Work Text:
Protagonistas:
Las palabras en negro significa que están hablando en ruso.
Steve Rogers Como | Taskmaster
| ❝ Aún si me esfuerzo por sacarte de mi cabeza, siempre sigues ahí y te niegas a desaparecer. Eres una presencia persistente en mi cabeza, Natalia. ❞
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Natasha Romanoff como | Black widow
🕷|❝ Sé muy bien quién eres, Taskmaster. Nunca había pasado por mi cabeza que eras realmente él, el famoso hombre que salvó millones de vidas y que arriesgó la suya para salvar a su mejor amigo. Tu nombre es Steve Rogers, ¿recuerdas? Tengo a un amigo anciano que estaría bastante feliz de verte nuevamente.❞
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|Taskmaster (Steve Rogers)|
❝ Te recuerdo que puedo copiar todas las formas de pelea de tus amigos y de muchos más, Natalia. ❞
Rusia: Base De Red Room. . .
Un asesino a sangre fría nunca tiende a flaquear cuando el momento de arrebatarle la vida a un objetivo, ¿correcto? Era lo más lógico. No es la primera vez que tiene que asesinar a una persona y no será la última tampoco. Para eso fue creado y entrenado, para crear a un asesino perfecto de sangre fría. En sus hombros carga el peso de muchas misiones y los que lo crearon no aceptan el fracaso. El fracaso es visto como la peor deshonra para un hijo de la madre Rusia. El fracaso se caracteriza en Red Room, como una mancha en la organización y como tal era sabido que si cometes un error, serás castigado de una manera equivalente a tu fracaso.
El fracaso se paga: con dolor y tortura. Él tiene ciertos conocimientos del sufrimiento y su cuerpo tiene pruebas de ello. Cada vez que fracaso y decepcionó a sus líderes, fue sometido a un castigo dónde estaba asegurado el dolor y él tiene que soportarlo. Madame. B le había mencionado que un hombre como él no debería demostrar dolor y que si veía una diminuta muestra de debilidad en su rostro, el sufrimiento iba a ser mucho más grave y doloroso. Tuvo que aprenderlo de la manera difícil y dolorosa, por muy sombrío que suene eso.
Éso lo volvió una persona que soporta heridas como: heridas de bala, apuñaladas, heridas de golpes, caídas de gran altura y inmune a las torturas. Gracias a la Red Room se fue acostumbrando a cargar con heridas severas en las misiones y a palabras de Dreykov eso iba a mejorar su rendimiento en las misiones que les fueran impuestas. Misiones con 0,01% con probabilidad de supervivencia y 99,98% de terminar muerto. Misiones que lo llevaron a diferentes países y lugares en Europa y América Latina, implantando el caos y la muerte de muchas personas que fueron catalogadas como una amenaza potencial para la KGB.
En sus hombros carga un gran número rojo, ¿cuántas personas a asesinado en todos estos años que lleva en la KGB? Si alguien le hiciera esa pregunta, él no sabría decirle un número exacto y dejó de llevar la cuenta. Cuando ese número llegó a 25 mil personas que asesinó, y si era honesto consigo mismo varias de ésas víctimas eran daños colaterales. Cuando había que asesinar a un político, esté mismo iba en un transporte dónde viajaban cientos y cientos de personas, creyendo tontamente que eso iba a evitar que sus vidas fueran arrebatadas por mi mano.
Usando comúnmente bombas y no porqué sea fanático de los explosivos. Dreykov y Madame. B le ordenaron a actuar de esa forma, para encubrir sus huellas y que la culpa recaega en alguien exterior a la organización. Esos mismos crímenes que él fue cometiendo fueron vistos como actos terroristas por diferentes medios y en diferentes países. No tiene caso que ellos buscaran pistas sobre el culpable, siempre los llevaba a un callejón sin salida o hombres que fueron inculpados por implantar pruebas falsas sobre ellos. Vidas de incontables inocentes fueron perjudicadas y todo por el hecho de ser utilizados como chivos expiatorios.
Él es consciente que en el momento en que llegué a las puertas de la muerte, él tiene un lugar asegurado en el infierno y en ese lugar va a pagar las vidas que arrebató y arruinó por completo. Inhala y exhala profundamente, sacudiendo esos pensamientos de su cabeza. No era el momento adecuado para que su función en la Red Room se viera comprometida por unos absurdos momentos de vulnerabilidad y arrepentimientos por sus acciones. Un pensamiento absurdo y más cuando era la mejor arma de Dreykov y Madame. B.
❝ Un arma como tú, no tiene permitido tener fallas y mucho menos cuando tu único trabajo es obedecer órdenes, Taskmaster. En la KGB y Red Room, no hay cabida para los errores, ¿entiendes eso, Taskmaster? No necesito un arma inútil, te necesito como un monstruo y asesino de sangre fría. ❞ - Ésas palabras inundaron sus pensamientos y un sentimiento extraño fue surgiendo lentamente, su sangre hirviendo lentamente y sus labios ahogando un inusual gruñido ronco que ansiaba escapar de su boca al recordar las palabras tan duras y frías que Dreykov le había dicho en aquella ocasión cuando dudo en apretar el gatillo.
Un monstruo. Un arma. Un sucio asesino de sangre fría. Es lo que es. No a hecho nada que demuestre lo contrario, ¿no? Honestamente no recuerda con exactitud la razón por el que terminó siendo un efectivo de alguien como Dreykov y tampoco es un idiota como para hacer preguntas sobre su pasado. Lo único que puede obtener por hacer preguntas sobre su pasado es ir directamente hacia el laboratorio qué se encuentra varios pisos abajo. En ése lugar se encuentra aquella máquina para alterar sus recuerdos y eso pudo verlo con varias viudas.
Lo vio en esa viuda negra de nombre Yelena Belova. Ella es una de las mejores en combate y todo gracias a él, Dreykov le encomendó en pulir las habilidades de combate de esa rubia de ojos azules. Era innegable que era una mujer bastante hermosa y bastante capaz, era bastante eficiente en el campo de batalla y fuera del campo. Ella fue la primera mujer que despertó en él una genuina atracción por el sexo femenino y por esa misma razón fue que ambos se fueron acercándose cada vez más, todo a escondidas de Dreykov y Madame. B.
Su relación tan solo era simple sexo y ya, ninguno de los dos veía necesario crear un vínculo entre ambos tan solo eran dos personas desahogando sus frustraciones con algo de sexo y ya. A sabiendas de que si aspiraban por algo mucho más que sexo, ambos iban a ser reprendidos de una manera cruel y despiadada por las cabecillas de la KGB. Taskmaster por primera vez en su vida quiso mantener a salvo a una persona y realmente lo intentó, pero como siempre cuando el karma está golpeando la puerta eres consciente de que un momento difícil se está acercando.
Vio el miedo en esos ojos tan tormentosos y únicos, Dreykov usó en ella esa sustancia para tener total control sobre Yelena. Aquella muchacha que él tuvo el privilegio de conocer, fue remplazada por una mujer fría y obediente, atrás quedaba esa mujer quisquillosa y berrinchuda que conoció. Un segundo basta para que en su miserable y despreciable vida, se sintiera como la misma mierda. Una semilla de duda y incertidumbre fue plantada sobre él. Inclinó su cabeza de un lado a otro, como si ese simple movimiento fuera suficiente para desaparecer todas sus dudas sobre la KGB y Red Room.
❝ Hmhm. . . ❞ - Inhala y exhala, con el único propósito de persuadir de esos sentimientos de remordimiento y culpa por haber fracasado en una misión tan sencilla como proteger a una persona, ¿hace cuánto de lo de Yelena? 2 o 4 meses si la memoria no le estaba fallando. Tarde o temprano tendrá que lidiar con eso, maldiciendo en sus adentros por todo lo que está pasando ahora con él. ¿Desde cuándo tanta vulnerabilidad? Era un asesino de sangre fría y un arma que tiene incontables muertes sobre sus hombros, ¿por qué demonios tendría que preocuparse por ella?
Eso es tema del pasado, es más importante concluir con éso y abstenerse de la prioridad de su único funcionamiento matar y matar, ése es su único propósito en la vida. No tiene sentido ignorar la realidad, no tiene un lugar al que volver, no tiene una familia u amigos que estén esperando su regreso y lo más importante, no tiene un hogar al cual volver. Hubo una vez que un objetivo le hizo una pregunta un tanto inusual: ¿Cuál es tu lugar en el mundo? En aquella ocasión tuvo unos segundos para procesar la pregunta y la respuesta que recibió su objetivo fue un disparo en la cabeza.
Esa pregunta tan estúpida y irritante estuvo rondando en su cabeza por días y días, llegó hasta el punto donde se volvió realmente irritante. Gritando una gran cantidad de insultos en ruso en su cabeza de lo contrario iba a meterse en serios problemas con Madame. B. Era una broma que un sucio político corrupto fuera capaz de joderlo incluso cuando estaba muerto. Sus pensamientos fueron disipados cuando atrás se oye las compuertas siendo abiertas siendo acompañado por unos pasos acercándose.
No era un total misterio saber quién era. Aún con la máscara y todo el equipo que tiene encima, puede oler ese aroma a cigarro y whisky. Es irónico que el tan proclamado ruso, apeste a una bebida americana y aunque sea descabellado ése llamativo whisky le había dado un sentimiento de familiaridad. ¿Qué raro suena eso, no? Taskmaster se mantiene imperturbable con la presencia de aquel hombre tan despreciable y que en muchas ocasiones soñó romperle el cuello, no sin antes darle un sufrimiento tan grotesco y brutal. Era bastante deprimente para él que solo haya sido un jodido sueño.
❝ Sabes es bueno ver que tu desempeño es tan bueno y gratificante, Taskmaster. Tus habilidades no han hecho nada más que ir mejorando con el tiempo y ahora gracias a eso no tengo que preocuparme por unos tontos, que no ven lo que realmente estoy creando y todo porque no sería bien visto. Puff . ¿Desde cuándo nos importa la opinión de los demás, no? ❞ - Sus pasos se detuvieron y no hizo falta que me girara para saber que se encuentra a mi izquierda, mirando fijamente la pantalla que hace unas horas me encuentro observando fijamente. Una risa divertida proviene de Dreykov.
❝ Hm. . . ❞ - En la pantalla de gran tamaño se reproduce una y otra vez la batalla que se dio en DC. Mostrando diferentes ángulos de combate del Capitán América, James Barnes y black widow, Natasha Romanoff. Ambos luchando contra los agentes de Hydra. Junto a Nick Fury, Sam Wilson y María hill. No fue tan difícil aprender su modo de combate y actualmente tiene las habilidades suficientes para derrotar a cada uno de ellos. Su atención pasó de esté tipo llamado Sam Wilson y se centra únicamente en ella, esa mujer de cabello rojo y ojos verdes tan fieros.
No era un misterio su persona. Natalia Belova Romanova, antigua miembro de la KGB y entrenada en Red Room. Proclamada por el mismo Dreykov y Madame B, como una de las mejores black widow creadas. Era considerada una prodigiosa y sus habilidades eran más que pruebas suficientes de ello. Era bastante irónico que esa mujer que ambos tanto adulaban fue la responsable de arruinar por completo los planes de Dreykov y así mismo destruir gran parte de la organización con ayuda de sus nuevos aliados, Clint Barton un sujeto más en la lista de habilidades que copió de manera sencilla.
❝ Ja. Es una pena que Hydra haya sido acabada por esos pequeños desgraciados. Ah. En fin. No me sorprende en absoluto que mi pequeña Natalia haya logrado tener todo bajo control. Hmhm. Oh, como olvidarme del chico dorado de América y el tuerto de Fury. Debo admitir que ambos se han lucido bastante y tan solo puedo reírme de Piers. Y dime qué opinas, Taskmaster. ❞ - Su voz sonaba tan divertida y al mismo tiempo fue volviendo a su tono frío y despiadado que él tanto conoce. ¿Qué opina él de todo lo que sucedió en DC? Pensó en una respuesta simple y cortante.
❝ No estuvo tan mal. ❞ - Fue una respuesta simple y no exageradamente larga. Lo ve bastante innecesario agregar palabras de más a la conversación cuando realmente no se encuentra interesado en hablar con Dreykov. Su voz sonó algo distorsionada y todo gracias a la máscara espacial que usaba para cubrir por completo su rostro. Las pocas veces que no la tiene que utilizar es cuando tiene que seducir a un objetivo femenino y si tuviera que creer en las palabras de ésas mismas mujeres, era un hombre bastante atractivo para sus ojos. Con un buen trasero sino recuerdo mal.
❝ Es una buena manera de verlo. No obstante gracias a las filtraciones de Shields tengo la certeza de que Natalia buscará hacer nuevas identidades y puedes estar seguro que se separará de su equipo. Será una oportunidad única para nosotros, Taskmaster. Es hora de tener una reunión con la pequeña Natalia y para eso necesito que la traigas aquí. El fracaso es imperdonable y sabes lo que te puede suceder si fallas, Taskmaster. ❞ - No se molestó en ocultar su amenaza y para su decepción, no tuvo la reacción esperada. No me asusta la idea de ser torturado por días, en este punto de mi patética existencia el dolor me es indiferente cuando a daño físico se refiere u psicológico.
Fui entrenado para soportar las peores torturas que existen en la actualidad y ninguna de ellas era lo suficientemente eficaz como para obtener una reacción de mi parte. Observa con renovado interés a su próximo objetivo y luego vuelve a centrarse en el capitán América. El tan proclamado súper soldado. James Barnes. Un chico de Brooklyn. Brooklyn. Ése llamativo nombre hace que sienta cierta familiaridad, pero al mismo tiempo suena ridículo, nunca ha estado en ese lugar conocido como Brooklyn.
❝ Soy bastante consciente de ello. En la organización no se tolera el fracaso y las consecuencias de fallar una misión se le dará un castigo ejemplar. Lo sé muy bien, señor. Madame B, fue bastante clara en que el fracaso no es una opción y los castigos fueron más que suficientes para hacer notar su punto. ❞ - Su cuerpo lleno de cicatrices es prueba suficiente de que tuvo que aprenderlo en circunstancias desagradables y tiene bastante claro el punto. Dreykov tararea con cierto grado de aburrimiento y para mi irritación se acerca lo suficiente para palmear mi espalda de manera brusca.
❝ Es bueno oírlo, Taskmaster. Tienes una gran racha de misiones cumplidas y espero que tu desempeño no flaqueé cuando tengas que ir por ella, sería realmente una pena que tu historial de éxito sea ensuciado por no ser lo suficiente capaz como para traerla a ella. Bien. Te dejaré hacer lo tuyo y luego vuelve a tu habitación, duerme un poco te necesito al 100% para esta misión en especial. ❞ - Palmea una última vez mi espalda y procede a abandonar el lugar.
Dejándome tal y como estaba antes de su interrupción, solo y centrado en aprender cualquier habilidad de combate que pudiera utilizar para su propio beneficio.
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|Black widow|
❝ En la vida he tenido que aprender a sobrevivir a una edad muy temprana, mientras otras niñas jugaban a las muñecas, yo había aprendido a manejar un arma. ❞
México. . .
❝ Sabes muy bien que no es necesario que te vayas, Natasha. Dime, ¿que necesidad hay que tú tengas que irte justo ahora? Después de todo lo que tuvimos que pasar en DC. No tienes porqué hacerlo, Natasha. Ninguno de nosotros va a juzgar tu pasado. ❞ - La voz de James sonaba tan suave y estaba realmente tentada a decirle que iba a quedarse.
Pero no era una sorpresa que al final me largara de DC, estaba bastante segura que estaba haciendo lo correcto al irme y evitar que las personas que dañe en el pasado, puedan herir de alguna manera a sus amigos y a James. Una parte de ella también estaba buscando una manera de alejarse de aquel hombre de cabello castaño y ojos celestes, una persona como ella no tiene el privilegio de estar con un hombre como él. Teniendo cientos de números rojos sobre sus hombros. Sus manos están manchadas de sangre y él, el chico dorado de América era demasiado bueno para mí.
Ella teme que si pone sus manos sobre él. Iba a mancharlo con sangre y alguien tan jodida como ella no necesita eso sobre su conciencia. Ya suficiente tiene en su plato como para lidiar con los sentimientos que está albergando en lo más profundo de su alma. Su mirada recae sobre el vaso de vidrio que tiene a mano con un líquido transparente y no era de extrañar que estuviera bebiendo un buen trago de vodka. Algo lo suficiente fuerte como para hacerle olvidar la mierda que lleva encima constantemente y solo talvez sea efectivo para olvidarlo a él.
Sonaba patético cuando lo pensaba. Dirige su mano izquierda al bolsillo izquierdo de su campera negra para extraer su teléfono celular y tan pronto como lo tuvo a mano lo enciende, con un simple desliz de su dedo en el táctil logra desbloquear el celular y observa con curiosidad los mensajes que a estado recibiendo los últimos días. No fue una sorpresa encontrar mensajes de Clint, James, Nick, Tony y incluso de Bruce. Era bastante difícil contener una diminuta sonrisa en sus labios al leer el mensaje de Barton. Y luego hojeó los mensajes de los demás.
James Barnes
{ Si que te tomas tu tiempo para responder, ¿eh? Le pregunté a Clint si tenía idea de dónde podías estar y me dijo que no tenía la menor idea.}
Reprimió una risa al leer el mensaje de Barnes. Negó con la cabeza y procede a escribir un mensaje de texto, para que el anciano supiera que ella estaba en perfectas condiciones y que no era necesario que se preocupara por ella. Tomo un sorbo de vodka antes de pensar en un mensaje adecuado para el anciano de cabello castaño y años 40, un anciano que se maneja bastante bien con la tecnología.
{ Lo siento mucho, anciano. Veo que ahora lograste mandar un mensaje de texto sin borrar el contenido de tu celular, es todo un logro tratándose de un anciano de los años 40. No te sorprendas. No suelo decirle por dónde me muevo a Barton. }
Vuelvo a centrarme en mi bebida. Esperando con paciencia la respuesta del anciano. Lo que le había escrito no era del todo una mentira, cuando suelo moverme por Europa u América Latina por temas bastantes delicados no suelo informar mucho de mis movimientos a Clint, teniendo en cuenta las personas que me buscan.
{ Muy graciosa, Romanoff. En aquel entonces no tenía mucho conocimiento sobre la tecnología de la actualidad, no puedes echarme la culpa por no tener un conocimiento profundo de la tecnología. ¿Estás bien? No estaba seguro que me respondieras. Es bueno ver que me equivoque.}
{No te preocupes tanto, anciano. Estoy bastante bien. Deja de preocuparte y aprovecha tu momento de paz, ve a tener una cita con Carter. Te urge tener novia, Barnes. }
Le pedí otro trago al encargado de servir las bebidas y mi vaso no tardó en ser llenado nuevamente, vuelvo a beber distrayendo su concentración en otro lado esperando pacientemente el mensaje de James Barnes. No obstante mi mirada se posó sobre un hombre que no había notado cuando ingresé al bar por estar totalmente absorta en mis pensamientos.
Era un hombre bastante atractivo y más cuando tiene esa barba, que lo hace lucir malditamente sexy. Su cabello era castaño con varios mechones rubios una abundante barba en su atractivo rostro, ojos azules bastante devastadores y de tez algo bronceada. ¿Como carajos no lo había notado antes?, joder. Viste unos jeans negros que se le ajustan bastante bien, una camisa color blanco y encima de eso una chaqueta de cuero de color negro. Si era honesta conmigo misma, era lo suficiente atractivo como para que quisiera llevarlo a mi apartamento y que me de una buena follada.
Guardé mi celular en mi bolsillo y él, se fue acercando para tomar asiento a mi derecha. Dejándome apreciar mucho mejor sus facciones y tuvo que morderse el labio inferior para contener un poco sus enormes ganas, sobre aquel hombre.
❝ Dame el mejor vodka que tengas. ❞ - Su voz era bastante profunda y los vellos de mi nuca se erizan por completo, dejando de lado lo caliente que suena su voz. Noté cierto acento ruso en su hablar y eso en su momento me pareció un poco raro, ¿cuáles eran las posibilidades de encontrar a un ruso en México?
¿Realmente importa si es ruso? En este punto sería agradable encontrar a un ciudadano de la madre Rusia, apesar de que ella tiene una relación de amor y odio por su país, además talvez el sea el indicado por lo menos está noche hacerle olvidar de aquellos sentimientos por James. Y más cuando Hill le había mencionado que a visto en el apartamento de Barnes a Sharon Carter, aunque le doliera admitirlo, era lo mejor. Carter no tiene un historial tan jodido como ella y Carter era la mujer indicada para el chico dorado de América, no como ella.
Suspiró y alejó esos pensamientos de mi cabeza, optando por tener su atención sobre aquel hombre tan atractivo y de ojos azules tan devastadores que era portador. Natasha tuvo incontables amantes en su vida y si era honesta con ella misma, aquel hombre a su derecha era posiblemente el hombre más atractivo que haya visto.
Tal vez sea la distracción que ella necesita.
Su celular vuelve a vibrar, dando a entender que el anciano ha respondido su mensaje, pero no me moleste en sacar el móvil de mi bolsillo al notar esos azules posados sobre mí. La presión que ejerce esos ojos tan azules y tan profundos, hizo que un agradable escalofrío placentero descendiera sobre mi columna vertebral. No tardé en dedicarle una mirada parecida que la suya y una sonrisa coqueta se dibujó en mis labios al sentir que le estaba gustando bastante lo que estaba viendo. Mi orgullo de mujer está por los aires al llamar la atención de un hombre tan jodidamente caliente como lo es él.
❝ Sabes desde hace unos segundos veo que no puedes apartar tus ojos sobre mí. ¿Acaso ves algo que te guste? ❞ - Me giro en la silla para poder obtener una mejor visión de él y hago uso de mi voz coqueta, esa misma voz que lograba hechizar a cualquier hombre y lograba tenerlo a mis pies. Sí es que le afectó o no mi movimiento, no mostró nada que demuestre que tengo el total dominio de la situación. Mis ojos verdes recorren con lentitud al increíble espécimen que tengo delante y eso tan solo está aumentando mis ganas de llevarlo a mi apartamento.
Una media sonrisa se curvaba en sus labios segundos después.
❝ Vaya. ¿Tan poco discreto fui?, como para que lo hayas notado. Hm. Puede decirce que he visto algo que me gusta y bastante debo admitir, soy Steve. ❞ - me tendió su mano derecha, como muestra de saludo y no pude evitar sonreír levemente divertida. No dude en estrechar mi mano con él para corresponder a su saludo y no pude evitar perderme en sus ojos azules.
Me estremecí al sentir su mano sujetando la mía y sentí una suave caricia perezosa sobre mi mano, haciéndome reaccionar ante mi corto lapso pérdida en las sensaciones.
❝ Un placer conocerte, Steve. Soy Natasha. Digamos que me estuvieras mirando fijamente no ayuda mucho a tu supuesta observación discreta. Aunque tu no eres el único culpable por aquí. Y dime Steve, ¿qué hace un hombre tan atractivo como tú, solo en un bar como esté? ❞ - Antes de llevarlo a la cama era mejor tener una pequeña conversación y luego si jugaba correctamente con sus cartas el sexo estaba asegurado. Sería una pena no llevar a semejante hombre atractivo a la cama y se sentiría bastante decepcionada consigo misma si no lograba tenerlo a Steve.
Una suave risa escapa de sus labios y niega divertido con la cabeza, para ambos retirar nuestras manos del contacto del otro.
❝ Difícilmente puedo discutir con eso. Si. Si hay que señalar culpables, tú no te quedas atrás, Natasha. Ésa debería ser mi línea, ja. Hm. Pero respondiendo a tu pregunta, digamos que no tuve la suerte de encontrar una buena compañía y bueno, aquí me tienes. ¿Y tú, qué hace una mujer tan hermosa sola y sin compañía? ❞ - Su tono simple y infantil, provocando una reacción en mí, joder. Cualquier gesto que haga tan solo lo hace lucir mucho más apuesto.
Algo en mi cabeza me está diciendo que era una mala idea involucrarse con él. Una sensación de misterio y peligro irradiaba de Steve, solo que no tiene la menor idea de porqué tiene esa sensación de que algo está pasando aquí y ella no se da cuenta. Observa atentamente al castaño bebiendo tranquilamente su vaso con vodka totalmente tranquilo y restándole importancia a las alarmas de su interior que grita con fuerza que debe alejarse de él. ¿La razón de ese sentimiento de inquietud? Disipa esos pensamientos tan absurdos y vuelve a centrarse en él, Steve vuelve a pedir otro trago de vodka.
❝ Que mala suerte. Me cuesta bastante que un hombre de tu tipo no haya conseguido una mujer. Yo tampoco he tenido suerte de encontrar a un hombre que cumpliera los estándares para mi gusto. Hmm. Aunque tu puedes ser el indicado para mí. ¿Que opinas sobre salir de aquí, Steve? ❞ - Ve a lo grande o vete a casa. Steve vuelve a posar sus ojos azules sobre mí y por un momento sentí mi pulso alterado. Mierda. ¿Qué mierda está pasando ahora conmigo?, carajo. Mantén la calma, Romanoff. ¿Desde cuándo tan quisquillosa por encontrar un hombre de su tipo?
❝ Oh, que honor cumplir con sus exigencias, Sra. Natasha. Bueno. Si debo ser realmente honesto. Tú eres la única mujer de por aquí que a logrado tener por completo mi atención, Natasha. Y eso es todo un logro. Irnos de aquí, ¿eh? Hmm. No niego que me da cierta curiosidad por ver que tienes en mente, pero ahora mi pregunta es, ¿estás segura de eso? ❞ - Su tono se fue volviendo más bajo y profundo, nuevamente esa sensación de que algo estaba pasando por alto se hizo presente. ¿Era realmente una buena idea llevar a un desconocido a su recién adquirido apartamento, solo por un poco de sexo?
Una pequeña parte de ella deseaba que ese hombre fuera James Barnes. El chico dorado de América. Alguien que ella recientemente siente algo más que una simple atracción sexual, no, iba mucho más allá que un simple acoston. Natasha no está preparada para afrontar ésas emociones tan peligrosas con él. Ella no tiene el derecho para siquiera ir más lejos que una simple amistad y ella iba a estar feliz, si James se consiguiera una mujer que le de aquello que ella no es capaz de darle. Aunque le doliera.
Bajé la mirada a mi vaso con vodka. Viendo mi reflejo en aquel líquido. Pérdida momentáneamente en mis pensamientos, Steve, ese nombre me suena bastante familiar. ¿Dónde he oído ese nombre antes?, claro. Barnes en varias ocasiones hizo mención de su mejor amigo, Steve Rogers y mencionó que por su culpa él no fue capaz de proteger a su mejor amigo. Recuerdo la foto que me mostró de él y esté hombre no luce como aquel chico escuencle que me había mostrado Barnes. Debo admitir que era bastante tierno por su baja estatura y es increíble que alguien que fue subestimado por su condición física fue capaz de salvar millones de vidas inocentes.
Además teniendo en cuenta los años que han transcurrido desde la segunda guerra mundial, es bastante ridículo pensar que el mejor amigo de Barnes sea esté hombre y solo por tener el mismo nombre que él. Si lo pensaba con tranquilidad era bastante absurdo y estúpido, ¿no? Era imposible que estuviera con vida y mucho menos cuando fue el mismo capitán América quien aseguró que vio con sus propios ojos, a su mejor amigo cayendo de una gran altura y era remotamente imposible que un ser humano pudiera sobrevivir a esa caída.
❝ Si que sabes como hacer sentir especial a una mujer, Steve. Hm. Tengo en mente hacer muchas cosas contigo. ¿Acaso no quieres venir a divertirte conmigo?, no me molesta la idea de que no quieras ir a mi apartamento, Steve. No te preocupes estoy bastante segura de llevarte conmigo, créeme se defenderme bastante bien y no me asustan los retos. ¿Y ati? Me tienes miedo, Steve. ❞ - Me levanté de mi asiento para estar frente a él y hice uso de un tono de voz más bajó, acompañado con un toque burlesco al final consiguiendo lo que estaba buscando.
Steve hizo una mueca ante mis palabras, copiando mi acción y elevándose de su asiento. Joder. Era mucho más grande que ella y sentí que mi garganta estaba seca al sentir esa mirada profunda sobre mí. Mi pulso se aceleró. Siento mi cuerpo hirviendo al sentir sus grandes manos posarse sobre mi cintura y pegarme a él, provocando que ella pudiera sentir la dureza de sus músculos y la parte de la anatomía masculina pegada en ella, liberando un suave ronroneo involuntario al sentir la dureza de su polla. No había duda de que ese hombre iba a destruirla por completo y ella iba a gozar cada segundo.
❝ Nunca he dicho eso, Natasha. Dime, ¿quién en su sano juicio rechaza una invitación como ésta? Ami tampoco me asustan los retos. ¿Tenerte miedo ati? No estoy seguro de poder sentir eso contigo, ahora estoy sintiendo algo totalmente opuesto a miedo y creo que tu también, que opinas de irnos ahora mismo, Natasha. ❞ - Sus bragas se encuentran húmedas al oírlo hablar en ruso, y en vez de responder con palabras lo hizo con acciones. Dejando un billete de 100 dólares al dueño del bar y procede a retirarse con Steve.
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30 minutos después. . .
México, Calle San Marcos, edificio de Apartamentos. . .
No pude sacarle las manos encima. Apenas ingresé a mi apartamento con Steve y cuando logró asegurarse de que la puerta estuviera cerrada, Natasha fue empotrada contra la misma puerta. Sacándole un jadeo de sorpresa al sentir los fuertes brazos de su amante en turno elevarla lo suficiente para que ella rodeará su cintura con sus piernas. Actúan en automático. Gimiendo ambos al sentir la deliciosa fricción de sus sexos al rozarse de una forma tan placentera y pecaminosa, teniendo en cuenta que ambos están cubiertos por sus capas de ropa.
Natasha no tuvo oportunidad de recuperar la compostura al sentir los labios del oji-azul sobre los de ella. La pelirroja no dudo en colocar sus brazos detrás del cuello de Steve. Natasha jadeó sonoramente en el beso al sentir el sutil movimiento de las caderas de su amante. Apesar de que él se encuentra con sus jeans negros ajustados, eso no evita que ella pueda sentir la gran polla de Steve y su movimiento lento é tortuoso tan solo está logrando que ella se fuera excitando cada vez más. Era un hombre bastante atractivo y bastante dotado.
Con los brazos detrás del cuello de Steve. Natasha lo atrae hacia ella con la intención de lograr profundizar su beso. El oji-azul no puso mucha resistencia a mi exigencia y con un movimiento atrevido, muerdo con picardía su labio inferior. Logrando que un gemido ronco escapara de la boca de Steve, consiguiendo que los vellitos de mi nuca se erizaran y que mis bragas se humedecieran aún mas si eso era lógicamente posible. Joder. Ése fue el gemido ronco más excitante y delicioso que he oído en mi vida. Steve me reprendió con el mismo trato que yo le había dado.
Sus grandes manos están agarrando con fuerza mi culo, sacándome un gemido ronco y errático. Obligándome a sentir su gran polla dotada frotándose contra mi coño aún cubierto de una manera tan descarada. Que solo me está poniendo más y más caliente. Estaba devorando mi boca, como si fuera su único propósito en la vida y joder, eran los besos acalorados más calientes que había recibido en su vida. Mi mano derecha recorrió su hermoso cabello castaño con mechones rubios, queriendo desordenar su perfecto peinado y dejarlo un auténtico desastre, tal como lo estaba haciendo ahora conmigo.
Me apretó mucho más contra la puerta. Mis pulmones están ardiendo y están pidiendo a gritos que le den un tiempo para recuperar el aliento. Steve no me daba tiempo para tomar un respiro y jadeó en el beso al sentir su lengua queriendo dominar la mía. Dios. Que hombre. ¿Como un hombre de su tipo no consiguió una mujer?, carajo, sí es así de eficiente comiéndome la boca no puedo evitar imaginarlo comiéndose mi coño con esa boca tan habilidosa. Lo único que puede hacer ella es generar gemidos placenteros y disfrutar cada roce de sus jodidos labios, joder.
❝ Mierda. . . Steve. Me siento en total desventaja ahora mismo, joder. Ah, espera un segundo. Oh, carajo. ❞ - Mi respiración era demasiado errática y como pude trató de recuperar el aliento, llenando de oxígeno a mis pulmones. Mis labios están ardiendo y los siento hinchados, como besaba esté hombre. Pegue la parte trasera de mi cabeza a la puerta y Steve, fue dejando un rastro de besos en mi cuello. Sintiendo el delicioso cosquilleo de su exquisita barba, causando un tembloroso suspiro de mis labios y no dudé en mantener su rostro en el hueco de mi cuello para deleitarme con el roce de su barba.
Una parte de mí se encuentra debatiendo en que fue una mala idea haberlo traído conmigo. Pero la parte más primitiva de mí estaba disfrutando enormemente la situación y sé lo hizo saber gimiendo una y otra vez su nombre. Ella se toma su tiempo para oler el aroma tan masculino y embriagador que él era portador. Con picardía ella acerca sus labios a la oreja derecha del oji-azul y de manera provocativa empezó a gemir, con la intención de provocarle. Mordiendo con sensualidad su oreja. Consiguiendo un gemido ronco y áspero de su garganta.
❝ Hueles tan bien, Natasha. Tus gemidos tan solo me ponen mucho más caliente. Me estás volviendo loco, Natasha. Hm. No tienes idea en lo que estás provocando en mí. Natasha. . . ❞ - Dijo mi nombre en un tono bajo y ronco, rasgando con sus dientes los pequeños lunares que tengo en mi cuello. Natasha tan solo pudo suspirar ante tal acción y le dejó vía libre para que Steve explorará libremente su cuello. Natasha con lentitud fue retirando la chaqueta de cuero que Steve portaba y al ver mi intención me ayudó para que sea más fácil la tarea de quitarle esa chaqueta.
Con lentitud me fue apartando de la puerta y avanzó por el pasillo de mi apartamento hasta llegar hasta una silla. Tomando asiento y dejándome a horcajadas sobre él, no dudo en arrebatarle esa estorbosa camisa de color blanco y lo tira en algún punto de su apartamento. Deleitando sus ojos con el increíble cuerpo trabajado de Steve y con lentitud fue recorriendo su fornido torso con sus inquietas manos. Sintió una que otra cicatriz y eso le tomó un segundo por sorpresa, pero decidió ignorarlo. Natasha se encuentra con los ojos azules de Steve, mirándola fijamente y ella igual.
Su cabello era un total desastre y todo por culpa de ella. Al estar a horcajadas sobre la dotada polla de su amante, le dio más libertad para ejecutar un par de movimientos en su cabeza y optó que lo primero que iba a hacer era comerle la boca, tal y como Steve había hecho antes. Natasha siente su celular vibrando y supo que se trataba de una llamada, maldiciendo en sus adentros por interrumpir su momento de diversión con Steve. Natasha toma el celular y observa quién puede ser lo suficiente inoportuno como para interrumpir su momento con Steve.
Romanoff frunció el ceño al leer el nombre de Barnes en la llamada y solo basto bajar la mirada, para que Steve supiese que ella necesitaba responder la llamada. Cuando obtuvo un lento asentimiento de cabeza de su parte procede a responder la llamada y su amante le había impedido bajar de él. Manteniéndome pegada a él. No sin antes quitarme la campera negra y la remera roja, dejándome tan solo con mi brasier color negro, que acuna perfectamente mis redondos y proporcionados pechos. Con maestría el se deshizo del mismo dejando a la vista mis pechos desnudos ante sus ojos azules.
[Al fin respondes, Romanoff. Se puede saber, ¿por qué te demoraste en atender el celular? Te he estado llamando hace 15 minutos y simplemente no cogias el móvil. ¿Natasha?] - La voz de James se escucha al otro lado de la línea y yo, tuve que alejar el jodido móvil. Porque cierto oji-azul se encuentra comiéndome la boca aún y cuando le había señalado la situación de la llamada entrante. Al parecer mis advertencias fueron inútiles y tuvo que ingeniárselas para morder con sensualidad el labio superior del inquieto Steve. Causando que gruñera roncamente y soltando una maldición en ruso.
Joder, joder, joder.
❝ Lo siento, pero estoy algo ocupada aquí, Barnes. ¿Qué es lo que está sucediendo ahora?, para que me estés llamando a estas horas de la noche. Hm. Dilo de una vez, Barnes. ❞ - Se muerde el labio inferior para contener un gemido que quiso escapar de sus labios al sentir las grandes manos de su amante, atendiendo sus pechos con masajes lentos y tortuosos. Le había dado una mirada de advertencia a Steve y solo pude maldecir internamente la terquedad del mismo. Joder, ¿por qué tuviste que llamar, James? Yo y mi jodida suerte, carajo.
Natasha su suerte, reprimió un gemido al sentir la boca de Steve devorando su seno izquierdo y apretando su seno derecho con su mano derecha. Oh, esa boca tan habilidosa y esa lengua tan peligrosa recorriendo su pecho, como si fuera el manjar más delicioso que hubiera podido probar. Sintiendo su barba rozando de manera exquisita su piel pálida. Mordiendo su labio inferior con picardía al verlo tan deseoso de ella y internamente se estaba conteniendo para no terminar lanzando el teléfono celular a algún sitio, para seguir divirtiéndose con él. Natasha utiliza su mano libre para tomar un puñado de su cabello y estirarlo hacia atrás en un movimiento brusco.
Saliendo un grueso y profundo gemido ronco de sus labios. Al separarse de mis senos, alza la vista hacia ella y esos ojos azules ahora oscurecidos por el deseo fue suficiente motivación para Natasha. Acariciando lentamente su atractivo rostro con su mano, la que antes uso para tirar de su hebras castañas, y de manera provocativa deslizó su dedo pulgar sobre sus labios. Natasha ronronea bastante excitada al sentir sus dientes rozando de manera provocativa su dedo pulgar, llegando incluso a chuparlo con la intención de provocar un efecto en mí.
❝ Céntrate en mí y solo en mí, Natasha. ❞ - Murmura en un volumen más bajo y ronco, mi pulso se aceleró y al oírlo decir aquello en mi idioma natal. Oír a Steve hablar en ruso era jodidamente caliente como el infierno. Iba a decirle que tuviera paciencia y que me iba a encargar de él, cuando corté la llamada. No obstante eso no fue una opción, cuando de manera inconsciente acerqué mi rostro lo suficiente para que nuestros rostros estuvieran a centímetros de distancia y mi respiración errática no ayuda mucho en la situación. Sin embargo a la mierda.
Estampó mi boca sobre la de Steve. Las manos de él se habían dividido la tarea, su mano izquierda fue acariciando mis pechos y su mano derecha fue recorriendo mi espalda de manera lenta y suave, logrando que ella suspiré en el beso. Ella tampoco se queda quieta y con facilidad vuelve a rodear el cuello de Steve con sus brazos, manteniendo el teléfono celular aún en sus manos. Teniendo en cuenta que en la otra línea se encuentra James Barnes. Una parte de ella se siente como la mierda por recurrir a esto para olvidar sus sentimientos por él.
[Sé que te encuentras creando perfiles falsos para mantenerte oculta en caso de ser necesario. Lo siento por la hora, no sé exactamente dónde te encuentras como para saber la diferencia de hora, Romanoff. ¿Un poco impaciente, no? Resulta que Fury, averiguó algo sobre el cetro de loki y ahora sabemos que se encuentra en una de las bases de Hydra, por lo que te necesitamos para la misión.] - Incluso cuando lo ocurrido con loki ya a pasado un tiempo, sigue jodiendome en el más haya y lo maldigo por eso. Me separé de los labios de Steve.
Steve frunció el ceño al separarme de sus labios, se veía tan malditamente sexy incluso con el rostro fruncido, vuelvo a atraer el celular a mi oreja y dejó un casto beso en los labios de Steve. Rápidamente se encuentra centrada en la conversación, tratando de recuperar el aliento en sus pulmones y era difícil reprimir su respiración entrecortada, joder. Era sabido que el súper soldado tiene un buen oído y era bastante seguro que hubiera notado que algo estaba ocurriendo aquí. Tan solo que no dio señales para indicar eso y tampoco dio indicios de lo contrario, estaba bastante jodido todo.
❝ De acuerdo. Resuelvo un par de cosas aquí y tan pronto como acabe, volveré a integrarme en el equipo. ¿El cetro de loki en manos de Hydra, eh? No me sorprende mucho, teniendo en cuenta que el equipo STRIKE se llevó el maletín cuando todo había terminado. Y-yo estaré cuando acabe lo de aquí. ❞ - Un gemido escapa de mis labios en la última oración, al sentir una mordida en mi cuello y solo pude maldecir internamente eso. Sin darle la oportunidad de responder, corté la llamada y dejó el móvil en algún lugar, para mirar fijamente a Steve.
No me dio tiempo para reprocharle por su jugarreta. Estampó su boca con la mía, haciéndome olvidar por completo mi enojo y evaporando por completo sus pensamientos sobre lo que probablemente causaría en su relación de amistad con el anciano de Barnes. Por esta noche decidió ignorarlo y centrarse en Steve. Ya lidiaré con las consecuencias más tarde. Moviendo mis caderas en circunferencias, sintiendo la dureza de su miembro bastante ansioso por ser liberado, mordisqueando mi labio inferior para hacerme gemir en su boca. Natasha sonrió en el beso y le dio el mismo trato, Steve gruñó ante la mordida. Que le había dado.
Dirigí mis manos hacia el broche de su cinturón y lo desabrochó, seguido de ese molesto botón. Cuando iba a bajar el cierre de su pantalón las manos de Steve, estrujando mi trasero con fuerza me distrae por completo de mi tarea principal y vuelve a ponerse en pie, no dudé en hacer uso de mis piernas para rodear su cintura. Natasha nota que tiene planeado llevarla hasta la mesa y la dejó caer suavemente sobre el objeto anteriormente mencionado. Las manos de Natasha hace un recorrido a la fornida espalda de Steve, rasgando su piel con sus uñas y ronroneo bastante satisfecha al oír un gemido ronco de su boca.
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|Taskmaster (Steve Rogers)|
❝ ¿Héroe? Hay muchas personas en el cementerio, que tienen una idea y descripción muy diferente. No tienes idea de cuántas vidas he arrebatado, cuántas he arruinado y toda la sangre que he derramado. Yo soy solo un monstruo para ellos. ❞
México: 02:27 de la noche.
Lo que está haciendo no era parte del plan. Dreykov fue bastante claro con su misión, su principal objetivo era ubicar a Natasha Romanoff y planear un escenario para lograr su captura, llevarla con vida a Dreykov y con ello la misión concluirá.
La misión era simple. Entonces, ¿por qué se encuentra comiéndose la boca de su objetivo? Es una pregunta que se está reproduciendo en su cabeza una y otra vez. Y por primera vez, no tiene una respuesta para esto, él nunca se había distraído de su tarea principal. Solo porque se encuentra bastante absorto en algo más profundo, ella estaba convirtiéndose en una distracción y apesar de estar de acuerdo con ese pensamiento. Tan solo no puede retirar sus manos sobre ella, quedar hipnotizado por su gran belleza y admirar esas dos hermosas piedras esmeraldas que tiene de ojos.
❝ Steve. Eres realmente grande y grueso. Hm. Oh, mierda, Steve. ❞ - Gimió de manera sensual mi nombre. Ella está rebotando sobre mi polla como si eso dependiera de su vida. No iba a negar que se siente bastante prestigioso al respecto, verla gozando el estar cabalgando mi polla, me pone realmente duro y caliente. Eso era realmente extraño que me sucediera, teniendo en cuenta que no es la primera vez que recurre a esté tipo de movimiento para tener a su objetivo femenino dónde el quiere y en ésas mismas ocasiones, en ningún momento había sentido siquiera una emoción al tener sexo.
Una parte primitiva de si mismo, está disfrutando enormemente de tener a la sexy pelirroja montada sobre él, moviendo sus caderas de manera tan lenta y tortuosa, como si estuviera guardando esa sensación en lo más profundo de sus recuerdos. Sus ojos azules recorren con sumo interés el cuerpo femenino de la proclama, mejor black widow de todos los tiempos y con su mano izquierda recorre su pierna izquierda. Elevando lentamente su ascenso hasta uno de sus bien proporcionados senos, el izquierdo para ser exactos y cuando apretó esa parte de ella, Taskmaster sintió que su polla se endurece mucho más.
Natasha se detiene por un momento y me observa fijamente, con esa sonrisa coqueta en sus besables labios color melocotón. Y él quedó completamente hechizado por completo. ¿Como era posible que le sucediera esto a él?, un error de principiante. Se ganó su lugar en la KGB y Red Room, como uno de los mejores asesinos que la organización poseía. Taskmaster era mucho más eficaz que esos fallidos soldados del invierno que Hydra infiltró en la Red Room para que robara las muestras del suero mejorado, que los científicos de Red Room han logrado crear y Dreykov no perdonó tal osadía de Hydra.
Taskmaster fue enviado a acabar con esa red de soldados del invierno, acabando con cada uno de ellos, cazando a cada uno de los soldados del invierno. Uno de ellos era Nikolai Zhenovieft, el antiguo instructor y amante de la joven Natalia Belova Romanova, el primer hombre que logró tener el corazón de ella, Dreykov le dio una orden específica con ese mismo soldado del invierno. Torturando al pobre desgraciado por días y días, rompiendolo de una manera grotesca y sombria. Taskmaster lo asesinó a golpes y todo siendo visto por el mismo Dreykov, desde una computadora.
Taskmaster no duda qué el viejo enfermo, tenga éso grabado y guardado en algún lugar de su oficina. ¿Sus motivos para tener aquella grabación?, seguramente para usarlo en Natasha. Él es bastante consciente de que si ella supiera quién es él y a quién obedece esta bastante seguro que tendría una bala incrustada en la cabeza. Taskmaster no la culparía por hacer eso con él. Era bastante difícil negar que un asesino de sangre fría como él, se merece algo peor que una muerte rápida y está bastante seguro que en el infierno hay un lugar reservado para él.
No tiene idea de que lo llevó a trabajar para Dreykov. No recuerda absolutamente nada referente a su vida pasada antes de llegar a dónde estaba. Dreykov le hizo mención que era un hombre que sirvió al país, a la madre Rusia y por los momentos difíciles que estaba viviendo la gran madre Rusia se ofreció voluntariamente para ser portador del suero mejorado de Red Room y desde entonces a servido al país desde la sombras. No recuerda nada referente a éso, tan solo recuerda como experimentaron con él y en varias ocasiones recuerda estar al borde de la muerte.
Steve.
Ése era su nombre. No recuerda su segundo nombre u apellido, tan solo recuerda Steve y nada más que eso. Para ser alguien que supuestamente es nacido de Rusia, su nombre apesta a Americano y eso que no tiene idea de su apellido. Puede decir que Rusia es mucho mejor que América, los norteamericanos son irritantes y arrogantes. Es odioso cuando los americanos se creen los seres más buenos y inocentes del mundo, se creen dueños de todo. Son mentirosos y traidores, son como las ratas. Steve no se siente identificado como un americano y antes de serlo preferiría morir.
❝ Sabes en mi vida he estado con varias mujeres. Natasha. Pero ninguna de ellas provocó en mí lo que tú estás logrando y eso me hace sentir realmente confuso. Eres realmente la mujer más hermosa y sexy que he conocido en mi vida. ❞ - Mi mano derecha se hunde y se pierde en esos rizos pelirrojos que Natasha es portadora, que tan solo la hacen lucir más desgarradora mente bella. Sus ojos color esmeraldas adquieren un brillo tan atrayente y hipnótico, era un error dejarme llevar por emociones que tan solo nublan mis sentidos. No era una buena idea.
Natasha iba a hablar, pero al tener mi mano derecha en su cabello pelirrojo, no dudé en atraerla hacia mí. Estoy comprometiendo la misión, eso es bastante seguro y ahora ella está despertando en mi emociones extrañas que me aterran. Madame B, ella fue clara en advertirle que demostrar emociones es muestra de debilidad y un miembro de la Red Room, como él. No tiene cabida para las emociones tan abrumadoras que estaban despertando ahora mismo y lo más grave de todo, Steve es consciente de que Natasha Romanoff está enamorada del chico dorado de América, el irritante y quisquilloso capitán América.
❝ Steve. ❞ - Dijo mi nombre de una manera tan sensual y tan excitante, que estaba seguro de que tendría sus gemidos en mis pensamientos.
La besé nuevamente. Ya perdí la cuenta. De cuántas veces la he besado. Steve siente ese sentimiento de inquietud y enojo en su interior, ¿la razón de ello? Tiene nombre y apellido: James Barnes. Mientras él estaba catalogado como un héroe y el chico dorado, era ovacionado y querido por todos, talvez tenga el corazón de Natasha, pero Steve se iba asegurarse de que ella no pudiera olvidarse de él. Era ridículo y incluso sonaba tonto.
Mientras el capitán América era visto como un héroe, Taskmaster estaba bastante seguro que a él, no lo ven como un héroe. Ni siquiera en su propio país. No. El trabajo que ejerce día y noche, no son exactamente de salvar el mundo y enfrentar una amenaza del mundo exterior, no. Su trabajo es mucho más oscuro y perverso, no salva vidas inocentes, no, no, no, el se encarga de arrebatarle la vida a la gente y incluso arruinarla. Como si eso no fuera suficiente para él. Taskmaster recuerda detalles de cada asesinato cometido por sus propias manos y todo por órdenes de un viejo llamado Dreykov.
¿Por qué, no escapa y hace cuenta nueva?
Lo pensó y no solo una vez. Siempre llegando a la misma conclusión. Fue entrenado arduamente por años, cumpliendo misión tras misión, sin cuestionar los métodos que le habían exigido utilizar. Los mismos hombres de la propia organización le temen, tienen miedo de que el próximo objetivo sean ellos. A estado en demasiados conflictos en diferentes años, diferentes países y diferentes ciudades. Cada una de sus visitas termina en un baño de sangre y siempre hay cuerpos sin vida en cada paso que da.
❝ Natasha. ❞ - Ronroneo su nombre. Mis manos están agarrando con firmeza su firme trasero y estrujando cada una de sus mejillas para distraerla del beso. Me levanté de la cama, con ella en brazos y comencé a acercarme a la pared más cercana, con la intención de tenerla empotrada contra la pared. Ella tembló al sentir la frialdad de la pared en su sudorosa espalda y en un movimiento lento pongo mis brazos en una posición, dónde sus piernas estén ancladas por mis brazos. No hizo falta que le dijera algo cuando Natasha fue colocando sus manos sobre mis hombros para mantener el equilibrio.
Retirando mis caderas un poco para atrás, disfrutando la sensación de que sus paredes internas están negándose a dejar ir a mi polla y liberé sus labios para oírla cuando haga mi siguiente movimiento. Dejando tan solo la punta en su interior y antes de mover mis caderas me aseguro de mirar su rostro. Taskmaster dio un empujón fuerte y profundo, deleitado por la sensación de estar dentro de ella, en esta nueva posición sexual. Solo lo inclinó a estar mucho más caliente que antes. Sus oídos se regocijan al oír el gemido sensual y ronco escapándose de la garganta de Natasha Romanoff.
❝ Oh, mierda. Si. En definitiva está posición sexual se está volviendo una de mis favoritas, joder, Steve. Sigue jodiendome con esa gran polla que tienes. ❞ - Pidió entre gemidos, como alguien que es obediente, no tardó mucho en ir aumentando la velocidad de mis arremetidas contra ella. Mirando fijamente el rebote constante de sus pechos, los cuales tienen marcas y rastros de saliva en ellos, sus pezones erectos a causa de la atención que él mismo le había dado a ella, cuando estuvieron en la cama. Natasha me clavó las uñas en los hombros.
❝ Realmente se siente bastante bien, ser el responsable de arruinar por completo tu interior, Natasha. Dime, ¿te gusta la forma en la cual te estoy follando ahora? Me gusta como suena el choque de nuestros sexos y lo más estimulante, es ver tu rostro desfigurado por el placer. ❞ - Mi voz ronca tiene un gran efecto en ella, me lo hizo saber al generar mucha más presión sobre mi polla al entrar en ella y eso me gusta. Ya perdí la cuenta de cuántas veces la hice tener un orgasmo. Estoy bastante seguro que superé a sus amantes anteriores.
Arremetiendo contra ella. Natasha está hecha un desastre andante, sus hermosos rizos pelirrojos se mueven de un lado a otro, al mismo ritmo que mis embestidas. Acercándose al cuello húmedo de Natasha, para depositar un par de besos y chupetones, qué para su descontento no iba a durar mucho tiempo.
Llevando mi nariz a su cabello pelirrojo. Tomándome mi tiempo para olerla y dejando un rastro de besos en su nuca, en un ritmo lento. Que no concordaba con el movimiento demencial de sus caderas y que solo lograba tener a Natasha temblando como gelatina en sus brazos.
❝ Steve. En definitiva me has arruinado. Sí que me gusta. Si sigues follandome de esta manera no tardaré en volver a correrme. Y... ¡oh, mierda! Steve. Joder, joder, joder. ❞ - con malicia fui aumentando la velocidad de mis embestidas y deleitandose con la vista. Lo rizos pelirrojos de ella se sacuden de un lado a otro en un ritmo frenético, el mismo ritmo que sus arremetidas contra su pelvis. Tomando distancia de su nuca, vuelvo a centrarme en dejar un rastro de besos por su cuello ahora rojo, tanto por haberle dado besos y el roce constante con su barba.
Dándole estocadas profundas y fuertes, provocando que ella estuviese temblando en sus brazos. Taskmaster gruñó sonoramente al sentir las uñas de black widow rasgando su espalda, dejando un rastro rojizo, Natasha gemía con fuerza mi nombre y eso lo estaba poniendo más caliente. Era la primera vez que siente emociones tan extrañas y desconocidas para alguien como él. Taskmaster pasa su lengua por el cuello de Natasha, llevándose consigo el rastro de sudor que iba cayendo por su cuero cabelludo a su cuello. Podía sentir la fuerte presión de las paredes internas de la mujer pelirroja, dándole una idea de lo que venía.
❝ Me gusta esa manera en la que me miras, Natasha. Esas dos piedras esmeraldas que tienes de ojos me dejan hipnotizado por completo. Me tienes en tus manos, pequeña. ❞ - era extraño ser honesto en momentos como estos. Taskmaster el mejor asesino de todos los tiempos, demostrando tener emociones, ¿por qué? Solo por un poco de sexo, ¿en verdad? No. Hay algo más que eso y está realmente confundido, un arma asesina como él no puede añorar algo que no se merece en lo más mínimo. Era alarmante como fue cayendo en su red de telarañas, Dreykov no iba a estar feliz porqué su mejor arma fracasó.
Una sensación extraña se genera en su interior. ¿Realmente debería tener sentimientos por ella?, a sabiendas de que Natasha está interesada en el chico dorado de América. ¿Por qué justo ahora sus emociones están saliendo a flote?, no tiene sentido, ¿acaso sufrió suficiente daño en aquella misión en Siberia? Ése golpe en la cabeza era realmente tan grave. Antes de ése mismo incidente esto no le ocurría, talvez debería informar de esto a la Doctora Volkob y de ésa manera no se sentirá tan agobiado por las emociones que surgen de él.
Fue sacado de sus pensamientos al oír un grito de placer de parte de su objetivo, Natasha Romanoff, entiende que no debería estar teniendo sexo con ella. Esto no era lo planeado y por una vez que ignora su sentido común, se arriesga lo suficiente como para tener dudas sobre su tarea principal. Dreykov no iba a ser tan benévolo si tiene a Natasha en sus manos y ése llamativo pensamiento le estaba dando escenarios que lograba tenerlo irritado, al imaginar las manos del bastardo sobre el cuerpo de ella. Talvez sea mejor no hacerlo, algo en su interior le estaba diciendo que no lo hiciera y por primera vez en su vida, está de acuerdo con ese pensamiento.
Baja la mirada hacia ella. Natasha se encuentra jadeando y su hermoso rostro se encuentra perlado de sudor, después de la actividad que tuvieron hace unos minutos. Taskmaster se asegura de que ella lo rodeé con sus piernas la cintura y dejó su mano izquierda agarrando con fuerza su culo. Su mano derecha fue recorriendo un recorrido por su hermoso y perfecto cuerpo, marcando un ascenso lento y tortuoso, oyendo a Natasha ronroneando bastante complacida con su toque suave y lento.
❝ Steve. ❞ - Susurró su nombre entre un tembloroso jadeo, demostrando que su toque tierno y lento la tienen hechizada por completo. Taskmaster siente los jugos femeninos de la ardiente pelirroja descendiendo alrededor de su dotado miembro. La sensación de sus jugos femeninos escurriendose alrededor de él, era realmente excitante y maravilloso. Su mano derecha recorrió su mejilla derecha y con total lentitud fue retirando los rizos pelirrojos de la letal é infame black widow. Era tan fácil ceder ante sus encantos y sus caprichos, como le hubiera gustado conocerle en otras circunstancias. Ahora solo puede pensar en disfrutar cada segundo con ella, antes de regresar a su sombrío mundo.
Sin que ella lo supiera, logró poner su mundo completamente de cabeza y logro algo que ninguna mujer logró antes, eso era tener su corazón, pero ella nunca lo sabría. En ese momento añoraba poder ser el hombre que tuviera su corazón. Pero reconoce que alguien como él, no tiene cabida para tener una cosa buena en su vida, y talvez ella sea lo más hermoso que pueda tener en su vida. Taskmaster no se la merece, talvez sea una mejor opción ése tonto Americano para ella, no él, un asqueroso asesino con un gran número rojo sobre sus hombros.
❝ Eres realmente una mujer hermosa, Natasha. Me atrevería a decir que no hay una mujer que pueda opacar tu belleza, esos hermosos ojos esmeraldas que tienen un brillo tan hermoso, tu hermoso cabello pelirrojo. Esos labios tan suaves y deseables que tienes. Talvez sea tonto y cursi para ti, Natasha. Y no sea el hombre indicado para decirte esto. Pero eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida. ❞ - Aparte los rizos pelirrojos de ella detrás de su oreja derecha y dejando un casto beso en la frente de ella.
Natasha cerró sus ojos unos segundos y su respiración se volvió mucho más profunda y pesada. Seguramente estaría procesando lo que había salido de mis labios y su agarre en mis hombros se vuelve más fuerte. Era peligroso que admitiera algo así, pero teniendo en cuenta su rol en la KGB y Red Room, era muy probable que terminara muerto tarde o temprano. Cuando abrió los ojos, pude ver un brillo diferente en ellos y no me tomo mucho tiempo identificar su significado. Está nerviosa y asustada, él es bastante bueno para leer a las personas y todo gracias a su trabajo como asesino. Está familiarizado con esos ojos.
❝ Steve. Y-yo no tenía planeado que esto pasara, no, no puedes decir eso cuando yo solo te veía como una distracción para. . . Espera un segundo. . . Steve. ❞ - Refunfuñando entre besos por no haber podido terminar de hablar. Sé lo que estaba por decir y tan solo la callé, devorando sus labios. Al principio luchando por separarse de mí y de mis labios, pero solo basto unas cuantas mordidas en su boca caprichosa para que se rindiera finalmente a mí. Quería que esté momento perdurará por siempre y nunca acabará, pero era un ingenuo pensar en eso.
Natasha. Ése nombre iba a estar guardado en lo más profundo de su mente. Recordaría los momentos que ambos compartimos en su apartamento y trataría de conformarse con solo tenerla esta noche para él. En sus brazos. Aceptando que posiblemente está sería posiblemente la única y última vez que la tendrá en sus brazos, desnuda y jadeando su nombre. Momentos como estos solo iban a suceder en sus pensamientos y era lo mínimo que podía pedir. Desear tener una persona especial para él, que ésa misma persona sea ella, era posiblemente el sueño más imposible de su patética existencia.
❝ Lo sé. Sé que alguien más se encuentra ocupando tu corazón, Natasha. Tan solo necesitaba decirte esto o no estaría en paz conmigo mismo. Ambos nos usamos mutuamente con diferentes objetivos. Tú para olvidarte de tus abrumadores sentimientos por el chico dorado de América y yo, tan solo para que mi misión sea más fácil de completar con éxito. Pero ahora no puedo llevarte con él, talvez ahora no lo entiendas, pero lo harás. ❞ - Ella abrió grande los ojos al oír aquello y antes de que pudiera actuar colocó mi anillo plata con el símbolo de Red Room que logró darle una descarga para dejarla noqueada al instante.
Suspiró sonoramente al tenerla inconsciente en sus brazos y la llevó a la cama, para dejarla arropada allí. Tomando su ropa para vestirse nuevamente y con duda se acercó a ella, depositando un último beso en su frente y en sus labios. A sabiendas que era su última oportunidad y la única vez que podría hacerlo. Sin correr peligro de que Natasha quiera matarlo y con razón si era honesto consigo mismo.
Era momento de volver y prepararse para el castigo que seguramente tendrían preparado para él.
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|Dreykov|
❝ Te presento a mi mejor asesino, Natalia. La mejor creación de la KGB, un héroe de guerra Americano, convertido en uno de los asesinos más brutales y despiadados, el mejor amigo del capitán América. Steve Grant Rogers. ❞
Rusia: Base De La KGB. . .
Él puede esperar solo resultados que marque solo el éxito. Era verdad que su mayor concentración era el programa de las viudas negras, crear la mayor cantidad posible de ellas y tener el control total. Para que no hubiera ninguna fuerza extranjera u interna que pudiera sabotear sus planes. Pero eso no quiere decir que era su único proyecto sobre la mesa.
No. Antes que el proyecto de viuda negra fuera puesto sobre la mesa, hubo algo más, un proyecto que estuvo descontinuado. Su padre era fanático del proyecto de súper soldado, por lo que no era de extrañar que quisiera crear su propio ejército de súper soldados. Tuvo mucho trabajo y trabajó en conjunto con un par de científicos que han servido antes a Hydra. No era de sorprender que cada uno de los sujetos de prueba hayan muerto en el mismo instante en que el suero empezó a recorrer por su cuerpo, dando como resultado el fracaso.
Pero cuando todo luce como un fracaso absoluto. Hubo un sobreviviente y alguien en quien se depositó 0 de confianza. Era el candidato menos esperado. Aveces Dreykov se hace una pregunta, ¿como un hombre escuencle y portador de incontables enfermedades logró sobrevivir a la segunda guerra mundial? Sus posibilidades de supervivencia están por los suelos. Los americanos estaban desesperados por ganar la guerra qué aceptaron a un hombre como él. Inesperado cuando lo piensa con la cabeza fría, alguien tan débil y enfermizo como él, fue el mejor soldado con un rifle tuvo más de 456 bajas confirmadas.
Steve Grant Rogers. Fue subestimado y incluso su lugar en el ejército era cuestionado por los soldados arrogantes, pero cuando lo vieron en acción en el campo de guerra, fue cuestión de segundos para que vieran como alguien de su calibre era mucho más eficaz que todos ellos juntos. Paso de ser un miserable soldado sin rango a sargento. Aún cuando las probabilidades de supervivencia eran nulas, él fue capaz de burlar al destino y no solo una vez, no. Fueron varias veces que se sobrepuso a las dificultades de la guerra. Aún sin portar un suero, ya era suficiente capaz para disparar a los alemanes en una distancia imposible.
Desafortunadamente para él. El destino tuvo mejores planes para él, Steve fue lanzado de un tren en marcha al proteger a su mejor amigo, James Barnes. El jodido capitán América. Rogers como siempre, fue en contra de la muerte y logró sobrevivir, desafío nuevamente a las probabilidades de supervivencia. Sobrevivió a una gran caída y fue cuestión de tiempo para que unos soldados lo encontraran. Pero no tuvo la suerte de que eran aliados o no, eran miembros de la KGB. Que estuvo siguiendo el rastro del chico dorado de América.
Steve Rogers era un enigma para varios. Sus habilidades en el mundo de las guerras eran de terror y incluso los alemanes le dieron un nombre en clave: Fantasma. Porqué en el campo de batalla, ése mismo fantasma silencioso y poco visto, tendrá tu vida en su gatillo, sin poder hacer nada para evitarlo.
Cuando el suero se había implantado en él. Steve Rogers se fue volviendo irreconocible, su cuerpo débil y sus enfermedades fueron erradicadas por completo. Desde entonces mi padre puso su mejor empeño en el mejor amigo del capitán América. Pasando por muchas pruebas para llegar a dónde se encuentra actualmente.
❝ Quieres decir algo, Melina. Veo en tus ojos que hay algo en todo esto que no te agrada en lo absoluto, ¿se puede saber qué es lo que tanto te molesta? ❞ - Sus ojos se mueven hacia la izquierda, dónde yace una mujer sentada y mirando fijamente a mi mayor creación. Steve Grant Rogers alias: Taskmaster . De entre todos los nombres que había sobre la mesa, ciertamente fue el que porta actualmente, era el que mejor le quedaba. Los nombres absurdos que su padre había sugerido en su momento eran absolutamente una gran estupidez, no.
Melina ni siquiera sé molesto en mirarme. Al contrario su atención estaba puesta sobre Taskmaster, el recién mencionado se encuentra parado y firme, no se había molestado en tomar asiento. Pero al igual que Melina mantiene su mirada sobre ella, evaluando si ella es una posible amenaza, si debería asesinarla antes de que cometa una estupidez.
❝ No me agrada la idea de trabajar con él. ❞ - Tararea en desacuerdo, ¿qué tiene de malo trabajar con mi mejor creación? Taskmaster se muestra imperturbable ante la mirada fría y asesina que le estaba lanzando Melina. Pobre. No puede soportar con la idea de estar en una misión con él.
Me levanté de mi asiento y camino hacia ella, colocándose detrás de ella para ser más exactos. Colocando mi mano izquierda sobre su cabeza y mi mano derecha descansa sobre su hombro derecho, dando un ligero apretón en el mismo.
❝ ¿Qué sucede, Melina? No te agrada en absoluto, volver a estar con tu antiguo entrenador, tu primer amor está justo delante de ti. ¿Que fue lo que a cambiado? Oh, por supuesto, él no te recuerda, ¿verdad? Y tampoco recuerda el hijo que ambos perdieron, oh, pobre Melina. ❞ - Susurró en un tono bajo y malicioso.
Steve y Melina se conocieron mucho antes, Melina fue entrenada por Steve, no voy a mentir fue toda una sorpresa descubrir qué mi mayor creación estaba siendo contaminado por ella. Y fue un verdadero milagro cuando descubrió que Melina estaba embarazada de Steve Rogers, algo que debería de ser imposible, cuando ella fue esterilizada. Como siempre, Rogers no deja de sorprenderme, no obstante me aseguré que ese bebé no tuviera la oportunidad de vivir. No necesitaba una creación de ambos, después de haber estado follando como unos animales, dando a la creación de un niño. Del cuál no vio la luz.
❝ Mikael. ❞ - Susurró en un tono bajo y quebrado, sonriendo bastante satisfecho con lograr hacerle sufrir. A diferencia de Rogers, ella lo recuerda perfectamente, cada pequeño detalle. Le hice presenciar el sufrimiento de Steve, por meterse con ella, sin mi permiso. Por ser la primera vez de Melina, cuando realmente debería haber sido yo, fue gratificante verla llorando y suplicando para que dejaran de golpear y torturar a su Steve Rogers. Melina apretaba con fuerza los bordes del asiento, ríe con apreciación y acaricia suavemente la cabeza de ella a sabiendas de que posiblemente está sintiendo algo parecido a repulsión.
❝ De ahora en adelante, Taskmaster será tu nuevo compañero, me importa una mierda si te agrada o no, harás lo que te diga y obedece, no querrás que la siguiente en morir sea tu pequeña Yelena, ¿no? Se lo importante que se volvió para ti, ella y la traidora de Natalia. Ambas son lo mejor de lo mejor, no te preocupes, para mis planes necesito a ambas con vida. Ahora se una buena chica. Tu amado Steve no te hará daño, créeme que ahora no volverá a desobedecer, como aquella vez que no me trajo a Natalia. ❞ - Mi tono era bajó y molesto.
Fue bastante decepcionante para mí. Su misión no era tan difícil para alguien como él. Tuvimos que utilizar de nuevo aquel aparato para alterar sus recuerdos y que volviera a ser el arma que necesito que sea. Tal parece ser que sus recuerdos tarde o temprano volverán, necesito un método mucho más eficaz para tenerlo bajo mi control al 100%. No puedo permitir más errores en mis planes, no cuando estoy bastante cerca de lograr mi objetivo, mis ojos recaen sobre Taskmaster. Mirando fijamente en silencio y por un momento sentí un escalofrío desagradable, no puede atacarme, ¿no?
❝ Bien. Lo haré. No tendrás ninguna queja de mi parte, dime cuál es la jodida misión para irme y aceptaré que venga conmigo. No tendrás ninguna queja de mi parte. ❞ - Aveces creo que es un poco tonto que se preocupe por unas niñas quisquillosas y revoltosas como ellas, pero no importa.
Cuando mis planes se hayan cumplido me voy a asegurar de deshacerme de ella.
❝ Me alegra que todo se resuelva pacíficamente contigo, Melina. La misión les tomará por lo mínimo una semana. Si lo completas antes de tiempo, quién sabe, te dejaré follar con él, ¿no es eso lo que quieres? ❞ - Me burlo de ella nuevamente, era mi pasatiempo favorito y eso no cambia.
❝ Vete a la mierda. ❞ - Fue su única respuesta y solo me hizo reír bastante divertido. Esa es la mujer que tanto me agrada. Taskmaster procede a acercarse a nosotros por un simple gesto de mi mano.
❝ Escucha esto, Taskmaster. Aparte de la misión que irás a cumplir con Melina, hazme un favor y dale una mano para liberar un poco de tensión, ¿quieres? ❞ - Taskmaster tardó unos segundos antes de asentir en silencio y procede a retirarse de la habitación dejando a ambos solos.
Dejé un último toque burlesco sobre su cabeza y le susurré una última advertencia sobre desobedecer mis órdenes.
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| Natasha Romanoff |
❝ Eres realmente tú. Sabes para ser alguien de los 40, no fue nada caballeroso de tu parte follarme y luego dejarme inconsciente, Rogers. ❞
Budapest . . .
Apenas logré salir con vida de ese incidente. Taskmaster. Odio admitirlo pero me pateó mi trasero soviético, hiere mi orgullo admitir esto, pero es lo que es. Y todo por unos jodidos viales que Yelena me mandó.
❝ Me quieres decir, ¿qué mierda está pasando y porqué esa cosa fue detrás de mí? En que líos me has metido, Yelena. ❞ - Su voz contiene enojo y incertidumbre, además de estar huyendo de Ross ahora tiene que estar al pendiente de aquel hombre, que literalmente tiene la misma forma de pelear que sus amigos.
❝ ¿Eso es lo primero que vas a preguntarme, pelirroja? Creí que lo habías deducido tú misma, veo que me equivoque, esos viales son capaces de anular el control mental de Dreykov. ❞ - Mi aliento se atascó al oír el nombre de aquel bastardo que arruinó mi vida.
❝ De qué estás hablando, Yelena. Es imposible que él se encuentre con vida. Yo me aseguré de acabar por completo con el salón rojo, estás jodiendome, es una mentira. ❞ - Ella y Clint se habían encargado de darle un final, era imposible que Dreykov hubiera sobrevivido a todo eso, era imposible.
❝ ¿Estás segura de eso, Natalia? Dime, ¿viste su cuerpo? No. No lo hiciste y simplemente te fuiste a vivir tu vida de superhéroe, ¿no? No te importó mucho dejarme atrás. ❞ - Su voz sonaba enojada y dolida al mismo tiempo, lentamente bajo el arma y ella repitió mi acción, nos vemos fijamente.
Me siento como la mierda. Carajo. ¿Acaso nada puede salir bien? Exhala profundamente y cierra los ojos soltando maldiciones en ruso. Tratando de mantener la calma, camina de un lado a otro y se toma unos cuantos segundos para conseguir absorber la triste realidad de la situación. Mirando a Yelena.
❝ Creía que tu lograste escapar, Yelena. No pensé que seguías en ese lugar. Yo lo siento mucho, vale. Una parte de mí se aferraba que tú lograste escapar de ese infierno. ❞ - Tratando de acercarse a ella darle un fuerte abrazo, porque ella lo necesita y yo también lo hago.
La abracé con fuerza, en ese instante tan solo me alegra tenerla de nuevo conmigo, en este momento no me importa que me esté siguiendo un asesino de la KGB, que literalmente estaba bien entrenado y sería un verdadero dolor en el trasero derrotarlo. Yelena está bastante bien con el abrazo y ríe un poco por la manera tan anormal en la cual cambiaron de apuntarse con sus armas a simplemente abandonar sus armas y fundirse en su abrazo, olvidando por completo la principal razón de su discusión. Natasha tan solo puede agradecer en silencio por tenerla de nuevo con ella.
❝ El sujeto que te estuvo siguiendo era, Taskmaster. Él me entrenó personalmente y a otro grupo de viudas negras, todo por órdenes de Dreykov. Taskmaster es demasiado bueno en la lucha cuerpo a cuerpo, tiene la habilidad de copiar el estilo de lucha de su oponente y eso lo hace peligroso. De hecho después de la caída de Shields, cuando tu estuviste en México, Dreykov le había dado la misión de ir por ti y llevarte a Rusia de nuevo. ❞ - Me separé de sus brazos para poder verla fijamente a los ojos y automáticamente mis recuerdos fueron a parar a esa noche.
Mi piel se eriza al recordar aquella noche tan apasionante. No entendía porque él estaba en mis pensamientos, cuando realmente tuvimos sexo y ya. Las grandes manos de él, recorriendo mi cuerpo y dejando besos en el camino, la forma en la cual me comió la boca. Una y otra vez, su recuerdo fue apareciendo en su cabeza. Sus hermosos ojos azules. Su respiración se acelera en automático al recordar aquella noche, como ambos estuvieron follando como unos animales y luego todo se volvió mucho más íntimo. Steve siempre puso el placer de Natasha primero a todo momento.
{ Talvez sea tonto y cursi para ti, Natasha. Y no sea el hombre indicado para decirte esto. Pero eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida. } - Recuerdo el brillo tan hermoso que tenía en esos hermosos ojos azules y la manera tan lenta, que fue acariciando mi rostro.
{ Lo sé. Sé que alguien más se encuentra ocupando tu corazón, Natasha. Tan solo necesitaba decirte esto o no estaría en paz conmigo mismo.} - La honestidad que provenían de él, eran tan abrumadoras y fue incluso capaz de que el corazón de Natasha se estremeciera por su toque y su expresión.
{Ambos nos usamos mutuamente con diferentes objetivos.} - La amargura predomina en su voz y sus ojos azules tienen un tono más oscuro y su brillo se fue apagando poco a poco, estrujando el corazón de Natasha. De alguna manera se había vuelto más que un simple acoston. Y eso era peligroso para ella.
{Tú para olvidarte de tus abrumadores sentimientos por el chico dorado de América y yo, tan solo para que mi misión sea más fácil de completar con éxito.} - La mano derecha de Steve acariciando sus rizos pelirrojos, como si fuera lo más interesante para él y en sus labios aparece una media sonrisa. Ella se había estremecido por completo al sentir sus labios a tan solo unos centímetros de ella. Se recriminó a ella misma por actuar como una mojigata.
{Pero ahora no puedo llevarte con él, talvez ahora no lo entiendas, pero lo harás. } - Su voz se volvió mucho más bajo y en un tono mucho más profundo. Mi cuerpo estaba ardiendo y mis pensamientos eran un desastre andante. Antes de poder actuar Steve la noqueó por completo y cuando había despertado a la mañana siguiente él se había marchado de su apartamento.
La comprensión llega a Natasha. Steve era Taskmaster, un sentimiento de inquietud fue surgiendo en ella, ¿qué fue lo que sucedió cuando no la vieron con él? Natasha recuerda bastante bien las cicatrices esparcidas en varios lugares de su cuerpo. Su corazón se estremeció por la imagen que llegó a su cabeza: Dreykov torturando a Steve por no cumplir con su trabajo. Se estremeció ante la escena poco motivadora en su cabeza. Sacudiendo esos pensamientos de su cabeza y volvió a centrarse en el presente. Ya habrá tiempo para lidiar con él.
❝ Lo sé. Recuerdo esa noche. Tuve la oportunidad de verlo sin su traje y sin ropa encima. ¿Qué suerte la mía, no? Nos encontramos en un bar y luego una cosa llegó a la otra, y terminó en una buena noche de sexo. Además de ser bueno peleando, sabe como satisfacer en la cama. ❞ - Decidió disfrazar sus emociones con bromas referentes a aquella noche y ignorando completamente el hormigueo en su centro al recordar aquella noche tan movida. Yelena soltó una carcajada ante mis palabras.
❝ Oh, sí. No veas tu como folla cuando está bastante enojado y joder con esa lengua que tiene, cuando no obedeces sus órdenes tiene un humor de mierda. Aveces lo molesté a adrede y bueno siempre terminaba ondeando una bandera blanca. ¿Y viste su trasero?, es el trasero de la gran madre Rusia. ❞ - Murmura en un tono coqueto y eso me hizo fruncir el ceño, ¿qué mierda?
Eso no me hizo ni puta gracia.
❝ Me estás diciendo que tú y Taskmaster, ¿follabais? ❞ - Oh, que pregunta más tonta, Natasha. Por supuesto que ambos follaron. Yelena lo acaba de confirmar.
Yelena se encoge de hombros.
❝ Digamos que lo nuestro quedó en el pasado. Pero si, era una manera de desahogarme y el sexo funciona como un buen medio. Ninguno de los dos se ánimo a escalar a más a sabiendas de que Dreykov nos iba a terminar descubriendo. Ami me controlaron y a él, bueno creo que habrás visto las cicatrices en su cuerpo, ¿no? ❞ - Su expresión era de nostalgia y luego vuelve a centrarse en ella.
❝ Si. Recuerdo esas cicatrices en su cuerpo y no puedo evitar sentirme culpable, cuando me lo encontré en el puente y peleamos allí mismo, él no me reconoció. Peleaba con intención de matar. Dime quién es realmente. ❞ - Pidió una respuesta que resolviera sus propias dudas y tiene a su hermana menor para responderle.
Yelena asintió y hizo un gesto para que ambas fueran a tomar asiento, Natasha buscó en un estante una botella de vodka, que literalmente estaba necesitando en estos momentos y buscó dos vasos. Cuando había tomado asiento y le había ofrecido un vaso con vodka a su hermana, Yelena había iniciado su relato.
❝ Es bastante difícil de creer lo que voy a decir, pero es la pura, verdad. Su nombre es Steve Grant Rogers y sé exactamente lo que estás pensando, Nekya. Es el mejor amigo del capitán América, unos soldados de la KGB lo encontraron y se lo llevaron. ❞ - Yelena mencionó con absoluta seriedad en su voz y su expresión se oscureció por completo.
❝ No me jodas. ❞ - Murmura bastante shockeada con la noticia.
❝ Desde el momento en que pisó la KGB. Su vida fue un auténtico infierno. Fue seleccionado para ser parte de un proyecto que ha estado puesto sobre la mesa, él y otros sujetos. La operación se fue casi a la mierda, de no ser por Steve, sobrevivió cuando las posibilidades estaban en su contra y le cerró la boca a todos. ❞ - La rubia jugueteaba con el líquido casi inexistente que había en su vaso de cristal.
Steve Grant Rogers. Un soldado que fue subestimado por sus propios compañeros, logró tener más bajas que todos sus compañeros y incluso superando a una francotirador rusa. Que logró tener más de 400 muertes en su nombre, Natasha había oído hablar a muchos miembros de la Red Room, sobre un americano de la segunda guerra mundial, no obstante nunca había esperado que ése llamativo soldado del que hablaban fuera el mejor amigo de James Barnes. Oh, mierda. ¿Como le explica a James que su mejor amigo ahora está de vuelta en el mundo de los vivos?
❝ Mierda. ❞ - Fue lo único que salió de mis labios.
Le di un trago rápido a la botella de vodka. Dándole un trago profundo. Sintiendo el alcohol bajando por mi garganta. Bien hecho Natasha, follaste con el mejor amigo de Barnes, fantástico. Joder. Dejando la botella de vodka a mitad de acabar y Yelena me quedo mirando fijamente, como si fuera capaz de leer mis pensamientos. Steve. ¿Qué fue lo que te hicieron ahora? Dreykov. Ése bastardo que me había arruinado la vida, ahora resulta que también te convirtió en algo que tú no elegiste, Steve. Me aseguraré de sacarte de allí.
❝ Desde que Dreykov tomó el control de la Red Room y KGB, a tenido a Taskmaster incluso cuando nosotras éramos unas niñas. Cuando nos surgía una misión, aveces tenía que ir por él, siempre se encontraba en una habitación donde se producía videos de diferentes tipos de estilos de combate. ❞ - Eso me tomo desprevenida, ¿encerrado en una habitación?
❝ ¿Por qué? ❞ - Fue mi pregunta.
❝ Tiene una habilidad que muchos desearían tener, Roskaya. Una habilidad que Dreykov fue explotando día y noche. Steve. Tiene la habilidad de copiar los estilos de pelea de sus oponentes, con solo verlo. ❞ - No me sorprende viniendo de un sucio bastardo como Dreykov.
Un pensamiento pasa por su mente, ¿debería llamar a James? Después de la batalla que tuvo lugar en Alemania, las cosas entre los Vengadores no iban exactamente bien, traicionó tanto a Barnes y Stark. Si. Mi familia está dividida ahora y todo por culpa de unos malditos acuerdos.
❝ Bueno. Supongo que en está ocasión tú y yo, nos haremos cargo de la sala roja. Es hora de darle fin, ¿no? La historia de la sala roja llegará a su fin. ❞ - Le dediqué una media sonrisa y ella me respondió de la misma manera.
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Rusia: Ruinas De La KGB. . .
Todo se fue a la mierda. Liberamos a las demás viudas negras. Ahora uno pensaría que la batalla había terminado por completo. No. Siempre queda un oponente que espera su momento y Taskmaster era uno de ellos, Dreykov está bastante muerto en este momento. Natasha siente su cuerpo bastante adolorido por todo el esfuerzo sobrehumano que a estado imponiendo constantemente a su cuerpo. Era un hecho que su cuerpo estaba a nada de tener una serie de moretones. Sus pulmones están pidiendo a gritos que los llené de aire y realmente hizo el intento.
Natasha tan solo quiere echarse a una cama y dormir por días, que se jodan todos. Ella es una mujer humana después de todo, tiene un límite y ahora mismo podría decir que está a nada de rendirse. Pero no era el momento. En un movimiento lento fue levantándose y al hacerlo, vio las ruinas y todo el caos esparcido por el área. Era bastante seguro que iba a tener problemas por sus acciones y no era seguro que Ross sea un hombre que dé segundas oportunidades. Pero en fin. Tiene un nuevo problema en frente de ella y su expresión se endurece.
Taskmaster. Era un combate que en realidad no ansiaba probar nuevamente, teniendo cierta experiencia de sus temibles habilidades, Dreykov lo convirtió en el mejor combatiente cuerpo a cuerpo. Era un verdadero desafío. Su traje sigue intacto, solo un que otro rastro de tierra y rasguños. Que pudieron haber sido causados por la confrontación entre él, Alexei y Melina. Mentiría si no estuviera gratamente sorprendida por la manera en la que se encuentra en una pieza. Taskmaster se detiene a unos metros de distancia, Natasha eleva una ceja ante eso y no entiende el motivo aparente de su inmovilidad.
❝ ¿Qué sucede ahora, Steve? Dime tienes miedo de perder y por ésa misma razón no te acercas. Vamos. Es hora de tener un último baile, ¿no crees? ❞ - Lentamente fui acortando la distancia entre ambos, Taskmaster no se muestra interesado en caminar hacia mí y yo, aprovechó eso para hablar con él.
Apesar de tener unos cristales que cubría sus hermosos ojos azules, podía sentir su mirada sobre ella y el pulso de Natasha se encuentra bastante acelerado. La diferencia de altura era más que obvia, por un momento se sintió una enana al frente de Steve y él habló con ella.
❝ ¿Perder? Desde que nos hemos encontrado te he estado pateando el trasero, Natalia. Y si lucharás ahora conmigo. . . El resultado será lo mismo. ❞ - Puede oír el tono burlón debajo de esa máscara y inmediatamente mi ceño fruncido aparece en escena, ¿un tipo muy arrogante, no? Natasha le fulminó con la mirada.
Espera un momento, ¿la había llamado por su verdadero nombre?, supuso que tuvo suficiente tiempo para averiguar todo sobre mí. Y luego otra pregunta surgió después de la anterior, ¿por qué no la está atacando? No tiene mucho sentido, ¿no? Acaso el vial para liberarlo del control mental tuvo efecto.
❝ Dime, ¿qué te detiene a atacarme? Hace unos minutos, te veías muy decidido a matarme y ahora solo te quedas como una estatua. ❞ - Una parte de Natasha quiere creer que él finalmente es libre de aquella sustancia que lograba mantener su mente controlada por Dreykov.
❝ Es una gran pregunta, Natalia. Desde el momento en que nos encontramos en aquel puente dónde casi te asesino. Has estado haciendo acto de presencia en mi cabeza, una y otra vez, eso me molestó al principio. Pero después del golpe en la cabeza que tuve no hace mucho, tengo ciertos recuerdos y en ellos, no estamos exactamente luchando. ❞ - Su mano enguantada se había posado en mi mejilla derecha y me estremecí con sentir su toque, Steve también a estado apareciendo en sus pensamientos y en ésas mismas noches se preguntó, ¿cómo fue posible que él se metiera en sus propios pensamientos?
❝ Ja. ¿Quieres decir que tan solo necesitaba darte un buen golpe en la cabeza? Me hubiera ahorrado mucho tiempo sí hubiera podido tener esa información, Steve. Yo. . . Lamento haber tardado en saber que la Red Room, seguía operando y si yo. . . ❞ - Sus palabras tan solo murieron cuando él, atrajo a Natasha en un reconfortante y agradable abrazo. Natasha no dudo en fundirse en sus brazos. ¿Era extraño que se sintiera tan bien? O solo se siente bien porque es Steve.
Mis brazos están rodeando la cintura de Steve. ¿Qué momentos para abrazarse, no? Apoyo su cabeza en su pecho y por un momento, ambos se habían olvidado en dónde estaban parados. Absortos en su mundo y en aquel agradable momento. Steve acariciaba lentamente mi espalda y no pude evitar liberar un agradable suspiro por su toque.
❝ Dreykov siempre se le había dado bien, ocultarse como una rata, no es tu culpa y lo sabes Natalia. Estuviste lidiando con tus propios problemas, no tiene sentido que te sientas culpable, cuando no lo eres y lo sabes bastante bien. ❞ - Su mano derecha fue acariciando mi cabello pelirrojo mientras estaba hablando en un tono suave y tranquilo, transmitiendo paz a Natasha.
Antes de que ella pudiera decir algo, una voz bastante familiar y quisquillosa vino detrás de ambos.
❝ ¿Me voy por unos minutos y pasa esto? Un poco más y ya estarían sacándose la ropa, niños cachondos. ❞ - La voz pícara de su hermana menor aparece y inmediatamente Natasha gruñó sonoramente.
❝ Cállate. La única cachonda eres tú. ❞ - Steve retiró sus brazos y me dio la oportunidad de encarar a la pequeña embustera de mi hermana.
Y sorpresa. No era la única allí . Melina y Alexei, están con Yelena y detrás de ellos hay una nave con las viudas negras que fueron liberadas del control de Dreykov.
❝ Niñas. No es el mejor momento para estar discutiendo como unas pequeñas de 10 años. ❞ - Melina señaló con un tono firme y una expresión suave en su rostro.
Pero ésa misma expresión fue cambiando cuando nota la presencia de alguien más. Lentamente dirige sus pasos hacia Steve y algo en mi interior siente un mal presentimiento sobre esto. Cuando tenía planeado ir tras mi madre, Yelena me tomó el brazo derecho para detenerme y eso me hizo enfadar, ¿qué mierda está haciendo?
❝ ¿Qué haces? Porque me detienes. Yelena. Él no es una amenaza para nosotros y para nadie, qué. . . ❞ - No fue la respuesta de mi hermana lo que obtuve.
Fue mi padre.
❝ No te preocupes tanto, Natalia. Tu madre no tiene planeado hacer nada a tu novio. Tan solo necesitaba una última conversación con él y ya, es un tema que solo les incumbe a ellos dos. ❞ - Señaló con un tono serio, con sus ojos posados sobre mi madre y Steve.
❝ Te notó un poco celoso, padre. No será que nuestra madre tiene un gusto por los rubios de ojos azules. Y tú no cumples los requisitos. ❞ - Mencionó en tono juguetón.
❝ ¿Yo... Celoso? Bha. No te hagas ilusiones, niña. Melina es mi esposa y no tengo planeado que nadie le ponga un dedo encima. Menos él. ❞ - Gruñó con fastidio.
❝ Ya. Ya. No te alteres tanto, era una broma, además mamá se nota bastante bien contigo ahora y eso es lo importante para mí. Además... ambos necesitan cerrar esa herida. ❞ - fue dirigiendo la mirada hacia Steve.
Melina está abrazando con fuerza a Steve. Steve dudo en contestar el abrazo, pero lentamente lo hizo y tan solo duraron unos segundos, cuando para mí fueron los segundos más largos de mi vida, joder.
Antes de que alguien pueda seguir hablando, unas de las viudas negras nos advirtió de que varios objetivos se encuentra acercándose a nuestra ubicación. No dude en decirle a mi familia que se fuera y huyera mientras tanto yo era usada como el cebo. Ross no los quiere a ellos. Solo a Natasha.
Steve se quedó conmigo.
Después de esto, íbamos a tener una conversación y luego mi segundo objetivo era unir nuevamente a mi segunda familia. Era reconfortante para mí, no estar sola en este momento y saber que todo lo que nos dijo Dreykov era una mentira absoluta. Steve se encuentra a mi lado y su mano rodea la de Natasha.
❝ ¿Estás seguro de esto?, todavía hay tiempo suficiente para que te largues, Steve. No tienes porqué hacerlo. ❞ - Sus ojos terminaron en él.
❝ Créeme no hay otro lugar donde quiera estar. Además tengo un truco bajo la manga para que Ross, no pueda poner un solo dedo sobre ti y sobre mi. ❞ - Se encoge de hombros, mostrando una personalidad tranquila y despreocupada.
Le dediqué una media sonrisa y le di un ligero apretón en la mano, como un gesto de agradecimiento por lograr calmar mis nervios.
❝ Gracias. ❞ - Fui más que honesta con mis palabras.
❝ Creo yo, que el qué tiene que dar las gracias soy yo, Natalia. Sé que no te lo he dejado para nada fácil y prometo recompensarte de alguna forma. ❞ - La vergüenza en su voz sonaba tan tierno, no pude evitar liberar una risita coqueta y negar con la cabeza.
El sonido de vehículos acercándose hacia nosotros hizo que nos pusiéramos serios.
❝ Bueno. Es hora del show, soldado. Tan solo queda ver lo que quiere y sí es algo malo, tendremos que usar tu As. ❞ - Steve tararea bastante de acuerdo conmigo.
Solo puedo esperar que funcione y rescatar a Clint, Sam, Wanda y Scott. Ellos no merecen estar encerrados como si fueran la peor peste del mundo. Iba a asegurarme de eso.
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|Steve Grant Rogers|
❝ Te equivocas. El Steve Rogers que tanto conocían, aquél que tanto han tachado de héroe y el mejor amigo del capitán América, murió el mismo día que le salvó la vida a su amigo y cayó en marcha de un tren. Al parecer nadie entiende que... No queda nada de ese Steve. ❞
España: Barcelona/Hotel Rosas IV/Habitación N°324. . .
Los recuerdos se han mostrado con bastante frecuencia en sus sueños y no, no eras recuerdos agradables. Eran un recordatorio para que nunca olvidará el daño y la muerte que fue causando bajo el nombre de: Taskmaster. Aveces tan solo le hubiera gustado haber muerto en la caída en gran altura del tren. Nunca supuso que pudiera sobrevivir a una caída tan alta y tampoco que sería arrastrado por dos hombres de la KGB. Eso tan solo fue la punta del iceberg.
Experimentando con él. Steve perdió la cuenta de el número de veces que estuvo al borde de la muerte. Deseo y deseo que la muerte se presentara, que le tendiera la mano para darle un final al infierno que era obligado a soportar día a día. Pero la muerte nunca había llegado a él. Con un cuerpo escuencle no hay mucho que pudiera hacer en ese entonces y mucho menos cuando no tenía un arma consigo mismo. Fue tan ingenuo al pensar que lo salvarían. Oh, que tonto y estúpido que fue. La ayuda nunca había llegado de nuevo.
El chico ingenuo de Brooklyn poco a poco fue desapareciendo. Tan solo era un muerto en vida. Las extracciones de sangre, los estudios que le imponían, las pruebas constantes. Para luego al final pasar por la inyección del suero mejorado en su cuerpo y que el sufrimiento era tanto como para estar al borde del desmayo. Pero lo soporto tanto como pudo y cuando finalmente el dolor fue desapareciendo. Nota el cambio. Su cuerpo enfermizo y escuencle había sido reemplazado por un cuerpo bastante trabajado y las enfermedades que tuvo desde su nacimiento fueron desapareciendo. De alguna manera era un nuevo él.
Uno pensaría que el sufrimiento hubiera tenido un fin.
Steve no tuvo esa oportunidad. Ivan el padre de Dreykov, tenía mejores planes para él. La lavaron el cerebro. Le hicieron creer ser una persona que no era y fue cuestión de tiempo para que sea puesto a prueba en el campo de batalla. Algo curioso sobre él, no solo su cuerpo tuvo una mejoría, no, tenía una habilidad que en sus días no podía explotar por su estado débil. Steve siempre tuvo la habilidad de aprender un estilo de pelea con tan solo verlo una vez en acción.
Si. Una habilidad que solo puede usar con su cuerpo mejorado. De lo contrario esa característica habilidad no me hubiera sido tan útil en un cuerpo tan débil y enfermizo. Serví a Ivan hasta que el momento de la muerte había llegado a él. Murió por temas de cáncer. Vio al hombre que le hizo pasar un infierno muriendo lentamente por una enfermedad bastante grave. El Taskmaster de ése entonces sintió una profunda necesidad de reírse del pobre desgraciado. Pero no lo hizo y cuando había dado su último respiro, Steve tenía una pequeña sonrisa en sus labios y era una ventaja tener la cara cubierta.
Cometió muchos asesinatos y el número era colosal, demasiados números rojos sobre sus hombros. Cuando Steve cierra los ojos para poder descansar, siempre está en ése lugar, un lugar oscuro y sombrío. Debajo de sus pies tan solo hay sangre y un sin fin de cuerpos fríos esparcidos por toda la zona. Los susurros y sus gritos se han vuelto cada vez más constantes. Sus gemidos de dolor y los gorgoteos de su garganta siendo estrujado con fuerza por sus manos, arrebatándole la vida a cada uno de ellos. La luz de sus ojos apagándose.
❝ Steve. ❞ - La voz de Natalia me sacó de mis sombríos recuerdos. Trayéndome a la realidad y lo primero que buscó fueron esos hermosos ojos esmeraldas que ella tiene. ¿Hace cuánto que llevan juntos en esto? 6 u 8 meses si la memoria no le estaba fallando.
❝ ¿Lo hice de nuevo, verdad? Lo siento por eso. Aveces cuando estoy solo no tengo mucho que hacer y mis recuerdos llegan en el peor momento, Nat. ❞ - Se disculpó y se había sincerado con ella, la mujer de cabello rojo se encuentra sentada a horcajadas sobre él. Steve se lo facilita al estar al borde de la cama.
Un ceño fruncido predomina en su rostro al oírme decir aquello. Sus manos fueron puestas sobre mis hombros y no pude evitar liberar un suspiro interno, ¿como puede lucir tan hermosa? Esos rizos pelirrojos son tan únicos y bellos, recuerdo vagamente que ella estaba planeando teñirse el cabello de rubio y eso no me gustó mucho. Le había chantajeado qué si lo hacía, Steve se afeitaba la barba y ella se enfureció con la idea de que su barba desapareciera por completo. Y gracias al chantaje pudo salvar ese hermoso cabello pelirrojo que tanto amaba en ella.
❝ Eso no hubiera ocurrido, si me hubieras acompañado, Rogers. ¿Por qué no quieres verlo a James? No era tu mejor amigo. Él se pondrá feliz de que te encuentres con vida y por cierto el equipo pregunta mucho por ti. ❞ - Su mano derecha termina lentamente en mi mejilla derecha y deja un par de caricias suaves.
Dos meses después de lo ocurrido con la Red Room y la KGB, Nat tenía un plan para salvar a los demás de aquella prisión y en mi opinión fue un trabajo bastante sencillo. Usando mi atuendo de Taskmaster en aquella ocasión, curioso fue cuando los liberamos, detrás de nosotros estaba él. El chico dorado de América. Por obvias razones no me reconoció y la tarea se había cumplido sin ningún problema.
❝ No soy el Steve que él se encuentra esperando. No estoy lo suficiente preparado para ser bombardeado por preguntas. Estoy bien de esta manera contigo. No necesito hablar con nadie. ¿Está mal que quiera estar solo contigo? ❞ - Mis manos se posicionaron en su fina cintura y me incliné a su toque.
Ella era todo lo que necesitaba en su vida. Con el pasar de los meses ambos se fueron conociendo poco a poco, confesando sus mayores miedos y su oscuro pasado. Con la intención de crear un vínculo entre ambos lados. Sus sentimientos por Natalia eran abrumadores y se lo había dicho en más de una ocasión.
❝ Eres tú y eso es lo importante para él. Pero no puedo negar que te entiendo, Steve y lo iremos tomando poco a poco. Hm. Eres un meloso, Rogers. Y creo que me lo estás contagiando. Tú eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida, Steve. ❞ - Sus ojos verdes brillan con un sentimiento tan profundo y radiante que me había dejado sin aliento.
Sus manos se posicionaron sobre mis mejillas y lentamente rozando su pequeña nariz con la mía, fue un movimiento lento y tierno. No puede evitar suspirar suavemente por su acción. Aveces pienso que ella es demasiado buena para mí, pero también soy lo suficientemente egoísta como para querer que ella, solo esté con él.
El nombre de James resonó en su cabeza.
No puede evitar sentir celos. Siempre era James, siempre lo dejaba de lado cuando había una mujer cerca, James siempre lo obtuvo todo y Steve no corría con la misma suerte en ese entonces. James consiguió a Peggy y lo vio con sus propios ojos. Y ahora tiene a la chica que tanto desea tener James Barnes. Cuando rescataron a los demás, el chico dorado de América estaba mirando fijamente a la hermosa pelirroja y no obstante, evitó a toda costa que se acerque a Natalia.
❝ Soy alguien de los años 40. Algo tengo que tener, ¿no? Además no te oigo quejarte de eso cuando tenemos nuestras citas y siempre te sorprendo con algo nuevo. ❞ - Steve deja un suave beso en la nariz y Natalia lo arrugó tiernamente.
❝ hm. Para ser alguien de los 40, no fue nada caballeroso de tu parte follarme y luego noquearme, Rogers. ❞ - Señaló con una sonrisa coqueta en sus labios y me sentí bastante avergonzado al olvidar ese pequeño detalle.
❝ Lo siento por eso. Mi yo psicópata no encontró otra manera de dejarte completamente noqueada, Nat. ¿Me perdonas por eso? ❞ - Steve depositó un par de besos amorosos en el rostro de su sexy pelirroja.
Una suave risa se escapa de los labios de ella.
❝ Bien. Tienes suerte de que folles como un toro y que me guste tu trasero, de lo contrario te hubiera pateado el culo, Rogers. Pero te perdono. ❞ - Mis labios fueron descendiendo hasta su cuello causando un tembloroso jadeo de parte de ella.
Su cuello huele tan bien. Steve se toma su tiempo para recorrer el cuello blanco de Natalia, dejando un rastro de besos en ella y estando atento a los suspiros suaves de su hermosa pelirroja rusa. Uno de los puntos débiles de Natalia, eran los besos en el cuello y sentir la picazón de mi barba. Adorando en silencio esas pequeñas pecas que ella tiene en su cuello y rasgando sus pecas con sus dientes, gimiendo con sensualidad por mi acción.
Acercando mis labios a su oreja.
Soltando un soplo de aire caliente en el mismo. Ronroneando bastante complacido en sus adentros al sentirla temblorosa por eso. La respiración de la ex-espia pelirroja comienza a volverse errática y todo por culpa mía. Hablando a centímetros de su oreja. Usando aquel tono de voz que siempre había logrado excitar a varias mujeres y incluida su sexy rusa.
❝ Supongo que podría compensarte por eso, Nat. Pero para eso voy a tener que sacarte la ropa y tenerte en la cama por horas, hay que comprobar la calidad de la cama, ¿no? ❞ - Su tono ronco y lujurioso tuvo el efecto esperado, dejando un mordisco en el lóbulo de su oreja.
❝ Joder. Eso suena como un buen plan, Steve. Espero y no le ocurra lo mismo que la cama de aquel hotel de mala muerte, hm. Rogers. ❞ - Las inquietas manos de su pelirroja fueron arrancándole su camisa y los botones prácticamente volaron.
Steve se ríe divertido ante eso.
❝ El dueño de ese hotel estaba bastante molesto con nosotros dos. Y además los vecinos se quejaron por el ruido, creo que esa noche me dejé llevar demasiado y bueno la cama pagó las consecuencias. ❞ - Murmura dejando un suave beso en la barbilla de Natalia.
❝ Y mi vestido rojo, junto a mis bragas y todo gracias a ti. Apenas terminamos la misión y te lanzaste sobre mí, como un animal libre de su jaula. Oh, mi pobre vestido rojo quedó completamente destrozado por ti. ❞ - Murmura entre suspiros suaves.
❝ No puedes culparme por tener ésas ansías de destruir tu hermoso vestido, Nat, hacia a juego con tu cabello rojo y esos hermosos ojos esmeraldas que tienes, muñeca. ❞ - Una risa coqueta sale de esos labios tan deseables que tiene, Natalia.
❝ Ambos sabemos que te puso muy caliente, Steve. Hm. Al enterarte que mis pechos estaban sin protección. . . Que problema para ti. ❞ - Ríe con burla la sexy pelirroja.
Steve no tardó en sellar sus labios con los suyos. No se avergüenza en admitir que uno de sus pasatiempos favoritos es comerle la boca a la ex-espia rusa de cabello rojo y unos ojos verdes muy coquetos. Trabando los labios de ella. Su pelirroja está sonriendo en el beso. Un beso que está siendo en un ritmo lento y tortuoso. Queriendo saborear los labios de su Natalia. Era tan difícil resistir ésas enormes ansias por unir sus labios con los de ella.
Steve mordisquea con picardía el labio inferior de la pelirroja. La Romanova jadeó un poco sorprendida por su atrevimiento y en venganza la espía rusa fue hundiendo sus uñas en la fornida espalda de Steve. El sargento Rogers gruñó en el beso, al sentir esas uñas filosas rasgando su piel y dejando un rastro en él. Era cierto que no era su primera vez con una mujer, es bastante cierto, pero cuando se trataba de su pelirroja. Pero con Natalia se sentía como un total primerizo, cuando sus manos están recorriendo mi cuerpo, no puede evitar estremecerse por su toque.
Las manos de Steve, se encuentran quitándole la ropa a Natalia, empezando por su chaqueta de cuero de color negro y luego se había separado un momento de sus labios.
❝ Esto fuera, muñeca. ❞ - Murmura entre besos y procede a retirar su remera roja, tirándolo en algún lugar de su habitación.
Tomándose unos segundos para apreciar el brasier verde claro que usaba para acunar sus senos. Con sus manos se encuentra buscando el broche del mismo y con bastante facilidad lo desabrochó, dejó que ella se lo quitara. Mirando embobado esos redondos y abundantes senos que tanto amaba besar y mordisquear.
❝ ¿Te gusta la vista, Rogers? ❞ - Pregunta con un tono coqueto y su ceja hizo un movimiento sugestivo.
¿Qué si le gustaba la vista? Joder. Como no iba a estar encantado con la escena frente a él. Dirige su mano derecha a su seno derecho y lo agarra con fuerza, causando que un gemido ronco escapara de la boca de Natalia.
❝ Tú eres muy consciente de mi respuesta, muñeca. Todo en ti me encanta y me vuelve loco. ❞ - Su voz se endurece y suena más gruesa que antes a sabiendas que a ella le gustaba mucho cuando hacía eso.
❝ Y tú me vuelves loca, cuando usas ése tono de voz, conmigo. ❞ - Se muerde el labio inferior al sentir el movimiento de mi mano derecha sobre su seno derecho.
Hace una mueca de placer ante cada movimiento. Era bastante increíble la manera en la que sus pechos, fueran perfectamente acunados por mis grandes manos y aún le costaba trabajo creerlo. Las texturas, el tamaño y sobretodo ese aroma tan embriagante que expulsan, tienden a volverme más ansioso por devorarla por completo.
Fue dejando un rastro de besos en su cuello, oliendo ese aroma a rosas que tiene impregnado en su cuello y en todo su cuerpo.
Steve optó por desnudar a Natalia de una buena vez. Apartando sus zapatos, junto a su pantalón y sus bragas, recostando a la ardiente pelirroja en la cama. Tomándome unos segundos para apreciar tal escena, pellizcandose mentalmente para verificar que era real y que no fuera una treta en su cabeza.
❝ Sabes. . . Aveces no puedo evitar cuestionar que esto no sea mi imaginación y cuando despierte esté nuevamente en la Red Room. ❞ - Sus ojos verdes me miran fijamente y él, no pudo evitar quedarse como idiota mirando a su hermosa pelirroja.
❝ No soy producto de tu imaginación, Steve. Soy real y no un producto de tu imaginación, cariño. Ven aquí tonto. ❞ - Antes de subir en la cama se despojó de su ropa y quedó en las mismas condiciones que Natalia.
Gateando hacia ella. Quedando él arriba y ella debajo, alinea su polla ya dura en el coño de la pelirroja y sin pena alguna penetra a su sexy rusa. La cual soltó un gemido ronco y sensual que tan solo logró ponerlo mucho más duro que antes. Steve gimió de manera ronca al sentir la manera en que lo estaba apretando tan deliciosamente. Era una fantasía para mí estar dentro de ella.
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| Natasha Romanoff |
❝ No tengo nada que temer, cuando estás conmigo, cubriendo mis espaldas y yo cubriendo tus espaldas. Los dos somos invencibles, mientras estemos juntos y no nos separen. ❞
Estados Unidos, Ohio , Residencia Rogers. . .
Una vida normal. Nunca sé imaginó siquiera llevando una vida tan ordinaria como está. El destino era realmente una cosa voluble. Después de todo lo que pasó al final, era bastante extraño para ella, obtener esa vida que tanto añoraba en el pasado y lo más improbable sucedió, ahora está formalmente casada con un hombre y ese hombre no era otro que Steve Rogers.
Cuando thanos se aventuró a venir a la tierra en busca de las piedras del infinito y fue un auténtico infierno, demonios. La cara de James no tuvo precio cuando había descubierto la identidad de Taskmaster. Steve no sé mostró tan entusiasmado por el reencuentro entre dos amigos como ellos.
La batalla dio como ganadores a los Vengadores. Thanos está bastante muerto y todo gracias al corté en la cabeza que Thor le dio tan certeramente. Después de esa agotadora batalla. Natasha dio por sentado que era momento de colgar su traje de superhéroe y simplemente retirarse.
Ella y Steve, consiguieron una vivienda en Ohio. Se casaron y para sorpresa de Natasha, un milagro ocurrió. Algo remotamente imposible. Estaba embarazada. ¿Como era eso posible?, joder. No tuvo una respuesta en su momento. Pero fue cuestión de preguntarle a las personas correctas y la respuesta correcta fue que el responsable era Steve Rogers, su esposo.
Natasha dio por sentado que ser madre era un sueño, el cual no iba a poder cumplir y ella con el tiempo lo fue aceptando, pero cuando el momento llegó. Le costó mucho creer que haya un bebé creciendo en su vientre, Steve fue una historia diferente y al mismo tiempo ambos nos tomamos un respiro para procesar la idea de ser padres.
❝ Hm. . . ❞ - Un gorgoteo la atrae nuevamente a la realidad y con sumo interés mira al hermoso bebé de 4 meses que descansaba en sus brazos, durmiendo plácidamente allí.
E ra el ser más hermoso y perfecto, que haya visto en su vida. El bebé que descansa en sus brazos, no era otro que su bebé, James Anthony Rogers. Steve fue quién escogió el primer nombre y yo el segundo, por un momento había pensado que no iba a escoger el nombre de su mejor amigo, pero lo hizo.
Sus padres y su hermana se encuentran de visita para conocer al nuevo integrante de la familia. Cuando les dio la noticia, su familia estaba bastante feliz por la gran noticia y decidieron hacerle una visita sorpresa. Natasha observa embobada a su pequeño bebé, James heredó su cabello rojo y su piel pálida, los ojos azules de su padre. James es la perfecta combinación de ambos.
Con lentitud y cariño, acaricia las regordetas mejillas de su pequeño James y en respuesta su bebé suelta un tierno suspiro. Frunció levemente su pequeña nariz, riendo en un tono bajo y suave al verlo. Era una copia exacta de ella en esa expresión tan conocedora. Steve siempre señaló que James era igual que ella cuando su expresión cambiaba y era bastante divertido verlo de primera mano.
Era su bebé.
Para Natasha, su hijo y su esposo eran lo más hermoso que le habían pasado. Caminando de un lado a otro. Meciendo a James en sus brazos, tarareando una canción rusa que Melina le cantaba a Yelena en el pasado. Asegurándose de que James duerma profundamente, ser madre era toda una experiencia y descubrió que tiene instintos maternales, algo curioso sobre eso. Es que cuando James llora, ella siente su corazón estrujandose y con ver su carita sabe exactamente lo que está queriendo.
❝ Te sienta bastante bien ser madre, hermana. Sabes... Aveces me cuesta creer que hayas dejado tu trabajo como superhéroe para ser una esposa y madre al completo. ❞ - La voz de Yelena le distrajo del pequeño James.
Era bastante consciente de que era momento de colgar el traje y sus armas, ya a hecho suficiente para remediar sus números rojos. No toleró la idea de estar lejos de su pequeño bebé, ni por una hora y menos un día. Dios. Se había acostumbrado a él. A su pequeño bebé de cabello pelirrojo.
❝ Yo nunca había esperado una vida tan normal y tranquila como la de ahora, Lena. Creí que ser madre era una meta que jamás iba a tener. Pero ahora me doy cuenta que el destino es una cosa voluble. Y puede sorprenderte. ❞ - Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, observando nuevamente a James y luego a Yelena.
❝ Tienes un punto ahí. Nunca me había imaginado saliendo con el mejor amigo de mi ex. ¿Como carajos pasó eso? Siempre me hago la misma pregunta. ❞ - Hizo una mueca graciosa al mencionar aquella información sobre su vida amorosa.
Natasha creyó que estaba ocurriendo algo entre Sharon Carter y James, fue un pensamiento erróneo. Su pequeña hermana menor no estaba metida en la ecuación. Frunció el ceño al instante que mencionó a su esposo, no iba a mentir pero era difícil de digerir que Steve estuvo con mi madre y mi hermana.
❝ Eso pasa cuando te pones caliente. Y no te aguantas, Lena. Baja un poco la voz, por favor, no ves que tengo a alguien durmiendo en mis brazos. ❞ - Señaló con sus ojos fijos en James.
❝ ups. Aveces me olvido el hecho de que hay un bebé en casa. Y me cuesta creer el hecho de que ahora soy tía. De esté pequeño pelirrojo. ❞ - Una cálida sonrisa se dibujó en sus labios y su mano derecha acaricia suavemente el cabello de mi bebé.
❝ Ve acostumbrándote a la realidad, Lena. ❞ - James se remueve ante el toque de Yelena.
❝ Es una copia exacta de ti. ❞ - Señaló con una media sonrisa.
❝ Clint dijo lo mismo, Tony señaló que era una copia exacta de Steve, pero yo creo que James tiene un parentesco de ambos. ❞ - Natasha ríe entre dientes.
❝ Creo que es momento de volver con nuestros padres. Quién sabe qué le hará nuestro padre a tu esposo nalgon. ❞ - Natasha negó con la cabeza.
❝ De acuerdo. Vamos. ❞ - Aceptó y ambas fueron directamente hacia el encuentro con su familia.
No tardaron mucho en encontrar a sus padres y Natasha, divisó a su esposo sentado en el sofá. Esperando paciente la llegada de ella y James, Natasha no tardó en sentarse junto a Steve. Su brazo izquierdo rodeándola y Natasha dejó caer su cuerpo contra él. Aún con James en brazos.
Natasha observa a su padre y su madre sentados en el otro sillón.
Ahora tiene la vida que tanto deseaba. Tiene a sus padres y su hermana de vuelta, ante todo pronóstico consiguió un hombre maravilloso y ahora un hermoso bebé. Algo que creyó que nunca podría tener, pero lo tuvo y todo gracias a su esposo, Steve Rogers. Y su hermoso bebé de ojos azules y rizos pelirrojos, James. Nunca había esperado terminar con un esposo y un hijo, pero realmente está feliz con su vida.
El destino realmente era una cosa voluble.
Fin.

Dancouga 01-25 (flayjunior20) Tue 06 Aug 2024 03:36AM UTC
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The_Trihexa20 Tue 06 Aug 2024 01:09PM UTC
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Dancouga 01-25 (flayjunior20) Wed 07 Aug 2024 05:17AM UTC
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