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Capítulo 1:
Oscuridad.
Su último recuerdo fue ser consumido por la luz y energía del ataque final del saiyajin. Después de eso, todo se había vuelto oscuro.
Nunca le molestó la oscuridad, de hecho la encontraba tranquilizadora, como la oscuridad de la noche. Sin embargo, estar envuelta en ella por un tiempo prolongado y después de ese ataque directo, había comenzado a inquietarlo.
No sentía la misma sensación que tuvo al momento en que explotó junto a Goku y una pequeña parte de él sobrevivió para regenerarse. Pudo sentir su cuerpo herido, y el dolor que lo recorría al querer reconstruirse. Esto era diferente. Mientras estaba flotando en esa negrura, no podía sentir nada.
No podía ver nada, no había nada que tocar, no podía sentir nada a su alrededor, ni una brisa o la calidez de la naturaleza. Ni siquiera podía sentir el movimiento de su propio cuerpo ¿Se estaba moviendo? No, su cuerpo se destruyó. Lo único que seguía ahí era su conciencia. Y estaba flotando en una extraña oscuridad.
De pronto, poco a poco comenzó a sentir algo. Como si fuera arrastrado por un tipo de fuerza que se aferraba a él con firmeza. Entre tanta oscuridad un pequeño punto de luz que se podía ver a lo lejos, fue creciendo hasta apoderarse de él.
Progresivamente, frente a él, un cielo repleto de nubes se hizo presente. Sintió un gran alivio por poder ver algo, pero confundido al mismo tiempo al no saber donde se encontraba. Esta visión duró sólo unos segundos, ya que esta fuerza lo siguió arrastrando por el paisaje hasta aproximarse a un gran edificio. Al ingresar y aterrizar en su interior una energía lo rodeó por completo hasta que se desvaneció, dejando a relucir su cuerpo.
Se vio a sí mismo aún más confundido. Vio su alrededor, dedujo que se encontraba en un tipo de oficina, por el diseño de esta, por el traje de los sujetos y más, por el gran ser frente a él, sentado detrás de un escritorio repleto de papeles.
Alzó sus manos frente a él para verlas detenidamente. Sus manos aún temblaban con pavor, desde su batalla contra Gohan que su cuerpo había reaccionado así. De cualquier forma era su cuerpo. Aún tenía su cuerpo. Entonces ¿Estaba vivo? Podía sentir al igual que antes, todo era normal. Se sentía exactamente igual que cuando estaba en la Tierra. -Cell.- mencionó el gigante detrás del escritorio llamando su atención. Hojeo rápidamente su cuaderno hasta detenerse en una página.- Al infierno.- concluyó de inmediato dando su veredicto.
-¡¿Qué?!-exclamó furioso el androide sin comprender totalmente la situación. Entendería que por sus acciones estaría condenado al infierno, si este existiera. Sin embargo, aún tenía su cuerpo intacto, no podía estar muerto.-¡¿Qué es este lugar?!-demandó furiosamente a Enmadaiosama exigiendo una explicación.
Al no moverse de su lugar, y por ende, estar provocando un atochamiento de almas a su espalda, uno de los ogros se aproximó a Cell, aun manteniendo la distancia.- Por favor, diríjase a la puerta de su izquierda.-indicando que debía avanzar por la salida.
-No iré a ningún lado.- Aclaró hostilmente, dejando al ogro congelado de miedo en su lugar. Ante esos eventos, que solían ser más comunes de lo que otros pensarían, varios ogros se aproximaron para someter al ser, que se negaba a marcharse a su destino. Los primeros que lo intentaron, volaron por los aires, por lo que más ogros se hicieron presentes para ayudar a controlar la situación.
Con rapidez, se abalanzaron contra Cell pero igual de rápido se los quitó de encima, a excepción de algunos que aún se empeñaban en sujetarlo.
-¡Suficiente!-exclamó Enmadaiosama molesto por la situación. Siempre había sujetos así de tercos que se negaban a ir al infierno de forma pacífica. Por suerte, habían implementado otra forma de deshacerse de individuos así.
Cell en un rápido movimiento se quitó de encima a los ogros restantes, mirando desafiante al gigante con intenciones de luchar. Cuando estaba apunto de atacar, de imprevisto, un agujero negro se abrio bajo sus pies, ocasionando que cayera en este. Aunque lo había tomado por sorpresa, intentó volar para salir de allí, pero la entrada a ese túnel desapareció tan rápido como apareció.
Al igual que antes la oscuridad lo rodeaba, pero esta vez al menos podía sentir. Sentía el aire golpeando su rostro, podía sentir que estaba cayendo por un largo túnel que parecía no tener fin.
Volvió a intentar volar, pero seguía siendo en vano. Observó a su alrededor desesperado esperando encontrar otra luz que lo llevara a un nuevo lugar, pero no se presenciaba más que oscuridad. Se mantuvo atento, para evitar un golpe cuando llegara al final del túnel. Pero nada de eso sucedió. Solo oscuridad y más oscuridad. Lo que hizo que fuera extraño el momento en que se despertó. No supo en qué momento perdió la conciencia, no lo recordaba. Tampoco recordaba haber caído y haber impactado con la superficie.
Se encontró recostado en un suelo seco y un tanto agrietado. Se incorporó desorientado, y observó el paisaje a su alrededor. Lo más llamativo era el extraño cielo rojizo que se extendía sobre las negras y puntiagudas montañas en el horizonte. Nunca había tenido registro de un atardecer de ese color tan intenso. Ni de un lugar similar. Aunque el paisaje compartía elementos con el Planeta Tierra, los registros de la computadora que lo formaron no había inculcado en su mente, ningún lugar como ese.
Algo conmocionado dio sus primeros pasos en ese lugar con solo un pensamiento claro. Definitivamente no se encontraba en la Tierra.
Observó hostil sus alrededores, era un lugar árido sin ninguna señal de vegetación. Se abrió paso entre unas colinas rocosas, creía haber sentido algo en ese lugar. Camino calmadamente en espera de encontrar a alguien. Rápidamente su vista se enfocó en un sector, del cual cayeron unas rocas advirtiendo una presencia. Aunque se sobresaltó, simplemente se quedó de pie en su lugar esperando lo inevitable.
Con un notorio y muy advertido gritó, su atacante se aproximó por sus espaldas. Cell con facilidad lo evadió. Este aterrizó unos metros más allá, aún con los ojos puestos en el recién llegado.- Nada mal.- escucho decir a su atacante. Al androide le bastó solo con verlo para volver a confirmar sus pensamientos. No se encontraba en la Tierra.
El ser frente a él, tenía un aspecto bastante diferente a cualquier humano o ser vivo que habitaba la Tierra. Se atrevía a afirmar que era un extraterrestre, aunque en realidad nunca había visto ninguno con sus propios ojos.- Con que eres rápido.-volvió a hablar el extraterrestre.-Si eres tan rápido, te daré una oportunidad. ¡Vete de aquí de inmediato! .- exigió con gran molestia.
Más seres salieron de su escondite y lentamente comenzaron a rodear a Cell. Este solo observo en silencio con una mirada amenazante.- Con que dando un paseo en nuestro territorio.-dijo uno de ellos a sus espaldas. Parecía ser el líder de ese extraño grupo de maleantes.
El androide no solía estar alerta por sus enemigos, sobre todo si estos eran seres con un nivel de poder tan bajo, sin embargo hubo un pequeño detalle que lo hizo voltear hacia todos lados para contemplar a sus “enemigos”. Eso que descansaba sobre sus cabezas. No era una característica propia de los extraterrestres, ya que noto que varios eran de diferentes razas. Se percató de que todos tenían una aureola sobre su cabeza.
No tenía mucho conocimiento acerca de la muerte, ya que era uno de los temas de poca importancia para el Dr Gero. Pero si algo sabía indiscutiblemente, era que esa aureola significaba que habían muerto. Por lo que eso también significaba otra cosa.-¿Estoy muerto?- se preguntó brumado a sí mismo. Nuevamente lo sintió, no solo sus manos, todo su cuerpo comenzó a temblar.
Se vio tan perdido ante esa revelación, que apenas sintió el golpe del líder en su mejilla. No le dolió y mucho menos lo movió de su lugar. El extraterrestre asombrado volvió a arremeter contra él repetidas veces. El griterío de los demás extraterrestres hacia su líder, lo hicieron volver en sí. Detuvo secamente un golpe provocando que los ataques cesaran, al igual que los gritos.-¿Quieres este territorio?-le preguntó el líder con furia.-¡Jamás lo tendrás!-exclamó al no sentirse derrotado. Desde el punto de vista de Cell, no lo había lastimado con sus golpes y no quería ningún territorio, pero ese sujeto era bastante molesto.
Con un solo golpe el líder del grupo se impactó y quedó incrustado en unas rocas. Ante ese acto, todos los presentes arremetieron contra Cell vociferando insultos e improperios. Ese con poco esfuerzo les respondió con unos certeros golpes que acabó con rapidez con esos insectos. El último de esos extraterrestres se precipitó en un intento de atacar, pero al instante Cell lo sujetó del cuello y lo agredió contra el suelo.-¡¿Qué es este lugar?!-preguntó con ira presionando cada vez el cuello del individuo.
Se retorció por unos segundos con gran temor.-Es… es el infierno.-logró decir denotando horror en su voz. Esperaba que al darle la respuesta lo dejaría en paz. Sin embargo, esto pareció enfurecer aún más a su enemigo.
Por lo que simplemente levantó al sujeto del suelo y lo volvió a estrellar, dejándolo inconsciente. Provocando que nuevamente a su alrededor se convirtiera en silencio.
Respiraba agitado. Vencer a esos sujetos no fue un esfuerzo, pero si procesar lo que estaba ocurriendo.Volvió a advertir las aureolas sobre las cabezas de esos seres.-Si ellos tienen aureolas…- se dijo a sí mismo en voz alta. Levantó su vista levemente sobre su cabeza hasta que pudo verla con claridad. También tenía una aureola.-Realmente estoy muerto.-concluyó pasmado.
Se mantuvo de pie, observando el paisaje sobrecogedor y desolador frente a él, intentando procesar lo que estaba ocurriendo. Si su último recuerdo era ser atacado por un kamehameha, significaba que había perdido la batalla contra Gohan, pensó indignado presionando su puño con ira.
¿Cómo era posible si había alcanzado su nivel máximo? Había absorbido a los androides, incluso tras la batalla contra Goku obtuvo un senkai para mantener su forma perfecta sin la necesidad de volver a absorber a n18. Según sus cálculos, debió ganar la pelea contra el saiyajin. Sin embargo, parece que no era tan perfecto como creía.
Una vez más su respiración se estaba acelerando.
Aunque estaba distraído analizando en qué punto pudo haber fallado, eventualmente comenzó a sentir una variedad de energía que se acercaba. Alarmado elevo la vista hacia un pequeño grupo de soldados que se aproximaba volando hacia su dirección. Reconoció al instante esas armaduras. Los soldados observaron asombrados lo que quedó de la batalla de sus enemigos contra el extraño sujeto verde que, desde sus puntos de vista, se veía muy tranquilo y sereno. Seguramente era alguien nuevo en ese lugar.
Aterrizaron a unos metros de Cell rodeandolo. Muchos observaban a los extraterrestres lastimados y derrotados. Aunque el ejército era grande y tenían muchos soldados fuertes, la lucha que iban a tener con ellos iba a ser un tanto complicada, ya que no eran tan débiles como otros grupos. Sin embargo, ese sujeto verde los venció a todos, lo que provocó que comenzaran a murmurar. “¿Quién será?” “Ese sujeto da miedo” “Les ganó él solo”
A pesar de estar a una distancia considerable de los soldados Cell oyó claramente sus comentarios, después de todo tenía la misma habilidad de los Namekusei para oír desde lejos.
Los murmullos se acallaron cuando entre los soldados, se abrió paso un soldado bastante grande que parecía tener el respeto o tal vez miedo en los demás. El sujeto de tez rosa se aproximó hacia él y estando a solo unos pasos de distancia, habló.- Aunque los hayas derrotado, no tienes derecho a quedarte con este territorio.-manifestó Dodoria con total autoridad.
-¿Qué?- dijo Cell sin comprender a qué se refería exactamente.
Como aquel sujeto nunca lo había visto en el infierno, no debía entender lo que se hacía en ese lugar, por lo que procedió a explicarle.-Íbamos a tomar este territorio, pero al parecer te nos adelantaste.-comenzó a decir lo que el recién llegado acababa de provocar.- Y para recuperarlo, si es necesario pelear contra ti, lo haré con gusto.-concluyó para adaptar una posición de pelea.
Cell lo observó de pies a cabeza. Ciertamente, detectaba que era más fuerte que los sujetos que acababa de golpear, pero no lo suficiente como para captar su interés. Resoplo desinteresado.- No eres más que un debilucho.- dijo encogiéndose de hombros, para luego mirar hacia otra dirección, ignorando por completo a Dodoria y a los soldados.
-¡¿Qué dijiste?- exclamó Dodoria furioso por ese comentario. Estaba a punto de arremeter para iniciar una pelea, sin embargo, se detuvo en seco al sentir cierto ki aproximarse hacia ellos. Y no solo Cell lo sintió, sino que todos los demás. Era un ki bastante elevado, que sobrepasaba a todos.
Cell levantó la vista, lo vio aproximarse y a contraluz lo contempló bajar del cielo. Al tocar el suelo, a unos metros a espaldas de Dodoria con un tono firme y autoritario provocó temor en todos los soldados.- ¿Qué ocurre aquí? .-exigió saber la razón por la cual tardaban tanto tiempo en tomar un simple territorio.
Con solo llegar al lugar vio como todos rodeaban a un sujeto, probablemente nuevo, ya que no lo había visto antes. Si ese individuo les estaba causando un contratiempo para apoderarse del lugar, todos iban a tener problemas.
Entre la multitud que lo observaba, siendo el centro de atención, sus rosados ojos se posaron sobre él, provocando una gran sorpresa incluso para sí mismo. Mientras Dodoria balbuceaba nervioso intentando explicar la situación, Cell habló llamando la atención de todos los presentes.-¿Freezer? .-era exactamente igual a él según sus datos. Su nivel destacaba bastante, entre esos soldados debiluchos.
Se abrió paso hacia él, a lo que Dodoria simplemente se hizo a un lado pensando que el emperador le daría su merecido. El androide lo observaba con detenimiento. Aún conservaba sus partes mecánicas como sus piernas, brazo y parte de la cabeza. Según sus datos, había sido herido en su batalla contra Goku en el planeta Namek, y por ello, fue reparado de esa forma. Aunque no comprendía porque en el más allá alguien podría conservar esos mecanismos si estaba muerto.
–¡Alto ahí!-exclamó un sujeto de tez rojiza y cabello blanco que, junto con otros tres cortaron su paso.
-¿Quien te crees?- preguntó Gurdo apoyando a su compañero.
-No puedes acercarte así al señor Freezer.-manifestó Burter tratando de espantar al nuevo con su presencia. Aunque casi siempre llegaba mucha gente rara al infierno y aunque se habían acostumbrado a lidiar con ellos, Cell era el más peculiar y además, generaba un aura de malicia. La verdad es que les daba un poco de temor, pero ellos como las tropas especiales Ginyu no iban a dejar de hacer su trabajo.
Cell los contempló en silencio de manera amenazante.- Ya escuchaste.- comenzó a decir Jeice.-¿Por qué mejor no te vas de aquí?.- Antes de que cualquiera de ellos hiciera un movimiento, el androide levantó su mano y con una rafaga de ki, los cuatro soldados volaron por los aires.
Freezer lo observó con un pequeño dejo de sorpresa. Aunque había mostrado una pequeña porción de su fuerza pudo sentir un gran poder oculto en él. Era alguien muy llamativo y de una especie que ninguno de los presentes había conocido antes. Ni siquiera él había visto una especie así. Era bastante extraño ¿Quién era ese sujeto? ¿Y porque lo conocía?
-Freezer.- volvió a llamarlo estando a solo unos pasos de distancia. Era consciente de mucha información y datos, que había en la computadora. Entre todos los datos de sus células, los que más le llamaba la atención, era los saiyajin, y logró conocerlos brevemente, antes de morir en batalla. Sin embargo, también había llamado su atención Freezer, ya que había sido capaz de sobrevivir a una pelea contra Goku y aunque murió, podía admirar un poco de eso. Le daba curiosidad verlo o conocerlo, y en parte, saber que cosas compartía con él.
-”¿Cómo es que lo conocía?”-pensó Freezer intentando recordar, tal vez lo había conocido en vida o había destruido su planeta. No era posible, nunca había visto a nadie como él. Aunque era bien sabido que su reputación era muy extensa, lo llamó simplemente Freezer. Parecía ser alguien que, aunque educado en su forma de hablar, le hacía falta tener más modales.-Emperador Freezer.-lo corrigió fríamente sin cambiar su sentimiento de aversión hacia él.
Se sorprendió por dicha respuesta, pero no por su radiante título, sino por la forma en que se lo presentó. Esa actitud. Ya sabia de donde lo había sacado.-Es un gusto, emperador Freezer.-dijo siguiéndole el juego con su perfecta sonrisa.-Me llamo Cell y tenemos mucho en común.
Contemplándolo mas de cerca pudo advertir que era bastante pequeño, ya que apenas lograba llegar a la altura de su cintura. Eso le daba un aura delicada y al mismo tiempo, un tanto tosca por sus componentes mecánicos. Y poseía una mirada desafiante que desbordaba superioridad ante todos. Sonrió con un poco de gracia al verlo, suponía que ambos compartían esa forma de observar a otros seres.
-Bien, Cell…yo no te conozco, pero tienes la fortuna de conocerme- siguió hablando Freezer.-¿Puedo preguntar cómo?- preguntó educadamente. Realmente, sentía la necesidad de saber más acerca de ese extraño y desconocido ser.
-Mientras estuviste en la Tierra, obtuvieron una muestra de tus células y usaron ese adn para crearme.- explicó Cell con simpleza.- Debido a ello te conozco.
-¿Mis células?- se preguntó Freezer anonadado. Conocía ciertos avances científicos y creía que era posible crear un ser a partir de su adn. Pero más que nada se preguntaba, ¿En qué momento alguien obtuvo una muestra de sus células? Estuvo en la Tierra solo unos minutos hasta que murió.
-Y también las células de tu padre, King Cold.-agregó esto último como si no fuera nada del otro mundo.
-¿Qué dices? -interrumpio el sujeto pequeño y verde llamado Gurdo, que había regresado de su ataque.
- No es posible que tengas las células del gran Freezer.-añadió Jeice, estando de acuerdo con su compañero.
-¡Si! Debe ser un fanfarrón.- mencionó Burter dando un paso hacia Cell para acercarse a él. Sin embargo, fue atacado rápida y limpiamente con un rayo mortal, idéntico al de Freezer, atravesando el pecho del soldado.
Todos incluyendo a Freezer se impresionaron por ver como Cell ejecutaba la característica técnica del emperador. Aunque el demonio del frío creía posible una hazaña científica a partir de su adn, lo que acababa de ver sobrepasaba cualquier cosa imaginable. Literalmente ese sujeto tenía sus técnicas, sus habilidades y por consiguiente, un poder similar. Lo que significaba que eso, convertía al dichoso Cell en alguien muy fuerte. Aunque no tanto como él mismo, pero esa fuerza podía serle útil.
Por el poco tiempo en que lo vio actuar pudo concluir que, aunque se contenía no tenía piedad y provocaba temor, incluso a algunos de su ejército. Observó a Burter intentando ponerse de pie con un agujero en su pecho y como los otros observaban con miedo al estar ante la presencia de Cell.
Tenía rasgos similares a los suyos, que serían útiles en su ejército.
Además, se veía algo confundido y desorientado, obviamente acababa de llegar al infierno. “Podía ser moldeable'' .-Freezer sonrió con malicia ante tal pensamiento. Aunque alguien con tantos rasgos parecidos a él debía ser vigilado.-Déjame ofrecerte una oportunidad.
-¿Eh?-Artículo Cell sorprendido.
-De ser parte de mi ejército.-declaró el emperador. Todos se sorprendieron y exclamaron ante tal propuesta. Era sabido que Freezer buscaba gente fuerte para unirse al ejército y ayudarlo a apoderarse de los territorios, pero ese sujeto se veía temible e incluso poseía los ataques del emperador. Muchos tragaron saliva con temor ante la idea de tener a ese sujeto en sus filas.
-No gracias.-respondió Cell con modestia.- No me interesa.- Oyó a varios soldados a su alrededor suspirar aliviados e impresionados al mismo tiempo.
Ante esa negativa Freezer simplemente aclaró su garganta y comenzó a esclarecer su propuesta.-Mi ejército cubre el mayor porcentaje que cualquier agrupación en el infierno…-intentó explicar calmadamente.
-No necesito ser parte de un ejército.-lo interrumpió Cell sin interés en la proposición.
-Eso dices ahora.- Freezer lo miró desafiante ante su respuesta.- ¿Acabas de llegar, no es así? Veo que estás algo alterado y confundido, debes estar pensando muchas cosas. La mayoría tarda en procesar su llegada al infierno y también su propia muerte.
Cell frunció el ceño molesto. Al parecer, Freezer podía ser muy sensitivo, que haya descifrado su molestia interna le causaba una incomodidad algo inusual.- Pueden quedarse el territorio.-dijo desinteresado dando por terminado el tema.-Eso tampoco es de mi interés.- Les dio la espalda al ejército y se elevó para luego desaparecer en el horizonte.
Freezer lo contempló alejarse con una sonrisa burlona. Aunque era un experimento científico, seguía siendo un ser como cualquier otro, y sabía cómo convencer a la gente para sus propósitos.- “Ya volverá'' .- pensó con total tranquilidad. Ahora debía seguir con sus planes y reprender a los soldados que no pudieron ejecutar una simple misión. Pensó volviéndose hacia su ejército que, temblaban de miedo por el castigo que les esperaba.
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A pesar de que Freezer había estado solamente unos minutos en la Tierra, sus datos no mentían. Al igual que ahora, solo le bastó hablar con él unos minutos para conocer su personalidad. Era bastante ególatra y hasta vanidoso. Aunque logró percibir algo de él mismo en Freezer, ya sea en su forma de expresarse, él no se consideraba tan egocéntrico como ese demonio de frío. Además, creyó que podría convencerlo de unirse a su ejército. Ante ese mero recuerdo, Cell rio divertido. También era muy crédulo y lo subestimaba, no necesitaba un ejército.
Continuó volando sin rumbo con esos pensamientos en su mente. Pero ya no debía pensar en eso, tenía que buscar la forma de salir de allí. Detuvo su vuelo y desde las alturas, se concentró para encontrar algún ki para teletransportarse. Cuando explotó junto con Goku, recordó que su núcleo quedó flotando en un vacío. No sabia en donde se encontraba, pero al teletransportarse logró volver a la Tierra. Simplemente debía encontrar el ki de alguien en ese planeta.
Sin embargo, por más que lo intentara no lo consiguió. Únicamente sólo captaba el ki de Freezer y sus soldados, y uno que otro ki más lejanos, pero ninguno de la Tierra. Presiono los dientes con algo de frustración, y continuó volando esperando encontrar algo.
Siguió por unos minutos a su máxima velocidad, sin ninguna presencia que pudiera reconocer. Comenzaba a inquietarse. Había muerto, pero aun así podía intentar salir de allí. Solo necesitaba un ki en la Tierra o tal vez otras luz que lo lleve lejos de ese lugar.
No obstante, un repentino cambio de color en el paisaje llamo su atencion. Todo el sector que había recorrido, tenía un cielo rojizo con montañas oscuras y lúgubres, pero unos kilómetros más allá divisaba un campo abierto con pequeñas montañas y cerros con árboles, aunque puntiagudos, tenían algo de verde. Parecía un cambio bastante extremo, comparado con el lugar en que apareció. Incluso llegó a preguntarse si aún seguía en el infierno.
En ese momento de extrañeza, lo sintió. Un ki familiar, uno que tenía registrado en sus datos.-También se encuentra aquí.- se dijo a sí mismo con asombro, al mismo tiempo que observaba una pequeña montaña que se ubica casi al borde del sector más colorido.
Se apresuró, y voló a gran velocidad hacia la montaña, esquivó unos altos picos de roca que la rodeaban. Al divisar una entrada hacia una cueva se aproximó y aterrizó. No alcanzó a dar ni un paso al interior, cuando vio emerger a una figura. -Dr. Gero.-dijo Cell, admirado al estar en presencia de su creador.
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Fue grande la sorpresa de encontrarse con su creación más ambiciosa, una de las cosas que más ansiaba era poder verlo en su etapa final y al mismo tiempo, sintió una decepción al cumplirse su deseo, ya que ambos estaban muertos.
Cell lo observa en silencio esperando una respuesta del Dr. Gero. Este meditó en la contestación que el androide esperaba. Era complicado encontrar una respuesta, pero para él como científico también lo era, sobre todo si su pregunta rayaba a lo filosófico. Se aclaró la garganta tratando de poder explicar de la forma más objetiva posible.- Cell, yo te cree con un propósito.-comenzó a decir calmadamente.-Un propósito que sólo podía cumplirse en vida, pero como la tuya término no hay nada más que hacer.- concluyó sin más.
El androide se percibía molesto ante tal respuesta. Entonces, ¿No podía hacer nada? Ahora que estaba muerto no le veía sentido a nada y según su propio creador, efectivamente no había nada que hacer. Presionó sus puños con una gran ira y energía reprimida que amenazaba con destruir su pequeña cueva.
Esa reacción sobrecogió al científico ¿Quién diría que Cell podía sentir emociones muy fuertes? Dejó sus herramientas sobre una mesa maltratada, y procedió a acercarse al androide antes de que hiciera una locura. El Dr. Gero suspiro un poco angustiado, se sentía como si intentara calmar a un niño.- ¿Cómo sucedió?- preguntó curiosamente, aunque en el fondo ya esperaba que el responsable de acabar con su mayor creación haya sido ese entrometido de Goku.
-Una batalla contra Son Gohan.-respondió el bioandroide, esta vez cruzándose de brazos en un intento de disimular su enojo. Aunque solo con decir su nombre, y por ende recordar su pelea, lo frustraba.
-¡¿Qué?!- exclamó el Dr. Gero sobresaltado. ¿Cómo era posible que el hijo de Goku fuera capaz de derrotar al arma perfecta? Según sus cálculos, ese chiquillo no tenía suficiente fuerza para siquiera hacerle frente. Al volver en sí, se atrevió a preguntarle aunque con algo de temor.- ¿Y Goku?
-Lo mate.- respondió un poco más calmado mezclado con un tanto de orgullo.
Aunque no enunció ningún sonido, estaba aún más asombrado que no tenía palabras. Goku estaba muerto, pero ¿Como? ¿Cell fue capaz de vencer a Goku, pero no a su hijo? Definitivamente, hubo un gran error de cálculos que pasó por alto. Fue difícil de procesar, pero al fin y al cabo es lo quería ¿no? A pesar de que Cell era el bioandroide que esperaba, resultó ser eliminado.-Bien…-logró decir con dificultad.-Tenías una misión y esa era destruir a Goku como venganza por lo que le hizo a la patrulla roja.-comenzó decir para plantear una idea que espera aliviar las dudas de Cell.- Así que podríamos decir que cumpliste con tu objetivo. Además de incrementar tu poder para llegar a tu fase final.-agregó con satisfacción al notar que tanto n17 como n18 fueron absorbidos por él.
Cell bajo la mirada con frustración. Era correcto decir que llegó a ser perfecto, pero aun así no había sido suficiente.-Entonces, ¿Cuál iba a ser mi siguiente objetivo?- pregunto, suponiendo que cumplio con su propósito.
El Dr. Gero lo medito unos segundos.-Supongo, que el siguiente objetivo lógico sería continuar con el legado de la patrulla roja.- dedujo lógicamente.
Cell suspiró con fastidio ante tal respuesta. Le dio la espalda a su creador y dio unos pasos hacia la entrada de la cueva.-Nunca tuve la intención de dominar al mundo.- mencionó con sinceridad. Aunque comprendía las razones del Dr. Gero por inculcar esa idea en él, no le llamaba la atención algo tan banal como reinar sobre otros.
El científico exhalo desmotivado al comprender que otro experimento suyo no había resultado como lo planeó. ¿Cómo era posible que Cell fuera perfecto y aun así, hubiera fallado? Suponía que todo eso ya no tenía importancia. Estando muerto, hay cosas que pierden la relevancia que tuvieron en vida.
-Ya no estás atado a nada.- le dijo a Cell, quien observaba con desgano el paisaje.-Puedes hacer lo que quieras.-anuncio esto último como un intento de animarle.
Aunque se propuso derrotar a Goku, no lo había hecho por las ideas de venganza implantadas por la patrulla roja. Sino que, realmente quería luchar contra él, ya que supuestamente era él más fuerte, o contra cualquiera que pudiera hacerle frente. Eso era lo que lo único que quería.-Yo…logré mi forma final. Logre convertirme en un ser perfecto.-comenzó a decir Cell, sin embargo ese sentimiento que percibió al llegar allí volvió a él y a su mente. Pese a alcanzar la perfección, fue derrotado. No importaba lo fuerte y perfecto que se había vuelto. Había muerto.- Aún así no fue suficiente.-expresó pausadamente en un intento por controlarse, aunque su voz denotaba una gran desilusión.
Al momento de llegar al infierno comenzó a sentir constantemente ese terror interno, ese que sintió por primera vez en la batalla contra el saiyajin. El terror de no ser suficiente. Aquello que se hizo presente en su pelea con Gohan lo estuvo siguiendo hasta ahora. Era algo de lo que no se creía capaz de compartir con nadie. Aun así, expuso sus pensamientos a su creador, pues a pesar de sentirse expuesto y débil, creyó que él podría darle una explicación. ¿Porque no había sido suficiente?
Podía ver claramente la frustración y confusión en el rostro del androide. Para él también era difícil asimilar que su creación perfecta no había dado resultado, pero esto lo atribuía a un error suyo. Podría ser muy listo, sin embargo solo era un simple humano al fin y al cabo.-Cometí muchos errores.-admitió acallando el silencio. En ese momento, viendo a Cell frente a frente, no creyó que ni él ni nadie pudiera crear un ser perfecto como había imaginado.-Errores que no tienen una solución de cálculos.-Decir aquello, le recordó unos momentos antes de morir en la Tierra. Pensó que, no todo se podía calcular. Lo pensó cuando se enfrentó a N17 y N18, también con su batalla con la fuerza del namekiano, y sobre todo, cuando vio en acción a los saiyajins.
Dr gero suspiro. Había sido tan ingenuo.-No hay un número en cuanto a fuerza, que se pueda calcular cuando se pelea contra un saiyajin.- A pesar de aceptar la culpa, no creía que aquello aliviaría a Cell. Aunque fuera 100% biológico, él y su forma de pensar eran similares a las de un robot, ya que coexistió solo con su computadora al momento de desarrollarse. Comprender un error contra las probabilidades, debía ser difícil de procesar para él.
Efectivamente, su rostro expresaba un aturdimiento tal, del cual no estaba seguro si lo seguía oyendo.
-Debí tomar en cuenta la fuerza real de los saiyajins.-comento más despreocupado, restándole importancia en un intento de animar al androide.-Aunque no creo que haya podido hacer algo al respecto, ya que siempre rompen sus límites en batalla.
Ante estas últimas palabras, Cell pareció volver en sí, por lo que de inmediato clavó su vista en el científico y comenzó a caminar lentamente hacia él. Su mirada cruel y despiadada le provocó un escalofrío que recorrió toda su columna. Inconscientemente trago saliva al ver las circunstancias.-Estas en lo cierto, hubo un gran error de cálculos.- mencionó secamente el androide sin quitarle la vista de encima.-Error de cálculos de un simple humano.-A los ojos del Dr Gero, sonó como una amenaza. Por un momento, llegó a creer que moriría, pero ¿No podía morir de nuevo estando allí?¿O si?
Cell se detuvo frente a él con una mirada desafiante.-No creo que la idea de perfección de un humano, sea realmente la perfección.- comentó finalmente. Por su parte, el científico esperaba un ataque, pero en vez ello solo lo observó confundido musitando un leve “¿Eh?”
-Puedo superar la expectativa.-expresó Cell completamente decidido. Todo este tiempo, creyó que había alcanzado la perfección y de hecho, lo había conseguido. Sin embargo, esa superioridad era lo que podía comprender la mente de un humano como el Dr. Gero. Podía llegar más allá de la meta que le propusieron.-Así como los saiyajins pueden superarse, yo también puedo ser más fuerte y sobrepasar la perfección que fue delimitada para mi.
Ciertamente, su actitud era similar a la de un saiyajin. Pensó el científico al ver su decisión.- ¡Si! Hay altas probabilidades de que te vuelvas más fuerte.- aclaro comprendiendo el pensamiento de Cell y también, confirmando sus conjeturas. Al tener las células de saiyajin podría mejorar y ser más fuerte de lo que es.
Era interesante, ya que por alguna razón había conservado su cuerpo. Probablemente, para que este sufriera más estando en el infierno. Aun así podía entrenar como él se había determinado.
Cell le dio la espalda y se aproximó hacia la salida de la cueva para contemplar el paisaje. El Dr. Gero había dicho que podía hacer lo que quería, que no estaba atado a nada.-Quiero…-mencionó en voz alta sin la intención de que el científico le respondiera. Siempre había querido luchar con personas fuertes. Le resulta interesante las batallas y hasta divertido. Viendo el paisaje rememoró que, desde que tuvo memoria, solo había una cosa en su mente. Ser perfecto y el más fuerte. Y por un tiempo lo fue hasta que se dio cuenta que la vida no es tan sencilla como querer algo y alcanzarlo. Siempre puede haber alguien que lo pueda superar. Tristemente descubrió aquello unos instantes antes de morir.-...quiero ser más fuerte.-se dijo con una tranquilidad que no había sentido desde que llegó al infierno.
No. Cell no razonaba como un robot. Pese a ser la primera vez que interactuaba con él, podía ver que podía sentir tanto o más que un humano. Sin darse cuenta, el Dr Gero sonrió aliviado. Cell parecía estar abrumado desde que había llegado allí, pero a diferencia de la mayoría, logró asimilar la realidad con bastante rapidez. Hasta había encontrado un objetivo propio. Aunque fuese simple, se alegraba de alguna manera en que el androide buscará ser feliz. Ese pensamiento lo hizo tener una sensación de orgullo, después de todo él era su creación.
-También me gustaría una revancha.-Dijo pensativo. Pues no había quedado conforme con el resultado de la pelea en su torneo. Para eso, suponía que también tendría como objetivo salir del infierno de alguna forma. Ante esta idea solo suspiro, eso lo vería después. Ahora quería ser más fuerte, para ello debía hacer algo que nunca hizo. ¡Entrenar!
Observó sobre su hombro en dirección al científico, que se sobresaltó al estar en la mira. Sin embargo, el androide simplemente asintió como agradecimiento y acto seguido desapareció en los aires.
El Dr. Gero se aproximó curiosamente cerca de la entrada. Contempló a lo lejos como su mayor y más ambiciosa creación se alejaba hasta perderse en las nubes rojizas.
Indudablemente, consideraba que esa forma de pensar era idéntica a la de Goku. Lo conocía desde que era niño y lo tenía vigilado desde hace años. Se parecían demasiado. Por lo que vio antes de morir, Goku seguía siendo igual que siempre, con un objetivo muy básico como ser el más fuerte. Empezaba a creer que había exagerado en cuanto a los genes de saiyajin que había incorporado en Cell. Se preguntaba si él estaría bien con eso.
Ha vigilado a los guerreros Z, incluyendo a Gohan quien no es 100% saiyajin. Era el caso más similar a Cell. Si algo podía ver en ese chico, aparte de un potencial enorme, era que estaba buscando un equilibrio entre ser un humano y un saiyajin. Esperaba que a Cell no le ocurriera algo así. Siempre temió algo como eso, pero parecía que internamente era bastante estable. Aunque por un lado había fallado en su experimento, por otro fue un gran éxito para sí mismo. Se alegraba de haber creado un ser como él.
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A pesar de tener la idea inicial de entrenar en soledad, era casi inevitable encontrarse con alguien. El infierno parecía ser bastante grande para albergar una cantidad inimaginable de seres, pero aun así era difícil evitar tener contacto. Aunque le gustaba estar retirado de los demás, intentó sacar provecho de esa incómoda situación, ya que la mayoría de ellos eran muy hostiles por lo que podría beneficiarse.
Por el contrario, no se encontraba con ningún oponente digno de siquiera esforzarse en una pelea, todos eran unos insectos debiluchos.-”A este paso, no progresare '' .- pensó Cell observando sin interés el cuerpo del sujeto que acababa de noquear. Suspiro decepcionado de todas las personas con las que se había encontrado. Emprendió el vuelo y a gran velocidad se alejó de la zona más lúgubre.
Aun cuando llevaba unas semanas entrenando solo usando la técnica de la Tri-forma, no sentía realmente un avance o si estaba mejorando. Se sentía igual que siempre, aunque en realidad era difícil de descifrar ya que todos a su alrededor eran muy débiles.
Aproximándose al sector “más colorido” del infierno, divisó el pico más alto que rodeaba la cueva del Dr. Gero y se dirigió hacia allá. Llegando a la cima, contempló el paisaje que, desde ese punto podía tener una vista muy extensa del territorio. Estando allí, simplemente se sentó sobre la pequeña superficie de roca y cerró los ojos para concentrarse en un entrenamiento interno.
Mientras intentaba mantener la concentración, sintió unos ki débiles volar unos metros de distancia de él, pero no se inmuto, ya que no eran una amenaza. Por lo que los ignoró sin problemas para volver a concentrarse. No obstante, no fue hasta unos segundos después que oyó claramente cómo estos sujetos hablaban y bastante fuerte para su gusto. A pesar de la distancia los oyó gritando amenazas y provocando una acalorada discusión. Entre ellos también oyó al Dr. Gero responderles.
Cell gruño molesto, era difícil concentrarse con tanto ruido. Pese a que trato de ignorarlos, los gritos continuaron subiendo de nivel hasta que se escuchó unos golpes de metal, que provocaron que el androide abriera los ojos de golpe.
Observo desde la altura la cueva del Dr. Gero, apenas se veían los sujetos parados en la entrada. Refunfuño irritado ante tal situación, normalmente tenía mucha, demasiada paciencia, pero al caer en cuenta de que su entrenamiento no estaba sirviendo para nada, su serenidad estaba siendo alterada. Casi rozando la frustración.
Por lo que con disgusto, se dejó caer y sobrevoló la superficie hasta la entrada de la cueva. Una vez allí, su sola presencia detuvo en seco a los sujetos para voltear hacia él. Tan solo observo la escena: El Dr. Gero en el suelo con un notorio golpe en su mejilla, rodeado de unos aparatos y herramientas, supuso que eso fue lo que oyó caer. Luego, se enfocó en los individuos que irrumpieron en la cueva. Al verlos, estos se sobresaltaron alarmados ante la presencia de Cell.-¡Ve…vete! .- dijo uno de ellos en un intento de mostrar valor, aunque su voz lo traicionaba.
-¡Si, no es asunto tuyo! .-añadió el otro sujeto demostrando más audacia. El androide no dijo ninguna palabra, solo se quedó inmovil presionando sus dientes con molestia. No había notado lo sensible que eran sus oídos, aunque por otro lado nunca había escuchado a personas tan gritonas.-¡Bien! ¡Tú lo pediste!- dijo antes de lanzarse contra Cell. Este ni siquiera se inquietó, ya que no esperaba nada de alguien tan débil. Al recibir el golpe en el estómago lo confirmo.
En un intento desesperado de volver a atacar, el sujeto se vio embestido por un veloz puño para luego terminar enterrado en una de las paredes de la cueva.
Al presenciar eso su compañero ni siquiera trató de hacerle frente a Cell, solo lo miraba con horror.
Cell por su lado dio un paso para aproximarse al sujeto, pero se detuvo al notar que ambos estaban vestidos con armaduras iguales. Resopló al comprender el porqué de la actitud de esos seres.-¿Son del ejército de Freezer, no es así?-el pequeño hombrecito solo asintió pasmado ante la forma trivial en que le hicieron pregunta. Normalmente, ser del ejército de Freezer provocaba miedo y temor ante los demás, pero pareciese que para su rival no significaba nada en absoluto.-Son una molestia.- afirmó Cell con su voz grave, que provocó escalofríos en el soldado.- Marchense y no regresen.-les ordenó.
Este, con dudas y vacilante caminó hacia su compañero noqueado. Lo cargo sin dejar de ver a Cell, por si trataba de atacar por la espalda. Una vez teniendo el cuerpo en sus brazos se dirigió apresurado hacia la salida, sin embargo antes huir se volvió hacia el interior de la cueva y exclamó.-¡El señor Freezer se enterara de esto!-para luego abandonar el lugar.
Cell solo frunció el ceño con irritación, eran las personas más chillonas que había escuchado en su vida. Se volteó hacia el Dr. Gero que con asombro lo observaba, ninguno dijo nada. El androide le dio la espalda para también abandonar la cueva, cuando el Dr. Gero lo detuvo.-Cell…-lo llamo. Este solo se detuvo y miró sobre su hombro esperando lo que su creador iba a decirle.-Mmm…Gracias.-dijo con sinceridad. No creía que ninguno de sus creaciones tuviera siquiera un poco de afecto hacia su persona, por lo que al menos podría estar agradecido de que Cell sacará la cara por él.
Cell volvió la vista hacia al frente.-Lo hice porque eran muy ruidosos.-respondió con desinterés.
El Dr. Gero suspiro un poco desanimado ante ese comentario. Nuevamente pensó que sus experimentos nunca resultaron como los había planeado. Se puso de pie y se decidió por recoger las herramientas y demás, que esos soldados habían esparcido por el suelo.
El androide en camino hacia la salida, detuvo su paso al casi pisotear un trozo de metal. El científico se apresuró en dirección a él, pero Cell se agachó para recogerlo. Viendo su reflejo en el fragmento, no entendía de dónde pudo sacar ese tipo de objetos, es decir, en todo el tiempo que estuvo en infierno no había visto nada material. Al ver al Dr. Gero llegar a su lado, le entregó el componente. Como respuesta solo asintió con la cabeza y recibió ese pedazo de metal.
Cell dirigió su mirada hacia el interior de la cueva, donde descansaban una gran cantidad de máquinas hechas de diferentes partes. Era como si el científico hubiera replicado su laboratorio en el infierno. Con pocos medios, ya que ningún mecanismo parecía funcionar.-¿Qué construyes?-le preguntó Cell con curiosidad.
-De todo un poco.- respondió llevando su material a una pequeña mesa de trabajo.-Aunque hay muchas cosas que no puedo lograr por la falta de recursos.-Mencionó desanimado. Sabía que podía lograr más, pero estando allí estaba muy limitado.-Por eso vinieron esos soldados. Venían de parte de Freezer, esperando que tuviera algún avance.
Solo se escuchó un sonido de desaprobación por parte de Cell.- Entonces, ¿eres parte del ejército de Freezer?- le pregunto confundido.
-Por así decirlo.- trato de explicar.-Hice un tipo de alianza con su ejército. Ellos me consiguen material o más bien chatarra para trabajar. Y yo en cambio busco una forma de salir del infierno, a mi manera.
-¿En serio crees que puedas encontrar una forma de escapar?- le preguntó Cell algo escéptico.
-Bueno, logré que funcionaran sus rastreadores aquí en el infierno. Tal vez pueda terminar mi máquina para detectar alguna anomalía que nos indique una salida.-comentó mientras observaba una de sus máquinas que estaba abandonada por falta de piezas.-Con respecto al ejército de Freezer, creo que entre todos los tipos extraños que hay aquí, ellos eran la mejor opción. Después de todo, no es buena idea estar solo.
Cell se cruzó de brazos pensando en la posibilidad de estar en el ejército de Freezer. No por las mismas intenciones que el Dr. Gero expuso, sino por sus propios intereses.
Por un lado, era conveniente para su entrenamiento, pero por otro lado no le entusiasmaba la idea de estar con ellos. La utilidad que le podrían ofrecer superaba su molestia de estar rodeado de debiluchos o socializar con ellos. El golpe que le había dado ese soldado al menos le provocó un poco de cosquillas. Era más de lo que ofrecían los sujetos con los que había luchado hasta ese momento. Ciertamente, ese ejército poseían a las personas mas fuertes en el infierno.
-Debería entrenar con ellos.-anunció Cell en voz alta, dando por finalizada su decisión.
-¿Que?¿En serio?-se preguntó confundido el científico.- Tu nivel es por mucho, mayor que todos esos soldados. No creo que tengas competencia.
-Buscaré al más fuerte.-aclaró el androide.- Según los cálculos de la computadora, esos serían Freezer o su padre King cold. Supongo que hablaré con uno de ellos.
El Dr. Gero palideció ante tal idea. Sabía que Cell era más fuerte que Freezer o su padre, pero aun así ese sujeto daba bastante miedo. Incluso si todos estaban muertos, infundía pánico y respeto en todos.-Imagino que Freezer ya te pidió unirse a su ejército ¿no es así?- preguntó con curiosidad.
-Le dije que no, pero no necesito estar en su ejército para entrenar con él.- mencionó con firmeza.
El científico solo suspiro un tanto angustiado en cómo resultaría el plan del androide, y se dispuso a seguir trabajando. Cogió una llave de tuercas bastante maltratada y comenzó a quitar los tornillos de una pieza de metal.- Supongo que estar cerca de su ejército podría funcionar. Sería conveniente si quieres entrenar con él. Aunque sería mejor optar por aceptar su oferta y estar en el ejército.-le sugirió mientras continuaba en su trabajo.-Ya conocí a Freezer y aunque he hablado pocas veces con él, puedo decir que es muy severo. Deberias ser paciente, además sería mejor darle la satisfacción de que te recluto.
-¿Dices que finja estar en su ejército?-preguntó Cell casi por inercia. Aunque la idea que planteaba su creador era bastante clara.
-Solo digo, tendrias mas chance de entrenar con él.- dijo logrando quitar la primera tuerca.- Pero no te decepciones si dice que no. Es bastante altanero.- agregó con desagrado. En realidad, Freezer no le agradaba ni un poco.
-Lo convenceré.- manifestó Cell con confianza para luego encaminarse hacia la salida. Según sus datos, Freezer podría ser el más fuerte del infierno, sino se contaba a sí mismo, pero también se encontraba King Cold, aunque nunca lo vio pelear al máximo. De cualquier manera tenía dos alternativas. Por ahora, Freezer era su mejor opción para entrenar si es que quiere tener algún tipo de avance. Por lo que debía ir a verlo. Suspiró pesadamente antes de volar abandonando la cueva del científico.
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Mientras volaba, no debía esforzarse en identificar el ki de Freezer, sobresalía de la mayoría. Se orientó hacía la parte más oscura de la zona, que él denominó como lúgubre. Ese lugar era bastante desagradable, efectivamente parecía un infierno.
Estando más cerca volvió a suspirar con fastidio. Era una molestia tener que aceptar la oferta de Freezer, no le interesa ser parte del ejército y hacer lo que sea que hagan. Es más, ni siquiera le importaba estar cerca de ellos, pero no tenía otra opción que buscarlo.
Había considerado las palabras del Dr Gero acerca de ser parte del ejército de Freezer. Odiaría darle la satisfacción, pero siempre podía aclarar que no quería estar en el ejército sino cerca de ellos. Y en cuanto a entrenar, si lo hacía enojar por esa petición probablemente tendrían una pelea. Si era así, ganaría sin problemas, pero eso era diferente a entrenar. Era una opción. Suponía que debía ser paciente, tal y como lo sugirió el científico.
Se aproximó a una gran montaña oscura rodeada con nubes rojas, el ki de Freezer lo ubicaba en su interior. Al acercarse a la sierra pudo notar que la montaña tenía un rostro que denotaba maldad.-Apropiado.-comentó Cell para sí mismo conociendo la reputación del demonio del frío.
Al llegar a la entrada, ingreso con cara de pocos amigos. Era una cueva bastante grande, más grande que la de Dr Gero. Allí varios soldados lo observaron alarmados. Uno de ellos de cabello verdoso se le acercó, seguido de unos soldados.-¿Qué se te ofrece?- le preguntó de forma refinada pero con autoridad.
-Busco a Freezer.-respondió con calma.-Necesito hablar con él.
-Está ocupado.-argumento sin pensarlo.
Cell sintió que tan solo se encontraba unos metros al interior de la cueva. No estaba lejos.-Solo hablaré con él.-insistió aunque su tono expresaba molestia por la excusa que le presentaban.
Jeice que se encontraba cerca de la escena, se aproximó al comandante que hablaba con Cell y le susurro al oído.-Señor Zarbon, ese es el sujeto del que le hablamos.- comentó con temor sin quitarle la vista de encima al androide.
Zarbon se sorprendió y exclamó comprendiendo los comentarios que oyó de sus colegas.-Entonces, tú eres Cell. Él que tiene el adn del señor Freezer.-aclaro con nerviosismo, aunque podía mantener las apariencias mejor que otros soldados.-Impresionante.- se limitó a decir mientras observa al androide de pies a cabeza.
-Dile que quiero hablar con él.-exigió Cell sin más.- O yo mismo entro y lo busco.-añadió como ultimatum.
Por su lado Zarbon, a pesar de verse completamente normal, tragó saliva con algo de temor. Pero lo disimuló lo suficientemente bien como para engañar a sus compañeros.-Enseguida vuelvo.- expresó resignado para luego adentrarse más allá de la cueva.
Cell simplemente se cruzó de brazos para esperar. Los demás soldados que presenciaron la escena solo miraban con horror hacia su dirección.
Escucho los murmullos con los típicos comentarios.-“Es ese sujeto”.- le susurro un soldado a su compañero tratando de explicar quién era.-”Da mucho miedo”-oyó comentar a otro.-”¿Viste cuando atacó a Burter?”.-preguntó un tercero.-”¡Si!¡Con el mismo ataque del Señor Freezer!”
Cell volvió a suspirar, no tanto por los comentarios, ya que estaba acostumbrado de infundir temor en todos los que lo rodeaban, sino por que ya se estaba haciendo la idea de que tendría que estar cerca de un montón de cobardes, debiluchos y además, chismosos. Ya podía sentir cómo se arrepentía de su plan.
En eso, Zarbon regresó a la “habitación” y le indico que lo siguiera. Caminaron por un túnel que tenía conexiones a más pasadizos. Sin embargo, pasaron de largo a estos para seguir en línea recta donde se podía divisar un destello de luz al cual se aproximaban. Al llegar, Cell miró a su alrededor confundido, al parecer cruzaron hacia el otro lado de la montaña donde había un balcón hacia el exterior. De haber sabido que Freezer estaba en un balcón al aire libre no hubiera llegado por la entrada.
Al verse entre el gran Freezer y el más reciente ser, que era bastante similar al susodicho, Zarbon se retiró lentamente esperando que esta pequeña reunión no pusiera de mal humor al emperador. Si eso era posible, más tarde se desquitaria con los soldados.
Freezer tenía su atención en un rastreador el cual estaba utilizando. Sin embargo, lo dejó a un lado para volverse hacia su visitante.-Cell.-dijo con un tono ostentoso, característico de él. No solía recordar muchos nombres, debido a lo basto de su ejército. Sin embargo, acostumbraba recordar a personas en específico. No todos los días conocía a alguien quien poseía su adn y técnicas.- Dime ¿Qué se te ofrece?-preguntó servicialmente, aunque ya sospechaba la razón de su visita.
Cell frunció el ceño por su falsa sonrisa crédula. Sin embargo, no pensaba demostrar lo mucho que le incomodaba esa situación.-Yo…acepto estar en tu ejército.-declaró con algo de dificultad, ya que sentía como se retractaba de su última conversación con Freezer. Este sonrió altaneramente, por lo que el androide contuvo un gruñido. Ya estaba considerando a King Cold como su otra opción, aunque de la misma manera debía estar cercano al ejército.
-Ya veo.- dijo finalmente Freezer con superioridad.- Ya te habías tardado.- añadió esto último con gracia.-Creí que vendrías mucho antes.
Cell frunció el ceño y desvió la mirada aun tratando de mantener su orgullo.-Solo lo hago porque podrían ser útiles.-comenzó a explicar.- No quiero estar en el ejército, sino estar cerca.- comentó libremente sus intenciones. Freezer lo observó suspicaz, no era tan relevante que legalmente estuviera en el ejército, pero sí era importante para él tenerlo cerca para estar al tanto.- No tengo porque ser llamado “parte del ejército '' .-afirmó sin esconder su disgusto.
Freezer resopló ante la determinación de Cell.-Como gustes.- le concedió el emperador sin preocupación alguna.- Puedes “estar” con el ejército.-aceptó recalcando la palabra estar.
Cell solamente dijo “Bien” y se cruzó de brazos un poco incómodo. Por su lado, Freezer sonrío complacido, ya que de alguna forma sabía que ese sujeto se uniría a él, tal y como quería. Este aún se cruzaba de brazos, molesto por la conversación que tuvieron. En cierto modo, Cell le recordaba un poco a él mismo cuando era más joven. Él también hubiera reaccionado de una forma similar a esa situación. Tampoco le hubiese gustado tener que unirse a un ejército en contra de su voluntad, sobre todo si con anterioridad se había negado.
-Te advierto que nunca he trabajado en equipo, así que no prometo nada.-comentó Cell llamando su atención.-Ni tampoco he estado cerca ni convivido con gente. Así que tampoco pienso cambiar de actitud y ser blando con los demás soldados.- esto último lo remarco ya que notoriamente, todos le temían por su presencia o por su forma de ser.
Freezer pensó que eso último era un poco extraño, pero podía comprender ese comentario.-Entiendo perfectamente. Pero aun así, es casi inevitable convivir con gente aquí en el infierno. Así que será mejor que te acostumbres.-le advirtió con sinceridad. Incluso, también era difícil para él, tampoco le gustaba estar rodeado de gente.
Aunque más allá del comentario de Cell, el emperador se preguntaba cómo es que este logró vivir una vida sin hablar o estar cerca de alguien. Pese a ser pura curiosidad necesitaba saber ¿Como lo había logrado? Se aclaró la garganta llamando su atención y procedió a preguntar-¿Cómo es posible que, nunca conviviste con otros seres?
El androide se extrañó por esa pregunta, pues no pensaba que Freezer tuviera un interés en sus razones para no colaborar con el ejército. Pero aun así, no le disgustaba explicar la causa de su carencia de sociabilidad.-Durante mi creación, estuve solo con una computadora programada hasta que nací.-comienzo a esclarecer el asunto como si no fuera nada del otro mundo.-Cuando desperté me vi en la necesidad de viajar en el tiempo hacia el pasado. Hasta ese punto no había hablado con ningún ser vivo.-mientras relataba su historia, Freezer gradualmente se sentía más descolocado ante lo irreal de la explicación.-Fue en este presente en que hablé con algunas personas. Unos días después falleci, así que fueron muy pocas las personas con las que pude conversar. Por eso no estoy acostumbrado.-concluyó con total normalidad.
-”¿Viaje en el tiempo?”-se preguntaba incrédulo. El androide no tenía cara de estar bromeando, se le veía muy serio. Definitivamente, Cell era muy extraño. Sobre todo pensar que pudo lograr una hazaña como viajar en el tiempo, sin embargo, trato de obviar ese tema después de todo, ser una criatura de laboratorio con sus células ya era sorprendente. No le extrañaba que su creador pudiera construir una máquina del tiempo, ignorando las leyes universales.
Aun así se concentró en otro detalle que saltó a su vista. Resoplo con humor al comprender la forma de ser de Cell.-Ahora entiendo porque todo este tiempo sentía que hablaba con un infante.
-¡¿Qué dices?!-Cell levantó la voz descolocado por ese comentario.
Rápidamente, levantó su dedo para acallar cualquier protesta de Cell y continuar con su apreciación hacia él .-Parece que tu vida fue muy corta. Tanto que apenas comenzabas a vivirla.-analizó el emperador mirando desafiante a Cell ante cualquier objeción. -Por esa razón, aunque físicamente aparentas ser alguien maduro, en tu interior eres como un niño que no sabe cómo actuar.-finalizó apuntando al androide delatando su interior.
Cell se mantuvo en silencio perplejo ante tal revelación. Pensaba que en cierto modo, Freezer tenía un poco de razón. Su vida fue muy corta y no tuvo la oportunidad de vivir plenamente, ya que fue eliminado de forma prematura. Además, a pesar de seguir las órdenes de una computadora, ya sea para enfrentarse contra Goku, después de morir no sabía qué hacer. Incluso le preguntó al Dr Gero. Había sido complicado.
-Entonces, si estás bastante confundido como pensaba.- comentó el emperador con superioridad, interrumpiendo sus pensamientos.
-¡No!- le exclamó molesto. Aunque se sentía irritado y con muchas ganas de golpear la cara de engreído de Freezer, se contuvo. Debía apegarse al plan. Desvió la mirada, seguido de un gruñido exasperado.- No estoy confundido.-aclaró pese a sentir una extraña sensación ante tal afirmación. Efectivamente había estado solo todo el tiempo. A pesar de ser programado con las habilidades básicas de cualquier ser vivo, le era difícil comprender emocionalmente a los demás. Incluso comprenderse a sí mismo.
Esa sensación extraña. Se sentía ¿Avergonzado?
Era difícil de descifrar. Aunque se dijo que encontró su objetivo, de igual forma se encontraba perdido y confundido ante este nuevo mundo al que estaba forzado a vivir. ¿Cómo es que Freezer pudo notar esos detalles con tan solo hablar con él?
El emperador simplemente rió por la reacción del androide, llamando su atención.-La mayoría se siente así en las primeras semanas. Supongo que es complicado asimilar el cambio.- comentó sin darle importancia al hecho de llegar al infierno .- Al menos eso creo, aunque a mi parecer no pienso que sea algo tan intrincado de confrontar.
-Yo no tengo que asimilar nada. Puedo controlar este cambio.- sostuvo con firmeza, a pesar de sus pensamientos. Tal vez se había visto un poco afectado al enterarse que perdió la batalla contra Gohan y algo desorientado por no tener un propósito después de su muerte. Pero eso ya lo había aceptado. Tenía una nueva meta, se encontraba bien. Se dijo a sí mismo, sin embargo, aquello no era lo más le molestaba de llegar al infierno.-Solo me molestan los seres que se encuentran aquí.- expresó con algo de frustración.
Freezer sonrió burlón. Efectivamente tenía una actitud como la de un infante. Pero en respuesta solo se encogió de hombros despreocupado.-Todos aquí tuvimos una vida antes de morir, pero en tu caso es entendible que comiences a desenvolverte como un ser vivo.- mencionó con tal lógica que Cell solo se limitó a escuchar atento sin mover un músculo.- Relacionarse con otros seres es común.- mencionó sabiendo que incluso para él, en su infancia fue complicado habituarse a la compañía ajena.
-Ese no era el objetivo de mi creación.- aclaró el androide observando tajantemente sobre su hombro.
El emperador volvió a encogerse de hombros como si lo que decía no fuera relevante.-Siendo que es la primera vez que pasas por esto, y pese a estar muerto, deberías considerar esta como tu primera vida.- Cruzó su mirada con la de Cell. Este se mantuvo imperturbable en todo momento.-A fin de cuentas, todos vivimos esta vida por primera vez.-finalizó con una sonrisa perversa al ver como el androide se vio afectado.
Después de oír ese comentario, se mantuvo en silencio por unos minutos hasta que simplemente emprendió vuelo. Freezer observó como este se alejaba. Indudablemente era único, pensó acerca del androide. Aunque no opinaba aquello como un halago, sino por lo peculiar que resultaba ser.
Debía ser poderoso y aunque no lo aparentaba físicamente, por dentro era un niño aterrado por enfrentar cosas comunes. Aquello podría ser una ventaja o en el peor de los casos, una gran desventaja para su ejército.-”Si lo manejo bien, podría ser de utilidad.”
El androide creía que, tal vez había interpretado mal a Freezer desde un principio. Si era vanidoso y una gran molestia, pero también muy analítico. Aborrecía la idea de estar cerca de él, ya que al parecer podía ver cosas en su persona que ni él mismo había notado.
Mientras sobrevolaba la zona, contempló una gran variedad de soldados en la cercanía de la montaña. Gruño molesto por las palabras dichas por el demonio del frío. Admitía que tenía razón y eso era lamentable. Era la primera vez que pasaba por esas situaciones, al igual que lo haría un niño que recién comenzaba a vivir.
Aun se sentía extraño. ¿Seguía avergonzado? Avergonzado de sí mismo.
Al no tener el mismo tipo de crecimiento y desarrollo que todos en el infierno, lo hacía sentir inferior. Seguramente, ese demonio del frío había hecho esos comentarios a propósito para hacerlo sentir insignificante.
Ante ese pensamiento, cayó en cuenta de que había olvidado decirle a Freezer que entrenen juntos.
Freezer podía ser muy persuasivo para meter ideas en su cabeza, hasta olvidó la razón por la cual había ido a verlo. Suspiró enfadado de sí mismo. Después le preguntaría, si no tendría a King Cold como su segunda opción.
Aunque su idea en mente era solo entrenar, su conversación con Freezer volvió a él al punto de envolver sus pensamientos por completo. Lentamente comenzó a descender hasta detenerse en el borde de un risco.-Mi vida…-siguió pensando con incomodidad.
Pasó por muchas cosas. Estuvo durmiendo en una incubadora por varios años, luego viajó a través del tiempo, absorbió mucha energía y a los androides para alcanzar su máximo poder. Después esperó 10 días para morir en una batalla. No estaba seguro de que a eso se le pudiera llamar una vida. O por el contrario, tal vez vivió al máximo.
Y aun así, no imaginaba terminar ahí. Sin haber experimentado lo que Freezer definió como común. A diferencia de los demás del infierno que ya pasaron por esas situaciones comunes, para él era su primera vez.
“Todos vivimos esta vida por primera vez” Recordó las palabras de ese demonio del frío.
Aunque aún sentía un gran desagrado hacia él, sus palabras podrían llegar a interpretarse de una forma distinta.
Reflexionando frente a un gran paisaje infernal, estas palabras y su propósito, cambiaron gradualmente. Llegaron hasta reconfortarlo de cierta manera. A pesar de sus fracasos, de estar muerto, y de enfrentar la idea de que recién estaba comenzando a vivir, esas palabras lo animaron a continuar y a seguir adelante. A pesar de todo, tenía la oportunidad de continuar y seguir aprendiendo.
-"En este momento, tengo esta oportunidad”- presiono su puño con intensidad y decisión.-”Superaré mis límites y lograré rebasar las barreras de lo que se creía que era la perfección.”- sonrió con confianza. Al igual que en la Tierra alcanzaria su objetivo. Era un sentimiento familiar que había vivido y podía entender.
Se volvería más fuerte.
Chapter 2
Notes:
¡Hola a todos!
Acá está el segundo capítulo. Esta vez es más corto que el anterior (más o menos como la mitad) Creo que la mayoría de los capítulos serán de este largo. Pienso que es más cómodo para mi :DDisfrutenlo :3
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 2:
Al día siguiente se hizo un llamado al ejército para una reunión. Según se enteró el androide, por parte del Dr Gero, hacían reuniones de vez en cuando para estar al tanto de los territorios o de alguna novedad en el infierno.
A pesar de no ser directamente convocado, Cell asistió de todas formas ya que, en efecto, él no estaba enterado de nada de lo que ocurría allí. Además como también le mencionó el científico, el ejército de Freezer buscaba una forma de escapar del infierno, por lo que era conveniente para él enterarse de todo lo que se había descubierto hasta el momento. Después de todo, igualmente quería salir de allí.
Había una gran cantidad de soldados tanto en el interior como en el exterior de la cueva. Parecía que su ejército era más grande de lo que había supuesto, ya que no todos pudieron entrar, y eso que la cueva era muy grande.
Al ingresar junto con el Dr. Gero, muchos de los soldados abrieron el paso con tan solo verlo. Para empezar destacaba al tener una apariencia tan singular, además de que era bien sabido su nivel de poder, que según decían podía rivalizar con el emperador.
Unos soldados frente a él se alarmaron al ver como se acercaba y de inmediato se desplazaron hacia un costado para evitarlo.-“Ese es el sujeto modificado biológicamente”- le susurró uno de los soldados a su compañero.“Te dije que es parte del ejército.”-mencionó el otro.
A pesar de que se perdieron entre todas las personas, Cell escuchó claramente esos comentarios.-”¿Qué rayos? ¿Cómo es que unos simples soldados sabían eso?”- Viendo a su alrededor, noto que la mayoría de las vistas estaban fijas en él. Muchos murmuraban acerca de su reciente integración en el ejército y como esto los incomodaba debido a que se trataba de un ser creado en un laboratorio. Pese a ser biológico, los aterraba. Personalmente a Cell no le incomodaban esos comentarios hacia él, sino la forma chismosa en que lo comentaban.-”Las noticias vuelan”- se dijo a sí mismo con ironía. Parece ser que las habladurías eran la principal característica del ejército de Freezer.
Estando de pie se cruzó de brazos y suspiró impaciente esperando quien sabe que. Se suponía que Freezer había llamado a una reunión, pero no lo podía divisar en medio de tantos soldados. Sin embargo, al echar una rápida mirada a su alrededor vio a King Cold. Debido a su presencia y a su altura, pese a estar sentado, destacaba más que si mismo. Cell suponía que a la vista de todos, King Cold aparentaba ser amenazante y peligroso, pero lo único que él veía era su segunda opción para entrenar. Con esto en mente, se dirigió hacia él para intentar entablar una conversación amistosa. Si lo que quería convencer de algo, debía ser cortés.
Cuando se estaba aproximando, Dodoria se entrometió en su camino al ver que se acercaba a King Cold.- ¿A dónde crees que vas?- lo confronto con algo de temor, ya que había visto de primera mano una de sus técnicas. Pero de igual forma, no podía permitir que alguien se acercara así como así al demonio del frío.
Cell simplemente lo señaló y con un pequeño movimiento arrojó al soldado a un lado con su telequinesis. Ya le estaba hartando esos soldados que le negaban hablar con otros. Además debía agradecer que no uso casi nada de fuerza. Hecho esto, dio unos pasos hacia King Cold a lo cual nadie más se animó a detenerlo.
Este observó impresionado al androide. Tenía curiosidad por el sujeto que, como había escuchado por ahí, tenía sus células. La telequinesis era una característica de su raza, pero por otro lado había más seres que podían manipular objetos con la mente.
-King Cold.- Llamó su atención y la de los soldados alrededor, quienes expectantes observaban la escena, esperando una discusión o pelea.-Un gusto. Mi nombre es Cell.-se presentó amablemente, aunque en un tono algo altanero.
Para asombro de todos, nada pasó. Incluso King Cold le sonrió de vuelta.-El placer es mío.-respondió cortésmente.- He oído mucho de ti.
Cell intentó no fruncir el ceño. Seguramente, varios soldados ya le habían hablado acerca de sus células, que había sido creado en un laboratorio y quién sabe qué más. -¿Qué ha oído? - pregunto en un intento de no perder la cordialidad.
-Que eres muy fuerte.- le respondió con entusiasmo, aunque era notorio que no lo decía con seriedad. Obviamente reconocía su poder, pero no estaba al tanto de la realidad. Si no estuviera muerto, podría matarlo sin problemas. Cell resoplo hastiado por esa actitud. Lo subestima.-Me alegra que te hayas unido a nosotros.
-En realidad, no los necesito.-aclaró Cell para el espanto de King Cold.-Todos son unos debiluchos.-manifestó presumidamente.
Su rostro cambió inmediatamente, lo vio con seriedad. No le estaba gustando su forma de expresarse.- Entonces, ¿Qué pretendes aquí?- exigió saber el demonio del frio.
-Creo que me podrían ser de utilidad.-dijo honestamente.-Y supongo que el sentimiento es mutuo.- concluyó como si no fuera nada del otro mundo. Después de todo, si lo habían reclutado era porque querían usar su poder.
Dicho esto, King Cold se levantó para imponer respeto. Ese sujeto, era descortés e insolente y aunque ese ya no era su ejército, no era la actitud que deberían tener los soldados. Sintió el impulso de enfrentarlo, su ki se elevó estrepitosamente por unos segundos, sin embargo de inmediato volvió a ser el mismo de siempre. Podía controlarse bastante bien. No todo se resolvía en una batalla para él.
Por su lado, Cell por primera vez tuvo que alzar su cabeza para ver fijamente a alguien. Era un ser demasiado alto. Con respecto a su Ki, lo tenía registrado y sabía que su nivel de poder era alto. Esa pequeña muestra no lo intimidó en absoluto. Sabía que era más fuerte que él. Pero al ver esto, una pregunta llegó a su mente. ¿King cold sería más fuerte que Freezer?
Ante la serena reacción de Cell, el demonio del frío se encorvó para estar más cerca de su rostro.- Tienes agallas.-mencionó en un tono amenazador.-Pero no olvides que aquí, eres solo un simple soldado.
Sin preocuparse, el androide se encogió de hombros.- Ni siquiera me considero un soldado.- dijo orgulloso al no sentirse parte del ejército.
Entre varios soldados desconcertados que observaban el encuentro, el Dr. Gero se sujetó la cabeza con una mezcla de temor y pena ajena. Empezaba a creer que Cell en realidad no sabía cómo comportarse.- Cell ¿Porque no mejor nos adelantamos?- intervino el científico antes de que hubiera un combate. Sujeto al androide del brazo con intención de sacarlo de allí. No tenía tanta confianza con él, pero al menos esa acción llamaría su atención.
Cell lo vio confundido sin comprender qué sucedía, pero al ver su cara parecía que había algo que no estaba haciendo bien, por lo que se dejó llevar por él.
-”Esa actitud vanidosa y arrogante”- pensó King cold al ver cómo ese sujeto se alejaba. Fue inevitable pensar en Freezer cuando era un niño. Él también era presumido como ese tal Cell. Aunque su hijo podía comportarse como quisiera y ser así de presuntuoso con él, pero no le agradaba esa actitud en un extraño.- Es indisciplinado.- se dijo a sí mismo con desconfianza.
Después de alejarse de la escena, el científico lo soltó ahora más calmado.-¿No dijiste que intentarías ser amable?-se quejó el Dr. Gero, casi sentía que lo estaba regañando.
-¿No lo fui?- se preguntó Cell. El científico solo negó con la cabeza.
Ante esa respuesta, sintió un poco de preocupación. Si no había dado una buena primera impresión corría el riesgo de que King Cold no quisiera entrenar con él. Frente a esa duda, volteo sobre su hombro para verlo. Tenía una cara de pocos amigos. Eso no lo atemorizaba, pero detecto algo de odio hacia él.-”Tal vez debería pensar más antes de hablar.”- se dijo reflexionando. Aunque en el fondo no lamentaba sus palabras, después de todo no se dejaría menospreciar por un ser tan débil como King Cold.
Todas las voces murmurando se callaron cuando Freezer, se aproximó a una plataforma de piedra y carraspeó llamando la atención de los presentes. Proyectó una imagen holográfica a la vista de todos desde un pequeño aparato, dando por iniciada la reunión. Comenzó hablando acerca de los territorios que ya fueron inspeccionados recientemente. Y preguntando a cada grupo cuáles eran sus avances y si es que hubo algo sospechoso en el terreno.
Uno a uno iban informando sin ninguna novedad. A medida que los soldados daban su reporte, la imagen era modificada para actualizar los datos.
Mientras la misma historia se repetía, Cell observaba el mapa con atención. Había muchos sectores en rojo, entre ellos la cueva en la que se encontraban. Y aunque aún habían terrenos en el mapa sin ninguna marca, los sectores en rojo eran bastantes extensos. El androide no tenía muchos conocimientos de cartografía, pero debía admitir que era asombroso la cantidad de terreno que habían ganado. Era como 5 veces el área de la Tierra. Sin duda, Freezer lideraba el sector más grande del infierno, y por su actitud podía deducir que planeaba conquistar todo el infierno si era necesario.
También llegó a comprender con más exactitud los planes del ejército y como se ejecutaban. Básicamente, se hacían con los sectores a la fuerza, desplazando a quienes los habitaban y luego buscaban en ellos si había una forma de salir del infierno. Ya que, como Freezer había dejado en claro, todos ingresaron al infierno de alguna forma, además de que parecía ser que había otros seres "no muertos" trabajando allí. Ya sea entrada o salida, estaban decididos a encontrarla.
-Soldado Dodoria.-enunció esta vez el emperador ante la expectativa de los demás soldados.
Era el área más llamativa y la que tenía más probabilidades en que se hallara algo por más mínimo que fuera. Pese a que muchos tenían esperanza de un hallazgo, Dororia informó apenado que no se había encontrado nada.
Solo bastó con la mirada despiadada de Freezer para helar su sangre.-Lo lamento mucho.-se disculpó de inmediato Dodoria agachando la cabeza con temor.- Volveremos a revisar más a fondo.
-Eso espero.- declaró el emperador con disgusto. Terminado ese tema, acto seguido clavó sus ojos en Zarbon esperando su reporte.
Este se sobresaltó como siempre. Era normal que Freezer estuviera de mal humor y pidiera resultados, y por supuesto, era normal que estando en el infierno no recibiera buenas noticias. Así que como siempre intento hablar sin demostrar temor en su voz.-También lo lamento Señor, pero tampoco hemos encontrado nada.- comunicó de forma igual de lamentable que su compañero.-Con respecto a los ogros, no hemos visto tantos como antes, pero aún se mantiene un número moderado.-se apresuró a decir antes de cualquier reprimenda por parte de su jefe.-Y todavía no podemos calcular la hora en la que llegan o se van, ya que siguen siendo bastante irregulares.
-¿Ogros?- se preguntó Cell confundido.
El Dr. Gero, quien se encontraba junto a él, le susurro por lo bajo para no llamar la atención.-Son trabajadores del infierno. Siempre vienen de alguna forma, nadie los ha visto llegar o irse.
-Bien.-expresó Freezer aún molesto por la noticia.-Sigan vigilando a los ogros, sin acercarse. No los espanten. Deben seguir con su rutina.-ordenó severamente el emperador.-Si disminuye el número, da el aviso. En tal caso, recurriremos a un levantamiento.
Por su parte Cell estaba pensativo. Nunca había visto ningún trabajador allí o eso creía. Si esos trabajadores no estaban muertos, no debían llevar aureolas sobre sus cabezas. Ante esa afirmación, no estaba completamente seguro de que todos los seres que vio llevarán una aureola.
Mientras meditaba, de pronto recordó a esos seres que trataron de retenerlo en aquella oficina. Se comportaban como empleados, hasta tenían trajes. Si se trataba de ellos, podrían tener una forma de salir de ahí. El problema era que nunca los veían llegar.
Finalmente Freezer, marco las áreas en el holograma y anunció que esas eran las nuevas áreas para vigilar y que a los grupos les van a enviar esa información por los rastreadores.-Planthorr. Malaka - llamó a los científicos, que se diferenciaban bastante de los soldados que eran guerreros.- ¿Han tenido avances?
Ellos murmuraron nerviosos entre ellos hasta que el ser reptiloide se atrevió a responder.- Aun no, pero…
-La próxima vez espero algo.-demandó Freezer a lo que ellos asintieron angustiados. De inmediato, buscó con la mirada entre los soldados al Dr. Gero, quien se encontraba junto a Cell.
No hizo falta que el demonio del frío volviera a preguntar, ya que de inmediato el científico dio su reporte.-Al igual que la última vez, no hay mayores avances por falta de material.-comentó preocupado ante la reacción del emperador.
Antes de cualquier queja por parte de Freezer, el androide se adelantó.- Yo tengo una pregunta.- dijo directamente a Freezer y llamando la atención de todos los presentes. A pesar de que nadie le diera la palabra continuó.- ¿Hay algo en el cielo?-Según creían los humanos, el infierno se encontraba abajo y el cielo arriba. Y como el infierno en el que estaban no era muy diferente a las ideas humanas, esperaba que hubiera algo. Tal vez esa oficina en la que había estado era el cielo o una especie de limbo.
Una de las primera cosas que hizo al llegar al infierno fue volar al cielo. Pero este parecía no tener fin. Voló por un largo tiempo hasta que desistió y volvió a tierra. Aunque no sentía ningún ki sobre ellos, era sospechoso que no hubiera nada. Siendo que el ejército lleva más tiempo allí, supuso que ellos podrían saber algo al respecto.
Muchos observaban sorprendidos por la familiaridad con que el nuevo soldado le habló a Freezer. Uno de los soldados, quien estaba a unos pasos de Cell, saltó sin pensarlo y le enfrentó pese al temor que provocaba.-¿Cómo te atreves a dirigirle la palabra así al Señor Freezer?.- el androide, que se encontraba cruzado de brazos, le dio una mirada aterradora que congeló de miedo al soldado que lo increpó y también a varios más detrás de él. Cell solo resoplo sin ganas de escuchar las quejas de un debilucho. Lo ignoró y volvió su vista hacia el demonio del frío esperando una respuesta de su parte.
A Freezer no le daba tanta importancia a que Cell se expresara así. Además lo atribuía a sus mismas células, era algo que no se podía cambiar.-No hay nada.- le respondió tranquilamente ante la impresión de todos.-Exploramos los cielos en busca de algún área diferente al infierno. Pero se extendía infinitamente.
El androide chasqueó la lengua.-”Lo suponía '' .- se dijo a sí mismo con frustración. Aunque su intento de llegar al cielo tuvo el mismo resultado que el ejército, no dejaba de pensar lo mucho en que se parecía el infierno con la creencia de los terrícolas. Algo le decía que debía haber algún tipo de otro mundo sobre ellos.
-Y Cell...-volvió a hablar Freezer llamando la atención de todos los presentes.- Te reportaras con las tropas Ginyu.-Dicho esto, se oyó un alivio colectivo por parte de todos los soldados a excepción de los mismos soldados Ginyu que exclamaron asustados ante tal noticia.
El androide solo siguió las miradas de la mayoría de los soldados que se lamentaban por sus compañeros. Al reconocerlos solo suspiró disgustado. Eran unos debiluchos.
Muchos habían estado expectantes desde el momento en que se enteraron que Cell se unió al ejército y más aún al pensar de qué grupo sería parte. Y más expectantes estuvieron todos cuando Freezer extrajo un rastreador y lo hizo levitar en dirección al androide, quien lo recibió confundido.
Por su parte, Cell no entendía porque le daban uno de esos rastreadores. Sin embargo, poco a poco comprendió gracias a los murmullos de los soldados la importancia de estos artefactos. Más tarde el Dr Gero, le explicaría que en el ejército no habían tantos rastreadores disponibles, por lo que solo los tenían los soldados más importantes o de alto rango.
Mientras que, el demonio del frío consideraba que Cell teniendo un alto nivel de poder y de capacidades, le haría bien ver las áreas que eran resguardadas por los Gyniu. Igualmente ellos podrían mantenerlo informado acerca de cualquier actividad sospechosa que ese androide pudiera estar tramando. Si bien, no tenía tantos rastreadores para darse el lujo de distribuirlos a cualquiera, con uno de esos podía vigilarlo con más proximidad.
Cell observó el objeto en su mano algo avergonzado de que un guerrero de su nivel tenga que usar algo así. -”¿Y yo para qué quiero un rastreador?”- se preguntó a sí mismo con fastidio al no verle una utilidad a ese aparato.
Tras esta escena, se dio por terminada la reunión. Comenzaron a salir y a reunirse afuera para sus nuevas misiones, y explorar más territorios.
Cell dio unos pasos fuera de la cueva, sin embargo se quedó de pie a unos metros de la entrada. En sus pensamientos no podía creer lo ineficaz y sobre todo, lo tardado que era el plan de Freezer. El infierno debía ser un lugar enorme, después de todo ese era el lugar donde iban todas las almas malvadas del universo. Incluso llegó a pensar si era posible examinar todo ese lugar. Observó el rastreador en su mano con ira. Estaba comenzando a pensar que acercarse al ejército y fingir ser parte de ese plan absurdo, no era la mejor forma de lograr entrenar con Freezer.
Varios soldados que salían de la cueva observaban a Cell y lo furioso que se veía, por lo que lo rodearon con temor para no llamar su atención.
Al salir de la cueva, Freezer observó al androide con sospecha. Se aproximó calmadamente a él sin dar señales de desconfianza.
Por su parte, Cell desvió su atención del rastreador e intentó no verse impaciente. No le gustaba para nada aparentar, fingir ser amable o seguir el dichoso plan, pero después de su conversación con King Cold, comenzaba a creer que lo había perdido como segunda opción. Solo tenía a Freezer como primera y única alternativa.
-¿De donde conoces al Dr. Gero?-preguntó con curiosidad el demonio de frio, ya que lo había visto llegar con él y también vio cómo intercambiaron unas palabras. Algo que no todos se animaban a hacer.
-El Dr Gero es mi creador.-respondió pretendiendo no sonar tan seco.
-Ya veo.- mencionó Freezer. Todo parecía tener más sentido. El Dr Gero era un científico brillante, incluso más que los científicos de su ejército. No le extrañó que hubiera creado algo como Cell en base a su adn.
Cell aunque solía tener mucha paciencia, se estaba exasperando. Su único objetivo era entrenar con él. Sin embargo, a cada momento se decía a sí mismo que debía ser paciente. Lo mejor que podía hacer era esperar a que pasara un tiempo, así Freezer se podría acostumbrar a él. Según le sugirió el Dr. Gero.- “Apégate al plan” se dijo para calmarse. -Tu plan…-comenzó a decir Cell llamando la atención del demonio del frío.- ...creo que es simple. Hasta parece inutil.-señalo sin más. Aunque trato de no oírse desagradable, no podía cambiar el hecho de que era alguien muy honesto, ya sea para bien o para mal.
Freezer lo observó con seriedad por unos instantes, pero simplemente se cruzó de brazos.-Sé que mi plan no es el mejor, pero es lo único que se podía hacer en esta situación. Después de todo, no hay muchos recursos.-Hablo como si esa situación fuera un proyecto que intentaba mantener a flote.-Llevamos 3 años buscando una forma de salir. El infierno es tan grande que debería haber una salida.-Cell lo contempló con asombro. Aunque ambos tomaban en cuenta lo extenso que son los terrenos del infierno, Freezer veía oportunidades. En cuanto a él, solo veía un trabajo largo y tedioso.
-Antes de llegar aquí, atravesé unas nubes y después de eso, llegue a una oficina donde había un sujeto gigante. -comentó Cell por su experiencia al mismo tiempo en que rememoraba sus palabras. -Recuerdo que también habían otros individuos. Supongo que con esos ogros que mencionaron. Luego, me mandaron al infierno. ¿Ese lugar se encuentra por aquí? Podria ser una salida.-pregunto ingenuo.
Para Freezer no era nada nuevo. Al igual que su idea de volar hasta "llegar al cielo", la existencia de esa oficina ya había sido contemplada.-También recuerdo lo mismo.- declaró indiferente.- Todos los soldados mencionaron ese lugar por el cual llegaron. Aunque en algunas partes del infierno hay oficinas, ninguna es esa.- esto ultimo lo menciono de mal humor al no poder localizarla.-Debe haber una forma de llegar…
Cell solo sonrió impresionado.-Veo que tienes todo analizado. Entonces ¿Esa es tu forma de salir de aquí? ¿Encontrando esa oficina?
-Por el momento.-admitió arrogante.- Es un plan B.
-¿Plan B? -se preguntó Cell algo confundido. ¿Y cuál es el Plan A? - se cuestionó, pensando que en realidad tenía un mejor plan.
-Revivir.- contestó con determinación.
Le tomó unos segundos procesar ese plan. No conocía nada acerca de extraterrestres, pero revivir a alguien sólo podía lograrse de una forma según su experiencia.-¿Con las esferas del dragón? - pregunto incrédulo ante la idea de otra posibilidad.
-¡¿Las conoces?! - dijo Freezer por inercia.
Cell asintió.- Si, las esferas que conceden deseos.-comentó serenamente, sin rastros de malicia o pesadez. Aunque Cell decía no haber convivido con nadie en su vida, poco a poco comenzaba a sonar como alguien más comunicativo.-Aunque…-agrego de inmediato, provocando un desagrado en el demonio de frío.-...tu plan dependería de que alguien vivo, supongo que de tu ejército, utilice las esferas para revivirte.-comenzó a explicar recordando todos los datos que la computadora había recabado acerca de las esferas del dragón.-Siendo que las esferas se encuentran en la Tierra y quienes las utilizan son en su mayoría Goku y su grupo de amigos, dudaría que alguien de tu ejército pudiera llegar al planeta, reunir las esferas y revivirte sin que ellos se den cuenta.-concluyó con lógica.-Al menos, suena como una misión muy difícil.
Freezer se irritó ante ese comentario. Su plan de revivir era algo soñador y complicado, pero no imposible. En cualquier caso, era optimista. Confiaba en que su ejército encontraría la manera de usar las esferas del dragón. Por otro lado, se sorprendió de que este conociera a Goku. Aunque en retrospectiva, el Dr. Gero era terrícola y Cell al ser creado en la Tierra debió enfrentarse al saiyajin en algún momento. Recordar ese maldito entrometido lo ponía de mal humor.
-Aunque a mi tambien me gustaria revivir.-Admitió el androide.-Quisiera tener una revancha.
El demonio de frío lo observó con cara de pocos amigos. Aunque tenían un parentesco, cada vez veía más de sí mismo en él. Finalmente suspiro aceptando los hechos por más molestos que fueran.-Es otra cosa que tenemos en común.-reconoció con franqueza.- Aunque más que una revancha, planeo mi venganza.
-Ya veo…-dijo en voz alta. Aunque él también guardaba represalias contra Gohan y un poco contra Goku, no sentía un deseo puramente de venganza, sino de volver a combatir. Al tratarse de un sentimiento similar, creyó que esto ayudaría a su causa.-…tenemos más cosas en común de lo que creía.-expuso Cell con una sonrisa que él describiría como encantadora. Ciertamente, podía sonreír de forma encantadora espontáneamente, sin embargo cuando trataba de agradar, su expresión se vio tan forzada que hasta Freezer se sobresaltó del miedo.
Después de esa "amable" muestra de compañerismo, Cell acomodo el rastreador en su oreja izquierda.- Supongo que debo conocer al grupo y seguir con este terrible plan.-dijo con toda naturalidad, para luego volar en dirección de los Gyniu.
Según el androide, nunca se había esforzado en ser tan amable con alguien. No le gustaba serlo, pero esperaba que eso lo ayudara.-"Sé paciente'' .- se decía una y otra vez.
Desde la entrada de la cueva lo vio alejarse, aún descolocado por esa expresión -“Es más extraño de lo que pensaba'' .- freezer se dijo convencido de que el androide no bromeaba cuando mencionó no haber socializado con otros estando vivo. Además, algo tenía esa sonrisa que lo había perturbado.
Aunque lo vio concentrado, de igual manera King Cold se acercó a su hijo. Noto que observaba al androide con incomodidad y fastidio.- Es un sujeto peculiar ¿no? - le comento, aunque no esperaba una respuesta de su parte.- Nunca había visto a un ser así. Tiene un parecido a los Arianos del planeta Ayra…
-Cell está compuesto de varias células, incluyendo a nosotros, por lo que la combinación era un ser jamás visto.- le explicó Freezer más despabilado.
Suspiro suspicaz. -Ya veo, entonces es cierto lo que escuche.- Con más razones Cell actuaba así y también, comprendía completamente porque tenía esa aura tan amenazante. Podía percibir como inquietaba a todos a su alrededor. Desde lejos observó como Cell se encontraba junto con los demás soldados y estos reaccionaron un poco atemorizados ante un leve movimiento del androide.
Freezer lo observaba receloso. Para alguien que fue creado en un laboratorio, tenía una mente estable y funcional. Aunque se comunicaba de una forma deficiente y no tenía tacto al decir lo que pensaba. Por otro lado, tenía educación, y un poco de respeto. Hasta podía ser cortés cuando quería, pero le preocupaba más la disciplina.
Pensó en que había una pequeña probabilidad de que pudiera igualar sus poderes por tener su adn, aunque le costaba trabajo creerlo. No creía que pudiera superar su fuerza, pero al fin y al cabo seguía siendo muy poderoso. No tenía la confianza de que se sometiera a todas sus órdenes. Debía tenerlo vigilado, y más aún, ya que cada vez que hablaba con él sentía algo que no le gustaba para nada.
Por un instante, pensó en la extraña sonrisa que Cell le ofreció. Solo recordarlo le provocó un escalofrío en todo el cuerpo. Había sido tan desagradable, aunque no sabía por qué. Sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos de su cabeza. No debía perder el tiempo en tratar de descifrar al androide. Dicho esto, se enfocó en sus planes y los nuevos sectores que debían explorar.
Notes:
Pss si, Cell no tiene filtros y es muy honesto xd Y puede ser un caballero, pero si esfuerza en ser amable da miedo ajaja.
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Nos vemos. Subire el proximo capitulo a mitad de mes entre 16 y 17 de septiembre. Espero que no me vuelvan a bajar el fic xd
Bye bye
Chapter 3
Notes:
Hola a todos!
Aca el capitulo 3.
Espero que lo disfruten y si son de chile, felices fiestas! Que coman y tomen muchos terremotos.Recuerden seguir a mi amiga/beta:
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Capítulo 3:
Acababan de ingresar al nuevo sector, que estaba bastante alejado de la montaña principal del ejército. Habían demorado por lo poco una hora en llegar.
Fue un tiempo bastante tardado según Cell, ya que los soldados con los que se vio obligado a hacer equipo eran demasiado lentos. Por su parte, hubiera preferido ir solo, sin embargo desconocía los sectores y tampoco estaba muy seguro de cómo ver esa información en el dichoso rastreador.
Cuando finalmente todos llegaron al sector, con algo de temor y resentimiento, los soldados le indicaron al androide que zona debía inspeccionar.-...nos informas con el rastreador y luego, vas al punto de encuentro.-le indicó Jeice observando con desconfianza ante cualquier movimiento del nuevo soldado.
Pese a estar escuchando las instrucciones de ese debilucho, Cell contemplaba el panorama en silencio. Aunque parecía desconcentrado asintió sin más, diciendo simplemente “bien” y de inmediato se elevó a gran velocidad desapareciendo de su vista.
Ante la ausencia del androide los Gyniu finalmente suspiraron aliviados.-Eso fue aterrador.-mencionó Gurdo. A lo que sus compañeros asintieron. Su sola presencia era tan amenazante como la de Freezer. Ambos eran bastante similares. Parecía ser que, la única diferencia era que Freezer al ser su jefe les ordenaba, regía sobre ellos, y podían estar en serios aprietos si no cumplían con su expectativa. Al contrario, si no te cruzabas en el camino de Cell, él no se metía contigo. Era un alivio debido a la situación en la que estaban.
Por su lado, Cell volaba desinteresado acerca de lo que podría encontrar. Observaba con aburrimiento kilómetros de tierra seca similar a un desierto rojizo.
Sobrevoló la zona llana sin darle importancia, y se aproximó al sector con varios desniveles y sierras. Era el único lugar que podía contener algo sospechoso en su interior. Sin embargo, tras una rápida inspección, no había nada más que rocas y tierra.
Cell repitió el mismo proceso una y otra vez en otras cumbres rocosas sin hallar una de esas entradas o salidas de las cuales le hablaron.
Al terminar de investigar la zona determinó que no había nada fuera de lo común. Había hecho su trabajo y confirmó que hacer eso era tremendamente aburrido.
El androide resoplo molesto ante la idea de seguir haciendo algo tan tedioso. Ciertamente era un pésimo plan, tal y como le expuso a Freezer. Pensaba que era una pérdida de tiempo. Preferiría estar haciendo otra cosa más provechosa, como entrenar.
Ante este pensamiento se sentó sobre una pequeña colina a meditar. Comenzaba a sentirse impaciente al respecto. Cada vez que se sentía así, recordaba las palabras del Dr. Gero. Debía ser paciente con Freezer, para que lograra entrenar con él. Ya que ser al "ser de su ejército” lo podría ayudar a que se “acostumbre" a su presencia y así, tal vez entrar en confianza.
Esa no había sido su primera opción. Por el contrario, había pensado en decírselo directamente, ya que a diferencia del científico, no veía a Freezer como una amenaza. Y no quería fingir simpatía con Freezer ni integrarse a su ejército, solo quería entrenar con él. Pero aunque le costara admitirlo, creyó que el plan del Dr. Gero podría ser más efectivo debido a la personalidad del demonio del frío. Debía tener paciencia.
Consideraba que era alguien muy paciente, después de todo, en una ocasión permaneció de pie durante 10 días sin moverse.-Pero comparado a esto…-mencionó Cell para sí mismo observando lo precario de su zona asignada. No podía engañarse. Sus ganas de entrenar eran más fuertes que cualquier otra cosa.
Volvió a pensar en los pros y contras. Podía pedirle a Freezer entrenar directamente, pero ¿Si este se negaba? Obviamente, no aceptaría un no como respuesta y sería muy sencillo enfrentarlo y atacar. No obstante no serviría de nada. Una batalla no era lo mismo que entrenar. A lo que nuevamente, lo llevaba a su plan. Si se tomaba un tiempo y se lo pedía, podría ser que Freezer accediera. Aunque por su personalidad era difícil de saber. Tal vez solo debía hacerlo y no perder el tiempo.
Con ese lío en la cabeza Cell volvió a suspirar. No podía encontrar una respuesta certera. Con agilidad se incorporó, listo para marcharse de ese lugar.
Como los demás soldados eran lentos, supondría que ya les había dado tiempo suficiente para que terminaran de inspeccionar sus sectores.
Dirigió su atención al rastreador que descansaba en el costado izquierdo de su rostro y se dispuso a encenderlo. Sin embargo, al hacerlo no vio nada. Tuvo que presionar insistentemente hasta que por fin algo apareció en la pantalla, pero aun así no entendía nada en absoluto. Tantos datos y números lo abrumaban.
Cell gruño frustrado. Aunque nadie le explicó cómo se usaban esas máquinas, creyó que serían fáciles de usar. Al menos los demás soldados lo hacían ver sencillo.
Presiono varias veces un botón hasta que, para su sorpresa la pantalla simplemente se apagó. Intento volver a activarla, pero no hubo respuesta.-Argg…-musito entre diente molesto. Seguramente, el rastreador no funcionaba bien.
Ignoró ese aparato y decidió ir directamente al punto de encuentro donde se reunían los demás soldados de todos los sectores. A diferencia del tiempo que tardaron en llegar, Cell al estar solo voló a gran velocidad por lo que la vuelta fueron tan solo unos minutos.
Al aproximarse al punto de encuentro, divisó a Freezer a lo lejos. Se encontraba de pie en una cima, examinando los mapas de los sectores en su rastreador.
El androide descendió junto a él, llamando su atención. Antes de que hiciera una pregunta, Cell se adelantó.- No encontré nada.- dijo con sencillez.
Nuevamente le hablaba de forma muy familiar. Empezaba a fastidiarlo que el androide se expresara de esa manera con él. Aunque era educado y refinado al hablar, sentía que cuando se dirigía a él era diferente que con los demás. A los soldados los amenazaba y asustaba. Tal vez como él no sentía una amenaza por parte de Cell, este se daba la libertad de hablar así.
-Eso fue rápido.-comentó Freezer sin quitar su atención al rastreador.-No esperaba menos de alguien que posee mis células.
Cell lo observó con atención. A su parecer no se encontraba molesto, tal vez un poco, pero desde que lo conoció jamás lo vio menos enojado que en ese momento.-No solo tus células.- mencionó casualmente- También poseo células de Saiyajin.
Solo escuchar esa palabra detuvo en seco cualquier movimiento que Freezer estaba haciendo. Lenta y pausadamente, miró sobre su hombro hacia el androide.-¿Células de saiyajin?-logró preguntar perplejo ante la idea de cuales saiyajins se trataban.
-De Son Goku y Vegeta- respondió con simpleza.-Tengo entendido que los conoces.-agregó con ironía y algo de gracia, ya que sabía perfectamente lo que había ocurrido en esa línea de tiempo.
Freezer furioso comprendió que, al igual que con sí mismo, Cell poseía los ataques de esos malditos saiyajins. Un breve recuerdo de ser atacado por Goku lanzando un kamehameha llegó a su cabeza. Resoplo molesto en un intento por disimular que aquella revelación no era de su importancia. Presionó fuertemente sus puños con ira, pero se contuvo lo suficiente para no llamar la atención del androide.
Pese a aparentar, no pudo evitar sentir un gran rechazo hacia Cell. Prácticamente era un saiyajin y los odiaba demasiado. Desvió la mirada con gran fastidio. Tal vez tenía algo de saiyajin en sus genes, pero al menos reconocía que no poseía esa actitud enérgica y excepcionalmente directa que tenían los saiyajin.
-Freezer…-el androide lo llamó impaciente sacándolo de su trance.-...entrena contigo.-manifestó decidido. El demonio del frío lo observó con gran sorpresa.
Efectivamente, tenía actitud de saiyajin. Ahora podía verlo con claridad.
Hubo un silencio. Ambos sostuvieron la mirada hasta que Freezer resopló resignado ante su forma de ser. Si antes pensaba que Cell solo era extraño, ahora pensaba que era irreparable.
El androide frunció el ceño por esa respuesta tan seca.-Supongo que si quieres vengarte, debes entrenar constantemente ¿Me equivoco?- preguntó tratando de comprender lo que pasaba por su mente.
Freezer, fastidiado de su insistencia, volvió a su rastreador.-No necesito entrenar. Nunca lo necesite.-explicó al mismo tiempo que continuaba con su trabajo.-Nací siendo un prodigio. Toda mi fuerza es innata.
Un impulso le decía que lo golpeara. Y le hubiera gustado hacerlo, pero se contuvo.-”Arrogante”.-pensó con pesadez. Aun así, no dejaría que este se negara.-Podrás ser un prodigio desde tu punto de vista, pero aun así no eres más que un ser imperfecto.-comentó Cell volviendo a captar la atención del emperador.-Después de todo Goku te derrotó. ¿No es así? .-agregó con algo de malicia, aunque en el fondo esperaba que ese argumento lo fuera a persuadir.
-¡¿Qué!?- exclamó exaltado al mismo tiempo en que se volteaba para verlo cara a cara. Oficialmente era una gran molestia para él.
-Ser un prodigio no bastó.-afirmó el androide con seriedad. Apenas terminó de decir estas palabras, Freezer empuño su mano y lanzó un golpe directo, que fue rápidamente detenido al instante por Cell. El sonido del retumbar metálico de la mano del demonio del frío retumbó en el ambiente. El androide sonrió con algo de gracia, aunque esperaba y quería algo así, solo sería por un combate debido a una discusión. No quería un par de golpes, quería entrenar con él.
Freezer parecía sorprendido ante la veloz reacción de Cell y más aún, al ver que no parecía tener dificultad en retener la fuerza de su puño.
El androide lo soltó sin más y sin quitarle la vista de encima, se cruzó de brazos.-No me intimidas como a los demás de tu ejército.-comenzó a decir sin verse amenazado ante la ira del emperador.-Te conozco. Sé tus ataques y sé cómo evadirlos.-enunció con superioridad.-Yo tampoco entrene. Me dedique a absorber energía de otros. Si ambos estamos aquí, es porque nos confiamos y no fuimos lo suficientemente fuertes.-Freezer presionaba sus dientes furioso ante cada palabra de ese insecto. Y lo peor era que sus palabras eran ciertas.-En eso nos parecemos mucho. Por eso deberíamos entrenar juntos.-volvió a concluir Cell, esperando recibir una respuesta diferente.
-¡No nos parecemos en nada! - bramo encolerizado en tan solo pensar que ese extraño e ingenuo experimento de laboratorio tenía una similitud con él. Y peor aún, ya que se había enterado que también compartía su adn no solo con la raza que más aborrecía, sino con esas dos personas específicas.
Como había dicho, Cell no se sentía amenazado sino que mantenía una mirada serena. Debido a la situación actual ya estaba pensando en un nuevo plan.
Mientras que Freezer lo observaba directamente a los ojos con odio, aumentaba su ki exageradamente. Esa cara, esa seriedad. Eran genuinamente de un saiyajin. En ese instante, recordó esa mueca extraña que Cell había hecho en aquella ocasión frente a la cueva. De inmediato, la tonta cara de Goku llegó a su mente. Instintivamente algo se apoderó de él, iba a lanzarse directo a él para atacar. Si no había logrado derrotar a Goku, lo haría con Cell. Se dijo a sí mismo convencido de que lo vencería.
Sin embargo, se detuvo al oír su nombre de una voz conocida.-Señor Freezer…-lo llamó Reacom con nerviosismo. Él junto a los gyniu estaban a solo unos metros de ellos. Acababan de llegar a dar su reporte, pero al parecer estaban intimidados por la tensión que había en el ambiente.
Freezer solo los acribillo con la mirada a lo que todos se sobresaltaron y ante el silencio, Gurdo fue quien se atrevió a hablar, aunque había temor en su voz.-No encontramos nada, Señor.
-¡Sigan buscando!- les ordenó al instante.
Ni siquiera pensaron en dar excusas. Involuntariamente llevaron sus manos a la altura de sus sienes y obedecieron.- ¡Si Señor Freezer! -exclamaron en coro y escaparon del lugar acobardados.
Cell observó la escena un poco asombrado. Para empezar, era muy cínico de parte de Freezer haberlo llamado infante, siendo que era él quien tenía esa actitud. A pesar de ser su primer pensamiento, optó por no mencionarlo. Aún creía tener chances de convencerlo para entrenar y no deseaba hacerlo enfadar más.
Rio llamando la atención del demonio del frío, que aún estaba furioso por sus comentarios. Pero ignorando completamente su reacción, pudo advertir algo que, aunque no estaba en sus datos, era deducible, y al verlo se hizo más notorio para él.-Tal vez tengas, razón.-mencionó con sinceridad. Freezer lo vio confundido apaciguando levemente su ira.-No nos parecemos tanto como creía.-reconoció Cell, quitando la vista del emperador y observando en dirección hacia donde se escaparon los soldados.-Yo no poseo esa capacidad de controlar y mandar gente.- Bien sabía que podía asustar a cualquiera, pero simplemente eso. En cambio Freezer, podía dominar a sus soldados a pesar de estar muertos y sin nada que perder.
El demonio de frío se sintió algo sofocado por ese comentario sorpresivamente positivo hacia su persona. Suspiro con fastidio. Dejó de estar tenso y solo se cruzó de brazos.- Es un don de gobernante.- expresó con elegancia. Más volvió su vista desafiante hacia el androide.-Con esos halagos no conseguirás que entrene contigo.
Cell suspiró con desgano. Temía que ocurriera eso. Freezer era más difícil de lo que creía.-Comprendo.- dijo falsamente, mientras que en su interior ya estaba orquestando alguna otra forma de convencerlo.
Freezer lo volvió a ver de reojo. Cell no le agradaba, y ahora lo único que podía sentir hacia él era un sentimiento de desprecio y más ahora que le recordaba a un saiyajin. Enfureció con solo pensarlo. Elevo su ki y emprendió vuelo en dirección a otros puntos de encuentro. No quería tenerlo cerca.
El androide lo vio marcharse y bufo con pesadez.-”¿Por qué actúa así de repente?”-se preguntó ingenuo, ignorando que sus hirientes palabras o su reciente revelación de su adn hacia Freezer hubiera causado esa reacción.
Se quedó ahí pensativo. Debía haber una manera de convencerlo para que entrenen juntos. Obviamente, esperaría un tiempo para volver a pedirselo. Sin embargo, seguía teniendo un problema. Debido a su actitud era difícil saber porque no le interesaba la idea. Desde su punto de vista parecía ser solo necedad.
En su mente pasó la idea de hablar con alguien que lo conociera mejor. Así podría tratar de entenderlo. El primero en quien pensó fue en su padre. Aunque por otro lado, sintió algo de disgusto cuando se conocieron. Seguramente no era de su agrado. Lo descarto y pensó en otros soldados. Levantó la vista y vio muy a los lejos a las tropas Ginyu.
Supuso que debían llevar años trabajando con Freezer, lo debían conocer bien. Los soldados Ginyu eran extraños, incluso para él. Siempre estaban haciendo poses tontas sin sentido. Pero no tenía a nadie a quien preguntar, por lo que de un salto dejó la cima y voló con rapidez para alcanzarlos.
Con espanto, los soldados vieron como Cell se aproximaba a su dirección. Al estar a unos metros de distancia, se detuvo frente a ellos con tal precisión que una rafaga de ki pasó sobre los soldados. Estos observaron espantados a su alrededor en busca de ayuda. Sin embargo no había nadie a la vista. Ciertamente, no se encontraba nadie cerca.-¿Y el Señor Freezer?-pregunto Jeice con temor al no ver al emperador en el punto de encuentro.
-Se enojó y se marchó.-respondió Cell como si no fuese nada. Todos se miraron desconcertados por la normalidad en que dijo eso y como no se preocupaba al respecto.-¿Siempre se comporta así?-pregunto curioso sin hablarle a ningún soldados en específico.
Los soldados balbucearon entre ellos tratando de dar a entender que si, aunque les costaba admitirlo por miedo. Freezer solía molestarse con facilidad.-La verdad que es si.- Se atrevió a decir Butler, a lo cual los demás también asistieron.
Cell se encontraba pensativo. Significaba que tenía que esforzarse aún más para persuadirlo.-Yo…-comenzó a decir algo avergonzado de tener que recurrir a esos soldados cobardes y débiles.-...quiero convencerlo de entrenar contigo.-declaró ante sorpresa de todos.-Es solo que no le agrada la idea.
-¡¿Por qué querrías entrenar con el Señor Freezer?!-exclamó Reacoom pasmado.- ¡Es muy poderoso!-todos asintieron dándole la razón a su compañero. Cell solo los miró desafiante, a lo que ellos guardaron silencio
-Verás…-comenzó a decir Gurdo en un intento de apaciguar al androide.-...el Señor Freezer es algo temperamental y que no tiene mucha paciencia.-Cell asintió de acuerdo. Le bastó solo recordar lo que acababa de suceder.- No creo que lo puedas convencer.
Antes de que Cell reaccionara a esa información, Jeice se adelantó con una idea.-¡A menos que él obtenga algo a cambio!.- De inmediato sintió como la vista del androide lo atravesaba exigiendo saber más de ese plan.-Podrías ofrecerle algo al Señor Freezer por el cual quiera hacer un trato.-explicó con nerviosismo, ya que Cell no le quitaba los ojos de encima.
-¡Si! Eso podría funcionar…- comenzaron a afirmar los soldados estando de acuerdo. Era el mejor método para convencer al Emperador de algo.
-Aunque no lo aconsejamos.-agregó Butler un poco angustiado.-El Señor Freezer da mucho miedo.-murmuró como si este pudiera escucharlo.
Cell ignoró este último comentario, no era de importancia. Sin embargo, todo lo demás tenía sentido para él.-Ya veo…-esa información era de utilidad. Advirtió con la mirada a los soldados que se inquietaron a pesar de que el androide tenía un semblante tranquilo.-Gracias por la información.-les dijo con sinceridad.
Aunque pasmados, gradualmente se sintieron fascinados al ver esa muestra de gratitud. Cell podía verse, ser peligroso y amenazante, pero al parecer se podía hablar con él sin problemas. Incluso podía ser amable. Siempre y cuando uno no se entrometiera en su camino.
-¡No fue nada!-exclamaron por inercia los soldados al mismo tiempo que realizaban una de sus poses. Estaban alegres de haber podido comunicarse con normalidad con el androide y no salir heridos en el proceso.
Por su lado, Cell solo los observó con incomodidad y algo de vergüenza ajena. Eran extraños, pero útiles si necesitaba más información. Solo se volteo dándoles la espalda para pensar, ignorando que continuaban haciendo sus poses raras de retribución.
Medito acerca de la idea del trato. ¿Qué podría querer Freezer? ¿Aparte de escapar del infierno? No podía resolver eso aunque quisiera.
Por más que pensara, no creía tener o conseguir algo que Freezer quisiera. Debía encontrar algo con qué negociar.
Notes:
Y bieeeeeen… eso es todo por hoy.
Personalmente creo que el mayor reto de un fic de cell x freezer es Freezer xD Es muy enojon y no le importan los demás (cell tambien, pero no tanto al nivel de freezer) Pero muy en el fondo creo que son tal para cual :3Por eso pensé que seria bueno que freezer supiera que cell tenia celulas de saiyajin. Asi todo el odio viene de golpe xD ya se le pasara
Eso es todo nos vemos el proximo capitulo. Calculo que lo subire mas o menos a final de mes. 30 de Septiembre.
Nos leemos
Bye bye
Chapter 4
Notes:
Hooola!
Se me paso el dia de ayer, pero aqui esta el cap 4
Ya veran que cell encontrara algo con que negociar :3
Disfrutenlo
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Chapter Text
Capítulo 4:
Habían transcurrido unos días desde la última vez que hablo con Freezer. Cada vez que lo encontraba, era observado con ira y repulsión. Parecía odiarlo más de lo normal. Desde el punto de vista del androide, creyó que tal vez lo hizo enojar al decir que su fuerza no fue suficiente. Aunque era cierto y lo odiaba por eso, no se dejaría vencer. Buscaría la forma de entrenar con el demonio del frío.
Desde una gran cumbre de roca, ubicada en los alrededores del refugio Freezer, observaba a los soldados que estaban reunidos fuera de la cueva.
Había tratado de acoplarse con los soldados del ejército, y a pesar de que sus intenciones no eran hostiles, muchos escapaban de él. Al punto de que todos los presentes entraban en pánico solo con verlo cerca.-”¿A que le tienen miedo? Ya están muertos”.-pensó Cell frustrado por el poco nivel de coraje que había en el ejército.
Acecho desde lo alto a un grupo de soldados que quedaron completamente congelados en su sitio, ya que como otros señalaron Cell los estaba espiando desde lejos.-¿Qué estará pensando…?-dijo un soldado viendo de reojo al androide. Se veía tétrico y sombrío, incluso se podian ver sus ojos de color rojizo desde la distancia.
Muchos lo miraban de reojo y otros simulaban no verlo, pensando que si lo ignoraban se iría. Sin embargo, varios ahogaron un grito cuando este dio un salto y voló a su dirección. Aterrizó junto a ellos y lentamente recorrió con la mirada a cada uno.-¿Alguno de ustedes ha hecho un acuerdo con Freezer?-preguntó al grupo directamente.
En completo silencio y con expresión de pánico todos los soldados negaron con la cabeza. Parecía ser que todos ellos se unieron al ejército por voluntad propia o tal vez por no tener opción. Parecía ser que ningún soldado simpatizaba con Freezer, sino que solo le tenían miedo.
Les dio la espalda ignorando su cobardía. Busco con su mirada hacia todas direcciones. Frunció ligeramente el ceño al no encontrar al soldado de piel rosada y aquel de cabello verde. Había hablado con casi todos los soldados, pero aun no hablaba con ellos. En el poco tiempo en que estuvo rodeado de los soldados noto que ellos eran los más cercanos a Freezer, ya que solían charlar con él.
Aunque en el fondo ya se estaba resignando. Parecía ser que nadie en el ejército estaba alli por algún trato con ese demonio del frío. Solamente veía miedo. No creía que hubiera un soldado que no le tema a Freezer, o lo contrario, que le agrade. Y por lo que podía ver, el sentimiento era mutuo. A nadie le agradaba Freezer y Freezer no le agradaba nadie.
En su caso, pensaba que no le agradaba a Freezer. De hecho, según sus últimos ademanes y gestos hacia él, creía que lo odiaba demasiado. Le había aclarado que no le temía y que tampoco lo intimidaba, tal vez por esa razón Freezer lo aborrecía tanto.-”Si, eso debe ser…”- concluyó Cell. Después de todo, ese demonio debía estar acostumbrado a que todos le teman y sigan sus órdenes.
Por un pequeño momento se le pasó por la cabeza que, tal vez tendría una oportunidad de entrenar con él si era igual que todos los soldados, pero de inmediato descartó esa idea. No se iba a dejar intimidar solo para que Freezer se sintiera más a gusto con él. Su límite era intentar ser amable. Además, tampoco se dejaría rebajar a ser como ese montón de debiluchos.
Observó un grupo de soldados más a lo lejos. Tampoco había hablado con ellos. Suspiro con desgano, era realmente difícil. Seguía dando vueltas en su cabeza qué tipo de trato podría ofrecerle. Por más que pensara no tenía nada.
-¡Volvimos!-Reconoció ese chillido de gran intensidad. De inmediato Cell clavó la vista en ese soldado debilucho que había ido a la cueva del Dr. Gero. Llegó junto a su compañero cargando un saco de nuevos artefactos.
Los examinó a ambos con molestia. No había hablado con ellos, pero suponía que no tenía nada que perder. Se aproximó en un instante, por lo que para los soldados simplemente había aparecido de la nada. Ellos se sobresaltaron y dieron un paso atrás sin decir palabra.-Ustedes.-Les hablo con un tono lúgubre.-¿Han hecho algún tipo de acuerdo con Freezer?
Al igual que la mayoría, solo negaron con la cabeza. Cell frunció el ceño y se cruzó de brazos exasperado. Volvió a ver impaciente a su alrededor. Aún no veía las manos derechas de Freezer. Ni siquiera podía sentir su ki. Debían ser muy bajos o tal vez se encontraban muy lejos.
Unos murmullos a sus espaldas lo distrajeron de sus pensamientos.-Dile tu…-logro escuchar a un soldado. Cell volteo esperando que le dijeran algo. Tal vez algo importante.
-¿Te diriges a la cueva del Dr. Gero?-preguntó el soldado chillón con temor.
El androide solo levantó la ceja confundido. Bajo la vista hacia la bolsa que tenía en sus manos y que no se animaba a entregar. Volvió su vista a los sujetos ignorando la pregunta.-¿Han visto a los comandantes?-interrogó sin estar seguro de los cargos de los soldados que estaba buscando.
-¿Te refieres a Zarbon y a Dodoria?-preguntó el otro soldado.
Cell asintió. No recordaba sus nombres pero sí los había reconocido.-No los hemos visto hace días. Deben haber ido lejos.- respondió el soldado con su voz aguda. Al ver la cara de pocos amigos del androide, se apresuró en proseguir.-Lo más probable es que regresen pronto.
Cell suspiro. Ya no tenia mas opciones. Ni siquera sabian donde estaban, no sentia su ki y su tonto rastreador no funcionaba. Solo le quedaba esperar hasta que regresaran. Sin más que hacer solo vio a los soldados junto a él. Ninguno decía nada. Solo mantenían su cara de idiotas, aun con la bolsa en sus manos. Volvió a suspirar con fastidio. Rápidamente le quitó la bolsa de las manos y se marchó cabreado. Lo último que quería es que los soldados fueran a la cueva del Dr. Gero a hacer una escándalo.
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Cell aterrizó en la entrada de la cueva con el saco sobre su hombro. El Dr. Gero, quien de inmediato se distrajo de su trabajo, se sorprendió al verlo llegar con la chatarra. El androide se acercó al científico y le extendió el saco con seriedad.-Ten.-le dijo Cell entregando la bolsa por completo descuidado. Luego se quitó el rastreador de su oreja y también se lo entregó.
-¿Que le paso?-pregunto por inercia al no ver dañado el aparato.
-No enciende.- respondió cortante. Después de entregarle aquello, le dio la espalda para ver el paisaje desde la entrada de la cueva. El científico asumio que Cell le estaba pidiendo que repare el rastreador. Por lo que lo dejó sobre su mesa de trabajo para no olvidarlo.
Sin embargo, en vez de seguir trabajando observó de reojo al androide. Había percibido que estaba despistado o algo le había ocurrido. Incluso, lo vio tan molesto que se apoyó contra la pared hastiado. Ese comportamiento era muy irregular.
Cell tenía la vista perdida. No estaba observando el paisaje. Su mente seguía pensando en que podría hacer. Tal vez debía considerar volver a entrenar solo. A pesar de no ver un gran avance en sí mismo.-”Podría volver a intentarlo”-se dijo a sí mismo sin mucha confianza.
Por su parte, el Dr. Gero no quiso inmiscuirse en lo que sea que Cell estuviera pensado a menos que él tocara el tema. Pues a decir verdad aún le daba un poco de pavor el androide. Después de que N17 lo asesinara, no esperaba un comportamiento intachable por parte de Cell. Por lo que para distraerse se dispuso a hurgar en la bolsa.
Se maravilló con todas las cosas que encontró. Algunas piezas eran comunes como trozos de metal, sin embargo había otras cosas poco usuales.-Esto me servirá.- mencionó para sí mismo al encontrar un microscopio compuesto casi en su totalidad. Cell casi por inercia miró sobre su hombro al llamar su atención.
En realidad no necesitaba un microscopio, pero podría desarmarlo y usar sus partes. El científico dejó a un lado el resto de cosas y se aproximó a su mesa de trabajo. Comenzó a manipular el aparato, con rapidez quitó una pieza y corrió hacia una máquina que estaba olvidada en una esquina de la cueva.
Abrió un panel a un costado y con cuidado introdujo medio cuerpo en el mecanismo para ensamblar la pieza. Al lograr ajustarla en su sitio noto que necesitaba atornillarla con más fuerza. Busco ciegamente en el suelo su fiel destornillador viejo y oxidado. Al no encontrarlo, se estiró para alcanzar la herramienta, sin dejar de sostener la pieza clave.
Estando cerca de alcanzarlo, se sobresaltó al ver los pies de Cell llegando junto a él. Este sujeto la herramienta y se la entregó con simpleza. El científico se quedó pasmado por esa sorpresiva actitud tan servicial. Aun así no bajó la guardia ante cualquier cosa.- Gracias.- dijo recibiendo la herramienta y volviendo incorporarse en el interior de la máquina.
Hubo un gran silencio en que solo se oía metal oxidado raspando contra otra superficie de metal.-Este aparato…-mencionó Cell llamando su atención con un poco de nerviosismo.-¿Qué hace?
Le extrañó que el androide tuviera curiosidad por sus inventos. Aun así le respondió complacido. -Es una máquina para detectar algún tipo de anomalía.- comenzó a decir el científico mientras apretaba la pieza.- Creo que si hay alguna salida de este lugar, esta máquina podría decirnos en donde se encuentra. Incluso si las salidas cambian de ubicación. Podría detectar una señal.
Cell observó la máquina fascinado, era bastante ingenioso. Inclusive el plan del Dr. Gero era mejor que el de Freezer. Lo único desfavorable era que carecía de material. A diferencia de su laboratorio, esta cueva era muy pobre y con tecnología muy simple.
Contemplando el laboratorio, su vista se detuvo en una estructura que solo tenía una base de aspecto esférico. Era muy similar a su incubadora, por lo que le fue inevitable preguntar.- ¿Qué hay de esa máquina?-señaló al otro lado de la cueva.
El científico al emerger del aparato observó hacia donde apuntaba Cell.-Trataba de construir un tanque de regeneración.-dijo con facilidad. Sin embargo, al ver al androide algo perdido ante lo vago de su respuesta se dispuso a dar una mejor explicación.-Parece ser que en el ejército de Freezer tenían una máquina que sanaba a los soldados y más increíble, estaban creando una que podía regenerar partes del cuerpo. La construí porque King cold quería que su hijo recuperara su cuerpo, pero ha sido difícil sin las piezas necesarias.-termino de explicar. A decir verdad era una idea increíble, la cual pudo haber logrado sin problemas en su laboratorio en la Tierra. Pero estando allí, sin ningún componente decente, era casi imposible.
Observó como Cell contemplaba la máquina sin sorpresa, pues era lógico, ya que él mismo poseía la habilidad de regenerarse. En ese momento, el científico exclamó fascinado ante la revelación que acababa de tener, llamando la atención de Cell.-¡Espera!-clamo haciendo una pausa.-¡Tu!-señaló al androide. Este lo observó con algo de irritación ante su repentina forma de reaccionar.-Tienes células de namekusei, por ende puedes regenerarte sin la necesidad de una máquina.-comenzó a decir mientras planeaba todo en su mente. Comenzó a ver a todos lados examinando sus aparatos incompletos mientras murmuraba.-Podría sacar esto…y reemplazar esto.
Al comprender sus palabras, Cell también se emocionó ante la idea del científico y lo que esta podría significar para él.-¿Puedes regenerar el cuerpo de Freezer?-pregunto incrédulo. Sabía de lo que el Dr. Gero era capaz, pero en esta ocasión no estaba seguro por lo limitado de los materiales.
-Podría construir algo más simple…-se dijo mientras aún meditaba y sacaba cálculos en su mente.-En vez de un tanque, podría ser una especie de incubadora para manipular tus células y aislar las de namekusei.-manifestó resolviendo la problemática. Se acercó hacia la bolsa con componentes que había dejado olvidada y revolvió su interior.-Aun me faltan piezas, pero será menos complicado que el tanque que me pidieron.- formuló con orgullo ante su solución.
Levantó su vista hacia el androide, quien sonreía victorioso y a la vez con malicia. Trago saliva con temor al ver tal escena. Le dio miedo preguntar pero aun así lo hizo con precaución.-¿Qué sucede?
-Al fin tengo algo que Freezer necesita.-respondió con una voz tenebrosa. Al fin tenía una ventaja sobre el demonio del frío y esperaba que pudiera darle lo que quería.- Les diré a los soldados que busquen más piezas para que puedas construir la máquina.-agregó ante la cara de duda del científico.
Pese a la respuesta, aún no comprendía el porqué a Cell le importaba que Freezer recuperara su cuerpo.
El androide caminó hacia la salida con entusiasmo y emprendió vuelo hasta perderse en el cielo.
El Dr. Gero aun estaba confundido. No sabía que había pasado o porque Cell quería ayudar a Freezer, pero al menos tenía mejor ánimo. Se encogió de hombros y sacó las piezas restantes de la bolsa.
Observo analitico los fragmentos. Todavía se encontraba el problema de cómo hacer llegar las células de Namekiano al cuerpo de Freezer, y más difícil aún, en sacarlas de su organismo después de que hagan efecto. Bien sabía lo delicado que era mezclar células y que estas funcionen en un cuerpo. Incluso estando muerto, no sabía que le podría ocurrir. Pero eso era algo complementario. Debía enfocarse en la incubadora, y para ello debía desmantelar la mayoría de sus máquinas para construirla.
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-¿Lo dices en serio? - exclamó Freezer impresionado, pese a la cara de pocos amigos que tenía hace unos segundos. El eco se oyó desde el balcón de su cueva hasta varios kilómetros a la redonda.
-Es una gran posibilidad.-comunicó Cell con una sonrisa soberbia, contemplando un rastro de esperanza en el rostro del demonio del frío.- Pero para ello, necesitas mis células, y nunca dije que accedía a entregarlas.-agregó con satisfacción.
De un segundo a otro el rostro de Freezer volvió a ser el mismo de siempre. Incluso más enfurecido que de costumbre.
El androide dejó escapar una pequeña risa ante esa actitud de Freezer. Efectivamente, a veces se comportaba como un niño.-Con mucho gusto donare mis células…-mencionó Cell con amabilidad.-...solo si aceptas a entrenar conmigo.
Los ojos de Freezer crecieron exponencialmente hasta que bajó la vista con molestia. Gruñó en silencio analizando las opciones en su mente. Realmente quería recuperar su cuerpo, puesto que no sentía una gran movilidad con ese cuerpo artificial. Incluso, sentía que sus poderes y habilidades habían disminuido de nivel. Presionó sus puños con ira por unos segundos hasta levantó la vista hacia Cell con una expresión ligeramente más relajada, aunque las venas marcadas en su frente indicaban que aún se encontraba molesto.-Bien.-acepto finalmente Freezer con una sonrisa confiada.-Pero te advierto que cumpliré con mi parte del trato, solo si recupero mi cuerpo.-se dijo cruzándose de brazos y desviando la mirada de forma altanera.
Cell sonrió con entusiasmo ante la posibilidad de entrenar con Freezer.-Lo recuperaras.-le aseguro firmemente. El emperador lo vio brevemente de reojo antes de que el androide se elevara para perderse en el cielo.
Esa sonrisa fresca y alegre, efectivamente era la sonrisa de Goku. Frunció el ceño y bufó indignado. Aunque vio similitudes en ambos con anterioridad, ahora solo veía rasgos saiyajin. Estaba en lo correcto cuando declaró que no se parecían.-Maldito saiyajin.-expresó irritado ante la conducta de Cell para después adentrarse a la cueva.
Notes:
Jaque mate! xD
Intente resolver el porque Freezer estaba como Mecha Freezer en el infierno, despues no y despues si denuevo. Espero que tenga sentido, pero aun falta
Espero q les haya gustado el cap. Dejen sus review si les gusto y si no tamb ajaja
El proximo capitulo sera a mediados de octubre
Nos leemos!!
Chapter 5
Notes:
¡Hola gente!
Aqui el capitulo 5, Ya veran como el dr gero se las ingenia…y tamb veran cositas de otro ship, pero no tanto. La ship principal siempre sera Freezer y CellSigan a mi amiga/beta Michu Paniagua Animation (en face) y Michu_paniagua_z (en instagram) que sube cosas muy lindas ;)
Disfrutenlo
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Chapter Text
Capítulo 5
Habían transcurrido un par de semanas en las cuales el Dr. Gero trabajó arduamente en la máquina. En ese tiempo, Cell esperaba pacientemente en su lugar en lo alto del pico de piedra, o bien de pie en la entrada de la cueva. Normalmente hacía esto último, si es que llegaba a entregarle más componentes para la incubadora.
Por lo general, le daba la espalda al Dr. Gero, enfoca su vista al paisaje y esperaba en silencio a que el científico anunciara que el aparato estuviera listo. De vez en cuando, miraba sobre su hombro para observar qué estaba haciendo, pero siempre se mantenía en silencio esperando.
Varios días e intentos después, mientras el Dr. Gero trabajaba concentrado en la espera de más material, se sobresaltó al oír un carraspeo a sus espaldas.-¡Señor Freezer!-dijo algo temeroso al ver al emperador en la entrada de su cueva. De inmediato, dejó sus herramientas de lado para hablar con él.
-¿Para qué querías verme?-le preguntó Freeze directamente sin perder el tiempo.
-Vera…me queda muy poco para terminar la máquina.-comenzó a explicar, esperando que no se enfadara por los problemas que encontró en el camino.- Aun así hay un pequeño inconveniente…-Freezer solo entrecerró los ojos de una forma más severa, por lo que Dr. Gero se sobresaltó.-Como no tengo un equipo tan avanzado para diferenciar entre todas las mezclas de células que hay en Cell, necesitaría una muestra de su sangre.-explicó con sencillez como si esto no presentara un reto.-Y también de un saiyajin. Así podría encontrar las células de namekusei por descarte. A no ser que haya un namekusei por aquí.-Dijo esto último como una mínima posibilidad, ya que en todo el tiempo que llevaba en el infierno jamás había visto un namekusei.
Freezer lo meditó por unos segundos y para su mala suerte, no había divisado a ningún namekiano en el infierno. Dejó escapar un pequeño sonido que denotaba molestia. Hubiese deseado que hubiera un namekiano por allí, así no tendría que entrenar con Cell.-Bien, puedo darte una muestra de mi sangre. Esta vez con mi consentimiento.-agregó severamente, ya que no sería la primera vez que el Dr. Gero trataría con su adn.
El científico solo sonrió con nerviosismo por ese comentario.-Y tambien, necesito otro tipo de adn. De algún ser muy específico.-agregó incómodo por la cantidad de requerimientos para hacer funcionar el proyecto. Ante el silencio del emperador, continuó antes de que se disgustara aún más.-Necesito a alguien que tenga la capacidad de eliminar organismos extraños a nivel molecular. Normalmente son seres que ralentizan los procesos de envejecimiento en su cuerpo. Similares a los saiyajins, pero no pueden ser ellos ya que estaré trabajando con su adn y no quiero confundir las muestras.-dijo finalmente.
La expresión de Freezer era muy seria y pensativa. En sus adentros el Dr. Gero pensaba que estaba pidiendo demasiado, pero sinceramente era lo mejor que podía hacer sin su laboratorio. El demonio del frío dio unos pasos y comenzó a caminar mientras meditaba. Observó con indiferencia las máquinas que rodeaban la cueva, creando expectación ante la respuesta de este.
En ese momento, el cientifico sintió un gran alivio al ver a Cell ingresando en la cueva. No tenía la esperanza de que él lo defendiera de Freezer, pero al menos la tensión entre ellos era tal que él pasaría desapercibido.
El emperador se volvió hacia el androide. Hizo un esfuerzo para no exteriorizar su cara de molestia, aun así no tuvo éxito. Por su parte, Cell no se sintió ofendido, ya que aún se tomaba con humor lo mucho que le enfadaba a Freezer el trato que habían hecho. Sin el afán de interrumpir dejó a un lado los competentes que había encontrado para el científico. Y se quedó observando en silencio en la entrada de la cueva.
Freezer ignorándolo por completo, se dirigió al Dr. Gero.- Conozco a alguien con las características que buscas.-enunció refiriéndose a ese ser específico.-Y en cuanto a los saiyajins. Tengo entendido que se encuentran 2 de ellos en el sector boscoso.
-¿Hay saiyajin aquí?- preguntó Cell uniéndose a la conversación con una inocente curiosidad.
Al ver el interés de Cell en los guerreros sonrió con malicia.-Así es, tal vez deberías buscarlos.-comentó Freezer en un intento de relacionarlo con ellos, ya que si conocía a otros seres que les gustaría entrenar con él, eran los saiyajin. Con algo de suerte, el androide no lo volvería a importunar.-Dr. gero, cuando tenga que sacar las muestras notifiqueme.-expresó Freezer antes de encaminarse hacia la salida.
-Si, claro.-le respondió el científico.
Al pasar junto a Cell solo cruzo miradas con él. Fue suficiente para descubrir que la mención de otros saiyajin lo había emocionado. Volvió su vista hacia adelante con una sonrisa orgullosa y emprendió el vuelo alejándose del lugar.
Tanto Cell como el Dr. Gero se quedaron en silencio unos segundos después de que el demonio de frío se hubiera ido. No obstante, el androide se dirigió al científico, quien tenía una leve sospecha de lo que preguntaría.-¿En dónde queda el sector boscoso?
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Cell se encontraba sobrevolando el sector que el Dr. Gero le había indicado en su reciente y reparado rastreador. Parecía ser que el aparato no estaba defectuoso, sino que no lo había hecho correr bien o en palabras científicas “Lo había desconfigurado”.
A pesar de ser una aparato inservible para el androide, el rastreador le ayudó a encontrar el sector boscoso. Aunque dicho sector era fácil de identificar por la cantidad de árboles.
Voló por unos metros hasta que sintió unos ki débiles, por lo que descendió para ver el área desde el suelo. Era difícil ver a alguien entre tantos árboles.
Aunque Freezer no le había indicado quienes eran los saiyajins que se encontraban allí, Cell se había hecho una idea de quienes eran. Sabía que no eran tan fuertes, pero aun así tenía la intención de verlos.
En un pequeño claro vio unas figuras a lo lejos. Mientras se aproximaban, estos parecieron percatarse de su presencia.
Al salir de las sombras, los encontró; Raditz y Nappa.
Cell observó detenidamente a ambos saiyajins en silencio. Era una lástima que fueran tan débiles. Había tenido la esperanza de que se hubieran hecho más fuertes desde que estuvieron en la Tierra.
Ambos saiyajins observaron perplejos al ser que se encontraba frente a ellos. No por su extraña apariencia ni por la fuerza que escondía, sino por la energía vital que emitía.
Con algo de temor Nappa se atrevió a romper el silencio.-¿Por qué tienes el ki de Vegeta? - preguntó confundido al sentir ese ki familiar en un completo extraño.
-Básicamente soy su hermano.-respondió Cell con gracia.
Los dos intercambiaron miradas de confusión total. Obviamente sabían que Vegeta tenía un hermano y que no se trataba de ese ser insectoide. También sabían que estaba siendo sarcástico de algún modo. Solamente no entendían lo que estaba ocurriendo.
-También tienes otros ki…-mencionó Raditz reconociendo las diferentes energías que emanaba el sujeto a propósito.-”Kakarotto, ese namekiano… “- se sobresaltó de la impresión al descubrir ese poder tan temido.- Tú eres el sujeto que tiene los ataques de Freezer.
Cell suspiro un poco molesto. ¿Cómo podría ser que, ellos que se encontraban tan alejados se habían enterado de eso? Malditos chismes.-Asi es.-respondió serenamente intentando no enfadarse.- Y también tengo muchos ataques.-agregó amenazante.
Ciertamente a la mayoría de soldados que había conocido se atemorizaban con su poder y los saiyajins lo estaban, sin embargo hubo una reacción diferente a los demás. Ambos los observaban con expectación.-Genial.-declaró Nappa impresionado.
-¿Uh?- logró expresar Cell ante esa respuesta despreocupada y positiva. Aquello lo había tomado desapercibido, no esperaba que alguien reaccionara así. Era extraño. Y peor aún, no sabía cómo responder a eso.
-¿Qué otros ataques tienes?-pregunto Raditz por mera curiosidad. Suponía que debía tener los ataques de Freezer, según lo que oyó.
Observó la cara de fascinación en el rostro del saiyajin. Era extraño, nadie en toda su vida o muerte lo había visto con admiración. Solo miedo. El androide frunció el ceño con molestia ante esa extraña sensación. Inmediatamente, guió sus dedos a tu frente para cargar energía y dirigirla hacia Raditz.-¡Makankosappo!-grito al momento de liberar el ataque.
El saiyajin por reflejo se hizo a un lado, cayendo al suelo y esquivando el ataque por pura suerte. Levantó la vista hacia el androide con horror, después de todo ese ataque era el que lo había matado. Cell finalmente sonrió triunfante. Eso le gustaba. Miedo. Sin embargo, para su sorpresa volvió a ocurrir. Otra reacción.
-¡¿Qué te sucede maldito estupido?!- exclamó Raditz antes de lanzarse contra el androide.
Aunque estaba pasmado, el androide detuvo sin esfuerzo un golpe que iba directo a su rostro. Había conocido gente que ignoró por completo su fuerza y que incluso, creyó que podía derrotarlo. Sin embargo, Raditz a pesar de conocer su fuerza, sus ataques y de tenerle miedo, reaccionaba de esa manera. Era curioso.
Después de liberar su mano, el saiyajin se echó hacia atrás para tomar impulso y volver a golpearlo.-”Los saiyajins eran muy audaces”.-Esquivo los ataques con facilidad pese a la gran insistencia por querer lastimarlo.-”o tal vez muy estúpidos'' .- Pensó Cell antes de darle un fuerte golpe que mandó a Raditz hacia el interior del bosque.
El cuerpo del saiyajin atravesó el bosque hasta que se estrelló contra un árbol que logró detenerlo. Rápidamente se incorporó, sin embargo vio al androide sobre él listo para atacar. Sin darse cuenta, recibió un certero golpe en el estómago que lo derribó.
Inmediatamente, el androide sintió como el otro saiyajin apareció tras suyo con intenciones de atacar. Sin pensarlo, sujetó el cuerpo de Raditz y lo lanzó a su compañero. Este lo esquivo y se aproximó a Cell con su puño en alto.
Cuando soltó el golpe el androide había desaparecido, por lo que terminó por destrozar el árbol frente a él. Por unos segundos solo se oyó la caída del árbol hasta que el silencio volvió a reinar en el bosque.
No fue hasta que Nappa detectó al androide de pie detrás de él, que intentó atacar nuevamente. No obstante, antes de poder hacer algo recibió una tajante patada que provocó que se estrellara contra varios árboles por unos metros.
Cuando Nappa se perdió de vista, a duras penas Raditz se levantó a espaldas del androide y comenzó a cargar un ataque de energía.
Cell notó aquello y sonrió sin darse cuenta. Dejó escapar una risa. Tenía que admitir que era divertido. Volteo y camino lentamente hacia el saiyajin.-”Es una lástima que fueran tan débiles'' .- Se acercó a Raditz y sujetó la esfera de energía con su mano controlándola. Aunque el saiyajin trató de contener la energía, Cell la hizo crecer a tal punto que estalló directamente sobre Raditz, dando por terminada esa pelea.
Había perdido la conciencia por un tiempo, aunque para él se sintieron solo unos segundos en los que había estado noqueado. Raditz comenzó a oír voces a lo lejos. Despertó con el cuerpo dolorido y con algunas quemaduras.
Levantó la vista, y para su sorpresa vio al androide sentado sobre un tronco roto y Nappa herido junto a él apoyado contra un árbol, hablando como si nada.- Raditz, ya despertaste.- lo llamó el otro saiyajin, aunque él solo tenía su mirada fija en ese sujeto insectoide.
-Sin resentimientos.- dijo Cell con una sonrisa maliciosa.- No eres tan malo.
Raditz gruño por lo bajo, y dirigió su vista hacia Nappa en busca de alguna explicación.- Cell me estaba comentando que Freezer nos mandó a llamar.-comentó su compañero.
-¿Para qué?- Preguntó Raditz, mientras se incorporaba con algo de dificultad. Aún estaba algo mareado por el golpe en el estómago.
-Necesita nuestro adn.-le respondió Nappa, aunque no estaba seguro de lo que el androide quería decir con eso.
Raditz inclinó su cabeza a un lado confundido. A lo que Cell continuó con la idea.-En realidad, creo que con tu adn bastaría.-mencionó hablando a Raditz directamente.-Como eres hermano de Goku, sería más fácil encontrar sus células y las de los saiyajin en mi adn.
Aun molesto y sin cambiar su expresión, Raditz volvió a preguntar.- Repito ¡¿Para qué?!- ese sujeto parecía ser muy reservado ante el tema.
-Hay una forma en que Freezer pueda recuperar su cuerpo y deshacerse de ese cuerpo artificial. -Se levantó del tronco y caminó hacia Raditz con una mirada desafiante.- Para ello, necesitan aislar las células de namekiano de mi adn. Por lo que necesito las otras para descartarlas.-se detuvo frente a Raditz quien lo observó con gran temor.
En sus adentros se decía que ya estaba muerto.-”No puede ocurrir algo peor ¿Verdad?”- Aunque trataba de no demostrar pánico, había palidecido ante la explicación del androide.
-Quisiera saber, ¿Que es lo que tu ganas con esto?-preguntó Nappa con curiosidad.
Cell solo observó de reojo a Nappa y siguió caminando dándole la espalda a
ambos saiyajins.-Si funciona, Freezer entrenará conmigo.- respondió con franqueza.
Los saiyajins exclamaron sorprendidos ante esa noticia. Era un sujeto peculiar y pedía algo extraño. Pero ¿qué importaba si este quería enfrentarse a Freezer? Aunque les causara un poco de pavor y fuera arrogante, comenzaba a agradarles. Pese a ser era una combinación extraña de varias personas, el androide que se llamaba a sí mismo Cell era temerario, fuerte y orgulloso. No era tan distinto a un saiyajin.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Habían transcurrido unos días desde que había tenido aquel encuentro con los saiyajins. El hermano de Goku le había asegurado que no se irían a otra zona, por lo que al momento de necesitar su adn podría volver a buscarlo al mismo lugar.
Desde la entrada de la cueva del científico, el androide no hacía más que mirar al horizonte en dirección al sector boscoso. No creía que el saiyajin escaparía ni mucho menos, era alguien con agallas y al mismo tiempo le temía. Simplemente se encontraba impaciente, esperando el momento en que debía volver por Raditz para sacar las muestras de adn.
Mientras observaba el paisaje, el Dr. Gero llegó a su lado, algo cansado pero sonriente.-Cell…-lo llamo, a lo que el androide se volvió hacia él. No fue necesario decir nada más. No le hablaría a menos que la máquina ya estuviera en funcionamiento.
-¿Esta lista?-preguntó el androide casi por inercia. Este simplemente asintió como respuesta. Antes de que el científico pudiera decir algo más, Cell sin pensarlo dejó rápidamente la guarida de su creador y se perdió en dirección del sector boscoso.
Mientras se disipaba la nube de humo que dejó el androide en su retirada, el Dr. Gero dio el aviso a Freezer desde el rastreador que Cell había dejado olvidado en su mesa de trabajo. El demonio del frío querría estar enterado al momento de tener la máquina en funcionamiento. Debía estar igual o más emocionado que Cell.
Al poco tiempo de dar el aviso, arribó Freezer junto con un sujeto alto y algo afeminado. Ambos ingresaron a la cueva dispuestos a hacer que esta idea se ejecutará. Efectivamente Cell no era el único entusiasmado.-Dr. Gero.- lo saludó educadamente el demonio de frío.-Le presentó al soldado Zarbon.- este simplemente asintió con la cabeza engreidamente.-Él es quien posee ese adn que estaba buscando.
-¿Ah sí? - preguntó el científico algo escéptico.
-He tenido esta apariencia por al menos 40 años. Eso creo, ya no llevo la cuenta.-comentó el soldado presumidamente. El científico lo había visto escasas veces, pero todo el tiempo creyó que era un chiquillo de no más de 30 años. Sin embargo, si lo que decía el emperador era cierto, ese sujeto sería útil.
A los pocos minutos, finalmente llegó Cell en compañía de Raditz. Al reunirse con los demás, el saiyajin se sobresaltó al verlos. Primero llamó su atención Freezer. Desde que había llegado al infierno lo había visto solo una vez y trató de evitarlo después de que se enteraron que su hermano lo había derrotado en una batalla. Luego fijó su vista en Zarbon. Solo bastó que sus miradas se encontraran para volver la vista instintivamente hacia Freezer con tal de evitar al soldado.
Al percatarse del saiyajin, Freezer lo saludo con la sonrisa perversa que lo caracteriza.- Soldado Raditz.-este solo asintió con la cabeza con nerviosismo.
El científico comenzó a hablar y explicar cosas sobre la máquina, mientras buscaba en una pequeña caja. Sin embargo, a pesar de estar poniendo atención a las aclaraciones del Dr. Gero, el saiyajin comenzó a distraerse lentamente al sentir la mirada del general sobre él. Se mordió el labio molesto. Que lo estuviera observando no era importante sino la intención y la vibra que transmitia su mirada. Instintivamente, miró levemente a su derecha. Aunque sus ojos se encontraron por solo unos segundos, fue suficiente para que Raditz se sonrojara y desviara su mirada ante la sonrisa seductora de Zarbon.
El soldado sonrió divertido mientras contemplaba la incomodidad del saiyajin. Era la primera vez que se encontraban después de tanto tiempo. Era un alivio saber que comportaba igual que siempre.
-...por eso, la única opción que vi posible en estas circunstancias es con estas.-término de enunciar el científico, dejando a ver a los presentes una jeringa con una larga aguja.
Todos se quedaron en silencio, algunos pensando que era una broma, sin embargo el Dr. Gero se veía bastante serio. Cell por su parte tenía conocimiento de ese tipo de instrumento y su funcionamiento, no obstante lo larga y puntiaguda aguja lo había inquietado de cierto modo. Por otro lado, tanto los soldados como Freezer solo pensaron una cosa que solo el General se atrevió a decir en voz alta.-Que primitivo.
-¡Es lo mejor que tengo!-respondió molesto el científico. Tenía entendido que ellos, al ser extraterrestres, debían estar acostumbrados a algo más tecnológico. Incluso para él mismo era tosco, ya que tenía otros modos de obtener información genética de forma menos invasiva. De hecho, habían tenido suerte de conseguir esas jeringas. A su parecer no eran terrícolas, sino extraterrestres.Ya que, como le informaron los otros científicos que trabajaban para Freezer al entregarselas, estas podían atravesar la piel más dura.
-Veo que no hay otra opción.-mencionó Freezer resignado a esas técnicas arcaicas. Ante esas palabras, simplemente dio una mirada a Zarbon. Este se sobresaltó y asintió por instinto entendiendo la orden. Se acercó al Dr. Gero listo para ser clavado por esa herramienta anticuada.
El científico sujetó su brazo, observó por unos segundos la fosa del codo y a falta de cualquier norma que se siga para sacar sangre, simplemente le enterró la aguja por encima del antebrazo.
Zarbon se inquietó por esa acción tan brusca y solo se limitó a fruncir el ceño evitando mostrar algún tipo de dolor. Una vez extraída la sangre verde, el Dr. Gero sacó la aguja a lo que el soldado solo se palpó la “herida” con molestia.-"Con razón ya nadie usa esas cosas"- pensó volviendo a su lugar a un lado de Freezer.
Mientras el científico dejaba a un lado la jeringa en busca de otra, Raditz se aproximó antes de que el emperador le diera una de esas miradas amenazadoras. Lo cierto es que solo quería terminar con eso rápido. Cuando el Dr. Gero se había vuelto hacia los demás con la nueva aguja en su mano, Raditz ya tenía extendido el brazo. Lo miro extrañado, pues el saiyajin solo tenía la mirada perdida.
A pesar de que su piel era similar a la de los humanos, también era más resistente. Por lo que clavo la aguja con fuerza a lo que Raditz gruño volviendo en sí por el dolor. Intento extraer la sangre con suavidad, pero tenía que reconocer que nunca fue bueno en eso. Como resultado al quitar la aguja salpico un poco de sangre.-Lo siento chico.- se disculpó avergonzado por su falta de profesionalismo en esa área.
Al igual que en la circunstancia anterior, Raditz también se sujetó el brazo con fastidio y camino a su lugar. A pesar de no haber visto la reacción del general, oyó de su parte una pequeña risa ahogada que intentó pasar inadvertida.
Esta vez fue Freezer quien se acercó y extendió su brazo no mecanico hacia el Dr. Gero. La piel del demonio del frío era aún más gruesa que la de los soldados. Con nerviosismo el científico sujetó su brazo e intentó esta vez ser más delicado que antes. No quería otro accidente y menos con él. Hizo un poco de presión, pero aun así la aguja no logró introducirse, por lo que gradualmente hizo más fuerza hasta que esta se enterró bruscamente y por completo.
Con espanto levantó la vista hacia Freezer. Este no se movía, ni alteraba su respiración, ni parpadeaba. Solo estaba quieto esperando que el científico terminara su labor.
Con miedo, extrajo la sangre y retiro la aguja, esta vez sin esparcir nada. Freezer seguía sin reaccionar ante el pinchazo. Sencillamente observó su brazo, luego fijó su vista en el Dr. Gero provocando escalofríos en él.
Para su pesar, lo que estaban haciendo era necesario. Así que solo se alejó del científico sin protestar, pero con un semblante aterrador para todos los presentes.
El científico se volteó dándoles la espalda a los demás. Antes de fijar su atención en la última jeringa dio un rápido vistazo al tubo que contenía la sangre de Freezer. Era de un tono violeta muy llamativo.-”Interesante”.- pensó al verla detenidamente. Nunca había visto su sangre pero siempre pensó que sería verde, similar a las lagartijas.
Finalmente, dejó la pieza a un lado. Después tendría tiempo de seguir examinandola. Por último, tomó la última jeringa que era aún más grande que las demás. Solo con verla, Cell trago saliva inconscientemente. Con solo haber visto las reacciones de Raditz y Zarbon, comenzó a pensar que debía haber otra forma de extraer su sangre.
Estar frente a esto, lo hacía sentir un sentimiento familiar, algo que ya había vivido. Era una sensación extraña de pánico. En su mente de pronto llegó la imagen de Gohan caminando hacia él durante su batalla. En ese momento estaba temblando. Ese momento era…-”Terror”.-pensó para sí mismo conmocionado.
Obviamente no podía comparar el poder del saiyajin con una aguja puntiaguda, pero aun así debía admitir que de alguna forma lo inquietaba. No sabía porque, solo comprendió que así era. Tenía miedo. Pequeño e insignificante en comparación con el que ya había experimentado. Pero ¿Cómo podía tener miedo a algo tan común?
Sacudió su cabeza frustrado. No importaba, estaba decidido a hacer esto para que su plan funcionara. Se dijo mientras extendía el brazo esperando el pinchazo. En su pelea contra Gohan su primera reacción fue alejarse, pero no esta vez. Como se dijo, esto era más pequeño que lo ocurrido en aquel momento. Además, no quería demostrar debilidad ante el resto que observaban la escena.
-Déjame ver…-dijo el Dr. Gero al acercarse. Sujetó su brazo y observó el pequeño espacio de piel entre su coraza. Incluso esa pequeña porción de piel era bastante gruesa. Sabía que Cell era más resistente que Freezer y temía que la aguja, incluso siendo extraterrestre, se rompiera. Era difícil encontrar una parte del androide que no fuera tan firme.-Donde más…-comentó observando las posibilidades. Su mirada se detuvo en el cuello de este. Sin embargo, al ver su cara de pocos amigos descarto la idea.
Camino a su alrededor y se detuvo a sus espaldas.-Creo que podría sacar sangre por aquí.-declaró el científico palpando la zona que rodeaba su aguijón.
-¡¿Qué?!-Cell miro sobre su hombro alarmado. Para nada le gustaba la idea de que le clavaran una aguja puntiaguda y de este tamaño, pero por otro lado al estar presentes Freezer, Zarbon y Raditz quienes lo observan curiosos, decidió no mostrar debilidad.-Está bien.- dijo y asintió con algo de preocupación. Aunque a los ojos de los demás se veía confiado.
Aunque comenzó a sentir su cuerpo temblar ligeramente, se cruzó de brazos y desvió la mirada a una esquina de la cueva para simular indiferencia. Sintió un pequeño punto de dolor, este comenzó a hacerse cada vez más grande y profundo. Hasta podía sentir claramente la aguja atravesando su espalda. Presionó los labios con fuerza, e instintivamente su espalda se irguió. Aun así, siguió intentando aparentar que se encontraba bien.
No obstante, su cara de indiferencia había cambiado a una de total impresión revelando nerviosismo. Cuando se retiró la aguja, dio un pequeño sobresalto que fácilmente llamó la atención.
Pese a su reacción nadie dijo ninguna palabra. Podía ser que, tanto a Raditz como Zarbon les había hecho gracia, pero no se atreverían a reírse de él. Sin embargo al observar a Freezer, este tenía una mueca de total burla y superioridad.
Cell percibió que su rostro se había ruborizado. Simplemente se volvió a cruzar de brazos y desvió la mirada del demonio del frío. ¿Se sentía apenado? No estaba seguro de eso. Nunca se había sentido tan estupido y expuesto como en ese momento. Y todo por un tonto miedo que no comprendia. Ahora podía entender por lo que tuvieron que pasar todos a los que le robó energía con su aguijón. Debió sentirse similar.
-Eso es todo, seguiré trabajando.-comentó el Dr. Gero desviando la atención de Cell. Dejó la muestra del androide junto a las demás y se dispuso a manipular su máquina para hacerla trabajar.
Con esta información, el demonio del frío se volteo hacia los soldados.-Ya pueden retirarse.-anuncio con un sospechoso buen ánimo. Ambos intercambiaron miradas confundidos, pero no se limitaron a hacer preguntas acerca de la actitud del emperador. Simplemente retrocedieron unos pasos y se retiraron de la cueva.
-Aún hay varias cosas que hacer, pero le avisaré cuando todo esté listo.-anunció directamente a Freezer, quien solo asintió. Después de eso, el científico continuó trabajando ignorando por completo al emperador.
A su parecer el Dr. Gero podía ser muy brillante, pero muy despistado si se concentraba en un proyecto. Pero nada de eso importaba si lograba su objetivo. Freezer suspiró resignado y también caminó hacia la salida con intenciones de marcharse. Sin embargo, el androide lo llamó.-Oye…-lo detuvo en seco.-...esto va a funcionar, así que prepárate para entrenar.-le dijo desafiante, aunque aún se sentía extraño por lo que acababa de ocurrir.
Freezer lo observó levemente sobre su hombro y solo rió con gracia. Tras esa respuesta, se elevó y rápidamente voló fuera de su vista.
A pesar de dejar a Cell atrás, aún mantenía la misma sonrisa. No podía creer que el supuesto androide perfecto le temiera a una aguja. Inconscientemente, observó su brazo y la pequeña herida que dejó la extracción de adn. Comenzaba a formarse un moretón. Aunque este científico fue muy brusco, había logrado que Cell hubiera demostrado algo. Desde que lo conoció pensó que era similar a un androide artificial, pero ahora ha visto una reacción real.
Si el plan daba resultado, le daría al androide una paliza que nunca olvidará. Le temería tanto que jamás volvería a acercarse a él.
Notes:
Sé que las fobias no son algo que se puedan heredar en las células, pero me gusto la idea de que Cell le tuviera pánico a las agujas como a Goku xd. Además el Dr gero no ayudó mucho. Podrá tener un doctorado, pero no es la clase de doctor que sabe sacar sangre xd
Como ven, Cell va sintiendo cosas de poco, por más raras que sean. Cómo miedos que no sabian que tenia xd
PD:También tenía pensado hacer un fic de Zarbon x Raditz, dentro de este mismo fic pero no me dio el tiempo. Así que yo creo que será un fic aparte. Pero en esta misma línea de tiempo. Quería o al menos tenía la intención de subirlo paralelamente a este fic, pero tampoco no se pudo xd Vere como lo hago, pero juro que algun dia lo subire.
Dejen sus reviews por si les gusto el capitulo, sino tambien xd Nos vemos el próximo 28 o 29 de octubre :) By bye
Chapter 6
Notes:
Hola tarolas
Bueno, este capítulo es un poco más largo. Tiene un poco más de sabor a dragon ball ya que viene con peleas, insultos y sangre! No se si califique como gore…pero pondré una etiqueta de todas formas para advertir la violencia.
Sigan mi amiga/beta en facebook (Michu Paniagua Animation) y en instagram (Michu_paniagua_z) que sube dibujos y animación bellas :3
Sin más, aca esta el capitulo. Disfruten.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 6:
Los días transcurrían con lentitud, sin noticias por parte del Dr. Gero. Sus avances eran pausados y muy limitados, ya que como él había señalado: Debía ser cuidadoso y preciso. Puesto que jugar a ser dios y modificar las células tomaría más tiempo de lo pensado. Todo esto debido a la chatarra que utilizaba, sino hubiera terminado hace mucho tiempo. Pero al no tener su laboratorio, no le quedaba más que esforzarse y no descansar hasta finalizar ese proyecto.
Mientras tanto, Cell se encontraba dándole la espalda, de pie en la entrada de la cueva como siempre. A diferencia de las otras veces no observaba el paisaje, sino que tenía la mirada baja al suelo. Solo tenía una cosa en mente desde que el científico les había extraído sangre. Las agujas. Durante esos pensamientos no dejaba de balancear su aguijón. No entendía porque sentía ese temor. Sobre todo tomando en cuenta que nunca había visto una. Solo las conocía ¿Como temerle a algo de lo que solo tenía conocimiento, pero que nunca había visto? Alargó su aguijón hasta llegar junto a su rostro sin causarle ningún tipo de pavor. Suspiro sin comprender qué había ocurrido. Suponía que eran de esas cosas que no podía controlar al tratarse de un ser biológico.-”Creo que todos deben temer a algo.”-se dijo a sí mismo, aun sin estar convencido de que debía haber una razón.
El silencio en la cueva continuaba, solo se podían oír pequeños ruidos de las herramientas del Dr. Gero hasta que finalmente cesaron anunciando el resultado que tanto esperaba.-¡Lo tengo! - exclamó ocasionando un eco en toda la cueva.
El androide, quien rápidamente olvidó sus pensamientos, se volteo hacia el científico.-¿Está listo? -pregunto por inercia aproximándose unos pasos hacia el.
-Así es.- expresó orgullo el Dr. Gero observando las dos jeringas en la mesa frente a él. Finalmente había logrado aislar las células de namekiano y su principal característica de regenerarse, las cuales había depositado en la primera jeringa. Mientras que la segunda, contenían las células que eran capaces de eliminar cualquier células invasivas, en este caso las de namekiano. Habían sido meses difíciles, pero sentía orgullo de haber logrado algo así a pesar de trabajar con chatarra.
Sin perder tiempo, de inmediato se dirigieron a encontrarse con Freezer. Durante el vuelo, el androide se adelantó ligeramente. Estaba entusiasmado, incluso más que el mismo Dr. Gero. Cruzaron el cielo con rapidez y atravesaron los terrenos hasta llegar a la entrada de la cueva del ejército. Ahí de pie en la entrada se encontraba King Cold.
Este con solo divisar a Cell puso cara de pocos amigos. Por su parte, el androide al llegar a su lado solo sonreía con satisfacción.-”Es un chiquillo arrogante”- pensó el demonio de frío con tan solo ver su actitud. Estaba apunto de mencionar su falta de rastreador, ya que como soldados debería llevarlo siempre. Sin embargo también vio al Dr. Gero llegar con unas jeringas en sus manos. King cold estaba al tanto de lo que el científico estaba intentando y que, según escuchó, estaba cerca de lograrlo. Pero al parecer, lo que sea que había hecho estaba finalmente listo.-Lo logró.-pudo decir sin creer que ese humano había logrado el objetivo que le propusieron.
No tardaron en llamar a Freezer para reunirse con ellos. A los pocos minutos el demonio del frío se había hecho presente en la cueva. Al llegar simplemente gruñó ante la presencia de Cell, quien a pesar de su último encuentro, sonreía con confianza.
Mientras el Dr. Gero le explicaba a Freezer y a King Cold el método que estaba por usar y porque, el androide solo observa atento al más pequeño. Quería estar presente y ver como este se regenera. Aunque el científico no había hecho ninguna prueba previa, tenía la seguridad de que iba a funcionar.
Después de poner fin al pequeño discurso, finalmente el científico infectó a Freezer con la primera jeringa a la espera del resultado que había calculado. Por unos instantes sintió una inquietud al ver que no habían cambios. Aunque el científico ya temía que algo malo había sucedido, tanto Cell como King Cold observaban expectantes. Podían sentir que algo estaba sucediendo.
Freezer comenzó a sentir una extraña energía recorrer su cuerpo para luego concentrarse en sus extremidades. Con brusquedad e inadvertidamente arrancó su brazo izquierdo y arrojó el aparato mecánico al suelo. Presionó con fuerza sus dientes, con algo de dolor y esfuerzo un brazo nuevo emergió dentro de su propio cuerpo. A pesar de lo doloroso que se sintió, el demonio del frío sonrió complacido. Esta vez se elevó y con ambos brazos sujeto la prótesis que iniciaba en su cintura. Al igual que la vez anterior, lo extirpó y lo separó del resto de su cuerpo violentamente. Con más esfuerzo partes de sus piernas lograron formarse poco a poco, seguido de su cola que se formó en un instante.
Ya con su parte inferior completa, se dejó caer al suelo y procedió a quitarse la pieza que cubría su pecho derecho. Hecho esto solo tomo un gran suspiro para luego dirigir sus manos hacia su cabeza y presiono con gran fuerza el aparato que cubría la mitad de su cráneo. Gruño fuertemente mientras los demás solo observaban algo inquietos y asombrados cómo se mutilaba parte de su propia cabeza. Con un último esfuerzo desencajó el aparato, provocando que emanara sangre del hueco en la mitad de su cabeza. A pesar de estar algo mareado por dicha acción Freezer mantenía la calma, después de todo estaba muerto sin importar nada.
Cerró fuertemente el ojo que le quedaba y volvió a gruñir al sentir como su cabeza se removía de un lado a otro en busca de la forma final. Cuando finalmente dejó de sentir algún movimiento enderezó su cuerpo por fin relajado. Observó su mano izquierda y como esta respondía perfectamente. Movió perplejo los dedos de sus pies y por ultimo, observó ligeramente sobre su hombro para divisar su cola sacudiéndose de un lado a otro. Rio con total satisfacción. Había recuperado su cuerpo. Ahora se sentía completo.
-Es increíble.-mencionó King Cold contemplando a su hijo. Aún no podía creer lo que un simple humano había logrado, sobre todo estando en el infierno. De haberlo conocido estando vivo lo hubiera reclutado para el ejército sin dudarlo.
Freezer elevo su ki para asegurarse si todo funcionaba igual que antes. Su energía aumentó gradualmente a un nivel estruendoso, al punto de sacudir toda la montaña y sus alrededores.
Ante esto Cell no hacía más que sonreír entusiasmado. Realmente había funcionado. Incluso podía sentir que su ki era más poderoso que cuando tenía sus partes mecánicas. Eso se estaba poniendo mejor. No podía esperar a entrenar. Era un nivel superior. Aunque este nivel no estaba registrado en la computadora, aun no era suficiente para vencerlo.
El demonio del frío descendió su ki hasta llegar a un nivel moderado y fijó su vista desafiante hacia el androide quien no parecería estar intimidado. Es más, se le veía tan animado y decidido que sus ojos emanaban emoción pura. Freezer desvió la mirada de forma altanera, Cell estaba muy sonriente pese a demostrar su poder.-”Ahora solo queda borrar esa sonrisa de su cara'' .-se dijo a sí mismo con determinación.
Cell noto que le molesta su buen ánimo, pero no se afligió por ello. También desvió la mirada distraído. Observo sus piernas y brazos mecánicos en el suelo. Luego volvió su vista hacia Freezer. Inclinó levemente su cabeza hacia un lado analizando el nuevo o mejor dicho antiguo cuerpo del demonio del frío. Si bien su cuerpo era otro, creía que antes con sus partes mecánicas y cicatrices se veía más rudo y tosco. Sin embargo, ahora se veía como un ser delicado y hasta suave, ya que su piel se veía muy tersa. Además, llamó su atención que realmente era de baja estatura al igual que cuando usaba los aparatos. Tenía una apariencia contradictoria, a pesar de tener todo el poder que contenía.
Después de unos minutos en que se comprobó que todo marchaba bien, El Dr. Gero se acercó al demonio del frío con la segunda jeringa. Este con más serenidad levantó su brazo para la última inyección y así eliminar las células de namekusei que se encontraban en su cuerpo. A pesar de lo brusco de la inyección, freezer sonrió con energía al dar por terminado ese proceso.- Eso es todo. Ya todo estará bien.-finalizó el científico aliviado que no hubieran efectos secundarios.
-Dr. Gero, realmente se lo agradezco.-mencionó King Cold al científico llamando su atención.-Espero que siga siendo un gran apoyo para el ejército.
A pesar de haber sido intimidado por aquel demonio del frío con anterioridad, no bajaría la guardia por ese cambio de actitud tan amable que mostraba. Solo asintió y habló simulando algo de simpatía.-Si claro…
Esta vez fue Freezer quien levantó la mirada desafiante hacia el androide. Este dio un paso hacia él y cuando estuvo apunto de hablar acerca de entrenar, hubo una ligera explosion que se sintió fuera de la cueva. No parecía la gran cosa, sin embargo los alaridos de las personas al exterior llamaron la atención. Todos los presentes se aproximaron hacia la salida para averiguar qué era lo que ocurría. Desde lo lejos se podía ver claramente cómo los soldados que se encontraban en el sector estaban luchando contra una gran variedad de otros sujetos ajenos al ejército. King cold solo suspiro con fastidio al reconocer de quienes se trataban.-Parecer ser que han vuelto para recuperar su base.-mencionó sin darle mayor importancia.
Freezer sonrió emocionado por lo oportuno de la situación.- Es un buen momento para probar mi nuevo cuerpo. -manifestó de una forma perversa, mientras estiraba levemente sus brazos y piernas. Cuando detuvo cualquier movimiento fijó su vista en el líder de la agrupación enemiga, quien se aproximaba directo hacia ellos. Se deslizó con rapidez por los aires para confrontarlo. Arremetió contra él y de un golpe lo estrelló contra el suelo. A continuación se enfrentó a otros individuos se lanzaron en combate contra él.
Cell observaba la escena desinteresado. Ninguno de los presentes demostraba tener un poder superior como para llamar su atención, sin embargo observaba a los atacantes pensativos. Los había visto con anterioridad en las cercanías y a pesar de que no tuvieron ningún encuentro, por alguna razón siempre creyó que ellos también estaban bajo el mando de freezer.- Entonces, ellos no eran parte del ejército.-mencionó a sí mismo casi por inercia.
-De hecho, esta cueva era su guarida.-le explico King Cold algo molesto por lo desinformado que se encontraba el androide con respecto a los miembros del ejército.-
-A pesar de que les dimos la oportunidad de unirse a nosotros, no nos quedó más opción que desplazarlos del territorio…-Cayó de pronto al ver como un par de esos sujetos lograron llegar hasta la entrada de la cueva.
King Cold los enfrentó y luego de un par de golpes logró alejarlos de la entrada. Al ver que más sujetos se aproximaban, dio un salto hacia ellos para unirse a la pelea.
Ante esta escena tanto Cell como el Dr. Gero simplemente intercambiaron miradas y se encogieron de hombros, ya que dicha pelea por el territorio no era de importancia para ninguno de los dos.
Sin embargo, al cabo de unos segundos más invasores lograron llegar hasta ellos. Cell por instinto dio un paso al frente y sin esfuerzo se deshizo de los sujetos que amenazaban con entrar a la cueva.
Al expulsarlos por los aires vio aproximarse otro más grande y corpulento. Parecía ser más fuerte y veloz que los demás. Lo dejó acercarse esperando algún tipo de destreza en su ataque, pero no fue así. Lo esquivó con indiferencia al mismo tiempo en que echó un vistazo en dirección a Freezer. Este seguía peleando con varias personas a la vez.-”Como si esto le ocasionará trabajo”-pensó con fastidio al ver como se tomaba su tiempo con esos debiluchos. Suspiro antes de sujetar al último asaltante y lanzarlo lejos de la montaña.
Hecho esto, voló hacia el demonio del frío ansioso de que terminará esa pelea absurda.-Ya deja de jugar.-exigio al mismo tiempo en que le propinó un codazo a un sujeto que se había acercado en un intento de atacarlo.- Se supone que íbamos a entrenar.
Su semblante de alegría y plenitud durante la batalla cambió radicalmente al escuchar como el androide lo fastidiaba.-Aunque lo prometí, el bienestar del ejército tiene prioridad.-le explico agobiado por su insistencia.-Después de deshacernos de esos estorbos entrenaremos.
Cell observó a su alrededor. Efectivamente era una cantidad muy grande de invasores y entre ellos también se encontraban los soldados. De cierta forma sería fácil de acabar con ellos, y seria mas sencillo aun, tomando en cuenta que los soldados se encontraban muertos. Ante ese pensamiento, simplemente comenzó a generar una pequeña esfera de energía que planeaba lanzar contra todos. Sin embargo, se distrajo al prevenir que habían arrojado el cuerpo de uno de los asaltantes contra él.-Ni se te ocurra.- advirtió el demonio del frío quien lo observaba severamente.
El androide desintegró su ataque y suspiró hastiado mientras miraba fijamente a Freezer. Había olvidado que cualquier cosa que hiciera haría molestar al demonio del frío. Y lo último que quería era que se molestara con él cuando estaban a punto de lograr que entrenaran juntos.
Se cruzó de brazos disgustado contemplando cómo continuaba la lenta e inutil pelea. Aun así no se aguantó más tiempo sin hacer nada, por lo que se dispuso a atacar con el rayo mortal a cualquiera que no fuera parte del ejército. El rayo rosa atravesaba velozmente a una gran cantidad de personas que se desplomaban en el área que rodeaba al androide. Lo único que deseaba era que esa pelea terminara rápido, así podría entrenar.
Freezer solo suspiro descontento.-”Cell solo arruina la diversión.”-se dijo gruñendo en sus adentros. Él podía derrotar a todos igual de fácil como lo hacía el androide, sin embargo y ahora que había recuperado su cuerpo, solo quería gozar de una batalla aunque fueran con unos seres inferiores.-”Por lo menos no lanzó el ataque”.- agradeció que no hubiera arrojado el ataque con el que destruía los planetas. Todo el terreno hubiera terminado como un desastre.
-¡Que no entren a la cueva!- se oyó gritar claramente a un soldado entre la multitud. Casi por impulso Cell volvió su mirada hacia el acceso principal de la cueva. Varios soldados se aproximaban a detener a una docena de individuos que intentaban llegar a la entrada y a los que se encontraban casi dentro de la guarida. Entre ellos, el único integrante del ejército que los intentaba retener era el Dr. Gero, que no se había movido de su lugar.
A pesar de ser netamente un científico, aún conservaba sus habilidades que se otorgó para la lucha. Con esfuerzo logró derrotar a varios, sin embargo el gran número de personas lo estaba sobrepasando.
Recibió un par de golpes que aguantó y a pesar de seguir luchando, finalmente un sujeto superior en fuerza lo alcanzó. Este lanzó puñetazos al científico quien intentaba cubrirse de los golpes, hasta que de una patada fue arrojado al suelo. Algunos invasores comenzaron a alardear de casi haber recuperado la montaña mientras continuaban golpeando al Dr. Gero quien seguía derribando.
Cell observó pasmado la escena. El androide no era ajeno a la violencia y nunca le había importado quien la sufriera, sin embargo esta vez había llegado a él de una manera diferente. Presiono los puños molesto. Algo en su mente le decía que aquello no era justo. Aunque el Dr. Gero también supiera luchar no significaba que debía tolerar los ataques de tantos sujetos a la vez.-”No está bien”-fue lo único que concibió ante tal situación. No comprendía porque, simplemente su mente lo procesaba como algo malo.
A pesar de las circunstancias tenía la esperanza de que el científico pudiera hacer algo. Tal vez era difícil para él al ser tan débil, pero los otros también lo eran. Parte de él decía que aún podía levantarse y seguir peleando. Sin embargo su confianza se dio por terminada al ver como uno de los invasores sujetaba al científico y comenzaba a estrellar su cabeza contra el suelo.
-¡Cell!-lo llamo Freezer sacándolo de su trance. A pesar de volver en sí, no fijó su vista en el demonio del hielo que le hablaba sino que simplemente reaccionó y se aproximó a toda velocidad en dirección hacia su creador. Voló velozmente sobre los demás provocando que tanto soldados como los atacantes cayeran impulsados por su energía.
Al llegar a la entrada con agilidad comenzó a golpear uno a uno de los individuos que rodeaban al científico. Con furia atravesó cuerpo con golpes y arrancó miembros sin pestañear. Tardó unos segundos en acabar con todos que no tuvieron chance de siquiera defenderse. El sujeto que aún sostenía la cabeza del científico observaba horrorizado la escena. Cuando la vista del androide se posó en la suya, dejó caer al inventor al suelo. Antes de que siquiera pudiera dar una excusa, Cell ya lo había sujetado fuertemente de su cabeza y lo levantó hasta su altura. El individuo en pánico intentó decir unas palabras, sin embargo no hacía más que tartamudear al encontrarse frente al androide.
Cell lo observaba en silencio y con ira. Poco a poco comenzó a oprimir su cabeza hasta que sus dedos dolorosamente se hundieron en el cráneo. Sus gritos de súplica se oyeron en toda el área. El eco de agonía cubría todo el sector llamado la atención de todos los presentes que dejaron de pelear solo para ver lo que ocurría.
Finalmente el androide lo soltó provocando que cayera de rodillas frente a él. Antes de que se pudiera levantar, sintió como era sujetado, esta vez por la nuca y como era estampado fuertemente contra unas piedras.
Lo jalo hacia atrás y vio su rostro ensangrentado. El tipo se encontraba semi consciente, apenas podía verlo. Cell sonrió macabramente y repetidas veces lo volvió a estrellar hasta que poco a poco parte de su cráneo comenzó a romperse hasta dejar una masa deforme en lugar de cabeza.
El androide volvió a levantarlo a su altura para contemplarlo mejor.-Parece que aún eres capaz de moverte.- expresó sádicamente. A pesar de estar lastimado, el sujeto aún movía sus brazos y sus dedos como si estuviera en shock.-Pues claro, ya estás muerto. No puede ocurrir algo peor.-dijo con crueldad para luego lanzarlo varios metros hacia el suelo, donde varios de los presentes, y algunos soldados, ahogaron un grito al ver el estado de su compañero.
-¡Retirada!- exclamó uno de los asaltantes por completo espantado ante esa escena. Todos sus colegas lo siguieron sin protestar y corrieron abandonando el lugar como si aún tuvieran una vida que salvar. Entre algunos cogieron a su compañero dañado y se marcharon apresurados. Por su parte, los soldados del ejército le permitieron marcharse sin problemas, ya que varios estaban ocupados murmurando entre ellos lo que acababa de ocurrir. Pues esa crueldad era una que ya habían visto con anterioridad. No era muy diferente a la clase de brutalidad que ejercía el emperador cuando quería hacer sufrir a alguien. Sin embargo, ver aquello en Cell los alarmó. Sabían que el androide podría ser capaz de hacer algo así, pero en ese momento fue impactante, ya que estaban acostumbrados a su comportamiento tranquilo habitual.
Por su lado, Freezer había estado observando la escena perplejo. No había conocido a nadie capaz de reaccionar así, sin vacilar. Poco a poco una sonrisa de asombro se dibujó en su rostro. Había sido desalmado y despiadado. Era algo que le agradaba bastante.-”Tal vez Cell si sabe como divertirse después de todo”-pensó con una sonrisa ambiciosa. Sin embargo, su semblante cambió al ver lo que ocurría a lo lejos.
Después de esa corta lucha y observar la retirada de los asaltantes, el androide se volteo hacia el científico quien aún golpeado y lastimado, intentaba ponerse de pie. Se aproximó a él y le ofreció su mano para ayudarlo. El Dr. Gero había visto todo lo ocurrido en primera fila, y aunque también palideció por el nivel de brutalidad, lo aliviaba comprender la razón de las acciones de Cell.
A pesar de que aún temblaba debido a la escena, se sentía más seguro junto al androide y sus exagerados pero buen intencionados gestos. Por lo que sujetó su mano para ayudar a reincorporarse. Cuando este logró levantarse, Cell lo rodeó por la cintura para que pudiera caminar con menos trabajo.
Levito con delicadeza y bajo de la montaña mientras observaba la cabeza de su creador con disgusto.-Creo que se rompió tu cráneo.- mencionó algo inseguro de lo que podría significar eso. No sabía si era molesto para el científico.
Al llegar al suelo el Dr. Gero se sujetó la cabeza, específicamente el área donde comenzaba su domo que cubría su cerebro. Comprobó que tenía una grieta por donde se filtraba el agua.-No es nada. Solo debo sellarla en mi laboratorio.- declaró sin padecer ningún malestar. Cell comprendió que se encontraba bien por lo que lo soltó de su agarre. Lo observó de reojo que podía sostenerse en pie, por lo que ya se encontraba aliviado.
Todos a su alrededor observaron a Cell con más miedo de lo normal, a pesar de que su momento de furia ya había terminado. El androide al sentirse observado, divisó a su alrededor a lo que todos se hicieron los tontos y comenzaron a caminar, hablar entre ellos o hacer cualquier otra cosa para no llamar la atención. Este los contemplo molesto. -”Seguramente comentarán lo que ocurrió cómo los chismosos que son”.
-Será mejor que vaya al laboratorio.- habló el Dr. Gero llamando su atención. Cell solo asintió de acuerdo, ya que debía reparar la fisura en su cráneo. Antes de retirarse, se volteó nuevamente hacia el androide.- y gracias por ayudarme.- Cell vio como este se alejó volando hasta perderse a lo lejos. Sin notarlo sonrió levemente. Sabía que el científico ya estaba muerto, pero aun así se sintió aliviado de verlo bien.
A sus espaldas sintió cómo se acercó el demonio del frío con una de sus clásicas sonrisas burlonas. Se volteó hacia él molesto por esa reacción.-¿Qué?-preguntó irritado sabiendo que Freezer no procuraba nada bueno.
-¿Qué fue eso?- lo interrogó con superioridad.
-¿Qué cosa?-volvió a preguntar sin estar seguro a que se refería.
-¿Lo que hiciste?
-Se le llama ser un guerrero perfecto.-mencionó pensando que hablaba de la pelea. Sin embargo, al ver que no parecía reaccionar a ello, comprendió que no se trataba de eso.
-Mejor dicho ¿porque lo hiciste?-volvió a interrogarlo sabiendo perfectamente la respuesta. Era algo que siempre veía, y sinceramente no creía que el androide tuviera ese tipo de apego a alguien.
Si era sincero con él mismo. No estaba seguro. Le había molestado lo que había ocurrido. Simplemente no le agradaba la idea de que el Dr. Gero fuera golpeado entre tantas personas. Sentir que aquello estaba mal era solo un factor, también se encontraba el asunto de que había intervenido. ¿Era necesario? Sinceramente, esa respuesta no la sabía. Únicamente había actuado por impulso.
Ante el silencio de Cell, el demonio de frío continuó.-Por un momento, mientras golpeabas a ese insecto, llegué a pensar en que si éramos bastante parecidos.-mencionó con sinceridad.- Pero si la razón está ligada hacia la estima que tienes hacia alguien, significa que no eres como yo.- agregó con una sonrisa perversa.- Eso no hará nada más que hacerte débil.-concluyó.
Esa palabra lo enfureció al instante. No era débil. Se dijo a sí mismo tratando de no perder la compostura.-Solo lo hice porque es mi inventor.-expreso sin saber si en realidad era la única razón.
Freezer solo resopló y le dio la espalda engreidamente. -Sinceramente, esperaba más de ti siendo que tienes mis células.
-¡¿Qué?!- exclamó enfurecido. Apenas logró contenerse. No solían irritarse con facilidad, por lo que a pesar de aun estar exaltado se obligó a optar por una pose más relajada.
Se cruzó de brazos y suspiró.-Solo tengo lo mejor de tus células.- comenzó a decir fingiendo no estar molesto.-No necesito tu arrogancia y tus aires de grandeza.- esta vez fue Freezer quien se volvió hacia él. Este presionaba los puños con fuerza y se podían ver unas venas marcadas en su frente. Por lo que parecía el demonio del frío perdía los estribos más rápido que él. Por lo que sonrió de forma ocurrente.-Y mucho menos tu apariencia. Enano.-remarco lo suficientemente fuerte para que todos los presentes cercanos escucharan.
Todos los soldados que se encontraban viendo la discusión, exclamaron temerosos al oír las palabras prohibidas que nadie jamás en la vida o muerte debía pronunciar al emperador. Por lo que instintivamente dieron varios pasos atrás para alejarse de lo que sería una carnicería.
-¡¿Qué dices?!-exclamó freezer enfurecido y ante la sonrisa divertida del androide. Sin pensarlo se abalanzó contra él. Cell esquivo sus ataques ante el asombro de todos, y de un golpe levanto a Freezer por los aires. Se elevó hasta llegar junto a él y con un simple ataque lo precipitó contra el suelo. El demonio del frío se levantó y fijó su vista en su oponente quien solo flotaba con una sonrisa divertida.
Arremetió nuevamente contra el androide. A lo alto comenzaron a pelear a la vista de todos. Cell esquivaba sus golpes con facilidad. Cada cierto tiempo golpeaba a Freezer, incluso le daba unos segundos para que se recuperara y lo siguiera atacando. El androide sonrió confiado antes los débiles ataques del demonio del frío.
Inadvertidamente, desapareció de la vista de Freezer. Antes de que pudiera encontrarlo recibió una patada que lo impactó contra la montaña.
Levantó la mirada atemorizado por la fuerza que poseía su oponente. Podía ver en el androide el poder que tanto temía y que lo llevó a su perdición. Su actitud presumida y su orgullo en combate.-”¡No es más que un maldito saiyajin!”- presiono los puños firmemente aliviando la inquietud de estar enfrentándose a él.
Con desesperación se impulsó contra las rocas y se abalanzó contra el androide. Este de forma engreída se cruzó de brazos y se dispuso a esquivar los ataques sin problemas.
Exasperado ante la actitud del Cell, aferró su cola a una de sus piernas y lo acercó hacia él hasta que finalmente logró propinarle un sólido golpe en el rostro que le hizo arquear su cuello. El demonio del frío al fin sonrió victorioso al poder alcanzarlo. Sin embargo, vio horrorizado cómo, y sin esfuerzo, Cell volvió la vista con una risa de superioridad ¿Su ataque no le había hecho nada?
Freezer retrocedio asombrado y con un gran dolor en su mano. Súbitamente recibió una gran variedad de golpes de los cuales apenas pudo defenderse.-Admítelo. Soy más fuerte que tú.
Este solo apretó la mandíbula y no respondió a esa exigencia. A pesar de tener una gran desventaja se abrió paso e intentó devolverle los golpes al androide.
Tenía que reconocer al demonio del frío. Aunque estuviera agotado y al borde la derrota, no se rendía fácil.
En un movimiento rápido, sujetó fuertemente sus manos con las suyas y comenzó a presionar hacia su dirección. A pesar de no estar usando toda su fuerza, Freezer tenía problemas en intentar contenerlo. -¿Seguro de que quieres seguir con la pelea? - le pregunto burlón ante la obvia desventaja.- Lo único que lograrás es ensuciar tu imagen.
Freezer observó de reojo lo lejos que se encontraban del ejército. No habían oído nada, pero aun así estaban lo suficientemente cerca como para ver que lo podían derrotar. Ante esa posibilidad utilizó toda la fuerza que le quedaba para hacer retroceder al androide, sin embargo por más que lo intentara era inutil.
-Lo único que esperaba de ti, era entrenar.- comentó Cell sin quitarle la vista de encima.- Aunque sabía que eras débil, no imaginaba que tanto.-rió divertido al ver el rostro enrojecido de Freezer.
Las venas remarcadas en su frente denotaban que la ira y odio hacia el androide no tenía límites. Primero fue ese insecto de Goku. Después ese saiyajin con espada y ahora Cell. No podía con la idea de que hubieran personas más fuertes que él. Y lo peor es que estando en el infierno, ni siquiera podía morir. No podía hacer nada al respecto. Solo aceptarlo.
Este se veía atrapado por donde sea que lo viera. Después de varios segundos meditando en los pros y contras finalmente suspiró resignado. -¿Qué es lo que quieres? - pregunto molesto al reconocer que el resultado del combate dependia 100% del androide.- ¿Quieres mi imperio?- considero el peor de los casos.
El androide río sin demostrar ningún esfuerzo en la batalla.-No me interesa gobernar nada y mucho menos ocupar tu lugar.-confesó como si ser el emperador del universo no fuera nada.-Solo quiero ser más fuerte.-le aclaró para luego soltarlo dándole un empujón. El demonio del frío estaba listo para seguir luchando, pero advirtió que Cell estaba dándole la espalda listo para retirarse.
-Tu ki disminuyó considerablemente. Ya no tiene sentido seguir peleando contigo.-comenzó a decir desinteresado de continuar la pelea.-Con ver que te derrote sin esfuerzo alguno, es suficiente para mi. Pero ya debes estar acostumbrado ¿no? Ser derrotado así por un saiyajin…-expresó esto último observando sobre su hombro para ver la reacción de Freezer.-O mitad sayayin. De cualquier forma, deberás vivir con esa humillación.-concluyó encogiéndose de hombros.
El demonio del frío lo contempló pasmado. Lo que acababa de decir era bastante similar a lo que había dicho Goku momentos antes de que Namek explotara. La ira volvió a invadirlo, pensó en volver a atacar, sin embargo se contuvo al comprender la realidad. Aunque no lo quería admitir, la verdad es que Cell era superior. No podría vencerlo aunque lo diera todo. En cuyo caso… Observó en dirección al suelo. Todos los soldados miraban expectantes, preguntando porque se detuvo la pelea. Aunque peleará con todas sus fuerzas, no se creía capaz de ganar y lo peor, todos lo verían.
Nuevamente Cell le dio la espalda.-Me iré del infierno por su propia cuenta y será mejor que no te entrometas.
-No podrás encontrar la salida solo.- advirtió Freezer.
El androide simplemente río. Tal vez él necesitaba un ejército para lograr su objetivo.-”Pero yo no '' .- se dijo antes de alejarse volando del lugar. No necesitaba a nadie y menos un ejército. Eso no significaba nada para él.
A pesar de que ya se había acabado la pelea Freezer aun se encontraba iracundo.-Ese maldito.-dijo con rabia al pensar lo presumido que era. Descendió poco a poco al suelo simulando serenidad frente a los soldados y comenzó a caminar como si nada. Por más que estuviese golpeado y lastimado aparento sentirse bien. Para todos pareció unos golpes superficiales que no le habían hecho ningún daño.
Todos los soldados le abrieron el paso temerosos de que el emperador se desquite con ellos, pero simplemente continuó caminando ignorandolos por completo. Pues aún tenía que procesar como es que ese experimento de laboratorio era más fuerte que él.
Por su lado, Cell se desplazaba a gran velocidad sin un rumbo fijo. Después de lo ocurrido debía planear cómo escapar del infierno. Había comenzado a creer que había una forma de entrar y salir de ahí, no obstante con el ejército de Freezer iban a un ritmo muy lento. Debía agilizar las cosas, al fin y al cabo ya había abandonado la idea de entrenar con el demonio del frío.
En el fondo seguía anhelando entrenar. Y la realidad era que Freezer era muy débil para entrenar con él y aunque seguía siendo su mejor alternativa, no se arrepentía de sus palabras. No después de lo que le dijo.
-No soy débil.- se dijo molesto al recordar lo ocurrido. Resoplo al no encontrar una conexión entre sus acciones y esas supuestas debilidades. No comprendía de donde Freezer sacaba esas ideas. Realmente no lo entendía. -“Pensé que congeniar sería fácil”-se dijo recordando lo ocurrido y tomando en cuenta la actitud de ambos. Podía deducir que ambos coincidían en un 42%, sin embargo Freezer se las arreglaba para juzgarlo como un altanero pese a sus similitudes.-”Fue en ese momento, donde nos encontramos. En que nos vimos como somos realmente.”-pensó malhumorado. De verdad creyó que sería fácil.
Aunque había tomado la decisión de dejar todo lo ocurrido atrás, no podía dejar de darle vueltas al asunto. Aún no comprendía que lo había impulsado a proteger al Dr. Gero. ¿Por qué hizo lo que hizo? ¿Y si de verdad estaba mal su reacción y Freezer tenía la razón? ¿Era débil por haber defendido al científico?
Nuevamente lo invadian otras de esas emociones que no comprendía. Y detestaba no poder interpretarlas y poder llegar a un resultado. Sin embargo, está en específico, era aún más confusa que las otras.
Algo que no era simple, acababa de comenzar sin siquiera notarlo.
Notes:
Como ven en algún momento iba a ocurrir y se iban a golpear jajaja Debo decir que Cell aguanto harto, pero nadie habla así de su padresito o lo golpea (Se han preguntado qué le ocurre a alguien en el infierno si tiene un accidente? Obvio no se muere xd pero creo que quedaría con la herida para siempre jejeje No soy de escribir cosas así, pero creo que hoy ameritaba )
Perdón por la violencia, si es que llega haber más peleas no creo que sean tan gráficas. Solo que esta vez quería remarcar la brutalidad de Cell. Es decir, el porque reaccionó así. Quería defender al dr gero (cosa que nunca había hecho. Nunca defendió a nadie.) Así que por eso…
PD: Según lo que recuerdo, es que mecha freezer no era tan fuerte como freezer normal… Y si no es así, en este fic si xD
Gracias Wesstix por tu apoyo :3
Y tamb Genie: Gracias por tu comentario :D De hecho si escribi un oneshot de Zarbon y Raditz. Esta aqui en Ao3. Es un fic de un capitulo, esta en Drabbles de DBS. Es el cap 11 por si quieres leer sobre ellos. La verdad no tengo idea cuando terminare con este fic para comenzar el de ellos xD Pero ahi hay uno que puedes leer por mientras. Muchas gracias por tu apoyo.
Dejen su review si les gusto y si no también. O si les molesto lo violento que fue el capitulo (al menos es lo más violento que he escrito en mi vida xd ) Y si les gusto dejenmelo saber :D Nos vemos por alla del 13 o 14 de noviembre.
Bye bye
Chapter 7
Notes:
Hooola
PERDON!!! Me atrasé demasiado. Tuve que hacer un par de cosas y no me dio tiempo para el fic. No prometo nada, pero espero que no vuelva a ocurrir xdEn este cap Cell seguirá buscando otra forma de entrenar, no lo encontrará tan fácil. Pero para eso hara lo que mejor sabe hacer….
Sigan a mi amiguis que me ayuda un montón en este fic. Tiene facebook e instagram Michu Paniagua Animation o Michu_paniagua_z
Disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 7:
El androide sobrevolaba un largo terreno, simplemente observaba a su alrededor sin poner mayor atención.
No inspeccionaba el perímetro de manera detallada, a menos que una formación de roca le llamara la atención, en ese caso iría a inspeccionar. Al percatarse de una extraña estructura de piedra se dirigió a ese lugar.
Nada. Pensó molesto al encontrar solo rocas. Nada fuera de lo ordinario. Descendió desanimado hasta posarse en una pequeña cima. Suspiro ante la gran vista frente a él.
Aunque de vez en cuando se enfoca en buscar una salida por su propia cuenta, no era su más importante prioridad. Su principal objetivo era entrenar y ser más fuerte.
Gruño molesto al no divisar a nadie en esa área. También se encontraba el asunto con los ogros. A pesar de buscar a los dichosos trabajadores del infierno nunca logró encontrarlos. Eran difíciles de localizar.
En un momento, un pequeño Ki a lo lejos llamó su atención. Era débil e insignificante, nada de otro mundo. Aun así voló en esa dirección para investigar, tal vez podría tratarse de esos ogros.
Voló velozmente unos kilómetros y al aproximarse, frunció el ceño con fastidio, se trataba de solo un sujeto más. Se detuvo a unos metros de él, observando con gran decepción. Tenía la esperanza de que fuera uno de los ogros de los que tanto hablaban. Si tan solo lograra averiguar cómo es que estos aparecían en el infierno, podría salir de allí.
Mientras se encontraba perdido en sus pensamientos el sujeto que se encontraba cerca de Cell, quien se percató de su presencia, lo encaró.-¡Oye tu!- le gritó agresivamente llamando su atención. Cell lo observó por completo desinteresado.-¡Este no es tu territorio! ¡Vete de aquí! - el androide sonrió con gracia y dio unos pasos hacia el sujeto desafiando sus órdenes.-¿Con que no te quieres ir? Bien, yo te echaré de aquí.- volvió a exclamar, esta vez en pose de combate.
Ciertamente era débil, pero desde que se alejó del ejército se había acostumbrado a enfrentar a cualquiera que se cruzara en su camino. No creía que fuera de mucha utilidad, pero aun así, a su falta de entrenamiento con un compañero, toda pelea servía.
Después de noquear al sujeto con un simple golpe, se quedó observando su cuerpo inerte. No había sido un problema, ni siquiera se esforzó.- "Espero que todo sirva"- se dijo algo desanimado. Sentía que se mentía a sí mismo, pero al fin y al cabo no tenía otra opción que recurrir a eso y volver a entrenar solo.
Dejando ese lugar, voló con gran velocidad hacia su lugar de siempre: Los picos de roca que rodeaban la cueva del Dr. Gero.
En camino a esa dirección vio volando en dirección contraria a varios soldados, no muy lejos de él. Algunos se percataron de su presencia y actuaron nerviosos, otros fingieron no verlo. Solo continuaron volando, incluso aumentaron la velocidad para no seguir siendo observados. Cell sonrió con humor. Suponía que ahora los aterraba más de lo normal, sobre todo después de la pelea.
Volando unos metros más adelante, divisó a Freezer de pie en una gran formación de piedra. Este se veía concentrado en su rastreador hasta que instintivamente volteo hacia su dirección. Al momento que sus miradas se cruzaron Cell sonrió de forma superior casi por inercia. A lo que Frezzer respondió desviando la mirada con enojo e indignación.
Cell río divertido y volvió su vista al frente, continuando con su ruta.
Era una lástima lo que había ocurrido, Pensó que compartían muchas cosas, incluso lo admiraba hasta cierto punto y había cosas de él que le gustaría tener como ese carisma al dirigirse a los demás. A diferencia de él, que casi siempre asustaba a los demás con o sin intenciones.
Pero como recordaba, y según dijeron, el demonio del frío piensa por conveniencia. Realmente no era del interés de Freezer, ya que él solo quería utilizarlo para sus planes, y ahora ni siquiera lo quería cerca, ya que demostró ser más fuerte que él.
Consideraba que Freezer era débil, además tenía un carácter petulante y engreído, pero por otro lado, tenía cualidades que admiraba. Aunque no le gustaba esa idea, tenía que admitir que Freeze no le desagradaba tanto como otros seres.-Era una lástima…-se dijo desalentado al recordar todo lo ocurrido. Pero aun así debería seguir adelante. Solo como siempre.
Finalmente llegó al sector “colorido” y se posicionó sobre uno de los picos de roca. Desde lo alto, observó en dirección hacia la cueva del científico. No había rastro de nadie, solo sentía el ki del Dr. Gero. Asintió conforme para sí mismo y procedió a sentarse sobre la superficie de roca. Bastaron unos segundos de concentración para comenzar a levitar.
Se había hecho la costumbre de vigilar al Dr. Gero de vez en cuando para asegurar que estuviera bien. Después de lo ocurrido, no tenía confianza en que Freezer no le hiciera nada. Tal vez lastimaría al científico solo para fastidiarlo. Aunque si ese fuera el caso, se tomaría la molestia de derrotarlo de la manera más humillante frente a todo el infierno.
Bien sabía que el Dr. Gero estaba muerto, y que no podían hacerle algo peor, pero aun así ese sentimiento de protección hacia él era más fuerte. No lo entendía por completo, solo comprendía que había actuado por impulso para protegerlo y desde ese momento aún sentía el mismo sentimiento de cuidado hacia él.
“Debilidad”
Resoplo molesto al oír nuevamente esas palabras en su mente. No creía que era débil por proteger a su creador. Solo lo había ayudado. Creía que el demonio del frío era muy apático y exagerado. Estimar al Dr. Gero no lo hacía débil.
-¡Tu!- exclamó un individuo que se aproximó volando hacia el androide. Por su lado ni siquiera abrió los ojos, seguía en la misma posición de meditación.- ¿Tu eres al que llaman Cell?-preguntó agresivamente.
Aún con los ojos cerrados y con tranquilidad Cell contestó.- Así es. Y no tengo que preguntar quién eres tú.- el sujeto solo se enfureció al no ser reconocido. Después de todo, era uno de los más fuertes en su sector. -¿Vienes por una pelea?-pregunto desinteresado.
-¡Claro que sí! ¡Así que prepárate!.-exigió molesto al no ser tratado con seriedad y lanzó un golpe hacia el androide, quien no se movió de su lugar, por lo que simplemente recibió el golpe en la sien. De inmediato, retiró el puño con un gran dolor y observó al ser frente él. Continuaba inmutable ante su ataque.
-Veo que eres un insecto debilucho.-expreso Cell abriendo los ojos lentamente. El sujeto retrocedio con asombro al ser observado de manera tan desafiante. Y antes de que pudiera escapar, inadvertidamente su oponente apareció frente a él y recibió un golpe tan fuerte que lo mandó a volar por los aires.
El androide contemplaba como ese sujeto se veía cada vez más y más pequeño hasta que se perdió de vista en el cielo. Suspiro nuevamente decepcionado y volvió a su lugar de siempre para seguir meditando.
Se estaba haciendo costumbre que varios sujetos se acercaran a él para enfrentarlo. Y a decir verdad, algunos lo sorprendieron. A pesar de ser débiles, muchos varían en niveles de poder. Ahora que lo pensaba aquello le hizo recordar lo mismo que ocurrió en la Tierra. Muchos sujetos se acercaban a desafiarlo, al igual que en su torneo ¿Y si había alguien en el infierno con el poder suficiente como para hacerle frente?
Tomando en cuenta que se había hecho fama en el infierno de pelear contra cualquiera, pensó en la idea de construir una arena de combate.¿Quien sabe? Tal vez podría encontrar a alguien que valiera la pena para entrenar.
Según sus cálculos no había nadie que pudiera superar su fuerza. Pero por otro lado, no tenía en su base de datos a todo el infierno. Sonrió nervioso ante la probabilidad de que alguien pudiera superarlo. Otra vez…Pero aun así era emocionante.
Dio un gran salto y con entusiasmo recorrió los terrenos en busca del lugar perfecto para construir su arena. No muy lejos del refugio del Dr. Gero había un campo extenso, aunque algo irregular. No lo pensó mucho y al igual que en la Tierra, manipulo una montaña cercana para comenzar a construir.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Con gran rapidez se esparció la noticia de que Cell, el androide creado biológicamente, había construido una arena para combatir contra cualquiera que se atreviera a desafiarlo.
A pesar de lo que algunos creyeran, el tema estuvo en boca de todos. Sobre todo porque en el infierno la mayoría de los muertos eran hostiles y buscaban reafirmar su fuerza. Como resultado, se acumuló un gran número de personas de distintos territorios esperando enfrentar al androide.
Como era de esperarse, todo esto llegó a oídos de Freezer y a su ejército. Algunos soldados, a pesar de que aún se sentían intimidados por Cell, se atrevieron a acudir a la arena con la excusa de "defender el honor del emperador". Muchos decían y creían que, desde aquella batalla, el androide se debía sentir superior a Freezer. Además había abandonado el ejército, por lo que varios concluyeron que debían “darle una lección”, ya que nadie podía abandonar el ejército.
Sin embargo, y para sorpresa de nadie, Cell derrotó a todos y a cada uno de los soldados. Hasta el momento estaba invicto en su propia arena.
King cold contemplaba desde la cueva con desagrado a algunos de sus soldados que habían vuelto muy lastimados después de combatir contra el androide.
El demonio del frío suspiró con molestia ante la imprudencia de los soldados. Evidentemente, Cell poseía un nivel cercano al de su hijo. Era como si se hubieran atrevido a enfrentar a Freezer. No estaban al nivel del androide
Levantó la vista a lo más alto de la montaña percibiendo el ki de su hijo. Se elevó en su dirección hasta que lo encontró junto a una de las varias entradas de la montaña. Era un pequeño mirador.
Este se encontraba concentrado en su rastreador, lo manipulaba con rapidez, buscaba y recopilaba datos actuales. A pesar de percatarse de la presencia de su padre, continuó enfocado en lo que hacía.-¿Piensas hacer algo al respecto? - le preguntó directamente a Freezer. Sabía que él iba a ese lugar específicamente para estar solo, pero aun así sintió la necesidad de hablar con él.
Sabía exactamente a qué se refería su padre. Pues todos hablaban del torneo de Cell, sin embargo a él poco le importaba.-No.-respondió con simpleza mientras seguía trabajando en su rastreador.
-¿No piensas desafiarlo? -volvió a preguntar ingenuo ante lo calmado que se veía su hijo.
Freezer dio unos últimos click a los botones en su rastreador y se enfocó en su padre.-No es de mi interes.-volvió a responder sin darle importancia al asunto.-Además, ahora que todos están distraídos, es un buen momento para invadir algunos territorios.-sonrió malvadamente. Después de comentar esto, observo desde lo alto algunos soldados que estaban reunidos fuera de la cueva. Era una buena cantidad para conquistar varios sectores al mismo tiempo. Muchos sujetos de otras áreas estaban entretenidos con el androide y sus combates.
-Ya veo.-respondió King Cold comprendiendo los planes de Freezer. A veces su hijo lo seguía sorprendiendo. Siempre buscaba la forma de ser más eficaz sin importar nada.
Aunque Cell estaba llamando la atención y atrayendo gente ajena a su sector, podría sacarle provecho a eso. Con esto último en mente, Freezer volvió a su rastreador y mando las coordenadas.
Una vez hecho esto, dio un salto hacia el grupo de soldados, sabía que su padre podría seguir insistiendo con el tema por lo que lo mejor era dejar en claro su postura y retirarse. Al llegar con ellos, de inmediato dio las órdenes y todos los presentes se movilizaron a las áreas correspondientes.
No pasaron muy lejos de la arena de combate. Había muchas personas reunidas a su alrededor. Muchos esperaban para pelear o simplemente se encontraban allí como espectadores.
Muy a su pesar, Freezer lo ignoró y volvió su vista hacia su destino.
Lo cierto, es que si había considerado volver a enfrentar a Cell. Sin embargo, solo era su orgullo hablando por encima de la lógica. Claro que podría volver a hacerle frente, pero con algo de incertidumbre, consideraba y repasaba en su mente una y otra vez la pelea que habían tenido con anterioridad. Presiono los puños con ira con solo recordarlo.
Por más que lo irritara y aunque le costara admitirlo, si es que lo volvía a enfrentar y llegaba a perder, no solo su ejército sino todos los seres del infierno lo verían o se enterarían de aquello. Después de todo, había más gente observando la arena de combate que cuando ellos pelearon por primera vez.
Por ello, para su bien y el bien de su ejército, había decidido no enfrentarlo. Aunque se convencía de que era la mejor decisión eso lo llenaba de ira. Pensar en eso, lo hizo escuchar inconscientemente las palabras de su padre en su mente
¿Haría algo al respecto? ¿Lo enfrentaria?
Presionó fuertemente sus dientes con furia. Su plan para escapar del infierno dependia de la estabilidad y continuidad de los soldados en el ejército y que estos llevarán a cabo sus tareas. Y si los soldados dejaban de verlo como su líder debido a una derrota, todo el plan podría peligrar.
No creía que era algo que Cell hubiera planeado. Había dejado en claro que no le interesaba hacerse con su ejército y mucho menos liderarlo. Por lo que, en grandes rasgos su idea del torneo no era una conspiración contra su persona. Solo era, y como siempre fue para Freezer, una gran molestia.
-"Que haga lo que le dé la gana."-Se dijo molesto. No era de su importancia. Solo debía ignorarlo y concentrarse en su plan.
Notes:
Y si, la solución de Cell era hacer una plataforma xd Siento que es algo que Cell haría en el infierno. Y tambien vieron a Freezer celoso y bien tsundere, cosa que tambien seria bien canon jaja
El proximo cap seria para finales de noviembre, espero Dx. O por ahí del 2 o 3 de diciembre (creo que un viernes o fin de semana sería mejor para mi) Si vuelvo a "desaparecer" no se asusten, seguiré publicando aunque sea tarde jeje (como 1 semana tarde mas o menos)
Wesstix: Mi intencion era que sonara como un cap de DBZ por las peleas (con un poco mas violento de lo normal) osea, con E-S-E-N-C-I-A. xd ajaja Gracias por notarlo!
Gracias por leer. Pueden dejar sus comentarios por si les gusto y si no también. Nos vemos. Bye bye
Chapter 8
Notes:
¡¡¡¡Hola a todos!!!!
Como ha sido Cell quien se ha movido más, llegó el turno de Freezer de hacer algo. Aunque no por la razón que ustedes piensan. Les dije que es slowburn! jajaGracias por seguir leyendo y sigan a mi amiga/beta en su redes que dibuja y anima bien bonito. Michu Paniagua Animation (en facebook) y Michu_paniagua_z (en instagram)
Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 8:
A pesar de lo dicho en los últimos días, su rostro confirmaba lo mucho que le molestaba el asunto del androide. Freezer se encontraba en completa soledad en su cueva, sentado en una gran piedra que emulaba un trono similar al que poseía en su nave. Su semblante denotaba fastidio y repetidamente golpeaba con sus uñas sobre la piedra mientras meditaba.
Sentía que perdía poco a poco el dominio y la gente, ya que -en su gran mayoría- tenían su atención en el torneo de Cell. Se acumulaban para desafiarlo, entrenar o simplemente divertirse con verlo luchar.
Además, había escuchado que muchos murmuraban por aquella pelea sospechosa que habían tenido. Al inicio solo se comentaba lo dudoso de la conclusión de dicho encuentro y por supuesto, como el androide lo igualó. Sin embargo, con el tiempo y las llamativas y sobresalientes habilidades de Cell, los comentarios cambiaron. Ahora se decía que el androide podría ser el más fuerte.
Dejó caer su mano sobre la piedra y la rasguño con gran ira. Suspiro con pesadez al recordar todo eso.
Aunque repetidas veces se decía que olvidara el tema, nuevamente volvía a lo mismo. Ese miserable de Cell captaba la atención de todos, incluso sin siquiera desearlo.
Se inclinó pensativo, meditando si era apropiado lo que había considerado hace unos días. Si bien, sabía que no podría enfrentarlo y menos a la vista de todos, sin embargo aún podía volver a ponerlo de su lado.
En poco más de un día harían un motín para atrapar a los ogros, ya que los habían visto recientemente a varios de ellos trabajando en cierto sector del infierno. Allí iban a capturar a los ogros y obligarlos a decirles cómo salir de ahí. Pensando en todas las posibilidades, incluyendo en que realmente pudieran escapar del infierno, también debía pensar en la probabilidad de que su plan fallara.
Se levantó de su asiento con gran molestia y caminó por la solitaria cueva hasta llegar a la entrada. Se cruzó de brazos y alzó la vista en dirección de la plataforma del androide. Podía sentir una gran cantidad de seres débiles reunidos, entre ellos un ki que sobresalía del resto. Presiono los dientes irritado al no percibir el verdadero poder que, sabía que ese insecto poseia.
Ciertamente, Cell no era necesario para su plan. Se sentía capaz de hacer el motín con pocos soldados y sin ayuda. Incluso podía hacerlo todo por sí solo. Sin embargo, si es que el androide estaba en su ejército cuando hacían el motín, era algo de lo que obviamente todos se iban a enterar debido a lo chismosos que eran.
Todos verían que aún lo podía controlar y que tenía poder sobre él. Incluso, si se daba el caso de que algo resultara mal y fracasaban, al menos se correría la voz de que Cell todavía se encuentra "en su ejército".
Era sencillo pensar en ello. No obstante, persuadir a Cell era distinto. Tenía suma confianza en que podría convencerlo, aun así lo que más le incomodaba era tener que hablar con él. Sobre todo después de la lucha que tuvieron.
Suspiro fastidiado con tal solo pensar en tener que conversar con el androide, pero valdría la pena si es que sus planes resultaban, incluso de la peor forma. Debía hacerlo, sobre todo si quería eliminar los rumores acerca de la pelea. Con gran molestia se elevó y emprendió vuelo en dirección a la arena de combate.
No tardó en llegar al lugar. Descendió a unos metros de la multitud con irritación al encontrarse con una gran cantidad de personas reunidas alrededor de la plataforma. Había más sujetos que la última vez que los vio a lo lejos. Sin más comenzó a caminar con su característica elegancia hasta adentrarse en la multitud.
A pesar de los típicos comentarios temerosos que siempre oía del androide, esta vez parecía que también eran un tanto alentadores.-“Ese sujeto es formidable”-logro escuchar de un sujeto a su derecha que lo observaba luchar con asombro.-“Da miedo, pero es muy guapo”-decían otras voces a su alrededor.- “Debe ser el sujeto más fuerte del infierno”- Inconscientemente frunció el ceño debido a esos comentarios, sobre todo por el último. Cell efectivamente se había ganado la admiración de todos. Era tan desagradable que todos lo admiraran por algo como eso. Él como emperador del mal hacía exactamente lo mismo, sin embargo parecia ser que eso provocaba espanto en los demás. Aunque eso podría deberse a que estaban bajo su mando. En cambio Cell, no sometía a nadie ni le interesaba la idea. Suspiro molesto. Poseía demasiado poder y lo desperdiciaba en combates sin sentido, se dijo a sí mismo mientras continuaba caminando.
Logró observar al androide desde la multitud, no parecía estar 100% concentrado más bien parecía distraído al momento de esquivar y golpear.
Mientras más avanzaba, todos los presentes se percataron de la presencia del emperador, por lo que comenzaron a moverse hacia los lados para dejarlo pasar. Al mismo tiempo, los comentarios se acallaron y todos los ojos ahora estaban puestos en el demonio del frío.
Llegando al borde de la plataforma, se aclaró la garganta y habló en voz alta.- Cell.- lo llamó captando la atención del androide. Este volteo hacia su dirección, al ver al demonio del frío solo sonrió burlonamente como siempre lo hacía.
Ante esta escena se oyeron varios murmullos, muchos suponían que el emperador había venido a retar a Cell a una pelea.-”Será increíble” “Esta será una pelea de verdad”-se podía oír por lo bajo.
Sin embargo, y para la decepción de todos, el demonio del frío declaró sus intenciones-Ven, necesito hablar contigo.-dijo firmemente.Todos a su alrededor suspiraron desilusionados, pues ninguno de los 2 seres se veían hostiles como para comenzar una pelea
Cell por su parte se sorprendió de que Freezer se haya tomado la molestia de buscarlo para solo hablar. Pues tenía entendido que no era de importancia para él. Aun así su curiosidad ganó y dio un par de pasos hacia su dirección.
-¡Oye!-le exclamó el sujeto que había entrado a la arena para desafiarlo. El androide detuvo su paso y se volvió al sujeto.-¡No pienses en escaparte!-le advirtió con enojo, ya que había esperado mucho para su turno.-¿O tienes miedo?- tras decir eso, se oyó un espontáneo “Uhh” de los espectadores.
Cell con tranquilidad se volvió hacia Freezer.-Dame un segundo.-le pidió cortésmente, para luego observar desafiante a su adversario. Este sonreía con malicia, listo para dar su primer ataque. Sin embargo, al apenas dar su primer paso, el androide se había aproximado tan velozmente que ninguno de los presentes había visto ese movimiento. Simplemente vieron como Cell mantenía su brazo en alto, se suponía que había lanzado un golpe, y su contrincante había volado al ras de la arena hasta caer fuera unos varios kilómetros de distancia de allí.
Todo había ocurrido tan rápido, que los vitoreos de asombro tardaron en llegar. A pesar de no haber visto nada, estaba claro que el androide había salido victorioso.
Freezer se cruzó de brazos y presionó sus dientes con fuerza. Lo cierto, es que él tampoco había sido capaz de ver nada. Cell había escondido sus verdaderas habilidades desde que había llegado. Era frustrante pensar que ni siquiera en su enfrentamiento había usado su máxima capacidad.
-¿Qué sucede?-se desconcentró al ver al androide frente a él, hablando desde lo alto de su plataforma.
Intentó disimular su desprecio hacia él y hablo de lo más normal.- Hablemos.-dijo dándole la espalda dando a entender que para ello se alejarían de la arena.
Cell resopló.-Ya veo. No vienes a pelear.-comentó llamando su atención con una sonrisa maliciosa.- No te conviene. Después de todo, ahora hay más público.-esto último lo comento en voz baja solo para que él escuchara.
El demonio del frío solo se mordió la lengua, conteniendo su ira en su interior. Y con total dignidad solo espero a que Cell bajara de la arena a su lado. Y caminaron unos metros alejándose de la multitud.
Cuando ya estuviesen lo suficientemente lejos, Freezer procedió a hablar.- Tengo un plan y sería de mucha ayuda tu presencia.-comenzó a decir, aunque en un inicio no pareció captar el interés del androide, puesto que no le agradaban sus planes.
-Entonces dices que ¿necesitas mi ayuda?-preguntó Cell por lo extraño que estaba sonando la propuesta de Freezer. No creía que en realidad necesitara su ayuda, sino que tramaba algo más.
-No dije eso.-respondió algo molesto por haber torcido sus palabras.-Solo digo que si todo sale bien, ambos nos podríamos beneficiar.-Antes de que el androide volviera a abrir la boca continuó.-Podríamos escapar de aquí.
Cell se impresionó por un segundo. ¿Freezer había encontrado la forma de salir de ahí? Sin embargo, de inmediato lo observó con desconfianza. Debía estar tramando algo. No podía ser tan simple. Sabía lo mucho que lo odiaba. No creía que había encontrado la manera de salir del infierno y más encima, lo invitaba a formar parte de la fuga.-¿Lo dices enserio?
-Es una gran posibilidad.-respondió confiado.
Cell se cruzó de brazos y suspiró pensativo mientras observaba el cielo. Ciertamente, creía que Freezer lo quería usar para su plan, pero por otro lado eso no le importaba si es que el plan daba resultado. Si era el caso, podría marcharse y dejar al ejército como ya lo había hecho. Aunque de todas formas seguía sin considerarse parte de este.-Si existe la posibilidad…-lo medito nuevamente. Imaginaba que no tenía nada que perder.-Supongo que me podría unir al plan.-dijo sin tratar de sonar resignado. Después de todo, no quería parecer tan interesado. Si lograban salir, se iría por su cuenta.
Freezer, quien lo observaba suspicaz también desvió la mirada al cielo con una sonrisa perversa.-Entonces es un trato.- dijo dando por concluida la conversación. Se sorprendió de lo sencillo que había sido, no obstante debía seguir de cerca los movimientos del androide, ya que nada lo detendría de desistir o abandonar el plan.
Aunque había conocido a saiyajines necios y salvajes, habían excepciones con los que sí se podía razonar. Suponía que Cell tenía algo de ese tipo de saiyajins. Ante ese pensamiento fue casi inevitable pensar en Vegeta. Sabía que él tenía su carácter, pero también sabía que dependiendo de la conveniencia, él optaba por comprender y obedecer sin quejarse.
Observó de reojo al androide ante esa inquietud. Este al percatarse de ser observado, volvió su vista hacia el demonio del frío con una mirada de desconfianza. A lo que Freezer también desvió la mirada rápidamente con incomodidad.
No le agradaba la idea de que Cell se pareciera a Vegeta, en ese sentido o en ninguno.
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Freezer se encontraba reunido en la cueva con unos pocos soldados de su ejército, explicando hasta el último punto del plan. Ya que los ogros al ser advertidos, era probable que nos los volverían a ver en un largo tiempo.
A Cell le aburrían esas reuniones, aunque hizo su mejor esfuerzo por escuchar el plan. Básicamente, era acorralar a todos los ogros, que no se escapen y obligarlos a decirles cómo llegaron ahí y en el peor de los casos golpearlos. No veía la razón de una reunión, el plan era simple.
-Cell.-Lo llamo Freezer. Este a pesar de estar observando al demonio del frío, se encontraba desconcentrado.-Tú estás a cargo de las tropas Ginyu.
-Ah, si. Está bien.-volvió en sí y aceptó sin mucho interés. Vio hacia su dirección, esta vez ellos no parecían molestos o asustados por trabajar juntos. Es más, esta vez fue el androide quien se sintió incómodo. Ellos se encontraban tan a gusto con él, que se hacían sus extrañas poses junto a él.
Por otro lado, algunos otros soldados murmuraron confundidos, ya que Freezer literalmente había dejado a Cell a cargo de un grupo.-Pensé que ya no estaba en el ejército.- murmuró uno de ellos.
Por su parte, Freezer sonrió silenciosamente. Quería dar la idea de que Cell estuviera a cargo de algo, para que se viera más comprometido con el ejército, y a su parecer por la reacción de los soldados lo había logrado. Si en el infierno eran unos chismosos sacaría provecho de eso.
También determinó que al motín irían él, su padre, los Ginyu y Cell. Los demás eran innecesarios, simplemente ordenó que rodearán el perímetro por si un ogro escapaba.
Una vez dadas las órdenes, varios soldados salieron de la cueva para prepararse. Sin embargo, el androide se quedó allí pensativo. Esperaba que el plan diera resultado para así poder escapar del infierno.
-Aun te ves confundido.-le indico Freezer algo de maldad en su voz.
Cell levantó la mirada hacia él y solo resoplo.-Solo no puedo esperar para salir de aquí.-dijo como si nada.
El demonio del frío lo continuó observando analiticamente. Podía deducir que había algo que lo agobiaba.-¿Te molesta que te haya dejado cargo de las tropas Ginyu?
Cell solo se encogió de hombros.- No creo que en realidad pueda guiarlos. No es mi estilo.-Freezer creyó en sus palabras y descartó aquella posibilidad. Era lógica. Continuó tratando de indagar qué más pasaba por su mente. Estaba comportándose muy similar a la primera vez que lo conoció.-Aunque…los Ginyu son raros.-Ya le habían propuesto que, como era su nuevo líder, que también hiciera las poses para que se vieran como un equipo. Secamente les respondió que no, y no volvieron a insistir. Él no tenía intenciones de hacer esas poses tontas.
Para Freezer era un comentario gracioso viniendo de alguien extraño como el androide. Pues él era más raro que ellos o que cualquier otro soldado.-Si, lo sé.-respondió mientras observaba a lo lejos como realizaban sus poses en la entrada de la cueva.- Solo ignoralos.
Cell se dispuso a marcharse junto a los demás, pero Freezer se adelantó y habló deteniendo su paso.-¿Dudas por tu poder?-El androide se quedó sin palabras. Ese maldito demonio del frío tenía la habilidad de adivinar los sentimientos ajenos con facilidad.
Se volvió hacia Freezer con una sonrisa despectiva.-En tu lugar, estaría más preocupado de tu poder.-dijo con forma antipática. Luego continuó su camino hacia la salida.
Freezer sonrió satisfecho para sí mismo.-"Si. Cell es fuerte"- tal vez más que él. Pero eso lo tenía sin cuidado si es que el androide dudaba de si mismo. No comprendía el porqué de eso, pero aquello podría ser una ventaja para él. Con este último pensamiento en mente también salió al exterior para reunirse con los demás.
Una vez que todos estaban listos, emprendieron vuelo hacia el sector donde comúnmente se encontraban los ogros. Era hora de ejecutar el plan.
Cell aún volaba distraído, solamente seguía a los demás.-“Su poder”-vio su mano pensando en la pequeña posibilidad de que se había vuelto más fuerte. Seguía sin sentir mucha diferencia desde que llegó al infierno. A pesar de su “entrenamiento” en la arena, esperaba un aumento, aunque sea un poco. Presionó su puño con fuerza. Debía bastar, después de todo se enfrentaría a esos ogros y por lo que oyó, no debían ser tan fuertes.
Notes:
Si vieron el relleno del anime, ya saben que ocurrio despues xD Supongo que se haran una idea en donde van a estar en el siguiente capitulo jaja
Gracias a los que me dejan review :3 lo aprecio mucho
Subire el proximo capitulo el 16 o 17 de diciembre.
¡Nos leemos!!
Chapter 9
Notes:
¡Hoola! Lamento la tardanza, pero tuve muchas cosas que hacer este mes, incluso , aun no hago las compras navideñas. Ayuda x.x
Pero bueno, aun asi aqui esta el capitulo. Disfrutenlo y no olviden seguir a mi amiga en michu_paniagua_animation en face y michu_paniagua_z en instagram.disfrutenlo c:
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 9:
Todos tenían caras de pocos amigos desde que los encerraron en la celda. Sin embargo, entre ellos era Freezer quien se encontraba más furioso. A pesar de encontrarse en completo silencio su aura y su rostro denotaban su estado de ánimo. Nadie, ni siquiera su padre, se sentía capaz de hablarle. Y menos aún con lo ocurrido por el fallido motín.
Por su parte, Cell a pesar de estar enfadado igual que los demás, sus razones eran muy diferentes. Además de la presencia de Goku, se encontraba ese otro sujeto que había intervenido, ese tal Paikuhan. Había venido al infierno para detenerlos y lo peor es que lo había logrado, era muy fuerte. Tan fuerte que ni siquiera pudo golpearlo y tan veloz que no logró seguir sus movimientos. No había tenido la oportunidad de hacer nada.
Presionó sus puños con fuerza. Nuevamente su mente lo llevaba al mismo pensamiento que lo estuvo atormentado al momento de llegar al infierno.
No había sido lo suficientemente fuerte.
No era perfecto.
Ya lo había afrontado cuando aceptó que Gohan lo había eliminado, sin embargo esta vez fue diferente. Fue derrotado con facilidad y rapidez, además de que fue humillante. Pensó al recordar cómo cayó a ese estanque sangriento. También observó el área de su estómago donde hace pocos minutos había un agujero.
Solo recordar su derrota lo irritaba cada vez más. Siempre pensó que sería el más fuerte, y aunque Gohan lo derrotó por poco, ahora había otro sujeto superior a ellos. Y lo peor es que Goku ni siquiera participó en la batalla, seguramente él también estaba sorprendido con la fuerza de ese sujeto poderoso.
Frunció el ceño al imaginar que ni siquiera el saiyajin podría hacerle frente. Si Goku no podía, ¿Que quedaba para él? De pronto su gesto de disgusto cambió a uno de sorpresa al advertir algo que no había notado cuando ocurrió en su momento.
Cuando había llegado al infierno intentó buscar el ki de alguien para teletransportarse a la Tierra o cualquier otro lugar, incluso penso en el saiyajin, pero no sintió ninguno conocido. Pero hasta ahora, era la primera vez que sintió el Ki de Goku. Esperanzado llevó sus dedos a su frente y se concentró para buscarlo. No sabia en donde había estado Goku desde que murió, lo único que sabía es que no se encontraba en infierno.-”Si lo localizo podría escapar de aqui'' .-pensó aún concentrándose en hallar esa fastidiosa energía. Sin embargo, no fue capaz de captar nada. Ni siquiera a alguien fuera de la celda.
Volvió a fruncir el ceño, y se levantó del montón de sábanas en las que estaba sentado. Se aproximó a las rejas y le exigió respuestas al primer ogro que vio cerca.-¡Oye tu! ¿Por qué no puedo sentir el ki de nadie tras estas rejas?! - tanto los soldados que se encontraban en la celda como los ogros que los vigilaban se sobresaltaron por lo agresivo de su comportamiento.
-Así está diseñad-ogra la prisión-ogra.- le respondió un ogro con temor a pesar de estar a salvo de cualquier ataque del androide.
Cell lo observó furioso por esa simple respuesta. Ya había sido testigo de cómo las tropas Ginyu habían intentado tirar las rejas desde que llegaron, incluso King cold lanzó un ataque de energía y no lograron derribarla. Obviamente la prisión poseía la extraña propiedad de resistir los ataques más fuertes. Y por lo que veía, también anula otras cualidades hacia el exterior, como sentir el ki de otros.
Estando cerca de la reja volvió a intentarlo. Sujeto ambos barrotes e intento sentir el ki de alguien. Cualquier ser. Ni siquiera era necesario que fuera el ki de Goku. Aun así, después de unos segundos se rindió y se alejó de la puerta. Caminó hacia el fondo de la cueva y se sentó apoyándose en una pared. Suspiro hastiado por lo absurdo de la situación en la que se encontraba.
Para el alivio de los demás, Cell ya se había controlado. Aún parecía enfadado, pero no tanto como hace unos segundos. Al igual que Freezer solo inundaba la cueva con un aire de pesadez y cólera.
Al paso de unas horas Cell, se podía sentir cada vez más aliviado, ya no se encontraba tan enfadado. Hasta él mismo notó ese cambio en su persona. Suponía que el tiempo lo ayudaba a calmarse. En ese lapso solo pensaba en lo ocurrido de la pelea que los metió en esa situación. Con el pequeño detalle de que intentaba no pensar en su desempeño, después de todo se convencía en que aquello podría resolverse volviéndose más fuerte. El problema con ello era su avance. Aunque no veía un mayor progreso con respecto a su fuerza, se decía que debía seguir intentándolo.
Levantó la mirada hacia Freezer, que se encontraba a unos metros de él. Estaba apoyado contra una pared y de brazos cruzados, murmurando en voz baja palabras inentendibles hasta para él. A su parecer aún estaba molesto por la pelea que habían tenido contra Goku y el otro sujeto verde. Desde el punto de vista del androide era un debilucho, pero aun así después de él mismo, el demonio del frío era el más fuerte del infierno. Supuso que debía sentir algo similar a él al ser derrotados con tal facilidad.
Suspiro disimuladamente en solo pensar en volver a entrenar con él.
Tal vez no veía ninguna diferencia o aumento en su fuerza, porque todos con los que se había enfrentado eran sumamente débiles. Comparado con ellos, Freezer se encontraba en otro nivel. Si es que entrenaba con alguien de un poder superior, podría lograr un avance. Pensó con lógica. Aunque esa era su hipótesis desde el principio, después se encaprichó en que podría hacerlo solo. Y también en encontrar una salida.
El androide cerró sus ojos y apoyó su cabeza contra la pared molesto por sus acciones. Si no hubiera sido por esa pelea que había tenido con Freezer, hubieran entrenado y tal vez hubiera podido enfrentar a ese Paikuhan .-”Aunque eso también fue culpa de Freezer'' .- se dijo en un intento de sentir menos culpa por lo ocurrido.
A pesar de creer eso, los hechos le demostraron que en realidad no podía hacer esas cosas solo. No podía encontrar una salida por su cuenta, ya lo había intentado y nunca encontró nada. Ni siquiera una pista y mucho menos podría volverse más fuerte solo. Necesitaba a alguien, aunque no le gustara admitirlo.
Esta vez fue Freezer quien levantó la vista hacia el androide al sentirse observado. Al cruzar sus miradas el demonio del frío sólo gruñó y desvió su vista hacia otro lado con irritación.
Esa fue una señal para Cell en que no debía mencionar nada sobre el entrenamiento que le debía. Aún parecía enfadado.-"Lo mejor sería no molestarlo por ahora"-se dijo a sí mismo también desviando la mirada.
Estuvo con la mente en blanco por unos momentos hasta que oyó nuevamente los balbuceos de Freezer.
Levemente rodó sus ojos hacia su dirección. Este seguía enfadado, incluso más que cuando los encerraron. Por un lado, si continuaba enfadado no podría razonar con él para entrenar. Pero por otro lado, fue casi inevitable sonreír por su forma de actuar. Le entró en gracia percatarse de que el demonio del frío pudiera estar tan enojado por un tiempo tan prolongado.
Con el paso de las horas el cielo se oscureció. Tanto los Ginyu como King Cold, sin nada que hacer en la celda, decidieron dormir. Cada quien tomó una manta y futon, que los ogros dejaron para ellos y se dispusieron a dormir.
Al momento de que llegó la oscuridad la temperatura cambió drásticamente. Cell, quien se quedó en la misma posición desde hace horas, nunca había estado en un clima tan frío. Al estar expuesto a esto solo lo confundió. Podía sentirlo claramente: frío. Pero no estaba seguro de que le agradaba la sensación que le causaba ese clima.
No sabía cuánto tiempo tendrían que estar encerrados en la celda, por lo que cualquier distracción era bien acogida por su cerebro. Estuvo meditando con los ojos cerrados el suficiente tiempo como para aparentar estar dormido. Sabía que era físicamente capaz de aguantarlo, ya que no parecía verse afectado por ello. Cuando por fin, después de varios minutos, abrió los ojos llegando a una conclusión. No le agradaba el frío. Por lo que decidió que, al igual que los demás, se cubrirá con una de las mantas.
Al volver su vista hacia al frente, observó como Freezer caminaba de un lado a otro impacientemente con una mirada tanto molesta como pensativa. Cell sin prestarle mucha atención, aproximó su brazo hacia una de las 2 mantas que aún quedaban. Se la paso por detrás de la espalda y se acomodo nuevamente contra la pared.
El demonio del frío analizaba en su mente otra estrategia completamente nueva. Tomando en cuenta que pueden traer peleadores del “cielo” para detener cualquier cosa que hagan a la fuerza. Pero más que nada se preguntaba ¿Cómo llegó Goku ahí? ¿De la misma forma que los ogros? Pensaba en que, Goku y el sujeto que lo acompañaba, debían estar en un lugar cercano. De otra manera, ¿Cómo habían llegado tan rápido? ¿Había algo más cerca del infierno? ¿Un cielo o paraíso?
Pasaron los minutos y Freezer continuaba paseando de un lugar a otro mientras generaba más preguntas en su mente.-¿Por qué no te duermes de una vez?-oyó decir a Cell a lo que el demonio del frío detuvo su paso con fastidio.
Lo observó irritado, con una mirada amenazante que no afectó al androide en lo más mínimo. Aunque hace tiempo se hizo la idea de que no podía hacer nada al respecto, como odiaba que le hablara así sin más.-No tengo tiempo para dormir.-respondió con desagrado mientras se cruzaba de brazos y se apoyaba en la pared, aun impaciente.
Cell creyó que esa actitud se debía por lo que había ocurrido con su plan, pero esta vez sintió más odio en sus palabras. Un odio personal hacia él. Aun así ignoro esto último.-¿Qué más puedes hacer?-se encogió de hombros como si fuese obvio.
Freezer solamente gruño furioso. Odiaba a ese androide. Aparte de que su plan había fallado y de que terminó encerrado en una celda junto a él, lo que mencionó en la batalla lo irritaba aún más.
“Ese nivel es insignificante. Eso lo sé porque fui yo quien lo mató”
El demonio del frío presionó los puños con ira, intentando contenerse y no llamar la atención.-”No puedo creer que Cell haya destruido mis planes de matar a Goku '' .-Lo despreciaba demasiado. Sin embargo, y a pesar de su ira contenida y del hecho de que sabía que no era rival para el androide, se había dicho que no debía dejar que Cell se vuelva a alejar del ejército. Era muy peligroso que estuviera por su cuenta en el infierno, podría estropear sus futuros planes.
Lo observaba de reojo, no obstante al paso de unos segundos lo terminó viendo sin disimulo. No se había percatado de que Cell se cubría con la manta. Sabía que el androide era extraño, algo lento al momento de comprender algunas cosas y por sobretodo un grandisimo idiota que desperdicia su fuerza ¿pero esto?-¿Tienes frío o qué?- Freezer lo observaba con extrañeza por esa acción, después de todo tenía células de demonios del frío, no debería estar afectado por el ambiente.
-Eso creo.-dijo sin estar seguro de lo que estaba sintiendo.-No me agrada la sensación que provoca el frío.-respondió el androide con honestidad.- Puedo imaginar que tu raza tolera las temperaturas bajas.- supuso ya que tanto él como su padre no tenían problema alguno debido al clima. King cold a pesar de tener una de las mantas, simplemente se había sentado en ella. No estaba cubierto.
Freezer hizo una mueca de desagrado. ¿Cómo podía tener sus células y aun así tener frío? Se aclaró la garganta.-Pues si, nuestro planeta natal se encuentra en el sur de la galaxia. El Planeta Chanlong. Es uno de los planetas más fríos del universo.-le explico sin darle importancia al tema.-Estamos acostumbrados a las temperaturas bajas, pero aun así podemos soportar los ambientes cálidos.
-Ah…Ya veo.- comentó el androide algo desconcentrado, ya que estaba tratando de cubrirse por completo con la manta. Exhalo sobre sus manos intentando generar un poco de calor. Lo hizo repetidas veces hasta que observó a Freezer y como este lo estaba observaba descolocado.
El demonio de frío de inmediato desvió la mirada incómoda y lo ignoró. No quería que Cell pensara en algo raro. A pesar de eso, oyó claramente cómo este se rio. Freezer resoplo agobiado.-”Es un cabeza hueca”.
-No pude ver tu pelea contra ese tal Paikuhan.-comentó de pronto. Freezer se sorprendió por haber mencionado el tema, pero de inmediato presionó sus dientes con gran molestia. No quería admitirlo, pero ambos sabían cómo había terminado.-Ese sujeto es muy poderoso.-dijo con frustración el androide. Jamás hubiera creído que perdería así de fácil contra alguien. Cuando murió al menos fue una batalla razonable.-No puedo dejar de pensar, en que si ambos hubiéramos peleado en conjunto tal vez hubiéramos podido hacer algo.-Antes de que el demonio del frío pudiera decir algo en contra a esa idea el androide se adelantó.-Aunque tampoco me gusta la idea de depender de alguien más para ganar una pelea.
Le había quitado las palabras de la boca.-Creo que es en lo único en lo que estamos de acuerdo.-dijo Freezer de forma altanera.
El androide sonrió levemente. Al menos estaban de acuerdo en algo.
-”Esa forma de pensar puede deberse a la sangre saiyajin”- dedujo para sí mismo, ya que ni siquiera había pensado antes de comentar aquello. Ese simple pensamiento lo llevó nuevamente a lo que había estado pensando por horas: Goku.
El hecho de no poder sentir el ki de Goku y de nadie más, que no fueran del infierno, lo preocupaba. Incluso, llegó a pensar que tal vez solo él tenía ese problema.-Dime algo ¿Sentiste el ki de Goku antes de que llegara a detenernos? - le pregunto seriamente al demonio del frío.
-¿Ah?-logró decir confundido sin saber a qué se refería.
-Desde que llegué al infierno no había podido sentir su ki, pero cuando fue a detenernos pude sentirlo claramente.
Aunque Freezer nunca tuvo la intención de buscar el ki del saiyajin estando en el infierno, supuso que no lo había sentido, sino se hubiera percatado de ello.- Ahora que lo dices, no. No lo sentí hasta que llegó aquí.-le respondió el demonio de hielo.
Cell resoplo un poco aliviado. Al menos comprobó que no se trataba de un problema suyo al sentir el ki de los demás.-Tal vez Goku debe estar en otro lugar muy lejos.-agregó fastidiado, perdiendo de inmediato la poca calma que había conseguido.
-Seguramente debe estar en el cielo.-comenzó a decir Freezer exasperado ante tal idea de que ese mono podía deambular entre el cielo y el infierno con total libertad.-Ese maldito saiyajin…
- Tan entrometido…- agregó Cell igual de enojado al recordar su forma de ser.
-Y fastidioso…
Ambos se vieron impresionados por lo mucho que aborrecian al Goku. Cayeron en cuenta de que parecía ser otra cosa en la estaban más que de acuerdo. Mantuvieron la mirada por unos segundo hasta que el demonio del frío desvió la mirada abochornado. Se cruzó de brazos incómodo por el momento que acaba de ocurrir. Se supone que odiaba a Cell, no que debían congeniar. Se aclaró la garganta antes de volver a hablar.- ¿Acaso no duermes?- le preguntó Freezer cambiando el tema.
-Como todo ser biológico…eso creo.- respondió el androide sin estar seguro de ese tipo de funcionamiento en su cuerpo. Aunque solo lo había hecho una vez en su corta vida, cuando estuvo de pie en su arena esperando para dar inicio a su torneo. Al tener sus ojos cerrados y al estar en un estado de relajación, por definición diría que eso fue dormir.
Y aunque involucionar para entrar a la máquina del tiempo fuese similar a dormir, más bien lo consideraba como invernación. Ambas experiencias habían sido diferentes, mientras que una fue un cambio corporal y de metabolismo para conservar su energía, otra fue un estado de reposo y de anulación de los sentidos.- Supongo que podría intentar dormir.-dijo asumiendo que aquello lo ayudaría a calmar su mente. Además no había mucho que hacer estando encerrados en esa celda.
Dando por terminada la conversación, apoyó su espalda contra la pared. Era la primera vez que dormía como se supone que debería ser. En la misma posición en la que se encontraba, cerró sus ojos y relajó su cuerpo. Mientras despejaba su mente comenzó a desvincularse del lugar donde se encontraba hasta que al cabo de unos segundos, ya no tuvo conocimiento de nada. Finalmente sus hombros y su cabeza decayeron levemente, aun manteniendo su postura.
Freezer lo quedó mirando sorprendido. En momentos como esos pensaba en que Cell era como un robot. Literalmente parecía como si fuese una máquina que se había desactivado. Resopló con disgusto negando con la cabeza y optó por ignorar al androide a pesar de estar durmiendo. Se reincorporo y volvió a caminar por pensativo por la celda. Continuaba pensando en un nuevo plan.
Habían fallado gracias a ese entrometido de Goku y ese tal “Paikuhan”, quién era bastante poderoso. Pensó con furia. No sabía en qué momento habían aparecido sujetos tan fuertes que podían derrotarlo con un solo golpe. Aunque añoraba los momentos en que él era el único y todopoderoso emperador del universo, trato de no pensar más en ello. Solo se enojaría sin ningún resultado.
Aunque su plan hubiera fallado, ahora tenía conocimiento de que había una especie de “cielo” donde habían peleadores que podían ir al infierno a detenerlos si esto fuera necesario. Era información que podría ser de importancia para el futuro. Y también como ya lo había previsto, si bien fallaron en la misión, al menos se correría la voz de que Cell estaba con el ejército cuando eso ocurrió.
Ante este pensamiento se detuvo en seco y observó de reojo a Cell con molestia. Este aun mantenía los ojos cerrados, no se movía y a lejos no parecía respirar.-”Ese maldito”-pensó al rememorar la razón de su odio hacia él.
Aún no podía creer que ese insecto que le temía a las agujas y tenía un vínculo afectuoso hacia el Dr. Gero hubiera derrotado a Goku.
Desvió su vista del androide con gran molestia, le dio la espalda y se dirigió hacia la puerta de la celda. Mientras observaba el cielo se decía que debía dejar de pensar en esas cosas que solo provocaban su furia y concentrarse en su nuevo plan de escape. Tomando en cuenta la nueva información que tenían parecía ser que no volverían a incluir a los ogros.-”Después de todo nadie pudo hacerle frente a ese sujeto que vino del cielo”-pensó frustrado. Así permaneció toda la noche pensando en qué otras opciones tenían para escapar del infierno.
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Más días pasaron y Freezer estaba distante de todos, sobre todo con Cell. El androide lo noto y no comprendía la razón de ello, más allá de fallar en el plan de escape. Parecía especialmente molesto con él.
La celda se encontraba en silencio casi todo el tiempo, a excepción de los Ginyu que hablan entre ellos y en tono muy bajo para evitar enfadar a los demás. De vez en cuando, King Cold pronunciaba una que otra palabra. Mas Cell y Freezer no decían absolutamente nada.
Igualmente nadie se dirigía a Freezer por su aura iracunda y por el miedo que causaba. Ni siquiera su padre se animaba a cruzar una palabra con él.
Cell por su lado tampoco habló con nadie en los días que estuvieron encerrados. Entre que Freezer estaba muy distante y molesto y que Cell solo observaba a los demás en completo silencio, hacían que el ambiente de la cárcel fuera muy pesado e incómodo.
Fueron varios días los en que estuvieron encarcelados hasta que finalmente un ogro se aproximó a las rejas con lentitud, y abrió la cerradura para luego desaparecer. Los soldados intercambiaron miradas entre ellos sin creer que en realidad los liberaron. Fue Freezer quien se acercó a la puerta y simplemente la empujó. Esta se abrió sin problema por lo que, dio un gran respiro y sin pensarlo emprendió el vuelo alejándose del lugar. Fue el primero en salir de ahí.
Cell al ver esto desde lejos, se incorporó y se aproximó a la salida sin dirigirle la palabra a nadie. Y al igual que el demonio de frío, se elevó y se fue volando hacia la dirección contraria.
Aunque el plan para escapar había fracasado, no pensó en distanciarse de las tropas como antes, sino que había considerado solo estar cerca. Aún sentía necesario entrenar con Freezer, pero debido a lo malhumorado que se encontraba por el motín fallido y por el encierro, decidió esperar un tiempo. Sabía que no era del agrado de Freezer, pero creyó que estar encerrados juntos en una celda, su odio había incrementado. Por lo que alejarse de él podría aminorar su desprecio. Además, ya había pasado mucho tiempo soportando su presencia. Él también quería descansar de Freezer.
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Aunque el plan del motín había fallado, dentro del ejército aún persistía el mismo objetivo de encontrar una salida, por lo que continuaban con el plan original de conquistar nuevos territorios. O al menos esa era la intención que los soldados le expusieron a Cell.
Habían pasado varios días desde la última vez en que vio al demonio del frío. Por esa razón este se sorprendió bastante al ver al androide llegar junto con los demás soldados para continuar con las misiones.
Tal vez su plan de volver a Cell al ejército había funcionado muy bien. Ciertamente, Freezer no creía que el androide se encontraba allí por voluntad propia y mucho menos por lealtad.-”¿Ahora que está tramando?” - se cuestionó al verlo tan apacible y obediente, que incluso traía consigo su rastreador.
Al momento en que sus ojos se cruzaron, Cell advirtió que el odio de Freezer hacia él incrementaba a cada segundo en que ambos sostenían la mirada en el otro. Sinceramente, no sabía que había hecho para ganarse ese odio. Desde que se conocieron, incluso después de la pelea que tuvieron, sintió un odio que calificaría como normal, pero esta vez era frustrante no saber porque se había ganado ese odio sin siquiera haberlo provocado.
-”Tal vez he sido muy paciente con él”- pensó Cell optando por la idea de ser más directo.
El demonio del frío resopló molesto y desvió la mirada con pesadez.-Esta vez iré solo yo.-anuncio a los soldados que lo observaban confundidos.-Quedense aqui.-ordenó severamente, para luego irse volando en soledad para conquistar el territorio nuevo.
Cell frunció el ceño por esa actitud. Segundos después de que el demonio del frío se haya ido, camino hacia el borde del risco con intención de ir tras él.
Zarbon, quien se encontraba junto a él lo detuvo, ya que era bastante claro lo que estaba apunto de hacer.-¡Espera!-le advirtió con las manos en alto para evitar que se fuera. No conocía tanto a Cell como las tropas Ginyu, pero aun así le habían comentado algunas cosas sobre el androide. Entre ellas, que siempre hacía lo que quería, es decir, no seguía órdenes incluso si estas eran de Freezer. Por lo que cuido bien sus palabras.-¿Qué estás pensando hacer?
El androide lo observó fijamente de una forma tan amenazadora que el comandante había reconsiderado su intromisión.-Sé que a Freezer no le agrado.-comenzó a decir Cell llamando la atención de todos los soldados.-Pero ahora puedo notar lo mucho que me odia. ¿Conoces la razón?-pregunto seriamente al comandante, quien se extrañó por esa duda tan específica. Si era sincero, no sabia que decir.
-En realidad, el señor Freezer siempre es así.- Comentó uno de los soldados a sus espaldas. Lo que el androide describía era algo que muchos soldados sentían y veían a diario, por lo que no era algo de otro mundo.- No creo que te odie específicamente a ti.
Cell miró sobre su hombro con irritación, no parecía ser la respuesta que esperaba. El soldado se sobresaltó, pero solo desvió la mirada nervioso esperando que ignoraran su comentario.
-Tal vez te odia por que no sigues sus órdenes.-Comentó otro soldado con simpleza, pero al momento que Cell le clavó la mirada este se alarmó y se escondió detrás de un colega igual de asustado.- ¡Perdon, Perdon! No me hagas nada.-rogó temeroso. Tras esa escena todos guardaron silencio.
El androide sabía que no se trataba por haber demostrado ser más fuerte que él. Se había molestado por eso, pero no había visto ese odio hacia él. Cuando se percató de ello fue cuando estuvieron encerrados en la celda. Realmente no comprendía ¿Que le había hecho para odiarlo tanto?
-Dime algo.- interrumpió Zarbon creyendo encontrar la respuesta que el androide buscaba.-¿Es cierto lo que se rumorea? ¿Tú mataste al saiyajin llamado Goku?-pregunto incrédulo por la situación. Había conocido al saiyajin y todos los problemas que había causado en Namekusei, sobre todo al señor Freezer.
-Si, yo lo mate.-le respondió el androide sin problemas. A lo cual el comandante se sorprendió por unos segundo y luego asintió confirmando sus sospechas.
-Entiendo...-comenzó a decir llamando la atención de Cell. Se aclaró la garganta para explicar sus suposiciones.-Verás, después de lo ocurrido en Namekusei, la mayor ambición del señor Freezer era derrotar a Goku. Y como al final fuiste tú quien lo hizo…-dejó de hablar dando a entender la situación.
Cell al comprender lo que ocurría simplemente suspiro cabizbajo. No podía creer que esa era la razón, ahora solo podía pensar en lo necio e infantil que Freezer se comportaba. Sobre todo por algo tan ridículo.- Ya veo…-mencionó convencido.
-Creo que si te odia.-confirmó Zarbon con algo de gracia y un tanto nervioso al confirmar que el androide había vencido al saiyajin, quien anteriormente había derrotado al emperador. Era intimidante pensar que se encontraba frente a alguien tan poderoso.
El androide solo asintió hacia el comandante y elevó sus alas con intenciones de marcharse.-El señor Freezer dijo que nos quedemos aquí.-le advirtió otro soldado con algo de cobardía. Cell simplemente les sonrió y se marchó con tal velocidad que nadie más logró decir nada.
Todos los soldados se vieron sorprendidos entre ellos. Cell era muy osado y nada parecía importarle.-Ven que no sigue las órdenes.-comentó el soldado que aún seguía escondido detrás de su compañero.
Mientras cruzaba el cielo Cell pensaba lo ridículo del asunto. ¿Cómo podía ser que Freezer lo odiaba por eso? Suspiro nuevamente con pesadez con tan solo pensar en esa explicación.
Tenía que aclarar las cosas. Simplemente hablaría con él. Resolvería aquello, intentando no hacerlo enfadar más, lo cual sería difícil ya que cada vez que abría la boca el demonio del frío se molestaba con él. Supuso que debía cuidar sus palabras, aunque si Freezer se comportaba de forma insoportable no pensaba ser suave.
Notes:
Que puedo decir, villanos unidos por su odio a goku. Y tamb goku es la razón por la que no se llevan bien xd Maldito y sensual goku ajaj
Como ven, Cell puede tener las intenciones de resolver las cosas conversando. Como un caballero. Pero este es el universo de Dragon ball, a ver que sucedera xD
Gracias por seguir leyendo. (al menos veo que hay gente sigue la historia, pero no comentan :c) Si les gusta por donde va la historia comenten o sino les gusta tambien. O si creen que es muy slowburn ajaja
El proximo cap sera a finales de diciembre. O principios de enero (30, 31 o 1) Si no aparezco en esas fechas no se asusten, juro que si o si voy a actualizar.
Nos vemos a la proxima, y que tengan una bella navidad ;D
Chapter 10
Notes:
¡Hola a todes! Espero que hayan tenido un buen inicio de año.
¡perdón! Me retrase un poco jeje En este capítulo pasaran algunas cosas, en su mayoría es sólo conversación (si es que estos 2 pueden hablar sin golpearse xD) pero al menos intentarán llegar a un acuerdo.
Sigan mi amiga/beta en facebook (Michu Paniagua Animation) y en instagram (Michu_paniagua_z) que sube dibujos y animación bellas :3
Disfruten el capítulo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 10:
El androide sobrevolaba la zona observando a sus alrededores, podía sentir el ki de Freezer cerca de él. A lejos divisó una explosión y varias personas, víctimas de ella, volando por los aires. Ni siquiera debía verificar si se trataba del demonio del frío, después de todo ¿Quién más podría ser?
Al aproximarse hacia una pequeña colina, observó como Freezer estaba destruyendo todo el terreno a su alrededor, dejando solo escombros y cuerpos regados por el área. Se veía bastante furioso, incluso más de lo normal.
Cell descendió en la colina junto a él y antes de que pudiera decir alguna palabra el emperador se adelantó.- Te ordené que te quedaras allá.- dijo molesto por su presencia en el lugar.
-No soy parte de tu ejército para que me des órdenes.- respondió con simpleza ante esa acusación.
Se contuvo por unos segundos, pero finalmente cedió ante su actitud.-¿A qué viniste?-le preguntó ásperamente dándole la espalda
-Vine a ayudarte.-mencionó lo más amable que pudo.-Aunque obviamente no lo necesitas.-agregó esto último viendo a su alrededor como todos sus enemigos estaban masacrados en el suelo.
-No viniste por eso.- dijo viendo con desprecio al androide sobre su hombro.
-Pareces conocerme muy bien.- expuso Cell sin necesidad de seguir con la farsa.-Después de todo, gran parte de lo que soy viene de ti.
-¿Qué quieres? - volvió a preguntar más impaciente ante su actitud despreocupada.
Cell lo observó serio por un momento y preguntó directamente.-¿En serio, estás tan molesto porque yo maté a Goku?
Con solo oír esas palabras le dio la espalda furioso, trataba de no demostrarlo por lo que intentaba controlarse.-No lo entiendes…
–Claro que sí, él te derrotó de forma humillante. Tenías la intención de vengarte y como eras tan débil, te mataron.- explicó los hechos con facilidad sin importarle cuánto podría enfadar al demonio del frío.- Y yo me adelanté y maté a Goku antes de que pudieras salir de aquí.
Freezer volvió a verlo completamente indignado y esforzándose aún más en contener las ganas de golpearlo. Por más que lo irritaba, sus palabras no eran más que la realidad.
Cell solo lo contempló con tranquilidad ante su reacción. Solo resoplo y sonrió indiferente.-Y decias que yo era infantil.
Sin pensarlo Freezer arremetió contra el androide lanzando un golpe que fácilmente fue esquivado. Volvió a intentar de atacar repetidas veces, sin embargo todos sus golpes fueron eludidos hasta que al fin y al cabo, Cell le devolvió con rapidez una patada que lo elevó por unos segundos del suelo. Y nuevamente sin poder hacer nada, fue golpeado en el pecho provocando que se estrellara contra la superficie de la colina.
Antes de que pudiera levantarse, el androide se posicionó sobre él sujetando despiadadamente su cuello dando por terminado la pelea. Cell aproximó su rostro al emperador que, furioso pero angustiado, intentaba liberarse de su agarre. Por un segundo río de satisfacción al verlo derrotado, sin embargo al instante recordó que ese no era su propósito. Había venido a ese lugar con la intención de hablar con Freezer, no de humillarlo.
Alarmado lo liberó y dio un paso atrás para darle espacio. Se sintió un poco apenado por su forma de actuar. Era extraño, era la primera vez que se afligía por reaccionar como se debería en una pelea. -Lo s…-iba a decir, pero al instante se retractó. No se disculparia por proceder correctamente a un enfrentamiento. Suspiro incómodo al ver como Freezer recuperaba el aire.-No soy bueno hablando. Lo único que sé hacer es pelear.-admitió abrumado ante la idea de que su principal característica al ser diseñado podría ser un problema.
-Se nota.-Logró decir con dificultad el demonio del frío mientras se levantaba del suelo. Apenas observó desafiante al androide, este desvió la mirada.
Pensó en que solo debía ser directo, y de paso cuidar sus palabras para no volver a insultarlo. Después de lo ocurrido no creía que el demonio del frío estuviera de humor.-Vine a pedirte que entrenes conmigo.
Solo se oyó un gruñido fatigoso como respuesta. Cell podía estar muy molesto con respecto a ese tema, y más aún después de decir que no lo necesitaba. Se dijo rememorando la batalla que tuvieron frente a su ejército. -¿No que era muy débil para ti?-le pregunto antipático. Aunque le enfurecía decir esas palabras, quería ver la reacción de Cell al admitir que no logró encontrar a nadie como él. Bien sabía que aquello era imposible.
Cell se sintió abochornado.-Pues si…eso solo que…-no quería admitir que se había equivocado, pero era difícil fingir que sus planes no dieron resultado.- Prefiero entrenar contigo, porque eres lo más decente en el infierno. Todos con los que peleó en la arena son unos pobres diablos.
Lo que el androide decía no era ninguna novedad, por lo que Freezer lo continúo observando presumidamente esperando algo más.
Bastaron unos segundos en que mantuvo su mirada con el demonio del frío, hasta que finalmente suspiró.- Bien. Te mentí, si eres fuerte.- De inmediato Freezer se sintió perturbado por ese cumplido, sobre todo viniendo de Cell. No esperaba tal nivel de sinceridad.- Al menos un poco más de lo que pensé.- corrigió el androide, no quería que se le subieran los humos a la cabeza.
Tardo un poco en salir de su asombro hasta que finalmente río presumido como siempre.-Entonces ¿admites que te equivocaste? - comenzó a decir recordando sus palabras después de su última pelea.
Cell se cruzó de brazos y suspiró irritado negando con la cabeza. No quería seguir hablando de eso, Freezer podía ser muy molesto.-Y con respecto a lo de Goku…-comenzó a decir ignorando que trata de admitir su error.- Es muy probable que lo revivan con las esferas del dragón. De cualquier forma podrás vengarte después.
Freezer, obviando el cambio de tema, le dio la espalda aún furioso, pero aun así considerando la opción que el androide exponia.
Al observar esa simple acción, Cell solo suspiro. - “¿En serio?” – No podía creer que Freezer se llegase a comportar así. No imaginaba que otros soldados lo hubieran visto hacer ese tipo de berrinches.
-En realidad fue un accidente.- agregó Cell creyendo que Freezer necesitaría más información de cómo ocurrió su enfrentamiento con el saiyajin. Sin embargo al ver la sorpresa y odio reflejado en el rostro del demonio del frío, se apresuró en aclarar el asunto.- Él me teletransporto a otro lugar cuando me iba a autodestruir. Él solo se sacrificó para salvar la Tierra. -Aunque ciertamente su intención era matar a Goku y destruir el planeta al mismo tiempo, no se sentía muy orgulloso de cómo sucedió.
Freezer solo hizo una mueca de incomodidad. Como siempre el saiyajin sacrificandose para ser un héroe. Era despreciable.
A pesar de que las circunstancias del deceso de Goku fueron inoportunas, algo llamó su atención. El demonio del frío meditó acerca de las circunstancias.-”Solo sacó ventaja de sus células de Namekusei”-Si Cell podía regenerarse después de una explosión era una ventaja. Reflexiono al recordar la explosión en el planeta Namekusei. Ese tipo de ventaja haría la vida de cualquiera más fácil con respecto a una batalla. Concluyó en que Cell no debía ser necesariamente el más fuerte, sino que se aprovechaba de sus singularidades. A lo que lo llevó a una pregunta que siempre quiso hacerle.- Dime algo ¿Quién fue el que te eliminó? -pregunto curioso al pensar que había alguien capaz de superar esa capacidad de Cell.
De inmediato el androide sintió una incomodidad al llegar a ese tema, pero aun así no tenía razones para ocultarlo, después de todo era lo que había ocurrido.-Son Gohan. El hijo de Goku, pero…-antes de que pudiera esclarecer el asunto, Freezer ya se estaba riendo directamente de él.
Sabía exactamente a quién se refería. Había conocido ese mocoso en Namek. Recordaba a ese pequeño niño, débil con agallas pero aun así débil y con ese extraño corte taza. No podía imaginar a ese niño derrotando al androide frente a él.
Su primera impresión fue extraña, porque no pensó que Freezer fuera capaz de reírse, y por otro lado sintió como un calor recorrió su cuerpo hasta cubrir su rostro por completo. -¡Ese chico era más fuerte de lo que creía!-comenzó a explicar ruborizado de la vergüenza ante la insistente carcajada del demonio del frío.- ¡Incluso puede ser más fuerte que Goku!
Esto último pareció llegar a los oídos del emperador, ya que comenzó a mitigar su risa hasta detenerse por completo.- ¿Me estás diciendo que no tenías pensado que el hijo de Goku era mas fuerte, y aun asi te derrotó?-comenzó a decir seriamente como si hace segundos no se hubiera estado burlando.-Por lo que veo no tienes noción de los poderes reales de los demás. Solo tienes una estimación. Y más encima errónea.
Cell quedó observando a Freezer pasmado ante esa declaración. Era cierto. Aunque no le gustaba admitirlo, había tenido un error de cálculo y había muerto por eso.
-No sería de extrañar que en realidad yo sea más fuerte que tú.-comentó malvadamente mientras contemplaba al androide angustiado por sus palabras.
Un gran nerviosismo recorrió su cuerpo al considerar lo dicho por el demonio del frío. Podía sentir ese temor. No era lo mismo que sintió con su batalla contra Gohan, sino miedo por volver a equivocarse. Podía haber la posibilidad de que Freezer tuviera razón, después de todo ya se había equivocado.-”¡No! ¡Ya peleamos una vez!”-se dijo Cell convenciéndose a sí mismo de ser más fuerte que él.-”Aunque…”- el rostro de Freezer denotaba maldad pura y sabia cuanto lo había afectado sólo mencionar aquello. Tanto que hasta llegó a pensar nuevamente que no era tan fuerte como debería. Cómo se supone que debería ser un androide perfecto.
Cuando el demonio del frío río nuevamente, el androide solo gruño y desvió la mirada confundido. No sabía cómo era que funcionaba la mente de Freezer. Él era más débil y aun así, solo con palabras lo había intimidado, lo había hecho temblar e incluso dudar. Tenía mucha autoestima y carácter al ser capaz de provocarle eso, aun sabiendo que lo puede derrotar en una pelea.
Desde su punto de vista, Cell podía ser difícil de tratar, lo que había en su cabeza y cómo funcionaba era aún más complejo. Lo único que predominaba en él era su fuerza, pero esta podía doblegarse fácilmente y convertirlas en una debilidad. Pensó el emperador mientras observaba lo desorientado que se veía el androide.
Sin previo aviso, sintió una variedad de ki acercándose al lugar. Alzó la vista al horizonte, a lo lejos pudo observar de quienes se trataban. Bufo molesto por la interrupción. Sabía que había más personas en ese territorio, aparte de los que ya derrotó, y al parecer allí estaban los que le faltaban.
El demonio del frío dio unos pasos hasta llegar junto al androide que aún se veía pensativo.-Supongo que tienes razón.- comenzó a decir Freezer llamando su atención.-es posible que revivan a Goku.-dijo aminorando el gran odio que sentía hacia él. Aunque de todas maneras mantendria vigilado a Cell. Si se trataba de alguien que podría autodestruirse, regenerarse y volver como si nada, significaba que tenía una resistencia increíble y unos aumentos de fuerza extraordinarios, sobre todo por los senkai que tenían los saiyajin por estar al borde de la muerte.
El androide era un ser interesante, aunque algo peligroso si no estaba de su lado. Siempre había pensado que podría usarlo o al menos seguir intentándolo, ya que no era muy bueno obedeciendo órdenes.-Entrenare contigo si realmente te unes al ejército.-dijo captando la atención del androide.
-¡¿Qué!?-exclamó volviendo en sí ante la exigencia de Freezer. Al fijar su vista en él noto que se encontraba en alerta para luchar.
-Eso implica que obedezcas mis órdenes.-dijo antes de golpear a un individuo que se había abalanzado hacia él.
-”Mierda”.-pensó enfadado antes de alzar su puño e impactar contra otro sujeto que intentaba atacar. De verdad detestaba estar en el ejército. A los soldados los podía tolerar un poco más que antes, pero le fastidiaba pensar en esas aburridas misiones. Aunque por otro lado, Freezer finalmente había accedido con esa condición. Por más disgusto que le causara, sabía que no lograría avanzar si no entrenaban juntos, porque de verdad Freezer era fuerte. No obstante, hasta el mismo sabía que no era bueno obedeciendo órdenes de nadie. Suspiro frustrado.-¡Está bien!- exclamó ante el escándalo que hacían los individuos al tratar de atacar a Freezer. Este a pesar de enfrentarse a varios sujetos a la vez no pudo evitar voltear hacia Cell con una sonrisa engreída mientras esquivaba los golpes. Cell, quien igualmente no quitaba su vista de él, evitaba unos golpes hasta que lanzó a los responsables por la colina. -¡Lo intentaré!- aclaro algo incómodo ante el último punto de seguir órdenes.
El demonio del frío solo rio por lo bajo y terminó dando una patada que derribó a un sujeto y varios más detrás de él.-No te alarmes, después de todo ya te había dado mi palabra de entrenar y la pienso cumplir.-mencionó antes de arremeter contra otros individuos que se acercaban.
El androide solo resopló con pesadez. Y se limitó a observar como Freezer se hacía cargo de casi todos los enemigos.
Ninguno de esos sujetos eran rivales para ellos y menos ahora que Freezer se veía más animado al atacarlos. Podía ver que lo disfrutaba. Dañar a los demás.
Desvió su vista a los tipos que se encontraban frente a él, llevaban varios segundos intentando conectar algún golpe en su contra. Finalmente dejó de esquivarlos y optó por recibir sus ataques. Al impactar algunos gritaron de dolor, otros lo observaron horrorizados al no verse dañado y los más necios, a pesar de estar temblando de pavor, arremetieron en un intento de vencerlo.
Tenían razón en tener miedo. Siempre fue sencillo para él provocar temor en los demás.-”Aunque…”- desvió la vista nuevamente hacia Freezer. Fue el primer ser quien no se aterró con su presencia. De hecho, diría que tuvo que esforzarse para lograrlo. Creyó haber visto ese miedo en el demonio del frío cuando lo superó en batalla. Y más allá del miedo, solo terminó ganándose su odio. Y ahora la situación era completamente diferente. El demonio del frío tenía una buena percepción acerca de lo que lo afectaba. Había sido muy listo y admitía que se había sentido intimidado.
Con incomodidad volvió su vista hacia sus oponentes y finalmente los venció de un simple golpe. Una vez terminada la pelea solo se cruzó de brazos esperando que se termine la pequeña pelea a unos metros de él. Freezer podía ser inteligente pero también era muy terco e imprudente, razón por la que se encontraba muerto. Suponía que necesitaba a alguien con características así para entrenar.
Con ese pensamiento, llegó a creer de que en realidad era una suerte de que ambos se encontrasen en el infierno. Sino ¿Dónde más encontraría a alguien que estaría dispuesto a desafiarlo a pesar de saber que no lo podría derrotar? -”Al menos no, físicamente.”-pensó Cell con un pequeño escalofrío que recorrió su espalda al recordar lo ocurrido hace unos minutos.
Una vez que Freezer se aburriera de jugar con sus rivales, los abatió sin piedad con una sonrisa en su rostro. Tras unos leves segundos de silencio, este levantó su vista hacia el androide quien también lo contemplaba.
A pesar de todo lo ocurrido entre ellos desde que llegó al infierno y del trato de Freezer hacia él. Sintió un gran alivio al estar frente suyo, ya que no había nadie más dispuesto a entrenar con él. Agradecía que se hubieran encontrado.- “Si era una suerte”- pensó con una leve sonrisa.
Aunque solo fueron unos segundos en que ambos sonrieron mutuamente, fueron suficientes para incomodar a Freezer. Por lo que desvió la mirada con superioridad desconociendo el pequeño momento de simpatía que ambos compartieron.
Al notar aquello, el androide también reaccionó de manera similar. Tal vez iban a entrenar juntos pero no significaba que debían llevarse bien, de hecho debía evitar que él se metiera en su cabeza como hizo con anterioridad. Pensó Cell como una advertencia en el futuro.
Freezer se aclaró la garganta llamando su atención.- Aunque vayamos a entrenar juntos, no significaba que me agrades.- aclaró seriamente sus intenciones.-De hecho, me recuerdas demasiado a un saijayin.- manifestó honestamente lo que sentía por él.
Para su sorpresa el androide dejó escapar una risa sin sentirse ofendido por su palabras.- Tú tampoco me agradas Freezer.- le respondió con una sonrisa irónica. En realidad, pensaba que no existía alguien que pudiera ser de su agrado. Por lo que escuchó y observó, nadie podría agradarle al demonio del frío y dudaba que eso cambiara.
El demonio del frío se sorprendió un poco, ya que era la primera persona que abiertamente le decía que no le agradaba.-"No es algo que se atrevería a decir alguien ordinario"-pensó con gracia sin importarle lo que el androide sentía hacia él.-“Quién diría que tendría a alguien tan inusual en mi ejército”.
Por su lado, Cell finalmente suspiro apacible. Al menos había llegado a un acuerdo con Freezer, aunque había sido bastante difícil hablar con él.
Desde que llegó al infierno, siempre pensó que convivir con gente sería trabajoso y molesto. Pero ahora podía decir que era hasta interesante. Principalmente extraño, pero interesante al fin y al cabo. Podía comenzar a comprender de qué se trataba estar rodeados de personas. Podía aprender de ellas, mejorar y sacar beneficio de todos los que lo rodean. Y Freezer fue una gran y peor manera de iniciar con algo como eso, pero de alguna forma estaba funcionando.
Dejó escapar una sonrisa sin pensarlo y cerró los ojos con una tranquilidad que no había sentido en mucho tiempo. No imaginaba que debía estar muerto para comenzar a vivir.-”Para ser la primera vez no estaba mal”-se dijo a sí mismo con entusiasmo al percatarse de todo lo que había logrado hasta ahora.
Notes:
Debo decir que aunque amo este shipp es difícil crear una conversación entre ellos sin que termine en pelea xd (y que no quede OC) Pero los amo y hago el intento.
Yo creo que mi base para mantener este shipp viene de DBS. Cuando mencionan que a los saiyajin les atraen las mujeres de carácter fuerte. Y yo me preguntaba si es que Cell, siendo mitad saiyajin, ¿también podría tener ese tipo de atracción? Y hace años que yo los shipeaba, por lo que me encajo a la perfección con Freezer (ya sea hombre, mujer, extraterreste o lo que sea) tiene un carácter muy fuerte. Por lo que para mi, ya son canon xd Si se conocen, ambos funcionarian muy bien juntos. Eso es todo jaja Les dejo esta teoría para pensar.
genie: gracias! :) Me gusta pensar que Cell podria tener frio.
BootlegPrankster: Thanks! C:
Y… Aquí ya está pasando algo, pero juro que en el proximo capitulo va a pasar algo mas! Aunque recuerden que esto es slowburn xD No quiero que se imaginen algo +18 de un capítulo a otro jeje
También! He estado con muchas cosas encima, y he estado tardando más de lo normal en sacar los capítulos. Además, de que en un poco más de una semana me voy de vacaciones. Creo que el proximo capitulo seria para el 3 o 4 de febrero. No se si al volver seguiré sacando 2 capítulos por mes, pero ya les avisaré en el próximo.Dejen su review si les gusto por dónde va la historia, y si no también o que piensan que es lo que ocurria.
Bye bye.
Chapter 11
Notes:
Hola!
Lamento el retraso. Tuve mucho que hacer este mes :( Pero para los que siguen el fic no se asusten, este fic lo voy a terminar si o si. ¡No importa cuanto tiempo me tome!
También sigan a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram que dibuja bien bonito y me ayuda con este fic :3
Y ... .ahora después de 10 capítulos al fin Cell y Freezer van a entrenar xd Y prometí que algo iba a ocurrir, asi que disfruten.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 11:
Habían transcurrido unos días desde que había llegado a un acuerdo con el demonio del frío. Y a pesar de que Freezer tenía la disposición de entrenar con él, insistió de que primero debía solucionar ciertas cosas antes de entrenar.
Antes que nada, debían volver a la rutina en cuanto al ejército y conquistar más territorios, específicamente solo unos cuantos. Ya que, como le comento el demonio del frío, había otro fragmento de su ejército que se encontraba realizando las mismas operaciones que ellos a cientos de kilómetros. Y muy pronto se iban a encontrar con ellos al cruzar los territorios que habían delimitado.
Para su fastidio Cell no puso objeción. No le interesaban los asuntos del ejército, pero por otro lado intentó comprender la situación. Al menos la situación de Freezer. Era alguien ocupado. Siempre se encontraba planeando, inspeccionando y tratando de controlar todo a su alrededor. Sobre todo en estos últimos días, ya que a pesar de haber solucionado las fricciones entre ambos, Freezer seguía viéndose molesto y hasta agobiado.
No quería volver a fastidiarlo, pensó el androide en sus adentros. Por lo que solo se limitó a acompañar al ejército para acelerar las conquistar y así por fin entrenar con él.
En todos los casos las conquistas fueron más veloces y mejores ejecutadas, puesto que no solo el androide participó en ellas, sino que Freezer también se unió para atormentar el sector. Últimamente el demonio del frío había tomado el hábito de atacar en vez de solo ordenar, pues parecía desestresarse con esas batallas. Incluso si se enfrentaba a insectos con un bajo poder.
Ante ese inesperado cambio de comportamiento, Cell en vez de masacrar todo a su paso, solo atacaba lo justo y necesario para derrotar a los enemigos, el resto del tiempo se dedicaba a observar a Freezer. Conocía su reputación y entendía el miedo que quería sembrar en los demás, pero más allá de sus acciones presentía algo más. -”¿Nuevamente estará enfadado conmigo?”-se preguntó inocentemente mientras rememoraba lo que pudo haber hecho o dicho.
Después de que Freezer acabara con los últimos individuos del sector, sintió una pesada mirada sobre él. Al voltear solo divisó un grupo de soldados que alarmados y en posición firme, esperaban las órdenes. Detrás de ellos, despreocupado e indiferente, se encontraba el androide, quien lo miraba con su típica mirada de soberbia.-”Se trataba de él” - pensó con algo de fastidio al enterarse de quien lo observaba así. No le dio importancia y procedió a dar las órdenes que tanto esperaban sus soldados.
Aquello fue raro y ciertamente Cell no supo cómo interpretarlo, pues no siento ninguna mirada de odio o el típico desprecio que Freezer emanaba hacia él.-”Tal vez no soy yo…”- se dijo pensativo aun sin comprender. Posiblemente el demonio del frío sólo quería relajarse de sus típicas labores. Concluyó con ligereza, sin darle más importancia al tema.
Los siguientes días continuaron de la misma forma y con el plan clásico de buscar una salida. Así que se podría decir que todos seguían haciendo lo mismo de siempre.
De igual forma, Cell pasaba el tiempo en su plataforma desafiando a quien se atreviera. Y como había deducido, no había nadie capaz de vencerlo. Después de un tiempo se percató que los mismos sujetos, en su mayoría necios, volvían repetidamente a desafiarlo. Y al igual que las veces anteriores eran derrotados con facilidad. Por lo que, después de vencer al último sujeto, decidió bajar de su cuadrilátero y dejar el paso libre a cualquiera que quisiera pelear.
En su aburrimiento se sentó en las gradas, que él mismo había construido para quienes asistan como espectadores. Solo se relajaría y esperaría que el momento para entrenar llegue pronto.
A unos metros de él escuchó hablar a un grupo de soldados del ejército de Freezer. Los había visto con anterioridad, casi siempre asistian para ver las peleas sin embargo nunca para participar, parecía ser que su “torneo” era como un centro turístico para ellos. En su opinión no parecían soldados capacitados como guerreros, razón por la cual nunca se animaron a desafiarlo.
Desvió la mirada sin interés hacia el horizonte, más aún podía escuchar perfectamente la conversación, o más bien, era casi imposible de ignorar debido a su capacidad auditiva.
-Muy pronto llegará la otra mitad del ejército.-mencionó uno de los soldados a sus compañeros.
-Sería genial que ellos también vieran aquí a desafiar a Cell.-agregó otro de ellos entusiasmado.
-Creo que el resultado sería lo mismo de siempre.- intervino una chica, también soldado. Pues por las breves peleas que habían visto, el androide siempre ganaba y sin nada de esfuerzo.
Ante un silencio que le dio la razón a su compañera, uno de ellos habló sin más.-Pero hay alguien quien podría ganarle.
Tras esa afirmación, instintivamente Cell volteo hacia ellos y se dispuso a oír con atención cualquier detalle.
-Si la fuerza de Cell rivaliza con la del señor Freezer, él podría ser capaz de darle pelea.-volvió a hablar el mismo soldado dando a entender su punto de vista.
Algunos comentaron que podría ser posible sin afirmar nada concreto, tal vez por miedo a Freezer, otros estrictamente decían que no. Aunque en su mayoría cambiaron sus respuestas sin llegar a una conclusión. A lo que los llevaba a esa pregunta que muchos soldados se habían hecho tanto vivos como muertos. ¿Él es más fuerte que Freezer?
Ante esta incógnita, todas las vistas se volvieron hacia el soldado más anciano de ellos. Pues a diferencia de los demás había estado más tiempo que otros en el ejército y bien sabían, que habían visto de cerca la fuerza de ambos individuos, por lo que si alguien podría tener una respuesta más precisa era ese soldado.
-Es dudoso…-comenzó a decir meditando acerca de ese tema.-...pero yo apostaría que sí. Lo podríamos averiguar pronto. No tardaran en llegar aquí.
Ante esa respuesta. Instintivamente los soldados llevaron sus miradas hacia el androide, quien para su sorpresa los observaba atentos con un rostro molesto. De inmediato se alarmaron y desviaron la mirada para darle la espalda. Rápidamente se agruparon con nerviosismo.-¿Creen que haya escuchado?-se preguntaron con temor.
Por su parte, Cell admitió que se sintió un poco entusiasmado al escuchar esa conversación. Aunque no creía que hubiera alguien en el ejército capaz de hacerle frente o que tuviera siquiera una fuerza similar a Freezer. Pero si era así, y si esos soldados tenían tantas ganas de ver a ese sujeto luchar con él, suponía que podría valer la pena. Se dijo a sí mismo sonriendo con una pequeña pizca de emoción.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Finalmente habían conquistado el último sector que les correspondía. Con la ayuda de Cell, quien ya estaba perdiendo la paciencia, terminaron antes de lo esperado. Y como aún no había señales de la otra mitad del ejército, al fin Freezer accedió a entrenar con él.
El androide tenía presente que Freezer había aceptado entrenar solo una vez, por lo que en su mente ya estaba maquinando más ideas para convencerlo nuevamente en el futuro.
Comenzaron por tener una batalla de entrenamiento. El androide no fue tan tosco como lo había sido en la primera pelea que habían tenido. Pues entrenar también implicaba controlar su ki y saber usarlo de forma inteligente en una batalla. Era algo en lo que ambos estuvieron de acuerdo, pero pese a no utilizar toda su fuerza, se percató de que a Freezer le tomaba mucho trabajo seguirlo.
Mientras esquivaba sus golpes con facilidad, se alivió al comprobar que el demonio del frío sólo quería asustarlo cuando mencionó que podría ser más fuerte que él. Pensó con una sonrisa arrogante al mismo tiempo en que esquivaba los ataques esta vez con los ojos cerrados.
Ante este hecho Freezer no sintió otra cosa más que indignación, por lo que sus ataques hasta ese entonces moderados y controlados, aumentaron su potencia.
Rápidamente el androide elevó su antebrazo a la altura de su rostro para detener un golpe sólido, que admitió le dio un poco de cosquilleo. Abrió los ojos con algo de curiosidad.-”Veo que se frustra con facilidad" .-pensó divertido al ver como Freezer perdía el control con algo tan simple.
Esta vez Cell lo atacó de vuelta, no con la intención de lastimarlo sino para percibir cómo el demonio del frío se las ingeniaba para eludir los golpes. Y por unos segundos lo logró con éxito.
El androide admitía que no lo hacía mal, sin embargo en el interior le fastidiaba la idea de que Freezer creyera que podía contra él. Además era alguien muy competitivo, por lo que se decidió a responder con más fuerza.
Sus golpes, aunque precisos y con más fuerza, eran controlados según él. En su mente se repetía una y otra vez, que no se saldría de control. No quería volver a darle una paliza tan rápido como las otras veces.
En ese momento, Freezer no pudo hacer nada más que cubrirse de los impactos y aguantar, intentando buscar una oportunidad para contraatacar. Frustrado y levemente herido, recibió un par de golpes hasta que encontró el momento para adentrarse en la guardia del androide.
Cuando vio la oportunidad y se aproximó para atacar, sin embargo rápidamente fue detenido por un imprevisto puñetazo en su rostro. Lo hizo retroceder unos centímetros al mismo tiempo que detuvo en seco todos sus movimientos. Aún vacilante, se obligó a reaccionar pese a su estado.
Enfoco su vista en el androide como pudo y sin previo aviso comenzó a cargar un ataque de energía, lleno de furia. Con rapidez lo arrojó hacia Cell esperando que hiciera algún daño. En cambio y bajo cualquier lógica, apenas logró divisar como Cell pasaba a través de su ataque para luego nuevamente ver su puño frente a él.
Según el androide, el golpe no fue tan fuerte como para arrojarlo lejos, y aun así Freezer terminó estampado contra esas estructuras puntiagudas.-”Debo controlarme más”-se regañó al no poder igualar su nivel con el del demonio del frío.
Freezer apenas abrió sus ojos para localizarlo. Furioso, se impulso para arremeter contra el androide. Velozmente cargó unos ataques de energía en forma de disco y sin pensarlo los arrojó contra el androide.
Cell se elevó por aires esquivando sus ataques sin problemas. Al percibir que estos lo seguían aumento la velocidad para rehuir de ellos.
Voló a gran velocidad provocando que varios de los ataques colisionaran entre ellos. Los últimos dos que aún estaban tras de él se acercaban poco a poco. Se detuvo de pronto, y decidió recibir el ataque. Después de todo su coraza era muy dura ¿Que tanto daño podrían hacer? Al recibir el ataque logró sentir algo más que un cosquilleo.- Nada mal.-admitió para sí mismo, sin embargo aún no lograba sentir un daño real.
A su alrededor aún no se disipaba la nube de humo que dejó el ataque, y aun así vio venir como Freezer se aproximaba hacia él con agilidad. Al igual que su ataque anterior, pensó en recibir el golpe. Seguía creyendo que no recibiría un gran daño.
El demonio del frío arremetió contra él y logró propinarle un golpe sólido en la mejilla.
Cell aceptó que ese golpe le dolió un poco, incluso más de lo que había pensado, por lo que fue casi inevitable sonreir. Algo que volvió a provocar la ira de su contrincante.
En ese momento en que tenía la guardia baja y en que estaba dispuesto a recibir más ataques, Freezer lo atacó por la espalda. Aunque lo vio venir, jamás pensó que una patada sobre su aguijón lo tomaría por sorpresa.
Instintivamente ahogó un gruñido. Aquel ataque, específicamente en ese sector, lo sintió con más fuerza. Al parecer era algo sensible en esa parte.
Rápidamente para contraatacar, el androide interpuso sus alas en las siguientes arremetidas de Freezer. Elevo su ki estrepitosamente, provocando que el demonio del frío retrocediera por el choque de energía.
Sigilosamente desapareció de la vista de su contrincante, por lo que Freezer solo podía observar a su alrededor desconcertado y con la guardia en alto.
Sin lograr reaccionar a sus movimientos, el androide con su gran velocidad se precipitó contra él lanzando repetidamente golpes certeros. El demonio del frío resistía con dificultad pese a los golpes que había recibido. No obstante un puñetazo calculado atravesó su guardia, provocando que todo su cuerpo cediera ante el dolor y se estrellara contra el suelo.
Adolorido y atontado por ese último golpe, comenzó a incorporarse con un poco de dificultad. Después de todo aún estaba consciente, aún podía dar pelea. Torpemente y ya de pie, enfocó su vista en el androide que aún flotaba a unos metros de él. Exhalo furioso por la humillación que estaba pasando. Exasperado comenzó a cargar un ataque de energía entre sus manos, sin quitarle la vista de encima a su oponente.
Este al ver su siguiente movimiento, solo sonrió. Al igual que el demonio del frío también comenzó a cargar su ataque.-Kame…
Solo con verlo supo exactamente de qué ataque se trataba. Presionó fuertemente sus dientes conteniendo su ira.-Ese maldito…-dijo entre dientes al saber las pocas posibilidades que tenía de superarlo.
-Hame…- Desde la distancia logró ver el pavor y frustración en los ojos de Freezer, y aun así este estaba supuesto a continuar. Era algo que respetaba, pero aun así no se dejaría ganar, pensó con una sonrisa confiada.- ¡...Ha!-exclamó lanzando su ataque.
Ambas energías colisionaron potentemente. Por unos segundos, parecieron combatir entre ellas, sin embargo el kameHameha de Cell comenzó a avanzar haciéndose más grande.
Pese a sus esfuerzos, poco a poco el ataque de Freezer comenzó a perderse y verse absorbido por el del androide. Logró sujetarlo y retenerlo por unos instantes, pero este comenzó a arrastrarlo. Intentó con todas sus fuerzas contenerlo, no obstante terminó por alcanzarlo dejando todo en blanco a su alrededor por unos momentos.
Cell observaba lo que quedaba de la escena mientras el polvo se disipaba.-Creo que también me frustre un poco.-se dijo un poco avergonzado por haber actuado un poco rudo en batalla y por haberle dado una golpiza a Freezer. No había rastros del demonio del frío, por lo cual se decidió por ubicarlo a través de su ki. Era débil, pero aun así podía sentirlo debajo de un escombro de rocas.
Descendió al suelo y caminó con tranquilidad mientras buscaba la ubicación exacta de su ahora compañero de entrenamiento.
Alzó la vista a un área segundos antes de que una mano blanca surgiera de entre las rocas. Se acercó al demonio del frío que, con solo ver parte de su brazo pudo notar lo lastimado que estaba. Y al percatarse cómo se le dificultaba salir de los escombros, en su mayor intento de amabilidad, lo sujeto de la mano y lo jalo hacia el exterior.
Freezer, quien estaba completamente consciente, tardó unos segundos en procesar lo ocurrido. Con medio cuerpo libre y con una gran asombro observaba como Cell lo sujetaba. Lo único que atino a hacer fue soltar al androide bruscamente para volver a caer entre las rocas.-¡¿Qu..qué crees que haces?!-exclamó el emperador molesto, aunque solo parecía ocultar su incomodidad por la situación.
El androide solo lo observó perplejo, ya que simplemente intentaba ser amable. Aunque por otro lado, también podría atribuir su molestia por la derrota que sufrió.-¿Un gesto común de compañerismo?-le respondió continuando en su intento de ser alguien cortés, aún ofreciéndole su mano al demonio del frío para ayudarlo.
-¡No te acerques!- le advirtió seriamente.
Cell obviamente no comprendía qué había ocurrido o que había hecho.-Pensé que podrías aguantar el ataque.-comenzó a decir al creer que tal vez había exagerado con su fuerza. En realidad no era bueno controlándose.
-No es eso.- le respondió molesto mientras terminaba de salir de entre las rocas. Levantó la vista al ver como nuevamente el androide le ofrecía su mano. Aquel gesto lo abochorno en un instante. Sus ojos se cruzaron por un momento, pero al ver como era observado, desvió la mirada escondiendo su rostro. En lugar de aceptar su gesto, respondió con un manotazo contra su mano rechazando cualquier contacto. Se incorporó y una vez de pie le hizo frente a Cell aclarando sus intenciones.-Ni se le ocurra volver a sujetar mi mano, bajo ninguna circunstancia.-Le advirtió enfurecido, aunque sin poder ocultar sus mejillas ruborizadas de ira.
-¿Eh? ¿Por qué?
Ciertamente el androide tenia cara de idiota ingenuo. No comprendía lo que había ocurrido, pero no por eso tendría que darle explicaciones.- Solo no lo hagas.- dijo dándole la espalda pareciendo volver a su típico temperamento.
-¿Es vergonzoso? -pregunto inocentemente en un intento de adivinar. Aunque en el fondo pensaba que no tenía nada de malo, solo lo estaba ayudando.
El demonio del frío lo observó por encima de su hombro.-Si lo vuelves hacer te arrancaré la cabeza- dijo amenazante.
Cell río por lo bajo debido a que aquello no lo intimida en absoluto.-Como si pudieras.
Dicho esto, Freezer nuevamente le dio la espalda y comenzó a caminar alejándose del androide.- Se acabó el entrenamiento.
-¿Qué?-protestó de inmediato. Se apresuró y rápidamente se posicionó frente al Freezer para evitar que se marchara.-Espera. Entrenemos más.
-No.-respondió con simpleza. Estaba cargando energía para emprender el vuelo, sin embargo Cell se adelantó antes de que pudiera hacer algo.
-¿Y si prometo no volver a sujetar tu mano?-mencionó con gracia en un intento de convencerlo a volver a entrenar.
Freezer que apenas despegó unos centímetros del suelo, volvió a este apesadumbrado.
Había pocos momentos en los que Cell usaba la cabeza y odiaba que fuera exactamente en ese instante. Y había otros momentos en los que no razonaba y solo hablaba sin pensar. Lo último que quería, es que el androide estuviera diciendo esa clase de cosas en público.
Suspiró hastiado al ver lo bajo que había caído. Dejarse extorsionar por ese androide mitad saiyajin.-Esta bien, entrenaremos solo una vez más, pero que no se te ocurra decirle a nadie lo que pasó.-Un pequeño nerviosismo recorrió su cuerpo al decir esas palabras. Cell se percató de que se trataba de algo de suma importancia, como si fuera de vida o muerte, y más aún considerando que ya estaban muertos.
Y al juzgar por la mirada de Freezer, había dado en el clavo por lo que sonrió malicioso.-De acuerdo, prometo no contarle a nadie. Solo si volvemos a entrenar juntos.
Freezer completamente irritado gruñó sin disimular su enojo.- Bien.- accedió malhumorado y alzó el vuelo retirándose del lugar.
El androide lo vio alejarse con una sonrisa burlona en su rostro. A pesar de que lo había hecho dudar sobre su fuerza y por más convincente que había sido, se alegró al comprobar que era más fuerte que Freezer. Y aunque lo que había ocurrido fue un tanto extraño, al menos tenía algo con que extorsionar al demonio del frío. No le importaba que lo odiara de nuevo, mientras que entrené con él todo estaba bien.
En medio de ese cráter percibía como su ki se alejaba. Aún no terminaba de comprender lo que acababa de ocurrir. ¿En realidad era algo tan significativo como para que Freezer le pidiera que no contara nada? Por su reacción si lo era, pero la duda aun seguía en su cabeza. -Tal vez podría consultarlo con alguien del ejército.- se dijo como una opción, pero sin mencionar nada de la escena. Lo había prometido y cumpliría con su palabra.
-”No tenía nada de malo ¿O si?”- se preguntó al rememorar la situación. Pensó que en la Tierra y en los humanos. Era su única referencia para entender la situación. Había muchas razones por las cuales podrían sujetarse de la mano, como para acordar un trato, algo habitual entre amigos y también entre parejas. Ante ese último pensamiento en específico, su mente quedó en blanco. No podía sentir otra cosa más que incomodidad al pensar en lo ocurrido.-Creo que lo arruine…-dijo en voz alta, sintiendose un gran tonto por lo que habia hecho.
Sin embargo, de inmediato medito acerca de las posibilidades. Habían humanos que podrían tomarse de la mano sin tener una relación formal. Además, solo lo había sujetado para sacarlo de los escombros. Tal vez no era nada, pero aun así lo iba a averiguar se dijo a sí mismo encogiéndose de hombros.-Y con eso podría manipularlo aún más.- mencionó en voz alta con una sonrisa maliciosa. Con ese pensamiento en mente, emprendió el vuelo y se retiró en dirección contraria.
Lejos de allí, Freezer volaba lo más apresurado que podía hasta llegar a un terreno retirado tanto de su ejército como de cualquier otro individuo. Descendió agitado con la mirada perdida, aún procesando lo que había ocurrido. Lenta y pausadamente levantó su mano hasta estar a su vista. Al recordar lo ocurrido la empuñó con rabia.
Jamás pensó que le ocurría eso, ni siquiera por accidente porque se conocía y sabía que nunca tendría esa cercanía con nadie. Incluso llegó a pensar que si ocurría algo así, ya sea por accidente, ni siquiera le iba a dar importancia porque literalmente no le interesaba. O al menos eso es lo que había pensado en el pasado.-”Pero…”-Volvió a contemplar su mano dudando de lo que estaba pensando. Esta vez comenzó a temblar ligeramente dando a notar su nerviosismo.-¡Maldición! - exclamó con el corazón acelerado. Ese androide era un idiota. Lo había agarrado de improvisto y no supo cómo reaccionar. Sobre todo porque nunca lo había contemplado como una realidad en su vida.
¿Cómo era posible que Cell siempre encontraba la manera de fastidiarlo? De todas las personas del universo tenía que ocurrir eso con él.- Ese miserable saiyajin.- maldijo entre dientes. Nuevamente sentía como su odio hacia él volvía a incrementar, sobre todo porque este lo chantajeaba por razones que ni siquiera conocía.
Refunfuñó por lo bajo mientras presionaba fuertemente sus puños e intentaba controlar su ki para no destruir más allá de ese terreno. Eso llamaría la atención.-”¡No! Nadie debe enterarse”-Se dijo minimizando su ira, debía tranquilizarse. Cuando lo hiciera volvería a su montaña. Solo esperaba que la agitación que sentía fuera debido por su inquietud y enojo, y no por otras razones.
Notes:
Buuuueno xd Ya hay algo, chiquito, pero algo. La reacción de Freezer tiene una razón, pero no es la típica de se “puso nervioso” y que “se sonrojo” y de repente “se enamoró” NOP. Así no hago las cosas. Hay una razón, pero eso va para el próximo capítulo.
pd: No les voy a pedir que traten de adivinar a quién se referían los soldados. Esa persona que puede darle pelea a Cell. Porque sé que van a adivinar fácil (personalmente creo que hay pocos personajes, del ejército de freezer y con cierto nivel de fuerza xd) Ademas, ya se sabra en el proximo capitulo ;)
Asi que eso es todo por este capítulo. El proximo sera por alla del 4 de marzo o en la semana de esa fecha.
Espero que comenten, por si les esta gustando el fic o si les parece raro xd
Nos leemos!! Bye bye
Chapter 12
Notes:
Hola a todes
Lamento la tardanza, ya saben como es la vida. Aca esta el cap 12. Ya verán que es lo que averigua Cell y como xd Y el final del capítulo viene con una sorpresa 7u7 (Espero parezca sorpresa para ustedes jeje)
Disfruten
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Extrañamente en el infierno podía oscurecer de vez en cuando, dando la sensación de que un día había terminado. Aun con un poco de luz antes de anochecer, bajo ese cielo anaranjado y rojizo Cell se encontraba en su plataforma luchando distraídamente. A pesar de que le aburrían esas peleas, se trataba de unos soldados del ejército a quienes nunca había visto, por los que dio una oportunidad. Con ellos también se hallaban los Ginyu que se integraron a la pelea, declarando que podría ser un reto para el androide si es que peleaban todos juntos. Ninguno de ellos tenía mucho que hacer, después de todo solo tenían que esperar a que la otra mitad del ejército apareciera para volver a distribuir los sectores inexplorados, por lo que varios se animaron a desafiarlo.
Algunos, sino la mayoría de soldados, no guardaba ningún rencor hacia el androide, aunque aún era atemorizante. Sin embargo, era bien sabido que si no lo fastidiabas, Cell podría ser hasta amable por lo que la mayoría solo buscaban tener una pelea amistosa.
Aunque hubiera aceptado, Cell no creía que fuera un reto para su fuerza es más mientras esquivaba y eludir los ataques su mente aun lo llevaba a la escena que había ocurrido con Freezer.
Había pensado en preguntarle directamente a King Cold, pero creyó que podría ser sospechoso ya que era un tema muy específico. Por lo que solo se resignó a interrogar a los hombres del ejército, esperando que ellos pudieran saber algo al respecto. Y si es que encontraban el momento oportuno.
Aun con ese pensamiento en la cabeza esquivaba los golpes de los soldados que llevaban varios minutos tratando que el androide por lo menos se moviera de su lugar. A sus espaldas arremetieron dos soldados al mismo tiempo, a lo que el androide advirtiendo esto se giró sobre sí mismo y de una patada logró sacar los dos de la plataforma consecutivamente.
Prontamente se acercó otro soldado de las tropas Ginyu. Reacoom creo, pensó Cell. Era por poco igual de alto que él, por lo que le resultó más sencillo detener su puño que iba dirigido a su rostro. Mientras detenía el puño con su mano, un pensamiento salto en su mente.-”¿Se trataría de un tema de extraterrestres?”- Ambos quedaron estáticos por unos segundos y aun así el soldado no parecía reaccionar a ese hecho, sino a la acción de haber detenido su golpe. Al ver como el androide estaba inmovil procedió a lanzar otro golpe con su brazo libre a lo que fue detenido exactamente igual que la vez anterior.
Cell volvió a esperar unos segundos, pero al no ver una reacción solo atinó a empujarlo provocando que se deslizara por la plataforma hasta caer fuera de ella.
-”No parece ser cosa de extraterrestres. Aunque por otro lado…”- medito aun observando a Reacoom que se incorporaba adolorido fuera de la plataforma. -“Él podría pasar como humano”- opino para sí mismo. Podría caber la posibilidad de que al ser similar a los humanos no se tomaría tan en serio ese tipo de contacto. Pero ¿Y los demás? Observó hacia los espectadores. Todos eran del ejército de Freezer, todos diferentes entre ellos. -“Tal vez dependa de la raza”-concluyó aclarando levemente su mente y al mismo tiempo complicando todo aún más. ¿Tal vez si debería preguntarle directamente a King Cold? ¿Sino quien mas podria saber? Su vista recorrió nuevamente a los espectadores hasta detenerse en Zarbon y también en Dodoria. Suspiro aliviado al ver que ambos se encontraban ahí. Ellos podrían saber algo.
Aunque se encontraba distraído contemplando al público, escuchó venir a un oponente detrás suyo, acompañado de un ligero grito de ataque por parte de este, además de las reacciones de impresión de los soldados que observaban la escena fuera de la plataforma.
Pasaron los segundos y no estaba seguro de que había pasado. Creyó sentir un leve toque en la parte trasera de su cabeza. ¿Lo habían golpeado? Varios soldados, que miraban atentos la pelea, voficeraron impresionados ante el hecho.
Efectivamente, lo habían golpeado. Cell se volteó para encontrarse con otro soldado de las tropas Ginyu. Aunque había logrado conectar su ataque, se veía algo temeroso por recibir una respuesta.
Con desconfianza otra vez intentó atacar, sin embargo anticipando sus movimientos, apenas había dado un paso hacia el androide cuando este lo sujetó del cuello.
No lo comprimió, solo lo sostuvo firmemente. Observó su rostro de temor, tal vez había tenido valor para atacar, incluso golpearlo, pero no dejaría que se hiciera ideas equivocadas sobre la diferencia de poderes que había entre ellos. Inadvertidamente lo soltó y antes de que tocara el suelo, rápidamente lo sacó de la plataforma de una patada provocando que se estrellara en las gradas.
-”Jheese. Creo que ese era su nombre”- intentó recordar Cell mientras el polvo se disipaba. Varios soldados se reunieron a su alrededor para ver la condición de su compañero. No de mayor importancia, ya que todos estaban muertos, pero siempre querían saber si alguno de ellos terminaba noqueado.
El androide solo observo desde lejos. Efectivamente estaba algo enterrado entre la piedra de las gradas, tal vez lo había golpeado muy fuerte. Ante esa escena recordó que lo ocurrido con Freezer fue bastante similar. Rápidamente una idea llegó a su mente y sin perder más tiempo, voló hacia la muchedumbre, específicamente hacia el soldado herido.
Los soldados al percatarse de esto abrieron el paso para Cell, quien se aproximó y se detuvo frente al Jheese. Este no estaba noqueado como muchos pensaban, solo se veía algo atontado por el golpe.
Cuando aclaró la vista se sobresaltó al ver al androide frente suyo y peor aún al ver cómo le ofrecía su mano para ayudarlo junto con una sonrisa ¿amistosa?
A pesar del silencio que generó ese gesto en los soldados, Jheese solo vacilaba sin saber que hacer y se preguntaba ¿Por qué el androide hacía algo así? Se encontraba confundido y algo aterrado por esa extraña situación.
-¿Estás bien? - le pregunto tratando de sonar casual, sin embargo muchos se sorprendieron de lo naturalmente encantador que podría ser Cell.
Jheese solo atino a asentir con la cabeza, la verdad tenía más temor de no responder nada provocando el enfado del androide. Aun así, dudo en estrechar su mano.
Al ver como el soldado no reaccionaba, comenzó a creer que sus sospechas eran ciertas. Debía tratarse de algún tema de extraterrestres.- Me disculpo ¿Esto es extraño? - preguntó Cell haciéndose el desentendido y asegurándose de que todos alrededor pudieran oír.-Es decir, tú siendo extraterrestre ¿Es extraño el hecho de que te ofrezca mi mano? Porque en la Tierra es algo común.
Sabía que Cell podía ser alguien apacible, pero ese nivel de cortesía era algo que no esperaba. Por lo que concluyo que si no decía nada, el grosero sería él.- ¡No! claro que no.- se apresuró a decir, por lo que sujeto la Cell de la mano y con eso lo ayudó a delantarse.-No es extraño, solo me tomó por sorpresa.-mencionó algo apenado con una risa nerviosa.
Claramente no hubo problema con él. Jheese lo sujeto sin ningún contratiempo, por lo que su mente volvió a su otro pensamiento. -”Debe ser algo relacionado con la raza ".- Con esa sospecha volvió la vista hacia los demás soldados que aún observaban la escena.-¿Esto es extraño para ustedes?-preguntó alzando su mano.
Aunque a los soldados les tomó unos segundos asimilar que Cell tenía un comportamiento normal y hasta sociable, la mayoría estuvo de acuerdo con que ese gesto no era extraño. Uno que otros soldados mencionaron que podría ser considerado algo extraño, debido a las costumbres de su planeta.- No somos de mucho contacto.-mencionó uno de ellos.
El androide escuchó a algunos soldados en silencio hasta que fijó sus ojos en Zarbon quien no decía nada. Al verse observado, se sobresaltó. Cell actuaba de una manera extraña, pero imaginaba que solo trataba de interesarse en el ejército.- En mi caso, supongo que depende de la situación.- mencionó de manera arrogante.
Dicho esto, Dodoria pareció aguantar una risa sin éxito, cosa que varios soldados notaron. Era bien sabido en el ejército como eran los comportamientos del comandante, por lo que también evitaron reír. Después de todo seguía siendo su superior. - ¿Y tu de que te ries?- preguntó Zarbon indignado a su compañero, a lo que algunos ya no pudieron aguantar la risa.
Ante esas respuesta tan variadas suponía que para Freezer sí era importante ese tipo de temas, pero quería estar seguro de cuán significativo podría llegar a ser.-Con respecto a eso ¿Que saben acerca de los demonios del frío?- ante esa pregunta las pocas risas callaron y todos guardaron silencio.
Los soldados observaron desconcertados al androide ante tal interrogante. Nadie decía nada, ni siquiera murmuraban entre ellos como de costumbre. Tal vez nadie conocía tanto a Freezer como él pensaba o probablemente el problema no era ese.
El androide carraspeo desviando la mirada algo avergonzado.-Iba a estrechar su mano para cerrar el trato por participar en el botín de los ogros, pero él solo me observó de forma extraña. - mintió descaradamente con lo primero que le vino a la cabeza.
Ante otro momento de silencio observo nuevamente de reojo a Zarbon. Este al no tener una respuesta concreta simplemente se encogió de hombros. Al clavar la vista en los demás se aterrorizaron y rápidamente respondieron. “No lo sé” “No tengo idea” “No sé nada”
Parecía ser la única respuesta hasta que oyó como alguien carraspeaba dudando en decir algo.- Una vez alguien de confianza me comentó algo sobre eso.-enunció Dodoria llamando la atención del pequeño grupo de soldados.- Me dijo que los demonios del frío no son una raza de mucho contacto físico. De hecho, desde que trabajo en el ejército no recuerdo haber visto que el Señor Freezer hubiera tenido contacto con nadie.- comentó con curiosidad al mismo tiempo que rememoraba alguna situación.-Tal vez al momento en que quisiera exterminar a alguien, pero incluso eso lo hace a distancia casi siempre.-Muchos asintieron estando de acuerdo. Incluso parecía tener sentido según sus propias experiencias.
-Según me contó Berriblu…-volvió a hablar el comandante.-...Ese tipo de contacto con alguien se relaciona con algo serio y también como algo muy íntimo. Y si es que llegara a tener ese tipo de cercanía sería con alguien de mucha confianza como un compañero de vida.
Todos incluyendo al androide observaron al comandante con gran sorpresa, pues era información que nadie conocía.
Después de unos segundos volvió en sí comprendiendo la situación.-Ya veo.-mencionó Cell pensativo mientras los soldados murmuraban entre ellos la nueva información. Pues era algo que todos desconocían.”Es muy extraño” , “Tampoco he visto a Freezer tocar a nadie” , “No me lo imagino de otra forma” , “Debe ser cierto” , “¿Te imaginas al señor Freezer con pareja?”
Aunque fue una pregunta irónica y graciosa, llamó la atención de todos por lo que guardaron silencio unos segundos imaginando si es que aquello podría ser posible. Era difícil figurarse una situación así teniendo en cuenta el temperamento del demonio del frío. De hecho, era más sencillo pensar cómo sería el carácter de aquel que podría ser el merecedor de estar a su lado.
Muchos sintieron escalofríos al pensar en alguien igual o incluso peor que el emperador del universo. Sería alguien atemorizante.
Por su lado el androide creía que no estaba tan equivocado como pensaba. Aunque seguía sin entender porque Freezer se había comportado de esa manera. Había sido un accidente, además aunque su adn no era 100% un demonio del frío, no tendría porqué significar algo.
Al final resultaba que si era vergonzoso para él, pensó con gracia al mismo tiempo que batía sus alas leve e inconscientemente. Pero al fin y al cabo, ahora sabiendo eso podría seguir entrenando con él con tal de no decirle a nadie lo que realmente había ocurrido. Pensó con malicia.
Al volver su vista a los soldados, se percató de que todos lo observaban con curiosidad y algo de temor. Tanto que era incómodo hasta para el androide.-¿Qué?-preguntó con hostilidad.
-No es nada.-se apresuró a decir Dodoria al mismo tiempo en que todos los demás desviaba la mirada de Cell haciendose los tontos.
-Ya es tarde.- mencionó Zarbon a los soldados.-Ya deberíamos volver.-a lo que todos asintieron fingiendo estar cansados o somnolientos.
Entre ellos se despidieron y poco a poco comenzaron a irse en diferentes grupos ya que no todos compartían los mismos refugios. Se despidieron del androide a lo que él solo asintió aun algo incómodo por cómo lo habían estado observando.-Nos vemos.-dijo Jheese al último para luego emprender vuelo y reunirse con sus compañeros de tropa. Después de alejarse unos metros por fin pudieron suspirar con alivio. A pesar de que Cell podía comportarse de forma amable, de igual manera les daba miedo, sobre todo porque se asemejaba a Freezer. No bastó decir nada entre ellos, ya que sabían exactamente qué estaban pensado, por lo que nuevamente sintieron escalofríos ante la posibilidad.
El androide, quien los observaba alejarse, solo suspiro con fastidio. Eran sujetos extraños, pero al menos le dieron la información que tanto quería, lo demás con respecto a sus personalidades solo debía ignorarlo. Se dijo a sí mismo antes de elevarse y volar lejos de su plataforma.
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Solo quedaba un pequeño sector por inspeccionar y un grupo reducido de soldados se encargaron de explorar esa área en busca de alguna salida. Como era costumbre, el androide realizó su labor con más rapidez que los demás por lo que fue el primero en llegar junto a Freezer para reportar.- Nada.- anunció brevemente al demonio del frío una vez que descendió a metros de él.
Este ni siquiera se volteó a verlo. Simplemente comenzó a teclear en su rastreador la nueva información. Después de ese corto mensaje, ambos se mantuvieron en silencio.
Cell se cruzó de brazos y sonrió con algo de gracia. No habían estado a solas desde que habían entrenado. Suponía que Freezer aún estaba molesto por lo que había ocurrido, ya que lo había estado evitando a toda costa.
Aún seguía sin comprender por qué el demonio del frío se tomó tan en serio ese incidente. Siempre creyó que él sería alguien quien pasaría por alto ese tipo de situaciones o que no le daría importancia al tratarse de un hecho no intencionado.
De cualquier forma y sin importar lo que Freezer llegara a pensar, era gracioso ver que éste se avergonzaría a tal punto de evitar hablarle. El androide río por lo bajo al mismo tiempo que sus alas produjeron un singular sonido.
Ese sonido se volvió a repetir una y otra vez, captando la atención del demonio del frío. Miró sobre su hombro algo irritado buscando el origen de aquel molesto sonido. Rápidamente inspecciono con la mirada hasta que si vista se posó en las partículas alas del androide.
Gruño iracundo y se volvió para seguir trabajando su rastreador. Lo logró por unos segundos, sin embargo poco a poco perdió la concentración. Oía claramente como el sonido se hacía cada vez más claro, más fuerte. Presiono fuertemente los dientes y los puños evitando perder el control por algo tan insignificante.
Era un sonido tan desagradable. Era tal el fastidio de ese ruido que, incluso se había mezclado con el ambiente a tal punto que opacaba cualquier otro sonido. Encolerizado emitió un gruñido y giró bruscamente hacia Cell. -¡Deja de hacer eso!-le exigio el demonio del frío de un momento a otro.
-¿Eh?- Musito confundió el androide. Miró sobre su hombro pensando que le gritaba a alguien más, sin embargo no había nadie cerca.
-¡Ese ruido que haces!-volvió a reclamar enfurecido.
Curiosamente no había escuchado ningún ruido cercano. Si quiera algo a lo lejos, pero no creía que Freezer tuviera el oído tan agudo y mucho menos que él estuviera produciendo algún sonido.- ¿Yo? - pregunto inocente al mismo tiempo en que sus alas se batieron inconscientemente, pero de forma notoria para el demonio del frío.
Presionó sus dientes frustrado por la actitud del androide. Comienza a creer que lo hacía a propósito.-¡Deja de hacer ruido con tus alas!
Ante esto, Cell observó con curiosidad sobre sus hombros en dirección a sus alas. No tenía el conocimiento de que pudiera producir algún sonido con ellas. Al observarlas unos segundos determinó que Freezer estaba paranoico.- Mis alas no hacen ruido.-concluyó con simpleza.
El demonio del frío se cruzó de brazos molesto por esa respuesta y le dio la espada al androide, quien también desvió la mirada algo enojado por lo ocurrido.-”Solo busca excusas para gritarme”-pensó Cell con fastidio por esa actitud tan infantil.
Sin embargo, a los pocos segundos en su rostro se formó una sonrisa maliciosa. Fijo su vista en el demonio del frío, quien parecía verse ligeramente más apaciguado. Por lo que no lo dudo e intencionalmente batió sus alas de la manera más ruidosa que pudo. Noto el sobresalto en Freezer.
Este se giró lenta y pausadamente hacia Cell con el rostro rojo de ira y antes de que pudiera decir una palabra una voz proveniente de su rastreador lo interrumpió.-Señor freezer-la voz llamó al demonio del frío dando por terminada la discusión.
Aun enfadado, desvió la mirada del androide. Presionó el botón del rastreador y aclaró su voz.-Dime ¿que encontraron?
-Eh…No hemos encontrado ninguna salida…-mencionó el soldado algo asustadizo al otro lado de la línea.-...pero nos encontramos con el otro ejército en el borde del territorio.
-Bien, voy a la ubicación.-dijo con normalidad, sin embargo después de cortar la llamada solo suspiro hastiado como si hubiera querido aplazar la situación.
Después de unos segundos de suspenso, volvió la mirada nuevamente hacia Cell con cara de pocos amigos.- Deberías mantener tu rastreador encendido.
El androide casi había olvidado que llevaba su rastreador consigo. -”¿No está encendido?”- se preguntó presionando el botón provocando que se presentará una imagen en la pantalla.- “No, no lo estaba”
-¡Vamos!- le ordenó malhumorado. No esperó al androide y emprendió el vuelo hacia el borde del territorio.
Cell también se elevó y voló tras el demonio del frío. Aunque no supiera distinguir la zona en su rastreador, por la dirección que había tomado podía imaginar a dónde se dirigían ya que sentía una variedad de personas reunidas en ese lugar. De entre las cuales un ki sobresalía. Debería tratarse de ese sujeto del cual hablaron los soldados.
A decir verdad no le parecía impresionante. Ni siquiera creía que podría rivalizar con Freezer, tal vez esos soldados no sabían detectar el ki de los demás y solo hablaban por hablar. Pensó Cell algo desanimado. Esperaba que pudiera jugar con alguien más para variar. De verdad esperaba a alguien con un poder decente.
Sin darse cuenta ese mismo Ki aumentó su poder y se mantuvo así por unos segundos. Luego disminuyó inadvertidamente, incluso era más bajo que la primera vez que lo sintió, casi inexistente.
-“Puede ocultar su ki" .- se dijo esperanzado ante esa curiosidad. Durante el trayecto observo de reojo a Freezer. Aún estaba molesto. Sería bueno que hubiera alguien en el ejército que pudiera controlar su energía de esa forma, a diferencia del demonio del frío que no le interesaba y llamaba la atención.
Mientras más se aproximaban al borde del territorio, el androide poco a poco comenzó a sentir algo familiar en esa pequeña energía. Era inusual. ¿Como el ki de alguien se podía sentir de esa manera?
Estando a unos metros de ellos, con su mirada detectó al instante al ser del cual provenía ese ki. Ambos se detuvieron frente al grupo de soldados encabezado por ese sujeto. De inmediato, volvió a observar a un lado suyo algo asombrado. Tenía una gran semejanza a Freezer. Nunca había visto a otro demonio del frío aparte de Freezer y King Cold, pero definitivamente se trataba de uno de ellos.
Tras unos segundos de suspenso e incomodidad entre los soldados, finalmente el nuevo demonio del frío rompió el silencio ante la expectación de los presentes.-Freezer-dijo con una leve sonrisa amistosa.
Este aun mantenía su típica mirada habitual de disgusto. No parecía o no quería verse afectado por su presencia.-Cooler.- respondió secamente.
Notes:
Sorpresa! Apareció cooler! (creo que mas de uno habrá adivinado xd)
Y si. A freezer le molestan lo ruidos repetitivos xd (misófonia)
Ahora con respecto al tipo de contacto que tienen los demonios del frio, pues…La verdad es que la explicacion de la teoria me quedo larga (mucho texto xd) y la plataforma no me deja subirla por la cantiad de palabras en las notas jeje
Pero si les interesa, pueden buscar mi perfil en wattpad y en fanfiction (yami-fudou08) donde si pude escribir sin limites xdPues eso es todo. Ya veran que ocurrira con cooler en la historia. Sé que tanto él como freezer nunca han aparecido juntos en el canon (solo en heroes y ni asi hablan mucho xd) pero me esforzare para que tengan la relación de hermanos que todos los fans de dragon ball creen que tienen jeje
Gracias por su paciencia y por sus comentarios. Me siento aliviada al saber que voy bien :D .Eso es todo. Nos vemos por allá del 1 o 2 de abril para el próximo capítulo. (O en la semana de esa fecha)
Bye ;)
Chapter 13
Notes:
Hoola a todos.
Primero: Perdoooon por el retraso. Ya saben…hay que trabajar y más.
Segundo: muchas gracias por su apoyo y sus comentarios. ¿Quién diría que el ship sigue vivo? xD
En este cap. veremos más de cooler, que aunque su aparición fue corta en las películas, trate de extraer su personalidad. PERO tengan en cuenta que Cooler nunca había aparecido junto a su padre o hermano, así que se verá como es en el interior y el exterior.
Y obvio hay escena de Freezer y Cell, asi que disfrutenlo :D (recordatorio: es un slowburn xD)
Y no olviden seguir a mi amiga Michu en sus redes. Michu Paniagua Animation (en face y michu_paniagua_z en instagram
DATO: Sabían que los insectos como las cigarras cantan moviendo sus alas para poder atraer sexualmente a las hembras. Bueno, seguimos… xd
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Se mantuvo un largo silencio durante unos segundos, en donde ninguno de los dos demonios del frío dijo ninguna palabra.
Muchos se sentían incómodos. Esperaban que no se generará una pelea. Muchos en sus tiempos de vida, presenciaron una pelea o discusión de ambos hermanos, otros solo escucharon el estruendo a lo lejos o solo oyeron acerca de lo ocurrido. De cualquier forma no era algo agradable de ver.
-¿Qué le ocurrio a tu cuerpo? - preguntó Cooler finalmente sorprendido por ese tema. No fue hasta unos segundos en que se dio cuenta que no se veía como antes.-La última vez que te vi tenias medio cuerpo de metal.
Freezer aun tenía cara de pocos amigos, gruño por lo bajo al tener que darle explicaciones a su hermano.- Recupere mi cuerpo, eso es todo.-se cruzó de brazos indicando que no diría más que eso.
La poca y nada de amabilidad que se esforzó en tener para esa reunión ya se había esfumado. Realmente la actitud de Freezer podía ser muy molesta-Entiendo, hermanito.-dijo con el afán de hacerlo enojar. Sabía que odiaba que lo llamara de esa manera.
Inmediatamente a Freezer se le marcó una vena en la frente, señal que todos vieron venir para un desastre. Pero sorprendentemente contuvo. Cooler noto eso. Parecía ser que, aunque seguía enojandose con casi nada de provocación, este se contenía en atacar
-¡¿Es tu hermano?! - exclamó sorprendido el androide llamando la atención de todos los presentes.
Si algunos soldados pensaron que el encuentro de Freezer y Cooler sería complicado, no habían tomado en cuenta a Cell en esa situación. Definitivamente podría terminar mal.
Aunque se había percatado de la presencia del ser junto a su hermano, no se había tomado el tiempo de analizarlo hasta que dijo una palabra. Para empezar ¿Quien se creía para hablar así? Ningún soldado se dirige así a un superior. Sin embargo, y más allá de eso, ¿Quién era él para que Freezer le permitiera hablarle así? Su hermano no parecía reaccionar a la insolencia de ese ser. Ese pensamiento fue tan rápido que fue inmediatamente opacado por el siguiente: ¿Que es?
No había visto jamás un ser como el que presenciaba. Era pintoresco, exotico y tenía una presencia impotente.
-Creo que es obvio.- le respondió Freezer algo molesto por lo escandaloso que a veces podía ser el androide. Observó con extrañeza la fascinación en el rostro de Cell. No entendía porque no se había percatado de eso, o tal vez algo tenía su hermano que llamaba su atención, o simplemente lo miraba por los rasgos que compartían.-Andando. Aún tenemos muchas cosas que discutir.-intervino el más joven de los demonios del frío.
Le dio la espalda a todos los presentes para encaminarse en dirección a la cueva. Una vez que emprendió el vuelo, su hermano seguido del resto del ejército lo siguieron.
Mientras volaban, Cell quien iba unos metros detrás de Cooler, no pudo evitar mirarlo en gran parte del recorrido. Sin disimularlo, sonrió satisfecho. Aún creía que no sería capaz de darle pelea, pero aun así se sintió emocionado, ya que éste emanaba una gran cantidad de poder.
Si bien, la mirada de Cell no era para nada disimulada, por lo que al momento en que el androide dejó de contemplarlo, Cooler se tomó la molestia de mirar sobre su hombro para vigilar al extraño ser.
Claramente era un tipo de insecto, y este tenía una energía casi nula y bastante extraña, incluso familiar. Aún no podía decidir si era buena idea o no tenerlo en las filas del ejército. No después de saber que es, de donde viene, y porque no estaba registrado en la lista de razas alienígenas del ejército. Posiblemente venía de un sector muy alejado de la galaxia.
Aun intrigado volvió su vista hacia al frente, pero aun así, volvió a enfocar levemente su vista hacia atrás cada cierto tiempo. Fue un acto sutil, pero muy claro para Freezer quien lo notó de inmediato.
Sabía que Cell era básicamente un niño viendo cualquier cosa nueva que se cruce en su camino. No era de extrañar que Cooler fuera objeto de su atención. Pero que Cooler se interese en él, probablemente por su extrañeza, era molesto. Ya veía el posible discurso que le daría acerca de admitir a alguien con Cell en el ejército. Aunque el que mandaba era él, Cooler siempre encontraba la manera de insistir en algo y ser un fastidio.
Cuando llegaron a la cueva, varios soldados recién llegados se reencontraron allí con sus antiguos compañeros. Algunos no tenían problemas con el ejército de Cooler, sin embargo aún reinaban unos resentimientos por problemas del pasado con otros soldados, por lo que hubo un poco de tensión en el ambiente. Sin embargo la mayor tensión se sentían entre los hermanos demonios del frío.
Cell a lo lejos vio como Cooler se acercó a King Cold, ambos se saludaron y sonrieron de forma amistosa. Por lo poco que vio, más allá de la apariencia, el cooler tiene más semejanza con King Cold. No se veía tan gruñón como Freezer. Eso lo entusiasmaba. Ya no esperaba la hora de hablar con él, de verdad le gustaría entrenar con él. Mentalmente ya estaba pensando en como pedirselo. Esta vez intentaría ser amable y sobre todo pensaria antes de hablar.
Es por esa razón espero pacientemente en la cueva junto a los demás soldados, esperando a que termine la dichosa reunión donde iban a esclarecer unos puntos importantes.
Por lo que Cell había entendido, al parecer cuando habían muerto la mayoría del ejército, realizaron el plan para encontrar una salida. El ejército se había separado en dos partes que iban a ver los territorios. Cooler se quedó con una sección y la idea era que cada uno buscara una salida y encontrarse en ese punto donde se volvieran a unir. Era la primera vez que se encontraban en años desde que habían propuesto ejecutar el plan. Y pensaban volver a repetir ese método, por lo que eventualmente volverian a separarse y reencontrarse en unos cuantos años.
Una reunión muy larga y aburrida para solo aclarar que Cooler y su ejército tampoco encontraron ningún tipo de salida en sus sectores.
Por último, King Cold persuadió a los soldados a tener ningún tipo de cercanía con los ogros. Ya que desde el botín, estos no se mostraban tanto como antes. Por lo que lo mejor era no molestarlos para que vuelvan a dejarse ver, de esta manera podrían diseñar otro plan a futuro.
Con este último asunto se dio por terminada la reunión, por lo que el primero en retirarse fue Freezer. Dio unos pasos alejándose, sin embargo se percató de que Cooler pasó algo apresurado a un lado suyo. Lo observó desinteresado. Vio cómo se dirigía específicamente en dirección al androide.-”Cooler era un metiche”-pensó en seguir su camino.
Siguió caminando hasta que le llegó cierta idea en la cabeza. Se detuvo en seco. Cell podía ser muchas cosas, pero lo que más se denotaba en de él era su lado saiyajin. Volvió a observar en dirección a Cell, este también caminaba hacia el demonio del frío. Freezer gruño. Y aunque lo dudo unos segundos. Cuando dio su próximo paso, fue directamente en dirección a su hermano y al androide.
Ambos caminaron hasta detenerse uno frente al otro. Los que se encontraban alrededor de la escena, se inquietaron al pensar cómo sería una conversación entre ellos. Aunque era bien sabido que Cooler no era tan impulsivo como Freezer, por lo que no esperaban nada viniendo de él. Sino que su reacción al interactuar con Cell.
-Creo que no nos hemos presentado formalmente ¿Cuál es tu nombre? - hablo Cooler con total amabilidad, pero al mismo tiempo imponiendo respeto con su presencia.
El androide imaginaba que sería similar a Freezer, pero él no le daba la impresión de que aparentaba esa cortesía, de hecho era muy natural.-Me llamo Cell
-Dime Cell ¿De qué galaxia vienes? Nunca había visto un ser con tu apariencia. - le pregunto con curiosidad observando detenidamente su aspecto ahora que se encontraba más cerca.
-En realidad, soy un bioandroide creado genéticamente.-esto sorprendió a Cooler al grado de que olvidara por completo el interrogatorio que tenía planeado.
-¿Creado en un laboratorio? -pregunto aún conmocionado.
-Así es.- le menciona el androide con tranquilidad. Cooler no podía creer que alguien fuera capaz de lograr algo de esa magnitud. Viéndolo de pies a cabeza podía deducir que Cell se veía como cualquier otro ser. No parecía tener alguna secuela o alteración, era bastante funcional. No parecía tener dificultades físicos y se podía dialogar con él sin problemas. Incluso, si es que había llegado ahí, en el infierno, significaba que Cell ¿Tenía un alma? Definitivamente su creador poseía una mente muy brillante y también tenía poca ética moral.
Apenas había notado la presencia de su hermano hasta que esté hablo provocando que volviera de sus pensamientos.-Es un experimento del planeta Tierra ¿Puedes creerlo? - comentó con su característico tono de superioridad.
-¿Qué? ¿El planeta Tierra?- el demonio del frío se sorprendió con tan solo pensar que ese planeta tenía la tecnología para lograr una hazaña así.
-Viniendo de ti suena tosco.-mencionó el androide a Freezer por el hecho de haberlo llamado “experimento”-prefiero el término androide.-respondió con sonrisa burlona.
El demonio del frío más joven, molesto por su aparentemente buena simpatía agregó sin más.-No quita el hecho de que eres un experimento.
-Un experimento que resultó ser un androide perfecto.-esta vez Freezer no dijo nada más al entender a qué se refería Cell cuando este aumento su ki, que hasta el momento había tenido oculto.
Ante esta pequeña discusión Cooler no hizo más que observar al androide de forma sospechosa ¿Que tenía Cell que provocaba en Freezer ignorar su forma de hablar? Apenas meditaba en eso, cuando el gran poder de Cell comenzó a tener toda su atención.
-”Ese ki…”-pensó confundido. Era idéntico al de su hermano. Sin embargo, su hermano está de pie junto a ese extraño ser. -”¿Quien rayos es?”-se preguntó angustiado mientras su mirada se compartía repetidas veces entre Freezer y el androide. Finalmente, suspiro disimuladamente y se cruzó de brazos tratando de mantener la compostura.-Creo que alguien me tiene que explicar lo que sucede aquí-dijo llamando la atención de ambos.
Freezer quien estaba a la mitad de un duelo de miradas con Cell, perdió la concentración para volver la vista a su hermano-¿Que?
-Aquí.-específico señalando directamente a Cell.-¿Por qué tiene tu ki, Freezer? - preguntó seriamente mientras no le quitaba la vista de encima al androide. Este solo tenía una actitud tranquila ante las preguntas del demonio del frío, incluso sonrió con gracia mientras aumentaba su energía.
Era casi imposible ocultar su asombro cuando percibió una variación en la energía de Cell ¿Era el ki de su padre? Incluso detectó otro que conocía muy bien-”¿Vegeta?”-se dijo pasmado a sí mismo. Sin embargo no fue hasta que sintió específicamente el ki de cierto saiyajin que lo hizo retroceder un paso con temor-”¿Qué rayos era ese sujeto?
Freezer simplemente bufo-¿Y te acabas de dar cuenta?- dijo con molestia.
Cooler solo mantuvo una mirada severa hacia Freezer, al parecer no quería discutir con él frente al androide. Aunque para cualquiera que observaba la escena diría que ambos parecían tener una discusión mental mientras guardaban silencio.
Por lo poco que había visto de ese reencuentro entre hermanos, podría deducir que Freezer no le agradaba del todo a Cooler. Aunque en apariencia eran similares como hermanos de verdad, no lo parecían en los términos generales que él conocía.¿No se suponía que los hermanos debían tener una buena relación?
Al notar que tanto Freezer no le respondía a su hermano, él decidió hablar.- Es como si también fueras mi hermano.-agregó ante silencio con una sonrisa amigable. Los pocos que aún se encontraban cerca dieron unos pasos hacia atrás intentando alejarse del lugar. Era bien conocido que Cooler era razonable, pero en este punto de la conversación no sabían cómo reaccionaría.
Mientras que Cooler aun seguía procesando lo último dicho por el androide sin saber que pensar, Freezer solo suspiró hastiado y rodando los ojos con fastido.
Se oyó un carraspeo proveniente detrás del grupo, tanto el mayor de ellos como el otro demonio del frío y al androide voltearon para encontrarse con King Cold, quien observaba la escena con algo de extrañeza. Llevaba varios segundos junto a ellos y ninguno pareció percatarse de su presencia hasta ahora.-Cooler, ven conmigo. Quiero que hablemos en privado.- le solicitó a su hijo.
Cooler solo asintió como si se tratase de una orden. Antes de marcharse de tras su padre se volteo hacia Cell y su hermano.-Suena muy interesante, me gustaría seguir hablando.-le dijo cordialmente al androide, aunque de cualquier forma se notaba su nerviosismo hacia él.
Aunque esta vez sintió que Cooler trataba de disimular la incomodidad, en verdad esperaba volver a hablar con él. -Me gustaría.-respondió el androide con buen ánimo.
Ante esto, los dos demonios del frío se retiraron del lugar perdiéndose entre los soldados, dejando solos a Cell y a Freezer en completo silencio. Ninguno hizo mención de lo sucedido hasta que el androide finalmente habló.-Tu hermano es agradable.-mencionó con simpleza sin quitar su vista de encima de Cooler.
El demonio del frío observó de reojo a Cell, este aun observaba maravillado a su hermano. Gruño y presiono los puños con fuerza, pues se imaginaba la razón. Por qué ¿Qué otra motivación podría tener Cell aparte de entrenar? -”Cooler no querrá entrenar con él”-se dijo a sí mismo intentando convencerse. Aunque el androide era una molestia y siempre lo fastidiaba para entrenar con él, prefería aguantarlo antes de que este considere a Cooler como una opción.
No respondió, solo bufo molesto abrumado por sus propias conclusiones y se dio la espalda a Cell retirándose del lugar. El androide vio eso y sonrió divertido, de igual forma también se alejó del lugar y siguió los pasos de Freezer.
Este camino hacia un costado de la gran sala, allí había un aislado pasillo que lo dirigía a unas escaleras. Subió por ellas sin problemas hasta llegar a una salida que conducía a un pequeño mirador. Era el único lugar donde podía estar tranquilo y nadie se atrevía a molestarlo. Sin embargo, no fue hasta ese momento que noto la presencia de Cell detrás suyo.
Freezer al tener contacto con el exterior se detuvo en el umbral.-¿Qué quieres?¿Porque me sigues?-preguntó malhumorado al androide sin voltearse hacia él.
No vaciló y comenzó a hablar con total normalidad.-Lo que ocurrió en el entrenamiento…
-¡No! - exclamó Freezer súbitamente interrumpiendolo al instante. Cell se sorprendió ante la repentina furia en sus palabras, mas no se intimido por ello.-Ni siquiera menciones eso.-agregó en un tono de voz regular pero con el mismo desprecio que antes. Dio unos pasos hasta llegar a la orilla del mirador y recargo su hombro sobre una roca que sobresalía a un costado.
Igualmente Cell atravesó el umbral y observó al demonio del frío dándole la espalda. Inclinó su cabeza hacia un costado en un intento de distinguirlo con mayor detalle. Aun con la poca luz que había en esa especie de noche, logró ver parte del lado izquierdo de su rostro. Creyó ver una fracción de su rostro ¿sonrojado? o tal vez rojo de ira. Era sencillo de distinguir ya que la piel de Freezer era completamente blanca.
El androide intentó no reírse. Suponía que a Freezer aún le molestaba lo que había ocurrido. Y por su reacción seguía siendo un tema bastante serio. Fue tanto su impacto que optó por no decir nada.
-”Sentimientos”-se dijo a sí mismo con fastidio al pensar que hasta Freezer podía sentir tantas emociones. Eso sonaba abrumador.
No podía imaginar lo que sentía, incluso siendo parte de él. Pero aun así la duda lo invadió en que no pudo quitarse esa idea de la mente. ¿Qué sentiría?
Después de un largo silencio en que reflexiono sobre ello, dedujo que efectivamente no podía ponerse en su lugar. Solo podía tener una aproximación o tener una noción de lo que sentía.
”Incómodo”
Esa palabra llegó a su mente.-”Debió sentirse incómodo”- pensó al rememorar su situación. Sobre todo si lo ocurrido fue con un extraño quien no soporta. O al menos eso creía que Freezer pensaba de él. Solo con observar a la espalda del demonio del frío podía sentir un aura de odio hacia él. Al menos ahora tenía una mejor idea de lo que Freezer podía estar sintiendo.
Imaginaba que, incluso si lo que ocurrió fue un accidente, él lo había provocado.
¿Y ahora qué? ¿Debería hacer algo? Suponía que por lógica debería hacer o decir algo para aliviar su error.
Al llegar a esa conclusión rápidamente fijó su vista en el demonio del frío con una cara completamente seria. Y con mucha calma hablo.- Solo quería decir que lamento haberte incomodado.-dijo con sinceridad.
Fue tanto la impresión que Freezer relajo todo su cuerpo al instante y volteó pasmado hacia el androide por las palabras que acababa de oír. Aún conservaba parte de sus mejillas sonrojadas.
Al ver la extraña reacción del demonio del frío, la confusión y asombro en su rostro, el androide se sintió un poco avergonzado por lo que acababa de decir. Se supone que intentaba atenuar sus acciones, sin embargo creía que las había empeorado y ahora ambos se sentían por completo incómodos.
El androide se aclaró la garganta, apoyó su espalda sobre una roca de manera desinteresada y se cruzó de brazos desviando la mirada.-Digo, no fue culpa de ninguno...-comenzó a decir nervioso evitando mencionar que ya sabía acerca del significado de ello.- No sabía que se tratara de algo de tanta importancia para ti. Y solo fue un accidente ¿no?- dicho esto volvió a observar a Freezer.
Aún mantenía esa mirada incrédula. Se veía confundido e indefenso incluso hasta vulnerable. De una forma en que nunca lo había visto. Oficialmente era él quien se sentía incómodo.
Bajo la vista abochornado y comenzó a frotar su nuca molesto con sí mismo por haberse disculpado en primer lugar. Luego, por haber hablado tanto y por último al no recibir una respuesta por parte del demonio del frío.
¿Porque temía verlo a la cara? Frunció el ceño con gran fastidio. No podía dejar que Freezer lo viera reaccionar de esa manera. Se sentía algo sofocado y sus piernas comenzaron a temblar, pero aun así, lentamente se atrevió a fijar su vista en el pequeño ser que lo seguía observando sin decir ninguna palabra.-Lo que paso…no tiene que significar nada.-agregó en intento de aclarar lo que pensaba.
Por unos segundos mantuvieron la mirada hasta que finalmente Freezer rió para sí mismo aliviado.-Tienes razón. No significo nada.- dijo con completa normalidad y en su tono de voz característico. Dicho esto se volteó volviendo a darle la espalda al androide, quien incrédulo, se sorprendió de que sus palabras tuvieran un efecto. Inmediatamente después de eso, sus piernas cedieron y se deslizó por la roca hasta caer sentado en el suelo.
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Cuando los demonios del frío atravesaron la sala llena de soldados, llegaron a unos largos pasillos. Aunque continuaban caminando con la intención de ir a otro lugar más silencioso, Cooler se apresuró a hablar.-¿Qué piensas de ese tal Cell?-le preguntó intrigado por conocer la opinión de su padre, pues él debía conocerlo aunque sea un poco más.
-Es un soldado útil y bastante fuerte.-respondió en general sin darle mucha importancia al tema.
-No me da un buen presentimiento.-mencionó Cooler yendo directo al grano.
-Era algo indisciplinado, pero Freezer ya se encargó de corregir eso.- Su hijo solo lo observó incrédulo. A él le bastó unos minutos para ver que sus palabras no eran ciertas.
-¿Has visto cómo ese androide le habla a Freezer?...- volvió a preguntar insistiendo en que se percatara lo que le inquietaba.
King Cold lo interrumpió suspirando algo angustiado.- Bueno, aún es un poco indisciplinado, pero no es nada que no se pueda arreglar.
- Y Freezer lo permite.
Su padre detuvo su paso abruptamente, seguido de Cooler quien esperaba una respuesta.-¿Lo sentiste no es así?-preguntó al momento que volteaba hacia él.
Este asintió comprendiendo a qué se refería.-¿Porque tiene tu ki y el de Freezer?¿Que es esa cosa?
-Es un androide creado con nuestras células. Al parecer el doctor que lo creó las obtuvo cuando estuvimos en la Tierra. Por esa razón posee nuestro ki.-le explico brevemente.- Supongo que cuando llegaste a la Tierra, Cell ya estaba en desarrollo sino también tendría tus células.
Cooler se sentía algo abrumado por esa respuesta. ¿Esa cosa era en parte su hermano y su padre? Ahora entendía porque lo había llamado hermano. Al pensar en eso le provocó un leve escalofrío en su espalda.
Sería más comprensible si fuera algún ser que hubieran alterado con otros adn, pero crear uno desde cero era una aberración.-Hacer algo como eso está prohibido ¿No es así? - declaro decidido para establecer su punto.- Crear un ser a partir del adn de 3 o más personas.- aunque aclaró el asunto, sabía que su padre tenía conciencia de las leyes que habían en el universo, las cuales ni siquiera ellos como imperio se atrevían a romper.-No creo que deban tenerlo como parte del ejercito, jamas habiamos tenido alguien así. No importa si estamos muertos, no se sabe lo que puede llegar hacer.-expresó intranquilo.
Después de unos segundos en que reflexiono de las palabras de su hijo, simplemente sonrió.-Te preocupas demasiado.-anunció con total tranquilidad minimizando la situación.
El menor solo frunció el ceño y tenso su cuerpo, hundiendo su cabeza entre sus hombros. Era la clase de pucheros que Cooler hacía inconscientemente cuando su padre ignoraba sus comentarios.
Este al verlo, puso su mano en su hombro para tratar de apaciguarlo. -A mí también me sorprendió, pero la verdad es que Cell es como cualquier ser vivo. No hay ningún problema con él.
Como respuesta solo bajó la cabeza frustrado al no ser escuchado y presionó sus dientes con fuerza de forma disimulada. Sabía que si seguía insistiendo, su padre lo ignoraria aún más. Aun así, estaba convencido de que podía ser un problema.
- De hecho, creo que su personalidad tiene un parecido a Freezer ¿no crees?- mencionó King Cold con algo de gracia.-Tal vez cuando era un poco más joven.-esto último se lo dijo a sí mismo al recordar cómo era su hijo menor.
Por ese comentario fue casi inevitable para Cooler pensar en Freezer cuando era un niño pequeño. Aún no veía el lado despiadado del androide, pero lo cierto es que si tenía un gran parecido con su hermano.-”Solo que ahora Freezer está amargado”-pensó afligido al comparar cómo había cambiado con los años.
Ahora podía tener una idea de porque tenía un comportamiento diferente con el androide a diferencia que con los demás. Con lo narcisista que era, para él hablar con Cell sería similar a hablar consigo mismo. Podía entender eso, pero lo que más le intrigaba es que aparte de las células de demonios del frío, también poseía adn saiyajin. Específicamente de 2 saiyajins que su hermano despreciaba.
-Como sea, es asunto de Freezer.- volvió a hablar King Cold llamando su atención.-Él sabe lo que hace.
Cooler simplemente desvió la vista de su padre con gran frustración esperando poder debatir aún más, sin embargo terminó por suspirar desanimado.-Entiendo.-dijo cruzándose de brazos. Siempre se llegaba al mismo resultado cuando se oponia o advertía sobre algo de lo que Freezer consentía.
-Vamos, quiero que me hables de lo había en el otro extremo del infierno.-dijo su padre sacándolo de sus pensamientos. Mientras lo acarreaba con su brazo para que continuaran caminando.
Aunque se encontraba cabizbajo siguió a su padre sin reproches. Tal vez su padre tenía razón y se estaba preocupando por algo sin importancia. Era algo que escuchó toda su vida por parte de él. “Te preocupas demasiado” y “Freezer sabe lo que hace”. Y aunque aquello lo abrumaba, lo cierto es que casi siempre tenía razón.
Siempre que se preocupaba por algo, resultaba que se había angustiado y obsesionado por nada. Por esa razón, cada vez que observaba algo que podría convertirse en un potencial problema optaba por no decir nada.
No obstante, la última vez que calló fue cuando vio a ese saiyajin huir del Planeta Vegeta antes de ser destruido.-”Por esa razon es que todos nos encontramos muertos”-pensó con disgusto al recordar ese momento. Incluso si hubiera dicho algo no lo hubieran escuchado. Volvió a suspirar ante ese pensamiento.
Nuevamente se tuvo que volver a convencer de que su padre tenía razón. Cualquier cosa relacionada con el androide, era asunto de Freezer. Si es que llegaba a ser un problema, sería su problema y debía resolverlo solo. Se decía una y otra vez, intentando convencerse. Aunque la imagen de Cell hablando con su hermano volvía a su cabeza provocando que aún conversara una pequeña pizca de inquietud.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
A pesar de su último pensamiento con respecto al tema, aún rondaba en su cabeza todas las inquietudes que le planteó a su padre.
Suspiro de manera casi imperceptible. Aunque por dentro se sintiera irritado no debía demostrarlo frente a los soldados.-”No me preocupo, no me preocupo…”- pensó repetidas veces en un intento de autoconvencerse mientras buscaba con la mirada a su hermano.
Al no encontrarlo optó por buscarlo a través de su ki. Al no preocuparse en ocultar su energía lo encontró de inmediato, sin embargo junto a él sintió a ese androide.
Aunque eso lo estaba comenzando a irritar, era muy bueno disimulando. Sobre todo si se encontraba rodeados de soldados. Por lo que, con una expresión reservada e inexpresiva, ocultó su ki y se encaminó hacia el lugar donde se encontraba su hermano.
Al subir las escaleras escuchó unas voces a lo lejos. Rápidamente identificó a Freezer. Era fácil de reconocer, sobre todo si estaba elevando la voz. El otro era el androide y ¿estaban discutiendo?
Ante esa inusual posibilidad, se aproximó lo suficientemente cerca de la salida con la intención de escuchar dicha discusión.
-¡Lo sigues haciendo!- lo regaño el demonio del frío mientras lo observaba sobre su hombro.
Nuevamente el androide no se había percatado del leve aleteo de sus alas hasta que Freezer lo mencionó. ¿Por qué estaría haciendo eso? ¿Lo hacía inconscientemente? ¿O será que siempre estuvo aleteando y nunca lo noto? Freezer ha sido el único en notarlo. Detuvo sus alas con esas preguntas en su mente.- ¿Cómo puede molestarte algo así?
-Es irritante.- declaró con una mueca de odio.
Cell solo sonrió sin preocupaciones y dejó escapar una risa.- Eres muy extraño.-comentó con franqueza. Después de todo, debía de ser alguien muy inusual para oír algo que era imperceptible para los demás.
Freezer gruñó disgustado por ese comentario y volvió su mirada hacia enfrente, dándole la espalda. -”Es un fastidio”- pensó mientras contenía su ira. Aunque Cell fuera irritante, y que su sola presencia lo exasperara, sintió un gran alivio al sentir que podía volver a pensar de esa manera.
En los últimos días, se había sentido molesto por lo que ocurrió. Cell era un idiota que no sabia de lo que hablaba, además de eso, provoco que se sentía enojado consigo mismo.
Por un instante, recordó su forma de reaccionar ante lo ocurrido. Su corazón se aceleró y comenzó a temblar sin saber que hacer o decir, principalmente por lo que ese gesto significaba para él. Lo que sucedió después fue solo inercia ante la situación.
Muy pocas veces en su vida llegó a sentir que no tenía el control de una situación. Era frustrante. Sin embargo, esta vez sintió que lo afectó más de lo normal al tratarse de un tema personal.
Desde muy pequeño había luchado contra el hecho de controlar sus emociones y de no demostrar debilidad ante nadie. Y durante toda su vida lo había logrado casi a la perfección, a excepción por ese momento en el entrenamiento con Cell. En ese instante sus emociones lo sobrepasaron. Lo que ocurrió lo atormentó de forma excesiva y aunque se dijo a sí mismo que lo que sucedió no significo nada, la angustia continuaba.
Presionó levemente sus dientes al recordar su torpe reacción. Como se sobresaltó, como su nerviosismo lo recorría al decirle a Cell que no dijera nada. Había sido el momento más vergonzoso de su vida, pensó apesadumbrado.
-”Pero ahora…”- examino levemente a un costado suyo para observar de reojo al androide.
“Lamento haberte incomodado”- Esas palabras volvieron a resonar en su mente.
Extrañamente nadie se había disculpado con él, a excepción de debiluchos que rogaban por sus vidas .Pero esto es diferente. ¿Por qué alguien con una fuerza superior a la suya pediría perdón? Siempre sintió que el androide era muy similar a él. también intentaba no mostrar debilidades, sin embargo esa penosa charla le demostró que había muchas emociones de las cuales el androide no tenía control.
Viendo como a Cell se le dificulto hablar y por sobre todo, que se avergonzó solo por mencionar lo ocurrido, lo hizo pensar que se comportaba como un idiota y exageraba la situación. Eso provocó que se percatara de que también estaba siendo un idiota y que exageraba lo ocurrido. Puesto que, como mencionó Cell, solo fue un accidente.
-”Solo un accidente”-se dijo con simpleza antes de volver su vista hacia enfrente con una sonrisa arrogante. Rio por lo bajo con una tranquilidad propia del emperador del universo.-”Es un cabeza hueca”.
Por lo menos ya no sentía esa tensión entre ellos. Lo cual podría ser una ventaja para él, ya que Cell solía alejar a las personas. Y en momentos como esos agradecia ese rasgo en el androide. Sobre todo porque no agradaba la idea de convivir con Cooler, siempre que se encontraban intentaba darle sermones y señalaba sus errores. Y por el momento el androide parecía haber espantado a su hermano. Al menos tendría un tiempo antes de que Cooler intentará acercarse a Cell nuevamente.
Ambos se mantuvieron en silencio, incluso el androide que se encontraba atento a sí mismo y procuraba no volver a batir sus alas. Por unos minutos no hubo más que el ruido lejano de los soldados que conversaban y reían animados.
Al pasar el tiempo Cell comenzó a aburrirse de vigilar sus alas hasta que finalmente las ignoro y suspiro con fastidio. Intentaba hacer tiempo hasta que Cooler volviera para hablar con él, sin embargo se tardaba demasiado.
En su aburrimiento se percató de que estuvo llevando su rastreador consigo todo el día. Presiono el botón a un costado y este se activó mostrando una información en la pantalla.- “Creí que ya estaba encendido”- se dijo pensando algo confundido por el funcionamiento. Nunca supo muy bien cómo utilizar ese aparato por lo que al tener tiempo, se dispuso a averiguarlo. Comenzó a apretar el único botón sin saber con exactitud lo que estaba haciendo.
Cada sonido de pitido, que era claramente perceptible para cualquiera, provocó que poco a poco se generará una gran vena en la frente a Freezer.-¡Que dejes de hacer ruido!
Cell levantó la vista confundido. Observó sus alas y nuevamente volvió su vista al demonio del frío.-No estoy haciendo ruido.-dijo al estar 100% convencido de no estar batiendo sus alas.
-Con ese rastreador.-aclaró.-¿Qué tanto haces, que eres tan escandaloso?
-Trato de averiguar cómo funciona.- empezaba a creer que sus alas no eran el problema. No podía creer que le molestara tanto un simple ruido.
El demonio del frío lo observó de manera altanera.- El rastreador es muy intuitivo. A estas alturas ya deberías saber usarlo.
-Por más intuitivo que sea, para mí no era fácil.-respondió el androide en su defensa.-No me llevo muy bien con los aparatos científicos.-mencionó algo apenado tomando en cuenta quien era su creador. Tenía conocimientos de cosas tecnológicas, pero ese rastreador era extraterrestre.
Freezer se rió del androide sin disimularlo.-¿No se suponía que eras perfecto?
Rápidamente las mejillas de Cell se sonrojaron avergonzado por esas palabras.-¡Guerrero perfecto!- exclamó exaltado.-Soy un guerrero perfecto. No tengo porque saber usar estas cosas.-dijo desviando la mirada enfadado.
Nuevamente el demonio del frío volvió a reír. Al menos esta vez había sido Cell quien se había enojado. Volvió su vista hacia el paisaje con una tranquilidad y silencio que duró un corto tiempo. Al paso de unos segundos, se volvió a oír, muy claramente el sonido proveniente del rastreador del androide.
Esta vez Freezer se giró por completo para quedar frente a frente y no alzó la voz. Solo tomó aire y habló severa pero detenidamente.-Dije que dejes de hacer eso.
Cell, quien observó todos sus movimientos, mantuvo la calma y con gran tranquilidad respondió.-¿O que?
Freezer no se movió ni un centímetro de su lugar. Sabía que era físicamente incapaz de callar al androide. Ciertamente, no podía hacer nada, solo aguantar. A decir verdad, no era la primera vez. Para empezar la presencia de Cell nunca fue de su agrado. Además de que su hermano se encontraba allí. Aunque sólo se tratara de 2 personas, para él eran demasiado que tolerar.
Sin quitarle la vista de encima, camino hacia el androide.
Si fuera por él, los golpearía a ambos para deshacerse de ello. Pero no era tan sencillo como sonaba. Además, tenía que considerar en que el androide debía tener en mente entrenar con Cooler. En ese caso, tal vez no debería odiarlo tanto.
Aun estando un metro de distancia, el androide aunque atento, mantuvo la calma. Sabía que cualquier golpe de parte de Freezer no le provocaria ningún daño. El demonio del frío aproximó su mano hacia él. Sin embargo, se desconcertó cuando no se presentó ningún ataque. sino que la mano de este fue directamente a su rastreador.
-”Analizando la situación, prefería tolerar a Cell”.-se dijo a sí mismo manteniendo una expresión de seriedad en todo momento. Presiono el botón un par de veces mientras cambiaba la información en la pantalla.-Aquí ves el mapa.-expuso Freezer indicando el contenido del aparato. Volvió a presionar el botón varias veces.-Aquí puedes contactar con otros rastreadores.-nuevamente volvió a presionar el botón hasta llegar a la última sección.-Y aquí puedes ver el nivel de poder del oponente,
El androide no supo qué responder. Simplemente observó la extraña reacción del demonio del frío ¿Qué le ocurrió? ¿O por qué es tan amable?
Al terminar de dar la explicación, Freezer volvió a darle la espalda y caminó hacia el borde del balcón.
Cell observaba al más pequeño, aún sin comprender lo que había ocurrido. Al estar contemplando a Freezer, un sonido proveniente del rastreador llamó su atención. En la pantalla le indicaba el nivel de poder que poseía. Eso hizo volver en sí al androide. Resoplo mientras desviaba la mirada- Tu rastreador es basura. No señala el nivel de poder real.
El demonio del frío observó al androide levemente sobre su hombro. No sabía si decía que era muy débil o muy fuerte. Simplemente optó por ignorarlo, pero conociéndole sabía que no era muy posible.- No empieces…-enunció mientras desviaba la mirada al paisaje.
Desde su escondite, Cooler solo podía pensar en una cosa.-”Indisciplinado quedaba corto”.
Conocía perfectamente la extraña aversión de Freezer hacia los ruidos repetitivos. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue que discutiera por eso. Normalmente no generaba un debate sobre eso, sino que acostumbrada eliminar sea quien sea que provoque un sonido molesto. Era una actitud muy preocupante.-”Y muy sospechosa”.
Por un momento pensó salir, pero se arrepintió al instante. Tal vez no debía hablar con Freezer para llegar al fondo del asunto. Después de todo, no consideraría nada de lo que le diga.
Si quería hacer algo al respecto, debía tratar con el androide. Pero ese no era el momento.-”Primero debo pensar una estrategia”- se dijo a sí mismo alejándose del lugar.
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Al día siguiente de escuchar esa peculiar conversación. Se tomó un pequeño tiempo libre para buscar al androide.
Mientras volaba siguiendo su ki, lo divisó a lo lejos. Se encontraba meditando sobre una cima puntiaguda. Al acercarse este abrió los ojos de inmediato al sentir su presencia.-Es bueno verte.-expresó el androide con una sonrisa.
Cooler inclinó su cabeza a un lado. Realmente le sorprendía lo eficaz que era ese sujeto para ser creado en un laboratorio.-Lamento no haber podido continuar nuestra conversación.-dijo con seriedad.-Ahora tengo unos minutos, aunque debo volver pronto a la cueva para seguir planeando una estrategia
Ante ese comentario, el androide frunció el ceño con molestia. No parecía de su agrado los temas con respecto al ejército.
-Necesitaba hablar contigo y aclarar unas cosas.-dijo seriamente sin rodeos. Al ver como el androide tenía su atención continuó.- ¿Tienes los mismos ataques de mi hermano y mi padre?
-Así es.
-Entiendo.- manifestó con gran calma. Aunque en su interior sentía una molestia en solo pensar que ese sujeto tenía la habilidad de destruir un planeta con facilidad.-Entonces, posees un gran nivel de pelea…
Dicho esto, el androide lo interrumpió sin más.- ¿Qué hay de ti?-le preguntó con gran interés. Cooler lo complemento perplejo. Aunque infundía respeto en el ejército, nadie le había preguntado tal cosa con ese nivel de entusiasmo.
Luego de salir de su desconcierto, respondió con modestia y sinceridad.-Soy bastante fuerte. Después de todo la familia de demonios del frío es la más poderosa del universo.- Esas palabras no parecieron tener impacto en el androide. No se veía temeroso, de hecho este sonrió satisfecho por su respuesta.-“Típico saiyajin”.-pensó al notar que no era muy diferente a dicha raza. Antes de que el androide hablara, Cooler se adelantó.-Sería interesante tener un encuentro algún día.-Mencionó de manera casual. Después de eso, le dio la espalda.-Podríamos comparar fuerzas.
-Suena como una idea fascinante.- expresó un tanto emocionado.-Aunque debo advertirte que podrías salir lastimado. Después de todo, mi fuerza es superior a la de Freezer. -Desde su punto de vista, aunque Cooler poseía un gran poder, no creía que este pudiera rebasar a su hermano. Después de todo, era Freezer el encargado de dirigir todo el ejército. Si la situación fuera diferente y Cooler pudiera superar a Freezer, sería Cooler el emperador del universo ¿no?
Al escuchar eso, el demonio del frío se volvió al instante hacia Cell.-¿Cómo conoces el nivel de poder de Freezer? -pregunto de inmediato y sin ocultar lo alarmado que encontraba al sospechar la respuesta.
-Hemos entrenado juntos.-respondió el androide sin miedo a ocultar nada.
Esta vez el demonio del frío se quedó en un completo silencio. Su mirada estaba perdida en las palabras que ese androide acaba de pronunciar.-”¿Freezer? ¿Entrenando?”.- Sabía que en el pasado tal vez había exagerado al inquietarse por alguna situación. Pero el hecho de que su hermano haya decidido entrenar con ese ser mitad saiyajin, superaba todo lo que él había conocido.-Entrenando…-apenas logró articular mientras su mente aún divagaba sobre el asunto.
Cell solo asintió seguro de sus afirmaciones.-Dime ¿Qué tan fuerte eres? ¿Eres más fuerte que Freezer?-pregunto entusiasmado.
Cooler al ver la emoción de su rostro, volvió en sí. Se recordó a que había venido y por suerte, ese androide lo estaba haciendo más fácil.
-Hace mucho que no comparamos fuerzas.-Mencionó sin darle tanta importancia al tema. Sin embargo, volvió su vista directo a los ojos de Cell.-Pero si. Soy más fuerte que Freezer. - El androide no dijo nada, más pudo ver claramente un fervor y exaltación creciendo en su mirada. Aquello lo decía todo.
Cooler sonrió internamente. Aunque el androide era peculiar y probablemente aún no lo conocía del todo, seguía siendo un saiyajin. Y un saiyajin era fácil de manipular con el incentivo indicado.
Podría decirse que Freezer no volvería a estar en su mente.
Notes:
Como pueden ver Cell y Freezer pueden estar bien un momento y al otro ya están discutiendo.
Cell… bueno, pudo ser un tantito empático con Freezer, aunque entró en pánico. Pero por más espanta hermanos que sea Cell tiene buenas intenciones xd
Y cooler… a ver, por donde empiezo. Creo que hay un headcanon muy marcado con el fandom con respecto a Cooler y Freezer. Ellos no se llevan bien aunque sean hermanos. Y quiero explorar el porqué de eso. Por ahora solo he mostrado que King Cold no le hace mucho caso y su hermano le hace el quite. Está muy alejado de ellos y creo que una razón de eso, es que es algo diferente. Creo que Cooler también puede ser un grandísimo hdp como su hermano y su padre, pero siento que es más blando que ellos.
Al menos en la película de Cooler, me dio a entender que aunque parezca frío y trate de desligarse de las cosas, le importa mucho su hermano. Por eso Freezer piensa que él es un fastidio cuando en realidad quiere aconsejarlo y ayudarlo.
Eso en personalidad. Ahora como familia… veo tension xd También lo voy a relacionar con mi idea, pero lo mencionaré para unos capítulos más adelante. Solo les dejaré esta pregunta. ¿Se han preguntado por qué King Cold no le heredó su imperio a Cooler (el hijo mayor) y si a Freezer (el hijo menor)?
Eso es todo. Espero hayan disfrutado el capítulo. Muchos abrazos virtuales y no vemos.
Por temas de tiempo creo que el próximo cap será por allá de finales de mayo o principios de junio T_T La verdad es que me ha estado costando mucho sacar los capítulos, también mi amiga que me ayuda (las 2 estamos muy ocupadas x.x) Puede que actualice 1 capitulo en 2 meses…Pero no se asusten si desaparezco o si tardo en actualizar. Juro por dieguito maradona que voy a terminar este fic si o si.
Nos leemos. Bye
PD: Y por cierto, no se tomen tan en serio el dato de las cigarras. Recuerden que un slowburn xd
Chapter 14
Notes:
¡Hola a todos!
Como prometi aca esta el nuevo cap. a principios de junio. Gracias por su paciencia. Les juro que jamás de los jamases dejaré abandonado este fic. Este es un fic que junto con una amiga llevamos trabajando años, así que no dejaré tirado nuestro esfuerzo. (Así que no se asusten, eh?)
Bueno en este cap solo serán escenas de Cell y Freezer (woh!!) Aunque siento que el capítulo es algo corto (Buuu…) pero disfrutenlo.
Y no olviden seguir a mi amiga michu en sus redes que dibuja y anima bonito. (michu_paniagua_animation en face y michu_paniagua_z en instragram)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Normalmente era el androide quien le insistía constantemente en entrenar, por lo que fue una sorpresa cuando el demonio del frío se lo pidió. Era una situación irregular, sin embargo se dijo a sí mismo que no iba a desaprovechar una oportunidad como esa.
Aunque había acordado tener un encuentro con Cooler, este le mencionó que en ese momento se encontraba ocupado. Por lo que después de unas reuniones con su padre y Freezer, en donde repartirán los sectores que aún no habían invadido, podrían combatir. Razón por la cual le resultó extraño que en el ejército estuvieran tan ocupados y Freezer se encontraba ahí con él.
Al mencionarlo, el demonio del frío pareció molestarse al pensar en ello.-le ordené a Zarbon que vaya en mi lugar.- dijo sin dar más explicaciones.
Después de esa respuesta Cell decidió no volver a tocar el tema. Aunque le parecía curioso que antes de la llegada de Cooler, nunca hubiera dejado de lado un asunto importante en su ejército y mucho menos para hacer algo tan “molesto” como entrenar. Por lo que aquello reforzaba las suposiciones del androide. Efectivamente, Freezer tenía un problema con su hermano y aun no comprendía cuál era, sin embargo en una circunstancia como esa optó por no indagar. Si el demonio del frío prefería entrenar con él y así evitar a su hermano, sacaría ventaja de esos problemas familiares.
Por lo que ambos se concentraron simplemente en entrenar. Al igual que su entrenamiento anterior, comenzaron como una inocente práctica. Sin embargo, y al igual que el entrenamiento anterior, poco a poco Freezer comenzó a actuar de manera más intensa e intentar golpearlo con intenciones de lastimarlo.
Cell agradecia el entusiasmo del demonio del frío, pero en su interior, estaba consciente de que el entrenamiento podía salirse de control, tal como había sucedido en el pasado. Observando la actitud violenta de Freezer, el androide no pudo evitar una sonrisa perversa mientras comentaba.-Parece que disfrutas entrenar conmigo - dijo con sarcasmo.
Estas palabras enfurecieron a Freezer. Sin previo aviso, lanzó una patada hacia Cell, quien ágilmente la esquivó, por lo que terminó por destruir una roca gigante cercana. El demonio del frío sin inmutarse, se volteó hacia Cell.-No te acostumbres. Esta será la última vez.-declaró con determinación.
-¿Qué?-Cell apenas pudo articular una respuesta ante esta afirmación, cuando de repente, el tirano del espacio lanzó una ráfaga de ataques, y Cell tuvo que esquivarlos rápidamente mientras retrocedía en el aire. En medio de la refriega, Cell encontró un pequeño espacio entre los golpes de Freezer y logró golpearlo, aunque no sin recibir también un golpe de su oponente.
Tras el intercambio de golpes, Freezer retrocedió unos metros y lo observó con vacilación. A su vez, Cell lo miró con extrañeza. ¿Qué había ocurrido? Volvió a enfocar su mirada en Freezer y bajó la guardia, esperó a que se acercara nuevamente.
Pensando que el androide era un presumido, se lanzó contra él con furia. Cell esquivó hábilmente varios golpes, pero luego decidió dejar que uno de los ataques de Freezer lo alcanzara. Para su sorpresa, el impacto resultó más poderoso de lo esperado, sacudiéndolo y moviéndolo de su posición. Rápidamente, detuvo una patada dirigida a su rostro, sintiendo la fuerza del golpe en su brazo. Se quedó perplejo. ¿Cuándo y cómo había mejorado?
Freezer estaba a punto de lanzar otro golpe, pero Cell rápidamente lo sujetó de la muñeca, deteniendo su ataque. Ambos guerreros se quedaron observándose durante unos segundos, mientras Freezer fruncía el ceño incómodo por la extraña reacción del androide. Cell sonrió y finalmente hablo.-Te propongo algo. Si eres capaz de vencerme en una pelea, dejaré de molestarte para entrenar - dijo el androide con seguridad.
Freezer se sorprendió por la propuesta de Cell. No creía que pudiera ganarle, pero la idea de tener la oportunidad de poner fin a los molestos entrenamientos era tentadora. Aunque sospechaba que había algo más detrás de la oferta, decidió aceptar.
-Está bien.- suspiró Freezer aliviado. No sabía qué tenía planeado, pero si se trataba simplemente de una pelea, estaba dispuesto a intentarlo. Sabía que Cell era más fuerte que él, pero en ese momento recordó que la victoria no siempre dependía solo de la fuerza bruta. Comenzó a trazar una nueva estrategia en su mente, esperando encontrar alguna debilidad en su oponente.
Ambos guerreros se prepararon para el enfrentamiento, sabiendo que aquella pelea sería una prueba crucial para determinar su fuerza y habilidades. Aunque sus motivaciones y objetivos diferían, el deseo de superarse y alcanzar la victoria los impulsaba por igual.
La pelea se intensificó mientras intercambiaban golpes precisos que, sin embargo, no lograban conectarse completamente. Freezer comenzó a frustrarse con rapidez al darse cuenta de que no podía golpear a Cell como deseaba.
Para sorpresa del androide, Freezer demostró tener una velocidad superior a la que tenía. Aunque sus golpes eran más precisos y certeros, aún podía esquivar sus ataques.
Cell no quería terminar la pelea tan pronto, por lo que le propinó un golpe en el pecho a su oponente y se retiró es espera de una respuesta.
La velocidad del androide superó las expectativas de Freezer, quien tuvo dificultades para reaccionar a tiempo. En respuesta, Freezer atacó con mayor furia, liberando parte de su frustración acumulada. No solo estaba molesto por la pelea, sino también por la presencia irritante de su hermano. Era evidente que su frustración se manifestaba en su agresividad en la pelea.
Mientras Cell esquivaba los golpes de Freezer, comenzó a cuestionarse si lo había sobreestimado. Sin embargo, decidió permitir que Freezer lo golpeara nuevamente, pero esta vez recibió un impacto en el rostro que le causó dolor. Tal vez era porque había pasado mucho tiempo desde la última vez que sintió un golpe tan potente, incluso desde que había resucitado. Después de ese golpe, Freezer logró conectar varios golpes consecutivos contra el androide.
Recuperándose de la sorpresa inicial, Cell respondió con un contraataque devastador que lanzó a Freezer varios metros más lejos. Sin perder tiempo, lo siguió de cerca.
El androide desapareció y reapareció detrás de Freezer, deteniendo su avance en el aire con un poderoso golpe.
Este, aunque mareado por el golpe que acaba de recibir, se lanzó contra Cell con determinación. Ambos chocaron, creando una explosión de energía que envolvía su entorno.
A pesar de los esfuerzos de Freezer, notó que el androide no se esforzaba tanto como él. Cada ataque del demonio del frío era fácilmente bloqueado por Cell, quien a su vez lo golpeaba repetidamente sin mostrar signos de agotamiento. Con cada golpe, Cell verificaba que Freezer siguiera consciente para continuar. Aunque sus golpes no eran tan devastadores, esperaba que fuera capaz de soportarlos.
Cuando hubo una breve pausa, Freezer estaba golpeado pero seguía consciente y con ganas de continuar la pelea. Era evidente que su determinación no había menguado a pesar de los golpes recibidos.
Cuando el androide se acercó nuevamente, en ese momento Freezer extendió los brazos y lanzó enormes rocas a ambos lados de Cell. Las piedras se fusionaron en el aire, formando una estructura imponente. Freezer soltó una risa maliciosa, creyendo que tenía la ventaja. Sin embargo, las rocas estallaron en pedazos y Cell emergió de entre el humo, propinándole una poderosa patada que lo lanzó hacia los cielos.
Durante unos segundos, lo perdió de vista hasta que finalmente lo ubicó. Una pequeña luz púrpura comenzó a crecer, volviéndose cada vez más intensa.
Desde los cielos, Freezer concentró toda su energía y lanzó su característico ataque para destruir planetas en dirección del androide.
Vio acercarse lentamente el ataque sin siquiera parpadear. Cell se rió con satisfacción mientras sujetaba el poderoso ataque, sintiendo cómo lo arrastraba varios metros hasta que finalmente sus pies tocaron el suelo. Aunque era capaz de resistir el ataque sin problemas, el impacto generó una onda de destrucción a su alrededor. El suelo se desintegraba y rompía, y a varios kilómetros de distancia se formaba un gran cráter debido a la fuerza destructiva del choque.
Mientras el suelo se resquebrajaba y el magma volcánico emergía a la superficie, el androide percibió que Freezer ya no ejercía más fuerza en su intento de atacar. Decidió aflojar su agarre y comprobó que, efectivamente, el demonio del frío parecía haber agotado todas sus energías.
Comparando esta pelea con su primer enfrentamiento, Cell notó una mejoría en Freezer. Era evidente que el villano había adquirido o mostraba un poder que antes no poseía. Este pensamiento provocó que Cell se cuestionara si él también estaba mejorando y evolucionando. Suspiró con cierta molestia, pensando en la posibilidad de que todos a su alrededor fueran simplemente débiles en comparación con él.
Mientras devolvía sin dificultad el ataque de Freezer en dirección opuesta, observó cómo el imponente ataque se alejaba lentamente hasta que finalmente estalló en el cielo, generando una deslumbrante luz que seguramente dejó cegados a aquellos que estaban cerca. A pesar del resplandor, Cell pudo ver cómo el cuerpo de Freezer caía y se estrellaba a pocos metros de distancia. Su energía vital era muy baja y no mostraba señales de que se fuera a recuperar.
Una sonrisa de victoria se dibujó en el rostro de Cell mientras exclamaba con alegría.-¡Gané!-Sin embargo, casi de inmediato, una sensación de decepción invadió su ser. El demonio del frío no estaba a la altura de su poder y su manera de reaccionar lo hacía sentir un poco tonto. Cell recuperó la compostura y se aproximó calmadamente hacia Freezer, quien yacía inerte en el suelo.
-Parece ser que seguiremos entrenando.-comenzó a decir Cell, pero en ese momento se dio cuenta de que el demonio del frío no mostraba ningún signo de movimiento. Tenía los ojos cerrados y apenas parecía respirar.
Cell se encogió de hombros, pues ya no tenía caso que se quedara ahí. La pelea había terminado. Por lo que se volteo con intención de irse, no obstante después de dar unos pasos se detuvo en seco y observó a su alrededor. Gran parte del suelo se había agrietado por la pelea. Se llegó a preguntar ¿Qué hubiera ocurrido si no hubiera detenido el ataque de Freezer? No tanto por su persona, sino por la superficie ¿Había algo debajo del infierno?
A un costado suyo, contemplo como se estaba formando un río de lava entre las grietas.-No debe haber nada.-se respondió a sí mismo mientras observaba como fluía dicho río. Seguramente el infierno sería un caso similar en la Tierra, ya que debajo solo surgía lava. Pensó mientras lo seguía con la vista hasta que sus ojos se detuvieron en Freezer y como este río se encontraba a poca distancia de él.
En ese momento las palabras de Freezer cuando estuvieron encerrados en la celda llegó a su mente. “Estamos acostumbrados a las temperaturas bajas, pero aun así podemos soportar los ambientes cálidos”
Continuó observando atentamente a Freezer unos segundos y como este seguía sin moverse. El androide alzó la vista hacia el desastroso paisaje que habían creado. Era cálido y agradable para alguien como él. Cerró los ojos para concentrarse en lo confortable del ambiente.-Hace calor.-expreso para sí mismo al sentir cada vez el aumento de la temperatura.
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Freezer abrió los ojos y se levantó lentamente, sintiendo la pesadez de su cuerpo. A medida que sus ojos se ajustaban a la oscuridad, se dio cuenta de que se encontraba bajo la protección de una roca inclinada que le brindaba algo de sombra. La ubicación en la que se encontraba no parecía ser el lugar donde había perdido el conocimiento, ya que podía distinguir un río cercano y un bosque, que aunque tuviera una atmósfera lúgubre y siniestra, era la parte más “normal” dentro del infierno.
Mientras luchaba por incorporarse, Freezer notó sus piernas cubiertas de moretones y lodo debido a que se encontraba a las orillas del río. Decidió limpiarse y refrescarse, ya que ese segmento de agua parecía ser el único recurso natural que existía. Con paso lento y desconfiado, se adentro en el río hasta que el agua le llegó a la mitad de los muslos.
Al contemplar su reflejo en el agua, Freezer frunció el ceño al notar un notorio chichón sobre su ojo. Su semblante reflejaba frustración y enojo por su evidente derrota contra el androide. Aunque su orgullo se resentía, otra idea rondaba su mente. ¿Cómo había llegado ahí?-"Acaso Cell..."
-Lamento que esto terminara así. - escuchó decir al androide a sus espaldas. De inmediato se volvió para hacerle frente, sin embargo este se encontraba recostado y despreocupado sobre aquella roca inclinada. No parecía tener intenciones de continuar con la pelea.-Pero si te hace sentir mejor, eres más fuerte de lo que creía.
Freezer sintió una mezcla de sorpresa y confusión al escuchar las palabras del androide. Lo observó durante un momento, alarmado por dicha afirmación. Bajó la cabeza y le dio la espalda, sumergiéndose en un silencio profundo. La melancolía se apoderó de él mientras reflexionaba sobre su pasado como el ser más poderoso del universo, ahora eclipsado por su reciente derrota.-Por mucho tiempo, siempre fui el más fuerte del universo - dijo Freezer con un tono de tristeza y frustración evidentes en su voz. Se sentía abrumado por la sensación de haber perdido su posición de supremacía. Luego, continuó hablando, consciente de la importancia de mantener su reputación tanto para el ejército como para sí mismo. Ser percibido como el ser supremo era esencial para mantener su influencia y su estatus.
Cell lo observó con extrañeza ante la respuesta de Freezer. Aunque había asumido que él tenía un ego frágil y vulnerable, no esperaba verlo expresar sus emociones de esa manera. Estudió detenidamente al pequeño cuerpo de Freezer medio sumergido en el río y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro. Había algo encantador en la vulnerabilidad de Freezer, algo que podía sentir como si se tratase de cualquier otro ser.
-De cierta forma, te entiendo - mencionó Cell, con un tono comprensivo.- Se supone que debería ser el androide perfecto y, sin embargo, fui derrotado.- dijo pensando en su enfrentamiento anterior con Gohan.-¿Sabes? Tu manera de pensar es bastante similar al de un saiyajin.-menciono esto último como mera curiosidad.
-¡No me compares con esos malditos monos agresivos!- le exclamó el demonio del frío exaltando, olvidando por completo su estado de ánimos hace unos segundos atrás.
El androide resopló con toda la intención de que Freezer lo escuchara, sin darle importancia a lo que este acababa de decir.-Te comparo con lo que me dé la gana.-manifestó desviando la mirada con superioridad.
Freezer lo observó con total disgusto, Cell podía ser bastante desagradable si se lo proponía. Mientras lo acechaba, noto un peculiar detalle en el otro ser que llamó su atención: tenía la mejilla lastimada, producto de uno de los golpes que le había dado y que lo había desequilibrado. Ante este detalle, una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de Freezer, con una idea en mente.-Veo que logré lastimarte.
Cell se impresionó por un momento ante ese comentario, aunque de inmediato fingió no sentirse afectado.-Y yo te dejé el ojo morado. Estamos a mano.- respondió cruzando los brazos con indiferencia.
Aunque casi imperceptible, había notado su reacción ante sus palabras, por lo que prosiguió.-Tal vez tengas algunas ventajas, ya que te apoderaste de mucho material genético, incluyendo el mío.- comenzó a decir el demonio del frío de manera desinteresada.-Pero tener una gran fuerza física no es importante si no sabes cómo usarla correctamente o si no sabes cómo recibir un golpe.-agregó, esperando generar inseguridad en el androide, recordando claramente el impacto de su golpe y cómo Cell lo había sentido.
-¡¿Qué?!-exclamó furioso. Por un momento se alteró, pero rápidamente se calmó al pensar que Freezer solo intentaba molestarlo.-Yo sé cómo recibir un golpe. Tengo una gran resistencia.-respondió con confianza.
El demonio del frío simplemente se encogió de hombros.-Claro, lo obtuviste de mí.-mencionó como si fuera lo más lógico del mundo.
Aunque Cell volvió a alterarse, intentó no demostrarlo, aunque para Freezer era más que evidente. Este último solo sonrió con gracia y le dio la espalda para quitar el lodo restante de sus piernas.
-Dices eso incluso después de que yo te derrotará.-respondió molesto.
-Eso fue un ataque de energía. Mi ataque de energía.-remarcó mientras se deshacía de los últimos rastros de suciedad en su piel.- Es diferente.- agregó. Pasaron unos segundos en los que el silencio reinó, solo interrumpido por el suave sonido del agua fluyendo entre las rocas. Freezer esperó pacientemente hasta que sintió que Cell llegaba a un lado suyo en el río. Sonrió presuntuoso.
-¿Crees que podrías aguantar más que yo en un enfrentamiento físico?- le pregunto con seriedad, manteniendo los brazos cruzados imponiendo respeto.
-Si, así es.-respondió sin temor y con simpleza.
Hubo otro silencio en donde el androide frunció el ceño ligeramente, escondiendo su enfado.-Golpéame.- dijo finalmente rompiendo el silencio.-Verás que aguanto más que tú.-lo desafió decidido.
El demonio del frío sonrió con malicia. Era exactamente como había imaginado que reaccionaría el androide. Sabía que, sin importar cuánto poder tuviera, Cell era manipulable. Y aunque su punto sobre resistir más que él era casi incoherente, comprobó que Cell podía ser más fácil de manipular si se lo proponía. Y que también que en su interior el androide seguía siendo solo un niño que anhelaba demostrar ser el mejor.
Sabía que estaba en desventaja en ese desafío y tal vez había una pequeña posibilidad de que Cell pudiera soportar sus golpes. Sin más preámbulos, Freezer se elevó hasta quedar cara a cara con él y le lanzó un golpe directo al rostro. Simplemente inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado y sonrió con superioridad, demostrando que el golpe no le afectaba en lo más mínimo. El demonio del frío, sorprendido, tragó saliva nerviosamente al ver la resistencia de su oponente.
-Mi turno.-de inmediato soltó un golpe contra el demonio del frío. Este recibió el golpe de lleno en el rostro y aunque estaba levitando, en un instante sus piernas tocaron el fondo del río provocando que se creará un halo en el agua por la fuerza del golpe. Sus piernas se reflexionaron y con dificultad aguantaron para no caer, hasta que finalmente se puso de pie. Alzó la vista algo aturdido pero denotando seguridad.
Aunque su vista era algo borrosa y aún se encontraba confuso, se concentró en regresarle el golpe, por lo que tomó impulso y saltó hacia el rostro de Cell. Lo golpeó con tanta fuerza que el androide dio un paso hacia atrás e hizo una mueca de dolor.
Freezer sonrió emocionado y agitado ante la reacción del androide.
Definitivamente lo había sentido, pensó Cell al instante. De hecho había sido bastante similar al golpe que recibió en la pelea. Esa era la clase de ataques que quería recibir si quería seguir entrenando. Por reflejo tocó su labio, ya que por esa área había recibido el golpe. En ese momento se detuvo e incrédulo observó su mano: Sangre.
No había sangrado desde que había llegado al infierno, medito sorprendido mientras contemplaba el pequeño rastro de sangre en sus dedos. Inconscientemente dejó escapar una risa maravillado por lo ocurrido. En efecto, el demonio del frío era más fuerte de lo pensaba y esta vez si creía que era en serio. Si podía llegar a hacer algo como eso, tal vez en el futuro podría lastimarlo lo suficiente para tener un zenkai.- “O al menos una batalla decente" .- pensó con gran emoción, mientras volvía la vista hacia Freezer quien aún levitaba frente a él.
Este solo lo miraba extrañado. Lo habia hecho sangrar y ¿ese idiota sonreía? ¿estaba sonriendo? Tal vez no estaba en sus 5 sentidos, pero aun así podía sentir que su expresión lo incomodaba.
El androide, olvidando completamente la razón inicial por la cual había comenzado esa competencia de golpes, con una auténtica sonrisa de diversión, tomó impulso y arrojó su puño de frente al demonio del frío.
Este apenas aguantó el impacto, por lo que terminó siendo despedido unos metros atrás. Aun así, se negaba a ser derrotado nuevamente por Cell, por lo que con sus pocas fuerzas logró que sus pies tocaran el fondo del río. Esta vez, casi se cae de espaldas, pero utilizó sus brazos para hacer equilibrio. Por lo que finalmente, después de tambalearse no cayó al agua.
Cell volvió a reírse entretenido por su forma de evitar caer al río. Noto que le había costado trabajo aguantar el golpe y ya no podía fingir.-”Tal vez estoy siendo muy duro" .- pensó mientras comenzaba a caminar. Dio unos pasos para llegar frente a Freezer y lo observó detenidamente. Intentaba mantener la cabeza en alto y aparentar estar bien, sin embargo al juicio del androide parecía estar inconsciente. De pie, pero inconsciente.
Lo que era una lástima, ya que se estaba empezando a divertir y quería volver a provocarlo para que lo golpeara. Después de todo, aunque parecía que su fuerza había mejorado ¿Que tanto daño podría hacerle? Incluso si bajaba la guardia por completo, pensó con curiosidad.
Por un segundo, creyó ver una mirada asesina en el demonio del frío. Tal vez no estaba inconsciente, aunque sí se veía cansado, lastimado, respiraba de forma entrecortada y sinceramente, no parecía que tenía tanta fuerza.-”Se puede arreglar ".- pensó para sí mismo con una idea en mente, y de paso descubrirá si es que se encontraba consciente o no. Por lo que malvadamente se inclinó hasta llegar a la altura de Freezer y acercó su rostro de manera que esperaba el ataque de este.
A pesar de que se encontraba un poco aturdido se percató claramente como el androide se estaba burlando de él. Por lo que, con todas sus fuerzas -renovadas por el odio- acomulo su ki y precipitó su puño hacia la cara del cretino de Cell.
Este al tener la guardia baja y al no estar alerta, recibió el golpe en pleno rostro. Ni siquiera alcanzó a reaccionar. Por lo que debido a la fuerza del impacto, provocó que terminara cayendo sentado en el río. Cell se sorprendió. Aunque no se encontraba alerta, no podía creer que Freezer fuera capaz de lograr algo como eso. Y siendo sincero, ese era el golpe que más había sentido hasta ese momento.
El demonio del frío, aunque mareado, lo observó con superioridad al demostrar su fuerza. Sin embargo, se descolocó cuando advirtió que el androide en vez de sentirse humillado o furioso, comenzó a reírse. Una risa que…no sabía cómo describirla.-”¿Se está riendo?”-pensó Freezer con dificultad creyendo que estaba comenzado a alucinar cosas por los golpes. Sin embargo, mientras más tiempo observaba a Cell, no cabía duda de que este se carcajeaba. Nunca había visto reír al androide.
-Ese si me dolió.-mencionó con una sonrisa y sin dejar de reir. Freezer no era tan debilucho como creía y si continuaba así, se divertiría mucho más.
Por su parte, no sabía si era con la contusión o el gran dolor de cabeza que sentía en ese momento, sin embargo comenzaba considerar que Cell se veía bastante ridículo con un golpe en la cara y tirado en el río. Sin darse cuenta él también empezó a reír levemente por lo gracioso de la situación.
El androide hizo una pequeña pausa al percatarse de que Freezer había tardado unos segundo en procesar todo, por lo que le causó más risa. Hasta él creía que lo había golpeado muy fuerte y aun así seguía de pie. Era muy obstinado.
A lo lejos, Cooler observaba la escena atónito, incapaz de apartar la mirada. Ni siquiera él recordaba la última vez que había visto a Freezer reír de esa manera, probablemente hacía muchos años atrás.
De repente, sintió una extraña conexión entre los dos. Una chispa de empatía y comprensión que nunca antes había presenciado en su hermano. Era una sensación terrible. Era absurdo.Era…- debilidad.-pensó con desánimo. Después de unos segundos de asimilar sus propias palabras, fijó su mirada con severidad en el androide. Ese ser era mitad saiyajin y, por lo que podía percibir, era más poderoso que su hermano. Y sin embargo, Freezer parecía tener cierta simpatía hacia él.
Solo había dos personas en todo el universo con las que Freezer podría mostrar esa atención o consideración, y ninguno de ellos era él ni su padre. La mera idea le erizó la piel.-"Es imposible"- se dijo con frustración. Si el androide llevaba en su ADN la herencia de los demonios del frío y los saiyajin, era inevitable pensar que estuviera buscando algo. Tenía que estar planeando algo. ¿Qué querría de Freezer?
Desde su posición, con su poder y recursos, Freezer tenía acceso a muchas cosas, y poco a poco se había estado acercando a él. Pero su despistado hermano no parecía darse cuenta.
A simple vista, había algo en ese androide que no le agradaba, y ahora estaba seguro. Después de presenciar lo ocurrido, sabía lo que debía hacer. Tenía que intervenir.
Notes:
Cooler tomó el rol de hermano protector! Va entrar en modo: Fuera de aquí rufian :v
No se ustedes pero me gusto la idea de que Cell y Freezer simplemente se golpearan. Así como ocurrió en super hero con goku y vegeta. Además ya saben, freezer hace 5 flexiones de brazos y ya superó a todos. Ok no xd Hasta aquí solo ha “entrenado” como 2 veces y ese entrenamiento terminó siendo puros golpes, donde perdió la pelea, así que aunque cuente un poquito tampoco voy a tirarme al chorro con el nivel de poder de Freezer.Muchas gracias por su apoyo y sus reviews. Parece que está gustando la historia uwu Espero que sigan dejando sus reviews, quiero saber que piensan
El proximo cap sera por alla del 30 junio o el 1 de julio. (Aunque si me paso la fecha no se asusten. Recuerden que no dejaré tirado este fic jamas c:)
Nos vemos el próximo mes
bye bye
Chapter 15
Notes:
Hola a todos.
Primero quiero dar las gracias por el apoyo que he recibido. Creo que es el fic que mas me ha gustado escribir :3
En este cap. es un poco largo y algo va avanzando la historia, al menos por parte de cell…
Recuerden seguir a mi amiga michu en face (michu paniagua animation) y en instagram (michu_paniagua_z)
Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 15:
El androide se encontraba en su plataforma de combate, lleno de entusiasmo y energía. Sin embargo, algo parecía distraerlo, y su mente divagaba en pensamientos dispersos. Los demás soldados del ejército notaban su extraño comportamiento y se preguntaban qué le ocurría. A pesar de su distracción, Cell seguía siendo el más fuerte y nadie lograba hacerle daño en los enfrentamientos.
Aunque recibía golpes débiles de vez en cuando, Cell sonreía inconscientemente al recordar su último encuentro con Freezer. Aquella pelea en la que este logró derribarlo había dejado una profunda impresión y al mismo tiempo despertó un deseo ferviente de superarse a sí mismo. Mientras golpeaba y derrotaba a los últimos rivales en la plataforma, pensaba que también debía estar mejorando, tomando como inspiración el poder y la tenacidad del demonio del frio
Con una gran sonrisa en su rostro, observó el oscuro cielo del infierno. Aunque no había señales claras de los días en aquel lugar, la intensidad cambiante del cielo le daba una idea de la temporalidad. Decidió alejarse volando de la arena, ya que había quedado con Cooler cerca de donde se encontraron la última vez, cerca de la cueva del Dr. Gero.
A medida que se acercaba al lugar acordado, Cell divisó a Cooler, quien ya se encontraba allí esperando. Cooler miraba en dirección a la cueva del científico, parecía estar concentrado pese a la cercana presencia del androide.
Cell se acercó al demonio del frío hasta llegar junto a él. Se excuso por la demora que le hizo pasar explicando que había perdido la noción del tiempo en el infierno, ya que era difícil saber cuánto tiempo transcurría allí.
Cooler, aun con la mirada fija en la cueva, le preguntó.- ¿Es cierto que el científico de ese lugar te creó?
Cell asintió afirmativamente.-Sí, es cierto. El Dr. Gero fue quien me creó.
-¿Un humano? .-mencionó Cooler. Parecía escéptico ante la idea de que un humano fuera capaz de crear a alguien como Cell.
El comentario de Cooler generó cierto desagrado en el androide. Aunque los humanos no eran especialmente de su agrado, notó la molestia que se percibía en las palabras del demonio del frío hacia el Dr. Gero.-Sí, un humano. Es increíble lo que pueden llegar a hacer, ¿no crees? Después de todo, fui derrotado por alguien mitad humano.
Cooler se volteó sorprendido al escuchar que alguien con sangre humana había sido capaz de derrotar a Cell.-¿Quién fue? .-preguntó con seriedad.
-Son Gohan, hijo de Goku. Me dijeron que lo conociste.-declaró con malicia. Aunque tenía información limitada sobre los acontecimientos en la Tierra durante la llegada de Cooler, había recibido detalles al respecto por parte del Dr. Gero.
El demonio del frío quedó perplejo. Un recuerdo empezó a formarse en su mente. Ese niño pequeño que se encontraba en la Tierra ¿No era un saiyajin de sangre pura? ¿Era mitad humano?
Sin embargo, Cell cambió rápidamente de tema interrumpiendo sus pensamientos.-Pero no vine aquí para hablar de eso.- dijo a Cooler haciéndole una señal para que lo siga. Volaron unos metros lejos de la cueva, ya que no quería causar daños en las proximidades.
El demonio del frío siguió a Cell y lo observó detenidamente con incredulidad. Si aquel niño fue capaz de matar a Cell, en la actualidad debía ser una bestia. Pensó sin subestimar lo que fuera que se encontrara en esa pelea.
Una vez que se alejó varios metros, se volteo hacia su rival quien aún lo contemplaba.
El androide adoptó su postura de combate, una pose muy característica de las artes marciales, y sonrió con maldad. Era una pose que Cooler reconoció al instante.-“Goku" .- pensó con molestia al darse cuenta de que Cell intentaba imitar a su archirrival. Sin embargo, no caería en los juegos de ese androide. Se preparó también para el enfrentamiento, determinado a demostrar su propio poder y superioridad.
Después de unos segundos en que el silencio reinó, Cell rápidamente hizo el primer movimiento. Apareció frente a Cooler con determinación y lanza un potente golpe directo hacia él. Este, apenas logró reaccionar. Consiguió cruzar sus brazos para bloquear el impacto. A pesar de su esfuerzo, el golpe fue tan contundente que su cuerpo fue desplazado varios metros hacia atrás.
Mientras Cooler recuperaba la compostura y levantaba la vista, noto que Cell ya no se encontraba frente a él. En un abrir y cerrar de ojos, el androide apareció detrás suyo. Esta vez, Cell ejecutó una rápida patada, sin embargo Cooler alcanzó a sujetarlo con su mano y mantenerse firme, evitando verse afectado por el impacto.
Al presenciar cómo el demonio del frío anticipó sus movimientos y demostraba una fuerza considerable al detener su golpe, comprendió que subestimar a Cooler podría ser un error. A pesar de tener su pierna retenida, Cell contraatacó de inmediato con un poderoso codazo que liberó su extremidad de manera contundente.
-Veo que no debo subestimarte.- mencionó Cell, reconociendo la habilidad estratégica de Cooler. El demonio del frío no parecía ser alguien que jugara con su oponente, sino que analizaba la situación en el momento e ideaba un plan.
Cooler se incorporó, sintiendo el dolor del golpe pero manteniendo una mirada desafiante hacia el androide.- Lo mismo digo - respondió con determinación. En ese instante, tanto Cell como Cooler incrementaron su ki, aumentando su energía al máximo.
Cooler percibió la inmensa fuerza del ki proveniente del androide, sintiendo su aura y energía poderosa. Nuevamente, recordó al saiyajin de la Tierra. Apretó los puños con frustración, al mismo tiempo recordándose a sí mismo que no debía perder la calma. Inhaló profundamente, buscando la tranquilidad necesaria en su interior, y se lanzó hacia Cell con determinación.
Comenzó un intercambio de golpes entre ambos, cada uno golpeando con gran fuerza y velocidad. A medida que sus ataques se intensificaban, el suelo a su alrededor empezó a ceder, formando un cráter bajo el impacto de sus poderosos golpes.
Cell estaba concentrado y logró golpear a Cooler varias veces. A medida que el cráter se ampliaba, el androide noto que el suelo se resquebrajaba bajo sus pies. En ese momento, Cooler aprovechó la distracción de Cell y lanzó un golpe directo al rostro. Cell logró sujetar la muñeca de Cooler y detener el golpe, pero en un movimiento inesperado, Cooler abrió la mano y lanzó un potente ataque de energía directo al rostro del androide.
Cell retrocedió un paso, con los ojos cerrados por el impacto del ataque anterior. Cooler se preparaba para seguir atacando, pero Cell dio un salto hacia atrás. Utilizando el poderoso ataque de Freezer, el "Rayo Mortal", apuntó hacia el suelo, provocando que se rompiera y que Cooler cayera en el agujero. Rápidamente, Cell voló para evitar caer también y aprovechó la oportunidad para propinarle una patada a Cooler, haciendo que cayera una vez más bajo tierra.- Esto me pasa por detener su ataque de esa manera.- se dijo a sí mismo con molestia. Después de todo, quería evitar otro accidente como el que tuvo con Freezer al sujetar su mano durante un ataque.
El androide siguió a Cooler hasta el agujero que se había formado. Allí, buscó a Cooler con la mirada, pero era inutil era un lugar muy oscuro, por lo que utilizó su habilidad para percibir el ki. Cooler se ocultaba muy bien, hasta que finalmente lo sintió acercarse. Rápidamente, colocó sus manos cerca del centro de su rostro, con los dedos extendidos, y exclamó.- ¡Taiyoken!- liberando destellos luminosos de ki que iluminaron todo el lugar, incluyendo a Cooler, quien detuvo sus ataques al verse cegado.
Cell, aprovechando la desorientación de Cooler debido al ataque de cegamiento, lanzó una ráfaga de energía hacia su oponente. El demonio del frío intentó esquivarlas, sin embargo fue golpeado de lleno. Provocando que retrocediera hasta que se impactó contra una formación rocosa.
Recuperándose rápidamente, Cooler desató su furia y se precipitó contra Cell, lanzando poderosos rayos de energía con su técnica Supernova. El androide ágilmente esquivó los ataques y respondió al instante con su propia Kamehameha, el cual impactó con la Supernova.
Aunque el demonio del frío ponía resistencia, fue fácilmente superado. Cell contraataco aumentando su poder, lanzando una potente onda de energía que desintegró la Supernova e impactó de lleno contra Cooler. El ataque junto con su oponente fue arrastrado nuevamente hacia la superficie, por lo que el androide lo siguió con curiosidad, preguntándose si era capaz de resistir semejante potencia.
Al salir de la oscuridad del agujero, vio a Cooler en el suelo. Sin embargo, para su sorpresa, se logró poner de pie negándose a rendirse.
Este arremetió contra Cell liberando una ráfaga de golpes con su técnica combinación fatal. No obstante, aunque recibió unos golpes de gran intensidad, el androide logró evadir la mayoría de los golpes utilizando su velocidad y agilidad.
La batalla se intensificaba mientras ambos combatientes intercambiaban golpes. Cooler, exhausto y gravemente herido por la cantidad de golpes recibido, comprendió que estaba ante un oponente superior. A medida que su fuerza menguaba, Cell parecía aumentar su poder y confianza, además de una increíble adaptabilidad al regenerarse rápidamente.
Este último pensamiento fue interrumpido por un potente golpe que lo derribó sin previo aviso. Estaba tan aturdido que su vista fallaba, podía observar al androide de pie a unos metros de él esperando pacientemente. Molesto por su actitud arrogante, hizo un esfuerzo y con movimientos torpes logró ponerse de pie.
Con un último esfuerzo, el demonio del frío comenzó aumentar su ki. Al inicio no creyó necesario llegar a esto, sin embargo cambió de opinión a mitad de la pelea. Lamentablemente, no había tenido el momento para transformarse.
El androide quien lo observaba, se sorprendió levemente al percatarse de lo que estaba apunto de hacer, no obstante podía percibir que su energía era muy escasa. Suspiro al ver que Cooler insistia en transformarse y al mismo tiempo estaba alerta ante cualquier ataque.-”También es testarudo " .-pensó Cell al compararlo con su hermano.
Para terminar con la pelea, extendió su mano hacia su oponente y tranquilamente dijo.-Final Flash.-un segundo después una inmensa explosión de energía envolvió a Cooler, dejando en claro que la victoria pertenecía.
El androide se mantuvo de pie, respirando un tanto agitado, mientras observaba el resultado de su ardua batalla. El demonio del frío yacía derrotado y agotado en el suelo, incapaz de continuar la lucha. Cell había demostrado su superioridad y su determinación de alcanzar la perfección absoluta.
Finalmente le dio la espalda a Cooler, aparentemente listo para marcharse.-Fue bastante decente.-mencionó de manera despreocupada encogiéndose de hombros, como si no le diera mucha importancia al resultado de la pelea.
-Cell.-lo llamó el demonio del frío antes de que pudiera alejarse por completo.-Te quiero proponer algo.- Este, miró sobre su hombro teniendo su atención. Cooler a duras penas logró ponerse de pie.-Cuando mi ejército se vaya, ven con nosotros.-dijo con determinación.
Cell se volteó sorprendido por la propuesta inesperada de su oponente. Quedó momentáneamente perplejo por su sugerencia. La idea de unirse al ejército de Cooler era algo que no había considerado antes. Miró fijamente al demonio del frío, evaluando la propuesta y las posibles implicaciones de tal decisión.
La sonrisa en el rostro de Cooler se intensificó al percibir el interés en los ojos de Cell. Su estrategia estaba funcionando.-Podríamos entrenar juntos.- propuso, dejando en claro su objetivo de alejar a Cell de Freezer y evitar futuros problemas. Sabía que había demostrado ser más fuerte que su hermano en su enfrentamiento anterior. Además, había presenciado cómo Freezer regresó de una pelea contra Cell, tenía heridas y un gran chichón sobre su ceja, mientras que él parecía estar mejor físicamente pese a los golpes que recibió por parte del androide. No cabía duda de que la mentalidad de Cell se asemejaba a la de un saiyajin.
-”¿Irme con el ejército de Cooler?”-Cell consideró las palabras de Cooler, evaluando las posibilidades que se abrían ante él. La idea de entrenar junto a Cooler, un oponente poderoso y experimentado, despertaba su interés. Además, sería una oportunidad de mejorar sus habilidades y aumentar su poder.
Aunque la idea de mejorar sus habilidades y aumentar su poder seguía siendo atractiva, algo lo detuvo repentinamente. Un cambio en su expresión mostró que estaba teniendo una lucha interna consigo mismo. Después de unos segundos de reflexión, con seriedad Cell habló finalmente.-No, gracias.- pronunció inesperadamente. No entendía del todo por qué había respondido de esa manera, pero algo en su interior le decía que no era el camino correcto.
Cooler intentó ocultar su molestia al igual que su sorpresa, por lo que solo inhaló profundamente y prosiguió.-La oferta seguirá en pie hasta que mi ejército se vaya, por si cambias de opinión.-hablo de la manera más amable posible.-¿Puedo saber porque no es de tu interés?-preguntó con curiosidad. Después de todo, creía que podría mejorar la propuesta.
Esa pregunta sobre el motivo de su falta de interés lo irritó un poco.-No tengo que justificarme contigo.- respondió con cierto tono de molestia. Se volteó, dándole la espalda y cruzando los brazos. Sin embargo, aunque ya no estuvieran frente a frente, Cell podía sentir la mirada de Cooler sobre él. Incluso parecía más intensa que la mirada de Freezer. Resoplo con desgano, reconociendo que podría ser un fastidio lidiar con alguien tan insistente.
Luego de unos momentos de silencio, finalmente suspiro.-Lo pensaré.-dijo al demonio del frío. Con esas palabras, emprendió el vuelo y se alejó, dejando a Cooler atrás.
Cooler permaneció en silencio mientras Cell se alejaba en el horizonte. Aunque respetaba la decisión del androide, no podía evitar sentir cierta frustración y curiosidad por las razones que lo llevaron a rechazar la oferta. Las desconocía por completo, pero sabía que no podía permitir que ese sujeto siguiera rondando alrededor de su hermano.
Mientras volaba, Cell se encontraba perdido en sus reflexiones sobre lo ocurrido. Se preguntaba una y otra vez por qué había rechazado la propuesta de Cooler. Incluso él mismo no tenía una respuesta clara. Solo pudo pensar un desconcertante "No lo sé" cuando Cooler lo había cuestionado.
El androide continuaba deliberando en sus pensamientos mientras volaba. Comparaba a Freezer y a Cooler en su mente. Freezer podría ser un tanto inferior en fuerza, más inmaduro y no siempre mostraba interés en entrenar con él. Por otro lado, Cooler le dio a entender que estaba a su disposición. Pero, a pesar de todo eso, Cell había tomado la decisión de rechazar la oferta.
De repente, una oleada de frustración lo invadió.-¡Rayos!- Se detuvo en seco en el aire y volteó para volver en busca de Cooler. Sin embargo, algo en su interior lo volvió a detener. Sus puños se apretaron con rabia mientras luchaba consigo mismo. Sabía que su respuesta inicial estaba bien y que no cambiaría de opinión. Pero aún así, la pregunta persistía: ¿por qué?
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
No tenía ganas de volver a su arena, solo caminaba sin rumbo fijo, con los brazos cruzados y pateando una pequeña roca mientras se perdía en sus pensamientos. Sentía una extraña incomodidad al haber preferido a Freezer sobre Cooler como compañero de entrenamiento, a pesar de que este último parecía ser una opción más adecuada.
Sin darse cuenta, su vagabundeo lo llevó cerca de la cueva del Dr. Gero. La idea de que el científico pudiera ayudarlo a comprender lo que sucedía en su mente se apoderó de él. Con cierta suspicacia, decidió entrar en la cueva en busca de respuestas.
Al entrar, Cell divisó al Dr. Gero ocupado ensamblando un artefacto. El científico notó su presencia y, por un momento, el androide sintió que tal vez había cometido un error al acudir a ese lugar. No sabía cómo empezar la conversación, así que simplemente le dio la espalda y se apoyó con incomodidad en la pared de la cueva.
El Dr. Gero, percibiendo la actitud extraña de Cell, alzó la vista y le preguntó con curiosidad.-¿Algo te molesta, Cell? Pareces estar inquieto.
Cell luchó consigo mismo para encontrar las palabras adecuadas. No era su estilo compartir sus pensamientos, especialmente cuando se trataba de sentimientos confusos. Sin embargo, finalmente se armó de valor.-Cooler me pidió unirme a su ejército y entrenar con él.- confesó finalmente.
El Dr. Gero observó a Cell detenidamente, notando una leve melancolía en su expresión, lo cual era inusual en el androide. No sabía exactamente qué le sucedía, pero estaba decidido a averiguarlo. Volvió su atención a su artefacto y comenzó a forzar una pieza.-Suena bien entrenar con Cooler. Después de todo, querías entrenar ¿no? .-comentó casualmente.
- Así es, pero…-Cell se quedó en silencio, sin saber cómo explicarse.
El científico observando de reojo, notó su incomodidad y decidió presionar un poco más.-Pero... ¿qué ocurre?
-Le dije que no.
-¿Por qué?- preguntó volviéndose completemente sorprendido.
Cell gruñó con molestia, frustrado consigo mismo. Era exactamente la misma pregunta que Cooler le había planteado. Se volteó violentamente hacia el científico.-¡No lo sé! ¡No sé por qué me rehusé a aceptar!- respondió con un tono cargado de irritación.
El Dr. Gero se sobresaltó por la reacción del androide, retrocedió un poco demostrando algo de pánico. No esperaba que el androide se volviera violento, pero el susto había sido real.
Al notar el rostro aterrorizado del científico, Cell suspiró y trató de explicarse, aunque le resultaba complicado debido a la confusión que reinaba en su mente.-Lo s... Yo... solo…-comenzó a decir, luchando por encontrar las palabras adecuadas. No sabía cómo explicarle al científico lo que estaba experimentando.-Quiero aclarar mi mente, y no entiendo por qué le respondí de esa manera a Cooler. Pensé que sería lo mejor... pero…-Suspiró nuevamente, bajando la cabeza en señal de frustración.-No sé por qué.
El Dr. Gero cambió su semblante a su habitual tono sereno y analítico, mientras examinaba la situación. Después de unos segundos de silencio, Cell levantó la mirada hacia el científico, buscando una respuesta en él.
-Bueno…-comenzó a decir, visiblemente nervioso ante la apariencia amenazante del androide-...si no puedes responder el porqué, entonces no podrás aclarar tu mente.
Cell gruñó con fastidio, recargó su espalda contra la pared y dejó caer su cabeza hacia atrás. No era la respuesta que esperaba, y la frustración se hacía cada vez más evidente en su expresión.
El científico, reflexionando sobre la situación, tomó un desarmador y comenzó a jugar con su aparato, sin realizar ningún arreglo en realidad. No pensaba que el cerebro de Cell fuera capaz de tener pensamientos complicados o ir más allá de la lógica, pero imaginaba que el androide podría desarrollarse de manera similar a un ser vivo debido al tiempo que llevaba interactuando en una sociedad.
Sonrió con orgullo al pensar que había creado alguien tan magistral y complejo, similar a un ser vivo. Básicamente, no era diferente de un humano que sobre pensaba demasiado, es más, era como un adolescente. Recordó con nostalgia los momentos en que reflexionaba sobre su propio hijo.-¿Sabes? Por experiencia, siempre pienso y analizo todo con lógica.- comenzó a decir, dejando a un lado su herramienta para observar fijamente a Cell. -Pero a veces, cuando una elección racional me molesta, es porque hay un factor emocional involucrado.
El androide observó perplejo ante esta revelación.-¿Emocional?
El Dr. Gero encogió ligeramente los hombros ante la expresión de Cell.-Sólo sé sincero, aunque lo que sientas no tenga sentido en este momento.
El rostro del androide reflejó nuevamente confusión. Bajó la vista con molestia y comenzó a caminar lentamente de un lado a otro, mientras su mente intentaba encontrar una razón. Hasta que finalmente, se detuvo.-Creo que prefiero entrenar con Freezer.- logró decir. Aunque tampoco comprendía completamente el motivo detrás de su elección.
Aunque sorprendido por esa respuesta, el Dr. Gero decidió no sobreanalizar la situación y ofrecerle diferentes posibilidades.- Con esa premisa, puede haber miles de explicaciones posibles.- comentó.
El androide reflexionó sobre las posibles razones para preferir a Freezer sobre Cooler. Ciertamente, eran seres diferentes. Consideró que podría ser debido a las células que compartían.-Pues, comparto sus células- mencionó, ya que en cierto sentido, él mismo era un porcentaje de Freezer.
El Dr. Gero asintió para continuar trabajando en su artefacto.-Puede ser posible.- comenzó a decir mientras apretaba una tuerca.-Aunque, por lo que he visto, los demonios del frío no parecen empatizar mucho con otras razas, apenas se relacionan entre sí. No necesariamente tiene que ser una cuestión de ADN.-agregó, decidiendo dejar de lado los genes de Cell en ese momento.-¿Qué hay de cooler?¿Y qué piensas de él?-El científico preguntó con curiosidad esperando obtener una respuesta emocional de Cell.
Cell consideró la pregunta sin rodeos.-Es un ser débil, igual que todos los demás, pero sería de utilidad si quisiera entrenar. Aunque nada en especial.-respondió de manera objetiva.
Intrigado, el científico continuó indagando.-¿Y qué tiene de especial Freezer?- Sintió cierto temor por cómo el androide podría reaccionar ante esa pregunta. Para su sorpresa, Cell se quedó estático en su lugar, sumido en profundos pensamientos. El científico pudo percibir cómo su mente procesaba la pregunta, en busca de una respuesta más profunda.
Vaciló unos segundos mientras inclinaba su cabeza hacia los lados tratando de conectar lo que ocurría en su mente con su boca.-Creo…que me agrada.
El Dr. Gero observó ingenuo al androide ante lo que acababa de escuchar. Había escuchado rumores de lo que ocurría entre ambos y no sabía si eran ciertos. Y por lo visto, no lo eran. Cell ni siquiera estaba seguro de lo que sentía o de lo que significaba tener esas sensaciones.
El androide tenía muchos conocimientos, pero había vivido muy poco como para poder comprenderlos. Recién empezaba a entender lo que significaba ser un individuo y relacionarse o tener sentimientos hacia otros.-Ya veo.-mencionó el científico sin darle mayor importancia, ya que no quería presionarlo. Suponía que sería un largo camino para Cell en descubrir lo que sentía y cómo abordarlo. Pensó mientras observaba al androide reflexionando asombrado por lo él mismo acababa de decir.
Aunque para ser sincero, realizando un análisis preliminar de la situación, creía que los rumores podrían llegar a ser ciertos en el futuro. Pensó con una sonrisa entre alegría y también de tristeza, ya que no sabía a ciencia cierta que podía resultar de eso. Sobre todo si añadían a la ecuación a alguien como Freezer.
-Cell, eres un ser creado en un laboratorio, un androide diseñado con un propósito claro.-comenzó a decir de la manera más natural llamando su atención.-Sin embargo, también posees cierta complejidad y capacidad de desarrollo que no puedes ignorar.
Cell levantó la vista apreciando la comprensión de su creador.-¿Qué significa esto?
-Fuiste diseñado como un ser vivo como cualquiera. Puedes tener pensamientos o sentimientos diversos, complejos y confusos, incluso contradictorios.-explicó mientras era observado con fascinación por el androide.-Aun así cada quien tiene su propia manera de percibir el mundo. No es raro sentir odio, indiferencia o atracción hacia alguien sin una explicación lógica. Los sentimientos y las relaciones humanas son enigmáticos, incluso para aquellos que han experimentado la vida en su totalidad. Aunque no puedas explicarlo completamente, es posible que tu atracción hacia Freezer esté arraigada en la complejidad de las emociones humanas que has adquirido a lo largo de tu existencia.
Cell asimiló las palabras del Dr. Gero, sintiendo una mezcla de confusión y determinación. Después de unos segundos en procesar sus palabras, finalmente habló aun estando desconcertado.- Entonces ¿tengo una especie de atracción hacia Freezer?
A pesar de su discurso anterior, escucharlo en voz alta sonaba demasiado irreal.-Qué mal gusto.-murmuró sin pensarlo, aunque de inmediato se sobresaltó al recordar la capacidad auditiva del androide. Afortunadamente, al observar a Cell, este estaba tan absorto en sus pensamientos que pareció no prestarle atención.
El androide se volvió hacia el científico, quien lo observó nervioso.-No significa que me agrade sentirme así.- dijo Cell para luego caminar hasta la entrada de la cueva. Aunque aclaró levemente sus dudas, muchas más surgieron. Sinceramente, creía que le agradaba Freezer, pero aún no entendía por qué. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Era una sensación extraña. Pensó con molestia mientras apretaba los puños con fuerza. No quería sentirse de esa manera.
-"¿Por qué Freezer?"-intentó responder. Tal vez porque habían pasado mucho tiempo juntos, en el ejército y entrenando. Y Freezer era el único que le hablaba sin sentirse asustado por su presencia. Incluso era el único que verdaderamente intentaba enfrentarlo a pesar de su inferior poder. Se cruzó de brazos y resopló con fastidio al recordar lo imprudente que podía ser el demonio del frío. Con razón estaba muerto.
Si esa sensación se generó por pasar mucho tiempo juntos, tal vez podría suprimirse si mantenía la distancia. Si no resolvía esto, no podría irse con el ejército de Cooler sin que le molestara la conciencia. Resopló molesto por la situación en la que se encontraba.-Factor emocional.- se dijo a sí mismo con sarcasmo sin tomar en cuenta las nuevas emociones que crecían en su interior.
Notes:
No pos, ahora si avanzó algo y todo fue culpa de Cooler xd
Pero bueno, Cell aunque admita que siente algo, también es obstinado. (a poco él y freezer no son tal para cual 7u7)En fin muchas gracias por el apoyo y por sus visitas. Porfis sigan comentando para saber qué les parece el rumbo que está tomando la historia o para saber que les parece las peleas que escribo (Con este fic es la primera vez que describo peleas, quiero saber que piensan)
Y especialmente gracias a candy_san121212 por tus comentarios. Me alegra que te este gustando tanto la historia.El próximo capítulo lo publicaré el 1 o 2 de agosto aproximadamente. Recuerden que si desaparezco no se asusten, estaré actualizando si o si. (tal vez atrasada) pero les juro que terminaré este fic. Además ya estoy organizando la segunda parte jeje
Nos leemos. Bye
Chapter 16
Notes:
¡Hola mis amigos! Gracias por todo el apoyo, son unos amores. Valen mil :3
En este cap es un poquito corto y en su mayoría aparece mas Freezer (al fin!) Pero toda la emoción se lo lleva Cell Ojo! recuerden que es un slowburn jeje
Recuerden seguir a mi amiga michu en face (michu paniagua animation) y en instagram (michu_paniagua_z)
Sin más, disfruten el cap.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 16:
Freezer se encontraba en el interior de su cueva, disfrutando de un inusual estado de calma. Aunque conservaba una pequeña hinchazón sobre su ceja como recordatorio de su batalla anterior, sus heridas y marcas habían desaparecido por completo. Sin embargo, a pesar de sentirse bien, notó que algo le faltaba en los últimos días, como si alguien hubiera dejado un vacío a su alrededor.
Después de meditar por unos segundos sobre ese asunto se percató de que, hacía días que no veía a Cell.-Ah, sí.-se dijo a sí mismo con obviedad. Eso, en realidad, era algo bueno.
Decidió levantarse de su trono y se encaminó hacia la salida de la cueva, donde pudo escuchar la conversación de algunos soldados que se encontraban afuera. De inmediato, los identificó como las fuerzas Ginyu. Seguramente estaban comentando chismes como de costumbre.
El demonio del frío suspiro hastiado por esa práctica tan molesta que realizaban sus soldados. -Escuché que Cell tuvo una batalla con Cooler. -comentó Burter, a lo que Freezer detuvo su paso abruptamente. Aunque creía que ese hábito era desagradable, no pudo evitar oír la conversación.
-¿En serio? -preguntó Gurdo con incredulidad.
-Sí, también lo oí. -confirmó Jeice.
-Y por lo visto, Cell lo derrotó. -agregó Burter asombrado.
En ese instante, Freezer se enfureció sin poder controlarlo. Sin siquiera darse cuenta, su ki se elevó rápidamente, y violentamente se volvió hacia su trono con ira. Los soldados atemorizados por el repentino y sorpresivo aumento de poder cercano, se asomaron tímidamente desde la entrada de la cueva.
Era bien sabido que Freezer no sentía simpatía alguna por Cooler.-Creo que nos escuchó.-murmuró Reacoom.
Los soldados eran conscientes de los conflictos familiares entre los demonios del frío, y una nueva disputa con Cell en el medio, la situación parecía aún más delicada.-¿Creen que los rumores serán ciertos? - Jeice preguntó a sus compañeros, ya que ellos no eran los únicos que pensaban que Freezer era extrañamente amable con Cell.
-Esos malditos chismosos, ni siquiera hacen bien su trabajo.-pensó Freezer iracundo de que no le hubieran revelado tal información con anterioridad.
El demonio del frío se encontraba sumido en una paranoia constante, preocupado por cualquier posible plan que Cooler pudiera estar tramando. El hecho de no haber visto a Cell desde su enfrentamiento con Cooler solo alimentaba su inquietud.
En su mente, Freezer imaginaba mil escenarios, principalmente sentía un gran enfado porque sospechaba que Cooler pudiera estar conspirando a sus espaldas. Conocía muy bien a su hermano y sabía que era capaz de cualquier cosa.-¿Qué podría estar planeando?-se preguntaba a sí mismo, mientras meditaba sobre las posibles intenciones de Cooler hacia el androide.
La idea de que Cooler quisiera llevarse a Cell a su propio ejército comenzó a surgir en su mente.-No puede ser.-se dijo a sí mismo con determinación. Aunque a Freezer no le importaba Cell en lo más mínimo, no permitiría que su hermano se adueñara de algo que consideraba su propiedad.
Además, se planteó las consecuencias que tendría si Cell decidiera marcharse. ¿Qué pensarían los miembros de su ejército? Cell estaba ganando una influencia considerable entre todos los habitantes del infierno. Si el androide se marchaba, otros podrían seguir su ejemplo y abandonar el ejército.
En medio de su confusión, Freezer redujo su ki y se sumió en un estado de indecisión. Se preguntaba qué podría hacer en esta situación tan complicada y cuál sería la mejor manera de proteger sus intereses y mantener la lealtad de sus seguidores.
Freezer observó de reojo su rastreador. Con un suspiro resignado, colocó el dispositivo en su oreja y marcó el rastreador de Cell. Algo abochornado por la situación, esperó impaciente, sin embargo para su frustración no obtuvo respuesta.
Enfurecido, sintió la tentación de lanzar el rastreador lejos de él, pero en lugar de eso, se volvió hacia la entrada de la cueva. Con determinación, avanzó hacia el exterior y al llegar al borde, dio un salto y se marchó volando a toda velocidad.
Mientras Freezer se alejaba en busca de Cell, su mente se llenaba de pensamientos tumultuosos y preguntas sin respuesta. No podía evitar sentir una mezcla de rabia, inseguridad y algo más que no podía identificar claramente. Pero estaba decidido a averiguar lo que estaba sucediendo y a enfrentar cualquier amenaza que se interpusiera en su camino.
Los Ginyu observaron la escena y suspiraron aliviados al ver que Freezer no les prestó atención. Sabían que era mejor mantenerse al margen de sus preocupaciones y conflictos personales, ya que cualquier interferencia podría tener consecuencias desagradables.
A los pocos segundos de esa escena, llegó King Cold junto a ellos.-¿A donde fue Freezer?-todos los soldados se miraron entre sí, buscando la respuesta adecuada. Dudaban si contarle o no sobre el paradero de Freezer.
-Creo que fue a buscar a Cell…- respondió Reacoom, inseguro de revelar la verdad.
-¡A entrenar! ¿para qué más? - agregó Jeice, intentando disipar cualquier sospecha.
Ellos no creían que King Cold estuviera al tanto de los rumores, y aunque no les importaba si los conocía, preferían no ser los portadores de esas noticias. Sabían que eso les podría causar problemas.
King Cold, aparentemente ajeno a los rumores, asintió comprensivo.-Entiendo.- dijo con calma.-Freezer simplemente está devolviéndole el favor a Cell por haberlo ayudado a recuperar su cuerpo. Además, de esta manera Freezer podrá demostrar quién es el más fuerte.- afirmó como si fuera algo obvio.
-No creo que sepa sobre los rumores.- susurró Burter en voz baja a Jeice.
-Me parece espléndido que Freezer quiera superarse, es algo que nunca había hecho antes. En ese sentido, Cell aunque sea algo indisciplinado, ha sido una buena influencia.-comentó King Cold, lleno de buen humor y orgullo de su hijo.
-”No lo sabe"- pensaron los soldados con incomodidad al mismo tiempo que fingían una sonrisa mientras el nerviosismo los consumía. Y no deseaban presenciar el momento en que King Cold se entere de los rumores. Preferían mantenerse alejados hasta que las cosas se resolvieran por sí mismas.
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Cell avanzaba lentamente por un inhóspito y solitario lugar, rodeado de un mar de lava ardiente. Caminaba con paso decidido por un estrecho borde de rocas junto al río de magma, perdido en sus pensamientos. No tenía deseos de regresar a su plataforma, pues la idea de unirse a Cooler seguía rondando en su mente, aunque en el fondo sabía que tal decisión podría generar conflictos a largo plazo.-”Maldita conciencia”- murmuró con cierta frustración.
De repente, pudo sentir la distintiva presencia de Freezer aproximándose. Levantó la vista observando como se acercaba directamente hacia él. Cell suspiró, sintiéndose algo incómodo. ¿Freezer lo estaba buscando? - "¿Ahora qué quiero guardar la distancia?" - pensó mientras se preparaba mentalmente para enfrentar la inminente interacción.
Freezer descendió en las escasas rocas frente a él, claramente molesto, y sin preámbulos lo comenzó a cuestionar.-¿Por qué no tienes tu rastreador?
La interrogante de Freezer tomó al androide por sorpresa, quien se percató de que no llevaba el aparato con él.- Creo que lo deje en la cueva del Dr. Gero.- respondió como si nada.- No, espera…- dijo pensativo. Rápidamente recordó que, en realidad, lo había olvidado en la cima de una roca. Dudó un instante antes de responder con la verdad, pues no quería molestarlo más de lo que estaba.
Antes de que Cell pudiera agregar algo, Freezer no esperó a escuchar más y abordó el verdadero motivo de su encuentro.-No importa. Me enteré de que entrenaste con Cooler, ¿es cierto?- preguntó dejando en evidencia su incomodidad.
Por un momento, pensó que a Freezer no le importaría o incluso estaría contento de deshacerse de su presencia. Sin embargo, una extraña sensación lo invadió, una punzada que le hizo cuestionar si tal vez le importaba más de lo que pensaba. Aunque no estaba interesado en ser importante para nadie, no pudo evitar sentirse halagado de que el demonio del frío mostrará cierto nivel de aprecio hacia él, incluso si se trataba simplemente de celos hacia su hermano.
Cell soltó una risa mientras que sin darse cuenta comenzó a agitar sus alas. Al verse sorprendido por su propia reacción, fue cuando se percató de que efectivamente tenía sentimientos hacia Freezer.- “¡Rayos!"- se reprendió mentalmente, sintiendo cierta molestia por estos pensamientos que cruzaron por su mente.
-¿Si o no?- volvió a preguntar el demonio del frío, exigiendo una respuesta.
El androide un poco nervioso por la situación, carraspeó y respondió tratando de disimular su inquietud.-Sí, solo queríamos comparar fuerzas.
-Bien.-respondió finalmente Freezer más tranquilo, aunque aún demostraba una cierta incomodidad.
La curiosidad de Cell lo llevó a preguntar el motivo detrás de ese interrogatorio.-¿Por qué me preguntas eso? -cuestionó, tratando de entender la razón detrás de la indagación de su compañero de entrenamiento.
Freezer, con cierta reticencia, cruzó los brazos y desvió la mirada, evitando dar una explicación.-Solo quería saber si era cierto.-respondió en tono un tanto ambiguo.
Cell, notando la actitud esquiva de Freezer, decidió seguir insistiendo. -¿Por qué no le preguntas a Cooler? Es tu hermano ¿no? -sugirió con un deje de malicia.
-No tengo por qué hablar con él.-contestó el demonio del frío, dejando claro que prefería no involucrar a su hermano en ese asunto.
La risa volvió a brotar en el androide. Aunque no entendía del todo la compleja relación entre los dos hermanos, le resultaba divertido ver la actitud de uno hacia el otro. Supuso que ambos se conocían lo suficiente como para no hablarse.
Después de un tenso silencio, Freezer finalmente se animó a preguntar, aún manteniendo su mirada evasiva.-¿Eso fue todo?- indago con cierto aire de desafío en su voz.
Confundido por la pregunta, Cell parpadeó sin comprender del todo qué más se esperaba de él. Sin embargo, notó cómo Freezer volvía su mirada hacia él, frunciendo el ceño, y entonces entendió que el demonio del frío quería saber más detalles sobre la pelea con Cooler.- Ah, solo me causó unos problemas. Admito que es un debilucho, pero en cuanto a astucia y estrategia es bastante hábil, incluso más que tú.- admitió, siendo honesto sobre el talento combativo de Cooler.
Tras ese comentario hubo un pequeño silencio, el cual en unos segundos estallaria en todos los sentidos. -¡No puedes estar hablando en serio! ¡Yo soy más fuerte que Cooler! - exclamó Freezer con tal furia que el aire y el tiempo a su alrededor parecieron congelarse. Se formaron pequeñas ráfagas de energía que revoloteaban a su alrededor, amenazando con descargarse.
En ese momento, Cell cruzó miradas con el demonio del frío. Observó sorprendido cómo el poderoso tirano se enfurecía. Siempre se veía molesto, pero esta vez se había superado. La intensidad de su reacción era abrumadora, y el androide se sentía como si estuviera frente a una bestia enfurecida. Los recuerdos de la crueldad de Freezer hacia otros seres comenzaron a surgir en su mente, y una extraña sensación de miedo comenzó a apoderarse de él.
El demonio del frío dio un paso hacia él, haciéndo volver en sí a Cell. Además de provocar que las rafagas de energía destruyeran todo a su alrededor. Las pocas rocas se resquebrajaron bajo sus pies, provocando que tanto él como el androide apenas tuvieran tiempo de volar, evitando tocar la lava.
Retrocedió involuntariamente, sintiéndose fuera de lugar por primera vez en mucho tiempo. El pánico lo invadió. Comenzaba a creer que finalmente estaba viendo a Freezer como lo veían la mayoría de las personas. Y tenían razón.-"Da miedo…"-pensó con preocupación.-”...-pero”- lo observo con atención. Su temperamento.-”...-pero”- Su personalidad.-”...-pero”- y su naturaleza despiadada. Sin notarlo, su mirada reflejaba asombro y temor, mientras su corazón latía con fuerza en su pecho y un intenso calor comenzaba a recorrer sus mejillas.
El androide balbuceó nerviosamente, tratando de enmendar las cosas, sintiéndose obligado a explicarse. Era la primera vez que sentía esa necesidad de justificar sus palabras y se sintió intimidado por la presencia imponente de Freezer. -N-no… No lo decía en ese sentido.- se apresuró a decir, buscando las palabras adecuadas.-Quise decir que Cooler demostró habilidades estratégicas destacadas porque tomó muy en serio la pelea. Pero en términos de fuerza, tú demuestras ser más poderoso.- aclaró, tratando de equilibrar sus comentarios para no ofender a Freezer. El orgullo del demonio del frío era un asunto delicado.
Lo observó desafiante por unos instantes.-Bien.-dijo finalmente con dignidad, satisfecho por las explicaciones del androide. El demonio del frío siempre había sido conocido por su actitud despiadada y su gusto por divertirse con sus oponentes antes de destruirlos, mientras que reconoció que Cooler era más serio y directo en sus acciones.
Freezer se tomó unos momentos para calmarse, aunque la expresión de descontento aún permanecía en su rostro. Observó a Cell con ojo crítico y notó cómo su reacción nerviosa delataba cierta vulnerabilidad en él. Sonrió al notar que, a pesar de tanto tiempo, había logrado intimidar al androide. Sin decir ninguna palabra, lentamente comenzó a acercarse.
A medida que Freezer se aproximaba, el rubor en las mejillas de Cell se intensificó, pero esta vez no era solo por el miedo, sino también esa inexplicable atracción hacia el demonio del frío. Las células saiyajin en su cuerpo reaccionaban ante la imponente presencia de Freezer, algo que Cell apenas comenzaba a comprender.
-Sabes, Cell.-comenzó a decir el demonio del frío, deteniéndose a pocos centímetros de distancia.- La verdadera fortaleza no solo radica en el poder, sino también en la capacidad de reconocer nuestras debilidades y enfrentarlas.- mencionó aun sabiendo que el androide lo podía superar en cuanto a poder. Sin embargo, desconocía lo que pasaba por su mente. En la cual, parecía residir su más grande debilidad.
El androide solo lo observaba pasmado sin decir nada.
Al no recibir respuesta, con cierta altivez le dio la espalda a Cell listo para retirarse. Sin embargo, en un último gesto se detuvo y miró sobre su hombro, dirigiéndose nuevamente al androide.-¡Y usa el maldito rastreador! - le ordenó de manera tajante antes de marcharse.
Cell permaneció en silencio, sintiendo una extraña mezcla de emociones en su interior. Observó cómo el demonio del frío se alejaba, dejándole con una inquietud que no podía ignorar. A medida que la presencia de Freezer se desvanecía, su corazón latía con normalidad, volviendo a su ritmo habitual. Pero algo había cambiado dentro de él, algo que no podía ignorar.
-"Parece que he subestimado mi propia capacidad de sentir" - pensó Cell, sorprendido por la intensidad de sus propias emociones. Era cierto que no había sido creado para experimentar sentimientos, pero la presencia dominante y desafiante de Freezer había provocado una extraña fascinación en su interior.
Sacudió su cabeza, tratando de alejar esos pensamientos y emociones del encuentro con Freezer, pero era inútil. Frunciendo el ceño, molesto consigo mismo, murmuró en voz baja mientras aún observaba al demonio del frío desaparecer en el horizonte. -Idiota. - mencionó abochornado por su propia vulnerabilidad y por haberse permitido experimentar emociones que creía no poder tener.
A pesar de resistirse, lentamente llevó su mano al pecho, sintiendo cómo su corazón seguía latiendo con una fuerza inusual. Aunque no lo admitiría en voz alta, sabía que su atracción hacia el demonio del frío no era solo una cuestión de rivalidad o curiosidad.
-Esto no tiene sentido.-se dijo a sí mismo, mientras su mente estaba inundada de pensamientos confusos y sentimientos encontrados. Quizás, detrás de su fachada de perfección, había más de lo que había imaginado.
Notes:
Aaaaaah!!! De a poquito van avanzando. Bueno, solo Cell. Freezer es taaaaaan… es freezer xd que mas puedo decir jaja
¿Recuerdan que dijo Vegeta? Que a los saiyajins les atraen las mujeres de carácter fuerte. Pues, yo creo que en cuanto a carácter, Freezer está al nivel Bulma o Milk fácilmente jeje
JantoJones:Thank you. I try for the characters to have a different development than what is typical of the series, especially Cell. Thank you very much for your words. (Sorry for my robotic english xd )
Genie: Muchas gracias. También ha sido de mis capítulos favoritos :3 Cell podrá darse cuenta de sus emociones y que algo está pasando, peeeero en esencia es un saiyajin xd dale tiempo ajaja
candy_san121212: Pues si. Si me dejaste un comentario, como no te voy a responder :3 De nada. Es un gusto compartir esta historia.
HotasHoney_ColdasAcid31: THANK YOU!!! XD Gracias, tenía esa duda con respecto a las peleas. Para mi es complicado redactarlas y después de leer y releer, ya no estaba segura si se entendían. Que se parezca al anime me da un alivio, porque me gusta escribir fics que estén en sintonía con el canon de una serie. Muchísimas gracias.
El próximo cap será para principios de septiembre. Como adelanto, habrá pelea entre cell, cooler y freezer. Si, pelea (yo solita me pongo la soga en el cuello jaja) Pero bueno, no puede ser dragon ball sin peleas de vez en cuando.
Gracias por su apoyo. Un abrazote ¡Nos vemos!
Chapter 17
Notes:
¡¡Hola a todos!!
Gracias por el apoyo :3
Como prometí, en este capítulo hay más peleas. Me costó mucho imaginar y redactar la pelea y creo que tal vez sea la mejor pelea que he escrito :D No’mbre, a veces soy una cosa pero barbara xD
En este cap también sabremos porque Cooler y Freezer no se llevan bien. (que va más allá de una típica rivalidad de hermanos)
No olviden seguir a mi amiga michu en face (michu paniagua animation) y en instagram (michu_paniagua_z) que dibuja y anima bonito, ademas que me ayuda con este fic.
¡Gracias Michu, sos un Sol! :3Sin mas que decir, disfruten
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El río fluía sereno, sus aguas cristalinas reflejando el resplandor del sol. En la distancia, Cell observaba a Freezer, inmóvil en medio del río. No había signos de batalla, ni rastro de la violencia que solía acompañar a sus encuentros. Solo estaba el demonio del frío, a medio hundir en las aguas aparentemente ileso. Su figura era perfecta, sin heridas visibles ni marcas del reciente enfrentamiento, ni siquiera se podía apreciar aquel moretón sobre su ceja. Era como si nada hubiera sucedido.
Con sus manos, Freezer recolectaba agua y luego volteaba su mirada hacia Cell, mientras las gotas de agua caían entre sus dedos. El androide no pronunciaba palabra alguna, simplemente observaba. Su expresión pasó de seriedad a un leve asomo de relajación cuando vio que Freezer le dedicaba una sutil sonrisa.
Despertó sobresaltado. Su mente tardó un instante en orientarse, recordando dónde se encontraba. Estaba sentado en la roca que solía frecuentar para meditar. Había ido a buscar el rastreador que olvidó, y... el sonido de algo cayendo al suelo interrumpió sus pensamientos. Sus ojos se posaron en el objeto a varios metros de distancia. Era el rastreador.
Ah, claro, había venido a buscar el rastreador, se había sentado con la intención de meditar. Y sin previo aviso, se había quedado dormido, sumido en un sueño profundo. Era una experiencia completamente nueva para él, ya que su condición de androide no le requería el sueño. Pero lo más desconcertante fue el contenido de su sueño.
Se preguntaba por qué había soñado con eso. Era una situación que había experimentado en el pasado, pero en el sueño todo se veía diferente y modificado de alguna manera. ¿Por qué se veía tan diferente?
Sacudió la cabeza con frustración y descendió de la roca. Con pesadez y se dirige al rastreador destrozado el cual sostenía entre sus manos. -¿Por qué me ocurren estas cosas? - suspiró, examinando los restos del dispositivo averiado.
Inconscientemente, sus ojos se posaron en la entrada de la cueva del Dr. Gero que se encontraba en la cercanía. No tenía deseos de enfrentarse al científico nuevamente. Estaba comenzando a pensar que sería extraño que él, su creador, quien lo consideraba su mejor creación, se entere de que le estos dichosos sentimientos lo agobian.
Hizo un intento por encender el rastreador, pero solo se vio una breve chispa de luz y luego, no volvió a mostrar señales de que funcionara. Otro suspiro escapó de sus labios. Quizás no tenía más opción que visitar al Dr. Gero y pedirle que lo reparara, pensó con incomodidad. Más bien, esa visita parecía una excusa.
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A los pocos minutos de haber visitado al científico, Cell ya se encontraba en su plataforma, ágilmente esquivando los torpes ataques de un soldado de baja categoría que había osado desafiarlo. Su mente, sin embargo, estaba lejos de la lucha. Las palabras del Dr. Gero resonaban en su cabeza. ¿Un vínculo? ¿Qué significaba eso en su caso? No podía evitar sentirse confundido por sus propios sentimientos hacia Freezer.
Los consejos del Dr. Gero, aunque no hubieran abordado directamente el tema, resonaban en su mente. Había sugerido un experimento, algo que involucraba establecer un vínculo con alguien más. Cell consideró esta idea mientras desviaba otro ataque con facilidad y luego golpeaba al soldado con tal fuerza que lo hizo volar fuera de su plataforma.
-¿Un vínculo? - se preguntó en voz baja, observando el vacío espacio donde había estado el oponente. Había admitido su atracción hacia Freezer, pero nunca había pensado en desarrollar un vínculo con alguien más. Después de mucho pensar, considero al mismo Dr. Gero. Lo respetaba y sentía una especie de deber hacia él como su creador, pero reconocía una diferencia en la forma en que lo veía en comparación con Freezer.
Cell reflexionó que en realidad le costaba conectarse o establecer relaciones con otros. La personalidad y presencia imponente de Freezer lo habían convertido en el único con quien podía interactuar sin provocar un temor constante, y viceversa. Sin embargo, no podía ignorar el hecho de que su última interacción había sido incómoda y tensa.
Bajó la mirada, sintiéndose avergonzado por ese recuerdo. Sacudió la cabeza con frustración, gruñendo entre dientes por la complejidad de sus propios sentimientos.
-Es mi turno - anunció un sujeto mientras entraba a la plataforma, preparado para enfrentarse a Cell. Sin embargo, el androide seguía sumido en sus pensamientos, ajeno a su entorno.
La convicción de que no podía formar lazos con nadie se había arraigado en su mente. En la plataforma, todos parecían temerle. Incluso cuando intentó mostrar amabilidad hacia los miembros del ejército, estos retrocedieron, paralizados por el miedo. Era una realidad que no podía evitar.
Sin advertirlo, su oponente se había acercado y estaba intentando golpearlo sin éxito. Cell finalmente se percató de la ineficacia de los ataques y la molestia creció dentro de él. Fastidiado por la continua presencia de su oponente y su distracción interna, habló con seriedad mientras empujaba al sujeto con un movimiento simple de su brazo. -Quítate, estorbo. - La fuerza de su empujón hizo que el soldado fuera lanzado varios metros fuera de la plataforma.
Suspiró, volviendo a sumergirse en sus pensamientos. El experimento que planteaba el Dr. Gero, ahora parecía un desafío aún mayor. ¿Cómo podría llegar a establecer un vínculo genuino con alguien más?
Observó a su alrededor, notando que más personas habían llegado a presenciar las peleas, entre ellas se encontraba Nappa. Recordó que su relación con Nappa había sido relativamente amigable cuando se conocieron, o al menos eso pensaba. También estaba Raditz, con quien había tenido interacciones previas. Según la lógica de las palabras del Dr. Gero, si su afecto por Freezer estaba relacionado con el ADN, tal vez podría probar a desarrollar conexiones similares con otros saiyajin.
Sin embargo, antes de que pudiera profundizar en esos pensamientos, las voces de algunos sujetos discutiendo sobre quién subiría al cuadrilátero lo sacaron de su ensimismamiento. -En realidad, ninguno es un reto - comentó Cell, interrumpiendo la pelea que estaba por comenzar. -Así que, ¿por qué no suben ambos? - añadió, provocando molestia en los presentes. -Es más, ¿por qué no suben todos los que quieran? - desafió a la audiencia.
Las palabras de Cell generaron dudas y murmullos entre los presentes, pero algunos se unieron entusiasmados ante la perspectiva de enfrentar al androide juntos. Comenzaron a decir que si todos luchaban en equipo, podrían derrotar a Cell. Rápidamente, varios comenzaron a subir a la plataforma, dispuestos a enfrentar al desafiante adversario.
Entre el bullicio en el cuadrilátero, una voz repentina resonó en el ambiente, una voz fría y despectiva. -¿Un juego en equipo, Cell? Me pregunto si te estás aburriendo del nivel que hay aquí.- Capturando la atención de todos con su presencia imponente.
Un silencio momentáneo llenó el espacio. Todas las miradas se orientaron hacia Cooler. El demonio del frío continuó con una sonrisa enigmática. -Por supuesto, si estás buscando emoción, puedo asegurarte que no te decepcionaré.
La mera presencia de ese demonio del frío intimidó a todos a su alrededor. No veían a Cooler como un posible aliado, sino más bien que ellos serían un estorbo. El aire se llenó de tensión ante su llegada.
Por otro lado, los soldados que observaban desde la distancia comentaban emocionados por la inminente pelea. Se había dicho que Cell era más poderoso que Cooler, y ahora tendrían la oportunidad de presenciarlo por sí mismos. Las expectativas se elevaban, y la confrontación se avecinaba con un aura de anticipación y ansiedad.
La atmósfera se volvía cada vez más tensa a medida que los participantes se posicionaban en la plataforma, listos para enfrentar la lucha que se avecinaba.
La atmósfera vibraba con electricidad mientras la pelea estallaba en todo su esplendor. Los combatientes se lanzaron contra Cell en un frenesí de ataques, un tumulto de golpes y movimientos desenfrenados. Algunos intentaron acercarse con rapidez, pero fueron recibidos por esquivas ágiles que los dejaron tropezando en el aire. Otros lograron conectar golpes, pero las defensas de Cell parecían inquebrantables, bloqueando y contrarrestando cada embestida con una destreza impresionante. Mientras que Cooler esperaba y observaba pacientemente como el androide se deshacía de esas molestias.
A medida que la pelea avanzaba, los menos afortunados eran enviados fuera de la plataforma, eliminados por la abrumadora fuerza de Cell. En cuestión de segundos, solo quedaron dos figuras en pie: Cell y el demonio del frío, Cooler. Y a unos metros, dos sujetos que inicialmente habían intentado unirse al combate, ahora se encontraban inmovilizados por el temor, incapaces de moverse mientras presenciaban la titánica contienda.
Tan pronto como los rivales dieron un paso, el rugido de los puños chocando y los estallidos de energía llenaron el aire. Los golpes parecían resonar con más fuerza que en su enfrentamiento anterior, atrayendo las miradas de todos los presentes. Cada movimiento estaba cargado de intensidad, cada choque de poderes enviaba ondas de energía que reverberaban en el aire.
Por otro lado, en el interior de su cueva, Freezer había dejado de lado sus planes al sentir cómo la energía de la batalla crecía exponencialmente. Gruñó molesto y dejó su rastreador a un lado, sabiendo que algo extraordinario estaba ocurriendo, ya que podía sentir claramente como unas energías incrementaban. Sin perder más tiempo, se dispuso a dirigirse hacia el lugar de la conmoción.
Cuando llegó al sitio de la pelea, su mirada se clavó en la escena que se desenvolvía ante él. Era indiscutible: los ki incrementados y los impactantes golpes dejaban en claro que Cell y Cooler estaban dando todo de sí en la plataforma. Las venas en la frente de Freezer se marcaron con rabia. -Ese maldito... -murmuró con irritación.
La pelea llegó a una pausa momentánea mientras Cooler aterrizaba en la plataforma con fuerza, seguido por un aterrizaje más sereno de Cell. Los espectadores observaban, asombrados por la magnitud de la batalla que habían presenciado.
Mientras que los dos sujetos que seguían en la plataforma paralizados de temor, finalmente volvieron en sí y abandonaron la plataforma atemorizados por el poder que acababan de presenciar. Uno de sus compañeros bromeó con ellos. -¿Por qué se salieron?
- Cell dijo que cualquiera podía unirse, así que... ¿por qué no entras tú? -respondió uno de ellos.
Freezer oyó la conversación y gruñó, frustrado por la situación. Supuso que no sería mal visto intervenir, considerando la magnitud del conflicto. Con pasos calmados, se aproximó a la plataforma, atrayendo las miradas de todos los presentes, especialmente de los dos rivales que se habían enfrentado.
Al ver como su hermano ingresaba a la plataforma, Cooler salió de su sorpresa.-No pensé que te interesaban este tipo de actividades. -comentó con una voz ligeramente cargada de sarcasmo.
-Parece que no me conoces tan bien como crees. -respondió Freezer, observando a Cooler de reojo mientras su aura fluctuaba con su energía.
Cooler soltó un suspiro de pesadez, su expresión reflejando una mezcla de cansancio y resignación. La tensión entre los hermanos era palpable mientras se preparaban para lo que venía a continuación.
Freezer fijó su mirada en Cell, tenía una sonrisa maliciosa curvando sus labios mientras esperaba alguna reacción del androide. Sin embargo, Cell permaneció impasible, su rostro serio y concentrado.
A pesar de encontrarse una vez más frente a Freezer, el torbellino de emociones que lo invadió la última vez no regresó. El corazón de Cell latía con un ritmo acelerado, pero esta vez era diferente, era la anticipación de la batalla lo que lo impulsaba. Adoptando una posición de combate, se inclinó ligeramente, sus ojos brillaban con determinación. -"Esto podría ser un verdadero desafío" - pensó con una chispa de emoción en su mirada y una leve sonrisa en sus labios.
Freezer, en cambio, bufó con exasperación. Parecía que en ese momento no había lugar para nada más en la mente de Cell que no fuera la pelea que se avecinaba. -"Saiyajin" - reflexionó con su lógica fría.
Sin embargo, lo que realmente importaba para él en ese momento no era Cell, sino su hermano. Sus ojos volvieron a enfocarse en Cooler, observándolo de reojo. No podía permitir que Cooler influyera en las acciones de Cell. Tenía que demostrar que él era más poderoso que su hermano.
Sin previo aviso, los dos demonios del frío se lanzaron contra el androide en un ataque coordinado. Cell se movió con agilidad y esquivó sus embestidas. Aunque podía percibir una distancia emocional entre los hermanos, no podía negar que formaban una dupla formidable. La energía y los golpes llenaban el ambiente, provocando que la intensidad de la pelea los elevará hasta los cielos.
En medio del torbellino de ataques y defensas, un movimiento inesperado sacudió la dinámica. Cooler, con una maniobra sorpresiva, empujó su cuerpo contra Freezer sacándolo de alcance, para luego dirigir un golpe directo hacia Cell. El androide reaccionó en un instante, desplazándose con destreza para evitar el golpe que venía hacia él.
Freezer, en cambio, quien se vio desbalanceado hacia un lado, gruñido de molestia. Sin embargo, su enojo se desató de forma explosiva cuando se interpuso entre Cell y Cooler para propinar un poderoso golpe a su hermano. A pesar de los intentos de Cooler por defenderse, el impacto lo lanzó varios metros hacia atrás.
Cooler pareció ignorar el golpe, enfocándose nuevamente en la batalla. Sin perder tiempo, se abalanzó una vez más hacia el androide. Sin embargo, algo en su instinto le advirtió que debía tener cuidado con Freezer. Desvió su mirada hacia su hermano, justo a tiempo para ver el puño de Freezer dirigirse hacia su rostro.
Apenas logró esquivarlo, aun así otro golpe lo alcanzó de lleno. Aunque se consideraba alguien con mucha paciencia, su hermano era el único capaz de sacarlo de quicio. Por lo que sin aviso, se lanzó directamente hacia Freezer, ambos enfrentándose en un torbellino de movimientos. El intercambio de golpes entre los hermanos era furioso y rápido.
Las energías chocaban y las vibraciones resonaban a lo largo de la plataforma. Los golpes eran impactantes y veloces, un duelo de poderes y estrategias que desafiaba la percepción de todos los presentes. El aire estaba lleno de electricidad, una sensación de anticipación palpable mientras los hermanos se enfrascaban en una lucha feroz.
Cell por su parte, permaneció perplejo observando la intensa disputa entre los demonios del frío que se desarrollaba ante sus ojos. La sorpresa inundó su mente mientras los golpes resonaban y la tensión aumentaba con cada intercambio. -¿Qué está ocurriendo aquí? - se preguntó confundido, sus ojos siguiendo cada movimiento de los hermanos.
El androide frunció el ceño, cruzando los brazos sobre el pecho con una mezcla de molestia y curiosidad. Había sido completamente ignorado en medio de la contienda, y aunque le molestaba no haber sido considerado, no sentía que fuera su deber intervenir en una pelea tan personal entre los dos demonios del frío. Además, había percibido desde hace tiempo que el tema de Freezer y Cooler era delicado, aunque nunca había entendido por qué.
Descendiendo al suelo de la plataforma, Cell observó cómo los dos hermanos continuaban su enfrentamiento en el cielo. Detrás de él, los espectadores exclamaban emocionados, sumidos en la excitación del espectáculo que presenciaban. El androide giró la cabeza hacia ellos, percatándose de que en su mayoría eran soldados. Recordó haber mantenido conversaciones con algunos de esos soldados en el pasado, lo que le llevó a dirigirse a ellos. -Obviamente, Freezer y Cooler no son precisamente los mejores amigos.- comentó, atrayendo la atención de los soldados que momentáneamente apartaron la vista de la pelea. -¿Cuál es la razón detrás de esta rivalidad? - preguntó con un genuino interés, mientras mantenía sus ojos clavados en los soldados en busca de respuestas.
Los soldados intercambiaron miradas entre sí, algunos incómodos por el tema y otros reticentes a hablar al respecto. Cell notó la tensión en el aire y cómo algunos parecían dudar sobre compartir información de un tema tan delicado, especialmente aquellos que pertenecían al ejército de Cooler. Aunque les gustaba especular y comentar chismes, había límites que preferían no cruzar.
La mirada de todos finalmente se posaron en Zarbon, el soldado con el rango más alto, quien se convirtió en el centro de atención. El comandante suspiro al ver la cobardía de los demás.-Pues, no estoy seguro de decir esto…-comenzó a divagar con algo de duda en su voz.
Antes de que pudiera continuar, Salza, el capitán de las Fuerzas Especiales de Cooler, intervino, rompiendo el silencio incómodo.-Puedes hablar con confianza.-dijo al mismo tiempo que caminaba hacia Zarbon con una sonrisa picara.-No es necesario mantener secretos entre los soldados ¿verdad?-esto último lo agregó dándole un leve empujón amistoso al comandante.
Zarbon se sorprendió por la respuesta de Salza, y de inmediato observó de reojo a cierto saiyajin entre la multitud, quien desvió la mirada con gran molestia.
El comandante resopló con molestia por la situación que el capitán lo había metido, pero rápidamente recuperó su compostura y asintió. Se dirigió hacia el androide con una sonrisa.- Cooler es el hermano mayor, pero King Cold le otorgó el control del ejército a Freezer. Aunque Cooler retuvo una parte, en realidad el ejército de Cooler forma parte del ejército de Freezer.- explicó, revelando la dinámica compleja entre los dos hermanos y sus ejércitos.
-Sin mencionar que King Cold siempre ha tenido una preferencia hacia Freezer.-agregó Salza como si nada, por lo que varios soldados comenzaron a debatir ese hecho. Algunos lo afirman, otros lo contradecian pues creían que Freezer se ganó el puesto por el hecho de ser superior. Mientras la discusión se desataba, Cell observaba en silencio, procesando la nueva información.
-Siempre se supo que Cooler es más fuerte.-mencionó Neiz del ejército de Cooler. Junto a él, su compañero Dore afirmaba sus palabras.
-Claro que no, el señor Freezer es más fuerte.-comentó Zarbon sin entrar en la disputa sino como un simple comentario. -King Cold ha demostrado su confianza en Freezer al otorgarle el ejército.
–Como sea, esta pelea nos dirá finalmente quién es más fuerte.- Salza intervino nuevamente, poniendo fin a la disputa y señalando que la pelea en curso finalmente aclararía quién era más fuerte entre los hermanos.
Cell reflexionó sobre la situación mientras daba la espalda a los soldados y volvía su atención a la pelea en el cielo. Consideró lo difícil que debió haber sido para Cooler perder la preferencia de su padre y la oportunidad de liderar el ejército. La rivalidad entre los hermanos estaba teñida de complejidad y ambición, lo que arrojaba una nueva luz sobre la intensidad de su enfrentamiento. Mientras el sonido de los golpes resonaban en el aire, Cell se mantuvo atento, ansioso por presenciar el desenlace de esta confrontación.
El androide, en medio de sus reflexiones, llegó a la conclusión que aunque Freezer tenía más fuerza bruta, Cooler estaba demostrando ser más hábil en ese momento. La destreza y la estrategia de Cooler lo estaban convirtiendo en un oponente formidable. A medida que observaba, notó que Freezer estaba en problemas. Estaba visiblemente herido, molesto y su ki estaba disminuyendo rápidamente. Pensó que quizás el empeño de Freezer por mantenerse en la pelea se debía a la presencia de los soldados.-”Y supongo que también su obstinación".-Sabía que Freezer valoraba mucho su imagen y reputación, especialmente frente a su hermano.-”Freezer jamás dejaría que lo vieran perder”-pensó con inquietud al percibir cómo se veía cada vez más débil.
De un momento a otro, recordó la conversación que tuvieron en el río sobre la importancia que Freezer le daba a mantener su estatus como el ser supremo tanto para el ejército como para sí mismo. Sabía que ser percibido como débil podría socavar su influencia y liderazgo.
-”Sería mejor que no lo vieran perder”-se dijo a sí mismo listo para impulsarse hacia la pelea, dudando si lo que estaba apunto de hacer sería lo correcto. En ese preciso momento se percató del inquietante movimiento de sus alas. Miró sobre su hombro con molestia, efectivamente las sentía vibrar insistentemente. Volvió la vista con un gruñido y comenzó a elevar su ki al máximo, decidido a no permitir que esa sensación lo dominara. Recordó la sensación que experimentó cuando unos sujetos atacaron al Dr. Gero .-”No sería justo”-se dijo a sí mismo. No sería justo que todo lo que Freezer había construido con el ejército se deshiciera debido a una pelea con su hermano.
Cell concentró su energía con fuerza, causando que los soldados cercanos retrocedieran o fueran desplazados por la intensidad de su ki. Se impulsó directamente hacia Cooler, ascendiendo a su forma de Super Saiyajin en el proceso, y finalmente impactó contra el rostro de Cooler con un potente golpe.
Al observar impresionado tal magnitud de poder, Freezer salió de su sorpresa y frunció el ceño hacia el androide. Ese aura. Definitivamente era la de un supersaiyajin.-¡No te entrometas!- exclamó disparando su característico rayo rosa.
El androide recibió el rayo sin más. Resistió el ataque con su barrera de energía, creando un destello brillante que iluminó el área. Este sonrió con autosuficiencia, mostrando su capacidad para resistir el ataque del demonio del frío. Sin embargo, su sonrisa desapareció cuando se dio cuenta de que Cooler se acercaba velozmente.
Sin dudar, el androide empujó a Freezer a un lado, provocando que este se alejara varios metros y se preparó para enfrentar a Cooler. Los antebrazos de ambos impactaron provocando un gran choque de energía. Poco a poco el cielo se oscureció repentinamente, como si la pelea misma estuviera causando una gran perturbación en el entorno. Los relámpagos comenzaron a iluminar el cielo, y la tierra temblaba con cada choque de poder entre los combatientes.
-”Se lo está tomando más en serio" .- pensó el androide con una sonrisa divertida, al sentir las intenciones de su rival. La batalla comenzó con un intercambio de golpes rápidos y poderosos. Cooler mostró su destreza y velocidad al esquivar los ataques de Cell y contraatacar con patadas y puñetazos llenos de energía. El androide, por su parte, desplegó su agilidad para evadir los ataques de Cooler y responder con precisión ante cualquier ataque.
Freezer, enojado por haber sido apartado, se apresuró a unirse a la pelea disparando rayos hacia los dos combatientes. Sin embargo, Cell anticipando ese ataque, sujetó a Cooler de sus brazos con una técnica de artes marciales, paralizando momentáneamente sus golpes, para luego bloquear los rayos con una barrera de energía para protegerse a sí mismo y a Cooler.
La furia de Freezer aumentó, por lo que nuevamente arremetió hacia el androide. Este bloqueo sus golpes solamente con sus piernas, ya que aun sujetaba a Cooler, quien no podía escapar de su agarre. Finalmente, el androide logró apartarlo una vez más, esta vez con una rápida patada que lo envió lejos a varios metros de altura.
Después de ese “pequeño contratiempo” Cell liberó al otro demonio del frío, quien lo observaba pasmado.-”¿Cómo alguien podía tener esa facilidad para pelear de esa manera contra ambos?”-pensó sin salir de su asombro.
Cell que permanecía imperturbable ante la situación, simplemente le hizo un gesto con su mano para que se acercara.
El demonio del frío enfureció por esa actitud tan arrogante, por lo que de inmediato elevo su ki y se aproximo al androide.
La pelea continuó con un poder cada vez más destructivo. Los luchadores se elevaban y descendían constantemente en el aire, dejando cráteres en la plataforma y en el campo, causando ondas de choque que sacudían el entorno.
Los ataques eran veloces y mortales, que apenas podían ser vistos por los espectadores. Sin embargo, una luz comenzó a formarse en los cielos que notoriamente llamó la atención de todos. Algunos murmuraban sobre su origen hasta que rápidamente los soldados del ejército lo reconocieron y comenzaron a huir del lugar. A pesar de estar muertos, no querían quedarse a averiguar qué les ocurriría si una Supernova de Freezer los alcanzaba.
Obviamente, tanto Cell como Cooler vieron venir el ataque sobre ellos. Aunque a Cooler no pareció sorprenderle que su hermano se atreviera a lanzar esa técnica contra él, para Cell fue una señal de terminar con la pelea.
El androide siguió con el intercambio de golpes, mientras el ataque sobre sus cabezas crecía exponencialmente. Dejó de jugar con su oponente y rápidamente dio unos golpes certeros que Cooler no pudo esquivar.
Mientras la esfera de energía se acercaba lentamente hacia ellos, Cell observó a su alrededor. No había soldados cerca, sin embargo aún estaban a una distancia considerable como para ver la resolución de la técnica. Por lo que continuó atacando a Cooler hasta que la bola de energía estaba a punto de alcanzarlos.
En ese momento, Cell la sujetó con su mano deteniendo el ataque mientras que, con su otra mano seguía luchando con Cooler. Este, jadeando y agotado, detuvo sus golpes y se sobresaltó impresionado por la fuerza del androide.
Cuando Cell sintió que Freezer empujaba el ataque contra ellos, sonrió listo para ejecutar su plan. Dejó que el ataque siguiera su curso, sin embargo sujetó fuertemente a Cooler sin dejarle posibilidades de dejarlo escapar. Tanto el ataque como ambos peleadores descendieron hacia el suelo a gran velocidad.
Cooler se estrelló con una fuerza impresionante, destruyendo la plataforma en el proceso. Sin embargo, cuando la supernova estaba a unos pocos metros de ellos, el andoirde aun sujetando al demonio del frio, se volteo de frente al ataque.-¡Galick Ho!-exclamó con una mano libre, creando una poderosa explosión de energía que impactó contra la Supernova.
A la distancia, se pudo observar como el ataque de Freezer logró tener contacto con la superficie. Sin embargo, también se vio un gran rayo púrpura que lo atravesó hasta llegar a los cielos, provocando que la supernova no fuera tan destructiva como lo recordaban.
Después de la luz cegadora que envolvió los alrededores, el humo que levantó la batalla comenzó a disiparse revelando un cráter donde antes se encontraba la plataforma.
Tanto Cell como Cooler se encontraban en el suelo. El androide jadeaba débilmente y tenía unas cuantas heridas menores en su cuerpo, no tanto por la intensidad de la batalla, sino porque recibió una parte de la Supernova a pesar de desintegrarla.
Observó a sus pies el cuerpo inconsciente de Cooler. Realmente se había lastimado, pensó el androide encogiéndose de hombros. Deshizo su transformación de supersaiyajin y se dispuso a inclinar su cabeza hacia la izquierda y luego hacia la derecha hasta oír un tronido en su cuello. Había sido una pelea interesante, pero algo tensa después de todo.
El cielo se calmó gradualmente, y el sonido de la pelea dio paso a un silencio absorbente. La plataforma había desaparecido, y los dos guerreros se encontraban en medio de los escombros. Freezer por su parte, aunque herido y enfadado, se mantuvo en el aire observando a los dos luchadores con cautela.
Todos los presentes se acercaron alrededor del cráter resultante. Murmullos y susurros se propagaron entre los soldados, quienes no podían creer lo que acababan de presenciar. Había una mezcla de asombro, confusión y especulación en el aire. A pesar de estar maravillados por la resistencia del androide contra la supernova, la pregunta predominante era por qué Cell había intervenido en la pelea entre los dos hermanos.
Cell, en su típico estilo despreocupado, emergió del cráter con gracia y aplomo, ignorando en gran medida los comentarios y preguntas de los soldados. Algunos lo observaban con ojos inquisitivos, esperando que diera una explicación. A pesar de estar al otro extremo del carácter, logró escuchar los comentarios de los soldados. Más que aclarar las dudas, sus acciones habían provocado unas nuevas. La principal fue: “¿Por qué Cell intervino?”.
El androide suspiro fingiendo que no escuchaba sus comentarios. Lo cierto es que había actuado por impulso, sin pensar demasiado en las consecuencias, pero al menos ya no hablaban del nivel de pelea de Freezer versus el de Cooler.
Freezer, aunque visiblemente agotado y lastimado, descendió hasta llegar junto al androide.-No era necesario que interfirieras. -le recrimino severamente por entrometerse en la pelea.
-¿En serio?- preguntó Cell con ironía, mientras desviaba la mirada con superioridad.
Este comentario provocó un gruñido de frustración por parte de Freezer, quien se sintió desconcertado por la actitud de Cell. Esa intervención había sido provocada a propósito ¿Porque el androide estaba actuando así? La última vez que hablaron Cell parecía temerle, pero ahora era todo lo contrario. Lo observó con incomodidad hasta que finalmente, suspiró resignado.-”Simplemente es alguien difícil de entender”- se dijo a sí mismo apesadumbrado, por lo que solo pensó en ignorarlo.
Al desviar la mirada del androide, el emperador decidió apartarse y alejarse del lugar, sin decir ninguna palabra aparentemente molesto por la situación.
El androide, por su parte, observó cómo se alejaba. A pesar de lo ocurrido Freezer se encontraba bien, pensó con ánimos. Ese simple pensamiento lo hizo sonreír. Había notado el cambio en la actitud de Freezer hacia él, y eso le intrigaba. Aunque no sabía con certeza qué había causado este cambio, el androide se sintió satisfecho al ver que, al menos por el momento, la tensión entre ellos había disminuido.
Cooler, aunque maltrecho por la intensa batalla y con varios golpes notorios en su cuerpo, logró volver en sí. Miró a su alrededor, evaluando la magnitud de la destrucción. Sabía que solo un Super Saiyajin era capaz de generar un poder tan colosal. Su fastidio se hizo evidente mientras reflexionaba sobre la situación.
Alzó la vista hacia el exterior del cráter. Había un grupo de soldados curioseando, mientras que al otro extremo se encontraba Cell, quien se encontraba en el borde del cráter y parecía distraído. ¿Estaba sonriendo? De inmediato se percató de que su atención estaba enfocada en Freezer, quien se alejaba caminando.
Rápidamente Cooler se incorporó con dificultad y voló hacia el androide, manteniendo su dignidad a pesar de las heridas visibles. Aunque mantenía su descontento por la intervención de Cell en la pelea, hizo su mayor esfuerzo por no demostrar su desagrado y solo carraspeó llamando la atención del androide.-Buena pelea, Cell. Espero que se vuelva a repetir.-expresó Cooler con un tono de voz neutral, aunque dejando claro su interés en un posible enfrentamiento futuro.
El androide lo observó sorprendido por su deseo de una revancha. Aparentemente a la familia Cold le gustaba sufrir, pero si insistía en volver a pelear no se refractaria.-Claro.-respondió Cell, aceptando la posibilidad de un enfrentamiento futuro.
Sin embargo, antes de que la conversación pudiera continuar, el demonio del frío se adelantó con un “Permiso” y se apresuró para alcanzar a su hermano.
-¡Freezer!- exclamó Cooler, llamando la atención de su hermano mientras volaba para encontrarse con él. Freezer se elevó en el aire, mirándolo con expresión imperturbable, sin decir una palabra. Cooler interpretó la mirada de su hermano como una pregunta implícita de "¿Qué quieres?" y decidió ir directo al grano.-¿Cuál es tu opinión sobre Cell?-preguntó Cooler, con un tono casua.
Freezer notó que la pregunta sobre Cell era extraña, dada la rivalidad entre ellos y la intensa batalla que acababan de tener o el hecho de que le lanzó una supernova. Sin embargo, decidió responder de manera concisa.-Es fuerte.- fue su respuesta, reconociendo la habilidad y poder del androide.
-¿Aunque sea medio saiyajin? -insinuó Cooler, buscando provocar una reacción en su hermano.
Este estrechó los ojos con molestia ante la mención de su conexión con los saiyajin. Era innegable que Cell compartía rasgos y poderes de esa raza. Ninguno podía discutir el parecido del androide con Goku o incluso con Vegeta, sobre todo después de la batalla que tuvieron.-He tenido saiyajines en mi ejército con anterioridad.- respondió Freezer, tratando de restar importancia al tema y evitar una discusión innecesaria.
Cooler, sin embargo, resopló, frustrado por la aparente indiferencia de su hermano hacia ese detalle.
Al ver la reacción de Cooler, aprovechó la oportunidad para explicar su posición.-Lo único que me interesa de Cell es que haga lo que se le mande y que encuentre una salida para escapar de aquí- dijo con firmeza.-Es fuerte y es útil para el ejército. Solo eso me importa.- Luego de unos segundos de silencio, añadió.-Es un guerrero increíble.- de manera un tanto inusual para él, como si estuviera admitiendo de alguna manera su admiración por el androide.
Mientras tanto, Cell a pesar de estar lejos, con su capacidad auditiva logró escuchar esto último. Casi de inmediato sintió cómo se acumulaba el calor en sus mejillas al saber que Freezer, de alguna manera, lo apreciaba. Ambos compartían una relación extraña y complicada que ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir abiertamente. Y aunque se sentía incómodo al enterarse por accidente de la opinión del demonio del frío, no pudo evitar sonreír para sí mismo.
No obstante, sacudió la cabeza tratando de apartar esos pensamientos de su mente. Debía dejar de pensar en Freezer. Por lo que decidió distraerse construyendo una nueva plataforma. Observó de reojo a los soldados dispersándose ya que el espectáculo había terminado. Entre ellos, notó a Nappa y Raditz, recordando la idea de intentar establecer un vínculo con los saiyajins. Aunque no se sentía muy esperanzado al respecto. Suspiro.-"No tengo nada que perder"-pensó mientras volaba hacia la dirección de los dos guerreros saiyajins.
-”¿Increible?”- pensaba Cooler, escéptico y sorprendido por los comentarios de su hermano.-”¿Freezer cree que Cell es un guerrero increíble?"-se preguntaba para sí mismo. Observó a su hermano detenidamente, pero la expresión de Freezer era inquebrantable, como siempre. Suspiró y admitió, con cierta incredulidad.- Si es cierto, Cell es un buen guerrero.
-Esta en mi ejército, no el tuyo.-mencionó tomando a Cooler desprevenido, aclarando que se trataba de una advertencia. No quería que su hermano se acercara al androide.
Cooler rió por lo bajo ante esa amenaza.- Eso no depende de mí.
Inmediatamente Freezer se detuvo en medio de su vuelo, haciendo que Cooler hiciera lo mismo. Miró a su hermano con enojo y le preguntó directamente.-¿Le pediste que se uniera a tu ejército?
Cooler mantuvo la calma frente al interrogatorio de su hermano.-No.- respondió sin remordimientos. A pesar de no demostrar una fascinación hacia el androide no dejaba de pensar que Cell buscaba obtener algo de Freezer al decidir quedarse a su lado. Y no es algo tan sencillo como entrenamiento, tal como sus instintos saiyajin le harían creer. Advertía que el androide disfrutaba su compañía. Y aquello era preocupante.
Freezer frunció el ceño, desconfiado de las palabras de su hermano. Sabía que había algo más detrás de su interés por el androide. Y no permitiría que su hermano tuviera una ventaja.
Notes:
A Freezer no mas le falta decir que Cell es perfecto. Ahí cell confundiría lo que siente con un ataque al corazón (genes de goku xd Ok no jaja) Pero con “guerrero increíble” es suficiente por ahora.
killsandkisses: Muchas gracias por tu comentario :3 Jeje Si, a Cell de la nada lo invaden las células de Goku xD (A veces de Vegeta, a veces de Piccolo). Gracias por ser tan paciente, actualizare cada mes, sino por aca mismo avisaré por cualquier contratiempo. Y no te preocupes, no importa lo que me suceda, JAMAS dejaré abandonado este fic. Creo que trabajar en esto me da años de vida :) Freezer y Cell se están volviendo mi ship favorita jiji
(Por cierto, no se si aun lo recuerdan, pero mencione en un capítulo anterior que Zarbon y Raditz iban a tener mini escenas o momentos en este fic, porque tengo la intención de escribir un fic aparte sobre ellos. En esta misma línea de tiempo. Así que por mientras voy dejando escenas por ahí…. No mas digo por si les pareció raro xD)
El próximo capítulo lo subiré para el 1 de octubre. Intentaré agregar unos flashback de la infancia de Freezer y Cooler. Y obvio, una escena de Cell y Freezer.
Gracias por su apoyo. ¡Nos vemos! :3
Chapter 18
Notes:
Hola a todos!! Gracias por seguir este fic y por sus comentarios :)
Como prometí, aca esta el capitulo! Mas que nada se trata de pensamientos de Cooler. Entiendo que no se sabe nada de Cooler o su familia dentro del canon, pero me imagino que es la idea de lo que pudo suceder jejeY tambien hay una escena entre freezer y Cell (wiii) Asi que sin mas que decir, disfruten :D
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
La majestuosa sala de la nave espacial de King Cold resonaba con conversaciones susurrantes, risas forzadas y un aire de solemnidad. Era una reunión diplomática de gran envergadura, y tanto Cooler como Freezer, aún jóvenes e inexpertos, se encontraban presentes, lo cual marcaba una de las primeras veces que asistían a un evento de tal envergadura.
Cooler se encontraba junto a su padre, King Cold, mientras este entablaba conversaciones con otros seres de alto rango. Era evidente que no era la primera vez que King Cold se encontraba en una situación diplomática de esta importancia, y deseaba que sus dos hijos aprendieran desde una edad temprana.
Desde su posición al lado de su padre, Cooler observaba a los delegados de otros imperios menores y razas, intentando captar cada detalle y gesto. A pesar de su juventud, mostraba una seriedad inusual para su edad, prestando atención a cada palabra que su padre pronunciaba y cada respuesta que recibía.
A su lado, Freezer, más pequeño y con una expresión curiosa en su rostro, observaba con admiración todo lo que ocurría a su alrededor. La magnificencia de aquel escenario le resultaba impresionante, aunque su entendimiento sobre la política y la diplomacia era casi nulo.
-Deben aprender de estos momentos.-le aconsejó King Cold a sus dos hijos, su voz profunda y segura resonando en sus oídos.-Esto es parte de lo que significa gobernar un imperio.
-Lo entiendo, padre.- Cooler asintió con determinación en respuesta. A pesar de su corta edad, entendía la importancia de estos momentos y la necesidad de prepararse para el futuro. La reunión era un recordatorio de que, aunque su juventud y su falta de experiencia podrían ser una desventaja en el presente, el aprendizaje y la observación eran esenciales para forjar su camino en el vasto cosmos.
Freezer, siendo solo un niño pequeño y curioso, se alejó de su familia hacia la zona donde se encontraban los hijos de otros líderes y dignatarios. La sala estaba llena de jóvenes de diferentes razas, cada uno representando a su respectiva familia o imperio. El pequeño demonio del frío se acercó a un grupo de niños de una raza alienígena desconocida para él al encontrarlos fascinantes. Eran más altos y de piel escamosa, pero la curiosidad superó cualquier diferencia. Con una sonrisa amistosa, se dirigió a ellos.-Hola.-los saludó con entusiasmo, pero sin perder los modales que le enseñaron.- Soy Freezer ¿Cómo se llaman ustedes?
Los jóvenes alienígenas se miraron sorprendidos por la actitud amigable del pequeño Freezer, sobre todo al ser hijo del temido emperador King Cold. Aun así estos le sonrieron de vuelta con la inocencia de cualquier niño comenzaron a hablar con el demonio del frío, el cual escuchaba y asentía con admiración ante sus palabras.
Mientras tanto, King Cold observaba la interacción de su hijo desde lejos, con una expresión de preocupación en su rostro. Habló en voz baja con Berriblu, su consejero de confianza, quien acababa de llegar.-Mira a Freezer, Berriblu.- le susurró el Rey.-Siempre tan curioso y sociable. No sé si eso es lo que necesitamos en un futuro líder.
Berriblu asintió con respeto.-Es cierto, mi señor. Pero es joven y puede aprender. Su curiosidad puede ser una fortaleza si se enfoca adecuadamente.
A pesar de que susurran, Cooler escuchó claramente, por lo que se aproximó hacia su hermano menor. A pesar de la diferencia de edad, sentía el peso de la responsabilidad de guiar a Freezer en su camino hacia el poder, y se preocupaba por la inquietud que pueda causar en su padre.
Cooler se acercó, llamando la atención de Freezer y un sobresalto en los demás niños, ya que para ellos era alguien imponente. Se inclinó para estar a la altura de su hermano.-Freezer, necesitas comprender que no podemos permitirnos ser amigables con todos. Nuestro destino es gobernar un imperio, y eso exige fortaleza y ambición. No deberías socializar en exceso.
Freezer aunque un tanto desconcertado por las palabras de su hermano, asintió con resignación.
Alzó la mirada hacia su padre quien había estado siguiendo la conversación con una expresión seria. Más tarde, después de esa reunión, King Cold los mandó a llamar..
Los dos jóvenes príncipes se presentan frente a su padre, y Freezer, lleno de curiosidad, pregunta.-¿Qué ocurre, padre?
King Cold se tomó un momento para reunir sus pensamientos antes de hablar. -Mis hijos, entiendo que esta misión ha sido una experiencia nueva para ustedes. Cooler, te felicito por tu madurez y tu sentido de responsabilidad. Eso es lo que espero de un futuro líder.
-Gracias, padre.- respondió Cooler con orgullo. A pesar de mantener su mirada en su padre, sintió la mirada penetrante de su hermano sobre él. Había sido la primera vez que se sintió observado de esa manera por su hermano, por lo que fue inevitable devolverle la mirada de reojo. Fue una mirada difícil de descifrar en su momento, pero actualmente podría describirlo como el momento en que su relación cambió.
-Y tú, Freezer.-continuó King Cold, llamando la atención de sus hijos.-Eres un niño curioso y amigable y eso tiene su lugar. Pero debes comprender que gobernar un imperio es una tarea seria. Al ser así, transmites una debilidad a los ojos de los demás. Debes aprender de tu hermano mayor y ser fuerte, ambicioso y consciente de tu posición.
Freezer se mostraba asombrado por las palabras de su padre. Sabía cuánto lo quería y lo orgulloso que estaba de él, pero debía ser la primera vez que lo regañaba de cierta manera, ya que desde temprana edad siempre le decían que era elogiado por ser un prodigio.
A pesar de ser un niño pequeño, Freezer pareció comprender.-Lo entiendo, padre.- asintió, consciente de su posición y la imagen que proyectaba. En ese momento, también se sintió orgulloso de que su hermano menor hubiera comprendido, pero lo que no imaginaba era cuán profundas habían sido las palabras de su padre en Freezer.
Cooler abrió los ojos lentamente para encontrarse con el apocalíptico paisaje del Infierno. Aún le parecía extraño lo mucho que su hermano había cambiado desde ese lejano recuerdo. Hacía mucho tiempo que Freezer había perdido la empatía hacia los demás. Comprendía que su padre los había formado para no tener apegos emocionales ni mostrar empatía hacia nadie, con el fin de que gobernaran eficientemente. Para él, fue un desafío personal, pero Freezer lo había logrado hasta tal punto que ni siquiera demostraba un mínimo afecto por su propia familia.
Sin embargo, lo que le pareció aún más extraño fue la situación actual en la que se encontraba. Por lo que había observado y hablado con Freezer y, sobre todo, con los soldados, aún parecía mostrar algo de esa "curiosidad" o "simpatía" cuando estaba cerca de Cell.
Y Cell. Era difícil comprender los pensamientos de ese androide. Lo único que podía deducir era que no le interesaba el ejército en absoluto, sino que su interés se centraba en su hermano. La imagen de Freezer cuando era pequeño volvió a su mente, y bajó la vista con pesar. Aunque no estaba completamente satisfecho con lo que Freezer se había convertido, siempre estuvo de acuerdo en que la posición de Emperador del Universo sólo podría recaer en su hermano y que no debía permitir distracciones emocionales.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
De vuelta en la cueva principal, Cooler notó a lo lejos cómo se acercaban unos pocos soldados, pero estos no parecían ser guerreros de batalla. Rápidamente, su vista se centró en el androide que los acompañaba, y gruñó en voz baja solo por su presencia. Sin embargo, también notó que junto al androide venía otro individuo que no le resultaba familiar.-"¿Quién será?"- se preguntó, aunque no se apresuró a llegar a la cueva.
Una vez que aterrizó, observó que su padre estaba en medio de una reunión con científicos del ejército. Estaban teniendo una conversación animada, algunos parecían estar discutiendo sobre cuestiones específicas, y casi ni notaron la presencia de Cooler al entrar en la sala. Entre todos los científicos, solo había uno que no le resultaba conocido: el individuo que acompañaba al androide. Al acercarse, pudo examinarlo más de cerca; a simple vista, parecía un humano común, excepto por el extraño dispositivo en su cabeza que dejaba ver su cerebro. Este individuo hablaba y trataba de persuadir a los demás científicos sobre por qué un sonar sería una mejor opción que las ideas propuestas por los demás. King Cold asentía y parecía apoyar al hombre por encima de los soldados.
Rápidamente, Cooler comprendió de quién se trataba. Cell era un experimento, y el responsable de su creación era ese hombre. Lo observó con atención; a simple vista, no parecía ser gran cosa, solo otro ser humano.
Casi de inmediato, se dio cuenta de que Cell no se encontraba en la sala. Observó a su alrededor de manera disimulada, pero no encontró rastros del androide. Decidió buscarlo utilizando su habilidad para detectar ki.
Suspiró con molestia al percatarse de que no solo encontró a Cell, sino que también estaba junto a Freezer. Caminó por los pasillos con inquietud en busca de su hermano y el entrometido experimento de laboratorio. Cuando estuvo cerca del mirador de la montaña, escuchó claramente su nombre mencionado por su hermano. Se acercó sigilosamente sin salir de su escondite para escuchar mejor. Cell parecía hacerse el desentendido, no respondió de inmediato.
Luego, Cooler escuchó a Freezer gruñir.- ¿Cooler te ha pedido unirse a su ejército?-preguntó directamente con enfado.
-Sí.- respondió. Lo que sorprendió aún más a Freezer, quien se enfureció.-Y estaba considerando la oferta.- agregó malicioso.
-¡No puedes irte porque eres parte de mi ejército!-exclamó Freezer con determinación, tratando de mantener su autoridad.
El androide solo se encogió de hombros.-Tal vez acepte estar en el ejército, pero si lo deseara, podría irme sin problemas.-respondió con superioridad. Sabía que Freezer era incapaz de detenerlo aunque lo intentara.
El demonio del frio se sorprendió por lo fácil que era para Cell desafiar su "autoridad". Bajó la cabeza levemente y suspiró antes de decir en un tono inusualmente tranquilo.-Te conviene quedarte en mi ejército. Sabes que soy más fuerte que Cooler.
Por su parte, Cooler observaba la escena con asombro. Se preguntaba por qué su hermano le daba tanta importancia a Cell. Aunque había descubierto sus planes, no comprendía por qué Freezer estaba tan decidido a que el androide se quedara en su ejército. Tal vez, como había mencionado antes, realmente lo consideraba "un guerrero increíble".
A pesar de la situación, Cooler notó algo inusual en la actitud de su hermano. Freezer rara vez recurría a conversaciones normales y sin intimidaciones para convencer a alguien, y mucho menos si se trataba de un soldado. Era una situación extraña y comenzaba a preguntarse si tal vez su hermano sentía algo más que simple interés en Cell.
La confusión de Cooler crecía con cada interacción entre Freezer y Cell. Cada vez veía más evidencias de que su hermano parecía tener algún tipo de aprecio por el androide, aunque fuera a su manera extraña y contradictoria.
-Dijiste que no te agradaba.-comentó Cell con un tono burlón, lo que provocó al demonio del frío al recordarle sus palabras desde que este accedió a unirse a su ejército. Cooler, alerta a la conversación, escuchó atentamente mientras que el androide seguía hablando.-También que no querías entrenar conmigo y estoy seguro de que mi presencia es muy molesta para ti.- dijo con franqueza mientras observaba seriamente a Freezer.-Asi te pregunto, ¿Cual es la razón por la que no quieres que me vaya con el ejército de Cooler?-pregunto esperando alguna razón superior viniendo de Freezer.
El demonio del frio con una vena claramente marcada en la frente debido a la frustración, contuvo su enojo para no caer en el juego del androide.-Simplemente no voy a permitir que Cooler me arrebate a un soldado que estaba bajo mi mando.
Cell, sin parecer satisfecho con esa respuesta, estrechó la mirada con escepticismo y continuó su provocación.-¿En serio? ¿No hay otra razón? - lo interrogó esperando escuchar las mismas palabras que el demonio del frío había pronunciado frente a su hermano hace unos días.
La insistencia de Cell finalmente llevó a que Freezer cediera, aunque con bastante molestia. Cruzó los brazos y desvió la mirada abochornado, El androide lo siguió con la mirada esperando ver su expresión que intentaba ocultar, por lo que finalmente freezer refunfuño y suspiro en forma de protesta.-¡Está bien!-con un resoplido de resignación se volvió hacia el androide.- Eres un fastidio... pero no puedo negar que eres bastante fuerte. ¡Y no permitiré que Cooler te tenga en su ejército!
Cell experimentó una extraña sensación al escuchar esas palabras, provocando que sus mejillas se vuelvan a acumular un calor y su corazón latiera más rápido de lo habitual. No esperaba que Freezer lo dijera de esa manera, y la reacción en su rostro dejó en claro que había sido sincero. Sabía lo que Freezer pensaba, sin embargo oir su opinión de frente era diferente.
Freezer, incómodo por la reacción del androide, desvió la mirada con molestia y agregó.-No te sientas tan importante; la razón principal es por Cooler.
Cell no pudo evitar soltar una leve risa ante la actitud del demonio del frío.-Es muy halagador de tu parte.-comentó con una sonrisa satisfecha.-A decir verdad, no tengo intenciones de irme. Prefiero entrenar contigo.
El ambiente entre los dos parecía haberse relajado ligeramente después de esta conversación, y Cooler seguía observando con preocupación desde la distancia, asombrado por lo que estaba presenciando. Observó con atención las reacciones de su hermano ante las palabras del androide. Freezer no pareció darle un interés especial, más allá de su típica superioridad al sentirse significativo para alguien.
-De hecho, también he estado entrenando con Nappa y con Raditz de vez en cuando, así que es mejor quedarme.-continuó Cell.
Freezer bufó molesto al escuchar las razones del androide.-Es una pérdida de tiempo que entrenes con ellos. No son de ninguna utilidad.-respondió con desdén.
-No deberías subestimar a los saiyajins. Ambos lo hicimos y por eso estamos en este lugar.-dijo Cell con un tono burlón.
La vena en la frente de Freezer volvió a aparecer mientras apretaba los dientes con fuerza. Aunque Cell tenía razón, seguía considerándolo un fastidio, pero al menos le confirmó que no se uniría al ejército de su hermano. Prefería soportar a Cell a que su hermano lo tuviera en su ejército. Mientras pensaba en esto, oyó el ligero pero muy notorio aleteo de alas. Suspiró, reprimiendo su enfado.-”Espero que valga la pena"-pensó un tanto arrepentido.
Por su parte, Cell solo sonreía ante la facilidad con la que podía enfurecer a Freezer. Le divertía ver cómo reaccionaba, aunque todavía no entendía completamente por qué se sentía cómodo junto al demonio del frío, había llegado a aceptar la idea de que podía manejar esos "sentimientos" y mantener una cierta distancia. Aun así, esta vez había sido una excepción.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cooler caminaba sin rumbo definido, sumido en sus pensamientos, sin saber qué hacer en una situación como esta. Había vuelto al interior de la cueva y ahora paseaba en soledad. Sabía que mencionar el asunto a su padre sería inútil, especialmente porque los comentarios de su padre sobre Cell no sugerían que lo despreciara tanto. Parecía probable que King Cold aprobaría cualquier opinión que su hermano tuviera sobre ese androide.
Mientras se dirigía hacia la salida de la cueva, comenzó a escuchar a algunos soldados, tanto de su ejército como del de su hermano, hablando entre sí a pocos metros de la salida, detrás de unas rocas. Originalmente, iba a ignorarlos y continuar su camino sin darles importancia, pero algo en su conversación llamó su atención. oyó que comentaban sobre la pelea que tuvieron en la plataforma.
Detuvo su paso y decidió acercarse lentamente, tratando de escuchar lo que estaban diciendo. A veces, los soldados estaban mejor informados que él, y tal vez pudiera obtener alguna información útil. No sabía exactamente qué esperaba escuchar, pero tenía la sensación de que podría ayudarlo de alguna manera.
-¿En serio? .- preguntó un soldado a quien reconoció como parte de su ejército.
-Sí, el señor Freezer nunca antes había peleado en la plataforma. Solo lo hizo porque Cooler estaba ahí con Cell.- respondió otro soldado.
-Parecía como si el señor Freezer estuviera celoso.-comentó otro soldado, lo que provocó algunas risas entre ellos. Sin embargo, uno de los soldados hizo un gesto para que bajaran la voz, recordándoles que podrían ser escuchados a pesar de estar afuera de la cueva. Las risas disminuyeron gradualmente hasta que se desvanecieron por completo.
-Pero es cierto, casi siempre se ve al señor Freezer y a Cell juntos.- comentó otro soldado en voz baja, y los demás asintieron en acuerdo.
Cooler apretó los puños, sintiendo una mezcla de frustración y preocupación. No era el único que había notado la cercanía entre Freezer y Cell. Si los demás soldados del ejército también lo veían tan obvio, tal vez debía abordar el tema con su hermano. Después de todo, le gustaba mantener una imagen impecable entre sus subordinados. ¿Qué pensarían de él si creían que tenía algún tipo de preferencia por el androide?
La conversación de los soldados siguió, y uno de ellos finalmente dijo.-¿Quién sabe? Quizás los rumores son ciertos.- Esto sacó a Cooler de sus pensamientos, y se reveló rápidamente desde su escondite. Su mirada dura se posó en los soldados, que lo miraron con temor al ser descubiertos.
-¿Qué rumores? .- preguntó Cooler con severidad, deseando obtener respuestas claras sobre lo que se estaba diciendo detrás de su espalda.
Notes:
No se ustedes, pero siempre pensé que el ejército era muy chismoso. (Y la peli de Broly me dio la razon xd) Ahora Cooler tendrá que pensar qué hacer con el chisme y los rumores jeje
Mil gracias por su apoyo, especialmente a Willow BW. Vi que me dejaste review en cada capítulo. Muchas gracias por tu apoyo :3 me alegro que te esté gustando tanto el fic. Y gracias por apreciar que estoy calzando el fic con el canon de la serie. Creo que desde que Cell murió hasta este capítulo habrán pasado unos cuantos años. (En unos capitulos mas adelante va a suceder algo en donde van a identificar exactamente en qué parte de la línea de tiempo de dbz estan ubicados)
Espero que sigan comentando para saber qué les parece el rumbo que está tomando la historia hasta ahora.
El proximo capitulo va a volverse a tratar más de Cooler, haciendo otro intento de cuidar a su hermanito :3 Y cell siendo cell xd Pero algo va a cambiar, lo juro.
El siguiente capítulo se estrenará más o menos el 3 de noviembre. Y nuevamente muchas gracias por sus comentarios y apoyo. Nos vemos. Bye bye.
Chapter 19
Notes:
Hola chicuelos
Como prometi aca esta el nuevo capitulo. Sigue dando vueltas alrededor de Cooler, pero al menos en este cap va a aclarar sus pensamientos. Y también hay pelea!!!
Así que sin mas que decir, solo que sigan a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram
Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Cooler paseaba ansioso por el exterior de la cueva, en su mente solo rondaba la inquietud. Los rumores sobre su hermano y el androide habían adquirido una magnitud que superaba sus peores suposiciones. A pesar de que él sabía que los rumores eran infundados, pues había presenciado personalmente las interacciones entre su hermano y Cell, no podía ignorar el impacto que estaban teniendo en la organización del ejército.
No estaba seguro de que hacer con esa nueva información.-¿Debería informar a nuestro padre?- reflexionó en voz alta por un momento, pero la idea fue rechazada de inmediato. Sabía que si lo hacía, su padre probablemente solo reprendería a los soldados por esparcir chismes y luego interrogaría a Freezer sobre la veracidad de los rumores. Cooler frunció el ceño con frustración. La certeza de que los rumores eran falsos no lo ayudaba a resolver el dilema que enfrentaba.
Tal vez no era necesario involucrar a su padre, pero ciertamente debía hablar con Freezer al respecto. Temía que su hermano se enfureciera y, en un arrebato de cólera, cortara todo contacto o comunicación con el androide. Cooler consideraría esto una victoria, pero sabía que también podría llevar a su hermano a creer que estaba manipulando la situación o incluso a negar la existencia de los rumores.
Mientras seguía dando vueltas, Cooler se preguntaba cómo podía abordar el tema con su hermano sin parecer que estaba interviniendo en su vida. Quería influir en las decisiones de Freezer, pero sabía que era una tarea casi imposible, especialmente debido a la actitud defensiva que siempre tenía ante cualquier comentario suyo. Las palabras de Cooler podrían desencadenar una reacción explosiva, y eso lo hacía vacilar en cuanto a la mejor manera de enfrentar la situación
Cooler se detuvo en seco y suspiró con resignación mientras mantenía la cabeza baja. No veía una solución clara a su dilema. Se dio cuenta de que solo había una persona en todo el universo capaz de influir y cambiar la opinión de Freezer, y, desafortunadamente para esta situación, esa persona seguía viva: Berriblue.
Volvió a suspirar y se cruzó de brazos, apoyándose en una pared cercana.-"Nunca supe cómo lograba eso"- pensó con nostalgia al recordar a Berriblue. Desde el cambio que tuvo Freezer desde la infancia, ella sabía cómo tratarlo. Lo curioso era que nunca le daba órdenes ni lo forzaba a actuar de una cierta manera. Simplemente sugería, y Freezer la escuchaba con atención.
Supuso que podría intentarlo. Solo sugerir. Aunque tenía sus dudas de que funcionara, ya que Freezer tenía un inmenso respeto por Berriblue, lo que no podía decir de sí mismo. Sabía que su hermano lo veía como un obstáculo, a pesar de haber heredado el imperio. Freezer aún lo consideraba un rival a superar.
Después de mucho tiempo de reflexión, solo pudo llegar a una conclusión: siempre terminaba con dolor de cabeza cuando sobreanalizaba asuntos relacionados con Freezer. Sabía que su hermano no era alguien fácil de tratar, y era probable que sus opiniones no fueran tomadas en cuenta, pero debía intentarlo, después de todo, se trataba de su hermano.
Cooler se reincorporó y, con determinación, ingresó de nuevo en la cueva. Mientras caminaba por los pasillos, meditaba sobre su enfoque. Sabía que debía ser sincero y sugerirle a Freezer que parecía actuar de manera diferente cuando se trataba de Cell. Además, había decidido enfrentar nuevamente al androide, ya que, curiosamente, aunque Cell podría parecerse a su hermano en algunos aspectos, consideraba que era un poco más racional que él.
Finalmente, llegó sin darse cuenta al mirador de la montaña, donde solo se encontraba su hermano, concentrado en su rastreador. Freezer levantó ligeramente la vista al notar la presencia de alguien, pero al ver que era Cooler, volvió su atención al dispositivo sin pronunciar una palabra.
Cooler se aproximó a la baranda de piedra junto a Freezer y se apoyó en ella, manteniendo un incómodo silencio. El único sonido que rompía el mutismo era un suspiro profundo y melancólico por parte del mayor.
A pesar de que su hermano no lo miraba directamente, Cooler podía sentir la pesadez que emanaba de él, una señal de que las cosas no iban bien. Suspiró nuevamente; a pesar de su deseo de intervenir en lo que sea que estaba ocurriendo entre Freezer y Cell, sabía que probablemente no serviría de nada. Para Freezer, él no era más que una figura secundaria en el gran esquema de las cosas, y eso lo hacía sentir impotente. Lo único que podía hacer era ser honesto.-Voy a volver a pelear contra Cell.- anunció finalmente rompiendo el silencio que se había prolongado demasiado.
Freezer alzó la vista en silencio, su mirada era intensa y amenazante, pero Cooler no se inmutó. Esta mirada era una expresión común en su hermano menor, incluso él mismo solía usarla. La tensión en el aire era palpable.
-No intentaré convencerlo de que se una a mi ejército.- prosiguió dispuesto a no ocultar nada a su hermano.-Solo... quiero enfrentarlo una vez más.
Freezer gruñó molesto y desvió la mirada, volviendo su atención al rastreador.-No me interesa lo que hagas.- murmuró en tono cortante, dejando claro que su hermano no tenía influencia alguna sobre sus decisiones.
Para Cooler, esa respuesta fue una clara señal de que su hermano no creyó ni una palabra de lo que dijo y que se había enfurecido por sus palabras. Lo conocía lo suficientemente bien como para no sorprenderse por su reacción, pero eso no evitaba que su actitud lo molestara. Dejó escapar un jadeo de hastío sin ocultar su enfado.-Dije que no planeo llevarme a Cell a mi ejército- volvió a aclarar, siendo completamente sincero por primera vez en mucho tiempo.-¿Por qué te molesta?- exclamó, elevando su ki de manera controlada.
Inmediatamente, Freezer también incrementó su ki drásticamente, a diferencia de su hermano, no se contuvo.-¡No me molesta!- exclamó volteandose hacia Cooler. Ambos se encontraron frente a frente, manteniendo miradas firmes.-Y no importa lo que planees. No funcionará.- añadió con seriedad.
Las energías que emanaban de ellos hicieron temblar la montaña, y después de unos segundos, ambos desviaron la mirada en direcciones opuestas, refunfuñando entre dientes. Era casi una costumbre para ellos tener discusiones de este tipo de vez en cuando.
Oficialmente, no podía hablar con sinceridad con Freezer, al menos no por ahora. Cooler resopló con indiferencia por la disputa y le dio la espalda, listo para marcharse del lugar. Sin embargo, antes de alejarse, lanzó una última mirada de reojo a su hermano. Lo conocía desde siempre, y esa actitud altanera y exaltada era típica de él. Pero la relación con el androide, quien parecía inmune a sus arrebatos o incluso los encontraba divertidos, daba sentido a los rumores. Y más aún por los celos que intentaba ocultar, aunque eran más que obvios.-"Los soldados tienen razón. Parecen pareja"- pensó incómodo por sus propios pensamientos antes de elevarse por los aires. Suponía que si la gente llegaba al extremo de decir esas cosas, quizás no estaban tan lejos de la realidad.
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Cell se encontraba en medio de un terreno desértico y rocoso, investigando un objeto brillante que había llamado su atención. Al acercarse, descubrió que se trataba de restos de una vieja máquina o algo similar enterrados en la tierra. Aunque no estaba seguro de su utilidad, supuso que el Dr. Gero podría encontrar alguna forma de aprovecharlo. No dejaba de sorprenderse de la capacidad del científico para dar utilidad a cualquier objeto.
Mientras despejaba las piedras alrededor del objeto, Cell percibió una presencia que se acercaba a gran velocidad. Era Cooler, y el androide de inmediato sospechó que probablemente volvería a molestarlo con su oferta de unirse a su ejército.
El demonio del frío aterrizó a unos metros del androide y lo saludó, aunque su semblante denotaba cierta molestia a raíz de la disputa que había tenido con Freezer. Sin embargo, Cooler no tenía la intención de persuadir al androide para que se uniera a su ejército o alejarlo de su hermano; lo que realmente deseaba saber eran las verdaderas intenciones de Cell.
-Pronto me iré con mi ejército.- declaró Cooler, atrayendo la atención del androide, quien seguía concentrado en extraer el objeto del suelo.- Quería saber si has considerado mi propuesta.
-No.- respondió Cell sin titubear, sin apartar su mirada de la máquina mientras la extraía por completo de la tierra. Cooler mantuvo su mirada fija en el androide, desconcertado por la sequedad de la respuesta.
Sosteniendo la máquina en sus manos se volvió hacia el demonio del frío.-Porque no tengo nada que considerar.- replicó con un tono indiferente, como si la idea de unirse al ejército de Cooler no le interesara en absoluto.
El demonio del frío suspiró con pesar.-Entiendo.-dijo sin apartar la vista de Cell, quien sentía su mirada intensa clavada en él.
Después de unos segundos de silencio, Cell se volvió hacia Cooler, su expresión claramente molesta.-¿Qué? .-preguntó bruscamente, evidenciando su frustración por la insistencia de Cooler.
-¿Por qué? -Cooler preguntó por inercia, sorprendiendo nuevamente al androide, quien se quedó en silencio sin saber cómo responder.-¿Por qué prefieres entrenar con Freezer?-volvió a preguntar con tranquilidad.
El androide pareció enojarse aún más y desvió la mirada, fingiendo estar interesado en el mecanismo del objeto que había encontrado.-No es asunto tuyo.- respondió con firmeza.
Cooler avanzó rápidamente hacia el androide.-Por supuesto que lo es, se trata de mi hermano.-señaló con determinación. Aunque Cell seguía siendo reacio a darle una respuesta, Cooler resopló con una sonrisa irónica ante la terquedad del androide.- "Tal vez sí son el uno para el otro."- pensó con humor, aunque sabía que aún tenía que averiguar aquello que lo inquietaba y si no podía hacerlo por medio de una conversación siempre existía otra manera.-¿Quieres pelear de nuevo?- preguntó de manera casual.
Cell giró la cabeza con incredulidad y luego sonrió.-No eres tan fuerte, pero me gusta tu persistencia.- respondió aceptando rápidamente la idea de una nueva batalla.-Aunque te advierto que no tengo intenciones de aceptar su oferta.- agregó, dejando claro su postura.
El demonio del frío se encogió de hombros, resignado.-Puedes hacer lo que te parezca mejor. No volveré a insistir.- declaró con honestidad mientras caminaba a su alrededor manteniendo su mirada fija en el androide.-Pero te advierto que esta vez te sorprenderás.
Cell lo observó con entusiasmo. Había tenido una pelea hace unas horas contra Nappa y Raditz que resultó bastante decepcionante, y estaba deseoso de enfrentarse al demonio del frío. Además, sabía que si Cooler se marchaba en unos días, esta era su oportunidad.-¿Y cómo piensas sorprenderme?- preguntó con interés mientras dejaba el artefacto a un lado.
En respuesta, Cooler elevó su ki estrepitosamente, toda la superficie a su alrededor comenzó a temblar. El androide lo observaba fascinado al percibir como el nivel que creía tener aumentaba gradualmente superando sus expectativas. Su tamaño pareció aumentar al igual que unos cuernos emergían de su cabeza hasta que finalmente alcanzó su forma final.
Cell quedó visiblemente sorprendido al ver cómo el nivel de poder de Cooler había aumentado considerablemente.-¿Por qué no te transformaste antes?- preguntó, mostrando su asombro por la diferencia de poder con su estado base actual.
-Cuando lo consideré, Freezer nos lanzó una supernova.- recordando la última pelea que habían tenido junto a su hermano.
El androide resopló, algo avergonzado por haber frenado la pelea anterior y no haberle dado a Cooler la oportunidad de transformarse. Aunque en ese momento ya no importaba; ahora podía darlo todo en su enfrentamiento contra la nueva transformación de Cooler.
Ambos se miraban fijamente, como depredadores listos para el combate midiendo sus fuerzas. Inadvertidamente, el demonio del frío se lanzó hacia el androide con un embate furioso, impactando con su defensa. La pelea comenzó con una intensidad impresionante, generando una onda expansiva que se propagó a su alrededor. Los dos combatientes parecían estar en igualdad de condiciones, y cada uno de los ataques de Cell era esquivado o bloqueado hábilmente por Cooler, quien, a pesar de estar concentrado en la batalla, no podía ocultar su creciente frustración. Cada golpe y movimiento del androide lo desconcertaba más.
Cell, sonreía con entusiasmo por la pelea. Cada bloqueo de sus ataques solo parecía aumentar su emoción por el combate. Estaba disfrutando al máximo la oportunidad de enfrentar a Cooler en su última forma.
Sin embargo, a medida que la pelea avanzaba, el demonio del frío se tornaba más violento y agresivo. La confusión y el enojo crecían en su interior, sin comprender las razones detrás de las acciones de Cell.
El androide logró sujetar el puño que se dirigía directo a su rostro, lo que provocó que soltara una sonrisa engreída.-Realmente eres fuerte, pero no lo suficiente.- bromeó.
Ese comentario desencadenó la furia de Cooler, quien ya no podía mantener la paciencia con ese sujeto. Sabía que su fuerza superaba a la de Freezer, lo que solo aumentaba su desconcierto. No entendía por qué el androide prefería seguir al lado de su hermano. ¿Qué planeaba? ¿Por qué Freezer?
A pesar de que el androide sostenía su puño, ejerció más presión, lo que provocó que finalmente su puño se estrellara contra su rostro. La furia de Cooler lo impulsó a lanzar un ataque feroz. Se lanzó con saña, su velocidad y ferocidad aumentando con cada golpe, a la vez que su poder crecía.
-¿Cuál es tu problema? - preguntó Cell mientras esquivaba un golpe, pero no pudo evitar el siguiente que lo alcanzó en el rostro. Dio unos pasos hacia atrás y optó por refugiarse detrás de sus brazos, pero debido a los poderosos ataques de Cooler, se le dificultaba mantener la guardia arriba. - ¿Por qué estás tan enfadado? ¿Es porque no quiero unirme a tu ejército?
Cooler continuó atacando con firmeza e intensidad, infligiendo daño considerable al androide. - ¡Aléjate de mi hermano! - expresó con rabia en su voz, dejando claro que esa era la fuente de su enojo. Continuó golpeando hasta que finalmente, con un poderoso golpe, logró derribarlo al suelo.
El androide levantó la vista confundido, podía percibir que el enojo de Cooler estaba relacionado de alguna manera con Freezer, pero no comprendía completamente la profundidad de la situación.- Creo que me estás malinterpretando - mencionó confundido mientras se incorporaba.
Cooler se acercó a una velocidad increíble, y la batalla se desató con furia. Intercambiaron ráfagas de energía y golpes poderosos mientras el suelo temblaba bajo sus pies.
-¿Malinterpretado? - se dijo mientras continuaban intercambiando golpes. - ¿Crees que puedo creerte después de todo lo que ha pasado? ¿Lo que has causado?
Mientras esquivaba los golpes, el androide observó con sorpresa a Cooler, distraído por sus palabras.- ¿Qué?
La distracción permitió que Cooler asestara un golpe directo en el rostro de Cell, lanzándolo hacia atrás. El demonio del frío lo siguió rápidamente, embistiéndolo y llevándolo a estrellarse contra varias rocas hasta que finalmente el androide quedó incrustado en una gran roca. Cooler sostenía sus antebrazos, haciendo fuerza para hundirlo aún más en la roca.
-¿Qué se supone que he causado? - preguntó aún más confundido por las acusaciones de Cooler, pero este último no tenía intenciones de ceder.
Con ira desatada, Cooler comenzó a golpear brutalmente a Cell, quien se encontraba indefenso, incapaz de defenderse contra los feroces golpes que llovían sobre su rostro y cuerpo. Cada impacto provocaba que chorros de sangre salpicaran en todas direcciones, y los quejidos de dolor de Cell resonaban en el aire como una súplica de clemencia. Con cada golpe, la intensidad de la ira de Cooler crecía, alimentada por la creciente confusión y el odio que sentía hacia el androide. La furia ardía en los ojos de Cooler mientras la tormenta de golpes continuaba.
Finalmente, con un rugido de ira, Cooler lanzó un poderoso ataque de energía que colisionó contra Cell, impactando con una explosión estrepitosa. - ¡¿Por qué siempre estás con Freezer?! ¡¿Cuál es tu intención con él?! - vociferó con un tono impregnado de rabia que retumbó en el aire.
Iba a continuar golpeándolo, sin embargo de entre la nube de humo de la explosion, el androide logró sujetar a Cooler con gran esfuerzo, impidiendo que continuara los ataques. Lo mantenía en su lugar con una fuerza sobrenatural, y, a pesar de su rostro golpeado y ensangrentado, el androide miró a Cooler con determinación a través de la ligera capa de humo.- Freezer me agrada. Tan simple como eso. - Ambos mantuvieron la mirada por unos segundos en que el androide mantenía la seriedad. Esto dejó a Cooler impactado y sus intentos de liberarse cesaron. Incluso en su desventaja, la honestidad de Cell en sus palabras era palpable. - No sé por qué, pero siento como si fuéramos iguales de alguna manera.
La respuesta del androide dejó a Cooler perplejo. ¿Podría ser que lo que decía fuera cierto? ¿Podría Cell realmente sentir algo auténtico hacia su hermano? La sinceridad en la voz de Cell era innegable y no parecía estar bromeando. Sin quitarle la vista de encima le preguntó con vacilación.- ¿Estás diciendo la verdad?
Cell lo empujó hacia atrás, creando espacio entre ellos. Sus palabras fueron claras y directas, sin rastro de engaño en su tono de voz. - No tengo ningún motivo oculto. Me gusta estar cerca de Freezer, nada más.
Comenzó a considerar que, quizás, sus inquietudes hacia el androide no habían sido justas. ¿Podría Cell haber encontrado una conexión genuina y significativa con su hermano menor? Las palabras sinceras de Cell brillaban en medio del caos de la pelea, forzando a Cooler a replantear sus suposiciones.
Dejó que la risa se desvaneciera en el aire mientras sus pensamientos seguían girando en torno a las palabras de Cell. La posibilidad de que el androide realmente sintiera un aprecio sincero por Freezer comenzaba a tomar forma en su mente. Sus prejuicios estaban siendo desafiados, y por primera vez, se permitió considerar que su hermano menor podría haber encontrado algo en el androide que él mismo había subestimado. Tal vez, con sus genes saiyajin, Cell tenía una forma de expresar emociones que iba más allá de lo que conocía. - ¿Podría ser que estés diciendo la verdad? - susurró para sí mismo, aunque la idea ya lo había persuadido por completo. Jamás habría esperado algo así, sintió cómo la ira y la confusión que había experimentado durante la pelea se desvanecían en medio del campo de batalla. Otra pequeña risa escapó de sus labios. Era una locura que alguien así pueda existir.-Me alegra que no tengas malas intenciones hacia mi hermano.-dijo con sinceridad.
Cell no entendía del todo el interrogatorio, pero estaba decidido a seguir luchando. Aumentó su ki hasta llegar a su estado de super Saiyajin, listo para enfrentar realmente a Cooler.-De cualquier manera, te derrotaré.-dijo determinado
-”Se parece demasiado a un Saiyajin”- pensó el demonio del frío resignado por el irremediable adn del androide. Resopló con una sonrisa y se preparó para continuar la pelea. Esta vez sin ninguna otra intención, más que ganar.
Esta vez fue Cell quien arremetió contra Cooler, comenzando un intercambio de golpes. Ahora en su estado de Super Saiyajin, había aumentado su poder de manera significativa y superaba a Cooler en términos de fuerza y velocidad. Sin embargo, este no se dejó abrumar y luchó con tenacidad.
El androide se elevó a unos metros del demonio del frío y lanzó una andanada de Kikoho, disparando poderosas ráfagas de energía hacia Cooler. Este último aguanto los ataques y respondió con su Supernova, una poderosa esfera de energía que se expandió rápidamente en un intento desesperado por mantener a raya a Cell.
El androide sonrió sorprendido ante la revelación de que Cooler también pudiera hacer esa técnica, pero rápidamente salió de su asombro y respondió con un Rayo Mortal Poder Total provocando que se desatara una gran explosion que estalló el ataque del demonio del frío.
Sin embargo y pese a anular su ataque, Cooler se aproximó y embistió al androide. Las explosiones retumbaron en el área desértica mientras los dos luchadores se lanzaban energía y golpes a una velocidad vertiginosa.
Sin previo aviso, un golpe impactó duramente contra Cell el cual le removió la vista por un instante. Definitivamente, había sido el golpe más potente que había recibido durante toda su estancia en el infierno. Por lo que aturdido, sonrió con malicia antes de asestar un impactante Golpe del Dragón a Cooler, quebrando varias de sus costillas con un crujido audible. Cooler soltó un grito de dolor y cayó desplomado al suelo.
Tras unos segundos en que pareció haber derrotado al demonio del frío, este comenzó a levantarse. Pese a todo el daño en su cuerpo aumentó su ki al máximo negándose a rendirse.
El androide se aproximó a gran velocidad con la intención de continuar con su ataque. Sin embargo se vio alcanzado por unos rayos que emanaban de los ojos de Cooler. Antes esto, Cell se vio obligado a usar su Barrera de Energía para protegerse. Sin embargo, estaba claro que el androide estaba agotando sus energías, y la pelea estaba tomando un gran desgaste tanto en él como en Cooler.
El rayo lo desplazó a varios metros de distancia. Cuando este desapareció, el demonio del frío apareció de improviso frente a él y le propinó una patada que lo levantó del suelo.
Cell se defendió hábilmente de estos ataques. Hasta que reunió sus últimas fuerzas y rápida y sorpresivamente género una esfera de energía entre sus manos.-¡Kamehameha! -exclamó mientras un rayo de energía masiva que iluminó el cielo despejado. La onda expansiva del ataque envolvió a Cooler, quien resistió durante unos momentos antes de ser empujado hacia atrás por la abrumadora fuerza del ataque.
Este ataque fue suficiente para derrotar a Cooler, quien cayó nuevamente al suelo derrotado. El androide también estaba exhausto y herido, pero había logrado prevalecer en la intensa batalla.
El demonio del frío yacía en el suelo, magullado y jadeando. Intentó ponerse de pie, pero sus piernas le fallaron y cayó de nuevo. Con gran esfuerzo, arrastró su cuerpo hasta una roca cercana y apoyó su espalda contra ella, sintiendo un dolor agudo en su costado derecho que le hacía pensar que realmente tenía algo roto.
Cell se acercó caminando con calma, aunque su respiración seguía siendo irregular debido al esfuerzo de la batalla. Se sentó junto a Cooler en una pequeña roca, tratando de disimular la fatiga que también lo afectaba.-No puedo matarte, pero consideraré que gané.-mencionó.
Cooler resopló con molestia ante el comentario, pero no pudo evitar soltar una pequeña risa. Era igual de presumido que su hermano. El orgullo lo llevó a responder involuntariamente.-Sí, ganaste.
-Eres más fuerte de lo que pensé, incluso…-pero no terminó la frase, dejándola en el aire.
Cooler lo observó de reojo y sonrió con sutileza-¿Más que Freezer? .-preguntó específicamente para molestar al androide, quien se mantuvo en silencio. -Adelante, puedes decirlo -dijo Cooler con gracia.
Había demostrado ser más fuerte que su hermano, pero aún así no creía que el androide tuviera intenciones de aceptar su oferta.
Cooler comenzó a entender que, en términos de intenciones y motivaciones, Cell era más simple de lo que había imaginado. Se dio cuenta de que el androide era más como un experimento de laboratorio, un ser que no entendía del todo su lugar en el mundo y actuaba por instinto. De cualquier forma, era reconfortante saber que no tenía malas intenciones, solo era un cabeza hueca que se había metido en algo que no comprendía por completo.
Cell estaba pensativo mirando al horizonte, sin embargo se dirigió hacia Cooler en completa seriedad.-¿Puedo preguntarte algo?- preguntó con curiosidad. A lo que el demonio del frío asintió sin problemas ante las dudas del androide.-¿Por qué tu padre eligió a Freezer como emperador de su ejército? - lo interrogó sin miedo.-No menosprecio la fuerza de Freezer, pero creo que podrías liderar el ejército con facilidad, sin mencionar que tu poder es superior.- Incluso creía que hasta cierto punto Cooler era más maduro que el actual emperador.
El demonio del frío, con gran sorpresa, se tomó unos segundos en pensar las palabras correctas, pues nadie se había atrevido a preguntar sobre eso.-Él era la mejor opción para comandar el ejército. Puede tomar decisiones difíciles sin preocuparse por nimiedades.-mencionó con total honestidad.-Freezer es diferente a todos.-respondió finalmente con una sonrisa sincera. Dicho esto, se apoyó en una roca, se incorporó con dificultad y respiro hondo mientras sujetaba su costado lastimado.-Y ya que somos honestos.-dijo llamando la atención del androide.-¿Por qué deseas quedarte con el ejército de Freezer?- Otra vez esta pregunta volvió a estremecer a Cell. Este parecía tener una batalla interna sobre si respondía o no. A lo que Cooler habló nuevamente.-Entiendo, te agrada pero una mejor pregunta ¿Porque quieres estar con Freezer?¿Porque te agrada?-preguntó sin odio o cualquier tipo de pesadez en su persona. Solo tenía curiosidad.
Cell desvió la mirada incómoda por esa pregunta, fue una pequeña acción que le sacó una sonrisa a Cooler por su timidez.
Tardó unos segundos en responder, pero finalmente se aclaró la garganta aún con incomodidad, pero estaba dispuesto a ser honesto con el demonio del frío.-Supongo que porque Freezer es diferente.
Cooler río con gracia y resignado dejó caer su cabeza hacia atrás. Se sentía satisfecho con esa respuesta. ¿Quién diría que alguien mitad saiyajin podría ser tan sentimental?-¿Sabes? Freezer también te ve diferente a los demás.-dijo para la sorpresa del androide, quien al encontrarse con la mirada de Cooler bajó la vista apenado e incómodo por la conversación.
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Había transcurrido un largo tiempo para que pudiera sentirse con fuerzas suficientes como para volver volando a la cueva. Al acercarse a la entrada, divisó a Freezer, quien nuevamente estaba absorto en su comunicador. Cooler sonrió con malicia y descendió frente a la entrada de la cueva. Estaba ansioso por contarle a su hermano cómo le fue en su pelea con el androide.
Caminó con determinación hacia la entrada, pero al pasar junto a Freezer, notó que este lo ignoró por completo. Inquieto por la falta de reconocimiento, retrocedió hasta quedar a su lado.-¿No me vas a preguntar cómo me fue en mi pelea con Cell? -le preguntó con cierto tono de incredulidad.
-No.-respondió de manera seca y sin mirarlo.
-¿Estás seguro?-volvió a insistir.
Freezer levantó la mirada con evidente enojo, pero su expresión cambió rápidamente cuando se dio cuenta del estado lastimado de su hermano y más aún, se encontraba en su última transformación. En un primer momento, no dijo nada, pero luego retomó su actitud altanera.-No me interesa.-declaró fríamente y volvió su atención a su rastreador.
Cooler soltó una risa irónica y se encogió de hombros antes de entrar a la cueva. Aunque su cuerpo estaba gravemente lastimado y cada paso le causaba dolor, al menos podía descansar por primera vez desde que se reunió con el ejército de Freezer. Tenía la tranquilidad de que su hermano no corría peligro, pero todavía planeaba hablar con él sobre los rumores que había escuchado.
Mientras se adentraba en la cueva, se sintió observado por lo que rápidamente miró sobre su hombro, percatandose de que Freezer aun lo observaba desde lejos. Incluso se ocultó detrás de un arco de piedra para evitar ser visto.
Aun debía estar impresionado por su apariencia. Nunca lo había visto tan lastimado en su última transformación.-”Supongo que eso no lo va a desanimar”- se dijo pensando en la extraña relación que tenía su hermano con Cell. Aunque Freezer no era del tipo que se dejará intimidar por nadie, ni siquiera por alguien tan fuerte como el androide.
Llegó a un túnel oscuro y se detuvo, apoyándose completamente en la pared para tomar un merecido descanso. Bajó la cabeza, afligido por todo lo que había experimentado en ese día. Cada evento había sido una sorpresa abrumadora.
Hasta ese momento, los rumores parecían solo eso, rumores. A pesar del potencial de verdad que podría haber detrás de las palabras de Cell, todavía no podía estar seguro. Un escalofrío recorrió su espalda al pensar en la posibilidad de que esos rumores fueran ciertos en algún momento. Nunca había imaginado que su hermano podría permitir a alguien acercarse a él. La actitud de Freezer no hacía que este fuera una persona fácil con quien convivir. Pero ahora, al vislumbrar una pequeña posibilidad, solo podía sentir temor por el destino del androide.
Conocía a su hermano mejor que nadie y estaba consciente de su crueldad y sus ambiciones. Si, por algún motivo, hubiera una relación más profunda entre ellos, temía que el androide sería el que saldría perjudicado. Conocía las oscuras sombras que habitaban en el corazón de Freezer y sabía que, si Cell creía que podía ganar un favor o un trato especial, se enfrentaría a una decepción segura.
Después de años de convivencia, había aprendido que Freezer era incapaz de sentir amor o compasión. Había sido testigo de cómo trataba a su propia familia, incluyendo a su padre y su propio hijo, Kuriza.
Cell podría ser fuerte, incluso más fuerte que Freezer, pero su hermano tenía una personalidad crueldad y una ambición tan despiadada que podrían derrotar incluso al oponente más fuerte.
Notes:
Creo que Cooler recurrió a todo: Intento ignorarlo, intento evitarlo, intento hablar con freezer y con cell, intentó negociar y hasta intervino, PERO le tocó hacer lo que cualquier hermano mayor haria: moler a golpes a Cell (aunque él quedó hecho picadillo xd)
Bueno, creo que cooler ya hizo lo suficiente (además él empezó todo xd) y ya en el próximo capítulo se va con su ejército PERO primero hablará por última vez con cell y con freezer. Además habrá una sorpresita en el próximo capítulo :3 así que no se lo pierdan.
Willow BW: muchas gracias por tu comentario. Freezer si sospecha... o no. Ya lo veran...Y si, Cooler es tremendo sapo xd
artmattpher_15: A puro chambear que la renta no se paga sola xd jajaj Aaa pss, la verdad no celebro el dia de muerto, pero gracias :D Espero que tu hayas pasado un buen día de muertos ;)
TorterraGarden: Thank you so much! They are also my favorite ship. I'm glad you like this slowburn fic. I try to make their personalities as close to canon as possible, so that's where they go: to canon (with a touch of the ship, obviously jeje)
El próximo capítulo va para el 1 o 2 de diciembre. Gracias por apoyar el fic. Nos vemos
Chapter 20
Notes:
Hola tarolas, saludos a todas las pirinolas!
¡20 capítulos! ¡Un aplauso para este capítulo! xd
No puedo creer que ya llevamos 20 jaja Gracias por su apoyo en este fic. Me alegra que hayan personas que les guste este ship y sobre todo mi historia. Son unos amores <3
Ahora, en este capítulo se va Cooler :c Aunque admito que me gusto escribir sobre él y darle el rol de hermano mayor preocupado. Pero volverá a aparecer más adelante :) Incluso hasta ya estoy teniendo ideas para hacerle su propio fic (pero eso lo vere mas adelante.)
Sé que la relación entre cell y freezer ha avanzado muy lento (les recuerdo que es un slowburn xd ) pero les prometí una sorpresa. Algo va a avanzar en este capítulo.
Así que, sin mas aqui esta el capitulo. Y no olviden seguir a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram (eres grande michu!!)
Disfruten el cap
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Recordaba la majestuosa sala de audiencias en el palacio real. Su padre los había mandado a llamar para anunciar lo que ambos habían estado esperando durante años. King Cold se encontraba en el trono, tenía una expresión solemne, mientras que Cooler y Freezer estaban de pie frente a él. El silencio se cirnió en la sala antes de que King Cold tomara la palabra.
Los hermanos intercambiaron miradas rápidas, llenas de tensión. Sabían que esta reunión era crucial no solo para ellos, sino para el resto del universo.
-Mis queridos hijos, ha llegado el momento de tomar una decisión importante para el futuro del imperio. He estado observando sus acciones y decisiones cuidadosamente en los últimos años. Ambos son líderes excepcionales, pero la hora de la sucesión se acerca.- King Cold habló con solemnidad, sus ojos escudriñando a sus dos herederos.
Tanto Cooler como Freezer escucharon en silencio, anticipando la decisión de su padre. Cada uno de ellos ansiaba ser el elegido, pero la incertidumbre los carcomía.
Los ojos de King Cold se posaron en su hijo menor. - Freezer, desde hace mucho tiempo has demostrado ser un estratega frío y calculador. Siempre piensas en lo que es mejor para el imperio, incluso si eso significa tomar decisiones difíciles. Has demostrado que eres un verdadero líder.
Freezer ocultó su emoción tras una máscara de indiferencia, aunque su corazón latía con orgullo. Asintió en agradecimiento por las palabras de su padre, tratando de mantener su compostura.
Luego, la vista de King Cold recayó en su hijo mayor. - Cooler, tú también eres un líder excepcional, y valoro tus habilidades. Pero he notado inquietud y cuidado constante por los demás, incluso a costa de la eficiencia. Y esa preocupación te ha impedido tomar decisiones más duras que a veces son necesarias.
Cooler apretó los puños con frustración, luchando por contener su enojo, pero se mantuvo en silencio, consciente de que este era un momento crítico.
-Por lo tanto, he tomado una decisión.- King Cold habló con determinación, y los dos hermanos se inclinaron hacia adelante, esperando escuchar la revelación.-Freezer, tú serás mi sucesor en el trono del imperio. Eres un prodigio en cuanto a tus habilidades y tu falta de apego emocional lo han demostrado.- Las palabras de King Cold resonaron en la sala, marcando el destino de su imperio.
Freezer se sintió triunfante por dentro, aunque mantuvo una expresión imperturbable en su rostro. Una leve sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios, y sus ojos reflejaron un brillo de éxito.
-Entiendo que esto puede ser un shock para ambos. Pero es lo mejor para el futuro del imperio. - King Cold concluyó su declaración, y la sala quedó en silencio, con la tensión palpable en el aire.
Tras el anuncio, Cooler y Freezer abandonaron la sala. Una vez afuera, Freezer soltó una ligera risa, provocando a su hermano mayor. Cooler, visiblemente molesto por ello, no pudo contener su frustración y gruñó exasperado.-¡No puedo creerlo! ¡Siempre te preocupas solo por ti mismo! - le reclamó indignado.
Freezer respondió con una sonrisa burlona.- Cooler, el imperio es lo único que importa. Tú siempre te preocupas demasiado por los demás, por mí, por los soldados. El ejército es una herramienta reemplazable.- Sus palabras resonaron con un toque de crueldad, resaltando la brecha entre los dos hermanos y la decisión que había sido tomada.-Eres muy blando, y eso te costó el trono.
-¿No entiendes, Freezer? No se trata solo del imperio. Hay más en la vida que el poder y la ambición.-le dijo Cooler, irritado y frustrado por la decisión de su padre y la actitud de su hermano.
El menor resopló.-¿Qué más podría haber? Eso son cosas irrelevantes que conducen a la debilidad. Y la debilidad solo lleva a la derrota.- respondió Freezer, convencido de sus palabras.
-¡No lo entiendes! No todo en la vida se trata de debilidad o fuerza. Hay más que eso... tú…-bajó la vista apenado y con un suspiro melancólico continuo.-Recuerdo a mi hermano con inocencia, curiosidad e incluso amabilidad. ¿Has perdido todo eso? - cuestionó Cooler.
Su hermano no pareció turbado por ese comentario, sino que habló tan frío como siempre.-El Freezer que conociste ya no existe. Y no espero nada más de la vida que controlar el imperio de nuestro padre.
Ambos mantuvieron la mirada desafiante el uno al otro. A pesar de la discusión y la actitud de su hermano, Cooler no podía evitar admitir para sí mismo que Freezer era el más indicado para el trono. Su padre tenía razón en cuanto a sus estrategias y en la toma de decisiones, las cuales él no podría realizar. Aun así, no pudo evitar sentir un atisbo de tristeza por la pérdida de la relación que solían tener.
Asintió apesadumbrado.-Tienes razón, Freezer. Incluso si no hubieras cambiado tanto, admito que siempre fuiste el más adecuado para el puesto.- admitió, aunque se podía notar molestia en su voz.
Freezer solo resopló con aires de grandeza.-Demoraste en darte cuenta, hermano.
Cooler lo miró molesto por un instante al ser tan altanero.-Pero eso no cambia el hecho de que me preocupo por ti. A pesar de todo, siempre serás mi hermano, y jamás podría odiarte.- mencionó con más ánimo a pesar de la gran decisión que tomó su padre.
Freezer desvió la mirada incómoda por la felicidad de su hermano hacia él y comenzó a caminar.-Eres tan sentimental, Cooler.
Cooler se encogió de hombros y caminó junto a su hermano.-Así es como soy.-dijo sonriendo ligeramente.
Ese recuerdo lo tenía tan vivido. Aunque transcurrieron muchos años desde ese día, esa decisión y esa conversación lo marcaron profundamente.
Miró a un lado suyo, donde se encontraba Freezer. Este parecía molesto como siempre, o tal vez solo estaba impaciente esperando que los científicos terminaran de mapear el territorio.
Finalmente el Dr. Gero había construido un radar para cartografiar los territorios que se encontraban a kilómetros de distancia. Con esta nueva creación les facilitará ver el territorio y casi terminaban la repartición de exploración del nuevo territorio.
Al notar que lo observaba Freezer gruñó y se acercó a los soldados. Antes de que pudiera decir algo el Dr. Gero hablo.- Ya está listo.-comentó volviéndose hacia los demonios del frío.- Solo faltaria traspasar la información a los rastreadores.
-Lo haremos enseguida. -se apresuró a decir otro soldado científico del ejército.
-Bien.-comentó Freezer, dando por terminado el asunto. Luego, se volvió y sin decir nada a nadie, se fue volando del lugar.
A todos los presentes les pareció más extraño de lo normal, por lo que intercambiaron miradas confusas. Cooler solo suspiró.-Avísenme cuando esté lista la información.-dijo cortésmente antes de también marcharse tras su hermano.
Rápidamente se apresuró hasta llegar al lado de su hermano. Este lo vio de reojo y luego fijó su vista hacia delante, ignorándolo por completo.-¡Freezer!- le gritó, llamándolo.
-No tengo ganas de hablar contigo.-respondió Freezer con simpleza.
-Es importante.- insistió Cooler.
Freezer suspiró y aumentó la velocidad, por lo que Cooler lo siguió insistente.-¡Vamos!- le exclamó, como cuando eran niños. Freezer era tan necio. Aunque el más joven esquivaba las negras montañas, Cooler lo seguía de cerca con agilidad. Antes de que intentara otra cosa, se apresuró y se acercó lo suficiente como para sujetar a Freezer del antebrazo. Este intentó zafarse, pero su hermano se negaba a soltarlo.
-¿Qué te pasa?-preguntó Freezer molesto mientras seguía volando a gran velocidad.
-Quiero hablar -exigió Cooler con una mirada severa. Su hermano no parecía inmutarse, por lo que agregó-. En unas horas me iré, solo quiero decirte algo y ya no me tendrás que escuchar más.
Tras unos segundos de meditación, Freezer redujo la velocidad y de un movimiento brusco se quitó de encima el agarre de su hermano.-¿De qué quieres hablar?-preguntó, volviendo su vista hacia adelante.
Cooler, al tener su atención y extrañamente su disposición, solo suspiró, sintiéndose incómodo por lo que iba a decir.-Escuché a unos soldados hablar el otro día sobre un rumor…
Rápidamente, Freezer le clavó la mirada, claramente intrigado. ¿Iba a contarle un chisme del ejército? ¿Desde cuándo le interesaban esas cosas?
Al verse observado, Cooler tragó saliva, sin saber cómo reaccionaría su hermano.-...sobre ti y Cell.
Dicho esto, su hermano volvió la vista al frente, desinteresado.-No debe ser nada. A veces entrenamos, y ya sabes cómo son los soldados, siempre andan rumoreando.- mencionó con indiferencia. Cooler se mantuvo en un incómodo silencio. Un silencio que se prolongó tanto que Freezer lo miró de reojo.-¿Qué?- preguntó con duda. Sin embargo, Cooler no pudo evitar sonreír nerviosamente, lo que hizo que la preocupación se apoderara de Freezer.-¿Qué sucede?-volvió a preguntar, insistente.
Intentó disimular su risa nerviosa, pero le resultó imposible.-Dicen que tú y Cell son pareja.-finalmente comentó.
Freezer pareció patinar en el aire para detener su vuelo. Inmediatamente después de detenerse, se volvió hacia su hermano, que llegó junto a él.-¿Quién dijo eso?-preguntó, frunciendo el ceño.
Cooler se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.-No importa quién fue, todos lo comentan.
-¡¿Qué?!- exclamó, quedando en estado de shock al mismo tiempo que sus mejillas y rostro se cubrían de un tono rojizo.
Cooler trató de no reírse al verlo tan alterado, por lo que solo carraspeó para volver a tener su atención.-Creo que si no quieres empeorar los rumores, será mejor que no estés tan cerca de Cell.
Rápidamente, Freezer levantó la vista para enfrentar a su hermano, quien se apresuró a hablar.-No lo digo porque planee algo contra ti.- se excuso, negando cualquier acto.
Mantuvo la mirada por unos segundos en un intento de adivinar sus intenciones.-¿Por qué siempre insistes en hablar de Cell?- preguntó seriamente, aunque aún mantenía gran parte de su rostro abochornado.
Cooler lo observó con preocupación y suspiró apesadumbrado antes de acercarse. Sujeto a Freezer por los hombros con delicadeza, de la misma manera que lo hacía cuando eran niños.-Lo digo en serio, me preocupa.-comenzó a decir en un tono protector.-Cell es alguien… peculiar.-dijo, pensando cuidadosamente sus palabras para no crear ningún malentendido.-Y temo por la influencia que podría tener en ti.
Freezer mostraba indiferencia mientras escuchaba a su hermano, pero al terminar de hablar, este comenzó a reír.-Él no tiene ningún poder sobre mí y jamás será así.-aclaró con plena confianza y arrogancia.-Como siempre, te preocupas demasiado.
Las palabras de Freezer provocaron que Cooler bajará los brazos desanimado, liberando a su hermano.-Con respecto a los rumores.- dijo Freezer, algo incómodo por el tema y desviando la mirada.-Solo son una forma de pasar el tiempo, no se pueden evitar, y seguramente pronto hablarán de otra cosa.-Intentó fingir tranquilidad antes de seguir volando en dirección a la cueva. Aunque internamente estaba hirviendo de rabia, odiaba esos rumores, sobre todo si se trataba de él. Si oía a alguien hablando de eso, se aseguraría de que su existencia en el infierno fuera más que miserable.
Cooler volaba junto a su hermano mientras lo observaba apesadumbrado. Tras un corto silencio, volvió a insistir.-También dicen que eres muy blando con Cell.
Rápidamente, Freezer pareció volver a ser el de siempre, acribillando a su hermano con una mirada amenazadora.-No soy blando.-comentó.-De hecho, tú eres el blando. Siempre tiendes a involucrarte emocionalmente. No importa cuán duro aparentes ser por fuera, por dentro eres blando y sensible.
Cooler no se inmutó por sus acusaciones y con su tranquilidad intacta continuó hablando.-Cuando nos vimos después de tanto tiempo, te encontré diferente.-mencionó con sinceridad.-Sé que a veces sueles ser descuidado y flexible, pero cuando estás con Cell…
-¡Eso no es cierto!- lo interrumpió Freezer de inmediato.
Tras un silencio en el que ambos mantuvieron la mirada fija en el otro, esperando que uno de los dos cediera, Cooler preguntó con seriedad.-¿Qué esperas obtener de Cell?
Freezer desvió la mirada al estar a unos metros de la cueva. Descendió y, severamente, se volvió hacia su hermano, cruzándose de brazos.-Lo que necesito de él son sus habilidades y su fuerza. No espero ningún noviazgo.-aclaró convencido de sus propias palabras. Sin esperar una respuesta de Cooler, dio la espalda y caminó al interior de la cueva, dando por terminada la charla.
Conocía cuán recto y necio podía llegar a ser Freezer en sus decisiones, y a pesar de sus palabras, en las cuales confiaba, Cooler se apresuró para llegar junto a él.-Freezer.-lo llamó, deteniendo su paso. Al estar frente a frente, Cooler le preguntó: ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando nuestro padre te eligió para heredar el imperio?"
Freezer se sorprendió por esa pregunta tan específica, pero asintió.-Sí, lo recuerdo.
Cooler colocó su mano sobre su hombro de forma cálida, casi cariñosa.-No olvides por qué nuestro padre te eligió.-dijo con una sonrisa amistosa, provocando un silencio entre ambos. Esas palabras las recordaba con exactitud.
“Eres muy blando y eso te costó el trono.”
Después de unos segundos, Cooler dio unos pasos hacia atrás, alejándose de su hermano. -Cuídate, ¿sí? Nos vemos.-dijo antes de darle la espalda y caminar al interior de la cueva, dejando a Freezer pensativo y con el corazón latiendo fuertemente de impotencia.
"También dicen que eres muy blando con Cell."
Recordar esas palabras lo irritó.-¿Él? ¿Blando?-pensó, presionando los puños con fuerza. ¿Se estaba volviendo blando? se preguntó enfurecido al mismo tiempo que intentaba contener su propia energía.-¡Claro que no!-se dijo a sí mismo, convencido de que nada era diferente en él. Seguía siendo el mismo de siempre. No era emocional ni se preocupaba por los demás como Cooler. Lo eligieron para liderar el imperio porque no era como él.
Resopló molesto solo con pensar en las palabras de su hermano. Cooler siempre lo subestimaba, siempre lo veía como un niño pequeño al que cuidar, pero la realidad era que había más en él de lo que creía.
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Las tropas de Cooler se habían preparado meticulosamente y se encontraban listas para partir. La avanzada estaba al borde de su nuevo territorio asignado en el vasto y oscuro infierno. Los soldados de Cooler se agrupaban en formación, preparándose para abandonar la zona.
Mientras tanto, Cooler volaba por los alrededores, buscando al androide a quien había sentido cerca. Se adentró en un rincón algo apartado, diferente al entorno infernal habitual. En este lugar, un inusual aire urbano se mezclaba con la opresiva atmósfera. Cell caminaba con indiferencia, explorando su entorno, que se asemejaba a un oscuro parque infernal con una fuente de sangre y bancos de piedra, un extraño contraste de serenidad y malevolencia.
Cooler se aproximó silenciosamente y llegó junto a él.-Pensé que ya te habías ido.-le dijo el androide.
-Estoy a punto de hacerlo.-respondió con un tono tranquilo.-Quería aprovechar esta oportunidad para hablar contigo antes de partir.
Cell lo miró con perplejidad, cuestionándose por qué Cooler lo seguía buscando.-¿Por qué insistes en que me una a tu ejército? - inquirió con cierta molestia.
Cooler interrumpió su pregunta, agobiado por la idea de que Cell creyera que seguiría insistiendo.-No es eso.-dijo con un toque de fastidio, antes de añadir en tono de broma.-Aunque, si sigues interesado, aún estás a tiempo…
-No.- interrumpió Cell con firmeza, cruzándose de brazos, y observó a Cooler con seriedad.-¿Qué está pasando? - preguntó, claramente queriendo que el demonio del frío fuera al grano.
Cooler soltó un pesado suspiro mientras se preparaba para abordar el tema con el androide.-Freezer tiene cierto aprecio por ti, lo cual es sorprendente viniendo de él.-comenzó a explicar.
-¿Ah, sí?-respondió por inercia. Al oír eso, no pudo evitar una sonrisa involuntaria ante la idea.
-Aunque sé que no tienes malas intenciones al estar cerca de él.-prosiguió Cooler.-lo digo en serio cuando te digo que es mejor que te alejes de él.
Cell observó al demonio del frío con recelo, mientras sus sospechas crecían.-¿Por qué?
-Aunque puedas sentir ciertas similitudes entre él y tú, Freezer no es como tú.- continuó mientras caminaba calmadamente a su alrededor.-Está al mando de un ejército y no necesita a alguien que lo distraiga o lo aleje de sus responsabilidades.
Las palabras de Cooler parecieron no importarle a Cell, quien soltó una risa graciosa y resopló con ironía antes darle la espalda, aparentemente desinteresado.
Cooler observó a Cell mientras lo siguió caminando por el parque. La sangre que fluía por la fuente se mezclaba con un espeluznante resplandor rojo que bañaba el paisaje, lo que agregaba una atmósfera inquietante al lugar.-Además, no te lo digo tanto por él, sino por tu propio bien. Conozco a Freezer y sé cómo es. Él es…-el demonio del frío reflexiono unos segundos sobre cómo definir a su hermano en una sola palabra que abarcara su personalidad en su totalidad.-...es un verdadero desgraciado. Si continúas a su lado creyendo que son amigos o que tienes su confianza, solo terminarás lastimado. Siempre ha sido así con todos los que han estado cerca de Freezer.- dicho esto, bajó la mirada, recordando sus experiencias personales con su hermano y su historial de alejar a aquellos que se le acercaban, ya sea a propósito o sin darse cuenta.
En ese momento, Cell observó de reojo al demonio del frío. Se veía melancólico al hablar de ese tema. Tras unos segundos, carraspeó intentando disipar sus recuerdos.-Freezer también suele ser bastante curioso, especialmente en un entorno como el infierno. No era sorprendente que alguien como tú captará su atención.-comentó con una mirada sombría. Decidido, continuó hablando.-Pero se cansará de ti y buscará una forma de lastimarte.
Los ojos de Cell se encontraron con los de Cooler y, por un segundo, creyó en sus palabras. Sin embargo, su arrogancia le impedía aceptar totalmente esa idea.-¿De verdad crees que pueda lastimarme?- preguntó incrédulo. Sabía que era el ser más poderoso del infierno.
-Sí.-respondió sin titubear, lo que desconcertó al androide. Después de un prolongado silencio, Cooler finalmente suspiró y encogió los hombros al ver la obstinación en el rostro de Cell.-Si quiere seguir con eso, hazlo. Pero resultará mal. Siempre es así
El androide quiso argumentar en contra de sus palabras, pero se quedó en silencio, sin encontrar una respuesta adecuada. Bajó la cabeza como si alguien lo hubiera reprendido.
El sonido del rastreador de Cooler los hizo regresar al presente. El demonio del frío lo inspeccionó rápidamente y luego se enfocó en Cell.-Ya debo irme. Fue un placer conocerte.-dijo mientras le daba la espalda para retirarse. Sin embargo, antes de partir, miró por encima de su hombro y lo observó.-¿Y tu rastreador?
-Se descompuso.-respondió avergonzado por haber dañado nuevamente el aparato.
-Será mejor que lo tengas contigo. Tal vez lo necesites.-le recomendó Cooler antes de volar y alejarse de Cell.
El androide se quedó de pie, reflexionando sobre las palabras del demonio del frío. Aunque le habían inquietado, no veía cómo Freezer podría perjudicarlo. Recordaba que había intentado hacerlo en el pasado, pero a pesar de lograr fastidiarlo en un par de ocasiones, no creía que pudiera afectarlo en la medida que Cooler le advertía.
Transcurrieron unos minutos en los que Cell caminó alrededor de la fuente de sangre, absorto en sus pensamientos. "¿Lastimarme?", pensó, resoplando con una risa divertida. Era imposible.
De repente, sintió un ki acercándose rápidamente, algo que apenas había notado debido a su ensimismamiento. En cuestión de segundos, Freezer llegó a su lado, agitado. Sin descender al suelo y manteniéndose en el aire, se acercó frente al androide.-¿Qué te dijo? ¿Te ofreció entrenar contigo de nuevo?- preguntó, acercándose con insistencia. Al parecer había notado que había hablado con Cooler.
El androide dio un paso atrás debido a la repentina cercanía del demonio del frío. Además de sentirse amenazado, se sintió intimidado.-No, solo me dijo que me alejara de ti.-respondió con sinceridad, incómodo por la proximidad.
Freezer frunció el ceño, desviando la mirada mientras se cruzaba de brazos. Suspiró con molestia, aún sin comprender del todo el nuevo plan de Cooler.
Luego, levantó la vista al ver a los soldados del ejército de Cooler volando hacia lo lejos. Resopló, aliviado de que finalmente se estuvieran yendo de su territorio. Con suerte, para la próxima vez que se encontraran, su ejército ya lo habría revivido. Aunque, era posible que durante los próximos meses se cruzaran de casualidad al estar al borde de los nuevos territorios. Negó con la cabeza, irritado por tan solo pensar en ello. Sin decir una palabra, se dio la vuelta con la intención de marcharse. No obstante, Cell lo llamó, deteniendo su paso.-Freezer.-dijo el androide, haciendo que el demonio del frío se volviera hacia él.
Cuando lo tuvo nuevamente frente a él, Cell bajó la vista, sintiéndose nervioso. Al no escuchar palabras, Freezer insistió en que le dijera lo que tenía pensado.-¿Cooler te dijo algo más?-preguntó el demonio, observando al androide con curiosidad.
Sin embargo, Cell se sintió intimidado por la insistente actitud de Freezer. Tragó saliva y tomó valor para continuar hablando.-No, es con respecto a ti.-murmuró, evitando el contacto visual. Luego, levantó la vista y se encontró con la mirada extrañada de Freezer. Cell siguió, sintiéndose sofocado por la dirección que iba a tomar la conversación.-Te dije que decidí quedarme porque prefiero entrenar contigo.-comenzó a decir.-Y es cierto, pero creo que hay otra razón.
Freezer lo observaba confundido ¿Qué otra razón podría haber más que para entrenar? ¿En qué más podría pensar el androide mitad saiyajin?
-Creo que tengo un tipo de afecto o atracción especial hacia ti.-dijo abochornado desviando la mirada, mientras restregaba su mano por su cuello con nerviosismo.
Hubo un largo silencio entre ellos. Después de unos segundos, Cell volvió su vista provocando que sus miradas se encontraran. Freezer lo observaba con sorpresa, sus ojos se ampliaron mientras procesaba las palabras del androide.-¿Afecto?-murmuró para sí mismo, incapaz de creer lo que escuchaba.
Cell, por su parte, sintió un nudo en la garganta, una extraña sensación de vulnerabilidad que no experimentaba con frecuencia. Contemplaba minuciosamente la reacción de Freezer, notando la sorpresa en su rostro. Normalmente, le habría encantado burlarse de la reacción del demonio del frío, pero en ese momento, la confusión lo tenía callado.
Podía sentir el miedo en la mirada del androide. Normalmente disfrutaba de alguien aterrado frente a él. Sin embargo, él también comenzó a sentir pánico ante sus palabras. Se sintió abrumado por la idea de aceptar dicho afecto por parte de Cell, algo que iba en contra de su fachada usual de crueldad.-”¿Por qué siento pánico?”- se preguntó con pavor.
¿Blando?¿Soy blando?
Tras unos segundos de tensa pausa, Freezer logró recuperar su compostura al recordar esas palabras. Desviando la mirada y soltando una ligera risa finalmente procedió a hablar.-Es entendible que lo creas, soy el gran emperador Freezer.- dijo con un tono que intentaba disfrazar su turbación.-Pero veo que estás confundido, lo que dices sentir debe ser otra cosa.-comenzó a decir restando importancia a lo dicho por el androide.
El demonio descendió al suelo y comenzó a caminar, con los brazos cruzados, como si quisiera distanciarse de la conversación. Sin embargo, se detuvo y volvió hacia el androide.
-Dime, Cell, ¿has tenido una relación cercana con alguien más además de mí?- preguntó, esperando que Cell pudiera comparar esos sentimientos con otras personas y alejarlos hacia otro lugar.
Cell pensó durante unos instantes, pero aparte de Freezer, no pudo pensar en nadie más con quien hubiera compartido una relación tan intensa. Había pasado tiempo con el Dr. Gero, pero no podía comparar esa relación con la que tenía con el demonio del frío. Ya había hablado con el científico acerca de sus sentimientos y los había llevado a experimentar con los saiyajins, pero tampoco podía comparar a los saiyajins con Freezer.-No.-respondió sinceramente.
Freezer asintió, tomando nota de la respuesta.-Eso es.-dijo con firmeza.-Nosotros llevamos años frecuentandonos. Por eso estás confundido, porque pasamos mucho tiempo juntos. Si te acercaras más tiempo a alguien más, sentirías lo mismo.
Lo medito por unos segundos.-¿Tú crees?-pregunto aun dudoso.-He estado entrenado con Nappa y Raditz y no creo que sea lo mismo.
-No es lo mismo. Llevas entrenando con ellos unas semanas. Nosotros tenemos al menos 5 años. Solo dales tiempo.-expresó Freezer esperando disipar esos sentimientos.
Cell lo observó sorprendido con una mirada crédulo. No supo refutar nada. Suponía que tenía sentido-Ya veo.-dijo al recordar cómo en un inicio no le agradaba Freezer. No odia a los saiyajins, pero al igual que el demonio del frío, es probable que lo que siente pueda cambiar con más tiempo.
-Además decir “afecto” es exagerar. Es natural que congenies conmigo, Cell. Compartimos ADN, después de todo.-dijo, intentando desviar la conversación lejos de las emociones.
El androide río por ese comentario.-¿También congenias conmigo?-preguntó con intención de hacerlo enojar.
Freezer, aunque se sintió atrapado por la idea de declarar un nivel de entendimiento entre ambos, lo vio como una opción aceptable ante el gran problema que el androide había planteado entre los dos. Por lo que asintió.- Es inevitable que nos llevemos bien, considerando nuestras similitudes. -respondió, aunque en su mente esperaba que dichas palabras no fueran un problema en el futuro.
Cell rio por lo bajo al ver como Freezer admitía cierto nivel de simpatía, aunque bajó la vista algo apenado por haber tocado el tema. Pero al menos se sentía mejor al haber dicho lo que sentía o lo que creía sentir ¿Se sentiría así con todos si llega a acercarse? Levantó la mirada hacia Freezer quien lo observaba de reojo.-Es un alivio.-mencionó el androide con una sonrisa de sinceridad en su rostro, como si hubiera liberado un peso de sus hombros.- Era difícil identificar lo que sentía.-comentó el androide, volviendo a su estado de ánimo más habitual.
Freezer lo observó con incomodidad y algo escéptico por lo que acababa de confesar. Aunque bien sabía que lo decía totalmente en serio. Aunque el androide llevaba años muerto, era muy lento al descubrir lo que significaba ser un individuo.
El androide le dedicó una sonrisa cálida, por la cual Freezer se sobresaltó y, en un intento de ocultar sus emociones, desvió la mirada inquieto y se cruzó de brazos, fingiendo desinterés. Decidió mantener su distancia emocional y no involucrarse más en lo que ocurría en los pensamientos de Cell.
Por su parte, Freezer había visto en esta situación una oportunidad. Ya había realizado ese tipo de manipulación mientras estaba vivo, y pensó que podría utilizar esos dichosos “sentimientos” del androide a su favor. Sin embargo, la idea de manipularlo, específicamente a él, lo hizo retroceder. No estaba seguro si era por la diferencia de fuerzas, los rumores que circulaban sobre él o las palabras de su hermano.
Ciertamente, Cell era peculiar como decía Cooler. No estaba seguro si se comprometía a jugar con la cabeza del androide, ya que no quería saber a dónde lo podría llevar esta situación, sobre todo si Cell aún tenía problemas con identificar lo que sentía.
Notes:
Si!!! Fue una casi confección!! Pero Cell aun no sabe lo que siente (aunque es obvio para todos lo que siente) y ya saben como es Freezer xD Tuvo un momento de gay panic jaja
Tal vez esperaban algo más, y en vez de eso complique todo xd Ya les dije que es un slowburn similar a un dorama coreano. Mep3rd0nan?
También me acabo de enterar de que puedo responder los reviews de manera individual ajaja Quede y no lo sabia. Mep3rd0nan? x2 Pero mejor les respondo de esa manera y no como lo hacía, ya que ocupaba mucho espacio en las notas finales.
El proximo capitulo sera para el 30 o 31 diciembre O bien, en año nuevo si no estoy pedo xd
Espero que les haya gustado el capítulo. Nos leemos bye bye
Chapter 21
Notes:
¡¡Hola a todes!!
Espero que hayan tenido una linda navidad y año nuevo. También espero que no se hayan molestado tanto por lo que pasó en el capítulo anterior xD Hubo un gran avance y Freezer las cago jaja (Pero creo firmemente que es algo que hubiera hecho Freezer jaja)Ahora si bien, le hicieron pensar otra cosa a Cell, esto no va a quedar así!! Pues que digo, Cell le da vuelta a todo. Así que lean este cap y tambien no olviden seguir a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram
Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Habían transcurrido varias semanas desde que Cooler partió con su ejército, y todos retomaron la rutina de buscar una salida del infierno en el nuevo sector que les asignaron.
La cueva base de Freezer quedaba lejos de este nuevo sector, por lo que se apoderaron de una nueva cueva donde todos los soldados se reunían, por lo que el ejército se trasladó hacia las cercanías de esta nueva cueva.
A pesar de estar en búsqueda de una salida, Cell continuaba con su rutina habitual. Visitaba regularmente su plataforma, construida cerca del nuevo sector, y recientemente entrenaba con Nappa y Raditz. De vez en cuando, exploraba la zona en busca de objetos útiles para el Dr. Gero. Así se llenaban sus días, incluso en su estado de muerte.
Cell resopló al notar que, a pesar de estar en el más allá, siempre encontraba algo en qué ocuparse. Mientras se dirigía hacia su plataforma, reflexionaba sobre esta nueva normalidad.
Durante unos minutos, la plataforma quedó sumida en un inusual silencio. Cell se encontraba solo, perfeccionando sus habilidades. Entre golpes al aire, sus pensamientos se sumergieron en lo que había sentido después de su conversación con Freezer. ¿Qué era exactamente lo que estaba experimentando?
A pesar de haber acordado con Freezer que no sentía lo que creía hacia él, a veces cuestionaba si esa afirmación era cierta. No había vuelto a hablar con el demonio del frío desde entonces, y parecía que este lo estaba evitando. Quizás había vuelto a incomodarlo al expresar lo que creía sentir.
Recordó la reacción de Freezer. El androide lanzó un golpe al aire y se detuvo en seco, aguantando la respiración al evocar la impresión que había causado en el demonio del frío. Recordaba cómo sus mejillas se habían teñido ligeramente de rubor al hablarle. Exhaló profundamente, soltando el aire de sus pulmones.-Seguramente lo incomodé.- pensó, sintiéndose tonto por haber sido tan franco. Tal vez esa era la razón por la que Freezer ya no hablaba con él.
Mientras se sumía en sus pensamientos, un pequeño grupo de soldados del ejército de Freezer se acercaron a los alrededores de la plataforma. Al notar la presencia de Cell, comenzaron a murmurar entre ellos, sin percatarse de que el androide tenía la capacidad de poder escuchar a esa distancia.
-¿Has oído los rumores sobre Cell y Freezer?-comentó un soldado.
-Si, y parece que va más allá.-respondió otro, y miró en dirección de Cell para cerciorarse de no ser escuchado. Luego se volvió hacia sus compañeros.-Algunos dicen que Cell podría estar planeando algo.
Aunque los rumores no eran de su importancia, al oír su nombre y el del demonio del frío, se sintió intrigado y decidió escuchar con atención mientras seguía lanzando patadas y golpes al aire con una intensidad calculada.
-¿Crees que estén enojados? No se les ve juntos últimamente.- murmuraron por lo bajo, viendo hacia dónde Cell se encontraba entrenando.
-Creo que Cell solo es un interesado. Solo está interesado en el señor Freezer porque así podría tener acceso al ejército y todo el poder que eso conlleva.- comentó otro soldado con cierto desdén en su tono.
Cell, aparentemente concentrado en su práctica, pareció fallar un golpe a su adversario invisible, para luego mirarlos fijamente. Algunos soldados se sintieron incómodos al ver cómo les miraba tan amenazadoramente desde la distancia. Guardaron silencio unos segundos, asegurándose de que no hubiera oído la conversación.
-No lo sé, creo que sí Cell quisiera un ejército, podría formarlo él mismo. No creo que le interese.- murmuró otro soldado, con cierto aire de duda en su voz.
-Están en lo correcto.- dijo Cell, llegando sorpresivamente rápido junto a los soldados. El grupo se sobresaltó al ver al androide y se quedó en silencio, sin saber cómo reaccionar.
-No me importa en lo más mínimo el ejército ni el poder que tiene Freezer. Él me agrada, es todo.-declaró Cell, aunque en su interior seguía cuestionándose si esa afirmación era completamente cierta. Podía decir que le agradaba, pero intuía que tal vez había algo más entre ellos o tal vez menos. Decidió no entrar en discusión sobre sus propios conflictos internos con los soldados.
Nadie decía una palabra. Todos temblaban, sujetos unos a otros por la tensión del momento.
Cell los miraba con seriedad, pero al notar su incomodidad, decidió romper la tensión con una sonrisa.-No esperaba que hubiera rumores sobre mi relación con Freezer, y mucho menos que los malinterpretaran de esa manera.- bromeó, tratando de aliviar la atmósfera.
-Sí, perdón. No lo volveremos a mencionar ni a propagar ningún otro rumor.- se disculpó rápidamente un soldado, a lo que los demás asintieron nerviosos.
Cell los miró perplejo.-¿Qué otros rumores hay sobre nosotros?- preguntó, notando la palidez en los rostros de los soldados, quienes se veían cada vez más temerosos. La incertidumbre en el aire era palpable, y los soldados temían las posibles consecuencias si no cumplían con la demanda del androide o peor, si la cumplian.
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A pesar de que su poder aún los intimidaba, sentía que su relación con los saiyajin estaba realmente progresando. Hablaban y se comunicaban de manera similar, compartían esa tosquedad y una cierta brutalidad al enfrentarse en combate. Era como si estuviera más conectado con el ADN saiyajin que con cualquier otro aspecto de su composición. Esto le hacía creer que el experimento planteado por el Dr. Gero estaba dando frutos. Sin embargo, persistía una leve incomodidad en el androide y lo que le habían mencionado en la plataforma dificultaba su concentración durante el entrenamiento con los saiyajin.
De repente, se encontraba rodeado, Nappa se lanzó con un ataque desde la retaguardia. Cell, reaccionando en el último instante, logró bloquear su puño; no obstante, mientras anticipaba este ataque, Raditz se precipitó hacia él y asestó un golpe directo en su rostro.
Reconocía que su distracción era evidente, tanto que sintió el impacto del golpe. Como respuesta automática, descargó un golpe contundente en el rostro de Raditz. El sonido resultante fue tan estruendoso que tanto Cell como Nappa se detuvieron, y no continuaron con el enfrentamiento. En cambio, observaron cómo Raditz retrocedía lentamente, cayendo hacia atrás mientras sujetaba su rostro, lanzando un grito ahogado cargado de dolor.
Cell percibió el impacto, consciente de que al entrenar con ellos debía moderar su fuerza para evitar derrotarlos fácilmente. Pese a tener una mejor relación no se disculparía por un golpe, por lo que simplemente se cruzó de brazos aguardando a que Raditz se recuperara.
-¿Estás bien?- preguntó Nappa, acercándose a su lado con preocupación.
Raditz asintió entre quejidos.-Sí...-murmuró, incorporándose y quedándose sentado en el suelo. Al hacer ese movimiento, un grueso chorro de sangre brotó de su nariz, sorprendiendo a todos. Raditz hizo una mueca de disgusto.-Bien, es solo un poco de sangre.-mencionó mientras volvía a presionar su nariz. Tanto Cell como Nappa lo observaron horrorizados. Incluso el androide tenía que admitir que era bastante sangre por un simple golpe.
A pesar del dolor, Raditz intentaba minimizar la situación, simplemente sujetando su nariz. Sabía que no se moriría desangrado, pero al menos quería detener el flujo de sangre.
Nappa gruñó por lo descuidado que era su compañero.-Inclina la cabeza hacia atrás.- indicó. Raditz, a regañadientes, siguió sus instrucciones. Poco a poco, el flujo de sangre comenzó a detenerse.
El androide los observaba, experimentando una extraña sensación de pertenencia cada vez que compartía tiempo con aquellos saiyajins. Sentía cierta comodidad en la familiaridad con su sangre guerrera, una conexión que de alguna manera resonaba con su propio ser. Sin embargo, como una sombra persistente, la figura de Freezer emergía en sus pensamientos, destacándose de entre los demás.
Un silencio incómodo se cernió sobre ellos. Cell notó la mirada inquisitiva de Raditz y la expresión indiferente de Nappa, como si esperaran algo más de él. Raditz, dándose cuenta de la tensión, miró a Cell y luego a Nappa.-Ustedes sigan peleando. Ya se me va a pasar.- comentó.
El androide se alejó con paso tranquilo, apartándose del combate y buscando un lugar para descansar, apoyándose en una roca cercana.-Está bien, podemos dejarlo aquí por hoy.- dijo, intentando disipar la tensión que se había acumulado en el ambiente.
El silencio se volvió pesado, pero Cell sabía que era el momento de abordar algo que lo había estado inquietando. Y aunque en un principio no se animaba a hablarlo con ellos, se aclaró la garganta llamando su atención, para hablar de una vez antes de arrepentirse.-¿Han escuchado los rumores sobre mi y Freezer?- preguntó, algo avergonzado por tocar ese tema con ellos. Los saiyajin solo rieron de manera nerviosa, sin saber qué responder exactamente, lo que llevó a Cell a suspirar.-Seguro que sí, es solo que…- se detuvo unos segundos, buscando las palabras adecuadas.-¿En serio damos esa impresión?
-No… No necesariamente. A los soldados les gusta rumorear sobre lo que sea.- intervino Nappa, tratando de minimizar la importancia del tema.
-Entonces, ¿no parece que hay nada entre nosotros?-preguntó el androide.
Otro silencio incómodo se apoderó del lugar. Ninguno sabía qué decir y no entendían qué esperaba Cell como respuesta.-Es que Freezer no suele hablar mucho con los soldados, pero como habla y entrena contigo, es fácil pensar eso.- comentó Raditz, tratando de aliviar la tensión. Para ellos, era un asunto sin importancia y no sabían cómo interpretarlo.-Y para ser sincero, no estoy seguro de cómo se relacionan los demonios del frío.-agregó como un extra, volviéndose hacia el androide, esperando que la conversación no se profundizará más, ya que no conocían tanto a Freezer para hablar con certeza.
Cell, siendo en parte demonio del frío, apenas tenía conocimiento sobre ese aspecto de su herencia. Lo poco que sabía se limitaba a los comentarios que había escuchado sobre el contacto con las manos, nada más. Su comprensión del mundo se basaba principalmente en los humanos; incluso siendo parte namekusei o saiyajin, su conocimiento sobre las dinámicas sociales de otras razas extraterrestres era limitado. La mezcla de razas que lo componían comenzaba a ser molesta.
Mientras pensaba en ello, observó de reojo a los dos saiyajin que estaban a su lado. En especial a Raditz, y cómo Nappa insistía en mantener su cabeza inclinada hacia atrás. A pesar de no ser alguien que se dedicara a escuchar chismes, recientemente había captado ciertas informaciones sobre el hermano de Goku, y eso se sumaba a cosas que había presenciado anteriormente, lo cual, si las relacionaba, cobraba sentido.-¿Cómo se relacionan los saiyajins?-preguntó de repente. Ambos lo miraron sorprendidos por la pregunta.-Me refiero a algo más allá de lo que respecta a la fuerza.- aclaró, sintiendo cierta vergüenza por tener que preguntar algo así.
Raditz fingió poner atención en su nariz, lo que llevó a que Nappa tomara la palabra.-No es tan complicado, somos una raza guerrera. Nos gusta pelear, aunque sea solo por diversión.- comentó Nappa, sin dar demasiadas explicaciones.-Con respecto a relaciones…En cuanto a amistad, bueno, no es muy diferente.-dijo mientras observaba los magullones de Raditz tras la pelea y no pudo evitar reírse ligeramente.-Y en cuanto a otro tipo de relaciones, siempre buscamos parejas con carácter fuerte.
La revelación sorprendió a Cell. Aunque intuía que tenía un sentido más marcado hacia los saiyajin, el hecho de buscar parejas con carácter fuerte lo dejó reflexionando. Dirigió una mirada curiosa hacia Raditz, cuestionándose cuánto de eso sería cierto y cómo encajaba con lo que estaba aprendiendo sobre los saiyajin.
El saiyajin parecía haber detenido la hemorragia, aunque quedó todo sucio de sangre y también parte del suelo.
-Aun así, los saiyajins siempre valoran la fuerza, pero supongo que es un tema de personalidad.-concluyó finalmente Nappa.
-Ya veo.-dijo Cell, apoyando la espalda y perdiéndose en sus pensamientos. ¿Carácter fuerte? Inmediatamente pensó en Freezer, recordando el momento en el que le había gritado al punto de intimidarlo. Al igual que en ese momento, sintio como su corazon volvio a latir rápidamente y como su rostro se acaloraba. Se hundió en su posición, avergonzado por solo considerar esa idea. ¿Freezer como pareja? ¡Por supuesto que no! Se recriminó a sí mismo. La mera idea le provocó dolor de cabeza. Aunque su relación con Freezer había mejorado desde que se conocieron, no podía imaginarse a él ni a nadie en el universo como pareja de ese ser altanero, infantil y vanidoso.
Sacudió su cabeza y volvió a fijar su vista en los saiyajins que, evidentemente, lo miraban. Al cruzar las miradas con el androide, desviaron la vista fingiendo concentrarse en otra cosa. Aunque a Raditz se le escapó una pequeña risa, que rápidamente fingió que aún le dolía la nariz. Al volver la vista hacia el androide, este seguía mirándolo, específicamente a él. Por lo que Raditz giró su cabeza hacia adelante abruptamente.-Creo que es mejor que me vaya.-dijo poniéndose de pie.
-¿A dónde vas?-preguntó Nappa con la clara intención de molestarlo, pues conocía perfectamente las costumbres de Raditz.
-¿Qué te importa?-respondió abochornado, esperando que Nappa no descubriera su secreto. Pero antes de que pudiera escapar rápidamente, Nappa ya se estaba riendo, sin tratar de ocultar nada.
Cell lo vio marcharse y después de un breve silencio, habló.- No creo que Zarbon tenga un carácter fuerte.- dijo abiertamente, ya que ambos sabían lo que supuestamente Raditz quería ocultar. Para él, el comandante era un cobarde, igual que todos los demás. Solo hacía un esfuerzo extra para aparentar.
Nappa volvió a reírse por el comentario del androide, ya que incluso él estaba al tanto de eso. A pesar de los intentos de Raditz por fingir, Nappa veía a través de esa fachada.- Aunque Zarbon no me agrada del todo, creo que tiene una mayor fortaleza en cuanto a personalidad comparada con él. En realidad, Raditz es más blando de lo que quiere aparentar.
-¿Están juntos? -preguntó dudoso el androide, pues hasta el momento solo había escuchado rumores o los había visto ocasionalmente juntos, hablando a solas unas cuantas veces. Pero nunca sacó conclusiones al respecto ni le dio importancia. Ahora, estando junto a alguien cercano a Raditz, no estaba de más preguntarle, además para despejar sus propias dudas.
-Eso creo. Aunque él no lo admitiría.
Cell pensaba que la relación entre ellos era extraña, pero al parecer era el único saiyajin que conocía que tenía una especie de sentimientos hacia otro ser. Despegó su espalda de la roca y observó decidido hacia la dirección en la que Raditz se perdía en el cielo.
Por su lado, Raditz volaba aún fijándose en su nariz rota. No era la primera vez que se rompía, pero en ese momento era inconveniente.
Rápidamente, miró sobre su hombro al sentir algo aproximándose. Apenas miró, vio cómo Cell llegaba a su lado, por lo que se sobresaltó al instante.-¿Cómo está tu nariz? -le preguntó casualmente, tratando de mostrar indiferencia en el asunto.
Raditz, todavía acelerado por el susto, lo miró con algo de alarma. -Estoy bien, no es gran cosa.-respondió, intentando restarle importancia al incidente y continuando su vuelo, claramente incómodo por estar a solas con el androide.
-Si hubiera sabido que te ibas a reunir con Zarbon, no te hubiera roto la nariz.
Ese comentario desconcertó a Raditz, quien rápidamente trató de negarlo todo. -¿Qué? ¡Qué dices! No sé de qué estás hablando... -comenzó a decir, visiblemente nervioso, incluso parecía que su nariz volvía a sangrar. La seriedad en la mirada de Cell hizo que Raditz bajará la guardia, sintiéndose avergonzado. -Descuida, me ha visto peor... -murmuró, evadiendo la mirada de Cell.
Un silencio incómodo se cernió entre ellos. Raditz sospechaba que había una razón por la que Cell lo había seguido, pero no sabía exactamente qué decir. La incomodidad se apoderaba del ambiente mientras el androide buscaba cómo abordar el tema. Era bastante intimidante estar junto a Cell cuando no estaban peleando.
-¿Por qué...? -comenzó a murmurar el androide. Para luego, hacer otra pausa. -¿Cómo…? -dijo trabándose. Era difícil preguntar algo como eso.-¿Cómo empezaste una relación con Zarbon? -preguntó Cell finalmente, luchando por encontrar las palabras adecuadas, sintiéndose incómodo al tocar un tema tan privado.
Raditz se abochorno al instante ¿Cómo era que Cell se había enterado? Aun con semblante serio en su rostro, el androide esperaba su respuesta. Bajo la mirada resignado, suponía que no lo podría negar. Por lo que suspiro. Nunca lo había pensado en forma lógica, y menos para explicárselo a alguien. Lo medito unos segundos hasta que por fin se animó a responder.-En un inicio no me agradaba. Es que… -lo pensó por un instante y suspiró hastiado. -Es un idiota. Bueno, aún lo es.-comenzó a meditar tratando de aclarar hasta su propia mente.-Es algo complicado de explicar.-dijo intentando encontrar las palabras correctas.-Yo diría que él fue el que comenzó. Supongo que nada hubiera pasado si él no hubiera dado el primer paso. Hasta ese momento yo no sentía nada por él.-dijo con una sonrisa tonta en su cara, recordando lo ocurrido fuera de la nave nodriza hace años. Se mantuvo así unos segundos, hasta que recordó que estaba junto a Cell. Ambos intercambiaron miradas por un segundo incómodos, pues Raditz dijo más de lo que quería decir y Cell creyó que ya tenía suficiente, pues tampoco quería ser insistente e intervenir en sus pensamientos más privados.
-Nunca hablamos de esto.-mencionó Cell, volviendo la vista hacia adelante.
-Hecho.-respondió Raditz antes de separarse y seguir diferentes caminos.
Aunque por fuera se veía tranquilo, por dentro saltaban mil ideas en su mente. En sus recuerdos, también había sentido cierta indiferencia hacia Freezer al principio. Pero no necesariamente tenía que ser la misma situación. Sabía que entre ellos existía algún tipo de aprecio, aunque ninguno lo admitiria, ya que al momento de mencionarlo provocó una barrera entre ambos.
Un suspiro profundo escapó de sus labios. Las palabras sobre las relaciones saiyajin y la importancia del carácter fuerte en una pareja resonaban en su mente, trayendo consigo una oleada de confusiones y preguntas. Se sentía más perdido que nunca, las palabras danzaban en su cabeza mientras su vuelo se convertía en un torbellino sin rumbo específico.
¿Era lo que sentía hacia Freezer una atracción genuina? ¿O solo una confusión generada por su incapacidad para comprender sus propios sentimientos? Había hablado con Raditz y, a pesar de sentirse afín a los saiyajins, al mismo tiempo se percibía diferente. Física y mentalmente, era único en su tipo. La sensación de ser un ser incompleto, sin un lugar al que pertenecer, lo invadió.
De repente, se detuvo en seco y aterrizó sobre una colina, mientras mantenía la mirada perdida en el vacío y su respiración se hacía cada vez más agitada.
¿Cómo podría explicarle a Freezer lo que estaba ocurriendo dentro de sí, si ni siquiera él lo entendía por completo? Palabras contradictorias luchaban por encontrar coherencia en su mente atormentada. Solo quería expresar lo que sentía y liberarse de aquel agobio constante que había estado sintiendo desde hace tiempo.
La realidad era que no encajaba en ninguna categoría. No era ni demonio del frío, ni saiyajin, ni namekiano, ni humano. Se sintió inmerso en una mezcla de pensamientos y emociones que luchaban por comprender su propia esencia. Se sentía perdido, sin un lugar que pudiera llamar hogar, desconectado de cualquier raza con la que se podría identificar.
Se dejó caer débilmente al suelo, aun manteniendo su mirada perdida en el horizonte. Una risa irónica escapó de sus labios al percatarse de la cantidad de pensamientos que le atormentaban. ¿Por qué, siendo un ser creado para luchar, se enredaba en estas cuestiones? Sus circuitos estaban destinados a la batalla, a la eficiencia, no a la confusión de las emociones. Aquel laberinto de sentimientos parecía un contraste abismal con su naturaleza original.
¿Acaso todos pasaban por esta confusión? ¿O era solo una peculiaridad suya? La inquietud de sentirse singular y aislado de los demás seres lo invadió mientras murmuraba en voz alta.-¿Todos se sienten así en algún momento?-se preguntó angustiado. ¿Era posible que sea el único ser que se debate entre lo que se supone que debe ser y lo que siente realmente?
Notes:
Que puedo decir, no se enojen con Cell. Solo es algo lento jaja Y también sufre mucho :c Ya saben, siento que Cell es muy diferente a todos y al mismo tiempo se parece a otros personajes. Es difícil escribir lo que siente. Espero que lo entiendan.
También, lo que menciono Raditz es de un fic que escribí. Se llama “Inocencia” y es el capítulo 11 de mi fic “Drabbles DBS” (Por si les gusta la ship y quieren pasar a leerlo jeje)
Ahora, agradezco sus reviews, gracias por comentar. Espero que sigan comentando pues, me gusta saber que piensan de la historia y hacia dónde va.
Y perdón por no haber respondido personalmente sus comentarios. Se me fue el tiempo. Pero prometo que este mes si les respondo.
También les comento que el proximo capitulo sera subido el viernes 2 de febrero, y les digo desde ya, ¡¡VIENE SORPRESA EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO!!! Así que no se lo pierdan jeje
Espero que estén bien y que comiencen con ganas este nuevo año! ¡Nos leemos! Bye bye
Chapter 22
Notes:
Hola banda.
Aquí está el nuevo capítulo. Hay un dato dentro de este capítulo donde sabrán en qué lugar en la línea de tiempo de dragon ball z está transcurriendo el fic. Así que estén atentos.
También, les prometí una sorpresa en este capítulo 7u7, así que sin más, disfruten jeje Y no olviden seguir a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
En el transcurso de los últimos días, habían llegado al Infierno muchas almas. Demasiadas personas murieron, y según les contaron, parecía que en la Tierra alguien estaba matando gente.
Aunque el Infierno era vasto, se notaba un aumento en la población, y Freezer estaba harto de estar rodeado de tantos seres. De hecho, se encontraba hastiado de todo. Su plan no funcionaba; llevaban muchos años allí y no lograban nada. Lo peor era que nadie de su ejército -vivo- había logrado revivirlo. Además, persistían los rumores. A pesar de los golpes que había dado a los soldados que hablaban de eso, e incluso de haberse alejado del androide.
Estaba frustrado y comenzaba a sentir nuevamente la presión de estar atrapado sin salida. Por esa razón, también decidió alejarse lo más posible de todos. Se dirigió hacia un sector sin nada especial, solo un montón de rocas. Descendió y se quedó de pie sobre una roca, con los brazos cruzados, mirando en dirección al paisaje mientras reflexionaba.
Pensó con molestia en por qué su ejército tardaba tanto en revivirlo. Reflexionó sobre quiénes seguían con vida. Pensó en algunos soldados; sin embargo, todos eran unos inútiles. Con eso en mente, se preguntó quién estaría al mando de su ejército. De inmediato, alguien llegó a su mente. Se cuestionó si ese alguien podría liderar su ejército. No, respondió de inmediato.-”Kuriza es muy joven para liderar al ejército."-pensó con cierta melancolía.
Aunque no lo había visto en varios años, Kuriza seguía siendo un niño. Suspiró con inquietud por el bienestar de su hijo, aunque internamente se decía que seguramente estaría bien. Era el futuro emperador del universo, pensó para sí mismo. No tenía por qué preocuparse. Estaba bien, eso lo sabía.
No muy lejos de allí, Cell surcaba los cielos, sintiéndose agobiado también por la cantidad de personas que estaban llegando al Infierno. Al principio, se divirtió cuando unos humanos lo reconocieron y se espantaron con su presencia, pero después de un tiempo, él también se hartó de todos. Volaba con la mente en blanco, simplemente alejándose, hasta que percibió un ki y vio a Freezer a unos metros de él.
Se detuvo en el aire y observó al demonio del frío, reviviendo en su mente todos los pensamientos que había tenido últimamente sobre él: los rumores, la última conversación que tuvieron y la confusión que experimentaba debido a su mezcla de razas.
Freezer mantuvo la mirada perdida por unos segundos hasta que salió de sus pensamientos y finalmente notó la presencia del androide.
Las miradas de ambos se cruzaron; para sorpresa de Cell, el demonio del frío no mostró una reacción de molestia, sino que tenía una mirada de pesadumbre. Sin saber cómo reaccionar ante esta extraña expresión de Freezer, solo atinó a levantar la mano para saludarlo a lo lejos.
Ante esto, Freezer soltó un suspiró y desvió la mirada, antipático como siempre. Cell sonrió ante la actitud de Freezer y, sin pensarlo, se acercó al demonio del frío. Al llegar a su lado, aterrizó en una superficie más baja que Freezer, y aunque este estaba de pie sobre una roca, Cell se veía ligeramente más alto.- ¿Qué haces en este sector desolado?
Al ver que Cell no parecía tener intención de irse, resopló levemente.- No me siento a gusto con tantas personas.-respondió con honestidad-. Y parece que tú tampoco.-mencionó, señalando que él también se dirigía en dirección contraria a la muchedumbre.
- Oh... Tienes razón.-dijo algo sorprendido al notar cómo Freezer podía percibir ese tipo de cosas tan fácilmente.
Por unos segundos, ambos se encontraron en un silencio incómodo, sin saber qué decir. Pues la última vez que hablaron a solas no terminó bien.
Carraspeó, llamando la atención del demonio del frío.-¿Has escuchado los rumores que hay de nosotros? -mencionó con gracia, pensando que Freezer también encontraría graciosos los rumores.
-Algo escuché.-dijo indiferente.- Pero no me interesan las invenciones del ejército, es mejor ignorarlos.
-Creo que es divertido.-mencionó, llamando nuevamente la atención de Freezer, quien de inmediato lo observó desconcertado al oír la palabra "divertido" en la boca del androide.- Desde que comenzaron los rumores, siento que todos me temen más de lo normal.-añadió con una sonrisa ocurrente.-Creen que si somos pareja, sería un desastre debido a nuestra fuerza, y podríamos gobernar todo lo que quisiéramos.
Lo consideró por un segundo; ciertamente, sería un potencial desastre, sin embargo, tan rápido como pensó en esa idea, la descartó.-Por un lado, tienes razón, pero hay algo que no consideraste.-dijo desafiante-. No te necesito para gobernar lo que quiero.
Pese a la mirada seria y retadora, Cell no se inmutó y solo sonrió levemente.- Y yo no quiero conquistar nada.
Resopló con molestia.- Tienes todo ese poder y solo desperdicias tu potencial.-se quejó el demonio del frío.
El androide solo rió por ese comentario; sabía muy bien lo que Freezer pensaba de su poder, y que no haya cambiado de opinión después de todo ese tiempo solo lo hacía un obstinado. Al ver su sonrisa, este bufó con incomodidad.- “Obstinado y gruñón."-pensó, pero se había acostumbrado. Lo cierto es que le agradaba que fuera así.
Tras unos segundos de silencio, el demonio del frío suspiró fuertemente sin ocultar su fastidio.-Deja de mirarme así.
-¿Así cómo? - preguntó sorprendido, sin comprender a qué se refería.
Freezer lo observó un tanto enfurecido, pero parecía hacer un esfuerzo en contenerse.- Espero que ya no pienses en cosas que no son.-le dijo con seriedad.
Rápidamente comprendió que hablaba de su última conversación.- No estoy seguro.-dijo, bajando la vista, algo apenado por aún tener dudas al respecto.- He podido relacionarme con otras personas, como Nappa y Raditz. Sin embargo, no es lo mismo si los comparo contigo. Y sigo sin saber por qué, solo era así...
El demonio del frío se sorprendió por esas palabras tan sinceras, temblándole levemente la voz antes de hablar, disimulando su nerviosismo.- Por supuesto que soy más que esos inútiles saiyajins.-dijo superficialmente.
-Te recuerdo que fuiste derrotado por un saiyajin.-antes de que Freezer le reprochara, Cell se adelantó.- No, espera. Fueron 2 saiyajins.
Se cruzó de brazos furioso, mas al instante se volvió al androide con malicia.- No sé qué es peor, ser derrotado por un saiyajin de linaje puro o por uno mitad saiyajin.-le respondió, devolviéndole el insulto.
El androide desvió la vista, un tanto molesto, recordando su humillante derrota con Gohan. Aunque le molestó levemente su comentario, fue una reacción transitoria, ya que al instante dejó escapar una sonrisa. Nadie le respondía así con la intención de hacerlo enojar, solo Freezer. Sonrió nuevamente sin darse cuenta.- ¿Recuerdas cuando te dije que no me agradabas? - preguntó, al mismo tiempo que recordaba ese momento. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Al cruzar miradas con el demonio del frío, agregó con franqueza- Ahora estoy seguro de que sí me agradas.
Estas palabras tomaron a Freezer de improvisto. Él más que nadie conoce su reputación, su personalidad y su trato hacia quienes lo rodean. Sabía muy bien cuánto temor infunde en los demás. Por lo que nunca alguien le había dicho abiertamente que le agradaba. Y aunque reconoció que Cell era difícil de intimidar, jamás pensó que se sintiera tan a gusto junto a él.
Rápidamente desvió la mirada simulando indiferencia, aunque por dentro se encontraba inquieto y sentía cómo su rostro se abochornaba. Pensaba que podía aceptar un halago, pero a diferencia de los que siempre recibía, sabía que este era real. Lo cual lo inquietaba. Lo irritaba la manera tan confiada con la Cell lo trataba.- Eres un idiota, deja de pensar tonterías.- dijo con molestia, restando importancia al asunto. Pese a sus palabras, aún sentía cómo su rostro se ruborizaba a cada segundo que transcurría.
Avergonzado por su propia reacción, Freezer llevó su mano hacia su sien, cubriendo parte de su rostro en un gesto automático de vergüenza.
Cell lo miró con confusión. El cambio repentino en la actitud de Freezer lo desconcertó. Con anterioridad le expresó abiertamente que no le agradaba y aquello no pareció importarle. Entonces, ¿por qué parecía importarle ahora que le decía lo contrario? Se preguntó inclinándose levemente en busca de la expresión en el rostro del demonio del frío.-¿Freezer?
El demonio del frío, al notar la cercanía del androide, dio un paso atrás, manteniendo su rostro oculto. Maldijo en silencio lo molesto e inconsciente que podía ser el androide.
Cell se acercó nuevamente, esta vez tomando con cuidado la muñeca de Freezer para quitarle la mano del rostro. A pesar de tener su rostro al descubierto, aún evitaba el contacto visual, visiblemente incómodo con la situación.
Soltó su muñeca de inmediato al presenciar de cerca al demonio del frío. Era una expresión distinta, que lo sorprendió. Jamás había visto a Freezer tan sonrojado y tan esquivo. Creía que había hecho más que incomodarlo.- Mm… lo… lo siento.- se disculpó el androide sin pensarlo.
Freezer alzó la vista temeroso, sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia. Un gran nerviosismo que nunca había sentido antes recorrió su cuerpo, sobre todo porque el androide parecía negarse a alejarse.
Los latidos del corazón de Cell resonaban en sus oídos, mientras la tensión palpaba el aire. No recordaba haber estado tan cerca de Freezer. Fugazmente, recordó todas las veces que había creído ver al demonio del frío actuar de manera inusual, pero ese momento sobresalía por encima de todos. No era el Freezer malhumorado o enfadado al que estaba acostumbrado a enfrentar. Este tenía algo diferente: miedo. Su corazón latía aceleradamente, era una sensación extraña que no sabía cómo manejar.
Al percibir el miedo en la mirada de Freezer, sintió un nudo en el estómago. No era la primera vez que el demonio del frío lo miraba con algo de temor, pero esta vez era distinto. Cell tragó saliva nerviosamente, sintiendo cómo su propio cuerpo temblaba ante la cercanía. Si estaba intimidando a Freezer, ¿por qué era él quien se sentía de esa manera?
Cada segundo que transcurre era como si el universo mismo contuviera la respiración ante la proximidad de dos seres que estaban desafiando la lógica y las expectativas. Un eco constante de la ansiedad llenaba al androide mientras se dejaba llevar por una oleada de emociones que ni siquiera entendía por completo. Viéndolo de cerca, cada línea en el rostro de Freezer revelaba una vulnerabilidad inusual, un destello de fragilidad que nunca había presenciado. Era sorprendente cómo la cercanía entre ambos podría revelar aspectos desconocidos de su enemigo. Era como un destello extraño y tentador, pero al mismo tiempo insólito, que le causaba curiosidad.
Lentamente y sin saber porque, guiado por un impulso atrayente, Cell cerró la brecha entre él y Freezer. Fue un avance lento, como si cada paso estuviera cargado de una anticipación que llenaba el espacio entre ellos. Pausadamente sus dedos rozaron el rostro de Freezer, buscando el contacto cálido de su piel.
El demonio del frío experimentó un pequeño sobresalto involuntario ante el contacto, aun así mantenía la mirada fija en el androide. Mientras su cuerpo estaba tenso por la situación, su mente era un completo caos al intentar comprender la intención de esa maniobra. Sin embargo, no podría llegar a una conclusión.
En ese momento, la tenue brisa, antes testigo silencioso, pareció susurrar un eco de complicidad. Los ojos de Cell capturaron la mirada de Freezer, encontrando en esos orbes fríos una mezcla de sorpresa y curiosidad. Como un conquistador que se acerca a un territorio desconocido, el androide se sumergió en la última distancia entre ellos.
El roce de los labios fue ligero, un encuentro apenas perceptible pero cargado de significado. La calidez de ese contacto, contrastada con la frialdad habitual del demonio del frío, quien experimentó una corriente eléctrica a través de ambos.
Ante el más mínimo contacto, la reacción instintiva de Freezer fue presionar los puños para contraatacar rápidamente, sin embargo se quedó paralizado al darse cuenta de que no estaba recibiendo un ataque. La sorpresa se apoderó de él, quedando estático ante la audacia de Cell. La incertidumbre y la confusión se reflejaban en sus ojos, un destello fugaz de emociones que rara vez se mostraban en su fría expresión. Nunca había experimentado una cercanía tan íntima con nadie, y menos aún esperaba recibir un gesto como ese de parte del androide.
Los pensamientos tumultuosos de Cell, esa amalgama de confusiones y deseos que lo habían impulsado a actuar, se desvanecieron por un instante. En ese momento, solo existían ellos. El androide intensificó el contacto para sentir la suavidad de los labios de Freezer, quien, por extraño que parezca, respondió levemente. Una reciprocidad que desafiaba las expectativas.
Aunque la sorpresa lo dejó momentáneamente aturdido, conforme los labios de Cell se encontraban con los suyos, Freezer experimentó una sensación nueva y extrañamente agradable. La gentileza de aquel gesto contrastaba fuertemente con el mundo de violencia y confrontación que conocía. A pesar de su experiencia limitada, la sensación de sus labios encontrándose le resultó inusualmente cálida y de alguna manera, reconfortante. Era un momento tan absorbente que nunca había experimentado antes, como si una pequeña grieta se hubiera abierto en su coraza impenetrable.
La separación fue inevitable, pero la tensión que quedó en el aire no se disipó. Aún envueltos en el silencio, sus miradas se encontraron nuevamente, esta vez con un matiz diferente. ¿Qué habían desencadenado con ese beso? Ni Cell ni Freezer lo sabían, pero en ese momento algo había cambiado entre ellos.
Aun sintiendo su respiración a pocos centímetros de él, el demonio del frío vaciló antes de actuar, no sabía porque estaba apunto de hacer algo así. Una gran confusión reinaba en su mente, al punto de no tener claridad en sus acciones. Debía ser la primera vez en que no se detenía a pensar. Estaba a punto de acercarse, casi rozando los labios de Cell para sentir nuevamente esa sensación. Sin embargo, en ese instante un estruendo repentino en el cielo rompió el hechizo que los envolvía. Ambos se separaron abruptamente, sus miradas se desviaron hacia lo alto, distraídos por completo por la presencia de un ki poderoso que resonaba en el cielo. La curiosidad y la sorpresa se reflejaron en sus rostros, dejando atrás la atmósfera cargada de momentos antes.
Era como si hubiera una pelea en alguna parte del cielo; nubes negras y truenos comenzaron a hacerse presentes a los alrededores. Poco a poco, el suelo también temblaba por la potencia de esos ki que parecían combatir. Era como si el infierno mismo estuviera siendo destruido y el más allá llegaría a su fin. La energía era tan potente que se sentía con claridad, sin embargo, no podían divisar nada por más que se esforzaran.
Ambos palidecieron asombrados por lo que podían sentir en el ambiente. Mantuvieron la mirada fija en el cielo, alertados por cualquier cosa que pudiera acercarse.- ¿Qué es eso? -preguntó el androide un tanto tembloroso por el formidable ki que se manifestaba sobre ellos.
-¿Qué es ese poder? -preguntó el demonio del frío, atónito por la ostentosa energía que percibían. En ese momento, supieron que efectivamente había algo sobre ellos. Entonces, ¿había un cielo o paraíso sobre ellos? Freezer frunció el ceño; su ejército había comprobado que no había nada sobre ellos, pues el cielo parecía ser infinito y no tenía fin.
Mientras el demonio del frío procesaba esta nueva información, Cell rápidamente sujetó a Freezer por el hombro y llevó sus dedos a su frente con la intención de teletransportarse hacia allá, fuera lo que fuera. El demonio del frío se sobresaltó por el contacto y lo observó con una mirada incómoda. De inmediato, hizo un movimiento brusco para quitarse la mano de encima. Sin embargo, el androide no le prestó atención. Estaba pasmado; por más que lo intentara y se concentrara, no daba resultado.- No me puedo teletransportar.- dijo Cell confundido. Podía sentir el ki con claridad, pero aun así no podía ejecutar la técnica. -Hay algo que me bloquea.
Lo observó sorprendido por esta revelación. -¿Dices que hay algo en el cielo que te impide atravesarlo con tu teletransportación? -preguntó más específicamente para estar seguro de la situación. Cell sintió mientras seguía mirando al cielo intrigado.
Rápidamente reflexionó sobre lo ocurrido. Si Cell no se puede teletransportar, había una especie de bloqueo, el cual podía ser el mismo que sus hombres no pudieron pasar. Además, recordó la vez que Goku y Paikuhan aparecieron en el infierno. Ellos debieron pasar por esa barrera, o bien ellos podían atravesar sin problemas al no ser habitantes del infierno. Si querían salir de ahí, debían romper ese bloqueo.
-”¿Cómo romper esa barrera?” -pensó detenidamente hasta que notó la mirada del androide sobre él. Bastó un pequeño instante en que ambos cruzaron las miradas para que sintieran una gran incomodidad debido a la situación. Pese al gran estruendo y posible amenaza sobre ellos, sus pensamientos volvieron a lo ocurrido hace un minuto atrás. Rápidamente, Cell bajó la mirada apenado, y Freezer se cruzó de brazos al mismo tiempo que le daba la espalda.
Nuevamente, nadie dijo nada. La tensión en el ambiente parecía ser más pesada que los eventos catastróficos en el cielo.
El androide apretaba sus puños sin saber qué decir, de vez en cuando miraba de reojo al demonio del frío, y aunque este le daba la espalda, volvía la mirada al suelo avergonzado. No sabía lo que había hecho, no sabía por qué lo hizo y mucho menos lo que lo había provocado. Era un desastre.-Freezer… -lo llamó débilmente, esperando poder justificar lo ocurrido, pero por lo esquivo que demostraba ser el demonio del frío, no sabía si mencionar lo que había ocurrido antes del estruendo.
Inhaló y exhaló profundamente, logrando disipar el rubor que aún mantenía en sus mejillas. Ignorando los hechos, pero aún sin voltearse hacia el androide, finalmente habló. -Te necesito para saber si esta barrera continúa ahí.- dijo con normalidad, como si lo ocurrido nunca hubiera pasado. Su prioridad era su misión principal y nada más. Suspiró levemente, para aún mantenerse firme. -Vamos -ordenó al androide antes de elevarse y volar lejos del lugar y la situación.
Cell no dijo nada, observó perplejo cómo este se alejaba. Estando solo en ese lugar, por fin respiró aliviado. Por un momento, creyó que lo iba a atacar o mínimo que se enfadaría. Pero no, fue todo lo contrario; ni siquiera lo mencionó. Sintió un gran alivio, pero al mismo tiempo una incomodidad al haber ignorado por completo la situación, pues no se sentía capaz de verlo a la cara. Y por lo que parecía, era mutuo. Esta vez no solo había incomodado a Freezer, sino hasta él mismo. ¿Era posible algo así?
Aun así, y con algo de duda, emprendió el vuelo y fue detrás del Emperador. Él no podía explicar lo que pasó, pues era la primera vez que experimentaba una sensación así. Sin embargo, esperaba que el demonio del frío supiera más que él.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cuando llegaron al territorio de la nueva cueva de Freezer, se encontraron con algunos soldados de su ejército que lo pusieron al tanto de lo ocurrido; efectivamente, se trataba de una pelea. Pero era aún más curiosa la razón por la que se habían enterado de ello, pues le comentaron sobre una extraña y llamativa esfera gigante que había aparecido como por arte de magia en el infierno.
Dicho esto, se dirigieron a donde se encontraba la esfera. No muy lejos de la cueva, se toparon con la mayoría del ejército y otros habitantes del infierno, incluyendo a unos ogros que observaban anonadados aquella esfera. En esta, ambos villanos pudieron comprender el porqué de la magnitud de la energía que se encontraba sobre ellos. Pues, se podían ver imágenes de una gran batalla.
Aunque Cell aún se encontraba nervioso por lo ocurrido y guardaba su distancia con el demonio del frío, sin embargo, al ver la batalla que se libraba, logró alejar esos pensamientos confusos por unos instantes. El androide se sorprendió bastante por la brutal batalla que observaba, pero aun así, pudo mantener la seriedad. No solo por distinguir a uno de los peleadores, sino por el nivel actual que tenía. Era impresionante ver cómo había llegado tan lejos.
Por otro lado, Freezer, al igual que los demás, no pudo ocultar su sorpresa y desconcierto. Era Goku. Él se encontraba librando la batalla que hacía estremecer el cielo y el infierno. Después de salir de su trance, presionó con fuerza sus puños conteniendo el odio.- Como odio ese sujeto. Él fue el que destruyó todos mis sueños.- dijo con tanta rabia que hasta las venas se marcaban en su frente.- Que pierda esa batalla, ¡que lo maten! - exclamó enfadado al ver cómo el saiyajin había alcanzado tal nivel de poder. Hasta ese punto, siempre quiso vengarse de Goku. Y el androide tuvo razón al ver cómo este estaría vivo después de varios años. Pero ya no le importaba si otro sujeto era quien lo mataba. Solo quería verlo perder.
Pareciendo imperturbable, el androide entrecerró los ojos intentando disimular la molestia que esta batalla le causaba.-Aun así estoy sorprendido. No me imaginaba que alguien tuviera una batalla más asombrosa que la mía.- dijo al pensar que, aunque hubiera alguien más fuerte que él, pudiera causar tal desastre y un ki tan estrepitoso. Ciertamente, solo con ver esta batalla, sentía que su orgullo había sido lastimado.
En ese instante, un sujeto bajo de estatura se acercó a todos los que presenciaban la batalla, con una risa curiosa llamó la atención de todos los presentes.- Por si no lo sabían, es una de mis creaciones. Su nombre es Majin Buu.
Aunque Freezer siguió escuchando al sujeto y su forma presumida de hablar, su mente aún procesaba lo que acababa de decir.-"Majin Buu " .-se dijo a sí mismo con preocupación. Rápidamente cruzó miradas con su padre, que se encontraba a su lado. Ninguno dijo nada al respecto, pero sabían perfectamente que ese ser era uno con el que no les convenía enfrentarse. Pero aun así, ahí estaba Goku, batallando contra él.
Continuaron observando la batalla con gran expectación. Aunque la mayoría mostraba su apoyo a Majin Buu, para su desgracia, fue el saiyajin quien finalmente lo derrotó con la ayuda de Vegeta y las esferas del dragón.
Tras la conclusión del enfrentamiento, los soldados comenzaron a intercambiar comentarios entre ellos sobre la pelea. Algunos expresaban que sintieron que estuvieron al borde de la desaparición, mientras otros especulaban sobre la posibilidad de que el saiyajin pudiera haber matado a Vegeta junto con Majin Buu.
Freezer, por su parte, se limitó a cruzarse de brazos mientras observaba la esfera con odio palpable.- Qué fastidio.- murmuró con gran molestia por el desenlace de la batalla. Realmente esperaba que el saiyajin hubiera perdido la vida.
El androide había analizado detenidamente toda la pelea, centrándose especialmente en Goku. La asombrosa fuerza que ahora poseía el saiyajin lo llevó a reflexionar sobre su propio potencial. La idea de alcanzar ese nivel, considerando su herencia saiyajin, le arrancó una leve sonrisa reconfortante. La posibilidad de superarse aún más mediante el entrenamiento se dibujaba ante él. Sin pensarlo, volvió su mirada hacia el demonio del frío.-¿Lo ves? Te dije que revivirán a Goku.-comentó a Freezer, quien lo miró instintivamente.-Ahora podrás matarlo cuando tu ejército te resucite.-añadió con naturalidad, como si la incomodidad entre ellos nunca hubiera sucedido.
Frente a esto, Freezer desvió la mirada alarmado, sin prestar atención al comentario. El androide parecía haber superado lo ocurrido, ¿o tal vez lo consideraría algo normal? Freezer no sabía qué pensaría el androide acerca de sus acciones y no quería saberlo, y mucho menos rodeado de su ejército.
Por un instante, Cell observó con extrañeza al demonio del frío, hasta que rápidamente captó su actitud. Al igual que él, desvió la mirada y dio algunos pasos alejándose. La intensidad de la pelea los había absorbido por completo, y Cell, en su entusiasmo, olvidó temporalmente el tenso episodio entre ambos.
-¿Creen que ese Majin Buu pueda aparecer acá en el infierno? .-se preguntó uno de los soldados. Aunque dirigió la pregunta a uno de sus compañeros, todos quedaron en silencio considerando esa posibilidad.
-Majin Buu es la encarnación de todo lo malo del mundo. Por supuesto que podría llegar hasta acá.-mencionó Babidi, intentando evidenciar lo obvio, aunque por dentro temblaba de miedo por su propia declaración. No deseaba volver a ver a Majin Buu.
Dicha afirmación comenzó a inquietar a todos a su alrededor. Habían presenciado la pelea y conocían la fuerza del ser en cuestión, pero más que su poder, lo que más les infundía temor era su personalidad. Era como un animal salvaje que actuaba por instinto, sumado a toda la maldad que llevaba dentro.
Por un lado, Freezer consideró bastante la fuerza de Majin Buu; sin embargo, pensaba que era alguien demasiado desequilibrado como para convencerlo de unirse a su ejército. Sinceramente, no creía que pudiera controlarlo.
Mientras que a Cell le preocupaba la idea de que ese individuo fuera más fuerte que él, aunque no podía negar que le interesaba la posibilidad de enfrentarse a él. De igual manera, lo inquietaba aún más el hecho de que parecía un demente. No sentía que fuera apto para tenerlo como compañero de entrenamiento. Suspiró sin saber qué pensar al respecto. ¿Qué hacer cuando Majin Buu llegará al infierno?
Freezer observó de reojo al androide, quien parecía sumido en sus pensamientos. Frunció levemente el ceño. Seguía sin entender por qué Cell se atrevió a tener ese tipo de cercanía con él, pero no perdería el tiempo con cosas insignificantes como esas. Levantó la vista hacia los soldados.-Todos a la cueva.- ordenó el demonio del frío en voz alta a todo el ejército. Prefería concentrarse en su nuevo hallazgo, ya que así tendrían una posibilidad de salir de aquel lugar. Debía descubrir cómo derribar esa barrera, pensó antes de emprender el vuelo de regreso a la cueva para empezar a planear una estrategia.
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Mientras los soldados se congregaban en las afueras de la cueva, Freezer se dirigió personalmente a aquellos que envió a explorar el cielo desde la primera vez que llegaron. Aunque habían pasado años desde entonces, no recordaban haber visto o sentido algo fuera de lo común. Ninguna pista o información que indicara la existencia de una barrera.
El demonio del frío asumió que, aunque no hubiera rastros tangibles en el cielo, el infierno debía contar con algún sistema de seguridad para evitar que escaparan, incluyendo una barrera que les impidiera traspasar al cielo. Por lo que decidido y confiado en sus deducciones, compartió los detalles del problema con todos los soldados, quienes escuchaban con emoción ante la perspectiva de encontrar una salida. Se dejó claro que algo en el cielo estaba siendo protegido, por lo que a partir de ese momento, su objetivo principal sería descubrir cómo atravesar esa barrera.
En medio de la expectación, algunos soldados murmuraban entre ellos, especulando sobre la naturaleza de la barrera y las posibles soluciones. Freezer observó la inquietud y la esperanza en sus rostros, comprendiendo que esta nueva misión les ofrecía una oportunidad de escapar del confinamiento del infierno.
Los soldados se aproximaron al cielo, desesperados por encontrar cualquier indicio de la elusiva barrera. Algunos volaron lo más lejos posible, explorando el vasto cielo en busca de pistas. Sin embargo, los minutos pasaron sin éxito, y varios intentos fallidos llevaron a algunos a quedarse en el aire, observando impotentes cómo otros se alejaban en vano.
Butter, entre ellos, reflexionaba sobre la situación mientras veía a sus compañeros perderse en la lejanía. De repente, un golpe en la cabeza lo desconcertó. -¡¿Qué te pasa?! -exclamó a Jeice, quien se había chocado contra él. Aunque ambos se veían perplejos, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo.
-Pero tú estabas... -comenzó a decir Jeice, señalando hacia atrás. Butter se había quedado rezagado, ¿cómo había llegado ahí?
-Tú estabas... -dijo Butter, señalando hacia adelante. ¿En qué momento retrocedieron? Mientras se miraban con confusión, los soldados que acababan de marcharse volvieron a su alrededor, provocando una confusión general entre todos.
Aunque este fenómeno había sido un descubrimiento o "avance", pasaron días sin descanso intentando comprender por qué ocurría. La desesperación los llevó a lanzar ataques hacia el cielo, pero no obtuvieron ninguna señal a su favor. La incertidumbre y la frustración comenzaron a apoderarse de ellos, mientras seguían atrapados en ese misterioso lugar.
El androide observaba desde una elevación rocosa, a pocos metros de la cueva, como los soldados lidiaban con el enigma del cielo. En los últimos días, sus pensamientos oscilaban entre la preocupación por la posible aparición de Majin Buu en el infierno, la falta de rastros de la misteriosa "barrera" y, por supuesto, lo que había sucedido con Freezer.
En cuanto a Majin Buu, no había señales de su presencia. Existía la posibilidad de que hubieran decidido no enviarlo al infierno, quizás porque otros también lo consideraban un demente. Con ese tema temporalmente resuelto, el androide centró su atención en los otros dos problemas que ocupaban su mente. Observaba a los soldados interactuar con el cielo, pero de vez en cuando, echaba un vistazo furtivo al demonio del frío, que se encontraba a varios metros de distancia. Freezer también supervisaba la situación, interactuando con los soldados y consultando a los científicos en busca de algún avance.
Por su parte, Freezer experimentó un alivio al no detectar la presencia de Majin Buu. Lo último que necesitaba, era la presencia y amenaza de un ser más poderoso que desafíe su autoridad. Sin embargo, estaría alerta ante cualquier rastro de ese ser. No era alguien a quien pudiera controlar, pensó para su disgusto. Apenas podía con el androide, a quien aún podía controlar en ciertas ocasiones. Al pensar en él inconscientemente miró en su dirección e inevitablemente recordó el incidente del beso. ¿Qué había significado eso? Siempre había considerado a Cell intrépido y osado, pero ahora pensaba que era simplemente un idiota que actuaba sin pensar. En ese instante, el androide volvió la mirada hacia él, provocando que Freezer apartara la vista con enojo. Necesitaba concentrarse.
Cell bajó la mirada, sintiéndose apenado por la reacción de Freezer. Comprendía el significado de un beso; no era tan ingenuo. Aunque solo tenía conocimientos básicos sobre el comportamiento humano en la Tierra, adquiridos a través de libros, información académica y hechos conocidos, entendía las implicaciones del gesto. Sin embargo, no comprendía por qué reaccionó así. No se detuvo a pensarlo, simplemente actuó por impulso.
Sabía que ese tipo de actos eran propios de personas involucradas en una relación romántica. También tenía claro que él no buscaba una relación de pareja con Freezer. La idea le volvía a causar escalofríos. Solo quería comprender lo que sentía por él, esa sensación y sentimiento que lo habían estado molestando últimamente. Pero, al haberlo besado con conocimiento de su significado, ¿será que su subconsciente le indica que quiere ese tipo de relación con Freezer?
La sola pregunta provocó que un sonrojo cubriera su rostro. Sacudió la cabeza para quitarse esas ideas de la mente y volvió a mirar de reojo a Freezer.-"No es posible... Además, él me odia"- se dijo a sí mismo, o al menos eso creía. Incluso se le pasó por la mente que un beso no tendría el mismo significado para él, siendo extraterrestre. ¿Podría tener otro significado para los demonios del frío? Suspiró molesto. Este tipo de choques "culturales" empezaban a fastidiarlo, y se negaba a preguntar acerca de eso a nadie, sintiendo que ya había hecho el ridículo bastante con los soldados. Y ahora también se sentía de esa manera preocupándose por ese tipo de cosas.
Se elevó de la roca y se aproximó en dirección del demonio del frío. Era algo que solo podía hablar con Freezer, ya que, como lo pensó inicialmente, él debía comprender más. - "Aún no sé qué es lo que siento." - se dijo, acercándose decidido hacia Freezer. - "Pero no puedo descartar nada."
Al aproximarse, este lo miró con su característica expresión de desdén y frialdad. Cell, sintiendo la tensión en el ambiente, se quedó en silencio por unos segundos incómodos mientras el nerviosismo recorría su cuerpo.
-Yo… lamento lo que sucedió... - murmuró Cell, buscando romper el hielo.
Freezer, sin embargo, levantó la mano en señal de guardar silencio, interrumpiendo de manera tajante.- Eso no pasó.- ordenó con firmeza.
-¿Qué? - la confusión se reflejó en la expresión de Cell.
Altaneramente, Freezer juntó las manos detrás de su espalda, adoptando una postura de indiferencia.- Lo mejor sería olvidarlo. Es lo mejor para los dos.- sentenció. Sabía que el androide se parecía bastante a él, por lo que sabía que era capaz de aparentar normalidad y seguir adelante, incluso después de momentos incómodos. Igual que él.
Cell se quedó sin palabras, procesando la sugerencia de Freezer.¿Olvidarlo sin más?-Mm…- Aunque fuera así, tenía más dudas al respecto.- ¿Y no te molestó? - preguntó, tratando de entender su reacción.
Internamente, Freezer estaba irritado, pero prefirió no expresarlo abiertamente.- ¿Molestar? ¿En serio? - volvió su vista directamente hacia el androide, marcándose la típica vena en su frente y bufando exasperado. No quería crear un escándalo, especialmente delante del ejército.- No vuelvas a hacer eso.- le dijo seriamente. Con una mirada de desprecio tan imperturbable que congeló al androide al instante.
El androide se sintió indefenso ante esas palabras. La actitud agresiva del emperador provocó un escalofrío que recorrió su espina dorsal. Su corazón latía con fuerza, recordando aquella vez que el demonio del frío lo había intimidado hasta cierto punto de hacerlo dudar de sus sentimientos. Desvió levemente la vista al sentir cómo su rostro comenzaba a calentarse. El recuerdo de la intimidación pasada se mezcló con la tensión actual. A pesar de su habilidad para controlar la situación en el campo de batalla, la actitud de Freezer lograba despertar esa sensación de vulnerabilidad en él. No pudo hacer más que cerrar sus puños temblorosos para controlar la sensación que experimentaba.
Antes de que Cell pudiera responder, el demonio del frío le dio la espalda y se dirigió hacia la entrada de la cueva, donde estaban los científicos, esperando que tuvieran un avance. El androide se quedó en silencio mientras descendía poco a poco hasta finalmente llegar al suelo.
Mientras observaba a Freezer alejarse, se sintió más inquieto que nunca. Aunque ordenó que lo ocurrido sea algo que iban a ignorar, no se creía capaz de lograrlo. Incluso, no creía que podría volver a entrenar con él sin recordar lo que pasó. La tensión entre ellos había cambiado, y no estaba seguro de cómo manejarlo, y mucho menos hacia dónde los llevaría.
-¿Hay alguna novedad? - preguntó una voz detrás de él.
Cell se volteó alarmado para encontrarse con King Cold. Balbuceó antes de hablar. -No, aún no. - contestó lo más normal que pudo. No sabía si los había escuchado. -No siento nada…
-Ya veo. - dijo King Cold con la mirada pensativa, luego volvió la vista al androide. Este se sobresaltó al ser observado. -¿Ocurre algo?
Desvió la mirada. -No es nada...- mientras se cruzaba de brazos.
El demonio del frío lo observó desconfiado, para luego alzar su vista hacia su hijo. Luego, nuevamente a Cell. Reconoció que era la misma reacción de Freezer cuando obviamente le ocurría algo. No era quien para interrogar al androide, pero se dijo a sí mismo que lo tendría vigilado
Por otro lado, el Dr. Gero, junto con otros científicos del ejército, construyeron rápidamente un aparato. Esperaban detectar alguna reacción cuando los soldados "activaran" ese mecanismo de defensa en el cielo. Sin embargo, no se registraba ninguna reacción de ningún modo.- No tiene sentido ni lógica.- mencionó el Dr. Gero al ver que nuevamente no aparecía ningún dato en la pantalla.
-Tal vez no hay una barrera como tal.-sugirió otro científico ante esa probabilidad.
-¿Como que no hay barrera?-se preguntó el Dr. Gero incrédulo, pues obviamente algo había en el cielo.
-¿Acaso ves pruebas de que sí lo hay?
Frunció el ceño. Era extraño, pero la falta de pruebas no significaba que no ocurriera un evento curioso en el cielo.- Es como magia - se dijo, aunque fuera así, debería haber una forma científica de abordarlo.
Freezer, que los escuchaba a unos pocos metros, pensó de inmediato: "¿Magia?" .-Al instante recordó al pequeño sujeto que vieron antes, Babidi. Después de presenciar la batalla en la esfera, no lo había vuelto a ver. Durante la pelea, muchas personas desaparecieron debido al deseo que pidieron con las esferas del dragón. Aun así, no creía que hubiera desaparecido como los demás. - "No debe estar lejos" - pensó antes de darles la espalda a los científicos y emprender el vuelo.
Se dirigió en busca de Babidi, consciente de la necesidad de cautela al tratar con alguien que poseía "magia". Tras una reducida búsqueda lo halló bastante cerca de la esfera, que aún seguía en el mismo lugar. Después de una breve pero intensa conversación, logró persuadir a Babidi para que se uniera a su ejército. Aunque ese hechicero no parecía alguien fuerte, no debía bajar la guardia, pues debía tener cuidado con esa “magia” que poseía. No sabía que era capaz de hacer.
Para sorpresa del ejército, Freezer apareció acompañado por Babidi. Se unieron a los soldados que aún buscaban respuestas en el cielo. Babidi examinó el entorno y se elevó lentamente, captando la atención de todos. Levantó las manos, concentrándose en la búsqueda, hasta detenerse de repente y retroceder unos metros para comprobar. -Aquí hay algo.-declaro.
Los soldados observaron asombrados al supuesto mago, capaz de percibir lo que ellos no podían. Babidi continuó con sus movimientos de manos y, finalmente, lanzó un hechizo. -¡Pa-parapa!- Hubo un silencio expectante, pero nada sucedió. Los soldados suspiraron decepcionados, pero el hechicero se volvió nervioso hacia Freezer, quien lo miraba con seriedad. -Está bien, creo que ese no era el hechizo indicado. Pero creo saber cómo quitar este obstáculo, solo que me tomará un tiempo.-aclaró finalmente.
Freezer, aunque seguía observando con seriedad, dejó escapar un suspiro. -Bien.-dijo con indiferencia, sorprendiendo a todos presentes. -Mantenme informado. -añadió antes de darle la espalda. -Vamos. -ordenó a los soldados, quienes siguieron al emperador, dejando a Babidi solo en el cielo.
A pesar de confiarle el asunto al hechicero, Freezer ordenó a unos soldados mantenerlo vigilado. Mientras que mandó a convocar a todos los soldados restantes para planear una posible invasión al cielo. Por lo que en poco tiempo, ya estaban reunidos alrededor de la cueva.
Freezer se adelantó unos pasos, imponiendo su figura sobre los soldados congregados. -No pienso quedarme aquí para siempre. -Sus ojos fríos escudriñaron a cada uno de ellos. -Hay algo en el cielo, y vamos a invadirlo para escapar de este lugar.-añadió, marcando su determinación. -¡Todo está en juego! Así que espero una ejecución perfecta en esta misión.
Una pausa se hizo presente, pero antes de que pudiera continuar, un agudo ruido retumbó en el cielo, resonando extrañamente en todas direcciones. Las miradas se alzaron hacia lo alto, buscando el origen de aquel eco desconcertante.
Sorpresa invadió a los soldados al presenciar una grieta monumental que se abría en el cielo, extendiéndose con fracturas más pequeñas que se adherían a la principal. Después de unos segundos de expectación, una porción del firmamento se desprendió en fragmentos de diversos tamaños.
Freezer, anonadado, contempló cómo la barrera celestial literalmente se desmoronaba. Suspiró con hastío, aunque esperaba este desenlace, no anticipó que el hechicero rompería la barrera con tanta rapidez.-"No es algo que los encargados del infierno pasarían por alto."-reflexionó con gran molestia, consciente de que este estruendo no había pasado desapercibido para los habitantes del infierno. Sin embargo, no podían permitirse demoras; debían actuar antes de que se dieran cuenta y volvieran a cerrar la barrera.
Elevándose hacia el cielo, Freezer se detuvo por un instante para dirigirse a sus tropas. -¡Vamos! -exclamó, dando la orden al ejército. Era hora de atacar.
Notes:
¡SORPRESA! ¡¡No se enojen!! jaja No, en serio. No se enojen pipipi Enojense con Majin Buu que cago el momento xD Y también enojense con Freezer, él lo negó todo. Algo que según yo, es algo que Freezer haría. Ahora que lo pienso, Freezer las caga todo el rato jaja
Y si, en la línea de tiempo se encuentran en la saga de majin buu. Y si, para Freezer han pasado 10 años en el infierno y para Cell pasaron como 7 años. Como pasa el tiempo…
Espero que no estén tan enojados, pero también espero que les haya gustado el capítulo. De alguna forma jeje Y como ven, en el próximo capítulo habrá pelea (lloro por dentro pipipi) pero espero que todo salga bien.
El próximo capítulo se publicará el 1 o 2 de marzo. Así que estén atentos. Abrazos y besos. Nos leemos. Bye bye.
Chapter 23
Notes:
¡Hola banda!!
Primero que nada gracias por su apoyo y a las personitas nuevas que comenzaron a seguir la historia.
Segundo, gracias porque no enojaron por el capitulo anterior jaja Pense que se enojarian, pero parece ser que fue una reaccion normal ante un slowburn.
Tercero, este capitulo incluye algunos personajes de DBZ
Sin mas, disfruten el capitulo. Y no olviden seguir a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Los soldados emprendieron vuelo en dirección al cielo, siguiendo al emperador. Freezer fue el primero en encontrarse con Babidi. Se detuvo junto a él y lo observó severamente. El hechicero se encogió de hombros con nerviosismo por el hecho de haber destruido la barrera sin previo aviso. Aunque había logrado su cometido, fue más bien por un accidente.-Tú también vienes.-ordenó el demonio del frío y continuó su camino.
Pese a la orden, Babidi retrocedió lentamente al no ser vigilado por Freezer; después de todo, él no era material para ser parte del ejército y mucho menos como luchador. Sin embargo, rápidamente fue sujetado por unos soldados que oyeron las órdenes del demonio del frío, obligándolo a avanzar con los demás.-¡Vamos!
Mientras el grupo de soldados ascendía más allá de los límites que antes tenían establecidos, el entorno cambiaba completamente a su alrededor. Las nubes antes negras, rojas o anaranjadas del infierno dieron paso a tonos morados y azules. Cualquiera podía ver que ya no se encontraban en el infierno, sino en un lugar completamente distinto.
Finalmente, las nubes cambiaron de color mientras seguían ascendiendo. Ahora eran completamente amarillas, dándoles la sensación de estar en el cielo en lugar de en el infierno. Sin embargo, para el androide, ese lugar le causaba una sensación familiar.-Son distintas a las nubes de la Tierra.-se dijo confundido, ya que no conocía ningún otro lugar aparte de ese planeta. Aun así, no podía evitar sentir que el paisaje le resultaba conocido.
Continuaron ascendiendo hasta que finalmente, después de varios minutos viendo solo nubes, divisaron algo peculiar a lo lejos. Una estructura exageradamente larga que parecía cruzar todo el cielo y que estaba suspendida en el aire sin razón aparente.
Freezer fue el primero en poner un pie en el camino. Miró en ambas direcciones, las únicas opciones que tenían. Cualquiera de las alternativas parecía tener miles de kilómetros de longitud y no se podía vislumbrar un final en ninguna. Suspiró, sin saber qué era ese extraño camino o a qué destino los podría llevar. Finalmente, dirigió su vista al cielo, donde se podían ver más nubes amarillas. Ese lugar era lo único que habían encontrado en todos esos años en el infierno, y debía ser investigado. Sin embargo, no descartaría la posibilidad de que hubiera algo más allá.
Junto a él, comenzaron a reunirse los soldados, todos mirando el camino con confusión. Muchos murmuraban sobre qué podría ser, mientras que otros mencionaban que la estructura tenía forma de serpiente.
El demonio del frío observó a su alrededor y confirmó que todos los soldados habían llegado.-Nos separaremos en dos grupos. Nos comunicaremos con los rastreadores.- ordenó antes de voltear y tomar el camino de la izquierda. Rápidamente, los soldados se organizaron en sus respectivos grupos, como si ya hubieran planeado de antemano qué hacer en caso de dividirse.
Por su parte, Cell contempló desorientado qué hacer o a qué grupo unirse. Nunca había estado muy al tanto de las estrategias del ejército, por lo que no sabía en qué grupo sería más útil según sus habilidades.
Se tomó unos segundos para analizarlo, sin embargo al mirar en dirección a Freezer, sus miradas se cruzaron por un fugaz instante. En ese breve momento, Cell sintió un torbellino de emociones encontradas: confusión, anhelo y una punzada de dolor en el corazón. Fue suficiente para que el androide le diera la espalda y se incorporara al grupo que se dirigía hacia la derecha, sin considerar ninguna estrategia en particular. La incomodidad de permanecer junto al demonio del frío se intensificaba con cada paso que daba. Pensó que lo mejor sería alejarse por un tiempo, aunque en lo más profundo de su ser, sabía que no podría olvidar lo que había sucedido.
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En el majestuoso Palacio del Gran Kaio en el Otro Mundo, los Kaios del Norte, Sur, Este y Oeste se habían congregado en una sala circular, con expresiones preocupadas y gestos de intranquilidad ante la noticia reciente. Sentado en su trono, el Gran Kaio acariciaba su larga barba blanca mientras dirigía la atención de los presentes.
-Supongo que todos han escuchado la noticia. La barrera del infierno ha sido rota.- anunció con solemnidad.
La Kaio del Este asintió, agregando.-Se sabe que Freezer y sus soldados volaron lejos del infierno, pero lo último que se supo es que se detuvieron en el camino de la serpiente.
-Podríamos pedirle ayuda a Goku.-sugirió el Kaio del norte.- Es el más fuerte de todos nosotros. Seguro podría detener a Freezer y a su ejército.
Sin embargo, el Gran Kaio negó con la cabeza con determinación.-No, no es necesario. Con los peleadores del otro mundo, podemos controlar la situación. Ninguno puede salir del otro mundo, después de todo.- declaró, intentando infundir confianza entre los demás dioses.-El único problema es que no sólo Freezer y su ejército se escaparon, sino varios seres del infierno. Debemos actuar rápido para evitar que lleguen hasta nosotros.
El Kaio del Sur intervino con un tono nervioso.-¿Recuerdan lo que ocurrió con Kid Buu? Entró al otro mundo sin problemas y luego al planeta sagrado. Ahora que no está la barrera, ¿quién dice que no hay alguien más como él en el infierno que pueda escapar del más allá?
Ante esto, el Kaio del norte contuvo su impresión.-¡Cell! -exclamó finalmente, llamando la atención de todos con un gesto dramático.-Él puede usar la teletransportación.- volvió a exclamar, rememorando lo ocurrido con él y su planeta.
El Kaio del Oeste, con una sonrisa burlona, no pudo contenerse.-¿Cell? ¿No fue ese el sujeto que te mató? - dijo con sarcasmo, buscando sacar una risa entre los presentes.
-¡¿Por qué siempre tienes que recordar eso?!-le reclamo el Kaio del Norte fastidiado por las palabras de su compañero, quien solo reía satisfecho por provocarlo de esa manera.
El Gran Kaio, frunciendo el ceño, ignoró la pequeña disputa, centrando la atención en la gravedad del asunto.-Es cierto. Después de todo, Cell logró teletransportarse de regreso a la Tierra después de regenerarse en el sector del norte. Es una posibilidad preocupante.
El Kaio del Sur, con un tono de inquietud, planteó una pregunta.-Si ese Cell puede teletransportarse, ¿por qué no se ha ido?
El salón quedó sumido en un silencio incómodo ante ese detalle. Si el androide no había usado su técnica, significaba que aún no se había percatado de que podía hacerlo.
-Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo podemos detenerlos?- preguntó intranquila la Kaio del Este, buscando respuestas en medio de la incertidumbre que envolvía la situación.
El Gran Kaio se levantó de su trono con determinación, provocando sorpresa entre los demás Kaios, quienes intercambiaron miradas entre sí, anticipando que tomaría el asunto en sus manos.-Preparen a sus peleadores.- ordenó, dirigiéndose a los demás Kaios con voz firme. Luego, se detuvo un momento, creando suspenso en la sala antes de continuar.-En cuanto a Cell...- añadió, haciendo una pausa dramática que mantuvo a todos expectantes ante lo que diría a continuación.-...necesitaré la ayuda de Paikuhan.
Los demás Kaios se desalentaron al instante, pensando que el Gran Kaio se enfrentaría personalmente al androide.
Aunque avergonzado por su falta de habilidades de combate, el Gran Kaio sabía que no sería capaz de enfrentarse a Cell. Hacía años que no entrenaba ni se enfrentaba a un oponente, y esa batalla estaría muy por encima de sus capacidades. Carraspeó para llamar la atención de los presentes.-Me tomará mucho poder, pero para este caso en específico es necesario.- afirmó, fijando su mirada en el Kaio del Oeste.-Dile a Paikuhan que venga antes de unirse con los otros peleadores en el camino de la serpiente.
El Kaio del Oeste asintió con solemnidad, y el Gran Kaio abandonó la sala, dejando a los otros Kaios intrigados por su plan y con la incertidumbre de lo que se avecinaba.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Por otro lado, Cell volaba en compañía de varios soldados sobre el camino. Su mente no estaba centrada en la misión que desempeñaban; aún resonaban las palabras de Freezer.-"¿Olvidarlo?”- se preguntó a sí mismo con un dejo de mal humor que no pudo expresar hasta ese momento.
Algo en la atmósfera cambió de repente, y el grupo se detuvo bruscamente, lo que llevó a algunos soldados a comenzar a preguntarse qué estaba ocurriendo. ¿Qué pasa? ¿qué ocurre? Se preguntaban los soldados al final del grupo.
El androide, quien no había prestado atención durante el trayecto, se adelantó unos metros para averiguar la causa de la detención. Al observar lo que sucedía, se sintió igual de confundido que los demás, inclinó su cabeza hacia un costado y frunció el ceño con perplejidad. La estructura que se alzaba ante ellos, similar a una serpiente, indicaba que habían llegado al final del camino. El androide examinó el entorno, esperando encontrar alguna otra señal, pero sólo divisó más nubes a su alrededor.
-Parece que hemos llegado al final del camino.-comentó King Cold a los soldados, señalando la imponente estructura.
Ante la incertidumbre, Gurdo se dirigió al ex emperador.- ¿Qué deberíamos hacer? ¿Nos devolvemos?
El demonio del frío observó a su alrededor y luego hacia arriba, buscando alguna pista sobre lo que podía estar cerca.-Debe haber algo cerca de este lugar. Sigamos buscando.- declaró con determinación.
Los soldados asintieron y se prepararon para emprender el vuelo hacia lo alto. Sin embargo, antes de que pudieran partir, un par de ellos cayeron estrepitosamente desde el cielo.
Al alzar la vista, se encontraron con varios individuos que también tenían una aureola sobre sus cabezas, pero permanecían firmes en su posición, impidiendo que avanzaran.
Entre ellos, uno se adelantó para hacerle frente al ejército.-¿Así que ustedes son los que se escaparon del infierno?- comentó un sujeto grande, musculoso y rubio, con una presencia imponente.-Soy Olivue, el representante de las Galaxias del Norte. Yo y los peleadores del otro mundo hemos venido aquí para detenerlos.
Varios soldados los observaron frustrados al ser descubiertos. Sin embargo, el androide analizó rápidamente a todos sus contrincantes. Frunció el ceño cuando se percató de que Paikuhan no se encontraba entre ellos.- "¿Por qué no se encuentra aquí?"- se preguntó con gran molestia al mismo tiempo que gruñía. Desde su primer encuentro, deseaba una revancha.
Mientras estudiaba a los peleadores, sus ojos se enfocaron en el sujeto rubio que estaba hablando. La mayoría no parecía ser la gran cosa, pero detectaba algo en él, como si estuviera ocultando su verdadero poder.
Antes de que los peleadores pudieran hacer su primer movimiento, Cell se abalanzó velozmente contra Olivue, arrastrándolo varios metros entre los peleadores del otro mundo.
Hubo un momento de silencio en el que todos observaron anonadados cómo el androide había comenzado la batalla tan repentinamente. Después de salir del trance, todos los soldados siguieron el ejemplo de Cell y atacaron a los peleadores del otro mundo, comenzando la batalla.
En medio del caos de la batalla, una gran variedad de personas, tanto del cielo como del infierno, luchaban frenéticamente entre ellos en una gran muchedumbre de combatientes.
Entre los enfrentamientos, uno de los miembros de las fuerzas especiales Force notó algo peculiar. Por lo que Burter, se acercó a unos de sus compañeros en un breve momento entre los golpes que daba y recibía.-¿Han notado que se están esforzando en hacernos retroceder?-comentó con sospechas.-Parece que algo les preocupa.
Recoome asintió con seriedad.-Debemos informarle al señor Freezer.-Rápidamente, activó su rastreador al mismo tiempo que esquivaba ataques. Se comunicó con el demonio del frío, alertando sobre la situación y pidiendo refuerzos para hacer frente al ataque coordinado de sus oponentes.
-¡¿Qué?!- logró articular Freezer antes de que la señal se perdiera, dejándolo sin más información. El demonio del frío reaccionó con rapidez y se volvió hacia los soldados.-¡Hay que regresar!- ordenó, y de inmediato, los soldados cambiaron de dirección para reencontrarse con los demás.
La idea de que los peleadores del cielo fueran llamados nuevamente activó algo en Freezer. Si ya estaban enterados de que habían escapado del infierno, pero solo atacaron a ese grupo en específico, significaba que estaban cerca de alguna respuesta o quizás había algo que deseaban defender. ¿Tal vez una salida? Ante estos pensamientos, se apresuraron para alcanzar a los soldados que estaban librando la pelea.
Mientras reinaba el caos alrededor del androide, este se mantuvo enfocado en su oponente, que resistía bastante bien su poder. Aunque ambos habían recibido algunos golpes, aún podía seguirle el ritmo sin problemas.
Aunque Olivue era un adversario formidable, Cell se las arreglaba para contraatacar y darle varios golpes. El choque de poderes resonaba en el aire, creando una onda expansiva que empujaba a los espectadores a retroceder.
La determinación ardía en los ojos de Cell mientras luchaba contra el representante de las Galaxias del Norte. A pesar de la resistencia de Olivue, Cell no cedía, cada golpe que lanzaba era calculado y preciso, buscando romper las defensas de su oponente.
Sin embargo, a medida que la pelea se prolongaba, Cell comenzó a impacientarse. Aunque confiaba en su propia fuerza, el hecho de que Olivue resistiera cada embestida comenzaba a socavar su confianza. ¿Acaso había aparecido alguien que lo superaba en poder? La idea le resultaba inaceptable.
La ira crecía en el interior del androide mientras se enfrentaba a su rival. Con un grito de furia, canalizó su energía al máximo y se transformó en Super Saiyajin. El aura dorada que lo envolvía brillaba intensamente, iluminando el campo de batalla con su resplandor.
Ahora con un poder mayor, Cell renovó su asalto contra Olivue, aumentando la ferocidad de sus ataques. Cada golpe era más contundente, cada movimiento más rápido. Poco a poco, comenzó a ganar una leve ventaja sobre su oponente, empujándolo hacia atrás con la fuerza abrumadora de sus ataques.
A lo lejos se aproximaba Freezer con sus soldados, que impresionados observaron la gran batalla entre tantos luchadores. Sin embargo, rápidamente todas las vistas tanto de los luchadores como de los recién llegados se enfocaron en una reluciente luz que comenzó a crecer.
-¡Kamehameha! -exclamó el androide lanzando un gran rayo que atravesó el cielo hasta alcanzar a su oponente.
El destello del poderoso ataque iluminó el campo de batalla mientras se dirigía con fuerza hacia Olivue. Aunque intentó defenderse, el impacto fue devastador y su cuerpo cayó malherido varios metros hasta que fue atrapado por uno de sus compañeros.
-¡Olivue! -clamó Mijorin angustiado por su amigo.
Mientras tanto, Cell sonrió con satisfacción mientras recuperaba el aliento, observando el resultado de su ataque. Sin embargo, su expresión cambió por un instante cuando notó la llegada de Freezer y sus soldados. Con seriedad, volvió su vista hacia la batalla. La determinación en sus ojos era mas evidente que nunca, y se preparó para seguir combatiendo.
Los soldados recién llegados se integraron rápidamente a la batalla, enfrentando a los seres del cielo con ferocidad.
Los luchadores del cielo hicieron su mejor esfuerzo, sin embargo, a pesar de su esfuerzo, los seres del infierno comenzaron a superar a sus oponentes, ascendiendo cada vez más en el campo de batalla.
De repente, más peleadores del cielo llegaron para detener momentáneamente a sus adversarios, interrumpiendo el avance de los seres del infierno. Aunque el androide se encontraba luchando contra diez rivales a la vez, se deshizo de ellos con una eficiencia implacable, liberándose rápidamente para buscar a su próximo objetivo.
Desde la distancia, pudo sentir su presencia. El luchador que lo había derrotado en el pasado se acercaba.-Paikuhan.-pensó Cell con ansiedad, mientras lo observaba llegar con determinación.
Sin previo aviso, Cell aumentó su ki y se lanzó hacia Paikuhan con una determinación feroz. El luchador del otro mundo lo vio acercarse a toda velocidad, pero logró esquivarlo con gracia y facilidad. Sin embargo, se sorprendió al ver que, al contraatacar, el androide también logró esquivar sus golpes con una destreza impresionante.
Hubo varias ocasiones en las que Cell logró esquivar los ataques de Paikuhan, pero también recibió varios golpes contundentes. Aunque parecía resistir más de lo esperado, su cuerpo finalmente cedió ante el impacto de un golpe poderoso que lo lanzó hacia atrás a través de la multitud de luchadores. Paikuhan lo siguió de cerca, aprovechando la oportunidad para continuar el combate.
Cell luchaba con dificultad mientras intentaba detener su vuelo, pero antes de que pudiera recuperarse por completo, Paikuhan apareció detrás de él y lo pateó con fuerza, enviándolo de nuevo hacia abajo hasta que aterrizó con dificultad en el camino de la serpiente. Con enojo en sus ojos, el androide se levantó rápidamente para enfrentar a su oponente.
Sin embargo, antes de que pudiera reanudar su ataque, Cell vio con sorpresa cómo Paikuhan, quien se aproximaba a él con una esfera de energía en sus manos, fue interceptado por Freezer, deteniendo su movimiento.
Paikuhan hizo desaparecer la esfera de energía y se enfrentó al demonio del frío con habilidad. Freezer intentaba atacarlo con furia, pero cada golpe era fácilmente esquivado por la agilidad de Paikuhan. El demonio del frío gruñía de frustración ante la resistencia de su oponente, aumentando su poder con determinación mientras se decía a sí mismo que debía derrotar al luchador del otro mundo que lo había vencido en el pasado.
Mientras tanto, Cell observaba la pelea con seriedad. Una oleada de emociones lo invadía. Sin embargo, las apartó con frustración, centrando su atención en su objetivo.-"No importaba lo que Freezer piense en este momento. Paikuhan debía ser derrotado”.-Con determinación, se impulsó hacia ellos, uniéndose nuevamente a la batalla. Atacó a Paikuhan con ferocidad, aprovechando su distracción con el demonio del frío. El luchador del otro mundo apenas logró esquivar su golpe mientras continuaba su enfrentamiento con Freezer, complicando aún más la situación para él, pues no había contemplado una pelea en conjunto con ambos villanos.
Mientras luchaban, el aura de energía que los rodeaba crecía con cada golpe y cada bloqueo. Los movimientos de Cell y Freezer eran forzosamente coordinados por parte del androide. Sabía que ambos tenían un tipo de combate muy distinto, aun así conociendo la forma de pelear del demonio del frío se adaptó a su ritmo sin disminuir su propio poder.
Paikuhan se mantenía ágil y alerta, moviéndose con gracia y rapidez para esquivar los golpes de sus dos oponentes. A pesar de la dificultad de enfrentarse a dos enemigos poderosos al mismo tiempo, su enfoque estaba principalmente en Cell. Fugazmente recordó lo que le entregó el Gran Kaio. Sabía que esta era una situación crucial, y debía encontrar el momento adecuado para derrotar al androide.
Los golpes resonaban en el aire mientras la pelea continuaba, cada uno llevando consigo la fuerza y la determinación de los luchadores. En un momento de pausa entre los ataques, Paikuhan vio su oportunidad. Con un rápido movimiento, alejó a Cell y Freezer lo suficiente como para crear espacio entre ellos.
Sin embargo, Cell aprovechó este espacio para ubicarse frente al demonio del frío y con un gesto rápido, levantó su mano.-Taiyoken.-exclamó lanzó un destello brillante de luz, envolviendo a Paikuhan en un resplandor cegador.
Paikuhan gruñó de sorpresa mientras la técnica del androide lo rodeaba, pero aún así, logró mantener su guardia y defenderse de los golpes que se avecinaba. Aunque momentáneamente cegado por la intensa luz, confió en sus instintos y en su entrenamiento para mantenerse en pie y continuar luchando.
Freezer, por su parte, aprovechó la distracción momentánea de Paikuhan para lanzar una ráfaga de ataques contra el luchador del otro mundo. Sin embargo, Paikuhan, con su habilidad y velocidad sobrenaturales, logró esquivar la mayoría de los golpes, resistiendo el embate del demonio del frío con determinación y astucia.
En contra de todo pronóstico, Paikuhan se defendia y lanzaba golpes con gran intuición. De improviso, el androide recibió un golpe en el estómago tan fuerte que se vio arrastrado hacia atrás perdiéndose y chocando con soldados y luchadores.
Por su lado, Freezer continuó haciéndole frente solo. Siguió atacando, pero de igual manera que sucedió con el androide, recibió una patada de la cual no se pudo defender. Fue enviado varios metros hacia abajo hasta que cayó sobre el camino de la serpiente destrepitoamente.
Cell se esforzó por mantenerse en suspensión en medio del caos de la batalla, luchando contra el dolor que lo embargaba por el golpe recibido de Paikuhan. A medida que buscaba a su rival entre la multitud de luchadores, una sensación de frustración creció en su interior al no encontrarlo a simple vista.
Tomándose un breve momento para recuperarse, Cell se sujetó el estómago adolorido, sintiendo cada golpe que había recibido. Sin embargo, su determinación no menguó. Observó a su alrededor, escudriñando el lugar en busca de alguna pista que lo ayudara a ubicar a Paikuhan.
Entre las densas nubes y la confusión de la batalla, algo llamó su atención en la distancia. Una forma distintiva entre las nubes captó su mirada, despertando una chispa de reconocimiento en su mente aturdida por el dolor. Una pregunta se formó en su mente mientras observaba con curiosidad la figura en la lejanía.-¿Es un planeta?
A pesar del dolor y la confusión, la memoria de Cell se aferró a ese paisaje, tratando de conectarlo con algo familiar. Un destello de recuerdo surgió en su mente, trayendo consigo la imagen de nubes amarillas y una sensación de déjà vu. ¿Era aquel el mismo lugar donde se había regenerado después de haber derrotado a Goku?
La idea cobró fuerza en la mente de Cell, impulsándolo a actuar. Con un gesto rápido, llevó sus dedos a su frente, buscando con desesperación un ki familiar en la distancia. La posibilidad de encontrar un lugar familiar lo llenó de esperanza, aunque una sombra de escepticismo persistía en su interior mientras se preparaba para teletransportarse hacia un destino incierto.
Paikuhan avanzaba con determinación a través del caos de la batalla, se detuvo abruptamente cuando divisó apenas al androide a lo lejos, y sobre todo como este parecía concentrado. Aunque el dolor le oprimía los ojos, no podía ignorar lo que había visto. Con un gruñido de molestia, se abrió paso entre los presentes con agilidad con su objetivo claro en mente: derrotar a Cell.- "Debía ser ahora o nunca."- se dijo a sí mismo mientras una esfera de energía brillante comenzaba a formarse en sus manos, lista para ser lanzada contra su oponente.
Mientras tanto, Cell se concentraba con impaciencia, detectando un ki familiar que resonaba desde la Tierra. Aunque desconocía la identidad del propietario, la certeza de que no provenía del infierno o del cielo lo llenó de determinación. Estaba listo para teletransportarse, pero antes de partir, instintivamente levantó la vista y buscó a su alrededor al demonio del frío. Frunció el ceño consigo mismo. A pesar de todo lo ocurrido entre ellos, una extraña conexión lo impulsaba a buscarlo, a querer protegerlo de este caos. Si tenía la oportunidad de escapar, anhelaba que Freezer estuviera a su lado. Cada fibra de su ser ansiaba tenerlo cerca, deseando más que nunca que pudieran enfrentar juntos lo que vendría. Avistó al demonio del frío, maltrecho pero de pie en el camino de la serpiente.-¡Freezer! - exclamó llamándolo entre la multitud.-¡Dame la mano!- gritó frente a todos extendiendo la mano hacia él con desesperación.
Aunque su expresión durante la batalla había sido seria, la vergüenza se reflejó en el rostro del demonio del frío al escuchar la súplica del androide en medio de la lucha.Sin embargo, su desconcierto aumentó cuando desvió la mirada y vio a Paikuhan acercándose rápidamente al androide.
Distraído por el llamado hacia el demonio del frío, no se dio cuenta de la amenaza hasta el último segundo, cuando el luchador del otro mundo lo atacó con una esfera resplandeciente. En ese instante, todo se sumió en la oscuridad para Cell, dejándolo inconsciente en medio del caos de la batalla.
Notes:
¡PUM! Creo que hago sufrir mucho a Cell últimamente. Nada le sale bien ajaj Meperd0nan xD Y Freezer, pues que les digo…
Tambien les comento que comencé a responder sus review, aunque me faltan algunos. Espero responder todo en la semana que viene. Tarde mucho en saber que se podia hacer eso jeje Meperd0nan x2
Muchas gracias a todos por sus comentarios. Quisiera saber que piensan sobre como va la historia. (Aparte del slowburn xD)
El próximo capítulo se subiera el 30 o 31 de marzo o a más tardar el 1 de abril. Muchas gracias por su apoyo sobretodo por que está ship es muy antigua xD Nos leemos.
Chapter 24
Notes:
¡Hola mis amigos!!
Quiero darles las gracias por todo su apoyo.
Este capítulo, no se como describirlo jaja Cell la pasa mal como siempre xD Freezer se comporta como un idiota. Algunas partes son un poco cómicas, otras más tensas…Pero todo muy a lo dragon ball. Y hablando del estilo de dragon ball… Creo que para esta fecha ya tod@s saben que falleció Akira Toriyama, creador de Dragon ball. Personalmente, me dolió mucho. Ese hombre creó una de las series más influyentes de todos los tiempos, creo que no hay ninguna persona en el mundo que no conozca al Kokun xd y sobretodo, él logró que esta serie siguiera activa hasta el día de hoy. Yo lo admiraba mucho, y lo seguiré haciendo. Espero que su legado siga inspirando a miles de personas en el mundo como lo ha hecho hasta ahora. Mi granito de arena son estos fic que hago con mucho cariño y respeto, ya que Dragon ball y muchos de sus personajes son y serán mis favoritos para siempre. Que descanse en paz.
Sin más, disfruten este capítulo. Y no olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 24:
Al abrir sus ojos con lentitud, Cell fue recibido por la oscuridad que lo rodeaba, acompañada por un dolor punzante que recorría cada centímetro de su cuerpo. Con un gruñido ahogado, cerró los ojos nuevamente, tomando unos segundos para recuperar la compostura. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado allí? La confusión se apoderó de sus pensamientos mientras luchaba por recordar los eventos que lo habían llevado hasta ahí.
Todo su cuerpo se sentía adolorido ante el más mínimo movimiento. Al volver a abrir los ojos nuevamente, noto que se encontraba en la celda donde lo habían encerrado con anterioridad. Solo que esta vez se encontraba solo. Intentó incorporarse y ponerse de pie, pero con lo debilitado que se encontraba cayó al suelo pesadamente.-Maldición.-maldijo entre dientes por lo torpe e inutil que se sentía.
Recordaba vagamente la sensación de lucha y el tumulto del campo de batalla en el camino de la serpiente. Un eco distante de su intento fallido de teletransportarse resonaba en su mente mientras se aferraba a los fragmentos dispersos de memoria. La imagen de Freezer se mezclaba con la multitud, pero algo dentro de él sabía que había más en juego que una simple pelea. La batalla contra Paikuhan se alzaba como una sombra sobre sus pensamientos, alimentando el fuego de su ira mientras luchaba por comprender su situación actual.-Paikuhan.-gruño con gran rencor en su voz. Ese maldito había vuelto a burlarse de él.
Con toda esa ira acumulada en su interior, hizo todo un esfuerzo y logró ponerse de pie. Aun así, sus piernas no lograron sostenerlo por lo que con un gruñido de frustración se aferró a una pared cercana para mantenerse erguido, luchando contra la debilidad que amenazaba con derribarlo. La imagen de Paikuhan seguía grabada en su mente, alimentando su determinación de encontrar una manera de escapar de la prisión. Sin embargo, una sensación de amargura se apoderó de él cuando recordó su intento fallido de teletransportarse con Freezer. El calor de la batalla llegando a su memoria y el disgusto se entrelazó en su corazón mientras luchaba por mantener la compostura en medio del caos que lo rodeaba.
Con frustración, Cell escudriñó su entorno con la mirada. ¿Por qué era el único encerrado en aquella celda? ¿Dónde estaban los demás? La confusión se arremolinaba en su mente mientras intentaba comprender la situación. Recordaba claramente cómo, en la ocasión anterior, habían encerrado a todos cuando enviaron a Paikuhan y a Goku para detenerlos.
Realizó un esfuerzo agotador por percibir el ki de Freezer, pero sus intentos fueron en vano. Una sensación de aflicción lo invadió al recordar las limitaciones de las celdas del inframundo, donde la percepción del ki estaba bloqueada. Sin poder sentir la energía de los demás, se encontraba en la incertidumbre respecto al paradero de Freezer hasta que lograra escapar de aquel lugar.
Mientras reflexionaba sobre las posibles explicaciones, consideró la posibilidad de que tal vez él fuera la única amenaza lo suficientemente importante como para ser encerrado. La idea de que el cielo lo tomara en serio como una amenaza destacada se entrelazaba con sus pensamientos. Sin embargo, recordó con pesar cómo anteriormente también habían encerrado a Freezer, King Cold y los Ginyu. Sus conclusiones lo sumieron en un estado de ánimo sombrío: ¿Y si no había nadie a quien encerrar? ¿Y si todo el ejército hubiera escapado?
-"¿Y si Freezer logró escapar?" - Pensó finalmente, angustiado ante la posibilidad. La mera idea hizo que sus piernas flaquearan, provocando que cayera al suelo lentamente al mismo tiempo que aún apoyaba su espalda contra la fría pared de la celda. Sin sentir dolor físico, su mente se sumergió en esa posibilidad inquietante, llenándolo de una extraña sensación.- Si Freezer no está en el infierno... - Las palabras se le atascaron en la garganta, incapaces de expresar el tumulto de emociones que lo embargaba.
Lo mejor sería olvidarlo.
Las palabras de Freezer resonaron en su mente con una claridad dolorosa. La imagen de los dos juntos momentos antes del estallido en el cielo se reprodujo vívidamente en su memoria, atormentandolo con un dolor agudo. Sin embargo, momentos después se lamentó al sentir un poco de angustia. Suspiró con amargura, al tener tantos pensamientos confusos. Solo podia acordar para si mismo que, se sentia como un completo idiota.
En la ocasión anterior en que lo habían encerrado, su estado de ánimo había sido apenas afectado, pero ahora era diferente. Una inquietud constante se apoderaba de él, alimentada por la incertidumbre sobre el destino de Freezer y el ejército.
Días pasaron mientras permanecía confinado, sumido en un estado de recuperación física y angustia mental. Cada pensamiento sobre las posibles consecuencias de la invasión le provocaba un profundo malestar, dejándolo anhelando respuestas que parecían esquivar su alcance.
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Tras pasar días sumido en un mar de pensamientos angustiosos, deprimentes y confusos, finalmente llegó el momento de su liberación.
Aunque ya no se sentía debilitado, se tomó su tiempo para acercarse a los sectores base del ejército. Durante su reclusión sólo podía especular sobre las posibilidades, el hecho de estar cerca de obtener respuestas lo inquietaba.
Al adentrarse en el área, se encontró con la sorpresa de que todo seguía igual. Los soldados del ejército se movían como siempre, ocupados en sus quehaceres. Cell observó con cierto alivio que nada había cambiado. Sin embargo, su presencia no pasó desapercibida.
-¡Es Cell! -exclamó uno de los soldados, llamando la atención de los demás y dirigiendo todas las miradas hacia el androide.
Varios soldados, especialmente los Ginyu, se aproximaron a Cell, haciéndole preguntas insistentes. "¿Dónde estabas?" "Pensamos que no volveríamos a verte".
Sinceramente, le pareció extraño que se acercaran y le hablarán. Por lo general, lo evitaban. Y era aún más extraño como lo observaban, como si esperaran algo de él. Hasta lo hacía sentir incómodo.
Entre todas las palabras incomprensibles que le rodeaban, aclaró la garganta para llamar la atención. -¿Qué ocurrió después de la pelea? -preguntó directamente.
En ese momento, la mayoría guardó silencio, visiblemente avergonzados.
-Después de que te atacaran, caíste desde el cielo. Y finalmente, hubo una retirada. Por más que lo intentamos, nos hicieron retroceder de vuelta al infierno -se animó a decir Jheese.
-Y cuando regresamos, nadie sabía dónde estabas. También le hicieron lo mismo al hechicero que rompió la barrera -comentó Burter.
-Pero al menos sabemos que ahora hay una probabilidad de salir.-mencionó otro soldado, esperanzado por esa pequeña posibilidad.
-Sí, debe haber una salida arriba porque estaban intentando proteger algo.-agregó finalmente Reacoom.
Ante esta última observación, Cell pensó en Freezer. Suponía que esa pequeña posibilidad podría animarlo, pero por otro lado, el ataque al cielo fue un completo desastre. Frunció el ceño al recordar cómo su distracción lo sacó de la batalla, y reflexionó sobre la oportunidad perdida de escape. Suspiró.-Ya veo -respondió, sin aparentar preocupación.
Tal vez debía hablar con Freezer. Decirle que estando allá arriba tuvo la oportunidad de teletransportarse a la Tierra. Una fugaz imagen del beso entre ambos llegó a su mente. O tal vez debía esperar un poco, se dijo a sí mismo avergonzado.
Pero por otro lado, ya había pasado mucho tiempo en la celda, se dijo nuevamente por lo que intentó sentir el ki de Freezer para saber qué tan lejos se encontraba. Sin embargo, se extrañó al no percibir nada. Levantó la vista con pánico. ¿Cómo era posible que no pudiera sentir nada?
Por un breve instante, pensó que Freezer no se encontraba en el infierno, pero de inmediato se percató de que ni siquiera podía sentir el ki de los soldados que estaban a su lado. No sentía el ki de nadie. Alterado, comenzó a mirar a todas partes, esperando sentir algo, pero era inútil; era como si siguiera encerrado en la celda.
¿Qué había ocurrido? Rápidamente recordó el ataque de Paikuhan. ¿Esa sería la causa de que hubiera perdido la habilidad de sentir el ki?
Presionó los puños con fuerza, negándose a aceptar que ya no podía sentir el ki de nadie, y por ende, teletransportarse. -"Tal vez estos soldados son muy débiles..." -se dijo a sí mismo, aunque la preocupación lo consumía. Vio a lo lejos otro grupo de soldados, se dirigió hacia ellos mientras intentaba sentirlos. Los sobrevoló, alarmado al no percibir nada. A lo lejos divisó a Zarbon y a Raditz; por más débiles que fueran, sabía que a ellos los podía sentir. Se apresuró y rápidamente llegó junto a ellos, asustándolos por su presencia inesperada. Se quedó pasmado mirándolos detenidamente sin dar explicaciones. Nuevamente, no podía sentir nada
Ambos soldados lo observaron con temor, mientras el androide parecía desconectado.-Cell... ¡estás aquí!- dijo Raditz intentando entablar una conversación. Sin embargo, el androide descendió al suelo y dio unos pasos, ignorando a los soldados. Al ver que no respondía, el saiyajin intercambió miradas con Zarbon, ambos mostrando un poco de preocupación.- ¿Te encuentras bien?- volvió a hablar el saiyajin.
Sus manos temblaban de impotencia. Seguramente era el efecto del ataque de Paikuhan. Ese maldito había encontrado la forma de anular su habilidad para teletransportarse. La información que había descubierto terminó siendo inútil, aunque también seguía siéndolo, dado que la barrera había sido cerrada nuevamente. Levantó la vista, tratando de aparentar calma a pesar de su aflicción.-Estoy bien.- respondió con esfuerzo. Se tomó unos segundos para evaluar su nueva situación. Aunque lo que había averiguado no podía ejecutarse debido a su falta de teletransportación, pensó que de todas formas era información que podría compartir con el demonio del frío. Se volteó hacia los soldados.-¿Dónde está Freezer?- preguntó, sin querer revelar su estado actual.
-¿Buscas a Freezer?- preguntó Zarbon instintivamente. Raditz pareció contener una risa, a pesar de la presencia del androide, recibiendo rápidamente un codazo por parte del comandante.
-¿Qué?- cuestionó Cell de inmediato, con una expresión seria que causó nerviosismo en ambos soldados.
-Nada...- respondió Raditz, evitando la mirada del androide, que lo observaba con intensidad.-Es solo que...
-¡¿Qué?!- insistió el androide, que comenzaba a perder la paciencia.
El saiyajin tragó saliva angustiado. Después del incidente en el camino de la serpiente, los rumores se propagaron y se exageraron más de lo normal. Algunos teorizaban y otros afirmaban hechos. Y por lo visto, Cell ignoraba todo aquello. Lo cierto es que nadie estaba seguro de lo que había ocurrido entre ellos en los últimos días, pero un rumor en particular había cobrado mucha fuerza.
-¿Es cierto que estás saliendo con Freezer?- preguntó el saiyajin con tanta confianza que sorprendió tanto a Zarbon como al androide. Por un lado, el comandante se impresionó por el coraje del saiyajin, mientras que a Cell le llevó unos segundos procesar esa pregunta.
-¿Saliendo?- repitió, intentando comprender por qué el saiyajin pensaba eso. Rápidamente comprendió que eran rumores que circulaban por el ejército.
Dio un paso hacia los soldados de forma amenazante, tanto que de inmediato Raditz retrocedió y se sujetó del brazo de Zarbon en busca de protección.- ¡Lo siento! Olvida que te pregunte.- suplicó angustiado ante la posible reacción del androide.
-Freezer se encuentra en la cueva.- mencionó rápidamente Zarbon al sentir al androide como una amenaza.
Aunque Cell detuvo sus acciones, aún los miraba con sospecha. Aunque tenía la información que buscaba, las palabras del saiyajin quedaron resonando en su mente. -¿Por qué piensan que salgo con Freezer?
Ante un largo silencio, Raditz se aclaró la garganta para hablar. -Es lo que dicen debido a la forma en que se relacionan los dos... pues...- comenzó a decir, pero no logró articular la frase completa, ya que Cell lo observaba severamente con el ceño fruncido, hasta el punto de intimidarlo.
Sin recibir más respuestas, Cell les dio la espalda y comenzó a alejarse con la intención de retirarse.
-Cell.- lo llamó Zarbon deteniendo su paso. El androide se volteó hacia él. -Tu relación con Freezer no es asunto mío y no me interesa en lo más mínimo -habló con decisión-. Pero te recomendaría que no hables con él por el momento. Está muy molesto, por eso nadie se acerca a la cueva.
El androide resopló por las palabras del comandante. -Siempre está molesto. ¿Cuál es la diferencia?
Zarbon reflexionó por un instante y suspiró, vacilante en decir lo que tenía en mente. -Creo que ya lo habrás notado, Freezer es alguien difícil de tratar. Muy difícil... -declaró, haciendo una pausa mientras buscaba las palabras adecuadas-. Cuando ingresé al ejército, a Freezer lo apodaban el "Príncipe de hielo". Su actitud lo demostraba. Y así fue durante años, incluso sin ser Emperador. Siempre fue alguien muy frío e indiferente, y nada bueno saldría de relacionarse con él. -expresó, mientras varios recuerdos llegaban a su mente. Durante su tiempo en el ejército, había presenciado y escuchado muchas situaciones que le advertían, que el androide aún no conocía realmente al demonio del frío. -Pensé que alguien debería decírtelo.
Hubo un silencio en el que Cell mantuvo la mirada fija en Zarbon. Este, aunque nervioso, se negaba a retirar sus palabras. Sentía la obligación de informar al androide, después de todo, era considerado parte del ejército.
-Es solo una sugerencia -comentó Raditz, rompiendo la tensión entre ambos.
Finalmente, Cell hizo una mueca de disgusto, les dio la espalda y emprendió el vuelo alejándose del lugar en dirección a la cueva.
Tras unos segundos, Raditz suspiró aliviado. -A veces olvido lo aterrador que puede ser Cell -manifestó. Últimamente, había disminuido su impresión hacia el androide debido al tiempo que llevaban entrenando juntos.
-Te pasa por chismoso -le reprochó el comandante. Aunque en su interior también estaba aliviado de que el androide se fuera.
-No te hagas el inocente, tú también querías saber. -le replicó, sin embargo, se dio cuenta de que aún lo tenía agarrado del brazo, por lo que rápidamente lo soltó y comenzó a caminar avergonzado. El comandante sonrió y se apresuró para alcanzarlo. Al hacerlo, pasó su brazo alrededor del saiyajin, provocando un sobresalto en él.
Después de separarse de los soldados, Cell se dirigió hacia la cueva donde sabía que encontraría a Freezer. Al llegar, notó que el lugar estaba desolado, como le había advertido el comandante. La ausencia de cualquier otro individuo indicaba el temor que el demonio del frío inspiraba en los demás.
Freezer, en las afueras de la cueva, se movía de un lado a otro con brusquedad, dejando al descubierto su ira y frustración. Su más reciente plan había fracasado y la rabia lo consumía. Lamentaba no haber tenido más tiempo para planear el ataque, sintiendo que podrían haber evitado la retirada. Además, la incertidumbre sobre el paradero de Babidi y la reaparición de la barrera añadían más peso a su desdicha. La escasa esperanza que tuvieron en algún momento había desaparecido.-”Todo se había convertido en un caos, sobre todo…”
De pronto, como si sus pensamientos se hubieran materializado, sintió la presencia de Cell acercarse hasta llegar a escasos metros de él. Freezer no se molestó en voltear para verlo. En cambio, dejó escapar un suspiro cargado de pesar, lo suficientemente audible para que el androide lo percibiera.
Cell también suspiro ante esa actitud. Se lo advirtieron, pero ya estaba ahí y se negaba a irse sin hablar.-¿Qué demonios pasa contigo, Freezer? ¿Por qué estás tan enfadado?
Frunció el ceño y se volteó bruscamente al ver a Cell- ¿Qué demonios pasa conmigo? ¡Pregúntate qué pasó con nuestra invasión! Nos humillaron, nos derrotaron y ahora seguimos atrapados aquí. Además de la paliza que nos dieron.
Cell, sin inmutarse, continuó avanzando hacia Freezer con calma, consciente de la tensión que se cernía entre ellos. Aunque sabía que Paikuhan aún era superior, el demonio del frío lo culpaba como si fuera el único responsable de la derrota.-Lo sé, Freezer. Y tú tampoco estás exento de culpa en este asunto. -respondió Cell con serenidad, tratando de mantener la compostura a pesar del evidente descontento de su compañero.
Freezer rio sarcásticamente mientras avanzaba con un gesto de ironía en su rostro mientras se dirigía hacia el androide.-¿Y tú crees que no lo sé? ¡Claro que soy consciente! Pero al menos no soy tan idiota como para hacer el ridículo frente a todos pidiéndote que sujetes mi mano.
El ceño de Cell se frunció con molestia ante el comentario de Freezer.-¡Eso no fue una tontería! -respondió Cell con firmeza.- Solo estaba tratando de encontrar una salida, una forma de escapar de este lugar.
Freezer, a escasos metros de Cell, se cruzó de brazos y lo miró con desprecio.-¿Y qué te hace pensar que yo querría irme contigo?-hizo una pausa un tanto avergonzado antes de continuar.- ¿Después de lo que pasó? -añadió, aunque visiblemente incómodo al rememorar el encuentro que tuvieron, mantuvo su seriedad habitual.
Cell bajó levemente la cabeza, sintiendo una extraña sensación de decepción por las palabras de Freezer. Aun así, levantó la vista hasta encontrarse con la mirada del demonio del frío, determinado a aclarar la situación.-Lo que ocurrió… -intentó comenzar a explicar.
-Fue un error, Cell. -interrumpió Freezer, su voz resonando con autoridad.- Un error que no debería haber sucedido.
Las palabras de Freezer dejaron a Cell desconcertado como nunca antes, sintiendo una mezcla de frustración, impotencia y una punzada de dolor emocional que no lograba comprender del todo. A pesar de la determinación de Cell por aclarar la situación, las palabras de Freezer resonaron en su mente como un eco persistente, impidiéndole encontrar una respuesta adecuada.
"Un error que no debería haber sucedido"
Esa frase volvió a resonar en su mente. Nuevamente esa sensación se apoderó de él, nublando momentáneamente su mente con dudas y auto-reproches. ¿Qué había hecho mal? ¿Cómo había permitido que las cosas llegaran a este punto? Estas preguntas revoloteaban en su interior, alimentando su creciente sensación de inquietud.
Cell tragó saliva con dificultad, luchando por mantener su compostura ante la abrumadora avalancha de emociones que lo embargaba. Cerró los ojos por un instante, intentando controlar el torbellino en su interior. Se obligó a mantener la fachada de indiferencia ante Freezer, aunque por dentro su mente estaba en un caos emocional. Cuando finalmente habló, su voz sonó más áspera de lo habitual.-Bien.- murmuró, aceptando la realidad que se le presentaba, aunque le costara admitirlo. Podía responsabilizarse del beso que ambos compartieron, después de todo él mismo lo provocó, pero no de las otras acusaciones de Freezer.-Pero con respecto a lo que ocurrió en el camino de la serpiente...- Hizo una pausa para tomar una bocanada de aire.-Tuve la oportunidad de teletransportarme a la Tierra. Si hubieras tomado mi mano, nos habríamos podido ir. No tenía otra intención.
-¿Irnos? -bufó Freezer con ironía, su voz cargada de desprecio y odio palpable mientras clavaba su dedo en el pecho de Cell con fuerza-. Por tu tonta distracción te derrotaron. -espetó con veneno en cada palabra.-Y por tu culpa, ahora todos piensan cosas raras de nosotros.- Esta vez lo empujo con furia.
Cell retrocedió un paso, pero se mantuvo firme de inmediato, desafiante ante la ira descontrolada del demonio del frío.-Yo no recuerdo haberte visto haciendo un mejor intento para escapar.- le respondió instintivamente con una bofetada contundente que sacudió a Freezer de su posición.
Pese a su leve aturdimiento por el golpe, no se dejó amedrentar y volvió a enfrentarlo.-¡Tú que sabes, fuiste el primero en caer!- bramo Freezer, lanzándose contra Cell con ferocidad. Intentó golpearlo, pero el androide esquivó el golpe con habilidad, respondiendo con un puñetazo certero que hizo que el cuerpo del tirano se sacudiera.
El androide aprovechó el momento para sujetarlo del cuello, elevándolo del suelo con determinación. Los ojos de Freezer ardían con furia, su odio puro emanaba de cada poro de su ser mientras luchaba por liberarse del agarre de Cell, pero este lo mantenía firme, enfrentándolo con una mirada implacable.
Lo acercó lentamente a su rostro hasta estar a unos pocos centímetros.-Como si hubieras podido hacer algo sin mí.- espetó Cell con frialdad, desafiando a Freezer con cada palabra.
Los ojos de Freezer lo perforaban con un odio inquebrantable, su desprecio hacia el androide era palpable en cada gesto, en cada mirada. Se retorcía en el agarre de Cell, pero su mirada ardiente dejaba en claro que lo aborrecía con todo su ser.
-Además, ¿desde cuándo te interesa lo que piensen los demás?- La voz del androide resonó en el aire, desafiante y fría, mientras la mirada de Freezer se llenaba de un odio aún más profundo, si eso era posible.
-No lo entiendes.- respondió Freezer con dificultad. Desde que llegó, sentía que su reputación se desmoronaba, todo había sido un caos, un desastre tras otro, y estaba harto de ello.- Desde que llegaste, lo arruinas todo.-dijo mientras toda su ira y resentimiento hacia el androide se manifestaban de manera desbordante.
Cada palabra de Freezer cayó duramente sobre el androide. Débilmente, soltó su agarre hasta que el tirano cayó al suelo, y bajó la mirada. Sabía que Freezer no lo toleraba, pero ahora sentía que era más que eso. Ciertamente, lo odiaba.
-Solo hice lo que sentí correcto.- declaró Cell con firmeza, aunque en su interior se sentía apesadumbrado.
-No me interesan tus excusas.- espetó Freezer, cansado de la conversación. Se incorporó, mientras sujetaba su cuello aún dolorido.-No quiero tenerte cerca de mí.- añadió, alejándose del androide con determinación.
Cell se cruzó de brazos, molesto por la actitud de Freezer, y también le dio la espalda en señal de acuerdo.-No sé en qué pensaba cuando consideré llevarte conmigo.- murmuró entre dientes.-Debí haberme ido solo.
-Sí, debiste hacerlo.- gruñó Freezer.
Cell se alejó volando, dejando atrás la conversación cargada de esa extraña sensación, pero esta vez mezclada con ira. Era lo único que podía identificar. Al llevar varios metros de distancia, llevó su mano inconscientemente hacia su pecho. Recordó fugazmente una vez anterior en la que discutió con él. Aquella vez, no podía explicar porque su corazón latía fuertemente y porque se había sonrojado al verlo gritar contra él. Pero esta vez era diferente. Las palabras de Freezer lo hicieron sentir... ¿mal? Suspiro apesadumbrado al desconocer esa sensación nueva que había provocado en él.
Siempre supo que no le agradaba a Freezer, y había aprendido a vivir con ello. Pero ahora, al verlo tan furioso, al ver tanto odio hacia él, y comprender cómo realmente lo percibía, lo hizo sentir una especie de decepción. Pareciera que sí le importaba la percepción que tenía el demonio del frío hacia él.-"Qué curioso."-se dijo mientras se tocaba el pecho, sintiendo nuevamente esa una extraña sensación, como si el empujón de Freezer hubiera sido más fuerte de lo que sintió en un principio. Un presentimiento confuso hizo reflexionar cada vez más, mientras tomaba distancia con esa cueva, alejándose de la conversación y de las emociones agitadas que la acompañaban.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cell se encontraba sobre el nuevo refugio del Dr. Gero, perdido en sus propios pensamientos. Aunque el científico no había participado en la pelea en el camino de la serpiente, al menos había verificado que estuviera bien. Sin embargo, Cell no se detuvo para hablar con él. En su lugar, permaneció sobre la cima de la formación rocosa, murmurando entre dientes y caminando de un lado a otro en un gesto de irritación evidente.
No obstante, la llegada inesperada de King Cold lo interrumpió en su ensimismamiento, y lo miró con sorpresa mal disimulada.-Escuché que habías aparecido.- comentó el Rey con curiosidad. Sin embargo, al no recibir ninguna muestra de interés por parte del androide, continuó.-¿Estás de mal humor?
Cell no lo miró, pero su respuesta fue cortante y apenas contenía su irritación.-No.- respondió, aunque su tono y forma de hablar lo delataban claramente.
King Cold soltó una risa suave, como si encontrara cierto entretenimiento en la situación.-Sabes, te ves exactamente igual que Freezer cuando está enfadado. Es fácil para mí notar que algo te pasa.- observó con astucia, sin apartar la mirada del androide.
El comentario solo intensificó la irritación de Cell, que gruñó en respuesta al recordar a Freezer. Se cruzó de brazos con gesto desafiante, pero no emitió ninguna respuesta.
Sin embargo, King Cold no parecía dispuesto a dejarlo en paz.-¿Te puedo hacer una pregunta? - insistió con cierta persistencia, ignorando el silencio del androide.-Lo que dijiste en el camino de la serpiente… ¿Qué tan honesto fue?
La pregunta tomó a Cell por sorpresa, y a pesar de su intento por ocultarlo, un leve rubor tiñó sus mejillas.-Solo lo dije para teletransportarme. Era una opción para salir de aquí.- respondió finalmente, dando la espalda al Rey en un intento de poner fin a la conversación antes de que profundizará más.
King Cold se acercó a Cell con una calma sorprendente hasta llegar a su lado.-Bueno, tal vez desde su punto de vista fue una petición normal, pero para los demonios del frío se trata de algo serio.- dijo señalando la gravedad de la situación.-Literalmente le pediste a Freezer que sujetara su mano.- agrega, enfatizando el significado detrás de la acción de Cell.
El nerviosismo se apodera de Cell ante las palabras del demonio del frío, y aunque intentaba disimularlo, su respuesta denotaba su incomodidad.-Ah, no lo sabía.- murmuró, tratando de aparentar. Sin embargo, era consciente del verdadero significado de sus acciones y de las implicaciones que conlleva. Reconoció que su grito fue impulsivo, pero solo fue una reacción desesperada ante las circunstancias.
En ese momento, se dio cuenta del porqué todos los soldados lo observaban con atención, especialmente Zarbon y Raditz. Suspiró con molestia y cubrió su rostro con su mano por la vergüenza, lamentando haber comprendido demasiado tarde las consecuencias de sus actos y las palabras de Freezer.
Después de unos momentos de silencio incómodo, miró de reojo a King Cold, anticipando un posible enfrentamiento debido a la estrecha relación entre el Rey y su hijo. Aunque sabía que lo podía superar con facilidad, por primera vez en su vida no estaba de ánimo para pelear contra alguien.
Sin embargo, y para su sorpresa, King Cold sonríe de manera enigmática y tranquila.-Está bien, no tienes porqué saberlo, aunque...- hizo una pausa antes de reírse levemente.-Para ser sincero, me sorprendió. La expresión que puso Freezer no tuvo precio.- concluyó, revelando un lado inesperado de su personalidad.
Cell miró a King Cold con confusión, sorprendido por la forma en que el demonio del frío estaba abordando la situación. No esperaba que mostrara tanta calma y paciencia, lo cual lo dejaba intrigado sobre el verdadero motivo de su actitud.
-Dime ¿Sabes que significa?-le preguntó el demonio del frío en un tono paternal que reflejaba paciencia.
-No.- respondió casi de inmediato intentando aparentar.
-Veras, nuestra raza no tiene género a diferencia de otras, y podemos reproducirnos sin la necesidad de otro ser, por ende no es necesario algo como una pareja.-comenzó a explicar.-Sin embargo, la elección de tener pareja es libre para cada uno. Y si ese fuera el caso, una de las cosas que lo demuestran a los ojos de los demás es tomarse de las manos.
-Ah… entiendo…-dijo Cell actuando como si fuera una revelación para él.-En ese caso, lo siento…-mencionó finalmente, sintiendo que necesitaba excusarse.
King cold lo observó seriamente por unos instantes. Ciertamente pensaba que el androide era disperso y aun algo desobediente para con el ejército. Sin embargo, no parecía tener malas intenciones, simplemente era alguien con un enfoque diferente.-Dime ¿Que opinas de Freezer?
Cell levantó la vista levemente alarmado por esa pregunta. No sabía cuál era la dirección que iba a tomar esa conversación. ¿Era posible que los rumores hayan llegado hacía King Cold? Aunque su opinión sobre Freezer era algo que lo había estado agobiando últimamente, en ese instante sólo podía tener una sola opinión sólida del demonio del frío.-Es un idiota.-respondió con molestia mientras se cruzaba de brazos y desviaba la mirada con evidente fastidio.
El demonio del frío observó a Cell con sorpresa ante su declaración. Reconocia la valentía del androide, pero aquello superó sus expectativas. Sin embargo, cuando estaba apunto de recriminarle, noto la singular reacción de Cell. Parecía hacer un esfuerzo por contener su furia, movía ligeramente su pierna intentando fingir que no se encontraba tan exasperado y sobre todo, aparentaba estar murmurando entre dientes. Fue inevitable que su mente lo llevará a una imagen exacta de Freezer.
Si ambos compartían células, sabía perfectamente que reprender a Cell no sería efectivo, especialmente en su estado actual. Había lidiado con Freezer lo suficiente como para entender su temperamento. Además, era consciente de la irritabilidad actual de Freezer y comprendía por qué Cell se mostraba renuente a hablar con él en ese momento.
Después de un suspiro sincero, King Cold decidió abordar la situación con franqueza. Era curioso. Nunca llegó a pensar que en algún momento, Freezer podría llegar a tener un tipo de relación así con alguien. Con una leve sonrisa que desapareció rápidamente, habló con seriedad.-Entiendo por qué lo dices. Freezer está enfadado ahora, pero créeme, no tiene nada en tu contra.- aseguró, tratando de transmitir confianza a Cell.
Sin embargo, Cell solo bufo como respuesta sin creer ninguna palabra.- Freezer ni siquiera quiere hablar conmigo.- expresó con una mezcla de molestia y aflicción. Evidenciando la brecha entre ellos. Lo cierto, es que siempre se molestaba cuando se acercaba a él.
-No digas eso. A Freezer le agradas.- afirmó. Ante esto, el androide volvió la vista hacia el demonio del frío, escéptico por lo que acababa de decir.- Siempre se enfada cuando sus planes fallan, y ha estado bajo mucha presión durante años. La invasión fue un gran fracaso, pero se le pasará en unos días.- añadió con comprensión
Suspiro con desconfianza. Creía que King Cold lo veía con ojos de padre. Cualquier reacción fastidiosa de Freezer, lo podría justificar.- Estoy seguro que si no estuviera en el infierno, sería igual de gruñón.
El demonio del frío río con confianza llamando su atención.- Realmente se parecen mucho.- comentó causándole gracia como ambos tienen una forma similar de responder.- Lo digo serio, Freezer te aprecia y por lógica también me agradas.- Dicho esto, dejó caer su pesada mano sobre su hombro, provocando que Cell lo viera con recelo. Este captó de inmediato su incomodidad, misma reacción que mostraba Freezer ante muestras de afecto, por lo que quitó su mano de encima.-”Se parecen más de lo que pensé" .-se dijo a sí mismo con algo de nerviosismo. Se aclaró la garganta.-Además pienso que eres una buena influencia para Freezer, puedo ver que se encuentra más relajado en algunas ocasiones. Se está volviendo más fuerte, lo que es sorprendente ya que nunca se interesó en entrenar.
Cell lo observaba algo desconcertado. Realmente King Cold veía todo el panorama desde otra perspectiva. Aunque por otro lado, él era quien conocía a Freezer más que nadie. Aun así, no estaba seguro de creer en sus palabras.
-También veo que últimamente te esfuerzas por encajar en el ejército.-comentó el demonio del frío, quien lo observaba con determinación.-Se nota que no es tu estilo, pero te esfuerzas. Son cosas que Freezer aprecia y respeta.
-¿Él dijo eso?-preguntó el androide un tanto pasmado al imaginar lo dicho por King Cold.
Como respuesta, el demonio del frío rió abiertamente.-Claro no. Jamás lo admitiría. Pero eso no es necesario.-comenzó a explicar.-Soy su padre y puedo notarlo. Lo cierto, es que Freezer es alguien muy retraído en ese sentido. Él no le diría a nadie lo que piensa.
Ante esa revelación, el androide desvió la mirada al sentir un poco de rubor en sus mejillas. Pese a su cercanía con Freezer, obviamente había mucho que King Cold ignoraba. Su enojo comenzó a pelear con ese sentimiento desconocido que sentía por el demonio del frío. Y las recientes palabras de King Cold solo empeoran la batalla que ocurría en su mente. Suspiro con cansancio. Lo cierto, es que ya no quería nada de eso. No quería sentir algo que no sabía que era. En ese momento, solo estaba seguro de algo: estaba enojado con Freezer y con él mismo. Eso era algo que podía entender.
Notes:
Lo sé, lo sé… hago sufrir mucho a Cell. Y Freezer es un idiota. En este preciso momento, no hacen la mejor combinación jeje
Pero como diría mi amiga/beta, cell tiene la aprobación de papito suegro xD Lastima que Cell y Freezer están peleados jaja Ademas, Freezer hizo sentir mal a Cell D: (ya se había tardado xD ok no ) Y cell ni siquiera sabe qué le pasó después de la pelea, solo sintió feo. AAAHH Es que Freezer es un idiota. Lo siento, pero hasta yo misma me enojo con Freezer y su actitud ql. Oficialmente lo coronó como el personaje más complicado que he escrito. El idiota del año.
Pero bueno…Gracias por su apoyo y comentarios. Espero sigan dejando sus opiniones o lo que les causa este fic o como van avanzando estos capítulo. El proximo capitulo lo subire por ahí del 3 o 4 de mayo.
Nos leemos.
Chapter 25
Notes:
¡Hola a todos!
Primero que nada, gracias por el apoyo. Siempre hay gente comentando. Muchas gracias por todo. Que haya personas que les guste mi historia me da añitos de vida.
Ahora, este capítulo transcurre durante una película de DBZ, no les diré cual sino se arruinara la sorpresa y lo que ocurriría con los personajes jeje pero en fin.
No olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram. Y disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 25:
Se podría decir que todo había vuelto a la normalidad en el infierno. O al menos, a la normalidad a la que estaban acostumbrados desde un principio. Habían transcurrido varios días desde que Cell había aparecido, y en todo ese tiempo, los soldados no hacían más que preguntarse qué había ocurrido con el androide y el emperador, ya que no se dirigían la palabra. Es más, Cell ni siquiera iba a su plataforma; en vez de eso, se le veía alejado de todos, de la misma manera que cuando llegó al infierno. La mayoría de las veces se podía ver al androide meditando en la cima de un risco o acantilado.
Aunque por fuera parecía imperturbable, en su mente aún repetía la misma escena ocurrida en el camino de la serpiente una y otra vez. Como en medio de la batalla buscó al demonio del frío para poder escapar con él. Ese pensamiento provocó un gruñido casi espontáneo. Se exasperaba consigo mismo por volver a pensar en ello.
Se decía y se repetía que eso le ocurrió por todo el tiempo que habían pasado juntos. Aunque admitía que él fue quien le insistió al demonio del frío en entrenar y este solo se vio obligado a aceptar. Pero ahora, ninguno quería nada de nadie.
En cuanto al entrenamiento, se dijo que volvería a entrenar solo. Lo había intentado una vez, pero en lugar de concentrarse, sus pensamientos estuvieron enfocados en Freezer. Sin embargo, esta vez era diferente. Había tomado una decisión. Siempre pudo entrenar solo, y aunque los resultados sean lentos, prefería esta opción en lugar de volver a pedir ayuda al demonio del frío.-"No necesito a nadie" .-se dijo convencido.
Pese a su convicción de no volver a tomar en cuenta a Freezer, sentía que resultaría complicado. Después de todo, seguía pensando en lo ocurrido con él. Suspiró levemente afligido al notar que aún le daba vueltas al asunto. Comenzaba a creer que socializar con otros seres lo había afectado de alguna manera.
Aun así, confiaba en que podía volver a ser como era al principio. Al llegar al infierno nunca tomó en cuenta a nadie, ni le dio importancia, ni tuvo interés en nadie. Y aunque hubiera cambiado en estos años, podía fingir que nada de esto ocurrió. Se empeñó en creer que era algo que podría disimular hasta que fuera real. Fingir que no sentía nada por Freezer, fingir que lo que sea que sentía nunca existió. Debía volver a ser lo que era antes. Ante este último pensamiento, nuevamente se concentró en su meditación y en poner su mente en blanco. Por unos segundos, mantuvo una quietud y tranquilidad de la cual nadie dudaría de la paz mental del androide. Sin embargo, un repentino cambio en el ambiente provocó que esa concentración se cortara de golpe.
Abrió los ojos y observó asombrado cómo un copo de nieve cruzaba su vista, seguido por una aglomeración de nubes en el horizonte. Aquel cambio en el paisaje del inframundo era inusual, desafiando las convenciones de un lugar conocido por su constancia. Cell frunció el ceño, notando el descenso de la temperatura que acompañaba a esta inesperada tormenta.
Extendió levemente su mano para comprobar el ambiente, sintiendo la gélida caricia del viento en su piel. No le agradaba la idea de enfrentarse al frío, por lo que se incorporó y se elevó en busca de un lugar más cálido donde refugiarse.
Mientras volaba en dirección contraria, se percató que se acercaba al territorio del ejército, donde las miradas curiosas de los soldados se posaron en él. Cell bufó con molestia, consciente de los murmullos que surgían a su paso, pero decidió ignorarlos. Solo necesitaba un sitio tranquilo para retomar su meditación, lejos del bullicio y del cambio climático repentino que se aproximaba.
Al sobrevolar una zona, vislumbró fugazmente a Raditz junto a Zarbon, dos figuras que últimamente parecían estar más unidas. Cell desvió la mirada casi de inmediato, pues aquello no era un asunto que le interesara. Sin embargo, con tan solo verlos en una más que obvia "relación" una pregunta persistía en su mente. Sobre el supuesto afecto que tenía hacia Freezer.
¿Por qué había deseado irse con Freezer en medio de la batalla? ¿Era solo por el deseo de escapar o había algo más? Aunque creía que Freezer lo despreciaba, las palabras de su padre le hicieron dudar. ¿Sería posible que el emperador del mal lo apreciara de alguna manera?
Se encontraba inmerso en estas reflexiones cuando su discusión con Freezer volvió a invadir su pensamiento. Sacudió la cabeza con determinación, tratando de despejar esos recuerdos, y decidió aterrizar en un acantilado cercano.-"Deja de pensar en eso" .- se reprendió a sí mismo con frustración. Estaba molesto con Freezer, eso era lo único que tenía claro en ese momento. Pero incluso eso le resultaba confuso y perturbador.
-Volver a ser como antes.- se repitió en un susurro, como si esas palabras pudieran devolverle la estabilidad que había perdido. Sin embargo, una parte de él temía que las cosas no pudieran ser como antes.
Estaba tan exaltado que sentía que todo su cuerpo temblaba. Intentó tranquilizarse, pues tenía la intención de volver a meditar, pero una extraña sensación lo invadió. La superficie del infierno parecía estar oscilando, y no era solo una percepción suya.
Observó confundido a su alrededor, notando la alteración en los soldados que lo rodeaban. De repente, un rayo de luz cayó sobre cada uno de los seres del infierno, iluminandolos y provocando que desaparecieran ante sus ojos. Cell rápidamente observó como una de esas luces iba por él. La esquivó con agilidad, sin embargo esta lo siguió persistente hasta que finalmente lo alcanzó. El androide cruzó sus brazos sobre su pecho para defenderse de lo que parecía ser un ataque, pero en lugar de eso, se vio rodeado y enceguecido por esta luz.
Al abrir los ojos se encontró en un lugar familiar y desconcertante al mismo tiempo.-¿Es la Tierra? -musitó, sorprendido por el repentino cambio.Aunque no era un experto en geografía terrestre, reconocía los contornos del lugar frente a él. Sin embargo, la incoherencia de la situación lo dejó perplejo.
Al levantar la vista, notó la ausencia de su halo característico sobre su cabeza. Al observar a su alrededor, se percató de que no era el único. Varios soldados cercanos también habían perdido su distintivo.
¿Alguien los había revivido? ¿Pero quién?
Una idea cruzó rápidamente la mente de Cell mientras sobrevolaba la zona para investigar quién más había sido resucitado. Si bien confirmó algunas de sus sospechas, también sembró más incertidumbre. No solo el ejército había sido resucitado, sino que parecía que todos en el infierno habían vuelto a la vida.
-"¿Quién sería capaz de hacer algo así?" -se preguntó Cell, rodeado de confusión.
-¡Qué importa! ¡Estamos vivos! -exclamaron emocionados algunos soldados cercanos a Cell, rompiendo su desconcierto. Al parecer también se hicieron la misma pregunta que él, pero decidieron no darle importancia al responsable de tal acción.
El ambiente de alegría entre los soldados se desvaneció rápidamente cuando el demonio del frío hizo su aparición con su risa perversa resonando en el aire. Aunque él tampoco comprendía la razón por la cual habían sido resucitados, no iba a desaprovechar la oportunidad.
-Con que estamos en la Tierra.- se dijo para sí mismo, excitado al reconocer el planeta en el que habían aterrizado. Parecía ser el momento perfecto para tomar represalias.-Hace mucho que no invadimos una ciudad.- comentó a los soldados con su voz fría y despiadada. Sus palabras fueron recibidas con risas impacientes, los soldados ansiosos por recibir órdenes.
Cell observaba la escena con una mezcla de desdén y desinterés. A pesar de encontrarse en el mismo espacio que el emperador del mal y sus secuaces, el androide se sentía completamente ajeno a su causa.
Entre el grupo de soldados que comenzaron a reunirse, Freezer notó la actitud distante de Cell. No era de sorprenderse, después de todo, Cell no era leal al ejército y mucho menos a sus órdenes. Era un ser independiente con sus propios motivos y deseos.
En ese instante, los ojos de Cell se posaron en los suyos. Ambos cruzaron miradas fugazmente, apenas perceptibles. La terquedad que los caracterizaba impedía que sus miradas se encontraran por mucho tiempo, por lo que ambos desviaron la mirada al mismo tiempo. Cada uno decidido a mantener su orgullo intacto.
Con una inclinación de cabeza hacia su ejército, Freezer dio la orden de avanzar hacia la ciudad cercana, donde la destrucción y el caos aguardaban como ofrenda a su sed de venganza. Cell, por su parte, se mantuvo impasible, observando cómo los soldados volaban siguiendo las órdenes.
El demonio del frío voló a unos metros de él, irradiando superioridad, sin inmutarse ante la falta de respuesta de Cell. Para él, era natural que cada uno siguiera su propio camino ahora que habían abandonado el infierno. No necesitaba la compañía de Cell para llevar a cabo su venganza.
Una vez que la última silueta del ejército de Freezer desapareció en el horizonte, Cell tomó una decisión. Con determinación en su paso, se dirigió en dirección contraria, alejándose de la carnicería que se avecinaba. Aunque solitario, el androide prefería seguir su propio camino, sin ataduras ni compromisos con nadie más que consigo mismo.
Mientras volaba, tercamente se negaba a mirar hacia atrás, sin embargo fue casi imposible evitar sentir cómo el ejército liderado por el demonio del frío se aproximaba hacia una ciudad. Pese a esa leve indagación, irguió su cabeza en señal de desdén, como si quisiera dejar claro que no le daba importancia a lo que estaba sucediendo a sus espaldas.
En ese instante, rápidamente se detuvo en seco en medio del cielo al percatarse de que nuevamente podía sentir el ki de otros seres. De inmediato y por curiosidad, buscó el ki de Goku con la intención de teletransportarse. Tardó unos segundos en encontrarlo, pero se sintió desconcertado al percibirlo lejos. Muy lejos.- "¿Está en el infierno?".- se dijo a sí mismo, sin comprender la lógica de lo ocurrido. También sentía que se encontraba junto a otro sujeto, uno con una fuerza descomunal. Por un segundo se sintió tentado en ir a ver de quién se trataba ese nuevo contrincante, pero por otro lado no tenía pensado volver al infierno. No sabía la razón por la cual lo habían revivido, o tal vez todo esto estaba relacionado con el saiyajin que ahora luchaba en el infierno, pero no se arriesgaría a volver a quedar atrapado allí.
Ignorando este nuevo descubrimiento, Cell se encaminó en busca del único individuo que pensó que podría brindarle una explicación lógica a este asunto.
-No tengo idea.- le respondió sinceramente el Dr. Gero. Estaba igual de confundido que el androide. Ambos se encontraban en la entrada de una de las tantas guaridas escondidas del científico. Este caminó hacia la puerta de metal escondida entre las rocas y comenzó a marcar una clave en una pequeña pantalla.-Supongo que la única manera de revivir a tantas personas a la vez sería con las esferas del dragón.- comentó, expresando su propia curiosidad sobre cómo se había logrado tal hazaña.-Aunque no me explico por qué alguien reviviría todo el infierno.
Hacía muchos años que había dejado de usar ese escondite, incluso antes de morir. Casi no tenía ningún equipo de su laboratorio principal, por lo que la puerta se abrió pesadamente, parecía algo oxidada.-Tal vez quien pidió ese deseo solo quería desatar un caos.- mencionó el científico antes de entrar.-Ya viste que hay un lío afuera, ¿no?
El androide solo asintió en acuerdo con su deducción, pues la gran mayoría de los seres del infierno habían salido en masa para provocar desastres, no solo el ejército. Incluso él mismo había pensado en buscar a Goku para tener una batalla contra él. Aun meditando sobre el tema, siguió al Dr. Gero al interior del escondite.
Las luces se encendieron, revelando un espacio más reducido que el laboratorio en donde fue creado. Cell observó al científico que revisaba una máquina, tal vez para verificar si aún funcionaba.-¿Qué piensas hacer?- preguntó con curiosidad.
-Es cuestión de tiempo que alguien comience a hacerle frente a todos nosotros.- respondió el Dr. Gero, su vista aún en las máquinas.-Por el momento, creo que lo mejor que se puede hacer es ocultarse. Por eso vine a mi escondite más cercano.
-Ya veo.- asintió Cell, procesando la información.
-¿Y tú qué piensas hacer? - preguntó el científico, esta vez volviendo la vista hacia el androide.
Cell se sorprendió, pues la verdad no estaba seguro.-Quiero enfrentarme a Goku, pero está en el infierno. Esperaré su regreso.
El Dr. Gero pareció intrigado por la determinación o más bien, en la obstinación del androide en volver a enfrentar al saiyajin.-Me imagino que vendrá pronto. Tiene ese complejo de héroe, querrá arreglar lo que ocurre en la Tierra.- mencionó, volviendo a sus asuntos. Tras un breve silencio, dudaba si hacerle cierta pregunta.-¿Crees que puedas derrotarlo?
Cell se sintió ligeramente incómodo ante la pregunta, pero decidió responder con sinceridad.-No lo sé.- confesó. Era la primera vez que opinaba sobre el resultado de una batalla sin conocer el estado y nivel actual de su contrincante. Lo único que sabía era lo que había visto en su batalla contra Majin Buu. Su poder era gigantesco y admitía que algo amenazador, pero al mismo tiempo era estimulante. Deseaba pelear contra él.-Pero tengo el mismo potencial que cualquier saiyajin. Podré aumentar mi poder durante la batalla.
El Dr. Gero pareció considerar la respuesta del androide, pero no sabía cómo mencionar lo suicida que parecía ser su plan.-No dudo que puedas aumentar tu poder, pero ¿qué tal si te enfocas primero en tu plan de entrenamiento?.- sugirió, cuestionando la determinación de Cell.-Podrías necesitar más que solo poder para enfrentarte a Goku.
El androide desvió la mirada molesto y bufó. No esperaba que el Dr. Gero mencionara ese tema.-¿Entrenar con quién?- dijo el androide con molestia, mostrando su frustración.
El científico no respondió de inmediato. No sabía qué había ocurrido entre el androide y el demonio del frío, con quien solía entrenar. Solo tenía conocimiento de los rumores que circulaban entre los soldados, pero aun así, decidió alentar al androide.-Sería bueno que buscaras a alguien.- mencionó, hablando del tema pero sin especificar a quién se refería.
Cell pensó que no conocía a nadie más que pudiera ser una opción. Aunque eso creía, de inmediato pensó en Freezer. Por lo que gruñó cada vez más fastidiado.
El Dr. Gero lo observó y pensó en ser más directo.-¿Qué hay de Freezer?- preguntó, tratando de sonar desinteresado, aunque por dentro esperaba no provocar la ira del androide.
Tardó unos segundos en responder.-No creo que sea una opción.- dijo con cierta incomodidad. No quería hablar de eso, y menos con el científico.
Al haber un silencio, internamente volvió a sentir el ki del ejército. No estaban lejos, se aproximaban a una ciudad. Tal vez cuando se aburran de destruir ciudades volverían al espacio. A menos que Goku regrese del infierno después de pelear con ese sujeto. Si ese fuera el caso, lo más probable es que se enfrentaria a Freezer. No sería una sorpresa que Goku lo derrote. Por lo que pudo observar en su pelea contra Majin Buu, ahora tenía un poder superior. Y probablemente también lo buscaría a él y al Dr. Gero.
Pensar en la idea de que el saiyajin lo buscaría para acabar con él lo inquietó de cierta manera. Y también lo molestó, no quería ser tratado como alguien a quien tachar de una lista.
Comenzaba a considerar la idea del científico: debía entrenar. Aun así, todo volvía a lo mismo de siempre.
Viendo la confusión en el androide, el Dr. Gero habló.-Cell, no sé por qué razón estás molesto con Freezer esta vez.- dijo con franqueza, sosteniendo la mirada del androide. Luego agregó rápidamente.-Pero él no es la única opción que tienes para entrenar. Debe haber alguien más en el universo.
Pese a lo que imaginaba, el androide sostuvo la mirada por unos segundos hasta que por fin desvió la mirada con un suspiro.-Supongo que tienes razón.- dijo finalmente, cruzándose de brazos.
Aunque tenía una especie de sentimientos encontrados ante la idea de desechar a Freezer y buscar a alguien nuevo que estuviera dispuesto a entrenar con él, pero estaba decidido a intentarlo. Después de todo, al haber sido revividos, cada uno se encargaría de sus propios asuntos. No tenían tiempo que perder como en el infierno; allí, todo había sido diferente. No tenían otra opción.
El androide en silencio se encaminó hacia la salida. El Dr. Gero también dio unos pasos hacia él. No esperaba una gran despedida; usualmente, Cell solía ser tosco y reservado, y confiaba en que ese punto de partida sería temporal. Aun así, lo llamó antes de marcharse.-Cell.- mencionó el científico, deteniéndose un momento antes de que el androide abandonara el lugar.-Aunque no sé qué te depara el futuro, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti.
Cell se detuvo brevemente, sorprendido por las palabras del científico. Aunque no era un ser que expresara fácilmente sus emociones, no sentía que eran palabras que pudiera ignorar. Apreciaba la relación que tenía con el Dr. Gero, incluso más que una relación de creador/creación. Se volvió hacia él y asintió levemente.-No sé si volveré.- respondió con franqueza.-Pero gracias, Dr. Gero.- declaró antes de continuar su camino hacia la salida.
Con esas palabras, el androide desapareció, dejando al Dr. Gero solo en el escondite. El científico observó la salida por un momento, sintiendo un ligero nudo en la garganta. Aunque aún mantenía cierto temor hacia el androide, le había tomado aprecio.
Aunque dejaba atrás a su creador, no dudó en dar un salto desde la cueva y volar en busca de alguien con quien entrenar. Esperaba encontrar a alguien antes de que Goku volviera a la Tierra. Tal vez entrenar con alguien sería de ayuda.
A los pocos segundos de tomar un camino, sintió nuevamente el ki del saiyajin a lo lejos, pero esta vez no tuvo la intención de buscarlo. Simplemente lo percibió debido a lo poderoso que era. También detectó otro ki que estaba junto a él. Por un instante, pensó que se trataba del misterioso sujeto con quien luchaba en el infierno, pero poco a poco logró reconocerlo, pues también había obtenido un incremento bastante significativo ¿Vegeta? -¿Qué rayos sucede?- dijo en voz alta. Un nerviosismo recorrió su cuerpo, pues cada vez que sabía algo de Goku y ahora de Vegeta, estos habían aumentado su poder. Suspiró con una mezcla de inquietud y determinación. Debía encontrar a alguien pronto.
Mientras volaba recorriendo el territorio boscoso, se concentró en las energías más fuertes del planeta. Por más que lo intentaba, la mayor concentración se encontraba en el ejército, sobre todo en Freezer. Sentía claramente cómo se dirigían hacia otra ciudad.
Suspiró. De por sí, ya era difícil encontrar a alguien con un alto nivel en la Tierra, y que el ejército siguiera rondando por ahí solo hacía que su enfoque se volviera hacia ellos.-"Debería ir al espacio"- se dijo a sí mismo. Nunca había salido del planeta Tierra, más que para destruir un meteorito. Pero había más probabilidades de encontrar a alguien fuera del planeta.
Suspiró con algo de incomodidad. No pensó que la idea de dejar la Tierra le causaría una extraña sensación. ¿Nostalgia? Gruñó para sí mismo. Debería dejar de verse afectado por esos dichosos sentimientos. Sacudió la cabeza y se concentró en elevarse. Debía irse de la Tierra si quería perfeccionarse aún más.
Comenzó a elevarse cada vez más, determinado a no mirar atrás. Avanzó hasta llegar a la estratosfera, sin embargo, para su sorpresa, sintió un repentino ki que se hizo presente en la ciudad y sobresalía por su gran poder. Se detuvo en seco y volvió la vista hacia la Tierra. ¿De quién se trataba? Estuvo ocultando su ki todo este tiempo. Ese poder no podía pasar desapercibido, incluso podría decirse que estaba a su nivel, tal vez más.
Por un instante, se le pasó por la cabeza ir a ver de quién se trataba, pero el hecho de que el ejército y el demonio del frío estuvieran allí, lo frenaron. Bufó con molestia y desvió la mirada nuevamente hacia su destino. Quienquiera que fuera esa persona, no era su problema. Era problema del ejército
Sin embargo, antes de siquiera volver a avanzar, repentinamente sintió cómo el ki de Freezer se elevó por unos segundos y luego desapareció por completo. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y su corazón comenzó a latir con fuerza en su pecho. - ¿Freezer? - musitó conmocionado, su voz apenas era un susurro cargado de incertidumbre. Por más que lo intentaba, no lo sentía. Una sensación de vacío creció en su pecho, y su mente se llenó de preguntas sin respuesta. ¿Qué había ocurrido? Sus manos se contrajeron en puños impetuosos en un intento de contener la inquietud que se agitaba dentro de él.
Sin pensarlo, se dejó caer nuevamente hacia la Tierra a toda velocidad en dirección hacia la ciudad. Rápidamente se aproximó, y en las afueras de la ciudad, vio cómo todos los soldados corrían y escapaban en dirección contraria. A pesar de que algunos lo vieron, no detuvieron su paso y pasaron junto a él. Se apresuró en adentrarse entre los edificios hasta que finalmente divisó a lo lejos ese poderoso ki amenazante que ahora, disminuyó hasta pasar desapercibido.
Al verlo de espaldas en la cima de un edificio, no sabía si sentirse nervioso o decepcionado. Ciertamente, tenía un gran poder, no obstante era un sujeto con un disfraz extraño haciendo poses, igual de ridículas que los Ginyu.
Pese a aparentar ser alguien absurdo, no podía evitar sentir cierta familiaridad. Como si lo conociera. Sin embargo, antes de que pudiera acercarse siquiera, comenzó a sentir algo una sensación extraña en el aire. - No... - dijo para sí mismo intentando mantener su inquietud a raya. Pero esa sensación persistió.- No, no... - esta vez vio cómo sus manos comenzaban a desvanecerse lentamente. Hasta que finalmente desapareció por completo. Todo había vuelto a ser negro.
Cuando volvió en sí, estaba recostado en el suelo. Al abrir los ojos, vio lo que más temía antes de desaparecer. Se encontró nuevamente en la oscuridad del inframundo. Abrumado por la confusión y la inquietud, se levantó lentamente del suelo, mirando a su alrededor con incredulidad.Gruñó exasperado. No entendía nada.
Con un suspiro resignado, Cell se puso en pie, resignándose a la realidad de su situación. A pesar de su intento de encontrar un propósito en la Tierra, el destino lo había devuelto a este lugar inhóspito. Se preguntaba si alguna vez lograría escapar de este ciclo interminable de muerte y renacimiento.
Miró a su alrededor, había algunos soldados igual de confundidos como él. También comentaban lo extraño que era todo aquello.
Cell no hizo más que mirar sus aureolas y suspirar. Había sido decepcionante experimentar la vida en la Tierra por un breve momento, ahora debía resignarse a su destino en el infierno.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
En los días que siguieron, el inframundo volvió a sumirse en su monótona rutina, como si el breve destello de vida en la Tierra hubiera sido solo un sueño fugaz.
Cell pronto se enteró de que Freezer había enviado nuevamente a sus soldados en busca de los ogros, atribuyendo el extraño suceso de su resurrección a un supuesto problema en el infierno. El androide observaba con indiferencia el ir y venir de los soldados, ignorando por completo los acontecimientos a su alrededor.
Aunque atribuían lo ocurrido a un tipo de falla, también había una que parecía persistir: una extraña nieve cubría poco a poco cada rincón del inframundo, extendiendo su gélido abrazo por todo el territorio. Y desgraciadamente para él no tenía donde ir, pues esa sensación gélida se sentía en todas partes.
Ante este fenómeno, no podía evitar pensar en Freezer. Aunque no lo había visto desde su encuentro en la Tierra, sabía que el emperador del mal estaba de peor humor que nunca.
Las noticias sobre Freezer llegaron a él a través del Dr. Gero, quien a su vez las había recibido de los soldados del ejército. Resultaba que el tirano había sido derrotado por Gohan, con un solo golpe. Este hecho había sorprendido a todos, incluso a Cell. Reconocía la fuerza de Gohan, desde la última vez que lo vio parecía haber aumentado su poder, pero no esperaba que fuera capaz de acabar con Freezer de manera tan contundente.
Sabía que Gohan era muy poderoso, pues había sido capaz de derrotarlo en su estado perfecto, pero jamás imaginó que su potencial fuera tan grande. Y tampoco imaginó que se lo encontraría vestido de esa forma ridícula, pensó con algo de disgusto. Tal vez se sentía ofendido al ser derrotado por alguien tan absurdo.
Con un suspiro resignado, Cell descendió de la montaña y se detuvo en la entrada de la cueva del Dr. Gero. El cansancio se apoderaba de él, tanto física como mentalmente. No quería ser pesimista, pero comprendió que sus niveles de fuerza no valían nada en comparación con los saiyajins. Sabía que debía entrenar más si quería aumentar su poder y enfrentar a rivales tan formidables como Goku y Gohan, se dijo a sí mismo, al mismo tiempo que hizo sonar sus alas, temiendo lo que lo llevaría a sus pensamientos.
Entendió que al volver a estar atrapados en el infierno, entonces no tenían opción. Se volvió a quedar con posibilidades más reducidas. Debían aliarse, dijo con pesadez.
A pesar de su aversión hacia la idea, sabía que no podría derrotar a Goku en su estado actual, y menos ahora que vio su poder en la pelea contra Majin Buu y que pudo sentir su ki desde la Tierra. Con esa lógica, pensaba que Freezer tampoco tendría otra opción. La posibilidad de entrenar juntos de nuevo le resultaba desagradable, pero entendía que era necesario para alcanzar sus respectivos objetivos.
Sin embargo, la idea de enfrentarse a Freezer nuevamente le provocaba un sentimiento confuso. Siempre se la pasaban peleando y discutiendo. Y más encima, estaba el tema de lo que supuestamente sentía hacia Freezer. Con respecto a esto último, creía que podría suprimirlo y ocultarlo, sé convivencia de que podría ser meramente profesional. Solo entrenar para ser más fuerte.
Desde la entrada de la cueva, el Dr. Gero observaba en silencio el conflicto interno de Cell. Con paso tranquilo, se acercó al androide y se posicionó a su lado, aunque este último parecía sumido en sus propios pensamientos y no había notado su presencia.
-¿Te encuentras bien? -preguntó el científico, preocupado por la aparente inseguridad en la respuesta del androide.
Este pareció volver en sí al escuchar la voz de Gero. -Sí... -respondió con vacilación, revelando sus claras dudas y preocupaciones.
A pesar del silencio que siguió, el Dr. Gero permaneció a su lado, observándolo con atención. Sabía que Cell no era alguien que expresara fácilmente sus sentimientos, pero estaba dispuesto a escuchar si él decidía compartirlos.
-¿Piensas seguir con tu idea de entrenar? -preguntó el científico, omitiendo mencionar a Freezer, pero consciente de que era el tema en mente de Cell.
Cell asintió con determinación. -Sí -respondió nuevamente, desviando la mirada al horizonte con un suspiro.-Supongo que ya no tengo opciones. Solo una.
El Dr. Gero comprendió la implicación de sus palabras. Sabía que hablaba del demonio del frío. El científico, había escuchado los rumores. Entendía la presión que debía sentir si es que estos rumores resultan ser ciertos. Con solo verlo, podía inferir que eran ciertos, pero aun así esto no dependía de él, sino del androide. ¿Realmente Cell sentía algo genuino por Freezer?
-¿Eso te molesta? -preguntó el científico, mostrando una leve preocupación por su bienestar emocional.
Cell pareció captar otra intención en la pregunta por lo desvió la mirada algo avergonzado.
El científico se sintió mal por haberle preguntado eso. Pues, las pocas veces que los había visto juntos estaban al borde de una discusión o una pelea. Debía ser complicado para Cell siquiera considerar volver con Freezer para entrenar. Incluso, si de verdad siente esa atracción hacia el demonio del frío, la relación que compartían con él era muy tensa hasta agresiva. Freezer no era alguien fácil con quien tratar, sobre todo para alguien como el androide.
Tampoco veía muchas opciones, si Cell quiere aumentar su poder no tenía otra opción más que entrenar con Freezer, ya que al mismo tiempo sabía que esta decisión estaba ligado a lo que sentía. Y era algo que debía solucionar.-No tiene nada de malo depender de alguien para cumplir tu objetivo.- comentó el científico intentando aliviar los pensamientos del androide.-Además, una vez que logres lo que quieres, puedes decidir alejarte.-agregó como una opción extra, en tal caso de que todo los rumores estuvieran equivocados.
Cell levantó la vista lentamente, reflexionando sobre las palabras del Dr. Gero. Sus pensamientos eran un torbellino de emociones encontradas: dudas, temores, pero también una chispa de determinación.-Cierto... -susurró el androide.
Aunque comprendía la lógica detrás de la sugerencia del científico, aún le costaba trabajo aceptarla por completo. Entendía que la idea de entrenar con Freezer podría ser provisional, aun así todavía se sentía reacio a dar ese paso. La idea de enfrentarse nuevamente al demonio del frío despertaba en él un torrente de recuerdos y sentimientos difíciles de ignorar. No estaba seguro de estar listo para ese enfrentamiento, sobre todo emocionalmente. La última vez, lo dejó marcado con esa extraña sensación que no pudo reconocer.
Con un suspiro resignado, se preguntaba si podría volver a hacer esto. Se preguntaba ¿Sería capaz de dejar de lado su orgullo y enfrentarse al demonio del frío una vez más?
Notes:
Y si, este capítulo ocurre al mismo tiempo que la película de “La fusión de goku y vegeta” (Una de mis favoritas) Ahora ya saben que hacia Cell durante la pelicula jaja Aunque escuche por ahi que esta película está fuera del canon y que no se puede acoplar al canon de la serie, pues en ningún momento post saga de buu goku y vegeta estuvieron muertos al mismo tiempo, pero no me importa. En el infierno pasa lo que yo digo muajajaja
Siento que ahora Cell pasó por el mismo proceso que Vegeta en la saga majin buu. Como que se arrepiente de haber cambiado tanto. Pero todos sabemos que no puede luchar contra eso 7u7
También, siento que Cell vio a Goku pelear contra Majin buu y ya no pensó más en Gohan jaja Al menos no hasta que reventó a Freezer de un puñetazo xD Creo que eso es lo único que no me gustó de la película. Pos, porque reviven a Freezer para matarlo de forma humillante? Ah, cierto. También pasó en la resurrección de Freezer… Creo que la Toei no aprende -_-
Además, cell y el dr gero quedaron xD se despidieron y al final volvieron a morir ajaja Noo es broma. Creo que merecían una escena linda como de padre/hijo. Creo que si se hubieran conocido se hubieran llevado bien <3
En fin, espero que les haya gustado este capítulo. Cell está peor que yo intentando decidir qué hacer con mi vida ajaja pero no se preocupen, que ya decidió, ahora si, les juro que si. Nos vemos en el proximo capitulo que lo subire por ahí del 1 o 2 de junio.
Muchas gracias a todos por sus comentarios. Espero que sigan comentando para saber qué piensan de la historia. Nos leemos. Bye
Chapter 26
Notes:
Hola mis amigos!
Primero que nada, quiero agradecerles a todos los que leen este fic y comentan. La verdad, es que no esperaba que un fic de dragon ball apegado al canon y de una ship muerta tuviera tantas lecturas. Me sorprende mucho, gracias a todos por su apoyo.
En este capítulo… no se que decir, creo que se me fue la mano. Pero como dije me apego mucho al canon y a la personalidad de los personajes. Y como le mencione a alguien, se viene un tipo de desarrollo de personaje para Cell, aun no decido si es considerado para bien o para mal xD Y bueno, mejor lean el capitulo y despues me dicen que piensan jaja Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 26:
Pese a su más reciente revelación, sobre las posibilidades de volver a entrenar con el demonio del frío, el orgullo del androide no le permitía ir en su búsqueda.
Mientras tanto, pasaba su tiempo teniendo peleas de bajo nivel en su plataforma empeñandose en alargar el momento de su encuentro.
De vez en cuando, incluso en medio de una pelea, percibió el ki de Freezer. Aún se encontraba lejos del ejército y de su cueva. Era un sector que la mayoría estaba evitando, no solo por Freezer, sino las recientes condiciones climáticas que afectaron el lugar. Suponía que el demonio del frío se sentía a gusto en aquella área, después de todo él apreciaba el clima invernal.
Después de echar un vistazo a la ubicación de Freezer, su mente volvió a la batalla que había estado teniendo contra cinco contrincantes a la vez. Finalmente, Cell dejó de esquivar y se preparó para atacar.
Con una velocidad abrumadora, Cell se movió entre sus oponentes, eliminándolos uno por uno. Su primer golpe fue un puñetazo directo al estómago de uno de los demonios, que cayó al suelo sin aire. Sin detenerse, giró y lanzó una patada que envió a otro contrincante volando por los aires. Los tres restantes intentaron atacarlo al unísono, pero el androide se elevó en el aire, esquivando sus golpes. Desde arriba, lanzó una ráfaga de ki que impactó a los tres demonios, dejándolos incapaces en el suelo.
El combate carecía de emoción, pero al menos le servía para despejar su mente. Sin embargo, no podía seguir ignorando la realidad. Sabía que tendría que enfrentar a Freezer tarde o temprano, pero cada vez que se preparaba para hacerlo, algo lo detenía. Frunció el ceño al recordar lo ocurrido la última vez. Aún en su mente no descifraba lo que había ocurrido. Cada vez que lo pensaba, concluía que se sintió un tipo de daño, y no precisamente por los débiles ataques del demonio del frío.
Cell aterrizó suavemente en la plataforma, observando a los cinco contrincantes derrotados. El sentimiento de insatisfacción persistía. Su mente volvía una y otra vez al encuentro con Freezer. Esa sensación extraña y dolorosa que experimentó no había desaparecido. Era más que el simple orgullo herido; había algo más profundo, algo que no lograba comprender del todo.
Tras esta derrota, los peleadores se marcharon humillados. De la misma forma, los espectadores se retiraron al no haber más contrincantes que se atrevieran a desafiar al androide. Cell se quedó solo en su plataforma, negándose a irse.
Suspiró al ver que había perdido su distracción, pero aun así, se negaba a ir en busca del demonio del frío.-”Aún no”- se dijo a sí mismo.
Después de un breve instante de silencio, repentinamente, sintió un ki poderoso a sus espaldas. Se dio vuelta sobresaltado y miró al cielo, donde vio a Paikuhan flotando a unos metros de altura. Este lo observaba con curiosidad. Sabía la fuerza que poseía el guerrero, por lo que le pareció extraño no haberse percatado antes de su presencia.
Cell frunció el ceño al verlo.- ¿Qué haces aquí? - preguntó. Sabía que debía haber una razón por la que lo habían vuelto a enviar al infierno, y al no haber nadie alrededor, supuso que tenía un problema con él. Pensó al mismo tiempo que alertaba su cuerpo para una posible pelea.
Paikuhan notó que el androide estaba a la defensiva, por lo que decidió proceder.- Me enviaron por ti. - contestó sin rodeos, al mismo tiempo que descendía al área de pelea.- Por la misma razón que la última vez. - expresó mientras una bola blanca de energía se generaba en su mano.
Ante esta revelación, Cell tragó saliva con inquietud, aunque pudo disimular lo suficiente. Con una expresión de seriedad, adoptó una posición de pelea. Sonrió nerviosamente, estaba entusiasmado por volver a enfrentarse a ese ser, y al mismo tiempo, temía por su poder. Inhaló y exhaló hondo, esperando que su rival hiciera el primer movimiento.
Paikuhan no perdió tiempo. Lanzó la bola de energía directamente hacia Cell, quien la esquivó por poco, sintiendo el calor de esta frente a él. El ataque fue recibido por el mismo Paikuhan, quien asombrosamente su velocidad le permitió alcanzar la esfera de energía antes de impactar en la superficie de la plataforma. El androide lo observó con nerviosismo. Sabía que si ese ataque lo tocaba, perdería su habilidad para sentir el ki de los demás, y por ende no podría teletransportarse.
El peleador con su seriedad característica, soltó la esfera dejándola en un estado de suspensión para enfocarse en su rival.
Aunque el androide estaba atento a cualquier movimiento, no le dio tiempo para reaccionar, Paikuhan se lanzó hacia él con una velocidad asombrosa, golpeándolo con una serie de rápidos puñetazos.
Cell bloqueó a duras penas los primeros ataques, pero la fuerza del peleador era abrumadora. Cada golpe resonaba en su cuerpo, haciendo que retrocediera. Intentó contraatacar con una patada alta, pero Paikuhan la esquivó con facilidad, respondiendo con un golpe en el abdomen que dejó a Cell sin aliento.
Exasperado, el androide sabía que no podía mantener ese ritmo por mucho tiempo. Paikuhan era más fuerte y más rápido de lo que recordaba. Cada segundo que pasaba, la desesperación crecía en su interior. A pesar de su orgullo, sabía que estaba siendo superado.
Finalmente, con un último esfuerzo, Cell lanzó una ráfaga de energía desde sus manos, intentando crear distancia entre ellos. Paikuhan bloqueó el ataque sin problemas, pero se detuvo, observando al agotado androide.
-Sabes que no puedes vencerme.- mencionó Paikuhan con calma.
Cell, respirando con dificultad, se negó a rendirse. Apretó los puños, sus ojos llenos de determinación. Gruñó con molestia. En el fondo, sabía que no tenía ninguna posibilidad. La humillación era amarga, pero no podía dejar que terminara así.
Paikuhan, con una mezcla de respeto y lástima, se preparó para el golpe final. Antes de que pudiera lanzar su ataque, Cell rápidamente lanzó un ataque a la esfera de energía a varios metros de él.
Agilmente Paikuhan logró captar las intenciones del androide, por lo que alcanzó el ataque entregado por el Gran Kaio y consiguió alejarlo de una posible destrucción.
Observó a Cell con cara de pocos amigos. Pensaba tener una pelea sincera con ese androide. Por lo que Goku le había dicho, ambos compartían células. Creería que ese androide mitad saiyajin apreciaría una pelea contra él, sin embargo este parecía agitado y desesperado. Suspiro por lo bajo, decidido a dar por terminado esta situación.
Se elevó pausadamente, atento a cualquier movimiento del androide. Al notar una anticipación por parte de Cell, con un movimiento rápido y certero, lanzó el poderoso ataque que no solo impactó en Cell, sino que también destruyó la plataforma en la que se encontraban. El suelo se hizo añicos bajo los pies del androide, y él cayó entre los escombros sin poder evitarlo.
Paikuhan lo observó por un momento, asegurándose de que no representará más amenaza. Al pasar de unos segundos, lo confirmó al no ver movimientos. Por lo que se dio la vuelta, alejándose con su misión cumplida.
Cell se encontraba lastimado en medio de los escombros de su plataforma, después de otra humillante derrota. No era la primera vez que terminaba en una situación así; era la tercera vez que Paikuhan lo derrotaba. Y aun así, creía que jamás había sentido tan vívidamente la realidad de su situación hasta ese momento. Tenía el orgullo herido y el cuerpo maltrecho. Su debilidad le pesaba más que el dolor físico. Sabía que debía enfrentar la realidad: ya no era tan fuerte como antes.
Presionó sus puños con toda la fuerza que tenía en ese momento, sus dedos temblaban por la tensión. Un gemido exasperado escapó de sus labios, resonando como un eco desolador en los alrededores. La amargura de su situación se sentía como un peso aplastante sobre su pecho. Cada fibra de su ser, antes lleno de orgullo y poder, ahora solo conocía la humillación y la impotencia. La realidad de su debilidad lo asfixiaba, y por primera vez, el miedo y la desesperanza se apoderaron de él por completo. ¿Qué había sido de aquel bioandroide perfecto? ¿En qué se había convertido? La frustración lo consumía, y la dolorosa aceptación de su caída era casi más de lo que podía soportar.
Todo este tiempo pensaba que si se esforzaba y entrenaba, podría volver a levantarse. Que sus poderes aumentarían. Confiaba, en su desesperación, que ese deseo se haría realidad, pero solo le demostró lo contrario. Esa confianza en sí mismo se rompió. Antes era un bioandroide perfecto; poderoso y temido. Y ahora era como cualquier otro.
Aunque se lo dijo a sí mismo hace unos días, ya no podía negarlo más. Realmente comprendió que no podía seguir avanzando solo.
Todo su cuerpo estaba dolorido, aun así, comenzó a incorporarse con lentitud. Apenas podía respirar, todavía podía sentir el ataque en su abdomen.
Si quería ser más fuerte y retornar a ser lo que era, debía entrenar. Entrenar de verdad, y aunque lo estuviera postergando, necesitaba enfrentar a Freezer. Comprendió que no tenía otra opción. Debía ir con el demonio del frío y pedirle que volvieran a entrenar juntos. No importaba cuánto le disgustaba la idea, su deseo de volverse más fuerte superaba su orgullo.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Gran parte de la tormenta que amenazaba el infierno se había apoderado de esa área. La nieve había cubierto cada centímetro de la superficie y el viento se volvía cada vez más violento, arremetiendo con fuerza contra las formaciones rocosas y los árboles muertos. El cielo, cubierto de nubes oscuras, apenas dejaba pasar una débil luz, creando un ambiente lúgubre y desolado.
A pesar de la potencial catástrofe que se avecinaba, ese lugar de algún modo aminoraba el estado de ánimo de Freezer. Tal vez le recordaba a su planeta natal, pero aun así, no era suficiente para olvidar todo lo que había ocurrido en los últimos días. Se había aislado de todos, sin la energía necesaria para lidiar con nadie. No después de su humillante derrota contra el hijo de Goku. Suspiró débilmente, sintiendo cómo su orgullo herido pesaba más que nunca.
A lo lejos, el androide lo diviso. Aunque llevaba su rastreador, aún no lograba comprender su funcionamiento, por lo que no tuvo más opción que buscarlo entre la tormenta. Cuando finalmente lo encontró, notó la figura desanimada del demonio del frío, una sombra de imponente presencia. Cell suspiró nervioso y un escalofrío recorrió su espalda, a pesar de que el clima no fuera de su agrado, sabía que esa reacción no se debía a la baja temperatura. No quería que volviera a pasar lo mismo que la última vez que hablaron. Se dijo a sí mismo que no pelearía, que debía controlarse.
Se acercó por la espalda, el leve crujido de la nieve bajo sus pies apenas audible entre el rugido del viento lo acusó. Antes de que pudiera decir algo, Freezer habló.-¿Qué quieres?-preguntó el demonio del frío, sin molestarse en volverse para mirar al androide. Su vista permanecía fija en el horizonte, y su expresión de severidad no se alteró en lo más mínimo.
Ante ese inicio tenso, Cell intentó mantener la calma y tener paciencia. Sabía que cualquier muestra de impaciencia o agresividad podría desencadenar otra confrontación.
-No vine a pelear.-manifestó con firmeza y caminó hasta quedar a unos pasos de Freezer, sintiendo cómo la tensión entre ambos crecía con cada segundo que pasaba.
Hubo un silencio, un espacio de tiempo en el que el viento parecía aullar con más fuerza, como si fuera consciente del conflicto interno de ambos seres.
Freezer continuó sin moverse, su respiración apenas era visible en el aire gélido. El androide por su parte, sentía el peso de las palabras no dichas, de la necesidad de romper esa barrera de hostilidad y orgullo que los separaba.
-Me volví a encontrar con Paikuhan.-comenzó a hablar Cell, consciente de que debía elegir bien sus palabras para no agravar la situación.- Me derrotó con facilidad.-comentó algo avergonzado de admitir su más reciente derrota.
Esto no pareció causar ninguna reacción en el demonio del frío. Freezer permaneció inmóvil, su mirada fija en el horizonte nevado, como si las palabras del androide no merecieran una respuesta.
Después de un momento de tenso silencio, Cell continuó, intentando encontrar la manera correcta de expresar sus pensamientos sin provocar la ira de Freezer.-Creo que necesito entrenar más. Mi poder ya no es suficiente.-iba a mencionar lo ocurrido en la Tierra, la derrota ante los guerreros Z, pero esta vez pensó antes de hablar y decidió omitir esa parte, consciente de lo que podría avivar en el demonio del frío por la derrota contra Gohan.-Supongo que tú también te habrás dado cuenta de lo mismo.-agregó, intentando sonar neutral, casi indiferente.
Sin embargo, Freezer no dijo nada. Su expresión seguía siendo igual de impasible, como si estuviera esperando pacientemente a que Cell terminara de hablar. Parecía predecir hacia dónde se dirigía la conversación, pero no mostraba ni un ápice de interés o sorpresa.
-Ambos estamos en una posición similar, ¿no crees? .-continuó Cell, buscando desesperadamente alguna señal de reconocimiento en el rostro de Freezer. Asumía que el demonio del frío estaría de acuerdo, que también había aceptado la necesidad de entrenar después de sus recientes derrotas. Después de todo, ambos habían enfrentado batallas de las que no salieron victoriosos.
La nieve seguía cayendo alrededor de ellos, y el viento aullaba entre las rocas. Cell sentía cómo el frío intensificaba su sensación de vulnerabilidad. Las palabras se le atoraban en la garganta torpemente, pero sabía que debía continuar, que debía hacer todo lo posible por convencer a Freezer.
-Sé que no somos aliados, ni amigos, y podríamos... ignorar lo que ocurrió.-declaró, un tanto ruborizado al recordar aquel beso. Aunque estas palabras causaron una pequeña reacción en Freezer, Cell comprendía que eso no venía al caso, así que se apresuró a continuar.- Pero en esta situación, entrenar juntos podría beneficiarnos a ambos. Necesitamos recuperar nuestro poder.
Hubo otro silencio, uno que hizo que el androide temiera que Freezer ni siquiera consideraría su propuesta, no después de todo lo que había pasado entre ellos.-Ambos hemos sido humillados y necesitamos mejorar. Tú sabes que juntos podríamos…
-¿Y qué te hace pensar que necesito tu ayuda? -interrumpió Freezer con una voz gélida, cargada de desprecio-. No somos iguales, Cell. Nunca lo hemos sido y nunca lo seremos.-dijo aun manteniendo la mirada fija en el paisaje invernal.
Freezer, por su parte, sentía que ya había soportado demasiado. Primero, estar atrapado en el infierno, luego, lo que había ocurrido con Cell; y ahora, que al revivir lo habían matado de un solo golpe. No estaba de ánimo, de hecho, aún estaba bastante furioso con todo lo que había pasado, principalmente a causa del androide.
Cell sintió un nudo en el estómago, pero aun así no se dejó intimidar. Había esperado que Freezer fuera más receptivo, más dispuesto a escuchar, pero en lugar de eso, se encontraba enfrentando una muralla de indiferencia y desprecio. Sabía que esta era su única oportunidad de lograr lo que necesitaba. Apretó los puños, sintiendo la nieve compactarse entre sus dedos.-¿Acaso intentas intimidarme?- preguntó Cell, sintiendo que la frustración empezaba a convertirse en ira, aunque aún podía controlarla-. ¿Temes que pueda superarte? ¿Por eso te alejas?
Freezer, aún con la mirada perdida, pareció reír por ese comentario.-No necesito tu ayuda.-dijo Freezer de repente, su voz era cortante y fría como un bloque de hielo-. No necesito a nadie.
Cell caminó impasible hasta quedar al lado del demonio del frío.- Entiendo que si volviéramos a revivir, accidente o no, nuestras vidas no estarían tan alejadas como piensas. Ambos nos necesitamos, aunque no lo quieras.
Esto pareció provocar una reacción en Freezer. Por primera vez desde que Cell llegó, giró la cabeza con ligereza, sus ojos fríos y calculadores se fijaron en el androide. Cell se sobresaltó levemente al ver una chispa en esa mirada, algo que no pudo descifrar, pero que de alguna forma lo inquietó.
-¿Eso crees? -preguntó Freezer con ironía, casi escéptico por esas palabras.
-Así es.-afirmó el androide, sosteniendo la mirada, decidido a no retractarse.-Ambos sabemos que nuestro poder ya no vale nada. Siendo un equipo podríamos…
-¡No!-interrumpió de inmediato el demonio del frío.- No somos un equipo y jamás lo seremos.-dijo cortante y frío como el mismo hielo que los rodeaba.
Cell sintió el comentario como un golpe, pues en el fondo aún tenía la esperanza de que Freezer aceptara. Presionó sus puños, conteniendo su irritación contra el demonio del frío, aunque de igual manera sus manos temblaban ligeramente ante la duda.
-No me sigas molestando con eso.-dijo Freezer, dando por terminada la conversación. Se dio vuelta para marcharse.
Sin embargo, el androide lo agarró del brazo sin intenciones de atacar o lastimarlo, solo para evitar que se fuera.-¡Espera! -exclamó, su voz estaba cargada de determinación al momento que lo sujeto de la muñeca.
Freezer se detuvo en seco, su mirada helada se clavó en el brazo de Cell que lo retenía. Antes de que el androide pudiera reaccionar, Freezer, con un movimiento rápido y violento, arrancó el brazo del androide, provocando que Cell gritara de dolor. Quedó completamente pasmado por las acciones del demonio del frío. No creía a Freezer capaz de algo así, sobre todo porque en todo ese tiempo no había sido capaz de lastimarlo físicamente. Pero ahora, sin intenciones de pelear, su guardia baja había provocado ese descuido.
-No tienes derecho a tocarme.-espetó Freezer con un tono de absoluta superioridad. Ya había tolerado demasiado la confianza que el androide tenía con él.
Cell se sujetó el muñón sangrante donde antes estaba su brazo. El dolor físico era intenso, pero el dolor emocional lo superaba. Las constantes palabras de Freezer y sus negativas resonaban en su mente. Retrocedió un paso, conteniendo el dolor que se extendía por todo su cuerpo.
Pese a que su ira iba creciendo cada vez más, logró controlarse y no lo atacó de vuelta como era la costumbre; si lo hacía, caerían en el mismo ciclo que habían repetido todo ese tiempo. Inhaló y exhaló discretamente.-¿Es eso lo que realmente piensas de mí?-preguntó Cell intentando esconder su temblorosa voz de frustración.- ¿Soy solo un estorbo para ti?
-Lo eres.-dijo Freezer mientras lo miraba con desdén.- Desde que llegaste, has sido un constante fastidio.-agregó con furia, dando un paso hacia el androide.
Cell al decidir no atacar, solo pudo retroceder unos pasos al mismo tiempo que las palabras del demonio del frío lo golpeaban con una fuerza devastadora. Sentía el impacto de cada palabra como si fueran golpes físicos, perforando su confianza y seguridad. El eco de su desprecio resonaba en su mente, paralizándolo con una mezcla de frustración, impotencia y una punzada de dolor que no lograba comprender del todo.
-Crees que somos un equipo, como si hubiera algo entre nosotros, pero la realidad es que no te necesito.
Cell no pudo hacer más que recibir el torrente de odio del emperador. Esa sensación, la misma de la última vez, se apoderó de él. Al toparse con una roca a sus espaldas, Cell tragó saliva con dificultad, luchando por mantener su compostura ante la abrumadora avalancha de emociones que lo embargaba.
Lentamente, Freezer se elevó hasta quedar a su altura, observando con indiferencia.-Tú y yo no compartimos nada. No eres nada para mí.- ambos mantuvieron la mirada por unos segundos, donde el androide solo reflejaba confusión y desconcierto. El demonio de frío no expresó ninguna palabra más, simplemente se alejó volando.
Cell simplemente se quedó allí, congelado no solo por el frío invernal, sino por la devastación emocional. Cada palabra de Freezer había perforado su corazón, dejándole una sensación extraña y abrumadora. Su corazón golpeaba impotente, como si intentara liberarse de un peso insoportable. Era una sensación que no podía identificar completamente: vacío, desesperanza, y algo más profundo que lo asfixiaba. Sentía enojo, pero también algo que no lograba entender, algo que dolía de una manera nueva y desconcertante.
Pausadamente, bajó la mirada a su muñón sangrante. ¿Ese era el dolor que sentía? Hizo el esfuerzo de regenerar su brazo, y este creció en cuestión de segundos. Pero aun así, la sensación persistía, una sensación que no era física. Comenzó a agitarse y a respirar con rapidez, odiando la confusión que sentía. Su herida había desaparecido y apenas sintió el proceso de regeneración. ¿Por qué seguía sintiendo ese dolor?
Se sujetó el estómago, recordando la molestia de su pelea con Paikuhan, pero sabía que no era eso lo que le incomodaba. Tembloroso, llevó su mano a su pecho, sobre su corazón. Angustiado, presentía que ahí era donde residía el verdadero dolor. Esa sensación que tanto le disgustaba.
Dejó escapar una risa amarga. Ingenuamente, había pensado en él y Freezer como un equipo, que debían estar juntos, independientemente de las extrañas emociones que sentía hacia él. Pero nuevamente la realidad le demostró que debía dejar de insistir y dejar de hacerse ilusiones. El demonio del frío no pensaba igual.
El viento helado aullaba a su alrededor, intensificando su desolación. Mientras más tiempo permanecía de pie, el clima empeoraba, la tormenta azotaba con fuerza creciente. Cell levantó la vista levemente y comenzó a caminar sin rumbo. Sentía frío, pero no era solo la nieve que lo rodeaba; era un frío interior, una helada que le había alcanzado el corazón.
Se acercó mucho al helado corazón de Freezer, y ese frío lo había alcanzado.
Al llegar cerca de una cueva y la observó por un segundo mientras la nieve se intensificaba alrededor. Entró en ella aún a paso lento, apoyándose en la pared con desgano. Quería deshacerse del frío que tanto le dolía.-Príncipe de hielo.-musitó para sí mismo, recordando lo que le advirtieron sobre Freezer. Y tenían razón; era un nombre apropiado.
Sus piernas finalmente flaquearon y cayó quedó sentado en el suelo. Mirando al vacío, notó que aún tenía el rastreador sobre su rostro. Se lo quitó y lo dejó a un lado.
Toda esa sensación lo recorría; antes no sabía qué hacer, y ahora menos. Suspiró con dificultad, como si algo tan simple le costará un esfuerzo monumental. Se sentía patético. Cerró los ojos, deseando no pensar en esa mezcla extraña de emociones. Deseaba no sentir nada.
La tormenta rugía afuera, pero en su interior, el caos era mayor. No entendía del todo lo que sentía, y esa falta de comprensión lo aterrorizaba. Aunque había luchado en vano con anterioridad, por primera vez, Cell se sintió pequeño, perdido en un mar de emociones que no había sido creado para experimentar. Emociones que solo atribuía a los humanos, pero que ahora podía ver fácilmente en sí mismo. La frialdad de Freezer lo había herido de una manera que ninguna batalla física podría, y en su soledad, se percató de que no sabía cómo lidiar con ese tipo de dolor, solo podía recibirlo y aguantar.
Se acurrucó contra la pared de la cueva, deseando que el frío exterior fuera suficiente para congelar las emociones que bullían dentro de él. Pero no lo era. Y así, en la penumbra de la cueva, se enfrentó a la dolorosa realidad de su existencia: era más humano de lo que jamás había imaginado, y eso lo aterrorizaba más que su debilidad física y que cualquier enemigo.
Notes:
Creo que ahora ya saben a qué me refería con que “se me fue la mano”. Meperd0nan?
En realidad culpo a Freezer. Es el peor personaje y el más difícil que he escrito. Es muy complicado sacarlo de su molde. Es un idiota, es el mismísimo ctm! No puede tener un gran cambio y si lo tiene llevará tiempo. Y con respecto a Cell, creo que ya lo he hecho sufrir mucho en el fic :( Perdón Cell!! te amo!! Y prometo que ya no sufrirá más de lo que lo hice sufrir ahora.
Pero para quitarles el mal sabor de boca xD …les anuncio que aparte de este fic, subire otro el cual será la continuación (bueno, cuando termine esta primera parte. Aún faltan unos cuantos capítulos) Para que sepan que habrá más de esta ship. Porque si, necesitan muchos capítulos para que se pueda desarrollar esta relación. (Aunque hasta ahora se la han pasado peleando jeje) Pero les juro y rejuro que estos dos quedaran juntos. O sea, asumo que para eso estamos aquí 😀
En fin muchas gracias por su paciencia pese al desastre que estoy armando aqui jaja El próximo capítulo se publicará el 29 o 30 de junio. Así que estén atentos. Abrazos y besos. Nos leemos. Bye bye.
Chapter 27
Notes:
Hola tarolas.
Espero que se encuentren bien. No sé de dónde son, pero he visto que ha habido lluvias en varias partes ._. Y todo está un poco inundado.
Bueno, ya hubo mucho Cell, en este capítulo esta enfocado mas en el idiota de Freezer. Profundizando un poco en porque hizo lo que hizo, aunque eso no le quita lo idiota xd No se porque pense en hacer esto, Freezer es tan complicado T_T El capítulo me costó mucho hacerlo. Lloro :c
En fin, les quiero dar las gracias a todas las personas que siguen esta historia. No puedo creer la cantidad de vistas :’) Muchas gracias, lo aprecio mucho.
Sin mas que decir, solo que no olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram. Disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 27:
Desde la última vez que habló con el androide, no había tenido noticias de él. Los primeros días tras la desaparición de Cell, a Freezer no le importó en absoluto. Después de todo, no le interesaba lo que ese sujeto hiciera mientras se mantuviera alejado de él.
Con el paso de los días, pese a aún sentirse inseguro y fracasado debido a sus derrotas anteriores, el demonio del frio volvió a enfocarse en su ejército. Aunque presentía que la clave para escapar del infierno seguía estando en lo que había en el cielo, debían seguir buscando la forma de romper esa barrera y llegar más allá del Camino de la Serpiente. Sin embargo, no sabían cómo hacerlo; no conocían a otro mago o hechicero que pudiera replicar lo que Babidi había hecho, y este no había vuelto a ser visto. Por lo tanto, Freezer volvió a enviar a sus soldados a explorar los territorios mientras intentaban descubrir cómo deshacerse de la barrera.
Después de varios días, muchos soldados del ejército comenzaron a preguntarse dónde estaba Cell. Si bien, sabían cómo se comportaba el androide y probablemente no estaba en buenos términos con el demonio del frío, pero aun así nadie lo había visto por ningún lado. No se encontraba cerca de los territorios, no estaba en su plataforma, que ahora se encontraba destrozada, y ni siquiera el Dr. Gero sabía dónde se encontraba. Era algo curioso y de alguna forma generaba cierta preocupación entre los soldados.
Aunque no era una inquietud que compartieran directamente con Freezer, simplemente era algo que terminó escuchando entre murmullos. A fin de cuentas, era difícil mantener un tema en secreto dentro del ejército.
Por su parte, el demonio del frío creía que, aunque hubiera pasado mucho tiempo desde que vio a Cell, este ya volvería a aparecer. A eso no le daba importancia; lo que le irritaba era la insistencia del mismo ejército, que notaba la falta de la presencia del androide. Freezer bufó molesto, apartando la mirada de un grupo de soldados que hablaban del tema.-"Como si Cell realmente fuera parte del ejército" .-pensó con enfado.
Pasaron más semanas y estas se convirtieron en meses. Aunque seguían el plan de siempre, el ejército no había descubierto nada nuevo. Constantemente los soldados llegaban con las mismas noticias; no había ninguna novedad. Y por lo general agregaban: “Que tampoco había noticias sobre Cell”.
Desde la entrada de su nueva cueva, Freezer observaba el paisaje con una expresión desinteresada, al mismo tiempo en que seguía fingiendo que no le importaba la desaparición de Cell. Sin embargo, cada vez le resultaba más difícil disimularlo. Al igual que los demás soldados, se cuestionaba dónde se encontraba el androide. ¿Por qué se fue? ¿Qué lo había hecho alejarse?
Aunque se hacía esas preguntas, también se llegaba a preguntar si era debido a él. Las últimas palabras que le dijo a Cell volvían a su mente continuamente. Había sido duro y cruel, pero no pensaba que hubiera hecho algo malo; siempre le gritaba a todos los miembros de su ejército, eso era normal para él. Además, sus discusiones con Cell eran frecuentes, no creía que eso fuera el detonante para su partida... ¿o sí? Pensándolo más detenidamente, y debido a todo el tiempo acontecido, empezaba a creer que era una posibilidad. El androide era un ser muy sentimental, pues había sido creado y generado por un humano. Eso lo hacía débil, pero jamás imaginó que tanto.
En los últimos días Freezer había comenzado a considerar otras posibilidades. Su ejército cubría una gran zona del infierno, y si hubiera habido alguna noticia sobre el paradero de Cell, él ya lo sabría.-"A menos que..."- Suspiró pensativo al considerar tal idea. En un principio lo había descartado, pues no lo creía posible. Sin embargo, debido al tiempo transcurrido, esta sospecha comenzaba a crecer aún más.
Gruño por lo bajo, haciéndose la pregunta que tanto le desagradaba ¿Estaría con su hermano?
Bufó con molestia ante ese pensamiento, al mismo tiempo que ingresaba a la cueva con mal humor. No creía que su discusión hubiera sido tan grave como para que Cell decidiera unirse al ejército de su hermano, pero la posibilidad lo inquietaba y comenzaba a carcomer su mente.
Pese a no haber nadie presente, Freezer siempre procuraba no demostrar preocupación, sin embargo su inquietud se manifestaba de tal manera que comenzó a caminar de un lado a otro dentro de la cueva mientras murmuraba entre dientes.
Al darse cuenta de su propio nerviosismo, se detuvo bruscamente y se apoyó contra la pared rocosa, tratando de recuperar su compostura.
Cerró los ojos con molestia y se sujetó la sien con gran fastidio. No debía importarle que Cell se encontrará con el otro ejército, después de todo, una de las últimas cosas que le dijo es que no lo necesitaba. Y aún seguía firme en sus palabras, sin embargo la sola idea de que el androide este con su hermano, le hervía la sangre.
Desvió la mirada, y de reojo, miró su rastreador. Lo observó atentamente por unos segundos. A pesar de que la idea llegó a su mente de inmediato, se preguntaba si debía hacerlo o mejor dicho, si era capaz de hacerlo. Aunque lo dudaba, esta podría ser la forma de saber si Cell estaba allí.
Con vacilación lo tomó en sus manos y se quedó mirándolo, sintiendo una mezcla de frustración y molestia con tan solo pensar en llamar a Cooler. Gruño al mismo tiempo que una vena se marcaba en su sien.-”Esto seria mas facil si Cell usará su rastreador.”- se dijo con ira mientras apretaba el rastreador, pero no lo suficiente como para romperlo. Lo peor es que el androide llevaba su rastreador la última vez que lo vio, pero sabía que no le respondería, incluso si supiera como hacerlo.
No quería rebajarse a hacer algo como eso, pensó con gran disgusto. Aun así, no veía otra opción.
Miró a su alrededor, asegurándose de que no había nadie cerca. También observó los pasillos que llevaban a la sala, confirmando que estaba solo. Suspiro pesadamente para aliviar su vergüenza por lo que estaba a punto de hacer, colocó el rastreador junto a su rostro. Sabía que esto sería considerado un acto sospechoso, ya que él nunca se comunicaba directamente con esas tropas, y mucho menos con su hermano.
Con la mano temblorosa, marcó en su rastreador y esperó, sintiendo cómo su ansiedad aumentaba con cada segundo que pasaba.
Freezer esperó unos segundos impaciente, y cuando estaba a punto de colgar, la llamada se conectó. No se escuchó una respuesta de inmediato, de hecho solo se podía oír sonidos de una pelea al otro lado de la línea.
Un fuerte golpe resonó en el fondo antes de que Cooler hablara. -¿Sí?
Freezer, tratando de ocultar su irritación, preguntó con tono indiferente.-¿Estás ocupado?
-¿Freezer? ¿Eres tú?- respondió Cooler perplejo. Su hermano nunca lo llamaba, y menos en medio de una batalla.
Se escucharon más golpes y gritos.-Si estás ocupado, te llamo después…- dijo Freezer, intentando sonar despreocupado.
Cooler, consciente de lo inusual de la situación, decidió seguirle el juego esperando averiguar el motivo de la llamada.-No, para nada. Solo estoy en medio de una pelea por un territorio. Dime, ¿qué ocurre?
-Oh.. bueno…- hizo una pausa, buscando las palabras correctas, algo que rara vez hacía. Pero tratándose de su hermano y del tema que quería sacar a relucir, era incómodo. Sobre todo porque la última vez que hablaron, le dejó en claro que no tenía ningún interés en el androide. Carraspeo algo abochornado.-Por casualidad…-comenzó a decir antes de que se viera interrumpido por unos gritos y una explosion al otro lado de la llamada.-¿Cooler?- pregunto por inercia. Aunque poniendo más atención comenzó a escuchar voces conocidas en el fondo.
-Aca estoy.- le respondió un tanto agitado, sonaba como si hubiera lanzado unos golpes.- ¿Qué decías?
Freezer guardó silencio por un instante intentando descifrar de quienes pertenecían esas voces, o mejor aún, si lograba escuchar la voz del androide al otro lado de la línea, no sería necesario hablar con su hermano.
-¿Freezer?¿Estás ahí?.- pregunto prestando más atención a la llamada que a la batalla.
-Si, sigo aquí…-expreso solo para continuar con la comunicación, al mismo tiempo que seguía escuchando las voces en segundo plano.
Cooler resoplo agitado. No necesitaba estar distraído en medio de una batalla para saber que Freezer no estaba siendo directo, algo completamente fuera de su carácter. -Sabes, creo que sí estoy algo ocupado, no tanto por falta de fuerza sino por la cantidad de oponentes… Así que, ¿me dices qué ocurre o te llamo después?- dijo el demonio del frío, con una intención clara de terminar la llamada si no obtenía una respuesta. Freezer frunció el ceño irritado, odiaba cuando su hermano se comportaba así.- Voy a colgar.-declaro intentando ocultar su risa.
-¡¿Cell está ahí?!- preguntó directamente de una vez por todas.
Hubo una pequeña pausa donde Cooler pareció procesar su pregunta.-¿Quién?- cuestionó, creyendo haber oído mal.
-No te hagas el tonto, sabes a quién me refiero.- replicó Freezer con impaciencia, aún vigilando su alrededor procurando que no hubiera nadie cerca.
-¿Cell?- repitió Cooler con ingenuidad, intentando confirmar lo que había escuchado.
-¡Sí! ¿Está ahí o no?- insistió Freezer, su tono era más cortante que nunca.
Volvieron a transcurrir unos segundos en que sólo se oyó el ruido de la batalla de fondo.-Vaya…- Cooler tomó un momento para asimilar el motivo de la llamada.
Freezer suspiro exasperado por la lentitud de su hermano.-¿Está o no?-volvió a preguntar, estando al borde de su paciencia.
-No, no está aquí. ¿Por qué?- respondió Cooler, genuinamente curioso. Su hermano guardó silencio, sin querer admitir más de lo necesario. Sin embargo, ese silencio se alargó tanto que fácilmente pudo sacar sus propias conclusiones.- Ay, Freezer. ¿Qué le hiciste?
Aunque se sintió alarmado por aquella pregunta tan directa, rápidamente respondió tajante.-No es algo que te importe.- Después de decir esas palabras, colgó antes de que su hermano pudiera decir algo más.
Cooler, al otro lado, se quedó atónito. Se quedó mirando el rastreador, sorprendido sin salir de su asombro. -Wow.- murmuró, aún perplejo por lo que acababa de descubrir. En ese momento, detuvo un golpe de un adversario, a pesar de que su mente todavía se encontraba reflexionando en la reciente conversación con Freezer.-”Así que Cell no se encuentra allá.”- Sabía que Freezer podía arruinar las cosas, pero nunca pensó que Cell pudiera soportar tanto. Dejó escapar un ligero suspiro, sintiendo algo de lástima por el androide.-”En fin" .- pensó con resignación. Al instante, con un renovado sentido de determinación, golpeó de vuelta a su adversario, volviendo su atención a la batalla.
Tras finalizar la llamada, Freezer sintió una mezcla de vergüenza y frustración. Quería lanzar el rastreador con fuerza, pero se contuvo, dejándolo a un lado mientras contenía sus emociones. Si Cell no estaba con el ejército de Cooler, ¿dónde podría estar? La pregunta resonaba en su mente, aumentando su irritación.
Volvió a caminar inconscientemente de un lado a otro, mientras se cuestionaba esta situación. A los pocos minutos, se detuvo abruptamente y enfocó su mirada hacia la salida de la cueva.
No tenía la intención de buscarlo, pero aun así, se dirigió hacia el umbral y despegó, elevándose en el aire. Aún estaba enfurecido por todo lo que había ocurrido con Cell: su actitud, sus palabras sobre permanecer juntos para ser más fuertes. Consideraba que el androide era exasperante, hablando de ellos como si fueran un equipo. Parecía tener la esperanza de seguir juntos, algo que nunca permitiría. Depender de alguien, especialmente para su venganza, lo consideraba una señal de debilidad. Pensó mientras volaba hacia la zona nevada, donde una leve ventisca aún soplaba. La frialdad del aire combinada con la ira que sentía lo hizo temblar de rabia. No podía dejar de pensar en lo extraño e irritante que era Cell y cuánto le molestaba su constante deseo de pelear, como un maldito saiyajin.
Quizás, en un mundo diferente, hubiera considerado formar un equipo con Cell, si él fuera más parecido a cualquiera de los soldados de su ejército. Pero ese era el problema: Cell era diferente. No obedecía y se iba cuando quería, y aunque, en algunas ocasiones, había seguido el plan del ejército, lo hacía con poco entusiasmo. Y lo peor es que no lo podía intimidar ni controlar como a los demás, y eso lo enfurecía.
Gruñó con ira, deteniéndose abruptamente. Se dejó caer sobre unas rocas cubiertas de nieve, el frío penetrante apenas se notaba en su estado de agitación.
También estaba el tema de los rumores. Aunque le molestaban, esa no era la razón por la cual no optaría entrenar con Cell. Si hubiera querido, no habría dejado que los comentarios de los demás influyeran en sus decisiones.-"Simplemente era que..."- Involuntariamente, un recuerdo de Cell gritando en el Camino de la serpiente para que tomara su mano llegó a su mente. Bajó la cabeza avergonzado con solo recordar esa situación.
El androide no parecía hacer esas cosas a propósito; de hecho era muy notorio cuando quería fastidiarlo deliberadamente. Pero, aun así, el androide era un idiota. ¿Cómo podía hacer esas cosas? Y lo peor, hacerlo frente a todos.
Sintió cómo un leve sonrojo cubría sus mejillas y suspiró secamente, queriendo ocultar esa reacción, incluso si no había nadie cerca. A los pocos segundos, ese toque carmesí desapareció de su rostro.
Comenzaba a creer que haber pasado tanto tiempo juntos sí lo había afectado. Nunca había estado tanto tiempo conviviendo con alguien que no fuera del ejército, y menos alguien como Cell, quien podía pasar por alto su autoridad. En ese tiempo, pudo ver cuánto se parecían. Trabajar y entrenar juntos le hacía pensar que tal vez estaba generando una especie de lazo emocional hacia Cell, tal como este le había admitido hacía un tiempo atrás.
De la nada, un recuerdo le asaltó: el instante en que los labios de Cell se encontraron con los suyos. De inmediato, su rostro se tiñó de rojo al instante, incapaz de controlar su reacción. Aunque sorprendido por su propia respuesta, de todas formas intentó mantener la compostura y se cruzó de brazos, furioso consigo mismo por el sonrojo incontrolable. Suspiró y se regañó mentalmente por permitirse recordar algo así.
Podía admitir que tal vez había una pequeña posibilidad de que había un lazo entre ellos. Volvió a fruncir el ceño al pensar en eso, esta vez con incomodidad. Si es que había sucedido algo entre ellos, ya había ocurrido, y aunque se sentía tonto por no haber podido evitarlo, se decia que lo que fuera que existía entre ellos no debía permitir que avanzara más.
Sabía que podía tener cierto afecto hacia algunos, aunque siempre lo mantuviera al mínimo. Creía que tenía más que suficiente con eso. Kuriza era uno de los pocos merecedores de su aprecio. Aunque a veces pasaban tiempo juntos, nunca se había permitido demostrar un apego emocional hacia su hijo, ya que lo consideraba una debilidad tanto para él como para Kuriza. Además, no quería ponerlo como un blanco o un objetivo para sus enemigos al ser el hijo del emperador del universo. Estimaba a Kuriza, obviamente. Era su sangre, su descendencia y el futuro emperador del universo, pero no dejaba ver ante nadie lo que sentía.
También estaban Berriblu y, hasta cierto punto, Kikono. Creía que el aprecio que tenía hacia ellos se debía a que los conocía prácticamente desde que tenía memoria. Considerando esto y que Kuriza era su hijo, todo tenía sentido y una razón, a diferencia de Cell. No encontraba una razón para sentir algo por el androide. Pensó en una razón, sin embargo solo sintió irritación al reflexionar sobre Cell.
Bufo molesto. Era una situación muy particular, se dijo a sí mismo sin poder llegar a ninguna conclusión. Sin embargo, en medio de su incomodidad recordó a alguien más. Suponía que podría ser considerado un caso similar al del androide, al no ser un familiar o alguien tan cercano como Berriblu o Kikono. La única diferencia es que se trataba de alguien a quien podía manipular, era sencillo.
Al recordar algo ocurrido hace tantos años atrás, lo hizo suspirar pero esta vez con un sentimiento de introspección. Sabía que aunque mostró cierto interés en el pasado, también se dejó claro que en su mayoría solo fue curiosidad. No permitió que llegara más lejos de lo que fue.
En ese tiempo, se sorprendió al percatarse que podía sentir más emociones de las que estaba acostumbrado, y tal vez sintió algo en ese momento con aquella persona o tal vez no, pero esa sensación que tuvo; la sepultó. No se permitió sentir nada y estaba orgulloso de haber logrado algo como eso.
Sonrió con ironía, la verdad es que no pensaba en aquello desde hacía tantos años. Sabía que era capaz de sentir, incluso más allá de lo que quisiera admitir, pero simplemente decidió no hacerlo. No debía ser como los demás, él era el emperador del universo, no debía perder su tiempo con esas distracciones. Y lo más importante, no quería ser vulnerable. Es por esa razón que Cell…-"Cell..."- Sin poder evitarlo, nuevamente la escena de ellos compartiendo un beso llegó a su mente. Tras ese pensamiento, cerró los ojos angustiado intentando contener la sensación que ese recuerdo le daba.
Aquello fue tan intenso, lo tomó tan desprevenido que no pudo ni reaccionar. Eso fue más allá de sentirse vulnerable. Aquello lo atemorizó. Era algo que jamás hubiera imaginado. No estaba preparado para enfrentarlo.
Bajó la vista levemente, notando que la ventisca se estaba intensificando, comenzando a cubrir nuevamente la leve capa de nieve que se encontraba a unos metros. Suspiró con pesadez. Debía mantener su distancia con el androide. Ocultar sus propios sentimientos de debilidad que se manifestaron dentro de él, pues solo pensar en tener cerca a alguien como Cell era emocionalmente aterrador. No creía que pudiera controlar una situación así, sobre todo porque era alguien a quien no podía dominar.
Por esa razón no podía verlo como un compañero o alguien con quien hacer un "equipo". Torpemente había dejado que el androide se acercara demasiado. Y no quería problemas, no quería sentirse vulnerable. No quería ser débil.
Mientras la ventisca arremolinaba la nieve a su alrededor, el demonio del frío sintió un nudo en el estómago. -"Es mejor así."- pensó con lógica, pero aun así, una punzada dentro de su ser lo molestaba. Lo mejor era que Cell se hubiera ido, se repetía a sí mismo una y otra vez. A medida que la tormenta de nieve intensificaba su furia cubriendo todo a su paso, la predominante incomodidad en su interior no lo dejaba asimilar sus propias palabras.
A pesar de toda su determinación, era difícil luchar contra la realidad: el vínculo que había creado con Cell era más fuerte de lo que estaba dispuesto a admitir. Ante esta revelación, solo levantó la vista afligido. La tormenta azotaba violentamente, amenazando con convertirse en un vendaval aún más feroz.
Ciertamente, solo pensar en el androide lo fastidiaba, pero esto se debía a que se concentraba en todos los recuerdos irritantes que tenía con él. Aislando todos los problemas que este le causaba, suponía que era alguien… lo podría definir como... -"Tolerable..."- logró expresar con dificultad para sus adentros. Sin embargo, estaba empeñado en que su opinión hacia Cell no debía llegar más lejos que eso. Se dijo a sí mismo que podría superarlo. Sepultarlo como había hecho con otros sentimientos en el pasado. -"Puedo hacerlo."- se repitió nuevamente, convencido de que, con el tiempo, lograría enterrar esos sentimientos que tanto deseaba evitar antes de que fuera tarde.
Notes:
Y pues… no se que decir. Solo: hijo de las mil putas!! Hasta yo estoy enojada con freezer.
No se enojen pipipi
Al final Freezer se dio “cuenta”, algo, un poco… pero prefirio ser un idiota y negar todo -_- (No me culpen, yo creo que es algo que freezer haría. Pinche personaje complicado)Y si, al parecer Freezer estuvo ligando con alguien en el pasado jeje PERO no voy a entrar en tantos detalles con eso. Es solo algo que inventé para probar un punto. ¡PERO! ese punto es para después, mucho después de hecho xd Como para la parte 2 del fic jeje Para eso falta que ocurran muchas cosas.
Y eso, espero que les haya gustado. Y a la persona que adivine donde esta Cell, se gana un premio secreto! No, es broma xd Cell aparece en el proximo capitulo jeje Y espero que el desarrollo de personaje se lo lleve Freezer esta vez. Muajaja
Eso es todo por ahora, gracias por leer y nos vemos por alla del 2 de agosto. O tal vez el 3, si es que necesito mas tiempo. Gracias a todos por sus comentarios. Espero que sigan comentando para saber qué piensan de la historia. Nos leemos. Bye
Chapter 28
Notes:
Hola a todos!!!
Lamento la tardanza, pensaba publicar el 1 de agosto, pero en mi país hay un “temporal” o “sistema frontal” como se llamen, todo esta inundado, hay rafagas de viento y estamos sin luz eléctrica D: Pero pese a todo, con un capítulo nuevo ;)
Espero que se encuentren bien, porque ahora van a sufrir!! jaja no es broma. Creo...espero que no xD Bueno, Cell sigue sufriendo pero estará mejor. Lo juro :3
Y Freezer… le llegó su momento de tener su desarrollo de personaje muajaja
Sin nada mas que decir, mas que gracias por seguir leyendo y comentando. Muchas gracias por seguir mi historia y ser parte de este fandom ;D
No olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
Disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 28:
Habían transcurrido dos años desde la desaparición de Cell. O al menos esa era la aproximación. En todo ese tiempo, tanto Freezer como su ejército seguían buscando una salida, explorando diferentes sectores y tratando de derribar la barrera que los mantenía atrapados.
Con el paso de los meses, la esperanza de encontrar a Cell fue desvaneciéndose entre los soldados, convirtiéndose en un tema mencionado solo en murmullos y con poca emoción.
Freezer, por su parte, se había obligado a no prestar atención a cualquier cosa relacionada con el androide. Se había dicho -y prometido- a sí mismo que lo superaría. Y, efectivamente, desde hacía varios meses había logrado desterrar cualquier pensamiento de Cell de su mente. Si alguna vez escuchaba a un soldado hablar sobre él, ya no se irritaba como antes. Simplemente reprimía cualquier emoción que surgiera. Y, para ser sincero consigo mismo, estaba bien con eso. Ahora toda su concentración estaba enfocada en escapar de ese infierno, como si Cell nunca hubiera existido.
Sin embargo, a varios kilómetros de las agrupaciones del infierno, en un sector que el ejército de Freezer había recorrido y descartado hace mucho tiempo, algo comenzaba a suceder. Un área que solía estar cubierta de nieve, ahora se mostraba completamente seca. El cambio era tan radical que parecía como si el mismo infierno hubiera decidido cambiar su naturaleza.
En una cueva cercana, la figura del androide emergía arrastrándose. Se sentía desorientado, somnoliento y cubierto de una sustancia viscosa, se sentía más vulnerable que nunca. Con un vistazo rápido, notó que había involucionado a su forma larval.-"Rayos"- pensó frustrado intentando comprender como había ocurrido.
Cerró los ojos, tratando de recordar cómo había llegado hasta allí. La última vez que había estado consciente, recordaba una tormenta de nieve y cómo se había refugiado en la cueva. Pero ahora al levantar la vista, se percató de que el clima había cambiado drásticamente. Todo a su alrededor estaba seco y árido, en marcado contraste con el helado paisaje que había dejado atrás.
Entonces, los recuerdos de su confrontación con Freezer inundaron su mente. Hizo sonar sus alas en señal de desaprobación, recordando las palabras crueles de Freezer y el dolor emocional que le habían causado. La herida seguía fresca, tan dolorosa como el día en que ocurrió.
Se sentía tonto, pequeño, débil y vulnerable. Su forma física reflejaba perfectamente su estado emocional. Siempre había actuado según sus impulsos, sin pensar en los demás. Y aunque recientemente había intentado reflexionar antes de actuar, eso solo había llevado al desastre con Freezer.
Sacudió la cabeza, tratando de apartar esos pensamientos. No era el momento para reflexionar, sino para actuar. No quería seguir siendo débil y pequeño. Los instintos primitivos de supervivencia lo invadían, tomando una decisión.
Igual que cuando estaba vivo, decidió que debía absorber la energía de los demás para alcanzar su forma perfecta, o al menos, la forma más perfecta que había logrado antes.
Así, Cell comenzó su cacería. Cualquier ser que se cruzara en su camino era una víctima potencial. Con un preciso ataque de su aguijón, absorbería su energía, o en algunos casos, se los comería por completo. A las pocas horas, en las cercanías de aquella cueva se llenó de ecos de gritos y el sonido de cuerpos desplomándose mientras Cell recuperaba su fuerza, un paso más cerca de la perfección.
No fue una sorpresa que al poco tiempo de que el androide despertara, se corriera la voz de que un insecto gigante estaba asustando a todos. Otros hablaban de un bicho caníbal que devoraba a sus víctimas, y en el ejército llegó una versión algo confusa. Sin embargo, algunos soldados afirmaban que debía tratarse de Cell, pese a que físicamente no correspondía a su última forma conocida. Uno de los soldados que vio a ese insecto y logró escapar, llegó a salvo a la cueva, pálido y tembloroso, relatando su experiencia con un miedo palpable en su voz.
Obviamente, el chisme llegó a oídos de Freezer, quien, sorprendido, trató de mantener su compostura.-"Después de todo este tiempo, sigue por aquí.”-pensó incrédulo. Pero por otro lado, la noticia lo incomodó profundamente. Se había acostumbrado a una vida sin la sombra de Cell rondando cerca.
-Deberías ir a ver a Cell.- dijo King Cold, llegando junto a su hijo, quien se tensó al ser sacado de sus pensamientos.
Freezer no le dirigió la mirada, solo suspiró. No tenía ánimo para eso. No le interesaba lo que hiciera Cell, aunque no deseaba que estuviera por ahí intentando devorar a su ejército.-¿Para qué?
-Para que regrese.-respondió lógicamente su padre.
-No creo que quiera seguir en el ejército.-aclaró sinceramente el demonio del frío. King Cold observó a su hijo con tal seguridad, que no creyó correcto debatir aquello.-¿Por qué crees que se fue?
King Cold también suspiró, comprendiendo el punto de su hijo.-Es una lástima que Cell sea tan necio. Con lo fuerte que es, puede ser de gran ayuda.
-No me interesa lo que haga o lo que haya estado haciendo.-dijo Freezer, dándole la espalda a su padre con la intención de marcharse.
Entendía que Cell no era muy disciplinado ni inclinado hacia las ideas del ejército, pero aun así pensaba que lo mejor era seguir teniendo al androide de su lado.-Aun así, creo que deberías hablar con él.
Freezer detuvo su paso, apesadumbrado. Sabía que si se negaba, su padre buscaría la forma de mencionarlo por varios días sin descanso. Realmente no quería ir a ver al androide.
-Al menos para cerciorarse de que esté de nuestro lado en caso de que necesitemos ayuda.-mencionó King Cold de manera razonable.
Freezer masajeó su sien con gran molestia. Aun así, sabía que en caso de que lograran destruir la barrera nuevamente, necesitarían su ayuda. Ninguno de ellos era rival para Paikuhan. Ese sujeto era un guerrero formidable.
Y Cell era tan fuerte, que suponía que decidiría volver a enfrentarse a Paikuhan sin excusas. En eso, su padre tenía razón: era muy necio. Suspiró nuevamente. Creía que podría seguir con su vida en el infierno sin hablar con el androide, pero admitía que en ese escenario, era necesario tener a Cell de su lado.
-Bien.-dijo cortante y fastidiado por la situación. Siguió caminando para alejarse de su padre y de sus posibles ideas.
Mientras caminaba por los pasillos de la cueva, Freezer no podía evitar sentir una mezcla de emociones. No creía que nada bueno resultará de volver a hablar con el androide. Probablemente debía estar furioso con él debido a todo lo que le dijo la última vez que hablaron.
Al emerger de la cueva, se detuvo unos segundos al borde del precipicio. Aunque podrían necesitar la ayuda de Cell en el futuro, no quería hablar con él. No debía volver a lo mismo de siempre. ¿Y si el androide volvía a acercarse?
Un leve escalofrío recorrió su espalda, no obstante, supo disimularlo.
-No tengo miedo. No tengo miedo.- se repitió en voz baja una y otra vez. Sin embargo, la idea de que Cell lo rechazara también llegó a su mente. Suspiró fastidiado ante esa posibilidad, la cual era la más cercana a la realidad.-"Si tan solo hubiera una forma en que Cell siguiera en el ejército, pero lejos de mí" .-pensó.
La idea de enfrentar a Cell le resultaba aterradora, más allá de lo físico, en un plano emocional donde sus usuales tácticas de manipulación podrían fallar, o en el peor de los casos, resultar tan bien que ya no podría quitarse a Cell de encima.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Aunque no lo creyera posible, al parecer en el infierno podía robar la energía de los habitantes al igual que como lo hacía en la Tierra. Y para su suerte, era más sencillo conseguir su primera forma en el infierno, allí había seres más fuertes que simples humanos.
Atacó por la espalda a un ser que comenzó a gritar e intentaba defenderse desesperadamente. Cell lo sostenía firmemente con sus extremidades, decidido a clavarle su aguijón, pero su adversario se retorcía tanto que simplemente amplió su aguijón y lo arrojó al suelo para después devorarlo sin pensarlo.
Mientras se mantenía a cuatro patas, sentía cómo su energía aumentaba. Comenzó a observar en todas direcciones, determinando en qué sector se adentraría. Sin embargo, sintió un ki volando sobre él, un ki conocido que lo hizo alzar la vista de inmediato. El androide se sorprendió al encontrarse con él, después de todo, no sabía en qué parte del infierno se encontraba.
El demonio del frío descendió hasta llegar al suelo, a unos pocos metros de distancia.-Cooler.-dijo el androide alerta y con una voz rasposa.
Este se quedó en silencio por un momento, observando con detenimiento al insecto que ahora reconocía como Cell. Había oído los rumores sobre una criatura que devoraba personas en el infierno, pero no esperaba encontrarse con el androide en esta forma tan primitiva.
-¿Cell? -preguntó Cooler, sin estar completamente seguro de que se tratase del androide, a pesar de tener un gran parecido.
Cell levantó la cabeza y la inclinó levemente, sus ojos se encontraron con la mirada del demonio del frío. A pesar de su apariencia insectoide, no había perdido su esencia.
-Cooler.-repitió Cell con una voz que parecía más rasposa y gutural de lo habitual.
El demonio del frío frunció el ceño, no entendía cómo el androide había llegado a ese estado.-¿Qué te ocurrió?-preguntó, sin comprender cómo es que había cambiado tanto de apariencia.
Cell dio unos pasos hacia adelante, aún manteniéndose en cuatro patas, lo que provocó que Cooler se pusiera en guardia. Al ver esto, el androide rió divertido al causar su nerviosismo.-No es nada. Pronto volveré a ser él mismo.-dijo Cell con una sonrisa de seguridad.
Aunque el androide parecía ser el mismo de siempre, Cooler no se relajó. Cell aún tenía un toque tosco e impulsivo.-¿Qué estás haciendo aquí, Cell? ¿Por qué has regresado después de tanto tiempo?-inquirió, manteniendo su postura defensiva.
El androide no tenía conocimiento de cuanto tiempo se ausentó estando en su huevo, pero aun así no le dio importancia. Dejó escapar un suspiro, como si la pregunta fuera irrelevante.-Necesito recuperar mi poder. Este lugar está lleno de energía útil para mí.-respondió con desdén.
Tras un corto silencio, Cooler tragó saliva con nerviosismo por cómo reaccionaría este Cell primitivo.-¿Y qué pasa con Freezer?-le insistió. La mención de Freezer hizo que el androide frunciera el ceño, mostrando una chispa de irritación. Sin embargo, fue capaz de contenerlo.-Él estaba mejor sin ti. Deberías haberte quedado desaparecido.
-No estoy aquí por Freezer. Lo que ocurra con él no me importa.-mintió, aunque la verdad era que aún tenía sentimientos encontrados sobre su antiguo aliado.
Cooler cruzó los brazos y suspiró. Sabía que Cell podía ser muy honesto con respecto a lo que sentía, pero cuando se trataba de Freezer ni siquiera él mismo sabía qué sentía. Y aunque en el pasado aclaró que no tenía malas intenciones, deseaba que todo se mantuviera como en los últimos dos años. Dio un paso, decidido a no dejarse engañar.-Escúchame, Cell. Mi hermano ha estado mejor sin ti. Tu presencia solo lo debilita.-expresó con dureza sin escrúpulos.- Si realmente te importara un poco, te irías de nuevo y lo dejarías en paz.
El androide dejó escapar una carcajada amarga.-¿Mejor sin mí? Seguramente...-hizo una pausa, donde los recuerdos de su última discusión se arremolinaron en su mente. Pero aun así, fijó la vista en el demonio del frío ocultando su aflicción.- No tienes idea de lo que hablas, Cooler. Nosotros no tenemos razones para estar juntos. Y yo no tengo la intención de acercarme nuevamente a Freezer.-replicó con seguridad.- Pero eso no significa que voy a desaparecer solo porque tú lo dices.
La paciencia de Cooler se estaba agotando. Comenzó a caminar hacia el androide y su energía comenzó a elevarse sin darse cuenta.-Te estoy advirtiendo, Cell. Si te quedas aquí, tendrás que enfrentarte a mí. No voy a permitir que le sigas causando problemas a Freezer.
Cell mostró una sonrisa desafiante, levantándose sobre sus patas traseras y adoptando una postura más amenazante.-¿De verdad crees que puedes detenerme?-lo desafió con superioridad.-Aunque no soy el mismo de antes, te sugiero que no te interpongas en mi camino.
La apariencia del androide era más aterradora que la anterior, y aunque intimidaba al demonio del frío de cierta forma, este se negaba a retroceder. La tensión en el aire era palpable, y en un instante, Cooler lanzó un ataque de energía directo hacia Cell. El androide lo esquivó hábilmente y contraatacó con un poderoso golpe que fue bloqueado, provocando que temblara el suelo.
La batalla entre los dos seres comenzó con una furia desatada, cada uno intentando imponer su voluntad sobre el otro. Los golpes resonaban como truenos, y la tierra temblaba bajo sus pies. Cooler lanzó una ráfaga de energía que Cell esquivó por poco, respondiendo con un ataque que hizo tambalear al demonio del frío.
A lo lejos, Freezer observaba la escena. Sus ojos se entrecerraron al ver a Cell enfrentarse a su hermano mayor. Descendió y presionó los puños, molesto al hecho de que su hermano haya encontrado al androide primero. Si antes estaba reacio a acercarse, ahora lo era más si su hermano estaba allí. Suspiró, esperando que la pelea terminara.
Entre una oleada de golpes, Cooler logró acertar uno.-Te lo advertí. Te dije que te alejaras de Freezer por su propio bienestar.-gritó el demonio del frío, mientras volvía a lanzar una ráfaga de golpes.
Cell no respondió, esquivando y bloqueando los ataques con una precisión calculada. Sabía que Cooler tenía razón. Freezer lo había lastimado. Aun así, ignoró su advertencia en el pasado.
-Dime, ¿qué te hizo Freezer para que te fueras? -insistió Cooler, lanzando una patada que Cell apenas pudo bloquear. Aun así, la fuerza de esta lo arrojó al suelo.
Desde su lugar, Freezer se sobresaltó al ver cómo el androide cayó. Aunque no podía verlo muy bien debido a la distancia, pudo detectar que Cell se veía algo diferente, no era tan fuerte como antes. Volvió a presionar los puños, enojado al ver el bajo desempeño del androide contra su hermano.-"Levántate" .-pensaba internamente. Al ver cómo tomaba su tiempo, se sintió más ansioso.- No dejes que te derrote.-dijo en voz baja para sí mismo.
Cell respiraba con dificultad, ignorando la pregunta y resopló, fingiendo no verse afectado.-¿Por qué te tomas las molestias de buscarme e interferir? -preguntó, tratando de molestarlo.- Para ser un demonio del frío, pareces estar muy apegado a tu hermano. ¿Por qué te molestas en protegerlo tanto? Él no haría lo mismo por ti.-declaró de forma cruel.
La furia de Cooler se intensificó y sus ataques se volvieron más feroces. Cell sabía que su poder no era el mismo de siempre, y aunque le tomó trabajo, logró aferrarse a un ritmo. Logró golpear repetidamente a Cooler y defenderse adecuadamente.
Finalmente, ambos se sujetaron de los hombros, haciendo fuerza para derrotar al otro. Cell extendió su aguijón y lo amplió sobre la cabeza de Cooler. Este observó horrorizado, sin salida. Pero finalmente, Cell logró asestar una patada en el estómago que, por el impacto, lo hizo alejarse unos metros.
Cooler se sujetó el estómago adolorido y cayó de rodillas, aún observando al androide ante cualquier movimiento.
Cell se rió y devolvió su aguijón a su posición.-Tranquilo, no voy a absorberte.-dijo bajando la guardia y dando por terminada la pelea.- Después de todo, ya tengo lo mejor de tu familia.-dijo en tono burlón, solo para fastidiarlo y humillarlo.
Se dio vuelta para marcharse, pero Cooler lo llamó al mismo tiempo que se ponía de pie.-¡Espera!
-Descuida, no voy a volver al ejército de Freezer. No voy a molestarlo más.-dijo mirando sobre su hombro.- Así que deja de preocuparte.-dijo con firmeza antes de volver su vista hacia adelante para alejarse.
Freezer observó a la distancia, indeciso sobre si debía acercarse o no. Vio a Cell y a Cooler intercambiar unas palabras más antes de que el androide se marchara. Finalmente, clavó su vista con gran molestia sobre su hermano. Tomó una decisión y se dirigió hacia él.
Este aún se encontraba en el mismo lugar, sosteniendo su estómago. Aunque no había sido un golpe fatal, le había dolido demasiado.
-¿Qué haces aquí? Este no es tu territorio.-preguntó Freezer llegando a su lado, su tono estaba cargado de desconfianza.
La improvisada aparición de su hermano provocó que Cooler se sobresaltara sobremanera. No había hablado con él desde esa extraña llamada hace unos cuantos meses. Y sorpresivamente apareció después de su discusión con Cell. Al salir de su trance, Cooler finalmente se encogió de hombros, como si la pregunta no tuviera importancia.-Está cerca de mi territorio. Ambos se extienden a lo largo.-respondió con indiferencia, fingiendo que nada inusual estaba ocurriendo.
Freezer no podía sacudirse la sospecha de que Cooler aún tenía intenciones de llevarse a Cell a su ejército.-¿Escuchaste del insecto caníbal que anda rondando por aquí, no es así?
-No sé de qué estás hablando.-respondió Cooler, desviando la mirada con fingida ignorancia.
La paciencia de Freezer se agotó.-¡¿Qué le dijiste a Cell?!-demandó, su voz se encontraba cargada de furia contenida.
Cooler suspiró y miró a su hermano directamente a los ojos.-Le dije que era mejor que no estuviera por aquí. Que volviera a desaparecer.
-¡No te metas con mi ejército!-gritó Freezer, sus ojos estaban llenos de una mezcla de ira y algo más profundo que no quería admitir.
Cooler observó la forma en que su hermano hablaba de Cell. Conocía a Freezer toda su vida y sabía cómo sonaba cuando este añoraba algo, tal vez por simple egoísmo, pero eso no quitaba el hecho de su forma para referirse al androide. Lo mismo ocurría en ese momento, solo que no lo decía abiertamente. Además, la violencia en su tono era evidente. Aunque había intentado mantener la calma, la paciencia de Cooler era casi nula, sobre todo después de su humillante derrota.
Sabía que no debía darle más vueltas al asunto. Hace años que notó los sentimientos de Cell y sorprendentemente los de su hermano, y todo ese tiempo lo perdieron en discusiones. Sabía que no podía aplicar las mismas técnicas que Berriblu para hacerle hablar, por esa razón decidió ser directo como lo haría un hermano. Tal vez así, aunque no le admitiera nada, al menos quedaría en su conciencia.-Estás actuando como si extrañaras a Cell.-dijo Cooler, con un tono de burla y desafío.- ¿Es eso, Freezer? ¿Te duele que se haya ido de nuevo?
La provocación fue la gota que colmó el vaso. Freezer no podía tolerar que alguien, y menos su propio hermano, insinuara que era débil.-¡No te atrevas a hablarme así!-rugió, lanzándose hacia Cooler con una velocidad y furia que no había mostrado en años.
Cooler, que ya estaba preparado para una confrontación, bloqueó el ataque con igual intensidad. Aunque el tema de la pelea era el androide, ambos hermanos estaban a punto de liberar años de tensiones acumuladas. No habría piedad en cada golpe y cada rayo de energía que se aproximaban.
Freezer lanzó una ráfaga de golpes con una velocidad cegadora, sin embargo Cooler logró esquivarlos y contraatacar con una patada que hizo tambalear a su hermano. Este respondió con un grito de furia, desatando una explosión de energía que obligó a Cooler a retroceder.-¡Siempre te has creído mejor que yo, Cooler! -gritó Freezer, lanzando una serie de rayos de energía que hicieron temblar el suelo.
Cooler bloqueó algunos, pero uno de los rayos lo golpeó de lleno, enviándolo contra una roca cercana. Aun así, se incorporó rápidamente, sus ojos brillaban con una mezcla de determinación. Siempre creyó que su hermano pensaba así de él, pero jamás creyó oírlo.-¡Porque lo soy!-le respondió Cooler con malicia, solo para provocar otra reacción en su hermano. Se lanzó hacia Freezer con una velocidad igualada sólo por su furia.
El choque de sus energías resonó en el infierno, atrayendo la atención de todos los seres circundantes. Golpes, patadas y rayos de energía volaban en todas direcciones, cada uno buscando superar al otro.
La pelea continuó con una ferocidad implacable. Freezer intentó una técnica devastadora, una bola de energía mortal y masiva que lanzó hacia Cooler. Este, sin embargo, no se dejó intimidar y, concentrando toda su energía, lanzó un rayo que contrarrestó el ataque de Freezer. La explosión resultante los arrojó a ambos hacia atrás, cayendo pesadamente al suelo.
Ambos se levantaron, jadeando y cubiertos de heridas. La intensidad de la batalla había agotado gran parte de sus fuerzas, pero ninguno estaba dispuesto a ceder.-¿Es esto todo lo que tienes, hermanito?-preguntó Cooler con una sonrisa desafiante.
Gruño con gran molestia. Odiaba que lo llamara de esa manera. Aun así, solo resopló intentando ignorar sus insultos.-Ni siquiera he comenzado.-respondió Freezer, su mirada llena de determinación e ira.
Ambos se lanzaron nuevamente al combate, sus energías chocando en un estruendo que resonó por todo el infierno. Golpes y rayos de energía volaban en todas direcciones, creando una escena de caos y destrucción.
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Cell volaba escondido entre las nubes mientras rastreaba la zona sigilosamente. Observaba a algunos individuos a lo lejos, pero eran muy débiles como para absorberlos. De pronto, se percató de uno entre un grupo pequeño que parecía tener más potencial que los otros. Sin pensarlo, se lanzó en picada y lo sujetó sorpresivamente, provocando que los demás solo pudieran contemplarlo horrorizados. Antes de que este pudiera gritar, su aguijón se clavó en su pecho. Mientras los demás corrían despavoridos, su presa se estremecía en estado de completo pánico. Pronto dejó de retorcerse entre sus brazos hasta que finalmente se quedó quieto. El androide lo dejó caer y alzó la vista en busca de las demás víctimas; sin embargo, lo que notó fue una formación rocosa muy familiar.
Instintivamente dio un paso hacia adelante, pero se detuvo en seco. La duda lo asaltó por un momento. ¿Debía ir? Se preguntó con inseguridad. Tal vez no era buena idea, no solo por el tiempo en que se había ausentado, sino también por su aspecto actual.
Sacudió la cabeza al sentirse abrumado por tantos pensamientos. Aún se encontraba estimulado por lo ocurrido con Freezer y por su reciente pelea con Cooler. Y ahora se encontraba frente a ese lugar. Debía dejar de distraerse y seguir en su cacería. Volvió su vista hacia sus futuras víctimas que aún corrían a lo lejos. Todavía los podía alcanzar. Aun así, su instinto de supervivencia y deseo de absorber energía se habían desvanecido. Suspiró cabizbajo, como si sus ánimos se hubieran apagado. Se sentía agotado mentalmente.
Nuevamente, volvió su vista a la formación rocosa. Gruñó con pesadez al volver a considerar la opción. Volvió a suspirar. Ya no tenía ganas de cazar, por lo que decidió aproximarse hacia la gran roca en busca de un descanso.
Se elevó hasta la entrada que conformaba la cueva. Al ingresar, el sonido de sus pasos provocaron que el científico que estaba trabajando en una máquina volteara instintivamente hacia la entrada.
El Dr. Gero dejó caer una vieja herramienta, sorprendido al ver la silueta del androide.-Cell…-dijo en voz baja, y fue más su sorpresa al percatarse de que se encontraba en su primera forma.- ¡Cell, volviste! -dijo finalmente emocionado.- ¿Dónde has estado? -preguntó impaciente.
-Doctor... lamento haberlo preocupado.-expresó Cell con la cabeza gacha y un tanto avergonzado.
El científico quedó pasmado por la extraña actitud del androide.-Está bien... pero no entiendo, ¿por qué has quedado en esa etapa?- respondió el Dr. Gero, observándolo con preocupación.
-Creo que me quedé dormido... y hacía frío. Supongo que involucioné por instinto.-le explicó el androide, aunque él tampoco conocía la razón. Solo pensó en lo más lógico en ese momento.
-Oh…-mencionó el científico que observaba al androide, mientras este caminaba, observando la cueva y sus máquinas desinteresadamente. Sabía que el androide no había desaparecido tanto tiempo solo para reaparecer y saludarlo. Se veía desorientado y afligido, indicando que algo le había ocurrido.- ¿Te encuentras bien?
Cell detuvo todos sus movimientos al procesar esa pregunta. Únicamente recordó los momentos previos a entrar en esa cueva. Solo bajó nuevamente la mirada, respiró un tanto agitado y negó con la cabeza, sin saber qué decir. La carga emocional que había estado reprimiendo comenzó a aflorar, y por un momento, Cell se permitió sentir la vulnerabilidad que había estado tratando de ocultar.
El científico dejó sus mecanismos de lado y caminó hacia el androide. Lo cierto es que no se consideraba bueno para aliviar a los demás, pero ver a Cell tan apesadumbrado lo alentó a intentarlo.-¿Qué ocurrió? -preguntó con inquietud.
Por más que lo intentó, Cell no se sintió capaz de levantar la vista.-Tuve una discusión con Freezer.
El Dr. Gero suspiró levemente, ahora comprendía por qué Cell se veía tan lamentable.-¿Qué te dijo?
El androide, sin levantar la vista, caminó unos pasos.-Le pedí que volviéramos a entrenar juntos. Él me dijo que no y unas cosas más...-hizo una pausa al rememorar el momento.- Dejó muy en claro que ya no le agrado.-Apoyó su espalda en la pared y se cruzó de brazos, dejando escapar una risa amarga pero temblorosa.- Bueno, creo que nunca le agradé. Eso siempre lo supe, pero aun así...-suspiró lastimosamente.- Me sentí extraño…
El científico asintió, intentando comprender la situación del androide. No quería seguir bombardeándolo de preguntas, pero aun así debía hacerlo para mitigar sus preocupaciones.-Lamento que te sientas así. Freezer es bastante despiadado, pero jamás imaginé que lo fuera a ese nivel.-dijo racionalmente, sobre todo por el estado emocional en que se encontraba el androide. Aunque no le hubiera contado todo lo ocurrido, podía sospechar lo que era ese elemento "extraño" para Cell.- Aun así, supongo que ¿Aun sientes esa atracción hacia Freezer? ¿No es así?
El androide volvió a bajar la vista con irritación y confusión.-Mmm... -no respondió, se encontraba pensativo. No creía que lo que tardó años en sentir hacia el demonio del frío fuera a desaparecer en un instante. Aun así, solo recordar lo ocurrido lo enfurecía. No era algo que Cell quisiera admitir en ese momento, sin embargo se lo había mencionado una vez, así que no sacaba nada con ocultarlo.
-¿Y después de tu pelea con él?-preguntó el Dr. Gero con suavidad.
-Ya no quiero verlo más. Estoy enfadado con él.-expresó decidido, volviendo a su típica personalidad de siempre.
El Dr. Gero suspiró. Al ser tan terco y cerrarse nunca llegaría a ser capaz de comprender por completo sus propios sentimientos.-Cell... ¿Por qué te sentiste extraño? -preguntó directamente.
-No lo sé.-desvió la mirada, exasperado.
-Tienes que conocer la respuesta, sino seguirás estancado.-dijo, provocando que el androide frunciera el ceño.- ¿Por qué?
Cell dio unos pasos absorto en esa pregunta.-Me hizo sentir... mal. Con miedo.-expresó angustiado, mientras presionaba sus puños.
-¿Miedo de qué?-insistió.
El androide comenzó a respirar cada vez más agitado hasta que finalmente todo lo que había estado ocultando se rompió.-¡Me asustó al ver lo que soy capaz de sentir! Me sentí débil y afectado por ese demonio del frío. Se supone que soy más fuerte que él y no puede lastimarme, pero aun así lo hizo. Aunque no tenga una herida, me duele.-Sus manos temblaban y su corazón latía exaltadamente.-Esas cosas no deberían ocurrirme, porque… ¡porque soy un androide! -estas últimas palabras retumbaron como eco en la cueva.
Tras un silencio, Cell retrocedió, volvió a apoyar su espalda en la pared y se dejó caer al suelo.-No soy tan perfecto como creía. Nunca lo fui... y creo que nunca lo seré .-expresó con la voz quebrada, mientras cubría su rostro con su mano, avergonzado por sentirse de esa manera.
Aún en silencio, el Dr. Gero se acercó y puso una mano en el hombro del androide, mirándolo directamente a los ojos.-Cell, escucha. Te creé como un ser biológico. Eso significa que, aunque seas un androide, tienes sentimientos y emociones. No eres solo una máquina programada para luchar y destruir. Eres mucho más complejo. Los sentimientos que experimentas son una parte integral de tu existencia.-comentó sin dudarlo.- A lo largo de mi vida como científico, he visto que incluso las mentes más brillantes y las máquinas más perfectas tienen fallos, pero esos fallos son lo que nos hacen únicos.
Cell levantó la mirada lentamente, intentando comprender sus palabras.
-Aunque no entiendas tus sentimientos, no debes dejar que te consuman. Todos pasan por esto. Todos, en algún momento, se enfrentan a emociones que no saben cómo manejar. Pero eso es parte del crecimiento y del aprendizaje. Es un proceso doloroso, pero necesario. A veces, cometemos errores terribles debido a nuestras emociones. Pero lo importante es cómo enfrentamos esos errores y cómo aprendemos de ellos.
El androide observó al Dr. Gero; sus palabras resonaban profundamente en su mente. Aunque su total apoyo lo tomó desprevenido, al mismo tiempo lo apaciguaron.-Suena fácil decirlo.-respondió Cell, con una amarga sonrisa.
-No es fácil, lo sé.-mencionó el científico al mismo tiempo que se sentaba en el suelo junto al androide.- Pero nunca olvides que la verdadera fuerza no viene solo del poder físico, sino también de la capacidad de enfrentar y superar nuestros propios demonios internos. Eso es lo que realmente nos hace fuertes.
Cell asintió agradecido, pero aun así suspiró con pesadez. Todo lo que el científico planteaba era una forma muy teórica de ver las cosas. En su posición, se sentía completamente diferente.-No quiero nada de eso. Es muy fastidioso estar sobrepensando todo el tiempo.-manifestó con modestia.- Creo que era mejor cuando estaba solo.
-Eso es imposible, Cell. Tal vez lograste estar en aislamiento en la Tierra por un tiempo, pero la socialización es inevitable. Todos somos seres sociales por naturaleza.
-¿Desde cuándo te pusiste tan filosófico, doctor? -dijo Cell con una leve sonrisa. Su comentario le había hecho gracia.
El Dr. Gero también dejó escapar una sonrisa por la ironía. Él mismo podía definirse de muchas formas, pero jamás como un filósofo.-Al menos algo bueno obtuviste de relacionarte con otros, ¿no?
Cell llevó su mirada al frente considerando aquella idea. Lo cierto es que, cuando se unió al ejército, se conoció a sí mismo estando rodeado de gente. Pensaba que eran molestos, y ellos le temían. Y había ocasiones en que seguía siendo así, pero en otras situaciones al menos podía admitir que no era tan malo. Entrenar con Nappa y Raditz llegó a su mente. Incluso colaborar con los Ginyu podía verlo como algo positivo, aunque seguían siendo raros.
-Supongo que sí -declaró con honestidad. De todas maneras, podía admitir que hasta cierto punto le agradaba estar en el ejército.-Pero también me acerqué mucho a Freezer.-mencionó afligido. Antes de que el Dr. Gero interviniera continuó.- Creo que ninguno lo notó hasta que Freezer se molestó… Creo que crucé una línea sin darme cuenta.-admitió con sinceridad. Supondría que era un error que había cometido. Aunque ambos se fastidiaban mutuamente y de manera constante. Y hasta cierto punto, ninguno de los dos veía la diferencia entre bromear y tocar fibras sensibles, hasta que el afectado fue él.
-Freezer está acostumbrado a que todos hagan lo que él quiere. Por eso tú lo desesperas tanto. Intentas cambiar sus planes.-dijo encogiéndose de hombros, pero al percatarse de que el androide se volteó a verlo, se apresuró a continuar hablando alarmado por irritarlo.- Pero eso está bien, debes seguir siendo tú mismo. No debes cuidar de todos tus movimientos solo por temor a enfadar a Freezer. Y si a él no le gusta... no creo que te pueda derrotar.-declaró el Dr. Gero con una sonrisa.
Cell sonrió también, pero su sonrisa se desvaneció casi al instante.-Al menos físicamente...-anunció el androide cabizbajo.
Tras un breve silencio incómodo, el científico volvió a hablar llamando la atención del androide.-Debes superarlo, Cell. Freezer puede ser inferior en cuanto a poder físico, pero en otros aspectos, puede dañar profundamente.-afirmó con seriedad.
Cell bajó la mirada, frustrado y luchando con sus emociones.-Lo he intentado, pero parece que arruino todo. -Rápidamente, su mente recordó el beso que compartieron. Ese había sido un error inmenso. Lo cierto es que muchos de sus comportamientos, que veía como casuales o hasta inocentes, habían causado problemas. Incluso, rumores.
Abrió la boca para hablar, pero se retractó de inmediato al pensar en comentar algo como eso. Al notar que el científico lo observaba, desvió la mirada avergonzado. Balbuceó levemente, mientras jugueteaba con sus propias manos como distracción.-¿Sabes algo acerca de unos rumores...? -preguntó Cell, vacilante.
El Dr. Gero asintió lentamente.-Sí, ya lo sé.-lo interrumpió, comprendiendo lo difícil que había sido para él tocar el tema.- No te preocupes por eso. Estoy orgulloso de que seas como eres.-le sonrió con calidez.- No necesitas ser perfecto, solo ser tú mismo.
Cell abrió los ojos, pasmado y sin palabras. La sinceridad y el apoyo del Dr. Gero lo impactaron profundamente. Solo suspiró, sintiéndose aliviado de una manera que nunca había creído posible con simples palabras.
El Dr. Gero continuó con su voz suave pero firme.-Creo que incluso yo mismo me equivoqué al pensar en la perfección como una meta.-dijo con una sonrisa.- Y entonces, ¿qué quieres hacer? -preguntó después de un momento de silencio, observando a Cell con atención.
-Seguir entrenando.-respondió el androide, con un nuevo sentido de determinación.
-¿Y Freezer? -inquirió el Dr. Gero, sabiendo que esta era la cuestión crucial para él.
Hubo un silencio prolongado. Cell aún estaba reacio a volver a hablar con Freezer, sin embargo, aún había algo que lo molestaba profundamente. Ese algo que lo había estado molestando los últimos años. Ese sentimiento de afecto.
-Cell, él te ha dañado más de lo que tú lo has hecho. Debes pensar en lo que es mejor para ti. No permitas que alguien te lastime de esa manera. Protégete y prioriza tu bienestar.
El androide asintió lentamente con una gran calma en su interior al oír esas palabras. Aunque ese sentimiento por Freezer estuvo allí por un tiempo, también hubo una época en que no fue así. Con anterioridad, había tenido la idea de deshacerse de eso; pensaba que tal vez podría volver a ser como era antes. Pero ahora, gracias al Dr. Gero, podía ver que era imposible. Todo aquello ya estaba con él, no podía simplemente borrarlo. Tenía que seguir viviendo con eso, con todo lo que había provocado y aprender para continuar con su vida. Dejó escapar un gran suspiro de alivio y sonrió sin siquiera notarlo. Dirigió su mirada hacia el científico.-Gracias.-expresó con honestidad. Su voz era apenas un susurro.
Aunque se asombró al ver de esa manera al androide, fue inevitable sonreír de vuelta. Se alegraba de poder ayudarlo. Pensaba en él como su hijo, después de todo, lo había creado.
Por primera vez, sintió una verdadera conexión con su creador. Siempre había visto al científico como un medio para un fin, pero en ese momento, lo vio como alguien que realmente se preocupaba por él. Aunque se resistía a aceptar sus propias emociones, no podía ignorar el consuelo que encontraba en las palabras del Dr. Gero.
Sorpresivamente, un gran estruendo resonó afuera. Tanto el científico como el androide salieron de la cueva a ver qué ocurría. A lo lejos, se podían distinguir unos choques de energía que provocaban detonaciones tan potentes que llegaban hasta ellos.
Por los alrededores de las montañas pasaron varios soldados en camino a esa dirección. A pesar de que volaban con gran rapidez, Cell alcanzó a escuchar lo que comentaban entre ellos: Freezer y Cooler estaban peleando. Junto a esos soldados, más se sumaron para acudir a ver la pelea que tanto habían ansiado.
Ciertamente, el androide también tuvo curiosidad al ver la pelea. Dio un paso con la determinación de ir a observar la batalla; sin embargo, de inmediato se detuvo, pensativo. ¿Debía ir? Se suponía que debía mejorar y para ello, estaba decidido en no volver a hablar con Freezer.
Se sacudió la cabeza, agobiado. No tenía intenciones de hablar con Freezer, solo deseaba ver la pelea, se dijo a sí mismo. En ese momento, se percató de que el científico lo observaba con tranquilidad, por lo que solo se quedó inmóvil en su lugar.
-Ten cuidado.-dijo el Dr. Gero, confiando plenamente en las futuras acciones del androide, para después ingresar a la cueva y seguir con su trabajo. A fin de cuentas, a él no le interesaban las peleas.
Cell sonrió levemente mientras observaba cómo el Dr. Gero se perdía en el interior de su guarida. Enseguida, volvió su vista hacia los choques de energía que se hacían cada vez más potentes. Con toda despreocupación, dio un salto al vacío emprendiendo el vuelo hacia la batalla, sin olvidar las palabras de apoyo del científico.
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-¡Cell se fue y aún así insistes en buscarlo! -gruñó Cooler, bloqueando un golpe antes de lanzar uno propio que impactó de lleno en el rostro de su hermano.- ¡Incluso cuando insistes en que no te importa!
Freezer retrocedió, aturdido por el golpe. Aun así, se lanzó nuevamente al ataque, combinando golpes en una ráfaga de violencia ciega. No escuchaba, su mente se encontraba nublada por la ira y la confusión de sus propias emociones. Cada golpe que lanzaba no solo llevaba fuerza física, sino una carga emocional que aumentaba con cada contacto, reflejando su desesperada negación de lo que no quería aceptar.
Cooler, aunque bloqueaba y esquivaba con habilidad, finalmente sintió el dolor punzante de un puñetazo directo al estómago, robándole el aliento por un momento.
La paciencia de Cooler llegó a su límite. En un movimiento rápido y preciso, asestó su rodilla en el mentón de Freezer, y sin darle tiempo a recuperarse, lo sujetó del cuello y lo lanzó con furia contra una formación rocosa cercana. El impacto resonó con fuerza en toda la zona, dejando un eco profundo y un leve temblor en el suelo.
-¡Eres un tonto, Freezer! - gritó Cooler al mismo tiempo que se aproximaba hacia su hermano con intención de continuar la pelea. Su voz se encontraba cargada de frustración. Sabía lo terco que era, no se daría por vencido por lo que aún mantenía la guardia en alto.- ¡Ni siquiera puedes admitir lo que sientes!
Freezer levantó la vista, sus ojos brillaban con una furia incontrolable. En un arrebato de ira, reunió energía en ambas manos y la lanzó estrepitosamente hacia Cooler.
Este apenas logró desviarlo, cuando vio como Freezer le lanzaba contra él. Cooler también se impulsó para atacar de frente. Sin embargo, antes de que pudiera contraatacar, una figura imponente se interpuso entre ellos.
-¡Basta ya, los dos!-rugió King Cold, separándolos con una fuerza arrolladora.- No toleraré esta insubordinación.- Su voz resonaba con autoridad mientras presionaba para mantener la distancia entre sus hijos, que aún parecían ansiosos por continuar la disputa.
A pesar de la furia que ambos hermanos sentían, tanto Freezer como Cooler respetaban demasiado a su padre como para desafiarlo abiertamente. Con un resentimiento palpable, los dos retrocedieron de mala gana, manteniendo sus miradas fijas en el suelo mientras su padre se interponía entre ellos.
King Cold, con su presencia imponente, comenzó a regañarlos severamente. Sus palabras eran duras y llenas de autoridad, mientras Freezer y Cooler pasaron de mirar en suelo a fulminarse con la mirada, sin atreverse a replicar.
Alrededor de ellos, algunos soldados del ejército de Freezer observaban desde lejos la escena con interés, pero al ver que la pelea había terminado, comenzaron a dispersarse, murmurando entre ellos mientras se alejaban.
Freezer, visiblemente molesto, desvió la mirada mientras su padre continuaba con las reprimendas. Aunque sus ojos parecían enfocados en el horizonte, su mente se encontraba en otra parte, atrapada en un torbellino de pensamientos. Cooler realmente se había empañado en fastidiarlo. En medio de las palabras de King Cold, Freezer sintió de repente una presencia familiar, un ki que reconocía al instante. Cell estaba cerca, y aunque los demás se marchaban, él permanecía en las cercanías, observando.
Desde la distancia, Cell observaba la escena con una mezcla de emociones que se arremolinaban dentro de él. Su corazón latía con una intensidad inusual. Cuando Freezer finalmente percibió su presencia, el androide rápidamente se ocultó detrás de una roca. No quería verlo ni hablar con él. Tampoco quería que Freezer lo viera en ese estado. Sabía que su apariencia actual no era la misma de siempre, y en el fondo, no estaba satisfecho con su aspecto insectoide.
Cell pensó que lo más sensato sería irse como los demás, ya que no tenía nada más que hacer allí. No quería enfrentar a Freezer, ni siquiera desde la distancia. Con una decisión rápida, se dio la vuelta y comenzó a volar en la dirección contraria, alejándose del campo de batalla y de la confusión que aún se cernía sobre él.
Después de unos minutos volando, Cell sintió cómo alguien lo seguía. Miró sobre su hombro y reconoció el aura familiar.
-¡Cell! -exclamó Freezer, su voz estaba cargada de furia y desesperación.
A pesar de no querer enfrentarse a él, Cell redujo la velocidad hasta que sus pies tocaron la superficie de un cerro, derrapando hasta detenerse por completo. Se volvió hacia el demonio del frío con un suspiro resignado, sabiendo que evitar el problema no era una solución.
Freezer llegó a la misma formación rocosa, su rostro contorsionado por la rabia y la confusión que aún lo invadía tras su reciente pelea con Cooler.-¿Dónde estabas? -preguntó, su tono de voz, antes cargado de ira, comenzó a desvanecerse al momento de ver al nuevo Cell frente a él. Aun mantenía una apariencia insectoide, incluso parecía aún más inhumano que antes, sin embargo lo que más lo desconcertó fue que ahora medía casi tres metros de altura.-¿Y qué demonios te ocurrió?
-¿Eh? -el androide notó la hostilidad en la voz de Freezer, lo cual lo irritó. Parecía que el demonio del frío sólo lo había buscado para gritarle otra vez. Sin embargo, mantuvo una calma que contrastaba con la situación, decidido a no mostrar que aún estaba afectado por su última conversación.- Es una involución.-respondió, intentando mantener el control.
-¿Involución? -repitió Freezer en voz baja, frunciendo el ceño mientras intentaba procesar lo que eso significaba. Aunque entendía que el androide tuviera varias etapas, no comprendía por qué decidió involucionar. Finalmente, ignoró ese detalle.- No importa. ¿Dónde has estado? ¡Desapareciste por dos años!
-¿Dos años? -Cell arqueó una ceja, perplejo pero manteniendo su calma.- Qué curioso… -dijo encogiéndose de hombros.-Me quedé dormido.
-¿Qué? -musitó Freezer, una mezcla de confusión e indignación surgiendo en su rostro. Por un instante, la situación le pareció absurdamente similar a cierto dios que conocía.
-¿Qué te importa dónde estuve? -comentó Cell con frialdad, sus ojos estaban fijos en los de Freezer.- Después de todo, no somos nada.-mencionó con desdén, transportando a ambos a la última conversación que tuvieron.
Freezer se sorprendió y luego desvió la vista, sus palabras quedaron atrapadas en su garganta.-Cierto…-dijo en un susurro. El silencio que siguió fue insoportable. Las palabras de Cooler resonaban en su mente, desestabilizándolo. No, no tenía nada que admitir, se dijo a sí mismo, tratando de convencerse. Todo era solo un asunto de negocios, de estrategias, nada más. Pero, por más que lo intentaba, la verdad comenzaba a asomarse, desenterrando emociones que él preferiría ignorar.
El demonio del frío consideró que tal vez Cell estaba muy molesto y no quería mantener su alianza con el ejército. Aun así, sabía que debía preservar, al menos, una pequeña línea de comunicación para convencerlo de unirse a su causa en el futuro.-Lo que dije...
-Tenías razón.-lo interrumpió Cell con una frialdad implacable.- Pensé en ambos como un equipo y eso estuvo mal.-agregó, seguro de sí mismo. Sabía que había cruzado un límite, y debía aprender de ello. Observó directamente al demonio del frío.- Por eso tenías razón, no somos nada.
Freezer se mantuvo en silencio, sorprendido por la respuesta. Pese a la constante cercanía y la "conexión" que Cell tenía hacia él, el androide parecía manejar la situación con una serenidad desconcertante. Eso lo decepcionó de alguna forma. Desvió la mirada, diciéndose que aún no tenía nada que admitir, pero no podía negar que esas palabras le habían afectado profundamente. Poco a poco comenzó a entender el por qué Cell decidió alejarse, pensó, pero la incomodidad de saber que lo perdería por completo comenzó a asfixiarlo. Perder la opción de llamarlo si lo necesitaba en el futuro...
Aun así, Freezer intentó mantener su compostura, aunque su mente se encontraba en completo caos.-Mira, Cell... yo... -No pensaba disculparse, pero tampoco encontraba las palabras adecuadas.- Entiendo si ya no quieres estar en el ejército. Pero creo que lo mejor sería que…
-No.-respondió Cell con firmeza, sus ojos se encontraban fijos en el demonio del frio.- Lo mejor es que no estemos juntos.-dijo decidido.- Ya sabes, yo suelo confundir las cosas y eso resulta en momentos incómodos para ambos.-continuó, encogiendose de hombros, el tono de su voz era implacable.- Es por eso que me iré con el ejército de Cooler.-añadió con tranquilidad, dejando claro que no le importaba herirlo. Después de todo, el Dr. Gero le había dicho que debía seguir siendo él mismo. Y en ese momento, solo quería hacerle sentir a Freezer lo que él había sentido.
La declaración de Cell fue un golpe directo al corazón de Freezer. Sus ojos se ensancharon de sorpresa y su voz se alzó en un grito desesperado.-¡¿Qué?!.- expresó indignado. Dio unos pasos hacia Cell, intentando imponer su autoridad.- No te vas a ir con él.-declaró con vehemencia.- Hiciste un trato conmigo. ¡Con mi ejército!
Cell lo miró con desdén. Anteriormente, le había agradado que Freezer se comportara de esa manera con él, incluso le había parecido atractivo su dominio. Pero ahora no, estaba decidido a superar todo lo relacionado con el demonio del frío. Se cruzó de brazos.-¿Qué vas a hacer? -preguntó, su tono estaba lleno de desafío.- ¿Vas a detenerme?
Freezer se quedó paralizado, la furia que lo había consumido se transformó en una impotencia abrumadora. Sus manos empuñadas comenzaron a temblar, y aunque intentó mantener una fachada de indiferencia, por dentro sentía como si una grieta gigantesca lo atravesara. Sabía que Cell casi siempre lo ignoraba y hacía lo que quería, pero nunca de esta manera. La realidad era que, a pesar de su desdén aparente, la acción del androide había roto una barrera emocional que Freezer había construido meticulosamente para protegerse de todos. Por un instante, sintió una pérdida desgarradora, como si hubiera perdido algo que siempre había creído que le pertenecía, pero que en realidad nunca había sido suyo.
Cell esbozó una sonrisa amarga.- Eso creí.-dijo, pasando junto a Freezer. Este aún tenía la mirada perdida, luchando por procesar lo que estaba ocurriendo. No le interesaba si Cell abandonaba el ejército, ni siquiera le importaba perder la alianza. Lo que realmente le atormentaba era que el androide había elegido específicamente a Cooler.-No eres capaz de detenerme.-añadió el androide antes de emprender el vuelo en dirección al sector del otro ejército, hacia donde se encontraba Cooler.
Freezer pensó mil cosas en esos últimos segundos, mientras Cell daba los últimos pasos para alejarse.-"¿Qué podía hacer?"-Su mente pasó rápidamente por todas las opciones posibles, incluso consideró disculparse. Pero cuando escuchó el sonido de Cell despegando, se dio la vuelta de golpe, como si eso pudiera retenerlo.-¡Cell, yo…!-exclamó, pero no fue suficiente. El androide ya se había ido, dejando a Freezer solo con su angustia.
Bajó la vista, comenzando a hiperventilarse. No podía dejar de temblar. ¿Qué había ocurrido? Las palabras de su hermano resonaron en su mente, como un eco implacable: “¡Ni siquiera puedes admitir lo que sientes!” Apretó los dientes con fuerza, sintiendo una punzada de dolor en su interior. Tenía razón, no podía admitir nada, porque no sabía qué era lo que realmente estaba sintiendo.
Con frustración, golpeó con su pie la formación rocosa con tal fuerza que todo se derrumbó a su alrededor. Él permaneció levitando, rodeado por los escombros, sintiendo cómo su mundo se desmoronaba junto con las rocas.
Podía tener una idea de lo que Cell había desarrollado por él, pero había hecho todo lo posible por evitarlo. Hasta el momento, había funcionado. Antes de que Cell volviera a su vida, todo había funcionado a la perfección. Y aún así, se repetía que, incluso si Cell regresaba, no debería afectarle. Pensó que lo lograría. Pero la realidad resultó muy diferente. Cell estaría en el ejército, pero lejos de él, tal y como quería. ¿Entonces, por qué se sentía así?
Por su parte, Cell enbozo una sonrisa relajada mientras se alejaba. Erróneamente había pensado en ambos como un "nosotros", pero fue un error. Finalmente entendía por qué había estado tan enojado hasta ese momento. “Me equivoqué, herí mi orgullo y estaba avergonzado” pensó Cell. Pero asumir sus equivocaciones y seguir adelante provocó una sensación de liberación en él. Liberarse de todo eso hizo que se le escapara una sonrisa. No volvería a dejar que el demonio del frío lo lastimara. Nunca supo qué era lo que había entre ellos, y tal vez nunca lo sabría, pero esperaba que gradualmente aquello tan inexplicable se desvaneciera.
Notes:
Mujaja Espere muchos años por este capítulo. Este también ha sido uno de mis favoritos y me encanto como quedo (¡Gracias michu!) En conclusión debo decir que:
Cell. Nanai… ya va a pasar el dolor.
Freezer. boom en tu cara perra! ¡Ahora tú te llevas el desarrollo de personaje! quería a Cell en el ejército, pero lejos de él? concedido hijo de la chingada xD
Cooler como siempre metiendose donde no lo llaman jaja pero creo que representa a todos. Ve Freezer, ve a Cell y se emputa porque ninguno hace nada jaja
King cold, arruinó la diversión. Digo, si sus hijos no se golpean como resolverán sus problemas? (solo los que tengan hermanos entenderan mi razonamiento)
Y dr gero… adopteme Dr! xD Creo que el Dr gero era un buen padre. (un científico loco con poca moral) pero un buen padre al fin y al cabo. Me gusto mucho la relación que se creo con el dr gero y cell :3
En fin, espero que les haya gustado el capítulo. Diganme que les pareció jaja Perdon, se supone que esto trata de cell y freezer como “pareja” pero creo que es más difícil de lo que me imagine. No sean tímidos, digan lo que piensan, gritenlo! xd
He estado un poco ocupada, pero pronto responderé a sus comentarios. El próximo capítulo se publicará el 31 de agosto. Así que estén atentos. Nos leemos. Bye bye.
Chapter 29
Notes:
¡Hola a todes!
Perdon por la tardanza D: Hice una última corrección anoche, pero no estaba 100% segura y era tarde. Así que hoy volví para corregir, y que bueno que lo hice jaja
Aquí hay otro capítulo…No mas les vengo a recordar que esto avanza lento…jaja perdon, es que estos personajes son bien complicados. Pero como les prometí a algunos esto va a mejorar. De a poco xd
Y también, que ahora va haber un poco más de lo que piensa Freezer. Pero no se enojen jeje
Por último, quiero agradecer a las personas que siguen esta historia. Me hacen el dia leer sus impresiones sobre la historia. <3
Sin mas que decir, solo que no olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram. Disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 29:
Cell había aprendido que la mejor manera de enfrentarse a Freezer era devolverle el golpe con la misma intensidad. Sentir que su vulnerabilidad crecía cada vez más cuando estaba cerca de él lo llevó a tomar una decisión drástica: marcharse y unirse a Cooler. Sabía que esto enfurecería a Freezer aún más, y no solo como una medida de autodefensa, sino como un desafío directo, una manera de herir su orgullo al aliarse con alguien a quien detestaba.
A pesar de sus esfuerzos por mantener una fachada impenetrable, Cell no podía negar que había cambiado. Recuperar su antiguo yo, aquel que no se dejaba llevar por sentimientos, era una tarea ardua, pero se esforzaba por mantenerse firme. Se había jurado superar a Freezer, no solo en poder, sino también en control, dominando las emociones que antes consideraba una debilidad.
Cuando comenzó a entrenar con Cooler, la facilidad con la que se adaptaron lo sorprendió. Al principio, hubo cierta incomodidad; después de todo, habían intercambiado palabras hirientes durante su última batalla. Sin embargo, ambos reconocieron que esas palabras habían sido fruto de la frustración del momento, y decidieron dejar atrás cualquier resentimiento para centrarse en el entrenamiento.
Cooler, a pesar de su naturaleza fría y distante, resultó ser un compañero de entrenamiento serio y comprometido. Aunque sus objetivos diferían, compartían un respeto mutuo que hacía que las sesiones de entrenamiento fueran sorprendentemente efectivas.
En los días en que Cooler no estaba disponible, Cell se conformaba con entrenar con los otros soldados del ejército. Para él, era una oportunidad de medir sus habilidades contra adversarios diferentes. Tal como lo había hecho antes, construyó una plataforma para enfrentarse a ellos, decidido a no repetir los errores del pasado. Si eso significaba empezar desde cero, estaba dispuesto a hacerlo. El androide había vuelto a ser el guerrero imponente que había sido. Eso significó, que nuevamente todos los soldados le temían.
Mientras tanto, las invasiones a nuevos territorios continuaban, y Cell aprovechaba cada oportunidad para absorber la energía de los enemigos que se negaban a unirse al ejército. Aunque esta práctica aterraba a la mayoría de los soldados, Cooler parecía ser la excepción. Fue entonces cuando el androide se dio cuenta de que tal vez no estaba comenzando de nuevo desde cero. Esta nueva alianza con el demonio del frío podría ofrecerle algo más que simple protección.
Además de los entrenamientos y misiones, Cell continuaba visitando al Dr. Gero. Se enteró de que el plan del ejército no había cambiado mucho, y con una cantidad limitada de científicos a su disposición, la mayoría del apoyo recaía en las habilidades brillantes del Dr. Gero, cuya experiencia era crucial para cualquier avance significativo.
Cell llegó a la cueva del Dr. Gero con una bolsa llena de objetos que había encontrado en los alrededores del nuevo territorio. El zumbido de la maquinaria en funcionamiento resonaba en el aire cuando entró. El científico estaba absorto en su trabajo, revisando una compleja máquina cubierta de cables, con una pequeña pantalla dañada parpadeando tenuemente.
-He encontrado algunas cosas útiles. Pensé que podrías necesitar esto.- mencionó Cell colocando la bolsa sobre una mesa.
Pese a la presencia del androide, el científico aún mantenía su vista en la máquina.-Que interesante. ¿Has encontrado algo bueno?- le preguntó el Dr. Gero aún concentrado en su trabajo.
-No estoy seguro, pero parecen ser piezas de alguna tecnología. Tal vez puedas encontrarles algún uso.
El científico continuó observando la pantalla por unos segundos más hasta que una luz roja parpadeó, obligándolo a suspirar y a levantar la vista hacia los objetos. Tras un vistazo rápido a la bolsa, asintió.-No está mal.-dijo mientras comenzaba a examinar los componentes con más detalle. Había varias cosas que podría utilizar.
-¿Has tenido algún avance? -preguntó Cell.
El Dr. Gero negó con la cabeza, sin dejar de analizar las piezas.-He logrado detectar la barrera, pero solo eso. Mi plan ahora es hacerla visible para poder analizar su estructura y encontrar una forma de derribarla.-explicó, mientras sus manos seguían trabajando con precisión en los objetos. Aunque muchos estaban incompletos, ya estaba pensando en cómo utilizarlos.-¿De verdad crees que hay una salida más allá del camino de la serpiente?-le preguntó a Cell.
-Según vi, los peleadores del otro mundo llegaron por esa ruta.-respondió el androide. Al igual que la mayoría, él pensaba que podría ser una potencial salida.-¿O crees tu?
El científico meditó la pregunta por unos instantes.-Teóricamente, si nos encontramos en el infierno y allá arriba hay una especie de cielo. No creo que haya una salida. Los peleadores del otro mundo están en el mismo estado que nosotros: todos estamos muertos.-declaró con franqueza, girando su mirada hacia Cell, quien lo observaba con cierta inquietud, como si no hubiera considerado ese punto.
-Sin embargo...-continuó el Dr. Gero.- …no tengo pruebas para descartar la posibilidad de una salida. O mejor aún, de que alguien con un poder superior allá arriba pueda sacarnos de este estado.
Cell asintió, entendiendo el razonamiento.-Entiendo tu punto...
-De cualquier manera, no me entusiasma la idea de volver a la vida por medios relacionados con la "magia".-añadió mientras se encogía de hombros.- Si salgo de aquí, será por mis propios medios.-concluyó, tomando una pieza de la bolsa y comenzando a desarmarla.
El androide sonrió levemente. El Dr. Gero era terco en sus creencias, prefiriendo siempre el ámbito científico a pesar de haber presenciado todo lo contrario de primera mano.
-Por cierto, ¿no tenías un rastreador? -preguntó el Dr. Gero de repente. Sin darle tiempo a responder, continuó.- Eres quien recorre más terreno que los demás. Quisiera que me informaras de cualquier anomalía que encuentres.
-¿Anomalía?
-Sí... Logré detectar la barrera poco después de esa extraña tormenta de nieve. Podría estar relacionado.-mencionó, volviendo su atención a la máquina en la que estaba trabajando antes de la llegada de Cell.
Aunque comprendía la intención del científico, Cell no creía ser capaz de informarle mediante el rastreador, ya que nunca había sabido cómo usarlo correctamente.-No recuerdo dónde lo dejé.-admitió.
-¿Dónde lo usaste por última vez? -preguntó el científico, aún concentrado en la pantalla.
Cell cruzó los brazos, intentando recordar algo que consideraba insignificante. Finalmente, rememoró la última vez que lo vio, cuando se encontraba en una cueva en el sector nevado, donde se había quedado dormido.-En el sector nevado. Aunque no sé dónde se encuentra exactamente.-dijo, un poco apenado por ser tan despistado.
-Sector nevado... sector nevado.-murmuró el científico, aún enfocado en su máquina.- Está a unos 6 kilómetros al oeste desde aquí.-respondió sin perder la concentración.
-¿Podrás repararlo en caso de que esté averiado?- preguntó el androide, consciente de que desconocía las condiciones del dispositivo.
-Claro...-respondió el Dr. Gero, sin apartar la vista de su trabajo.
Viendo al científico tan concentrado, Cell decidió marcharse en dirección al sector nevado, siguiendo las indicaciones. Aunque todavía pensaba que no tenía sentido tener el rastreador, suponía que podría pedirle ayuda al Dr. Gero para aprender a usarlo.
Al aproximarse a la zona, el paisaje había cambiado drásticamente. Lo que antes era un paraje nevado ahora se había transformado en un desierto inhóspito, con montañas de nieve reducidas a picos rocosos. A pesar de todo, logró encontrar la cueva entre las rocas. Ingresó con dificultad por la estrecha y oscura entrada.
La atmósfera en el interior de la cueva era un tanto fría y silenciosa, con el eco de sus pasos resonando en las paredes de piedra. Al avanzar, Cell encontró rápidamente el rastreador y su huevo en el fondo de la cueva, justo donde los había dejado. Sin embargo, el simple acto de estar allí hizo que una oleada de recuerdos lo inundara. El lugar estaba cargado de la tensión y la desesperación que había sentido durante su última pelea con Freezer. Recordó cómo la furia lo había impulsado en ese momento, cómo cada golpe resonaba no solo en su cuerpo, sino también en su orgullo herido. La frustración, la rabia, y la sensación de impotencia lo habían consumido por completo.
Sin embargo, rápidamente sacudió su cabeza para alejar aquellos recuerdos. Se dijo a sí mismo que eso ocurrió hace mucho tiempo, y lo estaba superando. Había cambiado. Esa furia que antes lo dominaba había desaparecido, dejando en su lugar una serenidad que no había esperado encontrar. Suspiró, y con ese suspiro, dejó ir parte del peso que había cargado desde entonces. Ahora se sentía más ligero, más libre. Estaba mejor, y eso era lo que realmente importaba.
Camino fuera de la cueva y emprendió el vuelo de regreso al laboratorio del Dr. Gero, mientras sostenía el rastreador firmemente en su mano.
Sin embargo, a los pocos minutos de haber dejado ir sus pensamientos, divisó a los lejos a Freezer y un séquito pequeño de soldados.
El demonio del frío se encontraba rodeado de su grupo, de pie sobre una superficie rocosa. Su presencia era inconfundible, emanando una autoridad fría e implacable. Los soldados que lo acompañaban se mantenían en formación, atentos a cada uno de sus movimientos, como si esperaran instrucciones.
Curioso, el androide, redujo la velocidad de su vuelo. A medida que se acercaba, el grupo notó su presencia. Provocando que todas las miradas, incluida la de Freezer se voltean hacia él.
Cell instintivamente se detuvo por completo, como si el aire mismo se hubiera vuelto más denso, dificultando su avance. La atmósfera entre ellos se volvió opresiva, cargada de una tensión que parecía impregnar el entorno.
Freezer mantenía una presencia imponente, su aura de autoridad era innegable. Mientras tanto, los soldados se agruparon temerosos a sus espaldas, y los murmullos de conversación flotaban en el aire entre ellos, procurando no ser oídos por su líder.
-Ahí está Cell. Parece que ha vuelto.-murmuró uno de los soldados a su compañero.
-Pero parece que está evitando al señor Freezer.-respondió otro, observando a Cell con curiosidad.
-Pensé que siempre peleaban. ¿Qué es diferente ahora?-preguntó un tercero, especulando.- ¿Será que está planeando algo?
El androide con su aguda percepción, captó claramente las miradas y los comentarios de los soldados. A pesar de estar tan cerca de Freezer, decidió mantener la distancia. Su mirada se mantuvo firme, sin mostrar arrepentimiento alguno por sus decisiones respecto a su antiguo rival.
La expresión de Freezer se mantenía en un gesto de desdén e indiferencia.-”¿Qué está haciendo aquí?"- se preguntó curioso. Al fijar la vista en el rastreador que el androide llevaba en la mano, un destello de interés cruzó por sus ojos antes de volver a su habitual máscara impasible.
Cell sintió una mezcla de emociones encontradas al ver a Freezer frente a él. Aunque su cuerpo, gracias a su factor de regeneración, siempre se recuperaba rápidamente de cualquier daño físico, su mente era otra historia. Los enfrentamientos con Freezer habían dejado cicatrices profundas, no en su piel, sino en su orgullo. Cada golpe, cada derrota, había dejado una marca invisible que pesaba más que cualquier herida física. La sola presencia de Freezer solía despertar en él una ira ciega, una necesidad imperiosa de demostrar su poder, de vencer a quien lo había lastimado.
Pero ahora, de la misma forma que ocurrió en la cueva, al enfrentarse a esos recuerdos, algo había cambiado. La carga emocional que solía acompañar esos pensamientos se estaba disipando. Esa extraña sensación de inferioridad y rabia que antes lo asfixiaba en presencia del demonio del frío, ahora apenas existía. Donde antes había resentimiento, ahora solo había una calma que lo sorprendía.
Por lo que el androide decidió ignorarlo deliberadamente, dándole la espalda a Freezer. Los soldados observaron la interacción con atención, no hubo intercambio de palabra alguna. Cell se giró levemente para observar al demonio del frío una última vez antes de seguir su camino. Con una sonrisa de superioridad en sus labios, decidió que era el momento de marcharse. Su partida fue firme y decidida, dejando atrás las viejas heridas y la sombra de su pasado. La distancia entre él y Freezer se amplió, marcando un nuevo comienzo en su relación.
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En un terreno vasto y abierto, Cell se encontraba de pie, rodeado por un grupo de soldados, entre ellos algunos de los más temidos y respetados del ejército. El cielo sobre ellos era de un azul profundo, apenas interrumpido por las sombras de las montañas cercanas, creando un entorno aislado y perfecto para lo que estaba por suceder. Cooler, observando desde una distancia prudente, mientras mantenía sus brazos cruzados y su mirada fija en el androide con una mezcla de curiosidad y expectación. Los soldados que lo acompañaban no podían disimular la tensión que se acumulaba en el aire, el pánico era palpable, especialmente cuando el androide comenzó a absorber a aquellos que se habían negado a cooperar y que habían desafiado la idea de unirse al ejército.
A medida que el poder se acumulaba en su cuerpo, una energía verde y brillante comenzó a envolverlo, iluminando el campo con un resplandor antinatural. La transformación fue rápida, pero intensa, con la forma de Cell distorsionándose y expandiéndose a medida que avanzaba hacia su fase 2. Los músculos de su cuerpo se hincharon, su armadura natural se reforzó, y su aura se hizo más densa, casi tangible. El suelo bajo sus pies temblaba con cada cambio, y una onda de energía se expandió desde su posición, haciendo que las rocas cercanas se resquebrajaran y los soldados dieran un paso atrás, aterrados por lo que veían.
Cuando la transformación finalmente concluyó, Cell se erigió en su nueva forma. Su presencia fue imponente. Su figura irradiaba poder y un control absoluto, mientras su mirada fría recorría el rostro de cada uno de los presentes. Cooler, que había observado cada momento con detenimiento, mantenía una expresión de interés intrigante, sus ojos entrecerrados mientras evaluaba el nuevo nivel de poder que Cell había alcanzado.
Los soldados, por otro lado, no podían ocultar su miedo. Algunos retrocedieron instintivamente. Murmuraban entre ellos, llenos de terror por estar en el ejército con ese monstruo. Otros comentaban que al menos a ellos no les haría nada similar, ya que el demonio del frío se lo exigió como una condición para estar en su ejército.
El androide, ahora completamente transformado, observó su nuevo cuerpo con una sonrisa de satisfacción. Cada movimiento que hacía era deliberado, como si estuviera probando la fuerza renovada en cada músculo, en cada fibra. Cuando levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de los soldados. Estos se sobresaltaron, retrocediendo aún más, como si su mera mirada pudiera consumirlos. Cooler, sin embargo, no mostró miedo. Al contrario, una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
-Parece que tu evolución ha sido exitosa.-mencionó el demonio del frío, su tono estaba cargado de admiración y desafío. Mientras el androide se acercaba a ellos, cada paso resonó en el suelo como un presagio de lo que vendría.
-Esto es solo el comienzo. Pronto seré más fuerte que nunca.-respondió Cell con una sonrisa arrogante.
Las miradas entre ambos se encontraron, y durante un breve instante, una comprensión silenciosa pasó entre ellos. Era como si ambos supieran lo que el otro estaba pensando. Cooler asintió ligeramente, comprendiendo que el androide no estaba satisfecho solo con su transformación; anhelaba probar su nuevo poder.
Cell, con una sonrisa desafiante, se posicionó, preparándose para el combate. Hizo tronar su cuello, un sonido seco que rompió el silencio que se había instalado.-Ahora que estoy en mi forma semi-perfecta, es un buen momento para probar mis límites contra ti.
-Me parece bien.-respondió Cooler, para sorpresa de todos. Su voz era calmada pero firme. Luego, sin apartar la vista del androide, se volvió hacia los soldados que aún estaban presentes, la mayoría de ellos congelados en sus lugares por la intensidad de la situación.-Es todo por hoy, pueden irse.-ordenó. Los soldados, aliviados por la oportunidad de escapar, no lo pensaron dos veces y se apresuraron a retirarse.
Cuando el último de los soldados desapareció de la vista, Cooler adoptó una postura defensiva, sus músculos tensándose en anticipación.-Muéstrame qué tan fuerte te has vuelto.-dijo en un tono desafiante.
Tras unos segundos de suspenso, el entrenamiento comenzó con ataques que, aunque poderosos, estaban cuidadosamente controlados para evitar daños graves. Cell inició el combate lanzando un ataque de energía que Cooler bloqueó con destreza, sus movimientos eran precisos y calculados, reflejando su vasta experiencia en combate. A pesar de la intensidad de la lucha, ambos guerreros mantenían un aire de disciplina, consciente de que esto era solo un ejercicio.
-Tu control sobre tu poder es impresionante, pero aún hay margen para mejorar.- comentó Cooler mientras lanzaba un ataque de energía.
El androide esquivó el ataque con agilidad y contraatacó.-Suena a desafío.- sus palabras estaban impregnadas de determinación. Aunque sabía que aún no era perfecto, esa imperfección no lo detenía. Sus límites eran solo una barrera que él mismo se imponía, y estaba dispuesto a superarlos.
Los intercambios de ataques se intensificaron, y la velocidad de ambos combatientes era asombrosa. Cada golpe, cada ráfaga de energía, estaba cargada de poder, mientras que Cooler, con su vasta experiencia, se daba cuenta del desafío que representaba igualar la fuerza de Cell. A pesar de su habilidad, le resultaba cada vez más difícil mantenerse al nivel del androide, cuya determinación lo impulsaba a dominar la batalla.
En un movimiento veloz, Cell asestó un golpe con tal fuerza que Cooler dejó escapar un jadeo, siendo arrojado varios metros atrás. La potencia del ataque lo había desestabilizado, forzándolo a detener sus ofensivas. Al notar esto, Cell también se detuvo, una señal de que aún necesitaba refinar su control sobre su creciente poder.
Cooler respiraba con dificultad. Su orgullo estaba herido al ser derrotado nuevamente, pero su admiración por Cell seguía intacta.-No puedo negar que has avanzado mucho. Es un desafío mantener el ritmo.- admitió, aún mareado por el impacto reciente.
Tras esa breve pero intensa sesión de entrenamiento, ambos guerreros se tomaron un descanso. El campo de batalla improvisado mostraba las huellas de su enfrentamiento: pequeñas grietas en el suelo y rastros de energía residual en el aire. Se sentaron, agotados pero satisfechos, dejando que el silencio se apoderara del lugar mientras recuperaban fuerzas.
La atmósfera estaba cargada de un silencio contemplativo. Ambos luchadores reflexionaban sobre la intensidad del entrenamiento, sumidos en sus pensamientos. Cooler, siempre observador, miraba a Cell con una mezcla de curiosidad e intriga. Había algo en la manera en que el androide se comportaba, tan reservado y enigmático, que le agradaba. A pesar de todo lo ocurrido entre Cell y Freezer, no tenía nada personal en contra del androide. De hecho, se sentía más seguro teniéndolo cerca y lejos de su hermano. Sin embargo, esos pensamientos no eran algo que compartiera fácilmente.
Mientras meditaba, el rastreador de Cooler emitió un leve pitido, rompiendo el silencio. Al revisar el dispositivo, frunció el ceño al ver un mensaje de Freezer. Hablaba de un problema territorial: una parte del terreno no estaba correctamente asignada entre sus ejércitos.
-"Esto podría ser problemático…"-dijo para sí mismo, no por el territorio en sí, sino por el hecho de tener que enfrentarse a su hermano.-Permíteme un momento.- mencionó el demonio del frio a Cell antes de alejarse unos pasos, buscando un poco de privacidad para hacer una llamada. Tras unos momentos en mentalizarse para la conversación que se avecinaba, marcó a su hermano.
La llamada tardó en ser respondida, y cuando finalmente lo hizo, la voz de Freezer sonó fría y cargada de desdén.-¿Qué ocurre?-No se habían visto ni hablado desde su última confrontación.
-Freezer, recibí tu mensaje.- respondió Cooler con tono neutral, evitando cualquier provocación.-Parece que no se asignó correctamente el territorio entre nuestras fuerzas.
-¿Y qué sugieres? ¿Una disputa por ese pedazo de tierra?- Freezer replicó con un tono cortante, mostrando su desdén habitual.
Cooler suspiró pacientemente, cuidando de que no se notara.-Podríamos resolverlo cuando lleguemos allí. O, si prefieres, el primer ejército que llegue se lo queda. ¿Te parece?
Hubo un breve silencio en la línea. Aunque Freezer estaba claramente molesto, respondió secamente.-Está bien.-A pesar de su tono brusco, parecía estar esperando que surgiera otro tema.
-¿Me quieres preguntar algo?- Cooler añadió con un ligero tono de insinuación, notando que Freezer no colgaba la llamada.
Freezer guardó silencio, pero la tensión era palpable. Cooler decidió empujar un poco más.-Cell está aquí…
-No me interesa.- respondió Freezer de inmediato, su voz cortante y defensiva.
-Está bien, está bien…- Cooler suspiró de nuevo, sin intención de restregarle la situación en la cara. No quería avivar más la hostilidad entre su hermano y el androide, pero le resultaba extraño que Freezer no mencionara nada al respecto. Después de otro momento de silencio, Cooler se preguntaba cómo estaría su hermano en esa circunstancia, aunque sabía que no recibiría una respuesta directa.-Solo me preguntaba si… ¿Has pensado en lo que te dije?
Freezer no necesitaba preguntar a qué se refería. Las palabras de Cooler aún resonaban en su mente: "¡Ni siquiera puedes admitir lo que sientes!"
-No tengo nada que admitir.- respondió Freezer rápidamente, cortando cualquier intento de profundizar en el tema.
Cooler volvió a suspirar, cansado de la misma discusión de siempre.-Ni con golpes entiendes…
Freezer bufó con ironía.-Debes sentirte muy superior ahora que él está en tu ejército, ¿no?-Su tono era sarcástico, cargado de resentimiento.
Este sonrió levemente, aunque su hermano no pudiera verlo.-Solo entrenamos. ¿Te molesta?-preguntó con calma, disfrutando del control que tenía sobre la conversación.
-Claro que no.-se apresuró a responder-¿Por qué debería estarlo?
-Cierto, ¿por qué lo estarías? No hay razón.- manifestó con una ligera sonrisa, que seguramente Freezer podía sentir al otro lado de la línea.
Sin decir más, Freezer gruñó y colgó bruscamente.
Al otro lado de la sala, King Cold, que había escuchado parte de la conversación entre sus hijos, se dirigió a Freezer sin rodeos.-¿Y bien? ¿Ya se disculparon?-pregunto esperanzado.
Freezer lo miró con una expresión de pocos amigos, dejando claro que no había sido así.
-Entiendo...- King Cold suspiró, consciente de que pedía demasiado.
Después de haber separado la pelea entre sus dos hijos y obligarlos a disculparse mutuamente, Cooler finalmente fue claro sobre lo que ocurría entre Cell y Freezer, algo que al parecer él mismo había notado, pero a la vez también había suavizado. Para ser sincero, le agradaba esa idea, pero por otro lado, lamentablemente, ahora ni siquiera se hablaban.
No necesitaba más explicaciones. Como padre, King Cold había tenido una vaga idea de lo que ocurría entre Freezer y Cell. Sin embargo, sabía que era un tema delicado y prefería no interferir directamente. Lo que sucediera a continuación dependía completamente de Freezer.
-Parece que Cooler puede vigilar a Cell.-mencionó King Cold cuidadosamente, procurando no enfadar a su hijo.
-Que Cell esté en su ejército no significa que deba importarme su vida social. Ya te dije que puede hacer lo que quiera.-respondió Freezer con frialdad, conteniendo su molestia.
King Cold lo observó perplejo por unos segundos. Sabía que Freezer estaba claramente enfadado, y tuvo que evitar soltar una sonrisa al presenciar esa actitud tan infantil. Siempre perdía los estribos cuando sus planes fallaban, pero sabía que este tema no estaba relacionado con los planes del ejército, sino con algo más personal.-¿Deberías estar celoso?
-No estoy celoso.-respondió Freezer con una rabia contenida, para luego marcharse visiblemente molesto.
King Cold lo observó preocupado mientras se marchaba. Era uno de esos momentos en los que una notoria vena se marcaba en la frente de su hijo, comprendiendo que ese conflicto no se resolvería con facilidad. Suspiró desalentado. También era uno de esos momentos en que deseaba que Berriblue estuviera allí. Había situaciones que él simplemente no podía resolver.
Freezer caminaba iracundo por los pasillos de su guarida, su cola se agitaba con impaciencia detrás de él. Cualquier soldado con el que se cruzaba notaba inmediatamente su humor, y todos se apresuraban a apartarse de su camino, temerosos de provocar su ira.
El ambiente a su alrededor parecía cargado, como si el propio aire temiera estallar en cualquier momento. Pero Freezer no estaba solo molesto; había una tormenta dentro de él que no lograba apaciguar.
Cerca de la entrada de la cueva, se oyeron unas voces.-Sabías que el Señor Freezer solía entrenar con Cell ¿no? Pero ahora parece que Cell se fue con Cooler…-se oyó una voz baja, pero lo suficientemente alta como para que el demonio del frío lo escuchara.
Freezer se detuvo en seco al escuchar su nombre. Sus ojos fríos se entrecerraron, y su oído aguzado captó cada palabra que los soldados decían, aunque estos creían estar hablando en privado.
-Creo que el Señor Freezer simplemente debe ir y decirle a Cell que entrenen juntos de nuevo.-habló esta vez una soldado, con un tono sugerente.
-El Señor Freezer no es así.-respondió otro soldado con escepticismo.- Nunca dejaría de lado su orgullo por algo como eso.
-¿Y para qué? A Cell no le interesa de esa forma.-comentó otro soldado.- En todo este tiempo solo han estado entrenando.
Esto último hizo que la mayoría guardara silencio al ver que un compañero suyo estaba tan ciego.
-¿Estás seguro? Parecían llevarse muy bien.-volvió a hablar la soldado.- De hecho, Cell se llevaba bastante bien con el Señor Freezer.
-Y no olviden el incidente en el camino de la serpiente. Yo juro que Cell lo dijo a propósito para hacerlo enfurecer.-comentó otro soldado de manera conspirativa.
Freezer sentía que el calor subía por su rostro, su piel se tornó completamente roja con rapidez, aunque no sabía si era por la ira o la vergüenza. La mezcla de emociones lo hizo apretar los puños con tanta fuerza que sus nudillos blanquearon, más de lo normal si es que eso era posible. Sabía que esos comentarios no eran solo simples rumores; reflejaban lo que todo su maldito ejército pensaba.-"Todos lo saben"- pensó amargamente.-"Todos saben que Cell se fue con Cooler a propósito".
Sin poder soportar más, se dio la vuelta bruscamente y se alejó, volando hacia la entrada de su cueva, buscando el único lugar donde podía estar completamente solo. Una vez allí, se dejó caer en el pequeño mirador, mirando al vacío.
El eco de las palabras de los soldados resonaba en su mente. Freezer se masajeó las sienes, un dolor de cabeza comenzaba a formarse.-"Si Cell quería hacerme enojar, lo ha logrado".- No podía evitar pensar que, si él hubiera querido molestar al androide, hubiera hecho exactamente lo mismo: encontrar a alguien más con quien entrenar, alguien más con quien pasar tiempo. Pero, ¿y si no era solo eso? ¿Y si realmente Cell lo había dejado atrás?
-Si fuera al revés…- comenzó a decir Freezer. Si fuera al revés, esperaría que la otra persona se tragara su orgullo y viniera a pedirle entrenar juntos. ¡Que se humillara!
Freezer gruñó con frustración, la idea de disculparse se le hacía cada vez más desagradable. Se había planteado esa posibilidad una vez, pero ahora solo el pensamiento lo enfurecía más. Sin embargo, sus pensamientos parecían tener vida propia, y sin darse cuenta, llevó la mano al rastreador, activándolo. Comenzó a observar la información para distraerse. Así se mantuvo unos segundos hasta que recordó el rastreador del androide. Sabía que aún tenía el suyo. Poco a poco, la tentación de llamarlo comenzaba a volverse abrumadora.
Durante un largo momento, Freezer mantuvo su dedo sobre el botón del rastreador, temblando ligeramente. La lucha interna era evidente en su expresión; sus ojos reflejaban una mezcla de deseo y negación. Pero finalmente, dejó caer la mano, exhalando un suspiro profundo.-"No, no puedo…"- pensó con amargura. En una cosa esos soldados tenían razón. Él no es así.-"No me humillaría por Cell" .- pensó amargamente.
Entonces, ¿por qué estaba tan molesto?
Se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared con fastidio al pensar en eso. Simplemente, odiaba que Cell estuviera con Cooler, porque...-"Porque…" -pensó sin completar sus propios pensamientos, pues algo dentro de él cedió provocando un asombro en sí mismo. Se quedó en silencio, mirando el paisaje, completamente en blanco. Finalmente admitió lo que había estado negando durante todo este tiempo.
Freezer dejó escapar un suspiro lastimero.-Estoy celoso…-dijo, reconociendo un sentimiento que lo lastimaba al considerarlo una debilidad. Simplemente no quería compartir a Cell con nadie, ni siquiera con su propio hermano.
A pesar de su extraña relación con el androide, no deseaba que él estuviera por ahí con otros. Ni siquiera cuando él mismo no lo quería cerca.
Volvió a sujetarse la cabeza hastiado por lo contradictorio de sus pensamientos.
Admitirlo en voz alta, aunque sólo para sí mismo, fue como quitarse un peso de encima, pero también dejó una sensación amarga en su boca. Freezer sabía que esta revelación no resolvería nada, y que seguía siendo incapaz de actuar según lo que realmente sentía. Porque aún no podía admitir nada.
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El demonio del frío no se mostró sorprendido por la manera grosera en que su hermano cortó la llamada. Simplemente se encogió de hombros, acostumbrado a ese comportamiento. Dejando de lado el asunto, caminó hacia Cell, quien aun estaba sentado un poco más lejos, y se acomodó a su lado.
Este, sin alzar la vista, notó su presencia de inmediato y lo miró de reojo.-¿Qué pasó?-preguntó, con una mezcla de curiosidad y precaución en su voz.
Cooler evitó el tema con frialdad.-Nada importante…- respondió secamente, intentando desviar la conversación.
El androide arqueó una ceja, incrédulo.-Parece ser que no lo sabes, pero tengo un excelente oído. Escuché todo.-declaró.
Cooler suspiró, algo avergonzado por haber sido escuchado sin darse cuenta.-Es solo un problema territorial…- mencionó con desdén.-Lo resolveremos una vez que lleguemos allí.- Trató de sonar despreocupado al mismo tiempo que evitaba mencionar a Freezer.
Sin embargo, el androide no dejó pasar la evasión.-Tu hermano es un idiota temperamental.- comentó Cell, sin ningún tipo de reserva.
El demonio del frio soltó una breve carcajada, amarga y sin humor.-Freezer comanda un ejército; es natural que sea así.-Admitió, aunque en el fondo sabía que la actitud de Freezer iba más allá de su posición de poder.-A veces, se convierte en un egoísta incapaz de ver más allá de sí mismo.
Cell bajó la mirada, pensativo. Recordaba las interacciones que había tenido con Freezer, la ira y el dolor que le habían causado. Pero lo que realmente lo confundía era por qué le importaba tanto. Con el ceño fruncido, preguntó en voz baja, casi para sí mismo.-¿Por qué es así? Parece que se esfuerza por alejar a todos.
Cooler asintió, reflexionando sobre el pasado.-Es cierto, antes no era así. Pero para liderar un ejército, no puedes ser blando.-Sus palabras estaban cargadas de nostalgia y quizá un poco de envidia, pues esa era la razón por la que él no tenía tal puesto.-Freezer endureció su carácter demasiado. Y a veces, no piensa en las consecuencias.
Cell guardó silencio, procesando las palabras de Cooler. Mientras tanto, el demonio del frío lo observaba de reojo. Sabía que Freezer había sido un completo idiota con Cell, pero algo en la relación entre ellos lo intrigaba. Recordó momentos recientes, especialmente la última vez que vio a Freezer. Había notado algo diferente en su hermano, algo que no había visto antes: una vulnerabilidad que rara vez mostraba.
Cooler suspiró, sintiendo que no podía hacer más por ninguno de ellos, y que lo único que podía hacer era mantenerlos separados para que cada uno resolviera sus propios conflictos con la esperanza de que así se mantuvieran. Alejados.-Aunque admito que contigo se comportaba diferente, a veces...-comentó finalmente, en un tono más bajo, como si no quisiera que las palabras salieran de su boca.
El androide levantó la vista, observando a Cooler con sospecha.-¿A qué te refieres?
Cooler vaciló antes de responder.-Creo que se sentía lo suficientemente cómodo como para bajar la guardia cuando estaba contigo.- mencionó aún sin querer admitirlo del todo.
El androide no respondió de inmediato, pero una chispa de comprensión brilló en sus ojos. A pesar de todo, había momentos en que se había sentido cómodo con Freezer, aunque ahora también lo estaba considerando como una debilidad.
Cooler, al notar esa chispa en el androide, se apresuró a corregir el rumbo de la conversación.-Eso no significa que deba hacerlo.- su tono se volvió más serio, casi como si estuviera regañando a Cell.-Él sigue siendo el emperador del universo. No puede permitirse distracciones.
Cell observó detenidamente a Cooler. Era tan diferente a su hermano. Entrenar con él era una experiencia metódica y productiva, sin embargo con Freezer era todo lo contrario. Era caótico, casi impredecible. Y, aunque estaba consciente de que Freezer no lo trataba como a los demás soldados, solo saber que su sola presencia hacía que bajara la guardia le provocó una sonrisa maliciosa.
Cooler lo vio y suspiró, sin saber exactamente en qué pensaba el androide, pero sintiendo que no era nada bueno.-¿Qué?-preguntó Cell, algo ingenuo al notar la mirada del demonio del frío sobre él.
Cooler lo miró y dejó escapar un suspiro pesado.-Por eso no me agradas cuando estás cerca de él.- admitió a regañadientes.
Cell resopló, irritado por la costumbre de los demonios del frío de decir lo que pensaban sin filtro.-¿Y ahora?-preguntó con molestia, dado que literalmente se encontraba lejos de Freezer.
Cooler, algo sorprendido por la pregunta, se quedó en silencio por unos segundos, mirando al androide detenidamente. A pesar de no querer admitirlo, había algo en él que lo atraía y le resultaba interesante. Y al mismo tiempo esa atracción le resultaba incómoda, especialmente porque Cell le recordaba demasiado a su hermano. Sentir algo así por alguien tan similar a Freezer le resultaba raro.
Se aclaró la voz, manteniendo la calma pese al nerviosismo que el androide le generaba.-Individualmente, creo que eres agradable.- respondió Cooler, desviando la mirada para ocultar su incomodidad.
Cell sonrió con autosuficiencia.-Obvio que lo soy.- respondió con su habitual arrogancia.
El demonio del frío suspiró agotado mientras se llevaba una mano a la cabeza.-Se parecen tanto que es espantoso.- murmuró, casi para sí mismo, recordando a Freezer en sus años más jóvenes.
El comentario irritó visiblemente a Cell, quien lo fulminó con la mirada.
Cooler sintió la creciente tensión en el aire, lo que lo incomodaba aún más. No temía a Cell como lo hacían otros, pero había momentos en que esa mirada fría que lo inquietaba. Con un rápido carraspeo, Cooler se puso de pie.-Tal vez deberíamos continuar el entrenamiento más tarde.- comentó cambiando el tema bruscamente, aunque ambos sabían que era para aliviar la incomodidad.
Cell suspiró, resignado.-Como quieras.- aceptó, aunque su tono mostraba una clara molestia.
Cooler notó nuevamente ese parecido con su hermano, lo cual le causó nuevamente esa incomodidad que no pudo ignorar. Desvió la mirada, afligido, y murmuró un "Nos vemos" antes de alejarse del lugar con rapidez.
Mientras se alejaba, el demonio del frío volvió a suspirar. Esta vez inquieto. No solo por la sensación que el androide provocaba en él, sino también por la situación que tanto había querido evitar. Lo cierto es que a pesar de sus intentos, nada parecía funcionar. Después de esta llamada comenzaba a comprender que el androide era capaz de distraer a Freezer incluso cuando no estaba presente. Eso lo alarmaba, su plan no funcionaba. ¿Debía hacer algo más? se preguntó impaciente. Y aunque su respuesta fuera positiva, ya no tenía más ideas.
La situación quedó en un silencio incómodo mientras Cell observaba cómo Cooler se marchaba.-"Demasiado perfecto" .-pensó casi inconscientemente para sí mismo. Todo era demasiado perfecto con Cooler. Estaba acostumbrado al caos, y nadie encarnaba más ese caos que Freezer: pequeño, inmaduro, irascible, narcisista y, en comparación, débil. Se sentía cómodo junto a él, pero ese confort lo desconcertaba al mismo tiempo.
Un gruñido angustiado escapó de los labios de Cell. No quería seguir pensando en el demonio del frío, pero su mente traicionera volvían a Freezer una y otra vez. Finalmente, decidió marcharse también, pero justo cuando se disponía a irse, recordó que había dejado su rastreador sobre una roca cercana. No debía olvidarlo otra vez.
Mientras recogía el dispositivo, su mirada se quedó fija en el comunicador. La imagen de Freezer invadió su mente de nuevo, esa mezcla de caos y control que lo hacía tan fascinante como frustrante. Con un suspiro, activó el aparato, sintiendo una combinación de resignación. No tenía intención de comunicarse con nadie, pero el simple hecho de sostenerlo le recordaba la constante conexión que, de algún modo, siempre existía entre ellos. Sin embargo, la pantalla permaneció en blanco, reflejando sólo su propio rostro. La frialdad del cristal le devolvía la mirada, vacía, pero con un atisbo de algo más... ¿nostalgia? Sacudió la cabeza, rechazando la idea de inmediato.
-No puedo permitirme distracciones.- se dijo en voz baja. Pero los recuerdos de Freezer persistían, como una espina clavada en su conciencia. Entre sus remembranzas, llegó a él cómo lo había herido, y lo mucho que eso le había dolido, más de lo que estaba dispuesto a admitir.-Quizá yo también bajé la guardia…-murmuró para sí. Sabía que no debía dar nada por sentado, y no sería la primera vez que cometía ese error; ya le había ocurrido cuando subestimó a los Guerreros Z, o cuando pensó que él y Freezer podrían ser un equipo.
Nuevamente sacudió la cabeza, despejando esos pensamientos. Ahora estaba en el ejército de Cooler, se había marchado para fastidiarlo y marcar una línea clara. Y lo había logrado. No debía retroceder.
Colocó el rastreador en su oreja, y mientras lo hacía, no pudo evitar pensar en una llamada que nunca llegaría. Observó la pantalla por un instante, y luego soltó una risa amarga. Lo cierto es que, no deseaba hablar con Freezer.-“A menos que…”-comenzó a pensar. Pero de inmediato bajó la vista y desvió la mirada, negando para sí mismo.
No esperaba una disculpa. Era algo imposible. Sabía que Freezer era incapaz de pronunciar las palabras “lo siento”. Pero la idea de que tal vez hubiera una pequeña señal, un indicio de que el demonio del frío comprendiera el daño que había causado… Tan solo que pudiera reconocer lo que había hecho, por más mínimo que fuera…sin embargo, otra vez esa sola idea parecía imposible.
-Es una idea estúpida.-expresó volviendo en sí. No podía seguir pensando en él, no podía esperar que se arrepintiera de sus acciones, y menos con esa actitud tan obstinada. Pero algo dentro de él anhelaba que Freezer pudiera entender, aunque solo fuera un poco. Deseaba que, de algún modo, pudiera sentir el peso de lo que había hecho. Comprender el dolor que había causado. No solo a él, sino también a otros.
Entendía que Freezer estuviera molesto porque se había unido al ejército de su hermano, pero esperaba que, con el tiempo, comprendiera que su decisión había sido necesaria. Tal vez incluso para ambos.
Lo mejor sería continuar con su vida, seguir mejorando y sanando. Pero, en el fondo, una parte del androide deseaba que el demonio del frío también pudiera hacer lo mismo. Tal vez la única forma de sanar para ambos sería no volver a cruzar sus caminos.
Sin mirar atrás, el androide comenzó a alejarse, con la esperanza de que en algún momento, ambos pudieran encontrar su propio camino hacia la paz. Incluso si eso significaba no volver a verse nunca más.
Notes:
Ya quisieran que Cell lo llamara por accidente xd Aunque seria un chiste tonto (muy a lo dragon ball) no era el momento. Mi pequeño Cell estaba creciendo como persona/androide/bicho o lo que sea. Ese es mi niño ;)
Y freezer… bueno, freezer sigue siendo freezer. Al menos admitio algo
Por ahora es mejor que se queden separados…. y por ahora me refiero a por ese capitulo xd ya veremos el siguiente jeje
Eso es todo por ahora. gracias por leer y nos vemos por alla del 29 de septiembre. Gracias a todos por sus comentarios. (espero responder todos pronto) Y tambien espero que sigan comentando para saber qué piensan de la historia. Nos leemos. Bye
Chapter 30
Notes:
¡¡Hola mis amig@s!!
Espero que se encuentren bien. Y que hayan tenido un buen 18, si son de Chile…jeje
Antes de empezar quiero agradecer a las personas que siguen esta historia. Y que comentan (espero responderles pronto)
Ahora este capítulo no es tan depresivo como otros jaja Siento que es un poco más gracioso. Digo, faltaba un poco de alegría en este fic tan sufrido xd Ok, no creo que sea tan sufrido, pero juro que el momento sad ya pasó con Cell jeje
Este capítulo estará un poco más enfocado en Freezer. Y como nunca, algo bueno le pasara a Cell (Y bueno para nosotros xd)
Sin mas que decir, solo que no olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram. Disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 30:
Durante todo ese tiempo, Cell había intentado volver a ser como antes, apartando los sentimientos que alguna vez lo habían inquietado. Y por lo que alcanzaba a percibir en sí mismo, estaba logrando su objetivo. Se mantenía en el ejército de Cooler, pero, a diferencia de su experiencia anterior, su actitud era notablemente más fría y distante. Sus compañeros apenas lograban arrancarle una palabra, mientras que su presencia imponía un silencio que lo rodeaba como un escudo.
Desde la perspectiva del ejército, Cell era una figura imponente, fuerte y en control. Sin embargo, desde el punto de vista de Cooler, algo estaba claramente fuera de lugar. Mientras volaban juntos sobre el paisaje desolado, con el ejército siguiéndolos a cierta distancia, Cooler no podía dejar de observar al androide. Parecía estar mejor emocionalmente, eso era evidente, y en cierto modo, aquello lo aliviaba. Pero había algo en su mirada, en su postura, que revelaba una inquietud latente, como si su mente estuviera a kilómetros de distancia.
A pesar de que Cell le había asegurado que no deseaba hablar con su hermano, Cooler sospechaba que había más detrás de esa decisión. Intuía que la última conversación entre Cell y Freezer no había terminado en buenos términos, y esa tensión no resuelta pesaba sobre el androide. Lo que antes parecía una simple molestia ahora era un obstáculo emocional.
Después de lo que parecieron horas de vuelo, el paisaje comenzó a cambiar. Frente a ellos se extendía un terreno extraño, rodeado por unos pocos árboles y algunas máquinas oxidadas y medio enterradas. El aire olía a abandono, y el lugar tenía una atmósfera desolada que inquietaba a más de uno de los soldados.
-¿Qué es este lugar?-se preguntó uno de los soldados. Ninguno tuvo respuesta ante lo que había a su alrededor.
-Parece un parque de diversiones… destrozado.-comentó Cell con una voz monótona, apenas conteniendo una mueca de desdén. Le extrañó que ningún soldado supiera cómo se veía un parque de diversiones.
Al avanzar un poco más, se toparon con unas oficinas que, según los carteles desgastados por el tiempo, pertenecían a los ogros, específicamente al "Infierno número 3 de la división 1". Las ventanas estaban oscuras y las puertas, aunque medio abiertas, no mostraban señales de vida en su interior.
-Probablemente escaparon.-murmuró otro de los soldados, mirando el edificio con desconfianza.
Divididos en pequeños grupos, algunos soldados entraron en las oficinas, mientras otros se dispersaban para inspeccionar los alrededores. El lugar, abandonado y cubierto de polvo, no ofrecía ninguna resistencia, pero tampoco revelaba nada útil. Las oficinas estaban desordenadas; papeles amarillentos y rotos se amontonaban sobre los escritorios y se esparcían por el suelo. Estanterías vacías y sillas volcadas completaban el escenario de lo que una vez fue un lugar funcional.
Cell, al igual que los demás, se adentró en una de las oficinas, observando a su alrededor con aparente desinterés. Sin embargo, su mirada fría barría cada rincón, analizando cada detalle. A pesar del caos, todo parecía tan mundano. Solo papeles, escritorios y máquinas obsoletas, signos de que el lugar había sido olvidado hace mucho tiempo.
Mientras algunos soldados se dedicaban a hojear los papeles, con la esperanza de encontrar algo útil, Cell, sin mucho que hacer, también se puso a revisar los documentos dispersos por la oficina. Lo hacía sin interés, apenas prestando atención. Solo era una forma de ocupar el tiempo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, levantó la vista al sentir una presencia cercana. Un grupo de personas se aproximaba, liderado por alguien que destacaba más que el resto.
No reaccionó. No le importaba. Simplemente siguió revisando los papeles, manteniendo la misma expresión de indiferencia. Después de todo, él había llegado primero, y no se iría solo porque Freezer había decidido aparecer.
El sonido inconfundible del ejército de Freezer se hizo más claro a medida que se acercaban. Afuera, los soldados comenzaron a intercambiar palabras con los soldados que hacían guardia del edificio, explicando que recién habían llegado y que estaban inspeccionando la zona, incluida la oficina en la que se encontraban.
Después de un breve intercambio de palabras, donde se dio a entender que ese era el sector no asignado entre los ejércitos, finalmente Freezer ingresó a la oficina ignorando su palabra hacia su hermano. Aunque hubieran llegado después, decidió inspeccionar el lugar.
Todos los presentes giraron la cabeza de inmediato. Los soldados dejaron lo que estaban haciendo para inclinarse y saludar al emperador. Entre ellos, Freezer reconoció de inmediato a Cell, quien ni siquiera se molestó en mirarlo, concentrado en seguir revisando los papeles, o al menos, fingiendo hacerlo. Aunque su apariencia era diferente a la última vez que lo había visto, lo identificó sin dificultad. Cell había cambiado, parecía menos insectoide, sin embargo y aunque solo lo veía de espaldas, había algo en su nueva forma que todavía le desagradaba.
El demonio del frío lo observó en silencio, pensativo. La tensión en la habitación era palpable. Ninguno de los soldados se atrevía a moverse, como si el aire mismo estuviera congelado por el encuentro de ambos. La rivalidad no necesitaba palabras, bastaba con la simple coexistencia de los dos seres en la misma habitación para hacer que el ambiente fuera casi insoportable.
Finalmente, Freezer decidió ignorar al androide y, al igual que los demás, comenzó a revisar los alrededores. Según le habían informado, podría haber alguna mención de una salida o algo relevante en los documentos.
Algunos de los soldados de Freezer también entraron, pero igual que los otros, se sentían visiblemente incómodos al estar en la misma habitación que Freezer y Cell. El silencio era sepulcral, roto solo por el sonido áspero de los papeles al ser manipulados.
Estuvieron así por unos minutos, cuando de repente, el sonido de un rastreador interrumpió el incómodo ambiente. Uno de los soldados de Cooler recibió una llamada. Al parecer, había habido un derrumbe en una atracción cercana, y solicitaban ayuda para retirar los escombros y ver qué había debajo.
El anuncio resonó fuerte y claro en la oficina, y por un instante, todos quedaron paralizados viéndose entre ellos. Como si todos hubieran pensado lo mismo, los soldados comenzaron a moverse al unísono, apresurándose hacia la salida.
-¡Debemos ayudar!-exclamó uno de ellos, con una determinación repentinamente exagerada.
-Sí, sí, ¡de inmediato!-añadió otro, casi tropezando en su apuro por salir.
En cuestión de segundos, la oficina quedó vacía. Tanto los soldados del ejército de Cooler, como los de Freezer habían abandonado el lugar. Los soldados, que hasta hacía unos momentos estaban rígidos por la tensión, ahora corrían hacia el derrumbe, con un entusiasmo más que sospechoso. La "urgente necesidad de ayudar" era más una excusa para escapar de la incómoda escena que otra cosa.
Cell y Freezer, que se habían quedado quietos en sus lugares, observaron la escena con perplejidad. Los soldados habían desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, como si el simple hecho de estar en la misma habitación que ellos fuera insoportable.
Un breve intercambio de miradas se produjo entre el androide y el emperador. Ambos parecían tan sorprendidos como el otro por lo que acababa de suceder. Sin embargo, Cell fue el primero en romper el contacto visual, desviando la mirada con indiferencia. No iba a dejar que la presencia de Freezer lo incomodara, por lo que volvió a concentrarse en los papeles.
Freezer, por su parte, mantuvo su vista fija en Cell por unos segundos más. Al fin lo había visto de frente en su segunda forma. Ciertamente, no le agradaba del todo, pensó mientras aun lo observaba con curiosidad. Sin embargo, al darse cuenta de lo que hacía, rápidamente desvió la atención hacia los documentos en su mano, como si eso pudiera borrar la incómoda interacción que acababa de tener lugar.
El ambiente seguía en silencio, pesado y denso, solo roto por el leve crujir de los papeles al ser manipulados. Cell, completamente absorto en su lectura, parecía inmune a la incomodidad que envolvía la habitación. Para él, la presencia de Freezer no era más que un pequeño detalle irrelevante. No obstante, con el paso del tiempo, el demonio del frío comenzaba a sentir una creciente incomodidad que no podía ignorar.
Freezer quería decir algo. O al menos, sentía la necesidad de hablarle a Cell. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo dirigirse a alguien que ni siquiera se molestaba en mirarlo? Además, no era como si Freezer fuera a disculparse. No, él no se disculpaba. Pero tal vez, solo tal vez, podría decir algo que aliviara la tensión sin que pareciera que cediera a nada.
Se quedó con la mirada perdida por un momento, evaluando la situación. Al pasar los segundos, se decidió a moverse, acercándose lentamente al androide con la excusa de observar los papeles que había en su camino. No había prisa, solo una curiosidad fingida por cualquier cosa que pudiera estar escrita. Paso a paso, se fue acercando hacia Cell, quien no parecía notar su proximidad.
Ambos estaban más cerca, lo suficiente para que Freezer sintiera la presión de la cercanía. Aun así, no perdía la oportunidad de echar una mirada a la información a su paso. No había rastro alguno de una salida en los documentos que revisaban. Nada útil.
Sin embargo, justo cuando Cell terminó de hojear los papeles en su mano, su atención se dirigió a una hoja que destacaba sobre el escritorio a un lado suyo, un informe sobre una extraña fruta. Le llamó la atención, y sin pensarlo, extendió la mano para tomarla. Al mismo tiempo, Freezer hizo lo mismo. Sus dedos se rozaron por un instante al alcanzar el mismo papel.
Cell, completamente concentrado en el documento, ignoró el contacto. Freezer, por otro lado, se quedó observando al androide con cierta inquietud. Había algo extraño en cómo se comportaba, pero decidió que no valía la pena mencionarlo. En lugar de ello, se forzó a prestar atención al contenido del papel, ya que toda la concentración de Cell estaba en este, lo cual le causó curiosidad.
"Fruta del Enmadaiosama"-se leía en el encabezado.- Incrementa el poder de quien la consume. Una sola fruta es suficiente para un aumento significativo, pero se advierte no comer más de una en un periodo de 100 días. El árbol Ensenji.
Freezer entrecerró los ojos, su mente había comenzado a trabajar rápidamente. Si lograba encontrar esa fruta, podría aumentar su poder. Aunque no sería suficiente para superar a Cell de inmediato, pero sería un buen comienzo. Algo que podría inclinar la balanza a su favor, al menos temporalmente.
Por su parte, Cell también analizaba las posibilidades. Esa fruta podría ser lo que necesitaba para alcanzar su última forma, para perfeccionarse y ser más poderoso de lo que jamás había imaginado. La promesa de poder lo tentaba, y no era cuestión de ignorarla.
Ambos intercambiaron miradas, conscientes de que estaban pensando lo mismo. Ninguno de los dos iba a dejar pasar esa oportunidad. Sin perder tiempo, comenzaron la carrera, saliendo rápidamente de la oficina, apresurándose en busca del árbol que habían visto cerca de la entrada del terreno. Un árbol grande y llamativo que, ahora, parecía más significativo que antes.
Al llegar, notaron que solo quedaba una fruta, ligeramente escondida entre las ramas altas. Se detuvieron en seco, mirándola fijamente. Sabían lo que eso significaba. Había una sola fruta y dos personas dispuestas a luchar por ella. La tensión volvió a crecer entre ellos, como una cuerda a punto de romperse.
Los pocos soldados que estaban lo suficientemente cerca para ver lo que ocurría se miraron entre sí, preocupados. Era evidente que se avecinaba un desastre.
-Señor Cooler…-murmuró uno de los soldados con alivio al ver que el hermano de Freezer se acercaba justo a tiempo.
El demonio del frío se detuvo junto a los soldados, observando la escena con calma. Al parecer, alguien había tenido la brillante idea de informarle, algo tarde, que habían dejado a Freezer y a Cell solos en la oficina. Aunque, por ahora, no parecía haber ocurrido nada grave. Simplemente se limitó a observarlos en silencio, hasta que suspiró.
Sabía que la última vez que Freezer y Cell habían intentado hablar no había terminado bien. Había percibido una sensación extraña en el androide últimamente, y también sabía que su hermano aún tenía cosas que resolver. Tal vez debía darles tiempo a solas. La tensión entre ellos era evidente, y no parecía que la situación fuera a mejorar en el corto plazo. Parecía más bien que estaban a punto de pelear. Y ambos, no eran exactamente conocidos por resolver sus problemas con palabras.
Cooler volvió a suspirar. Tal vez era mejor no intervenir a menos que las cosas realmente se salieran de control. Estaba convencido de que Freezer lo arruinaría de alguna manera, como solía hacer. No le gustaba la idea de verlos juntos, y prefería que se mantuviera así. Pero al mismo tiempo, sentía que debía darles su espacio para que resolvieran sus diferencias.
-Vámonos…-ordenó a los soldados que lo acompañaban, haciendo un gesto para que lo siguieran. Lo mejor era ignorarlos.-Ustedes también, vengan al otro lado.-dijo a otros soldados que también se encontraban cerca, pero lo suficientemente lejos como para presenciar el conflicto que se avecinaba.
Antes de marcharse, Cooler lanzó una última mirada a su hermano y al androide. Sabía que debían hablar, pero también sabía que eso era lo último que ocurriría.-"Solo hablar…"-pensó, imaginando lo difícil que podría volverse todo. Esperaba que estuviera tomando la decisión correcta al dejarlos solos.
Ambos se miraban con una mezcla de desafío y desdén, esperando a ver quién haría el primer movimiento. El silencio era pesado y el ambiente tenso. Cell fue el primero en intentar avanzar hacia el árbol donde se encontraba la fruta, sin embargo el demonio del frío reaccionó a tiempo. Con un ágil movimiento, le propinó una patada que lo alejó de su objetivo. Cell bloqueó el golpe con una expresión retadora.
Freezer, sin darle respiro, se lanzó hacia él con furia, sus ataques eran brutales y descontrolados. Cell, sorprendido por la testarudez del demonio del frío, apenas se molestaba en defenderse. Sabía que, por mucho que lo intentara, nunca sería rival para él. Siempre había sido más fuerte. No obstante, algo en la manera en que Freezer se comportaba lo desconcertaba.
-Parece que estás enfadado.-mencionó Cell con un tono burlón mientras esquivaba los ataques.-Es curioso…-empezó a bloquear los golpes con facilidad.- Pensé que estarías más feliz sin mí ¿no es así?
-¡Tu presencia en mi ejército no tiene nada que ver con mi felicidad!-gruñó Freezer, evadiendo los golpes de Cell con dificultad.-¡No me importa! -exclamó, lanzando un puñetazo directo a la cara de Cell, pero el androide lo bloqueó con su antebrazo. El impacto resonó por el brazo de Freezer, quien apretó los dientes para aguantar el dolor.
Cell río sin bajar su guardia. El golpe apenas lo había afectado.-Freezer, nunca te agrade y siempre te molestaste cuando estaba cerca o por el hecho de ser más fuerte.-dijo con una sonrisa maliciosa, provocando al demonio del frío.-Si te importa. Incluso ahora .-Con esa provocación, Cell le propinó una patada directa a la cabeza, enviando a Freezer hacia el suelo. Aun así, este alcanzó a recomponerse en el aire, aterrizando de manera estrepitosa, pero en pie. Alzó la vista con rapidez justo cuando vio al androide junto al árbol, sacando la fruta.
La furia en Freezer estalló. Se lanzó contra Cell, pero el androide lo esquivo sin esfuerzo, como si la rabieta del demonio del frío no fuera más que un juego para él. Solo lo hizo sonreír con superioridad.
-Ahora que estoy en el ejército de Cooler.-comenzó a decir Cell, esquivando otro golpe y manteniendo la fruta lejos de Freezer.- puedo ver claramente lo que te irrita tanto. Te gusta controlar todo y a todos.-Los ojos del androide brillaban con arrogancia.- Tu ejército, incluso aquellos que murieron y están en el infierno. Pero conmigo es diferente… yo soy más fuerte. No me temes, pero tampoco puedes controlarme.-manifestó con confianza.
Sus palabras enfurecieron aún más a Freezer, quien aumentó la intensidad de sus ataques. Los dos guerreros intercambiaron golpes a velocidades vertiginosas, sus siluetas se movian entre las sombras y las luces de las montañas rocosas. Finalmente, Freezer detuvo sus ataques, jadeando levemente.
-Supongo que no acostumbras rodearte de gente como yo.-expresó encogiéndose de hombros.-Entiendo que no quieras verte débil…-dicho esto soltó un golpe en el estómago del demonio del frío que le quitó el aire.
Freezer retrocedió levemente y levantó la vista aun manteniéndose en guardia. Obviamente, Cell tenía razón en cuanto a su sentido controlador, sin embargo estaba errado en algo.
-No es por eso que no me agradas.-expuso Freezer, conteniendo el aire después del golpe que había recibido en el estómago.- Lo que me irrita de ti no es tu insubordinación, sino que, con todo tu poder solo piensas en nada más que en peleas sin sentido, sin obtener nada a cambio.-escupió con disgusto.-Como un saiyajin.
Cell sonrió indiferente. Las palabras de Freezer no le afectaron. Solo asintió irónicamente.-Estoy de acuerdo. Tú tienes tus aburridos objetivos, y yo tengo los míos.
El demonio del frío presionó los puños, luchando contra la desesperación que le provocaba Cell. Ese sujeto lo hacía perder la paciencia, y una parte de él quería… quería...Freezer sacudió la cabeza para despejarse.-"No necesito admitir nada"-se dijo a sí mismo, incómodo por la dirección de sus pensamientos. Sin embargo, pronto recuperó su compostura, sonriendo con confianza mientras ideaba un plan.
-Yo me adapto a las circunstancias, Cell.-habló con calma.-Muevo las piezas a mi favor, y siempre consigo lo que quiero.
Cell lo observó extrañado. No sabía si hablaba por su poder o si hablaba de algo más. Antes de que pudiera seguir pensando en más posibilidades, Freezer se aproximó rápidamente para arrebatarle la fruta. Este lo esquivo y le respondió de inmediato.
La batalla comenzó a moverse a un terreno peligroso. Mientras luchaban, ambos fueron empujándose hacia el borde de un acantilado que dominaba un río de fuego azul que serpenteaba. El calor era insoportable, pero ninguno de los dos se detenía.
Ambos descendieron hacia una amplia plaza, donde un lago de aguas oscuras reflejaba el paisaje, y pequeñas embarcaciones fantasmales flotaban en silencio. El parque de diversiones, abandonado, con sus juegos oxidados, se erguía detrás de ellos, como una inquietante sombra del pasado.
Freezer, a pesar de sus heridas, vio una oportunidad durante el intercambio de ataques. Y aunque tenía la intención de esquivar el golpe, no alcanzó a reaccionar a tiempo y lo recibió de lleno en el rostro. Sin embargo, al mismo tiempo lanzó un golpe certero con el extremo de su cola, que alcanzó la fruta en la mano de Cell y la envió al aire.
El androide reaccionó con rapidez al notar esto, por lo que empujó violentamente a Freezer para hacerlo retroceder y voló hacia la fruta, dispuesto a alcanzarla. No obstante, justo cuando sus dedos estaban a punto de rozarla, la fruta cambió de dirección de manera inesperada, como si tuviera vida propia. Sorprendido, vio cómo la fruta volvía hacia Freezer, impulsada por su telequinesis.
-Tal vez no lo entiendas con tu mentalidad de saiyajin...-dijo Freezer, atrapando la fruta en su mano.-…pero a veces la estrategia es más importante que la fuerza.-Sonrió, satisfecho consigo mismo, mientras el androide refunfuñaba por haber caído en ese truco.
Cell descendió lentamente entre paredes del cañón se alzaban imponentes a su alrededor, como colosales bloques de roca desgastada por el paso del tiempo. El eco de cualquier movimiento, por mínimo que fuera, reverberaba con fuerza entre las paredes, haciendo parecer que el lugar mismo observaba la lucha que estaba por continuar.
Molesto, el androide mantenía la mirada fija en Freezer. A pesar de ser más fuerte, había perdido la fruta ante el demonio del frío, pero no estaba dispuesto a rendirse. Se puso en posición de ataque, observando a su rival, quien parecía completamente desinteresado en su ira. Sin embargo, antes de que pudiera lanzarse al combate, algo inesperado sucedió: Freezer lanzó la fruta en su dirección, y por instinto, Cell la atrapó en el aire.
Cell bajó la vista, observando la fruta en su mano, luego volvió a mirar al demonio, perplejo.
-Será mejor que te la comas para que recuperes tu tercera forma. Te ves terrible.-dijo Freezer con indiferencia, desviando la mirada. En realidad, detestaba la segunda forma del androide.
El androide lo miró con recelo, desconcertado. ¿Qué estaba ocurriendo?-"¿Estoy bajando la guardia?"- se preguntó, aún analizando las intenciones de su rival.-Esto es...sospechosamente amable de tu parte.-comentó con lentitud y desconfianza.
Al percatarse de que Cell comenzaba a cuestionarlo, se alarmó levemente. Aclaró su garganta, intentando sonar desinteresado.-Es un gesto amable de mi parte...-corrigió, pero no tardó en añadir rápidamente.- Solamente, porque no me sentiría bien sabiendo que incrementé mi poder de una forma tan baja.-agrego mientras se cruzaba de brazos, restando importancia a lo ocurrido.
Cell lo seguía observando con desconfianza.-¿Y por qué me lo das a mí? -preguntó, sin apartar la mirada del demonio.
-Porque eres tú, ¿Quién más que alguien con genes saiyajin?-resopló Freezer, como si la respuesta fuera obvia.- No te calmarás hasta alcanzar tu nivel habitual, ¿no?
Tras unos segundos, Cell dejó escapar una sonrisa relajada. Aunque en parte no creía la excusa del demonio del frío, podía creer la otra parte de la explicación.-En realidad, no me calmaré hasta ser el más fuerte.-respondió mientras fijaba la vista en la fruta.
Cell contempló la fruta por un momento más, sus ojos brillaban con una mezcla de sospecha y curiosidad. Aun así, finalmente, sin decir una palabra, llevó el fruto a su boca y lo devoró de un mordisco. El sabor amargo invadió sus sentidos, seguido de una oleada de poder que comenzó a fluir por su cuerpo. Sentía cómo sus células se regeneraban y fortalecían, y su forma empezaba a cambiar. Las placas de su exoesqueleto se expandieron, su cuerpo y sus músculos se tornaron más definidos. La energía se arremolinaba dentro de él hasta que su transformación estuvo completa. Su imponente figura de su forma perfecta emergió, y el aura de poder que lo rodeaba era palpable. Se quedó inmóvil por un segundo, acostumbrándose nuevamente a la familiar sensación de esa transformación, mientras su energía alcanzaba su punto máximo.
Freezer lo observó con el rabillo del ojo, intentando no mostrar interés, pero algo en su interior se relajó al verlo en su tercera forma. Era como debía ser, como siempre había sido. Por un instante, una leve sonrisa cruzó su rostro. Fue un instante de tranquilidad, una rara sensación de paz que no recordaba haber experimentado en mucho tiempo. En ese pequeño momento, Freezer se permitió una sinceridad consigo mismo que normalmente evitaba: el alivio de ver a Cell en esa forma lo reconfortaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Sin embargo, la calidez de ese sentimiento lo tomó por sorpresa, haciéndolo retroceder sobresaltado por su propia reacción.
Al notar que había dejado escapar esa sonrisa, el pánico se apoderó de él.-"¿Qué estoy haciendo?"-pensó horrorizado por la suavidad de esa sensación. Se volteó bruscamente, dándole la espalda al androide, abochornado y asustado por la calidez que había sentido.-"Rayos"- maldijo en su mente. Odiaba sentir más de lo que se permitía. Siempre había mantenido el control, decidiendo cuándo, dónde y con quién permitirse sentir algo, y siempre asegurándose de que no hubiera consecuencias o un momento de vulnerabilidad lo traicionara. Pero esta vez hubo unos fallos; la situación se le estaba escapado de las manos.
-Si no quieres aumentar tu fuerza de esta manera…-comenzó a decir Cell, sacándolo de sus pensamientos, aún observando su nueva forma.- ¿Cómo piensas hacerlo? ¿Entrenando?-preguntó para luego alzar la vista hacia el demonio del frío.
Este desvió la mirada con rapidez y nerviosismo. Sabía que su rostro estaba rojo de vergüenza. Se cruzó de brazos y dio unos pasos fingiendo estar distraído.-Es una opción que he considerado...-respondió, tratando de sonar despreocupado.
Estaba a punto de preguntarle con quién entrenaría, pero rápidamente decidió no provocarlo. No quería empezar una pelea por algo insignificante, además de que no tenía interés en repetir la misma rutina de siempre.
Freezer, sin embargo, parecía querer decir algo más. No sabía cómo mencionar el tema sobre un posible entrenamiento, pues no creyó que el androide lo mencionara y menos que tuvieran la oportunidad de hablar a solas sobre eso. La idea de hablar sobre un posible entrenamiento juntos le rondaba la cabeza, pero cada vez que intentaba mencionarlo, las palabras se le atoraban en la garganta. No estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. El silencio entre ellos comenzaba a tornarse insoportable, y una extraña inquietud lo invadía.
-¿Freezer?-La voz de Cell lo sacó de su trance. Lo llamó con curiosidad, como si notara que algo estaba mal.
Su nerviosismo aumentó al escuchar los pasos de Cell acercándose. El androide estaba caminando hacia él, su cuerpo se tenso, poniéndolo aún más alerta. Bajó la cabeza, abochornado por lo que quería decirle. ¿Cómo iba a decir eso después de todo lo que pasaron? ¿Hablar de entrenar juntos? El simple pensamiento le quemaba, pero aun así debía intentarlo.
-Cell, yo...-empezó a decir con una voz apenas audible, sintiendo el calor subiendo a su rostro, mientras luchaba por continuar.
Sin embargo, antes de que pudiera decir otra palabra, el androide lo ignoró por completo. Pasó junto a él sin siquiera mirarlo, enfocado en algo más, algo que había captado su atención.
Freezer se quedó inmóvil, con la boca ligeramente abierta. Alzó la vista, descolocado, mirando cómo Cell seguía caminando, totalmente absorto en lo que sea que hubiera visto. El demonio del frío parpadeó, procesando lo ocurrido, y una mezcla de frustración y vergüenza lo recorrió de pies a cabeza.
-"¿En serio?"- pensó, sintiendo su orgullo herido.-"¡Tanto esfuerzo para... esto!".- No solo le molestaba el hecho de que había estado a punto de confesar algo tan incómodo para él, sino que el androide ni siquiera le había dado la oportunidad. Había pasado de largo como si lo que iba a decir no tuviera ninguna importancia.
Apretó los dientes, sintiendo que su cara ardía, no tanto por lo que iba a decir, sino por el hecho de que lo habían ignorado tan descaradamente. Aunque intentaba no dejar que su frustración se notara, lo traicionaba el tic nervioso que movía su ceja derecha. No podía contener su irritación. -"¡Maldito insecto!"- pensó seriamente en reanudar la pelea que estaban teniendo, pues las ganas de golpearlo comenzaban a ser inevitables.
Molesto alzó la mirada, notando que Cell tenía su vista fija en algo. En ese momento, olvidó por completo todo y guiado por la curiosidad, también caminó, intentando ver lo que había detrás de él. A unos metros de ellos, entre las paredes del acantilado, se revelaba una extraña formación rocosa que contrastaba con el entorno. Se acercaron con curiosidad. Era una puerta de roca, con un marco que simulaba una cabeza, y la entrada era una boca gigante.
Ambos caminaron aproximándose más al hallazgo hasta estar frente a esta. Era similar a una especie de puerta. Tenía un marco de la propia roca, que simulaba una cabeza, y a los lados había unos mazos igual de grandes que la puerta.
Freezer no lo pensó e intentó ingresar. El interior era sumamente oscuro, apenas vio los peldaños frente a él. Sin embargo, de inmediato, noto que más allá de los pocos escalones, todo estaba en ruinas. Había rocas esparcidas por todo el lugar, como si un derrumbe lo hubiera destruido. No había espacio para que nadie pudiera pasar por ahí. El demonio del frío esforzó su vista entre tanta oscuridad, y noto algo que sobresalía de las rocas.
Se aproximó y lo tomó entre sus manos. Era un cartel que decía “deshabilitado” adornado con iconos de ogros
Gruñó con fastidio, compactando el cartel entre sus manos. Había creído por un instante que habían encontrado algo, tal vez una salida. Pero la decepción lo invadió una vez más.
Por su parte Cell, se había asomado por el umbral de la puerta y también había visto el cartel antes de que Freezer lo destruyera. Noto claramente su enojo por la situación. Él también estaba decepcionado, al igual que los demás, quería salir del infierno. Suspiro con desgano y saliendo de la cueva, se cruzó de brazos mientras aún observaba la puerta .-Al menos sabemos que si existe algo similar a una salida.
A pesar de las palabras del androide, Freezer caminó pesadamente de regreso, ya decepcionado y sin esperanza.-Si saben que buscamos una salida, entonces debieron destruirlas todas.-mencionó con amargura, mientras su ánimo caía por completo. Pese a haber descubierto algo, esto le hizo ver la realidad de su misión; no había escapatoria.
Aunque mantenía su expresión seria y neutral, observó a Freezer de reojo y no pudo evitar sentir una pizca de lástima. Jamás lo había visto tan abatido; el emperador del frío, que siempre intentaba proyectar una imagen imperturbable, ahora parecía incapaz de sostener siquiera esa fachada.
Habían hallado algo que, al final, resultó ser inútil. Tal vez él no llevaba tanto tiempo en el infierno como los soldados del ejército de Freezer, pero el deseo de escapar era igual de fuerte. Volvió la mirada hacia la puerta, frunciendo el ceño con frustración, y sin pensarlo, lanzó un ataque de energía hacia la entrada.
El estruendo hizo que Freezer se volteara, sobresaltado. Vio cómo Cell había destruido la mayoría de las rocas a lo largo del túnel y parte del risco.
Después del caos, Cell se quedó inmóvil, observando con sorpresa cómo su ataque había atravesado el risco que los rodeaba. Por un momento, pensó que podría tratarse de alguna anomalía, como había mencionado el Dr. Gero, pero al parecer estaba equivocado.
-Pues sí, no hay nada.-murmuró, cruzándose de brazos mientras reflexionaba. Tal vez lo que habían encontrado no era una salida real.- Me pregunto cómo los ogros lograron salir, si destruyeron las salidas.-añadió, pensativo.
Las palabras de Cell despertaron algo en Freezer, quien levantó la vista, reflexivo. Su mente comenzó a trabajar rápidamente. Ya no se trataba de encontrar una salida física; seguramente todas habían sido desactivadas, como aquella. Pero… ¿el cielo? Recordó que era imposible atravesar el cielo, tenía una especie de trampa. También recordó a los peleadores del otro mundo.-"¿O tal vez sí..?"-pensó, mientras su mente vagaba hacia las posibilidades. Comenzó a caminar rápidamente hasta tomar vuelo y dirigirse hacia las oficinas, con la esperanza de encontrar algo más concreto.
Cell, intrigado por el repentino cambio en el demonio del frío, lo siguió de cerca. Sentía que Freezer le estaba ocultando algo importante.
Llegó rápidamente a la oficina y comenzó a revolver los papeles. Buscaba cualquier pista sobre la entrada o salida de los ogros al infierno, pero no había nada útil. Sin embargo, encontró un panfleto que hablaba sobre "turismo". Al parecer, había almas que descendían del paraíso para visitar el infierno. Eso confirmaba su teoría: algunos podían ir y venir, pero la pregunta seguía siendo la misma. ¿Cómo lo hacían?
Derribar la barrera en el cielo era un trabajo bastante complejo sin Babidi. Buscar la manera de abrir la entrada momentáneamente como lo hacían con estas almas, era imposible.
Frustrado, Freezer arrugó el panfleto y lo lanzó con fuerza hacia un lado, antes de encaminarse hacia la salida, justo cuando el androide llegaba.
Al observar los alrededores, Freezer notó que no había indicios recientes de esos viajes de turismo. Tal vez se debía al caos que su ejército había causado en los últimos años. Suspiró, intentando controlar su creciente irritación.
Sin embargo, debía haber una manera, algo que los ogros utilizaban para moverse. Quizás ellos podían abrir la barrera para sí mismos, al igual que para los turistas.-"Seguramente pueden abrir la barrera para ellos…"-se dijo a sí mismo, llegando a la única conclusión que le parecía lógica.
Aunque molesto porque su plan inicial había resultado inútil, Freezer se sintió aliviado al menos de saber que aún tenían el plan de respaldo; derribar la barrera. Soltó un suspiró, pasándose una mano por la frente. Por un lado, la situación lo enfureció, pero por otro, al menos sabían que ya no debían buscar más salidas convencionales.
Estuvo unos momentos en silencio, hasta que percibió la presencia de Cell a unos pasos de distancia. Alzó la mirada y se encontró con los ojos del androide, que lo observaban con una expresión ligeramente confusa, como si intentara descifrar qué estaba pasando por la mente de Freezer.
-Ya no te ves tan enojado.-comentó con una ligera sonrisa. Lo cual era curioso, porque Freezer siempre parecía estar molesto por alguna razón.-¿Qué descubriste?-preguntó con esa familiaridad irritante que usaba cuando se dirigía a él, como si estuvieran en buenos términos.
Freezer se sintió incómodo ante esa confianza tan repentina. De inmediato, cruzó los brazos y desvió la mirada de manera altanera.-No es nada.-respondió, fingiendo desinterés.
Empezaba a arrepentirse de haberle dado esa fruta a Cell. Ahora el androide parecía más amigable de lo que le gustaría. Mentalmente se recriminó por esa decisión, pero se convenció a sí mismo de que lo había hecho únicamente para negociar sutilmente y atraer al androide de vuelta a su lado para entrenar juntos. Nada más. Era una estrategia, como tantas otras que había usado antes. Al menos, esperaba que el androide también lo interpretara de esa manera.
Sin embargo, al recordar el momento, Freezer no pudo evitar sentir algo incómodo. El gesto de haberle dado la fruta fue tan espontáneo que incluso él se sorprendió.-"Esa reacción..."- la expresión de sorpresa de Cell se había quedado grabada en su mente. Su corazón latió con más fuerza, y apretó los puños con disgusto, aunque por fuera intentaba mantener las apariencias.
Se encogió en sí mismo con disgusto. Sentía que llevaba un tiempo comportándose de esa manera cuando se trataba del androide. Aunque se decía que era debido a lo que había ocurrido y por el hecho de que ahora entrenaba con su hermano. Aun así pensaba que podría ser un riesgo para sí mismo si dejaba que llegará más lejos. Apretó sus puños enfadado consigo mismo.-”Alguien como yo ni siquiera debería tener sentimientos”- pensó furioso mientras se regañaba.
Miró de reojo al androide. Este aun lo observaba, pero esta vez con una mirada pesada, como si intentara analizar algo en él. No podía dejar de sentirse perturbado por la presencia de él. Gruñendo en silencio, se dio la vuelta y sin decir una palabra, emprendió el vuelo, alejándose rápidamente.
Cell lo vio marcharse, sorprendido más por la velocidad con la que se fue que por su actitud. Resopló, encogiéndose de hombros.-Parece que se volvió a enojar.-murmuró con una mezcla de diversión e indiferencia, aunque en realidad no le dio tanta importancia a las acciones del demonio del frío.
Le resultaba curioso que pudieran tener una conversación sin llegar a los extremos de siempre. Aunque no era algo que hubiera buscado, le aliviaba saber que, al menos, podían hablar sin pelear como la última vez. Aun así, siempre mantuvo en mente, que debía tener un límite, como lo había hecho en ese día y para sorpresa de ambos, todo había salido bien. Aunque de todas maneras no planeaba seguir hablando con Freezer.
-"Excepto lo que ocurrió con la fruta" .-pensó con fastidio, recordando cómo Freezer se la arrebató. Sin embargo, estaba seguro de que, de habérselo propuesto, habría podido recuperarla. Pensó con superioridad mientras también se marchaba en sentido contrario, en busca del ejército de Cooler.
Por su parte, Freezer volaba a una velocidad vertiginosa, intentando escapar no solo del lugar, sino también de sus pensamientos cada vez más intrusivos. Apretaba los dientes, molesto consigo mismo. ¿De verdad valía la pena pasar por todo esto solo para alejar a Cell de su hermano? La respuesta inmediata era "sí".
Era cierto -en parte- que quería entrenar, pero su verdadero objetivo era traer a Cell de vuelta a su ejército, y asegurarse de que no se siguiera aliando con Cooler.
Pero, ¿qué pasaba con todo lo demás? ¿Con el torbellino de emociones que no quería enfrentar?
Suspiro hastiado con tan solo pensarlo. Sabía que era egoísta. Podía reconocerlo sin problema. Estaba celoso, claro, pero había algo más profundo y confuso que negaba fervientemente. No quería ahondar en esos sentimientos que iban más allá de su egoísta plan con el androide.
Lo peor era que, aunque había visto al androide distanciado esta vez, más frío, más decidido, alejado de cualquier afecto o interés hacia él a diferencia de la última vez que discutieron. Eso lo tranquilizaba. Su mayor preocupación era que Cell siguiera sintiendo un apego hacia él. Sin embargo, en el fondo sabía que el problema ya no era Cell. El problema era él.
Freezer sacudió la cabeza, tratando de liberarse de aquellos pensamientos que le nublaban la mente.-" Esto es ridículo"- se dijo, pero no podía ignorar lo que estaba sintiendo. Había algo en su interior que se agitaba cada vez que veía a Cell, algo que lo incomodaba más que cualquier batalla o rivalidad.-"¿Por qué me estoy comportando así?"- se preguntó exasperado, la respuesta no era sencilla. Quizás, en el fondo, aún sentía culpa por todo lo que le dijo al androide. Lo cierto es que si lo sentía, y aunque ocasionalmente pensó en disculparse, no creía poder hacer algo como eso. No estaba en su naturaleza. Nunca había tenido que enfrentarse a ese tipo de vulnerabilidad, y la idea de hacerlo lo debilitaba aún más.
Ahora debía tomar una decisión. ¿Apartarse de Cell, dejar que entrenara con Cooler, y continuar su vida en el infierno conformándose con controlar a los demás? Eso significa que su hermano podría superarlo, algo impensable para él. ¿O seguir adelante con su plan de entrenar con el androide, suponiendo que aun lo acepte, asumiendo el riesgo de lo que eso implicaba?
Gruñó de nuevo, su mente se encontraba luchando por mantenerse fría, pero los riesgos lo sofocaban. No solo se trataba de poder, había algo más profundo y mucho más peligroso. Las emociones que giraban en torno a Cell lo desbordaban. ¿Podría realmente manipular al androide, o se encontraba enredado en sus propias inseguridades? El solo pensar que podría perder el control lo atormentaba.
El dilema lo devoraba por dentro. Sin embargo, en el fondo de su corazón sabía la verdad: había algo en Cell que lo hacía vulnerable, algo que lo empujaba a tomar decisiones impulsivas. Y, aunque no quería admitirlo, ese "algo" lo aterraba.
Sacudió la cabeza, furioso consigo mismo por dudar.-"No tengo nada que admitir"- se repitió, como si al decirlo pudiera disipar las sombras que lo acechaban. Pero cuanto más lo negaba, más aguda se volvía la tensión. Los pros y los contras giraban en su mente, estrangulando su racionalidad.
-"Sea lo que sea que decida..."-pensó con una creciente ansiedad, mientras el viento abrasador del infierno le golpeaba el rostro.-"...solo espero que todo salga como quiero".-Sin embargo, por primera vez en su vida, el control que tanto alardeaba de tener parecía desvanecerse ante sus ojos, y la idea de no poder manejar la situación lo inquietaba más de lo que jamás admitiría.
Notes:
Freezer está en negación total xd esta a un paso de decir “esto no es amor” jaja (ok no, no es para tanto xd… espero)
Y lo bueno que es Cell está bien, medio robotico, pero bien. (al fin) Y si, ahora Cell volvió a ser bello xd
Siempre creí que el tema de esta fruta era interesante, y a la vez un guionazo (a mi favor mujaja) y también el hecho de que las almas del cielo puedan ir al infierno como si fuera un viaje de turismo xd Que les digo? Dragon ball tiene muchas cosas interesantes que rescatar. (Aunque el infierno no es canon, y tiene poca informacion jeje)
Pero en fin… Espero que les haya gustado este capítulo, será más o menos para el 1 de noviembre. (que final de octubre no me agarra un fin de semana xd) Gracias a todos por sus comentarios. Espero que sigan comentando para saber qué piensan de la historia. Un abrazo a tod@s. Nos leemos. Bye
Chapter 31
Notes:
Hola a todoooos
Espero que se encuentre bien. Que hayan tenido un gran halloween y un bello dia de los muertos (para quienes lo celebran)
Lamento la tardanza, debí subir el capitulo ayer, pero me salió un compromiso de improviso xd
En este capítulo, se podría decir que se llegó a un equilibrio entre cell y freezer, en cuanto a personalidades y cómo funcionan…algo. Sé que es lento, pero se los advertí: slow burn xd
Eso eso todo, recuerden seguir a mi amiga michu por face: michu.paniagua animation, e instragram: michu_paniagua_z. Y disfruten el capitulo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 31:
La noticia se había hecho pública en el ejército: la búsqueda de una salida quedaba suspendida, salvo en los lugares que solían pertenecer a los ogros, como sus oficinas. Algunos soldados cercanos a esos sitios seguían trabajando, pero la mayoría no tenía mucho que hacer.
Sin embargo, para Cell este anuncio no era de mayor importancia, sino que seguía dándole vueltas a lo ocurrido con el demonio del frio. Aún le resultaba extraña la actitud de Freezer cuando le entregó la fruta. ¿Acaso pensaba que no podría derrotarlo y decidió resignarse? También mencionó que quería aumentar su poder, pero no con la fruta, sino entrenando. Eso lo confundía.
Cell cruzó los brazos, con una leve sensación de arrepentimiento por no haberle preguntado más en su momento. Aunque lo que ocurriera con Freezer ya no era de su incumbencia, la curiosidad lo seguía picando.
-¿Qué te ocurre? - preguntó Cooler desde el suelo, su cuerpo se encontraba magullado y lastimado tras la batalla que acababan de tener. La fruta había sido mucho más efectiva de lo que ambos esperaban. Ni siquiera usando su transformación final había sido rival para Cell, y ahora apenas podía moverse por el dolor que recorría su cuerpo.- ¿Estás bien? -insistió al ver que el androide parecía distraído.
Cell lo observó con ironía; después de todo, era Cooler quien estaba incapacitado, no él. Aun así, se tomó un momento antes de responder.-Dime algo... ¿Freezer alguna vez ha considerado entrenar por su propia iniciativa?
El rostro de Cooler se torció en una mueca de confusión, lo que hizo que el androide se arrepintiera de haber preguntado. ¿Por qué seguía sintiendo curiosidad por Freezer? Antes de llegar al infierno, no era así.
-No.-respondió Cooler, cortante. Pero esa respuesta pareció suficiente para el androide, quien apartó la mirada con un leve "Ah" y se sumió de nuevo en sus pensamientos.
Sin embargo, Cooler no lo dejó escapar tan fácilmente. Frunciendo el ceño, insistió.-¿Por qué preguntas? -Su voz adquirió un tono persistente. Sabía que si no presionaba, no sacaría más información de Cell, quien siempre era tan reservado.
Cell dudó por un instante, pero finalmente habló, aunque su tono reflejaba cierta incomodidad.-Me dijo que lo estaba pensando.-confesó, sintiéndose algo expuesto al revelar aquella conversación.
-¿Qué?-exclamó Cooler, levantándose de un salto a pesar de sus heridas. Se acercó a centímetros del rostro del androide, mirándolo directamente a los ojos.- ¿Acaso te pidió que entrenaran juntos?-preguntó, angustiado por lo que acababa de escuchar.
Cell se sobresaltó por la reacción inesperada del demonio del frío y retrocedió un paso, buscando más espacio.-Dijiste que no podías moverte...
-¡Responde! ¿Te lo pidió o no? -Cooler dio un paso más hacia él, ignorando el dolor.
Aunque el androide se molestó por la proximidad, desvió la mirada con incomodidad, evitando enfrentarlo directamente.-No...-respondió con firmeza.
Cooler bajó la mirada, aún confundido. El repentino interés de Freezer por entrenar no se ajustaba a sus típicas acciones. Su hermano nunca había querido entrenar más de lo necesario, y a diferencia de otras ocasiones en las que había entrenado con Cell, esta vez no parecía haber un chantaje o una deuda de por medio.-"Si lo mencionó, entonces algo debe estar pasando... No es típico de él."-meditó Cooler, perdido en sus propios pensamientos.
Volvió su mirada hacia el androide, quien lo observaba con inquietud, intentando mantener una fachada de indiferencia a pesar de lo cerca que seguía estando. Al notar la incomodidad en los ojos del Cell, Cooler dio un paso atrás con discreción, disimulando sus acciones mientras carraspeaba para romper la tensión.-No creo que te lo pida...-comentó, aún intrigado por el tema. En su interior quería asegurarse de que Freezer solo había mencionado la posibilidad como algo trivial.-Él no es así.
-Cierto... -respondió Cell casi en un susurro, regresando a su postura habitual.
Cooler lo observó de reojo. Ahí se encontraba nuevamente, esa misma sensación que lo había estado incomodando desde hace tiempo. Cell siempre había sido eficiente y poderoso, causando una gran impresión desde el momento en que lo conoció. Sin embargo, desde que se unió a su ejército, había notado una distancia emocional en el androide, como si la energía y la pasión que una vez lo definían se hubieran desvanecido. Aunque Cell afirmaba haber dejado atrás lo que ocurrió con Freezer, aún podía percibir una barrera emocional que lo contenía.
Sabía de lo que su hermano era capaz, de cómo afectaba a los demás, y ver las consecuencias de aquello en alguien como Cell le disgustaba profundamente. El androide no merecía algo así.
Cooler soltó un suspiro, lo suficientemente fuerte como para llamar la atención de Cell.-Tú tampoco te comportas como eres.-declaró con firmeza.
-¿Qué? -preguntó el androide, confundido.
-Te noto diferente.-repitió Cooler, fijando su mirada en él.- Es como si solo estuvieras aquí por una rutina. La primera vez que peleamos, eras más feroz...
-¡Claro que no! -lo interrumpió Cell, cruzando los brazos con frustración.- De hecho, ahora soy más fuerte que antes.- El tono de su voz dejaba en claro que no estaba dispuesto a negar esa realidad.
El demonio del frio se encogió de hombros con desinterés.-No me refiero a la fuerza.-todas las veces que se habían enfrentado, el androide había salido victorioso, pero había una diferencia palpable que, aparentemente, solo él era capaz de notar.- La emoción que te definía en medio de la batalla se ha esfumado.
Cell soltó un resoplido, como si lo que acababa de escuchar fuera absurdo.-Eso es una tontería. Estoy mejor que nunca.
Cooler mantuvo la mirada fija, desafiando sus palabras.-¿Estás seguro?
El androide sostuvo su mirada durante unos segundos, hasta que finalmente la desvió con evidente molestia.
Aunque nunca quiso que Cell y Freezer volvieran a acercarse, era lo suficientemente astuto como para reconocer que aún quedaba algo entre ellos. A pesar de las peleas y la distancia, había una conexión que no se podía ignorar. Se llevaban demasiado bien para simplemente dejarlo pasar.
Aunque el androide insistía en que había superado lo que pasó con Freezer, aún había algo entre ambos que seguía sin resolverse por completo.-Parece que Freezer no ha terminado contigo, aunque no lo quiera admitir.-mencionó Cooler con una media sonrisa, no muy seguro de querer provocar más al androide.-Y tú tampoco.
Cell bajó la vista con fastidio. Creía sentirse mejor y en muchos aspectos lo estaba. Pero Cooler había tocado un punto incómodo. A pesar de haberse dicho a sí mismo que lo ocurrido con Freezer ya no le afectaba, no podía negar que algo había cambiado desde entonces. Pensó en sus últimas interacciones, en la tensión constante entre ambos, esa sensación que no podía sacudirse del todo. No se trataba solo de emociones; había una dinámica entre ellos que seguía presente, como si estuvieran atrapados en un ciclo del cual ninguno quería salir.
Creía haberlo superado, pero si lo analizaba desde una perspectiva más fría y lógica, sus acciones y reacciones decían lo contrario. Cada enfrentamiento, cada mirada, incluso la simple mención de su nombre, lo hacían reconsiderar cosas que él creía haber dejado atrás.
-No me malinterpretes, preferiría que no te acercaras más a Freezer…-dijo rápidamente Cooler al notar la expresión inquisitiva del androide.- Pero lo cierto es que ambos se entienden de una manera que no puedo explicar.-esto último lo dijo con una ligera irritación en la voz. Podía sentir una pizca de celos, tal vez porque ni siquiera él había logrado tener una relación normal de hermanos con Freezer.
-¿Qué quieres decir?-preguntó Cell, aún confundido.
-No te estoy diciendo que lo perdones, pero cuando estás con él, eres más tú mismo. Y, por alguna razón, eso molesta a Freezer más que cualquier otra cosa, pero...-Cooler desvió la mirada, incómodo por la idea que se le había pasado por la mente. Comenzaba a sospechar que, en el fondo, sentía celos, pero no precisamente por la falta de una relación de hermandad con Freezer.-...al mismo tiempo, también le agradas .-finalizó con una mezcla de resignación y modestia.
Cell se quedó en silencio, digiriendo las palabras de Cooler. ¿Podía ser cierto lo que decía? Era una idea extraña, porque esa cercanía con el demonio del frío era lo que más intentaba evitar. Freezer lo había afectado profundamente, y aunque lo odiaba en muchos aspectos, no podía ignorar esa intensidad que compartían.
Podía admitir que Cooler tenía algo de razón: cada vez que estaban juntos, una parte de él parecía emerger, una que no salía a la luz en ningún otro lugar. Tal vez esa era la razón por la que Freezer se incomodaba e irritaba al mismo tiempo estando con él.
Cooler había expuesto este punto de vista, y ahora, no podía evitar considerarlo aún más detenidamente.
El demonio del frío lo observó y esbozó una sonrisa triste. Lo cierto, era que le agradaba Cell, y durante el tiempo que habían pasado entrenando juntos, se habían hecho cercanos. Por más problemas que pudiera imaginar al verlo vincularse con su hermano, no podía negar que solo quería lo mejor para el androide. Y, en el fondo, también deseaba lo mismo para Freezer. Aunque no lo expresara, su hermano había estado actuando de manera extraña en los últimos meses. Tal vez era momento de admitir que, problemáticos como eran, ambos jugaban un papel importante en el estado emocional del otro.
-Sabes... está bien si decides entrenar con Freezer.-declaró, bajando la cabeza, sorprendiendo a Cell con sus palabras. Desde que lo había conocido, Cooler siempre le había insistido en que se mantuviera alejado de Freezer. Un silencio agudo se formó entre ambos, interrumpido solo por el viento que levantaba pequeñas nubes de polvo en el aire.
Cooler levantó la vista para encontrarse con la mirada del androide y, nervioso, habló rápidamente.-Pero te lo dejo en claro, que no estoy muy emocionado con la idea.-su tono intentaba ser ligero, aunque había una verdad incómoda en sus palabras.
Cell soltó una risa nerviosa, evitando hablar sobre Freezer siendo que ahora entrenaba con Cooler.-¿Qué dices? Nosotros estamos entrenando juntos.-comentó intentando encontrar lógica en lo que el demonio del frío trataba de decirle.
-Veo que no estás cómodo aquí.-Cooler lo miró fijamente, esperando su respuesta.
No podía negarlo. Cooler había percibido su inquietud desde hacía tiempo.-Sí, pero...
-Pero no soy Freezer.-sentenció Cooler, ocultando el dolor que le causaba admitirlo.
El androide desvió la mirada, incómodo y avergonzado, frotándose el cuello como si intentara disimular esa afirmación.
Cooler soltó una risa suave al ver su reacción y dio unos pasos hacia él, hasta quedar frente a frente.-Veo que te gustan las complicaciones.-dijo con un tono burlón, pero sus ojos reflejaban una preocupación genuina.
-Haz lo que quieras, Cell. Solo asegúrate de que sea lo que tú realmente quieres, y no lo que Freezer te hace creer que necesitas. Si decides entrenar con él, asegúrate de no perderte a ti mismo en el proceso.
Cell permaneció en silencio, considerando sus palabras. No podía negar que la idea de volver a entrenar con Freezer era tentadora, y ahora parecía más real que nunca. Finalmente, reunió el valor para levantar la mirada y enfrentar a Cooler.-¿Crees que me lo pedirá?-preguntó, aún inseguro de las intenciones que Freezer podría tener.
-No.-respondió Cooler con total franqueza.
El androide resopló con molestia, observándolo con fastidio.
-Seguramente quería pedírtelo, pero se retractó... ya sabes cómo es. Su orgullo no lo dejó.-esto último provocó un destello de esperanza a Cell, por lo que el demonio del frío se vio obligado a decir lo que ambos sabían y el androide parecía ignorar en ese momento. Hizo una pausa antes de continuar, con cierta incomodidad.- Pero ten en cuenta que Freezer no cambiará.
Cell suspiró, resignado.-Lo sé.-Sabía que sería así. Todos los años que había conocido a Freezer le habían demostrado que el demonio del frío jamás cambiaría. Era el ser más terco que jamás había encontrado. Al principio, eso no le importaba; solo quería entrenar con él. Con el tiempo, incluso empezó a gustarle el fuerte carácter de Freezer. Sin embargo, ahora que estaba entrenando con Cooler, había perdido parte de su motivación. Extrañaba no solo las peleas con Freezer, sino algo más de él, aunque su propio orgullo le impedía admitirlo.
A pesar de todo, se sentía más abierto a la idea de volver a interactuar con Freezer, pero sabía que debía mantener sus límites. Aunque ya no estaba tan furioso con él, no podía permitirse ser vulnerable otra vez. Debía estar en guardia.
Sorpresivamente, Cooler lo tomó de los hombros y lo giró bruscamente, comenzando a empujarlo con firmeza.-Ahora ve, antes de que me arrepienta.-dijo Cooler con una sonrisa forzada, intentando sonar gracioso. En realidad, no temía arrepentirse por Cell o Freezer, sino por lo que él mismo comenzaba a sentir.
-¿Me estás echando? -Cell lo miró por encima del hombro, algo molesto, como si Cooler estuviera ansioso por deshacerse de él. Apenas estaba procesando todo lo que hablaron, pensó con un suspiró de irritación al ser prácticamente expulsado. El cambio abrupto en Cooler era confuso, pero supuso que debía agradecer que, al menos, no tenía intenciones de intervenir como antes.-Gracias.-murmuró Cell, sin darle mayor importancia.
Cooler se quedó congelado en el acto, deteniéndose de inmediato. Al oír esa simple palabra, sintió que su corazón se detuvo por un segundo y luego comenzó a latir descontroladamente. Su rostro se ruborizó al instante, por suerte, en esa transformación, su cara estaba parcialmente cubierta. Nervioso, bajó la mirada. Lo cierto era que Cell le había agradado mucho más de lo que se había dado cuenta, y sin querer, se había preocupado por él casi tanto como lo hacía por su propio hermano.
El androide lo observó por un instante algo extrañado, sin embargo optó por ignorarlo y marcharse de ese lugar, como tanto había estado insistiendo.
Pero antes de que el androide se marchará del todo, Cooler, aún nervioso, habló torpemente.-Y si necesitas hablar con alguien... sobre lo idiota que es Freezer...-las palabras salieron atropelladamente de su boca, claramente avergonzado por haberse quedado en trance.
Cell se detuvo y volteo para verlo, tomándolo por sorpresa.-De hecho, me gustaría volver a entrenar juntos.-El androide sonrió con una sinceridad tan deslumbrante que atravesó el pecho de Cooler como un rayo.
El demonio del frío quedó completamente en blanco. Sentía como su rostro ardía bajo la máscara, y su corazón latía tan fuerte que apenas podía escuchar algo más. A pesar de su torpe reacción, el androide no pareció notarlo y siguió su camino, emprendiendo el vuelo, dejándolo solo.
-Claro...-Logró articular Cooler unos segundos después de que Cell ya se hubiera ido.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
A pesar de haber regresado al territorio de Freezer, el androide se encontraba sentado al borde de una formación rocosa. Observaba el paisaje desolado, mientras su mente estaba muy lejos de lo que lo rodeaba. Había pasado mucho tiempo desde que se había sentado allí, reflexionando sobre todo lo que había ocurrido en los últimos días. Cuando entraba en ese tipo de estado, el paso del tiempo perdía todo sentido para él.
"La emoción que te caracterizaba en medio de una batalla se ha esfumado".
Las palabras resonaron en su mente, haciéndolo presionar los dientes con furia contenida. Nunca pensó que podría verse afectado en ese sentido. Su poder, su deseo de ser más fuerte, siempre habían sido lo más importante para él. Y, sin embargo, a pesar de su reciente fuerza, no estaba dando lo máximo.
"Cuando estás con él, eres más tú mismo."
"Parece que Freezer no ha terminado contigo. Y tú tampoco."
Cell se encogió involuntariamente, abrazando sus rodillas contra su pecho mientras intentaba acallar aquellas palabras. No podía evitarlo. La presencia de Freezer, incluso cuando no estaba cerca, seguía teniendo un impacto emocional en él. Después de todo lo que había pasado, ¿por qué seguía siendo así?
No lo entendía, y eso lo frustraba aún más. Aunque había aceptado la idea de volver a hablar con Freezer, no sabía cómo enfrentar esa conversación. Sus dedos se tensaban nerviosamente sobre sus piernas como una señal de la inquietud que lo dominaba.
"Está bien si decides entrenar con Freezer."
Volvió a pensar en esas palabras que, aunque intentaba aceptarlas, la sola mención de entrenar con Freezer, provocaba una mezcla de sensaciones en su pecho: por un lado se sentía agobiado y al otro extremo, sentía una ira creciente. Después de todo, Freezer había insistido en que no quería tenerlo cerca, que no deseaba entrenar con él... y ahora parecía que no era así. Esa contradicción lo enfurecía.
Estuvo tanto tiempo perdido en sus pensamientos que apenas noto cuando los cielos del infierno comenzaron a teñirse de un tono rojizo, simulando una especie de atardecer. A pesar de estar en el infierno, había algunos momentos en los que la luz se ocultaba, dando la sensación de que un día entero había transcurrido.
Sorpresivamente, Cell levantó la cabeza al sentir una presencia que le resultaba demasiado familiar. No necesitaba girarse para saber quién era: el mismísimo Freezer se encontraba a unos metros detrás de él. Seguramente, algunos soldados le habían indicado dónde estaba. Había visto pasar algunos cerca de ese lugar.
Un escalofrío recorrió su cuerpo. El nerviosismo lo asaltó por completo. Se enderezó, tratando de adoptar una pose más neutral, como si no hubiera estado sumido en aquel torbellino de emociones. Permaneció sentado al borde del risco, mirando la puesta del sol como si nada hubiera pasado.
Los segundos transcurrían y el demonio del frío no se acercaba, permaneciendo en silencio a una prudente distancia. Cell mantuvo su mirada fija en el horizonte, hasta que el peso de la presencia de Freezer fue inevitable.-¿Qué quieres, Freezer? -preguntó, esforzándose por sonar calmado, aunque la tensión en su voz era evidente.
Freezer se tomó su tiempo antes de moverse. Sus pasos resonaron con suavidad en el terreno mientras avanzaba hasta detenerse a su lado, sin decir una palabra. El silencio entre ellos se hizo espeso, cargado de todas las emociones que ninguno de los dos se atrevía a expresar.
Freezer lo observó de reojo. Cell se veía igual que siempre, perdido en sus pensamientos, casi ajeno a lo que ocurría a su alrededor.
Aunque alguna vez prometió no acercarse más a él, con el tiempo había aprendido a justificarse.-“Puedo manejarlo”-se repetía, tratando de convencerse de que podía mantener su distancia emocional. Para él, Cell no sería más que una herramienta o una alianza estratégica. Solo esperaba que no se volviera a involucrar con Cooler.
Había ido hasta allí con la intención de sugerirle que entrenaran juntos, pero ahora que estaba frente a él, las palabras parecían rehusarse a salir. Le irritaba la idea de ser él quien tuviera que sacar el tema, pero no veía otra opción si quería mantener a Cell lejos de su hermano. Sabía que debía arriesgarse, aunque eso significaba abrir la puerta a complicaciones que había prometido evitar desde que se conocieron.
-Lamento lo de tu plan.-dijo Cell de repente, rompiendo el silencio. Freezer se quedó en silencio, observando al androide que, a pesar de sus palabras, no apartaba la mirada del cercano crepúsculo.- Sé que llevabas varios años en eso.
Bajó la mirada, sintiéndose aún más decepcionado de lo que quería admitir. Había fallado, no solo consigo mismo, sino también con su ejército. Aunque sabía que lo seguirán sin importar las circunstancias, ese fracaso había dejado una marca en su orgullo que no desaparecería tan fácilmente.
Pasaron varios minutos en los que ninguno de los dos volvió a hablar. Freezer, incapaz de encontrar las palabras correctas, trató de llenar el silencio con algo trivial.-¿Qué haces en esta parte del territorio? -preguntó, sin demasiada convicción.
Cell levantó la vista, sorprendido por la inusual y curiosa pregunta.-¿Me vas a echar? -respondió con una ligera sonrisa que no llegó a sus ojos. Después de todo, tu hermano también acababa de correrlo de su territorio.
Freezer se descolocó por el comentario, sintiendo cómo su furia habitual burbujeaba en su interior.-Solo era una pregunta.-se defendió, irritado.-Y aunque lo hiciera, siempre te las arreglas para volver.
Esto provocó que el androide volviera su vista hacia el horizonte, aún más pensativo. Esa última afirmación tenía algo de verdad. Siempre volvía, siempre terminaba en el mismo lugar. Tanto con Freezer como consigo mismo. Era como si estuviera atrapado en un ciclo que no deseaba repetir, pero del cual no podía escapar del todo.
-Pensé que estabas en el territorio de Cooler.-comentó Freezer, intentando sonar indiferente y evitando el contacto visual.
-Ya no buscamos una salida, así que vine aquí.-respondió, fingiendo desinterés.- Es más cómodo.
El demonio del frio respiró hondo, intentando ordenar sus pensamientos. Sabía que debía decirlo, pero las palabras se le atragantaban. Al final, simplemente dejó escapar el aire y habló sin pensarlo demasiado.-¿Cómo es entrenar con Cooler? -preguntó casualmente.
Esto provocó que el androide lo observara de reojo, extrañado por la pregunta. Sabía que Freezer y su hermano no tenían la mejor relación, pero aún así ese comentario le resultó inesperado.
-Nunca hemos entrenado juntos.-admitió Freezer despues del silencio incomodo que genero.
Cell levantó una ceja, sorprendido.-¿En serio? -preguntó, girándose hacia él. Sabía que habían peleado o comparado fuerzas, pero no creía que jamás hubieran entrenado juntos.
Freezer desvió la mirada. No quería hablar de su hermano, pero parecía que no había otra forma de abordar el tema.
Cell, captando la incomodidad, esbozó una sonrisa traviesa.-Es bueno.-admitió con sinceridad.- Realmente es fuerte. No tanto como para hacerme frente, pero siempre se esfuerza.-Se le volvió a escapar una sonrisa con tan solo pensar en decir lo que antes lo había metido en una situación extraña, pero que le gustaría volver a sentir.
El demonio del frío sintió un pinchazo de celos, pero antes de que pudiera reaccionar, Cell añadió con una sonrisa maliciosa.-De hecho, creo que es más fuerte que tú.
De inmediato, los ojos de Freezer se encendieron de una furia asesina. Ambos mantuvieron la mirada por unos segundos, y aunque el demonio del frío no dijo nada, la tensión por esas palabras era casi tangible.
El androide, imperturbable, continuó.-La verdad es que Cooler ha mejorado mucho desde la última vez que lucharon. Y eso que no usó su transformación completa cuando peleó contigo.-dijo con total franqueza, sin quitarle la vista de encima.
El rostro de Freezer se crispó. Sentía que había aguantado todo lo que podía, y en un arrebato, dio un paso adelante, explotando de frustración.-¡Precisamente por esa razón es que quiero entrenar contigo!
Las palabras salieron con una intensidad que lo sorprendió a él mismo. Cell, con los ojos muy abiertos, quedó en shock. La sorpresa lo embargó por completo, sintiendo una extraña mezcla de emoción y desconcierto.
La poca luz que quedaba en el horizonte finalmente se extinguió, dejando a ambos envueltos en las sombras de la noche. Freezer, completamente tenso y aún procesando lo que acababa de decir, se quedó en silencio. Notó que sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, y aunque intentó ocultarlo, sabía que a esa distancia, el androide podría notarlo.
Después de un incómodo silencio, Cell soltó una sonrisa burlona.-¿Tú… entrenar conmigo?- Su tono, aunque intentaba ser serio, se rompió en una risa inevitable. Era algo que jamás hubiera esperado oír. Hace solo unas horas atrás junto a Cooler, estaban convencidos de que Freezer nunca le pediría tal cosa.- Pensé que odiabas la idea.-añadió, aún sin dejar de sonreír.
Freezer dio un paso atrás, y su rostro comenzó a teñirse de un tono rojizo de vergüenza. Rápidamente, le dio la espalda, maldiciendo internamente la situación que tanto había intentado evitar.-"Qué fastidio" - pensó, frustrado. Hubiera podido abordar el tema de otra manera, con más control. Ahora sentía que su imagen se había debilitado, algo que odiaba admitir.
Cell suspiró, acostumbrado a esa dinámica.-"Es lo mismo de siempre."- pensó, con un cansancio que iba más allá de lo físico. Sabía que Freezer esperaba que entrenar juntos fuera algo que él aceptaría sin pensarlo, pero no se lo pondría tan fácil. No solo para molestarlo, sino también como una forma de protegerse a sí mismo. Así que mantuvo su postura firme.-Sabes que siempre estoy dispuesto a entrenar.-comenzó a decir el androide, notando cómo el demonio del frío lo miraba de reojo, aún avergonzado.- pero… ¿crees que estoy aquí para cumplir tus caprichos cada vez que quieras? - preguntó, con una sonrisa sarcástica y retadora. Sabía que aceptar entrenar con Freezer no era algo que debía tomarse a la ligera. Había demasiadas cosas en juego, más allá de las simples peleas. Necesitaban dejar en claro lo que esto implicaba. Si significaba aceptar una rendición emocional, lo haría, pero no sin antes saber dónde estaba parado.
El ceño de Freezer se frunció, visiblemente irritado. Pero, sorprendentemente, mantuvo su temperamento, intentando mantener su tono neutral. Bajo la mirada desconcertado por llegar a ese extremo.-No estoy acostumbrado a que me rechacen...-dijo, con una frialdad que intentaba ocultar la incomodidad.- Pero... admito que quizás cometí un error. Subestimé algunas cosas.-murmuró, casi temblando al admitirlo. Cada palabra estaba cargada de disgusto.
Cell lo miró, sorprendido. Era raro, casi inaudito, que Freezer reconociera algún tipo de error. Eso era lo más cercano a una disculpa que probablemente obtendría.
-¿Así que ahora reconoces tus errores? Vaya… qué cambio.-mencionó Cell, cruzándose de brazos, como si reflexionara en voz alta. Aunque el tono era algo burlón, la sorpresa genuina no dejaba de notarse.
Un silencio incómodo cayó entre ambos. Freezer seguía mirando a Cell con una mezcla de frustración e incertidumbre, como esperando alguna respuesta que suavizará la tensión.
-"Y pensar que Cooler cree que nunca cambiaría…"-A pesar de las advertencias de Cooler, podía ver un cambio, aunque fuera pequeño. Tal vez el demonio del frío estaba equivocado, o tal vez Freezer simplemente había aprendido a contenerse mejor. De cualquier modo, eso le brindaba una sensación de alivio.
Después de unos segundos de reflexión, el androide finalmente habló, con un tono más dudoso.-Quieres entrenar… ¿Aunque eso signifique estar cerca de mí? -preguntó, recalando en el problema que ambos habían enfrentado antes.- No olvides que ya me distancié una vez...
Freezer dio un paso hacia él, con el rostro completamente rojo de humillación. Sabía que estaba perdiendo el control de la situación, pero aún así, mantenía su expresión endurecida.-Solo entrenaremos. Nada más.-dijo, su voz era firme.- No te hagas ideas extrañas de que estamos formando un equipo… y mucho menos algo más.-añadió, con una sonrisa altiva, pero menos agresiva de lo habitual. Aunque desvió la mirada, claramente incómodo con la idea.-No permitiré que las cosas se descontrolen de nuevo.
Cell mantenía una mirada seria pero relajada.-Espero que sea así. Porque tampoco me interesa volver a pasar por lo mismo.-admitió con franqueza, sin esconder el cansancio en su voz. Recordar todo lo demás… los momentos, las miradas, el contacto… incluso el beso.-"No quiero volver a eso"- pensó mientras dejaba escapar un suspiro pesado, lleno de recuerdos.
-Lo que sucedió entre nosotros…-comenzó a decir, su voz algo insegura, provocando que Freezer lo mirara con atención, alerta ante lo que estaba por confesar.- Cuando estamos juntos… sea lo que sea que ocurría. No me gusta. No me gusta esa sensación constante.-confesó con honestidad para el alivio del demonio del frío.- Ni siquiera sé lo que estoy sintiendo. Y, sinceramente, estoy cansado de todo esto.
Las palabras del androide resonaron de una forma extraña. Por un lado, sentía alivio, pues él tampoco estaba de acuerdo con ese torbellino de emociones confusas que habían surgido entre ambos. Eso podía comprenderlo con facilidad, aunque no estaba muy cómodo hablando de eso.-Estoy de acuerdo.-respondió Freezer, sorprendiéndose a sí mismo por la franqueza en su tono. Con un suspiro, finalmente se dejó caer, sentándose junto al androide.-Yo también estoy cansado.
Ambos se quedaron en silencio. Esta vez, no era un silencio incómodo, sino uno cargado de entendimiento. Era como si, por primera vez, estuvieran en la misma sintonía. No había necesidad de palabras, solo el sonido suave del viento a su alrededor, mientras el cansancio emocional y físico se hacía presente en ambos.
Al parecer, ambos estaban de acuerdo en que su relación había sido complicada y desgastante, pero aun así, podían intentar tener una dinámica menos conflictiva.-Estoy cansado de perder el tiempo con estas tonterías.-dijo Freezer de manera altanera.- Podemos entrenar como lo hacíamos desde el inicio, sin distracciones.-propuso.
-¿Desde el inicio?- se preguntaba Cell. No estaba seguro de poder simplemente volver a ser el mismo de hace años, ya lo había intentado. Sabía que no era el mismo de antes, había cambiado, y por lo que veía, Freezer también. Recordar cómo era su relación en el principio le hizo darse cuenta de cuánto habían cambiado ambos.-Cierto… No me agradabas.-mencionó Cell, como si fuera una curiosidad.
El demonio del frío captó ese comentario como una insinuación de que ahora, sí le agradaba al androide, por lo que suspiró.-Para empezar, podrías dejar de hacer esos comentarios.-dijo molesto por la forma en que Cell soltaba lo primero que se le pasaba por la cabeza.- Preferiría que los omitas.-añadió desviando la mirada, visiblemente incómodo.
-Oh… entiendo.-respondió Cell, algo desconcertado. Al parecer, cada uno tenía algo que le molestaba bastante del otro, y si esos comportamientos persistían, terminarían peleando nuevamente. De alguna manera, saber que ambos estaban incómodos con la situación lo hacía sentir más aliviado.-Entonces, si yo…-comenzó a decir, pero fue interrumpido.
-¡Solo vamos a entrenar!-lo interrumpió Freezer, evitando otro comentario del androide.
Cell rió por lo bajo y se encogió de hombros.-Está bien, solo entrenar.-declaró, comprendiendo a qué se refería el demonio del frío con "volver al inicio"- La próxima vez que te derrote y te deje enterrado en un hoyo, no seré amable y te dejaré ahí.-expuso, cruzándose de brazos mientras lo observaba con una sonrisa satisfecha.
La vena en la frente de Freezer y el tic en su ojo eran tan evidentes que resultaba casi increíble que aún se mantuviera en control.-Bien.-articuló con gran molestia al recordar ese incómodo momento entre ambos.- Y yo también me guardaré mis comentarios.-añadió, manteniendo lo que le quedaba de compostura. Sin embargo, al ver al androide tan sonriente continuo.-¿Sabes que si me reviven, tengo mis propios planes, no?-dijo el demonio del frío, mirándolo fijamente.- Y esos planes no te incluyen, Cell.-aclaró.
-Ya han pasado más de dos años, ¿sigue enojado conmigo o qué? - preguntó Cell, algo malhumorado. El demonio del frío solo lo observaba desafiante, sin retractarse de sus palabras. Cell suspiró, resignado.- Cooler tenía razón…-susurró para sí mismo. Aunque pudo ver un ligero cambio en Freezer, podía concordar con Cooler: este nunca cambiaría.
-¡¿Qué?! -exclamó Freezer, exaltado e indignado.- ¿Qué dijo Cooler?
El androide volvió a suspirar, ignorando su rabieta.-¿Y qué hay de los rumores?
Freezer aún lo miraba con molestia por omitir lo que fuera que Cooler le había dicho.-Si los soldados empiezan a hablar, que lo hagan. No tenemos más opción que ignorarlo.-dijo, haciéndose el desinteresado, aunque en el fondo le importaba que no hablaran cerca de él.
-Si ese es el caso, para mí está bien entrenar juntos.-aceptó Cell con una sonrisa sincera.
Freezer lo observó algo pasmado por esa sonrisa. Por primera vez en mucho tiempo, el androide parecía realmente feliz y tranquilo.-Bien...-comentó algo asombrado por su buen ánimo. Sin embargo, de inmediato se aclaró la garganta.-que te quede claro que ahora estás en mi ejército.-declaró Freezer, desviando la mirada y dando por terminada la conversación. Casi al instante, se puso de pie con intención de retirarse.
Lo cierto es que, a pesar de todo lo que había ocurrido, Cell se sentía sorprendentemente bien. Nunca había considerado importante a qué ejército pertenecía, pero ahora, al estar nuevamente en el de Freezer, le agradaba la idea.-Ah, por cierto, olvidé mencionarlo, ya no estoy en el ejército de Cooler.-indicó de repente, aun con una sonrisa en su rostro que lentamente se transformó en una burlona.-Así que toda esa escena que hiciste… fue completamente innecesaria.-concluyó con ironía, disfrutando cómo el demonio del frío se quedaba inmóvil, procesando lo que acababa de oír.
Freezer se congeló, primero sorprendido, luego su expresión se oscureció al darse cuenta de lo que acababa de escuchar.-¿Qué... dijiste? preguntó, volteándose pausadamente hacia el androide con una frialdad palpable.
-Que abandoné el ejército de Cooler… Hace unas horas.-repitió Cell, aún manteniendo esa sonrisa, claramente disfrutando de la incomodidad de Freezer.
El cuerpo de Freezer se tensó de inmediato. Empuñó sus manos, y un gruñido bajo escapó de sus labios mientras luchaba por no elevar su ki, aunque por unos segundos se delató. Se sentía completamente humillado; había dejado gran parte de su orgullo a un lado para tener esa conversación, solo para enterarse de que el androide ya había tomado la decisión de alejarse de su hermano por su propia cuenta.
-¡¿Y me lo dices ahora?! Después de que tuve que...-Freezer se detuvo, respirando profundamente para contener su furia antes de decir o hacer algo impulsivo. A pesar de lo mucho que quería explotar, había una satisfacción secreta que no podía negar: saber que Cell ya no estaba en el ejército de Cooler le daba algo de alivio. Aunque jamás lo admitiría. Con un esfuerzo monumental por controlar su ira y reducir su ki, añadió con una sonrisa fría y forzada.- Supongo que eso facilita las cosas... para ti.
Cell, aunque algo sorprendido por el control que el demonio del frío había mostrado, no pudo evitar mantener su sonrisa. Solo que ahora, la situación le resultaba más graciosa de lo que había esperado.
Ahí estaba de nuevo. Esa maldita sonrisa que tanto detestaba. Esa expresión que tanto le recordaba a cierto Saiyajin. Por un lado, Freezer odiaba ese molesto recuerdo de Goku, pero por otro, ver a Cell sonreír de esa forma le traía cierta calma. Cualquier confusión o incomodidad emocional que hubiera sentido antes -o que podría sentir en el futuro- fácilmente desaparecería gracias a esa sonrisa insolente.-No esperes que me olvide de esto, Cell.-murmuró Freezer, mostrando una media sonrisa mientras lo fulminaba con la mirada.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Después de llegar a un acuerdo, se reunían regularmente para entrenar, y, como era de esperarse, los rumores incrementaron. A veces los escuchaban claramente; otras veces, sólo intuían los comentarios a su alrededor. No hacía falta oírlos para saber lo que los soldados pensaban al verlos juntos. Muchos creían que eran una pareja imposible.
Mientras Cell caminaba hacia el punto de encuentro donde Freezer solía esperarlo, el aire estaba cargado de una mezcla de tensión y calma. El demonio del frío lo observó de reojo, con su típica expresión de superioridad, mientras Cell le devolvía el gesto, sin necesidad de palabras. En ese silencio compartido, ambos encontraban una comodidad inesperada. Entonces, simplemente comenzaban a entrenar. Sin demasiadas palabras ni formalidades.
Cuando intercambiaban algunas frases, Freezer insistía en que no eran amigos, que no compartían nada más que el ADN, sólo un destino entrelazado por pura coincidencia.-No somos un equipo.-repetía el demonio del frío con la misma convicción de siempre. Y, sin embargo, el entendimiento silencioso que compartían ahora decía lo contrario. No necesitaban expresarlo en voz alta. Aunque no lo admitiera, juntos eran mejores, más fuertes, y, curiosamente, se complementaban. Eran la pareja perfecta, porque no se temían y, de alguna manera, se respetaban mutuamente.
Ninguno cruzaba los límites que el otro establecía, y aunque la relación que llevaban ahora se asemejaba a la que tenían en sus primeros días, ambos sabían que habían cambiado. Cell, que siempre había sido tan reservado, ya no sentía la necesidad de mencionar que eran un equipo ni de expresar los afectos confusos que alguna vez rondaron su mente. Simplemente, era algo que había superado.
Mientras intercambiaban golpes y energías, el androide experimentaba algo que hacía mucho tiempo no sentía: satisfacción. Cada puñetazo, cada maniobra fluía con una energía que había creído perdida, como si finalmente hubiese encontrado su lugar.
Después de tantos años de peleas, traiciones y pequeñas treguas, habían encontrado la distancia perfecta para llevarse bien sin causar desastres. Ni demasiado cerca como para incomodarse, ni tan lejos como para perderse el uno del otro.
Tras la sesión de entrenamiento, se despedían con un pequeño gesto casi imperceptible, como un leve asentimiento, y cada uno seguía su propio camino. Era reconfortante para ambos saber que podían funcionar y convivir en ese espacio. El androide emprendió el vuelo, abriéndose paso entre las nubes que cubrían el cielo.
Cell era consciente de que había cambiado, pero, finalmente, después de tantos años, podía ver ese cambio de manera positiva.
Por primera vez en mucho tiempo, se sentía bien. Más que bien, se sentía completo. Volvía a sentir su energía característica fluir durante los entrenamientos, como en los viejos tiempos, cuando el combate lo motivaba por completo. Y, aunque le costara admitirlo, Cooler tenía razón. Junto a Freezer, de alguna manera que aún no lograba comprender del todo, podía ser él mismo.
Cell respiró profundamente mientras el viento golpeaba su rostro con suavidad, observando el cielo abierto frente a él. Hacía mucho que no se sentía así, como si, después de tanto tiempo, finalmente había encontrado su lugar. No en el ejército de Cooler ni al servicio de Freezer, sino en un espacio intermedio, donde podía ser libre y, al mismo tiempo, estar junto a alguien que lo comprendía, aunque fuera de la manera más retorcida.
Después de tanto esfuerzo y limitaciones, finalmente empezaba a entender lo que significaba vivir esa vida.
Notes:
FIN :3 No! es broma xd Faltan mas capitulo ajaja Pero ya faltan pocos jujuju
No se ustedes, pero unos de mis headcanon favoritos es que Cell tiene la misma sonrisa de Goku jeje (A menos que esté serio xd Sino tiene la misma sonrisa de hdp de Freezer jeje)
Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado. Gracias por sus comentarios, saber que leen este fic me hace muy feliz. El proximo capitulo estara por ahi del 30 de noviembre. Nos leemos. Bye bye
Chapter 32
Notes:
Hola mis amigos!!
Primero que nada, quiero darles las gracias a todos por apoyar y comentar en este fic. Nunca pensé que fuera a tener tantas vistas o tantos comentarios. Siempre me imagine que los fanfics de dragon ball se seguirán leyendo porque la franquicia siempre saca cosas nuevas, pero no creí que la gente en el 2024 buscaría fic de freezer y cell. Muchas gracias por leer. Los quiero mucho a todos
Con respecto al fic, recordarán que cell y freezer llegaron a un acuerdo y se podría decir que están relativamente bien el uno con el otro. PERO creo que ya todos sabemos que no va a durar mucho tiempo jeje ustedes me entienden
Recuerden seguir a mi amiga michu por face: michu.paniagua animation, e instragram: michu_paniagua_z. Y disfruten el capitulo
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Chapter Text
Capítulo 32:
El sol se alzaba en el horizonte mientras Cell y Freezer se encontraban en el centro de un vasto terreno rocoso, lejos de cualquier interferencia. Las montañas a su alrededor temblaban con cada intercambio de golpes, y la energía de ambos combatientes creaba ondulaciones en el aire que provocan distorsiones en el paisaje.
Después de lo que había parecido una eternidad de tensiones entre ellos, ahora se entendían de una manera diferente, y aunque cierta rivalidad seguía ahí, había un respeto mutuo que fortalecía sus entrenamientos.
Freezer respiraba con dificultad, pero sin dar señales de dejarse vencer.
-Has mejorado, Freezer.-mencionó el androide con una sonrisa ladeada, mientras daba un paso adelante, preparándose para el siguiente asalto.
Freezer bufó, limpiándose un rastro de sangre de su labio inferior. Aunque estaba cansado, su determinación era inquebrantable.-No te emociones tanto. Aún no has visto nada.- respondió con su tono frío, pero esta vez, una chispa de diversión cruzó por sus ojos antes de lanzarse contra su oponente.
El sonido del impacto resonó como el eco de un trueno. El demonio del frío movía sus manos con velocidad apenas visible, lanzando ráfagas de energía que Cell esquivaba con movimientos calculados. Aunque Freezer solía depender de su astucia y brutalidad, ahora estaba demostrando una resistencia física mucho mayor que antes. Había momentos en los que lograba forzar a Cell a retroceder, y en más de una ocasión, llegó a conectar varios golpes directos, algo que hace mucho tiempo hubiera sido impensable.
-No está mal.-declaró Cell después de recibir un puñetazo que le hizo retroceder unos metros. Se sacudió el polvo de sus hombros, su sonrisa estuvo presente en todo momento.-Pero aún puedo superarte.
Los ojos de Freezer se entrecerraron peligrosamente. Atento ante el próximo ataque del androide.
Cell aun con su sonrisa, decidió que, al ver los avances del demonio del frío, era el momento de mostrar cierto ataque. Con una rápida serie de movimientos, Cell canalizó su energía en sus manos, era una técnica que había estado perfeccionando en secreto. Unos ataques que había visto ejecutar a los guerreros Saiyajin que tanto despreciaba. El único detalle es que esas técnicas se efectuaban de manera individual, a diferencia de cómo planeaba ejecutarla en ese momento. Concentrando su poder en sus manos, estas se iluminaron con una mezcla de energía dorada y azulada.-Final... ¡Kamehameha!-gritó Cell, lanzando el ataque.
El rayo de energía avanzó con una fuerza abrumadora. Freezer, aunque lo vio venir, no pudo reaccionar lo suficientemente rápido. El ataque lo alcanzó de lleno, envolviéndolo en una explosión cegadora de poder.
Cuando el humo se disipó, Freezer estaba arrodillado, respirando pesadamente mientras intentaba levantarse, pero sus extremidades temblaban por las heridas. Su rabia era evidente, tanto por el dolor físico como por el hecho de que Cell había usado una técnica basada en los guerreros Saiyajin, los mismos a los que había jurado odiar con cada fibra de su ser.
-¡Maldito seas!-exclamó Freezer, furioso, sus ojos ardiendo con una mezcla de frustración y orgullo herido. Aunque las heridas no eran letales, el simple hecho de que el androide hubiera utilizado una técnica inspirada en sus enemigos lo lastimó más que cualquier cosa.
Cell aterrizó suavemente frente a él, observándolo con una sonrisa complacida.-Sabes... creo que voy a quedarme con esa técnica.-comentó, cruzándose de brazos.- Tiene su encanto, ¿no te parece?
Freezer apretó los dientes, levantándose lenta y pausadamente. A pesar de su enojo, no podía negar que Cell le había superado en ese momento. Pero en lugar de estallar, lo dejó pasar. Estaba irritado, sí, pero algo en su dinámica había cambiado. Tal vez era el respeto que habían cultivado con el tiempo, o quizás simplemente estaba demasiado cansado para prolongar la pelea. Resoplo con indiferencia.-Es una técnica ridícula... pero la próxima vez no tendrás tanta suerte.-gruñó, dándole la espalda al androide.
Cell lo observó, sintiendo una extraña satisfacción por haber logrado ejecutar una técnica tan poderosa. Al final, este entrenamiento había sido más que una simple batalla de poder. Aunque ambos mantenían su orgullo, podía sentir que algo había cambiado entre ellos. No solo entrenaban para hacerse más fuertes, sino también para empujarse mutuamente hacia nuevos límites.
Después del intenso entrenamiento, el ambiente quedó en silencio. Las respiraciones entrecortadas de Freezer y Cell eran lo único que se escuchaba mientras el polvo de los escombros aún flotaba en el aire. Ambos estaban agotados, pero satisfechos. El demonio del frío, aún con el ceño fruncido, observaba de reojo al androide. Mientras recuperaba el aliento, en su interior experimentaba una extraña mezcla de alivio y tranquilidad que no terminaba de reconocer del todo.
No era como en los viejos tiempos, cuando Cell siempre parecía encontrar la manera de humillarlo. No solo lo desobedecía y lo enfrentaba en cada oportunidad, sino que también lo superaba en fuerza y habilidad. La herida más profunda, sin embargo, había sido cuando Cell se fue con su hermano. Ese simple acto lo había irritado por completo y, en su mente, lo había sentido como una humillación que jamás podría borrar.
Solo pensar en eso, provocó que apretara el puño con un leve temblor, recordando cada desafío que Cell había lanzado en su contra. Pero ahora las cosas habían cambiado. Después de tantas incomodidades, finalmente podía sentir que todo estaba en su lugar. Entrenar con el androide, ya no lo alteraba ni lo hacía sentir torpe o expuesto como antes.-"Al menos ahora, Cell está exactamente donde quiero que esté."- pensó con tal certeza, que podía encontrar paz en esa situación. Ya no sentía la necesidad de indignarse o de mostrarse superior cada segundo; habían llegado a un acuerdo tácito. Y aunque seguía siendo desobediente, confrontacional, y lo superaba en poder, estaba bien con eso. Mientras mantuvieran su acuerdo, Freezer podía tolerarlo.
Cell, por su parte, también parecía en paz consigo mismo. Después de semanas entrenando con el demonio del frío, se sentía más a gusto que en mucho tiempo. Estar al lado de él era, curiosamente, más cómodo que cuando había estado bajo el mando de Cooler. Aunque le había prometido que en algún momento volverían a entrenar, por ahora, disfrutaba del tiempo que pasaba aquí.
-Buscaré por aquí cualquier cosa que pueda ser útil para el Dr. Gero.-expresó Cell, rompiendo el silencio, mientras miraba a su alrededor.- Después de todo, él es la única esperanza que tenemos para derribar la barrera.
Freezer asintió, su mirada todavía fija en el androide, pero su expresión había cambiado. La dureza habitual de su semblante había cedido ligeramente. Aunque seguía manteniendo una distancia emocional, podía admitir para sí mismo que estaba más cómodo con la situación de lo que hubiera imaginado.
-Haré lo mismo.-respondió Freezer, cruzándose de brazos aun adolorido.- Veré si algún soldado ha encontrado alguna otra oficina o algo que pueda ser útil.
Ambos sabían que lo que ocurría era simplemente una rutina, algo que hacían de manera mecánica. Pero era precisamente esa normalidad lo que hacía que todo fuera más llevadero. Después de tantas semanas entrenando juntos, lo cierto era que se habían acostumbrado a la compañía del otro. Ya no había lugar para los nervios o la incomodidad. El tiempo y los entrenamientos habían disipado cualquier tensión. Freezer podía decir, con cierta satisfacción, que había logrado controlar su temperamento cerca de Cell.
-Nos vemos luego.-dijo Cell, despidiéndose con una calma inusual. No había hostilidad, ni tensión, sólo una separación rutinaria.
Freezer asintió levemente en señal de despedida. Y sin más palabras, se alejaron del lugar, cada uno por su lado. Después de todo lo que había pasado, parecía que finalmente las cosas habían vuelto a la normalidad, y para Freezer, eso era todo lo que necesitaba para sentirse en control de nuevo.
Cell volaba a baja altura, explorando el terreno que se extendía por kilómetros. No había mucho que destacar en el paisaje monótono, y en ocasiones, parecía que no había absolutamente nada interesante a la vista.-"Otra vez, kilómetros de vacío"-pensaba con algo de frustración. Sin embargo, cuando decidió alejarse un poco más, notó algo peculiar: en la distancia, distinguió a los miembros de las Fuerzas Ginyu. Estaban agazapados detrás de unas rocas, discutiendo entre ellos en un tono bajo.
Intrigado, el androide decidió acercarse.-"¿Qué estarán tramando ahora?"-pensó, mientras descendía casi al nivel del suelo, moviéndose con cautela para no ser detectado.
-¡Asómate! -susurraba Burter a Jheese con impaciencia.
-¡No, asómate tú!-respondió Jheese con igual nerviosismo.
-¿Y si saben que los estamos siguiendo? -intervino Recoome, con un tono más bajo, mirando inquieto hacia las rocas.
Rápidamente, Cell se aproximó y aterrizó con suavidad cerca de ellos, causando que todos se sobresaltaron por su repentina aparición. Los soldados se miraron entre ellos, intentando mantener la calma.
-¿Qué sucede aquí?-preguntó Cell, cruzando los brazos, su tono curioso, pero con esa aura intimidante que siempre lo rodeaba.
-¡Cell! Vimos unos ogros recorriendo la zona -explicó Burter en voz baja.- Estábamos siguiéndolos para ver hacia dónde se dirigían, pero no podemos hacerles nada, ya sabes... si los atacamos, podrían encerrarnos otra vez.
El androide entrecerró los ojos, visiblemente interesado en lo que los soldados habían visto. Era un hallazgo inusual, y podría haber alguna utilidad en seguirles la pista. Sin embargo, advirtió cómo los soldados lo miraban con una chispa de esperanza. Supo de inmediato qué estaban pensando. Sin más, los Ginyu adoptaron su famosa postura, asumiendo que el androide los ayudaría.
-¡Sí, reunamos al equipo! -gritó Jheese con entusiasmo, levantando un puño.
Rápidamente, sus compañeros le cubrieron la boca para evitar ser vistos. También estaban entusiasmados, pero no querían delatar su posición a los ogros.
Cell rodó los ojos con resignación.-Nunca haré esas poses.-dijo en tono seco, sintiendo una mezcla de lástima y desaprobación ante su teatralidad.
Después de recuperar la compostura, todos se asomaron con cuidado desde su escondite. Efectivamente, dos ogros estaban frente a una formación rocosa, aparentemente inmersos en una discusión. No eran los típicos ogros que divisaron con anterioridad, sino que eran los ogros pequeños y con uniforme. Sin embargo, lo que más capturó la atención de Cell no fue la conversación en sí, sino un objeto cercano: un pequeño automóvil estacionado junto a los ogros.-"Interesante" -pensó, enfocando su vista en el vehículo. Si funcionaba correctamente, el Dr. Gero podría utilizar sus partes para la máquina que estaba construyendo.
-Llevan varios minutos ahí... ¿qué estarán haciendo? -murmuró Recoome, sin quitarles la vista de encima.
Cell aguzó sus sentidos, concentrándose en las palabras de los ogros a la distancia.
-Tenemos una irregularidad en el sector 6.-decía uno de los ogros, mientras el otro anotaba. Este ogro comenzó a caminar alrededor de la formación rocosa hasta que se detuvo.-No se ve a simple vistogra, pero las coordenadas indican este lugarogro. Debe estar al interiogro de esta cueva.
-¿Es una cueva?- preguntó el otro ogro al levantar la vista de su libreta. Comenzaron a discutir sobre si era una cueva o no, ya que la entrada a esta era muy pequeña.
-Están hablando de una anomalía.-dijo Cell, en voz baja pero firme. Escuchaba cada palabra a la perfección.-"Parece que han detectado algo interesante."
-¿Pudiste oír lo que decían desde aquí? -preguntó Burter, sorprendido.
-Puedo escuchar a kilómetros de distancia.-respondió Cell sin apartar la mirada de los ogros, ignorando la preocupación que comenzaba a crecer entre los soldados, quienes tragaron saliva, temiendo que el androide hubiese escuchado alguna de sus conversaciones pasadas.
Sin embargo, Cell estaba inmerso en la importancia que podria tener esta "anomalía". Si realmente existía algo dentro de esa cueva, debería informarle al Dr. Gero. Pero, entonces, recordó con molestia que no tenía su rastreador.-"Maldita sea."- pensó, frustrado consigo mismo. Aún no había aprendido a usarlo correctamente, lo cual le molestaba profundamente en momentos como esos. Aun así, decidió no demostrarlo.
-Díganle al Dr. Gero sobre esto.-ordenó a uno de los soldados.- Él sabrá qué hacer con esta información.
-Los rastreadores están fallando en esta zona.-respondió Gurdo con nerviosismo.- Tal vez sea por esa anomalía de la que hablaban los ogros. Intentamos comunicarnos con el Señor Freezer, pero solo escuchamos estática.
Cell se asomó nuevamente, sus ojos estaban fijos en el auto.-"Podría llevárselo fácilmente."-pensó. Pero sabía que actuar así en el Infierno traería consecuencias, probablemente lo volverían a encerrar si causaba demasiado alboroto. Tendría que ser más estratégico.
Se volvió hacia los soldados.-Escuchen.-dijo el androide, formulando un plan rápidamente.- Burter y Jheese, distraigan a los ogros. Cuando ellos no se den cuenta, Recoome y Gurdo, tomen ese auto y llévenselo al Dr. Gero. Él necesita más materiales para su máquina. Yo seguiré a los ogros para ver a dónde se dirigen sin su vehículo.
Los soldados asintieron rápidamente, listos para actuar. Burter y Jheese salieron de su escondite acercándose a los ogros y, sin mucho esfuerzo, lograron espantarlos. Los ogros se sorprendieron y, en lugar de huir, como Cell esperaba, entraron corriendo en la cueva.
-¿A dónde creen que van?-murmuró Cell, algo desconcertado.
Mientras tanto, Recoome y Gurdo ejecutaron el plan, tomando el auto sin problemas y desapareciendo en dirección al laboratorio del Dr. Gero. El androide, por su parte, se acercó a la entrada de la cueva con cautela, junto a los otros soldados.
-Vigilen el perímetro.-ordenó a Burter y Jheese.- Esos ogros pueden escapar por otro lado.
Los soldados obedecieron sin dudar, mientras Cell observaba el interior de la cueva, pensativo en cuál sería su siguiente paso.
Tardaron unos minutos en recorrer los alrededores de la formación y los lugares cercanos, por lo que al regresar solo había una única alternativa para el androide.
Sin pensarlo, dio unos pasos hacia la cueva con intenciones de entrar. Jesse, antes de irse, le entregó su rastreador a Cell.-Si vuelve la señal, te avisaremos si los vemos acá afuera.
El androide aceptó el rastreador sin pensarlo demasiado, aunque recordó con una punzada de frustración que aún no sabía cómo usarlo. No iba a admitir eso frente a los Ginyu, así que decidió ignorar el detalle por ahora.
La entrada de la cueva era angosta para alguien de su tamaño, pero eso no fue un problema. Con un poco de esfuerzo, Cell rompió parte de la entrada y se abrió paso. Caminaba levemente agachado, sus alas rozando las paredes de la cueva, pero logró avanzar sin problemas.
Se detuvo en seco cuando escuchó a los ogros a lo lejos. Sonrió con malicia al seguirlos con facilidad por el claro sonido de sus pasos. De repente, todo quedó en silencio. Cell entrecerró los ojos, agudizando su oído, pero no hubo más ruidos.-"¿Qué demonios?" -Se preguntó, deteniéndose. Era como si los ogros hubieran desaparecido, como si se hubieran desvanecido en el aire.
Extrañado por lo ocurrido, el androide avanzó por el túnel hasta que se encontró con una bifurcación que se dividía en varios caminos. Suspiró, eligiendo uno de los túneles al azar, sin saber a dónde lo llevaría. Tras recorrerlo por unos pocos segundos, se dio cuenta de que era un callejón sin salida. Volvió sobre sus pasos hasta la división inicial.
Estaba a punto de tomar otro túnel cuando escuchó algo detrás de él. Aún era incapaz de percibir el ki. Recordar aquello, siempre lo irritaba, y en ese momento, también lo puso en alerta. Sin hacer ruido, se escondió en la entrada del túnel sin salida. No estaba dispuesto a meterse en problemas por algo tan trivial.
Vio una luz tenue que se acercaba, iluminando el interior de la cueva. Una esfera de energía flotaba en el aire, y pronto reconoció la figura de Freezer, quien avanzaba sin prisa.
-Oh, eres tú, Cell.-dijo Freezer con indiferencia, notando al androide al salir de su escondite. Aún se veía algo maltrecho por el entrenamiento que tuvieron hace poco.
-Vi a unos ogros entrar aquí. Sospecho que este podría ser un pasadizo hacia algún lugar que ellos frecuentan.-respondió Cell, manteniendo su tono frío.
-Recibí el aviso, aunque fue confuso con la interferencia. Me pusieron al tanto fuera de la cueva.-replicó Freezer, observando el túnel con cierta curiosidad.
De repente, un sonido extraño rompió el silencio de la cueva, captando la atención de ambos. Los dos giraron al unísono hacia el túnel de la derecha, de donde provenía el ruido. Sin mediar palabra, caminaron en esa dirección.
El túnel era largo y oscuro, pero al final de este comenzó a verse una luz resplandeciente que cubría lo que fuera que estaba al otro lado. Por unos segundos, se detuvieron en la entrada, desconcertados por la extraña luz que cubría el final de la cueva.
El demonio del frío no lo pensó mucho y sin vacilar, dio un paso al frente desapareciendo en la luz.
Cell observó desconcertado tal acción.-”Que imprudente”-pensó con fastidio. Sin embargo, y de igual manera, también se aproximó hacia la luz para ingresar en ella. Aunque a diferencia de Freezer, tuvo que hacer un esfuerzo para internarse.
La luz lo rodeó por completo. Era lo único que podía ver a su alrededor, hasta que de pronto, esa luz se convirtió en lo que parecía ser un torbellino. El androide podía sentir como descendía y ese torbellino lo arrastraba hacia una dirección.
Súbitamente, su vista cambió, convirtiéndose en un extenso campo de flores. Aun dentro del torbellino, siguió bajando hasta llegar junto a Freezer, quien miraba este nuevo lugar anonadado y confundido.
-¿Qué es este lugar?-preguntó Cell igual de desorientado que el demonio del frío.
-No lo sé. Pero no me gusta nada.-murmuró Freezer, frunciendo el ceño.- Parece un paraíso...
-¿Qué hace algo así debajo del infierno?-se preguntó perplejo el androide en voz baja. Podía ver más torbellinos de luz a lo lejos, descendiendo hacia el mismo campo de flores. La escena era tan extraña que incluso él, acostumbrado a lo inusual, se sintió desconcertado.
Freezer nuevamente sin pensarlo demasiado, extendió su mano hacia fuera del torbellino. En el instante en que su mano salió hacia el campo, comenzó a recubrirse de metal. Alarmado, retiró rápidamente su brazo, y la transformación desapareció al volver a la seguridad del torbellino.
-¿Qué demonios...? -Freezer miró su mano, claramente impactado.
El androide observó con asombro lo que acababa de suceder, pero su curiosidad fue mayor que el temor. Igualmente, extendió su propia mano hacia fuera del torbellino, esperando experimentar lo mismo que Freezer. Sin embargo, para sorpresa de ambos, nada ocurrió.
-Parece que esto no me afecta.-mencionó Cell, con una leve sonrisa de autosuficiencia.- Voy a explorar este lugar.-Sin esperar una respuesta del demonio del frío, salió completamente del torbellino, voló por el campo de flores sin mostrar ningún signo de transformación.
Freezer, molesto por la diferencia de reacciones, respondió.-”¿Por qué a ese androide no le afecta?” -gruñó, mientras volvía a considerar salir fuera del torbellino.
Guiado por la molestia y esta vez más decidido, salió completamente del torbellino. Y de inmediato, sintió cómo su cuerpo comenzaba a recubrirse de metal, como si volviera a transformarse en su forma de Mecha Freezer. El miedo lo superó, y antes de que la transformación avanzara más, volvió al interior del torbellino.
Suspiró aliviado al ver que su cuerpo volvía a la normalidad. Miró con seriedad el campo de flores desde la seguridad del torbellino, preguntándose qué clase de lugar era ese.
De repente, vio a Cell regresar a toda velocidad. Su rostro reflejaba una urgencia inusual.-Nos siguen. Debemos irnos.-advirtió el androide llegando a su lado, sin más preámbulos.
Freezer entrecerró los ojos, escéptico.- ¿Y por qué deberíamos preocuparnos?
-Si nos encuentran aquí, podrían sellar este lugar, sea lo que sea.
-Pero... -el demonio del frío iba a objetar, pero ambos voltearon al mismo tiempo al escuchar el sonido de un auto acercándose. Claramente, era un vehículo conducido por ogros y se aproximaban hacia su posición.
Antes de que Freezer pudiera protestar, el androide lo tomó bruscamente del brazo y lo arrastró por el largo del torbellino, de vuelta hacia la cueva.
-¡Oye, suéltame! -gritó Freezer, claramente irritado por ser tratado de esa forma, pero Cell no le prestó atención hasta que llegaron a la cueva.
Una vez ahí, finalmente lo soltó, y ambos comenzaron a caminar apresuradamente hacia la salida. Freezer aunque molesto por la reacción del androide, género otra esfera de energía para iluminar su camino. Llegaron a la bifurcación de los túneles, sin embargo Cell se detuvo en seco, al escuchar pasos que venían del exterior.
-Hay más ogros acercándose.-expresó el androide en voz baja, agudizando su oído.
Freezer también lo notó, sintiendo el débil ki de los nuevos intrusos que comenzaban a entrar a la cueva. Su mente comenzó a trabajar frenéticamente, recordando lo que podría suceder si los volvían a capturar. No deseaba que los volvieran a encerrar en una celda.
Justo cuando estaba a punto de sugerir un plan, Cell se aferró a su brazo nuevamente y lo jalo rápidamente hacia el único túnel sin salida que conocía.-Por aquí.-dijo Cell, sin dudar, mientras ambos se ocultaban en lo más profundo del túnel.
Ambos se toparon con el final del túnel con rapidez, pues no era muy profundo. Cell finalmente soltó al demonio del frío, pero la situación no mejoró mucho. La cueva era más pequeña de lo que esperaban, y el techo bajo obligaba a Cell a agacharse ligeramente para evitar golpearse la cabeza. Freezer, aunque con un cuerpo más pequeño y ágil podría moverse con mayor facilidad, la sensación de encontrarse en un espacio reducido le causaba gran incomodidad. Ya resignado a ese plan, desvaneció la esfera de energía en su mano, sumiéndolos en una completa oscuridad.
El demonio del frío respiraba de manera controlada, con un rostro serio y la mandíbula apretada. Pese a la oscuridad, sus ojos se mantenían fijos en la entrada del túnel. Sin embargo, la proximidad entre él y Cell no era algo que pudiera ignorar. Apenas había espacio entre ellos, y el cuerpo de Cell, mucho más grande, casi rozaba el suyo.
El androide, por un lado, intentaba estar igual de inmóvil, pero por otro lado se encontraba inquieto por la peculiaridad de la situación. Esa proximidad con Freezer, era algo que nunca antes le había afectado hasta ese nivel, ni siquiera cuando lo había sujetado hace unos instantes. Ahora se sentía nervioso de una manera que no terminaba de comprender.
La frialdad de la piel de Freezer era palpable, como si la energía de ambos se mezclara en el reducido espacio. Sentía su respiración, lenta pero calculada, y el simple hecho de estar tan cerca en una situación que no fuera una batalla, lo estaba llevando a pensar en cosas que normalmente no tendría en mente. Sacudió levemente su cabeza, debía enfocarse en los ogros, en la misión… pero era difícil concentrarse en esa situación, se encontraba demasiado consciente de Freezer.
De repente, el demonio del frío hizo un pequeño movimiento, apenas inclinándose hacia un lado, y eso fue suficiente para que el brazo de Cell rozara el suyo. El contacto fue tan breve como un latido, pero fue suficiente para que el androide sintiera un ligero escalofrío recorrer su cuerpo, no por la frialdad habitual de Freezer, sino por una sensación que le causó. Su respiración se aceleró ligeramente y por primera vez en mucho tiempo, no era por una batalla.
Freezer notó el roce, pero no dijo nada. Se limitó a ajustarse contra la pared del túnel, como si intentara crear más espacio entre ellos. No obstante, la situación no le ofrecía mucho margen de maniobra. El androide apenas pudo ver cómo el demonio del frio entrecerraba los ojos, claramente molesto o incómodo, pero ni él se atrevió a moverse mucho más. Todavía escuchaban a los ogros cerca de la entrada, eran muy lentos. Mientras se tomaban su tiempo para llegar hasta ellos, la tensión que ambos sentían en ese túnel oscuro y estrecho iba en aumento.
El nerviosismo aumentaba con cada segundo que pasaba, y Cell, aunque intentaba mantener su compostura habitual, no podía evitar ser consciente de cada pequeño detalle de Freezer. Su vista se estaba acostumbrando a la oscuridad, por lo que podía percibir su respiración, el casi imperceptible movimiento de su cola cuando cambiaba ligeramente de postura y el latido constante de energía que compartían estando tan cerca. Todo le parecía amplificado.
Sabía que hace un tiempo había tenido una cierta atracción hacia el demonio del frío, pero algo en ese momento le resultaba diferente. No podía llamarlo “atracción”, ni mucho menos. Había algo más, algo que lo inquietaba.
Un silbido repentino cortó el silencio, sacando a Cell de sus pensamientos. Era una llamada al rastreador del demonio del frío, un sonido agudo que resonó en el túnel.
Freezer frunció el ceño, algo avergonzado por haber sido sorprendido, pero respondió rápidamente.-Señor Freezer.-se escuchó la voz de Burter al otro lado, su tono claramente entusiasta.- Están llegando más ogros al sector y han entrado en la cueva.
-Retírense del área.-ordenó Freezer en voz baja, pero con firmeza.- No levanten sospechas.-demandó antes de apagar el rastreador. Aunque por fin habían obtenido señal, era mejor apagar el aparato para no delatar su ubicación.
El androide observó todo en silencio, consciente de que su propio rastreador seguía encendido. Ciertamente, no sabía cómo apagarlo, y después de un segundo de incomodidad, se lo quitó resignado y se lo extendió a Freezer.-Apaga este también.-pidió, algo avergonzado. Había tenido un rastreador por mucho tiempo, pero nunca se había molestado en aprender a usarlo más allá de responder llamadas. El Dr. Gero solo le había podido enseñar a realizar esa acción, y cualquier otro intento de hacer algo más con el aparato había terminado en desastre.
Aunque se encontraban en medio de la oscuridad pudo sentir la mirada del demonio del frío sobre él, cargada de incredulidad y molestia. -¿Es en serio?-preguntó Freezer, su tono era suspicaz, pero no obtuvo respuesta del androide. Con un suspiro de resignación, tomó el rastreador y lo apagó antes de devolverlo.
Después de esto, el silencio volvió a apoderarse del túnel.
Ambos se mantuvieron expectantes, hasta que, de repente, un destello de luz se proyectó por uno de los túneles. Los ogros habían llegado a la intersección, usando linternas para revisar cada rincón. Cell y Freezer se sobresaltaron casi al mismo tiempo, pero sin moverse demasiado. Instintivamente, ambos se apretujaron más contra la pared del estrecho túnel sin salida en el que se habían escondido. El androide, obligado por el reducido espacio, se inclinó aún más, y su pecho se encontró con la espalda de Freezer, quien permanecía más rígido de lo normal.
Cell trago saliva incómodo por la situación, lo cual fue evidente para el demonio del frío.-No te muevas.-le susurró con una voz apenas perceptible, su tono demostraba tanto incomodidad como irritación.
Del otro lado, las voces de los ogros rompieron el silencio. Por lo que se podía escuchar, había al menos tres.-¿Dónde está la irregularidad-ogro? -preguntó uno de ellos mientras movía la linterna de un lado a otro.
-Debería ser fácil de ver. Es una anomalía.-respondió otro con tono indiferente.
-No veo nadogro.-agregó un tercero.- Deberíamos seguir buscando.
Freezer, con cada segundo que pasaba, podía sentir los latidos de Cell como si retumbaran en el aire. Nunca lo había percibido tan agitado, ni siquiera en medio de una pelea. Giró apenas la cabeza hacia él, y sus ojos captaron un brillo extraño en el androide, una mezcla de incomodidad y concentración.
El androide, sintiendo la mirada de Freezer sobre él, lo miró de reojo, pero el contacto visual entre ambos duró apenas un segundo. Ambos desviaron la mirada rápidamente, intentando ignorar la incomodidad y la proximidad que compartían.
La luz de las linternas de los ogros comenzó a iluminar el túnel donde se encontraban, haciendo que ambos contuviesen la respiración. Unos segundos más y quedarían expuestos.
-¿Cual es la dirección-ogra? -preguntó uno de los ogros, mientras la luz de su linterna barría el espacio frente a ellos.
Hubo un momento de silencio en el que tanto Freezer como Cell se prepararon mentalmente para lo peor. Estar atrapados allí era una posibilidad real. El corazón de Cell se aceleró aún más, y Freezer, aunque estaba más calmado, mantenía su mirada fija en la luz, calculando cada posible desenlace.
Sin embargo, de repente, un alboroto de voces rompió la tensión. Otro grupo de ogros apareció en escena. El eco de sus pasos y gritos llenó el túnel.
-¡Ah, eran ustedes! -se quejó uno de los recién llegados.- Nos asustaron, ogro.
Freezer y Cell aprovecharon la distracción para apretarse aún más contra la pared, tratando de no moverse demasiado mientras las luces rebotaban de un lado a otro.
-¿De dónde salieron-ogro? -preguntó uno de los ogros.
-De allá.-explicó otro.- Nos escapamos de unos tipos extrañogros, y cuando veniamos de vuelta, vimos a alguien más entrar en la cuevogra.
-Acabamos de llegar, tal vez ya se fueron.-comentó otro.
Hubo un suspiro colectivo, como si los ogros compartieran el mismo miedo a estar en el infierno, incluso siendo habitantes regulares de ese lugar. La mención de "esos soldados extraños" recorrió la conversación, haciendo que Freezer frunciera el ceño ligeramente.
-¿Y qué sucede con la anomalíogra?-preguntó uno de los ogros más curiosos.
-No se puede cerrar.-respondió otro con tono seco.- No sabemos por qué, ogro.
-¿Estás segurogro?-dijo otro
-Si digo que no se puede repararogro, es porque no se puede...-respondió el ogro, mientras las luces comenzaron a alejarse, arrastrando las voces de los ogros con ellas.
Cuando por fin volvieron a quedar en completa oscuridad, Freezer soltó un suspiro de alivio apenas audible, y Cell hizo lo mismo. El silencio en el túnel era denso, casi sofocante, pero ambos permanecieron quietos, asegurándose de que los ogros realmente se hubieran ido.
Ninguno de los dos habló de inmediato; la proximidad entre ellos se volvía más incómoda con cada segundo que pasaba. Cell, aunque confuso y nervioso por las sensaciones que se acumulaban hasta ese momento, no podía dejar de notar que, a pesar de la situación, ese contacto incómodo comenzaba a mitigarse. Con el paso del tiempo, incluso esa incomodidad se desvanecía, y empezaba a habituarse al contacto con Freezer.
-Ya debieron irse.-murmuró Freezer de repente, con un tono bajo, refiriéndose a los ogros. La frase estaba cargada de impaciencia.
-Quizás deberíamos esperar un poco más.-respondió el androide en voz baja, consciente de que los pasos se habían alejado, pero también sabiendo que moverse ahora podría atraer su atención. Este comentario provocó que Freezer lo mirara, tal vez no había interpretado lo mismo que él.-Digo... aún los escucho.-añadió, algo avergonzado. No era mentira; podía oír los pasos de los ogros a lo lejos. Aunque, siendo honesto consigo mismo, no sabía si estaba listo para romper ese extraño momento.
Freezer volvió la mirada al frente con rapidez y suspiró de manera controlada. El silencio dominó nuevamente el espacio. Ninguno se movía, y cada segundo juntos hacía más evidente esa sensación extraña, como una tensión que ninguno de los dos quería reconocer, pero que los envolvía sin poder evitarlo.
Finalmente, los pasos de los ogros desaparecieron en la lejanía, y su ki débil ya no se sentía en absoluto. La cueva quedó completamente en silencio. El demonio del frío fue el primero en moverse, caminando hacia la salida con un movimiento brusco, como si quisiera escapar no solo del túnel, sino también de lo que acababa de pasar con el androide.
Cell tardó unos segundos en reaccionar. Al volver en sí, y sin decir nada, se deslizó fuera del túnel, moviéndose con cuidado para no hacer ruido hasta llegar a la intersección de los túneles.-Eso fue…-comenzó a hablar, pero su voz se apagó rápidamente. No parecía tener intenciones de terminar la frase, como si prefiriera no reconocer lo que acababa de pasar entre ellos.
-Sí, bueno, al menos no nos encontraron.-respondió Freezer, manteniendo su tono neutral, pero sintiendo que algo dentro de él seguía fuera de lugar. Quería ignorarlo, no darle importancia. Pero la sensación no desaparecía.
Al percatarse de que seguían en la oscuridad, esta vez fue Cell quien creó una pequeña esfera de energía para iluminar el espacio.
Ante esto, el demonio del frío, de inmediato desvió la mirada, levemente incómodo.
El androide quería decir algo para aliviar ese incómodo silencio, pero fue Freezer quien se aclaró la garganta.-No sabemos qué es eso.-comenzó a decir, en un tono sorprendentemente calmado para ambos.-Pero será mejor vigilar lo que sea que los ogros están haciendo aquí.-añadió, y Cell solo asintió, percibiendo que, a juzgar por la situación, Freezer podía ser más resistente y estoico de lo que parecía.
-Daré el comunicado.-manifestó Freezer, con la intención de marcharse, pero al dar unos pasos, se detuvo y tomó aire. Con lo que le quedaba de dignidad, se volteó hacia Cell. Aunque mantenía su habitual rostro serio, sin embargo tenía claramente las mejillas sonrojadas, algo que intentaba disimular. Esto provocó una especie de agitación en Cell, quien no supo qué decir al verlo así. Seguramente, él también se veía igual de avergonzado.
Freezer extendió la mano y, a la distancia, hizo levitar el rastreador de Cell hacia su mano. Lo encendió con facilidad y, sin mirarlo directamente a los ojos, dijo en su tono habitual de autoridad.-Será mejor que aprendas a usarlo. No siempre estaré aquí para hacerlo por ti.-añadió con un dejo de irritación, pero luego después de unos segundos, su tono cambió sutilmente, como si hablara más para sí mismo que para el androide.- Aunque... de alguna manera, siempre termino haciéndolo.
El androide alzó la vista sorprendido por esa última frase. Aunque sonaba como un reproche, presintió algo más escondido en esas palabras, algo que lo dejó pensativo por un momento. Sentía un extraño reconocimiento en el comentario de Freezer.
-Estoy aprendiendo.-murmuró Cell, algo avergonzado. Después de todo este tiempo, había aprendido muy poco sobre el rastreador, y eso era humillante. No podía evitar sentir que dependía del demonio del frío más de lo que le gustaría admitir.
Freezer lo miró de reojo, y por un instante, algo en su expresión cambió. Tal vez era la admisión del androide o el ambiente cargado de su interacción, pero algo lo hizo bajar la guardia.-Lo sé.-mencionó en voz baja, casi en un susurro.
Cell quedó atónito. No esperaba esa respuesta, mucho menos de Freezer. Esa sola palabra, tan simple, lo dejó confundido, como una revelación inesperada.
Al darse cuenta de lo que había dicho, Freezer frunció el ceño, su actitud se endureció nuevamente, y cerró los ojos como si quisiera borrar el momento. Sin embargo, no podía negar el nerviosismo que comenzaba a sentir.-No te confundas, esto no cambia nada.-agregó rápidamente, forzando su tono autoritario mientras extendía su mano para entregarle el rastreador a Cell.
Al recibirlo, sus manos se rozaron accidentalmente. Ambos se quedaron quietos por un segundo que se sintió eterno. Fue un toque insignificante, pero en ese breve instante, el androide sintió de nuevo esa oleada de incomodidad nerviosa que lo había invadido en el túnel.
Freezer apartó la mano de inmediato, y aunque intentó mantener la compostura, el ligero temblor en sus dedos lo traicionó. En lugar de decir algo más, giró bruscamente sobre sus talones.-Me voy.-dijo, casi atropellando sus palabras mientras se alejaba apresurado, intentando disimular el desconcierto que lo invadía. Aunque intentaba mantener su calma habitual, era evidente que lo que había pasado en el túnel le había afectado de alguna manera que no admitiría.
Cell lo vio marcharse perplejo. A pesar de sentir una leve incomodidad, no podía sacudirse la sensación de que algo había cambiado. No sabía exactamente qué, pero había algo en Freezer que lo hacía sentir diferente, algo que no lograba analizar del todo.
Finalmente, se apresuró a salir de la cueva. Le tomó unos segundos sacar su cuerpo por completo del estrecho umbral. Al salir, el paisaje vacío lo recibió: ni un alma a la vista.
Se detuvo un momento, dejando que el frío viento lo envolviera mientras observaba el cielo despejado. Aunque intentaba concentrarse en el plan, sus pensamientos volvieron a ese contacto accidental con el demonio del frío. Aún podía sentir la fricción de sus cuerpos, el breve roce de sus manos, y ese extraño temblor que lo había sacudido. El día había comenzado bien: entrenaron juntos, sin mayores problemas. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, la tensión entre ellos había crecido. Lo que antes eran intercambios tranquilos, ahora estaban cargados de incomodidad.
Pensó en el momento en que sus manos se rozaron; había sido perturbador al principio, pero al pensarlo mejor, esa sensación se desvaneció casi al instante. Ahora, solo quedaba una vaga inquietud, como si lo que realmente lo incomodaba no fuera el contacto en sí, sino lo que implicaba. Estar juntos en ese túnel, compartir ese silencio cargado, lo había hecho sentir extraño, pero no necesariamente de una forma mala. Lo cierto es que, no podía negar que algo había cambiado. Y aunque era incapaz de definirlo con precisión, sabía que lo había afectado.
Cell sacudió la cabeza y se elevó en el aire, asegurándose de que nadie lo viera, especialmente ningún ogro. Su próximo destino: la cueva del Dr. Gero. Con suerte, los Ginyu ya habrían entregado el auto.
Y efectivamente, al llegar, lo primero que vio fue el vehículo estacionado cerca de la entrada, junto a los soldados reunidos a un lado del científico. Recoome y Gurdo intercambiaban bromas, mientras inspeccionaban el auto, y el Dr. Gero, absorto en su trabajo, emanaba una calma que Cell había empezado a asociar con ese lugar.
Los Ginyu lo saludaron con su habitual informalidad.-Misión completada.-anunciaron ambos al mismo tiempo con una amplia sonrisa. El androide sintió una leve incomodidad ante el tono militar que no había solicitado. Después de todo, no creía que tuvieran que reportarse con él.
El científico rió por lo bajo y volvió su vista al auto, revisando el interior.-Fue una gran idea.- comentó el Dr. Gero mientras examinaba el cofre.-Ahora sí, tengo muchas piezas para hacer funcionar la máquina.-Sentía que muy pronto podría derribar la barrera.
Antes de que Cell pudiera responder, Burter y Jeice llegaron, radiantes por el éxito de la misión.-¡Cell! Llegaste antes de lo que pensé.-exclamó Jeice, bastante relajado, como si no hubiera ninguna tensión en el ambiente.
-¿Encontraste algo interesante? -preguntó Burter, siempre curioso.
-No lo sabemos.-respondió Cell brevemente. Aunque el hallazgo podría ser algo de gran importancia, no quería seguir pensando en lo que había ocurrido en la cueva.
-Ya se corrió el rumor de que es una salida.- comentó casualmente el científico, aún absorto en el interior del auto.
-No parecía una salida.-corrigió el androide.- Era un lugar completamente diferente a este...muy distinto al infierno.-Aunque no sabían de qué se trataba ese lugar, no parecía una salida y no deseaba que se hicieran falsas esperanzas.
Los Ginyu se miraron entre ellos, emocionados ante la idea de una novedad.
-Los ogros mencionaron que es una anomalía que no pueden arreglar… por ahora.- declaró directamente al científico. Esto captó de inmediato la atención del Dr. Gero, que levantó la vista con un brillo de interés en sus ojos.
-Una anomalía, eh.-murmuró el científico con una sonrisa de satisfacción. Ya imaginando las posibilidades de estudio que ese lugar le ofrecía.- Me gustaría verla.-expresó antes de volver a enfocarse en el auto.
-Yo también quiero ir.-añadió Gurdo, inquieto y lleno de curiosidad.
-Por ahora, ese lugar está bajo vigilancia de los ogros.-interrumpió Cell, cruzándose de brazos.- Es mejor mantenernos alejados por el momento.
Los Ginyu parecieron desanimarse por un momento, pero Jeice no tardó en alentar al grupo.-Tal vez después podamos ir a investigarlo juntos.-propuso con una sonrisa.
Los demás asintieron con entusiasmo, y Recoome declaró alegremente.-¡Sí, será otra misión de equipo!
En su típico estilo exagerado, los Ginyu empezaron a posar junto a Cell, quien los observó con expresión de pocos amigos.-No hagan eso.-gruñó el androide. Pero, los soldados lo ignoraron por completo, disfrutando de su pequeño show. Con un suspiro resignado, el androide se quitó el rastreador de la oreja y se lo entregó a Burter.-Ten.-dijo secamente, tratando de disipar la situación.
Luego se acercó al Dr. Gero, observando el auto con curiosidad. A decir verdad, nunca había visto uno tan de cerca, y había algo en su simplicidad que le intrigaba. Por un momento, fue una leve distracción.
A pesar del hallazgo en esa cueva, sin saber qué era con exactitud, confiaba fervientemente en que la máquina del Dr. Gero sería la solución definitiva. La barrera caería. Estaba seguro de ello.
Aun así, esa anomalía lo seguía inquietando. Parecía un lugar que no debería estar ahí, y lo más extraño era que no había nadie del Otro Mundo tratando de detenerlos. Su mente se enfocó brevemente en Paikuhan, provocando que frunciera el ceño. Sabía que lo enfrentaría de nuevo. Y esta vez, se aseguraría de derrotarlo, cueste lo que cueste.
Mientras estaba absorto en sus pensamientos, los Ginyu se asomaron detrás de él, empujándose ligeramente para ver qué hacía el científico. Cell los observó con perplejidad. Se comportaban como siempre, sin miedo, actuando con la misma confianza despreocupada que se tenían entre ellos. Solamente que ahora se encontraban junto a él. Había pasado mucho tiempo desde que notó que ya no temían su presencia.
Cell siempre se había sentido orgulloso de ser único, pero al mismo tiempo le molestaba ser diferente y no poder relacionarse de manera eficaz con los demás. Antes, la soledad era algo natural para él. Pero ahora, rodeado por ese grupo estrafalario, empezaba a sentir que, tal vez, había encontrado un lugar al que pertenecer.
Miró a los soldados un momento más, y una leve sonrisa de complacencia se asomó en su rostro.
Hasta ese momento, se dio cuenta de lo mucho que había cambiado desde que llegó allí. Antes, era un ser solitario, destinado a buscar poder y destrucción sin compañía alguna.
Ahora con el ejército de Freezer, se sentía realmente cómodo con ellos y trabajando juntos.
El suave murmullo de los soldados, las bromas ligeras y la dedicación del Dr. Gero lo hacían sentir que ya no estaba tan solo como antes. Había empezado a apreciar a esa gente, a disfrutar su compañía de una manera que nunca pensó posible. Tal vez no lo admitiría en voz alta, pero ese lugar, con todas sus peculiaridades, se había convertido en su hogar.
Al final, mientras la cueva se llenaba con el sonido de las risas, Cell se permitió un momento de calma. Se sentía en paz. Por primera vez en mucho tiempo, no estaba solo. Y eso, por ahora, era suficiente.
Notes:
Creo que puedo comentar muchas cosas de este capítulo jeje pero no creo que tenga tanto espacio en esta parte xd Solo dire..
Primero: Cell sacó su barrio interior y robo un auto como lo harían en la Tierra xd
Segundo: creo que ya hacía falta otra escena de tensión entre ellos. Tal vez fue una tontería, pero a veces en dragon ball ocurren cosas así xd
Y tercero y como dato curioso… el final Kamehameha es una técnica de Vegito, pero creo que sí Cell tiene células de goku y vegeta, creo que podría hacer el ataque, ¿no? nadie? Bueno, me gusta soñar :D
Y tambien que me gusta mucho el idioma de los ogros xd
No sigo comentando, sino nunca terminare de escribir jeje Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado. Gracias por sus comentarios y sus votos. Diganme que les pareció este capitulo. El proximo capitulo estara por ahi del 31 de diciembre. Espero no pasarme para el 1 de enero, pero si ocurre nos vemos en el 2025. Un abrazo a todos!! Nos leemos. Bye bye. Los quiero mucho.
Chapter 33
Notes:
Hola!!!!
Espero que se encuentren muy muy bien y que hayan tenido una bella navidad ¡Ya se nos fue el año! Para mi pasó muy rápido, y al menos puedo decir que cumplí todos los meses con un capítulo jeje Mil gracias por su apoyo!
Sobretodo gracias a los que siempre comentan y dejan su voto <3
También quiero mencionar que hoy es el cumpleaños de mi amiga//beta Michu. Me ayuda demasiado con este fic, tanto que diría que la historia es de las dos. Así que gracias michu, ¡Que tengas feliz cumpleaños con tus amigos y tu familia! Y gracias por apoyarme con esta ship. Lo que comenzó como algo piola se descontroló y creo que aun no quiero saber cuando va a terminar jaja (en serio, no quiero saber xd)
Recuerden que pueden seguirla en sus redes: Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
Y bueno, en este capítulo van a ocurrir un par de cosas, que harán que la historia avance un poco más…recuerden que la idea es alcanzar el canon de la serie. Mejor no los aburro mas y disfruten el capitulo xd
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 33:
El androide le hacía compañía al Dr. Gero, mientras se preparaban para probar, por primera vez, la máquina diseñada para destruir la barrera. Se habían alejado considerablemente de la cueva; ninguno de los dos quería que, fuera cual fuera el resultado -bueno o malo- pudiera ser rastreado hasta ellos.
Finalmente, se detuvieron en un sector solitario. Cell cargaba, literalmente, el motor del auto que habían robado, el cual estaba conectado a la máquina que Gero ahora manipulaba con concentración. El científico, ocupado en sus preparativos, rompió el silencio con un comentario inesperado.
-Te veo de buen ánimo.-mencionó sin apartar la vista de su trabajo.
Cell, distraído mientras vigilaba los alrededores, se volvió hacia él, sorprendido por la observación.-¿Por qué no lo estaría?-respondió con una ligera sonrisa.-La máquina ya está lista para la prueba.-Aunque solía ocultar sus emociones, en el fondo estaba realmente entusiasmado. No solo porque la máquina podría ser un éxito, sino también por todo lo que estaba ocurriendo en su vida últimamente. Se sentía bien. A pesar de los recuerdos persistentes de lo que había ocurrido con Freezer en la cueva, algo que seguía considerando extraño, el balance era positivo. Estaba, de alguna manera, confuso, pero en paz consigo mismo.
El Dr. Gero lo observó de reojo. Sabía que había cosas que el androide no se atrevería a contarle, pero aun así sonrió, estaba feliz por él. No dijo nada más y, en su lugar, activó la máquina.-Aquí vamos...
Se oyó un fuerte zumbido que llenó el aire mientras un rayo de energía fue disparado hacia el cielo. Al impactar contra la barrera invisible, una luz cegadora estalló, obligando a ambos a apartar la mirada por unos segundos. Cuando finalmente la luz se desvaneció, el androide y el científico observaron incrédulos el cielo.
-¿Qué ocurrió? -preguntó Cell, claramente desconcertado.
El Dr. Gero sin tener una explicación a lo ocurrido solo frunció el ceño al percatarse de que el resultado no era lo que esperaba.-¿Cómo es posible? -murmuró, igual de atónito.
La barrera, que antes era completamente imperceptible, ahora era visible. Se había transformado en una estructura amarillenta, ligeramente transparente, como una enorme pantalla vidriosa que se extendía a lo largo del cielo.
Ambos volaron, acercándose cautelosamente a la barrera. Cell fue el primero en tocar el "vidrio" que ahora flotaba sobre ellos, sintiendo su superficie con curiosidad. El Dr Gero, más dudoso, hizo lo mismo.
-Es probable que sea una reacción a la baja potencia que usamos.-explicó el científico, tratando de encontrar lógica en lo que veían.- Tendré que recalibrar la máquina para alcanzar la potencia adecuada.
-¿Y cómo sabrás cuánta potencia es la necesaria?-preguntó el androide, sin apartar la vista de la barrera.
Gero suspiró pesadamente.-Creo que solo lo sabremos probando.-admitió con desgano.- Con los pocos recursos que tenemos, no puedo hacer pruebas controladas como me gustaría.-Suspiró de nuevo, mostrando su frustración.- Después de todo, no tengo otra opción más que avanzar de forma algo desorganizada.
Cell lo observó de reojo, antes de volver su atención a la barrera. De repente, sin previo aviso, tomó impulso y golpeó la barrera con fuerza. El impacto resonó por todo el lugar, y para sorpresa de los dos, la barrera no cedió, sino que una grieta gigantesca apareció extendiéndose a lo largo del cielo.
Ambos miraron la escena, atónitos.-¿Por qué siempre intentas resolver todo con fuerza bruta?-le reprochó el Dr. Gero, con una mezcla de disgusto y cansancio.
-Creí que se rompería.-respondió el androide mientras sacudía su mano algo adolorida por el golpe. Esa barrera no era cualquier cosa.- Quizás con otro tipo de ataque…
Comenzaba a acumular energía en sus manos cuando el científico lo detuvo de inmediato.-¡Espera! -exclamó, poniéndose entre Cell y la barrera.- No debemos llamar la atención.-le dijo como si estuviera regañando a un niño.
Cell suspiró con exasperación, desviando la mirada. Estaba convencido de que su enfoque sería más rápido, pero el científico ya lo estaba sermoneando sobre los riesgos de usar la fuerza bruta, la inestabilidad de la barrera, el peligro de atraer atención no deseada, y cómo otros idiotas, igual de impulsivos que él, podrían intentar hacer lo mismo. Después de todo, esto solo era una prueba inicial.
-¡Los ogros!-se escuchó gritar a alguien en la distancia. Tanto el científico como el androide, se miraron entre sí antes de dirigir la vista en todas direcciones, buscando la fuente del alboroto. Finalmente, los vieron. Unos ogros enormes se aproximaban. Estos no eran los típicos ogros de oficina que se encargaban de papeleo y recepción en el Infierno; eran de los que, a pesar de ser conocidos por su cobardía, a veces se atrevían a acercarse a algunos seres del infierno.
Al voltear hacia la barrera, Cell y el Dr. Gero notaron que no eran los únicos que habían sido atraídos por el repentino cambio en el cielo. Había un creciente grupo de curiosos que miraban hacia arriba, con expresiones de sorpresa y miedo. Rápidamente, ambos decidieron retirarse, fingiendo ser parte del público y observando como si no supieran nada de lo ocurrido. Con un poco de suerte, culparían a alguien más de lo sucedido.
El científico fue el primero en retirarse, dirigiéndose hacia la máquina que habían dejado escondida entre unas rocas. Mientras tanto, Cell, antes de irse, echó un último vistazo a la barrera. Su mirada se detuvo en la grieta que había creado con su golpe. En la base de la fractura, un pequeño fragmento de la barrera se había separado del resto. Curioso, lo arrancó. Era sorprendentemente ligero y, al mirarlo de cerca, casi translúcido. Satisfecho con su hallazgo, se apresuró a reunirse con el Dr. Gero, quien ya había recogido la máquina y lo esperaba impaciente.
Escondidos detrás de las rocas, ambos observaron a los ogros acercarse. Los mirones que antes estaban alrededor de la barrera comenzaron a dispersarse, algunos volando lejos o escondiéndose rápidamente para evitar ser involucrados. Cell y el Dr. Gero intercambiaron una mirada nerviosa antes de decidir que lo mejor sería alejarse lo más rápido posible. No podían permitir que los ogros descubrieran lo que habían hecho; si lo hacían, podrían encerrarlos o, peor aún, hacerlos desaparecer como al mago que había destruido la barrera hace unos años atrás.
Apresuraron el paso, con Cell cargando el pesado motor y Gero llevando la máquina. No tardaron en divisar la cueva de Freezer, por un segundo pensaron que podría considerarse como un lugar seguro, ya que los ogros probablemente no se atreverían a entrar allí.
Mientras se acercaban, el androide divisó a las Fuerzas Especiales Ginyu en las cercanías. Aprovechando la oportunidad, disminuyó la velocidad y, sin detenerse del todo, les dio una orden rápida.-Distraigan a los ogros.-dijo con frialdad, apuntando hacia los gigantes que iban a unos metros detrás de ellos.
Sin esperar respuesta, él y el científico se apresuraron a entrar en la cueva. Una vez dentro, dejaron la máquina en el suelo y se asomaron cuidadosamente por la puerta, observando cómo los ogros continuaban acercándose. Parecía que estaban buscando a un sospechoso.
Estaban mirando inquietos, esperando que -como habían planeado- los ogros no se atrevieran a entrar ahí.-¿Qué ocurre? -una voz resonó detrás de ellos, sorprendiéndolos.
Ambos se voltearon de inmediato, sobresaltados por lo nerviosos que estaban. Al ver que se trataba de King Cold, suspiraron aliviados.
-Escapamos de los ogros por lo que hicimos.-admitió Cell, sin darle demasiada importancia.
King Cold observó la máquina que habían traído consigo y, aunque sabía que el Dr. Gero llevaba tiempo trabajando en ella, no entendía del todo qué había sucedido.
-¿Qué hicieron?-preguntó, mientras se asomaba hacia afuera de la cueva. Fue casi inevitable notar la apariencia del cielo. Al verlo, su mandíbula cayó levemente, impresionado por la gigantesca grieta que atravesaba la barrera.
-Falta muy poco para que esté lista, aunque aún hay que hacer ajustes.-mencionó el Dr. Gero.- Pero no deben descubrirnos.
El demonio del frío dirigió su mirada más allá, hacia las Fuerzas Ginyu, quienes ahora estaban interactuando con los ogros. Para sorpresa de todos, los miembros del equipo Ginyu no solo lograron distraerlos, sino que comenzaron a hacer poses ridículas, como era su costumbre, lo que impresionó tanto a los ogros que empezaron a aplaudir. Parecía que el peligro había pasado.
El androide dejó de observar la escena y ahora más calmado, se volvió hacia el Dr. Gero.-Ten.-Con un gesto tranquilo, sacó el pedazo de barrera que había tomado anteriormente y se lo entregó.
Este lo observó atónito y sonrió con humor, después de todo ese impulso salvaje que tenía el androide había servido de algo.-Con esto será más fácil.-comentó el científico, sorprendido por el hallazgo. Una amplia sonrisa apareció en su rostro, mientras lo analizaba.- Solo tendré que hacer algunos ajustes y fijar un rango adecuado con esa muestra.
El androide observó en silencio cómo el Dr. Gero comenzaba a revisar los últimos detalles de la máquina. Aunque no entendía del todo su funcionamiento, solo se limitó a observar mientras el científico estaba ajustando algunas cosas en el aparato.
Se hizo un silencio mientras King Cold dejaba de observar a los soldados, estos parecían estar manejando bien a los ogros, por lo que enfocó su atención en el Dr. Gero. Aunque el demonio del frío no tenía muchos conocimientos sobre los temas científicos, el interés en otro tema surgió en su mente. Dirigió una mirada hacia el androide y con una sonrisa astuta decidió romper el silencio.-Ah, por cierto, he escuchado por ahí que tú y Freezer están entrenando juntos de nuevo.-comentó casualmente, pero con una chispa de malicia.
Cell no se molestó en mirarlo, manteniendo su vista fija en lo que hacía el científico. Sus manos se tensaron levemente, pero aun así intentaba mantener una expresión relajada.-Sí, bueno... estamos entrenando, pero no es para tanto. Solo eso.-respondió, restándole importancia, aunque una ligera rigidez en su voz lo traicionaba. No deseaba pensar en lo ocurrido en el túnel.
King Cold arqueó una ceja, visiblemente intrigado, y avanzó un paso hacia Cell.-¿Solo entrenando? Hmm... Porque también he escuchado algunas otras cosas...-agregó, con un tono divertido y sugerente.
Cell pareció quedarse en blanco por un instante. Había algo en el tono de King Cold que le hizo fruncir el ceño. Su mandíbula se apretó, una mezcla de alarma y desdén apareció en su expresión cuando volteo lentamente hacia el demonio del frío.-¿Qué cosas? -preguntó con voz baja, pero cargada de molestia. Lo último que deseaba, es que estuvieran circulando historias sobre lo ocurrido en la cueva.
-Ya sabes, ciertas... cosas.-King Cold no apartó la mirada, su tono estaba lleno de insinuaciones mientras sus labios se curvaban en una sonrisa, demostrando que no le temía al androide.- Cosas que podrían significar algo más que solo entrenar.
El aire entre ellos se volvió más denso. Cell suspiró, intentando calmar el calor que comenzaba a subirle a la cabeza. No iba a caer en las provocaciones. O eso quería creer.-No. Solo estamos entrenando. Nada más.-declaró, con la voz más cortante de lo habitual, clavando sus ojos en King Cold.
-Yo también he oído un par de rumores... diría que más que solo entrenar.-agregó el Dr. Gero, con un tono burlón, sin apartar la mirada de su trabajo.
Cell se giró rápidamente hacia el científico, sorprendido.-¡¿Tú también?!-exclamó, sin poder ocultar su incredulidad.
El científico asintió con la cabeza, conteniendo una risa mientras seguía ajustando la máquina, como si la situación fuera de lo más trivial.
Cell bajó la vista, notablemente avergonzado. Sus brazos se cruzaron con fuerza sobre su pecho, como si tratara de protegerse de los comentarios. Aunque no hacían referencia a lo ocurrido en la cueva, tenían ideas equivocadas sobre lo que estaba haciendo con Freezer las últimas semanas. -¡No puedo creer que esos chismosos anden diciendo esas cosas! ¡Es ridículo!-gruñó, aunque el leve enrojecimiento de sus mejillas no pasó desapercibido.-No ocurrió nada. ¡Nada en absoluto!-anuncio frustrado.
-¿De verdad? Porque suena como si todos estuvieran viendo algo que tú te niegas a admitir…-dijo King Cold con un tono burlón, mientras observaba a Cell con una sonrisa en el rostro. Tal vez aún tenía algo de esperanza.
El androide chasqueó la lengua, su incomodidad estaba volviéndose palpable.-¡No hay nada que admitir!-su tono era cada vez más defensivo y sus ojos brillaban con una mezcla de frustración e irritación. Dio un par de pasos hacia la salida y se apoyó contra la pared.- Solo estamos entrenando. Nada más.
Tanto King Cold como el Dr. Gero intercambiaron una mirada cómplice, con una risa contenida en sus rostros.-¿Entonces no ha pasado nada? -insistió King Cold, claramente disfrutando de la reacción de Cell.
-¡No! Porque no hay nada.-respondió en un tono rápido y defensivo. Miraba fijamente hacia el exterior, como si quisiera escapar de la conversación.-...Ni va a haberlo.
El silencio que siguió fue incómodo, con Cell visiblemente molesto y avergonzado, mientras King Cold y el Dr. Gero intentaban reprimir sus sonrisas. El androide, por su parte, miraba hacia el horizonte, deseando estar en cualquier lugar menos allí. Sabía que si seguían con esa charla, pronto perdería la calma.-Esos chismosos...-murmuró para sí mismo, con las mejillas todavía enrojecidas y la sensación de que la conversación no había terminado en absoluto.
-Ya veo…-hablo King Cold, dejando que su tono se volviera más serio, abandonando la ligereza anterior.-Aunque me parece curioso que digas eso, Cell...-el androide lo miró con desconfianza, preguntándose por qué el cambio repentino en su actitud.-Hay algo que me molesta en todo esto. Siempre pensé que Freezer podría desarrollar una debilidad, volverse vulnerable de alguna manera. Que algún día podría aferrarse demasiado a alguien… pero jamás lo vi hacerlo.
El tono del demonio del frío, normalmente tan impenetrable, ahora se escuchaba afligido, como si este pensamiento lo hubiera inquietado durante años.
El cambio tomó por sorpresa a Cell, pero trató de ocultarlo detrás de una respuesta sarcástica.-¿Y crees que yo voy a ser esa debilidad?-resopló como si fuera una broma que estaban apunto de decirle.
El demonio del frío ignoró el tono irónico y defensivo del androide, continuando con una calma casi inquietante mientras avanzaba hacia él.-¿Sabes? Siempre pensé que mostrar emociones era una debilidad. Algo que debía evitarse a toda costa.-explicó con simpleza, aunque sus palabras estaban cargadas con la sabiduría de los años.- Es algo que ayuda mucho cuando tienes que comandar un ejército, cuando debes ser invencible ante tus enemigos.-King Cold llegó hasta donde estaba el androide, quedando casi hombro a hombro con él. Su voz se suavizó, casi como si estuviera compartiendo un secreto.-Pero con el tiempo… he aprendido que, por más que uno lo intente, esas debilidades son inevitables.
Cell lo observó de reojo, aún molesto por el rumbo de la conversación.
King Cold no esperaba que lo comprendiera de manera tan apresurada. Incluso, también fue difícil de digerir para sí mismo. Había pasado años siendo frío, endureciendo su corazón, indiferente a todo, para que de un momento a otro haya quedado totalmente expuesto. Freezer y Cooler, eran su mayor debilidad. Aunque era algo que le tomó trabajo admitir, comprendió que no podía luchar contra eso. Cuando se trataba de ellos, era fácilmente susceptible a terminar afectado. Era vulnerable.
Al haber intentado inculcar sus mismos valores en sus hijos, podía ver que ellos eran más duros que él mismo. Y en el caso de Freezer, siempre estuvo orgulloso de su forma de ser, de ser completamente frío de carácter. Y aun así, albergaba una pequeña esperanza de que en algún momento, podría tener una debilidad hacia alguien. Sin embargo, mientras transcurrían los años, nunca lo vio mostrar un lado diferente.
King Cold suspiro un poco apesadumbrado.-Así que si. Puede que tú seas esa debilidad.-expresó con un tono pensativo, después de todo aunque no había visto del todo las interacciones de su hijo con el androide, podía presentir que había algo ahí.-Siempre pensé que sería algo bueno para Freezer, encontrar a alguien en quien confiar. Alguien que le importara, aunque fuera un poquito.
Cell apartó la vista, sintiéndose incómodo, reacio a aceptar la idea. No quería ser la debilidad de nadie. Menos aún de alguien tan complicado como Freezer.-No creo que le importe lo más mínimo.-respondió, su tono sincero. Sabía que, la única razón por la que el demonio del frío le pidió entrenar juntos nuevamente, fue porque quería alejarlo de Cooler. Nunca se le pasó por la cabeza que le importara.- Si quieres saber la verdad, creo que ambos estamos... fastidiados de todo esto. Y yo no voy a insistir en algo que no sé qué es y que no tiene futuro.
El silencio que siguió fue roto abruptamente por King Cold, quien se volteó hacia Cell con una expresión firme, cruzando los brazos en un gesto imponente.-¿Esa es tu opinión o la de Freezer?-preguntó con un tono tan serio que incluso hizo que Cell se estremeciera por dentro.
-Es mi opinión... bueno...-comenzó a decir, pero luego se detuvo, buscando las palabras.- Él fue quien sugirió que volviéramos a estar "como antes". Como si nada hubiera pasado.-declaró encogiéndose de hombros, Y aunque ambos estuvieron de acuerdo no creía que eso fuera un detalle en qué pensar.
King Cold soltó un suspiro exasperado, visiblemente irritado, mientras se llevaba una mano a la frente. A veces no sabía porque su hijo hacía idioteces como esas.-Freezer siempre reprime lo que siente.-dijo con tono severo, como si fuera un hecho que lo frustraba profundamente.- Reprime sus emociones hasta el punto en que parece que nada le afecta. Pero te lo digo, Cell... A Freezer sí le importas, aunque se niegue a admitirlo.
Freezer fue elegido como emperador por muchas razones, una de ellas fue su capacidad de no mostrar debilidad. Pero, como padre, había tenido momentos donde se entristecía verlo tan solo. No es que necesite estar acompañado, pero era natural pensar que alguien con tanto poder también debería tener a alguien a su lado. Y después de tantos años, por fin tuvo un poco de optimismo al conocer al androide.
Cell abrió la boca para responder, pero las palabras se le quedaron atascadas en la garganta. Le costaba procesar el alcance de lo que estaba diciendo. ¿Le importaba realmente a Freezer? ¿Era él esa "debilidad" que King Cold describía? La idea lo incomodaba profundamente.
-¿Y eso qué tiene que ver con todo esto?-preguntó Cell, frunciendo el ceño, sin comprender del todo el sentido de la conversación.
El demonio del frío suspiró sin perder la paciencia y sujeto al androide de los hombros, esperando que así pudiera tener toda su atención.-Eso no tiene por qué ser una debilidad.-mencionó suavizando su tono.- A veces, tener a alguien a tu lado puede darte más fuerza de la que imaginas.
El comentario de King Cold resonó en el androide, quien lo escuchó en silencio, sin saber qué responder de inmediato. Aunque al principio había pensado en rechazar cualquier idea, una parte de él no podía evitar reflexionar sobre esa posibilidad.-¿Más fuerza...?-dijo en voz baja, más para sí mismo.
El científico, quien los observaba de reojo, suspiró un tanto disgustado. Al parecer, Cell decidió quedarse con solo esa parte de la conversación. Desde su perspectiva, el androide solo había prestado atención a la mención de "más fuerza". Aun así, una ligera sonrisa apareció en su rostro mientras seguía trabajando en su máquina.
King Cold asintió y soltó al androide, satisfecho de ver que sus palabras estaban calando en él.-Y bueno… si hay algo más que surja entre ustedes, ya sabes que tienes mi apoyo.-agregó con una sonrisa pícara, mientras apoyaba su mano en el hombro del androide.
El rostro pensativo de Cell cambió de inmediato a uno de pocos amigos.-¡Pero no hay nada!-exclamó, alzando la voz, visiblemente enojado.
-Por ahora.-añadió el Dr. Gero, provocando que el androide se girara molesto hacia el científico.
-Supongo que es solo cuestión de tiempo.-expuso King Cold en tono burlón, encogiéndose de hombros. Esta vez, la vista furiosa del androide se fijó en él.
-¡Basta ya! ¡Les digo que no hay nada!-gritó Cell, ya exasperado, mientras les daba la espalda tratando de ocultar su incomodidad. Sin pensarlo mucho, saltó fuera de la cueva, prefiriendo arriesgarse a cualquier cosa antes que seguir escuchando esas insinuaciones.
Varios metros más abajo, Cell aterrizó y levantó la mirada, aún molesto. Sus mejillas seguían ligeramente sonrojadas. Negaba con fuerza lo que ambos habían sugerido, y no podía entender quién había empezado con esos rumores. Podía sentirse presionado si es que esos rumores tuvieran algo de verdad, pero esta vez no había ocurrido nada de lo que le insinuaron. Solo habían entrenado. A excepción a lo ocurrido en los túneles. Al recordar eso, sintió como su rostro se enrojeció aún más.-"Tampoco ocurrió nada" .-se dijo molesto.
Aunque había sido una situación confusa e incomoda, no confirmaban esos rumores.
Suspiro junto con un gruñido de cansancio. La situación parecía estar saliéndose de control en cuanto a los rumores, y esa reciente conversación lo había incomodado demasiado.
-“¿Una debilidad?”-se preguntó pensativo. A pesar de sus negativas, no podía dejar de pensar en que, si realmente había algo de verdad en lo que le decían. Después de todo, si todos opinaban igual, podría haber algo que estaba pasando por alto. No podía imaginar que alguien como Freezer pudiera pensar tanto de él como para ser considerado una debilidad o verse vulnerable. En su caso, y obviando la extraña atracción que tuvo hacia el demonio del frío en el pasado, sólo podía decir que lo apreciaba. No pensaba que eso lo podría afectar. Claro, apreciaba la compañía del demonio del frío, pero no creía que eso significaba algo más.Porque ¿qué más podría esperar?
Solo quería entrenar con él, se dijo convencido. Aunque fue casi inevitable imaginar algo más. Y al igual que le ocurrió la primera vez que lo tuvo en cuenta, un escalofrío recorrió su cuerpo sólo con considerar ser pareja de Freezer. Sería imposible. Le había tomado años llegar a tener una relación normal y estable con él sin la necesidad de recurrir a la violencia, y no podía imaginarse ir más allá de eso.-Preferiría estar muerto.-se dijo inconscientemente, pero de inmediato se cruzó de brazos, sintiéndose tonto al recordar que ya estaba muerto.
Al fin y al cabo, estaba bien como estaban. No quería arruinar lo que por fin había logrado, y menos pelearse con Freezer por tonterías de rumores o distanciarse otra vez. No importaba los rumores o lo dijeran los demás. Suspiró, un tanto apesadumbrado. Solo quería dejar todo eso atrás.
Pero, aun así, las palabras de King Cold persistían en su mente.-"¿Podría ser vulnerable cuando se trataba de Freezer?"-se preguntó nuevamente, sintiendo cómo su corazón comenzaba a latir con fuerza, lo que lo desconcertó aún más. Resopló molesto consigo mismo y comenzó a caminar de manera altanera, fingiendo que nada le ocurría. No quería seguir pensando en eso.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Con el pasar de los días, la tensión crecía entre las filas del ejército. Todos esperaban con ansiedad que la máquina estuviera lista, conscientes de que cada segundo los acercaba hacia su libertad. Mientras tanto, algunos soldados, más curiosos o temerarios, investigaban disimuladamente aquel extraño “túnel mágico” en los momentos en los cuales los ogros no estaban cerca. Se habían esparcido rumores sobre ese lugar: Una anomalía en medio del infierno. Y aunque muchos lo intentaron, ninguno logró cruzar esa entrada de luz que brillaba en su interior. Para la desgracia de todos, la entrada que lo protegía era impenetrable.
A pesar de las ocasionales visitas de los ogros, quienes también habían notado la anomalía, ni siquiera ellos pudieron hacer nada para arreglar el misterio que representaba. Nadie sabía qué era ese lugar, por qué estaba "abierto" o qué propósito tenía. La incertidumbre rondaba entre los soldados, quienes empezaban a especular si aquella entrada o grieta dimensional estaría ligada a algún poder mayor o si era simplemente un error del infierno mismo.
En un momento dado, algunos llegaron a pensar que ese lugar había sido cerrado. Sin embargo, una visita reciente de Cell, acompañado por el Dr. Gero, desmintió esa suposición. El androide, al igual que en la ocasión anterior, logró atravesar el portal de luz y adentrarse hasta el torbellino de energía que culminaba en el misterioso campo de flores.
El científico, observando este fenómeno con detenimiento, llegó a una conclusión intrigante: Freezer, al ser el primero en entrar, parecía haber establecido una especie de vínculo o precedente con el lugar, lo que podría explicar por qué Cell también podía cruzar la barrera, ya que compartía células con él. Sin embargo, el Dr. Gero sospechaba que este fenómeno era exclusivo para ellos, y que los ogros, al ser entidades del infierno, estaban más allá del alcance de esas peculiaridades.
A pesar de la fascinación por la anomalía, el Dr. Gero decidió centrarse en su trabajo. No podía perder tiempo en un misterio que no podía controlar ni monitorear. Regresó a su laboratorio improvisado dentro de la cueva y continuó ajustando los últimos detalles de la máquina que había construido para romper la barrera que los mantenía prisioneros en ese lugar.
Finalmente, posterior a unas cuantas pruebas, llegó el momento decisivo. Después de recalibrar los mecanismos con una precisión meticulosa, activó el dispositivo. Un rayo fino y concentrado emergió del artefacto, no tan ostentoso como uno esperaría, pero con la potencia suficiente para su objetivo: un pequeño fragmento de la barrera.
Bajo la atenta mirada del científico y del androide, el rayo impactó en la muestra. El fragmento comenzó a vibrar, como si intentara resistir, pero pronto se desintegró por completo. Ambos intercambiaron miradas con una sonrisa victoriosa, ambos lo sabían.-Se puede romper la barrera.-dijo el científico, con la calma y seguridad que siempre lo caracterizaba, aunque una chispa de triunfo brillaba en sus ojos.
La noticia no tardó en esparcirse. El ejército se movilizó de inmediato, y Freezer fue el primero en dar la orden. Ya había organizado todo, y esta vez, la invasión no fallaría. Los soldados, con una mezcla de emoción y nerviosismo, se reunieron alrededor de la cueva, impacientes. Sabían que estaban ante un punto de inflexión. Si la máquina del científico funcionaba, esta sería su única oportunidad de salir de ese tormento infernal.
Todos los soldados se reunieron alrededor de la cueva, el nerviosismo era palpable. Los guerreros murmuraban entre sí, y algunos intercambiaban miradas de anticipación, con sus ánimos preparados para lo que estuviera por venir.
Dentro de la cueva, Cell se mantenía al borde de la penumbra, mirando hacia afuera a los soldados que esperaban la orden. Sin embargo, su mente se encontraba en otra parte. Aunque también estaba impaciente por lo que estaba por suceder, sus pensamientos se desviaban constantemente hacia su conversación con King Cold. Sus palabras seguían resonando en su mente, haciéndolo dudar sobre sus sentimientos hacia Freezer. ¿Qué significaba realmente todo esto?
-“¿Debilidad?”-pensó con seriedad. Aunque la respuesta no le resultaba tan clara como quisiera. ¿Podía siquiera considerar que Freezer lo apreciaba de alguna forma? La idea le parecía tan lejana que se sintió desanimado. Al final, no creía que Freezer tuviera la capacidad de estimar a alguien, mucho menos a él.
Constantemente recordaba algo que no podía sacar de su cabeza: lo que Freezer le menciono sobre la debilidad, especialmente cuando lo recriminó por proteger al Dr. Gero. Había sido una crítica severa, y sin embargo, el androide no podía evitar sentir aprecio por el científico. Lo respetaba como a un padre y creador, y lo protegía de manera casi instintiva, irritándose cada vez que alguien intentaba lastimarlo o interferir en su trabajo.
-“Quizá Freezer tenía razón…”-reflexionó cabizbajo-“Tener aprecio por alguien te hace débil…"-pensó mientras comenzaba a comprender las palabras de King Cold. En su caso, se trataba del científico, pero ¿podía Freezer ser su debilidad?
Su mente trataba de desenredar ese pensamiento mientras recordaba las veces que había bajado la guardia por el demonio del frío. Sabía que había riesgo de salir lastimado, como ya había ocurrido una vez. Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora. Ambos habían establecido límites claros, y aunque podía admitir libremente que Freezer le agradaba, no pensaba que podría ser una debilidad. Todo estaba bien entre ellos, mientras que este a su disposición para entrenar.
En ese momento, Freezer, que había estado de pie junto a él durante unos segundos, se aclaró la garganta. El sonido lo sacó de sus pensamientos. Se sobresaltó, dándose cuenta de que no había notado la llegada del tirano.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?-preguntó el androide, algo sorprendido por su propia distracción.
-Lo suficiente.-respondió Freezer, con una sonrisa que no llegó a sus ojos, aunque no hubo rastro de reproche en su tono.
Debido a lo ocurrido en el túnel, había un tanto de tensión entre ellos. Intentaban hablar como si nada hubiera pasado, pero en el fondo, ambos sabían que algo era diferente. Esa rigidez se notaba en cada intercambio de palabras, en cada gesto.
Freezer pareció dudar por un momento, su mirada se desvió hacia los soldados en la distancia. Había algo que quería decir, pero no parecía capaz de encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, fue el androide quien rompió el silencio.-¿Necesitas ayuda con Paikuhan?-preguntó directamente, cansado de esperar. Sabía que el demonio del frío había intentado enfrentarlo y que, inevitablemente, terminó siendo derrotado.
Freezer lo miró, algo sorprendido por su franqueza. Por un momento, pareció que iba a negar la oferta. Su orgullo luchaba contra la lógica, pero al final asintió con seriedad.-Supongo que sería lo más sensato. Paikuhan es más fuerte de lo que imaginé, y no tengo intenciones de perder esta oportunidad por él.-admitió, aunque su tono sugería que odiaba cada palabra que pronunciaba. Suspiro resignado, pero manteniendo su severidad habitual.-Te necesito para sacar a Paikuhan de mi camino.-añadió con una mirada intensa.
El androide no pudo evitar sentir una pequeña punzada de satisfacción. No porque Freezer admitiera una posible derrota, sino porque expresó que lo necesitaba.
Aquellas palabras, tan simples, pero cargadas de significado, despertaron algo en el androide. Aunque no era perfecto y aunque sabía que tenía mucho por mejorar, escuchar esas palabras lo enterneció de una manera que no había esperado. Era un reconocimiento, por pequeño que fuera. Esto provocó que se le escapara una sonrisa sincera.-Está bien.-respondió el androide, sintiendo una calidez inesperada en su pecho.- Haré lo que pueda.-Lo cierto, es que a pesar de entrenar constantemente en los últimos meses, no quería afirmar que podría derrotar a Paikuhan. No quería confiarse.
El demonio del frío, notando la reacción del androide, desvió la mirada rápidamente hacia los soldados que esperaban afuera, incómodo con la intimidad del instante. No sabía si Cell sonreía como una burla hacia él al pedirle ese favor o realmente estaba alegre por la batalla que se avecinaba. Conociéndolo podría ser cualquiera de las dos opciones.
Suspiro altaneramente, prefiriendo ignorar ese detalle. Activó su rastreador y una sonrisa fría apareció en su rostro mientras daba un paso hacia adelante.-Estamos listos para la invasión.-declaró con voz firme.
La señal se transmitió a través de todos los rastreadores de los soldados, incluyendo el de Cell, que aún se encontraba a unos pasos de él. Ambos observaron cómo los soldados recibían las órdenes. La tensión se disolvió, reemplazada por la expectación del inminente ataque.
El Dr. Gero, sin perder tiempo, activó la máquina. Un rayo de luz estalló desde el dispositivo, impactando la barrera con precisión. Tal como lo habían anticipado, la barrera comenzó a hacerse transparente, desintegrándose lentamente ante sus ojos. Un segundo rayo se disparó, provocando que la barrera finalmente cediera y explotara en mil fragmentos brillantes que cayeron como cenizas desde el cielo.
Freezer dejó escapar una carcajada triunfal.-¡Vamos!-gritó, señalando el camino hacia adelante. El androide lo siguió, sabiendo que, por primera vez en mucho tiempo, sentía que estaba exactamente donde debía estar.
Notes:
¡¡Cerramos el año con otra próxima pelea!! Como mencione antes, es difícil para mí escribir peleas, pero como es un fic de dragon ball debe hacerse el esfuerzo xd. Va a quedar la caga xd
¿Y qué les digo? Cuando uno se aburre el chisme esta potente xd Imaginense, cuantos años deben estar atrapados allí y ni siquiera tienen avance de su novela D: Yo tambien me estaría inventado cosas jeje
Y bueno… En el próximo capítulo veremos los resultados de los pensamientos de Cell. ¿Tener un vínculo con alguien puede hacerte más fuerte? Obvio, el poder del amor.jpg (Aunque les recuerdo que esto es slowburn xd)
Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado el capítulo. Comenten que les está pareciendo la historia, además de lenta xd El proximo capitulo estara arriba por ahí del 31 de enero o 1 de febrero. ¡Los quiero a todos! ¡¡Nos leemos!! ¡¡Y que tengan un gran año nuevo 2025!!
Chapter 34
Notes:
¡¡Hola a todos!!
Espero que se encuentren bien. Primero que nada, quiero agradecer el apoyo y los comentarios que han dejado en este fic. Muchísimas gracias. Son un amor
Gracias por los votos. Me hace muy feliz saber que siempre esperan atentos en la espera de un capítulo nuevo. ¡Un abrazo a todos!
Y aunque a varios les parezca extraño este comentario. Quiero que sepan, que NO QUIERO UNA COMISIÓN. Muchos artistas me piden “colaborar” o “mejorar” mis fics con arte. Obvio, no dicen que quieren vender una comisión. No tengo nada en contra de los artistas, pero creo que primero debería querer una comisión para que me las ofrezcan. (cosa que nunca he pedido) Y creo que si de verdad han leído mis fic, como suelen decir, sobre todo este, deberían saber que mi amiga/beta michu es artista y si quisiera una comisión, se la pediría a ella. Por cierto, sigan a mi amiga en sus redes jaja Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
Bueno, si recuerdan… en el capítulo anterior, rompieron la barrera e iban a subir al cielo. Así que como se imaginan, se vienen los putazos!! Me gusta pensar que es la mejor pelea que hemos escrito junto con Michu. A veces somos una cosa pero barbara xd (que no se repita jaja) En fin disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 34:
Freezer observaba con frialdad cómo su ejército se preparaba para el ascenso. Con un simple ademán de su mano, dio la señal, y los soldados se impulsaron hacia el cielo en perfecta sincronía.
Rápidamente se encontraron con el camino de la serpiente, pero esta vez no se detuvieron a contemplarlo; su objetivo se encontraba mucho más allá. Las nubes amarillas del paisaje infernal comenzaron a desvanecerse, cediendo su lugar a un cielo de tonalidades cada vez más azules. Un murmullo de curiosidad recorrió las filas de soldados, pero Freezer permanecía impasible, con los ojos fijos en el cielo.
Conforme avanzaban, las nubes adquirían un tono púrpura que proporcionaba al cielo un aura de tranquilidad y paz. Los soldados intercambiaban miradas inquietas, se preguntaban qué clase de territorio estaban invadiendo. El cambio en el paisaje era sutil pero innegable, y con cada segundo que pasaba, se sentía más lejos de la opresión del infierno.
Freezer, en cambio, sentía una creciente confianza. Sus labios se curvaron en una sonrisa apenas perceptible, mientras sus ojos escaneaban el entorno. Su intuición le decía que había algo más allá del camino de la serpiente, algo que había permanecido oculto durante demasiado tiempo.
Finalmente, entre las nubes púrpuras, una forma se materializó a lo lejos. El demonio del frío entornó los ojos, tratando de enfocar la vista.-¿Un planeta?- murmuró para sí mismo. El ejército también lo había notado, y un silencio expectante se apoderó de todos mientras contemplaban ese mundo.
Freezer se detuvo en seco, negándose a acercarse ese lugar sin tener más información. Detrás suyo, el ejército también se detuvo esperando una decisión por parte del emperador.-Escuchen bien. Quiero que un grupo se disperse y explore los alrededores. Informen si encuentran algo más que este planeta.-ordenó a través de su rastreador.
Un pequeño grupo de soldados cercanos asintieron y se dispersaron en distintas direcciones, desapareciendo entre las nubes, mientras los demás miraban expectantes. Freezer cruzó los brazos, flotando inmóvil mientras esperaba los informes. Pasaron solo unos minutos antes de que los primeros soldados regresaran, todos con la misma respuesta: no había nada más en el horizonte. Solo ese planeta.
Freezer chasqueó la lengua con disgusto.-"¿Un solo planeta?"- a pesar de su irritación, no podía ignorar la importancia de este descubrimiento. Si ese era el único punto de interés en la inmensidad de aquel cielo, entonces debía ser el destino que los peleadores del otro mundo querían proteger.
-Nos dirigiremos allá.- Ordenó con firmeza, y el ejército reanudó su marcha.-Estén atentos.
Al acercarse al planeta, comenzaron a distinguirse sus detalles. Una vasta extensión de naturaleza se desplegaba ante ellos: frondosos bosques y brillantes ríos que serpentean por el paisaje. A lo lejos, entre la vegetación, se alzaban formaciones de edificios que parecían antiguos y majestuosos, como si hubieran sido construidos hace milenios. Freezer frunció el ceño con atención. Aquel lugar emitía una energía diferente.
Con firmeza se dirigió hacia ese lugar, descendiendo con determinación, seguido por sus soldados. El silencio reinaba entre las filas, roto solo por el murmullo del viento que acariciaba las copas de los árboles.
Mientras se acercaban al suelo, Freezer no pudo evitar una sonrisa maliciosa.-“Veamos qué secretos esconden.”-pensó, anticipando el enfrentamiento el cual sabía que estaba por venir.
Al aterrizar en el planeta, el ejército observó con detenimiento los alrededores. Los bosques y ríos parecían tan serenos que resultaba casi desconcertante, pero no tuvieron mucho tiempo para apreciarlo. De inmediato, sus miradas se dirigieron hacia una serie de edificios imponentes en la distancia, coronados por lo que parecía ser un palacio. Frente a esa estructura, un grupo de individuos caminaba con paso firme hacia ellos.
Freezer y sus soldados pronto notaron algo peculiar, aquellas personas también llevaban aureolas, igual que ellos. La tensión se palpó en el aire al reconocer a algunos de los individuos que se acercaban. Eran los mismos que habían enfrentado previamente en el camino de la serpiente.
-Ustedes otra vez.-gruñó Olivue, quien lideraba al grupo de luchadores.
Cell avanzó un paso, con los ojos fijos en una figura que sobresalía entre los demás: Paikuhan. Al instante, sus puños se tensaron, y una chispa de energía se liberó a su alrededor. Ambos sabían que el enfrentamiento era inevitable.
Freezer, por su parte, mantenía la vista fija en el palacio detrás de los guerreros. Algo en aquella edificación lo intrigaba, como si el lugar escondiera un secreto. Su ceño se frunció, y con un tono seco e imponente, dio una orden a través del rastreador.-Abran el camino.
Los soldados respondieron con sonrisas maliciosas, lanzándose a la carga sin dudarlo. Los peleadores del otro mundo, al ver las intenciones de los soldados también se lanzaron al combate. El choque fue inmediato y violento. Cell y Paikuhan fueron los primeros en encontrarse en el centro del caos, sus puños impactando con tal fuerza que desataron una onda expansiva que hizo temblar el suelo.
La batalla se convirtió en un mar de golpes y destellos de energía, con soldados y luchadores enredados en una lucha encarnizada. En medio de ese tumulto, Freezer avanzaba con agilidad, esquivando y derribando a cualquiera que se interpusiera en su camino. Su objetivo era claro: llegar al palacio.
Sin embargo, al instante de salir del torbellino de batalla, un golpe repentino lo obligó a retroceder. Aunque alcanzó a defenderse, se vio quieto por un instante y alzó la vista solo para encontrarse con Paikuhan, quien lo observaba con una expresión severa y decidida.
-No voy a dejarte pasar.-declaró Paikuhan, su voz cargada de autoridad.
Freezer frunció el ceño, su paciencia al borde del colapso.-Entonces, prepárate para ser aplastado.
El choque de energías resonó en el aire cuando Freezer y Paikuhan intercambiaron golpes. Los puños de Paikuhan eran rápidos, cada uno cargado con una fuerza que hacía vibrar el suelo bajo ellos. Freezer se movía con agilidad, desviando algunos ataques y devolviendo otros, pero era evidente que la ventaja no estaba de su lado.
Paikuhan lo golpeó en el abdomen con un gancho directo, enviándolo a retroceder varios metros. El demonio del frío apenas tuvo tiempo de recomponerse mientras contenía un gruñido de dolor, cuando Paikuhan ya estaba sobre él, lanzando una ráfaga de golpes rápidos que lo obligaron a esquivar y bloquear con desesperación.
-"Este maldito sigue siendo tan impresionante como siempre."-pensó Freezer, sintiendo el peso de cada impacto. Aunque su orgullo ardía de frustración, no podía negar que ese peleador seguía estando un paso adelante. Aun así, no se detendría.
Con un movimiento veloz, Freezer contrarrestó con una patada giratoria, que aunque fue bloqueada por Paikuhan, le dio el espacio necesario para ganar algo de distancia.
-No tiene caso.-dijo Paikuhan con frialdad, avanzando amenazante hacia el demonio del frío.- Sólo regresen al lugar del que escaparon.
Freezer se limpió la comisura de los labios, donde un pequeño hilo de sangre se había formado. En lugar de responder, sonrió con una confianza renovada, lo que dejó a Paikuhan desconcertado.
De repente, una figura surgió entre la confusión de la batalla. Cell, quien con una velocidad casi imperceptible, arremetió contra Paikuhan con tal fuerza que lo arrastró varios metros lejos de Freezer, antes de que este lograra frenar su ataque con ambos brazos.
-Pensé que te habías perdido.-comentó el demonio del frío, con una ligera burla en su tono.
El androide aterrizó junto a él, sin borrar la sonrisa de su rostro.-Recuerda que no puedo sentir el ki de nadie. Sé más considerado.-respondió, señalando ligeramente con su cabeza el tumulto de soldados y luchadores que peleaban a pocos metros de ellos.-Fue fácil entrar entre la multitud, pero encontrarte fue otra historia.
Con un destello en sus ojos, Cell volvió su vista hacia Paikuhan, quien se incorporaba con un semblante serio y molesto.-Además, no iba a dejar pasar esta oportunidad.-añadió, mientras su mirada se afilaba.
Paikuhan apretó los puños con fuerza, su energía aumentaba mientras los evaluaba con cautela.-"Antes no tenía ese poder."-pensó, sintiendo una mezcla de irritación y preocupación al observar al androide, quien ahora parecía una amenaza más seria de lo que recordaba.
-¡Oye!-le hablo Cell llamando su atención.-Si conociste a Goku, debiste pelear con él, ¿no es así?-Paikuhan no respondió, solo frunció el ceño inquieto por lo que estaba a punto de sugerir el androide.-¿Quién ganó?-preguntó en un tono burlón, provocando que Paikuhan solo apretara los dientes frustrado.
Lo cierto es que no sabía qué esperar de ese ser, sobre todo al tener los genes del saiyajin. Al no recibir respuesta Cell sonrió con gracia y satisfecho con la información.-Ya veo.- mencionó casualmente. Después de decir esto, adoptó una pose de combate, exactamente la misma pose de artes marciales característica de Goku.
El demonio del frío lo observó de reojo y suspiró un poco irritado, pero al mismo tiempo se había acostumbrado a verlo cambiar a esa posición de pelea que tanto lo molestaba.-A eso me refiero cuando digo que te pareces a ese saiyajin.-comento sin quitarle la vista de encima a Paikuhan, mientras también adopta su pose de pelea.
-Puede tener un lado bueno, después de todo Goku te derrotó.-declaró el androide, aun con una sonrisa confiada.-Y sospecho que a él también.
El demonio del frío resopló con molestia, pero sin perder la concentración de la batalla. -¿Tienes que mencionarlo?-expresó con fastidio al mismo tiempo que su ki aumentaba.
Cell solo soltó una sonrisa y sin previo aviso, ambos se lanzaron al mismo tiempo para atacar al luchador del Otro Mundo.
Paikuhan adoptó una postura defensiva, sus ojos analizaban cada movimiento de sus oponentes. Sabía que enfrentarse a uno de ellos se había vuelto un desafío, pero luchar contra ambos al mismo tiempo requeriría toda su habilidad.
Cell fue el primero en alcanzarlo, avanzando con una rapidez que obligó a Paikuhan a moverse de inmediato. Los golpes del androide eran precisos, cada uno dirigido a puntos clave, pero Paikuhan lograba bloquear o desviar la mayoría. Antes de que pudiera contraatacar, Freezer apareció a su lado con una patada giratoria que apenas logró esquivar.
-"Están sincronizados." - pensó Paikuhan, esquivando un nuevo ataque.
El demonio del frío y el androide mantenían una coordinación sorprendente, como si hubieran entrenado juntos por años. Cell atacaba con movimientos rápidos y ágiles, imitando el estilo fluido de Goku, mientras que Freezer aprovechaba cada apertura con ataques contundentes y brutales.
Freezer golpeó con un puñetazo directo, que aunque fue bloqueado, dejó a Paikuhan momentáneamente fuera de balance. Cell sin perder el tiempo, lanzó una ráfaga de patadas ascendentes, logrando impactar en el torso de su oponente y enviándolo hacia atrás.
Paikuhan recuperó el equilibrio en el aire. Sin embargo, antes de que pudiera tomar la ofensiva, Freezer y Cell ya estaban sobre él.
-¡Toma esto!-gritó Freezer, lanzando una esfera de energía que obligó a Paikuhan a desviarse hacia la derecha.
En el instante en que esquivó el ataque, el androide apareció a su costado y le asestó un fuerte golpe en el estómago, haciéndolo retroceder y toser por el impacto. Sin darle respiro, Freezer lo alcanzó con una ráfaga de golpes veloces, cada uno cargado con suficiente fuerza como para romper el suelo bajo ellos.
Mientras esquivaba un contraataque de Paikuhan, el demonio del frío no pudo evitar pensar que, nunca había peleado en conjunto a alguien, tanto por orgullo como por necesidad. Pero ahora se encontraba peleando lado a lado junto al androide.-"El estilo de pelea de Cell..."- pensó mientras fruncía el ceño, golpeando a su enemigo con más fuerza. Aunque ese estilo de pelea sea una copia del estilo de Goku, era demasiado familiar. Demasiado cómodo. Volvió a maldecir internamente.-"Maldita sea, hasta es fácil seguir".
Con un movimiento perfectamente sincronizado, Cell saltó por encima de Paikuhan, girando en el aire para atacar desde arriba, mientras que el demonio del frío barría el suelo con una patada baja. Paikuhan intentó defenderse de ambos ataques, pero no pudo evitar que la patada de Freezer lo derribara, y el golpe descendente del androide lo estrellara contra el suelo con fuerza.
El impacto levantó una nube de polvo mientras Paikuhan intentaba levantarse, sus ropas ahora rasgadas y su respiración pesada.
Freezer se cruzó de brazos mientras observaba a su enemigo tambalearse.-Espantosamente, hacemos una buena combinación.-comentó con una sonrisa un tanto incómoda, pero aun así altanera por los resultados.
El androide dejó escapar una sonrisa confiada.-Admito que no es tan malo trabajar contigo.
Freezer, a pesar de mantenerse serio, no pudo evitar sentirse ligeramente satisfecho al ver a Paikuhan tambalearse después de su último ataque combinado. De reojo, observó al androide, quien mantenía esa sonrisa que lo irritaba tanto. Se limitó a suspirar y a rodó de ojos.-No tienes remedio.-murmuró para sí mismo.
Cell, por su parte, intentaba mantener su habitual seriedad, pero era evidente que disfrutaba demasiado el combate. Su sonrisa, aunque altanera, reflejaba algo más que simple diversión. Al girar la vista hacia Freezer, sus pensamientos lo traicionaron por un instante. En ese lugar, en ese momento, sintió que estaba en su lugar. No en un ejército, sino a su lado. Freezer siempre estaba cerca cuando se sentía a gusto, casi como si fuera una costumbre.
Mientras el androide reflexionaba, Paikuhan se levantó lentamente, su aura se intensificaba en una explosión de energía que hizo temblar el suelo. Su mirada se dirigió a Freezer, evaluandolo rápidamente y notando las heridas visibles en el demonio del frío. Luego sus ojos se posaron en el androide, y con un brillo de decisión, formuló un plan.
Con una velocidad impresionante, Paikuhan se dirigió hacia el androide. Cell reaccionó a tiempo para bloquear, pero la fuerza del impacto lo lanzó a varios metros de distancia.
Freezer chasqueó la lengua con molestia, lanzando de inmediato un rayo láser directo a Paikuhan. Sin embargo, para su sorpresa, este detuvo el ataque con una sola mano, sin esfuerzo aparente.
-¿Qué demonios…?-Freezer murmuró, sus ojos entre cerrándose con incredulidad.
Paikuhan desvió el rayo y se lanzó hacia Freezer. Antes de que el demonio del frío pudiera reaccionar, Cell apareció entre ambos, bloqueando los puños de Paikuhan con ambas manos.
-Lo tengo.-dijo el androide con confianza, aunque el esfuerzo era evidente en su voz. Sus brazos temblaban ligeramente, pero mantenía a Paikuhan inmovilizado. Sin girar la cabeza a su compañero, agregó.-Tú sigue.
Freezer levantó una ceja, molesto por el tono presuntuoso del androide.-¿De qué hablas?-respondió con irritación.-No seas ridículo. Tú solo no puedes contra él. No hagas estupideces, cabeza hueca.
Cell, todavía sosteniendo a Paikuhan, giró los ojos con exasperación.-¿De verdad tienes tan poca fe en mí?-gruñó, esforzándose por mantener el agarre.
-No es falta de fe, es simple lógica.-replicó Freezer con una cara de pocos amigos.
Paikuhan aprovechó la tensión entre ellos y soltó un grito mientras liberaba una ráfaga de energía que empujó a Cell hacia atrás, obligándolo a soltarlo. Sin embargo, rápidamente el androide logró formar un campo de fuerza, el cual protegió a ambos de ese ataque.
-¡Te lo dije!- le gritó Freezer, avanzando a su lado mientras cargaba un ataque energético.
-¡Sí, sí, ya entendí!-replicó Cell, reincorporándose velozmente mientras se preparaba para el próximo asalto.
Paikuhan, aunque había sido lanzado hacia atrás, no se dejó intimidar. Apenas recuperó el equilibrio, su aura estalló nuevamente mientras se impulsaba con velocidad para contraatacar. Cell y Freezer estaban listos para enfrentarlo, apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando una patada impactó brutalmente contra Paikuhan, derribándolo al suelo.
Cooler, quien acababa de salir del bullicio de soldados y luchadores, aterrizó con elegancia, sin inmutarse, y se volvió hacia ellos con una mirada severa.-Yo me encargo.-declaró con frialdad.
Cell se cruzó de brazos, alzando una ceja.-¿Tú solo?- le replicó con un tono incrédulo.-No seas ridículo. No puedes contra él.
El demonio del frío lo fulminó con la mirada.-Puedo manejar esto sin ayuda.
Freezer, que había estado observando la escena, observando al androide y a su hermano repetidamente durante su pequeña discusión, finalmente soltó un resoplido, claramente irritado.-Los dos son un par de necios.-murmuró lo suficientemente fuerte para que lo escucharan. Antes de dar media vuelta y dirigirse hacia el palacio fijó su vista en Cell.-Ayudalo. No puede solo contra él.
-¡Oye!-le exclamó Cooler irritado, mientras observaba como su hermano lo ignoraba y desaparecía en el interior del palacio. Al mismo tiempo el androide río por lo bajo, aunque no tenía la intención de esconder que ese comentario del demonio del frío le hizo gracia.
A pesar de que rápidamente volvió su vista en Paikuhan alertando cualquier movimiento, Cooler también tenía su atención en Cell.-Dijiste que íbamos a entrenar de nuevo.-le recriminó visiblemente molesto.
Cell se encogió de hombros, adoptando una postura de combate mientras observaba como Paikuhan se levantaba lentamente.-Me distraje un poco.-dijo con una sonrisa desafiante.-¿Esto cuenta?
-No.-respondió Cooler con seriedad, sin apartar la mirada de Paikuhan.-Esto es una misión.
Cell soltó una pequeña carcajada.-No veo la diferencia.
Cooler sacudió la cabeza, comprendiendo de dónde provenía esa mentalidad. Después de todo, también tuvo saiyajins en su ejército.
Paikuhan aprovechó el breve intercambio entre ellos y se abalanzó hacia Cooler con un potente golpe. Cooler reaccionó a tiempo, bloqueándolo con ambos brazos, aunque la fuerza lo hizo retroceder un paso. Sin embargo, su contraataque falló al esquivar Paikuhan con agilidad. En el mismo instante, Cell intentó atacar desde un ángulo diferente, pero Paikuhan anticipó su movimiento y desvió el golpe del androide con su antebrazo, girando sobre sí mismo para lanzar una patada que ambos esquivaron por poco.
Ahora, tanto Cooler como Cell se arremetieron contra el peleador del otro mundo en un aluvión de golpes y ataques rápidos. Paikuhan se defendía con destreza, esquivando con movimientos precisos y contraatacando en cada oportunidad.
Entre golpes y destellos de energía, Paikuhan mantenía su enfoque con inquietud.-"Freezer está dentro del palacio."-se dijo a sí mismo pensando en los posibles escenarios en que podría resultar aquello.-"Debo terminar esto cuanto antes."- volvió a decirse con preocupación.
Con una expresión decidida, canalizó su energía y desató su Ataque del Hyper Tornado, una ráfaga de viento comprimido que giraba a alta velocidad, envolviendo el campo de batalla en un torbellino destructivo.
Estando cerca del ciclón que se formó, Cooler y Cell fueron arrastrados por el ataque hasta que finalmente fueron atrapados por este. A pesar de caer en el ataque, aún se encontraban firmes en el suelo. Resistieron mientras eran levemente empujados por el viento, el cual impactaba creando heridas cortantes en sus cuerpos.
-¡Tsk! ¡Ese maldito!-gruñó Cooler, usando su brazo para protegerse los ojos, ya que era casi imposible visualizar algo estando dentro de ese ataque.
Cell, aunque lastimado, se mantuvo firme, su sonrisa desafiante aún presente.-¿Eso es todo lo que tienes? -se burló, aunque su respiración agitada revelaba el esfuerzo por mantenerse en pie.
Ambos guerreros, a pesar del daño, no daban señales de rendirse. Cooler volvió a adoptar su postura de combate mientras Cell se preparaba para lanzar un contraataque.
-No vamos a perder.-declaró Cooler con frialdad.
-Eso nunca estuvo en duda.-agregó Cell, con la chispa de la batalla encendida en sus ojos.
Mientras tanto, Freezer entró al palacio con pasos firmes, su mirada fría escudriñando cada rincón del enorme salón vacío. Algo debía estar allí, algo importante.-"¿Por qué se tomarían tantas molestias en proteger este lugar?"-pensó mientras su cola se movía con impaciencia.
Avanzó por los pasillos con sus sentidos alerta. Finalmente, llegó a una sala amplia donde oyó unos leves murmullos.-Salgan de una vez. No tengo paciencia para estos juegos.-ordenó el demonio del frío.
Del otro lado de la habitación, detrás de un gran pilar emergieron los kaios, sus rostros tensos pero intentando mantener la compostura.
Freezer dio unos pasos hacia ellos de manera amenazante, por lo que de inmediato el Gran Kaio dio un paso delante de los demás, con las manos levantadas en un gesto de calma.-¿Qué buscas aquí? -preguntó con voz firme, aunque se notaba un leve temblor. Aunque en su tiempo fue un gran peleador, no tenía muchas expectativas sobre luchar contra ese ser.
Los observó detenidamente por un instante. Sus ojos se posaron en el Kaio del Norte, cuya aureola brillaba tenuemente.
-Está muerto.-hablo casi con desprecio. Luego dirigió su mirada a los otros kaios, que no tenían esa marca.-Pero ustedes no. Eso significa que pueden salir de aquí.
El Gran Kaio entrecerró los ojos, comprendiendo a que se refiere el demonio del frío.-Estás equivocado. Nadie puede abandonar el Otro Mundo.-manifestó aun intentando aparentar tranquilidad.-Es imposible
Freezer sonrió, aunque no había rastro de humor en su expresión. Su energía comenzó a elevarse, haciendo temblar ligeramente el suelo bajo sus pies.-¿Imposible? No me gusta esa palabra.-Su voz adquirió un tono amenazante. -Entonces díganme cómo salir, o tendrán el mismo destino que su amigo de allá.
El Gran Kaio mantuvo su posición, aunque unas gotas de sudor en su frente delataba su nerviosismo.-No hay forma. La única manera de salir del Otro Mundo es estando vivo.
El semblante de Freezer se oscureció, sus ojos brillando con furia contenida.
-¿Es eso todo lo que tienen para decir?-preguntó, acercándose lentamente a ellos.
Antes de que pudiera atacar, un grupo de guerreros aparecieron entre los pasillos seguidos de unos soldados del ejército que habían traído la pelea dentro del palacio. Rápidamente, algunos luchadores se abalanzaron sobre el demonio del frío con la intención de proteger a los kaios.
Freezer esquivó con elegancia el primer golpe y contraatacó con un rayo láser que atravesó a uno de ellos. Sin perder tiempo, giró sobre sí mismo y propinó una patada que envió a otro contra una pared cercana.
La sala se llenó de destellos de energía y del estruendo de la batalla. Freezer se movía con velocidad y precisión, eliminando a sus oponentes uno tras otro.
Finalmente, tras una última explosión que derribó a los últimos luchadores, Freezer quedó en pie, con pequeñas heridas y su respiración apenas agitada. Se volvió violentamente hacia los kaios, su paciencia estaba completamente agotada. Su mirada se fijó en el Gran Kaio, y en un abrir y cerrar de ojos, apareció frente a él.-Te lo advertí.-dijo con una voz helada antes de propinarle un golpe directo al rostro.
El Gran Kaio fue lanzado hacia atrás, chocando contra una columna, mientras sus lentes caían al suelo hechos pedazos.
El impacto del puñetazo resonó en la sala. Todo se detuvo. Los guerreros e incluso los soldados, que aún estaban de pie cesaron sus ataques, y un silencio sepulcral se apoderó del lugar.
El demonio del frío observó al Gran Kaio mientras este se sujetaba el rostro adolorido e intentaba incorporarse lentamente.
-Te lo preguntaré una vez más.-ordeno Freezer, su tono gélido.-¿Cómo salgo de aquí?
El Gran Kaio levantó la cabeza, aun cubriendo parcialmente parte de su rostro.-No puedes.-respondió con sequedad.
El demonio del frío apretó los dientes mientras una esfera de energía se creaba en su mano con una intensidad creciente. Sus ojos brillaban de furia, listos para borrar cualquier rastro de los kaios. Sin embargo, antes de que pudiera liberar su ataque, un temblor repentino sacudió todo el palacio, provocando que el suelo y las paredes crujieran peligrosamente.
Todos se detuvieron, sus miradas girándose hacia la fuente del movimiento. Unos segundos después, las pisadas apresuradas de Paikuhan resonaron por los pasillos. Apareció jadeando, con su ropa desgarrada y algunos rastros de sangre en su piel, pero sus ojos mantenían ese brillo feroz e inquebrantable.
El corazón de Freezer dio un vuelco. ¿Los derrotó? ¿Cell y Cooler no pudieron resistir? Su rostro empalideció por un instante, pero pronto lo reemplazó una mezcla de rabia y temor.
Paikuhan apenas dirigió una mirada en el demonio del frío y en la escena frente a él, antes de lanzarse contra el tirano como un rayo.
-¡Maldito insecto!-gruñó Freezer mientras intentaba bloquear el primer golpe, pero su defensa fue inútil. Paikuhan lo superaba en velocidad y precisión.
Freezer retrocedía con cada impacto.-"Esto no puede estar pasando"-pensó con angustia y rabia. Sus movimientos cada vez eran más desesperados. Conocía el poder de Cooler y de Cell, y aunque jamás admitiría que eran superiores a los suyos, saber que Paikuhan los había superado lo perturbaba profundamente.
Intentó contraatacar, lanzando ráfagas de energía que iluminaron la sala, pero ninguna alcanzó su objetivo, sino que terminaron impactando en las paredes provocando grandes destrozos. Paikuhan era implacable, cerrando la distancia una y otra vez con golpes devastadores. Finalmente, con un puñetazo tan rápido que Freezer apenas lo vio venir, el demonio del frío fue lanzado como una bala, atravesando una gruesa pared y aterrizando en el patio trasero del palacio.
Todo quedó en silencio por un momento. Los kaios y los soldados presentes intercambiaron miradas nerviosas.
Freezer yacía en el suelo, su visión parpadeando mientras luchaba por mantenerse consciente. En su mente, aún intentaba pelear, pero su cuerpo no respondía. El dolor era insoportable, y su vista se apagaba en intervalos, llevándolo al borde de la inconsciencia.
Paikuhan se acercó lentamente al agujero en la pared, su mirada estaba fija en el cuerpo inmóvil del demonio del frío. Quería asegurarse de que estuviera completamente derrotado.
Los soldados que presenciaron la pelea, aunque aterrorizados, no podían quedarse quietos. Con un grito de guerra, todos arremetieron contra Paikuhan al unísono, intentando proteger a su líder caído. Paikuhan los enfrentó con la misma determinación, venciendo a cada uno con movimientos certeros y devastadores. Los cuerpos de los soldados cayeron uno tras otro, hasta que el último sucumbió.
Paikuhan apenas logró tomar aliento cuando una presencia intensa lo hizo girar la cabeza sorprendido. Desde uno de los pasillos oscuros, la figura imponente de Cell emergió lentamente. Respiraba con dificultad, su cuerpo cubierto de cortes profundos y heridas abiertas, pero sus ojos aún brillaban con fervor.
-¿Tú otra vez?-murmuró Paikuhan, apretando los puños.
Cell dio un paso adelante, tambaleándose ligeramente pero sin perder su postura.-Aún no hemos terminado.-dijo con voz firme.
La tensión en el aire se intensificó, y ambos guerreros se prepararon para el enfrentamiento final.
Cell, con el cuerpo magullado y el dolor recorriéndolo como un veneno, adoptó nuevamente su pose de pelea. Su mirada ardía de determinación mientras escudriñaba rápidamente la habitación. No había señales de Freezer. Su ira se intensificó al dirigir sus ojos hacia Paikuhan, quien permanecía desafiante, listo para seguir luchando.
Con un rugido, el androide forzó su regeneración. De inmediato, las heridas de su cuerpo se cerraron a una velocidad impresionante. El aura a su alrededor estalló en un destello de energía, y su poder incrementó drásticamente.
Sin perder un segundo, se lanzó contra su rival. Sus golpes resonaron con furia en toda la habitación. Cada impacto parecía buscar atravesar la resistencia de Paikuhan, pero este se mantuvo firme, desviando algunos ataques y absorbiendo otros con su cuerpo endurecido.
Un rápido movimiento de Paikuhan desequilibró a Cell, lo suficiente para que un giro ágil lo dejara expuesto. En un instante, el luchador del Otro Mundo lo levantó del suelo con una patada directa al estómago, enviándolo hacia el techo. Antes de que Cell pudiera recomponerse, Paikuhan desapareció de su vista y reapareció tras él, impactándolo con un golpe contundente en la espalda. El androide fue lanzado violentamente contra el suelo, creando un cráter que sacudió toda la habitación.
Paikuhan observó por un instante el estado del androide. Al ver que éste permanecía inerte, suspiró con cierto alivio. Se giró lentamente, dirigiéndose hacia los Kaios, dando por terminada la batalla.
Sin embargo, apenas dio unos pasos cuando un temblor creciente sacudió el palacio. Se volvió inquieto hacia el cráter, de donde emanaba un poder arrollador que solo aumentaba con cada segundo.
Desde el abismo, emergió lentamente la figura de Cell, rodeada de un aura rojiza. Su mirada amenazante estaba fija en su contrincante, y su respiración pesada parecía alimentar la intensidad de su energía.
Paikuhan frunció el ceño, reconociendo de inmediato la técnica. Kaioken. Ya había enfrentado esa habilidad en su pelea contra Goku, pero nunca la había sentido tan cargada de ira y desesperación.
La furia del androide lo impulsó a moverse primero. En un abrir y cerrar de ojos, apareció frente a Paikuhan y lo golpeó con un puño en el rostro. El impacto resonó como un trueno, pero el luchador apenas retrocedió un paso. El androide no se detuvo, y con una serie de golpes rápidos y precisos comenzó a presionar a su rival. Cada ataque era más fuerte que el anterior, y aunque Paikuhan bloqueaba algunos, otros lograban abrirse paso, desgastando su resistencia.
Un golpe directo en el abdomen hizo que Paikuhan se doblara levemente, pero aun así mantuvo su postura. Con un grito feroz, Cell giró sobre su eje y conectó una patada que lo envió contra una columna, rompiéndola en pedazos. Pero, para frustración del androide, Paikuhan emergió de los escombros con el ceño aún más fruncido, su postura de combate intacta.
Los golpes siguieron, uno tras otro, con una velocidad y fuerza que hicieron temblar el suelo bajo sus pies. Paikuhan, aunque claramente sintiendo el impacto de cada golpe, no retrocedía. Su cuerpo mostraba signos de desgaste, pero su mirada permanecía firme, desafiante.
Finalmente, un golpe especialmente fuerte hizo que Paikuhan fuera impactado contra el muro, provocando que la batalla continuará en el jardín.
Cell aprovechó el momento y cargó con toda su fuerza, lanzando otro puñetazo directo que fue bloqueado en el último segundo. Las auras de ambos estallaron en una explosión de luz y energía, iluminando los alrededores mientras continuaban su combate sin tregua.
A pesar de la fuerza que desplegaba Cell, era evidente que su energía comenzaba a disminuir. El Kaioken había llevado su cuerpo al límite, y cada golpe que lanzaba requería más esfuerzo del que podía permitir. Gruñendo con frustración, liberó la técnica, dejando que su aura regresará a un estado más controlado y así bajando momentáneamente su intensidad para conservar fuerzas.
Ambos combatientes se separaron brevemente, jadeando mientras sus ojos se cruzaban con ferocidad. Fue entonces cuando algo en el paisaje destruido llamó la atención de Cell. Entre los escombros de las paredes derrumbadas, su mirada se encontró con el cuerpo inmóvil de Freezer.
Por un instante, Cell se quedó quieto, como si el tiempo se hubiera detenido. No era sorpresa lo que sentía. Sabía que Freezer, por "poderoso" que fuera, no era invencible, y tampoco era extraño que alguien como Paikuhan pudiera derrotarlo. Pero aún así, la escena lo perturbaba. ¿Ese ser, quien alguna vez le había inspirado tanto temor y odio, ahora yacía derrotado e indefenso?
Un nudo de emociones contradictorias se formó en su interior. Freezer, con toda su arrogancia y crueldad, había sido una constante en su vida, una figura a la que había temido, desafiado y, en un extraño giro del destino, apoyado por momentos. Verlo derrotado y reducido a esa condición le generaba un desconcierto que no podía ignorar.
-"¿Así termina su grandeza?"-pensó, sus ojos aún clavados en el tirano mientras apretaba los puños con tanta fuerza que la energía a su alrededor comenzó a vibrar. Un dejo de desprecio se asomó en su rostro. Pero también había algo más. Molestia. Molestia porque, pese a todo, Freezer tenía un plan para escapar del infierno. Un plan que estaba dispuesto a llevar a cabo. Que Paikuhan lo hubiera superado tan fácilmente era como un golpe directo a su propio orgullo.
Su furia comenzó a acumularse, creciendo como un torrente descontrolado. Cell no lo aceptaría. No podía aceptar que Paikuhan estuviera por encima de ellos, de él.
Con un rugido que sacudió los cimientos del palacio, su aura estalló en un mar de energía violenta. Relámpagos eléctricos comenzaron a emerger alrededor de su cuerpo, y su ki se elevó a niveles que nunca antes había alcanzado.
Paikuhan retrocedió instintivamente, sus ojos ampliándose al sentir ese cambio. Reconocía ese poder. Lo había enfrentado antes, durante su combate con Goku. Esa transformación, esa energía abrumadora… Cell alcanzó el nivel de Super Saiyajin 2, se dijo así mismo desconectado.-"¿Cómo es posible?"-murmuró Paikuhan, apretando los puños mientras el suelo bajo sus pies temblaba.
El androide, ahora envuelto en un aura electrificada, levantó la vista y la clavó en Paikuhan. Su mirada era un huracán de emociones: furia, orgullo y un deseo absoluto de demostrar que nadie, ni siquiera un guerrero del Otro Mundo, podía doblegarlo.
Con un destello de pura velocidad, Cell desapareció de su lugar, y en un parpadeo, su puño impactó contra Paikuhan sin que lo viera venir. La batalla había tomado un giro definitivo, y el androide, impulsado por una mezcla de rabia y orgullo, estaba decidido a demostrar que era el verdadero poder absoluto.
Con un movimiento rápido se incorporó, pero el androide ya estaba sobre él, lanzando un aluvión de golpes con precisión devastadora. Cada impacto resonaba, empujándolo hacia atrás con fuerza abrumadora.
El guerrero del Otro Mundo bloqueó algunos ataques con dificultad, mientras intentaba asimilar lo que sucedía. La transformación de Cell había llevado su poder a un nivel que pocos podrían igualar. A pesar de su sorpresa inicial, Paikuhan no mostró vacilación. Sus ojos se endurecieron, y, con un grito de determinación, contraatacó, lanzando ráfagas de golpes y ataques de energía en un intento desesperado por recuperar el terreno perdido.
Sin embargo, el androide era implacable. Con una velocidad que apenas podía seguir, esquivaba los ataques de Paikuhan, cerrando la distancia para devolver cada golpe con el doble de intensidad. Sus movimientos eran precisos, calculados, como si cada ataque estuviera diseñado para quebrar no sólo el cuerpo de su rival, sino también su espíritu.
Un gancho directo al abdomen dejó a Paikuhan sin aliento, obligándolo a retroceder. Apenas tuvo tiempo de estabilizarse cuando Cell apareció detrás de él, propinándole una patada que lo lanzó contra una formación rocosa cercana en el jardín. El impacto levantó una nube de polvo y escombros, pero no detuvo a Paikuhan.
El guerrero emergió tambaleante, con raspones y heridas visibles en su cuerpo. Su respiración era pesada, y su ki, aunque aún poderoso, comenzaba a fluctuar. Paikuhan reunió toda la energía que le quedaba y lanzó un poderoso grito de guerra, cargando hacia Cell con una velocidad impresionante.
Aun así, el androide lo esperaba. Con un rugido, canalizó su energía en un ataque devastador, que impactó directamente contra Paikuhan. El golpe lo lanzó al aire, donde el androide lo siguió sin tregua. En el aire, el combate continuó, y aunque Paikuhan lograba conectar algunos ataques, la diferencia de poder se hacía cada vez más evidente.
Cell lo alcanzó una vez más, sujetándolo por el brazo y estrellándolo contra el suelo con una fuerza brutal. El impacto generó un cráter humeante, y esta vez, Paikuhan tardó en moverse. Su cuerpo mostraba claros signos de desgaste; su ki disminuía rápidamente, y sus movimientos eran más lentos.
De pie sobre el borde del cráter, Cell observó a su rival con una mezcla de frialdad y satisfacción. Su aura chisporroteaba a su alrededor, iluminando la escena mientras levantaba una mano, cargando otro ataque.
Paikuhan logró esquivar el devastador ataque de Cell con una maniobra ágil, girando en el aire antes de aterrizar a una distancia segura. Su mirada calculadora se fijó en el androide, y en lugar de usar fuerza bruta, optó por una estrategia más precisa. Con su energía en descenso, decidió atacar los puntos vulnerables del androide.
Aprovechando un momento de distracción, Paikuhan se lanzó hacia su oponente. Cell, cegado por la ira, no anticipó el repentino cambio de táctica. Un golpe directo, preciso y brutal impactó su hombro izquierdo, envuelto en una explosión de energía que atravesó su estructura biomecánica como una lanza. Con un chasquido desgarrador, el brazo izquierdo del androide se desprendió, cayendo pesadamente al suelo.
El androide contuvo el dolor, dejando escapar sólo un gruñido furioso que resonó en todo el jardín. A pesar de la pérdida de su extremidad, no titubeó. Su cuerpo, bañado en el aura amarilla, se movió con una ferocidad casi animal. Con su brazo restante y patadas cargadas de fuerza sobrehumana, lanzó una serie de ataques que obligaron a Paikuhan a retroceder.
Finalmente, un poderoso golpe directo al rostro del guerrero del Otro Mundo, ocasionó que este fuera enviado al suelo con una fuerza que hizo temblar el terreno. El jardín quedó en silencio por un breve instante, roto solo por los jadeos de ambos combatientes.
El momento de calma fue interrumpido abruptamente cuando varios de los luchadores que observaban decidieron aprovechar el estado debilitado de Cell. Los pocos que se atrevieron, se lanzaron en su contra.
Sin embargo, el androide, a pesar de estar exhausto y herido, los enfrentó con una determinación implacable. Cada uno de ellos cayó ante su poder, derrotado por golpes precisos y explosiones de energía que mostraban la resistencia casi infinita de Cell.
Cuando el último enemigo fue derrotado, Cell se quedó de pie en medio del caos. Su respiración era pesada, su cuerpo cubierto de heridas, sudor y sangre. El dolor del brazo perdido ardía como una herida abierta, y con su mano restante presionó sobre el muñón para intentar detener el sangrado mientras trataba de recuperar el aliento.
Justo cuando comenzaba a relajarse, un sonido familiar lo puso en alerta. Entre los escombros cercanos, la figura de Paikuhan emergió una vez más. Su cuerpo estaba claramente dañado, su energía casi agotada, pero su determinación brillaba intensamente.
Con un grito que resonó como un trueno, Paikuhan comenzó a cargar su técnica del Hyper Tornado, acumulando la poca energía que le quedaba. Las ráfagas de viento comenzaron a girar a su alrededor, levantando polvo y escombros mientras su figura se tornaba aún más intimidante.
El androide gruñó con molestia al ver el ataque formándose. Sabía que no podría esquivarlo, mucho menos permitir que alcanzara a Freezer, quien yacía a pocos metros de distancia, vulnerable e inconsciente. Con su única mano, Cell comenzó a cargar un Kamehameha, una última apuesta desesperada para detener el tornado.
Ambos proyectaron sus ataques, provocando un brutal choque de energía que iluminó el cielo con destellos cegadores. El tornado avanzaba inexorablemente, arrastrando a Cell hacia atrás con una fuerza imparable. Sus pies se hundían profundamente en el suelo, dejando surcos a su paso mientras luchaba por mantenerse firme.
Por un instante, su mirada se desvió hacia el cuerpo inmóvil de Freezer. El demonio del frío no sabía nada de la batalla que ocurría a pocos metros de él, ni del sacrificio que Cell estaba dispuesto a hacer. Sin embargo, algo en esa idea le molestaba.
Un leve pensamiento cruzó su mente.-"No debería importarme."- se dijo a sí mismo, volviendo su atención a la batalla, pero esa reflexión no logró afianzarse. En su interior, algo más fuerte, lo obligaba a seguir luchando.
Entonces, un recuerdo lo invadió: Gohan. Aquella pelea que había cambiado su vida, en la que un niño había desafiado lo imposible, impulsado por una furia y una convicción que nunca había entendido del todo. Pero ahora, lo sentía. Una chispa que nacía dentro de él.-"¿Es esto lo que significa proteger a alguien?"
Una sonrisa amarga y cansada curvó sus labios. Con renovada determinación, dio un paso hacia adelante, enfrentando el tornado con todas las fuerzas que le quedaban.
Las palabras de King Cold también resonaron en su mente, aquellas que había despreciado en su momento.
Lo que sentía era confuso, algo que no lograba nombrar, pero que ardía con una intensidad que jamás había conocido. Esa necesidad de proteger, de mantener a Freezer a salvo y cerca, le daba una fuerza que nunca imaginó poseer.
Por primera vez, no rechazó esos sentimientos. Se permitió creer que tal vez era cierto. Una intensa aura dorada envolvió su cuerpo, amplificando su poder, y con un grito desgarrador, empujó el ataque hacia el tornado.
El choque de energías fue tan violento que el suelo comenzó a desmoronarse. Las explosiones iluminaban los jardines mientras Paikuhan retrocedía involuntariamente. Aun así, recuperó su postura rápidamente, intensificando su técnica. El tornado creció en tamaño y velocidad, arrastrando consigo los escombros del palacio.
Cell, agotado hasta el límite, sintió cómo sus células regenerativas fallaban. Su único brazo temblaba bajo la presión, y el dolor era insoportable. Pero sus ojos, cargados de determinación, seguían fijos en su objetivo y lo que deseaba defender. No podía permitir que él cayera también.-¡No perderé…! ¡no otra vez!-Con un grito de coraje, acumuló toda su energía restante y dio un paso adelante, logrando empujar el tornado hacia el palacio.
El guerrero del otro mundo frunció el ceño, sorprendido por la fuerza inesperada.-¿Cómo puede seguir luchando?-murmuró Paikuhan para sí mismo con dificultad, retrocediendo unos metros y cuidando que su ataque no entrara en contacto con el edificio.
Un aura dorada envolvió a Cell, intensificando su transformación y desatando una ráfaga de energía que logra dañar a Paikuhan dentro del tornado.
Paikuhan soltó un gruñido de dolor que resonó como un eco en los jardines, pero sus ojos ardían con una determinación inquebrantable. Sus músculos temblaban bajo la presión, y su cuerpo entero parecía al borde del colapso. Aún así, se negó a ceder.
Con un grito desgarrador que sacudió el aire, Paikuhan reunió cada fragmento de energía que le quedaba, cada gota de fuerza que su cuerpo podía ofrecer. Sus manos brillaron con un resplandor cegador mientras canalizaba todo su poder en el tornado. La tormenta de energía rugió con furia renovada, expandiéndose y duplicando su tamaño y velocidad. Era un acto de pura voluntad, un desafío al límite de lo posible.
Cell, agotado, sintió que sus fuerzas lo abandonan. Su Kamehameha comienza a debilitarse, y el ataque se acercaba inevitablemente hacia él. Aunque intentó resistir, el tornado lo alcanzó y lo comenzó a envolver lentamente. Con un último esfuerzo, extendió su mano hacia Freezer. Utilizando su telequinesis, logró empujar el cuerpo del demonio del frío fuera del alcance del ataque. Por un instante al verlo a salvo, una inesperada paz se instaló en su pecho.-"Así que… esto es lo que se siente luchar por alguien más."
A medida que el vórtice lo consumía, los recuerdos de sus triunfos, sus derrotas, y los momentos que lo habían moldeado pasaron fugazmente por su mente. Por primera vez, aceptó que había algo más allá de la perfección que tanto había buscado: el deseo de proteger, de no estar solo.
Finalmente, los recuerdos de su pelea contra Gohan y las palabras de King Cold llenaban su mente. A pesar de aguantar el ataque con todas sus fuerzas, Cell no pudo evitar sonreír amargamente. Si bien, se había vuelto más fuerte.-”Pero…”- balbuceó, comprendiendo que, a diferencia de Gohan, no se trataba de la misma situación. No fue suficiente. -”Pero… no soy tan fuerte como tú.”-se dijo a sí mismo pensando en el saiyajin.
Con esa última reflexión, el poder del tornado lo superó. Todo se volvió negro mientras el androide perdia el conocimiento, dejando el campo de batalla en un inquietante silencio.
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Gran parte del templo de los Kaios yacía en ruinas. Las columnas destrozadas y el suelo agrietado eran un recordatorio silencioso de la magnitud del enfrentamiento que ocurrió en aquel lugar sagrado.
Los pocos peleadores que aún podían mantenerse en pie se dedicaban a las reparaciones, trabajando en conjunto para restaurar lo que había sido destruido. Retiraban escombros, levantaban columnas, reparaban paredes y reemplazaban los vidrios rotos, mientras el eco de sus esfuerzos resonaba en el ambiente.
Paikuhan, aunque maltrecho por el combate, levantaba escombros junto a los demás luchadores del otro mundo, su respiración aún era pesada pero su determinación seguía intacta. En una esquina, los Kaios observaban el desastre con rostros sombríos, mientras el Gran Kaio les daba la espalda, con aire más resignado que nunca, se dedicaba a ajustar sus gafas con cinta, pues se negaba a no usarlas.
-Esto… esto es inaudito.-murmuró la Kaio-sama del Este, todavía tratando de procesar lo ocurrido. Su voz tenía un matiz de alarma.- El infierno está diseñado para mantener a sus habitantes en un estado de estancamiento.
-Es cierto.-añadió el Kaio-sama del Norte.- Es imposible que aumenten su poder allí.
El Kaio del Oeste asintió, cruzándose de brazos mientras sus ojos se posaban en Paikuhan, quien aún luchaba por recuperar el aliento.-Y, sin embargo, lo hicieron.-respondió con gravedad.- Freezer y Cell no solo se volvieron más fuertes, sino que alcanzaron un nivel que incluso Paikuhan tuvo dificultades para manejar.
Paikuhan escuchando la conversación, se irguió un poco, aunque su cuerpo seguía quejándose por el esfuerzo.-Es cierto.-admitió con voz firme, aunque ligeramente fatigada.- Ambos han cambiado. Cell alcanzó un poder que nunca antes había mostrado. Y Freezer… su fuerza y resistencia son más preocupantes.
El Kaio-sama del Sur frunció el ceño, visiblemente incómodo.-Eso no debería ser posible. Algo está mal… muy mal.
El Gran Kaio, finalmente volviendo su atención hacia los demás, ajustó sus gafas “reparadas”, que brillaban tenuemente con la luz que se filtraba a través de los agujeros en el techo.-Esos dos juntos ya son un peligro.-dijo con una seriedad que pocas veces mostraba.-Si logran escapar…-se interrumpió un momento, suspirando con pesar mientras su mirada vagaba por las ruinas.- No quiero ni imaginar lo que podría ocurrir si alguno de ellos estuviera vivo.
Por un instante, un silencio sepulcral se extendió entre ellos, roto únicamente por el sonido constante de las reparaciones en curso.
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Cell despertó con un sobresalto, jadeando ligeramente. Su cuerpo, aún adolorido por la feroz batalla, le recordaba los límites que había desafiado. Intentó sujetarse la cabeza, pero una cadena fría y pesada alrededor de su muñeca se lo impidió. Incorporándose lentamente, observó la celda oscura en la que estaba confinado. Las paredes de piedra emitían un resplandor tenue y helado, y el aire estaba impregnado de una opresiva sensación de derrota de los soldados que lo rodeaban.
-¡Cell! ¡Despertaste!-exclamó Jheese al notar que el androide se sentaba con esfuerzo. Los miembros del escuadrón Ginyu se acercaron a él, aunque con una inusual cautela. Incluso en su agotado estado, el androide podía percibir su incomodidad.
-¿Estás bien?-preguntó Recoome, con una voz menos enérgica de lo habitual.
Cell echó un vistazo a la cadena en su muñeca y notó que, al ser capturado le faltaba un brazo, pero ahora lo había recuperado. Su cuerpo había empezado a regenerarse poco a poco, pero seguía sintiéndose débil y decaído. Miró a los soldados, quienes evitaban su mirada. Algo no estaba bien.
-¿Qué ocurrió?-preguntó finalmente, su voz áspera.
Los soldados vacilaron, sus ojos esquivando los del androide, pero intercambiaban miradas entre ellos.
-Nos capturaron a todos… pero…-comenzó a decir Butter, pero guardó silencio por un instante, antes de continuar.-...a Lord Freezer lo llevaron a otro lugar.
Cell sintió que un escalofrío recorría su espina dorsal y su corazón pareció detenerse por un momento.-¿Otro lugar? -preguntó con un tono más cortante, la tensión era notoria en su voz.
Todos asintieron rápidamente.-Sí… Lo separaron de nosotros casi de inmediato. No sabemos dónde está.-Agregó Gurdo con preocupación.
Las palabras resonaron como un eco perturbador en la mente del androide. Los recuerdos de lo ocurrido con Babidi le vinieron a la memoria. En los últimos años, nadie nunca supo dónde estaba.
Apretó los dientes, su mirada fija en los barrotes de la celda. Por más fuerte que se hubiera vuelto, ahora lo veía claro. Había una vulnerabilidad en él que jamás había previsto: Freezer.
Era más que una simple alianza. Le daba demasiada importancia, al punto de que, para bien o para mal, le preocupaba. Esa preocupación, aunque antes habría sido impensable, ahora era una realidad innegable. Y los Kaios lo sabrían. Si mantenían a Freezer bajo su control, podrían usarlo como un arma contra él, para quebrarlo.
-"Una debilidad."-pensó con el ceño fruncido y los puños cerrados con fuerza. No podía negarlo.
Pero, al mismo tiempo, algo en su interior se resistía. La idea de admitir aquello le enfureció. Sujetó la cadena de su muñeca con su mano y, con un grito ahogado de frustración, hizo un esfuerzo monumental. Los soldados lo miraban con lástima, sabiendo que ese lugar era "especial". Ni siquiera Cell era capaz de romperlas… y, sin embargo, la cadena cedió.
El androide apoyó su espalda contra la pared, cerrando los ojos con visible molestia. Desde que se había unido a Freezer, su vínculo se había fortalecido de maneras que jamás habría imaginado. En el pasado habría despreciado esa conexión, pero ahora… ahora entendía cuánto significaba.
Quería saber dónde estaba Freezer, qué le habían hecho. Pero esa preocupación lo atormentaba. Era una sensación extraña y desgarradora. ¿Existía alguna forma de evitar ser herido a través de otro?
Suspiró profundamente, sus ojos se abrieron para contemplar la tenue luz que se filtraba en la celda, como si buscara claridad en la penumbra de sus pensamientos. Proteger y luchar por alguien había sido un impulso que lo hacía más fuerte. Pero esa misma fuerza venía acompañada de un precio: la vulnerabilidad. Tener algo -o alguien- que le importara lo exponía a ser herido en formas que jamás imaginó posibles.
-"Freezer es…"-dijo para sí mismo, el peso de las palabras se atascaron sin poder siquiera pensarlas. Una pausa lo envolvió, llena de emociones que no quería enfrentar. Finalmente, susurró con amargura.-…una debilidad.
El reconocimiento le dolió más de lo que cualquier herida física podría hacerlo. Porque, por primera vez, admitía cuánto le importaba Freezer. Y con ello, entendía el peligro que eso representaba, no sólo para su mente, sino también para su corazón. Esa conexión lo hacía más fuerte, pero también más fácil de destruir.
Notes:
¡¡Eso es todo por hoy!!
Y si, chale… Cell casi desbloquea el poder del amor. Pero le faltó poco… Cuando lo logre va a estar rotisimooooo.
Bueno, creo que ya se imaginan dónde está Freezer. Y no, no lo voy a desaparecer como a Babidi xD Freezer saldrá en el proximo capitulo asi que no se preocupen.
Y, no se si recuerdan que cuando Cell entrenaba en el inicio del fic y parecía que no tenía avances. Bueno, es que no debería xD Pero ya saben, Freezer hace 10 flexiones y ya alcanzó otra transformación ajaja Y con cell es igual. Pero, aunque sea algo que inventé, fue para que no aumenten tanto los niveles de poder estando en el infierno.
Espero que les haya gustado las peleas. Fue difícil, pero sí se pudo c: (Si es hay otra pelea no será tan larga como esta xd)
Comenten que les está pareciendo la historia. Además de que una putiza al fin hizo recapacitar a Cell xd
Nos vemos por allá del 1 de marzo. ¡Los quiero a todos! ¡Nos leemos! bye bye!!
Chapter 35
Notes:
¡Hola hola mi gente!
Espero que se encuentren muy bien. No se en que parte estan leyendo esto, pero al menos por aca en chile, tuve unas semanas de vacaciones, pero debo volver a la chamba el lunes :c Espero que hayan tenido buenas vacaciones, sino solo que esten bien jeje
Quiero agradecer a quienes siguen este fic desde el inicio y también a quienes se han estado integrando el camino. Mil gracias por su apoyo y comentarios.
Bueno… retomando el capítulo anterior, recordarán que les dieron una paliza al ejército xd Y muchos supieron de inmediato donde se encontraba Freezer jaja, pero bueno, no era un misterio. Así que aquí el capítulo y disfrutenlo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 35:
El sonido de la música seguía resonando, una melodía absurda que parecía diseñada para enloquecer a cualquiera. Freezer, atrapado en un capullo y colgado del Árbol del Infierno, intentaba mantener la compostura mientras los ángeles y hadas danzantes tocaban sus ridículos instrumentos sin descanso. Las notas estridentes y repetitivas eran como dagas perforando su mente, intensificando la tortura de su encierro.
Era un castigo que no solo lo aislaba físicamente, sino que también lo despojaba de cualquier sensación de control. La impotencia lo consumía. En su interior se agitaba una tormenta de frustración y rabia, acompañada de una sensación sofocante de desesperanza. Cada vez que cerraba los ojos, intentando ignorar el entorno, los ecos de su orgullo herido lo invadían. Era el emperador del universo, un ser que había sembrado terror por toda la galaxia, reducido ahora a un simple espectador de su propia desdicha.
La frustración lo arrastraba hacia los rincones de su mente, donde los recuerdos comenzaban a formarse como sueños fragmentados, mezclando el pasado y el presente de una manera que no podía controlar.
Sin poder evitarlo, una imagen borrosa lo llevó a un tiempo en el que él y Cooler eran niños. Se encontraban en la sala de entrenamiento de la nave, teniendo un combate amistoso.
Aunque sabía que era un prodigio desde su nacimiento, con un poder abrumador incluso en su juventud, Cooler siempre tuvo algo que él no había desarrollado: paciencia.
-Eres muy rápido, pero tus movimientos son predecibles.-dijo Cooler mientras esquivaba otro de sus ataques, atrapándolo fácilmente por detrás y arrojándolo al suelo con fuerza.
Freezer se levantó, furioso, su cola golpeando el piso.-¡Eso fue un golpe sucio! -protestó, cruzando los brazos.
-¿En serio? ¿O es que no soportas perder?-Cooler se ría, mientras daba un paso hacia él.-Eres más fuerte que yo, pero no sabes cómo usar tu fuerza.
Freezer apartó la mirada con enojo, su orgullo herido lo mantenía en silencio. Cooler se agachó frente a él, colocando una mano en su hombro.-Escucha, yo también solía ser impulsivo. Si quieres mejorar, tienes que pensar antes de actuar. Si no, nunca vas a ganarme.
Aunque molesto, Freezer consideró ese consejo mientras lo miraba de reojo. Cooler le sonrió de vuelta.-Vamos, intenta otra vez.-dijo con amabilidad, volviendo a su posición inicial de pelea.
Aquellas palabras lo irritaron en ese momento, pero ahora, atrapado en el Árbol del Infierno, no podía evitar recordar la admiración que sentía por Cooler. Incluso cuando peleaban o discutían, su hermano siempre encontraba la forma de calmarlo y de guiarlo.
Sin embargo, su mente no se detuvo en ese combate. La imagen se distorsionó, como si su propia conciencia no quisiera quedarse en un solo lugar, y el recuerdo cambió a otra escena de su infancia.
Apenas era un niño, más pequeño que en el recuerdo anterior, pero ya tenía claro su lugar en el imperio de su familia. Sin embargo, en esa ocasión, su padre había decidido que Cooler iría a una misión importante del ejército.
Aunque ya había hablado previamente con su padre, el pequeño demonio del frío se mantenía sentado en un sillón haciendo pucheros.-¿Por qué no puedo ir yo? - preguntó, cruzando los brazos y mirando a Berriblu con una mezcla de tristeza y enojo.
-Porque aún eres pequeño, mi lord.- Berriblu, siempre amable, se inclinó hacia él, ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora.- Tu padre confía en ti, pero quiere que sigas aprendiendo antes de enfrentarte a algo tan peligroso.
-¿Aprender qué?-replicó, frustrado.- Soy más fuerte que muchos soldados.
-Eso es cierto.- Berriblu se sentó a su lado, con las manos cruzadas sobre las rodillas.- Pero ser fuerte no siempre significa estar listo.
Freezer bajó la mirada, y por un momento, pareció menos seguro de sí mismo. Resopló conteniendo un sollozo.-Es injusto...
Berriblu le dio unas palmaditas en el hombro, como si supiera exactamente cómo calmarlo.- Tal vez lo sea. Pero algún día, cuando llegue tu momento, vas a demostrarles a todos lo que puedes hacer.
Freezer, aún triste, levantó la cabeza levemente para verla. Ella le sonrió.- Y estoy segura de que ese día no está tan lejos.
Recordó con claridad cómo se apoyó en el hombro de Berriblu, intentando encontrar alivio. Tal vez fue una de las pocas veces en las que reaccionó como un niño normal, vulnerable y necesitado. Ese recuerdo, aunque breve, lo reconfortó en su situación actual. Solo quería sentir un poco de calma.
Como un hilo que conecta los pensamientos dispersos, la transición entre este recuerdo y el siguiente fue suave pero impactante. El calor de la memoria infantil se desvaneció, dando paso a algo más complejo.
Esta vez, se vio a sí mismo cuando era adolescente, mientras caminaba en uno de los pasillos de la nave. Frente a él, se encontraba un joven soldado del ejército, alguien de su edad. Era un chico delgado, de piel rojiza y con una estatura apenas mayor que la del joven demonio del frío.
-¿Qué haces aquí?-preguntó Freezer, con su tono característico de superioridad, el cual no perdía ni un ápice de dureza pese a su juventud.
El soldado, visiblemente nervioso, se enderezó de inmediato, consciente de que la sola presencia de Freezer pudiera aplastarlo.
-Nada, mi Lord. Solo estaba… patrullando.- respondió, su voz temblorosa y sus palabras tan apresuradas que parecía temer que fueran su última oportunidad de hablar.
Freezer comenzó a caminar lentamente hacia él, con pasos deliberados y la cola moviéndose de un lado a otro, como un depredador jugando con su presa.
-¿Patrullando? - repitió, alzando una ceja.- ¿O perdiendo el tiempo?
El soldado tragó saliva con dificultad mientras el rubor en su rostro se intensificaba. Incapaz de sostener la mirada de Freezer, bajó los ojos, avergonzado.-De verdad… estoy patrullando.-admitió con torpeza, sin sonar demasiado convincente.
La actitud tímida del soldado provocó que una chispa de diversión se encendiera en los ojos de Freezer. Con un movimiento ágil, alzó una mano y le tocó la barbilla con dos dedos, obligándolo a alzar la mirada hacia él.-Mírame.- ordenó, su voz suave, pero innegablemente autoritaria.
El chico se estremeció al contacto, sus pupilas temblando por el miedo y la cercanía de su superior. Freezer, sin soltar su barbilla, ladeó la cabeza ligeramente, como si evaluara la situación.- Eres tan patético.- murmuró con una sonrisa despiadada, inclinándose lo suficiente como para invadir su espacio personal.
La tensión en el aire era palpable. El soldado intentó retroceder, pero el agarre de Freezer lo mantuvo en su lugar. Su cuerpo temblaba de forma evidente, su rostro, a pesar de tener un color rojizo natural se ruborizaba con tal claridad que era difícil de ocultar y aunque no decía una palabra, todo en su lenguaje corporal mostraba sumisión.
Freezer dio un vistazo rápido a su alrededor, asegurándose de que no hubiera testigos. El pasillo estaba vacío.- Entra.- le ordenó con un leve gesto hacia una puerta cercana.
El chico titubeó, su nerviosismo aumentando visiblemente.- ¿Q-q-qué? ¡¿Ahora?! - tartamudeó, mirando alrededor con miedo, como si esperara que alguien apareciera y los descubriera.
-No finjas que no quieres lo mismo.- dijo Freezer, con una mezcla de amenaza y seguridad que dejaba claro que no aceptaría un “no” como respuesta.
El soldado bajó la vista una vez más, avergonzado. Finalmente, con un asentamiento torpe, accedió. Freezer lo tomó del brazo y lo empujó hacia el interior de la habitación. La puerta se cerró con un leve chasquido, y en ese momento, el recuerdo comenzó a desvanecerse.
Sin embargo, el sentimiento persistía. Incluso mientras su mente volvía al presente, Freezer no pudo evitar reflexionar sobre aquella "relación" de su juventud. Ambos sabían que era unilateral, manipuladora y tóxica. En aquel entonces, justificaba su comportamiento como simple curiosidad o como una necesidad de afirmarse en su rol de líder, pero ahora comenzaba a pensar que había algo más detrás de sus acciones.
Quizá era su obsesión por el control. Quizá era un reflejo de las propias inseguridades que intentaba sepultar bajo su actitud altanera. O quizá, en el fondo, aún había algún fragmento de empatía que no quería admitir.
De regreso al presente, en su capullo, Freezer se estremeció. La melodía absurda continuaba, perforando sus oídos, y los ángeles y hadas seguían danzando, como si se burlaran de él. Se sentía atrapado, tanto en su confinamiento físico como en los oscuros rincones de su mente, donde los recuerdos y las emociones que siempre había evitado lo atacaban sin piedad.
Por un instante, pensó que podría romperse. Pero no, no lo haría. Él era Freezer. Y aunque el infierno mismo lo torturara, no le permitiría ganar.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cell, al igual que los demás soldados, había sido liberado hacía poco. El tiempo que permanecieron encerrados esta vez había sido significativamente mayor que en sus otros castigos, una eternidad que parecía haberse extendido más allá de lo soportable.
Al salir, escuchó los murmullos entre los soldados. Después del shock inicial por haber sido derrotados, comenzaron a confirmar lo que parecía una decisión unánime en el ejército: debían buscar a Freezer. La orden llegó oficialmente poco después, transmitida por King Cold. Sin embargo, para el androide no era necesario esperar instrucciones.
Se lanzó a la búsqueda de inmediato, recorriendo zonas mucho más lejanas de lo que cualquiera habría considerado en años. Sin embargo, al igual que Babidi, el demonio del frío parecía haber desaparecido sin dejar rastro.
Después de largas horas de búsqueda, Cell se detuvo en una formación rocosa y dejó escapar un suspiro cargado de frustración. Era una sensación que lo invadía y, a la vez, lo inquietaba profundamente. Desesperación. Se negaba a aceptar que Freezer hubiera desaparecido.
Esa emoción extraña seguía apretándole el pecho. No era solo la idea de no encontrarlo que lo atormentaba, sino también lo que significaba. ¿Y si no lo volvía a ver? ¿Qué haría él sin saber dónde se encontraba Freezer?
Cerró los ojos un momento, intentando calmarse, pero una imagen apareció fugazmente en su mente. Cell, de pie, solo, en su plataforma en la Tierra, esperando los días para el inicio de su torneo. La sensación de aquel entonces era muy diferente a lo que podría imaginar ahora.
Antes no le hubiera importado: Estar solo. No preocuparse por nadie. Pero ahora, si no volvía a ver a Freezer, sería...-"¿Triste?"-Se preguntó el androide, y la palabra resonó como una campana en su interior. Ese pensamiento le heló por dentro.
Apretó los puños mientras sacudía la cabeza con molestia, negándose a rendirse.-Tengo que encontrarlo.-murmuró, como si repetirlo lo hiciera más real.
Se dispuso a continuar hacia otro sector cuando un sonido lo hizo detenerse en seco. Desde la distancia, divisó a dos ogros que caminaban despreocupadamente. Con rapidez, Cell se escondió tras unas rocas. No podía permitirse otro enfrentamiento, y no por la falta de poder, sino por el temor de ser encarcelado nuevamente.
Los ogros reían entre ellos mientras conversaban en voz alta, sin percatarse de que estaban siendo observados.
-Te digo que no voy a volver ahí.-dijo el primero, un ogro grande de piel azulada, sacudiendo la cabeza al igual que su mazo, como si quisiera alejar un mal recuerdo.
-¿Por qué no? Es el lugar más tranquilogro para esconderse de esos revoltogros.- respondió su compañero, un ogro igual de grande, pero de piel verdosa.
-¿Tranquilogro? ¡Ja! Es espantosogro. Esa cueva tiene algo extraño.- hablo inquieto.
-Esos susurros no reales, es el vientogro pasando por las grietas.- dijo para calmar a su compañero
El ogro de piel azulada se detuvo y se cruzó de brazos, claramente molesto.-Sí, claro, es el "vientogro".
El otro ogro rodó los ojos.-Solo son historias.-Luego se encogió de hombros.-Nunca ocurrió nada malogro en ese lugar. Es un escondite segurogro.
Las palabras de los ogros despertaron algo en la mente del androide. Recordó la cueva que tenía en su interior aquella anomalía. Aunque después de explorar ese lugar, la había descartado como irrelevante, ahora las palabras de los ogros lo hacían considerarlo.-"¿Podría estar ahí?"- pensó. Su mente luchaba por calmar la inquietud que no dejaba de crecer. Si existía la posibilidad, por pequeña que fuera, de encontrar al demonio del frío en ese lugar, no podía ignorarla.
Se mantuvo quieto hasta que los ogros se alejaron, sus voces perdiéndose en la distancia. Sólo entonces salió de su escondite, con prisa y con la mirada fija en el horizonte. Dio un salto desde el risco y retomó su vuelo, más decidido que nunca.
El androide no perdió el tiempo. Se dirigió al sector donde solía estar el ejército, un lugar que había descartado al principio por considerarlo improbable. Pero ahora, mientras volaba a toda velocidad, no podía evitar sentirse algo tonto por no haber pensado antes en ese lugar. Freezer lo detestaba. Ese sería el último lugar donde el demonio del frío desearía estar.
Aumentó su velocidad, impulsado tanto por su determinación como por la frustración acumulada durante los últimos meses. Cuando llegó a las cercanías de la cueva, se apresuró a entrar. Aunque la entrada estrecha dificultaba su paso debido a su tamaño, avanzó con rapidez. Sintió una mezcla de alivio y ansiedad cuando vio que el portal de luz seguía allí, vibrando como un faro entre las sombras de la cueva. Sin dudarlo, lo atravesó.
El torbellino lo envolvió, llevándolo a través de un flujo interminable de energía hasta que emergió en el campo de flores, tan brillante y surrealista como lo recordaba. El androide aterrizó pesadamente, con los sentidos alerta y una mirada frenética, buscando a su alrededor. Pero entonces se detuvo en seco.
Ahí estaba.
A lo lejos, bajo la sombra de uno de los pocos árboles que adornaban ese extraño lugar, se encontraba Freezer.
Por un instante, Cell quedó inmóvil, sus emociones chocando como una tormenta en su interior. Un suspiro escapó de sus labios, y con él, toda la angustia, la frustración y la tensión que había cargado durante meses. Sintió un alivio que lo sorprendió tanto como lo irritó.
Una leve sonrisa asomó en su rostro, aunque se desvaneció rápidamente. Sus ojos se entrecerraron, y bajó la mirada, cruzando los brazos con molestia.
Podía sentir cuán vulnerable lo hacía esa conexión, cuán fácilmente el demonio del frío podía herirlo. Pero no quería enfrentar esas emociones. No ahora.
Se dio media vuelta, decidido a marcharse.-Ya lo encontré. Está bien. Eso es lo único que quería saber.-murmuró, casi convenciéndose a sí mismo.
Pero apenas había dado unos pasos cuando se detuvo. Su mandíbula se tensó, y dejó escapar un suspiro cargado de frustración. Miró por encima del hombro hacia Freezer, quien permanecía inmóvil, aparentemente ajeno a su presencia.
-“¿De verdad voy a dejarlo así?”-ese pensamiento lo carcomía. Por un lado, deseaba alejarse y cerrar ese capítulo de una vez. Por otro, sabía que algo en su interior no lo dejaría en paz si lo hacía. Vaciló un instante más, sus emociones dividiéndolo entre el orgullo y algo más profundo, algo que apenas podía aceptar, pero que no podía ignorar.
Por otra parte, Freezer intentaba mantenerse cuerdo, ignorando a los ángeles y hadas que tocaban música alrededor del árbol. Su paciencia, ya de por sí limitada, se veía puesta a prueba en ese lugar que encontraba insoportable. Como ya era costumbre, sus pensamientos divagaban sin que pudiera controlarlos. Esta vez, recordaba enfrentamientos pasados, las batallas con los peleadores del Otro Mundo, y luego, inevitablemente, Namek. La imagen de Goku surgió de manera inesperada, llenándolo de irritación.
De pronto, abrió los ojos sobresaltado. Un ki poderoso se aproximaba. Por un instante, sintió al saiyajin, quizá influido por sus recuerdos recientes. Al mismo tiempo los ángeles y hadas, percibiendo peligro, detuvieron su música y retrocedieron, inquietos.
Entonces, Cell apareció, volando a toda velocidad.- ¡Freezer! - exclamó, su voz firme y directa, deteniéndose en seco frente a él.
El impacto de su llegada hizo que el capullo en el que estaba Freezer se balanceara violentamente. Los ángeles y hadas huyeron despavoridos, intimidados por la amenazante figura del androide.
Pese al movimiento del capullo, el demonio del frío fijó su mirada en Cell, su expresión era una mezcla de sorpresa y escepticismo. El androide al notar esto, dudó unos segundos antes de hablar.
Aunque confundido por su presencia, experimentó una leve sensación de alivio. La presencia de Cell, aunque inesperada, significaba que al menos tendría un respiro de los molestos habitantes de ese lugar.-¿Qué haces aquí?-preguntó con su característica altivez, aunque no podía ocultar del todo la curiosidad en su tono.
Cell observó con detenimiento el rostro del demonio del frío, había vuelto a recuperar su aspecto mecánico. Tenía el mismo aspecto que solía tener cuando lo conoció. Sin embargo, pese a ese insólito cambio, su vista se detuvo en el extraño capullo en el que estaba atrapado.-Tu padre envió a todo el ejército a buscarte.-comentó con calma, aunque su mirada permanecía fija en la peculiar prisión.- Y aquí estás… Como suponía.-Hizo una pequeña pausa sin quitar la vista del capullo. Tal vez quería evitar una conversación más profunda, pero ese llamativo método de castigo le provocaba curiosidad.- Qué ironía, ¿no? ¿El gran Freezer atrapado en un capullo? - agregó con una pizca de diversión.
Freezer arqueó una ceja, visiblemente molesto.-Si viniste a burlarte, hazlo rápido. Estoy algo… incómodo.- respondió, con ese tono entre desdén y dignidad que lo caracterizaba.
Cell sonrió de lado, aunque en sus ojos había un destello de alivio que no podía ocultar.-¿Y no puedes salir? - preguntó aun manteniendo una sonrisa divertida.
Freezer desvió la mirada, incómodo. El capullo era más resistente de lo que parecía, y estar atrapado en él era humillante. Al no obtener respuesta, Cell soltó una ligera risa.
-¡No es tan fácil!-se quejó Freezer, explotando en frustración.- Incluso si escapara, volverían a encerrarme. Es mi sanción, según ellos.
Cell se encogió de hombros, echando un vistazo a su alrededor.- Es un lugar encantador. No me sorprende que te castiguen aquí. Un lugar que odias…-comentó con intención de molestarlo, pero no pudo evitar notar lo decaído que se veía Freezer realmente. Siempre solía verse irritable, pero ahora aparentaba algo más que un simple cansancio físico.
Por lo que el androide, carraspeo y su tono cambió ligeramente, volviéndose más neutral.- Podría intentar sacarte de ese capullo…
Freezer lo miró brevemente y suspiró.- Odiaría depender de alguien más para salir de esta situación… - admitió, aunque su orgullo le impedía mirarlo directamente.
Cell desvió la mirada y bufo, cruzando los brazos con un gesto defensivo.- No vine a rescatarte.- dijo con firmeza, como si se lo repitiera a sí mismo.-Sólo quería asegurarme de que no te hubieras hecho pedazos en esta ridícula prisión.
Freezer esbozó una sonrisa burlona.-¿Preocupado por mí?-resopló con gracias.- Eso sí que es curioso. No sabía que los androides desarrollaban emociones tan… humanas.
El comentario tocó una fibra sensible en Cell, quien frunció el ceño pero no respondió de inmediato. Un breve silencio se instaló entre ellos antes de que hablara nuevamente.
-Lamento que tu plan no funcionara…-murmuró, cambiando de tema con evidente incomodidad.
El recuerdo de su fracaso seguía pesando sobre él. El demonio del frío suspiró levemente. Aunque su plan no resultó como esperaba, casi todos sus pensamientos de esa misión se enfocaban en el momento en que estuvo frente a los kaios. Se veían muy firmes ante la idea de que nadie podía escapar de ese mundo. Incluso sabiendo que podrían morir, no revelaron nada. Solo estaban resignados a decir lo que sabían.
Sacudió la cabeza, dejando esas ideas a un lado. Aún no estaba seguro de que pensar de eso. Por otro lado, comprendía a qué se refería el androide. A pesar de no haber presenciado toda su pelea contra Paikuhan, pudo observar como Cell se enfrentó a él con gran fuerza. -Está bien. Realmente, no esperaba menos de ti.-comentó con sarcasmo, aunque su tono no era tan cortante como de costumbre.
Cell bajó la cabeza, recordando el poder que había logrado alcanzar y el propósito de defender al demonio del frío, que lo había llevado tan lejos.-Debí esforzarme más…- dijo en voz baja, sintiendo el peso de emociones que aún no lograba comprender del todo.
Freezer bufó, molesto al ver la actitud decaída del androide.-Has mejorado, ¿no es eso lo que querías? Al menos sé que no eres un inútil.-añadió, casi sin darse cuenta de que sus palabras tenían un dejo de reconocimiento.
Cell levantó la vista, ligeramente avergonzado. Aunque no estaba seguro de cómo tomarlo ¿Era un insulto o halago? De todas formas, ese comentario lo hizo sentir un poco mejor.-Gracias… creo.-respondió, mientras un leve sonrojo se asomaba en su rostro.
Freezer lo observó con una sonrisa sagaz, claramente divertido por la reacción del androide.-Es fascinante, ¿sabes? - comentó con malicia.- Ese extraño brillo en tus ojos cuando hablas de tus fallos. Como si realmente te importara lo que yo piense.
Cell vaciló un momento, pero finalmente dejó escapar una leve sonrisa sincera.-Tal vez me importa…- susurró en voz baja.
Ambos se quedaron en silencio por un instante. Freezer, aunque lo disimulaba, sentía la intensidad de la mirada del androide, una intensidad familiar para él, pero que no sabía cómo interpretar.
Cell, sin quitar esa sonrisa, se acercó lentamente, su mirada fija en Freezer, estudiándolo con cuidado. A pesar de las burlas y las palabras punzantes, sintió algo más detrás de su actitud.
Su sonrisa sincera cambió al recordar cómo el demonio del frío le pidió su ayuda con el peleador del Otro Mundo antes de la batalla.- Es curioso. A pesar de tus palabras, pareces necesitarme más de lo que estás dispuesto a admitir.- dijo Cell, con una sonrisa que intentaba parecer desafiante, aunque no lograba ocultar del todo su vulnerabilidad.
Freezer arqueó una ceja con desdén ante sus palabras. Si bien no pudo evitar notar lo cerca que estaba el androide, y aunque odiaba esa familiaridad que se atrevía a tener con él, no se permitió retroceder ni mostrar incomodidad. En su lugar, endureció su expresión y respondió con frialdad.- O quizás seas tú quien no puede mantenerse lejos.- replicó con una voz tan afilada como una daga.- ¿Qué es, Cell? ¿Fascinación? ¿O algo más? ¿Es que tienes un interés especial en mí?
La reacción de Cell fue inmediata. Su confianza titubeó y la sonrisa desapareció de su rostro. Desvió la mirada con un gesto incómodo, retrocedió volviendo a mantener la distancia mientras su mano subía instintivamente para frotar la nuca con inquietud.
En ese instante, Freezer se percató de lo que tanto temía. Esa forma de actuar del androide era inconfundible.-"Oh, no..." - pensó, una mezcla de incredulidad y alarma cruzando su mente.- "¿Es posible que todavía...?"- El demonio del frío sintió una chispa de nerviosismo, algo poco común en él. Se sobresaltó ante la posibilidad de que los sentimientos que Cell había confesado tiempo atrás siguieran presentes, sobre todo después de la gran pelea que tuvieron hace años.
Su intención no era seducirlo ni coquetear con él. ¡Por supuesto que no! Todo lo contrario. Solo había intentado usar las tácticas y estrategias que siempre utilizaba para mantener a Cell en línea, y ahora parecía haber desatado algo completamente diferente.
-"Genial, Freezer, excelente jugada."-pensó con sarcasmo, reprimiendo un suspiro exasperado. Lo último que necesitaba ahora era un androide confundido emocionalmente merodeando a su alrededor… de nuevo.
Por mucho que quisiera reírse de la situación de Cell, no podía ignorar la realidad. A pesar de todo lo ocurrido entre ellos, no deseaba que el androide se alejara nuevamente del ejército. Era demasiado fuerte y útil; aún deseaba utilizarlo para sus propósitos. Y, si esos sentimientos mal dirigidos servían para mantenerlo cerca, quizás no era tan malo, ¿verdad? Se dijo a sí mismo, tratando de convencerse.
No estaba dispuesto a arriesgarse a perder a Cell de nuevo. Con ese pensamiento, Freezer decidió jugar sus cartas con cuidado, consciente de que cualquier movimiento en falso podría alterar el delicado equilibrio de poder entre ambos.
Cell, quien lo vio de reojo, pareció notar el cambio en la expresión de Freezer, pero decidió no mencionarlo. En lugar de eso, respiró hondo y recuperó algo de compostura.- Debería irme. No vine a interrumpir tu... "castigo" más de lo necesario.- dijo, tratando de sonar neutral.
Freezer inclinó la cabeza ligeramente, con una sonrisa burlona que intentaba ocultar su creciente incomodidad.- ¿De verdad? Me sorprende que no te quedes un poco más, considerando cuánto disfrutas de mi compañía.- lo dijo en broma y casi por instinto. De inmediato se regañó mentalmente por decir algo que el androide podría malinterpretar.
Cell le lanzó una mirada breve pero significativa. Algo en sus ojos indicaba que quería decir más, pero se contuvo. Aunque un leve nerviosismo aún recorría su cuerpo, finalmente, con una ligera inclinación de cabeza, habló.-Será en otra ocasión, Freezer. Intenta no perder la cabeza aquí dentro.
Se detuvo por un instante, recordando la supuesta principal razón por la que se encontraba allí.-Ah, y le diré a tu padre dónde estás… - mencionó antes de dar media vuelta.
Sin embargo, el androide seguía quieto sin moverse y miró por encima del hombro hacia el demonio del frío. Su expresión seguía siendo algo insegura, pero esta vez logró forzar una sonrisa ligera, casi provocativa.
-Por cierto, Freezer...- dijo con un tono que oscilaba entre la casualidad y la intención.- Es curioso cómo siempre terminas queriendo mi compañía, incluso cuando no lo admites.-manifestó con un toque de gracia.- Quizás, en el fondo, tampoco quieres que me aleje.
Y sin esperar respuesta, se marchó hacia el torbellino, dejando a Freezer sumido en un silencio incrédulo.
No alcanzó a responder, incluso si aún estuviera ahí, no sabría qué decir. Sólo se limitó a observar cómo el androide se alejaba, su mirada de sorpresa se entrecerró con el ceño fruncido y dejó escapar un largo suspiro.-"¿Qué juego estás jugando, Cell..?"-pensó, mientras intentaba convencerse de que aún tenía el control de la situación.
Freezer se quedó observándolo mientras se alejaba, y un pensamiento lo asaltó de repente.
Era cierto lo que tanto su padre como Cooler le habían señalado alguna vez: Cell les recordaba a él mismo, pero en una versión más joven. Un destello fugaz de su infancia en el ejército cruzó por su mente. Solía ser tan inocente, tan ingenuo... igual que Cell.
El demonio del frío gruñó con fastidio, reprimiendo un escalofrío.-"Detestaba esa parte de mí. Qué bueno que la destruí."
Pero incluso ahora, algo lo inquietaba. Recordó las palabras de su padre, insistiendo en que debía mantenerse emocionalmente distante de todos en el ejército. Y lo había hecho. Aprendió a fingir, a ocultar cualquier lazo emocional como una destreza que, con el tiempo, se volvió natural. Ahora, simplemente no se conectaba con nadie.
Cell, sin embargo, parecía ser la excepción a esa regla. Tal vez porque compartían células, o tal vez porque Cell había alcanzado algo que Freezer nunca logró: un aislamiento emocional completo. Eso era admirable... o lo sería, si no fuera por ese molesto toque saiyajin y su obsesión por pelear.
A pesar de todo, Freezer no pudo evitar notar cómo el androide había cambiado. Contra todo pronóstico, había aprendido a socializar, al menos un poco, y eso lo hacía más parecido a él, antes de cerrar su corazón al mundo.
En un inicio, le pareció un ser interesante. Y aun así, después de tanto tiempo, su curiosidad hacia Cell seguía intacta. Cualquiera hubiera pensado que perdería interés, pero no. Odiaba que fueran tan similares, pero lo entendía. Ese reflejo de sí mismo lo atraía y lo repelía al mismo tiempo.
Dejó escapar una risa resignada. Siempre que pensaba que el androide no podría sorprenderlo, hacía algo que lo asombraba. Esta vez, fueron las palabras que dijo antes de irse. A pesar de los sentimientos que claramente lo invadían, Cell había tenido el valor de mantener la compostura.
El demonio del frío había enterrado tan profundamente su capacidad de empatizar o congeniar con alguien que ahora le resultaba desagradable cada vez que afloraba. Pero ahí estaba, admitiendo para sus adentros que, después de tantos años, le agradaba Cell. -”¿Agradar?"-La palabra resonó extraña en su mente. Le resultaba casi insoportable, pero, al mismo tiempo, no lo consideraba tan terrible como lo hubiera hecho años atrás. Era una sensación pequeña, diminuta, pero real. Suspiró con algo de aceptación.-"Me agrada... un poco."-se permitió pensar.
Sabía que ese sentimiento no era mutuo. Era consciente de lo que el androide sentía, mientras que él solo lo apreciaba. Y estaba bien con ello. Podía manejarlo.
Mientras esta idea rondaba en su mente, una leve sonrisa cruzó sus labios sin que se diera cuenta.
Entonces, los ángeles y las hadas llegaron con su alboroto habitual, tocando y cantando con la energía que tanto detestaba. Freezer sintió cómo la frustración lo inundaba al instante.-¡YA BASTA DE ESA MALDITA CANCIÓN!-gritó, agitándose en el capullo mientras intentaba callar el desastre musical que se desataba a su alrededor.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cell entró al salón de la cueva con pasos firmes, aunque su expresión demostraba un cansancio profundo. No solo era físico, sino una carga emocional que se había acumulado durante meses de incertidumbre. El ambiente en el salón era tenso. King Cold, revisaba su rastreador revisando comunicados con movimientos rápidos y repetitivos, claramente intentando mantener una compostura que no le salía natural.
-Lo encontré.- anunció Cell sin rodeos.
King Cold alzó la vista al instante. La tensión en su rostro se relajó apenas, aunque su mirada seguía cargada de preocupación.-¿Está bien? - preguntó, su tono mezclando alivio y curiosidad en partes iguales.-¿Dónde está?
El androide cruzó los brazos, midiendo sus palabras.-Podría estar mejor…Aunque no puede escapar.-admitió, recordando el ligero cambio que había notado en Freezer. Intentaba convencerse de que el estrés que percibió en él era algo pasajero. Una parte de él no podía ignorar la intranquilidad que eso le había provocado.- Se encuentra en ese lugar misterioso, al que se llega a través de la cueva con la anomalía.
En ese momento, Cooler apareció por la entrada con rapidez. Había visto pasar a Cell por la zona y supuso que traía noticias importantes por la prisa con la que iba. Se detuvo a unos metros de la entrada, alcanzando a escuchar la confirmación del androide. Una risa seca escapó de sus labios, pero no añadió nada, solo dio unos pasos hacia el centro de la habitación.
King Cold, por su parte, dejó escapar un largo suspiro, permitiendo por primera vez en mucho tiempo una leve sonrisa.-Me alegra escucharlo. Por mucho que ese niño me saque de quicio, no puedo evitar preocuparme por él.
El androide sintió la mirada de Cooler, quien fruncía el ceño de una manera extraña y en silencio.
El hermano de Freezer finalmente habló, con un tono bajo y cortante.-¿Y tú?
-¿Qué hay conmigo?- respondió Cell mientras lo miraba con una ligera confusión.
Cooler se encogió de hombros con una indiferencia que no parecía del todo sincera.-Pareces… distraído.
Mientras observaba al androide, recordó la última vez que lo había visto. Fue durante el caótico enfrentamiento con Paikuhan. Ambos habían estado al límite, apenas capaces de mantenerse en pie tras recibir el ataque devastador del peleador del Otro Mundo. Aunque parecían derrotados, habían encontrado la fuerza para levantarse y seguir luchando. Sin embargo, la situación se volvió insostenible cuando más luchadores se unieron al ataque. Cooler, consciente de lo que estaba en juego, había insistido en que Cell siguiera a Paikuhan, sabiendo que el guerrero iba tras Freezer. Recordaba claramente la mirada de frustración en el rostro del androide cuando Paikuhan logró escapar y se dirigió hacia el palacio.
El demonio del frío había cargado con una sensación de inquietud desde ese momento. No solo por la tensión de la batalla, sino también por algo más profundo, algo que prefería no analizar demasiado.
Ahora, mirando al androide frente a él, podía notar ese mismo agotamiento en su postura, un eco de lo que había visto aquel día. Pero esta vez, la carga no era sólo física. Había algo más, algo que Cell no estaba dispuesto a compartir, y esa barrera invisible lo hacía sentir aún más inquieto.
Por otra parte, las palabras de Cooler resonaron en el androide. No podía negarlo. La conversación con Freezer, aunque breve, lo había dejado emocionalmente agotado. Había pasado meses encerrado, atrapado en un ciclo de angustia y frustración, sin saber dónde se encontraba Freezer. Ahora que lo sabía, el alivio que debía sentir luchaba contra una sensación de vacío que lo descolocaba.
King Cold rompió el silencio con una suave risa.-Lo veo normal.-comentó, mirando a Cooler con un aire de superioridad.- Después de todo, tu encuentro con Freezer debió ser… interesante.
Cell parpadeó, un poco desconcertado por la elección de palabras, pero de inmediato frunció el ceño y desvió su mirada.-No sé de qué hablas.
Aunque intentó evitar el tema, el peso de la mirada de Cooler era ineludible. Era como si estuviera midiendo cada palabra, cada gesto, buscando algo más allá de lo que decía.
King Cold dejó escapar otra risa, pero esta vez sus ojos se fijaron directamente en el androide, con un interés renovado.-Oh, vamos, muchacho, no finjas que no te afectó. Es natural, considerando lo magnético que puede ser Freezer.- el comentario tenía un toque burlón, pero también llevaba un trasfondo sincero que lo hizo aún más irritante.
Cell apretó la mandíbula, sintiendo cómo el calor subía a su rostro. No respondió, limitándose a mirar a King Cold con expresión de pocos amigos antes de girarse y abandonar la cueva sin decir una palabra más.
Cooler, por su parte, le dio una mirada molesta a su padre antes de ir tras el androide. Para su suerte, aún se encontraba de pie cerca de la entrada de la cueva. Se detuvo a su lado y lo observo de reojo con incertidumbre.-Lamento lo que dijo mi padre.-comentó, un tanto incómodo por la situación que el susodicho había ocasionado.- Él es tan… -suspiró sin saber cómo completar la oración. Lo cierto, es que en ocasiones como esas no podía defenderlo.- A veces no piensa antes de hablar.-concluyó, algo avergonzado.
Cell bajó levemente la vista, todavía con frustración.-Da igual…-respondió ásperamente.
A sus ojos, el androide seguía viéndose distraído, incluso cansado.-Como sea… -comenzó a decir para romper el silencio que se había generado entre ambos.- Me alegra que Freezer esté bien, pero no sé si se puede decir lo mismo de ti.
El androide se tensó levemente, y después de unos segundos, se volteó hacia el demonio del frío.-Estoy bien.-dijo con tal seguridad que nadie dudaría de su estado de ánimo.
Sin embargo, Cooler lo observó detalladamente por un instante, aunque no estaba de acuerdo con sus palabras no quiso contradecirlo. Por lo que, después de unos segundos de mantener su mirada fija en el androide, volvió su vista al frente sin más.-Si necesitas distraerte, siempre estoy disponible para entrenar.
Cell aún lo miraba directamente, con una expresión neutral.-Lo agradezco, pero prefiero entrenar solo por ahora.
El demonio del frío levantó una ceja, como si no estuviera sorprendido, pero insistió.-¿Estás seguro?
El androide también volvió su vista hacia el paisaje y tomó una respiración moderada, esperando no llamar la atención.-Estoy seguro.-respondió, con un tono firme pero tranquilo. Luego añadió, casi como una excusa.-Necesito enfocarme.-mencionó, desviando un poco la mirada.
Cooler lo observó de reojo por un momento más antes de asentir con una sonrisa contenida. Al menos el androide reconoció que algo le ocurría. Solo esperaba que encuentre lo que necesite para mejorar, no importaba si eso lo incluía.- Está bien, no insistiré. Pero si cambias de opinión, ya sabes dónde encontrarme.
Cell solo asintió, sin quitar la vista del paisaje.
Dicho esto, el demonio del frío se giró y se marchó hacia el interior de la cueva, dejándolo solo.
El androide permaneció inmóvil por unos segundos antes de emprender el vuelo hacia un lugar más tranquilo.
Voló por unos minutos hasta que divisó un risco alto, donde el viento soplaba fuerte y el paisaje se extendía hasta el horizonte. Descendió con algo de torpeza y pesadez reflejando su estado físico. Se sentó con las piernas cruzadas, cerró los ojos mientras dejaba que el sonido del viento llenará el silencio.
Por un momento, trató de vaciar su mente, pero los recuerdos del encuentro con Freezer seguían regresando. Sus palabras, su mirada, incluso la forma en que había intentado justificarse sin perder su orgullo.
Por más que intentaba calmar su mente, las palabras de Freezer, incluso las de Cooler y King Cold seguían rondando.
Estaba agotado. Todo lo que había pasado en los últimos meses lo había desgastado de una forma que no esperaba. Pero más allá del cansancio, una verdad incómoda flotaba en su mente. No podía seguir ignorando que sentía algo por Freezer. Siempre había algo en Freezer que lograba tocar una parte de él, algo que lo había estado incomodando por mucho tiempo.-Es molesto…-murmuró para sí mismo.
No importaba cuánto intentara mantener su distancia, Freezer siempre encontraba una forma de meterse en su cabeza. Durante mucho tiempo, había tratado de contener esos pensamientos, de apartarlos como si fueran un error de su programación, algo que podía superar con fuerza de voluntad. Pero ahora, algo dentro de él comenzó a ceder.
No era solo atracción, como había considerado hace años. Había una conexión más profunda que no lograba entender del todo, pero sabía que estaba ahí, latiendo con fuerza, exigiendo ser reconocida. Había pasado meses luchando contra esa vulnerabilidad, tratando de convencerse de que era una debilidad, la cual podría erradicar. Sin embargo, al admitirlo, al permitirse sentir, esa resistencia dentro de él comenzó a desmoronarse.
Ya no tenía caso fingir.
Abrió los ojos lenta y agotadamente, dejando que su mirada se perdiera en el horizonte. Las nubes amarillas inundaban el cielo, y el viento soplaba con una intensidad que parecía querer arrancar las dudas que aún se aferraban a su mente.-No está tan mal...-murmuró, su voz baja y frágil, cargada de una emoción desconocida.
El viento respondió con un susurro más fuerte, acariciando su rostro mientras el androide dejaba escapar un suspiro largo y profundo. Por primera vez en mucho tiempo, el torbellino de pensamientos en su mente comenzó a calmarse. Esa intrusión, esa conexión que Freezer siempre encontraba una forma de imponerle, ya no se sentía como el peso incómodo al que estaba tan acostumbrado. Ahora era diferente.
A medida que esa verdad se asentaba en su interior, una sensación de alivio lo invadió de igual manera. Como si al aceptar lo que sentía, hubiera soltado un peso invisible que había estado cargando durante años. El agotamiento emocional que lo había desgastado finalmente encontró un respiro.
Dejó que el viento y la serenidad del momento lo envolvieran por completo. Sus párpados comenzaron a cerrarse, y por más que intentaba resistirse, el cansancio lo arrastró lentamente hacia un sueño profundo e involuntario.
Era casi inaudito que Cell sucumbiera al sueño de esa manera, pero en ese risco, con el horizonte infinito y el viento como única compañía, se permitió algo que no había tenido en mucho tiempo: paz.
Por primera vez en meses, no había tensión en su cuerpo ni caos en su mente. Solo calma, solo ese extraño pero reconfortante pensamiento de reconocimiento hacia el demonio del frío.
Mientras su respiración se volvía más tranquila, el androide se quedó dormido, dejando que la aceptación de sus emociones lo llevara a un descanso que no sabía cuánto necesitaba.
Notes:
Ok, 35 capítulo y por fin Cell lo acepto :3 ¿Qué les digo? Dije que era un slowburn jeje Y bueno, Freezer al menos admitió que le agrada Cell (peor es nada) y es más de lo que podría decir cualquiera xd
Creo que de alguna forma siempre hago sufrir a Cell, perdon xd Pero creo que todo esto es necesario o al menos así me imagino como seria para Cell que se de cuenta de que siente algo por Freezer…(o sea, muy slowburn xd)
Gracias a todos por su apoyo, y también es mi deber informarles, que ya estamos cerca de la recta final. Este fic tendrá 40 capítulos. Así que están advertidos jeje
Aunque también recuerden que habrá segunda parte. Todavía no sabemos cuántos capítulos tendrá, pero son muchos jeje (no es broma, es un grito de ayuda D:) Así que la historia va a continuar ;) Solo que esta primera parte está enfocada en el infierno.
Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado el capítulo :3 Dejen sus comentarios para saber que les está pareciendo la historia. El proximo capitulo estara arriba por ahí del 29 de marzo. Eso es todooooo. ¡Los quiero a todos! ¡¡Nos leemos!!
Chapter 36
Notes:
Hola hola mis amigos!!
Espero que se encuentren bien. Como siempre, quiero agradecer el apoyo y los comentarios que han dejado en este fic. Muchísimas gracias. ¡Los quiero mucho!
Me hace muy feliz saber que siempre esperan atentos en la espera de un capítulo nuevo. ¡Un abrazo a todos!Por cierto, recuerden que no quiero una comision xd (todavia me llegan mensajes jeje) Y sigan a mi amiga en sus redes jaja Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
En el capítulo anterior, recordarán que Cell admitió para sí mismo que siente algo por Freezer. Y Freezer… bueno, al menos admitió que le agrada cell xd (eso ya es mucho decir jeje) Pareciera que que viene lo bueno!!! Pero también estoy aca para recordar que es un slow burn jeje no se enojen xd
En fin disfrutenlo
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Cuando Cell despertó, no tenía idea de cuánto tiempo había pasado. Aún seguía en el risco donde se durmió. Al incorporarse, dio un salto hasta aterrizar suavemente en el suelo árido. Su cuerpo, aunque renovado tanto emocional como físicamente, todavía parecía arrastrar un leve cansancio. Por lo que optó por caminar.
No prestó atención a la dirección que tomaba, simplemente avanzaba mientras su mente se llenaba de recuerdos y pensamientos que había reprimido durante años. Ahora que los aceptaba, una sensación desconocida y un tanto incómoda lo recorría. Era extraño, casi como si una parte de él apenas estuviera despertando también.
Entonces… ¿Qué sentía por Freezer?
Frunció el ceño y entrecerró los ojos, como si mirar al vacío pudiera ayudarlo a encontrar una respuesta. No sabía cómo describir esa sensación, ni siquiera para sí mismo. Claro, tenía a Freezer en alta estima, más de lo que le gustaría admitir, y no podía negar que se preocupaba por él. Sabía lo vulnerable que podía ser, aunque jamás lo reconociera frente a los demás.
Dejó escapar un suspiro frustrado cuando, después de varios segundos, no llegó a ninguna conclusión clara. Por un momento pensó en desechar todo, en ignorar nuevamente esos sentimientos confusos y fingir que no ocurría nada fuera de lo normal. Pero apenas la idea cruzó por su mente, una oleada de recuerdos lo contuvo. La cárcel. Los días interminables. Los pensamientos oscuros. El vacío. Esa soledad angustiante era peor que cualquier cosa. Incluso esta nueva confusión era preferible a lo que había sentido entonces.
Con un resoplido resignado, se cruzó de brazos y cerró los ojos con fuerza, como si concentrarse pudiera ayudarle a desentrañar sus propios sentimientos.
Recordó el momento que habían pasado juntos en aquella cueva. Cómo aquel leve contacto entre ambos lo había estremecido. En ese momento, aunque intentara convencerse de lo contrario, no fue desagradable. De hecho, podría admitir que le había gustado tener a Freezer cerca.
Al llegar a esa conclusión, asintió ligeramente, como si diera un pequeño paso hacia el entendimiento. Pero justo cuando ese leve optimismo comenzó a asentarse, otro recuerdo lo golpeó. Los rumores. Todos los rumores.
Por años, los soldados no habían dejado de hablar de ellos. Aunque él siempre negaba cada palabra, a veces, solo a veces, se preguntaba si los demás veían algo que él no podía ver. ¿Acaso había algo que se le escapaba? Claro, nunca habían tenido “citas” ni hecho nada más allá de entrenar juntos. Pero todos parecían coincidir en que estaban juntos o, al menos, iban en esa dirección.
Ese solo pensamiento le ocasionó un escalofrío que recorrió su espalda.
Abrió los ojos y se percató de que su ritmo de caminata se volvió más errático, más apresurado, como si pudiera dejar atrás esos pensamientos.
Tener a Freezer como pareja... Era algo que no deseaba en absoluto, o al menos eso se repetía una y otra vez. Tenía suficiente con soportar su actitud dominante y su carácter implacable. Pero entonces, ¿por qué esos rumores lo afectaban tanto?
Ciertamente, pasaban tiempo juntos entrenando y eran relativamente cercanos, en comparación con otras personas. Pero más allá de eso, no comprendía porque los soldados decían esos rumores. Mientras intentaba encontrar algún indicio, alguna acción que pudiera justificar esos comentarios, una imagen fugaz cruzó su mente.
El beso.
Se detuvo en seco. Un calor intenso se apoderó de su rostro, y por un momento, sintió cómo su corazón comenzaba a latir descontroladamente.-"Fue un accidente"- se dijo en voz baja, apretando los puños. Claro que lo había sido. En aquel momento, no estaba pensando con claridad. Incluso, Freezer lo había minimizado después. Nunca volvieron a hablar de eso, y por suerte, nadie más se enteró. Era algo que solo ellos dos sabían.
Inconscientemente, comenzó a frotarse la nuca con incomodidad. Ese recuerdo lo desestabilizaba de una manera que no entendía. En aquel entonces, sus emociones hacia Freezer no eran más que una simple atracción. Pero ahora creía que, en lo más profundo, había deseado algo más. Algo que no podía definir.
Dejó escapar un suspiro largo y derrotado, bajando la cabeza. Si no fue capaz de entenderlo años atrás, cuando se atrevió a dar ese accidentado paso, mucho menos lo haría ahora.
En ese momento, a unos metros de distancia, Cell divisó una figura en el cielo que rápidamente cambió de dirección hacia él. Al notar que se trataba de Cooler, se volteó bruscamente y llevó sus manos a las mejillas. Aún podía sentir el calor de forma persistente, por lo que cerró los ojos y comenzó a inhalar y exhalar profundamente para recuperar la compostura.
Cooler aterrizó con suavidad a pocos metros de distancia.-Hey, Cell.-lo saludó mientras avanzaba hacia él con calma.
Cell se volteó hacia él con aparente naturalidad.-¿Qué hay?-respondió con una informalidad poco habitual.
El demonio del frío se detuvo un segundo, observándolo detenidamente.-"¿Qué hay?"-se preguntó extrañado. Había algo distinto en el androide. Por un lado, parecía más relajado, incluso de mejor humor; pero, por otro, había un leve nerviosismo en su postura que no pasaba desapercibido. Aunque no lograba descifrarlo del todo, esa actitud le resultaba familiar, pero decidió no mencionarlo.-Iba a ver esa cueva que mencionaste…-comentó, evitando el evidente nerviosismo de Cell.
-Sabes que no puedes atravesar el portal, ¿cierto? - preguntó el androide, arqueando una ceja.
-Eso me dijo mi padre.-respondió Cooler con un leve encogimiento de hombros.- Pero también mencionó que, según la teoría del científico, tal vez sea una cuestión de ADN. Por eso tú puedes atravesarlo.
-¿De verdad crees que podrías? -Cell lo miró con escepticismo, cruzándose de brazos.
Cooler apretó los labios, tenía un destello de terquedad en sus ojos.-Tal vez... -admitió, sin mucha convicción. Luego, tras un breve silencio, agregó.- Sé que no es lo mismo…
-No, no lo es.-interrumpió Cell, asintiendo en acuerdo.
Cooler suspiró, visiblemente molesto.-Sé que mi ADN no es igual al de Freezer, aunque sea su hermano… -dijo cruzándose de brazos, con cierta irritación.- No todos podemos tener un ADN idéntico al suyo.
Ese comentario arrancó una sonrisa de Cell. Aunque no había pedido tener ciertos materiales genéticos específicos, las circunstancias lo habían favorecido más de lo que esperaba.-Solo un 20% .-añadió con un tono burlón.
Antes de que Cooler pudiera replicar, el androide comenzó a caminar en otra dirección.-Vamos, te diré dónde está la cueva.-dijo sin mirar atrás.
Aunque algo irritado por el comentario, dejó pasar la provocación y lo siguió, con una leve sonrisa curvando sus labios.
Al llegar a la cueva, ambos entraron. Como siempre, Cell se encontraba algo incómodo por las dimensiones del lugar; al ser más alto debía encogerse lo cual le resultaba opresivo. Mientras que Cooler, a pesar de ser considerado alto, se desplazaba con relativa facilidad, inclinando apenas la cabeza para moverse por el túnel.
Cuando llegaron al final del pasadizo, donde se encontraba el portal de luz, el androide se hizo a un lado para dejarle espacio al demonio del frío.
Cooler extendió una mano hacia el portal y lo tocó con firmeza. Durante unos segundos, pareció analizar la superficie luminosa, presionándola con la palma. Luego, acercó la otra mano y trató de atravesarla, pero sin éxito.
Cell observó cómo la frustración comenzaba a reflejarse en el rostro de Cooler. Decidió no interferir, simplemente se dejó caer y apoyó la cabeza contra una pared cercana, observando en silencio.
El demonio del frío, por su parte, aumentó la intensidad de sus intentos. Empezó a empujar con ambos brazos, arrastrando los pies como si intentara entrar a la fuerza. Pero, después de varios minutos de esfuerzo inútil, se detuvo. Permaneció inmóvil, con la respiración agitada y la mirada fija en el portal, ahora con fastidio evidente.
-¿Todos en tu familia son así de necios?-preguntó Cell de repente, rompiendo el silencio.
Cooler no apartó la vista del portal. Aunque sintió el peso de las palabras, no tenía ánimos para pelear.-Tú también eres necio… -respondió con voz cansada.
-Debo haberlo heredado de tu familia.- replicó el androide con un encogimiento de hombros, esbozando una ligera sonrisa.
Finalmente, Cooler se dejó caer al suelo con un suspiro pesado, sentándose con las piernas cruzadas frente al portal. Durante unos segundos, simplemente observó la luz que emanaba de él, como si buscara respuestas en algo que no podía tocar.-Es frustrante, ¿sabes? -dijo finalmente, rompiendo el silencio.- Saber que está ahí, pero no poder alcanzarlo.
El androide lo miró de reojo desde su lugar contra la pared. El demonio del frío estaba inclinado hacia adelante, con las manos apoyadas en sus rodillas y el rostro cargado de emociones. A pesar de su naturaleza sarcástica y a veces fría, era evidente que se preocupaba profundamente por su hermano.
-Freezer está bien.-mencionó Cell, intentando ofrecer algo de consuelo.
Cooler alzó una ceja, girando la cabeza hacia él con una sonrisa irónica.-¿Desde cuándo eres su portavoz?
-No lo soy.-respondió, restándole importancia.-Pero lo vi hace poco, y estaba... entero.
El demonio del frío soltó una leve risa, aunque no pudo evitar que se deslizara una pizca de amargura.-¿"Entero"? Eso suena a algo que dirías de un enemigo, no de alguien a quien le importas.
El androide abrió la boca para replicar eso último, pero se detuvo. No estaba seguro de qué decir. Solo pudo desviar la mirada un tanto avergonzado.-Si quieres, puedo darle un mensaje de tu parte.-ofreció finalmente.
Cooler lo observó en silencio por un momento, como si evaluara la sinceridad detrás de sus palabras. Luego negó con la cabeza.-No, gracias. Estoy seguro de que mi padre ya le dijo todo lo que quería que escuchara.
Se alarmó, quedando inmovil en su lugar. El androide podía hacerse una idea del tipo de cosas que le habría dicho King cold.
Y por un instante, el silencio volvió a instalarse entre ellos. Sin embargo, el demonio del frío parecía estar reflexionando sobre algo, su mirada fija en el portal mientras tamborileaba los dedos sobre su rodilla.-¿Y tú? -preguntó de repente, sin apartar la vista del portal.- ¿Tienes algo que decirle?
Cell frunció el ceño, intentando aparentar.-¿De qué hablas?-dijo de manera precipitada, como si quisiera quitarse esa atención de encima.
En ese instante, Cooler sonrió para sí mismo, reconociendo donde había visto esa actitud extraña que estaba teniendo el androide. Giró la cabeza hacia él, con una expresión que mezclaba curiosidad y algo de diversión.-Es curioso verte tan nervioso. Me recuerdas a Freezer cuando lucha contra algo importante.-Hizo una pausa, estudiando sus reacciones.- ¿Qué pasa, Cell? ¿Hay algo que no me estás diciendo?
El androide sintió un nudo formarse en su estómago. Se esforzó por mantener la calma, pero el calor en sus mejillas lo traicionó.-No sé de qué hablas.-respondió rápidamente, desviando la mirada.
El demonio del frío sonrió de lado, satisfecho con su reacción.-Claro que no.
Se sentía acorralado. Su mente volvió a todas esas veces en que había ocurrido algo significativo con Freezer. Como sujeto su mano entrenando, como su determinación aumento para protegerlo durante su última misión y finalmente, el beso, ese roce de labios que había intentado enterrar en el rincón más profundo de su memoria. Pero ahora, bajo la mirada inquisitiva de Cooler, todo parecía salir a la superficie.
Suspiro resignado.-Está bien.-admitió en voz baja, como si las palabras le pesaran.- Tal vez... siento algo por él.
Cooler aun lo observaba en silencio, sin rastro de burla en su expresión. Simplemente, asintió.-Lo imaginaba.-dijo intentando no sonar sarcástico.
-¡¿Qué?!-Cell se sobresaltó y volteo a verlo sorprendido.
Este solo sonrió con suavidad, como si esa confesión no fuera nada del otro mundo.-Es evidente, al menos para mí. -hablo encogiéndose de hombros.-Y para mi padre…Y todos los soldados, hasta los que están en mi ejército. Incluso, para los seres del infierno que no están en el ejército. Diría que también para los ogros que trabajan en el infierno.- dijo rememorando, como si esperaba que no olvidará a nadie de aquella “lista”.
Cada vez que Cooler mencionaba a más personas, que parecían saber su reciente nuevo sentimiento, más se ruborizaba el androide. Volvió a dejar caer su cabeza hacia atrás, impactando fuertemente contra la pared.-”Qué vergüenza.”-pensó completamente humillado.
-Pero si tienes algo que decirle, hazlo.-dijo Cooler, llegando finalmente al punto que quería abordar.- No tiene sentido andar con rodeos.
Cell frunció el ceño, como si estuviera procesando esas palabras. Luego miró hacia el portal, sabiendo que Freezer se encontraba detrás de este.-¿Y si no quiero?
El demonio del frío se encogió de hombros.-Entonces sigue sufriendo en silencio. No me sorprendería; a fin de cuentas, esa parece ser tu especialidad.
El androide soltó una risa seca, negando con la cabeza.-No es tan sencillo como lo haces parecer.
Lo observó con seriedad, pero también con una gran comprensión. Cooler también se encontraba en una situación similar, aunque a diferencia del androide no creía apropiado decir nada. Por lo que volvió su vista hacia el portal.-Nunca lo es. Pero si algo he aprendido es que cuanto más lo postergas, más complicado se vuelve.
Hubo otro silencio donde cada uno parecía inmerso en sus propias emociones. Cooler permanecía con la mirada fija en el portal, su expresión serena desmentía el torbellino de pensamientos que se gestaba en su mente. Cell por otro lado, estaba completamente absorto en sí mismo. Su postura rígida y las manos apretadas contra sus costados revelaban una lucha interna que apenas comenzaba a comprender. El tenue resplandor del portal iluminaba sus facciones con un brillo intermitente, haciendo que su expresión pareciera aún más indecisa, casi vulnerable.
El androide reflexionaba en silencio. Aunque lo que sentía era nuevo, había algo que le decía que estas emociones habían estado latentes durante mucho tiempo. Era complicado, demasiado para alguien como él, diseñado para ser un bioandroide perfecto, sin lugar para las debilidades humanas. Esto lo trascendía. Freezer: su nombre surgía una y otra vez en su mente, como una constante imposible de ignorar. Todo, desde la confusión hasta la intriga, estaba ligado a él.
-Dije que sentía algo, pero...-rompió finalmente el silencio, aunque su voz era apenas un murmullo. Vaciló, las palabras se atascaban en su garganta. ¿Qué tan “normal” era lo que experimentaba?¿Podría considerarse un producto de su programación o algo genuinamente normal? Bajó la mirada, incapaz de sostenerla.-...no sé qué es lo que siento.
El comentario fue suficiente para sacar a Cooler de su ensimismamiento. Se giró hacia el androide, ahora con toda su atención enfocada en él, dejando el portal completamente a su espalda. Su expresión se endureció al instante.-¿Es en serio? -preguntó con incredulidad, alzando una ceja al tiempo que bufaba con visible frustración. Ante la mirada ingenua de Cell, sólo pudo negar con la cabeza.- No puedo creer que después de todo lo que ha pasado, sigues sin darte cuenta.
Cooler se cruzó de brazos, y en su mente se repetía el mismo pensamiento. Hablar con el androide, a veces era como hablar con un niño pequeño.-¿Estás enamorado de Freezer?-preguntó al fin, sin rodeos.
El androide se sobresaltó por la pregunta tan directa. Nuevamente su rostro se ruborizo escandalosamente, seguido de un nerviosismo que invadio su cuerpo.-Creo que... es un término algo extremo. -balbuceó, bajando la mirada con evidente vergüenza. La idea nunca había cruzado por su mente con tanta claridad hasta ahora. El hecho de que Cooler lo mencionara de manera tan casual y a la vez directa, hacía que su incomodidad creciera exponencialmente.
Cooler arqueó una ceja, esbozando una sonrisa irónica.-Es sencillo. ¿Sí o no?
No levantó la cabeza, aún se sentía sobrepasado con tan solo la idea que plantó en su mente.-¿Cómo podría saberlo?
Cooler suspiró, aunque esta vez con un tono más paciente. Despues de todo, no era culpa del androide ser como era, pero aun así no podía creer que fuera tan despistado.- Bueno, esas cosas simplemente se saben.-respondió de forma descuidada, mientras se cruzaba de brazos y apoyaba su espalda contra el portal. No es como que fuera a atravesarlo por accidente.
Despues de una pausa donde el androide parecía pensar en lo que acababa de decir el demonio del frío, levantó la vista hacia él.-¿Cómo sabrías tú, si estás enamorado?
Ante esa pregunta tan directa Cooler perdió el equilibrio, casi dejándose caer hacia un lado. Se tambaleó por un instante mientras intentaba disimular el golpe inesperado de la pregunta. Pero se incorporó con rapidez. Su cola, casi de manera automática, se enrolló alrededor de su pierna como un reflejo de autocontrol. Pero era evidente que la pregunta lo había desconcertado.-Bueno…-comenzó a decir mientras sentía como comenzaba a sonrojarse. Evito ver al androide, estaba seguro de que si lo veía de esa forma, este lo notaria de inmediato.
Ciertamente, había algo en Cell que lo atraía, algo que lo hacía querer protegerlo, incluso cuando sabía que cualquier gesto más allá de la camaradería sería una línea peligrosa de cruzar. Después de todo, sabía muy bien lo que su hermano sentía por Cell.-...en realidad no lo sé.-dijo finalmente, reflejando ignorancia.
Tras otro momento de silencio, el demonio de frío se aclaró la garganta, intentando disipar el sonrojo que amenazaba con delatarlo, y se cruzó de brazos nuevamente, como si recuperar su postura autoritaria pudiera borrar cualquier rastro de vulnerabilidad.-Siempre puedes preguntarle a alguien que lo sepa mejor que yo.-expresó con una mezcla de ironía y sinceridad. Luego, esbozó una sonrisa ligeramente burlona.- Quizá ese científico que llamas creador tenga alguna teoría brillante sobre emociones.
Cell lo miró fijamente, evaluando sus palabras. Aunque Cooler lo dijo con tono desenfadado, la idea hizo eco en su mente. Si alguien pudiera darle una respuesta lógica y metódica sobre lo que estaba experimentando, probablemente sería el Dr. Gero. Al menos, era una posibilidad.-Tal vez lo haga.-murmuró finalmente, más para sí mismo que para el demonio del frío. Su mirada se desvió al portal, la luz parpadeante reflejándose en sus ojos mientras su mente vagaba entre los recuerdos recientes y las incógnitas que lo atormentaban.
Cooler lo observó de reojo por un momento, estudiando la expresión seria y distante del androide. Por un instante, sus miradas se cruzaron. Fue suficiente para que el demonio del frio impulsivamente se reacomodara, también apoyándose contra la pared, y fijando su vista hacia el portal al igual que el androide, como si ya no tuviera interés en seguir con la conversación, aunque una leve sonrisa se dibujaba en su rostro.-Haz lo que quieras, Cell.-mencionó con un tono despreocupado mientras se encogía de hombros.- Pero si decides seguir atormentándote, no me culpes por no haberte advertido.
El androide no respondió de inmediato. Cerró los ojos por un instante, procesando lo dicho. Su mente volvía una y otra vez al mismo punto: ¿Qué era exactamente lo que sentía? ¿Por qué Freezer tenía ese efecto en él? ¿Y qué implicaba eso para lo que vendría después?
Finalmente, abrió los ojos y dirigió una última mirada a Cooler, quien ahora parecía completamente relajado, apoyado contra la pared y tamborileando los dedos en su rodilla como si no tuviera una sola preocupación en el mundo. Sonrió al notar que las mejillas del demonio del frío aún se encontraban levemente sonrojadas. Había algo peculiar en su actitud, algo que ahora, después de todo lo dicho, le resultaba evidente. Finalmente, dejó escapar una leve risa.-Eres mejor actor de lo que pensé.-expuso Cell de repente, también cruzándose de brazos.
Cooler arqueó una ceja, girando la cabeza hacia él con una sonrisa inocente.-¿Yo? No sé de qué hablas.
Negó con la cabeza, dejando escapar una risa seca.-Claro que no
Al no decir nada más, Cooler lo miró con cierta confusión, alzando una ceja con curiosidad. Ambos mantuvieron la mirada del otro. El demonio del frío trago saliva lentamente, temiendo que se hubiera percatado de sus sentimientos.
-Lastima que no herede ese rasgo de tu familia.-declaró finalmente Cell con un suspiro de resignación.-Al parecer soy pésimo ocultando lo que siento.
Cooler soltó una carcajada corta y ladeó la cabeza con una sonrisa maliciosa.- Tampoco eres tan malo fingiendo.-agregó.
El androide rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonreír ante el comentario.-Y aun así, aquí estamos, hablando de mí. Es curioso que seas tú quien evita responder preguntas directas.
Cooler sin quitar la sonrisa de su rostro, cambió a una expresión falsamente ofendida.-¿Yo? ¿Evitar preguntas? No sé de qué estás hablando.-expresó, mientras comenzaba a ponerse de pie, lo mejor que podía debido a la altura de la cueva.
El androide dejó escapar una risa suave y también se incorporó, un tanto inclinado para evitar el techo, y comenzó a caminar hacia la salida del lugar.-¿Sabes? -dijo mientras giraba la cabeza hacia Cooler.-Tal vez deberías seguir tu propio consejo.-comentó con un tono ligeramente más serio.
-¿Mi consejo?-preguntó confundido.
-No lo postergues o se volverá más complicado.-afirmó Cell, con una ligera sonrisa que parecía más sabia de lo que debería.- Y si no puedes hacerlo… bueno, podrías hablar conmigo. No sería de mucha ayuda, pero podría escucharte hasta que estés listo para confesarte a…quien sea.-agregó encogiéndose de hombros.
Y con eso, el silencio volvió a caer entre ellos, aunque esta vez no se sintió incómodo. Sin embargo, antes de que el demonio del frío pudiera responder, el androide comenzó a caminar hacia la salida del lugar, con un aire de satisfacción que casi parecía desafiar la gravedad.
Por un instante, el demonio del frío permaneció inmóvil, su mirada siguiendo al androide hasta que desapareció de su vista, dejando tras de sí un aire de tranquilidad y satisfacción que casi parecía contagioso. Por un momento, el túnel quedó en completo silencio, salvo por el eco distante de los pasos de Cell. Entonces, dejó escapar una leve sonrisa. Por cosas como esas, había generado un gran cariño hacia él. Cell podía ser increíblemente observador y, al mismo tiempo, sorprendentemente despistado. Sí, Cell era mucho más de lo que aparentaba. Más humano de lo que cualquiera podría imaginar.-"Más de lo que él mismo creería."- pensó con calidez.
Bajó la mirada por un momento, como si reflexionara sobre el "consejo" que acababa de recibir. -"Una confesión."- Ni siquiera tuvo que considerarlo. No, no lo haría. Estaba bien así. Lo que tenían ahora era suficiente. Una relación amistosa, en la que podían hablar de estas cosas sin presiones, sin comprometer la conexión que habían construido. Y lo más importante, sin dañar a Freezer.
Con ese pensamiento en mente, comenzó a caminar hacia el túnel. A medida que sus pasos resonaban en las paredes, no pudo evitar que una pequeña sonrisa persistiera en su rostro. Aunque no se atrevía a declarar nada acerca de sus sentimientos, no podía negar que, en cierto modo, Cell ya era una parte importante de su vida.
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El viento soplaba suavemente, levantando pequeñas partículas de polvo que eran ignoradas por el androide, mientras flotaba inmóvil a varios metros de la entrada de la cueva. Había pasado un largo rato observando el oscuro agujero. A pesar de su fuerza y determinación usuales, no podía evitar sentir una extraña incomodidad.
Sabía que el Dr. Gero estaba dentro, como siempre, ocupado en sus interminables proyectos. La última vez que se vieron había sido breve. Un encuentro en que apenas cruzaron palabras, ya que en ese momento se encontraba en la búsqueda del demonio del frío.
-¿Por qué estoy aquí? -se preguntó en voz baja, cruzando los brazos mientras sus ojos recorrían el paisaje. Aunque la idea de Cooler, acerca de consultar sus dudas con el científico, le pareció buena en un inicio, ahora buscaba cualquier excusa para justificar el viaje o, mejor aún, para darse la vuelta.
Después de unos minutos de deliberación, inhaló profundamente, como si con ello pudiera deshacerse de su incertidumbre. Bajó lentamente hasta la entrada de la cueva.
Se detuvo frente a la entrada, mirando hacia la oscuridad que lo invitaba a adentrarse. La tensión en su rostro era evidente, sus cejas fruncidas y la mandíbula apretada. Finalmente, soltó un suspiro y avanzó.-Dr. Gero, ¿está aquí?-su voz resonó en el eco de la cueva, mezclándose con el zumbido tenue de maquinaria en el interior.
Desde el fondo, una voz respondió.-¿Quién más podría estar?- respondió cargada de sarcasmo.
El androide rodó los ojos al escuchar la respuesta, pero continuó avanzando. Al llegar al laboratorio improvisado, vio al Dr. Gero inclinado sobre una máquina, manipulando un destornillador con precisión. La luz azulada del monitor más cercano iluminaba el rostro concentrado del científico, quien apenas levantó la mirada para reconocer la presencia de Cell.-Bueno, ¿a qué se debe tu visita? -preguntó, sin detener su trabajo.
El androide desvió la mirada hacia las máquinas, fingiendo interés en ellas mientras buscaba las palabras adecuadas. Notó la batería del automóvil que había robado en algún momento, y que según se enteró, que el científico había rescatado de la máquina antes de que los peleadores del otro mundo bajarán al infierno después de su pelea.
-Nada en particular.-murmuró, en un intento de mantener la compostura.- Solo pasaba por aquí.
El Dr. Gero arqueó una ceja, dejando escapar un pequeño resoplido de incredulidad.-¿Pasabas por aquí? Cuando podrías estar entrenando, lo que claramente necesitas después de tu pelea con los peleadores del otro mundo.
El androide apretó los dientes, incómodo por lo fácil que era para el científico leerlo. Después de unos segundos de silencio, finalmente habló.-Está bien, necesito preguntarle algo.- su tono era firme, pero sus ojos reflejaban una leve inseguridad.
-Adelante, pregunta.-dijo el Dr. Gero, mientras al mismo tiempo seguía concentrado en apretar una pieza.
Cell se tomó un momento antes de hablar, como si cada palabra le pesara-¿Cómo…? -comenzó, evitando mirar directamente al científico.- ¿Cómo se supone que alguien sabe si está… enamorado? -soltó la pregunta de golpe, como si fuera algo que quería sacarse de encima.
El Dr. Gero, sorprendido, dejó caer el destornillador que sostenía, provocando un eco cuando el metal chocó contra el suelo. Una pieza de la máquina -antes sujetada por el destornillador- saltó y rodó hasta detenerse cerca de los pies de Cell.
Levantó la vista hacia el androide, pensando que había escuchado mal.-¿Enamorado?-repitió lentamente, como si estuviera procesando las palabras. Sus ojos estudiaron el rostro de Cell, buscando alguna señal que explicara esa repentina curiosidad.- ¿Por qué me haces esa pregunta? Soy un científico.
Cell frunció el ceño y se dejó caer con fuerza en un viejo sillón que había quedado del automóvil robado.-No lo sé… Pensé que, tal vez, con su enfoque lógico, tendría una respuesta clara. -Se cruzó de brazos mientras desviaba la mirada un tanto avergonzado por hablar sobre ese tema.
El científico dejó escapar un leve suspiro, aunque una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Sabía que esta pregunta no era casualidad. Conociendo todo lo que había pasado el androide los últimos años, entendía su curiosidad.
Se inclinó ligeramente hacia adelante, apoyando las manos en la mesa frente a él.-Cell, no hay una fórmula científica para eso. No es algo que puedas cuantificar ni definir con precisión. Si estás enamorado, simplemente lo sabrás.
El androide apretó los puños, claramente frustrado con la respuesta.-Eso no me dice nada.-murmuró, con una mezcla de irritación y descontento. Era algo muy similar a lo que le dijo Cooler.
-Entonces dime tú, ¿Cómo crees que es estar enamorado? -preguntó el Dr. Gero, inclinándose ligeramente hacia él, su mirada expectante pero serena.
Cell meditó la pregunta, buscando algo lógico que le proporcionará una respuesta adecuada.-Despertar en alguien un sentimiento amoroso.-respondió alzando la vista, con un tono casi mecánico.
El científico soltó una risa breve y seca, sacudiendo ligeramente la cabeza.-Sabía que dirías algo así. Esa es la definición del diccionario que cargué en tu base de datos hace años.
El androide parpadeó, sorprendido, pero no dijo nada. Sin embargo, una leve incomodidad lo invadió.
-Sentirlo...-continuó el científico, su voz tomando un matiz más suave.-...es algo completamente distinto. Cada persona lo experimenta de manera única. No es algo que puedas calcular ni describir con precisión. Pero créeme, cuando llegue el momento, lo sabrás.
-¿Y eso es todo? ¿Ese es su gran consejo? ¿"Lo sabrás"? -gruñó Cell, claramente frustrado.
El Dr. Gero se encogió de hombros, aunque su mirada se tornó más comprensiva.-Es más profundo de lo que parece, te lo aseguro.
Por un instante, el silencio llenó la cueva, roto solo por el zumbido constante de las máquinas. El científico desvió la mirada, sus ojos perdiéndose en el vacío, atrapados en un recuerdo que parecía surgir de algún rincón remoto de su mente.
-Aunque la experiencia también juega un papel importante…-Su voz se suavizó aún más, y una sombra de nostalgia cruzó su rostro.- Recuerdo cuando la vi por primera vez.
El androide observó curioso cómo el rostro del Dr. Gero cambiaba, como si reviviera un momento que lo había marcado profundamente.
-Mi esposa… -murmuró el científico, casi para sí mismo.- No era algo que pudiera medir o analizar, pero estaba ahí. Y lo supe.
Por un instante, una leve sonrisa iluminó su rostro, pero desapareció rápidamente cuando recordó que estaba hablando con Cell. Carraspeo en un intento de desviar el tema hacia el mismo.-Pero en tu caso...-dijo, volviendo a su tono más profesional.-... creo que necesitas tiempo. A pesar de todo lo que has vivido, en muchos aspectos sigues siendo como un adolescente. Además, no fuiste creado para esto. Tu propósito inicial era muy distinto.
Las palabras hicieron que el androide desviara la mirada. Su orgullo estaba herido en un lugar que no estaba acostumbrado a mostrar.-A veces siento que sólo fui diseñado para destruir...-murmuró con amargura.-...no para entender cosas como estas.
El Dr. Gero se acercó, colocando una mano firme pero reconfortante sobre el hombro del androide. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores, reflejaron por un instante una calidez genuina.-Para destruir se requiere fuerza y valor, Cell.-declaró con firmeza.-Pero amar, requiere mucho más que eso.
Cell levantó la mirada, aunque sus ojos aún reflejaban duda y escepticismo. ¿Fuerza? ¿Podría ser tan fuerte para algo así?
Desvió levemente la mirada hacia un lado.-La palabra “enamorado” me sigue pareciendo exagerada. ¿No hay algo más leve?-expresó con incomodidad.
El Dr. Gero dejó escapar una pequeña risa, casi imperceptible.
-Podría haberlo… Hay niveles, supongo.- lo medito por un instante, aunque no deseaba confundir al androide.-Pero en todo caso, observa. Pon atención a tus reacciones. Inusuales, físicas o emocionales. Si realmente quieres respuestas, presta atención a cómo te sientes cuando estás cerca de... esa persona.-agregó torpemente, en un intento de omitir lo obvio. Aunque rápidamente suspiro, sin darle importancia. Después de todo, no era ningún secreto.-De freezer.-corrigió finalmente, cruzándose de brazos.
El androide bajo la vista levemente sonrojado. Era muy molesto como todos lo sabían.-Entonces… ¿Busco “sentimientos amorosos”?-preguntó con incomodidad y aún un tanto confundido.
El Dr. Gero negó suavemente con la cabeza, su expresión se transformó en una mezcla de sabiduría y nostalgia.-Busca sentir todo.-expresó con seguridad.
Por un instante, el aire parecía detenerse. Cell lo observó detenidamente, intentando procesar esas palabras. Creyó entender lo que el científico quería transmitir, pero en el fondo no estaba seguro de poder reconocer, o siquiera alcanzar, lo que significaba sentir todo por alguien.
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El aire en el campo de flores parecía cargado de una calma inquietante. Los pétalos rosados danzaban al ritmo de un viento apenas perceptible, mientras las ramas del árbol donde reposaba el capullo permanecían inmóviles. Cell avanzaba con pasos ligeros, tan silenciosos que apenas perturbaban el césped bajo sus pies. Su ki estaba reducido al mínimo, no por estrategia, sino por una necesidad instintiva de preservar la quietud casi sagrada del lugar.
A la distancia, los ángeles y las hadas que llenaban el aire con su música detuvieron sus melodías. No huyeron como antes; en su lugar, retrocedieron unos pasos, observándolo con una mezcla de curiosidad y recelo. Aun así, continuaron tocando sus instrumentos con notas suaves y vacilantes.
El androide se detuvo frente al capullo, alzando la mirada hacia la figura atrapada en su interior. Su mirada recorrió cada detalle, deteniéndose en el rostro de Freezer. Mantenía los ojos cerrados, inmóvil y rígido, con esa expresión perpetuamente irritada que parecía desafiar incluso el paso del tiempo. Era irónico cómo algo tan imponente podía parecer tan vulnerable.
Se cruzó los brazos, observándolo con una intensidad que, aunque él no lo admitiera, lo sobrecogía. Inclinó su cabeza levemente hacia un lado. A primera vista, no era más que el "emperador del mal", pero cuanto más lo observaba, más difícil le resultaba desviar la mirada. Había algo en esa imagen que lo mantenía anclado al suelo, algo que no lograba comprender. Una parte de él quería retroceder, evitar ese momento, pero otra, más persistente, lo empujaba a quedarse.
De repente, los ojos de Freezer se abrieron, sobresaltando al androide. Su mirada brillaba con una mezcla de molestia y cansancio. Aunque se encontraba atrapado, la intensidad de sus pupilas transmitía una furia contenida, teñida de superioridad.
-¿Disfrutando del espectáculo? -preguntó el demonio del frío con sarcasmo, aunque su voz sonaba apagada, como si el capullo hubiese drenado parte de su energía habitual.
Cell parpadeó, desviando la mirada por un momento.-Pensé que estabas durmiendo.-murmuró, más para sí mismo.
-Como si pudiera dormir en estas condiciones. -Freezer rodó los ojos, aunque sus pupilas traicionaban un leve desconcierto. Su tono se volvió más cortante. Realmente no creía que pudiera dormir allí. Cada vez que lo intentaba, sentía como si su cuerpo estuviera en un estado de suspensión, atrapado entre el sueño y la vigilia. Podía oírlo todo: el susurro del viento, el crujir ocasional de las ramas del árbol y sobre todo las ridículas canciones de las criaturas que lo rondaban. Era una sensación inquietante, como si nunca pudiera escapar por completo de su conciencia.
Aunque en esa ocasión, un sonido diferente había captado su atención: un aleteo. Su pecho se tensó al reconocer ese sonido tan familiar. Era un eco de recuerdos que prefería olvidar. Incluso antes de abrir los ojos, no tenía duda de quién estaba cerca.- ¿Qué haces aquí, Cell?
El androide titubeó, su incomodidad era evidente. Una parte de él quería retroceder, evitar responder, pero otra lo obligaba a quedarse. Inhaló profundamente, tratando de calmar la ligera opresión que sentía en el pecho.-Simplemente... este lugar es relajante. Nada más.-Intentó sonar indiferente, aunque su tono traicionaba cierta vacilación.
El demonio del frío arqueó una ceja con incredulidad, el gesto tan característico que arrancó una leve sonrisa al androide. -Por favor, no me subestimes. Sé que no viniste aquí solo por eso.
El androide no respondió. Se quedó inmóvil por un instante, mientras sus pensamientos se desbordaban. Había ido hasta allí con un propósito, pero ahora que Freezer lo miraba, consciente de su presencia, sentía cómo su seguridad vacilaba. Intentó responder algo, cualquier cosa, pero las palabras no salieron de su boca. Su garganta se secó, y por un segundo, apretó los puños, como si la acción pudiera calmar el temblor en sus manos. A pesar de todo, luchó por mantener una fachada tranquila, sin querer mostrar debilidad frente al demonio del frío.
Era la primera vez que estaba frente a Freezer desde que había aceptado que sentía algo por él. Esa realización, tan inesperada como abrumadora, pesaba sobre sus hombros como una carga que no sabía cómo manejar. Aun así, quería seguir ahí, observandolo. Incluso, más de cerca. Sabía que acercarse más significaba exponerse, y probablemente revelar algo que él mismo apenas estaba comenzando a comprender. Pero no podía echarse atrás, no después de haber llegado tan lejos.
Tomó aire profundamente, reuniendo todo el valor que pudo, y, con un movimiento decidido, comenzó a levitar acercándose lentamente hacia el capullo.
A medida que se acercaba, sus ojos se fijaron en cada detalle de Freezer. Quería encontrar algo, cualquier indicio que confirmara o negara lo que sentía. Pero cuanto más se acercaba, más difícil le resultaba desviar la mirada. Los nervios seguían presentes, pero ahora estaban entrelazados con una extraña mezcla de curiosidad y determinación.
Observó minuciosamente los rasgos del rostro de Freezer, incluso los mecánicos, el leve movimiento de su respiración. Había algo casi hipnótico en esa proximidad.
El demonio del frío, por su parte, se tensó visiblemente al notar el escrutinio, incapaz de moverse más allá de lo que su prisión permitía. Sus ojos siguieron cada movimiento del androide con una mezcla de enojo y desconcierto.-¿Qué ocurre?-gruñó Freezer, esforzándose por sonar molesto, aunque su tono traicionaba una pizca de desconcierto.- ¿Qué estás haciendo?
No respondió. La cabeza del androide se inclinó ligeramente hacia un costado mientras lo seguía observando, como si intentara descifrar algo que no podía expresar con palabras. Sus ojos permanecieron fijos en los de Freezer, y, por un instante, el mundo pareció desvanecerse a su alrededor. Podía escuchar el leve sonido de la respiración del demonio del frío, percibir la tensión en su semblante.
Una sonrisa casi imperceptible se formó en sus labios. Algo en esa cercanía le resultaba agradable, aunque no podía explicar por qué. Su corazón comenzó a latir con más rapidez de lo usual y aunque lo notó en un principio, pronto lo ignoró, absorto por el momento.
En un intento de apartarse del androide, Freezer se revolvió en su prisión, mientras su incomodidad iba creciendo.- ¡Oye, insecto! ¡Te estoy hablando! - gruñó nuevamente, su voz un poco más baja pero cargada de autoridad.
Sin embargo, Cell no se apartó. Continuó acercándose, como si una fuerza invisible lo empujara. La distancia entre ambos se acortaba cada vez más. Finalmente, sus rostros quedaron a apenas unos centímetros de distancia. Freezer, incapaz de retroceder físicamente, intentó echar la cabeza hacia atrás en un gesto instintivo, pero no tuvo éxito.
El emperador del mal tragó saliva, sintiendo cómo sus mejillas se enrojecían ligeramente. Su mirada se endureció, intentando recuperar algo de control sobre la situación.- ¿Qué haces? ¡Aléjate!-espetó en un tono más bajo pero tenso.
Los ojos de Cell permanecieron fijos en los suyos. Ambos mantuvieron la mirada. El androide perdido en sus pensamientos, intentando identificar la sensación, el demonio del frío, confundido e inquieto. La intensidad del momento era abrumadora, una tensión evidente los envolvía.
Un pequeño aleteo alertó a Freezer, pero no lo sacó de su estado exaltado. Ese sonido de aleteo que tanto despreciaba del androide. Hace años que no lo escuchaba, pero a pesar de sus recuerdos asociados a ese sonido, su reacción fue diferente. Lo odiaba, si. Pero esta vez, su cuerpo temblaba intranquilo. Lo podía sentir aunque estuviera atrapado en el capullo.
El androide se inclinó ligeramente, mientras sus dedos se extendían hacia el rostro de Freezer. Era un movimiento lento, casi hipnótico, como si temiera romper el momento. Sin pensarlo, su rostro acortó la poca distancia entre ellos, tanto que sus labios parecían dirigirse a los de Freezer. Era un gesto inconsciente, impulsado por una curiosidad o una necesidad que no podía controlar.
Freezer, atrapado e incapaz de retroceder, sintió cómo el pánico se apoderaba de él. Su corazón latía desbocado, y la proximidad de Cell era casi sofocante. Cuando los dedos del androide rozaron su mejilla, el demonio del frío giró el rostro bruscamente, como si el leve contacto quemara.-¡Cell! -repitió, su voz temblorosa y llena de pavor, mientras cerraba los ojos con fuerza.
Ese gesto, tan indefenso y vulnerable, provocó que Cell se detuviera.
El viento sopló nuevamente, llevando consigo algunos pétalos. El androide lo observó un instante antes de retroceder completamente ruborizado, al estar estar conciente de lo que estuvo apunto de hacer.
Aunque el rostro del demonio del frío estaba inclinado hacia un lado, sus ojos lo encontraron. Por un momento, su mirada, generalmente de enfado, dejó entrever algo que Cell no esperaba: miedo y desconcierto. La intensidad de ese vistazo lo desarmó. Un destello de sorpresa cruzó el rostro del androide, quien bajó la mirada, incapaz de sostenerla.
-Yo solo... comprobaba algo.-murmuró, su voz temblorosa y apenas audible.
Quería decir más, pero las palabras no llegaban. ¿Cómo podía explicar lo que realmente estaba haciendo allí? Su mente buscaba desesperadamente una salida, pero no había forma de evitar lo obvio.
Inquieto, presionó débilmente los puños y levantó ligeramente la mirada. Aún tenía esa misma mirada, fija en él, y eso lo intimidaba de una manera que no comprendía del todo. Su pecho se agitó, y sin pensarlo, bajó la mirada otra vez, como si huir de esos ojos pudiera aliviar la presión que sentía.
Intentó hablar de nuevo. Abrió la boca, pero el nudo en su garganta era más fuerte. Cerró los dientes con fuerza, frustrado por su propia incapacidad. Finalmente, se giró con brusquedad, sin querer cruzar miradas otra vez, y se alejó con rapidez. No solo quería escapar del lugar, sino también de los pensamientos que ahora lo perseguían.
En pleno vuelo, llevó una mano a su pecho, sintiendo el ritmo frenético de su corazón, como si este estuviera al borde de explotar.-No puede ser… -susurró para sí mismo, estremeciéndose al recordar esa cercanía con Freezer. La que él mismo ocasionó. Sí, había obtenido una reacción, había sentido algo. Pero incluso mientras intentaba analizarlo, algo dentro de él se revolvía con una fuerza que lo descolocaba. No sabía cómo interpretar esa respuesta suya.
Saber que existía una posibilidad, aunque remota, de estar enamorado de Freezer, el emperador del mal, lo llenaba de una angustia que no sabía cómo manejar. Cerró los ojos con fuerza, sacudiendo la cabeza como si el simple gesto pudiera alejar la idea de su mente.-No, no puede ser eso.-murmuró, tratando de convencerse. Pero la duda estaba ahí, constante, negándose a desaparecer.
Mientras tanto, Freezer permanecía inmóvil en su capullo, su mirada fija en el punto donde Cell había estado segundos atrás. Al principio, la sorpresa lo había paralizado, poco a poco dio paso a algo diferente, un nudo extraño en su estómago que no lograba deshacer.
Por un instante, permitió que su mente regresara al momento exacto en el que la mirada de Cell se había cruzado con la suya. Había algo en esos ojos que lo inquietaba profundamente. Sus mejillas aún conservaban un leve rubor, algo que detestaba admitir incluso ante sí mismo. Cerró los ojos por un instante, intentando borrar la imagen de su mente y recobrar la compostura.
El aire del campo se llenó de nuevo con la música de los ángeles y hadas, quienes habían regresado, como si no hubiera pasado nada. Pero esta vez, Freezer los ignoró por completo. Sus tonos alegres, que usualmente le provocaban una furia constante, ahora no lograban afectarlo. Nada podía competir con el caos que reinaba en su interior.
Abrió los ojos de golpe, frunciendo el ceño mientras una expresión de creciente molestia se apoderaba de su rostro.-Ese maldito insecto... -murmuró entre dientes, más para sí mismo que como un insulto dirigido.
Aunque no tenía claro qué estaba buscando Cell con esa proximidad tan íntima, el simple recuerdo de su rostro tan cerca, de su mirada fija y ese maldito gesto de curiosidad que había mostrado, lo hacía hervir por dentro.
Respiró hondo, tratando de calmar la ira que comenzaba a acumularse. Era absurdo. ¡Un emperador como él, perturbado por algo tan trivial! Pero, por más que intentaba restarle importancia, la sensación persistía. Lo había afectado.
Volvió a fijar la mirada en el horizonte, intentando distraerse, pero los pensamientos lo perseguían con insistencia. Los ángeles y hadas continuaban su música, esta vez más cerca, como si se burlaran de él. Freezer los observó de reojo, con un desdén tal que provocó que se alejaran de inmediato. Aun así, sus notas persistieron.
Dejó escapar un suspiro lento, como si buscara liberar toda la tensión acumulada. Cerró los ojos una vez más, dejando que su respiración se estabilizara. Pero la calma no llegó. En su mente, la voz de Cell seguía resonando, junto con la imagen de su rostro.
Hace un tiempo, se había dicho a sí mismo que le agradaba el androide, pero ahora esa certeza se tambaleaba.-”No me agrada.”-pensó, conteniendo la ira que empezaba a arremolinarse nuevamente en su interior. Quiso convencerse de que podía controlarlo, que lo que Cell sentía no cambiaría nada entre ambos. Pero esta vez, ese control se le escapó de las manos. -”No me agrada.”-repitió en su adentros.
Por primera vez en mucho tiempo, se sintió débil. Incapaz. Su confinamiento lo había dejado impotente para reaccionar. Si hubiera estado libre, tal vez habría hecho algo.
Y entonces, como un golpe traicionero, un recuerdo emergió de lo más profundo de su mente. Otro momento similar, otra ocasión en la que Cell lo había tomado por sorpresa: Ese beso.
Un escalofrío recorrió su cuerpo mientras apretaba los dientes con frustración. Había odiado esa intrusión entonces, igual que ahora. Sin embargo, en esa ocasión tampoco logró reaccionar. Había algo que lo detenía cada vez. Algo que lo hacía sentir débil. Cerró los ojos con fuerza, como si quisiera aplastar ese pensamiento antes de que se volviera más claro.
-No me agrada lo que está provocando en mí…-murmuró finalmente, dejando que el veneno en su voz fuera un intento inútil de negar aquello que se empeñaba en ocultar en lo más profundo de su ser. Sabía que era en vano. Esa sensación, aunque no quería admitirlo, se quedaría con él por mucho tiempo.
Notes:
Ustedes pensando que Freezer se iba a confesar en los próximos capítulos muajaja!!! pero en vez de eso deje mas la caga jajaja!! Ok, no xd Perdon jeje Pero ya estaba planeado así desde hace años. Pero al menos Cell hizo algo, ¿no? ¿nadie? bueno xd
Pero recuerden que habrá segunda parte. Y… debe decir que les tengo una sorpresa para el final :3 No les diré que es… pero ya verán.
Como detalle…No se porque, pero aunque nunca vimos al dr gero junto con su esposa, siento que me darían unas vibras como simon y betty de Fiona y cake. Si me imagino al dr gero diciéndole que ella fue todo para él :3 Me dan una sensación bonita (quitando lo loco de por medio xd)
Y si, asi es, a Cell le cargaron la RAE en su base de datos xd
Eso es todo por ahora, espero que les haya gustado el capítulo :3 Dejen sus comentarios para saber que les está pareciendo la historia, recuerden que estamos cerca de la recta final. (Serán 40 capítulos) El proximo capitulo estara arriba por ahí del 2 o 3 de mayo. Espero que sea el 2 de mayo. Eso es todo. ¡Los quiero a todos! ¡¡Nos leemos!!
Chapter 37
Notes:
Hola mis amigos!!
Espero que se encuentren bien en sus estudios, trabajos, hobbies y que la vida los trate bien. De lo contrario mucho ánimo :3
Primero, quiero darles las gracias por aun seguir esta historia y disculparme por no responder los últimos comentarios xd Crei responder todos, luego vi que llegaron más y pense: “despues respondo” y se me perdieron jajaj Me tomara tiempo, pero pronto respondere 😀
Otro punto, recuerden que no quiero una comision xd (todavia me llegan mensajes jaja ayuda, no es una broma xd) Y sigan a mi amiga en sus redes: Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
Bueno, como recordaran en el capítulo anterior cell le admitió a cooler que siente algo por freezer y todos sufrieron por el pobre cooler xd Ademas de que cell casi se pasa de lanza y asustó a freezer en su capullito jeje
Este capítulo será un poco más…serio? supongo… Y habrá un detalle muy obvio, donde se podrá saber en qué parte de la línea de tiempo de la serie está ocurriendo el capítulo. Eso es todo, ah y todo lo ocurrido del capítulo anterior se lo va a llevar cell xd No se como tomaran esto, pero aun asi disfrutenlo jeje
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 37:
El campo de lava irradiaba un calor sofocante, con ríos incandescentes serpenteando entre las formaciones rocosas. El lugar era inhóspito, desolado, y perfecto para alguien que buscaba aislarse del resto del infierno. Entre las sombras proyectadas por las llamas, se encontraba el androide. Acurrucado en el suelo, con las rodillas contra el pecho y los brazos rodeándolas.
Había buscado un refugio tras el encuentro con Freezer, huyendo no solo del ejército, sino también de los pensamientos que no pudo controlar. Desde el instante en que vio la expresión de Freezer, ese miedo tan evidente en su rostro, algo dentro de él se había roto.
-"¿Qué fue lo que hice?"-pensaba Cell mientras miraba fijamente la roca fundida. Su mente volvía una y otra vez a esa escena. Recordaba cada detalle: la tensión en el aire, la mirada del demonio del frío, llena de incertidumbre y vulnerabilidad, algo que nunca había esperado ver en alguien tan arrogante y seguro de sí mismo.
Siempre había fastidiado a Freezer, eso no era nuevo, era casi como un pasatiempo: derrotarlo en los entrenamientos, usar su sarcasmo para provocarlo, decir cosas que nadie más se atrevía a decirle. Y aunque esas cosas lo enfurecían, nunca lo habían hecho reaccionar como aquella vez. Esta vez lo había asustado, y no había sido intencional.
Apretó más las rodillas contra su pecho con gran angustia. Lo último que quería, era que Freezer creyera que sus acciones habían sido intencionales.
Tan solo pensarlo, su orgullo se retorcía, pero una parte de él creía que debía disculparse con el demonio del frío.
-"Podría hacerlo, pero…"-pensó afligido mientras escondía su rostro entre sus rodillas. No pensaba que una simple disculpa bastaría para arreglar esa situación. Si lograba disculparse, suponiendo que Freezer le diera la oportunidad, entonces tendría que explicar por qué había ido a verlo en esa ocasión.
Y ahí estaba el verdadero problema. ¿Cómo podría explicarle algo que ni él mismo comprendía del todo? Su pecho se tensó al considerar la posibilidad. Tendría que decirle que había ido a verlo porque… porque algo en él lo había impulsado a hacerlo. Y peor aún, tendría que enfrentarse a la posibilidad de que ese "algo" significara más de lo que estaba dispuesto a admitir.
Sacudió la cabeza con molestia. ¿Qué le diría? ¿Que está sintiendo algo por él? ¿Al emperador del mal? Pero que aun así, desconocía lo que estaba sintiendo.
Ese pensamiento lo llenaba de inquietud. La idea de estar enamorado de Freezer lo aterrorizaba más de lo que estaba dispuesto a admitir, incluso ante sí mismo. No podía ni imaginar cómo reaccionaría el demonio del frío si llegaba a sospecharlo.
El silencio del campo de lava fue roto por el burbujeo del magma. Cell cerró los ojos, tratando de organizar sus pensamientos. Sabía que no podía quedarse allí para siempre.
Tal vez no necesitaba decir nada. Podría simplemente disculparse por sus acciones, sin entrar en detalles. Pero entonces, una voz interior lo cuestionó.-"Freezer no es alguien que acepte una disculpa a medias. Querrá saber por qué…Querrá respuestas."
Ese pensamiento lo devolvía una y otra vez al principio. No sabía qué decir, ni cómo explicarse. La idea de hablar con Freezer le provocaba una mezcla de temor y vergüenza. No quería enfrentar las consecuencias de lo que había provocado.
Mientras su mente giraba en un torbellino de dudas, de pronto las palabras de Cooler en la cueva, llegaron a él:
Entonces sigue sufriendo en silencio. No me sorprendería; a fin de cuentas, esa parece ser tu especialidad.
Esas palabras resonaron en su interior, golpeándolo con la fuerza de la realidad. El androide apretó los puños con fuerza, sintiendo cómo cada latido le recordaba su incapacidad para enfrentar lo que sentía. Cooler tenía razón: allí estaba, sumido en su propio sufrimiento, evitando a Freezer, aun cuando él ni siquiera era capaz de escapar de su castigo. Esa evasión lo hacía sentirse como un cobarde, débil ante la verdad de sus emociones.
Se comportaba como si fuera uno de tantos soldados que temían enfrentar al demonio del frío. No podía soportar la idea de ser percibido como alguien débil, ni por Freezer y mucho menos por sí mismo.
Ser diferente. Enfrentar a Freezer. Era algo que lo distinguía de los demás soldados. Pero ahora, al evitarlo, no era diferente de ellos.-"Si no voy ahora, seguiré cargando con esto."- se dijo a sí mismo mientras dejó escapar un suspiro pesado.
Se levantó lentamente. Sacudió su cabeza quitándose las cenizas que poco a poco habían estado cubriendo su cuerpo durante su estancia junto al río de lava. Llevaba escondido mucho tiempo allí, pero ahora no estaba dispuesto a seguir sintiéndose así.
En ese instante, con el calor ardiente del campo de lava abrazándolo y los residuos flotando a su alrededor, el androide se decidió. Iría a ver a Freezer. No estaba seguro de qué iba a decir, pero sabía que tenía que enfrentar esto de alguna manera. Podía disculparse sin revelar todo, al menos por ahora. No estaba listo para admitirle nada, ni a Freezer ni a sí mismo.
Con un último vistazo al campo de lava, Cell extendió sus alas y se alzó en vuelo, dejando atrás el calor abrasador y dirigiéndose al lugar donde sabía que estaría el demonio del frío. Su mente seguía llena de dudas, pero una cosa era clara: no podía huir para siempre.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
El campo de flores estaba tranquilo como siempre, demasiado tranquilo para ser considerado otra versión del infierno. Cuando el androide se aproximó al árbol, para su sorpresa, no había rastro de Freezer. Ni siquiera había una señal de esos seres que siempre rondaban por ahí con sus instrumentos. El capullo que alguna vez tuvo prisionero al demonio del frío seguía ahí, colgando entre los árboles, pero estaba vacío.
Por un instante, llegó a pensar que tal vez lo habían liberado. Después de todo, hace meses que había estado encerrado en esa prisión.
Ese pensamiento le trajo un extraño alivio. Al no encontrar a Freezer, aún tendría algo de tiempo para pensar qué le diría. Aunque aquello atenuaba momentáneamente la situación, el nerviosismo seguía revolviendo su interior.
Con un suspiro de breve calma, Cell miró alrededor, recorriendo el campo con la vista. Nunca se había detenido a observar ese lugar con tanto detenimiento.
Una leve brisa sacudió las flores que cubrían el terreno, llamando la atención del androide. Hizo una mueca al observar como las flores oscilaban con una tranquilidad que parecía hipnótica. Lo cierto, es que ese lugar si era relajante.
Tras disfrutar unos instantes de esa inusual serenidad, Cell se dispuso a regresar. Caminaba lentamente hacia el torbellino, sin prisa, como si cada paso le permitiera ordenar el caos que había en su mente. No buscaba apresurarse para encontrar a Freezer.
Mientras avanzaba, algo llamó su atención. Entre un mar de flores amarillas que se mecían suavemente con el viento, se destacó una flor blanca con bordes morados. Era tan singular en medio de la vibrante masa, que el androide se detuvo en seco, sintiendo cómo la curiosidad se apoderaba de él.
Observarla se volvió casi inevitable. La flor, tan delicada y fina, evocó casi de inmediato la imagen de Freezer: refinada, inusual y, de alguna forma, vulnerable. Cell se permitió una sonrisa apenas perceptible al imaginarlo.-"Delicado, pomposo... exactamente como él."-pensó, aunque esa idea pronto se transformó en una punzada de angustia. Sabía, con dolorosa claridad, que dejarse llevar por esos sentimientos era algo que nunca quiso admitir. Descartaba la posibilidad de estar enamorado. Ese pensamiento lo incomodaba y lo perturbaba más que nunca.
Con un suspiro frustrado, sacudió la cabeza, intentando disipar ese desorden emocional. Decidió continuar su camino, pero pronto notó que aquella flor no era la única. Varias flores blancas, casi camufladas entre el vibrante amarillo, parecían surgir en medio del campo, cada una recordándole fragmentos de lo que había sentido en aquella ocasión tan intensa.
La memoria de ese momento, de su cercanía con Freezer y de la confusión que le había dejado, se mezclaba con la fragilidad de las flores que lo rodeaban.
-"Debo dejar de sobrepensar."-se dijo mientras aceleraba el paso. Si Freezer no se encontraba en ese campo, lo más lógico es que hubiera regresado a la cueva del ejército que solía frecuentar en el infierno.
Con esa determinación, Cell se elevó hasta ser arrastrado por el tornado dejando atrás el campo de flores.
Una vez fuera de la cueva, Cell volaba sin prisa, dejando que el ardor del infierno se mezclara con sus pensamientos. En el horizonte, divisó un grupo de soldados del ejército que se habían reunido para entrenar. Entre ellos se encontraban miembros de las Fuerzas Ginyu, quienes estaban un tanto apartados de los demás. Eran de los pocos con quienes el androide podía sostener una charla sin pretensiones. Por lo que sin dudarlo, se dirigió hacia ellos.
Al aterrizar cerca, los soldados lo saludaron con entusiasmo, convencidos de que Cell se uniría al entrenamiento. Sin embargo, por la expresión del androide pudieron notar que no tenía esa intención.-¿Han visto a Freezer?- preguntó con una voz apenas audible.
Sin embargo, la confusión se reflejó de inmediato en los rostros de los soldados.-¿El señor Freezer?-Pregunto Reacoom tratando de entender a Cell.- Se supone que estaba encerrado en ese campo extraño ¿No es así?
El resto de las fuerzas especiales asintieron, estando de acuerdo. Después de ser derrotados en el cielo, era la única información que tenían de su líder. Es más, esa información se las había hecho llegar el mismo androide.-Debe seguir allí.-Agregó Butler con un tono de leve desconcierto.
Esas palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Cell. Durante unos instantes, el silencio se instaló, y en sus ojos se leía una mezcla de alarma y culpa. La idea de que Freezer ya no estuviera allí, que tal vez se hubiera liberado y se hubiera ido, lo golpeó con fuerza. Un pensamiento aterrador cruzó su mente: ¿será que su última visita, lo que ocurrió aquella vez, fue la causa? Esa expresión de miedo en el rostro de Freezer, que aún no podía borrar, le pesaba más que nunca.
El aire se volvió denso en su interior; el androide comenzó a hiperventilarse, sintiendo cómo su corazón latía con violencia.-¿Cell, estás bien? ¿Qué ocurre?-preguntó Jheese igual de preocupado que sus compañeros.
La voz lo sacó de su ensimismamiento. Sin decir palabra, se giró y, con un movimiento brusco, despegó a toda velocidad, dejando atrás a los Ginyu con más preguntas que respuestas.
Mientras volaba hacia la cueva, la angustia y la culpa se adentraban en su mente. Cada segundo parecía alargar la espera, y la incertidumbre lo consumía. Si Freezer hubiera escapado del capullo, ¿habría huido lejos sin decir nada? ¿Y todo era por culpa suya?¿por lo que hizo? Esa posibilidad lo llenaba de un temor profundo que lo hacía dudar de sí mismo.
Finalmente, tras lo que le pareció una eternidad, llegó a la guarida del demonio del frío. Aterrizó pesadamente en la entrada, dejando una nube de polvo a su paso. Se quedó inmóvil por un segundo, con la mirada fija al interior, mientras trataba de recomponer sus emociones.
Con un nudo en la garganta, el androide ingresó esperando encontrar a Freezer en su habitual presencia, pero en lugar de ello, vio a King Cold supervisando lo que una vez fue territorio de su hijo. Junto a él, varios soldados estaban ocupados con sus tareas, entre ellos se encontraban Zarbon y Dodoria. Sin embargo, en cuanto el androide llegó, todos voltearon a mirarlo, como si su presencia interrumpiera la rutina.
-¿Dónde está Freezer? -preguntó Cell, tratando de mantener la calma en su voz. Aunque rápidamente tragó saliva con temor a la respuesta que pudiera escuchar.
King Cold levantó la mirada, arqueando una ceja con confusión y un leve destello de preocupación. Los soldados también lo observaron extrañados, incluso intercambiaron miradas un tanto perplejas.-¿No debería estar encerrado en ese campo? -preguntó el demonio del frío con un tono grave.
-No lo está.-respondió Cell, sintiendo cómo la preocupación se intensificaba.-"Nadie sabe dónde está."-pensó con aflicción. Si su padre no lo sabía, incluso si los comandantes no lo sabían, nadie más tendría idea de su paradero.
A los pocos segundos, la expresión de King Cold se transformó en una mezcla de sorpresa y satisfacción.-Tal vez lo hayan revivido.-sugirió con un tono que denotaba alivio, como si esa posibilidad fuera la respuesta más obvia. Después de todo, tras lo ocurrido con Freezer en Namek, había acordado buscar las esferas del dragón para revivirlo en caso de que llegara a morir. Aunque había pasado mucho tiempo desde el descenso suyo y de su hijo, estaba convencido de que esa era la opción más acertada. Había dejado instrucciones claras en el ejército de que, sin importar cuánto tardarán, debían hacerlo.
El comentario provocó murmullos entre los soldados presentes; los susurros crecieron hasta convertirse en voces a viva voz.-¡Al fin! -exclamó Dodoria con alegría.
-¡El señor Freezer ha revivido! -se escuchó decir entre el pequeño grupo como si la noticia fuera motivo de celebración.
Pero para Cell, esa noticia lo golpeó de forma inesperada. Por un instante, se quedó en blanco, como si el mundo se detuviera. Poco a poco, mientras las aclamaciones de los soldados se mezclaban en el ambiente, el androide fue volviendo a sí, pero la confusión y el desconcierto se habían instalado en su interior.
Por un lado, deseaba sentirse feliz: Freezer, siendo devuelto a la vida, significaba que había escapado del tormento eterno del infierno. Sin embargo, al mismo tiempo, un vacío inexplicable lo invadía; si Freezer hubiera sido revivido, ya no estaba allí, junto a él. El sentimiento era contradictorio, una mezcla de alivio y de dolor. Cell apretó los puños, luchando contra la tormenta de emociones que amenazaba con desbordarse.
En ese preciso momento, King Cold fijó su mirada en el androide. Sin dar más explicaciones, Cell se dio la vuelta bruscamente y comenzó a caminar hacia la salida. No se animó a volar; de repente se sintió agobiado, como si un mareo inesperado lo invadiera. Se detuvo, apoyando instintivamente su mano contra una formación rocosa cercana, intentando encontrar algún equilibrio.
Cell permaneció en silencio, con la mirada perdida mientras se debatía internamente.-"¿Por qué me siento así?"-se preguntó, pero las respuestas se le escapaban, tan esquivas como las sombras en ese lugar.
King Cold llegó con calma a un lado suyo. Observó su reacción en silencio hasta que finalmente habló, su voz más baja y seria de lo normal.- Te afecta más de lo que esperabas, ¿no es así?-el androide tardó unos segundos en voltear hacia él.-No tienes que decirlo. Lo puedo ver.
-¿Qué es exactamente lo que crees ver?- replicó Cell, tratando de mantener su tono frío y distante, aunque por dentro una parte de él quería escuchar la respuesta.
King Cold dio un paso más cerca, mirándolo con esa mezcla de autoridad y curiosidad que lo caracterizaba.-He vivido mucho tiempo, Cell, lo suficiente para saber cuándo alguien sobresale de los demás. No es solo tu fuerza o tu intelecto, sino por la forma en que enfrentas el mundo, como si siempre estuvieras caminando por una línea que los demás ni siquiera pueden ver.
No supo qué responder con exactitud.-¿Por qué lo dices?
El demonio del frío continuó, con un tono más suave pero sin perder su firmeza.-Porque mi hijo es igual. Freezer también camina por esa línea, siempre aislado, siempre tratando de demostrar que no necesita a nadie. Pero tú eres mejor, porque todavía tienes la capacidad de abrirte, incluso si no te das cuenta.
Cell desvió la mirada, intentando procesar lo que acababa de escuchar.-Yo no…-comenzó a decir, aunque su voz lo traicionaba.-...no necesito...-otra vez intentó rebatir, pero no logro decir nada mas. Ni siquiera él mismo podía negarlo.
King Cold soltó una leve risa, una más cálida y comprensiva de lo que el androide había esperado.-Puedes negar lo que quieras. Pero en el fondo, creo que entiendes a lo que me refiero. Y aunque te cueste aceptarlo, no estás tan solo como piensas. Incluso alguien como tú merece tener a alguien a su lado.
Por un momento Cell se sintió avergonzado de comprender lo que le decía y al mismo tiempo, que el demonio del frío lo notara con tanta claridad. Pero aun así se atrevió a hablar. -Pero…si de verdad Freezer fue revivido…-comenzó a decir con inquietud, mientras apretaba los puños, luchando contra un torbellino de emociones que no quería enfrentar.
-Estoy seguro de que no dudara en revivirnos a todos.-mencionó King cold.
Cell alzó la mirada con incredulidad. El silencio que siguió fue abrumador, mientras el eco de las palabras del demonio del frío seguía resonando en su mente. Nuevamente el androide no supo qué responder. Algo en esas palabras le resultaba incómodo y poco reconfortante. Antes de que pudiera procesar sus pensamientos, King Cold le sonrió con calidez y se dio la vuelta para entrar a la cueva, dejando al androide solo.
El primer pensamiento que llegó a su mente fue que, no creía capaz que Freezer lo reviviera, y mucho menos por lo último que le hizo pasar.
Freezer, con toda su arrogancia y esa inquebrantable resistencia a mostrarse vulnerable, jamás haría algo como eso. Y lo más doloroso, jamás permitiría abrirse de la forma en que él había empezado a hacerlo.
La imagen de una discusión pasada llegó a su mente. Ambos se separaron para demostrar que no se necesitaban y, sin embargo, acabaron reuniéndose para entrenar. Durante mucho tiempo, había creído que Freezer había accedido a aquello solo para alejarlo de su hermano, pero ahora, con todos los comentarios que había oído, comenzaba a preguntarse si tal vez había algo más en ese gesto, un atisbo de aprecio o incluso de estima.
Sin embargo, mientras su mente divagaba por esos recuerdos, una realidad dolorosa se impuso. Como expresó King Cold, Freezer no parecía tener la capacidad de abrirse hacia los demás. La posibilidad de que Freezer jamás quisiera revivirlo o, peor aún, que se mantuviera siempre distante, lo alcanzó. La idea lo llenaba de un vacío abrumador. ¿Cómo podía alguien tan frío, tan implacable, querer acercarse a él?
Cell sintió cómo cada latido de su corazón parecía recordarle que, a pesar de sentir algo por el demonio del frío, Freezer no estaba dispuesto a mostrarle nada que se pareciera a un poco de afecto. El pensamiento de que, si se atreviera a enfrentarse a Freezer, este lo vería solo como un soldado más o, peor aún, como un compañero sin importancia, lo estremecía.
Con un profundo suspiro, el androide comprendió que debía aceptar la cruda realidad: Freezer seguiría siendo ese emperador inalcanzable, incapaz de abrirse y mostrar debilidad. Y, por mucho que lo intentara, no podía forzar lo que no estaba en su naturaleza.
En ese preciso instante, mientras las sombras del infierno se alargaban a su alrededor y el silencio se llenaba de una pesada soledad, Cell se quedó allí, inmóvil, con la mirada perdida y el corazón cargado. Después de un largo momento, dejó caer levemente su cabeza con una mezcla de resignación y tristeza.-"Seguramente jamas volvere a ver a Freezer."- se dijo a sí mismo mientras se sumía en el silencio, dejando que el eco de sus propios sentimientos resonara en la soledad del infierno.
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Los árboles secos se alzaban en las inmediaciones del sector como espectros, y las hojas grises y marchitas caían lentamente en un silencio perpetuo. En medio de ese ambiente desolador, Cell estaba sentado sobre una gran roca negra, con las piernas encogidas contra su pecho y los brazos descansando sobre sus rodillas, mientras su mirada se perdía en el horizonte. Las hojas, al deshacerse al tocar el suelo, parecían reflejar su estado anímico, como si él mismo estuviera a punto de romperse.
En ese ambiente árido y solitario, el único sonido era el leve susurro del viento que levantaba cenizas y hacía danzar las hojas de los árboles muertos. Aparte de ello, lo único que el androide podía oír eran sus propios latidos: al principio fuertes y constantes, luego calmados por momentos, solo para volver a descontrolarse cuando la angustia interna lo consumía.
De repente, un crujido con un tenue eco interrumpió la quietud: unas pisadas lejanas. Cell, absorto en sus pensamientos, apenas se inmutó, sin voltear la cabeza ni moverse de su posición.
Finalmente, Cooler llegó con pasos seguros pero relajados. Sin pronunciar palabra, se cruzó de brazos y lo observó con una mezcla de curiosidad y resignación.
No era habitual que el demonio del frío buscara a alguien, pero desde la última vez que habló con el androide pensó que estaría bien. Sin embargo, debido a las noticias que acaba de recibir y por lo que le comentó su padre, parecería ser todo lo contrario.
-¿Qué haces aquí, solo?-preguntó Cooler, rompiendo el silencio con un tono neutro pero teñido de leve preocupación.
Cell respondió apenas, sin mirarlo directamente.-Nada...-su voz se perdía en el eco, mientras una brisa levantaba un remolino de ceniza entre ellos.
Cooler bajó la mirada, con la inquietud evidente en su rostro.-¿Por qué no estás entrenando con los demás?
El androide alzó la vista, sorprendido consigo mismo. Desde la pelea con los luchadores del Otro Mundo, a pesar de haber sido derrotado por Paikuhan, no había vuelto a pensar en entrenar. Su mente había estado tan ocupada lidiando con esas emociones confusas que entrenar se había convertido en una cuestión secundaria.-No tiene sentido... Freezer era el único con potencial suficiente para hacerme frente.-comenzó, su voz segura en un primer momento, pero luego se fue apagando.- Y, aunque lo encontraba débil, me acostumbré a entrenar con él. Siempre me desafiaba, siempre me enfrentaba y trataba de superarme.
Cooler arqueó una ceja esbozando una sonrisa sarcástica.-¿Y yo qué? ¿Qué hay de mí?-preguntó falsamente ofendido.
-Cierto…-Cell hizo una pausa, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. Se volteó hacia Cooler intentando reparar lo dicho.-Pero…
Una risa ligera, casi irónica, proveniente del demonio del frío interrumpió al androide.-Ya sé a lo que te refieres. Solo estoy bromeando.-dijo, con una mezcla de burla y aceptación, consciente de que para Cell, Freezer ocupaba un lugar que él jamás podría llenar.
Cooler se sentó junto al androide y suspiró, como si estuviera resignado.-¿Quieres entrenar? Tal vez te despeje la cabeza.
Ignorando la reciente burla de Cooler, el androide solo desvió la mirada desanimado.-No tengo ganas.-respondió, con voz apagada.
Por un instante, el demonio del frío lo observó en silencio, descifrando en su rostro la profunda tristeza que le había robado la energía. Pensó que debía estar realmente deprimido para haber perdido hasta la motivación de entrenar. Aunque intentaba disimularlo, su preocupación hacia el androide era evidente.
-Sabes, por lo que todos vimos en aquella pelea contra Majin Buu, Goku y Vegeta son increíblemente fuertes ahora.-comenzó a hablar captando la atención del androide.-Y conociendo a Freezer, es obvio que intentará vengarse…- Esta vez fijó la mirada en Cell esperando una reacción de su parte.-Siendo sinceros, seguramente volverá a morir pronto.-añadió con un tono que intentaba animarlo, tan directo y sincero como solo él podía ser.
Cell lo observó, sorprendido por la ocurrencia. Un pequeño destello de diversión se dibujó en los labios del demonio del frio, y por un breve instante, hasta él se permitió soltar una risa.-Eso suena como algo que haría.-dijo, recordando la típica actitud de Freezer; arrogante, desafiante y con esa extraña habilidad para meterse en problemas.
Aunque ese comentario le hizo gracia, no creía del todo que Freezer pudiera ser tan imprudente ¿O si? Lo pensó un instante, reconociendo que tal vez las palabras de Cooler no estarían muy lejos de la realidad.
-Por cierto, ¿llegaste a descubrir lo que sentías por Freezer antes de que lo revivieran?-preguntó el demonio del frío, rompiendo el silencio con una chispa de curiosidad.
El androide solo ladeó ligeramente su rostro, como si estuviera evaluando esa pregunta.-No estoy seguro aún.-respondió evasivo, sin mirarlo directamente.
Cooler arqueó una ceja, claramente irritado.-¿En serio?-suspiró pesadamente sin ocultar su exasperación de la situación.- Viéndote así, pensé que ya lo habías averiguado. Especialmente porque parecías tan decaído.-dijo, cruzándose de brazos. De pronto, se le pasó por la cabeza que la resurrección de Freezer no podría ser la única razón de la melancolía del androide.- ¿O es que no hablaste con él antes de que lo revivieran?
El androide se tensó, como si esas palabras lo hubieran expuesto.-Bueno… sí lo vi.-admitió tras una pausa. Sin embargo, no se atrevió a detallar lo ocurrido.
-¿Y?-Cooler inclinó la cabeza, expectante.
-Pero…-Cell no terminó la frase, recordando vívidamente lo que había ocurrido. La imagen de Freezer, su reacción, la tensión entre ambos, todo regresó con fuerza en su mente de golpe.
-¿Pero…? -insistió.
Finalmente, el androide negó con la cabeza y desvió la mirada hacia otro lado, incómodo.-Nada.
Cooler soltó otro suspiro exasperado.-De acuerdo, no me dirás nada, pero ¿ocurrió algo, verdad? - lo presionó.
-No fue nada -murmuró Cell, aunque sabía que su tono no era convincente y no engañaría al demonio del frío.
Cooler lo observó con los ojos entrecerrados, evidentemente no le creía.
Aunque no estaba viendo al demonio del frío podía sentir su mirada. Esa mirada lo inquietaba de tal forma que no se creía capaz de poder ocultarle nada.-Tal vez… lo hice enfadar.- mencionó finalmente, un tanto avergonzado.
Cooler entrecerró los ojos, sin comprender cómo ese incidente se diferenciaba de la dinámica habitual entre ellos.-Siempre ha sido evidente que no le temes a Freezer como los demás.-dijo, encogiéndose de hombros.- Eso, y también el hecho de que cualquier cosa que hagas, por mínima que sea, parece tener ese efecto en él. ¿Qué tiene de extraño?
El androide bajó la mirada, sumido en sus pensamientos. Era cierto que Freezer reaccionaba de forma diferente ante su presencia; sin embargo, en ocasiones anteriores, nunca lo había visto intimidado. Quizás fue precisamente esa falta de miedo lo que complicó las cosas entre ellos.-¿Alguna vez has visto a Freezer intimidado o temeroso por algo? -preguntó Cell de repente, con un tono casi casual, pero con una pizca genuina de curiosidad.
Se mostró sorprendido por esa pregunta. Cooler se detuvo a pensar antes de responder.-¿Freezer? Intimidado…-comenzó a decir, pensando en alguna situación. Sin embargo, no lograba recordar ninguna en los últimos años.-Bueno, sí…pero eso fue cuando era pequeño. ¿Por qué lo preguntas?
El androide vaciló un instante antes de contestar. -Solo… curiosidad.-respondió, desviando pausadamente la mirada.
El demonio del frío lo observó con seriedad, evaluando su reacción.- ¿Qué hiciste?-preguntó con tono incisivo.
-Nada.-dijo rápidamente aun evitando su mirada. Aunque sintió con claridad cómo Cooler se inclinaba hacia delante, esperando entrar en su rango de visión.
-Cell… -lo llamó Cooler de manera austera, obligándole a mirarlo de reojo.
-Solo lo estaba…mirando.-dijo finalmente, con una torpeza que no lograba ocultar la verdad a medias. Aunque sus palabras eran ambiguas, su silencio lo delataba, recordándole lo que había sucedido en su último encuentro.
Sin mover su rostro,observó de reojo al demonio del frío, que lo seguía mirando en silencio. Por un momento, la tensión creció en el ambiente, hasta que Cooler comenzó a reír suavemente, como si quisiera disipar la incomodidad
-¿Solo eso? - preguntó con gracia. Aunque al mismo tiempo podía comprender que su hermano podría enojarse por algo como eso, o bien, sentirse intimidado.-Francamente, contigo nunca se sabe.- Realmente consideraba que el androide tenía la misma mirada despectiva que Freezer, la cual podía llegar a incomodar un poco, incluso al mismo Freezer.-No me sorprendería que algo tan simple haya sido suficiente para hacerlo actuar de forma extraña.
Cell permaneció en silencio, volviendo su mirada hacia el frente. No podía sacarse de la cabeza el recuerdo de ese momento, la reacción que había provocado en Freezer, un instante que se había quedado grabado en su memoria.
-De todos modos, no te preocupes demasiado. Freezer es complicado, y su carácter no es fácil de entender.-mencionó Cooler, con una calma renovada en su voz.
A pesar de sus recientes pensamientos, esas palabras le sacaron una tenue sonrisa al androide. Fue imposible no pensar en el carácter de Freezer, la impresión que le dio la primera vez que lo conoció.-Creo que he llegado a entenderlo mejor.-comentó, perdido en sus pensamientos. -Su forma de ser fue difícil de tolerar al principio, pero con el tiempo...-hizo una pausa, mientras recuerdos de aquellas colisiones de personalidades y momentos compartidos inundaban su mente.-... lo comprendí.
Dejó escapar una pequeña risa entrecortada junto con un suspiro.-Incluso llegué a disfrutar cuando se enojaba. Su carácter, esa actitud tan rara y particular…terminó siendo lo que más me gusta de él.
El silencio que siguió fue abrumador, incluso el ambiente pareció guardar silencio. Tanto que hasta el androide salió de sus pensamientos al sentir esa calma a su alrededor.
Cooler lo observaba con una expresión pícara, esbozando una sonrisa ladeada que Cell reconoció de inmediato. Al percatarse de que sus palabras habían escapado en voz alta, Cell sintió un leve calor subiendo por sus mejillas.-¡No quise decir eso!-intentó corregirse, aunque sabía que ya era demasiado tarde.
El demonio del frío soltó una carcajada ocurrente por la reacción del androide.-Oh, claro que sí lo quisiste decir. -Su tono estaba lleno de burla, pero no había maldad en él. Más bien, parecía satisfecho de haber obtenido esa confesión.
El androide se quedó en silencio, con la mirada fija en el suelo, completamente sonrojado, fingiendo ignorar al demonio del frío, a pesar de que la risa de Cooler se hacía cada vez más ruidosa. Cell resopló con el ceño fruncido, consciente de que Cooler no dejaría pasar la oportunidad de molestarlo.
Mientras las hojas de ceniza caían a su alrededor y eran arrastradas por el viento, las palabras que había pronunciado -esas que salieron de forma accidental-resonaban en su interior, revelando la complejidad de sus emociones.
"Lo que más me gusta de Freezer"
Esas palabras comenzaba a calar en lo más profundo de su ser.
-"¿En realidad dije eso?"-se preguntó Cell, apenado. Reflexionó seriamente; realmente había dicho lo que sentía, pero al mismo tiempo trató de buscar una excusa, una justificación que pudiera suavizar la crudeza de la verdad. Sin embargo, nada pudo amortiguar la ineludible realidad: era tan cruda como el frío que comenzaba a envolverlo. Ciertamente, así es como se sentía acerca del demonio del frío, del emperador del universo.-"Me gusta Freezer."-pensó, más desconcertado que seguro de sus propias palabras.
Con el viento levantando cenizas a su alrededor, el androide cerró los ojos para intentar ordenar sus pensamientos. Con el peso de esa verdad, Cell se sintió pequeño e indefenso, pero, al mismo tiempo, liberado al haberle dado un nombre a lo que llevaba dentro. Aun así, no sabía qué hacer con ese sentimiento.
Durante tanto tiempo había evitado enfrentar aquello. Sin darse cuenta, Freezer, con toda su arrogancia y frialdad, había logrado encender en él sentimientos que nunca había imaginado. Y ahora, en medio de ese desolado paisaje, la idea de que tal vez no volvería a verlo lo golpeaba de lleno.
Con un último suspiro, el androide permitió que el silencio y la soledad del infierno se fusionaran con su nueva comprensión.
Sabía que no podía seguir huyendo de lo que sentía. Aunque Freezer estuviera lejos y su destino fuera incierto, Cell aceptó vivir con esa verdad, por dolorosa que fuera. Y, en ese cruce entre el anhelo y la resignación, se permitió, por primera vez, soñar con el día en que, tal vez, pudiera enfrentarse a su destino sin temor.
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Con el paso de los meses, los rincones más solitarios del infierno se convirtieron en el escenario silencioso del aislamiento del androide. La soledad había adoptado un matiz sombrío: donde antes se le veía enérgico y combativo, ahora lo encontraban inmóvil, perdido en el torbellino de sus propios pensamientos. Había dejado de entrenar con los demás y evitaba cualquier contacto, como si temiera que cada interacción despertara aquello que había descubierto en lo más hondo de su ser.
Cada tanto, Cell se trasladaba a lugares distintos. A veces se quedaba de pie junto a un río de lava, permitiendo que el calor abrasador lo envolviera; en otras ocasiones, se acurrucaba en una esquina oscura de alguna caverna olvidada, sin saber qué hacer con los sentimientos que lo atormentaban, o se recostaba sobre rocas frías observando el cielo, buscando respuestas en la inmensidad del universo. En esos momentos, su rostro se tornaba inexpresivo, la mirada se perdía en el infinito y sus labios se apretaban, intentando sofocar el torrente de emociones que amenazaba con desbordarse.
Aunque Cell proyectaba una fachada de serenidad hacia los seres que lo observaban de lejos, en su interior sus pensamientos seguían dando vueltas sin cesar. Recordaba aquella conversación con Cooler, en la que sin querer había admitido su gusto por esa inusual combinación de fuerza, arrogancia y vulnerabilidad de Freezer. Esa confesión, aunque casual, se había grabado en su mente y lo invadía cada vez que lo recordaba.
Se preguntaba, con voz temblorosa, si Freezer lo veía solo como compañero, como un soldado más, o acaso, como un simple amigo.-Es imposible.-mencionó para sí mismo en voz baja. Descartó de inmediato la idea de que el demonio del frío lo viera como un amigo, pues el emperador del mal jamás podría sentir tal afecto por alguien. Sin embargo, la posibilidad de que sea así, lo inquietaba y, a la vez, lo llenaba de una extraña melancolía.
En uno de esos momentos, el androide se encontró caminando lentamente por un sendero en el campo de lava. El resplandor rojizo del magma se reflejaba en sus ojos, cada paso pesaba como si llevara consigo el peso de todo lo que había asimilado de sí mismo y todas las dudas que lo atormentaban.
-"¿Qué pensará Freezer de mí?" -se preguntaba mientras su corazón latía aceleradamente, golpeando su pecho con fuerza inusitada.
Nunca le había importado lo que el demonio del frío pensara de él. No obstante, con el tiempo, llegó a pensar de que tal vez si le importaba, o al menos le interesaba que estuvieran en buenos términos, pero ahora era diferente. La posibilidad de que Freezer solo lo viera como un simple soldado o, peor aún, como un amigo, lo llenaba de angustia.
Finalmente, encontró refugio en la parte más alta de una formación rocosa. Allí, recostado y con la mirada fija en un cielo parcialmente nublado, se sentía abrumado. Últimamente, la sensación de querer, de anhelar la presencia de Freezer, había crecido de una manera que iba más allá del simple compañerismo. Con un suspiro, murmuró para sí mismo:
-Me gus…- intento decir con una voz apagada y temblorosa, como si decirlo en voz alta lo ayudará a recordar la razón por la que se encontraba en ese estado. Pero no podía decirlo, era difícil tan solo procesarlo. Decirlo en voz alta era otro nivel que no creía poder alcanzar.- Esto no debería hacerme sentir así…
Nunca imaginó que ese sentimiento, que catalogaba tanto de debilidad como de algo “cálido” y “bello”, le causaría tanto sufrimiento. Se sentía impotente, atrapado entre la necesidad de expresar sus sentimientos y el miedo a perder el único vínculo, por retorcido que fuera, que lo mantenía conectado a Freezer.
Entre las nubes grises, un rayo de luz se filtró, provocando que Cell cerrara los ojos por un instante. Se quedó así, inmóvil, sintiendo cómo la luz se desvanecía lentamente mientras las nubes volvían a cubrir su vista, pero aun así no volvió a abrir los ojos. Durante varios minutos, el silencio absoluto del infierno se mezclaba con el tenue murmullo del viento.
Aunque el androide podía oír los sonidos distantes, los murmullos de algunas voces y el leve crujir de pasos, nada parecía ser lo suficientemente fuerte como para perturbarlo. Sin embargo, unos pasos acelerados a lo lejos llegaron a sus oídos, aunque no captaron su especial atención. Dos voces distantes se entrelazaron en una conversación casi imperceptible, al oír los pasos hacia ellos.
-¿Ya se enteraron?-Se oyó la voz de una chica, que había dejado de correr.
-No ¿qué ocurrió?- preguntó otra voz, esta vez masculina.
-¿En serio? ¿No saben?- volvió a preguntar la chica.
-Ya dí qué ocurre.- agregó la otra voz.
-El señor Freezer regresó al infierno. Al parecer, alguien lo derrotó de nuevo...-Las voces continuaron hablando, pero para Cell, aquellas palabras se volvieron cada vez más opacas, como si se desvanecieran en el fondo. Ya había oído lo justo y necesario; el resto del chisme y la especulación no le importaban.
De inmediato, el androide abrió los ojos de golpe y se reincorporó rápidamente apenas escuchó el nombre del demonio del frío. La noticia lo golpeó de manera inesperada: su corazón, que durante tanto tiempo había latido en soledad, se aceleró en un latido confuso, lleno a la vez de alivio y de inquietud.
Cell se puso de pie sin pensarlo, dando un paso, pero se detuvo en seco, sumido en la duda. ¿Debía buscarlo?
Aunque en parte se alegraba de saber que Freezer había regresado, no podía evitar sentirse traicionado por sus propios sentimientos. ¿Qué significaba realmente esto? ¿Acaso Freezer volvía para llenar ese vacío que tanto lo atormentaba?
No obstante, recordó la última vez que interactuaron. La imagen de Freezer, que se apartó con pánico y frustración, todavía le retumbaba en la mente, junto a la sensación de culpa por haberle provocado ese temor. Si se encontraba con él… ¿Acaso sería tan simple?
Suspiro en un intento de aclarar sus pensamientos. Era indiscutible que le gustaba el demonio del frío. Pero ¿Era algo necesitaba transmitir?
En los últimos meses había sentido una presión constante, como una bomba a punto de estallar, debido a la avalancha de emociones que lo inundaban. Varias veces se había planteado que, si tuviera la oportunidad, debía confesar lo que sentía. Y ahora, con la noticia del regreso de Freezer, un nerviosismo incontrolable lo detenía. Solo pensar en ese escenario le hizo estremecerse.
¿Debía decirle lo que siente? ¿O tal vez su posible rechazo se convertiría en una herida aún más profunda?
Perdido en sus pensamientos, observó el horizonte. El peso de la ausencia de Freezer y el eco de su propia confesión se colaban en cada rincón de su ser, haciéndolo cuestionar todo.
Desvió la mirada con molestia consigo mismo; no sabía qué decirle si llegaba a verlo, pero al mismo tiempo, anhelaba encontrarlo.
Dejó escapar una sonrisa resignada, casi como una risa. Aunque aún no se acostumbraba a esas emociones tan intensas, donde muchas eran muy contradictorias. Cerró los ojos e inhalo aire con gran intensidad, dejándose llevar simplemente por lo que sentía en ese momento. Tras unos segundos de reflexión, abrió los ojos decidido.-Tengo que buscarlo.-se dijo a sí mismo con voz baja, apenas un susurro.
No estaba listo para enfrentarlo, no sabia que decirle, no sabía si expresaría lo que siente, pero estaba decidido a no seguir postergandolo. Solo quería verlo.
En ese preciso momento, en la cima de la colina, el viento frío azotaba su rostro. A pesar del embate del viento, en sus ojos se encendió una chispa de resolución.
Con el corazón latiendo con fuerza y el alma encendida por esa mezcla de temor y anhelo, Cell cerró los ojos para concentrarse. Inhaló profundamente, dejando que la calma ganada a pulso tras meses de introspección se mezclara con la urgencia de actuar.
Sin mirar atrás, extendió sus alas y, con un movimiento decidido, dio un salto desde la altura. Con ese salto, tanto físico como emocional, el androide se apresuró y desapareció en el horizonte, dejando atrás el eco de la intranquilidad que llevaba sobre él.
Notes:
Como dato curioso: No se si se acuerdan que, cuando goku murió (una de tantas veces), sucedió que vegeta había perdido las ganas de entrenar. No mas digo jaja Que curioso xd
No creo que haya hecho sufrir a cell tanto como otras veces, solo un poquito jeje pero creo que la ausencia de freezer era necesaria para que sintiera la presión y pudiera admitir que le gusta la lagartija...Digo, si no es así, como se daría cuenta?
En el proximo capitulo (más bien al final del proximo capitulo xd) les revelaré la sorpresa que les tengo :3 Asi que no se lo pierdan! Lo subiré por ahí del 31 de mayo o pasadito de las 12 de la noche como ahora xd O sea el 1 de junio.
Eso es todo por ahora! Espero que les haya gustado el capítulo. Recuerden dejar sus comentarios para saber que les está pareciendo la historia. También recuerden que el fic tendrá 40 capítulos. Así que queda poquito!!! Eso es todo! ¡Los quiero! ¡Nos leemos!
Chapter 38
Notes:
Hola a todos mis chiquis! Espero que se encuentren bien.
Para empezar quiero comentar algo interesante. Este capítulo originalmente iba a ser uno de los tantos Drabbles que hice. (Para quienes no lo saben, tengo otro fic titulado “Drabbles de DBS” sobre diferentes parejas) y resulta que uno de ellos iba a ser CellxFreezer. Y más o menos el Drabbles se trataba de lo que se trata este capitulo jeje Y bueno, hablando con mi beta recordé que hace años había escrito un fic de Cell x Freezer (que daba mucho cringe xd) y decidimos modificarlo y termino convirtiendose en este fic. Además, de que el capítulo del Drabble se agregó al fic. Y luego, comenzamos a planear una segunda parte y hasta tercera (esta última, está aún en discusión. Pero creo que si va) Y por lo que veo, todavía tenemos varios años más por delante con esta historia.
Segundo, como siempre quiero agradecer a quienes comentan. Gracias a todos por sus comentarios y votos.
Y tercero, un mensajito especial a los artistas que me mandan mensajes con las mejores intenciones: No quiero una comisión, la ctm!!! como cresta no entienden?!
Bueno, ya xd Como recordarán en el capítulo anterior, freezer revivio y cell cayó en depresión, tanto que llegó a admitir que le gustaba la lagartija. Y después de meses en que el cucaracho no tenía ni ganas de entrenar, se enteró que freezer volvió a morir xd En eso nos quedamos.
Así que sin mas, disfruten el capitulo
(Recuerden que les prometí una sorpresa. Se las dejare en la nota final del capítulo, así que no se salten todo hasta el final, que los estoy vigilando…Cuidadito.)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Capítulo 38:
Una vez más, ahí se encontraba él. No tenía pensado volver a ese lugar en muchos años. Literalmente era un infierno volver.
Resoplo con una mueca de molestia al ver rostros conocidos. El demonio del frío los observaba con desprecio a poca distancia, mientras que ellos solo podían responder con una mirada de asombro. Nadie podía creer que el emperador del mal estuviera nuevamente en ese lugar.
Personalmente, Freezer no solía ver el lado positivo de las consecuencias de lo que fue su humillante derrota. Sin embargo, en esta ocasión, solo podía agradecer que no se encontraba atrapado en aquel árbol con esos molestos animales y hadas, ni con sus interminables desfiles. Solo pensar en aquel lugar le provocaba náuseas, y rápidamente apartó esa horrible sensación, abriéndose paso imponente entre los débiles seres que lo observaban. Al percibir la presencia del gran emperador, estos se hicieron a un lado, conscientes de no querer perturbarlo.
A lo lejos, murmullos comenzaron a esparcirse entre soldados y seres ajenos a su ejército. Nadie se atrevía a hablarle directamente, pero las voces, en un susurro colectivo, se entrelazaban. Muchos se preguntaban porque había regresado a ese lugar. Aunque la respuesta era más que obvia; había muerto de nuevo, pero ¿Como había sucedido? ¿Quién había acabado con él? A pesar de esas y de muchas preguntas más, ninguno de ellos se atrevió a dirigirle la palabra, solo se limitaron a murmurar entre sí para sacar sus conclusiones.
Freezer emprendió el vuelo y se marchó a un sector lejos de todos. No tenía ánimos de hablar con nadie, ni siquiera con sus soldados y mucho menos con su padre. Solo quería un momento en paz, antes de que se esparciera el rumor de su llegada.
Durante su vuelo, el demonio del frío repasó mentalmente su última batalla, recordando, casi en un suspiro, lo que Vegeta le había dicho cuando casi acababa con Goku: que lo necesitaba para incrementar su fuerza. Esto lo llevó a pensar que, quizás, también necesitaba a alguien igual o superior para desafiarlo.
Recordó con ironía al soldado que había obligado a entrenar con él. En ese momento había pensado que sería suficiente. Obviamente no lo fue.
Con ese pensamiento sintió más amarga su situación, después de todo Freezer tenía una meta y odiaba la idea de depender de alguien más.
Finalmente, se posó al borde de un precipicio y cerró los ojos con molestia, cruzándose de brazos. El lugar era solitario y tranquilo, ideal para no ser molestado. Aunque no creía que nadie se atrevería a acercarse a él, y menos en esa situación, a menos que quisiera terminar seriamente lastimado. De todas formas, a nadie se le pasaba por la cabeza meterse con el gran y poderoso emperador Freezer. -”Nadie excepto…”-pensó un nombre en mente.
Como por coincidencia, el demonio del frío sintió cómo un tenue, pero inconfundible, ki se acercaba. Suspiro junto con un gruñido. Aunque no abrió los ojos, pudo percibir cómo la silueta se detuvo volando frente a él. Ahí estaba, la única persona que siempre lo fastidiaba con una persistente determinación, incluso en los momentos más inoportunos.
En ese instante, Cell se encontró frente al demonio del frío. El androide, al confirmar que el emperador del mal efectivamente, se encontraba en el infierno, sintió una mezcla de alivio y nerviosismo que recorría su ser. Había pasado meses sin verlo, y el solo hecho de encontrarlo lo llenó de una emoción contradictoria. Con el corazón acelerado, Cell forzó una risa algo tonta, tratando de disimular la intensidad de su emoción.
-Entonces, es cierto.-dijo Cell con voz profunda, intentando controlar el temblor de sus puños.
Freezer no se dignó a abrir los ojos para corroborar de quien se trataba, ya lo sabía. No solo por su voz, sino que era uno de los pocos en el infierno que le hablaba de manera tan directa.
Finalmente, con un gesto brusco, Freezer abrió lentamente los ojos y chasqueó la lengua con molestia.-Pareciera que no tienes nada mejor que hacer que escuchar chismes, Cell.-respondió Freezer en tono serio, dejando entrever su fastidio.
-Sabes que aquí no hay mucho que hacer.-comentó el androide con una sincera sonrisa, intentando aligerar la atmósfera, mientras su mente bullía de pensamientos y su corazón latía a aceleradamente solo por el encuentro.
El androide se aproximó con total normalidad y descendió en el suelo junto a Freezer. Este por un instante se sobresaltó al ver como Cell se había acercado como si nada. Sin pensarlo adoptó una posición de ataque.
Al percatarse de esa reacción, Cell retrocedió un paso casi por instinto, pero comprendiendo la razón. Se cruzó de brazos, intentando no parecer una amenaza, y desvió la mirada. Reconoció a qué se debía esa reacción de Freezer. Nuevamente, se sintió angustiado por lo que había hecho. Como peligrosamente se había acercado al demonio del frío mientras se encontraba encerrado en el capullo. Como había provocado una reacción de pánico en Freezer, un recuerdo que aún le pesaba con culpa.
Después de un largo silencio, el androide tomó aire y, mirándolo de reojo, dijo con voz temblorosa.-Lo siento…- Hubo otro momento de silencio, en donde espero una respuesta del demonio del frío.
Freezer alzó una ceja, sin inmutarse por esas extrañas palabras del androide.-¿Por qué?-pregunto curioso.
Cell bajó la mirada apesadumbrado. Con un suspiró rodó los ojos en dirección contraria, volviendo a desviar la mirada.-Por haber invadido tu espacio personal…antes.-mencionó esta vez un poco más bajo, aunque lo suficientemente fuerte para que el demonio del frío lo oyera. No sintió la necesidad de explicar más, ambos sabían a qué se debían sus disculpas.
Sus palabras resonaron en el aire mientras evitaba mirar directamente a Freezer. Al no recibir respuesta, observó nerviosamente al cielo, después el suelo y luego parte de su brazo, donde percibió como sus manos temblaban con ligereza. Angustiado, suspiro levemente sin llamar la atención.
Por fin, se volvió con lentitud hacia el demonio del frío, quien lo observaba con su típica mirada de desprecio y antipatía. Sin embargo, ya no tenía una postura defensiva contra él.
Lo observo vacilante y expectante por un instante, aun esperando una reacción.
El demonio del frío finalmente rompió el mutismo con una voz baja, casi imperativa.-Que no se repita.-dijo, aunque sonaba más como una orden. Luego, sin dar más explicaciones, desvió la mirada hacia el horizonte, como si quisiera borrar la intensidad del momento. Lo cierto es que casi había olvidado ese incidente. En su momento, fue algo que lo sacudió seriamente, no obstante después de revivir todo lo ocurrido en su vida hasta ese momento, se vio desplazado por cosas más importantes.
Por un momento, el androide sintió un alivio. Después de todo, Freezer se comportaba igual que siempre, incluso no parecía afectado. Más bien, parecía que el único afectado fue él mismo.
-”Entonces, todo estaba bien…al parecer.”-se dijo el androide a sí mismo, dejando escapar un suspiro interno que se mezclaba con el eco del silencio.
El ambiente se sumió en una quietud casi tangible. Entre la silenciosa atmósfera, Cell dejó escapar una sonrisa tenue, casi imperceptible, que se colaba en el aire, rompiendo momentáneamente la tensión.
De inmediato, Freezer clavó sus amenazantes ojos sobre el bioandroide.-¿Ahora qué diablos te ocurre?- le preguntó con su voz helada y cortante. Esa reacción que no le agrado en lo más mínimo.
-¿Es cierto que Goku te eliminó? .-logró preguntar conteniendo una sonrisa.
La respuesta fue instantánea. Freezer se exaltó, elevando su ki de golpe.-¡¿Qué es lo que dijiste?!-exclamó con tono de furia.
Sin embargo, el androide, acostumbrado a sus arrebatos, ignoró la rabieta mientras una risa irónica se escapaba de sus labios. Y al juzgar por su reacción, parecía estar en lo cierto. Aunque había sentido la urgencia en verlo apenas se enteró de su regreso, en el camino escuchó varias cosas interesantes, que le hicieron preguntarse qué había ocurrido realmente con el demonio del frío y como había terminado devuelta en el infierno.
-Eso es lo que se dice.- comentó defendiéndose, intentando aguantar la risa. No solía reírse, pero esta vez le hizo gracia la ironía de la situación. Era bien sabido que Freezer siempre quiso vengarse del saijayin. Sin embargo, ahí estaba.¿Y quién diría? Cooler tenía razón al suponer el regreso de Freezer.- Y por lo que veo, parece ser cierto…
Antes de que pudiera continuar, un golpe repentino y brutal impactó su rostro; Cell no lo vio venir. Fue lanzado cientos de metros, destrozando un montón de rocas a su paso hasta aterrizar de espaldas contra una formación rocosa. Por un instante, creyó perder el conocimiento, pero poco a poco, su vista se fue normalizando.
A pesar del dolor y del asombro, una extraña sonrisa se dibujó en su rostro. Ese golpe, había sido el más fuerte que había recibido de Freezer hasta ese momento. Y también en su vida.
Adolorido, levantó la cabeza para ver cómo el demonio del frío se acercaba a toda velocidad. Apenas logró cruzar sus brazos contra su pecho cuando Freezer arremetió contra él, hundiéndose y destrozando una gran cantidad de rocas a sus espaldas. Sintió que perdía el aire al ser arrastrado.
Voló por varios kilómetros hasta caer al suelo con pesadez. Tal vez no había entrenado en meses, pero no podía creer que estuviera en tan mala forma. Él no era el problema, era Freezer.
Desde el suelo, Cell levantó la vista algo aturdido y un fuerte dolor recorrió todo su cuerpo. Freezer aterrizó con elegancia a unos metros de distancia, pero con la misma mirada de molestia hacia él. Era diferente, se dijo internamente el androide con una leve sonrisa y un dejo de ironía.-Sigues igual de gruñón.
Con paso firme, el demonio del frío comenzó a acercarse, mientras recordaba cuánto odiaba aquella sonrisa burlona que solía provocarlo. Cuántas veces se había burlado de él, simplemente porque poseía un poder superior. Pero ahora, Freezer estaba decidido a demostrar que estaba por encima del androide. Presionó fuertemente sus puños y elevó su ki de forma exagerada.
Cell a duras penas logró ponerse de pie, notando cómo una nueva y abrumadora cantidad de energía se acumulaba frente a sus ojos. No podía sentirlo, solo observar.
La atmósfera se cargó de una energía casi palpable. Una aura dorada emergió del cuerpo de Freezer, como si la luz misma se condensara alrededor de él. Su piel se iluminó con un brillo casi cegador, sus rasgos se afinaron, dotándolo de una apariencia imponente y majestuosa.
Cell observó asombrado, incapaz de apartar la mirada. La transformación era tan impactante que por un instante el tiempo pareció detenerse. En su interior, una mezcla de admiración y temor se entrelazaba, haciendo que su corazón latiera con fuerza. La visión de Freezer en su forma Golden no sólo reafirmaba su estatus como emperador del mal, sino que, irónicamente, intensificaba lo que Cell sentía por él. Era una atracción que iba más allá de la rivalidad en una batalla, sino que lo llenaba de una extraña satisfacción.
No le dio tiempo para contemplarlo en detalle ni para ver sus movimientos; tan solo sintió el violento impacto en su pecho para luego ser lanzado lejos sin previo aviso.
Nuevamente, Cell voló por los aires, llamando la atención de varios seres que, desde la distancia, observaban la disputa. Sus gritos y murmullos no pasaban desapercibidos.
Esta vez, cayó cerca del río de sangre. Se quejó en voz baja, sintiendo cómo el golpe en su pecho aún lo sacudía.-"Ni siquiera lo vi acercarse."-se dijo con gran impresión.
Con movimientos torpes, el androide levantó la vista y vio cómo Freezer se aproximaba. Quedó inmóvil, incapaz de moverse, mientras su mirada de asombro se fundía con la incertidumbre. Realmente, el demonio del frío era diferente en ese momento.
El demonio del frío se aproximó hacia él y, sin mediar palabra, lo sujetó del cuello y lo elevó con una fuerza implacable.
Ahora, Cell podía verlo de cerca. Aunque aún se encontraba algo aturdido, quedó completamente asombrado al observar la nueva forma de Freezer: su piel había adquirido un tono dorado aún más resplandeciente que a simple vista, y en su rostro se dibujaba una expresión tan imponente. Era asombroso, era amenazador, era...-"Perfecto" .-pensó sorprendido para sí mismo. Por un instante, no sabía si el calor en sus mejillas se debía a que, literalmente lo estaba asfixiando, o a su reacción al verlo con detenimiento.
Siempre había entendido que él era más fuerte que Freezer, pero ahora el demonio del frío había cambiado por completo. Aunque estar en presencia de ese poder era intimidante, Cell no pudo evitar sonreír ¿En realidad se había vuelto así de fuerte en tan pocos meses de ausencia? Ciertamente así fue. Y para su sorpresa, no le molestaba en lo más mínimo; al contrario, le agradaba la idea de que Freezer se dignara a entrenar. Sin apartar la vista, Cell comentó con tono serio, apenas sin aliento:
-Así que por fin decidiste entrenar.
Aunque Freezer se indignó por el comentario, solo frunció más el ceño con evidente disgusto. No necesitó muchas palabras para demostrar su poder superior, y, sin embargo, el androide continuaba con esa actitud molesta y desafiante, algo que no lograba entender.-"No debería ser así" .-se dijo a sí mismo con furia contenida.
Cell solo resoplo con una leve sonrisa ¿Acaso siempre se iba a poner así por un comentario levemente irritante? Freezer siempre solía comportarse como una "reina del drama", aunque ya era tiempo de aceptar que esas reacciones parecían ser una extensión natural de su personalidad.
A pesar de estar en desventaja, el androide no dejaba de observar al demonio del frío. Con mayor cercanía, comenzó a notar cada vez más los nuevos detalles de su transformación. Por un momento, en un pequeño lapsus de curiosidad, recorrió visualmente cada centímetro del cuerpo de Freezer, en cosa de un segundo, solo para luego volver a encontrarse con sus intensos ojos.
Sin embargo, en la expresión de Freezer se le asomó una extraña vacilación, más que furia, como si se cuestionara lo que acababa de suceder.-"¿Lo incomodé?"-se preguntó Cell, sintiendo cómo Freezer apretaba aún más fuerte su agarre.-No puedo negar que esa forma dorada te queda bien.-comento con la voz casi apagada.
Freezer se quedó en silencio, su mente girando entre la sorpresa y la confusión. Aquella respuesta le resultaba incómoda y poco reconfortante; jamás imaginó que Cell, con toda su arrogancia habitual, llegaría a mostrar siquiera una pizca de aprobación. Irritado, frunció el ceño y, en un arrebato, soltó el agarre sobre el androide, dejando claro que no deseaba tenerlo cerca. Y en cuanto a ese comentario, decidió borrarlo de su mente al instante. Por supuesto que esa transformación le quedaba bien, ya lo sabía, no necesitaba que nadie se lo dijera y menos él.
-No intentes apaciguarme con halagos.-sentenció Freezer, cruzándose de brazos con tono frío.
El androide, adolorido y luchando por recuperar el aliento, esbozó una sonrisa divertida.-Lo dije en serio.-murmuró conteniendo el dolor. Freezer en cambio, desvió la mirada y cerró los ojos como si, con un gesto de diva, pudiera ignorarlo.
-¿Quién diría? Incluso eres más fuerte que yo.-comentó, casi con envidia, mientras su tono traicionaba un destello de arrogancia.
El demonio del frío abrió uno de sus ojos para observarlo con superioridad. Esperaba que lo dijera en serio. Si realmente odiaba algo del infierno era que el androide siempre fue más fuerte que él, pero ahora podía ver que los papeles habían cambiado.-Por supuesto, ahora soy el más fuerte.-dijo de forma egocéntrica.
Mientras tanto, Cell luchaba por ponerse de pie; cada movimiento era torpe, como si el dolor y la tensión le impidieran actuar con normalidad. Con esfuerzo, se levantó, ignorando la golpiza que había recibido, pero sin ocultar la inquietud en su mirada.
En un momento de silencio, el androide sintió cómo su mente se llenaba de pensamientos que se negaba a pronunciar en voz alta. Cuando decidió ir a verlo no tenía un plan definido, y tampoco lo tenía en ese momento, pero la mirada fija y penetrante de Freezer le recordaba lo profundamente que había alterado su mundo. Durante tanto tiempo había evitado enfrentar sus sentimientos, pero ahora, tenerlo frente a él, la posibilidad de expresar lo que realmente sentía -que le gustaba- se volvía inevitable.
Sin pensarlo, Cell dejó escapar una sonrisa junto con un suspiro, sutil pero cargada de significado. Ese simple gesto, tan inesperado, hizo que Freezer desviara la vista en cuestión de segundos. El androide tenía la costumbre de hacerlo sentir extraño.
Mientras otros subordinados lo alababan por su fuerza, Cell nunca le había interesado su fuerza o reputación en el universo. En ese instante, en el que literalmente no podía morir, no tenía razón para guardarse aquello: fue, quizás, uno de los primeros elogios sinceros hacia su persona.
Ante ese pensamiento, Freezer observó de reojo a Cell, quien continuaba sonriendo con esa expresión encantadora y a la vez desconcertante. Molesto, el demonio del frío apretó sus puños y, con tono áspero, preguntó angustiado.-"¿Por qué? ¿Por qué se comporta así?"
Observó cómo el androide ladeó la cabeza ligeramente, como si esperara una respuesta que él mismo se negaba a admitir. En ese instante, sus ojos se abrieron con sorpresa al evocar el recuerdo de la última vez que se habían visto, cuando se encontraba atrapado en ese capullo. Y de inmediato, volvió la vista nerviosamente hacia el paisaje, sin pronunciar palabra. Aunque se negaba a admitirlo e intentaba disimular, todo indicaba que la hipótesis que se había forjado era correcta. Aun podía sentir la asfixiante mirada de Cell, que le provocaba una sensación incómoda y desagradable.-"Con que eso es a lo que juega Cell".-pensó Freezer con una mezcla de desconcierto y fastidio. Eso explicaba porqué se comportaba de una forma más extraña de lo usual.
-Freezer…-comenzó a decir el androide con una voz temblorosa, casi imperceptible.
Inconscientemente, el demonio del frío elevo la mirada hasta encontrarse directamente con los ojos de Cell. En ese instante, sacudió esos pensamientos. No era relevante, o al menos eso se decía a sí mismo, pues no quería admitir que le importaba. Sin embargo, en el fondo, una pregunta persistía: ¿por qué? ¿Por qué, a pesar de todo, el androide se sentía atraído por él? Sabía mejor que nadie que no era alguien agradable ni nada por el estilo.
Freezer trató de guardar la compostura, esforzándose por mantener la actitud de un emperador, aunque por dentro la incertidumbre y la vergüenza lo consumían. Por un lado, aquel sentimiento era halagador, pero no era la clase de cosas que le importaran; solo debía rechazarlo y seguir adelante. De esa manera no lo volvería a importunar.
Las palabras se atoraron en la garganta de Cell. Guardó silencio. Hacía mucho tiempo que no se sentía bien, y solo con encontrarse con Freezer, su presencia inquebrantable le había bastado para recuperar un atisbo de ánimo, incluso si la reciente confrontación le había dejado más cicatrices que victorias. Sentía, en ese instante, que solo verlo lo llenaba de una extraña alegría. Con un suspiro leve, finalmente hablo.-...no intentaba hacerte enojar. En realidad sí, aunque no tanto…-admitió el androide con demasiada confianza. Dijo esas palabras de la forma más sincera que jamás había pronunciado, como si al liberarlas dejará escapar parte del peso que llevaba dentro.
Durante un breve momento, el demonio del frío sintió lástima por la situación y por el androide, recordando que nunca había rechazado a nadie. Sobre todo sabiendo que nunca se caracterizó por ser alguien que tuviera "tacto" al expresarse, lo cual -quizá- esa situación lo requería.
-Lo que quiero decir es que…me g…-por un instante pareció dudarlo, hasta finalmente suspiró apenado-...me alegra tenerte de vuelta.-declaró Cell con una sonrisa inquieta.
Freezer guardó silencio, con una expresión seria y de pocos amigos. En serio ¿Cell se alegraba de que hubiera muerto? Pero en el fondo, aunque se sintiera insultado, también notó que aquello descolocaba su acostumbrada indiferencia. A pesar de haber rechazado en el pasado las insinuaciones del androide, Freezer ya no podía negar la extraña verdad: había algo real en aquello. Y podía verlo con claridad.
Cell avanzó lentamente hacia él, esbozando una sonrisa tímida y nerviosa. Se detuvo justo frente del demonio del frío, quien se tensó de inmediato.
Por un instante el tiempo pareció detenerse. Freezer no sabía cómo reaccionar, qué hacer, qué decir. Sabía que diría el androide y él solo estaba inmovil, sin saber como sobrellevar la situación.
Sin embargo, salió de su trance cuando Cell, en un gesto casi instintivo, realizó un leve movimiento de anticipación con su mano. No sabía exactamente qué buscaba, pero la idea del contacto, por mínimo que fuera, hizo que un escalofrío desagradable recorriera su espalda.-¡Aléjate! -exclamó Freezer, golpeando instintivamente su estómago para mantener la distancia.
El androide, sujetándose el estómago sin aliento, apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando, de repente, una patada inesperada lo levantó hacia el cielo. Apenas pudo asimilar el ataque antes de chocar contra algo a sus espaldas. Al caer, se dio cuenta de que se había estrellado con la barrera del cielo. Después de la invasión fallida al cielo, recordó que ahora, la habían cambiado a una sólida.
Mientras caía, el androide reunió todas sus fuerzas para levitar y mantenerse en suspensión, sujetándose el estómago con un gruñido de molestia, sintiendo como si un órgano interno hubiera estallado, apenas pudiendo respirar.
Freezer apareció entre las nubes, con una mirada llena de furia y, a la vez, con una pizca de resignación.
-¡¿Y a ti qué te pasa?!-preguntó Cell con enojo, aún adolorido. No tenía dudas de que le gustaba el demonio del frío, pero no toleraría que lo golpearan sin motivo, ni que se abusara de su capacidad de regeneración.
-Te dije que no volviera a ocurrir.-respondió con gran molestia. Sin pensarlo dos veces, Freezer concentró su ki y generó una gigantesca bola de energía, que lanzó con furia en dirección a Cell.
Instintivamente, el androide extendió las manos para detener el ataque. Durante unos segundos luchó contra la fuerza abrumadora, pero la energía era tan poderosa que comenzó a ser arrastrado sin poder controlarlo. Freezer había alcanzado un nivel de poder que superaba con creces sus expectativas. Finalmente, al no poder resistir más, Cell se apartó, permitiendo que el ataque siguiera su curso. Apenas logró esquivarlo para volver a quedar frente a Freezer.
-Te recuerdo que no puedes matarme.-dijo el androide casi sin aliento e intentando recuperar la compostura, mientras que por otro lado, Freezer tenía toda su atención en el ataque que, lentamente, estaba apunto de impactar contra la más reciente instalación del infierno. En todos los años que estuvo allí nunca la había visto, debieron construirla durante su ausencia y al parecer, se veía muy importante.
Al notar que la atención del demonio del frío no estaba en él, sino a sus espaldas, Cell también se giró para observar el caos. Ambos quedaron inmóviles por un momento, como si la magnitud de lo ocurrido y la intensidad de la pelea se hubieran detenido en el tiempo. La muchedumbre, que había sido testigo del estallido catastróficamente exagerado del edificio, se agrupaba para ver el "accidente" con asombro.
-Oh…-fue lo único que escucho Freezer por parte del androide.
Cell, asombrado y, a la vez, maravillado por el inmenso poder del demonio del frío, suspiró aliviado al recordar como el ataque casi lo alcanza y que había logrado esquivar a duras penas.
Freezer, por su parte, llevó su mano a su rostro y suspiró con resignación, consciente de que probablemente se había metido en un problema del que ni siquiera él podía evadir las consecuencias.
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Bruscamente, Freezer despertó de golpe, agitado por las imágenes que se agolpaban en su mente. Apretó fuertemente los dientes; había tenido ese sueño perturbador otra vez. Antes, sus recuerdos se centraban en su derrota en Namek; ahora su más reciente y humillante derrota en la Tierra contra Goku y Vegeta, lo perseguía sin descanso. No encontraba tregua en sus pensamientos.
Miró a su alrededor. Los espantosos seres seguían marchando en torno al árbol, con sus instrumentos resonando en una alegre tonada. Con el capullo aún envolviéndolo, Freezer intentó librarse de esa prisión, pero apenas podía moverse.
Cerró los ojos para calmar su ira, intentando sofocar el torrente de imágenes que se negaban a abandonar su mente. Al igual que en ese sueño caótico, sus pensamientos lo condujeron esta vez de forma involuntaria hacia el androide. Recordó cómo, en la primera visita de Cell al infierno, éste se había acercado insistentemente para pedirle que entrenara juntos. A pesar de las similitudes entre ambos, siempre había notado en Cell una esencia de saiyajin que lo incomodaba, y eso lo llevaba a alejarlo casi por instinto. Sin embargo, ahora, años después, se encontraba de nuevo en medio de esos recuerdos conflictivos.
Gruñó para sí mismo, repitiendo en un murmullo.-No pienses en ello, no pienses en ello...-Tratando de concentrarse en su nuevo plan para escapar del infierno y vengarse. Se obligó a desvanecer esos recuerdos.
Pero, a pesar de sus esfuerzos, el eco del androide persistía. Una imagen se formó a partir de un recuerdo, donde ambos se miraban frente a frente. Sin embargo, el androide desviaba la mirada un tanto nervioso
Creo que tengo un tipo de afecto o atracción especial hacia ti.
Abrió los ojos completamente agitado. Recordaba exactamente ese momento, palabra por palabra. A pesar de recordarlo con tal exactitud, se dijo a sí mismo que lo olvidaría. Que no era de importancia y aun así, parecía que seguía en alguna parte de su mente.
Decidió no volver a cerrar los ojos, no permitiría que otro sueño o recuerdo lo invadiera. Aunque se mantenía reacio a volver a tener otro recuerdo involuntario, la angustia lo siguió recorriendo por varios minutos. Ese recuerdo lo había tomado desapercibido, al igual que cuando ocurrió. ¿Acaso su subconsciente le decía que debía concentrarse en Cell en lugar de su venganza?-¡Argh!-gruño fuertemente. Ese maldito androide volvía a sus pensamientos, y esos malditos animales tocando música a todo volumen no lo ayudaban a pensar mejor.
Antes era capaz de ignorar a Cell con sus comentarios y acciones, sin embargo los sentimientos que creía tener hacia su persona lo incomodaban a tal punto que su imagen no podía quitársela de la cabeza.
Repentinamente, el alegre ruido que tanto detestaba cesó. Extrañado, observó a los pequeños animales y hadas, algo les llamó la atención. Levantó la vista, fijando sus ojos en el horizonte. Había estado tan absorto en sus propios pensamientos, que no se percató del ki que se aproximaba.
-Cell.-musito con molestia al divisar la silueta que volaba a lo lejos. Suspiro pensando que era lo último que necesitaba en ese momento.
El androide se acercó a toda velocidad y se detuvo en seco frente al demonio del frío, provocando una ráfaga de viento que dispersó a los animales y hadas a su alrededor.
Sin embargo, el demonio del frío no se inmuto por la sacudida.-¿Qué haces aquí?-le preguntó Freezer tan “delicadamente” como siempre.
Cell frunció el ceño, visiblemente molesto.-Vine a confirmar si estabas aquí.-respondió con seriedad. Después de todo, le estaba haciendo un favor a su padre, quien no tuvo la oportunidad de verlo después de su regreso.
-Estoy aquí. Ahora vete.-replicó Freezer con fastidio.
Cell permaneció en silencio, cruzándose de brazos mientras sus pensamientos daban vueltas. No pensaba irse sin más.-¿Qué hiciste en tu entrenamiento para volverte más fuerte?-preguntó finalmente, rompiendo el silencio con un atisbo de curiosidad.
Freezer, con una mueca de superioridad, sonrió.-Soy un prodigio, Cell. Solo entrené un poco y tuve un avancé considerable, porque así soy.
Sintió con desagrado el peso de esas palabras, pero de inmediato resoplo.-¡Ah, claro! -contestó el androide con tono irónico.- Pero parece que eso no fue suficiente para derrotar a Goku, ¿no crees?
Freezer se enfureció; comenzó a revolverse en un intentó de salir del capullo para golpearlo, pero fue en vano. No podía hacer nada para cambiar su situación. Odiaba que Cell lo siguiera tratando de la misma forma de siempre, a pesar de haberse vuelto más fuerte. Finalmente, con un suspiro resignado. Comprendió que el androide, sin importar que, siempre sería tan directo y molesto, no cambiaría su forma de hablar y mucho menos su actitud. Siempre sería un cabeza hueca.
-Y aun así, sigo siendo más fuerte que tú.-respondió con una mezcla de orgullo y rabia contenida.
Cell se enfadó aún más ante ese comentario, apretando los dientes mientras intentaba ocultar su ira.-Al menos yo puedo ir a otro lugar, no como tú, atrapado en ese capullo.-dijo con tono áspero.
-¡Todo ocurrió por tu culpa, Cell!- exclamó Freezer, visiblemente irritado.- ¡Pensé que, al menos, habrías venido aquí para disculparte!
Cell titubeó, confundido.-¿Disculparme? Ya me disculpé… -murmuró, y en ese instante comprendió exactamente a qué se refería.-Oh… -musitó con un dejo de sarcasmo.- Tú fuiste quien destruyó el edificio.-añadió, dejando escapar una sonrisa casi irónica.- No tengo por qué disculparme. De hecho, deberías prestar atención en dónde impactan tus ataques.
Freezer se enfureció aún más; la acusación de aquel desastre lo hacía palpitar de irritación.
-En cuanto a fuerza...-comenzó a decir Cell.- si estuviera vivo, creo que podría alcanzar tu nivel. Tengo células tuyas y de saiyajin; podría tener un avance como tú, a diferencia de estar atrapado en este infierno.-hizo una pequeña pausa.- Durante todos los años que entrené a tu lado, apenas percibí una mejora notable en ti. Pero ahora, después de haber estado vivo unos meses, has tenido un enorme progreso.- se quejó. Empezaba a creer que había algo en el infierno que frenaba su desarrollo.
Freezer negó con la cabeza de manera firme.-Ni con todo ese entrenamiento llegarías a superarme.
El androide lo observó con determinación, sintiendo que podía superarse a sí mismo.-Cuando encuentre una forma de salir de este lugar y entrenare, te desafiaré a una pelea.-añadió con una mezcla de emoción y desafío, imitando el espíritu de un saiyajin en busca de superación.
El demonio del frío suspiró. Sabía que Cell solo quería pelear, como un saiyajin. No le importaba superarlo en otros aspectos, no deseaba arrebatarle su ejército, ni nada por el estilo. Solo una pelea. Tan simple como eso.
Soltó una risa amarga. Aunque odiaba esa actitud, también fue algo que aceptó de manera resignada. No podía hacer nada para cambiarlo.-Si ese día llegara a suceder, aceptó el desafío. Pero recuerda, no dudaré en matarte.-agregó esto último en tono de amenaza.
El androide no pudo evitar esbozar una sonrisa, una chispa de entusiasmo iluminó su rostro. A pesar de la crudeza de la situación, el reto le resultaba emocionante.
-Te advierto que, cuando vuelva a revivir, volveré a entrenar, y seré aún más fuerte. Así que cuídate, Cell.- añadió en un tono ahora un tanto más amable, aunque conservando la seriedad de siempre. El androide le sonrió de vuelta provocando en ese instante, una pizca de simpatía y entendimiento entre ambos. Por lo que Freezer apartó la mirada, maldiciendo internamente al haber sido demasiado cordial.-"Rayos..."
A pesar de notar el comportamiento extraño del demonio del frío, intentó no darle demasiada importancia.-Será mejor que no te retractes.-mencionó en un tono entusiasta antes de darle la espalda para marcharse. Sin embargo, casi al instante se volvió hacia Freezer recordando la real razón de haber ido a verlo.-Oh…También quería decirte otra cosa.-manifestó con un dejo de nerviosismo.
Freezer lo observó con una mirada distraída sin dar demasiada importancia a ese comentario. El androide se tomó unos instantes para ordenar sus pensamientos y, aclarándose la garganta, finalmente habló con voz entrecortada.-La última vez que hablamos no me dejaste terminar… y me atacaste.-agregó esto último con clara irritación.
En ese preciso momento, unas venas se marcaron en la frente del demonio del frío. Aunque intentaba contener su exasperación, se percató que Cell estaba un poco más cerca de lo habitual.-No te acerques.-advirtió de inmediato con tono autoritario.
El androide, reconociendo la tensión, se alejó ligeramente, esbozando una expresión de pocos amigos. Tras unos momentos de silencio y reflexión, volvió a hablar.-Verás… cuando te dije que me alegraba que estuvieras de vuelta, noté que se podía interpretar de otra manera.-dijo explicando su punto, que al parecer no fue tan obvio para él en el momento.
-¿En serio?-comentó Freezer sarcásticamente, mientras levantaba una ceja. Obviamente esa parte de su personalidad tan ingenua no lo sacó de él, sino del idiota de Goku.
Ignorando el sarcasmo, prefirió enfocarse en expresar correctamente sus pensamientos.-No quería decir que me alegraba de que hubieras muerto. Lo que quería decir es que…-titubeó por un instante.-me alegraba porque estabas aquí… conmigo.
Una pausa se extendió entre ellos. Freezer suspiró, frustrado por ese comentario.-”Otra vez comenzó...”-se dijo a sí mismo con desdén mientras giraba sus ojos con la intención de no ver al androide.
Los labios del androide temblaron y, tras un par de segundos de vacilación prosiguió.-Lo digo porque… me gusta estar contigo.-dejó escapar finalmente, en un susurro que parecía cargar la mayor parte de su vulnerabilidad, pero no toda.
El silencio que siguió fue tan denso que incluso los seres que se ocultaban tras el árbol se asomaron para observar sorprendidos al Cell.
En ese instante, el demonio del frío, apenas pudo reconstruir su pensamiento.-"¿Acaso era una confesión?"
Freezer se quedó en shock. Lentamente comenzó a buscar una razón, un motivo que explique lo que acababa de escuchar. Internamente, se debatía entre negar esa posibilidad y admitir, sin querer, que algo en esa declaración lo había desconcertado. Algo estaba mal, se decía así mismo.-"Seguro que Cell está confundido… de nuevo"- se reprochó internamente, negándose a aceptar que el androide pudiera sentir algo genuino por él. Al mismo tiempo, el último recuerdo involuntario volvía a su mente a atormentarlo, haciéndole dudar de su lógica habitual.
En medio del silencio, una sirena se hizo oír, haciendo reaccionar al demonio del frío. A lo lejos, un vehículo conducido por ogros del infierno se acercaba hacia el árbol con altavoces que zumbaban.
Los ojos de Cell se cruzaron con los de Freezer, y durante unos instantes permanecieron fijos, hasta que el androide desvió la mirada, visiblemente incómodo, como si acabara de tomar plena conciencia de lo que había dicho. Aun así, al ver que no quedaba mucho tiempo, se atrevió a preguntar.-¿Qué piensas de mí, Freezer? -su tono oscilaba entre la curiosidad y la osadía, tratando de romper el silencio cargado.
Los ojos del demonio del frío se entrecerraron y, en ese parpadeo, una sombra de desconcierto se mezcló con su habitual arrogancia, revelando fugazmente una vulnerabilidad que él se negaba a reconocer. Un suspiro silencioso se deslizó entre sus labios, y sus puños se apretaron levemente, como si intentara contener algo que no quería admitir. Por unos segundos, el emperador del mal pareció debatirse entre la incredulidad y la molestia, hasta que retomó su compostura habitual.
El androide observó por encima de su hombro como los ogros se acercaban y volvió a fijar la mirada en Freezer, esperando una respuesta. Pero este no dijo nada de inmediato; parecía sumido en procesar la pregunta. Finalmente, sacudió la cabeza con enojo para retomar su típica faceta. Había muchas cosas que pensaba sobre él. Para empezar, era el ser más extraño que había conocido, tenía una sonrisa que detestaba con su alma y le resultaba insoportable la forma en que el androide mostraba tanta familiaridad. Además de todas las molestias que le había causado como terminar atrapado en ese árbol. Freezer, aún visiblemente alterado, lo miró fijamente y vaciló un instante antes de responder con su voz habitual, pero con un dejo que aun traicionaba su incomodidad.-Creo que... no me agradas.-expresó titubeante en un intento de que esa afirmación fuera un hecho inmutable.
A pesar de las duras palabras, Cell se mantenía calmado, casi estático. Había visto de primera mano cómo era Freezer. Y cómo era su trato hacia los demás, y en especial con él. Siempre había pensado que ser tratado de manera diferente se debía al ADN que compartían, pero ahora después de tanto tiempo, podía tomarse la libertad de pensar más allá. Y no solo eso, sino considerar todo lo que decían los soldados, incluso lo que insinuaban King Cold y Cooler. Sabía que Freezer actúa diferente con él; sabía que lo apreciaba. Aunque seguramente nunca lo admitiría, sino que se esforzaria en alejarlo. Al igual que estaba ocurriendo en ese momento.
Dejó escapar una risa al verse sorprendido por tener ese razonamiento. Aun así, como si buscara reforzar esa explicación, indago en su mente recordando como Freezer lo fue a buscar para pedirle que entrenaran juntos y dejará el ejército de Cooler. Ninguno de los dos estaba en su mejor momento en esa situación, pero solo recordarlo lo alegraba. El hecho de que hicieron un acuerdo para estar cerca el uno del otro para entrenar y no lo suficientemente lejos, decía más que las palabras de Freezer.
-¿No te agrado? -preguntó Cell, con una sorpresa tenue en la voz, antes de esbozar una leve sonrisa irónica.-Claro, entiendo. No es fácil lidiar con alguien tan perfecto.-añadió, encogiéndose de hombros, sin enfocarse en las palabras del demonio del frío sino en su vacilación y la leve incomodidad en su tono. Después de todo, no perdía nada al intentar que el demonio del frío se sincerara.
Freezer, por su parte, se sintió tan impactado por el hecho de que sus palabras no parecieran afectarlo, que, avergonzado, se hundió lo más que pudo en su capullo. Una extraña sensación lo invadía; una molestia persistente que no lograba disipar. Sus provocaciones pocas veces no habían tenido el efecto esperado, y esta vez, lo que más lo enfurecía era que Cell, no solo parecía inmune a sus palabras, sino que las minimizaba, o peor, las ignoraba por completo.
Observándolo de reojo, el androide dejó escapar otra risa, una mezcla de satisfacción y ternura, al notar cómo el demonio del frío se ruborizaba levemente.
En su interior, creía firmemente que Cell no comprendía lo que sentía; se negaba a admitir que sus sentimientos fueran verdaderos. No había forma de que lo que él pensara tuviera sentido. Y, sin sentir lástima por aplastar sus sentimientos, el demonio del frío se dispuso a aclararlo.-¡Escucha…! -comenzó en su clásico tono amenazante.
No logró continuar ya que finalmente el vehículo llegó junto al árbol, dos inspectores descendieron de él con un altavoz en mano, que retumbó en el ambiente.-¡Señor, se le solicita que se retire al otro sector!-ordenaron, con voces graves y decididas, advirtiendo al androide.
Cell observó brevemente a esos sujetos causandoles escalofríos. A pesar de estar asustados se empeñaron en no abandonar el lugar hasta que obedeciera sus órdenes. Bajo la mirada molesto, ya que le habían arruinado su momento. Pero suponía que eso se ganaba por entrar en ese sector, y tampoco podía salirse con la suya a la fuerza. El infierno era un lugar muy estricto a lo que respectaba los castigos.
Volvió su vista hacia Freezer con una sonrisa resignada. Aunque no hizo una confesión explícita, sabía que el simple hecho de estar allí, frente a Freezer, ya lo llenaba de algo que trascendía la amistad o la rivalidad.-Me tengo que ir.- murmuró asumiendo que no lo vería hasta nuevo aviso.
Tranquilamente, le dio la espalda con la intención de marcharse, cuando Freezer, incapaz de contener la furia, estalló en voz alta:
-¡Te odio! - exclamó en un último intento por reafirmar su superioridad.
Pronunció esas palabras con tal intensidad que, a pesar de su habitual frialdad, se notaba un tono rojizo en su rostro, una señal de que, en el fondo, algo lo estaba agrietando.
A pesar de que los trabajadores del infierno observaban la escena, el androide se tomó todo el tiempo del mundo. Se volvió hacia el demonio del frío y solo esbozó una amplia sonrisa juguetona, sabiendo en su interior que, pese a sus palabras hirientes, Freezer no lo odiaba realmente. De alguna manera, lo apreciaba o, al menos, lo aceptaba a su manera.
Esa sonrisa, la misma que tenía aquel saiyajin. Tan genuina y a la vez desafiante, que parecía retar al emperador del mal a admitir lo que en su interior se negaba a reconocer. Aun agitado y exaltado por sus últimas palabras, apretó fuertemente sus dientes, sin poder hacer o decir nada más que sentirse incapaz ante la forma de ser del androide. Solo lo observaba con el ceño fruncido con una mezcla de desesperación y negación.
Consciente de que los ogros no permitirían que la situación se prolongara, Cell asintió levemente y, con un suspiro que parecía mezclar alivio y una pizca de esperanza, se alejó. Mientras se marchaba, dejaba atrás ese instante cargado de ambigüedad, donde, sin haber confesado abiertamente sus sentimientos, el simple hecho de tener a Freezer de vuelta era un alivio después de meses de luchar internamente consigo mismo.
Notes:
Creo que freezer quedo tipo: Lo está disfrutando D: Jeje cell es bien masoquista.
Y aunque Freezer se dice que no siente nada por Cell, al menos pensó en rechazarlo con algo de delicadeza. Algo es algo xd
Y que les digo? Mi headcanon favorito siempre será que Cell tiene la misma sonrisa de goku ;)
Y bueno, creo que ya esperaron mucho por la sorpresa que les tengo. Así que aquí va…Y es que la próxima actualización será doble!! Así es!! En la próxima actualización termina el fic!! ahhh que nervios!! Ya van casi 3 años desde que subí el primer capítulo snif snif…
Pero recuerden que va haber segunda parte, así que estén atentos en mi perfil. Planeo subir la segunda parte de la misma forma que este fic, o sea un capítulo por mes. (quisiera que fueran más, pero la vida adulta no me deja :c)
La próxima actualización será el 28 de junio, tal vez el 29 si es que me paso de las 12 de la noche xd
Ay, ya no se que más decir…aparte de: se está acabando el fic! pipipi Y muchas gracias por su apoyo. Un abrazo a todos!! Los quiero!! Nos leemos!! bye bye!!
Chapter 39
Notes:
Hola mis amigos!!
Espero que se encuentren bien en todo lo que están haciendo.
Quiero agradecer a las personas que siempre comentan y siguen esta historia desde el inicio o casi el inicio xd. Casi se cumplen 3 años desde que subí el primer capítulo y quiero decirles que nunca esperé que alguien leyera una fic sobre este ship, pero me sorprendió la cantidad de personas. Gracias a todos por su apoyo, por sus comentarios, por hacerme reir, y por sus votos. ¡Un abrazo a todos! Muack!
Y para los artistas, que siguen hinchando con sus comisiones que nunca pedí sobre mis fics que nunca leyeron, debo advertirles que solo los “agarrare pal webeo” hasta que se den cuenta que no quiero una comisión.
Y hablando de artistas, sigan a mi amiga en sus redes: Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram.
Como saben esta actualización será doble. Es este capítulo y el próximo. Y de esta forma termina…la primera parte de la historia jeje Y con respecto a la segunda, bueno ya hablaremos de eso después . Y como no nos cayó una bomba, aca la actualización xd
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El androide se encontraba sobre su nueva plataforma de entrenamiento. A diferencia de los meses anteriores, su energía tanto interior como exterior había cambiado. Recientemente le veía muy animado, incluso entusiasmado. Había algo distinto en su mirada.
Después de volver de hablar con Freezer, construyó una plataforma y aunque seguía considerando a la mayoría de los soldados como unos seres debiluchos, no tenía otra opción que continuar entrenando con ellos. No importaba si sus resultados eran lentos o casi imperceptibles. Estaba decidido a ser más fuerte.
Mientras esquivaba con facilidad los ataques de los soldados, una sonrisa involuntaria se dibujó en su rostro. Su mente nuevamente volvió a ese instante, al momento en que Freezer, sin cinismo ni burla, le había hecho una promesa: si algún momento llegaba a escapar del infierno, se enfrentarían de nuevo.
-"Tengo que estar listo…"-pensó con una determinación renovada. Presiono los puños con entusiasmo y determinación. Se volvería más fuerte.
Su sonrisa se desvaneció casi al instante, reemplazada por un gesto serio y enfocado. Esquivo y golpeó varios soldados, sin embargo una presencia repentina que vio acercarse con rapidez lo hizo reaccionar por instinto. Esta vez, en vez de contenerse como solía hacerlo con los soldados, dejó que su poder fluyera con naturalidad. En un solo movimiento, su puño impactó con fuerza desmedida, impactando de lleno en Cooler, enviándolo fuera de la plataforma como si fuera un muñeco de trapo.
El sonido seco del cuerpo estrellándose contra una roca resonó por todo el lugar, llamando la atención tanto de los soldados que observaban la pelea, como los que se encontraban en los alrededores. Incluso los soldados en la plataforma se quedaron quietos observando en dirección hacia donde salió proyectado el demonio del frío, luego las miradas de todos se fijaron en el androide.
Por su parte, Cell parpadeó un par de veces asimilando lo que había hecho. Sintió una punzada de incomodidad, sorprendido por su propia respuesta. No había medido su fuerza y se dejó llevar más de la cuenta.
Cooler que había sido impactado varios metros del lugar, se quedó tendido sobre fragmentos de rocas y polvo que aún flotaba a su alrededor. El impacto había sido brutal: su cuerpo, apenas consciente, intentó responder, pero por unos segundos solo pudo quedarse ahí, inmóvil, tratando de recuperar el aire.
El androide un tanto avergonzado al sentir muchas miradas sobre él, dejó rápidamente la plataforma y se aproximó en dirección a Cooler. Aunque no pudo evitar que una sonrisa se le escapara de los labios. Después de todo le hizo gracia, que estando tan distraído haya podido lastimar tanto al demonio del frío.
Al llegar junto a Cooler, se frotó la nuca con incomodidad.- Creo que me dejé llevar.-murmuró.
Dio unos pasos hacia Cooler y, casi por reflejo, extendió su mano para ayudarlo. Sin embargo, la retiró en el acto, como si esa sola acción le quemara la piel. Ahora comprendía lo que ese gesto podría significar para los demonios del frío. Ese simple acto de ayuda podía malinterpretarse.
Pero Cooler lo notó. Aunque herido, alcanzó a ver la mano de Cell detenida en el aire frente a él, y cómo la retiraba. Su expresión se endureció por un instante; no era enojo, era desconcierto y algo más, algo difícil de definir.
-¿Estás bien...? -pregunto Cell, desviando la mirada.
No le respondió de inmediato. Sabía que Cell no lo hacía con intención, era bastante torpe en esos aspectos. Aún estaba aprendiendo a sobrellevar las emociones, gestos, vínculos... Cooler lo entendía, y nunca se lo reprocharia. Pero esta vez, ese gesto - esa mano extendida hacia él - le dolió más de lo que esperaba. Incluso más que el golpe que recibió. Ese gesto de amabilidad y a la vez de rechazo, le daba una sensación de cercanía y a la vez, un distanciamiento que ya no creía poder ignorar.
Lo había descartado durante mucho tiempo. Fingía que nada ocurría, que su afecto era sólo aprecio o camaradería. Se convenció de que guardar silencio era lo correcto, porque sabía que el androide no lo vería como quisiera. Él miraba hacia otro lado, hacia alguien más. Y por un tiempo lo aceptó. O al menos, creyó que podía hacerlo.
Pero ahora, con el androide tan cerca, tan distraído, tan él mismo… Esa barrera emocional que se impuso comenzaba a pesarle como nunca antes.
Tal vez ya no bastaba con ignorarlo. Tal vez, en algún momento, ni siquiera él podría evitar admitirlo abiertamente. Aunque en el fondo sabía que no cambiaría nada.-"Si supiera lo que siento… ¿seguiría aquí?"-pensó Cooler con un dejo de tristeza.
Respirando con dificultad, se incorporó por su cuenta. Cada movimiento le arrancaba un gesto de dolor. Pese a eso, se obligaba a sonreír.-Estoy bien.-respondió sin mencionar lo que acababa de ocurrir o mejor dicho, lo que no alcanzo a ocurrir.- Es bueno verte así.- mencionó el demonio del frío llamando la atención del androide.-Mejor. Algo distraído, pero mejor.-mencionó con una media sonrisa, sentándose sobre una roca cercana mientras se llevaba una mano hacia las costillas. El dolor punzante le robaba el aliento, pero no quería demostrar debilidad.
Cell solo observó sin decir nada, sin apresurarse para seguir entrenando. Últimamente había sido muy exigente con los soldados en las sesiones de entrenamiento, especialmente con el demonio del frío y comprendía sí este necesitaba tomarse un momento para descansar.
Después de un breve silencio, que carcomio lo suficiente la mente del demonio del frío, se aclaró la garganta en un intento de alejarse de sus pensamientos.-¿En serio Freezer se hizo tan fuerte? -volvió a preguntar, incrédulo. Era algo que le había preguntado al androide con anterioridad, y aunque había sentido ese ki abrumador, no lo había visto con sus propios ojos. Lamentaba haberse perdido ese espectáculo.
Cell asintió.-Me dio una paliza.-dijo con una mueca resignada.
Cooler resopló con fastidio. En el fondo, le dolía admitirlo, pero sentía una cierta punzada de celos hacia su hermano. Sabía que tenía cualidades extraordinarias, pero aun así, se negaba a creer que fuera tan excesivo. Todos esos años negándose a creerlo, diciendo que Freezer no era tan especial, que su "genialidad natural" era casi un mito. Y resulta que después de todo ese tiempo sin entrenar en lo más mínimo, volvía con un poder que superaba las expectativas de todos. Como si nunca hubiera dejado de ser ese prodigio del que todos hablaban.-No puedo creer que entrenó… -murmuró con molestia.
-Yo tampoco lo creía… -respondió el androide. Aunque era una situación fuera de lo normal, sobre todo porque ahora Freezer era más fuerte y solo recordar la promesa que surgió entre ellos, lo animaba. Ansiaba alcanzar su nivel para poder enfrentarlo.
-No sabría decir si eres una buena o una mala influencia.-comentó Cooler, mirándolo de reojo. Estaba de más decir que su hermano se había dignado en entrenar gracias a la clara influencia del androide.
Cell dejó escapar una sonrisa ladeada.-Tal vez soy ambas.-respondió con su superioridad natural mientras se encogía de hombros.
Cooler sonrió también, pensando en lo presuntuoso que podría llegar a ser. Sin embargo, tomó aire dejando sus pensamientos a un lado y su mirada se tornó más seria.-¿Y entonces?
-¿Entonces qué?
-¿Se lo dijiste?-preguntó con curiosidad. Sabía que Cell había visto a Freezer cuando este regresó, pero no sabía más que eso. Cuando menos se dio cuenta, el androide ya estaba de vuelta con los soldados, preparando una nueva plataforma y reanudando el entrenamiento como si nada. No se habían detenido a hablar en detalle sobre lo ocurrido.
-No.-respondió el androide sin rodeos, perdiendo toda su arrogancia.
-¡¿En serio?! -Cooler frunció el ceño, y la molestia fue tal que el costado adolorido volvió a punzarle con fuerza. Se sostuvo con una mano mientras se volvía hacia el androide.- ¡Agh! ¿Qué te pasa?-gruñó con un mezcla de fastidio y dolor.
-Lo intenté…- respondió Cell encogiéndose de hombros, como si no le diera importancia, pero había cierta vergüenza en su voz que no podía ocultar.
-¿Qué ocurrió?-preguntó con molestia.
-Me golpeó.- agregó, como si fuera lo más normal del mundo, mientras se apoyaba en lo que quedaba de la roca destrozada.
Cooler resopló.-Pfff… Típico de Freezer.-bufó con fastidio. Su hermano era un idiota, incapaz de tener una conversación seria si eso implicaba exponer emociones.
-No pude hacer nada. Ahora es muy fuerte…- comentó Cell, con tono más neutral.- Tiene una transformación dorada.
-¿Dorada? -repitió Cooler con una mezcla de sorpresa e indignación. La sola palabra le hizo doler de nuevo el costado, y rodó los ojos mientras se sostenía con expresión de dolor. Resopló con pesadez.- Seguro que mi forma metálica no tiene nada que ver con su elección de color...-murmuró con ironía. Negó con la cabeza por la osadía de su hermano, aunque en el fondo no le sorprendía. -Ese enano tiene el peor sentido estético que he visto en mi vida.
Después de balbucear su molestia sobre el asunto, observó de reojo al androide. Se veía pensativo, claramente afectado y seguramente rememorando su encuentro con Freezer.
-¿No le dijiste nada porque te golpeó, o porque simplemente no te animas?-pregunto para sacarlo de su reflexión.
Cell bajó la mirada, y hundiendo la cabeza ligeramente entre los hombros, como un niño que no quiere admitir su error.-Solo… lo sugerí.-respondió en voz baja, sin atreverse a mirarlo.
Cooler suspiró, largo y pesado. Ya no podía con todo eso. Era agotador verlo tan confundido, tan inseguro, dando vueltas eternas sin avanzar.
-¡No es tan fácil! -se quejó el androide, desviando la mirada como un acto reflejo.
Cooler chasqueó la lengua con frustración.-Mira, no es que quiera darte consejos románticos, pero si sigues con esa actitud, se van a tardar mil años más en resolverlo.
-¿Y qué propones?¿Que lo acorrale y se lo diga?-dijo el androide con molestia.
-No es mala idea.-respondió con una sonrisa burlona. Pero al ver la expresión de Cell, resignada y un poco perdida, se suavizó con un suspiro.- También sería útil que no te golpee la próxima vez.
Resoplo pensando en lo imposible de esa acción.-No prometo nada.-respondió Cell con una sonrisa desanimada antes de levantarse y estirarse para continuar con el entrenamiento.
Cooler soltó una mezcla de bufido y risa entre dientes, divertido pero aún algo adolorido.-Si sigues tan animado, entrenemos en serio.-dijo levantándose, aun con gran dolor en su cuerpo.- Pero esta vez trata de no lanzarme a la otra punta del infierno.
-No prometo nada.-repitió Cell, riendo suavemente esta vez, antes de alzar el vuelo de regreso a la plataforma con Cooler siguiéndolo.
Mientras se acercaban, notaron que no había nadie entrenando a pesar de que la plataforma se encontraba vacía. En lugar de gritos, choques de energía y ataques, solo se oían murmullos y voces bajas. Más y más personas, en su mayoría soldados, se habían reunido en pequeños grupos, mirando en distintas direcciones, como si esperaran una respuesta que nadie podía dar.
Cell frunció el ceño, al mismo tiempo que agudizaba el oído.
-¿Por qué? ¿Qué haría él en el infierno? -alcanzó a escuchar entre los susurros.
Cooler también observó al ejército, visiblemente confundido. El ambiente era inusualmente tenso. Algo había ocurrido, y no parecía ser normal.
Entre los presentes se encontraban los miembros de la Fuerza Ginyu, que al ver al androide y a Cooler aproximarse, uno de ellos les hizo una seña entusiasta con la mano, claramente emocionado.-¡Cell! ¡Señor Cooler! ¡A que no adivinan a quién vieron por aquí!-les hablo Butter.
Ambos se miraron con extrañeza hasta descender. Era bien sabido que los soldados eran muy chismosos, pero que tuvieran la urgencia de contarles algo a ellos era sospechoso.-¿A quién? -preguntó Cooler con recelo mientras se cruzaba de brazos.
-¡A Goku! -exclamó Reacoom, casi dando un salto de la emoción.
Tanto Cell como Cooler quedaron boquiabiertos.-¿Goku? -repitieron al unísono, perplejos. La incredulidad fue compartida por todos los presentes.
El androide frunció el ceño, sin comprender del todo lo que le decían. Podía creer que el saiyajin hubiera muerto, pero aun así ¿qué haría él en el infierno? No tenía ningún sentido.
Los soldados asintieron con vehemencia.-Sí, sí. El comandante lo vio.-explicó Gurd, señalando hacia Zarbon, que se mantenía unos pasos más atrás, con los brazos cruzados desinteresado del tema.
Zarbon solo se encogió de hombros, algo incómodo con toda la atención.-En realidad, me lo contaron. Fue otro soldado quien lo vio y que se lo transmitieron por el rastreador. Dicen que lo vieron con los ogros del infierno.-comentó con indiferencia.
El androide entrecerró los ojos, escéptico.-¿Seguro? -preguntó, dudando de que una información tan fragmentada pudiera ser fiable.
Zarbon asintió con desgano. No era fanático de los chismes, pero no parecía que nadie estuviera mintiendo.-Eso dijeron. Lo curioso es que... no estaba muerto. O al menos, eso me aseguraron.
El murmullo creció más entre los soldados. Unos cuantos aún comentaban entre ellos, hasta que poco a poco, comenzaron a moverse, como si esa noticia fuera el motivo de detener sus actividades. Algunos se dirigieron hacia la plataforma para retomar el entrenamiento y otros simplemente se dispersaron. Solo Cell y Cooler se quedaron atrás, caminando con lentitud, aún procesando la noticia.
El demonio del frío frunció el ceño con una gran molestia.-¿Por qué ese saiyajin estaría vivo y vendría al infierno?- preguntó, como si buscara en voz alta algún tipo de lógica, sin embargo solo podía exponer su tono desagrado.
El androide se cruzó de brazos, reflejando confusión y una sensación que no le agradaba.
-Tal vez le pidieron ayudar con algo... -sugirió Jheese en voz baja a sus compañeros, pero lo suficientemente fuerte para llegar a los oídos de Cell.
Un rápido recuerdo de Goku siendo convocado junto a Paikuhan llegó a su mente. En ese momento, no fue extraño. Goku estaba muerto, pero ahora no era el caso. Si a alguien le hubieran asignado otra tarea similar sería a Paikuhan.
Cell gruño, recordando lo eficiente que era Paikuhan en resolver los asuntos del otro mundo. Por lo general, no necesitaban a Goku. De hecho, no tenía sentido que lo trajeran a él.-"A menos que..."
Su cuerpo se congeló de pronto. Sus músculos se tensaron por completo. Su expresión cambió radicalmente al tener una idea de lo ocurrido. Cooler quien también se detuvo en seco con la misma idea en mente, notó de inmediato su reacción y lo observó de reojo.-¿Estás pensando lo mismo que yo? -preguntó con gravedad.
Cell apenas asintió, con los labios apretados.
-Freezer…-murmuró Cooler.
Ese pensamiento se instaló como una sombra en su mente. ¿Y si Goku hubiera sido enviado específicamente para lidiar con Freezer? Con lo poderoso que se había vuelto, con todo el caos que había estado provocando, era posible que pensaran en que solo Goku podría detenerlo.
La sola idea le revolvió el estómago.
El androide no dijo nada. Solo dio un paso hacia atrás, en dirección contraria a la plataforma corrió unos pasos, tomó impulso y despegó volando a toda velocidad, dejando tras de sí una ráfaga de viento y polvo. Volaba en dirección a la cueva con desesperación y angustia en su interior. Su respiración se agitaba con cada metro que avanzaba.
No sabía si era miedo o rabia. Incluso si sus deducciones estaban en lo correcto, era consciente de que no podía hacer nada, pero si iban a hacerle algo a Freezer, no iba a quedarse de brazos cruzados.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cuando llegó al campo de flores, el androide no tuvo que buscar con la mirada. Apenas emergió del torbellino lo vio. Ahí estaba Freezer. De pie en medio del campo florido y fuera de su capullo. El demonio del frío parecía absorto en sus pensamientos, sin moverse en lo más mínimo.
Cell se detuvo al borde del claro, escaneando con la mirada a los alrededores. Aún no podía sentir el ki de nadie, pero por lo visto no había rastro de Goku. Suspiró aliviado en sus adentros. Al menos por ahora, Freezer se encontraba bien.
Por otro lado, el demonio del frío había sentido la presencia del androide desde que llegó, pero no fue hasta que este se comenzó a acercar que giró levemente su rostro por encima del hombro y frunció el ceño. Por lo visto, ni siquiera un “te odio” bastaba para mantener lejos a Cell. Chasqueó la lengua, molesto.
-¿Ya te enteraste? -preguntó el androide, sin molestarse en cuestionar por qué el demonio del frío se encontraba fuera de su capullo.
-¿Qué chisme escuchaste ahora? -respondió Freezer con un tono apagado, más por cansancio emocional que por falta de interés.
El androide se indignó levemente. No se consideraba chismoso como el resto del ejército, pero aun así ignoró ese comentario para informarle.-Que Goku está en el infierno.-dijo con incredulidad, esperando una reacción, pero para su sorpresa Freezer apenas parpadeó.
-Lo sé. Hablé con él.-agregó como si fuera lo más trivial del mundo.
-¡¿Qué?!-Cell se irguió sorprendido.-¿Cuándo?
-Hace unas horas.-respondió, encogiéndose de hombros, sin darle mucha importancia.
Cell guardó silencio por unos segundos, observandolo con desconfianza.-¿Y qué quería?-le preguntó con curiosidad, descartando la posibilidad de que habían enviado al saiyajin para deshacerse del demonio de frío.
-Me ofreció un trato.-declaró finalmente, girándose hacia él con los brazos cruzados.
Tardó unos segundos en asimilarlo.-¿Qué trato?
-Se realizará un Torneo del Poder. Se enfrentarán todos los universos existentes…
-Espera…¿¡Universos!? -lo interrumpió Cell, incrédulo por esa nueva información que hasta el momento desconocía.
Freezer lo miró con algo de molestia, pero solo asintió, ignorando ese sobresalto. Carraspeó para retomar el tema.-Me pidió que participe.
Un chispazo de envidia atravesó el pecho de Cell. ¿Un torneo entre los seres más poderosos de todos los universos? Sonaba como un torneo en donde le habría encantado participar. Pero para su desgracia, sabía que aún no estaba a la altura. No como Freezer. Y ni hablar de Goku o Vegeta. Resopló intentando ocultar sus celos.-¿Cuál fue el trato?
Una sonrisa maliciosa cruzó los labios de Freezer.-Si ganamos, me reviven con las esferas del dragón.
Una brisa suave atravesó el campo, levantando algunos pétalos que se cruzaron entre ambos. Cell parpadeó desconcertado, mientras una idea se asentaba como un peso en su interior. ¿Freezer iba a revivir? Ese pensamiento lo inquietó. Si revivía, se iría. Otra vez. Tal vez para siempre.
Con un ligero temblor en sus manos, el androide cerró los ojos, su mente comenzaba nuevamente a convertirse en un torbellino. Sin embargo, optó por aclarar la garganta, intentando sonar casual.-Supongo que si pierden, vuelves aquí, ¿no es así?
Freezer lo miró, inexpresivo.-Si perdemos, todo nuestro universo desaparecerá.
Por un segundo, Cell lo observó con los ojos bien abiertos. Pero en lugar de horror, soltó una risa leve, casi sarcástica.-Suena como un gran torneo.-mencionó un tanto enérgico y con gran honestidad.
El demonio del frío resopló, visiblemente irritado por ese arrebato de ánimo. Ese maldito entusiasmo... Igual que Goku. Solo a un saiyajin le podría parecer emocionante un torneo donde todos los universos están en juego.
Finalmente suspiro, una mezcla entre inquietud y envidia.-Debe estar desesperado… -murmuró el androide inconscientemente, saliendo de sus pensamientos. En ese instante, el demonio del frío le clavó una mirada gélida. Tanto que Cell se encogió un poco, intimidado.-Digo… es raro que te pida ayuda.
-¿No crees que soy lo suficientemente fuerte?-le preguntó desafiante.
El androide se encogió de hombro, nervioso e incómodo por la mirada de desprecio hacia su persona.-Lo digo, porque no creo que le agrades. Y creo que es mutuo. -añadió, soltando una risa tensa.
Freezer, satisfecho con su reacción, asintió con un gesto frío.-Es cierto. No les conviene que esté vivo. Pero puedo tomar ventaja de esa desesperación.-dijo, dándole la espalda y estirando con elegancia.
Transcurrieron unos segundos en silencio. Cell lo observaba en calma, aunque por dentro, sus pensamientos lo carcomían. No dudaba de que ganarían el torneo; después de haber visto el poder de Goku en su batalla contra Majin Buu. Y ahora, con Freezer en su equipo, las probabilidades se inclinaban aún más a su favor.
-”Estoy seguro de que lo lograrán”- se dijo en sus adentros. Ganarán el torneo. Pero si lo logran, Freezer se irá.
En medio de sus pensamientos, el demonio del frío se giró inesperadamente hacia él, provocando que se sobresaltara. El androide desvió la mirada, levemente nervioso, como si lo hubieran atrapado espiando algo prohibido.
-¿Estás nervioso por el torneo? -preguntó al demonio del frío intentando desviar la atención.
Freezer respondió de inmediato.-Claro que no.-respondió con su usual altivez, como si la sola pregunta fuera una ofensa a su orgullo. Aun así, tras decirlo, desvió los ojos con un gesto sutil.
Pese a haber desviado la mirada, Cell nuevamente lo observó de reojo, con curiosidad. Lo conocía lo suficiente como para saber que ese gesto de estirarse era más que simple ejercicio físico.
El demonio del frío gruñó al sentir su mirada sobre él. Odiaba esa sensación.-Solo estoy estirando.-explicó con molestia, cruzando los brazos.- Llevo demasiado tiempo sin moverme por culpa de ese maldito capullo.
El androide soltó una breve carcajada. El recuerdo de verlo atrapado sin poder moverse tenía algo de cómico. Pero intento evitar reír para no molestarlo. En cambio, adoptó una actitud más seria pese a aún tener una sonrisa en el rostro.-Sé cómo puedes calentar…-añadió de pronto.
En cuanto lo dijo aquello, Freezer suspiró y giró sobre sus talones justo a tiempo para detener un golpe directo del androide. No necesitaba anticiparse; conocía tan bien a Cell que podía prever sus movimientos con los ojos cerrados.
Resopló para sí mismo con exasperación.-“Saiyajins…”-pensó hastiado por esa actitud tan obvia.
Freezer, sin esfuerzo, empujó el agarre de Cell, provocando que el androide fuera arrastrado varios metros hacia atrás. Fue un movimiento simple, casi perezoso, pero lo suficiente para que el androide perdiera brevemente el equilibrio al aterrizar.
El gesto fue tan natural para el demonio del frío, que Cell no pudo evitar reír con incredulidad. La diferencia de poder era clara, pero eso no lo detendría.
Sin necesidad de anunciarlo, Cell se lanzó al ataque. Aprovechó el impulso para girar en el aire y disparar una ráfaga de patadas rápidas. Freezer esquivó cada una con una calma exasperante, apenas retrocediendo un par de pasos, y lo más irritante: aún con los brazos cruzados.
El androide gruñó, frustrado. ¿Ni siquiera iba a ponerse en posición de combate? Aquello no era un entrenamiento, era una burla.
Con renovada ira, desencadenó una nueva serie de golpes; más agresivos, más rápidos. Estaba desesperado por obligarlo a reaccionar, por borrar de su rostro esa maldita expresión de superioridad.
Y sin embargo, cuando creyó que al fin un golpe lo alcanzaría, Freezer simplemente dio un paso hacia un lado. Cell pasó de largo con torpeza, tambaleándose, aparentando como si jamás hubiese peleado en su vida.
El demonio del frío soltó una carcajada suave. Incluso se giró con desdén, dándole la espalda, manteniendo los brazos cruzados como si no valiera la pena usar las manos.
Cell apretó los puños con ira contenida. Sabía perfectamente que Freezer se estaba burlando de él.
Se impulsó de nuevo con furia, pero esta vez Freezer contraatacó: su cola se estrelló contra el rostro del androide, desviándolo de su trayectoria. No fue un golpe fuerte, pero sí lo suficiente para arrojarlo unos metros a través del campo.
Cell rodó estrepitosamente entre las flores, arrastrando tierra y pétalos a su paso. Cuando por fin se detuvo, apoyó las manos y rodillas contra el suelo, jadeando con dificultad. A esa altura, su rostro se encontraba al nivel de las flores, y entre los tallos y colores vibrantes, acechaba con la mirada al demonio del frío.
-”Es escurridizo" .-pensó con frustración.
Sin embargo, otro pensamiento lo asaltó: así como evitaba sus golpes con una facilidad irritante, Freezer también evitaba a toda costa que le dijera lo que sentía. Siempre le restaba importancia a lo ocurrido entre ellos. Lo que dijeron. Lo que hicieron.
Cell bajó la vista con frustración. Realmente el demonio del frío se negaba a aceptar cualquier cosa entre ambos, pensó cabizbajo. Y lo peor, es que él tampoco contribuye a mejorar la situación.-"Cooler tenía razón…"-reflexionó con un suspiro. A este paso va a tardar años en resolver que había entre ellos.
Aunque una sonrisa melancólica se cruzó en su rostro, rápidamente presionó los puños con rabia. Aunque Cooler estaba en lo correcto, también recordó su propia respuesta.-“¿Acorralarlo?¿Decirlo sin más?”- tal vez lo había dicho en tono de burla, pero considerando hasta donde habían llegado sin resultado alguno: no era una mala idea.
Alzó la mirada de nuevo. Freezer lo observaba con su típica sonrisa superficial, con esos ojos brillantes que parecían perforarlo, como si lo desafiara a hacer algo estúpido.
Desde esa distancia, y a pesar de todo, Cell no pudo evitar detenerse un segundo a observarlo. Esa expresión arrogante. Le provocaba rabia, pero también cierta admiración. Era esa seguridad inquebrantable, esa maldita elegancia cruel que lo volvía tan difícil de alcanzar y al mismo tiempo, tan fascinante. Realmente le gustaba.
Sintió que el corazón se le aceleraba. Sus extremidades se estremecían levemente ante la incertidumbre de la pelea.
Asintió para sí mismo, confirmando sus sentimientos. No se iba a rendir.
Liberó todo su poder, provocando que el aire alrededor vibrara por la energía. Tomó aire antes de impulsarse y se lanzó de nuevo al combate.
Esta vez sus movimientos eran más precisos, más enfocados. Sus golpes no eran al azar, sino dirigidos, pensados. Aun así Freezer seguía esquivando sin mayor esfuerzo.
-Por un momento pensé que te habías dado por vencido.-mencionó el demonio del frío, con tono burlón.
Cell sonrió, una mezcla de emoción y miedo en sus ojos.-¡Nunca me daré por vencido!-rugió, intensificando su ataque.
Cada golpe era un impulso emocional. Cada arremetida, un intento por decir lo que llevaba dentro. Al igual que la pelea, sabía que tenía la posibilidad de perder, pero no le importaba. No iba a renunciar.
Por primera vez en la pelea, el demonio del frío retrocedió. No por estar en peligro, tal vez por aburrimiento o tal vez porque los golpes de Cell eran molestos. Se separó del césped y comenzó a retroceder con calma mientras levitaba. Recorrieron gran parte del campo hasta que su espalda casi se toca el tronco del único árbol.
Cell, viendo la oportunidad, se impuso con toda su fuerza. Se lanzó con el puño en alto, buscando finalmente alcanzarlo.
Sin embargo, Freezer levantó el antebrazo con delicadeza, deteniendo el golpe con facilidad. Por un instante, toda la agitación y el revuelo causado por el androide pareció detenerse por completo.
El demonio del frío inclinó su cabeza hacia un costado para ver la expresión de sorpresa de Cell-¿En serio estás intentando acorralarme?-murmuró divertido.- Esto es adorable.
Cell apretó los dientes fuertemente, no solo por el estruendo del golpe que recorrió su brazo, sino por frustración. Al ver que Freezer no había hecho otro movimiento, además de detener su golpe, optó por dar un salto hacia atrás para recuperar el aliento, jadeando.
El demonio del frío estiró el cuello con un leve crujido y lo observó con desgano.-¿Eso es todo? Y yo pensaba que habías mejorado desde la última vez que nos vimos.
El comentario dolió más de lo que esperaba. Cell tragó saliva. Sintió la impaciencia burbujear en el pecho, pero en vez de gritar o arremeter con furia, simplemente se rió. Una risa ligera, casi burlona, pero no cargada de odio.
Freezer frunció el ceño, confundido por la reacción.
-¿Sabes...? -dijo Cell, bajando levemente los brazos y soltando el aire que estuvo conteniendo durante el combate.- Aunque no nos soportamos la mayor parte del tiempo... me alegra que estés aquí. Sin ti, todo esto habría sido terriblemente aburrido.
Freezer se quedó inmóvil en su lugar. Le tomó unos segundos asimilar ese comentario. Sin embargo, pronto su rostro se endureció de inmediato, su entrecejo se tensó y apretó la mandíbula con desagrado. Esa clase de comentarios lo sacaban de quicio. Detestaba cuando Cell hablaba con ese tono. Como si compartieran algo más allá de lo necesario.
Antes de que el androide pudiera agregar algo más, Freezer se movió con rapidez. Se impulsó con brusquedad, acortando la distancia en un instante, y sin que el androide pudiera verlo venir, su puño se estrelló en su pecho.
No fue un golpe devastador, pero bastó para paralizar a Cell por completo. Siguiente al impacto, Freezer dirigió su puño hacia abajo, azotandolo contra el suelo.
La tierra se resquebrajó debajo del androide formando un pequeño cráter a su alrededor. Algunos pétalos flotaron en el aire tras el impacto como un contraste cruel con la violencia del golpe. Y aunque no quedó inconsciente, su cuerpo protestó con un dolor sordo que lo dejó aturdido por un instante.
Por su parte, el demonio del frío se incorporó y dio unos pasos fuera del hueco en el suelo mientras desviaba la mirada con irritación. Aunque no se había esforzado en la pelea, internamente respiraba un tanto agitado. Sabía que podía desintegrarlo, reducirlo a polvo si quisiera. Pero por alguna razón, no lo hizo. Y eso era lo que más lo inquietaba.
Por un instante, Cell volvió en sí parpadeando aturdido en cierta medida. Sentía un zumbido en los oídos, un intenso ardor en el pecho, y el temblor en los brazos en un torpe intento de querer incorporarse. Pero fue inutil. No podía moverse.
Desde el suelo, aún trataba de comprender lo que había ocurrido. El ataque fue demasiado veloz para él. Como suponía, era una pelea que no podía ganar. Pero a pesar del dolor físico y la humillante derrota, hubo un detalle que llamó su atención.
Con esfuerzo giró levemente su rostro en dirección al demonio del frío. Le daba la espalda, ignorándolo.
Aunque intentaba aparentar ser el temible emperador del universo, sabía la verdad. Y estaba seguro de que no era el único. Freezer se contuvo, aun sabiendo que se encontraba muerto o que podía regenerarse. Y eso decía más que cualquier palabra.
Por un lado, resultaba reconfortante saber que Freezer se había contenido. Pero, por otro, algo en su interior se revolvía con una mezcla de frustración e impotencia. ¿Por qué siempre era así? ¿Por qué Freezer tenía esa facilidad para silenciarlo, para marcharse antes de que él pudiera decir lo que sentía? Aunque su cuerpo estaba dolorido, eso no era lo que más le dolía. Era esa barrera invisible que el demonio del frío erigía entre los dos cada vez que las cosas se volvían personales.
Y aun así, no pensaba rendirse. Había pasado demasiado tiempo guardando maldito sentimiento dentro de sí, negándolo, ocultándolo de sí mismo. No trataba de buscar una respuesta favorable. Lo que necesitaba realmente era decirlo, liberarse de ese nudo en el pecho. Aunque Freezer lo rechazara, aunque lo ignorara...incluso si se burlara de él. El temor seguía ahí, anclado como un peso en su interior, pero no era suficiente para callarlo.
El androide decidido, tomó una bocanada de aire, lenta y torpemente se incorporó con dificultad, pero permaneció sentado en el suelo, aún adolorido. Respirando con dificultad, como si solo esa acción le hubiera causado esfuerzo, alzó la vista hacia Freezer, que lo observaba de reojo. Al notar el cruce de miradas, el demonio del frío desvió la suya con presunción.
Cell sonrió con cierta gracia ante la actitud de Freezer, aunque un leve nerviosismo le temblaba en el rostro.-Freezer…-lo llamó con una inquietud en su voz.
Freezer no se volteó, pero prestó atención.
-Hace unos años, te dije que no me agradabas…-comenzó Cell, titubeante. Una inquietud interna comenzaba a crecer, impidiendo que se pudiese relajar.- Tiempo después, empecé a pensar que tal vez sí... Fue confuso.- En ese momento, el nerviosismo la invadía por completo. Sentía una mezcla de temor y emoción, como si al manifestar ese sentimiento reprimido, su cuerpo fuera a estallar por callarlo tanto tiempo.-Y ahora, con tu ausencia...
Sin embargo, rápidamente Freezer lo interrumpió de golpe, alzando la mano frente a él con frialdad.-Ni se te ocurra terminar esa frase.-advirtió con firmeza, su voz teñida de desagrado.- Eres tan emocional...-dijo casi en un suspiro.
El androide aunque sorprendido en un inicio, pronto frunció el ceño con irritación. No era la primera vez que lo callaba de esa manera. Desvió levemente la mirada, mientras presionaba los puños con la poca fuerza que le quedaba.
El demonio del frío lo observó como si estuviera regañando a un soldado. Levantó la mirada con altivez.-Comprendo que, considerando mi ausencia en el ejército, debí haberte hecho mucha falta. Por lo tanto…
-Te extrañé.-lo interrumpió Cell sin titubeos.
En ese instante, el silencio se instaló entre ambos seres.
Freezer se vio impactado por sus palabras, tanto que algo le dolió. No era físico. Sintió una extraña aflicción en el pecho, como si su corazón se hubiera contraído de forma molesta. Era diferente a cualquier herida de batalla.
-"¿Lo extraño? ¿A él?"- pensó incrédulo, como si le costara trabajo interpretar las palabras del androide. No comprendía por qué. ¿Realmente lo había extrañado? Era una sensación nueva y desconocida. Nadie le había dicho algo así antes. Muchos lo reverenciaban, especialmente en el ejército, como cuando lo revivieron hace unos meses. Pero bien sabía que no fue por un "aprecio" hacia él, sino que sólo obediencia y temor.
Cell lo observaba con seriedad, mientras que el demonio del frío no podía ocultar su expresión de desconcierto en su rostro. Era incómodo. ¿Qué se suponía que debía responder? Comenzó a desesperarse al no encontrar la reacción correcta. Y entonces, sin poder evitarlo, un calor incontrolable subió a su rostro, concentrándose en sus mejillas.
Al ver su expresión, el androide sonrió con suavidad.-Te extrañé porque no tenía con quién entrenar o discutir, ni quién me desafiara...
Rápidamente Freezer se sobresaltó saliendo de su asombro al notar que el androide había vuelto a retomar esa conversación que tanto le desagradaba. Se cruzó de brazos y se giró, dándole la espalda en un intento de disimular.-Obvio que me extrañaste. Soy el gran emperador del universo.-manifestó altaneramente como siempre.
Aun así, pese a intentar callar al androide, una sensación extraña lo invadía. Lo observó de reojo, este se reía entre quejidos de dolor, sin contenerse. Freezer gruñó, irritado por su actitud tan impertinente, temeraria y auténtica.
Suspiró con molestia mientras negaba con la cabeza. Esa situación ya se había vuelto un problema. Sabía lo que Cell sentía por él o mejor dicho, lo que creía sentir. Aún no estaba convencido del todo, pero sin importar ese detalle, era algo que lo incomodaba. No solo por las palabras del androide o su cercanía, sino porque también le agradaba. Aunque no de la misma forma que sentía el androide por él.
Ciertamente, jamás había sentido ese tipo de percepción por nadie. Y aunque no podía corresponderle, ese lazo que Cell intentaba formar lo hacía tambalear, incluso dudar.
Suspiró de nuevo, esta vez bajando la cabeza con cansancio. Le agrada Cell. Le agrada, tanto que lamentaba cuánto sufriría cuando supiera la verdad. Pero debía decírselo, para evitar que esa incomodidad creciera.
-Cell.-se volvió con seriedad hacia el androide llamando su atención. Se tomó unos segundos para formar las palabras en su mente.- yo...
-Lo sé, lo sé. ¡Me odias! -interrumpió Cell con una sonrisa burlona sin darle importancia, mientras intentaba ponerse de pie con torpeza, aún con la mayoría de su cuerpo adolorido.
Freezer lo observó desconcertado y un poco molesto. Ahora era Cell quien lo interrumpía, con esa sonrisa burlona que tanto le sacaba de quicio. Pero, al mismo tiempo, es algo que también hubiera hecho.
Ante esto, no pudo evitar notar lo mucho que se parecían. Ambos eran testarudos, se negaban a retroceder incluso cuando el orgullo o el dolor los empujaban al borde. Y lo peor, es que pese a eso, cada uno había comenzado a influenciar al otro.
El demonio del frío frunció el ceño con fastidio. ¿En qué momento había permitido que ese androide le afectara de tal forma?
Suspiró resignado. Lo odiaba demasiado en momentos como ese. Pero también lo respetaba, no como un subordinado más, sino por lo que era. Esa convicción firme, esa forma temeraria de plantarse incluso frente a él, su arrogancia natural, incluso ahora, adolorido. Su fuerza ya no era un problema, pero su presencia seguía siéndolo.
-¿Sabes…? Una de las principales razones por las que no me agradabas es porque eres demasiado parecido a los saiyajins. Y los detesto.-espetó Freezer con un tono cargado de irritación, cruzándose de brazos con fastidio.- Pero a pesar de lo irritante, egocéntrico, temerario, fastidioso, testarudo, presumido...-Hizo una pausa entre tantos insultos, al notar la expresión de Cell retorciéndose poco a poco en una mueca de enfado. Por lo que el demonio del frío carraspeó ignorándolo para no desviarse del punto.-No eres tan desagradable como pensé al principio.
Cell parpadeó sorprendido. Su expresión cambió lentamente, como si el comentario de Freezer, entre todos esos insultos, se hubiera abierto paso hasta tocar una parte vulnerable de él. Una sonrisa temblorosa, cargada de incredulidad y algo de ternura, se dibujó en sus labios.
Le brillaron los ojos un instante, no por debilidad, sino por la emoción contenida. Sintió cómo el pecho le pesaba, como si las palabras que quería decir buscarán una salida inmediata. Sus piernas que apenas lo mantenían en pie tambalearon sutilmente, y tragó saliva con dificultad. Los nervios eran evidentes: sus extremidades temblaban, sus alas estaban tensas, y una calidez se agolpaba en su rostro, pero aun así, consciente de su aspecto físico, intentó mantenerse serio.-Freezer…-murmuró con un hilo de voz, más suave de lo que habría querido. Su mirada no se apartaba del demonio del frío, fija, decidida, aunque en el fondo vacilante. Inhalo profundamente mientras presionaba sus puños.-Yo... quería decirte…
Sin embargo, antes de que pudiera hablar, un torbellino nuevo se manifestó de la nada, elevando una nube de polvo que envolvió el aire a su alrededor. Ambos giraron instintivamente la cabeza ante la perturbación repentina. A pesar de estar a una distancia considerable, una presencia clara e inconfundible se hizo sentir, interrumpiendo el momento.
Desde el interior del remolino, emergió una pequeña figura montada en una esfera de cristal: una anciana de aspecto peculiar, flotando como si fuera lo más normal del mundo.
-Ya vienen por mí.-comentó Freezer casi en un murmuro. El saiyajin no le había dado demasiados detalles sobre cómo lo sacarían del infierno para ir al torneo, solo mencionó que alguien vendría a buscarlo. Y aunque nunca había visto a esa señora supuso que debía ser ella.
Cell desvió la vista hacia la figura recién llegada, luego volvió la mirada a Freezer y finalmente bajó la cabeza, apretando un poco los labios con frustración. Había estado tan cerca. A un paso de decirle lo que realmente sentía. Respiró hondo, tragándose las palabras que tanto había querido expresar.-Podríamos terminar esta conversación cuando regreses… -murmuró al fin, con la voz apenas audible y un deje de timidez que contrastaba con su usual seguridad.
Quería decirle más. Pero no era el momento. Aunque por dentro le quemaba el deseo de hablar, se aferró a la esperanza. Confiaba en que su universo ganaría dicho torneo. De eso no tenía dudas. Sabía que Freezer volvería. Después de todo, si lo iban a revivir con las esferas del dragón, no sería tan pronto. Tendría que regresar.
Freezer lo observó en silencio por un instante. Luego, una sonrisa apenas perceptible se dibujó en su rostro. Estaba aliviado, no lo negaría. Esa interrupción había sido un salvavidas, y si dependía de él, evitaría esa clase de temas cuantas veces hiciera falta.-Creo que tendrás que seguir adulándome cuando regrese en 24 horas.-comentó con su acostumbrada arrogancia, colocando las manos en sus caderas como si con su sola existencia el universo 7 ya tuviera la victoria asegurada.
El androide también sonrió, aunque fue una sonrisa tenue, cargada de algo más que simple aprobación. Freezer estaba confiado, y él también, aunque por razones distintas.-Puedo esperar 24 horas.-respondió, encogiéndose de hombros con ligereza, tratando de sonar despreocupado. Pero dentro de él, algo se revolvía con fuerza.
Freezer soltó una pequeña risa entre dientes, como si todo esto no le afectara en lo más mínimo.-Qué honor que confíes en mí de esa forma.-declaró con un dejo de sarcasmo, cruzando los brazos. En ese momento, una ráfaga suave agitó el aire, esparciendo algunos pétalos rosados que flotaron entre ellos. Eran tan frágiles y sin embargo, parecían cargar con un mensaje que ninguno se atrevía a decir en voz alta.
Uranai Baba se aproximó con visible nerviosismo. Miraba a ambos seres como si temiera interrumpir algo más grande que una simple charla.-Freezer… vamos.-dijo, con voz temblorosa, intentando parecer firme.
El demonio del frío asintió, y dio un paso hacia la anciana. Pero entonces, como si algo lo jalara desde atrás, se detuvo un instante y miró por sobre su hombro.
No podía negarlo, había llegado a tomarle estima al androide. A su manera, claro. Y lo sorprendía reconocer cuánto lo había llegado a extrañar. Cell no era como los demás. No lo adulaba como los demás, no le temía. Lo confrontaba, lo desafiaba, y de algún modo, lo entendía. Había despertado en él una empatía que creía haber enterrado desde hace años.
Pero aún así, seguía siendo molesto su apego. Aunque tenía la esperanza de que fuera algo pasajero para Cell. Después de todo, lo conocía. Sabía cómo era. Ese efecto debía ser momentáneo, algo efímero, como el paso de los pétalos en el viento. Si él estuviera en su lugar, ya lo hubiera superado. ¿Por qué Cell sería distinto?
Hizo un gesto breve con la cabeza. Un adiós contenido.
Pero antes de que pudiera alejarse, la voz de Cell lo alcanzó.- Algún día voy a revivir, y tendremos la pelea que prometiste.-exclamó con firmeza, su mirada fija en él. No era una amenaza. Era una promesa. Una que ocultaba mucho más de lo que decía.
Freezer dejó escapar una sonrisa, esta vez sin máscaras ni arrogancia, solo una chispa honesta.-¿Quién sabe...? Tal vez revivas.-respondió con un tono que no buscaba burlarse, sino mantener las distancias. Sin esperar réplica, le dio la espalda y se alejó volando junto a la anciana.
Cell se quedó allí, inmóvil, observando cómo la figura de Freezer se alejaba entre los tornados que aún giraban en el cielo. La silueta del demonio se volvía más pequeña, más lejana hasta finalmente desdibujarse por completo entre la bruma y los remolinos de luz.
El viento soplaba con suavidad, agitando ligeramente el campo de flores. Tras unos segundos de silencio, sus piernas no aguantaron más y cedieron, cayendo de rodillas entre las flores con una mezcla de alivio y pesar.
Sentía el pecho agitado, como si algo dentro de él se hubiera roto y liberado al mismo tiempo. Tenía un nudo en la garganta. Se maldecía por no haber hablado más rápido. Por haberse quedado paralizado justo cuando más deseaba moverse. Por haber entrado en pánico, por pensar -por un segundo- que si se atrevía a decir lo que sentía, su corazón simplemente estallaría.
Llevó una mano temblorosa al pecho, donde aún ardía la herida de aquel golpe, aunque sabía que no era eso lo que dolía. Era algo más profundo e invisible. Una punzada de nostalgia por algo que todavía no había perdido, pero que ya empezaba a doler como si lo hubiera hecho.
-"Se lo diré cuando regrese."- pensó, aun manteniendo la esperanza, mientras dejo escapar una sonrisa. Una sonrisa suave, sincera, como si algo en su interior se hubiese liberado.
Tal vez no necesitaba pronunciarlo en voz alta. Porque en lo más profundo de su ser, ya lo sabía. Porque, después de tanto tiempo, de tantos conflictos, de tantos intentos por resistirse, se había rendido. No ante Freezer, sino ante lo que sentía por él.
Y aunque era contradictorio -aunque Freezer era todo lo que había jurado no necesitar- no podía cambiar lo que sentía, no importaba cuánto lo intentara. Y sinceramente, no quería hacerlo.
Ese arrogante y encantador ser, lo cautivaba como nunca antes hubiera podido imaginar. Y hasta donde podía observar, un poco de sus sentimientos eran mutuos.
Alzó la mirada hacia el cielo, donde los tornados danzaban en la distancia, girando como una despedida. Los rayos de luz que atravesaban los remolinos formaban reflejos abstractos, casi irreales, como si el cielo mismo los estuviera separando, con una delicadeza cruel.
El viento trajo consigo más pétalos rosados, que giraron en el aire, flotando entre él y el horizonte vacío que Freezer acababa de atravesar.
Cell los observó en silencio, y por un instante, sonrió. No con alegría, sino con temor por lo que vendría, pero también con gratitud. Tal vez su camino y el de Freezer eran distintos por el momento, pero aún así, esperaba volver a encontrarse con él.
-Cuando regrese...- se volvió a decir, esta vez con más determinación.
Porque a veces, incluso los pétalos que los separaban, llevan consigo la promesa de un reencuentro.
Y para él, eso era suficiente para seguir adelante.
Notes:
Debo decir que una de mis ending favoritos de Dragon ball super es el Ending 3, y creo que me base un tanto en este para el final. Así que, si quieren sentir aún más este momento, les recomiendo escuchar ‘Usubeni’ por si quieren leerlo jeje
Snif snif… que les digo. Me duele el kokoro. Espero que ustedes también xD Sobre todo si saben que sucede después en la serie.
La verdad es que originalmente este era el final, pero le agregue un epílogo. Que sería el siguiente capítulo. Pero mejor no digo más y nos vemos en el siguiente capítulo que lo subo ahorita.
Bye bye!
Chapter 40
Notes:
AHHH Digo ¡¡HOLA!!
Ahora si es el fina final ahora si que final!! Voy a llorar, porque de verdad ame escribir esta historia. Y de verdad pensé que cuando llegara a actualizar este capítulo tendremos noticias nuevas de dragon ball, pero meh
Y por supuesto, además de agradecer a los lectores. Quiero agradecer a mi beta: Michu. Mil gracias por todo, esta historia no existiría sin ti. Me ayudaste un montón a pesar de estar en la uni, de pasar por una pandemia y una posible guerra mundial. Y lo peor, escribiendo tu proyecto de memoria xd Espero que te vaya increíble y termines pronto. Y también espero que podamos seguir inventando historias juntas. ¡¡Un abrazo!!
Bueno ya… a lo que vinimos. ¡Disfrutenlo!
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Ese sector en específico, normalmente silencioso, se encontraba repleto hasta el último rincón. No solo de soldados, sino también otros infiltrados -antiguos enemigos, incluso algunos que nadie conocía- se habían reunido frente a la esfera gigante que transmitía el Torneo del Poder en tiempo real.
Todos contenían la respiración, expectantes por el destino que le esperaba al universo 7. Porque aunque ya estuvieran muertos, eso no significaba que no les importara. Desaparecer era peor que estar muerto.
El androide permanecía de pie, con los brazos cruzados, el ceño fruncido y con los ojos clavados en la imagen fluctuante de la esfera.
Cuando Freezer le había hablado del torneo, jamás pensó que estuvieran en peligro real. Simplemente supuso que ganarían. Tal vez no con facilidad, pero confiaba en la fuerza del demonio del frío, y de las convenientes recargas de poderes de último minuto que solían tener los saiyajins.
Sin embargo, a medida que veía avanzar el torneo y caían los guerreros uno a uno, la idea de la desaparición se volvió tan real que comenzó a inquietar a todos. Hubo momentos en los que pensó que todo terminaría sin más, sin gloria, sin despedidas...
Incluso Freezer, a pesar de su fuerza actual, había recibido una paliza brutal. Durante varios minutos, ni siquiera apareció en la batalla. Parecía que lo habían derrotado por completo, que estaba inconsciente, tirado en algún rincón del campo de batalla. Esa ausencia silenciosa, aunque breve, encendió el temor entre muchos. Algunos pensaron que ya había sido eliminado, y que con él, sus esperanzas también se habían ido.
Llevaban observando la batalla durante lo que parecían horas, y la tensión era insoportable. Algunos murmuraban que el tiempo se estaba acabando y que ya habían ganado. Otros comentaban que, aunque solo quedaban más peleadores del universo 7 y solo uno del universo 11, no sería fácil.
Cell apretó la mandíbula, ansioso. Su mirada se fijó en ese último luchador: Jiren. Un muro impenetrable, cuya sola presencia era opresiva incluso desde una transmisión remota. Ni siquiera Goku, con esa nueva transformación de aura plateada, había podido derrotarlo. Esa técnica le había fallado en el momento decisivo. N°17, aunque sorprendentemente aún mostraba una resistencia, parecía incapaz de hacerle frente. Y Freezer...había aparecido nuevamente, y había sido un alivio para todos, hasta cierto punto.
No debió ser el único angustiado cuando Freezer en lugar de acabar con Jiren, se dedicó a lanzar burlas. Y eso le había costado caro. El peleador del universo 11 parecía más confiado, más poderoso. En ese punto, el nerviosismo se apoderó del aire como una tormenta inminente.
-Tal vez si se acaba el tiempo ganamos por número.-mencionó uno de los soldados, como intentando consolarse.
-Si es que no nos borran antes.-replicó otro con voz sombría, ya resignado.
Fue entonces que la esfera parpadeó intensamente. Una barrera en el campo de batalla que los miembros del universo 7 estuvieron reteniendo, se deshizo con un estruendo luminoso, y por un segundo, todos en el infierno parecieron contener el aliento.
Todos fueron testigos de lo imposible: Freezer y Goku, juntos, peleando codo a codo contra Jiren.
El lugar en un principio mudo por el impacto, luego estalló en murmullos incrédulos. Algunos se echaron hacia adelante, otros simplemente se quedaron boquiabiertos. La imagen era como un espejismo absurdo: el emperador del mal y el saiyajin, que tanto odiaba trabajando en equipo.
Cell fue de los pocos que logró salir de su asombro inicial. Entrecerró los ojos y dejó escapar una sonrisa ladeada, cargada de ironía.-"Vaya, vaya…"-pensó para sí mismo.-"Qué sorpresa que al fin aprendió a trabajar en equipo…"
Recordó con claridad todas las veces que el demonio del frío había rechazado la idea de entrenar con desprecio. Pero ahora, se movía con sincronía junto a Goku, casi como si hubieran entrenado juntos más de una vez. Cell incluso pensó, con una pizca de orgullo, que tal vez en parte, eso era gracias a él. Debido a todas las veces que entrenó con Freezer para enfrentar a Paikuhan.
-¡El señor Freezer lo va a empujar fuera de la arena!- gritó Jheese, señalando la esfera con los ojos desorbitados.
-¡Ya casi lo tiene! ¡Lo va a lograr!- añadió Reacoom, al borde de un colapso nervioso.
El ambiente se volvió un caos. Gritos ansiosos, emoción colectiva, esperanza y temor en cada mirada, cuando Freezer se lanzó con furia, intentaba sacar a Jiren de la plataforma.
-¡Ya, derrotarlo de una vez! -exclamó Cell, con los puños presionados con nerviosismo.
Pero no fue suficiente. Jiren resistió al desviar el ataque del demonio del frío. El silencio volvió a caer como un peso intenso.
Hasta que el saiyajin, visiblemente exhausto, apareció rugiendo con las últimas fuerzas que le quedaban y se arrojó en dirección a su rival. Su aura, aunque debilitada, volvió a brillar tenuemente en tono dorado.
En un nuevo esfuerzo conjunto, Freezer y Goku aumentaron su ki al máximo como última táctica. El resplandor que generaron iluminó la esfera por completo, como si un sol naciera en medio de la pantalla. Un destello cegador, un estruendo mudo. La esfera se cubrió de una luz blanca.
Por un instante no se vio nada. Nadie respiraba. Nadie se movía. Pasaron segundos, que parecieron eternidades. Hasta que finalmente, la imagen se aclaró.
Goku y Freezer cayeron fuera del campo de batalla.
Por un instante, todo el infierno se congeló.
Hasta que se pudo ver como el último combatiente del universo 11 también cayó fuera de la arena.
Rápidamente, el silencio fue reemplazado por un estallido. Todos comenzaron a gritar. A vitorear. A reír. Gritos de alivio, de incredulidad, de alegría pura.
Por su parte, Cell solo soltó un largo suspiro. Su cuerpo, hasta entonces tenso, se relajó apenas se dio por terminado el torneo. Había sido un infierno silencioso, pero por fin podían respirar. Su universo había ganado.
Dejó escapar una sonrisa leve, sincera. No solo por Freezer. Por todos ellos. Eran fuertes, más de lo que imaginaba.
Por un momento, se preguntó si alguna vez llegaría a ese nivel. Si entrenaba lo suficiente quizás lo lograría. Sacudió la cabeza negándose a quedar atrás.-"Me haré más fuerte que ellos."- se pensó con decisión.
Algunos soldados y otros seres comenzaron a dispersarse. Otros, en cambio, se quedaron comentando con euforia lo que acababa de ocurrir. Muchos confesaban que por un momento pensaron que desaparecerían. Mientras que otros, con tono orgulloso, aseguraban que jamás dudaron del señor Freezer, aunque por su tono de voz se podía notar claramente que era una mentira.
El androide, por su parte, estaba por marcharse. Ya había visto suficiente de la pelea y no tenía intención de seguir “espiando” a través de esa esfera mágica, como algunos la llamaban. Además, se encontraba inquieto. Ahora que el universo había sido salvado, debía pensar en cómo le diría a Freezer lo que sentía cuando regresara.
La posibilidad de desaparecer casi sin previo aviso lo había alentado, aunque fuera un poco, a actuar. A no postergar lo que se había determinado a expresar al demonio del frío.
Sin embargo, tras dar apenas unos pasos, el alboroto de unos soldados lo detuvo.
-¡Miren! ¡Miren eso! -gritaron algunos, señalando con insistencia la esfera.
El androide giró la cabeza de forma casi automática y entonces lo vio: Ese extraño ser, de figura elegante y luminosa, estaba de pie frente a Freezer. Y en ese instante lo señaló con su báculo, y como por arte de magia, la aureola dorada sobre la cabeza del emperador desapareció.
Un segundo después, varios soldados exclamaron entre vítores.-¡El señor Freezer ha revivido!-gritaron algunos con entusiasmo.
El sonido a su alrededor pareció apagarse, como si su mente lo hubiera bloqueado por completo. Solo una idea resonaba en la cabeza del androide.-“Entonces... Freezer ya no regresará.”-pensó tajantemente.
Sus manos se cerraron en puños. Bajó la mirada, conteniendo una mueca de frustración. La emoción que lo dominaba no era alegría. Era un dolor amargo, inesperado.
Entre la multitud, Cooler observaba la escena en la esfera. Aunque muy en su interior se alegraba de que su hermano estuviera vivo otra vez, no pensó en él o en el ejército. De inmediato, su mirada se desvió enseguida hacia el androide, que permanecía a pocos metros de distancia. Frunció levemente el ceño, la reacción de Cell no pasó desapercibida para él.
A pesar de estar abrumado y atónito por lo que había visto, sintió aquella mirada intensa y fija en él. Levantó ligeramente el rostro para encontrarse con los ojos de Cooler.
Luego soltó un suspiro, cargado de enojo hacia sí mismo. Se sentía ridículo. Tonto, por haber callado tanto tiempo.
No se acercó a hablar con él, ni mucho menos reprenderlo como había hecho antes. Simplemente lo sabía. Cooler tuvo razón todo ese tiempo. Había alargado tanto el momento de decir lo que sentía, que ahora ya no quedaba tiempo.
Se quedó sin tiempo. Sin la oportunidad.
Siempre asumió que Freezer regresaría al más allá, que volvería a estar cerca. Pero ahora, enfrentado a la realidad de que no lo haría...se dio cuenta de cuánto se había apoyado en esa certeza.
Y de lo mucho que dolía perderla.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Después del torneo, regresó brevemente a la Tierra con los demás, solo para desaparecer poco después rumbo al espacio. Le costó algo de trabajo localizar su nave en la infinidad del universo, pero finalmente la encontró.
Una vez a bordo, y luego de que su regreso haya sido anunciado a todo el ejército, se acomodó en su asiento habitual dejando escapar un largo suspiro contenido. El torneo había resultado como esperaba, a pesar de esa molesta parte del trabajo en equipo. Fuera de aquello, ahora podía volver a su vida normal: sus planes, sus conquistas, su ejército.
Y su nuevo objetivo: entrenar. Ser más fuerte. Lo suficiente como para borrar de una vez por todas esa sonrisa estúpida en el rostro de Goku.
Y, sobre todo, asegurarse de no volver al infierno en un buen tiempo.
-"El infierno..."-pensó con desagrado, arrugando el entrecejo.
Fue inevitable recordar las palabras que Cell le dijo momentos antes de que se separaran.
"Te extrañé."
Su corazón se aceleró de irritación. Ese androide siempre decía cosas como esa, descolocándolo por completo. ¿Por qué tenía que hablarle de forma tan personal, tan directa? Siempre le hacía bajar la guardia, como si no supiera con quién estaba tratando.
"Te extrañé."
Otra vez, el eco de esa frase resonó dentro de él, como el impacto de un golpe. Frunció el ceño con fuerza, molesto consigo mismo por no poder sacarse esas palabras de la cabeza. Mantuvo la compostura, al menos en apariencia, pero internamente esos pensamientos seguía removiendo su mente.
Ciertamente, Cell lo apreciaba más de lo normal. Y él lo sabía. Aunque tratara de minimizarlo, aunque fingiera que no significaba nada. La realidad es que todos los incidentes ocurridos con el androide aún seguían afectandolo. Sin embargo, no permitiría que alguien lo viera. Nadie debía ver cuan perjudicado había vuelto del infierno. Esas emociones inoportunas e incómodas las mantendría ocultas hasta que se desvanecieran por sí solas.
Berriblu, quien se encontraba a unos metros, lo observó de reojo, con esa mirada suya tan aguda.-¿Todo bien? -preguntó con naturalidad, aunque conociendo al demonio del frío, sabía que su pregunta no sería tomada como algo eventual.
Freezer se aclaró la garganta de forma casi imperceptible.-Sí, todo está... bien.-respondió, con su tono más firme y convincente. Nadie debía notar nada. Nada fuera de lugar.
No obstante, su mente insistía en recordar, a retroceder a esas imágenes que tanto esfuerzo ponía en ignorar: la vez que Cell le sujetó la mano... ese beso inesperado...
Apartó la mirada levemente de la manera más normal, fingiendo concentrarse en la pantalla frente a él.
Nadie hubiera visto nada extraño en su comportamiento. Sin embargo, Berriblu entrecerró los ojos con cierta sospecha, pero decidió no insistir. Aún no. No sin saber qué era lo que inquietaba al demonio del frío.
Mientras tanto, Freezer intentaba enfocar sus pensamientos en lo práctico: el ejército, sus planes, su entrenamiento. Tenía que ser más fuerte.
Uno de sus soldados había entrenado con él tiempo atrás. No fue tan malo. Había logrado cierto progreso.-"Solo necesito a alguien más fuerte" -se dijo a sí mismo, convencido. Y, sin quererlo, nuevamente pensó en Cell. Gruñó suavemente sin llamar la atención.
El androide lo había fastidiado muchas veces con su inagotable insistencia acerca de entrenar, pero ahora era lo contrario. Considerar a Cell para entrenar no era una mala opción. Pese a su poder actual, era resistente, tenía buena técnica y podía regenerarse sin problemas. Y lo más importante: estaba dispuesto a entrenar con él. Incluso cuando otros temblaban con solo oír su nombre.
-"Si tuviera las esferas del dragón..." -pensó fugazmente, contemplando la posibilidad de revivirlo. Pero enseguida se obligó a sacudir la cabeza, severo consigo mismo.- "Solo si fuera estrictamente necesario."
Además, ni siquiera había una promesa concreta entre ellos. Solo había prometido una pelea al androide, algún día. Un "algún día" que ahora parecía más lejano que nunca.
Entonces… ¿Era realmente necesario?
Esta vez no negó con la cabeza, pero tampoco pensaba retractarse. No pensaba revivir al androide. No era necesario. Solo recordar todo lo que provocó durante su estancia en el infierno era suficiente para descartar la idea.-"Buscaré a alguien más fuerte."-murmuró en voz baja, como si al repetirlo pudiera hacerlo realidad.
Pero en su interior, algo no terminaba de encajar. ¿Sería capaz de encontrar a alguien tan capaz como Cell para entrenar con él?
Freezer entornó los ojos, irritado por esa idea que no lograba sacarse de la mente. A cada duda, a cada nueva interrogante que incluía al androide, respondía lo mismo:
No.
No lo necesitaba.
No era indispensable.
Ni para el ejército…Ni para él.
Y sin embargo, a pesar de todas sus negativas, la incertidumbre aún lo alcanzaba. ¿De verdad creía que podría encontrar a alguien que lo retara? ¿Que aguantara su ritmo, que no temiera su crueldad ni huyera al primer golpe? ¿Alguien tan dispuesto como Cell?
-"¿Alguien como Cell?"-se preguntó finalmente. La duda quedó ahí. Silenciosa, persistente, como una espina clavada en su orgullo.
Con un ligero suspiro, intentó volver a sus tareas. Ni siquiera notó que estuvo apretado el puño todo ese tiempo, tenso. Solo al considerar sus opciones. Lo único que sabía era que, por alguna razón, el nombre de Cell seguía resonando en su mente. Como un desafío o como una promesa.
._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
Cuando salió del tornado, observó el paisaje. Esta vez, el campo de flores se veía desolado, a diferencia de cómo siempre lo había recordado. Antes le parecía un lugar relajado, tranquilo, casi reconfortante. Pero ahora solo había una extraña sensación de vacío.
Dio unos pasos con lentitud, observando los alrededores como si esperara encontrar algo, pero solo vio los vestigios de todo lo que él y el demonio del frío habían dejado allí. Notó los daños en varios tramos del campo y restos de flores dispersas, aún marcados por la última batalla que tuvieron. Contempló el campo hasta que su mirada se detuvo en el gran árbol. Caminó con pesadez hasta quedar de pie junto al cráter que aún permanecía ahí.
El lugar estaba vacío. No había animales ni hadas tocando música, ni voces, ni pasos... solo el murmullo del viento. Aunque ya lo había asimilado desde que supo lo que ocurrió tras el Torneo del Poder, inconscientemente parecía haber vuelto allí en busca de alguna señal desesperada. Algo que lo animara. Pero era inútil intentar engañarse.-Freezer no regresará.-murmuró casi sin voz.
Alzó la vista hacia la rama donde solía colgar el capullo. Dio un leve salto para acercarse al árbol, manteniendo la mirada fija en ella. Apretó los puños con fuerza al recordar cómo se había acobardado aquella vez. Freezer, atrapado en el capullo, no podía callarlo como antes, y en lugar de enfrentarlo huyó como un cobarde.
Frustrado, volvió la mirada hacia el tornado y apoyó la espalda en el tronco, soltando un suspiro pesado.
Tontamente creyó que el demonio del frío volvería al infierno, que lo vería otra vez. Pero lo habían revivido, y ahora no volvería. Sabía que haberse aliado con Goku y los demás en el torneo no lo convertía en un aliado real. Freezer seguía siendo Freezer, y se vengaría, pero debido a lo que ocurrió la última vez que revivió, sería más cuidadoso. No volvería a morir como antes.-Definitivamente... no volverá .-se dijo con un tono apagado, dejándose caer hasta quedar sentado en el suelo.
Contempló el paisaje con aflicción. El campo de flores, el cielo grisáceo, los remolinos que tocaban el suelo.
Durante mucho tiempo creyó que la soledad no le afectaba. Desde que despertó en su cápsula, pensó que estar solo era lo normal. Era un experimento, después de todo. Pero tras tanto tiempo en el infierno, se dio cuenta de que eso había cambiado. Se había acostumbrado a la compañía, a los soldados, al alboroto, y especialmente, a la presencia de Freezer. Cuando revivieron por primera vez al demonio del frío, sintió su ausencia con fuerza, pero ahora se sentía diferente: era peor. Como si, a pesar de aun tener al ejército cerca, estuviera solo nuevamente.
Anteriormente solo sintió su ausencia, pero esta vez sintió que pudo haber hecho algo más antes de que se fuera. Y no lo hizo.
Ahora no podía hacer nada. No ahora. Lo único que podía hacer era sentarse ahí, sentir el viento mover las hojas sobre su cabeza, y aceptar que Freezer ya no regresaría.
Cerró los ojos, dejando que el viento acariciara su rostro. Sabía que Freezer no se dejaría matar fácilmente y que probablemente no volvería a verlo en mucho tiempo.
Aunque era poco probable, solo quería volver a verlo. Lo deseaba.
El androide se sintió extraño pensando en eso. Quería decirle que aún tenían mucho por hacer, muchas peleas, muchas discusiones, que su ejército lo necesitaba y, aunque sonara estúpido... que él también lo necesitaba. Pero Freezer ya no estaba allí para oírlo.
En un suspiro interno, se preguntó ¿Cuánto tiempo tendría que transcurrir para volver a verlo? ¿Para que Freezer vuelva a fallecer?
De pronto, un pensamiento inquietante cruzó su mente. Algo que había escuchado de boca de varios soldados o en murmullos del ejército:
-"¿Y si Freezer lograba cumplir su sueño?" -se preguntó, con un nudo en el estómago. Según le comentaron, el demonio del frío deseaba ser inmortal. Al menos, esa había sido su intención durante muchos años. Solo imaginar esa posibilidad lo estremeció. Un malestar general recorrió su cuerpo mientras intentaba asimilar la idea de que, tal vez, Freezer nunca regresaría.
-"Solo si tiene éxito en su plan..."-pensó, en un intento de levantarse el ánimo. En ese caso, no tenía muchas opciones. Tal vez la única alternativa para volver a verlo era reviviendo.
Resopló casi sin energía.
Aunque quisiera revivir, no tenía idea de cómo lograrlo. Llevaba años atrapado en el infierno y nunca había conseguido escapar. Además, dudaba que alguien del mundo de los vivos estuviera dispuesto a traerlo de vuelta.
Entonces recordó algo. Algo que, en su momento, no había procesado del todo. Lo último que Freezer le había dicho, justo antes de irse.
“¿Quién sabe...? Tal vez revivas…”
No lo dijo con burla. Tampoco usó ese tono arrogante que tanto lo caracterizaba. Solo lo soltó, con naturalidad.
En aquel instante, el androide estaba demasiado abrumado por la confesión que no logró concretar, por lo que ni siquiera pensó en lo que esas palabras significaban. Luego, entre los rumores posteriores al torneo y el estrés del mismo, simplemente lo había olvidado.
Pero ahora, pensándolo bien... ¿a qué se refería?
¿Lo decía en serio? ¿Podría estar insinuando que él mismo lo reviviría algún día? Esa idea era absurda… ¿no?
Freezer lo había soportado más de lo que admitía. Sabía que lo fastidiaba constantemente y más aún con sus intentos torpes de confesarse. Y sin embargo, también recordaba que -a pesar de la interminable lista de defectos que vio en él- Freezer le dijo que no le resultaba desagradable.
Sacudió la cabeza, intentando no dejarse llevar por un lado emocional.
El demonio del frío no hacía nada sin razón. Era frío y racional. Entonces... ¿ganaría algo si lo revivía? ¿Tendría alguna utilidad para él?
-Tal vez... quiera entrenar.-anunció en voz alta, como si eso lo volviera más real.
No era una idea absurda. Después de todo, el demonio del frío había entrenado mientras vivía, y esta vez por decisión propia. Quizás aquellas palabras, antes de marcharse, habían sido parte de uno de sus planes.
Era una posibilidad. Y si dicha posibilidad existía, aunque fuera mínima, podría aferrarse a ella.
Abrió los ojos con pesadez al sentir un movimiento leve a su lado. Al girar la cabeza vio una flor blanca con bordes morados, la cual se mecía lentamente por el viento. La observó con una expresión tensa y dolida.
Lo extrañaba demasiado. Más que la última vez. Y esta vez, no había duda. Sabía exactamente lo que sentía.
Se reprochó, una vez más, no haber tenido el valor de decirlo cuando tuvo la oportunidad. Si lo hubiera hecho, ahora tendría algo más a lo que aferrarse.
Apretó los puños con fuerza mientras bajaba la vista con decepción. No sabía qué hacer con todo lo que sentía.-Me gus... - balbuceó, pero su voz se apagó. Cerró los ojos fuertemente y rechino los dientes frustrado consigo mismo, gruñó con rabia.-¡Me gustas!-exclamó fuerte, con el corazón latiendo con fuerza.
Era la primera vez que lo decía en voz alta. Pero para sorpresa del androide, no se sintió bien. Creía saber qué era lo que sentía, pero ahora...no era suficiente. Esa palabra no alcanzaba. Era demasiado pequeña.
Se quedó inmovil. Su mente, siempre lógica y calculadora, buscó una explicación, un concepto que describiera lo que comenzaba a manifestarse, pero fue su corazón que le robó el aliento antes de que pudiera siquiera pensarlo. Casi por impulso se llevó una mano al pecho. Sentía su núcleo latir con fuerza, no por la furia ni por la frustración, sino por algo más profundo. Algo que, por primera vez, lo hacía sentir realmente vulnerable.
Un escalofrío recorrió su espalda. ¿Desde cuándo había llegado tan lejos? ¿Desde cuándo Freezer había dejado de ser solo un enemigo y ahora era tan importante para él?
Intentó respirar profundamente, pero unos evidentes jadeos revelaban su estado. Era el momento de ser honesto consigo mismo. Lo que sentía lo aterraba, pero no había vuelta atrás. No podía seguir negándolo. No quería volver a pasar por el tormento de la negación.
Presionó los labios, intentando decirlo.-Yo… estoy…- balbuceó con torpeza. Sin embargo, fue incapaz de seguir hablando, la vergüenza lo venció. Se encogió más sobre sí mismo y se cubrió el rostro, aunque no hubiera nadie cerca.
Pasaron unos segundos en los que intentó regular su respiración. Lentamente quitó una mano de su rostro, dejando ver parcialmente la flor a su lado. El viento había cesado, y los pétalos caían suavemente cerca de él, reforzando esa punzante sensación de soledad.
Un cosquilleo extraño le recorría el cuerpo. Se sentía débil, pequeño, vulnerable… y sin embargo, no podía negarlo. Era tan evidente en ese momento.
Estaba enamorado de Freezer, el gran emperador del universo.
Tan solo lograr formar ese pensamiento provocó que soltara una risa lastimera. Casi era lamentable haber llegado a esa conclusión debido a esa situación. Y lo peor es que quienes le hablaron sobre eso, tenían razón: no era algo que hubiera podido descubrir con simple lógica. Era algo que ya habitaba dentro de él, y que sólo ahora podía ver.
Resopló, dejando caer la cabeza hacia atrás, apoyándola contra el tronco.
Se sentía como un idiota. Tuvo que pasar por tanto para ver, al fin, algo que -literalmente- todos en el infierno ya sabían.
Ni siquiera estaba enojado. Solo suspiró largo y cansado, como si eso pudiera borrar los años en que sintió que había perdido el tiempo.-"Si tan solo lo hubiera sabido antes..."-pensó, abrumado. Aunque, siendo sincero, antes no habría sido capaz de entenderlo. Antes era diferente.
El tiempo en ese lugar lo había transformado. Le había permitido volverse quien era ahora.
Aquí aprendió a coexistir, a perder, a desear. A sentir con una intensidad que jamás imaginó. Y cometió errores, se cayó más de una vez. Pero también aprendió a levantarse y a mirar hacia adelante pese a cualquier inconveniente.
Y ahora, una vez más, debía hacerlo.
Lentamente se incorporó. Sus piernas protestaron al principio, pero se mantuvo firme. Se sacudió el polvo de los brazos, como si quisiera quitarse de encima el peso del pasado. Ya no se sentía tan agotado. Había algo nuevo en su mirada, algo leve pero poderoso. No era una sonrisa, pero era lo más cerca que había estado de una desde que el demonio del frío se marchó.
Porque ya no quería ser más fuerte solo por serlo. Tenía un nuevo propósito, un deseo más profundo: volver a encontrarse con Freezer. Decirle lo que sentía y tener, al fin, esa pelea que se prometieron.
Si algo había aprendido en este lugar, viviendo su primera vida después de la muerte, era que nada sería fácil. Y ninguno de los caminos por venir lo sería. Pero aun así, los recorrería con decisión.
Buscaría la manera de salir de allí, haría lo que fuera necesario, incluso se aferraría a esa pequeña posibilidad, a esa ambigua idea que Freezer dejó en él. Porque si alguna vez vivía de nuevo, lo buscaría.
FIN
Notes:
Primero, no se enojen ahh!! xd Si vieron la serie ya sabian que pasaria jeje
¡Pero no se asusten! ¿Recuerdan que les prometí que habría una segunda parte? Pues soy lo peor jaja porque no les conté lo mejor de la sorpresa del capítulo doble.
Pues… ¡Adivinen! No se si ya vieron mi perfil, o si les llego algún tipo de notificación, pero si no, se los cuento aquí. ¡¡El capítulo es triple!! ¡¡El primer capítulo de la segunda parte ya está arriba!! ¡¡Así que guarden sus trinches y antorchas y vayan a leerlo porque está ship desesperante slow burn continua!!!
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Willow BW (Guest) on Chapter 1 Sat 16 Sep 2023 06:31AM UTC
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