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Un deseo valioso

Summary:

Hongjun es el hada madrina de Li Jinglong, le dice que puede cumplirle cualquier deseo, sin embargo, lo que este joven humano quiere no es algo fácil.
Hongjun no se rinde, él tiene magia, debería poder cumplir ese deseo con solo chasquear sus dedos, pero en cada intento termina metiendo en problemas a su protegido.

Notes:

Este fanfic es para que ustedes puedan pasar un buen rato, yo no soy escritora profesional, no soy experta, hago esto por diversión. Solo espero que esta tonta y rara historia les guste y sea un buen aporte para el fandom de Tianbao Fuyao lu.

Chapter Text

 

I

 

La voz del guía era lenta y nasal, a la distancia se escuchaba graciosa, aunque no estaba poniéndole demasiada atención, su mirada estuvo fija en las luces de las luciérnagas que poco a poco empezaban a aparecer.

Desde niño había sentido confort con los árboles, no era algo por lo que presumir sin ganarse algunas burlas, pero realmente se sentía bien en los lugares amplios de extensa vegetación. Podrían llamarlo una persona aburrida, probablemente lo era, tal vez porque en su niñez solo tuvo plantas en macetas que ver tanta vegetación junta lo ponía feliz y prefería trepar ramas que jugar en los parques con la arena.

Escuchó el bostezo de su acompañante y su concentración se rompió.

Había olvidado que no fue solo a este recorrido turístico.

Li Jinglong estaba en una cita con un chico, habían ido a visitar un bosque en el que se encontraban un par de templos bastante antiguos. Aunque la vista era espectacular y los templos dignos de un dios, rápidamente se dio cuenta de la apatía de su cita. Y de la propia.

Era su prospecto de pareja número tres en el año, Li Jinglong tenía que confesar que la cara bonita del tipo fue la principal razón para acercarse, aunque posteriormente le resultó de un carácter agradable, ahora se daba cuenta de que no iban a funcionar.

El guía se detuvo para explicar algo  delante de una fachada.

Li Jinglong le dijo a su cita que iba al sanitario y se  apartó del grupo. Luego de atender sus asuntos y regresar se dio cuenta de que el chico ya no estaba. Le llegó un mensaje al celular diciéndole que se iba por su cuenta.

No dio más explicaciones, él pensó que fue lo mejor.

“¿En qué momento pensé que esto era una buena idea?”

Cansado y decepcionado, miró al cielo oscurecido, ya se podían apreciar las estrellas y una luna brillante. Retomó su camino para unirse al grupo de visitantes con el que estaba anteriormente, aunque estaba renuente a irse, el lugar le parecía impactante por donde posaras la mirada.

De repente una luz brillante pasó en frente de él, fue tan rápido que pensó que pudo ser su imaginación, hasta que recordó a las luciérnagas.

Sacudió su cabeza y parpadeó, el grupo de turistas se alejaba cada vez más. Se apresuró, aunque le gustara estar ahí, no quería quedarse en un lugar que pronto iba a cerrar.

Algo pasó junto a su oreja, pensado que era un mosquito intentó espantarlo agitando la mano; de nuevo aquel bicho pasó junto a su oreja, esta vez su mano fue más rápida y logró golpear al insecto, pero el grito que escuchó al hacerlo lo asustó.

Se escuchó como la voz de un niño, Li Jinglong sintió su piel erizarse, no recordaba a ver visto a algún niño en el grupo de visitantes. Se dio a vuelta y no había nadie, no era alguien fácil de asustar, pero la situación fue tan extraña que no pudo dudar de algunas cosas.

Luego de algunos segundos y de auto regañarse, giró y al instante se encontró con un par de diminutos ojos color miel que lo miraban con enojo, y no fue solo un par de ojos, una persona pequeñita con alas, que apenas y podía llenar su mano estaba dirigiéndole una mirada furiosa mientras agitaba los brazos y hablaba con esa voz de niño.

“¡No, no, no! ¡No puedes ser la persona que me asignaron, alguien tan grosero como tú que acaba de golpearme con sus enormes manos!”

Li Jinglong se quedó con los ojos bien abiertos, estaba seguro de que no había consumido nada que le provocara semejantes alucinaciones.

“¡Qué demonios…!” susurró, dando un paso hacia atrás. Miró a su izquierda y derecha, ya no había absolutamente nadie a su alrededor.

Cuando esta creatura lo escuchó, pensó que se refería a él como un demonio, su rostro se enrojeció y sus alas se agitaron vigorosamente. “¡Humano tonto!, ¡¿Cómo puedes confundirme con un demonio!?

Li Jinglong retrocedió otro paso, como no tenía nada a la mano para espantar a esta creatura que habla, decidió escapar rápidamente del lugar para luego intentar no enloquecer demasiado pensando en lo que acaba de ver u oír.

Pero esta creatura había anticipado sus intenciones.

Le arrojaron algo de polvo brillante que lo hizo primero estornudar y posteriormente perder el conocimiento lentamente.

*

Cuando abrió los ojos, ya era de mañana, la luz del sol se colaba por la ventana de su habitación, lo primero que vio fue el techo blanco de siempre al despertar, todo  era tan normal como cada mañana, pero estaba un poco desorientado.

“Extraño” susurró para sí mismo.

“Ya era hora de que te despertaras” cuando aquella voz infantil habló, Li Jinglong giró el rostro con lentitud, al ver a ese pequeño ser del que pensó, que era solo un sueño, gritó, se hizo a un lado, cayó de la cama y rodó hasta chocar contra su librero y antes de que un grueso y enorme libro cayera sobre su cabeza haciéndolo desmayarse, observó como esa creatura se sentó en el borde de la cama, balanceando sus cortas y regordetas piernas mientras le sonreía dulcemente.

 

Chapter Text

II

 

Hongjun tenía una misión como el resto de las hadas madrinas a las cuales se les asignaba un humano, el cual tenía que cumplir ciertos requisitos para concederle sus deseos. Al principio Hongjun había pensado que el otro chico que acompañaba a este humano desmayado era su protegido, ya que con esa cara sería nadie pensaría que había un corazón puro en su cuerpo.

Dejó de balancear las piernas y voló hasta estar frente a esa cara afilada, la respiración caliente del joven chocó contra él haciendo que entre cerrara los ojos. Revoloteó hacia los  ojos, las largas y espesas pestañas negras lo saludaron, extendió las manos, se sorprendió como sus pequeños dedos podían cepillar cada hebra.

Mirando hacía bajo se dio cuenta de que el humano tenía los labios ligeramente separados, revoloteó de nuevo hasta estar enfrente de estos y agradecidamente no había rastros de un mal aliento.

Hongjun se mordió el labio inferior observando los ajenos, extendió de nuevo las manos para tocarlos, apretando intermitentemente como si de un gato se tratara, le gustó como se sentían en sus manos, eran suaves y esponjosos; quitó una mano y llevó la otra a sus labios, repitiendo este proceso unas cuantas veces.

Después de terminar su exhaustiva inspección, suspiró. Era la primera vez que Hongjun tocaba la cara de un humano, en realidad era la primera vez que estaba tan cerca de uno. Había escuchado rumores de otras hadas sobre lo aterradores que eran, no solo en su comportamiento, también físicamente.

Este joven humano no le parecía desagradable.

Sus escasas visitas al reino humano las podía contar con los dedos de una mano, siempre acompañó a su padre y nunca se le fue permitido interactuar con nada ni con nadie. Pero Hongjun había visto algunas cosas interesantes que le gustaron mucho.

De repente un ligero gemido lo sorprendió, el humano estaba despertando, Hongjun se cruzó de brazos y esperó pacientemente. Cuando los ojos marrones del chico se enfocaron y lo vio, se hizo para atrás, chocando de nuevo con el librero, solo que esta vez ningún libro lo noqueó.

“¿Qué eres?” dijo el joven, por supuesto había un atisbo de miedo en su voz.

“Hola, buenos días, un poco de modales no estaría mal”

“Me golpeé la cabeza muy fuerte, lo suficiente para alucinar”

“Lo suficiente para hacerte un tonto” Hongjun se acercó sintiéndose irritado, sus brillantes alas brillaban a la luz del sol, imagen que deslumbró a su protegido “Soy Kong Hongjun, un hada” extendió los brazos, como si no fuera evidente lo que es “¿Cómo te llamas?”

Observó con atención a este creatura, además de verse como un humano muy pequeño, vestía…bueno, llevaba tela que le cubría medio torso y dejaba libre su espalda para esas alas brillantes. Y la mayor parte de sus piernas regordetas estaban descubiertas, su cabello rosa y sus ojos color miel lo hacían lucir lindo.

“Li Jinglong… un humano”  respondió tardíamente.

“Bien Li Jinglong, no estás soñando esto está pasando”

“No lo está, de hecho es un sueño muy raro. ¡Auch!” Gritó cuando Hongjun se acercó veloz y le apretó una mejilla con ambas manos. Se talló la piel adolorida, le sorprendió que algo tan pequeñito pudiera causarle tanto dolor.

“No es un sueño, es la realidad. Soy un hada madrina, felicidades, tengo la capacidad de cumplir tus deseos, excepto por la vida eterna, matar a alguien y tener deseos infinitos, lo demás se puede cumplir. Lo que se pueda materializar lo tendrás”

Li Jinglong se agarró la cabeza con ambas manos, cerró los ojos con fuerza y contó hasta diez, al alzar la cabeza y abrir los ojos de nuevo, Hongjun seguía flotando delante de él, se negaba a creer que esto estuviera pasando. Antes de poder decir otra cosa alguien llamó a la puerta en la entrada, se sobresaltó y rápidamente se puso de pie para ir y ver por la mirilla de la puerta, era un hombre con una caja.

Debían ser los audífonos que había pedido por internet hace unos días. Desbloqueó la puerta y comenzó una breve charla con el hombre como si fuera un día aburridamente normal, hasta que una voz de niño lo hizo paralizarse.

“Deja de perder el tiempo, no hemos terminado de charlar sobre nuestro contrato de deseos”

Li Jinglong casi deja caer la caja, el hombre lo miró extrañado “Joven, ¿Se encuentra bien?, está un poco pálido.

“¿No…no escuchó esa voz molesta?”

“¿Qué voz?” Ahora este señor frunció el ceño, pensando si Li Jinglong estaba todavía adormilado.

“Nadie puede verme o escucharme excepto tú” Hongjun revoloteó frente a Li Jinglong con los brazos cruzados, él también tenía el ceño fruncido.

Li Jinglong despidió al repartidor, cerró la puerta dejando la caja sobre la pequeña mesa en el centro de la sala. Paseó alrededor tratando de entender lo que estaba sucediendo, de vez en cuando miró al hada todavía sin creer  su existencia y finalmente se dejó caer en el sofá detrás de él.

“¿De verdad…eres real? ¿Mi hada madrina? ¿Puedo pedirte cualquier cosa?” dijo todavía con duda. Se sentó en el sofá, mirando con sospecha el pequeño.

“Excepto por lo que te mencioné antes. Si puedes”

Li Jinglong  se miró las manos, posteriormente sonrió, pensando en que si este era un sueño loco o una única oportunidad podría tentar su suerte. “Dame un amor verdadero” dijo con decisión.

Por primera vez Hongjun se quedó callado, su constante parloteo se detuvo ante este deseo. No respondió de inmediato, cuando Li Jinglong creyó que el hada iba a burlarse de su petición, el pequeño habló.

“El percepción del amor es abstracto y el amor proviene de muchos lugares y seres. Desear que otro te ame…no es que sea imposible, pero puede que el origen o el resultado de ese amor, no te guste. Debes ser un poco más específico con lo que quieres”

Li Jinglong no esperaba una respuesta así de sería, el breve momento de ser bromista se acabó. La esperanza floreció en su corazón, pero una idea surgió rápidamente en su mente.

“¿Hay un límite de tiempo para que seas mi…hada madrina? O ¿es por siempre?”

Hongjun frunció los labios.

“Puedes liberarme diciendo sinceramente que estás satisfecho y no quieres más deseos. O si tu corazón se corrompe, inmediatamente nuestro vinculo se termina”

“Lo que acabas de decir también es ambiguo” Jinglong se cruzó de brazos y sonrió. “Si de verdad me puedes conceder deseos, solo te pido este: Un amor verdadero. El cómo lo logres depende de ti.

Hongjun puso las manos en sus diminutas caderas, sus alas agitándose con fuerza ante este humano quisquilloso “¿Cómo se supone que haga eso si no me das detalles?

“Como dije, es tu trabajo averiguarlo”

Li Jinglong se levantó y fue a la cocina para prepararse algo de comer. Había una sonrisa de satisfacción en sus labios al ver lo enojado que puso al hada. Sea un sueño o no, al menos estaba feliz de hacer sus días aburridos un poco más interesantes.

Y de repente sintió algo extraño en la cara, como que le dolía una mejilla y los labios, fue rápidamente al cuarto del baño y se miró en el espejo. Tenía un pequeño moretón en un lado del rostro y sus labios parecían ligeramente hinchados.

La mejilla maltratada  tenía una explicación y  era debido a ese diminuto ser que estaba en su sala, pero ¿Y sus labios? No quería pensar demasiado en lo que sucedió en el momento en que se desmayó, pero decididamente regresó a la sala para buscar explicaciones.

El lugar estaba vació, Li Jinglong dudó, preguntándose de nuevo si estaba en un sueño o tuvo una loca alucinación.

Pero las pruebas en su cara eran contundentes y para su mala fortuna, ese moretón e hinchazón de labios se hizo más evidente en el transcurso del día.

En el trabajo, pasó horas con la cara enrojecida debido a los comentarios de  varias personas sobre su aspecto, que si  iba a divertirse con alguien una noche antes al menos debería tener la decencia de cubrir las huellas “de su pasión”.

¡¿Cuál noche de pasión?!  Solo tenía un hada madrina extraña y maltratadora…Pero no es que pueda gritarles eso y no parecer un loco.

 

 

Chapter Text

III

 

Hongjun estaba acostado sobre los pétalos de una flor blanca, sus pequeños brazos extendidos y los pies colgando, con la mirada perdida en el cielo azul. Al escuchar una puerta abrirse, una voz conocida lo alertó, ladeó la cabeza en esa dirección y sonrió.

Li Jinglong se ajustaba la correa de su mochila sobre el hombro, fue directamente hacia donde su bicicleta estaba encadenada para liberarla, una vez hecho esto la montó y se fue por la calle. Hongjun permaneció sentado un rato, sopló los mechones de cabello rosa en su frente, nunca había conocido a una persona tan aburrida en su vida.

Li Jinglong era un hombre de hábitos, despertaba, comía, se iba a trabajar en una tienda de aparatos de cómputo, regresaba a casa y dormía. En las dos semanas de haberlo conocido, esto se  repetía cada día. Le sorprendió que estuviera en aquel bosque socializando con otros de su especie.

Y no solo era el hecho de no salir con otros humanos, tampoco era muy hablador, es decir, estando ambos en un mismo sitio las conversaciones eran demasiado triviales y luego llegaba el silencio.

¿Cómo iba a cumplir el único deseo que le fue pedido si el chico ni siquiera hablaba del tema? ¡No le estaba dando ninguna pista para avanzar! Además, Hongjun era un “hablador” por naturaleza, le gustaba conversar con otros seres, estar con Li Jinglong era…frustrante.

Hongjun suspiró y se levantó, aunque era pequeño era veloz, y hay cosas para las que no siempre usaba su magia, así que en vez de aparecer repentinamente en algún lugar, solo voló con vigor y en cinco minutos ya estaba entrando por la ventana del apartamento, y al siguiente segundo tuvo que frenar de golpe para no estrellarse con un Li Jinglong que se estaba quitando los calzoncillos, la única prenda que llevaba puesta.

El hada y el humano se miraron por un largo rato, hasta que un ligero rubor apareció en las mejillas de ambos.

“No me sigas” dijo Jinglong después de aclararse la garganta, subiéndose de nuevo la ropa interior, a veces olvidaba que ya no estaba solo en casa. Se encerró en el cuarto del baño para ducharse.

Hongjun se quedó suspendido en el aire por un tiempo indefinido, no se había dado cuenta de que su corazón estaba latiendo como loco, y cuando lo hizo se palmeó las mejillas todavía rojas y calientes con las manos para salir de su aturdimiento.

“¡Yo no soy un mirón!, además, ¡¿Quién quiere verte desnudo?!” Hongjun gritó con enojo, pero con esa voz de niño no podría ser tomado enserio.

¿Qué se creía ese humano tonto? No es que antes no haya visto a otro ser sin casi nada de ropa. Las hadas en sí mismas no cubrían todo su cuerpo. “Pisoteó” con los pies en el aire, pero la imagen de Li Jinglong listo para quitarse la ropa aparecía una y otra vez en su mente.

Apretó los puños de pura frustración, no solo tenía que adivinar como conceder el deseo de este chico, también tenía que soportar sus comentarios fuera de lugar. Definitivamente tendría que hablar con el encargado de asignar a los protegidos a las hadas madrinas, debió haber un error cuando le asignaron a este tonto y aburrido humano. Cuando estaba a punto de desaparecer para ir a casa el sonido de algo se escuchó y lo distrajo.

Recordó que ese sonido era de los “celulares” que los humanos usaban para comunicarse.

El sonido se repitió, al parecer Li Jinglong dejó su teléfono sobre un estante fuera del cuarto del baño. Podría ser cualquier tontería, pero Hongjun tenía curiosidad, así que voló hasta ahí y miró al pantalla iluminada. Por supuesto, no conocía a la persona que mandaba el mensaje, pero entendía el idioma y le sorprendió lo que alcanzó a leer antes de que la pantalla se volviera negra.

 

“¿Por qué no contestas mis llamadas? Jinglong no te atrevas a ignorarme o…”

 

¿Una novia? ¿Un ex - amante? ¿Un amigo al que dejó plantado? ¿Su dentista? Imposible de saber.

“Creí que no eras un mirón”

Hongjun gritó asustado cuando escuchó esa voz, al darse la vuelta vio a Li Jinglong con una toalla sobre los hombros, con el torso desnudo y en shorts. Era la primera vez que lo tenía tan cerca y recién bañado, aunque el olor del shampoo que usaba estaba en el aire, por debajo de ello el aroma natural de su cuerpo estaba presente, le era imposible no respirar y llenarse de su fragancia.

Descubrir que le gustaba su olor fue extremadamente irritante.

Además, Li Jinglong tenía un cuerpo bien cuidado y bonito, lo que era de esperarse de un joven de su edad.

Cuando sintió sus mejillas nuevamente calentarse frunció los labios y se cruzó de brazos.

“No soy un mirón, solo estaba haciendo investigación”

Li Jinglong enarcó una ceja obviamente sin creerle nada, tomó su teléfono y reviso los mensajes. No hubo un cambio en su expresión, simplemente fue a su habitación y se tiró sobre la cama. Hongjun lo siguió.

“No soy quien para decirle a otros que hacer, pero deberías salir de este lugar de vez en cuando, a otro sitio que no sea  tu trabajo”

“Tienes razón, no eres alguien que deba decirle otras personas lo que deben hacer”

Hongjun infló sus mejillas, Li Jinglong lo miró de reojo y sonrió.

El hada respiró profundamente y mejor abordó uno de los temas que más le preocupaban. 

“Dijiste que querías un amor de verdad, el amor puede venir de muchos lugares, si es algo de romance simplemente deberías tener citas, salir a cenar, o…”

“No tengo tiempo para hacer esas cosas” declaró sin ánimo.

“¿Que no tienes tiempo?” Hongjun colocó las manos en las caderas “a excepción del día que nos conocimos solo te he visto ir a trabajar, y por muchas noches te la pasas aquí, ¿cómo que no tienes tiempo?”

Li Jinglong miró el techo y dijo: “¿Puedes hacer que alguien ya no esté enojado conmigo?”

El repentino cambio de ideas desconcertó a Hongjun, para evitarse un dolor de cabeza le siguió el tema.

“No puedo influenciar en las emociones de los humanos, no es…no es tan fácil”

“Entonces estás limitado a lo material”

“¿Qué quieres decir?”

“¿Podrías darme una bufanda y un par de guantes tejidos?, azules como el cielo estarían bien” Era el primer deseo real que le estaba pidiendo, así que no preguntó para qué los quería.

Hongjun colocó las manos sobre su pecho y luego las separó lentamente, algunas partículas de luz aparecieron y se condensaron hasta formar las prendas tejidas que volaron lentamente a las manos de Li Jinglong, quien no perdió de vista todo el proceso que el hada hizo para crear su deseo. La sorpresa era evidente en su rostro.

“Gracias, seguiré tu concejo, mañana iré a un lugar” dijo  un Li Jinglong alegre.

Hongjun se preguntó si el humano se había golpeado de nuevo la cabeza para tener repentinos cambios de estados de ánimo.

*

Al día siguiente Li Jinglong fue a un edificio de apartamentos, la bufanda y los guantes estaban dentro de una caja de regalo. No se veía muy cómodo estando aquí, pero en cuanto la puerta del departamento se abrió y una niña de unos cuatro años apareció una enorme sonrisa se formó en los labios de Li Jinglong.

“¡Tío!” gritó la niña, y se echó a los brazos de Li Jinglong.

“Hola, solecito” le respondió besándole una mejilla.

Hongun estaba revoloteando sobre el hombro de su protegido, invisible para los demás. Estaba un poco sorprendido de ver este lado cariñoso del apático Li Jinglong.

“Jinglong” la cansada voz de un hombre se escuchó, seguidamente su figura apareció detrás de la puerta.

“Tío” Li Jinglong  saludó con respeto a esta persona “Espero que haya estado bien en estos días”

Hongjun estaba un poco confundido, no entendía muy bien la relación familiar para que hubiera tantos tíos en ella.

“Yo espero que tú estés bien, y que hagas algo de provecho con tu vida” ante esta respuesta tan directa y poco amable, Li Jinglong no se enojó, acostumbrado a este recibimiento por parte de su tío.

“Solo pasé a saludar y a dejarle este regalo a Lin’er” Entonces le entregó la caja a la pequeña, quien estalló de alegría al abrir el paquete y colocarse las prendas con emoción.

“Tío, ¿Te quedarás a comer?” la esperanza en la voz de la pequeña era obvia.

“No, tal vez otro día. Debo ir a hacer otras cosas” y diciendo esto, la abrazó y fue directamente hacia la puerta.

“Jinglong, deja de ser tan arrogante y acepta lo que tu padre quiere heredarte. Otras personas desearían tener lo que tú tienes, otras personas ni siquiera podrían  aspirar a algo como eso”

Li Jinglong sonrió, o al menos eso intentó. Por supuesto, esas palabras no podían faltar cada vez que iba a de visita a este lugar.

“Hasta luego tío” respondió con los mejores modales. Sí de él dependiera, se quedaría tanto tiempo como pudiera, pero quedarse implicaba someterse a una sesión de sermones que no estaba dispuesto a escuchar.

El verdadero motivo de sus visitas era la pequeña Lin’er.

En el camino de regreso a casa Hongjun empezó un interrogatorio.

“Así que… ¿tienes problemas con tu familia? ¿Por eso tu deseo fue que este hombre dejara de estar enojado contigo?”

Li Jinglong resopló.

“Mi tío…no, no es por él. Solo quería que mi primer deseo fuera un regalo para mí ‘sobrina’” al notar la confusión en el rostro del hada se apresuró a explicar “En realidad el hombre es mi tío paterno, Lin’er es mi prima, pero le gusta llamarme tío”

“Entonces… ¿con quién no quieres estar enojado?

Li Jinglong metió las manos en los bolsillos de su abrigo “Mi padre es un testarudo que no acepta mis decisiones, pero en cuanto pensé en ese deseo me di cuenta de lo tonto que es pedir algo así”

Hongjun suspiró, este humano era muy complicado. Aunque dedicarle su primer deseo a su inocente prima de cuatro años, fue un detalle muy lindo.

Al llegar a casa, Hongjun se sentó en el mueble junto a la cama de Li Jinglong, quien estaba acostado boca arriba con los ojos cerrados en silencio. Lo había notado muy decaído desde que se fueron del departamento de su tío.

“¿Tan mal te llevas con tus parientes, que crees que no hay remedio?” no pudo evitar preguntar al ver su estado tan lamentable.

Li Jinglong giró el rostro y sonrió con tristeza.

“Me titulé de ingeniero en computación, y en vez de ir a trabajar a una empresa de renombre elegí el negocio de un amigo. Por su puesto que no gano lo que ganaría en una empresa reconocida, pero me gusta el ambiente familiar y tranquilo de la empresa de mi amigo, además creo en su proyecto, sé que llegará lejos”

Li Jinglong miró por un momento el techo, para luego regresar la mirada al  pequeño hada.

“Me gusta mi tiempo libre, me gusta estar con mis amigos, me gusta mi trabajo. Pero para mi padre, es como si estuviera perdiendo el tiempo. Un holgazán que nunca llegará a  nada”

Hongjun meneó las piernas mientras escuchaba, pensando en cómo su padre era estricto con él, pero siempre le dejaba tomar  sus decisiones.

“Creo que tu padre no dice lo que realmente siente, o…no lo dice de la manera correcta” cuando Hongjun le dijo esto, Li Jinglong frunció el ceño y luego pareció relajarse un poco, asintiendo con la cabeza por su comentario, y eso hizo que Hongjun se sintiera feliz.

“Tal vez, el problema es que no quiere escuchar, siempre estamos en un estira y afloja” concluyó el humano.

“¿Crees que siempre soy un ser de magia y colores? Incluso las hadas pueden ser serios y llenos de códigos, mi padre siempre dice que me comporte, aunque…” iba a decir que sobre todo siempre lo había a poyado, pero pensó que el humano se deprimiría si le restregaba su felicidad.

“Pero tu padre te apoya a su manera” Terminó Li Jinglong, adivinando justo lo que Hongjun quería decir. Al ver su rostro sorprendido, Li Jinglong sonrió y extendió su mano hacia él.

“No soy un pájaro” Se quejó Hongjun, revoloteó y se sentó sobre el colchón, justo frente al rostro del humano.

“¿Siempre eres así de gruñón? Eso no va con su apariencia adorable” Li Jinglong frunció el ceño ante un pensamiento. “¿Qué edad tienes? No sé si estoy hablando con un niño y ya dije muchas groserías delante de ti” recordó que incluso Hongjun lo ha visto con poca ropa, se sintió un poco avergonzado de repente.

“Dieciocho, solo a las hadas adultas se les deja ser hadas madrinas”

Li Jinglong suspiró de alivio, a sus veintiséis años no deseaba ser una mala influencia para un menor, incluso si se trataba de un hada.

Alguien llamó a la puerta principal, Li Jinglong se levantó con pereza, lamentando que el ambiente cómodo entre ellos se rompiera. Cuando abrió la puerta una sonriente chica estaba parada del otro lado.

“Hola, gege” ella se veía sumamente feliz y no lo ocultaba.

“Yuhuan” le llamó con sorpresa. Se  hizo a un lado para dejarla entrar “Pudiste llamarme para avisar que vendrías”

“No me ibas a contestar” dijo Yang Yuhuan de forma alegre y franca, Li Jinglong sonrió nervioso porque sabía que era la verdad. “Gege, vamos al cine. Hace mucho tiempo que no salimos juntos”

Hongjun los observaba desde el hombro de  Li Jinglong, quien se veía un tanto incómodo con esta visita, mientras Yang Yuhuan estaba emocionada. Miró a la joven mujer de pies a cabeza, ella era muy bonita y le hablaba con tanta confianza a su protegido que le hizo pensar en qué tipo de relación habría entre ellos.

“¿Quién es ella?” preguntó directamente.

“Mi prometida” Li Jinglong respondió con resignación.

Cuando Yang Yuhuan lo miró confundida, recordó que nadie más que él podía ver o escuchar a Hongjun. Tenía que acostumbrarse a comunicarse adecuadamente con el hada a todos a su alrededor iban pensar cosas extrañas de él.

 

 

Chapter Text

IV

 

Durante toda la película, Yang Yuhuan tomó la iniciativa de todo, de elegir lo que iban a ver, de dónde se iban a sentar, que golosinas iban a comer. Incluso fue ella quien se acercaba intentando tomar la mano de su “prometido”, de acurrucarse un poco, buscando la reciprocidad de sus actos.

Pero no lo consiguió.

“Al menos intenta divertirte” el lloriqueo de Yang Yuhuan lo hizo sentirse culpable. Estaban caminando hacia el área de los comedores.

 “Pero me gustó la película…”

“Siempre tienes una cara seria… ¿o solo pones esa cara conmigo?”

Li Jinglong siempre fue educado, pero también honesto “Sabes que no me gustan las chicas, esta cita es solo como amigos, como muchas otras que hemos tenido” le dijo con voz suave, llevaba diciéndole esto hace mucho tiempo. De hecho ellos se conocen desde hace años y se llevan bien, y tal vez fue esta armoniosa relación de amigos lo que la confundió, confundió también a sus padres que vieron un amor de pareja en ascenso.

Li Jinglong nunca imaginó que los padres de ambos fueran de esos que creían en las alianzas matrimoniales. Curiosamente este emparejamiento no fue planeado para fortalecer las empresas de sus padres, fue simplemente por…un capricho.

Yang Yuhuan suspiró lentamente, sonrió o al menos eso intentó. Eligieron una mesa y pidieron un par de cafés. Tomando la cuchara con sus delicados dedos ella tenía la mirada perdida.

Li Jinglong la observó inmersa en sus pensamientos, también se preguntaba en qué momento esta amiga suya lo empezó a ver con otra mirada.

“¿Ya…ya estas saliendo con alguien?” Yuhuan finalmente preguntó.  Cuando Li Jinglong negó, secretamente se sintió feliz, pero a la vez deprimida “Desearía que yo te gustara”

Li Jinglong le tomó la mano, ella se sorprendió y por un segundo una chispa de esperanza surgió, pero luego se rio de sí misma. Acababan de decirle que la querían como amiga. No debería esperar más que eso, honestamente…ella estaba cansada de esto.  

“Seguramente le gustas a alguien”  Li Jinglong dijo con una sonrisa en los labios.

“Eres muy malo consolando a la gente” Yuhuan dijo frunciendo el ceño.

Li Jinglong sonrió torpemente,  apretó ligeramente el agarre de sus manos. “Lamento no poder corresponderte”

Hongjun los seguía a poca distancia, aunque Li Jinglong no le dijo si podía ir con ellos, el hada simplemente se escondió y escuchó toda la conversación. Y cuando escuchó esto, se sintió molesto, Li Jinglong no debería decir algo así, quería gritarle a la chica que no lo molestara con esos comentarios absurdos.

Yang Yuhuan intentó sonreír, lo miró y lo señaló con la cuchara entre sus dedos “Si fuera un chico, seguramente ya hubieras caído rendido por mí”

Li Jinglong se echó a reír, Yang Yuhuan finalmente lo hizo también.

Hongjun fulminó con la mirada a la chica y apretó las manos en puños.

A Li Jinglong le parecía increíble que viéndose como un perdedor ante los ojos de su familia todavía lo consideraran como un buen partido para Yang Yuhuan, aunque él piensa que es esta misma quien lo hace ver bien delante de los ojos ajenos.

“El chico que te tenga será muy afortunado” continuó Yuhuan, todavía sintiéndose impotente por no gustarle aunque sea un poquito a este hombre.

“Yo espero así sea”

Li Jinglong sintió que esas últimas palabras por parte de Yang Yuhuan eran al final, que estaba aceptando que entre ellos solo podría haber amistad. En el fondo sentía que ella lo había puesto en un pedestal muy alto, lo que causó que tuviera miedo de no encontrar a alguien “mejor” para enamorarse.

 

*

 

“¿De verdad no te gusta ni aunque sea un poquito?” Hongjun estaba mirando la televisión cuando Li Jinglong se acercó para secarse el cabello, disimuladamente respiro profundo disfrutando del olor del humano recién bañado. Mentalmente se regañó, era extraño hacer eso hasta para las hadas, pero no lo podía evitar, el aroma del joven era delicioso.

Li Jinglong se sentó a su lado en el sofá, haciendo que Hongjun rebotara como una pelota, puso sus alas en acción rápidamente, prefirió no hacer reclamos al ver lo afligido que estaba su protegido.

“No como amante, la conozco desde hace unos diez años, es…mi amiga”

“Tú lo tienes claro, pero parece que ella no piensa de la misma manera. Ni siquiera sabiendo que prefieres a los hombres”

“Lo sé, y se lo repito cada vez que saca el tema del matrimonio. Aunque, creo que dimos por terminado ese asunto”

Hongjun jugueteó con las hebras de cabello que caían sobre su hombro sintiéndose confundido. Su propio estado de ánimo era raro, hace unas horas estaba enojado con la plática de esas dos personas, ahora estaba triste  por cómo se sentía Li Jinglong, pero a la vez feliz.

“Concuerdo con ella en algo. No eres feo, así que el novio que te consigas no sufrirá por las apariencias”

Li Jinglong le dedicó una mirada “Gracias por tus palabras de aliento”

Era extraño hablar de su sexualidad con un ser tan pequeño con voz de niño.

“Tengo curiosidad por algo. Esta forma tan diminuta… ¿Así son todas las hadas?”

Hongjun revoloteó hasta el reposabrazos del sofá y se sentó.

“No, podemos cambiar el tamaño de nuestro cuerpo a voluntad, lo mismo con la voz” El usualmente seguro Hongjun vaciló un poco al decir estas palabras y bajo la atenta mirada de Li Jinglong se sintió malhumorado.

“¿Así que hay una versión en talla grande de ti? Interesante” Li Jinglong se animó ante esta noticia.

“Pero…” Hongjun dijo.

“Pero…” Lo animó Li Jinglong a continuar.

Las mejillas regordetas de Hongjun se coloraron, apretó las manos en puños.

“Pero todavía no he podido hacerlo…cambiar a mi cuerpo adulto”

“¿Qué es lo que te impide lograrlo?” Al escuchar la sincera curiosidad en esa pregunta, y el que no lo criticara como lo hacían las otras hadas por su incapacidad de cambiar, se sintió en confianza de platicarle sus problemas.

“No lo sé, padre dice que entenderé cuando llegue el momento, pero ya que el cambio del cuerpo es un hecho importante para las hadas no debo apresurarme o solo lo retrasaré”

Ambos se quedaron en silencio, en la televisión estaban pasando la presentación de un grupo juvenil masculino. Al ver a esos chicos se preguntó si un Hongjun de tamaño adulto luciría como uno de ellos.

“Entonces intenta no sobre pensar ello, a veces solo tienes que dejar que las cosas fluyan” Concluyó Li  Jinglong, regalándole una sonrisa”

No hablaron más del tema, al parecer Li Jinglong entendió que era un tema difícil para el hada. Aunque Hongjun estaba agradecido por sus palabras de apoyo, sintió la repentina necesidad de acercarse para ser consolado, solo tenía que volar y esconderse en el espacio entre el cuello y hombro de su protegido, pero…si hiciera eso, ¿no sería raro?

*

 

Eran pasadas las ocho de la noche, Li Jinglong fue a la cocina a servirse un poco de jugo y calentar algo de pollo frito. Como se le había hecho costumbre sacaba dos juegos de platos para servir la cena. En un principio Li Jinglong imaginó que un hada tan pequeña no comería más que su propio peso, pero se equivocó.

Cuando Hongjun fue a la mesa, ya tenía servido una pierna de pollo con ensalada de verduras y una taza con jugo hasta la mitad. Era gracioso ver a Hongjun salivar por esa pieza de pollo, cuando Li Jinglong apenas iba por la mitad el hada ya había acabado su ración, así que de postre le dio un pastelillo cubierto de crema, los ojos de Hongjun brillaron con intensidad.

“¿Las hadas engordan? Por más que llenas tu estómago no veo que engordes un gramo”

Hongjun tenía la boca llena de ese delicioso pastelillo, con migajas cubriéndole las mejillas. Después de masticar habló sin rodeos.

“Las hadas normalmente no comen comida humana, tienen una dieta ligera, pero a mí me gusta la comida de este reino, es muy deliciosa, sobre todo las comidas dulces”

“Y ¿por qué no deseas mucha comida humana para ti mismo?”

“Porque las hadas no deben ser codiciosas, o nuestros poderes podrían disminuir o sufrir cambios”

Li Jinglong pensó en que ser un hada que concede deseos no es tan genial como se escucha. Había reglas para todo, incluso en un reino diferente al humano.

Después de la cena, Li Jinglong usó su computadora un par de horas mientras Hongjun terminada de ver un programa de televisión. A las diez y media de la noche fue a su habitación listo para dormir, al estar ya unas semanas al lado de Hongjun podía escuchar el revoloteó de sus alas cuando estaba cerca.

Así que supo exactamente cuando el hada entró a la habitación.

“¿Apagaste la televisión?” dijo adormilado, acomodándose dentro de la sábana.

“Sí” Hongjun fue a un cajón de ropa ya preparada con una sábana especialmente para él.

Fue gracioso el momento en que discutieron en donde dormiría Hongjun, porque este se negó a salir de la habitación de Li Jinglong por más que le ofrecieran otros lugares. A veces  Li Jinglong sentía que al tener al hada en su cajón de ropa, era como tener a un pequeño gato de mascota.  Giró la cabeza en su dirección y habló pausadamente.

“Si el cajón se vuelve incómodo, puedes dormir en la cama”

Y de hecho, de todos los lugares, Hongjun no pidió la única cama para dormir.

Hongjun lo miró, respondiendo tranquilamente “gracias”.

El cajón no se sentía mal, en casa tenía una cama grande y suave para él solo,  no fue la primera vez que le fue hecho este ofrecimiento, pero se sentía nervioso de pensar que estaría tan cerca del humano y como no comprendía de donde venía ese nerviosismo, prefería evitarlo.

Sin embargo, todavía deseaba un cálido abrazo de alguien, todo este asunto de ser un hada madrina era agotador, y ya que parecía que ambos estaban llevándose mejor, pensó por un momento “Sólo relájate y deja que esta sensación agotadora fluya”

Cuando Li Jinglong se durmió, Hongjun revoloteó hasta acostarse en la almohada, que era muy suave y con el calor corporal del humano se sentía calientita, Hongjun no tardó en caer en un sueño profundo.

Al contrario de lo que uno pudiera pensar, las hadas no son toda amabilidad y brillos de colores, las hadas también tienes pesadillas, se sienten inquietos o ansiosas por sus problemas del día a día.

Hongjun extrañaba a su padre, esa noche soñó con él…es decir, el otro padre que alguna vez tuvo, cuando tenía diez años un deseo mal planteado de un humano causó problemas, y siendo su padre una de las más poderosas hadas tuvo que intervenir, desgraciadamente corregir ese error le drenó la energía vital por completo.

No había más que hacer, su padre Chong Ming y el pequeño Hongjun estaban devastados.

De vez en cuando a Hongjun le ganaba la tristeza, al enterarse de la problemática relación de Li Jinglong y su familia, se sintió ansioso, sumado a la avalancha  de sentimientos que resurgieron en su corazón.

Pero de repente algo lo envolvió, como si una cálida manta le rodeara el cuerpo y luego, sus inquietudes se disiparon.

Segundos después al salir de su sueño profundo, aún sin abrir los ojos sintió que era diferente, o que algo era diferente. Algo lo sujetaba y a la vez, Hongjun sujetaba algo con su brazo. Cuando abrió lentamente los ojos lo primero que vio fue el rostro de Li Jinglong a solo milímetros de su propia cara, aquello que lo sujetaba era el brazo de Li Jinglong alrededor de su cintura y Hongjun tenía el brazo al rededor del cuello del humano. 

Hongjun se dio cuenta entonces, ¡había dejado su pequeño cuerpo y había cambiado a su forma adulta!

Primero lo embargó una enorme felicidad, pero segundos después también entendió, la forma tan indecente en la que estaba enrollado con Li Jinglong, nunca fue tan íntimo alguien, su corazón estaba latiendo como loco.

Cuando Li Jinglong frunció el ceño y parpadeó, señales de estaba despertando, Hongjun entró en pánico, al mismo tiempo que Jinglong abría los ojos Hongjun regresó a ser un hada pequeñita con la cara totalmente roja.

Al ver a Hongjun en su cama y con el rostro colorado preguntó con la voz adormecida: “¿Estás bien?”

“Sí, todo bien, ¡muy bien!” Respondió y se fue tan rápido como sus alas le permitieron dejando atrás solo un rastro de polvo de colores.

Aunque no fue el único con problemas, Li Jinglong miró entre sus piernas una delgada capa de humedad en su ropa interior. No es que no pasara algunas veces, pero había tenido un sueño tan vívido que hubiera deseado estar dormido un poco más de tiempo y seguir disfrutando de ello.

*

Li Jinglong notó a Hongjun anormalmente callado, pensó que probablemente seguía pensando en su incapacidad de cambiar su cuerpo, no quiso incomodar al hada con sus preguntas, pero al salir del trabajo Hongjun no estaba afuera esperándolo para “caminar” juntos. Al llegar a casa lo recibió el silencio, se le ocurrió revisar  un lugar y efectivamente ahí estaba el hada.

“¿Quieres hablar?” le preguntó al verlo acurrucado en la manta dentro del cajón de ropa.

“Estaba pensando en tu deseo” Dijo con voz tranquila, no era un mentira, además del suceso de esta mañana, también estaba buscando formas de cumplir el deseo de su humano.

“Sobre eso…”

 “Si es por tu padre podrías desear tener un doble” Hongjun levantó una mano, polvo brillante y de colores cubrió a Li Jinglong como un torbellino para luego formar a otro Li Jinglong justo a su lado.

Li Jinglong dio un paso hacia atrás de un salto, era la primera vez que veía el alcance real de los poderes de Hongjun.

“El doble podría asumir todos aquellos deseos que tu padre quiere que cumplas. Él es feliz por el hijo que le hace caso y tú sigues con tu vida tranquila”

El doble de Li Jinglong sonrió, como si asumir esa tarea lo hiciera realmente feliz.

“Acepto que es una idea tentadora, pero al final no sería yo realmente. Solo es una ilusión” al decir esto su doble se esfumo de inmediato.

Hongjun voló, cruzado de brazos se detuvo justo frente a la nariz de Li Jinglong “¿Quieres un…novio? Podríamos intentar buscar a alguien” se abofeteó mentalmente ante esa idea.

“Hongjun…”

“Necesito algo más que las palabras que has dicho para cumplir tu deseo. ¡Llevo aquí más de un mes…o dos, y no has pedido otra cosa además de los guantes! ¡¿Qué se supone que le diga a mi padre cuando lo vea y le diga que soy un inútil que no puede con un solo deseo de un humano?! ¡Si las otras hadas se enteran seré la burla de mi generación!

Li Jinglong se quedó mudo, no imaginó que este ser tan pequeño estaba pensando todas estas cosas.

“Lo siento, no creí que te provocaría tantos problemas” dijo luego de un rato. Fue a su cama y se sentó, sus brazos apoyados sobre sus piernas. “De hecho no quiero…no necesito de alguien que me cumpla deseos. Lo siento, creo que te topaste con un humano muy tonto y simple.

“Lo que te pedí, sé que es complicado, pero de verdad lo quiero. Y soy consciente de que no es algo que se cumpla con el chasquido de los dedos. Si es un requisito cierto número de deseos, puedo pedir algunas cosas banales” se encogió de hombros.

Hongjun se sentó en el borde del mueble, resopló “Se supone que me fuiste asignado para ayudarte porque lo necesitas, pero aunque te brinde ayuda no la quieres”

Li Jinglong sonrió torpemente. “Recuerdo que me dijiste que debía estar satisfecho con mis deseos para dejarte libre”

“Debes sentirlo de verdad, pero…irme sin darte lo que realmente querías…”

Iba a decirle que podría pedir que le asignen otro humano para que le conceda sus deseos pero tampoco iba a ser una buena idea.

Li Jinglong sonrió, esta vez de alegría.

“Bueno, tal vez si puedas ayudarme con algunos asuntos, sino te molesta quedarte por un tiempo más, por su puesto”

Hongjun se perdió en la sonrisa de Li Jinglong, su corazón latió fuerte. Respiró hondo y asintió. En su corazón, sintió alivió de ser útil para este tonto humano, para no separarse tan pronto de él.

No entendía, de verdad no entendía porque se sentía bien estar cerca de Li Jinglong.

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V

 

A la mañana siguiente Li Jinglong preparó waffles, para Hongjun hizo en gran cantidad algunos waffles pequeños decorados con fresas y un toque de miel, cuando el hada iba comiendo lo último de su plato Li Jinglong se acercó y con su dedo pulgar le limpió las mejillas.

El roce de ese dedo en su piel lo estremeció, pero hizo como si nada hubiese pasado.

“Me alegra que te guste el desayuno” Li Jinglong le dio un trago a su café, miró la hora en su celular.

“Reconozco que sabes preparar buenos platillos” dijo Hongjun antes de meterse un trozo de fresa a la boca, al acabar hasta se chupó los dedos.

Li Jinglong sonrió, llevó su taza y su plato al fregadero “Hoy me tomaré el día libre en el trabajo”

“¿Sí?” Hongjun tomó con ambas manos el pequeño plato donde fue servido para dejarlo en el fregadero también, Li Jinglong al principio pensó que Hongjun no era muy fuerte debido a su tamaño, quien diría que incluso podría levantar los muebles de su casa usando solo su fuerza física “¿No tendrás problemas en el trabajo?”

“Soy socio de la empresa, en realidad nadie me diría nada por ello”

“¿Eso no es abuso de poder?”

“¿Tal vez?” se aclaró la garganta “Es por una buena causa”

Hongjun sonrió, Li Jinglong estaba muy animado esta mañana, así que no dijo nada más, disfrutando de ese buen momento entre ellos.

Usualmente el hada tenía problemas para entretenerse mientras su protegido cumplía con sus horas laborales, decir que se aburría era lo menos, a veces solo dormía para pasar el tiempo. Por ese motivo le gustaba mucho más los fines de semana, que es cuando podían hablar más.

Pero hoy estarían juntos todo el día, Li Jinglong lo había planeado de esa manera,  así que era un buen motivo para estar feliz.

*

Li Jinglong no trató de ser un filántropo de la noche a la mañana, pero conocía algunas personas a las que les vendría bien un poco de ayuda.

Durante todo el día se la pasó planeando los deseos, los cuales iban desde: estar en los lugares correctos, tropezarse con cierto tipo de persona influyente, hasta una dotación de comida para  perros.

Eran deseos simples, pero conforme fue concediéndolos Hongjun se dio cuenta que su “apadrinado” siempre trataba que los resultados no llegaran de forma directa, siempre apelando a una causa y efecto, en su opinión era complicar las cosas, pero se limitó a chasquear los dedos obedientemente y dejar su magia libre.  

Y de nuevo, el humano nunca pidió nada para él mismo.

 

“A tu prometida le vendría bien enviarle directamente un novio” Hongjun estaba acostado sobre la cabeza de Li Jinglong mientras este le compraba un pastelillo, fue su recompensa por su arduo trabajo del día. Era increíble como las horas pasaban volando cuando planeabas deseos.

Cuando salieron de la panadería Li Jinglong se sentó en una de las bancas frente al local, pensó por un momento y asintió “Es verdad, tal vez Yuhuan necesite algo  más directo.

Li Jinglong recordó de repente a un socio de su padre, un tipo un par de años mayor que él, bien parecido y generalmente alegre. “Deseo que Li Heng se encuentre casualmente con Yuhuan hoy después del trabajo”

Hongjun chasqueó los dedos, Li Jinglong le entregó el pastelillo, una anciana que pasó a su lado lo miró confundida, ¿Por qué alguien se pondría un pastelillo sobre la cabeza?

Li Jinglong fingió no verla.

“¿Sabes que hay posibilidad de que ellos no se enamoren si pides un deseo así, verdad?”

“Lo sé, solo estoy dándoles una oportunidad”

“¿Y cuándo te darás una oportunidad a ti mismo?” preguntó el hada, mordisqueando su pastelillo, sin darse cuenta de la repentina mirada perdida de Li Jinglong ante esa pregunta.

“Me tomaré con calma eso de encontrar pareja.  Tengo otras metas y deseos en mente” dijo después de pensar por unos segundos.

“¿Y qué podría ser eso que quieres?”

Li Jinglong sonrió y dijo: “Desearía poder ver tu forma de hada adulta”

En cuanto Li Jinglong dijo esas palabras fue derribado de la banca, algo grande se había caído encima suyo, la gente que pasaba a su alrededor se detuvo para ver semejante escena, una ola de susurros y miradas llegaron sin intenciones de detenerse.

 

“Los jóvenes de ahora ya no tienen vergüenza”

“Está bien que salgas con quien quieras, pero ¿por qué tienen que hacer estás cosas en público?”

“¿Mamá  qué están haciendo esos chicos?”

 

Cuando Li Jinglong abrió los ojos, lo primero que vio fue un abundante cabello rosa, luego olió una dulce fragancia y por ultimo sintió que su entre pierna estaba siendo apretada firmemente.

Había una persona, un muchacho acostado encima de él, cuando levantó la cabeza y encontraron miradas ambos jadearon sin poder creer lo que estaba pasando.

No había misterios que resolver, el radiante y juvenil rostro que Li Jinglong tenía al frente era la versión mayor del pequeño hada que veía todos los días, de primera vista era una belleza, ese tipo de persona bella que te deslumbraba.

Al notar a la gente a su alrededor y dándose cuenta de que era visible para los humanos Hongjun palideció.

“Hongjun levántate” Li Jinglong lo empujó suavemente, Hongjun en su lugar se aferró más a su cuerpo en un abrazo mortal, y la pierna del hada que era lo que estaba en su entrepierna empujó más fuerte.

Sintiendo su rostro calentarse uso la fuerza que le quedaba para incorporarse y llevarse a Hongjun a tropezones lejos del lugar. Cuando llegaron a un área menos concurrida se detuvieron debajo de la sombra de una parada de autobús.

“¡¿Qué pasó?!” Hongjun gritó desconcertado, empezó a palparse el cuerpo, incapaz de creer que se había trasformado tan de repente.

“Tú…tú estás grande” Li Jinglong lo observó ahora menos aturdido y con una mirada que paseó por todo el cuerpo deslumbrante del hada.

Hongjun tenía exactamente el aspecto físico de un joven en su plenitud, una cara ovalada, labios ligeramente rosados, los mismos ojos claros. Todavía llevaba puesta aquella ropa transparente y corta, dejando algunas partes de su cuerpo desprotegidas, como sus hombros y piernas.

Li Jinglong tuvo problemas para apartar la mirada.

“Mis alas” Hongjun dijo, al mismo tiempo se palpó la espalda hasta donde sus brazos le dejaban, empezó a dar vueltas como un perro correteando su propia cola. De nuevo captaron las miradas de las otras personas.

“¡Basta! ven” Li Jinglong se quitó su abrigo para cubrir a Hongjun “Creo que ese el deseo más rápido que me has cumplido” dijo con una sonrisa.

“Pero yo no tuve nada que ver en esto” Hongjun contestó honestamente, su cuerpo había cambiado de un segundo a otro y eso lo asustó, la primera vez no se había dado cuenta del cambio, ahora pudo sentir claramente cómo cambiaba y se hacía grande.

Al ver que Hongjun estaba desorientado, lloriqueando e incapaz de regresar con su magia a casa, lo llevó en un taxi, fueron veinte minutos de miradas incómodas con el conductor, primero por el estado de ánimo del hada y segundo porque estaba tratando de trepar sobre él entre sus lloriqueos.

Al llegar a su destino, pensó en prepararle un poco de té para tranquilizarlo, pero en cuanto abrió la puerta de su departamento Hongjun soltó un chillido y se escondió detrás de su espalda.

Había un hombre en medio de la sala, de cabello rojo y mirada intensa.

“Así que aquí estabas” La voz del hombre era fría y firme.

Li Jinglong entendió inmediatamente que esta…persona era alguien cercano para Hongjun y tenía que ser tratado con respeto.

“Usted… ¿puedo saber quién es?” preguntó con cautela. Los ojos de esta persona apenas lo miraron un par de segundos con algo de sorpresa, antes de dirigirse hacia el hada.

“Soy el padre de este pequeño” Cuando habló, Li Jinglong pudo detectar el suave matiz de cariño al dirigirse a Hongjun “No hemos tenido noticias de ti, estaba preocupado”

Hongjun se apartó de la espalda de Li Jinglong “Lo siento, he estado ocupado”

“Puedo darme cuenta que así es” El hombre miró a Hongjun de pies a cabeza, una ligera sonrisa apareció en sus labios “Luces igual de radiante que tu padre”

Las mejillas de Hongjun se coloraron, un poco indeciso, de un paso acortó la distancia y finalmente abrazó al hombre, de repente sus alas aparecieron de nuevo, vibrando y brillando como siempre.

Tanto Hongjun como Li Jinglong se sorprendieron.

“¡Mis alas!” Hongjun estalló en felicidad “Papá, ¿cómo lo hiciste?”

“No hay magia sobre las hadas que no pueda controlar, además eres mi hijo, ¿lo olvidas?” con ternura le acarició la cabeza a Hongjun “El miedo te paralizó y selló momentáneamente tus poderes, no dejes que ese miedo te domine o tendrás problemas en el futuro.

“Usted…” Li Jinglong no podía creer lo que estaba viendo, de nuevo sintió como si estuviera en un loco y largo sueño”

Los cálidos ojos que tenía para Hongjun se acabaron cuando miró a Li Jinglong, un deje de sospecha también apareció.

“Chong Ming es mi nombre, humano. No lo olvides…o al menos inténtalo” Levantó una mano, de ella polvo brillante se desprendía, pero Hongjun se interpuso entre ellos, dándole a su padre una mirada suplicante.

“Todavía no he cumplido su mayor deseo” dijo desesperado, esto solo hizo enojar a Chong Ming.

“Él puede verme Hongjun” Sentenció.

Hongjun ya se había dado cuenta de ello.

“Algunos humanos pueden vernos aunque nos escondamos de ellos. Yo me encargaré de él” dijo lo último con prisa, para persuadir a Chong Ming.

“Bien, vigílalo, de todas formas, al final…”

“Padre…” Hongjun suplicó de nuevo para que no dijera nada más.

“Te veré en casa” Chong Ming finalizó molesto y se desvaneció en pequeños puntos de luz.

Un hada y un humano estaban solos ahora, el silencio en la habitación era incómodo. Sin embargo, este momento de parálisis le dio la oportunidad a Li Jinglong de seguir observando a Hongjun. 

La blanca espalda y el trasero redondo de Hongjun apenas cubierto por tela, las caderas, las largas piernas. Todo su cuerpo tenía las curvas y músculos definidos en los lugares correctos.

Ya que tenía una vista completa de Hongjun en tamaño real, no podía apartar la mirada, y de la nada a su memoria llegó que tiempo atrás había acusado al hada de ser un mirón cuando lo encontró observando su cuerpo semidesnudo después de bañarse.

Se sonrojó, ¿ahora quién es el mirón?

“¿Estas bien ahora?” Li Jinglong se acercó al salir de tu aturdimiento, rápidamente la fragancia dulce del cuerpo del hada llegó a su nariz, olía muy bien, y entre más olía sentía que necesitaba estar más cerca.

Hongjun se dio la vuelta, una sonrisa en sus labios y ojos miel brillantes lo recibieron “Sí, gracias por traerme a casa, estaba muy asustado en la calle”

“Y tu padre…”

“No te preocupes por él…es un poco gruñón con los desconocidos. Además yo…me merecía esos regaños” Hongjun sonrió torpemente.

Li Jinglong asintió con la cabeza. “Bueno, ah…esta…forma, ¿supongo que oficialmente eres un hada  adulta?”

“¡Sí!, ¡finalmente, finalmente!” Hongjun dio saltitos de felicidad hasta arrojarse hacia los brazos de  Li Jinglong.

“Felicidades…ah, te vez muy bien así”

“¿Sí?”

Li Jinglong de nuevo se sonrojó ante esa cara emocionante y asintió.

“Ahora que lo pienso, ya no entrarás en el cajón de mi ropa para que puedas dormir” Le pellizcó una mejilla. Hongjun hizo una mueca y apartó su mano.

“Eso no es un problema, hay un lugar donde puedo dormir cómodamente”

Li Jinglong tuvo un presentimiento.

“La respuesta es simple. Voy a dormir contigo, vamos a compartir la cama” Hongjun dijo alegremente, recordó lo bien que había dormido sobre Li Jinglong, antes se había avergonzado de ello, pero ahora se sentía más cercano al humano y ya lo consideraba como un buen amigo.

Por otro lado, Li Jiglong se quedó de piedra, no creía que Hongjun se diera cuenta de lo mal que se puede interpretar lo que acaba de decir, o de la cosas que pudieran suceder si ellos dormían juntos.

Pero no importaba cuanto persuadiera a Hongjun de dormir en otro lugar, incluso de cederle su cama. Por la noche, Hongjun estaba tumbado sobre el colchón, restregando la mejilla y diciendo lo bien que olían las sábanas.

¿De esta manera Hongjun estaba diciéndole que le gustaba su olor?

¿Qué es lo que debería hacer Li Jinglong con esa declaración?

Aunque Li Jinnglong intentó dormir en el extremo opuesto de la cama, de alguna manera Hongjun conseguía perseguirlo en sueños y enredar sus cuerpos. Bien, no es que como si fuera la primera vez que abrazaba a alguien en la misma cama, el problema eran todas esas cosas a las que su cuerpo estaba reaccionando y que le daba vergüenza que el hada viera.

Y lo más importante, tuvo un pensamiento constante esa noche. ¿Por qué sentía que ellos ya habían hecho esto antes?

 

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VI

 

Li Jinglong estaba durmiendo con la boca ligeramente abierta, un silbido salía de sus labios con su respiración. Hongjun había quedado encima de él por otra noche de quien sabe cuántas, hacía mucho que se despertó, algo lo despertó, lo podía sentir contra sus muslos.

Durante varios minutos Hongjun se debatió entre reducir su tamaño y salir de la habitación sin hacer ruido o ser valiente e incorporarse y echar un vistazo a ese objeto caliente y duro.

La curiosidad ganó, batiendo pausadamente sus alas se elevó solo lo suficiente para sentarse entre las piernas abiertas de Li Jinglong, no podía apartar la mirada del bulto que se formó debajo de la ropa interior del chico.

En su mente se repetía que era muy irrespetuoso hacer lo que quería hacer pero…solo miraría un poco. Se acercó, estiró la mano para tomar los bordes de la ropa interior y lo fue bajando lentamente hasta que ese pedazo de carne salió de un salto de su confinamiento.

Hongjun tragó saliva, se miró así mismo, y se dio cuenta de que el suyo no era tan grande como el que estaba delante de él. Sintió un ligero cosquilleó entre sus piernas, no era tan inocente para no saber como uno mismo se puede dar placer. Lo que le perturbaba era que le gustaba mucho el pene de Li Jinglong, tanto como para tocarlo y sentirlo.

Volvió a estirar la mano, su dedo índice apenas rozó la punta para retirarle una gota de semen cuando Li Jinglong gruñó, removiéndose un poco. Con el corazón latiendo aceleradamente Hongjun suspiró aliviado al verlo regresar a su sueño.

De nuevo atrapó al objeto de su deseo en sus delgados dedos, jugueteó con la punta un momento hasta bajar y tomarlo por el tronco, efectivamente estaba caliente al tacto, firme, pero a la vez suave, estaba fascinado sosteniéndolo de esa forma. De repente el leve gemido de Li Jinglong lo alertó, estaba despertándose, ante el temor de ser atrapado quiso retirar rápidamente la mano pero Li Jinglong ya lo había tomado de la muñeca.

Li Jinglong tardó un momento en despertar por completo y tener un panorama completo de lo que estaba sucediendo. Se miró con la ropa interior hasta los muslos, su miembro duro y goteante golpeando sobre su abdomen y luego estaba Hongjun, que parecía un animalito asustado, tenía la boca abierta como un pez y en la punta de su dedo índice había una mancha blanca muy sospechosa.

La imagen mental de esas manos delgadas, o esos labios rosas alrededor de su pene le provocó un escalofrió que le recorrió desde la espalda hasta el vientre.

Al ver que el hada tenía intenciones de huir una vez que lo soltara, lo derribó sobre la cama, atrapándolo justo debajo de él.

“¿Qué crees que estabas haciendo?” Li Jinglong estaba frunciendo el ceño, ligeramente agitado.

“Investigando un poco” fue lo primero que Hongjun dijo y de inmediato se dio cuenta de lo tonto que se escuchaba “Quiero decir…”

“Hongjun, yo no soy ese tipo de hombre, pero si haces esto…” tragó saliva, tomó una respiración profunda “no puedo…no me contendré en el futuro”

“¿Qué quieres decir?” Hongjun habló con la voz suave y temblorosa.

Solo bastaba una mirada para saber que el hada estaba cayendo duro por la lujuria y no estaba ayudando al autocontrol de Li Jinglong (auto control que cada día le costaba conservar desde que Hongjun había cambiado), así que, maldiciendo entre dientes, bajó la cabeza y la enterró en el espacio entre el cuello y el hombro de Hongjun, aspirando su aroma dulce, mordisqueando un poco la piel suave para luego dejarle un suave beso en el área maltratada.

“Es...espera” gimió Hongjun al sentir que todo su cuerpo le quemaba.

Antes, ver al pequeño hada volar por su departamento era algo que le causaba ternura, ahora verlo pasearse con ropa ligera de un lado al otro, sonriéndole y hablándole con esa voz que ya no era de un niño, lograba que Li Jinglong se sonrojara a cada momento.

Lo hacía sentir cosas, físicas y emocionales.

El oportuno timbre de la puerta principal fue el “balde de agua fría” que necesitaban.

Alguien había llegado de visita, Li Jinglong volvió a maldecir “Hablaremos de esto luego” dijo y se acomodó así mismo en su ropa interior, se bajó de la cama y busco sus pantalones para poder cubrirse antes de atender la puerta.

Por un instante tuvo la idea de ignorar el timbre, tal vez hubiera sido lo mejor.

Cuando abrió la puerta se sorprendió de ver a su padre parado enfrente de él.

“Padre…”

“Ahórrate el formalismo, explícame ¿En qué demonios pensabas al hacer actos tan indecentes en público?” El hombre estaba claramente enojado, Li Jinglong no entendía nada, se hizo a un lado cuando su padre entró sin esperar una respuesta.

“Te gusta llevarme la contraria de todo, encima traerme este tipo de humillación, ¿Crees que es divertido llegar a la oficina y encontrarme con la noticia de que estabas revolcándote con alguien en la vía pública? ¡¿Es que no piensas en tu familia, en Yuhuan, tu prometida?!”

Si hay algo que más odia Li Mousui, son los escándalos públicos y los chismosos. Ahora entendía que lo que pasó aquel día que Hongjun cambió ya había llegado a los ojos y oídos de su padre. 

Pero Li Jinglong ni siquiera tuvo tiempo de hablar cuando fueron interrumpidos.

“No fue su  culpa” Ambos giraron hacia el pasillo, donde Hongjun estaba parado con los brazos cruzados, frunciendo el ceño “Yo…yo…tropecé y Li Jinglong amablemente me atrapó al caer al piso”

Los ojos enrojecidos de su padre lo fulminaron “Li Jinglong, ¿qué hace este chico aquí…?” un pensamiento cruzó su mente “¿Desde hace cuánto que vives con tu amante?”

Li Jinglong tardó unos segundos en reaccionar, para luego soltar un bufido “¿Desde cuanto tengo que pedirte permiso para salir con alguien? Hongjun ya lo explicó, solo lo ayudé con un pequeño accidente, no es mi culpa que la gente sea tan maliciosa para fastidiarte con eso”

“¡Jinglong!” gritó enfurecido.

“Con respecto a Yuhuan, no hay tal humillación, hace mucho que ella sabe que solo es mi amiga, es más, probablemente en este momento ya está saliendo con un buen tipo, deja de preocuparte por ella”

“Deja de comportarte como un mocoso” Li Mousui se acercó amenazadoramente, Li Jinglong no se inmutó, pero de repente Hongjun se interpuso entre padre e hijo, sorprendiéndolos.

“Jinglong no hizo nada malo, ¿por qué se enoja cuando amablemente ayudó a otra persona? ¿Que los padres no se sienten orgullosos cuando sus hijos hacen estas buenas acciones? ¿A caso no es el reflejo de que los han educado bien y siguen sus enseñanzas?”

El silencio que los envolvió luego del discurso del hada los paralizó.

Li Jinglong sintió alegría en su corazón al ver como esta hada traviesa, era tan valiente para plantarse delante de un hombre malhumorado e intimidante como su padre para defenderlo.

“Muchacho atrevido” Li Mousui dijo entre dientes, rompiendo la tensión. Pero no siguió con su perorata, Hongjun había dicho cosas muy ciertas y toco algunas fibras dentro del corazón del este hombre.

Los rodeó, cuando pasó enfrente de su hijo, le dijo “No me des más problemas” y se fue.

Li Jinglong cerró la puerta y vio a Hongjun todavía con el ceño fruncido, sus alas estaban agitándose. Solo entonces Li Jinglong se dio cuenta de que Hongjun tenía puesta una de sus camisetas, la cual le llegaba hasta los muslos y daba la apariencia de que no llevaba más que eso encima.

Ahora podría imaginar el grado de indecencia que su padre vio estando el hada en ese estado. Y luego recordó un detalle importante.

“Hongjun, ¿no se supone que nadie te ve más que yo?” dijo con voz preocupada, como si el regaño de antes fuera el menor de sus males.

“No podía quedarme sin decir nada, solo escondí mis alas y me puse esta ropa, no quería que tu padre pensara demás.

Li Jinglong suspiró.

“Creo que mi padre ya pensó mucho más de lo que debía” Li Jingliong se acercó al hada, el cual tenía una expresión de confusión.

Li Jinglong lo observó detenidamente, las largas pestañas, los ojos color miel, el cabello entre un rosa brillante y rojo, largas piernas, cuerpo delgado pero definido, estaba descalzo, solo las alas eran el indicio de que no estaba delante de un ser humano. Y lo mejor, la camiseta que tomó estaba tan grande que parte de su cuello blanco estaba expuesto, el hecho de que Hongjun estuviera usando y luciendo de esa manera  su ropa le causaba una sensación nueva y emocionante.

Y de repente recordó lo que Hongjun estaba haciendo hace un rato en la habitación y se ruborizó. Si su padre hubiera visto lo que estaban haciendo…no sé equivocó en decir que estaba comportándose un poco indecente.

“Ahora que estamos solos de nuevo, podemos hablar de lo que estabas haciendo en la habitación” Lo dijo en tono serio pero el rubor no desapareció de sus orejas.

Hongjun parpadeó, cuando finalmente recordó hasta donde lo había llevado su curiosidad, su rostro se enrojeció de inmediato. Intentó desaparecer pero la mano de Li Jinglong fue más rápida atrapando su muñeca y llevándolo a la pared más cercana, acorralándolo con su cuerpo.

“Hongjun no soy ese tipo de hombre” le repitió las palabras de antes “Pero…como hombre también me afectan...ciertas cosas” Su rostro estaba a centímetros del de Hongjun, su respiración caliente le chocaba en las mejillas al hada.

Hongjun apretó los labios, no iba a decirle que descubrió que le gusta mucho su cuerpo, que le gustaba lo atractivo que era y lo bien que huele “Lo siento, como hada, a veces no puedo reprimir mi curiosidad. Me sobrepasé” y no estaba mintiendo, era algo común que las hadas sintieran curiosidad por los humanos y sus costumbres.

Solo que no esperaba sentir tanta curiosidad por Li Jinglong como para hurgar en su ropa interior…cuanto la tenía puesta.

De repente Li Jinglong acarició su mejilla, se miraron a los ojos por quien sabe cuánto tiempo, hasta que una sonrisa traviesa apareció en los labios del humano.

“Está bien, lo dejaré pasar por esta vez” Li Jinglong se aclaró la garganta “Nunca te lo había preguntado porque siempre usas un conjunto de ropa que supongo es adecuado para las hadas…pero, ¿Te gustaría usar la ropa de este mundo?

Hongjun sonrió “Sí me gustaría. Ustedes tienen una variedad de ropa extraña pero divertida. Aunque tampoco me molesta usar tu ropa, huele muy bien y está suavecita” dijo totalmente feliz.

Li Jinglong tuvo que darse la vuelta, caminar algunos pasos y tranquilizarse un poco.

“Bien…” dijo finalmente, sus manos en las caderas. Se dio la vuelta e inmediatamente retrocedió un paso, Hongjun ya estaba delante de él, había escondido sus alas. Ahora parecía solo un chico normal “Déjame regalarte un poco de ropa de tu talla. No quiero obtenerla como un deseo, es algo que quiero darte por mis propios medios”

“Está bien” Hongjun aceptó de buena gana, contento de no tener que tratar de seguir explicando porque hizo lo que hizo esta mañana “Por cierto…¿terminamos de ayudar a la gente que  querías?”

“No, todavía no”

“¡Bien!” dijo el hada, sin esconder su felicidad.

 

*

 

Li Jinglong llevó a Hongjun a una tienda departamental dos días después, ya que de repente estuvo ocupado en el trabajo y no tenía tiempo libre. Nadie le hizo algún comentario sobre el suceso en la vía pública, así que supuso que la persona que fue con el chisme a su padre fue alguien que quería sacarle dinero, pero su padre no era fácil de chantajear, ya debió haber tratado ese problema.

“Come despacio, o te mancharás” Li Jinglong a veces sentía que estaba hablando con un niño, y cuando recordaba que le había comprado ropa a este ‘niño’ sin tener algún tipo de relación formal se sintió extraño.

Podía obtener todas estas cosas con un simple deseo, pero aquí estaba, derrochando dinero por propia voluntad.

“Si se ensucia desapareceré la mancha” Hongjun le dio una enorme mordida a la crepa de mermelada que estaba en sus manos.

A Li Jinglong le dolían los pies, nunca pensó que Hongjun quisiera probarse un montón de cosas y querérselas llevar todas a las vez.

“Aquí está su batido” La mesera de la cafetería dejó la copa en la mesa y se alejó, en cuando estuvo detrás del mostrador empezó a murmurar con las otras meseras. Todas tenían sonrisas tontas en el rostro cuando los miraban.

Li Jinglong se hacía una idea de lo que estaban charlando.

“¿Estás seguro de que no tendrás problemas si te haces visible ante tanta gente?” no era la primera vez que se lo preguntaba a Hongjun, siempre estaba preocupado por lo impulsivo que era.

“¿Quién sabría que soy un hada?” Hongjun se encogió de hombros, restándole importancia “Quiero disfrutar…estás actividades de humanos”

“¿Qué las hadas no salen con sus amigos a comer?”

“Lo hacemos, pero aquí también es divertido. En el bosque tengo un amigo ciervo, es muy lindo, y un amigo lobo, el lobo siempre está persiguiendo al ciervo para casarse con él”

Entonces Hongjun le platicó sobre su vida en los bosques encantados, aquel otro mundo donde había crecido, lo mucho que quería a sus padres y a sus amigos. El hecho de que no solo existen hadas madrinas, también hadas guerreras, incluso otras criaturas como sus amigos el ciervo y el lobo, le habló de un dragón, el fénix, el Peng y el Kun.

Hongjun hablaba con una sonrisa, emoción y orgullo de su linaje.

Y de repente Li Jinglong tuvo un pensamiento sobre todo lo que el hada le dijo.

“¿Si eres hada madrina de alguien, tienes que permanecer con ese humano a toda hora del día? ¿Nunca vas a casa?”

“El humano puede invocar al hada siempre que lo desee, en realidad no tiene que quedarse todo el tiempo con él”

Li Jinglong se sorprendió por lo que acababa de escuchar, sonrió cálidamente a Hongjun.

“Esto está muy bueno, le pediré otro a esa señorita” Hongjun dejó su copa vacía en la mesa, en algún momento ya se había tomado todo el batido. Levantó la mano para llamar a la mesera, pero al hacerlo golpeó el vaso de una persona que iba pasando a su lado, haciendo que su contenido se derramara sobre esta.

“¡Ey, fíjate!”

“Uh…lo siento” Hongjun se rascó la cabeza.

Cuando Li Jinglong y la otra persona cruzaron miradas ambos se sorprendieron. Después de algunos segundos de conmoción una sonrisa apareció en sus labios.

“Hola Qin Wu” Li Jinglong tomó una servilleta y trató de limpiar la ropa mojada del chico.

Mientras Hongjun solo se quedó ahí de pie, siendo brevemente ignorado.

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VII

 

Li Jinglong estaba siendo muy atento con el otro chico, no se comportó así ni con su ex prometida Yang Yuhuan, Hongjun podía adivinar que había alguna historia entre estas dos personas, probablemente una romántica. Ser ignorado, claramente le dio la señal de que estaba estorbando.

Esto era algo similar a cuando su amigo ciervo y el lobo se encontraban, aunque en vez de ser atentos uno con el otro, siempre comenzaban con una pelea, al final de cuentas se olvidaban de su presencia.

En resumen, no les prestaban atención a otros que no sean ellos mismos.

Sin embargo, había algo diferente cuando se trataba de Li Jinglong. Ver a sus amigos pelear significaba incluso escenas graciosas entre ellos, era entretenido hasta cierto punto. Pero cuando veía a Li Jinglong con este joven, no podía más que sentir un nudo en su estómago e inmensas ganas de jalar a su humano a sus brazos y no dejarlo ir.

Hongjun miró la copa de vidrio vacía  frente a él sin interés, el deseo de beber otra malteada se fue en segundos.

 

“Creo que no se puede arreglar” Qin Wu miró la mancha profunda en la tela, resignado a que probablemente tendría que comprar otra camiseta. Al alzar la mirada le sonrió a Li Jinglong “Es bueno verte”

“Lo mismo digo” Li Jinglong también sonrió “¿Cómo va el trabajo? Supe que te transfirieron”

“Bien. Igual de cansado y ocupado, aunque lo más emocionante es ir a las obras de construcción a perder el tiempo”

“¿Perder el tiempo? Qin Wu el supremo maestro arquitecto odia perder el tiempo cuando se  trata del trabajo” dijo Li Jinglong a modo de broma.

“No lo niego, pero escaparme de vez en cuando con los ingenieros me ayuda a distraerme un rato de mi oficina” Una sonrisa ladina apareció en los labios de Qin Wu “Aunque veo que tú tienes mejores formas con que distraerte. Tienes buen gusto con los chicos, lo digo por experiencia”

Li Jinglong aclaró la garganta “Él no es, no…No seas arrogante”

Fue novio del chico casi dos años, y aunque no fue tan malo, descubrieron que funcionaban mejor como amigos que como amantes. Además había una enorme diferencia entre Hongjun y Qin Wu, no solo en lo físico o su forma de ser, incluso son de diferentes mundos, literalmente.

“Relájate un poco, solo bromeaba” le palmeó el hombro derecho. Qin Wu puso las manos en la cadera y giró hacia la mesa. “Chico bonito tengo que advertir…”

Pero en la mesa ya no había nadie, solo una copa vacía.

Al voltear y ver que el hada se fue, Li Jinglong se preocupó, mirando alrededor en su búsqueda, no podía visualizar la cabellera rosada que tanto lo caracteriza.

“Tengo que irme,  hasta luego” dijo sin siquiera esperar alguna respuesta de Qin Wu.

Se alejó rápidamente del área de los comedores, pasando por los largos pasillos del centro comercial, incluso miró entre las macetas y las áreas verdes del lugar. Nada, ni un rastro de Hongjun.

Se detuvo frente a un gran ventanal, pensando en cómo traer de vuelta a Hongjun, y lo recordó, el hada dijo que podía invocarlo siempre que quisiera. Se aclaró la garganta, pronunciando cada palabra con cuidado.

“Hongjun, ven por favor”

“Creí que no te acordarías de mí”

Li Jinglong se asustó al escucharlo, giró de inmediato y ahí estaba Hongjun detrás de él, de brazos cruzados mirando hacia un lado con desinterés. Era evidente que estaba molesto. Li Jinglong estaba apenado por lo sucedido pero a la vez encontró que el puchero que estaba haciendo el hada lo hacía lucir lindo. Incapaz  de quedarse quieto, le acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja, acto que hizo al hada ruborizarse ligeramente.

“Definitivamente, muy Lindo” pensó Li Jinglong para sus adentros.

“No era mi intención ignorarte. Es solo que no había visto a esa persona desde hace mucho tiempo y solo quería ponerme al día con él”

“Entiendo. ¿Podemos regresar a casa?”

“¿No quieres seguir recorriendo el centro comercial?”

“Ya le eché un vistazo a cada  lugar. ¿Qué más hay que ver?” Se dio la vuelta, caminó hacia las escaleras eléctricas.

“Espera… ¿Y las bolsas de ropa?”

Hongjun chasqueó los dedos y las bolsas aparecieron encima de Li Jinglong, y segundos después caían en su cabeza. Se apresuró a levantarlas y corrió detrás del hada.

“No deberías hacer eso en público” Le dijo ya a su lado.

“En este momento nadie puede verme, ni lo que hago”

Li Jinglong entonces escuchó la risa de un par de jovencitas detrás de él en las escaleras. Parecía un loco hablándole al aire. Guardó la compostura y siguió caminando hasta salir del centro comercial. Se detuvieron en el estacionamiento.

“Hongjun, lo siento” dijo sinceramente, esto de que estuvieran peleados no le gustaba.

Hongjun lo miró, ya menos enojado, pero confundido. “Yo también lo siento” Se rascó la nariz con el dedo índice “Su pongo que si te encuentras con un amigo que no has visto en mucho tiempo tendrías muchas ganas de platicar con él”

“Pero no significa que debería ignorarte” Li Jinglong le tomó la mano, era la primera vez que lo hacía y el hada estaba feliz por ese acto. “Vamos a casa, te prepararé algo rico de cenar para compensarte”

Los ojos de Hongjun se iluminaron ante esa propuesta, pero luego recordó que siempre comía lo que Li Jinglong preparaba y dijo “Tiene que ser algo muy especial”

“Por supuesto que sí” Li Jinglong aceptó de buena gana.

Hongjun sonrió y abrazó a Li Jinglong de la cintura, sin perder más el tiempo, una luz brillante los cubrió y ambos aparecieron dentro del departamento al siguiente segundo.

*

 

Los días pasaban rápidamente y Li Jinglong ya se había acostumbrado a tener a Hongjun en su departamento, incluso lo seguía al trabajo en su forma pequeña, pasando desapercibido por sus colegas en el trabajo. En una actividad que pareciera aburrida, Li Jinglong pasó sus horas laborales siempre de buen humor y con una sonrisa en los labios, porque hasta cuando Hongjun quería pasar las horas durmiendo lo hacía en el cajón del escritorio de Li Jinglong.

Razón por la cual Li Jinglong llevaba una manta y la metía dentro del cajón.

Todos en el negocio pensaron que tenía escondida a una mascota en su escritorio, pero cuando se asomaban no veían nada.

Y por las noches dormían juntos, por su puesto al principio Li Jinglong trató de quedarse en su lado de la cama, pero a la mañana siguiente o Hongjun estaba sobre él, o Li Jinglong abrazaba la cintura del Hada, no quería sobrepasarse como lo hizo el otro día, pero era una batalla perdida, ya se habían acostumbrado al cálido cuerpo del otro.

Y también, Li Jinglong estaba empezando a preocuparse de esta embriagadora cercanía entre los dos, no solo física, también emocionalmente.

 

Con forme pasaban los días, Hongjun seguía sin conceder ningún otro deseo, se la pasaba todo el día al lado de Li Jinglong, incluso disfrutando de algunos momentos de silencio.

Cada vez más interesado en los hábitos humanos, incluso dejó de usar su magia para experimentar algunas cosas mundanas, como lavar la ropa, salir a caminar bajo el sol, intentar montar en bicicleta y hacer un desayuno simple.

“¿Cómo sabe?” Hongjun llevaba un abrigo gris y pantalones negros, estaba descalzo, medio cuerpo sobre la mesa, su ropa y rostro con manchas de masa blanca, miró expectante a Li Jinglong mientras terminaba de masticar los primeros panqueques que había hecho con sus propias manos.

Li Jinglong masticó y masticó, al terminar de tragar alzó el pulgar dando su aprobación.

“No está mal, para ser la primera vez”

“¿De verdad?” Hongjun estaba tan contento que se elevó del piso con un poco de polvo mágico, revoloteó hasta Li Jinglong y lo abrazó, sus mejillas pegadas una a la otra, con masa pegajosa entre sus pieles.

Cuando se separaron encontraron miradas, sus alientos chocando en la cara del otro, no había otra cosa que quisiera Li Jinglong que pegar sus labios contra los de Hongjun, pero en su lugar tomó una servilleta y limpió cuidadosamente la mejilla del Hada.

Desde aquel incidente de la ropa interior, no había hecho otra cosa así de atrevida con Hongjun, no era por falta de ganas, era solo que…el futuro de ambos no era claro, su relación empezó a ser ambigua.

Hongjun guardó sus alas y se sentó junto a Li Jinglong, agarró una servilleta para también limpiarle los rastros de harina.

“No es que no preparemos nuestros alimentos” comenzó a explicar el hada “pero en el bosque la comida es lo que la naturaleza nos regala y aunque es abundante, me gusta más la comida de los humanos”

“Es verdad, recuerdo que antes lo habías mencionado” Li Jinglong le acarició el cabello “Me alegra que disfrutes tanto la comida de este mundo”

“No solo es la  comida. Me gusta mucha mucho estar contigo, tú me…” Hongjun no terminó esa frase al sentir un fuerte latido de su corazón.

Li Jinglong estaba sorprendido, estaba seguro de saber la palabra con la que Hongjun terminaría esa oración. Pero Hongjun sonrió y no dijo nada más, después de un breve momento de silencio cambiaron rápidamente de tema.

¿A caso era muy pronto para hablar sobre los asuntos del corazón?

 

El día transcurrió como otros tantos, esta noche había una gran luna en el cielo y Hongjun no podía dormir. Solo se quedó ahí tumbado en la cama, deleitándose de ver a Li Jinglong a su lado con los rayos de luna sobre su guapo rostro.

“Sabes que no te puedes quedar”

Hongjun volteó de inmediato al escuchar esa voz.

Chong Ming estaba de pie en la habitación con el ceño fruncido, ver a su hijo en la misma cama con ese humano es algo desagradable de ver.

“Padre…” habló con un toque de pánico en su voz, se tapó la boca con una mano pensando que podría despertar a Li Jinglong, pero acto seguido, Chong Ming alzó una mano y polvo brillante cayó sobre el cuerpo de Li Jinglong.

“No se despertará, vamos” Chong Ming de nuevo usó magia y sacó a Hongjun de la cama para atraerlo a su lado.

“Pero padre, todavía no…” Hongjun revoloteó, intentando salir el agarre invisible de su padre. Era como una mariposa atrapada en una red.

Al ver la terquedad de su hijo, Chong Ming gruñó: “¿Sabes la cantidad de reglas que has roto? Aunque seas mi hijo, no te vas a librar de tu castigo, has estado tanto tiempo en este reino que ya te comportas como un humano, olvidando tu naturaleza y tu familia”

Hongjun sabía que no debió quedarse, en el momento en que Li Jinglong le dijo que no necesitaba su ayuda debió regresar a casa y lo más que iba a pasar eran algunas miradas y ser reasignado a otra persona.

Pero él quería intentar ayudar a este humano.

Sus ojos se enrojecieron, podía sentir las lágrimas acumularse. La solo idea de separarse de Li Jinglong…

“Ve a casa Hongjun” La voz de Li Jinglong se escuchó fuerte y clara, padre e hijo voltearon al mismo tiempo para ver al joven sentado en la cama, bajándose de ella y acercándose a ellos “Ve a casa” repitió. En su rostro solo había resignación.

“Pero…” Hongjun susurró.

“Desde nuestro primer encuentro sabía que no eras como los demás humanos” Chong Ming se enfrentó al joven, su rostro frío y calculador “Pero no puedo decir con certeza qué es lo hay de diferente en ti”

“Tampoco lo sé. En realidad no me siento diferente, no tengo ni una gota de magia en mi cuerpo”

Chong Ming apretó los labios.

“Tampoco le diré alguien sobre ustedes, aunque diga algo nadie me creería de todos modos, solo pensarán que estoy loco” Li Jinglong sabía que Chong Ming quería borrar alguna evidencia de que las hadas estuvieron en este mundo, y eso por supuesto incluía borrar sus memorias.

Li Jinglong quería, al menos, conservar los buenos momentos con Hongjun.

“Una sola palabra, humano, y solo desaparecerás sin dejar rastro”

Li Jinglong sonrió con tristeza, volteó hacia Hongjun “Gracias”

“Pero no cumplí tu mayor deseo” Hongjun dijo con la voz rota, las ataduras invisibles de su padre no habían desaparecido “No te ayudé en nada”

“Por supuesto que lo hiciste. Y te lo agradezco mucho”

Cuando Hongjun estiró la mano para tocar a Li Jinglong simplemente desapareció junto a Chong Ming como puntos de luz. Era increíble como sabía que esto iba a pasar, y sin embargo fue mucho más doloroso de que imaginó, Hongjun no tenía ni idea de lo feliz que le hizo tener su compañía y ni ese sentimiento tan profundo que sembró en su corazón.

En la habitación, solo quedó Li Jinglong… y el silencio de una noche de luna llena.

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VIII

 

Un lobo grande, mucho más alto que una persona, trotaba por un sendero, su blanco pelaje contrastaba con el verde bosque y el color marrón de la tierra. Al llegar a un enorme árbol se detuvo para encontrarse con un hermoso ciervo parado junto al grueso tronco. En segundos ambas creaturas cambiaron de forma y dos jóvenes atractivos quedaron en su lugar.

“¿Todavía no se recupera?” el joven de piel morena habló, quien antes era el lobo.

“No, el rey Chong Ming le ha dado algo de medicina, pero no hay avances, sigue con fiebre, entra y sale de su consciencia” dijo el joven de cabello lila, quien antes era el ciervo.

“Lu Xu, él tiene…” el joven lobo preguntó con cautela al ciervo.

“Si, es exactamente el caso” Lu Xu le sonrió a Mo Rigen, el lobo. Su sonrisa no fue enteramente de felicidad, porque sabía lo que Hongjun estaba sufriendo,  aunque el rey fingiera no saberlo.

Ambos miraron el enorme árbol frente a ellos, de cuyas ramas se desprendían motas de luz brillante de muchos colores. Por fuera lucía como un árbol más, a excepción de su tamaño. Pero por dentro había un palacio, el palacio del rey de las creaturas mágicas y su familia real.

 

Chong Ming acarició el cabello de su hijo, que estaba empapado en sudor, pálido y más delgado. Su temperatura alta, los labios agrietados y secos. El rey no esperaba que dos de las cosas más importantes para las hadas le sucedieran al mismo tiempo a su hijo.

“O traes al humano, o regresas a Hongjun” dijo Qing Xiong, estaba al lado de su hermano, el rey Chong Ming. Su sobrino había regresado al palacio hace tres semanas, y lo que comenzó como un simple decaimiento de su estado de ánimo, se convirtió gradualmente en una fiebre que no se iba sin importar lo que su padre le diera para curarlo.

“Yo no quería esto para él” Chong Ming agarró la mano de Hongjun, acariciándola suavemente. En su rostro la preocupación era evidente.

“Hongjun estará bien, no es la primera hada que pasa por estas circunstancias”

“Todavía hay cosas que no comprende de los humanos”

Qing Xiong puso una mano sobre el hombro de su hermano “Hongjun está sufriendo, si no vuelve al lado de ese joven…ya lo sabes” sus palabras eran claramente de consuelo, aunque sentía que este rey estaba siendo demasiado dramático en cuanto a darle una solución a este problema.

Pero al final, el rey hizo lo que tenía que hacer.

Chong Ming apretó esa débil y blanca mano. Tomó un largo suspiró y dijo “Dile al Lobo que traiga al humano”.

*

 

El doctor arrojó al bote de basura el palito de madera que usó para revisar la garganta de Li Jinglong, se dio la vuelta y se sentó detrás de su escritorio.

“No tienes signos de alguna infección, así que probablemente tus malestares se deban al estrés laboral o alguna situación que te haya afectado demasiado recientemente” mientras dijo esto, escribió una receta y se la entregó a Li Jinglong, no sin antes recomendarle que se tomara un par de días para recuperarse.

Cuando salió del consultorio médico ajustó su chaqueta, se paró en la acera esperando pacientemente un taxi, no es que no pudiera hacer un gran esfuerzo, pero su estado de ánimo no era el mejor desde que Hongjun se fue. Honestamente no creyó que la ausencia del hada le pegara tanto como para enfermarlo.

“¿A esto le llaman mal de amores?” se preguntó. Nunca lo había experimentado en sus anteriores relaciones de pareja.

Se dijo así mismo que tenía que controlarse, si seguía así iba a enfermarse enserio, además Hongjun no iba a regresar, había escuchado toda la conversación padre e hijo, Hongjun había roto reglas importantes, no sabía qué tipo de castigo aplicarían las hadas en estos casos, pero había visto el amor y cariño en los ojos de  Chong Ming, así que esperaba no fuera tan severo para  disciplinarlo.

Aun así…aun así estaba preocupado, a veces se preguntaba si fue buena idea dejar que se llevaran a su hada. ¿Debió pelear por Hongjun? Pero ellos nunca hablaron de cómo se sentían uno por otro, era obvio que no eran solo un hada y su protegido.

Una ráfaga de viento sopló y su cuerpo entero se hizo piel de gallina. Al mismo tiempo recibió una llamada, al ver el nombre en la pantalla frunció el ceño, era su padre, gruñó con frustración, no necesitaba un sermón ahora mismo.

Pero al final contestó.

“Padre” dijo y su voz se escuchó temblorosa.

Del otro lado de la línea hubo un breve silencio antes de que Li Mousi preguntara: “Jinglong, ¿Estás bien?”

“No muy bien, yo…solo tengo un gripe fuerte, ¿qué necesitas?” alzó la mano para detener un taxi, este se siguió de largo.

Su padre se aclaró la garganta “Reconozco que me excedí al meterme en tus relaciones de pareja, aunque tener a unos tontos riéndose a mis espaldas por esa escena que protagonizaste en la calle no fue divertido.

“Padre, por favor” Li Jinglong encontró esta conversación extraña, su padre rara vez se disculpaba con alguien, más si se trataba de su propio hijo.

“Bien, vamos sin rodeos. Trae a ese novio tuyo, creo que nos vendría bien una charla, si esto es serio y quieres que sea parte de la familia es mejor que hablemos sinceramente uno con el otro. Por supuesto, primero alíviate esa gripe que tienes. Y por favor, dile a ese jovencito que se vista decentemente”

La llamada terminó.

Li Jinglong sentía sus sienes punzar,  de ninguna manera habría imaginado que su padre lo llamaría para decirle todo eso.

Una sonrisa amarga apareció en sus labios, qué novio, que relación, quién se uniría a la familia Li. Si el pequeño Hongjun ya se había ido.

Lo primero que tenía que hacer era ir a casa y descansar.

De repente sintió que alguien lo observaba, giró el rostro y en la esquina de la calle vio un perro gris sentado como si esperara a alguien pacientemente, la gente pasaba a su lado indiferente, curioso se acercó, el animal no tenía collar, pero si una singular marca en la frente que nunca había visto en algún perro.

“¿Qué haces aquí?, ¿te perdiste?” Li Jinglong le acarició la cabeza, y el perro le “dedicó” una mirada, Li Jinglong se asustó y retiró la mano de inmediato.

Entonces el perro se fue trotando hasta el final de la calle, giró la cabeza, como diciendo “sígueme”, Li Jinglong tuvo un presentimiento que no entendió, pero aun así siguió al animal hasta un callejón.

El foco del edificio se fundió dejándolo en la oscuridad, el perro brilló en muchos puntos de luz y se hizo más grande, lo suficiente para que tuviera que inclinar la cabeza hacia atrás al mirarlo.

“¿Qué eres tú?” preguntó con cautela.

“Vine por ti, tu pareja, el príncipe Hongjun te necesita” dijo la creatura con una voz jovial y profunda.

Al escuchar el nombre del hada el corazón de Li Jinglong latió frenéticamente, analizando las palabras de este ser, entendió que Hongjun estaba en algún tipo de problema. Por su puesto, esta noticia fue la prioridad.

Detrás del lobo una línea de luz se fue abriendo en el aire, el Lobo entró lentamente  sin decir nada más, cuando volteó hacia atrás Li Jinglong ya estaba dentro del bosque mágico, el portal se había cerrado.

“No sé si eres muy valiente o ingenuo al solo hacer lo que otros te dicen” El lobo habló con un sonrisa.

Aunque Li Jinglong había vivido un tiempo con Hongjun, quien era un ser mágico, ciertamente seguía teniendo una apariencia humana, ahora que veía este lobo hablar, todavía tenía dificultades para acostumbrarse a que existían seres de apariencia animal que podían hablar.

“Tal vez soy un tonto, solo estoy dejándome llevar por mi intuición” Le contestó, era la verdad, así que esperaba no estarse metiendo en un enorme problema.

“Bien, entonces vamos, el rey está esperando” El lobo se agachó permitiendo que el humano se subiera a su lomo, entonces comenzó a correr en dirección al único árbol de inmenso tamaño de este bosque.

Por donde quiera que pasaran,  las hadas lo miraban curiosas, Li Jinglong todavía no creía estar donde estaba, pero la emoción de encontrarse con Hongjun sobrepasaba cualquier otro sentimiento.

Estaba ansioso de verlo, de estar a su lado.

Al llegar al tronco del enorme árbol había dos personas ahí, un chico de cabello morado trenzado  muy bonito y un hombre de grandes músculos  mucho más alto que el primero. Li Jinglong se bajó del lobo y de inmediato el animal tomó forma humana, entonces un joven de la misma estura que él apareció.

Al ver el cambio de animal a persona, esta vez Li Jinglong no ocultó su sorpresa, en cambio Mo Rigen solo se encogió de hombros restándole importancia.

“Nada mal, el príncipe tiene buen gusto” El hombre más alto dijo dándole una mirada a Li Jinglong “Vamos, el rey está esperando en la habitación del príncipe”

Li Jinglong los miró uno por uno, presentía que eran la familia de Hongjun “Yo… ¿cómo debería referirme a ustedes? ¿Puedo saber sus nombres?” dijo con cautela, no quería causar algún problema si decía algo mal.

“Mo Rigen, el Lobo gris, amigo del príncipe y subordinado del rey”

“Lu Xu, el ciervo blanco, el mundo de los sueños en mi dominio, también amigo del príncipe” a diferencia del lobo que parecía alegre, este chico tenía una mirada cautelosa, como si estuviera evaluando a Li Jinglong.

El alto hombre se acercó y le palmeó el hombro haciendo que caminara dentro de la única puerta dentro del árbol, al estar ya adentro se encontró con un palacio, tan inmenso como si otro mundo estuviera allí mismo.

“Estás hablando con el tío de Kong Hongjun, Qing Xiong el Peng de alas doradas.  Nosotros somos amables y bondadosos, por favor se paciente con el rey, el padre de Hongjun.

Li Jinglong sonrió nervioso, la sugerencia era bienvenida aunque ya había conocido a Chong Ming.

Un minuto después Li Jinglong fue llevado a lo que parecía ser la habitación de Hongjun, pero no había puerta, Qing Xiong puso la mano sobre la pared y esperó, luego simplemente la atravesó para ir al otro lado, Li Jinglong detrás de él.

“El humano Li Jinglong está aquí” Qing Xiong se hizo a un lado para dejar que Li Jinglong avanzara.

Chong Ming estaba sentado en la cama, en su costado estaba un dormido y muy enfermo Hongjun.

El corazón de Li Jinglong dolió, literalmente sintió un golpe de dolor, se acercó con unos cuantos pasos, sin importarle si Chong Ming lo permitiría o no, tomó la mano de Hongjun la cual estaba fría al tacto. Pero inexplicablemente, al mismo tiempo sintió un poco de alivio al tocarlo.

Hongjun suspiró en respuesta, aunque no se despertó.

Chong Ming miró a su hermano, este se encogió de hombros y dijo: “Es su pareja, acéptalo ya”

“Por qué Hongjun… ¿cómo le pasó esto?” Li Jinglong estaba verdaderamente asustado, la última imagen que tuvo del hada fue un joven sano, no este enfermo y moribundo.

“Está padeciendo el estar  lejos de su pareja” Chong Ming  dijo sin rodeos “Tú también deberías de sentirte mal con la distancia entre ustedes”

Li Jinglong por poco y se ríe, pero se contuvo, no sería bueno soltar una risa nerviosa frente al padre de Hongjun. En cambio se concentró en el significado de esas palabras.

“¿Pareja? ¿Pareja como amantes?”

“Es exactamente el caso” le dijo seriamente.

Li Jinglong nunca creyó que eso que los libros de fantasía describían como pareja en los seres mágicos fuera de verdad. Ahora que lo pensaba, haberse enamorado de Hongjun en tan poco tiempo le asustó, no creyó que esta fuera la razón.

“Creo que tendrá un colapso” Qing Xiong miró con preocupación a Li Jinglong.

Li Jinglong ciertamente intentaba no colapsar.

Chong Ming se levantó dejando el espacio vacío en la cama “Muchas veces, aunque sea un emparejamiento de verdad, no siempre trae amor de la mano. Piensa que si te emparejas oficialmente con Hongjun no podrías dejarlo jamás, el será tuyo y tú de él. Sobre todo piensa, en los sacrificios que tendrán que hacer”

Ambos hombres caminaron hacia la “salida”.

Li Jinglong con un montón de dudas se apresuró a decir “Pero, ¿cómo puedo ayudar a Hongjun ahora mismo?

“Quédate con él, y lo demás pasará naturalmente” dijo Chong Ming.

“Métete en la cama con él y dale mucho contacto físico. Espero pronto tener buenas noticias de ustedes, no sé, tal vez de un nuevo miembro de la familia” Qing Xiong habló apresuradamente, recibiendo una mirada filosa de Chong Ming.

Ambos hombres desaparecieron.

Li Jinglong estaba confundido, pero se quitó los zapatos y se metió a la cama, lo iba a hacer aunque no se lo dijeran.

“Hongjun, ¿qué te pasó?” le acarició la mejilla, los débiles ojos del hada se abrieron un poco. Li Jinglong lo abrazó, no podía explicar lo bien que se sentía tenerlo en sus brazos de nuevo.

Tal vez si estaba colapsando, pero de cansancio, porque en el momento en que abrazó al hada sintió como su cuerpo se relajaba y una sensación de comodidad lo hizo sentirse adormilado y en paz. Era como si todos los malestares físicos y emocionales estuvieran siendo curados de inmediato, con solo estar uno al lado del otro.

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IX

 

Hongjun abrió los ojos, sintiendo como si hubiera despertado de una pesadilla, pero no recordaba sus sueños. Cuando la bruma en su mirada desapareció se dio cuenta que estaba siendo abrazado por alguien y el aroma  que percibió solo le pertenecía a una persona.

Contempló el rostro dormido de Li Jinglong con sorpresa, lo último que recordaba era a su padre a su lado, cuidándolo día y noche. Ya no tenía fiebre, aunque seguía sintiéndose débil y ligeramente acalorado. No tenía ni idea de cómo había llegado Li Jinglong a su cama pero estaba encantado e hizo algo que había querido hacer desde hace mucho. Sostuvo el rostro atractivo del humano con las manos temblorosas y lo besó.

El movimiento hizo que Li Jinglong se despertara poco a poco, en cuanto cruzaron miradas se sonrieron como tontos.

“Te aprovechas de mi mientras duermo” Li Jinglong apretó su agarre en la cintura del hada.

“¿Quién se aprovecha de mí y se mete en mi cama?” La voz de Hongjun sonaba rasposa, tenía las mejillas sonrojadas. Li Jinglong le tocó la frente para corroborar que no tuviera fiebre.

Contento de ver más recuperado a Hongjun, dijo “Atrapado” y le selló la boca con sus labios. Aunque el primer beso que se dieron fue rápido y tierno, este segundo estaba cargado de una avalancha de emociones contenidas. Hongjun nunca había sentido que le faltaba el aire o la lengua de otro enredándose con la suya. Ni el calor abrazador que emergía desde su vientre hasta sus extremidades.

Sintió calor, mucho calor, acompañado de una necesidad.

Antes de separarse Li Jinglong le mordió el labio inferior sin dejar de masajearle la cintura, la boca de ambos estaba rojiza y húmeda.  Hongjun soltó una serie de gemidos, sintió su pene medio erecto sobre uno de sus muslos.

Ajeno a esto Li Jinglong siguió su interrogatorio: “Hongjun ¿Qué fue lo que te pasó?” no hubo una respuesta, pues el hada se había sentado tratando de abanicarse, jadeando estiró la única prenda que usaba para dormir, una ligera capa de sudor en su frente “¿Hongjun?” preguntó de nuevo.

“No sé…yo solo recuerdo haber llegado a casa y ser regañado por papá” dijo  al mismo tiempo que giró medio cuerpo, pero ese movimiento provocó un ligero roce entre sus piernas que lo hizo gemir fuerte.

Ante el sonido de su voz, por supuesto Li Jinglong tuvo una reacción, se sintió así mismo duro y listo para hacer algo más que solo besos. No tuvo tiempo de pensar en lo que estaba sucediendo, de un segundo a otro Hongjun estaba sentado a horcajadas en su cadera.

“¡Hongjun!” le tomó ambas manos para detenerlo al ver que le desabrochaba el botón del pantalón. El hada acaba de despertar de varios días de estar enfermo, su tez seguía pálida, no creyó que fuera buena idea  tener intimidad en estas condiciones. Además, ¿No era demasiado rápido para hacer esto?

Y sin embargo Hongjun no le dio ni un segundo para seguir protestando, comenzó a mover sus caderas de arriba hacia abajo buscando el placer para sí mismo. Li Jinglong maldijo entre dientes, sus manos ahora en las caderas del hada, los dos estaban duros y la humedad manchaba sus ropas. No pudo resistirse contra esta provocación, hace mucho que quería hacer esto, tomó de la nuca a Hongjun y lo atrajo para otro beso fuerte y necesitado.

Rápidamente se deshizo de sus pantalones y de los pantalones cortos de Hongjun, sus penes libres, su gran mano sosteniendo a ambos y comenzando un vaivén frenético mientras sus lenguas se enredaban.

No mucho después, los dos tuvieron su primer orgasmo, sus respiraciones entre cortadas. Sonrieron al ver el desastre pegajoso en sus vientres. Y sin embargo el calor en el cuerpo del hada no disminuyó, fue todo lo contrario.

“Quiero, lo quiero tanto”  Hongjun jadeó mirando detenidamente a Li Jinglong, todavía moliéndose contra él.

“Hongjun…estás…”

“Tú también me gustas, mucho, mucho más que eso” terminó el hada, colocó sus delgadas manos en la camiseta de Li Jinglong y se la rompió a la mitad, exponiendo su enorme pecho y abdominales marcados.

Li Jinglong estaba impactado, pero también sentía felicidad en su corazón, se tomó sus debidos segundos para asimilar la confesión de amor que recibió. 

Se sentó, abrazando a Hongjun  retirándole la última prenda que le quedaba. Ya desnudos, ambos sonrieron al otro. Se unieron a otro beso frenético, las manos de Li Jinglong amasando las nalgas de Hongjun y lentamente deslizando un dedo en su interior.

“Necesito algo con qué...” al segundo siguiente Hongjun tomó una de las manos de Li Jinglong y se llevó dos de sus dedos a la boca, chupando y humedeciéndolos al instante. Li Jinglong se estremeció  al sentir esa boca succionar sus dedos “Necesitamos algo más que saliva” jadeó.

“Entrará, créeme” Hongjun sonrió y le instó a estirarlo nuevamente. Al haber visto el pene de su pareja anteriormente ya sabía  que tan grande era y que probablemente le dolería, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Segundos después fue derribado debajo de la cama, tenía dos dedos en su interior, pronto fueron tres, luego de un rato, enredó las piernas en las caderas de Li Jinglong indicándole que ya estaba listo.

“Te dolerá un poco” advirtió, alineó su pene en la entra de Hongjun, en realidad el tampoco resistiría mucho tiempo.

“Solo hazlo” chilló el hada. Li Jinglong le besó los labios antes de meterse en él.

El apretón que Li Jinglong estaba sintiendo casi lo hace caer sobre Hongjun, no entendía porque el sexo con Hongjun estaba siendo una experiencia totalmente  novedosa y extraordinaria, pero estaba seguro que iba disfrutarlo por completo.

Se movió, de adentro hacia fuera, primero lento y luego más fuerte, en la habitación el sonido de sus cuerpos chocando y sus gemidos era lo único que se escuchaba. No importaba donde estaban o lo sucedería después.

Hongjun estaba apretando sus piernas fuertemente en la cintura de Li Jinglong y cuando sintió que tocaba un lugar especial dentro de él, arqueó la espalda, sus alas salieron a voluntad, revoloteando como si quisiera emprender el vuelo rápidamente.

Li Jinglong estaba fascinado con esa vista.

 

Hongjun apenas escuchó a Li Jinglong decir algo, su mente estaba alejándose entre la bruma del placer, sintió como uno de sus pezones era chupado con urgencia, el estímulo arriba y debajo de él lo llevó al límite. Un largo chorro de semen escapó de la punta de su pene manchando sus vientres a la par de un fuerte gemido, sus alas revoloteando y soltando un polvo brillante que los bañó a ambos.  Li Jinglong apretando su agarre en las caderas del hada mientras se corría en su interior.

Y pasó algo, no había manera de explicarlo, solo sabían que ahora estaban conectados, no solo físicamente. Podían escuchar el latido del corazón del otro tan claramente.

Li Jinglong pasó algún tiempo acariciando el rostro y cuerpo de Hongjun, hasta encontrar valor y hablar.

“Por cierto, Hongjun tú me gustas mucho también, te quiero tanto y te extrañé muchísimo” Li Jinglong dijo acariciándole una mejilla “Nunca me había enamorado de alguien así”

Hongjun sonrió y le dio un beso corto, dijo “Eres mío, mi pareja”

“Tienes que explicarme bien eso de pareja” Li Jinglong dijo con diversión en sus palabras, tenía una idea a medias, pero de verdad quería una explicación detallada.

Sin embargo Hongjun preguntó otra cosa: “¿Qué tal otra ronda?”

*

Tres días después Hongjun podía decir que se sentía mejor que nunca, no tenía fiebre, su energía se había recuperado y a su lado estaba el hombre que amaba. Todavía no superaba la conmoción de haber encontrado a su pareja predestinada, su padre le había dicho que encontrar una pareja era un asunto importante para todo ser mágico, la suerte bien podría reunirlo con esta pareja en poco tiempo o envejecer y nunca conocerlo.

Sumado al hecho de que se emparejó justo después de haber logrado cambiar a su formar adulta, digamos que era una doble fortuna. Hongjun no sabía que habría hecho si todavía no pudiera cambiar al tamaño de un humano promedio y sentir tantas ganas de ser tocado y acariciado por todos lados.

Cuando Hongjun  explicó todo esto a Li Jinglong, ellos estaban descansando en el diván junto a la ventana, el humano abrazándolo de la cintura, dejando que se apoyara en su cuerpo. Ambos vestían un conjunto de ropa blanca lo más parecido a una pijama.

“Esto de las parejas… ¿es para siempre?” Li Jinglong preguntó, con una mano reposando sobre la barriga de Hongjun.

“Lo es” Hongjun contestó rápidamente. Para un ser mágico, la frase “para siempre” tenía mucho peso y era algo con lo que crecían a lo largo de su vida, una esperanza, un anhelo.

Dentro de él estaba la inquietud, de que para los humanos, la frase no tuviera la misma relevancia.

“¿Jinglong?”Lo llamó. Después de un momento de silencio, Hongjun en verdad se preocupó. Se incorporó, girando medio cuerpo para mirar a Li Jinglong, este sentimiento devastador era evidente en su cara.

Pero Li Jinglong le sonrió “Un para siempre, me parece perfecto”

Hongjun se arrojó a sus brazos, enterrando su cara en el cuello de Li Jinglong, sonriendo, aspiró el  asombroso aroma de su piel que desde un principio le había gustado. El hecho de que le gustara tanto el olor de Li Jinglong debió ser su primer indicio de que algo estaba enlazándolo con este.

Cuando Hongjun no se resistió a besar el cuello del humano y de paso morder un poco de su piel blanca. Li Jinglong suspiró. Llevaban tres días encerrados teniendo sexo, aunque Li Jinglong no se quejaba por ello, e incluso pensó que esta necesidad era propia de las hadas, el mismo estaba sorprendido de estar aguantando tantas rondas.

Y le sorprendía todavía más que nadie los estuviera molestando.

Y fue en ese preciso momento que estaba pensando en que cara poner a la familia y amigos de su hada cuando finalmente tuvieran visitas. El golpeteo de una puerta inexistente se escuchó, Li Jinglong casi tuvo que “arrancar” a Hongjun de su agarre antes de que Chong Ming entrara a la habitación.

“Veo que te has recuperado” Chong Ming habló con aire majestuoso, Hongjun tenía un ligero rubor en las mejillas, medio avergonzado que su padre casi lo encuentra trepado sobre su pareja.

“Lo estoy, padre” Hongjun respondió alegremente antes de ir a los brazos de su padre, quien cariñosamente le acaricio la cabeza.

Chong Ming entonces miró con interés a Li Jinglong, quien a su vez se paraba derecho frente a su ahora suegro.

“Cuando sentí que había algo especial en ti, no esperaba que se debiera a que fueras la pareja de Hongjun.

Li Jinglong no sabía cómo tomar ese comentario, así que solo sonrió y se inclinó suavemente para presentarle sus respetos.

“Tampoco era algo que esperaba, pero según las palabras de Hongjun, este era nuestro destino”

Chong Ming suspiró, le indicó a su hijo que fuera al lado de su pareja, de inmediato ambos jóvenes se tomaron de las manos.

“Hay muchas cosas que todavía hay que discutir, no quiero que decidan apresuradamente, pero que tampoco se lleve demasiado tiempo” dijo colocando sus manos detrás de su espalada “este es mi reino, el hogar de las creaturas mágicas, lo creas o no, hay una cantidad pequeña de humanos viviendo en este mundo con sus parejas”

Continuó: “Hongjun es un príncipe, es un hada” Chong Ming hizo una mueca “Un hada guerrera a la cuál castigué, asignándole una tarea simple que se convirtió en esto”

Li Jinglong no comprendió estas últimas palabras del rey, miró a Hongjun pero su ahora pareja  solo le sonrió torpemente. En su mirada se podía leer un “luego te explico”

“Las hadas también pueden vivir en el reino humano, es solo que…”

“Quiero quedarme en el mundo humano” interrumpió Hongjun. Los dos hombres le miraron con asombro. Hongjun se apresuró a explicar al ver que estaba siendo mal interpretado “Temporalmente…quiero decir. Quiero pasar más tiempo ahí y luego decidir. Por supuesto también puedes quedarte el tiempo que quieras aquí y conocer mi hogar” dijo esto último sonriéndole a Li Jinglong.

Chong Ming miró decididamente a su hijo impertinente, pero no contradijo sus peticiones en absoluto “Bien, hazme saber tu decisión en cuanto tengas la respuesta”

Chong Ming despareció.

“Tú papá es muy rudo para ser un hada” Li Jinglong no pudo evitar decir esto en voz alta.

La risa de Hongjun se escuchó fuerte y clara ante esa declaración. Con los ojos al borde de las lágrimas le contestó: “Mi padre no es un hada, es un Fénix, pero dado que ha vivido tanto ha aprendido mucho de los seres mágicos sobre los cuales gobierna. Mi otro papá sí fue un hada, uno de los más fuertes, de hecho físicamente me parezco mucho a él”

Li Jinglong analizó el significado de estas palabras. Con cautela dijo: “Tú, ¿naciste de este padre hada? ¿A caso tú también…?”

Pero su frase fue cortada cuando Hongjun se abalanzó sobre él, rodeando su cuello con los brazos y sellando sus bocas con un profundo beso, dispuesto a continuar lo que quería hacer antes de que su padre entrara a la habitación.

Chapter 10

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

X

 

Li Jinglong se quedó en el reino de las hadas unos cuantos días más, para tener una idea en general de cómo era la vida de estas creaturas y asimilar poco a poco que existía un mundo completamente diferente al suyo. De nuevo, su única referencia con la magia era Hongjun, ver y caminar sobre una tierra rebosante de creaturas que en la vida pensó ver, por supuesto estaba abriendo su mente a nuevas posibilidades.

Entabló una singular amistad con Mo Rigen y Lu Xu a quienes conoció en cuanto llegó a este mundo, tal vez era porque estaban en su mismo rango de edad. Y claro, estaba contento de que el padre y tío de Hongjun  estuvieran en buenos términos con él, aunque Chong Ming se la pasara frunciendo el ceño cuando lo veía.

“Es que todavía no acepta que Hongjun ya se convirtió en un hada adulta con pareja, digamos que…es un poco difícil para él dejarlo ir” le había dicho Qing Xiong cuando casualmente Li Jinglong externó sus preocupaciones.

El rey tenía siempre un aura imponente, pero cuando se trataba de su hijo su corazón se ablandaba.

En fin, que todo fue fascinante, algo que solo podría decir que alguna vez vio en un sueño. Pero había que llegar al final de este sueño, al menos momentáneamente.

Se había desaparecido ya mucho tiempo de su hogar, y él también tenía asuntos que atender en su propia vida humana. Hongjun estaba feliz de regresar, sobre todo de tener al alcance toda la comida que tanto le gustaba.

Y sobre eso, Li Jinglong había notado que el apetito de su hada había crecido por mucho.

*

Después de justificar su ausencia en el trabajo con una severa gripe que lo dejó en cama por días, pensó en que decirle a su padre después de ver que tenía muchas llamadas perdidas de este en su teléfono, pero al final lo postergó, cualquier cosa que dijera seguramente sería tomado como un desafío de autoridad y todavía estaba esa repentina idea de su padre de conocer a Hongjun y presentarlo como su novio formal.

Aunque definitivamente no necesitaba el permiso de Li Mousui para tener novio, estar en buenos términos con su padre le daba la esperanza de que su relación pudiera cambiar para mejor. No sabía cómo reaccionaría su padre una vez que conozca a su hada traviesa, pero estaba bien con la idea de que fuera él quien diera el primer paso para esta inesperada petición de reunión. 

 

Miró la puerta de su habitación, en donde un Hongjun dormido seguía enrollado en las sábanas mientras Li Jinglong estaba en la sala, pensando en su futuro, una vida en donde formaba una familia con su hada y tenían muchos niños. Los niños le gustaban, pero nunca fue un tema con el que estuviera de acuerdo con sus ex parejas.

Hasta que llegó Hongjun. 

Jamás se hubiera imaginado terminar en una situación así, emparejado con un ser mágico y finalmente vivir juntos, la sola idea parecía absurda, incluso el haber ido al reino de las hadas podría ser solo un sueño loco de una mala noche. Pero la prueba de que todo eso pasó estaba en su dormitorio.  

¿Qué si amaba a Hongjun? Lo hacía, era difícil explicar porque sentía que ya no podía separarse de él. Esto era eso llamado “Destino”. Esta felicidad que sentía, definitivamente era real.

 

Li Jinglong no quería alejar a Hongjun de sus orígenes, había analizado la idea de dejar todo aquí e irse con su hada, volviendo ocasionalmente por supuesto, siempre podría decir que se iría a trabajar al extranjero, lo que no era una mentira.

“Puedo sentir tus pensamientos hasta la habitación” Hongjun dijo con la voz soñolienta y  lo abrazó por el cuello desde atrás.

“¿En serio?” preguntó con genuina curiosidad, ¿qué otra cosa maravillosa era resultado de su relación con su hada?

Hongjun asintió.

“Es algo especial de las parejas. ¿Estás pensando en nosotros?”

“Lo hago” Li Jinglong le tomó una mano y le besó los nudillos, a Hongjun le gustó mucho que hiciera eso, sintió un leve cosquilleó en el estómago al contacto.

“Me gusta estar aquí” dijo con una enorme sonrisa.

“Pero eres un príncipe, ¿qué pasa con las responsabilidades que mencionó tu padre?”

“Quedarme aquí, no quiere decir que no pueda trabajar por el reino. Siempre puedo aparecer y desaparecer en un momento” dijo el hada perezosamente.

“A mí tampoco me molestaría quedarme en tu hogar”

Hongjun sabía que Li Jinglong no quería que se sintiera obligado a dejar su casa, estaba feliz de que considere todos esos detalles por su felicidad. Lo besó en la mejilla, sintiéndose afortunado de tenerlo.

Pero Hongjun tampoco era egoísta, después de todo, su pareja tenía familia, la cual no era la más funcional, pero su familia finalmente.

“Podemos estar un tiempo aquí y allá. Después de todo, el mundo de los seres mágicos en nuevo para ti”

“Me parece una buena idea, tal vez el tiempo dirá dónde nos quedaremos” Li Jinglong se levantó, rodeó el sillón, se paró frente a Hongjun sin poder resistirse a tomar su cara con las manos y besarlo, pudo escuchar las alas de su hada revolotear.

Sus alas siempre revoloteaban cuando sus emocione eran intensas, a Li Jinglong le encantaba que lo hiciera.

Con una sonrisa en la cara, Li  Jinglong lo tomó de la mano y lo llevó a la cocina “Ya que te despertaste sería bueno que desayunáramos” fue al refrigerador y sacó algo de carne cruda previamente condimentada para freír.

En cuanto Hongjun olio la carne, se tapó la boca con una mano y desapareció de inmediato, segundos después escuchó ruidos en el baño. Li Jinglong arrojó la carne en la mesa, corrió hasta el baño, tocando la puerta desesperadamente. “¿Hongjun estás bien?” llamó desde afuera.

El timbre de la puerta principal se escuchó.

“Estoy bien, puedes ir a ver quién vino” le respondió el hada con voz nasal, como si estuviera llorando.

Li Jinglong estaba un poco reacio “Hongjun…” intentó de nuevo.

“Estoy bien, lo prometo, pero hice un desastre aquí”

Li Jinglong suspiró, fue a tender la puerta, en cuando abrió, el ceño fruncido de su padre lo recibió.

“Jinglong, eh estado preocupado al venir antes y no ver a nadie. Si estás bien al menos devuelve las llamadas”

Li Jinglong suspiró de nuevo, no tenía energías para esto “Lo siento, estuve ocupado con algunas cosas.

Li Mousui, vestía un traje caro que contrastaba con la camiseta y shorts que su hijo tenía puesto. Li Mousui era un empresario exitoso, que esperaba que su hijo fuera igual de exitoso, que se casara, que le diera nietos y que tuviera una vida prospera.

Claramente lo estaba guiando como a él lo guiaron cuando era joven, aunque sus percepciones de felicidad eran diferentes.

“¿Dónde está ese novio tuyo?” preguntó sin cambiar su expresión, fue al sillón en el que antes ocupó su hijo y se sentó, mirando a su alrededor.

“Se llama Hongjun” Li Jinglong cerró la puerta y se cruzó de brazos. No espera que la reunión para presentarle formalmente a Hongjun sucediera tan repentinamente. “Está en el baño, no se ha sentido bien  esta mañana” esperaba que revelando el estado de salud de su hada su padre fuera un poco benevolente.

“¿Qué le sucede el muchacho?” Li Mousi preguntó de inmediato cuando escuchó aquello.

Li Jinglong se sorprendió un poco al notar la preocupación de su padre por Hongjun, no esperaba que lo que acababa de pensar se cumpliera tan rápido. No es que lo considerara un monstruo insensible, era solo que al paso de los años fue difícil para ambos hablar tan abiertamente de aquello que les importaba o preocupaba.

“Nauseas...aunque es extraño que tenga tanto apetito para luego vomitar lo que come”

Li Mousui enarcó una ceja, dijo: “¿Hace cuánto que le sucede?”

Li Jinglong pensó que fue hace un par de días, antes de que regresaran a su  apartamento. Al darse cuenta de que un hecho importante podría estar a punto de suceder sintió sus piernas temblar. “Hace muy poco en realidad” concluyó. 

De repente el sonido de pasos se escucharon, la voz de Hongjun  sonó fuerte y clara cuando entró a la sala y se arrojó a los brazos de Li Jinglong “¡Estoy embarazado, estoy embarazado, Jinglong, vamos a tener un bebé!”

Hongjun estaba tan eufórico que no se dio cuenta de que tenían visita, su rostro enrojecido y ojos llorosos estaban escondidos en el cuello de Li Jinglong, por el rabillo del ojo notó a la otra persona después de un tiempo. Cuando volteó y se dio cuenta de quién era, sonrió torpemente y lo saludó sacudiendo la mano.

Li Mousui estaba perplejo, apenas encontrando que decir.

“¡Dios santo!, Li Jinglong, si no vengo ¡¿Hasta cuándo me dirías que seré abuelo!?”

“¡No es que Li Jinglong no quiera decirle…!” Hongjun comenzó a defender a su pareja, pero cuando sintió a Li Jinglong abrazarlo y verlo temblarse se preocupó “¿Estás bien?”

Fulminó con la mirada a Li Mousi, pensando que antes de su llegada padre e hijo estaban discutiendo.

Li Mousui resopló, se levantó, alisando su traje y caminó hacia la pareja. Miró con especial atención a Hongjun.

“Si no pudiera darme cuenta que proteges a mi hijo con total sinceridad, jamás hubiera creído lo que acabas de decir” Le echó una mirada a Li Jingong, quien ahora tenía el rostro ocultó en el cuello de Hongjun, con los ojos cerrados. Había un ligero brillo en sus pestañas, probablemente lágrimas.

Li Mousui respiró profundamente.

Esta escena no era diferente de cuando se enteró de que iba a ser padre. Esta similitud le trajo sentimientos encontrados.

“Los espero en casa para un almuerzo. Lleva un buen abrigo, hace mucho frio en estos días, en tu condición no puedes resfriarte” le dijo a Hongjun antes de rodearlos y salir por sí mismo del departamento.

Envueltos en el silencio, Hongjun tomó la cara de Li Jinglogn en sus manos, efectivamente las lágrimas no derramadas habían humedecido sus pestañas. Hongjun se conmovió hasta el punto de querer llorar también.

“¿Cómo supiste que estas  embarazado?” Li Jinglong preguntó, no es que no le creyera, solo tenía la idea tonta de que algo que comió le había hecho daño.  Lo tomó de la mano, lo llevó al sillón y lo hizo sentarse sobre sus piernas.

“Cuando nos embarazamos nos aparece una marca en la nuca” Hongjun giró un poco la cabeza, hizo a un lado su cabello para enseñarle la pequeña marca en forma de flor en su nuca, justo debajo del nacimiento del cabello.

Li Jinglong no se resistió a besarle esa marca, la piel de Hongjun se erizó y soltó un gemido.

“También es un punto sensible” jadeó, ya podía sentirse medio duro con solo ese beso.

“¿Enserio?” Li Jinglong lo tomó de la cintura, lo besó en la boca y estaba a punto de aprovecharse de esta nueva información, y luego recordó al bebé.

Con una sonrisa abrazó a su hada y le llenó de besos la cara, el pecho, hasta llegar a su abdomen. Al alzar la cabeza, Hongjun notó la ternura y el amor en su mirada.

“Gracias” le dijo de corazón a Hongjun. ¿En dónde estaría ahora si no hubiera aparecido en su vida? Tal vez solo, tal vez intentando buscar su felicidad donde no podría encontrarla.

“Yo también estoy feliz de haberte encontrado” por supuesto, Hongjun ya sabía todo lo que Li Jinglong quería decir con unas pocas palabras.

Y lo besó, no con pasión, sino con el amor que sentía por este hombre.

Cuando el ligero gruñido en el estómago del hada se escuchó, Li Jinglong recordó que ya pasaban de las nueve y Hongjun no había desayunado. No podía permitir que su pareja e hijo pasaran hambre.

“¿Jinglong?” preguntó con cautela, fue llevado al dormitorio siendo cargado por los fuertes brazos de Li Jinglong y dejado sobre el colchón.

“Hoy comerás en la cama, de ahora en adelante te voy a cuidar mucho” Li Jinglong declaró con una sonrisa, pero en sus shorts se podía ver que tenía un enorme problema.

Sabía que Jinglong estaba refiriéndose a la comida, pero también había una promesa implícita.

Hongjun sonrió “Podemos esperar un momento para desayunar”

Una vena palpitó en la sien de Li Jinglong a ver la mirada provocadora de su hada “Primero la comida”

“Primero quiero otro tipo de comida” sonrió.  

Segundos después Li Jinglong ya lo había derribado en la cama, contrariamente a lo que Hongjun esperaba, no lo besó en la boca, sus labios estaban sobre su vientre todavía plano.

Hongjun se sintió tan emocionado que no pudo evitar sonreír, su corazón conmovido por lo que Li Jinglong acaba de hacer.

“Vas a ser el mejor papá” Hongjun se sentó, lo abrazó por el cuello y le dio un beso corto”

“Lo voy a intentar” Li Jinglong le devolvió el beso.

Li Jinglong le acarició la nuca y Hongjun sintió un escalofrió en su espalda.

“Pero primero debes atender a ‘tu esposa’” dijo y ahora fue Hongjun quien lo derribó en la cama.

Li Jinglong siempre le demostró que podía cuidarlo y amarlo con todas sus fuerzas, incluso cuando su único deseo era algo que no le podía conceder con el chasquido de sus dedos, eligió mantenerlo a su lado todo el tiempo que pudiera.

Lo eligió a él, entonces Hongjun iba a corresponderle de la misma manera, con el mismo amor.

 

FIN

 

Notes:

Si llegaste hasta aquí, muchas gracias.

Como en un principio había dicho, este fanfic es para que puedas pasarte un buen momento leyendo, no quise cargarlo con dramas interminables. Algunas partes tal vez merecían ser ampliadas y explicadas, pero me habría hecho reescribir un montón de cosas y no quería perder la idea central de la historia.

Los capítulos extras que vienen a continuación son cortos y espero que terminen de explicar o complementar el fanfic, pensé en no publicarlas, pero finalmente decidí que siempre sí, que tenían que cerrar esta idea.

De nuevo gracias por darle una oportunidad a este fanfic Longjun, compartan y nos estamos leyendo en otra ocasión :)

Chapter Text

Extra I

 

Esta mañana como muchas otras antes, Hongjun se miró en el espejo, hoy era su cumpleaños dieciocho y esperaba ansiosamente que un milagro le concediera poder cambiar su cuerpo de hada miniatura a la de un adulto.

Él era el hijo del rey, un hada fuerte físicamente y con magia poderosa, estaba ansioso por poner en práctica sus habilidades, pero con su tamaño actual no intimidaba a nadie.

Él sabía que algunas hadas se burlaban porque todavía no podía cambiar, era vergonzoso escuchar que un fénix tenía un hijo tan inútil como él, aunque a su padre poco le importaban esos comentarios, a Hongjun sí.

“No te desesperes, el destino probablemente tiene algo bueno para ti” Su amigo el ciervo, LuXu trataba de confortarlo, su largo cabello trenzado caí por uno de sus hombros.

Era hermoso, Hongjun no escondía cuanto lo envidiaba por tener el cuerpo adulto que poseía. Algo que solo aumentaba su ansiedad.

“Pero a veces es bueno tener un cuerpo grande. Eso ayuda mucho cuando estás con tu pareja”

LuXu enarcó una ceja. “Sigo siendo pequeño a lado del lobo” se quejó.

Hongjun revoloteó hasta sentarse en el hombro libre de su amigo, pensó en lo bien que se veían LuXu y MoRigen como pareja, esa era otra cosa que envidiaba, el hecho de que ambos estuvieran destinados a encontrarse, aunque sea para cumplir con sus deberes de seres mágicos.

Como quedarse  a suspirar en el hombro de LuXu no estaba ayudándolo, pensó en un lugar mejor para pasar el rato.

“Iré a ver a mi padre un momento” sonrió antes de desaparecer y reaparecer en el gran salón donde su padre solía estar con sus subordinados, discutiendo los asuntos importantes de las creaturas mágicas.

Pero el salón estaba vació.

Hongjun sonrió, miró hacia la enorme abertura a su lado derecho, ahí es donde su padre resguardaba algunos artefactos mágicos que había confiscado a lo largo de algunos siglos.

Un lugar donde solo la realeza tenía acceso.

Hongjun miró con curiosidad, a primera vista todo parecía normal, objetos cotidianos sin valor: abanicos, instrumentos musicales, algunas plantas exóticas, joyas, armas y…botellas de pociones mágicas.

Ahí es donde Hongjun por alguna razón se sintió atraído, estas llamas “Pociones” provenían del reino humano, creados por humanos que podían hacer magia y fueron los mejores de sus tiempos.

Su padre decía que algunos humanos lograron ser tan poderosos como un ser mágico, tan habilidosos como los hechiceros de este mundo. Así que jugueteó con las botellas, revisándolas totalmente absorto. Cuando llegó a una botella de porcelana blanca  se detuvo, no había ninguna descripción sobre el contenido.

Hongjun media lo mismo que esta botella.

Siempre curioso, el hecho de que esta misteriosa botella no diera algún indicio de su contenido lo hizo querer saber más sobre esta. Revoloteó hasta poder agarrar con ambas manos el corcho que servía de tapa, tiró y tiró, sacudiendo las alas, como hada guerrera se supone que tenía la misma fuerza que si estuviera en su forma adulta, pero esta botella evidentemente tenía un buen sello de protección, porque incluso usando sus poderes no pudo abrirla.

Después de un buen rato de intentar, enojado pateó la botella la cual se tambaleó.

“¡Hongjun!” la voz de Chong Ming resonó por toda la habitación, todo tembló como si fuera un terremoto pero la única cosa que se cayó fue esa botella que Hongjun había querido abrir.

De nada sirvió volar para intentar detener su caída, cuando la botella se rompió una nube de gas violeta lo envolvió, cegándolo y haciéndolo toser. En segundos su campo de visión cambió y cuando recuperó la vista lo primero que vio fueron sus manos, las cuales ya no eran pequeñas, sus dedos largos y esbeltos tocaron su cuerpo y su cara. No necesitaba verse así mismo para saber que tenía el cuerpo de un adulto.

Pero su alegría duró poco, porque lo segundo que vio fue la mirada enojada de su padre. La mirada que antes solo podía ver a cierta distancia ahora estaba mucho más cerca.

“Padre…” dijo con voz nerviosa.

“Te dije que no tocaras ninguno de estos artefactos” la voz de Chong Ming se escuchaba helada.

“Yo…”

“Si estás tan ansioso de probarte a ti mismo, entonces lo harás, pero no apresurarás lo que el destino tiene para ti”

Chong Ming alzó la mano y su poder mágico regresó a Hongjun a su tamaño natural, Hongjun  lloriqueo en su interior.

“De ahora en adelante, servirás a un humano como hada madrina”

“¿¡Qué!? Pero soy un hada guerrera” chilló con su voz de niño, inflando las mejillas.

“Un hada guerrera que no es paciente y obediente. Todos deben esperar su momento, ¡te dije que no intentes cambiar nada!”

“Pero…” ante el regaño Hongjun agachó la mirada, no debía olvidar quien era la autoridad aquí.

“Hongjun, tu propia terquedad hace que no cambies a tu verdadero tamaño, solo estás retrasando el cambio” sentenció su padre, respiró profundamente y dijo “Ve con hechicero y que se te sea asignado un humano para cuidar”

Chong Ming casqueó los dedos.

Y de un segundo a otro Hongjun estaba en otra área del reino, frente a él, estaba el sabio dragón Qiu Yongsi en forma humana. Al verlo, el dragón dejó de escribir en su pergamino y lo saludó.

“¿Alteza? ¿A qué debo su visita?”

“Padre dijo que he sido incluido con las hadas madrinas” dijo desanimado.

Qiu Yongsi se mordió el labio para no sonreír, sabía lo travieso que era el príncipe, seguramente causó muchos problemas a su padre.

“Aunque no lo creas ser un hada que concede deseos a los humanos no es tan fácil” de algún lugar sacó una canasta de bambú. La colocó en la mesa entre ellos “Para la asignación de un humano solo debe sacar una de estas esferas.

“¿Así de fácil?”

“Así de fácil” afirmó el dragón.

Hongjun ya resignado, se metió a la canasta, todas las esferas eran de un color brillante, como perlas, pero hubo una que brillaba más que las otras, fue haciendo su camino y con cautela la sacó.

Sostuvo la esfera entre sus manos, por alguna razón sintió una cálida sensación en el corazón al sostenerla, y por un breve momento, vio el reflejo de un joven, la imagen no era nítida así que tuvo que entre cerrar los ojos un momento hasta que repentinamente todo se aclaró.

Por increíble que parezca, por un segundo ambos lograron cruzar miradas, y el joven le sonrió hasta el punto en que Hongjun se sonrojó. Luego la esfera borró la imagen y delante de él estaba su propio reflejo.

Hongjun tenía un presentimiento sobre este joven, un sentimiento desconocido en su corazón y lo único que pudo hacer fue abrazar con fuerza aquella esfera de luz.

Chapter Text

Extra II

 

Cuando Hongjun estaba en el reino humano, en lo que ellos llaman “tienda comercial”, en una tienda de ropa, encontró un sin fin de prendas, en tamaños y tela, pero había visto una, si es que se le podía definir como tal, que le llamó especialmente la atención.

Solo era una blusa de red, al ponérsela su cuerpo se vería sin importar que, los hilos solo hacían la ilusión de cubrir su piel. Pero le gustó, así que la compró y estaba ansioso por usarlo. Pero luego se encontró con ese tan Qin Wu, expareja de Li Jinglong y la ropa pasó a segundo término.

Una tarde mientras esperaba a que Li Jinglong regresara del trabajo, sacó toda la ropa nueva que había adquirido, buscando algo decente para ponerle con la reunión con el padre de su ahora pareja. Encontró aquella blusa de red con suaves hilos y se la colocó, le llegaba hasta los muslos. Efectivamente, como pensó antes todo su cuerpo se veía, ya que no estaba usando ningún otro tipo de prenda por debajo.

Era como andar desnudo, aún con su habitual vestidura de hada nunca se había sentido tan expuesto…y sexy.

No podía dejar de verse en el espejo de tamaño grande, su vientre todavía plano y su ombligo expuesto, sus ahora largas piernas y pezones estaban a la vista, aunque no era lo único que estaba expuesto, su miembro estaba comenzando a animarse con el roce de los hilos y esa atrevida imagen en el espejo.

Estaba tan entretenido mirándose que no escuchó cuando alguien entró al departamento. Al abrirse la puerta de la habitación, encontró miradas con un Li Jinglong con los ojos bien abiertos, enseguida Hongjun se sonrojó, el impulso de desaparecer le llegó por instinto, pero  el repentino cambio de actitud de Li Jinglong lo detuvo.

“Te ves muy bien con eso puesto” dijo Li Jinglong luego de cerrar la puerta detrás de él. En sus ojos había un calor intenso, lleno de intenciones indecentes. Se fue acercando hasta quedar detrás de Hongjun, su entrepierna rozando las suaves y blancas nalgas del hada “No esperaba que me recibieras de esta manera”.

Hongjun respiró profundamente, el espejo les devolvía una imagen muy erótica de ambos.

“Solo estaba buscando algo que ponerme…para cuando vayamos de visita con tu padre” La voz del hada se cortó por momentos, Li Jinglong le apartó el cabello y dejó suaves besos en su cuello.

“Si llevas eso puesto le dará un infarto a mi padre” se burló Li Jinglong, de repente frunció las cejas “en realidad no te dejaría usar esta ropa tan provocadora y que otros te vean.

Hongjun logró soltar una risa “Tampoco es que quiera salir así para que otros me vean”

“Muy bien” Li Jinglong amasó las nalgas de Hongjun en sus manos antes de llevarlas a sus muslos, evadiendo deliberadamente el pene ya erecto de su pareja “solo úsalo para mí”

Hongjun suspiró profundamente, queriendo que Li Jinglong atienda su problema como es debido, pero cuando la marca en su nuca fue chupada por un par de cálidos labios, perdió el control, de su garganta un sonoro gemido se escapó.

“Jinglong” Lloriqueó haciéndose hacia atrás, restregando su trasero con fuerza contra la entrepierna de Li Jinglong.

Lo último que escuchó antes de ser llevado a la cama y caer boca abajo en el colchón fue un fuerte gruñido en su oreja, luego sintió los dedos de Li Jinglong ya húmedos dentro de él jugando y estirándolo, tocando aquel lugar que lo hacía retorcerse de la excitación. 

“Creo que encontraste cosas muy interesantes que ponerte, te ves realmente apetitoso usando esto” Li Jinglong  dijo en la oreja de Hongjun mientras lo estiraba y  dejaba algunos mordiscos en el cuello de su hada.

“Solo hazlo, ya no aguanto” Hongjun lloriqueó, no estaba soportando la estimulación.

Y Li Jinglong tampoco iba durar mucho.  Se bajó los pantalones en segundos, bombeando su pene para luego irlo metiendo en ese pequeño agujero. Ambos soltaron gemidos de alivio. Aunque Hongjun todavía estaba con el vientre plano, Li Jinglong era cuidadoso, de vez en cuando masajeando con una mano, no quería lastimara su hada  y menos en ese estado.

Pero es que desde que Hongjun está embarazado sus sesiones de sexo se habían vuelto intensas. Las hormonas estaban haciendo de las suyas, al menos para esto Li Jinglong no estaba quejándose.

Cuando estuvo dentro de Hongjun sus movimientos fueron lentos, para gradualmente hacerse frenéticos, Hongjun lloriqueaba hasta el punto de apretar las sábanas con fuerza, su pene goteando semen, la sensación de los hilos apretando su piel y seguramente dejando marcas.

Li Jinglong entraba y salía ya sin dificultad, estiró la mano para atender la parte delantera de Hongjun, bombeando al ritmo de sus embestidas, una y otra vez hasta que la sensación de cosquilleo en su vientre lo hizo gruñir.

Li Jinglong al sentir la explosión de su placer, mordió la nuca de Hongjun. Las alas del hada hicieron su aparición revoloteando con rapidez. Una gran cantidad de semen salpicó su mano y las sábanas debajo de ellos a la par del gemido del hada.

Con el cuerpo lleno de sudor, jadeantes y sin fuerzas se acostaron abrazados.

“Me agrada tu forma de recibirme al llegar al trabajo” Li Jinglong le besó los labios.

“No me molestaría hacerlo a diario” Hongjun sonrió satisfecho, sintiendo sus parpados caer de cansancio.

“Sería divertido, pero vas a drenar toda energía de mí”

“Entonces un día sí y un día no. puedo ajustarme a tus necesidades” la sugerencia del hada hizo reír a Li Jinglong. Ellos ya tenían sexo por las mañanas y las noches, si agregaban una tercera vez sentía que pronto no podría ni salir de  cama.

“Lo voy a considerar”

Fue lo último que Li Jinglong dijo antes de esconder su cabeza en el cuello de Hongjun y cerrar los ojos para una siesta y recuperar su energía.