un paso y tomé la boquilla de la escopeta doblándola hacia arriba, disparo de nuevo; la bala dejó un agujero en el techo.
“Vaya… eso saldrá un poco caro.” Le comenté divertido. Su rostro no mostraba mucho, pero por su energía supe que estaba completamente aterrado para este punto.
“¿A qué viniste?” Preguntó, aun apuntándome con su escopeta. Vi como sus ojos notaron la sangre que tenía en mis manos y parte de mi ropa, a la altura de mí cintura, frunció el ceño con preocupación.
“A impartir un castigó…” contesté, sin mucha fuerza le di una patada justo en el pecho: vi como comenzaba a caer y a rodar por las escaleras. No sin antes quitarle la escopeta de las manos y dejarla en el suelo.
Bajé lentamente, sin apartar nunca la mirada de él. Cuando cayó al suelo de la sala. con algo de esfuerzo puso sus brazos en el suelo y levantó la cabeza, tenía una herida en la frente que había comenzado a sangrar. Ito miró alrededor de la sala y observé con profunda satisfacción mientras me colocaba detrás de él, como su rostro pasó de estoico a uno completamente aterrado.
Sus dos hermanos estaban amordazados y separados; de rodillas al suelo frente a una mesa como si fueran a cenar; bocas selladas con cinta adhesiva, brazos atados juntos con cuerdas, colocados sobre la madera completamente extendidos; ambos pares de manos cercenadas, apiladas en el centro de la mesa como una torre. Ambas heridas ya habían sido cauterizadas, pero aún había un charco de sangre debajo de cada muñón. Los dos profesores ya estaban despiertos y miraban a su hermano mayor con miedo, súplica y dolor a partes iguales.
“Tuve que hacerlo de la manera dura… usted me entiende.” Repetí, viendo como ambos adultos temblaban con solo escucharme, Trunks estaba detrás de ellos, su espada manchada de sangre y colocada tranquilamente en la esquina de la mesa. El florero había caído gracias a él.
“Tu-ú… ¿Qu-ué… que-ué hicisste-e..?” Ito preguntó, temblando como un niño pequeño. Ni rastro del bastardo que sonreía cada vez que gritaba al golpearme con ese maldito cinturón.
“Bueno profesor… le daré una pequeña clase.” Comencé, mientras me arrodillaba y agarraba su cabello, levantándolo del suelo. Intento que lo soltara, pero su fuerza era muy inferior a la mía. “Hace años, apareció un androide llamado Cell, en su famoso Torneo aparecieron peleadores de cabello rubio a los que la televisión llamo: *Cabello dorado* Al final, según Mr. Satán, fue él quien acabó con Cell y esos guerreros le dieron gracias y se fueron volando” Caminé divertido hasta llegar frente a los dos hermanos y solté a Ito, dejándolo caer boca abajo. “Escuché su conversación con mi madre hace unos meses, de cómo no creían que alguien como Satán pudiera acabar con Cell… pues felicidades, no fue así. De hecho, fue mi hermano Gohan, pero el primero en pelear con Cell fue mi padre: Son Goku, antes de que la transmisión se cortará, también mi tío Vegeta, el padre de Trunks estaba ahí.” Ito levantó su rostro sin creerme, incluso Hiku y Juko. Le sonreí a los tres y me transformé en SSJ. “Verán… mi padre y mi tío no son de este planeta, son de una raza guerrera llamada Saiyajin. Este cabello dorado.” Me señalé, mientras veía como sus ojos se abrían en shock, Trunks solo se rió. “Es una transformación única de nuestra raza, la cual también tiene sus propias leyes y cultura.” Me puse detrás de Ito y coloqué mi pie izquierdo justo en su espalda baja, haciendo que gritará, inmovilizándolo en el piso. “Los niños en nuestro planeta natal son sagrados, a los maestros que les enseñaban y los dañan eran castigados.” Con mis manos tomé los brazos del profesor, los extendí y los giré un poco hacia atrás, él hombre gritó por el estiramiento. “Para los estándares de los saiyajin yo ya soy mayor de edad, pero aquí en la tierra aún soy considerado un adolescente: lo que significa que, según leyes humanas ustedes maltratan a niños inocentes, llegando al punto de hacerlo por diversión.” El sonido de sus risas amortiguadas llegó a mi memoria. Levanté más los brazos de Ito, sin apartar la mirada de los dos hermanos aterrorizados, sentí como los músculos y tendones del viejo Ito se estiran más de lo que es recomendable. Ambos hermanos comenzaron a negar con la cabeza, con desesperación. Así que adivinaron lo que hare. “Cómo menor de edad en la tierra fui maltratado, lo cual requiere justicia y como mayor de edad Saiyajin, yo puedo hacerles cumplir su castigo. ¡Según dicta mi cultura!” Sentencie al mismo tiempo que levantaba los brazos del profesor dislocándolos al mismo tiempo. El grito que dio el hombre se escuchó por toda la casa, asustando aún más a sus dos hermanos, incluso Juko había comenzado a llorar de impotencia y tristeza.
No me conmovió.
Solté los brazos dislocados y cayeron inertes al suelo. “¿No está contento profesor? Ya no me tiembla la voz…” No pude evitar comentar.
Jamás me volvería a temblar…
“Tu-ú…” comenzó Ito intentando en vano levantar sus brazos, así que solamente giró su cabeza para mirarme. “Maldito-oo… monstruo…”
“No diga eso profesor… aún falta.” Contesté, haciendo presión en su espalda baja dónde aún estaba mi bota. Note que intentó ocultar su dolor, pero yo presione con más fuerza hasta que soltó otro grito. “De los tres usted fue el peor, no le bastó con los golpes. ¡Oh no! Llegó a humillarme junto a sus hermanos, como si solo fuera un entretenimiento…” Levanté mi pie un poco y pise con fuerza su espalda, escuchando el crujir de su columna. Dejándolo inválido. Él profesor volvió a gritar, incluso algunas lágrimas de dolor se vieron en sus ojos. Presione aún más mi pie y lo gire varias veces, asegurándome de romper los huesos sin posibilidad de recuperación.
Fue doloroso y humillante recordar las lecciones, sobre todo contarlas: tenía el poder necesario para destruir un planeta, pero por culpa de Chichi los tres me domaron igual que a un niño. Ni mi padre, ni mi hermano pudieron evitarlo, siendo ellos incluso más fuertes. Me aseguraría de que fuera la última vez.
Trunks tomó una de las sillas que estaban en el comedor y me la paso, la coloqué a unos pasos lejos de la mesa. Tomé del cuello a Ito y logré que se quedará sentado en la silla, con una vista directa a sus hermanos: ya no podía mover sus brazos ni sus piernas, pero aún podía mover su cabeza, con esfuerzo él la levantó, cuando me acomodé a su lado y me lanzó una mirada de completo odió, su rostro bañado en sudor por el dolor. Lo mire, indiferente.
“Algo que note es que usted y Hiku no se llevan muy bien… tal parece que, la que soluciona todo entre ustedes es la profesora Juko.” Con los ojos de los tres hermanos sobre mí, rodeé la mesa quedando justo detrás de la mujer. “Irónico, ya que los tres viven juntos…” Mi hermano me pasó un látigo que había puesto cerca de la chimenea, al verla los dos hombres abrieron más los ojos y palidecieron. La mujer no podía verme, aunque lo intentará, pero vio la expresión de sus hermanos y comenzó a temblar y a llorar en silencio. “Yo no pienso golpearlos… no soy igual a ustedes.” Deje en claro.
Desdoble el látigo que saque del estudio de Juko y rodeé su cuello con él, como si fuera una cuerda. La mujer comenzó a sollozar y negar con la cabeza con pánico y desesperación.
“Usted profesora fue la que dejó marcas más fáciles de curar…” Susurre justo en su oído derecho. Tomé ambos extremos del látigo y comencé a apretar.
“¡De… Detente-e…! ¡Es una-a mu-ujer!” Gritó Ito, intentando en vano moverse, solo consiguiendo lastimarse aún más la espalda, jadeando de dolor. Su hermana ya casi no podía respirar, sus ojos se habían comenzado a poner rojos y su piel un poco morada. “¡Ella-a no merece esto!”
“Hizo el mismo daño que ustedes, es bastante justo… No quisiera que piensen que no soy igualitario. Ustedes me lo enseñaron.”
“¡NO! ¡¡¡JUKO!!!” Grito el hombre, en completo pánico. Hiku se movía erráticamente, intentando levantarse, pero Trunks lo mantuvo en su lugar.
En un solo movimiento jalé ambos extremos con fuerza y escuché como el cuello de la mujer se rompió, su respiración se detuvo, su ki desapareció; su cabeza cayendo a un lado. Solté el látigo, el cual se desenredo y cayó al suelo en silencio. Levanté la vista y vi como Hiku sollozaba: veía el cuerpo de su hermana ahora sin vida; su hermano mayor en cambio tenía una mirada congelada... Rota.
“Hazlo Trunks…” dije, al hablar Ito salió de su trance y me miró.
Mi hermano tomó su espada y en un movimiento decapitó a Hiku, su cabeza aterrizando en la mesa cerca de las manos cortadas, la sangre brotó del corte y manchó más el traje y la espada de Trunks, incluso mi dogy. Todo siendo visto por el último hermano que quedaba.
“¿Hi-iku…?” Susurró él, mirando la cabeza decapitada de su hermano, no creyendo del todo la realidad.
Aproveche que Ito estaba distraído caminé de nuevo hacia él y me coloque detrás de su silla, puse mi mano en su boca, manchando su cara con la sangre semi-seca de sus hermanos muertos y lo hice mirar hacia atrás, directamente a mis ojos; con mi otra mano saque la guadaña de jardinería de mi cinturón y coloque el filo de la punta en su yugular.
“Originalmente también tendría que haberles cortado la lengua a los tres por sus mentiras… pero quiero regresar con mi padre.” El hombre mostró un poco de sorpresa en sus ojos por la revelación, movió su rostro para que lo soltará, pero hice mi agarre más fuerte, forzando a que quedará inmóvil. “¿Qué se siente perder a un hermano?, ¿Duele verdad? No se preocupe, se unirá con ellos en el infierno…” Con la guadaña le corté la garganta lentamente y su sangre salió a borbotones, mojando mi mano y mi arma. Vi sin apartar jamás la mirada cómo se desangraba muy lento, ahogándose con su propia sangre y la luz de sus ojos se desvanecía a la misma velocidad que su ki. Dió su última respiración, mirándome y su energía desapareció para siempre de la Tierra.
Sentí como en ese instante algo en mi pecho se liberó, incluso me quitó el aire. Vi con más detalle la escena frente a mí, los tres estaban muertos, ya no sentía sus presencias, ni escuchaba sus latidos o respiración... ya no volverían a dañar a ningún niño.
Ya no volvería a tener miedo de ellos.
“Goten… ¿Estás bien?” Trunks preguntó, su tono era bajo. Volteé a verlo aún un poco atónito, no había notado que había puesto su mano en mi hombro.
Quería regresar con papá, no quería que tuviera alguna pesadilla.
“Solo quiero regresar…” dije cansado de repente, des transformándome.
Mi hermano asintió, me regalo una ligera sonrisa y caminó hacia la puerta, lo seguí: cuando llegamos a la entrada ambos abrimos las puertas de par en par al mismo tiempo, y ambos nos congelamos al ver quienes estaban delante de nosotros. Abrí mucho los ojos... no había sentido sus presencias hasta que salimos, debieron de a verlo estado ocultando: a un par de metros lejos de la mansión estaban mi tío Vegeta, Gohan y mi padre; los tres tenían aún las prendas que usan para dormir; todos con una mirada estoica.
Observé como mi padre y mi hermano primero vieron el estado de mi ropa; las manchas de sangre en la tela, en mis manos y la guadaña ensangrentada que aún mantenía agarrada en mi mano derecha. Después ambos me miraron a los ojos; Papá mostró una sonrisa triste; Gohan me miró con un rostro en blanco, pero a ambos se les bajó un poco la tensión en sus hombros, el mismo que no había desaparecido desde que les conté sobre mis tutores; miré por un momento a mi tío Vegeta, él solamente nos miraba con su clásico ceño fruncido, pero sus ojos mostraron comprensión. Trunks sonrió un poco cuando lo vio.
Mi hermano mayor dió unos pasos al frente y levantó su mano en dirección a la mansión, formó una bola de ki y la lanzó directamente al interior, junto con algunas más. No necesitaba voltear, escuché cómo se formaron las llamas dentro de la mansión. El fuego acabaría con todo en su interior, mi hermano lo sabía.
Papá se acercó hacia mí, no intenté moverme. Miré sus ojos, buscando algún inicio de odio, decepción o vergüenza, incluso en su ki y en el vínculo... pero no encontré nada de eso, solo ese amor incuestionable y ciego que siempre mostraba, mis ojos se llenaron de lágrimas con rapidez. Apreté la guadaña con más fuerza.
Él se detuvo unos pasos lejos de mí, me miró fijamente, tal vez estudiándome. Mostró esa sonrisa paternal: la misma que me dió la primera vez que me cargo de bebé y después a los 7 años, en el Torneo de Artes Marciales. Abrió los brazos sin mencionar palabra, no pude evitar correr a abrazarlo mientras las lágrimas caían por mis mejillas, él me abrazó con fuerza, no importándole si estaba manchado de sangre.
Cerré los ojos con fuerza, comencé a sollozar en su hombro cuando sentí la mano de mi hermano mayor en mi cabello. En algún punto ya no pude mantenerme parado, papá ayudo a arrodillarme en el suelo, sin soltarme.
“Estamos contigo… siempre estaremos contigo.” Mi padre dijo en mi oído, probablemente sintió mi miedo, aun me era difícil silenciar los vínculos. Yo solo asentir con la cabeza. “Te amamos Goten… eso jamás cambiará.”
“También los amo papá… los amo tanto, gracias… gracias…” No pude evitar agradecerles, aun llorando de alivio. Sentí como papá me quitaba gentilmente la guadaña de la mano y su ki se encendía, haciendo cenizas la herramienta.
No me odiaban, a pesar de todo ellos me querían, no me obligarían a cambiar ni ser algo que no era. Me aman y aceptan todo de mí...
“Es hora de irnos…” Gohan susurro, después de un rato. Su mano aun acariciando mi cabello.
Al separarme de papá él me ayudo a levantarme, me rodeó con su brazo y mi hermano mayor hizo lo mismo. Sentí como mi tío y Trunks caminaban detrás de nosotros. Por el rabillo del ojo vi la mansión: el fuego se había expandido con rapidez por todo el primer y segundo piso; las ventanas se rompieron y todo en su interior estaba convirtiéndose en cenizas.
Poka. (Adiós)
Notes:
- Región 481: Hace referencia al capítulo 481 del manga de Naruto: ¡¡Sasuke vs Danzo!! (Muerte de Danzo)
Espero hayan pasado una bonita Navidad, les deseo un hermoso año nuevo, ya que tal vez no publiqué nada hasta enero. ¡¡¡Feliz Año!!!
Chapter 24: Perspectiva de una Familia - Son Gohan y Kakarotto
Summary:
Las cosas comienzan a tomar forma, pero aún queda un asunto pendiente...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Dos días después…*
*05 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*A orillas de Satán City*
*Residencia de Son Gohan*
***
“¿Están seguros de querer venderla?” Preguntó de nuevo Mr. Satán. No pude evitar rascarme detrás de la cabeza. “Tal vez la necesiten para más tarde…”
“Ya lo hemos decidido papá. Gohan y yo hemos estado viendo algunas casas en la Capital del Oeste.” Respondió Videl, mientras agarraba la mano de su padre. “Cuando encontremos el indicado comenzaremos a empacar…”
“¿Viendo casas? Pero Videl, puedo hacerles otra, solo tienen que decirme en dónde la van a querer.” Sugirió mi suegro animado, mi esposa y yo comenzamos a negar con la cabeza, pero él ya se había dado la vuelta y caminaba en dirección a la habitación de Pan. “Tal vez una de color azul oscuro, podemos agregarle piscina… incluso la pequeña Pan puede ayudar…” escuché que divago hasta que subió las escaleras.
Videl suspiró derrotada, yo no pude evitar reírme un poco: así había sido la conversación con Satán poco antes de casarnos.
“Sabíamos que esto pasaría, mi amor.” Mi esposa y yo tenemos la sospecha de que Satán gastaba su dinero en mi o mi familia porque se sentía culpable por haber tomado el crédito por Cell. Incluso Videl se disculpó cuando se enteró hace años, hasta con mi padre: fue él quien le dijo que esa coartada nos ayudó mucho, ni a mí ni a él nos gustaba la atención. “Al menos está vez podemos evitar que haga demasiados cuartos.”
Mi esposa me volteó a ver y solo se encogió de hombros, riendo. “Ja, es capaz de hacer un castillo. Tal vez si Pan usa sus ojos dulces lo convenza." Eso definitivamente funcionará, era débil contra Pan. Todos en mi familia, de hecho, hasta el Señor Piccolo.
Volteé a ver la ventana cerca de mí, miré el cielo azul en compañía de algunas nubes grandes y blancas, eran apenas las 12 de la tarde. Mi mente llevándome a lo ocurrido hace un par de días.
Mi padre se había despertado no mucho después de que Goten saliera y me avisó, sorprendentemente mi tío ya nos esperaba a ambos en la salida de Corporación. No había sido del todo una sorpresa. Llegamos un par de minutos antes de que mi hermano saliera de esa mansión.
Papá había presentido desde hace tiempo que Goten tomaría justicia por él y el resto de los niños afectados, incluso antes de las lecciones con el tío Vegeta. Durante nuestra estadía en el planeta de Kaiosama y Yadrat había notado de verdad cuánto, la forma de pensar de mi hermanito había cambiado. Más se notó cuando nos contó a papá y a mí sobre la Cultura Saiyajin: estaba feliz de compartirlo y tener a más personas con quién hablar del tema.
La Cultura Saiyajin era bastante fascinante por sí misma. Era tan diferente de como lo había imaginado en un principio (la verdad ni siquiera creía que tuviera una), más aún cuando papá nos contó la verdad detrás de su llegada a la tierra: saber eso le había quitado cierta inseguridad y miedo que había mantenido guardado durante años. Tengo que admitir que a mi también, aunque aún me costaba sobrellevarlo.
Había pasado gran parte de mi vida evitando mis instintos: no estaba en completa sintonía con ellos, incluso después de despertar los vínculos. Mi moral humana chocaba constantemente contra mis impulsos saiyajin desde que era pequeño, sabía que incluso papá había tenido algunas dificultades, pero no tantas como las mías. No ayudaba que, cuando mis instintos llegaban a dominarme, me cegaba el poder y siempre acababa en desastre.
Ahora, por primera vez desde que tengo memoria mi papá estaba en paz, incluso tengo que admitir que mis instintos no habían estado tanto en conflicto como antes. Me estaba adaptando: mi parte humana aceptaba más fácilmente mis diferencias (las cuales Chichi muchas veces recalcó a lo largo de los años y me obligue a ocultarlas) y mi parte saiyajin comenzaba a mostrarse más, pero no de forma agresiva y cegadora como esperaba, sino lentamente, dándome tiempo para acostumbrarme.
Tengo la hipótesis de que, como ya no tengo miedo de mi linaje y hasta cierto punto acepto mis instintos, estos ya no intentan dominar o tomar el control, sino que ahora quieren trabajar a la par con mi parte humana, tener un equilibrio.
Si era honesto conmigo mismo, tenía bastante curiosidad por saber de la Cultura Saiyajin, pero aún no me sentía preparado, como si faltara una pieza o un asunto pendiente: tal parecía que mi tío Vegeta lo noto, pues dijo que si cambiaba de opinión era bienvenido en sus lecciones cuando me sintiera preparado. Aunque, al parecer es un maestro estricto: desde el primer día Pan dejó muy en claro que no me contaría nada de sus clases conmigo. (Muy posiblemente se deba a que solo el más sabio puede enseñar) No me molestó, de hecho, lo prefería. Me daba tiempo para adaptarme a todos estos cambios.
Había sido mucho en poco tiempo.
“Gohan… tu mente de nuevo.” Videl señaló, al mismo tiempo que puso su mano en mi hombro, se había puesto frente a mí sin darme cuenta, le sonreí un poco. “¿Qué estás pensando?”
“Solo recordaba… cuánto luchaba por ocultar lo que me hacía diferente de los humanos o incluso de tí.” Le confesé. No tenía secretos con ella, conocía muy bien mis inseguridades con respecto a mi linaje. Si no fuera por ella probablemente no hubiera admitido siquiera mi amor por la lucha o ido a los entrenamientos con el Señor Piccolo y mi papá. “Creí que si era lo más normal posible todo estaría bien, pero… los deseos, casi provocan que te pierda a ti y a Pan.” Tomé con delicadeza sus manos y les di un ligero beso.
Las primeras semanas de esa vida normal habían estado tranquilas y perfectas, pero no pasó mucho para que mi “odio” hacia las Artes Marciales y todo lo referente con los saiyajin generará discusiones, peleas… y casi el divorció. Videl me informó que había llamado al abogado de su familia para tramitar la documentación solo unos días después de la visita de Whis a la tierra: ella estaba harta de fingir y no quería que nuestra pequeña sufriera en un matrimonio problemático.
Ahora está casa, en la que habíamos vivido todo nuestro matrimonio la sentía asfixiante, incluso fría: ya no me sentía a gusto y tampoco mi esposa. Sin dejar de lado que Chichi había pasado mucho tiempo aquí, y su simple recuerdo me daban ganas de llorar. Si era de furia o tristeza, no lo sabía aún.
“En esos meses tú no eras mi esposo…” Videl tomó mis manos y las apretó, la mire a los ojos. “Eras solo un cascarón vacío, siguiendo las reglas de Chichi como si fuera algún evangelio, olvidando el daño que las mismas te habían hecho durante tu infancia. Te lo dije el día antes de casarnos. Amo todo de ti Gohan; no solo tu faceta de investigador exitoso.” Puso su mano en mi rostro y acaricio mi mejilla con su dedo, no pude evitar ronronear por su toque cálido y suave, había extrañado tanto esto. “... también amo a ese niño con el dogy morado que peleaba contra Cell, amo a ese héroe llamado el Gran Saiyaman que peleaba por la justicia.” No pude evitar reírme, ella se río conmigo. “... y también amo, al padre que pasó madrugadas enteras solo abrazando y ronroneando para Pan… ” No necesitaba sentir su ki para saber que todo era verdad, podía sentir su amor fluyendo inconsciente a través del vínculo: era tan reconfortante y hermoso.
Levanté con mi mano un poco su barbilla, acerqué mi rostro al de ella y le di el beso más dulce que pude: dándole las gracias por amarme, por haberme perdonado todo lo malo que hice, dije o estuve a punto de cometer. Sentí que me hacía falta el aire y me alejé un poco a regañadientes, no sin antes dejarle un pequeño beso en la frente, ella me sonrió con tanta ternura e hizo lo mismo con mi frente teniendo que ponerse de puntitas, le regresé la sonrisa.
Tengo grabado en mi mente el día en él que papá y yo despertamos los vínculos, fue la única meditación que hizo en el planeta Yadrat: Goten nos guiaba mientras nosotros estábamos en posición de loto y con los ojos cerrados. Fue difícil, años estando sellados y sin conocer su existencia lo complicó más, pero cuando encontré esas conexiones y me conecté con todas ellas, mis ojos se llenaron de lágrimas por las emociones que sentí de cada una.
Lo primero fue el amor y la preocupación de mi esposa, con ella estaba mi pequeña Pan, tan llenas de luz. En forma sucesiva sentí todos los vínculos, incluso el que tenía con el Señor Piccolo, que estaba al lado del de mi padre.
Lamentablemente con eso llegó una sensación de frío, vacío, engaño y traición que me quitó el aliento e hizo que el pecho me doliera. De todos, la traición era el más fuerte: es un dolor desgarrador que viene de lo más profundo, como si cortará desde el interior, el dolor volvía a aparecer cada vez que recordaba a los responsables de todo este engaño: fue la razón principal de porque evité que Krillin se acercara a mi padre ese día, si su traición me había dolido tanto, a mi padre lo había destrozado.
Escuché el sonido de unas pisadas bajando por la escalera y las voces de mi suegro y mi pequeña. Ya había terminado de empacar.
Rodeé la cintura de mí esposa y ambos observamos divertidos como Satán bajaba una maleta y traía a Pan en sus hombros. Bajaron y se unieron a nosotros en la sala, cada uno ya tenía su maleta lista.
“¿Ya terminaste de empacar Pan?” Preguntó mi esposa mientras se acercaba a su padre y tomaba a nuestra hija.
“¡Si mamá! Incluso el abuelo me ayudó… tiene buen gusto.” Comentó divertida.
“¡Oh pequeña Pan! Yo siempre tengo buen gusto.” declaró mi suegro, mi esposa negó con la cabeza, divertida.
La ropa que teníamos en Corporación se había comenzado a acabar, mi tía Bulma estaba dispuesta a comprar más si necesitábamos, pero no queríamos molestarla, ya había hecho mucho; a Goten y papá les pasaba lo mismo, pero ninguno de los tres estábamos dispuestos a regresar a la casa en la región 436. Trunks tuvo que hacernos el favor de ir y recoger algunas cosas que mi hermano y mi padre querían recuperar. Afortunadamente con los deseos de Porunga la mayoría de su ropa regresó aquí a la casa, llevábamos un par de bolsas de viaje con sus cosas.
“Bien, si ya tenemos todo regresemos a Corporación. Trunks no podrá entretener a Bra por más tiempo.” Mi pequeña prima no quería separarse de Pan, su hermano tuvo que sacrificarse para que nosotros pudiéramos venir.
“¿Usamos el auto o la teletransportación?” Videl preguntó.
“¡Teletransportación!” Gritó Pan al instante. Ahora yo negué con la cabeza, divertido. Había estado pidiendo venir de esa forma, pero no había ninguna presencia que conociera en la casa o cerca. “¡Teletransportación, teletransportación!”
“Bien, bien tu ganas Pan. Nós vamos a teletransportar.” Accedí. Solo esperaba no aterrizar encima de alguien, aún recuerdo cuando caí encima de Kaiosama. Goten cayó al suelo de la risa.
Yo me puse una mochila en los hombros y agarre las cosas de papá; Satán tomó un par de maletas mías y me toco el hombro; Videl bajo a Pan al suelo, agarró su maleta, la de nuestra hija y me toco la espalda; Pan se acercó y abrazo mi pierna. Le sonreí con ternura, ya ha crecido bastante.
Cerré los ojos y puse mis dedos en mi frente, cuando encendí mi sentido del ki… tuve que bajar mis dedos y abrir los ojos al sentir que una presencia se acercaba a la casa. Di la vuelta y miré hacia la ventana que daba al patio.
“¿Gohan?” Preguntó mi esposa. Debió haber visto mi rostro, la presencia me sorprendió.
Antes de que contestará el sonido de un vehículo se escuchó llegar, mi suegro cargo a Pan, Videl y yo nos acercamos a la ventana. Vimos perfectamente como el vehículo se estacionaba tranquilamente en el patio. Sabía que mi esposa no reconocía el modelo, pero yo sí.
“Es mi abuelo.” Conteste. Videl volteo a mirarme, preocupada. Tomé su mano para calmarla. “No te asustes, él está solo.” De lo contrario, me hubiera teletransportado.
“¿Quieres hablar con él?” Me preguntó, mi abuelo ya había estacionado su vehículo y salido.
“Quería hablar con él cuando lo ví, pero…” Fruncí el ceño al recordar ese día, mi esposa entendió y apretó mi mano. “Déjame hablar con él primero y luego dejas que Pan lo saludé.” Quería saber porque venía aquí, algo me decía que no era la primera vez. Había marcas de aterrizajes pasados en el pasto.
Videl asintió y soltó mi mano, caminé directamente hacia la puerta y salí de la casa. Mi abuelo escuchó el sonido de la puerta y giró a mi dirección, sus ojos se iluminaron, pero no se movió.
Sonreí un poco, caminé rápidamente hacia él y lo abracé, él me lo regreso con fuerza e incluso me levanto. Lo había extrañado mucho, dolió cuando no pude acercarme a él.
“¡Gohan! Que gusto que te encontré.” Confeso. Me dió un último apretón y me bajo, soltándome, ví que tenía sus ojos brillosos. “Había estado viniendo durante unos días, pero no había nadie.”
“Lo siento… hemos estado quedándonos con mi tía Bulma desde que volvimos.” Le informé, con mi manga me limpié las pequeñas lágrimas que había soltado sin querer, le sonreí. “Me alegra verte, abuelo.”
“Veo que estás mejor.” Puso su mano en mi cabello y lo alboroto. “Cuando… recordé todo, me asusté mucho por ustedes. Se veían tan delgados, sobre todo Goku.” Su rostro se puso triste en un instante. “Krillin fue quien me dijo todo. Fue cuando recibí una llamada de Bulma, tu madre estaba…”
“Abuelo, por favor… ella ya no es mi madre, ni la de Goten.” Dije instantáneamente, cerré mis manos con fuerza y miré hacia el suelo. Sentí la mano de mi abuelo en mi hombro, él apretó un poco.
Cerré los ojos con fuerza. Sabía que pasó ese día, mi tía nos lo contó todo: papá no habló ni comió en lo que resto del día, ni siquiera pudo dormir, mi hermano y yo nos quedamos con él toda la noche.
“De verdad lo lamento tanto Gohan…” Su voz se escuchó solloza, abrí los ojos y lo miré, tenía lágrimas en sus mejillas. “Si hubiera sabido de esto antes lo hubiera evitado. Goku me llamó ese día que la dejó, espere a que ella viniera al reino, pero jamás fue. La llamé en una ocasión y dijo que todo estaría bien. Jamás hubiera creído que haría todo esto, nunca creí que les haría daño a ustedes o a Goku…” contó, volví a abrazarlo, esperando que dejara de llorar.
Mi abuelo quería mucho a mi padre, lo veía como a un hijo y también por su relación con Son Gohan: su amigo y compañero de entrenamiento. Aparte de papá mi abuelo hablaba mucho de mi bisabuelo. Sentí que se culpaba por esto, lo que no entendía era porqué.
“Sabemos que lo hubieras evitado. Mi padre lo sabe, Goten y yo también.” Me separé de él. “No tienes la culpa abuelo… después de todo ella sigue siendo tu hija y confiaste en ella, como todos lo hicimos. La única responsable de esto es ella y todos sus cómplices.” Al menos los que seguían vivos. Mi abuelo me sonrió, sus ojos atormentados se volvieron más claros y brillantes. No merecía cargar con culpas ajenas.
La puerta de la casa se volvió a abrir, ambos observamos como Videl, Pan y Satán salían de la casa y se acercaban. Mi pequeña tan rápido vio quien estaba a mi lado corrió hacia él.
“¡Abu Ox!” Pan gritó mientras corría.
Mi abuelo se arrodilló y tomó a Pan entre sus manos y le dió un abrazo. “¡Oh pequeña Pan, has crecido mucho!” Videl se acercó a mi lado y me tomó la mano, le sonreí agradecido.
“¡He crecido más desde que me viniste a visitar!” Comento mi hija, emocionada. Se separó de su bisabuelo, pero se sentó en sus manos, eran lo suficientemente grandes para que estuviera cómoda. “¿Por qué no habías venido?”
“Bueno… es que, mi reino… Si ¡Mi reino! Había unas cosas de las que tenía que ocuparme.” dijo nervioso, pero bastante creíble. Suspiré aliviado. “Pero todo está arreglado.”
“Si tienes tanto trabajo. ¿La próxima vez iremos a tu reino a visitarte?” preguntó mi hija inocente, pero de inmediato mis instintos me gritaron.
“Lo siento Pan… pero no podremos ir a la casa de tu abuelo…” Negué casi de inmediato. Mi abuelo se sorprendió, pero no dijo nada, por el rabillo del ojo vi que mi esposa y mi suegro suspiraron.
No quería saber nada de Chichi, pero me mantenía al pendiente de su ki, al menos para asegurarme de que no volviera a buscar a mi padre. Desde ese día ella había estado en el castillo del abuelo, fue la única razón por la que dejamos que Trunks fuera a la casa en la montaña, no había estado nadie en el lugar desde nuestro regreso, y según comentó él por el polvo acumulado en los muebles, desde que nos fuimos.
No permitiría que se acercara a mi hija de nuevo.
“Ohh…” Pan mostró un puchero triste. “¿En serio no podemos? Quería volver a jugar en el río.”
“No pequeña, no podremos por un tiempo. Pero, podemos ir a la playa, hasta podemos invitar a Bra para que juegue contigo.” Mi tío había sido inflexible en los lugares a los que Bra podía ir. De hecho, ninguno de mis primos conocía el reino de mi abuelo, mi primita ni siquiera había visto la casa en la región.
Ante la mención de su amiga y prácticamente hermana mi hija se emocionó y olvidó totalmente su idea de ir al castillo. Demasiado emocionada con la idea de la playa.
“¿Abuelo?” Lo llame. Había dejado a Pan en el suelo y miraba su vehículo con aprensión y melancolía. Solo tenía esa mirada cuando visitamos la tumba de la abuela.
“Yo… hay algo que quiero darles, Gohan. ¿Habrá alguna manera de que vengan tu padre y Goten?”
“No creo, ambos se han quedado en Corporación.” Y la verdad no quería que vinieran aquí, yo mismo me sentía incómodo en la casa, para ellos sería igual o peor. “Pero podríamos ir con ellos.”
“¿Sería eso correcto? La última vez no salió muy bien.” Mi abuelo no mostraba miedo en su mirada, pero sí cautela. Recordaba el estado iracundo en el que estaba mi papá, al menos no le temía.
“Estará bien abuelo, ese día… no fue el mejor.” Pareciera que incluso fue planeado, todos acorralando a mi padre en busca de un perdón que no merecían. Desde entonces no se sentía tranquilo en ningún lugar, siempre tenso, siempre alerta. Era posible que ya supiera que él está conmigo. “Papá no le hará nada, estaba a la defensiva por Chichi, no quería que se acercara a nosotros, pero contigo no hay problema, él confía en tí.” Él mismo me lo dijo.
Mi abuelo suspiró, volvió a mirar de nuevo su vehículo y después a mí. “Entonces vamos.” Tendría que decirle a Pan que no podremos teletransportarnos.
Suspiré.
#
***
*05 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
Al terminar de entrenar con Vegeta en la sala de gravedad, ambos estábamos comiendo en la cocina, habíamos calentado unos botes grandes de ramen. Tuve que detener un bocado cuando sentí que el ki de mi suegro se acercaba a Gohan, bajé los palillos y me quedé atento.
“¿Kakarotto?” Vegeta preguntó al verme, estaba sentado frente a mí.
“Ox Satán está con Gohan… parece que vienen para acá.”
“¿Acaso quiere que mates a su arpía de hija?” Preguntó sarcásticamente.
“Viene solo.” Aunque no pude evitar sonreír un poco por el comentario. “No hubiera permitido que se acercara a mi hijo si viniera con ella.” Respetaba mucho a mi suegro, incluso después de todo esto mi mente seguía llamándolo así.
Aunque puedo admitir, al menos para mí, que fue él una de mis razones por las que me quedé con Chichi tanto tiempo: Ox Satán confío en mí para que cuidara e hiciera feliz a su única hija. Desde un inicio él fue un gran abuelo para mis hijos, tal como lo fue el mío. Eso no significaba que no le negaría la visita a mis hijos si su plan era que Chichi los viera.
“Me sorprende que venga después de tu estado iracundo… cualquier humano por supervivencia estaría lejos de aquí. Tal parece que lo confiado se lo pegaste.” Puse los ojos en blanco.
“Y tú lo imprudente a mi sobrino.” Devolví, me frunció el ceño indignado y me reí.
Antes de que Vegeta me insultara, el teléfono de la cocina sonó, me levanté y conteste. “¿Hola?”
“Hola papá.” Me saludó mi hijo. “Estoy en el carro en camino a Corporación…”
“Vienes con tu abuelo.” Complete, él soltó un bufido.
“Si, vengo con él… quiere hablar con los tres. ¿Puedes decirle a Goten y vernos en el jardín?” Note que no faltaría mucho para que llegara, unos minutos tal vez.
“Yo le digo, aunque. ¿Qué quiere decirnos?” Era raro hablar con él de temas serios.
“La verdad no lo sé, pero creo es importante, me dijo que no era la primera vez que iba a la casa.”
“Bien, le estaré diciendo a tu hermano.” Con eso él colgó. Deje el teléfono en su lugar. “Vegeta…”
Me interrumpió. “Dudo que Trunks se aleje de Goten, lo que quiera tu suegro le concierne a él también, son hermanos.”
“Lo sé...” Suspire. Tenía razón, no se iban a separar.
No me sorprendería que también Bulma se uniera. Ha estado muy sobreprotectora conmigo desde que llegué.
&&&
Todos estábamos cerca del kiosco ya completamente reconstruido. Vegeta tenía razón; Trunks estaba al lado de Goten, Bulma se unió ¡Incluso él estaba aquí! El sol comenzaba a ocultarse por las nubes poco a poco, no tardaría en llover, desde hace rato el aire olía a humedad.
Vimos cómo detrás del auto de Gohan venía el de Ox Satán: todos observamos cómo ambos llegaron al jardín y estacionaron. Los primeros en salir fueron Pan y Satán los cuales muy animadamente vinieron a mi dirección.
“¡Abuelito!” Gritó mi nieta al verme. Corrió hacia mí, la cargué y la acomodé al lado de mi cadera. “Adivina… ¡El Abu Ox vino con nosotros! ¿Se puede quedar?”
Había estado haciendo eso mucho, preguntándome y pidiendo permisos, hizo lo mismo cuando pidió permiso para tomar lecciones de la Cultura Saiyajin, primero a sus padres y luego a mí. Vegeta me lo explicó: mi constante alerta y preocupación lo sienten toda mi familia, los niños sobre todo al ser más sensibles a los vínculos. Así que ella inconscientemente ve la necesidad de obtener mí aprobación.
“Bueno Pan, primero tenemos que hablar a Ox Satán, pero después tienes que preguntarle a tu tía Bulma, está sigue siendo su casa.” Ella frunció un poco su ceño, pero asintió. “Ahora ve a la guardería, Bra te está esperando.”
“¡Siiii! ¿Abu Satán me acompañas?” Volteó a verlo y hasta usó sus ojos de cachorrito. Evite reírme.
“¡Claro pequeña Pan! ¡Vamos!” Mr. Satán aceptó. Baje a mi nieta al suelo y ella salió corriendo junto a su abuelo.
Mientras hablaba con Pan, mi hijo menor había ido con su abuelo y lo abrazó, hablando un poco con él.
Suspiré, volteé a mirar a mi suegro: él estaba a un lado del auto, traía puesto su camisa a cuadros, pantalón negro y su clásico casco de siempre. Su rostro mostraba la misma emoción que su energía: aprehensión.
“Ox Satán no le haré nada.” dije, mientras caminaba lentamente hacia él, para no asustarlo. “Ese día…”
“Lo sé Goku, sé que no me harás daño, al menos no a mí.” Dijo, pero con tal sinceridad que no pude evitar abrir un poco los ojos. “Solo… que no sé ni cómo comenzar a disculparme.”
Me llevé una mano a la frente y me reí, solo un poco. “Ahora se dé dónde sacaron mis hijos la necesidad de disculparse por cosas que no hicieron.” Gohan y Goten soltaron un bufido al mismo tiempo; Ox Satán sonrió un poco, pero sentí que estaba sorprendido por medio de su ki, tal vez por la falta de mi comportamiento estúpido.
“¿Solo de él?” Vegeta soltó divertido, me gire para verlo, con el ceño fruncido. Mi sobrino se tapó la boca con sus manos para amortiguar su carcajada, también Bulma.
“¡Vegeta!”
“¿No sé supone que serían honestos todos?” Se justificó.
“¡Vegeta, por favor!” Bulma lo regaño. “Solo dejarles hablar.”
“Tch… como si me importará.” Se dió media vuelta y entró al kiosco, dándonos la espalda, pero él aún podía escuchar todo a esa distancia.
“Puedo ver qué siguen llevándose como siempre.” Comentó divertido Ox Satán.
“Si, sigue teniendo la misma cara de limón agrio.” Mis hijos se rieron y escuché vagamente un: *Maldito insecto* dentro del kiosco. “Pero no debe disculparse por nada, usted no sabía nada, ni siquiera sobre las discusiones.” Cuando le hablé ese día que dejé a su hija jamás le conté lo ocurrido en esos 3 años. Ante todo, seguía siendo el padre de Chichi, no quería que su opinión sobre ella cambiará.
“Eso no quita mi responsabilidad en esto, quien ocasionó y planeo esto fue mi hija. ¡La pequeña que yo crié! …Jamás, ni en pesadillas creí que el amor que decía tener por ti llegará a tanto.” Él bajó la mirada. “Recuerdo que estaba tan ilusionada con su boda desde el día que te conoció… Admito que yo también: el nieto de mi mejor amigo y compañero de entrenamiento estaría con mi hija, no podría haber pedido mejor persona para cuidar y proteger de ella. Sabía qué Son Gohan te inculcó los mismos valores por los cuales yo lo respeto mucho.” Ahora fui yo quien bajó la mirada, sentí las manos de mis hijos en los hombros. “Tengo culpa en esto Goku… te di una enorme responsabilidad con la cual cargar y es mi culpa que Chichi creyera que podría tenerte incluso en contra de tu voluntad.”
“Ox Satán…” Susurre. No quería que continuará, mi pecho volvía a molestarme, el vínculo destruido haciéndose presente, pero él negó con la cabeza.
“Cuando mi esposa falleció no supe que hacer, mi hija era tan pequeña que no la recordaba. Tú sabes qué pasó con mi primer castillo, me sentía tan triste que me llené de riquezas, hasta que apareciste con el Maestro Roshi.” El primer castillo de mi suegro había estado cubierto en llamas junto con todos sus tesoros, no permitía que nadie se acercara por temor a que se lo robaran, muy diferente al hombre frente a mí. “Gracias a ambos me hicieron ver mi avaricia y me dediqué completamente a Chichi; le di todo lo que pedía, a veces más; decidió que sería ama de casa solamente, yo no intenté que cambiará de idea y la entrene cuando quiso ir a buscarte en el Torneo de Artes Marciales.” Sus ojos se habían puesto llorosos. “Te pedí que hicieras feliz a mi hija, pero cometí el error de no enseñarle a ella que también tenía que hacerte feliz. Que un matrimonio es de dos.” Sonrió melancólico, derramando un par de lágrimas. “El poco tiempo que pase con su madre, me quiso por quien era, como yo por ella, la amaba tanto… Vi en mi hija su recuerdo y no tuve el valor para negarle algo. Por eso lo lamento Goku, lamento el daño que te hizo, no solo con los deseos, sino todos estos años.”
Dio unos pasos frente a mí y me abrazó, abrí mucho los ojos.
Realmente nunca había abrazado a mi suegro desde que lo conocí, ni siquiera en la boda. No era como si me importara de todas formas, él me apreciaba y lo sabía. Aun así… el abrazo se sintió reconfortante y una especie de consuelo: como los que me daba mi abuelo y, solo un poco, al que me dió mi madre… antes de meterme en esa cápsula. No pude evitar regresarle el abrazo y apoyar mi cabeza en su hombro.
Par de padres que somos: él consintió tanto a su hija que creyó podría tener todo sin consecuencias, y yo estuve tan ausente que no pude ver a mis hijos crecer, solo dejándoles mis problemas.
“Gracias…” Me dió unas palmadas en la espalda antes de soltarme.
“Hay algo más… no tienes la culpa por la pérdida del bebé." Cerré los ojos con fuerza. Iba a decir lo mismo que Kaiosama.
“Suegro por favor…”
“No Goku, es verdad.” Corto, lo mire confundido. “Fui a recoger a Chichi en el hospital, había estado en peligro de aborto, pero aún estaba embarazada.” Se alejó y volvió a acercarse a su vehículo, entró y salió con algo entre sus manos; parecía una caja, pero estaba envuelta con una pequeña manta rosa y encima tenía un folder. “La llevé a mi reino para cuidarla, estuvo en completo reposo tal y como dijo el Doctor, pero no funcionó… solo ¡Paso de la nada! Unas semanas después… la llevé al hospital.” Tomó la caja envuelta con su mano izquierda, con la derecha tomó el folder y me lo tendió. “Me dieron esto primero.” Por alguna razón sentí un hueco en mi estómago desde el momento que ví la caja, no era algo malo, pero era importante.
Tomé el folder y lo abrí, mis hijos se acomodaron detrás de mí para poder ver. Había solo dos hojas: un Acta de Nacimiento y un Acta de Defunción; el espacio para el nombre estaba en blanco en ambos; solo especificaban que era una pequeña de casi 7 meses. En el Acta de Nacimiento estaba la información de los padres, la de Chichi y la mía, pero faltaba mi firma, como también los nombres y firmas de los testigos.
Pero cuando ví la fecha de ambos documentos no pude evitar sorprenderme: por el jadeo que soltó Goten y la mano de Gohan apretando mi hombro con más fuerza, supe que lo notaron.
‘26 - Junio - 784 ’
Chiyo falleció el mismo día que su hermano despertó de su estado catatónico de tres semanas. El día que soñó con ella.
“Papá…” Goten susurró a mi lado. Cerré el folder, se lo di a Gohan y rodeé a mi hijo menor por los hombros, él ocultó su cabeza en mi hombro. “La sensación fría… el frío que sentí era de Chiyo… sentí cuando se fue papá…” Exclamó, aguantando las ganas de llorar.
“Y… también, les traje esto…” Ox Satán habló, pero su voz esta vez se escuchó completamente devastada. Me separe de mi hijo y note que había vuelto a acomodar la caja entre sus manos.
Lentamente retiró la manta que lo cubría y pudimos por fin pudimos verlo; es una caja sellada de madera oscura pulida, un poco más grande que una caja de zapatos, con una pequeña placa metálica ocre, parecía tener forma de una corona, colocada justo enfrente.
Mis ojos se dirigieron al nombre tallado en la placa.
Me congelé; logré ver que Goten se tapó la boca con sus manos y comenzó a llorar; Gohan temblaba a mi lado, escuchaba pequeños jadeos salir de él.
Era el ataúd de mi hija, de su hermana.
“Me la entregaron un par de días después…yo personalmente elegí el ataúd.” Mi suegro explicó entre lágrimas, al menos así se escuchaba. “Quería enterrarla con mi esposa… pero no lo creí justo… Chichi te quito la decisión de tene-erla… al menos puedo darte la libertad de enterrarla.”
Extendí mis brazos lentamente. De nuevo la sensación que venía del vínculo roto de mi bebé volvía a inundar mi pecho como aquel día, siento como el frío y el dolor me quema desde adentro; mis ojos comenzaban a arder, no podía, ni quería apartar la vista; tenía tantas ganas de gritar… pero no lograba mover mis labios; ni siquiera podía respirar bien, me faltaba el aire. Sentí que se formó un nudo en mi garganta.
Tomé tan delicadamente como pude la caja de las manos de mi suegro, noté distraídamente que temblaba. Acerque a mi bebé y la abrace contra mi pecho, el primer abrazo que lograba darle: vi las manos de mi hijo menor acariciaron la madera con delicadeza, mientras sus sollozos se hacían más fuertes; mi hijo mayor jadeaba y pasó sus dedos por la placa.
“Lo siento tanto Goku…” Escuche que susurró mi suegro, estaba llorando. “De verdad lo lamento.”
“Gracias… gracias por traerla.” dije, mi mirada aún clavada en la caja acurrucada en mí pecho.
Después de un rato escuché los sollozos de Bulma y mi nuera detrás de nosotros.
Mis hijos apoyaron sus cabezas en mis hombros, comencé a moverme casi sin darme cuenta de un lado al otro, lento; meciéndonos a los tres en silencio, como hacía cuando eran pequeños para que se calmaran o pudiera dormir… como se suponía haría con su hermana cuando naciera.
No tuve la opción de tenerla, pero eso jamás me importó, incluso después de recordar todo: la amo tanto como a sus hermanos, hubiera dado mi vida por ella sin dudarlo… a pesar de las circunstancias seguía siendo mi hija… mi bebé. Ahora no hay nada de ella… solo quedándome el vínculo roto en mi interior, como con mis padres.
Cerré los ojos y suspiré temblorosamente.
Ya sabía en donde dejarla, en un lugar en el que jamás estará sola… Mi primer hogar.
Notes:
- Fan Art creado por mí, de ser encontrado en otra Red social será denunciado.
Chapter 25: Perspectiva de una Despedida - Hasta pronto, Son Chiyo...
Summary:
Cada persona... o en este caso, cada Saiyajin sobrelleva un duelo a su manera, ninguno es igual.
Pero, algo que todos comparten es la necesidad de una despedida adecuada.
Hasta pronto...
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*05 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Jardines de Corporación Cápsula*
***
Papá decidió enterrar a mi hermana hoy.
Goten tardó un poco en calmarse al principio, y no era para menos: el dolor en el pecho volvió a aparecer, combinado con su propia tristeza, la de nuestro padre, que se compartía por del vínculo y la mía; mi tío Vegeta tuvo que consolar a mi tía Bulma, quien comenzó a llorar al ver el ataúd de Chiyo; yo abracé a mi esposa con fuerza para que dejara de llorar, aunque más bien parecía que me consolaba a mí.
Pilaf y Shu nos hicieron el favor de acercar una de la entrada, Mai se quedó a lado de mi primo al ver que pasaba, los otros dos para acompañar a mi hermano.
Ante todo, papá quería llenar las actas antes de irnos y dárselas a mi tía Bulma: ella tenía toda la documentación de mi padre y Goten que recuperamos de la casa.
Colocó el folder y sacó ambas hojas, poniéndolas en la mesa y comenzó a llenar ambos documentos; con el nombre de mi hermana y su firma. Todo con el pequeño ataúd cargando en su brazo izquierdo, cerca de su pecho. No lo había soltado desde que lo tomó de las manos de mi abuelo. Cuando terminó me dió la pluma, la tomé, escribí mi nombre y firma, como el primer testigo.
Al terminar se lo di a papá, él la tomó y se le extendió la pluma a Goten, quien quedó atónito por unos segundos.
“Goku… él aún es menor de edad.” comentó suavemente mi tía.
“En la tierra, pero mi hija también es mitad saiyajin… y según nuestras leyes Goten ya es mayor de edad desde el momento que cumplió 16 años.” Contestó mi padre con voz firme, viendo a mi hermano directamente a los ojos.
Goten asintió con firmeza, tomó la pluma con fuerza y se acercó a la mesa: colocó su nombre y firma como el segundo y último testigo del Acta de Nacimiento; cuando terminó dejó la pluma, junto ambas hojas en el folder, dándoselo a mi tía. Ella lo tomó y entró a Corporación.
“Gohan… ve por la lápida por favor.” Pidió papá. yo asentí. “Goten, junta las cosas que cada uno le dejará.” Mi hermanito también asintió y ambos entramos.
Al entrar a Corporación mi hermano se fue hacia las habitaciones, yo fui a uno de los talleres antiguos de mi tía: ahí, en una esquina del lugar estaba una lápida, grabada y lista; las herramientas que papá usó para el tallado a su alrededor en el suelo. Lo tomé y salí, encontrándome con Goten: él tenía una bolsa en la mano, con las cosas que le dejaríamos a nuestra hermana.
Ambos salimos al jardín, al acercarnos nuestro abuelo vio la lápida, muy sorprendido. Miró rápidamente a mi padre. “¿Ya sabías?”
“No.” Contestó, su mirada de nuevo en el pequeño ataúd en sus manos. “Pero teníamos planeado una pequeña despedida… no esperábamos que nos la entregarás.” Su voz se escuchó ahogada al final, pero a pesar de eso no mostró ninguna lágrima. Diría que esto no lo afecta mucho, pero el dolor desgarrador y agonizante que sentía de su vínculo me demostró que esto le dolía más que cualquier batalla o revelación en su vida. Gritaba y lloraba por dentro…
Mi tío Vegeta y Trunks se acercaron silenciosamente a nosotros: mi tío puso su mano en el hombro de papá, apoyándolo y la otra en el ataúd. “Pokoysya s mirom s nashimi predkami. Plemyannitsa.” susurró, solo para que nosotros lo escucháramos. Miro a mi padre a los ojos y tradujo: “Descansa en paz con nuestros ancestros. Sobrina.” No pude evitar verlo a los ojos sorprendido, igual que Goten: era la primera vez que decía algo así. Papá estaba atónito. Él solo nos dio una sonrisa de lado y se dió la vuelta, regresando al lado de mi tía, quien ya había vuelto y parece le regresó el folder a mi abuelo.
Trunks se acercó, y nos dió un abrazo a cada uno, tardando un poco más en separarse de mi hermano. Puso ambas manos en el ataúd de Chiyo. “Uvidimsya v drugoy zhizni, moy malen'kiy kuzen.” Sin despegar su mirada de mi hermana dijo: “Nos veremos en otra vida, mi pequeña prima.” Mostró una sonrisa triste y se dió la vuelta.
Yo y Goten nos giramos y nos alejamos un poco para poder volar, papá miro a mí abuelo. “Ox Satán. Esto… es algo que quiero hacer solo con mis hijos.” Mi abuelo sonrió ligeramente.
“Lo entiendo Goku. Además, tengo una muy buena idea de a dónde dejarán a mi nieta.” Acarició con su dedo suavemente la madera de la caja. “Ha estado solo por mucho tiempo, es momento de que tenga compañía.” Miro a mi padre a los ojos. “Saluda a mi amigo de mi parte.”
“Lo haré.” Mi padre le sonrió un poco, se dió la vuelta y caminó hacia nosotros.
Los tres al mismo tiempo nos elevamos al cielo. Mi padre, siendo nuestro guía, volamos en dirección a la Montaña Paoz.
§§§
Jamás había ido a ese lugar, papá me explicó cómo llegar cuando tenía cuatro años, pero jamás fui. Cuando revivió le contó los mismo a Goten, pero él tampoco había ido por su cuenta. Papá en cambio lo visitó varias veces a lo largo de los años.
Volamos suavemente por el cielo nublado, habíamos pasado por la casa de la región hacía un tiempo, las montañas se volvían más altas, la vegetación más densa y verde (a pesar de ser noviembre) y el clima más fresco.
El vuelo se hizo más lento: yo y mi hermano vimos cómo en una montaña cerca de la orilla había una pequeña casa tradicional con un techo color azul oscuro, rodeado de algunos árboles de sakura que tenían aún algunas flores. La casa de nuestro bisabuelo.
Papá paró después de pasar la casa, cerca de un río rodeado de árboles verdes e incluso algunas flores. Los tres aterrizamos en la orilla del río y papá caminó lentamente hacia un par de árboles; las ramas de ambos extrañamente hacían un arco por el espacio que los separa.
Mis ojos se fijaron en la tumba bajo el pequeño arco natural: la tierra estaba levantada, pero todo está cubierto de pasto y una piedra grande colocada al inició de la tumba de color oscura, algo cubierta de musgo, tal vez fue una de las piedras del río, pero grande y con una cara lisa, dónde estaba tallado toscamente el nombre del hombre que amo a mi padre como a un nieto: Son Gohan, con quien compartía nombre.
Caminamos lentamente, hasta quedar frente a mi bisabuelo, mi padre miraba la tumba con melancolía y tristeza a partes iguales. El ataúd de mi hermana cerca de su pecho lo apretó un poco más. “Hola abuelito…” papá saludó. Goten se colocó a su izquierda y yo a su derecha. “Él es Son Gohan…” presentó, llevando una de sus manos a mi cabello, las lágrimas volvieron a caer por mis mejillas. “Es tu primer bisnieto.”
“Hola abuelo…” dije, al menos antes de comenzar a sollozar. Papá me rodeó con su brazo.
“Hola abuelo Gohan…” Goten saludo sonriendo, pero ví que sus ojos se habían puesto brillosos de nuevo. “Yo soy Son Goten, soy tu segundo bisnieto.”
“Te convertiste en bisabuelo otra vez… Es una niña, su nombre es Chiyo. Se-e… se que la cuidaras tan bien como lo hiciste conmigo.” Confesó mi padre con tanto pesar, que Goten ya no pudo resistirlo y volvió a llorar. “Ox Satán te saluda...”
Él se acercó a mi bisabuelo, se arrodilló y colocó suavemente a mi hermana a su lado, se levantó y tomó la pala clavada al lado de la piedra.
Los truenos comenzaron a escucharse en el cielo y al poco tiempo comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia.
Comenzamos a trabajar; papá primero marcó un pequeño cuadro en el pasto con ayuda de la pala, no muy lejos de mi bisabuelo, pero al mismo nivel que la piedra grabada. Levantó el pasto y retiró un poco de tierra con la pala; me acerqué, coloque la lápida en el espació hecho en el suelo y lo acomode, asegurándome de que quede derecho.
Con la pala papá marcó el espacio para Chiyo, un poco más grande que el ataúd, dejando espacio suficiente, con Goten quitó el pasto y lo movió a un lado. Papá dejó la pala cerca de un árbol. Los tres nos arrodillamos alrededor y comenzamos a excavar con nuestras manos.
El único sonido del lugar era el choque de las ramas, el golpe de las hojas de los árboles y algunos truenos. La lluvia se hizo más fuerte; los árboles alrededor nos dieron algo de protección, pero aun así nos caía. Sentí cómo mi cabello y mi ropa comenzó a humedecerse. Gracias a Kaiosama mis gafas no se estaban empañando.
El agua se combinaba con mis lágrimas, mi hermano sollozo mientras excava, su cabello pegándose en su frente y rostro. Papá había quedado justo frente a la lápida y era quien se estaba mojando más, había comenzado a temblar por el frío, pero él no se doblegó, ni tampoco se detuvo en su trabajo. Nosotros tampoco.
Cuando creímos que el hoyo era lo suficientemente hondo Goten tomó el ataúd de nuestra hermana y lo abrazó con fuerza. “Adiós Chiyo… sé que nuestro bisabuelo te va cuidar.” la sostuvo un poco más y me la tendió a mí.
Tomé a mi hermana lentamente y la dejé entre mis rodillas, las gotas de agua y mis propias lágrimas caían por el féretro, chocando y rebotando en la madera oscura o en la placa.
Papá contó mucho de su infancia con el abuelo Gohan, usaba sus cacerías como una especie de cuento para que pudiera dormir y usó las mismas con Goten cuando él tenía pesadillas, en dónde soñaba que él se iba de nuevo.
Llegué a imaginar escuchar esas aventuras de nuevo contadas por papá, ahora a una bebé recién nacida; que le enseñaba a una pequeña de 5 años a cómo pescar y cazar en el bosque; Goten mostrándole los diferentes animales y como cuidarlos si estaban lastimados; yo ayudándola a los 4 años a leer y escribir; el tío Vegeta enseñándole su lengua natal a los 3 años; jugando con mi hija y con Bra en Corporación; Trunks ayudándola con sus travesuras a los 10 años; nuestra tía Bulma consintiéndola con juguetes y ropa al ser su primera sobrina; mi esposa enseñándole a una niña de 12 años como peinarse; el Señor Piccolo cuidándola y ayudándola en la meditación y nosotros tres, enseñándole el amor y el respeto a las Artes Marciales, despertando su sangre saiyajin, siendo Chiyo libre de ser ella misma.
Pero eso jamás pasará.
Solté un sollozo y abracé a mi hermana, como lo hacía con Goten y con mi propia hija. Cerré los ojos con fuerza y volví a ver en mi mente a esa pequeña de tres años que mi hermano describió, con los mismos ojos que mi abuela y el cabello tan oscuro como el nuestro.
No podía imaginarme una vida sin mi hija, que mi padre tuviera que vivir la tortura de vivir sin Chiyo… hacía que el dolor en mi pecho fuera aún peor.
Papá puso su mano en mi hombro y apretó. “Respira hijo…” exclamó en un susurró, casi había comenzado a hiperventilar. Respiré por la nariz y exhalé por la boca, mi respiración se calmó al igual que mis latidos, pero no detuvo las lágrimas, ni el frío en mi pecho.
“Siempre te recordaré… mi pequeña hermana.” le susurré. La alejé y se la di a mi padre, ojos él la tomó en un instante y la acercó de nuevo a su pecho.
La lluvia había aumentado, los rayos se escuchaban alrededor. La ropa de papá ya estaba mojada al igual que su cabello, provocando que cayera por sus hombros. Él acarició con ternura la madera del ataúd, la acercó a su rostro y le plantó un beso. “Te veré en el Más Allá… mi bebé.” susurró con los ojos cerrados, cuando los abrió colocó con delicadeza el ataúd en la tumba.
Goten tomó la bolsa que trajo consigo y que tuvo que dejar a su lado antes de excavar, la abrió, sacó un peluche y después me pasó la bolsa; el peluche era un osito de color blanco; tenía puesto un vestido de tirantes con estampado de pétalos y un moño en su oreja derecha. Goten nos contó que él mismo lo había comprado con sus ahorros, era el primer regalo que le daría a nuestra hermana. Acarició la cabeza del oso y lo colocó en la tumba.
Abrí la bolsa, saqué un marco y le di la bolsa a papá. Le di la vuelta al marco y le retiré la foto que tenía en su interior; fue el día que me gradué como investigador en la Universidad de Satán City; solo estábamos papá, Goten y yo en la foto. La vi por unos segundos más y la puse en la tumba, justo en las manos del oso.
Papá en cambio sacó dos cosas, una la guardó en el bolsillo de su pantalón y la otra la dejo a la vista; era una pequeña blusa de color verde oscuro, en la parte de atrás tenía el símbolo de la tortuga, pero enfrente tenía el nombre completo de Chiyo; él había hecho la blusa en el planeta de Kaiosama: él mismo bordo el nombre y el símbolo de la tortuga. Miro la blusa detenidamente, pasando sus dedos por el bordado, la dobló y la puso encima del ataúd de mi hermana.
Los tres comenzamos a tapar la tumba con tierra, vimos cómo la blusa, el peluche y la foto poco a poco fueron tapados: la tierra estaba un poco húmeda por la lluvia, pero continuamos hasta terminar.
Nos levantamos, papá caminó hasta la lápida, se agachó y sacó del bolsillo su último objeto; uno de los cinturones de su dogy, el cual jamás volvería a usar… lo desenrolló y lo envolvió un poco más abajo de la punta de la lápida.
Volvió a levantarse y se colocó justo frente a la tumba, Goten y yo a sus lados. Cada uno tomamos su mano y miramos este pequeño cementerio, en dónde estaban las dos personas que papá más amo en este planeta.
Los tres levantamos nuestras miradas al cielo, las gotas de lluvia caían directamente en nuestros rostros. Cerré los ojos por un momento y suspiré, disfrutando por un momento la pequeña paz que me llegó.
§§§§
Abrí mis ojos al no sentir más la lluvia… miré alrededor, ya no estaba en la Montaña Paoz…
Todo estaba oscuro… o al menos hasta que me di la vuelta.
… Había lo que parecían cintas de colores… todos brillando intensamente, irradiando calor y de todos los colores… eran los vínculos.
Es la primera vez que lograba verlos…
… Justo delante de mí, estaba el de mi padre, el mi hermano… y justo a su lado una cinta de color gris… muy pequeña y rota. Era el de Chiyo…
…de repente detrás de mí sentí algo… o mejor dicho, a alguien… Escuché pequeños gemidos…
Me di la vuelta lentamente… y me encontré cara a cara no solo con mi transformación Oozaru… si no con lo que sabía eran mis instintos…
… El gran mono tenía sus manos tapando su cara… su hocico se abría sólo para soltar más gemidos, estaba llorando… también estaba sufriendo.
Caminé lentamente hacia él… con un poco de miedo puse una de mis manos en su pata… él se detuvo en su pena.
… Quito las manos de su cara y agacho la cabeza, mirándome… de sus grandes ojos rojo carmesí salían lágrimas… sin darme cuenta comencé a llorar de nuevo…
El Oozaru solo me miro en silencio… después, acerco una de sus manos y toco mi cabeza… casi, acariciándola.
… Cerré los ojos, sintiéndome mejor al saber que no era el único lidiando con este dolor helado…
§§§§
Cuando volví a abrir mis ojos mi vista estaba pintada de rojo, pero por alguna razón no me asustó, de hecho… me reconfortó un poco.
Gire mi rostro para ver a mi padre y Goten; me regresaron la mirada, ambos con sus ojos iguales a los míos. Ahí supe que no fui el único que había tenido un encuentro con sus instintos. Apreté la mano de mi padre con más fuerza y él me regresó el gesto.
Ahora, por primera vez desde que tengo memoria, mi interior lloraba de tristeza, listo para sacar su dolor… y yo también.
Hice lo que me decía, miré de nuevo al cielo y rugí junto a mi familia.
“GGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRR.”
Las aves salieron volando de los árboles, algunos animales huyeron del lugar y se escondieron al escuchar a tres Oozaru gritando y lamentando su pérdida. Siendo la lluvia su única compañera, acompañándolos con sus rayos.
Volví a cerrar los ojos, papá llevó su brazo a mi espalda y me acerco a él, junto a mi hermano. Nos abrazó con fuerza.
#
***
*05 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Montaña Paoz - Residencia de Son Gohan*
***
“¿Así que aquí creciste papá?” Pregunté, viendo la casa.
Es pequeña, pero linda; techo azul oscuro de forma tradicional, paredes blancas, un par de puertas de madera y dos ventanas; en la entrada hay un par de escalones de cemento, a unos pasos más adelante por un camino hacia el bosque había una piedra con el nombre del abuelo Gohan, identificándolo como su hogar. Es hogareño, había pasto en el suelo, pero no mucho, tal vez por la podadora que estaba estacionada a un lado de un árbol. Sabía que papá venía de vez en cuando para mantener la casa y el lugar en buenas condiciones.
Tal vez eran las 5 de la tarde, estuvimos con mi bisabuelo y Chiyo hasta que la lluvia paró y las nubes grises desaparecieron del cielo; Gohan estaba acostado en el suelo, esperando que el sol lo secara junto a su ropa, al principio yo estaba a su lado, pero ahora estaba viendo la casita; papá en cambio estaba buscando algo debajo de unas rocas cerca de la entrada.
“Si, hasta que tu tía Bulma me encontró.”
“Más bien te atropelló y te estrellaste contra un árbol.” comentó mi hermano divertido, tenía los ojos cerrados. Me reí.
“Fue un accidente. Al final se disculpó…” Justificó nuestro padre. “¡Aquí está!” Gritó feliz de repente, se levantó de dónde estaba agachado y me mostró lo que buscaba, una llave.
Mi hermano se levantó del suelo y caminó hacia nosotros, él miró la llave y luego el candado que estaba en las puertas de la casa. Ahora entendía… papá se acercó a la puerta y metió la llave en el candado.
“¿Acaso hay toallas ahí adentro?” Pregunté. El cabello de un saiyajin era difícil de secar sin una toalla, a menos que usará el ki, pero no quería quemar mi ropa.
“No que yo recuerde, pero no es por eso que abro la casa.” El candado se abrió, papá lo retiró y abrió la puerta, el polvo nos golpeó a los tres, haciéndonos estornudar. “Cof… cof… hay algo que quiero comprobar.” dijo vago y entró a la casa. Gohan y yo nos miramos con el ceño fruncido y después seguimos a papá adentró.
Mientras papá abría las ventanas para dejar entrar el aire ví la casa; cerca de la puerta estaba una cama tamaño matrimonial con sábanas blancas; base de madera de color verde y café claro, con laterales y cortinas naranjas; un ropero al otro lado de la pared con una lampara; a su derecha había varios jarros tapados con telas. En medio del lugar había una mesa de madera con dos sillas, en la otra pared había un ropero con varios trastes guardados. Pequeño, pero práctico.
Volví a ver a mi padre, él estaba levantando las almohadas de la cama y dejándolas en la mesa. ¿Qué estaba haciendo?
“¿Papá?” Solté.
“Goten, ayúdame a detener esto…” levantó el colchón de la base, yo lo sostuve. Detrás de mí escuché los pasos de mi hermano mayor.
Papá tocó la base, dió unos cuantos toques con el dedo hasta que una de las tablas se movió, la tomó y la levantó, junto con otro par. Acomodé mejor mi agarre al colchón y vi lo que había dentro; una caja larga de madera, con una hoja encima, todo unido por un par de listones de color amarillo.
“Estaba regresando de jugar en el bosque cuando ví a mi abuelo dejando está caja en este mismo lugar, tal vez tenía unos 6 o 7 años.” Explicó papá, tomó con cuidado la caja y la sacó de su escondite, volviendo a colocar las tablas. “Cuando le pregunté qué hacía me dijo que me lo explicaría cuando fuera mayor… con el tiempo, lo olvide.”
“Hasta que el tío Vegeta rompió los deseos.” dije, mi papá asintió. Cuando se alejó de la base volví a acomodar el colchón, papá dejó la caja en la cama. “¿Qué crees que tenga?”
“No lo sé… pero si era algo que quería decirme de grande, tal vez tenga que ver con mi llegada a la tierra.”
El tío Vegeta hace poco nos había contado de los funerales saiyajin; se elegía un lugar y se creaba un lecho de algún material inflamable (había pocos árboles en el Planeta Vegetta), se colocaba a la persona fallecida en el lecho vestido con su traje de batalla y cada integrante de la familia sanguínea le dejaba un recuerdo o un regalo alrededor de su cuerpo.
Toda la familia le daba sus despedidas y el hijo primogénito encendía una antorcha para encender el lecho: de tener más hijos cada uno por turno agarraba la antorcha y prendía fuego a una parte del lecho; de no ser padre el familiar sanguíneo más cercano se encargaba de la acción.
Se le prende fuego al cuerpo y se permite que las cenizas se vayan con el viento, como señal de libertad. No usaban lápidas, ni enterraban los cuerpos.
Lo curioso era que los saiyajin dejaban regalos no solo en funerales, sino también cuando se hacían viajes largos o peligrosos fuera del planeta. Según destacó mi tío: si de verdad mi padre fue enviado a sobrevivir su familia pudo haberle dejado algo en su cápsula. La tía Bulma cuando lo encontró y usó la cápsula como base para la nave espacial que usó papá para viajar a Namek, no había nada en el interior.
Papá suspiró lentamente, rompió los listones y tomó la hoja, la cual resultó ser un sobre, la volteo y vio que estaba escrito su nombre. “Es… la letra de mi abuelo.” Aclaro sorprendido, abrió el sobre y sacó dos hojas, comenzando a leer la carta.
No podía ver el contenido, pero si la expresión de mi padre; sus ojos se habían puesto tristes al ver la letra al comienzo de su lectura, pero con el tiempo en su rostro se dibujó una sonrisa infantil y sus ojos brillaron con cariño. Una pequeña lágrima se escapó de su ojo derecho y él la limpió al instante, pero no desapareció su sonrisa. Nos miró a los dos y le dió la carta a mi hermano mayor, él la tomó y la abrió, me puse a su lado para leer también.
Mi querido Goku…
Tengo la corazonada de que no estaré en este mundo para verte crecer, así que te dejo esta carta. Estoy escribiendo esto después de que te transformaste al ver la luna llena.
Tengo que felicitarte, en esa forma tienes una gran fuerza hijo, me costó mucho dejarte fuera de combate, incluso soportaste el ataque más fuerte que tengo, pero también me demuestra que no podré detenerte si vuelve a ocurrir. Aún eres muy pequeño para entender y no quisiera que te asustaras, así que pienso darte una advertencia. De contarte la verdad tendría que explicarte que tampoco vienes de este planeta.
Sabes que te encontré en el bosque vestido con una ropa extraña, una especie de armadura; cuando intente acercarme llegaste a morderme (y fue más de una vez) pude contenerte y te lleve a casa. Tenías hambre, acabaste con toda la comida que te serví; estabas solo, así que decidí acogerte, hasta encontrar a tus padres o al menos saber lo que les pasó.
No fue hasta que te quedaste dormido con tu pequeño traje aún puesto que salí al bosque. Terminé en el mismo lugar en dónde te encontré, fue más adelante que vi una nave, en medio de un cráter, me acerqué y vi si tenía algún pasajero, pero solo encontré un par de cosas, las mismas que te dejo en esta caja.
Intenté usar ese dispositivo extraño, y escuché la voz de una mujer: hablaba en una lengua extraña, pero lloraba, estaba triste.
No sé qué les haya pasado a tus padres, pero puedo decir que al menos la mujer que dejó la grabación te amaba y le dolía dejarte ir. Quisiera decirte más mi pequeño Goku, pero me es imposible.
Me llevé lo que encontré y regresé a la casa, aún estabas dormido, ignorante de que estabas solo en este planeta. Fue ahí que tome la decisión de adoptarte, tal vez no eras humano, pero te criaría como mi nieto. No estarías solo aquí.
Te puse Goku, como mi padre. Y jamás me arrepentí de mi decisión.
Eras muy inquieto y con una gran fuerza tan joven; cuando te intenté bañar destruiste la bañera; compré juguetes para que jugaras y algunos llegaste a lanzarlos hacia mi cabeza, como distracción para caminar a la salida. Siempre intentando salir de la casa.
Una vez lo lograste, te busqué por todas partes y terminé encontrándote en el cráter en dónde estaba tu nave: era de noche y mirabas al cielo con ojos tristes, cuando me acerqué me abrazaste y lloraste en mi hombro: fue la primera vez que me dejaste acercarme.
Supe que esperabas a alguien, tal vez a la mujer, así que decidí llevarte a ese lugar y hacerte compañía, tal vez tenías razón y vendrían por tí.
Fue en uno de esos viajes que te puse en mi canasta, te caíste a ese barranco y te golpeaste la cabeza. Te cuide durante días, no me separe de tí, esperando a que despertarás.
Cuando lo hiciste jamás volviste a escapar; cuando recién te encontré tocabas mucho tu pecho, como si te doliera, pero ya no volviste a hacerlo; en cambio tu apetito jamás cambió, seguía siendo tan grande como el primer día, y conforme creciste sólo aumentó. Cazamos el triple de comida que yo necesitaba al inicio, pero valía la pena cada vez que sonreías al comer. No importó cuánto intenté enseñarte modales, te descontrolas tan pronto ves la comida.
Tú fuerza es grande (habías logrado romper un tronco con tan solo 5 años) así que comencé a ayudarte a controlarlo. Desde el principio vi que te quedabas mirándome hacer mis katas, y te enseñé a replicarlas. Eres un gran estudiante Goku: aprendes rápido, te adaptas rápido a las situaciones difíciles, revelando una mente estratégica y tranquila, incluso tienes una gran memoria para replicar movimientos, tal vez incluso ataques de energía, pero pienso probarlo cuando seas mayor. Tal parece que tengo un nieto prodigio para las Artes Marciales y que además ronronea como un gatito, jejejeje.
Estoy seguro de que perdiste los recuerdos de tu hogar de origen ese día, y espero que algún día los recuperes. Si tengo razón y yo ya no estoy contigo, espero vayan a buscarte. No podría estar en paz si te quedarás solo.
Solo recuerda esto: no importa lo que pase, tú seguirás siendo mi nieto.
—Con amor, Son Gohan.
Me limpié discretamente una lágrima, mi hermano también. Gohan le regresó la carta a papá y él la puso cerca de la caja.
“Mencionó una grabación con un idioma extraño. ¿Será Sayan?” Mi hermano destacó.
“Si es así tal vez el tío Vegeta nos ayudé a traducir…” mencioné. “Incluso Trunks.”
“Antes que nada, hay que ver qué encontró el abuelo en mi cápsula.” Papá recalcó, le sonreí y Gohan se rasco la parte de atrás de la cabeza.
Papá volvió a mirar la caja, se arrodilló y abrió la tapa. Yo y mi hermano nos colocamos detrás de él; en el interior había una versión en miniatura del traje del tío Vegeta, pero con hombreras y de color negro, junto con dos muñequeras, dos tobilleras y un par de botas blancas; cerca de la orilla un dispositivo con una lente semitransparente de color morado; y abarcando el resto de la caja había una tela negra doblada, con un símbolo bordado en color rojo. El símbolo parecía Sayan.
“Un rastreador…” Papá exclamó sorprendido, mientras tomaba el dispositivo y lo veía, aún con sorpresa. “Jamás creí volver a ver uno.”
“¿Tal vez sea del abuelo Bardoock?” Pregunté. La tía Bulma me había contado de los rastreadores, el tío Vegeta, el tal Nappa y el hermano de papá llevaban uno a su llegada.
“No lo creo… tal vez sea de la abuela Gine.” Respondió Gohan con una ceja levantada. Tal vez, él tampoco creyó volver a ver otro rastreador.
No pude evitarlo, tomé la pechera y la miré, no solo tenía hombreras, también tenía dos aletas a los lados; tenía el mismo color amarillo que la armadura de mi tío. ¡Da tanta ternura! “No te puedo imaginar así de pequeño papá…” comenté mientras tomaba una de las muñequeras, se veían tan pequeñas, más que las muñecas de Pan.
“Ajajajaja pues créelo, yo era así de pequeño. Según escuché yo era de lento desarrollo.” Comentó papá con una sonrisa.
Se puso el rastreador en su oreja izquierda y la lente quedó justo en su ojo. Apretó el botón al otro lado, pero no hubo ningún cambio. Suspiró decepcionado, levantándose. “No funciona…”
“¿Puedo?” Gohan preguntó, papá se quitó el rastreador y se lo dió, él mismo se lo puso e intentó prenderlo, pero pasó lo mismo, aunque se escuchó un pitido repetitivo por unos segundos, después nada. Mi hermano se quitó el rastreador. “No estoy seguro, pero tal vez le falte batería. No se ve algún daño a parte del uso, el abuelo lo cuido bien.”
“De ser eso puede que Bulma pueda ayudar.” Papá terminó la idea, tomó el rastreador y lo regresó a la caja.
Finalmente tomó la tela entre sus manos y la extendió; tenía unos 70 centímetros de ancho y un poco más de un metro y medio de largo, el principio de la tela tenía un corte en C. El símbolo bordado quedaba justo en medio.
“¿Qué es? ¿Una cobija?” Solté, con una ceja levantada.
“Si es una cobija, entonces los saiyajin usaban telas muy ásperas para dormir.” Dijo mi hermano al tocar la tela, la toqué con mis dedos: era algo áspera, aunque era bastante gruesa.
“Puede que Vegeta sepa, al igual que nos dirá qué significa el símbolo… estoy seguro que lo ví antes.” Papá susurró al final, doblando la tela, pero pasando sus dedos por el bordado.
“¿Lo viste aquí en la tierra, papá?” mi hermano preguntó.
“No… en la casa de mis padres, en el Planeta Vegetta.” Aclaró, mientras volvía a poner la tela en la caja, metió también la carta y colocó la tapa. “Además… presiento que es algo importante.”
Antes de irnos yo cerré las ventanas, Gohan volvió a acomodar las almohadas de la cama. Por último, papá cerró la casa y volvió a poner el candado en la puerta y la llave debajo de una de las rocas.
Mi padre vio de nuevo la casa y después dirigió su vista al lugar de descanso de mi abuelo y mi hermana. Con la caja entre sus manos, los tres emprendimos vuelo al mismo tiempo y nos dirigimos a Corporación Cápsula.
“Papá.” Lo llamé en medio del vuelo, él me miró, curioso. “¿Podremos volver?” Pregunté, sabiendo que él sabría a qué me refería.
Él me sonrió, pero no era su habitual risa animada, era una melancólica, como si estuviera recordando. “Puedes regresar las veces que quieras… los dos.” Decreto, mirándome a mí y a mi hermano, ambos asentimos. Él miró hacia adelante y aumentó la velocidad, Gohan le copio y después yo.
Había un mensaje que escuchar.
Notes:
-En la lápida de piedra está escrito: 損 ご飯 : Son Gohan
En la segunda lapida: 損 千代 : Son Chiyo.
Ambos en japones.-Lo que está escrito en la carta, en la última imagen es: たとえ何が起こっても、あなたは私の孫です. 愛を込めて、損 ご飯. (Tatoe nani ga okotte mo, anata wa watashi no magodesu. Aiwokomete, Son gohan.)
Su traducción al español seria: "No importa lo que pase, tú seguirás siendo mi nieto. Con amor, Son Gohan."
Es lo último que está en la carta.-Los tres Fan Arts en este capítulo fueron diseñados y dibujados por mí, de ser encontrados en otra red social cera denunciado.
Chapter 26: Perspectiva de Kakarotto
Summary:
El amor de una madre es incondicional y cuando ya no están es cuando más recordamos sus enseñanzas.
Ya es momento de que la Raza Saiyajin se levante de las cenizas... y comience a volar.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
***
*Horas después…*
*05 de noviembre del año 784*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
*Laboratorio de Bulma*
***
“Así que tenía razón…” Vegeta dijo, mientras miraba como su esposa revisaba el rastreador.
“Parece que sí.” Respondí, mirando la tela con el bordado. Lo había vuelto a agarrar desde el momento en que me senté.
Cuando regresamos Ox Satán ya no estaba, pero si Piccolo. Mi suegro tenía cosas que hacer según contó. Bulma y Videl nos obligaron a los tres a bañarnos al ver el estado de nuestras ropas; aún estaba húmeda, con lodo en nuestros pantalones, zapatos y un poco en las manos. Bueno… así al menos Goten por fin pudo secarse el cabello.
Al terminar todos nos reunimos en el laboratorio de mi hermana; dejé la caja en medio de la mesa, la abrí y le di el rastreador, ella lo tomó delicadamente y ahora lo estaba revisando, bastante emocionada. Mientras tanto nos quedamos todos alrededor de la mesa; Mr. Satán, los padres de Bulma, Pilaf, Shu y Mai están en la guardería jugando con mi nieta y Bra.
Vi a Piccolo, quien tenía en su mano mi pechera, lo veía como si no fuera la primera vez. Levanté una ceja. “Kamisama vio cuando aterricé. ¿No?”
“Vio cuando tú cápsula aterrizó en las montañas y te observo durante unas semanas...” Aclaró, dejando la pechera de nuevo en la caja. “Lo que no sabía era que Son Gohan había guardado tu armadura, o incluso había sacado esto de tu cápsula.”
“Tío Vegeta ¿Sabes que es esta tela verdad?” Goten preguntó señalando la tela en mi regazo, estaba parado a mi izquierda junto a Trunks. Vegeta ha estado mirando de vez en cuando la tela con un ceño curioso; se había negado a decir que significaba el símbolo, incluso amenazó a mi sobrino con su mesada (otra vez) si hablaba.
“Si… pero de ser cierto el mensaje en el rastreador nos lo dirá.” Mi hijo hizo una mueca y vio a su hermano jurado con el ceño fruncido, Trunks solo suspiró y negó con la cabeza.
“Suegro, usted recuerda ver ese símbolo en su casa en el Planeta Vegetta. ¿No?” Videl me preguntó y me giré para verla; ella se sentó a mi derecha, Gohan estaba detrás recargado en su silla. Solo asentí. “¿Sabe exactamente en dónde lo vio?”
Volví a mirar el bordado, pasando mis dedos por el hilo. “Me despertaba por momentos, unos más largos y otros cortos… Tengo un vago recuerdo de ver a mi madre bordando este símbolo en una playera azul...” El lugar era siempre con vista al frente o la espalda; es difícil saber qué lado era cuando la playera era igual por los dos lados.
“¡Perfecto!” Grito Bulma de repente, todos la miramos. Se levantó de su silla y caminó hasta nosotros con el rastreador en la mano. “Ya está listo.” Vi el reloj en la pared, se tardó casi dos horas.
“¿Qué te tomó tanto tiempo, mujer?” Preguntó su esposo con los brazos cruzados.
“En primer lugar Vegeta, no es fácil arreglar uno de estos...” Le dió un golpe en el hombro, él se alejó unos pasos. “...y segundo, tuve que tomarme mi tiempo; estaba en buenas condiciones, pero cuando lo abrí vi algunos cables oxidados y un chip que necesitaba ser cambiado. Es una suerte que haya recuperado un par de rastreadores de cuando ese energúmeno de Freezer vino a la tierra.” Me extendió mi rastreador y lo tomé con cuidado. Ella se fue a una estante, agarró una bocina y unos cables. “Cambié lo dañado y lo cargué, aunque debo decir que a diferencia de los otros rastreadores e incluso el de Raditz, este está muy desactualizado: los gráficos se ven algo borrosos y le faltan funciones.”
“Concuerda… según recuerdo él comentó que solo Bardoock era un guerrero activó.” Vegeta comentó. Mi hermano mayor no comento mucho (o más bien nada) de nuestros padres con él o Nappa.
Bulma regresó a la mesa, se puso delante de mí y dejó la bocina en la mesa. “Solo sería conectarla a la bocina.”
“Pero no le vamos a entender tía, según la carta de mi bisabuelo el audio está en Sayan…” Gohan nos recordó, él había leído la carta en voz alta para todos. “Trunks y mi tío no podrán traducir al mismo tiempo que se escucha.”
Suspiré, algo ansioso.
Miré por un momento el rastreador de mi madre… y se lo extendí a Vegeta. “¿Crees que puedas escucharlo y escribir su traducción?”
“Kakarotto… ¿No preferirías escucharlo tú primero?” Preguntó con una ceja levantada. Al ser estas cosas tan importantes para mí no las había tocado, ni siquiera el rastreador. Quién hubiera imaginado que el orgulloso príncipe tendría tanto respeto…
“El primero en escucharlo fue mi abuelo, así que no tengo problema.” Dije, encogiéndome de hombros. “Y la verdad… es que quiero saber qué es lo que dice cuando lo escuché por primera vez.”
Vegeta puso los ojos en blanco, pero agarró el rastreador y se fue al escritorio de Bulma al otro lado del laboratorio a sentarse; tomó pluma, hoja de papel, se puso el rastreador y comenzó a escribir. Hasta esa distancia ni yo ni mis hijos podíamos escuchar nada. Pasó un buen rato y él no dejó de escribir: hasta tuvo que tomar otra hoja. Cuando terminó soltó un suspiro cansado, se quitó el rastreador y se llevó una mano a los ojos después de asentir hacia mi hermana. Fruncí el ceño, ví a mis hijos y ambos me miraron preocupados; Bulma se acercó a él y puso una mano en su hombro; Trunks fue con sus padres.
Ella se separó después de unos minutos, tomó una de sus laptops de su escritorio, unos cables y colocó todo en la mesa, acercando mi caja. Conecto el cargador y la bocina a la laptop; mi sobrino agarró las hojas de su padre y fue a la impresora a escanearlas, cuando terminó la computadora sonó, Bulma comenzó a teclear con velocidad; Vegeta se levantó de la silla y le dió el rastreador; ella lo conectó a la computadora y a la bocina con otros cables.
Trunks se acercó a la mesa con Goten; Bulma siguió tecleando y configurando todo. Después de un rato ví como sonrió satisfecha y dio vuelta a su laptop, para que todos pudiéramos ver. Piccolo camino hasta quedar detrás de Gohan. La pantalla estaba en blanco.
“El mensaje es bastante largo así que hicimos esto; escaneamos la traducción y la descargamos en la laptop. Lo configure para que en el momento en el que se reproduzca el audio la pantalla muestre la traducción al mismo tiempo, como un dictado… así para que no aparezca todo de una vez.” Me sonrió y me guiñó un ojo, le regresé la sonrisa, aunque más pequeña.
Ha hecho tanto por mí y mis hijos… no sé cómo le pagaré o si eso era posible.
“Kakarotto.” Volteé a ver a Vegeta, quedó al otro lado de la mesa frente a mí. “Puedes escuchar el mensaje solo con tus hijos y tú nuera si lo prefieres.”
Bulma asintió de acuerdo; voltee a mirar a Piccolo, tenía una pequeña sonrisa de apoyo; Trunks se colocó al lado de su padre, él también asintió con una sonrisa. Giré para ver a mis hijos, ambos me sonrieron al mismo tiempo y cada uno puso una mano en mi hombro y miré de nuevo a… los únicos amigos que me quedaban.
“Bulma ha sido mi amiga desde que tengo 12 años, la veo como mi hermana y mis hijos como su tía.” Ella me sonrió con ternura y llevó una mano a su pecho. “Trunks es mi sobrino; hermano jurado de Goten y Piccolo es el segundo padre de Gohan.” Mi sobrino se sonrojó y miró a otro lado. Mi hijo mayor apretó mi hombro un poco; note por su ki que Piccolo se sorprendió. “Y a ti… dudo que tenga que decir que relación tenemos. Queremos que se queden.” Vegeta frunció más el ceño, pero sus ojos me decían que no estaba enojado de verdad.
“Bien… solo no te arrepientas, cabeza hueca.” Soltó ácido o al menos lo intentó. Movió el rastreador y lo dejó justo frente a mí, pero sin desconectarlo. “Solo aprieta el botón.”
Doble con cuidado la tela con el símbolo, lo dejé en la mesa y acerqué más mi silla. Suspire de nuevo, intentando relajar los latidos de mi corazón… sentí el apoyo de mis hijos a través de los vínculos, calmándome. Últimamente hacen mucho eso.
Agarre el rastreador, apreté el botón y mire la pantalla:
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“Ya está grabando.” Tal y como dijo Bulma, las palabras aparecieron en la pantalla. Le subí el volumen a la laptop.
“Mi amor…” exclamó la mujer en tono dulce. Reconocí la voz… es mi mamá, sonreí sin darme cuenta. “... puede que no puedas entenderme… Si alguien del ejército llega a encontrar este rastreador no entenderá nada, ya que te estoy hablando en Sayan, nuestra lengua materna. Dale las gracias a tu padre por eso.”
Suspiró y se escuchó el sonido de unas pisadas. “Tú eres un Saiyajin de sangre pura del Planeta Vegetta. Tú nombre es Kakarotto; naciste el año 736 - 20 de Tobiou del calendario galáctico, ahora mismo tienes 3 años. Bardoock es tu padre, un guerrero de clase baja, parte del Ejército de Freezer y líder de su escuadrón.” Más pisadas.
“Yo soy tu madre, mi nombre es Gine; era parte del escuadrón de tu padre, pero cambié de sector; ahora soy parte de la distribución de alimentos del Planeta Vegetta. Tienes un hermano mayor, su nombre es Raditz; él nació 5 años antes que tú, en el 731. Eres el cuarto miembro de nuestra familia… Como es costumbre en nuestra raza: se dejan a los bebés tres años en una cápsula de crianza para que fortalezcan sus primeras defensas y terminen de desarrollar todos sus huesos… hoy será el día en el que te sacaremos.”
“Hago esto porque, tú padre… tiene la sospecha de que el Gran Freezer planea algo contra nosotros, debido a un mito. Fue a robar una cápsula para enviarte lejos. Raditz será quien te encuentre: él podrá traducir este mensaje y enseñarte nuestro idioma. Quiero creer que está equivocado, pero tú padre tiene un gran instinto… jamás se ha equivocado-o.” Ella casi suelta un sollozo. Mis hijos pusieron sus manos de nuevo en mis hombros y sentí la mano de Videl en mi brazo. No deje de mirar la pantalla. “Raditz prometió regresar para enseñarte a pelear…” Soltó más sollozos. “Tu padre pidió su cambio a otro sector solo para estar más tiempo en el planeta…” En ese momento ella se puso a llorar.
Podía imaginarla en nuestra casa, llorando al lado de mi cápsula de crianza, en la misma silla en dónde muchas noches se quedó dormida esperando a papá o por hablar conmigo. “… esto es más difícil de lo que creí.” Suspiro, calmándose.
“En tu cápsula te voy a dejar mi rastreador y está tela: cuando-o… cuando un saiyajin alcanza la mayoría de edad se acostumbra dar un regalo, para dar la bienvenida a la vida adulta e independiente… una capa ceremonial.” Por un segundo mire la… capa. “Por derecho de nacimiento a tu hermano le toca recibir la capa de tu padre, tú al ser el segundo hijo te toca la mía. Está es mi costumbre favorita…” Se rio, me uní a su risa. “Esta capa solo se usa cuando hay un evento importante, como: la coronación de un nuevo Rey; el nacimiento de un primogénito de la familia Real; la ceremonia de unión de una pareja saiyajin y así. La capa siempre es de color negro para las terceras clases, para un primera y segunda el color es blanco; pero para los tres el color del símbolo siempre es rojo.” Se rió de nuevo. “Esta capa la hice yo misma, el día que me uní a tu padre; este símbolo es muy importante Raditz, Kakarotto… Este es nuestro logo familiar.” Dijo con orgullo en su voz, volví a tomar la capa. “La capa ceremonial para una familia de tercera clase no tiene ningún símbolo bordado es raro… es un privilegio que solo las familias de primera y segunda clase tienen, pero tú padre al ser hijo de dos segundas clases se le permitió conservar su logo; lo porta con tanto orgullo que lo usa en la parte trasera de sus playeras, la armadura lo oculta.”
“El símbolo está escrito en Sayan y es la inicial de la palabra: “Vivir” y como en cada símbolo familiar este viene acompañado de una frase, un dicho, el cual te da una enseñanza familiar que te acompañará ahora y siempre… y espero les dé fuerza a ambos. Nuestro dicho es: “Vas a vivir” Soltó una carcajada, levanté una ceja, divertido. “Puede que no le encuentren el sentido, pero este dicho viene del hijo de un ancestro nuestro. De hecho, compartes nombre con él, Kakarotto.” Abrí mucho los ojos.
“Este ancestro fue conocido por ser el más fuerte de nuestro árbol familiar, según contó su abuelo: su poder era igual o incluso más que el de la familia Real actual, cuando vivíamos en el Planeta Sadala, nuestro planeta de origen. Hasta creen que de él se inspiró la leyenda del Super Saiyajin…” Fruncí el ceño y miré a Vegeta moviendo las cejas, él solamente susurró: “Idiota.” Lo molestaría más tarde. “No hay mucho que se cuente del Planeta Sadala además de haber sido devastada por una guerra entre dos familias Reales… pero de lo poco que se ha transmitido a la familia es que nuestro ancestro: Yamoshi, enfrentó a la familia Real; los ancestros de nuestro actual monarca Vegeta lll: provocando la guerra que devastó nuestro planeta natal, dejándola inhabitable y fue la causa de que tuviéramos que buscar otro planeta.” Escuché el jadeo de sorpresa de Goten. “Yamoshi y toda su familia estaban del lado de la segunda familia Real: la guerra se debió a la corrupción de la primera familia… Él luchó con todo su poder en compañía de los saiyajin que estaban de acuerdo con su forma de pensar y sus hijos. La guerra fue brutal… y a pesar de su poder, fue superado en número. En su lecho de muerte lo acompañó su hijo menor, el único que sobrevivió y le dijo estás palabras: “Vas a vivir”
“Cuando los saiyajin se establecieron en el nuevo planeta y Kakarotto: el hijo de ese guerrero se unió. Inició su legado con las últimas palabras que su padre le dijo antes de morir: transmitió la historia a sus hijos, y ellos a los suyos… enseñándonos una lección: Nunca doblegarnos en el campo de batalla, ni en la pérdida. A pesar de perder todo… nosotros siempre nos levantaremos las veces que sean necesarias. Una hazaña difícil para la mayoría de los saiyajin.”
Soltó otra risita, una baja. “Tú nombre es muy sagrado para nuestra familia por esa razón, hijo… solo lo ha portado otro, tu tatara abuelo; él fue parte de la guardia Real del Rey Vegeta l… él murió a manos del Rey Cold cuando llegó al Planeta…” Abrí mucho los ojos y volví a ver a Vegeta, él asintió. Mire de nuevo la pantalla. “Fue tu padre quién te nombró… recuerdo que estaba tan asombrado cuando te vio por primera vez y luego la sorprendida fui yo cuando declaró que tu nombre sería Kakarotto… solo le bastó con verte una sola vez para saber que serás un gran saiyajin.” De nuevo volvió a soltar sollozos, pero aún su tono era feliz, orgulloso. “Tengo fe en que te volverás muy fuerte. ¡El más fuerte de nuestra familia!”
“Me hubiera encantado contarles está historia a ti y a tu hermano cuando cumplieran la mayoría de edad… entregarte está capa en tus manos, ver con mis propios ojos en los saiyajins en los que se convertirán… acompañarlos a ambos en sus ceremonias de unión…” Exclamó con tanto dolor, que sentí como su vínculo roto conmigo se volvía más frío. “Pero no podemos arriesgarnos… no podría soportar la idea de que murieran junto a nosotros, merecen vivir los dos.” Había vuelto a llorar.
Unos pasos se comenzaron a escuchar al fondo, me asuste un poco. Los pasos fueron lejanos, pero cada vez se hicieron más fuertes. Mi madre aún lloraba, aunque se escuchaba amortiguado, como si se hubiera tapado la boca con la mano. “Gine…” Escuché a un hombre susurrar. Mi papá… había regresado con mi cápsula.
“Esto no es justo… ambos son aún muy pequeños…” dijo mi madre, aun llorando.
“Lo sé…” Él habló también en Sayan. “... pero es como dijiste: Raditz ya es un guerrero y Kakarotto estará bien. Esto solo es una precaución…”
“Detesto que tengas razón…” Ella aceptó en un tono amargo, escuché que mi padre se reía un poco y se escuchó un tintineo. “Ten, di lo que quieras que escuchen tus hijos.”
Suspiro y se escuchó otro tintineo. “Raditz… no olvides lo que yo y tu madre te enseñamos, confiamos en ti para cuidar a tu hermano y enseñarle lo necesario para cuidarse… ten cuidado en el ejército de Freezer, sé que debe ser una tortura estar en el equipo del Príncipe Vegeta, pero mantente cerca de él, aprovecha ese privilegio, aunque sea molesto.” Vi por el rabillo del ojo a Vegeta quien tenía un ceño ofendido y escuché un: “Malditos insectos...” salir de él. Puse una mano en mi boca para no reírme. “Kakarotto…” Mire la pantalla y baje mi mano. “... escucha, eres especial… no solo por ser un saiyajin. Nosotros…” Se detuvo, tuve el presentimiento de que me diría algo importante. “Quisiera contarte más…” Respiro hondo. “Jamás he sido bueno con las palabras, tu madre es mejor que yo.” Mamá se rió. “Solo le pido a nuestros antepasados que te cuiden Raditz y que te guíen Kakarotto en este camino. Protéjanse, solo se tendrán ustedes… peleen como un saiyajin.”
“Te amamos Kakarotto… Te amamos Raditz.” Dijo mi madre. “Estamos orgullosos de ambos…”
“Adiós, mis hijos…” Mi padre se despidió, con orgullo en su tono.
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Espere… pero el rastreador se quedó en silencio desde hace un rato y la pantalla ya no mostró más… era todo.
“Papá…” Susurro Gohan sacándome de mis pensamientos.
Fruncí el ceño, parpadeé un par de veces y me llevé las manos a la cara… tenía lágrimas corriendo por mis mejillas ¡Ni siquiera me di cuenta! Las limpié rápidamente con mi manga. “Mi madre me golpearía si supiera que paso conmigo y Raditz…” dije amargo, recordando como ambos hicimos todo lo contrario de lo que pidieron nuestros padres. Mi nuera puso una mano en la mía, intentando consolarme.
“Creo que el hecho de que Raditz raptara a Gohan haría que tu madre fuera más benevolente contigo, Goku...” Comentó Piccolo, sonreí un poco, negando con la cabeza. No recuerdo haber visto a mamá enojada, pero algo me decía que haría algo doloroso…
Baje mi mirada y volví a ver el logo familiar en… mi capa.
Mi abuelito muchas veces llegó a decir que era muy bueno para cocer, después pasó al bordado y según él era natural en mí… porque lo heredé de mi madre. Sonreí, realmente feliz en días. He usado por años y con orgullo todos los símbolos o logos de todos los Maestros que me han enseñado en las Artes Marciales; ahora descubrí que cuento con uno propio, y no cualquiera… ¡Un logo familiar! Que se transmitió de generación en generación. Hasta mi nombre de nacimiento significa tanto para mí familia…
“Tú lo sabías… ¿No, Vegeta? Por eso jamás me llamas Goku.” Levanté la mirada y lo ví a los ojos.
“Sabía de la existencia de tú praded (tatara abuelo) … el día que llegó Cold todos los guardias del palacio lucharon al lado de su Rey; el guardia Real llamado Kakarotto fue de los últimos en quedar aún en pie, se puso frente a un ataque que había sido dirigido a Vegeta l, salvándolo. Se rumoreaba que tenía un nivel de poder igual al del Rey…” Explicó. “Aunque, al inició creí que solo fue coincidencia tu nombre; no es raro que se repitieran nombres sin ninguna conexión sanguínea, pero si el Rey Vegeta sabía su relación con tu familia… explica por qué eligió a tu hermano para ser parte de mi equipo.” Entrecerró los ojos y frunció el ceño, al menos más de lo normal. “Lo que no esperé… fue que el fundador de tu dicho familiar fuera parte de la pelea en el Planeta Sadala. Todos los registros dictaban que los implicados en el levantamiento fueron asesinados en batalla.”
Trunks y Goten se voltearon a ver, se miraron y se echaron a reír. “Vaya… ¿Alguien más ve la ironía en esto?” Preguntó mi hijo.
Mi hijo tiene razón. ¡Todo esto es tan irónico! Tres generaciones de nuestras familias se encontraron; la primera como enemigos; la segunda como aliados; la tercera como amigos y la cuarta como hermanos. Eso sin contar a mi nieta y sobrina. Tal vez eso podría explicar el presentimiento que tuve al ver a Vegeta por primera vez, la razón por la que evité que Krillin lo asesinara y la confianza ciega que le he tenido desde lo ocurrido en Namek.
“Más bien un juego perverso…” Soltó Vegeta cansado. Bulma se rió de su esposo y le dió unas palmadas en la espalda, ella tenía los ojos algo rojos. Lloro un poco al escuchar a mi mamá.
“Pero, hablando en serio: parece que de alguna manera u otra la familia de papá y el tío Vegeta tienen una relación… ya sea enemigos, camaradería o amigos.” Destacó Gohan, con una mano en su barbilla. “Incluso cuando sus puntos de vista de cada uno fueron diferentes, al final terminaron llevándose bien, al menos las últimas tres generaciones… creería que las esferas del dragón tienen algo que ver.”
“Al menos sabemos que eso es imposible…” dije. Agarré el rastreador de mi madre y comencé a desconectarlo. “Pero es una historia para contar a Pan y Bra cuando sean más grandes.”
Tomé con ambas manos el rastreador y lo acerqué, observando como la lente brillaba gracias a las luces del laboratorio. Bulma lo había limpiado en algún momento cuando lo reparo. Al moverlo logré ver el reflejo de mi madre en la lente. Sonreí un poco y volví a dejar el rastreador dentro de la caja, con la imagen de mi mat (mamá) sonriéndome.
“Cumpliste sus expectativas.” Decretó Vegeta de repente y lo mire; tenía una ceja levantada y sonrió con ironía. “Te volviste el saiyajin más fuerte de tu familia…” vio por un momento a mis hijos. “... al menos por el momento.”
“Eso es un eufemismo… ¡Papá se volvió el saiyajin más fuerte de todo el linaje!” Goten gritó, se puso detrás de mí y colocó sus manos en mis hombros, sacudiéndome. “Se que era volverse muy fuerte papá. ¡Pero tú exageraste!” Solté una verdadera carcajada, la primera en mucho tiempo. Puede que me haya pasado un poco… solo un poquito.
“Eso debería animarte a seguir entrenando… o tu padre te seguirá dejando atrás.” Vegeta soltó serio, Gohan se rió también; Trunks estuvo a punto de hablar, pero lo vio. “Y tú ni hables, estás en las mismas condiciones que él.” Mi sobrino soltó un bufido.
“Vegeta…” lo llame, cuando por fin deje de reír y apoye mis brazos en la mesa. “ ¿Cuál es el 736 - 20 de Tobiou?”
“De acuerdo al calendario usado en la tierra… es el 20 de mayo del 736. Naciste el mismo año que mi hermano Tarble.” Negó con la cabeza, tal vez por otra ironía: él y Raditz también nacieron el mismo año.
“El Planeta Vegetta fue destruido en el año 739… fuiste enviado a la tierra cuando tenías 3 años y si dejamos de lado tus muertes y la habitación del tiempo…” Mi hijo menor murmuró, haciendo las cuentas. “...tienes, ¡48 años papá!” Dió unos pequeños saltos.
“Pan va a estar muy feliz.” Mencionó Videl, sonriéndome junto a mi hijo mayor. “Por fin podrá comprarle un regalo de cumpleaños a su abuelito.” Sonreí, recordando que mi nieta hace mucho que había querido hacer eso.´..
“No solo eso… ahora por fin podremos hacerle una fiesta de cumpleaños. ¿Sabes cuántos años he esperado para saber en qué día nació?” Bulma exclamó extasiada, solté un gemido y apoyé mi frente contra la mesa, escuché como ella se rió de mí.
“Una cosa a la vez Bulma…” Tranquilizó Vegeta, levanté la vista justo para ver cómo se apoyó en una pared del laboratorio y cruzó los brazos. Se había puesto serio de golpe. “Primero, debemos arreglar el asunto que tiene que ver con nuestros trajes de combate.”
Y eso mató todo el humor; Goten bajó un poco la mirada y escuché a Gohan suspirar. “Debí de imaginar que esto tenía que ver con los saiyajin…”
“¿Esa es la razón por la que ninguno se ha puesto algún dogy?” Piccolo preguntó, mientras caminaba alrededor de la mesa. Era demasiado obvio. “Dudo demasiado que no tengan repuestos.”
“Es más complicado que eso Piccolo… Todos los saiyajin aquí somos actualmente incapaces de ponernos algún traje antiguo que hayamos usado antes de todo este lavado de cerebro.” Aclaro Vegeta, frío.
Piccolo frunció el ceño al escucharlo y después nos miró a todos; mis hijos y mi sobrino tenían miradas casi sombrías. Después me miró a mí. “¿De verdad, Goku?”
Suspiré de nuevo, apretando la capa. “No he vuelto a usarlo… o más bien no puedo.” y ese hecho dolía bastante aún.
“¿Por qué ocurre esto tío?” Goten preguntó.
“Los saiyajin son una raza que se adapta a todo: muchas razas son incapaces de desarrollar nuevos hábitos o vivir en ambientes completamente diferentes a los de su planeta de origen… nosotros no tenemos ese impedimento.” Dijo engreído. “Ante situaciones que cambian la perspectiva de los saiyajin… ocurre una especie de metamorfosis. Lo cual es muy raro.” Caminó de nuevo a nosotros y se sentó en una silla. “Nuestra raza se enorgullece tanto de ser adaptable que lo demuestra… Toda esta situación fue importante, cambiando la perspectiva de muchos aquí… por más que queramos no podemos volver a nuestros hábitos anteriores como si toda esta situación no hubiera cambiado algo.” Hizo un movimiento con la mano. “Nuestros instintos expresan su necesidad de cambio al… hacernos sentir que es incorrecto usar los trajes que antes usábamos.”
“¿Ha pasado algo así antes?” Trunks preguntó, intrigado. Vegeta lo miró y asintió con la cabeza.
“En dos ocasiones… aunque el cambio involucró a toda nuestra raza. Razón por la cual esta metamorfosis es tan rara: tiene que ocurrirle a un gran número de saiyajines para que suceda.” Respondió, al ver que ninguno hablaba continuó. “El primero fue después de la destrucción del Planeta Sadala… los trajes que usábamos eran muy parecidos al traje de combate que usa Kyabe. Por la guerra en nuestro planeta natal y la muerte de la segunda familia Real, se hizo la primer Izmenyat' (Cambio); el color de los símbolos familiares paso de un negro a rojo. Fue también cuando comenzamos a abrir comunicación entre planetas y el inicio del comercio galáctico.” Suspiró, llevándose una mano a los ojos. “El segundo, fue cuando el insecto de Cold llegó para obligar a los saiyajin a servir bajo sus órdenes.” Mi hijo y Trunks suspiraron, Gohan bajó la mirada, sorprendido. “Los Cold vieron nuestra ropa e hicieron su propia versión, convirtiendo la armadura en la firma de su maldito ejército…” dijo indiferente, pero en sus ojos se vio cuanto lo enojaba. Bulma se puso detrás de él y colocó sus manos en sus hombros, Vegeta cerró los ojos por un segundo. “El segundo Izmenyat' fue más una correa: Al comienzo del Ejército más del 45% de los saiyajin del planeta murieron por suicidio o asesinados por Cold… el Rey Vegeta ll tuvo que decretar una ley para que cualquier saiyajin varón y mujer solteros y que tuvieran la mayoría de edad se unieran en una Ceremonia de Unión (Nuestra versión de una Boda terrícola) y tener descendencia para aumentar los números. Hubo muy pocas “sbalansirovannyye pary” (parejas equilibradas); saiyajin que se eligieron mutuamente. Solo habiendo “organizovannyye pary” (parejas arregladas). nuestras costumbres y lengua ocultas; leyes olvidadas; familias desintegradas… Nos adaptamos… pero eso solo provocó una separación violenta de los padres a los hijos y una aversión a todos los vínculos y nuestras raíces: nuestro deseo de luchar estuvo fuera de control, llegando a la obsesión...”
“Tío, ¿Qué es exactamente una pareja equilibrada?” Mi hijo mayor preguntó, curioso. El aún no se unía a las lecciones con Vegeta, aunque, la verdad esto aún no lo explica en sus clases.
“Los saiyajin preferían emparejarse solo con alguien de nuestra raza: no sólo por la confianza y entendimiento, sino porque solo una mujer o hombre Saiyajin tienen el carácter y la fuerza para dar un equilibrio a nuestros instintos y deseos.” Miro a mi hijo. “De hecho, tú y Videl son el ejemplo de una pareja Saiyajin equilibrada.” Ante eso todos abrimos muchos los ojos, hasta Piccolo. “Videl es humana, pero tiene un carácter muy parecido al de un Saiyajin; puede que no tenga una fuerza física al mismo nivel que tú Gohan, pero tiene valor; orgullo… pero, sobre todo, es la mujer que tu elegiste y juzgaste para pasar el resto de tu vida, para ser parte de tu familia, lo más sagrado que tiene un saiyajin. Por eso se entienden tan bien...” Mi hijo miró hacia otro lado con una gran sonrisa, miré a Videl; estaba sonriendo y con un sonrojo en el rostro. Ambos se tomaron de la mano. “A diferencia de los terrícolas, los saiyajin no son de tener muchas relaciones, pueden tener muchas personas para tener sexo, pero cuando se trata de incluir a alguien en tu vida, hacerla tu compañera y formar una familia; se tiene extremo cuidado. Se inicia un cortejo solo cuando un saiyajin está completamente seguro de que terminará uniéndose a la persona que corteja. Tengo entendido Gohan, que Videl fue tu única… “novia” Mi hijo asintió, con los ojos muy abiertos aún. “Tú sangre guerrera fue la que se encargó de buscarte una pareja adecuada. Aquella que se quedaría contigo hasta el día en el que alguno pase al otro mundo.”
“Eso quiere decir… ¿Qué mi hermano jamás se va a divorciar?” Preguntó mi hijo menor, negué con la cabeza algo divertido; Gohan le dió un zape. “¡Oye! Solo curiosidad…”
“No solo no se va a divorciar Goten. Tú hermano jamás volverá a unirse si es que de alguna manera Videl llega a fallecer primero.” Ante la boca abierta de mi hijo, Vegeta continuó, presumido. “Por algo los saiyajin cuando se unen llaman a su esposa o esposo: sputnik zhizni (pareja de vida). Cuando ésta fallece es imposible que un saiyajin vuelva a unirse, solo esperan a reunirse con su pareja en el otro mundo.”
“Así que… cuando Bulma...” Dije, pero no tuve valor para terminar. Los saiyajin eran longevos: dónde un humano moría alrededor de los 60-90 años, nosotros comenzamos a envejecer después de cumplir 80. Con nuestros hijos, no sería muy diferente.
“Si Kakarotto… Me quedaría solo hasta el día en el que vuelva a reunirme con ella.” Bulma agarró su mano y Vegeta la suya. No lo dijo en voz alta, pero ellos también eran una pareja equilibrada.
De repente fruncí el ceño, algo que dijo antes me confundió. “Vegeta ¿Qué es eso de que el deseo de luchar llegó a la obsesión?” Tan rápido me escuchó cerró los ojos y suspiró, pasando una mano por su cabello.
“Creí que no captarías ese detalle…” De repente Vegeta se veía preocupado, negó con la cabeza y me miró. Me tensé, tuve la certeza de que esto no me iba a gustar. “Como dije el Rey Vegeta ll dió pie a una ley por la baja población… por esto la mayoría de las parejas Saiyajin que se unían eran arreglados, no hubo cortejo o siquiera se conocían. Cuando esas parejas se unían podía irse por varias rutas;” Levantó su mano y extendió un dedo. “Uno: lograban desarrollar sentimientos como una pareja equilibrada después de un tiempo.” Extendió el siguiente. “Dos: desarrollaron una amistad, tenían hijos, pero no sé comportaban totalmente como una pareja, eran más camaradas. Este en específico… era el que tuvieron la mayoría de la familia Real como: el Rey Vegeta lll y la Reina Carely l, los últimos monarcas.” Así que ese era el nombre de su madre. Él suspiró de nuevo, está vez con la mirada perdida y levantó otro dedo. “Este último… fue el más común durante el Ejército de Freezer: cuando uno o ambos Saiyajin no llegan a ningún acuerdo… tenían decencia según dictaba la ley, pero en el mejor de los casos eran indiferentes a los infantes y entre ellos pueden tener discusiones, peleas o la completa evitación. La pareja al no tener ni siquiera una pequeña armonía no había un equilibrio entre instintos y deseos, lo que provocaba que el Saiyajin masculino o femenino se sintiera… vacío, a causa del vínculo indefinido con la pareja. Lo que ocasionó que el Saiyajin masculino, femenino o ambos, para llenar ese vacío o alejarse de su pareja arreglada recurrieron a lo primero que tuvieran disponible, pero que no llegara a la traición: La lucha. Esos saiyajin se volvieron despiadados en el campo de batalla, de los guerreros más fuertes y eficaces en sus misiones; tomaban misiones seguidas, que los mantenían fuera del planeta durante meses o incluso años. Conseguían poder continuamente e incluso varios llegaron a subir de rango, pero ya no se les veía en el planeta y de estar se aburrían… si tuvieron descendencia a ellos no les interesaba, ya nada les importaba… solo la lucha, la idea de conseguir más fuerza: se volvía una obsesión, que terminaba por consumirlos… Todo con tal de llenar el vacío en sus vidas.” Termino, diciendo lo último mientras me miraba directamente.
“... Igual que yo…” Exclamé, sin saber qué más decir. No podía mirar mi cara, pero sabía que tenía una expresión sombría. Baje la mirada hacia mis piernas, dónde note que agarre mi capa con ambas manos y la apreté con fuerza.
“Espera… No ¿¡QUÉ!? ¡NO!” Gritó Goten. Pude sentir su miedo y el de Gohan por medio de los vínculos y su energía. “Tío estás exagerando… a mi papá solo, solo le gusta entrenar…” Su voz había comenzado a temblar. Tome una de sus manos, él se detuvo y me miró asustado.
“Goten… sabes que no estoy exagerando.” Vegeta dijo sin vacilación, pero con calma. “Kakarotto a repetido el patrón una y otra vez: pasó tres años con la arpía y con su primera muerte se fue un año con Kaiosama; revivió, fue a Namek y se quedó en Yadrat un año; regresó, tres años de entrenamiento para la llegada de los androides y su muerte provoca que se vaya 7 años… Cuando el Anciano Supremo lo revivió pasó 5 años dónde dividió su tiempo entre la tierra y Kaiosama hasta que conocimos al señor Bills; luego se fue a varios viajes a entrenar con Whis, la mayoría solo… paso lo del torneo del universo 6; su pelea suicida con Hit… y…” Vegeta se detuvo, incómodo.
Me reí casi sarcásticamente: todas mis malas decisiones y equivocaciones resumidas y dichas en voz alta. Baje aún más la cabeza, sin querer o sin poder ver a nadie… sentí una mano en mi hombro, era Gohan y otra en mi cabello, acariciándolo, no necesité mirar para saber que era Bulma, me apoyé un poco en ella y mi hijo menor apretó su mano. “... y al sentirme oxidado y aburrido fui con Zeno-sama para recordarle del Torneo, ignorando las preocupaciones del señor Bills…” terminé.
“Pero tío Vegeta… él no es indiferente a nosotros.” Gohan dijo en voz baja. “Él nos ama… tú mismo lo dijiste.”
“Si lo dije y no pienso retractarme de ese hecho.” Fruncí el ceño y levanté la cara, notando que Vegeta tenía una ceja levantada. “Es lo que hace que esto sea tan extraño para mí… otro Saiyajin en las condiciones de este insecto hubiera sido frío con ustedes o los hubiera dejado a la primera oportunidad… pero tú Kakarotto, hiciste todo lo contrario.” Se rió entre dientes, negando con la cabeza. “Incluso estabas dispuesto a criar a esa bebé a pesar de cómo fue concebida.” Se llevó una mano a la barbilla. “En el Planeta Vegetta estaba permitido el aborto… más cuando eran situaciones de violación y traición: cuando eso se descartaba el otets o mat daban al bebé a alguna pareja unida para que lo adoptarán, pidiendo no ser informado de nada… para ellos era difícil ver al infante como parte de su familia debido a la traición, pero se les cuidaba al ser inocentes.” Se apoyó mejor en su silla. “Tu Kakarotto tienes un corazón demasiado grande… tuviste infinidad de oportunidades para abandonar a tus hijos y aun así regresaste… pudiste ser indiferente, pero en cambio estuviste cerca, incluso les enseñaste a pelear, y te sientes culpable por no estar más tiempo. Pero a pesar de eso tu instinto te mantuvo alejado a causa de la arpía, amas a tus hijos, pero no a ella. En algún punto ustedes llegaron a entenderse, al menos al inicio…” Suspiro, frunciendo el ceño irritado. “... pero al final seguían siendo solo una pareja arreglada: tú no la elegiste, prácticamente se eligió ella misma e ingenuamente aceptaste. Tus instintos debieron estar inconformes, enojados o mínimo incómodos…” Asentí, recordando muy bien cómo me sentía en la boda. “Te lo dije Kakarotto: *La sangre de los saiyajin solo atrae a mujeres de carácter fuerte* Tiene carácter, y tú sangre guerrera la atrajo a una edad tan joven, provocando que se obsesionara contigo y te esperara años hasta que te persiguió.”
“Ella se imaginó en ese tiempo como una ama de casa amorosa, un esposo perfecto que saldría a trabajar todos los días, uno que estaría de acuerdo en todo lo que dijera…” Dije, sin fuerzas siquiera para decirlo enojado.
“... Una gran madre, educando a su hijo primogénito para que sea un gran investigador, reconocido por ser un erudito. Cómo ella quiso ser alguna vez…” Exclamó Gohan en un tono decepcionado.
“Y un segundo hijo… otro erudito, una simple copia… todos sus hijos, iguales al primero. Sin ninguna relación con las artes marciales que tanto detesto, complaciendo su sueño frustrado…” Soltó Goten con veneno. Apreté un poco su mano que aún sostenía, me miró, se arrodilló a mi lado y puso su cabeza en mi regazo; pasé mi mano por su cabello y sentí como se relajaba. Sabía que ese hecho les dolía a ambos.
“Exacto… la arpía estaba tan fiel a su imagen de familia perfecta que hizo todo para cumplirlo… no ayudó que los vínculos se formarán con ella, a pesar de que no supieran que existían.” Continuó Vegeta. “De hecho, probablemente los vínculos destruidos sean los causantes de su… aparición tan desagradable. Ella no sabe, pero ha vivido con ellos durante décadas: se volvieron parte de ella… como terrícola los vínculos desaparecen, debió sentirse sola como mínimo.”
“Me estás diciendo que, ¿Ella vino aquí a atormentar a Goku y a nuestros sobrinos solo por qué se sentía sola?” Preguntó Bulma algo enojada, su esposo asintió.
Habló de nuevo mi hijo mayor. “Tío Vegeta… mi papá, ¿Seguirá con esa obsesión?” Preguntó preocupado, pero todos notamos que no quería escuchar más de Chichi.
“Ya no… se nota por cómo se mantiene aquí en la tierra y aún no llama a Whis.” Solté un bufido, pero mis hijos suspiraron aliviados. “Técnicamente está desligado de esa arpía desde que la dejó hace un año. Cumpliste tu promesa con ella, fue lo único que te ató a ella tanto tiempo. Kakarotto eres libre.” Decretó, casi feliz. “En tu caso existe la posibilidad de que puedas elegir una pareja, ya que nunca pudiste hacerlo… pero un saiyajin también puede vivir normal sin una, después de todo ya tienes una familia.” No lo dijo, pero sabía que se estaba incluyendo a él, Bulma, Trunks y a Bra.
“Gracias…” dije. Él mostró una sonrisa engreída, puse los ojos en blanco, pero también sonreí. Volví a mirar mi capa, al logo familiar bordado justo en medio.
Toda esta situación nos había cambiado a todos y dejado heridas que jamás van a desaparecer. Vegeta tiene razón: no podemos volver a ponernos antiguos trajes y continuar como si nada hubiera pasado. Esto cambió todo...
Pocas veces le pregunté a mi abuelo sobre mis padres, él jamás pudo darme una respuesta, aunque intento que siempre los viera con buenos ojos. No fue hasta que él falleció que la idea de que no me querían por mi cola apareció, y a partir de ahí jamás pude pensar en otra razón. Pasé muchas noches llorando, preguntando qué había hecho mal para que me dejaran, sintiéndome solo en esa montaña. Llorando por unos padres que pensé no me querían. (Una de las pocas cosas que no le conté a Chichi)
Esto solo empeoró cuando llegaron Raditz y Vegeta; diciendo que era una decepción, una deshonra y un perdedor ; un simple clase baja que mandaron solo a un planeta por su bajo nivel de pelea. Creí que me habían dado la respuesta que había pedido… creí que no solo me habían abandonado, si no que mis padres me odiaban, se avergonzaban de mí solo por qué no tuve el nivel suficiente para ser un primera clase como mi hermano…
Me prometí, que les demostraría que había sido un error abandonarme, que no era ningún perdedor… que un clase baja con suficientes esfuerzos podía llegar a sobrepasar el poder de un guerrero distinguido. Les demostraría que ser un saiyajin no me importaba, siempre considerándome un terrícola.
Y lo logré… a pesar de todas las batallas y villanos que yo y mi familia tuvimos que enfrentar, cumplí mi promesa; me di cuenta en el momento en el que desperté el Ultra Instinto. Gohan me contó como los dioses se habían levantado de sus asientos cuando cambió mi apariencia. Ya no era una deshonra, ya no era un perdedor .
Cuando Broly apareció, todo comenzó a ser confuso: estaba seguro de que mi golpe en la cabeza había hecho algo conmigo, que había evitado que me transformará en un genocida y sin corazón como alguna vez lo fue Vegeta y mi hermano; que gracias a mi abuelo y a ese golpe yo era Son Goku… pero al ver a Broly, al sentir su corazón; no sentí maldad, no sentí malicia, solo a un saiyajin incomprendido y solo, a pesar de haber tenido a su padre toda su vida. Su corazón era noble… No importó que su padre Paragus lo criara, no eran iguales.
Su llegada me hizo ver qué tal vez… si hubiera crecido en el Planeta Vegetta, yo hubiera terminado igual que ahora. Fue cuando mi máscara comenzó a pesarme… a romperse: las cosas que me hacían diferente de todos dejaron de molestarme o asustarme, más aún cuando estaba con Vegeta.
Y todo se destruyó en el momento en el que Porunga me regresó mis recuerdos… Los padres que llegué a odiar de niño y que fingía que no existían; no me odiaron, no se avergonzaron de mí. ¡Ellos me amaron! Hasta Raditz llegó a quererme en algún momento de niño. La familia que creí que me odiaba me amó tanto… que les bastaba con saber que vivía.
Todo lo que creí o asumí durante años estaba mal… fue la razón por la que comencé a tomar las clases con Vegeta: quiero saber quiénes fueron mis padres, como fueron los saiyajin en realidad y dejar de asumir erróneamente como eran.
Dejar de fingir que no era uno de ellos…
Pase mis dedos de nuevo por el bordado. “Si ya no podemos usar los trajes que teníamos antes… tendremos que hacer unos nuevos.” Dije mientras levantaba la mirada. Vegeta asintió, mientras mi hermana, Trunks y mis hijos parecían emocionados.
×
“Dígame Maestro Roshi. ¿Usaremos los mismos trajes de siempre?” Le pregunté, cuando por fin entramos al lugar del Torneo.
“¿Pero qué estás diciendo?” Preguntó él. “Ya estás muy grande para usar el traje de la escuela tortuga, debes elegir el tuyo, se independiente.” Se giró y me miró directamente a los ojos, o al menos eso creó, tiene sus lentes de sol. “Ahora todos ustedes han encontrado su propio camino… Por esa razón ya no tiene sentido que lleven mi uniforme…”
×
Ya era momento de poner en práctica las palabras del Maestro Roshi… un nuevo camino.
“Tío solo una cosa…” Hablo Trunks, mientras se colocaba detrás de la silla de su padre. “Que no sea otra vez naranja por favor.” Goten de inmediato comenzó a reírse al lado de Gohan, ví a Piccolo voltearse para evitar que lo viera. Fruncí el ceño.
“No tienes que “preocuparte” Trunks.” Dije, recalcando el preocuparte. “Mi nuevo dogy tendrá otros colores y… otro logo.” Vi mi capa. “Creo que… ya es momento de que viva como un verdadero Saiyajin.” Sonreí, tan seguro de esta decisión como jamás lo he estado en el pasado.
Note que Vegeta miraba la pared, como perdido en sus pensamientos. “Puede… que tengas razón Kakarotto.” Apoyo distraídamente, volteo para ver la caja con mi armadura y sonrió un poco. “Ya es momento de que la Raza Saiyajin se levante de nuevo.” Y por primera vez desde que lo conozco su ceño desapareció de su rostro por unos segundos, yo sonreí de dientes, sintiendo su alegría y su paz por el vínculo por un momento.
“Eso significa… ¿Qué volverás a usar el símbolo de los Saiyajin otets (padre) ?” Mi sobrino preguntó emocionado. Vegeta contó que él solía portar el símbolo en el lado izquierdo de su traje solo cuando estaba en el Planeta Vegetta. Después de su destrucción jamás volvió a usarlo.
“Significa, hijo: que toda la familia Real va a volver a portar el símbolo saiyajin con orgullo.” Decreto, volteando a ver a su hijo. Trunks sonrió, soltando unas risitas y casi saltando de alegría. Bulma sonrió con ternura, viéndolos.
“¡POR FIN! ¡Ya tengo dibujado el cómo será mi traje! Solo me haría falta ayuda con la pechera…” Soltó él entre saltos. De repente se detuvo y agarró la mano de mi hijo menor, levantándolo del suelo y sacudiéndolo. “¡Ven Goten vamos a mi cuarto! Tenemos que enseñarle a mamá los bocetos para que pueda comenzar la impresión…”
“¿Pechera? ¿Tú también ya tienes un dibujo de tu traje Goten?” Pregunté, mi hijo volteo a verme sorprendido y después se sonrojo, llevándose una mano para rascarse la parte de atrás de la cabeza. “Yo… solo tengo un dibujo base, es que… me gustó la pechera del traje que nos dieron en el Planeta Yadrat y… quería algo parecido, pero… ¡Pero también tiene mucho del estilo que usas!” Soltó avergonzado.
Evité que mi rostro mostrará algo más que no fuera mi sonrisa, a él le costaba aún cerrar los vínculos… podía sentir su vergüenza y su miedo de que no me gustará que usará armadura o que no usará dogy. Sentí la mano de Gohan apretar mi hombro un poco, él también sentía las emociones de su hermano.
Me levanté de la silla y puse una mano en el hombro de mi hijo, él me miró. “Es mejor que me enseñes hijo. ¡Quiero saber cómo se vería una fusión entre una armadura saiyajin y un dogy tradicional!” Pedí entusiasmado, era algo que si quería ver. Sería un traje diseñado por él mismo y conociéndolo, va a querer hacerlo desde cero.
Goten me miró en silencio y en unos segundos una enorme sonrisa se dibujó en su cara y sus ojos brillaron de emoción. “Eh… ¡SI! ¡SÍ PAPÁ! ¡Trunks y yo regresamos en un segundo!” Gritó mi hijo entusiasmado. Tomó la mano de su hermano y ambos salieron corriendo del laboratorio. Cuando se fueron por fin solté una risita, al igual que Gohan.
“Yo regreso en un rato papá, voy a ver a Pan y dejar a Videl con ella.” Mi hijo mencionó, mi nuera se levantó de la silla y se acercó a nosotros. “Admito que siento curiosidad, más que nada por los colores que elegirá.”
“Yo también… algo me dice que la pechera de la que hablan será igual para los dos.” Otra cosa me sorprendería. “¿Tú tienes alguna idea para tu traje?”
“Bueno… pensaba, en… intentar usar, el estilo del Señor Piccolo.” Gohan comentó casi en un susurró, ví por el rabillo del ojo al mencionado; él tenía los ojos abiertos, pero después los cerró y mostró una pequeña sonrisa.
“Unas tobilleras o unas botas largas estarían bien. Así evitarás el frío que luego te da en los tobillos.” Comenté. Vegeta se rió y mi hijo se sonrojo casi al instante.
“¡Papá!” Se quejó, pero tenía una sonrisa en el rostro. Me había dicho ese dato hace ya algunos años… yo jamás olvidaré algo que ellos me dicen. “pero… gracias. Te digo luego que decidí.” Se dió la vuelta y rodeo la cintura de Videl, ella se despidió y ambos salieron del laboratorio.
“Veo que tienen todo arreglado.” Piccolo comentó divertido, mientras comenzaba a alejarse. “Voy a regresar al mirador, hay unas cosas que debo hablar con Dende…”
“Piccolo espera…” Lo detuve. Caminé hasta estar frente a él. “De hecho, necesito tu ayuda.”
Me miró con una ceja levantada. “¿Qué necesitas Goku?”
&&&
***
*Tres meses después…*
*07 de enero del año 785*
*Universo 7 - Galaxia del Norte*
*Planeta 4032-Verde-877. La Tierra*
*Residencia Briefs - Corporación Cápsula*
***
De todos fue Gohan quien tenía una idea más completa, en cambio el resto tuvimos que empezar desde cero. Bulma junto a Videl e incluso la Sr. Briefs estuvieron involucradas en toda la planificación de los nuevos trajes.
Vegeta había decidido cambiar el color usado en los símbolos, ya que tradicionalmente todos eran rojos: en ese entonces el color se eligió para honrar la sangre derramada en la batalla que devastó al Planeta Sadala; tras la conquista a manos de Cold se cambió el significado a la sangre derramada del 45% de nuestra raza que fue asesinada o murió durante y después de la conquista.
Él personalmente eligió el nuevo color: un amarillo dorado.
×
“¿Y qué significaría el color?” Pregunté. Estábamos sentados los dos en la sala, con docenas de folletos de todos los colores existentes; sus significados y posibles combinaciones… Bulma no se había limitado.
Vegeta prefirió elegir el color solo, aunque no exigió que me fuera cuando me senté a su lado hace horas.
“Aquí en la tierra… al amarillo lo ponen como un color que ilumina y que es fuerte.” Explicó vagamente. Fue entretenido verlo leer los folletos. “Pero para nosotros… quiero que signifique: El nuevo amanecer para los saiyajin, un nuevo despertar.”
×
Bulma no se quedó quieta, ella en persona con ayuda de Trunks hicieron las impresoras de ropa con mi logo familiar, para evitar que cada uno tuviera que bordar… no importó cuando yo y mis hijos intentamos que se detuviera, simplemente ella no acepta un *No* por respuesta. Decía que era su regalo para nosotros; mis hijos no pudieron evitar abrazarla. Desde que Chichi ya no está en sus vidas han sido más expresivos con todos, incluso yo… aunque sigo sonriendo poco, según Pan.
Trunks recibió ayuda de Vegeta con respecto a su traje, yo ayudé a Goten; mi hijo había usado dogys desde que era niño, al igual que yo él no soporta por mucho tiempo la ropa formal. El dogy que diseñó se parece bastante al estilo que suelo usar, aunque le agrego una especie de gabardina; agrego guantes y descarto las muñequeras, decidiendo mejor poner vendajes de entrenamiento de color en sus antebrazos. Tal y como sospeche él mismo quiso hacer todo su traje, con excepción de la pechera. Al igual que Gohan yo le enseñé a coser no mucho después de que regresé del Más Allá, pero estaba fuera de práctica y no había intentado hacer algo tan drástico como un dogy. Se cosió el dedo un par de veces, pero en dos meses logró hacer la mayoría de su traje. No recuerdo verlo tan emocionado por algo.
Mi hermana estuvo presente al momento de diseñar la armadura de su esposo, Vegeta se negó a mostrar el diseño a todos a excepción de su esposa. Solo se necesitó de un mes y Bulma ya tenía sus impresoras trabajando para hacer réplicas, ella también ayudó a Trunks y Goten a terminar de diseñar sus pecheras, ya que estás no serían iguales al de Vegeta. Al menos eso dicen: se parecen mucho, aunque son más cortas.
Gohan no tuvo muchos problemas, solo tuve que ayudarle a sacar sus medidas, pero después de eso él mismo terminó su dogy; al final decidió unas tobilleras e incluir una playera de manga corta debajo. Al terminar en solo un mes estuvo muy ocupado con los planos de la nueva casa que Satán les haría a él y Videl, así que me pidió que guardara su dogy y cuando estuvieran listas las impresoras con nuestro logo yo las incluyera. Su pedido solo facilitó mi sorpresa. Piccolo aún me mira sorprendido de vez en cuando.
Cuando mis hijos terminaron, decidí comenzar: con la ayuda de los folletos de colores logré encontrar los tonos exactos que recordaba. Bulma hace años hizo telas de todos los tonos del mismo material que el spandex de Vegeta, con ellos estábamos haciendo los trajes, en especial las playeras: decidí esta vez por una playera de manga larga y cuello, negra; los pantalones serían los mismos; la segunda playera en cambio la cambie por un corte tradicional, algo parecido al traje que use antes de concursar en el Torneo de Artes Marciales; conserve mis muñequeras y el cinturón, pero no las botas. Tuve que hacer un pequeño viaje a la Montaña Paoz, pero hice unos zapatos de bota parecidos a los que hizo mi abuelo para mí y agregue también vendas de entrenamiento en las pantorrillas. (Mi hijo no lo sabía, pero ambos tenemos el mismo problema con los tobillos fríos)
Ya todo está terminado, lo único de lo que no pudimos escapar fue de, según en palabras de Bulma, un “pequeño desfile”. Todos nos estamos preparando.
Vi que Goten ya había terminado de cambiarse cuando salí de bañarme después de entrenar con Vegeta, mi nuevo traje ya puesto en la cama. Hoy sería oficialmente el día en el que lo usaría completo. Recuperé mi apariencia igual que mis hijos hace unos meses.
Mire a mi hijo: sus pantalones son de color verde oscuro; pechera negra y blanca con detalles color ocre y que solo llegaba a sus costillas; debajo una playera verde de manga larga; gabardina rubí oscuro de manga corta; guantes grises sin dedos; botas de color gris con ocre; cinturón y vendas de entrenamiento. Estaba en silencio, mirándose en el espejo y con un cepillo en su mano. Había dejado crecer su cabello de nuevo junto a Trunks, ahora lo llevaba más abajo de los hombros, mi sobrino lo tenía un poco más largo.
“Goten. ¿Pasa algo?” Le pregunté, mientras me acercaba a él. Saltó un poco al escucharme, pero volteó a verme.
“Yo… no sé qué hacer con mi cabello.” Admitió, volviendo a verse en el espejo. “Ha estado comenzando a molestarme un poco, pero no quiero cortarlo… si lo hago.” Se cayó, frunciendo el ceño.
“Volverá a tomar la forma del mío… lo sé.” A Goten le encanta el hecho de ser un saiyajin: le fascinan las diferencias que hay entre los saiyajin y los terrícolas y que genes heredero de cada uno, pero hay algo que odia; es que su cabello al cortarlo siempre vuelve a tomar la misma forma que el mío. “Tal vez se pueda hacer algo. ¿Te importa mucho si está amarrado?” Pregunté, mientras le quitaba el cepillo de la mano.
“No realmente… lo malo es que las coletas como que se alborotan. No como Trunks que su cabello es lacio.” Lamentó lo último, sonreí un poco mientras comenzaba a cepillar su cabello.
El cabello saiyajin era suave a pesar de cómo se veía, y hasta cierto punto era lacio, pero siempre tendrá la vista de cabello alborotado, sobre todo cuando es atado. Un escalofrío pasó por mi espalda al recordar todo el gel que tuve que usar para domar el mío, es más difícil domarlo cuando eres un saiyajin sangre pura.
“¿Aún tienes algo de las vendas?” Pregunté, mientras dividía su cabello por la mitad. Las vendas eran de entrenamiento, lo suficientemente fuertes para resistir, así no se desataría si se transforma.
“Si, me sobraron unas tiras. ¿Qué me vas a hacer papá?” Me miró a través del espejo con sospecha.
“Un pequeño experimento… pásame una las vendas.” Pedí, sacó de la bolsa de su pantalón las tiras, me pasó uno y lo tomé. Termine de separar su cabello y con el cepillo peine mejor la primera parte en una coleta y lo amarre. Con el resto de la venda comience a enrollar con un poco de fuerza su cabello e hice un nudo al final. Repetí lo mismo con la otra parte de su cabello. “Ahí está… no debería molestarte así.” Dije, mientras dejaba el cepillo cerca del espejo.
Goten miró su reflejo con los ojos muy abiertos, pero con una sonrisa igual de grande; tomó una de las coletas y vio como la enrolle. En su frente se quedaron algunos de los mechones más cortos, pero por lo demás el resto estaba agarrado: se podían ver mejor las perforaciones que se hizo en sus orejas. El Doctor Briefs se las hizo con gusto hace algunas semanas, siempre quiso hacerse unas, pero Chichi jamás lo dejó.
“Papá… ¡Muchas gracias!” Me agradeció, aun viendo su imagen. “No sabía que supieras peinar.”
“¿Qué crees que hacía cuando estaba en la guardería secuestrado?” Le pregunté negando con la cabeza, él se rió. Solo bastaron dos semanas para que Videl tuviera que enseñarme a peinar a mi nieta y a Bra. En cada oportunidad corren a mi dirección y me piden jugar o me llevan directo a la guardería o a la habitación de mi sobrina.
“Tendré que ir con esas traviesas… quieren hacerle una broma a mi tío.” Solté una carcajada. Eran las únicas personas en todo el universo que Vegeta no podía dañar, no importa cuántas bromas le hagan. “Te veo abajo papa (papá) .” Me dió un rápido abrazo y se fue.
Ha estado haciendo eso mucho, llamándome papá o padre en Sayan; a veces Gohan lo hace también sin darse cuenta, Pan lo ha comenzado a llamar así hace semanas. Siempre me dibuja una sonrisa en la cara al escucharlos, de alguna manera… se siente correcto, como si… siempre debió de ser así.
Volteé a mirar a la cama y suspiré, ya tenía que vestirme.
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Cuando bajé me encontré de nuevo con Goten en la sala, estaba sentado en el sillón jugando un videojuego con Trunks, quien ya estaba vestido con su nuevo traje. No pude evitar reírme entre dientes, diseño su traje tomando de inspiración a su versión del futuro, al menos en el estilo del pantalón color gris; tenía una playera de manga corta morada; botas largas de color azul y negro; bufanda con guantes rojos y su espada en la espalda.
Por lo poco que sabía del traje de Vegeta, con mi sobrino compartían muñequeras y tobilleras del mismo material que una armadura saiyajin… o más bien la nueva armadura saiyajin; todo de color negro, blanco y unos detalles en azul. Aunque también agregó elementos de su antiguo traje como Héroe de la Limpieza, como el cinturón.
Ambos chicos me vieron, terminaron de jugar y caminaron hacia mí. Sentí él ki de Vegeta junto a Bulma en el balcón, así que él ya había dado su “desfile”; también está mi nieta, Mai, sus dos amigos, Bra, los padres de Bulma y Piccolo; Gohan está aún con Videl en la capital del Oeste con Mr. Satán, hace unas semanas comenzó la construcción de la nueva casa.
“¿Listo para presumir otets?” Mi hijo me lanzó una sonrisa y movió las cejas de arriba a abajo. Puse los ojos en blanco, divertido.
“Djadja (tío) , ¿Y la caja?” Trunks preguntó. Miré la caja que tenía en las manos, era blanca, Bulma insistió en ponerle un moño rojo.
“Es el dogy de Gohan…” Dije, encogiéndome de hombros, ambos me sonrieron con complicidad. Estuvieron cuando hice el bordado.
Caminé hasta quedar frente a la puerta para ir al balcón, vi a los chicos y asintieron, abrí la puerta y los tres salimos.
Mai estaba sentada en una mesa del lado izquierdo junto con Pilaf y Shu, en el momento en que entramos vio a mi sobrino y caminó hacia él, con sus ojos emocionados; los señores Briefs hablaban cerca del barandal del lado derecho, al vernos nos sonrieron; Bulma estaba sentada en una mesa en medio del lugar, acompañada de Pan que está sentada en una silla junto a Bra; Vegeta estaba cerca, pero de espaldas mirando hacia enfrente, al menos hasta que volteó.
Levanté una ceja, sorprendido por el cambio tan grande a su armadura: cambió el color de su spandex por un tono más oscuro e incluyó por primera vez el símbolo de Corporación a los lados; dejó sus botas y guantes blancos. Su armadura ahora es de color negro, blanco y gris; conformaban pechera, muñequeras, tobilleras y algunas alas alrededor de la cintura unidas a un cinturón. Muy parecido al traje de Kyabe… al traje de los saiyajin del planeta Sadala.
Los tres nos detuvimos frente a la mesa de mi hermana y dejé la caja ahí, estando más cerca noté algo más; Vegeta tenía en su cuello un collar, que colgaba un anillo de color negro que se confundía con su armadura. Miré a Bulma y vi que también tenía un collar con un anillo, pero este era dorado y con el nombre de Vegeta en Sayan grabado en color negro. ¡Habían intercambiado anillos! Vegeta me lanzó una mirada de advertencia, para que no mencionara su collar, levanté las manos en son de paz.
“¡Abuelito! Te ves muy lindo…” Dijo mi nieta al verme, aplaudiendo junto a Bra.
“¡El rosa te queda bien!” Bulma mencionó al ver mi cinturón, no pude evitar llevarme una mano detrás de la cabeza. Ella se levantó de su asiento, viéndonos a todos con atención.
“Y ese tono de verde de verdad te favorece Goku, te da un aire más serio y atractivo.” Dijo, está vez la madre de Bulma al acercarse. “Oh… ¡Y los chicos se ven tan guapos con sus nuevos trajes! Parece que fue ayer cuando solo eran unos bebés; ahora incluso tienen edad para casarse…”
“Abuela… por favor.” Trunks casi suplico apenado, mientras tanto Mai tenía un sonrojo en su cara.
“Anda mamá, aún los chicos no están listos para un compromiso… al menos hasta dentro de dos años.” Mi hermana habló, eso solo provocó que mi sobrino se tapara la cara con sus manos y su novia se sonrojara aún más.
“Bulma, solo haces que se apenen más…” Dije, riéndome un poco. Me miró y solo se encogió de hombros, nada arrepentida.
“Solo digo la verdad…” Ella se acercó a Trunks y vio con una sonrisa el símbolo saiyajin imprimido en el lado izquierdo del pecho, pasó una mano por la armadura, miró a su hijo a los ojos y acomodo uno de sus mechones. “Felicidades Trunks, tu padre está muy orgulloso de tí, aunque no lo diga en voz alta…” Susurro ella, pero logré escucharlo, al igual que Vegeta.
Mi sobrino solo le sonrió y la abrazó. “Gracias mamá…” Agradeció también en un susurró, vio levemente a su padre, él asintió haciendo que Trunks sonriera con más fuerza. Después de un rato se separaron y Bulma camino se paró frente a Goten.
“Los colores son hermosos Goten, de hecho… me recuerdan a algo.” Ambos nos miramos por el rabillo del ojo y nos reímos entre dientes, mi hermana lo noto y frunció el ceño con sospecha; de repente sus ojos se abrieron mucho y miró a mi hijo a los ojos. “Son… los colores de changshan que te regale en tu cumpleaños…”
“Siempre fue mi favorito.” Contestó simple, recuerdo que se puso triste cuando ya no le quedaba. Bulma sonrió con ternura, tomando una de las coletas de mi hijo.
“Apuesto a que fue Goku quien hizo esto.” Goten asintió, emocionado. “Bien ya me sorprendiste, ahora yo tengo una para ti.” Se dió la vuelta y caminó a la mesa. “Mis niñas, pásenme la caja que les encargue.” Mi sobrina y Pan dejaron una caja negra en la mesa riéndose divertidas y se la pasaron a Bulma, ella les dió unas palmaditas en sus cabezas agarrando la caja, regresó y extendió el presente a mi hijo. “Ten, velo como una especie de regalo adelantado de cumpleaños.”
Goten vio la caja con curiosidad, la agarró, levantó la tapa y su boca se abrió en estado de shock. Sus ojos brillaron ilusionados. “Esto… ¿Esto es en serio?” Pregunto, tal parece que quedó atónito.
“¡Sorpresa!” Trunks grito. Mi hijo lo miró con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido. “¿Qué? No siempre que dije que iría con Mai estaba con ella… es culpa tuya por no comprobarlo.” explicó. Goten lo miró por un rato y después soltó una carcajada.
Me acerqué, al mismo tiempo mi hijo dejó la caja en la mesa y sacó su regalo. Una kusarigama; una guadaña de unos 40 o 50 cm y de un filo completo; conectado a una cadena que colgaba una pesa con diferentes picos alrededor. En el mango de la guadaña tenía alrededor una venda del mismo color amarillo que nuestro logo familiar, Goten no podía dejar de verlo.
“La hoja de la guadaña y los picos de la pesa son del mismo metal y filo que la hoja de la espada de Trunks, así que debes tener cuidado. El mango y la cadena en cambio son del mismo metal que el mango de la espada, así podrás infundir ki sin problemas. La cadena mide alrededor de un metro con 40 cm.” Bulma explicó, mientras yo me paraba al lado de mi hijo. “Ahora la guadaña y la cadena están conectadas, pero cuando quieras puedes separarlos… si notas en el mango en dónde está la hoja está la inicial de tu nombre grabado.” Goten la escuchó y vio la guadaña, ahí rodeado de círculos tallados estaba una G grabada. Mi hermana había hecho el arma con la misma dedicación con la que hizo la espada de mi sobrino.
“Tía Bulma… es hermosa, yo… no sé qué decir...” Exclamó mi hijo sin palabras, sus ojos brillando.
“Sé cuánto te gustan las armas, solo quería darte una propia… Trunks me ayudó a elegir, insistió mucho en la guadaña…” Reveló, con mi sobrino sonriendo con culpa. Miré por el rabillo del ojo a Vegeta, quien miraba toda la escena en silencio.
La elección no fue al azar… la imagen de la guadaña ensangrentada que Goten aún tenía en la mano cuando salió de la mansión llegó a mi mente. Bulma había visto las noticias hace meses, la mansión quedó en cenizas y se dejó como un incendio accidental en la cocina o por algún cable en las luces o tomacorrientes, sabíamos todos que ella sospechaba que teníamos algo que ver, pero jamás preguntó.
“El primer castigo hecho por un saiyajin siempre es el más importante…” fue lo que me dijo Vegeta esa noche.
Mi hijo dejó su regalo en la caja y abrazó con fuerza a su tía, ella lo rodeó con sus brazos. No tardé en notar que sus hombros temblaban… había comenzado a llorar, Bulma lo consoló acariciando su cabello.
“De verdad muchas gracias tía… significa mucho para mí.” Agradeció Goten emocionado, la soltó limpiándose las lágrimas de sus ojos, pero mostrando una gran sonrisa. “¡Te prometo que lo cuidare muy bien!”
“Estoy segura de que lo harás. Me preocupa más que te lastimes por usarlo mal, se que es un arma complicada… pero sé que lo dominarás.” Sonrió acariciando la mejilla de mi hijo, quien soltó un leve ronroneo. “Awww ¡Oye!… no había notado que tú armadura también tenía tu logo… familiar…” Su voz se apagó cuando movió un poco la gabardina de Goten, logrando ver el símbolo saiyajin, el mismo que tenían Vegeta y Trunks en sus armaduras. Frunció el ceño y me miró. “Goku, ¿Te podrías acercar?”
Hice lo que me pidió, con una ceja levantada y pasó lo mismo; revisó mi playera de arriba y vio el símbolo saiyajin en mi pecho del lado derecho. Frunció el ceño aún más y volteó a mirar a mi sobrino, quien se había escondido detrás de Mai, después vio a Vegeta, él se había volteado a mirar de nuevo al jardín.
“Goku… ¿Por qué tienes aquí el símbolo saiyajin?” Bulma me preguntó en un tono dulce que no me engaño. Parecía en shock y enojada a la vez, pero mis instintos me decían que yo no era el causante, y puede que no les hubiera hecho mucho caso en el pasado, pero jamás se equivocaron cuando se trataba de ella.
“Bueno…” Sin darme cuenta me llevé una mano detrás de la cabeza. Sentía que iba a condenar a alguien. “Cuando termine de imprimir mi logo familiar en mi espalda Vegeta apareció y dijo que era mejor que todos los saiyajin usáramos el símbolo. Al ser él de la familia Real le tocaba en la izquierda, yo debía usarlo del lado contrario… le dijo lo mismo a Goten y él estuvo ahí cuando lo imprimí en la playera de Gohan.” Conteste.
“¡VEGETA CUARTO!” Inmediatamente gritó ella en dirección a su esposo, Vegeta se encogió un poco en su lugar. “¿¡DE VERDAD HICISTE QUE TODA LA FAMILIA DE GOKU PUSIERA ESE SÍMBOLO EN SU DOGY SIN DECIRLES SU SIGNIFICADO?”
“No grites mujer… no estoy sordo.” Respondió casi indiferente, si no fuera por el ceño nervioso en su cara.
Miré a mi hijo y él me regresó la mirada, encogiéndose de hombros, sin saber tampoco lo que pasaba. Desde las lecciones Vegeta no se había guardado ninguna información, de hecho, ha dicho de más. ¿Qué ocultaría?
“¡Y tú!” Bulma se giró y vio a mi sobrino, quien aún seguía escondido detrás de su novia. “¡Tú sabías de esto Trunks!”
“¡No fue mi intención! Papá me amenazó con disminuir mis salidas con Mai si les decía algo…” Se excuso y oculto su rostro en el hombro de Mai, quien se rió y le dió unas palmaditas en la cabeza.
“¡Vegeta!” Los padres de Bulma sonrieron divertidos.
“¡No iba a permitir que Trunks les dijera algo a Kakarotto o a Goten!” Dijo Vegeta al voltearse y ver a su esposa.
“¿Y en serio creíste que te saldrías con la tuya en esto? ¿Qué yo no notaría el símbolo?” Mi hermana se cruzó de brazos y vio a su esposo con una mirada asesina. Yo y mi hijo dimos un paso atrás.
“Se los habría informado… en unas décadas.” Vegeta soltó, tragando saliva y también dando un paso atrás.
“Saiyajines…” Susurró ella, llevándose una mano a la frente y negando con la cabeza.
“Bulma… no es que ver a Vegeta asustado no sea divertido, pero ¿Por qué te pones así? Es el símbolo que representa a todos los saiyajin…” Pregunté, totalmente perdido. Aunque no perdí la mirada enojada que me lanzó el limón agrio cuando dije que estaba asustado.
“Oh Goku… no tiene nada de malo. De hecho, todo lo contrario. ¡Es algo muy bueno! Solo que mi estúpido esposo se le “olvidó” decirles un PEQUEÑO detalle y a mi avisarme.” Entrecerró los ojos a Vegeta, quien solo desvió la mirada y se cruzó de brazos. Ella volvió a verme, suspirando. “El símbolo saiyajin representa a toda su raza y por esa misma razón era muy preciada, por lo que no todos podían usarla… de hecho, solo la familia Real tiene permitido usarla en sus trajes.” Abrí mucho los ojos y vi a Goten, quien tenía la boca abierta. “Vegeta al ser de la línea sucesora directa usa el símbolo del lado izquierdo al igual que Trunks; Tarble al ser el segundo le tocaría usarlo del lado derecho, al igual que Bra…” Puse una mano suavemente en el lugar en dónde estaba el símbolo en mi playera. “Mi esposo al darles permiso a ti y a mis sobrinos para usar el símbolo… significó que los adoptó en la familia Real, convirtiéndote oficialmente en su hermano jurado, el tercero en la línea y a Gohan y Goten en sus sobrinos jurados.” Terminó, mirándome con una sonrisa dulce y los ojos llorosos, tal vez conmovida.
Aún con los ojos abiertos gire para ver a Vegeta, él aún tenía la mirada desviada, pero no pasó mucho para que volteara y me mirara a los ojos; tenía los hombros tensos y su postura rígida. Estaba ansioso por mi respuesta. Ni siquiera necesitaba pensar mucho o revisar los vínculos para saber por qué no me dijo esto o a mis hijos: tenía miedo de que nos negáramos.
“¿En serio Vegeta? ¿Ni siquiera un pequeño aviso?” Le pregunté soltando una risita. “Al menos pudiste haber preguntado primero… me hubiera encantado aceptar.” Me miró y a mi hijo con los ojos entrecerrados, pero Goten también estaba sonriendo e incluso más que yo.
“... Ni que te estuviera pidiendo unirte a mí, tonto…” Respondió ácido, pero sus hombros se relajaron, hasta su ceño. “Aunque deberías sentirte honrado, no hubo registro alguno de un príncipe adoptando en la familia Real a un tercera clase…” Intentó sonar engreído. Solté una carcajada, negando con la cabeza, de repente me dieron ganas de llorar.
Mi hijo corrió hasta quedar frente a Vegeta y lo abrazó con fuerza, mi… hermano quedó con los ojos muy abiertos y con los brazos colgando. Pasaron unos segundos para que suspirara derrotado y le regresara el gesto a mi hijo.
“Bol'shoye spasibo za etu chest', dyadya… (Muchas gracias por este honor, tío…) ” Goten susurró con voz ahogada, es la primera vez que dice una oración fuera de una lección. Vegeta cerró los ojos y lo apretó con más fuerza.
“Eto ne ty dolzhen blagodarit', plemyannik. (No eres tú quien tiene que agradecer, sobrino) ” Susurro de vuelta. Alejó a mi hijo y lo vio a los ojos. “Net nikogo iz Saiyajines, kto zasluzhival by byt' chast'yu moyey sem'i, krome tebya. (No hay Saiyajines que merezcan ser parte de mi familia que no sean ustedes) ” Dijo, con la mirada en calma. Goten soltó algunas lágrimas y volvió a abrazarlo. “Ya, fue demasiado...” Se quejó, haciendo reír a todos. Mi hijo lo soltó y solo se encogió de hombros, caminando de regreso a dónde estaba Bulma.
“¡Ahora me toca a mí!” Grité, abriendo los brazos. Vegeta me mandó una mirada asesina que solo me hizo reír más.
“Atrévete a tocarme Kakarotto y te arrancaré los brazos.” Me amenazó, volviendo a cruzar los brazos. Ahí estaba el saiyajin gruñón que conozco. Bulma se acercó y le plantó un beso en la mejilla, haciendo que se pusiera tan rojo como un tomate, pero no se alejó. Me tape la boca para no soltar otra carcajada.
Escuché el sonido de la teletransportación detrás de mí y me di la vuelta; Gohan estaba a unos pasos lejos de mí, su brazo alrededor de Videl quien me saludo. Mi hijo aún mantenía los ojos cerrados.
“Cariño tranquilo… no te teletransportaste encima de alguien.” Mi nuera le aviso, riéndose un poco. Gohan abrió un ojo y después el otro, bajando su mano con un suspiro de alivio.
“¡Papa!” Pan gritó al verlo, se bajó de la silla y corrió hacia sus padres; Gohan de inmediato la agarró y la levantó. “¡Mi abuelito se ve genial! ¿Ya viste a mis tíos? ¡Su armadura es igual! ¿Puedo tener una también?” Lo último hizo que todos nos riéramos.
“Eso podemos hablarlo cuando seas más grande, aún no has terminado con el entrenamiento base del Señor Piccolo.” Pan hizo un pequeño puchero, pero asintió, levantó sus brazos a su madre y Videl la cargó.
Gohan vio mejor el traje de Goten y Trunks: se ríe entre dientes al notar lo que dijo mi nieta. “Papá y yo decíamos que su pechera sería igual.”
Ambos se encogieron de hombros al mismo tiempo. “Que te dijo hermano…” Dijo mi hijo menor, provocando que Gohan pusiera los ojos en blanco.
Se dió la vuelta, me vio y su sonrisa pasó a una melancólica, casi triste… al igual que su hermano cuando lo vio por primera vez; caminó hasta quedar frente a mí y tomó el sobrante de mi cinturón, el cual comentó Bulma.
“Son los colores de mi abuela Gine… ¿Verdad?” Preguntó, le regresé la sonrisa.
“El rosa y el verde… s on los mismos colores que hubiera usado Chiyo… ” Respondí.
“Te quedan bien papá…”
“Que bueno que llegaste Gohan.” Cambie de tema; no quiero que mis hijos se pongan tristes de nuevo. Tomé la caja que había dejado en la mesa y se la enseñé. “¡Aquí está tu dogy!”
“¿En una caja de regalo?” Preguntó con una ceja levantada. “Hasta tiene un moño.”
“Fue idea de tu tía… yo solo imprimí y lo puse en la caja.” Justifique, Bulma se había puesto a mi lado para ver la reacción de mi hijo y me dió un golpe en el hombro. “Anda, ábrelo hijo.”
Gohan me miró con sospecha, pero solo le sonreír, suspiro y finalmente abrió la caja; lo primero que vio fue su playera, una de manga corta de color café, el símbolo saiyajin impreso en el lado derecho; la tomó en sus manos y le dió vuelta, viendo nuestro logo familia en la espalda. Doblo la blusa, colocándola en su brazo; lo siguiente que estaba eran sus zapatos, del mismo color que la blusa e iguales a los de Piccolo, sus muñequeras, cinturón y tobilleras rojas; puso los ojos en blanco, viendo mi obvio acomodo para que no viera la segunda playera. Quito todo y lo puso en la mesa.
Cuando vió por fin la blusa morada frunció el ceño y me miró. “Papá, el logo está mal.”
“No Gohan, no lo está.” Negué con la cabeza.
“Si lo está, tú mismo me dijiste que nuestro logo va en la espalda, aquí está enfrente y del lado izquierdo.” Tomó la blusa y me enseñó el “error” “Se supone que mi tía solo hizo una impresora con nuestro símbolo en grande. ¿Hiciste que hiciera uno pequeño también?” Detrás de él Goten y Trunks se reían en silenció; Videl y Bulma tenían una mano en su boca para evitar la risa, incluso Pan y Bra soltaban risitas al ver a los demás.
“En mi defensa quería bordarlo, pero Bulma insistió.” Me defendí de nuevo, haciendo que frunciera más el ceño, pero ahora confundido.
“Gohan.” Piccolo lo llamó, de inmediato se giró para mirarlo. “Solo voltéalo.”
Gohan levantó una ceja, me miró para que explicara, pero no dije nada, suspiró de nuevo, le dió la vuelta a la blusa; su respiración se cortó por un segundo en su garganta y sus ojos se abrieron de par en par.
En la parte trasera de la playera está bordado el Kanji Ma 魔 el mismo que alguna vez usó Piccolo Daimaku y heredó Piccolo cuando nació; él me contó que no lo había cambiado para recordar cómo todo empezó. El kanji estaba rodeado por un círculo negro con cuatro puntas, Gohan lo había usado una vez cuando tenía 3 años, el día que Piccolo se lo llevó para su entrenamiento de un año.
“¿Lo ves? No está mal.” Él pasó sus dedos por el bordado, este al menos Bulma me dejó hacerlo y solo porque Piccolo se negó a qué se lo hicieran impreso.
“Papa… Como…” exclamó Gohan, aun mirando el logo sorprendido.
“Digamos… que tuve un poco de ayuda. Este kanji lo usó Daimaku… pero no lo recordaba a detalle.” Cuando se lo pedí a Piccolo estaba igual o más sorprendido que mi hijo ahora. Estoy seguro que pensó que era una broma al inicio. “No tuve el honor de ser yo tu primer maestro en las artes marciales, es justo que este logo esté ahí.”
Gohan levantó la vista y me vio directo a los ojos, los cuales ya tenían lágrimas contenidas. Vio de nuevo el kanji y se giró para ver a su segundo padre, él mostraba una pequeña sonrisa. “Señor Piccolo…”
“Tengo que aclarar que todo fue idea de tu padre.” Me acuso, eso hizo que Gohan soltará una risita, una en la cual derramó algunas lágrimas, pero no dejo de reír.
“Papa… muchas gracias.” Soltó, después de que dejó de reír.
Deje la caja de nuevo en la mesa y le alborote el cabello. “No tienes que agradecer… mejor ve a ponerte tu dogy.”
“¡Claro!” Grito emocionado, sintiendo una y otra vez con la cabeza. Puso todo de nuevo en la caja y corrió hacia Corporación Cápsula.
“Te dije que lo recordaba.” Exclamé, mirando a Piccolo.
“No te comportes tan engreído Goku…” respondió estoico, pero su ki me decía que estaba feliz por la reacción.
Gohan no tardó mucho en salir, está vez con su dogy completo (incluyendo sus anteojos), se acercó a nosotros hasta quedar al lado de Videl, ella lo miraba con una sonrisa.
“El morado es tu color…” Mi hermana exclamó, mi hijo se llevó una mano detrás de la cabeza. “Pero…” Puso una mano en su barbilla. “Cómo que le falta algo… ¿No lo crees Goku?”
“Tal vez…” dije sonriendo. “¿O tú qué opinas Piccolo?” Él solamente puso los ojos el blanco por nuestro juego y se acercó a Gohan, le sonrió al mismo tiempo que levantó una mano justo arriba de su cabeza: su ki se elevó y mi hijo brilló por un momento, la luz desapareció y Gohan tenía una capa blanca igual al de Piccolo, aunque por el peso se tropezó un poco, pero mantuvo el equilibrio.
“Ahora sí está completo.” Videl dijo en voz alta lo que todos pensamos, su esposo le sonrió y le dió un beso en la frente. “Gracias señor Piccolo.”
“No fue nada Videl.” Exclamó, mirándolos a ambos. Gohan nos miraba a Piccolo y a mí con una mirada llena de cariño, con lágrimas aún contenidas.
“¡Papi! Tu traje se ve igual al del Señor Piccolo.” Grito Pan emocionada, dando unos saltitos alrededor de su papá. Mi hijo se rió entre dientes y cargó de nuevo a su hija.
“¡Eso sería todo!” Declaró la madre de Bulma. “Ahora todos podemos pasar a comer, los postres ya están listos…”
Mientras todos caminaban hacia la entrada de Corporación yo caminé hasta quedar al lado de Vegeta, ambos observando el silencio a nuestras… nuestra familia .
“Tak nachinayetsya novyy rassvet... (Así comienza el nuevo amanecer…)” Dije en voz alta, mi hermano se giró para mirarme. Es la primera vez que hablo en Sayan.
“Novoye nachalo dlya Saiyajin. (Un nuevo comienzo para los saiyajin.)” término. Se giró y camino para entrar a Corporación, sonreí un poco y lo seguí.
Estaré con mi familia todo el tiempo que pueda…
(Nuevos trajes de los personajes con logo y símbolo...)
(Esta imagen es extra, ame a estos chicos juntos con armas listas)
El nuevo amanecer para los saiyajin, un nuevo despertar...
Notes:
- Yamoshi canónicamente fue el primer super saiyajin.
- En una entrevista Akira Toriyama aclaro que la historia que nos contaron de la Fase Dios es diferente, los Namekusein tienen su versión de lo que creen que paso, pero la verdad es diferente: Yamoshi fue el primer super saiyajin que peleo contra los saiyajines corruptos, a pesar de transformarse fue superado en número y murió. Pero su alma vago por el universo 7, buscando a 5 saiyajines de corazón puro que le darían su energía a otro para darle su poder y convertirse en el SS Fase Dios. (siendo al final Goku, y lo que explica por qué absorbió la energía divina y no desapareció como dijo Sherlong.)
También Akira nos dijo que Bills a su despertar no soñó exactamente con el Super Saiyajin Fase Dios (Goku), sino que se comunicó con el alma de Yamoshi temporalmente, fue a él a quien vio en el sueño.
- Yamoshi no es ancestro de Goku (Al menos no canónicamente) y el Kakarotto mencionado aquí es ficticio.
- El Calendario Galáctico que aparece en este capítulo es en realidad el calendario variante de la Aldea Pingüino, pueden encontrarla aquí: https://dragonball.fandom.com/es/wiki/Calendario_occidental#:~:text=El%20calendario%20occidental%20(%20%E8%A5%BF%20%E3%81%9B%E3%81%84,Ping%C3%BCino%2C%20la%20Isla%20Nekoma%20y
- El cumpleaños de Goku (20 de mayo del 734) se inspiró en:
-20: viene del 20 de noviembre de 1984 (Primera publicación del manga de Dragon Ball)
-Mayo: viene del 9 de mayo (Dia oficial de Goku en Japón.)
-734: Año que nació Goku. (Canónico)-El logo familiar de esta historia fue creado por mí, se tomó como inspiración principal la primera letra de "Vivir" en ruso: Жить (Zhit') y el símbolo de los saiyajins.
-Me encanta la ironía, creo ya se dieron cuenta xD
-Use la imagen del rastreador de Barddock del Manga de Dragon Ball como base para hacer el de Gine.
-Nuestro Goku siempre rompe el molde, eso es algo que no cambia.
-Lo que Roshi dijo en este capítulo es Cannon, lo dijo en el anime y manga de Dragon Ball.
-Se dijo canónicamente que los saiyajin solo se juntaban para reproducción (siendo Bardoock y Gine la excepción) Yo le di un trasfondo... los saiyajines son orgullosos, muchos morirían primero antes de servir a un energúmeno como Cold.
- ¿Por qué elegí una kusarigama como arma para Goten? Las guadañas se parecen un poco a una Hoz de la muerte en pequeño, estas llegan a indicar que "En el camino de la muerte, no hay distinción" (Algo que me recuerda a como mato a su profesora a pesar de ser mujer, ella lo maltrato igual) y es signo de Equidad y armonía. (Mantuvo la calma y la mente fría en su primer castigo, un contraste a Trunks quien si llego a enojarse.)
No se eligió una Hoz de la muerte o una guadaña porque Goku Black ya cuenta con esa, y quiero un arma única para Goten, una que le desafié y esta lo hará.
-El Traje de Trunks es una referencia clara a Trunks del futuro, su traje de héroe de la limpieza, su versión Xeno y más estilo saiyajin.
-Los colores del traje de Goten fueron sacados de un changshan que aparece en el Ova de "Goku y sus amigos regresan" donde debuta Tarble, el traje se inspiró en su versión Xeno y mi propio gusto personal.
-El traje de Gohan se parece mucho al que uso en su entrenamiento antes del Torneo de Artes Marciales, cuando comenzó a entrenar a Videl. La playera... merecía una, como su padre y hermano.
-La armadura de Vegeta tiene los colores vistos en la Película "Dragon ball Z: El padre de Goku" (Los de la peli de Broly están muy opacos a mi parecer.) El tono del nuevo spandex es el mismo que usa en la película de Broly. Las otras partes que conforman su armadura de inspiraron en los uniformes del Planeta Sadala del Universo 7 y su versión Xeno.
- El dogy de Goku se inspiró en el visto en el final de Z y su versión Xeno. (Si me gustan mucho los trajes de SDBH)
- Gohan canónicamente uso el logo de Piccolo Daimaku (魔) en su dogy durante su entrenamiento de 1 año. Creí correcto volviera a usarlo.
- Este capítulo es el más largo de toda la historia con más de 13,900 palabras.
-Todos los Fan Arts vistos en este capítulo son míos, de ser vistos en otra plataforma no solo los denunciare, si no que los demandare.
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Sucesora_de_Obanai (Guest) on Chapter 3 Sun 29 Sep 2024 08:00PM UTC
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Yetze (Guest) on Chapter 11 Tue 15 Aug 2023 10:46PM UTC
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