Chapter Text
Bien, mi historia comienza así. Yo sé que muchos me conocen, por mi magnificencia, belleza, inteligencia y habilidades mágicas… Y por ser el gato de Lady Ishtar, la princesa de Friege, o como ella se hace llamar… “Mi mamá”... ugh.
Ella un día me trajo de mi casa, cuando era un bebé, pues tenía la imperiosa necesidad de tener una mascota “adorable y tan fina como ella”. Alguien le dijo sobre mi familia, me escogió, prometió darme una vida llena de lujos y amor, que no niego, tengo, pero su amor es un tanto…¿Asfixiante?.
¿No es que tiene un esposo, el “humano rojo”, o Lord Julius que le dicen los humanos, que debería de amarla también? Y en lugar de eso, nos vive regañando, diciendo que estoy malcriado por simplemente vivir mi vida (lo que Snowball cree que está bien, como rasguñar los muebles, robar comida, exigir la mejor comida, gritar y correr a las tres de la mañana… como buen gato mimado), y regañando a la humana por no “comportarse”. Qué le pasa.
También, tengo a un “tío” que es el gemelo de mi humana, que se llama Ishtore, que es bien tonto, siempre cree que podrá acariciar mi panza, porque “es suave”. Eso NO está permitido, pero pareciera le entra por un oído y le sale por el otro, acaba arañado, se queja y volvemos a empezar. Nunca aprende, y si no lo hace, pues tendré que volverlo a arañar. Eso no me cuesta nada, hehe.
Y finalmente, dentro de la familia, que son los que me gustan un poco más, viven algo lejos, en un lugar muy frío, pero desde que aprendí a invocar portales mágicos, ir a su casa no es problema.
Son la prima de la humana, la humana violeta, llamada Tine, que es la mujer más dulce que puedas conocer, ama a todos, ya sean humanos o animales, y siempre está dispuesta a ayudar y a darte algo rico de comer. Físicamente se parece bastante a la humana que se hace llamar mi madre, pero Tine es más joven, más bonita, y está chiquita de tamaño.
Luego tenemos al esposo de ella, el humano verde, pues tiene un feo color verde en la cabeza, que se llama Ced. Él es muy alto, pero bastante estricto y gruñón. Siempre me está llamando la atención de por qué aparezco en su casa sin avisar, que le robo la comida, que hago lo que quiero… O sea, ¿Qué te importa?, ¡Soporta!.
Aunque debo destacar que también es un ser muy noble, en especial me encanta cómo es de cariñoso con Tine, pues se lo merece. Se ve que la quiere mucho, también a la “amiga violeta”, que es la hija humana de ellos dos, que a decir verdad, es mi humana favorita. Es una chica muy amable, como su madre, igual de bonita, y ya la está alcanzando en altura… Eso supongo, junto a los ojos verdes, es herencia de su papá, el humano verde.
De hecho, creo que iré a visitarlos, porque algo le oí a Tine de que iba a hacer un pastel, tengo que ayudar, ¿no creen?.