Archive of Our Own ^beta

Chapter Text

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Gil x Po
(Beast complex)
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"¿Quieres tener una cita?" 

Fueron las palabras que han estado en su cabeza desde seguramente las últimas 24 horas, golpeando su cerebro una y otra vez .

El recuerda que todo se detuvo apenas escucho eso salir de la boca de la nutria sentada frente a el, con los fideos colgando de su mandíbula levantó la vista hacia el frente .

Ahora podía ver la sonrisa en su rostro, podía ver mucho en ella pero al mismo tiempo no entendía nada de lo que sus ojos estaban viendo .

Los palillos cayeron de sus dedos haciendo un leve golpe en la mesa, al menos el ruido lo hizo bajar de la nube en la que se encontraba hace un par de segundos .

Antes de siquiera hacer algo su mente por fin había entendido lo que acababa de decir su compañero, se ahogo con la comida y comenzó a toser .

Después de varios golpes en su pecho intentando que esa no fuera la manera en que dejara ese mundo jadeo alterado y volvió a mirar al animal que aún lo seguía viendo con esa sonrisa, tan tranquilo y simpático, como si no acabará de dejar una bomba en su mesa con esa pregunta .

Aclaro su garganta y en su rostro se formó una enorme confusión que nunca antes había sentido antes .

— ¿D-Disculpa? —
Fue lo único que pudo decir, todo eso era algo que simplemente su cerebro no podía procesar del todo dejándolo con demasiadas preguntas .

— Una cita. Eso hacen los terrestres ¿No? —
En su rostro casi siempre era algo difícil saber que era lo que sentía, con esa sonrisa todo el tiempo, pero ahora, cualquiera que pasara por ahí podía decir fácilmente que encontraba divertida está situación .

— E-Eh... Si, eso hacemos... —
Bajo la mirada por la pena, tantas emociones lo estaban volviendo completamente loco y no tenía idea de que hacer .

— ¿Entonces quieres tener una? —
Pregunto una vez más, con la misma tranquilidad directa de antes .

— ... —
Su mandíbula se abrió de sorpresa, sus ojos querían evitar cualquier tipo de contacto visual con los de la nutria pero la profundidad en ellos le hacían imposible siquiera apartar un poco la mirada de el .

Hubo un silencio bastante raro entre ellos, la pantera se preguntaba si eso tambien lo estaba sintiendo el otro o solo era el que estaba pasando por una montaña rusa de emociones nuevas y confusas .

Su boca parecía moverse un poco pero no salía ninguna palabra de el, nunca antes se había preparado para una situación como está .

— ¿Debo tomar tu silencio como un no? —
Aunque siguiera manteniendo esa actitud calmada había algo en la forma en que lo dijo que logro transmitir algo de decepción a la pantera . 

— ¡N-No! —
Ahora todos los demás los estaban mirando con rostros de curiosidad, el calor en sus mejillas lo hizo evitar la mirada de los otros clientes y volvió a concentrarse en la nutria, aunque casi se sentía igual o incluso peor que la de los demás clientes juzgando .

— Q-Quiero decir, ¿P-Por qué me estás pidiendo una cita? —
Sus orejas se inclinaron hacia abajo viendo aún sin poder creer que todo esa estaba pasando .

— ¿Hay algo malo en que lo haga? — 
Pregunto con genuina curiosidad, ladeando su cabeza .

— U-Uh, bueno, no... — 
Cómo si toda esa situación no fuera suficiente comenzó a sentir que sus mejillas ardían como nunca antes, había un pequeño instinto dentro de el que comenzaba a molestarlo .

— Entonces tengamos una cita — 
Su sonrisa se hizo más grande, sus ojos deslumbraban un brillo que la pantera solo llegaba a ver en los días más soleados del verano .

Después de esa última declaración de la nutria hubo un silencio en la mesa, los dos tenían puesto sus ojos en el otro como si fueran los últimos animales en la tierra, sus miradas eran profundas y podían prácticamente ver todo lo que estaba pasando por la cabeza del otro .

Eso fue hasta que la nutria continuo dando grandes mordiscos a su comida, como si está conversación no hubiera sido algo que alteró su día por completo, como si esto fuera normal o natural .

Gil se preguntaba como es que podía sentirse tan tranquilo, nada de esto es algo que debería ser tratado así, el estaba pasando por un sin fin de emociones y pensamientos en ese momento que estaba por perder la cabeza .

El animal en la silla del frente acababa de romper algo en el .

De pronto un gruñido salió de su estómago, bajo la mirada hacia su comida, tenía mucha hambre ahora, solo que esos fideos no eran lo que el quería .

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¿Cómo se puede saber cuando tú corazón está por explotar?

Quizás así era como el se sentía, con el fuerte golpeteo que hacía su corazón sin parar contra su pecho, amenazando con romper sus costillas y salirse de el .

Esa sensación era tan aterradora, trago saliva aún muy nervioso, ya habían pasado un par de horas desde que Po lo había invitado a que tengan una cita .

Ahora lo único que su cerebro le hacía era repetir ese momento una y otra vez para torturar lo, para que pueda recordar cada mínimo detalle de lo que había pasado esa tarde .

Sus pensamientos seguían confusos como nunca antes, el seguía sin entender del todo porque la nutria le había pedido algo así, las citas son solo para los enamorados o parejas .

Ellos no son una pareja o están enamorados .

Sus ojos se abrieron de sorpresa, cuidadosamente levantó su cuerpo de su cama y miro desconcertado a todas partes buscando una explicación .

Cuando pensó esas palabras, pudo sentir que algo se sintió mal, como si insertaran una daga lentamente en su pecho .

La simple idea de imaginar que Po no era su pareja le hacía el estómago un desastre, un sentimiento de ardor lo recorría, como si lo quemara por dentro .

Sus instintos le decían que la nutria era algo que le pertenecía a él, que era su presa .

— ¡Esto no está bien! — 
Llevo sus manos con fuerza a sus orejas y comenzó a estirarlas con estrés, todos esos pensamientos lo estaban enloqueciendo .

El sabia de estos sentimientos desde hace un tiempo, Pero eran tan pequeños e inofensivos hasta este momento, ahora se apoderaban de el y lo hacían querer clavar sus garras en la pared .

Desde hace meses que está sintiendo eso, es algo con lo que vive todos los días tratando de fingir y ocultar cuando está junto a Po, como si no lo matará por dentro .

El hecho de la cita solo había sido un detonante para esos sentimientos, haciendo que ahora invadan y golpean su realidad sin piedad .

Con todo esto en su cabeza y teniendo que despertar temprano el siguiente día, dejo caer su cuerpo de nuevo en su cama, manteniendo una mirada sin emociones al techo de su apartamento .

Ahora Gil lo entendía todo a la perfección y comprendía todos estos locos y anormales sentimientos que rasguñan su espalda y lo hacen querer gritar .

Está enamorado de Po .

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Sin duda su cabeza no estaba como para pensar algo en su trabajo, lo único que a hecho desde que llegó es ver unos documentos un sin fin de veces sin siquiera prestarle algún tipo de atención .

Aún seguía repitiendo esas mismas palabras que le había dado su compañero el día anterior, analizando cada mínimo detalle de ese recuerdo .

Sus dedos temblaban un poco, ese sentimiento lo hacía sentir atrapado y hasta un poco extasiado, queriendo saber más de ellos .

Llevo sus manos a sus ojos y comenzó a frotar su rostro con frustración, llevaba todo ese rato pensando y pensando sin conseguir alguna respuesta para escojer algún lugar al cual llevar a Po para su cita .

Su compañero nunca específico si irían a algún lugar por lo que la pantera supuso que alguno de ellos tendría que sugerir alguna idea .

Algo dentro de el le decía que el debía actuar como todo un caballero y ser el que tiene el lugar perfecto para ellos dos, solo que para ambas cosas el tenía cero conocimiento .

Puede que lleve algunos años viviendo en la ciudad pero nunca se ha animado a visitar cada sitio de esta .

Para lo de ser un caballero tampoco es que tuviera tanta idea de cómo serlo, el había tenido un par de parejas cuando era adolescente pero eso no se comparaba en lo absoluto con esto .

Sin duda estaba arruinado .

— Amigo te ves terrible — 
Akku, un alto ciervo lo miro con cierta preocupación, llevaba viendolo desde hace rato y podía ver que algo no estaba bien con la pantera .

— Así es como me siento — 
No sé molesto mucho en voltear a verlo, suavemente dejo caer su cabeza sobre el escritorio, terminando de hundirse en su océano de miseria .

— ¿Y ahora que te paso? ¿El jefe volvió a decirte que te va a despedir? — 
lentamente puso sus manos sobre el escritorio frente a el, viendo a Gil con curiosidad .

— No, por lo menos no hoy — 
Todo en el se veía decaído .

— ¿Entonces? — 
Su voz sonaba intrigada, normalmente no era muy común ver al contrario de esa manera y le daba mucha curiosidad saber la razón de esa actitud tan rara .

— Tengo una cita — 
Hubo cierto tono de horror en su voz, puso sus manos en su nuca, intentando de alguna manera que la tierra lo tragara en esos momentos .

— ¿Una cita? — 
El ciervo levantó una ceja, un poco incredulo ante esa información .
— ¿Y qué es lo malo en eso? — 

— No se donde debería ser — 
Después de decir esas palabras hubo un gran silencio entre ellos dos, lo cual solo lo hizo más incómodo para la pantera .

— ¿Por qué no van a los jardines de Hamarikyu? — 
Ladeó su cabeza mientras pensaba un poco en el lugar, quizás era una buena sugerencia para una cita .

— ... — 
Gil lo pensó un poco, en realidad no era una mala idea, además que estaba muy desesperado y cualquier cosa podría funcionar .

— Puede que le guste — 
Ahora había una pequeña sonrisa en su rostro, sus nervios había desaparecido un poco ahora . 

— Estoy seguro que a Po y a ti les gustará, es un lugar muy tranquilo — 
Sabiendo que ambos venían de lugares más tranquilos que la metrópolis esperaba que un lugar como ese fuera relajante para ellos dos .

Estaba por dedicarle una sonrisa tranquila a la pantera hasta que volteo a verlo y ver qué lo estaba mirando con los ojos muy abiertos .

— ¿C-Cómo sabes que Po es mi cita? — 
Pregunto con algo de confusión y un leve sonrojo en sus mejillas, el no recuerda haberle contado a nadie de eso, pero quizas la nutria lo había mencionado a alguno de sus compañeros .

— ¿Eh? — 
El rostro de sorpresa en el ciervo solo hizo que la pantera se quedara mas confundido todavía .

— ¿Ustedes no son pareja? — 

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Era la hora del almuerzo, mayormente la pantera siempre se quedaba en su escritorio hasta terminar su comida, solo que está vez estaba un poco en shock .

Sus ojos estaban puestos en sus demas compañeros que hablaban entre si, todos parecían tan concentrado en lo suyo y el estaba muy distraído .

Su conversación con el ciervo lo había dejado bastante sorprendido, no solo era el hecho de que el pensara que Po y el eran pareja, si no que la mayoría de los demás pensaba exactamente lo mismo fue lo que le terminó de freír el cerebro .

Según las palabras del mismo Akku, todos ahí pensaban que ellos dos tenían algo .

“Todo el tiempo están juntos” 
“Ustedes dos tienen química”
“Parecen una pareja de una comedia romántica”

Todos esos comentarios resonaban en su cabeza .

“Las nutrias siempre sostienen la mano de su pareja”

Eso el lo sabía bien, pero entre ellos era diferente, lo hacían por ser buenos amigos, al menos eso era lo que el creía que significaba todo eso 

Además a ellos no debería importarles lo que ellos dos sean, no son una pareja, son un par de amigos que van a tener una cita. 

Igualmente no tenía tiempo en su cabeza para pensar en lo que los demás piensen sobre ellos dos, ahora mismo debería ir a mencionarle a Po el lugar que Akku le había sugerido para su cita .

Incluso con solo decir que era una cita lo hacía sentir que todos sus pelos se ponían de punta por los nervios, era como si le diera un fuerte apretón en el corazón cada que lo recordaba .

Se levantó de su silla bastante decido, teniendo una postura recta y pasos firmes camino hacia el lugar donde la nutria solo pasar en la hora del almuerzo .

En su mente estaban pasando muchas cosas en esos momentos, lidiaba con los fuertes sentimientos que sentía por dicha nutria y lo mucho que le a afectado el conocerlo desde hace un par de meses .

La principal incógnita que tenía era si Po sentía algo por el, o quizás solo sea amable, ¿Quizás sentía lastima por la pantera? 

Todo eso seguía dando vueltas alrededor de su cabeza, estaba seguro de tarde o temprano se volvería loco .

Tanto estrés le daba hambre, podría ser por no haber comido su almuerzo pero el no pensaba en lo que sea que el haya traído para almorzar .

Lo que había en su mente cuando pensaba en comida era en carne con pelaje blanco, algo duro al inicio pero conforme sus dientes se introducían más profundo el sabor y olor de la sangre era dulce .

Su estómago seguramente se revolvió al pensar en eso, odiaba sus instintos y lo hambriento que se sentía cada que pensaba en la nutria .

Quizás ese era otro indicio por el que no debería intentar nada con Po .

Tan siquiera la idea de poner una sola garra en el lo ponía nervioso, aterrado con el pensamiento de que algún día no podría controlarse, de que alguna vez su sangre se derrame por sus manos lo hace querer vomitar .

El ahora estaba sobre pensando mucho eso .

— ¿Gil? — 
La voz confundida de la nutria lo saco de la jaula mental en la que estaba atrapado, sus ojos miraron al frente encontrándose con los de Po .

Este le dió una sonrisa como respuesta, había algo en ella que le decía que todo estaba bien, era como un mensaje de que podía calmarse .

Era como si lo estuviera leyendo, conociendo cada pensamiento que estaba teniendo .

— ¿Quieres sentarte? — 
Pregunto amablemente dando leves palmaditas en la asiento a su izquierda .

La pantera estaba sin palabras, por mucho que su mandíbula se moviera intentando que algo saliera no lograba tener algún pensamiento claro .

Aún así asintió levemente .

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Su corazón estaba acelerado de nuevo, estaba nervioso y de cierta manera se sentía muy tímido como para decir algo, simplemente se mantuvo en silencio .

Había algo en la forma en que la nutria masticaba el pescado que lo mantenía en un estado hipnótico, era grotesco y a la vez tan hermoso .

Muchos en la oficina siempre se alejaban cuando la nutria aparentemente disfrutaba de saciar su hambre con la carne de otro ser que alguna vez tuvo una vida .

Al principio el tambien creía que eso era algo espantoso, que era un pecado que se cometía a plena luz del día en un lugar profesional (Pero viniendo de el es un poco hipócrita) .

Ahora solo ve el ciclo de la vida en su máximo esplendor, algo que está destinado a ser, era una escena ciertamente llena de belleza y horror .

Además, ¿Quien era el para juzgar la cultura del océano? 

— ¿Quieres? — 
La nutria dió un leve empujón a su plato, ofreciendo inocentemente la carne aún caliente .

— N-No, creo que estoy bien así — 
Rechazo tan amablemente como pudo, igualmente apreciaba el gesto .

Po simplemente asintió y continuo con su comida, había algo en sus pequeños y redondos ojos que lo hacían preguntarse si era merecedor de poder verlos tan de cerca .

Rex, si que estaba enamorado .

Pero aceptar esa parte no mejoraba en nada su relación con la nutria, lo hacía sentirse inseguro y lleno de preguntas que solo servían para torturar su cabeza por el día entero .

Esto no había sucedido antes, su instinto depredador y su amor se juntaban cada que veía a su compañero, haciendo un agujero en su estómago .

Eso lo hacía considerar que no debería intentar nada con su amigo, debía mantenerlo a salvó de el, ser solo alguien en la que puede confiar en la gran metrópolis .

Quizás el rechazo pueda hacer que estos sentimientos que queman en llamas su interior por fin sean apaciguados .

El ya tenía muy bien planeado como sería todo, podía verse a su mismo junto a la nutria, intentando romper una barrera solida y fuerte entre los dos .

Siendo tan atrevido al decir unas simples palabras, sabía que una vez dijera eso no habría vuelta atrás, el ya tenía claro que después de eso vería la cara de confusión en Po y su intento de sonar amable al rechazarlo, diciendo que solo ve un amigo en el .

Esos pensamientos dolían más que cualquier cosa que la pantera haya sentido antes, pero estaba aceptando la realidad ahora para que en el futuro la herida pueda sanar más rápido .

Debía aceptarlo desde ese momento .

— ¿Quieres que nuestra cita sea en los jardines Hamarikyu? — 
Levantó su mirada, teniendo decidido todo lo que pasaría, su voz mantenía una confianza que ni el mismo podría creer que eso salía de lo más profundo de su pecho .

La nutria dejo su comida a un lado, sus ojos mostraron por primera vez sorpresa , con todo eso volvió a darle una sonrisa tan dulce que hacia que todo lo pensado volviera a doler, sabiendo que el no podía ser la razón de tanta alegría y dulzura .

— Nunca he ido — 
Su voz sonaba tan relajada, casi había un tartamudeo, después de tanto tiempo Gil al fin pudo atacar a la nutria cuando tenía la guardia baja .

— Son lugares muy tranquilos, pensé que sería algo que los dos podríamos llegar a disfrutar — 
Seguía manteniendo se firme, no podía dejarse ver nervioso por esto .

Sin embargo la sonrisa que se formó en el rostro de Po lo hizo abrir un poco los ojos, no era como las típicas sonrisas que daba la nutria, está era más colorida y había un brillo en sus ojos .

— ¡Eso suena maravilloso Gil! — 
El pelaje de sus mejillas usualmente blanco y puro como la nieve se torno en un delicado tono rosa, uniéndose a su sonrisa para terminar de derribar las defensas de la pantera .

— U-Uh... Que bueno que te agrade la idea — 
Su postura estaba un poco tensa ahora, sus manos jugaban entre ellas buscando algo que hacer desesperadamente .

Sin algún tipo de aviso una gran mano tomo la suya, entrelazando sus dedos con los suyos, dando un sentimiento cálido como el fuego .

Al levantar la vista pudo ver a Po aún con una sonrisa que hacia que sus bigotes se pongan de punta .

— Estoy seguro de que cualquier lugar estará bien contigo ahí — 
Sus palabras sonaban tan sinceras, era como si estuviera disparando una bala directamente al corazón de Gil .

La pantera se quedó callada, de nuevo se había quedado sin nada que decir, las palabras se atascaban en su garganta, incapaz de poder contestar .

No podía dejar a la nutria así .

— Lo mismo digo —
Sus dedos acariciaron gentilmente la suave palma de Po . 

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🧃
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El de verdad estaba ahí .

Sus manos temblaban y sudaban de los enormes nervios que tenía .

Sus ojos no podían quedarse quietos y no podía dejar de ver todo lo que pasaba a su alrededor intentando buscar algo que los distrajera de todo lo que sentía .

En unos minutos se supone que debería llegar Po, en tan solo unos minutos estaban por tener una cita .

En un ataque de pánico salió corriendo hacia el cristal de una tienda cercana, miro preocupado su atuendo .

El no era mucho de tener cosas elegantes en su armario, había intentado verse lo más casual pero elegante para ese día, Pero dentro de el lo consumía la duda de si se vería ridículo o no .

Su ropa solo era unos jeans y un abrigo de felpa, si, eso era su definición de un atuendo adecuado para una cita pero tampoco es que tuviera mucho con lo que pudiera trabajar .

Tan solo esperaba que no se viera tan ridículo, quizás Po le de una carcajada al verlo .

La pantera se dió unas leves palmadas en las mejillas para intentar calmarse, estaba muy nervioso y ansioso .

Había muchas cosas que pasaban por su cabeza en esos momentos, la mayoría no eran tan bonitos que digamos .

Había aún mucha incertidumbre referente a lo que sea que Po pueda decirle una vez le confiese sus sentimientos más profundos y oscuros .

Si no estuviera en público empezaría a estirarse las orejas .

Debía calmarse, si comenzaba a actuar raro cuando estuviera con la nutria esto ya sería un desastre desde el comienzo .

Tomo un poco de aire y luego exhaló, ayudaba en cierto modo para que su cerebro no se termine derritiendo de tanto pensar en la cita .

— ¡Pakku pakku! — 
La pantera abrió los ojos y todo su pelaje se puso de punta al escuchar aquella voz tan cerca de el .

Sorprendentemente mantuvo la calma y dirijo su mirada al animal marino a su lado, bastante rápido comenzó a ver el atuendo que tenía la nutria .

Era un poco similar al suyo solo que Po tenía un abrigo de cuello color aqua, tan solo con verlo pudo sentir que un gran calor comenzaba a estar presente en sus mejillas .

La nutria se veía bien .

— ¡P-Po, que bueno que llegarás! — 
Extendió sus brazos en un leve impulso preparado para darle un abrazo pero un gran sentimiento se apoderó de el y simplemente fingió que era un amistoso apretón de patas .

La nutria solo miro un poco curioso a la pantera, posiblemente tambien analizando su atuendo para su cita, solo que el mostró una gran sonrisa y suavemente acercó a la pantera a el .

Gil se sorprendió todavía más por eso, teniendo su rostro ahora a pocos centímetros de Po, sus respiraciones prolongadas resonaban por su mente, ganándose alguna que otra mirada de los que pasaban por ahí .

Justo antes de que la pantera pudiera siquiera soltar alguna palabra la foca froto gentilmente sus narices, pudo sentir el toque frio entre ellos que a la vez encendía una pequeña flama en su interior .

Los segundos después de eso se sintieron eternos, despertó de su ensoñación cuando Po tomo su mano con fuerza y comenzó a caminar junto a el .

Su cerebro seguía procesando lo que acababa de suceder, intentaba buscar alguna explicación para el porque su compañero había hecho eso .

Las preguntas desaparecieron bastante rápido al ver la sonrisa que había en el rostro de la foca, llena de alegría y hasta inocencia .

No hizo más que simplemente apretar con más fuerza su mano con la de la nutria .

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Los jardines Hamarikyu eran tal como lo habían descrito, era un lugar tan bello y con colores tan suaves y brillantes que combinados con la radiante luz del sol hacia que fuera perfecto para esta cita .

Aún con tanta belleza a su alrededor el no lograba apartar la mirada del brillante rostro que tenía la nutria al ver los árboles de Sakura .

Esa sonrisa tan brillante y sus ojos llenos de vida hacia que el calor volviera a subir por sus mejillas .

Pero los nervios aún lo estaban enloqueciendo, desde que llegaron aquí ninguno de los dos a dicho mucho, simplemente han apreciado cada lugar por la que pasaban .

Por lo menos el agarre en sus manos seguía fuerte, eso hacia que la pantera se sintiera menos abrumada, podía sentir que la nutria estaba más cerca a él .

Quizás iniciar una conversación estaría bien, tan solo tendría que pensar en algo correcto. Para nada difícil .

Tantas cosas por su cabeza y ninguna podía siquiera salir de sus labios, se preguntaba que estaba pensando la nutria de todo esto, ¿Le estaría gustando su cita? 

— ¿Habías venido aquí antes? — 
Al final resultó ser Po quien iniciaría una conversación. Sus ojos aún seguían posados en la decoración de un pequeño lago frente al puente de madera .

— Solo una vez, la primera vez que llegué a la ciudad — 
Era un lindo recuerdo, no tenía tan claro ese día en su cabeza pero sabía que todo había sido agradable por lo menos .

Después de eso las palabras se fueron con el viento y volvió el silencio .

Veían en calma el lago, el suave sonido de algunas hojas cayendo en el agua era agradable cuánto menos .

El silencio está vez se sentía como un cómodo abrazo, similar al agarre entre sus manos .

— Me alegra que mi primera vez en un lugar así sea contigo — 
La voz de la nutria sonó dulce como nunca antes, la sinceridad en sus palabras tocaron el corazón de la pantera .

— Uh... — 
Levantó un poco su vista al escuchar eso, sus mejillas nuevamente volvieron a teñirse de un color rojo .

Por mucho que le gustaría agregar algo más a eso no había palabras o algo que realmente pudiera describir lo feliz que estaba de escuchar eso .

Po solo lo estaba haciendo más difícil para el .

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Gil siempre se preguntaba que pasaba por la mente de la nutria, no importaba que tanto lo intentará, nunca lograría leer por completo a su compañero .

Ahora mismo están sentados en una de las bancas cerca del lago, simplemente disfrutando de la brisa y los rayos del sol en su piel .

Su corazón estaba golpeando su pecho en estos momentos, estaban tan tranquilos y disfrutando el tiempo que pasan juntos que la sola idea de tener que abrirse como nunca antes a Po hace que su estómago di mil vueltas .

De vez en cuando da un vistazo fugaz hacia su compañero, este solo parece estar apreciando la belleza del lugar, si el supiera que tambien era una belleza viviente .

La pantera sintió que sus cachetes se ponían rojos de nuevo, todo lo que pasaba por su mente ahora mismo eran cientos de imágenes de la nutria junto a el .

Esto era una tortura en definitiva .

— Gil, ¿Alguna vez has tenido pareja?  — 
Po miraba un par de flores que había cercanas a sus pies, en sus ojos se notaba una pizca de curiosidad .

— ¿E-Eh? — 
Esa pregunta fue inesperada cuánto menos, no hizo que los nervios que sentía desaparecieran .
— Cuando era joven, quizás tuve algunas — 

— No dudo eso — 
Una sonrisa apareció en el rostro de Po, como si esa respuesta le hiciera el día .

¿A qué se refería con eso?
¿Debería tomarse lo como algún tipo de cumplido? 

— ¿Q-Qué hay de ti? — 
Trago saliva, algo en la pregunta hizo que se arrepintiera al instante después de decirla .

— No — 
Su respuesta fue bastante seca y algo abrupta .

— Oh... — 
De cierto modo eso lo desánimo, pero el no conocía del todo si la nutria simplemente no quería tener alguna relación hasta el día de hoy, no lo iba ha juzgar por eso .

La peor parte fue que en el fondo se sentía bien, alegre y aliviado de que nadie más haya tenido la suerte de estar tan cerca de Po como lo está el .

Ese pensamiento en particular hacia que su estómago empezará a sentir esa necesidad de ser llenado con carne, ante eso apretó un poco sus garras en la banca .

Debía calmarse .

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Su paseo por los jardines fue una experiencia demasiado hermosa que se quedará grabada en su mente para siempre .

Lo único malo es que todo tenía que terminar, el sol comenzaba a bajar lentamente detrás de ellos cuando caminaban por la acera .

Todo parecía ir de maravilla, ambos disfrutaron el tiempo que pasaron juntos está tarde, era muy, memorable .

Gil se lamentaba ya que tendría que arruinar todo eso con sus sentimientos, su corazón latía a mil por hora desde hace unos minutos .

Se supone que todo debía ser aclarado ahora, el debía tener el coraje de decir mas que las simples palabras ansiosas que normalmente suelen salir de su boca cuando está nervioso .

Sus dedos sujetaron con fuerza los de la nutria, necesitaba sentir que Po estaba junto a el en esos momentos, el calor entre ellos era lo que podía iluminar y aclarar su mente antes de poder decirle todo eso .

Respiró hondo y luego exhaló, una vez abriera su boca todo podía cambiar entre ellos dos, sea para bien o para mal, ya estaba decidido .

Su mirada se poso en el rostro de su compañero, aún había una sonrisa en el, al menos el paseo por los jardines lo pudo disfrutar .

Su mandíbula se movió levemente, listo para soltar la bomba que amenazaba con estallar desde hace varios minutos atrás .

— ¿A dónde iremos ahora? — 
Po tambien centro su mirada en la pantera, con algo de curiosidad .

— ¿E-Eh? — 
Dentro de Gil pudo escucharse como algo se rompía en mil pedazos, perfectamente pudiendo ser su corazón después de escuchar esas palabras .

En el exterior mantuvo una cara pensativa, quizás hasta muy relajada para el desastre que estaba ocurriendo dentro de el .

¿Otro lugar? 

A él no siquiera se le pasó por la cabeza que irían a algún otro sitio después de los jardines, un poco de sudor comenzó a bajar por su frente por todos esos nervios .

En su cabeza comenzaron a pasar todos los lugares de la ciudad que conoce .

¿El B-Strike? 

Por supuesto que no, ni siquiera sabía si tenían algo para las especies marinas. Incluso hasta podría ser algo ofensivo llevar a Po ahí .

¿Algún restaurante cercano? 

No solo tenía cero conocimientos en restaurantes sino que tampoco tenía tanto dinero como para poder pagar alguno tan elegante. Sin embargo tampoco quería llevar a la nutria a algún establecimiento de baja calidad por eso .

¿Su apartamento? 

....

No.

En tan solo esos pocos segundos la montaña rusa de emociones en la que estaba desde hace unas horas dió un total de 100 vueltas, tenía ganas de vomitar .

No había ninguna idea que llegara a su mente, esto estaba arruinado, Po seguro pensará que es un idiota .

— ¿No pensaste en algún otro lugar? — 
La nutria había detenido su caminar hace un par de segundos, aún manteniendo su mano sosteniendo la de la pantera .

— Y-Yo... No... — 
Que su compañero se detuviera tan de repente solo hizo que su corazón diera otra vuelta, sus orejas cayeron hacia abajo, se sentía como si acabará de hacer algo horrible .

— Tengo una idea — 
Una sonrisa apareció en su rostro y tomo con bastante fuerza la mano de Gil comenzando a guiarla por las calles de la ciudad .

— ¿¡Q-Qué!? — 
La pantera se sorprendió por el agarre tan fuerte de Po, aún así lo siguió a pasos torpes hasta poder seguirle el ritmo .

Había una gran confusión en sus ojos, el pensaba que todo ya estaba arruinado y su cita terminaría de la peor manera posible .

Ahora solo mantenía el paso intentando averiguar a donde es que la nutria lo iba a llevar, en los ojos de Po había una determinación ardiente .

Hizo que Gil se pusiera rojo de nuevo .

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El sol ya estaba comenzando a ocultarse, el cielo había pasado a unos deslumbrantes colores naranja y rojos dando una vista muy agradable .

Desde la pequeña acera junto a la playa se podían apreciar como las olas chocaban ferozmente contra las rocas de la playa .

El viento ahora era más frío, entre más subían aquella pequeña colina el podía darse cuenta de eso .

Nunca había sido un fan del agua por lo que está era su primera vez cerca de la playa, al principio pensaba que no seria nada del otro mundo .

Todo eso cambio cuando estando en la cima de la colina pudo apreciar los colores naranja y rojos que se formaban en el océano gracias al sol ocultándose a lo lejos .

Sus ojos brillaban maravillados con lo que estaban presenciando, la vista era completamente diferente a lo que era verla en imágenes de internet .

— ¿No quieres sentarte? — 
La voz de Po atrajo su mirada al instante, la nutria lo veía sentado en unas cuantas rocas .

Ni siquiera había notado cuando se habían dejado de tomar de las manos .

La pantera estuvo unos segundos en trance, sus pies comenzaron a avanzar hasta estar junto a su compañero, aún bastante sorprendido por la vista .

Ahora estaban completamente solos ahí, apreciando la belleza natural del planeta .

En la cabeza de Gil aún había mucha inseguridad pero se había reducido considerablemente al ver todo esto .

— ¿Por qué me trajiste a este lugar? — 
Sin voltear a ver al contrario pregunto .

— Es un lugar especial para mí — 
Po parecía estar pensando mucho en algo, sus dedos se movían repetidas veces sobre su muslo .
— La primera vez que estuve fuera del agua, fue aquí mismo — 

Gil volteo a ver a la nutria en shock, eso lo golpeó duro .

¿De verdad la nutria confiaba tanto en el cómo para llevarlo a un lugar tan íntimo para el? 

— Es hermoso — 
En su voz había tanto sentimiento, su corazón estaba lleno de alegría y hasta nostalgia .

— Lo es, por eso decidí que quería estar aquí. Quería ver más de las cosas hermosas que la superficie podía ofrecerme — 
Su mano busco la de la pantera, al encontrarla las junto con fuerza .

— ¿Fue lo que esperabas? — 
Un cosquilleo paso por sus dedos, sujeto con fuerza a la nutria .

— No — 

Hubo un silencio algo prolongado entre los dos, las olas de fondo y el viento generaban una atmósfera tranquila .

— Gil, fue mejor de lo que pensé — 
Su voz tembló un poco, estaba llena de fuertes emociones .
— Lo supe desde el momento en el que te conocí — 

La sorpresa misma lleno los ojos de la pantera, todo a su alrededor parecía perder fuerza .

Su mirada se encontró con la de Po, como tantas veces lo habían hecho, aún manteniendo esa chispa que llevaba existiendo desde hace tanto tiempo .

— Yo... No sé que decir — 
Se sentía mal, la nutria estaba diciendo cosas tan hermosas que el hecho de volver a quedarse corto lo hacía querer agachar la cabeza .

— No tienes que decir nada — 
Sus palabras eran tan amables que hacían que cualquiera pudiera calmarse con solo escucharlas .
— Pero sé, que hay algo más que quieres decirme, ¿No es así? — 

La pantera desvío su mirada, el tenía la razón, después de todo era obvio cuáles eran sus intenciones y no podía mantenerlas en un baúl por mucho más tiempo .

Debía tener coraje por una vez en su vida, por una vez en su vida tenía que ser el quien controlará lo que haría .

— Po, cada día que paso contigo solo me hace darme cuenta de que no puedo ignorar lo que siento — 
Todo salió de lo profundo de su alma, las palabras sonaban fuertes y decididas .

La nutria escuchaba atentamente, notando cada detalle en la voz, sentimientos y expresiones de su compañero .

— Has cambiado mi mundo, todo el tiempo que he pasado a tu lado solo me hace preguntar si mi estadía junto a ti tuvo el mismo impacto en tu vida como la tuvo en la mía — 

Con fuerza y cariño tomo las dos manos de la nutria, mirando sus ojos, buscando cualquier señal de lo que iba a pasar a continuación .

Estaba dejando que Po viera su versión más vulnerable aquí y ahora sin importarle las consecuencias .

— Po, te amo, te amo como nunca e amado a nadie antes — 
Cerro los ojos y dejo salir eso de su pecho, acababa de confesar su verdad .

Los grandes brazos de la nutria abrazando su cuerpo fue lo único que pudo sentir después de eso .

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🦪
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— ¿Pero? — 
Pudo escuchar esas palabras justo al lado de su oreja, dando un fuerte golpe en su mente .

Su respiración se detuvo, sus brazos abrazaron con fuerza a la nutria tambien, queriendo estar lo más cerca de el que pudiera .

— Tengo miedo Po — 
Las lágrimas no tardaron en aparecer, cayeron como ríos por sus mejillas, ahora estaba sollozando .

— Todos lo tenemos Gil — 

— Y-Yo... No quiero hacerte daño — 

— Se que dices la verdad, incluso ahora, puedo sentir como intentas no clavar tus garras en mi espalda — 
Los dedos de la nutria hicieron pequeños círculos en la espalda de la pantera, quería que se calmara .

— No se que hacer... — 
Su voz estaba entrecortado al intentar calmar su llanto, su reparación era agitada y constante .

— Calma, recuerda que no estás solo — 
La nutria movió su cuerpo hacia atrás, quería ver a los ojos a la pantera .

Al hacerlo pudo ver la tristeza en su rostro, era un gato mojado ahora .

— No quiero volver a estar solo, quiero estar contigo —
Sus ojos buscaban consuelo en los de Po, eran tan cálidos y lo hacían sentir seguro .

— Gil, sabes que nunca te dejare solo — 
Sus manos pasaron suavemente por las mejillas de la pantera, limpiando las lágrimas que bajaban poco a poco .

Incluso ahora, la nutria podía decir que con esos ojos llenos de lágrimas, Gil seguía siendo tan hermoso como el día en que lo conoció .

— P-Po, ¿Tu me amas? — 
Su voz sonaba más calmada, la angustia seguía ahí pero ambos podían hacer que estuviera de lado ahora .

— Amar es un concepto complicado, se que contigo puedo entenderlo completamente — 
Junto su frente a la de su compañero, dejando que sintiera que el estaba ahí .
— Puedo decir con seguridad esto, te amo Gil — 

Las lágrimas volvieron a salir de los ojos de la pantera, abrazo con fuerza de nuevo a la nutria, de verdad lo necesitaba .

— Aún estoy aterrado, siento hambre cuando te veo, ahora no es la excepción — 
El quería confesar todo lo que sentía por Po en esa colina, sin importar lo horrible que fuera le dejaría saber todo .

— Lo se Gil, pero eso forma parte de ti, yo amaré cualquier parte de ti — 
Froto gentilmente su mejilla con la del contrario .

— ¿C-cada parte de mi? — 
Eso sonaba imposible, había cosas de el que eran asquerosas, el comía carne y eso era un pecado, ¿Cómo alguien podría amar eso? 

— Todo. Es por eso que quiero pedirte algo ahora — 

La pantera miro con curiosidad a la nutria .

— Quiero que me lleves al mercado negro — 

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🌔
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Todo en ese lugar era tan horrible como cualquier persona en la ciudad lo describiría, sus olores y apariencia era grotesco .

Exponiendo a simple vista la desgarradora verdad del mundo, todo carnívoro iría ahí algún día, todos sabían que tenían que hacerlo . 

Era un sitio oscuro .

— ... — 
Po veía a algunos animales pasar junto a ellos, podía ver que todos tenía algo en común en sus miradas .

Era un deseo, un deseo que querían calmar aquí, un instinto con la que nacieron que necesitaba ser saciado y este era el lugar correcto para eso .

El conocía bien las reglas de este mundo, aunque lo conociera el quería comprenderlo más, quería saber cómo era todo eso en persona .

Puso su mirada en la pantera, este se veía muy nervioso, era entendible que estuviera así, le sorprendió que aceptará su petición y lo trajera a este lugar podrido .

— ¿Siempre pides algo en este lugar? — 
Que osadía la de el al intentar tener una conversación que sonara casual en un matadero .

— Tienen buen menú... — 
La pantera bajo su mirada avergonzado, quizás debería callarse y no decir nada de esas cosas .

La risa proveniente de la nutria hizo que volviera a levantar la vista, no podía creer que se verdad pueda reírse así estando ahí .

— Me lo imagino — 
Puso su mentón sobre su mano, viendo con tranquilidad al animal frente a el .

La pantera se puso un poco roja, el pensó que estaría mucho más nervioso y alterado pero Po estaba haciendo que esto pareciera algo tan normal y disfrutable, quizás eso era algo un poco perverso .

— ¿Podemos considerar esto parte de nuestra cita? — 

— U-Uh — 
Estaba por contestar hasta que pudo ver a un gran lince servir dos grandes platos frente a ellos .

— ¡La cena está servida caballeros! — 
Haciendo una reverencia no los molesto más y fue a otras mesas para atender a otros clientes .

Ahora hubo unos segundos en dónde los dos no dijeron nada, sus miradas estaban puestas en la carne recién servida y caliente en la mesa .

En uno había un gran pescado cocinado con varias especias, en el segundo había un filete cubierto de alguna salsa .

Po olió la comida, el olor era una combinación de sensaciones en su cerebro, casi adictivo .

— Po... ¿De verdad quieres hacer esto? — 
Gil sonó nervioso, su mirada estaba puesta en la nutria .

— Creo que nunca había estado tan seguro de algo antes Gil — 
Tomo sus cubiertos, un gran cuchillo de carne y un tenedor .

La pantera solo asintió, respiró hondo y miro el pescado frente a el .

Miro un par de segundos el filete que la nutria iba a comer, esto de cierta manera era algo que sellaría el vínculo entre ellos .

Comerían la carne del mundo del otro .

¿Deberían hacer una cuenta regresiva? 

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🍽️
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La noche ya había llegado hace un buen rato, la luna estaba en su punto más alto y daba algo de iluminación en las calles .

Sus pasos resonaban por todo el callejón, el mundo a su alrededor sonaba ensordecido entre sus pensamientos .

Este día no había ido como el pensó que sería, pero a final de cuentas, nada en su vida a salido como el lo pudo haber planeado .

Eso lo ponía feliz .

El cálido agarre entre sus manos cuando caminaban juntos lo hacía sentir más seguro que nunca, no importaba nada ahora mismo .

Entre los dos no estaba del todo claro que fue eso que hicieron minutos atrás, quizás ambos estén locos después de todo .

— Lamento que esta cita haya sido un desastre — 
Se lamento, levantó la mirada hacia la radiante luna que decoraba el cielo junto a las estrellas .

— Pudo ser peor —
Su cabeza se recosto con lentitud en el hombro de la pantera, apreciando la belleza de la noche .

Gil sonrió al escuchar eso, sabía que esto fue algo que los dos jamás olvidaran, sus miradas se cruzaron nuevamente .

En ambos existía la llama que los podría mantener cálidos durante la noche más fría posible .

Quizás la sangre que se derramó para su ceremonia de amor valió la pena después de todo, ellos querían creer en eso ciegamente .

No tardaron tanto en llegar al metro, después de todo siempre estaba cerca del mercado negro .

Su caminar se detuvo frente las escaleras al subterráneo, el viento era lo que hacía el mayor ruido en ese lugar a esas horas .

— ¿Te veré mañana? — 
Sus manos pasaron por los bigotes de la pantera, disfrutando sentir lo rígidos que eran .

— Por supuesto, anhelo volver a verte — 
Su frente dio un pequeño golpecito con la de la nutria, admirando esos pequeños ojos negros .

El tiempo perdía importancia en momentos como este, solo querían disfrutar de la calidez de tenerse el uno al otro .

— Te amo — 
Salió de ambos al verse con profundo amor, la poca distancia entre sus rostros los hacía sentir en un ambiente íntimo y seguro .

Las manos de la nutria bajaron hasta los hombros de su compañero, podía sentir que todo tipo de tensión había abandonado su cuerpo ahora .

El agarre entre ellos se hacía más fuerte .

Las dos bestias ahí podían sentir en su interior lo que estaba por pasar, no había nada que pudiera detenerlos ahora .

El choque de sus labios brillo bajo la radiante luz de la luna, marcando el final de su agitada velada .

Gil buscaba hacer sentir bien a su compañero, cuidando que sus colmillos no presionen contra la carne ajena .

Po quería tener todo de la pantera, no se oponía al cuidado que ponía Gil, aún así buscaba poner más presión entre sus bocas .

No sé necesito que el beso entre ellos dos durará tanto para poder transmitir todas las emociones que los dos pudieron sentir al juntar sus cuerpos así en esta noche .

Al par de unos cuantos segundos más lamentablemente tuvieron que parar tomar una breve respiración .

Sus ojos se encontraron con los del otro, observando el brillo de esperanza que había en sus almas .

— Sabes a pescado —
Su lengua paso dócilmente por los labios ajenos, terminando en una suave risa .

— Oh... — 
El calor subió a sus mejillas al escuchar eso, no obstante una sonrisa se formó en su rostro ante tan dulce risa de la nutria .

— Nos vemos Gil — 
Cariñosamente le dió un beso fugaz, quería sentir más de esa calidez que le daba la pantera antes de irse .

— Adiós Po — 
Pudo ver al otro animal comenzar a irse hasta el metro, sus dedos pasaron por sus labios, pudiendo sentir el toque fantasma de la nutria aún en el .

Su emoción contenida lo hizo dar un gran salto de celebración, pudo convertirse en algo más escandaloso si no se hubiera dado cuenta de la ceja levantada que tenía la nutria a mitad de las escaleras .

Fingió un poco de tos y se despidió tímidamente con la mano, recibiendo una despedida de vuelta .

En su cabeza aún lidiaba con la idea de todo esto, todo cambio tan drásticamente entre él y Po, sin embargo, todo se sentía tan similar a como lo era siempre .

Era mejor pensar en su apartamento a estar ahí en la fría noche, sus pasos se hicieron constantes después de uno segundos .

Levantó su cabeza al cielo .

Está había sido sin lugar a duda, la mejor peor cita del mundo .

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˖⁠♡ ˖⁠

Chapter Text

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Kibi x Tao
(Beastars)

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Quizas el calor no lo iba a matar pero en esos momentos deseaba que de verdad lo hiciera de una vez .

Su cuerpo se llevaba retorciendo por lo menos unos 10 minutos por toda su cama intentando encontrar alguna posición que le fuera cómoda .

Solo que entre más lo hacía más irritado se sentía, había cierta picazón por sus brazos y rodillas que eran insoportables .

Un gruñido salió de su garganta y abrió uno de sus ojos, pudo apreciar que aún ni siquiera había amanecido por lo oscuro que estaba el dormitorio .

Su garganta estaba seca y picaba, rasco un poco cerca de la yugular como si eso fuera a ayudar a reducir el ardor .

De mala gana comenzó a levantarse de su cama, no aguantaría mucho más en ella .

— Ugh... —
Estiró sus brazos con fuerza, un leve "crack" se escuchó segundos después .

Sin hacer tanto ruido la pantera bajo de su cama y comenzó a caminar hacia el refrigerador por alguna botella de agua o cualquier refresco que pudiera calmar el infierno en su garganta .

Con cada paso que daba el se podía dar cuenta de que se cuerpo se estaba sintiendo algo diferente, uno que otra presión ahí y haya . 

Con tal de calmar un poco las sensaciones en su cuerpo comenzó a rascar con sus garras sus brazos y algo de sus hombros .

Cuando llegó al refrigerador abrió la puerta con más fuerza de lo que el quería y comenzó a buscar desesperadamente algo de agua .

Para su suerte todavía había una botella completamente llena, eso fue hasta que pocos segundos después estuviera vacía .

La pantera dejo su cuerpo recargarse contra la mesa que había cerca, un gran alivio comenzó a recurrir todo su cuerpo después de eso .

Dejo la botella y levantó la cabeza soltando un gran suspiro, dentro de el todo parecía volver a la normalidad, las zonas que antes le molestaban ahora se sentían como si nada de eso hubiera pasado .

Seguramente solo haya sido por las altas temperaturas por las que ha pasado la ciudad, el verano se acerca después de todo .

Aún así había algo que lo mantenía ciertamente inquieto. Solo que el no parecía comprender del todo que era .

Seguramente era mejor volver a la cama, ni siquiera tiene tantas energías como para pensar en algo coherente sobre todo eso .

— ¿Atracando el refrigerador? —
La voz de cierto tigre sonó detrás de el, hablando en ese tono que siempre hacia cuando quería burlarse de alguien .

Tao dió un gran salto hacia al frente apenas escucho su voz, termino dándose un fuerte golpe en el hombro contra el refrigerador .

— ¡B-Bill! —
Sin importarle mucho el dolor se acercó molesto al contrario .
— ¿¡Qué diablos fue eso!? —

— Cálmate, solo era una broma —
El tigre no pudo evitar reír por la reacción que había tenido Tao, eran esos momentos en los que le gustaría tener una cámara .

— ¡Casi me matas del susto! —
Si tuviera más energía sin duda seguiría diciendo cientos de cosas más sobre el tigre, solo que ahora no tenía ganas de hacerlo .
— ¿Dónde rayos estabas? —

— Estuve con una chica —
Ahora tenía esa sonrisa arrogante y presumida de siempre .

— ¿De casualidad tenía cuernos, lana y su nombre es Pina? —
La pantera no quería aguantar más a Bill por lo que comenzó a caminar de vuelta hacia su cama .

Lo único que pudo escuchar después fue Bill tartamudeando algún insulto, eso hizo que pusiera una leve sonrisa en su rostro .

El solo quería volver a dormir después de esto, dejo caer todo el peso de su cuerpo en su cama. La suavidad de las mantas lo hacían casi caer dormido al instante .

Busco una pose cómoda y volvió a cerrar los ojos, sin embargo, por muy calmado que estuviera ahora aún se preguntaba si se estaba olvidando de algo importante .

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🌕
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— Te ves algo cansado —
Examinaba con curiosidad el rostro de la pantera, podía notar un poco de ojeras bajo sus ojos .

— Tuve algunos problemas para poder dormir —
Al escuchar eso puso una mueca, no era eso de lo que le gustaría hablar ahora mismo .

— ¿Algo en particular? —
Coloco su cabeza sobre sus brazos, observando atento a Tao .

— No, solo tenía mucho calor —

Dejo de mirar las verdes hojas del árbol que estaba sobre ellos y fijó su mirada en el oso hormiguero .

Hubo un agradable silencio entre los dos después de eso, solo con sus miradas puestas sobre el otro .

Sin decir nada más ambos acercaron sus manos hasta que estuvieran juntos, sus pelajes y textura eran muy diferentes entre si .

Tao dudo un poco pero al ver la sonrisa y mirada de aprobación en el rostro de Kibi comenzó a seguir moviendo sus dedos por el brazo contrario .

Podía sentir la delicada y suave piel del oso hormiguero, cientos de sensaciones recorrieron su cuerpo al hacerlo .

Kibi estaba callado pero parecía estar disfrutando el tacto que le daba la pantera, tan gentil que lo hacía sentir seguro aunque el fuera un frágil herbívoro y Tao un feroz  carnívoro .

Los dedos de la pantera temblaron al llegar al hombro, suavemente acaricio esa zona en particular, podía sentir lo duro que estaba ahí .

Tao se sobresalto en cuanto sintió que Kibi tambien estaba acariciando su brazo, casi se apartó de no haber sido por la calma que había en los ojos del contrario .

— Lo siento —
Bajo su mirada, se estaba sintiendo algo avergonzado ahora .

— No quiero oír tus disculpas Tao, tu sabes que me agrada cuando nos damos afecto físico —

— Lo sé, solo que aún siento que es peligroso, eso es todo — 
Entre tantos sentimientos que sentía cuando estaba junto a el, siempre era el miedo el que se apoderaba de su mente .

— Todo lo que tiene que ver con nosotros es peligroso, ¿No crees? —
Bajo su mano por el brazo de Tao hasta llegar a sus dedos y comenzó a juntar sus manos .

— Siempre pienso en eso —
Era increíble que Kibi siempre logrará sacarle por lo menos una sonrisa .

En ambos habían dos sonrisas de alegría, seguían mirándose un par de segundos después .

Casi siempre era Kibi quien daba un paso hacia delante en estás ocasiones, está vez Tao quiso ser el que se acercaba más al otro .

Su respiraciones chocaron, la pantera puso su mano en la mejilla del oso hormiguero y se lanzo contra sus labios .

Kibi respondió de la misma manera, aferrándose suavemente a su novio, manteniendo la fuerte conexión entre ellos .

Tao aún pensaba que era algo extraño besar a un oso hormiguero, aún así no se quejaba en lo más mínimo .

Nunca planeaban en cuanto debían durar sus besos, simplemente les gustaba dejar que sucedieran y duraran hasta que se cansen .

Kibi abrió los ojos al sentir las manos de Tao sosteniendo sus brazos y sujetarlo con fuerza .

Al principio se pregunto que tenía planeado hacer hasta que lo levanto del suelo como si fuera una pluma y lo puso de espaldas al suelo .

— Wow... —
En esa nueva posición podía ver al gran depredador sobre el en su perfecto esplendor, el rostro de Tao brillaba con la radiante luz del sol .

— Te ves hermoso —
La pantera podía pasar horas apreciando la belleza de Kibi y estaba seguro de que nunca se cansaría .

— Eres muy cursi —
Suavemente tocó la nariz de Tao, una leve risa salió de su boca .

Tao suavemente levanto al oso hormiguero y ambos se apegaron bastante en un abrazo, sintiendo el calor corporal del otro .

— No deberías hacer eso con un herbívoro, pensaran que me quieres comer —
Sus manos acariciaron con cariño los bigotes de Tao .

— No digas eso Kibi —

— Lo lamento, era más divertido en mi cabeza —
Su cabeza reposo en el hombro de la pantera, estando así de cerca con el lo aterraba y a la vez le fascinaba .

El silencio volvió a estar entre ellos dos, aún así era muy tranquilo estar así, sin nadie más a excepción de ellos dos y su extraño pero increíble amor .

Era así como les gustaba estar, sin tantas preocupaciones, sin preocuparse por las miradas ajenas o cualquier cosa que les impediría estar juntos .

— Te amo —
Froto con cariño su nariz en la cabeza del contrario, logrando captar el aroma del shampoo de avellana en el pelaje de Kibi .

— Yo tambien Tao —
La nariz de la pantera se sentía algo fría en su piel, igualmente era agradable para el .

El carnívoro rodeo con cariño a Kibi con su brazo, sujetando con firmeza la cintura del hormiguero .

La figura suave y pequeña de Kibi siempre sería algo que le llamaría la atención, tan agradable al tacto .

Suavemente paso un poco su mano un poco más abajo, acariciando con cuidado el muslo de su pareja .

- Oh... - 
Las garras de Tao en su cuerpo hicieron que un escalofrío recorriera todo su cuerpo, pero el confiaba en la pantera, no penso mal sobre esa acción y devolvió el abrazo .

Después de pocos segundos Tao retiro su mano algo alterado, hizo que Kibi levantara su mirada para ve si todo se encontraba bien .

Solo se encontró con Tao viendolo con amor, eso lo hizo sonreír y olvidar eso de hace unos segundos, seguro solo fue su imaginación .

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Sus ojos estaban puestos en su propio brazo, recordaba como se sentían las manos de Tao sobre el, lo fuertes y grandes a comparación con casi cualquier parte de su cuerpo siempre era algo en lo que pensaba cuando se tocaban .

El podía sentir todavía el leve cosquilleo que sin falta le recorre por la espalda cuando la pantera junta sus dedos .

— Te ves distraído Kibi —
Una voz suave lo saco de sus pensamientos .

— Lo lamento, estaba pensando en algo — 
Se había sorprendido de que Dom se diera cuenta de que no estaba prestando tanta atención a lo que le estaba diciendo .

— ¿Por algo te refieres a Tao? —
Cantureo el nombre de la pantera, mirando con una gran sonrisa al oso hormiga .

Kibi solo suspiro algo avergonzado, ahora el rojo cubría sus mejillas .

— ¡Oh vamos! —
El ave le dió unas cuantas caricias en la cabeza a su amigo para calmarlo .
— No te sientas avergonzado por cosas triviales como esas, no hay nada de malo en pensar en tu novio —

— Sigue sonando raro cuando alguien más dice esa palabra —
Estaba más calmado ahora, de todas las bestias en la academia, Dom siempre sería el indicado para hablar de estos temas .

— Yo creo que ustedes dos son adorables juntos —
La forma en la que las palabras salían de su boca eran endulzantes .

Justo después de que Dom comentará eso sobre la pareja, el rostro de Kibi se vio invadido por el color rojo .

El oso hormiguero se sentía apenado cuánto menos, no era tan normal para el recibir ese tipo de comentarios sobre el y su pareja .

— Entonces, ¿Qué era lo que te preocupaba hace un momento? —

Kibi no respondió en un par de segundos, le sorprendia bastante lo fácil que Dom podía darse cuenta de lo que sucede con los demás, se preguntaba como lo hacía .

Levantó su cabeza y pensó un par de segundos antes de hablar, contemplando la situación desde un punto más alto .

—Es complicado, quiero que Tao sea feliz. Aún así me cuesta saber cómo se siente la mayor parte del tiempo, se que el confía en mi, solo que aveces me doy cuenta cuándo algo lo pone inquieto y prefiere no decirme nada —
Las palabras salían como una cascada de su boca, era relajante .

— Ciertamente, las relaciones son complicadas, en especial las que son como ustedes dos —

— Pero Tao tiene sus razones, el se preocupa mucho por ti, después de lo que sucedió con tu brazo. Aún debe pensar en eso —
La voz del ave era tan calmada que lo hacía sentir que la tensión en sus hombros disminuía .

— Lo sé, al menos estoy logrando que sienta menos miedo al tocarme. No quiero que en nuestra boda no pueda poner el anillo en mi dedo —

— ¡Mi rex! —
Una cálida risa salió del pico de Dom, le dió unos cuantos golpecitos con el hombro al oso hormiguero .
— Suenas muy decidido con eso —

Kibi solo le respondió levantando los hombros y riendo con el .

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— Mmmgh... —
Su cabeza estaba reposada sobre la madera, se supone que debería estar prestando atención a sus clases pero desde hace rato hay una sensación de cosquilleo por todo su cuerpo que no lo deja tranquilo .

Sus orejas están caídas, puso su mano en su cabeza para sentir su temperatura, estaba más alta de lo normal .

Quizás se había resfriado, un leve quejido salió de su boca al pensar en eso, odiaba estar enfermo .

Ahora que pensaba en eso, podía sentir mucho mejor que su cuerpo ardía por todas partes .

Sus dedos se movían inquietos por su cabeza, intentando de alguna manera calmar esa sensación .

En eso recordó que en esa misma noche había sentido algo parecido, ahora todo parecía tener sentido .

Un largo suspiro fue el único sonido que pudo llegar hasta sus oídos, después de eso levantó su mirada hacia al frente, veía algo borroso y las luces eran más cegadoras que antes .

Todo parecía estar sobre estimulando sus sentidos, podía oler demasiadas cosas que lo estaban alterando .

Entre tantos pensamientos y sensaciones solo había una cosa que estaba resonando en su mente sin parar .

— Kibiii... —
Todo del oso hormiguero le venía a la mente un sin fin de veces, su cara, su voz, sus brazos, sus piernas, todo .

En medio de tanta cacofonia mental sus garras comenzaron a rasguñar por debajo de la mesa, haciendo un chirrido poco audible .

Los colmillos de la pantera se clavaron en su lengua, intentando apagar el inminente sonido que sentía que subía por su garganta poco a poco .

Primero solo se escapó un jadeo, cuando intento levantarse para intentar calmarse un suave y profundo gemido salió de su labios .

Sus ojos se abrieron en shock y tapo su boca bastante rápido, miro alrededor queriendo asegurarse de que haya sido para sus adentros y no lo había hecho en voz alta .

Nadie parecía estar mirando hacia su dirección, eso lo calmo bastante y dejo caer su cabeza de nuevo .

Aún así tenía un extraño sentimiento de que algo no estaba bien y podía demostrarlo con eso que acababa de pasar .

En definitiva algo estaba pasando con su cuerpo, había algo muy dentro de el que le podía dar la respuesta pero ahora mismo solo podía volver a pensar en su novio .

Su lindo y adorable novio, el quería que estuviera aquí con el, que lo ayudará a calmar las llamas que están ardiendo en su cuerpo .

— M-Mierda... —
Tao sacudió su cabeza, se estaba poniendo más extraño entre más pensaba en el oso hormiguero .

Era mejor que intentará olvidar eso y continuará poniendo atención lo más que pueda a su clases .

Eso quizás ayudaría, al menos el esperaba eso .

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Sus pasos se habían vuelto algo torpes, sin saber muy bien a dónde es que debería ir ahora, simplemente seguía hacia delante .

Sus ojos se sentían algo pesados, el ardor en su cuerpo había vuelto hace unos momentos y era tan insoportable como recordaba .

Intentar parecer normal caminando por los pasillos de la academia no era una tarea precisamente fácil .

Todo lo que el quería en esos momentos era volver a su dormitorio y tomar una ducha fría para calmar esas sensaciones en su cuerpo .

Solo tendría que llegar al edificio de carnívoros y ya está, era mejor si no hacia ningún tipo de contacto con nadie y solo seguía caminando .

Todo se estaba poniendo muy extraño, debía suponerlo desde hace un buen rato pero aún seguía sin entender que era lo que le estaba sucediendo .

Cómo si toda esa situación no pudiera empeorar más pudo escuchar la voz de cierto oso hormiguero detrás de el, hizo que sus bigotes se pusieran de punta con tan solo darse cuenta de quien era esa voz .

— ¡Tao! — 
Kibi se detuvo un poco antes de chocar contra la pantera, su respiración estaba agitada .

— K-Kibi, ¿Qué haces aquí? — 
Quizás esa pregunta resultaba algo estúpida pero el esperaba que sonara normal y tranquilo  .

— Solo quería verte — 
Su voz sonaba algo tímida, lo cual combinaba con su sonrisa y sus ojos apenados .

Eso conmovió el corazón de la pantera y se acercó al hormiguero para darle un suave beso en la mejilla, eso atrajo algunas miradas pero no era como si a ellos dos les importara .

Kibi tomo con fuerza la mano de Tao y comenzó a guiarlo por los pasillos, era el turno de la pantera de ponerse rojo por eso .

— ¿A dónde me llevas? — 
Pregunto viendo a su pareja con una sonrisa, realmente no le importaba mucho eso, el confiaba en el herbívoro .

— No lo sé, solo quiero estar contigo en un lugar mas privado — 

La pantera no pudo evitar imaginarse ciertas cosas por ese comentario .

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🎳
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Después de un par de minutos la pareja llegó a una de las aulas vacías, después de clase nadie venía nunca por ahí por lo que tenían bastante tiempo para estar tranquilos .

Ambos se habían sentado en un polvoriento escritorio sin usar, no decían nada pero eso no parecía ser algún tipo de problema .

Sus dedos se tocaban entre si, sintiendo una pequeña chispa entre los dos .

— Hoy está siendo un día aburrido — 
Su cabeza se recosto en el hombro del más alto, no solía hacerlo mucho pero siempre que lo hacía era señal de que estaba tranquilo y seguro con la pantera .

— Ni que lo digas — 
Fijo su mirada en la cabeza del oso hormiguero, sus manos suavemente comenzaron a darle caricias en sus diminutas orejas .

Podía sentir lo suave y delicadas que eran, era imposible que no pensara en lo peligroso que podía ser si pone aunque sea un poco de fuerza .

El silencio volvió a ellos dos, solo el débil ruido de algunas voces muy a la distancia era lo que podía captar la pantera, posiblemente Kibi ni siquiera este escuchando algo .

— ¿Por qué querías que estuviéramos en este lugar? — 
El lugar era tranquilo por lo menos, sin embargo, existía el peligro de que los encontrarán y reciban algún castigo por estar ahí solos .

— No lo sé, solo me gusta estar contigo — 
Los ojos del herbívoro se encontraron con los de Tao .

En ambos se podía ver el tenue brillo que mostraba el cariño que se tenían, sus brazos poco a poco se fueron juntando .

Sus rostros estaban algo sonrojados ahora, esto de alguna manera se sentía mucho más íntimo de lo que podría llegar a parecer para otras personas .

— ¿Puedo besarte? — 
Hace un par de segundos ya había acercado su rostro a pocos centímetros al de su pareja, nunca estaba de más preguntar por su permiso .

— Claro — 
La voz de Kibi sonó decidida, sus manos estaban colocadas en el escritorio, sintiendo la caliente respiración de la pantera contra su rostro .

No tardaron mucho en juntar sus bocas, Tao se aseguro de cuidar que sus colmillos no le hagan ningún tipo de daño a su pareja .

El oso hormiguero le gustaba sentir a la pantera así, sus manos se sujetaron con fuerza a sus hombros, así mismo pudo sentir los brazos de la pantera empezar a rodear su espalda, atrayendo lo a un fuerte abrazo .

El beso fue duradero, había cierto toque dulce que ha los dos les gustaba poner entre ellos, lleno de suavidad y cariño .

Tao bajo un poco sus brazos levantando al oso hormiguero y abrazándolo con mas fuerza, ahora estaban más pegados y sus bocas seguían buscando la del otro como si fuera el nectar más puro que hayan probado jamás .

Estando tan cerca, Kibi comenzó a captar un aroma particular en Tao, en cierto modo llegaba a recordarle a la pradera seca  .

Era algo abrumador entre más tiempo estaba cerca de el, hacia que sus sentidos se sintieran algo confusos pero eso no lo detuvo y siguió moviendo su boca contra la del carnívoro .

Las manos de Tao fueron lo siguiente que captaron más su atención, entre más pegajoso se ponía su beso más bajo iban sus manos .

Podía sentir la forma suave y delicada con la que hacía pequeños círculos en su espalda, tentando su piel dando leves apretones .

Lo que hizo que abriera los ojos en shock fue que las manos de la pantera no estaban más en su espalda, ahora podía sentir los dedos de Tao explorando la redondez de su trasero .

Su rostro comenzó a arder, podía sentir que el de la pantera tambien lo estaba, sus bocas seguían juntas y el calor corporal de ambos comenzaba a subir como espuma .

Las manos de Tao cubrían por completo sus nalgas,podía sentir como apretaba sus dedos en su pantalón. En el fondo de su mente estaba el instinto que gritaba que saliera de ahí o si no la pantera se lo comería vivo .

Y que Rex se apiade, Tao se lo quería comer, pero no de esa manera .

Quizas eso era lo que quería Kibi desde un principio, después de todo, el lo había traído a un lugar privado donde nadie podría escucharlos .

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No paso mucho para que sus bocas se separan en busca de aire, las respiraciones agitadas chocaron entre si, similar a como sus cuerpos estaban pegados y acalorados .

Tao intento articular alguna palabra, solo un gruñido tan primitivo como el deseo que estaba sintiendo salió de su garganta .

Sus manos podían sentir el suave cuerpo de su novio, nunca antes había pensado en que textura tendría el trasero de Kibi, pero ahora mismo estaba deseando que esos pantalones estuvieran rasgados y esparcidos por todo el suelo .

No pudo evitar querer más, sus palmas se apretaron con fuerza, sintió como la carne se moldeaba a sus manos .

El gemido que salió de su novio solo lo emociono más. Que sonido tan dulce y atractivo .

— T-Tao... — 
Su voz sonaba agitada y con un toque de excitación, posiblemente la pantera estaba tocando puntos sensibles que ni el oso hormiguero sabía que tenía .

— Kibi... — 
Quería volver a besarlo, quería hacer que su pareja se sintiera el ser más amado en todo el mundo, le importaba un carajo si estaban en un salón de clases vacío, si este tenía que ser el lugar, el no se iba a oponer .

Al ver los ojos del oso hormiguero, cualquier duda de si estaba disfrutando esto se descartó, en ellos podía ver un deseo que comenzaba a crecer como el de el, los dos querian seguir explorando esto .

Los duros y palpitantes bultos en sus pantalones solo eran un extra para esa afirmación .

Los dedos de Tao suavemente se pusieron sobre el cinturón del oso hormiguero, siendo delicado al empezar a quitarlos .

Miro a su pareja en busca de alguna queja, ver la cara de curiosidad y hambre solo hizo que continuará con su tarea .

Estaba a pocos centímetros de retirar esa prenda de una vez por todas, nada parecía poder arruinar este momento .

Eso al menos hasta que la campana sonó por toda el aula, las orejas de ambos se pusieron de punta ante tan repentino sonido  .

Los dos machos se veían bastante agitados ahora, era como si hubieran salido de la burbuja en la que estaban hace apenas unos minutos .

Ninguno se movía o decía algo, solo se miraban con vergüenza y miedo de hacer cualquier cosa .

Las manos de Tao seguían sosteniendo el cinturón de Kibi, sus dedos comenzaron a temblar y alejo sus manos de su pareja en un movimiento repentino .

Eso sorprendió bastante al oso hormiguero, al levantar la vista pudo ver que la pantera se había alejado bastante del escritorio, el deseo que antes invadía sus ojos ahora fue reemplazado por el miedo  .

— Y-Yo... ¡N-No quería! — 
La pantera se veía alterado y su rostro estaba más rojo que nunca .

Bajo su mirada al suelo, aunque eso solo hizo que viera el problema en su entrepierna, cruzo sus piernas en un inútil intento de ocultarlo .

Kibi no respondió, su respiración entrecortada era lo único que salía de su boca .

— U-Uh... — 
Tao no se atrevía a mirar a su novio, el terror de lo que podía encontrar al hacerlo lo estaba matando .

— Tao — 
Después de varios segundos en silencio el oso hormiguero llamo el nombre de la pantera, era difícil descifrar el tono de voz con la que lo llamo .

— ¡L-Lo siento! — 
Con la cola entre las piernas la pantera dejo que su miedo y cobardía lo controlarán. Tan rápido como se lo pirmitieran sus piernas salió corriendo del aula .

No quería enfrentar a Kibi después lo que acababa de hacer, en su cabeza ya se estaba sintiendo como un cobarde por dejar al oso hormiguero de esa manera .

— ... — 
El oso hormiguero se quedó solo en el escritorio, su mente aún intentaba procesar del todo lo que había sucedido .

Sus ojos seguían abiertos llenos sorpresa, sus manos estaban temblando junto con su cuerpo entero . 

Después de varios segundos su cuerpo por fin reaccionó y comenzó a bajar del escritorio, sus pantalones casi caen al suelo al hacerlo .

Había confusión en su rostro, el calor en su cuerpo comenzaba a calmarse después de todo ese rato .

Lo único que quedó de lo sucedido era la sensación de las manos de la pantera sobre su cuerpo .

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La puerta del dormitorio fue abierta con bastante fuerza que cualquiera que estuviera cerca pudo haberlo escuchado perfectamente, esa no era su mayor preocupación en esos momentos .

Sus piernas empezaban a doler después de correr prácticamente por todo el campus, aun así seguía teniendo la energía para entrar bastante rápido al baño del dormitorio .

Cerro la puerta con seguro detrás de el, su respiración estaba yendo muy rápido y sus ojos miraban por todas partes buscando algo con que calmarse .

Lastima que le costaba concentrarse por lo horrible que se sentía que la erección en sus pantalones palpitando .

— U-Ugh... — 
Sus manos se clavaron con fuerza a la puerta, debía resistir esa tentación .

En esos momentos se estaba regañando en su cabeza, ¿Cómo era posible que se le haya olvidado algo tan importante?

Su celo había llegado, ahora su cuerpo estaba ardiendo como nunca antes y le gritaba que calmara ese calor .

Su cabeza se sentía en otro lugar, por mas que intentará calmarse no conseguía algún tipo de resultado .

Su cerebro lo llevaba una y otra vez al mismo recuerdo, el recuerdo de Kibi solo lo estaba torturando ahora .

Aun podía sentir el cuerpo del oso hormiguero entre sus garras, la sensación de como sus bocas se juntaban con deseo junto con el calor que había entre los dos entre más se anhelaban .

El recuerdo que más lo estaba atormentando era la forma en que sus manos tocaban y apretaban el suave y redondo trasero de Kibi .

Tantas emociones pasaban por su cabeza con tan solo recordar esa sensación, lo bien que se sentía tener a su pareja de esa manera .

Lo mucho que hubiera deseado no detenerse cuando tocó la campana y hacer que el oso hormiguero gritara su nombre ahí mismo .

La pantera llevo su mano a su boca justo después de pensar en eso, estaba intentando retener un gemido que amenazaba con escapar de su garganta .

— J-Joder... — 
Tenía que alejar esos pensamientos de su cabeza, el no quería pensar en su pareja de esa manera, se sentía tan inapropiado .

Cómo pudo dió unos cuantos pasos hasta el lavamanos, abrió el grifo y comenzó a echarse agua en la cara con tal de no estar tan acalorado .

No lo calmo mucho pero mínimo lo hizo reaccionar un poco más a lo que pasaba a su alrededor .

Se miro al espejo, en su rostro se veía un claro deseo y sus mejillas estaban rojas  .

El simple hecho de que su celo haya comenzado cuando estaba en privado con Kibi lo seguía atormentando mucho .

Ni siquiera sabía que era lo que el hormiguero habrá pensado de todo eso, quizás lo había asustado o peor aún, lo había asqueado .

La forma en que salió corriendo, que cobarde de su parte como carnívoro simplemente huir de eso .

Debió haberse quedado y darle una explicación a su novio, ahora no tenía ni la menor idea de lo que el oso hormiguero pensara de el y su forma de actuar .

Dejo caer su cabeza con tristeza, lo que le faltaba, además de sentirse caliente se sentía deprimido, la combinación perfecta para arruinar su día .

Lo peor de todo es que su nariz aún tenía bien grabado el aroma de Kibi, era como si estuviera ahí mismo, eso solo lo estaba volviendo más loco .

Miro de nuevo hacia abajo, esa erección lo estaba matando y no podía soportarlo más, tenía que calmar su celo de una u otra manera .

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Tao no volvió a hablarle en lo que faltaba de día, no lo vió en ninguna clase o en alguna parte de la academia .

Estuvo más de 30 minutos revisando su celular esperando alguna respuesta por parte de la pantera a los 10 mensajes que le había enviado .

Sin embargo ni siquiera fueran leídos, eso solo lo confundió más aun .

Kibi no estaba enojado, más que otra cosa estaba bastante preocupado por su pareja, sabía lo mucho que esto afectaría a Tao .

Conociendo lo seguramente ya esté imaginando todos los peores escenarios posibles, eso lo hizo suspirar angustiado .

Todo esto había sido muy extraño, hace un par de horas todo parecía estar como de costumbre con el, ahora no tenía idea de que es lo que debería hacer .

El ama mucho a Tao, tambien sabe que la pantera lo ama demasiado, tan solo pensar en que las cosas estén así de confusas entre ellos tan de la nada hace que su corazón se sienta pequeño .

La pantera ni siquiera había venido al club de teatro, cuando le pregunto a Bill la razón el solo le dijo que “era algo de machos”.

¿Que carajos significaba eso? 

En ese momento Kibi quería estirar al tigre de los bigotes .

Todo se veía confuso ahora, aún así aún mantenía en mente lo que había hablado con Dom .

En momentos como este el debería apoyar a Tao, por lo tanto su mejor plan era visitarlo después del club, no le importaba mucho si era toque de queda .

Tampoco sabía si la pantera quería verlo después de lo que pasó pero eso no le iba a impedir que vaya a hablar con el .

En cualquier caso el sabía que podría ser peligroso pero el siempre tenía en mente que todo en ellos dos será peligroso y así era como el había aceptado las cosas, no daría marcha atrás ahora .

Aún había bastantes dudas que quería resolver con el, siendo principalmente todo lo que sucedió en aquella aula .

Su cuerpo se estremeció con el simple recuerdo fugaz de sus cuerpos juntos entre si .

Kibi tenía que admitirlo, había disfrutado bastante eso. Las manos de Tao exploraron su cuerpo como nunca nadie lo había hecho antes. Pudo sentir la delicadeza que la pantera había puesto en todo momento, siempre preocupándose de ser cuidadoso incluso en momentos como ese .

Sus mejillas se pusieron de un tono más rojo, había sido repentino pero aún así seguía en su mente desde que pasó .

Las manos de Tao se sintieron como un sueño cuando acariciaron su espalda y trasero, quizás eran inapropiado pensar eso en un lugar como ese pero no era algo que el pudiera evitar .

Sacudió su cabeza tan pronto ese pensamiento cruzó por su mente, era mejor no pensar tanto en eso ahora mismo, debía concentrarse en sus tareas asignadas .

El lo tenía decidido, está noche visitaría a su novio en su dormitorio, lo peor que podría pasar era que su muerte salga en las noticias .

Para nada aterrador .

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La luz de la luna era apenas visible por algunas ventanas que había por los oscuros pasillos, quizás le daba un toque más único al lugar .

El oso hormiguero se sentía nervioso cuánto menos, tenía muy en cuenta que detrás de cada puerta por la que pasaba había mínimo 2 carnívoros que en cualquier momento podrían salir de sus dormitorios .

El no era de los que pensaban siempre mal de cualquier carnívoro, es solo que la situación en la que está más sus instintos le hacen imposible no pensar en que le van a encajar los colmillos si se descuida .

Era mejor que siguiera su camino y no pensara en esas cosas, su objetivo principal era visitar a Tao .

Kibi era conciente de que esa no era la idea más sensata pero tampoco tenía muchas mas opciones y estaba desesperado .

Quería ver a su novio .

Sin darse cuenta había terminado frente a la puerta del dormitorio, le sorprendió que llegara tan rápido, miro hacia ambos lados asegurándose de que no hubiera alguien .

Después de confirmar que se encontraba solo dió unos leves toques en la puerta, pasaron varios segundos en los que no obtuvo alguna respuesta .

Esto no lo iba a detener y volvió a tocar más fuerte la puerta, en esta ocasión no obtuvo ninguna respuesta de nuevo .

Acercó su oreja para intentar escuchar cualquier sonido, a lo lejos podía captar el apenas audible sonido de lo que parecía ser un quejido .

En respuesta a eso el oso hormiguero levantó una ceja, no estaba logrando nada simplemente estando ahí parado .

Está vez ya no iba a tocar la puerta, tomo toda la valentía que había en el y comenzó a abrir la puerta, para su suerte la habían dejado abierta .

Un chirrido resonó por todo el dormitorio al abrir la puerta, todas las luces estaban apagadas y apenas se podía ver algo entre tanta oscuridad .

Ahora el estaba ahí, de pie adentro intentando ver algo en la oscuridad, se estaba preguntando donde estaría su novio y Bill .

— ¿Hay alguien aquí? — 
Pregunto en un suave susurro, se adentro poco a poco en el lugar .

Cuando estuvo cerca de la pequeña mesa en el centro el fuerte ruido de la puerta cerrandose hizo que se cayera al suelo .

Todo estaba oscuro ahora, el no podía ver nada y ni siquiera sabía si alguien más estába ahí con el, solo podía guiarse por su olfato y oído .

— ¿¡Hola!? — 
El golpe lo dejo aturdido, miro hacia todos lados como si eso fuera a hacer que pudiera tener visión nocturna .

Comenzó a arrastrarse por todo el dormitorio buscando un interruptor para encender la luz .

Los latidos de su corazón eran lo único que sus orejas podían captar, estaba por salirse de su pecho en cualquier momento .

En estos momentos se estaba arrepintiendo de la tonta decisión que había tomado en ir a estás horas de la noche al dormitorio de su novio carnívoro .

Al llegar a una pared se levantó como pudo y sus manos buscaron desesperadamente un interruptor, no parecía haber alguno por ese lado .

Aún así se mantuvo buscando un poco más, en cualquier momento seguiría avanzando para encontrar alguno, solo esperaba que no estuviera en un sitio tan lejos .

Mientras su desesperación solo aumentaba un olor comenzó a inundar sus fosas nasales, era potente y hasta abrumador .

De nuevo era como la pradera seca, hizo que sus sentidos se volvieran locos de nuevo, sacudió su cabeza intentando no dejarse llevar por lo que su nariz estaba oliendo .

Cómo si sus plegarias fueran escuchadas su mano derecha se encontró con lo que parecía ser un interruptor .

Celebro mentalmente e intento presionarlo, lastima que antes de hacerlo sintió como una gran y fuerte mano se ponía sobre la de el .

Sus ojos se abrieron como nunca antes y su cuerpo se quedó totalmente paralizado ahí mismo .

Lo único que hizo que no se desmayara en ese instante fue la caliente respiración que comenzó a chocar contra su cabeza .

Todo a su alrededor pareció detenerse ahí mismo, no se atrevía a mover un solo músculo, tenía miedo de lo que podía pasarle si lo hacía .

Podía sentir que su mano estaba totalmente atrapada, estaba poniendo mucha presión, Kibi ya tenía la idea de que se la iba a romper en es momento .

De repente pudo sentir algo cerca de el, era pequeño y algo caliente, lo estaban oliendo .

Pasaron varios segundos hasta que lo que escucho fue un débil gruñido, la presión en su mano había desaparecido .

Eso no logro que el oso hormiguero se sintiera más seguro .

— ¿T-Tao? —
Su voz estaba llena de terror, sus ojos estaban casi a punto de llorar .

Nada lo preparo para lo que pasó después, dos fuertes manos lo sostuvieron de la cintura y lo levantaron del suelo como si nada .

Un leve grito ahogado salió de la boca de Kibi. Lo estaban cargando a un lugar y el no saber dónde solo lo aterraba más .

Eso fue hasta que lo lanzarán directamente a algo suave, probablemente era la cama de alguno de los felinos .

No tuvo tiempo de tomar un respiro ya que en pocos segundos después un gran peso estuvo con el en la cama, había alguien encima de el .

Su cuerpo estaba temblando, aún seguía sin poder ver algo y no sabía que estaba pasando, en lo único que queria confiar era en que ese extraño era su pareja .

Tenía puestas sus manos sobre su pecho, sabía que no podría reaccionar si lo atacaban, el estaba completamente indefenso .

Una respiración agitada choco contra su rostro, junto con varios gruñidos .

— ¿B-Bigotitos? — 
Ese era un tonto apodo que le había puesto a Tao cuando comenzaron a salir, la pantera siempre mostró su desagradado ante tal apodo .

En tan solo unos segundos se sintió menos acorralado, la presión que hacían sobre el había disminuído .

La otra bestia estaba a su lado, quieta y sin hacer nada, era raro .

Kibi no iba a dejar que el miedo lo controlará en esta situación, lo más decidido que pudo movió sus piernas .

Bajo de aquella cama y busco un pequeño rayo de luz en toda esa oscuridad, para su suerte un tenue rayo de luz lunar podía verse cerca del centro del dormitorio .

Aún temblando y con ciertas dificultades para llegar logro tomar las cortinas, no dudo ni un segundo en abrirlas, la luz hizo que las cosas fueran un poco más visibles para el .

Su mirada no se fijó en nada más que en la pantera que estaba sobre la cama, lo primero que vió fue la confusión y cierta desconfianza en los ojos de Tao .

Bajo la luz de la luna podía verlo en un estado vulnerable .

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— Tao — 
Era su amado, a pesar de todo volvió con prisa hacia la cama y se acercó hasta la pantera, quería asegurarse de que todo estuviera bien .

Fue notorio la manera en que su movió, no quería verlo a los ojos, tambien sintió el calor que irradiaba el cuerpo del felino, era casi insoportable .

Lo peor de todo era su aroma, era mucho más potente ahora y era embriagador para el oso hormiguero, afectaba sus sentidos como de costumbre .

No fue nada difícil para Kibi juntar dichas piezas en un rompecabezas para entender lo que estaba sucediendo .

— ¿Estás en celo? — 
Sus manos acariciaron con cariño las mejillas de su novio, podía notar el calor en ellas .

El felino solo pudo asentir bastante avergonzado, apenas si tenía la capacidad de poder hablar .

Los ojos se Kibi se suavizaron al ver esa afirmación, todo tenía mucho más sentido ahora .

Desde el primer momento Kibi no dejo de darle caricias y besitos en la mejilla a su novio para calmarlo .

Seguramente a esto era lo que se refería Bill cuando le pregunto por Tao. Sigue pensando que era mucho más fácil decirle la verdad y ya .

— Mírate —
La pantera tenía todo su pelaje despeinado y su camisa con leves rasguños en ella .

Tao seguramente ya había avisado sobre esto a algun superior, mayormente sugerían quedarse en su dormitorio y esperar los tranquilizadores de hormonas .

Claro que no era en un día, pobre Tao, debe estar pasando por mucho en esos momentos .

— Q-Qué... — 
La voz de la pantera se entrecortada entre jadeos .

— ¿Qué hago aquí? — 

— Quería verte, después de lo que pasó me tenías preocupado — 
Tomo las manos de su pareja y con cariño acaricio su palma con sus pulgares .

— Nnggh... — 
Una mueca apareció en su rostro en cuanto el oso hormiguero menciono eso, era lo que menos quería pensar en esos momentos .

— Tranquilo, no estoy molesto — 
Su voz era suave, estaba buscando calmar a Tao .

La pantera solo asintió nuevamente, sus manos tomaron las de Kibi, el tacto entre los dos hacia que todo lo demás fuera menos abrumador .

El silencio se presentó en el dormitorio, solo estaban ellos dos mirando directamente a los ojos del otro .

— Deberías... Irte — 
Por mucho que el deseaba que su novio se quedara ahí con el conocía lo peligroso que tambien podría ser .

— No quiero — 

Tao estaba por protestar hasta que el oso hormiguero puso sus manos en su pecho, le dedicó una mirada confundida por eso .

— Acuéstate — 
Dió leves empujones en el pecho de la pantera esperando que siguiera su orden .

Pocos segundos después Tao se encontraba descansando en su cama, la comodidad de las sábanas hicieron que todo se sintiera más ligero .

Casi podría olvidar que tenía una enorme erección en esos momentos .

Sin que el se diera cuenta un peso extraño se colocó sobre su estómago, al ver hacia arriba pudo ver a Kibi sentado sobre el, viendolo con una mirada ciertamente cariñosa .

— ¿Q-Qué haces? — 
Tao mentiría si decía que tener al oso hormiguero sobre el no le estaba provocando miles de sentimientos en ese momento .

— Continuar lo que teníamos pendiente — 
Su rostro se acercó bastante al de la pantera, sus bocas estaban a solo pocos centímetros de encontrarse .

La pantera sostuvo los hombros de Kibi y lo acercó a el para poder darle un beso bastante profundo en dónde ambos querían sentir por completo al contrario .

Por supuesto que la temperatura comenzó a aumentar en ambos, está vez no habría nada que los detuviera .

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🏖️
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Kibi no estaba muy seguro de lo que hacía, solo sabía que estar respirando el aroma de Tao lo había vuelto loco y ya no podía soportarlo por mucho más tiempo .

Hacia que todo su cuerpo se sintiera en calor. Así que sin pensarlo se lanzo a besar al carnívoro .

Por primera vez dejo que la lengua de la pantera entrara en su boca, la textura era rasposa y algo extraña pero no se quejaba .

Sonidos húmedos comenzaron a sonar por el dormitorio cada que sus lenguas se encontraban y luchaban en su bocas .

Esto no era algo tan nuevo para los dos, nunca habían tenido relaciones antes (esa idea tampoco había pasado por sus cabezas antes) pero esto era igual a lo que habían hecho en aquella aula .

Entre más presión ponían entre sus cuerpos más calientes se sentían, cada parte de su cuerpo pedía más y más del otro .

Kibi quería sentir más. Sus caderas comenzaron a moverse sutilmente, frotando su trasero con la gran erección en los pantalones de la pantera .

El gemido que recibió de Tao fue una buena afirmación de que le gustaba, no se detuvo ahí y continuo frotando su cuerpo con la de su novio .

Si había algo malo en hacerlo era que Tao se tuvo que separar de su beso para tomar aire y soltar los gemidos más excitantes que el oso hormiguero alguna vez pudo haber escuchado .

— Parece que lo estás disfrutando~ — 
Había cierta picardía en su voz, le gustaba provocar esos gemidos en su pareja .

Claro que sí jugaba con fuego terminaría quemándose .

Las garras de Tao tomarán las caderas del hormiguero con bastante facilidad, eso tomo desprevenido a Kibi .

La pantera comenzó a hacer que bajara y subiera su cadera a un ritmo lento, ahora podía sentir la erección de Tao resbalarse en su pantalón .

Unos leves jadeos se escaparon de su boca, la fricción entre sus cuerpos hacia que su cerebro se derritiera .

— Por rex, quítate los pantalones de una vez Kibi — 
El carnívoro sonó desesperado, era obvio que esto se sentía bien pero el hecho de que sus ropas los detengan de ir más a fondo era insoportable .

Esa petición hizo que un gran escalofrío recorriera su espalda, no le iba a negar ese placer a su novio .

Por suerte su pantalón ya estaba algo suelto, solo tuvo que bajarlo un poco más y lanzarlo a un lado de la cama, quedándose en ropa interior .

La pantera solo podía ver con devoción como el oso hormiguero se desprendía de sus prendas poco a poco. Se sentía como si estuviera teniendo su propio show privado con la bestia mas hermosa que pudo haber existido .

— Eres tan hermoso — 
Sus dedos suavemente acariciaban los muslos de su pareja, su pelaje era tan suave que lo hacía querer tenelo cerca por siempre .

— Gracias lindo — 
Kibi soltó una risa tímida, con cariño le dió un pequeño beso en la frente a la pantera .

Ahora era el turno de que su camisa saliera de escena, poco a poco termino por dejarla junto a su pantalón .

Tao miraba con amor al oso hormiguero, sus pupilas comenzaron a dilatarse .

— Oye, no es justo que tú sigas teniendo tu ropa — 
Suavemente hizo círculos con uno de sus dedos en el pecho de la pantera .

Tao no tardó mucho en comenzar a quitarse la camiseta que tenía puesta y arrojarla lejos de ahí .

Kibi solo pudo apreciar con cariño y deseo el cuerpo de su novio. Sus manos fueron directamente al pecho de la pantera, quería sentir lo duro y fuerte de esa zona .

Era tal como se lo imaginaba, por muy contradictorio que suena estar tan cerca de Tao ahora lo hacía sentir más seguro que nunca .

Entre tantas caricias y roces pudo escuchar un sonido en particular que no solía escuchar muy seguido, Tao estaba ronroneando .

Levantó su mirada y se encontró con el rostro de satisfacción más grande que nunca antes haya visto en su pareja, supuso que le gustaban mucho las caricias en su pecho .

En su opinión eso era muy tierno, con ternura le dió un suave beso a su pareja, así tambien lo hacía despertar de ese pequeño trance .

La pantera devolvió el beso con bastante fuerza y cariño, sus manos nuevamente rodearon por completo al herbívoro .

Esto apenas comenzaba .

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Los ojos de Tao exploraron cada parte del cuerpo de Kibi, ahora estaba completamente desnudo y lo único que podía hacer era ver y admirar todo de el .

Todo de el oso hormiguero le encantaba .

Sus piernas eran pequeñas pero perfectas para acariciar. Los muslos considerablemente rellenos que deseaba apretar y redescubrir lo suaves son .

Sus lindos y adorables ojos diminutos, los cuales podía ver por horas sin cansarse .

Su torso delgado combinaba bien con las curvas que llegaban a su cintura y luego a su redondo y suave trasero .

— ¿Tao? — 
Suavemente paso sus manos por los bigotes de la pantera para llamar su atención .

Para su suerte parecía funcionar ya que la pantera fijó su mirada en el herbívoro, había un brillo en sus ojos que lo hacían ver todavía más hermoso de lo que ya era, si tan solo eso fuera posible .

— Me siento tan afortunado de estar contigo ahora mismo — 
Puso sus manos en la cintura de su pareja, daba un par de caricias con sus dedos en los omóplatos del oso hormiguero .

Kibi se puso más rojo de lo que ya estaba y no dudo en darle un pequeño beso como agradecimiento .

Fue corto pero estaba lleno de cuidado y amor, tal como a ellos siempre les había gustado .

— ¿Estás seguro de esto? — 
Pregunto con algo de nervios, su rostro estaba en la cabeza de su pareja oliendo su aroma como si fuera el aire mas puro del planeta .

— Lo estoy, quiero esto — 
Sus manos se sostienen de los hombros de la pantera, sabe que está seguro en sus brazos y eso es lo que más le gusta .

La pantera sonríe con genuina alegría por escuchar eso, sus dedos pasan cariñosamente por toda la espalda del oso hormiguero .

Ahora lo estaba abrazando con algo de fuerza, le encantaba sentir sus desnudos cuerpos así de cerca .

El aroma de Kibi golpeó sus fosas nasales nuevamente, era dulce y extrañamente atractivo para el .

— Estás muy calmado para estar en celo — 
No era algún tipo de queja, simplemente uno pensaría que un carnívoro en ese estado será mas salvaje .

— Tu olor me calma — 
Su nariz pasaba lentamente por el cuello del hormiguero, era adictivo para la pantera poder apreciar cada parte de su pareja en esa noche .

Eso provocó una pequeña risita de parte de Kibi, la nariz de la pantera le estaba haciendo cosquillas por todas partes 

Las manos de Tao bajan suavemente por la espalda de su pareja, le gusta sentir su textura y suavidad .

Tocar en ciertos puntos hacia que el oso hormiguero soltará largos y profundos jadeos y suspiros de placer. El quería encontrar todos esos puntos .

Sus manos se posaron en el trasero de su pareja, apretando con cuidado la carne, nunca se iba ha cansar de lo bien que se siente tener sus manos ahí .

Al levantar la mirada pudo encontrarse con el rostro de Kibi viendolo con deseo, ambos sabían que llegando a este punto los dos deseaban hacer más fuerte el vínculo de pasión esa noche .

Tuvieron un rápido beso para aclarar sus mentes, sus pechos chocaban y se frotaban sin parar .

Al separarse había un pequeño hilo de saliva entre los dos, sus jadeos eran lo único que resonaba por todo el dormitorio .

— ¿Tienen lubricante? — 
Pregunto el oso hormiguero con cierta pena, nunca antes llegó a pensar que tendría que realizar esa pregunta. O por lo menos no tan pronto .

— U-Uh... Segundo cajón — 
Si fuera posible, sus mejillas se hubieran puesto más rojas por tal declaración .

La pantera no se movió, observo ansioso a su pareja estirarse para abrir dicho cajón, no paso mucho hasta que volviera a subirse en el con la botella en sus manos .

Los ojos de Tao estaban puestas en el lubricante, estaba nervioso como nunca antes. Su cola comenzó a moverse tambien .

— Calma, los dos tendremos cuidado, ¿De acuerdo? — 
La voz de Kibi siempre tranquiliza a la pantera, este solo asintió levemente .

El oso hormiguero puso una sonrisa, el tambien estaba nervioso pero confiaba en que esto sería una experiencia placentero para los dos. Al menos eso era lo que el quería .

Abrió la botella, miro a su pareja en busca de su aprobación, la mirada de Tao le daba la confianza y permiso para hacerlo .

Con emoción comenzó a vertir el líquido en el pene de la pantera, poco a poco fue cubriendo desde la punta hasta la base .

Cómo respuesta se gano un sonido de sorpresa de la pantera, el supuso que el lubricante estaba frio y eso sorprendió a su pareja .

Después de varios segundos Kibi dejo la botella, ya había puesto la cantidad suficiente .

Lo mejor era empezar despacio, hasta donde el sabía era la primera vez de los dos. Eso lo hacía más especial, en cierto modo .

Movió su cintura hacia atrás, haciendo que su trasero se frote contra el miembro de su pareja. La primera sensación que paso por su mente fue que el lubricante si estaba frío .

Las manos de Tao se pusieron en sus muslos, acariciando con cariño, era como una muestra de apoyo en todo esto .

El oso hormiguero puso sus manos en el pecho de su pareja, quería usarlo para apoyarse .

No tenían prisa en esto, sus piernas se estiraron poco a poco levantando su cuerpo un par de centímetros de el cuerpo de la pantera .

En esos instantes pudo sentir que su corazón empezó a latir muy rápido, el de Tao tambien lo estaba, podía sentirlo en sus manos golpeando su pecho .

Lo primero que hizo el oso hormiguero fue colocarse sobre el miembro de la pantera. En esos pocos segundos antes de empezar varios pensamientos pasaron por su mente .

En específico la pregunta de si Tao podría entrar en el sin lastimarlo, el rezaba que así fuera .

Lo único que quedaba por hacer era comprobarlo .

Poco a poco fue dejando que su peso lo dejara caer sobre la pantera de nuevo, pudo escuchar a su pareja tomar una gran bocanada de aire .

El pudo sentir la punta chocar con su agujero, estaba frío,humedo y algo resbaloso .

En definitiva, toda una maravilla .

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Tao no era precisamente “pequeño”, Kibi no sabía si ese sería un tamaño promedio en su especie pero tampoco era como que le importará. De cualquier manera Tao tenía un tamaño considerablemente grande .

Eso lo podía confirmar en esos momentos el oso hormiguero, solo había pasado un poco de la punta y estaba sintiendo que se iba a romper ahí mismo .

Sus manos apretaron con fuerza el pelaje del pecho de la pantera, el dolor que recorrió todo su cuerpo era tolerable pero no lo hacía más agradable .

Unos cuantos gemidos salieron de su boca, su respiración estaba agitada .

— K-Kibi... — 
La pantera acarició con cariño la mejilla de su pareja, quería que se concentrará más en el que en el dolor .

Claro que para el tambien era difícil concentrarse teniendo su pene dentro del oso hormiguero .

Estaba apretado y eso hacia que quisiera seguir más profundo, sus instintos eran difíciles de controlar en este encuentro íntimo pero lo estaba haciendo mejor de lo que el mismo esperaba .

— N-No... pienses tanto en el dolor, ¿De acuerdo? — 
Sus palabras salían entre varios suspiros y jadeos, aún así había un tono seguro en ellas .

Kibi no dijo nada, solo asintió y volvió a tomar algo de aire. No sé movió mucho, quería acostumbrarse a esa sensación .

Pasaron unos cuantos segundos hasta que el herbívoro comenzó a moverse de nuevo, está vez no dolió tanto .

La pareja gimió al unisono, cada uno estaba sintiendo cosas que nunca antes pensaron que llegarían a experimentar en sus vidas .

No paso mucho hasta que el cuerpo de Kibi volviera a estar sobre el de su pareja, varios jadeos y gemidos salían de su boca .

Ahora estaba sintiendo todo el miembro de la pantera en su interior, el primer pensamiento que le llegó a la mente después de eso fue el de no poder creer que realmente entrara todo .

— ¡P-Por Rex! — 
Sus piernas estaban temblando, su cuerpo se sentía extremadamente estimulado ahora y sus manos se sujetaron con mucha fuerza al pecho de la pantera .

— U-Uh... — 
Tao aplastó su cabeza en la almohada, nada podía describir la increíble sensación de estar dentro de su novio, era como estar en el cielo .

Llevo sus manos al rostro de Kibi y comenzó a acariciar sus mejillas, quería que se acostumbrara a su tamaño antes de seguir adelante .

Durante un tiempo más el herbívoro estuvo jadeando y conteniendo sus gemidos, no quería ser tan escandaloso .

— ¿E-Estas... Bien? — 
Seguía con las caricias en el rostro de Kibi, verlo calmarse poco a poco lo puso más relajado a el tambien .

— ¡U-Uh!~ — 
Asintió bastante rápido, sus piernas se apretaron con fuerza al cuerpo de la pantera .

— O-Oh vaya — 
Escuchar los gemidos de su pareja solo hacían que tuviera más ganas de tomarlo de la cintura y...

Sacudió su cabeza, no era momento para dejarse llevar de esa manera. Dirijo sus manos a los muslos de Kibi  .

— V-Voy a comenzar a moverme — 
De manera lenta, bajo su pelvis y luego lo subió suavemente, dando un pequeño empujón dentro del oso hormiguero .

— ¡T-Tao!~ — 
Estiró con fuerza el pelaje que tenía entre sus dedos de la pantera, la embestida lo había hecho pasar por un sin fin de emociones otra vez .

— ¡M-Mierda!~ — 
El estirón en su pelaje dolió, pero el estaba mas concentrado en lo bien que se había sentido lo anterior .

Tomo un par de segundos para volver a hacerlo, en cuanto lo hizo un gemido salió de ambos, sus voces se juntaban para demostrar el placer que estaban sintiendo .

Ahora Tao comenzó a seguir con esas pequeñas embestidas, siguiendo un patrón que ambos podrían disfrutar sin ir demasiado rápido o duro .

Los gemidos de Kibi le confirmaban que lo estaba disfrutando, por lo que no tenía pensado en detenerse. En su mente solo existía el pensamiento de que debía seguir hasta que estén exhaustos .

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— ¡Ooh!~ — 
Había bastante fuerza en la forma en la que clavaba sus manos en la espalda de la pantera .

Eso le funcionaba bastante para soltar esa excitación que solo crecía en el conformé su pareja seguía embistiendo .

¿Cuánto tiempo ya llevarán así? 

Ninguno de los dos tenía alguna idea, lo único que les cabía en sus cabezas es que no querían detenerse .

La pantera sostenía con fuerza el trasero de su pareja, apretando y amasando cada embestida, hacerlo lo hacía sentirse más excitado .

Tambien hacía que el oso hormiguero siguiera soltando esos sonidos tan hermosos y placenteros en sus orejas .

El ritmo de sus embestidas ya era mucho más constante y preciso, se aseguraba de golpear los lugares correctos dentro de su pareja para hacerlo sentir el máximo placer posible .

Los dos compartían su calor corporal al estar tan cerca .

— ¡Mmmgh!~ — 
Sus manos sujetaron más fuerte a su pareja, se estaba mordiendo la lengua .

Aún así alejo su rostro del cuello del oso hormiguero para verlo a los ojos, en ellos podría ver el placer que lo hacía sentir, le encantaba ver de esa manera a su novio .

Con bastante fuerza acercó sus bocas y comenzó a besarlo de manera muy salvaje, estaba desesperado por probar al contrario .

Kibi correspondió dicho beso con la misma intensidad, dejando que sus lenguas explotarán sus bocas .

Había tantas cosas estimulando sus cuerpos que era difícil solo concentrarse en una. El pene de Tao entrando y saliendo repetidas veces del herbívoro, las manos de Tao apretando su trasero y luego está ese beso lleno de pasión que hacía que sus ojos miraran el techo por el placer .

Era una euforia total, su cerebro no procesaba del todo cada sensación en su cuerpo, solo había ese sentimiento primitivo de querer aún más de su pareja .

En medio del beso la lengua de Kibi paso por los colmillos de Tao, puso sentir lo filosos que eran y lo fácil con la que podrían perforar su piel .

Eso solo hizo que pusiera más presión entre sus bocas. El dormitorio estaba lleno de los sonidos de sus cuerpos chocando entre si  .

El oso hormiguero odiaba admitirlo pero si seguían así no duraría mucho más, todo lo hacía sentirse en el cielo y entre más segundos pasaban la forma en que su pene palpitaba comenzaba a doler .

Repentinamente ambos se separaron del beso en busca de aire, sus miradas estaban llenas de placer y un deseo por el otro .

La pantera junto sus frentes y continuo embistiendo a un buen ritmo, ver directamente a los ojos de su pareja en el acto le fascinaba .

Estar tan cerca del herbívoro hacia que pudiera captar su aroma perfectamente y combinado con el olor a sexo que ahora había por todo el dormitorio solo hacia que sus bigotes se pongan de punta .

Por cada embestida que daba sentía que se estaba acercando a su inminente climax. Vaya que lo necesitaba .

— K-Kibi yo... — 
Antes de terminar le dió un fuerte beso a su pareja y luego volvió a embestir un poco más rápido .
— ¡Estoy cerca!~ — 

Esas palabras fueron tanto un alivio como un detonante para su placer para el oso hormiguero .

Su capacidad de hablar a ese punto ya no era la mejor, por lo que con su mirada le dió a entender a su pareja que el estaba en las mismas .

Esto emociono a la pantera, quería que esto terminara de la mejor manera posible, sujeto al herbívoro de forma firme y comenzó un ritmo de embestidas mucho más rápido que antes .

En respuesta Kibi soltó un jadeo lleno de placer, su voz sonaba tan melódica incluso cuando hacía eso que lo volvía loco .

Abrazo con mucha más fuerza al oso hormiguero, estaba muy seguro de que su climax no tardaría en llegar. Por la forma en la que Kibi estaba gimiendo su nombre seguramente el tambien lo estaba .

Ante todo impulso, en los últimos segundos antes de dejar que la liberación llegara para los dos, miro a los ojos de su pareja y junto sus bocas en un beso final .

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El agradable viento de la mañana que entraba por la ventana hacia que sus orejas se movieran .

El no recordaba haberla dejado abierta .

Ni siquiera recordaba mucho de la noche anterior, sus ojos se sentían algo pesados y su cuerpo exhausto .

Aún así había algo que le recorría toda la espalda que lo hacía sentir alegre, en eso su nariz comenzó a captar un olor que conocía muy bien .

Sus ojos se abrieron poco a poco, la luz del sol lo cegó un par de segundos hasta que su vista comenzó a notar todo lo que había en su entorno .

Se llevó una "pequeña" sorpresa al ver el cuerpo de Kibi a su lado, ambos se estaban abrazando .

Los recuerdos comenzaron a golpear su mente ante ese descubrimiento, sus mejillas se empezaron a calentar y sus bigotes a ponerse de punta .

De verdad había hecho todo eso, una sonrisa algo tímida apareció en su rostro. El meneo en su cola mostraba que eso lo ponía contento .

Con cariño atrajo al oso hormiguero a él, quería sentirlo más de cerca, eso sí, el hecho de que ambos seguían desnudos fue algo difícil de ignorar .

Aún así acaricio con delicadeza la espalda de su novio, se veía muy lindo cuando dormía .

Sus cuerpos seguían algo calientes pero eso era por el clima caluroso, al menos eso era lo que el pensaba .

Sin duda estaba feliz, habían tenido una noche que sin duda nunca iba a olvidar, la forma en que todo vínculo entre ellos se fortaleció hizo que su corazón se acelerara .

Suavemente depósito un pequeño beso en la cabeza del oso hormiguero .

— Te amo Kibi — 
Froto gentilmente su cabeza con la de su pareja, nunca antes el había disfrutado tanto la cercanía entre ellos como en este momento .

— Yo tambien te amo Tao — 
La voz somnolienta del herbívoro hizo que la pantera se sorprendiera un poco .

— ¿Te desperté? — 
Volvió a darle otro beso, sus dedos hacían pequeños círculos en sus hombros .

— No — 
Se aferró a la pantera, descansando su cabeza en el fuerte pecho del carnívoro .

Estar así era como un sueño, se sentia como algo que podían llamar hogareño, si en el futuro todas las mañanas podían ser así, Tao se aseguraría de que sean como está .

Abrazo con fuerza a su pareja, ninguno de los dos querian separarse, quizás se iban a meter en problemas. Un herbívoro en los dormitorios de carnívoros sin duda no era algo que se tome a la ligera .

Tampoco es que les importe .

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Riz

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La comida no le llamaba la atención ese día, se veía simple y procesada como la mayor parte del tiempo. Llevaba un rato aplastando su almuerzo con su tenedor .

Lo que se supone que antes era un filete de frijoles ahora solo era una masa extraña con trozos raros por todas partes los cuales no sabía nombrar .

Su estómago se sentía revuelto, así que solo alejo la bandeja de el un par de centímetros, ya tenía muy claro que no iba a comer nada de eso .

Su vista ahora se levantó de la mesa, pudo ver a otros tres osos sentados junto a el, ninguno de ellos parecía prestar atención a lo que hacía, lo cual no era algo que le preocupara .

Parecían estar en sus asuntos hablando entre ellos. Estando ahí lo hacía sentir como un fantasma, dejo de observarlos y paso sus ojos por la cafetería .

Ese lugar siempre estaba lleno de otros animales. Miro a un grupo de bovinos sentados en la mesa a su derecha, todos parecían estar hablando entre ellos con naturalidad .

Eso hizo que pensara en que nunca hablaba con sus compañeros, solo leves charlas triviales que no eran más que eso, rápidas y superficiales .

Un suspiro amenazo con salir de su boca, pudo guardarlo para si mismo .

Sus ojos que siempre se veían tranquilos viajaron por muchas otras mesas del lugar, observando y analizando cada grupo que había en ellas .

Tantos animales diferentes en todo aspecto, a pesar de eso parecía que había una convivencia sana entre todos. Por muy falsa que pueda verse era lo que todos decidan creer y confiar .

El quisiera formar parte. Podría decir que ya es parte de eso pero no es el verdadero el quien convive con los demás cada día en la academia y lo sabe muy bien .

Podía estar rodeado de cientos de carnívoros o herbívoros, podrían haber voces por todas partes que penetraban sus oídos y a pesar de todo, el seguirá sintiendo que está solo en esa mesa .

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Sus pasos eran lentos la mayor parte del tiempo, no quería asustar a algún herbívoro si iba demasiado rápido. Tambien estaba la posibilidad de aplastar a alguno de los más pequeños .

Ese pensamiento siempre lo aterraba cuando estaba por los pasillos, que todos se alejaran con miedo de el. Tenía que aparentar verse amigable para mantener esa sensación de seguridad en los animales con que se cruza .

Incluso si el no es así de verdad, si todo es una mentira. No podía dejar que la "compañía" que le proporcionan los pocos animales con las que hablan lo dejen, no quería sentirse más solo .

Ya había tenido pesadillas dónde suelta esa farsa suya, en dónde muestra como es su verdadero yo, al despertar solo recuerda el miedo en ojos ajenos que el provocó .

El oso hace todo lo posible para alejar eso de su mente, ya tiene suficiente con las migrañas y dolores que le ocasiona su medicamento .

No necesitaba que eso tambien lo torture a diario. Hablando de su medicamento pronto tendría que tomarlo antes de que vaya a la cama .

El pensar en que tiene que tomar esas pastillas cada noche hace que sus puños se aprieten, debe calmarse antes de que alguien vea el ceño fruncido en su rostro .

Debe volver a su dormitorio, normalmente eso podría alegrar a alguien ya que significaba que el día llegaba a su fin y podrían descansar .

Para el solo significa ir a un tipo de jaula diferente, en dónde solo le quedaba soportar el dolor en su interior como ya era normal para el .

No estaba ansioso por volver, así que tomo el camino largo. En su camino veía a otros animales por ahí aún, la mayoría iban acompañados por alguien más .

Sus ojos se fijaron en una pareja de ovejas que estaban juntos en la puerta de una de las aulas .

Parecían verse tan felices. El oso desvío la mirada y siguió caminando, estaba ignorando el fuerte dolor que se hizo presente en su pecho .

Se sentía como si estuvieran aplastando su corazón, lentamente para que pudiera sentirlo .

Ahora en verdad quería volver a su dormitorio lo antes posible .

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Sus compañeros no han llegado al dormitorio, asi que el vuelve a estar solo .

El sol poco a poco va bajando, puede verlo desde la ventana, aún hay algunos animales afuera .

Desde lo alto el oso puede ver el mundo en el que los carnívoros como el nunca podrán vivir sin tener que ocultarse y fingir sobre ellos mismos .

Sus ojos cambian su foco, pasan por el dormitorio. Es raro que este tan silencioso como lo está ahora, hace que lo único que pueda escuchar sean sus propios pensamientos .

Por mucho que le gustaría no tener que escuchar las cosas que su mente siempre le decía no tenía ninguna otra opción .

Sus manos apretaron sus muslos, este día en particular se sintió más miserable de lo normal. No sabía muy bien si había una razón de eso pero igualmente no importaba .

El peso de sus hombros solo se hace más grande entre más tarde se hace, en solo unos minutos tendrá que tomar sus supresores de fuerza .

Su respiración se vuelve lenta. Odia con todo su ser tener que pasar por esto a diario, odiaba tener que aparentar que todo está bien y nada le pasa .

Odia que todos tengan una idea incorrecta de el mismo, odia su medicamento, odia los los dolores que le provocan, pero sin duda alguna, lo que más odia de todo esto; es que tiene que sufrir en silencio y solo .

Sus colmillos comenzaron a rechinar, la ira siempre llegaba cuando pensaba esas cosas. La impotencia y humillación que siente lo atormentan más que nunca .

El sonido de la puerta del dormitorio abriéndose es lo que evita que siga cayendo en ese pozo de miseria en la que se encuentra .

Sus compañeros lo saludan amablemente, mostrando unas sonrisas radiantes y llenas de éxtasis por el día que tuvieron .

Riz solo devuelve el saludo por amabilidad. Escucha que le dicen cosas pero sin ser grosero no eran de interés para el oso pardo y simplemente decide ignorarlos .

Su mirada cae al suelo, incluso con los otros carnívoros ahí, se sigue sintiendo como si fuera el único ahí .

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En la media noche los efectos de su medicamento llegan como de costumbre, las punzadas en su cabeza hacen que le sea imposible cerrar los ojos para dormir .

El sudor comienza a bajar por su frente, su respiración es constante junto con los latidos de su corazón .

Los músculos de su cuerpo se sienten hinchados y duelen como el infierno, similar a que le claven cientos de agujas por toda su piel .

Su pecho sube y baja tratando de apaciguar dichos efectos, lastimosamente eso no funciona y solo lo hace sentir más desesperado porque todo eso termine .

Con fuerza clava sus garras en sus sabana, como si eso hiciera que todo eso se calmara. Intentaba concentrarse en otra cosa que mantuviera su mente ocupada .

Una lastima que su cabeza solo dolía más. Apretó con fuerza su mandíbula para no jadear o gemir por el dolor, no quería que los demás se despertarán por su culpa .

En medio de todo ese infierno, el oso pardo se preguntaba si hay alguna razón para que tenga que pasar por todo este sufrimiento sin descanso .

Muchas veces a pensado en como sería su vida si no fuera un oso, si no fuera un carnívoro, si simplemente fueras alguien más .

De todos modos no es como si hubiera un "el" real en esos momentos .

Riz intenta mantener la calma, sus garras apretaron con fuerza el colchón debajo de el, la presión en sus manos se hacía más fuerte cada segundo .

Para escapar aunque sea solo un poco de eso sigue pensando y divagando en lo profundo de su mente .

Llega el pensamiento de que nunca tendrá amigos de verdad, está prácticamente seguro de que cualquier herbívoro o carnívoro se alejarían de el sabiendo que tiene que ocultar su fuerza .

Nunca podría experimentar lo que es una amistad así de pura que le alegre el día, nunca podría sentir lo que era el amor .

Una bestia como el no merecía nada de eso, su cabeza le seguía repitiendo que muy en el fondo estaba su verdadero yo .

Un monstruo y siempre sería así .

No debería tener permitido llorar, tal como lo estaba haciendo. Esas lágrimas que bajaban por sus mejillas en esos momentos reflejan que estaría mal por mucho más tiempo .

Abrazarse así mismo era el único consuelo que existía para el. Pronto la lluvia ácida que caía en su almohada se acabaría y el terminaría durmiendo .

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Le duele la cabeza, la migraña siempre es lo peor, hace que se sienta como si todo a su alrededor temblará y se distorsionará; casi como una droga .

Debe estar tranquilo, no quiere preocupar a los demás miembros del club de teatro, por suerte todos ya están dejando los vestuarios para ir a sus dormitorios .

Pronto volvería a estar solo, que irónicamente y como una burla hacia el oso era lo que necesitaba ahora .

La picazón que pasaba por sus brazos lo hacían estremecerse, todo lo que quería en esos momentos era tomar una ducha fría que lo ayude a calmarse .

Sus pequeños ojos están mirando el suelo, hay tristeza en ellos la mayor parte del tiempo que, solo demuestra cuando no hay nadie más cerca .

No necesita levantar la vista para saber que ya casi todos se han ido, el debería hacer lo mismo tambien en realidad .

Tomo sus cosas para guardarlas, mientras lo hacía volvió a sentir aquel dolor en su pecho que el día anterior .

Lentamente levanto su cuerpo de la banca, ya no quería estar ahí. Paso un par de segundos viendo la nada, estaba analizando y divagando un poco antes de irse .

Riz se sentía triste, no quería seguir sintiendo esto, lo hace sentirse horrible y abandonado la mayor parte del tiempo y nunca ha hecho nada al respecto .

Tiene miedo, no quiere quedarse más solo, tan solo la idea hace que su cabeza duele de nuevo .

El oso solo quiere alguien que lo entienda, alguien que pueda ver por sus ojos y ver por lo que esta pasando, quizás eso era lo único que el necesitaba .

¿Sería mucho pedir? 

Su espalda se encorvo y un suspiro salió de lo profundo de su garganta, no debería estar pidiendo un milagro .

Estaba por irse, dejar que todo eso pasara como la mayor parte del tiempo. Una voz suave hizo que se detuviera y levantara la mirada .

Sus orejas captaron perfectamente unas palabras, su cuerpo tenso se sintió por unos instantes más relajado. Nunca antes había experimentado eso y por primera vez se sintió ligero .

Sus ojos lo vieron a él, al otro lado del vestuario .

“Por Rex, Riz. Puedes ser un poco aterrador, ¿Sabías?" 

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Chapter Text

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Mugi x Taiki (Personaje Original)
(Beast complex/Beastars)

Contenido sexual explícito 

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No había nada mejor que pasar una tarde de sábado en su apartamento, solo y sin ninguna sección de fotos pendiente .

Lo único que hacía era recostarse en el suelo, rodeado de toda su basura y desorden mientras ve cualquier tipo de entretenimiento que se le presentará en Zooptube .

Las cortinas estaban abajo por lo cual la luz solar no entraba. Prácticamente se estaba encerrando del mundo exterior pero eso es lo que a él más le gustaba de estos días .

No tener que ver a nadie ni hacer nada, solo tomando esas latas de cerveza del refrigerador como si fueran agua purificada .

Sus garras abrieron una nueva lata y comenzó a tomar un gran trago. El alivio que sintió al dejar la lata a un lado salió en un suspiro .

El sabor amargo y fuerte siempre sería su favorito, hacia que su cuerpo sintiera tantas cosas que el no se molestaba en describir .

Su cabeza se sostenía en su mano izquierda, llevaba un par de minutos buscando algo que fuera lo suficientemente llamativo para el como para verlo .

Para su suerte un antiguo video hablando de un caso de homicidio sin resolver apareció en su página principal y fue lo suficientemente atractivo como para merecer su atención .

Para el Shiba de 40 años en ese apartamento, esto era como vivir la gran vida .

Cuando comenzó aquel vídeo el can tomo la lata que anteriormente había dejado a su lado, al llevarla a su boca se dió cuenta de que estaba vacía .

Solo tiro la lata con todas las demás, podría tomar otra y ya está, solo estiró sus manos para abrir el refrigerador, para su desgracia no quedaba ni una sola lata en el .

Un gruñido fue lo que eso provocó en Mugi, cerro con fuerza la puerta y a regañadientes comenzó a levantarse del suelo, su espalda crujió al hacerlo .

Aveces se olvida de que estar tirado por más de 4 horas no es bueno para su postura .

Sin arreglar su pelaje que está desordenado y sus ropas sucias comenzó a caminar hacia la puerta del apartamento, simplemente podría ir a la tienda de abarrotes que hay a solo una calle del complejo oculto .

Aún así lo haría de mala gana, el estaba perfecto y ahora tenía que hacer un esfuerzo en todo el día, simplemente era horrible .

Otra cosa que tambien lo molesto más fue recordar que tenía que usar las escaleras, debió haberse ido a vivir con un lugar que al menos tuviera un maldito ascensor .

El esperaba que no tardará tanto .

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En su forma de caminar se notaba que estaba irritado, tambien era un indicio el como su ceño estaba fruncido y parecía que golpearía a cualquiera que se le pusiera enfrente .

La razón de tal irá era que, al llegar a la tienda y comprar mínimo otras 20 latas de cerveza fue que había una fila considerablemente larga en la única caja registradora .

Lo que se suponía que sería un rápido viaje de su apartamento a conseguir su bebida se convirtió en los peores 15 minutos del mundo .

Todo por culpa de un estúpido cliente que no dejaba de preguntar por cada producto que había comprado, Mugi juraba que si lo veía alguna vez le iba a dar un puñetazo .

Lo malo es que ni siquiera se fijó en quien era, con las grandes bolsas con las que salió no pudo ver su rostro. Al menos sabía que fue un animal pequeño .

Alejo esos pensamientos de su mente, tenía mejores cosas que hacer que estarse irritando por una tontería así. Claro que el no consideraba una tontería hacerlo perder el tiempo pero no era el caso .

Lo bueno es que de tanto pensar en esa situación ni siquiera se dió cuenta de que había vuelto a su apartamento, el alivio volvió a recorrer su cuerpo y comenzó a buscar su llave en su suéter .

Mientras la buscaba no pudo ignorar una sensación extraña. Era como si hubiera una mirada fija en el que lo estaba vigilando en las sombras .

Con cierta sospecha levantó su mirada y miro hacia los lados, a la derecha no parecía haber nadie o algo .

Sin embargo, cuando reviso su izquierda pudo notar que el sonido de una puerta cerrandose repentinamente lleno el pasillo .

Eso lo dejo algo confundido ya que ni siquiera había visto si alguno de los demás vecinos había estado afuera. Quizás sea una jugada de sus oídos que ya no son lo que eran .

Era mejor que no le diera algún tipo de importancia a eso . 

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El reloj marcaba las 11 de la noche, su laptop ahora estaba apagada, quien diría que el tiempo podía volar así .

En estos casos el Shiba simplemente se queda ahí tirado hasta que caía dormido como un bebé. Solo que ahora no se siente cómodo como para hacerlo .

Soltando un gruñido levantó su cuerpo del suelo, tenía que usar el baño o no podría dormir tranquilamente .

Al levantarse camino hasta la puerta del apartamento, parecía que no había nadie más despierto tan tarde por lo que no se preocupo mucho y camino hasta los baños .

A lo lejos y silenciado por el sonido del viento unos cuantos pasos se escuchaban por las escaleras .

Unas pequeñas orejas se asomaron por el pasillo. Un conejo holandés camino por el pasillo con la cabeza cabizbaja .

Llevaba un uniforme azul, con una corbata negra, unos pantalones formales negros que combinan con sus zapatos. Todo eso parecía indicar que estaba volviendo del trabajo .

Sus ojos estaban puestos en las otras puertas de sus vecinos, había cierta curiosidad en su mirar .

Detuvo repentinamente su caminar al estar frente a la puerta en el centro, tan vieja y descuidada como la de los demás apartamentos .

El brillo de admiración en sus ojos desapareció pocos segundos después y se siguió moviendo. No debería quedarse afuera tanto tiempo .

No es que no confiara en los demás habitantes del condominio, simplemente es por seguridad más que otra cosa. Nunca se sabe cuándo puede estar en peligro .

Su apartamento era el último en el pasillo, en cierto modo, le recordaba a él mismo .

Antes de entrar a su apartamento suspiro y sacudió su cabeza. No tenía ganas de pensar en nada, lo único que quería era poner su cabeza y mente en la almohada y simplemente esperar por un nuevo día .

Atrás en el pasillo, el shiba estaba saliendo de los baños casi dormido, en verdad necesitaba descansar y no despertar en mínimo 12 horas .

En medio de sus bostezos un aroma que nunca antes había olido inundó sus fosas nasales como si estuviera frente a el .

Todo el sueño que tenía encima desapareció en un par de segundos y sus ojos se abrieron con sorpresa. Había algo en aquel olor que hizo que su cuerpo reaccionara y se pusiera alerta .

Era dulce, cálido y suave .

Era parecido a una brisa de primavera en un campo de tierra mojada después de una llovizna .

Mugi miro alrededor, como si buscará de dónde provenía semejante delicia. Para su sorpresa no parecía haber señal de lo que provoque ese olor .

Solo un leve rastro difícil de captar pero que podía sentir que estaba ahí .

Su cola se movía de lado a lado, en realidad se había puesto de buen humor. Eso fue raro para el can cuánto menos .

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Los días siguientes transcurrieron con la normalidad en la que está acostumbrado a vivir, llenos de sencillez .

Hace aproximadamente un mes que su destino lo había llevado a mudarse al condominio oculto, en un principio sintió que ese lugar sería algo diferente y que podría ayudarlo a cambiar su rutina .

Estaba equivocado. Todo parecía ser igual que cuando vivía en su antiguo hogar, solo que ahora había un aire diferente en ciertas cosas .

Podría hablar sobre su trabajo pero no era la gran cosa, ser oficinista nunca fue lo que el espero ser en su vida adulta. Siempre creyó que había grandes planes para el .

Cuando el era más joven, en su rostro siempre había un brillo que demostraba lo optimista y lleno de esperanzas que era. Claro que esos años se fueron ya hace mucho .

Incluso a los 25 todavía tenía esperanzas de tener un futuro brillante, quizás un trabajo más "espectacular" .

Luego estaba su vida social. Cómo un conejo sabía que en apariencia siempre sería alguien en el que los demás iban a ver cómo amable o inofensivo, en un principio pensaba que tendría varios amigos con la que pasar los fines de semana .

Cuando cumplió 30 años solo tuvo a uno de sus hermanos en su fiesta de cumpleaños. Cuando este le pregunto por los invitados su excusa fue que no tuvo tiempo de invitarlo o estaban muy ocupados con sus trabajos .

Nunca fue malo al relacionarse con los demás, se le daba muy bien ser sociable. El problema es que no conectaba lo suficiente como para tener una amistad duradera .

¿Sería que el problema era el?

Por último. Siempre vivió con la idea de que a los 35 formaría una familia .

¿Era posible que siquiera fuera una posibilidad a sus 45 años? 

Todo eso junto hacia que sus hombros se sintieran pesados y cansados. Cada día nunca dejaba de pensar en lo que es su vida, lo que lo a llevado a estar donde está ahora .

Se pregunta si habrá ido por el camino correcto. Para darle más peso a ese pensamiento siempre se compara con sus compañeros de la universidad, todos ellos parecieron llegar más lejos de lo que tenían previsto .

Un suspiro salió de sus labios, revelaba que estar pensando en eso solo lo cansaba y hacia sentir abrumado .

— ¿Señor, está todo bien? —
Una voz femenina lo saco de su nube, la shiba en la caja registradora lo veía con cierta preocupación .

— Oh, si — 
Bastante apresurado tomo las dos grandes bolsas de papel que le estaba entregando aquella canina .

Miro por el rabillo de su ojo a la pequeña fila que se había formado detrás de el, sin duda pudo distinguir varios rostros molestos con el .

Algo avergonzado salió bastante rápido de la tienda con las bolsas en ambas manos, no era la primera vez que se quedaba atrapado en su pensamiento en público .

Era mejor que lo hiciera en su apartamento, dónde podía meditar y aclarar sus ideas .

En su camino de vuelta a casa se detuvo a un par de metros del condominio, dió un par de pasos hacia la izquierda y levantó la mirada .

Cómo de costumbre estaba ese enorme cartel de publicidad. Sus ojos brillaron y su boca se abrió con asombro, no había día en que no se detuviera a apreciar el cartel .

Por lo menos desde que pusieron esa publicidad de Mugi. Desde hace tiempo que es fan del trabajo del shiba, admira mucho la valentía que tuvo al hacer ese drástico cambio de imagen que hizo de un día para otro .

En Mugi el podía ver bravura con ese toque de autosuficiencia que su rostro mostraba ante la cámara que lo hacía sentirse... Esperanzado .

Bajo su mirada, la sonrisa que recién se había formado en sus labios comenzó a bajar poco a poco hasta tener un rostro neutral .

Sus ojos hacían un esfuerzo por mantenerse fijos y seguros, hasta que solo mostraron melancolía .

Comenzó a caminar nuevamente, ese antiguo pensamiento fue guardado en el fondo de su mente .

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En su apartamento siempre había un silencio que lo hacía sentirse calmado. En este caso solo el sonido de las verduras hirviendo pasaba por sus orejas .

Casi eran las 11 de la mañana, en un par de horas tendría que ir a su trabajo. Sus dos grandes dientes frontales mordieron suavemente su labio .

En lo que su almuerzo se preparaba no suele hacer mucho, tampoco es como que pudiera hacer algo diferente .

Levemente giro su cabeza hacia tras, su vista se fijó en su cama, más en específico lo que había debajo de ella, una caja algo aplastada .

Camino hasta ella para arrodillarse y poder sacarla, sus dedos pasaron suavemente por el contenido de esta .

En ella había varias revistas bien ordenadas, una carpeta llena de fotos y una vieja cámara que seguramente ya no funciona .

No vio mucho la carpeta o la cámara, estaba más interesado en las revistas, con cuidado tomo la que estaba hasta arriba y se sentó en la cama con ella en sus piernas .

Estuvo un par de segundos viendo la portada de dicha revista. En ella estaba aquel shiba, pasando su mano por su mejilla y mostrando sus colmillos .

Ciertamente, era inapropiado y hasta cierto punto atrevido. Eso era lo que más le gustaba de esa portada en particular .

La punta de sus dedos pasaron lentamente sobre la imagen de aquellos pequeños colmillos, por muy diminutos que fueran el sabía que si se clavaran en su piel podrían dejarle una marca con suma facilidad .

Un escalofrío recorrió su mano y llegó hasta su cuello. Era más inapropiado que el estuviera pensando esas cosas y con una revista de Mugi .

Tan solo pensar que el canino vive a solo unos apartamentos del suyo debería ser suficiente para que se arrepienta de lo que hacía .

Dejo la revista sobre su cama, su almuerzo casi estaría listo y era mejor que se prepara para cuando tenga que ir a su trabajo .

Dió un último vistazo a su cama, sus manos se apretaron con fuerza .

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El agua baja lentamente por su rostro, hace que se mantenga un poco más de tiempo despierto, así al menos puede volver a su apartamento para ir a dormir .

Se mira unos segundos en el espejo, puede ver sutilmente en la oscuridad y ve su cara, algo desareglado pero eso ya es normal .

No tenía nada más que hacer ahí, lentamente comenzó a caminar hacia el pasillo. Su mano rasca suavemente su estómago mientras camina .

Era tarde, así que no habría problema de que alguien más esté por ahí a esas altas horas de la noche .

Eso fue lo que pensó hasta que en la oscuridad algo, mas bien dicho, alguien chocó repentinamente con el .

El golpe no fue la gran cosa, solo hizo que se moviera hacia un lado. De la sorpresa ni siquiera noto quien era, le costó un par de segundos recuperar la vista .

- ¡L-Lo lamento mucho! - 
Una voz desconocida fue lo único que pudo escuchar seguido de unos pasos apresurados que se alejaron en un instante de el .

En un principio no le iba a dar importancia y volvería a su apartamento. Eso fue hasta que ese mismo olor que había captado aquella noche inundo su nariz .

Seguía siendo tan dulce y puro como lo recordaba, no fue difícil conectar las piezas y darse cuenta que aquel extraño animal era la fuente de ese exquisito y peculiar aroma .

Con solo un poco de la luz de la luna que entraba por una vieja ventana pudo verlo ahí, al final del pasillo intentando abrir la puerta de su apartamento .

— P-Por rex... — 
Sus manos estaban torpes, no dejaban de temblar y le era imposible lograr que la llave entrara en la ranura .
— P-Por qué ahora... —

Siguió intentando sin algún éxito, su cuerpo no dejaba de sentirse así y su mente estaba nublada que era difícil siquiera pensar con claridad .

El pánico comenzó a apoderarse del conejo, por mucho que intentará mantener la calma y el control simplemente le era imposible no sentirse como si su cabeza fuera ha explotar en cualquier momento .

En un intento desesperado de poner la llave en la puerta sus dedos que estaban sudando dejaron que la llave cayera al suelo en sus pies, como si estar pasando por su celo no fuera suficiente ahora no podía ver la llave en la oscuridad .

— ¡M-Mierda! —
Dió un golpe en la puerta, sus manos se sujetaban con fuerza en el marco de aquella puerta, tenía que mantener la calma .

Sus ojos estaban medio cerrados y su respiración habia comenzado a acelerar su ritmo. El calor en su cuerpo comenzó a subir desde sus piernas hasta su cabeza .

En el fondo se estaba maldiciendo por eso, de cierta forma esto era su culpa y ahora estaba ahí en medio del pasillo entrando en celo. Lo bueno es que nadie estaba ahí para verlo .

Claro que olvidó el pequeñísimo detalle de que hace tan solo unos momentos antes había chocado con algún otro habitante del condominio .

Su poca calma restante se desvaneció al instante al escuchar unos grandes pasos justo detrás de el, la sorpresa en su rostro era de miedo .

En su cabeza solo rezaba que no fuera ese chico lobo tan extraño y tenebroso, había escuchado que le gustaban los conejos .

— ¿Necesitas... Ayuda? —
La voz grave y ronca de Mugi sonó por encima del conejo holandés, sus ojos estaban puestos fijamente en el herbívoro frente a el .

Tenía a su presa acorralada .

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El sonido del conejo tragando saliva inundó la pequeña burbuja en la que los dos estaban en ese momento .

La boca de Taiki vaciló, aún así hizo su mayor esfuerzo por formular alguna respuesta, era difícil pensar correctamente cuando todo su cuerpo se está derritiendo justo en dónde está parado .

— M-Mi llave... —
Llevo sus manos a su pecho, sus instintos hicieron que mirara la oscuridad del pasillo, en cualquier momento podría correr y buscar ayuda, estaba seguro de que podria ser escuchado muy fácilmente por los vecinos .

Sin embargo sabía que sus piernas no estaban reaccionando, por mucho que quisiera salir disparado como un rayo de ahí no lograría nada .

Su destino estaba en manos del carnívoro detrás de el .

El sonido de su llave chocando con su colgante hizo que sus orejas se levantaran, su corazón no dejo de latir como loco .

— ¿Quieres que habrá la puerta? —
Su boca estaba a pocos centímetros del cuello del conejo, estando tan cerca podía captar mucho mejor su aroma y vaya que le encantaba .

— U-Uh si... —
La respiración de Mugi estaba chocando con su piel, estaba caliente y tenía un pequeño olor a cerveza, su nariz se arrugó por eso .

El sonido de la llave abriendo la cerradura fue lo que hizo que pudiera mantenerse "tranquilo" en esa situación. Por dentro se estaba muriendo del miedo .

La puerta hizo un chirrido al abrirse, tomo bastante valentía de su parte para dar un par de pasos y poder encender la luz del apartamento .

En un principio fue bastante cegador, llevo una de sus manos al frente de sus ojos para evitar que su vista se nublara .

Le tomo unos pocos segundos para que pudiera ver su entorno, suspiro de alivio al ver que todo estaba bien .

Ahora solo tenía un problema, detrás de el seguía estando Mugi. Con ciertos nervios comenzó darse la vuelta .

Tenía al shiba cara a cara ahora .

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Los ojos del perro tenían esa típica mirada de desinterés que tenía la mayor parte del tiempo, pero estaban analizando bien al animal que tenía al frente .

Era un conejo holandés, tenía un patrón de colores negros en su cabeza que bajaba por sus mejillas, desde su naríz hasta abajo era un color blanco como el mármol .

Su primer pensamiento fue que era un animal con cierto encanto, esas orejas pequeñas y sus ojos color miel le llamaron mucho la atención, podría empezar a babear si no se controlaba .

— G-Gracias Mugi —
Amablemente le hizo una pequeña reverencia, por muy asustado que aún estuviera se sentía muy agradecido por su ayuda .

— No es nada... —
Estuvo un par de segundos alargando la "a" del final, ni siquiera conocía el nombre de aquel conejo .

— Taiki —
Confesó en un susurro muy poco audible, sus mejillas se pusieron rojas, seguramente se veia muy tonto frente al shiba .

— Taiki —
Hubo una leve sonrisa en el rostro de Mugi en cuanto dijo su nombre .

El silencio más incómodo llegó después, ninguno de los dos dijo nada y solo se quedaron justo dónde estaban viendo a los ojos del otro .

Solo el sonido del viento llenaba el vacío en el apartamento .

Fue difícil para el conejo mantener sus ojos puestos en los del shiba con ese erección que comenzaba a formarse en los pantalones del canino .

Esto era su culpa, seguramente el perro había estado oliendo todas las feromonas que estaba soltando su cuerpo y ahora estaba reaccionando de esa manera .

Por muy inapropiado que suene, ver el bulto que se había formado en la entrepierna del shiba lo estaba excitando más de lo que debería .

Esto estaba mal por mucha razones, levantó la cabeza en busca de algo que decir, tenía sus palabras atoradas en su garganta. Si decía lo que el quería estaba seguro de que iba a arrepentirse luego .

Pero su cuerpo le estaba pidiendo a gritos que hiciera algo al respecto, que calmara ese calor que irradiaba de el .

— ¿Quieres pasar? —

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Hace tan solo unos minutos estaba volviendo de su trabajo, el ya tenia la idea en su cabeza de que había sido otro día normal en su vida .

Claro que todo eso cambio en cuanto en mitad de unas compras nocturnas uno de sus instintos más primitivos se comenzó a manifestar en el .

Ahora está siendo empujado contra su cama por las fuertes manos de un carnívoro en su apartamento. Todo eso mientras su boca era invadida por la lengua carnosa y caliente del perro .

Sus brazos estaban siendo sostenidos por las garras de Mugi, así que el ya tenía muy en claro que de ahí no se iba a liberar por más que lo intentará .

— ¡M-Mmmgh!~ —
Tampoco tenía algún control de su boca, su lengua era brutalmente empujada y aplastada por la del canino el cual entraba y jugaba con la de el como se le antojara .

El peso de Mugi no era poco precisamente, así que era otra razón del porque estaba atrapado y sin escapatoria .

Nunca antes había tenido un beso como la que ellos dos estaban sellando esa noche, era salvaje y despreocupado en dónde solo se buscaba el placer entre sus bocas .

Fue hasta que pasaron varios segundos después que el canino dejo que tomarán un respiro y el conejo si que aprovecho esa oportunidad para tomar una gran cantidad de aire .

Su respiración chocaba directamente con la del perro, estaban calientes y una de ellas olía a cerveza, todo un baile de sensaciones y emociones .

— Dulce~ —
Su lengua paso lentamente por los labios del herbívoro, podía captar ciertos sabores frescos, que en su mayoría eran vegetales cocidos .

Eso ocasionó un leve espasmo en las manos del conejo, había una gran cantidad de chispas recorriendo todo su cuerpo en ese momento .

Las garras del perro fueron bajando lentamente por sus brazos, acariciando y sintiendo cada parte de su suave piel. Quizás estaba analizando que partes serían las más deliciosas para comer .

Entre tantos pensamiento el shiba metió sus manos en el uniforme del herbívoro, pasos sus dedos por la piel, frotando sus garras con cuidado en las zonas blandas .

Por el rostro que estaba poniendo el conejo sabía que le gustaba, la manera en que sus ojos miraban hacia arriba cuando tocaba en los lugares correctos hacían que su pene palpitara .

— No necesitas esta ropa~ —
La voz del shiba se había puesto algo grave, aún mantenía ese tono típico de el pero ahora había lujuria y un deseo incontrolable que reflejaba lo mucho que deseaba este encuentro íntimo .

Taiki abrió los ojos con sorpresa al ver una de las garras del canino romper su uniforme poco a poco, no tardó mucho en que terminara de romperse por completo y cayera a sus lados .

Su rostro se puso más rojo que nunca, ya hacia mucho tiempo desde que alguien lo veía desnudo. Su pecho y estómago estaban expuestos y eran un punto facil para el Shiba ahora .

Mugi llevo su rostro sobre el estómago del conejo y comenzó a olfatear con mucha emoción, su nariz recorría un leve camino desde ahí hasta el pecho del herbívoro .

Podía captar ese olor tan delicioso y dulce, lo volvía loco y solo quería más y más sin importarle mucho si eso es lo único que hace esa noche .

Sus manos se pusieron en la espalda de Taiki, estaba maravillado con lo bien que sus manos podían sostenerlo y mantenerlo justo dónde el lo quiere .

Y rex, no importaba que saliera de la boca del herbívoro, ya sea el gemido más chillón que haya escuchado jamás o el jadeo de placer mas descarado del mundo estaba haciendo que sus ganas de follarlo solo aumentarán .

El seguía en su trabajo de oler cada parte del conejo, su pelaje era tan suave y estaba muy bien cuidado. Había leves toques de shampoo de coco que lo hacía más embriagador todavía .

— ¡M-Mugi!~ —
Su cabeza estaba dando vueltas, las caricias en su espalda hacían que su cuerpo se sintiera estimulado y eso solo aumentaba más el calor de su cuerpo .

Sus manos acariciaban las orejas del canino, animando a qué continuará con eso, que apreciará todo lo que el tenía para ofrecerle al shiba .

Poco después saco su lengua y no tardó mucho en comenzar a dar lamidas en el pecho de Taiki, saboreaba su carne la cual podía decir que sería suave y un manjar para su paladar .

El aullido que salió de la boca del herbívoro hizo maravillas en su corazón, su voz era tan excitante y sumisa, le encantaba escucharlo y quería hacerlo gritar su nombre en esa cama .

En lo profundo de su mente se cuestionaba el hecho de que se estaba por acostar con alguien que no conocía en lo absoluto, pero así es como funcionan este tipo de aventuras .

Eso lo había aprendido hace tiempo, lo que importa es el placer que los dos sientan y que mínimo sea un sexo que puedan recordar .

Sus garras bajaron más, esos pantalones solo estaban molestando. Estaba a punto de solo romperlos y ya, hasta que una de las manos del conejo sostuvo con fuerza su brazo .

— ¡E-Espera, puedo hacerlo yo mismo! —
Tenía otros pantalones iguales a esos pero si podía evitar que solo quedarán trozos de tela por su cama era lo que iba ha hacer .

Sus manos temblaban y se sentían torpes, su cinturón quedó a su lado y luego siguió con aquellos pantalones que no duraron mucho más en el .

Ahora solo estaba en unos calzoncillos normales de color azul .

— Todo —
Ordenó poniendo sus manos a los lados del herbívoro, su vista estaba puesta en los ojos del contrario .

— D-De acuerdo... —
Por mucho que le gustaría apartar su mirada no podía hacerlo, sus manos se controlaban por si solas y bajaron hasta su ropa interior .

En esos segundos, en los que la tela bajaba por sus delgadas piernas estaba pensando en todo lo que estaba haciendo. Su cuerpo estaba a merced de Mugi .

Nunca se le había cruzado por la cabeza que terminaría acostándose con el shiba, ni siquiera se conocían o tenían algún vínculo cercano, al menos que contará que el se sepa muchas de sus entrevistas .

En esos momentos no importaba, ya estaban muy metidos en esto como para detener lo que hacían, tampoco es como si el conejo quisiera que esto terminara .

La forma en la que Mugi lo veía, con esa mezcla morbosa de hambre y lujuria. Nunca antes había visto nada parecido a eso. Sus garras querían más de el .

Nunca antes se había sentido así de... Importante, amado o querido por alguien, incluso si esto solo era algo repentino o pasajero .

El solo hecho de que lo haga sentir algo hace que valga la pena el dolor que llegara con el sol en el amanecer .

Esta noche solo serán ellos dos .

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La desnudes que se presentaba frente a sus ojos lo hacían sentir tantas cosas que su cerebro dolía, había hambre y deseo en sus ojos ante el cuerpo bajo el suyo .

El pelaje de Taiki se veía sano y bien cuidado como lo había descubierto antes, solo que ahora estaba alborotado y despeinado .

Su cuerpo era más pequeño que el de el, sus manos no tardaron en ir a sus caderas y comenzar a tocar y acariciar .

— Que hermoso te ves —
Entre más tiempo pasaba apreciando al herbívoro más cosas encontraba que le gustaban de el .

Los brazos de Taiki se estremecieron ante dicho cumplido. Se estaba preguntando si habia algo de verdad en sus palabras o solo era la euforia del momento .

Sea lo que sea, le encantaba escuchar eso venir de la boca del perro, estaba lleno de deseo que lo amaba .

El lugar estaba lleno de sus aromas, un perfecto olor a hormonas que pronto sería intensificado con lo que harían .

De forma repentina el Shiba tomo las piernas del conejo y con facilidad logro levantar las y ponerlas cerca del cuerpo del herbívoro .

Un chillido salió de la boca de Taiki, le daba vergüenza que ahora su trasero este expuesto de esa manera .

Por la mirada que le daba Mugi sabía que lo estaba saboreando con sus ojos, pensando en que manera se lo iba a comer .

El Shiba dejo que el herbívoro sosteniendo sus piernas, dejo que se relajara para lo que estaba por venir .

El canino se agachó lentamente, cuando estuvo a la altura perfecta sus manos se colocaron en las dos nalgas del conejo, sus dedos aparecieron lo suave y delicadas que eran .

Un gemido hizo que sus orejas se movieran de emoción, el quería provocar más de esa deliciosa melodía .

Uso sus pulgares para estirar el pequeño y rosado agujero del conejo, no pudo evitar morder su labio interior ante tal vista .

Seguido de eso abrió su boca dejando salir su larga lengua, no tardó mucho en comenzar a pasar su lengua entre las nalgas del herbívoro .

Fue lento, pasando por todo su agujero, asegurándose de sentir lo caliente y suave de su piel. Era una sensación única que lo excito mucho más de lo que pensó .

— ¡O-Oooh!~ —
La sensación de algo húmedo y áspero por su trasero hizo que un gran jadeo saliera de el, sus piernas se estiraron por el placer .

Pocos segundos después Mugi volvió a hacerlo, presionando suavemente su lengua en el, dando una descarga eléctrica por todo su cuerpo que lo hacía querer más .

El placer que recorría su cuerpo no se comparaba a ninguna otra cosa que hubiera sentido antes, con fuerza rodeo el cuello del canino con sus piernas .

En respuesta a eso Mugi solo siguió pasando su lengua por sus nalgas y agujero, dejando cubierto esas zonas llenas de su caliente saliva .

El perro chupaba y lamía cómo si su vida entera dependiera de eso, casi parecía como si estuviera tomando agua en un desierto .

Sus manos apretaron con fuerza los glúteos del conejo. De verdad que le encantaba sentir su textura .

En busca de aumentar el placer del herbívoro y escuchar más de esos gemidos y jadeos, presionó levemente su lengua en su agujero, comenzando a dilatar esa zona .

El grito de placer que soltó Taiki cuando hizo eso solo confirmo una pequeña sospecha que el canino tenía desde hace unos minutos .

Dado algunas señales podía descifrar que el conejo tiene un tiempo sin hacer nada sexual, lo tenía en cuenta para no pasarse demasiado con el .

Siguió con los movimientos de su lengua, conocía ciertas técnicas que harían que el herbívoro vea estrellas toda la noche .

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Algo que pasó por la cabeza del conejo fue que ya está muy viejo para estás cosas, ni siquiera espero que esto lo excitara y calentará tanto .

Pero conociendo el libido en su especie no era tan raro. Podía ver estrellas en sus ojos por el placer que le recorría el cuerpo .

Mugi estaba haciendo maravillas con esa lengua suya, tanto así que cuando el perro alejo su rostro de su trasero todo a su alrededor se hizo lento .

— ¿Q-Qué haces? —
Levantó su cabeza lo más que pudo, no tenía la mejor vista al canino ahora, estaba por rogarle que no se detuviera .

— Ya no puedo resistir —
Con bastante desesperación y prisa se libro de sus pantalones junto a su ropa interior .

El conejo se sorprendió al sentir que el perro sostenía sus piernas con bastante fuerza y las ponía cerca de su cabeza .

Antes de decir cualquier cosa su atención se puso totalmente en el duro y palpitante miembro del shiba, que tenía a tan solo pocos centímetros de su trasero .

Los ojos de Taiki se abrieron en shock, por la diferencia que había en sus tamaños, ya suponía que sería grande, en efecto lo era .

La punta roja y chorreante quedó a poco de entrar en el, Mugi estaba deseando solo hacerlo de una vez pero primero quería asegurar el permiso del herbívoro .

— ¿P-Pued- —

— ¡Métela de una vez Mugi! —
Sus manos golpearon la cama en señal de que ya estaba desesperado y no podía esperar ningún segundo más .
- ¡Hazlo! - 

La cola del shiba comenzó a moverse rápidamente ante esa petición, iba a cumplir las plegarias del conejo y no lo haría esperar más .

Se posiciono para estar cómodo, la vista de su pene a punto de penetrar el lindo trasero del conejo lo emocionaba a más no poder .

No lo pensó mucho más y con una lenta pero dura embestida metió toda su longitud de una .

— ¡Mmmmgh!~ —
Los dos soltaron un gemido ahogado, las garras del shiba amenazaron con clavarse en las piernas del conejo, eso se había sentido como un sueño .

Podía ver en los ojos de Taiki que el tambien lo estaba sintiendo .

El paraíso era donde ellos se encontraban ahora. Mugi apretó sus dientes para evitar gemir, el interior del herbívoro estaba apretado .

Aún así, los animales en celo suelen ceder más fácil a la penetración, lo cual el shiba pudo confirmar, se sentía resbaloso pero eso no le quitaba que se sintiera increíble .

Suavemente dió un leve empujón aún estando dentro, se ganó un hermoso gemido de Taiki .

— ¡Uuuh!~ —
Su cabeza se aplastó con la almohada, todo su cuerpo estaba recibiendo la estimulación y placer de ser llenados .

El shiba comenzó a embestir en un ritmo suave pero constante, cada vez que lo hacía toda una oleada de placer les recorría por todo su cuerpo .

Movía su cadera hacia delante y hacia atrás, cada vez que golpeaba un punto dentro del conejo los dos soltaban un gemido de puro placer .

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Ya hacía rato que ninguno de los dos tenía la cuenta del tiempo en la que sus cuerpos llevan fundiéndose con el del otro .

Los gemidos y jadeos eran cada vez mas fuertes y llenos de lujuria .

El calor entre los dos estaba en su punto máximo, cada vez que el shiba embestida parecía ser como el cielo mismo .

Taiki levantó la cabeza hacia arriba cuando Mugi golpeó un punto en específico. El sudor caía por su pelaje .

Mugi tenía la lengua de fuera, sin duda los dos estaban disfrutando demasiado eso y entre más tiempo pasaba menos querían detenerse .

Las garras del shiba sostenían firmemente sus piernas. Era sorprendente que no le haya clavado una en todo ese rato .

Ante tanta excitación y placer Mugi sentía que no le faltaba mucho para que su climax llegara, junto a eso podía sentir que su nudo se comenzaba a formar poco a poco .

Ahora cada vez que embestida chocaba con el trasero del conejo, sus instintos le decían que no se detenga y anude a Taiki. Si fuera por el mismo ya lo habría hecho .

Aún así no lo haría sin el permiso de su compañero. Solo siguió manteniendo su ritmo .

Entre más embestidas daba más fuerte se hacía el gruñido que salía de su garganta con deseo .

Los ojos del conejo se ponían blancos del placer, por mucho que intentaba mantenerse conciente le parecía imposible hacerlo, era surreal lo bien que se estaba sintiendo .

— ¡T-Taiki!~ —
Junto su frente con la del herbívoro, le encantaba poder verlo a los ojos así y ver todo lo que provocaba en su pareja .
— ¡Quiero correrme! —

Su voz sonó casi como una advertencia, la presión que ponía entre los dos cada vez iba aumentando más y más .

Los oidos del conejo tardaron un poco en entender lo que le había dicho, no obstante, pocos segundos después puso sus manos en las mejillas del shiba con fuerza .

— A-Afuera... —
Era difícil hablar sin soltar un jadeo, aún así hizo su mejor esfuerzo para hacerlo, solo esperaba que Mugi hiciera lo que le estaba pidiendo .

Solo obtuvo un gruñido de su parte, después de solo unos segundos el shiba planto un beso salvaje en la boca de Taiki, mordiendo gentilmente su labio inferior .

Sus lenguas estaban ahora en una pequeña lucha en dónde era obvia la victoria del carnívoro .

Sus cuerpos seguían chocando con fuerza. El climax de ambos estaba por llegar y los dos lo sabían muy bien .

La cama rechinaba ante la intensidad de sus movimientos, seguramente habrían quejas de los vecinos en la mañana .

El ritmo de las embestidas del shiba se intensificó, cada golpe daba resultado a un gemido de los dos .

El éxtasis lleno sus cuerpos en tan solo unos segundos. El conejo termino por correrse en el pecho de ambos, manchando el pelaje de los dos .

Luego llegó el climax del canino llegó, en el último segundo termino en las sábanas de la cama, hubo un prolongado jadeo lleno de placer proveniente de la boca del shiba .

Después de un par de segundos el perro se dejó caer al lado del conejo, estaba completamente exhausto. Varios jadeos salían de su boca mientras su cuerpo intentaba volver a la realidad .

Sus orejas escuchaban que a su lado el conejo tambien respiraba con profundidad y cansancio, al parecer el tambien había quedado exhausto .

Mugi se llevó una gran sorpresa al sentir de la nada un peso ligero sobre el. Abrió con confusión sus ojos topandose con la mirada intensa de Taiki sobre el .

En el conejo seguía habiendo un rostro de anheló que hizo que su pelaje se erizará de tan solo verlo sentado en el .

— ¿T-Taiki, qué haces? —
Le costaba un poco hablar, su respiración aún estaba agitada después de semejante acción que acaban de tener .

— Aún no hemos terminado Mugi — 
Sus manos pasaron suavemente por el pecho del canino, dando leves apretones en los lugares correctos .

Al principio Mugi no comprendió a que se estaba refiriendo el herbívoro. Fue hasta que sintió que comenzó a sentir una presión en su miembro de nuevo que entendió lo que decía el contrario .

Se había olvidado que los conejos son mucho más activos en el sexo, seguramente el conejo aún aguantaría otra ronda. El misterio era si el lo soportaría .

— U-Uh... —
Sin importarle mucho que tan exhausto estuviera tomo la cabeza de Taiki y lo atrajo a un beso profundo .

Sería una noche larga .

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El distante sonido de una voz hacia que sus orejas se movieran un poco. Sus ronquidos hacían que todo se ensordeciera a su alrededor .

Tenía una mano en su estómago y la otra sobre la almohada, era una pose cómoda para dormir en su cama .

Su mente aún dormida tardó unos cuantos segundos más en darse cuenta que esa no era su cama, era muy suave y ahora que lo analizaba mejor más pequeño que la suya .

Algo no parecía cuadrar en toda esta situación. Sus ojos se sentían algo pesados pero lentamente comenzaron a abrirse, fue algo cegador que la luz del amanecer le diera directamente en los ojos .

Su mano se puso sobre sus ojos mientras un gruñido salió de su boca, cuando lo hizo pudo sentir un leve dolor por todo su cuerpo muy punzante .

Su boca se sentía seca. Sus ojos no tardaron mucho en comenzar a adaptarse a la iluminación del lugar y pudo ver el techo del apartamento .

Estaba pintando de un color blanco, sin duda este no era su apartamento .

No tenía las energías para levantarse de la cama, giro su cabeza unos cuantos centímetros para observar donde se encontraba; se llevó una pequeña sorpresa al ver lo bien cuidado que era ese apartamento .

No tardó mucho en darse cuenta de que había alguien al otro lado del apartamento, estaba hablando por teléfono por lo que podía ver .

En un principio estaba muy confundido, los recuerdos de la noche anterior no tardaron en llegar como fuertes golpes en su estómago que lo dejaron más aturdido que antes .

De verdad se había acostado con el conejo, había cierto remordimiento por haberse dejado llevar de esa manera. Podría culpar al conejo de eso, pero era obvio que el tampoco tenía la culpa .

Estaba muy cansado como para pensar tanto, un suspiro pesado escapó de sus labios que llamo la atención de Taiki, quien levantó sutilmente sus orejas .

— Tengo que irme, le agradezco su entendimiento de antemano —
Parecía que estaba terminando aquella llamada y dejo su celular sobre la pequeño mesa en la mitad del apartamento .

Mordió suavemente su lengua, sentía bastante nervios ahora. Tomo aire y se dió la vuelta para toparse con la mirada de Mugi puesta fijamente en el, con ojos cansados y curiosos .

— ¿Cómo despertaste? —
Pregunto en voz baja, dió unos cuantos pasos para poder estar más cerca del canino .

— Mmmh... —
Eso sonó como un quejido mientras su mano se ponía sobre su cabeza, aún se sentía muy sobre estimulado en todos sus sentidos .

— Ya veo —
Las mejillas del conejo se coloraron, sus ojos se apartaron del shiba .
— Estaba preparando el almuerzo —
Era tarde ya 

No recibió respuesta por parte de Mugi, eso solo logro que el pecho del conejo doliera, aún así intento mantener la calma ante tal situación .

Lo único que haría era dejar descansar al modelo, luego podría volver a su apartamento, si, eso sería lo que haría .

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Por mucho que intentará ignorar el elefante en la habitación sabía que no podría lograrlo, podía sentir el peso del arrepentimiento en su hombros .

Su mano movió el cucharón suavemente, intentaba que esos sirviera como distracción pero era obvio que no funcionaba .

En su cama está aquel shiba, seguramente este pensando en querer irse, no lo culparía en lo absoluto. Seguramente esto lo haga sentir incómodo después de todo .

Taiki no tenía ni la menor idea de cómo afrontar esta situación. Por Rex, se había acostado con MUGI, todo por no haber tenido su periodo de celo en mente .

Ni siquiera se conocían, eso solo hacía las cosas aún peor. Quien sabe que piense el canino sobre esto, ahora el está intentando actuar normal después de que los dos tuvieran sexo en esa misma cama donde está el perro .

Era poco decir que quería que la tierra se lo comiera vivo, simplemente el deseaba desaparecer de ahí .

Todo en el ambiente se sentía tenso .

No negaría que disfruto cada momento de su noche vivida con el shiba, sus cuerpos juntos y el deseo mutuo que hubo entre ellos fue tan mágico; incluso si fue por tan solo unos instantes .

Su corazón se aceleró, no debería estar pensando en eso. Un cosquilleo recorrió sus dedos, entre más seguía apreciando esos recuerdos falsos más dolería lo que pasaría después .

Ni siquiera sabía porque se sentía así, no entendía porque el shiba lo había hecho sentir así. Era obvio que solo fueron las hormonas las que provocaron todo, la realidad era a lo que debía apegarse para sobrevivir a esto .

En el fondo de su corazón, se preguntó si Mugi llegó a sentir algo de lo el pudo sentir entre ellos .

Sacudió sus cabeza, debía dejarlo ya .

Tomo dos platos redondos y comenzó a servir la sopa de papas en ellos, olía bien y tambien se veía colorido. Esperaba que eso fuera del agrado del shiba .

Cuando se dió la vuelta para avisarle a Mugi, se sorprendió al verlo sentado junto a la mesita, el canino no lo miraba a él, estaba mirando sus manos con un sentimiento que no podría descifrar .

Taiki suspiro y tomo ambos platos y comenzó a llevarlos a la mesa. Aún seguía intentando hacer que todo esto se viera como algo casual pero era bastante obvio que no lo era .

Tan solo esperaba que pudieran tener un lindo almuerzo sin sentirse tan incómodos entre ellos .

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El silencio era lo que reinaba en todo el apartamento. Ninguno de los dos había mencionado al menos una palabra en todo lo que llevan ahí .

Las miradas ni siquiera se cruzaban, el sonido de sus bocas sorbiendo la sopa apenas les llamaba la atención, no necesitaban mirarse para saber que el otro seguía ahí .

Taiki comenzó a sentirse más tenso que antes, en sus adentros estaba maldiciendo de todas las maneras posibles al perro frente a el .

Odiaba que esto pasara de esta manera. Ya solo quedaba esperar a que sus platos estén vacíos y todo terminará, volverá a la normalidad, si es que se puede llamar así después de lo que han hecho .

Su ceño se frunce, no puede creer que el shiba no vaya a decir nada, levantó la vista para ver al carnívoro frente a el. Se encuentra con la mirada de Mugi viéndolo con esa mirada apática que tiene siempre .

No le transmite nada al conejo, se siente vacía y sin emociones. No sé compara en nada a la mirada que le había dedicado en su encuentro íntimo, ya no había deseo o placer, solo indiferencia .

— Te ves tranquilo, pensé que estabas en celo —
Esas fueron las primeras palabras en salir de la boca del shiba desde que despertó .

— Tome supresores de hormonas —
Taiki ignora la mirada que pone el canino en el, verlo a los ojos no le transmite nada y eso hace que evite sus ojos .

De nuevo ninguno de los dos vuelve a decir nada, siguen con su comida como si nada .

— ¿Le contarás a alguien lo que pasó aquí anoche? —
Su voz sonaba casi como si estuviera insinuando una amenaza hacia el conejo .

— No —
Sale directo de el. En el interior le molesto que el shiba piense que sería capaz de hacer algo así .

— Suenas demasiado sincero —

— No tengo una razón para mentir —
Deja su cuchara en su plato, el poco apetito que tenía comienza a desaparecer entre mas palabras salen de sus bocas .

— No entiendo porque estás molesto —
Las orejas del conejo se mueven al escuchar eso .

— No usaría la palabra molesto, es más bien... Decepción —
Su voz fue apagándose conforme decía eso, la presión en su pecho no dejaba de molestarlo .

— ¿Decepción? —
Ladeó su cabeza con una sonrisa torcida en su rostro, casi parecía que le divertía algo la situación, pocos segundos después solo volvió a la comida .

El conejo apretó sus dedos en su cuchara, tenía las suficientes ganas como para lanzarla pero no dejaría que esto le ganará .

Los dos continuaron con su comida, si antes no querían hablar ahora mucho menos .

Los minutos pasaron lentos y se sentían como una eternidad. Fue cuestión de tiempo hasta que el shiba dejara su plato vacío a un lado y se levantara del suelo .

Eso llamo la atención de Taiki quien lo miro con algo de sorpresa, lo siguiente que vió fue a Mugi caminar hasta la puerta del apartamento .

— Gracias por la comida —
Curiosamente eso fue la más honesto que sonó hasta ahora el canino, tomo el pomo de la puerta y la abrió .

El conejo no protesto y no dijo nada, de todos modos no había nada que decir, no lo iba a detener .

El sonido de la puerta siendo cerrada fue lo último que escucho del shiba esa día. Sus orejas se agacharon y un suspiro salió de sus adentros .

Su mirada miro el plato del shiba con tristeza .

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Las horas volaron para el conejo, los rayos del sol habían desaparecido ya desde hace un rato de su ventana .

Su día sin duda no había cambiado mucho a como lo fue desde el almuerzo. Había un sentimiento de impotencia que pasaba por sus hombros .

Sus brazos se abrazaban a si mismo en busca de algún tipo de consuelo que simplemente no podría ser cumplido por el .

Lleva un rato tirado en su cama, mirando a la nada con una mirada vacía y sin alguna expresión que diga que es lo que este sintiendo .

¿Enojo, tristeza o melancolía? 

Cualquiera podría ser la respuesta. Ya ni siquiera importaba, después de haber sentido como era el mismo cielo esa noche todo lo que vino después se sintió vacío .

Buscaba una razón para dejar que el shiba afecte de esa manera todo de el. Podía ser que lo que hicieron fuera el impulso de un instinto primitivo pero eso lo hizo sentir más vivo que los últimos años de su vida .

Ese era el problema, para Taiki, lo que hicieron se sintió como algo que lo pudo traer de nuevo a la vida. Lo saco del abismo en la que se encontraba .

Para Mugi, solo fue cosa de una noche .

Obvio no podía culpar al canino, ¿De qué lo acusaría?, simplemente no pudo controlarse y el tampoco, el calor y deseo les había ganado a cualquier pensamiento critico que tuvieran esa noche .

Ahora lo único que le queda es el recuerdo de las manos ajenas en su cuerpo y como lo tocaban como si el fuera algo que se pueda amar y desear con tanta desesperación y pasión .

Seguía doliendo de igual manera, no podía con el pensamiento de que después de tan íntimo acto, dónde la confianza era lo más importante simplemente no exista nada que lo mantenga .

Quizás estaba exigiendo demasiado, no había nada que se pudiera hacer ahora, esto es lo que pasa cuando no hay una conexión verdadera entre dos personas. Simplemente no había nada entre ellos dos y posiblemente nunca lo habría .

Tampoco podría decir que está enamorado de el shiba, antes de tener sexo con el solo sentía admiración por su persona y su trabajo, ahora no sabía muy bien que era lo que debía sentir .

Su cabeza ardía, pronto debería tomar otro supresor para sus hormonas. Solo necesita un poco más de tiempo en su cama, dónde aún puede sentir el fantasma de Mugi junto a el .

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— ¡Sonríe! —
El flash de la camara llegó tan solo unos milisegundos después de que haya dicho eso, sorprendentemente había logrado dar una gran sonrisa .

Mostraba el interior de su boca y sus colmillos mientras su pierna estaba sobre el banquito frente a el, en sus ojos se mostraba que era el mismo .

Después de eso vinieron algunos aplausos y chiflidos. Todos los animales en el lugar parecían excesivamente orgullosos de su trabajo .

El shiba tambien lo estaba, pero prefería mantenerlo para el mismo .

— ¡Buen trabajo todos, tomen 5! —
La voz del fotógrafo sonó satisfecha, eso era bueno .

Mugi estiró sus brazos y miro un par de segundos al equipo dejando los focos y camaras de lado, el tambien necesitaba un descanso .

Después de una larga seción lo que siempre hacia era ir directamente a la mesa de bocadillos. Le encantaban los pastelillos que servían ahí .

— Alguien está distraída hoy —
Un joven cheetah estaba reclinado en la mesa viendo con diversión a una tigre .

— Cierra la boca —
En ella tambien había una sonrisa, sus ojos no se habían apartado de su celular .

— Pensé que habías dicho que no te interesaba ese antílope —

— Solo estamos hablando —
Le dió un leve codazo por andar espiando su conversación .
— Además, soy joven, no hay nada de malo en tener algunas citas — 

— Lo dices porque te da miedo envejecer sola —

— No con el parásito con manchas que me sigue desde que tenemos cinco años —

— Cállate —

Los dos carnívoros continuaron hablando tranquilamente. No habían notado la presencia de cierto canino a un lado de ellos .

Mugi no era mucho de mostrar interés en los del equipo pero esa conversación en particular había golpeado algo en su cerebro que lo dejo pensando un buen rato .

El apetito por los pastelillos había desaparecido, su mirada se veía profunda y pensativa .

Algo en las palabras del chico habían hecho que pensara demasiado en algo en lo que nunca se habían cruzado por su mente antes .

De repente estaba pensando mucho en que, prácticamente ha pasado los últimos años de su vida soltero, lo cual no le parecía malo en un principio.

Solo que ya no solo se trataba de tener pareja, iba más haya que eso. Podía decir que tenía un par de "amigos" pero no había mucha profundidad en esas relaciones .

En un pensamiento fugaz vino a sus pensamientos el conejo holandés. Un escalofrío paso por su espalda e hizo que sus dedos se sintieran ansiosos .

Había mejores cosas que hacer en esos momentos .

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Su mirada está puesta en cada escalón que sube, hay cierto pensamiento que lo sigue atormentando desde hace dos días .

Curiosamente, es la misma cantidad de días que ha pasado sin ver a Taiki. Pensar en el conejo hizo que sus manos se sintieran raras .

Ese era el sentimiento que lo no lo deja tranquilo, hace que su mente se sienta confundida y eso era bastante nuevo para el shiba .

Los recuerdos de aquella noche siguen estando presentes en su cabeza. Las caricias y roces tambien regresan inesperadamente. Puede sentir que todavía siguen juntos pero cuando mira a todas partes solo está el solo .

Incluso llegó a soñar con el conejo. Fue un sueño no tan vivido pero cuando despertó se sintió como si algo le estuviera faltando .

Por más que quisiera que todo eso se detuviera, que dejara de molestar y dejar que todo pasará, no puede olvidarlo y no hay una explicación lógica para el que lo pueda hacer entender .

Siempre se repetía que no hubo nada especial entre los dos animales además de la excitación y el placer que compartieron en la cama del conejo .

Nunca fue algo afectivo que estuviera destinado a ser más profundo, al menos así era como lo veía Mugi desde su punto de vista .

Aún así seguía estando en duda del porque estaba comenzando a sentirse así tan de repente. Lo hacía sentirse culpable de alguna manera .

Recuerda la manera en que dejó al herbívoro en su apartamento, no hubo ninguna despedida. El pensaba que no había necesidad de alguna .

Tambien volvió el rostro que tenía Taiki cuando se fue. Estaba borroso ese recuerdo pero lograba ver entre destellos la decepción que había en sus ojos cuando cruzó su puerta .

Era mejor dejar eso de lado, si dejaba que siguiera afectando su vida de esta manera sabía que en algún punto tendría que tomar riendas en el asunto y eso era lo que menos quería en esos momentos .

Todo pasaría, pronto todo volvería a la normalidad y simplemente recordaba esa noche como algo divertido .

Pronto olvidaría a Taiki .

El shiba estaba muy seguro de eso. Vaya suerte la suya al ver que al final de las escaleras estaba aquel conejo de sus pensamiento. Parecía que estaba mirando sus compras .

Sus pies se detuvieron en aquel escalón, sus ojos miraban con sorpresa al animal a solo unos centímetros de dónde se encontraba .

Esto tenía que ser una broma .

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🍏
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— ... — 
Su cuerpo no reaccionaba, solo estaba ahí quieto y sin pronunciar un sola palabra .

Pudo ver que el conejo levantaba la bolsa que tenía en el suelo hace unos pocos segundos. Quizás no lo iba a ver ahí después de todo .

Lastima que solo unos segundos después la mirada del conejo se encontró con la suya, algo de sudor bajo por su frente al ver directamente a los ojos de Taiki .

Hubo varios segundos en dónde todo a su alrededor se detuvo y solo quedaban ellos dos ahí .

El silencio se sentía extraño pero no incómodo del todo, simplemente era algo que estaba ahí .

De la nada el conejo siguió su camino sin decir alguna palabra, desapareció en solo unos instantes de la mirada del canino .

Mugi se quedó paralizado en las escaleras sin saber que debía hacer a continuación. Muy escondido en su interior había algo que le decía que no dejara que el herbívoro escapara así .

Hizo todo a su disposición para que eso no pasara. Sus pies casi salen corriendo tras el conejo pero logró mantenerse firme en su posición .

Su corazón latía a una velocidad que en cualquier otra ocasión el consideraría llamar a una ambulancia. Su pecho se sentía apretado, le faltaba el aire .

Pudo sentir que la baba comenzaba a formarse peligrosamente en su boca. Entre todo ese caos que estaba siendo su cuerpo y mente en ese momento se llevó una mano a su boca y trago la saliva que se aculo en su boca .

Parecía estar reaccionando al fin. Sus manos temblaban junto al suave movimiento de su cola que hacía una brisa detrás de el .

Con el tenue rastro que quedó del conejo frente a el, pudo darse cuenta de una realidad en la que no había caído todavía .

No olvidaría a Taiki nunca .

Después de todo no puede olvidar a alguien que nunca conoció realmente .

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El reloj marcaba las 11 en punto. En un día normal estaría volviendo de su trabajo, al conejo le gustaría eso en realidad .

Trabajar hacia que por lo menos tuviera alguna motivación extra para levantarse de la cama .

Ahora lo único que hace es estar descansando en cama, pronto su celo lo dejaría tranquilo y podría volver a su vida .

Claro que tampoco es que ese pensamiento sea el más brillante para el, pero de todas las posibilidades creadas en su cabeza era la que menos desagradable se le hacía .

Es difícil encontrar tranquilidad entre tanto silencio y solo poder escuchar cada uno de sus malditos pensamientos. Taiki juraría que así es como la gente empieza a perder la cordura .

Un leve risa sale de su boca al pensar en eso. Ya podía imaginarse con una camiseta de fuerza .

Incluso ahora, puede buscar algo de alegría que hace sentir su rostro cálido. Por mucho que sienta que todo no esté saliendo como a él le gustaría, sabe que al final de todo podra haber luz .

Ya está acostumbrado a esto, no es algo de lo que no pueda salir. Claro que nada se compara al recuerdo de Mugi, simplemente es algo tan único y de cierta manera especial que hace difícil pensar que ya pasó .

Cuando lo vio en las escaleras del condominio el juro que comenzaría a tener un ataque de pánico. Quizás se estaba mintiendo pero cuando lo vio tan fijamente a los ojos pudo sentir que había algo inusual en ellos .

Se sentía diferente, incluso si fue por un momento pudo verlo. Por raro que suene lo hizo sentir que después de todo hubo una diminuta conexión en sus miradas .

Por muy poco que durará esa sensación. Se sintió igual a aquella noche .

El nombre del shiba escapó de sus labios en un suspiro lleno de anhelo que fue desapareciendo poco a poco .

Tal vez ya no pueda ver con la misma admiración de antes al shiba, pero ahora podía otra cosa muy diferente cuando veía su rostro en un anuncio o en una revista .

Podía verlo y sentirse agradecido. Le agradecía que hizo que pudiera volver a sentirse vivo y con esperanza .

Había una pequeña sonrisa en su rostro, dolía admitir que tendría que olvidar al shiba pero era necesario para que pudiera sentirse menos deprimido .

Estaba seguro de que el dolor en su pecho pronto solo se desvanecerá y podr-

El sonido de golpes en la puerta interrumpió su momento personal. Se pregunto quien podría estar afuera de su puerta a esas horas de la noche .

Cuando puso su mano en la puerta un pequeño aroma hizo que sus orejas se movieran, era algo difícil de reconocer pero había algo muy familiar en el que hizo que su cabeza se sintiera rara .

Abrió la puerta tan solo unos centímetros, la sorpresa llegó bastante rápido al ver de quien se trataba. Ahí mismo frente a su apartamento se encontraba el shiba que había causado todo esto .

Con cara de perrito mojado .

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🌨️
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— No cierres la puerta, por favor — 
Puso gentilmente su mano en el marco de la puerta, el instinto en el le dijo que lo primero que haría el conejo sería darle un portazo en la cara .

— No era lo que tenía planeado hacer — 
Había cierta duda en el pero lentamente abrió más la puerta para poder ver mejor al canino .

El pasillo estaba oscuro y solo la luz de su apartamento daba algo de visibilidad al carnívoro al frente .

Sus miradas se encontraron de nuevo, casi igual como hace horas atrás, podían sentir que una pequeña chispa entre los dos saltaba .

— ¿Necesitas algo? — 
Taiki se mantuvo cerca de la puerta, sabia que Mugi no era un peligro para el pero siempre había ese miedo en el fondo de su mente .

— Y-Yo... —
Se necesito mucho fuerza de voluntad para que de su boca no saliera un “A ti”. La presión en su garganta le hacía imposible articular oraciones y solo estaba balbuceando .

Esto no era típico de el, nunca antes había sentido que era incapaz de decir lo que pasaba por su mente pero cuando se trata de este herbívoro hace que todo pensamiento lógico se hago un nudo entre todo lo que hay en su cabeza .

Miro a los ojos del conejo, podía ver la confusión en ellos. El shiba juraba que tambien había algo más pequeño en ellos, tal vez no era lo que pensaba y solo estaba engañando se a si mismo pero, podía notar cierta alegría en el conejo por verlo ahí .

Se mordió la lengua, no entendía porque estaba ahí, al frente de la puerta del apartamento del animal con la que había pasado una pasajera noche de pasión .

Mugi estaba pasando por tantos sentimientos que sentía que se ahogaba en todos ellos. Muchas cosas comenzaron a hacerse presente en su mente desde esa noche .

Todo lo llevaba al conejo frente a el, entre más pensaba en lo que sucedió en ellos había algo que le trepaba la espalda, un escalofrío que hacía que sus huesos se sintieran de gelatina .

Pensaba que nada de eso era real. Solo para volver a caer en que lo que sentía era totalmente real. En su estómago estaba este sentimiento aterrador de no estar satisfecho .

No había bastado una sola noche con el herbívoro, su cuerpo quería volver a sentir el calor entre ellos. Su mente quería saber más de lo que sintieron los dos y su corazón late por volver a sentir ese amor ciego que Taiki le dió esa noche .

Su mirada se levantó del suelo .

— ¿Puedo pasar? — 

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Que ellos dos estuvieran recostados en su cama de nuevo, con los brazos alrededor del uno del otro no era algo que estuviera en sus planes para nada .

El calor corporal de los dos se sentía reconfortante, hacia que su cuerpo se sintiera diferente. Estaba en una delgada línea entre sentir terror de que estuviera cerca de un carnívoro y la fascinación de que al mismo tiempo se sintiera tan bien .

Sus dedos pasaban por el pelaje de las mejillas del shiba, podía sentir que no estaba tan bien cuidado, con eso pudo asumir que el canino fumaba constantemente .

Además que su aliento apestaba a cigarrillo. Aún así no parecía importarle mucho, seguía abrazando con fuerza a Mugi .

No habían dicho nada desde aquella pregunta del perro, Taiki solo dejo que entrara y como si una fuerza superior los controlará solo dejaron que sus cuerpos descansarán en las suaves sábanas de aquella cama .

En estos casos el silencio se sentía mejor que nunca, en los brazos de Mugi podía volver a sentir ese calor que sintió en su pecho cuando tuvieron intimidad. En su corazón sabía que esto se sentía mucho mejor que eso .

Mugi tenía sus ojos puestos en el rostro del herbívoro, llevaba un par de minutos analizando cada pequeño detalle en su cara, los cuales antes no habían notado, ahora podía permitirse averiguar más de el .

Sus pulgares pasaron gentilmente debajo de los ojos de Taiki, habían captado su atención .

— No había notado tus arrugas — 
Sus uñas hicieron pequeños círculos ahí, sintiendo la piel debajo de ese pelaje negro .

Los ojos del conejo mostraron sorpresa ante esas palabras, una leve risa vino después .

— Los años nos afectan a todos Mugi — 

El shiba lo sabía muy bien, no podría contar cuantas veces a tenido que escuchar eso de ese viejo gato cada vez que tenía una nueva sección de fotos .

Solo que viniendo del conejo se sentía totalmente diferente, hacia que su pecho sintiera una calidez única .

— Yo no había notado que tus ojos brillan así bajo la luz — 
Era lindo, podía ver un destello en ellos que se asimilaba a pequeñas estrellas .
— En las revistas tienen un diferente tipo de brillo —

Ese comentario hizo que las orejas del perro se levantarán .

— ¿Compras esas cosas? — 
No pudo ocultar que eso le causaba gracia, quien diría que tendría un fan en ese lugar .

— Lo hago — 

Eso provocó una sonrisa en el rostro de Mugi, luego una pequeña carcajada. Taiki solo se mostró algo confundido por eso, sus ojos se pusieron en blanco y se apego más al contrario .

En solo unos segundos después pudo sentir el mentón del shiba sobre su cabeza, se sentía bien estar así ahora .

Se sentía como algo doméstico, algo que hacen a diario, era extraño .

— ¿Por qué viniste a mi apartamento? — 
Todo se sintió tenso por un segundo en cuanto pregunto eso. Duro poco hasta que la calidez de sus cuerpos hiciera que todo se aligerara .

— Quería verte, no me preguntes porque, yo tampoco lo sé — 

— ¿Y te la estás pasando bien? — 
El conejo miro por encima de su cabeza al canino, podía notar que tenía una mirada pensativa .

— Nunca me había sentido así — 

— Yo tampoco — 

El rostro del conejo paso por el cuello del shiba, pasando su nariz por ahí mientras Mugi levantaba su cabeza, dando espacio al conejo .

Se sentía bien .

Cuando el conejo termino su raro acto de afecto miro directamente al rostro del shiba, tambien estaba pasando por todo tipo de emociones y pensamientos en esos momentos .

La chispa entre los dos volvió, solo que estaba vez fue más diferente, estaba empezando una llama que amenaza con volverse un incendio .

Sus bocas no tardaron en juntarse, el suave toque en sus labios fue suave y gentil, ninguno de los dos busco que fuera brusco o salvaje .

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Cuando se separan les recuerdo al sentimiento de estar perdiendo algo que quieren. Sus ojos se abren poco a poco para darse cuenta de que esto no es algún sueño .

Los dos siguen ahí .

— ¿Y eso como se sintió? — 
Taiki pasa sus dedos por las mejillas del carnívoro .

— Ese es el problema — 
Su mirada cae unos segundos y vuelve a subir para ver a los ojos puestos en el .
— Se siente como algo que no quiero dejar de probar — 

Por primera vez en toda la noche el calor comienza a subir por las mejillas del conejo y comienza a formarse un color rosa en ellas .

Tampoco quiere que eso se termine, cuantas cosas le había hecho sentir ese beso. Después de probar algo mejor que el cielo no hay posibilidad de que quieras dejarlo .

El abrazo se hizo más fuerte en muchas maneras, el separarse ahora se sentía como la peor idea que a alguien se le pueda ocurrir .

— ¿Qué es lo que siento Taiki? — 
En su voz se notaba la incertidumbre y la duda de no tener una respuesta clara .

— Pueden ser muchas cosas Mugi, pero nada te impide descubrir que es — 
Sus manos se sostenían con fuerza a los hombros del canino .

— Quiero descubrirlo contigo — 
Tanta sinceridad en sus palabras lo sorprendieron. Sus latidos se hacían más fuertes entre más decía .
— ¿Cómo se supone que la gente conoce a alguien en estos días? — 

— Creo que nos estamos conociendo ahora, ¿No crees? — 
Tenía razón, en esa cama estaban conociendo más del otro de lo que alguna vez pudo haber imaginado .

— Quiero conocerte más Taiki — 

— Yo quiero conocerte Mugi — 

Los dos volvieron a estar en silencio solo viendo los ojos del otro. Quizás se estaban diciendo todo tipo de cosas sin siquiera mover sus labios en ese momento .

En el silencio de la noche, estaba la obvia duda de lo el futuro podría tenerles preparado. No había nada que les asegure que esto podría funcionar .

La barrera entre los dos aún está muy alta para que puedan cruzar, pero por algo se tiene que empezar y esa noche ambos hacen la promesa silenciosa de que pueden hacer que no haya nada que los mantenga muy separados .

Su abrazo es como el cierre de esa promesa que ambos quieren cumplir, no importa que tan difícil pueda ser, hay algo que hace que sientan esperanza .

Un pensamiento en común les llega a la mente. Hay algo en los extraños que los hace realmente extraños e interesantes .

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꒷ 

Chapter Text

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Riz x Tem
(Beastars)
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Era curioso el como todo parecía detenerse al estar ahí, todo a su alrededor parece perder importancia. Los dolores que lo agobian van desapareciendo conforme las palabras llegan a sus oídos .

Cuando ve a Tem, cuando ve sus ojos. El gran oso pardo se pregunta si el estará sintiendo lo mismo. La duda de si la alpaca siente alivio, confianza o alegría cuando están juntos siempre inunda su mente  .

El no necesitaba nada más, estar ahí en aquel asiento en las afueras de la academia es tranquilo. Estar así es como un sueño que solo Tem era capaz de provocar en el .

En ciertas ocasiones, se pregunta del porque Tem, entre todos los estudiantes .

— ¡Wow! — 
La voz melódica de la alpaca lo saco del mar de pensamientos que era su mente .
— ¿Está todo bien Riz? — 

El rostro de su amigo mostraba preocupación, era genuina. Era raro que un herbívoro pueda sentir esa preocupación por un gran carnívoro como el .

Al principio se pregunto a qué se refería Tem con eso. Fue hasta que la humedad comenzó a bajar por sus mejillas que se dió cuenta de lo que pasaba .

Estaba llorando y las lágrimas dejaron mojado su pelaje .

— Oh, estoy bien — 
Sus garras secaron las lágrimas restantes en sus ojos, le tomo solo un par de segundos volver a estar normal .
— Creo que me puse sentimental — 

Una sonrisa aprecio en su rostro, no quería preocupar de más a su amigo por algo tan simple como eso .

La alpaca estuvo unos segundos callada, parecía estar analizando esa sonrisa en el oso. Si alguien podía ver detrás de las sonrisas falsas del oso era Tem .

En esta ocasión la sonrisa fue sencilla y orgánica, Riz de verdad estaba feliz .

— Todo está bien Riz, sabes que estoy aquí para lo que sea — 
Por mucho que confiara en las palabras del oso, se preocupaba por el .

— Lo sé, gracias — 

¿Para lo que sea? 

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💧
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Le gustaba ver a la alpaca .

Si alguna vez lo decía en voz alta estaba seguro de que asustaría a más de un herbívoro .

Siempre le ha gustado analizar lo que hace su amigo durante el día, eso tambien hacía que los dolores desaparecieran y su cuerpo estuviera ligero .

La forma en la que se mueve el herbívoro era sencilla, estaba lleno de gracia y carisma que hacía sentir cálido su corazón .

La sangre subió por sus mejillas, dándole un suave color rosa a todo su pelaje blanco .

Era inevitable que no se pusiera así al estar pensando en Tem. Mayormente es indicio de que está divagando mucho en público .

Para su suerte en el club de teatro no siempre es requerido su asistencia hasta los ensayos finales, por lo que puede pensar tanto en la alpaca como el dese .

El está sentado ahí al lado del escenario, sus ojos parecen no estar puestos en nada en particular pero nada en el lugar logra llamar su atención que no sea el herbívoro con lana blanca .

Tem estaba en medio de la sala, ensayando parte de su guion con Louis, todos en esa sala veían al ciervo y tenía sentido que lo hicieran, a dónde sea que vaya atrae fácilmente las miradas de todos .

Exepto la suya. La de el está puesta en Tem, la forma en que la iluminación favorece la lana de su cuerpo lo hace ver mas magnífico todavía .

La escena en cuestión es una corta en la que no hay demasiados diálogos o participación por parte del papel que interpreta su amigo .

Aún así en los pocos segundos en que "pisa el escenario" su voz suena llena de sentimiento y fuerza que demuestra porque ese papel es suyo .

Riz admira a la alpaca por eso, el nunca podría hacer eso ni en privado. En su opinión Tem era el segundo lugar en el grupo de actores, solo detrás de Louis .

No le importaba si se estaba dejando llevar por el fanatismo, ese seguiría siendo su pensar .

Cuando finaliza su práctica, el silencio reina el lugar, eso hasta que todos aplauden por la actuación de los dos herbívoros .

El tambien lo hace, pero siempre es el primero en dejar de hacerlo .

Cuando Sebau les pide tomar un descanso ve que Tem va con los demás actores, la alpaca se ve tan seguro de si mismo incluso estando rodeado de carnívoros .

Riz oculto un suspiro y aparta la vista. En el fondo le hubiera gustado que la alpaca se acercara con el. Quería decirle lo buena que era su actuación, solo que no se atrevía a decírselo el mismo .

Luego, sin haberlo previsto nunca antes alguien se sienta a su lado, puede distinguir fácil de quien se trata, ese apestoso olor a perro es reconocible en dónde fuera .

— ¿Disfrutaste ver la actuación de Louis? — 
Cómo de costumbre habla de manera dócil, arqueando la espalda y nunca haciendo contacto visual directo .

El oso no contesta en un inicio, no le es muy familiar hablar con los demás, menos con el lobo que siempre está oculto en la parte de arriba .

— Soy más fanático de la sencillez de Tem — 
El tampoco mira al can a los ojos, mantiene su mirada perdida más haya mientras piensa en la alpaca .

Eso parece sorprender al lobo ya que levanta la vista hacia el oso. Entonces voltea ha ver a dicho herbívoro .

Seguramente esa no era la respuesta que el esperaba, eso hizo que se formará una sonrisa en el rostro del oso .

Se le hacía curioso que Legoshi haya decidido acercarse así a él. Muy en el fondo se pregunto cuál fue la razón de eso .

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— Vamos Riz, no tienes que mentir solo por querer que me sienta bien — 
El herbívoro le dedicó una leve sonrisa al oso, quería que viera que estaba bien que fuera sincero con el .

Los ojos del oso estuvieron un par de segundos puestos en la alpaca. El no entendía porque Tem se quitaba merito por su actuación .

A su vista quizás ciega por poner en un gran pedestal al herbívoro, la actuación de Tem era la que más solía demostrar sentimiento en el escenario .

— ¿Por qué estaría mintiendo? — 
Sus manos se pusieron en sus muslos y miro más de cerca a su amigo .

— Debes estar bromeando, la actuación de Louis es inigualable — 
Su voz sonaba mucho más sorprendida ahora .

— Louis nunca podría hacer tu actuación — 
En su tono se podía ver que aún existía cierta frustración por el hecho de que la alpaca siga haciendo ver al ciervo como la criatura perfecta .

Hubo un momento de silencio entre los dos después de que el carnívoro haya dicho eso. En el rostro de Riz había un ceño fruncido mientras veía a los ojos a Tem .

Todo eso cambio hasta que una carcajada salió de la boca del herbívoro, que solo dejo totalmente confundido al oso .

No entendía del todo que era lo que le provocaba tal risa. Riz solo se quedó en silencio hasta que poco a poco el sonido de la voz de la alpaca desapareció .

Un suave color rojo cubría una pequeña parte de sus mejillas ahora, no era común que sus palabras provoquen ese tipo de reacciones en alguien. El oso se sentía ciertamente apenado ahora .

Bajo la cabeza involuntariamente intentando ocultar la vergüenza que se mostraba en su rostro. Esto se sentía muy extraño que le era difícil entenderlo del todo .

El delicado toque de una mano en su antebrazo hizo que diera un rápido vistazo a su izquierda, encontrándose con la tranquila sonrisa del herbívoro .

— Hey, no te pongas así — 
Los dedos de Tem no hacían mucha presión en su brazo pero se sentían tan cálidos junto con esas palabras que salían de su boca .
— Agradezco los elogios — 

En los ojos de Riz apareció un breve destello al ver a la alpaca. En su pecho sintió un calor familiar que solo aparecía cuando estaba junto con el .

Ver el rostro de Tem tan de cerca solo hace que aprecie mucho más estar aquí con el y tener estás charlas tan triviales que nunca pensó que podría llegar a tener con alguien .

Su corazón latía más rápido de lo usual. Todo se sentía más real que cualquiera cosa que haya experimentado antes .

Se permitió sonreír por esta vez .

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No hay día en el que no piense en el peligro que conlleva ser amigo de Riz. Muchas veces a llegado a pensar por solo un instante que está por ser devorado por el oso .

Sorprendentemente eso no había pasado. Quizás Riz solo estaba esperando el momento correcto para poner sus garras en su piel y poder romper cada músculo y huesos hasta que no quede nada de vida en sus ojos .

Sin embargo sus acciones no eran concisas a esos pensamientos. El oso siempre se veía calmado cuando está con el, manteniendo una actitud calmada cuando están juntos .

Tem podría describir su amistad como algo normal, nada fuera de lo común entre un herbívoro y un carnívoro intentando coexistir en este mundo .

Claro que puede notar que para el oso pardo hay más cosas detrás en su amistad, sabe que en términos generales el es su primer amigo que no es tan superficial por llamarlo de alguna manera .

El nunca entenderá por lo que tiene que pasar el oso, por mucho que fuera un carnívoro tambien podía estar sufriendo en silencio y si ser su amigo ayuda a que pudiera sentirse acompañado en esta etapa de su vida el no le iba a negar esa oportunidad .

Además, el disfrutaba la amistad que estaban formando con el pasar de las semanas, Riz es algo tímido todavía pero ve potencial en el, solo hace falta que haya más confianza entre ellos .

No podía acelerar las cosas, por mucho que el quisiera. Hay algo en el oso que le llama demasiado la atención pero ni siquiera tiene una idea clara de lo que puede ser .

Esto nunca había pasado antes, tenía más amigos que eran carnívoros pero ninguno hacía que el calor subiera por su cuerpo hasta llegar a su cabeza, lo hacía sentir como una vieja tetera al fuego .

Habia algo que lo llamaba, el no entender que era solo hacia que su curiosidad por el oso incrementará .

Tem sabe que tarde o temprano esto lo llevará a un pozo del que ya no podrá salir pero el está dispuesto a explorarlo .

Pensar tanto en su relación actual con Riz hace que pierda toda su noción del tiempo y olvide que se supone que está en una sección de estudio .

Su vista se ve concentrada a ojos del lobo frente a el, solo que no está concentrado en el libro que está sosteniendo en manos .

— Oye Tem — 
Llamo a la alpaca en un apenas audible susurro, que no captó la atención del herbívoro en un inicio .

Esto se le hizo raro al lobo, no era común ver a Tem de esta manera. Dejando el libro de lenguaje marítimo sobre la mesa acerca con mucho cuidado su mano cerca del rostro de la alpaca y comienza a agitarla frente a el .

Incluso con eso Tem tarda unos cuantos segundos en reaccionar a dicha acción. Levanta la vista algo sorprendido, se encuentra con los ojos tristes que siempre tiene Legoshi .

— ¿Te encuentras bien? — 
El estaba más preocupado de lo que su volumen de voz dejaba ver .

— Lamento eso, tengo la cabeza en otro lado — 
Una leve sonrisa apareció en su rostro para no preocupar por nada al labo. Si que se había perdido en el laberinto de sus pensamientos sin darse cuenta .

— Está bien, pero, ¿Qué te tiene tan distraído?  — 
Su rostro se veía sin tanta emoción, hasta que el miro que la sorpresa comenzó a aparecer en el rostro del herbívoro .

Retrocedió un poco en su asiento y levantó las manos, agutandolas hacia los lados ahora lleno de nervios .

— ¡E-Es solo curiosidad! — 
En su cabeza solo se gritaba que dejara de hablar, seguramente este siendo demasiado intensivo con cosas que no le incumben a él .

— Cálmate Legoshi, recuerda que en la biblioteca no puedes alzar la voz — 
El lobo bajo sus orejas ante esa respuesta, su postura se encorvo más mientras agachaba la cabeza .

— Respondiendo a tu pregunta. Últimamente pienso mucho en alguien — 
El y Legoshi tienen una buena relación pero Tem no sabe que tan buena es idea decir que ha estado pensando en un carnívoro .

— ¿Has estado pensando en alguien? — 
Era el turno del lobo mostrarse confundido, no era una respuesta que estuviera esperando pero le daba una explicación a lo ocurrido momentos atrás .

En su garganta se mantuvo el preguntarle en quien, ya estaba siendo muy intrusivo como para hacer más preguntas al respecto .

— Eso me a tenido distraído, perdón si me puse raro — 
Rasco con cierta pena su mejilla, no debería dejarse llevar por sus pensamientos así cuando está con alguien .

Después de eso hubo un silencio en el lugar a excepción de las hojas de los libros siendo pasadas .

Ninguno de los dos parecía tener algo más que decir. Tomaron de nuevo sus libros y continuaron con su lectura un par de minutos más .

Para el herbívoro esto no fue tan fácil ya que seguían llegando imágenes del oso que giran alrededor de el para atormentarlo .

Tem quiere conocerlo mejor, no sabe porque pero eso es lo que más desea en esos momentos .

Ese pensamiento le llega a su cabeza y no sale de el por todo lo que resta de la hora, haciendo alguna que otra idea que no lo lleva a ninguna parte del como puede hacer que el oso sea más abierto con el .

Es difícil saber que puede ser apropiado para un carnívoro como Riz, solitario, grande y tímido .

En eso sus ojos miran al carnívoro frente a el. Aquel lobo que parece que caerá dormido en cualquier momento sobre su libro es la respuesta que necesita en esos momentos .

Una sonrisa aparece en su rostro .

— ¿Cómo harías que alguien te hable más de si mismo? — 
Dejo caer aquella bomba sobre la mesa sin previo aviso, ganándose la confusión del lobo al instante .

— ¿Q-Qué? — 
Legoshi parpadeo repetidas veces para comprobar que no se trataba de una especie de sueño .
— ¿Por qué me preguntas eso? — 

— Creo que eres el animal adecuado para esta pregunta — 
Los ojos de Tem estaban analizando cada mínimo movimiento que hiciera el lobo .

— Le estás preguntando al animal equivocado Tem — 
Por mucho que le gustaría ayudar a su amigo no encontraría alguna respuesta por más que buscará en su cabeza .

— ¡Vamos Legoshi, debe haber algo que puedas decirme! — 
Ahora el que había alzado la voz era la alpaca, alguien en la distancia les advirtió que bajarán la voz .

Tem se había estirado de su silla y sus manos estaban sobre la mesa viendo al carnívoro con ojos que estaban penetrando cada parte de su alma .

En el rostro de Legoshi se veía una clara confusión por la actitud que estaba tomando la alpaca, algunas gotas de sudor bajaron por su frente .

Tenía solo unos segundos para darle alguna respuesta que lo hiciera sentir satisfecho y eso lo estaba volviendo loco .

Sin duda el no era al que debería hacerle una pregunta así, el lobo no tiene ni la mas mínima idea sobre socializar de esa manera .

— B-Bueno... ¿Por qué no pasas más tiempo con esa persona? — 
Probablemente era la respuesta mas plana y simple que se le pudo haber ocurrido, el pánico recorrió su cuerpo como agua fría .
— Y-Ya sabes, hacer cosas juntos es la mejor forma de... Fortalecer la confianza — 

Los ojos del herbívoro seguían puestos en el con una energía dominante ante la situación. En unos cuantos segundos volvió a estar sentado en su asiento con la mano sobre su mentón .

Se veía mucho más pensativo ahora, eso tranquilizó al lobo por un rato, aún así, la curiosidad tambien empezo a crecer en el por lo extraño que esta actuando Tem ahora y esas preguntas extrañas que le acaba de hacer .

Al menos espera haberlo ayudado .

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Ahí está, siempre lo más alejado posible de los demás tras el equipo de sonido, viendo a todos como si estuviera planeando quien sería su víctima .

Esos ojos pequeños que no suelen demostrar mucho solo hacen que el se intrige mucho más por saber que pensamientos pasan por la mente del oso todos los días .

Parece estar mirando el equipo, había cierta aura a su alrededor, podía decir que era algo deprimente si lo analizaba bien pero podría ser simplemente que estaba exagerando demasiado .

La voz de Tao lo saca de sus pensamientos y hace que su vista se centre al frente, todo vuelve al papel que se supone que está interpretando en esos momentos .

Sus diálogos salen con naturalidad, incluso estando pensando en otras cosas logra mantener su concentración en el ensayo. En eso vuelve el pensamiento de lo que había dicho Riz en aquella vez sobre su actuación .

Hace que sus labios casi se doblen en una sonrisa, las cosquillas suben por sus brazos haciendo un sentimiento cálido que llega hasta sus mejillas .

En medio acto, por una fracción de segundos su mirada pasa por dónde estaba previamente el oso y sin saber si fue un producto de su imaginación ve los ojos de Riz mirando hacia su dirección con un gran brillo en sus ojos .

Todo se desvanece al instante y vuelve su vista a la pantera, no se había dado cuenta de que el ensayo entre ellos dos ya había terminado .

Algunos aplausos llegan a sus oídos, provocan una sonrisa en su rostro. El no ve a los demás miembros del club, su mirada vuelve a buscar al oso y cuando lo encuentra parece estar ocultando su mirada de el .

Hace que sus ojos se entre cierren un poco, ahora está la duda si en verdad el oso lo estaba viendo de esa manera hace unos momentos o todo fue algo fugaz e irreal .

Tem juraba que pudo ver al oso mostrando los colmillos .

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🌂
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En el camino de vuelta a su dormitorio le gusta apreciar el color que toma el cielo en el atardecer, lleno de hermosos tonos naranja y rojas que brillan junto a las estrellas que comienzan a apreciarse entre las nubes .

El peso de su cuerpo se siente tenso, sabe que en tan solo unos minutos tendrá que tomar su medicamento, la idea no le emociona pero puede distraerse pensando en otras cosas .

Entre ellas está cierta alpaca que no a dejado su mente desde hace unos días, en cierta manera pensar en el hace que todo no se vea tan malo .

Vuelve a sentir ese calor que sube de su pecho a su rostro, es raro. Aparece cuando piensa en Tem, pero no negara que hace sentir que una pequeña flama lo mantiene caliente en este mundo frio .

Los recuerdos de la actuación de la alpaca vuelven a su mente, sigue pensando que cada movimiento del herbívoro es tan diferente a cualquier cosa que haya visto antes y hace que sienta que su corazón se aceleré al verlo .

Le hubiera gustado hablar con Tem después del ensayo pero los dolores de cabeza comenzaron a aparecer solo unos minutos después y tantos sonidos hicieron que su cabeza se sintiera demasiado estimulada .

Aunque el sonido de la voz del herbívoro lo hubiera ayudado a sentirse mejor como siempre lo hacía, solo que no quería molestar mucho a Tem .

Además que parecía muy ocupado hablando otras cosas sobre la obra con los demás, era mejor dejarlo tranquilo y relajado .

Se preguntaba que estaría haciendo en esos momentos, seguramente este en su dormitorio, después de todo ya es tarde como para que un herbívoro esté afuera a estas horas .

Eso le recuerda que debería ir a su dormitorio o se terminaría ganando algun reporte por estar afuera tan tarde .

Con el pensamiento de Tem en su cabeza continúo caminando por el campus mirando su alrededor. Estaba comenzaba a oscurecer; ya no había nadie más por el lugar .

Eso fue lo que el pensó hasta unos pocos segundos en dónde su nariz pudo captar un olor que hacía que su cerebro soltará serotonina; un viejo olor de varios tipos de productos para la lana .

Podía reconocer ese olor en dónde fuera, tan maravilloso y relajante. Lo siguiente que pudo captar fue aquella voz que hacía que el peso que sus hombros acumularon en el día desaparezcan con el viento en su rostro .

Riz gira su cabeza hacia atrás,cuando sus ojos se topan con los de el provocan todo tipo de emociones en su mente, involuntariamente una sonrisa de pura alegría se forma en su rostro .

— ¡Riz, espera! — 
La alpaca viene corriendo con bastante prisa, por la forma en la respira cuando está a una distancia menor se nota que ya lleva un buen rato buscando al oso .

El oso no necesita escucharlo más de dos veces para quedarse totalmente quieto en dónde está, apreciando el herbívoro que ahora está frente a el .

— ¿Qué estás haciendo aquí? — 
Aunque estuviera alegre de verlo ahí tambien sentía preocupación de que este por ahí en esta horas. Ciertos pensamientos comienzan a llegar a su mente que decide alejar al instante .

— N-Necesitaba... Hablar contigo... — 
El herbívoro se detiene unos segundos y habla entre jadeos del cansancio después de tanto esfuerzo .

— ¿Hablar conmigo? — 
Eso sorprende al oso, levemente encorva su postura para estar mas cerca de la alpaca .

— S-Si... —
Pasan un par de segundos hasta que puede recuperarse y hablara sin tener que tomar una gran cantidad de aire después de cada palabra .

Tem aclara su garganta y mira directamente a los ojos de Riz, hay curiosidad en ellos y ese leve destello que asegura que vio antes cuando estaba en el escenario .

Por un leve instante siente vergüenza por lo que está por decir, no es común en el; aparta ese sentimiento tan rápido como apareció .

— Mañana mis compañeros no estarán en el dormitorio hasta muy tarde — 
Las palabras comenzaron a salir, su voz sonaba determinada y emocionada .
— ¿Quieres venir y pasar el rato los dos? — 

La pregunta quedó al aire, el silencio fue lo primero en llegar haciendo que la alpaca se comenzará a preocupar al no recibir ningún tipo de respuesta del oso .

Tal vez fue muy directo o simplemente era que Riz no quería pasar más tiempo con el .

— Eso... Me encantaria — 
El oso respondió en voz baja, aún procesando lo que había preguntado el herbívoro, se sentía casi como un sueño .

— ¿¡De verdad!? — 
Tem se emociono de más, cerro su boca avergonzado y sus mejillas se pusieron de un tono rosado .

— Solo si estás de acuerdo — 
Era el turno del oso de mirar a otra dirección ciertamente confundido y con cierta timidez, estaba poniendo mucho esfuerzo para no verse tan nervioso como se sentía .

— ¡P-Por supuesto! —
El herbívoro sonó realmente emocionado, agregando esa gran sonrisa en su rostro hizo que el oso sonriera .

En un principio se preguntaba porque la alpaca lo invitaba conociendo el peligro de que un herbívoro y un carnívoro estén en un lugar privado sin nadie más .

Eso de cierta manera hacia que Tem le tuviera la suficiente confianza para hacer algo así, su pecho se sintió cálido al pensar en eso .

Su corazón se aceleró considerablemente ahora. Solo Tem podría provocar esas sensaciones en el .

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En la tranquilidad de la noche y el dulce sonido del viento afuera hace que la difícil tarea de lograr conciliar el sueño sea más facil .

Claro que el pensamiento distante de la invitación que le había hecho Tem seguía haciendo que todo su cuerpo se sintiera mucho más despierto .

Cada palabra que había salido de su boca se había sentido como el dulce abrazo de una cómoda almohada en su corazón que hacía que anhelara más de eso .

Riz consideraba que por una vez en vida, todo estaba llendo por un buen camino y todo podía ser gracias a la alpaca que ha hecho sus días mucho más brillantes de lo que alguna vez fueron .

Incluso en la mitad de la noche, como ahora, hace que todo pensamiento y sensación se sienta mejor. El dolor en su cabeza se siente apenas presente, casi como si sus supresores no hicieran algún efecto secundario en el .

Deseaba que todo siempre fuera así .

El recuerdo de Tem sigue en su cabeza incrustado profundamente que no puede dejar de pensar en eso .

Mientras sus ojos se van cerrando poco a poco aún puede escuchar la voz de la alpaca a la distancia, haciendo que el sueño llegue lentamente a él y caiga rendido en su almohada .

Su piel empieza a sentirse diferente, similar a esa electricidad que siente uno cuando está totalmente quieto. Suavemente sus dedos se mueven de vez en cuando .

Su oscuridad tambien cambia, todo se borra a su alrededor dando paso a una ola de colores brillantes y de alguna manera borrosos .

En tan solo unos instantes el viento comienza a golpear contra su cara, esto provocando que sus ojos se abran lentamente .

El brillo de los rayos de sol que pasan por las hojas del árbol hacen que ponga su mano frente a su rostro. Le toma unos segundos ponerse alerta .

Su cuerpo se levanta del suelo y mira a su alrededor, puede sentir el césped bajo sus manos que lo hacen sentir menos alterado .

Está en una colina en un prado que parece nunca terminar lleno de flores de varios colores, la brisa hace que todo se mueve a su dirección .

Sus ojos se ponen en el azul del cielo, que a primera vista le parece borroso hasta que tomo un tono más claro y lleno de vida .

Todo es raro, su mente parece estar temblando dentro de el, pero no se sentía mal. Cerro sus ojos de nuevo y dejo que todo siguiera y que el viento fresco diera en su rostro .

Sus orejas se movieron levemente ante el sonido dulce de una voz a su lado, abrió sus ojos lentamente y miro a su derecha, encontrándose con una mirada que hacía que su cuerpo flotara justo donde estaba .

Tem estaba sentado a su lado, viendo hacia el con un sonrisa que iluminaba cada parte de su rostro. El oso sintió que el calor en sus dedos subía por sus brazos ahora .

— ¿Todo bien? — 
Las palabras de la alpaca sonaban extrañas, era como si al salir de su boca se las llevará el viento .

Riz no contesto, asintió aún hipnotizado por toda esta situación tan rara .

Sus ojos tenían miedo, por mucho que quisiera apartarlos del herbívoro le era imposible. El cuerpo totalmente descubierto y desnudo de Tem hacia que el calor en sus mejillas aumentará .

En eso pudo caer que el tambien estaba desnudo, por eso el viento se sentía mucho más fuerte que de costumbre .

No sé sentía tan mal, solo pudo dar una leve sonrisa a la alpaca. El sonido del viento moviendo las hierbas hacia que todo el ambiente se sintiera como un lugar tan tranquilo del que no quería irse jamás .

Lentamente se acercó a Tem, mirando directamente su rostro y esos grandes ojos que transmiten tantas cosas en el .

Que maravilloso criatura era Tem .

Sus manos no tardaron en llegar al torso del herbívoro, pudo sentir no solo la suavidad de su lana, sino tambien su piel tan delicada como la imaginaba .

Podía pasar el resto de su vida ahí sin hacer nada, solo viendo a la alpaca y pensar que todo de el lo hace sentir mejor que cualquier otra cosa en el mundo .

De repente los dedos de Tem acarician sus mejillas, sus ojos se ven tan cariñosos ahora que podía derretirse ahí mismo .

— ¿Quieres besarme? — 

— Todo el tiempo — 

Una risita sale de la boca del herbívoro. Toca repetidas veces sus labios con uno de sus dedos esperando que el oso entienda .

Por supuesto que Riz sabe lo que significa y no duda en acercar cada vez más su boca a la de Tem .

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🌬️
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Sus pies no han estado en la tierra precisamente ese día. No se quejaba de eso en lo absoluto .

Esa misma mañana cuando abrió sus ojos, todo se sintió tan cálido y agradable. Nunca antes una mañana se habia sentido tan mágica como esa .

Todos sus sentidos se habían sentido aturdidos, lo único que importaba es que se sintió más vivo que nunca .

Sus sueños son algo de lo que no siempre es fanático de recordar, pero, el de esa noche en donde pudo estar con Tem, sin duda era algo que jamás olvidaría .

No era la primera vez que en sus sueños aparecía la alpaca pero nunca antes había sucedido algo como lo que pasó en aquella colina .

Un escalofrío sigue recorriendo su espalda cada vez que lo recuerda, era un poco espeluznante .

No entendía del todo porque eso pasó, pensaba mucho en alguna razón para haber besado a Tem en aquel sueño .

¿Qué significaba? 

Quizás el debería estarse sintiendo como un tonto por no comprender en un inicio pero ese sentimiento que hacía que el calor cubriera su corazón era totalmente nuevo para el .

Fuera lo que fuera lo hizo sentir bien por lo que de su boca no saldría algún tipo de queja .

— Normalmente siempre estás pensando, pero ahora te ves mucho más metido en tu cabeza — 
El sonido crujiente de dos apios siendo masticados hizo que levantara la mirada encontrando a Tem recargado en su asiento viendolo con curiosidad .

— Tuve un sueño extraño hoy — 
Riz se llevó el sándwich de huevo a la boca, no le prestó mucha atención al sabor .

— ¿De verdad? — 
La voz de la alpaca estaba llena de curiosidad ahora .
— ¿Qué soñaste? — 

Al oso le llegaron imágenes claras de como sus labios se habían juntado con los de Tem, era raro que estuviera en frente de el ahora .

— Estaba en una pradera, parecía eterna — 
Omitió la mayor parte, era mejor que se guardara todo lo demás para el .

— Pensé que sería algo más loco — 
Una mueca divertida apareció en su rostro, volvió a recargarse en la silla viendo con una sonrisa al oso .

Eso provocó una risa en el oso. Los ojos de Tem se abrieron con sorpresa, casi nunca había escuchado a Riz reír .

Los siguientes minutos del almuerzo fueron en silencio pero se sentía especial .

La conversación siguió poco después con temas triviales que prácticamente cualquier adolescente de su edad podría tener, sin mucha profundidad .

Entre sus palabras quizás había algo más que ninguno de los notaría en ese momento, simplemente estaba ahí .

Cuando el continuo sonido de la campana hizo que todo el ruido en la cafetería termina repentinamente ellos solo sintieron una leve decepción por tener que terminar de hablar .

Los dos tenían clases diferentes ese día, por lo que no se volverían a ver hasta el club de teatro .

— Encuentra me en la entrada del edificio de herbívoros después del club — 
Mientras tomaba sus cosas tenía su mirada puesta en el oso .

— Claro — 
Recordar eso hizo que su corazón acelerara sus latidos, la emoción recorrió su cuerpo .

Entonces vio a la alpaca alejarse, los dos se despidieron con la mano .

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— Tem, ¿Puedo preguntarte algo? — 
La voz del lobo estaba en un volumen tan bajo que podría pasar como un susurro .

— ¿Qué cosa? — 
Llamo su atención que Legoshi le quisiera preguntar algo, normalmente el carnívoro casi nunca le preguntaba muchas cosas .

— ¿Qué tipo de relación tienen tu y Riz? — 
Apenas termino de hablar el silencio reino entre ellos dos, el lobo miraba con seriedad a la alpaca .

Tem levantó su rostro un par de segundos mirando al techo, parecía estar analizando esa pregunta en su cabeza .

— Somos amigos — 
El herbívoro miro al labo con una sonrisa y un rostro que demostraba mucha seguridad sobre su respuesta .
— ¿Por qué la pregunta? — 

— Es solo que, ustedes dos se ven más cercanos últimamente — 
Sus ojos miraron al suelo, no estaba intentando meterse de más en los asuntos de ellos dos .

— Oh, creo que si — 
No negaría eso, esos últimos días han pasado más tiempo juntos, le sorprendia incluso pensar en todo el tiempo que llevarán hablando .
— El es un buen amigo — 

Todo volvió a como estaba hace unos momentos antes, ninguno de los dos decía nada y el lobo solo seguia limpiando uno de los reflectores .

Parecía no estar tan concentrado en ello, si seguían su mirada llegaría hasta el otro lado de la habitación, específicamente en el gran oso pardo .

Estuvo un par de segundos analizando al carnívoro, se veía tranquilo y amable como la mayor parte del tiempo. Quien diría que seguramente pueda hacer mucho daño a algún herbívoro sin algún esfuerzo, incluso a algún otro carnívoro .

Había mucha ironía en que el de todos los carnívoros este pensando así de otro, pero esto no era algo que hiciera con malicia o discriminación .

Simplemente se preocupaba por su amigo, cualquiera puede darse cuenta que las cosas entre carnívoros y herbívoros puede volverse algo digno de una película de terror en un simple desliz .

— No tienes que preocuparte por mi Legoshi, se cuidarme solo — 
La voz de Tem hizo que alejara su vista del oso, había confusión y preocupación en sus ojos ahora . 
— Sé la dificultad que hay en nuestro mundo con respecto a la coexistencia — 

— Yo soy un herbívoro y Riz un Carnívoro —
Se levantó del suelo y camino hasta el lobo, poniendo su brazo en su hombro .
— Pero eso no impide que podamos tener una amistad, las diferencias entre nosotros no hará que nos separemos — 

— ¿Puedes entender eso? — 

— Yo... — 
El lobo bajo sus orejas, las palabras de Tem sonaban tan sinceras y totalmente seguras .

Eso lo hizo levantar su mirada directamente al escenario, no fue sorpresa para el encontrar unos ojos que lo miraban desde el escenario, fue solo por un par de segundos pero hizo que su espalda se sintiera diferente .

Su mirada volvió a mirar al suelo, dejando el poco contacto entre los de el y el actor principal de la obra .

— Creo... Que puedo entenderlo — 

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— Vamos, nadie debería verte por aquí o harán un escándalo — 
Con alegría en su rostro sostenía con fuerza la mano del oso que venia detrás de el .

Sus pasos eran rápidos, mientras que los del carnívoro solo eran largos para hacer el menor ruido posible .

Mientras iba detrás de la alpaca sentía que lo único importante en el mundo eran ellos dos, así que el seguiría a Tem a dónde fuera .

En este caso, a su dormitorio .

No tardó mucho hasta que el herbívoro abriera la puerta e hiciera que el oso entrara antes que el  .

Riz no lo iba a dejar plantado y agachó su cabeza al cruzar por la puerta. Sus ojos miraron con curiosidad este nuevo lugar, lo primero que noto es que olía mucho a los compañeros de Tem .

El lugar no era muy espectacular a la vista, solo era igual a prácticamente la mayoría de dormitorios de la academia, pero de alguna manera se sentía diferente .

El sonido de la puerta cerrandose detrás de el hizo que sus orejas se movieran, ahora solo estaban ellos dos en el dormitorio .

Dio unos cuantos pasos, miraba con curiosidad todo de aquel lugar, todo se sentía más pequeño a comparación de las cosas que hay en su dormitorio .

— ¡La noche todavía es joven Riz! — 
La alpaca le dió una leve palmada en su espalda, claro que se sintió como un leve cosquilleo para el oso .

El oso observaba que Tem caminaba hasta la cocina para preparar lo que el suponía eran uno bocadillos, una leve sonrisa apareció en su rostro y tambien camino hacia donde estaba el herbívoro .

— Tenía planeado ver una película, ¿Qué tan fan eres del terror? — 
Saco varios snacks de una de las alacenas y una bolsa de palomitas algo aplastada .

— No me importa mucho lo que veamos, lo importante es que sea contigo — 

En un inicio hubo algo de silencio entre los dos, los ojos de la alpaca parpadearon un par de veces, parecía estar procesando lo que acababa de decir el oso .

Aún así el ambiente en el lugar se sentía cálido, como algo hogareño .

— Lo mismo digo amigo — 

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El sonido cercano pero distante de la película era lo único que mantenía al oso en este plano .

Sus ojos se desvían lentamente hacía el herbívoro a su lado, la alpaca se veía mucho más concentrada en la película que el .

No llevaba el tiempo, así que ya podría haber pasado cerca de una hora y poco mas, ya era muy tarde como para que intentará prestarle atención a la televisión .

La alpaca se llevó unas cuantas palomitas a la boca, dando suaves mordiscos en estas, sus dientes captaron la atención del oso .

Se preguntaba que tanta diferencia habría entre los de el con las de su amigo, aunque a primera vista ya había mucha. No sé tardaba en darse cuenta de que todo en ellos es muy diferente .

El solo pensar de que ambos fueran amigos a pesar de todas sus diferencias hace que su cabeza se sienta menos pesada. Nunca pensó que alguna vez podría tener un amigo como Tem por lo que apreciaba cada momento que tenían .

Incluso ahora, quizás no le esté poniendo atención a la película pero el simple hecho de ya estar con la alpaca hace que sea una experiencia agradable .

El sonido del crujir de las palomitas lo sacan de su laberinto mental. Puede ver a Tem lanzar palomitas a la pantalla del televisor; en la cual ya estaban pasando los créditos .

— De saber que sería tan mala hubiera hecho mi tarea de álgebra, es más aterradora que está película — 
El herbívoro estiró sus brazos, necesitaba eso después de estar tanto tiempo ahí sentado .
— ¿Tu qué opinaste? — 

— Creo que dormi con los ojos abiertos — 
La película fue lo de menos para el, pero por lo poco que vio, sabía que era un desastre .

La pequeña risa de la alpaca se sintió como una cálida caricia por toda su piel. El oso tambien estiró sus brazos, un bostezo salió de su boca .

Durante unos cuantos segundos, el interior de su boca estuvo completamente expuesto, sus colmillos eran lo que más sobresalían, teniendo un brillante brillo y su gran filo .

Los ojos de Tem lo miraron con algo de temor, estando a pocos centímetros del oso ahora hizo que tragara como respuesta al pánico que subió por sus extremidades .

Eso llamo la atención del carnívoro, que aún seguía teniendo sus colmillos de fuera, no le tomo mucho tiempo en darse cuenta del porque esa reacción de la alpaca .

— Lo siento, no quería — 
Sus manos se fueron directamente a su boca, el oso se alejo un poco del herbívoro con la cabeza cabizbaja .

— R-Riz, tranquilo — 
Era raro decirlo cuando dentro de el seguía estando ese miedo que hace que quiera correr de ahí, aún así, lentamente se acercó de nuevo al carnívoro .

— No lo hiciste a propósito — 
Su mano temblaba, con todo su coraje la coloco en una de las manos del oso, esperando que eso logrará calmarlo .
— No tienes porque disculparte — 

Cuando miro al oso, pudo ver que lo miraba con cierta tristeza pero tambien había una diminuta chispa de alegría que los hacía brillar de una forma linda a su parecer .

Sus dedos pasaron por los del oso, poco a poco el carnívoro bajo sus dos manos dejando su boca y colmillos descubiertos nuevamente .

El corazón de Tem comenzó a later más rápido, haciendo alertas a su cerebro para que se levantara y corriera de ahí. El nego eso lo más que podía .

Quizás era un suicida todo este tiempo .

Lo siguiente que hizo fue pasar dos de sus dedos por las afilados dientes, su textura era tal cual podría haberlo imaginado .

El oso solo se quedó quieto observando lo que hacía la alpaca sin protestar o hacer alguna expresión que le pudiera decir al herbívoro lo que pasaba por su mente .

Todo estaba en un silencio totalmente diferente ahora, aún con sus dedos en aquel colmillo, pudo sentir que una sensación nueva pasaba por su mano, lentamente no solo haciendo más presión en sus dedos, si no tambien acercando más de su mano a la boca del carnívoro .

La respiración del oso aumento considerablemente entre más cerca estaba el herbívoro, sus manos comenzaban a temblar .

Pronto, la mano de la alpaca estuvo contra ambos colmillos. Riz sentía que poco a poco sus sentidos se volvían locos y perdía control de ciertas partes de su cuerpo .

Lentamente su boca se abrió, dejando que los dedos de Tem entrarán y comenzará a frotar sus dientes .

La baba comenzó a formarse por toda la boca del oso. El no apartaba la vista de la mano de Tem en su boca, sus ojos ahora estaban completamente abiertos .

De repente un pensamiento inundo su mente. ¿A qué sabrá la carne de Tem? 

Eso fue lo suficientemente aterrador como para saltar hacia atrás cayendo sobre su espalda, el golpe se escuchó por todo el dormitorio .

Sus ojos mostraban miedo, estaba mirando directamente al herbívoro que tambien se había alejado de el, en el rostro de los dos se podía ver la confusión y el susto .

Riz se quito la baba de la boca, no dudo ni un segundo más en levantarse cuál rayo del suelo y salir corriendo del dormitorio, dejando solo al herbívoro .

— ... — 
El pecho de Tem se movía constantemente, sus manos y piernas se sentían incapaces de moverse, sus ojos seguían abiertos llenos de sorpresa y confusión .

Su cuerpo sucumbió poco después y dejo caer su cabeza en el suelo con su respiración más acelerada que nunca .

¿Qué fué todo eso? 

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Llegó mucho más rápido de lo que pensó al dormitorio, correr tanto lo había dejado exhausto. Lastima que eso no hacía que pudiera olvidar que casi dejaba que sus instintos lo controlen .

La idea de que pudo haberse quedado ahí, son lograr detenerse y dejar que más del brazo de la alpaca entrara en su boca hacia que su estómago se sintiera horrible .

Dejo que su cuerpo se recostara contra la puerta, intento mantener la calma, intento que sus emociones no tomen el control de el ahora mismo .

Sin embargo, las lágrimas ya estaban cayendo por sus mejillas como una cascada, los sollozos comenzaron a salir de su boca. Casi se comía a Tem .

Sus manos sostuvieron con fuerza su cabeza y comenzó a intentar negar que casi comete tal atrocidad, se decía así mismo que eso no había pasado .

Todo lo que se decía, no tenía algún efecto, en su mente estaba totalmente claro y visible el recuerdo y la sensación que recorrió su cuerpo en ese momento. Pudo saborear a Tem por tan solo unos breves instantes .

Sus manos golpearon repetidas veces su cabeza, no quería que ese pensamiento volviera a él. Quería que se alejara y lo dejara en paz .

No podía tomar tan fácilmente el control de el de esa manera, no quería pensar de esa forma .

En el fondo sabía que el había pensado eso .

En su cabeza se seguía repitiendo cientos y cientos de veces que el sabor que pudo sentir de Tem en esos segundos había sido lo más delicioso que nunca antes haya probado .

Sus ojos se abrieron llenos de lágrimas y ansiedad, en verdad estaba volviendo a pensar en eso. Sus garras se clavaron con fuerza en el suelo, estaba intentando no tener un ataque de nervios ahí mismo .

¿Por qué había hecho?
¿Por qué dejo que eso pasara? 

Se estaba culpando en muchas maneras por eso, había traicionado toda confianza que Tem había puesto en el y está seguro de que cualquier cosa entre ellos se había terminado para siempre .

Las lágrimas no dejaron de caer, el dolor en su pecho se sintió como si aplastaran cada una de sus costillas de forma lenta y dolorosa .

Todo lo que había en su mente era el hecho de que debió haberlo visto venir desde un principio. Tarde o temprano esto iba a suceder, las relaciones entre carnívoros y herbívoros siempre terminan en tragedia .

Por más que hubiera intentado que todo funcionará, el sigue siendo un carnívoro y nada en el mundo podía cambiar eso, era un peligro para Tem .

Pensar en eso dolía, la idea de no poder volver a hablar con el herbívoro hacia que su cabeza comenzará a doler y su cuerpo se sintiera pesado .

El único que pudo entenderlo y hacer que su vida se sintiera mucho más brillante, ahora ya no sería así nunca más .

Oculto su rostro entre sus brazos, siguió llorando un par de minutos más, susurrando con desesperación el nombre de Tem para intentar que la dulzura y tranquilidad que siempre le daba cuando pensaba en el pudiera aparecer ahora .

Nunca llegó en toda esa noche .

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Su cerebro no tenía muy claro cuánto tiempo lleva ahí parado en medio del dormitorio sin hacer absolutamente nada. Ese miedo que anteriormente había sentido con el oso seguía persistente en todo su cuerpo .

Todavía no lograba procesar bien lo que había pasado, lo único de lo que estaba seguro es que aun podía sentir los colmillos de Riz pinchando su piel, amenazando con clavarse .

Un escalofrío espantoso que pasó por su espalda al momento de recordar eso hizo que al fin pudiera reaccionar y tomara una gran cantidad de aire para luego sacarla .

Estaba ahora tambaleando, se recargo en la pared para no perder el poco equilibrio que le quedaba .

Todo parecía volver en si dentro de el después de lo que pareció ser una eternidad. Su mirada recorrió todo el dormitorio notando que el seguía siendo el único ahí .

En verdad había pasado eso, Riz casi se lo comía .

Su mano se fue a su pecho, su corazón latía sin parar todavía. Su mirada estaba pérdida sin saber que era lo que debía hacer ahora .

¿Debía avisar sobre esto a alguien? 

Lo más probable es que terminen expulsando al oso por eso. De la nada el pensar en eso se sintió como una punzada en su pecho .

Sus dedos se apretaron ahí, ya desde eso que sentía sabía que no podía hacer eso. De alguna manera se sentía como si estuviera traicionando a Riz, pero no entendía porque se sentía así .

No debería sentir mas que desprecio por el oso, lo que hizo estuvo mal. Dejo que sus piernas lo llevarán a su cama para poder reflexionar sobre esto que estaba comenzando a atormentar su cabeza .

Por mucho que intentaba odiar al oso, por mucho que intentará mantener su cabeza en cómo casi se termina su vida en ese mismo lugar no logra encontrar una razón para molestarse .

En el fondo, sabe que el oso no tiene la culpa de que eso sucediera. En parte tambien era su culpa, el se había literalmente servido en bandeja de plata para el .

No sabía muy bien que era lo que se le había pasado por la cabeza cuando metió su mano así en la boca de un carnívoro .

Aún así tampoco sabía muy bien si quería volver a ver al oso otra vez, la sola idea de eso hace que sienta miedo de nuevo. Solo que este miedo no se siente a algo que haya sentido alguna vez antes .

Estaba en un conflicto muy grande en ese momento. Quizás esto pasaría tarde o temprano y en su caso fue más pronto que tarde .

En tantos pensamientos que lo golpeaban sin piedad se concentro en el de no querer que las cosas terminarán así. Tem tenía muchos amigos carnívoros con los que nunca antes había sentido lo que había sentido con Riz .

Una curiosidad y un deseo que ni el mismo logra entender todavía, quizás es por eso que le cuesta tanto imaginar que tiene que dejar de pensar en el como un amigo .

Sus manos se aprietan en la tela de la cama. Odia el hecho de que esto haya sucedido, necesita un tiempo para procesar que es lo que debería hacer .

Lo único que tiene claro es que necesita dormir, al menos intentar .

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🎻
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Pronto las horas se convirtieron en días, ya hace 5 días que ninguno de los dos han vuelto a cruzar alguna simple palabra  .

No importa dónde sea. Si de casualidad se cruzan en los pasillos ninguno mira siquiera al otro, en las pocas clases que comparten se sientan lo más lejos posible .

En la cafetería se mantienen con sus diferentes grupos sociales, incluso en el club de teatro deciden ignorar la existencia del otro como si fueran un tipo de enfermedad mortal .

Estan actuando como si nunca se hubieran conocido, todo esto se sentía como si fueran un tipo de fantasmas .

En cada habitación en la que llegan a concordar el otro sale de inmediato, parece que así son las cosas y lo serán para siempre a partir de ahora .

La alpaca no puede decir si esto lo hace sentir mejor o como si estuviera cavando un pozo para nunca volver a salir de ahí y que sabía que lo llevaba a una prisión mental donde sería atormentando por siempre por el recuerdo del oso .

Era obvio que era la segunda opción pero el lo aceptaba, no había nada más que hacer ahora. Todo estaba incómodo entre ellos y si las cosas iban a terminar así, por mucho que gustaría que fuera diferente simplemente lo iba a superar .

Incluso ahora, mientras da una actuación que podía clasificar como “buena” no puede alejar el pensamiento del carnívoro de su mente, entre más quería olvidarse de el más volvía su imagen a su cabeza .

Mientras sus diálogos salen de su boca y sigue la escenografía lo mejor que puede sabe que algo hace falta en todo esto. La antigua mirada que siempre sentía sobre el ya no estaba ahí .

Era como si los únicos ojos que le importaba que estuvieran sobre el hubieran desaparecido para siempre, había un vacío en su pecho en el que ya no podía ser  rellenado .

En los últimos segundos de su ensayo sus ojos se desvían de su compañero, buscando brevemente al oso entre la multitud, no es sorpresa que no lo encuentre en ninguna parte .

Al terminar el ensayo vienen los aplausos de los demás, tampoco se sienten iguales sin esas fuertes palmas que antes resonaban sobre cualquier otro aplauso .

Esta molesto ahora, molesto de no poder dejar atrás todo esto. El oso sigue estando atormentando cada cosa que hace, se siente frustrado .

Les avisa a todos que tendrá un breve descanso, todos asienten comprensivos y dejan que baje del escenario .

Sus ojos miran hacia arriba viendo al lobo tramoyista que parece estar concentrado en el, simplemente le hace señas con su cabeza de que no quiere hablar de eso .

Se gana esa cara de perro mojado, un suspiro escapa de su boca y camina hacia los vestidores, necesita tomar algo para calmar su garganta .

Mientras sigue su camino mira el suelo con cierta tristeza, todo se siente tan vivido después de que hayan pasado días. Cada vez que mira su mano aún puede ver los colmillos del oso presionando su piel .

Por alguna razón cuando eso pasa no se siente angustiado, solo un sentimiento extraño recorre su cuerpo y lo hace sentir miserable .

Las cosas se sienten tan tensas y pesadas con Riz. No le gusta como piensa ahora del oso, quiere que todo sea como antes, dónde solo eran amigos .

Claro que no eran normales, el simple hecho de que Riz le haya puesto tanta confianza en el para contarle de sus problemas al ser un oso y la forma en que le decía que el lo había sentir más ligero y mejor, era obvio que para Riz, Tem era más que un simple amigo .

Quizás eso era lo que hacía que doliera todavía más, saber que para los ojos del oso el era un tipo de medicación a sus dolores y pesares hacia que su corazón se sintiera cálido .

Tem disfrutaba pasar tiempo con el oso, al inicio tuvo sus dudas pero con el para de los días pudo ver más allá de Riz, tambien permitió que el oso viera más haya de el mismo .

Juntos habían formado una relación fuerte, no podía creer que eso pudiera terminar tan drásticamente y el solo estaba dejando que pasara sin siquiera hacer algo o decir alguna cosa para evitarlo .

Eso era lo que lo atormentan en cada momento .

Sin haberse dado cuenta por estar hundido en un mar de pensamientos ya había llegado a los vestidores, lo primero que vieron sus ojos fue la figura de aquel carnivoro .

Ya no pudo evitarlo más, después de tanto tiempo sus miradas volvieron a cruzarse ahí mismo .

¿Seguía habiendo esa chispa en los ojos del oso cuando lo miraba o todo se había apagado ya? 

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El silencio ya era común en los pocos encuentros que tenían, en dónde los ojos esquivaban la realidad y buscaban algo más a lo que aferrarse .

Ahora solo podían verse el uno al otro, la densidad de sus emociones se juntaron ahí mismo donde los dos no tenían algún tipo de escapatoria de la realidad que los atormenta .

En el centro de la puerta la alpaca observa el rostro del oso, no le es difícil reconocer cada parte de el, lo conocía casi como si hubiera hecho un mapa mental sobre cada detalle de esa cara .

Ahora hay pequeñas ojeras bajo esos diminutos ojos, junto a su pelaje mal peinado y la tristeza que siempre acompañan al carnívoro desde que lo conoció .

Desde la perspectiva de Riz el ver a Tem, hace que todo se sienta confuso y ciertamente lo inquieta .

El antes brillante y alegre rostro de la alpaca ya no estaba, verlo ya no le provocaba esa explosión de alegría en su pecho o la suavidad en sus manos .

Solo era como ver a cualquier otra persona .

Riz tomo sus cosas, no tenía sentido quedarse ahí y lo sabía. En pocos segundos el oso paso al lado del herbívoro, por un breve instante antes de irse sus ojos miraron a Tem .

El sonido de los pasos pesados del oso fueron desapareciendo poco a poco por el pasillo, la alpaca siguió inmóvil en la puerta de los vestidores .

Había un nudo en su garganta que hacia que ninguna palabra pudiera salir de el. Se dejó recargar en la pared a su izquierda y dejando salir un suspiro miro hacia el techo de la habitación .

Este encuentro lo dejo más confundido que antes, Riz se veía mal. Pudo notarlo en su rostro, esas ojeras hacían que pareciera un muerto en vida .

Si el estaba sufriendo por esto, no podía ni imaginar cuanto estaba afectando a Riz. No sabía como sentirse por eso .

¿Mal, bien, culpable?

Su cabeza se sentía en un laberinto del que jamás encontraría la salida en esos momentos. Solo quiere ir a descansar, como si fuera a ayudar de algún modo .

Su corazón le dice que no deje que esto siga así, debe hacer algo para que todo sea mejor para los dos. Su cerebro, solo le dice que haga exactamente. El miedo hace que intente negar que eso es lo que quiere .

Estira un poco su pelaje y baja la cabeza, quiere que esas emociones desaparezcan de el de una maldita vez. Sabe que si eso desaparece tambien desaparecería todo recuerdo y momento que vivió con Riz, todo terminaría en una tristeza inmensa en su corazón .

¿Qué debía hacer? 

— ¿De verdad vas a quedar ahí sin hacer algo al respecto? — 
Una voz que cualquiera en la academia podría reconocer choco con sus orejas haciendo que levantara la vista bastante asustado .

Ahí en la puerta estaba parado aquel ciervo rojo. Parecía que estaba analizando cada parte de el con esos ojos dominantes, hace que la alpaca se sienta indefenso .

— ¿L-Louis? — 
Había más confusión en su mirada al ver al ciervo frente a el, nunca antes pensó que podían llegar a estar en una situación así .
— Y-Yo no... — 

Las palabras volvieron a quedar a medio salir, su cerebro parecía simplemente estar soltando lo primero que venía a su mente sin considerar dos veces antes de dejarlo salir .

— Al final todo eso acto de "las diferencias no harán que nos separamos". ¿Fue una simple mentira? — 
La voz de Louis sonaba en cierto modo como si lo estuviera juzgando, como si hubiera cometido un crimen .

Los ojos de la alpaca se abrieron en cuanto el herbívoro dijo eso. Eso solo se lo había dicho a cierto lobo, que al parecer no pudo mantener su hocico cerrado .

Las manos de Tem se apretaron con fuerza, no lo pensó dos veces y salió corriendo del lugar, sin decir nada más. Las ganas de darle un puñetazo al ciervo se las guarda para el mismo .

El rostro casi inexpresivo del ciervo miro un par de segundos por dónde se había ido la alpaca, tomo aire y la dejo salir .

— Me debes una Legoshi — 

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Cuando salió corriendo de los vestidores no tenia una idea muy claro hacia donde es que estaba yendo, solo sabía que tenía que ser rápido .

Cuando llegó al campus su mente comenzó a funcionar de nuevo y supo exactamente a dónde es que debía ir. No importaba que sus piernas se sientan cada vez más cansadas, el debe mantenerse firme .

Subir tantas escaleras era realmente agotador, pero en el aun estaba esa sensación de adrenalina que lo hacía seguir subiendo .

Su mente estaba en otra parte, pensando en que es lo que está haciendo o cual será la razón del porque no se detiene y corre hacia el lado contrario .

Las palabras de Louis vuelven a sonar en su cabeza. Cuando lo escucho sintió rabia crecer en el, al inicio no entendía porque había sentido eso tan de repente .

Ahora mientras subía esas escaleras empezaba a entender todo de una manera más clara. Le había molestado que haya dicho que todo esto fuera un acto y una mirada .

Estaba diciendo que todo lo que había estado pasando entre el y Riz estás semanas solo fue una farsa. Eso fue lo que había hecho que su rostro se calentará de enojo .

Entendía que valía la pena luchar por esto, incluso si era prácticamente una decisión que podría llevarlo a su propia muerte .

Cuando estuvo a solo unas cuántos escalones de la azotea se detuvo unos pocos segundos, en este punto el oso ya sabrá que el está ahí .

Se preguntaba que haría el oso a continuación, ¿Lo aceptaría y dejaría que ambos pudieran hablar? 

¿O le diría que todo acabo ya? 

Tem se negaba a pensar en la segunda opción, este no sería el final para ellos dos, al menos no por ahora .

Si había algo más fuerte entre ellos dos de lo que nunca antes había pensado, era este momento en la que lo descubrirá .

Se acercó a la puerta y la abrió siendo cegado por la luz tenue del sol en el atardecer, en solo unos segundos su vista volvió a la normalidad y busco al carnívoro en todas partes .

Entonces pudo verlo, sentado en el suelo oculto entre la sombras y la cabeza entre sus enormes brazos .

La respiración de Tem se sintió más lenta ahora .

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No iba a levantar la mirada, sabía lo que se encontraría si lo hacía y eso era posiblemente lo más aterrador que alguna vez podría ver .

Mantuvo su rostro oculto, sin decir o hacer algo. La presencia del herbívoro se sentía más que nunca ahora .

El sonido de los pasos frente a el hacían q su cuerpo entero se sintiera agitado y nervioso. Estaba temblando y su respiración se volvió agitada .

Habia una mirada puesta en el, se sentía tan penetrante que agobiaba, quizás siempre se había sentido así todo el tiempo. Tal vez todo había sido más dulce en su cabeza que lo que había sido en la realidad .

Un escalofrío paso por su espalda al sentir dos suaves manos en sus brazos, acariciando con tanta delicadeza su piel que hacía que por un momento pensara que todo está perfectamente bien .

El miedo sigue presente, no quiere moverse y cometer algún error horrible .

— Riz, mírame — 
Ahí está esa voz, solo han pasado un par de días en la que no lo ha escuchado y simplemente captar sus palabras hacen que su cuerpo se sienta menos tenso .

Está en un conflicto interno en si obedecer lo que decía el herbívoro o seguir resistiendo. Una simplemente se ve más tentadora y mejor de hacer .

Unos cuantos segundos entre los dos no sale una palabra más. Dejan que el sonido del viento sea lo único que los mantiene con los pies en la tierra .

Los ojos del oso pronto se vuelven a juntar con los de la alpaca. En ambos surgía la pregunta de que estaba pensando el otro en ese preciso momento. 

En la profundidad de sus ojos pueden ver todo, como si estuvieran viendo sus almas al desnudo .

— No deberías estar aquí — 
El oso aleja su mirada, el dolor vuelve por momentos a su cabeza .

— Eso no es lo que yo quiero — 
Sus dedos pasan por el pelaje de Riz. Su mirada es dura y está totalmente puesta en el rostro del oso .

— Tem, sabes que eso es lo mejor — 
La voz de Riz comenzó a sonar menos audible, estaba tratando de esconder que su garganta se sentía extraña y las lágrimas amenazaban con volver a caer de sus ojos .

— ¿Para mí o para ti? — 

— Para los dos — 
Su mandíbula se apretó entre si, mantener la calma ahora parecía una tortura .

— Sabes que eso es mentira Riz — 
No le gustaba nada que el oso estuviera diciendo esas cosas, no le gusta que intente protegerlo a coste de la poca felicidad que le queda .
— Mírame — 

Las manos de la alpaca fueron a las mejillas calentitas del oso, suavemente moviendo su cabeza para que se miren de nuevo directamente a los ojos .

Puede ver lo brillantes que están los ojos del oso ahora, no tiene idea de si es por estar viendolo a él o son las lágrimas que se acumulan poco a poco .

— Tem... — 
Ya no puede apartar la mirada de la alpaca y solo le queda poner ese rostro de miseria que tiene en sus peores días .
— N-No, recuerda lo que pasó — 

— ¡Me importa un carajo Riz! —
Su volumen de voz aumento, en su rostro ahora habían unos ojos molestos por lo que decía el eso .
— ¡No me vor a ir! — 

— ¡Sabes que eso es lo mejor que podemos hacer! — 
Por primera vez, le había gritado de esa manera al herbívoro, vio la sorpresa en el rostro de Tem segundos después .

Se arrepintió al instante, una disculpa casi salía de su boca hasta que fue interrumpido por la alpaca .

— ¡Cállate Riz, cállate! — 
Las manos de Tem se apretaron con más fuerza al oso, asegurándose de que no lo soltaría .
— ¡Deja de decir esas estupideces! — 

Sin previo aviso las lágrimas aparecieron primero en los ojos de la alpaca, cayendo como si fueran un río en una montaña .

Le tomo unos segundos para tener control de su respiración. Aún tenía esa mirada molesto hacia el oso .

Riz no pudo decir nada, era la primera vez que veía al herbívoro llorar. Incluso ahora la alpaca se veía tan majestuosa como siempre lo había pensado el oso .

— ¡No quiero que vuelvas a decir que estaría mejor sin ti! — 
Dejo caer su cabeza sobre los brazos del oso, tomo una gran cantidad de aire .
— ¡Porque no lo estaría! — 

Era el turno de que las lágrimas cayeran por las mejillas del oso, viendo totalmente en shock al herbívoro .

El nudo que comenzó a formarse en su garganta se sentía como tener un alambre de púas alrededor de su cuello. Las palabras eran difíciles de encontrar ahora .

Todo lo que veía ahora era como Tem sollozaba en sus brazos, incapaz de hacer algo para lograr que se calmara, escucharlo llorar era tan magnífico como horrible .

Dolía tanto como el corte de un cuchillo .

Solo estuvieron así un par de minutos, para ellos se sintieron como si las horas pasaran en un simple parpadeo .

— I-Intente olvidarte... — 
La alpaca limpio las lágrimas y suciedad de su cara como podía, su mirada comenzó a volver hacia arriba .
— No logré nada, se sintió como resolver un problema que no tenía solución — 

El oso odiaba escuchar eso, solo lograba que su intento de mantener a salvó a Tem de el mismo pierda peso en el, hace que no quiera que la alpaca siga sufriendo por eso .

Por mucho que podía solo irse, mantener la distancia por siempre del herbívoro y nunca más estar cerca de el para no hacerle algún tipo de daño, no podía .

Su distancia de la alpaca tambien lo lastima, todo lo que haga lo terminará haciendo de algún u otro modo .

— ¿Te sentiste como si corrieras en círculos? — 

Tem solo asiente levemente, con esa mirada perdida por unos breves segundos que hacen doler el corazón del oso .

— Nunca llegué a ninguna parte con eso — 
El agarre en sus manos seguía siendo bastante fuerte, incapaz de siquiera pensar en soltar al oso .

— Nunca se llega a algún lado — 

Los dos se miran con ojos llenos de tristeza y desesperación. El viento mueve el pelaje de sus rostros, sintiendo como cada vez hace más frío ahi, pero la pequeña llama sin extinguir entre ellos hace que todavía puedan sentir algo de calor .

Las manos de Tem pasan lentamente por las mejillas de Riz, siente cada parte de el cuando lo hace. Limpia poco a poco esas lágrimas que caen sin parar .

El oso solo guarda silencio, no tiene una razón lógica ahora para protestar. Deja que el herbívoro lo haga mientras aprecia cuan dulce y delicado era su toque en su rostro .

Se pregunta el porque .

— Nadie puede hacerme sentir con tu lo haces Riz, por eso estoy aquí — 
Su voz sonaba aún algo quebrada, tomando unos segundos para continuar hablando .

Los ojos de Riz muestran sorpresa por unos segundos, no se había dado cuenta que había dicho eso en voz alta .

— No lo entiendo — 
Encuentra algo de paz en ver a la alpaca ahora, eso lo ayuda a que todo se sienta menos pesado .
— ¿Arriesgar tu vida así? — 

— Vale cada segundo Riz, no me importa si estoy en peligro ahora — 
Ahí menos distancia entre ellos ahora .

— No quiero comerte — 

— Tampoco me importa si lo haces — 

Los pensamientos del oso se sintieron confusos pero a la vez tan ligeros que simplemente dejó escapar un jadeo .

Se sentía como estar en aquella pradera de sus sueños, con el viento en su rostro y teniendo a la alpaca más cerca que nunca .

Sus brazos llenos de miedo fueron bajo los brazos del herbívoro, sujetando con delicadeza y apreciando la sensación de la carne bajo su piel .

— No me importa nada si significa que puedo estar aquí, junto a ti — 

Las lágrimas volvieron a salir. El oso acercó más a Tem, haciendo que el muro entre ellos desaparezca poco a poco .

Las respiraciones chocan, el calor en sus rostros sube mientras ya no queda algún tipo de distancia entre sus cuerpos. Ambos abrazando cada parte del otro, sin límites .

El choque inminente entre sus bocas determina el destino para los dos, juntos .

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Hay un calor que se expande por su boca hasta su pecho, sabe que luego llega a su estómago .

Esa sensación de cosquillas en su boca se manifiesta en pocos segundos, la electricidad pasa por sus brazos hasta llegar a sus garras .

Se pregunta, ¿es eso que baja poco a poco por su barbilla la sangre caliente de Tem o son solo las lágrimas?

Sabe que pronto toda la euforia desaparece y pronto descubrirá la verdad a todas sus dudas, miedos y esperanzas .

Todo se va tan rápido como apareció, haciendo que su cuerpo pueda volver a reaccionar ante el frio viento en su pelaje, de cierta manera se siente más relajado que nunca .

La presión que había en su boca se va en unos segundos y ahora siente que se estaba sosteniendo del borde de un barranco, ahora está cayendo .

El golpe que vendrá cuando abra los ojos puede matarlo o llevarlo directamente al cielo. No importaba cuál fuera el no se sentía nada preparado .

¿Qué haría si abría los ojos y entre sus garras está la carne restante de la alpaca? 

¿Que pasaría si esto fue el final que siempre estuvo destinado para ellos? 

Riz no sabía que hacer, mantuvo sus ojos cerrados, casi al borde del llanto de nuevo .

— Abre los ojos Riz — 

¿Era su imaginación? 

Tal vez se había vuelto loco ahora. Eso piensa hasta que llega el tacto delicado en sus mejillas de nuevo, haciendo pequeños círculos .

Sus sentidos vuelven y todo está más claro que nunca. La alpaca sigue ahí cuando sus ojos se atreven a volver a abrirse .

Con esa sonrisa que se ve más dulce que cualquier miel que pueda probar .

Tan contagiosa y empalagosa .

¿Puede llorar de nuevo? 

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𖤐  

Chapter Text

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Heyse x Nagumo
(Beast complex)
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— Deja de quejarte por un segundo — 
Por más que intentaba acercar el pequeño algodón cubierto por alcohol no lograba conseguir nada, el carnívoro frente a el seguía retorciéndose cada vez que lo acercaba unos pocos centímetros .

— ¡Ya te dije que no necesito eso! — 
Movía repetidas veces su rodilla con tal de que nada de ese líquido llegue a la herida recién hecha en su piel .
— ¡Aleja eso de mi! — 

El toro levantó su mirada viendo con seriedad al cocodrilo. Esto ya se estaba poniendo ridículo y no estaba cooperando en absolutamente nada .

Con toda la fuerza que tenían sus brazos dejo quieto al carnívoro, este simplemente siguió intentando alejarse pero está vez le era mucho más complicado .

Ignorando cualquier queja que saliera de su boca tomo el algodón y suavemente comenzó a pasarlo poco a poco por la herida .

Pudo escuchar los múltiples quejidos y aullidos por parte de Nagumo, no iba a hacer nada de caso a sus plegarias para que dejara de hacerlo .

Claro que eso no funciona en el, simplemente dejó que el algodón dejara aquella herida completamente limpia .

Solo tardó un par de segundos más y alejo el algodón dejandolo por un lado, en el rostro del cocodrilo se veía la molestia y algunas lágrimas por el dolor del alcohol en la herida .

— No seas dramático, solo es un herida — 
Sus ojos estaban puestos en la rodilla del cocodrilo, quería asegurarse de que había limpiado bien dicha herida .

— ¡No soy dramático! — 
Se cruzó de brazos, en su rostro se veía cierta molestia que no duró demasiado .

Bajo su mirada, el silencio que vino después de eso se sentía tenso. Su mirada viajo por la habitación del bovino, no era la primera vez que estaba ahí .

Le seguía impresionando que fuera tan grande, se sentía muy pequeño estando ahí .

Después de estar ahí sin decir ninguna palabra volvió a mirar a Heyse, noto que este lo estaba mirando con esos ojos que no podía descifrar lo que estaban sintiendo .

— Gracias — 
Salió de su boca en un pequeño susurro .

— No tienes que agradecer, solo estoy siendo amable — 
El herbívoro tomo sus lentes y los acomodo correctamente, aún manteniendo su vista en los ojos nerviosos de Nagumo .

— Oh, claro... — 
Esa no era la primera vez que recibía esa respuesta por parte de su amigo, seguía haciendo que se provoquen ciertas emociones en su cabeza .

En cierto modo sentia que se estaba aprovechando de la amabilidad del bovino, ese pensamiento hizo que por su pecho corriera un gran cosquilleo .

— ¿Tienes hambre? — 
Esa pregunta saco al carnívoro de sus pensamientos, volviendo a chocar su mirada con la de Heyse .

— No, no tienes porque molestarte en hacer algo — 
Nego al instante, no queriendo seguir recibiendo tal caridad por parte del toro .

Eso fue hasta que un gruñido sonó desde lo más profundo de su estómago, haciendo que los ojos de Nagumo se abrieran como nunca antes .

Las escamas de sus mejillas se volvieron de un color rojo, bajo su mirada apenado por eso. Cualquier herbívoro debería sentirse aterrado al escuchar a un carnívoro hambriento, seguramente era mejor irse ya .

— Te preparé algo — 
Heyse se levantó de la suave cama para caminar hasta la puerta de la habitación, se veía bastante decido .
— No aceptaré un no — 

En pocos segundos el herbívoro salió de la habitación dejando solo al cocodrilo en la cama, el cual seguía con su rostro rojo .

Un suspiro salió de su boca .

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Cada vez que daba un mordisco podía sentir cada pequeño detalle en la comida, sus dientes mastican los pequeños trozos de maíz junto al arroz blanco .

Posiblemente la mejor comida que ha tenido en varios días, no se comparaba en nada que el haya llegado a probar antes. Prácticamente podría saber el precio de cada ingrediente puesto en ese plato con solo sentir el exquisito sabor con el que eran bendecidas sus papilas gustativas .

Era muy difícil para el mantener los modeles con los que lo habían criado, si estuviera solo posiblemente tomaría la comida en sus manos y se las llevaría a la boca como si fueran un animal salvaje .

Mientras el cocodrilo disfrutaba tal festín al otro lado de la mesa, unos ojos analizaban cada movimiento que hacía, desde la forma en que agarra la cuchara hasta la manera en que sus dientes filosos trituran los bocados con facilidad .

Visto desde el punto de vista de Heyse, Nagumo era como cualquier animal de su estatus social como económico, alguien a la que el no debería molestarse en brindarles tales cosas como una buena cena. Cosa que se veía que hace tiempo que el cocodrilo no tenía .

Había cierto interés por parte del bovino cuando miraba al carnivoro, mayormente era curiosidad y pena, estos días han pasado mas tiempo juntos .

Todavía no sabe si pueden considerarse amigos, no es que le importe mucho .

Desde aquella tarde tormentosa en dónde el destino decidió juntarlos ha podido ir notando muchas cosas sobre Nagumo, cosas que ni siquiera deberían importarle del todo pero la necesidad de seguir conectando con el hacía que siguiera observando todo lo que hacía .

Un buen ejemplo puede ser que el cocodrilo no lleva almuerzo a su escuela. No importa el día, en el almuerzo siempre está sentado en una mesa observando a los demás comer .

Cuando eso pasa siempre es el bovino el que le ofrece algo para que pueda poner el diente, es raro que el cocodrilo acepte al primer intento .

Simplemente no puede soportar verlo ahí, con esos ojos brillosos que parecen que están a punto de llorar como un bebé por el hambre .

Quizás un día el termine siendo su comida, al menos eso le llenaría el estómago a este pobre individuo sentado en la mesa de su comedor .

El sonido del carnívoro dejando salir un suspiro lleno de satisfacción fue lo que lo saco de sus pensamientos, levantando la mirada .

Pudo ver una sonrisa llena de alegría en el rostro del carnívoro, un simple arroz blanco había hecho eso. Algo que para el sería como una comida típica parecía ser un manjar casi imposible de hallar para el cocodrilo .

— Te agr- — 

— No es necesario que agradezcas, ya te lo dije antes — 
Interrumpió a Nagumo, aún viendolo con esa mirada sería de siempre .

— Oh... De acuerdo — 
Una mueca se presentó en el rostro del cocodrilo, apartó su mirada un par de segundos mirando hacia el suelo .

Hubo un silencio similar al que hubo en la habitación del toro, dónde solo se podía escuchar el lejano sonido del viento mover las verdes hojas de los arbustos y árboles .

Ninguno de los dos agrego nada más a la conversación, dejando que el tiempo pasará más rápido de lo que en un principio parecía .

Nagumo levantó el plato de la mesa y se dispuso a intentar hacer su mejor esfuerzo por dejarlo como si fuera nuevo .

Esa podría ser una forma de agradecer a Heyse por la comida, solo que era obviamente una mala comparación .

La amabilidad con la que le había dado esta cena era simplemente algo más haya de algo que el pudiera hacer para recompensar con simplemente lavar un plato .

Mientras el agua y el jabón pasaban por sus manos, la duda volvía a aparecer en el, no entendía del todo porque Heyse hacia todo esto por el .

Pudo seguir en ese pequeño agujero mental en la que se encontraba hasta que sintió unos brazos delgados subir por su estómago tocando suavemente puntos sensibles en su cuerpo .

Los ojos del cocodrilo se abrieron llenos de sorpresa, no dijo nada y simplemente se quedó ahí quieto .

El toque en su cuerpo se sentía de cierta manera cálido y suave, por mucho que lo haya tomado por sorpresa se sentía más protegido que nunca .

No tenía que voltear hacia atrás para saber que Heyse estaba ahí, explorando sutilmente su cuerpo .

Durante un par de segundos más estuvieron ahí, como si todo alrededor no importará y solo fueran ellos dos en el mundo .

Claro que tambien había muchas preguntas en su cabeza, no había ningún tipo de explicación que pudiera pensar para lo que estaba sucediendo .

De alguna manera el no quería encontrar una .

Cuando los dedos del bovino se alejaron de el se sintió como un vacío que nunca antes había sabido que estaba ahí y ahora era más notable que nunca .

Nagumo levantó su mirada y busco al herbívoro en la habitación, en tan solo unos segundos se había ido de ahí, sus ojos parecían decepcionados .

No había entendido nada de eso .

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Normalmente no era un fan muy grande de la clase de álgebra, siempre prefería fingir que está prestando atención. La cosa cambio recientemente .

En esta clase siempre había alguien que sin importar que problema era todo el tiempo se ofrecía para resolverlo, en estos momentos sus ojos están puestos en el .

La voz tan segura de Heyse estaba revoloteando en su cabeza, en su opinión había un encanto extraño en la forma en la que hablaba .

Era un poco raro que estuviera pensando eso, no entendía muy bien del todo porque ahora pensaba así del bovino. El suponía que se trataba de admiración .

Heyse era muy listo y sin duda le gustaría ser como el, inteligente, seguro, lindo .

Un suspiro escapó de su boca y se dejó caer en su lugar, su mirada seguía puesta en el herbívoro a tan solo unos cuantos metros de el .

Últimamente las cosas se han sentido algo diferentes entre ellos dos, pero no sabría cómo podría describirlo .

Simplemente hay algo que se siente mucho más diferente a como era todo hace un par de semanas, en el fondo le gustaba como empezaba a sentirlo .

Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera noto cuando la clase estaba por terminar, el solo seguía con su mirada perdida en el rostro del toro .

Varias preguntas comenzaban a crecer en su cabeza y ninguna tenía alguna respuesta clara por lo que no se molestó en buscar alguna explicación para esos sentimientos tan confusos .

Su mirada bajo hasta el suelo, estuvo unos cuantos segundos analizando esto pero simplemente no lo llevo a ningún lado de nuevo y decidió que sería mucho mejor dejar ese tema de lado .

En esos momentos lo que más quería era ir a hablar con Heyse, lo cuál no sería algo muy difícil ya que cuando levanto su mirada pudo ver a la mayoría irse del aula .

En verdad se había quedado atrapado en sus pensamientos, mentalmente se prometió que la próxima vez si prestaría atención a la clase .

El sonido de una voz a su lado hizo que levantará su cabeza algo sorprendido, termino encontrándose con la mirada penetrante de Heyse .

El cocodrilo movió su mandíbula pero ninguna palabra salió de el, seguramente se estaba viendo muy tonto por hacer eso .

— ¿Escuchaste algo de lo que te dije — 
El bovino se veía ciertamente molesto, su mirada se hizo más dura al punto de vista del carnívoro, quien solo bajo la mirada .

— Pregunté si quieres venir a mi casa después de clases, ¿Ahora sí te llegó a los oídos? — 

— O-Oh — 
De un segundo a otro los ojos de Nagumo se iluminaron con un brillo que hizo que el rostro del herbívoro se viera mucho menos serio .
— Me encantaría — 

— Bien — 
El toro no tardó mucho más en abandonar el aula también, dejando ahí solo al cocodrilo con sus pensamientos .

En la mente del carnívoro lo único que pasaba era que cuando Heyse se acercaba tanto su corazón latía más rápido de lo que alguna vez lo haya hecho .

Habían muchos más pensamientos pero los mantenía dentro, sabía que era algo normal a esa edad pensar tanto en estás cosas, las hormonas lo estaban controlando .

Alejo cualquier pensamiento de ese tipo y empezó a guardar sus cosas para irse ya de ahí, aún así su mente seguía bastante concentrada en el toro .

Últimamente a Hayse le gusta que los dos pasen mucho más tiempo juntos en casa del mencionado. Es divertido por supuesto y nunca le diría que no a semejante invitación a ese lugar que prácticamente parece un castillo a sus ojos .

Estaba emocionado .

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— Solo es álgebra Nagumo — 
Su voz sonaba un poco divertida, cosa que no era tan común escuchar en el toro .

— ¡Tu sabes que es la única clase que no soporto! — 
Salto a la defensiva bastante rápido, no soportaba escuchar los comentarios que estaba haciendo su amigo sobre el por no prestar atención a una de las miles de clases que tienen .

— Lo se, pero siempre tienes una buena nota en ella — 
Destaco la última parte, queriendo que el cocodrilo pensara en eso .

— Estudiar al último momento funciona en alguna ocasiones — 
Rasco su nuca con una pequeña sonrisa, el no se avergüenza en lo absoluto por hacer eso siempre .

Entre la charla que estaban teniendo ellos dos, el viento fresco pasaba por sus rostros, haciendo que se sientan mucho más ligeros que de lo normal .

Bajo los tenues rayos de sol que podían pasar por las nubes blancas y hermosas del cielo, ellos dos caminaban por un sendero bastante solo de camino a la casa del herbívoro .

Todo se sentía muy tranquilo ahora, no había algún otro pensamiento que no fuera ir hacia la casa de Heyse con total tranquilidad .

Hubo un breve momento en dónde sus ojos vieron directamente a los del herbívoro y pudo sentir que había algo de intensidad entre los dos .

Fue momentario pero estuvo ahí .

Se pregunto si el toro también lo había sentido .

Pronto pudo ver la casa de Heyse a la distancia, siempre había un cosquilleo en sus escamas cuando veía lo grande que era a comparación del apartamento donde vive con su familia .

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Cuando veía a Nagumo lo primero en lo que se fijaba era en su estómago, hace tiempo que ha comenzado esa extraña costumbre en el herbívoro .

No lo hace por malicia o por ser un pervertido, tan solo esa simple idea hace que su estómago se revuelva y el almuerzo lo sienta en la garganta .

Simplemente es curiosidad. Cómo en estos momentos que mientras el cocodrilo está prácticamente dando toda su capacidad mental en el juego de ajedrez que están llevando a cabo, el toro observa a detalle como la camiseta del uniforme no toca el estómago de Nagumo .

Una mueca aparece en su rostro por una fracción de segundos para después volver a la mirada de concentración que lleva desde que iniciaron está partida .

Claro que el no necesita estar muy concentrado en esto, Nagumo era muy novato en esto y casi todo lo que hacía era una total bienvenida para que el pudiera quitarle una de sus piezas .

— ¿La torre se mueve hacia adelante? — 
Su dedo apunto la única torre que le quedaba, había ciertos nervios en su voz .

— Aja — 
Recostó su cabeza en su mano, era como la tercera vez que el carnívoro le preguntaba cuáles eran los movimientos de las piezas .

En ningún momento se le pasaba por la cabeza estar llamando tonto o estupido al cocodrilo, el sabía que Nagumo era más listo de lo que suele aparentar .

Se le hace extraño que le cueste tanto entender el ajedrez, en cierta manera se le hacía chistoso y tierno ver la expresión que ponía cada vez que hacía un movimiento .

Después del último movimiento del cocodrilo, Heyse movió su propia torre y termino en la décimo tercera victoria para el toro .

— Jaque — 

— ¡Este juego ya no es divertido! — 
Por poco y terminaba lanzando el tablero de la mesa, pero se resistió y solo se dejó caer en la silla .

— Al menos me quitaste dos peones — 
Heyse tomo las piezas del tablero y las guardo de nuevo, ya habían tenido suficiente del ajedrez por hoy .

— Dos peones... — 
Su mirada estuvo en aquellas piezas hasta que el toro las guardo. En realidad se había divertido más de lo que pensaba .

En realidad lo disfruto por el simple hecho de que Heyse había sido muy amable durante cada partida, ni siquiera parecía molesto por todas esas veces en las que le preguntaba sus dudas .

Eso lo apreciaba, estaba seguro de que cualquiera otro animal no hubiera soportado estar aguantando sus preguntas cada dos segundos .

De nuevo apareció esa duda del porque Heyse era así con el, a sus propios ojos el toro era como un ser puro lleno de bondad .

Quizás era algo exagerado ese pensamiento pero así empezaba a verlo el cocodrilo. 

Cómo si de un ángel se tratara .

— ¿Tienes hambre? — 
Heyse estaría a unos cuantos centímetros del cocodrilo viéndolo con esa mirada profunda que solo veía algunas veces .

— Un poco, pero no necesitas preparar nada Heyse — 
En su voz había cierta timidez, apreciaba mucho ese gesto pero sentía que quizás podría ser demasiado a este punto .

No quería que el toro fuera cómo una máquina expendedora que le dé comida cada vez que el quiera. Era casi como aprovecharse y ese pensamiento le hacía sentir náuseas .

— ... — 
El herbívoro no dijo nada, aún así parecía que entendía y no iba a protestar está vez. Comenzó a caminar hacia el baño .

Nagumo se quedó en aquella mesita, se pregunto si por alguna razón el herbívoro se había molestado .

Era difícil saberlo algunas veces .

Miro alrededor de la sala, le gustaba ver lo bien cuidado que estaba el lugar. Todo parecía estar prácticamente brillando .

El supuso que Heyse volvería en unos minutos así que decidió dar una pequeña mirada en algunas partes de la sala .

Todo se veía como esas casas que solía ver en las revistas de su madre, muebles de madera tallados por profesionales que parecían haber sido hechos con el mayor cuidado y detalle del mundo .

La gran pantalla de la sala siempre llamaba su atención, en su casa solo tenían una vieja televisión de antenas .

Su mirada se centro en una foto enmarcada en las estanterías al lado del televisor, con curiosidad la tomo en sus manos. En cuanto vio aquella foto una leve sonrisa apareció en su rostro .

Era una foto de Heyse y su familia, parecía ser de hace un par de años. Incluso hace tanto tiempo el toro tenía esa mirada única, le alegraba saber que el toro ha sido feliz desde pequeño con sus padres .

Hace que su corazón se sienta cálido, la felicidad de Heyse también es la suya ahora .

Estaba por dejar la foto de nuevo en la estantería hasta que una presencia apareció casi de la nada detrás de el, su corazón golpeó más fuerte su pecho en ese instante .

Los recuerdos de aquel día volvieron rápidamente cuando volvió a sentir las suaves manos del toro en su estómago .

De nuevo no volvió a decir nada o hacer algo, no encontraba un motivo para oponerse .

Después de varios segundos en donde los dedos del herbívoro exploraron su cuerpo dejo de sentir esa presión que lo hacia sentir una chispa en su pecho lo soltaran .

— Te prepárare un bocadillo — 

Nagumo solo asintió .

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En el medio de la noche sus pensamientos suelen venir y irse como una estrella fugaz, simplemente esperaba que después de poner la cabeza en la almohada el sueño llegué a el .

Hoy está siendo diferente, lleva un par de minutos apreciando el viejo techo del apartamento sin poder pegar el ojo .

Estos últimos días se han sentido mucho más... No había una palabra que pudiera describir como se ha sentido .

Solo sabe que todo esto es gracias a Heyse, su rostro aparece por unos segundos en su mente, recordando cada minúsculo detalle de el; desde sus cuernos hasta sus piernas .

En un principio hay cierto miedo por eso, nunca es bueno que un carnívoro tenga demasiado tiempo un herbívoro en su mente .

Sabe que nunca se llegaría a pasar por la cabeza poner un solo dedo en el toro, después de todo lo que ha hecho por el eso solo demostraría lo egoístas y chupa sangre que son los de su estatus .

El nunca sería así, era una promesa que hizo esa noche con sus pensamientos bajo las pocas estrellas que podía apreciar por la ventana .

Heyse era su amigo .

Sus manos se apretaron en las sábanas, ese pensamiento hacia que todo se sintiera bien .

Sabía que Heyse era muy especial para el, desde hace tiempo que comenzó a sentir que el calor de su amistad lo hacia sentir como si estuviera junto a una fogata que lo protegía del frío .

Sabe que esto llegará a un punto del que no habría marcha atrás pero eso es algo que decidía simplemente aceptar y disfrutar cada momento con el toro .

Su amabilidad y bondad eran algo que invadía la mente de Nagumo todos los días cada vez que lo veía, hace tanto por el que uno de sus peores temores que lo atormentan cada vez que está en su casa es el nunca poder llegar a pagárselo .

Heyse merecía algo igual de bueno que el .

Estaba empezando a odiarlo, el toro estaba siendo tan amable, estaba haciendo imposible el no hacer que sus sentimientos crezcan de la tierra como una fuerte, hermosa y a la vez horrible flor .

No sabía del todo si era eso lo que sentía o simplemente era por el hecho de que nadie antes lo había tratado como lo hacia el toro. Una cosa era segura y era que entre más días pasaban juntos, la idea de que esto haga que pierda su cabeza sea aún mayor .

En los últimos momentos en los que sus ojos aún podían mantenerse abiertos una pregunta cruzo su mente .

¿Heyse estará pensando en el? 

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— Nagumo, ¿Qué estás haciendo? — 
El toro se acercó lleno de curiosidad por lo que ocultaba el carnívoro detrás de su espalda .

— ¡Nada! — 
En los ojos del cocodrilo aparecieron unos nervios tan grandes que revelaban que en efecto no le iba a decir absolutamente nada si seguía preguntando .

Heyse solo suspiro y lo dejo pasar, si algo sabía de los carnivoros era que eran los más tercos en el mundo. No había caso con intentar hacer que Nagumo le diga que es lo que hay entre sus manos .

Su mirada dejo en paz al carnivoro por unos momentos y se centro en sus sándwiches que tenía para el almuerzo. El no era quisquilloso con la comida pero el pan integral era algo que simplemente no soportaba .

De nuevo miro al cocodrilo notando que tapaba sus manos con sus brazos y hombros para evitar que viera lo que sea que este ocultando .

Refuño molesto y solo le dio un gran mordisco a su bocadillo, en cierto modo todo esto empezaba a molestarlo .

Sin darse cuenta comenzó a moverse poco a poco hasta llegar al lado del carnívoro, el cual simplemente levanto su cabeza muy lentamente al sentir la presencia de Heyse prácticamente a pocos centímetros a su lado .

El cocodrilo simplemente se alejo más del toro, viéndolo con bastantes nervios. Esto solo hizo que le saliera humo por la cabeza al herbívoro quien no tardó mucho más en sujetar con fuerzas los brazos del carnívoro .

Estuvieron forcejeando así por un par de segundos más, atrajeron algunas cuantas miradas en la cafetería pero ninguno de los dos estaba prestando atención para darse cuenta de eso .

Los dos estaban mucho más concentrados en lo que estaban haciendo. Las manos de Heyse no eran tan fuertes por lo que no estaba logrando mucho .

— ¡Basta Heyse! — 
El cocodrilo dio un salto hacia atrás, estando ahora más lejos del toro, no duró mucho ya que en pocos segundos Heyse estaba frente a el con esa mirada que hacía que un escalofrío subiera por su espalda .

— ¿Por qué estás actuando así? — 

— ¡Ya te dije que no es nada! — 
Sus manos se apretaron con mucha más fuerza, prácticamente estaba comenzando a temblar por el pánico .

— Nagumo — 

— ¡De acuerdo, te mostrare! — 
Hizo un puchero mientras quitaba una de sus manos revelando un pequeño anillo con una piedra exótica de color blanco sobre el objeto .

— Eso es... — 
En un principio el toro no entendía porque tanto alboroto por eso hasta que miro un poco más de cerca lo que había grabado en aquella piedra .

Eran sus iniciales .

— No te rías — 
Casi sonó como una súplica, su mirada se veía avergonzada .

— ¿Para qué es esto? — 
Había un rostro lleno de confusión en el herbívoro que parecía no estar entendiendo del todo lo que estaba pasando .

— Es un regalo... Para ti — 
Con duda fue acercando su mano hacia el toro para entregarle aquel anillo .

En esos segundos Heyse analizo cada parte de ese pequeño y estupido objeto en las manos de Nagumo .

Era un anillo viejo por las manchas de óxido que comenzaban a aparecer sobre el metal. La piedra sobre el era lo único que podía destacar de dicho regalo .

Podía notar que el cocodrilo le había metido mucho empeño. Lo odiaba .

— Se que es pequeño pero sentía que merecías una compensación por... Todo — 
Sus ojos no estaban directamente en el rostro del herbívoro, miraban con nervios el suelo pero conforme las palabras salieron de su boca ganó confianza para levantar su mirada .

Una sonrisa apareció en su rostro y levanto su mirada para encontrarse con la de Heyse .

— No se compara a lo que tú haces por mi per- — 

Se quedó completamente callado cuando las manos del toro se apretaron con mucha fuerza en sus hombros, podía sentir que había un enorme sentimiento de rabia en el herbívoro ahora .

Al verlo a los ojos pudo ver una llama en las pupilas del toro .

— No lo quiero — 

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Al final del día todo sigue pasando en su cabeza a cámara lenta para poder ver cada detalle de lo que su memoria pudo grabar a perfecto detalle .

Cada movimiento que hubo entre ellos dos y las palabras que formaron que habían desaparecido en el viento .

Viendo las estrellas puede decir que ni su brillo se puede comparar al que hubo en los ojos del toro cuando lo sujeto de sus hombros y corto su piel con esas palabras, casi similar al corte de un cuchillo .

Se pregunta de nuevo porque todo paso así, Heyse nunca antes le había hablado de esa manera y en el fondo le había encantado la forma tan segura y ruda con la que rechazo su regalo .

Incluso si sintió que una parte de el se caía a pedazos ante tal rechazo sabe que debe haber una buena razón del porque hizo eso .

Sus dedos acariciaron dulcemente el pequeño anillo, sintiendo los lados picosos de la roca  .

Le había tomado unas 2 horas tallar sus iniciales en el anillo. Después de eso se prometió que nunca más volvería a hacer algo así de complicado y obtaria por algo mucho más simple pero con el mismo sentimiento y cariño con la que hizo aquel anillo .

Heyse había sido cruel, había hablado como si hubiera encontrado ofensivo su regalo, casi como si lo estuviera insultando .

La curiosidad mataba al cocodrilo pero no había tenido valor para preguntar porque el toro tomo esa actitud está mañana. Ya era muy tarde como para estar pensando en estás cosas .

Ahora simplemente le quedaba el recuerdo vivido de ese momento, podía vivir con eso en realidad .

Dio un último vistazo al anillo, un largo suspiro escapó de su boca y dejo que su cabeza cayera en la almohada . 

Este día fue raro .

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Los días pasaron como horas, todo pareció volver a la normalidad habitual de sus días. Cada uno parecía ignorar cualquier tipo de mención sobre aquel anillo .

No había nada nuevo en la forma en la que se hablaban o miraban, seguían teniendo ese leve brillo en sus rostros que siempre tienen al estar juntos .

Nagumo estaba feliz de que nada entre ellos haya cambiado, quizás era exagerado pensar que eso pudo afectar su amistad pero en este mundo nunca se sabe que puede pasar por el más mínimo detalle entre dos animales .

Incluso esos momentos donde el toro abrazaba por detrás al cocodrilo y pasaba sus dedos por su estómago con total atención seguían sucediendo de manera cada vez menos inesperada .

No es raro que eso no sucede ahora cada vez que el carnívoro se encuentra en la casa del toro, se siente como algún tipo de obligación que ambos deben hacer cada vez que se encuentran solos .

El cocodrilo seguía sin entender del todo que era lo que significaba cada vez que el herbívoro lo hacia pero no necesito comprender todo para saber que había algo especial entre ellos  .

Se sentía como un acto de total confianza que los dos habían acordado silenciosamente realizar, era prácticamente algo íntimo en ellos dos .

Al menos así es como lo ve el cocodrilo y también supone que el toro lo ve así, ¿Qué otra explicación habría? 

Incluso ahora que Heyse lo sostiene con cuidado y pasa sus dedos por el contorno de su estómago, aplastando con suavidad en ciertos puntos haciendo que el cocodrilo sienta espasmos en su cuerpo .

No le importa mucho recordar cómo fue que llegaron a esto está vez, sabe que la respuesta no aportara nada a lo que le está diciendo su corazón en estos momentos .

Todo se siente tan bien como todas las veces anteriores, Nagumo se siente tan cómodo y calmado que le cuesta pensar en algo que le preocupe de su vida en esos momentos .

Estaba esperando que el toro alejara sus dedos después de estar tocando su cuerpo así hasta que después de tanto tiempo pudo sentir que algo cambiaba .

Pudo sentir la pequeña presión contra su cabeza por la del toro, Heyse lo miraba con esa mirada llena de seriedad de siempre y está era la primera vez que lo veía tan concentrado .

Todo se sintió extremadamente lento ahora, su respiración era lenta y parecía una sensación de casi caer desmayado .

Las manos de Heyse bajaron por su torso hasta estar sobre su cintura .

— Levántate la camisa — 
Su voz sonaba más grave de lo usual, prácticamente le estaba dando una orden pero muy en el fondo había un sentimiento que solo Nagumo podía escuchar que lo hizo entender que lo están pidiendo amablemente .

En un principio se quedó completamente en shock sin hacer algún tipo de movimiento con la mirada perdida a la lejanía hasta que su boca comenzó a articular palabras de la nada .

— De acuerdo — 
Obedeció lo que se le había pedido, sus manos viajaron por su torso hasta llegar hacia su cintura .

Con nervios y miedo tomo por ambos lados su camiseta, revelando parte de su estómago y pecho solo para los ojos del herbívoro .

— Date la vuelta — 

Heyse parecía tener total control de su cuerpo ya que apenas esas palabras salieron de su boca empezó a hacerlo .

En tan pocos segundos su mente paso por todo tipo de pensamientos que hacían que su cabeza doliera. Su corazón estaba a punto de salir de su pecho a este punto .

Cuando sus ojos encontraron a los del herbívoro de frente supo que no había nada que temer, había una pizca de curiosidad combinada con preocupación en esos brillantes ojos del toro .

Sabía que todo estaba bien. Las mejillas del cocodrilo habían tomado un tono más rojo, su temperatura se sentía notablemente alterada por esto .

El nunca había hecho esto antes, su primer pensamiento fue si de verdad se siente tan bien como muchos de sus amigos afirman, es tan aterrador .

Pero sabe que si estoy tiene que pasar aquí y ahora, solo con Heyse es que podrá hacerlo .

Sin dudarlo mucho más se inclina unos pocos centímetros hacia el frente, la ansiedad y los nervios pasaban por cada parte de su cuerpo pero sabía que eso era lo que todos llegan a sentir .

Puede sentir la poca distancia que existe entre ellos dos en ese preciso momento .

¿Aquí iban a sellar una nueva conexión en su relación? 

Eso era lo que estaba esperando Nagumo al acercarse tanto al herbívoro .

— Ya dejaste de estar tan flaco — 
La voz del toro se escuchaba mucho más feliz de lo usual .

Eso hizo que el cocodrilo se quedará totalmente paralizado y con los ojos bastante abiertos, de la nada todo dio un paso hacia atrás .

Bajo la mirada para encontrar que el toro tocaba suavemente su estómago, pero ahora ya no se sentía como antes .

— ¿Qué? — 
Fue todo lo que el carnívoro pudo decir, aún impactado por las palabras del toro .

— Antes cuando pasaba mis dedos por aquí podía sentir tus costillas — 
La suavidad con la que sus dedos pasaban por su piel seguía siendo algo que podría hacerlo sentir tranquilo pero la inquietud también comenzó a aparecer en su mente .
— Ahora solo puedo sentir tu piel — 

En el rostro del toro se veía una leve sonrisa, como si acabará de hacer algo bueno, como si solo se tratara de eso .

Entonces ahí fue donde Nagumo lo entendió todo, las preguntas que antes no tenían ninguna respuesta clara volvían a aparecer en su cabeza haciendo que se odiara por ser tan estupido por no haber entendido las señales antes .

La imágen mental que tenía de ellos dos comenzó a derrumbarse, los cimientos construidos por solo uno de ellos era el error que cometió aquí .

Heyse nunca había visto esto como algo íntimo o significativo, solo fue otro acto de bondad y caridad de su parte. Con esa sonrisa en su rostro podía notar lo satisfecho que estaba por su buena acción .

El cocodrilo apretó los puños y bajo su camisa, su respiración comenzó a ser irregular intentando mantener sus emociones controladas .

— ¿Nagumo? — 
Por supuesto que eso llamo la atención del herbívoro que ahora tenía un rostro de confusión .

Que el cocodrilo haya salido corriendo de la habitación lo tomo por sorpresa .

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— ¡Nagumo! — 
A lo lejos pudo escuchar el sonido de la voz del toro, sonaba tan preocupado .

No hizo caso a sus llamados, no podía soportar este calor que comenzaba a subir por todo su cuerpo y quemaba cada parte de sus extremidades .

En su cabeza estaban pasando todo tipo de pensamientos que golpeaban su corazón sin parar. La daga se estaba clavando cada vez más profundo en su piel .

En tan solo unos pocos segundos llegó hasta la puerta principal de la casa, por tan solo unos centímetros casi termina dándose un gran golpe en el rostro contra ella .

Sus manos estan temblando, no sabe si es por los nervios o la irá. Cualquiera de los dos hacia que no controlora su fuerza y abrió la puerta .

Fue recibido por la fría lluvia que caía furiosa sobre el, dudo por unos cuantos segundos viendo el clima afuera pero el dolor y la desesperación hacían que dejara de considerarlo y dio unos cuantos pasos hasta estar fuera de la casa .

Ahora ya no se sentía atrapado ahí, miro a los alrededores, sin tener una idea clara de a dónde correr .

Solo sabía que quería estar lejos de ahí en esos momentos .

No tuvo tiempo de empezar a moverse hasta que sintió que alguien lo tomaba con fuerza del brazo, ni siquiera tenía que pensar mucho en quien era .

— Sueltame Heyse — 
No se dio la vuelta, no había ningún deseo de querer mirarlo a los ojos y encontrar de nuevo lo que vio hace tan solo unos minutos .

— ¿¡Puedes siquiera explicarme que te pasa!? — 
Con casi toda la fuerza que tenía su cuerpo estiró el brazo del cocodrilo para meterlo hacia la casa, el carnívoro estaba empapado ahora .

— ¡No! — 
Incluso en estos momentos, donde se soltó del agarre del herbívoro cuidó su fuerza, incluso cuando está sintiendo que sus emociones toman el control de cada parte de el .

Escuchar eso solo confundió mucho más al toro, sus ojos miraban totalmente abiertos al carnivoro frente a el .

Por primera vez, pudo ver cómo una irá llena de tristeza llenaba el rostro del cocodrilo, haciendo el dolor en su corazón aparezca como un golpe directo a su pecho .

— ¡Nunca entenderás lo que me pasa! — 
La voz de Nagumo sonaba rota, sin preocuparse de su tono y volumen .
— ¡Y eso solo es otra razón del porque estamos aquí! — 

El toro simplemente se quedó sin alguna palabra en la boca, por más que lo intentará nada parecía terminar de formularse en su garganta, generando un cortante silencio por su parte .

— No puedes entender como me he sentido estas últimas semanas, todo lo que me pasa por la cabeza cuando estoy contigo. Intento de todo por verme agradecido por TODO lo que has hecho por mi Heyse — 

— De verdad que lo agradezco, pero no logro entenderlo todavía. Todo lo que has hecho conmigo, cada pequeño acto que haces por mi, no logro entender, ¿Por qué lo haces?  — 

La mirada del toro dejo de verse con confusión y ahora solo demostraba que el también se comenzó a hacer la misma pregunta, esto solo hizo que su cerebro se sintiera derretido .

Trato buscar una razón o motivación por la que cada día se encargo de darle el mejor trato posible al cocodrilo, lo curioso es que simplemente no encontraba ninguna razón lógica para eso .

— ¿Lo haces para sentirte bien contigo mismo, cierto? — 
El tono bajo del carnívoro fue lo que llama la atención del toro, quien pudo levantar su mirada después de un rato, encontrándose con la mirada de miedo en el rostro de Nagumo .

En esos pocos momentos antes de que su boca soltara lo primero que se le viniera a la mente, tragó saliva, le aterrorizó que no tuviera nada para responder a eso, como si eso fuera la razón que tanto buscaba .

No hubo alguna respuesta por su parte, solo desvío su mirada hacia otro lado sin mucho más que decir a ese pregunta, dejando un sabor tan amargo y agrio entre los dos .

— Yo... — 
Muy en el fondo de su pecho donde todo se guarda y solo puede ser abierto por la llave compartida con un alma gemela había una súplica de dejar salir lo que en verdad pensaba pero el miedo se apoderó de él y decidió no arruinar lo que ya se está rompiendo en un primer lugar .

En esos segundos pudo ver que el rostro del cocodrilo dejaba de verse molesto y paso a una tristeza tan profunda que solo hizo que el herbívoro se sintiera peor que nunca .

Intento acercarse y no dejar que hiciera lo que estaba a punto de hacer pero fue muy tarde, Nagumo salió corriendo hacia la horrible lluvia, escapando de el .

Heyse miro desde la seguridad de su casa como poco a poco la silueta del cocodrilo se alejaba cada vez más de el, sabía que no solo Nagumo se estaba alejando, todo se estaba yendo con el .

Fue entonces que pudo entender que no podía quedarse así, no podía permitir que el miedo se apodere de el ahora, sin importar lo que pudiera pasarle si lo hacia, puso un pie afuera de su casa .

Salió corriendo lo más rápido que podía tras el cocodrilo .

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La lluvia caía sin parar, mojando cada parte de su cuerpo y haciendo que su ropa se pegará a su cuerpo, provocando que el moverse sea incómodo .

Su respiración estaba agitada después de tanto correr, aún así no podía permitirse detenerse, no podía hacerlo .

Sus pies corrían lo más rápido que podían mientras intentaba no perder el equilibrio al pasar por los grandes charcos de agua que se formaron en el suelo .

Ya llevaba un buen rato detrás del cocodrilo pero hace tan solo una calle lo había perdido totalmente de vista y buscarlo con esta lluvia iba a ser una tarea imposible .

Eso no pareció detenerlo ya que siguió buscando en los lugares cercanos alguna señal de hacia donde es que se había ido Nagumo .

No podía gritar su nombre, estaba muy concentrado en correr que eso haría que le falta el aire y es posible que si lo hace el carnívoro ni siquiera respondería .

Tenía que encontrarlo, no importaba si se tardaba toda la tarde no se detendría hasta saber que el cocodrilo se encuentra bien .

Su corazón estaba latiendo demasiado rápido por la preocupación y el susto de que algo pueda pasarle estando ahí afuera con este clima .

A el mismo también podía pasarle algo pero eso era lo de menos importancia para el toro en esos momentos, lo único que invadía y controlaba su cabeza era el encontrar a su amigo .

Sus palabras seguían apareciendo en su mente sin parar, recordando la forma en que la voz de Nagumo se escuchó triste y nervioso .

Internamente se culpaba por haber provocado esto, se culpaba por haber hecho sentir de esa manera a Nagumo, al principio no comprendía a que se refería con todo eso que le escupió a la cara en la puerta de su casa .

Ahora que corría bajo la lluvia podía entender que nunca antes había demostrado esto, una preocupación totalmente genuina y sincera .

Todo esté tiempo estuvo siendo guiado por algún tipo de complejo que le hacía hacer todo tipo de cosas para el cocodrilo, era algo sin algún tipo de propósito .

Antes solo se trataba de eso, simplemente se encargaba de hacer que el carnívoro pudiera disfrutar de algo mejor, algo que solo el podía ofrecerle .

Todo esté tiempo no fue sincero con lo que de verdad significaba cada pequeño acto que hizo por Nagumo .

Era por esto que el cocodrilo salió corriendo de el, sabía que nunca había demostrado algo real hacia el, por lo menos el toro no había dejado que fuera real y ahora es cuando se arrepiente de eso .

Tenía que encontrarlo .

Cuando paso por la entrada de uno de los parques cercanos a la casa de Nagumo, Heyse no dudo ningún segundo que ahí era donde estaba el cocodrilo .

Había algo en el fondo de su pecho que hacía que un escalofrío subiera por su espalda y le dijera que aquí es donde se encuentra su amigo .

No tardó nada en empezar a correr por el parque para buscar al cocodrilo, podía sentirlo muy en el fondo que el se encuentra por aquí .

Entre el sonido de las hojas moviéndose bruscamente por los fuertes vientos y las gotas de lluvia que no dejaban de golpear el suelo era prácticamente imposible escuchar con claridad .

Sin embargo, sus ojos no le mentían en lo absoluto y no tardaron mucho en fijarse en una silueta a la distancia, dicha silueta era correcta a cada detalle que pudiera pensar sobre el carnivoro .

Era el .

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Sus brazos abrazaban con fuerza sus piernas, lleva unos cuantos minutos sentado en aquella banca del parque simplemente dejando que la lluvia cayera sobre el .

Su mirada estaba perdida hacia ningún lado en particular y lo único que podían transmitir sus ojos era una tristeza pura .

En su pecho había una leve presión que no lo dejaba tranquilo, hacia que todo a su alrededor se viera borroso .

Aún seguía pensando en Heyse, podía recordar perfectamente bien cada detalle del rostro que tenía cuando salió corriendo de su casa, esa mirada llena de preocupación en los ojos del toro habían hecho que sus manos no se sintieran tan frías .

El problema es que por muy preocupado que se viera el herbívoro el no podía saber si era totalmente sincero con el, no había manera de saberlo con seguridad .

No quería ver todo eso de esa manera. El cocodrilo no quería recordar los agradables momentos con Heyse como algo que no fue del todo real y fue un acto más que ambos estuvieron interpretando .

Incluso si ninguno de los dos sabían que eran los actores principales de aquella obra y ahora se acercaba el clímax de su historia en donde todo puede terminar bien o terriblemente mal .

Esa respuesta lo asusta .

— Nagumo — 
La voz del toro llega rápido a los oídos del cocodrilo. Incluso entre tantos sonidos el más claro sigue siendo esa voz que llega a su cabeza provocando un dolor que a la vez se sentía como un abrazo en todo su ser .

El herbívoro espera que el carnivoro le dirija la mirada, que tenga la valentía de volver a enfrentarlo a la cara, que de el rostro por ellos; el también está asustado y lo está haciendo .

Cuando ve el rostro del cocodrilo puede sentir su corazón pasando por un nuevo dolor que se puede comparar con el corte de un cuchillo .

Entre todas las gotas de lluvia que caen por el rostro del carnívoro y hacen que sus escamas brillen como pequeñas y valiosas joyas puede ver qué están cayendo lágrimas por sus mejillas .

De nuevo ese toque de preocupación llena el rostro del toro y no duda ni un segundo en acercarse al cocodrilo y pasar sus manos por sus mejillas, limpiando las lágrimas que caen por ellas .

Los sollozos llegan después de eso, el carnívoro tiene la cabeza baja y solo se escucha como intenta contener sus lágrimas sin algún tipo de éxito .

Heyse deja que deje salir todo eso en su hombro, puede sentir que el cocodrilo tenía tiempo guardando esto y ahora era el mejor momento para que pueda liberarlo .

Sus dedos acarician con total cuidado la espalda del carnívoro, sintiendo la textura de sus escamas bajo la ropa mojada .

Oir el sollozo de Nagumo hace que en su pecho aparezca una sensación de molestia, sus brazos lo sostienen con fuerza con tal de no dejarlo ir, no de nuevo .

Los segundos pasan y pronto se convierten en minutos sin que ninguno de los dos haya dicho una sola palabra pero en ese momento saben que no es necesario que digan algo .

Solo necesitan tenerse el uno para el otro justo donde están, sintiendo el calor corporal que los mantiene cálidos en esta fría lluvia .

Pronto todo parece menos horrible, las manos del cocodrilo se sostienen con fuerza a los hombros del herbívoro, en ningún momento pasa por su cabeza el soltarlo .

— Nagumo — 
De nuevo llama su nombre, está vez hay más inseguridad en su voz pero sigue teniendo ese tono de querer decir lo que lleva en su mente por un tiempo .

En sus brazos puede sentir como el cocodrilo se mueve, ahora están frente a frente viendo a los ojos del otro, bajo la lluvia y sus cuerpos completamente empapados .

— Nunca hice nada para poder sentirme como una persona de bien — 
Sus ojos no dudaron ningún segundo y se mantenía directamente en el rostro del carnívoro .

Hubo un par de segundos donde volvió el silencio, Heyse entendía que Nagumo quería que terminara, que dejara salir lo que su corazón le estaba diciendo en estos momentos .

— Lo hice por ti — 
Su pecho dolió al decir eso pero se comenzó a sentir como un tipo de liberación .

En los ojos del cocodrilo apareció un brillo de esperanza, está vez podía ver la sinceridad que había en el toro .

— ¿Por qué? — 
Se atrevió a preguntar, queriendo escuchar la verdad del herbívoro .

El toro se quedó callado, sabía la respuesta pero el impacto que podía causar sus palabras era lo que en verdad le aterraba .

Podía ver en el rostro del cocodrilo que le estaba preguntando del porque era que tanto le costaba poder formular algo. La razón de eso es que Heyse no sabía si lo que estaba por decir era lo que el cocodrilo quería escuchar .

Sabía que en este momento es donde deja ver la razón de todo, cada pequeña acto y encuentro fue necesario para llevarlos a este momento .

El toro sabía que es aquí donde todo deja de ser solo un tipo de acto que estuvo interpretando sin dejar que fuera algo sincero .

Entendío aquí mismo que por mucho que hubiera actuado como el animal más considerado y amable con Nagumo no lo iba a volver uno. No sin antes dejar que todo sea sincero entre ellos ahora .

— Porque me importas — 
Sus manos sostienen las del carnívoro con fuerza, dejando que sienta que está aquí  .
— Antes no entendía que significaba eso — 

— Pensé que simplemente era algo normal por verte y solo quería hacer que tú vida fuera más emocionante, pero luego tú felicidad comenzó a convertirse en la mía — 

— Fue apenas cuando te vi correr lejos bajo la lluvia que comprendí porque siento esto por ti — 

— ¿Es porque me amas? — 
Respondió por el toro, dejando ver una muy pequeña alegría en sus ojos que llegaba con unas pequeñas lágrimas .

El herbívoro solo pudo asentir temiendo que esto no era lo que esperaba el cocodrilo, eso fue al menos lo que pensó hasta que, Nagumo le dio el abrazo más fuerte que alguien alguna vez le haya dado .

Pudo sentir el cariño y el calor que hacía que su corazón se sintiera vivo, sus manos temblaron un poco pero pronto estuvieron rodeando el cuerpo del carnívoro también .

Quizás podría llorar pero no había una razón para estar triste ahora, tiene lo que quiere justo aquí en sus manos .

Bajo la fria lluvia que golpea sus cuerpos sin saber que por más que intente que se sientan perdidos ellos son el camino que estaban buscando .

Bajo la lluvia, como el primer día en que ambos cruzaron palabra .

— Nagumo — 

— ¿Si, Heyse? — 

— Gracias — 

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Chapter Text

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Tao
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El cielo gris se expande por toda la ciudad, las nubes impedían que cualquier rayo de luz que pudiera haber .

En cierto modo hacia que todo se viera con menos color, cuando veía alrededor todo era gris y triste. Le recordaba que en estos momentos el dolor en su pecho lo hacia sentir tan mal .

Incluso cuando está a mitad de camino, sigue estando la opción de darse la vuelta y arrepentirse de haber puesto un pie fuera de su cama este día .

Sus ojos están tan perdidos y su cabeza parece estar en las nubes que no presta atención a su camino, simplemente deja que todo pase como lo tenga pensado el destino .

La pantera no se siente completamente capaz este día. Sus manos estan dentro de su chaqueta para mantenerse cálido, algo que no ha sentido del todo estos últimos días .

No desde aquel día, el día donde lastimó a Kibi .

Cada vez que piensa en eso el estómago se le revuelve, hace que su cabeza empiece a doler y sus pies apenas puedan mantener su cuerpo en pie .

Básicamente pensar en el herbívoro lo hace sentir enfermo de muchas maneras, el mismo hace que se sienta enfermo. Aún recuerda todo a detalle .

El grito de horror de sus amigos es lo que hace que despierte en la mitad de la noche casi sin poder respirar por el miedo .

Eso claro si logra dormir bien en primer lugar, cada vez que cierra sus ojos lo único que puede ver es la sangre derramándose sobre el suelo y la fresca carne en sus manos .

Todo eso hace que sus ojos se sientan pesados, simplemente las pocas ganas que tenía de seguir caminando están desapareciendo entre más piensa en el dolor que provocó .

¿Qué se supone que tenía pensado hacer?
¿Llegar y decir “Hola”?

Que insensato de su parte .

Sacudió su cabeza con sus manos en sus orejas, no sabía que hacer. El hecho de que todo se sienta así es motivo suficiente para dar la vuelta y quedarse en su cama todo el día .

Mínimo ahí no podría lastimar a nadie .

Sus piernas se detuvieron, estaba en una línea mental, era el único momento en dónde podría tomar la decisión que definirá el resto de sus días .

Quizás estaba siendo muy dramático. Una mueca se mostró en su rostro .

Por un momentáneo segundo sus pies casi le hacen darse la vuelta, pero sabía bien, que si lo hacia sería un cobarde .

¿Ser valiente sirve de algo en esta situación?

No parecía importarle y continuo hacia adelante, al dar un paso se sintió que el tiempo volvía a correr .

Ya no podía arrepentirse de lo que había decidido .

Estaba muy determinado a hacerlo incluso si el miedo recorre cada parte de su cuerpo en cada paso que da .

No iba a detenerse ahora .

Bueno, eso tenía planeado hasta que paso por una pequeña y colorida florería al otro lado de la acera .

Quizás podría llevarles unas flores a Kibi, trago saliva dudando en si eso sería una buena idea. No tardó mucho en mirar ambos lados y comenzar a caminar hasta dicho lugar .

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El dulce y aromado olor del lugar lo hace sentir menos tenso por primera vez en mucho tiempo, es como estar caminando en nubes de algodón de azúcar .

Habían varias estanterías con una cantidad increíblemente variada de diferentes flores, que si le preguntan a el todas eran muy bonitas .

Cualquiera podría ser perfecta, podía tomar unas cuantas y dárselas al herbívoro, pero eso no tiene ningún tipo de sentimiento .

No puede simplemente tomar la primera flor que vea y ya está, sería como si estuviera haciendo esto por obligación .

El quería que cada flor que elija tenga un significado para ellos dos, sus ojos viajaron por cada estantería buscando algo que le hiciera sentir algún tipo de conexión con ella .

Pronto se topo con un par de flores Ume, su atención hacia ellas se vió reflejado en el pequeño brillo de sus ojos .

Sus dedos tomaron un par de ellas, estás suelen ser asociadas con la salud, resiliencia y esperanza .

Estuvo un par de segundos viendo el detalle en los pétalos, tomo una pequeña cantidad, ni siquiera se molestó en ver el precio .

Siguió caminando entre cada flor, viendo sus colores y tamaños .

La pantera se veía realmente concentrada en lo que hacía, estaba siendo bastante selectivo con las flores, el necesitaba que de verdad pudiera expresar algo con ellas .

Unas peonías llamaron mucho su atención, su color era muy agradable a la vista, la forma en que las podía sentir en su mano fue suficiente para tomar unas cuantas .

El recuerda que estas son un símbolo de buena suerte y felicidad, esas dos cosas eran algo que siempre iba a desear para el oso hormiguero .

Con estas dos flores podía ser suficiente pero el quiso agregar solo una más, lastimosamente nada más lograba llamar su atención .

Pasando por el último pasillo, pudo ver una estantería completamente vacía a excepción de una última flor en ella .

El distintivo color opaco de aquella flor hacía que destacará de la gran cantidad de múltiples colores que había en dicho lugar, lentamente se acercó hasta ahí .

Estando más de cerca pudo notar un brillo en ella. Era una flor Fuji, normalmente significan una amistad duradera y un amor verdadero .

Tao podía mentir y decir que lo que siente por Kibi solo es una de esas dos pero eso no funcionaria de nada .

Con una leve sonrisa toma aquella flor entre sus garras, al hacerlo tiene cierto entusiasmo, emocionado por este pequeño regalo .

Su sonrisa desaparece cuando al tomar la flor muy bruscamente unos cuantos pétalos caen de ella hasta tocar el suelo .

Se quedó quieto por un rato, viendo lo que había pasado frente a sus ojos .

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Su dedo tocó el botón del 4 en el ascensor, el sonido de las puertas cerrándose frente a el fue lo que lo mantuvo despierto .

Sus ojos no parecían estar totalmente en la tierra en esos momentos, su rostro revelaba que estaba en otra parte .

En sus manos se encuentra un ramo con todas las flores que había comprado en aquella florería, en el centro se encontraba la flor Fuji .

En realidad no se veía tan mal, en el fondo sabía que unas simples flores no iban a cambiar nada de lo que había pasado pero al menos serían un intento por mostrarle al herbívoro como se siente .

Al menos eso era lo que pensaba el .

Pero sabía bien que eso no era tanto lo que estaba sintiendo. En su mente solo había culpa y tristeza .

Cada mañana despierta con el mismo sentimiento de arrepentimiento que hace que no pueda mover un músculo, atormentado por los recuerdos de aquel día .

Sin importar lo mucho que lo intente no puede dejar de pensar en lo que pasó, el sonido de la carne desgarrandose era su nueva alarma .

Junto al rostro de terror que vio en Kibi, hace que todos los días se quede sin aire por la presión que se genera en su pecho .

No puede resistir más y las lágrimas comienzan a aparecer en sus ojos para caer por sus mejillas .

Lo bueno es que se encuentra solo, así puede dejarlo salir, sus garras se aprietan un poco pero intenta controlarlo .

En su mente vuelven a aparecer aquellos pétalos que cayeron al suelo cuando tomo la flor en su mano, eso solo lo hizo recordar porque sucedió todo esto .

Kibi era frágil, tan frágil y hermoso como esa flor. Por no cuidar su fuerza daño algo tan bello que era prácticamente un pecado .

Al oso hormiguero podían devolverle su brazo pero a esta flor no, nunca más volvería a tener esos hermosos y suaves pétalos por su culpa .

El había dañado su belleza y ahora nunca más volvería a ser lo que alguna vez fue. Tan solo pensar que si Kibi nunca hubiera podido volver a tener su brazo tendria que vivir con eso toda su vida hace que el nudo en su garganta lo asfixia con fuerza .

En ese mismo lugar se hace una promesa, nunca más volvería a estar cerca de algún herbívoro. Eso era lo que los carnívoros como el debían hacer .

Mantenerse lejos para que los herbívoros estén a salvo del peligro que pueden causarles los carnívoros .

Mientras las puertas del ascensor se abren, la pantera limpia sus lágrimas prometiendo que eso sería lo que haría de ahora en adelante .

También se lo iba a contar a Kibi, necesitaba contárselo a el y quizás también despedirse .

Esa es la decisión que tomó .

Al dar unos pasos fuera del ascensor vuelve a sentir ese peso en los hombros y el dolor en su pecho, sabe que esto es lo correcto .

Sus garras sujetan con fuerza el ramo de flores, apareciendo su dulce aroma antes de entrar a aquella habitación .

En donde lo espera su amigo .

Quizás esto pudo ser diferente, ahora no lo pueden saber, ¿Cierto? 

Tao abre la puerta lentamente, preparándose para lo que viene .

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Chapter Text

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Raul x Azumo
(Beast complex)
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El mirar por la ventana de su dormitorio cuando el sol comienza a ocultarse en el horizonte siempre le ha parecido una belleza para sus ojos .

Los rayos de luz restantes que chocan con su pelaje lo hacen sentir cálido, similar a un abrazo .

Sus dedos pasan por el contorno de sus rodillas, poco a poco puede ver qué comienza a llegar la noche, llenando el cielo de las diminutas estrellas .

Pronto todo se llenará del brillo que ofrece la luna en las noches más frías, cuando eso sucede lo normal sería que fuera a la cama y esperar al siguiente día .

En sus ojos se puede ver que el sabe que eso no era lo que la noche le tenía preparado, junto con el viento que tocaba su ventana, el león sabía que cuando la luna sale; también lo hará el .

Su rutina ahora era esto, no podría recordar el día que empezó pero no hay importancia en la razón del inicio cuando el solo quiere ver hacia delante .

El tiene la frente en alto, observando la luna que comenzaba a salir dando el placer visual que el león estaba esperando para comenzar su viaje .

Antes de irse, vuelve el pensamiento de la oscuridad y la luna llena que llegara en unos cuantos días .

Un último vistazo a su ventana es lo que lo mantiene más despierto que nunca .

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La poca iluminación que ofrecen las farolas de la calle no son de gran ayuda en el camino, la ventaja de ser un carnivoro era que podía ver mejor en esta oscuridad que se cierne sobre el .

Sus pasos son lentos, no sabe muy bien si es para apreciar por más tiempo el cielo por puro entretenimiento o si está buscando con esperanza algo entre las estrellas .

Con la cabeza en alto puedo sentir el viento en su melana, eso hace que pueda sentirse más relajado que en cualquier otro lugar, incluso si solo está caminando .

Si su mirada llegaba a bajar era para no tropezar con sus propios pies, pero eso solo sucedía en momentos extraños .

A lo lejos puede ver la sombra de un edificio, uno que el conoce bastante bien a detalle desde hace tiempo .

Podría sonreír por ya estar muy cerca de su destino pero el quería guardar su sonrisa para otra ocasión, una que en verdad valiera la pena .

Al estar en frente del edificio en ruinas lo único que hace es apreciar dicho lugar, recordando a detalle cara momento que vivió en ese lugar .

Por un segundo sus ojos se alejan del lugar y vuelven a la gran luna que comienza a estar sobre el .

Se siente como llegar a un lugar donde sabe que puede estar seguro, un lugar que puede hacer que su corazón se sienta cálido; un lugar donde puede dejar de ser superficial .

Sus pies vuelven a reaccionar y entra con cuidado al lugar, sus dedos pasan por una de las paredes, sintiendo el desgaste que hay en ella por el tiempo que ha pasado desde que fue instalada .

Sabe que muchos estarían aterrorizados de estar en un lugar como este. En cambio el siente que llegó a un hogar, no hay nada de lo que haya que tener miedo .

En todo caso el único peligro aquí era el mismo .

No hay más ruido en el lugar que no sea el del viento filtrándose por las paredes, dando un tono más sombrío al lugar que no parecía afectar en lo absoluto al león .

El cual comenzo a caminar hacia una señal de luz en el lugar, una vieja ventana donde pasaban varios rayos de luz lunar .

Al llegar a ella paso sus dedos lentamente por el marco de esta, en cierto modo siente que esto es algo más nostálgico de lo que en un principio piensa .

Sus ojos se quedan unos cuantos segundos viendo hacia el exterior, apreciando la tranquila noche de hoy .

El podía jurar que aún puede ver ese par de alas extendiéndose y luego desaparecer en el cielo bajo la luna, sigue sintiéndose tan real como aquella vez .

Un suspiro escapa de su garganta, la melancolía del recuerdo del hasta pronto que sucedió aquí aún hace que en su pecho sienta una presión totalmente nueva para el .

Es en ese momento que toma su mochila y no tarda mucho en sacar de ella una hoja de papel junto a un plumón de color negro, por unos momentos el león solo observa los objetos en su mano .

Después de un rato el se acercó a dicha ventana, dejando el papel en una buena posición para empezar a escribir en ella .

Con la pluma entre sus dedos toma su tiempo en pensar en lo que diría está noche, su corazón era el que siempre decía las palabras que pondría en el papel .

Solo que en este caso simplemente deja cualquier tipo de duda a un lado y deja que todo salga de su interior para ser lo más sincero y transparente en su carta .

"Mi buen amigo, Azumo. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 
ㅤ
Hace tiempo que no te escribo, eso es debido al hecho de que el período escolar está por terminar y estos días estoy más ocupado que nunca en la escuela. Aún así me tomé el tiempo para venir a tu hogar y volver a poner mi pluma en el papel.

Esta noche las estrellas están brillando como un tipo de joyas que está muy lejos de todos, eso me recordó de alguna manera a nosotros dos.

Hay tanto que podría contar pero conozco que no sería de tu total atención, donde sea que estés se que podrías encontrar incluso aburrido si comienzo a divagar demasiado.

Solo necesitaba decir que sigo viniendo a este lugar, aún pienso en ti la mayor parte del tiempo.

Sigo esperando en la ventana por volver a ver tus ojos, incluso si no es algo que se pueda permitir en esta vida.

En esta noche en específico, cuando el reloj marco las 12, el día de mi cumpleaños número 18, mi único pensamiento eres tú.

Espero ansiosamente el día en que nos volvamos a encontrar.

Con amor - Raul."

Dejo que la tinta se deslizara levemente al final, sus ojos se quedaron atrapados en la despedida, nunca sabía si era bueno en ello .

La punta de una de sus garras pasa lentamente por los bordes del papel, pensando en si esto era lo suficiente bueno como para mandarlo, incluso si no fuera bueno, el no tenía una manera de hacerlo mejor .

Con el cuidado más grande del mundo comenzó a doblar el papel unas cuantas veces para ponerlo dentro de un sobre, el cual solo tenía el nombre del murciélago en una parte .

Cuando guardo la carta estuvo un par de segundos más dudando, siempre era lo que llegaba a su mente antes de poder enviarla, es inútil sentirse nervioso por esto .

Nunca sabrá si en verdad llegan a su destino, pero mantener la esperanza es lo que siempre hace que tenga un poco de motivación para hacerlo .

Sin esperar mucho más se estira un poco y saca la carta por la ventana, el viento golpea su cara como un suave cosquilleo por todo su pelaje .

Sus manos sostienen con fuerza la carta, no dejaría que el miedo lo domara así, el era un carnivoro fuerte .

Con muchas más palabras atrapadas en su mente y corazón, levanta la carta en sus manos y deja que el viento la lleve lejos de ahí, prácticamente hasta donde ya no es capaz de verla de nuevo .

Todo vuelve a su silencio habitual, incluso los pensamientos de su cabeza se detienen para que sus ojos puedan analizar cada pequeño detalle del cielo en la que la carta había desaparecido hace pocos segundos antes .

No parpadea en un rato, como si en un tipo de trance estuviera atrapada su mente, eso hasta que logra reaccionar y su mirada pasa por todo el lugar buscando algún tipo de señal de que no estuviera solo .

Luego entiende que solo fue su imaginación y sus ojos miran la luna .

En unos minutos tiene que volver a su hogar o terminara en varios problemas por estar ahí en estás horas de la noche .

Aprovecha el poco tiempo que le queda para poder mirar a detalle el lugar en la que se encuentra, notando el desgaste del material en casi todas partes del edificio .

Su mente sigue pensando en la carta, se pregunta si el destino quiere que le llegue al murciélago, podía ser una posibilidad muy baja pero valía la pena creer en ella .

Mientras sus pasos comienzan a ser más rápidos, el aún no sabe que es realmente lo que logra con todo esto .

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El sonido de las manecillas del reloj llenan el aula, llega a ser bastante molesto después de un par de minutos que se sienten como horas eternas .

Sus ojos están puestos en la hoja en sus manos, parece ser que está procesando su contenido desde hace un buen rato .

En la parte superior derecha había una calificación perfecta, esto ya era demasiado típico para el león por lo que su expresión se mantenía bastante neutra .

Su mirada se alejo del examen, miro a su alrededor a los otros estudiantes que parecían absortos en sus propios problemas en esos momentos .

La mayoría parecía estar aburridos, era bastante normal sabiendo que está era la última semana antes de finalizar este año escolar. Prácticamente ya no hacían nada hasta su graduación .

Había mentido en su carta, la escuela no es lo que hacía que no le hubiera escrito en un tiempo al murciélago, era simplemente que no se sentía capaz de hacerlo .

Siempre que iba a ese lugar el recuerdo de Azumo vuela alrededor de el, casi tan cerca que puede jurar que está ahí. Claro que eso no es posible .

Es difícil encontrar las palabras que quiere plasmar en sus cartas, nunca se puede saber si es coherente o si tiene algún tipo de sentido expresarse de esa manera .

Quizás llevaba unas dos semanas sin escribir alguna, en un principio la noche anterior tampoco tenía planeado hacerlo pero el hecho de que fuera su cumpleaños quizás le dio la motivación para hacerlo .

Ahora era un año mas viejo, eso solo es un recordatorio de que pronto será un adulto. La vida se pondrá muy diferente, además su siguiente objetivo es ingresar a una buena universidad .

Su melena cae por su frente al recordar que es gracias al murciélago que podría tener la oportunidad de entrar a la universidad que el quiere; un suspiro escapa de su boca .

Azumo sigue siendo la razón de una gran parte de el mismo .

Guarda ese pensamiento en específico en el lugar mas sagrado de su mente para después. Puede ser un tipo de recordatorio de lo que significa en su vida el murciélago .

Frente a sus ojos la profundidad que hubo en aquella mirada la primera vez que se vieron vuelve a tocar su alma, en medio del aula el león siente que está con el murciélago de nuevo .

Casi como si pudiera poner sus garras sobre el de nuevo, explorando cada minúsculo detalle que hubo en su toque en ese encuentro .

Esta ahí, frente a el, puede sentirlo .

Comienza a levantar su mano derecha, con la esperanza de poder tocarlo de nuevo, solo por una vez mas .

— ¡Raul! — 
Una voz chillona suena a su lado, llamando su atención lo suficiente para sacarlo de su fantasía tan lúcida .

Al darse la vuelta puede encontrarse con la mirada de confusión de uno de su compañeros, un ruidoso y para nada discreto caniche .

— ¿Cuando será el día en que no estés atrapado en esa perfecta cabeza tuya? — 
La manera en que movía sus manos era prácticamente un reflejo de su forma de hablar .

— Yo no diría que es perfecta — 

— Como sea, ¿Irás a la fiesta de Tobber está noche? — 
Se inclino de su asiento para poder ver mas de cerca al carnívoro, esos ojos tan filosos estaban prácticamente cortando su alma, parecía que intentaba darle en su punto débil .

— No — 
Respondió sin mucha expresión, el nunca sería alguien de fiestas. Azumo tampoco lo era, ambos estaban de acuerdo en que eran muy sobre estimulantes .

— ¿Otra vez tienes clases particulares? — 
Hubo fastidioso en como lo dijo, como si esto fuera algo de rutina de escuchar.

Raul guardo las ganas de mostrar una mueca .

— Las clases particulares terminaron la semana pasada, solo tengo cosas mas importantes que hacer — 
Esta conversación se estaba volviendo mas pesada conforme avanza .

— Tú siempre tienes algo mas importante que hacer, no debí ni molestarme en preguntar — 

De nuevo pudo notar ese tono en su voz, pero está vez decidió ignorarlo, el sabía que no tenía porque dejarse afectar por las palabras de otro de sus compañeros .

El sabe que tiene sus razones y siempre las tendrá. Ninguna fiesta llena de gente superficial puede compararse a lo que sintió cuando estuvo con Azumo .

En ese momento vuelven los recuerdos cuando los invitaron a una fiesta nocturna hace varios meses atrás y los dos nunca se presentaron .

Recuerda que se quedaron en una pequeña colina apreciando estrellas que la noche les ofrecía, Azumo le dijo que un día quería volar bajo las estrellas buscando su lugar en el mundo .

El león dijo que el no podía volar pero que de alguna manera se sentía de la misma manera que el murciélago .

Esa noche estuvo llena de magia .

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El agua fría baja por su cuerpo, hace que su pelaje se pegue a su cuerpo. Una ducha fría hacia que sus pensamientos se sientan menos pesados .

Su mirada está perdida, quizás así es como se a sentido todo últimamente, no sabe decirlo con total certeza .

Levanta sus garras frente a el, en ellas puede ver la bestia que siempre a sido, una bestia que yace en el con la posibilidad de poder explotar en cualquier momento .

Una bestia que Azumo se atrevió a meter en su vida, una bestia que solo el murciélago fue capaz de ver con tanta facilidad y pudo sacarlo de sus casillas con tan poco .

Recuerda que en aquel momento se sintió desnudo, incluso mas desnudo que aquí en la ducha .

En ese momento Azumo vió atra ves de el como si estuviera hecho del cristal mas transparente del mundo, supo que el era muy especial desde ese momento .

No puede olvidar la forma en que sus palabras lo golpearon en ese momento como si de un puño que le da un golpe directamente en el pecho se tratara .

Quizás eso fue lo que le intrigó tanto del murciélago en un principio, que no necesita de fuerza para derribarlo tan fácilmente .

Ahora, teniendo tanto conocimiento sobre el murciélago no hace que esa intriga que sintió aquel día deje de existir en su corazón . 

Mientras las gotas de agua siguen bajando por su cuerpo, su mente vuelve a ver la luna llena frente a sus ojos, con la opacidad que alguna vez noto al mirar al cielo en una noche oscura .

Levanta su cabeza, dejando que el agua choque directamente con su rostro, sintiendo la tranquilidad que solo los momentos pasados llenos de anhelo pudieron darle .

Pronto las palabras llegan para formar las oraciones que su corazón quiere contar a gritos, preparadas para formar parte del papel donde puede confesar su verdad .

Su próxima carta está en proceso .

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Es increíble pensar que incluso con los ojos vendados podría saber el camino perfectamente sin equivocarse; podría intentarlo algún día .

El único peligro es la posibilidad de caer por el hielo, lo último que el león quería era terminar en el hospital por un golpe en la cabeza .

Lo bueno es que el no era tan estupido como para hacerlo .

Sus pisadas en la nieve eran lentas, justamente este día había llegado una gran tormenta de nieve a la ciudad y ahora todo estaba cubierto de blanca y fría nieve .

En realidad eso le daba un sentimiento de paz, hacia que todo tuviera un aire tan tranquilo que hacía que su cuerpo se sintiera como caminar por las nubes .

Siempre que miraba hacia los lados podía ver una o dos bestias mas por ahí, todos parecían estar metidos en sus propios asuntos como el .

Pronto serían las doce en punto, lo supo al mirar el reloj en su muñeca, se le había hecho un poco tarde pero de cualquier modo no se preocupo en lo mas mínimo .

No faltaba mucho para llegar, en verdad quería hacerlo para volver a su casa donde hay calefacción. A los gatos como el no les gustaba para nada este tipo de clima y tener dos abrigos junto con guantes y un gran gorro eran la prueba de ello .

Sus manos se abrazaban a si mismo para obtener un poco de su propio calor corporal, en realidad funciona, por unos minutos .

Estar afuera tan tarde no era una muy buena idea pero quizás el era uno de los pocos tontos que aún sabiendo eso deciden salir .

Azumo le había dicho que siempre quiso hacer figuras en la nieve con sus alas pero eran muy sensibles al frío y nunca podría hacerlo .

Al levantar su vista pudo ver el edificio abandonado, estaba cubierto de nieve también. Dando una sensación de nostalgia para Raul .

Antes de entrar, su mirada se fijó al lado, donde había un ángel de nieve muy grande que el había hecho hace un par de días .

Al lado de esta, una muy pequeña figura con la forma mal hecha de un murciélago .

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El frío en ese lugar era incluso peor que el del exterior por alguna razón. Sus manos temblaban en sus bolsillos .

Su piel se sentía helada, junto con su nariz que estaba goteando algo de líquido nasal por estar en estás temperaturas .

Es por esa razón que hace un par de días había dejado un par de velas por el lugar, las cuales se encontraba encendiendo, mínimo así podía estar cerca de una y sentirse un poco cálido .

Así también podía tener algo de iluminación entre tanta oscuridad, últimamente ver en la noche en ese lugar se le complicaba .

Quizás al final tenga que usar lentes, la edad lo está afectando. Prácticamente siempre lo tiene en cuenta .

Sus ojos pasan por el lugar, en realidad todo se siente de una manera lleno de un ambiente acojedor. La vieja decoración que cuelga en las tuberías oxidadas le da un toque... Abstracto .

En su opinión se ve bien, no es tan horroroso como muchos otros podrían llegar a pensar .

Con una leve sonrisa camina hacia aquella ventana, en el suelo hay unas cuantas sábanas y almohadas donde puede arrodillarse sin sentir el frío invernal del suelo .

El viento está mas helado que nunca y choca directamente con su rostro, provoca un escalofrío que pasa por toda su espalda y lo hace sentir incómodo .

No es nada que el no pueda soportar, por supuesto. De cualquier manera se quiere apresurar para volver a su casa y estar calentito junto a la calefacción .

Saca de su vieja mochila un papel y una pluma verde. Es un poco difícil tener que sostenerla con los guantes tan enormes que tiene puestos pero hace un intento .

Toma un poco de aire antes de empezar. Piensa y piensa en que es lo que quiere decir en esta ocasión y pronto todo comienza a tener forma .

“Mi querido Azumo.        ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤ     

Hoy es una noche invernal, la cuidad está cubierta por una nieve mas blanca que las nubes del cielo. Sigue siendo tan fría como siempre.

Si pudieras verme temblar como un gatito pequeño seguramente te estarías riendo por la ironía de eso, ¿No es así? 

Te escribo está noche para poder desearte paz y felicidad en donde quiera que te encuentres ahora. Se que las cosas debieron haber cambiado mucho estos últimos dos años .

Quiero decir, ¿Quién está preparado para tener 20 años?, no creo que nadie nunca lo este. Nuestra edad comienza a ponerse seria pero se que nosotros no lo haremos pronto .

Aprovecho esto para desearte unas felices fiestas Azumo, si estuvieras aquí podrías ver el regalo que te compre. No te preocupes por eso, lo guardaré hasta el día de tu regreso .

Feliz Rexmas .

Con amor - Raul” 

Hay una sonrisa radiante en el león ahora, quizás se debía a que por estás fechas siempre está alegré o solo es que pensar en el murciélago tiene ese efecto en el .

En esta ocasión el sobre está decorada con la temática de Rexmas, llena de color y un par de dibujos por todas partes. Muy cursi pero eso era lo que el carnívoro quería para esta carta .

Estiró sus manos con la carta en ella y pronto pudo ver cómo una ráfaga de viento se la llevó hasta donde ya no puede verla. 

Raul no pudo evitar bajar la mirada aún manteniendo su sonrisa llena de alegría, se estaba sintiendo como un niño en esos momentos .

Había algo que simplemente lo hacia sentir tan lleno de una sensación calida. Eso era lo que quería compartir con Azumo en su carta, era lo que esperaba que sintiera cuando lea lo que escribió para el está noche .

Si es que alguna vez puede llegar a leerla .

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Varios objetos salen volando por todo el pasillo, ahora estan empezando a formar una pequeña montaña detrás del león .

Al cual no parece importarle mucho si llega a dañar lo que toma en sus manos, de todos modos puede comprar otro después y problema resuelto .

El está mucho mas preocupado por encontrar algo entre tantas cosas viejas y nuevas. Posiblemente ya lleva unos cuantos minutos haciendo eso como un lunático .

Cualquiera que lo viera actuar de esa manera pensaría que perdió la cabeza por completo. En el fondo no estarían del todo equivocados .

La preocupación que hay en su mirada es demasiado palpable. El sudor baja por su frente ante tanta ansiedad y nervios por no encontrar lo que estaba buscando .

Dejo caer sus manos al suelo y miró lo poco que quedaba dentro del armario, no había señales de una pequeña pulsera de hilos .

Casi deja escapar un grito de desesperación al ver que no había ni rastro de dónde estaba dicho accesorio .

Tan rápido como pudo se levantó del suelo mientras intentaba que su mente pensara lo mas rápido posible donde había sido la última vez que había visto esa pulsera .

Tantas imágenes borrosas pasaron frente a sus ojos, en un principio ninguna de ellas significaba algo para el león hasta que empezó a poner atención en lo que se mostraba a si mismo .

No le fue muy difícil encontrar el recuerdo perfecto y salió disparado con la esperanza de que la encontraría en ese lugar .

La puerta de su habitación se estrelló contra la pared y sin esperar mucho mas se acercó hasta su cama para inclinarse de rodillas frente a esta .

A lo lejos pudo notar una vieja caja con bastante polvo ya acumulado. Para su buena suerte la pulsera que tanto buscaba se encontraba sobre un par de antiguas carpetas en la caja .

Hubo un gran brillo en sus ojos en cuanto lo vio, sus garras se acercaron con total cuidado de no dañar absolutamente ningún detalle de la pulsera .

El hilo paso por sus garras y con eso lentamente lo fue levantando para tener una mejor vista con iluminación del sol que pasa por las ventanas .

Dicha pulsera estaba hecha con un muy fino hilo de color azul marino, había un par de flores en ella hechas con el mas mínimo detalle en sus pétalos .

Algo del hilo ya había perdido su fuerza y estaba bastante maltratado ahora. Seguramente fue por la cantidad de años que ya tendrá ahí abajo .

Con cuidado se levanta del suelo y camina hasta el escritorio cerca de su cama. Al poner la pulsera en un lugar seguro se queda un par de segundos mas analizando lo que tienen .

Posiblemente necesita un nuevo nudo para mantenerlo con fuerza, también necesitaba unas pequeñas figuritas y letras .

Hay una leve sonrisa en su rostro, tomo unas cuantas notas mentales de lo que necesita y se deja caer en su cama dejando escapar un suspiro de alivio .

Por un segundo pensó que se había desecho de la pulsera. Pero eso no tendría ningún sentido en primer lugar, el nunca haría tal cosas con algo que una vez le regaló el murciélago .

Un breve recuerdo de aquel día llega a su mente. Simplemente recuerda que en un día como cualquier otro Azumo se acercó un poco más hacia el león de lo usual .

Aún puede ver ese destello en el fondo de sus ojos cuando le dijo que cerrará los ojos y extendiera su mano. Nunca se hubiera imaginado que le iba a regalar tal cosas como una pulsera .

En ese tiempo, había pensado que era algo muy lindo de su parte y lo apreciaba. Ahora solo veía dicho regalo y pensaba en todo lo que significo para el murciélago .

Considerando cada pequeño detalle lleno de cuidado que había en todas las flores a su alrededor se podía dar cuenta que el murciélago paso mucho tiempo haciéndola .

Antes no la hubiera apreciado tanto como lo hacia ahora .

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El agradable sol de primavera se eleva en el cielo, dando un cálido sentimiento de tranquilidad al león que camina por la acera .

La dulce brisa que hace mover las hojas de los arboles se siente más agradable estos días, todo eso lo hace sentir más ligero .

Puede olvidarse de sus preocupaciones por unas fracciones de segundos. Dónde solo está el y sus pensamientos más profundos que terminan regresando a cierto murciélago .

Sus dedos pasan lentamente por su melana, recordando lo que se supone que tenía que hacer. Era una lástima ya que en verdad disfrutaba solo estar admirando el colorido cielo que hay ahora .

Sus pasos se sienten ligeros por primera vez en un tiempo. No sabe si hay algún motivo detrás que pueda explicar el porque se siente así .

Para lo único que hay espacio en su cabeza es para poder siempre tener la imagen mental de Azumo, eso lo ayuda a seguir de pie todos los días sin algún tipo de excepción .

Cuando pasa por los brillantes cristales de las tiendas sabe que por una sola fracción de segundo puede ver el reflejo de las alas del murciélago por el cielo a la distancia .

Pero una vez intenté darse la vuelta se dará cuenta de que nunca fue algo de verdad, solo una ilusión más de su cabeza embrujada con su recuerdo .

Aún así mantiene su sonrisa llena de vigor por lo que está viviendo estos últimos días. Eso lo hace mantener su postura por completo, una donde siempre ve lo positivo a las cosas .

Su corazón busca creer en que un día el simple reflejo de su amigo simplemente resultará ser el de verdad, haciendo que vuelvan a verse después de tanto tiempo separados .

El sabe que un día pasará y prefiere sentirse totalmente seguro para cuando ese día llegue sin aviso a las puertas de su alma, en donde el dejara volver a entrar al murciélago .

Dejando todo de lado sus ojos se concentran en una vieja tienda de materiales de manualidades, sin duda eso le funcionará bien .

Eso mantiene su sonrisa aún más grande, antes de entrar piensa en todo lo que necesita para su pequeño regalo .

En su cabeza ya está completo, el problema es ponerlo en práctica pero el sabe que algo tan sencillo como hacer una pulsera no puede ser lo más difícil del mundo .

Si Azumo pudo hacerlo solo para dársela, el sabe que puede devolverle ese favor. Es casi prácticamente una obligación para el hacerlo, una que el mismo se pone por su amigo .

Que está totalmente dispuesto cumplir .

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El viejo aroma de la tierra llega a su naríz, haciendo que el ambiente sea igual que los días anteriores en donde puede sentir el viejo recuerdo de hace años .

Al estar por los pasillos abandonados de aquel lugar en total silencio mientras aprecia los detalles del desgaste en cada pared se puede dar cuenta de todas las cosas por las que a tenido que haber pasado a estás alturas .

Sus dedos tocan el tapiz de la pared que estaba por caerse pronto pero en todo ese pequeño tiempo en la que se encuentra ahí dentro está noche se siente como un lugar del que podría no irse jamás .

Usualmente no suele explorar esos viejos pasillos pero está noche había llegado más temprano de lo que tenía pensado. Aún no eran las 12 y hasta que no llegara esa hora el no podría mandar su carta .

No faltaba mucho para que eso pasara pero esos minutos se sentían bastante largos, al menos así es como se sienten cada vez que el quiere que sea justo esa hora .

Claro que puede mantener su paciencia por un largo tiempo, después de todo, puede esperar años solo para volver a ver esos ojos oscuros llenos de misterio y belleza que le pertenecen solo al murciélago .

Unos cuantos minutos no se podian comparar a la cantidad de veces en las que suspiro en el medio de sus noches pensando en Azumo; pensando en cada recuerdo que tenía con el y esperando el momento de poder crear nuevos .

Otro suspiro salió de su boca al mirar la hora en su reloj, cada vez que veía esas pequeñas manecillas juraba que se movían más lento en cada ocasión .

Por lo menos podía estar seguro de que se estaban moviendo, no a la velocidad que el quisiera pero eso no es importante .

Su pequeña caminata pronto lo llevo de nuevo a la ventana donde solía dejar que su corazón escribiera cada palabra de sus cartas como un reflejo de sus pensamientos más profundos .

Se arrodilló frente a ella, apreciando el dulce toque de la luna junto con las estrellas está noche. Sus ojos se iluminan cada vez que la ve y su memoria es llevada a ese momento .

Raul se pierde en su brillo por un rato, haciendo que por primera vez esa noche el tiempo pase más rápido de lo que piensa y el reloj marca las 12 en punto .

Tarda unos cuantos segundos en darse cuenta de eso pero por otra parte no puede evitar sentirse bastante emocionado ahora .

Estira con suavidad sus brazos hasta que se escucha un crujido por el lugar y deja escapar un jadeos de satisfacción para luego tomar una pluma azul de sus bolsillos junto a un papel de su vieja mochila .

Piensa de nuevo en Azumo para poder estar concentrado en lo que dirá está vez. Esta es una ocasión muy especial que solo sucede una vez al año y debe hacer que se sienta muy especial de su parte .

Deja que todo entre y salga .

“Mi querido Azumo.       ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ     

Hoy es una bonita noche, la luna es simplemente más maravillosa y hermosa que nunca. No creo estar exagerando está vez.

Quizás sea por el hecho de que hoy no es un día cualquiera, pero por supuesto que eso tu ya lo debes de saber. 

Es estos días donde estaríamos aquí los dos, tiradas en el suelo admirando el brillo de las estrellas en el cielo; quizás comiendo un pastel de fresas, siempre te gustaron. 

Dónde quiera que estés en este momento solo espero que tú cumpleaños sea algo que puedas celebrar con alegría.

¿Quién diría que ya han pasado 23 años desde que llegaste a este mundo? 

Estoy seguro de que tú brillo sigue existiendo a pesar de los años, incluso si no es así; yo siempre veré lo mejor de ti, tómalo como una promesa.

Te hice este regalo, no lo parece pero me tomo varias horas y algunos cortes con una viejas tijeras.

No te burles, al menos, no lo menciones cuando regreses.

Feliz cumpleaños Azumo.

Con cariño - Raul”

Abajo de su despedida pega aquella pulsera que una vez le regaló el murciélago, con un aspecto mucho más nuevo y brillante. Ahora estaba cubierto de brillantina con unas cuantas letras colgando del hilo .

Se deletreaba un A+R en ella, era demasiado cursi y el león lo sabía pero así es como el visualizaba su regalo. Lo importante es que estaba satisfecho con el resultado .

Guardo la carta en su sobre, en esta ocasión habían pegatinas de globos y gorros de fiesta por todas partes llenando la carta de colores .

Quizás era muy colorido pero eso no le importaba en lo mas mínimo .

Se puso de pie con la carta en sus manos, las cuales estaban temblando un poco ahora. No iba a dejar que unos cuantos nervios lo detengan de hacer algo que su corazón y mente desean .

No había nada que temer, los miedos solo evitan que avance. Al menos eso es lo que siempre a creído; solo deja que todo suceda como debe de ser .

Deja ir la carta con el viento de la noche haciendo que sus ojos ya no la vean más, siempre se asegura de que puedan tomar su viaje; incluso si no tienen un lugar al que ir .

Raul solo espera que Azumo encuentre su regalo como algo que hizo desde lo más profundo de su corazón y puso mucho desempeño en ello .

Casi cualquier cosa que haga por el murciélago está lleno de eso .

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— ¿Raul? — 
Si algo podía decir el coyote sobre el león frente a el es que muchas veces se ve extremadamente exhausto cada vez que tienen una salida de amigos .

Esta ocasión no es diferente ya que dicho león se encuentra prácticamente roncando en la silla del frente, por momentos piensa que debería llamar a una ambulancia .

Da unos leves empujones en el hombro del carnívoro esperando que eso sea suficiente para que esté puedes despertar de su sueño profundo .

Sorprendentemente eso funciona y hace que el león de un salto bastante asustado casi cayendo hacia atrás con su silla incluida .

Por suerte logra reaccionar a tiempo y recuperar el equilibrio, solo que ahora tiene su respiración completamente acelerada junto a unos ojos llenos de pánico .

— Amigo, ¿Hace cuando fue la última vez que dormiste más de 6 horas? — 
Pregunto con una mirada de preocupación, desde hace un tiempo comenzó a preocuparse mucho por el horario de sueño del león .

— ¿6 qué? — 
Raul puso sus manos en sus ojos para poder rascarse intentando que su cerebro funcione correctamente de nuevo .

Solo consigue sacar un suspiro de parte del coyote, lo cuál hace que el león levanté su mirada viendo un sin fin de manchas borrosas en todas partes .

— ¿Es el trabajo el que te tiene así? — 

— Mi trabajo es por la tarde — 
Su voz sonaba irritada, sus dedos aplastaban constantemente su frente intentando apaciguar el dolor de cabeza que tenía el día de hoy .

— ¿Entonces que es lo que tiene despierto por las noches? — 
En su mirada se podía ver curiosidad, quería intentar ver en lo mas profundo del león .

El problema es que el nunca entendería .

Raul solo se quedó callado, intentando buscar en alguna explicación pero era demasiado difícil ponerlo solo en palabras como para que alguien ajeno a la situación que tiene con Azumo pueda entenderlo .

Se necesita más que eso .

— Bien, no tienes porque decírmelo — 
Pudo ver ese rostro que puso el león en cuanto le pregunto, le decía que no podía pensar en una manera de decirlo y el podía entender eso .

— Solo te diré, si lo que haces te provocó esto no creo que debas hacerlo tan seguido, tus ojeras son enormes — 
Dijo aún con preocupación pero se notaba que no quería meterse mucho más en los asuntos privados del león .

Había algo en la manera en que lo dijo que le hizo entender al león que podía haber algo de verdad en sus palabras; pensar eso hizo que en su pecho comenzará a aparecer un dolor insoportable .

Trago un poco de saliva y se levantó de la mesa .

Se despidió lo más amable que podía y se fue de ahí .

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Al llegar a su hogar lo primero que hizo fue dejarse caer en su cama, necesitaba hablar las cosas con la almohada para organizar sus ideas .

Sus ojos se sentían pesados, Gabbu tenía razón en que estos días a dormido cada vez menos y esto comenzaba a afectarlo más de lo que había pensado .

Esto se debía al hecho de que últimamente cada vez que escribe una carta para Azumo hay algo dentro de el que hace que se quede más tiempo en aquel lugar .

Mayormente suele ser solo una hora más, es curioso que ahora el tiempo se pase volando cada vez que está ahí. Antes solo escribía su carta y volvía a su casa .

Eso ahora es una tarea casi imposibles de hacer, no importa cuan cansado se encuentre el prefiere quedarse ahí mirando el cielo con un brillo de esperanza en sus ojos .

Además que estar en su casa no es una gran diferencia al estar ahí, ambos son lugares que se sienten completamente vacíos por el simple hecho de que el es el único que está en ambos sitios .

Lo único que los distingue es que en su hogar no siente esa chispa de quedarse un rato en la ventana esperando por algo que ni siquiera está seguro que llegara a pasar en un futuro .

El vivir en una esperanza vacía que el mismo eligió creer es lo que lo mantiene despierto en sus noches más solitarias y frías .

Cuando cierra los ojos intentando buscar soñar solo puede volver a las imágenes de sus recuerdos con Azumo, donde por unos momentos podía sentirse más real que nunca .

Para que cuando despierte todo eso se haya ido, el vuelve a estar solo con el deseo de volver a ver al murciélago; al despertar vuelve a estar completamente solo, esperando por algo que no tiene asegurado que suceda .

¿Por qué no pasaría? 
¿Por qué Azumo no volvería? 
¿Por qué no cumpliría su promesa? 

Todo se detiene ante esa última pregunta que aparece en su mente por unos breves instantes pero que hace que su cerebro vuelva a funcionar .

Lentamente se levanta de su cama con la mirada puesta en la ventana abierta de su habitación. Con ojos cansados el león se levantó para caminar hacia ahí, viendo que el atardecer que comenzaba a formarse en la distancia .

Raul pensaba que era lindo pero no podía comprarse a la brillante luna que los visita cada noche, recordando la conexión que tienen con ella .

Dentro de unas horas empezará a oscurecer, ese es el momento perfecto para escribir una carta para el murciélago; el problema es que está vez había un sentimiento diferente en el león .

En el fondo de su mente sabía la respuesta pero su corazón no quería aceptarlo y se negaba a siquiera dejar que pudiera tener tan repugnante pensamiento .

Sus garras fueron a sus muslos y dejo escapar un suspiro molesto por todo esto que había comenzado a sentir de un momento para otro .

Después de tantos años, un sentimiento de desesperanza comenzaba a tomar forma en el .

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El día se siente vacío nuevamente, cómo si hubiera algo que falta y sabe que no puede hacer nada al respecto .

Mueve sutilmente su tenedor, solo está jugando con su cena en este punto ya que se había quedado sin apetito desde hace un rato .

El sonido sordo del televisor es lo único que evita que esté en un silencio abrumador; de todos modos lo que sea que estén pasando no es lo suficiente para llamar su atención .

Sus ojos solo miran hacia abajo sin prestar atención a nada en particular. Su mano libre suavemente sube por su mejilla izquierda hasta llegar a uno de sus ojos .

Dos de sus dedos pasan cuidadosamente por debajo de este, sintiendo la fuerte piel cubierta de su pelaje amarillo. Sus ojeras habían desaparecido hace un tiempo .

Exactamente desde hace dos semanas, curiosamente es el tiempo que lleva sin haber escrito ninguna carta para el murciélago .

Ciertamente llegó a pensar que quizás podría descansar solo un día para tomar un tiempo para el mismo pero sin que se diera cuenta ya habían pasado 14 días sin ir a aquel lugar .

Simplemente su cuerpo y mente habían perdido motivación repentinamente para escribir una sola palabra en un papel; nunca antes había pasado algo así .

Ahora solo pasaba sus días y noches en su hogar sin ningún tipo de molestia, supuestamente viviendo una vida tranquila y llena de orgullo por ser un carnívoro .

Nada de eso se siente de esa manera desde hace ya un largo tiempo, en su rostro se puede notar el cansancio emocional que lleva sobre el  .

Con esos ojos apagados donde solía haber un destello, esa boca que es incapaz de realizar la menor sonrisa del mundo o incluso su melana que siempre estuvo bien cuidada ahora solo está desordenada y llena de nudos por todas partes .

Todo en el gritaba una clara tristeza interna, por mucho que intente fingir que podía vivir con esto era simplemente demasiado obvio que pensar eso lo mataba cada vez más .

Sin importar cuánto intente pensar en que Azumo siguió con su vida mientras él se estancó en esperar una señal que haría que una promesa que no existió se cumpla no logra poder superarlo .

Todos los días despierta y su primer pensamiento siempre es unas alas rodeando su cabeza, haciendo que se sienta ahogado para que luego todo simplemente desaparezca en cuanto se da cuenta que está despierto .

Vive atormentado con la sombra del murciélago, es casi como si lo estuviera acechando en todo momento sin darle un tipo de descanso mental .

Entre más pasa el tiempo, se acumula mucho más peso en sus hombros haciendo que sea más difícil poder levantarse de la cama incluso en los días donde todo se ve brillante .

Su luz se apagaba sin importar que el mundo esté lleno de energía, el simplemente no se siente conectado con eso desde hace tiempo .

Lo que puede hacerlo sentir algo es la noche, lastimosamente eso es una de las cosas que más le recuerdan al murciélago .

Que es cuando más lo atormenta en sus recuerdos .

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Mirando el techo de su habitación el único pensamiento que llega a su mente es el de estar agotado incluso sin haber hecho mucho ese día .

Su cuerpo entero se sentía más pesado que nunca, eso era lo único que hacía que el sueño fuera imposible de conseguir, teniendo que segir con la mirada perdida .

En la oscuridad de su habitación solo desea que todo esto se calme en algún punto y quizás pueda vivir su vida normal. En el fondo sabe que lo normal nunca volverá a ser parte de su rutina .

Tantos años en los que lleva acostumbrado a estar despierto hasta tan tarde le han hecho un daño irreparable en su horario de sueño .

Suelen haber días en donde puede conseguir dormir fácilmente pero otros en donde es una batalla entre cada pensamiento existente en su cabeza para poder siquiera cerrar los ojos .

En estos momentos simplemente no tiene sueño en lo mas mínimo, solo intenta que en algún punto el cansancio comience a aparecer en su cuerpo .

Eso al parecer no llegara rápido a el y simplemente intenta cerrar los ojos para evitar que cualquier pensamiento que solo lo atormente llegará a su cabeza de nuevo .

El sonido del viento chocando contra su ventana hace que abra uno de sus ojos, puede destinguir fácilmente lo que hay por el lugar .

Sus ojos se detienen en la vieja mochila que hay sobre el escritorio en la esquina de la habitación. Ahí es donde guarda los sobres para sus cartas .

Lo curioso es por muy vieja que estaba aquella mochila el siempre intento que tuviera una buena apariencia; ahora está cubierta de polvo .

Su rostro decae más al ver eso, sintiendo que algo sigue aplastando su cuerpo en la cama evitando que pueda levantarse de ahí por un tiempo .

En un inicio ninguna de sus extremidades parace estar funcionando, simplemente está ahí mismo completamente quieto y sin hacer un esfuerzo por liberarse de esta cárcel mental .

Es hasta que deja salir un gruñido de su boca por no poder levantarse que logra hacer que sus pies vuelvan a tocar el suelo en un tiempo que había parecido casi una eternidad .

No entiende del todo que es lo que tiene pensado hacer pero parece entenderlo de cierta manera; después de eso sus pasos son pesados y se puede escuchar por toda la habitación por el ruido que hace .

Con cuidado de no caerse camina hasta el escritorio y observa las cosas que tiene guardadas en la mochila .

El reloj marca la 1 AM .

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Esta de nuevo ahí, parada frente a esa ventana. Prácticamente lleva viendo esta misma imagen los últimos años de su vida y en ese momento cada memoria pasa por sus ojos como el rollo de una película .

Esta quieto sin mover ningún músculo, simplemente está apreciando ese lugar. Hasta el día de hoy sigue pensando que podía verse lindo con algunas remodelaciones .

En realidad todo ese lugar era horrible pero eso no era lo importante por ahora; lo era todo lo que gira entorno a este, cada recuerdo y momento pasado ahí .

Esa era la belleza de ese lugar .

Lentamente camino hasta aquella ventana, aun lado de ella había una pequeña lámpara que el había puesto quizás hace unos meses atrás .

Era más útil tener una fuente de luz más óptima a tener que confiar ciegamente en su visión nocturna que con los años dejo de ser tan buena como lo era antes .

Ahora podía ver todo con más claridad, como el pensaba todo seguía estando igual que de costumbre. Es increíble que sin importar cuánto tiempo pase ese lugar seguirá luciendo igual .

Dejando sus cosas a un lado se acercó más a la ventana para poder ver la vista que le ofrecía está noche. Sus ojos volvieron a brillar al ver la luna llena junto a las estrellas .

Era tan hermoso, había tanto que podía decir sobre esto pero sabía que si lo intentaba las palabras se quedarían cortas ante semejante obra de arte natural .

Los suaves rayos de luz lunar chocaban con su rostro haciendo que todo se sintiera menos pesado, eso era algo que valió mucho la pena de volver a ver desde este lugar .

Desde que Azumo se fue, la luna se a mantenido como algo que en verdad lo ayudo para sentirlo cerca aunque sea por unos breves momentos .

Raul sabe que la luna es algo que ambos pueden estar apreciando en ese momento, o quizás no. Lo que importa es que es algo que los puede mantener conectados sin importar la distancia .

Ambos están bajo la misma luna, bajo las mismas estrellas que iluminan su camino de regreso a ellos; en lo profundo de su corazón el sabe que es así .

Eso fue por lo que vino aquí, debía recordar todo lo que vivió aquí, cada recuerdo con el que pudo ser bendecido y el simple hecho de haberlo vivido es suficiente para hacerlo ganar esa motivación de nuevo que juro haber perdido .

El león se siente más tranquilo ahora que sabe que todo esto sigue teniendo un motivo para el y también para Azumo .

Con más entusiasmo toma un papel y una pluma negra, al tener todo en la mano se queda un buen rato pensando en lo que dirá está vez .

Es normal que todo tarde en llegar a su mente pero poco a poco comienza a tener una forma más precisa y es cuando puede comenzar a escribir .

Inhala y luego exhala .

“Mi querido Azumo, nunca supe si fuiste mío para poder llamarte de esa manera pero se que no me importa.

Esta noche, es como muchas otras pero bajo una luna llena puedo volver a sentir lo que sentí contigo en esos días y noches de nuestra juventud.

Casi olvido que tú estás por ahí, haciendo toda una vida y yo también lo e hecho. Quizás pensé que simplemente estuve parado sin hacer nada pero se que eso no es verdad; lo se bien ahora.

Me sigo diciendo a mi mismo que el día en que te vuelva a ver será el mejor día de mi vida, incluso si eso no sucede; todos mis días contigo fueron especiales y los guardo en mi corazón.

Lamento mi ausencia estas dos últimas semanas, deje que mi miedo tomara el control de mi, es raro que contigo eso sea siempre tan común.

Prometo escribir más a menudo.

Se que estás por ahí, ¿Sigues siendo como hace años o has cambiado completamente tu ser? 

Cualquiera que sea la respuesta, mi amor por ti se seguirá manteniendo tan fuerte como la a hecho estos años; toma eso como una promesa de mi corazón.

Te amo - Raul” 

El león estaría mintiendo si dijera que esto no lo puso sentimental, no es del tipo que suelen dejar caer lágrimas por estás cosas pero podría hacerlo ahora mismo 

No lo hace, sabe que habrán cosas por las que valdrá mucho más la pena dar sus lágrimas y el placer de verlo de esa manera para otro momento a quien sea .

Por ahora solo puede estar feliz, de eso está completamente seguro .

La carta está en su sobre, a pesar de todo lo hecho y dicho aún se siente un poco nervioso al final pero lo deja salir y eleva la carta en el aire .

Pronto una gran ráfaga de viento la hace desaparecer de su vista, junto a la luna llena deja salir una sonrisa llena de alegría después de mucho tiempo .

Sus manos caen a la ventana, en su mente solo está el pensamiento de que es muy tarde y que por la mañana tendrá un dolor de cabeza insoportable .

Una suave risa sale del león, al final es su culpa por decidir venir tan tarde y no haber llegado más temprano .

Al menos pudo hacerlo .

— Azumo, te seguiré esperando — 
La sonrisa que se forma en su rostro está llena de esperanza y un deseo de bienestar para el murciélago .

No hay nada que lo pondría más feliz en este mundo que saber que el murciélago se encuentra bien. Su corazón le dice que puede confiar en que lo está .

Ahí afuera .

Sus dedos apagan la lámpara poco a poco haciendo que su luz se desvanezca poco a poco dejando el lugar sumergido en la oscuridad tan característica .

Esta vez el suspiro que sale de su boca es de satisfacción. Ahora puede ir a descansar por fin, después de esta semana tan dura es lo mínimo que se merecía .

Tomo su mochila y miró una última vez ese lugar antes de irse, sus pasos eran lentos pero marcaron un ritmo .

Por un momento el tiempo se detuvo, sus oídos se movieron un poco antes de irse. Un cosquilleo paso por sus bigotes haciendo que estos se erizarán .

Por un momento creyó haber escuchado un aleteo, era su cabeza y el sueño; al menos eso pensó .

Entrando en un shock enorme pudo ver que una luz detrás de el comenzaba a llenar de nuevo el lugar, tan radiante como de costumbre .

La lámpara había sido encendida de nuevo .

Sin saber si esto era real o algún tipo de ilusión demasiado realista que había creado su cerebro comenzó a darse la vuelta con un miedo que hacía que su corazón latiera como nunca antes .

Frente a frente .

Conectando miradas .

Vió una sonrisa en ese rostro, esos ojos profundos y oscuros .

Colgando de sus patas, una bolsa llena de sobres y cartas .

Una pulsera colgando de su cuello .

Bajo la luna llena .

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Chapter Text

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Pina
(Beastars)
(Contenido sugestivo, violencia)
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Nada golpea más duro que el ardiente y sofocante calor del verano, bueno, el conoce algunos tipos que sin duda pueden dar unos buenos golpes pero esto no trata de ellos .

Bajo los rayos del sol sus cuernos parecen brillar como una gema recién pulida (Están pulidos de hecho). Su lana estaba radiante bajo este sol infernal, prácticamente ya debía ser considerado un tipo de joyería extremadamente rara .

Estaba siendo muy humilde, había muchas joyas en el mundo. El es mucho más único que eso .

Sus manos pasaban sutilmente por el pelaje de su cabeza mientras miraba su rostro en un espejo de bolsillo, podía estar ahí apreciando su rostro todo el día pero eso no seria divertido (Mentira), tenía que haber alguien más para apreciar su esplendoroso ser de carne y hueso .

El carnero está sentado sobre una maleta de color marrón, si podía evitar tocar la arena lo haría. Lleva un par de minutos arreglando su rostro .

Es ridículo pensar que tiene que arreglarse pero al menos así está un 103% seguro; una sonrisa apareció en su rostro al ver que todo se encontraba bien .

Guardo el espejo en uno de sus bolsillos y miró a su alrededor, lo único a la vista era la gran carretera y un sin fin de maleza seca junto a los arboles más secos que alguna vez haya visto .

El no tenía ni la menor idea de el lugar en el que se encontraba pero eso parecía ser lo de menos para el en esos momentos. Estiró sus piernas para levantarse después de analizar el terreno .

Tenía ganas de fumar un poco pero eso podía esperar, hace un par de segundos había captado el sonido de un vehículo a la distancia .

Reviso que todo estuviera deslumbrante en el. Sus pantalones vaqueros de color aqua estaban ajustados y bien puestos, su camiseta de cuello de cuadros .

Por supuesto su brillante sonrisa y esos ojos que podían matar si así lo deseaba el. Prácticamente irresistible .

Dio unos pocos pasos para estar lo suficientemente cerca a la orilla de la carretera; extendió su mano y levanto el pulgar .

A tan solo un poco de distancia pudo apreciar una vieja camioneta acercándose, por lo que el podía ver desde ahí estaba yendo a una velocidad que estaba por encima del límite de velocidad .

Cuyo cartel convenientemente estaba detrás del carnero .

No fue una grata sorpresa que dicha camioneta simplemente haya pasado de largo a una velocidad potencialmente peligrosa; de paso solo levanto la tierra del suelo haciendo que el herbívoro tuviera que alejarse de ahí .

Estuvo uno par de segundos tosiendo por la tierra en sus pulmones, por lo menos no duró mucho y pudo estar más o menos tranquilo por un rato .

Solo había una picazón en su nariz que era bastante insoportable pero nada del otro mundo .

— Idiota — 
Susurró en un tono de voz molesto, sacudió su cabeza y peino su pelaje con sus dedos; lentamente caminaba hacia su maleta .

Tendría que caminar por un rato .

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🗯️
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Su caminata era larga, posiblemente llevaba un par de kilómetros ya desde la última vez que vio algún automóvil .

En sus ojos se podía ver una clara molestia por estar haciendo tanto esfuerzo en mover sus dos piernas. De vez en cuando suele insultar en voz baja .

Estar bajo el abrazador sol solo hace las cosas aún peor, el sudor baja lentamente por su frente y en casi todo su cuerpo .

Posiblemente nunca antes haya experimentado tal nivel de calor antes, está exagerando, pero el siente que en cualquier momento no podrá más y terminara tirado en el suelo .

Sus piernas ya empiezan a sentirse como si fueran de papel. Termino por estar recargado contra una vieja cerca al lado de la carretera .

Su mirada se concentro en el cartel de límite de velocidad de antes, ahora estaba a unos 9 metros de dónde está el carnero, en verdad había caminado mucho .

Aún piensa en que quien sea que haya estado en aquella camioneta no supo apreciar un buen trozo de carne cuando tuvo la oportunidad .

Ahora solo está ahí sin hacer ningún tipo de mal a nadie, prácticamente lo normal de cualquier día .

Lentamente su mano bajo hacia su bolsillo izquierdo, sus dedos buscaron uno de lo cigarrillos que tenía guardado para este tipo de ocasiones .

Al tenerlo entre sus dedos no tardó mucho en encenderlo, estaba a pocos centímetros de su boca hasta que sus orejas se movieron al captar un ruido no muy lejos de ahí .

Sus ojos se abrieron bastante y casi al instante tiro el cigarro hacia un lado. Observo cada parte de su cuerpo pasando sus manos sobre su ropa y lana .

Después de varios segundos de ansiedad pudo estar completamente seguro de que todo se encontraba perfecto; casi sufrió un infarto por eso .

Con rapidez se acercó al borde de la carretera y repitió el gesto de antes de extender su brazo y mostrar su pulgar hacia arriba .

Mostró su sonrisa más encantadora, esperando que eso fuera la cereza en el pastel que el estaba dispuesto a ofrecer .

No pasó mucho para que dicho automóvil se detuviera a pocos centímetros de dónde estaba el carnero; quien tuvo que ir por su maleta lo más rápido que pudo .

Al volver con el automóvil sutilmente tocó unas 3 veces la ventana del copiloto esperando pacientemente a recibir algún tipo de respuesta de quién quiera que este ahí dentro .

En tan solo unos pocos segundos la ventanilla comenzó a bajar dejando la vista libre para poder ver que el conductor se trataba de un leopardo .

Este animal tenía una camiseta negra con las mangas cortadas y un gran logro de lo que parecía ser un tipo de banda de rock en el centro; junto a unos pantalones desgastados y rotos en las rodillas .

Unos piercings en su oreja derecha y por lo que el podría apreciar algo de sombra en sus ojos; el carnero no pudo evitar morder su labio inferior después de analizar al carnivoro .

Sin duda el quería poner sus dientes en todo eso .

— ¿Necesitas que te lleven? — 
Su voz era gruesa y masculina. Había cierta forma en la que lo había dicho que sonó de forma picara .

— Oh, eso sería espléndido — 
Tan solo un segundo después de decir eso escucho el clic del seguro de la puerta siendo retirado .

Con una gran y radiante sonrisa de oreja a oreja el carnero abrió la puerta del copiloto; al poner su trasero en el asiento pudo sentir el delicado y bien cuidado cuero de este mismo; cómodo cuanto menos .

— No me habían dicho que encontraría tales bellezas por aquí — 
Sus ojos estaban completamente puestos en el herbívoro a su lado, con una mirada que se veía ciertamente hambrienta .
— Tampoco me habían dicho que estarían en mi auto — 

— Bueno, estoy seguro de que hay muchas cosas hermosas que podemos hacer nosotros dos — 
Sin ningún tipo de miedo en su cuerpo acercó sus dedos al mentón de aquel leopardo y le dio un par de caricias en esa zona .

Pudo escuchar el pequeño ronroneo del felino; qué adorable .

Pronto escuchó el sonido del motor del vehículo siendo encendido, no tardó mucho en que el auto estuviera en movimiento. Al final hecho un vistazo al retrovisor .

Pudo ver cómo poco a poco el cartel del límite de velocidad se iba alejando en la distancia .

Dónde originalmente habían un 60, ahora solo había un 260 escrito con marcador permanente .

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El viento en su lana se sentía como una caricia al alma, tan relajante y fresco contra su exquisita piel, lo hacia sentir completamente vivo .

Sus ojos están puestos en el camino, escuchando de fondo pero sin prestarle tanta importancia una canción de rock extremadamente alta en la radio .

Lentamente dio un leve vistazo al carnivoro que estaba conduciendo el auto, que según le menciono se llama Okki; al verlo solo pudo confirmar nuevamente que se veía bastante atractivo desde su punto de vista .

Pina se preguntaba que cosas están pasando por la mente del leopardo; también se preguntaba si el estará incluido en lo que sea que viaje por esa cabeza suya .

Sus dedos pasaban lentamente por su propia rodilla pensando a que tipo de lugar es que lo está llevando este animal .

Hay tantas posibilidades que ni siquiera puede pensar en alguna, eso es lo divertido después de todo; nunca sabe a dónde es que lo llevará el destino .

— Si me permites preguntar — 
El carnivoro dio un fugaz vistazo al carnero, no se cansaba de apreciar la figura tan llamativa que tenía este herbívoro .
— ¿Qué hace alguien como tú por estos lugares? — 

— Ya sabes, no soy de los que se quedan en un lugar por mucho tiempo, me gusta viajar sin tener un rumbo — 
En su voz había un tono sincero, cierta picardía también se mostraba en esas palabras .

El leopardo solo mostró una sonrisa, a decir verdad, no había escuchado nada de lo que había dicho el herbívoro y solo mantuvo sus hambrientos ojos puestos en el cuello del carnero .

Sus ojos volvieron al camino, aún con la imagen de la carne suave en su cabeza para después .

Solo que en esta ocasión las cosas no iban a suceder como el carnivoro lo tenía pensado en su cabeza .

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🪵
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El viejo olor del lugar hacia que su nariz se arrugara con disgusto, le recordaba bastante a estar en un basurero; quizás esta habitación lo era .

Con toda esa mala decoración y horrible mueblería no sería muy difícil compararlo con eso. Al menos tenían una cama cómoda .

Sus ojos veían con aburrimiento el techo de aquella habitación, llevaba un par de minutos contando las manchas en el techo .

Era la única forma que había encontrado para poder entretenerse, normalmente todo solo ser más rápido pero en esta ocasión tenía que esperar .

Claro que eso solo funcionó durante un corto periodo de tiempo hasta que Pina no pudo soportarlo más y tuvo que levantarse de la cama para poder estirar sus piernas .

Un suspiro salió de su boca después de eso, podía investigar más a fondo dicha habitación, quien sabe, podía encontrar algo de interés .

Se acercó a las cajoneras que habían al lado de la cama, lo único que había en ellas era un par de sábanas extras por si las llegaban a necesitar .

— Aburrido — 
Sus dedos pasaron por la colorida cortina de las ventanas, apreciando el material barato del que estaban hechas .

Con curiosidad asomó su cabeza por la ventana, pudo ver las afueras del motel, donde todo parecía seguir igual de desértico y solitario que antes .

Un lugar así en medio de la nada nunca puede ser buena señal. Al menos eso es lo que piensa la mayoría de animales que cruzan estás carreteras .

El lo encontraba divertido .

Se alejo de la ventana con una mirada de curiosidad hacia lo que era un pequeño clóset en el otro lado de la habitación. Al abrirlo solo encontró lo que cualquiera esperaría encontrar en un clóset .

Un par de ropa vieja que seguramente era de anteriores clientes del lugar y algún que otro insecto, era mejor dejarlo tal y como estaba antes de que lo abriera .

Con todo eso ya había explorado todo en la habitación, excepto el baño que se encontraba en uso en ese preciso momento .

Desde ahí podía escuchar el sonido de la ducha y el agua cayendo sin parar. Eso le daba ganas de tomar una, a su pelaje le vendría bien .

Justo después de su pequeña exploración escucho el sonido de la puerta del baño rechinar al ser abierta; sus orejas se levantaron levemente ante el ruido .

Al darse la vuelta se encontró con el carnivoro sin camisa, parecía que al fin había terminado su ducha y su pelaje estaba más reluciente ahora .

La vista era agradable cuánto menos, no era el mejor cuerpo que haya visto en su vida pero había ciertos encantos en el leopardo .

— ¿Hay algo que te guste? — 
De su boca salió ese tono que suelen usar los machos cuando quieren sonar dominantes; que tierno .

— Me gustan las cosas brillantes — 
Le dio la espalda al carnivoro mientras una suave risa escapaba de su boca. Dejo caer su cuerpo sobre la cama .

En cuestión de segundos pudo sentir un peso mucho más grande a su lado, un poco más y casi lo hace saltar de la cama .

Sus ojos se mantenían cerrados, el estaba bastante relajado hasta este momento; más de lo que debería para estar en una habitación completamente solo con un carnivoro .

Pronto sintió un par de dedos acariciando el pelaje de sus mejillas, eso hizo que abriera uno de sus ojos para toparse con el rostro del leopardo a solo un par de centímetros del suyo .

Tenía esa sonrisa llena de orgullo, cómo si acabará de cazar la presa perfecta para un banquete nocturno .

— No sabía que podía existir un chico así de lindo — 
La punta de sus uñas pasaba tan cerca de su piel que hacía que un escalofrío suba por todo el cuerpo del carnero; casi tan cerca para romper su piel .

— No creo que los haya — 
Puso su mano en su pecho de manera dramática, seguido de un jadeo de éxtasis .

El carnero se puso de rodillas en la cama, acercándose más al leopardo; viendo como sus manos se ponían en sus hombros con fuerza y posesión .

Era algo que había notado en los carnivoros, siempre sostienen a su comida con fuerza para evitar que se escapen .

Nuevamente, frente a frente pudo ver la profundidad en esos ojos que le cuentan cuánta hambre había en el carnivoro, un deseo que buscaba satisfacer en esa misma habitación .

¿Y quién era el para negarselo? 

Pina puso sus manos en los brazos del leopardo, en un inicio sintió que el carnivoro se estremecía al sentir sus dedos tocarlo de esa manera .

Las respiraciones comenzaron a chocar cuando estuvieron a tan solo unos pocos centímetros de que sus labios se junten; el ambiente empezaba a sentirse más caliente conforme el roce de sus cuerpos se profundiza .

Al carnero siempre le gusta empezar esto con un par de besos, nada que no pueda emocionar a un carnivoro como el simple roce del sabor de la boca de un herbívoro; prácticamente los vuelve locos por más .

Antes de que todo comience se preguntó si los labios de Okki tendrán sabor a carne, porque incluso con esa ducha que tomo hace tan solo unos minutos antes sigue estando ese olor nauseabundo de carne en el .

Cuando sus labios estuvieron por tocar los del carnivoro pudo sentir que esté lo alejaba con bastante fuerza, provocando que el carnero abriera sus ojos con confusión .

Lo primero que se encontró fue la mirada de disgusto que le estaba dedicando el leopardo, con cada arruga de su rostro mostrando un asco muy obvio .

— ¿Qué estás haciendo? — 
Agregado a eso su voz sonaba prácticamente igual a como se veía su rostro; en el fondo el herbívoro se dio cuenta de algo importante, hubo un muy pequeño tartamudeo en las palabras de Okki .

Eso solo hizo que toda esta situación confundiera aún más al carnero, quien solo ladeó la cabeza y levanto una ceja .
— ¿Besarte? — 

— ¡Estás loco, nada de besos! — 
Mostró sus colmillos, como si lo estuviera amenazando de arrancarle la cara si se atrevía a hacerlo de nuevo .
— Ugh — 

El carnero parpadeo perplejo .

— ¿Disculpa? — 

— No lo tomes a mal, eso es solo demasiado gay para mí — 

Eso solo dejo al carnero más confundido todavía .

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Toda la habitación entro en un silencio que no era precisamente agradable, el sonido del viento contra la ventana era apenas audible y no lograba llenar el vacío .

En el carnero seguía estando ese rostro lleno de confusión de antes, parecía estar procesando lo que acababa de escuchar; era casi como si pensara que se trata de algún tipo de broma .

— ¡No digo que eso tenga algo de malo! — 
El leopardo salto a la defensiva bastante rápido, casi similar a un tipo de instinto .
— Solo que yo nunca besaría a otro macho, ni soñando, la sola idea es demasiado desagradable — 

Pina podía jurar que estaba escuchando mal todas las palabras que estaba soltando esta bestia frente a el, simplemente no podía creer que esto sea algo real .

El mismo carnívoro que le había ofrecido un pequeño aventon por la carretera, que lo invito a pasar una noche con el en un hotel en medio del maldito desierto y que no le ha dejado de ver el culo desde que llegaron a este lugar .

¿Le está diciendo que recibir un beso de otro macho es muy gay? 

Había una camara oculta en algún lado .

El carnero hizo todo lo estuvo en su fuerza de voluntad para no estallar en carcajadas justo donde estaba; un tic apareció en su ojo por unos breves momentos .

— ¿Y follarme no es algo gay según tu? — 
No pudo resistir hacer esa pregunta, quizás desataba una irá en el leopardo pero tenía que hacerlo, incluso si era lo último que hacía .

— Eeh, no — 
Eso fue más sorprendente de lo Pina esperaba .
— Eso lo hacemos por puro placer, nada más, en un beso hay demasiado sentimiento, ¿Entiendes la diferencia? — 

Este imbecil le estaba tomando el pelo .

Solo asintió lentamente, fue lo suficientemente convincente para que el leopardo se viera menos alterado que antes, al menos eso era lo que dejó ver al volver a poner esa misma sonrisa de antes .

— ¿Dónde estábamos? — 
Sus manos bajaron agresivamente por la espalda del herbívoro, aplastando sus dedos en su carne para sentir su suavidad y el calor que emanaba el cuerpo de carnero .

— Antes de eso — 
El herbívoro mostró una sonrisa para después alejar las manos del carnivoro lejos de el de manera gentil .
— Necesito comprar algo en la gasolinera, creo que hay algunas cosas a las que les podemos sacar provecho está noche — 

Al principio Okki tenía un rostro lleno de confusión pero cuando escucho eso último sus orejas se levantaron con emoción, así que solo asintió .

— Perfecto, no tardaré demasiado — 
Acaricio el mentón del carnivoro, haciendo leves círculos pequeños con sus dedos .
— Nos vemos lindo — 

Le guiño el ojo antes de irse .

El leopardo mantuvo sus ojos en el cuerpo del carnero hasta que esté salió de la habitación, dando un portazo algo fuerte pero no le tomo mucha importancia .

Ahora se encontraba solo en esa habitación, podía esperar un rato por lo que solo se relajo en cabecera de la cama .

En su cabeza seguía pensando en que prácticamente se ganó la lotería con ese carnero, nunca antes había deseado tanto ver a un herbívoro sin ropa antes y la espera solo hacia que el dolor en sus pantalones aumente .

Se relamio los labios ante tales ideas llenas de obscenidades, ansiaba poner sus manos en cada parte de ese apetitoso cuerpo lo antes posible .

En la espera de su cena sus ojos exploraron el lugar, notando el polvo y suciedad en varias partes; no era algo que en verdad le importaba pero tenía que matar el tiempo de alguna manera .

Cuando su mirada paso por la mesita al lado del pasillo a la salida noto que la maleta del herbívoro cuyo nombre ni siquiera recuerda ya no se encontraba ahí .

Eso se le hizo extraño pero supuso que seguramente la guardo en alguna otra parte de la habitación .

El tic tac del reloj lleno el silencio del lugar durante un rato, hasta que tanto silencio comenzó a sentirse abrumante; junto a eso empezó la duda de dónde se encontraba el herbívoro .

Según recuerda salió hace más de 5 minutos y el no creía que en verdad se esté tardando tanto en comprar unas cuantas cosas en la gasolinera que está al lado del motel .

Todo esto comenzó a sentirse muy extraño .

Justo cuando puso un pie en el suelo para asegurarse de que el herbívoro siga haya afuera el fuerte sonido de una alarma hizo que sus orejas dolieran .

— ¿¡Qué carajo!? — 
Sus manos fueron a sus orejas para evitar ese molesto sonido, estaba por ver qué estaba pasando hasta que cayó en cuenta que esa no era una alarma cualquiera .

Era la alarma de su auto .

Cuando abrió la puerta de la habitación, una fuerte luz lo cego por completo e hizo que casi se cayera al suelo .

Le tomo varios segundos para caminar hacia su izquierda para poder ver mejor el panorama frente a el .

Las luces eran las de su auto .

Sus ojos se abrieron horrorizados al ver que cada una de las ventanas del auto estaban hechas pedazos; eso no fue lo que lo confundió más .

En el parabrisas estaba incrustado una lata de spray, en un costado del auto estaba escrito lo siguiente: 

“Maricon” 

El leopardo cayó de rodillas con la boca completamente abierta .

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Sus manos pasaron por sus mejillas en un intento de peinar su pelaje, el cual se encontraba un poco desordenado después de que el leopardo lo haya tocado .

Al cabo de unos cuantos segundos el carnero supuso que era suficiente por el momento; el solo recuerdo de los dedos de aquel carnivoro en su piel lo hacia estremecerse .

Lo bueno es que ya había salido de ahí antes de que llegara a mayores, tan solo imaginarse lo que le esperaba con ese “macho heterosexual” hacia que su almuerzo suba por su garganta .

Sus ojos se abrieron al escuchar un fuerte grito de horror a la distancia, eso formó una sonrisa en su rostro, acompañada de una suave risa .

Al parecer ya se había dado cuenta del pequeño regalo que le había dejado en su auto .

Lo único malo de todo esto es que no puede ver la cara del carnivoro, el carnero sabía que debía ser una extremadamente divertida pero era mejor estar lo más lejos posible de ese animal en estos momentos .

Con eso en mente se paró al lado de la carretera y levanto su pulgar, esperando pacientemente por cualquier señal de vida .

Mientras, su mirada viajo por todo el lugar viendo lo diferente que era durante la noche; prácticamente parecía que estaba en alguna película de terror bajo esa pequeña farola .

En cualquier momento podría salir algo de los arbustos para acabar con su vida y el nunca podría saberlo .

Eso no era una preocupación importante para el herbívoro que solo se encontraba bostezando .

Sin darse cuenta una camioneta que con solo verla podía contar los múltiples años que lleva en uso se detuvo justo a unos pocos centímetros de su ubicación .

Lentamente Pina se acercó al vehículo, dando leves toques en la ventana .

Bastante pronto la ventana de la camioneta bajo dando vista a lo que parecía ser una vieja hiena con un lindo sombrero de paja .

— ¿Qué hace un herbívoro por estos lugares tan tarde? — 
Tenía una mirada de preocupación similar a lo que pondría un padre por su hijo .

— Bueno, solo estaba siguiendo está carretera a pie — 
Se inclino un poco en la puerta, sintiendo el óxido bajo sus manos .

— ¿Necesitas que te lleven? — 

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🧄
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Los ronquidos que salen de su boca son fuertes y largos, posiblemente lleva un buen par de minutos así en esa cama que no era nada cómoda .

Aún así el carnero había encontrado la pose perfecta para simplemente caer dormido sin importarle el dolor que empezaba a aparecer en su espalda .

Ni siquiera parece querer levantarse ahora, un pequeño rio de saliva baja por su mejilla; en verdad esta totalmente rendido entre esas sábanas polvorientas .

Es hasta que un fuerte estruendo que se escucha no muy lejos de ahí que logran sacarlo de su sueño profundo, haciendo que se termine cayendo de la cama por el susto .

— ¡Carajo! —
Se levanta tan rápido como puede y sale corriendo de la habitación hacia la entrada principal para buscar que fue lo que pasó .

Cuando abre la puerta el sol mañanero lo deja completamente ciego y casi vuelve a caer de cara al suelo; solo se mantiene de pie por sostenerse al marco de la puerta .

En unos cuantos segundos puede hacer que sus ojos capten mejor lo que estás sucediendo a su alrededor, notando que en el porche se encuentra aquella hiena cargando un gran montón de leña .

Al parecer se había asustado por nada .

— Veo que ya despertaste chico, pensé que estarías tirado en esa vieja cama por el resto del día — 
Esa extraña risa sale de su boca después de decir eso, en cierto modo perturba al herbívoro .

— Ese era mi plan hasta que usted me hizo levantarme de la cama — 
Susurró a regañadientes mientras sacudía el polvo restante en su ropa .

Ahora mismo lleva puesto un overol azul marino junto a una camiseta de botones roja de cuello, el recuerda que encontró eso en los cajones de la cama donde pasa la noche y simplemente lo tomo prestado .

Combina con el lugar .

El carnero nunca antes había estado en una granja por lo que le tomo un tiempo estar acostumbrado a estar por ahí, aún sigue sin estar completamente adaptado pero al menos lo está intentando .

Su espalda le dolía después de esa caída pero no iba a ser una complicación realmente grave para el herbívoro, eso era lo que el esperaba .

Dio unos cuantos pasos para acercarse al montón de leña que había frente al porche, claro que el no tenía tanta fuerza como un carnivoro por lo cual solo tomo una pequeña cantidad y caminó detrás de la vieja hiena .

La cuál recuerda que se llama Toppio. Esta misma fue la que le ofreció hospedaje en su humilde hogar por un par de días, lo cuál fue bastante agradable para el herbívoro, quien aceptó sin pensarlo mucho .

Ahora solo tenía que ayudar con tareas domésticas del lugar y ya está, lo dejaron quedarse todo el tiempo que el quiera .

En tan solo unos momentos los dos están en el gran granero cerca de los matorales, donde dejan la leña en un lado para poder guardarla después .

Al dejar la leña en el suelo, sacude sus manos después de el pequeño trabajo que acababa de hacer; eso llama la atención del otro carnivoro del lugar .

Para ser más exactos se trataba del hijo de la vieja hiena, el cual parecía estar moviendo varias cosas viejas de la casa al granero .

Eso llama un poco la atención del carnero quien solo voltea a ver lo que está haciendo esa hiena, hay un poco de curiosidad en sus ojos .

Recibe un saludo por parte de aquel carnivoro, el cual lo devuelve con su mano. Aquella hiena parace seguir viéndolo mientras sigue moviendo un par de barriles .

Una sonrisa aparece en el rostro del herbívoro que se da la vuelta y camina hacia el exterior, apreciando el agradable clima que hacía ese día .

Aún siente los ojos con deseo que exploran su cuerpo detrás de el, es casi como si estuvieran penetrando su piel; un escalofrío recorre su espalda que hace que su pelaje se levante un poco .

Hay algo diferente a la forma en la que lo está mirando esa hiena, no es el típico hambre de un carnivoro; puede ser que esté paranoico pero uno nunca se debe confiar de los instintos de alguna bestia .

— ¿Hay algo que te guste por aquí? — 
Su voz sonó juguetona. Sus dedos pasaron por el pelaje de sus mejilla, jugando un poco para sentir un cosquilleo por su rostro .

No pasó mucho hasta que pudo sentir la presencia de aquella bestia justo a sus espaldas. No iba a negar que en el fondo sentía miedo de ser devorado ahí mismo .

Al menos podría intentar pelear, incluso si es un hecho que no tiene algún tipo de oportunidad contra un carnivoro de granja como la hiena .

— En realidad, nunca me había interesado un herbívoro, pero creo que ahora tengo una idea mucho más diferente — 
Una de las garras del carnivoro acaricio suavemente el hombro del carnero, sintiendo la suave piel que había debajo de su ropa .

— Nunca es tarde para descubrir y profundizar lo que te atrae — 
Encontró chistoso que le diga eso, quizás debería sentirse halagado de alguna manera por eso pero no genera ese sentimiento en el .

— No, nunca es demasiado tarde — 

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Las nubes cubren el cielo parcialmente, dando un ambiente lleno de tranquilidad que hace sentir que su rostro está más fresco que nunca .

El viento pasando por su pelaje se siente bien, lo ayuda para relajarse después de hacer tanto esfuerzo (Solo movió un poco de leña) .

En esa parte alejada de la granja puede ver el gran chatarrero que está cerca del lugar, donde hay todo tipo de basura que tendrá algún uso para algún futuro; justo después está la carretera .

La vista desde esa colina es agradable cuánto menos, sus ojos observan cada detalle con un notable brillo de admiración .

El césped en sus dedos lo hace sentir en otro lugar, uno que lo llena de calma .

A su lado se encuentra la hiena, cuyo nombre mencionó que era Max .

Ese era nombre de canino .

Una risa escapa de la boca del carnero y llama la atención del carnivoro. Muestra curiosidad por el herbívoro, como si nunca antes haya escuchado a alguno reír de esa manera .

— ¿Qué es tan gracioso? — 
Se acercó rebosonado curiosidad, su mirada demostraba una gran fijación por el herbívoro .

— No es nada, cosas mías — 
Puso sus ojos en blanco mientras una sonrisa se formaba en su rostro, aún pensando en lo anterior .

Cuando gira su cabeza se encuentra con que la hiena está más cerca ahora, no es algún tipo de queja pero lo toma por sorpresa; no había escuchado que se acercara así .

En esos grandes ojos encuentra un poco de devoción, puede notar que hay algo más grande en el fondo de sus pupilas cuando lo está mirando .

Hace que el carnero sienta curiosidad por la verdad que hay en ellos, no duda que esté carnivoro quiera algo con el pero se pregunta que puede llegar a ser .

— ¿Sucede algo? — 
Suavemente toca la entre ceja del carnivoro, en su toque hay diversión. Observa como la hiena sigue su dedo como la mirada .

— Solo estoy agradecido de que mi padre te haya encontrado — 
Sin previo aviso toma con algo de fuerza el brazo del herbívoro, acariciando su piel con una gentileza que hasta parece mentira que lo trate tan dulcemente .

— Oww, yo también lo estoy, un segundo más en la carretera y podría haber sido devorado — 

— Eso hubiera sido una enorme tragedia — 
La voz de este carnivoro era dulce, suave y hasta incluso un poco coqueta en cada palabra que dice .

— Estoy de acuerdo contigo, hubiera sido una tragedia — 
Sin ningún tipo de miedo por lo que pueda pasar pasos sus dedos por los fuertes brazos de la hiena .

Al poder sentirlo así de cerca podía confirmar que tenía el tipo de cuerpo que podrías esperar de alguien que se la vive todo el día haciendo trabajos pesados en una granja .

Quizás si lo suejetaba con más fuerza podría llegar a romper sus huesos sin ningún problema; muy aterrador sin duda alguna .

— ¿Cuánto tiempo te quedarás aquí? — 
Había una preocupación y terror bastante notorios en su voz cuando hizo esa pregunta .

— No lo se, nunca me quedo en un mismo lugar por mucho tiempo — 

— ¿Cuál es la razón de eso? — 

— Puedo sentir que no es el lugar que el destino quiere para mí — 

El silencio se hizo después de que dijo eso, solo teniendo las caricias de la hiena en su piel, aún manteniendo esa gentileza de antes .

Noto cuando el carnivoro bajo la mirada con un sentimiento que podía describir como disgusto o decepción .

— Quiero que te quedes aquí — 
Llevo su mano hacia la del carnero, casi a punto de juntar sus dedos .

— Eso es lindo — 
En su mirar encontraba un sentimiento cálido pero también había algo nuevo que comenzaba a aparecer en el fondo de todo esto .
— Pero no estoy seguro de que eso sea lo que yo quiero — 

— ¿Y por qué no? — 
Por unos pocos segundos su agarre se hizo más fuerte. Parecía estar intentando no dejar que su fuerza le ganará .

— Solo se que no es para mí, pero no tienes porque preocuparte por mi — 
Separó bruscamente su mano de la del carnivoro; llevándola a su mechón de pelaje y moviéndolo para hacer un gesto de confianza .
— Se que nada podrá con este hermoso rostro — 

El esperaba que Max entendiera su decisión, después de todo la hiena se veía como alguien realmente comprensivo con los demás .

Lástima que cuando volvió a mirarlo pudo ver que estaba mostrando sus colmillos. Un gruñido ronco salió de su garganta demostrando que no estaba contento con lo que estaba diciendo el carnero .

Pina se alejo un poco ante semejante cambio de actitud por su parte, el brillo en esos ojos había desaparecido y ahora solo había algo que podía ser similar a la irá .

— Si yo no quiero que te vayas, no puedes hacerlo — 
Se acercó mucho más al herbívoro, con unas obvias intensiones de sujetar su brazo de nuevo .

— ¡Wow, alto ahí! — 
Antes de que pudiera intentar algo se levantó del suelo lo más rápido que pudo y se alejo un poco de la hiena .

— ¡No puedes obligarme a quedarme aquí contigo! — 
Apenas terminó aquella frase el carnivoro volvió a gruñir como anteriormente .

— Así no funcionan las cosas, ten eso en consideración — 

Sin esperar mucho mas el carnero empezó a bajar la colina, volviendo a sentir la mirada del carnivoro quemar su espalda de una manera totalmente diferente a la vez anterior .

Esta vez solo había hambre y quizás un poco de obsesión. Eso fue suficiente para que apenas estuviera unos metros más abajo sus piernas lo hicieran correr de ahí lo más rápido que pudieran .

Tan pronto empezo a escapar de ahí pudo escuchar unos fuertes gruñidos detrás de el que solo hicieron que sus piernas se movieran mucho más rápido .

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— ¡Debí imaginar que esto pasaría! — 
El carnero corría entre montones de vieja chatarra, escuchando los fuertes golpes de aquel animal salvaje que lo está persiguiendo .

La ruta más rápido para llegar a la carretera era pasando por el chatarrero y ahora mismo es donde se encontraba, corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permiten .

Sus ojos apenas tienen un par de segundos para reaccionar en cada vuelta que da entre todas esas montañas de basura. La tierra que sale volando cada vez que da un paso hace que sus ojos ardan .

Para su suerte tiene bastante ventaja del carnivoro, al menos eso es lo que el piensa. En el fondo está rezando a quien sea que este viendo esto que no sea el lugar de su muerte .

Por lo menos le gustaría morir en un lugar agradable a la vista, no un basurero como este .

En una esquina casi termina chocando con lo que parece ser un viejo refrigerador, que termino tirando para bloquear el paso; siguió corriendo escuchando cada vez más cerca las fuertes pisadas que hacía la hiena detrás de el, junto a los estruendos que hace cuando aplasta la chatarra que hay a su paso .

Ni siquiera entiende del todo la razón del carnivoro para comportarse así, pero seguramente sea solo que está un poco loco; el también lo estaría si pasara toda su vida en una granja .

Al final de cuentas todos en este mundo tienen algún problema, algunos más que otros .

¡CRASH! 

Giró su cabeza al escuchar aquel ruido, dándose cuenta rápidamente que el carnivoro había lanzado el refrigerador a un par de metros de dónde el se encontraba .

En sus ojos pudo ver ese color rojo que a llegado a ver en algunos otros depredadores cuando están cazando a su presa. En efecto esto no era para nada bueno y no tenía mucho tiempo para salir de ahí .

Si todo eso no fuera suficiente al frente no había una salida, solo un pequeño hueco entre un montón de chatarra; solo tenía una opción, deslizarse por ahí o terminar siendo devorado por la hiena .

Una de esas opciones era definitivamente mejor que la otra por lo que tenía que poner toda su concentración en esto .

Solo tenía unos segundos para poder calcularlo bien. El tamaño era perfecto para su cuerpo delgado; con calcular bien el tiempo para esto todo estará bien .

Solo necesi- 

El fuerte sonido de la hiena detrás de el lo saco de sus pensamientos. Lo iba a hacer y era todo, no había tiempo para calcular esto; el destino iba a decidir ahora .

Cuando el carnero estuvo a tan solo unos pocos metros de aquel hueco se dejó caer al suelo deslizándose con su cuerpo por el suelo, levantando toda la tierra de ahí .

Al pasar por ahí abajo termino pateando un trozo de metal similar a un tubo; al final paso por ahí llegando al otro lado sin ningún rasguño, solo lleno de tierra .

Antes de poder volver a reaccionar escucho como la montaña de chatarra empezó a caer al suelo. Al parecer aquel tubo era lo que mantenía todo eso en pie .

Pudo ver frente a sus ojos como todo se derrumba. Al bajar la mirada puede ver que la hiena está corriendo a cuatro patas hacia el, estando ya por aquel hueco .

— ¡M-Mierda! — 
El herbívoro está por salir corriendo de nuevo hasta que justo en ese momento un montón de chatarra cae sobre la hiena, cubriendo enteramente al carnivoro .

Con un rostro lleno de sorpresa, el carnero se levanta del suelo aún incrédulo de que eso haya pasado. Por lo menos el se encuentra a salvo ahora .

Un suspiro de alivio sale de su boca y comienza a sacudir todo ese polvo y tierra que hay en su ropa .

Cuando termina eso no puede evitar acercarse al ahora derrumbado montón de chatarra con curiosidad, notando que en efecto, la hiena está totalmente enterrada ahora .

— Bueno, eso sí que es mala suerte — 

Justo cuando dijo eso una garra salió del montón de chatarra, siendo suficiente para que el carnero vuelva a salir corriendo de ahí .

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El sonido de la música ochentera llena todo ese lugar, dando una vibra un poco más colorida a lo que normalmente suele estar acostumbrado por estos sitios .

Los olores de la comida inundan cada parte de su olfato, haciendo que una leve sonrisa aparezca en su rostro; huele realmente delicioso, hace que su estómago sienta más apetito .

Se supone que su comida debería estar aquí en tan solo un par de minutos más. La espera se le está haciendo una eternidad pero por lo menos puede intuir que no estará nada mal .

Su mentón lo sostiene su mano mientras observa a cada cliente que hay en ese restaurante. Desde una parejita en la mesa del fondo hasta un canguro leyendo un periódico en la mesa a su lado .

En ese lugar parece haber todo tipo de bestias, se pregunta cómo es que cada uno de ellos llegaron a este punto, tan lejos .

Volvió a poner su mirada al frente, viendo con curiosidad a la bestia que había en frente; retomando su conversación anterior, aclarando su garganta .

— ¿Puedes tan siquiera creerlo?
Movió sus manos de manera expresiva, haciendo círculos y figuras extrañas mientras habla .
— Yo, ¿En una granja? — 

Se mofo de eso, soltando una risa bastante fuerte. En ese punto podría hasta sacar lágrimas de lo "divertido" que era aquella anécdota .

Estuvo unos segundos riendo hasta que sus pulmones no pudieron más y levanto la mirada al zorro en el asiento frente a el .

Quién no lo estaba mirando de hecho, molestando un poco al carnero; quien le dio una mirada de confusión .

— ¿Estabas hablando? — 
Levanto la vista de su celular, teniendo esa cara de desinterés que a los ojos de Pina era una de las más rancias que alguna vez haya podido llegar a ver .

— No — 
El herbívoro solo mostró un claro disgusto y quitó su mirada de aquel zorro, teniendo ahora una mirada de decepción; tomó un poco del pan que había en la mesa y se lo comió lentamente .

Esto estaba siendo una completa perdida de su tiempo, cada vez que le habla sobre algo a este individuo, este solo sale con la misma mierda de siempre .

Comienza a hartar al carnero en verdad .

En primer lugar, este zorro llegó con el hace un par de kilómetros y le ofreció su ayuda, luego lo invito a est restaurante ya que según las propias palabras del carnivoro; "Nunca había visto una bestia tan hermosa como el" .

Ahora que están en esta """cita""", este animal no le está poniendo ningun tipo de atención en lo absoluto. Pina ni siquiera tuvo la molestia de aprenderse su nombre, al final esto no trata sobre el zorro .

El carnero solo bramo molesto, esquivando la tonta mirada que tenía este individuo frente a el; si la comida no llegaba pronto estaba por hacer un escándalo .

Cómo si hubieran leído su mente el mesero llegó justo en ese momento y dejo sus respectivos platillos frente a cada uno .

Eso por lo menos pudo mejorar el humor del herbívoro por un momento. Miro su comida con una leve sonrisa .

Para el una ensalada templada de espárragos trigueros y huevo poché, para el zorro una hamburguesa de frijoles .

No tardó mucho en comenzar a poner su comida en su boca, sintiendo el sabor salado que tenían los espárragos; al final terminaron siendo ciertas sus sospechas sobre la comida de este sitio .

Con las manecillas del reloj moviéndose sin ningún tipo de ritmo a los ojos del carnero el tiempo paso más rápido de lo que en un principio parecía .

Al final el ya estaba por terminar su comida, en verdad esta había sido la cita más plana e insípida que alguna vez haya tenido, no hubo ningún tipo de comunicación o atención por parte del carnivoro .

Incluso cuando volvió a mirarlo solo lo encontró viendo su celular de nuevo, una vena comenzaría a palpitar en su frente a este paso .

Con un rostro lleno de aburrimiento el carnero se recostó en su asiento con la mirada perdida en el techo, ahora lo único que quedaba era esperar a salir de esta situación .

Lo único que puede destacar de esto es que la comida estaba bastante bien, para ser un restaurante en medio de la carretera en donde parece que están incumpliendo alguna norma de salud e higiene .

Entre todo su mar de aburrimiento el carnero pudo notar que había un pequeño disturbio afuera del local, tampoco es que fuera algo de su total importancia como para prestarle atención .

Sus ojos volvieron al zorro, quien ya había terminado su hamburguesa y no había dejado nada en su plato. Por lo menos parece que tienen algo en común, les gusta la comida de este sitio .

— ¿Vas a pagar? — 
Escuchar eso fue similar a que le estuvieran tirando una cubeta llena de agua en la cabeza .

— ¿Disculpa? — 
En el rostro del herbívoro se notaba que esto no era algo que se estuviera esperando, su boca por poco y se queda abierta de la sorpresa .

— ¿Pagar? — 
La forma en que lo dijo fue casi parecida a como si lo estuviera tomando por un tonto .

Esta bestia de verdad se creía tanto para decirle algo así, un tic nervioso apareció por un par de segundos en uno de los ojos del carnero .

Puso sus manos en su boca y dejo salir levemente un poco de aire para poder tomarse esto con la mayor calma que su cuerpo pudiera .

— ¿Vas a aportar algo tu? — 
Fue amable, sin ningún tipo de malicia en su voz, esperando una respuesta igual de honesta .

— No traje mi cartera — 

Eso fue en verdad malo .

Así que esté era el plan del zorro desde un inicio. Daba igual de cualquier modo y el en verdad no tenía ganas de lidiar con un carnivoro como el .

Sin mucho ánimo se levantó de su asiento para caminar hacia el mostrador, normalmente el mesero viene por la cuenta pero el ya quería irse de ese lugar de una maldita vez .

Detrás de el lo siguió el carnivoro, el suponía que era para asegurarse de que sea el quien pague lo que pidieron .

Si Pina pudiera, estaría insultando a éste animal en todas las maneras posibles que el se conozca .

Mientras el daba el dinero para pagar, en su cabeza se estaba comenzando a hacer una pequeñísima pregunta, una que recién comenzó a surgir por lo que acaba de pasar hace tan solo unos segundos antes .

El sabe que hay una manera de llamar a estos individuos, una que siempre se suele usar para estos incompetentes que no tienen idea de como funciona una relación .

El problema es que el carnero no recuerda con exactitud cuál era aquel nombre que suele usar para estás bestias .

Sin darse cuenta termina dando el dinero, no es una gran cantidad pero no se siente del todo correcto que el haya sido el que tenga que pagar por todo .

— Eso fue una buena comida, deberíamos repetirlo — 
Puso su mano en el hombro del carnero, como si fuera un tipo de agradecimiento .

El herbívoro pudo haberse vuelto loco ahí mismo pero no tenía caso, era mejor idea irse de ahí de una vez para poder estar lo más lejos de este individuo .

Dio unos pasos apresurados hacia la salida, escuchando al zorro detrás de el. Esto no podría haber salido peor .

Al parecer si puede. Al estar a tan solo unos segundos de abrir la puerta, un puma enmascarado abrió la puerta con fuerza, obligando al carnero a retroceder .

— ¡Las manos en alto! — 
No tardó mucho en sacar un arma de su cinturón, que apuntó directamente a la cabeza del carnero .

Hubo un gran revuelo en todo el lugar, varios gritos de terror se escucharán detras de Pina; quien ahora solo tenía una mueca en su rostro .

— Esto tiene que ser una broma... — 
Puso los ojos en blanco y levanto sus manos, el no quería problemas .

Escuchó un chillido detrás de el que no fue difícil averiguar que se trataba del zorro que se escondía con la cola entre las patas detrás del carnero .

El carnero podía sentir como estaba temblando como un cachorro asustado, en verdad era hilarante; un carnivoro actuando como una presa .

Por supuesto, además de un idiota este carnivoro es un completo cobarde .

— ¡Lo de valor a la bolsa! — 
Cortó la poca distancia que había con el carnero, teniendo su dedo a tan solo un poco de fuerza de presionar el gatillo .

— ¡El tiene todo! — 
Con fuerza el zorro empujó al herbívoro por la espalda, aprovechando ese pequeño momento para salir corriendo por la puerta dejando al carnero boquiabierto .

El puma también se veía confundido ante tal huida, por lo menos eso había servido como distracción; tan solo en esos pequeños segundos en donde no estuvo con la guardia alta recibió un martillazo en la cabeza .

El sonido del puma cayendo al suelo hizo que el escándalo del lugar se calmara de forma repentina .

— Siempre funciona — 
Con una leve sonrisa el carnero guardo el martillo oxidado metiendo el objeto en su camiseta .

Miro a los alrededores notando que todas las miradas estaban puestas en el. Al menos podrían agradecerle por salvar sus vidas de este criminal .

Volvió a mirar la puerta por dónde el zorro hace poco había salido, de verdad no podía creer que haya salido corriendo así sin más; aunque debió haberlo esperado .

Quizás ya estaba muy lejos de ahí de todos modos .

Espera, al ver por la ventana pudo verlo en el estacionamiento teniendo problemas para abrir la puerta de su auto. Solo rodó sus ojos ante tal vista .

Quizás la palabra que estaba buscando antes era, inútil .

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El sonido del agua moviéndose con el viento suele ser un tipo de música relajante para quien tiene la paciencia de prestarle suficiente atención .

Sus orejas captan el suave sonido de un par de peces moviendose bastante cerca, junto al aire fresco que mayormente suele sentirse al estar cerca de un lago .

En momentos como ese al carnero le gustaría sentarse en la orilla y disfrutar el agradable tiempo bajo la sombra de la copa de algún árbol, incluso nadar un poco sonaba como una idea tentadora .

Su pelaje se ve increíble mojado bajo la luz del sol, hace que el brillo que usualmente tiene sea más notorio para los ojos débiles de cualquiera .

Eso puede ver cuando cierra sus ojos por un breve instante. Todo termina hasta que la sensación del agua de su cintura para abajo comience a sentirse incómoda de nuevo y vuelve a abrir sus ojos .

Mirando por el parabrisas un par de nenúfares moviéndose con la brisa sobre el agua, una linda vista si olvida las circunstancias en las que se encuentran .

Un suspiro sale de su boca al volver a escuchar el sonido del motor del auto intentando ser encendido sin ningún éxito; el cual lo lleva escuchando desde hace unos minutos .

El carnero se pregunta cuántas veces más este tipo va a seguir intentando hacer que mágicamente el auto salga del lago .

— Deberíamos salir — 
Deja esa sugerencia al aire, esperando que en verdad lo escuché y dejen de estar perdiendo el tiempo haciendo eso de una vez .

— Solo un par de intentos más — 
En la forma en la que hablaba se notaba que en verdad tenía esperanza de que eso va a funcionar .

El carnero aguanto la necesidad de soltar un gemido de frustración y dejo caer su cabeza con fuerza en el asiento .

Al menos están vivos, tampoco es que sea una razón muy grande para estar alegre. En esos momentos el deseaba haberse desmayado ahí mismo para así no aguantar los intentos de este león .

Sabe que son animales persistentes pero en este punto ya se estaba volviendo ridículo .

Sigue sin poder creer que este carnivoro no sepa los conceptos básicos al estar al volante, pudieron haber tenido un accidente mucho mayor hace unos minutos atrás cuando se le olvidó encender las direccionales pero para su suerte el carnero tomo el volante a tiempo .

Claro que eso los hizo perder el control y terminaron en este lago. Por lo menos el agua era refrescante para poder mantenerlo calmado .

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Su ropa se está mojando más ahora y puede sentir que las hojas que flotan por ahí se están metiendo en su pantalón .

Caminar por el agua era la mejor opción que tenían ahora y el en verdad quería irse ya de ahí. El suelo era viscoso y sus zapatos se estaban quedando atrapados entre varias rocas en cada paso que intentaba dar .

El sonido de unos cuantos chapoteos detrás de el era lo que lo seguía motivando a continuar. Aquel león estaba justo detrás de el, con sus manos ocupadas cargando las cosas de su auto y la maleta del carnero .

El los metió en ese problema por lo que era bastante justo que fuera el quien cargará todo eso de camino a la orilla .

La cuál no estaba muy lejos de donde se encuentran ahora, aún así el herbívoro seguía bastante irritado por arruinar su ropa de esta manera .

Cuando el carnero llegó a la orilla de un solo salto se dejó caer en el césped, sintiendo como picaba en su piel pero era una sensación agradable .

Su ropa mojada y pesada era lo único que lo arruinaba todo, el sentía como se pegaba a todo su cuerpo lo cuál era bastante incómodo .

Dio un rápido vistazo hacia atrás, esperando ver junto a el al león con sus cosas; vaya sorpresa se llevó al ver que aún iba a mitad de camino .

Podía jurar que estaba justo detrás de el pero al parecer está moviéndose a paso de caracol, provocando un suspiro del herbívoro quien solo se sentó en el suelo viendo los árboles que había por ahí .

No se había dado cuenta de que el bioma había cambiado asi, en realidad no lleva la cuenta de cuánto a recorrido estos días pero en verdad no es algo importante .

Además todo lo que el necesita es no detenerse jamás, así siempre a sido y lo seguirá siendo por un largo tiempo .

El césped bajo sus dedos picaba, le hace sentir un sentimiento de tranquilidad por un momento, hasta que el sonido del agua hace que su mirada vea al león justo en la orilla .

Al parecer se había tropezado con algo y dejo caer todas las cosas en el suelo, todo se veía golpeado ahora, excepto su maleta que convenientemente cayó sobre una bolsa .

— Vaya, algunas de estas cosas en verdad son frágiles — 
Tomó una caja que ahora tenía un hoyo por debajo, dejando caer un par de bolsas con "hojas"  bastante llamativas .

— Mmmh, mejor guardar esto — 
Volvió a meter las bolsas en aquella caja, el no había visto nada .

— Ugh... — 
La voz del león se escuchaba cansada, poco a poco se fue arrastrando fuera del agua cuál gusano por la tierra .

En un par de centímetros estuvo al lado del carnero, con la cara en el suelo y murmurando un par de insultos, al menos eso era lo que el herbívoro podía captar .

Esta situación era estúpida, ahora estaban ahí mojados y un poco lejos de la carretera. No siempre quería buscar un culpable en estás cosas pero en esta ocasión era bastante obvio de quien era la culpa de que hayan terminado ahí .

Todo por el simple hecho de no tener ni idea de como funcionan las cosas en un auto, para agregar el sol se estaba ocultando en el horizonte poco a poco .

— Deberías llamar una grúa — 

— Perdí mi teléfono en el lago — 
No podía saber con cierta certeza pero en la voz del león había algo similar a un sollozo agudo .

Con incredulidad el herbívoro rodó sus ojos. Busco lentamente en sus bolsillos un par de segundos hasta darse cuenta de que estaban completamente vacíos .

Miro alrededor sorprendido al no encontrar su caja de cigarros; para llevarse la sorpresa de ver la caja flotar en el agua a unos cuantos metros de ahí .

Increíble, simplemente asombroso .

Poco a poco la luz del sol fue desapareciendo dando paso a la noche, donde el cielo comenzaba a llenarse de las lindas estrellas .

Era malo que se encuentren en la naturaleza sin algún tipo de refugio pero el herbívoro no tenía muchas ganas de hacer algo en esos momentos .

Sigue procesando la manera en la que había llegado aquí .

— ¿Sabes hacer una fogata? —
Preguntó con esperanza de que esté carnivoro tuviera algún tipo de conocimiento en supervivencia o algo por el estilo .

— Eeeh... — 

— Es todo — 

Tan rápido como dijo eso, el carnero se levantó del suelo, con la ropa mojada y pegada a su piel; tomo su maleta para poder irse de ahí .

Lo más viable era entrar al bosque y ver si ese iba a ser el lugar donde daría su último aliento, verdaderamente emocionante .

No escuchó ningún tipo de queja del león, solo pudo escucharlo susurrar que quería ir a casa con su “mami”, en eso volvió aquella pregunta que se había hecho hace unos días atrás .

Esa palabra, quizás era “Estupidos” .

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— ¿Y al final que paso? — 
En la punta de sus dedos tomo una galleta que había dentro de aquel pequeño tarro manteniendo su concentración en lo que decía el herbívoro .

— El solo dijo que no estaba buscando nada serio, tomé mis cosas y me fui de ahí — 

— Eso es más tranquilo de lo que suelen ser tus historias — 
Si el pavo real recordaba bien la última historia que escuchó del carnero fue una donde tuvo que escapar por la ventanilla de un baño para escapar de dos lobos que luego lo persiguieron en un carrito de golf .

— Aveces la vida es más simple — 
Levanto sus hombros ante eso, no es su mejor anécdota pero valía la pena contarla .

— Es un milagro que por una vez hayas tenido una casi relación normal con algún macho — 
Habló la mangosta, recostada en la alfombra masticando poco a poco su galleta .

— Ni yo me lo creo — 
Respondió de manera divertida, haciendo una exageración de sorpresa en su rostro .

Los dos herbívoros rieron ante eso, mientras que el carnivoro solo rodó los ojos por esa respuesta, tan Pina pensó el .

Los ojos de Kai viajaron por el lugar, viendo el descuido de limpieza en cada parte de aquella casa rodante. Los platos sucios en el fregadero y la ropa hecha bola en una esquina demostraba que efectivamente aquí vivía un carnivoro macho .

— ¿De dónde sacaste a este tipo? — 
Quizás se arrepentiría de preguntar por eso, no tenía tantas ganas de escuchar otra historia de Pina .

— ¿Eh? — 
Desvío su mirada del pavo real y miró por unos segundos para ver la cama en el fondo de la casa rodante. Justo ahí se encontraba el dueño, un extraño y maloliente coyote .
— Eso no es importante — 

La mangosta bufó por dicha respuesta. Seguramente era mucho mejor si el no sabía quién era o de donde había salido .

El grupo continuo hablando de cualquier tema que pudiera darles un poco de entretenimiento sin importarles mucho como pase el tiempo .

Era un momento relajante para el carnero, tener a dos amigos con el donde simplemente se tiran al suelo dejando que las palabras salgan de sus bocas casi como si fueran adolescentes de nuevo se siente bien .

Eso le recuerda que antes también solían hablar de chicos, involuntariamente mientras escuchaba a Kai hablar una sonrisa apareció en su rostro .

Recordar eso le daba un sentimiento de nostalgia y alegría. También era un lindo momento para recordar que siempre se burlaba de Kai cuando intento fingir que no le gustaban otros machos .

Las cosas fueron más obvias después de un tiempo pero hasta este día seguía causando gracias al carnero cada vez que recuerda la cara que tenía la mangosta ese día .

Aún así puede decir que les tiene aprecio a estos dos idiotas .

Nada podía arruinar este momento .

“Chink” 

Ese sonido hizo que los tres abrieran los ojos con sorpresa, no era un ruido que se escuche muy a menudo para ellos .

Lentamente cada uno de ellos giro su cabeza hacia atrás de la mangosta, siendo lo primero que vieron aquel coyote despierto ahora viéndolos con una furia que les penetraba el alma en sus ojos .

La parte más importante de esto es que en sus manos estaba sosteniendo con fuerza una gran escopeta que, estaba apuntando directamente hacia ellos .

Hubo unos segundos de silencio en los que ninguno hizo absolutamente nada y se quedaron con la mirada puesta en el carnivoro .

— Dijiste que conocías a este tipo — 

— Pense que ya estaba muerto para ser honesto — 

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Con el fuerte sonido del arma siendo disparado se podía escuchar también un par de risas bastante fuertes con un pequeño grito de terror en ese lugar .

Correr era la mejor opción que tuvo el grupo tan pronto aquel carnivoro había cargado su escopeta la cuál ya tenía el nombre de ellos en ella .

Cómo si todo estuviera en cámara lenta los dos herbívoros salieron corriendo de ahí, siendo rozados por solo un par de centímetros de las balas de la escopeta .

Los dos sostenían algo en sus brazos con fuerza, el pavo real teniendo en sus alas a la mangosta que se aferraba con fuerza a su pecho mientras gritaba de forma aguda y rogaba por su vida; en los del carnero estaba el tarro de galletas .

Por cada una de sus pisadas en la tierra y a gran nube de polvo salía volando detrás de ellos que por lo menos servía como distracción .

Aunque estuvieran corriendo por sus vidas en los rostro de los herbívoros se veía una claro diversión por toda esta situación, casi como si fuera algo que ambos hubieran esperado desde un principio .

El viento pasaba por sus rostros, haciendo que puedan sentir lo fresco que puede ser incluso en una situación como en la que se encuentran ahora .

Las presas siempre están listas para escapar en cuanto sientan la mínima señal de peligro, puede verse en como dejan atrás al coyote en tan solo unos cuantos segundos .

Poco a poco perdiendo de vista al carnivoro en la distancia. Aún manteniendo sus enormes sonrisas los dos se suben a un auto justo al lado de la carretera, que Dom no tarda en poner en marcha apenas puede .

Aranca el motor y salen de ahí con el corazón latiendo a mil por hora, olvidando el hecho de que ese pudo haber sido el final de todo, seguían riendo con sus respiraciones agitadas y entre cortadas .

En el retrovisor se veía la imagen del coyote apuntando su arma hacia el auto pero no parece tener algún tipo de éxito ya que después de eso tira su escopeta al suelo y comienza a hacer una rabieta ahí mismo .

Eso saca un risa del carnero y se deja recostar en el asiento mientras recupera algo de aliento, hacia tiempo que no corría así (Dos semanas) .

Miro con una gran sonrisa al otro herbívoro que estaba igual que el, solo que mantenía su mirada en el camino. Al final miro hacia abajo viendo que la mangosta seguía sosteniendose al cuerpo de Dom con bastante fuerza .

Tampoco parecía que lo quisiera soltar pero eso realmente no era relevante, al menos están vivos; también tenían el tarro de galletas, un ganar ganar .

Justo después de eso el carnero se acercó a la ventana y saco parte de su cuerpo afuera, sintiendo el viento cochar ferozmente contra su rostro, moviendo su pelaje a todas partes .

Eso lo hizo recordar que es lo que le gusta tanto de estar aquí, la adrenalina que pasa por todo su cuerpo y la manera en que su corazón late con fuerza contra su pecho lo hace sentir más vivo que nunca .

Saca sus brazos del auto y levanta la cabeza hacia arriba mientras suelta un fuerte grito hacia los 4 vientos para después volver a reír por todo lo que acababa de vivir .

El ama vivir .

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— ¿Dónde carajos se metió ahora? — 
Pateó con fuerza la puerta del baño descubriendo que nadie se encontraba ahí, solo un par de cosas tiradas en el suelo junto a una vieja bolsa con cajetillas y frascos de pastillas .

Para los ojos del carnero esas cosas eran más que simples pastillas, no se molestaría en comprobarlo y las dejaría ahí, el no le entraba a esas cosas .

En la habitación no había mucho donde buscar por lo que definitivamente no se encontraba por ahí, tan solo había salido a la tienda hace unos minutos y ya había perdido de vista a ese idiota .

En todo caso, el sabía que no debería estar muy lejos ya que sus cosas seguían en la cama y era evidente que nadie se iría así para dejar estás cosas atrás de manera tan fácil .

Lo único que le quedaba era salir de la habitación y empezar a buscar a aquel caimán por los alrededores, tiene que estar cerca después de todo .

Al abrir la puerta el frío aire de la noche lo vuelve a golpear, para su suerte su abrigo le ayuda para mantenerse cálido. Sus ojos buscan por el estacionamiento, donde no parece haber mucho .

Salvo una pantera de aspecto nervioso y tímida con ropa muy campesina junto a una nutria con una vestimenta totalmente contraria al otro carnivoro; ambos parecían estar bailando junto a un auto con una canción country en la radio .

Lindo a la vista pero no era lo que el buscaba. Continuo su camino por el lugar viendo las múltiples habitaciones a su derecha, ninguna llamando su atención para ser sincero .

Cuando estuvo cerca de dar la vuelta para buscar por la parte trasera del motel escuchó un par de sonidos bastante peculiares .

En un principio sonaba muy parecido a un tipo de forcejeo en donde estaban estrangulando a alguien con mucho fuerza, eso en definitiva era una mala señal que puso alerta al herbívoro .

Camino lentamente hacia la dirección de dónde provenían aquella ruidos y cuando estuvo a tan solo unos pocos centímetros de ver qué estaba sucediendo una gran figura apareció frente a sus ojos .

Cuando chocó con el no le fue difícil ver qué se trataba del caimán con un rostro lleno de terror y miedo, eso confundió bastante al carnero .

— ¿Q-Qué estás...? — 
No le dio tiempo a terminar la frase ya que el carnivoro salió corriendo muy rápido hacia la habitación que habían pagado .

No le tomó mucho al herbívoro para salir tras el caimán, quien cerró la puerta de un portazo y apenas Pina puso sus manos en la manecilla la puerta fue cerrada por dentro .

— ¡Hey! — 
Golpeó la puerta repetidas veces con su mano esperando algún tipo de respuesta o explicación de lo que estaba sucediendo en ese momento .

No recibió tal cosas y solo pudo escuchar como adentro tomaban y movían cosas, junto aún par de murmullos de pánico y terror .

Quizás hasta un par de sollozos muy ocultos tras el ruido que había dentro .

— ¿¡Qué está sucediendo ahí dentro!? — 
El carnero siguió golpeando la puerta a tal punto que el número de habitación que había colgado en ella terminó cayendo al suelo .

Para el carnero una simple puerta no lo iba a detener, puso sus brazos listos para derrirar está puerta; justo cuando estaba por embestir contra ella escucho el sonido de la ventana que daba vista a la parte trasera del lugar siendo abierta .

Eso significaba que esté animal estaba intentando escapar por ahí, eso no iba suceder mientras el carnero estuviera ahí también .

En tan solo unos segundos el herbívoro ya se encontraba en la parte trasera, buscando lo más rápido que pudiera con sus ojos hacia donde se había escapado el caimán .

Grata fue su sorpresa al ver que el carnivoro se encontraba derribado en el suelo, recibiendo un par de patadas por un gran oso a su lado .

Esto no era lo que el herbívoro estaba esperando pero si tenía que enfrentarse a un carnivoro de su tipo el estaba dispuesto a hacerlo sin problema .

— ¿¡Y este quien rayos es!? — 
Antes que nada, primero tenía que reprochar todo lo que estaba pasando al caimán tirado en el piso .

El oso se giró para verlo sorprendido, no estaba enterado de que había alguien más con el caimán pero si se trataba de un herbívoro entonces no había demasiadas complicaciones .

Un leve quejido salió de la boca del reptil tan pronto escuchó la voz de Pina, quizás era un tipo de advertencia o explicación pero era prácticamente imposible de entender .

— Lo mismo debería preguntar — 
Levantó las mangas de su camiseta preparado para darle un buen golpe al herbívoro, uno cuál estaba seguro que dejaría en el suelo al carnero bastante rápido .

— Eso no importa, ¿Qué carajos está pasando aquí? — 
Estaba exigiendo una respuesta clara y no se iría de ahí hasta obtenerla, incluso si estaba lidiando con un oso que posiblemente mida más de dos metros .

— Estoy cobrando la mercancía que esté imbecil no a terminado de pagar — 

Eso tenía más sentido, le daba una explicación a las pastillas que había encontrado en el baño y ahora le quedó más que claro que no se trataba de pastillas normales .

Rodó los ojos ante tal información, esto solo podía suceder cuando se trata de el; sin importar que, tiende a encontrar a los machos más raros del planeta entero .

— Puedes llevarte tu droga y dejarlo en paz, solo entra a la habitación y busca el baño — 
Quizás no era lo que el tenía en mente pero era la forma más fácil que tenía de deshacerse de este oso .

Parecía que el carnivoro lo pensó por un segundo pero luego se puso en una pose que demostraba que estaba por abalanzarse sobre el carnero .

Segundos antes de eso un gemido de dolor captó la atención de ellos dos, quienes voltearon hacia atrás viendo como el caimán se arrastraba por el suelo intentando escapar de ahí .

Eso hizo que el herbívoro pusiera los ojos en blanco. Segundos después de la bolsa que tenía el caimán en su brazo se salieron bastantes cosas que supuso que eran del reptil .

Eso hasta que una camiseta, una cartera y una caja de cigarros cayeron también. El herbívoro reviso sus bolsillos al instante notando que efectivamente eran sus cosas .

— ¿¡Estás bromeando!? — 

Sin tardar mucho más, Pina se acercó al caimán y con toda la fuerza que tenía le dio una patada en el estómago, recibiendo un gemido de dolor por parte del carnivoro .

Siguió así durante un tiempo más, insultando de mil maneras al carnivoro. El oso solo miro la escena con un rostro lleno de confusión y decidió simplemente no meterse en los asuntos de ellos dando unos cuantos pasos hacia atrás .

Durante un poco más el sonido de los aullidos de dolor del caimán fueron lo que llenaron el silencio de esta estrellada y brillante noche .

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— ¡Ve a la maldita izquierda! — 
Por más que intentará tomar el volante las garras del doberman no dejaban de volver a alejarlo .

— ¡Ya te dije que se lo que hago! —
En tan solo unos segundos después de decir eso dio una vuelta pasando cerca de otros dos autos a una velocidad considerablemente peligrosa .

— ¡Fíjate por dónde vas! — 
Reclamó de nuevo el carnero, en sus ojos se notaba el estrés que estaba acumulando por esto. Justo al ver al retrovisor pudo ver la misma camioneta de antes yendo detrás de ellos a una velocidad igual de peligrosa .

Prácticamente les están pisando los talones. Aún así el herbívoro intento mantener la calma, tenía que mantenerse lo más concentrado posible para poder salir de esta peculiar situación .

En un principio, retrocediendo tan solo unos 30 minutos estaba teniendo una agradable tarde en un pequeño bar, disfrutando un tiempo para relajarse de todo el mundo .

Llega este canino que le ofrece un trago y acepta, hablan durante unos cuantos minutos para que luego a este idiota se le ocurriera provocar a lo que parecía ser un grupo callejero o algo por el estilo .

Ahora lo tiene aquí con el, en su apestosa camioneta escapando de estos tipos que quieren sus cuernos como decoración para una pared, simplemente asombroso .

El repentino derrape en una curva de la autopista lo hizo salir de su cabeza al darse un fuerte golpe en la cabeza contra el cristal .

Miro con enojo al perro al volante quien se veía extremadamente asustado y nervioso; era gracioso verlo así porque no hace mucho había decidido empezar una pelea con los locos que los están siguiendo como si nada .

Este perro tenía la suerte de verse bien, de lo contrario ya lo hubiera tirado de la camioneta a la fuerza .

El sonido de armas de fuego hace que los dos observen por un segundo hacia atrás, observando que efectivamente están siendo atacados con diferentes armas, esto solo provoca que el pánico aumente en el doberman quien empieza a temblar y mover sin control la camioneta cada vez que escucha un disparo .

— Con que asi quieren jugar... — 
El carnero aprieta su puño, da un rápido vistazo al canino a su lado y solo reafirma que está muriéndose del miedo en esos momentos .

No hay tiempo para pensar en eso y busca rápidamente su maleta a sus pies, al abrirla pone una gran sonrisa y saca de ella un subfusil con un cartucho de munición .

— ¿¡TIENES UN ARMA EN TU MALETA!? — 
El rostro del canino esta lleno de terror al ver el arma en las manos del carnero .

— Por supuesto, no me provoques cariño — 
Bromea en una situación así apuntando un poco hacia el doberman quien suelta un chillido demasiado agudo .

El herbívoro lo mira con cierta confusión pero no le toma más importancia. Segundos después saca parte de su cuerpo por la ventana, hace tiempo no usa una de estas; se pregunta si aún tiene buena puntería .

Mientras comienza una batalla de fuego entre los dos automóviles, el canino esta paralizado del miedo en su asiento intentando seguir por la autopista esquivando todos lo autos que se ponen en el camino .

El puede sentir que todo esto hace que su corazón latiera con rapidez y golpe su pecho de forma continua, el quería sentir eso por amor; no por temer por su propia vida de esta forma .

Luego estaba este herbívoro, que cuando lo vio pensó que se veía demasiado atractivo y ahora resulta que es un loco con un arma de fuego en esa maleta que parece llevar a todas partes .

Estaba por desmayarse ahí mismo .

Al menos hasta que después de tantos disparos de aquí a allá, escuchó al herbívoro insultar junto a una risa que en otro situación pudo haber encontrado encantadora o prepotente, no importaba mucho cuál de las dos fuera .

Todo para que segundos después justo a su lado pasará el auto que los estaba persiguiendo pero ahora estaba de cabeza y tenía un sin fin de hoyos por todas partes .

Al moverse así por el concreto una gran cantidad de chispas y asfalto salían volando en el aire .

El canino ahora tenía un rostro de sorpresa al ver que el carnero había hecho eso en tan solo unos cuantos segundos, en verdad estaba asustado de lo que esté herbívoro podía hacer .

Solo siguió conduciendo .

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El sol comenzaba a ocultarse, las tonalidades naranjas y rojas que comenzaron a formarse en el cielo eran lindas a la vista .

Con una música de jazz en la radio el ambiente se sentía menos tenso, al menos así era para el carnero quien se recostó cómodamente en el asiento, descansando después de tanta acción .

En el asiento del conductor aún se encontraba aquel doberman, incapaz de mirar hacia el herbívoro a su lado, temiendo de lo que podría llegar a sucederle si llega a decir o hacer algo que moleste al carnero .

Ya hace un par de horas que habían dejado la autopista y estaban en una carretera que no se le hacía muy conocida al perro donde solo había un bioma desértico que parecía no tener ningún tipo de fin  .

Eso en verdad molesto al canino quien en verdad quería dejar al herbívoro en la primera gasolinera que viera y escapar lo más pronto posible .

Le parecía imposible que hasta ahora no haya visto ningún lugar para hacerlo, prácticamente se estaba volviendo loco intentando disimular que no está muerto de miedo .

Sus manos se sujetaban con una increíble fuerza al volante .

— Es raro que esta carretera parezca no tener un final — 
Era casi como si este herbívoro le estuviera leyendo la mente, no ayudo en absoluto para que se sintiera menos asustado .

— ... — 
No se atrevió a decir nada, no lo haría sabiendo que en esa maleta en las piernas del carnero había un arma .

— Quizás todos estamos en una carretera. Algunos buscan un lugar al que llegar, otros quizás estén buscando a alguien. Incluso a si mismos — 

El sonido de la música en la radio fue lo único que quedó después de que el herbívoro haya dicho eso, no estaba dando un ambiente menos extraño a este situación .

— ¿Alguna vez has sentido eso? — 
Preguntó con algo de curiosidad, teniendo su vista fija en el camino, casi como si estuviera analizando el pasado, tal vez solo estaba pensando en lo que lo ha llevado hasta aquí .

— No —
Esto fue suficiente para el carnívoro. Detuvo el auto bruscamente haciendo que el carnero se golpeara la cara contra el parabrisas .

En el rostro del canino se veía lo harto que ya estaba de esto, quitó el seguro de la puerta del copiloto y gruño con molestia .

Segundos después el carnero recobro su postura anterior, mirando a todos lados con confusión se encontró con ese rostro del carnivoro y fue suficiente para entender que lo quería fuera en ese mismo instante .

Apenas sus pies tocaron la tierra la puerta del copiloto fue cerrada de manera brusca frente a el, un poco exagerado si le preguntaba a el .

Pina observo como el auto se alejaba con mucha velocidad de ahí, dejando una gran cantidad de tierra y humo volando por todas partes .

— Una lástima — 
Saco de sus bolsillos unas viejas pinzas, ahora se preguntaba cuándo es que se daría cuenta que ya no tenía frenos .

Dejo su maleta cerca suyo, sus manos arreglaron su pelaje por unos cuantos segundos, la verdadera tragedia era que hace tiempo no tiene una ducha con algún buen shampoo de calidad .

Al menos pudo haberlo dejado más cerca de algún establecimiento, que inmaduro de su parte el haberlo dejado a su suerte en un lugar así .

Una pequeña risa escapó del herbívoro al pensar eso. Dando los últimos toques a su apariencia volvió a tomar un énfasis en la palabra “inmaduro” .

La palabra que estaba buscando antes encajaba muy bien con esa; también les gusta decirles “Car-niños”, esa era una buena descripción .

Posiblemente el tenía algo de culpa al juntarse con los machos que son esa palabra en bestia e instintos ¿Acaso pueden culparlo? 

A el le gusta que sus machos sean unos totales incompetentes, simplemente hay una atractivo en esos cerebros pequeños que tienen y cuerpos grandes que le resulta llamativo .

Esa tiene que ser la conexión entre todos ellos, la forma en la que actúan y parece como si todavía necesitaran que sus madres hagan todo por ellos .

Con el pulgar hacia arriba siguió pensando en eso, recordando todo lo que a vívido en lo que podría llamarse la carretera de su vida y cada persona con la que se ha encontrado en ella .

Había mucho que contar pero no estaba tan seguro de si en verdad habría algo más profundo en ello o simplemente era algo que podría darle una razón para reír en un futuro y nada más .

Pensar tanto hacia que su cabeza diera vueltas. El sonido de una bocina lo saca de su cabeza, no se había percatado del auto frente a el .

Ni siquiera tiene que tocar la ventana, la puerta se abre lentamente dando vista a un joven golden retriver que se ve de su edad. Esa sonrisa tímida y nervios lo hacen ver lindo, pero eso es normal en los caninos de su especie; muy buenos para el .

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Desde que entró a ese auto supo que habría algo muy diferente en este viaje, no podía decir si era algo que le daba buenas vibras o hacia que sosteneira con fuerza su maleta por cualquier cosa .

Solo sabía que ahí había algo que subía lentamente por su espalda, dándole un par de escalofríos que ni con el peor carnivoro en el planeta pueda darle .

Sus ojos se mantenían alerta de cualquier movimiento extraño que pudiera tener este perro en mente, por más inocente y pura que se viera ese dulce rostro el no estaba confiando del todo .

Todo eso de la carita de perrito, el atuendo de niño bueno y la música pop chiclosa en la radio simplemente no era típica, al menos para sus estándares .

Quizas estaba leyendo sus pensamientos en ese momento .

— Te ves tenso — 
En su tono de voz había una suavidad que increíblemente hacia que se sintiera más tranquilo ahora, tal vez solo está exagerando demasiado con sus prejuicios .
— ¿Necesitas algo? — 

El canino le ofreció una botella de agua, no fue muy difícil para el carnero aceptarla; en verdad su garganta lo necesitaba .

Una sonrisa se forma en el rostro del perro al ver lo desesperado que estaba el herbívoro por refrescar su garganta. Desde un principio quería ofrecerle un poco, se veía que lo necesitaba .

— Si me permites preguntar — 
Esperó un par de segundos analizando la expresión del carnero, obteniendo un si que empezo como uno confuso .

— ¿Qué hace un herbívoro por un lugar como este? — 
Podía notarse la genuina curiosidad en su voz; tampoco quería sonar tan intrusivo con eso .

— Me gusta viajar, ya sabes. Ir por ahí, conocer todo tipo de bestias — 
Esa era la primera respuesta que llegó a su mente y la cuál el pensaba que era la correcta .

— Si, conozco sobre eso — 
Con los ojos puestos en el camino de alguna forma su sonrisa se amplio más .
— ¿Cuántas bestias interesantes has conocido? — 

No se sentía invasora su pregunta, más bien era como un pellizco agradable en su mejilla, dejando una sensación cosquilleo en sus hombros .

— Se puede decir que si, en este camino hay todo tipo de animales. Unos más agradables que otros, por supuesto — 

— Eso puedo imaginarlo — 
Una risa escapó de su boca al pensar en cada tipo de animal con la que esté herbívoro se a llegado a encontrar en estos lugares .

Durante un tiempo relativamente corto pero se sintió como extensos minutos que nunca acababan, hubo cero palabras por parte de los dos; solo apreciando el camino que había delante .

De nuevo parecía que la carretera no tenía algún tipo de final, simplemente seguía y seguía .

— ¿Es divertido? — 
Una chispa de intriga aprecio en sus pupilas, dando un rápido vistazo al carnero; a quien dejó ciertamente confundido .

— ¿De qué hablas? — 

— Seguir, conocer, aprender — 
Ahora había un suave tono de emoción en la forma en la que decía cada una de esas palabras .
— ¿Es divertido todo lo que has llegado a vivir por aquí? — 

En la realidad esa era solo una pregunta simple que no trataba de ocultar algo más al fondo, que buscaba entrar bajo su piel y sentir cada parte de el mismo .

Aún así se sintió más personal de lo que originalmente era. Al principio el carnero tenía pensado responder que dependía de la situación pero tampoco era la respuesta que a él le gustaría escuchar salir de su boca .

Claro que era divertido, podría pasar horas contando cada cosa que ha vívido pero eso sería demasiado largo, incluso para escribirlo en miles de palabras .

Solo era que ahora había una pequeña duda que comenzaba a crecer lentamente en su cabeza, quizás lleva ahí desde hace un tiempo pero es hasta ahora que puede tocar más el tema, viendo la interminable carretera que se pregunta hacia donde es que está yendo .

Quizas lo divertido era que no tenía alguna idea de eso y simplemente disfrutaba sin importarle mucho lo que pase después .

— No tienes que responder — 
Entendía fácilmente que el carnero estaba pasando por una cuestión mental con solo ver la expresión que tenía .

Eso era mejor .

El sonido de la música pop en la radio lleno la falta de palabras entre los dos. En los ojos del carnero hubo un poco de preocupación luego se volvió confusión al querer mirar hacia atrás .

Había un tipo de cortina que no lo dejaba ver a los asientos de la parte trasera, no hizo preguntas al respecto de todos modos .

— ¿A dónde es que te diriges? —
Eso era algo que había olvidado preguntar, solo había subido al herbívoro al auto y ni siquiera sabía cuál era su destino .

— ... — 
Eso tomo por sorpresa al carnero, este perro estaba haciendo las peores preguntas posibles en ese momento .

— ¿No lo sabes? — 
Por un momento hubo confusión en su rostro pero luego se transformó en una sonrisa más empática .
— Es normal que no lo sepas, nadie en verdad debe saberlo — 

— Pero al final, todo termina y llegamos a ese lugar en el que debemos estar sin siquiera saberlo — 

¿Esto era algún tipo de lección que debía aprender? 

El pasa .

— ¿¡QUÉ ESTAS HACIENDO!? — 
Antes de siquiera poder hacer nada, el herbívoro ya había abierto la puerta y saltado del auto en movimiento .

El canino miro con pánico el espejo, viendo que el herbívoro estaba rodando por la carretera hasta quedar quieto; al menos no se veía tan herido .

Por un momento pensó en volver para ver si se encontraba bien pero quizás eso no era lo que el carnero quería, no iba a meterse con esa decisión; por más loca e imprudente que haya sido .

Mordió su labio inferior, sacudió su cabeza para solo soltar una pequeña risa nerviosa, en definitiva está carretera está lleno de todo tipo de bestias .

— ¿Jack, que es todo ese ruido? — 
La cabeza de un perro albino se asomó levemente por las cortinas. Su voz sonaba como si acabará de despertarse .

— No es nada, puedes volver a dormir con los demás — 
No había razón para molestarlo con algo que de todos modos sería muy extraño de explicar .

Observó al canino solo asentir levemente y volver con los demás para recostarse y descansar, casi todo el viaje han estado durmiendo .

Eso saco una pequeña risa a Jack .

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Después de rodar por la carretera su ropa había sido cubierta totalmente de tierra y suciedad. Nada agradable pero al final era una consecuencia de sus acciones, no había nada que pudiera hacer ahora .

Sus manos sacudían la tierra que había en su ropa, aún así no parecía ser de mucha ayuda. Tan solo unos segundos después termino por rendirse y levantarse del suelo de una vez .

Analizo el lugar donde estaba, confirmando que es ese mismo lugar desértico de antes con flora seca y muerta .