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Si Vhagar estaba en el castillo solo se podía significar una cosa, su tío, Aemond también se encontraba ahí, habían pasados 2 años desde que su tío se había presentado como alfa haciéndolo aún más aterrador de lo que ya lo había sido, y volviéndolo más peligroso.
Con la garganta seca echa un nudo se adentró hasta quedar enfrente del trono de lord Borros, que se asemejaba a un trono de piedra.
-Príncipe Lucerys- lo llamo Lord Borros, un Alpha de cabellos oscuros y terrible presencia, parecía más un cazador que un señor -Bienvenido a mi casa- dijo mientras sonreía altaneramente- hoy ha sido un día grandioso, 2 reyes en vez de uno, me han dicho, ¡ y ambos han enviado a sus mensajeros¡.-se burló – si hubiese un tercer rey, pudiese casar a todas mis hijas- dijo señalándolas con un ademan , las 3 muchachas ni se inmutaron, al parecer acostumbradas a su padre, vestían los colores de omega de la casa Baratheon, según las leyendas los omegas de la casa Baratheon desprendían una fragancia pelicular parecida al vino, sin embargo, para Lucerys que aún no cumplía los 15 años y por ende no se había presentado le era imposible el detectarla.
-Lord Borros e traído un mensaje de mi madre, la reina- logre decir sin tartamudear, manteniendo el con tacto visual con Lord Borros.
-Bien, pero antes dime, joven príncipe, ¿con cual de mis hijas deseas casarte? - pregunto Lord Borros- tengo alfas y omegas, muchacho, escoge a quien gustes.
-Estoy comprometido- contesto cortante- independientemente si me presento como Alpha u omega, no soy elegible como consorte- proseguí, sintiendo la pesada mirada penetrante su tío en la piel…
- El rey me ofreció dragones, hombre y herederos de cabellos dorados y tu ni siquiera te has manifestado- bramo furioso- ve con tu madre y dile que no soy un sabueso al que le pueda Silbar.
Ante la negativa de Lord Borros, y consciente del rencor que le guardaba su tío por haberle arrebatado un ojo, decidió salir volando de inmediato hacia Dragonstone.
……………
Salió apresurado al escuchar el rugido de Vhagar a sus espaldas. Intento mantener la calma para que su dragón no se desesperara, pero incluso así, sabia que probablemente este sería su ultimo día con vida.
Para el colmo había una tormenta terrible, la cual no le permitía ver bien, la piel de su dragón se sentía helada contra la suya.
Por un momento pareció que había perdido a su tío y a su temible dragón Vhagar.
"Aterriza Arrax", le dijo a su dragón en Valiryio
Al no ver a su tío ni a su dragón, decidió esconderse en una cueva y esperar hasta que la tormenta pasara para luego regresar con su madre a casa.
- ¡No pensé que fueras un cobarde ¡-retumbo el eco de la voz de su tío- Lord Strong- se mofo
Acaricio a Arrax en sus escamas favoritas e intentó mantenerlo calmado, sin embargo, Él y su dragón era uno mismo y ambos sentían que la muerte los acechaba.
Vete a Arrax-Le susurré a mi dragón apenas mis pies tocaron el piso- Necesito que vueles A Dragon Stone, Necesito que…Te salves. -Le supliqué- Necesito que protejas a mi madre.
Pude sentir como Arrax se negaba a dejarme. Él sabía que mi voluntad, que mi último deseo, que lo único que yo quería en esta vida era proteger a mi madre.
Sentí como el vínculo se estrechó. Finalmente, Arrax me hizo caso y salió volando, Nos vimos a los ojos por última vez. Cerré los ojos y recé a los antiguos dioses para que vieran mi alma.
Aunque la cueva estaba increíblemente oscura. Pude ver el resplandor del ojo Azul de mi tío que brillaba intensamente mientras él se acercaba hacia mí.
- Vhagar no dejara que tu dragón escape-Coloco su espada contra mi cuello. - ¿crees que tu mama vendrá a salvarte? Dime ¡bastardo ¡
-Si lo vas a hacer, hazlo de una vez, tío. -Contestó el pequeño Lucerys. - ¿quieres mi ojo? ¿quieres mis ojos? ¡Toma mi vida y acaba de una vez con esto!
Oh no, Aemond deseaba más que eso, Sonaba tentador, sí. Sin embargo, el deseaba humillarlo. Destrozarlo y acabar con él.
-Estas desesperado por tener aun mas bastardos, que ya te has comprometido incluso antes de tu presentación. Dime bastardo. ¿Qué piensas hacer? Si te presentas como un alfa, al igual que tu prima.
-Eso no te incumbe- contesto el joven príncipe Intentando contener las lágrimas que le picaban los. - Si quieres mi ojo agárralo si quieres mi vida también. Pero ya acaba con esto.
-si tanto quieres ser un dragón, un Targaryen, hoy te hare sentir como uno, Lord Strong- siseo su tío
En ese momento el frio metal de la espada de Aemond fue remplazado por sus cálidos y hambrientos besos que recorrían el cuello del joven príncipe, el cual intento zafarse del ataque, pero en el momento en el que Aemond jugo con sus glándulas todo estaba perdida.
Lucerys un joven príncipe siempre bajo el regazo de su madre, atesorado y mimado, jamás había sabido lo que era el placer ni siquiera había pensado en ello, y por un instante nada le importo, lo podían llamar un bastardo todo lo que quisieran, pero la sangre Targeryan recorría sus venas después de todo.
Nada importaba ya, este seria el fin del príncipe Lucerys, Sin dudarlo se estiro lo suficiente como para capturar los labios de su tío e inexpertamente comienzo a devorarlos, era un dragón después de todo, y en este momento su sangre ardía por Aemond.
Omega, Alpha en este momento poco le importaba.
Se separaron cuando sus pulmones se lo exigieron, sin palabras, una mirada fue más que suficiente, ambos sabían lo que estaba pasando, la sangre de dragón había empezado a arder.
Con las manos temblorosas y frías, el cuerpo ligero como el de una pluma, Luke sentía el peso de de sus ropa que en estos momentos eran lo único que lo detenían de incendiarse, Aemond lo recorrió con la mirada de arriba a abajo con una expresión indescriptible, no era odio, no era deseo más bien una combinación obscena, sádica y burlesca de los dos.
-Ni siquiera voy a preguntar si has hecho esto antes- se burlo su tío- Te enseñare- Dijo antes de introducir su mano derecha en los pantalones del joven amante.
Para Lucerys la sensación era extraña, la devoradora mirada de su tío sobre el lo estremecía, Aemond empezó a mover su mano de arriba abajo sobre el eje de Luke, la mano haciendo paradas ocasionales en la punta del miembro de Luke, haciendo a este gemir de placer, experimentando un mundo completamente nuevo.
Cuando Luke sintió que su mundo estaba a punto de explotar, Aemond se detuvo- No importa si terminas siendo Alpha o beta, Hoy serás mío- sentencia su tío
Segundos antes de posicionar a Luke sobre su estomago y recorrer con su lengua caliente desde el cuello hasta la abertura del menor, en donde esta empezó a danzar y jugar como si no hubiera mayor placer en este mundo.
Era una sensación extraña, caliente, húmeda y un poco repulsiva, pero no paso mucho tiempo antes de que Luke se acostumbrara a ella, su pene se había vuelto a endurecer, deseoso lo rodeo con su mano izquierda e imito torpemente los movimientos de Aemond- No te atrevas a detenerte- le ordeno a su tío sin embargo este lo hizo.
- No tan rápido, Lord Strong, hoy te enseñare lo que un verdadero dragón puede hacer- dijo antes de posicionarlo frente a frente - Lucerys-dijo mirándolo a los ojos, antes de tomar su proprio miembro erguido y rosar el vientre de Lucerys con este-Lord s…hoy por primera vez en tu vida vas a sentir lo que es un verdadero Targaryen.