Work Text:
Nos situamos en la tarde casi cayendo la noche, mientras dos jóvenes acompañados por un gato separaban sus caminos.
el chico peli negro volteo hacia su camino, no sin antes volverse a su amigo ya a lo lejos ——¡Nos vemos mañana Natsume! —dijo manteniendo su carácter tranquilo, casi robótico por momentos.
—Cuídate Tanuma —Natsume murmuro entre diente mientras observa a su amigo que desaparecía lentamente entre el bosque, una vez que lo perdió de visto, dirigió su vista al gato que lo acompañaba.
El regordete gato dio un salto que parecería poco propio de un animal en ese estado de forma subiéndose al hombro del chico —Oye Natsume ¿sigues lamentándote por involucrarlo?
—No empieces con eso Nyanko Sensei ‒el chico rubio puso una cara de pocos amigos al recordar con amargura lo vivido en la mansión del Omishibara.
—Hmm —el regordete gato le miro fijamente antes de saltar a su hombro y acomodarse —. Bueno al menos ya no estas sufriendo por…
Natsume volteo a observarlo —¿Qué ibas a decir Nyanko Sensei? —más pronto que tarde un pensamiento paso por su mente lo anterior a todo lo vivido con Tanuma.
—¿Qué paso Natsume? —el gato vio con tranquilidad al rubio hasta cambiar su cara a una claramente cargada de malicia —. Es verdad, creo que hice muy bien como tu reemplazo ¿quieres faltar mañana y que te suplanté otra vez?
El chico miro al gato con una cara simplemente aterradora, muy similar a la que puso esa tarde, Nyanko sensei trago saliva, Natsume empezó a caminar lentamente camino a casa —Vamos —dijo en tono frio.
—¿Otra vez esa cara? —dijo el gato en tono tranquilo.
El ambiente parecía calmarse de a poco el chico respiro intentando serenarse —nunca vuelvas a convertirte en mí, solo eso te pido.
Nyanko sensei simplemente le observo hasta que Natsume empezó a caminar y el gato tras verlo alejarse un poco lo sigue, volviendo a lo que parecía ser lo habitual.
Natsume vio a la casa de los Fujiwara y camino hasta la entrada —Estoy de vuelta —dijo sin esperar respuesta cerrando la puerta tras de él.
—Oye Natsume, me muero de hambre calienta la comida que dejo Touko rápido —dijo el gato con un tono habitual cuando hace sus berrinches por comida.
Natsune suspiro y paso a la cocina para empezar a recalentar lo que la señora Touko les había dejado —ten un poco de paciencia Nyanko Sensei.
—es fácil para ti decirlo, hm, encima el olor de esa cuatro ojos sigue pegado en mi nariz —dijo el gato con un tono que denotaba lo irritado que estaba —suerte tuvo que no tenía intención de comérmela.
El tono de la cara de Natsume paso de totalmente pálido a completamente rojo, la sola mención de ese momento le hacía hervir la sangre tanto de ira hacia Nyanko Sensei, como de vergüenza de ver la escena de primera mano y escuchar su voz repitiendo en su cabeza dichas palabras —Luces deliciosa… ¿Como se te ocurrió decir tal cosa?
—Pensé que con lo de Tanuma se te había ido —dijo el gato sorprendido, empezando a olfatear que la comida ya estaba lista, al observar que el rubio no reaccionaba tuvo que intervenir —. ¡Oye Natsume apágalo se va a quemar!
El chico reacciono al llamado de su compañero, apago el fuego y sirvió tanto el plato del pequeño gato como el suyo para sentarse a comer a la mesa.
Como era costumbre Nyanko Sensei devoraba sin remordimiento su comida, mientras Natsume iba más a su ritmo lento, aunque en esta ocasión era especialmente pausado.
—¡Oye Natsume estas ahí! — llamo el gato con un tono de preocupación —. ¿Tanto te afecta eso? Tus dos amigotes esos olvidaran lo que paso hoy como si nada y la cuatro ojos probablemente también lo haga así que no hay que preocuparnos.
El chico se quedó viendo al gato antes de dar respuesta —De Nishimura y de Kitamoto si espero algo así, desgraciadamente Sasada no es ese tipo de persona.
—Siempre me llama gato gordo como si no lo hubiera repetido mil veces, claramente olvida fácilmente las cosas, recuerda que esa mujer me ato a una silla —dijo Nyanko Sensei recordando aquella experiencia con la chica —, seguramente lo hizo por mero gusto.
Natsume suspiro —no creo que haya sido por gusto, por eso me preocupa de sobre manera esto, ella no olvida tan fácil.
—No todo gira en torno a ti Natsume —el gato se quedó pensativo —. Un momento, ¿no esa chica intento meterse cuando ayudamos a Santo a reunirse con Mikuri?
El chico asintió recordando ese hecho —Si, ella vio que el tique de Bus antiguo de Reiko se me había caído y fue especialmente insistente tras devolvérmelo —el termino su plato de comida y dirigió su mirada a otro lado —. Si no fuera por Tanuma ella se habría involucrado.
—Vez esa mujer es un peligro, mejor alejarnos de ella —dijo el gato mientras le pasaba su plato a Natsume.
Natsume se levantó y se acercó al lavabo para lavar los platos en los que tanto el cómo Nyanko Sensei comieron —Ciertamente Sasada ha causado algunos problemas, pero… no creo que eso sea correcto.
—¿Qué rayos dices Natsume? Te recuerdo que ella intento involucrarse cuando paso lo de la casa abandona y el pequeño Kai, ¿no fue acaso ella quien obligo a Kitamoto y a Nishimura que te llevaran ahí? Si no fuera por Taki ella se hubiera involucrado —el gato se limitó a bajarse de la mesa de un brinco —. Esa mujer siempre es cuna de problemas, ojalá hubiera desaparecido después de lo que paso en el viejo edificio con Shigure la cosa seria más tranquila, además nadie me llamaría feo gato otra vez.
Natsume volvió a poner esa cara aterradora de la tarde —Ni se te ocurra decir algo así de alguno de mis amigos Nyanko Sensei.
—¿Pero si tú mismo reconoces que esa chica es solo problemas? A que otra conclusión quieres llegar —dijo el gato elevando un poco el tono sin llegar al grito —aunque admito que ella se ha calmado.
Natsume asistente tras terminar de frotar el ultimo plato y guardarlo —cuando paso lo del festival escolar, ella estuvo más pendiente de cuidarme cuando me ataco aquel Ayakashi en el almacén, también en el propio festival escolar ella fue quien al verme incomodo tomo mi lugar y espanto a esas chicas y me permitió tomarme un descaso.
—Igual me llama gato feo así que no cuenta —dijo Nyanko Sensei volviendo a su enojo —ojalá ella fuera como tu otra amiga que siempre me trata con mucho cariño.
Natsume se quedó extrañado —Me sería raro ver a Sasada actuar como Taki, creo que cada una tiene su propia cosa especial y forma de ser que las hacen únicas.
—Si una es una cuatro ojos estricta y enojona y la otra una chica dulce y tierna la comparación es malísima —el gato salto de la mesa al suelo —sale perdiendo esa chica.
Natsume volvió a ponerse pensativo —sabes, si pudieras hablar con normalidad con Nishimura los dos tendrían eso en común.
—¿Ah? —Nyanko sensei volvió a ver al chico —¿A que rayos viene es comentario?
Natsume se acercó y lo tomo en brazos —Nishimura y tu tiene una percepción muy similar de Sasada, también hasta cierto punto Tanuma la tiene, no han sido pocas las veces que Tanuma me ha cuestionado por que me sigo hablando con Sasada, pero yo siempre doy la misma respuesta.
—¿Y cuál es esa respuesta? —dijo el pequeño gato intrigado por las palabras del chico.
Natsume camino tranquilamente y subió las escaleras con Nyanko Sensei en brazos —quizá ella no vea espíritus, pero logro conectarse emocionalmente con uno, por eso sé que no es una mala persona, incluso si me causa problemas.
—Eres demasiado bueno con otros Natsume —dijo el pequeño gato bajando de sus brazos y acomodándose —como sea, a mí no me incumbe lo que te pase, yo solo estoy acá para apoderarme del libro de los amigos.
Natsume se cambia de ropa a su pijama —Me tocara resolver un problema que tu creaste ahora —dijo con cierta desgana.
—Pero enserio lo digo, esa cuatro ojos no debe ser un mal bocadillo —dijo Nyanko sensei cerrando los ojos —incluso tú lo debes pensar a veces.
Natsume se pone rojo al interpretarlo de otra forma en un primer momento, pero después se da cuenta que es lo que el gato quiere decir —No soy un Ayakashi deberías saberlo, los humanos no nos comemos entre nosotros.
—No los culpo, honestamente los animales y las plantas saben mejores que ustedes —dijo Nyanko sensei en tono tranquilo.
Natsume rio tranquilamente —Ja, ja, así que la cosa va de sacarme de quicio.
El gato se había quedado profundamente dormido, con el chico a media queja, razón por la cual simplemente le acaricio la cabeza y se preparó para dormir, a diferencia de lo acostumbrado, en esta ocasión ningún Ayakashi viene a perturbar su noche de sueño pidiendo por recuperar su nombre o algún problema extra.
La tenue luz de la luna era reemplazada por la fuerte luz del sol que acompañaba el despertar del chico, quien dada la falta de los habituales problemas se pudo levantar sin ningún contratiempo extra, viendo por la ventana se encontró con los Chukyuu quienes se consideraba parte de “los perros de Natsume” —Amo Natsume, Madara buenos días —saludaron estos dos ayakashi de poder medio.
Natsume suspiro con calma —buenos días ¿hay algún problema?
Ambos ayakashi entraron a la habitación el de un solo ojo se adelantó —no, para nada, solo estamos acá para llevarnos a Madara.
—Bien, los estaba esperando —dijo el susodicho levantándose rápidamente —volveré por la tarde Natsume.
El chico vio al gato irse con los Ayakashi, sin ninguna palabra más —uff, bueno a seguir con el día.
El chico siguió su rutina normalmente, se cambió de ropa al uniforme escolar, tras lo cual fue al baño para lavarse los dientes, mientras lo hacia él pensaba detenidamente en todo lo que paso ayer, para su desgracia él ya había procesado mucho lo de Tanuma.
—Tanuma nunca va a culparme de nada, incluso aunque también Taki se metiera más en esto no creo que me culparía, Nishimura y Kitamoto parecen no tener problemas con estas cosas, no sé si lo ignoran o si simplemente no lo saben, pero… pero, Sasada es distinta —Natsume se detuvo tras escupir la pasta de dientes, para luego enjuagarse, siguiendo con sus pensamientos —. Ella no me culparía de nada… pero, no sé.
El chico termina de enjuagarse y baja las escaleras, al no estar Touko ni Shigeru la casa está bastante callada, cosa la cual no le provocaba mucha molestia a Natsume, aunque quizá en este momento esa tranquilidad no le beneficiaba por estar tan sumido en sus pensamientos.
—Maldición es tarde —dijo el chico viendo el reloj, salió corriendo a la cocina a buscar su caja de desayuno, hasta que recordó —Maldición, Nyanko Sensei se comió mi desayuno ayer, en fin, se lo prometí por su ayuda y ya no me queda tiempo, me merezco el regaño de la señora Touko.
Natsume se vio obligado a irse sin un desayuno o una caja de almuerzo y a contra reloj corriendo de camino a la escuela, al llegar a mitad de camino se encontró con Taki.
—Buenos días, Natsume —dijo la chica al verlo —¿porque tanta prisa?
Natsume se detuvo en seco respirando de forma forzada —Hola Taki —jadeo —voy tarde.
—Ja, ja —se rio la chica con su tono alegre —Natsume es de hecho bastante temprano.
Natsume quedo atónito —¿Qué?
—Si lo que escuchas, yo voy tempranos porque Sasada me dijo que quería hablar conmigo antes de clase —Taki cubrió su boca con su mano —. Me han dicho que cierto chico que conozco dejo a Sasada sin palabras.
El chico se quedó como piedra por un segundo —No fui yo… fue Nyanko Sensei.
—Lo sé, pero es divertido pensar en ti siendo un coqueto —dijo la chica con tranquilidad.
Natsume pensó detenidamente —Un segundo ¿cómo lo sabes?
—Veras lo de Sasada, Nishimura me lo conto —dijo la chica tranquilamente.
Natsume suspiro —No me refería a eso ¿cómo sabes lo de Nyanko Sensei?
—Es simple asociación —Taki cruzo los dedos tras de si —, realmente no es difícil con tantas leyendas de ayakashi haciéndose pasar por humanos.
Natsume le observo juzgando su respuesta —Te creo, pero…. ¿Sasada te dijo otra cosa?
—¿Por qué el interés Natsume? —dijo la chica con un tono pícaro —. ¿Acaso te interesa saber lo que Nyanko sensei la hizo sentir?
Natsume se puso rojo —No es eso, es solo que… bueno.
—Ja, ja, cálmate, Natsume, no es necesario alterarse, debió haber sido un malentendido, no te preocupes —Taki empezó a caminar —tendremos tiempo para hablar en otra ocasión y trae al Nyanko Sensei contigo.
Natsume la observo y tras verla desaparecer suspiro nuevamente y siguió su camino a velocidad más normal.
Al llegar a la escuela Natsume se acercó al mismo árbol donde estaba Nyanko Sensei el día de ayer, a diferencia del día anterior Nishimura venia acompañado de Kitamoto y Sasada parecía no mostrar su presencia.
—¡Nishimura, Kitamoto! —llamo el chico rubio a sus amigos.
—¡Natsume, buenos días! —saludo Nishimura acercándose.
—Buenos días, Natsume, veo que te has vuelto a la normalidad hoy —dijo Kitamoto con un tono más tranquilo que quien estaba a su lado.
—Sobre eso, genuinamente me disculpo si actúe muy extraño ayer —dijo el chico rubio volviendo a su tono tranquilo.
—eso es lo de menos Natsume —dijo Nishimura relajando un poco su tono —. Todo el mundo tiene derecho a tener un mal día.
Kitamoto asintió y tras rascarse la nuca —Nishimura sabe bastante de eso.
Nishimura volteo a ver a su amigo —¿a qué viene ese comentario?
—A nada en particular —Kitamoto empezó a hacer como si silbara.
Nishimura se había picado con las palabras de Kitamoto —que malo eres para fingir si ni silbar sabes.
Ambos empezaron a discutir como casi siempre, eran un par que ciertamente no aburren a quienes les rodean.
—de acuerdo —dijo Nishimura con decisión —veamos quien llega al salón primero.
—Se te olvida un minúsculo detalle, no vamos al mismo salón —dijo Kitamoto tranquilamente.
Nishimura suspiro resignado —en fin, dejémoslo en un empate por esta vez.
—Ja, ja — rio tranquilamente Natsume al haber observado de principio a fin esta divertida intervención de sus amigos —. Ustedes nunca cambian.
Ambos chicos voltearon a verse mutuamente y prosiguieron a reírse con Natsume y tomar camino hacia sus respectivos salones de clase.
—Oye Natsume —llamo Kitamoto en tono tranquilo mientras subían las escaleras —¿Qué onda con todos esos rumores sobre ti llevando a tu enojona represente de clases de la mano?
Natsume se pone pálido por un segundo —Ya dije que ayer estaba un poco fuera de mí mismo.
—Vamos Kitamoto te preocupas mucho por eso, esa gruñona probablemente lo habar olvidado —dijo Nishimura con tranquilidad —tantas chicas guapas en esta escuela y a Natsume lo envuelven con la señorita gruñona, que mala suerte.
Kitamoto aprovechando la reciente riña el vio una oportunidad —¿Es eso o Taki que prefieres?
—No, pues a Taki yo la vi primero —dijo Nishimura con ciertos claros celos en su voz.
Natsume suspiro con cansancio —¿Podemos dejar el tema?
Al notar la incomodidad de Natsume, ambos chicos se cayaron y no volvieron a hablar hasta el punto donde Kitamoto se separa del grupo para ir a su salón.
—Natsume creo que deberías hablar con Sasada —dijo Kitamoto en un tono más serio —. Solo para terminar de cerrar cualquier malentendido.
—Lo sé —Natsume suspiro con tranquilidad —solo déjenme encontrar las palabras correctas.
Kitamoto tras esto se fue caminando para su lado, mientras Nishimura y Natsume caminaban para su lado.
—¿Cómo vas a hablarlo con ella? —Nishimura vio a Natsume quien caminaba distraído —Me oyes Natsume.
Natsume salió de su trance —lo siento, estoy pensando mucho en cómo podría hablarlo bien sin ser incomodo.
—Yo insisto te preocupas mucho —dijo Nishimura con ton tranquilo —créeme, esa chica son problemas.
Natsume sintió algo extraño en la conversación —¿Por qué siento que estoy viviendo un déjà vu?
—¿Perdón? —dijo Nishimura con sorpresa.
Natsume cae en cuenta que lo dijo y no lo pensó —A nada.
—Entendido… en fin, ya estamos por llegar al salón te recomiendo no hacer otro escándalo —dijo Nishimura con un tono pícaro.
Natsume dio una sonrisa incomoda —Te digo lo mismo.
Al abrir la puerta del salón estaba un grupo de estudiantes hablando entre sí, exactamente el mismo grupo que estaba en el salón ayer, cuando Nyanko Sensei hizo un escándalo buscando a Sasada.
Uno de los estudiantes volteo a ver a los recién llegados —Buenos días Nishimura, Natsume —saludo una de las chicas presentes.
—Buenos días —dijo Nishimura con su tono alegre, mientras pasaba tranquilamente.
Natsume por su parte se fijó un poco en el entorno —Buenos días ¿alguien ha visto a Sasada?
—Vaya el Natsume asertivo ha vuelto —dijo uno de los chicos presentes en el salón.
La chica de antes tomo la palabra de nuevo —Ella fue a ayudar a llevar unas cosas al salón de ciencia, puedes ir a buscarla como ayer.
El chico rubio se sonrojo levemente, y se dio vuelta para ir a buscarla, sin mediar más palabras con la gente del salón.
Al llegar al salón de ciencias él se encontró con un chico distinto, al de ayer y se acercó a él.
—Buenos días ¿estuvo aquí Sasada Jun? —dijo Natsume con su tono más tranquilo posible.
El chico volteo a verlo —sí, estuvo aquí, pero se fue tuvo que llevar unas cosas a la biblioteca, si la andas buscando ve ahí, quizás todavía este.
—Gracias —el chico rubio se fue tranquilamente con dirección a la biblioteca.
El chico del laboratorio rio con tranquilidad —así que este es el chico que mi amigo vio ayer, era más tranquilo de lo que él me había comentado.
Natsume camino tranquilamente hasta la biblioteca y entro, se acercó al encargado quien si era el mismo con el que trato Nyanko Sensei —Buenos días —saludo el chico rubio.
—Buenos días —saludo el encargado —, vaya eres tú de nuevo ¿vienes a buscar un libro u otra vez a la encargada de tu clase?
Natsume sonrió con incomodad —Ja, ja, me gustaría mentir, pero, si busco a mi representante de clase.
—Lo siento mucho de nuevo, ella salió hace poco a llevarle unas cosas a un profesor —el encargado parecía haber recordado algo —. Por cierto, no te asustes que no es el mismo profesor de ayer, esta vez el de literatura.
Natsume sonrió con una expresión que denotaba su amabilidad —te lo agradezco, pasa buen día —el rubio se fue a paso calmado.
—Vaya, hoy sí que fue distinto —dijo el encargado dedicándose de nuevo a sus obligaciones.
Natsume tomo camino hacia la sala de maestros y tras entrar encontró al profesor que el encargado de la biblioteca le había indicado —Buen día profesor. —saludo con la máxima formalidad posible.
—Buenos días, Natsume ¿Qué tal estas hoy? —respondió el profesor.
—Gracias por su preocupación, me encuentro bien, vine porque estoy buscando a Sasada —dijo el chico con su tono habitual.
—Otra vez, el profesor de historia me comento ayer que la estuviste buscando —dijo el profesor con un tono tranquilo —solo espero que hoy no hagas un espectáculo.
Natusme hizo una reverencia —Me disculpo, no estaba en mi mejor día ayer y no fue mi intención crear un escándalo.
El profesor puso una mueca menos severa —Bueno, todo el mundo tiene dias difíciles, aunque ella ya no está acá, tengo una clase en unos minutos y la mande al salón de tercer año con unas cosas, quizás esté ahí. —dijo tranquilo antes de proseguir —eso sí, es el mismo salón al que fuiste ayer, así que ese pequeño bochorno te lo vas a llevar.
Natsume suspiro —No podía ser de otra forma ¿no? En fin, profesor, gracias por su ayuda, iré ahí.
—Ten cuidado y no hagas un escándalo —le dijo al profesor al verlo salir —. Y recuerda la tarea.
Natsume ya habido salido del salón de maestros y estaba camino al salón de tercer año al que había ido ayer, al llegar el toco la puerta y lo recibió de nuevo la misma la chica de tercer año de ayer.
—¿Tu de nuevo? ¿Buscas otra vez a tu representante de clase? —dijo la chica con un tono tranquilo —. Igualmente, no me importaría que vinieras más.
Natsume sonrió con incomodidad por una nueva ocasión —Gracias… supongo, si busco a mi representante de clase.
—Hmm —la chica le juzgo —Bueno a gusto de cada uno, ella se acaba de ir creo que regreso a su salón.
—Muchas gracias, volveré ahí —dijo Natsume sonriendo con tranquilidad.
—Que distinto estas hoy — dijo la chica antes de que el chico se moviera —de verdad que eras el chico lindo del bazar de segundo año, ayer era raro pensar eso.
—¿perdón? —Natsume dijo confundido —a eras una de esas chicas.
—Si, esa chica tu representante de clases te aprecia mucho —dijo la chica con tranquilidad —. No descartes que se puso celosa de la atención que estábamos dando.
Natsume se puso rojito antes de irse —gracias por tu ayuda.
La chica se quedó viéndolo mientras el caminaba por el pasillo, empezó a pensar en sus adentros —Creo que me pase un poco, en fin, para eso están los chicos de segundo.
Natsume llego a su salón algo más cansado, abrió la puerta corrediza y vio a todos ahí, incluida Sasada quien estaba en medio y volteo hacia el chico.
—Natsume —le dijo la chica arreglando sus lentes —escuche que me estabas buscando.
El chico rubio sonrió tranquilo y se acercó en esta ocasión la chica de lentes paso sus manos hacia atrás de su espalda rápidamente, cuando ambos estaban relativamente igual que ayer el por fin hablo —Necesito hablar contigo Sasada.
—Lo sé, solo no me jales tan fuerte esta vez de acuerdo —dijo la chica, con un leve sonrojo.
Natsume procedió a emular el cómo Nyanko Sensei había casi arrastrado a Sasada de la mano, sin embargo, era claro que no solo su agarre era más suave, si no también cálido y que, pese a intentar jalarla con fuerza este era más suave, más caballeroso.
Una vez llegaron al mismo exacto lugar de ayer Natsume le soltó la mano a la chica y puso su mano en su hombro —Sasada… yo… ayer… no era mi intención, bueno…
—Natsume, yo entiendo sabes… yo, bueno —la chica se puso la mano en el pecho su corazón latía muy rápido y fuerte.
—Ayer simplemente no era yo mismo —dijo el chico rubio todavía bastante nervioso —por eso… lamento si… bueno… si te hice sentir mal o incomoda ayer.
Sasada se acercó bastante recordando al día del tique antiguo de autobús —Natsume, para nada, no me has hecho sentir mal, no te preocupes por lo de ayer.
Ambos se sonrojaron mucho, aunque al final ambos ríen deshaciéndose así de algo de su nerviosismo mutuo —Lo siento, en verdad van dos veces que te hago pasar problemas.
—Para nada, rayos siento que en esta conversación estamos un poco fuera de nosotros mismos —dijo Sasada tranquilizando un poco más su forma de hablar.
—Y que lo digas, en fin ¿vamos al salón de vuelta? —dijo Natsume con su tono habitual.
—Claro, como representante no puedo permitir perderme una clase —dijo la chica en un tono tranquilo —por cierto, Natsume… ¿Qué querías decir con luces deliciosa?
—Bueno… te ves y hueles muy bien —dijo el chico como lo primero que se le ocurrió.
—O ya veo —Sasada se aclaró la garganta y se acercó a oler a Natsume, haciendo que este se sonroje —. Tú también luces delicioso.
El chico quedo paralizado y luego de suspirar siguió a su amiga de hacia el salón, al llegar no hubo más palabras al respecto, el resto del día fue relativamente normal, sin más inconvenientes.
Tras las clases todo el grupo de amigos de Natsume le esperaban para ir a casa, era raro que los seis estuvieran juntos para ir a casa, pero hoy se dio el milagro que pudieron ir a casa hablando temas comunes de jóvenes de su edad, quizás parezca algo simple o mundano, pero para Natsume estos momentos con sus amigos son los que realmente le hacen sentir pleno, incluso con sus problemas o desafíos el sabe que siempre puede contar con la gente que lo apoya.