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Los pasillos silenciosos, limitados al tenue sonido de las pantallas y computadoras encendidas, sin iluminación suficiente como para apreciar al cuartel en su máxima forma, así como las pocas presencias que deambulaban haciendo el trabajo y guardia nocturna; en una oficina, la más recóndita del edificio, dos oficiales mantenían una charla amena, el recién graduado era muy agradable y extrovertido, tanto que estaba hablando de más hasta incluir a sus compañeros en la primer fase de su reclutamiento.
—Entonces, habrás escuchado hablar acerca de... ¿Maurice? Creo que así se llamaba, y la tragedia que acompañó a su nivel —preguntó el veterano, tomándose otro sorbo del café amargo.
—¿Maurice? No, no conocí a nadie con ese nombre durante mi estadía en la academia, y menos acerca de una tragedia.
—Es porque sucedió hace veintiséis años —aclaró— Maurice fue ascendido al nivel C después de finalizar la secundaria y pasar las pruebas de admisión, fue el resultado de un verdadero trabajo duro que impresionó a todos; un chico amable con una gran personalidad; era inteligente, popular, fuerte y generoso... Los profesores y sus compañeros lo amaban, sabía cómo ganarse el respeto de todos.
—Creo que tuve un compañero con esas mismas características, casi siempre hay uno en cada nivel.
—Casi siempre, pero no todos corren con la misma suerte. Poco después de que empezará sus estudios, Maurice falleció.
—¿Qué? ¿Cómo?
—Nunca se supo exactamente. Todo apunta a que se suicidó, aunque nadie de los que lo conocían lo creyeron capaz, era impensable que un muchacho como él recurriera a algo así. Lo cierto es que encontraron su cuerpo en la tina de baño, primero pensaron que se había quedado dormido ya que a simple vista la sangre no era visible, solo unas gotas de jabón resbalaban por los bordes, no fue hasta que se acercaron lo suficiente.
— Eso es impactante...
—Pero ahí no acaba el asunto. Sus compañeros y profesores no salieron de la sorpresa por semanas, les era imposible creer que aquel jovencito ya no estuviera más entre ellos. Así que, fue su mejor amigo el que comenzó, con unas simples palabras, una terrible maldición.
—¿Y qué dijo?
—"Maurice no está muerto, aún está aquí", lo decía a cada momento, comportándose como si de verdad estuviera vivo, a pesar de ser llevado con varios psiquiatras, esa idea se instauró de forma permanente en su cerebro. Ese apenas fue el inicio, como un virus, los demás estudiantes empezaron a imitarlo, incluso los entrenadores, el nivel completo actuaba como si el chico estrella siguiera ahí.
—Supongo que fue una actuación asombrosa, perturbadora, pero asombrosa. ¿Alguien no se percató de que todos ya estaban dementes?
—Lo hicieron, sin embargo, no les quitaron el derecho a la graduación y pese a que se volvieron locos, terminaron su entrenamiento y al final fueron transferidos aquí. Algunos murieron en el viaje, otros lo hicieron en su primera semana de trabajo, y unos cuantos por enfermedades naturales; el punto es, que nadie de ese grupo siguió con vida poco después de abandonar North Zone.
—Vaya, esa es una historia rara y escalofriante, realmente tuve suerte de no haberla escuchado mientras estudiaba, no hubiese podido dormir tranquilo.
—Lo peor de todo, es que esto no acaba ahí.
—No puedo creerlo... ¿Todavía hay más?
—Sí, y es lo que pasa a continuación.