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Sweet lullaby

Summary:

Jungkook es un omega de conejo que ha sido expulsado de su manada debido al celoso nuevo miembro, asustado y solo huye de su ciudad natal en dirección a Seúl intentando olvidar todo el dolor, sin esperar que una nueva manada lo acoja con los brazos abiertos y le de todo lo que había perdido y más.

Notes:

Hola, esta es mi primera historia en AO3 solo que ahora en español :D, espero que quien lea esto lo disfrute˙ᵕ˙

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: Comienzo

Chapter Text

—¡No puedo creer que hicieras eso Jungkook!— grito el alfa de la manada mientras entraba a su habitación dando un portazo, su aroma era demasiado amargo y picante, confundiendo los sentidos del menor.

Jungkook lo miro extrañado —¿De que hablas hyung?.

—No te hagas el inocente, sabes muy bien lo que le hiciste a Wooseok.

El menor solo pudo observarlo fijamente sin saber de qué estaba hablando. —Enserio no se de que me hablas, hyung.

El alfa gruño. –No puedo creer que seas tan cínico–. Y con eso dicho se apartó mostrando al chico que se encontraba detrás de él, un omega de hiena, pero eso no era lo impactante, los rasguños y moretones en su rostro si.

El chico tenía en pómulo reventado, el labio rotó, el ojo derecho hinchado y el resto del rostro y parte de sus brazos también tenían moretones y algunos rasguños. Jungkook abrió los ojos impactado ante esa escena.

–¿Que fue lo que...– y antes de que pudiera terminar la pregunta el alfa volvió a gruñir. –¡No te hagas el inocente, esto lo hiciste tú!.

Jungkook solo estaba confundido y herido ante esa declaración, confundido por esa conclusión, herido por el hecho de que el que se supone que es su alfa de manada creyera qué el era capaz de eso.

–¿Y porque haría eso?– preguntó mientras su voz se quebraba un poco.

–Porque estas celoso de no ser el único omega en la manada– escupió el alfa con odio.

–¡Eso es mentira!.

El alfa puso los ojos en blanco cansado de la situación. –Di lo que quieras Jungkook, todos en esta manada saben que tú hiciste esto. Jungkook puede jurar que algo dentro de el se rompió al escuchar esas palabras, al parecer incluso cuando se conocían de años ninguno de ellos creían en el.

Y mientras el Omega de conejo sentía su mundo desmoronarse, las palabras del alfa fueron lo peor. —Toma tus cosas y vete Jungkook, te daré un par de horas para que tomes lo que necesites, pero te quiero fuera de esta casa antes del anochecer.

¿Que...— tartamudeo —quieres decir con eso, hyung?.

Eso solo lo hizo explotar nuevamente. —¿¡Es que aparte de violento, eres idiota!?, ¡no te quiero más en esta casa, tu ya no eres parte de mi manada, lárgate antes de que haga algo de lo que ambos nos arrepintamos!

Todo en el dolía y se encontraba en conflicto, una parte de el quería huir despavorido, correr lo más rápido que sus ágiles piernas le permitieran. Otra parte la más conectada con la manada, quería calmar al alfa, mostrar su cuello y vientre en señal de sumisión,

Otra más quería gritarle, decirle que se fuera a la mierda y lo tan decepcionado que estaba de todos en la manada. La última, la cual se encontraba más escondida en su mente solo quería llorar, rogarle que no lo echara, hacer un nido y hundirse en el.

Ninguna de ellas termino ganando.

—Bien— soltó, aunque podía sentir que en cualquier momento su voz se quebraría.

El alfa no espero más respuesta y tomando al híbrido de hiena del brazo lo saco de la habitación, dejando un espeso aroma picante y ácido en el ambiente que aturdida un poco los sentidos de Jungkook, no lo suficiente para no poder actuar.

Rápidamente saco su teléfono y busco entre sus contactos, encontrando lo que estaba buscando sin mucho esfuerzo. Presiono el botón de llamar y escucho un par de tonos de llamada antes de escuchar una voz profunda el otro lado.

—¿Hyung?...— soltó con voz lastimera y alarmó al que estaba al otro lado.

—¿Que sucede, colita de algodón?— pregunto preocupado y Jungkook tuvo que contar todo lo sucedido, sin duda el alfa al otro lado de la línea estaba más que furioso.

—Estaré ahí pronto— dijo antes de colgar.

Y mientras Jungkook trataba de pensar en que debería llevarse, trataba de no desmoronarse, el no iba a llorar.

No en esa casa almenos, quería mantener algo de su dignidad, y sabía que en casa de la manada familiar nadie lo jugaría por hacerlo, le tomo un par de respiraciones poder mantenerse estable y comenzar a ordenar su habitación. El sonido del timbre, seguido por gritos lo alertó.

Salió disparado por la puerta para encontrar a cuatro alfas apuntó de pelearse, alarmado se acercó a ellos, sabía que era peligroso, pero no quería que sus hermanos causará un conflicto.

–Sehyun-hyung— lo llamo, y no sólo era el también estaban Soyeon y Eunwoo, pronto todos los ojos se dirigieron a él, el alfa de la manada solo juro rodando los ojos mientras los dejaba entrar.

–Tienes hasta que se ponga el sol, y no te atrevas a acercarte al nido– dijo antes de desaparecer. Los otros tres alfas querían ir tras el y golpearlo, pero Jungkook los convenció de no hacerlo.

No valía la pena.

Entre los cuatro empacaron cosas esenciales, ropa (tanto de cama como normal), almohadas y cojines, artículos de tocador y baño, cualquier peluche y figura de acción que el hubiera comprado a lo largo de los años, también cualquier artículo de cocina que el hubiera comprado.

Se aseguró de separar cualquier prenda de ropa que no le perteneciera, no quería que también le llamaran ladrón. Y como dijo el alfa de la manada, no se acercó al nido, igualmente ya no le importaba, cualquier cosa que pudiera haber comprado para este había perdido cualquier valor para él en el momento en que su manada demostró que no le tenían confianza.

Cuando finalmente todo estuvo empaquetado y en el auto que ellos llevaron, todos subieron dejando atrás la casa que Jungkook alguna vez llamó hogar.

No se había dado cuenta que había comenzado a llorar hasta que sintió los brazos de su hermana rodearlo en un intento de darle consuelo.

El viaje de regreso a la casa familiar se sintió pesado, aún con los intentos de sus hermanos de alegrarlo solo pudieron sacarle pequeñas sonrisas y risas casi inaudibles.

Una vez llegaron Jungkook fue recibido por múltiples abrazos, palabras dulces para el y palabras venenosas para su (ahora) ex-manada, lo que lo hizo sentir un poco más liviano, sabiendo que siempre podrá apoyarse en su familia.

Al final del día termino acurrucado en el nido familiar, rodeado de los aromas reconfortantes de todos, mientras se mantenía cálido entre los brazos de su madre omega biológica.

Mientras el sueño comenzaba a ganar pudo escuchar las palabras de consuelo de su madre. —Las cosas mejorarán, tal vez no hoy, ni mañana pero lo harán, eso tenlo por seguro.

Y tal vez, solo tal vez, Jungkook sintió que esas palabras se harían realidad.

Chapter 2: No todo es malo

Summary:

Jungkook toma una decisión importante y vemos un poco mas de su antigua manada

Notes:

Al principio quizá odien un poco a los padres de JK, luego entenderán el por qué.

Y odiarán un poco más la antigua manada de JK.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Los siguientes días al regreso de Jungkook a la casa familiar fueron duros, el primer día lloró mucho, aferrándose a sus padres y hermanos, el segundo intento actuar como si nada hubiera pasado y solo estuviera de visita, aunque eso no duró mucho. Para el tercer día en adelante se cerró totalmente, no salía de su cuarto, no comía, apenas bebía agua y en general se estaba descuidando.

Estaba profundamente deprimido, y todos en esa familia (incluso los que ya no vivan en la casa familiar) estaban preocupados, fue entonces cuando la hermana mayor de Jungkook, Nayeon, tuvo una idea.

El omega necesitaba un cambio de ambiente, lejos de los recuerdos, por lo menos hasta que se recuperará. Sus padres a pesar de no querer separarse de su cachorro estuvieron de acuerdo, por lo que intentaron hablar con el y después de mucha insistencia lograron entrar a su habitación, y la imagen que los recibió era lo suficientemente mala como para hacer que su madre casi llore en ese instante.

El cuarto estaba totalmente a obscuras y bastante desordenado, con un potente aroma amargo a tristeza y dolor, por otro lado el conejito menor no ofrecía un mayor consuelo a su pobre madre, tenía los ojos excesivamente rojos e hinchados, cabello seco y revuelto, orejas caídas, marcas de lágrimas en sus mejillas sin color y hundidas, se veía más delgado después de no haber comido nada durante dos semanas y en general era una sombra del Jungkook normal.

La imagen le destrozó el corazón a ambos padres, y están seguros que cualquiera en la manada que lo viera sentiría lo mismo. Tragando sus lágrimas, la omega se aclaro la garganta y endulzo su tono lo más que pudo.

—Cariño, me alegra que me dejes verte otra vez... — y antes de decir algo más, tenía nuevamente al conejito aferrado a su cuerpo en un fuerte abrazo, el cual correspondió y al que pronto se unió el padre del chico, ambos tratando de consolarlo con su aroma y presencia.

—¿Te parece si entramos a tu nido y conversamos ahí, o prefieres que nos quedemos aquí?— pregunto cariñosa.

—Nido, por favor— susurro con voz débil.

Los tres se adentraron al cuarto, cerrando la puerta detrás de ellos y una vez dentro del nido, rodearon al más joven entre sus brazos, su madre a la izquierda y su padre a la derecha, fue un pequeño alivio para el conejito.

—¿Te sientes cómodo para hablar ahora? — pregunto el león con el mismo tono dulce que había usado la única mujer anteriormente.

—Si— dijo el menor en lo que parecía más un susurro que una respuesta.

El león miró a la mujer, quien le dio un pequeño asentimiento, mientras acariciaba la cabeza y orejas de su hijo, tomó una profunda respiración, mentalizándose para lo que se venía.

—Cariño, todos en la manada hemos estado hablando y... — se detuvo tratando de encontrar las palabras para explicarse sin que sonara tan mal. —Creemos que lo mejor es...— otra pausa, se encontraba muy nervioso. —Qué te vayas por un tiempo de Busan.

Jungkook abrió los ojos, miedo, pánico, ansiedad y una pizca de enojo se podía ver en ellos. —¿Que...— se atraganto con su propia saliva —quieres decir con eso, papá?

Rápidamente la omega tuvo que intervenir, no podía permitir que las cosas escalaran por un malentendido.

—Lo que tu padre quiere decir, dulzura— comenzó, mientras comenzaba a arrullarlo nuevamente contra su pecho. —Es que pensamos que sería bueno un cambio de aires, aquí tienes muchos recuerdos dolorosos, un cambio te puede hacer bien.

Pero a pesar del intento de su madre de calmarlo, tanto el como su animal ya se encontraban intranquilos. —¿Así que quieren deshacerse de mi?

—No es eso, cariño— negó con una sonrisa nerviosa. —¿Recuerdas que tú y Soobin obtuvieron becas para ir a la universidad de Seúl y tú estabas muy emocionado por eso?

Jungkook lo recordaba, estaba muy feliz cuando se enteró, pero eso se esfumó rápidamente cuando se lo dijo a su anterior manada, ellos lo desalentaron activamente antes de siquiera pensarlo pues -en sus propias palabras-. —"Tú manada y vida están aquí, en Busan, no en Seúl, deja de ser tan egoísta y piensa más en la manada"—, por lo que descarto la idea con tristeza.

El recuerdo hizo que sus orejas cayeran a flácidas ambos lados de su cabeza.

—Si, lo recuerdo.

—Pensamos que está sería una buena oportunidad para hacerlo— continuo su madre acariciando las esponjosas orejas del menor.

—Pero...

—Y no es que no te queramos aquí— interrumpió su padre. —Te amamos y si fuera por mi te tendría aquí siempre. —sonrió mientras la contraria le daba una mala mirada. —Pero ahora mismo estar aquí te está volviendo miserable...— su voz se quebró pero se recompuso rápidamente con un carraspeo —a todos nos rompe el corazón verte así, por eso pensamos que un cambio de aires sería lo mejor para ti.

—No lo se...

—No necesitas decidir ahora, dulzura— su madre le sonrió con dulzura. —Solo piénsalo y recuerda que puedes negarte, siempre podemos pensar en otra cosa— finalizó su padre dándole un fuerte abrazo.

—Lo pensaré...

—Bien— ambos sonrieron. —¿Quieres que nos quedemos o que nos vayamos?— pregunto su madre.

—¿Pueden quedarse, por favor?

Ambos padres asintieron y se acurrucaron junto al menor, pronto el conejito se quedó dormido rodeado del reconfortante aroma familiar.

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Jungkook despertó poco después de que sus padres se fueran, lo sabía porque no había caído dormido del todo.

Pero estaba bien, necesitaba pensar, se encontraba en conflicto pues quería ir, pero una parte de el (la que se aferraba a la idea de arreglar las cosas con su antigua manada) no quería dejar la vida que había formado.

Sabía que si decidía ir no estaría solo, mucho menos sin un techo sobre su cabeza. Su hermano mellizo Soobin había decidido ir ese año (por insistencia de Jungkook mismo) y su familia había comprado un departamento cerca de la universidad cuando su hermana mayor, Nayeon, se mudó a Seúl para su segundo año universitario, aunque actualmente ya no vivía ahí, por lo que Soobin y el podrían vivir ahí sin mayor problema.

Siguió pensando en los pros y contras de vivir en Seúl hasta que la pantalla de su celular se iluminó repetidas veces, por un momento pensó en ignorarlo pero su animal interior parecía ansioso por ver el contenido de lo que sea que fuera.

Finalmente cedió a las exigencias de su animal y tomo el teléfono, era un grupo de chat... Con los miembros de su ex-manada.

No se encontraba de humor, pero la curiosidad pudo más, así que finalmente vio los mensajes, llevándose una amarga sorpresa.

𝗪𝗼𝗼𝗻𝗶𝗲-𝗵𝘆𝘂𝗻𝗴 <𝟯

𝗬𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗿𝗼𝗻 𝟮 𝘀𝗲𝗺𝗮𝗻𝗮𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗳𝘂𝗶𝘀𝘁𝗲.

𝗦𝘂𝗽𝗼𝗻𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘆𝗮 𝗵𝗮𝗯𝗿á𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝘁𝗮𝗱𝗼.

𝗔𝘀í 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗱𝗮𝗿é 𝗹𝗮 𝗼𝗽𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗮𝗱𝗮.

𝗦𝗶 𝘁𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗿𝗼𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝗲𝗼𝗸, 𝗿𝘂𝗲𝗴𝗮𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗱ó𝗻 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗺𝗲𝘁𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗱𝗿á𝘀 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿.

𝗘𝘀𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗺𝗶𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀.

No podía creer lo que estaba leyendo, no solo le pedían que se disculpara por algo que nunca hizo, sino que también se humillara y rogara para que lo dejarán volver.

No.

Definitivamente no iba a hacer eso, tal vez si se lo hubieran ofrecido los primeros días lo hubiera considerado, pero había tenido para pensar y procesar todo lo que había vivido hasta el momento en esa manada y había sido más horrible de lo que pensaba, asi que no, no iba a volver.

Además que significaba eso de "ser un mejor omega", el siempre había hecho las cosas lo mejor que podía, incluso eligiéndolos por encima de sus deseos y su pensamiento inicial de buscar a sus almas gemelas, ¿y aún así lo consideraban un mal omega?, que les jodan.

Bueno, eso hizo que su decisión de irse fuera más sencilla, así que supuso que les daría eso.

No respondió, simplemente lo dejo en visto y fue a decirle su decisión a sus padres. Aunque no estaban emocionados porque sus dos hijos se fueran, eran felices porque veían a Jungkook más decidido de lo que había estado en mucho tiempo.

Solo esperaban que todo saliera bien.

Notes:

Les dije que odiarían un poco (o quizás mucho) más a los compañeros anteriores de JK. :D

Los padres de JK solo quieren que él esté bien, incluso si no es algo cercano a ellos, así que por favor sean comprensivos.

Espero que a las personas que han leído esto les haya gustado, aun me faltan un par de capítulos que subiré cuando tenga tiempo, gracias por llegar hasta aquí.

Winter_promise

Chapter 3: Nuevos comienzos, Nuevos Problemas

Summary:

Jungkook se esta adaptando a un nuevo episodio en su vida, pero las cosas no siempre salen como uno desea, mientras otros tiene un dia horrible

Notes:

Se que han pasado casi dos meses desde que subí esto, pero tengo una explicación, LO JURO, pero antes dejo el capitulo, espero que quien lea esto lo disfrute ♡

¡Advertencia!

Mención de sangre, nada grave pero se menciona, están advertidos

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Una semana después de esa platica y tomar una decisión, se encontraba en Seúl junto a su mellizo.

Sus padres se habían encargado de cualquier trámite que necesitara, incluyendo el cambio de nombre (dejo atrás el apellido de su manada y regreso al original). Ahora ya se encontraba en Seúl, con la promesa de sus padres de visitarlos muy a menudo, y esperanzas de un nuevo comienzo.

Era el tercer día que se encontraba en el nuevo departamento junto con Soobin y su hermana mayor, Nayeon (quien se había mudado temporalmente con ellos, para ayudarlos a adaptarse) y les estaba yendo bien... En su mayoría.

Jungkook aun extraña a su antigua manada, a veces llora, a veces se pierde en sus pensamientos y aún no sale de su departamento, pero lo estaba intentando.

En ese tiempo había silenciado el chat grupal, después de que leyó el primer mensaje y no contestó, solo sabía que había incontables mensajes y llamadas que no respondió, aun no, no se sentía listo para hacerlo, tal vez nunca lo estaría, solo esperaba que su silencio fuera suficiente respuesta para ellos. Solo esperaba que la distancia fuera suficiente para que eventualmente el lazo se rompiera.

Aunque no todo puede ser como uno lo planea ¿verdad?.

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Era casi entrada la noche cuando Jungkook recibió una llamada de su madre, cuando contestó se escuchaba asustada. Al parecer Yong-chul no captaba las indirectas, yendo incluso a los extremos de acosar a su familia.

—Cariño...— dijo su madre con voz suave pero temblorosa. —Se que no quieres saber nada de ninguno de tu anterior manada pero...— se escuchó un fuerte golpe de fondo. —Yong-chul se apareció furioso y exigiendo respuestas, ¿tu sabes a qué se refiere Jungkookie?.

El conejo más joven suspiro, creyó que su silencio sería suficiente, aunque su lazo se sintiera tenso. Después de todo había ignorado todos los mensajes, ¿los había leído de forma superficial?, claro, todos ellos tenían en esencia el mismo contenido, "haz lo que te exigimos, humíllate y podremos fingir que nunca desconfiamos de ti"

Debatiendo si era correcto decirle esa información a su madre o no, finalmente respondió con un simple "si", prometiéndole una explicación más amplia cuando las cosas se calmaran.

—¿Podrías ponerme en altavoz en la cámara del timbre,por favor?, no es necesario que muestres la cara— su madre accedió e hizo lo pedido, Jungkook no podía ver, pero podía escuchar no solo la voz de Yong-chul (que era la que predominaba sobre las otras), sino también las de los otros dos miembros.

Tomo una respiración profunda y mucho valor para poder hablar sin que su voz temblara, la furia que sentía a través del lazo era tan intensa que no podía pensar con total claridad, pero intento controlar a su animal interno.—¿Que quieres?.

—¿Esas son maneras de responder ante tu alfa y líder de manada?— pregunto el contrario y si bien no lo podía ver, casi estaba seguro que su cara esta roja, también en el fondo de su mente pudo escuchar varios gruñidos molestos, pero los ignoro.

—Te recuerdo que tú me echaste de la manada, así que tú ya no eres mi alfa, mucho menos mi líder— dios, como le costó decir eso.

—Y yo te recuerdo que te dije que podías volver, te di mis condiciones para eso.

—Si, el tener que aceptar un crimen que no cometí y tener que humillarme para que todos podamos fingir que ustedes nunca desconfiaron de mí a pesar de que nos conocemos desde hace años y saben perfectamente que yo no sería capaz de algo así.— Y en este punto no sabía si la furia que sentía era suya , de cualquiera de ellos, o una mezcla de ambos, seguramente era la última opción.

—¡Deja de hacerte el inocente, todos sabemos que lo hiciste!— gritó Siu, el único beta de la manada.

—¡Y aún así pensamos aceptarte de nuevo, solo haz lo que te decimos!— está vez fue la voz de Banghyuk (el otro alfa de la manada), la que se escuchó.

Jungkook grito furioso —Váyanse todos ustedes a la mierda, ¡no pienso volver a un lugar donde tengo que humillarme para poder pertenecer!, si tanto quieren a Wooseok, quédense con el, no me importa; ya no soy parte de la manada, de hecho...— su voz se fue apagando y quebrándose un poco —creo que nunca pertenecí a ella de todos modos.

Se escucharon más exigencias por parte de ellos, pero ahora más lejanas y estranguladas , supuso que su madre había apagado la cámara del timbre y se había alejado. —¿Estas bien?— el menor quería responder que si, pero eso sería una mentira, se sentía aturdido, desorientado y sobretodo traicionado y herido.

Finalmente solo un "si" lastimero y su madre entendió que no quería hablar de eso en ese momento, por lo que después de un par de intentos de tranquilizarlo finalmente colgó. Sabía que si algo pasaba su familia se encargaría de ellos, por lo que se encontraba un poco más tranquilo.

El dulce aroma de moras azules combinado con cerezas llamo su atención y por el rabillo del ojo pudo ver la cabellera azul brillante de su gemelo, quien se encontraba junto a su hermana, ambos le dedicaban miradas de simpatía, Jungkook solo rodó los ojos mientras se acercaba, recibiendo un abrazo de ambos.

Los tres acordaron que no era momento de lamentarse, por lo que finalmente decidieron hacer una noche de películas.

Comenzaron a ver "Deadpool", Soobin quería volver a ver la saga ya que pronto saldría la tercera parte. Ambos estuvieron de acuerdo pues era algo sencillo de ver, solo humor absurdo y estúpido, violencia sin sentido e insultos, no necesitaba pensar, solo reírse y disfrutar con sus hermanos.

La primera mitad fue bien, todo era risas cuando tenían que reír y perderse en la trama en los momentos más serios. Hasta que comenzó a sentir a su conejo interior inquieto, podía sentir como este se removía y chillaba desesperado.

Trato de ignorar la incomodidad inicial y centrarse en la película, hasta que un dolor punzante en su cuello lo hizo soltar un grito de dolor, mientras se llevaba la mano a la zona de dónde provenía, las marcas de apareamiento.

Sus hermanos voltearon a verlo alarmados, mientras Jungkook retiraba su mano temblorosa de la zona, el color rojo era lo único que podía ver. Sangre, su propia sangre cubría su mano, empapaba su playera y su aroma inundaba en ambiente, sus ojos se abrieron de la impresión. Aparto la mirada de su mano, viendo con pavor a sus hermanos que le devolvían el mismo tipo de mirada.

Pronto el dolor volvió, lo que hizo que volviera a cubrir su cuello, haciendo reaccionar a la alfa.

—Necesitamos ir al hospital— fue lo primero que salió de sus labios después del shock inicial. —Soobin ve por las llaves de mi auto y mi celular, por favor— ordenó la chica mientras tomaba la manta que estaba usando Jungkook en ese momento intentando hacer que la sangre se detuviera, el rubio se quejo de dolor, pero la dejo hacerlo de todos modos.

El omega solo se quedó quieto, estaba paralizado del miedo. —¡Soobin!— grito la alfa, lo que pareció hacerlo reaccionar, corriendo hacia otra habitación

Mientras esperaban al de cabello azul, Nayeon ayudo a Jungkook a llegar a la puerta, era difícil con el rubio llorando por el dolor, pero finalmente lo lograron.

Pronto el otro conejo llegó corriendo, abriendo la puerta e intentando ayudar a ambos a llegar al elevador. La gente con la que se topaban se veía asustada y preocupada, Nayeon intentaba no gruñir a nadie, mientras se dirigían al elevador. Jungkook solo lloraba, mucho.

El trayecto hacia el estacionamiento fue tortuoso para todos, el teléfono de la alfa no dejaba de sonar y por un momento quiso lanzarlo contra la pared, pero no lo hizo.

Por suerte su auto estaba cerca, lo más difícil fue acomodar a Jungkook en el auto, pero finalmente lo hicieron, Soobin se quedó a su lado en todo momento, manteniéndolo consciente y presionando la manta tratando de evitar que saliera más sangre.

Nayeon está segura que rompió varias reglas de tránsito para llegar, después de todo llegó derrapando tan fuerte que dejó marcas en el suelo, aún no está segura de como llegaron en una pieza y la policía no los detuvo.

Ambos hermanos cruzaron la puerta de emergencia con un Jungkook semi-consiente. —¡Ayuda, por favor!— grito la mayor, alarmando a todos, pronto subieron al rubio a una camilla y lo llevaron dentro del hospital.

La chica volteo a ver a su hermano en el momento justo para ver cómo se desplomaba junto a ella...

Genial, ahora no solo tenía que preocuparse del papeleo y la salud de uno, sino de dos conejos

Bueno, su día iba como la mierda, solo esperaba que no fuera peor.

Notes:

Ok, para las personitas que hayan llegado hasta aquí gracias ♡.

La explicación del porque no subí nada en casi dos meses, es porque primero me enferme, gracias a que el día siguiente que subí esto tuve que salir y me atrapo una GRAN tormenta y aparte de resfriarme tuve una fiebre debilitante (literalmente estuve cerca de los 41°C) por lo que no pude hacer casi nada, esto duro casi una semana, luego de eso mi madre fue internada en el hospital por problemas en la vesícula durante un mes, y aunque yo no estaba del todo recuperada ayudaba a cuidarla en el hospital (sobre todo con el tema de bañarse ya que soy la única mujer en la familia aparte de mi madre y una señora mayor no dejaba que mi padre la ayudara a pesar de tener mas de dos décadas de casados) al principio fue mas fácil porque el hospital quedaba cerca (aprox. cinco minutos en auto) y yo todavía lidiaba con síntomas menores, luego la trasladaron a otro hospital que estaba mucho mas lejos (a una hora y media de distancia si teníamos suerte y no había trafico) por lo que se hizo mas complicado el poder cuidar de mi madre, a eso se le suma que yo no me recuperaba del todo y las responsabilidades de adulto.

Mi madre fue dada de alta hace relativamente poco y se esta recuperando en casa después de una cirugía por lo que ya puedo hacer las cosas con mas tranquilidad y también me he recuperado del todo asi que debería poder hacer un poco mas, pero tampoco esperen mucho porque aun hay cosas con las que lidiar en mi casa.

aun asi agradezco a cualquier persona que haya leído todo esto y eso es todo por ahora.

Winter_promise

Chapter 4: Los hospitales apestan, aunque no mucho.

Summary:

La tensión de los hermanos aumenta, un nuevo personaje aparece y todo se resuelve

Notes:

Hoy es mi cumpleaños 🎉🎉🎉

Así que para celebrarlo les traigo nuevo capítulo :D

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

La rubia se encontraba estresada, llevaba apenas quince minutos dentro del hospital y sentía que su tiempo de vida se había reducido unos diez años. Por muy alfa que fuera, no podía dividirse en dos y cuidar a sus hermanos, uno de sus hermanos acababa de entrar a un quirófano y el otro estaba inconsciente en la sala de urgencias, sentía que la cabeza le palpitaba y el jodido teléfono seguía sonando.

Estaba pensando en apagarlo cuando volvió a sonar, estaba harta, por lo que contestó la llamada sin ver quién llamaba.

—¿Que?— pregunto en un tono brusco, aunque se arrepintió cuando escucho la voz al otro lado, no era otra que su alfa de manada, "mierda", pensó.

Tal vez debió pensar las cosas mejor, pero la situación no era la mejor, ¿Alguien puede culparla por eso?.

—¿Nay, estás ahí?— pregunto Jihyo, demonios, se había perdido en sus pensamientos.

—Si...

Y fue entonces cuando todo explotó del otro lado de la línea, múltiples voces preguntaban a la vez, una sobre otra haciendo imposible el poder responder.

—"Silencio, todas"— se escuchó la voz fuerte y decidida de la alfa de la manada, al fondo se pudieron escuchar murmullos y disculpas. —"Bien..."— volvió a hablar una vez que hubo silencio. —"Empecemos con una pregunta sencilla, ¿Dónde estás?.

—En el hospital, pero...— y antes de seguir fue interrumpida de nuevo por numerosas voces preocupadas, siendo nuevamente calladas por la líder.

—"¿Que sucedió?"— pregunto está vez sería y preocupada.

Nayeon suspiro, contando todos lo que había sucedido rápida y resumidamente, escuchando al otro lado suspiros asombrados de sus demás compañeras.

—"Vamos para allá"— dijo una de ellas, Mina, si no supone mal. Pero la leona negó rápidamente, no podía tener a otras ocho personas con ella en medio del pasillo.

—Solo puede venir una de ustedes, lo siento— y aunque escucho varias protestas, finalmente logro que solo Jihyo fuera con ella.

Solo quedaba esperar lo mejor.

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Jihyo había llegado al hospital en menos de quince minutos (cortesía de vivir cerca del centro de la ciudad) y pronto se reunió con la rubia, se veía estresada y parecía que había estado llorando, no era una linda imagen.

—Gatita...— murmuró mientras abrazaba a la leona, está se aferró a la muestra de afecto, buscando consuelo en su aroma.

—¿Cómo están?— pregunto suavemente.

La leona se separó mientras trataba de limpiar su cara —quisiera decir que están bien, pero Soobin está inconsciente y Jungkook...— su voz tembló. —El estaba sangrando mucho, y sus gritos...— la chica comenzó a hiperventilar. —Dios, sus gritos aún suenan en mi cabeza, fue horrible, el...—Jihyo la detuvo, tenía que hacerlo sino quería que cayera en una espiral.

—Nayeon— dijo firme pero suave. —Por lo que contaste, lo que sucedió no fue tu culpa, nadie sabía que iba a pasar y no podrías haber hecho nada para evitarlo, no te crucifiques por eso—. La pantera la sostuvo entre sus brazos y está solo se acurrucó nuevamente.

—El tiene que salir de esto, sino yo...— otra vez sintió sus ojos arder por las lágrimas retenidas. —No se que haré si el no sale de allí.

—Lo hará— afirmó. —Es un conejo fuerte y testarudo, no morirá tan fácil.

Nayeon soltó una risa estrangulada. Era cierto, su hermano era un conejo fuerte en muchos sentidos y demasiado testarudo cuando se lo proponía, esperaba que eso fuera suficiente para mantenerlo con vida.

Ambas mujeres se separaron nuevamente, aún teniendo sus manos unidas. —Yo iré a ver a la mora azul, tu quédate a esperar noticias de la pelusa— dijo ella usando apodos cariñosos hacia sus cuñados.

—A ninguno de los dos les gustará saber que los llamaste asi— dijo bromista, con la voz un poco ronca.

—Ellos nunca se enteraran— la pantera le guiño el ojo y se dio la vuelta mientras comenzaba a alejarse al área de urgencias, esperando que la dejaran ver a su cuñado.

Mientras Nayeon cayó agotada en la silla más cercana, pensando si era correcto enviar un mensaje a sus padres para informarles de la situación, o si era mejor esperar a que las cosas pasarán para decirles.

Cuando por fin decidió decírselo a sus padres vio a Jihyo regresando está vez junto con Soobin . Este se apresuró a llegar a su lado, abrazándola en el proceso, ella devolvió el afecto.

—Perdón por eso...— dijo triste.

—Esta bien— dijo restándole importancia. —Pero más importante que eso, ¿que te sucedió?.

—Los doctores dijeron que mi animal interno estaba pasando por una situación de gran estrés por lo que se desmayo, y mi parte humana se desmayo con el.

—Ah...— fue todo lo que pudo decir la leona.

La pantera río levemente. —Si, fue lo mismo que dije yo.

Poco después Nayeon finalmente envío un mensaje a sus padres informándoles de la situación, lo que desencadenó en una serie de mensajes, la cual si la chica es sincera, no leyó completamente, y solo respondió a los mensajes importantes, como lo eran el estado actual de su hermano y el hospital en el que se encontraban, el último mensaje que recibió fue un "vamos para allá" y después de eso no hubo más.

Siguieron esperando por lo que fue otra media hora más, viendo a los enfermeros entrar y salir de la sala de operaciones, sin recibir más información que "un médico les avisará cuando su familiar salga de cirugía" pero nada más.

Intentaban tener pequeñas conversaciones que morían en cuanto otra enfermera salía y eso verdaderamente era algo agotador, ninguno se consideraba una persona con derecho, pero en esos momentos sentían que cualquiera entraría ahí y pediría explicaciones.

—Familiares de Jeon Jungkook— grito una enfermera, llamando su atención, pronto los tres estuvieron reunidos junto a la mujer.

—¿Que son del paciente?— pregunto ella.

—El y yo...— dijo la leona mientras señalaba a ambos. —...Somos sus hermanos y ella...— ahora señalo a la pantera —...Es su cuñada.

La contraria asintió. —Bien— dijo ella. —El paciente ha perdido mucha sangre por lo que necesita transfusiones, ahora mismo se le está suministrando la última bolsa que tenemos a nuestra disposición, pero temo que no será suficiente, por lo que les pediré que me acompañen.

Ambos asintieron mientras seguían a la mujer a otro lugar, dejando a la pantera en la sala de espera.

Media hora después ambos volvieron con un algodón en el antebrazo y muecas de dolor, además de órdenes de comer algo, por suerte Jihyo había comprado un par de sándwiches, jugos y un paquete de galletas mientras ellos no estaban, por lo que no tuvieron que hacer mucho.

Mientras los hermanos comían a una velocidad moderada (después de que Jihyo los regañara por comer demasiado rápido), la pantera se comunicaba con las otras miembros de su manada, actualizándolas la situación (después de muchos mensajes y suplicas de todas). Fue cuando terminaron de comer cuando salio del quirófano un doctor (o eso suponían).

—Familiares de Jeon Jungkook— llamó el hombre y los tres se acercaron al hombre, por el leve aroma supo que era un alfa, aunque es alguien extraño en general, no solo por el cabello morado brillante (que eso solo ya era algo extravagante), sino por el cuerno que sobresale de la parte delantera de su cabeza, justo en medio de sus orejas de caballo junto con las alas que se podían ver levemente en su espalda. "Un alicornio" pensó sorprendida Nayeon mientras abría los ojos impresionada, pues híbridos como el ya no eran tan comunes en la sociedad actual y los que había preferían no tener mucho contacto con los demás, eran prácticamente de la realeza junto con otras criaturas míticas, era sorprendente que uno de ellos se dedicara a sanar a otros híbridos.

El hombre se quito la mascarilla que llevaba puesta una vez estuvieron a su lado —mi nombre es Kim Seokjin, medico especializado en todo lo relacionado con lazos, ademas de cirujano también fui el encargado de su familiar— hablo con calma.

—¿Y como se encuentra?— pregunto la pelinegra.

—Se encuentra estable y pronto sera llevado al área de recuperación— el alfa pudo ver como los tres suspiraban de alivio. Después de recibir múltiples agradecimientos dejo que los tres fueran, una vez que estuvo seguro que ninguno de los tres estaba cerca pudo relajarse un poco, ahora solo tenía que averiguar cómo decirle a los familiares del chico que esté era su alma gemela sin morir en el intento.

Dios, el destino a veces es una mierda.

Notes:

Cómo dije al principio hoy es mi cumpleaños y quise celebrarlo con un nuevo capítulo, perdón por la tardanza quería traerlo antes pero tengo una cosa llamada ✨ procrastinación✨

Espero que lo hayan disfrutado :)

Winter_promise

Chapter 5: El destino aveces es una mierda

Summary:

Podemos ver un poco de la vida diaria de Seokjin, momentos antes de la llegada de nuestro conejito y algunos problemas en el trabajo

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Los días de Seokjin eran normalmente tranquilos, un par de consultas aquí y allá, aunque también había días de mierda y este parecía uno de ellos.

Sabía que las cosas iban a ir mal cuando al levantarse de la cama esa mañana se golpeó el dedo pequeño del pie, está bien, esas cosas pasan.

Después intentó preparar el desayuno para la manada pero aparentemente se había acabado el café favorito de Yoongi, eso solo significaba una cosa, iba a tener a un Yoongi muy (y cuando digo muy ,es MUY) enojado, lo que se traduce en GRANDES pucheros, resoplidos, bufidos ariscos, insultos en voz baja hacia cualquier cosa y no iba a dejar que nadie lo toque en TODO el día.

Si, el día ya era una mierda y no eran ni las nueve de la mañana, lo supo en cuanto vio al híbrido de gato entrar en la cocina con su cara de sueño.

—Buenos días, hyung— dijo el de cabellos mentas somnoliento mientras se dirigía a buscar su amado café.

Y Jin entro en pánico, vaya que si.

—Buenos días gatito— tartamudeo, y lo tomo en brazos en un intento en hacer que se alejara de la despensa. El gato bostezo, pero sabía que algo andaba mal, el aroma del alicornio era uno nervioso, como un mango poco maduro y ralladura de limón.

El omega lo vio mientras alzaba una ceja —¿Que es lo que me estás ocul...?— no pudo terminar la frase por qué ambos escucharon pasos detrás, pronto un lobo somnoliento cruzo la puerta.

—Buenos días...— murmuró Hoseok mientras se estiraba, bien, el lobo sería su salvador.

—Buenos días lobito— canturreo el mayor tratando de parecer normal. —¿Que hacen despiertos tan temprano ustedes dos?, el desayuno aún no está listo y aún quedan un par de horas antes que tengan que salir de la cama— preguntó en un intento de distracción que pareció funcionar en el lobo, agradecía que el pelirrojo estuviera recién levantado por lo que aún no notó su nerviosismo.

—Estaba...— bostezo —buscando a Yoongi-hyung...— otro bostezo.

Hoseok se acercó al omega y lo rodeo con sus brazos en un abrazo perezoso mientras frotaba su mejilla en el cabello mentolado de el más bajo.

El omega suspiro cansado mientras devolvía el abrazo -yo solo quería ayudar a hyung...- murmuró en un puchero.

Bien, parecía que el lobo mimoso fue suficiente para distraerlo, ahora tenía que sacar a ambos de la cocina para poder comprar el estúpido café.

Se acercó para rodear a ambos con sus brazos, e inconscientemente también los cubrió con sus alas como una manta protectora. —Hmm...— canturreo. —Parece que ambos todavía están muy cansados...— hablo suavemente mientras les acariciaba la cabeza, pudo escuchar un suave ronroneo de parte del gato. —¿Porqué mejor no regresan a la cama?- preguntó, pudo sentir como la cabeza del gato quiso moverse en señal de negación, pero el lobo fue más rápido y lo tomo suavemente del brazo. Seokjin no dudo en deshacer el abrazo protector.

—Esta bien, hyung— murmuró el alfa más joven mientras se llevaba al omega devuelta a su dormitorio. —Los llamaré cuando esté listo el desayuno- dijo calmado el alicornio mientras los despedía con la mano alzada y una sonrisa.

Una vez estuvo seguro que ambos chicos no regresarían fue el momento en el que pudo relajar sus músculos tensos.

Camino lo más silencioso que pudo hacia su habitación para tomar su billetera, una vez adentro pudo ver como un par de alas escamosas y una cola de reptil sobresalían de la cama, cierto... Namjoon se había quedado a dormir con el la noche anterior.

Con mucho cuidado se deslizó por la habitación, aunque eso no pareció ser suficiente pues escucho un débil gruñido proveniente de la cama. —¿Hyung?...— pregunto un somnoliento chico sobresaltando al mayor.

—Tranquilo Jonnie, vuelve a dormir— murmuró el alicornio mientras se acercaba a acariciar los cabellos azulados del contrario, mientras intentaba que sus dedos no chocaran con sus cuernos.

El dragón volvió a acurrucarse entre las sábanas cayendo nuevamente en el mundo de los sueños. Fue entonces cuando el alicornio se alejo con cuidado volviendo a su labor anterior, tomar su billetera.

Al ver que podría volver a despertar a su pareja Seokjin recurrió a usar su magia para hacer levitar el objeto, no era algo que hiciera a menudo, pero resultaba muy útil.

Una vez con eso en mano, uso un hechizo de teletransportación para ir rápidamente a la tienda más cercana, tomo el café y algunas otras cosas que podrían faltar, se dirigió a la caja registradora y pago en tiempo récord.

Una vez fuera de la tienda volvió a teletransportarse a su casa, sintiéndose levemente agotado. Si bien los alicornios son dotados de grandes cantidades de magia (una de las pocas criaturas que actualmente aún pueden usarla) usar varios hechizos a la vez puede ser agotador, más si no se usa de forma regular, como en el caso de Seokjin.

Dejo la bolsa de plástico con la compra en el mostrador mientras daba un suspiro cansado se sujetaba el cabello en una coleta desordenada, listo para hacer el desayuno para todos.

Hizo panqueques y huevos, algo que para algunos puede parecer demasiado americano, pero era lo más fácil para Seokjin en un día de mierda, además de por supuesto una gran jarra de café.

Fue hacia donde estaban el resto de sus esposos y tocó las puertas avisando que el desayuno estaba listo, para después regresar a la cocina.

Uno a uno los demás miembros de la manada fueron llegando entre bostezos, saludos y besos perezosos, fueron tomando asiento.

El desayuno en general fue bien, un par de peleas juguetonas por parte de los menores, pero nada que no se resolviera con un regaño suave.

Después de terminar, se baño, secó, peino y vistió en tiempo récord, y pronto estuvo listo para ir a trabajar. Se despidió de todos con un beso y salió, estaba por subirse al auto cuando se dio cuenta que sus llantas estaban bajas.

Mierda, si no resolvía eso pronto iba a llegar tarde y eso era un rotundo NO, en el vocabulario del alicornio.

Por lo que tuvo que regresar adentro para pedirle ayuda a alguno de sus novios, tenía suerte que Namjoon no estuviera ocupado en ese momento, por lo que ambos lo resolvieron rápidamente.

Después de darle un beso rápido al dragón, subió a su auto y se dirigió a su trabajo, mientras rezaba por no llegar tarde.
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Se encontraba en su consultorio después de haber llegado casi derrapando pero con un par de minutos de sobra, el día hasta el momento había sido tranquilo, pero por algún motivo su animal interior se encontraba inquieto, podía sentir como caminaba de un lado a otro mientras relinchaba y batía sus alas nervioso, no sabía la razón.

Decidió que después le preguntaría a un colega que le sucedía si continuaba así, por el momento decidió tomar un supresor y sedar a su animal lo que quedara del día, aunque parecía que no estaba siendo muy efectivo.

Pronto sería su hora del almuerzo de todos modos y al parecer tendría que comprarlo pues se olvidó de empacar algo con las prisas (otra cosa que agregar a la lista de cosas de mierda que le habían sucedido en el día).

Estaba por levantarse hasta que alguien irrumpió en su consultorio.

—¡Doctor, se le solicita urgentemente en el quirófano tres!— llegó exaltada una enfermera, asustando al alfa, aunque rápidamente se compuso y salió disparado fuera del consultorio junto con la enfermera y por algún motivo eso pareció alterar más a su animal interno.

—¿Cuál es la situación?— pregunto una vez llegó al lugar, después de cambiarse a una velocidad casi inhumana.

—Hombre, omega e híbrido de conejo, de entre veinte a veinticinco años aproximadamente, llegó con sangrado múltiple en la zona del cuello— informó la enfermera mientras ayudaba a Seokjin a ponerse los guantes para comenzar.

"Un lazo roto" pensó el de cabellos morados con desagrado, pues tristemente era algo común que hacía la gente con demasiado odio en sus corazones para lastimar a su supuesta pareja. Bueno aunque eso era obvio, por algo lo llamaron al el, después de todo esa es su especialidad.

Rápidamente sacudió la cabeza intentando no pensar en los peores escenarios posibles, se cubrió el cabello después de atarlo en una firme coleta y después de lavarse las manos con ayuda de un enfermero se puso los guantes, listo para tratar al chico.

Pudo ver a algunas otras enfermeras intentando parar la hemorragia, pero (por lo que el alicornio pudo ver) la herida era demasiado grande para poder pararla rápidamente, otra más se dedicaba a cortar la camiseta del chico, el aroma a sangre predominaba en el lugar, pero pudo apreciar por debajo de el aroma metálico uno dulce como a fresas, tal vez cerezas, no estaba seguro y tampoco pensaba indagar más.

Pero había algo que lo mantenía alerta, su animal (incluso estando sedado) se encontraba alterado, movía sus alas perezosamente y relinchaba preocupado pero adormilado, no entendía el porque.

No fue hasta que alguien momento de acercarse para comenzar a coser que lo comenzó a entender, el chico tenia múltiples moretones, heridas (algunas mas viejas que otras), cicatrices y en su pectoral izquierdo justo donde esta el corazón, se encontraba un tatuaje de flor que era exactamente igual a el suyo. En cuanto sus dedos tocaron la piel de el chico sintió el leve ardor en el pecho junto con el tan conocido cosquilleo, además de las miradas asombradas de todos en el quirófano y el leve brillo púrpura/rosado que salía del pecho de ambos.

Bueno, tal parece que el chico que está por tratar y que tiene un lazo roto es una de sus almas gemelas... ¡Genial!.

¿Ya habíamos dicho que el día de Seokjin estaba siendo una mierda?, porque definitivamente lo estaba siendo.

Dios, no sabía cómo sentirse al respecto, solo sentía como algo parecido a la ira comenzaba a formarse en lo más profundo de su ser , pero no había tiempo de pensar en eso pues el chico seguía perdiendo sangre y cada segundo era primordial, por lo que enterró cualquier otro sentimiento en lo profundo de su mente y comenzó a trabajar.

—Doctor, ¿El es...?— intento preguntar uno de los enfermeros pero fue rápidamente silenciado por el alfa.

—No es momento de pensar en eso, el tiempo avanza y el sigue perdiendo sangre, ¡todos pónganse a trabajar, que para eso se les paga!— hablo firme, lo que hizo que todos reaccionaran y volvieran a lo que estaba haciendo.

Con cuidado insertaba la aguja en la piel del chico, sintiendo un escalofrío cada vez y el cual trataba de ignorar, la sangre le dificultaba ver y el aroma casi lo hacía perder la concentración, agradecía haber tomado un supresor antes de entrar al quirófano porque sino, no sabía cómo habría reaccionado su animal.

De pronto se escuchó el pitido de uno de los monitores, eso no era una buena señal.

—Doctor, su ritmo cardíaco está bajando rápidamente— eso definitivamente era algo malo.

—Necesita más transfusiones de sangre, ¡ahora!— grito el alfa, una de las enfermeras rápidamente cambio la bolsa. -Está es la última, doctor.

Y Seokjin se detuvo, —¿Cómo que es la última?— pregunto alterado mirando a la enfermera.

—Si...— murmuró una enfermera nerviosa. —Hoy más temprano hubo un choque de dos autobuses— explicó la mujer.

Otro enfermero también agregó —Y antes de eso hubo otro choque de un autobús con un con un conductor borracho que iba muy rápido, hubo muchos heridos.

Seokjin suspiró, su cabeza comenzaba a doler y su animal le exigía entre salvar al chico en la mesa y gritarles a todos .

—Bien...— dijo después de calmarse lo suficiente para no gritar. —Enfermera Choi vaya a la sala de espera y vea si la persona que trajo al paciente es compatible con el, sino busque a algún voluntario.- ordenó sin apartar la vista de lo que estaba haciendo.

—Enseguida, doctor Kim— dijo la enfermera para después salir del quirófano, regresando tiempo después con dos bolsas, bien, eso debía ser suficiente.

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Las cosas parecían marchar bien, la hemorragia parecía haber parado y casi terminaba de suturar las heridas (anteriormente marcas de apareamiento), aunque tal vez fue demasiado positivo.

Casi al final el aparato nuevamente comenzó a sonar y si eso no fuera suficiente también comenzó a convulsionar, rápidamente varios enfermeros ayudaron a poner sobre su costado intentando no hacer demasiado daño a las suturas recién hechas.

Una vez se detuvo lo volvieron a colocar en la posición inicial y aunque el daño había sido mínimo, había comenzado a sangrar de nuevo. Seokjin sabía que no tenía tiempo, el animal interior del chico se encontraba cada vez más alterado y por consiguiente alteraba al lado humano aún si estaba inconsciente, por lo que tuvo que usar su último recurso.

Su magia.

Mientras quitaba los puntos rotos y volvía a hacerlos su cuerno se iluminó en un aura púrpura verdosa, todos sabían lo que eso significaba, era un momento crítico. Algunas enfermeras volvieron a intentar detener la nueva hemorragia, y limpiar lo mejor posible la vista del alfa.

Pronto el cuerpo del conejo comenzó a iluminarse también con el mismo brillo, eso era una buena señal. Todos pudieron ver como el sangrado paraba a la vez que las heridas recién cerradas parecían mejorar un poco en color (todavía se veían rojas y negras pero ya no tan grotescas)

El alfa no tardó más de cinco minutos en acabar todo y que el brillo comenzará a desaparecer y vaya que se encontraba agotado, tuvo que sostenerse de los bordes de la mesa del quirófano para evitar caerse.

Algunos enfermeros corrieron a socorrerlo, mientras otros revisaban al chico. Seokjin se sentía cansado, como si casi toda su energía hubiera sido drenada. "nota mental: usar magia más a menudo" pensó el alicornio. -¿Como se encuentra el paciente?- pregunto al aire. -Estable doctor, incluso parece haber comenzado a cicatrizar- comento sorprendida una de las enfermeras.

Bien, eso era bueno, trato de enderezarse nuevamente fallando en el intento y siendo nuevamente sostenido por los enfermeros, tuvo que tomar un par de minutos para volver a recomponerse, mientras eso sucedía el chico fue trasladado a la sala de recuperación.

Una vez estuvo completamente bien de nuevo agradeció a las personas que lo auxiliaron para luego salir a la sala de espera y llamo a los familiares del chico, pudo ver a otro chico conejo y a dos mujeres, una leona y una pantera, todos lo miraban con expectativa y sorpresa, no era ajeno a ninguna de esas miradas.

Explico rápidamente la situación y los dejo ver al chico, mientras ellos veían a su familiar aún inconsciente el se encamino a la oficina de su jefe.

Tocó la puerta un par de veces antes de entrar sin perder más tiempo, el dueño de la oficina parecía sorprendido por la actitud de Seokjin, aunque rápidamente se recompuso tomando una postura serena.—Seokjin-ssi, ¿Que te trae aquí con tanta urgencia?.

Fue entonces cuando se dio cuenta de su falta de respeto, carraspeo incómodo. —Lamento interrumpir así, pero era necesario— intentó justificarse.

El mayor asintió, sin cambiar su semblante ni alterando su aroma -Bien, primero toma asiento- dijo y señalo la silla frente a el, Seokjin obedeció. —Ahora dime...— su mirada cambio a una más sería —¿que sucede?.

El alicornio se lame los labios nervioso antes de responder —se trata de mi nuevo paciente...— trato de explicar siendo interrumpido.

—Ah, si, el híbrido de conejo ¿cierto?— lo miro expectante, mientras asentía. —Si, se nos informó de ese caso, bastante feo si tengo que dar una opinión.

Seokjin queria gritarle, pero se contuvo como ya lo había hecho muchas veces en el pasado, sabía que era mejor estar en el lado bueno del alfa, si algo pasaba el tendría más posibilidades de hacer la vista gorda. Por lo que solo le dio una sonrisa forzada y un asentimiento.

—Si bueno...— carraspeo incómodo. —Me gustaría que alguien más tomara mi lugar...

—No— contesto alarmado y luego se aclaró la garganta. —Quiero decir, eso no será posible.

Seokjin levanto un ceja escéptico pero no se rindió —Tendré que insistir en esta ocasión doctor Hwang.

El contrario tampoco lo hizo —Y me temo que tendré que mantenerme firme en negarme doctor Kim, pero me gustaría saber, ¿porque la insistencia en el cambio?.

Seokjin suspiro, no quería que el tema se divulgará más de lo necesario, pero no había otra opción. —El chico es una de mis almas gemelas— dijo con miradas sería.

El alfa contrario lo miró con sorpresa y después de unos minutos volvió a tener su mirada sería. —Lo entiendo doctor Kim...— dijo serio —pero me temo que no puedo permitir su solicitud, incluso cuando es lo que dictan las reglas.

Seokjin lo miro curioso, y el contrario solo suspiro.

—La familia del chico son personas importantes y también son amigos de nuestros jefes— comenzó su explicación. —Ellos han pedido explícitamente al mejor doctor del hospital para tratar a su familiar y bueno, para su suerte o desgracia ese es usted...

Seokjin apretó los labios "personas importantes" osea que seguramente sean ricos. Su alma gemela era un niño rico, tal vez sería pretencioso o un mimado... No, esos eran prejuicios, el había pasado por eso, sabía que no debía dejarse llevar, "concéntrate Seokjin" pensó.

—Confío en que, a pesar de la situación actual, será capaz de tratar al paciente sin incidentes— continuo el doctor Hwang sacándolo de sus pensamientos.

El alicornio suspiro, sabiendo que no podía ganar esto por lo que finalmente asintió derrotado.

—Bien— dijo el alfa —supongo que ahora vera a los familiares del paciente, espero escuchar solo cosas buenas como siempre— sonrió dándole unas palmaditas en el hombro antes de dejarlo ir.

Seokjin se resigno a la idea de hacer cambiar de opinión al mayor y salió de la oficina y se dirigió al área de recuperación mientras intentaba pensar en una forma de explicar todo sin que lo matarán en el intento.

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Llegó a la habitación sintiendo un nudo en la garganta que trato de tragar, dentro se podían escuchar varias voces, algunas las reconocía y otras no. Tomo algunos minutos en tomar el valor suficiente para entrar mientras revisaba los papeles que le había entregado el doctor Hwang antes de irse, cuando por fin lo hizo las voces se detuvieron por unos segundos mientras todas las miradas se dirigían a él.

El alfa se aclaró la garganta mientras hacía una leve reverencia. —Mucho gusto, mi nombre es Kim Seokjin y seré el médico a cargo de su caso.

Una de las chicas (una leona) fue la que habló. —Mi nombre es Park Nayeon, soy la hermana de el chico que operó, ellos son Soobin, Jihyo y Jungkook, el fue a quien operó— los presento mientras los tres hacían una reverencia y el chico en la camilla lo veía con ojos cansados, "lindo" pensó Seokjin pero rápidamente empujó el pensamiento hasta el fondo de su mente.

El alfa miro a las enfermeras —¿pueden dejarnos solos, por favor?— les dijo a las y estas asintieron saliendo rápidamente de la habitación quedando solo el, el paciente y sus familiares, volvió su mirada a la rubia.

—Bien...— suspiro mientras intentaba no mirar al chico en la camilla —Supongo que las enfermeras ya se los habrán informado, pero se los diré por si no...— comenzó el alfa. —La cirugía fue un éxito y su recuperación debería ir sin ningún problema...— comenzó a explicar y todos en la habitación suspiraron de alivio y se sintió mal al saber que tendría que arruinarles esa pequeña felicidad.

El alfa se aclaró la garganta volviendo a captar la atención de todos —A pesar de que la cirugía fue un éxito, el señor Jeon tiene que llevar una serie de cuidados posteriores que me gustaría tratar más a fondo una vez el paciente este totalmente lucido— dijo con voz sería y la mirada de los tres se volvió sería mientras asentían. —Ademas en mi opinión profesional recomiendo encarecidamente denunciar esto a las autoridades...— antes de continuar con su perorata fue interrumpido por una voz suave.

—¿Pero no fue tan grave, verdad?— dijo el chico, parecía asustado pero sus ojos eran de un color morado brillante, seguramente el color de su animal interior —estoy bien, así que no es para tanto, no hay necesidad de llamar a la policía, enserio— dijo con voz era suave y ahogada, sus palabras aunque alargadas al final sonaban miserables y sus ojos se veían llorosos.

—Jungkook...— hablaron la chica rubia y el único otro omega en la habitación en tono de regaño, pero este solo negó con la cabeza y volvió a soltar un "estoy bien, enserio no es necesario" y algo dentro de Seokjin se rompió al escucharlo.

—Hablaremos de esto después ahora no estás siendo tu mismo— dijo la leona mientras volvía a mirar al mayor.

Decidió cambiar de tema —pronto será trasladado a su habitación y se quedará en observación durante el día para ver si no hay ningún incidente, luego podrán llevárselo a casa— el otro omega lo vio con agradecimiento. —Y en lo que respecta a su cuidado hablaremos cuando esté más lucido.

Todos asintieron y el decidió que era el momento de salir, no sabía cómo iba a explicar el tema de las almas gemelas y el maltrato sin que todo le explotara en la cara, pero sabía que ese no era el momento, tal vez cuando el chico estuviera más presente, por ahora se centraría en el tratamiento del chico, lo demás podía esperar un poco más.

Notes:

*inserte imagen de jungkook abriendo un ataúd en el vídeo de seven* ¡Volví!

Ya se que literalmente ha pasado un año desde que actualice pero la vida me ha tratado como una piñata todo el año y ademas tuve bloque creativo, asi que solo he podido escribir un capitulo y medio ՞߹ - ߹՞

Juro que no abandonare la historia (ㅅ´ ˘ `), pero seguramente las actualizaciones sean lentas, aunque espero no tardar otro año (¬_¬"), también he cambiado algunas cosas en los otros capítulos aunque son cosas mínimas.

Ademas seguramente pronto estaré publicando otra historia aunque solo tengo el primer capitulo hecho, espero que también lo disfruten.

Winter_promise

Notes:

Espero que a las personas que leyeron esto les haya gustado, aún me quedan un par de capítulos que subiré en cuando tenga tiempo, gracias por llegar hasta aquí.

Winter_promise