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Chapter Text

Comenzamos la historia con un estudiante fuera de lo común. Este estudiante es joven, de piel rosada, pelo blanco y poderes un tanto peculiares.

¿Qué? ¿Esperaban a alguien más?

Luz: “...y ese es el final.”

En fin. Luz Noceda se encontraba en la oficina del director de Gravesfield High, la escuela a la que Luz asiste. Ella, junto con su mamá, habían sido llamadas por el Director Hal referente a un incidente del que Luz parece haber sido responsable.

Camila: “¿El final de qué?”

Camila Noceda, la mamá de Luz, o mami como a ella le gustaba llamarla. Camila era similar a Luz, sólo que tenía piel morena, pelo liso y castaño y usaba lentes.

Luz: –sosteniendo un juguete de Azura en una mano y una serpiente en la otra— “El final de mi informe. Creo que hice un buen trabajo.”

Director Hal: “Por tu informe es que estás aquí.” –señala hacia afuera de la oficina, en donde se pueden ver a dos estudiantes siendo perseguidos por serpientes—

Luz: “Entonces ahí es donde se fueron las serpientes de repuesto.”

Camila: –muestra un paquete de fuegos artificiales— “¿Y qué planeabas hacer con esto?”

Luz: “Para el final del tercer acto.”

Camila: “Mija, me encanta tu creatividad, pero se está saliendo de las manos. ¿Recuerdas por qué fuiste llamada aquí las últimas veces?”

Luz lo recordaba muy bien. La primera vez fue cuando uso salchichas reales para simular la muerte de un personaje en una audición para la clase de teatro. La segunda vez fue cuando hizo una maqueta de un grifo que escupía arañas reales vivas. La tercera vez fue cuando hizo el truco de los parpados (no pregunten) para una audición del equipo de porristas. La cuarta vez... bueno, es esta.

Camila: “A todos nos gusta que te expreses, pero si no puedes distinguir la fantasía de la realidad, entonces tendrás que pasar el verano aquí.”

Camila le entrega un folleto a Luz. Aquel folleto tenía un texto que decía “Campamento de Chequeo de Realidad. Piensa dentro de la caja.” con la imagen de un niño dentro de una caja debajo del texto.

Luz: “No te preocupes, mamá. No te defraudaré. ¡No más rarezas!”

Tan pronto como Luz se paró triunfante de su asiento, la serpiente que tenía en su mano saltó y atacó al Director Hal, quién se cae de su asiento casi al instante.

Luz: “Eso no cuenta, ¿verdad?”

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Resulta que ese último incidente sí contó, y ahora mismo Luz está afuera de su casa esperando el bus que la recogerá para ir al campamento. Camila notó la expresión triste de Luz y fue a intentar consolarla.

Camila: “Oh, mi bebé. No te preocupes, el campamento solo será por 3 meses. Estarás tan ocupada balanceando chequeras y... apreciando la radio pública, que el tiempo pasará volando.” –bueno, nunca dije que fuera un buen intento—

Luz: “¡Pero a mí no me gusta nada de eso! Prefiero editar clips de anime y leer libros de historias fantásticas.”

Camila: “Mija, tu mundo de fantasía te está frenando. ¿Tienes algún amigo? Reales, no imaginarios, dibujados o reptilianos.”

Luz se quedó en silencio por un momento. Sí, tenía a su mejor (y única) amiga de la infancia, con quién había pasado muchos buenos momentos. Pero ella desapareció hace algún tiempo y su paradero seguía siendo un misterio.

Luz suelta un suspiro.

Camila: “El campamento de verano es una oportunidad para que hagas amigos, pero tienes que intentarlo. ¿Puedes hacer eso?”

Luz: –desanimada— “Sí mamá.”

Sin darse cuenta, Luz pone su libro en un tacho de basura cercano. En eso, el teléfono móvil de Camila recibe una llamada.

Camila: “¡Oh, tengo que irme! El bus vendrá a recogerte pronto. Escríbeme cuando llegues. Cuídate mucho, mija. ¡Qué te vaya bien!”

Apenas Camila se fue del lugar, Luz se da cuenta que ya no tenía su libro de la Buena Bruja Azura en la mano. Luz busca desesperada su libro por todas partes, hasta que escucha un “Hoo” detrás de ella. Al voltear la mirada, ve a un búho sosteniendo con su pico una bolsa.

Una bolsa en dónde Luz ve su libro.

Luz: “¡Ladrón de basura!”

Al notar a Luz, el búho se aleja brincando del lugar, mientras que Luz persigue corriendo al búho con intenciones de recuperar su libro. Se detiene una vez que se ve en frente de una casa abandonada en medio del bosque, pero continúa corriendo cuando ve al búho entrar a la casa.

Luz: “¡Detente, adorable criatura saltarina!”

Luz para finalmente de correr cuando se da cuenta que no está dentro de la casa abandonada cómo ella esperaba. En cambio, estaba dentro de una tienda que guardaba muchos objetos extraños.

Luz: “Pensé que yo tenía cosas raras, ¿pero esto?” –recoge una muñeca de aspecto extraño pegada a una percha de ropa— “Esto me supera.”

Eda: –voz a lo lejos— “¡Por fin llegas!”

Al escuchar esa voz, Luz camina con cuidado hacia la cortina de la tienda y se asoma a ver. Ve a Eda, una mujer adulta de cabello largo y gris que usaba un vestido rojo y un pañuelo que le cubría las orejas. Eda sostiene un bastón de madera en dónde el búho de antes se posa, convirtiéndose en un búho tallado en madera.

Eda: “Veamos que tenemos aquí” –saca un teléfono móvil de la bolsa, lo arroja a un lado— “Basura” –saca un anillo de diamante de la bolsa, lo arroja a un lado— “Basura” –saca de la bolsa lo que parece ser una copa hecha de oro, la arroja a un lado— “Basura” –saca de la bolsa unas gafas con ojos con resortes— “Ahora esto...” –se coloca las gafas— “esto me hará rica.”

Voz femenina: “Eda, dime una cosa. ¿Cómo es posible que ese juguete te parezca más valioso que todas las otras cosas que hiciste a un lado?”

Luz reconocería esa voz en cualquier parte. Pero su pensamiento se vio interrumpido por lo que vería a continuación.

Eda: “Solo dices eso porque no sabes cómo vender artículos humanos.” –saca de la bolsa el libro de Azura de Luz— “Ahora ayúdame a averiguar qué hacer con esto.”

Apenas ve a Eda con su libro, Luz va corriendo hacia Eda y le arrebata el libro de las manos.

Luz: “Lo siento, esto es mío, gracias.” –guarda el libro en su bolso—

Voz femenina: “¿Luz?”

Antes de correr de regreso al interior de la tienda, escucha nuevamente esa voz, la cual Luz está segura que conoce. Voltea a ver para confirmar sus sospechas y la ve a ella.

Su mejor amiga de la infancia.

Luz: “¿Jubilee? ¡Ay, por Dios!”

Luz corre de alegría a abrazar a Jubilee, quién le devuelve el abrazo. Eda se saca las gafas y se queda viendo a las dos chicas, quienes se sueltan del abrazo.

Luz: “¡Oh por Dios, Jubilee! ¡No puedo creer que te haya encontrado después de tanto tiempo!” –se da cuenta de algo— “Espera un minuto, ¿has estado aquí todo este tiempo?”

Jubilee: –un poco nerviosa— “Sí, es... una larga historia.” –nota a Eda mirándolas— “Por cierto Eda, ella es...”

Eda: “Se muy bien que eres, niña.” –refiriéndose a Luz. Luz se pone nerviosa, pero Eda continua.— “Tú eres un... ¡cliente potencial!”

Al escuchar eso, Luz cambia su expresión de nerviosa a confundida. Esto definitivamente no era lo que esperaba que Eda hiciera.

Eda: “¿Puedo ofrecerte un pie humano con agujeros? ¿Una barra de caramelo humano? ¿Qué tal esta caja negra que sólo refleja tristeza?”

Eda le muestra a Luz una sandalia, una barra de desodorante y un televisor portátil respectivamente, dejando el último en la mesa de la tienda. Jubilee se palmea la cara por las descripciones que Eda dio de los objetos.

Luz: “Eso no es todo lo que hace. Dame, te mostraré.”

Luz saca dos baterías de un recipiente que dice “Dulces Humanos???” y procede a poner las baterías en un compartimiento del televisor. Luz luego chasquea los dedos y al instante, el televisor se enciende, reproduciendo un video de ejercicios con música de fondo.

Varias brujas y demonios se vieron atraídas por el sonido del televisor y se dirigieron inmediatamente al puesto de Eda. Cada uno de ellos empezó a ofrecer diferentes cantidades de dinero, cada una más alta que la anterior. Eda queda gratamente sorprendida por esto.

Eda:  –mira a Luz— “Eso fue bastante impresionante, niña. Tú eres Luz Noceda, ¿cierto?”

Eda procede a recoger el dinero que le ofrecen sus clientes. Por otro lado, Luz se queda confundida por como Eda sabía su verdadero nombre, pero se deshizo de ese pensamiento casi al instante. Si conocía a Jubilee, entonces le debió contar a Eda sobre ella, lo cual no le parecería raro.

Luz: “¡Sip! ¡Esa soy yo! ¿Y tú quién eres?”

Eda: “Oh, es cierto, todavía no me presento.”

Eda se quita el pañuelo de su cabeza, revelando sus orejas puntiagudas. Acto seguido, se sube a la mesa de su puesto para hacer su presentación.

Eda: “¡Yo soy Eda, la Dama Búho! ¡La bruja más poderosa de las Islas Hirvientes!”

Luz: “¿Una bruja?”

Jubilee: “Eda, por favor no te presentes de esa forma.”

Eda: –voltea a ver a Jubilee, levantando una ceja— “¿Y por qué no debería hacerlo, eh?”

Jubilee: “Porque la última vez que hiciste eso, casi terminas...”

Guardia #1: –interrumpiendo— “¡Arrestada!”

Al ver que el guardia llegó con intenciones de arrestar a Eda, todos sus clientes salen corriendo del lugar, no queriendo entrar en conflicto con el guardia.

Jubilee: –mentalmente— “Lo sabía.”

Guardia #1: –le muestra a Eda un cartel de se busca con su silueta y una recompensa de $1,000,000,000,000— “Eda la Dama Búho, queda detenida por práctica ilegal de magia y varios delitos demoniacos...”

Luz: “Espera, ¿bruja criminal?”

Jubilee: “Créeme Luz, es más complejo de lo que parece.”

Guardia #1: –agarra a Eda del brazo— “...por lo tanto se le ordena venir inmediatamente al Conformatorio.”

Eda: –se suelta del guardia— “¿Podrían dejarme en paz? No he hecho nada malo.”

Guardia #1: –levanta a Luz del gorro de su sudadera— “Tu también vendrás por confraternizar con una criminal.”

Jubilee: –enojada— “¡Oye! ¡Déjala en paz, imbécil!”

Eda: “Muy bien, tu ganas. Sólo déjame recoger mis cosas y...”

Eda golpea al guardia, haciendo que suelte a Luz y caiga al suelo aturdido. Acto seguido, golpea el suelo con la parte inferior de su bastón para levantar todas sus cosas en el aire.

Eda: “Ups. Casi se me olvida esto.”

Eda saca una llave con un botón en forma de ojo de su cabello. Presiona el botón de la llave y la puerta por la que Luz había cruzado se dobla hasta tomar la forma de un maletín y volar hacia el resto de las cosas de Eda.

Eda hace un movimiento con su mano y todas las cosas se guardan dentro de un mantel grande para luego amarrarse al extremo inferior del bastón de Eda, quién luego agarra su bastón y se lo echa al hombro para salir corriendo.

Eda: “¡Síganme las dos!”

Eda, Luz y Jubilee corrieron por el mercado en el que se encontraban hasta estar lo suficientemente lejos del guardia como para subir a Luz, Jubilee y ella misma en su bastón para despegar volando.

Guardia: –persiguiendo a Eda— “¡No te saldrás con la tuya, Dama Búho!” –para de correr cuando ve a Eda alejarse volando del mercado— “Está bien, lo hiciste. Te saliste con la tuya. ¡Se salió con la suya, oyeron! Típico.”

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Eda: “Ya pueden abrir los ojos, niñas.”

Jubilee abrió los ojos lentamente debido a su miedo a las alturas. Sí, ya ha volado con Eda en su bastón antes, pero eso es algo a lo que todavía no se acostumbra. Luz, por otro lado...

Jubilee: “¡Espera, Eda! ¿Dónde está Luz?”

Luz: “Al lado de ustedes.” –Eda y Jubilee voltean a ver a la izquierda, pero no ven a nadie— “No, al otro lado.”

Eda y Jubilee voltean a ver a la derecha y ven a Luz en posición horizontal, usando sus zapatos, que resultan ser zapatos cohete, para volar a la misma velocidad que ellas. Jubilee no se sorprende por esto porque ya ha visto volar a Luz antes, a diferencia de Eda quién se muestra genuinamente sorprendida por esto.

Eda: “Vaya niña, jamás creí que tus zapatos te permitieran volar.”

Luz: “No son zapatos, son mis pies.”

Bueno, pies cohete, pero entienden la idea, ¿no?

Jubilee: “Espera, ¿esos han sido tus pies todo este tiempo? ¿Por qué nunca me lo dijiste?”

Luz: “Porque nunca me lo preguntaste.” –Jubilee pone cara de póker— “A todo esto, ¿me quieren explicar que es este lugar?”

Eda: “Estas son las Islas Hirvientes. Cada leyenda que existe en el Reino Humano es causada por un poco de nuestro mundo infiltrándose en el suyo. Como los grifos, los vampiros o las jirafas.”

Luz: –confundida— “¿Jirafas?”

Jubilee se ríe. Ella tuvo la misma reacción que Luz cuando Eda le explicó sobre las Islas Hirvientes.

Eda: “Sip. Se escaparon al Reino Humano hace mucho tiempo.”

Luz, Eda y Jubilee aterrizan a la salida de un bosque. A lo lejos se puede ver una casa grande, de paredes blancas, tejado azulado y una ventana grande en forma de ojo. Eda salta de su bastón para caminar hacia la casa, pero inexplicablemente deja una de sus manos en su bastón.

Jubilee: –mientras se baja del bastón— “¡Eda! Quizás quieras regresar.”

Eda se voltea y se da cuenta que dejó su mano en el bastón, por lo que regresa a buscarla.

Eda: “Lamento que hayan tenido que ver eso.” –se coloca su mano de vuelta—

Luz: “Creo que fue suficiente mundo fantástico para mí por hoy. ¿Me podrías regresar a casa, Eda?”

Eda: “Solo si me ayudas primero. Sígueme.”

Luz, Eda y Jubilee empiezan a caminar hacia la casa. Luz recuerda al guardia que quiso arrestar a Eda y mira hacia atrás para vigilar.

Luz: “¿No les preocupa que esos guardias nos encuentren?”

Eda: “Descuida. Tengo un sistema de protección muy avanzada.”

Pronto se detienen frente a la puerta principal, donde las recibe una cara de búho parlante que está en la puerta.

Hooty: “Hoot hoot. Contraseña, por favor.”

Eda estuvo a punto de hacer algo, pero Luz la interrumpe.

Luz: “Spider-Man es el mejor superhéroe que existe.”

Hooty: “¡Correcto, pueden pasar! ¡Hoot hoot!”

Hooty procede a abrir la puerta para permitirles la entrada a Eda, Luz y Jubilee, quienes caminan hacia el interior de la casa.

Jubilee: “Pfft. Golpe de suerte.”

Luz: “No, solo eres así de predecible, Jubes.”

Jubilee: “¡Oh, vamos!”

Luz estuvo a punto de responderle a su amiga antes de mirar con más atención el interior de la casa. Si Luz era honesta, no sabía que esperar de la casa de una bruja, pero debía admitir que la casa de Eda parecía bastante acogedora.

Eda: “Bueno Luz, ¡bienvenida a la Casa Búho!” –chasquea los dedos y varias velas que están en la casa se encienden— “Dónde me escondo de las presiones de la vida moderna. Y de las autoridades. Y de mis ex-novios.”

Luz: “Este lugar es muy lindo. ¿Y viven aquí solas?” –deja su libro en una mesa de centro—

Jubilee: “Nop. Hay alguien más viviendo con nosotras.”

En eso, se escuchan pasos muy fuertes bajando por una escalera que hacían retumbar la casa. Una vez que el causante se hace presente en la sala de estar, resulta ser un pequeño demonio con pelaje negro por todo su cuerpo y una calavera con cuernos en su cabeza. Aquel demonio estaba usando un gorro de baño en su cabeza, una toalla con dibujos de patitos en la cintura y sujetaba un pato de goma en una mano.

King: “¿¡Quién se atreve a entrometerse con King, el rey de los demonios!?”

Luz: “¡Ay, que lindo!” –corre hacia King para abrazarlo con todas sus fuerzas— “¡Eres tan tierno! ¿Quién es mi pequeñín? ¿Quién es mi pequeñín? ¿Eres tú? ¿Sí lo eres?”

King: “¡No, no sé quién es tu pequeñín!” –intenta liberarse del agarre de Luz, sin éxito— “¡Jubilee! ¡Aléjala de mí! ¡Tu rey te lo ordena!”

Jubilee: “No puedo, King. Esta escena es muy divertida.” –se ríe—

Eda: –aleja a Luz de King— “King, esta es Luz, la amiga de Jubilee. La traje aquí para que nos ayude con nuestro problemita.”

King: “¡Oh sí”

Luz: “Esperen esperen, no me gusta cómo se oye ‘nuestro problemita’.”

Eda: “Sólo déjame explicar, ¿sí?” –Eda dibuja un círculo de hechizos en el aire, dentro del cual se muestran ilustraciones de lo que Eda va narrando— “King solía ser un poderoso rey de demonios... hasta que le robaron su corona de poder y se convirtió... en eso.”

Luz: –tomando en brazos a King— “¿Te refieres a esta hermosa criatura?”

Eda: “La corona está en posesión del temible Guardián Wrath, encerrada dentro de un campo de fuerza mágico que solo un humano puede atravesar.”

Al terminar de decir eso y deshacer el circulo de hechizos, Eda les pone más atención a las características de Luz. Piel rosada, pelo blanco y puede volar usando solo sus pies. Esas características no correspondían a las de un humano. Eda estaba segura de que Luz tenía más parecido con un moo-ten-teh, o como Jubilee los llame. Aunque, solo para confirmar...

Eda: “¿No sabrás de algún humano por casualidad?”

Luz: “Bueno, yo soy mitad humana, ¿eso cuenta?”

Eda: “¡Genial! ¡Eso debería ser suficiente!” –o eso espera Eda— “Entonces, si nos ayudas a recuperar la corona de King, te enviaré de regreso al Reino Humano. Además...” –levanta a King y se lo muestra a Luz— “¿quién podría negarse a esta linda carita?”

King: “¡No Eda! ¡No la alientes!”

Eda: “Quiero decir, somos tu único camino a casa.”

Luz se puso a pensar. Si bien la historia de la corona de King podría ser falsa, Eda tenía razón al decir que ella era su único camino a casa. Por otro lado, si Jubilee, su mejor amiga, confiaba en Eda, entonces Luz también.

Luz: “Muy bien. ¿A dónde vamos?”

Eda: “A un lugar muy divertido.”

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Eda, King, Luz y Jubilee habían llegado a las afueras de una prisión de máxima seguridad. Desde donde se encontraban, se podían ver varios carteles como el que el guardia del mercado mostró para intentar arrestar a Eda.

Eda: “El Conformatorio. Un lugar para los considerados inapropiados para la sociedad.” –Luz y Jubilee la miran molestas— “¿Qué? ¿Por qué me miran así?”

Jubilee: “Porque esto es todo lo contrario a divertido, Eda.”

Luz: “Esto en lugar de divertido es deprimente.”

Eda: “Relájense, no van a atraparnos, ya que somos resbaladizos.”

King: –subido a la cabeza de Luz— “Imposible atraparme estando lleno de grasa. Soy muy escurridizo.” –se resbala y cae al suelo, luego apunta a una de las torres del Conformatorio— “Luz, tú y yo iremos a la cima de esa torre dónde está mi corona.”

Eda: “Jubilee y yo nos aseguraremos de distraer al Guardián Wrath.”

Luz: “¿Voy a necesitar un disfraz? He estado esperando para usar esto.” –se pone el gorro de su sudadera, revelando que tiene dos orejas de gato— “Meow meow”

King: “Es horrible.”

Jubilee: –a Luz— “No creo que eso sea necesario.”

Eda: “Pfft, no les hagas caso. Encajarás perfectamente. Ahora sujétense fuerte.”

Eda luego golpea el suelo con su bastón, creando una plataforma de luz bajo los pies de Luz y King, la cual los eleva hasta la torre que King antes mencionó. Mientras tanto, Eda y Jubilee se suben al bastón de la primera y vuelan hacia una dirección distinta a la de Luz y King.

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Una vez que Luz y King logran entrar a la torre, ambos empiezan a caminar por el Conformatorio hasta que llegan a una amplia sala circular. Aquella sala tenía varios pisos, y en cada uno de ellos había celdas, con un prisionero en varias de ellas.

Uno de estos prisioneros, una mujer morena, de cabello negro, colmillos visibles y un vestido de color morado, le habla a Luz.

Katya: “Oye, niña gato. ¿Cómo escapaste de tu celda?”

Luz: “Oh no no no, no soy un gato.” –se baja el gorro de su sudadera— “Tampoco soy una criminal.”

King: “No lo eres aun.”

Katya: “Nosotros tampoco. Es solo que al Guardian disfruta encerrando a gente que no encaja. A mí me encerró por escribir fanfictions que supuestamente son de mal gusto, pero solo son comidas enamoradas.” –muestra un libro de uno de sus fanfictions— “Me gusta la comida, me gusta el amor. ¡Déjenme escribir sobre eso!”

Demonio de varios ojos: “A mí me encerraron porque me gusta comerme mis ojos.”

Luz y King voltean a ver a un demonio alto, de piel cián y varios ojos en su cabeza. Aquel demonio se saca uno de sus ojos con facilidad y se lo traga, solo para que otro ojo aparezca en el lugar del que se tragó.

Tinella: “¡Somos agentes de la libre expresión! ¡Jamás nos callarán!”

Quién habla es Tinella, un demonio enano de piel blanca, pelo naranja y nariz grande.

Katya: “A ella le encantan las teorías conspirativas.”

Tinella: “¡El mundo es una mentira! ¡Somos juguetes de un ser superior!”

Luz se quedó en silencio por un momento para pensar en las razones por las que ellos fueron encerrados. No tenía sentido. Katya, el demonio de varios ojos y Tinella fueron encerrados solo por ser diferentes al resto. Mentiría si dijera que esa situación no es igual a los mutantes de vuelta en el Reino Humano.

Luz fue sacada de sus pensamientos al escuchar ruidos fuertes de pisadas que se acercaban a su posición.

Katya: –temerosa— “¡Es el guardián Wrath! ¡Escóndanse!”

Luz y King corren rápido a una celda vacía para intentar esconderse de quién sea que se estuviera acercando. Al menos fingirían que se suponía que debían estar allí, aún si nadie de los presentes merecía estar encerrado.

Luz y King escuchan como se abre una puerta de golpe y entra a la sala el Guardián Wrath, un guardia grande y musculoso y el encargado de vigilar ese sector del Conformatorio. Wrath caminó cerca de cada una de las celdas de una forma que provocaba miedo en los prisioneros.

Wrath: “Puedo escucharlos saben. ¿Qué es tan importante para que perturben el orden en este lugar? ¿No les bastó con perturbar el orden que impuso el Emperador en las Islas Hirvientes? Ustedes, degenerados, no serán más que una plaga en la sociedad si no logran encajar. ¡Que no se les olvide!”

Dicho esto, Wrath se retiró por el mismo lugar del que había llegado, dejando a todos aterrorizados por lo que él dijo. Todos menos Luz y King. King porque estaba más preocupado por recuperar su corona, y Luz porque estaba más disgustada por lo que Wrath dijo que otra cosa. Y no se iba a quedar de brazos cruzados.

Luz casi al instante salió de la celda donde se escondió, seguida por King, fue hasta la puerta de la celda de Katya y, con un poco de dificultad, logró mover la palanca que abrió la puerta de Katya.

Katya: “¿Qué estás haciendo?”

A Luz le sorprendió la pregunta, como si no fuera obvio lo que estaba haciendo.

Luz: “¿Qué es lo que parece? Te estoy sacando de aquí.”

Katya: “Mejor no te molestes. Si intentamos algo, el Guardián simplemente nos atrapará de nuevo.”

Luz: “Con esa actitud, seguro que sí.” –Katya se le queda mirando— “Escucha, se como te sientes. Yo también pasé por algo parecido. Es bastante obvio que ninguno de ustedes quiere realmente estar aquí. Pero su situación no cambiará si ustedes no adoptan una actitud diferente.”

Luz estuvo a punto de irse junto con King a otra parte del Conformatorio, pero fue detenida por Katya.

Katya: “Oye, independientemente de si salimos o no de aquí, fue agradable ver a alguien dispuesta a defendernos. ¿Cuál es tu nombre?”

Luz: “Soy Luz. Luz Noceda.”

King: “¡Y yo soy King, el rey de los demonios!” –Luz y Katya se ríen ante esto—

Katya: “Soy Katya. Y gracias.”

Luz: “No me lo agradezcas. Sólo asegúrate de liberar al resto, ¿de acuerdo?”

Katya: “Seguro.”

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Luz y King continuaron caminando por el Conformatorio hasta llegar a un pasillo que se dirige a una puerta enorme con la palabra “CONTRABANDO” grabada en ella. En eso, Eda y Jubilee llegan volando al mismo pasillo.

Eda: “Oigan, ustedes dos. Wrath no se encontraba en su oficina, así que le dejamos una sorpresa que lo debería distraer el tiempo suficiente para que podamos recuperar la corona y salir de aquí.”

Eda y Jubilee se bajan del bastón y todos continúan caminando hasta la puerta. Todos excepto...

King: “¡Mi corona! ¡Ya puedo sentirla!”

King corre y salta hacia el pomo de la puerta en un intento de girarla y abrir la puerta. Luz camina detrás de él y decide ahorrarle el trabajo empujando la puerta para abrirla. En eso, Jubilee llega junto a Luz y nota su expresión triste.

Jubilee: “¿Te pasa algo, Luz?”

Luz: “Aquí también discriminan a la gente por ser diferentes. ¿Cómo es esto diferente al Reino Humano?”

Jubilee: –suelta un suspiro— “No lo sé.”

Eda: “¡Vamos, apúrense antes de que King se haga daño!”

Eda, Luz y Jubilee entran a la sala de contrabando y ven a King corriendo hacia una gran columna de luz para intentar atravesarla, pero solo logrando chocar contra ella.

Eda: –a King— “Tenemos a una media humana, ¿recuerdas?”

King: “¡Oh, claro!”

Luz respiró hondo y extendió la mano en la columna de luz, descubriendo que, efectivamente, puede atravesarla. Al entrar, ve una gran pila de cosas que el Guardián Wrath había confiscado con anterioridad. En la cima de la pila, Luz ve un objeto brillante, el cual asume que es la corona que King buscaba.

Luz: “Espera un minuto, ¿eso es...?”

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Una corona de papel. Esa corona de poder de King era solo una corona de papel. Está de más aclarar que Luz no estaba contenta con esto. Y a Jubilee tampoco le hizo gracia que vinieran hasta el Conformatorio solo por una corona de papel.

King: “¡Mi corona!” –Luz le entrega la corona— “¡Sí! ¡Ya siento que mi poder regresa! ¡Tú, criatura de pesadilla!” –recoge un conejo de peluche cerca de él— ¡Te llamaré François y serás mi súbdito en mi ejército de oscuridad!”

Luz: –se dirige a Eda— “Esa corona no le da ningún poder, ¿no es cierto?”

Eda: “Nop.”

Antes de que Eda pudiera decir algo más, Jubilee lanza desde su mano una bola de luz que al impactar en la cara de Eda crea varias luces de colores a su alrededor. Eda es derribada al suelo. Luz, por otro lado, se queda mirando a su amiga. Ella ya sospechaba que Jubilee podía ser mutante, pero nunca se imaginó que en eso consistía su poder.

Eda: “¡Ouch! ¿Por qué hiciste eso?”

Jubilee: –enojada— “¿¡Cómo por qué!? ¿¡En serio nos estás diciendo que irrumpimos en una prisión de alta seguridad solo para buscar una corona de juguete!? ¿¡Cuál es tu problema!?”

Eda: –levantándose del suelo— “Por favor, niñas, entiendan. Durante mucho tiempo hemos sido solo King y yo, y si esa tonta corona es importante para él, también lo es para mí. Además, los raros debemos estar unidos, ¿no creen?”

Luz y Jubilee cambian sus expresiones radicalmente, ya que ambas se identificaban con lo que dijo Eda. Jubilee sobre todo, quién había estado viviendo con Eda durante muchos días hasta el día actual, debió haber adivinado que Eda se sentiría de esa forma, ahora sintiéndose culpable por haberla atacado.

Finalmente, Luz y Jubilee deciden responderle a Eda con una sonrisa.

Eda: “Bueno, ya tenemos lo que buscábamos. Ahora salgamos de aquí antes de que el Guardián pierda la cabeza.”

Wrath: “Demasiado tarde.”

Al sentir a Wrath, Luz reacciona lo suficientemente rápido como para hacer a Eda a un lado, pero no lo suficientemente rápido como para evitar ella misma el ataque de Wrath, quién inmediatamente le corta la cabeza, haciendo que tanto la cabeza como el cuerpo de Luz caigan inertes al suelo.

Todos en la sala, incluidos los dos guardias que acompañaban a Wrath, quedaron en silencio al ver esta escena. Eda no podía creer que el Guardián Wrath estuviera dispuesto a matar a alguien con tal de llegar a ella. A Jubilee le salieron lágrimas de los ojos al ver a Wrath decapitar a su mejor amiga. King estaba demasiado en shock que no se dio cuenta cuando Wrath le quitó y destrozó su corona.

Wrath: “Al fin te acorralé, Eda la Dama Búho. Mis guardias nunca pudieron atraparte, pero sabía que si robaba el juguete de tu mascota vendrías corriendo.” –toma la corona de King y la aplasta—

Eda: –con rabia— “¿Qué quieres Wrath? ¿Cobrar mi recompensa para aumentar tu estatus en el Aquelarre del Emperador?”

Wrath: “Claro que no. Te traje aquí porque quiero...” –se arrodilla ante Eda y le muestra un ramo de flores— “que salgas conmigo.”

Si fuera posible, la mandíbula de Eda se hubiera extendido hasta el suelo ahora mismo. El robo, las amenazas, la supuesta muerte de Luz... ¿todo para invitarla a salir? Decir que Eda estaba disgustada sería quedarse corto.

Guardia #2: “¡Eso es, jefe!”

Wrath: “Siempre evitaste la captura. Siempre fuiste la que escapó. Y eso es muy atractivo.”

Jubilee: “¡¡ERES UN MONSTRUO!!”

Wrath: “¡Cierra la maldita boca!”

El Guardián Wrath extiende su brazo y golpea a Jubilee, enviándola hacia uno de los guardias quien la sujeta para que no pueda interrumpir la declaración de Wrath. En eso, Jubilee ve como al cuerpo de Luz le crece una cabeza nueva y se levanta lentamente, algo que nadie más notó en ese momento.

Wrath: “Bien, ¿qué dices, Dama Búho? La bruja más poderosa de las Islas Hirvientes y el temible Guardián Wrath. Seríamos la pareja más poderosa. Bueno, tampoco puedes negarte en esta situación.”

Hasta este momento, Eda había estado reuniendo suficiente energía para poder derribar al Guardián Wrath y, con suerte, también a los dos guardias que lo acompañaban. Pero antes de que pudiera lanzar ese hechizo, Wrath recibe un disparo de energía que lo envía hacia una de las paredes de la sala de contrabando. Cuando Eda voltea en dirección al disparo, la ve a ella.

Luz estaba parada desde donde salió el disparo que derribó a Wrath, con su cabeza regenerada, sus ojos completamente de color magenta y uno de sus brazos transformados en un brazo cañón (imagínense el brazo de Killcannon en Invencible). Eda y King se quedaron perplejos al ver bien a Luz luego de ver cómo le decapitaron la cabeza. Jubilee no se sorprendió porque ya adivinó que es lo que estaba pasando, pero de todos modos estaba preocupada por Luz.

Al ver esto, los dos guardias que acompañaban al Guardián Wrath prepararon sus manos para lanzarle hechizos a Luz. Uno de ellos recibió un disparo del brazo cañón de Luz, el cual lo desintegró por completo de la cintura para arriba. El otro guardia le lanzó una bola de fuego mágica, pero con una rapidez inexplicable, Luz esquiva la bola de fuego, transforma su otra mano en una cuchilla y la usa para decapitar al guardia.

Eda: “Niña...”

Luz se da vuelta instintivamente y decapita a Eda, cuya cabeza cae al suelo mientras que su cuerpo empieza a deambular alrededor de la sala. Al presenciar esto, Luz inmediatamente vuelve a la normalidad y ve aterrada la cabeza de Eda.

Luz: “¡¡OH POR DIOS, EDA!!”

Eda: “¡Ouch! ¡Odio cuando pasa eso!”

Luz: –transforma sus dos brazos de vuelta a la normalidad y recoge la cabeza de Eda— “¡Eda! ¿¡Cómo es que sigues viva!?”

En eso, llega el cuerpo de Eda para tomar su cabeza y colocársela de vuelta.

Eda: “¿Tu eres quién pregunta, niña? Todos aquí vimos cómo volviste a la vida luego de que el Guardián te cortara la cabeza.”

Luz: –confundida— “¿Qué? ¿De qué estás hablando?”

King: “¡Fue increíble! ¡Incluso transformaste tus dos brazos en armas y acabaste con los guardias que vinieron por nosotros!”

Al escuchar eso, Luz abre grande los ojos y empieza a mirar a su alrededor. Ve a Wrath inconsciente estrellado en una de las paredes de la sala y a los cadáveres de los dos guardias que lo acompañaban.

Luz: –horrorizada— “Oh no... Pasó otra vez...”

Luz intenta irse corriendo del lugar, pero es detenida por una mano enguantada que le agarra el brazo. Jubilee acerca a Luz hacia ella e inmediatamente le da un abrazo. Luz corresponde a aquel abrazo.

Eda originalmente iba a confrontar a Luz por la actitud violenta que presentó al pelear contra Wrath y sus guardias, una intención que abandonó al ver a Luz genuinamente sorprendida y horrorizada ante lo que hizo. Aquella reacción le hizo ver a Eda que la situación de Luz no es muy diferente a lo que ocurre con su maldición.

Luz se suelta del abrazo.

Luz: –triste— “Eda. ¿Podemos irnos?”

Eda: “Sí, buena idea. Fueron demasiadas emociones por un día.”

Antes de que Eda diera la orden para que todos se suban a su bastón, Luz extiende su mano y crea un gran portal de color purpura frente a ella y lo atraviesa.

King: “¿Qué? ¿Pudo hacer un portal como ese todo este tiempo? ¿Por qué no lo hizo antes? ¡Pudimos habernos ahorrado mucho trabajo!”

Jubilee: “¡King! ¡No es el momento!”

Eda, King y Jubilee cruzan el portal antes de que este se cierre.

_______________________________

Eda, King, Luz y Jubilee regresan a la casa búho a través del portal que creo Luz. Eda planeaba originalmente abrir su puerta de portal para que Luz regresara al Reino Humano, pero dadas las circunstancias, prefiere preguntar algo antes.

Eda: “Luz.” –Luz la mira— “¿Me puedes explicar que pasó allá?” –nota que la expresión triste de Luz no cambia, así que decide reformular su pregunta— “¿Quieres explicar qué pasó?”

Luz niega con la cabeza. Eda no la culpaba por no querer hablar sobre lo que causó su comportamiento violento. La misma Eda sabía que esa era una situación muy delicada.

King: “Oye Luz, si te hace sentir mejor, esa fue una de las mejores rupturas que tuvo Eda” –Luz da una pequeña sonrisa ante este comentario—

Eda: “Excepto que Wrath nunca fue mi novio.”

Luz: –piensa por un momento, luego dice— “Eda. ¿Puedo quedarme con ustedes por un tiempo?”

Eda se quedó pensando. Al inicio del día, Luz realmente parecía querer regresar al Reino Humano, o eso asumía Eda basándose en como Luz expresó su deseo de regresar a casa. ¿Pero qué cambió? ¿Fue esa búsqueda estúpida a la que Eda la arrastró? Aun si ese no fuera el caso, ella no sentía ser de las personas que abandonaban a la gente necesitada. Titán sabía que Luz necesitaría todo el apoyo que pudiera recibir.

¿Pero Luz tenía gente que la estaba esperando en el Reino Humano, verdad?

Jubilee: “Luz, casi se te olvida tu libro. Toma.”

Luz recibe su libro, pero sin darse cuenta, se le cae su folleto del Campamento de Chequeo de Realidad. Jubilee recoge el folleto y le da una pequeña hojeada. Lo que vio la dejó sin palabras.

Eda: “¿Qué tienes ahí?”

Jubilee: “Ehh... No sé si pueda...”

Antes de que Jubilee pudiera terminar de hablar, Luz la mira y asiente con la cabeza, a lo que Jubilee le entrega el folleto a Eda.

Eda mira con atención todo el contenido del folleto. ¿Un campamento que cambia a la gente para que encajen en el molde? No es de extrañar que Luz quiera quedarse con ella. Seguramente sus padres la habían enviado allí para “arreglarla”. Con esta nueva información, Eda supo perfectamente que hacer al respecto.

Eda: “Sí Luz, puedes quedarte con nosotros. Jubilee, muéstrale tu cuarto, Luz se va a quedar contigo.”

Jubilee: “Por supuesto.” –a Luz— “¿Vienes, Luz?”

Luz: “Sí, seguro.”

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Luz no estaba muy impresionada por la habitación de Jubilee en la Casa Búho. Si tuviera que adivinar, Luz diría que es en realidad es un cuarto de almacenamiento que Jubilee arregló para que pareciera un dormitorio. Aun así, era mejor que ese campamento, porque estaría acompañada por su mejor amiga de la infancia, y si era posible, aprendería magia. ¿Qué mejor?

El pensamiento de Luz se vio interrumpido por su teléfono vibrando. Saca su teléfono de su bolsillo y ve que le llegaron varios mensajes... de su mamá.

Mamá ❤️: ¿Ya subiste al bus?

Mamá ❤️: Luz, el campamento llamó.

Mamá ❤️: Dicen que nunca te presentaste.

Mamá ❤️: Mija, al menos dime si estás bien.

GoodWitchLuzura: Estoy bien, mami.

Luz guarda su teléfono.

Jubilee: “¿Sabes que no te puedes quedar callada para siempre, verdad?”

Jubilee se arrepiente al instante de ese comentario. ¿En que estaba pensando? Por supuesto que Luz estaba callada, siendo que lo que hizo en el Conformatorio le trajo recuerdos de El Incidente. Y Jubilee sabía cómo arreglar esta situación.

Jubilee: “Luz, ¿recuerdas lo que te dije ese día?”

Luz: “Prometiste que siempre serías mi amiga sin importar lo que pasara.”

Jubilee sonríe al ver que Luz lo recuerda bien

Jubilee: “Y esa promesa sigue vigente. Recuerda que no tienes por qué pasar por todos los problemas sola.” –mentalmente— “Tampoco quiero que cometas el mismo error que yo.”

Al escuchar esto, Luz le da un abrazo a Jubilee, quién le corresponde el abrazo.

Luz: “Muchas gracias, Jubes.”

Jubilee: “Cuando quieras, Luz.”

Chapter Text

Era otro horrible día dentro del Conformatorio. Como siempre, los exploradores del Aquelarre del Emperador fueron a las celdas de los basiliscos para obligarlos a absorber la magia de criaturas inocentes, obligarlos a tomar la forma de otras personas (en su mayoría de otros prisioneros del Conformatorio) y torturarlos si no obedecían. Para nada una vida que alguien querría tener.

Vee no sabe si fue el destino, un simple golpe de suerte, o algo más.

Por mera curiosidad, Vee tomó la forma de una niña pequeña que vio en una foto. Uno de los exploradores del aquelarre se dio cuenta, pero afortunadamente para Vee, la niña de la foto era la hija de ese explorador, quien lejos de enojarse, decidió ser amable con ella y contarle más sobre su hija, la cual lamentablemente había fallecido hace un tiempo.

Ese mismo explorador ayudaría a los basiliscos a escapar del Conformatorio más tarde, pero cuando fueron emboscados por más miembros del Aquelarre del Emperador, el explorador se sacrificó para darles a los basiliscos el tiempo necesario para escapar.

Vee nunca olvidaría a ese explorador.

La primera persona en su vida que la trató bien.

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Ya había pasado un día desde que Vee escapó del Conformatorio y afortunadamente había logrado pasar desapercibida, pero no sabe por cuanto tiempo más tendría esa suerte, por lo que necesitaría un plan.

Vee recordó que en varias ocasiones los exploradores hablaban sobre Eda la Dama Búho, una bruja salvaje que el Emperador quería atrapar a toda costa, atendía un puesto en el mercado de Huesosburgo aparentemente tenía un portal al Reino Humano. Perfecto. Eso era lo que necesitaba para estar lo más lejos posible del Aquelarre del Emperador. Ahora todo lo que necesitaba era encontrarla.

Mientras avanzaba hasta su destino, Vee recordó a Tres y Cuatro, los dos basiliscos que escaparon con ella. Si Vee les escuchó bien, Tres iba a vivir disfrazada entre el resto de brujas y demonios, mientras que Cuatro se iba a unir a una especie de resistencia que lucharía contra la tiranía del Emperador Rama-Tut. Vee creía que en ambas situaciones era cuestión de tiempo antes de que la gente se diera cuenta y las volvieran a capturar, pero tampoco las culpaba por no haber buscado una tercera opción.

Le tomó un tiempo, pero por fin encontró el puesto de la Dama Búho. Es extraño. Además de Eda, también vio a una bruja (Luz) abrazando a una humana (Jubilee). Recordaría la forma de la humana para más adelante. Vee se escabulló por detrás de la tienda de la Dama Búho y encontró el portal de Eda abierto, así que se apuró en cruzarlo antes de que alguien la notara.

Extraño. Toda la vegetación en el Reino Humano era verde. Fue un completo cambio con respecto a la vegetación de tonos rojizos del Reino de los Demonios. Pero eso era secundario. Vee por fin podía sentir el aroma de la libertad.

Camila: “¡¡Luz!! ¿¡Dónde estás!?”

Bueno, eso le pasa por tentar a la suerte. Antes de que la mujer la reconozca como basilisco, Vee se transforma en la humana que vio antes.

Camila: “¡Jubilee! ¡Tanto tiempo! ¿Dónde habías estado?”

Vee (con la forma de Jubilee): –nerviosa— “Hola. Compañera humana. Uhh... la piel es extraña.” –mentalmente— “¿Así hablan los humanos, cierto?”

A Camila le pareció extraña la forma de hablar de Jubilee, pero no le prestó mucha atención. Tenía cosas más importantes en las que enfocarse.

Camila: “Jubilee, ¿has visto a mi hija Luz? La he estado buscando por un buen rato pero aún no la encuentro.”

Vee: “No. No he visto a ninguna Luz por aquí.”

Camila: “Por favor, si la ves, ¿me puedes avisar?” –Vee asiente con la cabeza— “Gracias.”

Luego de esa extraña conversación, Camila se va caminando hacia otra dirección. Vee da un suspiro de alivio. Afortunadamente Camila no sospechó nada (o eso creía Vee). Aunque, solo por si las dudas, Vee mantendría su disfraz humano mientras exploraba más del Reino Humano.

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Mientras visitaba más de la ciudad en la que se encontraba (Gravesfield, recordó ella), Vee llegó a un centro comercial y aprovechó su tiempo recorriendo las muchas tiendas que este tenía, eventualmente llegando a una que tenía en su interior varias máquinas de videojuegos. Usando una moneda que anteriormente encontró tirada en el suelo, Vee fue a jugar en una de esas máquinas.

Pese a que esta fuera su primera vez usando una máquina de videojuegos, a Vee le resultó sorprendentemente fácil manejarla, y el videojuego en sí le parecía entretenido. Le ayudaba a distraerse de todo lo que le había pasado.

De todo lo que le había pasado...

En ese momento, el videojuego pasó a un segundo plano y Vee volvió a recordar todas las desgracias por las que pasó en su vida. Como había sido obligada a comerse la magia de criaturas inocentes... Como había sido obligada a tomar la forma de otras personas... Como los guardias la torturaban en repetidas ocasiones... La muerte de ese explorador que ayudó a ella y sus hermanas a escapar...

Vee cerró los ojos y soltó un par de lágrimas. Unos segundos después, chispas salieron de sus manos, las cuales recorrieron toda la máquina, causando que esta explote de un corto-circuito.

Vee:  –volviendo a abrir los ojos— “¡¡AAHH!!”

El grito que dio del susto que le provocó la explosión de la máquina atrajo la atención de varios clientes del local, atención que Vee no quería. En eso, llega el dueño del local a reclamarle.

Dueño del local: “¡Oye tú! ¿Sabes cuánto cuesta este juego?”

Vee: –nerviosa— “Ehh... No señor.”

Dueño del local: “Espera un minuto. ¡Eres una de ellos!”

Aterrada que ya la hayan descubierto, Vee corre lo más rápido que puede fuera del local de juegos, esperando que el dueño no la siga. Afortunadamente no lo hizo, pero sí gritó algo mientras Vee iba corriendo.

Dueño del local: “¡Largo de aquí! ¡No quiero mutantes en mi establecimiento!”

Mientras Vee va corriendo, Vee choca con dos mujeres. Una de ellas (Storm) tiene piel morena y pelo largo y blanco, mientras que la otra mujer (Rogue) tiene piel clara y pelo largo y rojo con algunos mechones blancos. Ambas mujeres llevaban varias cajas que se les cayeron cuando Vee chocó con ellas.

Vee: –asustada— “¡Lo siento! ¡Fue un accidente!” –se escapa corriendo—

Rogue: “¿Y a esta que bicho le habrá picado?”

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Mientras corría, Vee encontró una escalera mecánica que la llevaría al primer piso del centro comercial para poder salir del lugar y escapar a un lugar mucho más tranquilo, pero cuando empezó a bajar vio a varias personas corriendo en dirección opuesta, y muy pronto vería por qué.

Un robot centinela gigante había estado causando destrozos por el centro comercial mientras buscaba a Jubilee, y cuando detecta a Vee...

Centinela: “Blanco identificado. Iniciar captura.”

...la confunde con Jubilee, ya que Vee estaba usando su forma.

Vee: “¡No! ¡No voy a regresar! ¡No quiero regresar!”

El centinela despliega un cable de una de sus manos para atrapar a Vee antes de que esta pudiera escapar, atrayéndola hacia el para poder irse y cumplir su objetivo.

Vee: ¡¡Ayuda!! ¡¡Alguien!! ¡¡Por favor!!”

Por coincidencia, Storm y Rogue estaban cerca de ella cuando fue capturada por el centinela. Storm levanta una mano e invoca una nube de tormenta sobre esta, para luego amenazar al centinela.

Storm: “¡Storm, la señora de los elementos te ordena que liberes a esa chica!”

Centinela: –escaneando a Storm y Rogue— “Mutantes no identificados. Ignorarlos.”

Apenas el centinela se da la vuelta para irse, Storm usa la electricidad de su nube de tormenta para cambiar su ropa a su uniforme de superhéroe, un traje blanco de cuerpo completo con capa blanca. Storm lanza un rayo eléctrico que destruye el cable que sostenía a Vee, la atrapa y vuela de vuelta hacia Rogue.

Centinela: “Mutante, alto.”

Rogue arranca la cubierta de la escalera mecánica y la usa de escudo para bloquear un rayo láser que el centinela dispara de su mano hacia Storm y Vee. Acto seguido, Rogue vuela hacia el centinela y empieza a pelear con él a los golpes.

Vee: –asustada— “¿Qué-que está pasando aquí?”

Storm: –abraza a Vee— “Descuida. Rogue sabe muy bien lo que hace.”

Durante la pelea, Rogue termina por derribar al centinela, causando que este se estrelle contra una de las tiendas del centro comercial, causando que gran parte de esta se destruya. Pese a esto, el centinela se levanta casi de inmediato.

Storm: “Espérame aquí.”

Storm crea una ráfaga de viento desde sus pies para impulsarse en el aire e ir a ayudar a Rogue a pelear contra el centinela.

Rogue: “Ugh. Esa cosa no se rinde.”

El centinela dispara dos rayos láser que impactan en Storm y Rogue, enviándolas a través del techo hacia el exterior del centro comercial. Acto seguido, voltea a donde se encuentra Vee.

Centinela: “Alto, mutante.”

Vee, quién hasta ese entonces se había quedado congelada del miedo por todo lo que estaba viendo y viviendo en el centro comercial, recién reacciona cuando el centinela le dirige la palabra y sale corriendo para escapar de él. El centinela dispara un rayo láser en su dirección, causando que el suelo debajo de ella se derrumbe y Vee caiga hacia el piso inferior, en donde es atrapada por alguien.

El hombre que la atrapó (Gambito) usaba una chaqueta marrón, pantalones negros, botas grises, camisa rosa y un gorro negro que cubría gran parte de su cabeza, excepto su cara, orejas y cabello. Tenía un cabello castaño y desordenado. Sus ojos tenían pupilas rojas y esclerótica negra.

Gambito: “¿Dónde vas, niña?”

Vee: “Lejos de aquí.”

Centinela: –a Gambito— “A un lado. Debo aprehender a esa mutante.”

Gambito: “¿Por qué no atrapas esto, eh?”

Gambito suelta a Vee y empieza a dispararle muchas cartas al centinela, las cuales explotan al impactar en él, eventualmente haciéndolo caer.

Vee: “¿C-c-c-como hiciste e-eso?”

Gambito: –confiado— “Con estilo.”

Apenas Gambito dijo eso, Vee lo imaginó lanzándole de esas cartas a ella para atraparla y llevarla de vuelta al Conformatorio.

Vee: –corriendo lo más rápido que puede— “¡¡NNNOOOOOOO!!”

Gambito: “¡Hey! ¡Gambito te ayudará! ¡Yo también soy mutante!”

Pero Vee no escuchó a Gambito, priorizando escapar del centinela. Por un momento, Vee decidió esconderse detrás de un pilar para descansar un poco y tomar aire, y fue en ese momento en el que se dio cuenta de algo.

Vee había estado tan estresada durante toda esa situación que su disfraz humano se estaba deshaciendo, prueba de esto era que sus manos y otras partes de su cuerpo empezaban a volver a ser como en su forma de basilisco. Intentó relajarse para recuperar la forma de Jubilee que Vee había estado usando, lo cual consiguió, pero justo en ese momento...

Centinela: “Blanco localizado. Iniciar captura.”

¿En serio, que se necesita para derrotar permanentemente a ese robot?

Apenas Vee escuchó al centinela, Vee decidió nuevamente correr lo más rápido posible, eventualmente, afortunadamente y finalmente llegando al exterior del centro comercial. Lamentablemente, el centinela la había estado persiguiendo y apenas él llega al exterior, destruyendo una buena parte de la salida del centro comercial, lanza una granada en dirección a Vee, la cual al detonar suelta un humo somnífero que causa que Vee empiece a toser, quedando aturdida y caminando más lento. Sin darse cuenta, Vee estaba una vez más cambiando lentamente a su forma de basilisco.

Vee se detiene al encontrarse en frente de un hombre (Scott/Cíclope) de cabello castaño rojizo ordenado. Usa un traje azul que cubre casi todo su cuerpo, con botas, guantes y cinturón amarillos, un visor amarillo con un cristal rojo horizontal en el centro y una correa amarilla que va desde sus dos hombros hasta su cadera izquierda. Tanto su cinturón como su correa tienen en el centro una hebilla roja con una X negra en medio.

Vee: –tosiendo— “¿Q-quién eres?”

Scott: “Cíclope. Descuida, te tengo.”

Scott atrapa a Vee antes de que caiga al suelo. Lo último que escucha Vee antes de quedar completamente inconsciente es a Scott diciéndole algo al centinela antes de dispararle con algo.

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Vee se despierta horas después acostada en una cama. Al principio tiene miedo, pero se da cuenta casi al instante que definitivamente no regresó a su celda del Conformatorio. En cambio, Vee se encuentra en una habitación grande con varias camas (muy cómodas según ella) y maquinas que no reconoce.

Al mirar su brazo, Vee se da cuenta de dos cosas:

1. Su brazo tenía una especie de banda que estaba conectada a una de esas máquinas. Afortunadamente, le resultó sencillo quitárselo.
2. Ella en algún punto volvió a su forma de basilisco, lo cual confirma mirando el resto de su cuerpo.

Vee se levanta de la cama y va hacia la puerta para intentar abrirla. Afortunadamente la puerta no estaba cerrada ni bloqueada, por lo que abrirla fue un trabajo sencillo. Vee sale de la habitación en la que está actualmente y recorre el pasillo en búsqueda de una salida.

Revisa en una de las puertas, en donde ve un laboratorio con alguien adentro. Aquella persona (Hank/Bestia) era un hombre grande con pelaje azul en todo su cuerpo, orejas puntiagudas y colmillos que salían desde su mandíbula inferior. Lo único de ropa que usaba eran unos shorts de color azul oscura (que se podían distinguir del resto de su cuerpo) con un cinturón muy parecido al que usaba Cíclope. Lo que más le llamó la atención a Vee fue que Hank parecía estar caminando por el techo.

Hank: –mezclando químicos— “Sería muy desconcertante si esto explotara.”

Vee deja el laboratorio de Hank a un lado y continúa recorriendo el pasillo. Eventualmente, llega a otra puerta en donde ve una sala de estar con alguien sentado viendo televisión. Esa persona (Morph) usa un traje muy parecido al de Scott, con la diferencia que este tiene más tonos de amarillo y le faltan las correas que tiene Scott, además, su cinturón es casi completamente rojo. La cabeza de Morph es ovalada y de un color casi completamente blanco.

Político: –desde la televisión— “Este alarmante incidente solo es otro parte de la creciente amenaza de la violencia mutante.”

En eso, Morph se transforma en el político de la televisión, cambiando tanto su apariencia física como su ropa.

Morph (con la forma del político): “Escuchen esto, queridos conciudadanos, soy un inepto.”

Morph se ríe antes de volver a su forma normal, tanto en apariencia como en ropa. Acto seguido, cambia de canal, en donde se muestra un comercial de perfume.

Comercial: “Agresión. El nuevo aroma del hombre.”

Morph: –se transforma en un hombre que ve en el comercial— “Agresión. El nuevo aroma del hombre.”

Morph regresa a su forma normal y vuelve a cambiar de canal. La televisión ahora muestra un clip de Vee, con la forma de Jubilee, escapando del centinela del centro comercial mientras una reportera habla de fondo.

Reportera: “Noticia de última hora. Esta chica fue secuestrada por mutantes.”

Morph: –adoptando la forma de Jubilee— “Noticia de última hora, más violencia.”

Mientras veía a Morph usando sus habilidades, Vee se puso a pensar en algo. El hecho de que había un cambiaformas como Morph aquí podría significar que ella no tenía que esconderse. Aunque por otro lado, existía la posibilidad de que Morph también se estuviera escondiendo y simplemente estaba usando sus poderes porque creía que nadie lo estaba viendo. También estaba el hecho de que varias de esas personas seguramente ya la habían visto como basilisco, así que no estaba muy segura si podía realmente ocultarse.

Vee llega a un cuarto de máquinas donde ve varias pantallas que muestran varias imágenes mostrando a mutantes usando sus habilidades, unos un tanto más agresivos que otros. En una de esas pantallas estaba el político que antes vio Morph en su televisión.

Político: “Ya es tiempo de que reconozcamos que todos los mutantes son potencialmente peligrosos para la humanidad.”

Vee: –horrorizada, mentalmente— “¿¿Peligrosos para la humanidad??”

Eso ya no le gustó nada. Vee decide presionar un botón a un costado de esa pantalla con la esperanza de que esta se apagara y así poder dejar de escuchar comentarios en contra de los mutantes. Para su suerte, funcionó, pero justo en ese momento, escucha a dos personas llegando al cuarto, por lo que Vee decide retirarse sigilosamente del lugar.

Las personas que llegan al cuarto son Jean Grey y el Profesor Charles Xavier.

Charles es un hombre calvo que usa un traje formal, el cual está compuesto por una chaqueta verde, camisa blanca y una corbata con franjas diagonales azules y negras. Él se encuentra sentado en una gran silla flotante con una cubierta metálica amarilla alrededor de toda la silla.

Jean es una mujer alta de pelo rojo y amarrado, con un traje de cuerpo completo de colores azul y amarillo. Usa un cinturón azul con una hebilla circular negra con borde rojo y una X roja en medio.

Charles: “Lo que pasó en el centro comercial fue brutal. Jean, yo sabía que la existencia de los X-Men sería revelada al público algún día... pero no así.”

Antes de que Jean o Charles pudieran decir algo más, Jean mira a un lado del cuarto y nota algo.

Jean: “Un momento, ¿qué no esos monitores estaban encendidos?”

Lo que Jean dice es cierto. Cuando Vee presionó el botón para apagar uno de esos monitores causó que todos los monitores se apagaran y no únicamente el que Vee quería que se apagara.

Ante esto, Charles coloca una mano sobre su cabeza para usar su telepatía y con ella, detecta a Vee quien está justo afuera del cuarto.

Charles: “Es la chica, Jean. Trata de escapar.”

Sabiendo que Jean y Charles ya notaron su presencia, Vee decide salir corriendo de ahí e intentar buscar una salida. Para ese propósito, se transforma en Luz, adivinando que ninguno de los X-Men ha visto a Luz (o a Vee usando esa forma).

Charles: –usando el altavoz— “Les habla el Profesor Xavier. Código 3. Tenemos una intrusa.”

Apenas el Profesor dijo eso, se activa una alarma que se escucha por todo el edificio, por la cual Vee expresa mentalmente que se apague. Milagrosamente para Vee, la alarma se apaga justo después de que Vee expresara ese pensamiento. Pero todavía no era momento de cantar victoria.

Hank: –corriendo hacia Vee— “La intrusa no se me escapará.”

Los X-Men ya habían escuchado la alerta que dio Charles e iban tras ella, a lo que Vee se dirige rápidamente a una puerta con un cartel arriba que dice “Sala del Peligro”. No notando ese cartel, Vee intenta sin éxito abrir la puerta, pero antes de terminar de frustrarse por no poder entrar, la puerta del Sala del Peligro se abre.

Vee: –mentalmente— “Es casi como si esa bruja pudiera controlar las máquinas con su mente.”

Apenas Vee entra a la Sala del Peligro, la puerta se cierra detrás de ella.

Voz Robótica: “Iniciar secuencia de entrenamiento. Wolverine-Gambito.”

Una pared grande de roca aparece frente a Vee poco después de escuchar esa voz. Se da la vuelta y ve una bola grande con pinchos balanceándose hacia ella, la cual apenas esquiva. Por el miedo que le provocó esto, Vee involuntariamente regresa a su forma de basilisco, pero eso no fue impedimento para que Vee intentara escapar de ahí antes de que algo más le fuera a ocurrir.

En eso, Gambito aparece corriendo en dirección contraria, quién se detiene apenas ve a Vee.

Gambito: “¿Petit? Este no es lugar para ti.”

Mientras Vee se aleja y antes de que Gambito pudiera ir por ella, la pared de roca es destruida, revelando a Wolverine detrás de ella.

Wolverine (también conocido como Logan) usa un traje amarillo con partes de color azul y franjas negras en los hombros y torso. Tiene guantes y botas azules. Usa una máscara amarilla y negra que cubre parcialmente su rostro, dejando expuestos sus ojos y boca, la cual además tiene orejas puntiagudas que salen hacia los lados. Tiene sus garras de adamantium expuestas, las cuales usó para destruir la pared de roca.

Gambito: –a Logan— “Ahí estás, Wolverine.”

Gambito le lanza una de sus cartas explosivas a Logan, quién la esquiva sin mucha dificultad. Del impacto que causó la explosión, Gambito es empujado hacia atrás y es llevado lejos del suelo por una plataforma que sube rápidamente, de la cual Gambito salta antes de que otra plataforma similar que va bajando desde el techo lo aplaste, solo para ser derribado por Logan dos segundos después.

Logan: –toca ambos hombros de Gambito— “Tocado. Te gané. Este juego terminó.” –levanta su mano derecha y usa sus garras en forma de amenaza— “Avísame si ya tuviste suficiente. Solo tienes que decir ‘Me rindo’.”

Vee: –quién había estado viendo la pelea— “¡¡NOOO!!”

Gambito aprovecha que Logan está distraído para darle un golpe lo suficientemente fuerte para enviarlo lejos. Gambito se levanta del suelo mientras que Logan retrae sus garras para recuperarse del golpe. En eso, la puerta de la Sala del Peligro se abre, revelando a Storm, Hank y Morph quienes estaban buscando a Vee.

Storm: “¿Está bien la niña?”

Logan: “No por mucho tiempo.”

Vee: –asustada— “Los vi peleando y me asusté tanto que no pude evitar gritar. Lo siento.”

Al escuchar esto, Hank y Morph no pueden evitar reírse... de Logan, quién saca sus garras para amenazarlos y hacer que se callen.

Gambito: “Descuida, petit. El solo se lastimó su orgullo. Es todo.”

Vee: “¿Me pueden decir qué es este lugar?”

Hank: “Este es un gimnasio para cursos de supervivencia. Lo llamamos la Sala del Peligro.”

Storm: “Ven conmigo niña.” –camina hacia Vee y la toma del brazo— “Te explicaré quienes somos.”

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Storm lleva a Vee a uno de los balcones del edificio, con la esperanza de que resulte ser un lugar más tranquilo para poder explicarle mejor la situación actual a Vee.

Storm: “Todos somos mutantes. Como tú.”

No es la primera vez en el día que escucha la palabra “mutante”, y por lo que sospecha Vee, tampoco sería la última. Vee tampoco sabe que es un mutante, o que significa ser un mutante. Lo único que sabía, de momento, era que los mutantes tenían problemas muy similares a los que ella tuvo antes (o incluso después) de llegar al Reino Humano.

Vee supone que no haría daño preguntar al respecto.

Vee: –tímidamente— “¿Y qué es un mutante?”

Storm: “Nadie sabe quién es mutante al nacer. Pero descubrimos nuestros poderes extraordinarios cuando somos jóvenes. El Profesor Xavier es nuestro líder y él nos ha llamado los X-Men. Pero no te preocupes, estás segura aquí. Y como yo puedo controlar el clima, me llaman ‘Storm’.”

Vee: –mentalmente— “Ese es un nombre extraño.” –en voz alta— “¿De verdad ese es su nombre?”

Storm: “Así es. Y este lugar es la escuela para dotados del Profesor Xavier.”

Vee: “¿Dotados?” –cambia a una expresión triste— “Solo es otra palabra para fenómenos. Como yo.”

Storm le pone a Vee una mano en su hombro para tranquilizarla.

Storm: “Como todos nosotros.”

Vee: “¿Pero por qué van a la escuela? Ustedes se ven bastante grandes.”

Storm: “Los X-Men aprendemos algo muy especial aquí, querida.”

Storm se aleja un poco de Vee y, para demostrar sus poderes, levanta su mano para invocar una ráfaga de viento en el lugar.

Storm: “¡Aprendemos a usar nuestros poderes mutantes para beneficio de la humanidad!” –detiene la ráfaga de viento—

Vee: “Si eso es cierto, ¿entonces por qué hay gente que nos odia?”

Storm: “Porque la gente le teme a lo que no entiende.”

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Después de todo ese incidente, Vee fue llevada a una habitación distinta a la habitación en la que despertó, arreglada específicamente para que Vee se sintiera cómoda. Ciertamente cumplía ese propósito. Además, le daba a Vee el espacio para pensar en su situación actual.

Vee esperaba del Reino Humano un lugar donde poder esconderse sin tener que preocuparse por el Aquelarre del Emperador. Pero Vee jamás espero encontrar en el Reino Humano a un grupo de gente con poderes. Según tenía entendido, se suponía que nadie del Reino Humano tenían poderes como la gente en el Reino de los Demonios. Aunque pese a eso, Vee pudo notar que ninguno de los X-Men (que ella supiera) tenía magia, lo que significaba que, efectivamente, eran diferentes a la gente en el Reino de los Demonios.

Por otra parte, según de lo que Vee entendió de Storm, los X-Men parecían creer que ella era un mutante en lugar de un basilisco o cualquier otro tipo de demonio. No sabía si ellos reaccionarían diferente si supieran la verdad, y Vee no se sentía cómoda revelándola. Tal vez les diría una vez que se sienta más en confianza.

Hablando de eso, al parecer todo el conflicto de hace unos momentos fue solo un malentendido, ya que cuando los X-Men la encontraron ninguno de ellos la trató mal, lo cual la sorprendió luego de escuchar a Charles llamarla una intrusa por el altavoz. No es que se estuviera quejando. Definitivamente la trataban mucho mejor que en el Conformatorio.

Vee es sacada de sus pensamientos cuando escucha a alguien golpear en su puerta.

Jean: –desde el exterior de la habitación— “¿Puedo pasar?”

Vee va lentamente a abrir la puerta y ve a Jean afuera de la puerta, a quién le hace un gesto para que entre. Mientras Jean recorre la habitación, Vee se le queda mirando de forma extraña. Por alguna razón que desconoce, Vee se siente cómoda en compañía de ella.

Jean: “¿Cómo estás?”

Vee: “No lo sé. Toda esta situación es muy confusa para mí.”

Jean: “Se como te sientes. La vida de un mutante nunca es fácil.”

Vee: “Bueno... La verdad es que yo...” –hace una pausa— “no soy mutante.”

Bueno, ya lo dijo. Ahora no puede retractarse.

Jean: –confundida— “¿No eres mutante? ¿Entonces que eres?”

Vee: “Mi nombre es Vee. Soy un basilisco y técnicamente yo... no debería existir.”

Originalmente iba a decir que su designación como “Número Cinco” era su nombre, pero se arrepintió y decidió optar por llamarse Vee. Jean se sorprendió al escuchar a Vee decir que se suponía que no debería existir, pero optó por guardar silencio para dejar que Vee continuara con su relato.

Vee: “Mi especie se extinguió hace mucho tiempo, pero nos trajeron de vuelta. Querían saber cómo nuestros poderes funcionaban. Y el Emperador Rama-Tut nos quería usar para... algo de ataque. Algunos de nosotros escapamos, pero yo sabía que era cuestión de tiempo antes de que nos volvieran a atrapar. Me mantuve escondida hasta que vi a alguien que parecía humana, tome su forma, atravesé el portal al Reino Humano... y el resto ustedes ya lo saben.”

Jean se queda callada un momento para analizar mejor que que le contó Vee. Aún si no es mutante, lo que vivió Vee hasta ahora se asemeja, lamentablemente, a lo que muchos mutantes viven en la Tierra. Apenas Jean nota la expresión triste que tiene Vee, se le ocurre una cosa para consolarla.

Jean: –le hace un gesto a Vee para que se acerque— “Ven aquí.”

Vee se acerca a Jean, a lo que Jean inmediatamente le da un abrazo. Vee se siente un poco confundida por el gesto.

Vee: “Uh... ¿qué es esto?”

Jean: “Es un abrazo. ¿Quieres que pare?”

Vee: “Por favor no. Se siente bien.” –devuelve el abrazo—

Chapter Text

Ya había pasado una semana desde el incidente del Conformatorio y Luz ya se recuperó de los malos recuerdos que le causó la “posesión”, como le llamaban Luz y Jubilee. Y después de ser atacados por un demonio titiritero que quería matar a Eda, esta les prometió a ambas chicas una aventura mágica más interesante, para lo cual el día de hoy, Eda llevó a Luz y Jubilee a la playa.

Jubilee cree que Eda debería cambiar su definición de interesante, porque el cadáver de babosa gigante que está viendo no es en lo absoluto interesante.

Jubilee: “Eda, cuando dijiste que tenías algo interesante para mostrarnos...” –indicando el cadáver de babosa— “no me imaginaba algo como esto.”

Eda: “¿De qué estás hablando? ¿Dónde van a encontrar algo más impresionante que esto?”

Jubilee: “En cualquier lugar menos aquí.”

Luz: “Eda... esto no me gusta.”

Eda: “Oh vamos, no hay nada más inspirador que la babosa de la basura. Hace su casa toda su vida con cosas que otros arrojan por el camino. Hasta que...” –golpea su mano con su otra mano— “¡BAM! Un día es golpeada por una ola y muere por exceso de sal. Y luego nosotros vendemos todo lo que se comió.”

Eda le ofrece una picota a Luz.

Luz: –horrorizada— “Por favor, no me obligues.”

Ahora Eda le ofrece la picota a Jubilee.

Jubilee: “Preferiría lidiar con los Amigos de la Humanidad.”

King camina hacia otro lado de la playa para tender su toalla de pato y así recostarse en ella, sin ningún interés de acercarse a la babosa de basura.

King: “Oh vamos, chicas. No todos los días puedes ir al basurero y destripar un cadáver de basura.”

Jubilee: “King. Nadie en su sano juicio buscaría hacer algo así.”

Eda: “Como quieran, lo haré sola.”

Eda usa su picota en la babosa y va sacando de ella varios objetos que parecen venir del Reino Humano. Jubilee da unos pasos atrás para, al menos intentar, no tener que soportar el mal olor de la babosa muerta. Luz toma la oportunidad de preguntarle a Eda sobre lecciones de magia.

Luz: “Dime, Eda... ¿Qué tal si nos das algunas lecciones para aprender magia? Como leer pergaminos antiguos, o mezclar pociones, o...”

Eda: “Ugh. Eso se oye a un montón de cosas de escuela de magia.”

Luz: “Espera, ¿aquí hay escuelas de magia? ¿Con torres altas, uniformes, planes oscuros en los que te arriesgas y ese tipo de cosas?”

Jubilee: “¿Y por qué es la primera vez que oímos hablar de algo así?”

Eda: “¡Porque la escuela de magia es de lo peor! Te obligan a aprender magia de la forma ‘correcta’. Pero la magia no es correcta. Es salvaje e impredecible. Y por eso es tan hermosa. Yo no terminé la escuela, y mírenme... ¿Quién no me envidiaría ahora mismo?”

Eda termina su (intento de) discurso motivador haciendo una pose victoriosa en medio de una pila de basura que está cerca del cadáver de la babosa gigante. Luz solo pone cara de asco, mientras que Jubilee reacciona de forma muy distinta.

Jubilee: “¿Sabes algo, Eda? Debería haberme quedado en el Reino Humano. Al menos allí no tengo que lidiar con una desertora escolar que no tiene idea de lo que es la higiene.” –Eda se queda sin palabras—

Eda: “Bueno... eh... se oye mal cuando lo pones así...”

Eda intenta pensar en algo, cualquier cosa, para poder mostrarles a Luz y Jubilee que ella podía ser una buena maestra. Afortunadamente, se le ocurrió algo mientras miraba a su alrededor.

Eda: “¡Hey! Aquí tienen una lección.”

Eda suelta su picota, se acerca a Luz y Jubilee y les toma las manos.

Eda: “Una gran bruja es ingeniosa. ¡Miren esto!” –mete las manos de Luz y Jubilee dentro de un pozo de baba verde—

Jubilee: –mentalmente— “Que bueno que estoy usando guantes.”

Luz: –mentalmente— “Jubilee tiene suerte de estar usando guantes.”

Luz y Jubilee siguieron tanteando el fondo del pozo de baba hasta que Eda les soltó las manos, punto en el cual sacaron sus manos para ver que recogieron, con ambas teniendo reacciones diferentes.

Luz: –desanimada— “Oh, hey. Una bola pegajosa.”

Jubilee: –sorprendida— “¿Un anillo?”

Más específicamente, un anillo de color amarillo con una gema verde en uno de los extremos. Luz se da cuenta de esto y le da una mirada que indica que está celosa. Jubilee solo guarda el anillo en su bolsillo.

Eda: “Utilicen sus objetos con sabiduría, jóvenes brujas.” –recoge su picota y empieza a caminar hacia la babosa— “¡Continuemos! Los órganos apestosos primero.”

Jubilee: “Uf, mejor me voy.” –se aleja del lugar—

Luz: “Yo... voy a asegurarme de que Jubes no se meta en problemas.” –sigue a Jubilee—

Eda: “¡Más para mí, entonces!”

Eda camina hasta el interior de la babosa de basura y empieza a lanzar hacia afuera varios objetos que encuentra que puedan ser interesantes, con uno de ellos cayendo encima de King, muy para su molestia.

Eda: “¡Esto es increíble!”

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Al alejarse de la playa, Luz y Jubilee caminaban a través de un bosque de regreso a la Casa Búho. Jubilee se sacó su guante derecho para colocarse su anillo en el dedo índice. Luz, por otro lado, caminaba mirando su bola pegajosa sin saber qué hacer con ella.

Luz: “Ugh. Si la magia se trata de buscar bolas pegajosas, entonces no creo tener el estómago para esto.” –a Jubilee— “Jubilee, tú has vivido más tiempo con Eda. ¿Cómo aguantas que ella haga cosas como esta?”

Jubilee: “Luz. Te prometo que esta es primera vez que Eda hace algo tan desagradable como esto.”

Luz: “Eso espero. Porque no creo poder aguantar otra lección como la de hoy.”

Luz y Jubilee se quedan calladas por un momento, hasta que Jubilee piensa en cambiar el tema de conversación.

Jubilee: –refiriéndose a la bola pegajosa—“Oye, ¿puedo ver eso?”

Luz le da la bola pegajosa a Jubilee, quien al revisarla pasa a llevar la gema de su anillo, obteniendo dos visiones. La primera visión es de una estudiante tomando una semilla muy parecida a la bola pegajosa de Luz. La segunda visión es de un edificio cubierto de plantas.

Luego de tener ambas visiones, Jubilee queda confundida, sin saber cómo ocurrió eso.

Jubilee: “Esto no es una bola pegajosa. Es una semilla.”

Luz: “Espera, ¿de verdad?”

Luz se acerca a Jubilee para ver la supuesta semilla, solo para escuchar una voz cerca de ellas viniendo desde otra parte del bosque.

Willow: “¡Puedes hacerlo! ¡Tú puedes!”

Luz: “¿Misteriosa voz alentadora?” –va rápido en dirección a la voz—

Jubilee: “¡Luz, espera!” –mentalmente— “Maldita sea.”

Luego de alcanzar a Luz, Jubilee la ve escondida detrás de un arbusto mirando hacia una dirección en específico.

Jubilee: “¡Luz! ¿Qué estás haciendo?”

Luz: –susurrando— “Shhh. Mira.”

Jubilee mira a donde le indica Luz, y ve a Willow Park, una bruja de aproximadamente la misma edad que Luz y Jubilee. Willow tiene piel pálida, cabello negro, usa gafas y un uniforme escolar oscuro con calzas y mangas color fucsia. A un lado de Willow estaban una mochila y una carretilla de madera con un caldero de piedra encima.

Willow: “¡Puedes hacerlo! Una mala calificación no significa ser una mala bruja. Y mis padres tienen razón, hay muchas más oportunidades en esta pista. ¡Ahora a la escuela!”

La actitud motivada de Willow cambió radicalmente a una horrorizada cuando se da cuenta que acaba de pisar una flor cerca de ella.

Willow: “¡Oh no!” –se arrodilla frente a la flor— “¡Oh, amiguita! ¡Lo siento!”

Willow dibuja un círculo de hechizos encima de la flor, haciendo que esta vuelva a su estado natural.

En ese mismo momento, una carretilla con un caldero más grande que Willow, movido por magia, se detiene cerca de ella. Encima de ese caldero está sentada Amity Blight, una bruja adolescente de piel pálida, pelo verde menta con raíces marrones y una cola de caballo. Lleva puesto un uniforme escolar igual al de Willow, con la diferencia de que este lleva además una insignia de “mejor estudiante” en forma de estrella pegada a él.

Amity mira hacia abajo y ve a Willow, cierra su libro de texto que estaba leyendo y se baja de su caldero para hablar con ella.

Amity: “Willow. Wow, eres tan imperceptible que casi te piso.”

Willow: –molesta— “Hola, Amity.” –se para—

Amity: “¿No deberías ir a clases temprano para preparar tu...?”

Antes de que Amity terminara de hablar, el caldero de Willow tiembla y cae al suelo, desparramando una sustancia líquida de color púrpura. Amity mira brevemente esta sustancia antes de volver a mirar a Willow.

Amity: “Oh, Willow. ¿No tienes nada para mostrar, verdad?” –Willow se sonroja de vergüenza—

Luz: –susurrando— “¡Drama de brujas!”

Amity: “Es por eso que te llaman ‘Media Bruja Willow’.”

Jubilee: –susurrando— “¿Y esta que se cree?”

En ese momento, el caldero de Amity tiembla levemente, lo que le da a Amity una idea.

Amity: “Oh. Parece que Amity quiere decirte algo.”

Amity destapa su caldero y se coloca de espaldas a él.

Amity: “Abominación.” –chasquea los dedos— “Aparece.”

Una criatura humanoide de color púrpura surge del caldero de Amity. Esta abominación se inclina hacia Willow y dibuja una estrella en la frente de Willow usando su propia baba abominable.

Abominación: “Eres una estrella.”

Amity: “Aww, es como la mía.” –indica la estrella en su uniforme— “Pero mucho más pequeña e insignificante. Como la mejor estudiante debo decirte que no te rindas. Incluso tu podrías obtener una buena calificación algún día.”

A Jubilee le disgustó lo que estaba viendo, la situación recordándole todos esos comentarios maliciosos que ella y Luz tuvieron que soportar de vuelta en Gravesfield High. No se quedó de brazos cruzados antes, y definitivamente no iba a quedarse de brazos cruzados ahora.

Jubilee: “Okey, ya tuve suficiente de esto.”

Luz: –susurrando, sin moverse de su escondite— “¡Jubilee! ¡No!”

Jubilee sale de su escondite y se dirige directo a Amity, con intenciones de defender a Willow.

Jubilee: “¡Oye, tu!” –Amity voltea a verla— “Déjala en paz.”

Amity: –levanta una ceja— “¿Y tú quién eres?”

Jubilee: “La persona que te dice que te vayas de aquí.”

Amity: –burlándose— “Oh vaya, parece que tenemos un héroe. ¿Por qué no te vas de aquí antes de que alguien salga lastimado?”

Jubilee: “¿Ah sí? ¿Tú y que ejercito? Aquí la única que se tiene que ir eres tú.”

Amity: –se cruza de brazos— “¿O si no qué?”

Jubilee dispara una bomba de luces que impacta en el caldero de Amity, creando una explosión lo suficientemente potente para destruir el caldero, el carro donde estaba posado y la abominación, la cual al deshacerse cubre a Amity de baba abominable.

No hace falta decir que la actitud de Amity cambió de una arrogante a una muy enojada.

Jubilee: “O si no eso.” –amenazante— “Última oportunidad, media bruja. Lárgate de aquí.”

Amity, sin saber que hacer, simplemente gruñe frustrada antes de irse rápido de ahí.

Jubilee: –suspira de alivio— “Afortunadamente esto no escaló a más.” –nota a Willow mirándola— “Uhh... ¿estás bien Willow?”

Desde que Jubilee apareció, Willow se le quedó viendo, sorprendida de que alguien quisiera defenderla dado todo lo que decían de ella. Willow se interesó en Jubilee de una forma que no puede explicar.

Jubilee: “¿Willow?”

Willow se queda quieta viendo a Jubilee. Jubilee, sin saber que le pasa a Willow, opta por llamar a Luz por ayuda.

Jubilee: “¡Luz! ¡Ven aquí!”

Luz sale de su escondite y va rápido a donde están Jubilee y Willow. Luz inmediatamente nota como Willow está mirando a Jubilee.

Luz: “Wow. ¿Qué le pasó a Willow?”

Jubilee: “No sé. Ya estaba así cuando volteé a verla. Mira.”

Jubilee se mueve. Willow la sigue con la mirada.

Jubilee: “¿Ves?”

Luz: “Espera, déjame probar algo.”

Luz transforma uno de sus brazos en su brazo cañón y lanza un disparo en una dirección aleatoria, causando un ruido que asusta a Willow y la regresa a la realidad. Luz transforma su brazo de vuelta a la normalidad.

Willow: “Lo siento, yo...” –escucha una campana a lo lejos— “¡¡Oh, por el Titán!! ¡Ya se me hace tarde!”

Willow va rápido a arreglar sus cosas para poder ir rápido a su escuela. Mientras tanto, Luz y Jubilee se acercan a ella para poder hablar.

Luz: “¿Willow, verdad? Yo soy Luz, y esta...” –indica a Jubilee— “es mi mejor amiga Jubilee. Vimos lo que le hiciste a esa flor y fue... ¡Wow!”

Willow: “Gracias. Pero ni siquiera se supone que haga magia de plantas. Mis padres me pusieron en la pista de abominaciones en la escuela.”

Luz: –jadea de alegría— “¿En una escuela de magia?” –Willow asiente— “¡Estoy tan celosa! Nosotras tenemos una maestra de magia, pero sus lecciones no son muy tradicionales.”

Jubilee: “Eso es quedarse corto. Nuestra maestra aún no nos enseña nada de magia.”

Luz: –suspira— “Me gustaría pasar aunque sea un día en una escuela de magia.”

Willow: “Y a mi me gustaría tener una buena calificación de una vez por todas. Así dejarían de llamarme ‘Media Bruja Willow’.”

En eso, Luz tiene una idea.

Luz: “Hey, ya sé como podemos conseguir lo que queremos.” –se cubre de baba abominable— “Yo seré tu abominación. Tendrás una buena calificación y yo podré ir a la escuela de magia. Es ferozmente inteligente.”

Willow: –confundida— “¿Qué?”

Luz: “Vi el de esa chica. Es una mezcla de cosas que habla raro. ¡Y yo soy una mezcla de cosas que habla raro!”

Willow: “Es cierto. ¿Pero que hay de ella?” –indica a Jubilee—

Jubilee: “Puedo decir que estoy de visita para ver si puedo inscribirme.”

Willow: “Muy bien. Es un trato.”

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Luego de sacar todos los objetos de interés que tenía el cadáver de babosa de basura en su interior, Eda termina atando una bolsa llena de huevos naranja de aquella babosa. Eda opina que fue una recolección provechosa.

Eda: “Nada mal, ¿eh? Esa criatura estaba llena de huevos.”

King: “Pierdes dos aprendices pero ganas huevos de la basura.” –sarcásticamente— “Gran negocio.”

Eda: “¡Hey! Yo no perdí nada.”

King: “El tono de voz de Jubilee dijo otra cosa. Y con lo cercanas que son ella y Luz, no me sorprendería que ambas quieran irse de tu lado. ¡Y allí es dónde comenzará mi plan! ¡Serán mis aprendices!” –Eda suelta una risa burlona—

Eda: “¿Y que les enseñarás? ¿A quedar atrapadas en la manga de un suéter?”

King: “¡Oye, eso solo pasó una vez! Y les enseñaría sobre demonios, cómo identificarlos, hablarles, cómo formar un ejercito con ellos... ¡y destruir el mundo!”

Eda: “Luego de que te saquen de la manga del suéter, ¿no?”

King: “¿Te crees tan inteligente? Bueno, hagamos una apuesta donde pueda demostrarte que puedo ser el mejor maestro.”

Eda: “Okey, pero debo recordarte que uso nuestras apuestas para humillarte por completo...”

Eda saca de su cabello un libro de título “Apuestas Unilaterales de Eda y King” y lo abre para mostrarle a King las muchas apuestas que él perdió.

Eda: “...y que nunca ganaste.”

King: “Me gusta esa estadística.”

Eda: –recoge un huevo de babosa del suelo— “Entonces, enséñale a esta babosa a obedecerte en un solo día. Demuestra que puedes ser un mejor maestro que yo, y Luz y Jubilee son todas tuyas. Pero si no lo logras, en lugar de llamarte King te llamaré... Señor Lombriz.”

King: “Bueno, si pierdes, tu deberás...” –piensa en algo— “usar el sombrero de la vergüenza, dormir en una choza y jamás entrar en la Casa Búho. ¡Ja!”

Eda: “¡Hecho!”

Ambos ponen sus firmas en una página del libro. Acto seguido, Eda le lanza el huevo de babosa a la cabeza de King, del cual al romperse sale una cría de babosa que se arrastra a las manos de King. Eda se va de la playa soltando otra risa burlona.

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Willow: “Bienvenidas a la escuela de magia y demonios Hexside.” –Luz chilla de emoción—

Jubilee: “Luz, se discreta.”

Willow llevó a Luz (dentro del caldero) y Jubilee por los pasillos de Hexside. En el exterior, Hexside tenía la forma de un gran castillo, con una campana en la torre central. En el interior, el edificio tenía tres pisos, con varios pasillos que daban cada uno a distintas partes de la escuela. Algo que Jubilee notó de los estudiantes en Hexside es que muchos de ellos tenían diferentes colores en sus uniformes.

Las chicas hace una pequeña parada frente al casillero de Willow, el cual, al igual que todos los casilleros de la escuela, tiene un ojo en la parte superior y una boca con dientes grandes en el centro. Willow le hace cosquillas a su casillero para que este abra la boca y así poder sacar uno de sus libros de texto.

Mientras tanto, Augustus Porter, estudiante moreno con calzas y mangas celestes, choca con Willow mientras iba leyendo una revista “Tween Bo$$” del Reino Humano.

Augustus: “Willow, no creerías a los humanos.”

Willow: “¿A qué te refieres, Augustus?”

Augustus: –le muestra a Willow una página de una chica con brackets— “¿Sabías que los humanos clavan alambres en los dientes de sus hijos? ¿Para qué? Quizás... para hacerlos magnéticos.”

Jubilee: “En realidad esos sirven para enderezar los dientes.”

Luz: –desde adentro del caldero— “También para guardar golosinas.”

En ese momento, Augustus se dio cuenta que Willow estaba acompañada por Jubilee, aunque no logra identificar de dónde vino la segunda voz.

Willow: “Okey, Augustus. Debo decirte algo, pero debes escuchar.”

Augustus: “Oh, puedo cuchara. Quiero decir, escuchar.”

Willow: “Muy bien.” –al caldero— “Abominación, aparece.”

Al escuchar la orden que le dio Willow, Luz inmediatamente se para desde dentro del caldero y levanta ambos brazos.

Luz: “¡Ta-da! ¡Soy una abominación!”

Willow: “¡Luz! ¡Así no actúan las abominaciones!”

Augustus: “No. No puede ser.” –se acerca a ver a Luz— “Una humana en las islas.” –voltea a ver a Jubilee— “Como tú.”

Willow: “Oh, eso explica las orejas redondas.”

Jubilee: –ofendida— “¡Claro que no! No todas las personas con orejas redondas son humanos, ¿saben?”

Augustus: “¿Hay más personas en el Reino Humano además de humanos? Genial.”

Jubilee: “¿Puedo saber por qué estás tan obsesionado con los humanos?”

Willow: “Augustus es el presidente de la Sociedad de Apreciación Humana, y es el que más sabe del Reino Humano de la escuela.”

Luz: “Conocimos un Augustus en el Reino Humano. Le decían Gus.”

Gus: “¿Gus? ¿Un apodo? ¡Un apodo humano! ¡Gus! Genial. ¡Wow! ¡Gus! Es el mejor día de mi vida.” –se escucha una campana gritar fuerte— “Debo volver a mi clase de hechizos. Las veo en el almuerzo.”

Willow: –a Luz— “Muy bien, regresa a la oscuridad.” –Luz sisea como gato antes de meterse nuevamente en el caldero—

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Eda y King están de regreso en la Casa Búho. King está en el exterior, cerca de la puerta principal, intentando entrenar a su babosa bebé. Eda está a varios pasos lejos de King, sentada en una silla mientras bebe de una taza de café.

King: –ofreciéndole una galleta de perro a la babosa— “Aww, ¿quién es un buen Príncipe Jr.? ¿Quién es un buen niño?”

Eda: “Señor Lombriz. No le enseñarás nada haciendo eso.”

King: “Es una manera positiva de incentivarlo, Eda. Y funciona perfectamente.”

En eso, Príncipe Jr. se come la galleta que le ofrece King, creciendo hasta el doble de su tamaño original.

King: ¡Ha ha! ¿Lo ves? ¡Ahora mira esto!” –apuntando a Eda con otra galleta— “¡Príncipe Jr.! ¡Ataca a Eda! ¡Derriba su bebida! ¡Despeina su cabello!”

Eda: –inexpresiva— “Oh no. Por favor, detente.”

King: “Bueno, no he visto a tus aprendices desde hace tiempo.” –Príncipe Jr. se come la galleta que King tiene en la mano— “Por lo que sabemos ellas ya no son leales a ti.”

Eda: “Sí, como no. ¿Pero dónde se habrán metido?”

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Una vez que Willow y Jubilee llegaron a la clase de abominaciones, Jubilee vio que todos los estudiantes de esa clase usaban uniformes de los mismos colores que el de Willow. Hermonculus, el profesor de esa clase, les daba la pasada a cada estudiante, excepto a Jubilee, debido a que ella obviamente no era estudiante de Hexside. Afortunadamente, la explicación sobre que ella está visitando Hexside para ver si inscribirse o no logró convencer a Hermonculus, al menos lo suficiente para dejarla pasar.

Hablando de Hermonculus, Jubilee ya tenía una mala opinión sobre él como profesor. ¿Por qué se preguntan? Bueno...

Hermonculus: –molesto— “Demasiados pies en lugares inesperados. ¡Reprobado!”

Resulta que Hermonculus tiene una intolerancia muy grande al fracaso.

Hermonculus: “¡Esto es patético! ¡Las mayores abominaciones son ustedes! Si las próximas abominaciones reprueban, ¡todos tendrán tarea extra por un mes!”

Todos los estudiantes de la clase se quejan ante esto. La noticia de obtener tarea extra obviamente les iba a desagradar a todos.

Hermonculus: “Y la próxima en pasar será... Amity Blight.”

Al escuchar esto, los estudiantes se sintieron aliviados. Amity siempre aprobaba las evaluaciones, sea cuál sea, en la clase de abominaciones, así que si Hermonculus la llamó para pasar adelante, eso quería decir que toda la clase se salvaría de tener tarea extra, ¿verdad?

Amity: “Lo siento, profesor. No voy a poder presentar.” –apunta a Jubilee— “¡Todo por culpa de ella!”

Jubilee: –a Hermonculus— “No le haga caso, profesor. A Amity simplemente se le quedó la tarea en la casa y está culpando a la primera persona que vio.”

Amity: “¿¿Qué?? ¡Claro que no! ¡Tu fuiste quien destruyó mi proyecto!”

Jubilee: “No tienes pruebas.”

Amity: “¡Mira, tu...!”

Hermonculus: “¡Suficiente, Amity!” –Amity gruñe enojada— “Como veo que Amity es incapaz de pasar adelante, entonces tendrá que hacerlo... Willow.”

Al escuchar todo esto, el resto de los estudiantes se empezó a quejar, creyendo que ya tenían la tarea extra asegurada. Willow escuchó las quejas de los demás y rápidamente se escondió dentro de la capucha de su uniforme. Al menos hasta que sintió la mano de alguien en su hombro.

Jubilee: “Descuida, todo va a salir bien.”

Con la confianza recuperada, Willow se quita la capucha y pasa adelante, junto con su caldero, para iniciar su presentación.

Willow: “¡Abominación, aparece!”

Luz hace volar la tapa del caldero de un golpe, luego hace una pirueta en el aire mientras llega al suelo, dejando impresionados a todos.

Luz: “¡Ta-da!”

Willow: “Abominación, saluda.” –Luz hace una reverencia—

Hermonculus: “Impresionante. Dime, ¿puede hablar?”

Luz: “Yo seré tu abominación, pero tú eres mi a-mami-nación.” –se acurruca junto a Willow—

Todos los estudiantes ven esto e inmediatamente piensan que es tierno. Excepto Amity, ya que además de tener su trabajo destruido, Willow, quién debía tener solo un desastre de baba abominable, ahora tenía una “abominación” que deja impresionados a todos, profesor incluido. Esto hace que Amity sospeche de Willow.

Hermonculus: –se ríe— “¡A-mami-nación! Buen juego de palabras. Tienes la máxima calificación.” –dibuja una A+ en la frente de Luz—

Una vez Willow terminó de presentar, se escucha otro grito de campana, marcando el final de la clase. Ante esto, todos los estudiantes de la clase de abominaciones empezaron a retirarse, siendo Willow, Jubilee y Amity las últimas. Pero antes de que pudieran alejarse, Hermonculus interceptó a Willow.

Hermonculus: “Excelente trabajo el de hoy, Willow. Ahora eres la nueva mejor alumna.”

Antes de que Amity pudiera hacer algo al respecto, Hermonculus toma su insignia de “mejor estudiante” y la pega en el uniforme de Willow.

Willow: “Gracias, señor.”

Hermonculus se retira. Willow se da la vuelta y ve a Amity frente a ella.

Amity: –a Willow— “Hey. La última vez que te vi, tu abominación era un desastre.”

Jubilee: –burlándose de Amity— “La última vez que te vimos, tu abominación también era un desastre.”

Amity: “¡Silencio! ¿Acaso no sabes con quién estás hablando?”

Jubilee: “Con una idiota. Ahora vete de aquí antes de haga explotar tu cara.”

Para que Amity se la tome en serio, Jubilee crea una esfera de luces con su mano descubierta, similar a la que creó cuando destruyó el proyecto de Amity.

Amity: “No se que traman, pero sepan que las estaré vigilando. Esa estrella es mía.”

Amity hace un gesto de “las estoy observando” mientras camina lentamente hacia atrás, chocando con un estudiante que pasaba por ahí.

Willow: “Oh-oh. Creo que Amity nos descubrió.”

Jubilee: “Descuida. Para el final del día todo estará bien.”

Willow: “Espero que tengas razón.”

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Eda ya había entrado a la Casa Búho hace unos minutos, pero, impaciente de que Luz y Jubilee todavía no regresaran, ella decide salir de la casa, abriendo violentamente la puerta principal.

Hooty: “¡AUCH!”

Eda: “Oye, Hooty. ¿Viste a Luz y Jubilee?”

Hooty: “Escuché a sus pies de ratón caminando cerca. Pero podrían solo haber sido ratones. De todas maneras alguien empezó a moverse en esa dirección.”

Hooty hace un gesto para indicarle a Eda la dirección a la que se fueron Luz y Jubilee, pero Eda solo queda confundida.

Eda: “¿Estás tratando de señalar, o...?”

Hooty: “¡Mira la veleta!”

Eda da unos pasos fuera de la casa y mira hacia arriba para saber a que dirección apunta la veleta.

Eda: “Pero lo único en esa dirección es...” –se da cuenta— “¡NO! ¡No no no no no no!”

Eda corre lo más rápido posible hacia Hexside. Al llegar, Eda se detiene en una de las ventanas, la cual da a una clase del jardín infantil.

Profesora #1: “Muy bien chicos, reciten sus runas.”

Niños: “Krom, Zix, Elgrim, Zenomide...”

Eda: “¡No! ¡Obediencia ciega!”

Eda corre hacia otra ventana, en dónde ve una clase de un curso más avanzado.

Profesor #2: “¡El sistema hechizométrico! ¡Vamos a memorizarlo!”

Eda: “¡No! ¡Cuánto esfuerzo inútil!”

Eda corre hacia una tercera ventana, y allí es dónde las ve. A Luz y Jubilee ayudando a Willow en una de sus clases.

Eda: “¡¡NOOO!! ¿¡POR QUÉEEEE!? ¡¡LA ESCUELA!!”

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Llegando la hora del almuerzo, Willow, Luz (dentro del caldero) y Jubilee van a la cafetería de la escuela, yendo a sentarse en una mesa junto a Gus, quién había llegado antes que ellas. Una vez ellas se sientan, Gus rompe el hielo haciéndole una pregunta a Jubilee.

Gus: “¿Es esa una moda en el Reino Humano?”

Jubilee: “¿A que te refieres?”

Gus apunta a las manos de Jubilee, una todavía teniendo un guante puesto y la otra, la que tiene el anillo, descubierta.

Jubilee: “Oh... Ehh... Sí, es una moda muy reciente que apareció en el Reino Humano.”

Luz: –desde el caldero— “Eres una mentirosa terrible, Jubilee.” –Jubilee pone cara de póker—

Jubilee: “Creo que es mejor si me quito el guante.” –se quita el guante—

Gus: “Bueno, cambiando de tema...” –saca la mitad de un sándwich de su bolsa— “¿En el Reino Humano comen sándwiches de mantequilla de maní y jalea?”

Luz: “Gracias, hace tiempo que no comía comida real.” –toma el medio sándwich de Gus y se hunde dentro del caldero—

Willow: “¿Estás seguro de eso, Gus? Si Amity vio eso...”

Habla del diablo y aparecerá. Amity salta de improviso encima de la mesa donde Jubilee, Willow y Gus están sentados, con una expresión enojada.

Amity: “¡¡Lo vi!! ¡¡Las abominaciones no comen!!”

Jubilee: –tranquila— “Oye, Amity. Tal vez no quieras hacer lo que estás a punto de hacer.”

Amity: “¡¡Tú no te metas!!”

Jubilee: “Tu funeral.”

Jubilee no siguió discutiendo con Amity, adivinando exactamente que es lo que va a pasar a continuación.

Amity: –asomándose al caldero— “¡¡Se que estás ahí!! ¡¡No puedes esconderte de mí!! ¿¡Quién eres!? ¿¡Qué eres!?” –saca a Luz del caldero y la agita violentamente— “¡¡Quiero respuestas!!”

Hermonculus: “¡Amity Blight!”

Apenas escuchan la voz del profesor Hermonculus, Jubilee sonríe mientras que Amity, sorprendida, detiene inmediatamente su rabieta.

Amity: “¿Huh?”

Hermonculus: “Imaginé que estarías celosa. ¿Pero esto? ¡Esto es patético!”

Amity: “¿Qué? ¡No! ¡Mírela!” –Luz gruñe como zombi—

Hermonculus: “Ve a la oficina del Director Bump.”

Amity: “Pero yo...”

Hermonculus: “¡Ahora!”

Amity suelta a Luz y se va molesta directo a la oficina del Director Bump, seguida por el profesor Hermonculus. Al ver esto, Luz, Willow y Gus comparten miradas preocupadas.

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King: “¡Gira! ¡Sí! ¡Inclínate! ¡Sí, sí!”

King sigue dándole ordenes al azar a Príncipe Jr. mientras le lanza más galletas. En realidad, Príncipe Jr. no obedece ninguna de esas órdenes, únicamente sigue a King para poder seguir comiendo, habiendo crecido hasta ser por lo menos el doble de alto que Luz.

Mientras alimentaba a Príncipe Jr., King ve llegar a Eda con una expresión de derrota.

King: “¿Y bien? ¿Encontraste a tus aprendices perdidas? Por tu cara imagino que Luz y Jubilee encontraron otro lugar dónde aprender. Lo que significa que YO GANÉ.”

Eda: –molesta— “Sí, genial. Ganaste. Tienes un soldado gigante y yo no tengo nada. ¡Felicidades!”

King: “Oh, no digas eso, Eda. Al menos tienes... ¡esto!”

King le entrega el sombrero de la vergüenza a Eda, quién lo toma molesta y se retira a la bodega de la Casa Búho. King pasa un minuto riéndose de la derrota de Eda antes de regresar a hablar con Príncipe Jr.

King: “Bien, Príncipe Jr., entrenamiento completo. ¡Adelante! Haz temblar el mundo a tus pies... de gusano.” –Príncipe Jr. se queda quieto— “¿Te irás?”

Príncipe Jr. sigue sin obedecer a King, por lo cual este tiene la idea de ir a buscar más galletas. Lamentablemente, la caja de donde King sacaba las galletas estaba vacía, muy para su terror una vez que escucha a Príncipe Jr. acercándose a él.

King: “Oh no.”

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Después del escándalo que causó Amity en la cafetería de la escuela, Willow, acompañada de Gus y Jubilee, llevó su caldero hasta la sala de la clase de abominaciones para poder dejar salir a Luz por un momento sin que nadie más la notara.

Luz: “¡Whoo! Soy una pequeña abominación sudorosa. Pero al menos ya no tenemos que lidiar con Amity. ¡Choquen esos cinco!” –Willow y Gus la miran confundidos— “Golpear las manos es costumbre en el Reino Humano.”

Como demostración, Luz se da una palmada con ambas manos. Gus se acerca tímidamente a Luz para chocar los cinco con ella una vez, luego una segunda vez, luego varias veces más cuando ya entra en confianza.

Gus: “¡Oh vaya! ¡Eso fue muy emocionante!”

Justo en ese momento, entra Amity acompañada por el Director Bump.

El Director Bump es un hombre de edad avanzada. Usa un gorro con forma de un pequeño demonio rojo que cubre la mitad posterior de su rostro, con agujeros en los ojos para permitirle ver. Viste una túnica larga negra con el dobladillo y las mangas de color amarillo junto con una estola de color azul sobre sus hombros.

Bump: “Buenas tardes, estudiantes.”

Apenas el Director Bump entra a la sala, Luz se encoge en el suelo para volver a actuar como la abominación de Willow. Al dar unos pasos adentro de la sala, Bump nota que Jubilee no está usando el uniforme de Hexside.

Bump: “Tú no eres estudiante de Hexside. ¿Qué estás haciendo aquí?”

Jubilee: “Solo estoy aquí de visita. ¿Es eso un problema?”

Bump: “Las visitas a Hexside están programadas para la próxima semana. ¿De casualidad no serás una espía infiltrada de Glandus?”

Requirió mucha fuerza de voluntad para que Jubilee evitara palmearse la cara en ese momento y ese lugar.

Jubilee: “Director Bump, sí ese fuera el caso, ¿en serio cree que se lo voy a decir?”

Bump: “Me encargaré de resolver ese asunto más tarde.”

Bump camina hacia Luz y se agacha para poder inspeccionarla con más detalle. Luego se pone de pie para darle una orden.

Bump: “Abominación, de pie.” –Luz se pone de pie— “Abominación, recue...”

Luz: “Recuerdo que en mi vida pasada fui un oso más inteligente que el oso promedio.”

Bump: “Oh no, abominación. Que extraño que confunda una orden. Quise decir... ¡recuestate!”

Bump apunta a uno de los mesones de la sala, al cual Luz camina para recostarse en él. El Director Bump y Willow caminan hacia ese mismo mesón.

Bump: “Es muy realista. Cuando la señorita Blight me habló de tu abominación, Willow, sentí curiosidad. Quiero saber de qué está hecha.”

Willow: –buscando algo en su bolsillo— “Claro. Tengo la lista de ingredientes por aquí.”

Bump: “Oh no. Esperábamos...” –saca una daga de una de sus mangas— “una mirada más profunda.”

La vista de la daga de Bump le recordó a Luz El Incidente y, por instinto, transforma un brazo en su brazo cañón, vaporiza la daga y se va a toda velocidad del lugar.

Jubilee: “¡Maldita sea!”

Jubilee corre para intentar alcanzar a Luz, con Willow yendo detrás de ella.

Amity: “¡Se escapan!”

Bump: “No, la espía no llegará lejos.”

El Director Bump camina hacia una de las paredes de la sala, dibuja un gran círculo de hechizos y extiende ambas manos hacia él, creando una red de líneas y símbolos mágicos que se extienden por toda la escuela.

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Jubilee y Willow corren rápido a través de los pasillos de Hexside, pero se ven obligadas a detenerse una vez que se cansan de correr tanto.

Jubilee: –tomando aire— “A veces se me olvida que Luz puede moverse a super-velocidad.” –a Willow— “Lamento haberte metido en problemas, Willow. Luz y yo solo queríamos ver como era una escuela de magia.”

Willow: “¿Y qué tal te pareció?”

Jubilee: “Bastante agradable, de hecho.”

Jubilee sonríe. Willow le sonríe de vuelta.

Willow: “Pero tenemos que irnos antes de que...”

Antes de que Willow terminara de hablar, escudos de protección rojos empiezan a aparecer, bloqueando las posibles salidas de la escuela.

Willow: “...Bump nos encierre.”

Jubilee: “Tiene que ser una broma.”

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Eda está actualmente sentada en el suelo de la bodega de la Casa Búho, usando el sombrero de la vergüenza y sin ánimos para nada. Al menos hasta que ve entrar a King, corriendo desesperado mientras cierra rápidamente la puerta detrás de él.

King: “¡Ayuda, por favor, ayuda!”

King corre a acurrucarse en los brazos de Eda, y dos segundos después se escucha a Príncipe Jr. intentando derribar la puerta.

Eda: –en tono de burla— “¿Problemas con tu alumno?”

King: “¡Sí! ¡Sí!”

Eda: “¿Seguro que necesitas mi ayuda? Tal vez el solo necesite más de tus brillantes lecciones.”

Príncipe Jr. derriba la puerta y, con su boca, empieza a arrastrar a King hacia fuera de la bodega.

King: –desesperado— “¡Por favor, ayúdame! ¡Te dejaré llamarme Señor Lombriz!”

Al escuchar esas palabras, Eda se quita el sombrero de la vergüenza, se pone de pie y golpea con su bastón a Príncipe Jr. en la cara, haciendo que este suelte a King y salga sólo de la bodega. King aprovecha la oportunidad para ir rápido detrás de Eda.

Eda: “Okey, Señor Lombriz, esto es lo que haremos...”

Eda no alcanzó a contarle a King su plan antes de que ambos escucharan un rugido y un impacto de un rayo de energía.

Eda: “O podríamos dejar que alguien más haga el trabajo por nosotros.”

King: “Espera. Yo reconozco ese ruido.”

King corre hacia fuera de la bodega, con Eda siguiéndolo. Al llegar al exterior, Eda y King logran ver al cadáver sin cabeza de Príncipe Jr. y a Luz con su brazo cañón.

Eda: “¿Luz?”

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Jubilee y Willow continuaron corriendo por los pasillos de Hexside para poder encontrar una salida del edificio, solo para encontrar más escudos que les bloquean el paso. En un momento, se encuentran al Director Bump ordenándole a un grupo de abominaciones a que vayan tras “la espía”, forzando a Jubilee y Willow a esconderse detrás de un pilar.

Willow: “Oh, esto es terrible. No sé que hacer. Amity tenía razón, solo soy la Media Bruja Willow.” –se encoje en el suelo—

Jubilee: “¡No digas eso! Tu eres la bruja completa Willow, y eres grandiosa. Y alguien una vez me dijo que las grandes brujas son ingeniosas.”

Jubilee saca de uno de sus bolsillos la semilla que Luz le había dado al inicio del día y se la da a Willow, quien se alegra inmediatamente ante esto.

Willow: “¡Una semilla! ¡Gracias al Titán que la tenías contigo!”

Jubilee: “Sí. Gracias al Titán que la guardé.”

Willow coloca la semilla en su regazo y dibuja un círculo de hechizos verde encima de ella.

Willow: “¡Por favor, crece!” –extiende ambos brazos al aire—

La magia que Willow usó en la semilla hace que esta haga crecer una gran ráfaga de enredaderas que se extiende por todo el interior de Hexside, inmovilizando al Director Bump y su ejército de abominaciones, además de deshacer los escudos de protección de la escuela.

Es en ese momento que Jubilee se da cuenta de que significaban las visiones que tuvo con su anillo:

1. La estudiante tomando una semilla muy parecida a la bola pegajosa de Luz era Willow tomando la semilla que le dio Jubilee.
2. El edificio cubierto de plantas era Hexside cubierto con las enredaderas que creó Willow con su magia.

El anillo de Jubilee era un amuleto de oráculo.

Al desaparecer los escudos de protección, Jubilee logra ver la salida principal de Hexside.

Jubilee: –apuntando a la salida— “¡Allí está la salida!”

Willow hace la semilla a un lado y corre junto con Jubilee hacia la salida, solo para ser interrumpidas por Amity, quién las mira muy enojada mientras se quita un pedazo de enredadera de su hombro.

Amity: “¡No tan rápido! ¡Ni crean que las dejaré ir tan fácilmente!”

Jubilee: –enojada— “¡Oye! ¿¡Cuál es tu problema!? ¿¡En serio querías hacer que mutilaran a Luz solo por una estúpida insignia!?”

Amity: “¡¡No me importa si ella era mutilada!! ¡No después de que ustedes me humillaron! ¡Quiero mi ESTRELLA! ¡Abominaciones...!”

Pero antes de que Amity terminara de dar la orden, Jubilee dispara una bomba de luces tan o más potente que la que usó en la mañana, impactando en la cara de Amity y desfigurándola a tal punto que...

Amity: –cae al suelo— “¡AAHH! ¡MI CARA!”

¿Saben algo? Creo que es mejor si no describo como quedó la cara de Amity.

Luego de encargarse de Amity, Jubilee voltea a ver a Willow, quién la mira con una expresión que no puede comprender. Nerviosa de lo que Willow vaya a opinar de lo que vio, Jubilee opta por irse rápido de Hexside.

Jubilee: “Con permiso, creo que ya llegó la hora de retirarme.” –se va corriendo—

Luego de que Jubilee se fuera, Willow se quedó quieta, pensando en todo lo que acaba de pasar.

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Contrario a lo que Eda y King pensaron cuando vieron a Luz y el cadáver de Príncipe Jr., la situación no era como lo que pasó de vuelta en el conformatorio. Luz mató a la babosa de basura porque ella la vio con intenciones de comerse a King, y cuando Eda y King se le acercaron, Luz dio una explicación resumida de su viaje a Hexside. Eda seguía sin estar feliz de que Luz y Jubilee hayan ido a Hexside, pero al menos se alegra de que Luz haya regresado por su cuenta. Ahora solo falta Jubilee...

King: “Entonces, ¿estás bien?”

Luz: –suspira— “No lo sé. Pero al menos no me poseyó ninguna voz.”

Eda: –levanta una ceja— “¿A qué te refieres con eso?”

Luz: “Larga historia.”

Antes de que pudieran seguir hablando, ven a Jubilee corriendo lo más rápido que puede hacia ellos.

Luz: “¡Jubilee!”

Jubilee: “¡Luz!”

Luz y Jubilee se abrazan durante unos segundos, luego se separan.

Jubilee: “Por favor no vuelvas a escapar de esa forma. Me tenías preocupada.”

Luz: “Lo siento.”

Jubilee: –sonríe— “Disculpa aceptada.” –Luz le sonríe de vuelta—

Jubilee estaba por decir algo más hasta que fue interrumpida por alguien que gritaba su nombre.

Willow: “¡LUZ! ¡JUBILEE!”

Willow y Gus corren hacía Luz y Jubilee y los cuatro se reúnen en un abrazo grupal.

Eda: –confundida— “¿Puedo saber que están haciendo?”

El abrazo grupal se deshace.

Willow: “No van a creerlo, chicas. ¡Todo es perfecto ahora!”

Luz: “Es cierto, no lo creo.”

Jubilee: “Yo tampoco. No después de lo que le pasó a Amity.”

Luz: –levanta una ceja— “¿Qué le pasó a Amity?”

Jubilee: “Te explico luego.”

Willow: “¡El Director Bump quedó tan impresionado por mi hechizo de plantas que me cambió a la pista de plantas! ¡Miren!”

Willow da unos pasos hacia atrás, chasquea los dedos y el color fucsia de su uniforme cambia mágicamente a un color verde oscuro.

Jubilee: –sonriendo— “Bueno, pues ya era hora.”

Luz: “¡Felicidades, Willow! ¡Será genial verte cuando regresemos a Hexside!” –Willow y Gus reaccionaron incómodamente ante esto— “¿Qué?”

Gus: “En cuanto a eso, ustedes dos están... como decirlo... prohibidas.”

Gus le entrega un cartel a Luz y otro a Jubilee. El cartel de Luz la muestra a ella, cubierta de baba abominable, sonriendo mientras extiende su palma izquierda. El cartel de Jubilee la muestra a ella sujetando sus gafas con una mano mientras suelta pequeñas esferas de colores de la otra mano.

Jubilee: “No recuerdo haberme sacado esta foto.”

Eda: –celebrando— “¡Esas son mis niñas!”

Willow: “Pero podemos venir aquí, y enseñarte lo que aprendimos.”

Luz: “Gracias Willow, sería lindo. Pero ya tenemos una maestra increíble.”

Eda reacciona con sorpresa al escuchar ese comentario de Luz.

Eda: –esperanzada— “¿En serio?”

Jubilee: “No. Pero vamos a darte una oportunidad.”

Eda: “Suficiente para mí. Además,...” –toma los carteles de Luz y Jubilee— “estos carteles demuestran que sí les enseñé algo después de todo.”

Eda acaricia a Luz y Jubilee en la cabeza, muy para la confusión de Gus.

Gus: “Debes chocar los cinco con tus manos, no con tu cabeza.”

Jubilee: “Todavía tienes mucho que aprender sobre el Reino Humano, Gus.”

Chapter Text

Luz: “Y aquí tenemos a la criatura más aterradora de las Islas Hirvientes, el Rey de los Demonios. Enfrentándose a su enemigo natural, el calcetín con patos.”

Ya era de noche en las Islas Hirvientes y, como forma de entretenerse, Luz sacó su teléfono celular para grabar a King jugando, o peleando con un calcetín atascado en su nariz como lo está haciendo ahora.

King: –destrozando el calcetín— “¡Ja! ¡Toma eso, calcetín con patos!”

Jubilee: “King. ¿Para qué nos llamaste?”

Jubilee está usando su pijama, el cual consiste en unos pantalones negros y una sudadera de colores blanco con negro, con patrones de telarañas rosa con celeste extendiéndose por una larga parte de los brazos, además de estar al interior de la capucha. Además de usar su pijama, Jubilee también tiene puestas pantuflas de color celeste.

King: “Oh, cierto.”

King se para encima de una pequeña mesa, donde tiene un tablero cubierto por una cortina.

King: “Media-humana Luz. Mutante Jubilee. Han estado tan obsesionadas con la magia que se les olvidó aprender sobre lo más importante. Prepárense para...”

King quita la cortina del tablero, revelando que este está lleno de ilustraciones sobre demonios que se pueden encontrar en las Islas Hirvientes. Acto seguido, se coloca encima un gorro de profesor hecho a mano.

King: “¡Mi clase sobre demonios! Los demonios somos sombríos burladores del crepúsculo, criaturas hechas de azufre y hueso...”

Luz: “...y adorables patitas.”

King: “Y adorables patitas, es cierto. Vivimos solo para esparcir caos y miseria. Nuestras únicas debilidades son el agua purificada y los comentarios pasivo-agresivos. A veces.”

Jubilee: –incrédula— “¿Comentarios pasivo-agresivos? ¿Hablas en serio?”

King: “Muy en serio. Ahora los demonios se dividen en tres categorías principales, bichos, bestias y bípedos. Los demonios bípedos son muy parecidos a las brujas, en el sentido de que tienen el mismo nivel de inteligencia y la misma capacidad para hacer magia, la cual consiste en...”

Antes de que King pudiera continuar con su clase, se escucha un trueno fuerte en el exterior.

King: “Oh-oh. Parece que va a llover.”

Luz: “Te ves preocupado, King. ¿Qué ocurre?”

King: “No sé cómo sea en el Reino Humano, Luz, pero aquí la lluvia siempre es mala noticia.”

Luz: “¿En serio? ¿Cómo?”

Jubilee: “Luz, ¿cómo te imaginas la lluvia en un lugar llamado “Islas Hirvientes”?”

Luz piensa por unos segundos hasta que entiende a que se refieren King y Jubilee.

Luz: “Lluvia hirviente. Honestamente, no sé cómo no lo vi antes.”

Eda entra repentinamente a la casa, cubriéndose con un pequeño campo de fuerza encima de ella.

Eda: “¡Lluvia hirviente! ¿Están todos adentro?”

King: “Todos aquí, Eda.”

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Luz, Jubilee y King están afuera de la casa, cubriéndose de la lluvia mientras Eda junta suficiente energía mágica en sus manos para poder crear un campo de fuerza que pueda cubrir toda la casa.

Luz: “El clima aquí es bastante extraño.”

Eda: “No tenemos clima aquí. Tenemos plagas. Tronados, rocanizos, asco-iris.”

King: “Son como los arcoíris, pero cuando los miras te da náuseas.”

Eda: “Así que, mientras haya lluvia hirviente, nadie podrá salir de la casa.”

Hooty: “¡Hoot! ¡Date prisa con ese campo de fuerza! ¡La lluvia ya se está acercando a mi preciosa pintura!”

Eda: “Descuida, ya lo tengo.”

Eda coloca la magia concentrada en su bastón, con el cual golpea el suelo, creando un campo de fuerza grande que cubre toda la Casa Búho, protegiéndola de la lluvia hirviente. Acto seguido, Eda empieza a caminar en dirección a la casa.

Luz: “Ahora que lo pienso. Eda, ¿por qué te dicen la Dama Búho?”

Jubilee: “Debe ser porque su taliamigo es un búho.”

Eda: “No, es porque soy muy sabia.”

Hooty: “Es porque escupe huesos de rata.”

King: “Creo que es porque se distrae con objetos brillantes.”

Eda: “¡Claro que no!”

Como demostración, King saca un bolígrafo con una gema falsa en un extremo, y al hacerle clic, esa gema falsa empieza a brillar, captando la atención de Eda.

Eda: “Brilla y reluce, brilla y encanta. Debo tenerlo para mi nido.”

Eda se lanza encima del bolígrafo, solo para estamparse contra el suelo una vez que King aparta el bolígrafo de su camino.

Luz: “¿En serio tienes un nido? Eso ya es otro nivel de ser la Dama Búho.”

Eda: “Déjame eso a mí, niña.” –se levanta— “Ugh, hacer ese campo de fuerza me dejó agotada.”

King: “Te mueves muy despacio, Eda. ¿Los años finalmente te alcanzaron?” –Eda le baja el gorro, cubriendo toda su cara— “¡AAHH! ¡Oscuridad!”

Eda camina lentamente al interior de la casa, mientras que Luz se le queda mirando emocionada.

Luz: “¡Esto es perfecto! Como vamos a estar encerrados en la casa toda la noche, Eda no tendrá excusas para no enseñarnos magia.”

King: –reacomodándose su gorro—“¿Pero no quieres terminar nuestra lección? Iba a dejar que rascaras la barriga de un demonio. ¡La mía!”

Jubilee: “¿Así?”

Jubilee empezó a rascarle la barriga a King, haciendo que King se sacudiera antes de acomodarse en los brazos de Jubilee.

Luz: “Lo siento, King, pero... magia.”

Jubilee: “Descuida, King. Volveremos contigo cuando terminemos, ¿sí?”

King: –molesto— “Sí, como sea.”

King se baja de los brazos de Jubilee antes de entrar a la casa y caminar en una dirección diferente a la de Luz. Jubilee se queda mirando a King por unos segundos antes de seguir a Luz.

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Con su pijama ya puesto, el cual consistía en un suéter burdeo encima de un camisón violeta, Eda se acuesta en el sillón y se tapa con una frazada para poder dormir. Lamentablemente para ella, Luz y Jubilee estaban cerca y mirándola fijamente, interrumpiendo su sueño.

Luz: “Eda. ¿Te he dicho lo increíble que luce tu colmillo hoy?”

Eda: “Lo que sea que quieran, no.”

Luz: “Y tu cabello es asombroso.”

Eda: “No les voy a enseñar magia hoy. Soy un pequeño búho dormido.” –cierra los ojos para intentar dormir, pero Jubilee le quita la frazada— “¡Oye!”

Jubilee: “Eda, que yo sepa, tú nos prometiste a ambas que nos enseñarías magia, y hasta ahora no hemos aprendido ningún hechizo. Me parece que es hora que cumplas tu promesa.”

Eda: “Después. Sueño.”

Eda recupera su frazada y se tapa por completo para poder tranquila y cómodamente, solo para que Jubilee le vuelva a quitar la frazada.

Eda: “¡Devuélveme eso!”

Jubilee: “Última oportunidad, Eda. O nos enseñas magia o vamos a averiguar por cuanto tiempo puede quedarse despierta una mujer adulta.”

Eda suspira en frustración.

Eda: “Respeto tu ingenio, pero también te odio por eso.”

Jubilee: “Lo tomaré como un cumplido.”

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Luz y Jubilee están sentadas en el sillón. Eda está parada frente a ellas mientras sostiene su bastón mágico con una mano.

Eda: “Si quieren un bastón de bruja cómo el mío, entonces no me harán repetir dos... veces.” –se queda dormida por un segundo, pero se obliga a despertarse— “Los bastones de bruja tienen poder incorporado. Pero antes de obtener uno, cada bruja necesita saber cómo realizar hechizos por su cuenta.” –arroja su bastón a otro lado— “Esta noche les enseñaré como crear... luz.”

Eda crea un círculo de hechizos en frente de ella, el cual se transforma en una bola de luz que flota en el aire por unos segundos antes de explotar como una burbuja. Jubilee mira el hechizo de luz con atención, mientras que Luz queda asombrada ante esta demostración de magia. King, por otro lado...

King: “¿Quién necesita otra aburrida lección de hechizos cuando pueden aprender las divertidas maneras que puede matarte un demonio.” –intenta mostrarles a Luz y Jubilee un dibujo de un demonio comiéndose una persona— “Mira cuántos dientes. ¡Mordisco!”

Luz: –sin voltear a ver a King— “Silencio, necesito concentrarme.”

Eda: “Ahora bien, los humanos creen que la magia viene de la nada, pero eso es ridículo ya que todo surge de algo. Déjenme preguntarles algo. ¿De dónde creen que surge la magia?”

Jubilee: “Bueno, yo supongo que es algo que las brujas pueden hacer naturalmente. Así como Luz y yo podemos hacer esto.”

Jubilee crea una esfera de luces de colores en su mano mientras que Luz transforma una de sus manos en una cuchilla.

Eda: “Mas o menos.”

Eda saca de su cabello un rollo de papel el cuál, al extenderlo, muestra un diagrama de un corazón con un saco de bilis pegado a él. Mientras tanto, Luz transforma su mano de vuelta a la normalidad y Jubilee deshace su esfera de luces.

Eda: “La magia viene de un saco de bilis mágica unido al corazón de una bruja. Algunas especies de demonios también los tienen.” –guarda el diagrama de vuelta en su cabello— “Ahora, pongan atención. Todo depende del círculo de hechizos. Mientras más grande es el círculo, más poderoso es el hechizo.”

Eda crea un círculo de hechizos más grande, lo que resulta en una bola de luz más grande, manteniéndose en el aire hasta explotar de la misma manera que la bola de luz anterior.

Luz: “¿Pero cómo puedo yo, la pequeña Luz, hacer magia si no tengo un saco biliar?”

Eda: “Huh. Sabes, esa es una buena pregunta.”

Luz: “¿Qué?”

Eda: “Sé que las brujas hacían magia de otra forma en el pasado, pero jamás me moleste en averiguar cómo.” –se ríe—

Jubilee: “No es gracioso, Eda.”

Eda: “Descuiden, ya encontrarán una forma. Ahora, necesito recostarme.”

Luz: “¿Espera, eso es todo? ¡Espera! Necesito que hagas el círculo de nuevo. Te grabaré esta vez.” –saca su celular y empieza a grabar a Eda— “Sonríe. Un hechizo más no te matará.”

Eda: “Bueno.” –empieza a dibujar otro círculo, aunque un poco más tembloroso que los anteriores— “Verás, el círculo de hechizos es realmente clave porque...”

Antes de que Eda terminara de hablar, ella cae al suelo inconsciente mientras que su círculo de hechizos tembloroso se deshace.

King: –inexpresivo— “Bueno, parece que otro hechizo mató a Eda.”

Luz: “¡No puede ser! ¡Mi obsesión por los hechizos mató a Eda! ¡Soy un monstruo!”

King: –golpea a Eda en la nariz— “¡Bap! Sí, está muerta.” –vuelve a golpear a Eda en la nariz— “¡Bap!” –se ríe— “Solo quería asegurarme.”

Luz: “¡Voy a buscar ayuda!”

Luz corre hacia la puerta pero es detenida por Jubilee antes de que pueda salir.

Jubilee: “Luz, no salgas. ¿O se te olvidó la lluvia hirviente?”

Hooty: “No, déjala intentarlo. Será divertido.” –en respuesta, Jubilee cierra la puerta violentamente— “¡Ouch! ¡Estaba bromeando! ¡Hoot!”

Luz: “¿¡Pero qué hay de Eda!?”

Eda: –entre sueños— “Cosa brillante, gran nido.” –ronca—

King: –a Luz— “¿Recuerdas cómo le cortaste la cabeza la semana pasada? Esa mujer puede sobrevivir cualquier cosa. Solo está cansada por perseguir todo el día musarañas y topos.”

Luz: “Pero no podemos dejarla en el piso.”

King suspira cansado.

Jubilee: “Descuida. Yo te ayudo.”

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Luz y Jubilee llevaron cargando a Eda hasta su habitación mientras King los seguía. Apenas ven un nido del tamaño de una cama a lo lejos, ellos caminan hasta ese nido y acuestan a Eda en él.

Luz: “Lo siento por presionarte, Eda. Por favor, no me lastimes cuando despiertes.”

King: “¿Debería golpearla de nuevo?”

Jubilee: “Déjala en paz, King. Necesita descansar. Mejor vámonos.”

Luz y Jubilee se van de la habitación. King le hace otro “¡Bap!” a Eda antes de ir corriendo tras las chicas.

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Como Luz y Jubilee adivinaron que no iban a lograr hacer magia simplemente haciendo círculos, ambas decidieron seguir con la clase de demonios de King, por lo que los tres fueron a acomodarse en la habitación de las chicas.

King: “Muy bien, ahora que podemos continuar nuestra lección, les mostraré el demonio más peligroso de todos.”

King abre un libro y les muestra a Luz y Jubilee la ilustración de un demonio. Aquel demonio consiste en una criatura humanoide de color rosa con un caparazón con púas de color azul en la espalda.

King: “¡El Snaggleback! Este es el demonio más peligroso de todos. Son demonios feroces que salen en noches de lluvia hirviente a devorar a desafortunados turistas hervidos.”

Luz: “Oh vaya. Eso suena aterrador.”

King: “Por supuesto que lo es. Ahora, la leyenda dice que...”

La clase de demonios de King fue interrumpida nuevamente, esta vez por las luces de la casa que se apagaron repentinamente.

King: “Hooty controla las luces. Seguramente se quedó dormido.”

Hooty: “¡HOOT HOOT HOOOOOOOT!”

Apenas escucharon los gritos de Hooty, Luz, Jubilee y King bajaron lo más rápido posible a la sala de estar. Allí vieron la puerta principal en el suelo con varios rasguños, a Hooty inconsciente y a la silueta oscurecida de una bestia escapando por el exterior de la casa.

Jubilee le tocó la cara a Hooty para ver si está bien.

Jubilee: –suspira— “Está bien, solo está inconsciente. Ahora me preocupa más la criatura que atacó a Hooty.”

King: “¡Oh no! ¡El Snaggleback! ¡Seguramente encontró nuestra casa y nos vio adentro!”

Luz: “No era el Snaggleback.”

King: “¿Qué? ¿Cómo puedes estar segura?”

Luz: “Tengo visión nocturna. Ese demonio era de colores gris y blanco, orejas largas y ojos negros.”

Jubilee: “King, ¿tú conoces a algún demonio así?”

King: “¡Espérenme aquí! ¡Iré por mi libro de demonios!”

King regresa lo más rápido que puede a la habitación de Luz y Jubilee para recuperar su libro de demonios. Mientras tanto, Jubilee se pone a pensar en el demonio que describió Luz.

Jubilee: “Luz. ¿Pudiste detectar algo más sobre ese demonio?”

Luz: “No, esa cosa se fue muy rápido que no alcancé a verla con más detalle. ¿Por qué la pregunta?”

Jubilee: “Bueno, si no es el Snaggleback, y tú, King y yo estábamos en nuestra habitación...”

Luz: “¿Crees que podría ser Eda? Espera, ¿cómo podría ser eso posible?”

Antes de que Luz y Jubilee pudieran seguir hablando, la bestia de antes regresó a la sala de estar. Mientras la bestia se acercaba lentamente a las chicas, Luz pudo notar que la cara de aquella bestia se parecía mucho a la de Eda, lo cual confirmaba la sospecha que tenía Jubilee sobre aquel demonio.

Luz: “¿Eda?”

Bestia-Eda se estaba acercando a Luz y Jubilee a pasos lentos mientras Luz le hablaba.

Luz: “Sé por lo que estás pasando, Eda. Y sé que nunca intentarías hacernos daño. Tú no eres del tipo de bruja que le haría daño a alguien.”

Bestia-Eda parecía calmarse por el tono tranquilo en el que le estaba hablando, al menos hasta que...

King: “¡Lo tengo!”

El grito repentino de King causó que Bestia-Eda gruñera y se pusiera en dos patas, preparándose para atacar a Luz y Jubilee.

Jubilee: “¡¡NO!!”

El anillo de Jubilee y Bestia-Eda fueron rodeados por un brillo verde por un segundo. Cuando el brillo se disipó, Bestia-Eda quedó en la misma posición en la que estaba antes de atacar a las chicas, solo que esta vez permanece inmóvil.

King: “Uhh... ¿Qué pasó?”

Jubilee: “Acabo de hacer magia.”

Luz: “Y descubrimos que la criatura que vimos hace un momento es Eda.”

King: “Espera, ¿qué? ¿Cómo es posible que el demonio que vimos hace un rato haya sido Eda?”

Luz le hace un gesto a King para que se acerque. King va rápido a donde están Luz y Jubilee, y al ver a la bestia al llegar, logra ver como su cara es muy similar a la de Eda e inmediatamente empieza a preocuparse.

King: “¿Q-qué? ¿P-Pero cómo? ¿Por qué Eda no me lo dijo antes?”

Luz: “No lo sé. Pero parece que Eda no es la única que ha estado guardando secretos.”

King: “¿A qué te refieres, Luz?”

Luz: “Lo explicaré luego. Ahora lo más importante es pensar en cómo regresar a Eda a la normalidad.”

King: “Bueno, Eda suele tomar un elixir una vez al día. Al principio pensaba que le daba energía que necesitaba para su magia, pero ahora pienso que es para evitar convertirse en esa cosa.” –indica a Bestia-Eda—

Jubilee: “¿Y sabes dónde guarda esos elixires?”

King: “Eda los guarda en su habitación. Voy a buscar uno ahora mismo.”

Jubilee: “Okey, pero apúrate.”

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Una vez que consiguió el elixir, King regresó corriendo a la sala de estar en donde estaban Luz, Jubilee y la inmóvil Bestia-Eda y le entrega el elixir a Luz.

King: “Aquí tienes.”

Al recibir el elixir, Luz da un paso adelante, destapa el elixir y vierte su contenido en la boca abierta de Bestia-Eda. Una vez que Luz termina de darle el elixir a Bestia-Eda, King nota algo extraño.

King: “Uhh... ¿Se supone que pase algo?”

Luz: “Se suponía que volviera a la normalidad. ¿Por qué no está pasando nada?”

Jubilee: “Tal vez yo sepa como arreglarlo. Pero van a tener que alejarse.”

Luz y King dan unos pasos atrás. Jubilee extiende su mano con el anillo y, al igual que la vez anterior, el anillo y Bestia-Eda son rodeados por un brillo verde que se disipa luego de un segundo. Esto causa que Eda deje de estar inmóvil y, a causa del elixir que Luz le dio, empieza a transformarse lentamente hasta regresar a su forma normal. Eda tose un par de veces.

Eda: “Ugh. ¿Qué pasó? Tengo el peor dolor de cabeza.”

King: “¡Te convertiste en un demonio bestia! ¿Alguna vez nos ibas a decir que podías hacer eso? ¡He estado viviendo contigo durante años!”

Eda se sorprendió mucho por lo que King le dijo, y eso, además de como Luz y Jubilee la veían, la llevó a asumir (correctamente) que se había transformado en frente de ellos. Por lo tanto, Eda decide finalmente explicarles sobre su situación.

Eda: “Tienes razón, King. Les debo una explicación.” –Luz, Jubilee y King se acercan a ella— “Cuando era más joven, fui maldecida. No sé exactamente como pasó, ni tampoco entiendo cómo funciona, solo sé que si no me tomo mi elixir... Bueno, ahora saben porque me llaman la Dama Búho. A nadie le gusta tener una maldición, pero si sigues los pasos se vuelve manejable.”

Luz: “Mas o menos como yo.”

Eda: –levanta una ceja— “¿A qué te refieres?”

Luz: “¿Recuerdas lo que hice en el Conformatorio?” –Eda asiente— “Eso me lleva pasando desde hace mucho tiempo, y ocurre cada vez que me siento en peligro o estoy en una situación de mucho estrés. Hasta donde yo sé, bien podría haber nacido con esa... condición, por llamarlo de una forma.”

Eda no sabía que decir. Una cosa era su maldición, la cual había obtenido cuando ella tenía 14 años, pero otra cosa muy diferente era la situación de Luz, quién prácticamente había nacido ya con su “maldición”.

Luego de unos segundos, Eda logró decir algo.

Eda: “¿Alguien más sabe sobre tu condición?”

Jubilee: “¿Antes de que Luz les contara? Solo yo, ya que este es un tema muy delicado para ella.”

Eda: “Bueno, si les hace sentir mejor, prometemos guardar el secreto si así lo quieren. ¿No es así, King?”

King: “¡Por supuesto! ¡Yo soy el Rey de los Secretos!”

Luz, Jubilee y Eda se ríen de la reacción de King. Pese a lo serio del tema de conversación, todos parecen estar disfrutando de un buen momento.

Hooty: “¡Hey! ¡Heey! ¿Hay alguien allí? ¿Hola? ¿Hoot? ¡Estoy en el suelo! ¡Tengo frío!”

Vaya forma de arruinar el momento, Hooty.

King: “Esa voz. ¡Esa horrible voz!” –se va—

Jubilee: “Descuiden, yo voy a arreglarlo.”

_________________________________________

Luz regresa a su habitación. Para distraerse un poco, ella decide ver el video de la clase de magia de Eda con intenciones de averiguar si puede lograr hacer magia sin la necesidad de un saco biliar o de tener que hacer círculos en el aire.

Eda (en el video): “Verás, el círculo de hechizos es realmente clave porque...”

Luz se extraña al ver un símbolo en medio del círculo de hechizos que hizo Eda. Adivinando que podría tener algo que ver con el hechizo de luz que Eda intentó hacer antes de desmayarse, Luz saca una hoja de papel y un lápiz y dibuja el símbolo en el papel. Al intentar tocar el símbolo dibujado, la hoja de papel se convierte en una pequeña bola de luz que flota alrededor de ella.

Luz: –emocionada— “¡Lo hice! ¡Hice magia! ¡POR FIN HICE MAGIA!”

__________________________________

Luego de la conversación de hace un rato, Eda decide regresar a su nido para poder dormir tranquilamente. Eda logra dormir, sólo no tranquilamente, ya que tiene un sueño en donde despierta en medio de un vacío oscuro.

Eda: “No. No este recuerdo otra vez.”

En frente de Eda está una puerta antigua, la cual al abrirse revela la sombra distorsionada de una mujer adolescente con gafas, quién mira fijamente a Eda.

Eda: “¡Tú! Tú fuiste quién me maldijo, ¿verdad? ¿Quién eres? ¿¡Quién eres!?”

Antes de poder conseguir una respuesta, Eda se despierta de su sueño y ve que todavía está en su habitación. Por muy aliviada que esté de haber despertado de esa pesadilla, a Eda no deja de preocuparle qué es lo que podría significar.

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Una vez que termina de arreglar a Hooty, Jubilee se sienta en el sillón y se queda mirando su anillo. Durante la mañana, ese anillo le había dado una visión de lo que pasaría en Hexside. Y esta noche había detenido el ataque de Bestia-Eda, como si la hubiera congelado en el tiempo.

El Anillo del Tiempo.

Cual fuera su nombre, Jubilee todavía tiene dudas sobre como funciona ese anillo.

Jubilee recuerda que obtuvo la visión cuando pasó a llevar la gema del anillo con su dedo. Decidiendo probar a tener otra visión, ella toca la gema del anillo con su dedo y...

No ocurre nada.

Jubilee toca nuevamente la gema de su anillo, esta vez concentrándose en tener una visión sobre el futuro. Y consigue aquella visión. Pero aquella visión no resulta de su agrado.

Ella ve a Luz, Eda y la hermana de Eda. La visión las involucraba a las tres en una pelea en medio de un puente, una pelea que terminó con Luz encargándose de la hermana de Eda.

Jubilee no sabía que Luz fuera capaz de hacer tal cosa. Pero sí sabía una cosa.

Ella debía evitar que esa visión se vuelva realidad pase lo que pase.

Chapter Text

Como era costumbre en los fines de semana en las Islas Hirvientes, Eda instaló su puesto de “Coleccionables Humanos” en el mercado de Huesosburgo y así poder vender su mercancía. Y mientras Eda esperaba a que algún cliente llegara a comprar algo, Luz pasaba el rato leyendo su libro de la Buena Bruja Azura y Jubilee le mostraba un cómic de Spider-Man a King.

King: “¡Genial! ¡Ver a esa persona araña patearles el trasero a sus enemigos sí que es asombroso!”

Jubilee: “¿Verdad? Spider-Man es un verdadero héroe.” –mirando a Luz— “No como cierta bruja de pelo verde y vestido blanco.”

Luz escucha ese comentario e inmediatamente sale a defender a Azura.

Luz: “¿Perdón? La Buena Bruja Azura es una mejor heroína que Spider-Man.”

Jubilee: “En tus sueños, Noceda. Estoy 100% segura que Spider-Man le gana a Azura.”

Luz: “Por favor. Azura conoce muchos hechizos poderosos, por lo que te puedo asegurar que...”

Eda: “Dejen de discutir, por favor. Están espantando a nuestros importantes clientes.”

Jubilee: “Pues deben estar usando un hechizo de invisibilidad, porque no veo a nadie más aquí.”

Al escuchar el comentario de Jubilee, Eda mira a su alrededor y se da cuenta que no hay nadie paseando por el mercado, así como no hay otros puestos de venta que no sea el de Eda.

Eda: –seria— “Oh no. Esto es símbolo de un mal presagio.”

Gus: “¡Luz! ¡Jubilee! ¡Algo increíble está pasando hoy!”

Jubilee: “¡Willow! ¡Hola!”

Luz: “Gus también está aquí, Jubes.” –Jubilee abre los ojos en grande al escuchar eso—

Jubilee: “¿Espera, qué?” –se sonroja de vergüenza—

Ocurre un breve momento de silencio antes de que Luz lo rompa.

Luz: “¿Qué es lo increíble que está pasando hoy?”

Gus: “Hoy es la convención anual de aquelarres. Los estudiantes vienen a ver todos los tipos de aquelarre antes de unirse a uno.”

Willow: “Incluso hay un invitado sorpresa este año.”

Luz: “Como una feria laboral para brujas.” –a Eda— “Eda, ¿podemos ir?”

Eda: “Por supuesto que no.” –Luz pone cara triste— “Jamás me uní a un aquelarre por una razón. Puede parecer un club divertido para brujas, pero también estás renunciando a tu independencia mágica para formar parte de un sistema corrupto.”

Willow y Gus se desaniman al escuchar esto.

Eda: “Aunque honestamente no los culpo. De todas formas, no fui a uno desde que éramos niñas.”

Jubilee: “¿Éramos? ¿En plural?”

Luz: “¡Tienes un pasado misterioso! ¡Ahora debemos ir!”

Eda: “No.”

A Jubilee se le ocurre el plan perfecto para hacer que Eda vaya a la convención y decide ponerlo en marcha.

Jubilee: “Uf, y yo que pensé que estábamos con la gran Dama Búho, pero si te da miedo un edificio lleno de gente...”

Eda: “¡Ugh! ¡Bien, vamos!” –Jubilee sonríe—

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Luz, Jubilee, Eda, King, Willow y Gus llegan a la entrada del gran edificio en donde se celebra la convención. La razón por la que todavía no entran es porque Eda decidió detenerse para colocarse una capucha roja alrededor de su cabeza.

Luz: –ayudando a Eda con su capucha— “¿Es realmente necesaria esta capucha?”

Eda: “Pues claro, debo mantener un bajo perfil. ¿O acaso piensan que mis carteles de Se Busca son por pequeños robos?”

Jubilee: “Sí.”

Eda: “Y no los culpo por eso. Pero la razón principal es que desobedecí la ley por no unirme a un aquelarre. Si me ven, podría ir a la cárcel... otra vez.”

Willow: “Quizás este evento informativo te motive a unirte a un aquelarre.”

Jubilee: “Willow, si Eda no se unió a un aquelarre antes, no lo va a hacer ahora.”

Eda: “Terminemos con esto de una vez.”

Una vez que todos entran al edificio, logran ver docenas de puestos que presentan todos los diferentes aquelarres, así como nueve banderines de colores azul, verde, naranja, púrpura, marrón, rojo, celeste, fucsia y amarillo.

Luz: –fascinada— “Wow. ¿Estaba viva antes de hoy?”

Gus: –indicando los banderines— “Esos son los nueve aquelarres principales, pero hay cientos a los que pueden unirse.”

Ellos empiezan a caminar.

Willow: “Está el aquelarre de flores, el de artistas, el de perros grandes, el de gatos pequeños, el de gatos aún más pequeños...” –Eda gruñe— “También está el aquelarre de gruñones.”

Eda: –alzando la voz— “¿Qué dijeron?”

Todos corren de Eda al escucharla reclamar. En eso, uno de los visitantes de la convención se acerca a Eda.

Visitante #1: “Disculpe, señora, pero usted me resulta algo familiar.”

Eda: “No, claro que no. ¡Hechizo de fuga!”

Eda lanza una bolsa de papas fritas al suelo antes de salir corriendo, no sin antes regresar por la misma bolsa de papas fritas que lanzó.

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Luego de caminar un buen rato, Luz, Jubilee, Eda, King, Willow y Gus llegan a una sección de la convención que le llama la atención a Luz.

Luz: “¿Qué es eso?”

Willow: “Es el Aquelarre de Construcción.”

Un brujo con un casco de protección se agacha antes de lanzar dos pallets de materiales de construcción al aire, los cuales al caer forman una pequeña casa.

Willow: “Es uno de los nueve principales. Allí usan glifos de poder para aumentar su fuerza.”

El brujo saca un glifo de poder de su casco y se lo pega a Tinella, quién estaba cerca. Inmediatamente, Tinella se vuelve loca y empieza a causar destrozos a su alrededor.

Tinella: “¡WAAHH! ¡Soy la destructora de mundos!”

Visitante #2: “¡No! ¡Eso es lo opuesto a construir!”

Luz: “Asombroso.”

Copia de Luz: “Asombroso.”

Luz: “Asom-¿quée?”

Luz ve a una copia holográfica de sí misma caminar hasta un puesto de la convención atendido por dos estudiantes de Hexside. Gus pronto camina hacia ellos.

Gus: “Veo que te atrapó el encanto del Aquelarre de Ilusiones. Nos gusta hacer magia con un poco...”

Gus dibuja un círculo de hechizos y desaparece de la vista, solo para reaparecer unos pocos pasos más lejos junto con los otros dos estudiantes del puesto del Aquelarre de Ilusiones.

Gus: “...de espectáculo.” –hace una reverencia—

Luz: “¡Vaya! ¿Aceptación? ¿Camaradería? ¿Sentido de pertenencia? ¡Eda, eso se oye...!”

Jubilee: “...demasiado bueno para ser cierto. ¿Cuál es la trampa?”

Eda: “Tienes buen ojo, niña. Vean allí.”

Eda dirige las miradas de Luz y Jubilee de regreso al puesto del Aquelarre de Ilusiones. Allí, ambas pueden ver a un estudiante de pelo verde poniendo un guante encima de un estudiante de pelo rizado. Un símbolo de un espejo de mano aparece en la muñeca del segundo estudiante, seguido por líneas de color celeste que aparecen por todo su cuerpo por unos segundos antes de desaparecer.

Eda: “Cuándo te unes a un aquelarre, toda tu otra magia se bloquea. De ahora en adelante, ese niño sólo podrá hacer ilusiones. Y como jamás me uní a un aquelarre, yo puedo hacer todo tipo de magia.” –crea una bola de fuego en una mano y una bola de agua en la otra mano antes de hacerlas desaparecer— “Y es por eso que soy la bruja más poderosa de las Islas Hirvientes.”

Ellos continúan caminando (excepto King, quién se fue hacia otra parte de la convención) hasta que llegan a una entrada flanqueada por varios exploradores de aquelarre. Cada uno de ellos está usando una chaqueta, pantalones y botas oscuras, capa blanca y una máscara de cuervo color gris claro.

Arriba de la entrada está colgado un gran banderín que tiene una imagen de una espada con alas detrás de un escudo con alas, ambos en el centro de un triángulo amarillo.

Jubilee: “Esa exhibición luce popular.”

Gus: “¡Es el Aquelarre del Emperador! ¿Me firmarán la frente?”

Willow: “¡Sólo hay una forma de averiguarlo!”

Jubilee, Willow y Gus corren hacia el interior de la exhibición. Luz estuvo a punto de seguirlos, pero nota que Eda está sin moverse.

Luz: “¿No vas a venir, Eda?”

Eda: “Ni lo sueñes. Ese es el peor de todos los aquelarres. Prefiero quedarme aquí.”

Luz: “Te entiendo, Eda. Aquelarre malo, individualismo bueno. Pero aún estoy descubriendo este mundo, así que entraré allí y tomaré mis propias decisiones, ¿okey?”

Luz entra a la exhibición del Aquelarre del Emperador. Eda se queda quieta a esperar a Luz y Jubilee, solo para que una conversación capte su atención.

Visitante #1: –hablando con un guardia— “Acabo de verla. Allí está.” –apuntando a Eda— “Creo que es ella.”

Eda: “Oh-oh” –entra corriendo a la exhibición— “¡Luz, espera!”

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Al entrar en la exhibición, Jubilee, Willow y Gus llegan a una especie de auditorio y se sientan en los primeros asientos que encuentran disponibles.

Jubilee: “Muy bien. Veamos de que se trata este aquelarre.”

Todas las luces en el auditorio se apagan, salvo por una que está iluminando un pequeño escenario a un costado de la arena. Una nube de humo verde aparece en aquel escenario, y al disiparse, aparece el presentador con un micrófono en la mano, y ese presentador no es nada menos que...

Stan Lee: “Hola, hola, Huesosburgo. Estoy seguro que muchos de ustedes se preguntan... ¿Cuál es la cumbre de un logro mágico?”

Estudiante #1: “¿Es esta?”

Un estudiante del público hace un hechizo que agranda su cabeza hasta el triple de su tamaño original, solo para perder el equilibrio y aplastar a otro estudiante sentado cerca de él.

Stan Lee: “Oh vaya. Espero que tu director no haya visto eso. ¡Pero no! El mayor logro mágico es ser seleccionado para unirse a la joya de nuestro sistema de aquelarres. ¡El Aquelarre del Emperador!”

Tres exploradores de aquelarre aparecen en la arena del auditorio, a pocos pasos lejos del escenario donde Stan Lee está presentando.

Stan Lee: “El Aquelarre del Emperador tiene acceso a todas las formas de magia. Y cada uno de sus miembros fue seleccionado cuidadosamente para hacer cumplir la voluntad del Emperador Rama-Tut...”

Jubilee: “Lo siento, ¿el emperador QUÉ?”

A Jubilee le pareció raro que el emperador de las Islas Hirvientes se hiciera llamar “Rama-Tut”, principalmente porque ese era el nombre de un antiguo faraón egipcio del cual se tienen pocos registros. Jubilee siente que debe haber alguna especie de conexión.

Stan Lee: “...para así lograr llegar a una nueva era de magia controlada.”

Los tres exploradores de aquelarre usan su magia para crear una ráfaga de fuego, otra de agua y otra de electricidad, las cuales al juntarse en el aire explotan en confeti que se esparce por todo el auditorio.

Jubilee: “No es tan sorprendente. Eda puede hacer eso mismo ella sola.”

Willow: “Sí, pero ellos no son criminales.”

Jubilee: “Willow, te reto a encontrar una diferencia entre una bruja salvaje y un miembro del Aquelarre del Emperador, excluyendo el uniforme y el tatuaje elegante.”

Willow intenta pensar en una respuesta, pero no se le ocurre nada.

Jubilee: “Eso pensé.”

Stan Lee: “Solo los mejores pueden ascender a estos rangos. Algún día ese podría ser uno de ustedes.”

Al decir esto, Stan Lee apunta a una estudiante de la pista de Abominaciones de Hexside, quién se cubre la cara con su capucha del uniforme y una máscara metálica de color plateado.

Estudiante #2: –alegre— “Oh wow.”

Jubilee: –reconociendo la voz de la Estudiante #2— “¿Amity?”

Stan Lee: “Y ahora me corresponde presentarles a la invitada sorpresa de este año. Por favor, denle una gran bienvenida a... ¡Lilith Clawthorne!”

En el aire aparece un cuervo grande hecho de luz celeste, el cual vuela hacia el escenario y crea una ráfaga de luz celeste que cubre toda la arena antes de desaparecer, revelando a Lilith, una mujer alta, con un vestido largo de color gris oscuro, piel pálida como la de Eda, cabello negro y liso que le llega a los hombros, ojos verdes y labios pintados de negro.

Al escuchar el nombre “Lilith Clawthorne” y verla aparecer en persona en el escenario donde Stan Lee estaba, a Jubilee no le quedó la más mínima duda de que ella era la hermana de Eda. Y la misma mujer de quién Luz se encargó en aquella visión que tuvo la otra noche.

Lilith: “Muchas gracias a todos. No fue fácil para mi llegar a la cima. Yo también tuve un comienzo humilde.”

Estudiante #1: “¿Así como yo?”

Lilith: “Ahora tengo el gran honor de hacer cumplir la voluntad del Emperador. ¡Así que sean más! ¡El Aquelarre del Emperador los espera!”

Lilith usa su magia para crear otro cuervo de luz celeste, mucho más grande que el anterior, el cual explota en varios orbes de luz de diferentes tamaños, asombrando a todos menos a Jubilee, quién se le queda viendo entrecerrando los ojos.

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Jubilee se unió de vuelta a Luz y Eda, y juntas salieron del auditorio. Jubilee notó que Eda tenía una expresión molesta en su cara, y si era por haber visto a Lilith en la exhibición del Aquelarre del Emperador, entonces no la culpaba.

Luz: “Eda. ¿Dónde vas?”

Eda: “De regreso a casa. Necesito sacarme la peste de la convención de la piel.”

Luz: “Pero todavía no respondemos el cuestionario para descubrir nuestro aquelarre.”

Luz alza una revista en el aire para mostrársela a Eda, quién le lanza un rayo mágico a la revista, haciéndole un agujero, antes de largarse caminando del lugar. Luz y Jubilee también empiezan a caminar, pero en una dirección distinta a la de Eda.

Luz: –a Jubilee— “Oye, ¿dónde están Willow y Gus?”

Jubilee: “Se quedaron en el auditorio para ver si podían conseguir el autógrafo de alguien del Aquelarre del Emperador.”

Ambas amigas continúan caminando por la convención hasta que tropiezan por accidente con Amity Blight. Luz se le queda viendo con desconfianza. Jubilee se le queda viendo molesta. Pero Amity se queda viendo a Luz y Jubilee con... miedo.

Flashback

Luego del incidente en Hexside, Amity fue trasladada rápidamente a un hospital, o su equivalente de las Islas Hirvientes, para tratar el gran daño que recibió su cara gracias a la bomba de luces que le disparó Jubilee. A causa de este mismo daño, su cara quedó sumamente adolorida y deformada.

Una vez en su cuarto de hospital, Amity tuvo que permanecer allí bastante tiempo mientras varios sanadores la iban atendiendo, examinando e intentando curar los daños que su cara sufrió, pero por alguna razón que ella no entiende, Amity sentía su cara igual que cuando llegó.

Dos días después, había recibido una visita de Odalia Blight, su... eh... progenitora. Odalia es una mujer de piel pálida, cabello verde menta amarrado en un moño y ojos azules. Ella usa una blusa violeta bajo un chaleco blanco con un triple patrón de orbes entrelazados, pantalones azul marino y botas de tacón de color gris.

Odalia: “Aún no puedo creer que hayas dejado que un inferior te dejara la cara así de horrible, Amity Blight. ¡Te crie mejor que eso!”

Un ejemplar de persona (nótese el sarcasmo). Antes de que alguna de las dos pudiera decir algo más, entró en la habitación un sanador, quien era un hombre adulto de pantalones azules y camisa y bata blancas.

Dr. Marrow (el sanador): “Buenas tardes. Soy el Dr. Marrow. Soy el sanador a cargo del caso de Amity Blight.”

Odalia: “¿Entonces usted es quién está a cargo del caso de Amity?”

Dr. Marrow: “Sí, Sra. Blight. Se lo acabo de decir.”

Odalia: “¿Y se puede saber por qué aún no han hecho nada por ella? ¡Mire lo horrenda que está!”

Dr. Marrow: “Sobre eso... Me temo que arreglar su cara no será posible.”

Odalia: “¿No es posible? Bueno, eso puede arreglarse.”

Dr. Marrow: “No me está entendiendo, Sra. Blight. Yo junto a un grupo de sanadores hicimos todo lo que pudimos para sanar, o al menos disminuir, el daño que sufrió su hija, pero no fue posible. Lo que sea que le haya dañado su cara, está rechazando cualquier hechizo que intentamos usar en ella.”

Odalia: “¿¡Es un chiste!? ¿¡Cómo puede ser que ustedes no sepan arreglar esa deformidad!? ¡Ustedes deben ser los sanadores más incompetentes de los que he escuchado!”

Dr. Marrow: “¿Entonces cree usted que podría hacerlo mejor?” –Odalia queda confundida ante esto—

Odalia: “¿Perdón? ¿Qué dijo?”

Dr. Marrow: “Lo que acaba de escuchar. ¿Cree usted que podría tener éxito donde un grupo de sanadores calificados falló?”

Odalia se sorprende ante el atrevimiento del Dr. Marrow, pero no planea dejar que ese sanador se salga con la suya.

Odalia: “Mire, usted es el sanador “calificado” aquí, por lo tanto...”

Dr. Marrow: “Por lo tanto, usted no tiene ningún derecho de criticar mis métodos. Ahora, con su permiso, me retiro. Tengo otros pacientes a los que atender.”

Antes de que Odalia pudiera seguir reclamando, el Dr. Marrow se retira del cuarto, dejándola sola con Amity.

Odalia: “Bueno... si estos sanadores de cuarta no pueden arreglar esa repulsiva cara tuya, entonces no me queda más remedio que solucionar este problema por mi cuenta.”

Fin del Flashback

Lo siguiente que recuerda Amity es a Odalia forzándola a colocarse una máscara de metal caliente, la misma que está usando actualmente, lo cual naturalmente le causó mucho dolor físico. Pero lo que más le afectó fue lo que llevó a esa situación. Es decir, Jubilee disparándole un explosivo a su cara luego de tomar la muy mala decisión de decir que no le importaba si Luz fue casi mutilada por hacerle perder su insignia de “mejor estudiante”.

Amity recuerda muy bien la mirada que le dio Jubilee ese día. Era una combinación entre una mirada de odio y protección. Y ha tenido miedo de enfrentarse a Jubilee desde entonces.

Amity: “¡Con permiso!”

Amity se va corriendo lo más lejos posible de ahí, accidentalmente tropezando con King quien estaba paseando cerca, cayendo junto con todas las cosas que cargaba y aplastando un cupcake que tenía en la mano.

King: “¡NOOOOO! ¡Esa bully aplastó mi cupcake! ¡Este es el peor día de todos!”

Luz: “No seas exagerado, King. Solo es un cupcake.”

King: “¿¿Solo es un cupcake?? ¡Esa era una especial ofrenda de uno de mis tantos admiradores! ¡Pero esta insolencia no se quedará así!”

Jubilee rueda los ojos ante la reacción exagerada de King.

Jubilee: “Mejor vamos a buscar a Eda, ¿sí?”

Luz: “Buena idea.”

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Eda actualmente se encuentra buscando la salida de la Convención, con la intención de irse lo más posible de ese lugar, ya que ver a su hermana en la presentación del Aquelarre del Emperador le trajo malos recuerdos de su pasado.

Lilith: “¿Hermana?”

Lamentablemente, el destino tenía otros planes para ella, de lo cual se dio cuenta al ver a Lilith caminando junto a un grupo de estudiantes en su dirección.

Lilith: “Ha pasado tiempo desde la última vez que te vi. ¿Qué llevas puesto? Parece como si coleccionaras basura. Oh, espera, eso es lo que haces.”

Eda: “Oh, Lily, solo quise venir a ver a la líder del Aquelarre del Emperador en persona.” –a los estudiantes— “Saben, cuando éramos niñas, Lily estaba tan emocionada por ver el Aquelarre del Emperador que se orinó encima.”

Lilith se sonroja de vergüenza al escuchar esto.

Lilith: –a los estudiantes— “Bueno, eso es todo por hoy.” –los estudiantes se retiran mientras ella se voltea molesta hacia Eda— “No deberías estar aquí. Eres una criminal buscada. A menos que...” –se alegra casi al instante— “No puedo creerlo. ¡Estás aquí para unirte al Aquelarre del Emperador.”

Eda empieza a reírse hasta que nota que Lilith vuelve a ponerse seria.

Eda: “¿Espera, lo decías en serio? Déjame reír más fuerte.” –vuelve a reírse—

Lilith: “Crees que no pertenecer a un aquelarre te hace más inteligente que los demás, pero mientras huyes de la ley como una delincuente, yo guío a la próxima generación de estudiantes de todo el mundo.”

Eda: “Bueno, yo ya tengo a dos alumnas. Y estoy segura que cualquiera de ellas podría derrotar a cualquiera de tus remilgadas de sangre azul.”

Lilith: “¿Es un desafío lo que escucho?”

Eda: “No es un desafío, es un hecho.”

Eda y Lilith se miraron entre sí se forma desafiante, al menos hasta que aparecen Luz y Jubilee buscando a la primera.

Luz: “¡Eda! ¡Al fin te encontramos!” –nota la presencia de Lilith—“¿Estamos interrumpiendo algo?”

Eda: “Al contrario. Llegaron justo a tiempo.” –a Lilith— “Mira, Lily, aquí tienes a Luz y Jubilee, mis dos aprendices. Y como dije antes, ellas son más que capaces de vencer a cualquiera de tus estudiantes.”

Jubilee: “Eda, por favor no nos involucres en tus problemas.”

Pero Lilith no estaba poniendo atención. En cambio, se detuvo a ver a Luz, dándose cuenta que tenía los mismos ojos ámbar que Eda, y su pelo blanco significaba que la maldición ya había aparecido en ella. Esto le confirmó a Lilith que Luz era hija de Eda. Lo único que no calzaba era la piel rosa de Luz, pero eso podía explicarse fácilmente como un efecto secundario que la maldición tuvo en Luz por el hecho de que ella era mitad humana.

Por otro lado, el tema de la maldición le hizo recordar a Lilith la promesa que le hizo el Emperador: traer a la Dama Búho para que se una al Aquelarre del Emperador y a cambio él le quitaría la maldición. Lilith está segura de que hará lo mismo por Luz si logra convencerla.

Luz: –notando la mirada extraña de Lilith— “¿Está usted bien, señorita Lilith?”

Lilith: –recomponiéndose— “Estoy bien. Yo y Edalyn nos estábamos poniendo al día.”

Jubilee: –a Eda, burlándose— “¿Espera? ¿Tú nombre es Edalyn?”

Eda: –indiferente— “Sí, muy gracioso.”

Lilith: “Dime, Luz. ¿Qué opinas del Aquelarre del Emperador?”

A Jubilee no le gusta a donde se dirige esa conversación.

Luz: “Bueno... me parece genial todo lo que pueden hacer. Pero no estoy muy convencida sobre el sistema de aquelarres. Jubilee y yo crecimos en el Reino Humano, y no hay algo así allí.”

Jubilee: “Al menos, no todavía.”

Lilith quedó pensativa. Si Luz creció en el Reino Humano, entonces eso explicaría porque recién la está conociendo. Y con esa respuesta, le quedó claro que había sido influenciada por Eda. Ella odiaba tener que hacer algo como esto, pero si Lilith quería poner a su sobrina en el camino correcto y curarla de su maldición, entonces tendría que jugar sucio.

Lilith: “Vamos, Luz. ¿No te gustaría convertirte en la mejor bruja posible? Incluso podrías relacionarte con mi mejor protegida.”

Amity: “¿Señorita Lilith?”

Lilith se dio la vuelta y vio a Amity, a quién había llamado su mejor protegida. Amity se da cuenta inmediatamente que Lilith, su maestra, está discutiendo con Eda, Luz y Jubilee, e inmediatamente le entra el miedo. Por otro lado, Jubilee se da cuenta de que es Amity la protegida de Lilith y solo puede reaccionar de una forma.

Jubilee: “Tiene que ser una broma.”

Eda: “¿Bebé Blight? Pfft. Estoy segura de que Luz podría vencerla en un duelo fácilmente.”

Luz: “Eda, por favor no digas eso.”

Lilith: “Si tienes tanta confianza en tu aprendiz, ¿entonces por qué no averiguamos quién de las dos es más poderosa? Propongo un duelo de brujas entre Luz y Amity.”

Luz y Amity reaccionan con miedo al escuchar esto.

Amity: “Señorita Lilith, no creo que eso sea buena...”

Eda: “¿Un duelo entre Luz y Bebé Blight? Seguro. Tengo tiempo libre y sé que Luz no va a perder.”

Lilith sonríe. Eda acaba de caer en su trampa.

Lilith: “Entonces está decidido. Nuestras alumnas se enfrentarán en el auditorio donde me presentaron antes. Y si Amity gana, tú y tus aprendices se unirán al Aquelarre del Emperador.”

Eda queda sorprendida, y disgustada, por la última parte de la sugerencia.

Eda: “¿Estás loca, Lily? ¿En serio quieres apostar algo así en un duelo entre niños?”

Lilith: “Por supuesto. A menos que no tengas tanta confianza en tu aprendiz como dices.”

Eda: –con el ego herido— “¡Muy bien, acepto la apuesta! ¡Pero cuando Luz gane el duelo...!”

Jubilee: “Cuando Luz gane, tú, Lilith, vas a tener que abandonar el Aquelarre del Emperador, además de nunca poder formar parte de ningún aquelarre por el resto de tus días.”

Luz: “¡¡Jubilee!! ¿¡Qué diablos!?”

Lilith: –sonríe— “Trato hecho.”

Eda y Lilith se toman de las manos mientras que Lilith forma un círculo de hechizos entre ambas manos, sellando el juramento eterno. Una vez hecho esto, ambas hermanas se volvieron a sus respectivas alumnas. Mientras que Lilith no pudo notar la expresión de terror que tenía Amity (por varias razones), Eda sí notó la expresión de terror de Luz.

Jubilee también se siente mal por esta situación, pero por razones distintas a las de Eda.

Lilith: “Nos veremos en el auditorio en una hora, querida hermana. Y cuando el duelo termine, tú y tus aprendices tomarán sus lugares correspondientes en el Aquelarre del Emperador.”

Lilith se retira junto con Amity, confiada en que el duelo de brujas va a resultar a su favor, dejando atrás a Luz, Jubilee y Eda, quienes no quedaron con una reacción positiva ante lo que acaba de ocurrir.

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Luz: “¿¡En qué estaban pensando!?”

Luz, Jubilee y Eda se fueron a un rincón vacío de la convención para discutir sobre el próximo duelo de brujas que tendría Luz contra Amity. Y hablando de Luz, decir que ella no estaba contenta era quedarse corto.

Luz: “¿¡Por qué diablos aceptaron una apuesta como esa!?”

Eda: –arrepentida— “Lo siento, niña, mi hermana sabe como sacarme de quicio. Me enojé tanto que solo quería borrarle esa estúpida mirada arrogante de la cara, y terminé escupiendo palabras sin pensarlo.”

Jubilee: –también arrepentida— “Yo también lo siento, Luz. Sé que no debí haberlo hecho, pero estaba tan desesperada por evitar una visión que tuve con este anillo...” –muestra su anillo— “...que tomé la primera oportunidad que vi.”

Eda levanta una ceja al escuchar eso.

Eda: “¿Visión? ¿Qué clase de visión?”

Jubilee: “Preferiría dar los detalles después. Lo que puedo decir por ahora es que la visión que tuve se centra en la posición que tiene Lilith como líder del Aquelarre del Emperador.”

Luz: “Pero ahora eso ya no importa, porque cuando pierda, todos nos tendremos que ir al Aquelarre del Emperador a la fuerza.” –con un poco de esperanza— “A menos que podamos cancelar el duelo.”

Eda: “No se puede. Lo que Lily y yo hicimos fue un juramento eterno, y los juramentos eternos son imposibles de deshacer.”

Luz: “¡Pero debe haber una forma! ¡Tal vez con algún hechizo!”

Eda: “Si de verdad hay algún hechizo así, entonces no lo conozco.” –Luz se vuelve a desanimar— “Además, algo que noté cuando hicimos el juramento eterno fue que Lily dijo que tendríamos que unirnos al Aquelarre del Emperador, jamás especificó que tendríamos que quedarnos.”

Jubilee: “Y la victoria de Amity tampoco está 100% asegurada.”

Luz: –insegura— “¿Cómo estás segura de eso, Jubilee?”

Jubilee: “Porque te conozco, Luz. Y es por eso que sé que, pese a lo difícil que se ponga una situación, siempre encuentras una forma de salir adelante.”

Luz sonríe al escuchar las palabras de su amiga, ahora sintiéndose con más confianza.

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Lilith llevó a Amity a otra parte del edificio para discutir lo que Amity haría para ganarle a Luz, segura de que el duelo iría a su favor y que Eda finalmente se uniría al Aquelarre del Emperador para que el Emperador curara su maldición. Y esa misma seguridad hizo que Lilith se extrañara de que Amity no estuviera reaccionando de la misma forma.

Lilith: “Amity, ¿estás bien?”

Amity: “¡No!” —paranoica— “¡No puedo creer que usted haya hecho eso! ¡Ese duelo va a arruinar mi futuro! Ahora no podré unirme al Aquelarre del Emperador, mis padres me van a echar de la casa, voy a ir a la cárcel, luego...”

Lilith no podía creer lo que presenciaba. Amity siempre había sido confiada sobre sus habilidades mágicas. ¿Cómo podía creer que perdería contra una bruja con mucho menos entrenamiento que ella?

Lilith: “¡Amity, cálmate! Tu victoria es segura, por eso hice esa apuesta.”

Amity: “¿La victoria es segura? ¡Ese es precisamente el problema! Porque si Luz gana, yo voy a quedar en ridículo frente a todos y no podré unirme al Aquelarre del Emperador. Y si yo gano, ¡la amiga de Luz me va a matar!”

Lilith aun está sorprendida por la reacción de Amity, pero tenía que asegurarse que su plan saliera a la perfección. Por lo mismo, ella saca algo de su bolsillo y toma a Amity de la mano.

Lilith: “Amity, tú vas a ganar. Y si lo que te preocupa es el comportamiento de las aprendices de mi hermana, entonces yo me aseguraré de mantenerlas a raya.”

No hace falta decir que eso no calmó a Amity en absoluto.

__________________________________

De vuelta en el auditorio, Luz estaba en la arena, con Jubilee y Eda detrás de ella. En el extremo opuesto de la arena se encontraba Amity, ambas esperando que Lilith, en el escenario, anunciara el inicio del duelo.

Lilith: “¡Queridos ciudadanos! ¡El Aquelarre del Emperador presenta con orgullo una demostración improvisada del tipo de bruja que buscamos cada año! ¡Presentando a Amity Blight!”

Amity da unos pasos hacia adelante mientras el público la celebra. Usualmente estaría orgullosa de poder demostrar sus habilidades de esta forma, si no fuera porque sabe muy bien a quién, o quiénes, se estaría enfrentando ahora mismo.

Lilith: “¡Y su oponente el día de hoy! ¡Una joven bruja entrenada por la notoria bruja salvaje conocida como la Dama Búho! ¡Presentando a Luz Clawthorne!”

Luz se confunde al escuchar como Lilith la acaba de presentar.

Luz: “¡Noceda! ¡Mi nombre es Luz Noceda!”

Lilith: –mentalmente, confundida— “¿Noceda? ¿No Whispers o Clawthorne?” —en voz alta— “No importa. ¡Ambas brujas, den un paso adelante!”

Tanto Luz como Amity caminan hasta el centro de la arena. Amity está muy nerviosa por tener que enfrentarse a Luz, mientras que Luz solo espera el inicio del duelo.

Amity: “Lo siento, Luz. Tengo que hacer esto. Mi futuro depende de ello.”

Luz: “Veo que eso es todo lo que te importa, Amity.”

Esa respuesta dejó a Amity sin palabras, pero antes de poder reaccionar, se escucha un grito de campana.

Lilith: “¡Comiencen!”

Amity: “¡Abominación, aparece!”

Amity dibuja un círculo de hechizos grande, lo que resulta que una abominación de casi tres metros se forme en frente de Luz, cuyo tamaño sorprende a todos los presentes, Amity incluida. Amity intenta no darle importancia a eso y envía su abominación a atacar a Luz.

Amity: “¡Abominación, ataque!”

La abominación empieza a perseguir a Luz alrededor de la arena. En un punto, la abominación lanza su propia cabeza hacia Luz, quién responde transformando uno de sus brazos en su brazo cañón, lo suficientemente rápido como para dispararle a la cabeza y al cuerpo de la abominación, deshaciéndolas por completo.

Amity se sorprende por lo rápido que Luz destruyó la abominación, pero se recompone mientras crea otras tres abominaciones, más pequeñas pero más rápidas, con la desventaja de que a Amity le costaba darle órdenes a más de una abominación.

Cuando las abominaciones finalmente rodearon a Luz, Luz reaccionó transformando su mano libre en una cuchilla para rebanar por completo a una de las abominaciones mientras vaporiza con su brazo cañón a otra abominación. La abominación restante usa ambos brazos para sujetar a Luz con todas sus fuerzas, pero antes de que pudiera hacer algo más, Luz crea un portal a sus pies y lo cierra antes de que la abominación pueda atravesarlo por completo, cortando la abominación por la mitad. Luz procede a patear la mitad de la abominación en dirección a Amity, quién apenas logra esquivarla.

Mientras Luz corre directo hacia ella, Amity crea una abominación de tamaño similar a la primera mientras cubre sus dos manos con sustancia abominable en forma de puños.

Cuando Luz llegó hacia ella, Amity intentó golpearla varias veces, solo para que Luz esquivara todos sus golpes, siendo la abominación que creó lo único que evitó que Luz la atacara. Amity se aprovechó de esto y le ordenó que lanzara a Luz lejos de ella. Y así pasó, pero como estaban demasiado cerca de una de las paredes de la arena, Luz se golpeó en la nuca, cayendo inconsciente.

Amity se tomó el tiempo para respirar hondo y calmarse. Tal vez no lo admitiría nunca en voz alta, pero Luz fue una oponente muy dura de vencer. Pero todavía faltaba que Lilith anunciara el fin del duelo.

Lilith: “¡Queridos ciudadanos! ¡Me complace anunciar que la ganadora del enfrentamiento del día de hoy es Amity...!”

Luz: –voz robótica— “AMENAZA MUTANTE IDENTIFICADA”

Jubilee: –horrorizada— “Oh, no.”

Luz se levantó rápidamente de su lugar, con sus ojos completamente de color magenta y lista para continuar con la pelea, contrario a Amity, a quién apenas le quedaban fuerzas para luchar.

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Mientras el duelo de brujas continua, Jubilee se prepara para ir a detener este enfrentamiento, sólo para ser detenida por Eda.

Eda: “¿¿Estás loca, niña?? ¿¿A dónde crees que vas??”

Jubilee: “Voy a detener el duelo de brujas antes de que se salga de control.”

Eda: “¡De ninguna manera! ¡Podrías morir!”

Jubilee: “¡Luz solo va a detenerse cuando vea a alguien cercano a ella! ¿O acaso tienes tú algún otro plan?”

Eda se quedó callada por unos segundos para pensar en una respuesta, dándole a Jubilee el tiempo suficiente para correr hacia Luz.

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Para mala fortuna de Amity, el duelo de brujas fue reanudado, y con mucho esfuerzo, invoca a otras dos abominaciones para que alejen a Luz de ella.

Pero Luz reacciona de una manera que Amity no se esperaba, y eso que creyó haber visto todo lo que Luz podía hacer. Luz se elevó en el aire con sus pies cohete y vaporiza con su brazo cañón a la primera abominación mientras que vuela hacia la segunda para golpearla con tanta fuerza que la envía directo hacia Amity, derribándola al suelo casi al instante.

Amity no tiene tiempo de reaccionar cuando ve a Luz volando a toda velocidad hacia ella, quién procede a levantarla del cuello. Amity siente que se le va el aire, pero logra reunir el esfuerzo suficiente para decir...

Amity: “B-b-bien. T-tú ganas. Renuncio.”

Luz: –voz robótica— “BUENA ELECCIÓN”

Luz mueve su mano-cuchilla para acabar con Amity, solo para que su brazo sea detenido por Jubilee, quién llegó justo a tiempo para evitar que ella cometiera una barbaridad.

Esto deja confundida a Amity. ¿No se suponía que Jubilee la odiaba? ¿Por qué ahora la está salvando?

Luz: –voz robótica— “ESTÁS EVITANDO QUE ME DESHAGA DE LA AMENAZA MUTANTE”

Jubilee: “No. Estoy evitando que mi mejor amiga cometa un error del cual se va a arrepentir el resto de su vida.”

Escuchar a Jubilee llamarla su mejor amiga hace que Luz salga de su trance y vuelva por completo a la normalidad. Ahí es cuando nota su mano-cuchilla, su brazo cañón, a sí misma agarrando a Amity del cuello, y a toda la gente del público mirándola en silencio.

Luz transforma sus dos brazos de vuelta a la normalidad antes de soltar a Amity.

Luz: “Paso otra vez.” –sale corriendo del auditorio— “¡No no no no no no no no...!”

Amity: –en shock— “¿Qué... qué acaba de pasar?”

Jubilee: “No sabría muy bien cómo explicarlo. Solo puedo decir que Luz no estaba en completo control de sus acciones.”

Lilith: “¿No estaba en control de sus acciones? Bueno, eso significa que la victoria aún le pertenece a Amity...”

Jubilee: –enojada— “¡¿¡ES UNA PUTA BROMA!?!”

Lilith se quedó absolutamente sorprendida por el lenguaje que usó Jubilee contra ella. Las demás personas del público se sorprendieron de igual forma, con los padres tapándole los oídos a sus hijos.

Jubilee: “¡¡LUZ ACABA DE SALIR DE UNA EXPERIENCIA TRAUMATICA EN DONDE CASI MATA A TU APRENDIZ, PERO A TI PARECE IMPORTARTE UNA MIERDA!!”

Lilith: “Admito que la situación fue desafortunada, pero debo recordarte que esto aún es un duelo de brujas, y con un juramento eterno involucrado es importante determinar un ganador.”

Jubilee: “Bueno, si te importa tanto determinar el ganador del duelo, entonces voy a hacer tu sueño realidad, Lily.”

Jubilee procede a sacar un papel muy peculiar que estaba pegado a la palma de Amity y lo muestra a todos los presentes.

Jubilee: “¡Mira! ¡Un glifo de poder del Aquelarre de Construcción! ¡Hiciste trampa! ¡Eso quiere decir que Luz gana por defecto!”

Antes de que pudiera defenderse o justificarse, Lilith es envuelta en un brillo púrpura mientras siente dolor por todo su cuerpo antes de que ambos desaparezcan luego de unos segundos.

El juramento eterno había tomado efecto.

Amity: “¿Señorita Lilith? ¿Por qué me obligó a hacer trampa?”

Lilith: “Amity... Tú no conoces a mi hermana. Ella...”

Amity: “Y yo pensando que la conocía. Pero después de todo lo que presencié hoy, ya no estoy tan segura.”

Lilith: “¡No! ¡Esto es diferente! ¡Edalyn está dispuesta a usar cualquier mala práctica para salir victoriosa!”

Jubilee: “Pero tú fuiste quién hizo trampa en esta situación, no nosotras.”

Lilith: “Amity. Por favor, tienes que entender que...”

Amity: “¡No! ¡No quiero escuchar más excusas! ¡El daño ya está hecho!” –se va corriendo—

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Amity corrió por varias partes de la Convención hasta que encuentra a Luz sentada llorando en una esquina solitaria.

Amity: “Luz.”

Luz: “Déjame en paz, Amity.”

Amity: “Por favor, sólo quiero hablar.”

Luz: “¿Quieres hablar?” –mira a Amity— “¿Tú... quieres hablar? ¿¡Sobre qué!? ¿¡Sobre cómo nos acosabas a mí y mis amigos sin provocación!? ¿¡Sobre como intentaste mutilarme viva!? ¿¡O sobre cómo me dejaste en vergüenza en frente de todo Huesosburgo!? ¿¡DE QUÉ DIABLOS TENDRÍAMOS QUE HABLAR!?”

Amity había retrocedido unos pasos atrás por como Luz le estaba hablando, como si estuviera liberando una especie de rabia reprimida.

Luz: “¡¡Yo nunca te hice nada!! ¡¡Sin embargo, eso nunca te detuvo de odiarme solo por ser diferente a ti!!”

Amity: “¡Yo no te odio!”

Luz: –incrédula— “¿No? Entonces explica por qué, por el amor a Mirabel, estabas actuando como una maldita abusiva.”

Amity se quedó en silencio por unos segundos. Eso no era algo de lo que hablaría con alguien, pero algo le decía que Luz merecía saber la verdad.

Amity: “Bueno...”

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Mientras Luz y Amity estaban hablando en otra parte de la convención, todos en el auditorio reaccionaron de distinta forma. Algunos se sorprendieron que el Aquelarre del Emperador tuviera que recurrir a hacer trampa para conseguir una victoria. Otros empezaron a perderle fe al Aquelarre del Emperador.

Eda, por otro lado, no podía evitar encontrar gracioso el hecho de que Lilith, su propia hermana, la misma mujer quién predicaba sobre hacer lo “correcto”, haya hecho trampa.

Y estaba bailando.

Lilith: –a Eda— “Detente. Haces el ridículo.”

Eda: “¡Hiciste trampa! ¿Hey, dónde está el aquelarre de rimas? ¿Qué rima con trampa?”

Lilith: “¡Deja de actuar como una niña!”

Eda: “Fuiste derrotada. No estés enojada. Cambia tu cara de amargada.”

Lilith: “¡Haz una rima más! ¡Te desafío!”

Eda: “Descuida, ya terminé... ¡Porque mi rima está encantada!”

Lilith: “¡BASTA! ¡Edalyn! ¿¡Qué no ves que estoy haciendo todo esto para poder liberarte de la maldición!?”

Jubilee: “Una maldición que tú misma le pusiste.”

Eda deja de celebrar en ese mismo momento.

Eda: –seria— “¿Qué?”

Lilith: –a Jubilee— “¡Tú no te metas! ¡Esto no es asunto tuyo!”

Jubilee: “Dices que no es asunto mío, pero nos involucraste a todos en esto. ¿En serio, cuál es el problema contigo?”

Lilith: “¡No hay ningún problema conmigo! ¡Sólo quiero que Edalyn vuelva con su verdadera familia!”

Eda: “La familia no se pone maldiciones sin motivo.”

Lilith se da la vuelta y ve a Eda, quién le da un golpe tan fuerte que la derriba al suelo antes de poder hablar.

Eda: “¡Eso fue por ponerme la maldición!” –se agacha y le da otro golpe a Lilith— “¡Y eso fue por esconderlo por 30 años!” –otro golpe— “¡Y eso fue por querer obligarme a unirme a tu anterior aquelarre! –otro golpe— “¡Y eso fue por querer obligar a Luz y Jubilee a lo mismo!”

Eda se levanta del suelo y camina hacia Jubilee, mientras que Lilith se queda en el suelo, muy avergonzada como para querer hablar con Eda.

Eda: –a Jubilee— “Vámonos de aquí, niña. Me urge regresar a casa lo antes posible.”

Jubilee: “Sí, ya era tiempo.”

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Amity: “...y ahí fue cuando mi madre me obligó a cortar toda relación con Willow, de lo contrario se aseguraría de que ella nunca pudiera entrar a Hexside.”

Amity terminó de contarle su historia a Luz con lagrimas en sus ojos mientras Luz le ponía atención a lo que decía.

Luz: “Wow. Jamás pensé que lo tuvieras así de mal.”

Amity: –insegura— “P-pero estoy segura que lo hizo por mi propio bien.”

Luz: “Pfft. Ya escuché eso antes.”

Amity: “¿A qué te refieres?”

Luz: “Cuando los padres de Jubilee se enteraron de que yo era su amiga, ellos intentaron obligarla a terminar su amistad conmigo, pero cuando Jubilee se rehusó, sus padres empezaron a regañarla seguido. Y no solo son ellos. Hay muchas personas en el Reino Humano iguales o peores. Personas que odian lo que no pueden controlar. ¿Te suena familiar?”

Esa descripción se oyó demasiado similar a como se comporta Odalia, lo cual hace que Amity se de cuenta de que clase de persona su “madre” realmente es.

Tanto Luz como Amity se quedaron en silencio por unos segundos antes de que Amity rompa el silencio.

Amity: “Yo... tengo mucho en lo que pensar.” –se levanta para irse—

Luz: “Aun tienes que disculparte con Willow.”

Amity: “Eso no va a ser fácil, Luz.”

Luz: “Nada que valga la pena es fácil.”

Amity le sonríe a Luz antes de irse caminando del lugar. Por coincidencia, King llega justo después.

King: “¡Luz! ¡Ustedes me abandonaron!”

Luz: “Sí. Perdón, pero tuvimos que resolver un problema grande. ¿Deberíamos ir a por más ofrendas?”

King: “No. Esas cosas me sobrecargaron. Pero tengo algo para ti, Luz. Y es mejor, porque es gratis, viene de mi corazón y es más de lo que necesito.”

Luz: “¿Amor?”

King: “¿Qué? ¡Claro que no!” –le muestra una bolsa de tela a Luz— “¡Bolsas!”

Luz agarra la bolsa con su mano antes de que King entre en ella.

King: “Y tienen muchos usos. ¡Adiós, carro de feria! ¡Adiós!”

Luz acaricia la cabeza de King antes de que Jubilee y Eda lleguen.

Eda: “Veo que la están pasando bien. ¿Les importa si nos vamos de aquí?”

Luz: “Buena idea. Ya estuvimos mucho tiempo aquí.” –a Jubilee— “Por cierto, Jubes, aún no nos dijiste en que consiste esa visión que mencionaste.”

Jubilee respira hondo antes de revelar la visión que tuvo la otra noche.

Visión que tuvo Jubilee el capítulo anterior

Lilith está frente a la entrada del castillo del Emperador, caminando impaciente en círculos mientras espera la llegada de Eda.

Lilith: “Vamos, Edalyn. Estás llegando tarde cuando más te necesito.”

En ese mismo momento, un destello de luz amarilla apareció de improviso, anunciando la llegada de una furiosa Eda, flotando con bastón en mano y mirando directamente a Lilith.

Lilith: “¡Hermana! ¡Veo que recibiste mi invitación al duelo de brujas!”

En vez de dignarse a responder con palabras, Eda procedió a dispararle varios rayos de energía mágica a Lilith, quién reaccionó creando un escudo para protegerse. Eda voló lo más rápido posible alrededor de Lilith, mientras que Lilith toma su propio bastón y empieza a dispararle bolas de fuego mágicas.

Eda: –esquivando las bolas de fuego— “¿¡Dónde está Luz!?”

Lilith: “Tranquila. Tu hija está a salvo.”

Eda se detiene al escuchar eso. Lilith golpea el suelo con su bastón, haciendo que una burbuja mágica que contiene a Luz aparezca cerca de ella.

Luz: “¡Eda!”

Lilith: “Luz puede regresar contigo, siempre que aceptes mis demandas. Entrégate y únete al Aquelarre del Emperador. Él puede curar tu maldición.”

Eda: “¡No creas lo que el idiota de Rama-Tut dice! ¡Él no quiere curarme, quiere controlarme!”

Lilith: “¡Entonces te entregaré a la fuerza!” –empieza a girar su bastón—

Eda: “¡Siempre me has mirado en menos sólo por ser salvaje, pero afortunadamente eso me ha hecho trabajar más duro que tú!”

Eda golpea su bastón mágico en el suelo, creando un gran búho de luz detrás de ella mientras taclea a Lilith en el aire. Lilith logra aterrizar mientras que Eda aparece detrás de ella, desapareciendo antes de que su hermana la pueda golpear con su bastón. Lilith reaparece detrás de Eda, quién se mueve hacia atrás de ella para patearla e ir a por ella.

Mientras tanto, Luz observa desde su burbuja a Eda y Lilith moverse a toda velocidad por el cielo, en forma de luces amarillas y azules chocando unas contra otras. Poco después, Lilith le dispara un rayo de luz a la burbuja, haciendo que esta ruede hacia el borde derecho del puente que da a la puerta del castillo.

Luz: “¡No!”

Eda: “¡Luz!”

Eda usa los bordes del puente para mover la burbuja en la que está Luz de vuelta a su posición original antes de que Lilith cayera entre medio de ellas. Eda gira su bastón para invocar a tres golems Hooty que atrapan a Lilith.

Eda gira su bastón para crear un gran rayo de energía mágica a Lilith, solo para que esta use su magia para poner a Luz entre ella y el rayo, forzando a Eda a disparar lejos de Luz y Lilith.

Eda: “¡Maldita cobarde! ¡Deja de esconderte detrás de Luz!”

Lilith: “Es triste verte así de lenta, hermana. Dime, ¿acaso es la maldición?”

Eda gruñe ante el comentario insensible de Lilith mientras la gema color ámbar en su vestido se va oscureciendo cada vez más, algo que Eda no nota pero Luz sí.

Luz: “¡Eda, no! ¡Tu magia se está acabando!”

Eda: –ignorando a Luz— “Tal vez lo sea, ¿pero que dice eso de ti, que no puedes vencerme en mi peor momento?”

Eda usa su magia para invocar un gran círculo de hechizos que crea esferas explosivas que van en dirección a Lilith, quién hace a Luz a un lado para luego protegerse invocando un escudo mágico alrededor de ella.

Una vez lejos de Eda y Lilith, Luz busca cualquier cosa que le pudiera ayudar a romper la burbuja en la que estaba encerrada. Para su suerte, encuentra justo cerca una roca afilada, y empieza a mover su burbuja hacia aquella roca.

Lilith: “¡Tal vez seas más fuerte que yo, pero eso me hizo trabajar de forma más inteligente! ¡Y me volví más habilidosa y astuta!”

Eda: “¡El perro faldero de un tirano!”

Mientras Eda y Lilith siguen peleando, Luz finalmente logra liberarse de su burbuja.

Lilith: “¡Siempre te creíste mejor que yo, que jamás podría vencerte!”

Eda: “¡Porque es la verdad!”

Lilith: “¿¡Entonces por qué fuiste tan fácil de maldecir!?”

Todos los presentes se quedaron en silencio al escuchar lo que acaba de decir Lilith, quién tenía intenciones de romper el silencio para poder explicarse.

Luz: “¡¿¡QUÉEEEEEEEE!?!”

Lamentablemente, Luz no le daría oportunidad de hacer algo así.

Luz, con un disparo de su brazo cañón, inmediatamente destruye la sección del puente en donde se encuentra Lilith, antes de volar a toda velocidad hacia ella para tomarla del cuello y elevarla alto en el cielo. A Lilith le cuesta mantener el aire en su situación actual, pero de todas maneras logra decir algo.

Lilith: “Po-por favor. Aún pu-puedo c-curar a Edalyn.”

Luz: “Lo que vas a hacer es pagar por tus crímenes.”

Eda: “¡Luz! ¡NO!”

Lilith intenta realizar un hechizo para defenderse de Luz, pero no fue lo suficientemente rápida para evitar que Luz transforme su mano libre en una cuchilla...

...y le corte la cabeza.

Fin de la visión

Luz, Jubilee, Eda y King llegaron caminando a la Casa Búho, con Jubilee contando todo lo que vio en su visión del futuro mientras que los demás iban poniendo atención a lo que ella decía.

Eda: “¿Y estás segura que viste todo eso?”

Jubilee: “Segura. Incluso me sorprendió que la visión fuera tan exacta.”

Eda: “Vaya. No sé que decir.” –a Luz— “Luz, ¿tú qué opinas?”

Pero Luz no responde. En cambio, se queda callada, pensando en lo que Jubilee les contó.

Jubilee: “¿Luz, te pasa algo?”

Luz: “Estaba pensando en la acción horrible que cometí en esa visión que describiste.”

Jubilee: –intentando calmar a Luz— “Tranquila, eso ya no va a pasar.”

Luz: “Tal vez, pero...” –a Eda— “Eda, ¿tú crees que pueda llegar a ser una verdadera bruja?”

Eda: “¿Qué? ¿Y quién es una verdadera bruja? ¿Esos tontos? Según ellos, eso significa unirse a un aquelarre. Yo nunca me uní a uno y soy mejor que todos ellos. Tú debes ser tu propia bruja.”

Luz: “Mi propia bruja...” –sonríe—