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Summary:

Wei Wuxian ha vagado por el mundo del cultivo por más de un siglo, creyendo ser el último de su especie, un huli jing.

En sus viajes, siendo de corazón fácil y frágil para con los niños, logró armarse de su escuadrón de bebés felinos.

Encontrando a cuatro cachorros en diferentes situaciones lamentables al borde de la muerte o abandonados, no podría simplemente seguir de largo y dejarlos solos. Ahora eran sus niños.

Wei Jingyi, un jaguar blanco que fue abandonado a su suerte a medio bosque totalmente indefenso. Wei Ling, un tigre que perdió a sus padres, encontrado abrazado a los cadáveres putrefactos completamente solo. Wei Zizhen, un lince que estaba a punto de ahogarse en un río desbordado, dejado para encontrar la muerte. Y Wei Yuan, un huli jing que había perdido a toda su aldea en un incendio provocado por humanos cazadores de cambia formas.

Sin esperarlo, se terminaron uniendo a un jaguar blanco de Gusu Lan, el segundo heredero estrella de Los Recesos de las Nubes, Lan Wangji. Encontrando en él, el pedazo de familia que les hacía falta.

✓ LEE ETIQUETAS.

Notes:

ADVERTENCIAS:

✓ WangXian

✓ ¡Lactancia materna muy descrita en el fic! Si no es para ti, no lo leas.

✓ Historia inspirada en "Los Aristogatos" más no seguirá totalmente la trama de la película.

✓ Contenido Yaoi, BL, gay, Danmei +18 explícito, torceduras, fetiches, celos, amor, pasión, humor, leve dark Lan Zhan, sexo entre personas con rasgos animales (felinos) male lactancia materna y mamá Wei Ying. LEE ETIQUETAS.

✓ Si no te gusta, no leas.

Chapter Text

-Tengo hambre -se quejó el cachorro de jaguar-

-Acabas de comer Jingyi, mamá yo quiero comer ahora -el pequeño A-Ling se paró frente al huli jing y alzó sus pequeños brazos-

-Dios mío ¿Ustedes nunca se llenan? No soy su fuente de leche ¿Lo saben, verdad?

-Mamá... -se quejó brincando levemente en su lugar-

-Bien, ven aquí -lo tomó en sus brazos-

-¡Yo pedí primero!

-¡Acabas de comer!

-¡Dejen de pelear! -se quejó Zizhen, arrastrando sus pies hasta sentarse frente a su mamá, que estaba sentado en el porche de su casa- ¿Puedo comer también?

-No puedo alimentar a todos al mismo tiempo niños -se quejó viendo los tres pares de ojos verlo con lágrimas fingidas, esos descarados- ¿Por qué no comen la fruta que les piqué?

-Yo si la comí -habló su pequeño A-Yuan, desde el cojín dentro de la casa, pues su cachorro solía enfermarse fácilmente, reseña por haber vivido tanto tiempo en una aldea abandonada y con un terrible feng shui-

-Que buen niño -rió levemente- ¿Por qué no pueden ser así?

Escuchando los quejidos que le dieron en respuesta, suspiro y desató la cinta que une su túnica interior —con la que suele mantenerse en casa— y dejó libre su pecho.

Al ser un huli jing, y uno muy fértil, fue capaz de desarrollar una fuente fácil de comida para sus cachorros, aún si no eran suyos por sangre. Su corazón y deseo por proveerlos y cuidarlos fue más que suficiente para empezar a lactar en medio de la nada, sin comida para bebés abandonados o lastimados.

Una vez asentados en una cabaña, escondida en el bosque, siguió produciendo leche para sus pequeños, que ansiosos, esperaban haberse comportado lo suficientemente bien como para recibir su premio del pecho del que consideraban su madre.

Ansiosos, A-Ling y Jingyi se apegaron a sus pezones, empezando a chupar felices y sus orejas sacudiéndose hacia atrás en pequeños tics.

Su pequeño Zizhen movió levemente la nariz y espero su turno, mientras su A-Yuan cerraba los ojos y disfrutaba del olor dulce de la leche, feliz de esperar.

Con el cabello suelto y largo llegando hasta la delgada cintura, la imagen era completamente una escena. Cualquiera que la viera creería que se trataba de una madre y sus propios cachorros. Y realmente lo eran, aún si no eran nacidos de sus entrañas. Los amaba como tal.

Abrazando los pequeños cuerpos, los acercó más a su cuerpo, refugiándolos en su regazo hasta que cayeron dormidos, poniéndose de pie, los cargo de dos en dos para irse a la cama —realmente cada uno tenía su propia cama, pero preferían dormir con su cuidador, Wei Ying cree que es algún trauma de abandono, después de todo, solo son niños dejados a su suerte— .

En cuanto Ling y Jingyi desocuparon, los otros dos cachorros tomaron su lugar, el pequeño lince dejando escapar arrullos y ronroneos mientras  A-Yuan haciendo ruiditos por su congestionada nariz.

Realmente era feliz así. Nunca pensó que querría asentarse en un solo lugar, siempre pensó que viajaría sin detenerse a lo ancho del mundo. Sin embargo, conocer a sus cuatro cachorros cambio todo y se encontró deseando darles el hogar y el refugio que él nunca tuvo de infante.

Ahora era feliz. Y estaba bien siendo sólo ellos cinco.

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Era una noche lluviosa, las ventanas estaban cerradas y la chimenea encendida, calentando su hogar. Sus pequeños estaban en su cama, acurrucados entre sí, profundamente dormidos. Él mismo estaba en la sala, sentado en el cojín frente a la chimenea leyendo tranquilamente.

De pronto, unos golpes en la puerta lo alertaron, su oreja se movió en dirección al ruido. Frunciendo el ceño, giró a ver a la puerta, estaban en medio de la nada, no recibían “visitas”.

Se acercó a la puerta y sin esperar más, la abrió. Totalmente no esperaba cargar con el peso muerto de un adulto enorme.

-¡¿Qué demo...?!

Fijándose bien, el adulto vestía en túnicas blancas y manchadas de sangre, una cola blanca con aros negros caía inmóvil detrás de él mientras su respiración se hacía acompasada y lenta.

Normalmente no dudaría en ayudar al extraño, pero ahora tenía cuatro pequeños en la habitación contigua, no podía arriesgarlos.

Sin embargo, su alma bondadosa no le permitía hacer de la vista ciega. Suspirando derrotado, lo arrastró a la habitación de uno de sus pequeños y lo dejó caer en su cama, entonces lo notó. A un lado de su torso, debajo de sus costillas, había una herida sangrante. Aunque no era realmente grave, el gasto de energía en caminar Dios sabe desde donde hasta su cabaña lo debió dejar exhausto.

Tomó lo necesario para desinfectar y curar, transfirió energía y lavo la cara del hombre, entonces lo notó. En su frente había una cinta con patrones de nubes en ella. Un miembro de la familia principal Lan.

Eso explicaba los rasgos felinos de un jaguar blanco, comunes de las montañas de Gusu Lan.

Como su Jingyi, pensó.

También notó el rostro guapo y la fuerte constitución del hombre cultivador, según su núcleo dorado mostró, pero al ser madre de cuatro cachorros, esos deseos banales habían sido puestos a dormir y decidió no prestarle atención al prospecto de pretendiente que era.

Rico, fuerte y guapo, un compañero ideal, seguro. Más no para él.

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A la mañana siguiente, tuvo que despertarse temprano pues no sé sentía cómodo con un extraño en su casa, al entrar a la habitación del herido, este seguía durmiendo, restándole importancia, camino a la cocina para empezar a preparar el desayuno de sus hijos y del invitado sorpresa.

A las pocas horas, escuchó pasos acercarse a la habitación en donde estaba, girando a ver, enmudeció al ver al Lan en toda su altura verlo fijamente, su mirada era tan intensa que parecía hacer arder sus dorados ojos.

Aclarándose la garganta, habló.

-Buenos días Gege -sonrió tomando un tazón de fruta, colocándolo en el cojín a un lado de él- ¿Desayunas? -preguntó dando unas palmaditas a la mesa-

Indeciso, el extraño camino hacia el y tomó asiento.

-Entonces... En vista de que estás en mi casa, apareciendo de la nada por la noche de manera totalmente dramática ¿Puedo saber tu nombre?

-Lan Zhan, Lan Wangji, de Gusu Lan

-Un gusto Lan Wangji, soy Wei Wuxian, cortesía de Ying

-... Un gusto, también, agradezco su ayuda y lamento si cause problemas llegando de la nada, su cabaña era la luz más cerca que encontré

-Si, lo supuse

-¡Mamá! ¡Buenos días!

-¡Días~!

-¡Mamá!

-¿Vamos a comer ya?

-Estos niños -murmuró bajo- Buenos días cachorros groseros, hay visitas ¿Así los educo yo?

-¿Quién es él? -gritó Wei Ling- ¿Qué hace aquí? ¿Se va a quedar mucho?

-¡Oh Dios, eso fue tan grosero! -regañó viendo a su hijo ver feo al Lan-

-¡Hola! -saludó Jingyi, como la mariposa social que parecía ser hablándole a todo-

-Hola señor -saludó Wei Yuan, dando una reverencia mal hecha, pero educada para ser de un niño-

-Que buen niño -alagó feliz, girando a ver a su cuarto niño, Zizhen, que parecía estar ido viendo al invitado- ¿A-Zhen?

-¿Eh? -se sobresaltó- ¡Oh! Hola -agitó su mano-

-Mn -asintió con su cabeza- Buenos días... -pareciendo dudarlo, giró a ver al zorro- ¿Tus hijos?

-Lo son, mis cuatro malcriados, oh bueno, A-Yuan se salva -sonrió al cachorro sonrojado por la mención, ignorando los pucheros del resto- ¿Van a desayunar ya?

Un coro de tiernas voces afirmó y todos tomaron asiento en sus lugares, menos A-Yuan.

-¿Bebé? -preguntó viéndolo-

-Está en mi lugar -se quejó por lo bajo-

-Oh cielo, seguro puedes tomar otro asiento ¿Eh? Este Gege es un invitado, hay que tratarlo bien

-Mmm... -se quejó pero obedeció y tomó otro asiento-

-Lo lamento, no están acostumbrados a visitas

-Mn, lamento entrometerme

-No es nada, come, necesitarás fuerzas para el viaje de regreso ¿Verdad? Gusu está lejos

-Lo está

Después de un cómodo silencio, aún sin tocar su comida, Lan Wangji habló de nuevo.

-¿Su padre no comerá ahora?

-¿Perdón? -preguntó confundido-

-El padre de los... -señalo a los cuatro bebés que comían viéndolo fijamente con las mejillas hinchadas-

-¡Oh! -rió sujetando su estomago- no, no hay padre

-Lamento oír eso, no fue mi intención

-Nada de eso -jadeó controlando su risa- solo somos nosotros cinco, siempre fuimos nosotros cinco

-¿No se responsabilizó? -preguntó, ignorando la voz de su tío que le dictaba las reglas que estaba rompiendo, al entrometerse-

-No exactamente, yo los adopte a todos, en realidad, pero son totalmente mis hijos -lo último lo dijo con seguridad, sin dejar lugar a dudas-

-No me atrevería a negar tal hecho

-Bien -sonrió feliz- come ya, o estos pequeños te lo quitarán

Después de algunos momentos de silencio, una voz se volvió a escuchar.

-Tengo más hambre

-¿Quieres más fruta? ¿O tal vez algo de avena? -le pregunto a Jingyi-

-No, quiero a mamá -dijo viéndolo al pecho, que hoy estaba completamente tapado por capas de ropa-

-Tendrás que esperar querido, no podemos ser tan groseros con nuestro invitado

-Mh -bufó molesto-

-¿Cuándo se irá? -preguntó Ling-

-¡Hey!

-¿De dónde eres? -preguntó Zizhen, viendo al Lan comer en completo silencio- ¿Vuelas en espadas como mamá?

-Bien, suficiente, no lo abrumen, vayan a cortar la mala hierba del porche ¿Si? ¿Harían eso por mamá?

Un coro de voces acepto con algunas quejas pero salieron, todos excepto A-Yuan.

-¿Y tú?

-No quiero dejarte solo con él -se encogió de hombros mientras seguía comiendo-

-¡Aiya! Lamento eso -murmuró apenado-

Negando con la cabeza, Wangji desestimó su disculpa, sin hablar. Sonriendo para si mismo, Wei Wuxian recordó la única vez que vio el gran muro de reglas, recordando también la regla de “no hablar al comer” y el cómo peleó con cierto Lan por lo ridículo que era.

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-Disculpa un momento -habló, levantándose y caminando a su habitación-

Ordenó la cama de nuevo y arregló los libros que usaron sus bebés anoche y no llegó a acomodar de nuevo en el librero. Una vez listo eso, camino a la habitación en donde había dormido el Lan y la arregló también, después camino a su tocador y arregló su cabello que había sido atado en un moño alto porque tenía que cocinar. Lo trenzó pulcramente y después caminó de la habitación de regreso a la cocina. Sin embargo, su invitado ya no estaba aquí.

Un corrientazo de preocupación corrió por su cuerpo y salió de la casa hacia el porche para asegurarse de que sus hijos siguieran ahí.

¡¿Cómo se le ocurrió dejar solo al desconocido con sus hijos cerca?!

No importa si su zorro interior le gritaba que eran destinados. Él no tenía tiempo para eso y sabía que de intentarlo, el Lan haría a un lado a sus cachorros al no ser de su sangre.

Sin embargo, al salir, los vio en el jardín que cubría la parte delantera de su cabaña, viéndolo señalar algunas flores mientras sus pequeños hablaban con el, parecían emocionados y no tan ariscos como en el desayuno.

Suspirando tranquilo, respiró hondo para calmarse y se sentó en el porche para verlos jugar.

Los cuatro pequeños rodeaban al mayor, jalando de sus mangas y hablando emocionados. Incluso desde lejos podía verlos vibrar de emoción y escuchaba levemente las preguntas e historias que contaban.

En un momento justo, sus miradas se cruzaron, oro contra plata, y se mantuvieron. Sintió su corazón latir y su respiración estancarse con el aluvión de sensaciones que lo recorrió.

Su cola se agitó interesada, en contra de su mente racional, en sintonía con su instinto.

Si no se controlaba, empezaría a liberar las demás colas y no podía permitirse eso. Empezaría a secretar hormonas y atraer al macho que le interesaba a su parte huli jing. Y no podía permitirse eso. No importaba si parecía que se lo decía más para convencerse que porque se lo creyera.

Sin embargo el momento fue interrumpido por el golpe que recibió de su pequeño Zizhen, que al notarlo corrió a sus brazos feliz.

-Hola~ -rió viéndolo con adoración- ¿Qué están haciendo allá, eh?

-Bonito Gege nos está contando el sig- singni...

-Significado

-Ajá, eso, singinificado de las flores

Riendo por la mala pronunciación, asintió un par de veces tomando el pequeño cuerpo entre sus brazos para pegarlo a su torso.

-¿Puedo comer ahora?

-Aiya ¿No comiste hace poco?

-Pero quiero más, no pregunte antes porque dijiste que no a Jingyi, pero ahora bonito Gege no está cerca ¿Puedo? -agitó sus pestañas-

Ese mocoso río internamente, sabiendo de quién aprendió eso.

Culpable.

-Bien, pero solo un momento, no hasta dormir ¿Si?

-Si

Asintiendo contento, abrió las solapas de sus túnicas hasta dejar suficiente espacio para que su cachorro pudiera tomar su rosado pezón, que había empezado a gotear en cuanto pensó en alimentar a su bebé.

Feliz y hambriento, Wei Zizhen se apagó a su pecho y succionó el dulce néctar que su bonita mamá producía. Sus ojitos castaños observaron encantado a su mamá, viéndola sonreír hermosamente. Amaba a su mamá.

Pronto, tuvo al pequeño A-Ling olfateando su pecho, buscando alimento también. Suspirando rendido, lo dejó destapar su otro pezón y prenderse a este feliz.

Por la emoción y energía que tenía al jugar, succionó fuerte y rozó sus dientes, mordiendo.

-¡No tan fuerte baobei! -se quejó, escuchando los ruidos de succión que hacían junto al ronroneo de Zizhen- sabes que no tienes que morder a mamá

Apretando la ropa de su mamá entre sus manitas, su cola agitándose feliz y sus orejas contrayéndose, siguió comiendo feliz ignorando los reproches de su mamá, tenía la manía de morder aveces el pezón que lo alimentaba y su mamá nunca lo apartaba, así que no se detenía.

Sonriendo, negando con la cabeza, giró a ver a sus otros cachorros y al Lan, se sobresalto al notarlo viéndolo fijamente.

Sintiendo su rostro arder, parpadeó un par de veces y volvió a verlo. Esta vez, la elegante y larga cola de jaguar y las orejas blancas se contraían con un tic nervioso, como si quisiera imitar los movimientos que su cachorro hacia, inconscientemente.

Evitando volver a verlo, esperó a que los pequeños se saciaran para acomodar su ropa y entrar de nuevo a la casa.

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Unos minutos después de haber ingresado a su morada, Wangji volvió a entrar y se paró nerviosamente frente a él.

-¿Si?

-Yo...

-No pareces el tipo de persona que titubea ¿Pasa algo? ¿Te irás ya?

-¿Deseas que me vaya?

-¿No tienes que hacerlo? -cerró su libro y lo dejó sobre la mesa-

Sentándose al lado del zorro, más cerca que en la mañana, se atrevió y tomó la delgada mano entre las suyas.

-Deseo quedarme contigo

-¿Perdón? -abrió los ojos más, sorprendido-

-Estoy seguro que lo sabes, eres mi destinado y yo...

-Escucha -retiró su mano del agarre del Lan- no es necesario que te quedes solo porque tus instintos primarios te lo piden, eres completamente libre de irte y...

-No me quedo por eso -frunció levemente el ceño- no del todo, si soy sincero

-...

-Se por nuestra conexión que estamos destinados a estar, más allá de eso, admiro tu profundo amor al acoger a tus hijos cuando nadie más lo hizo y... Me gustas -respiró más lento- realmente me gustas y quiero llegar a amarte

-No puedo aceptar, lo siento -se puso de pie y se alejó unos pasos-

-¿Por qué no?

-Tengo cuatro cachorros que dependen de mi, que ya fueron dejados una vez, no les haré eso jamás -aseguró- y si te aceptara, se que desearás tener tus propios cachorros o los harás de lado a ellos por no...

-Detente por favor -pidió acercándose al huli jing, tomando una mejilla entre su mano- creo que no me di a entender correctamente

-¿Eh?

-Deseo quedarme a tu lado y con los cachorros

-¿De verdad?

-Mn, son adorables y tan... Inocentemente lindos -tomó la otra mejilla entre su otra mano, también- creo que los amo ya

-Probablemente ellos también te quieran ya -susurró viendo a los ojos ajenos-

-¿Es así? -acercó más sus rostros, hasta rozar sus labios-

-Si... No aceptan que nadie se les acerque tan fácilmente, huyen de las personas, por eso... Estamos apartados de la ciudad

-Mn, es así

-Si...

-Mejor para mi, los tendré solo para mí entonces

Jadeando sorprendido por la atrevida declaración, su boca se vio tomado por la ajena, fue desordenado y sucio, ambos carecían de experiencia, pero no faltó la devoción y el deseo en el beso. Soltando una mejilla, Wangji rodeó la pequeña cintura y acercó más sus cuerpos, introdujo su lengua en la boca ajena, haciendo gemir al oji-gris, devorando los labios apetitosos que tanto había ansiado probar desde el primer instante.

Abriendo más su boca para conseguir respirar, Lan Wangji le hizo inclinar su cabeza y hundió más profundamente su lengua, sintió sus pulmones arder, trató de girar el rostro y cortar el beso, pero la mano en su mejilla no se lo permitió. Con gruñidos y ronroneos el Lan siguió besándolo y mordiendo sus labios hasta hincharlos. Él mismo se noto en la lejanía de su mente en blanco, que también estaba ronroneando, sus colas enrollándose entre sí apretadas.

-¿Mamá? -escuchó una voz llamarle, confundida-

Corto el beso de golpe y giró a ver a A-Yuan de pie en la entrada, viéndolos confundido.

-Bebé -extendió una mano para llamarlo, una pequeña mano de enredó con la suya- ¿Y tus hermanos?

-Está jugando a las espadas afuera, yo me aburrí ¿Que estaban haciendo?

Suspirando, se agachó a la altura del pequeño.

-¿Por qué no llamas a tus hermanos antes, eh? Quiero contarles algo

-Mm... Bien

Girando sobre sus pies, el niño corrió a sus hermanos y los llamó, en pocos minutos los cuatro estaban frente a Wei Ying, viéndolo expectantes.

-¿Qué piensan sobre este Gege, quedándose con nosotros?

-¿Quedándose? -preguntó Wei Ling confundido-

-¿Para siempre? -se emocionó Jingyi-

-Mn, tal vez... Más adelante podríamos visitar mi hogar, pero deseo permanecer con ustedes y su mamá

-¿De verdad? -Zizhen lo vió con ilusión- ¿Y podremos llamarte papá?

-Eso no... -sin embargo, el Lan lo interrumpió-

-Nada me haría sentir más honrado y feliz

-Puede quedarse -dijo Wei Ling, evitando verlos, con las mejillas rojas-

-Bien -rió Wei Ying, feliz, deseando que todo funcionara, abrazando a sus cuatro cachorros-

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Pasaron cerca de una semana, tratando de acostumbrarse a su nuevo integrante, alguien que ahora los ayudaba con los quehaceres y la cocina, que también los mimaba y los estaba acostumbrando a hacer más viajes a la ciudad, para animarlos a salir de su caparazón, algo en lo que Wei Ying se había rendido después de que sus bebés llorarán pensando que los estaba dejando.

Con paciencia y amor, demostraron que no los estaban apartando y que la presencia de Lan Wangji no era símbolo de menos atención para ellos, sino más para todos.

¡Más arrumacos a la hora de dormir!

¡Más comida deliciosa nueva, típica de Gusu!

¡Ahora tenían un bonito zorro como mamá y un guapo jaguar como papá!

Mientras tanto, la relación entre Wei Ying y Lan Zhan avanzo a pasos agigantados. Wangji era un devorador de muestras de afecto, contrario a lo que parecía. Amaba simplemente tocar a su pareja, ya sea tomarlo de la mano, rozar sus mejillas, besarlo o simplemente apretar su cintura cuando se sentía especialmente posesivo.

En uno de esos viajes a la ciudad, casi un mes después, decidieron postrarse tres veces en un templo.

¡Que lo condenaran! ¡Seguro ese viejo Qiren lo asaria vivo al enterarse que se casó con su sobrino!

Porque si, se enteró que lugar ocupaba Wangji en la familia Lan principal. El segundo heredero ¿Eh?

Sin embargo no fue hasta después de casarse, que intentaron avanzar más allá de las caricias y los besos. No lo habían hecho porque les preocupara no estar casados, sino porque sus cachorros solían dormir con él, y cada vez que intentaba animarlos a usar sus propias camas en sus habitaciones, la casa se llenaba de llantos o sus bonitas caras pequeñas de adorables pucheros.

Esa noche, de alguna manera, el Lan los había convencido de darles privacidad por esa ocasión.

Los cuatro niños se fueron a sus propias camas y ellos cubrieron la habitación de talismanes silenciadores para evitar... Traumas.

Acostados desnudos en la cama, besandose profundamente, lleno de saliva y dientes, mecían sus caderas frotándose entre sí, disfrutando de las sensaciones.

Bajando sus besos a la barbilla, clavícula y cuello del oji-gris, Lan Zhan recordó ese deseo que había estado reprimiendo desde el primer día que se conocieron —con ambos despiertos—.

-Amor -besó su mejilla varias veces- ¿Puedo pedirte algo?

-Sabes que si -jadeó, rodando su cadera, buscando más fricción- lo que quieras

-Ese día... En el jardín, mientras alimentabas a nuestros hijos...

-Ajá... -gimió, escucharlo llamarlos sus hijos lo excitaba tanto-

-¿Me dejaras probarte también?

-¿Q-qué?

-¿No eres mío ahora? ¿Me dejaras tenerte de todas las formas que deseo?

-¿Quieres mi leche, mi amor? ¿Les quitarás alimento a los niños? -bromeó-

-Eres mi esposo -murmuró besando debajo de su oído, mordiendo la suave piel- todo tú me pertenece

-Dios... -jadeó amando la sucia plática, amaba lo diferente que lo trataba en la cama a como solía endulzarle el oído en su día a día-

Bajando entre besos húmedos y mordidas, llegó a su pecho, viendo los hermosos pezones rosados brillar con gotas de leche prendidas en la punta al pensar en amamantar a su esposo. Sin embargo, al mismo tiempo su entrada empezaba a lubricar.

Besando el pectoral con adoración, bajó lamiendo hasta tomar el arrugado botón entre sus labios y chupo con fuerza, de inmediato, el dulce fluido llenó su ansiosa boca. Con su otra mano, apretó al rededor para hacer salir más leche, siendo codicioso.

Arqueando la espalda, Wei Ying se sintió flotar, la sensación de alimentar a su esposo tan diferente a cuando lo hacía con sus hijos. Saber que también proveía a su pareja, hacia que ronroneara satisfecho.

Pronto, sintió dos dedos tantear su entrada húmeda, sin detener el trabajo de la boca sobre su pecho, acariciando empezó a dilatarlo con cuidado y deseo; poco a poco, fue introduciendo dedo a dedo hasta que estuvo apretando y succionando cuatro de ellos.

Para entonces, un pecho ya había sido ordeñado y su otro pezón era mordido y chupado con saña, recordándole levemente a su pequeño A-Ling.

-No tan duro -gimió abriendo más sus muslos, una mordida más dura fue su respuesta- mi amor, eso duele ¡Ah!

La cabeza de la dura polla de su marido estaba tanteando su borde, jugando con el. Tomando las torneadas piernas entre sus grandes manos, las alzó hasta hacerlas apretarse en su cintura, introduciéndose de golpe; cada vena y púa en la erección de su marido, la sintió centímetro a centímetro dentro de sí mismo.

Gritó arqueando la espalda, dividido entre el dolor y el placer.

Gruñendo, Wangji apretó un lechoso muslo entre su mano, sin importar que dejara marcas, y empujó más sus caderas, como su quisiera meterse más aún. Clavo sus colmillos en la parte superior del pezón —ahora rojo— y lamió gustoso la sangre que brotó de la herida.

Cuando su cadera retrocedió para sacar su erección, las púas rasparon sus paredes haciendo que sus ojos se pusieran en blanco y sus labios se abrieran en un maullido vergonzoso.

Lan Zhan empujó rudamente para introducirse de nuevo y las púas de carne se clavaron más en sus sensibles paredes.

-¡Oh mi Dios! -gimió llorando de placer, pues su marido había empezado a empujar sin control contra él, entrando y saliendo rudamente, sus orejas planas sobre su cabeza- ¡Ah! ¡Ah! ¡Dios, si!

-¿Te gusta, esposo?

-¡Si!

-¿A quien perteneces, Wei Ying?

-A ti ¡Solo a ti! ¡Ah!

Sin importar que la cabecera golpeara la pared por los fuertes embates, el oji-dorado siguió chupando y tragando la dulce leche que salía a chorros del excitado huli jing. La entrada que lo apretaba y succionaba se humedeció por el lubricante natural y algunas gotas de sangre que sus púas causaron. Sin embargo, no se detuvo ni un poco.

Sollozando, Wei Ying rasguño la espalda ajena con sus garras rojas y apretó más sus muslos contra la cintura del Lan, sus pezones se sentían tan usados y sensibles, pero a la vez tan bien, que lo tenía echando la cabeza hacia atrás, descubriendo su cuello de gacela al jaguar, quién sin dudarlo, mordió y clavó sus colmillos en la tierna piel haciendo que las orejas negras del zorro se contrajeran.

Rápidamente su piel se encontró llena de mordidas sangrantes y chupones morados. Sus pezones rojos seguían goteando, la leche mezclándose con algunas gotas de sangre de las mordidas que rodeaban sus pechos.

En algún momento, el Lan se sentó sobre sus talones y levantó una pierna ajena hasta posarla sobre su hombro, mordió el blanco muslo y chupó el lubricante que había escurrido.

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Después de tantas rondas, la garganta de Wei Ying se sentía al rojo vivo y su entrada se sentía excesivamente abierta, sin embargo, eso no los detuvo de seguir sumergiéndose en el placer. Sentado sobre la cabecera de la cama, con su huli jing montándolo descuidadamente, Wangji disfrutaba de ese húmedo calor que lo aprisionaba.

-No importa cuántas veces te llene, sigues tan apretado -jadeó, con la mirada perdida en donde se conectaban, con la obscena vista del borde hinchado y lamentable estirado por su gorda polla mientras la del oji-gris rebotaba con cada salto- eres perfecto...

-¡Ah! ¡Te amo! ¡Te adoro! -gimió sacudiendo sus caderas, sintiéndose cerca del clímax-

-Te amo -gimió tomando las caderas ajenas y haciéndolo saltar más sobre su polla, las púas carnosas raspando su interior, sus colas enredadas entre sí, hace mucho habían salido más de una, una de las razones por las que el Lan estaba tan frenético.

Cuando ambos llegaron a la cima, corriéndose abundantemente, Wei Ying siendo llenado del caliente semen y Lan Zhan con su vientre manchado de la venida de su esposo, sus cuerpos siguieron meciéndose entre sí entre contracciones y calosfríos, los brazos del oji-gris rodeando los anchos hombros ajenos mientras ronroneaban.

-¿Qué están haciendo? -escucharon una voz hablar-

Asustado, Wei Ying giró a ver a su A-Ling, de pie en el umbral de la puerta, viéndolos confundido- ¿Te está lastimando mamá?

-Oh Dios -jadeó, bajando del regazo ajeno, importándole poco la sangre y el semen que salió de él a borbotones- amor ¿Qué haces despierto aún? Es tarde -habló mientras los tapaba a ambos con las sábanas-

-Tuve una pesadilla y tengo hambre

-Oh bebé, hoy no podré alimentarte, tienes que dormir

-¿Hoy no? -hizo puchero, desanimado-

-Hoy no A-Ling

-¿Y por qué papá si? -preguntó cruzando sus bracitos sobre su pecho-

-Porque... Ah... Es... -¡¿Qué carajos digo?!-

-Porque Wei Ying no se siente bien y lo estoy ayudando a sentirse mejor

-Yo también quiero ayudar

-¿Por qué a mí? -lloró tapando su rostro enrojecido, con sus manos-

-Porque solo los esposos pueden hacerlo

-Entonces me casare con mamá -dijo determinado-

-No -gruñó sintiendo su parte felina estar poco contento con el comentario, sin embargo un pellizco de su esposo le calmo- quiero decir, no, solo puede haber un esposo, y ese soy yo

-Hm -bufó molesto- bien

-Hagamos algo ¿Si? -habló Wei Ying- ve a tu habitación, te iré a arropar en un momento ¿Bien?

-Bien

-Ese es mi bebé -rió nervioso viéndolo salir de la habitación- ¡No, que vergonzoso! -se dejó caer en el colchón con el rostro ardiendo-

-Ya sabemos que esperar en otra ocasión, solo hay que ser más cuidadosos

-Eres malo, ya estás pensando en otra ocasión

-Mn, deseo a mi esposo

-Cállate -rió girando de espaldas al Lan-

-Te amo -lo abrazó besando su hombro, lamiendo las gotas de sangre que manchaban la piel-

-Te amo también -murmuró, se giró y beso sus labios castamente para después levantarse, se puso una delgada bata de dormir roja y salió de la habitación-

Con una sonrisa leve y nerviosa, de dirigió a la habitación de sus hijos, se asomó lentamente y los vio a los tres dormidos menos a su pequeño A-Ling, que jugaba con sus manos contra la luz de la ventana. Mordiendo su hinchado labio inferior, entró despacio a la habitación se acercó a la cama del pequeño tigre.

-Hola~ -saludó sentándose a un lado del colchón-

-Mm... hola -ronroneó feliz- ¿Cantas para mi?

-Bien -arropando bien a su cachorro, empezó a tararear la canción que había compuesto para sus hijos-

Cuando los ojos del niño se cerraron, Wei Ying sonrió satisfecho y revisó a los otros tres pequeños, antes de salir de la habitación. Cuando regreso a su habitación, encontró a su esposo terminando de preparar un baño para ambos.

Realmente era feliz y se sentía completo.

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A la mañana siguiente, se aseguró de tomar su té de hierbas para evitar un embarazo mientras preparaba el desayuno junto a su esposo, al inicio Lan Zhan lo había visto poco contento con su bebida, pero rápidamente calmó sus instintos y entendió la razón. Con cuatro bebés en sus manos, no podrían darse el lujo de tener otro, más llorón y necesitado de más atención.

Eso y sus hijos ya eran lo suficientemente celosos con su nuevo integrante, como para agregar uno más.

Cuando los pequeños felinos se despertaron y se acercaron a desayunar, negó darles de comer de sí mismo esa ocasión, no quería que lo vieran lleno de marcas e hicieran preguntas que probablemente no podría responder.

Esos pucheros no estarían siempre en sus rostros ¿Verdad?

Esa vez, el Lan les pregunto si deseaban viajar a su hogar, en las altas montañas de Gusu Lan, Los Recesos de las Nubes. Aunque dudando al inicio, los cachorros aceptaron siempre que su cuidador viajará con ellos.

Tomando cada uno dos niños en sus espadas, se dirigieron al hogar de su esposo Lan.

Como se esperaba, Lan Qiren enloqueció cuando lo vió llegar junto a su sobrino favorito —que había estado muy ausente solo enviando correspondencia—.

-¡Tu! ¡Sedujiste a mi sobrino! ¡Zorro ligón!

-¡Oiga! -se quejó cruzando los brazos sobre su pecho- su sobrino fue el que pidió quedarse

-¡Imposible!

-Tío -le llamó tratando de calmarlo- estos son mis hijos -se hizo a un lado, mostrando a los cuatro niños que confundidos veían todo a su alrededor-

-¿Hijos? ¿Cuatro?

-Mn

-¿Cómo...? Estoy seguro que la última vez que te vi aquí no tenías hijos -reprendió al huli jing-

-Obvio no -habló burlón- eso fue hace décadas, estabas en la primavera de tu vida... ¡Ay! -esquivó el libro que el maestro llevaba en su brazo-

-¡Silencio! ¿De dónde sacaste a estos niños? ¿Los secuestraste?

-¡No! Me ofende que me creas capaz

-...

-Que grosero -murmuró-

-Mi mamá no nos secuestró -se quejó Wei Ling, haciendo un puchero inconforme con la cabra loca-

-¡Él nos salvó! -gritó Jingyi empezando a cotorrear sobre su valiente madre salvándolos a todos-

Pronto, los cuatro niños rodearon al anciano Lan, hablando sin parar sobre su vida y sus “aventuras” mientras Lan Qiren asentía y los veía como si recitaran las reglas, al mismo tiempo que los guiaba para adentrarse más.

-Se robo a mi hijos -se quejó- y ellos se dejaron secuestrar

-Estarán bien -aseguró abrazando a su esposo- ¿Conoces a mi tío?

-Sip -rió girando a verlo-

-¿Cómo? ¿Por qué no recuerdo verte?

-Oh querido -sonrió- fue hace años, tu tío era apenas un estudiante, uno muy gruñón por cierto

-¿Qué edad tienes? -susurró sorprendido-

-Muchos~ -ronroneó- ¿Te molesta?

-Para nada -suspiró viendo el puchero en los rojos labios tentadores-

-Bien ¿Me presentarás a tu hermano?

-Mn, vamos -tomando la delgada mano entre las suyas, lo guío más adentro de su hogar-

.
.
.
.
.

-¡No me muerdas! -se quejó cuando su pequeño A-Ling había mordido su cuello-

-¿Si papá puede por qué no yo? -se quejó volviendo a morderlo-

-¡Oye! Mocoso necio -apretó el rechoncho cachete entre sus dedos-

-¡No! -aullo- ¡Suéltame!

-Aguanta -rió levemente-

-Cuando terminen de jugar ¿Puedo comer yo?

-Ya les dije que por un tiempo no

Un coro descontento se escuchó por la casa, sentado frente a la chimenea, Lan Wangji río imperceptiblemente.

-¿Cuándo los vas a destetar completamente?

-Planeo empezar desde ahora, poco a poco, pero en este momento tus mordidas están muy frescas -se quejó, balanceándose de un lado a otro, arrullado a su tigre mimado que feliz mordía el hombro de su mamá sobre la ropa-

-Mn, no esperes una disculpa, querido

-Eres tan cruel con tu pobre esposo Er-Gege

-Mn

-No me hagas “mn”

-¿Me cargas ahora? -preguntó A-Yuan, antes de ser recogido por su padre-

Feliz, se acurrucó sobre el ancho pecho, ronroneando levemente. Sus otros cachorros estaban sentados junto a la chimenea dibujando en sus libros de dibujos con tinta especial para niños.

Sonriendo para sí mismo, viendo a su familia ser feliz, no podría pensar en ser más dichoso. Jamás pensó que tendría esto cuando simplemente recogió al primer niño. Sin embargo, no se arrepentía para nada.

Fin.

Nota: ¿Algo más que deseen ver de este fic? 😉

Chapter 2: Extra 1

Summary:

¿Cómo llegó Lan Zhan?

Notes:

✓ WangXian

✓ ¡Lactancia materna muy descrita en el fic! Si no es para ti, no lo leas.

✓ Historia inspirada en "Los Aristogatos" más no seguirá totalmente la trama de la película.

✓ Contenido Yaoi, BL, gay, Danmei +18 explícito, torceduras, fetiches, celos, amor, pasión, humor, leve dark Lan Zhan, sexo entre personas con rasgos animales (felinos)male lactancia materna y mamá Wei Ying. LEE ETIQUETAS.

✓ Si no te gusta, no leas.

Chapter Text

Gracias a las personas que votaron y comentaron en este fic 💙 este extra lo dedico a l@s que especificaron lo que querían leer de esta historia.

Lan Wangji, Lan Zhan, Han Guang-Jun según lo llaman por el ancho mundo del cultivo. Llevando la luz donde quiera que esté el caos y ayudando siempre que puede, libre de deseos banales y envidias mundanas.

Eso decían...

Un riguroso y firme ejemplo en vida del imponente muro de disciplina y sus reglas que tanto caracterizaba a su secta. El segundo jade Lan...

Completamente flechado por un simple vistazo de un hermoso y seductor huli jing.

Pero ¿Podían culparlo?

El hermoso ser oscuro encarnaba la imagen de la perfección y la seducción. Lo atraía como sirenas a los marineros.

Su largo cabello oscuro como la noche llegando a rozar la curva de ese redondo trasero, el flequillo cayendo por su frente. Ojos resplandecientes y sonrisa inigualable. Parecía tener la luna en sus ojos y el sol en sus labios.

Tío -pensó conmocionado- ¿Es esto lo que llaman la maldición Lan? ¿Cómo podría sobrevivir sin este hermoso ser, ahora qué sé que existe?

Completamente inconsciente del jaguar que lo observaba desde lejos, el espíritu zorro coqueteaba entre puestos del mercado de la ciudad, bromeando y regalando sus sonrisas como si no fueran tan valiosas.

Sonríeme a mí, pensó.

Lo observó por horas, completamente paralizado en medio del camino, ignorando a las personas que le pedían moverse, nada importándole más que apreciar al huli jing.

Al paso del tiempo, lo vió tomar camino hacia el bosque, lejos del resto de la civilización ¿Debería seguirlo?

Respirando hondo, para calmarse, trató de ordenar sus ideas y tomar una decisión prudente.

Terminó siguiendo al oji-gris.

Lo vio entrar en una cabaña, lo suficientemente grande para pensar que solo una persona viviera ahí —¿Tenía a alguien esperándolo acaso?—

Decidió que lo observaría y estudiaría antes de acercarse, temía cometer un error y alejarlo.

Y no, Wangji no lo estaba acosando, eso está prohibido en su secta, gracias.

Es una simple investigación de campo.

Al paso de una semanas, aprendió algunas cosas del zorro. Como que no salía mucho a la ciudad a no ser que fuera a comprar víveres o algo así, era muy cuidadoso con la seguridad que rodeaba la cabaña cuando no estaba y sobre todo... Habían cuatro cachorros con él.

Todos de diferentes razas.

¿Padres irresponsables que no se hicieron cargo? Que idiotas.

Nunca vio a otro adulto salir o entrar a la cabaña ¿Habría un pretendiente? ¿En la ciudad tal vez?

Ese pequeño huli jing lo tenía preocupado ¿Su padre estaba presente? ¿Tal vez el bello zorro oji-gris era el padre y la madre no salía de casa?

¿Debería acercarse?

Al final, tomó una decisión poco prudente.

Es decir, toparse con un simple ladrón cerca del pueblo, y dejar que te apuñalara “por accidente” no era lo que su secta y sus enseñanzas recomendaban. Niños, no lo hagan en casa.

Camino lentamente hacia la cabaña, era tarde, el sol habiéndose ocultado y el bosque oscureciendo. Cuando llegó a la cabaña, la perdida de sangre —que pudo frenar o bloquear con energía espiritual pero decidió no hacerlo— lo tenía mareado y cansado. Respirando profundo para calmar su alocado corazón, tocó la puerta y espero a que abrieran, sin embargo, lo último que pudo ver fue un borrón de túnicas negras con bordes rojos, después todo fue oscuro.

Cuando despertó, aparentemente muchas horas después pues el día estaba iluminado y húmedo por el rocío de la mañana. Se levantó y se notó limpio y curado. Tratando de no sonrojarse al imaginarse siendo tocado por el huli jing, se quitó su capa exterior manchada en sangre y salió de la habitación siguiendo el sonido que provenía de... ¿La cocina? ¿Cocinaba el amor de su vida?

Lo observó sentado en la mesa baja, ordenando varios asientos y cojines, el cabello recogido en un moño alto con la sensual nuca libre y debidamente vestido —recordó como al oji-gris le parecía gustar estar más... Libre en su atuendo día a día—.

Cuando lo notó parado en el umbral, le indico tomar asiento a su lado. Sin pensarlo mucho lo hizo y posteriormente se presentaron. Y cuando creía estar en las nubes al pasar tiempo con el lindo espíritu zorro, aparecieron los cuatro cachorros. Tan adorables y groseros.

Bien, es de felinos ser celosos y territoriales ¿Verdad? ¿No? Lo que sea, tendría que acostumbrarse o ganárselos.

-¿Cuando se irá? -preguntó el pequeño tigre, Wangji sintió una gota de sudor bajar por su nuca-

Disculpándose, Wei Wuxian ordenó a sus niños salir de la cabaña, minutos después se levantó y camino a la habitación de donde habían salido antes. Escuchó murmullos y leves risas, quería salir y verlos jugar, pero recordando como lo habían visto durante el desayuno, con mejillas infladas de comida y ojos fijos como si fuera el misterio más grande de sus vidas, dudó un poco.

Al final, terminó saliendo a verlos, eran adorables, lo aceptaba.

-¿Qué haces aquí? -preguntó el pequeño jaguar, su parecido con los descendientes Lan lo tenía confundido... Tal vez ...-

-Solo viendo... -observó a su alrededor, no sabiendo como hablar con un niño, nunca había convivido con niños ¡Ni siquiera cuando él mismo era uno!- las flores...

-¿Las flores? -preguntó confundido-, ladeando su cabecita- ¿Te gustan? ¡Mamá las plantó él mismo! No puedes arrancarlas

-¿Es así?

-Ajá, dice que si realmente las amas las cuidarás y sí las arrancas, solo es un gusto pasajero

-Vaya...

-¡Todas tienen nombres! -llegó corriendo el lindo lince-

-También tienen significado -comentó, recordando el libro que había leído al respecto en su biblioteca-

-¿De verdad? -preguntó el huli jing, que iba saliendo de la cabaña, acercándose a ellos- ¿Sabes cuáles son?

-Mn, puedo decírselos ¿Quieren?

-¡Si!

-Si quiero~

Pronto, se perdió en su charla con los cachorros, lo confirmaba, eran tan adorables.

Entendía porque su huli jing los había adoptado. Él también lo haría (y lo hará) si estuviera en su lugar.

Cuando notó que faltaban dos niños, levantó la vista y la dirigió a la entrada de la cabaña, entonces notó a los dos pequeños que felices se alimentaban de su protector.

Okey... Eso era adorable, tan adorable que incluso su polla se había animado.

Las reglas WangJi, las reglas.

Cuando Wei Ying levantó la vista y la conectó con la suya propia, observó con fascinación como sus mejillas se sonrojaban y desviaba rápidamente sus bellos ojos. Sin ser realmente consiente, sus orejas y cola estaban imitando los lindos movimientos de los cachorros, su ronroneo —que había dejado de oírse desde la muerte de su amada madre— se atoraba en su garganta, queriendo salir. Cuando Wei Ying se levantó del porche y entró a la cabaña, se aseguró de que los niños estuvieran entretenidos y lo siguió, ahora se sentía lo suficiente valiente como para confesarse.

Por supuesto, no iba a confesar que había estado observando al zorro durante días, ese secreto se lo llevaría a la tumba.

-Escucha -retiró su mano del agarre que tenía sobre él- no es necesario que te quedes solo porque tus instintos primarios te lo piden, eres completamente libre de irte y...

Su destinado... ¿Creía que estaba atraído por biología, naturaleza o algo así de estúpido?

Se apresuró a aclarar las cosas y puso sus cartas sobre la mesa. No podía perder esta oportunidad y alejar a su Wei Ying.

Al final, todo salió bien y pudo besar esos labios que tanto había deseado. Se aseguró de dejar una mordida en el esponjoso labio inferior para su deleite, muchas gracias.

Le preocupo un poco que los pequeños no lo aceptarán, más sin embargo, lo hicieron rápidamente (algo reticentes) armándose al fin de la familia que tanto tiempo deseó.

Tal vez ellos ya eran una familia antes de su llegada, pero para él, al fin se sentía completo.

Después de unos días viviendo juntos y saliendo a pasear al pueblo —con algunos inconvenientes como el miedo de los pequeños a alejarse de su zona de confort— Lan Wangji se enfrentó a otro desafío.

No devorar a su esposo frente a sus niños.

¡Es que era tan difícil! Su Wei Ying era tan sensual y se moría por comerlo. Pero sus hijos nunca estaban lejos de ellos así que no podían hacer nada, no importaba que tanto les pidiera tiempo a solas...

-No, mamá siempre duerme con nosotros -el tigre se cruzó de brazos molesto-

-¡Mamá! ¡Papá está echándonos de nuestra habitación! -gritó Jingyi-

-Yo no...

-¡Mándalo a dormir a la otra habitación como castigo!

Escuchó la risa de su esposo acercarse, una mano rodeo su propio brazo con coquetería y sonriendo cálidamente a sus hijos dijo.

-No los está echando, su papá solo quiere tiempo a solas, todos las parejas lo tienen a veces, pero si no se sienten cómodos con eso ahora, está bien amores, ya habrá tiempo ¿Si?

-Mn -dijo su pequeño A-Yuan, habiendo convivido tanto tiempo con él, algo se le había pegado-

-Tan lindos~ -arrulló su esposo, ignorante de la decepción que bordeaba al jaguar mayor-

-¿Lo mandaras a dormir a otra habitación? -preguntó Zizhen preocupado- pobrecito...

Su ceja estuvo a punto de tener un tic, estos mocosos...

Al final tuvo la dicha de poder disfrutar una... Increíble noche con su Wei Ying, exceptuando por supuesto, el incidente con el pequeño Ling —cof cof fisgón cof cof— y se aseguraría de repetir tan diariamente como se pudiera.

La vida era perfecta ¿Eh? Bueno, su vida lo era al menos.

Chapter 3: Extra 3

Summary:

Lan Wangji aprende a criar cachorros con ayuda de su esposo.

Notes:

✓ WangXian

✓ ¡Lactancia materna muy descrita en el fic! Si no es para ti, no lo leas.

✓ Historia inspirada en "Los Aristogatos" más no seguirá totalmente la trama de la película.

✓ Contenido Yaoi, BL, gay, Danmei +18 explícito, torceduras, fetiches, celos, amor, pasión, humor, leve dark Lan Zhan, sexo entre personas con rasgos animales (felinos)male lactancia materna y mamá Wei Ying. LEE ETIQUETAS.

✓ Si no te gusta, no leas.

Chapter Text

Lan Zhan al inicio creyó que sería fácil acoplarse a la vida de casado. Bueno, de pareja. Con hijos. Cuatro. Adoptados.

Bueno, el punto es que se equivocó ¿Bien? Pecó de ingenuo. Ver a su huli jing tan feliz y amoroso con sus hijos lo hizo ver tan... Fácil. ¿Qué tan difícil sería consentir y convivir día a día con cuatro pequeños niños?

Traumas.

¿Entienden? ¿No? No importa, él puede explicarlo.

Empecemos con que los cuatro cachorros son huérfanos, o bueno, lo eran antes de su amoroso A-Ying. Entonces tuvieron derivaciones como miedo a quedarse solos o a ser alejados de su fuerte, ese ser que les brindaba amor y seguridad.

Así que no estaba preparado para la reacción que los bebés tuvieron cuando dijo en voz alta ir al pueblo.

El pequeño jaguar echo la cabeza hacia atrás y lloró dramáticamente con las orejitas apegadas al cráneo, A-Ling se colgó de su túnica y la tironeó como si quisiera arrancarla enojado y triste, el pequeño lince y su bebé A-Yuan lloraron en silencio viendo con grandes ojos de cachorro a su querida mamá.

Okey... La mirada que Wei Ying le dio no fue agradable. Se sintió como perrito pateado y regañado. ¿Qué hizo mal?

-No, mis amores -susurró agachándose para recibirlos a todos entre sus elegantes brazos- no los vamos a dejar ¿Si? No tienen que ir si no quieren, todos estamos quedándonos en casa ¿Eh?

-Pero Wei Ying...

-Sh... -con un chitón lo silenció- esta loquito, no hagan caso

Suspirando, Lan Wangji se resignó, más no se dio por vencido. A los pocos días decidió volver a tomar el tema, está vez solo con Wei Ying presente mientras cocinaban el desayuno que sus hijos durmientes comerían.

-¿Han ido a la ciudad? -preguntó, haciendo bolitas de carne con sus manos-

-Una vez -contestó cortando fruta en cuadrados perfectos- pero no salió bien

-¿No lo hizo?

-Mm... No -tarareó- empezaron a llorar y se asustaron de cualquier persona que se acercó a ellos

-¿Lo volviste a intentar?

-No, no quería someterlos a ese sufrimiento innecesario

-No es innecesario

-Lo es, lo es si pueden quedarse aquí mientras yo voy a la ciudad por provisiones

-No sabrán relacionarse con la gente -vaya que él sabía de esto y como les afectaría en su desarrollo- serán inadaptados socialmente

-Lan Zhan -se quejó dejando de mover sus delgadas manos, posándolas sobre la mesa de cocina- ¿Por qué el repentino interés? Yo sé lo que es mejor para mis hijos, e ir a la ciudad no lo es

-Sabes que en algún momento tendrán que hacerlo, no puedes tenerlos aquí para siempre, no estarás siempre para protegerlos... -fue interrumpido bruscamente-

-¿Y por qué no? ¿Qué podría ser más importante para mí que ellos?

-No quise...

-Si solo estás buscando la manera de separarnos, puedes retirarte por esa puerta -señaló en dirección a la entrada, acortando la respiración del Lan- mis hijos no necesitan de un extraño que intente alejarnos

-¡Wei Ying!

-¡¿Estoy equivocado?! Te advertí de esto Lan Wangji -gruñó cruzando sus brazos sobre su pecho, haciendo que la bata de dormir se abriera un poco- no puedes hacerlos a un lado y esperar que yo...

-No es... Yo no... -suspirando estresado, se calló unos segundos y ordenó sus ideas- no es lo que quería dar a entender

-¿No lo es? -entrecerró sus ojos plateados-

-No, son tus hijos tanto como míos, o espero que lo sean -murmuró lo último- y quiero su bienestar sobre cualquier cosa

-¿Entonces por qué...

-Porque yo fui un inadaptado Wei Ying -tomó las manos ajenas entre las suyas y las guió a sus labios para besar sus nudillos- y hubiera agradecido como no tienes idea, que alguien me guiara correctamente de pequeño

-Lan Zhan... -susurró conmovido, tomando las mejillas blancas entre sus manos, acariciando con su pulgar- perdoname, no tenía idea...

-Está bien -se inclinó un poco y lo besó en los labios lentamente- entiendo que quieras protegerlos, al igual que yo

-No sé cómo guiarlos entonces -murmuró- no sé más que ceder y apapacharlos hasta hacerlos sentir mejor dentro de esta cabaña

-Lo solucionaremos juntos -lo volvió a besar en los labios- como pareja, como sus padres

-Como sus padres -contestó feliz y sintiendo sus mejillas sonrojarse- te amo ¿Lo sabías?

-Mn, te amo...

-Yo también quiero besos -habló un pequeño A-Zhen con los ojos nublados por el sueño y las mejillas rojas por la demostración de afecto de los adultos-

-¡Yo tambien! ¡Yo tambien! -alzó la manita, Jingyi, emocionado-

-Alguien tiene mucha energía desde temprano ¿Eh? Vamos a comer

Los guío a la mesa y una vez sentados los llenó de besos.

Al final Lan Zhan descubrió que los bebés no eran los únicos con problemas de separación. Aparentemente, su Wei Ying, era algo sobreprotector. ¿Instinto materno? ¿O algo de felinos?

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Cuando solucionaron ese problema y lograron llevar a sus hijos a la ciudad más cercana (aún llorando) lograron distraerlos con helado y juguetes, al final, cuando mencionaban ir a la ciudad o salir de casa y su villa, para los cachorros no era más un martirio sino un motivo de alegría. Después de todo, irían con sus padres. Tal vez más adelante decidan pasar unos días en su secta.

Pero los... Traumas no acabaron allí. Sus pequeños eran cachorros alegres y animados, uno más mañoso que otro —Wei Ling— pero sabían disfrutar de las pequeñas cosas de su vida como admirar simples flores hasta sentarse juntos en el tejado de su casa y ver al cielo, sabían ser hermanos y sobre todo, ser simplemente niños.

Lastimosamente con ello vienen los temores. Como la vez que descubrieron que Jin Ling tenía un horrible pavor a ver a alguien dormir profundamente.

Todo pasó cuando Wei Ying y él habían... Ya saben... Consumado su amor por quinta o sexta vez... Algo así, el punto es que naturalmente, su A-Xian estaba cansado y se quedó profundamente desma...dormido.

Lan Wangji estaba en la cocina preparando el desayuno solo ya que no quería molestar a su esposo, así que levantó a los pequeños y les pidió ir a la mesa, sin embargo, mientras servía la comida escuchó el grito que lo alertó.

-¡Mamá! ¡Despierta! ¡Mami!

Corriendo asustado, Lan Zhan llegó a la habitación que compartían para cerciorarse que todo estuviera bien, ordenándoles de pasada a los otros pequeños, que lo veían asustados, que no se movieran.

Al llegar, lo único que encontró era a su Wei Ying profundamente dormido —con ese sueño pesado que ni un derrumbe lograría despertarlo— y a un lloroso Wei Ling abrazado a su torso.

Okey... ¿Qué procede?

No sabía cómo consolar a un niño, su esposo era mejor en eso. Sin embargo, no podía dejar a su hijo así de desconsolado.

-A-Ling -Llamó acercándose, el bebé levantó sus orejitas y giró a verlo preocupado y ansioso- mamá está bien, solo está cansado

-Pero no me escucha, siempre me escucha

-Lo sé, despertará más tarde, solo está durmiendo

E intento cargarlo en brazos, más el pequeño gritó y se aferró al cuerpo de su cuidador mientras pataleaba asustado. De alguna manera, el Wei Wuxian que podría dormir en un incendio y no preocuparle nada, despertó de golpe y buscó con la mirada al cachorro que lloraba, tomándolo en brazos de inmediato.

-¿Amor? ¿Que pasó? ¿Por qué lloras, eh? -murmuró besando la frente del bebé varias veces-

-¡No despertabas, no quiero estar solo otra vez...! -lloró con hipo-

-Ow... Mi bebé -arrulló sintiendo sus ojos aguarse al recordar como encontró al cachorro, abandonado aferrado a los cadáveres de sus padres- mi valiente Ling

-Mamá... -lloró-

Asustados, los otros cachorros corrieron a los brazos de su madre, sorprendiendo al Lan que no se había dado cuenta que lo habían desobedecido.

-Mis bebés -arrulló amoroso a los cachorros que lloraban animados por el dolor de su hermano- no los voy a dejar, nunca, mami lo siente, no pasará otra vez

Levantando la vista, observó el rostro lleno de ternura y preocupación del Lan, que los veía no sabiendo si unirse al abrazo o seguir viéndolos con adoración.

Extendiendo su mano, Wei Ying lo acercó de un tirón y los seis se fundieron en un fuerte abrazo.

-Papá tampoco nos va a dejar ¿Verdad? -preguntó Wei Ying, viéndolo con amor-

-Nunca

-Nunca -murmuró A-Yuan, enterrando su carita en el pecho del jaguar, mientras su colita se movía de un lado a otro feliz, las colas de sus padres unidad y enrolladas-

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Muy pocas cosas solían molestar a Lan Wangji, realmente pocas. Como que coqueteen con su esposo, que sus hijos interrumpan su todos los días o que algún idiota pusiera en duda que son sus hijos.

Estaban en el mercado de la ciudad, su esposo regateando con el vendedor de verduras, mientras sus tres hijos se aferraban a su túnica viendo a su alrededor con curiosidad y emoción mientras Zizhen era cargado por su papá Lan.

Estaban todos tranquilos y felices disfrutando de una linda tarde en familia cuando el incidente ocurrió.

Su Jingyi se había alejado unos pasos de ellos, todavía en su mira, cuando observó un puesto de juguetes cerca, emocionado se acercó a ver los sonajeros cuando el dueño del local lo notó.

-¡Fuera! ¡Fuera mocoso hambriento! ¡Aquí no hay limosnas!

-Pero yo no...

-¡Que te vayas! Espantas a mis clientes

-Señor, creo que ha habido una confusión -se acercó rápidamente Wei Ying, siempre con su sexto sentido materno alerta-

-Joven maestro, lamento el inconveniente, este callejero no lo molestará...

-No, señor, él...

-¡No soy callejero! -protestó molesto- ¡Mi mamá y mi papá...

-¡Tu mamá y tu papá no son reales huérfano! ¡A leguas noto tus fachas! -el infante vio sus túnicas ofendido, estaban llenas de tierra porque se había caído camino al pueblo por desobedecer a sus padres cuando le dijeron que no corriera solo- ¡¿No te habrán abandonado por ahí?!

-¡Oiga! ¡Suficiente! -gritó Wuxian molesto, habiendo escuchado el jadeó que su pequeño había dado y el gruñido que Lan Zhan había dejado salir- es un niño, es mi hijo y está siendo grosero

-¿Su hijo? -cuestionó viendo las orejas y cola blanca del menor, para después ver las orejas y colas negras y esponjadas del huli jing, alzando una ceja cuestionando la diferencia de especies- si, claro...

-¡Oígame usted, patán!

Se acercó dispuesto a golpear la gorda nariz del hombre, cuando Lan Zhan lo tomó de la cintura y lo puso detrás de él fácilmente ignorando sus quejas. Dando un paso delante, Wangji habló.

-Es nuestro hijo, tanto como lo son el resto de ellos -señaló a los tres cachorros que los veían no sabiendo bien que pasaba, solo que al parecer ese señor hizo llorar a Jingyi que moqueaba e hipaba en los brazos de su mamá- y si obtiene gratificación al hacerle daño a un ser inocente, está por debajo de delincuentes y ladrones, prefiriendo lastimar a un niño que jamás le ha hecho nada más que brindarle una inocente sonrisa, que corazón tan podrido... -y sin decir más, se dio la vuelta, acarreando a sus hijos y guiando a su esposo con hijo en brazos lejos del puesto del desagradable hombre, que era juzgado con miradas y susurros del resto de la gente en el mercado-

Cuando se apartaron lo suficiente de toda la gente y del bullicio de la ciudad, en el camino retorno a su casa, Wei Ying bajo a su Jingyi al suelo aún ante las negativas de este, aferrándose al cuello de su túnica exterior.

-Mi amor, está bien, no me estoy llendo -se incó frente al menor y tomó las rojas mejillas húmedas entre sus manos con ternura, sintiendo sus ojos arder, ver llorar a su hijo lo hería profundamente-

-¡Me dejaron! -lloró desconsolado- ¡No me querían!

-No, no cielo... -intentó volver a abrazarlo, pero el cachorro de jaguar lo alejó con sus manitas- baobei...

-¡No me querían! ¡Me vas a dejar! ¡Tu y papá me van a dejar!

-A-Ji -lloró no sabiendo como consolarlo-

El jaguar siempre estaba riendo o jugando, incluso cuando lo acababa de adoptar apenas lloro, habiendo estado tanto tiempo solo en el bosque acostumbrado a estar sin un adulto cerca, agradecido de tener a su mamá, no lloró, no quería que lo devolviera porque era una molesta. Hasta que entendió que estaban quedándose todos juntos permanentemente.

Agrandar a su familia con más hermanitos solo lo había alegrado. Más familia, más amor.

Ahora, ese horrible hombre había destrozado su corazoncito y sus ilusiones.

Y Wei Ying quería matarlo solo por hacer llorar a su bebé. Aún pensando que hacer, giró a ver a Lan Zhan buscando ayuda. Y su maravilloso esposo supo brindarla.

Pareciendo extraviado en el preceder, Wangji respiro hondo y se arrodilló a un lado de su esposo, sus hijos los veían entre lágrimas confundidos, no entendían que pasaba pero ver llorar a su hermano —que siempre estaba feliz— los hacia llorar.

Tomando la mano de su hijo entre las suyas más grandes, la llevo a sus labios y la besó varias veces, haciendo ruidos de besos para calmar el llanto de su hijo.

-Te amamos, tu mamá y yo te amamos mucho

-¿No... M-me van a de-dejar...? -preguntó entre lágrimas-

-Nunca -dijeron ambos al mismo tiempo, sin ningún tono de duda en su voz-

-Tus hermanos y nosotros te amamos demasiado como para dejarte ir -bromeó Wei Ying, atrayendo a su hijo a sus brazos que, esta vez dejó de buena gana, enterrando su rostro entre la ropa de su bonita mamá- no tienes escapatoria ¿Eh?

-Los amo también -murmuró, siendo abrazado por sus hermanos y su papá cubriéndolos al final, queriendo protegerlos de todos los males-

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O como el miedo y la confusión que lo invadió la primera vez que Wei Yuan hizo un berrinche a su Wei Ying. Si, A-Yuan.

Fue cuando acababa de llegar a la familia Wei y decidió quedarse, todo inició cuando su esposo estaba horneando galletas para después de cenar, sin embargo A-Yuan, que acababa de despertarse de su siesta de la tarde al ser enfermizo, vio las galletas en la mesa y pidió comerlas.

-No mi cielo, son para después

Wangji escuchó que respondió, siempre amable y con una sonrisa en sus rojos labios, mientras seguía batiendo con una paleta la mezcla. A-Yuan hizo un puchero e infló sus mejillas antes de sacudir su pequeño cuerpo irritado.

-Pero quiero una... Tengo hambre...

-Ya estará la cena, si comes antes te dará hambre en la madrugada

-¡Mamá! -lloró- ¡Solo una!

-A-Yuan -regañó por alzar la voz- compórtate ¿Qué dirá Lan Zhan si te ve hacer berrinche?

-A mi no me mo...

-¡No me importa! ¡Quiero una!

Y empezó a llorar.

Lan Wangji lo vió confundido. De pronto rompió en lágrimas. Como si las estuviera reteniendo, escuchó a Wei Ying suspirar cansado pero no hacerle caso, desde donde estaba, Lan Zhan vio a Wei Yuan brincar en sus piecitos desesperado mientras lloraba, cerca de la mesa de cocina, más específicamente, de la esquina de la mesa.

-Te vas a lastimar, amor

Pero el cachorro lo ignoro, sus hermanos, que estaban en la sala tirados en el suelo pintando o jugando con pequeños cubos de madera pintados con letras y números, lo veían confundidos —a excepción de A-Ling que rodó los ojos—.

-A-Yuan... -Llamó en advertencia-

Pero no hizo caso, y no es que Wei Wuxian fuera adivino pero ocurrió justo lo que dijo, y A-Yuan se golpeó la cabeza contra la esquina de la mesa, aunque el golpe fue algo duro por sus brincos desesperados, no fue grabe, pero todavía asustó al cachorro huji jing.

Se detuvo unos segundos, procesando el dolor, para después dejarse caer al suelo a llorar más fuerte. Lan Zhan estaba cuestionándose sus decisiones en la vida.

Suspirando, hastiado, Wei Ying respiro hondo y se calmo. Su enojo era suyo y no de su hijo. Se acercó a su hijo e intento levantarlo del suelo, pero el pequeño de tres años se retorció y lloró más fuerte.

-Wei Ying -Llamó asustado- ¿Es normal que este tan... Rojo?

-Lamentablemente -respondió frunciendo la nariz, evitando los manotazos que su hijo daba en su desesperación, sin intenciones de golpear a su mamá-

Lo cargo y se sentó a un lado de Lan Zhan con el bebé en su regazo, a una pequeña distancia para que no lo golpeara accidentalmente.

-¿Por qué lo hace? -preguntó viendo al bebé hacer berrinche ¿Quería molestar a su mamá? -

-Hoy en la mañana despertó con la nariz congestionada, eso lo irrita, pasa mucho porque su constitución es débil así que... Enferma ¡Au! -se quejó al recibir un pequeño golpe en la mandíbula- Sh... Amor, está bien, está bien...

Se balanceo levemente, ignorando la mirada confundida del Lan, meció su cuerpo para intentar calmar al huli jing, pero este siguió llorando, después alentó su respiración, haciéndola más fuerte para que el bebé lo escuchara.

Poco a poco se fue calmando, hasta estar hipando, ya no se retorcía ni hacia por soltarse. Lan Zhan estaba maravillado por la habilidad de calmar al niño que creyó mejor portado y por la paciencia que Wei Ying tuvo.

-¿Es normal que haga esto? ¿Lo hace para molestarte? -preguntó sin malas intenciones, simplemente no entendía-

-Por supuesto que no -declaró riendo, manteniendo su respiración estable, intento rodearlo con sus brazos pero el pequeño se altero, así que lo soltó de inmediato y siguió meciéndose- no lo hace para hacerme pasar un mal momento, lo hace porque él está pasando un mal momento, es pequeño y no sabe exteriorizar que se siente mal, no sabe lidiar con malas emociones

-¿Y lo dejas llorar?

-Ajá, así aprende que está bien exteriorizar que se siente mal, aprende a... -empezó a acariciar el cabello del cachorro lentamente, y afortunadamente este no hizo nada por detenerlo- si lo regaño por llorar cuando no sabe que más hacer, solo estoy confundiéndolo, es un bebé, no aún adulto

-Yo... No entiendo -susurró sorprendido, ser padre de un niño era más que darle de comer y jugar-

-Es parte de su educación emocional amor -rió levemente- así aprende a lidiar con malos sentimientos y a confiar en que puede decírmelo a mi y no lo reñiré por eso

-Entiendo...

-Se que tal vez... Sea molesto para ti -rodeo con sus brazos el cuerpo adormecido del pequeño, que con la nariz y las mejillas rojas, había caído presa del sueño de nuevo- entiendo si...

-No, esto no me hace arrepentirme de nada -posó su mano en la mejilla de su novio- solo me hace admirarte más

-¿Es así? -sonrió sintiendo sus oídos arder-

-Mn, si alguien me hubiera apoyado de esa manera desde niño, tal vez sabría expresarme mejor y hubiera descubierto desde joven que... Está bien sentirme mal aveces

-Oh... Lo siento mucho, no tenía idea...

-No me malinterpretes, amo a mi tío y agradezco que me haya cuidado, sin embargo, hubo... Tropiezos

-Te entiendo, yo... Crecí brincando en familia a familia, ninguna me entendía a mí o mi naturaleza, me hacían sentir mal por alguna actitud “negativa” la llamaban ellos, también me hubiera gustado que me hubieran enseñado mejor, pero soy feliz sabiendo que tengo la oportunidad de hacerlo con cuatro pequeños que dependen de mi para crecer como una persona funcional -bromeó golpeando su hombro contra el contrario suavemente-

-Te amo -murmuró encantado, besando la frente de su novio y de su cachorro-

-Y yo a ti, Lan Zhan

Aveces... Las personas confunden el maravilloso trabajo de ser madre o padre con fácil. No entienden que no solo están jugando a la familia, están a cargo de guiar a un ser vivo que depende completamente de ti para crecer y desarrollarse. Necesita más que comida y techo. Amor, necesita amor, entendimiento y responsabilidad, respeto por el espacio personal desde pequeño como lo hizo su Wei Ying y sobre todo, que entiendan que no están creando otro tú, no se trata de “a mi me criaron así” sino de mejorar para ayudar a un ser con ideas y sentimientos propios.

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Con Zizhen, su experiencia más sorprendente aprendiendo a ser padre fue ser llamado así por primera vez.

Estaba en el porche de su casa, su novio estaba acostado con la cabeza en su regazo, durmiendo tranquilamente. Los niños jugaban en el jardín con una pelota, entre risas y alegres gritos.

De pronto, el pequeño lince corrió hacia él y se dejó caer a su lado, con sus bracitos rodeando su torso.

-¡Papá! ¡Papá! ¿Me viste? ¡Corrí rápido! ¿Verdad?

-...

Wangji estaba en shock. Su corazón aleteando feliz y emocionado. Estaba tan perdido en su sentir que ignoro la pregunta del pequeño.

-¿Papá? ¿Te molesta que te diga así? -preguntó con un puchero, sus ojos cristalizándose-

-¡No! -se aclaró la garganta para recomponerse- no, no me molesta A-Zhen -y sintiendo sus labios curvarse levemente, no pudo evitar sonreír- de hecho, me alegra, llámame como quieras pequeño

Sonriendo grande, Zizhen volvió a abrazarlo y volvió a correr a jugar con sus hermanos.

Lan Zhan los vio jugar y reír con el sol detrás de ellos, pareciendo que tuvieran un aura dorada, después giró a ver a su amor y vio las mejillas sonrojadas, las largas pestañas y la respiración suave. Volvió a sonreír suavemente, tomó su mano con la suya propia y siguió viendo jugar a sus hijos.

Sus hijos.

Tenía mucho que aprender y por suerte, tenía a un excelente guía. Su Wei Ying.