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GOOD ENDING (SUBARU X PANDORA)

Summary:

Emilia había visto hacer a Subaru muchas grandes hazañas, de las cuales se sentía muy orgullosa y solo aumentaban su amor por él. Sin embargo, cuando lo vio sacrificarse junto a cierta mujer albina de ojos azules cual zafiros, su mundo dio un giro completo del cual no podría reponerse....

Notes:

Hola a todos, aquí el autor XD

Antes que nada, este es un AU, por lo que si encuentran alguna incongruencia con los volúmenes actuales, las disculpas del caso, soy nuevo en esto de re: zero XD, con decirles que es mi segundo fic de la franquicia.

Sin mas los dejo, y espero disfruten de la historia.

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: LA GRAN GUERRA SANTA

Chapter Text

Emilia había pasado por muchas cosas.

Realmente se había esforzado por mantenerse positiva luego de que se desatara una reunión de emergencia en todo Lugunica para decidir cual seria su posición ante la declaración de guerra que había dado la líder del culto de brujas Pandora...

Ese solo nombre hacia que inconscientemente empezara a congelar el suelo por el que pisaba, realmente la odiaba por todo lo que le había hecho a madre Fortuna y a Geuse, siendo la única responsable de la miserable infancia que había tenido.

Este demonio sin corazón, había hablado prepotentemente ante todos, apareciendo como un fantasma en medio de la ciudad, donde todos escucharon atónitos sus declaraciones.

Resulta que la bruja de la vanagloria, en su "misericordia" había dicho que disolvería el culto de las brujas y que lo único que buscaba era la paz y redención con todos los reinos...

Aunque claro, todo esto tenia un precio....

Y ese era la absoluta y cruel entrega del famoso héroe de Priestella, Subaru Natsuki....

Ante eso, el pueblo mismo grito en horror y desacuerdo, Subaru se había convertido en alguien muy respetado por todo el reino, el los había salvado de los arzobispos y las grandes mabestias que los habían aterrorizado por siglos, por lo que, estarían dispuestos a dar sus vidas por proteger a este noble joven, que tanta luz había traído a sus vidas.

La acción por parte de los ciudadanos, secretamente molesto y disgusto al consejo de ancianos, los cuales estaban mas que dispuestos de entregar al pelinegro a cambio de la paz, sin embargo; al ver a su reino levantándose en armas, no tuvieron mas opción que también negarse, si es que no querían que les dieran un golpe de estado en el acto.

La negativa fue unánime, todos los candidatos reales se negaron tajantemente a entregar a su amigo, incluso la orgullosa Priscilla, lo cual sorprendió enormemente a Emilia. No creía que incluso ella apreciara aunque sea un poco a su caballero.

Sin embargo, el conmovedor momento no duro mucho, pues luego de eso empezó una guerra que solo pudo describir con una palabra....."Infernal".

Los restos del culto de la bruja, lideradas por pandora y los arzobispos restantes no dieron tregua alguna, parecía que no necesitaban dormir, y usaron hasta las tácticas mas sucias para barrer con los valientes caballeros que dieron su vida por la ciudad y sus seres amados.

Durante los años que duro la guerra, se había creado una trinchera, misma que era soportada por magos de tierra habilidosos, quienes a muerte defendieron su posición en una de las batallas mas sangrientas que habían visto los 4 reinos.

Muchas vidas se perdieron ese día, y las que se salvaron nunca pudieron superar el dolor de los horrores que contemplaron en aquella noche.

Gracias a ello, ahora se encontraban reunidos bajo una fogata. Emilia estaba junto a su caballero y amigos. Ellos habían sido un grupo selecto que fue formado con las fuerzas de elite de todos los reinos, los cuales en un acto desesperado, embarcaron en una misión suicida para invadir la base principal del culto, misma que había sido descubierta a costo de la vida de Meili, la ojiverde que había actuado de agente doble a favor de ellos, hasta que fue descubierta..... Aun podía oír sus ultimas palabras resonando en sus oídos mientras daba sus últimos suspiros en brazos de Subaru...

Meili: Oni-san.... ¿por que tienes una cara tan patética? así no debería verse el comandante del ejercito de Lugunica.... ni siquiera Petra-chan podría encontrarte atractivo con esa cara jeje...

Subaru: *hip*hip* M-Meili, por favor no agotes fuerzas, a-aun podemos salvarte, Felix esta haciendo el antídoto, s-solo aguanta un poco, p-podremos revertir esto...

Unos pequeños dedos sellaron sus labios, la peliazul lo miro con una mirada cansada y de lastima al mismo tiempo, ella que había quitado la vida a tantas personas había presenciado de primera mano cuando la muerte se cernía sobre alguien, y ella sabia que había llegado su turno...

Meili: Oni-san es muy optimista... deberías guardarte esa energía para la one-san de cabello plateado, no creo que sea necesario que gastes tus fuerzas llorando por una asesina como yo.... esto es simplemente....algo que iba a pasar en cualquier momento, un "gaje del oficio" como tu lo llamas jeje...

La joven de ojos verdes miro como las líneas moradas seguían avanzando por su cuello, muy pronto llegarían a su cerebro, era una muerte tortuosa si se lo preguntabas.

Subaru: P-Pero, debe haber algo que podamos hacer, tal vez Reinhard tenga una protección divina para....

De pronto Meili lo detuvo con una acción inesperada, ella lo estaba abrazando, a pesar del dolor que eso significaba para ella, prueba de eso era la sangre que empezó a salir por la comisura de sus labios.

Meili: No me queda mucho tiempo... realmente hubiera querido seguir haciendo mas cosas divertidas junto a ti, que me hicieras muñecas horribles, que me siguieras confeccionando vestidos extraños sin que yo te lo pidiera, incluso ver tus payasadas al intentar coquetear con la one-san de cabello plateado hubiera estado bien.... realmente te extrañare.... por favor, vive una buena vida por Meili... papá....

Fue lo ultimo que pudo susurrar antes de que su respiración se detuviera, el brillo de sus ojos se apago, siendo que ahora por estos se llenaron de líneas moradas que terminaron de envolver su rostro como cicatrices.

El silencio sepulcral invadió el terreno de batalla, solo para que después se escuchara un grito desgarrador, mismo que fue acompañado por un fuerte retumbar que alejo a amigos y enemigos, este provocado por la providencia invisible, que se había desatado caótica y descontrolada desde el interior de su portador.

Varios cultistas murieron, y muchos aliados fueron heridos antes de lograr poner a salvo a su gran héroe....

Los recuerdos de esa noche aun tenían en vela a su fiel caballero, y Emilia era mas que consciente de ello, agarrando fuertemente su mano para hacerle saber que estaba ahí con él, por más que el cielo mismo se cayera, ella seguiría a su lado.

Y así, en medio de la fría noche, en donde ni el mismo santo de la espada pudo conciliar el sueño a pesar de todas sus protecciones divinas, llego el día de la batalla.

Todo había salido de acuerdo a lo planificado.

Otto había generado una estampida de animales como distracción, misma que aprovecharon Julius y Garfield para abrirse paso y generar un agujero en medio del ejercito desprevenido de los cultistas. Aprovechando esta oportunidad Subaru, Beatrice, Reinhard, Cecilius, Halibel y Emilia entraron al salón principal, donde aguardaban los altos mandos del culto.

Gracias a su ingenio, pudieron hacer que dividieran fuerzas, sin embargo; nada podía ser tan fácil, y en medio de la pelea apareció Capella, quien acompañada por nuevos Arzobispos que habían tomado los puestos de sus antecesores y siendo modificados por la misma Capella para hacerlos monstruos trastornados que solo pensaban en matar, se enfrentaron al grupo, siendo en este caso Cecilius y Halibel los que se quedarían combatiéndolos.

Los restantes, liderados por Subaru, fueron al salón principal, donde finalmente encontraron a la causante de todo, Pandora...

La batalla fue brutal, Pandora intento separarlos, sobretodo a Reinhard, quien era el más problemático de todos, pero para su sorpresa, este había conseguido una protección divina que evitaba que lo teletransportara para otro lado. Por otro lado estaba Subaru, que tuvo que hacer uso de la mayor versatilidad que había conseguido de la providencia invisible para poner a salvo a sus aliados.

La batalla duro horas, y llego a un punto muerto, con pandora negando su muerte constantemente, Subaru usando regreso por muerte para salvar a su amada princesa y espíritu, además de Reinhard que incluso sacando la espada dragón, no pudo derrotar definitivamente a la bruja de la Vanagloria.

En medio de todo el caos, Subaru observo que Pandora sonrió, lo cual le dio un mal presentimiento, diciéndole a Reinhard que tuviera cuidado. Todo esto siendo en vano, pues fue demasiado tarde, Pandora había hecho uso de un antiguo ritual, y habiendo al fin logrado inmovilizar al pelirrojo por un pequeño periodo de tiempo, pudo aprovechar esa pequeña abertura para tomar algo de su sangre, que con un corte coloco en un pequeño cristal, mismo que se expandió hasta formar una masa amorfa que envolvió al santo, hasta reducirlo a una mera esfera. Pandora lo había conseguido, había sellado a Reinhard.

Pandora: Parece que a final de cuentas no pudiste ganarme, tan presuntuoso como siempre santo de la espada, pero siempre fallando en los momentos importantes.

La bruja dijo con sorna mirando la pequeña esfera que ahora descansaba sobre el suelo.

Subaru entro en pánico, Reinhard era el único que podía igualar a la bruja, ellos solos no podrían durar mucho, por lo que decidió agarrar un cuchillo y cortarse rápidamente la garganta para evitar que este fuera atrapado, sin embargo; previendo esto, escucho unas palabras.

Pandora: Subaru Natsuki nunca trajo un cuchillo

Inmediatamente su arma desapareció, lo cual lo dejo frio, y esto fue peor, cuando en un parpadeo Pandora apareció delante suyo, con una mano sujetándolo, y con la otra empujando con una fuerza invisible a Emilia y Beatriz que miraban horrorizadas como eran llevadas lejos de su amado y contratista.

Pandora: Al fin lo logre, es jaque mate Natsuki Subaru, al fin podre tomar tu habilidad, una vez que logre asimilarla, ni siquiera Satella podrá intervenir en lo que haga. Todo Lugunica será un mero cuento, podre reescribir la historia misma..

Dijo esto ultimo con extasis, mientras empezaba a pensar en las infinitas posibilidades que tendría ahora para su autoridad.

Sin embargo; viendo ese segundo de distracción, Subaru decidió jugar su ultima carta, era algo que realmente no quería usar, sobretodo después de haberle prometido a Emilia que después de la guerra, regresarían juntos a casa para casarse y vivir plenamente.

Para su mala suerte, Subaru era una persona que siempre rompía sus promesas.

Con su mano libre saco una pequeña caja de su bolsillo, era el sello que le había entregado Shaula antes de partir de la Torre de Pleyades, según ella era una reliquia que le dejo su maestro como recuerdo, sin embargo; al investigar en los archivos de Flugel, descubrió que era un potente sello con el que planeaba sellar a la misma bruja de la envidia, cosa que no termino usando por un grave defecto del sello, requería estar cerca a la persona a usarse para activarlo....

Lo cual significaba que terminaría atrapado con ella....

El pelinegro, dio un suspiro y una risa cansada, maldiciendo su suerte a cualquier divinidad que lo hubiera condenado a tal castigo.

Recordó a todos sus amigos, su adorable Beako, su preciada hija adoptiva Meili, y sobretodo a una hermosa semielfa, la cual lo miraba a la distancia con unos ojos que reflejaban el horror absoluto.

Subaru: Perdóname por ser un mentiroso Emilia-tan....

Pandora lo miro extrañada, antes de que Subaru abriera la caja y todo fuera negro para siempre.

Chapter 2: SELLADOS (PARTE 1)

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

POV SUBARU

El vacío se extendió hacia Subaru.

No hubo ningún gran estruendo, ni siquiera una gran sacudida al momento de ser sellados, era como si simplemente en el momento en que abrió la caja del sello el silencio absoluto se hubiera hecho presente. Aunque claro, con la terrible excepción de su ahora "compañera de celda".

Pandora: "¿Qué hiciste? " Pandora me hablo inquietantemente, sus ojos azules estaban fijos en mi, casi parecían atravesarme la cabeza, lo cual fácilmente pudo haber hecho... si es que no estuviéramos en esta dimensión desconocida.

Subaru: "¿Qué mas podría ser?....te vencí en tu propio juego, o es que acaso no eras tu también muy fanática de los sellos?" le sonreí con sorna, claramente burlándome, pues ella hace unos instantes había declarado su victoria luego de sellar a Reinhard, y oh ironías de la vida, ahora estaba atrapada eternamente conmigo por un sello milenario.

Pandora en ese momento, me quedo viendo fijamente, para luego sonreír con confianza, o al menos eso quería hacer creerme, puesto que se posiciono frente a mi para estar cara a cara.

Pandora: "No deberías subestimar el poder de una bruja.... maldito infeliz" Inmediatamente después de eso, Pandora chasqueo los dedos y pronuncio una frase "Subaru Natsuki nunca trajo el sello de la eternidad consigo" Ella sonrió, aparentemente confiada, como esperando que milagrosamente todo se deshiciera, aunque esa sonrisa se esfumo cuando nada sucedió después de varios segundos.

Subaru: "Y tu no deberías subestimar la astucia de un sabio..." contrarreste nuevamente, me parecía divertido ver su cara de indignación e ira al ver que sus poderes no funcionaban para nada.

Luego de eso, hubo varios intentos de pandora por intentar salir, la escuche repitiendo como cien veces que nunca fue sellada, casi parecía mas un mantra que un intento por usar su habilidad de causa y efecto.

Me senté algo alejado, ya había dejado de ser divertido verla después del intento treinta, ahora realmente era una escena lamentable.

Aunque claro, luego de darse cuenta de que nada paso, ella vino iracunda hacia mi, y en un arranque intento matarme con su habilidad.

Pandora: "Toda tu sangre empezara a presionar tu cabeza" Pandora intento usar su habilidad, sin embargo; igual que antes, nada paso. Desde ahí siguieron mas intentos repulsivos de asesinarme, pero lo único que me había afectado eran los gritos histéricos de esta loli demoniaca.

En un arrebato de ira, Pandora intento estrangularme, y aunque a pesar del tamaño de sus manos no era el adecuado para eso, lo que mas me llamo la atención era que no sentía ningún dolor, por mas que Pandora apretara mi cuello con toda su fuerza, simplemente no recibía ninguna molestia o daño, era somo si en este espacio fuéramos simplemente inmortales.

Viendo esto, intente probar yo también, lanzando un codazo a esa detestable bruja, pero al momento de contactar. sentí como si hubiera golpeado una almohada, no podía ejercer daño alguno por mas fuerza que pusiera en mis brazos. Lo cual en cierta manera me alivio, aunque otra parte mía también se frustro, quería hacerle pagar a como de lugar a esa maldita loca que me había arrebatado tanto...

Pasaron lo que parecieron unas horas antes de que Pandora decidiera rendirse, de verdad que era obstinada, le había seguido el juego de intentar matarnos al principio, pero luego de ver que nada sucedía al golpearnos, solo decidí sentarme mientras la veía hacer un berrinche.

Pandora: "¿Por que simplemente no desapareces? es realmente asqueroso tener que verte todo el tiempo, lo ultimo que quiero ver por la eternidad es tu estúpida cara" Pandora gruño esto ultimo, la verdad si bien me sentí algo ofendido, era realmente extraño ver como la líder de todo el culto de las brujas, un ser milenario como ella, estuviera haciendo un tremendo alboroto, a pesar de que en sus anteriores encuentros, había sido solo una mujer de pocas palabras y sonrisa confiada, como si todo estuviera bajo su control, lo que claramente en esta dimensión no era así.....

Subaru: "Yo tampoco quiero ver tu feo rostro, pero no por eso hare un berrinche, no se tu, pero justo ahora no te ves nada vanagloriosa bruja" Me seguí burlando de ella y sentí un gran disfrute cuando vi que su rostro se ponía rojo de la furia.

Pandora: "De que hablas? Que mi rostro es feo? Vaya blasfemia acabas de decir, acaso no sabes que de donde vengo mi rostro era la definición de perfección? seguramente no conoces acerca de belleza como siempre andas junto a esa aberrante medio elfa.." Pandora se cubrió la boca con burla y por primera vez ella toco un punto sensible mío.

Subaru: "¿Acaso dices que Emilia-tan es fea? Ja, como si alguien como tu pudiera siquiera saber el concepto de belleza, después de todo te has visto al espejo? Si bien tienes rasgos suaves, no tienes para nada la madurez y ternura de Emilia-tan, no llegas ni a los talones, eres solo una amargada loli bruja..." La mire con una sonrisa claramente hostil, en sus sueños esa loca seria tan hermosa como Emilia.

Tal parece que mi comentario también le desagrado, puesto que se levanto y aireada se puso frente a mi.

Pandora: "Como te atreves a decir que soy alguien inferior a esa semielfa... acaso crees que alguien tan parecida a la maldita bruja de los celos es superior a mi? ¿Crees que Satella es mas hermosa y poderosa que yo, la gran buja de la vanagloria....?" Pandora acerco mucho su rostro al mío, encarándome, su voz era amenazante, destilaba un odio tan puro, que me sorprendió por un instante antes de que mi rostro también se endureciera.

Subaru: "...¿Y que si lo hago?¿Que vas a hacer? Estrangularme con esas pequeñas manos hasta que se te pase el berrinche?..." La desafié, no iba a intimidarme, ni aunque tuviera su factor de bruja activo lo haría, y sabia bien que en este lugar no podría hacer nada.

Pandora gruño como nunca antes, y me miro furiosa antes de voltearse rápidamente e irse a otra esquina, acurrucándose ahí y permaneciendo silenciosa, como si dijera que no valía la pena gastar palabras conmigo.

Internamente suspire algo aliviado, tampoco quería seguir perdiendo el tiempo peleando con esa loca, solo la ignoraría por lo que resta de la eternidad...

Y así pasaron las horas, horas que luego parecieron días y finalmente semanas, nadie había dicho nada después de esa ultima discusión.

En ese tiempo había descubierto algunas cosas de este lugar, en este espacio no necesitábamos comer ni dormir, nuestras necesidades fisiológicas tampoco eran problema, era casi como si nuestro cuerpo se hubiera congelado en el tiempo mismo.

A pesar de todo lo anterior, probé algunas veces y si era capaz de entrar en un estado similar a un sueño profundo, solo que en este espacio, desprovisto de día y de noche, la verdad no hacia diferencia, podríamos decir que el sueño era simplemente utilizado como medio para escapar momentáneamente de este vacío infinito.

No paso nada rescatable la verdad, Pandora y yo nos habíamos mantenido apartados, y aunque inicialmente eso no era ningún problema, la verdad el mantenerme en silencio por toda la eternidad empezó a pasar factura. Llego un momento en que simplemente quise gritar para por lo menos darle algo mas de vida a este maldito lugar, pero lo descarte, ya que no quería darle el gusto a esa maldita de verme desesperado.

Sin embargo; para mi sorpresa el silencio no permaneció mucho tiempo, puesto que este fue roto por Pandora, quien empezó a murmurar en sueños.

Pandora: " Satella...maldita bruja...por tu culpa...madre y padre.....no lo merecían...quemados de tal forma....todo es... tu culpa...." La hasta ahora silenciosa bruja había empezado a soltar murmullos dormida, lo cual me intereso enormemente. Tal parece que ella culpaba a Satella por algo...

Mi mente divago un poco intentando unir algunas piezas con esa información, el había estado en la biblioteca de Flugel, así que tuvo acceso a información de hace 400 años.

En el diario personal del sabio, se había mencionado que las brujas originalmente eran mujeres normales, las cuales habían venido de familias como cualquier otra, al menos hasta que su factor de bruja se activo.

No se menciono a Pandora en muchos párrafos, mas que una cuanta descripción de algunas de sus habilidades, aunque si bien no hubo mucha información de ella, de las que si escribió bastante fue de Satella, dándole gran parte de este libro a sus anécdotas con ella...

El caso, es que en cierta noche de uno de sus viajes, él menciona que Satella en un acto de confianza, le conto como su aldea había sido quemada hasta las cenizas, que no pudo llegar a tiempo para detenerlo, y que siempre se culpo, ya que consideraron a su pueblo blasfemo, ya que ahí fue donde ella había nacido.

Hasta ahí, una historia interesante, pero que no se relacionaba con lo dicho por Pandora, de no ser por el hecho de se comenta que en ese pueblo Satella perdió a una preciada amiga, la cual nunca la perdono por lo que había causado...

Satella no le quiso decir el nombre a Flugel, pero la describió por un sobrenombre... "Dora"

En ese momento algo en la mente de Subaru hizo clic y miro fijamente el lugar donde estaba acostada la bruja de cabello platino, todavía habían muchas incógnitas, pero sentía que había encontrado algo importante en este interminable pozo de misterios que era esa mujer.

Dependía de él, como usaría esa información, quien sabe, capaz podía atormentarla con eso como castigo por todas las atrocidades que había cometido, aunque algo en su corazón lo golpeo, no sabia si era su instinto de héroe, o el hecho de que el también sabia lo que era el perder a sus padres....

Obviamente no la perdonaría, no después de todo el sufrimiento que había causado, a él, a sus amigos, a Meili....

Suspiro para aclarar sus pensamientos, por suerte, tal parecía que esta dimensión tenia la propiedad de calmar las emociones fuertes o negativas, no sabía si esto era una especie de regalo que Flugel le quería dejar a Satella, pero agradeció que funcionara en este momento, sino, no sabría que tipo de pensamientos grotescos pasarían por su cabeza ahora mismo si no fuera así... probablemente terminaría perdiéndose a si mismo...

De todos modos, decidió dejarlo pasar por ahora, ya podría sacar más información cuando ella despertara, después de todo, ese era uno de los talentos que más había desarrollado en todo este infierno que fue la guerra santa.

Notes:

Que tal a todos gente

Disculpen que este capitulo sea corto, pero era eso o dejarlos sin capitulo por una semana mas, ya que estaré fuera por 7 días debido a un viaje, así que al menos quise adelantarles esto.

El siguiente cap seria ya desde el punto de vista de pandora, lo escribiré regresando de mi viaje.

Aprovechando esto, quería agradecerles a todos por sus votaciones y mensajes, me alegro bastante que esta historia haya sido bien recibida.

Un saludo a todos, nos leemos en otra ocasión.

Chapter 3: SELLADOS (PARTE 2)

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

POV PANDORA:

Abrí los ojos y ahí estaba de nuevo, esa oscuridad que se extendía por todo el infinito, un recordatorio palpable de esta estúpida eternidad. Desde que fuimos sellados en este vacío interminable, había logrado convencerme de que mi situación era solo temporal, que el control seguiría siendo mío, como siempre lo había sido. Sin embargo, en este instante, en este espacio alejado de todo lo que alguna vez conocí, y después de varios intentos de estrangular a mi "compañero" de celda, al fin pude aceptar la realidad, el humano me la había jugado de una forma que ni siquiera yo había anticipado.

Lo observé, esa criatura humana, cuya presencia era tan molesta que hacía que el paso del tiempo se volviera aún más insoportable. Su sonrisa burlona, sus continuas provocaciones... era realmente un martirio el saber que pasaríamos la eternidad aquí, casi hubiera preferido ser encerrada con Satella en este maldito lugar.

Se que puede sonar exagerado, pero pueden culparme? el tipo literalmente no había dejado de ser exasperante desde el inicio, que la eternidad esto, que Emilia-tan aquello, que la mayonesa es comida de los dioses.... por Od Luguna, simplemente acaben con mi sufrimiento..

En un inicio, lo consideré una pieza más en mi partida, una ficha de ajedrez que jugaría a mi favor contra la bruja de la envidia, que mejor que usar a su heraldo mas amado en contra de su voluntad, simplemente una venganza poética. Subaru, como se llamaba aquel hombre, no era más que un mortal insignificante en comparación con todo lo que yo había logrado. Un simple humano que osó desafiarme, a mi, la gran bruja de la vanagloria. Qué arrogante y patético tenias que ser para intentar aquello.

Todo iba de acuerdo al plan, las estrellas se alineaban a mi favor como siempre...pero entonces me di cuenta de algo que me incomodó profundamente: su persistencia.

Al principio, pensaba que sería fácil deshacerme de él, enviando a alguno de mis arzobispos. ¿Quién podría imaginar que un hombre, sin fuerza suficiente para levantar un simple mazo y que bien podría ser considerado el más mediocre de los caballeros, sobreviviría a ataques de seres favorecidos por los evangelios? Algunos de estos arzobispos, incluso, podrían rivalizar con las brujas que conocí en mi tiempo. Como Regulus, por ejemplo... aunque ese tipo resultó ser un reverendo imbécil, y un pervertido de primer nivel, un desperdicio absoluto, me compadezco por sus esposas, realmente debió haber sido una tortura el escuchar sus monólogos interminables, me pregunto si ninguna considero ponerle un bozal....

En fin, a lo que voy, Subaru logró burlar la muerte una y otra vez, y siempre, contra todo pronóstico, salía victorioso. Aquello parecía tan irreal, hasta que conseguí averiguar el motivo, no fue fácil, pero al estar cerca al campo de batalla, pude sentir un olor emanando de él, el olor de mi peor enemiga, la bruja de la envidia. No saben cuanto odiaba esa asquerosa habilidad que le dio Satella... fue la fuente de mis dolores de cabeza más grandes durante la guerra, literalmente no había plan o estrategia que pudiera cubrir todos sus bucles.

Mis ojos se fijaron en él con una mirada sigilosa. Se había mantenido imperturbable, buscando ignorarme desde nuestra última discusión, pero algo había cambiado en las últimas horas. Seguramente creyó que no me daría cuenta, pero podía sentir su mirada insistente por mas que intentara camuflarla, y eso me incomodaba. Sin embargo; también podría sacar provecho de esto, así que moviendo mi rostro un poco, hice que nuestros ojos se encontraran, vi su leve sorpresa, pero esta solo se ensancho cuando le guiñe el ojo con una sonrisa burlona en mis labios. "¿Te gusta lo que vez?" susurre con mis finos labios.

Seguramente ahora mismo este todo rojo y avergonzado. Toda esa charla sobre cómo Emilia, esa estúpida semielfa, era la más hermosa ante sus ojos... y ahora, míralo, era obvio que había algo que no podía ignorar: sus ojos ya no se apartaban de mi presencia. Puedo comprenderlo, después de todo, ¿quién podría resistirse a la bruja de la vanagloria? Tendrías que estar realmente ciego para no notar la diferencia entre un Ferrari y un Tiko. (Pequeña referencia aquí XD)

Por un momento, pareció que salio de su trance puesto que levantó una ceja y luego sonrió con una estúpida arrogancia.

Subaru: "Vaya, vaya, veo que la bella durmiente al fin se despertó. Pandora... o debería decir, la gran bruja de la vanagloria Pandora, la que todo lo sabe y todo lo puede.... claro, todo excepto salir de este lugar... pero bueno, dime ¿acaso vas a seguir intentando seducirme? Vamos, sé que soy muy guapo, no por nada Emilia-tan siempre se ponía celosa cuando andaba cerca de otras chicas. Pero al menos disimula un poco la próxima vez... Oye, ¿por qué tienes cara como si hubieras chupado un limón? ¿no vas a decir nada? ¿No te quedarás muda por toda la eternidad, o si?"

El infeliz se acercó con una sonrisa burlona, sentándose frente a mí.

Levanté una ceja, visiblemente irritada por su actitud pomposa.

Pandora: "¿Acaso la idiotez también es uno de tus talentos? Ni en tu sueños intentaría seducir a un animal como tu, soy demasiada mujer para tan poca cosa" Lo mire despectivamente y con claro asco. "No entiendo cómo los estúpidos de tu consejo de inútiles decidieron hacerte comandante de las fuerzas especiales de tu reino, seguramente estaban desesperados. En fin... respondiendo a tu pregunta, ¿qué esperabas, humano? ¿Una charla filosófica contigo? Eso sería una pérdida de tiempo para alguien como yo."

Parece que mi comentario no le afecto mucho pues se encogió de hombros, pero pude notar una ligera duda en su mirada cuando le pregunte acerca de su puesto de comandante. Ese idiota probablemente tampoco entendía cómo había llegado a obtener tanto poder... ¿Cómo rayos perdí ante este tipo?.... Ah cierto, intentos infinitos....

Antes de caer en la depresión, la mirada de Subaru cambió, adoptando un tono desafiante.

Subaru: "Ah, no me hagas reír, Pandora. Sí, puedes cuestionar mis métodos, pero no puedes negar mis resultados, y como prueba de ello, aquí estás, atrapada conmigo y no jugando a la casita con tus arzobispos como hubieras querido. Y no me digas que de verdad prefieres pasar todo tu tiempo en esta prisión sin decir ni una palabra, no será una charla filosófica, pero al menos puedes simular que es como las fiestas de té de Echidna....aunque claro, sin los tes de procedencia cuestionable.... Volviendo al caso, debes tener historias fascinantes. Seguro que todo ese poder del que tanto hablas debe venir con algunas anécdotas interesantes, ¿no?"

Lo mire con cierta duda, como que tes de procedencia cuestionable?...ahora que lo pensaba, nunca supe de donde sacaba Echidna los insumos de su té, no me digas que ella.....sacudí la cabeza de solo pensarlo. Me enfoque nuevamente en el tema importante, si se le puede llamar así. Un simple humano, hablando sin respeto sobre los poderes de una diosa como yo. Qué osadía.

Pandora: "Mi vida no es una colección de historias para entretenerte, humano. No eres digno de conocer mi pasado, ni de que te lo comparta. Tienes mucha suerte de que no pueda matarte aquí por tu insolencia."

Subaru me miró fijamente, sus ojos no reflejaban miedo, sino una mezcla de desafío y curiosidad. Algo en su mirada comenzó a molestarme aún más.

Subaru: "Ya, ya... siempre la misma amenaza. Pero sabes, Pandora, tengo una teoría. Tal vez no sea que no quieras hablar de tu pasado... sino que no puedes, ¿verdad? Todo ese poder del que tanto presumes no puede ser gratuito, seguramente también debe venir con algunas limitantes... toma de ejemplo el mío. Todo el mundo tiene una debilidad que preferiría olvidar. Incluso tú, ¿no?"

Su tono empezó despreocupado, pero pude sentir una chispa de empatía en sus palabras. Eso me tomó por sorpresa y, en un instante, sentí cómo una oleada de molestia comenzaba a burbujear en mi pecho.

Pandora: "Te repito, humano, no me interesa tu curiosidad. Y lo que es peor para ti, no tengo por qué compartir nada con alguien como tú."

Lo reté con la mirada, pero él siguió sonriendo, más tranquilo ahora, sin apartar sus ojos de los míos.

Subaru: "Ah, entonces... ¿me lo vas a ocultar, eh? Es que... a veces, las personas que más gritan, son las que más intentan esconder. Es como un mecanismo de defensa, ¿no? Cuanto más fuerte hablas, más intentas ocultar."

Pandora: "Mecanismo de defensa, dices... como si necesitara esas ridiculeces. No soy tan patética como para requerir las artimañas que usan los perdedores como tú y tus amigos. Pero si estás tan empeñado en hacer tu buena acción del día, realmente deberías recomendárselo a tu amiguito el pelirrojo santo de la espada. Se ve que necesita algo para convencerse de que tiene una familia feliz esperándolo luego de la guerra... claro, si ambos logramos salir de este sello."

Subaru: "Ey, no te metas con Reinhard....aunque no puedo negarlo, realmente debería llevarlo a terapia familiar junto al viejo Willhem... pero en fin, ese no es problema tuyo, además esas son fuertes declaraciones para alguien que ni siquiera tiene familia, y la casita que armaste con tus arzobispos no cuenta. Aunque bueno, supongo que el concepto de 'familia' es algo que una 'diosa' como tú nunca podrá conocer."

La última palabra de Subaru, sin que yo me lo esperara, me golpeo como una daga envenenada. Mi respiración se hizo pesada, y en mi mente, los recuerdos que tan cuidadosamente había guardado empezaron afluir como un torrente desbocado. La mención de la palabra "familia" retumbó en mi mente como un eco destructivo, ahogándome en una espiral de confusión y añoranza .

Vi su rostro, no era la típica expresión de alguien que se siente superior. No. Era algo más. Algo que no lograba identificar: ¿empatía? ¿Desdén? No sabía qué era, pero sí sabía que algo dentro de mí se quebraba.

¿Qué sabría él de la familia? ¿Qué sabía de lo que es perderlo todo? De ver cómo todo lo que amaba se hacia cenizas ante sus ojos. ¿De cómo una deidad poderosa como yo, que deslumbraba a los humanos con su belleza, su conocimiento, y su fuerza, había sido despojada de todo lo que la ataba a la tierra?

Mi respiración se hizo entrecortada, mis manos temblaron al sentir el dolor en mi pecho, ese mismo dolor que había enterrado tan profundamente en mi ser, como una herida que nunca sanó.

"¿Qué sabes tú de la familia?" murmuré, mi voz quebrada, carente de emociones. Los recuerdos, vívidos, inundaron mi mente, como si estuviera reviviendo aquel momento.

Mis padres...

La imagen de mi madre apareció, su sonrisa cálida, su voz suave, me miraba con ojos de adoración como si yo fuera la joya más preciosa de su vida. Una mujer cálida y refinada, una dama en toda la regla.

Mi padre, quien me enseñó a dar mis primeros pasos, me enseño a cuidarme en un mundo lleno de maldad, me mostró lo que era la fuerza, la resiliencia... y sobre todo, el amor. Ellos... me amaban. ¡Me amaban tanto, pero aún así...!

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, desbordándose y arrastrando mis esfuerzos por contenerlas. La rabia que había guardado durante siglos poco a poco estaba saliendo nuevamente a flote. No podía seguir ignorando el dolor. No podía seguir negando la realidad como siempre lo hacia.

Me levanté de repente, mi voz estalló como un grito furioso.

Pandora: "¡No sabes lo que es perder a aquellos que amas, humano! ¡No sabes lo que es tenerlos a tu lado, y luego ver cómo te los arrebatan, cómo los destrozan sin piedad! ¡No sabes lo que es tener a tus padres suplicando por piedad mientras los queman en una maldita hoguera, y ser incapaz de hacer algo para salvarlos!"

El dolor que había estado ocultando estalló en mi voz, y Subaru, que antes me miraba con arrogancia, ahora no podía apartar la vista de mí. No había burla en sus ojos, solo sorpresa cautelosa. Algo en su mirada comenzó a cambiar.

Yo... había estado buscando venganza. Buscaba el poder para destruir esa realidad maldita. Incluso destruir el mundo hubiera estado bien, si eso significaba que podría traerlos de vuelta...

Pero lo que realmente más añoraba, en lo más profundo de mi ser, era poder decirles lo que nunca pude: que los amaba, que los necesitaba, que no quería perderlos. Pero ya no estaba en mis manos. Ya no podía cambiar nada. Ese pensamiento me aplastó aún más.

Mi voz se quebró, y caí al suelo, incapaz de sostenerme. La tristeza invadió cada rincón de mi ser.

Subaru permaneció inmóvil, callado, pero no había burla en su mirada, solo una compasión que no había anticipado.

Subaru: "Lamento tu perdida" susurró finalmente, su tono suave. "Pero te equivocas en algo Pandora, yo si sé lo que es perder a alguien importante, y mucho más de lo que puedes imaginar...."

Aquellas declaraciones, si bien fueron sorpresivas, no me desagradaron, ni me parecieron palabras vacías, para mi gran sorpresa, fueron muy reconfortantes, sentí aceptación, y en cierta manera una gran liberación al compartir lo que tanto guardaba con alguien que había pasado por algo similar a mí.

Por primera vez en mucho tiempo, sentí cómo las paredes que había construido alrededor de mi corazón comenzaban a desmoronarse, aunque no sabía si eso significaba un signo de recuperación o solo el comienzo de un dolor aún más profundo.

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POV NARRADOR:

Pasaron los días, o más bien, lo que para ellos parecían meses dentro de esa prisión eterna, donde la oscuridad era su único compañero y el vacío su constante testigo. Lo que comenzó como una relación marcada por la incomodidad y la hostilidad, empezó a transformarse en algo inesperado, algo que Pandora jamás habría anticipado. Las conversaciones, que al principio se limitaban a rápidos intercambios llenos de desdén, comenzaron a prolongarse. Poco a poco, Subaru y Pandora empezaron a compartir más de lo que habían querido. Había algo en el aire, una especie de rendición tácita que les permitió soltar sus defensas, aunque las bromas y los comentarios afilados no desaparecieran.

Pandora, la gran bruja de la vanagloria, comenzó a aprender más sobre el humano que la había desafiado una y otra vez. Lo que empezó como violencia y hostilidad, empezó a convertirse en calma y entendimiento mutuo, obviamente seguían teniendo sus discusiones, pero no eran ni de lejos tan fuertes como antaño. Incluso se atrevería a decir que había un cierto respeto entre ambos, aunque ella jamás lo admitiría.

Pandora: "Entonces, ¿realmente sigues pensando que podrías salvar a esa semielfa?"

La voz de Pandora había cambiado. Ya no era tan fría, tan distante. Ahora, una curiosidad casi palpable se había infiltrado en sus palabras.

Subaru: "¿Qué quieres decir con eso?"

El tono de Subaru, aunque despreocupado, tenía una pizca de sorpresa. Sin embargo, Pandora se sentó más erguida, con la clásica etiqueta que le había inculcado su madre que debía tener una señorita de clase, algo de seriedad se reflejaba en sus ojos.

Pandora: "Que no entiendo. ¿Cómo sigues pensando en ella de esa manera con tanto fervor? Después de todo lo que has pasado y muerto por su culpa... ¿Emilia realmente no te habrá olvidado ya? ¿Vale la pena siquiera seguir recordándola aun sabiendo que nunca la volverás a ver?"

Subaru rió, su risa era ligera, pero había una ternura en su tono que hizo que Pandora frunciera el ceño.

Subaru: "Sí, sin duda alguna Emilia-tan es alguien difícil de olvidar. No me digas que no entiendes por qué, Pandora. Ella tiene algo... algo especial. No es solo su belleza, aunque no puedo negar que obviamente la tiene, sin embargo; eso no es lo mejor de ella, sino su corazón, su bondad... Es alguien que nunca me reprocharía por mas que la tratara mal, y siempre intentaría apoyarme a su manera, es un ángel que siempre me da almohadas de regazo cada que me ve deprimido, me hace sentir como si estuviera en el paraíso "

Pandora apretó los dientes, una sensación extraña le recorrió el pecho. Su mente trató de racionalizarlo, pero las palabras de Subaru la hacían rabiar por razones que no comprendía completamente. ¿Qué tenía esa semielfa que ella no tuviera? Pandora, con toda su belleza y poder, no podía entender cómo Subaru podía seguir siendo tan profundamente enamorado de una mujer como Emilia. ¿No veía la diferencia de niveles? ¿Acaso no se daba cuenta de lo que tenía justo frente a él? Además, y que si le daba unas estúpidas almohadas de regazo, ella podría hacerlo mil veces mejor.

Pandora: "Qué patético."

Solo eso pudo murmurar para dar su opinión. El suspiro de Pandora fue suficiente para hacer que Subaru la mirara con una sonrisa burlona.

Subaru: "¿En serio? ¿De nuevo con eso? Te cuento mi linda historia de amor, y solo suspiraras"

Pandora lo miró fijamente, pero en sus ojos brillaba algo más que desdén. Era... celos. Una emoción que nunca había experimentado tan abiertamente. Aquel humano, con su mirada tan apasionada hacia esa semielfa, despertaba algo en ella, algo que no podía controlar.

Pandora: "No entiendo cómo puedes seguir enamorado de ella. ¿No hay otras mujeres más bellas en el mundo? ¿Por qué la eliges a ella?"

Subaru la observó en silencio por un momento, como si estuviera ponderando sus palabras. No parecía sorprenderle la pregunta, pero su respuesta no era la que Pandora esperaba.

Subaru: "Es fácil, Pandora. Es porque, a pesar de todo lo que soy, a pesar de mis defectos y mis errores, ella me sigue aceptando. No importa lo que haga o diga, ella siempre está ahí. Y aunque sé que no soy perfecto, ella me hace querer ser mejor. Eso es mi razón para seguir adelante."

POV PANDORA:

Pandora sintió una punzada en el pecho, una sensación extraña que se extendió por su cuerpo. Nunca había comprendido esa clase de amor, ese amor que Subaru sentía por Emilia. Un amor que, a pesar de todo, parecía inquebrantable. Y sin embargo, algo dentro de Pandora se revolvía, cuestionando si, tal vez, ella había desarrollado algo más que solo respeto por ese humano.

¿Cariño? No. No podía ser eso. Estaba atrapada en este lugar, en esta dimensión que me obligaba a confrontar las partes de mí que había intentado ocultar durante siglos. Había sido una bruja durante tanto tiempo que la posibilidad de sentir algo por un ser tan insignificante como él parecía absurda.

A veces, veía su mirada vacía, su gesto resignado mientras me ignoraba o provocaba. Al principio, lo hacía para provocarme, lo sabía. Pero había momentos en los que su rostro reflejaba algo más: cansancio, agotamiento, una especie de tristeza que no encajaba con la imagen que tenía de él. Esos momentos, cuando se quedaba en silencio, sus ojos se volvían vulnerables.

Quizás no era tan inútil como pensaba. Quizás su lucha, su insistencia en no rendirse, se debía a algo más profundo. ¿Pero por qué? ¿Por qué alguien como él, que había perdido tanto, seguía luchando? Y me detuve. ¿Por qué me importaba? ¿Qué derecho tenía yo, la bruja de la vanagloria, la que había causado tanto daño, la que había hecho tanto sufrimiento, a preocuparme por lo que sentía Subaru?

Al principio, lo ignoré. Pensé que sería solo una fase, un momento que pasaría, pero no fue así. En cada conversación, cada palabra que intercambiábamos, veía más y más de él. No solo de su humanidad, sino también de sus pensamientos, de sus miedos y dudas. Él, tan valiente, pero tan frágil. Lo comprendía mejor que nadie, pero me negaba a aceptarlo. Mi orgullo, mi historia, mi existencia misma como bruja, me obligaba a rechazar cualquier atisbo de simpatía por él.

Cuando me habló de su promesa a Emilia, de sus planes, de lo que había perdido... su voz tembló. No pude evitar notar cómo su espíritu se resquebrajaba. Ese pensamiento tan firme, tan reacio a ceder, comenzó a convertirse en algo más. Empecé a preguntarme si yo, Pandora, la gran bruja, la que había dado origen a tantas tragedias, podría ser capaz de comprender realmente lo que él sentía.

No era tan fácil ignorarlo. No podía seguir simplemente despreciándolo, no después de todo lo que había compartido, no después de ver cómo realmente, en su dolor y en su sufrimiento, había un reflejo de lo que yo misma había experimentado en mi vida. No pude evitarlo. Un pequeño sentimiento comenzó a nacer, algo que no había anticipado, y que me aterraba: una conexión.

Pandora: "No. No podía ser, de ninguna manera" Rechacé ese pensamiento con furia. ¿Cómo podría sentir algo por él? Por Subaru. El hombre que me había enfrentado, que había arruinado mis planes una y otra vez, que había desafiado mi poder. Pero a pesar de todo, cada vez que lo miraba, algo dentro de mí se removía. Y era ese algo lo que me hacía sentir incómoda, vulnerable.

Cada día que pasaba en este lugar interminable, me veía a mí misma luchando contra una verdad que no quería aceptar: me estaba encariñando con él. Como una tonta, como una humana. Pero en el fondo, mi corazón se revolvía, y no podía ignorarlo más.

Quizás en algún momento, Subaru lo descubriría. Tal vez incluso él podría ver que algo estaba cambiando. Pero por ahora, lo mantenía en silencio, incluso en mi mente. Porque en el fondo sabía que no debía dejarme llevar por estos sentimientos. No era capaz de perdonarme a mí misma, mucho menos dejar que alguien más lo hiciera.

La historia de Subaru y la mía no estaba destinada a terminar con un final feliz. ¿Cómo podría alguien como yo, una bruja que solo sabía del odio y la venganza, permitirse algo tan banal como el afecto?

Pero mientras lo miraba, mi razonamiento flaqueo, aún sin poder evitarlo, me di cuenta de algo: en el fondo, deseaba que existiera una forma en la que todo pudiera ser diferente, que simplemente pudiéramos ignorar quienes somos y simplemente tener nuestro tan ansiado Good Ending, como lo llamaría él . Aunque no sabía si el destino me lo permitiría.

Notes:

Buenas a todos gente¡¡¡

Aquí con el tercer capitulo de estas historia.

La verdad, yo quería terminar aquí el arco del sello, pero es que simplemente una vez empecé a escribir no pude detenerme XD.

Al principio sufrí un bloqueo, y por eso no pude publicar antes esto, pero ahora mas tranquilo, siento que me ha gustado lo que escribí, no se que les parece a ustedes?

En fin, la verdad quisiera agradecer a los que apoyan esta historia, siento que ha tenido un buen recibimiento, y eso me anima bastante.

Estoy atento a sus comentarios y sugerencias como siempre.

Sin mas me despido, un saludo a todos.

Chapter 4: SELLADOS (PARTE 3)

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

POV Subaru

Los días dentro del vacío se me hacían cada vez mas interminables, ya ni siquiera podía distinguir si habían pasado meses, o por el contrario, finalmente habíamos superado la barrera de los años. Al principio, era divertido ver la cara de sufrimiento de Pandora cada que otro de sus intentos por "desvivirlo" era frustrado, pero después de cierto "incidente" la relación entre ellos se había vuelto mas....¿cordial? no sabia si ese era el termino adecuado pero lo que si sabia es que con el tiempo, algo extraño comenzó a suceder. Pandora y yo... comenzamos a hablar. Más de lo que nunca hubiera imaginado.

Al principio, las conversaciones eran cortas, amargas, casi siempre llenas de desdén de su parte, como si me considerara una molestia. Y no me extrañaba, después de todo, ¡yo había sido el que la había traído aquí! Nótese mi orgullo en eso, había logrado encerrar a una diosa todopoderosa dentro de un sello eterno ¡Ja! ¡En su cara, malditos arzobispos perdedores buenos para nada!, ni con todos sus evangelios pudieron evitar que un simple donnadie les ganara la guerra santa.

Dejando de lado mis aires de gloria, pronto me sorprendí encontrándonos a Pandora y a mi en una especie de extraña rutina. Yo comenzaba a contarle cosas sobre el mundo que habíamos dejado atrás, mis perspectivas respecto a sus costumbres y la de mis amigos, sobre mis anécdotas con Emilia... y, aunque sus respuestas eran sarcásticas al principio, podía ver cómo Pandora se iba abriendo, casi sin darse cuenta. Ya no era solo hostilidad y su característico mal humor. Ahora, incluso mostraba curiosidad por lo que decía, algo que nunca había imaginado de una bruja tan altiva.

Sin embargo, me percate del mayor cambio cierto día, mientras hablábamos sobre cosas sin mucho sentido, me di cuenta de algo extraño. Estaba haciendo lo que solía hacer cada vez que hablaba de Emilia, resaltaba lo hermosa que era, mas que cualquier otra mujer que hubiera visto, y en mi rostro inevitablemente aparecía esa especie de sonrisa estúpida que no había menguado ni siquiera con el pasar de los años, sin lugar a dudas ella era un ángel. "Emilia-tan es tan encantadora..." dije sin pensar, como de costumbre, soltando una risa ligera de añoranza al recordar una de nuestras últimas interacciones, sin embargo; al ver el agrio rostro de mi "compañera" supe que algo definitivamente estaba mal con ella.

Pandora, que se encontraba cerca de mí, se tensó de inmediato. Su mirada, siempre desafiante, parecía volverse... algo más. No estaba seguro de lo que estaba viendo, pero lo noté. Aquella mirada que siempre tenía cuando hablaba de Emilia, como si no quisiera darme el gusto de saber que algo en ella realmente se agriaba cada vez que la mencionaba. A veces pensaba que lo imaginaba, pero luego ocurría de nuevo y definitivamente no podía seguir pensando que era una coincidencia.

Pandora me miró desde su lugar, frunciendo el ceño con una ligera mueca de incomodidad.

Pandora: "¿Es necesario seguir con tus melodramáticas historias sobre esa semielfa? Emilia-tan esto, Emilia-tan aquello, ¡Por Od Luguna! dame un maldito respiro ¿Te gustaría acaso que te contara mi vida amorosa también? ¿Te gustaría saber el nombre de todos los hombres que clamaron por un poco de mi atención? Porque si es así, te puedo deletrear cada uno de sus nombres por la maldita eternidad."

Para este entonces ya podía ver que estaba a punto de darle un ataque histérico, pero decidí dejarla continuar.

Pandora: "O mejor aún, porque no te cuento sobre todas las declaraciones de amor que me han hecho, créeme, al ser la mujer mas bella sobre esta faz de la tierra, confesiones nunca han faltado en mi haber , ¿te gustaría escuchar eso?" dijo, casi con desdén y sorna, pero pude apreciar como a pesar de ese intento de fingir indiferencia, su mirada me escrutaba insistentemente, como si buscara una reacción mía en todo esto.

Me sorprendí un poco por sus palabras, es decir, quien no se extrañaría si tu mortal enemiga de la nada te empieza a hacer una escena de celos. No era la primera vez que mencionaba a Emilia, pero en otras ocasiones Pandora simplemente me respondía con indiferencia, tal vez incluso algo de burla, como siempre. Pero esta vez... realmente no sabia que pensar ¿Estaba molesta? Nah, molesta era un eufemismo, estaba furiosa.

Subaru: "No te lo tomes tan a pecho, vamos, ya sabia que eras popular, no tenias porque restregármelo en la cara " Le dije, intentando calmar la situación, pero la verdad era que me sentía desconcertado. ¿Pandora... celosa? Eso no tenía sentido, ¿verdad? Era una diosa, o al menos eso decía ella, la mismísima bruja de la vanagloria, una existencia superior a todo lo que conocía y que trascendía los conceptos de la realidad.....y por sobretodo la mujer mas irritante que había conocido en mi vida.

Esa mujer no podía estar sintiendo celos ahora mismo, ¿cierto?

Sin embargo, ahí estaba ella, mostrándome que no era la bruja sin sentimientos que pensaba al inicio, su cuerpo temblaba ligeramente luego de haberme dado todo su discurso. La rabia era palpable, pero había algo más. Algo que no podía identificar, y eso me confundía y aterraba a partes iguales.

Subaru: "Pandora," comencé, tratando de que mi voz sonara relajada, "no es para tanto. Solo estaba hablando de Emilia... ¿Sabes? Es una persona importante para mí, rayos, estaba incluso a punto de casarme con ella, no veo la razón para que eso te altere tanto ¿o si?."

La respuesta no tardó en llegar, pero esta vez, su tono era diferente. No estaba tan furiosa, pero sí más... hiriente.

Pandora: "¿Casarte? Claro, de seguro solo alguien tan patético como tu tendría un sueño tan mediocre como el de jugar a la casita con tu princesita buena para nada ¿De verdad la consideras tan especial, Subaru? ¿Crees que porque esa... sucia semielfa te hizo sentir especial, vas a conseguir la felicidad de alguna manera? Eres solo un iluso. ¡Un completo idiota!" Su tono subió un nivel, y me sorprendió lo furiosa que estaba, esos ojos azules que antes reflejaban la calma de un cielo despejado, ahora solo mostraban un frialdad comparada al más frio de los inviernos.

Pandora: "Ella, esa... niñata que solo esta jugando a fingir ser una verdadera mujer, no tiene ni idea de lo que es realmente el amar a alguien, no ha sufrido la perdida de nadie para valorar lo suficiente ese sentimiento, es mas, apuesto a que ya se habrá ido con el primero que le haya hablado bonito, y tú... tú eres un tonto por seguirla, por aferrarte a ella como si fuera lo único que te quedara en esta miserable vida."

Una ola de rabia se apoderó de mí al escucharla hablar así de Emilia ¿Quién se creía ella para decir toda esa mierda?. Fue su culpa en primer lugar que no pudiera estar junto a ella. No podía quedarme callado, no después de todo lo que había dicho. Sentí cómo mi rostro se contorsionaba de ira.

Subaru: "¡¿Cual es tu maldito problema, Pandora?! ¿Qué diablos te ha hecho Emilia para que hables así de ella? ¿Realmente la odias tanto? ¡¿O es que acaso estas celosa de ella?!" La frustración y la furia se acumulaban dentro de mí, por lo que solté lo primero que vino a mi cabeza, sin saber lo que eso desencadenaría.

Pandora me miró con un brillo asesino en los ojos, y fue entonces cuando explotó. El sonido de su voz se hizo más cortante, como si todo el odio acumulado finalmente hubiera salido de su boca.

Pandora: "¿Qué te hace pensar que estaría celosa de esa cualquiera? ¿Crees que eso es posible? Una diosa como yo jamás sentiría celos de una existencia tan mundana como esa, y menos por ti... menos por alguien como tú... el maldito que se atrevió a encerrarme, a apartarme de mi destino, a arrebatarme mi victoria sobre todos, todos los que alguna vez se creyeron superiores a mí. Me ofendiste, me humillaste, y lo peor de todo, te atreviste... ¡te atreviste a intentar comprender mi dolor, me diste tu mano cuando nadie te lo pidió, me engañaste con tu falsa empatía y bondad, intentando manipularme, realmente me hiciste creer que había alguien con quien finalmente podía compartir mi perdida!"

Me quedé sin palabras, asimilando lo que acababa de decir, pero Pandora no terminó ahí. Su mirada se tornó más sombría, y su voz, quebrada, resonó con una rabia contenida que me hizo dar un paso atrás.

Pandora: "Y lo peor, Subaru... lo más cruel e imperdonable... es que te creí, creí cada una de tus mentiras, las atesore en mi corazón....fueron mi nueva ancla en este maldito lugar ....me ataste a ti de una manera que nadie se había atrevido en siglos......y no conforme con eso, diste tu último y mas despreciable golpe......hiciste que me enamorara irremediablemente de ti ."

Mi corazón dio un vuelco al escuchar sus palabras, la fuerza y convicción con que las decía, el dolor punzante en cada frase al finalmente soltar todo lo que tenia retenido......

La incredulidad me envolvió por completo, haciendo que me quedara inerte, estático, intentando asimilar todo lo que había escuchado....fue por ello que no pude reaccionar a tiempo.

Pandora, con un gesto lleno de furia y desesperación, se lanzó hacia mí. Esperaba de todo, gritos, una cachetada, golpes, incluso paso por mi cabeza que me volviera a estrangular, sin embargo.....

Antes de que pudiera reaccionar, sus labios se estamparon contra los míos, con una intensidad inesperada, ardiente, tanto que dejaría a la princesa del sol como una mera llama. El beso fue violento, desesperado, lleno de emociones reprimidas. Mis ojos se abrieron de par en par, incapaz de entender lo que estaba sucediendo. En ese momento, Pandora estaba rompiendo todas las barreras que tan meticulosamente había colocado, todas las máscaras que había estado usando desde que la conocí se desvanecieron y me dejaron con solo una cosa... el rostro de una mujer afligida, la cual rogaba desesperadamente por aceptación .

El beso aunque tan pasional como fue, no duro mucho, o al menos para mi no fue suficiente el tiempo que permanecieron unidos nuestros labios. Cuando se separó, me quedé sin aliento, el rostro de Pandora estaba empapado en lágrimas. Su furia, antes palpable, se había desvanecido por completo, dejando solo una mirada rota y vacía.

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Me tomé unos segundos para recuperar la compostura, pero mis palabras salieron atropelladas, como si la realidad aún estuviera intentando abrirse paso en mi mente.

Subaru: "Pandora... ¿qué...? ¿Qué demonios...?"

La miré, esperando alguna respuesta lógica, alguna justificación para lo que acababa de ocurrir, pero la única respuesta que encontré fue el sonido entrecortado de sus sollozos. Sus lágrimas caían sin control, dejando marcas en su rostro, una imagen tan ajena a la mujer que había conocido hasta ahora. Cada lágrima que caía parecía cargar con años de sufrimiento, de dolor oculto, de sentimientos que Pandora había mantenido enterrados bajo capas de indiferencia y maldad.

Pandora levantó la vista hacia mí, y sus ojos, tan fríos antes, ahora reflejaban una tormenta de emociones que no podía entender. Su mirada se cruzó con la mía, y por un instante, todo lo que había sentido por ella en el pasado, toda la rabia, todo el desprecio, se desvaneció. Quedé de pie allí, como si todo lo que había ocurrido hasta ese momento no tuviera sentido. Como si, en ese beso, algo fundamental hubiera cambiado.

Pandora: "¿Lo entiendes ahora, Subaru?" Su voz tembló, aún cargada de rabia, pero también de una tristeza insoportable. "¿Lo entiendes? No soy una mujer que se lanzaría con el primer hombre que viera, por mas que pasáramos mil años juntos, no soy para nada sencilla cuando se trata de temas amorosos, he vivido sola durante siglos, impulsada por nada más que odio hacia el mundo, así que estoy lejos de ser perfecta, por mas que lo proclame cada vez que pueda. Pero aun así, aun así...... tú, tú eres tan imbécil... tan... tan increíblemente tonto, que hiciste que me enamorara de ti."

Sus palabras se sintieron como un golpe directo a mi pecho. La incredulidad era ahora más fuerte que la confusión, pero, de alguna manera, pude escuchar lo que Pandora intentaba decirme. No estaba buscando excusas. No estaba buscando manipularme, en estos años atrapados, había aprendido como era realmente la llamada "buja de la vanagloria", y la conocía lo suficiente para saber que preferiría estar muerta, que hacer un espectáculo de tal calibre solo para engañarme. Ella simplemente estaba... pidiéndome que abriera mi corazón y que la viera por lo que realmente era.

Sin embargo; antes de que pudiera decir algo, Pandora hizo un movimiento brusco, como si quisiera escapar de su propia vulnerabilidad. Se apartó de mí con rapidez, cubriéndose el rostro con las manos como si intentara borrar lo que acababa de pasar.

Pandora: "No... No sé qué esperaba. No sé qué demonios me pasa, pero no voy a arrepentirme. No quiero ser esa mujer que llora por alguien como tú... pero maldita sea..." Su voz se quebró, y por un segundo, sentí que lo que restaba de su orgullo se desvanecía ante mis ojos. "Eres un idiota, Subaru... pero de alguna maldita forma, eres el único idiota que me hace sentir de esta manera... y no sé cómo vivir con esto que siento."

Mi corazón dio un vuelco. Era imposible comprender lo que sucedía aquí. Pandora, la mujer que había sido mi enemiga, mi carcelera, mi némesis, ahora se encontraba ante mí mostrando el tipo de debilidad que yo jamás hubiera esperado de ella.

La observé en silencio, incapaz de encontrar las palabras adecuadas, sin saber si debía acercarme, si debía huir o si debía simplemente dejar que todo esto se desmoronara.

Subaru: "Pandora..." Hablé en voz baja, como si tuviera miedo de empeorar la tormenta que ella misma había desatado. "Esto... no lo entiendo, he paso odiándote tanto tiempo....asesinaste a muchas personas amadas para mí. Me causaste tanto sufrimiento....que simplemente no podía pensar en nada mas que verte sufrir.....Sin embargo; al verte ahora frente a mi...Simplemente no puedo ver al demonio que tanto daño me hizo....maldición, realmente hubiera querido matarte con mis propias manos.....Pero al estar tanto tiempo encerrados....siento que al fin comprendo algo de ti....obviamente eso no justifica tus acciones y jamás lo harán, y si hubiera la posibilidad de que algún día salgamos de aquí, créeme que te hare pagar por todos tus pecados.....pero ya no como tu verdugo....sino como la única persona que puede comprenderte en este mundo... tal vez no esté tan lejos de ser un idiota como tú dices jeje. Tal vez, solo tal vez... aun haya algo de esperanza en poder corregir todo el daño que causaste."

Pandora me miró de nuevo, sus ojos aún llenos de lágrimas, pero había algo más en su mirada ahora: una mezcla de anhelo, impotencia, y a la vez una infinita tristeza, aunque no lograba entender completamente el porqué, supe que realmente necesitaba a alguien que la guiara en ese momento, y había decidido firmemente que yo sería esa persona.

Ya estaba harto de esa sensación de odio que amargaba mi boca....todo había sido tan cansado desde esa estúpida guerra...así que finalmente tome mi decisión.... decidí destruir este ciclo inmenso de odio que pandora había empezado hacia tanto tiempo..... yo le daría fin con una simple acción....perdonar....pero no lo haría por simple gusto o pereza, lo haría para asegurarme que ninguna otra persona saliera lastimada como yo, curaría a pandora de esa rabia e infelicidad que la consumía para finalmente poner fin a todo.

Pandora: "No lo hagas, Subaru. No me hagas creer que yo aún tengo algún tipo de salvación...porque hasta yo misma sé que no la merezco. No te acerques a mí con tu falsa compasión. No soy una idiota, no quiero... que me salves. Esto... no es algo en lo que deberías meterte."

Puede que ella dijera eso, pero en su voz, incluso con el veneno de sus palabras, había un dejo de desesperación. Desesperación que, al igual que su beso, no entendía, pero sentía de forma palpable. Por un momento, todo lo que había pasado entre nosotros parecía haber quedado en el aire, suspendido, flotando entre esa fuerza inexplicable que ambos compartíamos: una conexión rota, compleja, más allá de la comprensión, pero irremediable.

Subaru: "Creo que ya hemos pasado el punto en el que podemos hacernos los desentendidos por lo que el otro haga...estamos ambos atrapados en todo este asunto...literal y figurativamente hablando...y por mas amenazas que me lances Pandora, no tengo pensado abandonarte ni por un solo segundo... además, creo que ahora me doy cuenta de que, tal vez, ambos estamos más rotos de lo que pensábamos."

Pandora no respondió de inmediato. Se quedó en silencio, sus lágrimas cayendo lentamente, sin que pudiera hacer nada por detenerlas. Algo se había roto entre nosotros, algo profundo y doloroso, pero, de alguna forma, también... algo nuevo había comenzado a formarse.

Un sentimiento ambiguo, extraño, que ninguno de los dos estaba preparado para comprender del todo.

Pero aún así, sentí que, por primera vez, Pandora y yo no éramos solo enemigos.

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POV NARRADOR:

La oscuridad del vacío, esa vasta e interminable extensión que había sido su hogar durante tanto tiempo, ya no les parecía tan opresiva. A pesar de que todo seguía igual, a pesar de que el entorno no había cambiado ni un poco, lo que sentían ahora era diferente. Habían dejado atrás la enemistad, la indiferencia, las mentiras y las barreras. Lo que los unía ahora era una fragilidad compartida, una necesidad de comprenderse mutuamente, de sanar las heridas que habían dejado años, siglos, de soledad y odio.

Pandora y Subaru, poco a poco, habían logrado encajar de una manera que ni siquiera ellos habrían imaginado en los primeros días del confinamiento. La compañía del otro, aunque dolorosa y compleja, se había convertido en algo natural. Se necesitaban, más de lo que ambos se atrevían a admitir al principio. Las sombras de sus culpas seguían allí, como una niebla densa que jamás desaparecía por completo, pero aprendieron a convivir con ellas, a no dejar que el dolor los consumiera.

Las conversaciones eran ahora diferentes. Ya no se limitaban a discutir, ni a lanzarse puyas afiladas. Hablaban sobre todo, sobre nada, sobre el futuro que nunca creyeron posible. Subaru le contó a Pandora historias de un mundo que ya no existía, de momentos felices, de sueños rotos. Hablaron de los amores perdidos, de las promesas incumplidas, pero también de las esperanzas de un futuro mejor. Pandora, a su manera, comenzó a compartir partes de su vida, de sus recuerdos, de lo que había significado despertar sus poderes de diosa, lo invencible que se había sentido en ese momento, pero también de la soledad que le había tocado vivir durante siglos.

En medio de esas conversaciones, los dos comenzaron a entenderse de una manera profunda, casi instintiva. Pandora ya no era solo la bruja de la vanagloria, la mujer que se había convertido en su enemiga, la fuerza destructiva que había marcado su vida. Ahora era alguien que, al igual que él, había sufrido, había perdido, y había sido consumida por sus propios errores y culpas.

Subaru ya no era solo el tonto que había arruinado su vida, el chico que había llegado a desafiarla y desterrarla del mundo. Ahora era alguien con quien compartir esa carga, alguien con quien podía encontrar un respiro en medio del vacío infinito.

Los días, meses, tal vez incluso siglos pasaron, pero el tiempo en el vacío ya no importaba tanto. No eran conscientes de cuánto había pasado, porque en su compañía, el tiempo se disolvía. Se abrazaban, a veces sin decir nada, solo por la necesidad de sentir que el otro estaba allí. A veces, compartían un beso, un gesto de cariño que desbordaba el amor no expresado en palabras, pero que ya no necesitaba más explicación.

Había momentos de silencio, en los que las palabras sobraban. Se miraban, y en esos ojos cansados pero serenos, ambos veían algo que ya no se podía negar: la aceptación. No necesitaban decir nada más para entenderse, para saber que lo que compartían era real, algo que transcendía el odio y el resentimiento de los días pasados. Se habían convertido en el único refugio del otro, en la única fuente de calor que todavía quedaba en ese frío e interminable vacío.

Pandora, por primera vez, dejó de verse a sí misma como una criatura invulnerable, invencible. En Subaru encontró una humanidad que no había tenido durante siglos. En él, vio algo que había perdido: esperanza. A pesar de sus crueldades pasadas, a pesar de la destrucción que había causado, había algo en él que la hacía sentir menos sola.

Y Subaru, por su parte, dejó de ver en Pandora a la mujer que había destruido su vida. Empezó a ver la fragilidad detrás de la máscara, el dolor detrás de su frialdad. La mujer que había sido su enemiga, ahora se convertía en su igual, en alguien con quien compartir la oscuridad, alguien que lo entendía sin necesidad de palabras.

Juntos, compartieron sueños. Hablaron de un futuro donde pudieran escapar de la prisión del vacío, donde pudieran vivir una vida diferente, una vida sin la carga de sus pasados. Subaru le habló de sus sueños de casarse, de una familia, pero también de sus nuevas esperanzas.

Pandora estuvo conmovida y por su parte, le contó lo que siempre había deseado: un lugar donde no fuera juzgada, donde pudiera vivir sin estar atrapada en su propia vanidad, sin estar atada a la imagen que los demás esperaban que fuera. Ambos, de alguna forma, soñaron con un futuro que ahora parecía posible, un futuro donde pudieran ser más que solo dos almas rotas en un vacío infinito.

Y así, día tras día, noche tras noche, su conexión creció más fuerte. La luz de su relación, aunque nacida en la oscuridad, empezó a brillar con fuerza. A veces, entre las sombras, Subaru sentía la calidez de Pandora cerca de él, y se sentía un poco menos perdido.

A veces, Pandora cerraba los ojos, y el sonido de la respiración de Subaru era todo lo que necesitaba para calmarse, para sentirse menos vacía.

Sin embargo, nada es eterno, ni siquiera el lugar donde ahora estaban prisioneros, y eso lo supieron en el momento menos esperado.

De repente, un día, sin previo aviso, una luz intensa invadió el espacio que había sido su hogar durante tanto tiempo. No era como cualquier luz que hubieran visto antes. Era una luz cálida, cegadora, que parecía prometer algo más allá de lo que conocían. Ambos se miraron, el miedo y la esperanza brillando en sus ojos.

Pandora: "¿Es esto...?" murmuró, su voz temblorosa.

Subaru asintió, sin poder decir nada más. Algo había cambiado. La prisión del vacío parecía estar cediendo, y por primera vez en mucho tiempo, sentían que la libertad era posible.

La luz los envolvió, y mientras el vacío comenzaba a desvanecerse, Pandora y Subaru se tomaron de las manos, sin necesidad de palabras, sabiendo que el futuro, por incierto que fuera, era algo que podían afrontar juntos.

Y, al final, en medio de la luz, la calidez y la compañía del otro fueron todo lo que necesitaban para dar el siguiente paso, hacia un nuevo comienzo. Sin importar el camino que tuvieran por delante, ahora sabían que no estarían solos.

Notes:

Y FINN¡¡

Bueno, por ahora XD. Al fin acabe la parte del sello, no saben cuantas revisiones hice, y creo que aun así me faltaron mas XD. Pero como me animaron tanto sus comentarios, decidí traer antes el capitulo.

A mi parecer, me sentí satisfecho al ver como lo narre y desenvolví, pero cada uno tendrá su opinión, espero no haberlo hecho mal esta vez jeje.

Sin mas, espero disfruten y sigan apoyando esta historia, la verdad se ha vuelto mi favorita con el tiempo.

Un saludo a todos, nos vemos.

Chapter 5: UN MUNDO SIN ÉL

Notes:

Buenas a todos.

Antes que nada, gracias por todo el apoyo y comentarios a esta historia, lo que inicio con un pequeño proyecto, la verdad me sorprendió al haber avanzado mas de lo que esperaba para mi.

En fin, recapitulando, este capitulo será para describir un poco el como esta el mundo luego de la partida de Subaru, como han visto, los anteriores capítulos fueron para narrar la evolución de pandora y subaru dentro del sello, pero ahora tocara contar un poco de todos los desastres que ocurrieron luego de la guerra.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV EMILIA

Todo se había ido al infierno.

O mejor dicho, este lugar era ahora mismo el mismísimo infierno encarnado.

Porque cualquier lugar en el que no estés tú, siempre será eso, un infierno que esta destinado a consumirme poco a poco.

Luego de que Subaru usara el sello para encerrarse junto a Pandora, yo y Beatriz corrimos al lugar donde estaba la pequeña caja que ahora encerraba a mi caballero y a la maldita bruja que había causado todo esto.

Estábamos exhaustas, habíamos librado una batalla por horas, pero aun así, eso era lo que menos me importaba, corrí con todo lo que mis piernas daban para al fin llegar hasta la caja.

Tenia una forma simple, como si fuera una simple caja negra de madera. La observe fijamente y lo primero que hice fue intentar abrirla a la fuerza, no me importaba que la mismísima bruja fuera liberada, lo único en lo que podía pensar era en que Subaru estaba atrapado con esa loca, y cada segundo era vital para su supervivencia.

Al principio use una fuerza moderada, tenia miedo de romper la caja y que eso le hiciera daño a Subaru, pero mientras mas pasaban los segundos mas me daba cuenta que por mas que estuviera usando todas mis fuerzas, jamás podría abrir este sello.

Paso un momento y al fin Beatriz se puso a mi lado, sus ojos eran llorosos, y su expresión solo adopto otro nivel de desesperación al verme con la caja en mis manos.

POV NARRADOR:

Beatriz: "Supongo que ese tonto realmente lo hizo. Como siempre nunca escuchas a Betty y solo te lanzas al peligro dejando a Betty atrás" La pequeña Beatriz miraba vacía el artefacto donde ahora residía su contratista.

Emilia: "Vamos Beatrice, s-seguramente todo esto es parte del plan de Subaru, seguramente él solo esta esperando el momento indicado para salir, ese tonto de mi Caballero siempre fue así, ya vera cuando salga, lo regañare bastante por hacernos preocupar jejeje..." Beatriz observo como Emilia daba una sonrisa, pero eso no concordaba con lo descolocada que estaba su expresión y el aura fría que empezaba a salir de su cuerpo.

Beatriz: "....sé que lo quieres supongo, y créeme que estoy dando cada parte de mi ser para encontrar consuelo en tus palabras.... pero Betty no puede seguir engañándose. El no saldrá de ese sello... ni siquiera la bruja misma lo podría romper. Y menos lo haremos nosotras con mi magia, ni con tu fuerza." La gran espíritu sentencio el desaladamente, sus pequeñas piernas temblaron, abrazando con fuerza un pequeño moño que Subaru le había dado durante la guerra, según él, un amuleto de buena fortuna y un símbolo de su eterno contrato, de esa forma siempre estarían conectados, no importaba dondequiera que estén, siempre estarían juntos....

Beatriz en su momento no había sentido al completo el peso de esas palabras, pero justo ahora, era lo único a lo que podía aferrarse para evitar caer en la ansiosa desesperación que comenzaba a atraparla.

Sin embargo, a pesar de la tristeza, algo nuevo empezó a aflorar en ella... era simplemente la negación, se negaba rotundamente a que todo terminara así. Había soportado 400 años de soledad para al fin conocerlo, y no estaba dispuesta a perderlo por una estúpida guerra y una aun mas estúpida bruja con aires de diosa, se negaba completamente a eso.

Miro a su costado para ver a la semi elfa, la cual estaba empezando a crear un piso de hielo con su aura, se notaba que en cualquier momento entraría en un estado de locura. Por ello, suspiro y lanzo su minya para destruir las estacas de hielo que salían del suelo a su alrededor, esto pareció despertar a Emilia de sus propios pensamientos, mirando ahora a Beatriz.

Beatriz: " Supongo que sigues siendo tan inmadura como siempre.... realmente después de todo lo que nos ha demostrado mi contratista, ¿te rendirás a la primera y simplemente solo te ahogaras en tu propia furia? eso realmente seria un insulto para Subaru...."

La pequeña rubia miro a los ojos a Emilia, la cual, reacciono impresionada al escuchar el nombre de su amado, tenia razón, si ella fuera la que hubiera sido encerrada, Subaru no se rendiría por tonterías como un simple sello, y que si ese sello es el que estaba diseñado para atrapar a la misma bruja por la eternidad? Ella rompería todas las barreras que la separaran de su Subaru, ella no dejaría que una maldita zorra de cabello plateado la separara de su Good ending con su caballero.

Con renovada resolución Emilia se limpio sus lágrimas y miro a Beatriz decidida.

Emilia: "¿Qué es lo que tenemos que hacer?"

Betty sonrió levemente al ver el cambio en la peliplateada, realmente se notaba que la influencia de Subaru había hecho mella en ella.

Beatriz: "Lo primero seria buscar información, y solo hay un lugar para eso..."

Emilia: "La Atalaya de Pleyades..."

Beatriz: "Correcto....supongo que Shaula estará mas que dispuesta a ayudarnos con tal de recuperar a su maestro..."

Emilia: "Shaula..."

Una pequeña aura hostil salió cuando menciono su nombre, si bien había estado feliz cuando Subaru como siempre había salvado a todos luego de su excursión a la atalaya de pleyades, no le gustaba para nada como esa mujer de trenza de escorpión se pegaba a él cada que podía, y menos aun al ver como Subaru se sonrojaba por ello...

Sin embargo, esta era una situación desesperada, y tendrían que usar toda la ayuda que estuviera a su alcance.

Ellas empezaron a tomar sus cosas y el sello que decidió llevar Betty insistentemente, a pesar de que estuviera sellado, llevar esa caja junto a su pecho era un pequeño bálsamo para su dolor, subaru tenia ese efecto en ella, y por mas que estuvieran en una situación desesperada, Beatriz amaba esa sensación mas que a nada.

Justo cuando estaban por partir, de pronto sintieron algo, un aura de muerte y locura acompañado de un olor muy familiar para ellas, el olor del miasma de la bruja de la envidia..

Ambas vieron con horror como una niebla oscura empezaba a envolver el destruido campo de batalla, para que esta poco a poco fuera concentrándose en un solo punto, era la figura de la real bruja de la envidia.

Beatriz la vio con miedo, pero para Emilia.....para Emilia fue el shock absoluto, esa mujer era simplemente igual a ella, como dos caras de una misma moneda, realmente le era imposible creer que no tuvieran alguna conexión ahora que la veía.

Sin embargo, antes de pensar mas en ello, empezaron a escuchar una voz.... no...más que una voz .... lo correcto seria decir un lamento...

Satella: " ¿Subaru? ¿Dónde estas? ¿por qué no puedo sentirte? acaso.... acaso me has abandonado...volviste a dejarme... como hace 400 años...."

Beatriz y Emilia escucharon esto, lo cual las desconcertó, querían saber más, pero su instinto de supervivencia fue mas fuerte. Si la bruja se había liberado, no había ser en la tierra que pudiera enfrentarla... excepto uno...

Beatriz: "¡Emilia¡ Corre hacia los escombros de la entrada, ahí debe estar el sello que contiene a Reinhard. No te preocupes por como abrirlo, se liberara si consume la magia y vitalidad suficiente, te lo puedo asegurar, ya que ese sello lo creo mi madre, ahora mismo lo único que puedo hacer es ganarte unos segundos, ¡así que no los desperdicies y vete ahora mismo!"

La pequeña gran espíritu grito mientras varios cristales minya se formaban a su alrededor, incluso si perdía su vida, no importaba, si fallaban ahora, el mundo mismo seria destruido por la bruja.

Emilia al principio dudo, pero al ver los ojos de Beatriz simplemente volteo su rostro y corrió hacia donde estaba el sello de Reinhard. Hizo lo que Beatriz le dijo, imbuyendo su magia. Al momento de hacerlo sintió un tirón, sentía que este sello tomaba parte de su vida, sin embargo; al ser una semi elfa, esto no era nada, su vitalidad era muy grande.

Escucho una explosión y vio que atrás de ella se formaba una cortina gigante de humo negro, seguramente Beatriz estaba usando Shamak como ultimo recurso, debía apresurarse.

Vio que la esfera brillaba en rojo, estaba a punto de lograr su cometido, sin embargo; su esperanza murió al ver como esta se iba apagando nuevamente.

Desesperada volvió a repetir el proceso, pero solo obtuvo el mismo resultado, no entendía que pasaba, era como si el mismo Reinhard se resistiera a salir de su prisión...

De pronto algo salió volando en su dirección, Emilia estuvo atenta y atrapo el cuerpo de una malherida Betty que había salido disparada de la nube de humo.

Beatriz: "Que estas haciendo supongo... por que aun no has liberado a Reinhard..."

Emilia: "Eso mismo intento, sin embargo; cada vez que lo hago..." La semi elfa repitió el proceso y le mostro a la pequeña espíritu lo que pasaba.

Beatriz: " ...Ese inutil...se esta resistiendo a salir, es como si hubiera perdido su voluntad...no se que rayos esta viviendo en ese sello, pero parece que se niega a salir debido a eso..."

Beatriz explico, a ciencia cierta, una vez imbuida la energía, solo era cuestión de que el prisionero diera el ultimo paso, como destruir un frágil cascaron, sin embargo; que no saliera a pesar de eso, significaba que Reinhard simplemente no quería hacerlo...

Ninguna tuvo tiempo para pensar, puesto que una ráfaga de viento las interrumpió, de donde antes estaba la neblina, la figura omnipotente de la bruja se alzaba frente a ellas, parecía tranquila, caminando lentamente, aunque eso mismo era un error, con cada paso que daba, parecía teletransportarse varios metros adelante, en tres simples pasos ya estaba frente a ellas, con su aura de destrucción, mirándolas inquisitivamente.

Satella: "¿Ustedes no saben donde esta mi amor?..."

Emilia: "Tu amor?.."

Satella: " Subaru...Subaru... díganme donde esta....¿por qué ya no puedo sentirlo?... explíquenme... ¿quién me lo robo?..." la ultima frase fue acompañada de una fuerte presión, la cual rompió el suelo bajo sus pies. Sin embargo; en ves de intimidarla, esto enfureció a Emilia.

Emilia: "Mi caballero jamás te ha pertenecido ni te pertenecerá ¡maldita bruja! Tú, por tu culpa tuve que vivir una vida llena de discriminación y desprecio, y aun así..... ¡te atreves a intentar arrebatarme al amor de mi vida!"

Emilia preparo unos témpanos filosos, los cuales salieron rápidamente en dirección a la bruja, la cual ni se inmuto, y antes de que llegara a ella, el aura a su alrededor simplemente derritió el hielo.

Satella: "...¿tu caballero?... ¿el amor de tu vida?....." la bruja inclino la cabeza, para luego empezar a temblar "...jeje...jejejeje.....JAJAJAJAJAJAJAJA"

De pronto empezó a reír estrepitosamente, desconcertando tanto a Emilia como a Beatriz. No era una risa que llamarías hilarante, todo lo contrario, era una risa despectiva, como si le hubieran contado el peor chiste que hubiera oído.

Esta risa duro unos segundos antes de irse apagando lentamente...

Satella: " ... tú...maldita copia mal hecha...jamás podrás igualar el amor que tengo por Subaru... el mero hecho de que digas que siquiera lo que sientes es amor, es una maldita blasfemia... así que simplemente te preguntare por una ultimas vez... ¿Dónde esta Subaru?..."

Antes de que pudieran contestar, vieron como la bruja se teletransporto hacia otro lado, para que instantes antes una espada se clavara donde ella estaba, era Muramase, la espada demonio, lo que significaba que...

Cecilius: "Vaya vaya, pero que tenemos aquí... la mismísima bruja de la envidia.... es realmente un honor .... para ti... el poder tener un combate conmigo, aunque debo admitir que me siento alagado a que vengas desde la mismísima muerte solo para enfrentarme.."

Satella observo a su nuevo enemigo, y se quedo callada unos segundos antes de responderle...

Satella: "Ni siquiera sé quien eres..."

Esto saco una vena en la sien de Cecilius, quien sin medir mas palabras se lanzo al combate.

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Los días parecían interminables. La guerra que había comenzado con un simple destello de esperanza, con la promesa de un futuro brillante para todos, ahora solo traía desolación y muerte. Cuatro días y noches, eso fue lo que duró la feroz batalla entre Satella y Cecilius. La bruja de la envidia, aún no completamente restaurada en su poder, era una fuerza aterradora, pero no invencible. Y aunque Cecilius luchaba con una determinación implacable, sus heridas acumuladas le demostraban la magnitud del desafío que enfrentaba.

Los primeros días de enfrentamiento fueron devastadores. El terreno bajo sus pies se desintegraba con cada choque de energía, y las mismas estructuras del mundo parecían colapsar a su alrededor. La niebla oscura que Satella invocaba, la cual cubría todo a su paso, se mezclaba con los ecos de sus risas desquiciadas. El mundo se estaba desmoronando, y ella solo se alimentaba de la desesperación.

Sin embargo, Cecilius, un hombre de fuerza incalculable y voluntad férrea, no cedió. A pesar de las heridas, su espada Muramasa seguía brillando con fuerza, y cada vez que chocaba contra la bruja, su magia oscura se retorcía ante el poder de la espada demoníaca. Cada golpe era un desafío, cada avance era una respuesta a su risa, una forma de desafiar su existencia misma.

Pero todo eso cambió cuando Satella, en un giro inesperado, desató una oleada de poder destructivo que estuvo a punto de partir en dos a Cecilius. La furia en su rostro era indescriptible, como si la misma realidad fuera a ceder ante su voluntad.

Fue en ese momento, cuando todo parecía perdido, que la figura de Halibel, el más fuerte de Kararagi, apareció como un relámpago en medio de la tormenta. Con su imponente presencia, cortó la oscuridad con un único movimiento de su kunai, y la atmósfera pesada que rodeaba la batalla se disipó momentáneamente.

POV: Emilia y Beatriz

Mientras Cecilius y Halibel mantenían a raya a la bruja, Emilia y Beatriz se encontraban al margen de la batalla, luchando por curar las heridas de los guerreros que se habían unido a la causa. Beatriz, aunque desgarrada por la situación, no dejaba de trabajar incansablemente, utilizando sus poderosos hechizos de curación para restaurar la vitalidad de aquellos que luchaban a su lado, además de lanzar varios a taques de distracción que muchas veces salvaron a Cecilius y Halibel.

Beatriz: "¡Emilia, no podemos quedarnos aquí!" —gritó Beatriz mientras observaba el campo de batalla en ruinas. —"Tenemos que hallar alguna forma de contenerla, ¡y rápido!"

Emilia, temblando por el agotamiento, asintió con determinación. Sabía que Beatriz tenía razón. La batalla las había mermado enormemente, y la bruja no parecía dar señas de quedarse agotada, todo lo contrario, parecía que mientras mas avanzaba el tiempo, mas se iba fortaleciendo.

Emilia: "Beatriz, ¿tienes alguna idea?" —preguntó Emilia, con la voz entrecortada por la ansiedad.

La pequeña gran espíritu miró al horizonte, su mente rápida y lógica trabajando a toda velocidad. Después de un momento, habló, su tono cargado de pesar pero también de resolución.

Beatriz: "Solo hay una cosa que podemos hacer, Emilia. Necesitamos un hechizo más poderoso, uno que pueda sellar el alma de la bruja y desterrarla, aunque sea solo temporalmente... Pero tendrá un precio."

Emilia: "¿Qué tipo de precio?" —preguntó Emilia, su voz temblando.

Beatriz la miró a los ojos con seriedad.

Beatriz: "El precio es la putrefacción misma del cuerpo y alma. Necesitaremos toda nuestra fuerza, y eso significará que al final de todo esto nos contaminaremos con el miasma de la bruja misma, que correrá como veneno por nuestras venas.... Pero si eso es lo que se necesita para salvar a Subaru y a este mundo, entonces no durare ni por un maldito segundo."

Emilia, al escuchar las palabras de Beatriz, sintió un peso terrible sobre su pecho. No era la primera vez que la pequeña gran espíritu le hablaba de sacrificios, pero nunca antes había sido tan directo ni tan mortal. La idea de contaminarse con el miasma de Satella, la misma bruja que había arruinado tantas vidas, era aterradora. No solo por el daño físico, sino también por lo que eso podría hacer a su alma, esa parte que luchaba por seguir siendo pura en medio de la oscuridad del mundo.

Sin embargo, el recuerdo de Subaru, su caballero, el hombre que siempre había arriesgado su vida por ella, lo que había hecho por todos ellos, le dio fuerzas. La desesperación que sentía por su ausencia se convirtió en la chispa que encendió una llama de determinación. Ella lo salvaría, no importaba el costo.

Emilia: "Si eso es lo que debemos hacer, lo haré. No voy a dejar que la bruja gane ni siga insultando mi amor por Subaru. Podrá parecerse en apariencia a mi, pero ni en años luz, permitiría que esa loca este cerca de mi Subaru. No voy a perder en contra de ella"

Beatriz la observó fijamente, evaluando cada palabra y cada decisión en los ojos de Emilia. La semi-elfa estaba decidida, como siempre lo hacía cuando Subaru estaba en juego. Sabía que este sacrificio podría ser el último paso que dieran juntas. Pero si existía una posibilidad, por pequeña que fuera, de salvar a Subaru y al mundo, ambas lo harían.

Beatriz: "Entonces, prepárate. Lo que vamos a hacer no será fácil, y no estamos seguras de si sobreviviremos. Pero si hay alguna forma de sellar el alma de esa bruja, debemos intentarlo."

La pequeña gran espíritu levantó sus manos, creando una burbuja de energía pura que la rodeaba. Luego, murmuró unas palabras en un idioma antiguo, su voz se volvió grave y profunda, mientras esa burbuja poco a poco tomaba matices oscuros.

Beatriz: "Acabo de crear un contenedor temporal para el alma de la bruja....Este hechizo es extremadamente arriesgado supongo, puesto que es muy probable que nos contaminemos al estar en contacto con el poder de la bruja. Necesitaremos concentrar toda nuestra magia para tener la potencia suficiente y así absorber el alma de Satella a esta burbuja."

En ese momento, la niebla oscura comenzó a disiparse y, en su lugar, Satella emergió, con su figura majestuosa y aterradora. Sus ojos, vacíos de emoción, mientras batallaba contra unos cansados Cecilius y Halibel.

Ella parecía no percatarse de la presencia Emilia y Beatriz, como si solo fueran meros insectos, así que para ellas fue mas fácil el prepararse, solo tenían un tiro, o todo se iría al diablo.

Vieron su oportunidad cuando Cecilius en un acto impulsivo logro darle un corte a la bruja, la cual le tomaría unos segundos regenerar, Beatriz aprovecho esto y lanzo un vita, haciendo que la gravedad de la bruja aumentara por un corto periodo.

Beatriz: "¡Ahora, Emilia! ¡Hazlo ya!"

Emilia cerró los ojos, sintiendo cómo su magia comenzaba a fusionarse con el hechizo de Beatriz. Una ola de energía recorrió su cuerpo, y el miasma oscuro que Satella había dejado a su paso comenzó a entrar en su ser, el cual ella rápidamente canalizaba a la burbuja que Beatriz dejo, lo cual no evitaba que mancha moradas como venas empezaran a aparecer en sus brazos. Un dolor agudo la atravesó, como si estuviera siendo rasgada por dentro, pero Emilia no se detuvo. El recuerdo de Subaru, su promesa de luchar hasta el final, la mantuvo firme.

Beatriz también empezó a gritar de dolor, uno de sus ojos incluso empezó a tener una esclerótica mas oscura, y unas líneas como fisuras aparecían en la mitad de su rostro.

Con un grito, Emilia liberó toda su magia, la cual se combinó con el poder de Beatriz en un torbellino que envolvió a Satella, quien intentó resistirse, pero la fuerza de la magia la atrapó, y por primera vez, la bruja de la envidia gritó de dolor.

La figura de la bruja se retorció en medio de la tormenta mágica, sus ojos brillando con furia. Con un último esfuerzo, intentó romper el hechizo, pero su poder era insuficiente. El torbellino de Emilia y Beatriz la envolvió, cada vez más fuerte, hasta que, finalmente, todo el miasma que ella había generado fue eliminado del campo de batalla.

Cuando el polvo se disipó, lo único que quedaba era el vacío. La niebla oscura, la presencia de Satella... todo había desaparecido.

Beatriz cayó al suelo, agotada, mientras que Emilia, aunque herida, permaneció de pie, con su cuerpo temblando por el esfuerzo.

Emilia: "Lo hicimos..." —susurró, pero no había satisfacción en su voz, solo una sensación de ardor por su cuerpo, mientras sentía sus venas palpitar.

Beatriz, aún respirando con dificultad, levantó la cabeza para mirar a Emilia.

Beatriz: "Es solo un sello temporal, Emilia. No hemos ganado, solo hemos detenido la tormenta por un tiempo."

Emilia observo a Beatriz, su cara ahora con líneas moradas que se extendían desde su ojo negro, el cual se tomaba por el dolor. No dijo nada al respecto y solo asintió, el peso de las palabras de Beatriz hundiéndose en su pecho. Lo sabían. Esto aún no había terminado, pero habían ganado algo tiempo, mismo que usarían para liberar a Subaru, con él junto a ellas todo era posible.

El mundo pendía de un hilo, clamando por un héroe que ahora estaba encerrado, Subaru, para ellas mucho mas que un simple héroe, contratista o caballero, seguramente la persona más importante en sus vidas... y de la cual no podían imaginarse apartadas...harían lo que sea por traerlo de vuelta.

Notes:

Hola a todos gente.

Como pueden ver, este capítulo fue hecho para empezar a explicar todo lo que empezó a suceder tras el sellado de Subaru, gráficamente, todo se fue al carajo desde el principio XD.

Ahora, quería dejarles algunas opciones para el siguiente cap.

1ra: Seguimos con este lore, hasta el momento en que se logra sacar a subaru y pandora del sello.

2da: Continuo con lo que paso después de que salieran del sello y cuento lo restante como recuerdos mas adelante.

Les dejo estas 2 opciones para votar, ya que decidirá el rumbo de la historia.

Un saludo a todos gente, y espero me puedan seguir dejando sus comentarios y estrellas, la verdad es un gusto siempre responderles.

Postata: Por favor sigan dejando sus votos, quisiera ver si podemos llegar a las 400 estrellas antes de subir el siguiente cap, dejo esto como meta. Y ahora si, cuídense todos.

Chapter 6: UN MUNDO SIN ÉL (PARTE 2)

Notes:

Buenas a todos, aquí su humilde escritor reportándose XD

Como sabrán, hice una votación, y pues, estuvo algo reñido jaja, pero al final, gano la opción de primero escribir el lore antes de pasar a la parte donde Subaru y Pandora salen del sello (8 a 5 quedo la votación)

Así que, lo prometido es deuda.

Intente describir lo mejor posible todas las calamidades que vinieron luego de la guerra (créanme son bastantes), así que solo diré que se viene bastante desarrollo de personaje, sobretodo para Emilia y Beatriz.

Bueno, sin mas que decir, los dejo para lean tranquilamente.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV NARRADOR:

1ER ACTO: UN MUNDO DESOLADOR:

Describir lo que paso después de la gran guerra santa no era algo que pudiera hacerse con una sola palabra... sin embargo, si Emilia tuviera que elegir una.... seria desolador.

La guerra y sobretodo la batalla final con la bruja trajo consigo grandes perdidas, no solo de las vidas humanas, sino también de la fauna y flora que aun ahora seguía marchitándose.

Había pasado un año desde el enfrentamiento con la bruja de la envidia, y las secuelas de aquella lucha aún se dejaban sentir. La pelea no se había librado en un solo lugar; durante esos cuatro días y cuatro noches, la batalla se extendió por varios escenarios, dejando solo desolación en los reinos de Lugúnica y Priestella.

Sin embargo, lo peor vino al mes de acabada la guerra, cuando una enorme epidemia asolo a la capital real, era una enfermedad que se contagiaba fácilmente, con el solo hecho de acercarse a los tejidos de los infectados o beber del mismo vaso que ellos.

Los síntomas eran fáciles de reconocer: manchas negras e inflamadas aparecían en la piel de los afectados. Estos no solo debían soportar el dolor y la picazón causados por las manchas, sino que también eran víctimas de escalofríos y náuseas. Algunos incluso decían ver alucinaciones, como si los muertos se les aparecieran para susurrar sus penas al oído.

Para medir la magnitud del contagio, podemos decir que, al final de la guerra santa, aproximadamente el 58% de la población seguía viva, aunque la mayoría aún se recuperaba de sus heridas.

Sin embargo; desde que empezó la epidemia, ese número se había reducido a solo el 46% de supervivientes, de los cuales, el 60% ya estaban infectados con los síntomas de esta maldita enfermedad.

Debido a que Emilia y Beatriz habían partido a la Atalaya de Pléyades, ambas se libraron de la nueva epidemia. Sin embargo, no podían decir que su estado fuera el mejor. Las cicatrices de su enfrentamiento con la bruja aún persistían. Las marcas moradas en el rostro de Beatriz no solo seguían allí, sino que parecían empeorar, extendiéndose ahora hasta su cuello. Por su parte, Emilia observaba cómo sus manos se oscurecían poco a poco, mientras un extraño frío comenzaba a envolverlas, como si estuviera perdiendo la sensibilidad en ellas.

Este panorama era verdaderamente preocupante, pero lo más cruel de todo sucedió al llegar a la Atalaya de Pléyades. Apenas entregaron la caja a Shaula, ella soltó un grito desgarrador, abrazando el sello donde su maestro ahora estaba encerrado. Lloraba desconsolada, incapaz de contener sus lágrimas.

POV SHAULA:

Shaula:¡Maestro! Maestro... ¿Por qué? ¿Por qué me abandonas otra vez? Después de todo este tiempo, ¿acaso no he sido suficiente? ¿Soy tan inútil, tan tonta que ni siquiera merezco tu atención? Cada día he esperado, he vivido solo para este momento... y ahora, cuando por fin te tengo cerca... me dicen que te han sellado. ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora, después de 400 años de espera, todo se derrumba así?

Me he esforzado tanto... tanto. He intentado ser mejor, he tratado de aprender, de cambiar. Pensé que si lograba ser lo suficientemente fuerte, lo suficientemente inteligente... tal vez me verías, tal vez sentirías que merezco estar a tu lado. Pero, ¿qué soy ahora? ¿Qué he conseguido? Nada. Solo un vacío inmenso que me consume por dentro, que me hace preguntarme si alguna vez valió la pena esperar.

400 años... 400 años. Como si no fueran nada. Pero aquí estoy, agotada, cansada de todo. Mi alma está rota, ¿y tú? Tú ni siquiera puedes decirme por qué. Solo me dejas con una noticia fría, cruel. Te has sellado, me has dejado en este limbo, y ahora, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Seguir esperando otros 400 años? ¿Para qué? Si al final solo recibo más de lo mismo: silencio.

Te amaba más que a nada, y sin embargo, aquí estoy, sola, enfrentándome a esta realidad que no quiero aceptar. Estoy cansada, Maestro... ya no sé si tengo fuerzas para seguir. Cada segundo que pasa sin ti me consume aún más. Y sin embargo, ¿qué puedo hacer? ¿Qué opción tengo? ¿Luchar? ¿Para qué? ¿Para qué si todo parece perdido desde el principio?

Quizás soy solo una tonta, una ilusa que pensó que el amor podía salvarnos. Pero parece que no. Parece que solo quedo aquí, con mi dolor y mi frustración. Y ya no sé si quiero seguir luchando... si puedo seguir luchando.

Maestro... ¿Por qué?

POV NARRADOR:

Sus llantos fueron tan desgarradores, que Emilia y Beatriz solo pudieron unírsele con sus propias caras llenas de lágrimas, formando un pequeño abrazo en donde compartieron sus penas durante un día entero, en ese momento simplemente soltaron todo lo que tenían, su frustración, su cansancio y sobretodo su odio para este destino tan cruel al que las habían condenado.

Tuvieron que batallar para hacer que la pobre castaña soltara la caja que ahora contenía a su maestro, todo mientras ambas chicas le frotaban levemente la espalda intentando darle consuelo.

Después de estabilizar a la pobre Shaula, ella les contó todo lo que sabía sobre el sello de la eternidad. Según lo poco que su maestro Flugel le había explicado, ese sello estaba diseñado para capturar el miasma que las brujas producen de manera natural. Cuanto más miasma tenga una bruja, más difícil será para ella liberarse. Este sello, pensaron, hubiera sido el counter perfecto para Satella, debido al fuerte miasma negro que ella desprendía.

Sin embargo, al ser Pandora la que fue encerrada, esta no sabía que tan efectivo fuera, pero teniendo en cuenta que Pandora era la segunda bruja más fuerte, lo más seguro es que el sello fuera igual de impenetrable.

Ellas buscaron en todos los libros y en las mismas notas de Flugel, con la esperanza de encontrar algo que pudiera ayudarlas a romper el sello. Sin embargo, no fue hasta dos semanas después, tras desvelarse leyendo esos empolvados tomos, que finalmente dieron con una pista.

En uno de sus diarios, Flugel mencionó que, aunque el sello se retroalimentaba con el miasma casi infinito de la bruja sellada, si lograban purificar el miasma a una velocidad superior a la que ella lo producía, podría existir una posibilidad de romper el sello.

La cuestión ahora era cómo purificar el miasma. Si bien no era completamente conocido, se sabía que la magia más pura se encontraba en la naturaleza misma: los espíritus que habitaban los campos desiertos, las grandes montañas y las lagunas, poseían esa magia que tanto necesitaban.

Aunque esta teoría parecía prometedora, había incertidumbre sobre la cantidad exacta de energía que los espíritus tendrían que proporcionar. Además, debido a la situación de Emilia y Beatriz, quienes estaban contaminadas por el miasma de la bruja de la envidia, temían que al intentar recolectar esa energía, pudieran corromperla con el miasma que las afectaba.

Esa posibilidad dejó a las dos chicas desesperanzadas, pero no tenían tiempo para lamentarse, especialmente con Subaru atrapado junto a la bruja de la vanagloria. Debían encontrar una solución, aunque fuera temporal, para su situación.

Ellas buscaron incansablemente en los diarios de Flugel, hasta que al fin dieron con algo, resulta, que en los diarios de viajero, Flugel mencionaba que al viajar con Satella, esta desprendía un miasma tan fuerte, que al momento de pasar cerca de personas normales, estas enfermaban o incluso se desmayaban, por lo que, con ayuda de un amigo suyo experto en botánica, pudieron crear un té especial, el cual reducía los efectos del miasma que desprendía, al menos temporalmente.

Así, Emilia y Beatriz emprendieron un viaje para recolectar una gran cantidad de las hierbas especificadas en el diario, mientras Shaula comenzaba la recolección de los espíritus, mismos que eran almacenados en un contenedor que su maestro usaba anteriormente para hacer sus experimentos.

2DO ACTO: LA CAUSA DE LA PESTE:

Durante su viaje, la semielfa y el pequeño espíritu pasaron por un gran lago cerca de la capital, donde para su sorpresa encontraron a Félix. Su saludo fue extraño, y a simple vista, parecía más delgado que antes; las ojeras que marcaban su rostro no dejaban duda de su agotamiento.

Después de un breve interrogatorio, descubrieron que Félix había estado buscando incansablemente la cura para la peste que había asolado el reino, pues esta enfermedad había infectado a su dama, Crush Karsten.

Al enterarse del estado de Crush, ambas se preocuparon profundamente y decidieron unirse a Félix en la búsqueda del antídoto para esa terrible enfermedad. Gracias a la perspicacia de Beatriz, pronto identificaron una extraña mancha negra en el lago, resultado del miasma dejado por la bruja. Este miasma era la causa principal de la epidemia que afectaba a todos.

Sin embargo, saber la causa no significaba que pudieran eliminarla tan fácilmente.

Tras haber leído extensamente sobre las propiedades venenosas del miasma de la bruja en la Atalaya de Pléyades, Beatriz y Emilia llegaron a una posible solución: purificar el lago de la misma manera en que planeaban hacerlo con el sello de Subaru.

Al enterarse de esto, Félix movilizó a muchas personas para reunir la cantidad necesaria de espíritus, mientras Beatriz y Emilia terminaban de recolectar las hierbas que necesitarían para controlar la enfermedad.

Ellas decidieron que se quedarían cerca de la capital por ahora, sobretodo porque este experimento podría confirmarles que efectivamente era posible purificar el miasma de la bruja.

Durante los dos meses siguientes, lograron recolectar más de mil espíritus y convocar a varios caballeros con una buena afinidad espiritual para colectar la magia sagrada de esos espíritus. Con esta energía, llevarían a cabo un ritual para purificar todo el lago.

El ritual duró horas, pero finalmente estaba completo. Al probar el agua del lago, se dieron cuenta de que ya no estaba contaminada, lo que significaba que uno de los grandes problemas había sido resuelto.

Una vez terminado, Félix, Emilia y Beatriz tuvieron una emotiva charla de despedida, aunque no sin antes hacer un pequeño intercambio. Félix les proporcionaría los espíritus capturados y un recolector especial que les permitiría almacenar una mayor cantidad de ellos. A cambio, Beatriz le entregó a Félix una copia de la receta de la medicina que ellas usarían para controlar el miasma que las había infectado.

Aunque esta medicina no era una cura para la peste que asolaba el reino, sería útil para prolongar la vida de Crush mientras Félix seguía trabajando en encontrar una solución definitiva.

Tras separarse, la semielfa y el espíritu retomaron su camino hacia la Atalaya de Pléyades. Para su suerte, al llegar, encontraron a una agotada pero feliz Shaula, quien también había recolectado una gran cantidad de espíritus.

En ese momento, todo parecía ir viento en popa. Había pasado un año y medio desde que Subaru fue sellado, pero finalmente empezaban a ver la luz al final del túnel. Nada podría salir mal ahora...

O eso pensaron, antes de que estallara otra guerra.

3ER ACTO: LA GRAN GUERRA IMPERIAL

Los imperios de Lugunica y Vollachia habían entrado en guerra...

Muchas vidas se perdieron durante ese conflicto, aunque el verdadero motivo que lo desencadenó nunca fue claro.

Algunos decían que la guerra había sido causada por la ambición del nuevo emperador de Vollachia, Vincent, quien vio en el debilitado reino de Lugúnica una oportunidad para expandir su poder.

Y es que si bien, luego del término de la guerra, el reino de Lugúnica había logrado sacar de su encierro a su mejor caballero, el santo de la espada, Reinhard, este nunca volvió a ser como antes...

Él nunca conto lo que vio dentro de su sello, ni siquiera a su ama Felt, pero sea lo que fuera que vio, lo dejo en un estado casi inútil.

Según él, la espada que sostenía tenía un gran peso ahora, casi como si ya no lo considerara digno, y a pesar de que contaba con bendiciones que lo hacían estar a la par con los más grandes maestros espadachines, sus lagunas mentales, que siempre le pasaban factura en todos sus entrenamientos, eran la mayor de sus debilidades.

Si bien él tenía una bendición divina para poder evitar cualquier ataque mental, este no podía curar un daño que ya estaba hecho...

En el momento que fue sellado, Reinhard fue llevado a un espacio fuera de este mundo, una dimensión donde su conexión con el mundo no existía, y por ende sus protecciones divinas tampoco...

El daño que sufrió ahí fue irreparable...

La guerra duro muchos años, donde no hubo un claro ganador. Varias vidas fueron tomadas, padres fueron muertos enfrente de sus hijos, hijos fueron enterrados por sus propias madres, y los niños que por primera vez veían el mundo solo podían conocer la desesperación y miseria.

Después de 7 largos años de guerra, al fin se reunieron en una junta para declarar el cese de sus enfrentamientos.

Lugúnica cedió parte de su terreno a Vollachia, ya que, si bien, no habían sido derrotados, todos en estos momentos sabían que Cecilius era alguien mucho más temible que el mismísimo santo de la espada, y si la guerra continuaba, no sabían que más podrían perder, así que los altos mandos decidieron esto por la paz.

4TO ACTO: UN ULTIMO GRAN SACRIFICIO

Durante ese tiempo, Emilia, Shaula y Beatriz no cesaron en su intento de capturar espíritus. Sin embargo, la tierra, devastada por una sangrienta guerra que duró siete años, había quedado marchita. La naturaleza apenas podía ofrecerles lo que necesitaban.

Les tomo todos estos 7 años el al fin recolectar una gran cantidad, y aun así ellas creían que no sería suficiente.

En ese tiempo, el estado de Emilia y Beatriz había empeorado, si bien, la medicina del libro había hecho efecto y retrasado el avance del miasma, al haberse producido la guerra, varios de los ingredientes que necesitaban para fabricarlo había escaseado, por lo que tuvieron que provisionar sus dosis, lo cual dejo que la enfermedad avanzara más de la cuenta.

Emilia ahora usaba guantes que llegaban hasta sus antebrazos, todo para cubrir las feas marcas y la piel ahora negra que la marcaba como una infectada del miasma de la bruja.

Beatriz por otro lado ahora usaba un parche en el ojo izquierdo, este había estado tan contaminado, que no hubo manera de recuperarlo, tuvieron que extirpárselo para no siguiera causándole dolor debido a la putrefacción.

Durante este tiempo, habían vivido más lamentos que alegrías, y cada día que volvían a ver ese sello donde estaba atrapado Subaru, solo hacia su estancia fuera aún más miserable.

Betty: "Ya han pasado más de ocho años desde que el contratista de Betty fue sellado supongo..." la pequeña espíritu, miro el sello que guardaba con tanto cuidado con una cara de anhelo que pedía a gritos algo de consuelo... pero no de cualquiera, sino de él.

Emilia: "Lo sé, Beatriz... y no sabes cuánto quisiera que estuviera aquí con nosotros. Poder abrazarlo, tenerlo a mi lado, ver sus hermosos ojos una vez más..." Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar el rostro de su amado caballero.

Shaula, con la voz quebrada, murmuró: "Shaula... realmente no sabe qué decir. Pasé 400 años esperando por mi maestro... y una vez que al fin lo tuve de vuelta, después de que me dijo que jamás me abandonaría... él solo..." La pequeña Shaula no pudo continuar. La tristeza la ahogaba, sobrepasada por todo lo que había vivido. Había esperado tanto tiempo... pero aún así, parecía que el destino se divertía viéndola sufrir.

Beatriz, al escucharla, sintió una profunda empatía por Shaula. Ella también había esperado durante 400 años a una persona de quien su madre le había hablado. 400 años de soledad, todo para que ese chico la sacara de la cueva de oscuridad en la que se había sumergido. Él había sido su nueva luz, su salvador, y sin embargo, ella le había fallado...

Un aura de pesadez inundo la sala, pero entre toda esa penumbra, algo también salió a flote...la resolución de una semielfa ya harta de tanto dolor.

Emilia: "Beatriz, Shaula, creo que llegados a este punto...debemos considerar el otro plan de acción"

Shaula: "Te refieres a...."

Beatriz: "¡NO¡ Absolutamente me niego a eso supongo. ¿Sabes siquiera lo que significaría hacer algo así? ¡Sería un genocidio! ¿Con qué cara te enfrentarías a Subaru si hicieras eso para liberarlo?"

Emilia: "...yo... realmente no lo sé...pero si es ese el caso.. entonces para mi esta bien.. mientras pueda ver su rostro de nuevo...no me importa llevar a cabo hasta el más cruel de los pecados...solo si puedo volver a verlo otra vez....podre al fin esperar en paz....a que él me de su juicio por todo lo que he hecho" Una lágrima salió de la semielfa, se notaba que su estado mental ya no era el de antes, tanto sufrimiento la había moldeado hasta desaparecer a la niña inocente que era antes.

Shaula: " Puede que ella tenga razón Beatriz..."

Beatriz: "Ahora qué rayos estas diciendo tu también?"

Shaula: "Beatriz... sabes que no nos queda mucho tiempo...dentro de poco más de un año, el sello de la bruja se romperá, no queda mucho hasta que eso suceda...y solo el maestro es el único capaz de enfrentarla...."

Beatriz: "Pero aun así.... aún tenemos a Reinhard, aún podemos..."

Emilia: "Beatriz...tú sabes cuál es la situación de Reinhard ahora mismo...ya no es el mismo caballero noble que conocimos hace tiempo...él.. cambio..."

Beatriz se quedó callada ante esto último, sabía que sus argumentos eran válidos, pero aun así no quería aceptarlo del todo...

Después de todo, una vez que realizaran aquel sacrificio....ya no les quedaría nada de humanidad...

Fue un largo silencio el que domino la sala antes de que alguien hablara...

Beatriz: "Una vez que los preparativos estén listos... simplemente llámenme, ¿de acuerdo?.."

Fue todo lo que dijo antes de volver a perderse en los infinitos pasillos de la biblioteca de la Atalaya de Pleyades.

Pasaron varias horas, antes de que al fin todo estuviera listo, todas se habían trasladado a un inmenso bosque, unos de los pocos que no habían sido afectados luego de la guerra, un símbolo de esperanza de que la vida podía volver a surgir...

En ese mismo lugar, Emilia y Shaula liberaron a todos los espíritus capturados, los cuales rebosaban de alegría por estar en su hábitat natural.

Beatriz: "Simplemente... hagámoslo rápido..."

De pronto las 3 empezaron a cantar en un idioma antiguo, un idioma que se había perdido en la historia durante mucho tiempo.

De repente, un líquido viscoso comenzó a brotar de la tierra. Avanzó lentamente, pudriendo todo lo que tocaba, comenzando con los desprevenidos espíritus y drenándoles su energía vital.

Pero esto no se detuvo ahí. El líquido siguió expandiéndose, hasta consumir todo el bosque...

Minutos después, el último chillido de los animales agonizantes se desvaneció, y toda vida en el bosque fue erradicada.

Un silencio sepulcral dominó el lugar, mientras Beatriz, con el flequillo cubriéndole su único ojo, se agachaba para tomar la esfera que ahora contenía toda la energía vital que había sido arrancada a ese pobre lugar.

Nadie dijo palabra alguna, pero todas se acercaron a la caja que tanto habían atesorado durante esos años. En silencio, comenzaron a canalizar la energía hacia el sello.

Solo tenían una oportunidad, así que rápidamente volvieron a recitar en un idioma antiguo, mientras la esfera de energía parecía cubrir toda la caja, volviendo su color oscuro en uno claro como la nieve.

De repente, un destello cegador las envolvió, y todas se cubrieron los ojos hasta que sus pupilas se acostumbraron a la nueva luz.

Al abrir los ojos, vieron dos figuras materializarse frente a ellas. Estaban acostados, en un profundo sueño. Pero la posición en la que los encontraron... solo provocó el caos en las tres chicas.

Emilia gritó, furiosa: "¡¿Por qué demonios esa maldita bruja está abrazando a mi Subaru?!"

Notes:

Y FIN

Como pueden ver, repartí todo lo sucedido en 4 actos.

Creo que de esa manera fue más fácil que se pudiera entender los sucesos que decantaron en la liberación del sello de Subaru.

La verdad espero haya quedado bien, no estaba seguro de algunas partes, pero espero me puedan dejar sus opiniones para mejorar.

Sin mas me despido, y les mando un saludo a todos.

Nos leemos.

Chapter 7: RUTA YANDERE

Notes:

Hola a todos

Antes que nada, quería agradecer a Romeo_Zero por la inspiración para introducción de este cap, un crack con la idea XD

Ahora si, volviendo al cap, solo puedo adelantar que veremos a una Emilia desatada, así que espero que haya quedado bien el como la describí.

Sin más los dejo con el cap.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Emilia: "¡¿Ocho malditos años de pura miseria y dolor, solo para que la zorra de mierda de Pandora quiera quitarme lo que es mío?!"

Su voz, rota por el sufrimiento, resonó con una mezcla de rabia y desesperación. La mirada de la semi-elfa estaba vacía, carente de toda luz, y el mundo a su alrededor respondía a su tormento.

El frío se expandía sin control, congelando todo a su paso, mientras sus ojos se fijaban en aquella escena imperdonable.

La maldita aún lo estaba abrazando a él.

Un crujido resonó en su interior, como si su ya frágil cordura se hiciera añicos en un instante. Una sonrisa muerta, completamente vacía, apareció en su rostro mientras los cristales de hielo flotaban a su alrededor, formando un torbellino de filosas estacas.

—Je... Jejeje... ¿Crees que puedes tocar lo que es mío...?— murmuró con voz melosa, casi cantarina, mientras su silueta avanzaba, cada paso marcado por la fractura de su razón. Su aliento se volvió vapor en el aire helado, su mente se aferraba a un solo pensamiento, a un solo deseo...

Tomarlo. Recuperarlo. Poseerlo.

Y si el mundo tenía que arder bajo el hielo eterno para que eso ocurriera... que así fuera

POV NARRADOR:

"Esa maldita al fin se ha vuelto loca" pensó Beatriz mientras veía todo el caos generado generado con la mera presencia de la semi-elfa.

Antes ya sospechaba que Emilia estaba perdiendo algunos tornillos. Noches raras escuchándola murmurar el nombre de su contratista, tejiendo muñecos de su contratista que extrañamente cada mañana acababan húmedos...

Todo aquello le había parecido extraño, por no decir perturbador, pero ahora, podía decir sin lugar a dudas que estaba loca de remate.

Beatriz: " ¡Deberías calmarte, supongo! tu actitud infantil no nos llevara a nada ¿O acaso quieres que Subaru termine dándose cuenta de lo desquiciada que eras? Por qué si es así, te juro que prefiero que se quede con la puta piruja de la vanagloria" La pequeña rubia exploto, harta de todo este escándalo sin sentido.

Emilia: "... ¡¿Qué has dicho?!" La semi-elfa volteo furica, olvidándose por un momento de todas esas voces que la estaban consumiendo en su cabeza.

Habían pocas cosas que podían sacarla de quicio: La zorra de Pandora, ver a Subaru con otra mujer, el estúpido sentido de autosacrificio de su amado....pero Beatriz acababa no solo de decir una de tres, sino que combino las 2 peores, implicando incluso que esa zorra era mejor que ella para su Subaru.

Beatriz: "Lo que oíste maldita loca, que prefiero que se quede con esa maldita lunática, a que tenga que soportar tus estúpidos berrinches.... claro, si es que llegan a casarse... porque cuando Subaru se entere de esto... dudo mucho que siquiera te de un puto anillo de plástico"

La pequeña espíritu no se estaba reprimiendo para nada, y realmente le dijo todo lo que pensaba a Emilia.

Si bien le había tomado cierto aprecio en el tiempo que habían viajado juntas para liberar a Subaru de su sello, eso no significaba que le aguantaría sus berrinches para nada. Y menos aun si pusiera en peligro la vida de la persona que más amaba Betty.

POV EMILIA:

Pronto unos picos de hielo se formaron alrededor mío, mi rabia había superado el punto crítico, y el poco juicio que aún tenia se había ido a la borda con esto último.

¡¿Acaso todos estaban en contra de ella?! ¡¿Qué había hecho para que todos se opusieran a que fuera feliz con mi Subaru?! Él era mío, y no tenía nada de malo que castigara a cualquier mujerzuela que quisiera seducirlo y arrebatarlo de mi lado.

Lo que es peor aún, la perra que quería arrebatárselo era la mismísima Pandora, la maldita loli demoniaca que tanto dolor les había causado, la misma que fue la causa de estos 8 años de tormento. ¿Cómo siquiera podía Beatriz considerarla a ella una mejor opción para Subaru?

El simple hecho de verla abrazada a Subaru era una blasfemia, un ataque directo a su cordura. Le revolvía el estómago pensar que esa zorra tocara a su hombre, como si lo estuviera reclamando para sí, marcándolo con su propio olor...

Esos pensamientos me estaban consumiendo, desquiciándome aún más. No permitiría que mi Subaru tuviera ni el más mínimo vestigio de esa bruja. Tendría que purificarlo, bañarlo con mi propio cuerpo, limpiarlo del hedor de esa zorra e impregnarlo con mi amor....

Emilia:—Je... Jejeje... Oh dios, que atrevida eres Emilia, chica mala, al menos deberías esperar hasta el matrimonio... Aunque no estaría mal darle un pequeño premio a Subaru ¿Después de todo él ha sido un buen chico, no es así...?— murmuré con una voz endemoniadamente dulce, tanto que a Beatriz retrocedió del miedo.

Pronto empecé a imaginar a mi Subaru junto a mi, su rostro tan perfecto como siempre, con esos hermosos ojos que espero hereden nuestros hijos y sus labios...¡Oh, sus labios!... nada podía ser más dulce que tenerlos junto a los míos, acariciarlo mientras lentamente me entrego a él....

Algo empezó a picar dentro de mi cuerpo, no sabía que era, pero por Od Luguna que era una sensación maravillosa. No cambiaría ese maravilloso futuro por nada y haría lo que fuera para que él estuviera a mi lado.....lo que fuera....

POV NARRADOR:

De pronto la risa de Emilia resonó por el lúgubre páramo con una cadencia insana en el aire, como si su cordura se hubiera desvanecido por completo, dejando solo la desesperación en su lugar. El hielo a su alrededor parecía crecer a medida que aumentaba su risa, como si el mismo ambiente se hubiera transformado en un reflejo de su locura interna. Las estacas de hielo giraban a su alrededor, listas para desatar una tormenta de muerte y destrucción.

Emilia: "¡Lo amo tanto!¡Lo amo tanto! ¡Lo amo tanto! ¡Lo amo tanto! ¡Lo amo tanto! ¡Amo Todo de él! Subaru es mío, y nadie más tiene derecho a acercarse a él... nadie... ni tú, Beatriz."

La semi-elfa avanzó con paso firme, sus ojos ahora brillando con una intensidad peligrosa, casi inhumana. Cada paso que daba hacía que el aire se volviera más gélido, como si la atmósfera misma reaccionara a su furia.

La pequeña Beatriz intento retenerla usando Vita, cosa que solo entorpeció un poco el camino de la semi-elfa, pero aun así siguió caminando. La rubia al ver esto, no tuvo de otra y creo varios cristales minya a su alrededor para su inminente batalla. Era cierto que en combate físico no era tan fuerte como Emilia, pero no deberían nunca subestimar para nada a un gran espíritu con 400 años de conocimientos acumulados, lo daría todo por proteger a Subaru, aún si tenía que llevarse a esa loca con ella.

Ambas se vieron fijamente, listas a que la otra diera indicios de algún movimiento para comenzar el combate. Sin embargo; este nunca llego, porque de la nada escucharon un grito ensordecedor, uno que ambas conocían perfectamente..

Emilia/Beatriz: ¡Subaru!

Las dos voltearon rápidamente hacia donde provenía la voz de su amado, solo para ver a una desesperada Shaula que ahora intentaba contener el cuerpo de un desesperado pelinegro que parecía iba a convulsionar en cualquier momento.

Shaula: "¡Maestro! ¡Maestro por favor cálmese! Ya estas bien, Shaula esta contigo así que por favor..." La pequeña escorpión empezó a llorar, se le rompía el corazón el ver a su maestro así, tan vulnerable y desesperado, sin poder hacer algo siquiera para ayudarlo.

Rápidamente unas angustiadas Beatriz y Emilia fueron a su lado.

Beatriz: " ¿Qué hiciste, supongo? hace un momento él se encontraba absolutamente bien, ¿Qué causo esto?"

Shaula: "¡No lo sé! simplemente quise apartar al maestro de esa vil mujer, lo separé un momento para llevármelo, pero de pronto empezó a convulsionar, yo solo..."

Emilia: "¡Solo cállate! eres una maldita inútil, dame ahora mismo a Subaru, yo lo cuidare, no necesito que una mujerzuela como tu siga empeorando la situación, él solo necesita a su esposa para que ..."

Beatriz: "¡¿Podrías callarte de hecho?! No tendrás a Subaru, como estas ahora, solo lograras matarlo, y antes de que siquiera lo intentes te meteré un maldito minya por la cabeza ¿entendiste?"

Emilia estuvo estupefacta, normalmente buscaría pelea por decir eso, pero en este momento la prioridad era Subaru y aunque a regañadientes y clavando sus uñas en sus manos hasta hacerlas sangrar, tuvo que admitir que tenía razón.

La pequeña rubia examino a Subaru, tomo su mano para sentir mas a fondo su conexión con él debido a su contrato. Pasaron unos largos segundos en los que cerro su ojo, hasta que de pronto lo abrió, viendo a su contratista de manera incrédula...

Beatriz: "Tú... no lo has hecho, supongo....no podrías ser tan tonto para hacer algo así..." Lagrimas empezaron a salir del único ojo sano de la pequeña Beatriz, mientras miraba a su contratista con una mezcla de incredulidad y dolor.

Emilia: "¡¿Qué paso?! ¡Dime que paso ahora mismo Beatriz! porque sino, te juro que..."

La semi-elfa detuvo su amenaza al ver como la pequeña rubia empezaba a hablar.

Beatriz: " Él....tiene su alma vinculada...su alma se ha mezclado con la de otra persona... es un contrato antiguo, pocas veces visto, ya que para hacerlo, tienes que estar completamente sincronizado con la persona con quien formas este vínculo.." la pequeña espíritu empezó a explicar.

Shaula: "Pero... el maestro estuvo encerrado todo este tiempo, ¿Cómo es posible que hubiera sido capaz de hacer este vínculo...?"

Hubo un silencio en el lugar, para que de pronto todos miraran a la otra bruja implicada, quien coincidentemente empezó a mover su cuerpo de manera errática, convulsionando de manera similar a como estaba haciéndolo Subaru.

Emilia: "No... no es verdad... tiene que ser una maldita broma..." De pronto la peliplateada se tomo la cabeza y empezó a jalarse el cabello y a desprender un aura peligrosa.

No podía ser posible, su Subaru no sería capaz, y menos con esa maldita bruja. Él la amaba a ella, ¿no es así?....

De pronto unos picos de hielo salieron atrás de ellos, mismos que fueron interceptados por una rápida respuesta de Beatriz.

La semi-elfa era una bomba de tiempo ahora mismo, Beatriz lo sabia, si no hacia algo ahora, todos morirían.

Sin embargo; y para su sorpresa, con una velocidad infernal, Shaula golpeo a Emilia en la nuca, agarrándola completamente desprevenida y haciendo que cayera al suelo inconsciente.

Shaula: "No dejare que le hagas daño a mi maestro, maldita loca"

La pelicastaña hablo mirando con una expresión sombría a la semi-elfa, antes le había dejado pasar el insulto porque estaba más preocupada por su maestro. Pero ahora, simplemente no dejaría que le hiciera daño al hombre que amaba por uno de sus berrinches.

Shaula: "Beatriz, dime, ¿Qué podemos hacer ahora? necesitamos actuar rápido o sino el maestro..." La pelicastaña acaricio suavemente el cabello de un tembloroso Subaru, mientras lo acomodaba, tenia mucho miedo ahora, pero debía ser fuerte por él, justo como él lo había sido por ella antes.

Al ver a Shaula tan decidida, Beatriz salió de su estupor y la vio más seriamente y en cierto modo agradecida.

Beatriz: "La única solución por ahora.... es que entren en contacto nuevamente...este efecto de convulsión, seguramente es debido a que permanecieron mucho tiempo unidos, tanto que la separación abrupta generó un efecto catatónico en ambos...a este punto, tengo que revisarlo más tiempo.... no quiero pensar lo peor, pero espero que sus almas no estén tan entrelazadas... o sino, sinceramente no sé que podría pasar..." La rubia hablo con cierto miedo, no quería que su contratista estuviera atado de por vida a la bruja, por que si es así, su vida y la de ella, estaría condenada para siempre....

Shaula vio con cierta desconfianza lo dicho por la pequeña espíritu, pero sin más remedio, y no queriendo ver sufrir más a su maestro, no tuvo de otra que aceptar a regañadientes, colocando a Subaru cerca de pandora, uniendo sus manos en el proceso.

De pronto, y como si fuera una cruel broma del destino para Shaula, el temblor en los cuerpos de ambos se calmo, e inconscientemente acercaron sus cuerpos uno del otro.

Esto hirió gravemente el corazón de Shaula, pero no había otra manera.

Junto a Beatriz, tomaron sus cosas y partieron juntas hacia la Atalaya de Pléyades, habría muchas cosas que aclarar una vez que su maestro estuviera despierto...

Notes:

Y FINN

Como pueden ver, a Emilia ya se le zafaron los tornillos hace rato, así que la situación estará difícil para cuando Subaru despierte XD, y eso que no contamos a Pandora.

Quería aprovechar para disculparme con al demora en los caps, pero actualmente estoy pasando por una etapa en la que se me hace mas difícil escribir caps por la falta de tiempo, pero igualmente me encanta ver sus comentarios, así que eso me anima.

Como parte de la dinámica pongamos una meta. Si la historia llega a 600 estrellas, lanzare el cap inmediatamente, todo depende de ustedes gente, así que, estaré atento a sus votos y sugerencias.

Un saludo y abrazo psicológico a todos, nos vemos.

Chapter 8: UN MUNDO SIN TI

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

POV SUBARU:

Mi cuerpo se sentía completamente pesado, casi como si hubiera sido aplastado por la mismísima ballena blanca.

Y contrario a lo que podría pensarse, la verdad, era de algún modo... refrescante.

Durante todo el tiempo que estuve en el sello, no podía sentir dolor, y de alguna manera, todas mis sensaciones estaban incompletas. No experimentaba ni sufrimiento ni miedo, pero tampoco placer ni satisfacción. Sin embargo, en ese momento, por primera vez en milenios, me sentía... vivo.

En mi estado semiconsciente escuché murmullos que poco a poco se fueron aclarando hasta finalmente hacerse entendibles para mi.

?: ¿Y qué esperas? que me saque una solución de las nalgas solo porque tú lo pides?

??: ¿Acaso no vez lo que sucede? El maestro esta atado a una maldita bruja que puede controlar el espacio y tiempo, ¡¡El maldito espacio tiempo mujer!! Ni siquiera yo estoy segura de poder detenerla lo suficiente para darles tiempo de escapar con el maestro. Y aunque así fuera, ellos no pueden separarse más de 1 bendito minuto.

Las dos voces parecían estar discutiendo; la segunda, a decir verdad, sonaba más sobresaltada que la primera, pero, de alguna manera, su tono me resultaba familiar.

Intenté abrir la boca para decir algo, pero, inevitablemente, eso solo provocó que tosiera, llamando la atención de ambas.

Como si se tratara de una alarma, las dos figuras que antes discutían ahora se apresuraron, más rápido que un rayo, para revisarme, parecían asustadas, casi como si estuvieran .

POV NARRADOR:

?: ¿Subaru? Estas despierto supongo? por favor no te esfuerces mucho, debes reposar seguramente en unas horas...

Fue interrumpida, cuando, de pronto, una castaña salvaje se abalanzo a la cama con Subaru.

??: ¡Maestro! ¡Maestro, al fin despertaste! No sabes cuánto me hace feliz verte, después de tanto tiempo. Shaula ha esperado tanto por este momento... Prometo que ahora nadie podrá separarnos, maestro. Tu Shaula no permitirá que eso suceda jamás.

De pronto Subaru sintió como era presionado contra dos almohadas muy suaves, lo cual hubiera sido muy cómodo, de no ser porque le estaban asfixiando aun más que antes...

Subaru: No puedo....respi...

El pelinegro estaba perdiendo cada vez más el aire, y probablemente nuestro protagonista hubiera muerto de la forma más macha posible, de no ser porque, como si se tratara de un ángel, una rubia los separado bruscamente, salvándolo así de una placentera asfixia.

Beatrice: Me pregunto ¡¿qué carajos intentabas hacer, supongo?! ¿tienes idea de lo débil que esta Subaru ahora? te juro, Shaula, si algo le pasa al contratista de Betty, te va faltar lugar en el mundo donde esconderte, porque yo misma te...

Shaula: Si si si, lo que digas Beatrice, ahora déjame pasar tiempo de calidad con el maestro, debemos recuperar 8 años de afecto y quien sabe, quizás en el camino concebir unos cuantos mordedores de tobillos...

Shaula empezó a soñar despierta, ignorando completamente a una furiosa rubia, mientras tomaba el brazo libre de su maestro abrazándolo cariñosamente. Todo mientras Subaru, luego de ver todo este show al fin pudo realizar quienes eran las personas que estaban frente a él.

Subaru: ¿Shaula? ¿Beako? ¿Son realmente ustedes? Esto... no es otra alucinación ¿verdad?

El pelinegro intentó tocar el rostro de Shaula, la que estaba más cerca de él. Ella, al ver su gesto, acercó su mejilla a su palma y lo miró directamente a los ojos. Sus hermosos ojos verdes se encontraron con los aterradores ojos amarillos de su maestro. Sin embargo, para ella, esos ojos amarillos eran los más hermosos del mundo, no podían ser de otra forma... porque eran los ojos del hombre que amaba.

Shaula notó en ese momento como, a pesar de palpar su rostro, aún presentaba cierta incertidumbre, así que, a su manera única de hacer las cosas, decidió despejar sus dudas completamente.

Shaula tomo la mejilla de su amado con el rostro y, con la rapidez que la caracterizaba, estampo sus labios junto a los de su maestro.

No le importo que Subaru se quedara congelado por la sorpresa, menos aún que Beatriz la mirara rabiosa, y con casi fuego saliéndole de la boca, reclamándole que le estaba haciendo a su contratista. Para Shaula todo esto era lo de menos, al fin se había reunido con su adorado maestro, y nada la detendría ahora que estaban nuevamente juntos.

Shaula se dio cuenta que Subaru al fin reaccionó e intentaba alejarse de sus labios, pero ella no lo permitió, y aumento aun mas su ofensiva, colando su lengua dentro de la boca de su maestro, dominando su lengua y a su vez suspirando encantadoram...
Shaula se dio cuenta que Subaru al fin reaccionó e intentaba alejarse de sus labios, pero ella no lo permitió, y aumento aun mas su ofensiva, colando su lengua dentro de la boca de su maestro, dominando su lengua y a su vez suspirando encantadoramente por la maravillosa sensación.

Ella ignoro que Beatriz la estaba jalando y se puso a horcajadas sobre su maestro, profundizando aún más el beso. Ella pego su cuerpo al suyo, sintiendo el calor de estar juntos finalmente, y de no ser porque al fin Beatrice se puso seria en separar sus labios, lo habría seguido besando por una maldita hora.

Finalmente los labios de ambos se separaron, dejando un hilo de saliva, mientras Subaru y Shaula se veían a los ojos, ambos sonrojados por lo intenso del momento.

Finalmente los labios de ambos se separaron, dejando un hilo de saliva, mientras Subaru y Shaula se veían a los ojos, ambos sonrojados por lo intenso del momento
Subaru: Shaula...tú...

La castaña le puso un dedo en sus labios, evitando que siguiera hablando.

Shaula: No tiene que gastar su aliento ahora maestro, créame, lo necesitara para compensar a Shaula por todo el tiempo perdido...

Shaula lo vio con una pasión intensa, pero al mismo tiempo con un cariño infinito, era realmente un cúmulo de emociones que golpeo fuertemente a Subaru, admitiendo en el fondo, que realmente no se sentía mal que una mujer hermosa lo despertara así en su cama...

Aunque hablando de mujeres hermosas...

Pronto Subaru sintió un tirón en su brazo, no se había percatado debido a lo rápido que sucedió todo, pero su otra mano parecía estar conectada a algo que estaba tapado por una cortina blanca que se encontraba a su izquierda.

Y en ese momento al fin las neuronas de Subaru terminaron de encenderse.

Subaru: ¡Dora! ¿ella esta bien? ¿Beako, que le paso a Dora? destapa la cortina por favor, necesito verla.

Las palabras preocupadas y el tono suplicante que Subaru uso para poder ver a la bruja de la vanagloria confundió tanto a Beatrice como a Shaula. Ellas esperaban cualquier cosa, un Subaru rencoroso, uno roto, o incluso uno que las odiara a ellas por fallarle, pero jamás se les había pasado por la cabeza verlo tan.... preocupado por esa bruja.

Todos estaban congelados por la confusión, pero esta fue cortada cuando de la nada, la cortina que cubría su lado izquierda fue removida rápidamente, siendo ahora que se podía ver claramente a una mujer de cabellos platinos y ojos azules, que a pesar de aun estar algo adormilada, fijo su vista en las personas que tenia delante.

Encontrándose con la grandiosa escena de Baru siendo montado por una castaña que le estaba poniendo sus malditas ubres encima a su hombre, todo mientras este lo veía con una mezcla de alivio y miedo.

Encontrándose con la grandiosa escena de Baru siendo montado por una castaña que le estaba poniendo sus malditas ubres encima a su hombre, todo mientras este lo veía con una mezcla de alivio y miedo
Pandora: ....

Subaru: ....

Pandora: ...

Subaru: .... este...puedo explicarlo Dora... verás Shaula solo estaba...

No pudo terminar cuando de pronto fue jalado con una fuerza titánica del brazo, para ser ahora visto por una Pandora con ojos muertos, mientras le sonreía muy tiernamente...tanta que lo hizo sentirse malditamente incómodo.

Pandora: Así que, tendrás una excusa para justificarme, porque ni bien logramos salir de ese maldito sello, te encuentro en la misma cama con la primera mujer que se te presenta ¿no es así Baru?

Sus ojos azules, que antes eran como un hermoso zafiro, ahora daban una sensación letal y de muerte si dijera algo que no le gustara.

Subaru trago algo de saliva, y se preparo para abogar por su vida, pero justo en ese momento, Shaula decidió "ayudarlo"....

Shaula: ¡Deja al maestro en paz maldita loca! no dejare que te lo lleves de nuevo, menos ahora que al fin hemos formalizado nuestra relación.

....

Todos se quedaron callados en ese momento, nadie dijo nada, pero podían sentir que algo iba a salir terriblemente mal.

Pandora:... a que te refieres con relación?

Pandora enfoco sus ojos en la castaña, frunciendo su seño, el cual se agravo más al ver la gran "personalidad" que esta tenía, y como se la restregaba en la cara a su hombre.

Shaula: ¿Qué no es obvio? el maestro y yo al fin formalizamos nuestra relación con un apasionado beso, jeje, el maestro fue tan varonil al besarme con su lengua, para luego ponerme encima suyo y abrazarme más apasionadamente... ups, creo que hable de más, aunque supongo que eso no debería de molestarte ¿o si? Bruja de pacotilla.

Shaula la miro desafiantemente, por alguna razón sus instintos le decían que debía marcar territorio aquí y eso es justo lo que haría.

De pronto, todos vieron un ligero temblor en el puño cerrado de pandora, mismo que rápidamente se extendió a todo su cuerpo, mientras su mirada pasaba de Subaru a Shaula, mirándolos con una gran ira.... pero adentro de todo eso hubo algo que solo Subaru podía ver... dolor, un claro y visible dolor al sentirse traicionada.

En ese momento de tensión Pandora extendió su mano.

Pandora: Tú...

Pandora señalo a la castaña.

Pandora: Simplemente muérete siendo desmembrada....

Subaru: ¡Pandora, espera!

POV SUBARU:

Mi corazón latía desbocado mientras observaba la escena que se desarrollaba frente a mí. El aire en la habitación se había vuelto espeso, cargado de tensión. A pesar de la confusión, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. Pandora... esa mirada en sus ojos, la que siempre había sido tan cálida para mi, ahora estaba llena de algo mucho más oscuro. Ira. Dolor. Traición.

Shaula, con su característica actitud desafiante, parecía no percatarse del peligro inminente, mientras se mantenía firme, retando a Pandora con una sonrisa que, sinceramente, solo la hacía parecer aún más peligrosa.

Pandora extendió su mano, como si fuera a aplastar todo lo que había a su paso. Yo, completamente paralizado por la situación, apenas pude dar un paso hacia adelante. No sabía cómo calmar esto, pero debía encontrar la forma.

"¡Pandora, espera!" grité, sintiendo como mi cuerpo finalmente respondía, aunque débilmente, a la desesperación. Mi voz, aunque ronca por el agotamiento, fue suficiente para sorprender a todos.

Pandora pareció responder a mi llamado, puesto que volteo a verme, nuestros ojos chocaron, en una charla silenciosa que solo nosotros conocíamos, nuestras miradas estuvieron conectadas apenas unos segundos, pero para ambos esto era más que suficiente.

Su mano, suspendida en el aire, pareció detenerse momentáneamente, y fue en ese pequeño respiro donde pude ver el conflicto reflejado en su mirada. No era solo furia. Era más. Mucho más. Podía sentir su dolor... ella estaba realmente herida.

Pandora: "No tienes derecho a decir nada, Subaru."

Su voz estaba suave, temblorosa, pero el dolor que transmitía era inconfundible. Pandora siempre había sido una mujer fuerte, alguien de carácter que muy pocas veces daba su brazo a torcer, y que mostrara esa vulnerabilidad... simplemente me destrozaba. Sabia que estaba haciéndolo por mi, había sobrepuesto su orgullo y furia solo porque era yo el que se lo pedía.

Shaula, aún sin comprender la magnitud de lo que acababa de provocar, frunció el ceño al ver que Pandora se me quedo viendo. Seguramente estaba confundida, y tenia todo el derecho de estarlo.

Shaula no podía entender lo que Pandora estaba sintiendo, ni lo que había significado para ella todo este tiempo que pasamos juntos sellados, en verdad, nadie podría, solo nosotros.

Subaru: "Pandora... por favor, escúchame." La urgencia en mi voz se volvía más clara, pero lo único que podía hacer era observar cómo ella vacilaba antes de soltar una risa amarga.

Pandora: "Escucharte..." murmuró, su tono lleno de resentimiento. "¿Por qué debería escuchar a alguien que me abandona con la primera mujer que ve, Subaru? ¿Después de todo lo que pasamos, tú..." Su voz se quebró por un momento, y la dureza de sus palabras fue reemplazada por un suspiro agotado. "¿Después de todo lo que hicimos juntos, ahora me traicionas con ella?"

Subaru: "¡Yo jamás podría traicionarte! ¡Nunca! Y tú lo sabes. Pero si de verdad sientes que te he traicionado, usa tu autoridad y mátame ahora mismo, Dora." La miré a los ojos, con una intensidad mucho mayor que la de antes. Me dolía hablarle así, pero era la única manera de que pudiera entender.

Pandora abrió los ojos con impresión, mientras sus manos temblaban aun más que antes, pero no por furia... sino por miedo.

Pandora: "¡No! ¡Nunca! y no te atrevas a decir esas horribles palabras de nuevo, ¡¿entendiste idiota?!" Pandora grito fuertemente consternada, para luego verlo con una cara de tristeza.

Pandora: "....eres tan injusto.. sabes que jamás...jamás podría hacer eso. Y si en algún momento tú murieras, si en algún momento ya no estuvieras a mi lado, yo.. yo misma me decapitaría en ese momento. Esta vez definitivamente, sin segundas oportunidades, negaría mi autoridad si es necesario.... porque un mundo sin ti, es lo mismo que estar en el infierno, Baru"

Y con esas palabras Pandora, lloro, lloro fuertemente, como hace milenios no pudo hacer, descargando de esa forma todo el miedo que tenia, la rabia de solo pensar en la posibilidad de separarnos.

La abrace suavemente, mientras a nuestro alrededor Beatrice y Shaula nos miraban con incredulidad, pero todo en ese momento no me importo, nada importaba realmente, solo estábamos Dora y yo, como fue durante milenios dentro del sello, y como será ahora hasta el fin de mis días.

Finalmente vi como sus sollozos se calmaron, y pude observar sus hermosos zafiros, ahora empapados por las lágrimas. Era realmente la mujer más hermosa que había visto...

Subaru: " Y yo tampoco podría vivir en un mundo sin ti, mi amada Dora"

Con esa frase, selle sus labios con un beso, no había necesidad de más palabras ni promesas, cuando nuestros labios se juntaron éramos simplemente uno, como si algún dios nos hubiera hecho perfectos el uno para el otro. Y en ese instante, el mundo desapareció a nuestro alrededor, dejando solo la certeza de que, aunque todos se pusieran en nuestra contra, nada podría arrebatarnos el Good ending que tanto habíamos anhelado.

Notes:

Y FINNN!!

Me costo decidirme como acabar este capitulo XD. La verdad tenia varias ideas diversas, pero al final me termine decantando por seguir una ruta más enfocada en la parejita principal jaja.

En fin ¿comentarios? ¿quejas? ¿teorías locas? soy todo oídos gente XD.

Por cierto, aprovecho este corte comercial para hacer promoción de mis nuevas obras, para los que hayan leído el manwha: El sabueso de sangre de hierro, aquí les tengo unas historias que he creado

1° La esperanza de volver a verte (VIKIR X CAMUS): https://www.wattpad.com/1524135739-la-esperanza-de-volver-a-verte-vikir-x-camus

2° LOS CELOS DE CAMUS MORGUE (VIKIR X CAMUS):https://www.wattpad.com/1524185259-los-celos-de-camus-morgue-vikir-x-camus-el

Para los que gusten apoyarme ahí con sus comentarios denle una oportunidad jeje, ahora si, fin del corte comercial jaja
Para los que gusten apoyarme ahí con sus comentarios denle una oportunidad jeje, ahora si, fin del corte comercial jaja.

En el siguiente cap, se viene el confrontamiento entre Pandora y emilia, y quizás también shaula vs Pandora XD, en fin, hagamos similar que en el anterior cap, esta vez colocare la meta de llegar a 800 estrellas para publicar el siguiente cap, la anterior vez me sorprendieron con su rapidez, estaba en el trabajo y dije: "Que rayos?! ya llegamos a la meta??" XD, estaba feliz, pero impactado jaja.

Sin mas, espero sigan disfrutando la historia, y dándome el apoyo, que la verdad agradezco muchísimo, un saludo a todos, nos leemos.

Chapter 9: NUNCA TE DEJARE SOLA

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

POV SUBARU:

El beso con Pandora fue suave, casi como si fuera una caricia para mi alma, no había pasión ni lujuria, sus labios simplemente me transmitían su amor y cariño.

Estuvimos tan absortos en nuestro beso que por un breve momento sentí que volvíamos a estar juntos dentro de ese sello. Solo estábamos ella y yo, en ese rincón de nuestro propio universo, donde las dificultades y el sufrimiento parecían desvanecerse.

A medida que nos separamos lentamente, pude observar su rostro nuevamente y no pude evitar amar lo que veía. Sus ojos, que antes reflejaban tristeza, ahora estaban iluminados, casi como fueran dos hermosos zafiros recién pulidos, esos que tanto adoraba ver.

Junte nuestras frentes en un gesto intimo nuestro y parece que eso logro aliviarla, ya que, su respiración se calmó, y su cuerpo, que había estado tenso por la rabia, ahora se relajaba en mis brazos.

Pandora: "No me hagas volver a sufrir de esa manera... tú sabes lo que significas para mí, Baru." Su voz, aunque suave, llevaba consigo una carga emocional tan fuerte que me costó responder.

Subaru: "Lo sé, lo sé..." Respondí en voz baja, acariciando su cabello. "No quiero que te preocupes más. Sabes que yo tampoco podría imaginarme un mundo sin ti, Dora, además ¿Cómo seria capaz de cambiar a mi preciosa ángel? Sé que eres algo cascarrabias, pero eres mi cascarrabias cariño."

Las palabras salieron de manera tan natural como el respirar, lo cual produjo un leve sonrojo en mi tierna Dora, realmente, jamás me cansaría de sus expresiones.

Pandora: "Tonto... deberías decirme palabras bonitas mas a menudo..."

Ella cerró los ojos, colocando su cabeza en mi pecho lentamente. Realmente, si alguien, antes de que fuera sellado, me hubiera dicho que estaría así de cariñoso con la mismísima bruja de la vanagloria, le habría dado un puñetazo por lo ridículo que sonaba. Pero ahora, lo que realmente me parecía ridículo era el hecho de haber pasado mas de 20 años sin esta mujer a mi lado.

Vaya que mi padre tenía razón cuando decía que la vida daba muchas vueltas.

POV NARRADOR:

La habitación, que hasta hacía un momento había estado llena de una tensión insoportable, parecía haberse calmado. Sin embargo, la presencia de Beatrice y Shaula aún flotaba en el aire, una mezcla extraña de incomodidad y curiosidad.

Beatrice: "Con esto lo he visto todo, supongo..." Murmuró la rubia, cruzando los brazos, aunque su rostro se mostraba serio, por dentro estaba realmente consternada, o sea, una bruja albina estaba con Subaru, sin contar que tenia otra de repuesto atrapada dentro del sello ¿Qué faltaba? ¿Qué su madre también se les uniera?.

Sin saberlo, lo que ella dijo, podría estar bastante mas cerca de la realidad de lo que piensa.

Mientras tanto en otro universo ( What If : King of the Witches):

Se pueden apreciar cinco figuras, sentados en una mesa de té.

Este había sido una nueva costumbre que se había instaurado en los palacios del reino de Vollachia. Siendo ahora ocupado por una nueva realeza, la cual estaba encabezada por el nuevo rey: Natsuki Subaru.

Alrededor del nuevo monarca, se podía observar a sus guardianas, 3 de los seres más poderosos de todo el mundo, y coincidentemente, las tres eran sus esposas.

Las tres mujeres parecían estar en medio de una discusión, seguramente cualquiera pensaría que hablaban de la seguridad nacional o las nuevas tecnologías que estaban impulsando rápidamente la economía del país.

Sin embargo; la realidad con frecuencia es decepcionante.

Satella: "Les digo que hoy es fin de semana, es mi momento de estar con mi amorcito" La ex-bruja de la envidia, ahora orgullosa señora Natsuki golpeo la mesa dando su postura.

Echidna: "Corrección Tella, ya es pasada la media noche, en este momento Subaru es todo mío." Con una sonrisa de suficiencia, Echidna encaro a Satella, realmente quería molestarla un poco, pero a decir verdad también estaba algo molesta de que esa "SIMPlona" siempre quisiera acaparar a su esposo.

Pandora: "Ni que medianoche ni que nada Echidna, quedamos en que los feriados son para Beako, así que se calman, o yo misma les hare aparecer hielo ahí abajo para que se les pase lo caliente, malditas vacas cachondas. " Finalmente hablo la autoproclamada "esposa principal", la cual obviamente estaba celosa de que esas locas tomaran a su hombre de nuevo, y uso la excusa de Beako para sacarlas del camino.

Echidna: "Ummm... bueno ya que insistes, supongo que seria bueno un té helado para Baru de vez en cuando"

....

Satella y Pandora se le quedaron viendo a Echidna con la mayor cara de asco, tomando nota mental de nunca más volver a probar uno de sus tés de sospechosa procedencia...

Sin embargo, pasando este pequeño lapsus, Satella decidió encarar a su némesis de ojos azules.

Satella: "Claro, ataca lo que no tienes llamándonos vacas, me compadezco de mi amorcito, por tener que pasar algunas de sus noches con tan simplona tabla de cocina. Deberías ver como uso las mías, para darle todo lo que tú no puedes, mujercita" La ex bruja de la envidia ataco, claramente haciendo énfasis a cierta parte, en la cual cierta bruja de ojos azules estaba algo acomplejada.

Pandora: "....ya rugiste maldita, te demostrare quien es la verdadera esposa principal, y de paso te desinflare esas ubres para nunca más puedas presumirlas con mi Baru"

Y así empezó otra legendaria batalla entre la bruja más plana de la actualidad (Estrocolmo) vs la SIMPática mas tóxica de la historia (I love you) 🗿

Mientras todo esto sucedía, en una esquina y tirada en el pasto, estaba una temblorosa Beatrice, a su lado se veía una tasa de té sospechosamente derramada, todo mientras se mecía en posición fetal intentando ignorar la realidad
Mientras todo esto sucedía, en una esquina y tirada en el pasto, estaba una temblorosa Beatrice, a su lado se veía una tasa de té sospechosamente derramada, todo mientras se mecía en posición fetal intentando ignorar la realidad

Beatrice: " Alguien por favor máteme..."

De vuelta a nuestro universo

Beatrice inconscientemente sintió un escalofrió.

Sin embargo, decidió ignorar el repentino malestar y miro a su contratista todavía escéptica.

"Tendrás mucho que explicarnos Subaru."

Shaula, por otro lado, estaba completamente ida, Beatrice paso su mano por su frente, pero parecía que simplemente no reaccionaba con nada. Literalmente Shaula.exe había dejado de funcionar...

 

Después de muchos intentos por despertarla, y que a Beatrice le doliera la mano de darle cachetadas sin resultado alguno, al fin pudieron volverla a la realidad luego de que usaran su carta secreta.

Beatrice: "Shaula, Subaru esta a punto de ser capturado por Pandora, si no hacemos algo, ella se lo llevara para hacerlo su esposo"

Shaula: " Sobre mi cadaver esa maldita se llevara a mi futuro marido ¡¿Dónde esta?!" La castaña volteo a todas partes, antes de ver a un Subaru viéndola con una cara nerviosa, y a una Pandora mirándola con ojos neutros.

Se podría decir, que no fue una reunión del todo bonita, sobretodo porque hubo momentos bastantes tensos entre Pandora y Shaula, donde cada una sostuvo un brazo de Subaru, aunque ambas no pasaron a más por su amor al pelinegro, siendo que esta vez, Pandora entendía en cierta manera que esa mujer era importante para su Baru, por lo que, si le hacia daño, eso pondría muy triste a su pareja, y ella jamás quería volverlo a ver triste.

Ya le había hecho suficiente daño antes de que entraran al sello, y si bien, al momento de salir, se puso furiosa debido al malentendido de verlo con otra mujer, todo se debía al hecho de que ahora, ella no podía vivir sin Subaru, ahora su dolor era suyo también, y su felicidad era la suya.

Por lo que, mientras esa mujer no intentara pasarse de la raya, la soportaría, eso era mucho mejor a ver los ojos decepcionados de Subaru mirándola... eso sí que no lo podría soportar.

Volviendo a la charla entre las cuatro personas, estos al fin comentaron acerca de lo sucedido luego de que Subaru fuera sellado. Llegando al punto del enfrentamiento con Satella y las consecuencias que tuvieron su victoria frente a ella.

Subaru: "Así que... ese parche en el ojo.."

Beatrice se cubrió la cara, por primera vez en mucho tiempo se sintió cohibida frente a su contratista. La rubia era un gran espíritu, no le importaba lo que opinara nadie de ella, había estado sola por 400 años, nunca le haría daño las palabras de cualquier persona.

Sin embargo; Subaru no era cualquier persona...

Él era la persona más importante en el mundo para Betty, una sola frase suya podía cambiar su estado de animo, ya sea volverla tan feliz como lo fue a su lado desde que formaron su contrato, o destruirla por completo, como lo estuvo al momento de su partida.

Si él la miraba con asco o incomodidad, ella se sentiría destruida. Antes de la tragedia, Subaru no paraba de decirle que era la espíritu más adorable de todos, la cargaba y hacia mimos cada que podía, ella era su Betty y él era su Subaru, sin embargo ahora...

Un viejo parche cubría su ahora vacía cuenca, pequeñas líneas atravesaban la zona cercana a su ojo, casi como cicatrices.

"Él no me mirará igual..." pensó, sin poder evitar que sus ojos comenzaran a humedecerse bajo la fría luz del anochecer. El parche que cubría su ojo izquierdo le parecía más incómodo con cada pensamiento que cruzaba su mente. El dolor de ese recuerdo físico era nada comparado con el dolor emocional que sentía ahora, al imaginarse el desprecio en los ojos de Subaru al mirarla.

Las cicatrices que ahora marcaban su rostro eran una constante prueba de su fracaso como espíritu. Ya no era la misma Beatrice que había sido, aquella niña adorable que había encontrado Subaru en aquella biblioteca . Ahora, con una parte de su rostro oculto, solo era un cascarón vacío de lo que alguna vez fue.

"Si tan solo pudiera volver a ser como antes..." pensó con tristeza, abrazándose a sí misma para intentar calmar la ansiedad que la consumía. Ya no tenía el rostro radiante que tanto amaba ver en sus reflejos. "¿Ya no me querrá...? ¿Me desechara por ser un monstruo?"

Fue entonces cuando escuchó unos pasos acercándose, lentos, pero firmes. Subaru. Su corazón dio un vuelco y, por un momento, se quedó inmóvil, paralizada por el miedo. "¿Vendrá a rechazarme?" pensó, con el pecho oprimido. "¿Verá lo que soy ahora y se alejará como todos los demás?"

Pero lo que no esperaba fue la suavidad con la que Subaru la llamó.

Subaru: "Beako..." dijo su nombre con una calidez que la hizo temblar.

Beatrice bajo la cabeza lentamente, no se atrevió a mirarlo. Temía que la viera como un ser diferente, tan asquerosa como se sentía por todo lo que había hecho.

Mantuvo la mirada fija en el suelo, ocultando la tristeza detrás de su cabello dorado. "No lo hagas..." murmuró en su mente, como si pudiese detener el inevitable dolor.

Subaru, sin embargo, no la dejó escapar tan fácilmente. Dio un paso hacia ella, su presencia era reconfortante, pero también pesada, como si estuviera cargando con un dolor propio. Finalmente, cuando estuvo lo suficientemente cerca, se agachó para quedar a su altura y le levantó el rostro con una mano, suavemente, como si temiera dañarla.

Beatrice se sintió avergonzada, deseaba alejarse, esconderse, pero la mirada de Subaru era profunda y sincera.

Subaru:—Beako... —susurró, su voz grave pero llena de arrepentimiento. —Yo... lo siento tanto.

Ella frunció el ceño, aún incapaz de mirarlo a los ojos.

Beatrice:—¿Lo sientes? —preguntó, su voz quebrada. —¿Por qué lo sientes?

Subaru bajó la cabeza, mirando sus propias manos con culpabilidad.

Subaru: —Porque esto, lo que te pasó... —dijo con una pena palpable—. Fue mi culpa. No pude protegerte. Y... no quiero que pienses que lo que veo ahora, o lo que has perdido, me aleje de ti. No quiero que pienses que te veo diferente.

Beatrice sintió cómo su pecho se tensaba, una mezcla de dolor y alivio recorriéndola. Subaru estaba allí, ante ella, mirando a través de todo, incluso las cicatrices que la hacían sentirse tan rota. "No me ve como un monstruo..." pensó, casi sin poder creerlo.

Beatrice: —Subaru... —susurró ella, temerosa de que esas palabras pudieran ser falsas, una simple ilusión que le daba su mente.

Subaru: —Nunca... —dijo Subaru, su tono firme pero suave—. Nunca dejaré que te sientas sola de nuevo. Ni siquiera cuando las cosas cambien. Y aunque el mundo cambie, aunque el tiempo pase, lo único que no cambiará es lo mucho que amo a mi adorable Beako.

Beatrice sintió cómo las lágrimas brotaban de sus ojos sin previo aviso. El miedo que la había acosado se desvaneció por completo, reemplazado por un cálido consuelo. Subaru estaba allí, tan cercano, tan sincero. No importaba lo que hubiera cambiado, él no la rechazaría jamás.

Beatrice: —Subaru... —susurró de nuevo, esta vez con una sonrisa de alivio, a pesar de las lágrimas. —No sabes... cuanto te he extrañado.

La pequeña espíritu finalmente lo abrazo y lloro en sus brazos, liberando todo lo que había sufrido en estos malditos ocho años.

Subaru le devolvió el abrazo y sonrió, aunque sus ojos reflejaban un dolor callado, también había una calidez inconfundible en su mirada.

Subaru: —Y yo a ti, Beako. Más de lo que imaginas.

Notes:

Y CORTEE¡¡

Que tal a todos gente, espero que se encuentren bien.

Como pueden ver, en este cap, me concentre en las reacciones de Beatrice y Shaula, y bueno, un pequeño guiño a un universo alterno. Algo que quería hacer hace tiempo, que es rutas alternas de esta historia, que es mi ruta principal. Capaz pueda ser un proyecto algo ambicioso, pero díganme que piensan al respecto.

Además de ello, cerré el cap con la relación entre subaru y beatrice, que, la verdad considero era absolutamente necesaria, no podía saltármela para nada, y siento que me gusto el resultado, espero haya podido reflejar correctamente los sentimientos de Beatrice.

Hablando de porque lo adelante el cap, si aun no llegamos a las 800 estrellas....

Pues es algo complicado, quise lanzar el cap lo antes posible, por mas que sea algo corto, ya que actualmente tendré un nuevo trabajo y probablemente sea mucho mas difícil actualizar esta obra. Igualmente no la dejare, pero habrá semanas en que estaré full, pero aun así espero su constante apoyo, que siempre me anima a escribir.

Disculpen si pospuse la discusión entre Pandora y Emilia, pero era necesario ya que no podia saltarme para nada la escena de Beako, el siguiente cap debería iniciar directamente en la conversación entre ellas.

Bueno, antes de dejarlos, y viendo lo difícil que ahora será traer más caps, dejare la alta meta de llegar a 1000 estrellas para el siguiente cap, ahora si necesitare tiempo para organizarme XD, así que creo, que hasta que lleguen a mil me dará mas tiempo jaja.

Sin mas me despido, y un abrazo psicológico a todos.

Chapter 10: UNA PEQUEÑA CHARLA (PANDORA VS EMILIA)

Notes:

Hola gente ¡como están!

Sé que dirán, ¿una actualización sorpresa? ¿Quién rayos eres y que hiciste con el autor? XD

Ok no, ahora sin bromas, este es un adelanto que tenia escrito de la conversación entre pandora y Emilia, y quería traérselos, tanto para celebrar el decimo capitulo de este fic, como también por agradecimiento del gran apoyo que le han dado a la historia, muchas gracias a todos.

Sin más, los dejo con el capítulo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Mientras un emotivo reencuentro tenía lugar entre Subaru y Beatrice, una escurridiza Pandora aprovechó la ocasión. Con un sutil despliegue de su autoridad, distorsionó la percepción de los presentes, envolviéndolos en una ilusión imperceptible mientras deslizaba su silueta etérea hacia las sombras más profundas de la Atalaya de Pléyades.

Definitivamente Pandora podía sentir un fuerte olor a miasma proveniente de este lugar.

Avanzó con cautela, sus pasos apenas susurrando contra el suelo de piedra. Su destino la condujo a lo que parecía un calabozo improvisado, un rincón olvidado donde el aire pesaba con una presencia malsana. Y entonces, la vio...

Una maltrecha Emilia reposaba encadenada en aquel lugar, parecía que no se dio cuenta de la presencia de la bruja, puesto que ella seguía forcejeando contra sus cadenas, maldiciendo los nombres de quienes la encerraron.

Pandora la observo con cara neutra, mientras decidía dar un paso al frente para mostrarse.

Pandora: Justo cuando me preguntaba donde podía estar cierta molesta presencia, me llevo la sorpresa de que no podría estar en mejor lugar, atada y humillada, justo como alguien de tu calaña debería estar.

Finalmente se pudo ver la figura de Pandora, que apareció iluminada bajo la tenue luz de luna frente a una impactada Emilia que no creía lo que veían sus ojos.

Emilia: ¡¡TÚ!! ¡¡Maldita zorra!!, ¡¿como es que estas aquí?! ¿Qué le hiciste a Subaru? Respóndeme justo ahora si no quieres que te destroce ahora mismo, te juro que si le tocaste un solo pelo a mi hombre no encontraras lugar donde esconderte de...

Pandora: Jeje...jejejeje...jajajajaja...JAJAJAJAJAJA

Pandora, empezó a reír, primero suavemente, para luego estallar en carcajadas, no podía creer lo hilarante que era escuchar a esa repulsiva mujer, si tan solo supiera...

Emilia:... ¿Qué se te hace tan gracioso maldita psicópata? ¿Es que finalmente perdiste todos tus tornillos? No creas que podrás separarnos a Subaru y a mi, por más trucos que intentes, el hombre que amo no es alguien que tu podrías vencer tan facilm....

Fue interrumpida cuando de pronto la bruja detuvo sus risas, para empezar a acercarse frente a ella y agacharse para conectar sus miradas.

Pandora: Se me hace muy gracioso lo ignorante que eres, tanto que hasta me parece tierno...Sin embargo, me siento generosa hoy, así que aclarare una de tus dudas. Baru esta completamente a salvo, diría que incluso radiante, después de todo, que clase de esposa sería si no tuviera feliz a mi marido.

Emilia: ... ¡¿qué mierda acabas de decir?!

Pandora: Lo que escuchaste brujita de pacotilla, que MI esposo se encuentra totalmente bien, y créeme, esta tan a gusto conmigo, que no tiene la necesidad de inmiscuirse con mujerzuelas de poca monta como tú.

De pronto, se sintió un temblor, y las cadenas que sujetaban a Emilia vibraron, por el impulso que dio, solo con su fuerza física, resquebrajando la pared donde estaban sujetas estas cadenas, todo mientras miraba a Pandora con ojos inyectados en sangre.

Emilia: ¡¡Maldita!! ¡¿Te atreves a intentar provocarme?! ¡Subaru jamás estaría con una perra como tu! ¿me oyes? ¡JAMAS! Y si de alguna manera hubieras logrado lavarle el cerebro... ¡yo misma me encargare de recuperarlo y matarte con mis propias manos! Nadie podrá detenerme, recuérdalo maldita, por más que me quites mis manos, usare mis piernas, si me quitas mis piernas, usare mis dientes, si no tengo dientes, estoy dispuesta a usar mis propios huesos para degollarte e incluso si no tengo eso...¡soy capaz de volver del maldito infierno con tal de destruirte!.

Los ojos de Emilia estaban empezando a oscurecerse, y su furia era tanta, que parecía un perro rabioso mientras poco a poco más miasma salía de ella.

Sin embargo, a pesar de ello, Pandora se mantuvo serena, y con una sonrisa de superioridad, como si estuviera viendo a un simple bicho molesto, y estuviera jugando antes de aplastarlo.

Pandora: Veamos si no eres solo ladridos cachorrita. Aunque no quiero que olvides algo...si estas viva, es gracias a que mi esposo, en su infinita generosidad, aún tiene lastima por una alimaña como tú. Porque a pesar de todo, es alguien tan bondadoso, que incluso una perra tan patética como tú puede despertar su lastima. Pero recuerda esto perrita, el día que él se halla olvidado completamente de ti, ese día.... date por muerta perra, no dejare ningún estorbo entre mi felicidad junto a mi Baru.

Esto solo enfureció más a Emilia, mientras Pandora se deleitaba con su sufrimiento.

Para ella, esta había sido una cordial advertencia que le dejaba a la cachorrita.

La bruja de cabello platino se levanto y dio la espalda, empezando su retorno antes de que se dieran cuenta con su ausencia.

Sin embargo, a medio camino se detuvo, y volteo levemente los ojos.

Pandora: Por cierto.... sé que estas viendo todo esto Satella. No creas que soy tan estúpida para no darme cuenta que has implantado parte de tu asquerosa alma en la perrita semielfa. Quiero que esto también sea una advertencia para ti, ya no soy la inocente chica que perdió todo por tus manos, ahora tengo una persona que amo, y que protegeré con uñas y dientes.

Una clara presión se sintió en el lugar, mientras los ojos de Pandora parecían los de la mismísima diosa de la muerte.

Pandora: Aunque bueno, si quieres consolarte a ti misma, bien podría poner a la perrita como cámara, para que puedas ver detalladamente lo mucho que amo a mi esposo en la intimidad. Creo seria un castigo adecuado para ti, maldita furcia de pacotilla.

Con esto Pandora termino su mensaje, mientras dejaba el oscuro calabozo, siendo lo ultimo que oyó, un grito gutural proveniente de Emilia/Satella.

Notes:

Y corteee¡¡

Se que es algo corto, pero me enfoque en que fuera una charla directa entre ellas, sin nadie mas de por medio, además de que pude dar una pista de lo que se viene con Satella.

Y bueno ¿Opiniones? ¿Quejas? ¿Quieren ver a subaru detonarse a Pandora? XD. Déjenme sus comentarios aquí.

Sin mas que decir, yo me despido.

Un saludo a todos, nos leemos.

Chapter 11: UNA DISCULPA QUE JAMÁS SERA ESCUCHADA

Notes:

Buenas a todos, como están.

Antes que nada, espero puedan disfrutar este cap, que ni yo se como lo complete XD.

Estoy abierto a sus sugerencias y tips para poder seguir mejorando, así que son libres de comentarme.

Sin mas espero lo disfruten, y también puedan leer la pequeña nota que deje al final.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV EMILIA

La figura de Pandora desapareció entre las sombras del calabozo, dejando un rastro de fría calma, era simplemente imperdonable, aborrecible, el mero hecho de tener que soportar el hedor que desprendía aquella bruja me daba nauseas.

Pero lo hacia aún mas porque pude notarlo...

Era pequeño, casi imperceptible.... pero ahí estaba el olor de Subaru, pegado a sus ropas, a su piel...

No pude contener la frustración y la ira que eso provoco en mi, así que tire de las cadenas innumerables veces, tantas que mis muñecas empezaban a sangrar, pero eso no tenia importancia alguna, mi seguridad, el futuro del mundo, nada tenia mayor importancia...

Emilia: "Subaru, Subaru,Subaru, Subaru,Subaru, Subaru,Subaru, Subaru"

No podía dejar de repetir su nombre, era tan perfecto... mi subaru era perfecto . Era lo único que me mantenía cuerda, lo único que me hacía seguir respirando en este horrible calabozo. Él era mi razón de ser.

Ya podía imaginarnos juntos, una vez que lo salvara me dedicaría completamente a mis labores como su esposa, lo atendería todos los días, le prepararía baños calientes para que se relaje, y por las noches, me encargaría de mis labores principales como su mujer jeje... jejeje.

Unas cuantas gotas de saliva cayeron, pero no me importo.

Seguí repitiendo su nombre como un mantra, buscando fuerzas en cada sonido... Ahh, qué nombre tan hermoso, él era realmente un ángel, mi único y verdadero ángel.

De ninguna manera alguien tan perfecto como él pudo haberse contaminado con una perra tan sucia como pandora, ella solo decía tonterías para hacerme dudar de mi precioso ángel.

Estaba por seguir alabando a mi futuro esposo, cuando de pronto sentí un pequeño shock que me erizo la piel. Fue casi como un chispazo que me hizo sentir débil y sacudió mi cabeza. ¿Acaso estas cadenas también venían con magia de electroshock incluida? Si era así, realmente Beatrice la pasaría mal cuando me liberara...

Reorganice mis pensamientos, he intente hacer como si nada hubiera pasado soltando un gruñido.

Sin embargo; algo extraño sucedió, al pensar nuevamente en la charla que tuve con esa bruja, algo en mi mente se sentía más... claro. Como si hubiera despertado de un largo letargo.

Mire mis brazos, mi ropa, frente a mi había un pequeño vidrio roto, donde pude ver un pequeño reflejo...¿esa era yo..?

Pronto, me sentí fría, como si mis poderes de hielo estuvieran calando dentro de mi. Yo... recordé todo, lo que había hecho, el sacrificio que hicimos para liberar a subaru, como casi asesine a Beatrice, y no pude evitar quedar horrorizada y asqueada por todo ¿Cómo había sido siquiera capaz? ¿esta mujer tan despreciable era con la que mi Subaru se casaría?

Intente gritar, pero mi garganta de pronto se quedo seca, sentí un pequeño tirón, como si algo en mi interior retumbara, queriendo salir nuevamente.

En ese momento un terror enorme me atrapo.

No.. ella tomaría el control de nuevo...

No perdí mucho el tiempo, y me enfoque nuevamente en lo que podía hacer con estos minutos que había ganado. Tenia que darle sentido a todo lo que estaba sucediendo.

Repasando toda la charla sin sentido que tuve con Pandora, una frase suya me dejo con una pista..

Cuando estaba por irse, se dirigió a mi como Satella. No de manera despectiva, como estaba acostumbrada a que me señalaran desde niña...No, era algo más, lo dijo de manera seria, casi como si al verme, realmente estuviera hablando con Satella...

¿Podría ser realmente verdad? ¿Satella escondiéndose en su cuerpo?

Pero si era así, no tendría sentido, habían pasado 8 años ya. Beatriz siempre me hacia chequeos constantes, y aunque ahora este irritada con ella, sabia que ese espíritu era realmente fiel a Subaru, por lo que jamás dejaría que alguien con el alma de esa bruja se acercara a Subaru. Tendrían que pasar sobre su cadaver antes que eso pasara.

Mis pensamiento se vieron interrumpidos cuando empecé a sentir un dolor punzante en mis brazos. Los que ahora estaban negros como la noche, poco a poco empezaron a arder más, todo mientras me retorcía en el suelo.

De pronto una voz empezó a sonar en mi cabeza. Primero fue un suave susurro, pero pronto empezó a amplificarse, llegando a tal punto que hacia palpitar mi cerebro.

Satella: "Lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo. Él es nuestro, no debes dudar. Todas son mentiras, mentiras para hacernos daño, para alejarnos de él. No dudes, no dudes, no dudes, no dudes. "

Una voz maniática sonaba sin cesar en mi cabeza, dolía, dolía mucho, pero por alguna razón no era capaz de dejarme atrapar por lo que decía.

Satella: "No tienes que pensar, simplemente hazme caso y hazlo nuestro, el será nuestro rey, el nuevo rey de las brujas, aquel que gobernara sobre todo. Y aquel que finalmente nos liberara de nuestro encierro."

¿Rey? De que rayos estaba hablando.

Satella: "Lo he visto, lo he visto, ella me lo mostro. Me mostro el camino verdadero, el camino para que no me lo arrebaten. El camino para que sea mío, no importa nada que esa perra quiera alterar la realidad, no podrá separarnos jamás. Estaremos eternamente juntos"

Luego de terminar sus delirios, sentí otro tirón en mi cerebro.

De pronto mi cabeza empezó a proyectar pequeños fragmentos de recuerdos que no eran míos, primero un gran cataclismo, gente muriendo por todos lados, una escena tan o incluso más dantesca que la mismísima guerra santa; sin embargo, todo parecía tan... antiguo.

No eran solo las personas, sus casas, sus ropas, todo era tan diferente...

Parecían imágenes de un pasado distante.

En medio de todo el desastre, una figura paso corriendo por todo el lugar, parecía estar buscando a alguien puesto que giraba su rostro hacia todos lados, pero había algo aun mas raro... cada vez que volteaba a mi dirección su cara parecía estar siendo distorsionada, como si algo o alguien me bloqueara cada vez que intentaba verlo.

De pronto todo desapareció, quedando solo una figura abstracta, que por alguna razón mi cerebro nombro como la representación mal absoluto, sea lo que fuere, esta figura termino dividiéndose en 7 partes, no... mas bien siete pecados, siendo uno el más grande de todos.

Y finalmente, una persona, al mismo tiempo extraña, pero a la vez familiar, en la imagen yo le tomaba la mano, mientras sentía una profunda tristeza y desesperación. ¿Quién era este tipo? Veía la sangre saliendo de su boca, no tenia mucho tiempo.

"Nos volveremos encontrar, yo.... juro que te salvare"

Con esa frase, todo se volvió oscuro y las visiones desaparecieron.

Miedo, angustia, rabia, dolor. Esas y más emociones me envolvieron. No sabia que pensar, no sabia que significaba todo aquello, y peor aun, mi consciencia estaba pendiendo de un hilo. Todo mientras nuevamente la locura ganaba en mi cabeza.

Intente unir las piezas antes de que perdiera la consciencia, todo empezó al momento de romper el sello de Subaru, mi amado Flugel, en ese momento algo se activo, algo definitivamente paso. Pronto estaré a tu lado

No sé cuanto pueda mantenerme cuerda, ayuda, necesito ayuda, por favor. Es inevitable

Antes que me pierda completamente, debo contárselo.

POV ???:

Veo que finalmente esta iniciando.

Cuando la portadora de la envidia finalmente asimile la autoridad. No habrá poder en el mundo que pueda detenerla hasta que se unan nuevamente las siete.

Ya no existe ningún sabio que pueda dividir al mal primigenio, y pues si hablamos del santo de la espada...

No es más que un inútil lisiado.

Parece que ni siquiera debí molestarme en manipular a Vincent para que iniciara una guerra, el mismo Reinhard se esta cayendo a pedazos.

En fin, con esto solo quedaría nuestro famoso héroe. Aunque bueno, no será fácil deshacerme de él con la bruja merodeando.

Podría crear un caos usando a ese viejo dragón y separarlos, pero ummm, no sé cuantos bucles lleve eso.

En fin, todo caerá por su propio peso. La verdad me da algo de lastima, pero negocios son negocios. Vivo por mis propios intereses y objetivos, así que lo lamento Subaru, la verdad seria genial que pudiéramos cooperar juntos, pero soy muy codicioso y necesito llevarme el premio gordo solo, espero me disculpes.

POV NARRADOR

La oscuridad que se había apoderado poco a poco de Emilia, trataba con todas sus fuerzas, pero solo respirar le costaba, sin embargo; una chispa de claridad todavía brillaba con una intensidad deslumbrante: Subaru. Su imagen la mantenía en pie, un recordatorio de lo que amaba y lo que deseaba salvar.

A pesar de las estúpidas palabras de Pandora, a pesar de la humillación y las voces que parecían querer devorarla, un pequeño rincón de su corazón seguía aferrado a la esperanza.

Emilia: "Subaru", susurró en voz baja, la voz temblorosa

Emilia: "No pienso renunciar a ti. No importa lo que esa bruja diga, no importa que Satella este consumiéndome, no voy a perderte, te protegeré pase lo que pase, así que espérame, Subaru."

De repente, un fuerte estruendo resonó en el calabozo mientras una luz plateada comenzaba a rodear la figura de Emilia.

En ese instante, una sombra se deslizó silenciosamente por las paredes del calabozo. El aire a su alrededor cambió, volviéndose más cálido, o al menos eso fue lo que Emilia sintió.

Un susurro llegó a sus oídos, tan suave como la brisa, pero cargado de una presencia que no podría olvidar por mas que pasaran mil años.

"Emilia..."

La voz, suave pero cargada de una inquietante familiaridad, hizo que sus ojos se abrieran con brusquedad. Aquella presencia, aquel susurro... no podía ser.

Emilia: "Subaru... ¿eres tú?" La voz de Emilia tembló, incapaz de creer lo que escuchaba, incluso teniendo miedo de estar volviéndose loca por la desesperación.

Sin embargo, y a pesar de sus temores, su corazón latió con fuerza, como si cada palpitar fuera un grito de desesperación, de esperanza.

Subaru: "Estoy aquí", susurró una figura oscura, emergiendo de las sombras.

La silueta de Subaru finalmente se hizo visible. Pero no como ella esperaba.

Los ojos, normalmente tan brillantes y cálidos cuando la miraban, ahora se mostraban opacos, reflejando una tristeza que no correspondía con el hombre que ella amaba.

Emilia: "Subaru, ¿qué... qué te ha pasado?", preguntó Emilia, su voz llena de angustia, intentando incluso moverse a pesar del dolor en su cuerpo.

Sin embargo; él no respondió de inmediato. Un vacío doloroso llenó el espacio entre ellos, y la atmósfera se tensó. Emilia quería hablar con él, explicarle todo lo que había descubierto, intentar protegerlo. Pero Subaru se adelanto a ella.

Subaru: "Lo siento, Emilia", respondió Subaru inclinando la cabeza rápidamente, su tono vacilante, incluso temeroso dejo sorprendida a Emilia.

Subaru: "He escuchado de Beako todo lo que hicieron para traerme de vuelta. La pobre se disculpo de rodillas pidiéndome que la eliminara por ser un espíritu tan patético, incluso me dijo que ella no merecía a alguien tan maravilloso como contratista" Lo último lo dijo con mucho dolor al ver a su adorada espíritu tan quebrada, pero su consternación fue aún mayor al saber que fue su culpa por haberla orillado a eso.

Emilia quiso contradecirlo, ya no le quedaba mucho tiempo, debía calmar sus dudas y culpa... sin embargo; Subaru no la dejo.

Subaru: "Sé que no ha sido fácil para ninguna, y en mi infinito egoísmo les hice cargar con un peso que no merecían, jamás me puse a pensar que pasaría con ustedes luego de que fuera sellado. Simplemente asumí que seguirían su vida y tarde o temprano me olvidarían..."

Emila: "¡Subaru! ¡¿cómo pudiste pensar siquiera que yo podria...?!"

En ese momento Emilia perdió el foco, se olvido completamente de su batalla interna con la bruja, de lo que tenía que advertir, se sentía indignada, dolida porque el hombre que amaba pensara que ella podría olvidarlo así de fácil.

Subaru: "Déjame terminar, por favor Emilia.."

El pelinegro la interrumpió, se sentía un poco mal por hacerlo, pero si no continuaba ahora quizás no volvería a tener el suficiente valor para decir lo que se venia.

Subaru: " Sé que no importa cuanto tiempo pase, no podría expiar del todo este sufrimiento que les cause, por lo que, quisiera enmendarlo de alguna manera.... Quiero... hacer todo lo que esté en mis manos para que me perdones."

A pesar de la situación, aquellas palabras sinceras conmovieron el corazón de la semielfa, dándose cuenta que en el fondo, seguía siendo su tonto y amable caballero al que amaba más que a nada.

Emilia: "No tienes que hacer nada, Subaru..." susurro la semielfa, su corazón desbordándose de amor. "Solo... solo quiero ser tu esposa. Ser tuya. Estar contigo, como siempre soñamos." Sus palabras, aunque llenas de tristeza, eran sinceras. En ese momento, su único deseo era estar a su lado, sin más complicaciones, sin más guerras o brujas. Solo él y ella.

Pero lo que vino después, no fue ninguna confesión o beso apasionado como ella esperaba, sino, algo que la destrozó más que cualquier otra cosa.

Subaru: "Emilia..." Su voz se quebró un poco, y sus ojos se llenaron de una pena tan profunda que Emilia casi pudo sentirla en su propio pecho. "No puedo... No puedo ser el hombre que necesitas. No puedo ser tu esposo. Ya que yo... Yo amo a Pandora."

El mundo pareció desmoronarse a su alrededor. Las palabras de Subaru resonaban en la mente de Emilia como un eco lejano, como si no pudiera creer lo que estaba oyendo. El dolor en su pecho se transformó en una angustia insoportable. ¿Cómo era posible? Su mente no podía procesarlo. ¿Pandora? ¿Esa maldita bruja? ¡¿Por qué esa maldita nuevamente...?!

Emilia: "No..." Su voz era un susurro quebrado, la rabia y la tristeza llenaban sus venas. "No... ¡No puedes amar a esa mujer! ¡No después de todo lo que hizo, no después de que nos separó! ¡Tú... me lo prometiste Subaru! ¡Te lo juro, si dudas de mi amor, te lo puedo jurar en nombre de mis difuntos padres, yo solo quiero estar contigo, quiero permanecer a tu lado para siempre! No me importa nada más..."

Fue detenida al ver a su caballero inclinarse.

Subaru: "Realmente lo siento mucho Emilia. Sé todo el dolor que te he causado, que soy una basura por hacerte esto, pero aun así... No puedo evitar amarla por más que lo intente. No podría ponerte en palabras todo lo que ocurrió en ese sello.... pero....Pandora... Pandora es la única que ocupa mi corazón."

Con esa última frase finalmente su voluntad llego al límite, su cuerpo comenzó a temblar, sus pensamientos se nublaron, y fue entonces cuando la oscuridad, la que había estado acechando en su interior, se abalanzó sobre ella con una rapidez feroz.

"Finalmente... eres mía." una voz resonó dentro de Emilia, pero esto ya no importaba, ya no había nadie con la voluntad de seguir escuchándola.

Pronto su mente se fue hundiendo más, y la sensación de estar siendo absorbida por algo oscuro, frío y fangoso la envolvió por completo. Las emociones negativas de Satella, de su propio ser retorcido, tomaron el control, y el dolor se convirtió en algo secundario, ya nada le podría importar más.

Emilia: "Subaru... lo siento... lo siento tanto..." Un susurro de disculpa fue lo último que salió de sus labios, un lamento por no poder hacer más por el, por no haber sido suficiente para un hombre tan maravilloso como él. Por no haberlo salvado cuando más lo necesitaba...

La última imagen que vio antes de perderse completamente en la oscuridad fue la de Subaru, con su cara culpable y triste. Su amor por él nunca desaparecería, pero ya no estaba en sus manos salvarlo. Ya no quedaba nada de la Emilia que él había amado.

Notes:

Y FINNNN¡¡

Bueno, creo que esta vez si por un tiempo XD.

Podríamos decir que con este capítulo, doy fin a la temporada 1 de esta bonita serie.

La verdad quien diría que una fumada que tuve una noche llegaría tan lejos jaja.

Sé que lo he comentado antes, pero en unos días tendré bastantes cambios en mi vida, asi que creo no podre subir con regularidad.

Igualmente no es definitivo que lo dejare, simplemente me tomare un tiempo para iniciar la temporada 2, en lo que ordeno mi vida nuevamente jaja.

Aunque quien sabe por ahí suelto unos capítulos.

Por ahora no queda más que agradecerles y decirles que fue muy emocionante siempre leer sus comentarios. Me encanta que opinen o dejen sus teorías locas, eso me ayudaba mucho a crear los capítulos.

Bueno, dejándonos un poco de sentimentalismos XD, para no perder la costumbre, dejo la acostumbrada meta, en este caso de llegar a 1400 estrellas. Quien sabe, doy un pequeño adelanto a la siguiente temporada.

Sin más espero que haya sido de su agrado leer mi historia, y estaré leyéndolos por cualquier duda o consejo que gusten darme.

Nos leemos, cuídense mucho

Chapter 12: OVA 1: MIENTRAS ESTEMOS JUNTOS

Notes:

Hola gente como andan.

Acá yo devuelta después de un tiempo XD.

Bueno, lo prometido es deuda, y les traigo la primera ova de las que estaré lanzando como adicional de la primera temporada.

Esta en si, es algo especial, ya que se encuentra ubicada en un escenario del futuro de la temporada 2. Después de que se calmaran las cosas un poco cuando cierta bruja se descontrolo por su amorcito (referencia al final de la primera temporada)

Tómenlo como un día después de ese incidente (que ya se narrara en la 2da temporada, pero si va para bastante jaja)

En fin, sin mas los dejo con este adelanto.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV PANDORA:

Ya nada importaba. Ni esa semielfa engreída, ni la escorpión descarada que se exhibía sin pudor. Los celos, la rabia, todo se había desvanecido como un mal sueño. Porque lo sabía con una certeza ardiente: Subaru era mío. Más que nunca. Lo fue desde el instante en que me alzó en brazos, como si fuera su princesa, y me llevó directo a su habitación privada, sin que nada ni nadie pudiera interponerse.

Lo comprendí cuando sus labios se fundieron con los míos en un beso cargado de pasión. Me devoró con hambre, con una intensidad que ningún otro podría igualar. Desde ese primer contacto, supe que ya no había retorno.

Porque para mí, no existía nadie más. Ni aunque el tiempo se estirara a lo largo de milenios, yo seguiría siendo solo de Subaru, y Subaru, solo mío. Éramos dos almas entrelazadas, unidas por un destino que no podía ser quebrantado. Estábamos destinados a compartir la eternidad, y nada, ni el más oscuro de los males, podría separarnos.

De pronto solté un gemido, no pude evitarlo, puesto que Subaru ataco mi cuello, mordiéndolo y lamiéndolo, todo mientras con su mano empezaba a tocarme debajo de mi vestido.

Si hubiera sido la misma de antes de ser sellada, seguramente lo habría empujado con furia, incluso lo habría alejado de mí sin pensarlo dos veces. Aunque me doliera admitirlo, antes era... difícil, por decirlo de alguna manera.

Pero ya no era esa persona. Subaru me había transformado, y lo había hecho para bien. Ahora, cada vez que me tocaba, solo sentía placer y amor. Cada caricia, cada gesto suyo, era como un recordatorio de que me pertenecía, de que me marcaba como suya, y en lugar de resistirme, me entregaba por completo.

Una parte de mi instinto femenino, que creía dormida desde hacía tanto tiempo, despertó con una fuerza que nunca había imaginado. Anhelaba rendirme en sus manos, que él me tomara, que me hiciera suya, completamente. Quería ser su mujer, sin reservas, sin temores, entregarme a él con todo lo que era.

Un deseo egoísta surgió, impasible, hambrienta por saciarlo, y con la misma vehemencia que mi amado, le hizo un chupetón en el cuello. Lo escuche jadear y eso solo me exito aun mas.

Continué con mi gesto, disfrutando plenamente de tener a mi hombre de esa manera. A medida que mis labios se alejaban lentamente de su cuello, una profunda satisfacción me invadió al ver la marca roja que dejé atrás. Era suya, mi marca, una prueba inequívoca de que Subaru Natsuki me pertenecía, a mí, Pandora. No la Bruja de la Vanagloria, sino simplemente Pandora, o como él me llamaba con ternura, su "Dora-tan".

Realmente había llegado a adorar ese apodo. Era algo tan íntimo entre nosotros, como una firma silenciosa de nuestra unión, algo que solo nosotros compartíamos.

Porque, aunque no hubiéramos tenido una celebración formal, para mí, Subaru ya era mucho más que un esposo. Era mi todo, mi universo, y no lo cambiaría por nada, ni siquiera por el mundo mismo.

De pronto sentí otra mano traviesa, ya no en mi pecho, sino en mi zona baja. Mi esposo empezó a jugar con ella con sus dedos. Ah, como amaba ese lado travieso de el.

Poco a poco empecé a soltar gemidos mas fuertes, la estimulación y su boca asfixiándome de placer no me dejaba pensar claro. Estaba perdida en estas nuevas sensaciones, no sabia como demonios me había privado de esto por tantos años.

Pero una parte de mi mente respondió por sí sola: era porque antes no estaba él.

Solo él podía hacerme esto, elevarme al cielo con un simple toque, con un beso que transformaba todo mi ser.

De pronto sentí como algo venia, se aproximaba el clímax, mi Subaru me vio a los ojos con adoración y aumento la velocidad con sus dedos.

Jadee viendo sus hermosos ojos, cuanto lo amaba, era lo mas preciado que tenia.

Con jadeos cada vez mas fuertes, lo tome de las mejillas, y le di un beso caliente, lujurioso y sobretodo pasional. Uno que llego con mi tan ansiado clímax.

De pronto una gran corriente eléctrica me recorrió mientras mis jugos se volvían un desastre en la mano de Baru.

Subaru: "Realmente, eres bastante traviesa para ser una bruja que ha vivido tanto tiempo, Dora-tan."

Pandora: "¿Y a quién crees que le debo la culpa, tonto? Así que ven aquí y hazte responsable por dejar a tu amada esposa en este estado."

Con ese pequeño intercambio de palabras continuamos. Esa noche nos fundimos en uno solo, nos deleitamos de la libertad que nos dio esta segunda oportunidad al ser libres del sello. Y por primera vez desde que murieron mis padres, supe lo que era ser realmente amada.

A veces, Subaru podía ser algo torpe, pero era mi torpe, solo mío. No permitiría que nada le sucediera. Ya le había hecho demasiado daño en el pasado, durante la guerra. Mis deseos egoístas y mis ambiciones desmedidas lo habían lastimado profundamente, y había herido al hombre que más amaba. Jamás volvería a cometer ese error.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, el vio mi tristeza, así que tomo mi rostro y me sonrió. No era una sonrisa cualquiera, sino una tranquilizadora, una que me decía que sea cual sea el problema, todo estaría bien, que nada nunca nos vencería mientras estuviéramos juntos.

Una pequeña lágrima recorrió mi mejilla. Fue con esa sonrisa, esa maldita sonrisa, con la que él me había salvado. Cuando estaba al borde de la locura, él, a pesar de ser mi enemigo, me rescató de mí misma. Me mostró una nueva manera de ver la vida. Y, de manera irremediable, me terminé enamorando perdidamente de él.

A pesar de las lágrimas, una sonrisa se asomó en mi rostro. Lo miré a los ojos, tomé sus manos y las llevé a mi pecho, para que sintiera el ritmo de mis latidos.

Pandora: "Te amo."

Fue lo único que solté, algo que puede ser tan normal entre las parejas, pero que para nosotros era tan hermoso como un mismo cielo estrellado.

Con esas palabras, Subaru también sonrió. Uniendo sus labios a los míos en un beso suave, tierno, lleno de amor y serenidad. Un beso que, sobre todo, me hizo sentir como la mujer más feliz del mundo.

Ya no importaban los problemas ni lo que viniera luego, podía descontrolarse la misma Satella nuevamente y no podría importarme menos. En este momento era simplemente feliz estando abrazada junto a baru. Porque nada importaba mientras estemos juntos.

Notes:

Y FINN!!!

Buenos gente, ¿comentarios?¿quejas? ¿sugerencias? soy todo oídos aquí XD.

Estos especiales saldrán cada que pueda, disculpen si es algo corto, pero es todo lo que puedo hacer con el tiempo que tengo ahora jeje.

En fin, antes de irme, quisiera que ustedes eligieran cual será el siguiente especial. Les dejo acá algunas opciones para que voten.

1. ¿Qué paso con Reinhard? Todos los sucesos luego de ser sellado por Pandora y su posterior derrumbe mental durante la guerra imperial.

2. Punto de vista de Satella momentos antes de ser sellada

3. El enigma de quién estuvo tras bambalinas durante las grandes guerras que relate en mi historia.

4. Ruta alterna: King of witches

Voten por su favorito, estoy esperando sus comentarios

Sin mas, espero les haya gustado. A veces estaré lanzando anuncios de la historia en mi cuenta, así que pueden revisar mi tablero de anuncios para los que me siguen.

Eso es todo por ahora, así que , nos leemos pronto amigos. Un saludo.

Chapter 13: OVA 2: KING OF WITCHES

Notes:

Hola a todos gente.

Sé lo que dirán. ¿Otro capitulo tan rápido? ¿Y esta rosa? XD

Bueno dejando las bromas, acá les traigo la segundo OVA de mi fic. En este he incluido cierta escena algo...picante entre Subaru y Pandora. En la anterior no pude completarla del todo, así que lamento si no gusto, pero ahora les dejo esta como disculpa.

Obviamente habrá algunas referencias a cosas que pasaran en el futuro, pero creo da lo justo y necesario para hacerlo entretenido sin lanzar tanto spoiler.

Sin mas los dejo y espero les guste.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV NARRADOR:

En un palacio que resplandecía con la elegancia de una arquitectura moderna, el eco de unos pasos irrumpió en el silencio solemne de los pasillos.

Un hombre de aspecto desaliñado irrumpió corriendo, y se dirigió apresuradamente hacia una de las grandes puertas, no podía perder mas tiempo, cada minuto significaba a uno de los suyos agonizando en el frio invierno, tenia que hablar con el rey a como de lugar.

Apenas había cruzado el umbral cuando dos caballeros, firmes como estatuas de acero, lo interceptaron sin titubear.

Se escucharon suplicas, pero todas fueron tragadas por las paredes de aquel lugar.

Ambos caballeros llevaban un emblema distintivo grabado en sus armaduras: una estrella de siete puntas, símbolo que imponía el temor por igual desde la coronación del nuevo rey. Aquel símbolo solo había significado muerte y destrucción para los países vecinos

Uno de los caballeros, de cabellera rubia que se escapaba sutilmente bajo el yelmo, tenía unos ojos fieros que observaban al hombre con desconfianza. Mientras el otro, pelirrojo de mirada gélida y ojos azul intenso, parecía tan imperturbable como una estatua esculpida en hielo.

Ellos eran los caballeros reales, no dejarían entrar a ningún invitado innecesario ante su alteza. Quizás antaño les hubiera tocado el corazón ver al hombre suplicar, sobretodo al pelirrojo. Sin embargo, todo aquello fue enterrado en el pasado, luego de aquel suceso...luego de la segunda gran caída

Aquel suceso que remeció al mundo, donde la humanidad conoció la verdadera miseria, los niños que nacieron durante ese periodo solo conocieron de hambruna y sed. Las madres rogaban por la vida de sus hijos, pero nadie las escucho. Fue la segunda mayor catástrofe registrada en la historia humana.

Sin embargo, hablar de ello ahora no tenia importancia. Después de todo, su majestad se había encargado de salvarlos a todos. Le debían su lealtad, y él había indicado que nadie lo interrumpiera.

Sin embargo, cuando estaban por echar al hombre, escucharon una voz que los paralizo.

"Garfiel, Rein, déjenlo pasar, quiero escuchar lo que tiene que decir"

Inmediatamente, ambos caballeros levantaron sus armas, y poco a poco la gran puerta se empezó a abrir.

El hombre entro lentamente, la habitación estaba algo oscura, pero eso no duro mucho puesto que inmediatamente varias antorchas se iluminaron.

Solo entonces, el hombre pudo verlo. Sentado en el trono, estaba el rey.... Natsuki Subaru.

Con solo echarle una mirada, él lo supo, este tipo era realmente un monarca. Sentía la angustiosa necesidad de inclinarse con solo estar en su presencia.

Alcalde: "M-Mi rey, me disculpo por mi descortés intromisión, pero era algo muy urgente, le pido pueda escucharme"

Subaru: "Tranquilo, no debes temer, eres libre de hablar. Además, no seria un rey sabio si no escuchara a mi pueblo"

Aquellas palabras, tomaron por sorpresa al hombre, pero se recompuso y siguió hablando.

Alcalde: " Mi señor, hemos usado los métodos de cultivo que usted nos enseño. Gracias a su sabiduría, hemos podido generar suficiente alimento para el pueblo. Pero últimamente las plagas causadas por... la gran caída, han vuelto a aparecer. Por mas que intentamos no podemos eliminarlas, y gran parte de la cosecha de este mes se ha echado a perder"

De pronto el hombre se arrodillo y agacho la cabeza al suelo.

Alcalde: " Por favor, asumiré la responsabilidad con mi vida si es necesario, pero por favor ayúdenos. Sé que gran parte del ejercito es destinado a defender las fronteras de los restos de calamidades. Pero imploro, pueda ser misericordioso por los niños de mi pueblo, ellos no merecen este destino.."

Al terminar su discurso, un pequeño silencio inundo la sala. Subiendo el nerviosismo del alcalde por ello.

Sin embargo, este fue roto cuando escucho a alguien levantarse y avanzar hacia él.

Subaru: "Levántate, que no quiero que un buen hombre este arrodillado por pecados que no ha cometido. Se te llevara la ayuda necesaria, sal del palacio y llévate contigo a Reinhard, dile que es una orden mía, no regresará hasta haber acabado con la ultima de las plagas"

El alcalde lo miro incrédulo, pero rápidamente algunas lágrimas se le escaparon y se inclino aun mas profundamente agradeciendo la benevolencia del rey.

Unos minutos después, el hombre se marcho, dejando solo al rey en sus aposentos.

??: "Es raro verte siendo tan considerado, acaso mi esposo nuevamente a recuperado la bondad. Porque si es así, quisiera que fuera tan bondadoso de mimar a su querida esposa, que lo ha estado esperando con su lencería favorita por más de una hora"

Una voz sonó detrás del trono, en cierta manera divertida, y a la vez seductora.

Subaru: " Y cuando yo no he sido bondadoso con mi adorada Dora-tan. Si me lo dices, hare todo lo que este en mi poder para recompensar a mi sexy esposa"

El pelinegro también hablo juguetón, mientras se acercaba al trono, observando mas de cerca la figura que se escondía detrás. Revelándose así, como Pandora, antigua bruja de la vanagloria, y actualmente reina de Vollachia, y esposa principal del rey Subaru.

Pandora: "Bueno, últimamente te he visto muy cariñoso con Satella, más de lo que deberías con una simple concubina, así que como esposa, no puedo evitar preocuparme porque mi esposo prefiera a una loca toxica de fetiches dudosos en lugar de a su querida esposa"

La ahora reina de pelo platino junto su cuerpo al de su marido y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.

Subaru: "Vamos, no deberías ser tan mala, sé que últimamente tiene tendencias algo raras con el sadomasoquismo por culpa de Echidna, pero tampoco es para que lo exageres"

El rey intento defender a la bruja de la envidia, pero incluso el dudaba de sus palabras.

Pandora: " En serio consideras normal que te pida que la pises y maltrates con un jodido látigo antes de que la sometas como si fuera tu esclava. Realmente esa tipa es una maldita loca, no sé como la soportas, de no ser por sus poderes, realmente yo misma la habría eliminado"

Pandora alzo una ceja con molestia, realmente la irritaba que Satella compartiera, aunque fuera por unos míseros días a su esposo. Pero no tenia remedio volver a discutirlo, a pesar de que la odiara, era un activo importante contra las grandes calamidades, más aun después de las grandes perdidas que tuvieron durante la segunda gran caída.

De pronto ella salió de sus pensamientos cuando sintió unos labios acorralando a los suyos, siendo los de su querido esposo.

Fue un beso lujurioso e intenso, mismo que termino abruptamente dejando un rastro de saliva, todo mientras Subaru tomaba un brazo suyo y la acorralaba contra la pared.

Subaru: "Sabes, creo que podríamos discutir más cómodamente en nuestra alcoba mi reina. Así no habrá nadie que pueda detenernos mientras te explico a "detalle" todo nuestro plan y lo grabo detenidamente en lo profundo de tu mente"

Con esa sola frase Pandora dejo de pensar, y asintió teniendo una sonrisa de anticipación, ante todo ella era la esposa de su amado, y le encantaba cuando se ponía de esa forma. Ya de por si Subaru era mucho mas resistente luego de asimilar sus nuevos poderes, ahora que los había dominado, era alguien con una estamina casi infinita. Y amaba locamente eso de su esposo.

Antes no era fanática de los placeres carnales, pero es que Subaru simplemente la derretía en sus manos, entreno su cuerpo para amoldarse a sus gustos, y ella era esclava del placer que le brindaba.

Con una sonrisa lujuriosa ambos amantes fueron a su cuarto, donde solo se escucharon gemidos de placer.

Sus labios se unieron, se encontraron sus alientos, mezclándose con más y más fuerza. Sus lenguas se entrelazaron e interpretaron una enérgica danza ritual, alimentada por el deseo y la anticipación que habían acumulado desde el día en que se conocieron.

Cuando al fin se separaron sus labios, Pandora respiraba como si acabara de participar en una carrera de larga distancia. La sonriente reina agarró la hebilla de su cinturón, intentado desabrocharlo, y Subaru, al ver que no lograba descifrar el mecanismo, se deshizo él mismo del impedimento, aliviando así la presión que crecía bajo sus pantalones.

Pandora lo miro y no pudo evitar quedar hipnotizada, siempre quedaba incrédula cada vez que lo veía. Con una sonrisa, ella lo empujo a la cama para ponerse encima de él.

Subaru gruñó al recostarse sobre su espalda, sus dientes apretados en una mueca de dolor. Pandora le miró con preocupación, apartando de él el agradable calor de su torso desnudo. La reina se había deshecho de la parte superior de su vestido, dejando al descubierto sus pechos, la silueta de los cuales relucía con la luz de la luna.

Pandora:—¿Todavía sientes dolor? —dijo acariciando la piel alrededor de la herida.

Subaru agarró su cintura y tiró de ella, acercándola al alcance de un apasionado beso, una poderosa distracción que permitiría a la caballería asaltar su punto débil.

Subaru:—Eso nunca me ha detenido —dijo al separarse sus labios, y la reina exhaló un súbito gemido al notar sus dedos, que como valientes soldados habían conquistado el valle situado entre sus muslos.

Pandora fue levantada como una muñeca, colocándose a horcajadas sobre su amado. Con un caliente beso, unos dedos movieron la ropa interior de la reina, mientras finalmente se consumaba su pasión.

La reina se movía con el ímpetu de un animal salvaje, subiendo y bajando con la ayuda de Subaru, que con gusto prestaba sus manos para impulsar sus sedosas nalgas. Él gruñía, no de dolor, o al menos sólo en parte.

La fogosa ex bruja lo araño múltiples veces en la espalda debido al placer, todo mientras repetía innumerables veces el nombre de su rey, lo cual parecía volverlo aun mas salvaje, cosa que le encanto.

Su cuerpo a pesar de ser pequeño, era perfecto para Subaru, lo apretaba lo justo y su piel tersa era mejor que la de cualquier otra mujer con la que hubiera estado. Era realmente la mujer más hermosa de los confines del mundo, y era toda suya.

Subaru estaba embistiéndola frente a frente, podía verla jadear y gemir su nombre, sus uñas estaban completamente clavadas a su espalda, pero eso no le pudo importar menos.

Con un impulso, Subaru levanto la pierna de su esposa mientras hacia la penetraciones aun mas profundas, a lo cual recibió un chillido como respuesta, amaba estas reacciones de su amada. Tan poderosa y misteriosa por fuera, pero cuando se trataba de la intimidad, era totalmente sumisa a mis deseos, lo cual despertaba en él algo de sadismo.

Pandora: "Ah. más, por favor más fuerte Baru, atraviésame, lléname, hazme completamente tuya"

Pronto ambos llegarían al climax, así que sin poder evitarlo, Subaru tomo uno de sus pequeños senos y lo mordisqueo y chupo con fuerza, todo mientras ponía un dedo suyo en la boca de la reina. Esto la conmociono, teniendo algunos espasmos, pero contrario a lo que se pensaría. todo ello la exito aun mas, por lo que, mordiendo con fuerza su dedo, las paredes vaginales se apretaron sobre el miembro de Subaru con aún mas fuerza que antes, todo mientras Pandora lo miraba con ojos llorosos y suplicantes.

Los gemidos de Pandora dieron paso a intensos temblores de placer, los gruñidos de Subaru se convirtieron en rugidos, y cuando sus cuerpos al fin alcanzaron el clímax, Pandora cayó derrotada sobre él, apenas capaz de moverse, aún presa de las convulsiones que agitaban sus pechos sobre el rostro del monarca, quien no dudó en aprovechar la situación para llenarse de nuevo la boca. Sudorosos y jadeantes, permanecieron abrazados, besándose con las pocas energías que les restaban mientras Pandora recuperaba el control de su cuerpo y Subaru se reponía de lo sucedido.

Minutos después, habiendo vuelto la respiración de Pandora a la normalidad, Subaru, con una pícara sonrisa, deslizó su mano por el rostro de la reina, y colocó su pelo tras su oreja.

Subaru: —Si esto te ha gustado, espera a que me recupere del todo, y ya verás.

Pandora exhaló una encantadora risita y besó el cuello del pelinegro.

Pandora: —Lo sé mi amor, me encanta cada vez que soy tuya —dijo, y cerró los ojos con el rostro pegado a su pecho—. Tú cúrate rápido, yo solo quiero verte sano para que estés a mi lado.

Ambos se abrazaron recostados, pero esto no duro mucho al ser interrumpidos por una voz.

??: "Realmente lamento interrumpir su centésima luna de miel, pero tengo noticias importantes que notificarles. A menos claro, que quieran hagamos un trio mientras se las digo"

Unos pasos de tacones resonaron en la habitación, mientras una figura de cabellera albina se hacia presente.

Pandora: "Tsk, siempre llegas en malos momentos... Echidna"

La ahora nombrada como Echidna sonrió, ella amaba molestarlos bastante, aunque en el interior si se sentía algo molesta de perderse la acción. Últimamente había estado muy curiosa respecto a como su rey podía hacerle sentir un placer sin igual, realmente en estos últimos años, había descubierto facetas de si misma que no creía volverían.

La bruja de la avaricia miro a su rey, en su cara se mostro algo de preocupación al ver su herida. Nadie había salido ileso después de la segunda gran caída, y su amado no había sido la excepción.

Subaru: "Veo que sigues siendo una preocupona, no te pongas tan seria. Estoy siguiendo mi tratamiento al pie de la letra. Y en dado caso, tengo a la mismísima bruja de la avaricia, ama de todo el conocimiento del mundo a mi lado ¿no es así?"

El rey sonrió socarronamente a pesar del dolor, viendo a la albina quien solo suspiro para luego recuperar su sonrisa.

Echidna: "Veo que sigues siendo el mismo de siempre... y realmente agradezco eso."

La bruja de la avaricia y ahora consejera del rey se movió hasta su cama y se sentó a su costado, poniendo una mano sobre la pierna del pelinegro de manera algo sugerente.

Echidna: "Sin embargo; a pesar de tu optimismo, las noticias que traigo no son del todo buenas. Recuerdas que después de tu lucha contra Aldebaran, de alguna manera lograste liberarnos de la contaminación espiritual que significaban nuestras autoridades. A pesar de ello, todo el mal residual se compacto y formo lo que ahora llamamos calamidades"

Subaru: "Ya lo sé, no entiendo porque reiteras lo obvio"

Echidna: "Déjame terminar, Subaru, normalmente las calamidades no pueden morir. Por más que hallamos combatido contra ellas por años, estas siempre vuelven. Normalmente antes tardaban aunque sea unas semanas, pero en los últimos meses, ese margen se ha reducido a incluso días"

Ella se tomo una pausa viendo la cara seria de Subaru, él también estaba preocupado por eso. Se estaban quedando sin recursos rápidamente y esta parecía una guerra que no tenía fin.

Echidna: "Sin embargo, hace poco hemos hecho un hallazgo que nos ha dejado impactados. Las calamidades, que normalmente no tenían ningún signo de inteligencia. Parecen ahora seguir patrones de estrategia más avanzados. Ya no simplemente atacan de frente, se organizan mejor, queman nuestros almacenes de recursos. Es casi.... como si estuvieran evolucionando o alguien los controlara"

Esta noticia cayo como un balde de agua fría, ya de por si era difícil aguantar los asedios continuos de esas bestias. Pero decir que estaban evolucionando...

En ese momento recordó algo, palabras que creía solo eran una maldición de su enemigo antes de su derrota, pero que ahora parecían tomar otro significado.

"El despertara pronto para tomarlo todo. Yo no soy el villano final hermano, simplemente buscaba una manera de escapar antes de que llegara el fin. Cuando él llegue, ni siquiera el santo de la espada podrá ser suficiente, así que, vive bien mientras puedas...Subaru"

Esas fueron las ultimas palabras de Aldebaran antes de que lograran asesinarlo, a sus ojos, esto no podría ser coincidencia, tenía que hallar una manera de conseguir más respuestas.

En eso, sus ojos brillaron y una idea se le vino a la mente. Algo que realmente no quería hacer, que iba en cierta manera contra sus principios, pero dadas las circunstancias, no tenía opción.

Subaru: "Echidna, llama inmediatamente a Shaula y Beako. Partiremos mañana mismo a la Atalaya de Pleyades. Llego la hora de abrir el libro de los muertos de Aldebaran"

Las dos brujas que estaban a su lado abrieron sus ojos con incredulidad.

Echidna: "Subaru, eso es..."

Pandora: "Tienes idea del riesgo que corres al hacer eso, estúpido. No estas en las mejores condiciones, no sabemos con que fuerzas antiguas estuvo relacionado Aldebaran. Si de algún modo entras en sus recuerdos y pierdes la cordura...."

No pudo terminar cuando su esposo rápidamente unió sus labios a los suyos.

Pandora forcejeo, intentando no dejarse dominar, pero pasados los minutos no tuvo de otra y correspondió al beso mientras le salían algunas lágrimas.

Subaru: "Yo jamás caeré en eso, he pasado por el infierno en vida y tu lo sabes muy bien Dora. Nunca me rendiré, volveré pase lo que pase, ya que ahora tengo una esposa con la cual tengo que cumplir una promesa "

Dijo al separarse sus labios, mientras trazaba sus lágrimas con sus dedos. La reina simplemente asintió mientras pegaba su cara a su pecho.

Cuando finalmente se calmaron los ánimos, Subaru se separo de su esposa y se levanto de la cama. Tomo una capa de su armario, una que era necesaria para el desierto.

Iba a salir del lugar, pero antes de tomar el pomo, se detuvo y regreso a donde estaban las mujeres.

Con un rápido movimiento, tomo la cintura de la bruja de la avaricia, quien mostro sorpresa en sus ojos negros antes de que fuera besada en los labios por el rey. Echidna entrelazo su lengua junto a la del pelinegro, mientras jugaba con su cabello suavemente.

Cuando al fin se separaron sus labios, Echidna respiraba irregularmente, como si acabara de hacer el mayor esfuerzo de su vida. Pero su sonrisa demostraba lo mucho que le había agradado ese beso.

Subaru: "Eso es para que tú tampoco te preocupes"

Y así, con una Echidna algo roja y una Pandora mordiéndose el labio algo celosa, Subaru partió hacia la Atalaya de Pleyades. Donde iniciaría su larga travesía para proteger todo lo que había construido, sin saber como acabaría realmente la guerra que estaba por venir.

Notes:

Y bueno chicos, este es el pequeño corto de "King of witches", universo alterno del que tanto les estaba comentando.

Este es un universo únicamente formado por mi, que es una realidad alternativa a la de este fic.

Agradecería bastante me dejaran sus comentarios para poder mejorar, me pueden decir si les gusto, o en que puntos estaría bien ahondar. La verdad estoy agradecido por todos sus comentarios.

Como es fiel costumbre, para soltar la siguiente OVA (que seria la de Reinhard) , dejare la meta de llegar a las 1600 estrellas en total para este fic. Ya vamos por las 1400, lo cual agradezco mucho, así que espero puedan votar en esta y mi primera OVA.

Sin más me despido, y les mando un saludo a todos.

Chapter 14: TEMPORADA 2: PANDORA VS SATELLA

Notes:

Como están todos.

Espero que muy bien.

Antes que nada, quiero agradecer todos los comentarios y estrellas que me pedían por iniciar la segunda temporada de esta historia.

La verdad no pensaba traerla tan pronto, pero fue gratificante escuchar que este historia era disfrutada por muchos así que decidí adelantarlo.

Bueno, antes de comenzar quiero agradecer a Romeo_Zero por la intro de esta historia, me ayudo de base para el capítulo.

Sin más dilación los dejo con el capítulo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV NARRADOR:

Cuando Emilia bajó la mirada, Subaru se preocupó.

Se arrodilló (demasiado tarde), dándose cuenta de que tal vez había sido demasiado duro al rechazar a quien alguna vez fue su gran amor.

Subaru: —Emilia... ¿Estás bi—?

No pudo terminar. Emilia alzó el rostro, y el silencio llenó el calabozo.

"Emilia" le sonreía mientras lloraba, pero aquellas lágrimas no eran de tristeza. Sus ojos, antes amatista, brillaban ahora con un morado oscuro, abismal.

Las cadenas que la retenían se rompieron como si fueran cristal. No hubo frío como él esperaba... sino una miasma negra que emergió, densa, viva, cubriéndolos a ambos.

Subaru lo entendió: esa ya no era Emilia.

Se incorporó, dando un paso hacia él. Sus palabras, antes ingenuas, se transformaron en una confesión inhumana, profunda, desesperada... una mezcla de amor, devoción y lujuria que se derramaba con cada sílaba repetida.

Satella: —Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo... —susurraba con cada paso, como si recitara una verdad absoluta.

Subaru no podía moverse. El miedo lo paralizaba. Pero en lo más profundo de su alma, lo supo:

La mujer que lo trajo a este mundo.

La mujer que le otorgó un poder para sobrevivir.

La mujer que esperó por él siglos y siglos con una devoción eterna.

Sintió el suave, posesivo abrazo de "Emilia". La niebla se volvió más densa. Sintió su calor, sus curvas a través de aquellos trapos que no ocultaban nada, y sensaciones olvidadas resurgieron a pesar suyo. Su aliento era cálido, bajo, y se deslizó en su oído con una dulzura que congelaba el alma.

Satella: —Te he encontrado, encontrado... mi amado —susurró, mientras lo apretaba aún más contra su cuerpo y aspiraba su aroma como si fuera su más adictiva droga.

Después de ocho años de estar sellada, Satella, la Bruja de la Envidia —la entidad que destruyó medio mundo— había regresado.

Pero lejos de sentir agobio o miedo, lo que surgió fue un sentimiento inesperado: un profundo anhelo.

Y es que en lo más profundo de ambos, surgió una inequívoca verdad... ella fue la primera.

Su primer amor.

Su primera conexión.

La primera marca en el alma de Subaru, que ni Pandora ni el tiempo habían logrado borrar.

Porque era cierto, una verdad que trascendió más allá de sus otras vidas, una que fue sepultada en los confines más oscuros de dos mundos, y que a pesar de los interminables siglos de silencio no pudo ser negada.

Porque antes de ser Subaru, él fue Flugel.

Y antes de ser la Bruja de la Envidia, ella era simplemente Satella.

Una mujer común, como cualquier otra, que había conocido el sufrimiento, pero que aún podía admirar la belleza del mundo.

Una mujer que, aunque los siglos pasaran, nunca dejaría de amar a su querido esposo...

Satella: —Y esta vez, no dejare que te apartes de mi lado. —susurró al fin estando frente a frente, con la hermosa albina tomando su mejilla con una ternura que contrastaba con la oscuridad en sus ojos.

Subaru: —Yo... no entiendo, Satella... —dijo, apenas un murmullo, su voz quebrada por la confusión—. No sé qué quieres decir.

Satella lo miró, sus ojos brillaban con un morado profundo, casi negro. Era como si algo hubiera muerto dentro de su alma al escuchar esas palabras, como si cada palabra que saliera de la boca de Subaru Natsuki tuviera un poder especial sobre ella.

Ella avanzó lentamente, con pasos temerosos, como si tuviera miedo de lo que estaba por oír, anhelaba profundamente reconstruir cada recuerdo olvidado, pero sabia que apresurar las cosas solo llevaría al desastre.

Sin embargo; el peso de su ausencia había sido demasiado para ella, tanto que la había orillado a esto.

Satella: —"Flugel... mi amado Flugel," —susurró con un tono cargado de nostalgia y dolor, como si cada palabra fuera un eco de un pasado que aún la atormentaba—. "Ese fue el nombre con el que te conocí, el que marcó el inicio de todo... y el que, trágicamente, selló nuestro final."

Subaru se apartó ligeramente, su mente turbada. Las palabras de Satella resonaban dentro de él, y por un momento, algo en su pecho se estremeció. Flugel... aquel nombre resonó dentro de él... como un eco lejano en la oscuridad. Era como si hubiera sido parte de él, de su ser más profundo, algo que había estado perdido y enterrado.

¿Flugel?

Un escalofrío recorrió su espina dorsal, y su corazón empezó a latir con más fuerza. ¿Es este el nombre que me pertenece?

Subaru: —Satella... —dijo, entre jadeos, luchando por mantenerse en pie, por no ser arrastrado por la marea de emociones que comenzaba a golpearlo. La niebla oscura a su alrededor parecía volverse más densa. —¿Quién era Flugel?¿Que tiene que ver con mi llegada a este mundo? ¿Qué soy yo, realmente?

Satella se detuvo frente a él, mirando su rostro como si intentara leer cada fragmento de su alma. Sus dedos se deslizaron lentamente hacia su mejilla, una caricia suave, llena de una ternura posesiva.


Satella: —Eres mi todo, amado mío. —Su voz era un susurro roto, lleno de desesperación y amor eterno. —Tú fuiste mi esposo. El primero... mi primer amor. Tú fuiste mi única conexión verdadera, cuando todos los demás se alejaron de mi, cuando todos me consideraron un peligro para la vida, aun a pesar de eso... siempre permaneciste a mi lado.

Subaru cerró los ojos por un momento. Las palabras de Satella contenían tal anhelo que se le hacia difícil no dejarse envolver por aquel sentimiento, una verdad que parecía nacer desde lo más profundo de su ser.

El calor de su presencia lo envolvía, como si estuviera siendo arrastrado por una corriente imparable. Y aunque su mente luchaba por resistirse, aunque no lograba recordar, algo en su interior, en lo más oscuro y olvidado de su ser, lo reconocía, lo reclamaba.

Satella: —No intentes huir del pasado, amado mío —dijo Satella, con una voz baja pero implacable, como una sentencia grabada en piedra—. Aunque tú hayas olvidado... yo nunca lo hice.

Sus ojos lo atravesaban con una mezcla de dolor, devoción y locura.

Satella:—Puedes negarlo, puedes enterrarlo, puedes incluso aferrarte a otras... pero nada cambiará el hecho de que yo fui la primera. La única que te amó cuando nadie más lo hizo. Y por mucho que lo intentes... jamás dejaré de serlo.

Un fuego, cálido y oscuro, comenzó a arder dentro de Subaru, un deseo visceral que lo consumía, pero algo dentro de él se resistía a aceptar las palabras de Satella.

Había una verdad que no podía asimilar, una pieza que no encajaba, un sentimiento inquietante que lo distorsionaba.

Sin embargo; antes de que pudiera entender que era, un estallido de energía cortó el aire interrumpiendo el momento. El suelo tembló y grietas se formaron a su alrededor.

—¡¿Alguien me va a explicar qué demonios está pasando aquí?! —una voz resonó, penetrante, feroz.

Subaru giró la cabeza con un sobresalto, el corazón golpeándole el pecho. De entre la niebla, caminando con la gracia de lo inevitable, apareció una figura que conocía demasiado bien. Pandora.

La mujer que amaba había llegado. Y durante un breve instante, su pecho se alivió, creyendo que todo terminaría, que ella lo rescataría como tantas veces antes.

Pero el alivio murió en cuanto sus ojos se cruzaron con los de ella.

Los helados ojos azules de la Bruja de la Vanagloria lo atravesaron con una intensidad inhumana. Y al ver cómo lo observaban a él y a Satella —demasiado cerca, demasiado íntimos—, una sensación escalofriante lo invadió. No era culpa. Era miedo.

Pandora: —¿Así que esto es lo que haces cuando no estoy? —susurró Pandora, con una sonrisa tan dulce como venenosa, una mueca delicada y cruel que le recordaba a la Pandora de antaño.

Subaru abrió la boca para hablar, para explicar el malentendido, pero las palabras se ahogaron en su garganta.

No tenía una excusa válida.
Ni siquiera él entendía por qué no se había apartado antes...
O por qué, incluso ahora, no podía soltarla.

Satella seguía tan cerca. Demasiado cerca.

El aire se volvió denso. Un leve temblor recorrió el suelo. La autoridad de Pandora comenzaba a manifestarse.

Pandora: —Satella, en ningún momento pusiste un solo dedo sobre mi marido en esta sala.—dijo, con una voz que no dejaba lugar a discusiones imponiendo su autoridad.

Satella parpadeó, desconcertada por un instante... pero antes de que pudiera decir o hacer algo, una fuerza invisible la envolvió. Su cuerpo fue arrancado del lado de Subaru y lanzado suavemente, pero con autoridad implacable, a tres metros de distancia, como si el propio espacio hubiera decidido corregir una violación imperdonable.

Tras aquella silenciosa pero imponente demostración de poder, Pandora avanzó con lentitud. Cada paso que daba estaba cargado de una furia contenida, hirviente, como lava bajo una fina capa de hielo. Sus ojos no se apartaban de Satella, brillando con un desprecio tan antiguo como el odio mismo.

Subaru dio un paso adelante, movido por un impulso reflejo, como si su cuerpo intentara proteger a Satella antes de que su mente pudiera detenerlo... pero entonces la vio. Vio el rostro de Pandora.


Solo entonces supo que estaba realmente jodido.

Pandora avanzaba hacia él con una calma antinatural, cada paso tan suave y silencioso que parecía deslizarse sobre el suelo en lugar de caminar. Su sonrisa seguía allí, intacta, pero sus ojos... sus ojos eran dos cuchillas de hielo.

Pandora: —Subaru —murmuró Pandora, deteniéndose a escasos centímetros de él—. ¿Me dirás por qué dejaste que te acariciara el rostro? ¿Fue un accidente...? ¿Un simple malentendido de mi parte? —Su voz se volvió más baja, más punzante—. ¿O acaso... fue porque algo en ti despertó cuando te tocó?

Cada palabra salía de sus labios con una suavidad que no encajaba con el temblor que ahora recorría el cuerpo del chico. Él intentó sostener su mirada, pero le resultaba casi imposible.

Subaru: —Yo... simplemente...no lo sé —balbuceó, sabiendo lo inútil que sonaban sus propias palabras.

Pandora ladeó la cabeza con lentitud, como un depredador curioso. Lo observaba en silencio, no con furia, sino con esa calma cruel que precede al juicio final. Era como si pudiera ver cada rincón de su alma. Y quizás podía.

Pandora: —No lo sabes... —repitió, casi con ternura, como si saboreara el eco de sus palabras—. Eso duele más que si me hubieras dicho que sí.

Subaru apretó los puños, impotente. Su voz estaba atrapada en su garganta, ahogada por la culpa y la confusión.

—¿No te basta con mi amor, Subaru? —susurró Pandora, y por primera vez, la voz que había sido siempre firme y segura comenzó a quebrarse, dejando escapar un hilo de tristeza que parecía pesar siglos— He estado a tu lado por milenios, atrapados en ese maldito sello. Luché por mantenernos cuerdos cuando todo dentro de nosotros gritaba por rendirse. Me aferré a ti cuando todo lo demás se desmoronaba.

Pandora avanzo y enfoco sus ojos en él, buscando con sus ojos azules, anhelando encontrar algo en el profundo negro de los ojos de su amado.

Anhelaba encontrar una chispa.
Un reflejo.
Una promesa no rota.

Pandora: —Te hablé cuando el silencio quería devorarnos. Te abracé cuando sentías que no existías. Te amé incluso cuando ya no recordabas quién eras... porque eras mi Subaru. Lo único que me quedaba.

Avanzó un paso, apenas un suspiro de movimiento.

Pandora: —Te di todo. Todo lo que soy, todo lo que me hacía... yo. Lo entregué con una fe ciega, creyendo —deseando— que fuera suficiente para ti. Pero ahora...me pregunto si alguna vez realmente lo fue.

Un escalofrío recorrió la espalda de Subaru. Lo sintió, la conexión que compartían lo arrastraba con fuerza: una tristeza tan profunda que parecía consumirla, la sensación de ser reemplazada por quien más odiaba y, al mismo tiempo, una furia tan visceral que casi podía palparse en el aire.

Subaru: —Pandora, sabes que eso no es verdad. Yo...

Pandora: —No tienes que poner excusas. No importa lo que me digas, sentí la confusión en tu corazón al ver a Satella. Y aunque de verdad me consume la ira, no tengo ninguna maldita intención de entregarte así, tan fácilmente, a esta... perra.

Su tono cambió, pero no fue un estallido, sino un ajuste sutil, como si de alguna forma aún intentara retener algo de la calma que había perdido. Pandora avanzó un paso, su mirada volviendo a afilarse, como una espada que se prepara para el golpe final.

Pandora: —Pero no te preocupes. Cuando estemos a solas, te mostraré de una vez por todas quién es tu verdadera mujer, "cariño".

Subaru se quedó completamente perplejo. Justo hace un momento, pensaba que su corazón iba a estallar de tristeza, abrumada por la culpa y la confusión, y ahora la veía frente a él, tan intensa, tan enérgica. La transición de emociones era tan abrumadora que le costaba seguirle el ritmo.

Pandora: —Veo tu confusión, pero tampoco creas que te has salvado, realmente me dolió que dudaras al ver a esta bruja, pero sabes, aunque ella pudiera usar cualquier truco para engatusarte, al final de cuentas ella no estuvo contigo cuando estuviste encerrado, no se encargo de cuidarte cuando lloraste dentro de aquel sello, no te beso cuando estuviste tenso por no saber que te sucedería, y por supuesto, no sabe lo que es ser la única mujer a la que hiciste tuya ni tampoco sintió todo tu ser envolviéndola mientras llegabas al clímax dentro de ella. —

Lo último lo dijo con una sonrisa ladeada, cargada de cinismo y superioridad. Una sonrisa que no buscaba provocar... sino herir. Y lo logró.

Satella la miró fijamente, y sus ojos se oscurecieron con una furia latente, tan densa que parecía amenazar con devorar la habitación entera.

Satella: —Maldita... maldita... maldita —escupió Satella, la voz temblorosa por la rabia contenida—. Eres una víbora, Pandora. Siempre entrometiéndote, siempre envenenando lo que es mío, lo que amo. Nunca pudiste dejar atrás ese rencor podrido que me tienes... ¿es que acaso te sientes tan inferior a mí?

Dio un paso al frente, iba a devolverle cada palabra, cada herida disfrazada de sonrisa. Y lo haría donde más dolía. Satella sabía exactamente dónde golpear...

Satella: —Si es así, podrías al menos dejar de esconderte detrás de esa imagen de muñeca perfecta. Esa cara fría, ese cuerpo... tan falso. Tan repulsivo. Apuesto a que Subaru jamás se siente verdaderamente satisfecho contigo. Debe ser agotador para él fingir que alguien tan insulsa puede llenarlo...

La bruja de la envidia afirmo, mientras ponía su manos sobre su busto y miraba con condescendencia el pecho de Pandora.

Pandora: —Satella... —susurro la peliplatino, su tono bajo pero cargado de veneno—Tienes 2 segundos para retractarte, o yo misma te hare ver como mi esposo me hace el amor aquí mismo, le he entregado todo y él no necesita de rameras lujuriosas como tú, cada parte de mi cuerpo es suyo, desde mis senos, mis partes intimas, mi trasero, joder incluso mis pies, he cumplido cada una de sus malditas fantasías, así que no dejare que una vaca con más ubres que cerebro venga a criticar el como complazco a mi esposo—

Satella se quedo con la boca abierta por la impresión, Subaru.... también tenía esos fetiches?...

De pronto se imagino a ella misma amarrada, siendo azotada por el pelinegro mientras este la tomaba del cuello.

Satella: —Me pregunto, si también tendrás esos gustos ... — susurro para si misma la peliplateda con la respiración algo agitada.

La semielfa miro con un sonrojo a su amado, mientras este la miro con algo de miedo por ver un hilo de saliva saliendo de su boca.

Esto provoco que una vena de furia se formara en pandora, mientras con unas palabras ataco a la bruja de la envidia que seguía en su ensoñación.

Pandora: —La gravedad de Satella se multiplica diez veces—

De repente, Satella cayó de rodillas, el cuerpo temblándole levemente mientras luchaba por no desplomarse por completo.

Entonces lo sintió, algo presionando sobre su cabeza con desprecio, por lo que, al levantar la vista, sus ojos se encontraron con la figura de Pandora... y su pie, colocado con una deliberada crueldad sobre su cabello plateado. Todo para el deleite de la ojiazul, la cual la miraba con asco.

Pandora: —No creas que me contendré porque no hayas recuperado todos tus poderes Satella, estoy más que lista para encargarme todas las gatas rompehogares que decidan mirar con lujuria a mi esposo—

Se escucho un gruñido proveniente de la bruja de la envidia, todo mientras Pandora suspiraba satisfecha.

Pandora: —Ahora, quiero escucharte decir: "Pandora-sama, dejare de seducir a su querido esposo con mi celulítico cuerpo, así que por favor perdóneme", oh, y también cuando termines puedes besarme el pie, eso te enseñara un poco de como están aquí las jerarquías perra—

Pandora la vio desafiante, claramente intentando provocarla, pero al no recibir respuesta, esto solo la termino por molestar.

Pandora:—¿Así que ahora eres muda? o que , Daphne te comió la lengua acaso? créeme, si no me contestas, pateare tu enorme trasero hasta los confines de la gran cascada para que duermas por miles de años más.

Satella la miró con desdén, pero su voluntad nunca vaciló.

Justo cuando Pandora estaba a punto de hacer su movimiento, un estruendo sacudió el lugar, como si la propia realidad se hubiera resquebrajado por un instante. Ambos se detuvieron, alertas.

En un parpadeo, la habitación se vio envuelta por un miasma denso y oscuro, tan negro como la noche más profunda.

De pronto escucharon una risa, y Pandora fue mandada a volar estrellándose contra la pared.

En ese momento Subaru pudo ver como Satella se levantaba como si nada, mientras un velo negro la cubría poco a poco.

De repente, llego una voz que grito fuertemente, era una pequeña rubia que había entrado a la habitación junto con una castaña.

Beatrice: —Subaru, algo terrible paso, el sello, el sello fue....—

Beatriz fue interrumpida cuando una estrepitosa carcajada salió de la peliplateada, la cual ahora parecía mas desquiciada que nunca.

Subaru lo sintió antes de entenderlo.

Esa no era Satella.
No era Emilia.

La que había sido liberada del sello... era ella.
La verdadera Envy.

—Amado... ¡A-MA-DO MÍO! —gimió con una voz que cambiaba de tono con cada palabra, como si varias almas hablaran a la vez—. ¡Te encontré, te encontré, TE ENCONTRÉ!

Su cuerpo temblaba con una mezcla de locura y deseo inhumano, como si todo su ser ardiera en una fiebre de obsesión.

—Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, TE AMO, TE AMOOOO —gritaba mientras reía, lloraba y jadeaba al mismo tiempo—. ¡Te amo tanto que me duele, tanto que quema, tanto que si no eres mío me rompo, ME DESHAGO, ME MUERO!

Y entonces, clavando sus ojos violeta como un pozo sin fondo sobre Subaru, chilló con una voz que parecía venir del mismo núcleo del infierno.

—¡Y NUNCA MÁS ESCAPARÁS DE MÍÍÍÍÍÍÍÍ!

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(Tiempo agregado: Mini historia)

Mientras tanto con Shaula y Beatriz minutos antes:

Beatriz tenia un mal presentimiento.

De por si había sido mala idea dejar a Pandora sola bajo la supervisión de Shaula cuando su contratista fue a visitar a Emilia.

Más aun con lo boca suelta que era la castaña...

Cuando fue a comprobar a la habitación en la que se supone debían estar, encontró la habitación en perfecto estado...solo con el pequeño detalle de que había una castaña durmiendo alegremente mientras repetía el nombre de su contratista entre respiraciones.

— Maestro, ya debemos recoger a Antares de la escuela, no deberíamos hacer travesuras en la cocina.... jejeje, pero si tu me lo pides así, no tengo más remedio que complacer a mi querido esposo jejejejeje—

Beatriz miro con una cara de asco mientras baba salía de la boca de la castaña que empezaba con sus lujuriosas fantasías.

— Por qué el contratista de Betty solo atrae locas y ninfómanas, supongo—

Con un suspiro, una resignada Beatriz pateo a una somnolienta Shaula, sacándole lo caliente a golpes, todo mientras la castaña se quejaba como una niña por haberla interrumpido en el mejor momento de su vida....

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Notes:

Y Finnnn!!

Ahora si se ha liberado la verdadera calamidad, finalmente envy entra a escena, y viendo que se enfrentaran las 2 brujas mas poderosas, pasara una de dos, o una batalla en bucle infinita, o que una de ellas sea tomada con la guardia baja y neutralizada, a menos que un factor externo intervenga...

Bueno, como verán, añadí un pequeño corto de comedia entre Shaula y Beatrice para no dejarlas fuera del cap, espero haya quedado bien.

Como dato curioso, iba a añadir la historia de reinhard aquí como mini arco, ya que lo tengo su mayoría escrito, pero vi que desentonaba con la temática del cap, así que lo retire. Acá voten si quieren que publique su historia.

Sin más que decir, espero que el cap haya sido de su agrado, dejo igual abierto este espacio para sus comentarios y sugerencias.

Antes de irme, dejo la habitual meta, en este caso ya vamos 1600 estrellas (joder, me acuerdo cuando apenas iba 60, que rápido ha crecido esto XD), así que dejare la meta de llegar a 1800 para el siguiente capítulo.

Ahora si me despido, un saludo a todos, nos leemos.

Chapter 15: OVA 3: ¿Y que paso con Reinhard?

Notes:

Buenas gente.

Aquí reportándome luego de un buen tiempo.

Primero que nada quiero agradecerles a todos, llegamos a 2000 estrellas joder!!!

Quien diría que esta pequeña historia daría para tanto jaja, pero realmente estoy muy agradecido con ustedes, todo esto es por su constante apoyo.

Ahora si, hablando de la historia, hare una pequeña introducción a un nuevo personaje que será importante más adelante en la obra, así que espero les guste. Todo esta relacionado con el pasado de Reinhard, así que para los que lo pedían, aquí les traigo la OVA.

La verdad quiero darle más complejidad al personaje, y creo esto sera un buen punto de partida para desarrollarlo y que no sea tanto un robot, como a mi parecer es en la obra original

Sin más, no los interrumpo y espero lean la historia.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

POV REINHARD

Tras haber sido sellado y encadenado, solo pude observar en silencio.

Pandora recitó unas palabras en un lenguaje tan antiguo que ni sus bendiciones fueron suficientes para comprenderlas.

Sin embargo, aquella sonrisa arrogante y despectiva que le dedicó le dejó claro lo inevitable: lo que tanto había temido había ocurrido. Había fallado. Había sucumbido ante la bruja. Y con su caída, el Imperio de Lugunica también se desplomaba irremediablemente.

Poco a poco, una masa negra lo fue envolviendo, rodeando todo su cuerpo, que ahora se sentía débil y vulnerable, ya no quedaba nada del todopoderoso santo de la espada en el que todos habían depositado sus esperanzas.

Lo ultimo que vio, fue esa siniestra sonrisa mientras escuchaba a su mejor amigo gritar su nombre desesperadamente.

Finalmente todo se puso oscuro, sintió como poco a poco perdía sus sentidos, primero la vista, luego el olfato y oído, para por ultimo perder el gusto y tacto, era como si hubiera perdido todo contacto con el mundo mismo... y en medio de aquel vacío , por su mente solo hubo una palabra para describir lo que estaba viviendo. Un infierno, un maldito y jodido infierno.

Era verdaderamente lamentable, un santo de la espada, un verdadero héroe no hubiera caído de esa forma.

Era un fracaso, no podía pensar en otra palabra que pudiera definirlo mejor, ahora que estaba privado de cualquier interacción externa, mi propia culpa y remordimientos empezaron a devorar mi mente, como si siempre hubieran estado listos, esperando la oportunidad para ello.

Fueron horas, o quizás días los que fue atormentado con pensamientos oscuros, algunos incluso siendo vividos recuerdos de mi propia experiencia durante esta guerra.

Porque a diferencia de Subaru, yo no era alguien perfecto, yo no podía salvarlos a todos, y cuando llego el momento de elegir....

De pronto, y como si fuera parte de una pesadilla el oscuro vacío desapareció, ya no estaba inmóvil dentro de aquel lugar, mis sentidos habían vuelto y para mi desgracia, aquella escena también.

Torrentes de ataques se escucharon a la distancia, el olor a piel quemándose, el color de los ríos distorsionándose a un rojo carmesí con la sangre de personas inocentes.

Vi cosas horribles en aquel maldito lugar...

Finalmente, empecé a correr. Corrí con todas mis fuerzas, sabiendo que debía llegar antes que ellos. Antes de que lo hicieran. Antes de que aquella maldita escena se repitiera.

Pero mis suplicas e intentos desesperados fueron en vano, como todo en mi vida, fracase miserablemente otra vez, y solo pude observar a mi abuelo siendo desmembrado por la fuerza monstruosa de los arzobispos mientras sus estruendos de dolor atravesaban mis oídos como agujas punzantes.

Sin embargo, aquella escena no terminó ahí. Como un espectáculo dantesco, una horda de figuras encapuchadas emergió de la habitación por la que mi abuelo dio su vida por proteger.

Y fue entonces, en ese instante, cuando lo vi...

La cabeza de mi madre siendo llevada como trofeo por los malditos del culto de la bruja.

En ese momento, grité. Rugí con una furia y odio tan profundos que mi voz sacudió el aire, haciendo que el suelo temblara frenéticamente, como si el mundo mismo respondiera al dolor que me devoraba.

Ya no me importaba nada.

Ni el reino ardiendo en llamas.

Ni los arzobispos, con los ojos desbordando júbilo, riendo a carcajadas de mi caída.

Ni tampoco la maldita responsabilidad de ser un Santo de la Espada.

Todo eso podía irse al diablo. En ese momento, solo tenía una cosa en mente: cortar la cabeza del maldito que había arrastrado la desgracia a mi familia.

Con un grito fúrico, y mis ojos enrojecidos por el odio, me lancé a una lucha suicida contra todos los arzobispos reunidos, ansioso por arder junto a ellos en una última batalla.

Sin embargo, no sabia que aún entonces... el destino me depararía el peor de los finales.

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POV NARRADOR:

Aquellos nuevos arzobispos, modificados genéticamente por Capella, estaban en una liga completamente distinta a los originales. Especialmente el nuevo arzobispo de la Codicia, que ya no cargaba con la debilidad de sus esposas, a quienes antes podía sacrificar para frenar su invencibilidad.

Esta vez, no tenía forma de conocer su punto débil, y ese fue el factor decisivo en su caída.

En cuestión de momentos, fue capturado por las cadenas de Ira y brutalmente golpeado por los arzobispos de la Gula y la Avaricia. Intentó romper las cadenas con furia, pero poco pudo hacer antes de que una gigantesca cola de dragón lo impactara, rompiéndome varios huesos en el proceso.

El Gran Santo de la Espada se incorporó con esfuerzo. Sus músculos temblaban, su aliento era pesado. Pero antes de poder reaccionar, un proyectil de tierra impactó en su pierna, haciéndola estallar en una tormenta de sangre y hueso, cortesía del arzobispo de la avaricia.

Elevó la mirada, y una oleada de furia lo atravesó al ver al nuevo Arzobispo. A diferencia de su arrogante predecesor, este no mostraba el más mínimo vestigio de emoción. Su rostro era una máscara impasible, tan fría y calculadora como el acero. No había arrogancia, ni burla, ni siquiera odio en sus ojos, solo una calma inquietante, un vacío absoluto. Era el resultado final de los experimentos del Culto de la Bruja... un ser nacido de la ciencia y la oscuridad.

Su nombre resonó en su mente como una sentencia: Legio Borias.

No había antecedentes antes de su nombre antes de la guerra, algunos rumores decían que venia de Kararagi, otros que era un antiguo comerciante que cayo en desgracia por su propia codicia.

Pero, fuera cual fuera la verdad, lo que ahora se encontraba frente al Gran Santo de la Espada era una aberración. Un ser que, sin duda, había vendido su alma al Culto de la Bruja. Y para él, ese solo hecho era pecado suficiente para que se hiciera justicia, sin importar la historia que hubiera quedado atrás.

Con una exhalación, su pierna poco a poco fue regenerada y con ello se incorporo lentamente, su mirada fija en los malignos arzobispos que lo observaban, algunos con burla, y otros con desidia.

Sin embargo; en ese momento, el suelo tembló, el cielo mismo se cripso, dejando caer algunos rayos, todo el entorno se sintió pesado, y en medio de todo una espada fue desenvainada, la más poderosa de las 10 espadas del poder, la espada del dragón.

El pelirrojo miro su espada, un sentimiento de odio absoluto burbujeo en su interior al pensar que aquella reliquia hubiera considerado dignos a estos monstruos, pero no era tiempo para moralismos, debía y quería eliminar a cada uno de ellos.

Así que con un rugido, empezó la verdadera pelea, una que marco un antes y después en el transcurso de la guerra santa.


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La batalla fue feroz, varias veces su cuerpo fue acribillado y regenerado en segundos, muchas veces apuñalo y fue apuñalado.

Fue una incansable oda a la sangre y muerte, en la que finalmente pudo acabar con la mayoría de los arzobispos.

En el suelo, los restos de gula e ira se podían apreciar. Ya no eran siquiera reconocibles, simplemente parecían meros trozos de carne esparcidos por los suelos.

En medio de todo ello, una figura todavía se alzaba de pie, imponente, impoluta, como si nada pudiera afectarlo, y es que realmente así era.

Legio Borias no tenia ni una mota de polvo en su blanca vestimenta, su aura seguía siendo indiferente, pero se podía ver cierto fastidio en su mirada. No por nada fue hace pocos segundos mandado al otro lado del país de un espadazo, que de no ser porque se propulso como proyectil luego de tomar impulso en una montaña, hubiera tardado aun mas en volver al campo de batalla.

Aquella figura que había aprendido a odiar, por más que me dijera que era una maldita alucinación, que no era real , que era imposible, incluso en un mundo de infinitas posibilidades, que aquella persona fuera capaz de eso.

Porque cuando Reinhard creía estar un paso delante, él ya le llevaba 3 de ventaja...

Y en medio del climax de la batalla, cuando creía que ya nada podría empeorar, ella apareció.

Por segunda vez en su vida sintió odio, cuando la vio en medio de todo, con la cabeza de su madre en una pica, y una copa de vino en la otra mano.

Acompañando a su arzobispo más fuerte, no estaba otra que la mujer mas despreciable de todas, Pandora, la bruja de la vanagloria, caminando tranquilamente, mientras este se inclinaba ante su presencia.

Con una rabia que le hacia tener los ojos inyectados en sangre, Reinhard observo como Pandora tomo de los cabellos la cabeza de su madre, sacándola de la pica, y viéndolo con satisfacción y morbo mientras le dirigió unas asquerosas palabras.

Pandora: " Es curioso santo de la espada, tanto tiempo buscando una manera de vencerte, una manera de destruir tu cuerpo inmortal, pero lo irónico es que para destruirlo no tenia que infringirte ningún golpe o herida, no.... simplemente debía matar tu alma"

Con eso, ella simplemente movió sus labios y la cabeza de su madre apareció al frente suyo, flotando, todo en un espectáculo tan dantesco, del cual él era el protagonista.

Impactado por lo que veía, solo se quedo quieto, mientras veía a la cabeza de su amada madre abrir sus ojos, mientras sus labios ensangrentados se movían.

" Te amo tanto, mi pequeño Reinhard"

Reaccionando a esas palabras, Reinhard con las manos temblorosas intento tomar sus mejillas, sentir su calor... pero todo fue en vano, puesto que, estando a punto de rozar su piel, la cabeza explotó en un charco de vísceras y sangre, que dejaron al santo con una expresión horrorizada mientras veía en su ropa lo que quedaba del cuerpo de su madre.

En medio de aquella macabra escena, él no dijo nada, no escucho nada, ni los insultos de los arzobispos, ni tampoco las risas de la bruja, para él no existía nada ahora, mas que odio, un burbujeante odio contra todos, contra el mundo, contra esa maldita bruja, contra el maldito que tenia la sangre de su familia en sus manos.

Así que, soltando el grito mas desgarrador que hubieran escuchado, Reinhard saco su espada y ataco directamente a la bruja.

Su ataque fue certero, sintió la carne siendo atravesada, todo mientras giraba su empuñadura para causar mas dolor a la victima.

Pero en ese momento se le helaría la sangre al escuchar una voz.

"R-Reinhard... ¿p-por que?"

Atravesada por su espada, no estaba la bruja de la vanagloria, ni ningún arzobispo.

Lo que se alzaba ante él era la figura de su ama, la joven a quien había servido durante todos esos años, la que lo había acompañado en su travesía y consolado en sus pérdidas. Pero, sobre todo... la mujer que amaba. La verdadera. Y en sus ojos brillaba la mirada de traición.

Porque sí, Reinhard solo había amado a una mujer en toda su vida: aquella alegre niña que rescató de los barrios bajos, la que, a pesar de su actitud áspera, había logrado derribar el muro invisible que él mismo había construido alrededor de su monstruosa existencia.

Inmediatamente, el santo soltó su espada, las manos temblando incontrolablemente, mientras detrás de él, la risa de la bruja resonaba en el aire.

Pandora: "JAJAJAJAJAJAJA, ¿en serio creíste que me conformaría con solo dejarte verla morir? No soy tan aburrida, Santo de la Espada. Quería un espectáculo mucho más dramático. Y mi querido arzobispo aquí presente tuvo la brillante idea de engañarte para que fueras tú mismo quien hiciera todo el trabajo. Mira a tu alrededor, Santo de la Espada. ¿De verdad crees que esas personas son parte del culto?"

El pelirrojo giró rápidamente, sus ojos recorriendo aterrorizado el escenario, y en un instante, el horror lo invadió por completo. No pudo soportarlo. Vomitó, incapaz de procesar lo que sus ojos le mostraban.

En el suelo de aquel lugar, ensangrentados y sin vida, estaban los cadáveres de sus amigos y familia. Su padre con un agujero en el pecho, su abuelo con ambos brazos amputados mientras tenia una herida que lo atravesaba en la frente. Su amigo Julius, con la cabeza volteada, ahogado en su propia sangre.... Todos los arzobispos a los que había creído derrotar, todos ellos eran...

En medio de aquel escenario dantesco, Reinhard se sujeto la cabeza, arrodillado, y no pudo hacer más que gritar del horror, todo mientras la risa de Pandora sonaba en su mente con tono delirante que lo inducia a la locura.

Pero de pronto..

Todo se silencio, no hubo ruido ni llanto, no hubo sangre ni muerte...

Ahora, arrodillado, vio como una figura de cabello rubio se agachaba frente a sus ojos.

"Rein, ¿qué te pasa? Colapsaste de la nada, ¿o es que acaso al fin conseguiste una bendición para convertirte en la reina del drama?"

El pelirrojo levantó la mirada y se encontró con los ojos rojos de la mujer que tanto amaba.

Incredulidad.

Miedo.

Angustia.

Todas esas emociones lo atravesaron, mientras el Santo de la Espada comprendía la horrible verdad: había regresado al inicio de ese día.

Solo entonces lo supo, Pandora no solo lo trajo para recordar.

Lo había traído para forzarlo a revivir sus peores pesadillas en un ciclo interminable de sangre y odio.

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Notes:

¡Y corte!

Este es el capitulo que les debía gente.

Al fin la explicación de lo que paso con Reinhard dentro del sello.

Y bueno, acá mucho que agregar.

Primero, la introducción de Legio Borias, un personaje OC, y que quise introducir como antítesis de Reinhard, el cual tomara más relevancia más adelante.

Segundo, si bien, gran parte de lo que paso en el sello, son recuerdos de Reinhard, no todo es real, hay partes que Pandora modifica, y de ahí que cuando Reinhard al fin se libera del sello, no sabe lo que es real y lo que no. Por ello su gran debilidad durante la posterior guerra imperial.

Como tercero, quisiera desarrollar un poco su transfondo con Felt, ya que ella es pieza clave para que no se termine de derrumbar durante los años posteriores a su liberación. Lo cual daría como una parte dos para esta ova, pero ya veremos, que estoy a las justas con el tiempo XD.

En fin, esto es todo por ahora, y la verdad espero que si les haya gustado, le dejen su estrella y comentario, saben que eso siempre me anima a seguir escribiéndoles.

Dejare la meta de llegar a las 2200 estrellas para lanzar el siguiente cap, que por lo que veo, ya estamos cerca.

Un saludo a todos y nos vemos en la siguiente.

POSTATA:

Quiero escribir de un corto de una pareja de otra serie, les dejo opciones:

-Touma x Misaki shokuhou

-Ed rodthaylor x Lucy

-Na kang lim x yoo nari

Ustedes eligen, espero sus comentarios, nos leemos.

Notes:

Y finnn¡¡

O bueno, por ahora, hay mucho que escribir, sobretodo de la realidad distorsionada dentro del sello. Y el como afectara esto en Subaru y Pandora...

Pero bueno, la continuación dependerá de ustedes, dejen comentario y estrellas si quieren que continue esta historia.

Les mando un saludo a todos y nos leemos luego.