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Category:
Fandom:
Relationship:
Language:
Español
Stats:
Published:
2024-12-29
Words:
681
Chapters:
1/1
Comments:
3
Kudos:
20
Hits:
163

La chispa del Chispas

Summary:

Nadie se había esperado que un roce de labios tan fugaz como lo fue aquel que Insulini y Oswaldo se dieron entre la neblina de una estación de metro llevara a algo más, pero sucedió.

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Work Text:

Era irónico para Oswaldo pensar que antes de conocer a Insulini, éste no era más que un creador de contenido como los muchos otros que existían. El concierto fue un gran paso para la amistad entre ellos dos y ni se diga la conferencia de ciencias, la química entre ambos era innegable, sus fans y todos lo sabían.

Con el paso de los días, Oswaldo parecía más cómodo con Insulini y viceversa, y más allá de las colaboraciones en Tik Tok, fuera de pantalla parecían compartir más momentos juntos, risas, anécdotas, un poco de baile y deliciosas comidas a base de Choco Milk, atún y otras muchas delicias(?).

Una noche, luego de grabar un vídeo juntos, decidieron dar un paseo por la Ciudad de México, el aire frío revolvía los largos cabellos de Insulini, haciéndole parecer aún más guapo de lo que era.
Oswaldo lo observaba de reojo, recordando cada tanto aquella unión de labios y preguntándose cómo sería besarlo sin público de por medio, sin exigencias y sin apuros.

—¿Has sentido como si estuvieras destinado a algo más?— Preguntó el reggaetonero de la nada.

—¿Eh? Ah, sí, siempre.— Comentó el Chispas con apuro. Quiso dejar sus pensamientos de lado, pero el movimiento de los labios de su amigo no dejaron espacio para ello. —Aunque últimamente siento que ese "algo" tiene tu nombre...

Insulini se detuvo en seco, su rostro sereno adoptó una expresión perpleja antes de hablar.

—Emh, ¿siempre eres tan directo?

—¡No! Bueno, a veces... Más bien, solo cuando estoy seguro de algo, de lo que siento...

El reggaetonero sonrió sin decir nada, pero su mirada parecía contener cientos de palabras y sentimientos.

Oswaldo quiso comentar algo en son de broma para romper la tensión del momento, pero en cambio dio un paso hacia adelante, logrando sentir la calidez de su amigo. Éste se quedó inmóvil, como esperando algún chiste y con el corazón latiendo desbocado.

El Chispas se inclinó ligeramente hacia Insulini hasta lograr por fin ese contacto anhelado de labios con labios; el beso fue suave, dulce, lleno de ternura que, poco a poco fue transformándose en pasión. Las manos de Oswaldo se posaron en la bien formada y casi delicada cintura de su amigo mientras que las manos de éste parecían acariciar su espalda.

Para cuando el ósculo terminó, ambos hombres se miraron con una mezcla de incredulidad y alegría.

—¿Jalas al hotel, o qué?— Bromeó Oswaldo.

—Pendejo, si nos estamos quedando en un hotel, ahí tenemos que regresar.– Respondió Insulini. —¿A poco ya quieres comprobar si la tengo chiquita?

Oswaldo asintió con prontitud pero con actitud burlesca, ambos se rieron y continuaron su caminata.

Tras cuarenta minutos de platicas con y sin sentido, regresaron al hotel, ninguno parecía nervioso hasta que entraron a la habitación y recordaron que solo había una cama. A Insulini le resultó graciosa la actitud de su compañero, puesto que lo notó inquieto.

—A lo mejor debería dormir en el sillón.

—¿Ahora me tienes miedo o qué?— Preguntó Insulini mientras se agarraba el cabello en una coleta baja, preparándose para entrar a la cama.

—No, pero...

—Ah, cierto, que prefieres un Vladimir, y a dormir.— Interrumpió el reggaetonero.

—¿Me lo quieres hacer tú o qué?

No hizo falta esperar una respuesta, pues Insulini palmeó el lugar a su lado para llamar a su amigo. El Chispas se acercó, trastabillando hasta lograr subirse a la cama. Le resultó gracioso que ahora la cercanía del otro tiktoker le intranquilizaba de maneras que nunca llegó a imaginar.
Quiso dejar esos pensamientos de lado, pero los labios de Insulini tomando posesión de los propios le aceleró el ritmo cardiaco.

Pronto los tiernos besos retomaron la pasión anteriormente interrumpida y no hizo falta más que un roce para encender el deseo carnal en ambos.
A cada segundo las prendas parecían volar hasta el piso solo para dar paso a inexpertas manos explorando el cuerpo del otro. Los jadeos lentamente se transformaron en gemidos de placer que duraron hasta el amanecer y poco más. Por fin, el deseo de los fans de "detonarse", se había hecho realidad.

Notes:

Este relato es una excepción al tipo de contenido que suelo escribir. Fue creado por mera joda y con fines humorístico, sin mayor intensión que divertir. Quizá lo eliminé después así que disfrútenlo mientras puedan(?).