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Virgin (Akatsuki x Reader t/n )

Summary:

T/N observó cómo las figuras se iban desvaneciendo una por una, siendo cada vez más consciente de que si quería acatar las órdenes de Pain, había otra misión de la que debía ocuparse primero.

Solo tenía doce horas para dejar de ser virgen.

***

Akatsuki x Reader, mismo plot diferentes rutas <3

Notes:

*Disclaimer de que la virginidad es un constructo social y este plot no tiene sentido pero es divertido y por eso lo hacemos*

Chapter 1: Prompt

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

La voz de Pain era lo único que reverberaba entre las paredes de la cueva; diez figuras se erguían orgullosas sobre cada una de las falanges de la estatua de hades, escuchando atentamente las palabras de su líder: 

 

–Y por último, T/N.–los círculos concéntricos se fijaron en la figura femenina apostada un par de puestos a su derecha–Debo encomendarte una misión especial.–

 

–¿Mn?–ella levantó una ceja, extrañada ante la petición

 

–Al parecer hay un ninja con habilidades bastante peculiares que está causando estragos en los asentamientos que hay unos ochenta kilómetros al sur.–hizo una pausa antes de continuar–Según los rumores se alimenta de las almas de las muchachas vírgenes que encuentra en su camino, y utiliza esa energía para canalizar jutsus de luz cegadores y extremadamente poderosos.–

 

–Ya veo.–intentó disimular la tensión que acababa de formarse en la boca de su estómago–¿Debo aniquilarlo?–

 

–Los civiles tienden a exagerar todo lo que ven; quiero que hagas una valoración de sus habilidades; ya que Zetsu tiene otros asuntos que atender. Si realmente sus poderes son tan aterradores como dicen, por muy…poco ortodoxa que sea la vía mediante la que los consigue…podría sernos de utilidad.–

 

–Entendido.–

 

No quería llevarle la contraria al líder, por muchas reservas que tuviera ante aquella petición. A fin de cuentas era una buena oportunidad para consolidar su lugar en la organización y ganarse la confianza de sus superiores. 

 

–Saldrás mañana al amanecer. Eso es todo por hoy.–

 

T/N observó cómo las figuras se iban desvaneciendo una por una, siendo cada vez más consciente de que si quería acatar las órdenes de Pain, había otra misión de la que debía ocuparse primero.

 

Solo tenía doce horas para dejar de ser virgen.

Notes:

Este es el argumento genérico de la historia, cada capítulo será individual, dependiendo de a quién decida T/N pedirle ayuda con este...problema.

¿A quién escogeríais vosotros?

Chapter 2: Pain

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Después de pensarlo durante varios minutos, T/N determinó que la decisión más acertada sería transmitirle sus inquietudes a Pain directamente. Después de todo, él era el líder, ¿no?

 

No le costó seguir el rastro de su chakra hasta un claro a pocos minutos de la cueva; donde se encontraba sentado junto al río, aparentemente intentando relajarse tras la reunión.

 

–Líder.–T/N se dejó caer desde las ramas más altas de los árboles, aterrizando frente a él con una de sus rodillas hincada en el suelo

 

–Qué quieres, T/N.–Pain levantó la mirada

 

–No estoy segura de que vaya a poder cumplir con la misión que se me ha asignado.–

 

–Te dije que no haríamos concesiones contigo solo por ser el miembro más reciente.–

 

–¡Lo sé! No estoy…pidiendo un trato especial.–se retractó–Es solo que yo…bueno.–hizo de tripas corazón, sería mejor decirlo cuanto antes–Soy virgen.–

 

–...–Pain se tomó un momento para analizar la situación antes de volver a hablar–Eso podría ser un problema, sí.–

 

–Lo sé, por eso…quería informarle.–

 

–¿Necesitas permiso para ir a encontrarte con alguien esta noche?–

 

–No, la verdad es que no tengo ningún…candidato.–

 

–Ya veo.–se levantó de la roca en la que se encontraba–Estoy seguro de que alguno de nuestros miembros tomaría el trabajo con gusto, pero te necesito en plena forma para la misión, no puedo arriesgarme a que mañana no seas capaz de caminar.–

 

–...–ella tragó saliva al imaginarse todos los posibles escenarios; la organización estaba repleta de tipos realmente violentos que probablemente disfrutarían de lo lindo con su sufrimiento

 

–Lo haré yo mismo.–

 

–¿Ah?–

 

Se había planteado que Pain le asignara otra misión o un compañero temporal para asegurarse de que la cumpliera, o incluso que se deshiciera de ella al instante por causar demasiados problemas en tan poco tiempo, pero en ningún momento se le había pasado por la cabeza la posibilidad de que el líder fuera a «mancharse las manos».

 

Literalmente.

 

–Sígueme.–fue lo último que dijo antes de desaparecer

 

Pain podría haberla llevado hasta su hogar en Amegakure, o incluso tomarla en sus aposentos de la guarida Akatsuki, pero ambos lugares se prestaban a miradas indiscretas y juicios de los que, si bien podía deshacerse con un chasquido de dedos, le gustaría evitar. No puedes esperar que el mundo te venere como a un Dios si no muestras el comportamiento estoico de uno. 

 

Claro que una vez llegados a la pequeña posada en mitad del bosque…su ética empezó a tambalearse.

 

–Adoptaremos otra apariencia para entrar.–le advirtió, y ambos se transformaron en civiles antes de cruzar la puerta

 

La familia que regentaba el lugar los recibió con todas las atenciones del mundo; Pain se hizo cargo del pago y acompañó a T/N al piso superior. No fue hasta que la puerta se cerró detrás de ella que el peso de la realidad cayó sobre sus hombros. 

 

Eso iba a suceder.

 

No es que hubiera estado reservándose para alguien especial ni mucho menos, simplemente la vida como ninja la había guiado hacia otros caminos. Pero el pensar que estaba a punto de hacer algo que la mayoría de personas consideran íntimo e incluso romántico con uno de los criminales más peligrosos del mundo… No podía evitar que sus músculos se tensaran ante la idea, tanto por nervios como por…anticipación.

 

–Bien.–Pain regresó a su apariencia habitual, y T/N hizo lo propio–Quítate la ropa.–ordenó mientras se deshacía de su capa, dejando a la vista las perforaciones que adornaban su torso desnudo

 

–Claro.–

 

T/N lo observó mientras las prendas caían al suelo de una en una; y aunque se sentía avergonzada no quiso expresarlo en voz alta. Ya le estaba causando suficientes problemas al líder con esta situación como para comportarse como una niña cohibida y pedirle que apagara las luces. 

 

Como si pudiera escapar a esos ojos de todas formas.

 

–Túmbate.–aquella orden envió una descarga directa a su entrepierna, aunque al obedecerla y fijar su vista en las vigas de madera del techo sintió como si estuviera pasando un reconocimiento médico 

 

Claro que en cuanto Pain se arrodilló sobre la cama y sus manos se posaron en las rodillas de ella para separarlas esa sensación se desvaneció por completo.

 

–¿Estás lista?–una única confirmación

 

–Sí.–

 

–Bien.–sus manos acariciaron los muslos de T/N, haciendo que su piel se erizara ante el contacto

 

Pain había asesinado a incontables personas a lo largo de su vida, y estaba más que acostumbrado a la sensación de infringir dolor a alguien más. Sin embargo, y por muy tentador que resultara la idea de ver aquel rostro inocente contorsionarse bajo la tortura de sus propias manos… había escogido hacerse cargo de esto precisamente para evitar que ella saliera mal parada.

 

–Mhn…–T/N se tensó cuando sintió el primer dedo deslizarse en su interior

 

–Voy a necesitar que te relajes.–Pain la miró a los ojos, sintiendo como las paredes interiores lo apretaban con fuerza–No voy a poder hacerlo si estás así.–

 

–Perdón…–se disculpó–Estoy nerviosa…líder…–

 

Tuvo que hacer uso de todo el autocontrol que había adquirido durante toda una vida de entrenamiento militar para no abalanzarse sobre ella en aquel mismo instante. No era la primera vez que se sentía así al escucharla llamarlo por su título, aunque él preferiría «dios». La belleza de T/N había llamado la atención de todos desde su llegada a la organización, pero su actitud fría e historial delictivo mantuvieron a raya las proposiciones indecentes.

 

Quién iba a pensar que aquella mujer tan temible como hermosa acabaría deshaciéndose ante él. 

 

–Está bien, déjamelo a mí.–Pain se inclinó frente a ella, utilizando su lengua para estimularla al mismo tiempo que su dedo seguía abriéndose paso en su interior

 

–¡Ah-!–el primer gemido de la noche se escapó de los labios de ella, y llevó instintivamente sus manos a la nuca de su acompañante, en busca de más contacto

 

–...–Pain emitió un gruñido, y las vibraciones fueron directamente a parar a la entrepierna de T/N, lo cual hizo que se estremeciera de nuevo–Mhn…–así que abrió su boca para succionar su centro de placer, ya inflamado por las atenciones continuas

 

–Mhn…–ella arqueó la espalda, y los dedos de sus pies se enroscaron al sentir un segundo dedo introducirse en su interior–L-líder...–



–¿Mhn?–levantó la mirada para observarla, lo cual hizo que su erección, aún atrapada en sus pantalones, le diera una punzada de dolor

 

–Creo que…voy a…–advirtió

 

–Está bien.–Pain apartó su lengua por un momento–Tienes permiso para correrte.–volvió a hundirse entre sus piernas, haciendo círculos húmedos sobre su clítoris, a la par que sus dedos se arqueaban hacia arriba, rozando continuamente el mismo lugar

 

–¡A-ahh!–T/N enredó sus dedos entre los mechones naranjas cuando el orgasmo la golpeó 

 

Y aunque tenía bastante experiencia…a solas en su habitación…nunca lo había sentido de forma tan intensa.

 

¿Esto se había estado perdiendo?

 

–Buena chica.–los ojos de Pain se oscurecieron ante la vista de T/N sonrojada, con la boca entreabierta y tratando de controlar su respiración–Continuemos.–se bajó los pantalones y la ropa interior lo justo para liberar su miembro

 

–...–y T/N tuvo que contener su asombro al ver el piercing que reposaba justo bajo su glande, en forma de dos esferas metálicas que guardaban total simetría

 

–No voy a correrme dentro, eso sería bastante problemático.–aclaró

 

No era eso lo que la preocupaba. 

 

Pain tomó sus caderas para girarla sobre sí misma y T/N hundió su rostro en la almohada, levantando su pelvis por instinto. El modo en el que acababa de cambiarla de posición sin tener que hacer el más mínimo esfuerzo hizo que el calor volviera a acumularse entre sus piernas.

 

Había algo realmente excitante en el hecho de tener al líder de Akatsuki, cuyos poderes decían equipararse a los de un Dios, a punto de tomarla por completo. Y pensar que hacía un momento había tenido a aquel hombre arrodillado entre sus piernas para darle placer…

 

–Respira.–le dio una última orden mientras se colocaba en posición

 

–Estoy lista.–T/N se aferró a aquella almohada como si su vida dependiera de ello

 

Y se arrepintió de todas sus decisiones del último año en cuanto Pain se hundió en ella.

 

–...–clavó las uñas en las palmas de sus manos para no emitir ningún quejido

 

Como shinobi estaba más que acostumbrada al dolor, y desde luego este no era el peor que había experimentado. Sin embargo, el aro de fuego que sentía abrirse a medida que Pain seguía empujando dentro de ella era casi como una tortura.

 

–Mhn…–él empezó a trazar círculos imaginarios a los costados de las caderas de T/N, esperando a que se relajara antes de moverse

 

–Joder…–blasfemó ella, y trató de relajar sus músculos, sin mucho éxito

 

Pain sabía que si empezaba a moverse ahora probablemente la desgarraría, así que luchó contra aquel instinto que le pedía que saliera y volviera a entrar con más fuerza, y en su lugar deslizó una de sus manos hacia el abdomen de T/N.

 

–¡Ah…!–ella gimió al sentir los dedos de Pain acariciando su clítoris con movimientos suaves, dándole otra cosa en la que pensar–Mhn…–

 

–Eso es…–Pain se inclinó sobre ella, posando un pequeño beso en su hombro como recompensa

 

Aquel contacto tan afectuoso sorprendió a T/N, pero también encendió un nuevo fuego en su interior. 

 

Ahora necesitaba saber cómo se sentiría besarle.

 

–Mhn…–movió sus caderas hacia delante, necesitaba más de aquellos dedos, que habían pasado de repartir caricias suaves a una fricción más firme–Pain…–jadeó–M-muévete…–

 

No estaba segura de si era buena idea, pero él tampoco le dio tiempo a pensarlo: empezó a marcar un ritmo rápido, produciendo un sonido húmedo cada vez que sus caderas chocaban contra las de ella.

 

–Aah…–fue entonces cuando T/N se dio cuenta de por qué Pain había escogido esa posición, aquel maldito piercing estaba rozando el punto de placer de su interior una y otra vez

 

Los gemidos llenaron la habitación, y los movimientos se prolongaron durante varios minutos.

 

–¡Ah!–hasta que T/N volvió a terminar con un grito agudo, y apartó la mano de Pain de su entrepierna, ya demasiado sensible 

 

–...–él se rió entre dientes, divertido ante aquel acto de confianza repentino–¿Ahora me dices lo que tengo que hacer y dónde puedo tocarte?–un empujón seco acompañó a esa pregunta, lo que le arrancó un nuevo gemido a T/N de la garganta–Va a ser una noche larga después de todo.–empezó a acelerar el ritmo

 

T/N tuvo que agarrarse a las sábanas con fuerza para no deslizarse hacia adelante y golpearse la cabeza; Pain no se estaba conteniendo en lo más mínimo. No es que quisiera que lo hiciera.

 

–¿P-podemos…cambiar de postura?–le pidió, lo cual hizo que él levantara una ceja, sorprendido–Quiero…verte.–pero sonrió complacido al escuchar eso último

 

–Está bien.–salió de ella con cuidado para permitirle incorporarse

 

–...–T/N observó la pequeña mancha de sangre que había sobre el colchón, pero decidió ignorarla y se sentó en el regazo de Pain, posicionándose para poder deslizarse de nuevo hacia su miembro

 

–Mhn…–él la sostuvo por la cintura, ayudándola a bajar del todo–Muy bien…–

 

Entonces T/N dio un salto de fe…y lo besó.

 

–...–Pain no se permitió quedarse quieto por el shock, así que tomó el control del beso de inmediato

 

Esto no entraba en sus planes, pero ya que las cosas se habían dado así…

 

–¡Ah-mh!–T/N gimió en el beso al sentir las manos de Pain en torno a sus pechos–Mhn…–los pulgares del líder comenzaron a estimular sus pezones, mientras su lengua seguía abriéndose paso en la boca de ella, y los movimientos de las caderas de ambos se hacían más y más erráticos

 

Pain estuvo a punto de dejar que el placer ganara a la parte racional de su cerebro, pero de algún modo consiguió levantar a T/N justo antes de correrse. El líquido tibio se derramó sobre el abdomen de ambos, y pasaron varios segundos en silencio después de eso.

 

–Mm…–Pain dejó a T/N sobre la cama y se colocó los pantalones en su lugar–Voy a usar el lavabo.–anunció antes de desaparecer tras la puerta corredera 

 

En realidad lo que necesitaba era un minuto a solas para procesar lo que acababa de suceder y volver a activar su coraza antes de enfrentarse de nuevo a la persona que acababa de ver su rostro completamente ruborizado y contorsionado por el placer.

 

T/N también agradeció aquel momento a solas. Se cubrió con la sábana para no enfriarse demasiado y no pudo evitar rememorar todo lo sucedido, aunque solo hubieran pasado unos minutos: el calor de sus dedos, el sabor de su boca, y el…bueno. Todo lo demás. 

 

–Debo irme.–Pain salió del baño ya vestido–Tengo que atender algunos asuntos más esta noche.–

 

–Sí, yo también me iré ya…–T/N se apresuró a buscar su ropa con la mirada, pero Pain la interrumpió

 

–Puedes quedarte aquí.–

 

–¿Mm?–

 

–La habitación está pagada de todas formas. Te vendrá bien descansar en una cama decente por hoy.–

 

–...gracias.–

 

–Esperaré los resultados de la misión.–la miró a los ojos por última vez

 

Y desapareció.

 

Notes:

Esto ha quedado mejor de lo que esperaba, ¡nos vemos pronto con otra ruta!

Chapter 3: Hidan

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Finalmente, T/N tomó una decisión poco menos que arriesgada, pero era la vía más rápida y fácil de tener sexo aquella noche.

 

Llamar a la puerta de Hidan.

 

Toc toc 

 

–Vaya, ¿qué te trae por aquí, nena? ¿Te has perdido?–la recibió con su indumentaria habitual de «parece que no tengo camisetas»

 

–¿Quieres follar?–T/N abordó el tema rápidamente, no tenía tiempo que perder

 

–...–y por primera vez desde que lo conocía Hidan se quedó sin palabras durante varios segundos–¡Joder, pensaba que no me lo pedirías nunca!–abrió la puerta del todo para dejarla entrar–Pasa, pasa.–

 

La habitación de Hidan era igual que la que le habían asignado a T/N al entrar a la organización, solo que tenía un par de posters con ilustraciones eróticas y un pequeño altar para su Dios, además de su guadaña y otros objetos personales desperdigados por los distintos rincones.

 

–Está más…ordenado de lo que esperaba.–admitió T/N

 

De hecho había un olor muy agradable en el ambiente, gracias al incienso que ardía en los quemadores del altar. No fue capaz de detectar si se trataba de jazmín u otra planta, pero sin duda le recordaba a la atmósfera embriagadora de las casas de aguas termales; los únicos lugares relajantes que realmente uno podía disfrutar como ninja. T/N se preguntó entonces si la vanidad de Hidan, siempre preocupado por su aspecto y su aseo personal, sería fruto de su devoción religiosa o un hábito arraigado en su villa natal. 

 

No tuvo tiempo a seguir distrayendo su mente en aquellos pensamientos cuando Hidan la agarró por detrás y deslizó su mano derecha bajo los pantalones de ella.

 

–¿Y bien? ¿Qué tienes aquí para mí?–los dedos de Hidan se colaron rápidamente entre la ropa interior de T/N, formando una V alrededor de su clítoris–¿Mhn?–un mordisco juguetón en su cuello ante la falta de respuesta

 

–Mm…–ella no quería mostrarse receptiva ante el contacto

 

Si bien necesitaba que esto sucediera, no quería alimentar su ego de macho admitiendo que aquellos dedos, que ahora se movían de arriba abajo y de vez en cuando pellizcaban su zona más sensible, estaban haciendo que viera las estrellas.

 

–No sabes cómo me estás poniendo.–Hidan la atrajo un poco más hacia él, presionando su erección latente contra el trasero de ella–Pero no voy a preguntar a qué debo el honor de tu visita…–su voz se convirtió en un susurro–Por si te lo piensas mejor.–su mano libre se escabulló para aferrarse a uno de los pechos de T/N, que profirió un gruñido ante el repentino apretón

 

–Aún estoy a tiempo, así que no tientes a la suerte.–ella trató de mantener su compostura habitual

 

Claro que no era muy fácil verse como una criminal desafiante con los dedos de Hidan resbalando entre sus piernas.

 

–Estás muy sexy cuando me hablas así.–siguió subiendo la mano hasta llegar al mentón de T/N, y aprovechó para hacer que lo mirara y unir sus labios con los de ella

 

Hidan no se lo pensó dos veces antes de empezar a utilizar su lengua, convirtiendo aquel beso en uno húmedo y demandante. Sin embargo, T/N tuvo que cortarlo antes de que Hidan hiciera sangrar su labio inferior. Le gustaba demasiado morder.

 

–Nada de marcas visibles.–le advirtió–Mañana tengo trabajo.–

 

–Oh, entonces buscaré otros lugares para hacerlas.–esbozó una amplia sonrisa 

 

Y los dedos que habían estado jugueteando todo este tiempo se introdujeron con un movimiento brusco.

 

–¡Aah!–T/N clavó sus uñas en el antebrazo de Hidan–Eres un bestia…–se quejó

 

–Estabas tan mojada que me he resbalado, perdón~–un beso corto–Vamos a la cama.–se separó de ella para quitarse los pantalones y la ropa interior

 

–Joder.–T/N no pudo evitar blasfemar al darse cuenta de que iba a tener que lidiar con todo eso como si fuera lo normal

 

–Es grande, ¿eh? Te va a encantar.–Hidan dio un par de palmadas sobre el colchón para invitarla a tumbarse, y ella obedeció–Pero quítate la ropa, mujer.–la ayudó a desvestirse–No quiero perderme nada de esto.–

 

Empezó a recorrer el cuello de T/N con la lengua, bajando lentamente hacia su pecho y deteniéndose para mordisquear uno de sus pezones…y luego el otro…

 

–Mhn…–

 

–Anda…échame un cable tú también.–Hidan guió una de las manos de T/N a su entrepierna

 

Ella no había tocado un pene en su vida, pero era una adulta y conocía la teoría. Así que empezó a mover su mano de arriba abajo, tratando de obtener toda la información que pudiera de las reacciones de Hidan.

 

–Joder, ¿y yo era el bestia?–gruñó–Menos mal que me gusta duro, nena, porque no sé si otro te aguantaría.–volvió a ofrecerle esa sonrisa socarrona

 

–...por qué no nos dejamos de rodeos de una vez.–ella apartó la mano–Y no me llames nena.–

 

–A sus órdenes, señorita.–Hidan se colocó entre sus piernas

 

Y entró de un solo empujón.

 

–¡Aah!–T/N no pudo contener el grito de dolor que escapó de lo más profundo de su pecho

 

Estaba bastante segura de que algo acababa de romperse en su interior.

 

–Joder…cómo aprietas…–Hidan bajó la vista por un momento, y pestañeó un par de veces para comprobar si la sangre que veía era real o producto de su propia fantasía erótica–Pero si aún no he hecho n-...–sus ojos se abrieron como platos, y volvió a mirar a T/N–Espera, ¿eres…?–

 

–Era.–aclaró ella, y dejó caer su cabeza sobre el colchón

 

No avisar a Hidan había sido una pésima idea después de todo. Pensó que podría disimular su inexperiencia, pero no había contado con esto, ¡muchas mujeres ni siquiera sangran! ¿Por qué en ella tenía que ser tan evidente? Quizá tuviera que ver con que Hidan acabara de entrar con el impulso de un rinoceronte, pero ella pensó que a pesar de todo serían un par de gotas y que él ni siquiera se daría cuenta. Estaba equivocada, por supuesto.

 

–...–Hidan se echó hacia atrás, y el vacío le produjo a T/N más dolor que la penetración

 

–Oh, vamos, no me vas a venir ahora con que tienes principios y ya no quieres hacerlo.–alzó la cabeza de nuevo para mirarlo–No sé si esto será suficiente para que el estúpido ninja ese no me convierta en lucecitas de colores.–

 

–Oye.–el tono de Hidan se volvió serio–Ya sé que soy imbécil, pero no tanto.–

 

–...–

 

–Podrías habérmelo dicho.–parecía molesto de verdad

 

–¿Para qué? ¿Para que te burlaras de mí y tener que aguantar tus comentarios de «oh, ¿necesitas que papi Hidan te enseñe cómo se hace?» o cualquier otra cosa que se te ocurriera?–

 

–¡Pero eso sería solo un momento, luego te ayudaría!–se quejó–A mí me pareces…una tía bastante…guay, ¿sabes?–

 

–...gracias, supongo.–era lo más amable que Hidan le había dicho desde que entró a la organización–¿Entonces…seguimos?–

 

–Oh, por supuesto que sí.–Hidan volvió a adoptar su tono juguetón habitual–Pero…ya que te va a doler…–se agachó entre las piernas de T/N–Que nos duela a los dos.–fue lo último que dijo antes de retirar parte de la sangre con un lametón

 

–¡Hidan, ni se te ocurra!–T/N cerró las piernas, tratando de disuadirlo, pero ya era demasiado tarde

 

Porque cuando Hidan se incorporó para mirarla… 

 

El patrón de esqueleto ya se había marcado en su piel.

 

–Oh, vamos, será divertido.–

 

–No voy a follar en medio de un círculo de sangre.–T/N se negó en rotundo

 

–Es mi habitación, lo voy a limpiar yo.–se justificó él–Vamos, préstame uno de estos.–se agachó para tomar la bolsa de kunais de T/N, que había acabado en el suelo junto al resto de su ropa

 

–No me lo puedo creer.–ella se tapó la cara con las manos, superada por lo absurdo de la situación–Eres un completo idiota.–

 

Hidan hizo caso omiso y utilizó uno de los kunais para apuñalarse la mano y posteriormente dibujar el círculo de sangre sobre la cama. T/N había hecho bien en cubrirse, ya que hubo más que una salpicadura.

 

–Listo.–Hidan sonrió orgulloso ante su obra–Y ahora…veamos si funciona.–soltó el kunai y llevó la mano a su entrepierna, masajeando su erección de arriba abajo lentamente

 

–¡Ah!–pero fue T/N la que gimió

 

–Nada mal para un completo idiota, ¿eh?–Hidan le dedicó una sonrisa arrogante–Ahora estamos conectados.–volvió a colocarse de rodillas entre sus piernas–Disfrútalo.–esta vez se echó hacia delante con más delicadeza que la anterior

 

–Mhn…–T/N cerró los ojos con fuerza, tratando de acostumbrarse a la intromisión

 

Pero su cerebro era un caos; aunque seguía sintiendo dolor (aún más que antes ya que la espera y el numerito de la sangre habían bajado su nivel de excitación previo) ahora las sensaciones de Hidan se entremezclaban con las de ella. Y al parecer que sus paredes lo apretaran debía ser una sensación muy…agradable.

 

 –¿Lo sientes?–Hidan llevó sus manos a los pechos de T/N para también recibir las descargas de placer de ella–Pff…–jadeó al ver cómo la sangre que aún brotaba de su mano izquierda dejaba marcadas sus huellas sobre todo lo que tocaba, y pasó varios segundos deleitándose con aquella imagen antes de empezar a mover sus caderas

 

–Ahh…Hidan…–

 

–Aquí estoy…–se inclinó sobre ella y apoyó sus manos en el colchón para sostenerse sin aplastarla–Agárrate a mí.–le pidió

 

–Sí…–ella hizo lo propio, y no se contuvo en clavar sus uñas en la espalda de Hidan cuando las embestidas se volvieron más profundas, disfrutando de la punzada de dolor que ella misma sintió al hacerlo

 

A ella también le estaba gustando este juego.

 

–Al final vas a ser tú peor que yo, nena.–Hidan soltó una carcajada–Me gusta.–acompañó esas palabras con un mordisco en la clavícula de T/N

 

Digamos que lo de las marcas visibles pasó a segundo plano en cuanto el ritual de unión se completó. Después de muchos arañazos, mordiscos y azotes cariñosos y no tan cariñosos, además de unos cuantos cambios de postura, ambos estuvieron lo suficientemente exhaustos como para detenerse.

 

–¡Joder…!–Hidan se corrió por segunda vez en el interior de T/ N, disfrutando del firme agarre que la mano de ella tenía sobre sus mechones de cabello plateado 

 

–Ah…como me dejes embarazada te voy a matar…–se quejó ella al sentir aquella calidez gotear entre sus piernas

 

–Un mini Hidan no suena nada mal.–bromeó él–Le pediré a Sasori que haga uno de esos menjunjes de hierbas que toman las chicas para esto, no te preocupes.–

 

T/N estaba a punto de agradecer el gesto cuando sintió un dedo juguetear con su clítoris.

 

–¡Hidan, que no puedo más!–se mordió el labio inferior

 

–¿Ah no? Yo creo que aún puedes tener otro.–le susurró

 

–Mhn…–T/N se retorció entre los brazos de Hidan a medida que las sensaciones se volvían más intensas, hasta que finalmente todo su cuerpo se tensó, y ambos gimieron con aquel último orgasmo

 

–Joder…–Hidan se apartó de ella y se quedó tumbado a su lado, tomando grandes bocanadas de aire a medida que su apariencia regresaba a la normalidad–Los tuyos son más intensos que los míos…–

 

–Ventajas.–ella le sacó la lengua

 

–¿Puedo dormir en tu habitación?–

 

–¿Aah?–

 

–Me da pereza limpiar esto ahora. Lo haré mañana.–

 

–¡Hidan, se van a secar las manchas!–lo regañó 

 

–Si vin i sicir lis minchis.–él se limitó a imitarla, y la calló con un beso antes de que pudiera replicar

 

Al final Hidan se salió con la suya y ambos acabaron compartiendo cama en la habitación de T/N, completamente enredados el uno sobre el otro.

 

Después de un buen baño, claro.

Notes:

Las *posibilidades* de los jutsus de Hidan

Chapter 4: Itachi

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

T/N tenía muchos caminos a seguir para «arreglar su problema»; a fin de cuentas la organización estaba llena de hombres que tenían entre pocos y cero escrúpulos para casi cualquier cosa. Sin embargo, había una única puerta a la que llamaría aún si no estuviera en aquella situación tan comprometida.

 

–Buenas tardes, T/N.–Itachi la recibió perfectamente vestido, capa y todo–¿Ocurre algo?–

 

–Am…sí. ¿Puedo pasar? Es un asunto…difícil de tratar.–

 

–Adelante.–

 

Itachi era una persona de pocas palabras, por lo que T/N y él no habían compartido tantas conversaciones como para considerarse amigos, pero ella sabía que se trataba del tipo más confiable que había en aquella guarida. 

 

Y su habitación perfectamente ordenada no era sino otra prueba de ello.

 

–Gracias.–se abrió paso hasta el centro de la estancia, sin estar muy segura de cómo abordar el tema–Es sobre la misión que Pain me ha encomendado.–

 

–Qué necesitas.–Itachi era lo suficientemente perceptivo como para darse cuenta del cambio en el semblante de T/N, habitualmente tan compuesto como el suyo, pero que ahora tenía un ligero deje de nervios

 

Incluso de pánico.

 

Por su parte, ella se tomó unos segundos antes de plantear la pregunta que necesitaba hacer. Itachi era un hombre objetivamente atractivo y estaba bastante segura de que le daría la mejor experiencia posible dadas las circunstancias… Pero esa certeza no iba a borrar lo incómodo de la situación.

 

–¿Tú te…acostarías conmigo?–

 

La atmósfera se volvió pesada, y T/N estuvo a punto de salir corriendo para fingir que nada de esto había sucedido jamás. Aún estaba a tiempo de pedírselo a alguien más, ¿no?

 

–...–Itachi se mantuvo en silencio, no hacía falta ser un genio como él para comprender lo que había detrás de aquella pregunta–Entiendo tu preocupación, T/N, pero me temo que no puedo hacer eso por ti.–

 

La negativa cayó sobre ella como un jarro de agua fría, y por un momento sintió el mismo nudo en el estómago que las personas sienten cuando sus sentimientos no son correspondidos. 

 

Pero esta situación era un poco más complicada que eso.

 

–Itachi, por favor…–así que decidió insistir–No puedo pedírselo a nadie más. Tú…ya sabes cómo son los otros.–su tono cambió a uno de más urgencia, la incertidumbre creciendo al pensar en que tendría que reevaluar sus opciones

 

Y en que ninguna de ellas le traería nada bueno.

 

Itachi también reflexionó al respecto; si T/N era virgen la misión sería un suicidio, pero lo que algunos de los miembros podrían llegar a hacerle si se les presentaba esta oportunidad… 

 

Su conciencia ya pesaba demasiado como para añadirle otra carga.

 

–Está bien.–por lo que decidió aceptar–Lo haré.–

 

–Gracias, en serio…–T/N suspiró aliviada–Siento pedirte esto, de verdad, ya sé que no te gusta mucho el…contacto físico.–

 

Itachi tuvo que ocultar su sorpresa ante aquella afirmación. No es que evitara tocarla deliberadamente, pero… estaba tan acostumbrado a vivir sin que nadie tuviera ese tipo de gestos afectuosos con él que cuando T/N llegó a la organización se mantuvo alejado por instinto. 

 

Claro que ahora que las imágenes desfilaban por su cabeza… Tal vez ella había estado todo este tiempo intentando acercarse y él se había mostrado demasiado frío. Pero había una parte de él que no dejaba de repetir «es mejor que se mantenga alejada, una persona como yo no se merece la compasión de nadie».

 

–¿Itachi?–compasión que salió a flote de nuevo al ver que no respondía–¿Estás bien?–

 

–Sí, lo siento.–se llevó una mano a la nuca para hacer crujir su cuello–¿Puedes esperarme aquí unos minutos? Necesito salir a por algo.–

 

–Ah, claro…–

 

Itachi desapareció y T/N se quedó sentada en su cama, sin atreverse a observar muy detenidamente la habitación; sentía que estaba violando su privacidad por el simple hecho de estar allí sin él. Por suerte el Uchiha no tardó mucho en volver con una bolsa entre las manos. 

 

–Ten.–se la tendió a T/N

 

–¿Mm?–en el interior había varios comprimidos de un tono oscuro

 

–Tómatelo, es…una mezcla anticonceptiva.–se aclaró la garganta

 

–...luego te daré el dinero.–puede que T/N fuera virgen pero sabía que estos preparados no eran precisamente baratos

 

–Está bien, no te preocupes por eso.–Itachi se quitó la capa y la dejó perfectamente doblada sobre la silla de escritorio–Estaba…pensando en algo.–

 

–¿Mm?–

 

–Podría meterte en un genjutsu agradable.–la miró a los ojos–Así no tendrías que pasar por esto. Simplemente despertarías y…ya estaría hecho.–

 

–...–

 

–Entiendo que hacer eso requeriría poner un gran nivel de confianza en mí, no estás obligada a ello.–

 

–No, no es eso, sí que confiaría en ti.–

 

–¿Mm?–

 

–Pero…a mí no… Quiero decir…–T/N estaba teniendo muchas dificultades para expresarse y no entendía por qué–No es algo que me gustaría olvidar…si es contigo. ¡No lo digo como amor o eso! Solo…bueno, que no creo que…vaya a ser una mala experiencia.–

 

–...ya veo.–

 

–Pero no quiero seguir dándole vueltas a todo esto.–se tragó el comprimido de una vez–Estoy lista.–se deshizo de la capa, e Itachi la tomó para doblarla junto a la suya

 

–Bien.–se sentó a su lado en la cama–Si necesitas parar o ir más despacio en cualquier momento, solo tienes que decirlo y lo haré. ¿Entendido?–

 

–Entendido.–

 

–¿Puedo besarte?–

 

–...–aquella pregunta hizo que el calor se acumulara en las mejillas de T/N–Por favor.–respondió

 

Itachi posó su mano en la nuca de ella y depositó un beso suave sobre sus labios. Un beso que se fue profundizando con el paso de los segundos, hasta que ambos se separaron por la falta de aire.

 

T/N se quedó observando el rostro del Uchiha durante varios segundos; y aunque su corazón latía a gran velocidad, la expresión apacible de Itachi le infundió un gran sentimiento de calma. Era el tipo de persona cuya presencia siempre te hace sentir a salvo, algo tan poco común en un lugar como aquel…

 

–Voy a quitarte la ropa.–las manos de Itachi se deslizaron suavemente entre la tela, deshaciéndose de cada prenda con rapidez

 

T/N sintió el instinto de cubrirse el pecho cuando este quedó al descubierto, pero la mirada de Itachi y su tono de voz, repitiendo palabras como «tranquila» o «no te preocupes por nada» fueron más que suficiente para que se relajara.

 

–Mhn…–los besos no paraban de llegar, y la temperatura parecía estar subiendo por momentos

 

Itachi se colocó sobre ella y le indicó que levantara las caderas con un toque suave sobre ellas. 

 

–¿Ah?–T/N ladeó la cabeza al sentir cómo Itachi deslizaba una de sus almohadas en el espacio que se había formado entre su trasero y el colchón, obligándola a mantener la parte baja de su cuerpo algo alzada

 

–Será más…cómodo.–eso fue lo que él dijo, pero ella no tardaría en darse cuenta de que «cómodo» no era precisamente la palabra indicada–¿Cómo te sientes?–preguntó, a medida que sus dedos trazaban líneas en la entrepierna de ella, acariciando solo la parte más externa

 

–B-bien…–ella buscó sus labios para no dejarse tragar por la vergüenza

 

¿Por qué se sentía así? Era una adulta, una ninja increíble que había pasado por un sin fin de cosas en su vida…y aún así se estaba deshaciendo entre los besos de Itachi.

 

–Ah…–dejó escapar un suspiro cuando un dedo se deslizó en su interior, tratando de ignorar los sonidos húmedos que su propia sobreexcitación ya estaba produciendo, a pesar de que acababan de empezar con esto

 

Por suerte, Itachi no dijo una palabra al respecto. 

 

Simplemente posicionó su pulgar para que hiciera presión sobre el clítoris cada vez que su dedo se hundiera del todo.

 

–Mhn…–T/N se retorcía entre las sábanas, con un sin fin de preguntas sobrevolando su cabeza

 

¿Por qué se sentía mejor que cuando ella misma lo hacía? Conocía su cuerpo mejor que nadie, ¿por qué él…? ¿Eran sus dedos más largos, más expertos…? ¿Era ese estúpido ángulo elevado en sus caderas? Apenas habían pasado dos minutos cuando sintió cómo sus paredes se tensaban alrededor del dedo de Itachi, y un gemido murió en su garganta cuando el orgasmo hizo acto de presencia.

 

Itachi no detuvo su mano, ayudándola a bajar de la nube con movimientos lentos, enfocándose más en la presión de su pulgar esta vez.

 

–Aah…–las sensaciones eran tan fuertes que T/N se olvidó del bochorno de haberse corrido tan rápido, y se dejó hacer hasta que una segunda ola de placer recorrió su columna vertebral–¡Mm…!–esta vez se aferró a las sábanas con fuerza, e Itachi apartó la mano antes de llegar a sobreestimularla–Ah…–su cuerpo se relajó, aunque aún sentía su entrepierna palpitar

 

Itachi aprovechó para desnudarse también, tomándose su tiempo para dejar que su compañera recuperara el aliento. 

 

–Ven.–la ayudó a incorporarse–Ponte tú encima.–se dejó caer sobre el colchón, dejándola a horcajadas sobre él

 

–¿Yo?–T/N se colocó en posición, llevando una mano tímida a la erección latente de Itachi para poder guiarla entre sus piernas

 

–Mhn…–él contuvo un gemido de sorpresa ante el contacto repentino–Sí, así podrás…ir a tu ritmo.–

 

–Claro…–T/N tomó una gran bocanada de aire, apoyó sus manos en el pecho de Itachi

 

Y bajó sus caderas tanto como su propio cuerpo se lo permitió. 

 

–....serás bruta…–Itachi la reprendió por lo brusco del movimiento–Ahora tranquila…tómate tu tiempo.–acompañó sus palabras con caricias suaves en los muslos de ella

 

–Mhn…no duele…tanto como pensaba.–empezó a moverse despacio, y sintió una nueva oleada de excitación al ver a Itachi fruncir los labios, tratando de reprimir sus expresiones de placer–¿...te gusta?–

 

–...–él levantó su mirada rápidamente–C-claro que me gusta.–su voz tembló por un momento cuando ella se contrajo involuntariamente–...–se incorporó de un movimiento rápido–Permíteme.–

 

–¿Ah?–T/N no tuvo tiempo de pensar más cuando las manos de Itachi se afianzaron en sus caderas y empezó a marcar un ritmo más rápido para sus embestidas–Dios…–tuvo que aferrarse a sus hombros para no perder el equilibrio

 

–Eso es…–Itachi la recompensó con un nuevo beso, y el tono de su voz se tornó más ronco–Estoy entrando mejor de lo que esperaba, no sabía si ibas a poder conmigo…–

 

–...–aquellas palabras hicieron que la mente de T/N se deshiciera del todo, pero no quería estropear el momento ahora que por fin Itachi se estaba dejando llevar, así que prefirió ocupar su boca en el cuello de él en lugar de dar una respuesta fuera de lugar

 

–Mhn…–Itachi rectificó el ritmo, asegurándose de detenerse un par de segundos cuando alcanzaba el punto más profundo de ella, haciendo que sus pelvis chocaran entre sí

 

–¡Aah!–T/N gimió al notar que cada una de esas pausas iba acompañada con un roce perfecto a su clítoris–Itachi…–buscó sus labios de nuevo, disfrutando de cada segundo de contacto–¿Puedes…?–tomó una de sus manos para guiarla más arriba

 

–Qué es lo que quieres.–Itachi acarició uno de sus pechos con aquella mano–¿Esto?–presionó sus dedos en torno al pezón–¿Esto?–

 

–¡Ah! Itachi…–T/N detuvo sus caderas en la última bajada y empezó a moverlas en círculos–Así…–

 

–Ya veo.–el Uchiha continuó haciendo presión intermitente con sus dedos, mientras su mano libre se colaba entre las piernas de ella–¿Necesitas volver a correrte?–las yemas de sus dedos empezaron a frotar la zona ya inflamada por el continuo roce

 

–¡Mhn!–T/N se tensó por completo alrededor de Itachi, intentando estirar un poco más aquel momento de placer

 

–Vamos, no te contengas.–pero aquella voz profunda en su oído fue más que suficiente para que se rindiera a su tercer orgasmo de la noche–Buena chica.–

 

–Aah…–siguió moviendo sus caderas por puro instinto mientras trataba de volver al mundo real

 

Pero Itachi tomó el mando de nuevo rápidamente y se colocó sobre ella para poder llegar a su propio clímax con un par de movimientos más.

 

–Mhn…–soltó un gran suspiro cuando por fin se liberó dentro de ella–Ah…–sus ojos se nublaron por un momento, y reposó su cabeza en el hombro de T/N, a lo que ella aprovechó para acariciar su espalda con cuidado, temerosa de que ahora que habían terminado se esfumara sin decir una palabra más–No es que no me guste el contacto.–finalmente rompió su silencio–Es solo que…ya no…es para mí.–se apartó de ella y terminó de retirar la goma de su pelo, que a estas alturas ya hacía más bien poco por mantenerlo recogido

 

Ambos se quedaron tumbados el uno al lado del otro durante varios segundos después de eso.

 

T/N podría haber dicho muchas cosas para tratar de animarlo, o de asegurarle que cualquier discurso hiriente que estuviera orquestando en su cabeza no era cierto. Pero en lugar de eso simplemente lo abrazó sin decir una palabra, acercándolo a ella para que pudiera reposar la cabeza entre sus pechos.

 

–¿Te importa si me quedo en tu cuarto un rato más?–preguntó, acariciando el cabello de Itachi con mimo

 

–...está bien.–él cerró los ojos, y se rindió rápidamente al sueño que la mezcla de cansancio y caricias cariñosas le estaban provocando 

 

Y por primera vez en años…durmió plácidamente toda la noche.

Notes:

Extra fluff porque por qué no.

Chapter 5: Konan

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

T/N entró a la habitación de Konan prácticamente sin llamar; con las palabras atravesadas en la garganta y el corazón a punto de estallar.

 

–¡No puedo hacer la maldita misión!–anunció–Y decirle a Pain la verdad será más ridículo aún que dejar que el señor comevírgenes me transforme en farolillo ninja.–se llevó las manos a la cara, angustiada

 

–Mm.–Konan, que hasta entonces había estado sentada frente a su escritorio con un libro entre las manos, levantó la mirada para observar a su amiga

 

Las dos se habían vuelto realmente cercanas en poco tiempo; no solo por el sentimiento de sororidad que acompañaba al hecho de ser las dos únicas mujeres de la organización, sino porque sus personalidades se complementaban realmente bien.

 

–No sé qué hacer…–T/N empezó a dar vueltas por la habitación–Quizá debería ir al pueblo y buscar al primer tío que encuentre para quitármelo rápido y estar bien para mañana.–

 

–Solo es una misión de reconocimiento, evita la batalla y no tendrás problemas.–Konan dejó su libro a un lado, tratando de mantener la calma por las dos

 

–¡Eso no lo sabemos! ¿Y si su poder funciona en un rango de área y solo por estar ahí acabo en su barriga?–

 

–Es una posibilidad, sí.–

 

–Tengo que librarme de esto cuanto antes.–

 

–Te ayudaría, pero no sé si conmigo será suficiente.–

 

Se hizo silencio en la habitación. Si bien Konan en ningún momento le había ocultado a T/N que prefería compañía femenina, nunca había intentado flirtear activamente con ella ni mucho menos. Siempre se había mantenido en su actitud seria…relajada…y estúpidamente atractiva, al menos a ojos de T/N. 

 

–¿Harías eso por mí?–

 

–Claro. Somos amigas, ¿no?–

 

–Sí, lo somos pero…–

 

–¿Pero?–Konan se levantó de la silla–¿Te preocupa ponerme en un compromiso? ¿Que desarrolle sentimientos por ti? ¿O que seas tú la que venga a por más en cuanto vuelva de la misión?–sus ojos dorados la observaron de arriba abajo

 

Bueno, eso era todo lo que necesitaba para lanzarse al vacío.

 

–Mhn…–T/N cortó la distancia que las separaba para unir sus labios con los de Konan, que rápidamente la atrajo hacia ella para profundizar el beso–¿Está bien si…lo hacemos aquí?–

 

–Puede que nos escuchen, sí.–Konan se desabrochó el top, exponiendo su pecho descubierto sin ningún pudor–Pero no creo que se atrevan a interrumpirnos.–el tono serio de su voz envió una descarga directa a la entrepierna de T/N, donde empezaba a acumularse el calor

 

–V-vale…–

 

–Anda, ven a la cama, que pareces un cervatillo asustado.–Konan aprovechó para soltarse el pelo antes de acomodarse sobre el colchón–Aquí.–palmeó el espacio vacío a su lado

 

–Voy.–T/N se tumbó a su lado, y disfrutó de los besos y las caricias de Konan durante varios minutos, aventurándose a acariciar aquellos pechos y permitiendo que su propia camiseta acabara en el suelo de la habitación

 

Dudó antes de bajarse los pantalones, sin embargo. 

 

–No voy a ver nada que no haya visto ya.–Konan acompañó aquellas palabras con besos suaves en las clavículas de T/N–¿Recuerdas cuando fuimos a aquella casa de aguas termales?–su lengua se deslizó un poco más abajo, lo justo para delinear una de sus areolas–Eh, T/N.–volvió a mirarla a los ojos–Te necesito aquí conmigo.–

 

–¡Sí, perdón! Es que…estaba…distraída mirándote.–admitió, a lo que Konan no pudo evitar esbozar una sonrisa de medio lado

 

–Entonces deja que yo te vea a ti.–dijo para acto seguido bajarle los shorts de un tirón–Así.–se inclinó para volver a besarla, y T/N separó sus piernas para dejar que se acomodara entre ellas–Mhn…creo que esto tampoco lo necesitamos.–Konan se deshizo de sus pantalones del mismo modo, revelando su ropa interior de encaje

 

Como si se hubiera estado preparando para la ocasión.

 

–Estás adorable, ¿lo sabías?–su risa hizo cosquillas en la oreja de T/N–Pero creo que aún podrías estarlo más.–sus dedos empezaron a hacer círculos sobre la única tela que aún la cubría

 

–Mhn…–T/N acalló sus suspiros buscando los labios de Konan de nuevo, aunque no pudo evitar gemir en el beso cuando aquella mano se abrió paso bajo su ropa interior–Ah…–se separó por unos segundos, solo para acabar sonrojándose ante la vista de Konan cortando con su lengua el pequeño hilo de saliva que aún las unía–...joder.–fue lo único que pudo decir

 

–Eso debería decir yo.–ella apartó su mano para mostrársela–Mira cómo me has puesto.–forzó sus dedos húmedos entre los labios de T/N, y ella los aceptó con gusto–Buena chica. Tal vez debería compensarte por eso.–se alejó 

 

–¿Ah…?–T/N emitió un sonido de queja al dejar de sentir aquella calidez sobre ella, y observó con recelo cómo su acompañante se tumbaba boca arriba a su lado

 

–Siéntate aquí.–Konan abrió la boca, señalando su lengua un par de veces con la punta de su dedo índice

 

Y el cerebro de T/N dejó de funcionar del todo.

 

–¿Qué?–

 

–Me has escuchado perfectamente. Venga.–

 

–...–T/N se deshizo de su ropa interior y obedeció, colocando sus rodillas una a cada lado de la cabeza de Konan–Pero te voy a aplastar…–

 

Una risa sarcástica escapó de los labios de Konan, y T/N se encogió al sentir su aliento tan cerca.

 

–Bueno, si tengo que morir entre las piernas de una chica guapa...que así sea.–fue lo último que dijo antes de enterrarse entre los muslos de T/N

 

Empezó con lametones largos, recorriendo su centro de abajo hacia arriba, para luego pasar a dar lengüetazos cortos y rápidos, introduciendo su lengua un poco más cada vez.

 

–Aah…–T/N tuvo que aferrarse al cabecero de la cama para no dejar caer todo su peso–Konan…ah…–

 

–Mhn.–la aludida solo soltó un gruñido y procedió a dirigir sus atenciones un poco más arriba, contorneando su lengua alrededor del clítoris, obligando a la piel que lo cubría a retraerse a cada lametón

 

–N-no puedo…–T/N sujetó la madera con fuerza y trató de levantar sus caderas para alejarse del contacto directo, pero las uñas de Konan se clavaron en sus muslos para evitárselo–¡Aah!–finalmente no pudo contenerse más y todo su cuerpo se contrajo con el orgasmo

 

Konan lo recibió sin protesta, y aplanó su lengua para recorrer su entrepierna de abajo hacia arriba una vez más. Una vez satisfecha le dio un par de palmadas al trasero de T/N, indicando que podía apartarse.

 

–Dios…–ella bajó hasta quedarse sentada sobre las caderas de Konan–Am…deja que…–se apresuró a buscar una mejor postura para devolverle el favor, pero antes de que pudiera moverse ya tenía aquellos labios sobre los de ella de nuevo–Mhn…–

 

–Está bien…hoy eres tú la que necesita un poco de ayuda. Cuando resolvamos tu problema ya tendré tiempo de enseñarte cómo me gusta que me lo hagan.–un mordisco juguetón en el labio inferior de T/N, estirando de él con cuidado–¿Sí?–lo soltó

 

–...vale.–

 

¿Qué otra cosa podía decir?

 

–Creo que tengo algo que podría ayudarnos.–Konan se levantó de la cama y empezó a buscar entre sus pertenencias

 

T/N ni siquiera se planteó qué estaría buscando, lo único que cabía ahora mismo en su campo de visión y en su mente era el trasero de Konan, muy apenas cubierto por esa tela de encaje que la humedad había vuelto completamente transparente.

 

–...–se obligó a apartar la mirada

 

Konan volvió a la cama con un objeto entre sus manos, y T/N no tardó en darse cuenta de para qué servía esa forma alargada.

 

–¿Qué te parece? Se lo mandé hacer a un artesano de sunagakure.–

 

–Espero que ese artesano no fuera Sasori.–bromeó

 

–¿Me ves capaz de pedirle a Sasori que me haga juguetes sexuales a medida?–Konan la volvió a tumbar sobre la cama–No sé si soy tan descarada.–

 

–¿Ah, no?–

 

–Bueno, ahora lo verás.–volvieron a besarse, y Konan guió su mano entre las piernas de T/N, colocando el objeto en posición y empujándolo ligeramente para empezar a hacer presión

 

–Mhn…–

 

–¿Quieres hacerlo tú?–le ofreció, apartándole el pelo de la cara–Yo puedo ser cuidadosa, pero nadie va a saber lo que sientes mejor que tú misma.–

 

–...–T/N entonces tomó el relevo y llevó su propia mano hacia abajo, reemplazando a la de Konan–Mhn…–se acomodó mejor en la cama y comenzó a empujar aquella forma extraña dentro de ella, poco a poco, deteniéndose para tomar grandes bocanadas de aire y tratar de relajar sus músculos

 

–Pff…–estaba tan distraída que no se había fijado en que Konan se había bajado la ropa interior lo justo para poder juguetear con sus dedos debajo de ella–No sabes lo sexy que estás ahora mismo…–

 

–¿Ah sí…?–T/N sonrió–Y pensaba que yo era la que tenía suerte con las vistas…mhn…–se mordió el labio inferior cuando el juguete la llenó por completo–Vale…duele pero…no es terrible.–

 

–Tómate tu tiempo.–Konan alargó su mano libre para acariciar los pechos de T/N–Hay otras cosas con las que distraernos mientras tanto, ¿no?–

 

–Mm…sí…se me ocurre una…–T/N se incorporó y se apoyó en una de sus manos para depositar la mayoría de su peso, mientras dirigía la otra a lo que quedaba de aquella braga de encaje que le había traído dolores de cabeza (y de otras cosas) toda la noche

 

–Oh, ¿quieres adelantar tus lecciones?–y por supuesto Konan se lo permitió, abriendo sus piernas un poco más para que T/N pudiera explorar con sus dedos cada parte de ella–Ah…–jadeó al sentir cómo las caricias se convirtieron en un masaje repetitivo sobre su punto más sensible–T/N…–gimoteó

 

Ella no podía estar más satisfecha al escuchar su nombre escapar de los labios de aquella mujer que siempre mantenía una expresión seria e inamovible, pero que ahora se deshacía ante sus atenciones. De hecho, se distrajo tanto que cuando Konan tomó la base del juguete de nuevo para empezar a moverlo dentro de ella soltó un gemido de sorpresa porque prácticamente había olvidado aquella intromisión en su cuerpo.

 

–Mhn…por si…el señor comevírgenes cree que no es suficiente que lo hagas tú misma…–esbozó una sonrisa burlona–Que le quede claro que tu primera vez fue mía.–un movimiento brusco de su mano, y T/N echó la cabeza hacia atrás, abrumada por el placer–No te distraigas.–la corrigió con un mordisco en su garganta expuesta–Sigue moviendo tu mano.–le ordenó

 

–S-sí…Konan voy a…–

 

–Lo sé, yo tampoco aguantaré mucho…–jadeó–Pero podemos hacer todas las rondas que queramos…ya sabes, para asegurarnos.–le guiñó un ojo

 

Y de repente la noche se les hizo corta. 

 

Para cuando ambas cayeron exhaustas sobre el colchón el alba ya comenzaba a despuntar, y aunque T/N sabía que debía marcharse cuando antes le costó bastante reunir la voluntad para separarse de los brazos de Konan, que la apegaba a ella y la llenaba de besos suaves y palabras cariñosas.

 

–Volveré pronto.–le dijo finalmente, mientras recogía su ropa del suelo

 

–Te estaré esperando. Aquí mismo.–

 

–Claro.–T/N se vistió y le dio un último beso antes de desaparecer

 

Se pasó todo el camino bostezando, pero no se arrepentía de nada. Ya tendría tiempo para dormir a la vuelta. 

 

O no.

Notes:

En esta casa creemos en top!konan supremacy.

Chapter 6: Kakuzu

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Toc toc

 

Nadie tendría el valor suficiente como para llamar a la puerta de la habitación de Kakuzu a no ser que esa persona fuera inmortal y le diera igual que su cabeza acabara rodando por el suelo. T/N no tenía ese privilegio, pero sí una emergencia que ameritaba tomar medidas desesperadas.

 

–Qué haces tú aquí.–el tono de molestia en su voz hizo que se le congelara la sangre

 

–Tengo que pedirte un favor.–T/N lo miró a los ojos, y sacó un fajo de billetes antes de que Kakuzu pudiera cerrarle la puerta en las narices (en el mejor de los casos)

 

–Te escucho.–

 

–¿Puedo pasar? No quiero…hablar de esto aquí fuera.–

 

–No.–se cruzó de brazos–Dudo mucho que alguno de esos inútiles vaya a asustarse por lo que sea que digas. Suéltalo.–

 

–...–T/N inspiró hondo–Quiero que te acuestes conmigo.–

 

Si Kakuzu no hubiera llevado puesta su máscara T/N podría haber notado su expresión confusa. Eso era lo último que esperaba escuchar.

 

–O sea que eres virgen.–la miró de arriba abajo–Y si vas a esa misión acabarás siendo abono para el ninjutsu de ese tío.–

 

–Eso es.–admitió ella–¿Me ayudarás?–

 

–Ahora veremos.–Kakuzu tomó los billetes y empezó a contarlos metódicamente–Esto es mucho dinero, mocosa.–la miró–No voy a echar a perder un buen negocio pero…hay otras puertas a las que podrías llamar para conseguirlo gratis.–

 

–Lo sé.–

 

–¿Entonces?–

 

–Bueno, ya que…tengo que hacer esto… Quiero que sea la mejor experiencia posible. Y si para ti no es diversión sino…un negocio…sé que me la darás.–

 

–Es decir.–Kakuzu guardó el dinero y se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cruzados–Que no me estás pagando solo para que te ayude a perder la virginidad, sino para que te haga disfrutar.–la miró directamente a los ojos

 

–...–T/N no pudo responder a eso

 

No había tenido tantas interacciones con Kakuzu desde que lo conocía, pero junto con Pain era probablemente la persona más intimidante que había entre esas cuatro paredes. Era como si su mirada la atravesara por completo y congelara cada músculo de su cuerpo. Empezó a plantearse si realmente había sido buena idea escogerlo a él.

 

–Vas a tener que aprender a decirme alto y claro lo que quieres si quieres seguir adelante con esto, mocosa.–le advirtió–Porque yo no tengo autocontrol.–

 

T/N apretó sus muslos, sintiendo cómo el calor empezaba a acumularse entre ellos. Kakuzu tenía razón, no podía dejar que el pudor la bloqueara. 

 

–Quiero que me des una primera vez que me deje con ganas de repetir.–

 

Kakuzu resopló, divertido.

 

–Ten cuidado con lo que dices, no sé si podrás pagar tanto.–cerró la puerta detrás de él–Vamos a tu habitación.–

 

–...bien.–T/N lo acompañó hasta allí–Pasa, voy a darme un baño rápido y vengo.–

 

–El baño lo vas a necesitar después. Quédate aquí.–Kakuzu se quitó la máscara y la capucha, dejando que su larga melena cayera sobre sus hombros–Ven, no te quedes ahí pasmada.–la llamó con sus dedos–Voy a utilizar una técnica que nos ahorrará problemas en el futuro.–empezó a hacer sellos con sus manos

 

–¿Problemas?–T/N ladeó la cabeza, pero no tuvo ninguna duda de a qué se refería cuando Kakuzu posó una mano sobre su abdomen–...–

 

–Otros mocosos.–aclaró

 

–¿Qué clase de técnica es esa?–ella lo miró, confundida–No he sentido nada.–

 

–Bueno, tengo casi 100 años y ningún enano llorón agarrado a mi pierna, así que puedo asegurarte que es bastante efectiva.–

 

–Vale y…ahora qué.–

 

–¿No sabes cómo funciona el sexo?–

 

–¡Claro que lo sé, no soy ninguna cría!–se quejó–Solo no sé cómo…quieres hacer esto.–

 

–Bueno, tú eres la del dinero, así que…–Kakuzu se agachó hasta quedar a su altura–Si quieres que te bese, lo haré. Si quieres que me arrodille y te de sexo oral hasta que no puedas aguantar correrte una sola vez más, también lo haré.–le levantó el mentón para obligarla a mirarlo–Pero si realmente deseas que esta sea una noche «que quieras repetir», como tú dices…te sugiero que me dejes tomar el control absoluto.–bajó el tono de su voz–Y que acates todas y cada una de mis órdenes.–

 

–...–T/N tragó saliva

 

–Puedo oler lo que está pasando entre tus piernas desde aquí, ¿tanto te gusta la idea?–sus labios estaban a punto de tocarse, pero se apartó antes de que T/N cortara la distancia que los separaba–Alto y claro, ¿recuerdas? Dame tu respuesta.–

 

–Q-quiero que tomes el control…–T/N vaciló antes de decir la última palabra–...absoluto.–

 

–Buena chica.–Kakuzu atrapó sus labios en un beso demandante, obligándola abrir su boca para recibir aquella lengua mucho más experta

 

–Mhn…–T/N se dejó hacer, disfrutando del momento como si no acabara de pagar por esto

 

Kakuzu deslizó sus dedos bajo la ropa de ella, atrapando sus pechos en un agarre firme que la hizo cortar prematuramente aquel beso para gemir.

 

–¿Esto era lo que ocultabas debajo de la capa?–él siguió hablando con el mismo tono autoritario de siempre, que ahora tomaba un matiz lascivo–¿Mhn?–empezó a torturar ambos pezones entre sus dedos

 

–¡Ah!–T/N se agarró a la camiseta que aún cubría el pecho de Kakuzu, tratando de mantener el poco decoro que le quedaba a medida que aquellos dedos ásperos se abrían paso hacia todos los lugares en los que nunca nadie la había tocado

 

Finalmente él decidió darle una tregua y sentarse sobre la cama, observando satisfecho el desastre en el que había convertido a su acompañante con tan solo un par de besos y caricias descaradas.

 

–Quítate los pantalones.–palmeó su muslo izquierdo para indicarle dónde debía sentarse después

 

T/N se deshizo de la prenda y tomó asiento en el regazo de Kakuzu, pasando los brazos alrededor del cuello de él para mantener el equilibrio, ya que sus piernas no alcanzaban a tocar el suelo.

 

–Así no.–pero él la levantó como si no pesara nada, haciendo que quedara con una pierna a cada lado de su muslo–Mejor.–levantó el talón para que su pierna quedara aún más inclinada, lo que hizo que T/N se deslizara hacia delante sin querer

 

–¡Ah!–ella se mordió el labio inferior al sentir el roce que aquel movimiento produjo en su entrepierna–Kakuzu…–al ver de nuevo aquellos ojos que prácticamente la estaban devorando ya, decidió mandar a la mierda cualquier ápice de vergüenza y empezó a moverse hacia delante y atrás, incrementando cada vez más aquella fricción

 

Kakuzu dejó escapar una risa silenciosa ante aquella vista, y no dudó en propinarle un fuerte azote con su mano izquierda.

 

–Más rápido. No tengo todo el día para que te corras.–le susurró, clavando sus dedos en el lugar que acababa de golpear, lo que probablemente dejaría una buena marca en el trasero de T/N al dia siguiente

 

–S-sí…–ella obedeció, atrapando de nuevo los labios de Kakuzu entre los suyos para poder frenar la hilera de gemidos que querían escapar de su garganta

 

Pero él no pareció satisfecho, ya que acabó agarrando los muslos de ella para empezar a moverla con fuerza, repartiendo besos y mordiscos por su mandíbula, cuello y clavículas.

 

Finalmente T/N no pudo aguantar más y se corrió con un grito ahogado, a lo que Kakuzu continuó moviéndola a un ritmo más lento, esperando a que los temblores de sus piernas cesaran antes de detenerse del todo.

 

–Levanta.–le ordenó, y aunque ella no estaba muy segura de si podría mantenerse en pie, obedeció–Buena chica.–deslizó su ropa interior hacia abajo, y observó atentamente los hilos viscosos que ahora se formaban entre su entrepierna y la tela–¿Todo esto?–pasó un dedo por entre los pliegues, recorriendo su centro de abajo hacia arriba, y el pequeño roce sobre su clítoris al final del movimiento hizo que las piernas de T/N temblaran de nuevo

 

–K-Kakuzu…–rogó

 

–¿Sí?–

 

–¿Podemos…seguir?–

 

–¿Seguir? Cualquiera diría que tú ya has terminado por hoy viéndote así.–su dedo volvió a repetir el mismo recorrido, pero esta vez lo apartó antes de llegar al punto sensible

 

–Aún puedo…llegar hasta el final…–le aseguró

 

–Eso lo veremos ahora. mocosa.–Kakuzu se levantó–Túmbate.–dijo mientras se quitaba la camiseta

 

T/N quiso memorizar cada detalle de aquel pecho repleto de costuras y cicatrices mientras se tendía sobre la cama, pero no tuvo tiempo para cuando decenas de hilos empezaron a emerger del cuerpo de Kakuzu y la amarraron, con sus piernas y brazos extendidos en forma de cruz.

 

–¿Aah?–trató de soltarse, pero las fibras no solo no aflojaron su agarre, sino que lo hicieron aún más fuerte–¡Kakuzu!–gritó cuando estas desgarraron su top, dejándola completamente desnuda

 

–Deja de hacer escándalo por todo.–su tono denotaba más irritación de la realmente sentía

 

–Mhn.–así que T/N se quedó callada para evitar que uno de esos tentáculos acabara siendo forzado en su boca–Ah…–jadeó al sentir cómo aquellas texturas extrañas se enredaban alrededor de su cuerpo, acariciando su cintura y enroscándose en torno a sus pezones tal como los dedos de Kakuzu habían hecho hace un rato–Pero…yo no quiero esto…–gimoteó

 

A Kakuzu no le hizo falta seguir escuchando para saber que el resto de la frase era «te quiero a ti».

 

–Solo eres una mocosa sin experiencia. ¿Realmente crees que puedes conmigo?–se bajó los pantalones y la ropa interior, dejando expuesta por fin aquella erección que llevaba molestándolo desde hacía rato

 

Y que era mucho más grande de lo que T/N se había imaginado.

 

–...–

 

–Eso me imaginaba.–Kakuzu hizo un gesto con sus dedos, y los hilos se apretaron en torno a los muslos de T/N–Así que estate calladita y déjame prepararte.–otro movimiento, y varias fibras se empezaron a deslizarse entre sus piernas abiertas de par en par–Sin quejas.–

 

–Mhn…–T/N cerró los ojos para olvidar los detalles de lo que estaba sucediendo; y de que Kakuzu tenía una vista perfecta de todo ello, y trató de centrarse solo en las sensaciones que estaba viviendo

 

Dos de los hilos se posicionaron para separar sus labios mayores, mientras que otro se abrió camino hasta su entrada, sin hacer la suficiente presión como para llegar a deslizarse hacia el interior, acariciándola y separándose inmediatamente en cuanto T/N trataba de impulsarse adelante. 

 

–¡Ah!–sus ojos volvieron a abrirse cuando un cuarto hilo se enroscó en torno a su clítoris, apretándolo de forma rítmica–Joder…–blasfemó, y dirigió su mirada de nuevo a Kakuzu, que ahora bombeaba una de sus manos rápidamente para estimular su erección–...–

 

Nunca había deseado tanto tener algo dentro de ella.

 

–¿Qué te pasa ahora, mocosa?–sonrió de medio lado, y T/N no pudo quitarle la vista de encima 

 

Seguía siendo el mismo Kakuzu serio de siempre pero…era evidente que estaba intentando contener su agitación, lo cual lo hacía ver aún más atractivo de lo normal. T/N solo podía pensar en las ganas que tenía de que le diera absolutamente todo de él, sin reprimirse en lo absoluto.

 

Pero se lo replanteó de nuevo cuando aquel hilo finalmente se introdujo en su interior.

 

–¡Mhn!–echó la cabeza hacia atrás, sintiendo cómo cambiaba de grosor a medida que serpenteaba dentro de ella–Ah-aah…–trató de soltarse de nuevo cuando la estimulación fue demasiada–Kakuzu no p-no puedo…–se retorció al sentir la culminación de su segundo orgasmo de la noche y acto seguido se dejó caer sobre el colchón, sin fuerza

 

–No he terminado contigo.–pero aquellas fibras continuaron moviéndose más rápido si cabe, y la que aún torturaba su clítoris empezó a estimularlo con movimientos firmes y veloces

 

–N-no…–T/N trató de cerrar sus piernas, pero no tenía suficiente energía cómo para luchar contra aquellos estúpidos tentáculos–¡Aah!–

 

Kakuzu no se contentó con el espectáculo hasta que T/N se convirtió en un amasijo de sudor, saliva y fluidos íntimos a partes iguales. 

 

–Espero que estés lista.–finalmente se acercó a la cama–Porque yo ya no voy a tener cuidado contigo.–retiró los hilos de entre sus piernas, pero no los que sujetaban sus muñecas y tobillos–La paciencia no es una de mis virtudes.–hizo que aquellos hilos la colocaran a cuatro patas sobre la cama–Y he usado toda la que tenía para no partirte en dos en cuanto has empezado a restregarte contra mi rodilla.–fue lo último que dijo antes de hundirse en ella de un solo empujón

 

–¡Aah!–T/N ahogó su grito en la almohada 

 

De no ser porque ya había perdido la cuenta del tiempo que Kakuzu había pasado preparándola (y de todas las veces que se había corrido) probablemente aquello hubiera dolido como mil demonios. Pero lo único que sintió fue una punzada de placer cuando sus caderas por fin chocaron entre sí.

 

–Mhn…–de hecho, se sintió tan bien que empezó a moverse por su cuenta antes de que él iniciara la marcha

 

–¿Tantas ganas tenías de que te follara?–él respondió con un fuerte azote a su trasero–Si vas a moverte, al menos hazlo bien.–agarró sus caderas para empezar a penetrarla con fuerza, llegando hasta el punto más profundo de ella cada vez que se impulsaba hacia delante

 

–Ahh…K-Kakuzu…–T/N seguía aferrándose a la almohada, con el sudor cayendo por su frente y sosteniendo sus caderas en alto solo gracias a la ayuda de los hilos que la mantenían fija en aquella posición–Si sigues así…voy a…–el resto de la frase se convirtió en balbuceos contra la almohada

 

–¿Vas a?–una embestida especialmente violenta hizo que sus paredes se contrajeran alrededor del miembro de Kakuzu–Mhn…Te he dicho que hables claro, mocosa.–la agarró del pelo para levantar su cabeza del colchón–Si estás mordiendo almohada con tantas ganas no puedo entenderte.–

 

 –Perdón…–T/N intentó recobrar el aliento para hablar, pero uno de los hilos que la sostenían volvió a deslizarse entre sus piernas–¡Aah!–sus ojos empezaron a lagrimear al sentir cómo se friccionaba contra su clítoris a cada movimiento

 

Y eso sumado a la brutalidad con la que Kakuzu estaba golpeando su centro…

 

–Me voy a morir…–gimoteó–No…aah…–sus dedos se aferraron a las sábanas, a este punto no sabía si estaba a punto de tener otro orgasmo o de desmayarse

 

–Joder…mhn…–

 

Pero se negó a perder la consciencia al escuchar a Kakuzu gemir en su oído. Los movimientos se volvieron menos rítmicos, más apremiantes… y finalmente se liberó dentro de ella.

 

–Ah…–T/N se encogió al sentir aquella calidez en su interior, que empezó a gotear entre sus piernas en cuanto Kakuzu se echó hacia atrás

 

–Mhn…–él se levantó y retrajo los hilos de vuelta a su cuerpo, para luego empezar a vestirse inmediatamente

 

T/N se dejó caer sobre el colchón y apenas pudo girarse para vislumbrar la expresión de Kakuzu, con un ligero rubor en sus mejillas y los ojos velados por el placer que acababa de experimentar.

 

–Descansa, mocosa.–alargó la mano para revolverle el pelo

 

Y T/N no vio nada más hasta la mañana siguiente. 

 

Cuando despertó, adolorida pero con una extraña sensación de tranquilidad, se incorporó para buscar algo de ropa y dirigirse al cuarto de baño antes de emprender la misión.

 

Pero lo que encontró fue todo el dinero que le había dado a Kakuzu perfectamente apilado en la mesilla.

Notes:

Uf. Es lo único que tengo que decir. UFFF.

Chapter 7: Deidara

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Deidara buscó a T/N nada más acabar la reunión:

 

–¿Estás bien?–finalmente la encontró a la entrada de la cueva, revisando su equipo–Tenías…mala cara.–

 

Ella levantó la mirada para encontrarse con la de él.

 

–No sé si puedo hacer esa misión.–

 

–¿Ah? Claro que puedes.–Deidara se sentó a su lado–Eres la ninja más capaz que conozco, bueno después de mí. Por qué no vas a poder, seguro que los rumores exageran no creo que sea un tío tan poderoso.–se cruzó de brazos y asintió, autoconvenciéndose de lo que decía

 

–No es por eso.–ella volvió a su tarea, ordenando y limpiando el contenido de sus bolsas porta armas, aunque ya lo había revisado todo varias veces y no tenía sentido seguir haciéndolo

 

–¿Entonces?–

 

–Es que yo…–un suave rubor se instaló en las mejillas de T/N–Soy virgen.–

 

–...–Deidara tardó varios segundos en reaccionar–¿Aah?–

 

Desde que T/N había llegado a la organización Deidara y ella se habían vuelto inseparables; en parte porque él se alegraba de no ser ya el recién llegado y en parte porque las personalidades de ambos se complementaban realmente bien. Sin embargo, no habían tocado ese…tema en particular. 

 

–Eso.–

 

–...dile a Pain que no puedes.–fue lo primero que se le ocurrió

 

–¡¿Cómo le voy a decir eso a Pain?! Qué vergüenza, me dirá «no es mi problema, búscate la vida, esto está lleno de hombres».–aquella imitación le hubiera sacado una risa a Deidara de no ser por lo grave de la situación

 

–Está bien, tranquila, vamos a buscar una solución.–le aseguró

 

–Solo hay una solución para esto.–entonces T/N dejó lo que estaba haciendo, y volvió a fijar sus ojos en los de él

 

–...–Deidara tragó saliva, intuyendo lo que iba a decir a continuación, pero sin creerse realmente que eso fuera a suceder

 

–¿Tú te acostarías conmigo?–

 

Pero sucedió.

 

–Yo…bueno…–

 

Deidara se había acostado con exactamente dos mujeres. La primera fue una civil que conoció durante la época en la que bombardeaba para distintas organizaciones, aunque no fue nada serio, y la segunda una prostituta que trabajaba en un burdel que prácticamente todos los miembros frecuentaban en sus días libres. 

 

Pain sabía cómo mantener a sus hombres satisfechos y obedientes.

 

Sin embargo, y aunque había pasado por aquel burdel media docena de veces, su experiencia no era tanta como para poder decirle a T/N algo como «no te preocupes, yo me encargaré de todo, será genial».

 

Claro que ni en mil años se atrevería a admitir eso.

 

–Somos amigos…–T/N le dio la mano–Yo…bueno, confío en ti.–

 

Eso era lo único que Deidara necesitaba escuchar para reconstruir su ego desmantelado.

 

–Está bien, lo haré.–

 

–¿En serio?–

 

–Como tú has dicho.–alargó la mano para acariciar la mejilla de ella–Somos amigos, ¿no?–la pellizcó, tratando de sacarle una sonrisa

 

–¡Deidara!–ella lo empujó–Me voy a arrepentir de pedirte esto antes de empezar.–

 

–¿Tú crees? Igual cuando vuelvas te apetece repetir y todo.–le sacó la lengua en un gesto burlón

 

–Más te gustaría. ¿Entonces…vamos a tu habitación?–

 

–No, mejor en el baño. El agua caliente relaja los músculos y si sangras no lo vas a ver.–Deidara parecía muy convencido de su decisión–Son todo ventajas.–

 

–Sí, salvo el hecho de que tenemos un sentō compartido y que si a Kakuzu por ejemplo le dan ganas de darse un baño y nos ve me voy a tirar por la ventana.–

 

–Tranquila, bloquearé la puerta, ¿por quién me tomas?–esbozó una sonrisa socarrona

 

–Por un idiota, pero no me queda otro remedio. Vamos, anda.–se levantó

 

Pero toda la seguridad de T/N se fue al traste en cuanto llegaron al baño y Deidara empezó a quitarse la ropa con toda normalidad. Desnudarse frente a un desconocido hubiera sido incómodo, sí, ¿pero hacerlo frente a Deidara, al que tendría que seguir viendo prácticamente todos los días después de esto? Quizá no hubiera sido tan buena idea lo de pedírselo a alguien de confianza. 

 

–¡Venga, métete!–para cuando volvió al mundo real Deidara ya estaba dentro de la enorme bañera, sumergido hasta la barbilla, observándola

 

–... ¡Oye pero tampoco me mires tan fijamente!–T/N giró la cabeza hacia atrás–¿Seguro que has cerrado la puerta?–

 

–Segurísimo, le he puesto tanta arcilla explosiva que ni Pain podrá abrirla.–Deidara se tapó los ojos–Venga, que no miro.–

 

T/N utilizó sus habilidades de shinobi para desvestirse y refugiarse en la seguridad del agua (que distorsionaba completamente la imagen de lo que había bajo la superficie) a una velocidad abrumadora.

 

–¿Ya?–Deidara echó un vistazo entre sus dedos

 

Y toda su arrogancia se transformó en vergüenza al ver a T/N completamente ruborizada en el agua a su lado.

 

–...–apartó la mirada de ella para que su propio sonrojo no se hiciera evidente–Oye, no te agobies, no es… Mhn. Quiero decir que va a ser algo divertido, no hay que tomárselo muy en serio.–dijo aquellas palabras para tranquilizarla, pero en realidad era él quien necesitaba creérselas–Ven, anda.–se acercó para quedar sentado justo a su lado, sus hombros el uno contra el otro–¿Te acuerdas de cuando fuimos de misión a la frontera del país del agua y nos estuvimos bañando en un lago gigante y jugando juntos? Esto es igual.–

 

–Bueno, llevábamos un poco más de ropa aquel día.–ella se apoyó en su hombro

 

–Pero estabas igual de sexy.–fue lo último que dijo antes de besarla

 

–Mhn…–

 

Deidara no dudó en profundizar el beso en cuanto T/N le abrió paso a su boca, y aprovechó para rodearla con sus brazos, tratando de contener el impulso de deslizar sus manos hacia otros lugares demasiado pronto.

 

–Ah…Dei…–pero el gemido de T/N cuando sus cuerpos desnudos chocaron le hizo darse cuenta de que había otra parte de él que no se estaba conteniendo en lo absoluto

 

Una parte que se erguía orgullosa entre sus piernas.

 

T/N soltó la primera risa genuina del día, y aunque a Deidara se le subieron los colores a la cabeza, se quedó embelesado mirándola.

 

–D-de qué te ríes.–preguntó finalmente

 

–Que tú siempre tienes extra de energía y te emocionas un poco de más por todo.–le agarró las mejillas con ambas manos–Pero no sabía que lo harías con este tipo de cosas.–un beso corto sobre sus labios–Tú también eres muy sexy, por cierto.–

 

Deidara podría haberse derretido y fundido con el agua ahí mismo, pero decidió volver a besarla. Esta vez la sentó sobre él para que fuera más cómodo. Y para tener más oportunidades de rozar sus caderas, a quién quería engañar. Claro que una vez en esa posición no pudo resistirse a rodear con sus manos aquellos pechos que llevaba queriendo tocar desde el primer día que la vio.

 

–¡Ah!–T/N gimió al sentir un mordisco en su pezón–...–tardó un par de segundos en darse cuenta de lo que había pasado–¡Oye, nada de usar las bocas extra!–

 

–¿No?–Deidara soltó una pequeña carcajada, y apretó ambas manos alrededor de los pechos de T/N, posicionando ambas bocas justo en las areolas–Pensé que te gustaría.–estas empezaron a lamer en círculos, con suavidad, aunque de vez en cuando se les seguía escapando algún que otro mordisco

 

–Mhn…bueno…supongo que no está mal…–

 

Deidara se tomó aquello como un semáforo en verde, y sumergió su mano derecha.

 

–Ah…D-Dei, está…–T/N se aferró a él al sentir como aquella boca ahora trabajaba entre sus piernas

 

–Ssh…–él la calló con un beso, deslizando dos dedos en su interior al mismo tiempo

 

–¡Aah-!–el gemido de dolor se entrecortó cuando Deidara hizo presión con su palma, haciendo que los movimientos de aquella larga lengua sobre el clítoris de T/N se volvieran más firmes–Dios…–no tardó mucho en empezar a moverse por su cuenta, marcando su propio ritmo

 

–¿Tanto te gusta?–Deidara sonrió, orgulloso

 

–S-sí…–

 

–Entonces levanta.–apartó su mano, y tuvo que contener otra carcajada al escuchar el gemido de desaprobación de T/N cuando lo hizo

 

–¿Por qué?–ella se puso de pie a regañadientes, ya sin pudor alguno a que su cuerpo estuviera totalmente expuesto ante el

 

–Tengo otra, ¿sabes?–Deidara sacó la lengua–Ven.–agarró su trasero para acercarla a él

 

–¡Deidara, que me voy a caer, idiota!–se quejó ella al sentir cómo uno de sus pies casi resbala en el suelo de la bañera

 

–Entonces agárrate fuerte.–fue lo último que dijo antes de hundir su cara entre las piernas de T/N

 

–Ahh…mhn…–y por supuesto ella obedeció, enredando sus dedos entre los mechones dorados–Dios…D-Dei…–sus piernas apenas podían mantenerla en pie, pero un mordisco en su nalga izquierda (cortesía de la mano de Deidara) hizo que volviera a erguirse 

 

–Mm…–él levantó la vista, no quería perderse nada

 

Él se había pasado la vida obsesionado con la fugacidad de las cosas; con la belleza de todo aquello que dura solo un instante. ¿Y qué hay más efímero que la expresión de alguien cuando está a punto de alcanzar el clímax? Su erección comenzó a palpitar al imaginar aquella mueca de placer…y la voz que gritaría su nombre.



–¡D-Deidara…voy a…!–una sola advertencia

 

Que decidió ignorar por completo.

 

–Mhn…–cerró su boca entorno a ella, disfrutando de las contracciones que ahora hacían cosquillas sobre su lengua

 

–Ah…–T/N aflojó su agarre, permitiendo que Deidara separara su cabeza de ella

 

–Nada mal, ¿eh?–se limpió la boca con el dorso de la mano

 

–Nada mal.–admitió, volviendo a sumergirse en el agua–¿Puedo?–preguntó, envolviendo sus dedos en torno al miembro de Deidara

 

–...–él ahogó un gemido de sorpresa, sin mucho éxito–Claro.–puso su mano sobre la de ella, mostrándole el ritmo y la presión que disfrutaba–Así…mhn…–

 

–Me sentiría mal si fuera la única que está disfrutando de esto.–le dio un beso en la mejilla

 

–Yo ya lo estaba disfrutando, tonta.–chocó su frente contra la de ella–¡Ah!–un apretón exagerado lo hizo gimotear

 

–No sé si estás en posición de llamarme tonta.–T/N volvió a recuperar el ritmo normal

 

–...vale, ahí llevas razón.–Deidara echó la cabeza hacia atrás y apoyó sus brazos en el borde de la bañera, disfrutando del momento–Pero si sigues así mucho tiempo me voy a correr y no voy a tener suficiente energía para el acto final.–

 

–Oh, creía que tú siempre tenías energía.–se burló ella, pero detuvo su mano

 

–Ahora lo verás.–volvió a colocarla sobre él–¿Estás lista?– 

 

–Todo lo lista que puedo estar.–

 

–Pues vamos allá.–Deidara la ayudó a posicionarse, y empezó a bajarle las caderas lentamente, luchando contra el impulso de bajarlas de golpe para poder sentir aquella calidez envolverlo por completo–Mhn… ¿vas bien?–se forzó a preguntar

 

–Duele un montón.–T/N clavó sus uñas en los hombros de Deidara, y él no se quejó–Pero no es terrible.–jadeó

 

–Perdón.–la abrazó en cuanto sus pelvis por fin chocaron–Quédate así un poco.–

 

–Mhn…Deidara…–trató de sincronizar su respiración con la de él, buscando relajar sus músculos doloridos

 

–Eso es…–él le acarició la mejilla y esbozó una gran sonrisa antes de besarla, tratando de distraerse a sí mismo de lo mucho que aquellas paredes se apretaban en torno a él y de las ganas que tenía de empezar a moverse

 

Claro que en cuanto su cerebro volvió a conectar los cables se dio cuenta de que podía «ayudar» un poco a su compañera a que la experiencia fuera más agradable…

 

–¡Deidara, qué te había dicho de las leng-ahh!–

 

–¿Mm?–él se hizo el desentendido, presionando su mano aún más sobre la zona sensible–No sé de qué me hablas, yo solo escucho «oh, Deidara, tenerte dentro y tu lengua justo ahí es lo mejor del mundo, nunca pensé que tanto placer podría ser posible»–le mordió la mejilla–¿No es eso lo que decías?–

 

–Te vas a enterar.–T/N apartó aquella mano de su entrepierna de un manotazo, y reposicionó sus dedos para tener un mejor agarre sobre los hombros de Deidara antes de empezar a moverse de arriba abajo

 

–Mnh…pero tampoco seas bruta…te vas a hacer daño…–él intentó mantener la sensatez, pero no es quisiera que se detuviera

 

–Está bien, ya casi no me duele.–se dejó caer de nuevo, esta vez de forma más lenta, dejando que la resistencia del agua marcara el ritmo

 

–¿Ah no?–Deidara la tomó por los muslos, y se levantó con ella–Entonces tal vez mejor así.–se sentó en el borde de la bañera, y con los pechos de T/N básicamente en su cara le costó un par de segundos centrarse y empezar a moverla de arriba abajo de nuevo

 

Lo cual hizo que las vistas mejoraran aún más. 

 

–¡Mm…T/N…!–

 

–¡M-más rápido…!–

 

Al final resultó que ambos eran igual de escandalosos en el dormitorio. O en la bañera, en este caso. Y después de unos frenéticos instantes…

 

–Aah…–Deidara terminó en su interior, volviendo a guiar su mano para ayudar a que ella hiciera lo mismo

 

–Mhn…joder…–T/N ocultó su cabeza en el hombro de Deidara, mordisqueando su cuello para poder dar salida al cúmulo de sensaciones que se aglomeraba en su bajo vientre–¡Ah!–levantó sus caderas para alejarse del contacto cuando alcanzó el clímax–Aah…–

 

El silencio reinó en la estancia durante varios minutos, solo perturbado por el sonido de las respiraciones entrecortadas de ambos.

 

Hasta que…

 

–¡Oye Deidara! ¡¿Has terminado ya, o qué?!–la inconfundible voz de Hidan hizo eco, acompañada de varios golpes a la puerta–¡Que algunos queremos bañarnos también, quita la arcilla esta asquerosa de la puerta o la tiro abajo!–

 

–¡Lárgate!–respondió él, y suavizó el tono de su voz para dirigirse a T/N–¿Te acompaño a tu habitación?–un beso en su mejilla

 

–Por favor.–

Notes:

me ha salido una T/N tan caótica como deidara pero creo que era necesario

Voy a tomarme un descansito antes de subir los otros dos pero no os preocupéis que pronto nos vemos!

Chapter 8: Kisame

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

–¡Kisame!–T/N lo detuvo antes de que pudiera encerrarse en su habitación

 

–¿Mm?–él se giró y miró hacia abajo para encontrarse con ella, la diferencia de altura entre ambos siempre le resultaba divertida–Qué pasa, ¿estás nerviosa por mañana?–bromeó

 

Pero el silencio de T/N le borró la sonrisa del rostro.

 

–¿Puedes venir conmigo un momento?–

 

–Sí, claro.–Kisame la siguió hasta su dormitorio y se mantuvo en silencio mientras ella se aseguraba de que la puerta quedara bien cerrada

 

–Es que es…un tema complicado.–

 

–Soy todo oídos.–Kisame se sentó en la cama, consciente de que hablar cara a cara sería más cómodo para ella

 

–Bueno, has escuchado lo de la misión… Y es la primera vez que Pain me manda algo tan importante para hacer yo sola así que no quiero cagarla, claro. El problema es que…–agachó la mirada–Soy virgen.–

 

–...oh.–

 

–Y me preguntaba si tú podrías…–

 

–Oh, no. Nononono.–Kisame se llevó las manos a la cabeza–Eso es una terrible idea, T/N. Yo…hablaré con Itachi.–se levantó–Seguro que él puede ayudarte mejor que yo.–estaba a punto de huir de la habitación cuando ella lo detuvo, agarrando su muñeca

 

–Pero yo no quiero hacerlo con Itachi, apenas le conozco, no hemos hablado nada… En cambio contigo…–

 

–Te aseguro que soy tu peor opción, T/N.–Kisame suspiró–No quiero hacerte daño.–

 

–¡Puedo aguantar! Además eres tú, sé que tendrás cuidado. Confío en ti más que en nadie.–

 

Aquellas palabras tocaron el corazón de Kisame de un modo que no esperaba. Él era perfectamente consciente de lo que su apariencia generaba en las personas: miedo, asco, inquietud… ¿pero confianza? Nunca nadie le había dicho algo así.

 

–Por favor.–

 

T/N estaba desesperada, sí, pero no había mentido. Kisame y ella habían compartido bromas y travesuras desde el día uno de su llegada a la organización. Él había sido la única persona genuinamente amable con ella; siempre preocupado por si necesitaba algo, ayudándola en los entrenamientos e incluso reprendiendo a Hidan y a Deidara cuando sus bromas subían demasiado de tono. En definitiva, para ella Kisame siempre había sido una roca en la que apoyarse en medio de aquel lugar lleno de criminales dispuestos a apuñalarte por literalmente cualquier cosa.

 

Y ahora lo necesitaba más que nunca.

 

–Está bien.–Kisame posó su mano en la cabeza de T/N–Me ocuparé de ti.–levantó la mirada hacia el techo, tratando de poner en orden sus pensamientos–Pero tendré que tomarme mi tiempo contigo.–

 

–¿Tan grande eres?–el atrevimiento de aquella pregunta hizo que Kisame soltara una carcajada

 

–Si solo fuera eso…–negó con la cabeza–¿Quieres hacerlo aquí o nos vamos de excursión a algún lado?–

 

–¿Ah?–

 

–Venga, pago yo.–le dio la mano

 

Aunque no tenían demasiado tiempo, Kisame pensó que sería mejor que ambos se relajaran un poco antes de hacer algo así. Además, necesitaba tener…otra conversación con ella. Una que no iba a poder mantener sin un poco de sake de por medio.

 

–Ten.–T/N le llenó el vaso, habían estado paseando por uno de los pequeños pueblos que quedaban cerca de la cueva hasta que encontraron un sitio en el que pudieron sentarse a beber

 

Habían cambiado sus apariencias para poder ser algo más discretos (alguien como Kisame no dejaba indiferente a nadie) y cualquiera que los viera pensaría que eran una pareja normal celebrando algo.

 

–Gracias.–Kisame vació la copa de un trago, y esperó a que la conversación se tornara distendida antes de hablar de lo que quería–Tengo que contarte una cosa.–

 

–Dime.–

 

–Bueno, mi…anatomía es un poco diferente a la de otros hombres.–

 

Tener esta conversación nunca era fácil, pero estaba acostumbrado a que las personas que lo escucharan fueran…profesionales de las relaciones íntimas. Esta era la primera vez que iba a revelar algo tan personal a alguien que realmente le importaba.

 

–Lo sé.–T/N asintió–Puedo aguantar un mordisco o dos eh.–le dedicó una sonrisa–No hay problema.–

 

–No me refiero a eso.–rellenó su copa

 

–¿Te vas a volver loco si sangro?–

 

–T/N, tengo dos penes.–

 

–...ah.–ella se atragantó con su bebida

 

–Aún estás a tiempo de cambiar de idea, hay un…chico que trabaja en el burdel de este pueblo.–bebió de nuevo

 

–¿...me has traído aquí por eso?–

 

–Es un plan B.–

 

–No me importa si tienes dos penes o si tu semen es de color rosa brillante, Kisame. Seguiría queriendo que fuera contigo.–

 

–...pero por qué.–

 

–¿Y por qué no?–puso su mano sobre la de él

 

–Bueno, porque…tengo 32 años y…nunca nadie ha pensado como tú.–

 

–Yo también soy adulta y sigo virgen, así que en lo que a mí respecta estamos igual.–

 

–Pero tú eres preciosa.–una tercera ronda de sake se deslizó por su garganta

 

–Y tú un idiota que si sigue así se va a emborrachar demasiado como para que podamos hacerlo.–T/N lo reprendió

 

–Tienes razón, tienes razón.–Kisame dejó la botella de lado–No más alcohol.–

 

–Buen chico.–T/N se estiró sobre la mesa para poder plantarle un beso en la mejilla

 

–¡No hagas eso que me voy a destransformar!–

 

–Pues vamos rápido a la posada, porque yo quiero un beso de verdad.–

 

–...vas a acabar conmigo.–Kisame negó con la cabeza

 

Y cinco minutos después ambos estaban entrando a la que sería su habitación por esa noche. T/N se disculpó para ir al baño y Kisame deshizo la técnica de transformación; después abrió la cama para que pudieran estar más cómodos…o para intentar distraer su mente con algo.

 

–Estoy.–T/N salió del baño ya con su apariencia habitual–¿Quieres pasar tú al baño?–

 

–Por favor.–

 

Kisame estuvo unos diez minutos de reloj allí encerrado, pero T/N no quiso presionarlo porque sabía que probablemente estaría mirándose al espejo diciendo cosas como «está bien, ella te ha dicho que quiere que sea contigo, no le das asco».

 

No se equivocaba.

 

–Bueno.–finalmente volvió al dormitorio, y se sorprendió al ver a T/N bajo las mantas que él mismo había apartado–¿Tienes frío?–

 

–Estoy desnuda.–

 

–...vaya, entonces me toca a mí, ¿eh?–lanzó su capa al suelo–No me das ni un respiro.–no llevaba camiseta, así que sus pantalones fueron los siguientes, pero dudó antes de bajar su ropa interior

 

–Bueno, ya que tú vas a hacer esto por mí…pensé que tenía que enfrentarme a mi propia vergüenza.–

 

Kisame la miró a los ojos. Estaba siendo un idiota, esta situación era mil veces peor para T/N que para él, no podía causarle más problemas de los que tenía. Así que agarró el borde de su ropa interior y la bajó de un tirón al suelo, sin pensar. 

 

–...–ella se quedó mirándolo, pero sus ojos denotaban más curiosidad que asco o temor–¿Puedes acercarte?–dio un par de palmadas sobre el colchón 

 

Kisame se subió a la cama con ella, y aunque sus genitales aún no estaban erectos y por tanto no eran tan imponentes ya se sentía tremendamente avergonzado. 

 

–Está bien, solo…usaré uno.–a pesar de ello trató de transmitirle seguridad

 

–Eso lo dejo a tu juicio.–T/N esbozó una sonrisa tímida–¿Pero puedes meterte bajo las mantas conmigo? Me gustaría empezar por…besos, y eso.–

 

–Por supuesto.–Kisame le concedió su deseo, envolviendo sus brazos alrededor de ella–Ven aquí.–se inclinó para besarla 

 

–Mhn…–ella pegó su cuerpo al de él, disfrutando de la calidez de aquel abrazo 

 

–¿Estás cómoda?–más besos le siguieron a aquella pregunta

 

–Mucho…–T/N pasó sus brazos alrededor del cuello de Kisame, sin importarle que sus pechos se tocaran–¿Tú…?–

 

–¿Yo? Conteniendo las ganas de meterme bajo las mantas y hundir la cabeza entre tus piernas ahora mismo.–

 

–...–un leve sonrojo se apoderó de las mejillas de T/N–Bueno estamos…aquí para eso.–

 

–Con permiso entonces.–Kisame le dio un último beso antes de empezar a descender, repartiendo caricias por sus pechos y lametones por su abdomen

 

–Ah…–T/N abrió las piernas para dejarle espacio

 

Y Kisame no desaprovechó la oportunidad. Guió su boca directamente hacia la entrepierna de T/N, succionando su clítoris de forma rítmica, para luego bajar hasta su entrada y hacer presión con la lengua sobre ella, pero no la suficiente como para introducirla del todo. 

 

–¡Aah…! Kisame….–

 

–Mhn.–él respondió con un gruñido, sintiendo el ardor que empezaba a acumularse en su propia entrepierna

 

Pero lo que no esperaba era que T/N apartara la manta para verle. Y en cuanto sus ojos se encontraron Kisame aumentó el ritmo de los lengüetazos, disfrutando del cambio en la expresión de T/N cuando introdujo su lengua lo máximo que pudo.

 

–Ah…–el pecho de T/N subía y bajaba con sus respiraciones, y aunque Kisame se moría por torturar también aquellos pezones redondeados, tomó firmemente sus muslos para colocárselos sobre los hombros y se irguió, quedando de rodillas sobre la cama–¿Mm…?–ella tuvo que apoyar sus codos sobre el colchón al ver sus caderas completamente elevadas, pero no tuvo tiempo para sentir incomodidad por la nueva postura ya que Kisame volvió a dirigir la atención hacia su clítoris, recorriéndolo en círculos amplios con su lengua al principio, para luego tomarse más tiempo en cada movimiento–Ahh…v-voy a…–trató de advertirle de que estaba en su límite, pero eso no hizo que se detuviera

 

Al contrario, hundió su cara aún más para aceptar todo lo que ella estaba a punto de darle.

 

–¡K-Kisa…!–su nombre murió en sus labios cuando se corrió–J-joder…–se dejó caer sobre el colchón mientras él limpiaba hasta la última gota de su placer con la punta de su lengua–Mhn…–sus manos se dirigieron instintivamente a la cabeza de él, acariciándola con cariño–Ya puedes…quitarte…–

 

–Te dije que me tomaría mi tiempo para prepararte.–Kisame apartó las caderas de T/N de sus hombros, dejándola de nuevo sobre el colchón–¿Recuerdas?–deslizó uno de sus dedos en el interior de ella–Esto no es nada en comparación a lo que te espera.–volvió a inclinarse para posar su boca justo encima de aquel dedo, al que pronto se le unió un segundo, repartiendo besos cariñosos por su clítoris inflamado

 

–Mhn…vale…–T/N flexionó sus rodillas y las dejó caer hacia los lados para que Kisame pudiera acomodarse mejor entre ellas, aunque un segundo orgasmo se apoderó de ella en cuanto él curvó sus dedos en su interior, acompañando el movimiento con una succión inesperada de su boca–¡Aah!–

 

–Eso es…–Kisame siguió moviendo su mano, separando sus dedos con movimientos de tijera cada vez que los introducía–Ven aquí.–se tumbó a su lado para poder besarla mientras seguía

 

–Mm…Kisame…–T/N sonrió en el beso, y tomó el rostro de su acompañante con ambas manos para que la mirara–Tengo muchas ganas de hacerlo contigo.–

 

–...te has corrido tantas veces que ya no puedes ni pensar con claridad.–él depositó un beso sobre su nariz, avergonzado pero agradecido–Yo también tengo muchas ganas de hacerlo contigo.–añadió un tercer dedo–Pero me da miedo hacerte daño.–

 

–¿Les hiciste daño a otras chicas?–

 

–No…bueno…pero…ellas eran…profesionales de estas cosas. No es lo mismo.–centró su mirada en lo que estaba haciendo su mano para no tener que mirarla a los ojos

 

–Mhn…–ella se aferró más a él–Si es demasiado te lo diré, lo prometo.–levantó su cabeza para poder besarlo de nuevo

 

Finalmente, después de unos minutos…Kisame ya no pudo retrasar más el momento. Se colocó sobre T/N con cuidado de no aplastarla, alineando su miembro inferior con el lugar en el que hasta hace un momento habían estado sus dedos. 

 

–Bien…–buscó la mirada de ella para obtener una última confirmación–Agárrate a mí.–esperó a que lo hiciera para empezar a empujar, hundiéndose lentamente en su interior

 

–Aah…–ella clavó sus uñas en los anchos hombros de Kisame, buscando algo de alivio ante aquella intromisión 

 

Se había pasado toda la noche asegurándole que no había problema y que podría aguantarlo, pero el dolor fue tan punzante que las lágrimas se acumularon en sus ojos. Ni siquiera el hecho de que el segundo pene estuviera rozando su clítoris a medida que el primero entraba más y más en ella podía distraerla.

 

–Lo siento…–Kisame se detuvo, a sabiendas de que si se echaba atrás ahora solo le causaría más dolor–Espera un poco y…saldré despacio.–

 

–No…–T/N mantuvo su agarre sobre él–Me duele mucho pero…–lo miró a los ojos–Aún no es demasiado. Yo elijo, ¿recuerdas?–trató de esbozar una pequeña sonrisa

 

–Eres más testaruda que yo.–Kisame terminó de introducirse, y T/N envolvió sus piernas alrededor de él para mantenerlo allí–No me voy a ir, no.–se agachó para besarla 

 

–¿Se…siente bien para ti?–

 

–...demasiado bien para lo mal que te lo estoy haciendo pasar.–admitió

 

–¿Sí?–T/N deslizó sus manos hacia abajo, con una nueva distracción en mente–¿Este no se siente solo?–empezó a acariciar el segundo pene de Kisame, que prácticamente le quemaba la parte inferior del abdomen–Está ardiendo también.–

 

–N-no hagas eso…–Kisame se encogió ante las caricias, y ambos miembros se endurecieron aún más

 

–¡Ah…!–T/N se quejó al sentir cómo se expandía el que estaba dentro de ella, pero no detuvo su mano–Así…te gusta entonces…–

 

–Me gusta mucho, sí.–Kisame le devolvió el favor dirigiendo su atención hacia los pechos de T/N, rodeándolos sin dificultad con sus grandes manos y acariciando los pezones con las yemas de sus pulgares

 

–Mm…–

 

–¿Cómo vas?–preguntó aquello con un tono de voz tan dulce que T/N se olvidó por completo del dolor

 

–...creo que si me besas un par de veces más puedes empezar a moverte.–

 

Kisame soltó una carcajada ante aquella proposición, pero obedeció.

 

–Mhn…–empezó a salir lentamente de ella, sintiendo cómo su interior se encogía de nuevo a medida que la abandonaba–Joder…–gruñó al volver a echar sus caderas hacia delante, y los dedos de T/N trabajando sobre su otra extensión casi le hicieron distraerse por completo del hecho de que estaba tratando de ser cuidadoso

 

–V-vuelve a hacer eso…ah…–pero aquel gemido ahogado fue la gota que colmó el vaso

 

–Permíteme.–tomó las piernas de T/N y las colocó sobre sus hombros para poder alcanzar lugares más profundos en la siguiente embestida

 

–¡Aah!–lo cual consiguió

 

–Mhn…buena chica…–Kisame sonrió complacido al sentir cómo cada vez le costaba menos moverse, y echó un rápido vistazo hacia abajo para cerciorarse de que su compañera no estaba sangrando activamente

 

Solo había una pequeña mancha formándose en las sábanas, nada fuera de lo normal.

 

–Así…–ella estaba demasiado distraída como para darse cuenta, presionando el miembro que tenía entre las manos contra ella para que los roces a su clítoris fueran más intensos–Joder…–arqueó la espalda–M-me voy a correr otra vez…–jadeó

 

–Hazlo todas las veces que quieras, cielo.–Kisame se aseguró de sostenerla con firmeza para poder aumentar más el ritmo

 

Aunque él mismo no iba a aguantar mucho más; aquellos dedos en torno a su miembro superior y la calidez del interior de T/N apretando el inferior… Estaba a punto de volverse loco.

 

Finalmente se corrió con un gruñido después de varios minutos en los que la estructura de la cama estuvo a punto de romperse en mil pedazos. 

 

–Ah…–Kisame dejó caer su peso sobre T/N, pero volvió a la realidad rápidamente en cuanto notó el líquido pegajoso humedecer su abdomen–Mierda…mehecorridodentro.–la miró a los ojos–¡Ha sido la costumbre! ¡Estaba tan…que no he pensado en…! ¡Ahora mismo voy a por algo para que te tomes!–iba a apartarse, pero T/N lo abrazó de nuevo–¿Ah?–

 

–Está bien, quédate aquí.–le acarició la espalda–Mañana de camino a la misión pararé a por un preparado anticonceptivo, no tienes que ir ahora.–

 

–Pero…–Kisame iba a quejarse, pero la expresión de T/N rogándole que se quedara con ella era más de lo que podía soportar–Está bien.–salió de su interior lentamente

 

–Mhn…–ella emitió un pequeño quejido

 

–Perdón, puede que te duela unos días…–Kisame la arropó entre sus brazos–Puedo acompañarte a la misión si quieres.–

 

–Está bien, no estoy herida ni nada. Es solo una sensación rara y ya.–le aseguró–Además quiero que me esperes preparado en la cueva.–

 

–¿Mm? ¿Para qué?–

 

–Porque la próxima vez quiero que uses las dos, claro.–

 

–...estás mal de la cabeza.–Kisame estalló en carcajadas

 

–¡Oye, tú tienes dos penes y yo dos sitios donde caben! ¡No estoy loca!–hizo un mohín

 

–Tal vez sea yo el que está loco por ti.–la calló con un beso antes de que pudiera responder

Notes:

Que el oneshot más fluffy haya sido el del señor tiburón de 2 metros no dice nada bueno sobre mí pero espero que os haya gustado <3

Chapter 9: Sasori

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

T/N llevaba varios minutos dando vueltas por el pasillo cuando la puerta frente a la que se encontraba se abrió de par en par.

 

–Qué es lo que quieres.–Sasori, malhumorado como siempre, la observó de arriba abajo

 

–Am…tengo que pedirte una cosa.–

 

–Pues rápido, tengo trabajo.–

 

El marionetista no era la persona más sociable de la organización. Siempre estaba encerrado en su taller trabajando en sus marionetas (el único momento en el que no estaba dentro de ninguna de ellas y se dejaba ver con su apariencia real) o en el exterior, probándolas. 

 

–Me preguntaba sí tú podrías…acostarte conmigo. Una cosa rápida. Ahora. Esta noche.–

 

A Sasori no le gustaban los rodeos, pero tal vez en esta ocasión T/N había sido demasiado directa hasta para él.

 

–¿Perdón?–no pestañeó–Mira, si es una de las bromas de Deidara dile que por qué no invierte un poco más de tiempo en entrenar en lugar de pasarse el día haciendo el imbécil.–

 

–¡No, no, no es una broma! Deidara no…sabe nada de esto.–T/N miró a los lados para asegurarse de que nadie los estaba escuchando–Es que yo…soy virgen.–

 

–...oh.–Sasori asintió lentamente–Pues te quedan otras 9 puertas para llamar.–agarró el pomo para volverse a encerrar

 

–Sasori, por favor.–pero T/N sostuvo la puerta–No te lo pediría si tuviera otra opción.–

 

–¿Tan mal crees que lo hace Deidara?–

 

–No lo sé, por cómo habla me parece que él también es virgen.–

 

Por un segundo Sasori pareció divertido ante esa afirmación.

 

–Pasa.–

 

T/N nunca había estado en el cuarto de Sasori, aunque Deidara le había hablado sobre que no era como una habitación normal y que ni siquiera tenía una cama porque…en fin, no necesitaba dormir. Y no le había mentido, el lugar era un taller completamente equipado, tan abarrotado que T/N se encogió por instinto para no tocar ninguna de las «creaciones» de Sasori sin querer.

 

–Sabes que no soy humano, ¿verdad?–él estaba buscando entre varios de sus recipientes, pero T/N no se molestó en preguntar qué era lo que necesitaba–No sé si serviré para tu propósito.–

 

–No me importa. Qué es lo que quieres a cambio.–

 

–Chica lista.–Sasori se dio la vuelta para mirarla, con una probeta en sus manos–Necesito un conejillo de indias.–

 

–¿Es un veneno?–T/N levantó una ceja–Sigo teniendo que irme de misión mañana, no puedo estar incapacitada.–

 

–No, nada de eso.–Sasori destapó el frasco–Es una droga de sumisión.–

 

–...y para qué quieres tú eso.–

 

«Depravado» es lo que le gustaría haber añadido.

 

–Yo no tengo el más mínimo interés en esto, T/N. Pero hay gente ahí fuera que pagaría lo que sea por algo con lo que pudieran tener a cualquier mujer a su merced…o que les devolviera la vitalidad a sus cuerpos envejecidos que ya no son capaces de satisfacer a sus esposas.–la frialdad con la que hablaba de ello resultaba aterradora–Pero los fines con los que se utilice no son asunto mío.–señaló la marioneta en la que había estado trabajando hasta hace un momento–Mientras eso me permita financiar mi arte.–

 

–O sea que es como un…afrodisiaco potente. O algo así.–

 

–Aha. De hecho creo que es perfecto para tu problema, quizá cuando te lo tomes tengas menos remilgos sobre con quién quieres acostarte.–

 

–Lo haré.–

 

–¿Mm?–

 

Lo cierto es que Sasori no tenía ninguna intención de acostarse con ella, por lo que esperaba haberla disuadido con aquella proposición descabellada. 

 

Sí que estaba desesperada, sí.

 

–¿En serio?–

 

–Sí, pero tengo condiciones.–

 

–Yo pongo las condiciones.–

 

–¡Solo una!–dio un paso adelante–Aunque…pierda la voluntad con esa droga hasta el punto de querer hacerlo con cualquiera… quiero que lo hagas tú. No dejes que nadie más me vea en…esa situación.–

 

–¿Tanto confías en mí?–

 

–Sí. Precisamente porque no te intereso lo más mínimo sé que no te aprovecharías de la situación ni aunque te lo rogara. ¿Puedo tener esa condición?–

 

–Está bien, niña.–Sasori le entregó la probeta y dio un largo suspiro–Yo seré el que rompa tu estúpido himen, lo prometo. Ni que fuera a dejar a alguien más tener sexo en mi taller de todas formas.–

 

–¿Vamos a hacerlo aquí?–

 

–Solo una condición, ¿recuerdas?–Sasori limpió su mesa de trabajo–Esto será suficiente.–

 

–Bien.–T/N se quedó observando el líquido verdoso de la probeta–¿Algo más que quieras decirme antes de que me vuelva un pelele?–

 

–Sí, varias cosas.–Sasori volvió a mirarla–Uno, no puedo asegurarte exactamente qué vas a sentir cuando te tomes eso ni cuán consciente vas a ser de lo que suceda después.–

 

–Entendido. Tienes mi consentimiento para llegar hasta el final de todas formas. Es lo que necesito.–

 

–Bien. En segundo lugar, creo que es bastante obvio pero no puedo dejarte embarazada, así que no voy a darte ningún brebaje anticonceptivo.–T/N asintió, y Sasori continuó hablando–Estaré monitoreando tu respuesta a la droga, por lo que te haré varias preguntas durante...la sesión.–

 

–Claro, mientras pueda las responderé.–

 

–Y por último y lo más importante de todo.–Sasori estiró su mano, tomando el mentón de T/N entre sus dedos para que lo mirara a los ojos–Si dices una sola palabra sobre esto, estás muerta.–

 

–...sí, señor.–

 

–Bien, tómatelo entonces.–Sasori revisó sus relojes para anotar la hora aproximada de la ingesta 

 

T/N cerró los ojos y vació el contenido del frasco de un solo trago, lo que le produjo un pequeño ataque de tos.

 

–No podrías camuflarlo en una bebida no.–se quejó–Está espantoso.–

 

–Anotado.–él tomó asiento, a la expectativa

 

–Mhn…–T/N se deshizo de su capa, el calor estaba empezando a acumularse en sus mejillas

 

Y en otras partes de su cuerpo.

 

–Te estás poniendo roja, tu temperatura corporal está subiendo.–Sasori utilizó sus hilos de chakra para hacer que se acercara–Quiero comprobar tu pulso.–la sentó sobre la mesa de trabajo y tomó su muñeca

 

–¿Tú puedes…sentirlo?–

 

T/N lanzó aquella pregunta al aire, dándose cuenta por primera vez de que probablemente Sasori no iba a obtener ninguna sensación agradable de aquel encuentro. Y por algún motivo eso hizo que se sintiera mal.

 

–Los estímulos siguen ahí. Sé si algo está frío o caliente, qué textura tienen los materiales que utilizo, y también puedo notar los movimientos, como tus pulsaciones. Solo no me afectan. Yo ya no siento dolor ni placer.–

 

–Ya veo…–T/N frotó sus muslos entre sí, sintiendo un ardor cada vez mayor

 

–¿Mm?–él no pasó por alto aquel movimiento–¿Ya estás excitada? Eso ha sido sorprendentemente rápido.–levantó la cabeza para mirarla

 

–¡No!–T/N respondió por instinto, pero recapacitó al recordar que a fin de cuentas esto era parte del trato–Quiero decir…bueno…tal vez un poco.–

 

–Define un poco.–Sasori no aguantó más de dos segundos de silencio por parte de ella, y se levantó–Sabes qué, será mejor que le eche un vistazo yo mismo.–empujó su pecho hacia abajo para dejarla tumbada sobre la mesa y llevó ambas manos al cierre de sus pantalones

 

–¡Sasori, espera!–ella se quejó y él se detuvo inmediatamente

 

–T/N, yo no estoy aquí para perder el tiempo.–la miró a los ojos, hastiado–Y te aseguro que no tengo ningún interés en tu cuerpo, eres tú la que me ha pedido que haga esto. Así que déjame hacer mi parte o te aseguro que yo no cumpliré con la mía. He oído que Hidan ha vuelto de su misión esta mañana.–

 

–...–T/N se bajó los pantalones ella misma

 

–Buena chica.–Sasori le separó las rodillas–Es más de lo que esperaba, sí.–pasó uno de sus dedos por encima de la ropa interior ya húmeda, y un pequeño gemido escapó de entre los labios de T/N–Y estás sensible.–

 

Ella no se decidía entre si quería que Sasori dejara de hablar de una vez o que nunca parara. La mezcla de vergüenza, excitación e incertidumbre que tenía ahora mismo dentro de ella no la había experimentado jamás. 

 

Claro que cuando sintió los hilos de chakra tirando de ella sus alarmas internas empezaron a sonar todas a la vez.

 

–¿Aah?–se sorprendió al verse a sí misma quitándose el top; y el contacto frío de la mesa contra su espalda hizo que sus pezones se endurecieran–Sasori, eso podía hacerlo yo sola.–

 

–Y lo estás haciendo.–el volvió a tomar asiento y la miró impasible, sus dedos danzando hábilmente para controlar aquellos hilos que ahora la forzaban a deshacerse de la última prenda de ropa que la cubría 

 

–Sí pero… ¡ah!–gimió cuando Sasori la obligó a llevar una mano a su entrepierna, separando sus labios para darle una mejor visión de lo que estaba sucediendo–S-Sasori…–cerró los ojos, sus dedos ahora haciendo círculos pequeños sobre su clítoris, que se inflamaba y ardía más con cada toque–Esto no…formaba parte del trato.–gimoteó al sentir su otra mano acariciando uno de sus pechos

 

–Pero me da una muy buena idea sobre tus reacciones. Aunque viendo que aún tienes ganas de quejarte, creo que puedo descartar lo del efecto de sumisión.–

 

–Eres un idiota.–

 

–Haber elegido a otro.–

 

–No querría…mhn…hacer esto con otro.–

 

–Entonces tú eres la idiota.–Sasori cortó los hilos y echó su silla a un lado al levantarse–He tenido suficiente espectáculo, vamos a investigar el verdadero potencial de esto.–se quitó la capa y volvió a posicionarse entre las piernas de T/N 

 

–¿Mm?–ella arqueó la espalda al sentir los dedos de Sasori deslizándose entre sus pliegues–Ah…–

 

–Estaba pensando en utilizar un poco de lubricante contigo, pero creo que no será necesario.–dijo justo antes de introducir sus dedos ya húmedos por el contacto

 

–Aah…joder…–la cabeza de T/N daba vueltas, y ya no sabía si eran los efectos de la droga o si la técnica de Sasori era mucho mejor que la que ella misma usaba cuando estaba a solas

 

Los dos dedos que estaban en su interior se curvaban cada vez que entraban, rozando un punto que la hacía ver estrellas. Mientras tanto, su otra mano reposaba en el bajo abdomen de ella, haciendo presión con su palma y utilizando su pulgar para trazar el contorno de su clítoris una y otra vez a medida que seguía penetrándola con los dedos.

 

–¡Aah!–el abdomen de T/N se tensó y los dedos de sus pies se curvaron sobre la mesa cuando Sasori la llevó al clímax

 

–...–el detuvo su pulgar, pero siguió haciendo presión con él a medida que sacaba sus dedos de ella, dándole margen para bajar de la nube–Eso ha sido bastante rápido, sí.–observó sus dedos empapados, y luego llevó su mirada al rostro de T/N–¿Cómo te sientes?–

 

–Mejor que nunca…–respondió, a este punto no le importaba ni que su pelo estuviera hecho un desastre sobre aquella mesa, que su saliva hubiera escurrido por la comisura de sus labios o que siquiera de piernas abiertas y goteando delante de Sasori–Vas a tener que enseñarme cómo lo has hecho…–se pasó el brazo por encima del rostro, cubriendo sus ojos con el antebrazo

 

La luz dura del taller era repentinamente molesta.

 

–Si quieres que te de clases sobre cómo masturbarte vas a tener que hacer algo más que ser mi conejillo de indias.–las palabras de Sasori fueron acompañadas por unos sonidos que T/N no pudo identificar, pero cuando volvió a mirarlo se quedó sorprendida al ver su entrepierna al descubierto

 

Se veía más real de lo que ella había imaginado.

 

–Solo tiene fines estéticos, pero dada la insistencia de cierta persona.–Sasori agarró las caderas de T/N para acercarla más a él–Tendrá que servir para esto también.–empezó a entrar lentamente, observando con atención las reacciones de ella

 

–Mm…no…no me duele nada.–lo miró, extrañada

 

–Es parte de los efectos.–a pesar de ello Sasori se mantuvo quieto una vez llegó hasta el fondo

 

Y T/N se quedó pensando si toda esta parafernalia de la droga solo había sido para hacer su experiencia más llevadera, y no porque realmente pretendiera venderla como arma de sumisión.

 

Porque ella seguía perfectamente consciente. Las sensaciones de placer, temperatura y otros estímulos se habían amplificado, sí, pero nada más.

 

–Mm…–se incorporó para poder abrazarse a Sasori y trató de ignorar las preguntas que asediaban su cabeza

 

«¿Entonces para qué tenía esa droga ahí?»

 

–Ah…–

 

El tiempo se detuvo en cuanto aquel sonido abandonó los labios de Sasori. 

 

–¿...estás bien?–T/N se apartó un poco de él para poder mirarle a la cara y contrajo sus paredes inconscientemente, lo que le arrancó un nuevo jadeo a su acompañante–...puedes sentirlo.–

 

–No idiota, no puedo.–Sasori empezó a moverse, tratando de desviar la atención–Cállate.–cubrió la boca de T/N con una de sus manos, mientras la otra seguía apretando las caderas de ella a medida que el ritmo de sus movimientos aumentaba

 

–Mhn…–ella se dedicó a lamer aquellos dedos que aprisionaban su boca hasta que él finalmente cedió y estampó sus labios contra los de ella

 

Eso fue todo lo que hizo falta para que T/N se diera cuenta de que Sasori usaba esa droga para él, y que no tenía nada de experimental. Aún podía sentir algo. Y quería tener la opción de sentir más .

 

–Ni una palabra de esto…–Sasori seguía hablando entre besos–Ni una…–su boca buscaba la de ella continuamente

 

–Mm…lo prometo… ¡Ah!–apretó su agarre sobre él al sentir un roce especialmente agradable cuando sus caderas chocaron

 

–Bien…–Sasori siguió recorriendo su cuerpo con manos expertas sin dejar de moverse, arrancándole a T/N más gemidos de placer de los que nunca había emitido en las noches «íntimas» que pasaba en su cuarto

 

Pero ella también quería oír los de él. Así que apartó sus labios lo justo para guiarlos hacia el cuello de él, repartiendo besos y mordiscos juguetones con cada movimiento de sus cuerpos.

 

–Ah…qué haces…–el tono molesto de Sasori la hubiera engañado de no ser por la expresión avergonzada de su rostro 

 

–Mm…también quiero que te guste a ti…–enredó sus dedos entre los mechones de cabello rojizos–Y que te sientas tan bien como yo ahora…–

 

Y por primera vez Sasori no replicó. 

 

Aquel episodio terminó durando mucho más de lo esperado; el efecto de la droga permaneció por tanto tiempo que T/N no quería parar ni aunque todo su cuerpo se sintiera como gelatina, y dado que Sasori no podía «correrse» en el sentido estricto de la palabra, podía acumular todos los orgasmos que quisiera sin tener que detenerse. 

 

Hasta que llamaron a la puerta.

 

–Mhn.–Sasori emitió un gruñido al tener que apartarse de ella–Dame un segundo.–tomó su capa para cubrirse y le pasó a T/N la suya para que pudiera hacer lo mismo si quería–Qué queréis.–abrió la puerta solo lo justo para que nadie pudiera dirigir una mirada curiosa al interior del taller

 

Incluso desde su posición T/N pudo escuchar aquellas voces familiares diciendo cosas como «déjanos unirnos al espectáculo, ¿no?» o «¿te la vas a quedar para ti solo?».

 

–¿Y para eso habéis venido a molestarme?–pero Sasori no vaciló–Ponedle un dedo encima y os pasaréis el resto de vuestras vidas revisando todo lo que tocáis y coméis para no envenenaros «por accidente».–cerró la puerta

 

T/N era perfectamente capaz de defenderse por su cuenta, y Sasori lo sabía. A pesar de ello aquella  «muestra de afecto»,  si es que se puede llamar así, la hizo bastante feliz. 

 

Y también le dio ganas de tenerlo encima otra vez.

 

–¿Por dónde íbamos?–Sasori volvió a acercarse a ella

 

–Por aquí.–lo besó

Notes:

Y con esto terminamos!

Por favor, decidme quién ha sido vuestro favorito porque yo no me decido. Gracias a todos por leer y nos vemos en algún otro fic!