Chapter Text
Jason tenía 8 años cuando su mundo dio un giro de 180° grados, provocando que cuestionara y dudara de todo lo que sabia sobre la vida.
Su madre había muerto solo un año antes, dos días antes de que cumpliera 7 años, su padre se encontraba en el calabozo desde hace tiempo, así que tuvo que valerse por el mismo para sobrevivir. Fueron tiempos difíciles, donde llego a tener que pelear contra ratas en la calle por un duro pedazo de pan. Donde llego a aprender como una sola comida a la semana podría valer su vida en juego.
Utilizo las enseñanzas de su padre, aquellas las cuales su madre trato de evitar que recurriera, siempre triste cuando Jason las realizaba, pero era la única manera de mantenerse con vida. Más ahora que Jason estaba solo.
Robar era lo único que sabía hacer. Lo que hizo varias veces para que su madre y el vieran un día más.
Jason se había acostumbrado que, para vivir, tenía que poner su vida en juego. Girar aquella macabra ruleta y ver si podría seguir abriendo los ojos en este mundo un día más.
En el momento que se encontró el carruaje de algún noble loco sin guardias a la vista, cercas de su casa en los barrios marginados, supo que tenía que actuar. No importaba la forma en que trago saliva con dificultad, y lo difícil que temblaban sus manos mientras que con una palanca retiraba las piezas de hierro y acero, junto a los adornos llamativos del carruaje.
Tenía que ser rápido, no sabía cuándo llegaría el dueño por su coche. No quería pensar a quien pertenecería aquel carruaje tan lujoso, ni el propósito por el cual algún noble vendría a los barrios marginados.
No cuando los nobles veían como insectos a los plebeyos, no cuando a las personas de los varios marginados los veían como una simple plaga la cual matarían en un abrir y cerrar de ojos, por el simple hecho de que fueran visto por ello.
Jason aún recuerda como aquel noble estuvo a punto de cortarle la garganta, solo siendo detenido por que su esposa no quería ver a un ser tan repugnante manchar la acera frente a ella con su sangre. Jason apenas se libró al ser golpeado y amenazado por los guardaespaldas del noble aquella vez.
Jason ya había logrado despojar todo lo que podía vender del carruaje sin levantar tantas sospechas, no fue hasta que intento llevarse lo de adentro que fue atrapado.
Trato de luchar y correr lo más rápido posible, pero incluso si logro golpear al guardia en los bajos, la mujer noble que lo acompañaba fue rápida y atrapo a Jason sin dudarlo.
No fue hasta más tarde, mientras era secuestrado por sus captores que se enteró de quienes eran los dueños del carruaje. Dándose cuenta de la jodida situación en la cual se metió por su avaricia.
Quien diría que el Emperador y la Emperatriz de Gotham irían personalmente a los barrios bajos. Disfrazados de una noble cualquier (Jason tenía muchas objeciones sobre eso, no cualquier noble llegaría a tener un carruaje tan lujoso y con joyas, por mucho que no fuera tan lujoso como el carruaje al cual estaban acostumbrados los reyes) y su fiel guardia.
Jason palideció al saber quiénes eran, mientras se encontraba amarado junto a la Emperatriz en el carruaje. Un sudor frio y un nudo en la garganta al saber que sin duda lo llevaban a ser ejecutados por atreverse a realizar tal transgresión contra el Emperador (¡el descaro de golpear las bolas sagradas del rey! ¡Los futuros descendientes que se encuentran dentro de él!).
La Emperatriz solo se rio a carcajadas al escuchar las suplicas de Jason por su vida. Sus lamentos por haber golpeados las bolas reales del Emperador.
Fue tanta la diversión de la emperatriz, que ella le grito al emperador que se encontraba conduciendo el carruaje por fuera “¡¡Bruce!! ¡Debemos quedárnoslo!” Escuchándose después un gemido lastimero del emperador desde afuera del carruaje.
Jason solo pudo seguir llorando de miseria, al pensar sobre todas las clases de torturas que la reina pensaba hacerle.
No paso mucho tiempo para que Jason se enterará que los reyes no pensaban matarlo. Y en cambio el propósito original de ellos era encontrar a la madre de Jason.
Jason estaba en shock. No sabía que la emperatriz había sido criada como plebeyo antes de ser reconocida como la hija bastarda del marqués. Ni mucho menos que ella y su madre habían sido amigas cuando eran jóvenes.
No hablo demasiado la emperatriz, pero al parecer lamentaba la muerte de su madre y no haber estado allí para ella y Jason antes. Aun así, la emperatriz, no pensaba cometer el mismo error otra vez.
Desde ese día, Jason fue declarado oficialmente como hijo adoptivo del emperador. Dando su vida un salto desde un marginado a un noble príncipe.
Jason tuvo que aprender modales, etiqueta, leyes, números, geografía, artes y un montón de materias básicas para su formación. No quería ni imaginar las que seguirían en el momento que tuviera su primer celo, lo cual, según palabras del canciller, lo volvería en un valioso activo para el reino, y sus clases se tendrían que triplicar.
Jason esperaba no llegara su celo pronto, ya que en el momento que sucediera, no podría seguir practicando espada y arco junto a Dick y Cass, debido a que Jason era un omega y ellos en cambio eran alfas. ‘Sus educaciones eran diferentes’, le explico Bruce antes, mientras intentaba consolar a Jason quien se deprimió cuando le dijeron que debería dejar la espada por no ser algo propio de un omega.
Jason se tardó demasiado en acostumbrarse a ser el hijo adoptivo de su alteza. No podía soportar el despreció de su alrededor ni el trato frio al ser antes un vagabundo de las calles. Pero el hecho de que el emperador tuviera otros dos hijos adoptivos ayudaba a que la discriminación que sufría Jason no fuera tan dolorosa. Y sin duda el apoyo que le brindaba aquellos que lentamente se estaban volviendo su familia ayudo.
El emperador tenía dos hijos adoptivos alfas, el primero era Dick, quien le ganaba a Jason por 5 años. Siendo hijos de plebeyos, fue fuertemente criticado en su momento, pero con el tiempo se ganó tanto a la nobleza como al pueblo con su carisma, todos amaban a Dick. Y Dick nunca dudo de defender los orígenes de Jason a cualquiera que tratara de discriminarlo por su lugar de nacimiento.
El otro hijo adoptivo del emperador era Cass, hija biológica de la emperatriz y de un padre desconocido. Nacida antes de que el emperador y la emperatriz se juntara, su majestad no dudo de recibir a Cass con los brazos abiertos y declararla su hija sin importar lo que diga cualquiera otro noble. Cass tenía la misma edad que Jason, pero le ganaba por solo 15 días de diferencias. Un hecho el cual Cass parecía alegre de recordarle siempre a Jason al llamarlo su hermano menor. No solo para burlarse de la altura pequeña de Jason (todos esos años de desnutrición no eran capaces de eliminar fácilmente) si no porque ella nació días antes que él.
Al principio fue difícil, a Jason le costaba confiar en ellos, todos esos años de ser solo su madre y él contra el mundo, el tiempo en que Jason estuvo solo y presencio lo peor que tenía Gotham para mostrarle, eran algo que Jason no podía olvidar nunca, una enseñanza siempre presente en su mente. (en ocasiones Jason no podía creer como fue capaz de preservarse puro hasta el momento en que la reina lo atrapo, algo que los demás nobles no creían, al pensar que era una puta).
Pero nunca se rindieron con él. No importaba cuanto Jason temiera a los Alfas o le costara confiar en ellos. Poco a poco, sus muros fueron bajando y el sentimiento de tener una familia floreció en su pecho. Llegando a sentirse finalmente protegido y amado.
Sabe que su madre lo amaba, pero nunca se sintió verdaderamente protegido. No fue hasta que se encontró en los brazos de la reina, mientras se encontraba sollozando por una pesadilla particularmente fea, que supo lo que significaba ser capaz de depender de otros para que recojan aquellas partes tristes que llegaban a despedazar.
No importaba lo que sucediera a su alrededor, siempre estaría a salvo en aquellos brazos fuertes y el suave retumbar Alfa que recorría el pecho cálido de la emperatriz.
-
Jason amaba a su familia y su actual vida, pero odiaba sus clases de etiquetas. Juraba y perjuraba que sus clases de etiqueta eran mucho más estrictas y duras que las que tenían Cass o Dick.
Jason se encontraba quejándose con Bruce, sobre como su maestra de etiqueta se rio de él cuándo dijo que sus clases eran más complicadas que las de los otros dos príncipes.
Bruce parecía divertido, sin importar cuanto Jason se enojará por la forma en que su maestra parecía burlarse ante la simple insinuación de que las clases de Jason sean iguales a las de sus hermanos.
Bruce tarareo, haciéndole señas con la mano a Jason para que se acercara, el joven omega estaba furioso haciendo pucheros y cruzándose de manos, pero yendo al lado del emperador de todos modos.
Bruce no dudo, recogió al ligero omega y lo sentó en su regazo sin problemas. Su fiel sirviente, Alfred, solo suspiro mientras salía del estudio en busca de té y galleras para su alteza.
Jason grazno indignado, la pesada manos de su alteza dándole palmaditas en la cabeza.
“¡No me estas tomando enserio!” grito furioso. Bruce solo tarareo.
Jason inflo sus cachetes y sintió su rostro calentarse de furia. Pero no importo cuanto se molestará, Bruce siguió acariciando su cabeza con una mano, mientras que con la otra seguía viendo informes, ignorando olímpicamente la rabieta de Jason.
Jason se rindió al final, inclinando su cuerpo contra Bruce con un suspiro derrotado. “Te odio” se quejó en voz baja.
“Mi corazón, se siente lastimado, no podría reconsiderar esa declaración, por favor su alteza” declaro de forma dramática Bruce. Pero Jason supo que no lo decía enserio al sentir el retumbar satisfecho del emperador contra su espalda y como seguía despeinando a Jason con su mano.
“No, te odio, no te perdonare hasta que me tomes enserio.” Declaro con vehemencia Jason. Consiguiendo tambalearse por la risa de Bruce.
Jason se ofendió al mismo tiempo que se sentía derrotado. Solo esperaba que Alfred regresara con sus galletas favoritas de chispas de chocolate.
No piensa volver a hablar con Bruce en lo que resta del día a menos que se disculpe con él. Le demostrara como debe tomar más en serio lo que dice Jason. Hará que le cueste su perdón.
Pasaron los minutos, mientras Jason se aburría y decidía tomar algunos de los pergaminos en el escritorio. Bruce no lo recrimino así que se dedicó a leer lo que se encontraba escrito en el.
Trataba sobre algún Conde el cual estaba exigiendo un impuesto demasiado elevado a sus ciudadanos, provocando así que los plebeyos tuvieran que mudar a otros territorios al ser incapaces de pagarlos. La sangre de Jason hirvió ante la injusticia de todo. Apretando ligeramente los bordes del pergamino.
Espera que Bruce haga rápidamente algo para solucionar esto. Sin duda Hal se podría encargar de eso si lo mandaba, aunque ¿tal vez el capitán de la guardia del rey no seria la mejor opción?… ¿Tal vez Gordon pueda?
Mientras Jason se debatía que caballero debería encargarse de esa misión, un escalofrió recorrió su cuerpo en el momento que sintió la mano de Bruce bajar hacia su cuello. Deteniéndose cercas de su glándula odorífica, y acariciando metódicamente.
Jason miro rápidamente de reojo. El emperador parecía no ser consciente de lo que hacía, tenía el ceño fruncido mientras veía fijamente un documento el cual parecía estresarlo.
Jason dudo por un momento si decir algo. ¿Debería decirle a Bruce que retirara su mano? Pero ¿no está haciendo realmente nada malo? Quiere decir, Bruce solo esta acariciando a Jason como siempre, Jason solo esta siendo raro en este momento.
Sintió como la mano de Bruce seguía deslizándose, pasando de su clavícula hacia su hombro, apretándolo ligeramente y acariciándolo.
Conforme pasaron los minutos el pecho cálido del emperador, se estaba volviéndose una pared dura e incómoda, atrás de Jason.
En un momento Bruce bajo la barbilla, perfumando al Omega suavemente, su mano nunca parando de acariciarlo.
Jason se sentía raro, incorrecto.
Bruce no estaba haciendo nada malo, es normal que Bruce lo perfume o le de palmaditas. Pero simplemente algo no cuadraba… algo no se sentía del todo bien con la cercanía.
No es la primera vez que Jason se siente raro con el emperador en estos días.
La respiración de Jason tembló en el momento que la mano del emperador paso a su barbilla, acariciando con suavidad debajo de ella y-
En ese momento golpearon la puerta, siendo Alfred quien entrara después de que el emperador le diera permiso.
“He traído el té y las galletas, para que se tome un descanso su majestad.” Hablo Alfred mientras entraba con elegancia.
Antes de que Bruce hablara, Jason dio un salto del regazo de Bruce, tomando por sorpresa tanto al Alfa y al Beta.
“¡No necesito galletas, Alfred! ¡Olvide hacer mi tarea, me retiro por el momento!¡Nos vemos, majestad!” Grito Jason, mientras salía como si los perros del infierno lo estuvieran persiguiendo.
‘Jason espera-’ No se detuvo ni cuando Bruce hablo sorprendido por su salida.
Jason solo corrió sin ver atrás hasta, ni detenerse ante la imagen poco digna que estaba mostrando. Solo deseaba llegar a su habitación rápido y abrazar a su nana por alguna razón.
-
-
Era uno de esos días donde en lugar de dormir, Jason se encontraba despierto en medio de la noche sin explicación.
Estaba acostado en su cama. Su mirada fija en el techo, solo una cosa en su mente.
‘Extrañaba a su nana’
Sabe que su nana tuvo que retirarse debido a que iba a dar a luz pronto. Su embarazo se encontraba muy avanzado. En realidad, debió de tomar su descanso desde hace dos meses, pero la única razón por la que apenas se fue hace unas semanas, es porque no quería dejar a su pequeño príncipe solo.
Puede que Jason sea respetado como un príncipe del reino, pero también es cierto que su origen marginado sigue siendo una mancha muy presente para todos los que lo rodean, y nunca falta que algún noble o sirviente de orígenes ricos se quiera pasar de listo o insultara a su joven amor.
Jason ama mucho a su nana, por lo que no es lo mismo con ella lejos. Selina se aseguró de darle algunas sirvientas de confianza para que Jason no tuviera problemas con la ausencia de su nana, pero aun así Jason la extraña.
Dick había rodado los ojos y llamado bebe a Jason. Diciéndole que en realidad debió de dejar de tener nana desde hace mucho. Pero Jason lo ignoro. Cass también dijo que era normal que sus nanas los dejaran después de que pasara un tiempo, pero Jason siguió negando ese hecho hasta el final.
No fue hasta que Selina acaricio tiernamente la cabeza de Jason y explico como en realidad, los omegas de la nobleza aun mantienen a sus nanas a su lado sin importar cuanto crezcan o se casen, que sus hermanos dejaron de llamar llorón a Jason (no frente de Emperatriz, en privado Jason seguía siendo un llorón para ambos).
Jason rodo por su cama, simplemente no era lo mismo. Esperaba que la bebe de su Nani naciera pronto, bien y sano. Así tal vez su Nani regresaría, sin duda Jason la ayudara a cuidar de la bebe. Ya que es hija de su nana y en consecuencia Jason ya la ama también.
Aún recuerda la sensación de pataditas en su mano cada vez que se acercaba a la panza de su nana y hablaba con el bebe. ¡Jason no puede esperar para conocerla! Su nana decía que era con la voz de Jason cuando la bebe más parecía emocionarse (Su nana dice que será niña, pero Jason aun pone en duda la veracidad de sus palabras ¿Cómo puede saber que genero tendrá el cachorro si está dentro aun?)
Rodo a un lado, su vista fija a la lejanía de las estrellas. Junto sus manos y rezo. ‘Deseo que mi nana tenga un parto sin problemas y sin dolor. Y que la pequeña Stephanie nazca bien. Incluso si mi nana piensa que es una niña y resulta un niño al final. ¡Deseo que él bebe nazca lo más saludable posible y que mi nana este bien!’
Sintió la caricia del viento contra su rostro. Como si le asegurara que todo saldría bien con su deseo.
Observo por un tiempo más el tintineo de las estrellas fuera de su ventana. La brisa fría y suave del viento entrando a su habitación, meciendo con ternura las cortinas.
‘mm, tal vez debería cerrarlas’ tubo el pensamiento pasajero al recordar como las mañanas eran fría en el reino.
Se reincorporo con cuidado, usando sus codos para levantar su cuerpo.
En ese momento escucho como su puerta se abría de un portazo. Sobresaltándolo y su cabeza girando rápidamente en dirección de la puerta. Sus ojos se abrieron al ver el cuerpo grande que entraba a su habitación. El aroma a alfa dominante invadiendo lentamente su alrededor.
Jason no entendía lo que sucedía.
“¿Su majestad?” pregunto desconcertado al ver a Bruce tambaleándose a su paso mientras se dirigía a donde estaba Jason.
Provocando un chillido en el joven omega, cuando se subió a la cama.
“¿Qué?- ¿¿Qué está pasando?? ¿¿Bruce que hace aquí??” pregunto desconcertado mientras su corazón latía como loco. Algo estaba mal, algo no estaba bien.
Bruce respiraba pesadamente, su cuerpo cerniéndose encima de Jason. Jason tubo que levantar la mirada para poder ver su rostro. Bruce era demasiado grande.
Los ojos de Bruce parecían nublados, sudor goteando de sus facciones mientras una respiración áspera nacía desde su pecho y salía por su boca.
“Me siento… confundido.” Exhalo Bruce, inclinándose hacia Jason. Provocando un sobresalto en el menor por la sorpresa, pero solo apoyo su frente contra el pequeño hombro del omega.
Jason estaba temblando, dudando si hacer algo. Podía sentir el calor de la respiración de Bruce contra su cuello, pero no solo eso, Bruce estaba ardiendo.
“Bruce, Bruce, ¿Qué sucede?? ¿¿¿Te enfermaste??? ¡¡Estas ardiendo!!” La preocupación de Jason cambio rápidamente de ‘ser por el alfa’ a ‘por el bien de dicho alfa’. “¿Qué paso?” pregunto con aprensión, la última vez que lo vio todo estaba bien con él.
Bruce exhalo con dolor. “Fue Roman, sabía que algo tramaba, no se acercaría a mi si no tramara algo.” Hablo con molestia Bruce. Enterando su rostro contra la clavícula de Jason y consiguiendo que el menor chillara al sentir la nariz del alfa presionarlo. “Me dio alcohol, no sabia igual que otros, pensé que era por ser extranjero, el también lo bebió y no había veneno.” Un gruñido molesto paso su garganta. “Pero traía otra cosa.” Gruño furioso, pero antes de que su ira aumentara, se detuvo al olfatear el aroma a cachorro aterrorizado en Jason. Respiro para regular su ira, y entero mas su rostro en el delicado cuello del menor. Dejando su peso caer, y empujando a Jason contra la cama por el mismo. Una sonrisa tierna en su boca ante el ruido divertido que hizo por la caída.
“Sentí el calor recorrer mi cuerpo y mi mente nublarse. Y-” Bruce trago saliva. Dos mujeres omegas habían entrado, ambas en celo, la sonrisa de Roman era la de un ganador. Pero Bruce no reacciono a ellas, no, su mente estaba en otra persona.
No pudo evitar la satisfacción que lo lleno en el momento en que su puño golpeo el rostro del arrogante Beta. Y la mirada de terror de aquellos Omegas insolentes que pensaban ser superiores que su emperador. Llamo a la guardia real de inmediato y llamo a encarcelarlos. No se detuvo al salir furioso de su habitación y dejando a Stewart a cargo de todo el desorden y los Omegas llorosos.
No se detuvo ni escucho a aquellos que le hablaban, tenía un lugar al que ir, alguien a quien necesitaba en este momento.
Al llegar a la habitación, gruño a los guardias que custodiaban el lugar, y parecían dudar de tenerlo allí. No dudo y mando la orden de que se retiraran de inmediato. Incluso si no parecían convencidos de dejarlo a solas con el príncipe, no fueron capaces de oponerse a una orden directa del emperador. Aun así, trataron de no ir demasiado lejos. La emperatriz los había colocado especialmente como guardias del príncipe. El emperador puede que les ordenara retirarse de los aposentos del príncipe, pero no debería haber problemas si ambos custodian las partes mas lejanas del pasillo que conecta el área del príncipe.
“Y no pude evitar venir aquí.” No dio más explicaciones a Jason. Algo en el simplemente lo hacia dirigirse al joven omega. Algo en el lleva días pidiéndole estar cercas suyo. Esto solo fue la lanza que rompió el vaso. La cuestión es donde caerá el agua ¿Contra que está peleando Bruce dentro suyo? ¿Contra que está perdiendo?
Jason no entendía del todo lo que pasaba, pero al parecer alguien le dio algo muy malo a Bruce. Algo que lo enfermo y dejo así, pero… al mismo tiempo… esto le recordó a algo que sucedió una vez en el bario donde vivía… como a una omega le dieron algo para beber, ya que ella llevaba días sin tomar agua, pero no fue agua lo que le dieron. Su respiración se había vuelto pesada, su cuerpo sufrió temblores y su temperatura subió tanto que se encontraba temblando. Pero lo peor de todo, fue cuando empezó su celo de golpe y lo alfas alrededor voltearon y ella-
El aroma a alfa en celo se elevo sutilmente hacia la nariz de Jason. El joven omega no pudo evitar congelarse en el acto.
No… esto debe ser un error, es imposible que…
Sintió a Bruce presionarse cada vez mas contra su cuello, su cálida boca, siendo un calor que hormigueaba contra su piel. Imposible, esto no…
Las manos del emperador recorrieron por su cuerpo hasta llegar a su cadera.
“¿su majestad?” Pregunto con terror Jason. El aroma a alfa en celo empeorando cada vez más.
Bruce trago saliva, levantando su rostro y viendo a los ojos a Jason. “Creo que…” trago con pesadez, una mirada oscura parpadeando en él. “…ya no puedo contenerme más.”
Jason no pudo decir nada más, ya que en ese momento la boca del emperador se conecto con la suya. Tomándolo por sorpresa, siendo lo único que podía hacer agarrar las vestimentas del Alfa.
Sentía como perdía el aliento mientras el alfa lo presionaba y exigía algo lo cual Jason no tenia experiencia. Jalando inútilmente las vestimentas de su alteza, sus ojos se llenaron de lágrimas.
No fue hasta que el Alfa se retiró, con un hilo de saliva uniéndolos, que Jason recupero el aire, tosiendo sin control. Sus sentidos estaban confundidos y se sentida agitado.
Bruce empezó a besar su cuello mientras se despojaba de su ropa.
“Alto- ¡alto! ¡Su majestad! ¡Por favor reaccione!” grito entre chillidos el menor, sus manos inútilmente tratando de sostenerse a algo y alejarse del Alfa que se cernía arriba suyo.
Bruce solo lo hundió en otro beso, robando todo el aire en los pulmones de Jason ante su peso e intensidad. Lagrimas se deslizaban por el delicado rostro del omega.
El hipo y la tos lleno la boca de Jason cuando se volvieron a separar. Sus manos cubrieron su rostro mientras las lagrimas caía. “Alto, por favor te lo ruego” sollozo el menor.
“No temas, nunca nadie volverá a faltarte al respeto, nunca estarás, solo, desde ahora nos uniremos para siempre.” Tranquilizo Bruce con una voz alfa profunda.
No dudo y estiro la mano, retirando los pantalones de Jason.
Jason negó desesperadamente con la cabeza, pero todo era imposible, incluso si trataba de empujar a Bruce lejos suyo no podía, su fuerza no era suficiente.
Su boca volvió a ser cubierta por la de Bruce, uniéndolos en un beso posesivo. Bruce bajo su mano, acariciando la pequeña polla del omega. Incluso cuando las manos que estaban contra su pecho encajaron unas filosas uñas en su piel no se detuvo y acaricio aquella pequeña y suave franja la cual se ocultaba entre las piernas del omega.
Jason trato de patear desesperadamente mientras Bruce introducía un primer dedo dentro suyo. Pero era imposible hacer siquiera un movimiento debido al peso inamovible de Bruce encima de él.
Bruce mordió su labio inferior al introducir un segundo debo, Jason se encontraba sollozando. Sintiendo ardor en aquella parte baja la cual nunca había explorado. Su corazón latiendo rápido y el aroma a alfa excitado sofocándolo.
Pero no solo era eso, Jason tenia miedo, un pavor inmenso que lo invadió al sentir la dura y gruesa protuberancia de Bruce contra su pierna. Al sentir el calor y la viscosidad que envolvían aquella monstruosa cosa contra el cuerpo virgen de Jason.
Bruce no pudo contenerlo más, un grito inhumano saliendo en lo mas profundo de su ser, mientras retiraba los dedos, ya había jugado lo suficiente, no tenía tiempo para más. No pensaba esperar más. No cuando había esperado tanto para este momento. Después de que se contuvo todo este tiempo.
Se retiro hacia atrás, abriendo sus piernas y flexionando sus rodillas, quedando en una pose sentada. Estiro ambas manos, dirigiéndose a las rodillas del Omega y abriendo sus piernas de par en par. Consiguiendo un grito sorprendido y doloroso del menor.
Bruce no pudo evitar respirar fuerte al ver aquel coño rojo e hinchado que se ocultaba detrás de la pequeña polla del omega. Su propia polla sacudiéndose en anticipación.
Con desesperación, alineo sin dudar su polla con la entrada apretada del omega.
“¡Alto! ¡No! ¡No estoy listo!” grito Jason lleno de desesperación, sintiendo aquella cosa dura presionándose contra su entrada hinchada.
Bruce gimió al sentir el calor de aquellos labios suaves. No pudo contenerlo y un ligero chorro de semen caliente se le escapo de su polla. Sobresaltando al menor y consiguiendo que soltara un chillido temeroso. Trato de cerrar sus piernas, pero el fuerte agarre de hierro del alfa, hacia imposible aquel movimiento.
Bruce no pudo evitar suspirar decepcionado, mientras se restregaba y jorobaba encima contra la entrada del coño del Omega. Parecía un joven alfa ansioso el cual se correría en cualquier momento. A Bruce en realidad le gustaría hacer que el omega se corriera antes que él, pero era poco probable que ocurriera, no solo porque Bruce ya estaba tan duro y el calor de aquel dulce y tierno coño le presionaba botones imposibles de controlar. Sino porque Jason aún era inexperto en todo lo que respecta sobre el placer, el hecho que aún no tuviera su primer celo no ayudaba. Aunque…
Bruce no pudo evitar olfatear el aire, jadeando al mismo tiempo que golpea ligeramente su polla contra el menor, ignorando sus sollozos.
Tal vez el celo del Omega llegaría antes de lo que se imaginaba. Una sonrisa de dicha se deslizo en el rostro del emperador ante ese hecho.
Sus manos se apretaron como esposas en los tobillos de Jasos, levantándolo y abriendo sus piernas, no dejando ninguna imagen de castidad. Jason trato de cubrirse con sus manos y la camisa de dormir que aun portaba, pero fue imposible. La posee levantada en la cual Bruce lo obligo en estar, hacia que Jason tuviera que apoyar sus codos en la cama para no perder el equilibrio.
bruce observo con felicidad la forma en que la pequeña fuga de semen de antes había invadido el coño del Omega, sin olvidar que la forma en que su polla se había restregado contra él, lo había logrado lubricar.
Sin más que hacer. El emperador entro de lleno dentro del omega. Jason soltó un ruido de horror ante el desgarró y ardor que sintió. Como si fuera partido en dos, estirado como uno de los métodos de tortura que se encontraban en el calabozo. Sollozo y trato de retorcerse y alejarme lo mas posible. Pero el emperador lo sostenía en el aire, en una posición donde solo podía recibir de lleno la polla del emperador sin oponer resistencia o huir de él.
Jason grito a todo pulmón, mientras el aroma inconfundible de sangre llenaba sus sentidos, al mismo tiempo que manchaba sus sabanas.
Bruce se dejo caer contra el cuerpo estirado del omega, encajando su polla sin piedad contra aquel cuerpo pequeño. Usando la fuerza de gravedad al dejarse caer y poder profundizar más a fondo. Un gemido de satisfacción se escapo de él. Corriéndose en lo más profundo del omega. Bombeando cargas de semen espeso y caliente en él. Podía escuchar el ruido histérico del omega al ser llenado.
Qué vergüenza, ni siquiera había empezado a follarlo y Bruce ya se había corrido por completo por solo entrar y sentir aquella presión dolorosa contra su polla. El omega era demasiado apretado, tanto que sentía como si asfixiaran su polla. No dudo y empezó a jorobar contra el omega, tratando de abrirlo más y que no fuera tan apretado.
Su polla aún se encontraba dura, mostrando que necesitaba más que una corrida para estar en paz. Sin importar los gritos desgarradores y terroríficos que soltaba el omega abajo suyo, al ser brutalizado por la polla del emperador.
Trato de ser paciente y moverse lentamente contra el interior del omega, tratando de hacer esto lo menos apretado y doloroso posible para ambos. Pero al ver que el omega nunca paro de soltar sollozos y gritos moribundos dejo toda formalidad. Si Jason no pensaba apreciar la consideración de Bruce ¿por qué la tendría él? Ya no esperaría que el omega se adapte o su celo por fin florezca.
Sin más, Bruce abrazo el cuerpo de Jason contra él, sus manos cruzándose en la espalda del omega mientras lo sostenía. Empezando de tal manera a follarlo. No importa cuanto el menor soltara gritos inteligibles no se detuvo. En cambio, fue buscando la mejor pose para follarlo sin piedad, bajando sus brazos hasta ambos lados de sus caderas. Sosteniéndolo y golpeando sin piedad su polla contra aquel coño dulce y mojado por la sangre que se sentía tan bien para su dura polla. Siendo más rápido y despiadado al aumentar su velocidad.
“Más, más, solo un poco más” exhalo en estasis mientras sentía como sus bolas volvían a ponerse duras listas para ser liberadas por segunda vez. “Jason” gimió su nombre, corriéndose de nuevo y mordiendo el hombro del omega.
Suspiro de placer, sintiendo como brotaban chorros de semen dentro del pequeño cuerpo del omega, siendo demasiado para él, y llegando a escurrir entre sus piernas y la polla de Bruce.
Siseó feliz, sacando su polla medio dura y volviendo a encajarla en su lugar, soltando un poco más de semilla dentro. Esto era simplemente perfecto, irresistible, simplemente… era demasiado.
Beso al omega que tenia la voz ronca y solo podía sollozar, ya no tan fuerte como antes. Ya no siendo capaz de gritar tan fuerte.
El aroma a omega en celo capto a Bruce. Sonriendo sin igual ante ese hecho y la forma en que el interior del omega se calentaba y convulsionaba ligeramente por la brutalidad de toda la situación. Respiro profundamente su alrededor, Volviendo a juntar su rostro contra Jason y dándole un beso desordenado. La mirada del joven omega se encontraba brillosa y en blanco. Sollozos dolorosos saliendo de su boca.
La polla de Bruce volvió a endurecerse mientras él hacia una promesa al ver el cuerpo destrozado de Jason. Se aseguraría de volverlo la reina más feliz del mundo y lo llenaría de tantos hijos, que solo podrán recordarlo como la reina embarazada, ya que nunca abra un momento en el cual Bruce no encajara su dura polla en él y lo llene de su semilla.
Gimió ante la idea y volvió a follar con desesperación a Jason. Joder, la simple idea de que el cuerpo del joven omega entrara en un celo apresurado debido a que Bruce estuviera follando con él en medio de un celo alfa lo llenaba de emoción. La arrogancia rayando en su interior ante la idea de que el joven omega pudiera terminar embarazado por su celo.
Aumento la intensidad de sus embestidas mientras la emoción recorría su cuerpo hasta llegar a su polla. Joder, se asegurará que Jason terminará embarazado al final de la rutina. Siendo imposible eliminar el aroma a sexo o semen de su cuerpo en días.
.
Jason no recupero la conciencia, no hasta que estuvo boca abajo con la polla del emperador enterada profundamente dentro. Brotes de semen seguían llenándolo y un líquido caliente y pegajoso se deslizaba por su cuello.
Los dientes del emperador apretando profundamente su glándula de apareamiento en un reclamo imposible de eliminar.
Volviendo a Jason en el omega del emperador para siempre.
.
Chapter 2
Summary:
Las cosas nunca son como uno desea y solo te queda correr para salvar algo.
Chapter Text
Selina se lo pregunta a diario ¿se equivocó? ¿En algún momento tomo el camino equivocado que la llevo a esto?
En ocasiones, Selina piensa que todo esto es simplemente… una pesadilla.
Una asquerosa pesadilla.
Todo era demasiado bueno para ser verdad. Su padre lo había dicho en su momento cuando ella era un cachorro y el bastardo se atrevió a venderla al mejor postor.
‘Eres una perra, no mereces nada más que la miseria.’
En realidad, hubo más palabras e insultos, pero la frase que más se quedó en su mente fue esa.
Pensó que había logrado escapar de la miseria cuando conoció a Bruce. ¿Qué tan afortunada tenía que ser en la vida? Como para poder enamorarse de un Alfa, el cual la amaba locamente de regreso.
Un Alfa que aceptara a un cachorro externo, uno del cual muy bien podía tratar con indiferencia o desterrarlo, pero en su lugar lo amaba como suyo.
Sonaba como un sueño. Más por el hecho que dicho Alfa fuera el soberano de un imperio tan rico como Gotham. Que no le importaran las otras opciones disponibles que tenía como pareja (opciones mejores, más refinadas y educadas) y en su lugar aceptaba a una basura como ella a su lado.
Todo parecía demasiado bueno.
Debió haberlo visto venir. Nunca nada es demasiado bueno para ser real.
Selina conoció a Bruce en una gala del castillo. Acababa de recibir las tierras del marqués debido a su trágica muerte (Selina nunca hablo de eso, nunca comento por lo inesperado de dicho suceso o como convenientemente ella había estado fuera durante el tiempo que desaparecieron el marques y su esposa. Y como tiempo después murió su otro hijo, dejando solo a Selina y su cachorro como los únicos miembros vivos de la familia). Siendo aquella fiesta en el castillo su primera vez portando las túnicas de Marques ante el resto de los nobles.
Puede admitir que en esa ocasión se había dedicado más a mostrar su poder ante el resto de los nobles que a conocer al Rey Bruce. Demanden la, pero su prioridad estaba en establecerse firmemente como la matriarca de la casa Kyle.
Podrá haber quedado ligeramente interesada en el Rey, e intercambiado una que otra frase de coqueteo, pero no puso su corazón en eso. No cuando tenia mejores cosas que hacer. Demasiado clavos sueltos que tenia que asegurar para que nadie dude de su dominio en el marquesado.
Ella estuvo ocupada durante todo ese interludio, pero al mismo tiempo no dejaba de asistir a las galas o eventos que se abrían en el reino. Después de todo, mientras mas sociable es un noble, más aliados y tratados puede tener. Más fácilmente conoce los trapos sucios de otros.
Odiaba las fiestas, pero no los lujos. Las joyas eran una pasión que fue descubriendo, no esta segura de si fue debido a que siempre veía a su padre y su esposa repletas de ellas, mientras que ella solo podía usar una joya ligeramente opaca. Si fue debido a que cuantas más joyas mostrara un noble más dinero tenia en él. Más poder tenía en su vida.
Selina adoro las joyas, la forma en que la hacían lucir en las galas y como brillaban a los ojos de otros. Casi hacían que valiera la pena torturarse hablando con los nobles aburridos que había en los eventos. Pero la clave esta en el casi.
Su único consuelo fue sorprendentemente el emperador. Cada vez que se encontraban en un evento terminaban orbitando cercas, hablando en algún momento de la noche durante un largo rato.
Ella no lo espero, pero realmente empezó a disfrutar de pasar tiempo con su excelencia. Buscándolo inconscientemente cuando había un evento y decepcionándose cuando no aparecía.
Ella fue cautivada por su excelencia. Siendo parte de aquellos que se acercaban a ver un poco de esa luz que siempre parecía emanar el emperador. Aquella visión de un mundo mejor que el pensaba crear en el imperio. Pero a diferencia del resto, no solo ella tenía un interés en su excelencia, el hombre tambien parecía tener un interés reciprocó en Selina.
Cuando se corrió la noticia de que se casaban los nobles quisieron oponerse. Dos alfas reinando el imperio no era algo malo, pero el emperador necesitaba cuanto antes descendencia, no podían seguir esperando con las manos vacías sin algún heredero legitimo.
No importaba que el emperador tuviera un hijo adoptivo, ellos necesitaban uno de sangre, uno que ‘perteneciera’ a su excelencia y siguiera el legado que emperadores habían creado antes que él. Podrán haber aceptado al príncipe Richard en la familia real, pero no podían dejar que el emperador siguiera jugando a la casita con el y descuidara sus deberes reales. Una descendencia.
Tener a la emperatriz como un Alfa haría casi imposible que el linaje del Emperador continuo. Era difícil que naciera un hijo entre la unión de dos alfas. No importa que la emperatriz haya mostrado ser capaz de engendrar un hijo a través de la heredera Cassandra de Kyle. Esas anomalías suceden, pero esperar que vuelva a suceder seria pedir demasiado. No podían arriesgarse que algo suceda con el emperador y no tener un príncipe que lo suceda. No pensaban permitir que el linaje se perdiera.
El consejo se opuso muy fuertemente a su unión. No estando de acuerdo en ella. Tal vez Selina tuvo algo de culpa en su oposición. Negarse a casar con Bruce si es que llegaba a tener otra consorte fue lo que más enfureció a los nobles. Pero ella simplemente no iba a compartir a su pareja. Ella tambien era un Alfa, su instinto territorial se lo impedía.
Es por eso por lo que el consejo la odio. Al inicio cuando el emperador declaro que volvería a Selina su emperatriz, el consejo se había animado. Una emperatriz Alfa solo haría al reino más fuerte y listo para las guerras. Pero cuando comentaron sobre lo felices que estaban de que el emperador empezara a prestar atención en sus parejas y aconsejaron algunos omegas de nobles linajes para el papel de Reina, fue el momento en que la relación de Selina con el consejo se agrio.
Selina se opuso fuertemente ante ellos, negándose a siquiera aparecer en la boda si es que el emperador en un futuro pensaba tener otra consorte que no fuera ella. No importo cuanto discutieran o fuera criticada por sus acciones. Le importaba un bledo que otros emperadores hubieran tenido concubinas y que fuera normal incluso entre la nobleza. Ella prefería estar muerta antes de que su esposo tuviera a alguien más en su cama.
Fue un gran escándalo que llego a escucharse en otros reinos. Todos hablaban de como la Marquesa Kyle se oponía a que el emperador tuviera Consortes si es que se casaban. Y lo que fue aun más escandaloso es que el emperador acepto.
Selina fue engreída cuando se sentó en el trono de la emperatriz después del matrimonio. Observando con burla a todos aquellos nobles o eruditos que se habían negado en su momento. El poder que tenía sobre ellos era tan grande como el brillo de sus joyas.
La felicidad que la envolvía al estar junto a Bruce, al ver como su pareja aceptaba a su cachorro con cariño fue embriagador. Su corazón se ablandaba al escuchar la emoción del joven Richard ante la idea de una hermanita.
Pero conforme pasaban los años el peso de no engendrar un hijo con el emperador fue sofocante. Las expectativas y el desagrado de no ‘cumplir’ con su papel la irritaba.
Bruce fue paciente, nunca la juzgo ni la culpo de que no tuvieran un hijo. El estaba preparado para eso cuando se casaron. Incluso brome de que tal vez aun era muy pronto para que un cachorro llegara. Tenían muchos años por delante, él podía esperar.
Selina no se sentía mejor ante sus palabras o consuelo. No. Ella solo sintió dolor ante su amabilidad. Tanto estrés de no poder cumplir con lo que le imponían los demás comenzaba a cobrarle factura, ella se sentía agobiada. Solo quería huir de todos y descansar.
No tenia a nadie con el que pudiera hablar de esto. Nadie la comprendía o el resto solo podrían usar su debilidad contra ella. No tenia a quien recurrir o con quien desahogarse. Alguien que fuera un oído escucha y no la juzgara ni la atacaría ante su vulnerabilidad.
No tenía a nadie. Nadie hasta que recordó a su vieja amiga. Hasta que recordó a la pequeña omega de su infancia.
Catherine.
Bruce no dudo en ayudarla con su búsqueda de su vieja amiga plebeya. Ayudándola en reunir toda la información posible de su ubicación en poco tiempo y decidiendo ir en incognito a su lado. Esperando que de ese modo su emperatriz dejara de verse tan decaída y recuperara algo de su jubiló habitual.
Fueron, listos para hacerse pasar por una mujer noble y su fiel caballero. No pensando en decirle a Catherine que ella era la emperatriz. No. Por mucho que deseara hablar con Catherine, era un peligro dejar ir esa información con ella.
Su corazón se rompió cuando supo la verdad de su destino y su muerte. Se sentía entumecida, no sabía qué hacer. Tal vez, si solo tal vez la hubiera buscado antes. Si hubiera recordado a esa amiga casi una hermana en el momento que tuvo el poder de ayudarla. Si no la hubiera recordado solo en este momento en que la pensaba usar en razones egoístas para su propio beneficio. Si no se hubiera dejado llevar en el poder y las peleas nobles, Catherine podría a ver seguido viva.
Bruce la miro con tristeza, mientras ella sentía el peso de todas sus decisiones.
Se sentía una basura, todas las palabras hirientes que le decían los nobles en este momento se sentían ciertas.
Bruce tuvo que ayudarla a levantarse y salir del lugar. Su cerebro se encontraba lleno de estática, su amiga estaba muerta y el peso de su muerte la asfixiaba. De cierto modo fue un consuelo encontrarse a aquel pequeño ladrón en su carruaje. Le permitió distraer su mente en otra cosa que no fuera la muerte de Catherine. Ignora la mirada preocupada de Bruce mientras veía su sonrisa falsa y temblorosa al hablar con el cachorro.
Se sorprendió al descubrir que aquel cachorro pequeño y escuálido era el hijo de Catherine. Fue como si el mundo tratara de darle una oportunidad para limpiar sus pecados. Como si Catherine la estuviera dejando redimirse al cuidar su pequeño hijo. Y dios, ver aquellos ojos que eran iguales a Catherine en el cachorro hacía que su corazón punzara de dolor ante los recuerdos que brotaban.
Selina declaro a Jason su hijo adoptivo. Bruce no se opuso ante eso, en realidad parecía feliz de ver la mirada llena de determinación y propósito en su emperatriz. Y un sentimiento protector había nacido en él al ver al pequeño cachorro omega temblar de miedo antes. Parecía como si un simple empujón pudiera romperlo, aun que golpeaba fuerte, no pesaba negarle eso. Aun podía sentir el dolor fantasmal ante el golpe que le había dado el cachorro.
Selina se aseguro de darle todo lo necesario a Jason. Darle estabilidad, ropa, comida, un hogar, una familia. No importaba cuanto pareciera costarle al pequeño cachorro acostumbrarse, como dudaba de todos y en ocasiones pareciera temerles, reavivando recuerdos de una infancia trágica. Selina no se rindió.
Y el día en que sintió al pequeño cachorro ronronear contra su pecho, liberando un ligero aroma a cachorro feliz-contento-protegido supo que algo que le faltaba estaba en su lugar.
Amaba a Cass, su linda cachorro, su vida. Pero la chica siempre fue muy independiente de Selina. Siempre callada y en su lugar centrándose en ser mejor y ayudar a su madre. Toda una Alfa de pies a cabeza. Es por eso por lo que algo cálido se asentaba en Selina cada vez que miraba los ojitos esperanzados y dulces de Jason. Su instinto protector satisfecho en proveer a su pequeño cachorro.
Selina entendió por qué siempre las madres decían que era diferente tener un hijo omega. Y ella amo cada minuto de eso. Incluso Bruce parecía derretirse ante ese sentimiento.
Selina fue feliz, olvidando aquello que la estuvo atormentando y en su lugar asegurándose de que todos sus hijos estuvieran bien y contentos. Sonriendo cada que veía a Dick, Cass y Jason jugando o bromeando entre ellos.
Todo era alegría.
Hasta que esa noche sucedió.
Hasta que Selina no pudo ver a Jason con nada más que odio y asco.
-
“¿Has escuchado? Al parecer la puta va a dar a luz hoy” susurro una de las sirvientas. Las otras levantaron las cabezas curiosas, siguieron con su labor de limpiar, pero aun asi un oído atento a sus palabras.
“¿Hoy? ¿No decían que sería dentro de dos semanas más?” pregunto una joven con trenzas. Deteniendo un momento su labor de limpiar el cuadro mientras trataba de recordar lo que había escuchado antes de su amigo Loah.
“No, al parecer se adelantó según decían en la cocina.” Tarareo despreocupadamente la mujer.
“¿Cómo sabes eso?” pregunto otra joven rubia. Confundida de que su amiga lo supiera tan rápido, más raro aun que las personas de la cocina lo supiera.
“Al parecer algunos vieron como el guardia de la puta corría en busca de un médico. Pero sorprendentemente todos los doctores del castillo se habían ido mágicamente a hacer otras cosas. Lo único que consiguió fue a una nerviosa enfermera sin experiencia.” Hablo con risa.
La chica de trenzas no pudo evitar hacer una mueca ante eso. Aun era incomodo para ella escuchar el odio que le tenían las sirvientas del castillo de la emperatriz a la joven Reina. Tal vez por que ella venia de orígenes humildes su opinión sobre las cosas era un poco diferentes, pero todos parecían pensar que la joven reina era una puta que engatuso a su alteza. Sin importar que ella aun fuera un cachorro apenas presentado.
Aun asi prefirió guardar silencio, aun recuerda cuando se refirió a la joven Reina como príncipe en frente de la emperatriz y casi es castigada por ello. La única forma en que los sirvientes se refieren a ella es la puta o algún insulto igual de malo. Lo que es peor es que la emperatriz nunca las regaña al escucharlas hablar asi. A Lilo se le revuelve el estomago cada que las escucha y ve la mirada desinteresada de la reina. Espera poder cambiarse pronto de área.
No es que sean malas las sirvientas en el castillo de la emperatriz, dios no, todas son muy tiernas y se apoyan entre sí. Siendo un reflejo del bondadoso corazón de la emperatriz al mostrar paciencia y firmeza al guiar a otros. Sin mencionar que la paga es grandiosa. Pero a pesar de todo eso, no puede evitar sentirse incomoda cada que mencionan algo sobre el joven príncipe Jason. Es como si cambiaran y se convirtieran en personas desagradables.
Ella simplemente no puede seguir aquí con personas que hablan asi de un niño, que por lo que sabe ella realmente no parece que deseara lo que sucede. Le recuerda demasiado a su amiga Susi y lo que paso con su padre.
Asi que cierra la boca y mejor decide seguir limpiando el cuadro que tiene enfrente. Sabe que fue una sabia decisión cuando aparece la Emperatriz junto a la sirviente principal.
“¿No hay doctores?” pregunta con voz monótona la emperatriz. Lilo sintió como se ponían sus pelos de punta.
La sirvienta que había empezado todo asintió con seriedad. “Ningún doctor se encuentra cercas después de que se corriera la voz de que la puta estuviera dando a luz.” Aseguro sin dudar.
La emperatriz solo se le quedo viéndola un minuto, sin negar o afirmar nada. Su rostro no delataba que hubiera hecho algo.
“Esperemos dios se apiade de ella.” Hablo mientras seguía su camino. El pavor de aquellas palabras envolvió a Lilo. Al parecer solo ella y otra sirvienta de pelo castaño parecían sentir algo por las palabras de la Emperatriz. Las demás sirvientas lo tomaron como si fuera lo esperado y siguieron con su labor de limpiar mientras conversaban.
Si… no importa lo buena que sea la emperatriz, Lilo solo espera irse del lugar cuanto antes. Tal vez pueda trabajar en los establos con Loah.
-
Kyle Rayner es un joven caballero con un futuro prometedor el cual tiene el apoyo de la emperatriz para algún día ser parte de la guardia persona de su alteza. El puesto más honorable y mejor pagado en el castillo.
Él lo sabe, tener el apoyo de la emperatriz es tener la vida asegurada. Debería de centrarse en seguir mejorando y estar en sus gracias para lograr sus objetivos. Pero en lugar de eso Kyle decidió volverse en el guardia personas de la Reina, a expensas de cualquier deseo de la emperatriz y a expensas de su brillante futuro.
Nadie quiere trabajar para la actual Reina. Nadie desea estar en el lado malo de la emperatriz y tener su vida trucada. Actualmente pertenecer al sequito de la Reina significa tener el odio de casi todos aquellos que quieren a la emperatriz, sin contar con el desprecio de la misma emperatriz y los príncipes. Dios, sus amigos le dijeron que deje de bromas y se aleje rápido de la Reina, que ha este paso la emperatriz lo vera como una alimaña.
El ignoro a todos y se postulo al puesto del caballero de la Reina. Sus amigos no lo entienden, su familia lo ve como si estuviera loco. Incluso el puto jefe de la guardia del emperador dudo en permitirle ser el caballero de la Reina, pareciendo estreñido de arruinar su futuro.
(Kyle no tiene la menor idea de cómo Hal Jordan el capitán de la guardia del emperador termino siendo el encargado de seleccionar personalmente el guardián de la Reina. Tampoco sabe que pensar cuando se disculpó personalmente con Kyle, pero al mismo tiempo le dio las profundas gracias por postularse para cuidar al príncipe. No sabe que pensar que Jordan aun piense en la Reina como su joven príncipe.)
Kyle hizo oído sordo a las opiniones negativas y se paro firmemente al lado de la Reina. Fue una de las pocas personas que sirvieron a la Reina y una de las pocas personas que vieron quien era ella.
El dolor que le causaba que su familia lo desprecie por algo que el no quería. El peso sofocante de tener la atención de Emperador de una forma que no deseo, pero al mismo tiempo ser ignorada por él. El odio que recibía a diario de otros solo por ser la ‘causante’ del sufrimiento de la emperatriz.
La Reina solo era un niño que necesitaba ayuda. Pero nadie se la daba.
Kyle trato de ayudar lo más que pudo, incluso si era difícil y en ocasiones se cuestionaba si en verdad valía la pena servir a la Reina. Estar en aquel palacio frio y solitario cuidando algo que otros solo esperaban que desapareciera.
Lo peor es saber que no valía la pena, pero el continúo sirviéndole. Ya que incluso si en realidad no valía la pena y Kyle nunca obtendría nada de hacerlo él no podía irse simplemente y abandonarlo.
No cuando veía como con cada día que transcurrió, el estómago de la Reina crecía más. Su abdomen pasando de una ligera inflamación a un globo en toda regla. No podía irse cuando la culpa de que la Reina estuviera asi lo roía por dentro.
Hace un tiempo atrás, Kyle junto a otros guardias fueron puestos a cuidar del príncipe Jason por orden de la emperatriz. Algo de que el príncipe se sentía solo y sin duda saber que había guardias cercas suyo que se preocupaban por él lo ayudaría. A Kyle le tocaba el turno muy tarde en la noche hasta la madrugada antes de rotar. Eran dos guardias por turno. Siendo turnos de 3 por día. Klye junto a su compañera Jessica habían llegado para la rotación a su hora designada como los días anteriores. Kyle pensaba que era estúpido lo que hacían y que el príncipe era demasiado mimado como para necesitar compañía de noche, pero lo ignoro por la buena paga.
Al llegar notaron que sus compañeros estaban lejos de donde debían pararse normalmente, notaron la rareza de que sus compañeros guardias estuvieran casi al final del ala en lugar de estar posicionados a las puertas de la recamara del príncipe, algo raro. Tal vez Kyle debió ser más profesional y hacer algo. Debió ir en busca de la emperatriz y decirle lo que había pasado con el príncipe. Notar lo extraño de la situación y notificar a cambio.
Pero Kyle era estúpido en ese momento, pensando que el emperador iba a regañar al príncipe por alguna estupidez que haya hecho, asi como cualquier otro hijo de noble. No le tomo mucha relevancia y en su lugar pensó con alegría como aun podía alcanzar a ir a la fiesta que había en una de las posadas en las cercanías del castillo. Algunos caballeros pensaban festejar como uno de los reclutas fue promovido a caballero por un noble de alto rango. Kyle conocía a ese recluta y había lamentado no ir antes, pero saber que el emperador mismo les había dicho que se retirara era un premio para él.
¿Por qué iría en contra de las ordenes del Emperador y seguiría aquí parado como un idiota?
Le costo un poco, pero convenció a Jessica de irse. Prometiéndole que todo estaría bien, y de todos modos era un poco tonto esperar a que el príncipe realmente saliera en busca de compañía después del sermón del emperador.
No fue hasta que, en la mañana siguiente, donde todo el castillo estuvo patas arribas por lo que había pasado en las recamaras del príncipe, que Kyle supo que se había equivocado. Hasta que vio lo roto y lastimado que se veía el príncipe, haciendo que su corazón se partiera en mil pedazos.
Aquel príncipe terco y arrogante, que siempre parecía tener una sonrisa burlona, fue reemplazado por la imagen de una reina demasiado joven, demasiado inexperta y sin nadie al quien recurrir en busca de apoyo. Una Reina que trataba de aprender todo lo que pudiera para crear algo de estabilidad en su vida, que trataba de sobrevivir y quiera o no, proteger aquel niño que estaba siendo obligado a engendrar en su interior. La única familia que ahora parecía tener después de que el resto la abandonara.
Kyle no pudo con el dolor y se volvió el sirviente más fiel de la Reina Jason (era lo menos que podía hacer). Pagando un pecado que nunca se podrá pagar, y uno que nadie más que su compañero de esa noche y él conocen. El abandonar a su joven amo ante un lobo hambriento
Es por es que Kyle siguió corriendo en busca de un medico incluso si todos en el castillo lo ignoraban. Incluso si nadie se atrevía a ir al castillo abandonado de la reina para ayudarle en su parto. Tratando de encontrar alguien que lo fuera a ayudar sin importarle el odio de la emperatriz. Sabía que los médicos lo ignoraban, que se escondían en sus despachos y les decían a los sirvientes de que alegaran que se habían ido. Otros mas descarados se fueron o quienes probablemente si hubieran ayudado no se encontraban debido a una campaña de ayudar al pueblo que la emperatriz había abierto días antes.
Kyle estaba solo, apenas logro que una joven enfermera omega se animara a ayudar a la Reina, incluso si no tenía experiencia en partos, brillo con resolución al ir. Sin importarle que probablemente arriesgaba su futuro al ayudarla. Su objetivo de ser alguien que salve a otros no opaco su miedo a la emperatriz.
Se estaba quedando sin tiempo, solo cuando se aseguro con ayuda de otro sirviente de que la enfermera llegaría la alcoba de le Reina, corrió directo al establo, agarró el primer caballo que encontró y fue en busca de un médico de fuera. Si nadie en el interior iba a ayudar a la Reina en el parto, tal vez un médico plebeyo podría hacerlo. Incluso si llegaban tarde y el bebe de la Reina moría por la tardanza, Kyle solo esperaba que el medico pudiera salvar a la Reina.
Kyle corrió tratando de hacer memoria a algún doctor que conociera, alguien que no dudaría en decir que si y lo recordó. Recordó al Doctor Leslie Thompkins, una beta que por lo general ayudaba a las personas más pobres. Trabajaba en un hospital en un área remotamente aceptable de la ciudad, pero cada cierto tiempo iba a las áreas marginada a ayudar a los menos deseados. Todo por el simple hecho de hacerlo.
Es una de las pocas personas que tiene el respeto del pueblo y todo caballero plebeyo o que viene de orígenes más pobres la conoce y cuidan. Nadie nunca lastimándola debido al amor que le tienen por su bondad.
Una bondad que no permitiría que alguien muera ante sus ojos. Alguien que no le tiene miedo a hacer lo correcto. Ni siquiera por que la Emperatriz se involucrara.
Kyle reconoce la escena que hizo al ir a toda velocidad por la ciudad en su caballo, la forma en que salto de él y le grito a su fiel compañero que lo esperara sin siquiera detenerse a amararlo mientras que corría y abría de golpe el hospital, exigiendo al Doctor Thompkins. Es consiente que causo miedo en la gente por la forma en que grito y su uniforme de guardia real. Los plebeyos no podrán distinguir el logo de la nueva Reina (uno que ni siquiera es el correcto y en su lugar le dieron el de una concubina anterior, un desaire a su joven amo), pero la ropa de caballero de la nobleza es muy obvia.
Nadie le quiso decir realmente donde estaba el Doctor Thompkins, no fue hasta que Kyle les suplico que esto era urgente y que la vida de alguien estaba en juego que dudaron. Kyle no los culpa, enserio no los culpa, quiere decir ¿Por qué un noble iría por un medico plebeyo en lugar de ir con uno noble?
Hay tantos nobles que son médicos en el reino, varios que son demasiados buenos a comparación de otros reinos, ¿Por qué recurrir a uno plebeyo que en ocasiones trata incluso a marginados? Uno que tiene sus manos contaminadas como dirían los nobles debido a ese hecho.
Pero tal vez fue la desesperación en su voz, su mirada frenética, que el Doctor Thompkins apareció y lo ayudo.
Una suerte que su caballo siguiera en su lugar en el momento que regreso. Sabe que su caballo es obediente e inteligente, pero cualquier cosa podría haber sucedido y pudo alejarse de su lado. Pero el animal no lo hizo, como si fuera consciente de la seriedad del asunto, espero pacientemente y en el momento que se acercó Kyle se inclinó rápido para que subiera el Doctor.
Kyle se sintió un poco mal al escuchar al Doc maldecir atrás suyo al ver el castillo. No le dijo que iban a tratar a la Reina, solo le pidió ayuda debido a que su joven amo estaba dando a luz y no tenia a nadie más a quien recurrir. Sin duda el Doc pensó que era un drama típico de nobleza, pero probablemente no esperaba que fuera algo que involucrara a la realeza.
Solo espera que el Doctor Thompkins no se dé la vuelta ahora, no sabría que hacer si sucede. Kyle no siente que tenga más tiempo.
Fue directo al castillo de la reina. Ignorando cualquier protocolo sobre dejar el caballo en los establos o alguna etiqueta. No le importaba nada de eso, él solo esperaba llegar a tiempo y no llegar para encontrar un cadáver.
No le importo el grito indignado de la Doctora Thompkins cuando la cargo en brazos y entro con prisa al castillo. Simplemente no había tiempo que perder. El doctor le hablo con palabrotas, pero se apiado un poco de su pobre alma, mientras el saltaba escaleras de 2 en 2 y casi salía como un hombre perseguido por los mismísimos perros del infierno. Si uno no lo supiera mejor, pensaría que era su esposa la que daba a luz debido a tanta dedicación.
Cuando llego a la alcoba de la Reina y observo estacionados afuera a algunos hombres de la guardia de Rey se imagino lo peor. Los hombres al verlo o mejor dicho ver a la anciana en sus brazos no dudaron en abrirle la puerta.
Al cruzar el umbral Kyle sintió que su corazón se hunde, había tanta, pero tanta sangre. Se atraganto al sentir el codazo del Doctor Thompkins y la soltó rápidamente. La mujer no dudo y apenas sintió sus manos aflojar lo empujo lejos y corrió al lado de su paciente. Ignorando al hombre al lado de la cama que vestía ropas demasiado elegantes y sin duda era el Emperador.
“¡Ha un lado! ¡Tengo un paciente que atender, y si no eres alguien con conocimiento médico, largo!” gruño, imitando un gruñido Alfa a pesar de ser una Beta. Pero había demasiada sangre en el lugar y el bebé que podía ver los brazos de la enfermera en pánico ni siquiera parece moverse.
El emperador parecía a punto de gruñir ante la osadía del médico, pero se contuvo. Sus ojos mostrando preocupación a pesar de la ira. Su mano grande apretando con suavidad la pequeña mano de la Reina. Una Reina demasiado pálida que se encontraba en una cama llena de sangre.
“Conozco lo básico en medicina.” Hablo con profundidad, pero no fue suficiente.
“¡Aun asi largo! No me sirve tener a alguien que parece estar afectado, no harás más que estorbar. ¡Ya estas estorbando al estar allí atravesado! ¡Cada segundo perdido es una sentencia a muerte para el omega y el bebé!” grito la Doctora.
Como si el Emperador fuera quemado por sus palabras se retiró rápidamente del lugar. Su mirada viajando entre la Reina y el bebé.
Kyle observo con dolor a su joven amor postrado en cama pálido, la forma en que el Doctor Thompkins tomaba lugar entre las piernas de su amo y veía el daño. Observo al sirviente personal del Emperador llegar y rápidamente tomar lugar al lado de la enfermera para ver al recién nacido. Un recién nacido demasiado pequeño, demasiado pequeño asi como su Reina. Como si su joven cuerpo solo hubiera sido capaz de hacer algo pequeño como ella.
La Doctora ladraba ordenes de un lado a otro. Encargándose que tanto la vida de la Reina y el cachorro se salvaran. Kyle corrió junto a la sirvienta personal de la Reina en busca de todo lo necesario. De un lado a otro, de pronto todo se había vuelto un caos.
El hecho de que el mismísimo emperador hubiera llegado a donde estaba la Reina, después de todo este tiempo en que fue ignorada puso todo patas arriba. Los doctores que antes no estaban sin importar cuanto Kyle les rogaba ayuda aparecieron. Los instrumentos que necesitaban estaban listos.
Pero incluso si ahora aparecían mágicamente no pudieron tomar el control de la situación, no, en su lugar sufrieron la humillación de ser mandados por un doctor de plebeyos. ¡¡El peor tipo de humillación para cualquier noble!! ¡Que un simple plebeyo les ordenara!
Pero no importaba su indignación, sus vidas estaban en juego ante la ira del emperador si es que debido a su culpa o distracción al pelear con el Doctor Thompkins alguno de los pacientes moría. En realidad, Kyle sentía en lo profundo de él que sin duda este trato a la Reina no quedaría en silencio por el Emperador. Pero para Kyle eso no hacia diferencia, no cuando el emperador tambien era parte de los torturadores personales de su joven amo.
El cachorro fue el primero en estabilizarse, soltando un fuerte grito. Y rápidamente siendo cuidado por la sirvienta (antes nana) de la Reina. Debido a la aparición de médicos ante la orden del Emperador de salvar a la Reina, los sirvientes que antes estaban tratando la Reina tuvieron que retirarse.
Kyle junto a las dos sirvientas de la Reina dieron un paso atrás junto al cachorro recién nacido. Todos estaban demasiados preocupados por lo que pasaría ahora con su joven amo. Kyle se derrumbó en la habitación al lado de la Reina (la habitación que hicieron para cuando naciera el joven príncipe), sus manos yendo a su cabeza. Si tan solo no hubiera perdido el tiempo con los nobles. Si desde un inicio hubiera idos por Thompkis en busca de ayuda.
Sintió a alguien posar una mano cálida en su hombro. Al levantar la cabeza de golpe se topo con la mirada comprensiva, pero preocupada de la sirvienta personal de la Reina. La otra sirvienta (una más joven e inexperta) tenía en brazos al joven príncipe, pero tambien veía preocupada a Kyle.
“No te agobies, hiciste lo mejor que pudiste y gracias a ti, el joven príncipe esta bien. No tengo duda de que Jason tambien saldrá pronto de esto y nos pedirá que hagamos un rico té de manzanilla. Solo tenemos que esperar y rezar que dios sea amable con nuestro amo.” Consoló la mujer mayor. Una mujer que ha estado con el joven príncipe Jason desde que llego al castillo, que no se separo de él incluso después de que el Emperador lo tomara. Una mujer que a considerado al joven príncipe como un hijo y esta más preocupada por su seguridad que nadie más en el Reino.
Kyle sintió una maraña de sentimientos en su interior. Apretó los dientes y solo pudo asentir de acuerdo con sus palabras. Pasaron horas antes de que la misma enfermera que había traído Kyle en un inicio entrara cansada a la habitación y le diera las palabras que ellos tanto necesitaban escuchar.
“La Reina está a salvo. Hemos logrado estabilizarla, estará delicada un tiempo, pero nada que no pueda mejorar. El Doctor Thompkis quiere hablar con ustedes ya que son sus sirvientes y estarán a cargo de su recuperación.” Hablo con una ligera sonrisa de consuelo.
Kyle nunca lo admitirá, y prefiere estar muerto antes de que su presumido amo lo sepa, pero no pudo evitar romper en llanto al escucharla, provocando que el cachorro de su joven amo llorara de nuevo.
daintyhrt on Chapter 2 Sun 20 Apr 2025 07:42PM UTC
Comment Actions
Venus_Flytrap_789 on Chapter 2 Mon 21 Apr 2025 04:46AM UTC
Comment Actions
CASSIE_H on Chapter 2 Mon 21 Apr 2025 02:00PM UTC
Comment Actions
YanNa099 on Chapter 2 Thu 12 Jun 2025 01:43AM UTC
Comment Actions