Chapter 1: Acto I: 1990
Summary:
❝ En algún rincón de la biblioteca familiar el pequeño Hartley Deneb Black-Potter de 9 años disfruto de su soledad, rodeado de libros del grosor de su delgado brazo, tomando leche de chocolate durante el invierno de 1989. Su padre, Arturus Black debía de asistir a una fiesta política en París, y por su temprana edad no tenía permitido asistir.
Cuando se quedaba solo en la inmensa mansión la biblioteca familiar era un lugar seguro al que podía ir a sumergirse en un mundo nuevo, alejado de todas sus responsabilidades de heredero. Y de todas las presiones de su padre para que sea perfecto.❞
Chapter Text
La primera vez que Hartley vivió como adulto fue con 7 años.
Su vida era, hasta cierto punto, pacífica. Constaba de atención durante todo el día, profesores de alta gama y riquezas hasta por los codos. Podría ser perfecto de no ser por la notable falta de algo en ella.
Su padre.
Arturus Black era un hombre frío y distante con todos, muros tan altos que parecían no tener final separaban al hombre del mundo. Incluido de su propio hijo, su relación era definida en su totalidad por una sola palabra, inexistente.
Eran contadas las veces que el niño de 7 años veia al hombre y todas fueron durante los bailes de familias poderosas a los que debían asistir y, por lo tanto, ver al hombre mayor. Cuando era más pequeño trato de forzar una relación entre ellos, trato de hablar con el Black luego de los bailes, tratar de tener un desayuno o cena. Sus intentos no dieron resultados así que abandonó la idea de tener una relación con su padre más haya de fiestas.
La soledad podía ser algo demasiado incluso para los adultos, para un niño era un concepto difícil de entender pero se volvió presente en su vida de forma inconsciente, los elfos domésticos y sus maestros particulares fueron la única compañía que tuvo en su infancia. Hartley se volvió hermano de la soledad con rapidez, llegó a encontrar un sentimiento casi cálido en ella.
Era la única compañía que tenía entre los gelidos pasillos de mansión Black.
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La piedra debajo de la crujía con cada uno de sus pasos, su túnica negra balanceándose con el viento que desordeno aún más su indomable cabello. Se detuvo frente a una puerta de madera oscura, la parvada de cuervos tallada en la madera burlándose de él con sus aleteos. Su magia hormigueo en sus manos, luchando por ser liberada de su prisión.
Inhaló y exhaló, ocultando se magia, antes de golpear la madera. La superficie se abrió, dejandolo entra a la habitación. Las paredes tapizadas con un simple papel oscuro, decoraciones de plata por todos lados, en el centro un escritorio destacaba cubierto en material de oficina, el escudo de la familia Black flotando sobre el.
Detrás del mueble su padre, Arturus, revisaba una montaña de papeles ignorando su presencia en la oficina.
—Tu año escolar comenzará pronto, a tus clases con la Srt. Carrow se les agregarán más horas. Al igual que tus clases de danza—Arturus le dió una sola mirada mientras hablaba —¿Entiendes?
Movió su cabeza como afirmación, sin querer hablar. El hombre hizo un gesto con su mano dándole permiso para irse, sin tardar salió de la oficina pensando cuando su vida cambiaría solo un poco.
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En algún lugar a las orillas de los Pirineos, al sur de Francia el castillo de Beauxbatons se destaca con su mármol blanco. Incluso para Hartley, que vivió rodeado de riquezas, el inmenso palacio versallesco lo dejo sin aliento cuando lo vio.
Un grupo de niños de 11 años fueron guiados por un hombre severo por los pasillos blancos decorados con estatuas clásicas, magníficos jardines, fuentes mágicas. Todo amplio, luminoso y espacioso, justo como a su padre le gusta. Finalmente frente llegaron a dos grandes puertas de madera oscura y plata, ocultando el gran comedor.
El comedor de Beauxbatons se divide en 8 mesas redondas cubiertas con manteles blancos de detalles plateados en los bordes, varias sillas de madera oscura y colchas blancas colocadas alrededor de las mesas. La mesa de maestros estaba al final del salón, destacaba al ser la única mesa rectangular con tres grandes ventanales de cristal esmerilado diseñadas en la pared trasera, la luna brillando de forma irregular a través del material.
Los de primer año fueron guiados por un hombre de apariencia severa hacia una de las primeras mesas, el hombre de cabello negro atado en una apretada cola de caballo les explico la distribución de las mesas. Las mesas desde primer a segundo año estaban en la primera fila, la segunda fila era desde tercero a cuarto año, la tercera fila era de quinto a sexto, los estudiantes de ultimos años estaban en una dos mesas enfrente de la mesa del personal.
Se les indico que tomarán asiento en la mesa del lado derecho, el hombre les dijo que en cuanto la directora y el resto del personal entrarán se levantarán y no se sentarán hasta que la directora tomará asiento. Una norma que siempre tendrían que seguir.
Cuando el hombre los dejo solo los niños comenzaron a conversar entre ellos, Hartley permaneció en silencio en su sitio esperando a que entrarán los maestros. Finalmente un grupo de magos y brujas entraron, una mujer destaco entre todos ante su gran altura.
De todos inmediatamente le levantaron mientras el grupo se dirige a la mesa principal, la gran mujer se ubica frente al asiento central, el asiento de director.
—Sean todos bienvenidos a Beauxbatons, la mejor escuela de magia Francesa. Nuestro personal les enseñará todo lo necesario para convertirse en dignos magos y brujas ante el mundo mágico. Tendrán acceso a la amplia biblioteca con permiso del Sr. Petit, podrán clases extracurriculares con su maestro encargado de los detalles para esto se les darán más adelante. Además para aquellos de familia de sangre pura deben saber que no se toleran alguna clase de discriminación en estos pasillos, Beauxbatons se enorgullece de ser terreno neutral y no se piensa cambiar por su crianza. Sin más que decir, disfruten de un nuevo año escolar.
Olympe Maxime era una hermosa dama de cabello castaño oscuro recortado hasta los hombros con indas en las puntas, vestida con elegantes túnicas del color del vino y joyas de oro, su gran altura la hacia destacar entre toda la multitud incluso estando sentada. Sus ojos parecían juzgar a los de nuevo año viendo su posible potencial. Algunos se quitaron incómodos por la fuerza de su mirada.
Hartley no se dejó intimidar era parte de la gran familia Black, una mujer como Máxime no lo podría rebajar de su posición.
—Ahora pueden disfrutar de su cena —Con el permiso de alta mujer todos se tomaron asiento, platos de cerámica blanca y cubiertos de plata aparecieron en la mesa al igual que toda clase de comida europea aunque la francesa destacaba de entre todas.
Tomando posicones adecuados comenzó a comer con calma, asegurándose de no parecer desesperado por llenar su estómago vacío, unos chicos a su lado montaban un show escandaloso y desagradables con sus alimentos. Bastantes personas, incluyéndose el mismo, les lanzaron miradas furiosas por su desorden.
Cómo su padre le aconsejo, el plan era permanecer en silencio todo lo posible, manteniendo una fachada de heredero perfecta con perfectas calificaciones y modales sin tener alguna relación más de mutuo beneficio.
Al menos es fue su plan, hasta que cierto chico rubio tiro una tarta sobre sus rizos que tanto tardo en domar esa mañana. La mirada de todos estaba en el chico al que le aventaron un trozo de tarta en la cabeza, que caía de forma asquerosa por su frente y manchada su perfecta túnica celeste.
—Oh amigo, en verdad lo siento —el chico sentado a su lado lo observa con vergüenza mientras movía las manos con nerviosismo, sin estar de que hacer.
—Seguro que lo haces..— quito el plato blanco que seguía sobre su cabeza, más trozos de la torta cayeron sobre su túnica. El jugo de melaza se deslizó por su frente dejando su piel pegajosa.
Tomó su varita para usar un hechizo de limpieza cuando una magia desconocida lo rodeo antes de que los restos de la tarta desaparecieran de su cabeza. Un estudiante de quinto año se acercó a ellos sin que se diera cuenta, había lanzado un hechizo que retiró la tarta de su cabeza al igual que las manchas de su túnica.
—Será mejor que se comportan, verán que en Beauxbatons no se toleran esa clase comportamientos irrespetuosos— fulminó al grupo de niños antes de irse.
Un silencio tenso se apoderó de la mesa cuando el estudiante mayor se fue, los cuatro chicos observaron con obvio nerviosismo en su dirección. Ignoro a los niños buscando alguna mancha que hubiera escapado del hechizo limpiador, no encontró nada en la tela celeste así que volvió a comer con tranquilidad ignorando la incomodidad y enojo en su pecho.
Su padre se enojaría cuando le contará del incidente.
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La cena siguió tranquila, para su suerte no hubo otro incidente que involucrara una vergüenza en público. Paso un tiempo antes de que otro estudiante mayor, tal vez de sexto año, se acercará a la mesa de primer año, las leves conversación en la mesa se detuvieron cuando llegó el estudiante.
La medalla de plata que indico su rango de prefet fui lo primero que noto.
—Sean bienvenidos primer año, les pido que me sigan para darles las instrucciones básicas— el chico no espero una respuesta antes de comenzar a caminar. Se levantó rápido de su asiento caminando detrás del mayor, escucho a otros seguir su ejemplo persiguiendo al mayor fuera del comedor.
—El castillo de Beauxbatons se divide en dos zonas principales, el área oeste donde están todos los salones de clases excluyendo hervología que se recibe en invernaderos ubicados en el jardín principal. El área este donde están las habitaciones privadas, que se dividen en ocho torres cada una correspondiente a cada año. Descubriran que las torres constan de dos áreas para niños y niñas, cada uno tendrá una habitación propia con un baño personal, un área común y una zona especial para trabajos y tareas.
Mientras explicaba avanzaron hasta llegar frente a una escalera donde una gran puerta de madera los esperaba. Detrás de la puerta había una gran sala de estar decorada con el mismo estilo celeste y plateado del resto del castillo, una chimenea destacaba con el fuego más llamativo de lo habitual.
Observando más el interior de la torre, observó dos escaleras en lados opuestos, seguramente marcando el lado de niños y niñas. Junto a la sala de estar habia tres mesas rodeadas por las mismas sillas del gran comedor, el área para trabajos y tareas.
—Cuando diga sus nombres les darán la llave de su habitación, podrán decorar su área como gusten pero tengan en cuenta que el personal y los prefectos podrán entrar en ellas si la situación lo amerita, durante el próximo año todos los muebles que añadieron serán movidos a la torre correspondiente. Acerquense a mi al llamarnos, Amélie Leroy…
Espero pacientemente a que su nombre llegue, reconocía algunos apellidos de las fiestas a las que asistieron con su padre pero no conoció personalmente a alguno de ellos.
–Hartley Deneb Black.
Se acercó al prefect quien le entrego la llave con una mirada extraña en su rostro, ignoro al joven para comenzar a subir la escalera del lado izquierdo. En la base de la llave una runa permaneció tallada, en su otra cara estaba B-9, el número de su habitación.
Al lado de la puerta había una placa de hierro, frente a sus ojos comenzó a grabarse en el material su nombre. Un poco asombrado entró en la habitación, las paredes eran de tapiz celeste y una ventana de paneles ocupo gran parte de la pared lateral. Un pequeño candelabro colgaba del techo, una cama doble estaba contra la pared, una puerta ubicada del lado opuesto (la puerta del baño apostó) Un escritorio frente a la ventana y un armario blanco cerca de la puerta del baño.
Sus cosas estaban al pie de la cama, la jaula de Selene estaba sobre el escritorio con la lechuza durmiendo con su cabeza debajo del ala.
Le tomará un poco de tiempo acomodarse al nuevo entorno pero hasta el momento Beauxbatons parecía ser un lugar cómodo para el.
Chapter 2: Acto I: 1990
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Beauxbatons era hermosa. La magia, tan antigua como el castillo, brillaba orgullosa en los muros de mármol. Los estudiantes de túnicas celestes observaron todo con asombro, incluso aquellos de familias puras no pudieron ocultar su asombro.
Hartley admiro los pasillos mientras se dirigía a sus primeras lecciones, en las paredes colgando en cuadros de poderosos magos de años pasados incluso el alquimista Nicolás Flamel dió un pequeño saludo cuando pasó frente a su cuadro.
Transformaciones fueron su primera clase. El salón era bastante sencillo más haya de los estantes llenos de libros acerca del tema. Su profesor, el Sr. Antoine, un hombre severo de cabello rubio y ojos marrones. Los recibió con una dura mirada, analizando a cada uno de los estudiantes, Hartley se enderezó la espalda en su asiento.
— Sean bienvenidos a transformaciones, aquí verán como su magia puede alterar la forma física de objetos y seres vivos con una palabra y un movimiento de su varita. Podrá parecer fácil ha simple vista borrada esa idea de su cabeza. La teoría y la práctica son iguales de importantes, para realizar la práctica tienen que entender la teoría Abran su libro en el capítulo uno —.
Cinco horas de clase después de conocer una buena parte de los profesores, todos esos aire tenían a su alrededor que infunde respeto. Madame Anne enseño historia de magia, el señor Meunier dió encantamientos, Madame Durand dió hervología y el señor Roux dió instrucciones en etiqueta y protocolo, que solo la llevaría por los primeros dos años.
Etiqueta y protocolo era una clase simple hasta cierto punto, pero el señor Roux exigía la perfección a cada estudiante durante sus lecciones. Su forma de enseñanza le recordaba un poco a su padre, excluyendo los castigos severos.
El cansancio fue una distracción para los pensamientos sobre su padre, arto de ver tantas caras nuevas y su estómago que gritaba por comer. No había tomado mucho en el desayuno de lo que ahora se arrepentía.
Llego al comedor entre charlas del resto de niños, ignora sus voces y tomo un asiento al azar. Un cosquilleo incómodo presente en su vientre por la cercanía de los demás y la exclusión de su clase.
No estás aquí para hacer amigos, tuvo que recordarse, padre quiere que seas el mejor los amigos son solo una distracción.
El bistec sabía a plástico.
La soledad era un tema común en la vida de Hartley, en la mansión Black su padre siempre estaba encerrado en su oficina o de viaje y los elfos se alejaron ante la ira de su amo así que se alejaron del hijo. La biblioteca, de estantes que llegaban al techo y libros de artes distintos fueron su refugio, su mente se hundía en páginas llenas de hechizos poderosos, de los hechos históricos tan raros por la que los magos pasaban o las grandes criaturas de su mundo.
Esa rutina no cambio cuando llegó a Beauxbatons, el Sr.Petit se acostumbró a la presencia constante del niño en la biblioteca escolar, siempre rodeado de grandes filas de libros sobre distintos temas.
Sabía de los rumores que había sobre el, el heredero de dos grandes familias británicas que siempre estaba detrás de un libro. Algunos incluso decían que nadie hablaba con el por una gran relación con las artes oscuras que traía mala suerte a los que se acercaron a él. Tan solo eran rumores tontos que de alguna manera lo afectaban.
Ignoro los susurros que aumentan cuando paso, directo hacia la biblioteca como cualquier sábado normal.
— Buenas tardes Sr.Petit — saludos al bibliotecario, recibiendo un asentimiento como única señal de reconocimiento.
Rápidamente fue hasta su pequeño rincón, una mesa escondida entre dos grandes estantes. En su camino tomo algunos libros de años superiores antes de ir a su lugar. Tomo notas de algunos temas para investigar más tarde y libro tras libro la torre en el escritorio fue disminuyendo poco a poco.
Un pequeño ruido a su lado lo alertó, discretamente levantó los ojos de Alchimie: composición, estructura et propriétés magiques para ver al recién llegado. Un niño, de su edad a simple vista, de cabello negro y un extraño flequillo blanco que cubría su frente, su piel era extrañamente pálida y sus ojos café con cierto brillo rojo si los observaba bien. Era fácil asumir que es un compañero pero hasta ahora no lo había visto, aunque no le ponía demasiada atención a quienes lo rodeaban.
Debía observar durante un tiempo por qué el chico levantó los ojos, nervios por ser descubierto regreso a su lectura de inmediato sin ver la pequeña sonrisa que cubrió el rostro del chico.
Esa no fue la única vez que el chico se sentó con el en la biblioteca, de repente el cabello impar del niño apareció en todos los lados a los que iba. Sentándose unas mesas más delante en clase o unos asientos más a la derecha durante las comidas. La situación de gato y ratón lo empezó a poner nervioso pero parecía que solo el estaba así, tal vez solo era su imaginación.
Fue durante uno de sus paseos por los jardines de Narcisos que volvió a encontrar al chico en uno de los bancos del lugar. Dudo un segundo antes de sentarse junto al extraño, que solo lo observa de reojo con sus peculiares ojos.
Los nervios volvieron a Hartley ante el silencio, maldijo su impulsividad por llevarlo a una situación tan incómoda con el otro. Su nulo contacto con otras personas de su edad finalmente cobra factura cuando quiso socializar.
— ¿Alguna vez has escuchado lo que significan los narcisos?
El acento ruso, aunque no tan marcado, lo tomo sorpresa. ¿El chico era de Rusia? Le tomo unos segundos se dio cuenta de que no contesto la pregunta, el chico debería pensar que era un grosero.
— No, no estoy seguro de que tengan algún significado—.
— Los magos no tenemos algo como la lengua de las flores, es algo que los bezmagii inventaron en el siglo XIX. Le da a las flores un significado especial para poder dar un mensaje especial, incluso secreto diría yo—
No tenía idea de que era un bezmagii ¿Algún término ruso?
—Los narcisos por si solos significan egoísmo pero cuando se usan como regalo se representa como símbolo de belleza interna. En otros casos como una señal de renacimiento y un nuevo comienzo—.
— ¿ Por qué tiene tres significados si es una sola lengua? — miro atentamente los peculiares ojos del otro.
El chico se volvió hacia el con una pequeña sonrisa — Por su intención, cada flor tiene un significado pero también una intención. Por más bella que sea la flor, una intención puede volver esa belleza una monstruosidad—.
El silencio volvió entre ellos mientras regresaban a ver las bellas flores a su alrededor. Las palabras del extraño clavadas en su mente.
— Adrik Elliott Dmitriev— volvio su vista al chico — un gusto conocerte—.
La mano del chico le fue extendida esperando el cordial saludo de regreso. Extendió su mano devolviendo el gesto.
— Hartley Dened Potter-Black, pued es decirme Hartley—.
Dmitriev sonriendo — En ese caso llámame Adrik—.
Adrik era la clase de niño que muchos podrían describir como raro, con temas de conversación extraños y respuestas fuera de lugar. Hartley no era alguien que pudiera decir algo sobre eso, el era raro para todos los demás pero ninguno de ellos lo conocía más haya de todos los rumores.
Creía que Adrik era igual que el en ese sentido, disfruto de cada conversación sobre mitos griegos que tuvieron (o más bien Adrik hablando y el escuchando) la lengua de las flores y como incluso sus colores tenían un significado único. O las preguntas tan extrañas que hacia en momentos inoportunos en sus reuniones de tutoría.
Adrik era alguien único, y Hartley realmente estaba feliz de conocerlo.
Chapter 3: Acto I: 1990
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El salón era ruidoso como siempre lo era durante las clases teóricas de hervologia. Pero a Hartley ya le gustaba el ruido. Se volvió cómodo para el.
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Adrik se volvió una presencia constante en su vida, alguien a quien cómodamente pudo llamar amigo. Lo que no estaba en el plan era que, ánimos por el éxito del heredero francés los demás volvieron a tratar de acercarse a el.
Varios niños tratan de entablar conversación con el entre clases o en la biblioteca, basta decir que una mirada indiferente los mantuvo a raya. Solo dos personas tercas no se rendirían.
Camille Collet, una heredera de una familia francesa, siempre acudió al en los recesos haciendo algo parecido a una charla (básicamente ella hablando y el escuchando) un día finalmente se rindió y respondió un comentario que hizo.
Y el buen Enric Alexander Luque, un español de sangre mestiza. De hecho fue el niño que casi tira su comida sobre el al inicio del año, lo cual no se dió cuenta hasta una semana después de que se acercarán. Lo extraño era que mientras Adrik era calmado y Camille relajada pero estricta, Enrique era como una tormenta que deja un camino de desorden por dónde pasaba.
Su padre sin duda desaprobaría su amistad pero no tenía porque saber de ella. Corazón que no ve corazón que no siente como dicen por ahí.
El año volando y las vacaciones de festividades estaban muy cerca, así como el final del primer ciclo escolar. Los años en Beauxbatons se dividían en dos ciclos escolares, el primero de agosto hasta finales de diciembre y el segundo de enero hasta abril, cuando el año ya terminaba.
El trabajo también aumentó casi el doble por lo que siempre estaba haciendo algo, Enric se quedó de «explotación infantil» cuando el número de trabajos aumentó lo que hizo Madam Isaev le quitará puntos a su calificación.
Con los exámenes a la vuelta de la esquina paso aún más tiempo en la sala de estudio, para su desgracia sus amigos siempre lo acompañaban con la excusa de que no quería que le diera un derrame cerebral o algo así. Adrik y Camille estaban callados así que no le importaba mucho su presencia, Enric era el verdadero problema.
— Por lo que más quieras Enric, quedate quieto o juro que te hechizare— exclamó casi grito Camille amenazándolo con su varita de caoba.
— Por favor me amas demasiado para hacerlo, querida — el chillido poco masculino que se escuchó a los segundos demostraron que no lo amaba tanto.
Hartley ignoro la pelea a favor de terminar el ensayo de transfiguración, a su lado Adrik quería ocultar su risa al ver la pelea que se desarrollo.
Enric, como el rey del drama que era, se tiró al suelo acolchado retorciéndose con gritos de dolor poco creíbles, Camille sonría con orgullo al lanzarla otro maleficio punzante al estómago.
Hartley resoplo enojado — Dejen de pelear y mejor terminen su trabajo, el Sr. Antonie no aceptará una tarea mediocre —
Avergonzado pero satisfecha Camille guardo su varita ignorando el cuerpo herido en el piso, Enric murmuró algo muy parecido algo muy parecido a una grosería en español pero amablemente lo ignoraron.
Adrik se burló en voz baja.
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La época navideña finalmente comenzó y la angustia de los exámenes desapareció en cuanto sonaron las últimas campanas.
Las vacaciones de yule finalmente llegaron y era hora de que cada estudiante regresará a su casa para estar con su familia. Hartley hubiera preferido quedarse en Beauxbatons pero su presencia era necesaria para el baile de año nuevo que su padre celebraba.
Aparentemente este año sería especial ya que las invitaciones fueron enviadas a familias puras del Reino Unido, el país de origen de los Black's.
Apretó el mango de su maleta al pensar en el rápido paso del tiempo, para el fue ayer cuando atravesó la puerta del castillo por primera vez. Dónde conoció a sus amigos y comenzó a aprender más de la magia, además de descubrir su pasión por bailar ballet. El castillo de Beauxbatons se volvió un lugar lleno de recuerdos alegres y dejarlo casi hacia que le doliera el pecho.
Su malestar debía mostrarse en su cara pues Camille pasó un brazo sobre sus hombros, abrazando con fuerza su costado.
— Te escribiré muchas cartas Har y más te vale que me respondas o iré a buscarte hasta tu casa—.
Hartley la abrazo más preguntándose cuanto tiempo tardaría la castaña en encontrar su casa — Te lo agradezco Camille.
Se separaron unos segundos después, guardo su tristeza en lo profundo de su pecho. Camille se alejo para despedirse de Adrik mientras un mocoso Enric lo ahogaba con sus brazos.
Finalmente luego de un gran abrazo grupal cuatro carruajes se detuvieron frente a ellos, cada uno con distintos escudos en sus puertas.
De verdad me siento pobre a su lado” murmuró Enrique mientras se alejaba, siendo el único llevado por un carruaje de colegio.
Camille le dio una severa mirada antes de despedirse por última vez y subir a su respectivo carruaje, los vehículos comenzaron a avanzar hasta desaparecer en el cielo, ahora solo quedaron el y Adrik.
Adrik tomo su mano mientras lo dirigía al carruaje de su familia, un grupo de thestral esperando que subiera para irse de una vez. Adrik abrió la puerta y lo ayudó a subir incluso cuando trato de negar el gesto.
— Nos vemos Hartley— dijo soltando su mano.
— Nos vemos — murmuró mientras la puerta se cerraba.
El vehículo comenzó a avanzar alzandose para surcar los cielos, el castillo desapareció casi al instante. Las runas talladas en la madera cumplieron su labor, manteniendo el interior sin demasiadas turbulencias por el viento o los agresivos movimientos de los thestrales.
Aún tenía ganas de vomitar.
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Los sagrados 28, un grupo de familias británicas que han conservado la pureza de su sangre desde siglos atrás. En busca de conservar su pureza las relaciones entre familia eran un tema común para todos, uno de los últimos matrimonios fue entre Orión y Walburga Black.
Los Black conocidos por su locura de sangre y por estar en cada árbol familiar de los sagrados, no importa que familias veas solo busca el pasado entre las ramas y un Black aparece. La más noble y antigua casa Black no era un título solo decorativo, es la esencia misma de la familia. Pero luego de la guerra que ocurrió en Gran Bretaña donde murieron los presuntos herederos la antigua familia migro hacia Francia bajo el mando de Arturus Black III, el actual Lord Black.
Desde entonces poco se sabía de la familia en Reino Unido más haya de los rumores de un nuevo heredero adoptado por sangre de Lord Black.
El hecho de que una carta con el escudo de los Black estuviera en las manos de Lucius Malfoy era algo sorprendente e inesperado. El rubio miraba el papel con desconfianza, le era poco creíble que la familia que se mantuvo alejada por una década decidiera contactarse con el.
Finalmente abrió el sobre, claro que luego de una búsqueda de toca clase de hechizos y maldiciónes.
Estimado Lord Malfoy.
Es un placer enviarle esta invitación al baile de año nuevo celebrado por la más noble casa Black que se celebra cada año.
En caso de no poder asistir el pediría que enviara una carta por medio de una lechuza.
Atentamente
Arturo Black III
La sorpresa golpeó a Lucius con fuerza, la familia Black que se mantuvo alejada de Reino Unido desde el final de la guerra tuvo algún contacto con el invitándolos al baile de año nuevo. El propio Lucius solía celebrar cada navidad su gran baile.
Tomo la pluma a su lado y comenzó a escribir su respuesta.
Estimado Lord Black.
Agradezco su invitación a su baile, confirmo mi asistencia y la de mi familia.
Espero gocé de una buena salud y que la magia bendiga a su sangre.
Atentamente
Lucius Malfoy
Chapter 4: Acto 1: 1990 - 1991
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Luces brillantes y rostros desconocidos recibieron a Hartley cuando entre al salón de baile en el castillo Black. Como cada año su padre se superó a sí mismo en la decoración y la música del lugar.
La pista de baile, abarrotada de nobles que gozaban de la fiesta ignorantes al mundo fuera de su burbuja dorada. Duques y Lord franceses bailando, mientras otros permanecían lejos conversando con miembros importantes del gobierno.
Hartley iba a ese baile desde que fue presentado como heredero de su familia, conocia cada uno de los rostros que eran invitados, el mismo solía ayudar a hacer las invitaciones algunas veces.
Ese año algo cambio, personas que jamás había conocido o visto estaban repartidas por todo el lugar. Todos de rasgos ingleses, unos más llamativos que los demás. Hartley sabía de qué en el pasado su familia vivió en Inglaterra durante generaciones fue el conflicto político social de la guerra que provocó su migración a Francia. En los años siguientes, en busca de evitar peleas, nunca se enviaron invitaciones a familias fuera de Francia.
Los ojos sobre el eran una molestia, más los ingleses que parecían no conocer algo llamado sutileza, sus miradas codiciosas se clavaron en su espalda como si de flechas se tratarán. El heredero Black del que poco se sabía, un niño ingenuo sobre el que podría poner sus garras y obtener poder de él.
Junto a su padre avanzó por la alfombra negra hasta el centro del podio. La copa de vino de su padre se alzó en lo alto mientras un Tempus sobre ellos comenzó una cuenta regresiva.
— Queridos amigos agradezco su presencia en esta bella tradición donde podemos reunirnos y volver a fortalecer los lazos entre magos dignos de la sociedad. Este año recibimos invitados desde la vieja Inglaterra, el país pasado de residencia de nuestra familia— hizo una seña a Hartley a su lado— estoy especialmente alegre de recibir a algunos de los sagrados 28 en mi humilde morada. Las raíces son importantes, gracias a ellos somos las familias honorables que ahora somos, es algo que no debemos olvidar. Le doy la más coordinar bienvenido a nuestros amigos extranjeros, les deseo a todos y cada uno de ustedes un glorioso año. Y que la magia bendiga su sangre.
Aplausos llenaron el salón mientras afuera un espectáculo de fuegos artificiales inicio, celebrando el comienzo de un nuevo año.
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Las vacaciones pasaron dolorosamente lentas cuando su año termino, la carta de Beauxbatons solicitando que clases optativas elegiría solo hicieron que su impaciencia aumentara. Antes Hartley ocupo su tiempo planificando su nuevo horario de las clases y posibles talleres extracurriculares ahora que ya lo entregado solo podía hundirse más en su aburrimiento.
Sus clases de ballet fueron una de sus pocas escapadas, estirar sus músculos hasta casi desgarrarlos era una buena distracción de la miseria en su vida. Aunque su instructor, que no hacía más que quejarse de esposa, no era la mejor compañía del mundo.
Las otras opciones para convivir tampoco eran las mejores. Su padre solo se encerraba en la oficina, los elfos domésticos le temían demasiado para tratar con el (por más que insistieran los suyos de que era un buen amo) y los terrenos alrededor de la mansión estaban deshabitados.
Durante una mañana como cualquiera de su familiar, Selene; su bella búho de plumaje marrón claro y de patrón blanco entró por la ventana de su cuarto. Una carta amarrada a su garra derecha.
— Hola hermosa — tomó el sobre dorado ofreciendo un trozo de carne seca como pago, el ave mordió un poco sus dedos como cariño antes de irse volando.
El sobre no tenia el escudo de alguna familia que conociera, contaba de dos flechas doradas que formaban una X, una urraca con las alas extendidas sobre un fondo negro. La textura suave del sobre delataba la capacidad económica de la familia, aún si desconocía el apellido.
Retiro el pergamino dentro de el, la conocida letra de Camille lo tomo por sorpresa. Había explicado a sus amigos que no le escribían durante las vacaciones debido a que su padre que tenía la mala costumbre de investigar a las personas del círculo íntimo de Hartley.
Camille, la más razonable de su grupo, no le escribiría a menos que fuera una emergencia. O que supiera que Arturus no era ninguna amenaza para ella.
Querido Harry.
Ha pasado un tiempo desde que me comunique contigo, ¿Cómo has estado? Escuché que el baile de su familia se celebro hace poco y que fue un espectáculo exquisito como siempre. Me alegra ver qué la familia Black no ha perdido su toque.
Cambiando de tema, el año escolar está por comenzar y la lista de útiles de este año será enviada pronto, me gustaría que fuéramos a comprar los útiles juntos.
Si gusta aceptar mi invitación por favor responda a esta carta.
Atentamente .
La heredera de la familia Collet, Camille Evangeline Collet .
Hartley no sabía qué era más sorprendente, que Camille fuera heredera de una familia (una menor pero una familias a fin de cuentas) o la forma tan formal en que le escribo.
— Carinae— casi al instante con un ruidoso chasquido, apareció su elfa personal. Vestida con su linda funda de almohada con diseños azules y verdes.— Necesito reunirme con mi padre ¿Podrías avisarle ?
— Por supuesto maestro Hartley, Carinae le avisará de la respuesta del maestro Arturus — con una reverencia volvió a desaparecer entre el humo.
Mientras esperaba el regreso del elfo escribió una respuesta a la carta de su amiga, un poco más informal de lo normal.
Unos minutos después Carinae regreso con la respuesta positiva de su padre, sin perder tiempo fue hasta la oficina del Lord arreglando su apariencia en el camino.
Cómo siempre el hombre de rostro arrugado por años de estrés estaba sentado en la silla de cuero negro, revisando infinitos papeles de su nuevo negocio.
La familia Black, en cuanto llego a Francia busco una fuente de ingresos a largo plazo; la confección de batas y trajes de alta costura, su padre fue el líder del negocio hasta volverlo uno de los más exclusivos e importantes de Francia en los últimos 10 años.
—Padre, lamento interrumpir su trabajo pero requiere de su permiso para poder salir con la heredera de la familia Collet en unos días.
Permaneció en una reverencia mientras hablaba buscando ganar el favor del hombre. El silencio solo aumentó el mareo que sentía.
—La familia Collet es de bajo rango en la sociedad, tienen una poca herencia y sus lealtades han estado en duda muchas veces Hartley.
Nombrar los defectos de una familia era una mala señal, un hábito para analizar quiénes eran buenos o malos socios políticos. Aunque se trata de la familia de su amiga no de alguien al azar.
¿Pero valía la pena arriesgar su pellejo por ella?
—Sin embargo no se han involucrado con sansmagie o sangres impura, padre. Sus lealtades siguen estando bien marcadas.
Las palabras no fueron planeadas cuando salieron de su boca, algo que diría en privado y no frente al hombre que llamo padre; quien permaneció en silencio durante minutos casi eternos.
—Bien, puedes ir con la señorita Collet.
Aire que no sabía que contenía salió de su boca.
—Gracias padre.
«———*.✧.*———»
—¡Harry !
Camille en toda su suave belleza se abalanzó sobre el casi cayendo al suelo con ella encima, por suerte recupero el equilibrio al último segundo. Los brazos bronceados de su amiga lo apretaron fuerza, el devolvió la fuerza del abrazo.
—Hola Camille— se alejo de la castaña para verla mejor, vestía un bello vestido largo lila, un suave cárdigan blanco y joyas de plata en sus orejas — luces hermosa como siempre.
La chica se sonrojo un poco —gracias Hartley, lo mismo dijo de ti— tomo su mano y comenzó a arrastrarlo con ella —ahora vamos, los chicos nos esperan.
Eso lo confundió, creyó que solo sería el y ella — ¿Los demás están aquí?
—Por supuesto que si, no creías que luego de todo no escribirte por todo el verano ellos no iban a venir, o si?
—Pero si padre se entera..
—En ese caso no tiene porqué saberlo, ninguno de nosotros le dirá ¿Tu lo harás? — ella lo observa por sobre sus hombros, una mirada cómplice en sus ojos ámbar.
Hartley nunca le oculto nada a su padre, pero quería ver a sus amigos (los únicos reales en su vida) a la basura todo, pensó. Su padre no moriría por un pequeño secreto.
Luego de los niños estaban un rato caminando por el callejón Augurey, el callejón francés por excelencia de la sociedad mágica, encontraron a Adrik y Enric asaltando los estantes de una tienda de dulces.
—¡Hola amigo!— dijo Enric — ¿Cómo te va en la cárcel?
— No estoy en prisión —dijo Hartley abrazando los hombros del otro —¿Que tal tus vacaciones?
—Todo perfecto —le devolvió el abrazo antes de volver a robar dulces del estante más cercano.
Hartley río de la conducta infantil de su amigo, Camille reprendió el comportamiento tan irrespetuoso del otro. Adrik que tenía menos dulces en sus brazos, le dió un abrazo de oso levantando al heredero un poco del suelo.
Mientras Camille y Enric pagaban los dulces del último, Hartley y Adrik salieron de la tienda discutiendo sobre que clases selectivas eligieron para su segundo año.
—Siempre he tenido preferencia por la alquimia así que claro que la elige, además de cuidados de criaturas y aritmancia —explico Adrik enseñando su carta del instituto con materiales diferentes a los suyos.
—La alquímica es una buena opción pero no tengo un talento para ella —menciono un poco triste al pensar en las posibilidades que la alquimia tenía.
— ¿Quieres ser un hechicero cierto? — pregunto el de mechón blanco guardando su carta.
—Diria más un creador de hechizos, pero si es un poco parecido— saco su propia carta del interior de su bolso, extendiendo el pergamino al otro quien no tardó en leer.
—Material de clases optativas.
Estudiante Hartley Dened Black-Potter.
-Estudio de Runas Antiguas.
Un juego de bisturis y plumas.
Tinta china.
Equipo de cantería.
Diccionario de runas clásicas, por Aurelio Renol .
Lenguaje rúnico, autor anónimo.
-Estudios y teoría de magia antigua.
Teoría mágica general de Mélodie Leroy.
Teorías de protección y magia defensiva por Federic Simon.
Tipos de núcleos y su afición por Mateo Martín.
Conexiones entre la magia y el ser por Jean Lefebvre.
-Estudios no mágicos.
Matemáticas y geometría; sansmagie, por David Roux .
Biología y química; sansmagie, por Collet Aubert.
Un mago entre los sansmagie: un mundo distinto, por Elissa Brunet.
—¿Estudios no mágicos? —pregunto Adrik analizando a su amigo —eso es muy inesperado de su parte ¿Sabe tu padre que la tomaste?
Hartley evitó la mirada de su amigo una mueca casi inocente en su rostro.
—Puede que haya logrado inscribirme en la clase en secreto —dijo Hartley jugando con la manga de su suéter celeste.
Adrik parpadeo perplejo, ¿Hartley, el chico que apenas podía mentir, tomando una clase a espaldas de su padre? Sonó tan poco creíble que no puedo evitar reír un poco.
—Enric realmente es una mala influencia para ti— dijo entre risas.
El menor se sonrojo un poco, divertido y avergonzado.
—A quién llamas mala influencia? — Enric, que salia con dos bolsas llenas de golosinas, pregunto indignado — si soy un pan de Dios.
—Uno que se cayó de la mesa por lo que veo— murmuró casualmente Camille siguiéndolo.
Hartley rio por la discusión sobre la falsa santidad de Enric que se defendía a capo y espada. Sus días de verdad eran un desastre con ellos en su vida.
Chapter 5: 1991 - La raison
Summary:
Hartley no podía esperar para que comenzará el año escolar, si seguía encerrado en la mansión perdería la cabeza.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Tu dois vivre l'amour, même si je ne suis pas avec toi. Vivez et restaurez l'honneur de votre famille, montrez à cet homme pourquoi vous êtes un Seigneur.
✙———– ☬ –———✙
Su vida era todo menos desocupada, con el peso de trabajar día y noche para mantener el nombre de su familia, encargarse de una empresa y mantener a un niño. Siempre ocupado en algo.
Recuerda los días en que todo era un poco más simple, cuando solo debía ocuparse del ministerio de magia y los molestos carroñeros que se hacían llamar sus socios. Pero eso era diferente, en ese entonces tenía a su amaba, su estrella.
Su amaba Melania, una bella flor en un campo de malas hierbas. Ella había sido la guía en su vida, la única que amo con todo su alma, su tiempo a su lado no fue mucho todo paso como un parpadeo y sus hijos, Lucrecia y Orión fueron lo único que quedó de ella.
El dolor fue sofocante.
Siempre considero el dolor como una piedra en su zapato, una pequeña molestia que con el pasar del tiempo se regresa cada vez más insoportable. Arturus estaba acostumbrado al dolor, su padre no era el más amable con él. No, el disfrutaba ver cómo se retorcía hasta irritar su piel con la alfombra hasta que sus brazos sangraran por tratar de detener el dolor de un Crucio.
Así que siguió adelante, cargando con el dolor de perder a su amada, de ser ignorado por sus hijos, de ver a su familia ir muriendo poco a poco mientras el seguía ahí.
El siguió avanzando. Aunque sus brazos ya no pudieran más, aunque sus piernas dejarán de sentirse como suyas, el avanzó.
Fue esa noche de 1981 cuando todo cambio. La guerra cobro factura en Inglaterra, la población mágica que ya era escasa se redujo hasta considerarse casi en extinción. Todo por culpa de un falso Señor que con promesas falsas engancho a su familia, ellos tomaron malas decisiones, eso lo sabía, pero el someterse ante un mestizo que decía ser un ser supremo era el peor de todos.
Y ahora el debía recoger sus platos sucios, pagar el precio de las deudas que dejaron tras su muerte.
Voldemort, usando la deuda que Orión dejo luego de su muerte, lo hizo adoptar un niño con la supuesta idea de volverlo su fiel seguidor. Pero Arturus nunca le juro lealtad a Voldemort, no era un mortífago. El era el Lord Black, un verdadero Señor y no una copia barata.
Su hijo, Hartley Deneb Black-Potter podría apoyar a Voldemort pero ¿Arrodillarse ante el? Eso jamás pasaría.
El se encargaría de eso, no cometería el mismo error dos veces.
Notes:
Un poco de la opinión de Arturus de todo.
Por cierto, ¿Saben en qué año murió Arturus Black en el canon? :)
Chapter 6: Acto I: 1991
Summary:
Hartley espero todo el verano la carta de Beauxbatons, el silencio de la mansión Black estaba matando y dudo poder soportar más.
Cuando una lechuza le entrego dos cartas casi le rezo a Merlin por eso. Finalmente podia regresar a Beauxbatons.
•-✧—•—✧-•
Hartley regresa a Beauxbatons, está junto a sus amigos y ve los cambios que el segundo año trae a su vida escolar. Las nuevas clases son lo más notable.
Chapter Text
El día de vuelta a Beauxbatons llovió a cántaros, fuertes vientos y trozos de granizo que lastimaban su piel al caer. Siendo sincero, creyó que sus túnicas se empaparon un poco a pesar de los hechizos impermeables sobre ellas.
Los elfos cargaron el carruaje con prisa, sin querer mojar nada, mientras él esperaba dentro del vehículo, viendo las gotas y pequeños hielos caer contra el vidrio.
La mansión Black, usualmente de aspecto siniestro, se veía aún más aterradora en medio de toda la tempestad. Su padre permaneció dentro de los muros, sin despedirse de su hijo de manera “adecuada”. No es que Harry no estuviera acostumbrado a ser ignorado por el hombre, pero espero que al menos pudiera fingir que le importaba.
Frustrado, saco un libro de su maletín esperando que el carruaje comience su viaje y lo alejara de ese castillo al cuál llamo hogar.
•-✧—•—✧-•
La seda azul de tus túnicas nunca se sintió tan fría cómo ahora, la tormenta continúa fuera del castillo de Beauxbatons y los vientos parecían ignorar todo encantamiento de calefacción existente, helando cada pasillo de la construcción.
A pesar de la comodidad de un clima frío, había algo que impedía que disfrutará por completo. La humedad, su mayor enemigo, atacó sin piedad, volviendo su pelo esponjoso y enredado a simple vista. Podía escuchar las risas poco disimuladas de Enric que observa su pelo sin parar, para su suerte la directora entre al comedor silenciando todo ruido al caminar hasta la mesa principal.
Madam Maxime dio un discurso similar al del año pasado, recalcando las reglas y como debían comportarse como estudiantes de tal prestigioso instituto.
Los de primer año se movían nerviosos en sus puestos, casi ansiosos, seguramente por el aura intimidante de su directora. Harley solo podía pensar en que el mismo estuvo en su lugar no hace mucho tiempo, pero se sentía como si fuera una eternidad.
—Que nostálgico ver a los nuevos — dijo Camille de pie a su lado.
—Pensar que nosotros estuvimos ahí hace un año —siguió Adrik.
Él solo observó en silencio, esperando que Madam Maxime finalmente tomara asiento.
—Ya somos de las ligas mayores— murmuró Enric con orgullo.
Finalmente, Madam se sentó en la gran silla, el sonido ahogado de los estudiantes copiando sus acciones lleno el salón antes de comenzar a cenar. Deliciosos platos de diferentes partes del mundo llenaron las mesas mientras todos agarraban lo que podía tan rápido como fuera posible, claro que sin perder sus modales.
•-✧—•—✧-•
Luego de la cena, el prefecto de quinto año, Marcus Lorent, los llevo hacía su nuevo dormitorio que correspondía al cambio que se realizaba al llegar al segundo año.
El edificio de arquitectura barroca era de mármol blanco, piedra casi dorada que brillaba con la luz de luna, grandes vitrales de bellos colores y madera tan oscura que era similar al negro que creaba un bello contraste.
—Las habitaciones están en el segundo piso, cada una tiene una placa con su nombre en la puerta, pueden buscar según el orden alfabético. En el primer piso hay una sala de uso común al igual que una pequeña cocina, pero recuerden que el primer desayuno y las cenas siempre serán en el comedor principal. También hay una sala de estudio y una apta para duelos. Si tienen una duda pueden buscar a un prefecto o su profesor guía ¿entendido?
Un ”Si señor“resonó en el lugar.
—Bien, recuerden que pueden decorar su habitación según su gusto. No olviden cual es la entrada de su torre—Dicho esto, el chico rubio abrió la puerta antes de irse murmurando entre dientes sobre otros asuntos que hacer.
Hartley junto con sus amigos y el resto de la clase entraron un poco asombrado por la arquitectura tan extravagante del sitio. Investigaron un poco el primer piso antes de ir a sus habitaciones, para su mala suerte la habitación de Hartley estaba en el tercer piso.
Lamentando su nombre entró al espacio, el cuarto no era tan grande como el suyo en la mansión, pero tampoco era pequeño. Una cama doble estaba contra la pared, un escritorio del lado contrario y un armario cerca de la ventana. Una segunda puerta lo llevo al baño privado que igual era cómodo con la bañera y el tocador a un lado.
A pesar de que el lugar era cómodo no era de su agrado completo, había un gran trabajo de remodelación por delante.
—Cerisier— llamada a la elfa doméstica, una resiente incorporación a sus elfos. Con un chasquido se apareció una pequeña cosita, vestida con un vestido elaborado de cortinas negras y doradas.
—¿Puedes ayudarme a decorar este lugar querida?— pregunta a la elfina.
—¡Por supuesto maestro Hartley, Cerisier hará de este sitio adecuado para el maestro! — sus grandes orejas se movieron con violencia —El maestro solo debe descansar y dejarle todo a Cerisier.
Confió en la pequeña criatura de encargarse de todo, podía ser nueva, pero conocía bastante bien los gustos de Hartley.
—Gracias, querida —acaricio su cabello enredado antes de entrar al baño, su cuerpo se sintió en poco pegajoso y un baño le caería muy bien.
•-✧—•—✧-•
El primer desayuno del año siempre era en el comedor principal, usualmente por la entrega de horarios y otros asuntos con el primer año. A Hartley no le molestaba, pero al resto de sus compañeros sí, tuvo que escuchar sus quejas a buena mañana.
Su profesor guía llega en medio del desayuno para entregar los horarios que incluyen las nuevas clases y sus clubes respectivos.
—Su horario señor Black — le dio dos pergaminos.
—Gracias, señor — tomo los papeles dejando de lado su copa de sidra de Normandía.
Este año, además de las ocho clases obligatorias, se le agregaron las tres optativas siento un total de una vez clases. Cada día tenía al menos cinco de ellas y algunas eran de doble hora. En cuanto a sus clubes, que eran los sábados, tenía ballet durante la mañana hasta pasado medio día.
—¿Qué tal tus horarios Harry?— Enric se apoyó en su hombro para ver mejor, guardo silencio un momento al leer antes de hablar de nuevo —Sí que te gusta explotarte amigo, y yo aquí quejándome de mi horario.
Hartley no pudo estar de acuerdo, ahora mismo quería matarse por todo el trabajo que se puso encima.
Camille los observa en silencio, considerando si debía golpear a Enric o noquear a Hartley para que descansara por lo menos una vez.
Adrik solo comía su desayuno en total paz.
Chapter 7: Acto I: 1991
Summary:
El pasado puede ser el futuro, y el futuro puede ser tu presente.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El año escolar de Hartley comenzó siendo un verdadero tormento, cada hora era asfixiante con poco tiempo para sí mismo. Incluso las noches se sentían pesadas luego de horas escuchando conferencias de profesores.
El desgaste físico de ballet y esgrima solo empeoró todo casi el doble, pero al menos ahí podia quitar los puntos de estrés en su cuerpo con los feroces estiramientos de espalda o piernas, Merlin sabe que lo necesita.
A pesar del desgaste físico no se arrepintió de tomar tantas clases a la vez, el ministerio de magia pedía al menos cinco MDAIM para poder ser un aprendiz de sorcier y volverse uno era aún más difícil.
Hartley sabía de la cantidad de cosas que la magia podía lograr y que hasta ahora no habían sido exploradas o nadie pensó realmente en ellas como relevantes. Y el quería lograr esas cosas, ver qué límites tenía la magia y si podía sobrepasar esos límites, moldeando las barreras según su propio interés. Y ser hechicero era su mejor opción para explorar la magia.
El vería que tan lejos podría usar su magia antes de colapsar con ella.
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Lucius Malfoy era un hombre inteligente, todo el mundo lo sabía. Era la cabeza de la familia pura Malfoy, con una riqueza inimaginable y un poder para explorar. Pero después de todo ese poder solo era eso, un hombre mortal.
Cómo Lord era uno de los mejores, como hombre podría ser una de las personas que cuando la ves a lo lejos te das la vuelta para alejarte no hablar con el. Incluso su esposa, Narcissa, quería golpear al hombre al menos una vez al día.
Lucius Malfoy era egoísta, nunca pensó en las consecuencias de sus actos sobre otras personas, ni como esa persona se vería afectada.
Así que realmente no pensó mucho en las consecuencias al darle un artefacto oscuro a un niño de 11 años.
El solo pensó en los beneficios del futuro.
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Hartley retuvo el grito de dolor cuando el maestro Matthew estiró su pierna en un grand battement hasta el límite. Su rodilla llegó a su hombro, los músculos de sus piernas ardían por el esfuerzo de llegar a su límite. Las lágrimas se juntaron en sus ojos pero se negó a dejarlas salir.
—20 segundos Sr.Black, aguanta más si realmente quieres mejorar— sujeto con más fuerza su tobillo, alzando más sus piernas en el aire.
Hartley ignora al hombre, concentrándose en el dolor tan grande que poseía toda la parte inferior de su cuerpo, creía que se pierna se desprendería como las muñecas que algunas niñas rompían al jugar con ellas. Las ganas de llorar se volvieron más fuertes conforme el tiempo aumentaba.
Finalmente luego de lo que parecían horas de su vida el maestro Matthew bajo su pierna poco a poco, calmando un poco el dolor que sentía.
—Muy bien señor Black — dijo el hombre con una gran sonrisa —a pesar de ser la primera vez que haces un grand battement tan alto tuviste un buen tiempo, solo debes practicar más y seguro que lo dominaras.
—Gracias señor Lorens — se inclino ante el hombre, ignorando el dolor punzante en su pelvis.
—¡Todos regresen a la barra! — el hombre grita a los que estaban apoyados en las paredes.
Melin nos ayude, pensó Hartley mientras todos regresaban a la barra.
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Existen rumores de que los Malfoy fueron de las primeras familias me servir al señor oscuro, uno de los primeros que aceptaron su poder. Por eso se dice que tiene tanto poder en el ejército oscuro, por qué fueron casi los primeros en ver realmente al señor en todo su esplendor.
Pero nadie sabía que tan cercanos eran realmente al señor oscuro ¿Son tan cercanos como la general Bellatrix? ¿O como el capitán Barty?
Todos se preguntan que tanto confía el Señor en ellos. ¿El confiaba su vida con ellos? No era posible, el señor no confiaba en nadie.
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Lucius Malfoy era un hombre inteligente y ambicioso, siempre en busca de mejores tratos y oportunidades que lo beneficiarían de una u otra manera.
Por eso sabía que desaprovechar el contacto con los Black sería un desperdicio total, la antigua familia se veía desaparecida luego del final de la guerra magia pero, inesperadamente, surgieron de las cenizas como un fénix.
Ahora en Francia los Blacks, liderados por el anciano Arturus Black tenían un nuevo heredero que hasta el momento, nunca fue presentado ante la sociedad mágica británica.
Hartley Black era única, una joya entre piedras pulidas que tenía el poder suficiente como para captar la atención de todas las familias más antiguas con su sola presencia. Era una fuente de oportunidades y alianzas para cualquiera que tuviera la suerte de acercarse.
Lucius anhelada esas oportunidades, volver a unir las familias más fuertes de Gran Bretaña para demostrar el poder de la sangre. Tal vez por eso no dudo en enviar un regalo directamente al niño, como ofrenda de paz y futuras alianzas.
Estimado heredó Black.
He escuchado mucho de usted desde su aparición en el baile de su padre.
Se dicen rumores de que usted es uno de los mejores herederos de esta generación, y no dudo que sean verdaderos.
Por eso como Lord Malfoy es mi deber guiar a los futuros Lords por el camino correcto, me gustaría que pudiera encontrar en mi un consejero al que no dude en buscar para cualquier situación.
Cómo una muestra de buena fe de mi parte le envió un regalo que lo guiará por el camino correcto como digno heredero .
Que la magia le ofrezca poder.
Atentamente, Lord Lucius Malfoy.
Señor de la familia Malfoy.
Hartley tomo la carta entre sus dedos, leyendo las palabras una y otra vez.
Tal y como su padre le advirtió, las familias puras ya estaban buscando un favor de su parte. Tratando de poner sus manos entre la riqueza de la familia Black.
Los Malfoy, una familia que ya tenía antecedentes con su familia fueron los más directos, pavos reales tan arrogantes como ambiciosos había dicho su padre al hablar de ellos.
Mordiendo su labio doblo la carta, sin querer mandar una respuesta a la oferta. Le dió un premio a la lechuza real, quien al ver que no planeaba escribir otra carta, tomo el trozo de carne seca y se fue volando por la ventana de su habitación.
Observa al ave alejarte unos momentos más, y cuando finalmente se perdió en el horizonte suspiro mientras tomaba el regalo recién enviado.
Se trataba de un libro de viejo cuero negro, una portada simple con bordes de oro perdiendo su brillo y las hojas amarillentas por el paso de los años. Poco impresionado busco en ambas portadas algún título que indica de que se trataba el misterio libro, sin ningún resultado.
Curioso, abrió el objeto en la primera página. Un solo renglón de texto estaba en la vieja hoja, escrito con simple tinta negra y una letra elegante.
Tom Marvolo Riddle.
Notes:
Maître des arts et invocations magiques = M.D.A.I.M
•Examenes realizados a estudiantes de último año de Beauxbatons antes de graduarse para mejorar su nivel académico, es el equivalente a los EXTASIS de Gran Bretaña.
Chapter 8: Acto I: 1991
Summary:
Arturus mentiría si dijera que estaba bien, su pecho dolía con cada respiración. Su cuerpo casi no respondía, un incómodo hormigueo recorría sus piernas con cada paso que daba. Ignoro todo a favor de trabajar, debía dirigir a su familia y un simple dolor muscular no lo detendría, así que mantuvo el mentón en alto mientras hacia su trabajo, usando la oclumantia para ocultar su dolor.
Raso Nero era una empresa de joyería y moda creada luego de que adoptara a Harry, a pesar de que la familia Black tenía una gran riqueza (sin contar la herencia Potter de su hijo) nunca estuvo de más tener una fuente de ingresos estable.
Los nuevos catálogos de joyas debían de ser revisados y corregidos al igual que las nuevas túnicas que serían lanzadas al mercado dentro de poco. Todo requeriría de un extenso proceso y cuidado para que cumpliera con los estándares dignos de un Black.
“Mi señor los nuevos modelos lo esperan en la sala 13”, dijo su asistente, una mujer joven de cabello rubio y ojos cafés.
Arturus asistió en reconocimiento, un dolor tan simple no lo haría perder tiempo.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Tom Marvolo Riddle
El nombre escrito en la primera página era todo el contenido del misterioso libro, el resto de hojas estaban vacías de cualquier texto. Hartley no entendía por qué Lucius Malfoy le enviaría un libro en blanco como regalo para una alianza.
Con la esperanza de que ocultará algo lanzó un revelio sobre las hojas, esperando que algo comience a dibujarse en el papel. Sin embargo las hojas permanecieron intactas.
Decepcionado por los resultados guardando el objeto en el cajón superior de su escritorio, tal vez otro día obtendría algo más relevante.
✧———•———✧
Hartley y sus amigos desayunaron en el comedor principal, ese año los cocineros parecían haber descubierto nuevas recetas pues las mesas estaban llenas con platillos de toda clase de sabores.
—Este postre es delicioso, juro que si dejan de servirlo voy a hacer huelga en la cocina —Enric dijo mientras comía un pequeño pastel con manzana y una extraña salsa cubriéndolo.
—Eso sería todo un espectáculo — murmuró mientras empujaba un pequeño trozo de tarta de melocotón hacia su boca. El dulce sabor del postre de melocotón empalago su boca de una manera hipnotizante.
Ignoró la charla a su alrededor mientras terminaba el contenido de la copa de plata, siempre creyó que el melocotón era una fruta poco apreciada. Era dulce, suave y jugosa y si elegias la correcta tendrías una mermelada tan diferente de las demas.
Harry realmente amaba las cosas dulces pero su padre cuidaba la cantidad de azucares que tomaba, por lo que tenía un acceso muy limitado a esa clase de comidas. Pero siempre podía escabullirse y convencer a los elfos domésticos que le dieran algunos dulces en secreto.
—Harry volvió a entrar en un coma de azúcar — dijo Adrik con burla, viendo el aspecto perdido de su amigo.
—Solo déjalo ser — dijo Camille al ver a Harry, sabía del gusto de su amigo por los dulces así como las pocas veces que comida estos.
Arturus no moriría por un secreto más en la lista.
✧———•———✧
Hartley tenía una vida escolar ocupada, sus clases, los talleres, los ejercicios de esgrima, todo ocupado gran parte de su tiempo por lo que todo el asunto de los Malfoy y su intento de alianza quedo olvidado en un rincón de su mente.
Recordó el objeto al encontrar de forma accidental mientras hacia sus trabajos, su tinta finalmente se había terminado luego de dos pergaminos de su ensayo de astronomía. Mientras veía el contenido de sus cajones buscando otro bote con tinta encontró el viejo libro oculto entre diferentes objetos.
Trato de sacarlo del cajón pero accidentalmente hizo caer su te de frutos rojos sobre el cajón, derramando el líquido sobre todo lo que había dentro, incluyendo el libro. Maldiciendo en voz baja lanzando un hechizo de secado rápido para sacar las cosas, su te solía tener una gran cantidad de miel por lo que si no secaba bien todo quedarían pegajosos y llamarían a los insectos.
Comprobó todos los objetos, lanzando hechizos de limpieza a aquellos que se pegaban de forma extraña a sus dedos.
Extrañamente el libro no estaba pegajoso cuando lo tomo, en cambio permaneció igual de seco que antes del té. Trato de ignorar ese detalle mientras limpiaba el resto pero su mirada siempre se desviaba al inocente objeto sobre su escritorio.
Termino el resto de su tarea con prisa para poder ver más detalle el libro, dejó que un hechizo se encargará de guardar todo de regreso al cajón excepto una pequeña botella de tinta.
Tomo la pluma de cuervo empapada de tinta a su lado y abrió el libro en una página al azar, observo con asombro como una gota de tinto caía sobre el papel amarillo para desvanecerse casi al instante. Aún más intrigado escribió su nombre en el papel.
Hartley Dened Black
La tinca volvió a desaparecer ¿Que clase de hechizo tenía ese viejo libro para hacer algo así? Magia de luz no sería de eso estaba seguro, los objetos que podían desaparecer no eran tan extraños, un simple conjunto de runas sería suficiente para que las cosas se borrarán. Creyó que sería eso hasta que, bajo sus atentos ojos, el papel volvió a llenarse con palabras diferentes.
Hola Hartley, mi nombre es Tom Riddle.
¿Cómo conseguiste mi diario?
Que clase de maldición tendría Hartley para que todo lo malo le pase a el.
✧———•———✧
Tom Riddle no era más que un recuerdo escondido en un viejo libro, una pequeña parte de su conciencia que permanecía intacta entre hojas de papel viejo que acumulaban nuevos descubrimientos con el paso del tiempo.
El recuerdo de un hombre hambriento de poder que hizo lo que debía para obtenerlo. Su alma pudo conocer el amor pero no lo logro, su humanidad fue tan rota que hace mucho tiempo dejo de ser considerado como humano. Un recuerdo de seis memorias olvidadas con el pasar de los años.
Pero Hartley no sabía eso, un libro con conciencia no era algo extraño en su mundo donde los retratos podían hablar, dónde las criaturas andaban en los bosques, donde los muertos podían regresar del descanso eterno.
Un ser intrigante para un alma curiosa, un ser lleno de avaricia por una magia extraña que parecía llamarlo como la luz llama a las polillas.
Una nueva oportunidad para el joven señor oscuro de Gran Bretaña.
Notes:
Démosle la bienvenida al joven Tom Riddle.
Según la línea temporal que yo manejó, el segundo año escolar se desarrolla en su primer año escolar canónico, osea en 1991. El adelanto escolar se debe a que en Beauxbatons los niños entran con 10 años en lugar de 11, un año antes que Hogwarts. Lo que hace que el ciclo escolar de Beauxbatons sea un año más largo, siendo un total de 8 años.
Por supuesto que la edad varía entre los 9 y 10 años para entrar según el cumpleaños del niño.
Sin más que decir nos vemos en el próximo capítulo
Chapter 9: Acto I: 1991
Summary:
Saludos lord Black.
Que sus enemigos rogen por piedad bajo su varita, y su magia y salud sean fuertes cada día.
Escribo para confirmar mi asistencia, entiendo que su agenda es apretada y me alaga ser recibido en su morada.
Tenga por seguro que escuchare con atención su propuesta.
Atentamente, lord Schubert.
Chapter Text
El libro de Tom era algo único en todo el mundo, un objeto con consciencia que podía responder y hablar como una persona normal. Sin duda quien lo hubiera creado era inteligente y poderoso. Hartley no sabía si Malfoy sabía el valor real del libro y lo había enviado de forma deliberada o fue un completo accidente.
Él creía que se trataba de un accidente pues Tom no conocía nada de francés, en cambio hablaba únicamente inglés británico. Malfoy no sería tan idiota como para enviarle un artefacto mágico que no podía hablar otro idioma más allá con el que fue creado.
Sus charlas con Tom, únicamente en inglés, eran en pocas palabras, interesantes. El libro parecía compartir su misma fascinación por la magia y constaba de una amplia variedad de conocimientos sobre esto. Podía pasar horas hablando con el objeto acerca de la creación de un hechizo o compartiendo una amplia lista de conjuros únicos.
El propio Tom era una fuente de misterios para él.
En más de una ocasión busco la magia que hacía funcionar al objeto, pero nunca vio alguna señal de esta, el libro no era más que eso, no tenía algún patrón de runas entre sus páginas o en el cuero que lo cubría, tan solo era papel y cuero viejo. Aun así él sabía que había algo más, podía sentirlo cada vez que tocaba el objeto. Una magia pesada y fuerte que parecía querer atacarlo cada que lo tocaba, pero que se retractaba en el último segundo.
La primera vez que trato de preguntarle a Tom sobre eso solo recibió una respuesta que más resolver dudas solo las aumento más.
Tu curiosidad tiene muchas razones Hartley y puedo entender por qué lo quieres saber, tú tienes tantas ganas de aprender más de la magia como yo. Sin embargo, la forma en que fui creado es algo que ni siquiera tú sabes querido. La magia con la que me hicieron es antigua y poderosa. Si quieres saber más de ella tal vez deberías ver los libros de las bóvedas de tu familia, estoy seguro de que ahí debe haber algunos libros que hablen sobre ella.
Él no pudo evitar maldecir al libro por darle vueltas al asunto, a ese paso tendría que hacerle caso y pedir acceso a las bóvedas familiares a su padre, algo que son duda prefería evitar. Tal vez podría encontrar algo en la biblioteca, solo debía buscar más.
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Tom no sabía como llegó hasta Francia, ni mucho menos como terminó en las manos de Black, pero estaba agradecido por terminar donde estaba.
Él recuerda a su viejo aliado Orión como si fuera ayer cuando lo vio por última vez, como él su memoria estaba atrapada en un abismo del que no podía escapar, lo que alteró la forma en que el sentía el tiempo. Tuvo problemas de memoria por eso al inicio, le llevo casi un año aprender a controlar su oclumancia para evitar migrañas innecesarias.
Recuerda que se mantuvo en contacto con su versión mayor durante un tiempo, tal vez un par de meses, pero ese hombre se fue hace mucho tiempo y lo dejo escondido en algún lugar de la mansión Malfoy. Dónde sea que lo ocultaron parecía deshabitado, pues nunca escucho a nadie hablar, los únicos sonidos que escuchaba eran lo qué parecían escobas barriendo un suelo y trapos limpiando estantes.
Fueron años de silencio y exclusión, atrapados entre los pasillos muertos de Hogwarts. Nada más que el recuerdo muerto de un lugar que no creía volver a ver jamás.
Hasta que ya no era solo él.
Hartley Deneb Potter-Black.
La combinación Black y Potter fue inusual, eran familias en lados opuestos de la magia que no interactúan desde hacía décadas, pero ahí había un chico con ambos apellidos. Y que hablaba francés.
Aunque no le gustó admitirlo, entro en pánico cuando las palabras desconocidas aparecieron en sus hojas, luchando por recordar las pocas lecciones que Abraxas le dio alguna vez de otros idiomas. En su pánico termino respondiendo en inglés, tuvo la suerte de que su nuevo poseedor conocía también inglés.
Su primera conversación con el chico fue, en pocas palabras, bastante informativa. Descubrió que Hartley era el nuevo heredero de la familia Black, hijo de Arturus Black (el hombre no perdía el tiempo) y estudiante de segundo año en la academia de magia francesa Beauxbatons. Tom no tenía idea de cómo había terminado en Francia o como el joven heredero Black terminó con su diario, lo último que sabía de dónde estaba era que su versión mayor lo había dejado bajo el cuidado de su amigo Abraxas, por eso estuvo encerrado por tantos años.
Cuando le pregunto al chico su respuesta fue que él era un regalo de buena fe por parte de un tal Lucius Malfoy, un familiar de Abraxas por lo que supuso. Tom se preguntó que estaba pensando el engendro Malfoy para enviarlo hacia las manos de desconocido, ya sea un niño o no. Parece que los Malfoy comenzaron un camino de decadencia desde que murió su viejo amigo.
Tal vez era hora de que comenzar a crear nuevas alianzas y el joven Black parecía ser una buena opción, de todas formas siempre tuvo una mejor relación con Orión.
Tengo curiosidad querido Harley, verás yo soy de Inglaterra. Fui creado en un maravilloso sitio de ese lugar y desde entonces, no he sabido nada de mi lugar de origen ¿Cómo está Gran Bretaña hoy en día?
Querido Tom, es interesante saber que fuiste creado en Inglaterra. Siendo sincero me sorprende que un inglés llegara a crear algo tan maravilloso como tú.
En cuando a como está Inglaterra hoy en día, bueno las cosas cambiaron bastante hace un par de años. Verás, en 1981 la primera guerra mágica llegó a su final cuando el señor oscuro derrotó a la rebelión, la orden del fénix como ellos se hacían llamar. El señor oscuro, un mago tan poderoso como un señor debe serlo, tomo el control de Gran Bretaña. Impuso su dominio sobre el país y cambio todo lo que alguna vez fue, creo una nueva manera de gobierno donde las familias más antiguas tienen la ventaja, un país donde el poder lo es todo. Ahí tu sangre es importante, pero tu magia lo es todo.
¿Qué es lo que sabes de ese señor oscuro?
Lamento decepcionarte, pero es poco lo que se sabe sobre él, desde que la guerra termino las veces que salió al público han sido limitadas y todas fueron durante eventos importantes. Son pocos los que tienen alguna clase de contacto con él, incluso en su propio ejército.
...
¿Tom? ¿Sigues ahí?
Te lo agradezco Hartley.
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Camille y Harley se volvieron cercanos casi al instante luego de conocerse, tal vez fue la falta de cariño en la vida del niño lo que hizo que se volvieran tan cercanos. Ella conocía a su amigo como la palma de su mano, fue ella a quien él acudía cuando su padre le decía comentarios que lo lastimaban o cuando la escuela parecía consumirlo.
Saber cuando algo pasaba con Hartley era de lo más sencillo para ella. Entonces supo de inmediato que algo cambiará esa mañana.
—Buenos días, queridos —saludo mientras tomaba asiento en la mesa del comedor.
Enric lo saludo casi durmiendo sobre el plato de avena frente a él, Adrik simplemente le devolvió el saludo con su extraña calma de siempre. Fue el asiento vacío a un lado de su amigo pálido lo que llama su atención.
—¿Dónde está Harry? — pregunto al tomar un trozo de pan cubierto de miel de abeja de un plato cerca de ella.
—Aún no se despertó, tengo el presentimiento de que tuvo una noche bastante ocupada ayer —Adrik le echo un poco de leche a su café, seguramente para suavizar el sabor tan fuerte para sus papilas gustativas.
—¿Algo que ver con su padre? — la ansiedad lleno su pecho al pensar en su amigo escuchando las mentiras de su padre durante toda una noche.
—No, diría que tiene que ver más con un problema provocado por un hurón — el misterio bastardo de Adrik comenzó a beber de su café como si nada.
—¿Un hurón? ¿Cómo tendría Harry problemas con un hurón?”
—Un hurón de pelo bastante largo y bien cuidado diría yo —el chico sonrió tomando de su café.
Camille ya podía sentir la migraña que le vendría si su amigo seguía hablando de esa forma, ella solo quería saber que la había pasado a su amigo para hacerlo llegar tarde al desayuno. Si realmente algún hurón logro entrar a la habitación de Harry y causar problemas.
—Buenos días— hablando del diablo, Harry finalmente decidió mostrar su rostro.
—Buenos días, La Belle au bois dormant — Enric le tiró un trozo de pan a Harry, quien lo agarro en el aire.
—¿Haciendo bromas tan temprano? Creí que a estas horas seguirías durmiendo sobre los platos— se comió el pan en su mano mientras se sentaba en su asiento de siempre.
—Podría decirte lo mismo amigo, es raro que te levantes tan tarde.
—Tarde tan solo cinco minutos más en levantarme, no tienes por qué hacer un escándalo por eso —Harry comenzó a comer de un plato de panqueques cubiertos de miel y arándanos, decidido en ignorar a Enric.
Camille sabía que su amigo mentía, las mordidas en su labio inferior y el arco un poco más junto de sus cejas lo delataban. Ella se preguntó que escondía con tanto fervor, tanto que incluso se los ocultaba a sus amigos.
Tal vez era un poco entrometido de su parte (bastante si era sincera) pero sabía que Harry no tenía a nadie a quien acudir cuando tenía algún problema y simplemente solía guardarlo para sí mismo. Lo que llevaba a que todo se acumulará en una bola de estrés que luego no sabía controlar.
Observa un poco más a su amigo mientras terminaba su desayuno, pensando en como hacer que hablara con ella sobre lo que sea que le pasaba.
Chapter 10: 1991 » Unsere Familien
Summary:
Harley tenía un día pesado, un extraño presentimiento de que importante estaba ocurriendo lo persiguió durante toda la jornada escolar. Incluso las conversaciones con Tom se vieron opacadas por ese extraño peso incómodo en su pecho.
Se preguntó que era lo que iba pasar que lo dejo tan conmocionado.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Peut-être que tus pensamientos qu'ils sont cruels, peut-être qu'ils le sont, mais tout ce que je fais est pour te protéger.
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En Francia su familia tuvo total libertad de crecer, tal vez no eran originarios del país como los Lestrange pero su poder e influencia eran mayor que las de esos cuervos. Cómo su poder creció al poco tiempo de llegar a las calles francesas era prueba de ello, solo le tomo un par de años lograr tanto estatus social como las mayores familias que permanecieron en esos puestos por generaciones.
Los Black eran magos y brujas de la más alta clase y nobleza que nadie más podía llegar a ser. Sus últimos años fueron de crecimiento, tanto de poder como riqueza y familia. Su querido hijo era uno de los mejores estudiantes de Beauxbatons, con un futuro tan brillante que dejaría ciego al mundo mágico. Arturus sabía lo fuerte que era su hijo pero también lo vulnerable que podía ser, el sabía que en parte era culpa suya.
La jaula de oro en la que lo crio lo mantuvo aislado del mundo, el contacto social que su hijo tuvo con otros niños siempre fue muy escaso y rigurosamente supervisado para que todo saliera bien. El sabe las repercusiones que tuvo en su hijo, como no sabía socializar con otros niños de su edad en Beauxbatons, que no fue hasta que un niño con herencia de criatura se acercó a el que comenzó a tener amigos.
La poca experiencia social de su hijo lo volvió vulnerable ante ciertos tipos de personas, personas que solo buscan obtener algo de él. Se hacen pasar por sus amigos pero al final solo terminan tomando más de lo que deben y su hijo nunca se daría cuanta de eso.
Puede que Hartley se de cuenta de las manipulaciones de personas como Lucius Malfoy o de magos mayores pero no se daría cuenta si alguien de su edad lo hacía. Hartley tomó lo mejor de las personas de su edad e ignoraba lo peor de ellas.
Arturus ya era viejo, su cuerpo finalmente se estaba marchando y cuando cayera por completo su hijo quedaría solo. Eso no lo podía permitir, su deber como jefe de casa era proteger a su sangre.
Tal vez por eso estaba haciendo algo tan estúpido y anticuado como eso.
»——> ⑅ <——«
La mansión Black era un edificio alto y de gente muy rica a simple vista, Lord Schubert no comprendía como es que solo dos personas vivían en un lugar tan grande, aunque es cierto que no contó a los elfos domésticos que también habitaban el lugar. Ni siquiera el edificio familiar de los Schubert era tan grande como aquella mansión y eso ya era decir mucho.
Entro al gran edificio con el mentón en alto, una casa grande no lo asustaría. Un elfo doméstico vestido con una elegante tela negra lo llevo por el lugar hasta una puerta de roble negro, le dijo que esperara un segundo para presentarlo de forma adecuada.
—Maestro Black, le presento al Lord Conrad Edrick Schubert, jefe de la casa pura alemana Schubert. — el elfo doméstico dió una gran reverencia antes de desaparecer.
El jefe de los Black, Arturus Black lo esperaba con elegancia sobre un sillón verde esmeralda. El nombre de ese hombre era tan poderoso que incluso llegó hasta las heladas montañas alemanas, su marca de ropa de lujo era algo que solo las familias más poderosas podían portar. El heredero Black era la única persona conocida al que alguna vez se le vio portando la marca de su familia de forma casual y poco interesada, como si de alguna prenda cualquiera se tratará.
Alguien de temer y respetar de igual manera pero, sobre todo, un aliado codiciado por cualquiera con cerebro.
—Es un honor conocerlo en persona Lord Black — dió una inclinación respetuosa hacia el hombre.
—El honor es mio Lord Schubert — apesar de sus palabras, el tono poco impresionado lo delataba por completo.
Comenzó a avanzar hacia el sofá secundario de la habitación pero no tomo asiento en este, — Debo admitirlo señor Black, me sorprendí cuando aceptó mi oferta para reunirnos. Se de las muchas familias que tratan de reunirse con usted que son rechazos sin esfuerzo alguna y sin embargo usted acepta una reunión con un hombre desconocido de una familia de un país extranjero ¿Que lo impulso a aceptar?
El hombre simplemente tomo de su té como si nada, se sintió un poco ofendido si era sincero.
—Puedo entender su curiosidad señor Schubert — dejo la taza a un lado — y creo que también puede entender las razones que estoy por darle.
Interesado tomo asiento en el sillón de una vez — soy todos oídos.
—Usted comprenderá que ya soy viejo, tengo noventa años y mi cuerpo ya comienza a fallar sin que yo pueda hacer mucho. Durante años he retrasado lo inevitable para poder criar a mi hijo hasta una edad en la que el pueda establecer su propio camino pero parece que me quedó sin tiempo. En estos años logré establecer una fuente de ganancias que le asegure un buen nivel de vida pero aún así hay cosas que no logré anticipar h asta hace poco. Comprenderás que mi hijo solo tiene díez años y que cumple once este año, como padre de dos hijos seguro podría entender mi desagrado ante la idea de dejarlo solo.
Escuchar a Black decir lo viejo que estaba lo desconcertó, especialmente por qué no parecía tener noventa años.
—La familia Black siempre se ha enlazado con los veintiocho sagrados de Inglaterra pero ya no estamos en Inglaterra y no considero que las familias francesas en las que confio sean adecuados para mis intenciones, entonces decidí investigar un poco sobre otros países y fue cuando encontré a la familia de la realeza alemana, la honorable casa Schubert. Una familia tan antigua como la mía y con tantos secretos que mantuvieron en su sangre por generaciones. Pensaba contactarme con usted cuando su carta llegó como una señal del destino.
Me sorprende que admita tener un plan que involucra a mi familia de manera tan casual, fue el pensamiento que cruzó su mente.
—Su familia Lord Schubert siempre se destacó por la cantidad de secretos que oculta al mundo, proviene de la realeza mágica directa de Alemania, con tanto conocimiento antiguo que nadie puede imaginar. Su mayor secreto es como logran mantener el seguimiento de su línea incluso cuando se trata de un matrimonio entre dos hombres.
El sabía lo extraño que era eso incluso para el mundo mágico, pero entre su familia un par de rituales de sangre y mágica muy antigua y dos hombres podían continuar con la familia. Así que el ya podía ver hacia donde iba Lord Black.
—Su heredero ya está casado con una jovencita de una buena familia, sin embargo usted tiene un segundo hijo que se sabe no está comprometido y tan solo es dos años mayor que mi propio hijo—el hombre guardó silencio un momento, tal vez reconsiderando su oferta —Lord Schubert, como jefe de la más noble y antigua casa Black me gusta arreglar un compromiso entre mi heredero, Hartley Dened Black-Potter, y su segundo hijo, Ancel Ludwig Schubert.
Sin darse cuenta cuenta una sonrisa se forma en su rostro.
»——>☬<——«
Estaba hecho, Arturus había comprometido a su hijo con el segundo hijo de la familia Schubert. Arturus no podía decir si se arrepiente, sabía que su hijo no estaría contento con ese arreglo pero era lo mejor para el.
El era un hombre viejo y, como le dijo antes a esa persona, no sabía que pasaría con su hijo una vez el se fuera de este mundo. Sus negocios quedarían en manos de uno de sus mayores socios hasta que su hijo cumpliera la mayoría de edad para reclamarlos y hacerse cargo, su educación sería pagada junto con las demás comodidades en las que vivió hasta ahora.
Pero no podría dejarlo solo, al estar comprometido su tutela pasaría a la familia Schubert una vez que el muriera y la familia se encargaría de cuidarlo hasta que fuera mayor de edad. El fue cuidadoso al elegir a las personas que cuidarían de el, no lo dejaría en manos de cualquiera que tuviera sangre pura. Se aseguro de que la familia estuviera limpia de cualquier historia de abusos o cualquier cosa similar.
Los Schubert tenían un historial tan limpio como una familia pura podía, se sabía que los matrimonios aún siendo arreglados se basaban en el respeto y la neutralidad. Los pocos que tuvieron un historial de violencia terminaron con el abusador fuertemente castigado.
Se aseguro de poner todos esos detalles en una carta especial para su hijo, donde se le explica todo. Así como las fechas en las que conocería a su prometido y su nombre, también acerca del posible proceso de cortejo que ocurriría durante el mes de junio.
Una vez la carta fue enviada sitio podía relajarse un poco, tratando de ignorar el peso que se aferró al interior de su pecho.
Notes:
Mentiría si dijera que el romance no tendrá relevancia en la historia, por qué si lo tendrá y sera mucho. Al principio lo dejaría como algo de fondo pero las cosas cambiaron sin que me diera cuanta y de repente la pareja de Harry tendría mucha relevancia en la historia principal.
El romance no hará que la historia se deje de lado, conforme este se desarrolle también lo hará la trama. Será un proceso lento en ambos sentidos pero me gusta mucho como terminó resultando.
Cómo lectora que siempre lee romance con trama más allá de la pareja puedo decir que realmente me gusta como suelen juntarse problemas que no tratan sobre la pareja con la pareja. Siempre es interesante ver cómo terminan al final.
¡Espero que ustedes lo disfruten tanto como yo!
Chapter 11: Acto 1: 1991
Summary:
Muchas cosas pasan en la vida de Harry, trabajos se acumulan y noticias que nunca espero llegan a sus manos.
El destino era un poco cruel y el solo podía aceptarlo.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Hartley se sentía diferente, su horario no era el mejor sus clases consumían casi todo su tiempo. Así que era normal que se sintiera cansado o que su cuerpo fuera como un ladrillo por la tensión acumulada.
Pero no era normal que se sintiera tan cansado, dormir ya no era suficiente y parecía que no importaría que comiera el siempre tenía hambre. En el último mes incluso bajo un poco de peso a pesar de las cantidades anormales de comida que tomaba.
Creyó que era una simple enfermedad que con el tiempo pasaría, así que espero un par de días, luego semanas hasta que finalmente se volvió un mes y su cuerpo seguía estando igual. Camille fue la primera en notar el cambio así que lo arrastró hasta la enfermería pero no encontraron nada raro en el, ni siquiera un resfriado.
El comenzó a preocuparse, si seguía así la academia le diría a su padre y eso no podría terminar bien. El miedo de que su padre se diría cuenta que tenía problemas fue suficiente para que buscará una respuesta el mismo sin necesidad de algún profesor o enfermera.
Su primer intento de conseguir respuestas fue, claro está, en la biblioteca. Estuvo leyendo diferentes tomos sobre enfermedades mágicas o no mágicas que tenía los síntomas que el presentaba. La lista era bastante larga pero ciertos detalles hicieron que la lista se redujera a un mejor número.
Con su nueva investigación Harry trató de equilibrar su tiempo. Su horario se basa en desayunar, ir a clases, buscar en la biblioteca, hablar con Tom, practicar ballet, hablar con Tom, cenar, hablar con Tom. Desde que se enfermo Tom se volvió aún más presente en su vida, el objeto trataba de darle consuelo con sus charlas y consejos, pasando horas hablando con el sin parar.
Harry estaba feliz de que sus charlas con Tom lo distraerán un poco.
»————«✧»————«
Fue durante uno de sus días libres que Harry se dió cuenta de algo, su primera semana de evaluaciones estaba llegando y optó por dejar de lado todo para centrarse en sus estudios, incluyendo su tiempo de investigación sobre su problema físico. Se concentro tanto en estudiar que no noto que finalmente dejo de sentirse mal hasta que Camille lo menciono.
« Los exámenes se acercaban y el estaba concentrado en ellos, su taller ya no tenía reuniones tan constantes debido a la cercanía de las evaluaciones por lo que tenía un poco más de tiempo libre para estudiar todo lo que quisiera.
Estaba concentrado pensando en exámenes y terminar trozos de tarta que se asustó un poco cuando Camille le hablo.
—Me alegra que ya estés mejor Harry.
—¿Lo estoy? — Pregunto desconcertado.
—Pues te ves mejor, ya no estás tan pálido y comes más —la heredera lo miro con sus grandes ojos ámbar, analizando su reacción.
Harry comió un trazo de tarta de manzana, pensando en lo que digo su amiga —supongo que lo estoy.
El no sabe cómo o cuando fue que dejó de lado su malestar pero se alegra que haya sido más tarde que nunca, especialmente por qué su padre no se entero de nada.
Tom estaba confundido, muy confundido.
Cuando hablo con el niño Black pensó en las posibilidades que tenía de ahora delante, en como podría usar la magia del niño para obtener un nuevo cuerpo y salir de su diario por primera vez en Merlin sabe cuánto tiempo.
Al principio lo hizo de forma discreta, tomando pequeñas porciones de su magia durante sus charlas de forma que no se diera cuenta. Conforme el niño fue tomando más confianza, tomo más y más hasta que su cuerpo comenzó a enfermarse por la invasión a su magia.
Con la cantidad de magia que tomo creyó que podía tener su nuevo cuerpo en poco tiempo, esas eran sus esperanzas hasta que algo lo obligó a detenerse.
Algo cambio en la magia de Hartley, su magia infantil que una vez fue suave se volvió poco accesible. De la noche a la mañana se volvió rígida en su cuerpo y regreso al de su dueño de forma inesperada, el proceso ocurrió de forma tan indetectable que no fue hasta que noto el cambio en si mismo que vio como la salud del niño regresaba.
Al tratar de recuperarla se encontró con algo rígida y terco, indagó un poco más en la magia del niño para saber cuál fue el cambio en esta. Se llevó una gran sorpresa con lo que encontró.
Debido a que el era un trozo de alma, el era magia pura en toda la palabra. A diferencia de su parte original, el no solo podía entrar en la mente de otros y ver sus recuerdos, el podía ver todo sobre esa persona, incluida su magia. La forma de magia podía cambiar en todas las personas; su forma, su color, su tamaño y su visión, todo era único para todos. La de Hartley era similar a estar parado a mitad del océano, infinito por donde vieras y en constante movimiento. Las olas, de un azul tan oscuro que se confundía con negro, se movían como ondas, demostrando la edad tan inexperta en la que Hartley estaba pero con un fuerte potencial debido a su infinidad.
Esa era la clase de vista a la que Tom estaba acostumbrado al tomar magia de Hartley, no lo que se encontró ahora que regresaba a la mente del niño.
El océano, a pesar de seguir con sus ondas y color habituales, estaba cubierto por lo que parecían capas de ceniza. El polvo gris y dorado caía del cielo como lluvia, una neblina blanca cubría una buena parte de la superficial del agua dejando escondidas grandes áreas de la magia del niño.
Tom no sabía por qué había ceniza y neblina ahora, pero de lo que estaba segura era de que eso era magia. Una magia que no le pertenecia a Hartley pero que aún así estaba tan arraigada a su alma que de una u otra forma lo protegía.
—Realmente traes muchas sorpresas niño.
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Fue un día caluroso cuando la vida de Hartley dio un giro total.
Cuando encontro al ave real de su padre esperándolo fuera de ventana supo que algo había pasado, el sobre negro sellado en cera dorada aumentó los miedo en el interior de su pecho. El escudo de la familia Black nunca se había visto tan intimidante como ahora.
Sus manos temblaban mientras rompía la cera en el papel, dentro del papel negro la letra elegante y delgada de su padre estaba impresa como una sentencia de muerte.
Querido Hartley.
Espero que tus estudios en Beauxbatons vayan tan bien como se espera del heredero Black.
Escribo está carta para poder informarte de un hecho que surgió estos últimos días y que tiene un gran impacto en tu vida. Hace un par de días me puse en contacto con una familia pura de Alemania, la casa noble Schubert. Está familia está estrechamente relacionada con la sangre azul de Alemania, su historia es tan rica como la Black y su magia ancestral más fuerte que la nuestra. Cómo mi hijo comprenderás los beneficios que relacionarnos con ellos nos traerá, debido a esto el jefe de familia Schubert y yo llegamos a un acuerdo en una reunión reciénte, la familia Black y la familia Schubert quedarán unidos en la historia por medio del matrimonio acordado entre el heredero Black, Hartley Dened Black-Potter y el segundo hijo, Ancel Ludwig Schubert.
Su primera reunión quedará acordada en las próximas semanas, sin embargo por petición del señor Schubert el cortejo empezará durante estos días, te sugiero que repases tu alemán para que tengas una mejor comunicación con tu prometido. Mantente atento al correo que recibes e investiga acerca de la historia de la familia, es mejor que sepas mucho de ellos a qué pareces un ignorante.
Este trato es algo muy importante para nuestra familia Hartley así que espero que colabore con el proceso de cortejo y que seas lo más atento posible con tu prometido, así como que actúes como un joven decente en tu academia para evitar cualquier clase de inconveniente.
Te deseo lo mejor en ti en tus estudios y que seas un digno negro
Tu padre, Arturo Black
.
Notes:
Cualquier error será corregido más tarde por qué quiero dormir y si no público esto no dormiré tranquila.
•El prólogo también fue editado y sugiero que regresen a leerlo debido a ciertos cambios aur hize que podrían tener una relevancia en el futuro.
•Si bien se mencionara el Mpreg durante varias ocasiones nunca va a pasar en esta historia, es más como una breve explicación de por qué pasa esto o aquello.
Chapter 12: Acto I: 1991
Chapter Text
«¿Matrimonio arreglado?– Observa confundido al adolescente frente a él.
–Así es, mi padre, logro comprometerme con la hija de una familia pura de Gran Bretaña. El matrimonio no me molestaría tanto si no fuera por qué es una inglesa, sus costumbres son muy diferentes de las nuestras y temo que eso causa problemas más adelante" el chico desconocido suspiro con pesar, como si tuviera una gran carga en los brazos "pero no tengo otra opción, después de todo son mis responsabilidades como heredero– »
La primera vez que escuchó sobre el matrimonio arreglado pensó que eso haría su vida más fácil, que simplemente tendría que cumplir con su papel y mantener una vida calmada con su prometida.
Ahora que era mayor y se enfrentó a esa situación no estaba seguro de como sentirse con respecto al compromiso, la carta de su padre lo dejo en shock, como heredero sabía que tenía responsabilidades que no podía evadir por mucho tiempo, pero la idea de ser comprometido con alguien que no conocía no era tan talentosa como alguna vez pensó.
Que fuera un chico solo enredo más las cosas, Hartley no tendria problema en salir con hombres o mujeres, pero nunca creyó que fuera a casarse con un hombre debido a los problemas para engendrar un heredero. Su padre lo sorprendió al mencionar que su nuevo prometido era, de hecho, hombre y que aparentemente ya tenían una solución para el problema de traer un niño al mundo.
Él no quería pensar en lo que involucraba la solución a ese problema.
Por ahora lo único que él podía hacer era esperar que su prometido comenzara con el cortejo que su padre menciono, entender su situación actual y ver como podía adaptarse a esta.
»————«✧»————«
A pesar de lo que se digo a sí mismo, él quería hablar con alguien más sobre lo que le esperaba en el futuro. Hablar con Camille estaba descartado debido al temperamento de la chica, Enric también estaba tachada, ya que no sabría cómo manejar algo así con su crianza estilo sasmagie entonces fue a hablar con su primer amigo, Adrik.
Adrik, que era uno de los primeros de la lista, vivía en el primer piso de la torre, por lo que tuvo que bajar las escaleras para ir con él. Frente a su puerta dudo antes de tocar la madera, unos pocos toques delicados y que apenas sonaron fueron suficientes para que su amigo lo recibiera.
Escucho un leve 'adelante' desde adentro, hizo caso y entró a la habitación de Adrik, al igual que la de él, estaba dividida en dos habitaciones diferentes, la primera que es una pequeña sala de estar con una chimenea y la segunda que se Se trata de la habitación personal.
Frente a la chimenea había un sillón grande de color carmín, su amigo estaba sentado en el suelo frente al sillón concentrado en algo que no lograba ver. Fue hasta donde él tomando haciendo en el gran sillón, sus rodillas casi tocaban la espalda de Adrik por la cercanía entre ambos.
El silencio permaneció entre ellos, ninguno habló durante un tiempo. Hartley se sintió cómodo durante esos momentos, simplemente disfrutando de la presencia relajada de su amigo. Para su lástima el silencio no se endurece demasiado.
– Estás confundido Harry – la voz de Adrik le hizo fruncir el ceño – tal vez enojado es una mejor palabra para describirte ahora mismo–
Abró la boca un segundo antes de volver a cerrarla, expresa como se sentía no era su fuerte. Luego de un par de segundos más deliberando finalmente hablo – Mi padre me arreglo un matrimonio y no sé cómo sentirme con eso –
–¿Crees que tu padre no te arreglaría un matrimonio? –
– No, yo sabía que eventualmente lo haría, pero nunca esperé que fuera tan pronto. Usualmente, estos arreglos ocurren cuando los herederos tienen al menos quince años, no cuando tienen diez casi once–
Adrik guardo silencio un momento, procesando lo que dije –E ntonces no te molesta el arreglo, sino que lo haría tan pronto –
– Y sin consultarme, creí que cuando esto pasara me dejaría al menos elegir con quién me casaría, pero no lo hizo. Pensé que al menos me casaría con alguien a quien yo escogiera aunque fuera el quién me diera una lista de personas como si de comprar algo se tratara, es decir, soy yo quien se va a estar con esa persona por el resto de la vida y debería tener un poco de voz en esto ¡En cambio, ahora tengo que casarme con alguien que no conozco, que por cierto vive en Alemania, y que podría ser un idiota que puede hacerme la vida imposible sin que lo evite!– sin querer mi voz se elevó como un grito para mí, última oración.
Adrik me miró por primera vez desde que comenzó nuestra charla, una pequeña sonrisa en sus labios.
– Creo que primero debes tomarte tu tiempo para procesar tu compromiso, tal vez casarte no te moleste, pero el hecho de pasar sin haber conocido si lo hace. Toma un tiempo acostumbrarse a la idea, pero estoy seguro de que lo harás, y con respecto a casarte con un desconocido, tal vez debas conocerlo primero ya partir de ahí puedas ver qué harás con tu relación con él. Podrías pedir una reunión con él para ver cómo es ya desde ahí puedes sacar mejores conclusiones –
Escuche a mi amigo, sonriendo un poco por como podía mantener la calma, incluso en momentos inapropiados. Si era sincero consigo mismo, él tenía cierta envidia de esa cualidad, a pesar de que rara vez expresaba bien sus emociones cuando lo hacía, solía terminar en desastre.
Una pequeña sonrisa se expandía por mi rostro –Gracias Adrik –
– Por nada – se vio la vuelta para volver con las cartas de tarot que estaba usando antes.
En lugar de irme, me acomodé más en el sofá, disfrutando del silencio entre ambos y de la calidez de la chimenea frente a nosotros.
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« – Hemos arreglado tu matrimonio, desde ahora estás comprometido con Hartley Deneb Black. Un heredero de una importante familia pura inglesa que reciden en Francia, se de tus inclinaciones, por lo que estoy seguro de que él será de su agrado. Cómo siempre el proceso de cortejo iniciará la próxima semana, por lo que te sugiero que leas todo lo que estará en tu habitación, es información importante de su prometido –»
Miro los papeles en sus manos, viendo todo lo que tenía que aprender sobre su nuevo prometido antes de iniciar el cortejó. Era extraño cortejar a alguien que no conocía, pero no había nada que él pudiera hacer para tratar de evitar el matrimonio.
Resignado, comenzó a leer las diferentes hojas, pensando en terminar todo antes que nunca y luego escapar para volar en su escoba.
Chapter 13: Acto I: 1991
Summary:
Mientras escribía su carta, a su lado reposaba una pequeña canasta de la cual salían pequeños lamentos. Los runas talladas a lo largo de la superficie brindaban seguridad al pequeño ser en su interior.
Siempre creyó que debía de dar una buena impresión a las personas y que mejor regalo que un pequeño protector.
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Chapter Text
Luego de su charla con Adrik, Hartley se sintió más relajado con respecto a su compromiso. Aún se sentía inseguro con todo lo que involucraba, pero ahora estaba dispuesto a darle una oportunidad a ese nuevo compromiso.
Con ese nuevo pensamiento decidió seguir las órdenes de su padre y volver a repasar su alemán, así como algunos libros que exploraban la idea de un cortejo, pues a pesar de recibir una educación apta para hacer un cortejo, nunca recibió la educación sobre un cortejo. . entre dos hombres. Su nueva investigación solo aumenta su tiempo en la biblioteca, y según sus amigos, debería mudarse a su rincón en el salón para ahorrarle un poco de tiempo. Negó con la cabeza con la intención de no pensar en las bromas de sus amigos.
Comenzó a buscar entre los estantes diferentes fuentes sobre como se lleva a cabo un cortejo entre dos magos, a pesar de que el mundo mágico no tenía tanto prejuicio contra esa clase de relaciones (más allá de la dificultad de engendrar herederos) existían pocos libros que Tocará el tema a fondo.
En su búsqueda encontro otros tomos con temas que le interesaban. Temas como " las profecías y sus interpretaciones" o " la física sasmagie", incluso algunas novelas sin mucha información en ellas. Al estar distraído no noto como empezó a ingresar más dentro de la biblioteca, a las estanterías que solo los alumnos del último año solían usar debido a la complejidad de los libros o las ramas de magia que un alumno de segundo año no podía manejar.
Hartley leía los lomos en los estantes viendo los diferentes títulos, texturas, colores y tamaños que cada uno tenía. Un pequeño detalle hizo que sus ojos se centrarán en un libro específico, se trataba de un pequeño tomo de cuero negro con diferentes runas talladas a lo largo de su lomo. Reconoció los patrones como runas de protección originarias de Noruega, creadas para almacenar fuentes de magia poderosas.
Sujeto el tomo, retirándolo de su lugar en el estante. Investigo sus lados buscando el título, pero todas sus caras permanecían en un perfecto blanco. Frunció sus labios al abrir el objeto, todo el contenido estaba escrito en algún idioma que Harley desconocía, pero que sin duda parecía antiguo, las runas talladas en el cuero podrían decir que se trataba de algún noruego antiguo o sistema algún de escritura de alguna región. . cercano.
Añadió el pequeño objeto a la pila de libros que flotaba su lado, pensando en como explicarle a su padre la compra de diccionarios de distinta lengua.
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Días después, Hartley se encontró traduciendo el texto en el libro a francés, dándole sentido a cada uno de los capítulos de una lengua tan antigua a una actual, una tarea más difícil de lo pensado.
Mientras traducía una parte un texto en particular captó su atención, trataba sobre los artefactos mágicos y como la magia actuaba sobre ellos, Hartley que tenía en su posesión un objeto mágico del cual desconocía su origen más allá de provenir de una familia antigua lo leyó con atención.
La magia se encarga de dar una utilidad a esta clase de cosas, cada una con diferentes propiedades y propósitos que cambian según como fueron encantados y con magia se hizo. La magia blanca, a pesar de su nombre, es una rama de magia muy volátil que puede alterarse según el portador. Aquellos que utilizan hechizos blancos han sido testigos de la poca eficiencia de esta para encantar un artefacto, debido a eso se utilizan las cadenas de runas como reemplazo para crear artefactos que no busquen dañar al poseedor ya que las runas son una clase de magia gris que no se altera fácilmente.
Por otro lado, la magia oscura es utilizada en objetos especiales que en lugar de mostrar utilidad buscan la defensa del poseedor. Estos artefactos encantados con magia oscura son delicados por la adicción que su creación puede dar, la magia oscura es moldeable y muy fácil de absorber por cualquier cosa o ser vivo por lo que se recomienda extremo cuidado al momento de usarla con cualquier propósito.
Las limitaciones de la magia.
Existen leyes al momento de encantar objetos, normas del mundo que limitan lo que estos artefactos pueden hacer. Estas limitaciones se han reunido y estudiado a lo largo de los años, llegando a ser identificadas como las siguientes:
1- No se puede crear una vida auténtica, un objeto no puede tener una conciencia humana.
2-Ir en contra de las leyes fundamentales del universo, las leyes de maneja todo no se pueden romper o manipular.
3-Superar su propia fuente de poder, un artefacto de defensa jamás superará la defensa del propio creador y se limitará a su propia fuente de magia.
4-Eliminar la muerte completamente. La muerte jamás se podra evitar, ya sea de forma natural o por intervención siempre llegará hasta todo ser vivo.
Estas leyes se encargan de mantener el orden en el universo, siendo casi inexistente la magia que logra romper estás leyes. La única magia que es capaz de esto es la magia oscura; específicamente la magia del alma, la magia de sangre y, por sobre todas, la nigromancia. Magias prohibidas en diferentes culturas debido a las consecuencias que tienen en la vida misma. Son pocos los magos que logran crear un artefacto con estas, pero se sabe que estos artefactos no son solo alimentados con magia, sino con la esencia misma de la persona que los creo.
Herpo el loco fue el primer mago conocido que usó la magia de alma para encantar un artefacto y demostró los riesgos que conlleva esta magia. Puesta que alteró su conciencia, extrayendo una parte de sí mismo para crear un artefacto mágico capaz de encadenarlo de forma temporal a este mundo, la falta de sí misma hizo que su mente cambiara de forma tan anormal que jamás pudo volver su estado normal.
Debido a esto, la creación de artefactos con estas magias siempre ha sido advertida, pues solo los magos que nacen con cualquiera de esta m agia pueden manejarla de forma correcta. Aquellos que la aprenden jamás podrán usarla sin sufrir las consecuencias, perdiéndose a sí mismos en el camino.
Las manos de Hartley temblaban sin parar, su pluma había caído al suelo hacía un tiempo. Un sabor agrio que identifico como bilis estaba presente en su boca, el sudor se aferraba a su piel como fuego, sabía que cualquiera que lo viera pensaría que era maldecido por alguien.
Nunca se había sentido tan ignorante, el libro frente a él demostró lo que su padre siempre le decía cuando él trataba de enseñarle algo que consideraba importante. Que no era más que un niño que desconocía del mundo, que no importaba cuántos libros leyera, él era lo suficientemente ingenuo para caer bajo los más pequeños trucos.
El libro de cuero negro que estaba a unos pocos metros era una prueba de ello, un artefacto con conciencia propia, que tenía recuerdos, que podía contar chistes malos o hablar sobre un lugar de Inglaterra que él no conocía. Algo que le habló sobre cómo hacer un hechizo así como él contaba anécdotas a sus amigos. Un artefacto nacido de alguien, algo que llevo a un mago como Herpo a su final, algo creado por magia que nadie debía poseer.
Chapter 14: Acto I: 1991
Summary:
Un ave emprendió vuelo por las corrientes de viento, su plumaje brillaba en la noche con cálidos colores verdes y azules.
Entre sus garras un paquete permanecía asegurado con fuerza, la caja de caoba tallada con runas de protección a su lado, un pergamino se aferraba a la pata del ave con un trozo de cuerda fuertemente sujetado, el papel trazado con un escudo familiar impreso con cera en él.
—Ten un buen viaje Kleine, espero y a tu regreso me cuentes como es mi prometido.
Chapter Text
Había pasado una semana desde que Hartley tenía en su posesión el tomo sin nombre de la biblioteca, una semana en la que «Tom» estaba bajo llave en el último cajón de su armario.
Él descubriendo de objetos que poseían almas en su interior no dejó su mente todo ese tiempo, como heredero de una familia oscura sabía como está funcionaba, que había cosas en las que no debía meterse ni tratar de utilizar. Eso era algo que su padre siempre le dejo claro con demostraciones desagradables.
« —Ves esto Hartley, eso es lo que la magia puede ser. Esta magia es tan antigua que es capaz de alterar el ciclo de la vida misma, prohibida por la forma en que alteraba la mente y la esencia misma de los magos y brujas.
El pequeño Hartley trataba de ocultar sus temblores, la mano de su padre pesaba sobre su cabeza mientras trataba de no ver el bulto irregular de sangre y viseras que alguna vez fue un conejo.
—Hijo mío, la magia es parte de nosotros, está incrustada como los propios huesos al cuerpo. Pero debes saber que la magia puede enfermar, así como tus huesos se rompen con golpes fuertes, la magia se corroe con los usos que le das. Que esto se quede grabado en tu mente; solo tú decides como será tu magia, pero si alguna vez la usas con intención de arrebatar una vida jamás habrá vuelta atrás. »
Saber que había tenido en sus manos algo alterado por la magia que su padre tanto le advirtió formo una pesadez incómoda en su estómago. El hecho de no haber sospechado de un objeto tan independiente como Tom lo decepcionaba, él pudo haber visto pistas de su naturaleza, pero lo mantuvo ciego la fascinación por los conocimientos y las charlas que tenían que ignoro esas advertencias. Ahora solo podía hacerse cargo de las consecuencias.
Para su lástima desconocía por completo el origen de Tom. Desconocía de donde venía, cuanto tiempo había existido, quién podría ser la pieza original del alma. Su única pista era que el hablaba inglés, pero en el mundo existían muchas regiones en las se hablaba el idioma por lo que no era de mucha ayuda.
Por ahora solo mantendría el libro escondido bajo capas de protección rúnica, nadie debía de saber sobre él ni de lo que era.
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Era sábado y Hartley tenía el día libre, ya que su entrenador de ballet se enfermó con un extraño caso de gripe y no pudo encontrar un sustituto a tiempo.
Milagrosamente, no tenía tareas por hacer y sus amigos tenían sus propios talleres, por lo que estaba completamente solo, así que aprovecho el tiempo libre y continuo traduciendo el tomo nórdico. Decidió seguir traduciendo el libro debido a la cantidad de información útil que tenía, sin embargo, había dejado el objeto a un lado desde la última vez que tradujo uno de sus textos, por lo que la versión en francés que escribía no tenía ningún avance.
Con el diccionario a un lado y armado con pergamino y pluma comenzó con el trabajo que había dejado hacia un tiempo.
La intención y la magia
Durante décadas la magia ha sido moldeada para el uso de la misma, los magos y brujas a lo largo de la historia han creado innumerables hechizos y maldiciones para diferentes clases de uso.
Para poder hacer uso de estos hechizos, la magia del creador tuvo que ser transformada con las intenciones del mismo. Si un hechizo busca proteger del fuego, la magia se encarga de alterar el objeto para hacerlo inmune ante el calor, pero esto tiene sus limitaciones, pues el poder del hechizo depende de que tan fuerte sea la intención del mago. Debido a esto es que la magia accidental de los niños suele ser más fuerte que la magia de los adultos, la intención de los niños puede ser bastante vaga en cuanto a palabras, pero el sentimiento que experimenta es el más puro y, por lo tanto, más fuerte que un deseo consciente, esto hace que sea posible para niño flotar para evitar caer o aparecer para huir de un peligro.
Estas intenciones y deseos son las reglas no visibles qué rigen la magia. Si la mente tiene un límite, la magia tendrá el mismo límite que la mente, por eso se dice que los magos más poderosos son aquellos que logran sobrepasar su propio límite, porque al desdibujar ese límite mental también eliminan el mágico.
La magia y el humano
Al tener en claro que la magia se rige con la mente, se debe de aclarar que él vincula entre la mente y la magia, es algo recíproco que afecta a ambas partes.
Si bien es cierto que el mago nace magia, esta tiene una independencia que él no. Cuando una persona acostumbra a usar magia toda su vida se ve despejada de esta, el cuerpo de esa persona comienza a consumirse a sí mismo tratando de buscar lo que perdió, por otro lado, al estar la magia fuera del poseedor, esta no se ve afectada y regresa a su fuente origen en κυρία Eκάτη.
Esto nos demuestra que la magia no depende de nosotros, si no más bien nosotros dependemos de ella.
Esta conexión de dependencia hace que los efectos del uso inadecuado de la magia tengan un gran efecto en el mago o bruja qué abusa de esta, al depender de ella si abusamos de su uso esta es capaz de atacar al poseedor con la intención de defenderse, por eso el uso de magia oscura es tan regulado con respecto del de magia de luz o gris. Pues la magia oscura es una forma que solo puede ser usada por aquellos elegidos por una entidad divina y que, si se trata de usar sin ser elegido te atacará, empezando a destruir tu mente y con cada uso esta destrucción llegará hasta el alma del poseedor.
El alma se verá corroída a un paso lento, pero notable, la mente será lo primero en caer lo que se expresa con la perdida del pensamiento del mago, luego el cuerpo comenzará a cambiar hasta que desaparezca todo rasgo de lo que alguna vez fue y finalmente, cuando el alma está completamente consumida, la muerte llegará y tomará lo que queda de ella, pues no hay lugar en el ᾍδης para restos de lo que fue un alma.
Este corrupción no puede ser detenida, ya que la magia no se detendrá hasta que se sienta segura para volver a estar con el poseedor. Y no existe una forma conocida en la eso suceda más allá de la muerte. Un final para el atacante donde la magia deja de sentirse amenazada al no tener algo que busque contaminarla.
Conforme más traducía Hartley más se daba cuenta de lo extraño que era el libro. Pues a pesar de estar escrito en nórdico antiguo, las palabras que se usaban no parecían ser propias del idioma. El uso de términos griegos, qué resaltadas como polvo en el vidrio, solo creo sospechas de que el libro en sus manos no era más que otra versión traducida del texto.
Era posible que existiera una versión del texto en griego clásico que posiblemente fuera la versión original, se sabía que Grecia y Roma fueron grandes cunas del mundo mágico. Lugares donde la sociedad magia europea moderna fue formada y luego expandida según las regiones en que se dividió el mundo.
De esa forma tendría sentido no solo el uso del alfabeto griego, sino también la forma en que se analizó la magia. Por sus estudios sabía que la razón por la que Grecia fue donde se comenzó a formar una verdadera sociedad magia fue por la relación tan estrecha qué tenían con la divinidad, el texto en sus manos explotaba temas casi desconocidos para la gran parte de la población moderna, pero que se sabía fueron estudiados en la antigüedad para ser extraviados con el paso de los años.
Si él tenía razón, eso significaba que el libro, a pesar de ser el tomo original, tenía información desconocida para la modernidad y que daban respuestas a ciertas preguntas mientras al mismo tiempo abría el paso a nuevas incógnitas.
¿Qué tan antiguo era ese libro? ¿Dónde estaba la versión original? ¿Quién lo escribió y como sabía tanto de la magia? ¿Experimento el escritor con esa conocimiento?
Hartley estaba ansioso por terminar la traducción y ver como ese tomo cambiaría la perspectiva qué tenía de su propia magia.
Chapter 15: Acto I:1991
Summary:
Su cabeza palpitaba de dolor, su pecho se sentía como si una aguja estuviera pinchando sus pulmones cada vez que respiraba.
Espero que ese dolor terminara pronto o no podría trabajar bien por el resto del dia.
Chapter Text
El tomo era único en su clase, ninguno de los libros modernos, ni siquiera aquellos ocultos en lo más profundo de la biblioteca Black, tenían una sola pisca de la que ese libro tiene.
Hartley conoció formas nuevas de ver la magia con los pocos capítulos traducidos qué tenía, todo era un nuevo punto de vista del cual nunca había pensado con profundidad. Sabía que la magia era una parte de él, pero el saber que tenía una sola fuente era una idea olvidada en el tiempo, saber que existían entidades divinas qué la dirigían era casi inaudito.
Desde la caída de la antigua sociedad mágica griega y desde que esta se separó del mundo sansmagie el interés por estudiar de donde provenía su magia era inexistente, sabía que existían dos clases de seres humanos en el mundo, los mágicos y los no mágicos. Sin embargo, no se sabía por qué eran diferentes, que clase de competente volvía a los magos lo que eran que los sasmagie carecían.
Hace mucho se detuvieron las investigaciones para tratar de averiguar que era diferente entre ellos, y ese libro parecía un camino hacia esas respuestas.
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Hartley seguía ocupado con el tomo cuando esa carta llego, para se lastima fue durante el desayuno.
—¿Qué clase de lechuza es esa?
Enric habló con un trozo de panqueque a mitad del camino hacia su boca. Camille, que estaba sentada a su lado, miró donde él señalaba notando el ave de vivos colores que iba hacia ellos.
—Ciertamente no es una lechuza pero si un ave mágica, solo ve como brillan esas plumas —Camille comentó al dejar a un lado su te.
El grupo de niños observaron como el ave se detenía enfrente de Hartley, evitando por poco volcar una jarra con jugo al aterrizar. El ave de plumaje azul y rojo parecía brillar incluso bajo la luz de la mañana, sus rasgos eran similares a los de un fénix, con la diferencia de que sus alas eran más grandes y de plumas más largas.
La majestuosa ave observó a Hartley un momento antes de estirar una de sus patas en su dirección, atado en la rígida piel gris había una carta de pergamino rojo. El ave hizo chasquear su pico antes sacar de entre sus plumas otro paquete escondido, esta vez era una pequeña caja negra sujeta por un listón verde.
Cauteloso, Hartley tomo con cuidado las cosas de sus garras sujetando con fuerza ambos objetos en su mano. Una vez tuvo los paquetes, el ave hizo un pequeño canto, muy similar al del fénix, antes de volver a tomar vuelo y desaparecer entre el resto de lechuzas.
Los niños permanecieron en silencio, sin tener alguna idea sobre que decir.
—Parece que ya tienes una oportunidad Harry — Adrik fue el primero en romper el silencio, sonriéndole al pelinegro mientras seguía con su desayuno.
Hartley sintió confusión por las palabras de su amigo, luego recordó la conversación que tuvieron días antes y supo a qué se refería su amigo.
Finalmente, hablaría con su prometido.
Desde que termino el desayuno, Hartley no podía concentrarse en sus clases, los dos paquetes guardados en su mochila eran un constante recordatorio de algo que no podía evitar. Antes de recibir esa carta y el pequeño regalo, la idea de estar comprometido era algo alejado y hasta aceptable para él, pero ahora se sentía más cercana que nunca, algo que no podría evitar y que tendría que cumplir.
Sabía que no se casaría hasta que cumpliera la mayoría de edad, pero la idea de tener a alguien determinado para eso se volvió más aterradora qué nunca, ni siquiera pensar en los consejos de Adrik le dio un poco de paz. Él no sabía qué hacer, si esperar hasta el día siguiente para abrir las cosas o abrirlas en ese mismo instante para terminar con la ansiedad que cargaba.
Esa indecisión lo mantuvo alerta todo el día, por primera vez en un tiempo, deseo que sus clases nunca terminarán con tal de evitar abrir los presentes en su mochila, con tal de escapar de su realidad por unas horas más.
Cuando la última campana sonó marcando el fin del ciclo escolar, Hartley sintió como si el peso del mundo cayera sobre sus hombros, sus movimientos se volvieron automáticos mientras guardaba sus cosas en su mochila. No recordaba haberse despedido de sus amigos ni caminar hacia su dormitorio, pero ahora estaba allí, sentado en el sofá frente a la chimenea con la carta y el regalo colocados a su lado.
Vagamente, noto que el ave de antes estaba en el perchero de Selene, quien estaba sobre el marco de la cama viendo a la extraña ave con desconfianza en sus grandes ojos.
Hartley sudaba frío por primera vez desde hace un tiempo, sus manos temblaron mientras tomaba el sobre rojo y rompía la cera con cuidado con una pequeña navaja. Del interior del sobre saco un pergamino blanco, el acomodo sus anteojos antes de leer mordiendo sus labios con demasiada fuerza.
Querido heredero Black.
He escuchado mucho su familia, de como los Black conquistaron todo el mercado de moda mágico, como si se tratara de un simple juego de niños. Su familia es muy famosa, querido prometido, y, sin embargo, es poco lo que se sobre ti.
Escuche como tu padre siempre te mantuvo oculto de todos, se sabía de su heredero y como se veía, pero se desconocía como actuaba. Nunca fue enviado a conocer a otros niños de las familias principales, ni se le vio en compañía de otros, las pocas veces que se le veía su padre siempre estaba su lado evitando que hablara demasiado con otros.
Estoy seguro de que tú tampoco has escuchado mucho de mí, pues a pesar de pertenecer a países vecinos, nuestras comunidades mágicas con muy cautelosas una con la otra. Es por eso que escribo esta carta, para tratar de tener un poco de paz entre nosotros. Podría llevar a cabo este compromiso como si no existiera hasta llegará el momento de casarnos, pero no creo que usted o yo merezcamos eso, espero que usted comparta esa idea conmigo.
Quiero hacer esto de una buena manera, que este cortejo sea una manera de conocernos. No busco que nos enamoremos el uno del otro, solo espero que esto nos ayude a crear una relación afectuosa, tal vez una amistad, y así evitar ser miserables en un futuro.
Como muestra de paz elegí este primer regalo como un lazo de una nueva amistad entre usted y yo, espero recibir una respuesta de usted y en caso de que prefieras mantener este compromiso como algo meramente político, respetaré esa decisión y mantendré una distancia prudente.
Te pido que lo pienses, que sepas que no tienes ninguna obligación en esto y que siempre puedes rechazar mis presentes.
Möge Magie durch dein Blut fließen und deinen Geist leiten.
Atentamente, Ancel Schubert.
Eso no era lo que Hartley esperaba, desde que recibio los paqutes en la mañana imagino muchos escenarios sobre como ellos y sin duda ninguno llegaba a ser similar al que estaba pasando.
Su prometido (que ahora sabía se llamaba Ancel) estaba ofreciendo una amistad entre ellos, buscaba que su matrimonio tuviera un poco de calidez a pesar de las circunstancias de este.
El peso sobre los hombros de Hartley pareció desaparecer en un instante, la carta en su mano parecía ser una prueba de que su vida no estaría condenada aún matrimonio frío y únicamente político.
Hartley dejo la carta a un lado, en cambio, tomo el regalo envuelto en cinta verde a su lado. La caja no era muy grande, tal vez del tamaño de un libro pequeño, sin duda parecía tan liviana como uno.
Con cuidado quito el listón del paquete, levanto la tapa y observó lo que había dentro.
En su interior, sobre un trozo de tela de satín negro, estaba lo que parecía una carta de pergamino rúnico y una aguja de un metal grueso y brillante, sobre ellos había una pequeña nota. Tomo el papel donde había una única línea.
Una gota de sangre sobre la carta y tu regalo despertará.
Debía de hechar una gota de sangre sobre la carta, una única gota.
El pensar en sangre le revolvió el estómago a Hartley, las palabras del libro se repetían en su cabeza, el cómo la magia de sangre era parte de aquella capaz de corromper el alma. El libro en el fondo de su armario parecía llamarlo ahora que recordaba ese texto.
Su mano tembló mientras recogía la aguja, la magia de sangre era peligrosa, pero su prometido no parecía serlo. Lo que sea que le haya enviado no debía de ser peligroso, no solo porque eso pondría en guerra a sus familias, sino también porque iría en contra de lo escribió en la carta.
Pero existia la posibilidad de que todo fuera una mentira con la intención de deshacerse de un matrimonio arreglado y así volver a tener su libertad.
«Tal vez debas conocerlo primero y a partir de ahí puedes ver qué harás»
Sujeto con más fuerza la aguja, el temblor casi lo hizo fallar, pero logró insertar la punta de metal en su piel. Soltó un quejido bajo ante el dolor punzante de su dedo, retiro el metal de su tejido que en cuanto se separa del musculo la sangre broto de la pequeña herida, acumulandose sobre su carne como una pequeña esfera del líquido rojo.
Con una última vacilación dio vuelta su mano, sintiendo como la esfera se despejó de sí y cayó hacía bajo.
Alejo su mano en cuanto la gota cayó, observando como el líquido comenzaba a expandirse por la carta. Las runas fueron dibujadas nuevamente en rojo, comenzando a brillar y conectarse cuando fueron cubiertas por completo.
Ante sus ojos la carta comenzó a consumirse a sí misma en lo que parecían brazas, cuando no quedo más que una única runa de papel. Una pequeña explosión de humo estalló sobre el rostro de Hartley, cubriendo su rostro con ceniza y provocando una fea tos.
Ahora enojado en lugar de asustado, Hartley limpio como pudo su rostro y anteojos con su túnica, todo cubierto por una capa de ceniza.
Al volver a tener una visión clara se quedó paralizado con lo que vio. Donde antes estaba la carta rúnica, ahora había un pequeño gato negro, por su tamaño no parecía superar el año de edad. Fueron sus ojos lo que mantenía paralizado a Hartley, eran grandes y de profundo azul marino, sus pupilas de un azul más claro parecían verlo directamente al alma.
El regalo de su prometido había sido un matagot.
Chapter 16: Acto I:1991
Summary:
Querido heredero Schubert.
Aprecio sus palabras y el regalo, admito que me tomo por sorpresa cuando lo abrí sin embargo cuando descubrí de que se trataba me alegre bastante ante la idea de tener un familiar conmigo.
Sus gestos me demuestran que sus palabras en la carta son ciertas, soy capaz recibir con gusto su oferta de amistad pues también creo que ninguno de los dos debe estar encerrado en un matrimonio sin alguna pizca de calidez.
Como mi propia muestra de esfuerzo le enviare un presente como se debe corresponder en este caso, sin embargo lo recibirá dentro de unos días debido al peso que tiene y no quisiera sobrexigirle a su ave con tal recado.
Que la magia bendiga su sangre.
Atentamente, Hartley Deneb Black.
Chapter Text
El tiempo volvió a pasar con rapidez para Hartley, las temperaturas comenzaban a descender poco a poco delatando la próxima llegada del invierno.
Las túnicas de seda no eran muy adecuadas para los climas fríos, por lo que era normal ver a estudiantes con sus túnicas personalizadas con hechizos de calefacción leves bordados en sus mangas o en el dobladillo de las faldas.
El frío no era lo único que se acercaba, pues, la temporada de solicitudes finales se volvió más cercana, un par de semanas y el ciclo escolar volvería a terminar. Y esta vez tendría unas largas vacaciones, pues al entrar a tercer año su ciclo escolar sería cambiado lo que le generó unas largas vacaciones antes del inicio de clases.
Hartley se sentía ansioso por los cambios nuevos, la idea de estar demasiado tiempo en la mansión Black no era muy atractiva y el cambio de ciclo volvería sus vacaciones del triple de larga a como eran normalmente.
Para su suerte tenía muchas cosas con las que alejarse de ese tema, entre la traducción del tomo, el reciente intercambio de cartas con Ancel y su unión con su matagot (a quien llamo Alba) su mente estaba lo suficientemente ocupada.
Sus amigos también ayudaron en mantenerse ocupado, pues con la llegada de Alba finalmente se enteraron de su compromiso (excepto Adrik que ya sabia) y no se lo tomaron del todo bien.
«—En nombre de Merlín, Harry, ¿de dónde sacaste ese matagot? —Enric, hablo más serio de lo que alguna vez lo hubieran visto, apuntando al gato sentado al lado de Hartley.
El nombrado siguió masticando un trozo de tarta, pensando en sus palabras antes de hablar.
—Se llama Alba y fue un regalo.
Su amigo lo observará con intensidad —Eso no explica nada, fue un regalo bien, pero ¿un regalo de quién? Dudo mucho que tu padre sea tan paranoico para enviarte un maldito espíritu familiar.
Ignorando la reprimenda de Adrik ante la palabra vulgar, Hartley apuntó al otro con su tenedor —Padre no es paranoico y quien me lo envió no te incumbe.
—Claro, tu padre que nunca te dejo convivir con otros hasta ahora no es paranoico, ni tú te tragas eso.
Hartley abrió su boca para defender al hombre mayor, pero no logró decir algún argumento cuando Camille llego por detrás, notando de inmediato al espíritu familiar sentado a su lado.
—Llega un ave mágica y te da dos paquetes, actúas raro el resto del día y te vas sin despedirte. Ahora apareces como si nada con un matagot a tu lado. Más te vale que hables querido.
Hartley dio un pequeño salto en su sitio por la inesperada llegada de su amiga, quien sujeto con delicadeza su hombro, pero más que un toque reconfortante, se sintió como una silenciosa amenaza.
—Dejen de molestar a Harry, es mejor que él decida decirlo a que ustedes lo acosen hasta que hable.
Adrik, como el ángel que era para Hartley intervino en la escena. Viendo con dureza a ambos niños.
Camille y Enric tuvieron la decencia de parecer avergonzado mientras se alejaba, dando una disculpa en voz baja a Hartley.
Hartley sonando al otro mientras tomaba un sorbo de su jugo, Alba se movió a su lado dando un salto para sentarse sobre su regazo. Con su mano libre comenzó a acariciar el pelaje liso de su familiar, quien se acomodaba sobre él.
Con un suspiro él volvió a dejar la copa a un lado, Alba levantó la cabeza al sentir la tensión que crecía en su interior.
—Fue un regalo de mi prometido.
El silencio se hizo en toda la mesa de segundo año, sus amigos lo miraban en diferentes estados de shock por sus palabras. Adrik fue el único que siguió comiendo mientras el caos llenaba el lugar.»
Ese día Hartley fue enterrado en preguntas sobre su compromiso, Camille incluso dio una charla sobre por qué los compromisos arreglados eran una mala idea y se debía tener libertad sobre con quién se casaría.
El problema de su compromiso concertado fue algo que sus amigos tocaron en muchas conversaciones, pero siempre fueron detenidos por Adrik o por el mismo, que ya había aceptado la idea de casarse con Ancel desde hace unas semanas.
Después de todo no se casaría hasta que cumpliera los diecisiete años, y todavía falta mucho para ese momento.
El correo con Ancel se volvió algo común a partir de ese momento, por lo menos una vez a la semana su lechuza o el ave de Ancel regresaban con cartas nuevas.
Sus amigos se mostraron nerviosos cuando vieron que el ave seguía regresando, pero al notar que a Hartley no parecía tomarle importancia comenzó a relajarse en torno a las cartas.
Ellos no fueron los únicos en notarlo, pero como Hartley no tenía una mayor relación con el resto de sus compañeros, simplemente lo dejaron en paz. Alba también comenzó a acostumbrarse más a la vida estudiantil, visiblemente más relajada ahora que había visto el ambiente normal en el instituto.
Alba permaneció a su lado gran parte del tiempo, cuidándolo de todo peligro. Nisiquiera en su habitación permanecia tranquila, simplemente se acostaba en su cama observando todo con sus grandes ojos.
Hartley decidió dejarla en paz, dándole más tiempo para que se adapte a su entorno. Aprovecho esos momentos para seguir con el tomo.
Los lazos mágicos
Desde tiempos antiguos los magos y brujas han realizado distintos tratos entre ellos, buscando ganancias o un fin propio. Para poder garantizar su parte del trato y la justa igualdad se crearon los lazos mágicos, un juramento por ambas partes que busca que cada parte involucrada cumpla con el trato.
Diferente de una promesa, un juramento no se puede romper o manipular, ya que es creado con la magia misma de los involucrados. Enlazando la magia propia con la magia ajena, esta clase de lazo obliga al cumplimiento exacto de la palabra. En caso de que alguna de las partes falle a este, la magia actuará en consecuencia y se verá obligada a atacar a su portador.
Se sabe que la magia puede atacar de dos maneras: provocando la corrosión del portador o escapando del cuerpo físico de este para regresar a la fuente, ambas con consecuencias mencionadas en capítulos anteriores.
Los juramentos mágicos son más conocidos como juramentos inquebrantables, debido a su naturaleza.
Juramentos inquebrantables.
Existen diferentes propósitos para esta clase de juramentos, los más comunes de usar son para sellar tratos entre familias o pactos entre magos y brujas.
Las derivaciones de este juramento son:
•Pacto entre magos.
•Compromisos y amistades.
•Juramentos de lealtad.
•Lazos entre magos, brujas y familiares.
Cada uno de estos pueden llamarse juramentos inquebrantables, debido a que encadenan la magia del individuo hacia un objetivo en común. Los lazos entre magos y familiares mágicos suelen ser poco considerados, ya que no se realiza un trato verbal entre las partes, pero al ser la magia enlazada con otra cumple con la naturaleza de los juramentos.
En el caso de los magos jóvenes bajo custodia, sus guardianes mágicos (determinados por sangre) pueden crear o heredar juramentos, un padre puede crear un juramento sin el consentimiento de su hijo, debido a que su magia sigue siendo menor y bajo la protección del progenitor. En caso de que el progenitor muera siendo parte de un juramento, es posible que este pase a sus herederos, esto puede o no pasar dependiendo de la fuerza del lazo.
Los juramentos son la última palabra de los magos, donde arriesgan su magia y su vida para demostrar el compromiso que tienen con el trato realizado.
Hartley acarició a Alba mientras escribía el último párrafo, al menos ahora sabía como las familias pura sangre lograban tener tantos matrimonios concertados. Por qué la magia misma obligaba a las partes a unirse, los herederos no tenían otra opción más que aceptar o perder su magia.
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Con la próxima llegada de los exámenes, los profesores comenzaron a dejar las últimas tareas, que siempre solían ser las más largas y pesadas del ciclo.
El horario de Hartley se volvió a ser un desastre, tenía mucho trabajo y sus clases de ballet se volvieron aún más pesadas, ahora que el profesor decidió que debían practicar coreografías.
Con muchas tareas encima, Hartley tenía menos tiempo para pensar en otras cosas que no fuera de su estudio, incluso su correo con Ancel era menos constante. Su tiempo se basó en ir a la biblioteca, a clase y luego a su dormitorio, por lo que cuando su profesor lo llamó a la oficina de Madam Máxime, él no fue el único que lo encontró raro.
Mientras caminaba junto con el mayor hacia la oficina de la directora trató de recordar algo que pudiera causarle problemas, pero no encontré nada, apenas tenía tiempo para comer mucho menos para crear problemas por el instituto.
Fue dejado frente a una gran puerta de roble, el doble de tamaño que el resto de puertas del castillo. Sin duda modificada para la gran estatura de la directora.
—La directora Máxime te espera, ella te dirá por qué fuiste llamado. Compórtate y muestra el adecuado respeto.
Dicho esto su profesor tocó la puerta de roble, al oír un ahogado « adelante » abrió la puerta y le hizo una señal para entrar a la habitación.
La oficina de la directora era, en pocas palabras, limpia y ordenada. No parecía tener nada fuera de lugar, con muebles limpios y elegantes, de colores ocre o rojos. Era un lugar amplio y ordenado.
— Buenos días, directora Máxime — dio una pequeña reverencia ante la alta mujer, esperando.
La directora le dio un gesto de afirmación, indicando que se sentara en una de las sillas frente a su gran escritorio. Hartley siguió el orden y el asiento, notando la diferencia entre el tamaño de los asientos y el escritorio descomunal.
— Primero que nada quiero que sepa que no está en problemas, señor Black; Sin embargo, lo llame aquí por qué tenemos que tratar con un asunto delicado.
El nombrado presionó las manos en su regazo, se relajó al saber que no estaba en problemas, pero el «asunto delicado» era algo que lo ponía inquieto. Los nervios en su interior aumentaron ante el problema desconocido.
— Su padre está enfermo señor Black, y solicita su presencia en estos momentos.
Las palabras de Madam Máxime paralizaron a Hartley, su padre estaba enfermo. El hombre trabajador con el que casi nunca pasaba tiempo, pero su padre, a fin de cuentas, enfermo en la mansión Black.
— Entendemos la situación, así que le daremos el permiso de salir durante unas semanas para estar con él, sus trabajos serán enviados por correo y sus clases prácticas serán retomados en una prueba antes del período de exámenes. Los elfos domésticos lo ayudarán a empacar y sus profesores serán informados de la situación, así que es libre de retirarse por hoy.
Hartley ascendió con la cabeza, se levantó del asiento y comenzó a salir de la oficina, la voz de la directora lo detuvo.
—Señor Black, espero que todo mejore y sepa que cualquier problema nosotros lo ayudaremos — la mujer de cabello corto lo observará con lastima, como si creyera que el merecía una mirada así.
Hartley no lo entendía, su padre estaba enfermo pero seguía ahí. No tenía alguna razón para mirarlo con lastima, solo era una pequeña enfermedad que le pasaría con un poco de descanso.
No confiaba en su voz para hablar, así que solo avanzaba con la cabeza mientras salía de la oficina. Al instante su mente entró en una extraña neblina que lo guiaba de manera automática.
No sabía cuando termino de empacar todo con los elfos, no sabía cuando subió al carruaje hacia la mansión Black. No sabía cuando fue que las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, ni cuando cubrió su boca para guardar silencio.
Chapter 17: Acto I:1991
Summary:
I hope you feel what I felt when you shattered my soul
'Cause you were cruel, and I'm a fool, so please let me go
But I love you so (please let me go)
I love you so (please let me go)
I love you so (please let me go)I love you so
–The Walters
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La mansión Black permanecía igual de imponente qué siempre, mientras los elfos domésticos guardaban su equipaje Hartley bajo del carruaje, sus rodillas se sentían débiles, pero eso no lo detuvo.
En cuanto entró al edificio fue recibido por Kreacher, el elfo más viejo de todos que perteneció a la casa principal en Inglaterra por mucho tiempo, para su lástima el elfo solo hablaba inglés y la posibilidad de enseñarle otro idioma era nula.
–Bienvenido maestro Hartley, el maestro Arturus ya lo espera en su alcoba — Kreacher se inclinó ante él, su gran nariz casi tocando el suelo.
No se detuvo a hablar con el elfo, en cambio, siguió avanzando hacia el lugar indicado. El camino era largo, por lo que Hartley casi corría entre pasillos hasta la habitación de su padre. Frente a esto se tomó un momento para recuperar el aliento y ordenar su apariencia, a su padre nunca le gustó cuando estaba mal arreglado.
Dudo un poco antes de tocar la puerta, espero que un poco antes de la madera se abra ante él dejando el camino libre. Camino con cautela, en el interior de la habitación el silencio permaneció intacto cuando entro.
Postrado sobre la cama estaba su padre, en su ropa de dormir parecía más pequeño de lo que Hartley alguna vez lo había visto. Su tes estaba pálida, el sudor se acumulaba en su frente que se frunció en lo que parecía dolor.
Las piernas le temblaron mientras avanzaba, sus rodillas parecían que cederían en cualquier momento. Se detuvo a un lado de la cama con la mirada atenta al hombre sobre ella. Kreacher le dijo que su padre lo esperaba, pero el hombre parecía haberse desmayado hace un tiempo, abrumado por el mal que atormenta su cuerpo.
Luego de lo que parecieron horas, sus piernas (que nunca dejaron de temblar) finalmente se rindieron ante sus emociones, cayendo al suelo. En su nueva posición el rostro de su padre quedó más cerca que nunca, Hartley nunca se había fijado en las arrugas que cubrían sus rasgos ni en las canas que consumieron gran parte de su cabello y barba, la vejez nunca se había visto tanto en Arturus como en ese momento.
Era sorprendente lo rápido que la vida podía cambiar, un día estaba sufriendo ante la idea de hacer exámenes y al siguiente sufría por el mal que enfermaba a su padre.
Hartley no se separaba del hombre por mucho tiempo, quien no había despertado desde su llegada. Hacía sus tareas a un lado de la cama, en una pequeña mesa que los elfos le llevaron al ver que no se movería. Alimentaba con caldos al hombre antes de comer su propio alimentos y siempre que salía a tomar un baño se aseguraba que un elfo lo cuidara en su lugar. Nunca había pasado tanto tiempo con el hombre (pero no estaba seguro de que contara tomando en cuanta que él estaba inconsciente) y, sin embargo, ahí estaba él cuidándolo como si de un niño se tratara.
Hartley acarició a Alba mientras miraba con atención al sanador enviado por el hospital hasta la mansión.
La mujer, vestida con las túnicas violetas características de los sanadores, aplicaba diferentes hechizos sobre el cuerpo inconsciente. Una pluma escribió de forma automática en un pergamino a su lado, anotando cada descubriendo de la sanadora. Luego de varios minutos más la intervención se detuvo, la mujer se alejó de la cama y se acercó a Hartley, que se levantó de su asiento con el matagot en brazos.
—La condición de su padre ha empeorado, su cuerpo se puso en una coma mágica para tratar de retrasar el crecimiento de la enfermedad, pero por su edad solo lo volvió más vulnerable, sin embargo observando como reacciona es probable que despierte en un par de dias—la sanadora toma el pergamino flotante — le daremos algunas pociones para mejorar su cuerpo, veremos como responder a estas y desde ahí veré como continuar el tratamiento.
—Se lo agradezco, me aseguraré de darle cada poción según lo indique.
La mujer frunció el ceño al darle una extraña mirada a Hartley, como si pensara en algo más. Finalmente volvió a hablar.
—¿ Está seguro de que no quiere que me quede? Entiendo que está en una situación difícil y dejar todo sobre alguien de su edad...
Él la interrupció — Agradezco su preocupación sanadora, pero le aseguro que puedo hacerme responsable de esto sin problemas.
Ella parecía querer hablar más, pero parecía pensarlo con más cuidado — Si usted lo quiere así. Si me disculpa, me retiraré ahora.
Observó como se iba, dejando el pergamino con el orden de las pociones. Hartley pensó que hizo lo correcto al rechazar su ayuda, ya no era un niño a fin de cuentas y incluso si su edad no parecia gran cosa el sabia que podia manejar todo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una baja queja que provenía de la cama, su padre se removía con incomodidad sobre la suave superficie. Sus cejas se juntaron con dolor y el sudor pareció aumentar en gran medida.
Rápidamente, se acercó al hombre, coloco su mano sobre la frente del hombre empujando su magia para que regulara un poco la temperatura del mayor, con la esperanza de reducir un poco del dolor que sentía.
Cuando dejo de retorcerse, Hartley movió su mano hacia la más grande del otro, sujetándola con toda la delicadeza que tenía. Error o no él cuidaría de su padre, ya sea que sea muy joven o que tuviera tareas que hacer, su padre estaría bien cuidado bajo su mano.
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Con su padre en coma autoinducido, las responsabilidades de la mansión se las lleva Hartley, ver que los elfos domésticos tuviesen lo necesario, verificar las runas de protección y asegurarse de que ninguna criatura mágica entrará en los terrenos. Esas y más tareas eran responsabilidad de Hartley, para su suerte el saber organizar su hogar fue algo que le enseñaron mientras aún estudiaba en casa, por lo que sabía como hacer cada cosa.
De lo que ciertamente no tenía conocimiento era de la empresa familiar, algo de lo que no se encargaría hasta que fuera mayor de edad. Entonces no sabía por qué había un grupo de magos y brujas adultos en la sala de estar, afirmando qué debían hablar sobre las acciones a tomar para una nueva colección.
— Nos han presentado un nuevo catálogo de ropa para las temporadas de invierno, debemos revisar que diseños serán publicados y las modificaciones que les haremos.
— A diferencia de la colección pasada, los colores elegidos son tonos violeta, blanco y beige. Las telas que se usaran para confeccionar las prendas serán tela de acromantula, pelo de yeti procesado y algodón, de igual manera tendremos que informar al equipo de runas qué se aseguren de que cada prenda está correctamente encantada para evitar problemas sobre que las runas son demasiado fuertes o suaves y crear un equilibrio perfecto entre el calor de las telas y propio de las runas.
Los hombres le dieron un portafolio a Hartley, quien un poco confundido lo abrió y comenzó a ver los dibujos de conjuntos de ropa en su interior. Los dibujos se movían sobre el papel, presentando la ropa en diferentes ángulos y poses. Algunos incluso se quitaban prendas como chaquetas para enseñar el conjunto interior.
Hartley se detuvo en un conjunto en particular, era una capa con detalles en oro en los bordados, así como un cuello recubierto por pelo de yeti, un pantalón de cintura baja y un suéter de cuello alto, con un par de guantes y botas por debajo de la rodilla. El atuendo era sencillo, pero los colores no quedaban bien, mientras la capa era de un morado Malva el resto del conjunto era de un beige demasiado oscuro.
— Los colores de este se deben cambiar, en lugar de Malva la capa podría ser un ciruela y el beige se cambiaría por un hueso blanco.
Mientras Hartley anotaba las correcciones de otros atuendos, no noto como el resto de personas en la sala sonreía con calma, todos llegando al acuerdo silencioso de que el negocio quedarían en buenas manos.
Notes:
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Chapter 18: Acto I:1991
Chapter Text
Pasaron muchas horas antes de que los hombres se fueran, la revisión del catálogo duro mucho más de lo que Hartley pensó así que no pudo ver a su padre durante el resto de la tarde.
Cuando entro en la habitación espero encontrar al hombre recostado como siempre, en cambio lo encontró sentado escribiendo lo que parecía una carta con su elfo personal visiblemente ansioso a su lado.
Le tomo un segundo procesar ver a su padre despierto una vez mas, una pesadez desapareciendo de su pecho.
—¡Padre! —exclamó mientras avanzaba hacia la cama —¿¡hace cuando esta despierto!?
El hombre dejo de escribir para verlo acercarse, su rostro permanecía más pálido de lo usual, su cabello un poco desordenado, seguramente por estar presionado contra el colchón por demasiado tiempo.
El hombre levantó la vista del papel, sus ojos cansados se encontraron con los preocupados del niño, quien llegó corriendo hacia el. Las rodillas de Harltey sedieron ante sus emociones, cayendo a un lado de la cama mientras dejaba caer su cabeza en el regazo del mayor, sus manos aferrandose a la sábana.
Arturus no dijo nada ante la actitud poco formal de su hijo, observando con ojos brillantes al niño que temblaba en su regazo, pequeños sollozos ahogados lograban llegar hasta sus oídos pero los ignoro amablemente.
Hartley trato de guardar silencio al llorar, a su padre no le gustaba cuando se comportaba de manera inadecuada pero no era algo que el podía evitar en esos momentos. Toda la tristeza que se formó al ver a su padre inconsciente estalló con fuerza en cuanto lo vio despierto una vez mas.
Si una mano comenzó a acariciar el cabello de Hartley no era algo que debía señalar, algunas veces solo debía dejar las cosas fluir y, tal vez, al final todo saldría bien.
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Arturus termino de escribir la carta para los Schubert mientras dejaba que la magia de su elfo levantará a su hijo en una mejor posición para descansar, el niño parecía demacrado con sus rizos desordenados y las ojeras oscuras bajo sus párpados.
Según le dijo su elfo, Elot, el niño se había encargado de cuidarlo personalmente desde que regresó de Beauxbatons, encargandose de las tareas de la mansión y, aparentemente, también comenzó a ayudar con la empresa. Y a pesar del orgullo que Arturus sentía sabía que no podía dejar que su hijo se encargará de todo, no era justo para el.
La carga emocional que sentía sería suficiente una vez el muriera, solo era cuestión de tiempo. Y el no podía permitir dejar a su hijo solo, fue por eso que concerto un compromiso para el.
Después de todo en algunos años ellos serían la familia de Hartley, no cambiará nada si acelerada un poco las cosas.
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Con su padre despierto, Hartley se sentía más tranquilo mientras hacía sus labores. Aún pasaba demasiado tiempo en el dormitorio con el hombre pero al menos volvió a tener un horario de sueño más decente.
Aunque aun no podía estar mucho tiempo sin hacer nada, pues ahora también tenía que aprender a como manejar los asuntos de la empresa, algo que no se supone que aprendería hasta que cumpliera los quince pero no quería pensar en lo que el adelante significaba.
Mientras aprendía también volvió a intercambiar correo con Ancel, quien se vio preocupado ante su nueva situación.
Querido Harry
Lamento mucho por la salud de tu padre, pero lord Black es alguien fuerte. Estoy seguro de que se mejorará con un poco de descanso y ayuda de los curanderos.
Por otro lado me preocupa que te veas sofocado por toda la presión, encargarse de dirigir la mansion, la empresa de tu familia y hacer tus trabajos escolares, todo al mismo tiempo no es algo facil. Realmente admiro todo el esfuerzo que haces pero sería mejor que tomaras más momentos para descansar de todo, incluso de tu trabajo escolar.
Si sigues presionando su cuerpo más allá de lo que pueda soportar solo terminaras afectando a ti mismo, y no creo que eso sea algo que quieras ahora. Así que te pido que por favor te asegures de descansar y comer bien, tu salud es lo más importante así que es mejor que te cuides.
Con cariño, tu prometido.
Ancel Schubert
Contra los buenos deseos de Ancel el no tuvo el mejor tiempo para descansar, en cambio se mantuvo siempre ocupado.
Para Hartley ese era su nueva rutina; hacer las tareas de la mansión, completar su trabajo escolar, recibir tutorias de los socios de su padre y pasar el resto de tiempo con el hombre. Aparentemente hoy cambiaría ese horario, su padre le dijo que recibirían visitas importantes y que debía darles la bienvenida.
Así que ese día espero frente a la chimenea de la red fluo, vestido con una túnica azul oscuro, casi negro, y un par de pantalones sueltos negros en conjunto con una camisa manga larga. Kreacher cuidada a su padre mientras el esperaba a los desconocidos invitados.
El sonido de la red fluo activandose lleno el lugar, llamas verdes comenzaron a surgir de la chimenea seguido de dos cuerpos de distintos tamaños.
La primera persona en salir fue un hombre adulto, tal vez entre sus cincuenta, de cabello castaño oscuro y barba perfectamente cortada. Sus túnicas eran de un rojo oscuro con detalles dorados, bordada con lo que parecía ser un escudo familiar a un lado del pecho.
Hartley no conocía a esa persona, pero suposo sue se trataba de uno de los socios comerciales de su padre. Seguramente con la intención de darle los mejores deseos al enfermo y hablar de negocios.
El desconocido noto su presencia y se acercó rapidez, tentiendo su mano hacia el.
—Es un gusto conocerte finalmente heredero Black —el marcado acento alemán desconcerto un segundo a Hartley, pero no tardó en recomponerse.
Dudo solo un segundo antes de tomar su mano —El gusto es mio señor...
—Lamento no presentarme correctamente, soy Conrad Schubert —soltó su mano sin anter darle un firme pero amigable apretón.
La boca del niño se abrieron con sorpresa, el hombre frente a el parecía ser un familiar de su prometido —¿Es ústed familiar de Ancel Schubert de casualidad?
El mayor sonrió, abrió la boca para hablar pero nuevamente la red fluo se activo nuevamente. Esta vez quien salió de entre las llamas no era mucho mayor que Harltey, se trataba de un chico ( dos o tres años mayor al ver su altura) de cabello castaño oscuro, vestido con las mismas túnicas qué el hombre mayor.
El desconocido limpió su hombro donde se acumuló una capa de ceniza antes de levantar la vista, los ojos verdes oliva se encontraron con los suyos propios. Una sonrisa creció en el rostro del otro, quien se acerco a paso rápido hasta Hartley, tomando su mano con entusiasmo poco disimulado.
—Es un placer conocerte finalmente Harry, lamento mucho que sea en estas circunstancias.
La mente de Hartley trato de adivinar quien era el otro chico, le tomo un momento entender que el niño era, de hecho, su prometido.
—¿Ancel? —Harltey sintio sus mejillas calentarse por lo aguda que se escucho su voz.
El muchacho sonrio—Ese mismo.
No sabía como pensar o actuar, la inesperada visita de su prometido y su posible familiar no era algo que el tuviera entre sus planes para hoy. El hecho de su padre no le allá dicho ni una sola palabra solo lo ponía más nervioso.
La voz del hombre mayor lo regreso a la realida— Me alegra ver qué ustedes se lleven bien, la madre de Ancel temia que ustedes dos tuvieran una mala relacion pero no creo que sea algo por lo que preocuparnos —La voz del hombre mayor lo regreso a la realidad—Heredero Black, tengo algunos asuntos de los que hablar con tu padre así que pueden usar ese tiempo para poder conocerse mejor.
Su mirada iba desde su prometido hasta el hombre que decía iba a reunirse con su padre, asintió con la cabeza lentamente— Esta bien Señor Schubert. Carinae lo llevara con mi padre.
Con un fuerte «pop» la elfa apareció y dio una gran reverencia mientras murmurra un saludo al hombre, esperando al mago.
—Por favor llamame Conrad, seremos familia dentro de unos años.
Dejando a Harltey más alterado de lo que ya estaba el hombre se fue, guiado por la elfa hasta la habitación principal de la mansión.
Ahora solos, el pelinegro no tenía idea de como comportarse con el más alto. Las cartas que compartieron por tantas semanas parecían jamás haber existido ahora que la vergüenza consumía a Hartley al conocerlo en persona.
Un apretón en su mano lo sobresalto, extrañado desvío la mirada hacia un lado. Ancel no había soltado su mano y ahora la había acomodado para sujetarla en un agarre cómodo en lugar del apretón de antes.
—Escuche que esta mansión tiene unos bellos jardines ¿te gustaría enseñarme como son?
—Yo... sería un placer —sonrió un poco, su voz aun era más baja de lo normal pero al menos no salió tan aguda como antes.
Hartley observó con atención, le sacaba media cabeza de altura, todo su cuerpo era más ancho que el, su cabello oscuro le llegaba a los hombros; complementamente lizo sin ningún rulo o rizo extra, apesar de su altura su rostro seguia teniendo grasa infantil, sus mejillas eran rellenas y su mandibula no estaba completamente desarrollada, aun asi podia notarse que el atractivo que se formaria en un futuro.
Sus ojos se encontraron con otros verdes, no eran tan brillantes como los suyos pero si de una mayor intensidad. Nervioso comenzó a caminar en dirección a los jardines, habían hablado por correo y se llevaron bien, hablar en persona no sería tan diferente.
El esperaba que no.
Chapter 19: Acto I:1991
Summary:
Los capitulos 18 y 19 se publicarán al mismo tiempo, asegúrate de no saltarte uno por accidente.
Chapter Text
La llegada de su prometido y su padre creo un gran cambio en la rutina de Hartley, parecía que Arturus le había dado todas sus tareas al señor Conrad por lo que él solo debía de concentrarse en sus tareas de Beauxbatons y en sus clases de apoyo.
En conclusión, Hartley se sentía más tranquilo de lo que se había sentido en las últimas semanas, tenía mucho más tiempo libre y sentía como la salud de su padre comenzaba a mejorar ahora que estaba despierto. Su nueva rutina ahora se concentraba en pasar tiempo con Ancel, quien se quedó en la mansión junto con su padre.
Al principio pregunto al otro si había obtenido un permiso especial de su propio colegio. El instituto de magia Durmstrang era donde Ancel estudiaba, actualmente cursando el tercer año y apuntó de terminarlo.
Al igual que él, su padre había solicitado un permiso especial durante un par de semanas. Así que ambos tenían mucho tiempo para poder conocerse.
Ese día Ancel había insistido en salir al jardín (su lugar favorito para pasar tiempo) una manta estaba sobre el césped húmedo, algunos pocos cúmulos de nieve regados en pequeños parches sobre la hierba casi muerta. El invierno parecía llegar con fuerza ese año, pequeñas ventiscas surgían desde inicios de noviembre cubriendo Francia con delgado hielo.
Mientras Ancel parecía devorar una tarta de manzana, el término de coser el pergamino ya traducidos del tomo, el pergamino era más suave que el papel normal, por lo que coserlo no tomo tanto esfuerzo como debería, un poco de magia también ayudo.
Un toque en su hombro lo distrajo, Ancel le ofrecía un pequeño trozo de la tarta en un pequeño plato. Tomo el trozo, probando el sabor de manzana y canela, qué cubrió su paladar.
Con un suspiro satisfecho, Hartley dejo los pergaminos a un lado, extendiendo sus extremidades por toda la superficie suave debajo de él. Ancel no tardó en seguir su ejemplo, sus hombros rozándose con cada respiración.
Observaron como comenzó a caer copos de nieve, pequeñas figuras qué no se podían distinguir a menos que se esforzaran por verlos. Hartley cerro los ojos al sentir los pequeños trozos caer en su rostro, la calidez natural de Ancel a su lado y la suavidad de la manta bajo él.
Ese fue un lindo día, aún con el frío a su alrededor.
Hartley estaba solo, Alba era su única compañía. Y el matagot permanecía más tiempo durmiendo ahora que el invierno había llegado, por lo que no tenía ninguna distracción.
Entonces hizo lo que siempre hacía al estar solo. Traducir el tomo
Las varitas y tu propia magia.
Durante años la sociedad mágica comenzó a usar las varitas como un medio para cumplir un fin; expresar y utilizar nuestra magia.
Las varitas nos ayudan a canalizar de formas más simples la magia, transformándola de su estado más bruto hasta un modo refinado y pulido. Cuando pensamos en la magia no imaginamos lo compleja que puede ser, podemos tomar la magia como el mar, extenso y volátil. Por otro lado, es posible tomar a las varitas como un cuenco, ayudando a tomar cantidades determinadas de agua, cantidades que se pueden controlar y manejar.
Entre mayor sea el pulido y control del cuenco mayor será la cantidad que puedas tomar, por qué más grande será el control que tienes sobre el. En cambio, la magia sin varita es volátil, similar a tomar agua con tus manos. Se escapa entre tus dedos y mojará todo lo que toque, algo poco controlado.
Eso vuelve la magia sin varita mucho más difícil de manejar, la volatilidad la vuelve difícil de controlar, sin sacar todo el potencial que podría tener. Pero existe una desventaja, en la magia con varita tú solo manejas esa agua de ciertas maneras, existen ciertos límites de lo que el cuenco puede tomar y si pasas ese límite se desbordará, pierdes el control de todo.
En la magia sin varita no tienes un límite más allá de lo que entrenes, una vez comienzan a saber usar el agua solo tendrás que seguir tomando más y más hasta donde tú desees.
La magia sin varita es usada por los niños debido a que ven el mar en su estado más puro, su magia no se ve controlada por parámetros y, por lo tanto, pueden adentrarse en ella tanto como sus instintos les indiquen. Eso hace que se vuelva normal ver a niños aparecerse como si nada o cambiar rasgos de su cuerpo sin problema sin ser metamorfomagos.
¿Cómo se aprendió a manejar la magia?
En las varitas la magia es canalizada por medio de otra magia en bruto, los núcleos de varitas, usualmente partes de seres mágicos, actúan de manera similar a un filtro. Toman todo aquello que no es perfecto y lo recopilando en sí mismo para luego expulsar lo refinado.
Núcleos como la fibra de dragón o el pelo de unicornio son los más útiles en varitas debido a la facilidad que tiene para filtrar la magia del portador, aceptan que es una cantidad suficiente que pueden modificar y expulsar, pero si no pueden hacerlo rechazaron al portador. Los núcleos raros son aquellos que requieren que el portador tenga características especiales, que sean compatibles con la fuente de magia bruta que estos poseen.
Por otro lado, la madera ayuda a controlar ambas magias, la del núcleo y la del portador. En lugar de expulsarlo, estas absorben la magia innecesaria para regresarla a la fuente (debido a su conexión con la esencia misma), si una madera recibe magia más rápido de lo que puede transportarla o si va en contra de sus propios deseos, esta comenzará a fracturarse desde adentro.
Esta clase de relación de mutuo acuerdo es lo que vuelve la relación de los magos tan entrelaza con las varitas, y en otras instancias, crea una relación directa con la fuente de magia.
Hartley dejo el pergamino a un lado mientras tomaba su propia varita. Hecha de madera de nogal; versátil y de adaptabilidad inusual. Y su extraño núcleo, pelo de wampus; poderoso pero difícil de dominar, caracterizado por preferir amos fuertes pero flexibles.
El tomo habló de conexión entre el mago y su varita, de magia que era similar la una con la otra. Pero Hartley no estaba seguro de tener alguna similitud con su varita, había una, eso estaba claro. El único detalle era que no podía ver cuál era.
Tal vez podría descubrirlo más adelante, si usaba su magia sin la varita podría ver como era en realidad. Su estado más puro, y tal vez entonces podría ver la similitud con su varita.
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Hartley y Ancel decidieron salir de la mansión, claro que después de mucha insistencia por parte del padre del mayor. Ambos tomaron la red fluo hacia Bolène, el callejón francés por excelencia.
El callejón consistía en una amplia calle de piedra, edificios altos qué llenaban los lados de llamativos colores y grandes carteles elegantes qué parecían llenar el cielo. A diferencia de inicio del año escolar, donde las calles permanecían cubiertas por multitudes, esa vez el área seguía abundante de personas, pero esta vez no era aplastado con cada paso que daba.
Ancel iba detrás del, sujetando su mano con firmeza para no perderse entre el resto de magos y brujas.
—Esta es tu primera vez que el callejón Bolène así que hay mucho que mostrarte, podríamos ir a la calle Règne rouge ahí están todas las tiendas principales, podríamos encontrar algo que te interese ahí.
—Te lo dejo a ti Harry, sé que tienes buenos gustos para esta clase de situaciones.
Harry sonrió mientras guiaba al más alto hacia un edificio cercano, la tienda de artilugios de San Bernard. Esa tiendo era una de sus preferidas para visitar, el dueño era amable con todos y los trabajadores ofrecían un buen servicio, claro que su calidad de mercancía también era muy popular; ofrecían una gran cantidad de artefactos con perfectas runas qué asombraron a cualquier que supiera del tema.
La campana sobre la puerta sonó al entrar, el edificio dentro estaba repleto de estantes al borde de artefactos mágicos. Algunas de protección, otros de entretenimiento, incluso había algunos que tenían runas un poco ilegales en otras comunidades mágicas.
—Padre me dio un monedero conectado con nuestra bóveda de Gringotts así no tenemos que preocuparnos por el dinero —dijo mientras sacaba el pequeño monedero de cremallera negro, el logo de Gringotts bordado sobre la tela.
—El mío me dio algo similar, pero me parece que solo la usan en Alemania y otros pocos lugares —el más alto saco un pequeño y delgado libro de cuero del su bolsillo, al igual que el monedero tenía el escudo de Gringotts enfrente —Los synmagisch son muy creativos en cosas que faciliten la vida, esto es algo que ellos crearon. Es una libreta de ahorro mixta, aquí puedo anotar los gatos de dinero y retirar de nuestra bóveda sin problemas.
—Eso es muy útil —Hartley tomo el pequeño cuaderno —¿por qué solo hay en ciertos lugares y no en todas los edificios de Gringotts?
—Tengo entendido que es un proyecto nuevo, quieren ver como funciona y, según los resultados, comenzarán a ofrecerlo a la sociedad general.
Mientras Hartley inspeccionaba la libreta, Ancel se encargó de guiarlos por la tienda, deteniéndose en algunas cosas que llamaban su atención. Eventualmente, el heredero Black desvío su atención hacia los artefactos y su posible funcionamiento.
Los niños explotaron cada uno de los pasillos, compartiendo una amena conversación todo el tiempo. Para Hartley era extraño, ni siquiera sus amigos eran capaces de hacerlo hablar tanto, pero ese niño de cabello oscuro como madera podía hacer escupir palabras sin detenerse, de decir hasta el mínimo de sus pensamientos.
Tal vez era la calidez de Ancel, o su tono de voz tan distinto a lo que estaba acostumbrado, él no lo sabía, pero así se sentía cómodo. Podría solo ser parte del encanto natural de su prometido el sentirse tan cómodo con él.
—Hartley miro esto —la llamada del otro lo regreso a la tierra, el más alto señaló dentro de exhibidor de vidrio.
Se trataba de dos pares de aretes de plata, eran pequeños y redondos. A simple vista eran simples, pero al esforzar un poco la vista pudo notar un marco de runas qué rodeaban todo el borde.
—¿Les gustaría verlos más de cerca? —una trabajadora se acercó a ellos, un par de llaves en su mano.
Ancel asintió a la mujer, quien saco las joyas al exterior ofreciéndole un par a Hartley. Los niños inspeccionaron las joyas, el marco de runas era distintos en ambos; mientras el izquierdo tenía runas más pequeñas y separadas entre sí, el derecho constaba con patrones juntos y más gruesos unidos como una cadena.
—Estos aretes fueron creados por nuestro maestro de runas, el izquierdo tiene runas básicas de protección a ciertos maleficios, mientras que el derecho tiene una cadena de runas de enlace.
—¿Qué función tiene la cadena? —pregunto analizando los patrones.
—Este par en específico viene en conjunto con el otro —tomo el segundo par de aretes —originalmente nuestro maestro pensó que serían un regalo entre parejas, los aretes se conectan por medio de la cadena de runas de vínculo, presencia y advertencia. Cuando dos personas se colocan el respectivo par, las runas activan un lazo mágico entre sus energías vitales. Mientras ambas personas estén vivas y el vínculo no se haya roto, los aretes funcionan como una extensión sensorial del otro.
—¿Cómo se puede romper el vínculo? —pregunto el niño mayor.
—El vínculo se puede debilitar si una de las partes entra en un coma, por ejemplo, pero solo la muerte o la destrucción de los aretes puede romperlo.
"Será reconfortante saber que tu pareja está bien, especialmente en tiempo de guerra" pensó Hartley mientras veía las pequeñas joyas, el maestro que los elaboró debía de ser tener mucha experiencia para poder tallar las runas en una superficie tan pequeña como esa.
Mientras el pelinegro observaba los aretes, no noto como el mayor lo miraba, hablando con la bruja y dando una cantidad de monedas a la vendedora, quien las tomo con gusto.
—Vamos Hartley —el más alto tomo la mano del nombrado, quien casi deja caer las joyas por el inesperado movimiento.
Harry trató de dejar las joyas en su lugar, pero Ancel lo detuvo con una sonrisa —Quédatelas, las compré hace un momento.
—¿¡Qué!? — era difícil de creer lo mucho que podía meterse en su mente, ni siquiera noto cuando Ancel entrego el dinero —deberías haberme pedido el dinero, es injusto que me compres algo y que yo no te dé nada.
—No te preocupes, tómalo como otro regalo de cortejo —con una sonrisa comenzó a caminando arrastrado al otro.
—Espera un minuto.
Ancel observó como su prometido regresaba al exhibidor, hablando un segundo con la vendedora y entregando algo antes de regresar a su lado. Le extendió una pequeña caja de terciopelo negro, idéntica a la que acababa de comprar.
—La vendedora dijo que son en pareja, sería un desperdicio comprar solo un par y que el otro quede en la vitrina sin un uso correcto. Tómalo como mi propio regalo de cortejo.
El mayor pestañeo confundido antes de resoplar, lo consideraba mejor que reírse —Me parece justo.
El sol ya se estaba ocultando cuando regresaron a la mansión Black, el cielo estaba teñido de unos tonos rosas y violetas, casi completamente despejado. Hartley creyó que era el atardecer más lindo que había visto en mucho tiempo.
Ancel fue quien abrió la puerta cargando un par de bolsas de comprar en sus brazos, Hartley estaba igual, pero no tenía tantas como su prometido.
Tenían una pequeña charla sobre las actividades de su día cuando Conrand llegó, contrario a su buena cara de la mañana, esta vez poseía un profundo ceño fruncido, sus ojos parecían más cansados de lo Hartley los hubiera visto en el poco tiempo conociendo.
Los niños permanecieron en silencio desde que apareció el mayor, observando como abría la boca para decir algo y arrepentirse antes de hablar.
—Hartley —hablo después de dudar —mientras estabas afuera tu padre... su magia enloqueció durante un par de minutos, llame a un curandero para tratar de calmarlo, pero llego muy tarde.
El agarre qué tenía sobre las bolsas se aflojó con cada palabra que decía, sus rodillas comenzaron a temblar mientras un sudor frío cubría su cuerpo.
—Lo lamento hijo, pero tu padre no pudo sobrevivir.
El silencio lleno la habitación, el sonido de bolsas cayendo al suelo fue lo que rompio la tensa atmósfera. Fue ancel el primero en volver a hablar —¿hace cuanto fue eso padre?
—Hace veinte minutos, el curandero acaba de retirarse. Estaba por enviar al elfo por ustedes, pero llegaron primero.
Hartley creyó que escuchar a Ancel preguntar otra cosa, creyó escuchar la respuesta, pero no estaba seguro. Solo podía escuchar un extraño sonido que parecía volverse más fuerte.
Más, más y más fuerte, hasta que solo quedo eso.
Chapter 20: Acto I: 1991
Chapter Text
« — La muerte siempre trae cambios —Arturus tomó la mano de su hijo; el pequeño niño de ocho años lo observará con sus brillantes ojos verdes — Como humanos nacemos sabiendo que algún día moriremos y con ello, renaceremos en algo distinto. Así como el primogénito del rey que mató a su padre para llegar al trono, como el arte que muere para nacer de otra forma, como el señor oscuro que mató a sus enemigos para asegurar su poder.
La muerte y el cambio son algo que siempre irán juntos. Eso, hijo mío, es algo que debes recordar siempre: todo muere y con ello debe renacer. No existe una forma de evitar ese ciclo y, algún día, será a ti a quien te toque vivirlo. Cuando sea yo quien muera, serás tú quien tome mi lugar; Ya no serás solo Hartley, aceptarás tu derecho como Lord Black. »
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Hartley sabía que estaba ocurriendo, o creía saberlo. Sabía que Conrad lo llevó a su habitación a rastras, también que Ancel lo abrazó con fuerza en cuanto estuviron solos, desde ahí su memoria se volvió poco clara.
Los llantos de los elfos domésticos llegaron hasta su habitación. Logró escuchar a Carinae lamentando su inesperado puesto como nuevo maestro; tal vez la elfa no disfrutaba la idea de que un niño tomara el mando. Fue Ancel quien lo ayudó a ponerse una ropa más cómoda, tal vez por la conciencia del dolor de los elfos.
Empujó el cuerpo del menor hacia la cama, cubriéndola con las sábanas y quitando las gafas de su rostro.—Descansa, Harry, mañana nos encargaremos de todo. Él hizo caso y cerró los ojos.
Hartley desperto como cada siempre, el suelo de la mansión estaba helado cuando camino al baño. Su baño se sintio extrañamente largo e incluso su ropa se sentia rigida contra su piel.
Fue al salir de su habitación que recordo lo que habia ocurrido, estaba seguro de que fue el caos que reinaba los pasillos lo que le hizo recordar.
Los elfos seguían llorando mientras hacían sus trabajos, sus llantos resonaban en los largos pasillos; Conrad se había encargado de todo mientras él dormia, por lo que ahora había una gran cantidad de sirvientes (no solo elfos) andando por la mansión.
Podía sentir los ojos ajenos sobre él conforme caminaba por la mansión, como una capa demasiado pesada sobre su espalda.
Hartley sentia el cuerpo pesado, no solo por los ojos sobre el. Su cuerpo apesar de las horas de sueño que tuvo se sentia cansado, como si hubiera corrido un maratón dn lugar de dormir casi 10 horas. Pero el no tenia tiempo para hacerle caso, tenia cosas que hacer, para mantener el orden no solo en la mansión, si no, en el árbol de la familia Black.
Su prioridad en ese momento era leer el testamento de su padre para que los ritos funerarios se hicieran de acuerdo a su voluntad. Y para decidir que seria de su vida a partir de ese momento.
Un dolor de cabeza comenzó a surgir en cuanto pensó en todo eso. Su primer paso era ir a la sucursal francesa de Gringotts, donde se haría la lectura del testamento y tomaría lo que le correspondia según la volunta de su padre. Seguramente pasaría por el ministerio francés para asegurar el cambio en la sala de registros.
Sin intenciones de perder tiempo, tomó una capa negra con detalles de constelaciones de foro interior, asegurada sobre sus hombros. Ignoro el desastre que era la mansión y fue hasta la chimenea conectada por flúo.
Al estar a punto de irse, algo rozó su pierna en una suave caricia; Alba lo observa desde abajo con sus grandes ojos azules. El espíritu era más grande ahora, del tamaño de un perro beagle.
Acaricio su cabeza antes de tomarlo en brazos, algo más difícil ahora que crecío en tamaño. Con un poco de esfuerzo, activo la red fluo hasta el callejón Bolène. Recuerda las primeras veces que usé la red; casi se cae muchas veces y las náuseas siempre fueron un gran problema.
Su padre siempre le ayudó en los momentos contados que lo acompañó a través de ella, evitando que pasara por una experiencia más vergonzosa. Ahora, tras años de usarla, finalmente podía aparecer sin náuseas y sin tropezar, incluso mientras cargaba a su querido matagot.
Al cruzar por la chimenea del callejón dejo al espíritu en el suelo mientras caminaba, ignorando a las personas a su alrededor.
Fueron varios minutos de caminata hasta que llegó a Gringotts, un gran edificio de una alta e impresionante fachada de mármol blanco, unas grandes puertas de bronce bruñido alzaban al final de las escaleras; en la base de estas dos grandes estatuas de grifos se sentaban imponentes, sus grandes picos de mármol pesados lo inspeccionaron en busca de artefactos oscuros antes de dejarlo entrar.
Ignoró cómo uno de ellos siguió a Alba con sus ojos dorados al pasar a su lado.
El vestíbulo era el lugar más pequeño del banco, de paredes palidas con columnas intrincadas con oro, la más grande de ellas con una placa con la mítica advertencia del banco.
"Entra, desconocido, pero ten cuidado. Con lo que le espera al pecado de la codicia, p orque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado. Deberán pagar, en cambio, mucho más. Así que si buscas por debajo de nuestro suelo u n tesoro que nunca fue tuyo, ladrón, te hemos advertido, ten cuidado. De encontrar aquí algo más que un tesoro."
Hartley recuerda lo extraño que fue ver esa placa por primera vez, la magia tan única que la rodeaba y como lo aterrorizo por completo. Cruzo las puertas del vestíbulo, idénticas a las exteriores con la diferencia de ser cuidadas po dos estatuas de duendes.
La sala principal del banco era muy larga, con más de cien duendes sentados en taburetes altos tras largas mesas, registrando cada movimiento financiero del mundo mágico francés. Las criaturas de largos dedos y brillantes lo observaron al pasar; muecas revelaron sus dientes afilados al ver a Alba, disgustado por la presencia de otro ser mágico en sus dominios.
Hartley sabía que no podía hacer nada en contra de su familiar; les causaría demasiados problemas y los orgullosos duendes estaban lo suficientemente ocupados como para encargarse de resolverlo.
Llego hasta el escritor principal, más alto se alzaba sobre los demás. Detrás de la madera habia un duende de escaso cabello blanco, piel cubierta de arrugas y una mirada poco amable.
— Buenos días, espero su oro brille en abundancia —saludó al duende— Quisiera reunirme con el maestro de las cuentas de la familia Black.
La criatura lo observó unos segundos. —Su nombre?
—Hartley Deneb Black, hijo del difunto Arturus Black III —decir del estado de su padre en voz alta le dejó una pesadez en la lengua.
—No estaba informado de la muerte del señor Black —El ceño de la criatura se arrugó con desconfianza.
—Todavía no ha sido informado al público; estoy aquí para hacer la lectura de su testamento, señor.
El duende, aun con desconfianza, hizo un gesto con la mano y otro apareció detrás de él, uno más joven pero igual de desconfiado que el otro.
—Lleva al joven Black a la oficina de DreekWood, asegúrate de que un elfo lo atienda correctamente.
El recién llegado bajo de la plataforma, hizo una leve inclinación de cabeza hacia el niño antes de comenzar a llevarlo hasta una de las puertas al un lado de la habitación.
El duende mayor le habló antes de marcharse — Lamento la pérdida de su progenitor, joven Black; su patriarca tendrá un digno descanso en el ádis. Rezo por que tus enemigos se inclinen ante ti.
Sorprendido por las palabras (pues los duendes no eran conocidos por dar buenos deseos), tardó un momento en agradecer el gesto; nervioso, siguió con rapidez a su guía, ignorando la mirada evaluativa sobre él.
Los pasillos de Gringotts eran tan extravagantes como el resto del edificio, pinturas que narraban la historia de los duendes en las paredes y pequeños detalles en oro o cobre en cualquier lugar.
Tras minutos de caminata fue dejado frente a una puerta más pequeña que el resto, adecuada para un mago. Tras decir un par de estrictas reglas el duende lo dejó entrar por ella, revelando una oficina muy ordenada pero con muchos documentos llenando el escritorio.
El maestro de bóveda de los Black, DreekWood, parecía estar esperándolo; era un duende viejo de cabellos plateados con algunas arrugas formándose en su rostro.
Lo recibio con una peligrosa sonrisa, un pergamino ya sujeto con fuerza en su mano.— Entre, joven Black, y tome asiento; si lo que me dijeron es correcto, hoy habrá mucho de qué hablar.
— Si se refiere a la muerte de mi padre, entonces lo que le dijeron es correcto —dijo al sentarse en un sofá individual— Espero que su oro brille en abundancia, maestro DreekWood.
— Y que tus enemigos se inclinen ante ti, joven Black —el duende tomó asiento frente a él— Con la muerte de su padre, su señoría y herencia parecían estar bajo su nombre; sin embargo, usted sigue siendo un menor de edad.
— Estoy consciente de eso, pero antes de hablar sobre mi señorio me gustaría hacer lectura del testamento de mi padre.
El duende comenzó a abrir el pergamino que sostenía con fuerza con anterioridad. — Si así lo desea, debo pedir la llave de su bóveda principal y su varita. Le pido no guarde rencor, no son más que simples políticas de nuestro banco.
El niño ofreció su varita a la criatura, buscó entre sus bolsillos y sacó una llave delgada elaborada con oro y cobre que también le tendió al otro. El duende aplicó un extraño hechizo sobre la varita, que brilló con una luz verde antes de devolverla al dueño. La llave quedó en su posesión.
—A continuación, yo, el maestro DreekWood de las bóvedas de la noble casa Black, hare lectura del testamento del fallecido Arturus Black III;
Yo, Arturus Black III, señor de sangre pura, hijo mayor de Sirius Black y Hesper Black de soltera Gamp, hermano de Lycoris y Regulus, esposo de Melania Macmillan, padre de Lucretia, Orión y Hartley Black. Declaró lo siguiente:
Con mi muerte, mi señorito será heredado por mi hijo menor, Hartley Deneb Black, que solo podrá reclamarlo tras cumplir los diecisiete años de mayoría de edad. Así como mis viviendas, como son; la mansión Black en Le Manteau, el número 12 de Grimmauld Place en Londres y el resto de propiedades ancestrales de la casa Black, pasarán a ser de su propiedad junto con cada uno de los objetos de su interior. La tutoría legal de Hartley Deneb Black pasará a las manos de Conrad Edrik Schubert, padre de Ancel Ludwing Schubert, comprometido en vida con mi hijo.
Las acciones de Sidus pasarán a las manos de mi íntimo socio, Enzo Roche Sr., quien tendrá su manejo hasta que mi hijo tenga la edad y capacidad adecuada para manejarla. Todas sus acciones correspondientes serán para la fortuna Black.
Estas son mis palabras, escritas en tinta y papel con mi mano, sin amenaza externa ni manipulación ajena.
Arturo Negro III.
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Luego de su viaje a Gringotts debía de ir al Ministerio de Magia francés, donde registraria la digna muerte de su padre y su nuevo puesto como heredero pendiente.
El Ministerio de Magia, ubicado bajo la Place de Furstembreg, una plaza sasmagie. Para poder entrar tuvo toser en el centro del lugar, cerca de una fuente rodeada con árboles. Entonces, las raíces de los árboles alrededor comenzaron a subir hasta que un elevador salio de entre ellas. Los sansmagie a su alrededor eran buenos ignorando cosas, por lo que ninguno notó cuando comenzó a descender por el ascensor.
La sede del Ministerio de Magia constaba de un gran edificio lleno de luz, compuesto por cúpulas de vidrio conectadas, rodeadas por estatuas de brujas y magos. La cúpula principal era la entrada al atrio, con un techo de vidrio arribadado, encantado con constelaciones de distintas criaturas mágicas.
Era un lugar hermoso, lleno de la extravagancia que la comunidad francesa de magia siempre solia buscar.
A diferencia de su parada en Gringotts, su estadía en el ministerio fue rápida. Su única labor fue ir a la sala de archivos, donde revisó que los archivos de los Black se actualizaron correctamente. Lo único distintivo fue ver a Alba convivir un momento con el propio matagot que resguardaba el área, que era el doble de grande.
Regreso a la mansión Black poco después del mediodía; en cuanto cruzo la red fluó, noto como el lugar ya no parecía estar en caos como en la mañana. En cambio, un extraño silencio cubría todo el lugar. Estuvo caminando un rato entre las habitaciones, en busca de alguno de los residentes de la mansión. Termino encontrando a Conrad en la sala de estar principal, ojeando un paquete de hojas.
El hombre lo notó en cuanto entró; sus ojos delataron el cansancio que se asemejaba al propio — Hartley, me alegra verte; algunos elfos se asustaron cuando te fuiste tan temprano.
Comenzó a explicar mientras el hombre mayor se levanta —Lamento si causaron alboroto, pero tenía que hacer algunas cosas en el ministerio y Gringotts.
—No te preocupes, sin embargo, queria hablar contigo desde la mañana —el hombre puso su mano en el hombro mientras lo guiaba a sentarse.
—¿Sobre que ? —el mayor lo observó un segundo, sus ojos brillando con algo que Hartley no logró identificar.
—Sobre el funeral de tu padre.
Chapter 21: Acto I:1991
Summary:
—Cuando vuelvas a Beauxbatons te escribire, verás como me pedirás que deje de escribir por la cantidad de cartas que voy a enviar — el comentario le saco una pequeña sonrisa al menor.
—Veremos quien escribe más entonces.
Chapter Text
El funeral de Arturus Black fue lo que debía de ser, lleno de personas importantes lamentando la perdida de Hartley, pero con las que nunca volvería a hablarse.
El cielo estaba nublado mientras los ritos funerarios eran realizados, las nubes grises amenazaban con soltar agua en cualquier momento y los truenos que soltaban aportaban a esa idea.
Hartley agradecía no estar solo, Ancel y su padre lo seguían como una sombra por el cementerio, con el niño mayor tomando su mano gran parte del tiempo. Por otro lado, Conrand parecía ser un guardaespaldas, alejando a todo adulto que quisiera hablar más de la cuenta con él, agradecía el gesto, pues no estaba de humor para juegos políticos ese día.
El mago oficiante, enviado por el ministerio de magia, termino los rituales funerarios y finalmente el ataúd que ocultaba el cuerpo de Arturus comenzó a descender bajo tierra. El sepulcro de madera se veía frío al tacto, un peso notable aún con los hechizos sobre la madera.
Tal vez solo era idea de Hartley, pero creía que a su padre no le gustaría estar en un objeto como ese por la eternidad.
Pasaron un par de días desde el funeral de su padre cuando la carta que pedía su regreso a Beauxbatons llego, aparentemente su licencia de falta ya había llegado a su fin y debía de regresar al internado en un periodo de dos días o recibiría una sanción.
Le hubiese gustado decir que queria estar un par de días más en la mansión pero seria mentira, el lugar se habia vuelto casi el doble de sofocante desde el funeral. Cada que entraba a una habitación solo su estomago se revolvia de incomodidad.
Hartley estaba preparando sus maletas cuando Ancel llegó con una bandeja con té, Alba fue quien noto la llegada del otro maullando para informar su entrada. El matagot se levantó de su puesto para restregarse contra la pierna del niño mayor, su peso empujando la extremidad.
El de cabello castaño oscuro acaricio la cabeza liza del gato luego de dejar la bandeja sobre la mesa de noche, acercando una de las tazas de porcelana hacia Hartley. Lo reconoció como uno de los juegos que su padre había diseñado, de porcelana negra con patrones extravagantes de color plata, el escudo de la familia Black grabado sobre el mango.
El menor tomo el objeto, la superficie caliente rozando de manera incómoda su piel, pero lo ignoro al beber del líquido, el sabor a frutos rojos se perdió entre el ardor que consumió el interior de su boca.
Con un suspiro Hartley tomo asiento en la cama, observando el vapor salir de la taza en sus manos con total atención.
La cama se hundió un poco a su lado cuando Ancel tomo asiento a su lado, sus brazos rozándose con la cercanía.
—Cuando vuelvas a Beauxbatons yo también me iré, padre cree que es mejor que vuelva a mis estudios dentro del menor tiempo posible —. La voz del otro sonó baja, un susurro destinado para ser escuchado por ellos dos.
—Entiendo a tu padre, viajaste hasta aquí para hacerme compañía y ahora que me voy no hay razón para que permanezcas aquí —su voz era igual de baja, sus ojos no dejaron la taza en sus manos.
El otro emitió un sonido afirmativo, indicando estar de acuerdo con la opinión de Hartley. Un silencio se plantó entre ellos, los bajos ronroneos de Alba era lo único que se escuchó en la habitación durante un tiempo.
Las manos de Hartley se aferraron con más fuerza a la porcelana en su mano, el té dentro finalmente comenzaba a enfriarse y el vapor comenzaba a volverse más escaso. Movió un poco sus ojos, observando el escudo de la familia en lugar del té, apretó más los dedos al verlo.
La taza le fue arrebata de las manos, din darse cuenta su cuerpo comenzó a temblar en algún momento amenazando con derramar el líquido por la fuerza de estos. Al no tener algo que sujetar Hartley apretó los puños, sus uñas se enterraron en sus palmas tan fuertes que era seguro que dejaría una marca si no relajaba sus manos.
Sus temblorosas extremidades fueron sujetas por un par un poco más grande, Ancel sujeto entre sus manos las temblorosas y separo a la fuerza los puños. Al tener ambas manos de Hartley abierto paso uno de sus brazos por sobre sus hombros, acercándolo a su costado.
El menor rodeo con fuerza el torso del otro, aferrándose con fuerza a su camisa, el armazón de las gafas se movió de su sitio cuando escondió su rostro en el hombro del mayor, cuyos brazos correspondieron el abrazo con la misma fuerza.
Hartley estaba llorando, algo que no se había permitido, gruesas lágrimas cayeron desde sus ojos hasta fundirse con la camisa de Ancel a quien no parecía importarle que la manchara con lágrimas.
No dijeron una sola palabra, pero no creyeron que hiciera falta, Hartley ya había escuchado suficientes condolencias de otros, ese abrazo fue suficiente para darle más consuelo que todas ellas juntas.
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El regreso a Beauxbatons fue raro, tal vez porque solo iría por dos meses antes de volver a la mansión Black.
Sus amigos lo recibieron con abrazos sin parar, especialmente Camille y Enric quienes parecían querer asfixiarlo en lugar de darle consuelo. Ninguno de ellos menciono el tema más allá de sus condolencias, tal vez porque veían la incomodidad cada que alguien siquiera hiciera referencia a él, Harry realmente aprecio eso.
Mientras él se ponía al día con algunas de sus clases prácticas noto como el entorno cambio un poco a su alrededor, especialmente el comportamiento de los profesores con él. Tras su regreso parecían haberse vuelto demasiado atentos, preguntando en cada clase como se encontraba o regañando a un estudiante que lo acorralaba para preguntar sobre como vivía ahora sin su padre.
El aprecio su preocupación, pero a veces podría llegar a ser muy insistente, y si era sincero consigo mismo, él solo quería paz durante eee tiempo escolares antes de volver a la mansión.
En Beauxbatons al menos estaba rodeado de personas, de sus amigos y compañeros con quien tenía una relación cordial. En cambio, en la mansión solo sería él y los tristes elfos domésticos, Ancel no podría ir a verlo debido a su ciclo escolar distinto y él pasaría meses solo antes de empezar su tercer año.
Quería estar en compañía antes de ponerse en exilio durante meses, pero resulto que esa compañía era bastante difícil de tolerar. Así que volvió a su antigua rutina; ir a clases pasar por el comedor con sus amigos, tomar libros de la biblioteca y encerrarse en su habitación.
Al menos ahí podía elegir a quien dejaba pasar.
Así que mientras Hartley holgazaneaba sobre su cama, con Alba a su lado pensó que el cansancio que lo lleno era por su estrés emocional (algo que no le gusto reconocer) que al caer sobre las almohadas solo era una pequeña siesta la iba a tomar.
No sería nada grave ni extraño. Solo un pequeño descanso.
Él no creyó que eso era un simple sueño.
El lugar donde estaba era completamente desconocido para él, parecía que estaba en el centro de un mar a kilómetros de tierra cercana. El cielo nocturno, con las estrellas a plena vista se alzó sobre él, reflejándose sobre la superficie del océano. El agua oscura refleja cada estrella y detalle, tan parecido como un espejo podría hacerlo.
Tal vista era todo lo que podía ver a sus alrededores, en un silencio y una calma que le ponía los pelos de punta. Había algo en ella que la volvía tan poco natural que la incomodidad creció rápido en su pecho.
Desconcertado comenzó a caminar por la superficie, en un inicio temió que en cuanto diría un paso se hundiría, pero parecía que le era seguro caminar sobre el agua. Lo que solo aumento su incomodidad.
Avanzo por el sitio, aunque a veces dudo si realmente estaba avanzando, ya que nada pareció cambiar, solo podía observar el vasto océano, sin alguna superficie a la vista.
Su caminata fue casi infinita hasta finalmente logro ver algo a lo lejos, un objeto que parecía flotar a mitad de la nada. Acelero el paso hasta estar tan cerca que observo a detalle el objeto, al acercarse logro reconocerlo.
Se trataba de Tom, el diario que había encerrado en su baúl desde hacía ya tanto tiempo y que no había vuelto a tocar desde entonces. El diario parecía estar mojado y frío al tacto, el agua goteaba desde el cuero negro de la tapa cayendo de regreso al océano.
Abrió el libro para comprobar si las hojas estaban todavía en blanco o si había algo dentro. En seguida una mano tomó su muñeca con fuerza, lo suficientemente grande para rodear por completo su brazo y apretarlo con firmeza. El fuerte agarre le hizo soltar el libro, que volvió a hundirse en el mar.
Pero Hartley le resto importancia, su mirada se concentro en los ojos tan rojos como la sangre que lo veían fijamente.
—Aquí estás, Black.
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— Estoy preocupada por Harry, volvió a entrar en esa rutina que tiene cada vez que algo lo agobia —Camille fue la primera en tocar el tema, siempre era ella la primera en expresar cuando se sentía preocupada.
—Todos lo estamos Mille, a Harry no le gusta admitirlo, pero no es exactamente la mejor persona para manejar sus sentimientos —Enric dijo mientras comía unas galletas.
Los dos estaban en la habitación de Adrik, mientras que Enric se había apoderado de la cama los otros dos estaban frente a la chimenea. La habitación del de cabello doble parecía ser el lugar preferido para hablar sobre los problemas emocionales de su grupo.
— Eso está claro, pero esto es diferente. No es como cuando se siente solo o cuando se sobre exige en exámenes, perdió a su padre. La única familia que tenía y de quien dependía por completo, me aterra pensar en lo que hará para guardar como se siente en verdad.
El de piel morena guardo silencio, las palabras de Camille parecían haber dado en uno de los temores de Enric. El aislamiento emocional que Harry tomaba: como este ocultaba todo al ponerse trabajo encima.
Adrik frunció el ceño al pensar en eso, todos temían por el estado emocional de Harry. Pero algo le decía que eso era la menor de sus preocupaciones en ese momento, que algo más grande se había aferrado a la espalda de su amigo.
Y que ninguno de los tres podía hacer algo para quitárselo de encima.
Chapter 22: Fin de acto I: 1991
Chapter Text
Hartley recuerda las pocas veces que fue a nadar.
Su padre era dueño de múltiples propiedades, una de ellas estaba en algún lugar de España, es una de las pocas que recordaba por tener una gran piscina. Recuerda que cuando era más joven e iban a esa casa nadar en ella era lo que más disfrutaba, era de las pocas veces que podría decir que su padre le daba libertad en su comportamiento, sin recibir un regaño si pasaba mucho tiempo afuera.
La sensación de flotar en ella, donde no debía preocuparse por hundirse o por mover sus brazos para mantenerse a flote. Era solo él y su cuerpo; ese sentimiento único que no había sido igualado por nada más.
Ese momento le era similar a esos recuerdos, pero había mucho más frío.
No sentía el calor del sol contra su piel, ni el agua tibia a su alrededor. En cambio, el frío consumía cada centímetro de sí.
Desconocía donde estaba, pero la sensación de flotar era inconfundible para él, todo a su alrededor estaba helado casi tanto como la nieve recién caída. Era poco consciente de sus extremidades por el frío, creía sentir como la sangre circulaba más lento con más tiempo que pasaba.
Como poco a poco se volvió menos consciente de sí mismo.
El cuerpo estaba frío, incluso para el que había caminado por el invierno de Londres con ropas tan desgastadas que no eran más que harapos.
Las manos del niño eran heladas, como si hubiesen estado en agua helada por mucho tiempo, y el resto de él se sentía casi entumecido por su baja temperatura corporal. Podría confundirlo con un cadáver de no ser por el latido que sentía en el interior de su pecho.
El pasillo a su alrededor era desconocido, no era como los pasillos de piedra de Hogwarts. Eran más elegantes, mucho más de lo que alguna vez Hogwarts podría serlo, pero se sentía mucho más frío, como si algo faltara en el lugar.
La academia de magia Beauxbatons era bella y elegante, pero no era su hogar.
Tom Riddle solo había tenía un lugar al que llamar hogar en toda su vida y estaba a horas de distancia.
Tal vez no era su hogar, pero Tom podía admirar el plan de Beauxbatons, con mucha más variedad que el de Hogwarts.
La comunidad de Gran Bretaña estaba llena de prejuicios, eso era obvio cuando comparabas el plan de estudios de la comunidad inglesa con otras comunidades mágicas. Especialmente con aquellas que se habían considerado “liberales” con la magia.
Tom recuerda la sección prohibida de la biblioteca, la cantidad de libros llenos de formas de magia prohibidas en Inglaterra, pero que ahora los veía en zonas libres en Francia.
Él podría aborrecer a los franceses por su comportamiento con el resto del mundo, pero eso no lo detuvo de envidiar su libertad.
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El día de Tom Riddle como Hartley Black fue, en pocas palabras, distinto.
El niño tenía una agenda muy ocupada para ser de segundo año, sus clases eran muy largar y tenía muchas en un solo día, sin contar sus extrañas clases de ballet (recordaba como la señora Cole criticaba a los niños que hacían cosas muy “femeninas”, se preguntó como el ballet era femenino cuando le provoco tanto dolor con unos pocos ejercicios) y sus trabajos que se acularon uno tras otro.
Su trabajo más complicado fue evitar al grupo de niños que decían ser amigos de Black, invento excusa tras excusa cada vez que lo invitaban a algo. Sin querer convivir con un grupo de niños que le ofrecían dulces sin parar.
Logro evitar a los niños encerrándose en la habitación de Black, donde ninguno iba a menos que fuera invitado.
Su momento privado fue aprovechado al máximo, trato de averiguar información de la situación en Gran Bretaña, descubrir si había logrado sus objetivos o solo era un ministro más.
Pero estar en Francia complico las cosas. Los periódicos franceses solo hablaron sobre la muerte de un tal Arturus (no se molesto en ver su nombre completo) y sobre reformas en las reglas escolares que poco le importaron, nada sobre Inglaterra.
Dejo de lado los periódicos con furia, pensando en alguna fuente que informara sobre las tierras inglesas.
Un gruñido bajo lo interrumpió, al buscar la fuente del sonido se encontró con unos grandes ojos que lo observaron con furia. Un matagot, a medio crecer, había salido de debajo de la cama y lo veía como si se tratara de una presa, sus colmillos estaban al descubierto y por su postura parecía listo para saltar contra él.
Él frunció el ceño ante el espíritu, quien parecía saber que a pesar de su apariencia no se trataba de su dueño, al menos no del todo. Sabiendo que el gato no podría lastimarlo por más que quisiera decidió ignorarlo, centrando su atención en el diario frente a él, su diario.
Tom recordó una de sus conversaciones con Black, el niño le había dicho conocer poco de la situación en Inglaterra, pero le había dicho más que todos los periódicos franceses juntos.
Con un suspiro se levantó de su sitio detrás del escritorio y fue hasta la cama en la habitación, ignorando al espíritu enojado que lo observo fijamente. Corrió las cortinas, cerrando la vista del protector espíritu sobre él.
Con calma se recostó en la colcha y cerro los ojos, pensando en aguas frías y mar infinito.
Sus pulmones ardían, algo helado bajo por su garganta y congelo todo a su paso. Sus brazos y piernas eran pesados, mucho más de lo que deberían.
Su cuerpo dolía conforme más avanzaba, la oscuridad lo rodeaba y le impedía saber si realmente estaba avanzando, su cuerpo se movió por puro instinto.
Al salir a la superficie pudo respirar una vez más, el cambio de presión no le hizo bien y parecía que su interior iba a explotar por el dolor que sentía cada vez que inhalaba. Logro abrir los ojos después de unos minutos de dolor, sus dedos más pálidos de lo usual y de un enfermizo tono morado en las puntas fue lo primera que observo.
Se estremecía en cada segundo, tal vez por el frío o por dolor, no podía decirlo con su mente nublada por la falta de oxígeno.
Un repentino toque en su espalda lo asusto, con rodillas temblorosas se lanzó hacia adelante alejándose del desconocido a su espalda. Al estar lejos logro ver al otro, se trataba de alguien mayor que él, pero no era un adulto, usaba túnicas escolares negras con una corbata de rayas verdes y plateadas, un escudo desconocido para el tejido en sus ropas.
—Ha pasado un tiempo Black — la voz del chico poseía un eco extraño, como si realmente estuviera en un espacio vacío y cerrado en lugar del amplio océano.
Hartley no respondió, solo observo con confusos ojos, tratando de recordar si alguna vez había visto a ese chico alguna vez. El ceño del desconocido se frunció con desagrado, tal vez por ser ignorado por el niño.
—Para ser el heredero de una familia pura tus modales dejan mucho que desear —el desconocido dijo con desdén —Deberías saber que es mala educación ignorar a las personas cuando te hablan.
Recobrando un poco el sentido y el aliento Hartley logro hablar, su voz un poco ronca por el ardor de su garganta —Yo… No tengo idea de quien eres.
El mayor ni se inmutó —Me conoces, hemos tenido largas conversaciones, pero nunca me habías visto en persona.
Eso solo aumento la confusión de Hartley, como podría tener largar conversaciones con ese chico si nunca lo había visto antes.
—Creo, que es en esta forma que me recuerda —El mayor levanto un objeto en su mano, algo que no había notado antes, el diario.
Al principio no logro entender lo que quería decir el otro, pero la forma de hablar y el libro en su mano le trajeron recuerdos de conversaciones en papel—¿Tom?
El otro sonrió como respuesta.
—Ha pasado un tiempo desde que hablamos Harry. Sabes fue realmente grosero que dejares de hablarme sin decir nada, ni siquiera alguna despedida incómoda, solo encerraste mi diario en el fondo de un viejo baúl y decidiste fingir que no existía. No pensé que nuestras charlas fueran tan poco para ti, especialmente con lo mucho que compartí contigo.
—Eres peligroso, Tom y ninguna charla podría borrar eso —contesto con determinación el menor, comenzando a reincorporarse.
—¿Qué te hace pensar que soy peligroso? Durante nuestro tiempo juntos jamás hice algo que te hiciera creer tal cosa — una mueca triste cubrió el rostro pálido, pero algo en el no engaño a Hartley.
—Tu sola existencia me hace suponer que eres peligroso, un objeto no debería tener consciencia como tú lo haces mucho menos un aspecto humano.
Una sonrisa se formó en el rostro del mayor —Eres listo Harry, pero también muy ingenuo y orgulloso. Sabes que era peligroso y aún me dejaste en un simple baúl con solo algunas runas de protección, donde cualquiera con un poco de experiencia podría robar mi diario. Dime Harry ¿fue tu orgullo lo que evito que me entregaras? ¿O fue el miedo de enfrentar tus propios errores?
Hartley frunció el ceño, sus manos temblando. Quería defenderse, responderle algo al otro, que nunca lo entrego porque tenía curiosidad por él, pero sabía que era mentira. El miedo de ver como su padre lo vería al saber como se había comportado se volvió mayor conforme más oculto mantenía el diario y sabía que nunca lo habría entregado a otros.
—Tu silencio solo confirma mis palabras —dijo Tom con algo similar a alegría en su voz —no importa cuanto conocimiento y poder tengas si no sabes como utilizarlo, y tú Harry, eres la prueba viviente de ello. Hijo de una de las familias más nobles y puras de Gran Bretaña, estudiante de la famosa academia Beauxbatons y, sin embargo, no sabes como identificar un artefacto oscuro. Curioso viendo que tu familia tiene estrechas relaciones con la magia oscura.
Las mejillas de Hartley se volvieron más calientes con cada palabra, la vergüenza llenándolo por las afirmaciones de aquel que alguna vez fue un confidente para él.
—De todas maneras no estoy aquí para humillarte Harry —el nombrado lo miro incrédulo —Estoy aquí porque quiero ofrecerte un trato.
—¿Qué clase de trato podrías ofrecer tú? —el menor lo observo con cautela.
—Uno que nos convenga a ti y a mí, que traiga beneficios para ambos. Ademas, no tienes otra opción lo que te ofrezco no es más que simple cortesía, podria tomar lo que quiero sin problema pero me tomare la molestia de hablar contigo por que se que tienes mucho que ofrecer Harry.
El hombre parecía que seguiría hablando, pero Hartley lo interrumpió ignorando la inquietud que la ultima parte le provoco —Un trato es mutuo Tom, ambas partes deben saber en qué y con quien se meten. Tú sabes mucho de mí, pero yo desconozco todo de ti, así que para llegar a algo conmigo tendrás que hablar, solo así te escucharé.
El nombrado pareció ofenderse por la interrupción, pero se recompuso con facilidad, una sonrisa de suficiencia volviendo a su rostro —Bien, te escucho Harry ¿qué deseas saber?
—¿Qué eres? La magia no da consciencia, no estás maldito o encantado, eres algo más.
—Son lo que algunos llaman un recuerdo, fui creado hace mucho tiempo por mí mismo con el objetivo de asegurar nuestros deseos y sueños.
—¿Hace cuanto fuiste creado?
—Fue hace mucho tiempo, tu nacimiento ni siquiera era imaginado en ese momento.
«Definitivamente, su yo original estuvo practicando magia del alma» fue el pensamiento de Hartley —Si eres un recuerdo ¿dónde está tu cuerpo real?
—En algún lugar de Gran Bretaña probablemente, desconozco el lugar exacto pero se que esta ahí.
El menor lo observo con atención, buscando algo que el otro no logro identificar —¿Qué es lo que quieres Tom?
El mayor lo observo, sus ojos parecían cambiar con un tono rojo demasiado brillante para ser natural.
— Lo que siempre he merecido, gloria.
✙———–»✡«–———✙
Hartley despertó tosiendo con fuerza, su cuerpo estremeciéndose con cada sacudida de sus pulmones.
Su garganta ardía cuando logro detenerse, un temblor recorrió si cuerpo como si hubiese estado en un lugar frío por mucho tiempo sin alguna protección.
Mientras recuperaba el aliento noto vagamente como Alba se acercó a él, olfateándolo sin parar en busca de algo oculto dentro de sí mismo. Él ignoró al espíritu a favor de observar su mano con atención.
En su mano derecha rodeando su muñeca como una cuerda había una delgada cicatriz, no era vistosa y no podía notarse a menos que supieras que estaba ahí.
La cicatriz de un juramento inquebrantable.
sunsan (Guest) on Chapter 15 Mon 03 Mar 2025 04:45PM UTC
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