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Chapter Text

–…Va a morir, líder de secta-

Los ojos de iris oscuros, se abrieron sorprendidos y miraron a la anciana que se mostraba triste y angustiada.

Después de una difícil cacería nocturna donde los atacó una extraña planta que, por su aroma y color, parecía estar podrida, el líder de la secta Yunmeng Jiang tuvo que ser atendido de inmediato al ser atacado por púas que se enterraron en su abdomen.

Con sus reflejos y gran cultivo, podría haberlas esquivado fácilmente, pero el objetivo de aquellas púas era su amado sobrino que había caído en una ilusión producida por el ácido aroma de la planta, y no podía defenderse.

No importaba que aquel hermoso chico ya fuera un hombre de más de 30 años, para Jiang Cheng siempre sería su precioso niño al cual protegería de cualquier mal.

Así que eso fue lo que hizo.

Se puso delante del líder de secta Jin para recibir el ataque en su cuerpo, mientras usaba a Zidian para acabar con aquella planta. El chillido que soltó al explotar, liberó a todos los que habían caído en la ilusión.

Al ver la planta muerta, cedió a la inconsciencia. Fue su sobrino quien lo cargó de regreso a Muelle de Loto para ser revisado por su sanadora de confianza.

–Las púas atravesaron su estomago y parte de su núcleo dorado- la anciana hablaba con calma, pero se podía sentir como intenta controlar la angustia en su tono –Inyectaron un poderoso veneno- se dio vuelta para tomar un pergamino de la mesa cercana y se lo pasó a Jiang Cheng –No tiene cura-

El hombre leyó la descripción en el pergamino –Mierda- dijo al leer que aquella planta podrida que hizo explotar, era un demonio poderoso de mas de 400 años de antigüedad.

En su historial, había matado a varios grandes cultivadores y escapado sin dejar más rastro que su aroma en descomposición. Volvió a levantar la mirada –¿Cuanto tiempo me queda?-

La anciana suspiró temblorosa –Siete días como máximo- se acercó al hombre y se arrodilló frente a su cama –¡Perdóneme por ser tan incapaz!- iba a hacer una reverencia para poner la frente contra el piso de madera, pero fue detenida rápidamente por dos grandes manos agarrando sus brazos.

–Detente abuela, por favor- Jiang Cheng se tragó el gemido de dolor producido por moverse tan rápido –No es tu culpa. Yo fui el descuidado-

La anciana levantó la cabeza y lo observó con los ojos llenos de lágrimas –Quizás… quizás podríamos preguntar a otros sanadores- el hombre sonrió con simpatía –Tal vez… tal vez alguien sepa de alguna cura o alguna forma de retrasar…-

Negó con la cabeza –No te preocupes abuela. Primero levántate- la anciana se puso de pie con su ayuda –Es muy poco tiempo para buscar algo. Solo quiero saber si mi cultivo se dañó-

–Su cultivo estará bien por ahora, pero dicen que en los últimos dos días ya comienza a desaparecer, así saben que ya se acerca la hora- la anciana secó sus mejillas con las mangas de su túnica.

–Entiendo- el hombre suspiró resignado. Revisó los vendajes alrededor de su abdomen y se levantó lentamente –Entonces tengo que preparar todo para mi partida- la anciana quería decir algo, pero fue detenida con un movimiento de su mano –Abuela, no te sientas mal. Aunque no lo parezca, ya tengo mas de 60 años, ya lo sabes- vio túnicas limpias y dobladas a un lado de la cama y se las puso –No podré cultivar hasta la inmortalidad, pero ya he vivido una larga vida- sonrió triste –No le digas a nadie sobre esto, por favor. Yo seré quien se lo cuente a A-Qing y a A-Ling para que se preparen- abrió la puerta de su habitación para gritar –¡Ya es tiempo de cambiar!-  los pocos discípulos que estaban fuera de su habitación, se acercaron de inmediato y el líder de secta comenzó a darles ordenes.

Se sentía extraño. Siete días eran tan poco y tenía tanto por hacer, que no tuvo tiempo para deprimirse y enojarse.

Después de unos segundos, su sobrino llegó corriendo junto a un chico de casi 20 años de edad vestido con túnicas púrpuras. Lo llenaron de preguntas sobre su estado de salud y Jiang Cheng sonrió tenue al ver su preocupación.

Miró al chico que ya era de su altura. Su cabello largo castaño y ondulado, estaba recogido en una cola con una cinta del mismo color que sus túnicas. Le gustaba dejar unos mechones sueltos alrededor de su hermoso rostro.

Sus ojos oscuros lo observaban con impaciencia.

–A-Qing, A-Ling- puso las manos en sus hombros derechos –Tengo que hablar con ustedes- ambos lo miraron preocupados –Vamos a un lugar privado-

Se dirigieron a la habitación donde revisaba los pergaminos y cartas importantes. Las paredes estaban llenas de talismanes de silencio. Los invitó a entrar primero y cerró después de decirles a los discípulos alrededor que no los interrumpieran.

Se sentó en su lugar de siempre y miró a los dos hombres sentados frente a él.

Aquellos dos, eran sus personas más especiales.

Sus pequeños. Sus niños. A quienes amó desde que los tuvo en sus brazos.

Jin Ling fue su razón para continuar viviendo cuando perdió a toda su familia. Su razón para ser más fuerte. Su razón para despertar cada día. Ahora era un hombre capaz, líder de una gran y prospera secta, con todo un futuro feliz esperándolo.

Él estaba tan orgulloso de sus logros.

Jiang Yunqing es su felicidad. Todo su amor y cariño reprimido, lo volcó en su pequeño niño. Su sangre. Cada vez que lo mira, se imagina lo feliz que hubieran estado sus padres al conocerlo.

Recuerda el día en que aquella mujer de cabello castaño llegó a su puerta con el niño en sus brazos para entregárselo.

Fue en una noche de borrachera 10 meses antes de ese día, que se conocieron. Una noche fugas donde ambos estaban llenos de licor y no pensaron en nada cuando se encerraron en una cómoda habitación.

Jiang Cheng le propuso matrimonio en la mañana cuando despertaron. Él era un hombre de honor, y aunque ni siquiera sabía el nombre de la mujer, se haría cargo de la situación.

Fue rechazado de inmediato y abandonado.

La mujer castaña no quería compromisos y menos tener que criar niños, así que se lo dijo de la manera más despreciable que pudo, cuando le entregó al niño.

El líder de secta le dio una gran suma de dinero con la promesa que nunca se apareciera frente a ellos otra vez. Ella se fue felizmente a vivir una vida cómoda.

Unos años después, se enteró que la mujer murió a manos de un ladrón.

–¿Puedes decirnos ya que pasó, tío?- preguntó molesto Jin Ling al ver como se alargaba el silencio. Apretaba las manos sobre sus rodillas –¡Nos tienes preocupados! ¡La abuela nos dijo que tenia que hablar contigo a solas antes de decirnos que tenías!-

–De aquí a cinco días mas, A-Qing tomara el puesto de líder de la secta Yunmeng Jiang- ambos lo miraron asombrados. Sus bocas se abrieron incrédulos –Haremos la ceremonia en la mañana para después tener un gran banquete. Iré personalmente a las sectas principales para hablar sobre esto e invitarlos. A las demás sectas se le mandará una carta, ya ordené que las hicieran y las revisaré mas tarde antes de sellarlas-

–Espera, espera ¡Papá!- Jiang Yunqing se puso de pie alterado –¡¿Por qué tan de pronto?!- lo apuntó con el dedo anular –Algo te dijo la abuela ¿Verdad?- rápidamente se puso a su lado y se arrodillo para estar a su altura –¿Que tan grave es? ¡Dímelo, papá!- los ojos oscuros ya estaban llenos de lagrimas.

Jiang Cheng suspiró mientras levantaba la mano y usaba su dedo pulgar para limpiar las pestañas ya húmedas –Voy a morir- observó el pavor en aquel bello rostro tan parecido al suyo –La abuela descubrió que lo que nos atacó ayer, era un demonio y me envenenó. No tiene cura- al instante, cuatro brazos lo envolvieron fuertemente y dos hermosos rostros lloraban en sus hombros. No sintió a su sobrino acercarse hasta que ya estaba atrapado.

Los dejó llorar, gritar, decir posibles soluciones, enojarse al saber que eran inútiles y maldecir a los dioses.

Al final, cuando se cansaron, limpió sus rostros con la manga de sus túnicas y depositó un beso en sus frentes. Les sonrió resignado –No le digan a nadie mas sobre esto, solo ustedes tenían que saberlo ¿Entendido?-

Ambos asintieron cansados y se fueron a sus respectivos cuartos.

Jiang Cheng llamó a su discípulo principal para preguntar por las cartas. Estuvo algunas horas revisando y sellando. Cuando estaban listas, dio la orden para enviarlas y se fue a prepararse para dormir. Al siguiente día partiría a su último viaje.

___

Era temprano en la mañana cuando ya estaba en un bote para dejar Muelle de Loto.

Su sobrino y su hijo lo fueron a despedir. Sus ojos estaban hinchados y se notaba que no habían dormido, pero reunieron toda su fuerza de voluntad para no llorar al verlo partir.

El agua alrededor, estaba tranquila como su corazón. Al llegar a la otra orilla, desenfundó a Sandu y la acaricio.

Su fiel espada estaría junto a él hasta el final. Subió a ella y partió rumbo a su primera parada. La región de Qinghe.

Miró el paisaje como nunca lo había hecho. Extrañaría el viento en su cara y como movía sus túnicas para hacerlo ver aun más imponente de lo que ya era el gran Sandu Shengshou.

Casi un día se demoró en llegar al Reino Inmundo.

Fue recibido por los discípulos y llevado ante Nie Huaisang. Al ver al líder de rostro amable que lo saludó con una sonrisa, recordó los buenos momentos que pasaron cuando eran jóvenes.

Hablaron, bebieron el té, comieron juntos, le entregó la invitación en sus manos y se fue. El líder de la secta Qinghe Nie lo invitó a pasar la noche porque ya era tarde, pero se negó amablemente.

Aun le quedaban lugares que visitar.

___

Pasaron 3 días para llegar al último lugar en su recorrido.

La región de Gusu.

Paseó un poco por el pueblo y entró en el conocido lugar donde comprar licor, después fue a las escalinatas de piedra y las subió para llegar a Descanso de las Nubes.

Jiang Cheng tenía un jade como pase (cortesía de Wei Wuxian), para poder entrar y salir cuando quisiera, pero siempre prefería anunciarse y no entrar de sorpresa.

Así también lo hizo ahora.

El poderoso líder de la secta Gusu Lan, Lan Xichen, salió para recibirlo al ser llamado por uno de los discípulos.

Intercambiaron saludos cortésmente y fue invitado al salón principal para conversar. Al igual que con los demás lideres, hablaron, bebieron el té, comieron juntos y le entregó la invitación.

Jiang Cheng pudo ver la sorpresa en el hermoso rostro de Zewu-Jun, pero antes de preguntar sus motivos, él le preguntó por la presencia de Wei Wuxian y Lan Wangji. Era raro no ver las túnicas negras y rojas a su alrededor cuando visitaba el lugar.

Se sintió decepcionado al saber que estaban de cacería.

Se despidió de Lan Xichen con una reverencia y al volver a erguirse, lo contempló unos segundos y se fue dejando al jade con muchas preguntas.

Cuando ya estaba en la entrada de la secta, vio a su escandaloso hermano correr hacia él.

Tras el hombre de negro y sonrisa radiante, estaba su esposo de blanco y rostro frío.

El líder de secta los saludó y conversaron un rato. Cuando les entregó sus invitaciones y les explicó para que eran, los esposos lo miraron extrañados.

Wei Wuxian le exigió saber si había pasado algo grave, pero Jiang Cheng solo le dijo que ya era momento que su hijo se volviera el líder.

Que era su momento de descansar.

La pareja no le creyó del todo, pero pensaron que después podrían sacarle toda la verdad, así que cuando Jiang Cheng les dijo que se iba, lo despidieron afuera.

Después de desenfundar a Sandu, miró a su hermano mayor. El cuerpo que le entregaron en sacrificio, ya se había moldeado completamente a su alma.

Al notarlo, se dejó llevar por el impulso y lo abrazó con fuerza. El cultivador demoníaco se quedó unos segundos en blanco y por inercia le devolvió el abrazo.

Los ojos oscuros se encontraron con los dorados que se mostraban sorprendidos. Segundos después escondió el rostro en el blanco cuello y murmuró –Te quiero, hermano-

Antes que alguno de ellos pudiera reaccionar, subió a Sandu y voló lejos de Gusu.

Era hora de volver a Muelle de Loto.

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Al amanecer del quinto día, Muelle de Loto estaba de fiesta.

Estaban los líderes de las sectas que no tuvieron contratiempos para llegar. Los amigos que hicieron a lo largo de los años. Los discípulos de la secta Yunmeng Jiang y los lugareños que se acercaron a ver.

En una alta plataforma, Sandu Shengshou vestido con sus túnicas púrpuras más elegantes, estaba de pie dando su último discurso como líder de secta.

Jiang Yunqing esperaba detrás de él su momento.

Los vítores estallaron cuando fue nombrado y coronado el nuevo líder de la secta Yunmeng Jiang.

En las calles de Muelle de Loto, celebraron todo el día la despedida de su líder. De aquel que levanto la secta cuando quedó en ruinas. Ganó nuevos discípulos. Recuperó y limpió Muelle de Loto. Se hizo un nombre con su esfuerzo.

No habría otro líder como Sandu Shengshou, pero sabían que podían confiar en su hijo.

Jiang Cheng bebió y rió junto a su hermano, sobrino, hijo y amigos como nunca lo había podido hacer.

Podía sentir su núcleo ya apagándose, así que decidió ser feliz por ese día.

___

Al sexto amanecer, se despidió de todos los que los acompañaron el día anterior.

Estuvo todo el día con resaca, pero cumplió su misión y todos fueron despachados.

El ultimo en irse fue Wei Wuxian junto a su esposo. Le prometió volver otro día para seguir conversando (interrogando).

Ya el cielo estaba en tonos cobrizos cuando pudo descansar.

Fue llamado a cenar junto a su hijo y sobrino (que no quiso irse ni aunque intentó obligarlo). Iba a sentarse en su nuevo lugar en la mesa, pero Jiang Yunqing lo llevó a su lugar de siempre.

Conversaron y bromearon mientras comían. Fue pacifico.

Cuando ya el cielo era un manto de estrellas, fue al salón ancestral de la familia Jiang. Se arrodilló frente a las tablillas de sus antepasados y les ofreció incienso.

No habló con su familia como comúnmente lo hacia, solo estuvo unos minutos sentados y después se fue al lugar donde podría beber solo mientras observaba los lotos florecidos.

Se sentó en el piso de madera y sacó de su manga los dos frascos de Sonrisa del Emperador que compró en su visita a Gusu.

Mientras contemplaba los lotos y bebía el licor, anheló poder escuchar a su hermano tocar la flauta una vez mas, y ante el pensamiento, por fin rompió en llanto.

Lloró como un niño. Lloró como cuando perdió todo. Lloró y lloró hasta que sus ojos estaban hinchados y el cansancio lo llevaba al mundo de los sueños.

Sus ojos oscuros, se cerraron unos segundos antes que su último rastro de energía espiritual y vital se apagara.

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-¿Cómo puedo dejar de amar a alguien?-

Un día tranquilo en Descanso de las Nubes, Lan Sizhui le preguntó esto a Lan Wangji mientras practicaban solos con el guqin.

El mayor se sorprendió un momento y miró fijamente al menor analizándolo.

Él ya no era ese pequeño niño que se aferraba a sus piernas con cariño, ya era un adulto de 26 años que estaba pidiendo consejos sobre el amor.

-Cuando tu corazón decide entregarse a alguien, no hay forma de recuperarlo-

Respondió seriamente al cabo de unos segundos y Lan Sizhui miró hacia abajo mientras deslizaba delicadamente los dedos por las cuerdas del fino instrumento.

-Ya veo-

Respondió triste mientras seguía entretenido con las cuerdas.

-¿No eres correspondido?-

Lan Wangji preguntó al entender la tristeza en esa mirada baja.

El menor suspiró derrotado, pero seguía sin levantar el rostro.

-Sí. No tengo ninguna oportunidad-

-¿Quién es?-

Lan Sizhui apretó los labios negándose a hablar.

No quería decirle a nadie quien era el objeto de su afecto, y mucho menos contar como se confesó por impulso una tarde de verano cuando los lotos florecidos, llenaban de color los lagos en el Muelle de Loto.

¡Fue una estupidez hacerlo!

Pero fue tan difícil contenerse al ver como la luz de la luna llena, iluminaba aquel hermoso rostro que no había envejecido desde que el líder de la secta Jiang tenía alrededor de 20 años.

Jiang Cheng era hermoso, y su personalidad problemática.

Todos decían que era difícil que alguien se enamorara de él, pero Lan Sizhui lo hizo.

No supo cuando se enamoró, pero aquella noche se dio cuenta de sus sentimientos y salieron de su boca.

Por supuesto que Jiang Cheng, no lo tomó en serio.

"Niño tonto. Ve a buscar alguien más para bromear y decir estupideces"

Después de decir aquellas palabras, Jiang Cheng se fue dejándolo sólo hundiéndose en su tristeza.

Aunque unos minutos después, llegó Jin Ling buscándolo para llevarlo junto a sus otros dos grandes amigos.

Ese día, los 4 habían quedado de reunirse en Muelle de Loto para su reunión mensual.

Seguía apretando los labios hasta que escuchó un suspiro de parte del mayor. Uno segundos después, el guqin que sostenía, fue llevado a un lado fuera del camino y dos fuertes brazos se envolvieron a su alrededor.

-No tienes que decirlo, pero no sufras solo A-Yuan. Yo estoy aquí-

Lan Sizhui devolvió el abrazo con toda la fuerza que pudo reunir y, en la seguridad del calor familiar, se permitió llorar por aquel amor que nunca podrá tener.

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Lan Xichen no se sorprendió cuando una fuerte mano, atrapó su brazo y lo tiró hacia atrás golpeando su espalda contra una pared cercana.

Hace unos minutos, había tenido una de tantas discusiones con su altivo esposo.

Ya era algo común en ellos el pelear verbalmente en el casi año de matrimonio que llevaban, así que seguramente, su esposo lo seguiría para continuar la discusión como varias veces lo había hecho.

Pero lo que logró asombrarlo, fue ver frente a él a Lan Sizhui con una expresión molesta.

Su mirada era de enojo, algo muy raro en el menor que siempre se mostraba amable. Miró un poco al lado para encontrarse con un contrariado Lan Jingyi que no sabía que hacer.

Lan Xichen abrió la boca para preguntar qué sucedía, pero se calló al ser tomado del cuello de su túnica mientras lo acercaba a solo centímetros de su rostro.

-¡¡Si usted no lo quiere, déjemelo a mí!!-

Lan Xichen cerró la boca ante el inesperado grito.

Mientras intentaba pensar a que se refería con eso, se dio cuenta que el menor ya solo era unos dos centímetros más bajo que él.

-¿Darte? ¿A qué te…?-

-¡¿Cómo se atreve a decirle que nunca lo ha querido y hacerlo llorar?!-

Oh. Ahora entendió a que se refería.

Ellos escucharon la discusión que tuvo hace unos momentos con su esposo.

Podía oír a Lan Jingyi intentar calmar a su compañero y quería defenderse diciendo que aquello fue solo palabrerías por el calor del momento, pero no era del todo mentira.

Bueno, en realidad aún no estaba seguro de si amaba o solo quería a su compañero de vida.

Sus sentimientos eran complicados, pero abrió los ojos sorprendido al recordar la primera frase que soltó el menor.

-¿Tu estás…?

-¡¿Por qué tiene que ser usted y no yo?!-

Quedó en medio de la pregunta cuando vio lágrimas rodar por aquel bello rostro.

-¡¿Por qué no pude nacer antes?! ¡¿Por qué no puedo ser más fuerte para que la diferencia en edad no le importe?! ¡¿Por qué se tuvo que enamorar de usted quien no lo hace feliz?! No… no quiero verlo llorar otra vez…-

Lan Sizhui soltó el agarre de la túnica del mayor mientras se ponía cabizbajo y se dejaba jalar hacia atrás por Lan Jingyi que lo abrazaba por la espalda.

-Jiang Wanyin… ¿Estaba llorando?-

Ambos menores lo miraron. Lan Xichen estaba en shock ante aquella revelación.

Cada vez que discutían, él se iba para no hacerlo más grande, pero nunca se detuvo y dio la vuelta para observar la reacción de su esposo ante esto.

Siempre pensó que no era un problema para el orgulloso líder de Yunmeng Jiang, pero ahora que escuchó la verdad en su cara, se preguntaba cuantas veces aquellos hermosos ojos violeta, derramaron lágrimas por su culpa.

-¿Quién no lloraría si la persona que ama le dice que nunca sintió nada por él?-

-¿Me ama?-

Ante las palabras de Lan Sizhui, el mayor quedó aún más en shock.

El matrimonio entre Jian Cheng y Lan Huan, fue decidido como una forma de unir ambas sectas.

Lan Xichen creyó todo este tiempo que sólo por eso Jiang Wanyin intentó llevarse bien con él, y por eso nunca intentó hacer crecer aquel cálido sentimiento en su corazón cada vez que pensaba en su esposo.

No quería decepcionarse cuando fuera demasiado tarde.

-¿En serio lo pregunta, Zewu-jun?-

Esta vez, fue Lan Jingyi quién respondió sorprendido. Aún no soltaba a su compañero por temor a que volviera a arremeter contra el líder de su secta y aumentar el castigo que seguro ya tenía ganado.

-Cualquiera que pueda ver, se da cuenta de la mirada que el líder de secta Jiang, le dedica sólo a usted. No sólo desde que se casaron, desde mucho antes de eso…-

-El líder de la secta Jiang, rechazó a muchas personas antes de aceptarlo a usted. Jin Ling dijo que cuando recibió su propuesta, sonrió todo el día ilusionado-

Lan Sizhui interrumpió a su amigo para agregar aquello.

Lan Xichen se tapó la boca con una mano y se sintió el ser más estúpido que existía.

Se acercó al menor aún apresado en el abrazo, y le dio unas palmaditas en la cabeza.

Con un “Perdón y gracias”, se fue corriendo del lugar para volver donde había dejado a su esposo.

No importaba si era contra las reglas de Gusu el correr, tenía que ir a pedir perdón y jurar que nunca dejaría que su persona especial se  sintiera triste y sola otra vez.

-¿Está bien dejarlo ir?-

Lan Jingyi preguntó con cuidado mientras soltaba a su compañero que ya sentía más calmado.

Lan Sizhui levantó la mirada y dio la vuelta para abrazar con fuerza a su amigo.

-¡No está bien!-

Mojó el hombro de su compañero con las lágrimas que no podía detener, y Lan Jingyi le devolvió el abrazo al tiempo que le daba palmaditas suaves en su espalda intentando reconfortarlo.

Después de todo, él también sabía lo doloroso que era un amor no correspondido.

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Lo primero que pensó Wei Wuxian al encontrarse con la mirada de Jiang Cheng (en la reunión de sectas que se celebraba en Reino Inmundo esta vez), después de más de 6 meses de no poder verlo, fue que le robaron sus estrellas.

Aquellos hermosos ojos oscuros, siempre que lo miraban tenían un brillo especial como si los cubriera un manto de miles de estrellas.

Por supuesto que cuando Sandu Shengshou miraba a su amado sobrino, sus ojos rebosaban de brillante amor. Cuando su hermana estaba viva, esa mirada era igual de preciosa.

Pero las estrellas estaban reservadas solo para él.

Incluso en los peores momentos entre ellos, las estrellas nunca desaparecieron. Aunque hubiera dolor, tristeza, enojo, malos entendidos, confusión y cientos de otros sentimientos entre ellos, el brillo en los ojos oscuros nunca desapareció.

Por eso, Wei Wuxian nunca dudó del amor de su hermano.

Pero ahora aquella mirada dirigida hacia él, era igual que para todos los demás.

Había cariño en ella, pero ninguna estrella.

Wei Wuxian bromeó y conversó con Jiang Cheng cuando se le acercó al finalizar la reunión. Mientras estaban en su pequeño grupo de confianza, le preguntó sobre su repentina reclusión por 6 meses (donde nadie pudo visitarlo), y no supo que sentir al saber que fue por una extraña enfermedad grave que ya estaba curada.

Se molestó al saber que no le quisieron informar su estado, pero entendió que era mejor que pocas personas supieran de su convalecencia.

También entendió que Jin Ling lo sabía, y por eso no insistió en ir a Muelle de Loto en esos meses aunque estaba igual de preocupado que él.

Wei Wuxian sonrió alegre como era su costumbre, pero cuando se despidió y vio a Jiang Cheng irse junto a Jin Ling y Nie Huaisang, sin dirigirle alguna nueva mirada, tomó la mano de su esposo y corrió hacia su habitación asignada para esa noche.

Al cerrar la puerta, lo abrazó y lloró con el rostro hundido en su pecho.

Sintió los fuertes brazos de Lan Zhan apretarlo, mientras se preguntaba en voz baja qué había hecho mal ahora para perder el amor de su hermano.

¡Quería de vueltas sus queridas estrellas!

___

El frío viento de finales de otoño, jugaba con el largo cabello de Jiang Cheng desordenándolo.

Solo en aquellos momentos de paz, en su pabellón privado, bebiendo vino a gusto, vistiendo tan solo una delgada tunica interior, dejaba su negro cabello suelto.

Piensa que debería peinarlo, pero estaba demasiado cansado para eso.

La reunión de dos días en Reino Inmundo, fue agotador para una persona que se estaba recuperando después de agonizar por tantos meses.

Pero pudo ver que el tratamiento había sido un éxito.

8 meses atrás, cuando se enteró de su horrible enfermedad y la posibilidad de morir pronto, se sintió estúpido por dejar que algo así le sucediera.

Su salvador le dijo que se llamaba Hanahaki.

Una enfermedad nacida en tierras extranjeras y que afectaba solo a los cultivadores. Mientras más poderosos eran, mas grave era la enfermedad.

Según la investigación, la enfermedad originalmente fue una maldición de un demonio femenino que al morir, maldijo al cultivador que amo y la engañó.

Lo maldijo para que muriera de amor igual que ella.

Desde ahí, hubieron mas personas que tenían los mismos síntomas que el cultivador y murieron miserablemente.

Jiang Cheng tuvo los primeros síntomas unas semanas antes de saberse enfermo.

Fue un día que volvió de la región de Gusu, donde fue a capturar unos cultivadores demoníacos que escaparon hacia un pueblo en la frontera.

Se encontró con Wei Wuxian y Lan Wangji en medio de la persecución y le ayudaron. Sus discípulos se encargaron de aquellos cultivadores malvados después que ellos 3 los atraparon, mientras él fue invitado por el par de esposos a comer en una posada cercana.

Su pecho empezó a doler mientras mas tiempo pasaba con ellos, así que se despidió temprano y voló en Sandu directo a Muelle de Loto.

Cuando estaba navegando en el bote para regresar a su hogar, el dolor aumentó y tosió fuertemente.

Se sentía ahogado, como si se hubiera tragado un pedazo grande de hielo y en vez de ir a su estomago, se fue a sus pulmones.

Tosió unos segundos hasta que expulsó lo que tenía en la garganta.

Grande fue su sorpresa al ver una perfecta flor de loto manchada con sangre.

Un loto negro.

Algo imposible porque no deberían existir lotos de ese color, y mucho menos deberían existir en su garganta.

Al llegar al muelle, fue inmediatamente con su sanadora para mostrarle la flor y contarle su dolencia.

Desde ahí, mientras la sanadora buscaba en todos lados que tipo de enfermedad o maldición podía hacer crecer flores dentro de las personas, los síntomas fueron empeorando.

Al pasar unas semanas, no sólo pocas flores lo ahogaban, llegó a botar ramos con raíces. Todos eran lotos negros llenos de sangre y vomito.

Cuando su sanadora llegó con un cultivador errante vestido con ricas túnicas lilas y blancas (que se especializaba en medicina), se enteró de la naturaleza de su enfermedad.

Una enfermedad que hace crecer flores para la persona que amas, hasta matarte.

Lo bueno es que tenia 2 curas.

Cura numero 1: Amor correspondido.

Jiang Cheng cuando supo que las flores representaban a la persona que amaba, mejor dicho, representaban sus sentimientos materializados en flores para que la personada que amaba los viera, supo de inmediato que esa opción era imposible.

Lo que le valió un ataque de tos que casi le desgarra la garganta.

Cura numero 2: Extirpar las flores de raíz.

El cultivador errante lo revisó y le informó que las raíces ya ocupaban un gran espacio en sus pulmones, así que aunque le pudiera dar medicina para retrasar los síntomas, sería inútil, así que la opción de extirparlas era la mejor.

Pero si lo hacían, su amor sería arrancado junto a ellas.

No solo era el amor por esa persona en especifico, también estaba el riesgo de que nunca podría volver a sentir amor por nadie.

¿Morir en unos pocos meses por amor, o vivir muchos años sin él?… Jiang Cheng tenía clara su respuesta.

Después de la operación, tuvo que estar varios meses en reclusión recuperándose.

Estaba apático, sin vida. Nada le interesaba. No quería ni levantarse de la cama. Ni mucho menos quería ver a alguien.

El cultivador errante les informó de los síntomas después de la operación, la medicina que obligatoriamente debía tomar y el tiempo estimado de recuperación, así que le dijo a su sobrino sobre ello unos días antes del procedimiento.

Cuando comenzó a mejorar, envió unos discípulos para informarle de inmediato.

De alguna forma, sus demás sentimientos estaban regresando. De apoco, pero estaban ahí.

Mientras pudiera seguir funcionando como líder de su secta y cuidando a sus personas cercanas, todo estaba bien para él.

Miró el cielo que estaba cubierto de nubes negras. Era una noche nublada además de fría. Pero al bajar la mirada hacía su pequeño lago escondido entre grandes matorrales, vio un ya conocido manto de estrellas en el agua clara.

Los lotos de bellos y claros colores, estaban escondidos al ser de noche, pero en contraste de ellos, los hermosos lotos negros estaban abiertos sobre la luz de aquellas irreales estrellas.

Era un increíble espectáculo reservado solo para él.

Como una tonta petición, Jiang Cheng les pidió a su sanadora y al cultivador errante que le guardaran las flores cuando las sacaran. Que no las tiraran porque, ya que serían las últimas, las quería guardar.

Dos días después, dentro de toda su apatía, las quiso plantar en su lago privado. Alrededor del pabellón donde le gustaba pasar tiempo solo y donde todos (excepto su segundo al mando si hubiera alguna emergencia), tenían prohibido entrar.

Varias de las vainas que sacaron tenían semillas, así que con el tiempo, los lotos se fueron multiplicando, y ahora estaba rodeado de amor.

En el día estaban escondidos, pero cada noche se abrían para gritar su amor por aquella persona que jamás se enterará.

Lágrimas salen de los ojos oscuros y ruedan por suaves mejillas, pero están vacíos, al igual que su corazón.

Todos sus sentimientos están en esos lotos que llenan el lago de estrellas, como un recordatorio que hasta él, pudo amar alguna vez.

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La música en la discoteca era molesta, pero para Jiang Cheng su volumen estaba aceptable. La música fuerte con suerte, evitaría que escuchara sus tristes pensamientos.

Estaba molesto y en una espiral de autodesprecio desde hace una semana. Después de discutir con aquel hombre que era su hermano de crianza.

No era raro en ellos discutir, solo que las palabras dichas esta vez entre gritos, dolieron más que nunca.

Seguramente sería abandonado.

Se encerró en su departamento durante varios días, hasta esa mañana que sus dos amigos mas cercanos lo invitaron a salir.

Mejor dicho, lo amenazaron con ir a decirle a su querida hermana ocupada con su travieso hijo de casi 6 años, sobre su encierro y faltas en el trabajo justificadas con una licencia falsa.

Proporcionada por el más bajo de ellos, sea dicho.

Así que bajo esa “amable invitación”, tuvo que arreglarse y salir de la comodidad de su departamento para estar allí de pie en aquella ruidosa y concurrida discoteca.

Lo bueno es que Nie Huaisang se ofreció a pagar todo lo que consumiera, mientras Meng Yao sería quien lo llevara de vuelta a su casa al terminar la noche, así que con ese arreglo, pudo beber cuanto quisiera.

Ya llevaba dos vasos de cerveza cuando vio de reojo a los causantes de todo su malestar.

Estaban sentados en uno de los lugares VIP por supuesto. Ambos vestidos con impecables trajes blancos. Limpios, ordenados, bien peinados, inmensamente atractivos.

Jiang Cheng vestido con un simple jeans negro y una camisa morada con los dos botones superiores desabrochados, se sentía nada comparado con ellos.

El apodo de “los dos jades”, les quedaba perfecto al par de hermanos y dueños de una de la empresa farmacéutica mas famosas en el continente.

¿Qué era un simple profesor como Jiang Cheng junto a dos CEOS solteros y atractivos?

Nada, obviamente.

Sus amigos hablaban animados junto a él. Vio a Nie Huaisang saludar a un hombre alto vestido de negro y dorado que se acercó a ellos. Meng Yao y Jiang Cheng también lo saludaron y se unió a la conversación un tiempo antes de despedirse e ir a la sección VIP junto a los jades.

Cuando Nie Mingjue estaba ya lejos, su hermano menor comenzó a quejarse de lo sobreprotector que era últimamente. Por lo que dijo, solo había ido al lugar esa noche porque le contó sobre sus planes.

Eso dejaba mas tranquilo a Jiang Cheng. Sabía que con Nie Mingjue cerca, los tres no tendrían ningún problema.

Volvió a mirar a la sección VIP mientras daba un largo sorbo a su ya tercer vaso de cerveza. Sus ojos oscuros se toparon con la fría mirada dorada del jade menor. Lan Zhan estaba mirando en su dirección. Jiang Cheng levantó el vaso para saludarlo a la distancia y fue respondido con un asentimiento de cabeza. Se dio la vuelta para seguir conversando con sus amigos y no volver a mirar en esa dirección.

Si Lan Zhan estaba ahí, lo mas seguro es que su hermano idiota también lo estuviera.

Suspiró amargamente y se le fueron las ganas de beber.

Como estaban cerca de la barra, dejó encima el vaso con menos de la mitad de alcohol y pidió una botella con agua mineral.

Se la tomó casi completa de un trago. Su noche de embriagues fue arruinada.

Después de tapar la botella, sus amigos lo agarraron de un brazo cada uno para arrástralo a la pista de baile. No tenía ganas de bailar, pero al ver cuanto se esforzaban para subirle el ánimo, se dejó llevar.

El dj variaba la música para que no fuera repetitiva, así que pasaron por varios estilos mientras se reía de Meng Yao y su falta de ritmo. Nie Huaisang se burlaba mientras le mostraba unos pasos aprendidos gracias a tutoriales online.

En esos minutos, varias chicas se les acercaron para bailar con ellos, pero sus amigos las rechazaron amablemente. Él no tenía ganas de tratar con nadie que no conociera.

En algún momento entre música electrónica, sus amigos se ofrecieron para ir a la barra a buscarle mas agua ya que su botella estaba vacía.

Fue una patética escusa para dejarlo solo en la pista, pero al ver la travesura en los dos pares de ojos, podía imaginar que le tenía preparada una sorpresa, así que los despidió con la mano quedándose en el lugar.

Cuando la música cambió a un suave tono conocido de bachata lenta, se dio cuenta de cual era la sorpresa.

Un cuerpo delgado, solo algunos centímetros mas alto que el suyo, se pegó en su espalda mientras dos calidas manos se posaron en su cintura.

Ambas caderas se movieron con la tonada de aquella canción que tan bien conocía.

La conocí una tarde
Con su guitarra cazaba boleros
Tenía puesto un jeans
Y una rosita amarilla en el pelo…

La dulce voz comenzó a cantar las letras que se sabía de memoria, mientras las manos en su cintura lo guiaban alrededor como tantas veces lo habían hecho en distintos lugares.

Lo guiaron para hacer la vuelta favorita del más alto y sabía lo que vendría a continuación. El lazo morado que afirmaba su cabello recogido en lo alto de su cabeza, fue soltado para dejar a las largas hebras azabaches libres.

Dos vueltas mas las desordenaron un poco, pero a la tercera, la esbelta mano izquierda movió su cabello sobre su hombro para ordenarlo, mientras la mano derecha se ponía en su espalda baja para atraerlo al cuerpo que ahora estaba al frente.

Miró levemente hacía arriba para toparse con la radiante sonrisa que esperaba.

¿Qué vas a hacer?
Me preguntó sonriendo
Lo que tú quieras, respondí
Fuimos al mar y mojamos los sueños…

Como era habitual, las personas alrededor comenzaron a hacerles espacio para mirarlos mejor, y el más alto los movía al son de las notas.

Wei Ying brillaba con las luces de colores alrededor mientras lo miraba fijamente sin poner atención a algo más que los ojos oscuros.

Jiang Cheng daba las vueltas, pasos y piruetas que habían ensayado miles de veces juntos. Cada vez que hacían alguna difícil, podía escuchar las exclamaciones alrededor, pero no le importaban. Estaba perdido en aquella mirada plateada que robaba su razón.

Ese momento y esa canción, era solo de ellos dos.

Guiñé mis ojos, y un delfín
Pintó una ola rizada en su pecho…

La primera canción que bailaron juntos e hicieron el ridículo.

Aun ahora después de tantos años, podía recordaba el sonido de la tersa risa de su padre cuando sus pequeños pies, se enredaron y cayeron al piso uno sobre el otro.

Por supuesto se preocupó por ellos primero. En especial por él quien recibió el golpe de lleno, pero cuando se sentaron y verificó que estaban bien, se rió contagiándolos en el proceso.

Después los levantó y comenzó a enseñarles todo lo que aprendió en sus años de baile de salón, mostrando una sonrisa en los labios.

Sus padres fueron grandes bailarines antes de tener a su hermana mayor. Ganaron premios alrededor del mundo y tenían la esperanza de que alguno de sus hijos siguiera sus pasos.

Nunca los obligaron ni les dijeron, pero se notaba en sus miradas de esperanza cada vez que alguno dominaba un nuevo paso. Al final para su decepción, ninguno lo hizo.

Luego reí
Y rompimos el hielo, (y rompimos el hielo)
Nos mordimos los dedos, (nos mordimos los dedos)
Como viola en un solo de chelo…

Jiang Cheng se estremeció al sentir los largos dedos recorrer su espina dorsal desde su espalda baja hasta su nuca, donde descansó la palma para afirmar su peso mientras se dejaba caer hacia atrás.

Llevó una de sus manos a la nuca escondida entre el cabello corto, negro y levemente rizado del mas alto, al tiempo que entrelazaron sus manos libres para dar una vuelta peligrosa antes de ponerse de pie, de espaldas como al comienzo de la canción. Solo que esta vez, las manos de Wei Ying se posaron en su vientre, mientras las de Jiang Cheng subieron para enredarse en los mechones cortos.

Podía sentir la respiración agitada en su cuello. En aquella posición, miró al frente. Los dos jades estaban cerca de la pista observándolos fijamente, pero siendo detenidos por Nie Mingjue que estaba en medio frente a ellos. Suspiró y cerró los ojos antes de ser movido otra vez.

Se sintió altivo al saber que podían ver como esas ágiles manos, sabían exactamente donde y como tocarlo para que hiciera lo que quisiera.

Eres como una hormiguita
Que me besa y me pica

Que recorre mi espalda
Y se acuesta en mi barba
A estudiar geografía, -ía…

Esas manos que tantas veces se deslizaron por su cuerpo. Que se arrastraron por su piel seguidas por su boca y su lengua. Que dejaron marcas en sus caderas al sostenerla fuertemente sin darle opción a escapar.

Aunque nunca quisiera escapar de ellas.

Días y noches de practica de baile, le enseñaron a Wei Ying exactamente donde tocarlo para derretirlo. Su cuerpo se acostumbró al toque de esos dedos que memorizaban cada parte investigada.

Cada lugar desde su cabello hasta sus pies, fue sensible al toque constante de palmas y yemas tibias. Seguidas después por besos y lamidas húmedas

Eres como un trapecista
Que atraviesa mi lengua

Y tu circo de flores
Me carga y me suelta
Perdiendo la cuenta
Perdiendo la cuenta
Eh-eh-eh-eh-eh…

Cuando era adolescente, Jiang Cheng quiso seguir los pasos de sus padres. Fue una lástima que por culpa de su complicada personalidad, cuando fue a estudiar un año en la academia de un amigo de sus padres, ninguna chica quiso ser su compañera en bailes de salón.

En ese año, Wei Ying lo acompañó. La envidia y decepción por él nació en ese tiempo, pero prontamente se convirtió en tristeza.

Wei Ying era un rayo de luz que atraía a todos a su alrededor, con un talento ilimitado, mientras él era solo una sombra despareciendo en la luz.

Cuando se dio cuenta que no tenía caso, renunció a la academia y terminó estudiando para profesor de historia.

Para su sorpresa, su hermano también renunció y estudió diseño gráfico.

Podría decir que era un desperdicio de talento, pero a los pocos años de terminar los estudios, ya había logrado tener una pequeña empresa junto a varios de sus compañeros de carrera.

En todo lo que intentara siempre sería el mejor, por eso Jiang Cheng sabía que el estar juntos no sería para siempre.

Y la aparición de Lan Zhan solo se lo confirmó.

Y tuve ganas de llorar
Pero tan solo en mi ojo derecho
Ella hablaba de la luna y de Chopin
Y yo tocaba el preludio de un beso…

Desde que Wei Ying conoció a Lan Zhan en el edificio principal de la farmacéutica Gusu, hablaba de él casi a diario.

Mensajes, llamadas, salidas. Cada vez el mundo de su hermano, se llenaba mas con el jade menor y eso demostró que Jiang Cheng tenía razón al pensar que algún día se separarían.

La relación entre ellos nunca tuvo un nombre.

Aunque dormían juntos, aunque se besaban, nunca hubo alguna confesión o promesa, así que nunca hubo algo que esperar.

Y una semana antes de aquel día, la propuesta de matrimonió que llegó a la puerta del departamento de su hermano le confirmó lo inevitable.

Tuvieron una gran pelea con gritos y una mesa rota después que se fue el mensajero y cerraron la puerta de entrada.

Luego reí
Y rompimos el hielo, (y rompimos el hielo)
Nos mordimos los dedos, (nos mordimos los dedos)
Como viola en un solo de chelo…

Sus rostros quedaron a solo un suspiro de distancia cuando Wei Ying lo levantó de las caderas y Jiang Cheng le abrazó la estrecha cintura con sus largas piernas. Dieron un par de vueltas en esa posición.

Se preguntó que diría su hermano si supiera que también recibió una propuesta de matrimonió el mismo día que él.

Mientras Wei Ying se volvía cercano a Lan Zhan, conoció a Lan Huan en una salida grupal secreta organizada por Nie Huaisang.

Jiang Cheng no cree en el destino, pero si fue una gran casualidad conocer al jade mayor cuando se sentía desplazado por el jade menor. Además en un lugar donde fue engañado para ir.

Eres como una hormiguita
Que me besa y me pica

Que recorre mi espalda
Y se acuesta en mi barba
A estudiar geografía, -ía…

Cuando sus pies volvieron a tocar el piso, buscó la mirada color miel alrededor. Al momento que la encontró, su barbilla fue tomada por dos dedos y sus ojos volvieron a los iris plateados.

Un sentimiento que conocía perfectamente, estaba en aquella mirada y se dejó envolver por la posesividad que raramente el mas alto mostraba en público.

Esa semana que pasó encerrado, había pensado muchas cosas, entre ellas que estaría bien aceptando la propuesta de Lan Huan.

Quería creer que en algún momento podría amarlo. Algún día olvidaría aquellas manos que ahora se posaban posesivas entre sus omóplatos. Algún día olvidaría aquellos ojos que le dicen que solo se fije en ellos. Algún día seguro… seguro olvidaría aquellos momentos donde solo eran ellos envolviendo sus sentidos con aquella canción que su padre les mostró cuando eran niños y se volvió su favorita.

Nada es para siempre. Todo se puede olvidar con el tiempo suficiente.

Eres como un trapecista
Que atraviesa mi lengua

Y tu circo de flores
Me carga y me suelta
Perdiendo la cuenta
Perdiendo la cuenta
Eh-eh-eh-eh-eh…

La tonada termina y es remplazada por otra bachata más rápida. Los aplausos no se hacen esperar y la ilusión se acaba.

Al separarse, se da cuenta que estuvieron solos en la pista que empieza a llenarse de nuevo. Jiang Cheng camina hacía el baño rápidamente para mojarse la cara. Siente que las lágrimas brotaran en cualquier segundo, así que decide que es hora de irse.

Le toma unos minutos calmarse antes de salir para buscar a sus amigos, pero afuera está su hermano esperándolo con rostro preocupado. Antes que pueda decir algo, su mano es atrapada y lo jala lejos de toda la multitud.

Al llegar a la salida, mira hacia atrás y ve a sus dos amigos animándolo con señales y gritos.

En poco más de una hora, se encuentra de espaldas sobre un suave colchón, gimiendo el nombre que mejor saborean sus labios.

No importa si tal vez es la última noche que podrá hacerlo, solo sabe que quieres ser llenado por aquellos sentimientos hasta desmayarse.

Y si en la mañana cuando creía todo perdido, lloró al ver una argolla de oro dentro de una cajita morada de terciopelo puesta entre sus manos, mientras era abrazado por el hombre de iris plateado que le decía “Perdón A-Cheng por demorar tanto en decírtelo, pero yo te amo desde que éramos niños. Solo contigo quiero casarme”, es algo que solo ellos y las personas que leyeron esta historia supieron.

Chapter Text

Jiang Cheng cuando iba a la secundaria, era gordito y no se preocupaba mucho por su apariencia. Tenía muchas inseguridades por culpa de sus padres.

Mayormente por culpa de su madre que siempre lo comparaba con Wei Ying, su hermano adoptivo.

"¡Él es mejor que tú en los estudios!"

"¡Él es mejor en los deportes que tú!"

"¡Él tiene más amigos que tú!"

"¡Él si se preocupa por su apariencia, a diferencia de ti!"

Todo era cierto al final.

Wei Ying entró a la misma secundaria que él con el primer lugar en los exámenes de ingreso. También tenía muchos amigos desde que eran niños por su llamativa personalidad. Era bueno en todos los deportes y era considerado uno de los más atractivos en la secundaria (salió cuarto lugar de los "chicos más lindos" en la encuesta del periódico del colegio en su primer año).

Jiang Cheng desarrolló un sentimiento de inferioridad a lo largo de los años, pero era muy unido con su hermano mayor.

Wei Ying amaba a su hermanito, así que lo llevaba con él a todos lados.

No estaban en la misma clase, pero a cada hora libre se podían ver juntos compartiendo.

Jiang Cheng por lo general tenía el ceño fruncido y cara de molestia, mientras que Wei Ying sonreía y bromeaba casi todo el tiempo.

Jiang Cheng conversaba con todas las personas que querían conversar con él, por eso sus compañeros de curso decían que era muy amistoso, pero las personas que no lo conocían creían que era muy molesto.

A mediados de su primer año en secundaria, Nie Huaisang, uno de sus compañeros de curso, se pegó a Jiang Cheng después que lo ayudara.

Un día de clases, unos chicos de un curso superior, molestaron a Nie Huaisang y le ensuciaron el uniforme con barro. Jiang Cheng lo encontró llorando en el baño, así que le prestó su buzo para que se cambiara y lo acompañó a la enfermería para que revisaran si tenía alguna herida.

Nie Huaisang llamó a su hermano al final de la revisión y llegó unos minutos después corriendo a la enfermería. Llegó junto a dos chicos que corrían junto a él.

Jiang Cheng habló por primera vez con Nie Mingjue, Meng Yao y Lan Huan ese día. Estaban en el último año en la misma secundaria y eran: el presidente, vice-presidente y secretario del consejo estudiantil.

Jiang Cheng les contó lo que él vio y los tres le agradecieron por cuidar a su “hermanito pequeño”.

Desde ese día, Nie Huaisang se volvió su mejor amigo y los otros tres se volvieron muy amistosos con él.

También los chicos que molestaron a Nie Huaisang, se cambiaron de colegio misteriosamente.

Wei Ying estaba feliz porque su hermano menor tenía un amigo tan cercano, pero se puso celoso cuando escuchó a Nie Huaisang invitarlo a comer en el consejo estudiantil junto a su hermano y los demás.

“¡Donde vaya A-Cheng, voy yo! “

Declaró sin vergüenza al entrar en el salón de la clase y abrazar posesivo a Jiang Cheng.

Nie Huaisang le sonrió feliz y también lo invitó, así que los tres fueron al salón del consejo estudiantil a almorzar.

Jiang Cheng no quería molestar a los mayores, pero Nie Huaisang le mostró el mensaje que le mandó a su hermano avisándoles, y la respuesta animada con corazones que seguramente mandó Meng Yao cuando le quitó el celular al más alto.

Después de esa vez, se hizo habitual para ellos ir a ese lugar a almorzar.

Wei Ying conoció al hermano menor de Lan Huan ese día, Lan Zhan, que iba en el mismo año que ellos. Se sintió atraído por él al instante, así que era común verlo molestándolo en los pasillos del recinto mientras era ignorado por el más alto.

Jiang Cheng se burlaba, pero él no estaba mejor que su hermano mayor.

Jiang Cheng experimentó su primer amor gracias a la amabilidad de Lan Huan.

Cada vez que el mayor le sonreía o lo ayudaba en algo, su corazón latía más rápido, pero a diferencia de Wei Ying, él no lo demostraría ni un poco.

Jiang Cheng creía que si Lan Huan se enterara de su amor, le daría asco y no volvería ni hablar con él.

Se suponía que nunca se lo diría, pero como la vida lo odiaba, se confesó de forma desastrosa.

Al final del año escolar, fue invitado a la fiesta de graduación de los mayores que hicieron en la casa de los Nie (junto a Wei Ying, por supuesto). Habían varias personas en el lugar, pero no tantas como creyó. Jiang Cheng no quería ir, pero por la amistad con ellos, se arregló lo mejor que pudo (asesorado por Wei Ying que no lo dejó salir hasta que le dio el visto bueno), y fue al lugar.

No se supo quien fue, pero alguien metió alcohol en la fiesta y Jiang Cheng junto a varias personas más, bebieron antes que se dieran cuenta los mayores y pudieran detenerlos.

Terminó ebrio y siendo llevado por Lan Huan a una de las habitaciones para descansar un rato. Lan Hua lo dejó ahí y salió para traerle agua, pero al volver, Jiang Cheng lo tomó del brazo y se confesó.

Fue rechazado por una voz fría y su mano fue quitada bruscamente.

La habitación estaba con solo una luz muy tenue, así que poco veía. Si no fuera porque reconoció la chaqueta, el peinado y el perfume del hombre frente a él que ahora le daba la espalda, hubiera creído que era otra persona.

“Podría ser un buen novio si me dieras una oportunidad”

“Eres asqueroso, no me vuelvas a tocar”

Jiang Cheng miró fijamente al hombre. La ancha espalda, el cabello bien peinado, la chaqueta azul con algunas nubes bordadas que tanto le gustaba, el aroma suave del perfume que le recordaba a lagos claros, el perfil delicado de su hermoso rostro. Sin dudas era Lan Huan.

“Entiendo. Perdón”

Jiang Cheng salió corriendo de la habitación y del lugar. Corrió unas cuadras antes de detenerse porque le faltaba el aire. Al segundo que se detuvo, una mano se aferró a su brazo.

Por supuesto que su hermano mayor lo siguió al verlo salir llorando.

Jiang Cheng lo abrazó y lloró en su hombro mientras le pedía que se fueran a casa. Wei Ying llamó a Jiang Fengmian de inmediato para que los fuera a buscar.

Se ganaron varios gritos de Yu Ziyuan por lo irresponsables que fueron al beber siendo menores de edad y estuvieron castigados todas las vacaciones.

Wei Ying le preguntó todos los días a Jiang Cheng que pasó esa noche, pero él nunca le dijo.

Creía que una persona tan perfecta como su hermano mayor, nunca podría entender como se sentía.

Pasaron unos días y Lan Huan le mandó un mensaje preguntando por qué se fue de la fiesta sin despedirse de él. Jiang Cheng pensó que tal vez no recuerda sobre la confesión por todo el asunto del alcohol, así que le respondió que se sintió muy mal y llamó a su papá para que lo fuera a buscar. Intercambiaron un par de mensajes más y terminó la conversación.

Después de eso, Jiang Cheng no volvió a mandarle un mensaje a Lan Huan. Guardó las fotos y lo importante en su computadora, antes de romper el celular con el número.

Se ganó otra sesión de gritos y otro mes de castigo por eso.

Su nuevo número solo lo comparte con su familia y amigos cercanos. Los tres mayores, tenían planeado ir al extranjero para sus estudios en la universidad, así que no fue un problema para Jiang Cheng evitarlos y seguir siendo amigo cercano de Nie Huaisang.

En su último año de secundaria, unos días antes de su graduación, se paró frente a un espejo de cuerpo entero y miro su reflejo. Había crecido varios centímetros desde su primer año, así que gracias a eso su cuerpo ya no era redondo como antes. Su rostro no estaba tan mal como siempre había creído y pensó que su cabello se vería mejor si lo recortaba un poco.

Al día siguiente, le dijo a su hermana mayor que quería algunos consejos para cuidar su cabello y piel.

Jiang Yanli estaba encantada al ver el cambio en la actitud de su querido hermanito. Lo sentó en su cama de cobertor lila y le comenzó a mostrar todos sus productos de cuidado y limpieza.

En medio de toda la explicación de Jiang Yanli, Wei Ying los escuchó y entró a la habitación para unirse a la conversación. Al tenerlos a ambos ahí dándole consejos sobre la piel, les confesó que quería mejorar y verse más atractivo. Sus dos hermanos lo abrazaron diciéndole que ya era el más atractivo, solo que si seguía algunos buenos hábitos de ejercicio, de alimentación y de limpieza facial, lo sería aun más.

Jiang Cheng les hizo caso y ese mismo día,  lo llevaron a un salón de belleza y después con Jin Zixuan, el entrenador personal de Jiang Yanli, para consejos sobre ejercicios y nutrición.

Jiang Cheng cambio mucho en los años que siguieron.

No solo físicamente, también su actitud era más decidida y con confianza.

Wei Ying se volvió novio de Lan Zhan en su graduación y 2 años después se fueron a vivir juntos. Con sus trabajos el tiempo libre se redujo, así que empezaron a pasar más tiempo alejados, pero se juntaban por lo menos un fin de semana al mes sin falta.

Jiang Cheng creyó estar enamorado por segunda vez, a los 24 años.

Conoció a una chica de su edad un día de lluvia. Mientras estaba en una de las tiendas de ropa de su madre, la chica entró totalmente empapada peguntando si tenían una falda con detalles específicos en su talla. La vendedora le ofreció una toalla y ella se negó, ni siquiera quiso ir más adentro en la tienda para no mojar algo.

Jiang Cheng se le acercó y puso una toalla grande y esponjosa sobre la cabeza de la chica. Ella la miró sorprendida con sus suaves ojos color avellana.

“Si te resfrías por no secarte, mis vendedoras se sentirán culpables”

La chica miró a las mujeres alrededor que se acercaron y se ruborizó pidiendo disculpas por ser grosera con ellas. Aceptó la toalla y la llevaron a uno de los camerinos para que se secara. Una de las vendedoras, le llevó la falda que pidió, una polera, un abrigo y unas botas que combinaban. También ropa interior nueva y calcetas.

La chica se quiso negar, pero la vendedora insistió, así que terminó cambiándose de ropa. Cuando salió, se veía seca, limpia y muy elegante. Preguntó con un poco de temor cuanto costaba todo, pero Jiang Cheng le dijo que solo pagara la ropa interior (lo más barato del conjunto), porque lo demás era ropa ya usada por modelos en los desfiles, así que como se mantenía guardada, valía nada.

La chica se sorprendió e intentó insistir en pagar todo. La verdad, no creía que fuera el caso de que aquella ropa tan bien cuidada (y además justo de su talla), fuera usada, pero Jiang Cheng la despidió y sacó de la tienda porque ya era hora de cerrar.

La chica quedó afuera con ropa nueva, un paraguas violeta en su mano (que Jiang Cheng le pasó antes de volver a entrar y cerrar las puertas), y sin saber que hacer.

Al siguiente día, Jiang Cheng recibió un mensaje de la gerente de la tienda diciéndole que la chica había regresado con un pastel de regalo para todos, y preguntaba si podía ir para agradecerle otra vez.

Ya que tenía libre, fue. Se volvieron amigos y unos meses después comenzaron a salir. Se casaron pasado un año de novios.

Cuando Jiang Cheng tenía 26 años, se convirtió en papá.

Su hija se volvió su mundo y decidió trabajar desde su casa para darle todo el tiempo que pudiera, pero mientras más amor volcaba en su hija, menos quedaba para su esposa.

A los 4 años de casado, se divorció.

Wei Ying, lo llamó una tarde y le dijo que se tenían que juntar urgente cerca de una estación un poco lejos. Jiang Cheng se preocupó porque era un día laboral y su hermano debería estar en la oficina diseñando algún logo para algún famosa empresa, así que tomó sus cosas y fue rápidamente. Su hija estaba en la casa de sus padres ese día (porque tenía un proyecto que terminar y necesitaba su atención en ello), así que pudo ir sin problemas.

Al bajar del tren y ver a su hermano con rostro molesto, se preocupó aun más, pero antes de poder preguntar, fue jalado del brazo y llevado frente a un restaurante. Por las ventanas de vidrio, pudo ver a su esposa con un hombre de cabello largo tomados de la mano y sonriéndose mientras comían.

La verdad, no le sorprendió que lo engañara.

Cuando la pareja compartió un tierno beso en los labios, Wei Ying lo jaló dentro para llevarlo directo a la mesa. La mujer se puso pálida cuando los vio y terminó llorando mientras su hermano mayor la llenaba de insultos.

El hombre que la acompañaba, huyó apenas se dio cuenta de la situación.

Cuando Wei Ying terminó de decir todo lo que quiso, Jiang Cheng suspiró y solo le dijo una frase antes de irse seguido de su hermano.

“Busca un abogado para mañana”

Fue un juicio fácil para él porque la mujer no quiso pelear por nada de dinero ni por su hija. Decidió irse y no volver más. Su familia le aconsejó demandarla por manutención para la niña y así lo hizo, pero su ex esposa había abandonado el país antes que supieran.

Si volvía, iría directo a prisión por todo el dinero que le debía.

Jiang Cheng tuvo suerte al tener una familia que lo ayudara con su hija.

A los 34 años, con una hija de ya 8 años, Jiang Cheng volvió a reencontrarse con Lan Huan.

Cuando fue a dejar a su hija en la casa de Wei Ying (porque los esposos la llevarían al acuario junto a su hijo adoptivo, Lan Yuan), el Lan mayor se encontraba en la sala sentado bebiendo té junto a su cuñado.

Al encontrar miradas, pudo ver otra vez la amable sonrisa que siempre estuvo en su mente. Le dolió el estómago, pero disimuló muy bien.
 

“Jiang Cheng, buenas tardes. Ha pasado mucho tiempo”

“Lan Huan. Sí, mucho tiempo”

“Te estuve mandando mensajes, pero nunca respondiste”

“Lo siento por eso. Mi teléfono se rompió y perdí mi número y toda la información en él”

“Huaisang me lo contó tiempo después, y me dijo que lo cambiaste y solo le diste el número a pocas personas. No se lo pedí porque no sabía si era parte de esas personas, y también porque no quería ponerlo en problemas si me lo daba”

“Si me lo hubieras pedido, te lo hubiera dado”

“Es bueno saber que lo hubieras hecho”

“¿Papá?”

Al ser interrumpidos por la niña, Jiang Cheng se la presentó a Lan Huan y él la saludó sonriendo. Ella le sonrió de vuelta y le preguntó muchas cosas mientras Jiang Cheng puso su atención en Wei Ying que había entrado en la sala junto a un entusiasmado Lan Yuan que corrió a abrazarlo y saludarlo.

Cuando Jiang Cheng se despidió de todos y salió de la casa, Lan Huan lo imitó. Ambos caminaron un rato hasta la estación y conversaron sobre sus años distanciados. Intercambiaron números antes de separarse y, cuando Jiang Cheng llegó a la comodidad de su casa, se sentó en el piso agitado.

Su estómago dolía. Solo un momento bastó para darse cuenta que todos esos años creyendo que había superado su rechazo, eran una mentira.

Lan Huan le comenzó a mandar mensajes regularmente.

A veces eran simples “buenos días, espero hayas dormido bien”, y otros eran mucho más largos.

Bromeaban y se preguntaban que habían hecho durante el día. Recordaban situaciones lindas que pasaron en sus años de secundaria. Supo sobre la vida de Meng Yao y Nie Mingjue en el extranjero (aunque eso ya lo sabía gracias a que Nie Huaisang, lo llamaba casi a diario diciéndole cuanto lo extrañaba desde que se fue siguiendo a su hermano, y contándole sobre su vida y la de su hermano junto a su pareja). A veces cuando podían, se juntaban a comer.

Un día de aquellos, Lan Huan le pidió salir.

Jiang Cheng quiso llorar. Recordó como aquel mismo hombre, rechazó cruelmente a su yo adolescente. Cuando era inseguro, gordo y poco atractivo. Y ahora tenerlo frente a él, ruborizado y tímido pidiéndole salir, se sentía irónico.

Jiang Cheng lo rechazó disculpándose y diciéndole que solo lo veía como amigo. Lan Huan sonrió amable como siempre y le pidió no abandonar su amistad.

Esa noche, Jiang Cheng aprovechó que su hija estaría en casa de su hermana teniendo una pijamada con su sobrino, Jin Ling, y lloró como si estuviera en los brazos de su hermano mayor.

Los mensajes diarios se detuvieron y pasaron a ser con menos frecuencia. Las salidas se acabaron y las pocas veces que se encontraban, era por casualidad.

Lan Huan estaba más ocupado al tomar el puesto de presidente de las farmacias Gusu porque su tío Lan Qiren se retiró, y Jiang Cheng ponía toda su atención en el trabajo y su hija.

Una mañana de descanso en la casa de Wei Ying y Lan Zhan, su hermano se burló de su esposo porque se había emborrachado y dicho cosas embarazosas la noche anterior.

“¿Y sabes que me confesó ayer? Me dijo que se dio cuenta que estaba enamorado de mi, porque en la fiesta de graduación del hermano Huan, entró en una habitación a oscuras y un tipo que ni conocía lo agarró del brazo y se le confesó ¡Que valiente al confesarse al tipo más frío de primer año!”

Wei Ying se reía escandaloso mientras las orejas de Lan Zhan se coloreaba de rojo, pero Jiang Cheng se congeló en su lugar unos segundos sin poder articular palabra.

“¿Qué?”

“Dije que un tipo de la nada se confesó a Lan Zhan en la fiesta. Él dice que no sabe quien fue porque estaba oscuro y le dio la espalda apenas se soltó”

“Fue asqueroso que otra persona que no fuera Wei Ying me tocara”

“¿Por… por qué te pusiste la chaqueta y el perfume de Lan Huan en la fiesta?”

“Porque una chica vomitó sobre mi esa noche y mi hermano me prestó su chaqueta ¿Cómo sabes eso?”

“Fui yo”

“¿Qué?”

“¡Fui yo maldición! ¡Yo te dije que me gustabas y que sería un buen novio si me dabas una oportunidad!”

“¡¿Te gustaba Lan Zhan?!”

“Mi hermano me matará si se entera”

“¡No me gustaba! ¡Lo confundí con Lan Huan maldita sea! Espera… ¿Por qué te matará si se entera?”

Los esposos intercambiaron miradas complicadas y suspiraron al mismo tiempo. Wei Ying se acercó para sentarse a su lado y puso un brazo sobre los hombros de Jiang Cheng.

Le explicaron como por un descuido en secundaria, vieron la galería del celular de Lan Huan. Estaba llena de fotos de Jiang Cheng. Algunas tomadas directas y otras a escondidas. Al saberse descubierto, tuvo que confesar que estaba enamorado de él, pero les hizo prometer (los amenazó con las torturas mas terribles mientras sonreía), que nunca le dirían a nadie ni intentarían ayudarlo.

Jiang Cheng se sintió tan estúpido, pero no podían culparlo. Ambos hermanos eran iguales físicamente a pesar que se llevaban un par de años, estaba oscuro, estaba ebrio, Lan Zhan vestía la ropa de Lan Huan, y se suponía que solo Lan Huan iba a volver a esa habitación.

¡Cualquiera se confundiría!

Decidido, sacó el celular del pantalón y marcó un número conocido. Podía hacerlo ahora, bajo la seguridad del brazo de su hermano mayor. Jiang Cheng podía acabar con todos esos años de inseguridad e intentos de olvidar a su primer amor.

A los segundos, la dulce voz al otro lado del teléfono contestó.

“Jiang Cheng, es raro que llames ¿Pasó algo?”

“Me… me gustas”

“… ¿Qué?”

“Po… podría ser un buen novio si me dieras una oportunidad”

“Jiang Cheng, que se supone…”

“¡Estoy enamorado de ti desde que estaba en primer año de secundaria! ¡Todos estos años, creí que me habías rechazado porque era asqueroso cuando tenía 15 años! ¡Pero no fue así! Cuando fue la fiesta de tu graduación y me dejaste en la habitación para ir a buscar agua, Lan Zhan entró vistiendo tu chaqueta y oliendo a tu perfume, lo confundí contigo y me confesé ¡Fue él quien me rechazó y dijo que era asqueroso!”

Wei Ying lo abrazó fuertemente al sentirlo temblar. En su rostro, se podía ver como por fin entendía la razón tras el llanto de su hermanito aquella noche tan lejana. Esa duda era como una astilla enterrada en el pie que ya podía quitar.

El silencio reino entre ellos y en la línea después de la revelación. Los esposos no se atrevían a decir nada por temor de como Jiang Cheng podría reaccionar. No sabían cuanto tiempo pasó antes que la voz en el celular rompiera la tensión.

“¿Dónde estás?”

“… En la casa de Wei Ying”

“Estaré ahí en 15 minutos. Espérame”
 

En el tiempo prometido, Lan Huan llegó a la casa de su hermano y cuñado manejando un auto negro. Al ver a Jiang Cheng de pie en la entrada en medio de la pareja, puso el freno, se quitó el cinturón y salió corriendo para envolverlo entre sus brazos.

Jiang Cheng se aferró a la ancha espalda como tantas veces había imaginado. Cerró los ojos y escondió el rostro en el hombro del más alto. Olió el perfume que tan bien conocía.

“Me gustas Jiang Cheng. Desde que te vi junto a Huaisang en la enfermería de la secundaria. Desde que intercambiamos miradas, no pude dejar de pensar en ti”

“También me gustas desde la secundaria. Tu amabilidad y personalidad, hizo que me enamorara poco a poco”

“Se mi novio, por favor”

“Seré un buen novio, lo prometo”

Lan Zhan abrazó a su esposo que estaba llorando ante la escena tan romántica y lo llevó al auto de su hermano mayor para cerrarlo bien. Con el apuro, había dejado la puerta abierta y las llaves puestas.

Los cuatro entraron a la casa después de unos minutos.

No fue difícil que su hija entendiera que su papá tenía un novio ahora. Fue más difícil hacerle entender a su sobrino Jin Ling, que tendría que compartir a su tío favorito con alguien más.

Dos años esperó Lan Huan antes de pedirle matrimonio a Jiang Cheng y poder vivir juntos y felices por el resto de sus vidas. Sin malos entendidos de por medio.

Chapter Text

A Lan Huan le gusta tocar el piano cada vez que tiene la oportunidad.

Si por ejemplo entra a una tienda o un bar que tenga un piano, pedirá emocionado permiso para usarlo olvidando incluso a que fue al lugar.

Muchas veces su hermano menor, Lan Zhan, se une a él cuando lleva su violín encima.

Pero varias otras veces mientras está concentrado tocando, personas que no conoce le preguntan si pueden tocar juntos alguna pieza en especial.

Lan Huan acepta sonriendo cada vez.

A sus dos mejores amigos les parecen curiosas esas situaciones, así que empezaron a grabar cada vez que podían hacerlo.

Pasó que un fin de semana, los tres amigos decidieron salir a comprar abrigos antes que el clima se volviera más frío. Cuando entraron en el centro comercial, vieron un bello piano blanco cerca de unas fuentes y bancas.

Meng Yao y Nie Mingjue suspiraron al ver como, antes que pudieran decir algo, su amigo se acercaba a un guardia de seguridad para preguntar por el instrumento.

Después de unos segundos, lo vieron sonreír y hacer una pequeña reverencia en agradecimiento, así que sacaron sus celulares y siguieron a su amigo que se acercó al piano.

Lan Huan tomó asiento frente al instrumento y decidió que tenía ganas de interpretar música más popular. De algunas series o grupos mayormente conocidos.

Como era habitual, la gente se empezó a agrupar alrededor para disfrutar la música y los dos amigos esperaban expectantes el momento en que alguien le pidiera acompañarlo.

  
-¡Disculpa guapo hermano mayor! ¿Podemos acompañarte en una canción?-

  
Lan Huan observó al joven de sonrisa brillante que le mostraba una flauta traversa en sus manos y esperaba su respuesta.

  
-Por supuesto ¿Tienes alguna petición especial?-

  
El joven sonrió aun más y miró alrededor antes de ir a su izquierda y agarrar del brazo a otro chico apenas unos dos o tres centímetros más bajo que él, y arrastrarlo a su lado.

El nuevo chico lo saludo con una pequeña reverencia aunque se veía un poco malhumorado, pero Lan Huan supo que era vergüenza al notar un pequeño rubor en lo alto de sus mejillas.

Le recordó como Lan Zhan se avergonzaba las primeras veces que lo invitó a tocar en lugares al azar. Aunque no se notaba en su expresión, el sonrojo en sus orejas lo delataba.

  
-¿Conoces Hong Jue?-
   

Lan Huan asintió y se preparó para empezar. Miró de reojo al joven que tenía la flauta y se puso a una distancia prudente a su izquierda. Le pasó un micrófono inalámbrico al otro chico que se puso a una distancia prudente a su derecha.

Lan Huan se emocionó. Esta sería la primera vez que se le une un cantante, así que puso todo su interés en él.

Los primeros acordes sonaron en la flauta y a los segundos las del piano. Cuando la letra se les unió, Lan Huan se sumergió en la hermosa voz.

Era tersa, suave, varonil. A medida que avanzaba la canción, se sorprendía más y más por la delicadeza de la voz.

Se encontró mirando al cantante que había abandonado su rostro malhumorado. Su expresión era de concentración en la letra y lo que lo hacía sentir mientras cerraba los ojos.

Tal vez se sintió observado, pero de un momento a otro, en la parte del coro, ojos oscuros se mostraron al levantar los párpados.

Lan Huan quedó atrapado en aquella dulce mirada.

Podía sentir como si la letra fuera cantada para él y un escalofrío recorrió su columna vertebral.

La flauta tomó protagonismo unos segundos hasta que la mirada oscura fue al frente quitando el hechizo sobre él.

Cuando tocaba el protagonismo del piano, sus miradas se volvieron a encontrar y así duró hasta el final de la canción.

Lan Huan escuchó aplausos y una risa alegre, pero su atención estaba en aquel chico que ahora era abrazado de los hombros por el joven de la flauta.
 

-¡Fue genial! ¡Gracias por dejarnos unirnos! ¡Espero volver a encontrarnos!-
 

Después de las palabras del más alto de los dos, hicieron una pequeña reverencia a modo de gracias y se fueron entre la gente.

Lan Huan tardó unos segundos en salir de su ensoñación y se levantó para tratar de seguirlos, pero ya era tarde porque los perdió de vista.

Sus amigos lo siguieron extrañados por su actitud. Cuando llegaron a su lado, le preguntaron que le pasó, pero él solo suspiró triste antes de hablar.

   
-No pude preguntarle su nombre-

  
___

   
-Hermano mayor ¿Puedo pasarme este vídeo a mi celular? Creo que es algo que Wei Ying querría tener-

 
Nie Huaisang sonrió mientras se quitaba los audífonos y tomaba su celular que había dejado a un lado para curiosear en el de Nie Mingjue, su hermano mayor.

El mayor se le acercó para ver a cual video se refería y le extraño que fuera el de la grabación que hizo de su amigo hace ya dos semanas.

 
-¿Por qué querría ese video tu amigo?-

  
Nie Huaisang desconectó los audífonos y volvió a reproducir el video.

Meng Yao y Lan Huan al escuchar la música, pusieron su atención en los hermanos y se sorprendieron al escuchar la respuesta del menor.

  
-Aún no los has conocido, pero el que toca la flauta aquí, es Wei Ying y se ha estado quejando durante semanas porque yo no estuve ese día del trío espontáneo para grabarlos. Aunque Jiang Cheng dijo que fue mejor. Ah. El que está cantando es Jiang Cheng. Son hermanos-

-¿Crees que vendrían si los invitas, Huaisang?-

    
Meng Yao preguntó mientras caminaba para ponerse al lado del mayor de los cuatro.

  
-Si les ofrezco licor gratis, Wei Ying vendrá sin dudas y traerá del brazo a Jiang Cheng-

Después de dos semanas de suspiros tristes y arrepentimientos por no ser más rápido, los dos amigos pudieron ver como los ojos claros de Lan Huan, brillaron con esperanza.

Podría volver a ver aquellos hermosos ojos oscuros y a escuchar aquella sedosa voz.

Chapter Text

Jiang Cheng tiene seis amantes que comparten varias cosas en común.

Por ejemplo: A los primeros dos, les gusta vestirlo con túnicas doradas y extravagantes. Adornarlo con las joyas más caras. Peinarlo usando los aceites más suaves y aromáticos. Y adorarlo con la dulzura más adictiva.

Jiang Cheng se siente querido cada vez que se encuentra con ellos.

Pero hay grandes diferencias también.

Mientras ambos lo sientan en una mullida cama con cojines suaves alrededor, vistiendo solo una cómoda túnica de hilos de oro, bordada con hilos de plata que crean hermosas flores, ambos lo contemplan de distinta manera.

Uno de ellos, de pie frente a él, observa su cuerpo desnudo mostrado por la túnica abierta, desde arriba.

Mientras el otro, arrodillado frente a él, observa su piel brillante gracias a las velas prendidas alrededor de la habitación, desde abajo.

El menor de ellos, acaricia su cabello suelto antes de poner un suave beso en su coronilla.

El mayor de ellos, acaricia la planta de su pie izquierdo, antes de poner un suave beso en el dorso de dicho pie.
 

“Eres hermoso, Jiang-xiong”

“Eres hermoso, líder Jiang”

 
Jiang Wanyin suspira lentamente ante los halagos. Le gustan, pero solo en este tipo de situación.

El menor de ellos comienza a bajar dando besos de pluma por su frente, nariz, mejillas, labios, mentón.

El mayor de ellos comienza a subir dando besos mojados por la planta de su pie, dedos, dorso, tobillo.

Las sonrisas no tardan en aparecer.

Ambos son juguetones con él. Lo besan, acarician y halagan con suavidad. Cada momento lo hace sentir especial.

De todos sus amantes, ellos dos son sus favoritos.

Y en distintos días, ambos le hicieron una pregunta.


“Jiang-xiong ¿Podrías usar un adorno dorado?”

“Líder Jiang, me preguntaba si le gustaría usar un adorno dorado”

 
Levantó una ceja interrogante  mientras el menor, lo empujaba suavemente hacia atrás para que se acomodara entre los cojines.

Preguntó el por qué mientras miraba al mayor en medio de sus muslos, que abría poco a poco con sus manos apretando la suave carne en el interior.


“Tu voz es hermosa, fuerte, varonil, imponente… una cadena o gargantilla, se vería tan atractiva en tu largo cuello”

“Cuando entras a cualquier lugar, tus pasos son firmes y decididos… te quedarían bien unas cadenas o adornos en las botas”

 
El líder de secta Jiang, sonrió.

Ambos querían marcarlo y, en vez de decirlo claramente, usaban sus dotes de habla para intentar convencerlo.

Eran lindos.

Gimió suave al sentir pequeños mordiscos en su clavícula. El menor ya estaba sobre él atacándolo con cariño.

Jadeó al sentir como el mayor lamía el lugar donde se unen el muslo y el pubis. Las manos más pequeñas que las suyas, habían subido a sus caderas apretándolas con cariño.

Jiang Wanyin no usaba accesorios dorados (ni de cualquier color, aparte de Zidian y su campana de claridad), pero… ¿Cómo podría negarles un pequeño capricho?


“U… un pendiente… podría usar uno… en la oreja derecha…”

 
Contestó entre gemidos y jadeos antes de ser observado intensamente por los pares de ojos avellana.


“Mandaré a hacer unos especiales para ti, Jiang-xiong”

“Mañana mismo iré a la ciudad a comprar los más hermosos, líder Jiang”

 
Abrazó al menor con sus brazos y piernas para que sus cuerpos desnudo se frotaran en los lugares correctos, y después lo besó en los labios con una sonrisa.

Se inclinó para abrazar al mayor siendo correspondido al instante, para después separarse un poco y besarlo en la boca con una sonrisa.


“No, yo escogeré cual quiero llevar”

 
Sus amantes rieron ante la negativa de Jiang Cheng y lo besaron más veces hasta dejarlo sin aire.


“Está bien. Lo que quieras está bien”

“Como digas. Puedes hacer lo que quieras”


La alegría en sus voces llenó el pecho de Jiang Wanyin y se dejó llevar por los pares de manos que siguieron recorriendo toda su piel.

Aquellas noches fue amado de varias formas dejando su cuerpo cansado hasta la mañana.

Y si después, en la siguiente conferencias de sectas (que fue en Gusu Lan), llamó la atención de todos por su pendiente con forma de borla (hecha con hilos de oro opaco y un cascabel), no era problema de nadie más que de él y el par de hombres que sonreían escondidos tras un abanico y una manga larga.

Ni siquiera era problema de las cuatro miradas enojadas que lo siguieron durante toda la conferencia.

___

Sus siguientes dos amantes eran todo lo contrario. Lo que tenían en común, era que lo odiaban.

Cada vez que se encontraban, solo se lanzaban palabras duras, llenas de veneno. Era una pelea constante donde ambas partes, discutían para ver cual podía herir más al otro.

Nunca había un ganador.

El menor de ellos lo odiaba por existir. Odiaba necesitarlo. Odiaba ser adicto a su sabor. Odiaba no poder conformarse solo con su amado.

El mayor de ellos, lo odiaba por no poder resistir su deseo por el cuerpo de un hombre. Más específicamente: De él.

A Jiang Cheng no podría importarle menos su odio.

Podían declarar odiarlo con miradas y palabras, pero la realidad era que cada vez que Jiang Wanyin los llamaba, ellos irían.

Y la realidad también era que ambos compartían un rasgo importante en común: Los celos.


“¡Quítalo!”

“¡Te ordenó que te quites eso de inmediato!”

 
El menor de ellos, apenas entró a la habitación, lo tiró al piso alfombrado para atrapar sus muñecas por encima de su cabeza con una mano. Con la otra acarició el lóbulo perforado de su oreja antes de tomar el ofensivo pendiente y tirarlo suavemente una vez sin sacarlo.

El mayor de ellos, apenas entró a la habitación, lo atrapó contra la firme pared pintada bellamente, con las grandes manos en su delgada cintura. Mordió su lóbulo derecho justo arriba de la argolla del pendiente.

Jiang Cheng sabía que pasaría esto.


“¿Y por qué tendría que hacer lo que tu quieres?”

 
Respondió con una sonrisa altanera, al menor de ellos que le daba una mirada sombría. Se podían ver los celos en aquellos ojos dorados que no podían dejar de mirar su rostro.

Le dijo mientras alzaba una ceja, al mayor de ellos que apretó su agarre ante el tono desobediente. Aquellos grandes dedos, seguro se marcarían en su piel por la fuerza con la que lo sujetaba.

Su ropa fue desgarrada sin delicadeza y labios calientes arrasaron con su boca. Besos húmedos y salvaje, lo hacían gemir mientras los cuerpos más grandes lo enjaulaban posesivamente.
    

“¡Quítalo! ¡Jiang Wanyin!”

“¡Se que eso te lo dio alguno de los perros con los que te revuelcas! ¡Como te atreves a mostrárselo a todos! ¡¿Es tu mascota favorita o algo así?!”

 
Ah… sí. Sus dos amantes compartían su odio y necesidad de beber vinagre, lo que los diferenciaba era su hablar.

El menor de ellos apenas hablaba y creía que podía adivinar sus pensamientos.

El mayor de ellos, no podía detener su boca suelta para decir todo lo que cruzaba su mente sin pensar.

Jiang Cheng jadeó cuando dedos largos y grandes, encontraron el camino a su interior. No hubo aceite ni nada parecido, pero eso ya lo había previsto.

Jiang Wanyin sabía que el sexo con ellos después de la conferencia en Gusu, sería salvaje y violento.

Y lo esperaba ansioso.

Los dedos largos y delicados del menor de ellos, lo hacían cantar al presionar aquel punto dulce que lograba electrizar su cuerpo.

Los dedos largos y llenos de callos del mayor de ellos, lo hacían gemir como bestia en celo al presionar todos los lugares correctos.

  
“Mío… mío… Jiang Wanyin es mío…”

“¡Entiende que eres mío! ¡Jiang Cheng! ¡Deja de acostarte con todos!”

 
Jiang Wanyin gritó cuando fue penetrado con fuerza. Su interior se estiró para amoldarse a sus intrusos y pudo sentir un ligero desgarro.

No le importaban las heridas, sanarían rápido de todos modos.


“Yo… yo no soy tuyo… no soy de nadie…”

 
El menor de ellos, lo abrazó con fuerza y mordió fuertemente entre su cuello y hombro. Las mordidas eran habituales cuando unían sus cuerpos, así que esperó la segunda y tercera que le siguieron.

El mayor de ellos, apretó sus muslos mientras los llevaba alrededor de su marcada cintura. Ya podía imaginar las marcas de dedos en su carne suave. Lo cual era habitual en sus encuentros.


“¿Por qué… por qué tienes que ser tu?”

“¡Maldición! ¡Maldita sea! ¡Si fueras mujer, ya te hubiera desposado y encerrado para que nadie más pudiera verte!”

  
El líder de secta Jiang, se aferró a las anchas espaldas para enterrar las diez uñas y rasguñar con fuerza. La sangre corrió por la tersa piel en los omóplatos mientras los hombres más altos, lo penetraban con rudeza por quien sabe cuanto tiempo.

Llegó al orgasmo varias veces entre espasmos y gemidos rotos. Su conciencia comenzó a perderse al final, pero antes de desmayarse, pudo escuchar su nombre a lo lejos seguido por palabras que no entendió.

A la mañana siguiente, despertó solo en la habitación como siempre después de sus encuentros con ellos dos.

Se estiró en la cama antes de mirar alrededor. Ropa limpia y nueva, estaba doblada sobre la cama a los pies del lado desocupado. Sobre ella, habían unas pequeñas bolsas y unas hojas de papel.

No había rastro de su ropa rota ni de sus pendientes.

Tomó las bolsas y los papeles.

La bolsa del menor de ellos, era de color blanca y contenía dos pendientes de borla con hilos de plata. Colgaban de una esfera con nubes azules pequeñas, pintadas con gran maestría.

La bolsa del mayor de ellos, era de color verde y contenía dos pendientes con forma de abanicos. El abanico tenía pintado un paisaje de bambú y colgaba de una cadena de oro.

Leyó las notas.


“Usa estos. Tiré el otro”

“Ya rompí la porquería que te dio tu mascota nueva. Te regalo unos mucho mejores. Puedes agradecérmelo otro día”

 
Jiang Cheng rió y rompió las notas antes de vestirse con la ropa cómoda y morada que guardaba en su bolsa qiankun.

Sin dudas, de los seis, ellos dos eran los más estúpidos por creer que usaría algo que eligieron para él.

Guardó la ropa que le dejaron para devolverla cuando volvieran a encontrarse, pero que (después de un tiempo de pensarlo mientras miraba las bolitas), decidiera quedarse con los pendientes aunque nunca los usaría, no era algo que alguna otra persona aparte de Jiang Cheng, debería saber.

___

Sus últimos dos amantes…

Si al líder de secta Jiang, le preguntaran cuantas cosas en común tienen ambos hombres, él respondería: Demasiadas.

Demasiadas superficiales que todos los que los conozcan podrían nombrar, pero si le pidieran que nombrara la más importante y menos conocida, él sin duda diría: Lo mentirosos que son.

Mentirosos. Les gusta romper promesas. Pueden dejarlo atrás tan fácilmente que ni se molesta en mirar sus espaldas cada vez que se van.

Por eso cada vez que le susurran promesas, Jiang Cheng quiere romperles las piernas.

El menor de ellos lo abraza suavemente, como si fuera una pieza de vidrio que se rompería ante la mínima presión. Sus cuerpos aun vestidos, se frotan en lugares sensibles haciéndolos jadear.

El mayor de ellos lo abraza con fuerza, como si sintiera que si lo suelta solo un poco, podría desaparecer sin dejar rastro. Sus cuerpos medio desnudos, se deslizan entre ellos como si fueran serpientes.

Ambos lo besan mordiendo sus labios y en medio de los movimientos, frotan el lóbulo de su oreja derecha.

El pendiente de oro opaco, tintinea al ser movido.

 
“No sabía que tenías perforadas las orejas, A-Cheng”

“No sabía que te gustaban las joyas, Wanyin”

 
Jiang Cheng podía sentir el suave olor a vinagre en sus palabras.

A diferencia de los dos brutos anteriores, ellos mostraban sus celos más delicadamente. Con preguntas y frases casuales que si no los conociera, no se daría cuenta.

Pero el vinagre en ellos solo sonaba irónico en los oídos de Jiang Wanyin.


“No es algo que debas saber. Tienes cosas más importantes de que preocuparte ¿No?”

 
El menor de ellos bajó la boca a su cuello para besar en el punto de presión. Era su lugar favorito cuando se sentía culpable.

El mayor de ellos descendió a su pecho para besar las cicatrices que lo marcaban. Era su lugar favorito cuando se sentía despreciado.

El líder de secta Jiang, odiaba que hicieran eso, así que se removió incómodo e intento alejarlos, pero sin éxito alguno.

¿Qué más podían compartir en común aquellos hombres?

La facilidad con que lo destrozaron.

Uno fue su primer amor. Aquel que lo abandonó no una, no dos, si no muchas veces. Más de las que quiso contar.

Cualquiera es más importante para él, que Jiang Cheng.

Logró que despreciara su propio cuerpo… ¡Toda su maldita vida! Por culpa de sus mentiras.

El otro fue su último amor. Aquel que lo abandonó después de lograr que volviera a confiar en alguien.

Tanto tiempo gastado en lograr que Jiang Wanyin pudiera abrir su corazón al amor y la confianza de nuevo, para aplastarlo y dejarlo irrecuperable.

Pero era esperable… ¿Por qué alguien lo elegiría teniendo mejores posibilidades? Debía agradecer el no haber sido engañado, solo dejado.

Gimió cuando las delicadas manos entraron por sus pantalones.
 

“No digas eso, A-Cheng. Sabes lo importante que eres para mí”

“Wanyin, eres lo más importante para mí”

 
Dulces, dulces mentiras.

Lo llenaban con ellas mientras exploraban y desnudaban su delineado cuerpo. Las suaves palmas y yemas, lograban estremecerlo con cada toque.

Jiang Cheng los odiaba… odiaba no poder contener sus sentimientos por ellos.

¿Por qué cuando él dejó de buscarlos, ellos simplemente no lo dejaron tranquilo? ¿Por qué lo buscaron hasta que terminaron en este tipo de relación?


“A-Cheng… ¿De donde sacaste ese pendiente?”

“¿Quién te dio ese pendiente, Wanyin?”

 
Ah… por fin la pregunta que esperaba.

Tenían que preguntarlo en ese momento. Justo cuando entraron en su cuerpo. Cuando estaba atrapado entre sus brazos y la cama. Cuando no podía escapar.

Bastardos. Sin dudas ambos son unos bastardo.


“No… no es de tu incumbencia…”

 
Por supuesto, ambos callaron a Jiang Wanyin con besos profundos y necesitados.

Si tenían tantas cosas en común… ¿En que se diferenciaban?

Tal vez en su forma de amar.

Uno es un torbellino de emociones que se deja llevar impulsivamente por ellos.

El otro al contrario, es un lago tranquilo y calmado que analiza sus emociones antes de actuar.

Pero si Jiang Cheng podía ser honesto, para él ambos eran como un pantano.

Solo podías hundirte cada vez más en el agua sucia y llena de barro. Sus palabras dulces eran el agua, mientras sus mentiras eran el barro.

Las noches fueron intensas mientras ellos seguían preguntando y Jiang Cheng no les respondía lo que querían saber.

No les diría que él mismo fue a pasear por el muelle junto a su sobrino y compró diez pendientes iguales del que le pareció más bonito.

También le compró un par parecido a su sobrino porque se los pidió al saber que los usaría y quería ir a juego con él, pero los del más pequeño, eran de un color más vivo e intenso.

Cuando ya era de madrugada y las estrellas eran un manto de hermosas luces, Jiang Wanyin se vistió sin siquiera molestarse en darse un baño.


“Sabes, A-Cheng, si quisieras, podría hablar con Lan Zhan y podríamos, los tres, ya sabes, ser solo nosotros tres…”

“Wanyin… ¿Cu… cuando me darás otra oportunidad? Se que fue mi culpa, pero…”

 
Ambos fueron interrumpidos por el fuerte pisotón que dio Jiang Cheng al terminar de ponerse las botas. Se puso de pie y acomodó su cabello suelto antes de mirarlos con ojos vacíos.

 
“No vuelvas a buscarme”

 
Salió de la habitación dejándolos solos y frustrados.

Jiang Wanyin volaba en Sandu mientras retenía las lágrimas que se negaba a derramar. No saldrían más por ellos. Ya no habían más lágrimas por desperdiciar. Ya no podrían dejarlo atrás si él era quien se iba.

Aunque en el fondo, sabía que volverían a buscarlo y él volvería a caer con ellos.

Al ver el brillo de las estrellas y sentir como el viento acariciaba sus mechones de tinta y hacía tintinear su pendiente desordenando los hilos, desvío el rumbo lejos de su hogar.

Sintió deseos de caricias cálidas y palabras mimosas, así que mandó un mensaje de mariposa a alguno de sus primeros amantes y se dirigió al lugar de encuentro.

El líder de secta Jiang, sabía que ellos dos, irían sin dudar.

Chapter Text

En medio de denso y pútrido barro, en lo más profundo de una oscura cueva escondida en el bosque mas peligroso cerca de la frontera con Dongying, el líder de la secta Yunmeng Jiang se encontraba sentado sonriendo.

No le importaba estar lleno de heridas, barro, sangre y vómito, la sonrisa en su rostro mientras miraba el intenso brillo verde de una pequeña gema en sus dedos índice y pulgar, no se podía borrar.

-¡Por fin la pude encontrar! ¡Ahora podré cumplir mi promesa!-

Se levantó con dificultad y, ayudado por el brillo de la gema, comenzó a caminar hacia la entrada de la cueva. Al salir, sacó su bolsa Qiankun para poner dentro la gema.

Los rayos del sol le dieron en el rostro y lo primero que pensó fue agarrar a Sandu y volar directo a Lanling, pero al observar su ropa rota y manchada, recordó que cerca había un río claro donde podría lavar su cuerpo para después ponerse ropa limpia.

Era bueno que cargara varias mudas en su bolsa Qiankun por estas situaciones.

Al llegar al río, se desnudó para meterse al agua fría. Su cuerpo estaba lleno de heridas, pero no le importaban mucho, solo pensaba en que su búsqueda de casi dos años había llegado a su fin y necesitaba ir a ver a su sobrino.

Quitó la cinta de su cabello enredado para lavarlo también. Si llegaba todo sucio y sangrando a la Torre carpa dorada, su sobrino sin dudas se asustaría.

Enjuagó su boca y después salió del río. Se secó, vistió, peinó y decidió dejar la mayoría de su cabello suelto. Solo hizo sus dos trenzas de siempre para amarrarlas con la cinta morada atrás.

Guardó su corona de líder de secta antes de sacar una poción para recuperar la energía. Necesitaba volar en Sandu por tres días para llegar pronto a Lanling, así que necesitaba recuperarse pronto.

Cuando empezó el viaje de regreso, mandó un mensaje de mariposa a su secta para avisar que iría después de ver a su sobrino.

La sonrisa siguió en su cara todo el camino.

Lo que empezó con una charla de un Jin Ling ebrio y melancólico, terminó con una larga búsqueda llena de pistas falsas y batallas.

Pero Jiang Cheng lograría cumplir su promesa.

Evitó descansar en esos tres días para no retrasar su llegada. Al ver las escaleras en la entrada a Torre carpa dorada, bajó de su espada y borró la sonrisa.

Los guardias lo saludaron y dejaron pasar sin preguntar nada. Era habitual que Sandu Shengshou visitara al líder de la secta Jin sin avisar con antelación.

Al caminar por el lugar, recibió miradas extrañas de los discípulos. Era raro ver a Jiang Wanyin con aquel peinado.

Cuando se encontró con el discípulo principal de su sobrino, dio un saludo de cortesía y preguntó por él.

-Lo siento líder Jiang, pero el líder Jin salió a un encuentro importante y aun no vuelve. No dijo cuanto tardaría. Lo llevaré a la habitación de siempre para que pueda esperarlo cómodamente-

El menor hizo una reverencia antes de señalar el conocido camino, pero el mayor levantó la mano para detenerlo.

-No te preocupes, ya que no está, solo iré al estanque de lotos para descansar un poco. Después me iré-

El menor le dio su aprobación y se despidió con una reverencia. El líder Jiang se dirigió al estanque en el patio interior y se sentó cerca de la orilla.

Los sirvientes del lugar, mantenían limpio y hermoso el estanque para que las flores de loto pudieran florecer cada año.

Como eran mediados de otoño, aun no saldrían a la superficie, pero Jiang Wanyin sabía lo hermosas que se veían las flores en pleno florecimiento.

El amor entre Jin Zixuan y su hermana, quedó grabado en ellas para que Jin Ling pudiera verlo cada verano.

Jiang Cheng suspiró. Esa sería la última vez que podría visitar aquel estanque.

-Que coincidencia encontrarlo hoy aquí, líder Jiang-

Miró al hombre que lo saludaba con una leve reverencia y se puso de pie para devolverle el saludo.

-Zewu-jun. Sí, es una gran coincidencia ¿Podría preguntar su motivo de estar aquí?-

El líder de la secta Gusu Lan sonrió amablemente y respondió sobre la invitación del líder de secta Jin para visitarlo. Tuvieron una charla amena por varios minutos mientras el clima se tornaba un poco frío.

-El viento se está poniendo frío ¿Deberíamos entrar a alguna sala? Seguramente el líder Jin no se quejaría si lo hiciéramos-

-No, no hay necesidad. Yo ya me estaba por retirar-

-Oh. Lamento escuchar eso. Creí que se quedaría más tiempo-

Ambos líderes intercambiaron un par de palabras más antes de despedirse, pero cuando Jiang Cheng vio la espalda cubierta con túnicas blancas, se permitió por primera vez dejarse llevar por el impulso que siempre tenía que retener.

-¡Lan Huan!-

Al escuchar su nombre de nacimiento dicho de forma firme, Lan Xichen se detuvo y volteó asombrado.

Iris oscuros se enfrentaron a iris claros por unos segundos antes que el mayor de ellos rompiera el silencio.

-Líder Ji... ahm... ¿Sucede algo?-

El líder Jiang sonrió suavemente mostrando un cálido rostro. El líder Lan se asombró aun más.

-Lo siento, fui irrespetuoso, pero solo... solo quería probar como se sentía decir su nombre en voz alta-

Jiang Cheng se despidió con una reverencia y se fue hacia la salida, dejando al mayor sin poder moverse de su sitio por la sorpresa y su corazón bombeando apresurado.

Al bajar las escaleras de Torre carpa dorada, dio la vuelta para mirar la entrada por última vez.

Sintió tristeza al no poder ver a su sobrino, pero los dioses lo recompensaron con dejarlo hablar por última vez con Lan Xichen.

-Jiang Cheng...-

Era la segunda vez hoy que lo llamaban mientras reflexionaba. Miró hacia el lado para encontrarse con Wei Wuxian y Lan Wangji llegando al lugar.

No le sorprendió. El líder Lan le había dicho que fue al lugar con su hermano y el esposo de este, pero habían ido al pueblo para pasear.

Se detuvieron un poco alejados de él. La mirada plateada de Wei Ying, le mostraba que estaba sorprendido por verlo ahí... o tal vez era por su peinado, no lo podría saber ni quería averiguarlo.

Los ojos oscuros pasaron del más bajo al más alto. Podía notar como la mirada dorada se endureció.

No lo quería cerca. Lo bueno es que el sentimiento era recíproco.

El líder Jiang volvió a mirar a Wei Wuxian. Lo pensó unos segundos y decidió que no tenía nada que decirle al final. Ni a él ni a su esposo.

Volteó sin responder y desenfundó a Sandu para subir en ella y volar lejos del lugar. Tenía que volver pronto a Muelle de loto.

Al alejarse rápidamente de Lanling, no pudo saber que el par de esposo se miraron entre ellos preocupados por su actitud, tampoco que Lan Xichen salió unos veinte minutos después con las mejillas rojas y la intensión de perseguirlo, pero al encontrarse con el par afuera, les contó lo que sucedió preocupándolos aun más.

Como no sabían que hacer ni donde se dirigió, decidieron seguir esperando a Jin Ling y contarle lo sucedido, y así los cuatro ir a Muelle de loto para preguntar por él.

Fue una lástima que el líder Jin llegara tres horas después, el mismo tiempo que Jiang Cheng tardó en llegar a su hogar.

Al llegar a Muelle de loto, fue recibido por su segundo al mando y algunos discípulos. Les dijo que siguieran con sus actividades y que se encerraría en sus habitaciones.

-Prohíbo que cualquiera entre en mi habitación. No importa lo que escuchen o vean o sientan, nadie puede entrar-

Sus subordinados lo miraron preocupados, pero asintieron y volvieron a lo que estaban haciendo antes que llegara.

El líder Jiang fue rápido a sus habitaciones, diciéndole a cualquiera que viera cerca que se fuera y cerrando todas las puertas con llave cuando estuvo vacío.

Se dirigió a su pabellón privado donde se sentó y sacó la gema de la bolsa.

El brillo seguía tan intenso como cuando la encontró. Suspiró de alivio.

Antes de poder pensar en las consecuencias, la puso en su boca y tragó. Solo unos segundos pasaron antes que todo su cuerpo fuera envuelto por luz verde y un manto blanco en el cielo se extendiera desde Yunmeng a todo el mundo.

___

Año XXXX

El grito de una mujer se pudo escuchar por toda Ciudad sin noche. La esposa del líder de secta Wen, sufrió un aborto en el cuarto mes de gestación perdiendo a su primogénito y la capacidad para volver a concebir.

Al enterarse de aquello, el consejo de ancianos de la secta le pidió al líder que tomara una nueva esposa o alguna concubina para poder seguir con el linaje, pero el líder Wen se negó.

No le importaba si su esposa no podría darle herederos, él solo estaría con ella en esta y las siguientes vidas.

Un año después, decretó que al morir, el hijo de su hermano menor tomaría su lugar para continuar con el linaje.

La rama dirigida por el Wen menor, se especializaba en medicina, así que los ancianos no se quejaron.

Varios años después.

En un tranquilo pueblo cerca de Yunmeng, Cangse Sanre junto a su esposo Wei Changze, dan la bienvenida a su primer hijo: Wei Ying.

Solo unos días después en Muelle de loto, Yu Ziyuan junto a su esposo Jiang Fengmian, recibirían a su segundo hijo y heredero: Jiang Yunqing.

Algunos años después.

Cangse Sanre y Wei Chanze que gustaban de vagar por el mundo junto a su hijo, tuvieron que detenerse en una gran ciudad en la región de Qinsha para buscar alguna habitación cálida y un médico.

Wei Ying era un niño fuerte y rara vez se enfermaba, pero aquel extraño día, en plena primavera, tuvo una fiebre alta mientras comenzaba a soplar una fuerte ventisca que los tomó de sorpresa en una ladera.

Mientras buscaban refugio, por alguna extraña razón, el viento parecía indicarles el camino que debían seguir. Así llegaron a una casa grande donde los esperaba una amable viejecita.

-El viento me dijo que los ayudara-

La pareja sonrió al escucharla. Al entrar, se encontraron con una niña unos cuantos años más grande que Wei Wuxian y un niño más pequeño que comían dulces sentados alrededor de una mesa de madera.

La ventisca duró tres días.

Después de unas semanas, se enteraron que la ventisca acabó con el lugar donde iría de caza nocturna originalmente.

La pareja se miró compartiendo el mismo pensamiento mientras su hijo comía dulces felizmente sentado en los hombros de su padre.

Algunos años después.

Wei Ying y sus padres llegan a Muelle de loto para visitar a sus viejos amigos.

El adolescente conoce a Jiang Yanli con quien siente una conexión inmediata (como si la conociera de toda su vida), y a Jiang Yunqing con quien se muestra bastante reservado.

Jiang Fengmian ve su buen cultivo y le pregunta si quiere ir a Gusu Lan un tiempo para estudiar y mejorar aun  más.

Wei Ying se entusiasma y acepta, así parte a Descanso de las Nubes como parte de la secta Yunmeng Jiang junto a Jiang Yunqing.

Al momento en que la mirada dorada se encuentra con la mirada plateada en medio de la noche, pasado el toque de queda, pudieron sentir como el hilo rojo del destino se apretó en sus meñiques.

Varios años más tarde.

Jiang Yanli y Jin Zixuan tuvieron una gran boda.

Después de muchos malentendidos y ruegos de perdón (por parte del heredero Jin), su amor fue sellado con las tres reverencias correspondientes y celebrado por Lanling y Yunmeng.

Al poco tiempo de casados, recibieron la buena noticia de que serían padres y en otoño nació su primer hijo: Jin Ling.

Wei Wuxian junto a Lan Wangji (su compañero de cultivo), fueron a visitar a la pareja con regalos para el bebé.

Jiang Yanli le pidió pensar en un nombre de cortesía. Jin Zixuan sabía lo cercanos que eran, así que estuvo de acuerdo.

-Jin Rulan... Me gusta Jin Rulan...-

Jiang Yanli y Wei Wuxian sintieron una extraña calidez en el pecho cuando el nombre salió de su boca.

El nombre fue aceptado.

Cuatro años después.

Jin Ling corría por los pasillos en Muelle de loto siendo perseguido por su tío Meng Yao

A pesar de que tan solo se habían conocido hace poco más de un año, el pequeño se mostraba muy cariñoso con el hombre.

Hace unos dos años, Lan Xichen le contó a Jin Zixuan como conoció a Meng Yao en una cacería nocturna donde quedó gravemente herido.

Lan Huan terminó inconsciente y separado de su grupo. Cuando despertó, estaba en la casa de Meng Yao con una gran herida en el estómago. Extrañamente, ninguno de sus órganos fue tocado, así que a pesar de lo grave que era, no fue mortal. También le pareció extraño cuando el más bajo le dijo que lo encontró tirado justo afuera de su casa. El hogar quedaba bastante lejos del lugar donde recordaba quedar inconsciente.

Tuvo que quedarse ahí durante un tiempo y se hicieron buenos amigos.

Meng Yao le contó sobre su padre y como el día en que decidió ir a Torre carpa dorada, pareció que el destino se puso en su contra. Una fuerte tormenta eléctrica le impidió avanzar más allá de su pueblo. No solo eso. Cada vez que lo intentaba, sucedía lo mismo.

El deseo de conocer a su padre se terminó desvaneciendo mientras crecía y se cultivó por su cuenta.

Jin Zixuan quiso conocerlo y después de hablar con él, lo llevó con su padre. Meng Yao se decepcionó y entendió por qué el destino no quería dejarlo ir.

Jin Guangshan le ofreció darle su apellido y unirlo a la secta, pero Meng Yao declinó la oferta. Él ya tenía decidido unirse a la secta Qinghe Nie después de conocer unos meses antes al líder Nie Mingjue que estaba recuperándose de una desviación de qi.

Fue una recuperación milagrosa. El líder de secta Nie, dijo que aquel día agonizando, escuchó una bella melodía que relajó su corazón y limpió su energía. Sonaba como un tipo de flauta, pero no sabía cuál.

Nie Huaisang agradecía a los cielos cada día por salvar a su hermano mayor.

No volvió a hablar con su padre, pero siguió en contacto con su hermano menor.

Jin Ling en medio de su carrera, encontró una puerta con lotos lilas dibujados en la parte de abajo, la abrió y entró cerrándola tras de sí. Pegó su oído a ella y escuchó a su tío llamarlo y pasar de largo. Rio travieso antes de voltear y quedar maravillado con la vista.

Las aguas cristalinas alrededor, eran adornadas con grandes lotos rosados, blancos y lilas. Las hermosas flores eran acompañadas por nenúfares verdes claros y oscuros. Algunos jacintos de agua también florecieron para hacer aun más bello el paisaje.

Más bello que en cualquier otro lugar que conociera.

Miró alrededor. Estaba en un pabellón con piso de madera firme. Alrededor habían cómodos cojines que usó de inmediato tirándose sobre ellos.

Jin Ling se sentía feliz en el lugar.

Jugó un rato con los cojines y decidió quitarse las botas para mojarse los pies. Como no sabía la profundidad (y sus padres y abuelos le dijeron que no entrara al agua cuando estuviera solo), se sentó en la orilla.

Mientras contemplaba el paisaje soleado y lleno de colores, cerró los ojos al sentir una cálida caricia en su cabello junto a un abrazo igual de cálido.

Jin Ling creyó escuchar una voz conocida en su oído antes de caer dormido hacia atrás.

Cuando despertó, ya era la mañana del siguiente día.

Su madre lo miraba preocupada. Había estado llorando y llamando a su "JiuJiu" toda la noche, pero aunque Jiang Yunqing lo tomó en sus brazos, el llanto del pequeño no cesó. Ahora sus ojitos estaban vidriosos y rojos, pero sonreía como si no supiera que había llorado.

-¡Mamá! ¡Encontré muchos lotos hermosos y cojines blanditos en una habitación qué nunca había visto! ¡Es muy cálido ahí! ¡Vamos juntos!-

El niño se levantó entusiasmado y tomó de la mano a Jiang Yanli para sacarla de la habitación y arrastrarla por todo el lugar.

El niño se decepcionó al no encontrar nada, pero su sonrisa volvió cuando su madre le dijo que podían buscar otro día porque tenían que volver a Lanling.

Cuando Jin Ling tuvo diecisiete años y se encontraba sentado en la orilla del pabellón entre suaves cojines, con los pies sumergidos en agua clara adornada con brillantes colores, entendió que solo él podía encontrar aquel lugar.

La calidez del abrazo ya conocido lo envolvió mientras sus ojos se cerraron por inercia. Susurró un suave "JiuJiu" antes de que las lágrimas rodarán por sus mejillas y su conciencia se desvaneciera.

El viento formó una delineada silueta alrededor del adolescente y se llevó las palabras para que nadie pudiera escucharlas.

Jin Ling despertó horas después, como era habitual, en su habitación.

___

-¿Por qué mis padres no están?... ¿Por qué los dioses me odian?-

-A-Ling... sabes, encontré unos escritos antiguos que hablaban sobre una gema donde estaba encerrado el Dios del tiempo. La creencia es que si la comes, puedes obtener el deseo que quieras dando algo a cambio-

-JiuJiu, se supone que el ebrio soy yo ¿Por qué eres tu quien habla de fantasías?-

-Bueno, igual no recordarás nada mañana sobre esto ni como lloraste igual que un niño hoy, así que puedes decírmelo... ¿Qué pedirías si la tuvieras en tus manos?-

-Quisiera... quisiera que mis padres estén junto a mi. Quiero ser feliz con ellos...-

-Entonces buscaré esa gema por ti y cumpliré tu deseo-

-Jajaja... JiuJiu también está ebrio-

-Sí, lo estoy. Ahora duerme para que te recuperes en la mañana-

-No te vayas mientras duermo... quédate conmigo-

-Siempre estaré junto a ti, A-Ling, aunque no me puedas ver o recuerdes algún día, siempre te estaré cuidando-

Chapter Text

Las puertas del pabellón familiar de la secta Yunmeng Jiang se abrieron con fuerza. Pasos firmes y rápidos se escucharon por los pasillos del lugar seguido por pasos más suaves, pero igual de rápidos.

-¡¿Dónde está mi tío?!- el joven líder de la secta Lanling Jin, entró apresurado seguido por tres discípulos vestidos de morado.

-¡Líder de secta Jin! ¡Aquí dentro!- Wang Sheng, el discípulo principal de la secta Yunmeng Jiang, se apresuró a tomarlo del brazo para llevarlo hasta la puerta de la habitación del líder de su clan, olvidando por completo el saludo educado que debería darle al líder de otra secta.

Al más joven no le importó y apuró aun más el paso -¿Qué rayos está sucediendo Wang Sheng?-

El discípulo lo miró asustado -El líder de secta llegó hace cuatro días y dio la orden que nadie podía entrar a su cuarto. Que no importaba quien fuera, lo echaría de la secta si ignoraba su orden, y después se encerró- ambos se pusieron a correr seguidos por los otros tres discípulos -Cuando pasaron tres días y no salía, me acerqué a su habitación y me di cuenta que la puerta estaba sellada con talismanes, así que de inmediato mandé un mensaje para que viniera ¡Usted es al único que dejará entrar!-

En cuanto estuvieron frente a las puertas de la habitación principal, Jin Ling desenvainó a Suihua y cortó la fina madera tallada destrozándola junto a los talismanes tras ellas. Un fuerte olor a alcohol y sangre les invadió las fosas nasales antes de entrar.

La oscuridad encerrada no los dejaba ver bien, así que Wang Sheng fue a abrir rápido las ventanas y al instante en que la luz entró, se pudo escuchar el grito de uno de los discípulos que los acompañaban.

El líder de la secta Jiang, se encontraba tirado inconsciente a un lado de su cama. Solo vestía su túnica interior y un gran charco de sangre seca cubría la tela, el piso de madera y sus muslos desnudos. Su cabello negro siempre ordenado en un moño alto, estaba suelto y desparramado por el suelo. Había vasijas de licor tirados por todo el lugar. No había señales de que estuviera respirando.

-¡¡¡Tío!!!- Jin Ling corrió rápido hacia Jiang Cheng -¡¡¿Qué demonios le hicieron a mi tío?!!- se arrodilló a su lado y lo tomó en sus brazos mientras el discípulo principal se acercó igual de rápido para tomar su pulso -¡Dijiste que nadie entró, Wang Sheng! ¡Entonces cómo pasó esto!-

-¡Lo averiguaremos de inmediato! ¡Hay que llevarlo rápido con los sanadores porque su pulso y respiración son demasiado débiles!-

El más joven asintió y levantó con cuidado al mayor inconsciente para salir corriendo rumbo a la enfermería. Wang Sheng les ordenó a dos discípulos que buscaran pistas en la habitación y al tercero que fuera a buscar a la sanadora personal del líder de secta. Después siguió el camino del más joven.

Cuando llegaron a la enfermería, los sanadores y discípulos comenzaron a arreglar y acomodar todo. Jin Ling puso a su tío en la cama que le pareció más cómoda.

El líder de la secta Jin, observó el pálido rostro del hombre inconsciente y no pudo contener las lágrimas.

¿Quién pudo dejar a su tío en esa condición? ¿Qué fue lo que le hicieron? ¿Por qué está casi desnudo y sangrando?

Los peores escenarios pasaron por su mente y la razón se perdió entre rabia e impotencia.

La sanadora llegó y los echó de la habitación para revisar a su líder de secta.

Jin Ling y Wang Sheng salieron de inmediato para dejarla trabajar, pero al estar en el pasillo, el más joven tomó del cuello de su túnica al mayor y lo estampó contra la pared más cercana. La ira y tristeza se reflejaban en sus bellos ojos húmedos.

-¿Por qué no me llamaste antes?- ante el tono bajo y amenazante, el mayor apretó los puños tan fuerte que sus uñas se enterraron en las palmas -Mi tío es mi persona más querida y mi única familia, si lo pierdo, te mataré junto a los malditos que le hicieron esto-

-Si el líder de secta muere...- el mayor habló serio -Yo mismo me arrodillaré frente a usted para sacarme el intestino y ofrecérselo-

Los dos se miraron decididos en silencio por unos segundos hasta que el ruido de alguien acercándose hizo que el menor lo soltara y se secó el rostro con una de las mangas de su túnica antes que los demás llegaran.

-¡Encontramos algo, Wang-xiong!- los dos discípulos que se quedaron para buscar pistas, se acercaron con algo envuelto en un pañuelo blanco -Esto estaba bajo la cama del líder se secta-

-¿Una daga?- preguntó Jin Ling cuando abrieron el pañuelo y mostraron una daga de mango y hoja tan negras como el carbón. Estaba cubierta con sangre seca.

-Está daga es del líder de secta- Wang Sheng la tomó sin quitar del pañuelo para examinarla -Me dijo que es peculiar. Sus cortes, al igual que los golpes del látigo de disciplina, demoran en sanar y las cicatrices quedaran siempre- frunció el ceño al recordar la peculiaridad del arma -También dijo que la guardaba para una ocasión espe... oh no...- miró con horror al líder de la secta Jin que le devolvió el sentimiento en sus ojos -Creo que ya se que sucedió...-

___

Jiang Cheng obtuvo su marca de almas gemelas cuando tenía doce años.

Cuando se estaba bañando aquella tarde de invierno, sintió un ardor en el interior de su muslo izquierdo. No dolía, pero le molestaba, así que se enjuagó rápido para salir y poder observar el lugar irritado.

Grande fue su sorpresa al ver tatuada en su piel, una bonita flor de pétalos rojos rodeada de una cinta igual de roja.

Miró por unos segundos el tatuaje. No recordaba el nombre de la flor, pero la había visto en un libro que su hermano mayor le había mostrado el día anterior.

Sus ojos oscuros se abrieron asombrados.

¡Era su marca de almas gemelas!

Y no solo eso. Estaba seguro que aquella marca representaba a su brillante hermano mayor, porque no podía ser casualidad que justo apareciera al día siguiente que él le mostró aquella flor.

Además, la cinta roja era algo característico del brillante niño.

Se secó y vistió rápidamente para ir a buscarlo.

Su corazón se aceleró y sonrió al pensar que Wei Ying era su alma gemela. Tal vez su madre se enfadaría cuando se enterara, pero no podría hacer nada contra ello.

Cuando dos almas gemelas se encuentran, no deben separarse o podrían sufrir de depresión y morir.

¡Esto confirmaba que siempre estarían juntos!

Jiang Cheng corrió por los pasillos buscando a su hermano mayor. Si su marca apareció, entonces la de él también.

¿Qué marca lo representaría? ¿Una flor tan bonita como la que ahora adornaba su muslo? ¿Una cinta morada? ¿Algún adorno del color de sus iris?

Solo esperaba fuera una imagen bonita para que su hermano mayor sonriera cada vez que la viera.

Después de unos minutos de búsqueda, encontró a Wei Ying en la cocina comiendo unos dulces.

Al verlo, el mayor le sonrió y se le acercó de inmediato ofreciéndole algunos dulces -¡Jiang Cheng! ¡Come unos también!-

Tomó dos dulces y le agradeció. Salieron de la cocina para ir a sentarse en la orilla de un puente cercano.

Comieron en un silencio cómodo. Jiang Cheng se sentía nervioso. Había esperado que su hermano sacara el tema de sus marcas primero, pero en lugar de eso, estaba callado y tranquilo como pocas veces.

Al parecer, le tocaría a él empezar la conversación.

-Oye... ¿Qué opinas sobre las almas gemelas?- preguntó un poco nervioso mirando el agua bajo ellos.

-Creo que son algo tonto- el mayor respondió simplemente sin darle importancia.

-¿Tonto?-

-Sí. No quiero que una tonta marca decida mi vida ¡Yo decido de quien me enamoraré! Espero nunca me aparezca una-

La radiante sonrisa que el mayor le mostró, rompió el corazón de Jiang Cheng.

Su hermano mayor no tenía una marca como él.

Entonces no es su alma gemela.

Al pasar el tiempo, Jiang Cheng supo que la flor era un lirio de araña roja, y no le contó a nadie sobre ella.

Cuando tenía quince años y ya se había resignado a que aun no conocía a su alma gemela, su hermano mayor le trajo su emoción de vuelta.

La creencia decía que cuando alguna de las almas gemelas tocara la marca de la otra, un escalofrío cruzaría sus cuerpos como prueba de la unión entre ellas.

En una pelea de entrenamiento entre hermanos y por culpa de un descuido, Jiang Cheng terminó sentado en una cama de la enfermería con Wei Ying a su lado.

-No te preocupes. Todos nos distraemos a veces- el mayor lo ánimo al mismo tiempo que le dio unas palmaditas en su muslo izquierdo. Tres palmaditas y después le acarició suavemente el lugar mientras le sonreía.

El escalofrío recorrió su espina dorsal cuando los largos dedos rozaron la marca por encima de su ropa.

¡Definitivamente Wei Ying era su alma gemela!

Pero ahora en vez de emocionarse, se sintió triste por eso.

Su hermano no quería un alma gemela, y muchos menos a alguien como él.

Tal vez por eso no tenía marca... o tal vez si tenía una marca y le dijo que no porque no quiere estar siempre juntos.

Desde ese día, todo fue cada vez peor.

La muerte de sus padres. La pérdida de su núcleo. La desaparición de Wei Wuxian. La guerra contra los Wen. Los cambios en la personalidad de Wei Ying. Su hermano yéndose de la secta. La muerte de su cuñado, de su hermana y de Wei Wuxian.

Se quedó solo y su marca era cada vez más brillante y colorida. La odiaba.

Odiaba que su alma gemela no lo quisiera. Que se fuera tan fácilmente de su lado. Que lo dejara solo aunque lo esperara. Que ya no existiera.

Pero el color en su marca le mostraba que aun estaba ahí, así que él seguiría esperándolo y buscándolo.

Lo hizo por trece años, y su alma gemela volvió para abandonarlo otra vez.

Le dijo que todo lo dejara en el pasado... ¿Por qué es tan fácil para todos abandonarlo?

¿De que sirve tener una marca de almas si no se quedará junto a él?

La odia.

Odia aquella hermosa flor envuelta en la brillante cinta.

Después de los sucesos en el templo y de esa patética conversación con su ya ex hermano, se entierra en trabajos y en cuidar a su sobrino.

Evita encontrarse con Wei Wuxian lo más que puede. Cuando tiene reuniones con Lan Qiren y debe viajar a Descanso de las Nubes, nunca lo ve, así que supone su ex hermano debe estar evitándolo también.

Todo va bien así.

Hasta que poco después de tres años, se encuentran por casualidad en una caza nocturna donde resulta herido en la pierna izquierda.

Es humillante para Jiang Cheng mostrar debilidad justo frente a Wei Wuxian, pero sus discípulos no están. Los únicos aparte de él son Wei Wuxian y Lan Sizhui que lo acompaña.

Supone que también debe estar cerca Wen Ning. Se ha encontrado varias veces con él cuando ha seguido a su sobrino en caserías peligrosas junto al discípulo Lan.

-¡Déjame revisar tu herida! ¡Puedes tener alguna maldición! ¡No seas tan estúpido, Jiang Cheng!- Wei Wuxian se arrodilló junto a Jiang Wanyin para intentar revisarlo.

-¡No es nada, solo déjame aquí y vete!- le dio un golpe a la mano que intentó acercarse.

-¡No te voy a dejar en medio del bosque sin poder caminar!- con la paciencia agotada, Wei Ying volvió a estirar la mano rápidamente.

-¡No me toques!- al sentir la mano apretar su muslo herido, una olvidada sensación recorrió su espalda. Zidian se activó ante la señal de su dueño y Wei Ying se tiró hacia atrás rápidamente -¡No se te ocurra tocarme otra vez!-

Wei Wuxian frunció el ceño molesto -¡Está bien! ¡Quédate ahí tirado y muere solo como siempre lo has estado!-

Los ojos oscuros se abrieron con sorpresa ante las duras palabras de Wei Ying.

Ah, sí, siempre estaría solo ¿No?

-No... lo siento, Jiang Cheng- Wei Wuxian se intentó arrodillar a su lado otra vez, pero Jiang Wanyin se levantó con dificultad afirmándose en el tronco de un árbol grande a su lado.

Su pierna dolía como el infierno, pero pudo estar de pie el tiempo suficiente para desenvainar a Sandu y sentarse sobre ella. No es la primera vez que volaría así y seguramente tampoco sería la última.

-Lan Sizhui- Jiang Cheng se dirigió al menor de los tres que respondió con un educado "que necesita, líder de la secta Jiang" -Por favor, informe de mi lesión a Lan Qiren. Teníamos una reunión en unos días, pero lo más probable es que no pueda ir. Igual le mandaré una carta apenas me revisen mis sanadores, pero es bueno que lo sepa pronto-

El Lan le dijo un "por supuesto, yo le daré su mensaje" y Jiang Wanyin se despidió de él antes de volar devuelta a Muelle de Loto, ignorando por completo al hombre ahora más joven, que lo llamaba por su nombre de nacimiento.

Llegó en tiempo récord a Muelle de loto. Sabía que era peligroso volar tan rápido en su condición, pero solo quería llegar y encerrarse en su habitación para emborracharse como hace años no lo hacía.

¡Al diablo su dolor! ¡Al diablo sus sentimientos!

Después de bajar de su espada y ser saludado por los discípulos que cuidaban la entrada, caminó lo más digno posible aguantando el dolor para que no supieran que estaba herido.

No pasó por la enfermería como debería hacerlo. Se dirigió derecho a la bodega donde guardan el licor para sacar varias vasijas y ponerlos en su bolsa qiankun.

Con la bolsa llena de licor, se fue rumbo al pabellón familiar y llamó a su discípulo principal, quien lo miró extraño ante su orden de prohibir que alguien entre a su cuarto y la amenaza de echar de la secta a quien lo haga.

Al recibir la afirmación por parte de su discípulo, se encerró en su habitación bloqueando las puertas con talismanes protectores y silenciadores.

Estando solo, se sentó a un lado de su cama, sacó todo el licor de su bolsa y comenzó a beberlo como si fuera agua clara.

El dolor en su pierna aumentaba cada vez más, pero no se comparaba con el dolor en su pecho.

"¡Está bien! ¡Quédate ahí tirado y muere solo como siempre lo has estado!"

Dolió. Aquellas palabras dolieron más de lo que deberían.

¿Por qué él es el único que se quedó solo? ¿Por qué es el único que no es digno de amor? ¿Por su personalidad? ¿Por sus errores?

¡Todos comenten errores! ¡Incluso los dos "perfectos" jades gemelos cometieron errores! ¡Zewu-jun, el hombre perfecto (según la mayoría del mundo del cultivo), cometió muchos errores y, por supuesto que el gran Hanguang-jun cometía errores!

Entonces... ¿Por qué Lan Wangji merece quedarse con todo el amor de su alma gemela, pero él no?

Jiang Cheng vacío su séptima vasija y fijó la mirada en su muslo izquierdo.

-Todo... todo es culpa de esta maldita marca- dijo mientras acariciaba su muslo. El dolor de la herida era un constante recordatorio de que la marca estaban en ese lugar.

Su prudencia ya estaba dormida gracias al alcohol en su sistema, así que le pareció buena idea soltar su cabello largo, quitarse la ropa y quedar solo con la túnica interior para observa su pierna.

El rojo de su hermosa marca, estaba tan brillante como siempre, pero bajo ella, habían patrones de líneas negras amenazando con marcar toda la pierna.

Wei Wuxian tenía razón, fue maldecido, pero no sólo por el espíritu vengativo que destruyeron ese día, no, no. Su maldición empezó desde que tuvo la edad de doce años.

Sonrió antes de meter la mano bajo su almohada y sacar una daga de mango y hoja tan negras como el carbón. Aquella daga fue un regalo que le dio una anciana por salvar a su nieta que era atormentada por el espíritu de su esposo muerto.

Según lo que la anciana le contó sobre la daga, fue forjada por un cultivador ermitaño que vive solo en una montaña nevada. Sus heridas demoran en sanar y las cicatrices quedaran para siempre.

Era el arma perfecta para quitar su maldición.

Bebió otra vasija completa antes de enterrar la daga en su muslo sin pensarlo mucho. Aguantó el grito mordiendo su labio inferior tan fuerte, que lo rompió con sus colmillos y un hilo se sangre bajó por su barbilla. La sangre en su pierna, comenzó a salir en chorros cuando sacó la daga de un fuerte tirón.

Dolía, pero no quiso pensar en eso cuando volvió a apuñalar su muslo.

Fueron tal vez quince o veinte veces. La mente de Jiang Wanyin estaba demasiado perdida como para contar las veces en que la daga entró en su carne para romperla.

No supo en que momento el arma resbaló de su mano y su cuerpo quedo tirado completamente en el piso. La conciencia se le desvanecía cada vez más y lo único que pudo hacer antes de perderla por completo, fue levantar un poco la pierna y observar el horrible estado de esta.

Sonrió al ver como la piel antes lisa y suave, ahora parecía carne  picada.

___

Jiang Cheng despertó parpadeando lentamente. Sus ojos oscuros fueron recibidos por la luz tenue de las lámparas alrededor de la habitación. Cuando pudo enfocar bien, reconoció el techo de la enfermería.

Miró alrededor buscando agua para la resequedad de su garganta. No encontró, pero vio a su sobrino durmiendo al lado de la cama. Su hermoso rostro aun juvenil, estaba marcado con lágrimas.

Jiang Wanyin suspiró y movió su mano para acariciar el cabello del menor que se despertó al instante en que lo sintió.

-¡Tío!- el líder de la secta Jin, se puso de pie rápidamente para lanzarse sobre el mayor en un apretado abrazo -¡Por fin despiertas! ¡Una semana! ¡Siete días esperando! ¡No vuelvas a asustarme así!-

Jiang Cheng le devolvió el abrazo lo mejor que pudo -Lo siento, A-Ling. No lo volveré a hacer-

El menor se separó un poco para mirarlo directo a los ojos -Por favor, tío, dime que pasó... no, espera- lo soltó y salió corriendo de la habitación. Volvió después de unos segundos y se sentó en el banquito que ocupaba antes de subirse a la cama -Le dije a uno de los discípulos que despertaste para que le avisaran a la abuela Wu y a Wang Sheng. Ellos estaban hasta hace poco aquí, así que deberían venir enseguida-

El mayor asintió. Como dijo su sobrino, al poco tiempo, su sanadora personal (y líder de los sanadores) entró al cuarto junto a su discípulo principal. Ambos hicieron una reverencia y se acercaron a la cama para revisarlo.

La sanadora les informó que no había daño en ningún lugar excepto su pierna, pero que las heridas en su muslo eran graves y tomarían de tres a cinco años en sanar completamente.

Wang Sheng le sirvió un vaso con agua mientras escuchaba a la sanadora. El tiempo era largo, pero él ayudaría a su líder secta en todo lo que pudiera.

Jiang Wanyin se sentó para beber el agua y agradeció a las tres personas en la habitación por ayudarlo.

-Ahora dinos qué pasó- Jin Ling le tomó la mano derecha mientras Jiang Cheng se acomodaba hacia atrás -Los discípulos encontraron una daga negra en tu habitación y Wang Sheng me contó sobre ella-

El líder de la secta Jiang suspiró -Bueno, un espíritu vengativo me maldijo justo en la pierna- miró a su sobrino -Era una maldición muy fuerte que consumía mi vida, así que la quite de raíz-

El menor frunció el ceño -¿No podías venir con los sanadores? ¡¿Tenías que casi mutilarte la pierna y morir desangrado?!-

-Lo siento por eso, no sabía que el dolor sería tan fuerte que me desmayaría por tanto tiempo- Jiang Cheng reflejó el ceño fruncido de su sobrino -La idea era ir con la abuela al día siguiente de sangrar la maldición-

Wang Sheng suspiró pesado -Por favor, líder de secta, no vuelva a hacer algo así nunca más. Confíe en nosotros. Estoy seguro que hubiéramos podido encontrar alguna solución que no fuera cortarse la pierna-

Una débil sonrisa se posó en los labios de Jiang Cheng -Sí, lo siento por eso, pero esta maldición solo se podía quitar así- se acomodó mejor en la cama -Ya soy libre de ella-

La sanadora movió la cabeza y lo regañó por ponerse en peligro, y la conversación entre los cuatros fluyó sin problemas.

No lo mencionaron, pero las tres personas sintieron como si el líder de la secta Jiang, se hubiera quitado un enorme peso de encima.

Tuvieron que pasar cuatro años para que las heridas en el muslo de Jiang Wanyin sanaran totalmente.

Donde hubo alguna vez un precioso tatuaje rojo brillante, ahora había piel arrugada blanquecina sin formas. Jiang Cheng se sentía libre cada vez que veía las cicatrices.

___

Un fuerte grito de dolor, se pudo escuchar en el silencio del Jingshi. Los dos esposos que dormían tranquilamente, ahora rodaban en la cama.

Uno apretando con las manos su dolorido muslo izquierdo, y el otro intentando revisar la profunda herida que debía tener su esposo.

Duraron unos minutos así, hasta que por fin el ardor en la delgada piel interior del menor se calmó y pudieron revisar que sucedió.

Ambos pares de ojos miraron esperando algún tipo de herida profunda o alguna marca de maldición, pero se sorprendieron cuando en el lugar dolorido, apareció un triste tatuaje.

Solo era un tallo negro con hojas marchitas grises a su alrededor.

Era claro para ellos que era una marca de almas gemelas, pero no habían colores brillantes como debería tener, ni lindos dibujos.

Al parecer el alma representada en aquel triste tatuaje, rompió el vínculo sin arrepentimientos.

Chapter Text

Aquel doloroso grito, se pudo escuchar por todos Los Túmulos Funerarios.

Los cultivadores se detuvieron en medio de la batalla y observaron a los cadáveres vivientes, correr hacia la cueva en lo más alto.

Después de eso, solo los líderes de las sectas pudieron ver lo que quedó dentro de la cueva.

Aunque pude ver, solo el líder del clan Yunmeng Jiang pudo presenciar la verdad de la muerte del Patriarca de Yiling.

Mientras los rumores se extendían por el mundo, los líderes de las principales sectas se repartían los bienes que obtuvieron en el asedio.

Las hojas con las notas del cultivador demoniaco, sin dudas eran lo más preciado y Lanling Jin se quedó con la mayoría.

A Sandu Sengshou no le importaba en lo más mínimo lo obtenido. Él ya tenía las cosas que consideraba más importantes y necesarias, así que solo iba a esas reuniones para guardar las apariencias.

Se sentía incomodo y molesto cuando lo llamaban para discutir ese tipo de cosas.

No tenia tiempo que perder. No cuando en pocos días se cumpliría un mes de la muerte de su hermano.

Si todo su plan salía mal por esas malditas reuniones, le rompería las piernas a todas esas hienas que se hacían llamar “lideres de secta”.

Excepto Nie Mingjue. A él lo necesitaba para lograrlo.

Pintura que no se borrará con el sudor. Hierbas para fertilidad. Incienso para provocar el celo en alfas y omegas. Elixir para borrar la memoria. Y lo más importante, fuerza de voluntad para no perder el juicio en el calor.

Dos días antes de cumplir el mes, Sandu Sengshou fue donde su médico de confianza para una revisión.

Al saber que su cuerpo estaba preparado gracias a las hierbas, partió en un viaje solitario sobre su espada Sandu.

Un poco más de un día le tomó llegar al lugar donde pudo ver a varios discípulos de la secta Nie entrando a una posada.

Se fue al bosque que estaba alrededor de aquel pequeño pueblo a buscar un claro escondido. Al encontrarlo puso varios talismanes silenciadores. Sabía que no funcionarían tan bien en un lugar abierto, pero mientras menos sonidos se filtraran del lugar, sería mejor.

Se quitó las túnicas moradas y las interiores hasta quedar solo con sus pantalones y botas. Bajó la cintura para dejar expuesto su vientre, donde comenzó a dibujar con la pintura roja que guardaba en su bolsa qiankun y de memoria, el talismán que estaba en las notas de aquellas hojas que recogió del frío piso de la cueva en medio de toda la batalla.

Aun no podía creer que haría algo así.

Si su madre pudiera verlo, lo golpearía hasta la muerte. Si su padre pudiera verlo, estaría aún más decepcionado de él.

Pero nada de eso importaba ahora. Después de todo, no estaban ahí.

Miró al cielo. La noche ya estaba por caer, así que solo le quedaban unas horas para preparar lo demás.

Esperó que la pintura secara y se quitó los pantalones junto a las botas. Se puso otra ropa ligera de color gris.

A diferencia de las finas túnicas que guardó en su bolsa qiankun, estas eran mucho más baratas, así que si se rompían, no importaba.

Al estar vestido, soltó su largo cabello. Lo peinó hacia un lado y fue al pueblo otra vez.

Paseó un rato por las calles y compró una máscara en uno de los puestos que llamó su atención. La puso a un lado de su cabeza.

Cuando la luna ya estaba en lo alto, fue a la posada donde entraron los discípulos que vio antes.

Al pasar la entrada, fue recibido por el entusiasta dueño del lugar. Miró alrededor y encontró a quien buscaba.

El alfa mas imponente en el mundo de la cultivación… Nie Mingjue.

El líder de la secta Qinghe Nie se encontraba bebiendo en una mesa junto a varios discípulos. Por supuesto que varias jarras de alcohol no lograrían emborracharlo, pero uno de ellos se tomó el atrevimiento de retarlo a un duelo de bebida.

Nie Mingjue dio un par de carcajadas y mientras tomaba una nueva jarra, sintió una mirada sobre él. Miró dirigió a Jiang Cheng quien cambió el rostro y en un susurro, le pidió una habitación al dueño de la posada.

Entusiasmado, el dueño sacó una llave de detrás del mostrador para dársela y él pagó una noche de inmediato mientras se apresuraba a subir las escaleras. Podía sentir aquella mirada fija y fuerte presencia acercarse.

Se sintió bien al lograr llamar la atención de su objetivo de inmediato.

Entró en la habitación y sacó 5 varitas del incienso que tenía guardadas. Las puso en el incensario con forma de peonía que estaba en una de las esquinas. Pegó en las paredes, techo y piso, varios talismanes de silencio y otros que evitaban que se filtrara el aroma hacia fuera. La ventana estaba cerrada, pero sin seguro. Ella era su vía de escape.

Dejó salir sus feromonas y abrió la parte superior de su ropa hasta dejar un gran escote. Su pecho se podía ver claramente.

Al estar inhalando el humo por algunos segundos, su respiración comenzó a acelerarse. Sentía el líquido pegajoso filtrarse en su trasero y su miembro soportarcerse, pero podía soportarlo.

Unos momentos después, alguien tocó la puerta.

Puso la mascara sobre su rostro y se levanto con suaves pasos. Al acercarse a la puerta, tosió un poco y cambiando la voz lo mejor que pudo, preguntó quien era.

–Lo siento por molestar a esta hora, pero siento que usted es alguien que conozco, así que le pregunto si me dejaría entrar para comprobarlo-

Escuchó la varonil y conocida voz de Nie Mingjue y sintió un escalofrío por su espalda.

¡De verdad no podía creer lo que estaba haciendo! Si no lograba su plan, seguramente sería tachado de “puta” o cosas peores ¡Su reputación se iría a la mierda!

Abrí un poco la puerta sin responder verbalmente. Esperaba que aquello bastara para que entendiera.

Nie Mingjue entró y de inmediato fue envuelto en el aroma picante de las especias en el incienso, y el dulce de los lotos bañados con miel y sal.

Inhaló fuertemente queriendo llenar sus pulmones con la esencia intoxicante. Sintió la puerta cerrarse con un “clic” y sus ojos fueron a su acompañante en la habitación.

–¿Qui... quién eres…?-

De un segundo al otro, la ventana fue abierta y el enmascarado saltó por ella. Aquello despertó por completo al alfa que se removía en el interior del líder de secta Nie desde que puso los ojos en el enmascarado. Salió en busca de su presa.

Jiang Cheng corrió rápido hacia el claro.

El calor estaba haciéndose insoportable y su omega intentaba tomar el control de su cuerpo. No podía evitar desear al alfa que venía tras él, pero esperaba llegar al lugar preparado para dejarse atrapar.

Al llegar al claro, unos brazos mucho más grandes que los suyos, lo atraparon en un posesivo abrazo que lo hizo perder el equilibrio. Ambos cayeron al suelo y rodaron.

Nie Mingjue lo puso de cara al pasto y le gruñó en el odio para que se quedara quieto. Una orden con advertencia no dicha.

Unos momentos después, su ropa fue rota como la había supuesto.

Sabía que el alfa sería rudo, pero su omega estaba complacido por ello.

Su piel virgen fue explorada por completo por manos ásperas y una boca húmeda.

Cuando estaba boca arriba, las marcadas cicatrices a lo largo de su pecho, fueron lamidas con insistencia. Tal vez el alfa quería borrarlas, no lo podría saber, pero imaginarlo lo hizo sentir cálido.

Su conciencia estaba perdiéndose, pero aún tenía que controlarse.

Dos dedos invadieron su lugar más privado y chapotearon con el líquido pegajoso que manchaba hasta sus muslos.

Miró el cielo y supo que era hora.

El día había cambiado.

Ronroneó llamando la atención del alfa que lo miró fijamente de inmediato.

Tragando saliva, se tomó las rodillas por la parte de atrás y las separó ofreciéndose.

Ya después se lamentaría por eso y se sentiría lo peor, pero por ahora solo le quedó tragar su orgullo y entregarse.

El alfa no lo hizo esperar.

Se quitó las túnicas y bajó sus pantalones para liberar su gran hombría.

Dolio.

A pesar del lubricante natural, el calor y el deseo, ser penetrado por algo tan grande y duro, dolio.

Lágrimas rodaron por sus mejillas cubiertas por la mascara.

El vaivén de caderas era salvaje y descoordinado. Los jadeos y gemidos se podrían escuchar hasta el pueblo si no fueran llamados por los talismanes.

De pronto, un empujón muy profundo obligó al omega a tirar la cabeza hacia atrás mientras arqueaba la espalda y su clímax manchó el costado de su abdomen. Tuvo que tragar el grito cuando el alfa lo anudó.

¡Eso era lo que esperaba!

Con sus piernas, rodeó las caderas del alfa y el nudo se hinchó dentro de su cuerpo.

Nie Mingjue se corrió con un gemido bajo y profundo mientras llevaba la boca al costado del cuello del omega para morderlo y reclamarlo.

La sangre brotó de la mordida y Sandu Shengshou usó unas gotas para mojar dos de sus dedos y llevarlas al borde del talismán dibujado en su vientre.

La pintura roja brilló en dorado y comenzó a quemar.

Jiang Cheng aguantó el ardor del talismán y del semen caliente que llenaba su interior hasta que los símbolos dorados desparecieron.

Suspensó y se enojó. Ya estaba hecho.

Al desparecer el ardor, el dolor de la mordida lo hizo mirar al alfa que apretaba más fuerte la mandíbula.

Se alegre de haber practicado antes con el incienso para no perder los sentidos. Si no, no hubiera podido reaccionar poniendo su mano a tiempo.

La mordida estaría en su cuello y no en su muñeca como ahora.

Con su mano libre, golpeó certero la nuca del alfa para dejarlo inconsciente.

Tuvo que esperar unos pocos minutos a que el nudo bajara para poder quitárselo de encima,

Al verso libre, buscó los restos de su ropa para encontrar su bolsa qiankun. Sacó ropa de color verde y azul, aceites y el elixir para borrar la memoria.

Era una botella pequeña que destapó y vertió con cuidado en la boca abierta del líder de secta Nie quien tragó con dificulta todo el liquido.

Después de eso, destapó el aceite y desnudó por completo al alfa antes de untarlo por todo su cuerpo, desde el cabello hasta los pies. Era un neutralizador de aromas.

Hizo lo mismo con él.

Al final, se vistió con la ropa verde, y la azul se la puso al hombre inconsciente.

La ropa rota y de la secta Nie que estaba tirada, el guardo en su bolsa.

Se acercó al alfa arrodillándose a su lado. Se quitó la máscara y besó suavemente los labios color durazno mientras murmuraba un “ perdón ”.

Se levantó rápidamente y quemó los talismanes para no dejar rastro. Se fue corriendo por otro camino hacia la posada y entró sigilosamente por la ventana abierta.

La mayor cantidad del aroma ya se había desvanecido gracias al viento. Solo quedaron rastros del incienso.

Quitó todos los talismanes y prendió unos palitos del incienso que estaba sobre la mesa baja en medio de la habitación. Cuando ya era de mañana, salió de la habitación para devolver la llave e irse.

Al bajar las escaleras, vio a los discípulos de la secta Nie preocupados y en pánico alrededor de su líder que se agarraba la cabeza.

Estaban en el comedor

–Ya callense. Mi cabeza duele como el infierno y no puedo recordar nada de estos días. Ni siquiera se por qué estamos en este pueblo

Jiang Cheng suspiró aliviado. No estaba seguro si las pequeñas pistas que dejaron en su camino ayudarían a los discípulos para saber que el alfa no estaba y encontrar, así que se alegre de que sirvieran.

Se puso la máscara a un lado de la cabeza y fue con el dueño para devolver la llave.

Después de decirle que no necesitaba el desayuno, se fue a alquilar un transporte para llevarlo a la ciudad más cercana. Desde ahí volaría en Sandu hacia Muelle de Loto.

___

Un año pasó y el rumor de que Sandu Shengshou tuvo un amorío con el Patriarca de Yiling unos meses antes de su muerte y de ello nació un niño, se expandió como un incendio en el mundo del cultivo.

Nadie se atrevía a preguntarle directamente y Jiang Cheng no hacía nada por acabar con los rumores, al contrario, llamar a su bebe Jiang Ying hizo gran parte del trabajo en avivarlos.

Mientras arrullaba entre sus brazos al pequeño niño que tenía solo unos meses de nacido, el feroz líder del clan Jiang mostró una dulce sonrisa. Después de todo, solo él sabía lo que tuvo que sacrificar para poder traer el alma de su hermano de vuelta a la vida.
   

Chapter Text

Como era su costumbre cada noche después de bañarse, Lan Huan se sentó en la cama mientras secaba su negro cabello y revisaba los mensajes en la aplicación Line de su teléfono celular.

Habían algunos en el chat grupal que comparte con sus dos mejores amigos. También un par de su hermano menor avisándole que no llegaría esa noche a casa. Muchos de su cuñado mandándole videos sobre gatitos chistosos que vio en algunas redes sociales.

Era los comunes de cada noche.

Pero al final, un mensaje de un número desconocido, lo sorprendió con su contenido.

"Quiero morir... ¿Podrías conversar conmigo esta noche?"

La toalla cayó alrededor de sus hombros mientras volvía a leer el mensaje. Lo primero que pensó, fue que alguien intentaba estafarlo, así que decidió contestar para saber más sobre aquella persona.

"¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi número?"

"... Me puedes decir ChengCheng y encontré tu número en un baño, mira..."

Después de la respuesta inmediata, el número desconocido le mandó una foto. Lan Huan pudo ver la conocida letra de su mejor amigo en una hoja de cuaderno cuadriculada que decía: "¿Te sientes vacío? ¿Quieres pasar una buena noche? ¡Llama a este número y yo te llenaré con gusto!", seguido de su número y un dibujo del icono de Line.

Lan Huan se dio unas palmaditas en la frente y suspiró pesado. Esa hoja fue producto de una broma que le hicieron sus dos amigos más cercanos en la mañana de ese mismo día, cuando hablaban sobre relaciones románticas.

Ellos se burlaron porque era el único que nunca había tenido pareja... ¡Sí, era virgen a los veinticinco años! ¿Cuál es el problema?

Él sabe que sus amigos solo bromean. Ellos saben lo serio que es Lan Huan cuando se trata del amor, pero cuando incluso su hermano menor (apático, frío y sin ninguna capacidad social, como lo describían la mayoría de personas), consiguió pareja cuando entró a la universidad, se empezaron a preocupar.

Así que como broma, dejaron ese papel en uno de los baños de la universidad. Lan Huan se ruborizó por el mensaje claramente sexual que dejaron e intentó recuperar el papel, pero se lo llevaron rápidamente para evitarlo.

La verdad, no creyó que alguien haría caso si lo encontraba y lo olvidó, pero al parecer, quien lo encontró, decidió llamarlo.

Y además, no entendió el mensaje.

"¿Puedes o no? No necesito que alguien más me ignore, ya tengo suficientes personas que lo hacen"

Al leer el nuevo mensaje, se dio cuenta que habían pasado varios minutos mientras divagaba. Se apresuró a contestar.

"Lo siento, lo siento. Sí, conversemos. Es un gusto conocerte ChengCheng... ah, me puedes decir A-Huan"

"... A-Huan. Disculpa por molestarte. Se que es extraña esta situación, pero en la mañana encontré ese papel y hoy a sido un día de mierda, así que quise intentarlo. Tal vez conversar con un desconocido pueda ayudar a sentirme mejor"

Lan Huan se puso de pie para dejar la toalla húmeda en la canasta de ropa sucia y después volvió a la cama, pero se sentó más cómodo para tener una larga conversación.

Desde esa noche, las conversaciones con aquel número se repitieron con frecuencia.

ChengCheng, como pidió que lo llamara, le enviaba el mismo primer mensaje cada vez que tenía un mal día.

Las primeras veces, hablaron sobre ChengCheng. Sobre como perdió su trabajo porque golpeó a su jefe que lo acosó sexualmente cuando descubrió que era gay. Sobre como su hermano después de conseguir novio, lo dejó de lado. Sobre como sus padres están poco tiempo en casa y ese tiempo, solo se la pasan discutiendo. Sobre como extrañaba a su hermana que se fue de casa cuando se casó. Sobre como tuvo unos perritos cuando niño y tuvo que darlos en adopción.

Lan Huan se dedicaba más a leer los problemas de ChengCheng y aportar algunas palabras.

Poco a poco, empezaron a tener más confianza y Lan Huan también le contaba sobre su vida. Sobre como los sábados era día para salir con sus dos amigos más cercanos. Sobre como su hermano menor, consiguió novio antes que él. Sobre como sus padres habían muerto y lo crio su tío. Sobre como le gustaba pintar.

ChengCheng le había dicho desde la primera noche, que no necesitaban saber nombres o lugares o edades o alguna cosa que revelara sus identidades. Lan Huan estuvo de acuerdo, pero mientras leía esos mensajes, se empezó a preguntar que apariencia tendría aquella persona.

El autoestima de ChengCheng era baja, así que decía tener un rostro promedio. Físicamente se describía como alguien común. Que nadie se detendría a mirar. Mentalmente decía que era alguien irritable y molesto, así que nadie lo querría tener a su lado.

A pesar de estar llenas de quejas, sus conversaciones también eran graciosas y cómodas.

A Lan Huan le gustaban.

Pero cuando ocurrían en medio de una de las crisis de ChengCheng, el corazón de Lan Huan se apretaba.

Lo imaginaba llorando solo en la esquina de su cuarto. No podía pensar en un rostro o una silueta, pero las ganas de abrazarlo eran cada vez más grandes.

Y esta noche, sería una de aquellas.

"Hoy fue mi cumpleaños"

Lan Huan se asombró ante el mensaje. Ya casi eran las doce de la noche y se había acostado para dormir. Al siguiente día, tenía clases temprano en la universidad.

No solo se asombró por saber tan tarde que era el cumpleaños de ChengCheng, también fue porque no escribió el mensaje de siempre.

Se sentó y prendió la lámpara en su mesita de noche. Su sentido de alerta se activó.

"Oh ¡Felicidades por tu cumpleaños! Lamento que el saludo sea tan tarde"

"... Gracias"

"¿Pasó algo malo?"

"... Mi madre como regalo, me abofeteó"

La ira burbujeó en su interior al leer el mensaje. Apretó las manos fuertemente hasta que sintió el celular crujir entre ellas.

Respiró profundo intentado calmarse. ChengCheng lo necesitaba en este momento.

"¿Por qué? Recuerdo que me dijiste que aunque ella siempre te gritara, nunca te había golpeado"

"...Les dije que soy gay"

"Dijiste que te daba miedo que tus padres lo supieran ¿Por qué se los dijiste hoy?"

"... Mi hermano se fue de viaje con su novio hace unos días y volvió hoy. Papá los recibió bien y mamá fue indiferente, pero tranquila. Ellos sospecharon de su relación ayer, cuando mi hermano llamó para decir que volvía y hoy lo confirmaron. Lo tomaron bien, así que creí que si se los decía, también se lo tomarían así... como siempre, me equivoqué"

Lan Huan suspiró pesado. Cuando su hermano menor le contó a su tío sobre su novio, su tío no lo tomó muy bien. No porque fuera un hombre, fue porque ese hombre era uno de los más problemáticos de la universidad.

A pesar de ser muy inteligente y tener altas notas en su carrera, su cuñado siempre se las arreglaba para meterse en problemas.

"¿Qué dijeron tus hermanos y tu padre? ¿Estaban ahí?"

"Pfffff... Papá dijo que era una vergüenza y frases aun más hirientes, mi hermano estaba en su habitación haciendo quien sabe que cosas con su novio. Mi hermana no vino, tampoco me ha llamado... además, ninguno se acordó de mi cumpleaños"

"ChengCheng..."

"A-Huan... Siento que ya no puedo más..."

Un escalofrío se deslizó por su espalda y se puso de pie de inmediato. Hace muchos años que no sentía miedo, pero aquel mensaje lo escandalizó.

¡Tenía que hacer algo!

"¿Quieres que nos encontremos?"

Sabía que sus palabras fueron arriesgadas, pero el miedo a perder a aquella persona a quien ni siquiera conocía, fue insoportable.

Supo que fue un error, cuando pasaron varios minutos y no hubo respuesta.

Le mando muchos otros mensajes disculpándose, pero el otro ni siquiera los miraba.

Cuando ya eran las tres de la madrugada, envío un mensaje al chat grupal de sus mejores amigos, pidiéndoles que se encontraran muy temprano con él.

Esa noche no durmió.

Cuando eran las seis de la mañana, se alistó y salió de su casa rápidamente. En la entrada de la universidad, sus dos amigos ya lo estaban esperando y se le acercaron preocupados apenas lo vieron.

Fueron a la cafetería y Lan Huan les contó sobre ChengCheng. Como habían comenzado a conversar gracias a la broma que le hicieron. Como se emocionaba cada vez que llegaba ese feo primer mensaje. Como cada vez que descubría que tenían algo en común, se alegraba y hablaban sobre ello.

Cada día desde que supo de su existencia, era más brillante y feliz.

Sus amigos lo escucharon en silencio y después que Lan Huan les habló sobre la conversación de esa noche y lo preocupado que estaba, ambos intercambiaron una mirada y el más alto de ellos habló.

-Vaya, así que así te ves cuando estás enamorado-

Los ojos claros de Lan Huan se abrieron sorprendidos ¿Amor? ¿Cómo podía ser amor si solo se hablaban por mensajes?

El más bajo suspiró y movió la cabeza imaginando lo que su amigo estaba pensando, así que también dio su opinión.

-Huan-ge, obviamente estás enamorado. Nosotros ya nos habíamos dado cuenta que algo te pasaba porque andabas más feliz y a veces sonreías solo, mirando tu celular-

-... ¿En serio?-

Las mejillas de Lan Huan se ruborizaron un poco y sus amigos le sonrieron divertidos. El más alto de los tres, se puso de pie antes de hablar decidido.

-¡Bien! ¡Lo primero que tenemos que hacer, es buscar a tu ChengCheng! Con lo que nos contaste, sabemos que tiene un hermano mayor, que ambos estudian en nuestra universidad, que si vino hoy tendrá la mejilla hinchada, pero lo más probable es que no venga-

-También tenemos su número de teléfono, a menos que el celular que usa para los mensajes no sea suyo o solo lo use para eso-

Ante las palabras del más bajo de los tres, Lan Huan sacó su celular y se golpeó la frente con él ¿Cómo no se le ocurrió llamarlo?

Al parecer, es verdad el dicho que dice "el amor, te pone estúpido".

Buscó el número que tenía agendado desde hace meses ya, y lo marcó. Estaba apagado.

Los tres se pusieron en acción. Estuvieron dos días buscando por toda la universidad. Usando sus contactos para descartar personas. Lan Huan miraba su celular cada vez que podía esperando algún mensaje, pero cada vez, el chat seguía igual.

Al tercer día, por fin hubo respuesta.

"A-Huan, eres una buena persona. Perdón por preocuparte"

Sus rodillas fallaron y cayó sentado sobre la alfombra de la habitación de su amigo más alto. Los tres se encontraban ahí buscando nuevas pistas.

Sus dos amigos se apresuraron a su lado para preguntar que pasó. Lan Huan les mostró el mensaje antes de responder.

"¡ChengCheng! ¡Dios! ¡Estaba tan preocupado! ¿Qué pasó estos días? ¿Por qué no contestabas?"

"... Lo siento... Solo... A-Huan, quería agradecerte por todo este tiempo. Fui muy feliz cada vez que conversábamos"

Los tres pares de ojos se abrieron con terror, sabían para donde iba eso.

El más bajo se levantó de inmediato para llamar a un contacto mientras el más alto, fue a buscar las llaves del auto de su padre. Lan Huan contestó rápidamente.

"Por favor ChengCheng, por favor, por favor, no lo hagas ¡Dime donde estás! ¡Encontrémonos! ¡Iré donde sea!"

"... Perdón"

Los ojos claros se humedecieron mientras intentaba llamar al número sin éxito.

-Huan-ge, tranquilo ¡Ya sabemos donde está! Xue Yang pudo rastrear el número y me mandó la dirección. Si nos vamos ahora, podremos llegar en menos de quince minutos-

Lan Huan se levantó de un tirón y los tres fueron al auto. Diez minutos demoraron en llegar al lugar. Era un gran parque concurrido aun a esa hora de la tarde.

Bajaron del auto y comenzaron la búsqueda, pero no sabían como era ChengCheng, así que no sabían a quien buscar.

Mientras trotaban mirando a las personas, una llamada entrante lo distrajo. Era su hermano quien lo saludo nervioso.

-Zhan ¿Qué sucede? Te escuchas agitado-

-Hermano... ¿Recuerdas a Jiang Cheng? ¿EL hermano menor de Wei Yin? Estaba junto a él cuando te lo presenté-

-¿El que vestía un abrigo morado? Cabello largo ¿No?-

-Sí, él... desapareció de su casa desde hace tres días. Wei Ying creyó que había ido a la casa de Nie Huaisang porque a veces le gusta estar allá, y ninguno de los dos fue a la universidad por dos días, pero hoy en la mañana Nie Huaisang fue a clases y le dijo a Wei Ying que no había visto a Jiang Cheng-

De detuvo un momento mientras regulaba su respiración y sus amigos lo imitaron. No podía ser tanta coincidencia ¿Verdad?

-Jiang Cheng... ¿ChengCheng?...-

-... ¿Como sabes el apodo que le dice Wei Ying cuando creen que no hay nadie alrededor?-

-Zhan, pásale el celular a Wei Ying, tengo que hablar con él-

-... ¿Huan-ge? ¡A-Cheng está perdido y es mi culpa! ¡Ayúdanos a encontrarlo, por favor! ¡No sabía que la tía lo golpeó y el tío lo trató mal! ¡No sabía que se sentía tan solo desde que estoy con Lan Zhan! ¡No sabía tantas cosas sobre él! ¡Yo creí que era quien mejor lo conocía! ¡Que él me diría todo! ¡No puedo perderlo!-

Lan Huan escuchó las palabras en medio del llanto de su cuñado y supo que sus sospechas eran correctas. Ahora tenían un rostro y silueta para encontrar.

-Ming-ge, A-Yao... ChengCheng es Jiang Cheng-

Pudo ver la sorpresa en el rostro de sus amigos y volvió a hablar con su cuñado que seguía llorando.

-Wei Ying, intenta calmarte ¿Qué pasó exactamente y por qué estás tan asustado?-

-... Hace unos días fue mi cumpleaños y con Lan Zhan fuimos a un pequeño viaje. Volvimos para el cumpleaños de A-Cheng. Yo quería volver antes porque con jiejie, le compramos unos regalos, pero el tren tuvo un fallo y nos llevó casi todo el día volver. Lan Zhan te lo dijo en un mensaje. Cuando llegamos a casa, nos encontramos con mis tíos y antes que pudiera hablar con A-Cheng, nos comenzaron a interrogar. Tuvimos que confesar nuestra relación y se lo tomaron bien. Con los nervios, olvidé lo del regalo. Me acordé después que me llamó jiejie y me dijo que no pudo ir a casa porque estuvo en el hospital y tendría que quedarse hasta el otro día. Ya eran más de la una de la madrugada, así que fui a la habitación de A-Cheng y no estaba. Supuse que se enojó porque pensó que olvidamos su cumpleaños-

-Tranquilo, no llores ¿Qué pasó después?-

-Después lo intenté llamar, pero no me contestó, así que creí que seguía molesto. A-Sang no fue a la universidad, así que supuse estaban juntos... Hoy cuando A-Sang me dijo que no lo había visto, corrimos con Lan Zhan a mi casa y estaban mis tíos en la sala discutiendo. Entre los gritos dijeron que la tía golpeó a A-Cheng y el tío lo insultó por varias cosas. Subimos a la habitación de A-Cheng y empezamos a buscar alguna pista de donde pudiera estar... ah... encontré su diario... Nunca me había atrevido a leerlo, pero hoy lo hice y descubrí que está yendo con una psiquiatra por problemas depresivos. Había una receta de medicamentos para dormir y la depresión, pero... pero en toda la habitación, no había ninguna pastilla...-

Las manos de Lan Huan temblaron y apretó los labios para evitar gritar. El miedo en su interior se hizo más grande, pero necesitaba mantener la calma.

Ya sabían donde debería estar y sabían a quien buscar.

-Dime... A ChengChe... ¿A Jiang Cheng le gusta ir a algún parque cuando está triste?-

-Creo... ¡Ah! ¡El parque XX tiene un pequeño lago con lotos cerca de la salida sur! ¡Si no está en casa o con A-Sang, debe estar ahí!-

Lan Huan les dijo a sus amigos la nueva información y los tres corrieron hacia el lago. Seguía al teléfono con su cuñado intentando calmarlo y calmarse a si mismo.

Cuando llegaron cerca, el más alto de los tres vio a alguien tirado en la orilla del lago, con las piernas en el agua, y se apresuraron para comprobar si era a quien buscaban.

ChengCheng estaba inconsciente, frío y con el rostro pálido.

___

Jiang Cheng se despertó y lo primero que notó, fue que estaba en un hospital con una intravenosa en su brazo derecho.

Suspiro derrotado y habló en apenas un susurro.

-Ni morir puedo hacerlo bien-

-¡Que bueno que no pudiste hacerlo! ¡No vuelvas a decir algo así!-

Miró hacía su lado izquierdo. Su hermano mayor estaba sentado en un banquito junto a la camilla. Su rostro ojeroso, estaba empapado por las lágrimas y temblaba. Por enojo tal vez. Jiang Cheng no podía saberlo.

Su hermano mayor le tomó la mano con las suyas temblorosas. Se inclinó un poco y las acercó a su frente. Parecía estar rezando.

-Por favor, ChengCheng... no vuelvas a hacer algo así-

-Lo sien...-

-Fui un mal hermano. No... no sabía que te sentías desplazado, yo... yo terminaré con Lan Zhan y pasaré todo mi tiempo contigo. Si eso no es suficiente, solo dime que debo hacer ¡Haré cualquier cosa! Solo... solo no vuelvas a hacerlo, por favor-

Jiang Cheng se sintió culpable al ver a su hermano así. No creyó que le importaría si él ya no estaba. A nadie le importaría si desaparece. Debería ser un alivio para las personas a su alrededor, pero ahora, al verlo así de desesperado, incluso queriendo renunciar a la persona que ama por él, piensa que tal vez, solo tal vez, a alguien sí le dolería perderlo.

-Wei Ying... lo siento, no lo volveré a hacer, no tienes que terminar con Lan Zhan-

-¡No! Yo... leí tu diario, perdón. Nunca quise hacerlo, lo juro, pero no te encontraba por ningún lado y no respondías tu celular, así que necesitaba pistas y... ahm ¿Por qué no me dijiste que vas con una psiquiatra? ¿O a jiejie? ¿No confías en nosotros?-

Jiang Cheng dio un largo suspiro. Lo de ir a un psiquiatra, se lo recomendó un profesor en su último año de preparatoria. Tuvo una crisis entre clases y terminó llorando en el gimnasio. Ahí lo encontró el profesor. Lo llevó a la enfermería y hablaron unas horas.

Jiang Cheng le dijo que lo haría, pero que por favor no les dijera a sus padres. Ellos no necesitaban otro motivo más para despreciarlo. El profesor le prometió guardar el secreto, pero a cambio, le debía informar cuando lo hiciera.

Desde ese día comenzó a buscar ayuda. Visitó a varios profesionales, pero no se sentía cómodo con ninguno. Hasta unos meses antes de entrar en la universidad.

Su psiquiatra era una mujer mayor. Su personalidad era directa, pero también dulce. Le dio medicamentos necesarios y le daba pequeñas tareas para ir paso a paso en su recuperación.

Estuvo bien un tiempo, pero cuando su hermano mayor comenzó a pasar todos los días junto a su nueva pareja, sintió un retroceso.

También estaban los problemas con sus padres. Al no querer decirles sobre la terapia, tuvo que buscar un trabajo de medio tiempo para pagar las consultas y además juntar dinero.

Ser despedido le causó otro retroceso.

Un día, cuando sentía llegar otra crisis inevitable, fue a un baño en la universidad. Uno alejado, que usaban pocas personas. Y encontró un papel con un mensaje interesante, un número celular y un dibujo del icono de Line.

Cuando llegó a su casa esa noche, decidió intentarlo.

Hablar con A-Huan (como se hacía llamar la persona dueña del número), fue muy bueno para él.

Podía hablar sobre todo lo que sentía y las cosas que le pasaban esos días. Le gustaban los consejos que A-Huan le daba y lo poco que compartían en común. Fueron momentos extraños de felicidad para él.

Pero el día de su cumpleaños, fue su detonador.

El golpe de su madre y la decepción de su padre, hicieron añicos todo su esfuerzo por mejorar.

No importaba cuanto lo intentara, no había nada para él.

Fue a su habitación y se sentó en el piso. En una esquina sin prender la luz. Abrazó sus piernas y quiso llorar, pero ya no podía hacerlo.

Era una sensación extraña.

Podía sentir su mejilla dolorida, pero más que tristeza, se sintió vacío. Al parecer, ya era hora de terminar con todo.

Cuando se levantó para prender la luz y buscar la caja donde guardaba sus pastillas, el celular cayó de su bolsillo.

Volvió a sentarse para tomarlo y desbloquearlo. Al ver en la pantalla el icono del Line, el vacío se hizo un poco más tenue.

Quiso contarle lo que sucedió a A-Huan... fue un error hacerlo.

Después que A-Huan le pidió encontrase, se dio cuenta que atrajo a su miseria a una buena persona. Se sintió aun peor... pero también, se sintió un poco contento al pensar que le importaba a alguien por quien sentía un cariño especial.

Decidió pensarlo un poco más, pero no en esa casa, necesitaba salir de aquel lugar.

Tomó el poco dinero que ya le quedaba, su celular, las tres cajas de pastillas que guardaba en su mesita de noche, y se fue sin rumbo fijo.

Pasó dos días vagando por la ciudad, lejos de los lugares donde podría encontrar alguna persona que lo conociera, pensando si aun le quedaban ganas de intentarlo.

Al tercer día decidió que no.

En aquella bella tarde, donde el cielo era cubierto por tenues tonos rojizos y anaranjados, fue al parque que le gustaba frecuentar, para sentarse en la orilla del lago cubierto de hermosos lotos de colores y nenúfares verdes.

El agua estaba fría, pero metió las piernas igual. Era un tranquilo y hermoso lugar.

Se tomó dos cajas y quiso disculparse con A-Huan por todo el tiempo que perdió hablando con él.

Fue lindo leer como aun se preocupaba por él, pero ya era tarde. No había vuelta atrás.

Antes de perder la conciencia, quiso, aunque sea una vez, saber como era el rostro de A-Huan, así podría llevar ese recuerdo a donde sea que vaya después de morir.

Pero ahora estaba aquí, en una cama de hospital, vivo, dolorido y con su hermano enojado al lado.

-No... no confío en ustedes... lo siento. Jiejie y tu, tienen cosas más importantes que hacer que preocuparse por mi-

-¡Nada es más importante que tu! ¡Perdón por hacer que te sientas así! Perdón, perdón, perdón, perdón...-

-Detente, por favor...-

Su hermano mayor levantó el rostro para mirarlo. Las lágrimas continuaban corriendo por sus mejillas ya rojas. Jiang Cheng le sonrió tenue.

-No es tu culpa. Yo soy el problema...-

-¡No eres un problema!-

-Déjame hablar... Wei Ying, eres mi hermano y te amo. También amo a jiejie y a mis padres... pero desde niños me he sentido así. No puedo soportar las expectativas de papá. No puedo soportar la ira de mamá. No puedo soportar la tristeza de ver a jiejie casándose y yéndose de la casa. Una casa que no puedes llamar hogar... una casa donde solo me quedaba la alegría de estar contigo...-

Soltó suavemente su mano del agarre de su hermano y le limpió las lágrimas sin éxito. Solo seguían saliendo sin control y podía ver sus labios temblando.

-Yo no quiero que renuncies a Lan Zhan. Yo no quiero que estés conmigo por obligación o miedo a que vuelva a intentar algo, yo... yo solo quiero... dame un día, o solo unas horas que te sobren en la semana. Toca la flauta para mi. Hace mucho que no lo haces... yo creo que estaré bien con eso-

Su hermano mayor se levantó y lo abrazó fuerte sin dañarlo. Ahogaba el llanto y palabras que no podía entender, entre su cuello y hombro. Jiang Cheng le acariciaba el cabello con su mano libre mientras cerraba los ojos.

Era agradable poder decir al fin lo que sentía. Su mente no creía que su hermano lo haría, era seguro que al salir olvidaría su petición, pero su corazón quería creer que era, aunque sea un poco, importante para él.

Ojalá ese momento durara más tiempo, pero el novio de su hermano entró minutos después junto a un doctor y unas enfermeras para revisarlo.

Su hermano no quería soltarlo, pero cedió porque era necesario revisar si la intoxicación dañó alguna de sus habilidades motoras o su cerebro.

Le hicieron varias pruebas y decidieron que aparte del dolor, estaba bien por ahora.

Cuando los médicos se fueron, su hermano ya se había calmado y volvió a sentarse en el banquito. Su novio acercó otro para sentarse a su lado. Le dijeron que estuvo inconsciente por cinco días desde que lo encontraron. También le dijeron que el hermano mayor de su amigo más cercano, lo obligó a vomitar evitando que la mayoría de las pastillas hicieran efecto.

Un lavado de estómago fue necesario para sacarlas todas.

Sus padres llegaron unas horas después. Estaban agitados como si hubieran corrido. Su madre entró rápidamente y lo abrazó mientras lloraba. Ambos hermanos se miraron sorprendidos por verla así.

Su padre se acercó detrás de ella. Sus ojos estaban húmedos y su rostro serio. Jiang Cheng creyó que le diría alguna frase fría, mostrando su decepción por lo que hizo, pero para su asombro, se inclinó un poco pidiendo perdón.

Su madre lo siguió mientras lo apretaba más fuerte entre sus brazos.

Jiang Cheng miró a su hermano y cuñado buscando algún tipo de ayuda ¡¿Qué tenía que hacer en esta situación?! Pero ellos estaban igual de asombrados que él, así que no fueron muy útiles.

Su madre lo soltó después de un rato y se paró junto a su esposo. Ambos le volvieron a pedir disculpas y le dijeron que hablaron con su psiquiatra para conocer su situación. Ella solo les dio el diagnóstico de su depresión. También les dijo que nunca era tarde para cambiar y les aconsejó ir a terapia, juntos y separados, así que buscarían profesionales para eso.

También le pidieron disculpas a su hermano mayor por todos los malos ratos que le hicieron pasar.

Para Jiang Cheng, toda esa situación era irreal. Estaba seguro que sí murió y ahora solo estaba en un limbo extraño, soñando con todo lo que deseaba.

Cuando sus padres se fueron y entró el esposo de su hermana, supo que era la realidad ¡Nunca desearía ver a ese pavo real!

-Yanli no pudo venir. Ha estado saliendo y entrando del hospital porque se siente débil. Con la noticia de tu casi muerte, tuvieron que ingresarla esta vez de urgencia. Ya está estable, pero en su condición es mejor tenerla en observación-

-¿Qué condición? ¿Jiejie está enferma?-

El esposo de su hermana suspiró al ver la preocupación en el rostro de ambos hermanos. Sacó de su bolsa unos papeles y se los entregó a Jiang Cheng que ahora estaba sentado en la cama, recargado sobre las almohadas.

-Ella te mandó una razón para vivir, así que no vuelvas a intentar desaparecer-

Jiang Cheng leyó el papel y volvió a sorprenderse. Su hermano mayor miró a su lado y lo abrazó otra vez.

-¡A-Cheng! ¡Seremos tíos!-

Sí, definitivamente murió y estaba en alguna extraña realidad.

___

-Permiso ¿Puedo pasar?-

Ya habían pasado tres días desde que despertó en el hospital y no lo dejaban ni un momento solo. Estaba jugando Go contra su cuñado cuando la suave voz fuera de la habitación le quitó la concentración.

Su cuñado respondió con un "Mmm..." igual de suave, y Jiang Cheng pudo ver a Lan Huan, el ídolo de la universidad y hermano mayor de su cuñado, entrar con un ramo de flores en distintos tonos morados.

Los ojos claros lo miraron tiernos y Jiang Cheng se sintió extraño.

-Supe que mañana te dan el alta, así que vine de visita. Estas flores son para ti-

-... Gracias-

Su cuñado se puso de pie y recogió el tablero con las fichas mientras Jiang Cheng recibía el ramo. Lan Huan se sentó en el banquito recién desocupado.

Su cuñado cerro la puerta después de salir de la habitación para dejarlos solos.

-Lo siento por no venir antes de visita, pero tuve un trabajo difícil en la universidad. Era una nota importante, así que lo hice lo más rápido que pude para poder tener tiempo-

-... No tienes que disculparte. Yo te pido disculpas por todos los problemas que te causé-

Su hermano mayor le contó que fueron Lan Huan y sus dos mejores amigos quienes lo encontraron. Cuando su cuñado lo llamó para pedirle ayuda, andaban en el parque a esa misma hora, así que ellos fueron los culpables de que aun siga vivo.

¡Ellos lo salvaron! ¡Salvaron!

-No me causaste problemas. Mucho miedo sí, pero problemas no-

La sonrisa tenue y divertida que Lan Huan le mostró, le dio sentimientos extraños. Una mezcla entre ternura y molestia. Como cuando te dan ganas de apretar algo suave hasta romperlo.

Extraño. Extraño.

Lan Huan lo volvió a mirar tiernamente y sacó dos celulares de su chaqueta. Le pasó uno y Jiang Cheng se dio cuenta que era el suyo.

-Lo siento. Estaba en el pasto cuando te encontramos, así que lo tomé para que no se perdiera. Quería entregártelo personalmente-

-Muchas gracias-

Miró la pantalla prendida y la desbloqueó. Habían muchas llamadas perdidas de su familia y de A-Huan.

Abrió Line rápidamente. El chat que compartía con A-Huan, no tenía mensajes nuevos.

Se preguntaba si ya lo había olvidado después de tantos días. Sería lo mejor. No quiere molestarlo más.

Suspiró triste y de pronto, llegó un mensaje inesperado. Sus ojos oscuros brillaron sorprendidos.

"Que bueno que te encontré a tiempo, ChengCheng"

Jiang Cheng no sabía a que se refería A-Huan con eso, así que se apresuró a responder.

"¿Qué quieres decir?"

"También me sorprende que seas mentiroso"

"... Yo no miento"

"Lo haces. Me dijiste que tu rostro es promedio, que nadie se detendría a mirarte"

"Lo es. No es mentira"

"... Yo te podría mirar por siempre"

Los ojos oscuros se abrieron sorprendidos y miró hacia la otra persona en esa habitación.

Los ojos claros lo vieron alegres y Lan Huan le mostró la pantalla de su celular.

-A-Huan... ¿Lan Huan?-

-Hola ChengCheng. Es bueno conocerte al fin-

Jiang Cheng quiso morir otra vez, en ese mismo segundo.

Chapter Text

 –¿Me amas?-

–…-

–O… ¿Alguna vez me amaste?-

–…-

–Si alguna vez lo hiciste, solo tienes que decirlo y me quedaré-

–…-

–Yo me quedaré si lo dices… Jiang Wanyin…-

___

Wei Wuxian estaba sentado en medio de la sala del Jinshi. Su bello rostro mostraba preocupación mientras miraba a su esposo que caminaba serio de un lado a otro.

Ya llevaba un largo rato así.

Iba hacia el dormitorio, después a la sala, después volvía al dormitorio, y después caminaba hacia la entrada. A veces se detenía frente a Wei Ying y abría la boca para hablar, pero ninguna palabra salía de ella. Solo juntaba los labios y volvía a su recorrido.

Wei Wuxian esperaba con paciencia a que su esposo dijera de una vez aquello que no se atrevía. Normalmente, estaría sobre Lan Zhan bromeando y picándolo para que hablara, pero su instinto le decía que sería una conversación muy seria.

Claro, cuando su esposo se dignara a iniciarla.

No sabía cuanto tiempo pasó, pero Lan Zhan dio un gran suspiro cuando regresaba de una de sus idas al cuarto. Los ojos dorados lo miraron vacilantes, pero decidió sentarse a su lado y tomar la mano mas cercana de Wei Ying mientras bajaba la mirada al piso.

Pasaron unos segundos antes que pudiera escuchar sus pensamientos.

–Hoy es el primer día de primavera-

Wei Wuxian acarició con el pulgar, el dorso de la mano mas grande que la suya, mientras recargaba la barbilla en su otra mano y sus ojos plateados miraban la ventana frente a ellos.

–Sí… ¿Eso es importante?

–Mi alfa está inquieto-

Wei Ying pasó unos segundos intentando adivinar que tenía que ver el alfa de su esposo con el inicio de la nueva estación.

Claro, primavera es aire tibio y flores adornando el paisaje. Muchos animales elegían este tiempo para aparearse y dejar descendencia, pero el calor de Lan Zhan era (a diferencia de aquellos animales) a finales del otoño, así que no entendía que tenía que ver con…

Wei Ying apretó la mano de su esposo mientras se ponía derecho y lo miraba sorprendido.

–Mi alfa está inquieto porque hoy es el primer día de primavera-

Wei Wuxian tragó saliva. Él lo entendió.

Lan Zhan tenía su calor durante finales de otoño, pero había otra persona que ambos conocían muy bien, que cada año sin retraso, desde el primer día que se presentó con su género secundario, empezaba su celo el primer día de primavera y duraba exactamente tres días antes de disiparse.

El omega que el alfa de Lan Wangji decidió era suyo.

El líder de la secta Yunmeng Jiang: Jiang Cheng.

Cuando decidieron que querían compartir sus vidas juntos, Lan Zhan no le quiso guardar un secreto tan importante, así que le contó todo sobre su relación con el líder Jiang.

Cinco años después de la muerte de Yiling Laozu, una noche a finales de invierno, el alfa de Lan Wangji saboreó el olor de los lotos confitados con miel y especias en el aire mientras visitaba la región de Yunmeng.

Su alfa siempre se había sentido atraído por el dulce y picante aroma que desprendía aquel orgulloso omega, pero el amor de Lan Zhan por Wei Wuxian nunca le permitió dejarse llevar por el.

Pero aquella noche no pudo contenerlo.

No supo como, pero terminaron encerrados por tres días en las habitaciones privadas de Jiang Wanyin en Muelle del Loto. Después del calor, cuando ya podían pensar, se dieron cuenta que sus bestias interiores se eligieron mutuamente, así que hicieron el trato de pasar los celos y calores juntos.

No hubo marca ni amor entre ellos.

No necesitaban amor entre ellos.

Solo eran su alfa y omega liberando los instintos juntos.

Estuvieron bien por los siguientes años, pero el trato terminó cuando Wei Ying volvió de la muerte.

De eso ya habían pasado una primavera y dos otoños.

Wei Wuxian ahora entendió la razón de por qué el año anterior, su esposo había decidido recluirse sin él en estas mismas fechas. Seguramente su alfa estuvo descontrolado al no poder ir junto a su omega para protegerlo en el momento más vulnerable.

–Yo… nunca te seré infiel y el año pasado no fue tan malo, podía controlarlo. Incluso mi calor pude soportarlo meditando, pero desde hace poco más de una semana, ha estado llorando, rasguñando y pateando en mi interior. Hoy es aun peor. Siento que si sigue así, me dará una desviación de Qi-

Lan Zhan subió la mirada para ver a Wei Ying. Había culpa y tristeza en aquellos ojos de iris dorados.

Wei Wuxian puso dos dedos de su mano libre en la muñeca delgada cercana a él. El pulso que sintió mostraba peligrosos signos de energía descontrolada.

¿Qué debería hacer?

Pensó en como controlar la energía. Tal vez unas hierbas supresoras aun mas fuerte que las que conoce, hechizos calmantes o mantenerlo dormido estos días podrían servir, pero entre sus varias posibles ideas, vino a su mente aquel que fue su hermano en su anterior vida.

El alfa de su esposo estaba descontrolado, pero… ¿El omega de Jiang Cheng no estará peor?

Wei Ying siendo un beta en ambas vidas, no pudo sentir lo mismo que ellos, pero cuando era un adolescente, vio una vez a su hermano llorar y acurrucarse entre mantas perfumadas con el aroma neutro de él y Jiang Yanli, mientras su ropa se empapaba entre sudor y fluidos.

Fue una imagen tan lamentable que solo quería entrar a la habitación donde yacía aislado. Quería abrazarlo y protegerlo de todo.

Pero Jiang Fengmian lo alejó del lugar antes de que la puerta se cerrara en sus narices.

Al recordar aquella vista, la preocupación se convirtió en miedo.

Un omega en celo sin un alfa es vulnerable, pero si tiene alfa y se siente abandonado se sentirá desesperado.

No. Wei Ying no podría soportar que Jiang Cheng pasara por algo así.

Se levantó abruptamente aun sosteniendo la mano de su esposo que lo miraba con miedo y esperanza. Lo jaló para que se pusiera de pie también.

–¡Vamos, vamos! ¡Necesitamos llegar a Muelle del Loto pronto!-

Lan Zhan se dejó jalar para levantarse y después salir juntos de Descanso de las nubes.

Sería un viaje en espada de más de un día.

___

Cuando llegaron a la entrada cerrada de Muelle del loto, el cielo ya estaba cubierto por miles de brillantes estrellas.

El viaje efectivamente les tomó mas de un día aunque Bichen fue al máximo de su velocidad.

Lan Wangji junto a Wei Ying, pidieron ver con urgencia al líder de la secta Jiang, pero los discípulos que salieron a recibirlos les informaron que su líder no estaba aceptando reuniones hasta dentro de una semana.

Lan Zhan notó las miradas molestas que aquellos discípulos le dirigieron. Aunque fueron educados en sus palabras, los ojos furiosos y frases tajantes le dejaron en claro que no era bienvenido en aquel lugar que visitó dos veces al año por tanto tiempo.

Wei Wuxian insistió a pesar de las negativas. Ellos sabían la razón por la que Jiang Wanyin no recibiría a nadie y por qué los discípulos eran tan protectores, pero también sabían que si no se encontraban con él, podría sufrir una desviación de Qi o su salud decaería enormemente.

Ya llevaba dos días de celo sin su alfa.

Ya llevaba dos días sufriendo mental y físicamente.

Lan Wangji podía sentir como su alfa se desesperaba aún más por tener a su omega tan cerca y no poder apresarlo en sus brazos.

Su respiración se aceleró y empezó a sudar frío. Su voz tembló levemente cuando habló.

–Traigan a Yu Ziyou para explicar la situación-

–No hace falta, ya estoy aquí-

Ambos esposos vieron a un guapo hombre vestido de morado. Ojos negros afilados delineados con pintura roja en la parte de abajo, posaron su mirada en Wei Ying unos segundos antes de mirar directo a los iris dorados del Lan.

Lan Wangji pensó que si las miradas pudieran matar, el discípulo principal de Yunmeng Jiang lo hubiera destrozado de diez maneras distintas en este momento.

–Saludos a Hanguang-Jun y al joven maestro Wei. El líder Jiang dijo que si de casualidad llegaban a venir en estos días, los mandara educadamente por donde mismo vinieron, pero a riesgo de recibir un fuerte castigo… por favor, síganme dentro-

Yu Ziyou se dio la vuelta e hizo un movimiento con su mano a los discípulos que cuidaban la entrada para que les dieran espacio y abrieran más las puertas.

___

Mientras caminaban por los muelles de madera, el paisaje oscuro era iluminado por bellas linternas pintadas colocadas en lugares altos.

Los lagos estaban calmados y las flores dormidas. Solo los animales nocturnos daban vida al lugar emitiendo sonidos bajos.

Lan Wangji conocía perfectamente el camino solitario dictado por el discípulo principal de Yunmeng Jiang.

Su alfa gruñía cada vez más fuerte mientras se acercaban paso a paso. Instintivamente, agarró la mano de su esposo para apretarla siendo correspondido con un apretón comprensivo del extrañamente silencioso Wei Ying.

Se detuvieron frente a una conocida puerta de fina madera tallada con el logo de la secta. Dos discípulos fornidos la custodiaban sentados frente a ella.

Yu Ziyou mandó a los discípulos a buscar comida para su líder. Ambos se miraron unos segundos antes de levantarse, hacer una reverencia e ir a buscar lo que su superior les pidió.

Si el segundo jade de Gusu no estuviera usando todo su control para evitar que su alfa saltara y rompiera la puerta, hubiera notado la mirada de odio que ambos discípulos le dieron antes de irse.

Yu Ziyou acarició la madera con la yema de sus largos dedos antes de apretar los labios y darse vuelta para mirar al par de esposos tras él.

–El líder Jiang está aquí encerrado. Nadie, aunque sean betas, puede entrar. Solo yo puedo. Se por qué vinieron y quiero decirles que si no fuera tan grave, nunca permitiría que se acercaran a esta habitación-

–¿Cómo está Jiang Cheng?-

–Tengo miedo que sufra una desviación de Qi. El año pasado no fue tan malo, pero su energía se desgastó bastante. Estuvo unos meses recuperándose y se acabó, pero este año… bueno, lo sabrán cuando abra la puerta-

El alfa de Lan Wangji vibró mientras la puerta se abrió lentamente.

Pudo ver por el rabillo del ojo, como el discípulo principal de Yunmeng Jiang se tapaba la nariz y boca con una tela gruesa. Se preguntó vagamente el por qué de esta acción, pero al segundo tuvo la respuesta.

El familiar aroma de los lotos confitados con miel y especias, inundó sus fosas nasales y bajó directo a su garganta.

Su boca se volvió agua.

“Mi omega…”

Las luces estaban apagadas, así que entró rápidamente siguiendo el espeso olor de omega en celo. Cuando llegó a la gran cama que conocía perfectamente, de entre las cobijas delgadas, emergió un hombre de piel clara.

“Mi omega…”

El líder de la secta Yunmeng Jiang, solo vestía una delgada túnica interior lila que se deslizaba por su firme cuerpo. Su cabello largo y negro, caía en cascada por su espalda cubierta de sudor. Se puso de pie lentamente. El brillo de los astros en el cielo que entraba por las ventanas que Yu Ziyou abrió en algún momento después que entraron, iluminaba su suave piel clara  .

Los ojos dorados lo recorrieron depredadores.

El deseo del omega se mostraba entre los muslos húmedos y el gran miembro erguido. Los ojos oscuros desenfocados por el calor, lo miraron unos segundos antes que las palabras salieran de aquellos labios delgados.

–Alfa… viniste…-

–Lo hice… estoy aquí…-

___

Wei Ying tragó saliva mientras miraba la escena frente a él.

Nunca, en sus dos vidas, pensó que alguna vez vería de esta manera al que fue su hermano.

El omega estaba en total control mientras el alfa de Lan Zhan salía para tomar posesión de su cuerpo.

Se quedó quieto mirando sin saber que hacer.

–Creí… creí que ya nunca vendrías…-

–Eres mi omega, tengo que protegerte-

Pequeñas lágrimas salieron de aquellos hermosos ojos oscuros mientras los largos brazos se enroscaban en el cuello del alfa. Las grandes manos del alfa se deslizaron por la delgada cintura del omega levemente escondida por la tunica.

Wei Wuxian volvió a tragar saliva.

–¡Me abandonaste el año anterior! ¡Nos dejaste sufrir solos!-

–Lo siento, perdóname, nunca lo volveré a hacer-

–¡No te creo! ¡No te creo!-

–Lo siento, lo siento, por favor perdóname-

Ambos se abrazaron más fuertes mientras las lagrimas se deslizaban por el bello rostro sonrojado.

Wei Ying no se atrevía ni a respirar. Cuando entró, aunque era un beta, pudo sentir el intenso aroma del celo de Jiang Cheng. Era un rico olor que le recordó a su vida anterior.

El olor de cobijas tibias y comida picante.

De atardeceres cálidos y perezosos amaneceres.

Del perfume que solo vivía en su memoria.

Mientras divagaba en sus recuerdos, sintió una mirada salvaje sobre él. Los ojos oscuros húmedos lo miraban directamente y entre la tenue luz, pudo ver como se abrieron sorprendidos.

Jiang Cheng se alejó inmediatamente del alfa y cerró su túnica con ambas manos. Al parecer, recuperó su conciencia al encontrarse con la mirada plateada.

–¡¿Qué demonios hacen aquí?! ¡¿Cómo entraron?! ¡¿No di la orden de que nadie extraño podía entrar esta semana a Muelle de loto?! ¡¡Especialmente ellos!!-

–Le pido perdón al líder Jiang, pero su salud…-

–¡Ya te dije que estaré bien! ¡Solo tengo que pasar estos días y buscaré a alguien mas el próximo año!-

–¿Alguien más?-

La pregunta hecha por una ronca y autoritaria voz, detuvo la conversación de inmediato y un escalofrío recorrió la columna de las otras tres personas en la habitación.

El alfa se volvió a acercar a Jiang Cheng y, suavemente, puso la mano en su clavícula para deslizarla por el largo cuello hasta llegar a la barbilla que presionó entre sus dedos.

Los ojos dorados brillaron peligrosamente y las piernas de Jiang Cheng temblaron.

La humedad entre sus muslos, se hizo más viscosa cuando mas fluido se deslizó entre ellos.

Su omega volvió a tomar el control.

–A… alfa…-

–¿Buscar a alguien mas? ¿En serio? ¿No sabes que eres mío? ¿Debo recordártelo?

–Nos abandonaste… nosotros…-

Un beso caliente y sin delicadeza detuvo la continuación de esa frase.

Wei Wuxian pudo ver como su esposo, sostuvo el rostro del omega con una mano y lo devoró con su boca sin dudar. La otra mano, se fue al trasero firme cubierto por la túnica abierta para levantarlo del piso y obligarlo a poner sus piernas alrededor de su cintura.

Rápidamente se acercaron a la cama y cayeron enredados entre sabanas desordenadas.

Las mejillas de Wei Wuxian se ruborizaron mientras escuchaba entre gemidos el cántico de “Alfa, alfa” y veía como su esposo abría su ropa con desesperación.

En un instante, el alfa detuvo sus movimientos y tapó con sus manos, las orejas sonrojadas del hombre bajo su cuerpo. Habló sin voltear.

–Lo siento beta. Se que este es el cuerpo de tu esposo, pero no puedo dejar sufrir a mi omega. Solo espera afuera a que esto termine y te devolveré a Wangji-

Wei Wuxian solo dio una suave afirmación y se dirigió a la salida.

Antes que pudiera pasar el umbral, un ahogado gemido y el sonido acuoso que llegó a sus oídos, le hizo querer detenerse. No sabía por qué, pero no quería dejar la habitación donde la cama crujía rítmicamente.

Quería mirar más.

Pasó el umbral y Yu Ziyou cerró la puerta tras él.

Los discípulos volvieron unos pocos minutos después trayendo comida para mas de una persona. Yu Ziyou entró rápidamente para dejar la comida en la entrada y volvió a cerrar mientras daba instrucciones a los dos discípulos.

Le pidió a Wei Ying que lo siguiera a una habitación vacía un poco alejada, pero dentro del pabellón familiar para que estuviera cómodo. Después de decirle que si necesitaba algo podía pedírselo a él o salir del pabellón familiar y buscar algún discípulo o sirviente, se fue dejándolo solo.

Wei Wuxian se sentó en la cama. Su piel vibraba gracias al calor que inundaba su cuerpo.

Subió la manga de su túnica y olfateó el débil aroma combinado de Jiang Cheng y Lan Zhan que quedó prendado en ella.

Llevó dos dedos a su boca para lamerlos y chuparlos mientras se recostaba de lado en la cama.

Sería una noche muy larga para él y para las dos personas encerradas juntas.

Al segundo medio día desde su llegada a Muelle del loto, Lan Wangji apareció frente a un Wei Ying recién levantado.

Su porte elegante y su ropa limpia estaban igual que siempre, pero su cuerpo se envolvía en el dulce aroma que Wei Wuxian había estado saboreando desde hace dos noches.

Se fueron hacia Descanso de las nubes después de almorzar.

Jiang Cheng no se apareció ante ellos.

___

A finales del verano del siguiente año, Lan Wangji y Wei Wuxian se encontraban otra vez en Muelle del loto, en el pabellón familiar de la secta Yunmeng Jiang, frente a la exquisita puerta de madera con el logo del loto de nueve hojas.

Habían recibido una carta de puño y letra del líder Jiang pidiéndoles su presencia lo más pronto posible, y ellos se apresuraron en llegar apenas la leyeron.

El año anterior a principios de primavera, cuando volvieron a Descanso de las nubes, Lan Wangji le contó a su esposo como Jiang Wanyin lo corrió de su cama y habitación apenas terminó su celo y su omega se durmió.

Le gritó que no volviera nunca más en su vida o le cortaría las piernas (y el pene) cuando lo tuviera en frente.

Pero Lan Wangji calmadamente salió de la cama, se bañó, se vistió, le prometió que volvería a finales de otoño y les dijo a los discípulos que estaban afuera que cambiaran el agua para que su líder se bañara porque ya estaba fría. Después fue a encontrarse con su esposo.

En aquellos meses que pasaron, la pareja tuvo muchas conversaciones sobre lo sucedido en primavera y lo que pasaría en otoño.

Lan Zhan descubrió que a Wei Ying le gustaba mucho el olor que quedó en su cuerpo después del celo de Jiang Wanyin.

Cuando se enredaban en la cama, su esposo lo olía buscando los cada vez mas débiles aromas en su piel, y se frustraba un poco por como se iba desvaneciendo.

Lan Wangji no amaba a Jiang Wanyin, solo era su alfa aferrado al omega del líder de secta. Todo su amor y devoción eran para Wei Ying, pero algunas noches (cuando su esposo dormía a su lado), se preguntó cómo sería si otro cuerpo estuviera entre ellos.

Un cuerpo con cintura delgada, hombros anchos, piel tibia. De piernas largas y fuertes que podrían apretar las caderas estrechas de Wei Ying mientras se balanceaba rítmicamente sobre ellas.

Un cuerpo con dedos delgados que se aferrarían a la espalda de su esposo y rasguñarían dejando marcas rojas que desaparecerían en unos días.

Un cuerpo con rostro de facciones bonitas, ojos oscuros y labios delgados por donde saldría una voz ronca en éxtasis cantando “A-Xian, A-Xian”.

Un cuerpo que podrían abrazar ambos.

El sonido de la puerta abriéndose y el saludo respetuoso de Yu Ziyou, lo sacaron de sus divagaciones. Al entrar a la habitación, pudo ver al líder de la secta Yunmeng Jiang sentado en la cama con una túnica blanca delgada y otra morada más gruesa sobre sus hombros. Su cabello estaba recogido en una trenza ancha sobre su hombro derecho, se veía un poco pálido. Las sabanas lo tapaban hasta las caderas.

Yu Ziyou se paró a un lado de la cama y la pareja se acercó un poco preocupada.

–Jiang Cheng ¿Estás bien?-

–Lamento llamarlos e interrumpir sus actividades, pero mi omega necesita hablar con tu alfa, Hanguang-Jun-

Lan Wangji se sintió un poco herido al ser llamado por su titulo. Sabía que era la forma en que Jiang Wanyin quería mostrar distancia con él y eso provocó un extraño sentimiento en su corazón, pero asintió de todas formas y dejó libre a su alfa.

El alfa se acercó rápidamente a la cama y se sentó en la orilla para tomar las manos del líder Jiang quien cerró los ojos para liberar por completo a su omega.

Cuando levantó los parpados, la angustia en ellos apuñaló su corazón.

–Lo siento, lo siento. Yo… fue mi culpa. Perdóname-

–Tranquilo, tranquilo omega. Primero dime que pasó ¿Por qué tu y Wanyin se ven enfermos?-

La mirada húmeda se posó en Wei Ying un momento y bajó la cabeza antes de volver a mirar los iris dorados.

El alfa acarició su mejilla suavemente.

–Yo… cuando volvíamos de la ciudad después de comprar unos dulces, A-Cheng estaba muy feliz acariciando nuestro vientre y me dejé llevar por sus sentimientos. Dejé salir un poco de nuestro aroma y eso atrajo un demonio acuático poderoso… A-Cheng hizo todo lo posible para enfrentarlo mientras lo protegía, pero en un descuido ¡Una garra atravesó nuestro abdomen! A-Cheng lanzó una bengala para que vinieran a ayudarnos, pero estaba muy herido y… uhm… al final pudo derrotarlo, pero ya era tarde. Los sanadores no pudieron hacer nada, lo perdimos…-

El alfa detuvo las caricias y su cuerpo se llenó de pavor.

Miró aquellos ojos oscuros llenos de lágrimas y su cuerpo tembló.

–¿Herida? ¿Perder? ¿A quien?-

–Nosotros…Nuestro cachorro… Por mi culpa perdimos a nuestro cachorro. Perdón. Soy… soy un omega inservible-

–No lo eres, no lo eres. Po… ¿Por qué no me dijiste que estaban embarazados apenas lo supieron?-

–Esta… esta era la tercera vez que quedábamos embarazados, pero las dos veces anteriores no prosperaron y los perdimos antes de los tres meses. Esta vez estábamos bien. Nuestro cachorro crecía bien. Ya llevábamos bien mas de cinco meses y yo te quería decir, pero A-Cheng tenía miedo que A-Zhan nos dijera que nos deshiciéramos de nuestro cachorro-

–Wangji nunca…-

–¡No confiamos en A-Zhan! ¡Él nos abandonó tan fácil! ¡Te alejó de mí! Pero, pero eso ya no importa… Quería hablar contigo por última vez, alfa. Hablar, pedirte perdón y verte por última vez-

Los ojos dorados se mostraban contrariados y la sonrisa triste en el hermoso rostro frente a él, dañó su corazón profundamente.

–¿Qué… qué quieres decir?-

El omega se separó un poco, movió hacia atrás su trenza y se quitó la túnica morada sobre sus hombros. Su hombro y cuello del lado derecho estaban cubiertos por anchas vendas blancas.

Acarició las vendas con los dedos sin dejar de mirar al Lan. Las lágrimas dejaron de brotar.

–El demonio que atraje era un alfa. Cuando A-Cheng quedó herido en el piso, intentó marcarnos y no pudimos defendernos… Tú nunca nos marcaste. Nunca quisiste…-

–¡Yo quería marcarte! ¡Fue Wangji quien habló con Wanyin sobre eso y él se negó!

–¡Claro que se negaría! ¡A-Zhan no nos quiere!-

–Wangji los…-

Sus palabras fueron interrumpidas por dos dedos delgados sobre sus labios. El alfa podía ver como aquella mirada oscura le suplicaba no continuar la frase, y él le hizo caso.

Tomó los dedos con una de sus manos y acercó la mejilla a ellos.

Cerró los ojos mientras seguía escuchando.

–Cuando nos mordió, su boca era muy grande para marcarnos, así que nos quitó la glándula olfativa completa y un gran trozo del hombro… Aquel demonio no solo nos quitó nuestro cachorro, también la posibilidad de vincularnos contigo, alfa-

–No me importa no poder marcarte nunca. Yo se que eres mío igual como tu sabes que yo soy tuyo. También podemos intentar tener otro cachorro. En algún momento debería…-

–Los sanadores tuvieron que quitarle el útero a A-Cheng para poder salvarlo. El demonio no solo lo dañó, también lo maldijo para destruir a nuestro cachorro por completo… y la maldición no solo afectó al cachorro, también a mí-

Las lágrimas comenzaron a mojar los dedos en la suave mejilla de jade. El alfa se abalanzó hacia delante para abrazar con cuidado al omega quien le devolvió el abrazo con la misma delicadeza.

–Perdóname…-

–No me dejes, por favor-

–Yo siempre te he amado, alfa. Perdón por ser un mal omega-

–Eres el mejor omega. Mi omega. Mí amado omega... No te vayas sin mí, por favor-

–No quiero dejarte. Quiero estar siempre junto a ti-

Pasaron unos segundos antes que las personas sobre la cama se separaran.

Lan Wangji se puso de pie lentamente y caminó para ponerse al lado de su esposo quien lo miraba con los ojos rojos en las orillas.

Pudo escuchar la voz ronca del líder Jiang antes de voltear para mirarlo ponerse la túnica morada otra vez sobre sus hombros.

–Gracias por venir hoy Hanguang-Jun. Como puedes ver, ya no es necesario que vengas en otoño ni en primavera. Eres libre para…-

–Jiang Wanyi…¿Alguna vez tu…?-

–Vuelvo a pedir disculpas por hacerlos venir cuando están tan ocupados. Yu Ziyou los acompañará fuera-

Al ser interrumpido por Jiang Wanyin, la pareja se quedó en silencio y salió sin discutir. El discípulo principal los llevó hasta la entrada de Muelle del loto para despedirlos educadamente.

Buscaron un bote para rentar porque Lan Wangji no creía tener fuerzas para montar a Bichen y, cuando estuvieron sentados cómodamente, sangre escurrió por la comisura de la boca del Lan que cayó inconsciente sobre Wei Ying.

Wei Wuxian se asustó primero, pero cuando tomó el pulso de su esposo, entendió la situación y solo lo abrazó fuertemente esperando su pronto despertar.

El omega de Jiang Wanyin, no fue el único que desapareció por la maldición.

___

–Sí, te amo…-

–…-

–Te he amado todos estos años...

–…-

–Por favor, quédate conmigo. No me abandones tu también-

–Líder Jiang… eso tenía que decirlo antes que Hanguang-Jun se fuera de Muelle del loto. Justo después que se lo preguntara-

–… No, así está bien. Él nunca lo tiene que escuchar, así que guarda el secreto Yu Ziyou-

–… Como usted diga, líder Jiang-

Chapter Text

Dentro de una ordenada y tenuemente iluminada habitación, ubicada en un tranquilo rincón de Descanso de las nubes, los suaves sonidos de respiraciones jadeantes eran demasiado bajos para poder salir de las paredes blancas.

El estricto toque de queda había comenzado hace varias horas, y para el hombre de rodilllas frente a su cama, era una lástima no poder prender más que las dos velas puestas a una distancia prudente para evitar algún accidente.

Un jadeo un poco más fuerte, lo hizo mirar hacia arriba.

El rostro ruborizado del hombre sentado en la cama, era tan hermoso incluso entre sombras y luces parpadeantes.

–“Tan lindo”- pensó el hombre de rodillas mientras volvía a su tarea de besar la delicada piel en el interior de los fuertes muslos que lo atrapaban en medio.

Las rodillas sobre sus hombros, los talones cruzados en su espalda. Las largas y fuertes piernas que podrían romper cráneos si quisieran, lo mantenían enjaulado y él estaba más que dichoso en esta situación.

–Qi…Qiren…- la varonil voz diciendo su nombre, era como seda en sus oídos –Deja de jugar y chúpame pronto-

El hombre de rodillas sonrió tenuemente antes de obedecer.

Al poner el largo y grueso miembro caliente en su húmeda boca, recorrió el cuerpo juvenil frente a él.

Piel levemente tostada seguramente por el sol. Músculos flexibles en un torso marcado de vientre plano y una cintura pequeña que puede abrazar con facilidad. Arriba, los pectorales llenos adornados con dos tetillas duras y rojas por todo el tiempo que pasó chupándolas y mordiéndolas.

El largo cuello de cisne, estaba manchado con marcas de amor de las cuales se sentía orgulloso.

Eran sus marcas.

Nadie más podía poner su boca ahí ni en ningún lugar de aquel delineado y fuerte cuerpo escondido la mayoría del tiempo con varias capas de túnicas moradas, negras, blanca o lilas.

Una succión particularmente profunda, hizo que los jadeos se convirtieran en gemidos ahogados.

La mirada almendrada observó con detenimiento el hermoso rostro sombreado.

Nadie en el mundo del cultivo, podría siquiera imaginar la lasciva expresión que el poderoso y serio líder de Yunmeng Jiang, podía hacer mientras su pene era lamido y chupado con vigor.

Ese espectáculo era reservado solo para él.

La saliva escurrió por el falo hinchado mientras se perdía en la cavidad bucal del hombre mayor, quien decidió atrapar con sus dedos índice y medio el líquido transparente para mojar su camino hacia el agujero que esperaba atención ansioso.

Chupó suave una vez antes de sacar el miembro de su boca y le dio un beso en la punta antes de hablar –Te prepararé, Wanyin-

–Hazlo- la orden fue dicha en un profundo suspiro. El hombre mayor sonrió tenuemente y volvió a su labor de antes mientras acariciaba el borde del rosado agujero.

No lo diría, pero le gustaba el contraste entre las palabras autoritarias que usaba el más joven, mientras entregaba su cuerpo completamente.

–“El mas lindo”- pensó el mayor mientras introducía el dedo medio en la pequeña entrada mojada con saliva. El siseó que le siguió a la intrusión, le dio a entender que aun estaba muy seco si quería meter otro dedo.

Quitó el miembro caliente de su boca por segunda vez y llevó su larga lengua para juntarla con su dedo índice.

El sonoro gemido seguido de su nombre, y la mano que se posó sobre su cabeza, le indicaron que debería meter aun más su lengua.

Al más joven, le gustaba mucho que el mayor le comiera aquel escondido lugar de su cuerpo.

Mas aun cuando un segundo y un tercer dedo se unieron al primero y a la lengua húmeda.

–Qi… Qiren… me voy a venir… me falta poco…- el mayor se irguió un poco para mirar al mas joven que se acercó de inmediato para devorar sus labios húmedos por la saliva.

Era hora.

El menor acarició el cabello negro del mayor y enredó los dedos en la tela blanca de la cinta reguladora del clan Gusu Lan. Con movimientos rápidos ya memorizados, desató el nudo dejando que la cinta se deslizara hasta el piso.

El mayor se levantó bruscamente sin despegarse de la boca del menor, quitó los tres dedos y posicionó su voluminoso miembro en el lugar antes explorado.

Entró de una vez y golpeó sin piedad y rítmicamente, el conocido lugar que lograba mandar electricidad a todo el cuerpo del menor.

Los gemidos y quejas eran ahogados entre los candentes besos que dejarían sus labios hinchados.

El menor no tardó en venirse entre sus vientres, pero el mayor no lo dejó descansar el orgasmo. Siguió embistiéndolo sin piedad ignorando las lagrimas y quejidos del menor por la sobreestimulación en su próstata.

Las grandes manos se apretaron en la estrecha cintura mientras los movimientos vigorosos aumentaban.

El menor se aferró a la espalda desnuda del mayor y enterró las diez uñas en la banca piel marcada con varias cicatrices.

Lloró cuando se vino por segunda vez, pero para su suerte, el mayor terminó unos segundos después pintando de blanco, las paredes internas que lo apretaban.

El mayor se desplomó sobre el joven cuerpo sudoroso bajo él y fue envuelto en un cálido abrazo.

Pudo escuchar una risita y su nombre dicho en un tierno susurro antes de cerrar sus ojos  cansados y dejar que la oscuridad lo envolviera.

___

–Buenos días, maestro Lan Qiren- Jiang Wanyin saludaba cortésmente a Lan Qiren que le devolvió el saludo de igual manera.

Era temprano en la mañana y el líder de Yunmeng Jiang, se dirigía al salón donde se realizaría la última discusión importante entre lo líderes de las sectas invitadas a la reunión de tres días celebrada en Descanso de las nubes.

Lan Qiren dirigió los pasos hacia el mismo salón y Jiang Wanyin caminó a su lado –Espero estos días hayan sido de su agrado, Líder Jiang-

–La hospitalidad del clan Lan siempre es agradable- Jiang Wanyin sonrió levemente –Además, disfruto mucho las conversaciones con Zewu-Jun y el maestro Lan Qiren cada vez que vengo a Gusu-

–El líder Jiang siempre será bienvenido en Descanso de las nubes- Lan Qiren esbozó un atisbo de sonrisa mientras acariciaba su barba –No puedo estar en la discusión de esta mañana, pero ya sabe que puede venir a mi oficina después para tomar el té-

Llegaron a las puertas del salón en poco tiempo –Muchas gracias por la invitación, pero hoy tendré que pasar. Después de esta reunión debo volver a Muelle del Loto con mis discípulos. Está pronto el inicio de la temporada de cosecha de semillas de loto y los espíritus de agua podrían causar destrozos si no estamos preparados-

–Es una lástima, pero espero verlo pronto por aquí para que tengamos una larga charla-

–Pronto vendré, y usted sabe que también siempre es bienvenido a visitar Muelle de Loto- ambos hicieron una leve reverencia a modo de despedida y Jiang Wanyin entró al salón donde solo se encontraba el líder de Gusu Lan preparando los temas que se discutirían en cuanto llegaran los demás.

Lan Qiren al verse solo, suspiró profundamente y se dirigió al lugar donde iba originalmente antes de encontrarse con Jiang Wanyin: El salón de castigos.

Tal vez unos buenos azotes le quitarían a su mente las ganas de seguir teniendo sueños húmedos sobre el líder de Yunmeng Jiang y rompiendo varias reglas en el proceso.

Aunque bueno, siendo realistas, lo mas probable es que no.

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En una fría noche de diciembre, Jiang Cheng volvía a su departamento después de pasar al supermercado para comprar verduras y carnes con la idea de hacer una sopa caliente, y de pronto un pequeño niño de no más de 4 años, corre hacia él con lágrimas en los ojos y le grita –¡Mi papá! ¡Ayuda!-

Jiang Cheng no tiene tiempo de pensar cuando las pequeñas manitos toman la parte baja de su abrigo y lo comienzan a tirar hacía unos metros a la izquierda del camino. En la tierra húmeda, entre un par de maletas, un hombre arropado con un abrigo blanco ya sucio, estaba tirado respirando pesadamente con los ojos cerrados.

–¡Ayuda, por favor!- el niño lo sigue jalando y Jiang Cheng se acerca al hombre mientras deja las bolsas a un lado y saca su celular para llamar a una ambulancia.

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Al despertar, Lan Huan lo primero que piensa es en donde está su pequeño hijo, así que se sienta rápidamente y el mundo gira a su alrededor obligándolo a acostarse otra vez –No deberías levantarte así de rápido- al escuchar aquella voz desconocida cerca de él, mira hacia un lado encontrándose con un hombre tal vez unos años menor que él, vestido con ropa cómoda y abrigadora en tonos púrpura y negro, que está sentado en una silla cerca de un sillón –Has estado dormido por 2 días, así que llamaré a las enfermeras para que te revisen-

Lan Huan se sorprende al escucharlo y el miedo se pone en su estómago mientras se intenta sentar otra vez –¡Jingyi! ¿Dónde está Jingyi?-

Jiang Cheng sonríe de medio lado antes de hacer una seña al sillón –Se quedó dormido hace unos minutos. Los doctores le dieron el alta y de inmediato vino a tu habitación-

Lan Huan suspiró aliviado al ver a su pequeño hijo dormido sobre el sillón mediano, pero espacioso. Estaba cubierto por un esponjoso abrigo morado y una almohada blanca había sido puesta bajo su cabeza –¿Estoy en un hospital? ¿Quién eres?-

Jiang Cheng se levantó – Llamaré primero a  las enfermeras para que te revisen y después hablaremos sobre eso- Lan Huan vio salir al hombre evitando hacer ruido y volver unos segundos después con dos enfermeras que también evitaban lo más posibles ser bulliciosas.
 

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Lan Huan le contó a Jiang Cheng que tuvo problemas con su ex esposa y estaba en plenos tramites de divorcio, así que  sus cuentas estaban congeladas y no tenía dinero por el momento.

Él la descubrió gastando su dinero conjunto en un amante, así que tuvieron una gran pelea que escaló hasta la violencia física. Ella le tiró varios platos y ante el escándalo, Jingyi se asomó asustado y recibió un fuerte golpe con uno en la pierna.

Esto lo llevó a decidir terminar con ella y contactó de inmediato a un abogado con todas las pruebas en sus manos. También llamó al banco para congelar su cuenta conjunta.

Al ver que no podía sacar más dinero, la mujer los echó de su casa a ambos en pleno invierno gritándole que no quería volverlos a ver.

Lan Huan cuando se casó con ella, cortó los lazos con su familia porque no estaban de acuerdo, así que no tenía donde ir y terminó colapsando por el estrés.

Lan Huan no tenía dinero hasta que se solucionara lo del divorcio y no tenía lugar donde vivir. Tampoco un trabajo porque al romper lazos con su familia, también renunció al trabajo familiar.

Su idea era tomarse unos años para estar cerca de su familia y después abrir un pequeño negocio con lo que quedara de sus ahorros. Que era bastante dinero.

Jiang Cheng al escuchar su historia, miró al niño aun dormido en el sillón y le ofreció su departamento para que pudieran vivir un tiempo hasta que todo se solucionara.

Su departamento era pequeño y solo podía ofrecer una habitación para invitados que tenía una cama muy grande (cortesía de su mejor amigo que había insistido en comprar porque cuando iba de visita para quedarse unos días, necesitaba estar cómodo al dormir), pero sería mejor que estar vagando por las calles con la posibilidad de volver a enfermar.

Lan Huan se sorprendió por el ofrecimiento, pero aceptó rápidamente muy agradecido.

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–Pueden pasar. Su habitación es esa que tiene la puerta blanca- Jiang Cheng entraba a su departamento por primera vez en mucho tiempo, acompañado –Lo único importante que tienen que saber, es que la basura se debe sacar los martes y jueves-

Lan Huan de la mano con un emocionado Lan Jingyi, entran después llevando sus maletas – Muchas gracias por dejar que nos quedemos y disculpa por las molestias-

Lan Huan hace una reverencia de agradecimiento mientras Lan Jingyi al verlo, lo imita torpemente –No es nada- responde Jiang Cheng mientras cierra la puerta de entrada –Solo les estoy prestando una habitación con una cama grande-

Lan Jingyi se puso derecho y se acercó rápido a Jiang Cheng para tomar su mano mientras le sonreía brillante –¡Gege ayudó a papá y a Jingyi! ¡Jingyi ya te quiere!-

Jiang Cheng se sorprendió ante la alegría del niño y le devolvió la sonrisa –Desde hoy este es tu hogar, así que espero contar contigo, Jingyi- Jiang Cheng acarició la pequeña cabeza de cabellera negra mientras recibía un “sí” alegre.

Lan Huan sintió calidez en su corazón al ver la escena y sonrió tierno –Muchas gracias otra vez. Prometo devolver toda tu generosidad apenas pueda-

Jiang Cheng hizo un movimiento con la mano restándole importancia y llevó a sus nuevos inquilinos hasta la habitación para que dejaran sus cosas y se ambientaran al lugar.

Así comenzaron sus días juntos.

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Ya habían pasado poco más de unos 6 meses donde Lan Huan se hacía cargo de las tareas domésticas (menos cocinar porque, aunque lo intentaba, era un asco en eso y Jiang Cheng no quería arriesgarse a que Jingyi o él fueran envenenados) mientras lidiaba con el asusto del divorcio (que se alargó por los problemas que ponía su ex esposa) y Jiang Cheng se hacía cargo de los gastos tanto del departamento como de sus compañeros de vivienda.

Era una extraña rutina para Jiang Cheng.

Cada mañana era despertado por un enérgico niño en pijama que lo movía suavemente hasta que abría los ojos y era cegado por su brillante sonrisa. Cuando se sentaba para dejar que le diera su “abrazo energético” (era muy importante recibir un abrazo en la mañana para tener energías, eso le había dicho Jingyi desde el primer día que lo despertó), podía ver en la puerta a Lan Huan que los miraba tiernamente antes de entrar e intercambiar saludos.

Después de vestirse y desayunar, salían los tres juntos del departamento y se separaban en la primera esquina. Jiang Cheng se iba al trabajo mientras Lan Huan llevaba a Lan Jingyi a la escuela.

A medio día, recibía mensajes de Lan Huan sobre como le había ido con el abogado y preguntándole si ya había comido. Jiang Cheng resoplaba ante de responder y decirle que él debería preocuparse de comer también.

En la tarde, al volver a su departamento, era recibido por risas infantiles y un “bienvenido a casa, Gege” del sonriente niño que siempre lo veía llegar primero. Respondía el saludo y se iba a sentar al sillón donde el niño se sentaba a su lado y le contaba todas las aventuras que tuvo en su escuela.

Al anochecer, después que Jingyi por fin se dormía, conversaba un rato con Lan Huan mientras tomaban una taza de té. Era un momento relajante y cálido para ambos.

Al despedirse Lan Huan con un “buenas noches, ten dulces sueños” junto a una soñadora sonrisa, Jiang Cheng responde con un “nos vemos mañana”antes de entrar en su habitación.

En la tenue oscuridad de su cuarto, Jiang Cheng se pregunta como una persona como él, que perdio a su familia en un incendio, rompió los lazos con su hermano de crianza, tan solo tiene un amigo cercano (aunque tiene muchos conocidos, pero a todos los mantiene a raya) y está tan acostumbrado a la soledad, podrá volver a ser como antes después de probar la calidez de una casa llena de risas y diversión.

Acurrucado en su cama, abrazando a su almohada, podía ser sincero con sus sentimiento –No quiero que se acabe… No quiero que se vayan- apretó con fuerza su almohada ahogando un grito triste en ella antes de acomodarse bien y volver a dormir.

Sabía que no sería para siempre, pero disfrutaría cada momento junto a ellos antes que se fueran de su vida.
 

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–Vamos, solo dame tu usuario de Weibo para poder seguirte ¡Tu numero podrías dármelo otro día!-

–Cliente, por favor ordene antes que moleste a las demás personas que esperan su turno-

–¡Ahora no hay nadie en la fila! Puedes conversar un rato conmigo-

–Si no va a ordenar, le pido que se haga a un lado o salga del local, por favor-

–No, no ¡Ordenaré! ¡Ordenaré! Quiero un Caramel Macchiato, un trozo de pastel de zanahorias y… una sonrisa para llevar, por favor-

–…-

Los grandes ojos color avellana de Nie Huaisang, miraban con interés la escena que se desarrollaba unos metros frente a él.

El barista de poco mas de veinte años, que trabaja medio tiempo en aquella acogedora cafetería decorada con colores pastel y mesas blancas, estaba haciendo todo el uso de su autocontrol para no saltar sobre la caja registradora y tirarle agua caliente al chico un poco mayor de sonrisa coqueta, que se inclinaba frente a él recargando su brazo sobre el mesón blanco.

Los abios delgados de Nie Huaisang se abrieron levemente para dejar escapar un suspiro antes de sorber un poco del Matcha latte frente a ellos.

–Si no quieres darme tu Weibo, podrías darme tu Instagram ¿Qué dices?-

–Su orden estará lista en unos minutos. Puede esperar en una silla o…-

–Mi Instagram es… espera, lo anotaré para que no lo olvides-

–… Dígame su nombre para llamarlo cuando esté listo-

–También anotaré mi Weibo, mi Douyin, mi WeChat y mi número ¡Y mi nombre es Wei Ying, ya lo sabes!-

–… Anotado. Espere unos minutos, por favor-

–¡Eres tan frío conmigo, Jiang Cheng! Pero admito que me gusta. Es parte de tu encanto-

–…-

Nie Huaisang tuvo que reprimir una carcajada para volverla una dulce risita, al ver como el mayor le lanzaba un beso al menor que lo esquivó con ligereza mientras anotaba el nombre en el vaso desechable donde servirían su pedido.

Aquellos que fueron sus amigos hace tantos cientos de años ya, tenían la misma personalidad de siempre.

Nie Huaisang se sintió nostálgico mientras comía un bocado de su trozo de pastel de piña con crema.

Sus dos amigos aun mantenían el color oscuro de sus iris, enmarcados en delineados ojos tan feroces como amables.

Sus figuras y facciones, eran tan atractivas como cuando emergieron del lodo y florecieron con todo el mundo contra ellos.

Sus cabellos tan negros como la noche, ahora los llevaban cortos. Uno sobre sus hombros y el otro llegando a su orejas.

Habían pasado tantos años, tantas vidas, pero ellos nunca perdieron la esencia de sus almas.

Lo único distinto, era su destino.

Nie Huaisang miró hacia fuera por el ventanal.

El mundo en el que ahora vivía estaba lleno de edificios, automóviles, personas enojadas, ruidos.

Atrás quedó el tiempo en que podía sentarse en un pabellón flotante sobre lagos llenos de lotos floreciendo bajo el sol de primavera, y beber té verde disfrutando de una tranquila conversación con su amigo estresado.

Su querido amigo estresado.

A quien no pudo salvar.

A quien tuvo que ver sufrir una y otra vez porque su alma se aferraba inútilmente al mismo ciclo de vida.

Nie Huaisang volvió la mirada a los dos chicos. El mayor estaba en un taburete cerca del mesón, mirando al menor que atendía a una mujer elegante que ordenaba una caja con donas de distintos colores para llevar.

El mayor tomó una foto discretamente y la observó mientras sonreía. El menor no se dio cuenta y lo llamó para entregarle su orden y despedirlo rápido.

–Toma, prometo contestar rápido. No importa donde me mandes el mensaje-

–Ya dije que…-

–Lo esperaré. Puedes tardar cuanto quieras, no tengo apuro-

–…-

–Ahora me voy A-Cheng, pero vendré mañana por mi café de cada día-

–…-

La puerta se abrió y cerró mientras el mayor se despedía con una enorme sonrisa. El menor miró la hoja de papel escrito en su mano. Después de un par de segundos, lo arrugó y guardó en el bolsillo delantero de su delantal morado,

Nie Huaisang tenía una maldición: No podía morir.

Era algo bueno pensó la primera vez.

Sus conocidos cultivarían hasta lograr la inmortalidad, y él podría estar con ellos… pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos.

El loto cayó primero.

En una cacería nocturna, protegiendo a su amado sobrino, el rojo manchó sus pétalos morados mientras se marchitaba en un suspiro.

Aun, después de tanto tiempo, recuerda como deseó morir en ese mismo instante.

Los conejos lo siguieron pasado un par de años.

Siguió la solitaria y triste peonía varios años después.

Y así de apoco, todos los que conocía, desaparecieron dejándolo solo.

Vio sus almas renacer juntas.

Un ciclo sin fin donde veía a su amigo sufrir por aferrarse al alma de su otro amigo.

El destino los hacia encontrarse para vivir su amor juntos hasta que se tenían que separar.

Ellos no eran almas destinadas.

Nie Huaisang suspiró profundamente y tomó el resto de su Matcha latte de un trago antes de mirar al frente y sorprenderse por ver tan cerca a aquel atractivo chico que estaba tras el mesón hace unos segundos.

Los ojos oscuros lo miraron mientras los labios ligeramente rosa se curvaron en una sonrisa –Lamento sorprenderte, pero estabas tan absorto en tus pensamientos que no quise molestarte-

Nie Huaisang se sentó derecho y sonrió amable –No te preocupes. Siento que yo debería pedirte disculpas por no prestarte atención ¿Necesitas algo?-

–Sí, bueno…- el menor tosió levemente y sacó un pequeño papel que dejó en la mesa –Hablé con mi jefe para que no entrara mas el acosador de recién y me dijo que tenía que soportarlo o irme, así que tengo que cambiar de trabajo- Nie Huaisang tomo el papel y se volvió a sorprender –A él no le daré mi numero, pero si no tienes problemas con que tenga un pequeño hijo, puedes llamarme y así no solo saludarme y despedirte cada día- el menor se levantó. Ambos se miraron unos segundos antes que volviera a hablar –Aunque la verdad, me gustaría más si quisieras ir a tomar té verde conmigo ahora-

Nie Huaisang se levantó de un salto para salir juntos del lugar.

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–¡Ja! Te dije que ganaría la apuesta- Jiang Cheng acarició el largo cabello que comenzaba a volverse gris, mientras Nie Huaisang se miraba sorprendido frente al espejo –Te dije que tendrías canas antes que yo. En realidad…- besó delicadamente uno de los mechones antes de volver a hablar –Yo nunca tendré canas-

Nie Huaisang comenzó a envejecer.

Ya habían pasado mas de treinta años desde aquel día en la cafetería, donde sin pensarlo siguió al hombre que desde hace varios años podía llamar esposo.

Tuvieron varias citas y encuentros antes que Jiang Cheng le presentara a su pequeño hijo: Jiang Ling.

Un precioso niño arrogante y consentido, como siempre había sido desde su primera vida.

Las almas de sus conocidos siempre estuvieron ligadas, así que en la mayoría de las reencarnaciones, existían juntas, pero cuando el alma de Jiang Cheng decidió separarse del ciclo, no le sorprendió que la de Jing Ling la siguiera.

Esta sería la última vida del alma de Jiang Cheng.

Nie Huaisang por fin pudo morir cincuenta años después de aquel día en la cafetería.

En una habitación privada de un hospital. Entre paredes y techos blancos. Respirando el aroma a desinfectante. Con una intravenosa en su mano izquierda y la mano de su esposo de ya mas de setenta años tomando su mano derecha. Dijo sus últimas palabras y sonrió ante el asentimiento de aquel hermoso hombre de rostro ya levemente arrugado que lloraba en silencio.

Lo ultimo que vio antes de cerrar sus ojos color avellana, fueron los ojos oscuros húmedos.

“Te esperaré en las puertas de Yinjian. No te apresures en llegar”

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Nie Huaisang, vestido con sus lujosas túnicas verdes y agitando un caro abanico adornado con un dibujo de un bosque de bambú, se levantó del asiento en el que descansaba para mirar al recién llegado que se acercaba caminando lentamente.

Pudo observar como el hombre viejo de corto cabello negro que caminaba sostenido de un bastón, cambiaba de forma a una hermosa mujer con un vestido lila vaporoso.

Sonrió al ver como la mujer se transformaba en un pequeño gatito de color negro mientras seguía caminando.

Nie Huaisang recordaba cada vida que vivió el alma en nuevos cuerpos. Él estuvo en cada una mirando desde lejos.

Pasaron varios cambios mas hasta que por fin, justo frente a él, pudo observar el rostro serio con facciones afiladas. Ojos tan oscuros como las noches sin luna. Labios rosados como duraznos maduros. Cejas como espadas envainadas.

El hombre de cabello negro y largo peinado con trenzas en un moño, llevaba ricas túnicas en tonos morados y negros que resaltaban su varonil figura.

Jiang Cheng, el líder de la que fue una de las sectas de cultivo mas importantes hace cientos de años, sonrió levemente antes de tomar la mano derecha de Nie Huaisang y hablar con su voz baja –Espero no haber hecho esperar-

Nie Huaisang no sabía cuantos años habían pasado desde que se sentó en aquella banca a esperar. Tal vez uno o tal vez veinte. Habló con muchos tipo de personas distintos que llegaban a hacer la fila para entrar al mundo de los muertos. Una de aquellas personas, un viejecito muy extraño, le explicó que todas las maldiciones tienen alguna forma de romperse. Lo más probable, es que la suya se acabó, cuando por fin alguien que le importaba lo notó.

A Nie Huaisang eso ya no le importaba. Abrazó a Jiang Cheng fuertemente siendo correspondido al instante.

Ya no importaba que pasó antes, ahora tomadas de la mano, sus almas estarían juntas por siempre…

–¡¡Espérenme!!- un grito un poco alejado de ellos, los hizo detenerse antes de ir a las puertas del Yinjian. Ambos voltearon y pudieron ver como un precioso hombre con ostentosas túnicas doradas, cabello castaño amarrado en una larga cola de caballo y un representativo punto rojo en la frente, corría a toda velocidad hacia ellos –¡¡No pueden irse sin mi!!-

–¡Nosotros! ¡Sin nosotros!- detrás de él, corría igual de veloz, un hombre con prístinas túnicas blancas y azules, cabello negro amarrado en una cola un poco mas baja que el de dorado, y una cinta blanca que destacaba en su frente –¡No te olvides de mi, joven amante!-

–¡¿Cómo que joven amante?!- el de dorado se dejó alcanzar y lo golpeó suave en el hombro sin parar de correr –¡Ya habíamos terminado esa etapa!-

Jiang Cheng suspiró agotado mientras Nie Huaisang escondió su sonrisa tras su abanico –Jin Ling, Lan Jingyi ¿Qué hacen aquí? ¡Aun les quedaban muchos años por vivir!-

Jin Ling se detuvo frente a ellos. Sus facciones varoniles, armonizaban exquisitamente con las delicadas –Tuvimos un accidente ¡No fue mi culpa!- los apuntó con el dedo índice –Si pensaban irse sin mi, no pueden ¡Estaré junto a mi JiuJiu por la eternidad! ¡No puede librarse de mi!-

–¡De mi tampoco!- Lan Jingyi se paró al lado de Jin Ling y entrelazó sus manos. Sus facciones varoniles, afilaban cada borde de su hermoso rostro –¡Mi alma está ligada a la de A-Ling, así que pasaré la eternidad junto a él y ustedes!-

Jiang Cheng volvió a suspirar, esta vez exageradamente, mientras Nie Huaisang cerró su abanico y rió abiertamente.

Y así entre risas, regaños y bromas, las cuatro almas fueron juntas a las grandes puertas del Yinjian, donde podrían hablar con los de mayor rango, y así estar juntas por siempre sin volver a prestar atención al tiempo.

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El aroma de las especias inundaba la cocina del espacioso departamento. Jin Zixuan se encontraba frente a la estufa, concentrado, moviendo con cuidado una olla donde sofríe algunas verduras.

Mientras usa un delantal lila para no ensuciar su camisa color mostaza y pantalones negros, intenta recordar lo que su profesora de cocina les enseñó sobre el momento en que las verduras están listas para después poder agregar el caldo y la carne que le dará más sabor.

Jin Zixuan ya llevaba un año y medio en clases de cocina. Todos los sábados, media hora antes que empezaran las clases, él ya estaba en el lugar.

Lo que lo impulsó a hacer algo tan fuera de su zona de confort, fue darle una sorpresa a quien en esos años era su novia: Jiang Yanli.

Ellos fueron comprometidos desde que eran niños, pero mientras iban creciendo, Jin Zixuan fue mostrando su descontento con la situación. Un día, por culpa de un comentario mal intencionado de su parte, tuvo una pelea con el hermano adoptivo de Jiang Yanli y el compromiso fue roto.

Jin Zixuan se sentía extraño por la situación. Creía que cuando pudiera romper el compromiso, se sentiría más libre, pero no fue así.

Se encontró a si mismo buscando escusas tontas para poder encontrarse con Jiang Yanli por casualidad y poder hablar un poco con ella, pero después que ocurrió el accidente donde murieron sus padres, fue muy difícil poder verla.

Los tres hermanos estaban estudiando en ese tiempo y usaron el dinero dejado por sus padres para poder pagar los años que les quedaban y un departamento donde poder vivir. Después Jiang Yanli pudo encontrar un trabajo en un restaurante para tener más ingresos. En ese momento, los padres de Jin Zixuan les ofrecieron ayuda, pero los hermanos los rechazaron amablemente.

Jin Zixuan estaba seguro que lo hicieron porque su padre, miró de forma lujuriosa a Jiang Yanli quien había cumplido dieciocho años en ese tiempo. Recuerda como su madre al darse cuenta de aquella mirada, esperó a llegar a casa donde se encerraron en el cuarto y pudo escuchar golpes y gritos por más de una hora antes que se abriera la puerta y saliera su padre corriendo asustado y sangrando.

Después de ese día, su padre nunca volvió a mirar a Jiang Yanli así hasta el día de su muerte hace dos años en un prostíbulo.

El sonido de la puerta abriéndose, sacó a Jin Zixuan de sus pensamientos. Se asomó a la sala para ver entrar al hombre con quien compartía el departamento y se quitaba el abrigo morado dejándolo colgado en un gancho al lado de la puerta ya cerrada.

—Se te hizo tarde hoy- Jin Zixuan habló recibiendo un asentimiento sin ánimos —Jin Ling se quedará en la casa de mi madre este fin de semana. Dijo que lo llamaras cuando llegaras. Estaba muy triste por no poder despedirse de ti-

—Lo siento. Olvidé que hoy se iría- Jiang Cheng se quitaba los zapatos sin levantar la mirada —Lo llamaré en un momento-

Jin Zixuan lo vio pasar hacía su habitación. Suspiró mientras volvía a la cocina —“Ah. Hoy es uno de esos días”- miró el calendario pegado en el refrigerador junto a un dibujo de flores que hizo el pequeño Jin Ling unos días atrás en la escuela. Se extrañó al no ver algún número cercano encerrado en un círculo rojo.

Jiang Cheng, acostumbraba a marcar los días importantes para ellos. Sus cumpleaños, sus días de viajes planeados, los aniversarios. Y, cada vez que se acercaba la fecha de algún aniversario, el ánimo de Jiang Cheng decaía.

Cuando Jin Zixuan pudo reivindicarse y Jiang Yanli lo perdonó. Estuvieron algunos años de novios antes de casarse. A pesar de las protestas de sus padres que querían una gran celebración digna del heredero de las empresas Jin, ellos tuvieron una boda sencilla. Los invitados solo fueron sus amigos cercanos y familia.

El hermano adoptivo de los Jiang, no asistió.

Jin Zixuan no sabía todos los detalles, pero unos meses después que Wei Ying terminó su carrera, tuvo una gran pelea con Jiang Cheng. Ese día, fue despertado en la madrugada por una llamada de Jiang Yanli llorando y pidiéndole por favor que fuera a su departamento en auto porque necesitaban llevar a Jiang Cheng a un hospital.

Tuvieron que esperar seis horas antes que despertara Jiang Cheng. Wei Ying se aferraba a Jiang Yanli pidiéndole perdón asustado y ella le decía cada vez que no fue su culpa.

El diagnóstico del doctor fue que sufrió una contusión cerebral y se rompió un brazo. Una cicatriz en la parte alta de su frente y menos fuerza en su brazo izquierdo, fueron las secuelas que le quedaron a Jiang Cheng ese día.

Wei Ying decidió irse de la ciudad al día siguiente rompiendo todo contacto con su hermano menor.

Jiang Yanli mantenía contacto con Wei Ying y se veían algunas veces cuando viajaban, pero no le decía de esto a Jiang Cheng. Lo invitó a su boda, pero él la rechazó.

Jiang Yanli nunca le dijo la razón.

—Sí, lo siento. Hoy se complicaron unos diseños y tuve que quedarme más tiempo- Jiang Cheng salió de su habitación hablando por el celular —Sí. El lunes cuando te vayamos a buscar después de la escuela, iremos a comer lo que quieras ¿Está bien?-

Al escuchar aquella conocida voz en la sala de estar, Jin Zixuan se dio cuenta que otra vez quedó sumido en sus pensamientos. Miró la olla y apagó el fuego. Por suerte volvió a la realidad antes que se quemara la sopa. Suspiró quitándose el delantal y colgándolo para después servir los platos y llevarlos a la sala en una bandeja.

Cuando era niño, o incluso cuando era adolescente, nunca imaginó que algún día estaría cocinando en la noche para alguien. Ni siquiera para él mismo.

Al entrar a la sala, vio a Jiang Cheng sentado en el piso, recargado en el sillón negro con cojines a su alrededor. Estaba cabizbajo con el celular entre sus manos. Ya se había cambiado el traje por ropa más cómoda.

Jin Zixuan dejó la bandeja en la mesa y se fue a sentar al lado de Jiang Cheng. Pudo notar como se estremeció ante la cercanía, así que se alejó un poco. Estuvieron en silencio unos minutos hasta que se pudieron escuchar los sollozos del menor.

Cuando Jin Zixuan le pidió matrimonio a Jiang Yanli, ella aceptó con la condición que se fueran a vivir cerca del departamento que compartía con Jiang Cheng.

En el edificio continuo, había un departamento grande a la venta, así que Jin Zixuan lo compró sin dudar y, a pesar de las quejas de Jiang Cheng que les decía que se fueran a vivir lejos y disfrutaran su vida de casados, Jiang Yanli nunca dejó de estar cerca.

Jin Zixuan creía que la preocupación de Jiang Yanli por su hermano menor era por lo apegados que eran, pero cuando una noche entró en el apartamento de Jiang Cheng y lo vio llorando desesperado entre los brazos de Jiang Yanli, supo que había algo más profundo que solo el afecto.

Se enteró que Jiang Cheng tenía depresión desde niño y, después del accidente donde murieron sus padres, sufrió trastorno de estrés postraumático porque él iba con ellos en el auto y fue el único que sobrevivió.

Tenía constantes pesadillas, ataques de angustia y pensamientos suicidas. Estaba con todo un equipo profesional de psiquiatra, psicólogo y terapeuta para ayudarlo, pero desde la pelea con Wei Ying, había sufrido un retroceso y por eso Jiang Yanli no quería dejarlo solo.

Jin Zixuan les dijo que podía vivir con ellos, pero Jiang Cheng se negó rotundamente. Su orgullo era tan grande que decía poder salir adelante solo. Además, que no quería interponerse entre una pareja recién casada.

Después de esa noche, varias veces volvió a encontrarse con la misma situación.

Era extraño ver como el orgulloso líder de la empresa de modas “Lianhua Wu”, que siempre se mostraba imponente e inalcanzable, lloraba mientras se culpaba a si mismo por estar solo. Jin Zixuan aprendió de Jiang Yanli qué hacer en esas situaciones.

Jin Zixuan se acercó nuevamente al espacio de Jiang Cheng sintiéndolo estremecer de nuevo, pero esta vez no se alejó, en cambio, puso un brazo firme sobre los hombros temblorosos y lo acercó a su cuerpo.

Pudo sentir como Jiang Cheng inhaló el perfume que flotaba en la piel de su cuello y, con manos temblorosas, se aferró a su cintura como si fuera un salvavidas.

Jin Zixuan lo manipuló para que se sentara en su regazo y se quedaron ahí abrazados. La sopa se enfrió y los fideos se pegaron, pero ellos seguían en la misma posición mientras los sollozos iban bajando de intensidad.

Cuando Jiang Yanli tenía ocho meses de embarazo, les contó que el doctor dijo que era un embarazo de alto riesgo. La anemia y los varios problemas de salud que le dieron a lo largo de los meses, podrían poner en peligro su vida a la hora de dar a luz.

Jin Zixuan se quedó en shock ante las palabras de la mujer que amaba. Miró a Jiang Cheng y ante su rostro pálido, supo que ese día tendría una de sus crisis más difíciles de sostener.

Jiang Yanli los consoló diciendo que solo había que tener más cuidado. Que estos meses solo saldría para sus controles y que les avisaría apenas sintiera algo malo para que la llevaran al hospital. Que la posibilidad de morir en un parto siempre está, solo que en ella era un poco más alta.

Después que hablaron y Jin Zixuan se sintió un poco más relajado, dejó a Jiang Yanli acostada y siguió a Jiang Cheng hasta su departamento, donde apenas entró, lo vio caer de rodillas y golpear sus manos y cabeza contra el piso repetidamente.

Jin Zixuan cerró la puerta y se lanzó sobre él para detenerlo. Ambos forcejearon mientras rodaban por el suelo. Jin Zixuan intentaba calmarlo con palabras fuertes, pero los gritos y llantos de Jiang Cheng opacaban su voz.

Al pasar unos minutos, Jin Zixuan pudo atrapar sus muñecas a cada lado de su cabeza contra el piso y sentarse sobre sus caderas. Miró el hermoso rostro arrugado por el llanto. Los bellos ojos azul grisáceos, estaban rojos y húmedos por las lágrimas que salían como si fueran gotas de lluvia. La suave piel de su frente, estaba rasmillada por culpa de los golpes que se dio al principio haciendo aún más notoria la cicatriz permanente. El cabello negro que siempre mantenía bien peinado, ahora estaba enmarañado gracias a todo el alboroto que hicieron en el piso. Los finos labios rosados, estaban con gotas de sangre porque los había mordido con fuerza. Su pecho subía y bajaba desordenado por la falta de aire.

—Me dejará solo- la voz ronca sonó como un murmullo, pero Jin Zixuan la escuchó claramente —Es… es todo lo que me queda… y no pude cuidarla…-

Jin Zixuan miró un momento más al hombre bajo su cuerpo. Esta persona, es la persona más importante de la mujer que ama y, gracias a todo este tiempo que han pasado juntos, también se volvió muy importante para él, así que, en un impulso, soltó sus muñecas y decidió abrazarlo fuertemente —Nunca estarás solo- al notar que ya no había resistencia, lo manipuló para que el menor quedara sentado en su regazo mientras lo seguía abrazando —Yanli estará bien. Solo es una posibilidad, ya verás que todo saldrá bien- pudo sentir como Jiang Cheng inhalaba su cuello —Y…- tragó saliva antes de continuar —Y si llega a pasar algo malo, yo estaré aquí junto a ti- lo apretó aún más entre sus brazos —Yo siempre estaré aquí-

No sabía cuantos minutos u horas habían pasado. Jin Zixuan acariciaba la espalda de Jiang Cheng de arriba hacia abajo suavemente. Podía sentir los músculos flexibles a través de la delgada polera morada y la forma de sus omoplatos que se movían ya más lento mientras la respiración del menor se normalizaba.

—Lo siento, la comida se enfrió- la voz de Jiang Cheng sonaba gastada —Me levantaré para calentarla-

Al sentir como el menor se intentaba separar, Jin Zixuan envolvió la delgada cintura con sus brazos —No te preocupes por la comida- Jiang Cheng dudó unos segundos, pero se volvió a recargar sobre el mayor —¿Ya te sientes mejor?- al recibir una respuesta afirmativa, apretó el abrazo —Entonces dime ¿Qué pasó?- Jiang Cheng se estremeció otra vez, así que Jin Zixuan acercó su barbilla a su coronilla —Está bien. No tienes que decirlo. Solo quedémonos un momento más así-

Pudo sentir como Jiang Cheng suspiró aliviado y recargó la cabeza en su pecho. Jin Zixuan era solo algunos centímetros más alto, pero en su regazo, Jiang Cheng parecía querer hacerse más pequeño y esconderse del mundo que los rodeaba.

Jiang Yanli se fue un día a finales de otoño.

Les dejó como regalo de partida, un pequeño bebé que sería su amado tesoro desde que escucharon su llanto en la sala de partos

Jin Zixuan lo nombró: Jin Ling.

La madre de Jin Zixuan se hizo cargo de su hijo los primeros días mientras él y Jiang Cheng, preparaban todo para los rituales funerarios de Jiang Yanli.

Esos días fueron duros. Jin Zixuan sentía que podría quebrarse en cualquier momento, pero con la ayuda de Jiang Cheng, pudo salir adelante y terminar todo correctamente.

Aquel día frio, donde las ultimas hojas caían de los grandes árboles, el funeral se realizó con éxito.

Jin Zixuan miraba al hombre parado junto a él, que miraba el lugar donde descansarían las cenizas de la mujer que ambos amaban. Ambos se quedaron ahí, en silencio, incluso cuando todos los demás asistentes se fueron.

—Jiang Cheng- una suave voz a sus espaldas, los hizo voltear lentamente. Jin Zixuan pudo ver después de tanto tiempo, el rostro ya maduro, pero con grandes ojeras de Wei Ying. Un poco más atrás, se encontraba Lan Wangji, un reconocido violinista que también era el hermano menor del presidente de la cadena de farmacias Gusu Lan. Ambos vestían trajes negros —¿Po… podemos hablar un momento?-

Jiang Cheng asintió y miró un momento a Jin Zixuan antes de alejarse unos metros junto a Wei Ying.

Jin Zixuan no pudo escuchar de que hablaron, pero después de unos minutos donde no hubo ni gritos, ni peleas, Jiang Cheng hizo una reverencia frente a un Wei Ying que abrió los ojos en pánico y se irguió para regresar donde estaban anteriormente.

Jiang Cheng regresó a su lado mientras Lan Wangji corrió donde aún estaba Wei Ying —Ya es hora de irnos- Jin Zixuan asintió a sus palabras y ambos comenzaron a caminar.

Mientras iba hacia la salida, Jin Zixuan miró hacia atrás y, por primera vez desde la adolescencia que fue cuando se conocieron, vio a Wei Ying llorar.

Cuando llegaron al departamento de Jiang Cheng, Jin Zixuan vio como la espalda que se mantuvo firme todo el día, se encorvó. Reaccionó a tiempo para atrapar a Jiang Cheng antes que cayera al piso desmayado.

Las siguientes semanas fueron un poco más tranquilas. Jin Zixuan decidió concentrarse en el pequeño Jin Ling y se tomó unas vacaciones indefinidas. Tenía el dinero suficiente para no trabajar nunca más si quería, pero sabía que quedarse encerrado en casa no era buena idea para su mente.

Jiang Cheng por su parte, pasaba casi todo su tiempo libre en el departamento de Jin Zixuan ayudándolo en las tareas domésticas y con Jin Ling. Un día, después que pasara un mes donde Jiang Cheng dormía en la habitación de invitados, Jin Zixuan le dijo que mejor trajera todas sus cosas y comenzaran a vivir juntos.

Jiang Cheng ya no tenía escusas para negarse, así que se mudó permanentemente a la ahora ex habitación de invitados y alquiló el otro departamento.

Fueron años difíciles para los dos, pero con el tiempo y ayuda, pudieron vivir una vida decente.

El amor por Jiang Yanli los juntó, pero el amor por Jin Ling los unió.

Y algo más comenzó a nacer unos años después…

Jiang Cheng bostezó abriendo grande la boca y pequeñas lagrimas salieron de la orilla de sus ojos levemente hinchados. Como si fuera una señal, decidieron que ya era momento de levantarse.

Las piernas de Jin Zixuan estaban un poco entumecidas, así que tuvo que ser ayudado por el menor para levantarse. Se acercaron a la mesa para ver la comida —Voy a traer la cocinilla eléctrica para que calentemos la sopa aquí mismo- Jiang Cheng estuvo de acuerdo con la sugerencia, así que trajeron la cocinilla eléctrica y comieron sopa recalentada.

Los fideos fueron tirados y cambiados por otros que se cocieron en la misma sopa.

Cuando se dirigían cada uno a su habitación, después de limpiar todo y apagar las luces de la cocina y la sala, Jin Zixuan tomó suavemente la muñeca de Jiang Cheng, quien lo miró con sus hermosos ojos azul grisáceos y preguntó con un leve rubor en las mejillas —¿Quieres dormir conmigo? No quiero dejarte solo hoy-

Jiang Cheng miró el piso unos segundos antes de asentir y dejarse llevar hacia la habitación levemente iluminada por una lampara tenue que cambiaba de colores.

Jiang Cheng soltó su largo cabello negro antes de levantar el cobertor dorado y meterse a la cama. Jin Zixuan puso a cargar sus celulares antes de seguirlo.

Con toda la naturalidad de dos cuerpos que ya se conocen, se encontraron en un abrazo cómodo. A los segundos sus labios se juntaron en suaves besos que aceleraban sus corazones. Las manos y boca de Jin Zixuan, calentaron el frio cuerpo de Jiang Cheng que gemía bajo por el dolor en su garganta.

Los dos cuerpos temblorosos, se unieron en un baile erótico que duró gran parte de la noche.

La primera vez que Jin Zixuan vio el cuerpo desnudo de Jiang Cheng, fue por culpa de Jin Ling.

El niño de tres años fue corriendo donde su papá, que recién venía llegando del supermercado, para decirle que su tío no salía del baño desde hace mucho tiempo. Las alarmas de Jin Zixuan se encendieron inmediatamente y soltó las bolsas que traía en sus manos para correr al baño y abrir la puerta de una patada.

Al entrar, un Jiang Cheng completamente desnudo y mojado, salía de la ducha secando su rostro con una toalla blanca pequeña. El agua corría alegremente entre los músculos flexibles y las deliciosas curvas que delineaban el levemente tostado cuerpo, pero, lo que llamó la atención de Jin Zixuan, fueron las grandes cicatrices que cruzaban el fuerte pecho del hombre que ahora lo miraba con una ceja levantada preguntándole sin hablar, su razón para romper su privacidad.

Tragó saliva antes de hablar —Jin Ling estaba asustado porque demoraste mucho en el baño- Jiang Cheng siguió la mirada de los ojos marrones que no se despegaban de su pecho —Creí que tuviste una crisis en el baño, así que me preocupé-

Jiang Cheng bufó mientras volteaba para alcanzar una toalla blanca más grande —Solo entré para darme una ducha rápida ¿Cuán dramático puede ser este niño?- Jin Zixuan tragó más fuerte cuando la ancha espalda y firme trasero quedaron a su completa vista —Ya sabes que no me pasó nada, puedes salir-

—Sí, sí- Jin Zixuan salió del baño un poco tembloroso. Después de cerrar la puerta, se encontró con la mirada húmeda de su hijo que lo miraba hacia arriba asustado. Suspiró antes de tomarlo entre sus brazos —Tranquilo A-Ling. JiuJiu solo estaba tomando una ducha. Él está bien-

El pequeño suspiró aliviado y comenzó a pedir comida sin saber que la mente de su padre, estaba llena de pensamientos extraños sobre lo que acababa de ver.

Los días que le siguieron a aquel incidente, fueron un poco incomodos, así que para remediarlo, Jin Zixuan le pidió a su madre cuidar un fin de semana a Jin Ling para poder hablar con Jiang Cheng.

Tuvieron una noche de sinceridad con solo un poco de alcohol incluido. Jin Zixuan le preguntó por las cicatrices en su pecho y, por primera vez, pudo escuchar la historia del accidente donde murieron los padres de los hermanos Jiang.

Un accidente automovilístico donde sus padres comenzaron a pelear en plena carretera y no vieron una curva. El coche cayó entre unos árboles que rompieron los vidrios que se enterraron en el pecho de un Jiang Cheng de quince años. Él no recordaba que más pasó porque quedó inconsciente. Cuando despertó, estaba en la habitación de un hospital y le dieron la noticia que sus padres habían muerto atravesados por grandes ramas y un coche incendiado.

Todo era extraño para Jiang Cheng ¿Por qué él no había muerto también junto a sus padres? Le dijeron que cuando lo encontraron, estaba inconsciente a unos metros del auto en llamas, pero él no recordaba salir del coche.

Jin Zixuan no pudo evitar el salto que dio su corazón cuando aquellos hermosos de iris azul grisáceos se posaron en él. La mirada vulnerable despertó un sentimiento que creía que jamás volvería a tener, así que, dejando que su instinto lo guiara, alargó la mano para rozar la afilada mejilla mientras se acercaba a Jiang Cheng que lo miró sorprendido por un momento.

Ninguno emitió palabras antes de unir sus labios en un beso suave.

La pasión fue escalando mientras sus labios se frotaban y sus lenguas se involucraron unos segundos después. El calor en la sala fue subiendo la intensidad y sus ropas fueron quitadas de en medio.

Allí, sobre la alfombra de la sala, en una noche sin estrellas. Sus cuerpos calientes y sudorosos se unieron por primera vez.

Jiang Cheng lloró a la mañana siguiente porque sentía que había traicionado a su hermana.

Jin Zixuan se despertó cuando la oscuridad aun inundaba el cielo. Buscó el cuerpo firme a su lado, pero encontró el colchón vacío, así que se levantó para ir a buscarlo.

Su primer pensamiento fue ir a la cocina, pero el segundo le pidió ir al balcón, así que a ese le hizo caso. Al abrir la puerta corrediza, tembló por el aire frio que lo recibió —Tenía que ponerme un abrigo antes de salir- dijo molesto.

Una risita a su lado, le demostró que su segundo pensamiento estaba en lo correcto —Sí, tenías que abrigarte- Jiang Cheng estaba sentado en el piso envuelto en un mullido cobertor color morado con flores de loto estampadas. Lo miraba con una media sonrisa —¿Quieres resfriarte?-

—Eso debería preguntártelo yo- Jin Zixuan se acercó sentándose a su lado y siendo cubierto por el cobertor de inmediato —¿Qué haces aquí afuera?-

—Necesitaba pensar- Jiang Cheng miró el cielo oscuro mientras Jin Zixuan se aferró a su delgada cintura. Se dio cuenta que el menor solo estaba en ropa interior —¿Crees que A-Jie alguna vez me perdonará?-

Jin Zixuan besó el largo cuello frente a él —Yanli nunca te guardaría rencor, Cheng- Jiang Cheng suspiró bajito mientras los besos subían hacia su oreja —Tal vez a mí me dé un buen sermón por seducir a su querido hermano menor- Jiang Cheng rio ante aquellas palabras imaginando la situación, pero unas manos apretando sus tetillas, lo hicieron soltar un jadeo involuntario —Yanli nos ama, ambos nos amamos y los tres amamos a A-Ling, así que cuando nos llegue la hora de volver a encontrarnos con ella, todo estará bien-

—¿Me amas?- Jiang Cheng se separó un poco para mirarlo directamente sorprendido —¿Desde cuándo? Nunca me lo habías dicho-

Jin Zixuan se puso a revisar los recuerdos en su memoria y cuando encontró el que necesitaba, volvió a pegar los labios en el suave cuello —Sí te lo dije- las manos del mayor, se dirigieron a la ropa interior del menor para bajarla de a poco —Cuando A-Ling dijo que tu cabello largo se sentía muy suave y le gustaba, yo dije claramente “es cierto, lo amo”-

Jiang Cheng gemía bajito mientras dos dedos exploraban el lugar que aun se encontraba dilatado —Dijiste que amabas mi cabello ¿Co… como cuenta eso como confesión? Espera…- la larga espalda se arqueó y tuvo que morder sus labios para evitar gemir fuerte cuando su punto dulce fue estimulado. Con dificultad siguió hablando —¿Y… y cómo puedes estar seguro que yo… yo te amo?-

Jin Zixuan quitó sus dedos y puso a Jiang Cheng sobre su regazo para meterse en aquel lugar que ya lo había acogido hace solo unas horas. Gimió dulcemente al sentir su miembro tibio y apretado —Si tu no me amaras, jamás me dejarías hacer esto- se movió un poco para escuchar un jadeo reprimido —Pero tienes razón, eso no fue una buena confesión- el mayor bebió la vista de Jiang Cheng con el cabello suelto. Su frente desnudo y su espalda y hombros cubiertos por el cobertor morado. La noche oscura como fondo de un lienzo que solo resalta la hermosura del hombre sobre él. Su corazón se hinchó antes de sonreír y decir con toda la honestidad de sus sentimientos —Te amo, Jiang Cheng. Todo este tiempo. Desde la primera vez que te besé ¿Tú también sientes lo mismo? ¿Me amas? ¿O solo has usado mi cuerpo para saciar tus bajos instintos?-

Jiang Cheng lo abrazó con fuerza con los brazos por los hombros y por la cintura con sus piernas antes de responder —Idiota- ambos sonrieron tiernamente —Yo también te amo, Jin Zixuan-

La pareja pasó todo el fin de semana hablando sobre qué harían ahora que oficialmente eran una pareja y, demostrándose amor en cada oportunidad. Cuando llegó el lunes y fueron a buscar a Jin Ling después de la escuela, él alegremente les dio un dibujo de su familia donde se podía ver un gran sol lila sonriendo en una esquina y bajo él, una persona grande en morado junto a otra del mismo porte, pero en amarillo, un poco mas al lado, un pequeño niño en dorado de la mano junto a un niño en azul y un perro corriendo tras ellos.

Jiang Cheng miró el dibujo y después a Jin Zixuan levantando una ceja preguntando en silencio. Jin Zixuan rio alegremente porque sabía la respuesta, pero era mejor presentarle en persona al amigo/rival de Jin Ling, la próxima vez que fueran a la casa de su madre y le informara sobre su situación.

Jin Zixuan estaba preparado para todo lo que vendría y ansiaba vivir el futuro junto a su pequeña familia de tres.

Bueno, de cuatro. Cuando su medio hermano Meng Yao le diera su regalo de cumpleaños a Jin Ling en unos meses más.

Chapter Text

Lo que dijo Jiang Wanyin, una noche tibia de primavera mientras bebía con ánimo, el nuevo licor de arroz con notas de manzana que le mandó su amado sobrino, fue:

“Ya que no funcionó con mujeres betas, tal vez debería buscar un alfa y dar herederos yo mismo antes que pasen mas años… Sí, tal vez sea lo mejor…”

Lo que entendió el segundo al mando de la secta Yunmeng Jiang, mientras su líder, con el rostro sonrojado por la embriaguez, se dormía lentamente apoyándose en la pared del pabellón privado cerca de sus habitaciones, fue:

“Debo buscar los mejores alfas. Dignos de nuestro líder. Para que pueda escoger con quien tener hijos fuertes y sanos ¡Entendido! ¡Empezaré mañana mismo!”

Y ahora, por culpa de aquella noche donde Jiang Cheng dijo solo un pensamiento al azar, Muelle del Loto se encontraba lleno de barcos alrededor y personas ruidosas fuera de las puertas cerradas pidiendo una oportunidad para demostrar su valía o la de algún pariente cercano.

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Aquella mañana, cuando el sol estaba saliendo y Jiang Wanyin salió del pabellón familiar para comenzar su ocupado día, pudo notar como los discípulos y sirvientes estaban más ocupados que de costumbre.

Iba a preguntarle a alguien al azar, pero vio acercarse a su segundo al mando que lo saludó al ponerse frente a él y habló antes que pudiera preguntar algo —Buenos días, líder de secta. Le traigo buenas noticias ¡Muchas más personas de las que creímos, respondieron al llamado y llenaron la solicitud! ¡Pronto podremos escoger los mejores candidatos para que pueda elegir con quien tener hijos!-

—… ¿Qué?- Jiang Cheng, escuchó cada palabra dicha por su segundo al mando, pero no entendió nada. Al ver el rostro lleno de dudas de su líder de secta, el discípulo principal procedió a explicarle la situación.

La mañana después que estuvieron bebiendo en el pabellón cerca de las habitaciones de Jiang Wanyin, su segundo al mando llamó a algunos discípulos para que dieran la noticia que su líder de secta buscaba alfas fuertes y de buena familia para tener herederos.

Debían llenar un formulario e ir a Muelle del Loto para una entrevista previa. También debían traer los documentos sobre sus familias, documentos médicos, documentos sobre sus logros si los tenían, y los documentos que quieran agregar para subir su valía.

Jiang Wanyin se quedó unos segundos en blanco mirando la sonrisa de su segundo al mando antes de apretar los puños y ser envuelto en rayos purpuras.

Todos los que estaban despiertos a esa hora de la mañana, pudieron ver como el valiente discípulo principal, corría asustado pidiendo perdón a gritos mientras su líder de secta, lo correteaba golpeándolo con Zidian por los muelles.

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Jiang Wanyin se encontraba sentado en su oficina masajeando sus sienes para intentar quitar el dolor de cabeza que le comenzó desde temprano en la mañana.

Después de que su segundo al mando, se arrodillara frente a él y le jurara que él se encargaría de todo, decidió ir a desayunar y encerrarse en su oficina todo el día.

Los entrenamientos del día se suspendieron, porque los demás discípulos estaban ayudando al discípulo principal, así que decidió ocuparse de las cartas que tenía pendientes.

Pasaron unas horas antes que golpearan la puerta de su oficina y entrara una discípula para informar que su segundo al mando (junto a los demás discípulos), ya había seleccionado a los “mejores candidatos” y los mandarían para que él decidiera al final.

Las venas de la frente de Jiang Wanyin se hincharon e iba a gritar que no vería a nadie, pero la discípula fue más rápida y le dijo que ya los traerían antes de salir corriendo.

La furia y dolor de cabeza de Jiang Cheng se intensificaron, pero al final, suspiró resignado y tomó unos papeles, pincel y tinta.

Ya que no había forma de salir de esta situación, tendría que enfrentarla con seriedad.

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—¿Pueden decirme quien pensó que ustedes eran los mejores candidatos para esto?-

—¡Fue A-Xiong!- los cuatro jóvenes de pie frente a él, respondieron al mismo tiempo. Tres mostrando una sonrisa, mientras el cuarto hacía una mueca y miraba hacia un lado evitando sus ojos oscuros.

Jiang Wanyin no entendía como sus discípulos pensaron que estos cuatro jóvenes, eran buenas opciones para tener hijos con él.

Miró a su sobrino junto a sus amigos y decidió que ahogaría a su segundo al mando, después levantó el pincel y suspiró.

—Entendido. Haré las preguntas de uno en uno- los cuatro jóvenes se pusieron derechos y aceptaron nerviosos —A-Ling… ¿Por qué demonios estás aquí? ¡No sabes que somos parientes o te despertaste tonto hoy!-

El joven vestido de dorado, frunció el ceño mostrando una expresión molesta que se asemejaba a la de su tío —¡Claro que sé que somos familia! ¡Pero no puedo dejar que cualquier idiota crea que puede tener una oportunidad con mi JiuJiu!- el líder del clan Jin, se cruzó de brazos mientras levantaba la barbilla mostrando toda su altura —¡No hay mejor alfa que yo!-

Jiang Wanyin miró a su sobrino. Después que cumplió veinte años, su altura comenzó a supéralo y ahora era casi tan alto como su difunto padre. Jiang Wanyin suspiró molesto y escribió algo en uno de los papeles sobre su escritorio —Rechazado- Jin Ling quería objetar, pero el mayor no lo dejó hablar —Ahora el siguiente- el líder Jiang, miró al joven vestido de blanco que estaba al lado de su sobrino disgustado —Lan Jingyi… ¿No eres omega? ¿Qué haces aquí?-

Lan Jingyi dio un paso adelante antes de hablar animadamente —Líder de secta Jiang ¿Por qué dejar afuera a los omegas? Yo soy un muy buen candidato ¡El sanador Momo dice que mi salud es muy buena y mi cuerpo fuerte!- sonrió antes de golpear los lados de sus caderas —¡Estas caderas pueden soportar hasta diez hijos!-

El mayor vio la sonrisa confiada del discípulo Lan, pero al desviar la mirada un poco hacia el lado, pudo notar como su querido sobrino, miraba sonrojado el contorno de las caderas de su amigo. Tosió un poco para llamar la atención, y Jin Ling se sobresaltó al saberse descubierto. El menor miró hacia el otro lado aún más sonrojado.

Jiang Wanyin escribió de nuevo en la hoja de papel —Lo siento, aunque tu cuerpo y el mío sean fuertes, la fertilidad entre omegas es casi nula, por eso estaba buscando mujeres betas para casarme, así que quedas rechazado- el discípulo Lan iba a dar razones para que lo pensara, pero Jin Ling lo tomó de la parte de atrás de la túnica haciéndolo retroceder a su lugar original. Los dos amigos iban a comenzar una discusión, pero el líder Jiang los interrumpió hablando de nuevo —¡Ahora el siguiente!- el joven cultivador vestido con tonos verdes y grises, dio un paso adelante —Ouyang Zizhen… ¿No eres beta?-

Ouyang Zizhen sonrió antes de hablar —Sí, soy beta, y también sé que la probabilidad de que un beta tenga decendencia con alfas y omegas es baja, pero…- sacó un pergamino mientras se acercaba a la mesa donde estaba Jiang Cheng. Se lo entregó en las manos al mayor quien lo recibió y abrió —Hice que los sanadores de mi secta me revisaran antes de venir. Los resultados son buenos respecto a la fertilidad y además soy joven, así que mi vitalidad es muy alta- el menor retrocedió un par de pasos para volver con sus amigos —También podría cortejarlo cada día con poemas, cartas y flores. No se arrepentirá si me elije-

Jiang Wanyin levantó una ceja mientras leía las palabras escritas por los sanadores y analizaba las posibilidades. Un cultivador joven y romántico. Tal vez su vida no sería tan monótona con él a su lado, pero aunque sonaba prometedor, había un gran inconveniente… ¡No quería que sus hijos tuvieran de abuelo al líder de la secta Ouyang!

Jiang Wanyin suspiró mientras dejaba el pergamino a un lado —Bueno, eres una buena opción, pero la posibilidad de embarazo es muy baja. Además, es inconveniente que seas el futuro líder de una secta, así que tengo que rechazarte- volvió a escribir mientras Zizhen bajó la cabeza un poco triste, pero Lan Jingyi le dio animo con unas palmaditas en la espalda. Jiang Cheng miró al último de los cuatro jóvenes, quien al darse cuenta de su mirada, dio unos pasos adelante —Lan Sizhui…-

El discípulo Lan, apretó las manos bajo su túnica antes de hablar —Líder de secta Jiang. Mi nombre es Lan Sizhui, nombre de nacimiento, Lan Yuan- el menor juntó sus manos frente a él y se inclinó saludando al mayor —Estoy aquí hoy para pedir una oportunidad. Soy un alfa y puedo darle hijos fuertes y saludables- Lan Sizhui se volvió a erguir para mirar directamente al mayor —¡Prometo dar todo de mi para ser un buen padre, posible pareja y aporte a Yunmeng Jiang, así que por favor, elíjame!-

Jiang Wanyin miró la convicción en aquellos ojos de iris oscuros. Lan Sizhui era una buena opción. Es un buen alfa, un buen discípulo y una persona esforzada. Puede imaginarlo tratando bien a los niños y siendo un buen padre… además, de los cuatro que se encontraban en la oficina, era obvio que el único que venía con intenciones reales de ser su compañero, era él.

Jiang Cheng suspiró largamente antes de hablar —Lan Sizhui…- el discípulo Lan se mostraba nervioso —Si quitamos el asunto de que eres más de diecisiete años menor que yo y amigo de A-Ling, eres tal vez, el mejor candidato para tener hijos- Lan Sizhui sonrió ilusionado mientras los tres jóvenes cercanos, se juntaron y tomaron de las manos esperando una respuesta positiva —Pero…- los cuatro jóvenes aguantaron la respiración —Lo siento, estás rechazado-

Lan Sizhui se sorprendió al igual que sus amigos —Pe… pero…- el menor observó al líder de secta Jiang, escribir otra vez en la hoja sobre la mesa. Respiró hondo antes de volver a hablar —Pu… ¿Puedo preguntar el por qué?-

Jiang Wanyin miró hacia la ventana de su oficina. El cielo era de un azul profundo —Si fueras un Lan de sangre, sin dudas te escogería- volvió la vista al discípulo Lan que se mostraba triste —No es tu culpa, pero nunca me perdonaría si mis descendientes llevaran la sangre de quienes me quitaron todo-

Lan Sizhui sonrió resignado e hizo otra reverencia —Lo entiendo, líder de secta Jiang- el discípulo Lan volvió a la fila con sus amigos y los tres lo abrazaron antes de despedirse del mayor y salir de la oficina.

Jiang Wanyin se sobó la frente con los dedos. Si estas reuniones iban a ser así, su dolor de cabeza solo incrementaría.

___

—… Lo entiendo, lo entiendo- Jiang Wanyin, con tranquilidad, tomó a Sandu que descansaba a su lado y la desenvainó —¡Mis discípulos están buscando la muerte hoy!-

—¡Tranquilo Jiang Cheng! ¡No mates a nadie!- Wei Wuxian se apresuró al lado del líder de secta Jiang para evitar que se levantara —¡Ellos quieren lo mejor para ti!-

—¡Si ellos de verdad piensan que tu o Lan Wangji son lo mejor para mí, merecen morir en mis manos!- Jiang Cheng se intentaba levantar enfadado, pero Wei Ying lo sostenía en su sitio haciéndolo enfadar aún más —¡Suéltame, Wei Wuxian!-

—¡Te soltaré cuando te calmes!- Wei Wuxian lo abrazó por la espalda con fuerza hasta que después de un rato, el líder de la secta Jiang dejó de intentar levantarse y suspiró resignado. Wei Ying miró la nuca frente a él antes de preguntar —¿Ya estás bien?-

—Si no me sueltas ahora, te romperé las piernas- Wei Wuxian lo soltó de inmediato, pero no se alejó. Jiang Cheng lo miró de reojo hacia atrás mientras envainaba a Sandu para volver a ponerlo a su lado. Al ver la sonrisa que su ex hermano puso ante la acción, el líder vestido de morado dirigió su mirada al hombre vestido de blanco que se encontraba de pie frente a él —Quiero entender esto, Lan Wangji- el nombrado se sentó en un cojín frente a la mesa baja para quedar justo frente a al líder de secta —Entiendo que este idiota quiera venir a burlarse de mí, pero ¿Es necesario que le sigas el juego hasta este punto?-

—¡Cómo puedes pensar así de mí!- Wei Wuxian se levantó para ir a sentarse en un cojín junto a su pareja —Quiero que sepas que, aunque fue mi idea venir cuando me enteré sobre esto, Lan Zhan llenó su solicitud solito- Wei Ying cruzó los brazos —Los discípulos no nos pidieron los demás papeles porque nos conocen bien y cumplimos todos los requisitos-

Jiang Wanyin se cruzó de brazos a la defensiva —Están casados y tu eres un beta ¿Cómo es que eso cumple los requisitos?-

—Soy la mejor opción para darte decendencia, Jiang Wanyin- Lan Wangji habló serio mientras Wei Wuxian movía la cabeza de arriba hacia abajo en señal de apoyo.

—¡Estás casado!- las venas de la frente en Jiang Cheng, ya comenzaban a hincharse.

—¡Pero sigue siendo la mejor opción!- Wei Wuxian bajó los brazos y habló animadamente —Si tienes hijos con Lan Zhan ¡Sin dudas serán los más hermosos y fuertes!-

—¡Está casado contigo, estúpido!- Jiang Wanyin golpeó la mesa con ambas palmas abierta mientras se medio levantaba —¡No importa si es el mejor alfa y tiene los mejores genes! ¡No quiero acostarme con un hombre casado!-

—¡No hay problema con eso!- Wei Wuxian fue rápidamente al lado del líder de secta para evitar que les rompiera las piernas —¡Yo puedo prestártelo!-

Jiang Wanyin se volvió a sentar mirándolo incrédulo —¿Qué?-

Wei Ying le sonrió coqueto mientras pasaba un brazo sobre los hombros vestidos de morado —En realidad, más que prestarte a Lan Zhan, podríamos venir ambos y ver cual logra embarazarte- las mejillas del líder de secta se pusieron rojas —¿Puedes imaginarlo Jiang Cheng?- la voz de Wei Ying bajó a casi un susurro mientras se acercaba al oído del líder vestido de morado —Lan Zhan y yo, moviéndonos sobre ti, mientras entras en celo- los tentadores labios, rozaron su sensible oreja —¿Te gustaría que sucediera?-

Jiang Wanyin se estremeció y empujó suavemente a Wei Ying alejándolo —Lo entiendo, lo entiendo, aléjate- se movió hacia un lado para crear distancia e intentar detener el calor que subió por su cuerpo. La imagen mental de la pareja ayudándolo a pasar su celo, no era algo que quería tener. Jiang Cheng le hizo un ademan con la mano a su ex hermano para que volviera al lado de su esposo mientras se ponía a escribir en la hoja que tenía sobre la mesa. Suspiró antes de hablar —Rechazados. Pueden irse-

Ambos se sorprendieron. De verdad creían que Jiang Wanyin los aceptaría —¡Jiang Cheng!- Wei Ying habló mientras se ponía de pie. Lan Wangji lo imitó —¡No hay mejor opción que nosotros! ¿Por qué estamos rechazados?-

Jiang Cheng se cruzó de brazos y habló serio —Sí, estoy de acuerdo contigo- la pareja lo miró interrogante —Pero… ¡Primero muerto a acostarme con ustedes! ¡Así que ahora váyanse antes que saque a Sandu otra vez!-

Wei Wuxian hizo pucheros antes de decir que volvería a visitarlo otro día e irse molesto, seguido por Lan Wangji que se despidió con una pequeña reverencia y salió cerrando la puerta tras él.

Jiang Wanyin sobó su pecho para calmar su corazón antes de golpear su frente contra la mesa. Mientras su dolor de cabeza aumentaba, los castigos que les daría a sus discípulos serían más grandes.

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“Mi querido amigo. Lamento no poder ir a ofrecerme como candidato, pero seguramente un beta como yo, no sería suficiente para poder satisfacer a un fuerte omega como tú, y además, tengo un problema en la secta que me impide salir. Como regalo de mi sincera amistad, decidí mandarte al mejor alfa que el mundo del cultivo puede ofrecer. Espero me lo agradezcas cuando pueda solucionar el problema y te vaya a visitar a Muelle del Loto. Tu querido amigo, Nie Huaisang”

Jiang Wanyin apretó la carta en sus manos maldiciendo al líder de la secta Nie, antes de mirar al tranquilo líder de la secta Gusu Lan, que estaba bebiendo té sentado frente a él, al otro lado de la mesa —¿Sabes lo que dice esta carta, Zewu-Jun?-

Lan Xichen, dejó la taza sobre la mesa y sonrió —No se qué dice exactamente la carta, pero Huaisang dijo que el líder de secta Jiang, está buscando un alfa fuerte para tener descendencia, y me pidió viniera en su lugar como candidato-

Jiang Cheng guardó la carta en su túnica antes de preguntar —¿Y qué piensas sobre eso, Zewu-Jun?-

El líder del clan Lan, sacó un pergamino de su manga y se lo entregó al líder Jiang —Creo que soy un buen candidato-

Jiang Wanyin desenrolló el pergamino para leer el contenido. Era el formulario que tuvo que llenar para ser candidato. La elegante caligrafía del cultivador vestido de blanco, resaltaba entre las mas de cincuenta firmas de sus discípulos que aprobaron la solicitud.

Los ojos oscuros miraron curiosos al tranquilo líder de secta frente a él —¿Estás hablando en serio?-

—Hablo muy en serio, líder de secta Jiang- Lan Xichen miró fijamente al cultivador vestido de morado —Sin temor a sonar arrogante, soy el mejor candidato para dar una descendencia fuerte-

—Pero también eres un líder de secta- Jiang Cheng enrolló el pergamino para dejarlo sobre la mesa —Si tuviera un hijo contigo, sería un heredero del clan Lan y el clan Jiang, y eso podría crear un problema entre las sectas-

Lan Huan tomó el pincel que estaba al lado de unas hojas de papel —Los hijos que nazcan de nuestra unión, serán parte del clan Jiang, mi secta no peleará herederos. Podemos redactar un acuerdo sobre eso-

Jian Wanyin miró al cultivador de blanco, tomar una de las hojas sobre la mesa y comenzar a escribir en ella —¿Esto no te traerá problemas cuando encuentres alguien con quien quieras casarte?-

Lan Xichen sonrió mientras seguía escribiendo —Cuando quiera casarme, podremos ver que hacemos, pero por ahora…- dejó el pincel sobre la mesa otra vez y le pasó la hoja al cultivador de morado —Quiero ayudarte a tener un heredero fuerte y sano-

Jiang Wanyin leyó lo que escribió el líder de secta Lan antes de tomar una decisión —¡Está bien!- se levantó para ir a la puerta de la oficina y hablar con la discípula que esperaba afuera —Puedes decirles a todos que paren con este circo y vuelvan a sus funciones. Ya elegí al mejor alfa-

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“Clausula número 1: Todos los hijos nacidos entre Jiang Wanyin y Lan Xichen, serán parte de la secta Yunmeng Jiang. Si Lan Xichen quiere tener hijos con alguien más después que termine el acuerdo, ellos podrán ser parte de la secta Gusu Lan”

Ya había pasado más de un mes desde el incidente y en Muelle del Loto, todos los días, se podían escuchar los quejidos de los discípulos vestidos de morado quienes eran obligados a corres por más de tres horas por el campo de entrenamiento. Llevaban en sus espaldas, sacos de arena para darles peso extra.

El segundo al mando de la secta, llevaba el doble que sus compañeros.

Jiang Wanyin se encontraba en su oficina terminando de sellar una carta para mandar a Descanso de las Nubes. Desde que firmó el acuerdo con el líder Lan, se mandaban cartas todas las semanas para saber sus condiciones de salud y hablar sobre cosas importantes.

La carta que acababa de sellar, le informaba a Lan Xichen cuando sería su próximo celo y las recomendaciones que le dio la sanadora principal de la secta para tener mayores posibilidades de embarazo.

—Líder de secta- la voz de su discípulo principal, se escuchó antes que la puerta se abriera. El cultivador de morado, estaba secándose el sudor con una toalla —Disculpe la interrupción, pero el líder de secta Lan, acaba de llegar-

Jiang Cheng se sorprendió e intentó recordar si tenían alguna reunión programada. Se puso de pie para salir de la oficina —¿Dónde está?-

—Lo llevamos a la sala de juntas- ambos comenzaron a caminar hacia el lugar nombrado —Le ofrecieron té y algunos bocadillos-

—Está bien. Iré personalmente, así que puedes retirarte- su segundo al mando, le dio un saludo y se fue rumbo a la cocina para beber agua. Jiang Wanyin, al llegar cerca de la sala de juntas, se arregló un poco la túnica y revisó si su cabello estaba bien peinado, después, procedió a entrar —Zewu-Jun ¿Qué lo trae a Muelle del Loto hoy?-

Lan Xichen se puso de pie al escuchar al otro líder de secta. Dio un saludo siendo imitado y se acercó al hombre vestido de morado —Estaba cerca de Yunmeng, así que quise venir a visitarlo, Jiang Wanyin- el mayor sonrió —No nos vemos desde hace un mes-

El líder Jiang, lo invitó a volver a sentarse mientras él se dirigía al asiento cercano al líder vestido de blanco. Ambos se sentaron —Es difícil encontrar tiempo libre para poder reunirnos- Lan Xichen asintió con la cabeza mientras tomaba la taza de té y bebía un sorbo —Pero llegaste en buen momento- el lidere Lan, miró curioso al líder de morado que sacaba una carta de sus ropas —Iba a mandar una carta- Jiang Cheng le extendió el sobre sellado —Mi celo será en dos meses más. La abuela revisó mi salud y nos dio consejos para aumentar la posibilidad de embarazo-

Lan Xichen tomó el sobre para abrirlo. Lo leyó mientras el líder Jiang, se servía un poco de té en la taza aun no usada que estaba en la mesa. Al cabo de unos segundos, guardó la carta en el sobre y en su ropa —Fue bueno venir hoy- el líder vestido de blanco, volvió a sonreír —En realidad, quería hablar algo importante con Jiang Wanyin. Por eso aproveché de venir ahora- el líder de morado, iba a tomar la taza para beber té, pero al escuchar al otro líder de secta, se sentó derecho dándole toda su atención —He estado pensando estos días… Yo, no tengo ninguna experiencia en los asuntos de cama ¿Jiang Wanyin los tiene?-

Jiang Cheng se sonrojó sorprendido —¡Yo tampoco tengo experiencia!- respondió a la defensiva —¿Piensas que soy un promiscuo?-

Lan Xichen levantó las manos en señal de disculpa —No, no. Nunca lo pensaría. Lo siento si di a entender eso- hizo una pequeña reverencia con la cabeza antes de volver a hablar —Es que se supone que nuestra primera vez será bajo la influencia del celo y eso me preocupa- el líder de blanco suspiró profundamente —Me da miedo dañar a Jiang Wanyin por mi falta de experiencia-

Jiang Cheng, pudo ver como un leve rubor coloreó las mejillas suaves como el jade. Pudo sentir un raro latido en su pecho. A pesar de saber que su cultivo era alto y las heridas que pusiera recibir en el acto se curarían rápido, el mayor se preocupaba por su seguridad. Desvió la mirada antes de contestar —Bueno…- pensó en sus opciones e hizo una mueca extraña —Podríamos practicar antes de que llegue mi celo- Lan Xichen se ruborizó un poco mas —Podríamos ir donde la abuela ¡Ah! La abuela es nuestra sanadora principal. Ella podría darnos consejos y todo eso-

El líder Lan, miró hacia un lado avergonzado —Es una buena idea- ambos lideres encontraron sus miradas de reojo —Yo… yo tengo unos días libres. Si no es problemas para Jiang Wanyin…-

El líder Jiang, se sentó derecho decidido —Zewu-Jun, le diré a los sirvientes que le arreglen el cuarto junto al mío. Espero no le moleste alojarse en él-

Lan Xichen se puso derecho para quedar frente a frente. Su rubor ya solo se mostraba en las orejas —Muchas gracias por la hospitalidad, Jiang Wanyin. A propósito de esto…- el líder de blanco, sacó unos libros de su bolsa Qiankun y se los entregó a Jiang Wanyin —Pregunté a Wangji y al joven Wei sobre asuntos de primavera. Me dieron estos libros y unos consejos extraños-

El líder Jiang, ojeó uno de los libros y su rostro se puso aun mas rojo al ver los dibujos obscenos acrobáticos en las páginas ¡Esa pareja es a la última que pediría consejos!.

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“Clausula número 2: Lan Xichen y Jiang Wanyin, se comprometen a pasar celos y calores juntos para tener una mayor posibilidad de embarazo. En el tiempo que dure el acuerdo, ninguno de ellos podrá estar con alguien más.”

Muelle del Loto estaba muy ajetreado estos días.

Todos estaban preparando el lugar que permanecería cerrado por dos semanas completas. No se aceptarían cartas, regalos, proveedores, ni visitantes. Los discípulos solo saldrían en casos de emergencia, y aun así, solo sería para pedir ayuda a alguna secta cercana y volver rápidamente.

Todos los discípulos y sirvientes de la secta Yunmeng Jiang, estaban extremando la seguridad porque su líder, entraría en celo por primera vez sin supresores y acompañado.

La sanadora principal, les recomendó a ambos lideres dejar de usar supresores una semana antes del celo del líder omega, así sus cuerpos estarían mas fértiles y la posibilidad de concepción sería mas grande.

Lo único malo de aquella recomendación, es que el aroma dulce de lotos confitados con especias, afectaba a todos en Muelle del Loto.

Los alfas estaban en modo protector, mientras los omegas estaban con mucha energía. Los betas se sentían impacientes al ver a sus compañeros así.

Jiang Wanyin se encontraba sentado en su cama, mientras con los dedos, tocaba el ancho collar morado en su cuello que estaba sellado con un hechizo para que solo una persona pudiera abrirlo. Era un collar especial para proteger a los omegas de alfas abusadores que pudieran aprovechar sus celos para marcarlos. No se rompería ni aunque un demonio lobo intentara rasgarlo con sus colmillos.

El líder del clan Jiang nunca había tenido que usar uno. Su fuerte cultivo y los supresores que le daba su sanadora principal, mantenían su celo bajo control, así que nadie sabía que su temporada llegaba los primeros días de primavera. Además, nadie con un mínimo de inteligencia y que apreciara su vida, intentaría acercarse a su cuello en cualquier circunstancia.

Jin Ling fue unos días antes a Muelle del Loto para llevarle el collar a su tío. Ambos lideres de secta, tuvieron una discusión bastante grande, pero al final, el de morado cedió y dejó que su sobrino le pusiera el collar sellándolo con una gota de su sangre.

Jiang Cheng sabía que en circunstancias normales podría contra cualquier alfa, pero no sabía como reaccionaría dejando libre su instinto animal, y además, Lan Xichen era un alfa poderoso… ¿Cómo sería la parte animal del líder de la secta Gusu Lan?

Jiang Wanyin sabía que su sobrino tenía razón al tomar esta clase de medidas para evitar accidentes durante su celo. No podía dejar que por culpa de sus instintos, terminaran enlazados y arrepentidos por el resto de sus vidas.

—Líder de secta- la voz de su segundo al mando, hizo que Jiang Cheng se levantara de la cama —El líder de secta Lan, acaba de llegar. Lo llevaré a su oficina-

—Entendido, voy enseguida- el líder Jiang, se alisó las túnicas antes de salir de la habitación para dirigirse a su oficina.

Cuando estaba cerca del lugar, pudo sentir un delicioso aroma a menta y bambú ahumados. Un aroma fresco y cálido que le recordó a una fogata en medio de un bosque de bambú húmedo por la lluvia. Al líder de morado, se le hizo agua la boca después de respirar profundo para llenar sus pulmones con el cálido aroma. Tragó saliva sabiendo por sus reacciones, que su celo comenzaría en cualquier momento.

Lan Xichen de pie afuera de la oficina, percibió el dulce aroma de los lotos confitados y sus ojos claros, miraron al líder vestido de morado que se acercaba. Lo saludó con una pequeña reverencia siendo imitado de inmediato —He llegado, Wanyin-

—Bienvenido, Xichen- Jiang Wanyin se detuvo frente al líder de blanco y llamó a tres sirvientes que estaban escondidos detrás de una pared —Ellos son quienes nos llevarán suministros en el tiempo que estemos en el pabellón familiar- los tres sirvientes se pusieron frente a los lideres y saludaron con reverencias —Son betas, así que puedes olerlos como quedamos. Si no te molesta, pediré que nos lleven comida a mi habitación para que estemos más cómodos-

—Eso estaría bien, Wanyin- el líder de blanco, se acercó a los tres sirvientes y usó sus muñecas para frotar su aroma en cada uno.

Una de las recomendaciones que les dio la sanadora principal de la secta Jiang, fue que Lan Xichen marcara con su aroma a quienes los fueran a asistir mientras pasaban el celo. Los alfas se vuelven territoriales y protectores cuando su omega está en un estado tan vulnerable, así que si los sirvientes tenían su aroma, evitaría que los atacara en caso que su alfa fuera muy salvaje.

Lan Huan, al igual que Jiang Cheng, nunca había dejado libre sus instintos, así que no sabía qué pasaría cuando lo hiciera. Al comienzo, había temido lastimar a Jiang Wanyin por su falta de experiencia, pero con las practicas que tuvieron durante una semana, dos meses atrás, y los consejos y explicaciones de varios sanadores, esperaban no pasara nada grave.

Los sirvientes quedaron un poco mareados por el aroma que los envolvía ahora. Ambos lideres se dirigieron a la habitación principal del pabellón familiar para esperar los alimentos. Al llegar, se sentaron alrededor de la mesa en medio de la habitación. Hablaron sobre asuntos personales y sus sectas mientras esperaban la comida. Sus aromas libres, llenaban la habitación fusionándose en un perfume único, y sus cuerpos, se calentaban cada vez más.

El sirviente que se encargó de llevarles comida, cubrió su cara con un paño para evitar inhalar el aroma. Era tan fuerte que incluso los betas podrían saborearlo.

La tarde pasó en un abrir y cerrar de ojos. Cuando llegó la noche a Muelle del Loto, Lan Xichen cerró la puerta de la habitación principal con seguro, llenándola con talismanes silenciadores y talismanes que evitaban que el espeso aroma, saliera de esas paredes.

Solo tres personas pudieron acercarse a la habitación por dos semanas.

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“Clausula número 3: Lan Xichen se compromete a ser un buen padre, aunque no sea el compañero cultivador de Jiang Wanyin. Deberá mostrar paciencia, orgullo y amor a los hijos nacidos entre ellos, aun si después decide tener hijos con alguien más”.

—Felicidades líder de secta, va a ser padre- la anciana sonrió mientras le daba la noticia al hombre herido frente a ella —Y además, la herida no es grave, así que se recuperará pronto. Después que le ponga el medicamento y las vendas, claro-

Jiang Wanyin, puso la mano en su marcado abdomen desnudo. Sus ojos oscuros, brillaron al darse cuenta de que las nauseas y constante sueño, eran porque una vida se estaba gestando en su interior. La herida en su hombro, que obtuvo por cubrir a un joven discípulo que se descuidó en su primera cacería nocturna, ya ni le dolía. Su cuerpo solo sentía euforia.

—Te… ¡Tengo que contárselo a Xichen!- mientras la anciana limpiaba la sangre que manchaba su hombro, cuello y pecho, Jiang Cheng sacó un talismán de comunicación —Xichen… vamos a tener un hijo- le habló al talismán para después quemarlo y convertirlo en una mariposa violeta. Vio a la mariposa volar rápidamente por la ventana para buscar al destinatario del mensaje.

La anciana sonrió al ver la expresión soñadora de su líder de secta. Desde que podía recordar, nunca lo había visto tan feliz y esperanzado. Juró en su mente hacer todo lo que estuviera en sus manos para que este bebé naciera sano y fuerte, así que llamó al discípulo principal, que esperaba afuera de la habitación, y le dijo todos los cuidados que su líder de secta debería tener desde ese día.

Gracias al escandalo que hizo el segundo al mando de la secta Yunmeng Jiang, al llegar la tarde, ya todos en Muelle del Loto sabían sobre la condición de su líder de secta, así que las comidas nutritivas y medicinas, reemplazaron las comidas picantes y el licor desde ese mismo día.

Cuando la noche estaba adornada con estrellas, Lan Xichen llegó a Muelle del Loto junto a Lan Jingyi y Jin Ling. Saludaron rápidamente a los discípulos que custodiaban la entrada antes de entrar para buscar al líder con túnicas moradas.

Las reglas Lan no permitían que sus discípulos corrieran, pero cuando el líder vestido con túnicas blancas divisó a Jiang Cheng saliendo del pabellón familiar, corrió a su encuentro para envolverlo en sus fuertes brazos —¡Soy el más afortunado, Wanyin! ¡Gracias!-

Jiang Wanyin se sorprendió por el movimiento inesperado, pero el tenue aroma feliz del alfa, que lo envolvía al igual que sus brazos, hizo que su pecho se hinchara de alegría. Un pequeño sonido de ronroneo se escuchó antes que su voz —Yo tengo que agradecerte, Xichen- Lan Xichen lo apretó en sus brazos aún más —Gracias por esto-

—¡Felicidades, líder de secta Jiang!- Lan Jingyi se acercó trotando a los dos lideres. Su rostro mostraba una gran sonrisa —¡Felicidades a ambos lideres de secta!-

—¡JiuJiu! ¿Por qué no me mandaste un mensaje a mi también?- Jin Ling se paró a un lado del discípulo vestido de blanco, cruzando los brazos —¡Me enteré porque estaba con Zewu-Jun y Jingyi cuando llegó la mariposa! ¡No es justo!-

Los dos lideres de secta se separaron un poco, y el de morado tosió fingidamente —Lo siento, A-Ling. Apenas me enteré hoy. Te iba a avisar mañana-

Lan Jingyi le palmeó la espalda a su amigo —Tranquilo Jin Ling ¡Es natural que el líder de secta Jiang, le avise primero a Zewu-Jun! ¿No conoces los instintos omegas?- el líder vestido de dorado, levantó una ceja interrogante mirando el rostro sonriente de su amigo —Los omegas, aunque no lo digan ni demuestren, quieren sentir la protección de su alfa ¡Sobre todo si están embarazados!-

Jiang Wanyin miró de reojo a Lan Xichen y se encontró con una tierna sonrisa dedicada a él, después volvió la vista a los cultivadores mas jóvenes. Lan Jingyi seguía molestando a su sobrino, sin darse cuenta de la pensativa mirada marrón que lo observaba atento —Bueno, ya que están aquí…- los dos menores miraron a Jiang Cheng —Les diré a los sirvientes que les ordenen sus habitaciones designadas- les invitó con un ademan de la mano para que lo siguieran rumbo al comedor familiar —Seguro no comieron por venir rápido, así que vamos a cenar-

Los tres cultivadores estuvieron de acuerdo y, mientras iban rumbo al comedor, los dos alfas, pusieron uno de sus brazos alrededor de la delgada cintura de los omegas a su lado.

Jin Ling con las mejillas sonrojadas, se ganó una mirada interrogativa de Lan Jingyi, mientras Lan Xichen con su rostro lleno de felicidad, se ganó un resoplido divertido de Jiang Wanyin.

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“Clausula número 4: Si en el tiempo que dure el acuerdo, uno decide que sería buena idea unirse, deberá pedir la opinión del otro y presentar un plan para dividir el tiempo y no descuidar ninguna de las dos sectas. Si el otro está de acuerdo, la unión se hará en Muelle del Loto cuando el celo de Jiang Wanyin se presente de nuevo”.

Jiang Wanyin, se encontraba sentado en la orilla de un puente. Sus pies hinchados, estaban sumergidos en el tibio lago proporcionándole un alivio. Comía semillas de loto mientras miraba a sus discípulos, que buceaban un poco más alejados de él.

Ya estaba en su último mes de embarazo.

Lan Xichen y Wei Wuxian, llegaron a Muelle del Loto unos días antes y dijeron que no se irían hasta después del nacimiento del próximo heredero del clan Jiang. Su escusa fue que, como su gran panza y pies hinchados limitaban sus movimientos, era mas seguro que dos cultivadores poderosos lo cuidaran en este momento vulnerable.

Lan Wangji también quería quedarse, pero Lan Qiren le dijo que debía hacerse cargo de los casos importantes mientras su hermano no estaba.

El líder vestido de morado, suspiró al pensar que aquellos dos no lo dejaban tranquilo. El líder vestido de blanco, incluso lo abrazaba cuando dormían juntos en la habitación principal para llenarlo de su aroma y que se sintiera protegido. Mientras el cultivador vestido de negro, lo seguía a todos lados para ayudarlo a sentarse, a levantarse, o tomarlo de la cintura si hacía movimientos bruscos.

Y ambos hablaban tanto que la cabeza de Jiang Cheng ya le dolía.

Sus únicos momentos de tranquilidad, eran cuando supervisaba el entrenamiento de sus discípulos.

El líder vestido de morado, dejó el plato vacío a su lado y tocó su abdomen. Su hijo saldría en cualquier momento y se preguntaba a cuál de los dos se parecería: ¿De qué color serían sus ojos? ¿Qué forma tendría su nariz? ¿Sería tan temperamental como él o mas tranquilo como Lan Xichen? Jiang Cheng suspiró. No importaba cómo sería, lo importante es que tendría todo el amor que ambos padres le podrían dar.

Un fuerte dolor en su vientre cuando los discípulos de morado emergieron, puso en alerta al líder de secta. Inmediatamente llamó a sus discípulos quienes nadaron rápidamente para acercarse. Uno de ellos subió al puente para ir corriendo a llamar al discípulo principal que estaba cerca.

El segundo al mando de la secta Yunmeng Jiang, le dijo al discípulo que fuera a avisar a los sanadores mientras él corría al puente para tomar en brazos a Jiang Wanyin y llevarlo a la enfermería. Al ver a su líder de secta con la frente sudorosa y tomando su vientre con ambas manos, ordenó a los discípulos que los seguían, encontrar a Lan Xichen y Wei Wuxian para que les avisaran, y además, informar a todos para activar el protocolo de emergencia.

Jiang Cheng escuchaba a todos a su alrededor mientras el dolor aumentaba. Estaba orgullosos de que sus discípulos siempre fueran tan confiables. Cuando llegaron a la enfermería, su segundo al mando dejó al líder de secta en una camilla. De inmediato la sanadora principal comenzó a dar órdenes de dejar solo con la túnica interior al líder de secta y traer todo lo necesario para el parto.

Cuando uno de los sanadores le estaba quitando la túnica exterior, Jiang Wanyin pudo escuchar las voces de Lan Xichen y Wei Wuxian queriendo entrar, pero siendo retenidos por su discípulo principal. Su sanadora principal dijo que, para evitar el riesgo de alguna infección, nadie aparte del equipo de sanadores podía estar en la sala, así que él, aunque deseara que el alfa mayor estuviera a su lado, no iría contra las ordenes de la anciana.

—Está bien, líder de secta. Todo estará bien- la anciana le habló suavemente mientras ponía varios talismanes en su abdomen. Dos de sus discípulos previamente entrenados, tomaron sus muñecas para darle energía espiritual en el momento oportuno —Voy a empezar a cortar, así que concentre su energía espiritual en su abdomen-

Jiang Wanyin asintió con la cabeza y obedeció. Los partos de los omegas masculinos eran mas riesgosos que en las mujeres, porque, como los bebés no tenían por donde salir, era necesario hacerles cesáreas. Lo bueno es que gracias a los avances que lograban los sanadores cada año, los riesgos de este tipo de operaciones eran menores.

Lo mas importante era el cuidado posterior de la herida.

—¡Solo un poco mas y sale!- en medio del dolor y concentración, Jiang Cheng miraba el techo de la sala. La voz de la anciana se escuchaba lejana, pero la oía perfectamente —¡Ya nació! ¡Líder de secta!- Jiang Wanyin, bajó la mirada al escuchar un llanto. Ante sus ojos, su sanadora principal, le mostraba un pequeño bebé aun sucio que lloraba con fuerza —¡Es un niño, líder de secta!- el líder del clan Jiang, respiró hondo al tiempo que lágrimas rodaron por sus sienes —Bien hecho, líder de secta. Ahora vamos a suturar el corte, y a limpiar al heredero. Ya puede descansar-

El líder Jiang, suspiró mientras cerraba sus pesados ojos y lo inundaba la energía espiritual de sus discípulos.

La próxima vez que Jiang Wanyin abrió los ojos, estaba acostado en la cama de su habitación. Su cuerpo estaba limpio y vestía las túnicas violetas que usaba para dormir. Le dolía el abdomen, pero su núcleo dorado enviaba la energía espiritual constantemente para curar la herida suturada.

—Wanyin, ya despertaste- la tersa voz a su lado, hizo que Jiang Cheng mirara hacia la derecha. Lan Xichen le sonreía cálidamente mientras se acercaba a la cama con una taza con agua en las manos —¿Tienes sed?-

El líder Jiang, se intentó sentar con cuidado. El líder vestido de blanco, lo ayudó con una mano mientras con la otra seguía sosteniendo la taza. Cuando el menor se acomodó bien contra la cabecera, tomó la taza ofrecida —Gracias- la bebió de un trago antes de preguntar —¿Cuánto tiempo dormí? ¿Dónde está nuestro hijo?-

Lan Xichen tomó la taza de vuelta para dejarla sobre un mueble cercano y después se sentó en la orilla de la cama, al lado de Jiang Wanyin —Dormiste toda la tarde. Ya estamos de noche- el líder de blanco, tomó una de las manos de Jiang Cheng —Y el bebé se encuentra con una de las nodrizas. Avisaré que ya despertarte para que lo traigan cuando termine de comer-

Jiang Wanyin, miraba aquellos hermosos ojos claros levemente enrojecidos en las orillas, que parecían solo centrarse en él. El dorso de su mano era acariciado por un suave pulgar, y ambos guardaron silencio por unos segundos donde el tiempo pareció detenerse.

El líder vestido de blanco, decidió romper el silencio —Wanyin…- Lan Huan, levantó su otra mano para acariciar la mejilla de Jiang Cheng —Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo- Jiang Wanyin se ruborizó levemente al ver la sonrisa llena de cariño dedicada hacia él —Se que nuestro acuerdo dice que debo presentar un plan detallado si quiero preguntarlo, pero lo traeré después, porque no puedo esperar para decirlo…- el líder vestido de blanco, bajó la mano de la mejilla del líder vestido de violeta, para tomar su otra mano y mirarlo serio —¿Quieres ser mi pareja de cultivo?- el rubor en las mejillas de Jiang Wanyin, se volvió más rojo —Yo no solo quiero enlazarme contigo. No quiero ser solo un alfa para ti- Lan Xichen, entrelazó sus diez dedos con los de Jiang Cheng —Yo quiero que nos casemos. Quiero poder llamarte “esposo” y que todos sepan que nos pertenecemos el uno al otro… Yo…- Lan Huan, subió las cuatro manos y se inclinó un poco para que tocaran su frente —Yo te amo, Wanyin-

Jiang Wanyin se sorprendió por la confesión. Los latidos de su corazón se aceleraron y la respiración comenzó a faltarle ¿Esto era real? ¿Aun no despertaba y comenzó a tener un sueño tan dulce?

Ante la falta de respuesta, Lan Xichen se volvió a erguir y bajó las manos sin soltarlas —Se que es repentino. No tienes que…-

—Acepto- ante la interrupción, el líder vestido de blanco se calló sorprendido y miró a Jiang Chen que hablaba serio —Quiero ser tu compañero de cultivo, Xichen-

Lan Xichen soltó las manos para abrazar con cuidado al líder vestido de violeta. Jiang Wanyin le correspondió el abrazo y pudo sentir como el mayor sollozaba mientras escondía el rostro entre su cuello y hombro.

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“Clausula número 5: Queda absolutamente prohibido que Wei Wuxian o Lan Wangji, puedan escoger los nombres de los hijos nacidos de Jiang Wanyin. No importa que sean familia, ni siquiera se escucharan sus opiniones para nombres de cortesía”.

En las grandes puertas de Muelle del Loto, Jiang Wanyin, junto a su segundo al mando, su hijo mayor, su hija menor y varios discípulos ordenados en fila tras ellos, saludaban a los representantes de las distintas sectas que llegaban al lugar.

Aquel era un gran día para la secta Yunmeng Jiang. Su líder, quien hizo que la secta renaciera desde las cenizas, pasaría el liderazgo a su hijo mayor: Jiang Xiang, el día de su cumpleaños número treinta.

También, además de la sucesión de liderazgo, Jiang Xiang anunciaría la fecha de su boda con el hijo menor del líder de secta Nie: Nie Mingze, en seis meses a partir de aquel día.

Para Jiang Cheng, era irónico pensar que su hijo mayor, terminó enamorado y comprometido con el hijo menor de su amigo.

Cuando fue la fiesta de presentación de los cien días de Xiao Xiang, Jiang Wanyin estaba a punto de usar a Zidian para golpear a todos esos estúpidos cultivadores que intentaban probar suerte ofreciendo un compromiso desde niños, entre su lindo bebé y alguno de sus hijos o hijas.

Lan Xichen intentaba rechazarlos con cortesía, pero los lideres de algunas sectas pequeñas no querían un “no” por respuesta, así que seguían insistiendo. No fue hasta que el cultivador jefe puso orden diciendo:

“Si existiera alguien digno de casarse con el pequeño heredero Jiang en el futuro, será alguno de mis hijos, así que dejen de molestar y celebren”.

¿Quién sabría que veinte años en el futuro, terminarían enamorados después de pasar tiempo juntos, cuando el menor de los Nie, salvó al heredero Jiang de morir envenenado?

Ese día, Jiang Xiang (que se presentó como un alfa), fue traicionado por un cultivador errante durante una misión y terminó inconsciente y envenenado cerca de la frontera de Gusu con Qinghe. Nie Mingze (con quien no se habían visto desde hace casi 7 años y se presentó como un omega), volvía de un paseo en Gusu cuando lo vio tirado entre la maleza y decidió llevarlo a Reino Inmundo para que sus sanadores lo ayudaran.

Cuando Lan Xichen y Jiang Wanyin se enteraron del estado de su hijo por una carta de Nie Huaisang, fueron personalmente a buscar a ese cultivador errante quien deseo nunca haber nacido.

Los primeros representaste en llegar a la celebración, fueron, por supuesto, los de la secta Lanling Jin.

Jin Ling junto a su esposo Lan Jingyi, y sus dos hijos: Jin Liang y Jin Ming, llegaron el día anterior trayendo muchos regalos para celebrar la ocasión.

Los discípulos vestidos de dorado, se demoraron bastante tiempo en bajar todo lo que se le ocurrió traer a Jin Ling. A pesar que Lan Jingyi le dijo en un principio que no trajera tantas cosas, fue convencido rápidamente con mimos por parte de su esposo.

Que decidieran llegar antes, fue un pequeño respiro para el ocupado líder vestido de morado.

—Saludos, líder de secta Jiang- los Jiang vieron bajar de un barco con el estandarte de la secta Qinghe Nie, al líder vestido de verde junto a su esposa y sus dos hijos —Llegamos temprano para prepararnos- los discípulos vestidos de verde que acompañaban a la familia, ayudaban a bajar los regalos que traían en el barco.

Jiang Wanyin, bajó las escaleras para acercarse a la familia y los saludó con una pequeña reverencia —Bienvenidos a Muelle del Loto. Ya todo está listo para los anuncios de esta noche-

—Bienvenidos- Jiang Xiang se acercó rápidamente para saludar a la familia y tomar de la mano a Nie Mingze —Te extrañe, A-Ze-

—Oye, oye- el hijo mayor del líder Nie: Nie Muyang, tomó el brazo de su hermano menor para alejarlo y ponerlo tras él —Aun no están casados, así que aleja tus manos de A-Ze-

Jiang Xiang sonrió arrogante y comenzó una batalla verbal entre los dos herederos de secta.

Los actuales lideres, suspiraron al ver a sus hijos. Ambos jóvenes alfas, siempre eran territoriales cuando se trataba del omega menor, así que los ignoraron y hablaron un poco más antes que los Nie fueran guiados por un discípulo de Yunmeng Jiang a sus habitaciones designadas.

Recibieron a más sectas hasta que, un poco más tarde, el líder vestido de morado vio llegar el barco con estandartes de la secta Gusu Lan. Se acercó a la orilla para mirar como su esposo y su segundo hijo: Lan Yuze (que también se presentó como alfa), sonreían al verlo y lo saludaban levantando las manos.

—Bienvenidos- Jiang Wanyin, tomó la mano de Lan Xichen para ayudarlo a bajar del barco. El líder vestido de blanco le sonrió tiernamente —¿Cómo estuvo el viaje?-

Antes que el líder Lan pudiera contestar, su segundo hijo bajó del barco para abrazar con fuerza a su padre vestido de morado —¡Te extrañé, papá!-

Jiang Cheng sonrió mientras le devolvía el abrazo a su hijo —Yo también te extrañé, A-Yu-

Cuando Jiang Yuze tenía trece años, decidió que quería convertirse en el siguiente líder de la secta Gusu Lan, así que se puso una cinta en la frente, cambió su apellido a Lan, y se fue con Lan Xichen a vivir a Descanso de las Nubes.

Jiang Xiang, Lan Yuze y Jiang Li, se llevaban por tres años.

—¡Yuze-er-ge!- Jiang Li (la única beta de la familia), bajó la escalera para ir a abrazar a su segundo hermano. Lan Yuze al verla, soltó a su padre para ir a abrazar a su hermana menor.

Jiang Wanyin suspiró al ver a su hijo. A pesar que la mayoría del tiempo se comportaba como un ejemplo de discípulo Lan, cuando llegaba a Muelle del Loto, se comportaba como todo un Jiang —¿Emocionado por hoy?- Lan Xichen llamó la atención de su esposo al hablar —Desde hoy, podrás descansar-

Los demás discípulos del clan Gusu Lan, ayudaban a bajar los regalos del barco, mientras Lan Xichen tomaba una mano de su esposo quien sonreía de medio lado —Por fin- el líder vestido de blanco rio divertido ante las palabras del líder vestido de morado —Ahora, solo me queda esperarte, Xichen-

Lan Xichen, besó suavemente la frente de su esposo —Sí. Solo tres años más y podremos viajar, solo nosotros dos-

Jiang Wanyin sonrió al pensar en que, cuando Lan Yuze cumpla treinta años y Lan Xichen le dé el puesto de líder de la secta Gusu Lan, ambos se irán a viajar por el mundo. Como decidieron el día que su segundo hijo les dijo su decisión de ser sucesor de Lan Xichen.

Ambos lideres se quedaron en las puertas de Muelle del Loto tomados de la mano, y juntos recibieron a las sectas faltantes.

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“Con todas las clausulas claras, Jiang Wanyin y Lan Xichen se comprometen a cumplir el acuerdo al pie de la letra. Si alguno incumple alguna clausula, deberá indemnizar al otro o las relaciones entre las sectas se romperán. Si ambos están de acuerdo, sus sellos y nombres sellarán el trato”.

“Jing Wanyin, acepta el acuerdo”.

“Lan Xichen, acepta el acuerdo”.

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