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Language:
Español
Stats:
Published:
2025-04-13
Updated:
2025-08-01
Words:
166,498
Chapters:
14/?
Comments:
9
Kudos:
34
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9
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2,307

My Hero Academia - New Way

Summary:

Ser un héroe es una labor complicada, a decir verdad.

Sin embargo, eso nunca fue impedimento para Midoriya quien, incluso sin un 《Quirk》, quería abrirse paso para ser un gran héroe.

Aunque, claro, el mundo no le dejaría cumplir ese sueño sin un par de sacrificios, cambios y muchas otras cosas más.

Y un regalo del cielo, cambió su destino. Aunque, más bien, desencadenó su infierno mental y personal. En todos los sentidos habidos y por haber.

[ Sí, no voy a pasarlo en inglés. Flojera ].
[ But if you want to use the translator to read it, do it, it doesn't bother me ].
[ We now have an English translation! Link: https://archiveofourown.to/works/65977396/chapters/169991866 ].

Notes:

Pues, hola a todos, supongo. Ya tengo experiencia en esto, aunque me sigue dando bastante vergüenza, a decir verdad.

Sin embargo, eso no quita el hecho de que me guste hacer lo que hago y me divierta. Empezaré diciendo que esta historia será, mínimamente, larga. Cocino a fuego muy lento, y puede ser que me quede enrollado en algunas tramas porque soy un poco detallista en ese aspecto.

De todos modos, escribo capítulos extensos (en algunas veces), así que no se sorprendan de si pasamos de 4.000 palabras a 10.000. Me pasa de vez en cuando.

No importa. ¡Espero que lean y disfruten!

[ Y es probable de que tenga un par de errores con las comas y los puntos. Los uso bien, pero, algunas veces, me desvío y no las reviso adecuadamente ].

Chapter 1: Prólogo: New Way

Summary:

Con flojera, y con un gran sueño, Izuku tiene que despertar gracias a la insistencia de su hermana. Aunque tiene pensamientos sobre su actualidad, da igual, la escuela era importante, ¿no?

Chapter Text

 


Los edificios parecían estar envueltos en llamas, dándoles a todos un abrazo cálido, donde la piel se fundía con el cemento de las estructuras y todo el suelo. El humo parecía ser un reemplazo de las nubes y el cielo, ahogando todo con una oscuridad inaudita, siendo acompañado por la tenue coloración anaranjada y sensación chispeante del calor acercándose a los poros de su piel. Toda la destrucción causada iba y venía, y las sirenas empezaron a agolparse un tono en el cielo, variando entra el rojizo y lo azulado. Más pronto que tarde, los helicópteros se unieron, con sus focos brillantes alumbrando todo lo posible por el lugar en busca de heridos.

Sin embargo, no eran los únicos que se preocupaban por la protección de la ciudadanía. Entre los edificios, si agudizabas la vista, podías ver a diferentes siluetas saltando entre los tejados para buscar supervivientes. Pero, aunque un poco de ayuda extra nunca venía mal, todo puede pasar cuando el mundo se sume en una especie de crisis.

Las rocas y escombros salen de encima de un joven. Su traje estaba arruinado por la mayor parte, y sangre salía por su cabeza. Frunció el ceño, pasando un dedo por encima de su herida, dejando que el líquido rojizo se impregnara en su dedo y parara la zona afectada. Se estiró la espalda, provocando que un crujido saliera, haciendo bufar de molestar.

“En serio, ese tipo golpea más de lo que esperaba”, expresó el joven, mientras su melena verdosa se meneaba por un viento que, mínimamente, calmaba el lugar.

Alzó la mirada, para ver a una silueta allí parada, causante de su dolor actual de espalda, lo que lo hizo sonreír de manera brillante. Sus ropas fueron desgarradas por la intensa batalla que han estado librando por un par de horas, pero eso no importaba. Después de todo, los ciudadanos fueron evacuados por un tiempo. Entonces, ¿qué le impedía contenerse?

“Eres más débil de lo que suponías”, se rio el sujeto, con su presencia tapada por la inmensa nube de destrucción y caos que se alzaba en la ciudad, “¿Deberíamos de terminar esto? No vales mi tiempo”. Su 《Quirk》era poderoso, lo sabía…

Pero el suyo lo era más.

Flexionó sus piernas, mientras que sus piernas dolían ante la sensación pesada que era activar su 《Quirk》, pero no le importaba en lo más mínimo. Después de todo, ¿de qué valía sentir dolor si no había ninguna recompensa de por medio? Al peliverde le importaba la seguridad de la gente. Proteger su bienestar, hacerlos sonreír para que olviden el mínimo atisbo de dolor, pánico y miedo que sentían y, sobre todo, decirles que estaba ahí para ellos, para que no se sientan inseguros o desprotegidos.

Justo como él.

Cuando saltó, el polvo debajo de las suelas de sus zapatos se alzó con la fuerza del suelo. Estiró su puño hacia atrás, con la suficiente potencia y evidencia de querer darle un puñetazo tan poderoso que lo derrotara en ese mismo instante. Aunque su figura era invisible para él en ese momento, sentía que, si fracasaba en este momento, se arrepentiría toda su vida. Su puño, cerrado y cercano a su rostro, se acercó cada vez más hasta qué…


¡DESPIERTA YA! ”, la voz molesta de una mujer lo hizo reventar su burbuja imaginaria, cuando una sensación se marcaba en su estómago. Abró los ojos con dolor, cuando un golpe con la almohada lo despertó. En serio, ¿esa cosa tenía un ladrillo en su interior o algo así? Nunca lo sabría. “Dios, hermanito, eres un dormilón compulsivo”, la chica susspiró, rascándose la nuca con un poco de diversión en su tono.

El chico, despertado a la fuerza, dejo escapar un gruñido de molestia ante el abrupto momento en el que lo despertaron de su sueño más hermoso: él siendo un héroe y vencer a un gran villano, justo como All Might, su ídolo. Sentándose en su colchón, con sábanas desparramadas por todos los lados, dejó escapar un bostezo largo y pronunciado. Su cabellera verde desorganizada lo hacía destacar, al igual que un par de pecas en sus dos mejillas. Sus ojos, al igual que su cabello, era una especie de tono verdoso hermoso similar al color de la copa de los árboles. Unas pequeñas lágrimas se asomaron por sus cuencas al bostezar.

“Buenos días, hermana”, dijo con deseo al empezar un nuevo día. Aún tenía su pijama de All Might puesto donde una sonrisa marcada se dejaba deslumbrar, pero no le importaba en lo más mínimo en ese momento. Después de todo, quería dormir un poco más.

Nombre : Midoriya Izuku》

Ocupación : Estudiante de Aldera 》Quirk : Ninguno 》

 

“En serio, Izu-chan, ¿no puedes descansar tus ocho horas diarias en vez de diez?”, preguntó con desgano la joven a su costado, cruzada de brazos con la almohada, siendo la causante de su despertar. Odiaba esa cosa.


Su cabello era una tonalidad más oscura que la suya, pero la tonalidad verde seguía presente en su ser, tanto en su mirada como su cabello, que estaba atada en una cola de caballo que bajaba como una pequeña cascada detrás de su cabeza. Por raro que parezca, parecía ser que Izuku Midoriya era el único de los dos hermanos que tenía pecas en las mejillas. Ella, en cambio, tenía un pequeño lunar debajo de su ojo derecho en todo momento. La vestimenta de la academia 《Aldera》 estaba puesta en total perfección, aunque estaba un poco chamuscado por las muñecas de la misma.

Izuku la observó, notando la mirada severa y autoritaria en sus ojos, lo que lo hizo temblar, “L-Lo siento, es que había una entrevista de H-Hound Dog y no podía perdérmela”, expresó, con el nerviosismo aumentando y consumiendo todo su ser. La joven suspiró, rascando el entrecejo.

“Bueno, te la dejaré pasar… Luego, ¿podrías pasarme la entrevista? Quiero verla también”, una pequeña sonrisa se escondía entre esa mirada dura, también siendo una fanática empedernida de los héroes en toda su vida. “Ah, por cierto, la volví a cagar en la cocina”, vio sus mangas de la academia chamuscadas.

Nombre : Izumi Midoriya 》.
Ocupación : Estudiante de Aldera 》.
Quirk : Piroquinesis; permite al usuario generar, manipular y controlar fuego a voluntad. El calor emana desde un “núcleo” interno en su cuerpo, lo que le permite crear llamas sin necesidad de una fuente externa. Cuanto más se intensifica su estado emocional, más poderosas e inestables se vuelven sus llamas. ¡Eso sí, alejen a esta tipa de la cocina! 》.


“… ¿Incendiaste la cocina otra vez?”, preguntó, haciéndose una idea. La chica se encogió con vergüenza en su rostro.

“¡M-Me molestaba porque no encendía el horno y…!”, suspiró, calmando su molestia y apagando las llamas que se prendían en su cabello de a pocos, “y puede ser que haya quemado un poco la cocina con mi 《Quirk》 porque el encendedor se estropeó”, admitió. Izuku Midoriya suspiró, viendo su despertador.

Era temprano por la mañana, pero tenía dos horas para prepararse. Hoy entraban bastante más tarde, a decir verdad, así que decidió darse un pequeño descanso más que merecido y ver una entrevista del héroe profesional Hound Dog. Sin embargo, ahí estaba su hermana, Izumi, más que preparada y lista para asistir aun cuando la escuela estaba completamente inhabitada por la gente común y corriente.

… ¿Él era común y corriente? No, no. Le prometió a su madre dejar de pensar así, ¿por qué no puede?

De todos modos, observó a Izumi, quien jugaba con sus dos dedos, culpable por el hecho de estropear la cocina. Bueno, esto pasaba a menudo, y aunque le dijeron cientos de veces que su 《Quirk》, aunque poderoso, no servía para encender el horno y hacer huevos fritos. ¿Por qué, te estarás preguntando? Y es una respuesta muy sencilla. Sus llamas son tan fuertes que el gas del horno no es capaz de soportar esa intensidad. Por lo tanto, y aunque intenta hacerlo de manera manual, se sigue estrenando cuando todo falla de manera constante a su favor.

Era inteligente, no iba a mentir. Quizás tanto como él, pero era demasiado emocional a causa de su 《Quirk》 que se basaba en ello. Y, si sus llamas ya eran un peligro sin tener alguna emoción de por medio, con una ya podía ser perdición.

“Bueno, tendrás que pagar por ese uniforme; ya es el octavo de este año”, dijo con un tono cansando, antes de ponerse sus pantuflas e ir a una especie de cartel en la pared. La chica bufó con lástima por su billetera.

La sonrisa de una persona rubia con una sonrisa ahogaba toda la habitación. Incluso cuando compartían habitación, los dos no sentían vergüenza alguna de tener a un hombre corpulento con una sonrisa gigantesca en su rostro, transmitiendo seguridad. Aunque era un poco terrorífico en las noches de tormenta, cuando los rayos alumbraban todo y dejaban ver su presencia allí en la pared. Izuku se acercó a una pancarta en la pared.

《Días sin accidentes》”, leyó, con un marcador entre sus dedos. El número cuarenta y ocho estaba puesto en él, y tuvo que borrarlos antes de poner un gran y redondo cero. Lo hizo tan lento y con tanta diversión, que pudo escuchar el jadeo molesto de su hermana mayor detrás de él. Sí, ella era mayor por haber nacido dos minutos antes, pero se caían bien el uno con el otro.

“¡Eso es injusto, injusticia he dicho!”, espetó, con una mueca en su rostro y una vena palpitando con fuerza. Izuku tuvo que reírse entre dientes.

“Ven, déjame cocinarte algo”, su tono ya era un poco mejor que hace un rato con tanto sueño y desgano. ¿Ahora? Se mantenía tranquilo. Más despierto.

Y eso era bueno, ¿verdad?

Ser despertado de su sueño más profundo y anhelado, para ser golpeado y arrastrado a la realidad un día más. ¿Para qué…?

Bueno, no importa.

Ahora, quería comer un poco de tostadas y un huevo frito.

-]|[-


El crujir del pan en contacto contra sus dientes lo hizo sentir una satisfacción demasiado grande. La crujiente sensación del pan y su calor siendo saboreado por su boca era una exquisitez de la que nunca se cansaría más adelante. Incluso cuando tenía sus dudas de seguir levantándose día tras día, simplemente, debía de hacerlo. Apartó la mirada para ver a su hermana. Ambos estaban vestidos para ir a la escuela, pero lo que parecía sorprender no era eso; era normal que asistieran a la misma academia, en el mismo salón y con los mismos profesores.

Al menos, eso pensaba. De todos modos, viendo ambos platos de comida, la diferencia era abismal.

“¡Dios, ¿por qué no pude heredar las habilidades de cocina de mamá?!”, exclamó en preguntas, llorando al sentir la gran comida que su hermano le preparó, devorando todo tan rápido que daba miedo. Sin embargo, era por cosas de su 《Quirk》, por lo que no le extrañaba en lo más mínimo. “Esta comida es de los dioses. Siempre te luces, Izu-chan”, lo halagó como siempre, haciendo que su hermanito se ruborizara levemente de la vergüenza.

“N-No soy tan bueno, ¿sabes? Tengo mucho que aprender todavía”, disminuyó su esfuerzo debajo de la alfombra, devorando su tostada con ligereza. Izumi lo miró con mala cara, sacándose un poco de migajas de la mejilla.

“Me gustaría que puedas ser un poco más egoísta y aceptar tus logros, ¿sabes? Eres demasiado bueno por tu propio bien. ¡Incluso te haces menos por algo que es muy bueno, hermano tonto!”, exclamó, tocando su frente con su dedo. Izuku pudo sentir una ligera calidez en la yema de sus dedos, sintiendo que el calor de su 《Quirk》 se extendía por la molestia de su hermana. La misma suspiró, calmando sus emociones. “Quiero lo mejor para ti. Mamá y yo queremos que te ames más a ti mismo. Sé que no es fácil, pero confío en que puedes hacerlo, Izuku”, el hermano menor suspiró, asintiendo.

Obviamente, no le iba a hacer caso. Esto era demasiado más profundo como para dejarlo ir así porque sí.

“D-De todos modos, ¿hiciste la tarea de la maestra Agatha?”, Izumi gruñó con fastidio, mordiendo con fuerza su tostada y haciendo crujir sus dientes en el proceso. Su cabello adquirió ligeras llamas. “En serio, ¿por qué la odias tanto? A mí me parece una gran profesora”, la mayor se burló con ligera molestia.

“Sí, porque el nepotismo brilla en el aire, Izu-chan”, dejó escapar un suspiro cansando, mientras le revolvía el cabello que tanto tiempo le tomó acomodar cuidadosamente. “En serio, creo que me odia o algo”.

“Izumi, literalmente le dijiste que era un desperdicio de oxígeno porque no te dejó ir al baño”, puso los ojos en blanco, mientras se acomodaba los cabellos verdes.

¿Mentí?”, preguntó, sin esperar una respuesta verbal. Izuku la observó, como si se le preguntara si estaba hablando en serio. Al verlo, no pudo evitar dejar escapar un suspiro pesado. “Bien, la trataré mejor de ahora en adelante…”, respondió, antes de tener un leve brillo de malicia en sus ojos, “aunque a sus llantas le vendría bien un poco de calor, ¿no crees?”. Izuku le jaló de la oreja, haciéndola quejarse como una niña pequeña.

Realmente, no entendía a su hermana. Sus notas eran, sorprendentemente, mucho mejores de las suyas. Visto desde afuera, ella era un genio, y Midoriya tenía que admitirlo: lo era, genuinamente hablando. Sin embargo, mientras su hermana mayor se esforzaba en todos los aspectos para traer las mejores notas a la casa y despotricar sobre ello, Izuku se mantenía lejos del ojo crítico de los demás. Aunque fuese demasiado inteligente para su propio bien, siempre que parecía triunfar en algo bueno, una salida hacia un lugar sin vista u ojo humano cercano, además de un par de golpes y amenazas, lo hacían bajar su rendimiento a propósito.

Si no quería ser golpeado por ellos, debía de poner un freno a su acelerador. Era como poner una piedra entre medio de la palanca de cambios e ir a una velocidad demasiado menor a la habitual, dejando a los demás sobrepasarlo. Nacer en un mundo sin un 《Quirk》 era jodido, y lo sabía completamente. Una 《peculiaridad》 era demasiado para una persona de por sí. La responsabilidad y lo que implicaba ya era un peso sobre los hombros bastante grande. Literalmente, a los cinco años, se determinaba tu vida, tu futuro y todo lo demás. Ahora, ¿una persona sin un 《don》? Dios, estabas muerto o padecías de una discapacidad, según sus abusones del colegio.

Aunque sabía que su hermana mayor era muy fuerte y lo defendería sin importarle la situación, Izuku no quería involucrarla en algo que no le concierne realmente. Sabe que algo pasa, por supuesto, no es tan tonta, pero siempre era capaz de inventar una excusa y se salía con la suya gracias a mentiras que despotricaba a su madre, la única adulta de la casa y…

Dios, ¿por qué no era capaz de pedir ayuda en esto…? Ya lo había olvidado, pero, ¿quién se tomaría la molestia de tenderle una mano ajena para darle ayuda? Tampoco es como que su vida sea realmente importante ahora mismo, aunque se niegue a pensar en ello mucho tiempo.

¡D-De todos modos, no importa! Con o sin 《Quirk》 iba a convertirse en un héroe junto a su hermana y sería como su ídolo, All Might. Salvar a todos, hacerles saber que estarían bien y sonreír ante el peligro, dando una sensación de calma y seguridad… Eso es lo que aspiraba a ser; igual que su gran ídolo. A su lado, el plato de Izumi se vació por completo, dejando las migajas esparcidas sobre la mesa de madera.

“Bueno, eso fue un desayuno de los dioses, hermanito. Ahora, ¿por qué no vemos algo…?”, preguntó, encendiendo el televisor, aburrida.

“No creo que tengamos mucho para ver; después de todo, vamos a llegar tarde si nos distraermos, ¿sabes?”, le dijo en la entrada, colocando su mochila por encima de sus hombros y tomando sus correas entre sus palmas. Al mismo tiempo, sus inseparables zapatos rojos estaban abrazando sus pies, no siendo capaces de soltarlo. Le alcanzó la suya propia a su hermana, quien asintió, pasando por los canales.

Izuku la observó, antes de negar con la cabeza y ver una especie de foto familiar. La tomo entre sus manos ásperas con ligeros callos, mientras pasaba sus dedos por el cristal templado que lo separaba de la imagen de papel original. Un recuerdo familiar, de todos sonriendo en frente de una cámara. Su madre, una señora apuesta de cabello y ojos verde, donde heredaron sus características físicas y, quizás, nerviosas, ¿quién sabe? De todos modos, lo importante era el que estaba a su lado, sonriente y contento con su situación. Suspiró de manera pesada en su cabeza ante eso.

Su cabello desordenado de tonalidades blancas le daba un toque de longevidad bastante acertado, mientras que sus ojos oscuros lo mantenían con un aire de escepticismo notable. En la imagen, tenía un traje, acompañado de una corbata negra y un saco azabache. Siempre vestía lo mismo, y eso le hacía preguntarse la razón del porqué, pero era incapaz de encontrar una respuesta a esa incógnita. También, pudo notar cierta caja de cigarrillos sobresalir por el bolsillo de su camisa, cerca del pecho. El progenitor, Hisashi Midoriya, tenía un 《Quirk》 que le permitía expulsar fuego a través de la boca, mientras que su madre, Inko Midoriya, poseía un 《don》 que le permitía atraer objetos pequeños hacia ella.

Sin embargo, y teniendo dos padres con 《Quirks》 útiles, ¿cuánta era la probabilidad de nacer 《Quirkless》 ? Según Midoriya, era muy baja. Minúscula, diría. Pero la suerte no le escuchó. Al menos, no a él. Han pasado cuatro años desde que Hisashi se mudó al extranjero para trabajar más cómodo allí. Envía dinero en forma de cartas y llama por videollamada casi a menudo, pero Izuku siempre se negaba a verlo. Buscaba, siempre, una excusa para evitarlo. No es capaz de ver a la cara al sentir, en lo profundo de su ser, que los había abandonado, dejando caer una presión sobre los hombros de su madre mayor del que podía imaginarse.

De seguro lo hizo por su inutilidad genética, pensó para sus adentros.

“¡Hermano, hermano, hermano!”, la exclamación de Izumi lo quitó de su espiral depresiva, mientras ella le extendía su teléfono celular, bastante contenta y emocionada, “¡ Kamui Woods , Death Arms y el debut de  Mt. Lady están luchando contra un villano cerca de nuestro camino hacia la escuela! ¡Vamos a verlo, antes de ir!”, exclamó, dando leves saltitos con una sonrisa emocionada en su rostro.

Desde pequeños, ambos han sido demasiado entusiastas de los héroes, aunque Izuku también le fascinaba el hecho de desglosar las 《peculiaridades》 con bastante empeño; era divertido, a su manera. Sin embargo, esta noticia fue, realmente, reconfortante para el peliverde, quien se acercaba con la misma emoción.

Lo último que pudo ver en la casa Midoriya, fue a dos hermanos saliendo corriendo, a la búsqueda de los héroes que aparecieron en las noticias para verlos en acción. Ambos querían ser héroes, a decir verdad. Entonces, ¿por qué no ir a ver a grandes profesionales en acción? ¡Sería impresionante!

Y, así, empezaba su historia.

Chapter 2: Capítulo 1: “Deku”

Summary:

Izuku tiene uno de los días más ajetreados de su vida, mientras pasa de un lado al otro, de una situación a otra. Sin embargo, un suceso lo cambió todo en su vida, y ahora tiene un futuro que lo espera.

Chapter Text

 

-[| Los pequeños cambios hacen grandes desvíos |]-

 

...


Muchos dicen que los sueños pueden hacerse realidad si le pones mucho esmero y esfuerzo. Midoriya Izuku tenía que decir que, si lo intentabas, quizás podías lograrlo. Ya sabes, si es que le dabas la suficiente atención y tiempo, es probable que lo logres o seas capaz de hacerlo realidad.

Sin embargo, en este mundo, soñar es algo secundario. No tiene valor tener un sueño que quieres lograr, aun cuando es imposible de cumplir. En este mundo, el 80% de la población humana desarrollaron 《Quirks》 luego de que un bebé, en China, Qing Qing, desarrollara la capacidad de emanar luz de su cuerpo. Luego de ese suceso, el fenómeno de los 《dones》 se esparcieron por todo el mundo. ¿Quién diría que, al final, las historietas de héroes con poderes sería realidad algún día? Pero, con todo lo bueno que conlleva tener una población poderosa con habilidades, también tuvo su lado malo y destructivo.

La villanía surgió, a través de la codicia y satisfacción de generar caos para sentirse respetados o temidos. Aunque, si bien, no todos los actos de los villanos eran de una gravedad parecida, no importaba para nada. Después de todo, seguías haciendo algo ilegal con tu poder para beneficiarte o intimidar a las personas. Y, entre esa oscuridad tan asfixiante, llegó un atisbo de luz inmensa que se interponía contra ellos: los héroes. Como en las series de ese viejo mundo que nunca ha experimentado, donde todos eran 《Quirkless》 en algún punto de su vida, la lucha del bien y el mal siempre aparecía y seguía, sin un punto final.

Y así era la vida actual para el mundo; héroes, villanos, avances tecnológicos gigantes, etc. Sin embargo, no todo es color de rosas, como todo se sabe. Incluso aunque la mayoría estaría feliz de obtener un 《don》 en su vida, hay quienes los cuestionan por ser algo similar a un "villano", y eso, a futuro, termina creando a gente que crece con rencor y resentimiento, lo que, irremediablemente, los termina por transformar en gente con atisbos de maldad en su cerebro. Irónico que, en algún futuro, un futuro aspirante a héroe cree al villano que termine ocasionando un desastre solo porque no le gustaba su 《Quirk》. Así funcionaban la sociedad, para disgusto de Midoriya Izuku.

La discriminación por 《don》 es algo que ha visto cientos y cientos de veces por noticias o en primera persona. A él nunca le importó, sinceramente. Siempre pensó que toda 《peculiaridad》 era increíble a su manera, con aplicaciones únicas y variadas, pudiendo llegar a ser un gran héroe a futuro. Pero, claro, una cosa es lo que pensara una persona y otra diferente es lo que crea un conglomerado de gente. Por razones lógicas y por presión, seguramente le haga caso a la multitud discriminadora que lo menosprecia sin importarle nada de lo que pase después. Así, por ejemplo, se creó al villano Dual-Saw. Un chico que tenía la capacidad de crear motosierras en su cuerpo, fue discriminado toda su vida hasta que se cansó y se dedicó al asesinato, asalto e intimidación.

'Teníamos razón', decían esas personas por las noticias, con una preocupación notable al saber lo que desataron. Pero, bueno, la discriminación no era nuevo en todo esto. La gente con 《Quirks》 mutantes también sufrían de esto mismo, y no lo comprendía. Era incapaz de sentir repulsión o algo contra ellos. Todos eran humanos, entonces, ¿por qué sentir odio a alguien en específico solo porque su 《don》 no te gusta o se ve raro? En serio, había días en los que no comprendía esa especie de "statu quo" que estaba en la sociedad actual.

Incluso All Might, siendo el héroe número uno, y "Símbolo de la paz", es incapaz de frenar esto, aun haciendo llamados contra estas prácticas y apoyando a organizaciones gubernamentales que se especializan en tratar de disminuir este tipo de tratos. Sin embargo, no se puede cortar este problema porque es algo que no tiene solución alguna en esta sociedad. Pero, bueno, esto era el 80% de la gente con 《Quirks》. Entonces, ¿qué pasaba con la gente que nacía en ese 20% restante, sin habilidades especiales?

Era horrible. La gente, usualmente, lo veía con pena, como si hubiese perdido un familiar en el acto. Bueno, técnicamente, que tu padre se vaya de casa por trabajo en el extranjero era algo que podía e iba a contar. Sin embargo, la sensación de no ser como los demás y tener que ser protegido por alguien que sí es capaz para hacerlo, lo hizo sentirse un inútil capaz de no hacer nada. Era como si fuese una persona discapacitada, y todo, porque nació con una articulación extra. Parecía ser que, tener un hueso más, era suficiente para decidir tu vida en este mundo.

¿Tenías un 《Quirk》 genial? Podías aspirar a mucho o ser un tonto para usarlo, robar, matar y caer en prisión. Aunque, si era demasiado bueno, el heroísmo te esperaba a la vuelta de la esquina.
¿Tu 《don》 es genial, pero a la gente le disgusta tu apariencia mutante o le parece algo digno de un villano? Estás destinado a ser un asesino, un monstruo o una persona discriminada que puede enloquecer en cualquier momento.
¿Naciste sin una 《peculiaridad》? No mereces respirar el mismo aire que los demás; eras un inútil sin valor en una sociedad donde TODOS eran especiales. Bueno, al menos, la inmensa mayoría.

Así es como se formaba la visión de la sociedad, y Midoriya Izuku lo odiaba. Sentía que era un inútil, un bueno para nada que no tenía talento para nada, pero... Iba a ser un héroe en este mundo, con o sin 《Quirk》, aun sabiendo que es imposible de lograrlo. Después de todo, si no tienes algo que te hiciese especial, no eras para nada algo fuera de lo normal usual. No era una persona común y tampoco tenía madera para ser discriminado y ser alguien malvado. Solo existía.

Su monólogo interno terminó por desvanecerse, cuando los temblores debajo de sus pies lo hicieron darse cuenta en dónde estaba. La multitud se conglomeraba alrededor de los dos hermanos, quienes veían el escenario en frente de sus ojos. Izumi mantuvo una sonrisa extendida por sus mejillas, mientras que Izuku veía todo bastante atento, aunque no podía evitar dejar que una pequeña emoción infantil lo invadiera al ver a los héroes pelear contra el villano gigante que estaba en frente de todos. Los flashes de las cámaras lo dejaron suspirar mentalmente, mientras sus dedos pasaban las páginas de su cuaderno. Ambos eran bastante aficionados en esto de ver a los profesionales, a decir verdad. Aunque, mientras que Izuku hacía un análisis de sus 《Quirks》 con la mayor precisión posible, ella se encargaba de verlos con el entusiasmo de una niña pequeña.

No eran tan diferentes, a decir verdad.

El Villano Gigante estaba atemorizado a todos a su alrededor. Su apariencia era ruda y bestial, con una cabeza que se asemejaba a la de un caballo o un tiburón, y un cuerpo grande, musculoso y muy ancho. Seguramente, su 《Quirk》 sea algo sobre el gigantismo o algo parecido. Tenía el cabello largo y castaño oscuro, que llevaba en unas rastas, y su barba rojiza se dejaba imponer alrededor de la mandíbula, dándole un aire un tanto intimidando. Lleva una camisa negra rota, con las mangas arrancadas y el frente abierto, así como un par de jeans azules. Parecía ser bastante fuerte, a decir verdad, pero el trío de héroes contra los que se enfrentaba no era ninguna tontería.

Con una cólera notable en su expresión, el gran villano se comenzó a mover frenéticamente para hacer destrozos en el lugar. Una torre de electricidad estaba en su camino, por desgracia, lo que lo llevó a derribarla sobre la gente que estaba cerca al lugar del incidente. Los gritos de la gente se hicieron escuchar y, como un recordatorio de en qué mundo vivían, antes de que tocara el suelo, unas manos gigantes la atraparon con esfuerzo en su rostro.

"¡Oye, si quieres darle a alguien, mejora tu puntería!", bromeó con los dientes apretados el héroe. El salvador llevaba una banda en la frente con el patrón amarillo/negro de las señales de peligro, dejando que sus ojos sobresalgan levemente, dejando que su mandíbula cuadrada se remarcara notablemente. Su camiseta solo cubrían sus brazos, dejando su torso y abdominales visibles. En cada una de sus muñecas lleva dos brazaletes pesados de metal con el mismo patrón de colores que la banda de su frente y llevaba unos pantalones azul claro con una franja vertical blanca. El cinturón que tenía puesto también mantenía el mismo patrón.

Izumi dejó escapar un jadeo sorprendido y alegre, tomando a su hermano de los hombros y agitarlo, haciendo que sea difícil anotar las cosas que veía con sus ojos, "¡Mira, mira, Izu-chan, es Death Arms!", exclamó, con dos estrellas saliendo de sus ojos.

Nombre de héroe: Death Arms》
Ocupación: Héroe profesional》
Quirk: Superfuerza; la misma le dota de cualidades superhumanas, otorgando al mismo de un gran portento físico. Su nombre oficial no ha sido revelado, pero decirle "Superfuerza" es bastante acertado》


"Quiero su autógrafo", dictaminó su hermana, teniendo una sonrisa tonta en su rostro, imaginándose su interacción con el héroe en su cabeza. Izuku suspiró con ligera diversión; su hermana siempre parecía funcionar de esa manera, imaginando escenarios ficticios en su cabeza que, de alguna manera, derivan en ella teniendo el autógrafo de All Might. Sin embargo, sabe que no lo va a conseguir.

Por ahora.

Los ciudadanos fueron apartados del peligro gracias a la presencia de otro héroe quien priorizaba su seguridad. El agua se materializaba de manera singular, pareciendo formar una especie de línea para impedir el paso ajeno al campo de batalla.

"¡Quédense detrás de mí, dejen a los profesionales encargarse de esto!", exclamó el profesional, mientras que Izumi veía, curiosa, el don del héroe.

"¡Oh, es el héroe Backdraft, es tan genial!", mencionó una persona entre la multitud, mientras que las demás parecían estar de acuerdo con el comentario del señor. Izuku lo observó, con una sonrisa emocionada en su rostro.

Backdraft vestía de bombero, con una chaqueta larga amarilla con líneas de alta visibilidad que recorren el centro, los puños, el dobladillo y el cuello alto, además de un gorro rojo de su profesión. Llevaba un cañón delgado sujeto a su hombro izquierdo, que está unido al tanque de agua rojo que se recargaba sobre su espalda. Además de eso, llevaba una máscara blanca con una cuenta naranja incrustada en el centro, que podría ser su ojo. Tenía un par de tapones en lugar de manos con muñequeras circulares justo detrás de las aberturas, válvulas rojas en la parte superior, un par de rodilleras similares en las piernas y zapatillas amarillas en los pies.

Nombre de héroe : Backdraft》
Ocupación : Héroe profesional》
Quirk : Waterpump; El don de Backdraft le permite crear agua con los grifos de las mangueras que usa en lugar de sus manos. Su capacidad con Quirk es bastante increíble, logrando ser capaz de moldearla a voluntad, aunque no es muy versátil en ese aspecto para peleas》


Un rugido hizo al chico alzar la vista, abriendo mucho los ojos cuando vio al villano gigante estar en un estado de euforia, destruyendo todo el lugar donde los trenes pasaban por encima de sus vías. Tuvieron que ir caminando hacia la escuela por culpa del alboroto causado, y aunque era una pequeña tragedia, a los hermanos Midoriya no les molestaba para nada caminar un poco. De hecho, al contrario, entrenaban a menudo; Izuku la intentaba ayudar a darle una mano con su 《Quirk》 y ella le obligaba a entrenar los fines de semana para tener una vida más "saludable". Además, para no estar flácido y fuera de forma.

Sea lo que sea que eso significara.

"¡DÉJENME EN PAZ!", les gritó, mientras raíces se formaban por debajo de sus pies. Con una fuerza increíble acorde a su tamaño, las arrancó, dejando que las raíces mueran en sus manos. El causante, más pronto que tarde, salió detrás de él, tratando de darle un golpe con sus brazos de madera extendida. Cuando el puñetazo impactó contra el cuerpo del mutante, rebotó, haciendo que tuviese que planear algo diferente, "¿Tengo un mosquito detrás?", preguntó, girando sobre su propio eje y tratando de golpearlo con su brazo.

Aunque el ataque era fuerte por su gran brutalidad e inercia, esto no era un problema para el héroe quien, teniendo eso en cuenta, y aun maniobrando en el aire, extendiera sus raíces para enredarse sobre su brazo y llegar a una distancia segura, dejando que el polvo y humo por la fricción que se generó al tocar el techo se alzara sin problemas. Sus ojos se asomaron por su máscara de madera, dejando ver una expresión decidida.

"Usaste tus habilidades para cosas ilegales cuando la gente va a trabajar, y realizaste un robo en donde causaste daños serios", su tono era bastante áspero y serio, entendiendo la gravedad con la que debía de lidiar contra este sujeto, "de verdad, eres el mal encarnado".

Su traje de héroe consistía en una especie de mono azul oscuro que incluía un cinturón en la cintura, rodilleras y zuecos de madera. Un pequeño ramo de rosas colgaba del lado izquierdo de su cinturón. Mientras tanto, su casco, hecho mayormente de madera, cubría perfectamente su rostro, dejando una capa de misticismo formada alrededor de él al solo mostrar sus dos ojos entre la oscuridad. Una mirada seria se mostraba debajo del casco, mostrando su profesionalismo en esto.

Nombre de héroe : Kamui Woods》
Ocupación : Héroe profesional》
Quirk : Pérgola; El Don de Kamui Woods le permite agrandar y controlar las partes de madera de su cuerpo para convertirlas en fuertes ramas con las que es capaz de atrapar al enemigo. Estas ramas son excelentes para atar, balancearse y moverse por todos lados. Sin embargo, y al estar hecho de madera, este Don es vulnerable al fuego y se ve inutilizado por este》


"¡Izu-chan, es Kamui Woods, una joven promesa del heroísmo actual, quiero su autógrafo!", exclamó su hermana agitando a su hermano una vez más. Si seguía de esta manera, probablemente, tendría que vomitar el desayuno de hace un rato, pero eso no le impidió seguir con su cuaderno y anotar todos los detalles que podía en la situación actual.

"Tú quieres el autógrafo de todos, hermana...", susurró con un poco de gracia, viendo al héroe promesa. Un señor a su costado los observó, antes de reír entre dientes.

"En serio que son fanáticos de los héroes, ¿no?", preguntó, provocando que ambos hermanos lo vean. "Lo entiendo. Después de todo, son bastante geniales, ¿no creen?", la sonrisa amable que les dio hizo que ambos hermanos asistieran al unísono, bastante contentos por sus palabras.

La situación arriba estaba lejos de ser descontrolada. Kamui Woods era bastante bueno, y ser una joven promesa le daba un par de puntos a su actuar. Intentó tumbarlo para atarlo con sus extremidades varias veces, pero eso terminó por ser un intento en vano. Por lo tanto, y teniendo en cuenta de que sus ataques físicos eran extremadamente débiles en un uno contra uno en frente de un tipo con un 《Quirk》 de gigantismo. Por ahora, tenía un plan que iba a usar para contrarrestarlo y darle fin a esto para que esos adultos lleguen al trabajo y para que los... ¿Niños? Bueno, parece que lo estaban viendo actuar. Entonces, si querían ir a la escuela, debería de terminar esto cuanto antes.

"Tu maldad se acaba aquí, villano. Has hecho tantos destrozos en este sitio que me veo obligado a usarlo por el día de hoy. Este es tu castigo", respondió con un notable profesionalismo en su voz, dejando que las raíces de su brazo comenzaran a crecer al igual que pequeñas flores de sakura en él.

"¡Es la Lacquered Chain Prison!", mencionó Izuku con felicidad al ver algo increíble en acción, mientras que Izumi daba pequeños saltos en el sitio, dejando que la emoción la empezara a consumir poco a poco. "¡Enséñale, Kamui Woods!", le siguió el señor que antes les conversó con anterioridad.

LACQUERED CHAIN-!", sin ser capaz de demostrar su máximo potencial, pequeños temblores, cada vez más intensos, lo interrumpieron.

El gigante, sin ser capaz de reaccionar, fue golpeado en la quijada por una poderosa patada, sintiendo que su consciencia, al instante, se perdía antes de desactivar su 《Quirk》 de manera inconsciente al chocar contra el suelo. "¡Canyon Canon!", exclamó la voz femenina, logrando derribar al gigante con una portentosa patada. Sus pasos retumbaron, antes de apoyarse en un edifico.

Kamui Woods se quedó en blanco, sin ser capaz de mostrar su técnica especial contra este formidable oponente. Al ver que terminó por no hacer gran cosa, termino cayendo al suelo, con un aura de decepción rodeándolo ante su fracaso. Sin embargo, no pudo notar a los paparazzi que tomaban fotos a la nueva heroína que había llegado.

"¡Soy una nueva heroína! ¡Soy Mt. Lady, aunque ya me conozcan por las noticias! Tomen mi lado bueno, por favor", guiñó, mientras los demás observaron a la nueva heroína estar ahí, apoyada en un edificio cercano, con una postura sugerente. El flash de las cámaras parecía hacerla sonreír con alegría.

Mt. Lady era una joven voluptuosa que tenía ojos morados con pupilas blancas y pestañas elegantes al igual que un poco largas. Su cabello era rubio y largo, un tanto voluminoso y cremoso que le llegaba hacia la cintura, con dos mechones más cortos rizados para enmarcar su rostro que están ligeramente separados a su izquierda. Su traje de héroe se componía de un traje ceñido de color púrpura claro y marrón claro, acentuado con rayas naranjas. El traje parecía tener un par de guantes morados con detalles en naranja en el borde de los puños. El diseño es similar para sus "botas" que se cortan en el muslo en forma de V profunda. El traje también tiene tres puntos anaranjados peculiares en forma de diamante en la parte superior púrpura que se encuentran debajo de su pecho y también usa una máscara de dominó púrpura con protuberancias en forma de cuerno en los lados.

Nombre de héroe : Mt. Lady》
Ocupación : Héroe profesional》
Quirk : Gigantificación; Su Don le permite aumentar drásticamente su tamaño. Gracias a ello, Mt. Lady puede capturar fácilmente objetivos pequeños y luchar contra adversarios de su mismo tamaño. La masa adicional también le da su fuerza para destruir edificios y otras estructuras con facilidad. Ella no puede variar entre su altura base y la altura gigantificada lograda a través de su Don, por lo que solo puede transformarse o en su altura normal o en su altura gigante》


Antes de que Izuku pudiera hacer algo y anotar a la nueva heroína en su cuaderno de apuntes, su hermana le tapó los ojos con inexpresividad recorriendo su rostro. El hermano se empezó a quejar levemente.

"Otra Midnight", tuvo que decir, mientras lo arrastraba, "parecía más amigable y agradable en reportes y entrevistas, pero si esta es mi primera impresión...", mantuvo su inexpresividad, dejando a su hermano sin ver a la heroína nueva aparecer, siendo uno de sus primeros arrestos junto a Death Arms y Kamui Woods.

"B-Bueno, pero no puedes negar que su 《Quirk》 de gigantismo es increíblemente útil, hermana", comenzó, murmurando para sí mismo, dejando que Izumi suspirara con cansancio al hacer esto otra vez. "Es una peculiaridad genial y, aunque te pone rápidamente en el punto de mira en algunas ocasiones, es realmente útil en otras situaciones. En combate puede resultar beneficioso contra villanos de un tamaño enorme, pero contra objetivos pequeños es más una contra que un beneficio. Por lo tanto, el trabajo de rescate en esas situaciones son más beneficiosas para ella en ese punto...", comentaba, anotando todo en su cuaderno, mientras que el señor a su lado se reía fuertemente.

Izuku lo observó con vergüenza y pena en su rostro, con un rubor avergonzado en sus mejillas pecosas. ¿Iba a burlarse de él por sus murmullos o hobby bastante aterrador y de psicópata? Sí, de seguro lo iba a hacer.

"¡Vaya, ¿también tomas apuntes, chico?! ¡¿Crees que te vas a convertir en un héroe, no es así?!", su pregunta lo hizo estremecerse de un miedo que se formaba en el fondo de su corazón. Era algo que ya le han preguntado con un tono más fuerte y agresivo. El señor le dedicó una sonrisa y le alzó el pulgar, "¡eso es bueno, chico!", Midoriya tuvo que sorprenderse por eso. ¿En serio lo estaba elogiando? ¿A él? Eso no tenía sentido, sinceramente, "¡Continúa y haz lo que puedas, muchacho!".

El ánimo que el señor le dedicó fue algo que le hizo sentirme mucho mejor. Con una sonrisa sincera y un pequeño sonrojo en sus mejillas, asintió, contento por la respuesta, "¡Sí, daré lo mejor que pueda!", respondió para el señor, quien se mantuvo satisfecho con la respuesta; parecía un buen muchacho.

"¡Bueno, Izu-chan, vamos a la escuela, no quiero que esa bruja me regañe por llegar tarde!", dijo, tomando del brazo a su hermano y llevando al mismo arrastrado.

Oh, sí, aún tenía que ir a 《Aldera》...

¿No podía quedarse en casa, durmiendo y no haciendo nada?

Parece ser que no.

-]|[-


El sonido de las manecillas del reloj le hizo sentirse cansado y molesto, por algún motivo. La pizarra se mantuvo inmóvil, dejando que la tiza la ensucie en su superficie. No sabía qué le molestaba más de toda esta situación, para serles sincero. El reloj era molesto, sí, pero el crujir de la tiza blanquecina era tan agobiante y estresante que lo hizo sentirse irritado por unos momentos. Observó a Izumi, quien balanceaba su bolígrafo entre la parte de arriba de sus labios y las fosas nasales, manteniendo el mismo como una especie de bigote en equilibrio. Tuvo que fruncir las cejas ante eso, un poco divertido.

"¿Es en serio?", le preguntó en un susurro, haciendo que la chica se encogiera de hombros, restándole importancia al hecho de lo que estaba haciendo. Suspiró en silencio, anotando lo que el profesor en frente de toda la clase escribía en la pizarra.

No sabe cuanto tiempo pasó viendo las páginas de su cuaderno, pero estuvo tan absorto, que no escuchó nada más que el movimiento molesto de las manecillas del reloj. Tuvo que morder la mejilla con molestia, mientras su ceño se fruncía al escribir y tener todo anotado allí en sus apuntes. Sin embargo, no se había dignado en escuchar a su profesor hablar hasta que algo fue captado por sus oídos.

"Y, en otras noticias, ya están en tercer año...", dejó que el resto de sus palabras se las llevara el viento, mientras que el maestro tomaba un par de papeles. Izuku alzó levemente la mirada, antes de seguir con sus apuntes. "¡Por lo tanto, tienen que tener en cuenta lo mejor para el futuro! ¡Es por eso, que les entregaré documentos de aspiración para el futuro...!", sin embargo, su tono se calmó un poco y sonrió con tranquilidad. Dejó que los papeles vuelen y se los lleve el viento de las ventanas abiertas del salón. Sonriente, cerró los ojos, sabiendo la respuesta de todos ellos, "pero, ¿a quién engaño? Todos ustedes quieren ser aspirantes a héroes", mencionó, emocionando a la inmensa mayoría.

Todos vitorearon, activando sus peculiaridades, mientras que Izuku agachaba levemente la cabeza, con los ojos cerca a sus apuntes. Su hermana, a su lado, sonrió suavemente, antes de acariciarle la melena descuidada para calmarlo. Ella fue, de los pocos, que no activaron sus peculiaridades. Después de todo, no tenía energía para hacerlo, realmente. Básicamente, tenía flojera.

"¡Cierren la boca, extras!", su voz resonó por las paredes del salón, haciendo que un peliverde se estremeciera de pánico, mientras que la otra lo observaba con desgano. "No me comparen con estos secundarios, profesor", dijo, sonriendo con sorna y un ego inflado.

"Y aquí vamos otra vez...", suspiró Izumi a su lado, mientras que Izuku seguía con la cabeza baja y gacha.

Quien acababa de hablar era un chico joven de estatura media, con una constitución delgada y ligeramente musculosa y un tono de piel claro. Tenía el cabello corto, puntiagudo y rubio ceniza con flequillo entrecortado que cuelga sobre sus cejas. Sus ojos son afilados y de color escarlata brillante. Su uniforme, al igual que su actitud explosiva, hacía honor a su personalidad, estando desabrochado, mostrando un aire de rebeldía y egocentrismo notable en su tono.

《Nombre: Katsuki Bakugo

《Ocupación: Estudiante de Aldera》
Quirk: Explosión; El Don de Katsuki le permite segregar nitroglicerina a través del sudor de sus manos y detonarlo a voluntad para crear explosiones. ¡Una bomba capaz de explotar en cualquier momento!》

 

"¡Hey, Bakugo, ¿no puedes dejar tu egocentrismo a un lado?!", preguntó uno con un fastidio insuperable en su tono, mientras que los otros le daban la razón, cuestionando la actitud del chico de cabello ceniza.


"Oh, espera, Bakugo, ¿tú ibas a asistir a la U.A., no es así?", lanzó la pregunta uno de sus acompañantes, mientras que los demás lo bañaban de elogios.

"Es una escuela top nacional, y dicen que se necesita un promedio de 79 para poder pasar. ¡Y el examen es muy difícil! ¡Solo unos pocos lograrán pasar!", exclamó otro, provocando una sonrisa de oreja a oreja por parte del chico de cabello cenizo, quien se levantó de su asiento y se puso de pie encima de su escritorio.

"¡No me sorprenden los graznidos de los personajes secundarios! ¡Soy el único que puede asistir a la U.A. entre esta panda de inútiles!", dejó retumbar su afirmación, parado en su escritorio y dejando que el humo se filtre por sus palmas, dejando escapar una sonrisa satisfecha ante el hecho de ser elogiado por todos lados. "¡Voy a sobrepasar a todos los aspirantes a héroes y seré el número uno! ¡Prepárense, porque mi nombre estará en los libros de historia y tendré mi nombre en anuario de gente más rica de la historia!", exclamó.

"Oh, parece que Izumi Midoriya también va a presentarse", comentó el profesor, haciendo que la chica se encogiera de hombros, provocando un chillido de emoción y aprobación por parte de los demás.

"¡La señorita Izumi irá a la U.A. con ese 《Quirk》 tan maravilloso que tiene de seguro aprobará fácil!", exclamó un gordito de la clase, con una especie de bandana con el nombre de la chica. Izuku tenía ganas de golpearlo por ser un simp de su hermana.

"¡Eres la más fuerte de aquí junto con Mohamed revienta cosas, estoy seguro de que puedes!", elogió la joven admiradora, que tuvo una sonrisa en su rostro. Izumi suspiró, rascándose la nuca. Bakugo se quejó y la amenazó con el humo sobresaliendo de sus palmas a la chica ante ese apodo.

"No la voy a tener fácil, y más con ese de ahí", susurró la chica, no tan cómoda por los halagos que estaba recibiendo. Su profesor, al leer el próximo nombre, tuvo que fruncir el ceño con duda y pena.

Aun sin una especie de 《Quirk》, quiere seguir intentándolo.

"Oh, parece que Izuku Midoriya también quiere asistir a la evaluación de U.A.", comentó, con un tono no tan seguro sobre el chico.

Luego, el silencio los congeló a todos, similar a un hielo abrumador que dejaba sus cuerpos paralizados ante la sorpresa no tan esperada. Izuku bajó aún más la mirada sobre sus apuntes. Si fuese un armadillo, se escondería en su caparazón todo el día. Pero un avestruz, que esconde la cabeza en la tierra, le iba más acertado.

Sin embargo, el que más se quedó en estado de shock, fue Bakugo, siendo más como una estatua de piedra en su lugar. El humo chisporroteaba entre sus palmas y clavó su mirada furiosa a la cabellera verde que se escondía en sus apuntes, no queriendo ver a nadie cercano. La hermana mayor, Izumi, en cambio, les dio una mirada de muerte a todos los presentes, haciendo que sus palabras vuelvan a ser tragadas por su garganta. Si bien consideraban a Izuku Midoriya un inservible inútil que no merecía el más mínimo de consideración, su hermana era demasiado aterradora como para decir algo sobre eso.

Claro, todos le temían, menos cierto chico de actitud explosiva.

"¡DEKU DE MIERDA, ¿QUÉ DIABLOS SIGNIFICA ESO?!", exclamó, tratando de ir con un derechazo ante el joven 《Quirkless》. Siempre empezaba con un derechazo para hacer un ataque, lanzar un golpe o explotar alguna que otra cosa. Después de todo, era su brazo favorito.

Las explosiones comenzaron a tensarse en su palma, mientras trataba de tocar el escritorio de los hermanos Midoriya. Necesitaba darle un merecido a esta piedra en su camino que, en toda su vida, lo ha estado estorbando en las maneras más aberrantes y molestas de la historia. En serio, no necesitaba meterse más en su camino. Se aseguró todos estos años de hacerle entender que era un chicle pegado al zapato; un peso que nadie necesitaba en su vida, pero seguía aquí, mostrando su perseverancia en todos los aspectos posibles. ¿Por qué no era capaz de rendirse sin mostrar resistencia? No lo sabía, pero esperaba que, con esta advertencia, fuese suficiente para alejarlo a su ascenso como el mejor héroe de todos los tiempos.

Pero, sin esperarlo, una mano tomó su muñeca, dejando que la explosión nunca tocara el pupitre del hermano menor. Izumi, con una dura mirada, lo observó, dejando que sus dedos y la palma de su mano comenzaran a arder de cólera. La coleta de su cabello empezó a sacar ligeras llamas, a punto de consumir los pelos de su verdosa melena, y apretó los dientes, con ganas contenidas de explotar contra el chico de ojos rojizos. La explosión, aunque estaba a medio hacer, el calor interno que la chica dejó escapar, fue tan profundo, que pudo traspasar los poros de su piel y evaporar, sin esfuerzo alguno, el sudor que se estaba acumulando en sus palmas. Ardía como el infierno, pero aguantó con su orgullo de gritar y la miró con mala cara, ante la expresión seria de Izumi.

La hermana mayor odiaba a Bakugo Katsuki. Amaba a la tía Mitsuki, claro, pero su hijo era la basura más grande que hubiese pisado el planeta tierra. No tenía valor para ser héroe, ¿pero para ser un villano con esas acciones? Estaba segurísima de que lo sería si tenía un mal día o se desviaba del camino. Sabía que tenía un gran potencial comparable al de ella, pero, a diferencia de ella, él no era más que un bravucón que presumía poder explotar cosas con fuerza y decir: "boom, boom". Ella nunca usaría su 《Quirk》 para intimidar gente o lastimar a personas que no se lo merecían. Él, en cambio, justificaba sus medios conque eran todos secundarios y él el personaje principal. Lamentable.

¿Y ese apodo de "Deku"? Una mierda que inventó para referirse a su hermano de esa manera. Incluso si ha hablado con todos los profesores y el director, hacen caso omiso a sus sugerencias y advertencias, solo porque tiene un muy buen 《Quirk》 y no molesta a nadie. ¿Y su hermano no es nadie? Quiso cambiarlo de escuela, pero no era posible, debido a temas de capital. El dinero apenas y cubría su educación de 《Aldera》 y su padre, aunque no gana mucho, manda lo que puede para que ellos sobrevivían al igual que él se quedaba con un poco del dinero. ¿Por lo tanto? Estaban contra la espalda y la pared. Incluso ofreciéndose ella a dejar la escuela si no hacían algo en contra de Katsuki Bakugo, simplemente le decían que intentarían algo. Ese "algo" duraría un par de semanas y volvería con más fuerza. Por lo tanto, hacen caso omiso a todo y tratan de manera despectiva a alguien que tiene de hermano a un 《Quirkless》. Odiaba esta escuela aunque le haya dado buenas alegrías.

Pero 《Aldera》 era un asco.

"Katsuki Bakugo, ¿se te perdió algo?", preguntó con un tono molesto, levantada de su asiento y encarando al chico. Con un chasquido de la lengua se quitó la mano de la chica y retrocedió un paso, ante la mirada tan aterradora que esta mujer le estaba dando.

"Katsuki Bakugo, Izumi Midoriya, yo no voy a tolerar esta clase de comportamientos en mi clase", expresó el profesor, lo que la hizo levantar una ceja. ¿Cuándo realmente no toleró un comportamiento similar? Jamás. Era una basura, y esta escuela también. "Vayan a la oficina del director; voy a esperarlos allí y darles un castigo merecido a ambos".

"¡¿Qué?!", preguntó con un enojo notable el chico explosivo, mientras apuntaba a Izuku quien trataba de calmar a su hermana, logrando ese efecto poco a poco. "¡Es culpa del maldito Deku y su hermana pirómana, yo no he hecho nada malo!", ladró con ira resaltada en sus pupilas, haciendo que el profesor sude frío por la nuca.

Es verdad que a nadie le caía bien Izuku Midoriya. Llámenlo discriminador de 《Quirkless》 o algo así, porque, sí, lo era, y demasiado. Sentía un rechazo profundo por la gente sin 《don》 y era evidente en su forma de dirigirse hacia el chico. Por mucho que intente parecerse a la gente normal, no es uno de ellos; simplemente, se ve como un humano normal, pero su normalidad se basa en lo que es por fuera. No puede creer que existan escuelas que aprueben la inclusión de esta gente, y más como la U.A., un colegio con gran prestigio y renombre con su programa de 《Cursos Generales》 al darles una oportunidad. Le importaba un bledo la generación antigua de gente sin 《don》, todos eran inferiores en todos los sentidos. Además, incluso David Shield, el gran científico le daba igual.

Si hubiese tenido un 《Quirk》, lo habría respetado mucho más.

Y aquí entraba en un dilema consigo mismo; ¿por qué castigar también a Izumi Midoriya? Era de las mejores alumnas en general de toda la escuela, y tenía el potencial de ser una estudiante modelo y prodigio en todos los aspectos. Además, su 《Quirk》 era demasiado poderoso. Pero defendió a Izuku Midoriya. Incluso si fue en defensa de su hermano, ese acto lo veía inconcebible en todos los niveles. Además, no tiene madera para ser nada en este mundo, entonces, ¿por qué lo defendía con tanto esmero? No lo entendía. Sin embargo, iba a dejar a Katsuki sin castigo por su acto correcto de enseñarle una lección a Izuku Midoriya, pero fallaría mucho como profesor si se inclinaba en su favoritismo hacia el otro, así que esta era la única opción correcta para su criterio.

"No. Están castigados los dos, y eso es definitivo. Vayan a la oficina del director", explicó con el ceño fruncido, mientras que apretaba el puño en silencio al ver a Izuku Midoriya ayudar a su hermana a calmarse. ¿Por qué ese 《Quirkless》 necesitaba ayudar a alguien mejor? No tenía sentido.

Nunca lo tuvo.

Katsuki, refunfuñando, tomó sus cosas y las tiró por el escritorio con su mochila abierta. Pasó pisando fuerte en frente de sus compañeros y le gruñó a uno de sus secuaces cuando le preguntó si quería que lo acompañe. Estaba molesto, muy molesto, y todo era culpa de ese idiota de Deku. Juraba que, si salía antes que la hermana del castigo, lo haría pagar como nunca lo había hecho. Sin embargo, por ahora, se mantendría al margen de la situación.

Izumi, por otro lado, dejó escapar un suspiro entrecortado, dejando calmar su ira gracias a las palabras de su hermanito menor. Realmente, él sabía qué decir para calmarla en todo momento. Dejó escapar una bocanada de aire, mucho más tranquila y miró a su hermanito, sonriente. Aunque muchos la cataloguen de un poco de protectora, ¿podían culparla? Después de todo, su hermanito siempre ha sido el más miedoso, nervioso y reservado entre los dos. Mientras que ella heredó la expresividad de su madre, capaz de hacer grandes amistades en tan solo unos minutos, Izuku se parecía más al padre; cerrado y poco reacio a hacer amistades. Sin embargo, no era como él. Izuku Midoriya e Hisahi Midoriya eran demasiado diferentes el uno con el otro.

Demasiado.

"Gracias, lo necesitaba", le agradeció con una sonrisa plasmada en su rostro, haciendo que el hermano menor tuviera que asentir levemente. Las llamas encendidas en las puntas de su cabello verdoso se desvanecieron justo como llegaron, y su pulso se calmó al igual que sus emociones. Sin embargo, seguía demasiado enojada y molesta con Katsuki Bakugo. Kacchan, como le decía su hermano. No lo comprendía en lo absoluto, sinceramente. Incluso teniendo una relación horrible entre ellos donde el chico de las explosiones lo trata despreciablemente mal y muchas otras cosas que de seguro ella no conocía (pero suponía), su hermanito siempre decía que era un "amigo". ¿En qué universo, tu amigo de la infancia, te menosprecia hasta el punto de ponerte el apodo de "Deku" que significa 《inútil que no puede hacer nada》? Y, algo que no lograba entender, es la seguridad con la que Izuku dice que es su amigo.

Eso no era amistad, y ella lo sabía. Era inteligente, no una idiota.

Quizás, su hermanito, sufría de 《Síndrome de Estocolmo》 o algo parecido. Eso, o seguía aferrado a la idea de que podían seguir siendo amigos. De todos modos, eso es algo que se preocuparía al llegar a casa y tendrían una seria charla entre ellos dos. No quería que mamá se entere, porque es peor que ella al preguntar y la convencían muy fácil. Colocó las cosas en su mochila, mientras dejaba a su hermanito con una sonrisa contenta en su rostro. Le revolvió el cabello un poco, antes de reír levemente.

"Si el castigo dura mucho, puedes irte a casa antes que yo. No me esperes, ¿está bien?", asintiendo con la cabeza, la cabellera larga salió por la puerta y la cerró con delicadeza detrás de ella.

En la clase, se pudo jurar escuchar a Katsuki caer al suelo con dirección a la sala del director y el sonido de una patada. Sí, sinceramente, su hermana no era la que mejor escondía su resentimiento contra las personas que la metían en un embrollo o que, de plano, le caían fatal. Recuerda a un tipo pesado de otra escuela cuando fueron a las nacionales y le dejó un golpe en los bajos por cómo le hablaba. Eso fue razón suficiente para que no la molesten por el resto de segundo año. Claro, tenía su carácter, pero eso ocurría solo si no eras una especie de tarado en vida.

Y por eso odiaba a Bakugo hasta la muerte. Fueron amigos de la infancia los tres, y aunque fue alguien amable y bondadoso, cuando despertó su 《Quirk》, todo eso se fue al garete. La adulación que le daban diariamente lo hizo convertirse en un cretino patán que no ve más allá sobre el muro que tiene esculpido a su sombra. Diablos, ni siquiera era capaz de disculparse con los señores mayores que estaban con un pie y medio en el otro mundo cuando les decía un insulto o los chocaba accidentalmente. Ni siquiera era capaz de sentir pena o algo por una persona en particular. Solo era un bravucón.

Y, por algún motivo, considera a Kacchan a un amigo. Fue el primero que hablaba con él en su vida desde que eran niños y, nunca más, desde los cinco años, pudo hacer otra amistad cuando se formaba la pregunta sobre su 《Quirk》.

"Míralo, depende de su hermana para hacer algo. Me da pena su familia", espetó uno de los secuaces de Bakugo.

"¿Por qué sigue asistiendo a esta escuela? ¿No debería ir algún sitio para discapacitados?", preguntó una chica cualquiera, sonriendo con sorna.

"¡¿Realmente quiere ser un héroe cuando no puede defenderse él solo?! ¡Amigo, para eso me dejaría asesinar!", se rio uno de los populares del salón. Los demás lo siguieron.

Izuku solo pudo apretar el lápiz que estaba entre sus dedos, sin dignarse a verlos a la cara. Si los veía, iba a ser peor. No quería hacerlo.

"¡Oh, oh, chicos, imagínense, 《el héroe número 4789 Deku, sin Quirk, hace que alguien se mate, al sentir que era mejor que esperar a que un Quirkless lo salve》!", se rio entre dientes. "¡Quiero decir, eso sería algo que yo haría!".

"Amigo, eres muy edgy...", respondió su compañero.

¿Cuánto tiempo ha estado aguantando esto, sinceramente? Tenía catorce años y estaba en tercer año de esta escuela. Le diagnosticaron desde los cinco años que iba a ser un 《Quirkless》 toda su vida. Pero eso no respondía su pregunta, ¿cuánto tiempo ha aguantado estas burlas, abusos y demás cosas? No lo recuerda, pero tampoco podía hacer nada.

Se sentía demasiado impotente ahora mismo.

"¡Hey, Deku, mírame!", uno de los secuaces de Bakugo golpeó una de las manos que el pecoso tenía puesta sobre el pupitre. Frunció el ceño con dolor, mientras que los demás se hacían los desentendidos de la situación y escuchaban al profesor, quien hacía cualquier otra cosa para mantener una fachada. "Yo creo en ti; puedes ser un héroe...", aunque le diera esa mirada de perrito, Izuku no confiaba en nada. Sin embargo, él ya lo sabía, y eso no le evitaba que sonriera con gracia, "pero en la otra vida, idiota. Como siempre dice Bakugo, suicídate y reza para que, en la próxima vida, tengas una 《peculiaridad》". Su sonrisa se mantuvo en todo momento, e Izuku lo observó, con molestia en su mirada.

Si tan solo pudiera hacer algo...

Pero ni para eso era útil.

Solo era un "Deku".

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Los pájaros cantaban, sentados encima de las ramas de los árboles cercanos a la escuela 《Aldera》. La mayoría de estudiantes terminaban por empacar sus cosas y despedirse para irse a sus viviendas. La clase estaba vacía, aparentemente, mientras que Izuku iba entrando al salón para llevarse sus cosas. Su cabello verde estaba mojado por cuestiones que no vienen a cuento... Bueno, no, de hecho, sí venían a cuento. ¿Saben lo horrible que es que te metan la cabeza en el inodoro del baño? Era una experiencia que deseaba no experimentar nunca más en su vida. En serio, ¿qué diablos le hizo a los secuaces lamebotas de Bakugo? Pero eso no importaba mucho. Desde que liberaron a los dos de la detención, Bakugo mantuvo las distancias para no ser enviado allí una vez más, mientras que Izumi tuvo que irse a casa por haber 'roto las normas' y lastimar a un estudiante con su 《Quirk》.

¿Y por qué con Bakugo no hacían nada parecido? ¿Por qué el favoritismo era demasiado alto por un incompetente con un 《don》 increíble, pero siendo usado por alguien de ese calibre? No los entendía para nada, y tampoco buscaba hacerlo o siquiera intentarlo. Por el momento, Kacchan ha estado distante, sin querer hacerle algo a ojo público, pero podría haberlo estado esperando en la salida. Bueno, ¿qué más da?

Observó su pupitre y suspiró levemente. El nombre de "Deku" estaba escrito por todos lados, mientras que diferentes explosiones y páginas quemadas rodeaban uno de sus cuadernos para el futuro cercano. Ahí, guardaba la mayoría de cosas sobre 《Quirks》, sus debilidades, fortalezas, formas de mejorarlos, etc. Usualmente, lo usaba para ayudar a su hermana con su control del fuego, pero ahora estaba demasiado chamuscado como para leer algo. Abrió su mochila, antes de echarla sin detenerse a ver si tenía arreglo; después de todo, siempre podía hacer otro y mejorarlo. Ya acostumbrado a esto, sacó alcohol y un trapo de uno de sus bolsillos, antes de borrar todo lo que estaba escrito en su escritorio.

No quería que su hermana descubriera todo lo que estaba implícito aquí, y armara un escándalo. Ya estaba acostumbrado, de todas formas, así que, ¿qué sentido tenía armar revuelo por algo cotidiano?

Simplemente, no le veía sentido.

...

Para su buena suerte, nadie lo estaba esperando a la salida, por lo que solo le faltaba irse a casa para dormir, soñar, y levantarse con el peso de su vida golpeándolo de nuevo. Suspiró, viendo otro de sus cuadernos, esta vez, intacto, para su suerte. ¿Estaba teniendo uno de sus mejores días? Probablemente. Lo habían llamado de todo, le golpearon en las costillas y casi le hicieron ahogarse con agua de retrete, pero, hey, pudo ser peor, y estaba satisfecho con este día. Sin embargo, eso no hacía que se sintiera menos inútil en este momento. Miró hacia abajo, sintiendo como la oscuridad iba golpeando su rostro.

¿Por qué le importaba lo que los demás dijeran sobre él? Sabía que su autoestima era demasiado baja desde hace mucho tiempo, pero no esperaba que lo fuese tanto, a decir verdad. Esto no era como él siempre fue en su vida, y odiaba el cambio por el que estaba pasando. ¡Dios, ni siquiera le molestaba que lo hiciera sufrir y consideraba que era un "buen día" si no le golpeaban lo suficientemente fuerte! Desde que lo diagnosticaron 《Quirkless》 todo se fue al caño, pero realmente se dejó llevar por su estado de ánimo mejorable y sus días malos que, lastimosamente, se volvieron su nueva "normalidad" aquí.

"Mejor dejo de pensar en ello. ¡N-No tengo que escuchar lo que dicen los demás!", se convenció con una sonrisa en su rostro. Nunca notó como es que algo en la alcantarilla iba moviéndose detrás de él. "¡Solo tengo que caminar con la cabeza en alto y alcanzar la meta!", exclamó, antes de notar que su sombra era... ¿Más grande? No, espera, eso no estaba bien.

Extrañado, observó la figura por la sombra que el sol trataba de mostrarle. Usualmente, este túnel era para gente de dos metros como máximo, entonces, ¿por qué se veía como si fuese un mastodonte de tres metros o más? Girando sobre su propio eje, lo único que pudo ver, fue una hilera de dientes que formaba una sonrisa, con un par de ojos en la oscuridad observarlo, con demasiado interés en sus pupilas. El corazón y garganta detuvieron todas sus funciones, hasta que se relamió los labios y dejó escapar una sonrisa ancha y satisfecha.

"Un disfraz de talle M...", susurró, antes de abalanzarse sobre Midoriya. No fue capaz de reaccionar a tiempo para dejar escapar un ruido o chillido, ya que fueron ahogados por el 《Kosei》 del villano. ¿Era un villano, siquiera? Bueno, sí, dijo que era un disfraz, así que no estaba mal suponerse. Sintió como sus pulmones ardían con la invasión de ese tipo por todo su cuerpo, moviéndose de desesperación ante su presencia imponente. "¡Tranquilo, niño, deja de retorcerte de esa manera! Todo dejará de doler en unos 45 segundos cuando tome tu cuerpo", explicó.

Los ojos del chico picaban, y sintió como su mente se ponía en blanco, mientras este tipo intentaba adueñarse de su cuerpo. La libreta había caído, mostrando uno de sus dibujos de pequeño junto a su hermana, dándole una paliza a un ser de proporciones gigantes. Tuvo que derramar lágrimas de impotencia, dolor y miedo. Nunca era capaz de hacer nada, y aquí acababa todo, supuso.

Muriendo como un inútil "Deku".

"¡Eres mi héroe, niño!", sintió como el corazón se detenía, mientras que esas palabras denotaban su burla hacia él. "Nunca había pensado que él podía estar en esta ciudad, pero... ¡Si cree que puede tomarme en mi estado líquido, está muy equivocado ese papanatas!", ladró, dejando que su cuerpo se intentara fusionar con el de Midoriya.

¿Él? No lo entendía. Sin embargo, parecía que no iba a tener respuesta alguna. El aire le faltaba, y su cerebro se apagaba al mismo tiempo, sintiendo que era inútil resistirse.

Siempre lo fue.

La tapa del alcantarillado salió volando hacia el cielo, mientras que una figura imponente y poderosa surgía de su interior. No podía ver bien, así que le fue imposible para alguien como Izuku observar qué pasaba realmente. Lo único funcional por el momento eran sus oídos.

"¡No te preocupes, muchacho, porque ya estoy aquí!", su frase característica hizo retumbar su cerebro. Su ídolo estaba allí, viéndolo en un estado lamentable y en pleno ataque de un villano. Dios, qué vergüenza. "¡TEXAS SMASH!", exclamó, con una sonrisa imborrable de su rostro.

Ni siquiera recuerda la secuencia correctamente, o al menos, eso cree. El puñetazo del hombre, el héroe número uno de Japón y "Símbolo de la paz", lo destruyó antes de poder hacer algo más. La posesión se detuvo, pero los órganos del pecoso seguían bastante entumecidos, como si hubiese tomado un poco de cloroformo. Al tratar de tomar control total del cuerpo, seguramente, habría dormido todas sus otras funciones motoras y se adueñaría de él en su totalidad. Sin embargo, ahora estaba a salvo. Con la presión del viento ejercida, pudo separar al villano, y aunque estaba demasiado cansando y mareado para sentir su fuerza de cerca, tuvo que caer desmayado al instante.

Realmente era un buen día, ¿no?

...

Las palmadas desesperadas y apresuradas en su mejilla lo obligaron a dejar escapar un gemido de incertidumbre; su cuerpo aún dolía, de todos modos. Abrió los ojos, y una sonrisa lo encandiló en el rostro, siendo un reflejo espantosamente genial y cegador para alguien como Midoriya. Sus pupilas se encogieron al notar la escena que estaba en frente de él.

"¡Oh, gracias a dios, chico, pensé que debía de llamar a una ambulancia!", exclamó el rubio con una sonrisa imborrable de su rostro; era el mismo del de los pósteres de su cuarto. All Might era un hombre muy alto y rubio. Su vestimenta consistía en una camisa blanca que se apegaba bien a su figura musculosa y fornida, dejando ver sus músculos, bíceps y abdominales marcados con total fulgor. Llevaba puestos unos pantalones largos con estilo militar, mientras que en uno de sus bolsillos sobresalía una botella con algo en su interior. Llevaba un cinturón con la hebilla de su agencia, con la inicial de All Might. Y, sobre todo, su cabello estaba peinado hacia atrás excepto por dos mechones al frente que se elevan en pico, dando la forma de una V. "¡Me alegra saber que estás bien, muchacho!", se rio con gran fuerza.

Izuku, al verlo en persona, sintió que todo su cuerpo bailaba de emoción ante la simple idea de tener a su ídolo en frente de él. Se alejó con rapidez, antes de levantarse del suelo y verlo de pies a cabeza con brillos en los ojos, "¡Eres All Might, en carne y hueso, oh, dios, necesito que firmes...!", sacó su cuaderno que estaba en su mochila y lo observó, con los ojos abiertos, al ver que estaba firmado en la página donde los dos hermanos estaban peleando con un gigante en la ciudad. "¡¡Ya lo firmó!!", exclamó con sorpresa, antes de agradecerle con una velocidad demasiado rápida para alguien sin un 《don》.

"¡Todo lo que sea por uno de mis fans, joven!", exclamó el rubio, sin dejar de sonreír, "sin embargo, te debo unas disculpas, muchacho. Este villano se me escapó y te involucré en un altercado en el que no tenías nada que ver. ¡Estar en un país extranjero, ciertamente me ha hecho cometer errores de principiante!", sonrió radiante, palmeando la botella de su bolsillo, "pero, puedes estar tranquilo, joven. Ya lo he encerrado", mantuvo la sonrisa como una estatua. El interior de la botella de plástico parpadeó con molestia al ver a Izuku, quien estaba severamente sorprendido por ese hecho. "¡Bueno, chico, tengo que ir a entregarlo a las autoridades!", comentó All Might, dándole la espalda y flexionando las piernas, preparado para dar un salto.

"¿Y-Ya...? ¿En serio...? P-Pero yo...", se detuvo, cuando All Might ensanchó la sonrisa.

"Los profesionales siempre tenemos que combatir todo el tiempo contra el mal, muchacho. Con esto, cuento contigo en el futuro...", comentó, empezando a saltar. En ese mismo momento, no fue capaz de sentir que un peso extra se le sumaba a su pierna, "para ayudarme...", terminó de decir, ya en medio del aire. Sintiendo algo en la pierna. Al girar su cabeza, pudo ver al niño con el que acababa de hablar. "¡O-Oye, niño, ¿qué se supone que estás haciendo?! ¡No es seguro puedes bajarte!", exclamó el héroe número uno, pasando una mano sobre la cabeza del chico, tratando de aflojar el agarre.

Midoriya, tratando de mantenerse, dejó que su mano tomara la botella de plástico y la dejó caer en el cielo, sin que ninguno de los dos pudiera darse cuenta de ese hecho. "¡S-Si me suelto, voy a morir!", All Might se dio cuenta de eso luego de unos segundos.

"Oh...", fue lo único capaz de decir, antes de notar un filo hilo de tonalidad rojiza asomarse sobre sus labios. Maldijo internamente, mientras usaba sus piernas para aterrizar en la azotea de un edificio cercano.

Con mareos indescriptibles en su cuerpo, Midoriya se tuvo que agarrar a la barandilla del edificio, mientras que el héroe número uno maldijo al notar que, efectivamente, estaba saliendo sangre. Se estaba quedando sin tiempo por el día de hoy, y eso lo hizo sentirse horriblemente mal. ¿Tanto había estado usando su forma por el día de hoy? No lo recordaba tan así. Aunque, puede ser, que su límite de tiempo haya bajado considerablemente, lo que era muy malo para alguien como el héroe número uno.

"¡Dios, has sido demasiado intrépido para subirte así para intentar hablar conmigo, muchacho!", no parecía parcialmente molesto por su presencia, ya que su límite de tiempo lo era más que esto, aunque, con eso, vino otra posibilidad: que él pueda ver su identidad. Eso lo hizo sentir un estrés inmenso correr por su cuerpo. Este niño no podía verlo de esa manera, nadie podía, "¡Sin embargo, necesito largarme de aquí!", exclamó para sorpresa de Izuku, quien se recuperó al instante.

"¡E-Espera...!".

"¡No, no puedo quedarme aquí, muchacho!", dijo, antes de flexionar las rodillas una vez más.

"¡Y-Yo...!", sintió los nervios subirle por todo el cuerpo, mientras que su garganta se cerraba con la mayor fuerza jamás vista por la humanidad. Frunció el ceño, y cerró los ojos, "¡¿Puedo ser un héroe sin un 《Quirk》?!".

El héroe número uno se detuvo, mientras que detenía su actuar. Se quedó viendo el cielo despejado, con el sol asomándose tímidamente sobre las nubes, "sin 《Quirk》, ¿eh?", preguntó hacia nadie en específico. Claro, eso dirías si no conocieras su historia, lo que era normal. Sin embargo, la sonrisa de una mujer de cabello negro le apareció en la mente. Le dio igual en ese momento el siseo de su cuerpo, que largaba el humo por todos lados, mientras que su cuerpo se iba encogiendo poco a poco.

Midoriya se quedó viendo al suelo, asintiendo en silencio, "s-sí, puede ser que sea porque no tenga 《Quirk》, pero en la escuela soy motivo de burlas en todos los sentidos por ese motivo. Y-Yo quiero ser alguien como tú; una persona que salve a todos con una sonrisa en su rostro para que no tengan miedo, incluso sin un 《don》. Salvar a las personas es lo que quiero. ¡Q-Quiero ser un gran héroe como usted...!", alzó la mirada, antes de ver algo que lo dejó helado, "¡¿Q-Q-Quién eres tú?!", exclamó, apuntando con su dedo.

Esta persona era All Might, ¿no...?

"¡Soy All Might!", exclamó el chico, sacando sangre a borbotones al hablar, haciendo que Midoriya grite de pánico y terror. Ahora, la verdadera forma de su ídolo era bastante delgada y demacrada. Su rubia melena está despeinada y alborotada y los dos mechones caen enmarcando su rostro demacrado. Sus ropas, antes justas a su físico, ahora le queda holgada, usando talles más grande de los que necesitaba. Sus ojos ahora eran de un hermoso azul, rodeado de una infinidad de negro.

"¡N-No, no, All Might no se ve así, e-eres un impostor!", exclamó, señalando al mismo con el dedo, haciendo que el rubio suspire.

"Déjame ponerte un ejemplo... ¿Ves a la gente que saca el pecho en la piscina? Bueno, pues esto es lo mismo", explicó, haciendo que Izuku por poco y no se desmaye, "este es mi verdadero yo, chico. Sin embargo, en todo lo que dijiste, te equivocas en algo. El internet siempre es así de especulativo; yo no sonrío por esa razón", comentó. Ante la mirada confusa del chico, suspiró, levantándose una parte de la camiseta. Ahí, podía verse una cicatriz que atravesaba todo su cuerpo, dejando el impacto del golpe por todo su cuerpo, "esta cicatriz me la hizo un villano cinco años atrás. Semi-destrucción de mi sistema respiratorio y eliminación completa de mi estómago. Mi rostro y ojos fueron afectados por tantas cirugías que casi no me distingo. Ahora, únicamente puedo trabajar como All Might durante tres horas al día".

"¿Tres horas...?", preguntó, con la mirada decaída. Estuvo ahí, drenando maravilloso tiempo y esfuerzo que su héroe podía haber estado usando en algo más productivo.

"Sí. Hazme un favor, y no digas nada de esto a la prensa. Después de todo, no es de dominio público. Sin embargo, volviendo al punto... Muchos pueden interpretar mi sonrisa de esa manera y, sinceramente, me gusta. Pero la realidad es que sonrió para quitarme el miedo y la presión que puede conmigo. Además, si no sonriera, mostraría vulnerabilidad, y como símbolo, no me puedo permitir flaquear ante la maldad, chico".

La información lo golpeó con la misma intensidad que un camión o un tren bala. Ambas fuerzas eran equiparables, pensó para sus adentros. Sin embargo, ver que su héroe no sonreía para hacer que los demás se sintieran a salvo, sino que era algo que hacía para calmarse, lo hizo sentirse como un tonto. Debajo de esa capa de genialidad y con un 《Quirk》 poderoso, All Might seguía siendo un humano con inseguridades, no era un dios o algo parecido, aunque las noticias lo pinten como tal. El rubio lo observó detenidamente, viendo sus expresiones fáciles al ser golpeado con esa información. Lo estaba sobrellevando mejor de lo que pensaba, sin embargo, algo le estaba molestando sobre todo esto. Bueno, no es "algo", es más bien, algunas.

'S-sí, puede ser que sea porque no tenga 《Quirk》, pero en la escuela soy motivo de burlas en todos los sentidos por ese motivo. Y-Yo quiero ser alguien como tú; una persona que salve a todos con una sonrisa en su rostro para que no tengan miedo, incluso sin un 《don》. Salvar a las personas es lo que quiero'. Esas palabras lo hicieron pensar en silencio. Desde hace tiempo que no se topaba con alguien 《Quirkless》 en este planeta. No es que sean demasiado raros, pero su 20% de natalidad sin 《don》 brillaba por su ausencia. Quizás, fue una manera de decirles que no eran tan pocos y que estaba bien no tener poderes.

Pero esto le molestaba profundamente. Su uniforme le era desconocido por ahora, por lo que no podía ir a la escuela para hacer un cambio. Le preguntaría, pero él estaba esperando su respuesta a su pregunta, que lo estaba carcomiendo toda su vida. Desde que tenía memoria, él tampoco tuvo 《Quirk》, por lo que podía compartir ese sentimiento con él en toda su vida. Rebuscó fragmentos en su mente, mientras que la sonrisa de su maestra lo inundaba.

Ella confió en él al ver su potencial en acción y determinación de ser un gran héroe para proteger a todas las personas en este mundo, ya sean 《Quirkless》 o no. Quería tratar a todos por igual como son: personas. Sin embargo, su maestra, lo puso a prueba en ese momento ya cuando era casi un adulto. El chico en frente, en cambio, tenía catorce años, no era un candidato demasiado atractivo para ser alguien digno del 《OFA》. Debido a que recientemente se conocían en persona, la confianza no era un lazo fuerte. Sin embargo, podía decir que este chico tenía la misma llama en sus ojos que la que él tuvo en su adolescencia.

Una convicción digna de salvar a todos.

Pero tenía que ser malo aquí. Pensemos un poco: si daba la negativa, era muy probable de que el joven termine se deprima a tal nivel que deje morir esa llama de sus ojos y, al mismo tiempo, pierda la convicción. Y si su mente no le engañaba, podría hacer alguna otra locura al no tener poderes. Sin embargo, si daba la positiva, era probable que intentara hacerse vigilante y se fuera a pelear contra algún villano poderoso que acabaría con su vida, dejando a una familia destrozada y a él con la carga de una víctima más en sus espaldas.

Tampoco podía decirle sobre el 《OFA》, debido a que no se conocen de nada; a penas lo hicieron esta mañana, y era bastante probable de que cosas malas ocurran si le contaba sobre el 《Quirk》. Al menos, le gustaría ver su convicción y determinación ante un peligro real. Tiene catorce, sí, pero podía servir vigilarlo un poco más de cerca para ver si era digno de ser su sucesor en este momento. Aunque nadie lo sabía, All Might ha estado buscando un sucesor durante un tiempo, y aunque ha tenido candidatos formidables, a todos les faltaba algo en ellos que era imposible de decir.

Sin embargo, sentía que algo en este joven brillaba más que ningún otro.

...

Va a intentar ser el malo aquí, pero tratará de mantener esa llama encendida. Después de todo, aún quiere tomarlo a prueba para ver si es digno de ello. Justo como su maestro hizo con él.

"... No, no puedes", la respuesta hizo que Izuku bajara la mirada, perdido en esas tres palabras, "salvar a la gente requiere mucho riesgo mortal, físico y mental. Y no creo que puedas con ese peso. Sin embargo, ser un héroe es un tema ambiguo", comentó, haciendo que alzara levemente la vista, "puedes ser el héroe de algún niño al ayudarlo con una tarea, ayudar a cruzar una anciana la calle o, incluso, hacer servicio comunitario por cuenta propia. En algunas situaciones, puedes ser el héroe de alguien", mencionó, provocando una ligera mueca, "pero no puedes ser un héroe que lucha contra el mal para salvar a la gente. Puedes intentar ser un médico, policía o, quizás, un científico. Son trabajos igual de dignos, chico", pasó por el lado del joven de cabello verde, revolviendo un poco de su cabello con amabilidad, antes de irse por la puerta detrás de él.

Al escuchar el sonido del rectángulo cerrarse, Toshinori Yagi suspiró de manera pesada. Intentó mantener esa llama viva todo el tiempo que pueda con palabras para hacer que no cometa una tontería por cómo se veía. Entre toda esa determinación y valentía, veía inseguridades. Temblaba al hablar, miraba al suelo, no siendo capaz de mantener una conversación cara a cara y, sobre todo, su cuaderno quemado. Lo vio antes de firmarlo y pudo notar su dedicación puesta en él, al igual que ciertos mensajes dolorosos para alguien como él. Fue duro para él verlo, pero tampoco quería conducir a un chico a un suicidio más rápido al decirle que sí y lanzarse hacia la prueba de U.A. o Shiketsu. No podía.

De todos modos, ya dijo lo que dijo y no había vuelta atrás. Sus palabras ya salieron de su boca.

"Bien, villano, ahora podrás ir a la...", parpadeó, confuso por no sentir nada en sus bolsillos, "¿cárcel?", preguntó en voz alta, viendo donde se suponía que debía de estar la botella con el villano encerrado. Tuvo que abrir los ojos de par en par, mientras que recordaba el cómo el pecoso se había subido encima de él. ¡Lo debió de haber perdido en ese momento! Ahora, podría estar muy lejos de aquí. Pero la suerte le sonrió una vez más, y pudo ver una explosión a la lejanía, cerca de la ventana. El fuego se extendía, como un presagio de su segundo descuido en este día, "oh, mierda...", murmuró con fastidio.

Esto iba a ser muy ajetreado.

-]|[-


La lata que estaba a sus pies salió volando con la fuerza necesaria como para hacerle una abolladura. Sinceramente, la basura de la calle era demasiado molesta para ser juntada, así que merecía ser pateada por el futuro héroe número uno. Las voces a su alrededor de sus dos secuaces lo cansaban hasta el hartazgo, y lo demostraba con sus gruñidos como respuesta a sus preguntas. Han estado hablando del inútil de "Deku" por un rato y eso lo molestaba. ¿Por qué ese inútil pedazo de mierda seguía pegado en sus labios como la miel? No se separaban de esa garrapata que se interponía en su camino, pero, por lo menos, su hermana era un poco más tolerable.

En serio, ¿por qué esa perra era igual a la bruja de su madre? Siempre le podía sacar de quicio. Su estúpido 《Quirk》 es fuerte, eso lo sabe de sobra por lo bien controlado que lo tiene, pero sigue sin ser suficientemente buena para verla con respeto. Solo la ve como es; una estúpida perra que se mete en su camino de ser el mejor. Incluso cuando estaba tranquilo, después de ser mandado a dirección por hacer algo bueno y poner en su lugar al inútil, ella le golpeó con una maldita patada en medio del pasillo. "Estabas en mi camino, no te vi", dijo. ¡Puta mierda, eso es lo que era! Apretó los dientes con fuerza, pateando con fuerza la lata.

"Quiero decir, ¿no crees que fuimos un poco lejos? Ya sabes, tuve un familiar que se suicidó hace poco, pero...", mencionó el bravucón con el ceño fruncido. El otro chico, con sus dedos alargados, le tocó la frente con sorna.

"¿Y? No me interesa. Pero, deberías de rezar; si le cuenta a su hermana, estás muerto. Yo, al contrario, estoy limpio... La mayor parte del tiempo", dijo con una leve sonrisa llena de arrogancia, "pero, en serio, ¿por qué Deku tiene una hermana tan buena? ¡Incluso madre no lo está y es demasiado fea!", exclamó.

"Hey, corta el grifo, retrasado", mencionó Bakugo, dándole una mala cara, "podré ser lo que quieran y me importa un bledo Deku y la cotorra en llamas, pero a la señora Inko nunca le faltes el respeto. Es de lo poco bueno que tiene la familia Midoriya", la calma en su rostro decía todo, sin importarle que hablen de los dos hermanos. Sin embargo, consideraba a Inko como una persona demasiado amable con todos, lo que le hizo guardarle un poco de cariño. Con una mirada de sus ojos, fue suficiente para calmar al secuaz bobalicón.

Además, y aunque era hipócrita de su parte pedirle respeto, simplemente no toleraba que se metan con la familia cuando es algo entre él y los dos hermanos. Los padres, aunque importantes, no deben de ser mencionados o puestos en la ecuación.

"Me sorprende, pero no me importa mucho", se encogió de hombros, "después de todo, tú y esos dos eran amigos de la infancia, ¿no?", Bakugo se rio de manera seca.

"¿Amigos? Puede. Ahora es una cucaracha sin 《don》 que sigue caminando sin cabeza por ahí. Es solo un puto obstáculo en mi camino que me jode siguiendo mis huellas. ¡Y aun con esas, sigue persistiendo!", exclamó con molestia, pateando una botella. Chasqueó la lengua al sentir que había algo dentro de ella, pero no le importó para nada. Se giró para ver a sus amigos, sacando explosiones suaves desde las palmas de sus manos, "ese nerd siempre me despreció toda mi vida, y voy a hacerlo pagar por humillarme con su pollo rostizado que tiene de hermana. ¡Siempre me despreció, y voy a hacer que trague el suelo!", su sonrisa se ensanchó con rabia, mientras que su sombra se hacía inesperadamente grande.

Abrió los ojos cuando sus compañeros retrocedieron, tartamudeando. Dejó sus explosiones a un lado, y observó por momentos su sombra.

"Odio a los matones como ustedes tres...", expresó con molestia, solo para abrir sus fauces, mostrando su hilera de dientes completamente humana, recta y reluciente. Katsuki se volteó para verlo con pánico en sus ojos, "me gusta esa mirada. Te daría un poco de tu propia medicina, pero...", sonrió ampliamente, "¡un cuerpo intacto con 《peculiaridad》 es lo mejor!", gritó, lanzándose sobre el de ojos rojizos.

Y luego, todo se volvió oscuro.

...

La cabellera verde de Midoriya se mantuvo baja por un buen rato, mientras caminaba por las calles de la ciudad. Pasó unos minutos desde que habló con su ídolo quien, en resumen, le dijo que no podía ser un héroe sin 《Quirk》. Al menos, el tipo de héroe que él quería ser. Todo se basaba en qué tipo de actos heroicos querías hacer realmente. Pero Izuku no buscaba esa clase de heroísmo, solo quería ir, ayudar a la gente, hacerles sentir seguros y, sobre todo, salvaguardar a los habitantes de la ciudad junto a su hermana, para ser los mejores de Japón. Sabía que era un sueño casi imposible, pero él casi estaba ahí, indicado una posibilidad.

Sin embargo, nada se le venía a la cabeza; su sueño fue destruido por su ídolo de la infancia, mientras que las palabras de sus matones ahogaban su cerebro con toda clase de insultos y cosas que ellos decían. ¿Quizás tenían razón en este tema? Ser un héroe sin poderes sonaba muy bien para algún cómic, pero esto era la realidad. La nueva realidad. Él no podía, realmente, cambiar nada. Solo era un tonto Deku, incapaz de forjar un cambio o ser un héroe determinado y capaz de dar la vuelta a la tortilla. Sus abusones siempre tuvieron razón. Kacchan tuvo razón, y All Might también, entonces, ¿realmente necesitaba perseverar por ese sueño...?

Sacudió su cabeza, jugando con las correas de su mochila amarilla. ¡Por supuesto que podía persistir con ello! Incluso si su ídolo y antiguo mejor amigo le decían que era imposible, todos podían equivocarse de vez en cuando. Así que, por ahora, no tiene certeza de que siga, pero tampoco de que lo abandone. Estaba caminando en una especie de cuerda floja, incapaz de decir por cuál lado realmente caer. ¿Izquierda o derecha? ¿Ignorancia o realización? No lo entendía, y tampoco buscaba hacerlo.

Su cabello se mecía con fuerza, cuando las llamas de una parte de la ciudad comenzaron a devorarlo todo. Podía ver a Mt. Lady, Kamui Woods, Death Arms y Backdraft tratando de mantener la situación en calma, sin éxito. Esto no tenía el más mínimo sentido para Izuku. ¿Por qué Mt. Lady no agrandaba su tamaño para hacer algo contra lo que sea que estuviese luchando o buscaba una solución más pacífica? Era bastante competente para estas situaciones, teniendo en cuenta de que no era un callejón o muy angosto. ¿Por qué Death Arms no usaba los escombros de los edificios destruidos alrededor para hacer que el fuego y las llamas sucumban ante los sedimentos y no darle tanto trabajo a Backdraft? Backdraft ya estaba encargándose de neutralizar el fuego, al igual que hacer de barricada con su 《Quirk》 para mantener alejados a los civiles, y Kamui Woods, cerca de las llamas, no era útil bajo ningún concepto, más que alejar a los civiles cercanos de un posible alboroto del villano.

Cuando se acercó para ver más de cerca del porqué estaba pasando todo este alboroto, abrió los ojos, sorprendido y horrorizado. No pudo evitar poner una mano en su boca, mientras que la misma masa amorfa intentaba tomar a otro huésped para ocultarse y causar más desastres alrededor. Katsuki Bakugo, alias, Kacchan, estaba ahí, siendo sometido, y resistiéndose con las explosiones de sus palmas. Ahora entendía a Kamui Woods, quien no era útil en el ataque, pero con el apoyo, podría tratar de hacer algo, como buscar agua o una manguera para intentar reducir el fuego, aunque esa cosa que tomaba poco a poco a Bakugo hacía mucho más daño del que ellos podían actuar y reaccionar.

Esto era su culpa. Todo porque quería preguntarle algo que ya sabía la respuesta, pero se negaba a verla realmente. Y, por ese acto, terminó liberando al villano una vez más en la ciudad; liberó una amenaza por puro egoísmo y descuido inconsciente por su parte. Se reprimió mentalmente, viendo como Bakugo luchaba con todas sus fuerzas contra el control del villano sobre él. Los ojos rojos parecían verlo directamente hacia su alma.

Parecían...

Pedir ayuda.

"Maldita sea, no podemos acercarnos demasiado", expresó Death Arms con pesadez, mientras hacía retroceder a la multitud formada detrás de la barrera de agua de Backdraft, "¿alguna plan?", preguntó, sin notar una cabellera verde pasando corriendo el perímetro y viendo a sus compañeros.

"¿El niño es parte del plan...?", la pregunta de Mt. Lady hizo confundir a Death Arms, quien se dio la vuelta y observó, aterrado a Izuku, quien iba hacia el peligro.

"¡Oye, niño, vuelve aquí, es peligroso!", exclamó con molestia, ¿cómo era posible que alguien lo pudiera pasar de esa manera?

A la lejanía, All Might observaba todo como ciudadano promedio. Sus ojos azules captaron el espíritu heroico del joven peliverde. Sus piernas moviéndose con frenetismo frente al peligro, aun con terror en la mirada, no flaqueaba su espíritu, haciendo que se moviera, no importando su peligrosidad o riesgo a morir. Eso lo ha sentido miles de veces, aun sabiendo que la situación lo superaba cuando no tenía algo especial en él. Esa sensación de que tu cuerpo se mueve solo, y esa motivación personal que lo obligaba a moverse fue increíble de ver. Era como verse así mismo.

"Esta es tu prueba de fuego... literalmente", se rio un poco para calmar sus ansias de entrar y acabar todo de un golpe. Podía hacerlo, pero verlo allí, lo hizo preguntarse si era realmente necesario.

Su cabello ondeaba y sus pulmones dolían por el humo y ceniza escapándose entre sus fosas nasales. Apretó los dientes, mientras que el villano lo observaba, complacido de verlo una vez más. En este día se había cruzado con gente interesante, ¿no es así?

Sin embargo, algo que no esperaba el gran villano, fue que algo rociara sus ojos. El picor fue inmenso, para pasar a ser insoportable en poco tiempo. Dejó escapar un grito adolorido, mientras que el control sobre el chico con explosiones en sus manos era, mínimamente, liberado por ahora. El alcohol que usaba para limpiar su escritorio del colegio servía muy bien en una pelea, ¿quién lo diría? Se quitó su mochila de la espalda, lanzando la misma hacia las manos del villano que intentaba alcanzarlo. Si lo tocaba, era Game Over.

Cuando logró acortar las distancias y fue capaz de ver a Kacchan en una posición favorable para ser liberado, se lanzó, tomando su mano con fuerza. La adrenalina subía por su torrente sanguíneo y sus células vibraban por la sensación de peligro.

"¡D-Deku, ¿qué estás...?!", no pudo terminar de maldecirlo, antes de verle la cara con una expresión de sorpresa absoluta.

"Cállate... T-Tú...", su sonrisa se eensanchó con nerviosismo, mientras iba sacando al mismo poco a poco de sus ataduras. El miedo era palpable, y aun con esas, sonreía para sus adentros y calmar tanto a su alrededor, como a sí mismo. Justo como su ídolo, "parecías estar pidiendo ayuda".

Con un último jalón, lo tiró al suelo al sacarlo de su prisión momentánea, hecha por el villano. Sus dientes se apretaron con fuerza al ser separado de su nuevo huésped, y observó, borrosamente, como este niño sin convicción en su vida, había salvado a esta joya perdida de la corona. Primero, fue All Might, ¿ahora? Este niñato egocéntrico. Dejando escapar un rugido exasperado, se lanzó con dirección de Midoriya.

"¡DETROIT...", su voz lo hizo sentir que estaba en uno de sus peores días. ¿Este tipo estaba en todos lados o algo por el estilo? Pudo ver la figura musculosa y brillante como una estrella allí, preparando un puñetazo en su dirección. Cerró los ojos y suspiró, resignado a su destino, "SMASH!", su puñetazo de aire fue lo suficientemente fuerte como para deshacerse de su enemigo, antes de ser encerrado, con una fuerza inhumana, en la misma botella de antes.

All Might sonrió, tan brillante como siempre, y despejó las nubes de arriba con ese puñetazo. Midoriya sonrió con nervios ante esa demostración insana de fuerza, y pudo sudar la gota gorda.

En serio, era demasiado fuerte.

-]|[-


El regaño que sufrió ese día por el cuarteto de héroes fue demasiado para soportar el día de mañana. Se adentró al peligro sin importarle en lo más mínimo ese miedo que los profesionales sentían de su bienestar, y a él no pudo parecerle menos importante que nada. Después de todo, estaba todo a salvo, y aunque padeció daños el lugar, eso fue culpa del villano, no suya. Aunque no le guste admitirlo, salvar a Bakugo en ese momento no era algo que le emocione mucho en vistas generales, teniendo en cuenta su historial tan extenso juntos. Al menos, esta vez, se fue sin decir nada. Pudo esperar un agradecimiento, pero nada realmente de eso tenía sentido, teniendo en cuenta como es que era Bakugo con las demás personas.

Ahora que lo piensa, estaba llegando tarde a casa, y eso era malo por un solo motivo: las mujeres que vivían allí. Al ser el único chico, ellas tomaron un rol bastante sobre protector con él por el mismo motivo; su forma de ser. Siempre le han dicho que es muy bueno con los demás y, bueno, no lo iba a negar, pero había veces que no le gustaba ser egoísta en sus decisiones y pensaba a favor de todos los presentes, en vez del suyo propio. Sabía que tenían razón y que, algunas veces, tenía que pensar más en sí mismo, pero...

No podía, era demasiado bueno para hacerlo.

"Muchacho", esa voz lo hizo detenerse, y la melena rubia de su ídolo lo detuvo en la mitad del camino hacia su casa. Su sonrisa se mantuvo en todo momento, mientras se cruzaba de brazos, "hiciste un gran espectáculo allí atrás, ¿no?", esto parecía una reprimenda, y Midoriya lo sabía.

"L-Lo siento, sé que fue imprudente y esto ocurrió por mi culpa y...", la risa de All Might, lo detuvo, sintiéndose extrañado por ello.

"¡Puede ser que hayas tenido la culpa, pero eso no quita el hecho de que pudiste remediarlo!", su voz, tan poderosa y grande, lo señaló, antes de desaparecer su forma gigante y sonreír, dándole un pulgar hacia arriba, "hoy fuiste un héroe, muchacho", habló, expulsando sangre desde la comisura de sus labios.

Estaba conmocionado, y su cuerpo tembló casi de emoción, sintiendo que esto era un sueño del que buscaba despertar en cualquier minuto. Se pellizcó el brazo, antes de darse cuenta de que esto era la realidad. All Might lo estaba elogiando por su actuar, y esto era real. ¿Qué estaba pasando con este día...?

"Chico, ¿cómo te llamas?", su sonrisa no vaciló, viendo su fuego interno brillando con fervor y una hermosa llama verdosa de determinación. Tenía la mirada de un héroe.

"I-Izuku Midoriya, señor", dio una reverencia tan rápida, que hizo reír al héroe profesional.

"Bueno, joven Midoriya, ¿tú sabes cuál es mi 《Quirk》?", la pregunta lo confundió un poco. Toshinori se preguntaba si debía de revelarlo tan rápido, pero al ver con esa ardiente determinación heroica fluir como un río de agua, lo hizo sentir que valía la pena totalmente.

"N-No, pero dicen que es algo relacionado con una superfuerza o algo parecido...", se rascó la nuca, con nervios aferrados en su tono. El delgado mantuvo su sonrisa, clavando sus ojos azules sinceros sobre el chico.

"Verás, chico, mi 《Quirk》 tiene un nombre...", abrió la mano, extendiendo sus dedos y haciendo que su palma brille con intensidad, "《One For All》. Ese es el poder que se me ha otorgado. Es una antorcha que se va pasando de portador en portador, y tú, Izuku Midoriya, quiero que seas el próximo en poseerlo", los ojos del peliverde se quedaron abiertos de shock, incredulidad y duda. Cerró los ojos y negó con la cabeza.

"A-Aunque suene increíble, no lo merezco. No hice demasiado allí atrás. Fui una carga que entorpeció todo y...", dejó de hablar, cuando la mano de Toshinori terminó por alborotarle el cabello.

"Tus piernas se movieron solas. Eso es lo que pensabas en ese momento, ¿no?", Midoriya lo miró, incrédulo, antes de poder seguir, "en este día, fuiste más héroe que cualquiera que estaba allí. Incluso si te dije que no podías ser un héroe, yo sabía qué ibas a ser un gran profesional en un futuro. Lo veo en tus ojos", su sonrisa hizo que empezara a lagrimear, sintiendo que estaba desbordándose como el agua en un vaso pequeño. Como si una presa se rompiera en su interior, "tú puedes ser un héroe, y yo puedo hacerte el mejor del mundo, Izuku Midoriya. Quiero que seas mi sucesor".

Izuku Midoriya no supo qué fue lo que le pasó ese día, pero lloró de manera inconsciente por media hora, deshaciendo sus frustraciones, arrodillado ante su ídolo, quien lo consolaba como un mentor.

Y, entonces, ese fue el día en que toda su vida se puso patas arriba.

Chapter 3: Capítulo 2: Playa Dagobah

Summary:

El entrenamiento de Izuku Midoriya para conseguir el 《OFA》 empezó y lo obtendrá en una cantidad bastante corta de tiempo.

Chapter Text


Las lágrimas del pequeño no podían ser más grandes. Acaban de decirle que debía rendirse sobre ser un héroe profesional, y eso le hizo sentirse horrible en todo momento del día. Observó sus nudillos, mojados y empapados de agua que se filtraba por sus ojos verdosos de color esmeralda. Eso lo hizo sollozar una vez más en su cuarto, totalmente a oscuras y con las luces apagadas. La lluvia lo acompañaba a las afueras de la ventana. Si agudizabas el oído, las lágrimas de las nubes, tirando todo desde lo más alto en el cielo e impactando contra su ventana. Los rayos y truenos acompañaron su canto despotricado de tristeza.

Era como si el mundo llorase con él al mismo tiempo. ¿Cuáles eran las posibilidades de no tener un 《Quirk》 en una familia con 《dones》 ? Estaba seguro de que era demasiado baja, si es lo que su cabeza de cinco años podía decir. Sin embargo, esto lo hizo sentirse mucho, mucho peor. ¿Tenía la peor suerte del universo completo o algo por el estilo…? No. No, no debía de decir que era el único que la estaba pasando mal, porque era demasiado egoísta de su parte. Había gente que ni siquiera podía permitirse refugio, comida o incluso agua, y él estaba llorando en la comodidad de su litera, pensando que era el fin del mundo.

N-No es tan malo, Izuku. ¡E-Estoy seguro de que puedes seguir con tu sueño!” , el recuerdo de su padre animándolo camino a casa junto con Izumi lo hizo sentir horrible. Sabía que él sonreía, pero para no fingir la tristeza que esto le provocaba. Hisashi Midoriya era un mentiroso de alto calibre, después de todo. Pero en ese tiempo, no pudo darse cuenta de esa animación tan vacía.

L-Lo siento, Izuku… ”, recuerda a su madre abrazarlo con fuerza y temblores, repitiendo disculpas una y otra vez, mientras que él se quedaba mirando a la nada con sus ojos muertos de emoción. 《Quirkless》 . Era una persona sin 《don》 . Eso, por algún motivo, le hizo sentirse demasiado mal en lo personal.

Siempre quiso ser como All Might, quien sonreía ante cualquier adversidad para poder calmar a todos sus allegados, incluso si el peligro seguía latiendo con fuerza detrás de su espalda. Era increíble verlo salir de los escombros y edificios llenos de llamas, cargando a las personas en su espalda sin despeinarse o verse dañado en lo absoluto. Sin embargo, ahora, la oportunidad de ser como su ídolo y un héroe profesional, se vino abajo. Antes, quería ser un salvador que busca proteger y ayudar a todas las personas posibles del mundo. Probablemente, le guste a la mayoría, pero no buscaba gustarle a nadie.

Después de todo, la labor del héroe profesional es salvar vidas, no salvar carreras con falsas sonrisas. Al menos, así veía el heroísmo bajo sus ojos.

Entre su llanto lleno de tristeza, la puerta hizo un ligero sonido que el trueno de afuera decidió por silenciar cuando la otra melena verde de cinco años lo observó con una mirada triste en el rostro. Ella fue catalogada con un 《Quirk》 bastante bueno, a decir verdad, pero le molestaba profundamente que su hermanito no tenga uno propio. Eso era totalmente injusto, según ella. Sus pies tapados por los calcetines la hicieron caminar silenciosamente hacia su hermanito y se sentó a su lado, provocando un sobresalto del mismo ante su presencia. Ella se rascó la nuca, a modo de disculpa.

“L-Lo siento, Izu-chan…”, se disculpó la hermana mayor, mientras que el menor calmaba sus latidos acelerados de manera incontrolada, siendo los sollozos su mayor enemigo en este momento, rompiendo a llorar una vez más. Eso le rompió el corazón, lo que la hizo sentir demasiado mal al respecto. Verlo así de roto y desprotegido la hizo sentirse demasiado patética en ese momento. Se suponía que era la hermana mayor entre los dos, entonces, ¿por qué se quedaba allí sentada, viendo como su hermanito sufría en silencio? No era justo. El mundo no lo era. “¿I-Izuku?”, lo llamó por su nombre, haciendo que levantara levemente la cabeza.

Sus ojos esmeraldas estaban ahí, siempre resplandecientes, pero algo faltaba allí que la hizo sentirse inquieta. No tenía su chispa; el fuego que siempre demostraba se había esfumado luego de tres horas después de la noticia. Eso hizo que frunciera el ceño, notando lo rojo que estaban sus ojos, y lo brillantes que se habían puesto al mismo tiempo. ¿Por qué no podía ser más útil que esto? Dios, era una hermana terrible. Ella, por obvias razones, no se sentía triste por lo que le diagnosticaron. Tenía un gran 《Quirk》 , pero pensaba que no lo merecía. El chico, a su lado, era más valiente y avispado que ella a la hora de hablar de 《dones》 . Entonces, ¿por qué el mundo se reía de él, para luego llorar junto con su tristeza? No tenía sentido.

Esto no tenía sentido. Era como si se sintiera inmerecido para ella. Si pudiese, le daría su 《don》 , aunque sabía que eso era imposible. Sin embargo, si pudiese, lo haría inmediatamente.

“… No estás para nada bien”, susurró, antes de quitarle las lágrimas con el pulgar, provocando que el chico se terminara por romper aún más, siendo una catarata interminable de lágrimas. En serio, ¿por qué no era capaz de calmar a nadie? Aunque, bueno, la familia Midoriya se caracterizaba por ser muy emocional y sentimental, así que, funcionaba, supuso. “Hey, ¿quieres… un abrazo?”, preguntó con un tono calmado y comprensivo. El chico la observó por unos momentos, con sus labios curvados en una expresión desconsolada, antes de succionar los mocos hacia adentro.

“E-Estoy bien, n-no tienes que…”, su voz fue callada cuando Izumi le dio un ligero golpe en la cabeza, provocando que se sobresalte por eso. Las lágrimas, por ahora, se calmaron, antes de formarse la confusión en su rostro, antes de frotarse la nuca. “¿P-Por qué…?”.

“¿Aún tienes el descaro de preguntar, Izuku?”, preguntó, molesta por su actitud. Pudo jurar que el fuego se activó por un instante en su cabello, pero eso fue secundario. Envolvió sus brazos alrededor de su hermanito, dándole un fuerte abrazo de oso. Sus manos se fueron hacia su espalda, dándole leves círculos en la misma, mientras recostaba su cabeza sobre su hombro. “No estás bien, Izu. Eso no es estar bien. Mírate, ya ni siquiera sonríes…”, tuvo que aguantar las lágrimas para adentro al escucharlo sollozar y temblar. “… Tranquilo, tu hermana mayor te va a proteger, ¿entiendes…?”, declaró, no esperando una negativa por su parte.

El agua azotaba las ventanas, mientras que las nubes, aun grises, llenas y cargadas de agua, lloraban a la par del chico, empapando toda la ciudad. En estos climas tan callados, pero vívidos al mismo tiempo, Izumi siempre pudo encontrarlos hermosos y relajantes. Era el clima ideal para relajarse, hablar y, quizás, llorar porque no todo es sonrisas y flores. Eso lo aprendió a la edad de cinco años y mantuvo su temple en alto, al verse en una situación de este calibre. Algunas veces, para que todo sea cálido, hermoso y sonriente, debe de haber dolor, tristeza y pérdida. La respuesta de Izuku fue un abrazo más fuerte, aferrándose a ella con todas sus fuerzas, manchando un poco su ropa.

Si bien era su favorita, no importaba. Después de todo, su hermana estaba ahí para él, lista para apoyarlo y ser su hombro en el que sea capaz de llorar en sus malos días.


El crujir de la hierba hizo que Izumi Midoriya se detuviera de su carrera matutina. Una toalla puesta en su frente la hizo recuperarse, mientras se tomaba de las rodillas, bastante cansada por el entrenamiento físico en este día. Hoy era sábado, por lo que no era demasiado importante preocuparse por la escuela. Después de todo, ya hizo los deberes que los profesores habían dejado las clases pasadas. Se llevó la cabello a una coleta una vez más, mientras seguía apoyando la toalla sobre su frente una vez más. Su conjunto era uno deportivo de color verde, típico de la familia Midoriya. Dejó escapar un suspiro, mientras sus ojos se fijaban en la puerta de su casa, cerca de su destino. Caminó, con dirección a su interior, tomando su teléfono. El sudor se pegó entre sus dedos, haciendo que sea difícil de usar, pero nada que su 《Quirk》 no pueda arreglar al quitarse la misma.

Todo ha estado extrañamente inquieto y raro, para su gusto.

Desde hace dos días, exactamente, había ocurrido un incidente en una prefectura que ni recuerda y tampoco le importaba. El punto es que, en ella, se vio involucrada Katsuki Bakugo al ser atacado por un villano que trataba de controlar su cuerpo. No iba a decir que no sentía lástima, pero, vamos, era Bakugo, que se joda ese bully. De todos modos, su hermano había vuelto a casa bastante lloroso, con lágrimas hasta encima de su mochila (¿cómo?), lo que la hizo sentir rara. Sin embargo, parecía que tenía respuesta, después de todo. Consiguió la firma de All Might, y la pusieron en el salón como una reliquia familiar. Aunque su madre, Inko, se negó rotundamente, al final, fue simple chantajeo para permitirlo.

Su chantaje fue que, si no le permitia a ella y a su hermano colocar la firma como reliquia sagrada, ella iba a cocinar con su 《Quirk》 durante un mes. Accedió al instante. De todos modos, volviendo con Mohamed. Ha estado actuando demasiado raro desde ese día. Bueno, no le debe de importar lo que le pase después de ese encuentro desafortunado, pero, no sé, esperaba que se pusiera como una perra rabiosa y atacara a Izuku sin remedio. Pero decidió no hacerlo. ¡Incluso le dijo a sus secuaces que no hagan nada ni ese día ni el próximo! Eso la dejó de piedra. No parecía estar de humor y, si bien, se ponía a gruñirle a su hermano cuando pasaba cerca, no se atrevía a hacerle algo.

Algo pasaba entre los dos, pero no podía explicar el qué. Según recuerda, el héroe All Might salvó el día y salvó al joven, para su desgracia. Entonces, ¿por qué ignoraba a Izuku? ¿Quizás le hizo algo cuando volvía de la escuela…? No, eso no tenía sentido alguno. Había dejado claro el punto al evaporar su sudor momentáneamente antes de que usara su 《don》. Pero esa tensión, capaz de ser cortado por un cuchillo para mantequilla, la mantuvo confusa al respecto. Sin embargo, iba a averiguarlo. Cuando sus zapatos se posaron en frente la puerta de su casa, entró apuradamente por el sol abrasador de arriba, que mantenía su mirada expectante sobre ella.

Si bien su calor le hacía inmune al calor del fuego y las llamas en general, no lo hacía sobre el sol con sus rayos que atravesaba la atmósfera y que era capaz de provocar cáncer en su piel a una exposición demasiado prolongada. Eso, y no sabía sí era vulnerable a otros 《Quirks》 con su mismo comportamiento. Sin embargo, según ella, debía de ser el caso. Ningún 《Quirk》 era lo suficientemente bueno como para no tener puntos débiles.

Por ejemplo, ella tiene que comer altas cantidades de calorías para alimentar su “núcleo” y usarlo sin muchas molestias. Además, no tiene que excederse sobre el uso, porque podría deshidratarse y colapsar, antes de que su 《don》 se desactive por voluntad propia al estar cerca del desmayo o algo cercano. Le ocurrió cuando practicaba con Izuku. Dios, recuerda el pánico en su rostro, antes de volverse en alivio al verla despertar. Pero, sí, es un 《Quirk》 demasiado versátil, destructivo y perjudicial para ambos lados. Estaba equilibrado, y era necesario ser astuto para usarlo.

Por ese motivo, ha estado entrenando todos los días; tener un cuerpo más entrenado y capacitado, sería bueno para aguantar más en las batallas largas, al mejorar su resistencia física y no desgastarse tan rápidamente. Además, no siempre podía depender de su 《Quirk》. Es cierto que en la lluvia no funciona, y es por eso que estaba pensando en estudiar algún tipo de arte marcial. Después de todo, no se sabe cuando necesitará aprender a defenderse en algún punto de su vida. Eso, y porque quería verse más sana. Comer altas cantidades de comida para recargar su “núcleo” la hace subir un poco de peso, y aunque las llamas se encargan de quemar la mayoría de ellas, nunca estaba de más tener un buen estilo de vida saludable.

Cuando sus dedos tomaron el pomo de la puerta, la abrió, revelando el interior y dejando que ella entrase al interior, antes de cerrarla detrás de ella. La melena verdosa progenitora de la familia la observó, poniendo la cabeza hacia atrás con una sonrisa amable en su rostro un tanto regordeta, pero bastante bien para tener su edad.

“¡Oh, hola cariño, volviste!”, comentó con una sonrisa plasmada en su rostro, mientras que la chica asentía, saludando con la palma abierta. No quería darle un beso porque estaba sudada. Y quitarse el sudor con su 《Quirk》 al subir su temperatura corporal no era bueno para nada; después de todo, el sudor se impregnaría en la ropa como el vapor, y era asqueroso.

Inko Midoriyaa era una mujer un poco delgada que tiene el pelo corto de color verde oscuro atado con una cola de caballo a la izquierda. Su vestimenta era una camiseta de color azul claro de manga corta, al igual que unos pantalones cortos de tonalidad blanquecina. Desde que Hisashi Midoriya se fue al extranjero e Izuku Midoriya, su hijo, fue diagnosticado como 《Quirkless》, ella entró en una etapa donde no hacía más que lamentarse y encerrarse de la culpa. Si bien, eso le hizo subir un par de kilos, no fue lo suficiente como para desanimarla al ver a Izuku e Izumi tan unidos, apoyándose el uno con el otro. Ahora, un poco más ausente, pero presente en sus vidas, ha recuperado un poco como seguía siendo en su juventud.

《Nombre: Inko Midoriya》
《Ocupación: Trabajadora de una empresa cualquiera》
《Quirk: Atracción; este don le permite atraer hacia ella un objeto que pese menos de 3 kilogramos. Sin embargo, al no estar interesada en el heroísmo, no ha podido desbloquear su máximo potencial》


“¿Cómo estuvo la carrera matutina?”, preguntó la madre, haciendo que Izumi dejase escapar un resoplido cansado. Inko se rio entre dientes, levantándose del sofá y revolviendo su cabello con cariño. “Ya veo, ya veo. Bueno, deberías irte a dar un baño, querida…”, Izumi bajó la cabeza de vergüenza. “Apestas”, se tapó la nariz con sus dedos, provocando que Izumi haga un puchero.

“¡Ya lo iba a hacer!”, exclamó, con una ligera sonrisa en su rostro. En serio, aunque los tres en estas casas sean unos idiotas que lloran hasta morirse, se preocupan por todo y, sobre todo, son demasiado sobre protectores los unos con los otros. “Además, ya no soy una niña…”, hizo un puchero.

Izumi…”, empezó, “tú y tu hermano son mis niños para mí, y eso no va a cambiar hasta que me muera”, sonrió con suficiencia, haciendo que ella dejara escapar una leve risa avergonzada.

“Dios, en serio eres difícil de tratar. Ya veo la razón del porqué soy una terca…”, mantuvo la sonrisa en su rostro, antes de que las dos asientan.

“Ve y báñate”, expresó su deseo, dándole una toalla limpia a diferencia de la mojada y sudada que la chica tenía en su frente. La misma la tomó y asintió.

“¡Bueno, hora de una ducha helada!”, exclamó, sonriendo y entrando a su cuarto a buscar ropa limpia. Inko sonrió detrás de ella, un poco divertida al respecto.

Abriendo la puerta de su cuarto, dejó caer la toalla en el respaldo de la silla de su escritorio, mientras saludaba a su hermanito, quien mantuvo la vista inmersa en su teléfono. Distraídamente, le devolvió el saludo. Eso también era raro. Desde hace dos días, ha estado actuando extrañamente apegado a su teléfono. No es que sea realmente algo a tener en cuenta, pero, para ella, lo era. Izuku, su hermanito de toda la vida, no ha estado mostrando entusiasmo al usarlo en toda su vida más que ver alguna que otra entrevista de algún héroe que le gusta o sobre All Might. Aunque también le gustaba ver sobre el héroe profesional Snipe. No iba a mentir, a ella también le encantaba lo genial que podía llegar a ser.

Pero volviendo al tema principal. En vistas generales, era raro verlo tan apegado a ese aparato, con una sonrisa en el rostro. Pudo verlo teclear con rapidez, antes de mostrar satisfacción en sus rasgos y sentarse en su cama. ¿Estaba respondiendo un mensaje, o algo así…? Izumi lo observó, con una ceja levantada de curiosidad; era demasiado raro que estuviera teniendo vida social, o algo parecido. Sin embargo, amaba esa idea. Desde siempre, su hermanito se ha sentido decaído e insuficiente de manera emocional al ser diagnosticado como 《Quirkless》, lo que condicionó su entorno, amistades y actitud. No confiaba en muchas personas, por no decir que en casi nadie. Pero verlo sonreír a su teléfono con emoción, la hizo sentir un vuelco en su corazón.

Y ahí fue cuando sus instintos de hermana mayor curiosa se activaron.

“Izuku, hermanito…”, llamó su atención, dejando de atarse las agujetas de sus zapatillas rojas, hermosamente brillantes y bien cuidadas a pesar de todos estos años. “Dime, ¿quién es la afortunada, hm?”, su tono levemente petulante hizo que el pecoso comenzara a sentir que su rostro se ponía rojo de la vergüenza.

“¡N-No es una chica!”, se defendió con los brazos en una cruz, mientras que la hermana mayor se reía entre dientes, cruzada de brazos. “Es… un amigo. Me va a ayudar para el examen de U.A.”, dejó escapar un suspiro, rascando su mejilla, haciendo que su sonrojo se disminuyera drásticamente al calmarse.

“¡Bueno, eso es bastante bueno!”, aplaudió, con una sonrisa brillante en su rostro. “¿Deberíamos retomar la rutina de entrenamiento? Yo acabo de terminar por hoy, pero puedes sumarte y acompañarme mañana”, recomendó, haciendo que el pecoso se frotara la barbilla.

“Bueno, tendré que preguntarle más tarde. Quizás sea bueno, sinceramente”, se encogió de hombros, terminando de atar sus cordones en un nudo para sentir sus zapatillas perfectamente ajustadas hacia sus pies. Se levantó, dando un pequeño golpe con la punta de las zapatillas, y asistió levemente. “Perfecto. Por cierto, báñate; apestas”, poniendo los ojos en blanco, el chico salió del cuarto, antes de que Izumi pudiera decir algo sobre su olor.

No olía tan mal, ¿no…? Ugh, olvídenlo, tenían razón.

“Oh, Izuku, ¿vas a algún lado?”, preguntó Inko, con una sonrisa en su rostro. Si bien ella preguntó con todo el cariño del mundo, Izuku sabía que algo más estaba oculto en esa sonrisa.

Un deseo sobre protector se mantenía en el fondo de su ser, bastante al tanto sobre su situación. Su madre, desde que fue diagnosticado como 《Quirkless》, ha sido así de protectora con su persona todos los días desde que tiene memoria. Con Izumi no es el mismo trato, ya que ella tenía un gran y poderoso 《don》. Él, en cambio, era un niño indefenso que no podía cuidarse él mismo sin salir herido o molestado por alguien. Siempre dejaba que le hagan de todo, con la mentalidad de que eso iba a terminar tarde o temprano.

Eso, sin embargo, no era así. Siempre que intentaba hacer un amigo o algo parecido, el escenario acaban de la misma manera: él siendo la burla de todos los demás por no tener un 《Quirk》. ¿Qué tan alta era la estadística para que todas sus amistades acaben de la misma manera? Muy baja. Pero, por algún motivo, había alguien allí arriba que le puso esta vida desgraciada que nunca deseó. Solo buscaba ser alguien normal, salvar gente y hacer lo correcto. No tener amigos lo hacía sentirse bastante solo, sinceramente, y esperaba poder compensar eso en el futuro.

Pero el punto es que su madre no iba a tragarse el cuento de que estaba viendo a un amigo. Eso, y que tampoco sería lo mismo si decía que era una chica, porque lo bombardearía de preguntas antes de hacer que fuese más presentable. No iba a ir a una cita, iba a ver a All Might en la Playa Dagobah y tendrían una especie de entrenamiento para hacerlo el recipiente perfecto para su 《don》 y lograr entrar a la U.A. Ese era su sueño, de todos modos, y lo iba a lograr con la ayuda de su… ¿Mentor? Sí, eso, aunque raro, sonaba bastante acertado.

“U-Uh, sí, volveré en un rato”, no le dijo a dónde iba a estar, pero tampoco le contó nada extra. Con una mirada extraña en el rostro, Inko lo observó con los ojos entrecerrados, antes de suspirar y negar con la cabeza levemente.

“Está bien. No te hagas daño, ¿sí? Me preocupa”, le imploro con sus ojos vagando por el cuarto. Aunque no le guste admitirlo, ella sabe lo protectora y poco permisiva que ha sido con su hijo últimamente en todos sus años, pero, ¿podían culparla? Su hijo, el menor de la casa por nacer minutos después que Izumi, sufría de bajones emocionales, lo que no era nada bueno de ver en absoluto.

Lo defraudó al no apoyar su sueño lo suficiente, sabiendo que él y su hermana tenían madera de ser los mejores héroes de Japón en unos años venideros. Ese sueño, ahora, lo veía poco creíble en lo personal. Escuchó de mucha gente que intentó las locuras que su hijo estaba intentando, y no siempre acababan de una manera bonita. Ella le defraudó de muchas maneras, pero aún sigue llamándola “mamá”, como si no fuese su culpa de que sufra por ser 《Quirkless》. Ella lo dio a luz, dejando que viva una vida llena de dolor y sufrimiento.

Si hubiese estado más ahí para su hijo, no se sentiría tan mal y sobre protectora con él. Sin embargo, lo hizo; ha sido una mala madre. Desde que le diagnosticaron 《Quirkless》, no ha hecho más que disculparse y lamentarse por todas las dificultades que tenía que pasar en su día a día. Sabía que la tolerancia de Japón con la gente sin 《don》 era demasiado baja, tendiendo a caer, siempre, en estándares superficiales, y mo sabía demasiado bien. Sin embargo, había veces que ver a Izuku llegar herido algunas ocasiones la hacía romperse. No tenían los recursos para mudarse, darle clases en casa, cambiarlo de colegio y demás clases.

Si Hisashi estuviera aquí, todo sería diferente. Pero tuvo que irse a Estados Unidos para trabajar más a gusto. Le enviaba dinero que, justamente, alcanzaba para todo lo necesario que ellos compraban para vivir por unos meses. Sin embargo, con el trabajo y salario que tenían en conjunto, no alcanzaba para matricular a Izuku en otra escuela. Incluso si la dejaban, no tenía la seguridad de que pasara otra vez lo mismo, y tampoco es como que los profesores sean igual de buenas personas que las de 《Aldera》. Gracias a eso, las preocupaciones en su cabeza era demasiado grandes.

Por eso buscaba lo mejor para él; quería que no sufriera. Sabía de sus recaídas emocionales y el hecho de que subestimaba sus habilidades actuales. Por eso, sabía que hacerlo salir sería un error del que se arrepentiría, pero…

¿Qué le hacía una mancha más al tigre? Quizás, esta vez, su amigo no va a tratarlo como alguien raro. Al menos, eso era lo que esperaba. Esperaba que nada le pase

Cuando la melena de su hijo desapareció por el marco de la puerta principal, sintió que el aire de sus pulmones se comprimía con fuerza. La preocupación se cernía sobre ella y, si aparecía golpeado y dolido, sería su culpa.

Una vez más.

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La arena lo hundió suavemente al poner sus pies encima de la misma. Sus ojos esmeraldas se desviaron sobre las grandes pilas de basura que adornaban toda la playa costera. Las cantidades absurdas de total suciedad adornaban todo el lugar, provocando un sentimiento de exasperación en su mirada. Por la misma, este lugar ha sido poco transitado por el público, provocando que sea algo poco usado en estos momentos. Bueno, “poco” es una palabra bastante generosa. No se ha usado hace años, desde que la basura ha empezado a tomar poco a poco toda la zona. Izuku respiró hondo, viendo a su mentor con el ceño fruncido.

“¡Bien, joven Midoriya, has llegado justo a tiempo!”, exclamó su maestro. Su forma musculosa se mantuvo reservada por el momento, dejando a Toshinori Yagi en su lugar. Vestía unos pantalones cargo bastante holgados, junto a una camiseta larga igual de holgada. Su sonrisa se mantuvo en su rostro en todo momento, mientras que sus ojos azules lo observaban de pies a cabeza. “Encontré este sitio por internet, y, sinceramente, parecía menos desesperanzador por línea, pero…”, mantuvo su sonrisa, “parecer ser que es perfecto para nuestro entrenamiento”, su temple se mantuvo, dándole una levemente palmada en la espalda.

“S-Sí, aunque me pregunto por qué hay tanta basura desparramada por aquí. ¿Desechos atraídos por las corrientes oceánicas, quizás?”, preguntó, viendo el óxido que se cernía sobre los productos, haciendo que Toshinori se encogiera de hombros.

“No lo sé, pero se estaba pudriendo aquí por quién sabe cuántos años”, respondió, escupiendo sangre al hablar, sacándole un leve grito de sorpresa al ser casi manchado por la sangre del héroe número uno. “Iba a llamarte a las seis de la mañana hoy, pero…”, se detuvo, viendo a Midoriya un momento, “tienes un físico mejor de lo que esperaba, chico”, respondió con sinceridad en su rostro.

Midoriya observó sus brazos, mientras notaba que tenía un poco de razón. En el pasado, se encargaba de entrenar con su hermana para mantenerse saludable, por lo que tenía algo de músculo, pero aún no era del todo suficiente para él. Sin embargo, si All Might, el héroe número uno y “Símbolo de la paz”, decía que era bastante decente, tenía que creerle al respecto. Suspiró suavemente, asintiendo con la cabeza en respuesta.

“Bien, eso es bueno y nos aligera mucho el entrenamiento, joven Midoriya”, explicó, pasando sus dedos sobre los polvorientos objetos de metal de la playa. “Sin embargo, y aunque tengas un físico un tanto mejor que el promedio, todavía necesitamos hacer un progreso duro y exigente”, Midoriya parpadeó, bastante confuso al respecto.

“E-Espera…”, el silencio lo ahogó por unos instantes, viendo alrededor con sus ojos en blanco. “V-Voy a…”.

“¡Sí, Midoriya Izuku, limpiarás esta playa con mi ayuda y entrenamiento!”, exclamó entre risas, mientras que el chico de cabello verdoso palidecía al instante. “Aunque suene difícil o imposible, no lo es. Es un proceso demasiado largo y complicado, pero, con el entrenamiento correspondiente, podrás obtener el 《OFA》 para poder controlarlo mucho mejor. Después de todo, si te lo doy ahora, tus extremidades se volatizarían y serías reducido a trocitos”, explicó, haciendo que Izuku se tambaleara con miedo ante la imagen mental.

“M-Mis extremidades…”, repitió lo que su mentor dijo, con incredulidad en sus palabras. El delgado asintió seriamente.

“Exactamente. Vamos a usar todo lo que este sitio tiene para ofrecer, y te haremos un contenedor digno de mi fuerza, Midoriya”, palmeó su brazo flácido, con una sonrisa en su rostro. “Sin embargo, quiero que este día se te quede grabado como el primer paso que darás en tu travesía, joven Midoriya”.

Sus pasos resonaron en la arena, dejando que una de sus manos flácidas se mantuviera por encima de un refrigerador común y corriente. Su sonrisa se mantuvo en su rostro, mientras su tamaño iba cambiando, adoptando un cuerpo mucho más musculoso en un par de segundos. Con simpleza, la aplastó, dejando que pudiese ver el mar, mientras servía como reflector para redirigir los rayos del sol sobre todo el lugar. Al aplastarlo, una ligera corriente de aire lo hizo sentirse estupefacto y sorprendido ante la facilidad con la que lo hizo. Era All Might, no debería de estar sorprendido, pero…

No paraba de sorprenderse conque All Might sea su mentor. Mantuvo una sonrisa en su rostro, ligeramente nerviosa, pero aun con convicción en su postura y mirada.

¡Con tus cualidades físicas, joven Midoriya, resucitaremos el horizonte de este lugar!”, exclamó, sonriente como siempre. Su imponencia física lo hizo temblar de emoción, mientras apretaba el puño y asentía.

“¡Bien, estoy listo!”, exclamó, “O-Oh, cierto, lo olvidaba. ¿Vamos a tener un régimen? Porque me gustaría salir a correr con mi hermana de vez en cuando y eso, ya sabes, para ayudarle a controlar mejor su 《Quirk》 y esas cosas…”, dijo, jugando con sus pulgares, mientras que el héroe se reía con poca fuerza.

¡Tu régimen está cubierto, joven Midoriya! Una persona muy lista me ayudó, teniendo en cuenta de que todavía tienes catorce años, pero con este entrenamiento, seremos capaz de hacerte llegar a la cumbre en menos del tiempo esperado. Si bien el examen de admisión empieza dentro de diez meses, creo lograr conseguir un muy buen resultado en la mitad del tiempo requerido”, mantuvo sus dedos en su barbilla, pensando en eso último. “Aunque no sabía realmente que tenías una hermana, pero no te preocupes por eso; mientras no sea excesivo y sientas que puedes, eres libre de hacerlo. Aunque no recomiendo que sea seguido; podrías lesionarte y tirar todo al garete”, Izuku asintió con suavidad.

Entre los dedos del señor, una hoja bailaba ante las leves ventisca del viento, dejando que Izuku la tomara. Había cientos y cientos de ejercicios allí, al igual que comidas para degustar a la hora de entrenar para llevar un buen número de calorías para quemar, queriendo tener un cuerpo mucho más apto para el 《OFA》. Era bastante completo, pero no pudo evitar mirar la firma con los ojos entrecerrados.

Nezu”, leyó en voz baja. Un pequeño susurro que se lo llevó el viento, mentiras que ese nombre le sonaba. Bueno, siempre podía pensarlo más de manera detenida en casa.

Midoriya suspiró suavemente, mientras veía a All Might alejarse y tomar sin esfuerzo un refrigerador en sus hombros. Con tranquilidad, lo dejo en la playa, antes de sentarse encima de él. El chico ladeó la cabeza, confuso, antes de que viese las correas alrededor de la misma. Abrió los ojos, horrorizado, entendiendo a dónde iba todo esto. Lo observó, y el héroe solamente atinó a sonreír con esos dientes tan brillantes y resplandecientes que daban más miedo que seguridad en ese preciso momento.

¿Qué? ¿Esperabas que fuera blando contigo? Lo siento, pero no esta vez, joven Midoriya. Además, no es TANTO peso, sinceramente”, le quitó importancia, moviendo la mano de un lado hacia el otro. “Son únicamente 255 kilogramos”, la calma con la que se lo dejó saber fue demasiado grande. Se tambaleó en su sitio, siendo golpeado por la realización de su peso. ¿No era 272 kilogramos, realmente? ¿Bajó peso? ¡Qué considerado!

“…”, Midoriya suspiró, antes de hacer crujir internamente los huesos de sus brazos. Dejó escapar una sonrisa, escondiendo sus nervios e incertidumbres sobre este ejercicio. “¡Estoy listo, All Might!”, exclamó.

¡Bien, entonces demuéstrale a esta playa de lo que estás hecho, joven Midoriya!”, le animó, mientras que el joven se frotaba las manos, calentando las mismas.

Izuku dejó escapar un suspiro, tensando sus músculos mientras tomaba las correas. No era obviamente la persona más apta para hacer nada físico, pero tenía aptitudes físicas mejorables y un poco por encima del promedio por sus ejercicios. Sin embargo, ser un poco mejor que el promedio no era algo que quiera en este momento; necesitaba ser su mejor versión en este entrenamiento. Diez meses era el tiempo límite, ¿no? All Might había dicho que lo llevaría al límite y se encargaría de hacerlo apto como portador del 《OFA》 en cinco meses. Si bien le podía adjudicar eso a una confianza en su régimen, no quitaba el hecho de que tenía puestas todas sus esperanzas en él.

All Might no era el héroe número uno por nada, después de todo; tuvo un duro camino que escalar para llegar a la cima, donde actualmente reside como el número uno indiscutiblemente. Sin embargo, en ese pecaminoso camino, siempre hubo obstáculos. Y esa iba a ser la vida de Midoriya de ahora en adelante desde que empezó a entrenar para conseguir el 《OFA》 de su ídolo de toda la vida. Tomó las correas antes de pasarlas sobre sus hombros y tomarlas entre sus manos. Las terminó por acomodar en su pecho en una forma de cruz, antes de suspirar audiblemente y comenzar a tirar con fuerza.

Todos sus músculos comenzaron a tensarse con un ardor indescriptible en su interior; era como si estuviera en una especie de horno de barro a máxima temperatura. Sus dientes se apretaron ferozmente, mientras sus piernas se intentaban incrustar en el suelo arenoso y dar un paso al cargar ese peso anormalmente grande. Eso, sin embargo, no pasaba. Sus piernas se mantenían resbaladizas, sin ser capaz de mantener el paso o moverlo siquiera un poco. Muchos dirían que la adrenalina serviría para moverlo un poco, y, sí, era una respuesta demasiado acertada. El problema es que Izuku Midoriya jamás experimentó ese sentimiento, así que no estaba del todo seguro

All Might alzó las cejas al mismo tiempo cuando sintió que el refrigerador se movía, aunque sea, unos centímetros de su posición original. Los pies de Midoriya se clavaron en la arena, moviendo la misma un par de centímetros. Podía escuchar desde allí arriba como era movido levemente por su aprendiz. Cuando se movió unos diez centímetros por lo menos, el chico cayó, sudando la gota gorda y respirando de manera agitada, mientras que el aire de sus pulmones se perdía poco a poco. La sonrisa se ensanchó, mientras se levantaba y le daba unas leves palmadas en la espalda.

¡Increíble, joven Midoriya! Para ser alguien sin 《Quirk》, fuiste capaz de mover unos centímetros el refrigerador. Muy bien hecho”, el joven peliverde lo observó, con las cejas ligeramente alzadas, mientras respiraba agitadamente. No le gustó el hecho de que le recordara su falta de 《don》, pero no le molestó. Sus pulmones se inflaron y desinflaron de un momento al otro, escuchando las palabras alentadoras de su maestro. Tuvo que sonreír tímidamente ante ello, mientras un suave rubor se apoderaba de sus mejillas.

No estaba acostumbrado a los halagos de ningún modo. Nunca lo estará. Siempre le habían dicho cosas muy malas en toda su vida, y que hubiese gente que pudiera hacerlo sentir bien de esa manera, lo hizo sentirse querido en una manera. Se quitó el sudor de la frente, para observar a su maestro sonreír con un aire orgulloso ante su discípulo. Sus mejillas seguían rojas, no sabiendo como tomarse el hecho de que el héroe número uno lo estaba elogiando por mover un simple refrigerador de 255 kilos porque All Might estaba sentado encima.

¿Realmente era tan impresionante? Podía ver a gente hacerlo sin mucho esfuerzo antes que él. ¿Por qué estaba cuestionando su hazaña, de todos modos? No, espera, ¿por qué siquiera la estaba aceptando, realmente? No era sorprendente.

Un flash lo estremeció, pareciendo una especie de venado hipnotizado por los faros de un coche en la noche. Parpadeó un par de veces, antes de ver a All Might con su celular en la mano. Con una ceja alzada del nerviosismo, lo observó.

“E-Eh, ¿q-qué está haciendo, All Might?”, preguntó, a lo que el hombre mantuvo su sonrisa con vehemencia.

Capturando tu progreso, joven Midoriya. En unos meses, veremos cuánto has llegado a progresar con el entrenamiento. Por mientras, podemos tomarnos un pequeño descanso y empezar por algunas cosas pequeñas de la basura”, expresó, mirando a las pilas y pilas de basura detrás de él. Su sonrisa siguió ensanchada. “Tenemos mucho trabajo por hacer, joven Midoriya”.

El pecoso trago saliva con fuerza, sintiendo la sensación de la misma bajar por su garganta, antes de asentir, sin flaquear en su determinación.

Esto es duro, sí, pero daría lo mejor de él para ser un héroe.

El mejor de todos.

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El flujo del tiempo es algo que Toshinori Yagi era demasiado consciente. Los segundos se convertían en minutos. Los minutos, en horas, y las horas en días. Así, sucesivamente, iban avanzando los días, uno detrás del otro. Mientras que salía de una tienda cualquiera con dos botellas de agua de plástico, comenzó a suspirar con ligereza. Han pasado los cinco meses que había dicho y, en general, todo ha marchado sobre ruedas con una facilidad alarmantemente gratificante. Izuku Midoriya no solo demostró ser un contenedor adecuado para portar el 《OFA》, sino que su humildad y actitud caritativa lo hicieron el perfecto candidato para ser el noveno portador.

Si bien ya tenía un poco de físico cuando empezaron a entrenar en la playa de Dagobah, ahora era completamente distinto, teniendo algo mucho más acorde y suficiente para poder usar ese 《don》 sin que sus extremidades exploten o se destruyan al impactar. Claro, al nunca haber tenido un 《Quirk》, esto lo limitaba a ser un novato en la regla, pero a él también le había ocurrido en su tiempo; no era fácil controlarlo, pero podría manejarlo. No solo era inteligente, sino que su análisis se mantuvo como algo para envidiar. Recuerda la primera vez que vio sus cuadernos al haberlo salvado de ese villano, y sus notas tenían demasiadas ideas increíbles para aplicar en 《Quirks》 ajenos.

El problema de esto, es que se basaba demasiado en la visión y superstición de lo que podía ver. Sin embargo, si tiene una idea demasiado grande y acertada de la misma, podría hacer un análisis demasiado más completo de lo que podría con únicamente una mirada. No era una máquina destinada a la inteligencia o al músculo; era ambas, trabajando en perfecta sincronía y armonía. Observó al cielo, cuando las nubes taparon la exuberante presencia del gran sol, haciendo que relajara los ojos. Con ambas botellas de agua en las manos, se acercó a la playa, donde, por algún motivo, estaba todo apilado en una gran torre.

Si se veía bien a los costados, la izquierda estaba totalmente limpia, dejando el medio y la derecha a medio hacer. Sin embargo, no era para nada algo de lo que preocuparse por el momento. Después de todo, el joven Midoriya ha demostrado una gran capacidad para poder hacer las cosas por su cuenta. Sus capacidades físicas fueron bastante notables y destacables a lo largo del entrenamiento que estuvieron haciendo, lo que le valió bastantes puntos buenos bajo sus ojos. Escuchó la chatarra moverse, mientras alzaba la vista. Solamente se había centrado en la gran pila en frente, pero jamás se dignó a ver hacia la cima. Sus perlas azules se abrieron de par en par.

Allí estaba su alumno, en lo alto, sin la camiseta puesta y, con todo el aire de sus pulmones disponibles, dejó escapar un poderoso rugido de victoria, luego de haber apilado la gran cantidad de chatarra y basura en ese sitio, lo que le valió una sonrisa amplia sonrisa en el rostro de Toshinori Yagi. Para Izuku Midoriya, esto fue una victoria para él; no solo aguantó el entrenamiento infernal que su maestro le propuso, sino que, además, lograron completar la marca impuesta de medio mes antes de los exámenes para ingresar a la U.A. En el fondo de su cabeza y su corazón, esto era una victoria para él.

No se tenía la suficiente fe, y ahora, estaba demasiado eufórico como para hacer otra cosa más que dejar desbordar un grito, ahogado y rebosante de victoria. Las piernas del chico flaquearon un poco, pero se pudo mantener de pie en la torre de basura oxidada. Su espalda fue lo primero que vio; estaba bastante más tonificada que antes, dejando ver pequeñas cicatrices en la misma debido a alguna vivencia previa. En general, su cuerpo tenía cicatrices por experiencias de su vida, pero no eran tan graves o algo por el estilo. Puede ser que se haya provocado un par en las manos al levantar mucho peso, y nada más que eso. Ahora, se preguntaba cómo era capaz de ocultar esas cicatrices de su madre y hermana, a decir verdad.

Sus músculos estaban bien entrenados en la parte trasera de su cuerpo, aunque su espalda no era la más fuerte que haya visto, era un muy avance por el momento. Y solo tenían cinco meses de tiempo sobrante. Si esto es lo que lo hizo así en la mitad del tiempo, no podía esperar a ver su desempeño en la otra mitad hasta que vaya a las pruebas de la U.A.

Midoriya observó a su maestro, antes de poner una sonrisa en su rostro y trató de bajar con prisa de la torre, aunque realmente no fue su idea más inteligente. A los pocos segundos, estaba cayendo de cabeza hacia la chatarra que faltaba por limpiar. Entró en pánico, agitando los brazos y piernas en el aire, balbuceando incoherencias al ver su muerte inminente. Sin embargo, y como era sabido, los brazos de All Might lo salvaron en el momento justo. Con sus brazos poderosos y músculos, pudo rescatarlo y caer en una zona muy amplia y limpia de lo que estaba hace meses atrás.

La arena se levantó debido a su aterrizaje, pero no le importó en lo absoluto. Cuando bajó a su alumno al suelo, pudo verlo cara a cara, notando lo mucho que había cambiado y evolucionado debido al paso del tiempo.

La grasa de su rostro se vio borrada casi por completo, dejando la puerta abierta a un rostro más maduro y marcado de lo que era. Antes era el típico otaku de salón, pero, ¿ahora? Estaba mucho mejor que de costumbre. Sus brazos estaban bastante entrenados. Obviamente, no tiene una grasa muscular exagerada, pero tampoco una demasiado resaltante. Estaba allí, mostrando su músculo en ambos brazos con total orgullo. Su pecho subía y bajaba, mientras que el sudor rodeaba su piel, siendo reflejada por la luz incandescente del sol. Lo último, y no menos destacable, fueron sus abdominales. No estaban muy definidos, pero se mantuvieron allí, manteniendo su presencia. Tenía un cuerpo bastante apto y muy bien entrenado para poder heredar el 《OFA》.

Has hecho un esfuerzo inhumanamente grandioso, joven Midoriya”, lo elogió el héroe en su forma adulta. El joven de catorce años se rascó la nuca con torpeza, y un rubor en sus mejillas; no estaba acostumbrado a los cumplidos. Su confianza era algo que tendrían que trabajar en otro momento. “Estoy orgulloso”, declaró, pasándole una botella de agua. Permaneció en su mano medio segundo, antes de ser arrebatada y bebida con desesperación; tenía mucha sed, aparentemente.

All Might lo observó por un momento, mientras bebía aquel líquido universal en la tierra, haciéndolo sonreír levemente. Le recordaba mucho a como era en la época de Nana Shimura, su maestra, la que le heredó el 《OFA》 a su persona y lo convirtió en lo que era. Claro, había más gente allí afuera que le tiró un cable, pero su maestra lo era todo para él. Observó al cielo una vez, sonriente.

“¿Lo estaré haciendo bien, maestra”, preguntó en su mente, mientras que nada más que el sonido de las olas le daba su respuesta esperada. “De todos modos, joven Midoriya, creo que estás listo”, declaró. El pecoso dejó de tomar y mojar su cabello con la misma agua, antes de parpadear, confuso.

“¿E-Eh? ¿Listo para qué?”, preguntó con confusión. En serio, ¿realmente se olvidó del objetivo principal? El chico tardó un poco, antes parpadear con realización y observar su mano con un leve corte en su pulgar al cargar algo de manera incorrecta. “¿Crees que estoy listo…?”, eso hizo reír al maestro, notando la inseguridad del muchacho. Solo pudo sonreír, mostrando los dientes.

Estás más que listo, joven Midoriya. Demostraste avances increíbles en menos de diez meses. Es un gran logro”, Izuku apartó la mirada, levemente en contra de sus palabras. Lo que hizo no fue tan sorprendente como él creía. “Y es por eso… Que pienso que te mereces el 《OFA》, Izuku Midoriya”.

Escuchar su nombre completo lo hizo temblar de anticipación. Desde hace tiempo ha estado soñando con este momento; ¿cómo será la transferencia de 《Quirk》? No le ha dicho nada al respecto, así que esperaba que fuese algo épico o una cosa similar. Suspiró audiblemente, relajando su tensión visual y muscular, antes de asentir y verlo cara a cara. La perseverancia y determinación del joven conmovieron mucho al rubio, quien sonrió mucho más de lo que podía hacerlo en toda su vida.

Acercando una de sus manos sobre su cabello, lo tomó para quitarlo sin esfuerzo alguno. Los párpados del pecoso se cerraron por unos momentos antes de que la realización lo golpeara con fuerza. Puso una mirada incrédula.

Comételo”, sentenció el héroe profesional. Midoriya observó el cabello en su mano, antes de verlo nuevamente a él. Siguió asi durante media hora.

¿Eh?, fue lo único capaz de decir, mientras que All Might reía con fuerza.

Verás, joven Midoriya, el 《OFA》 se transmite a través del ADN. Es como si estuviera pasando el fuego de la antorcha a una nueva y refrescante. Además, mi cabello huele a un champú, así que no sabrá mal. Solo a cabello”, explicó con una sonrisa un tanto incómoda al ver la mirada de Izuku.

“… ¿Y no sería más fácil por la sangre? Ya sabes, en realidad, es solo agua con alta cantidad de hierro que está dentro de la hemoglobina y le da ese toque de rojo con sabor a hierro. ¿Esa manera no haría que el 《OFA》 se adapte mejor y más rápido a mi cuerpo…?”.

”.

“…”.

… Solo toma el cabello”, le respondió con sudor bajando por su frente, mientras los dedos del pecoso tomaban el del rubio.

Se quedó allí, mirando el pequeño mechón de cabello entre sus manos. Al verlo, tuvo que admitirlo, sí olía a champú y era bastante bueno por el olor que embriaga sus fosas nasales. Sin embargo, esto se sentía realmente mal. Tuvo que fruncir el ceño ante eso, no siendo un acto pasado por alto por parte del héroe profesional.

¿Ocurre algo…?”, preguntó, haciendo a Izuku suspirar un poco.

“No lo sé, me siento raro. Como si no lo mereciera. Es como… si estuviese haciendo trampa, de algún modo”. La expresión del rubio lo decía todo. Estaba consternado y confuso, aunque, luego, la realización lo golpeó como un rayo y Toshinori Yagi ocupó el lugar del héroe número uno. Su mano delgada se apoyó en su hombro.

“… Hay una diferencia entre aquello con lo que naces con suerte, y aquello que has ganado con tus esfuerzos, joven Midoriya”, un tono amable se desplazó por su tono, apretando la mano del pecoso sobre su cabello. “Este es mi poder. El poder que has conseguido con todas las de la ley, chico. Puedes estar orgulloso de eso”, su sonrisa seguía en su rostro.

Midoriya lo observó, aguantando las lágrimas en sus cuencas, queriendo evitar que estallen como una catarata descontrolada. Toshinori observó el mar, mientras que el viento soplaba sobre todo, suavemente. Midoriya hizo lo mismo, mientras que el cabello del dúo se movía coordinadamente.

“Mira al frente con la cabeza en alto y siéntete orgulloso, chico. Te lo ganaste”.

Sus palabras resonaron en su cabeza, mientras una sonrisa involuntaria se formaba en su rostro. Se quitó las lágrimas rápidamente, y los dos sonrieron, con la mirada del sol sobre ellos.

El 《OFA》 fue adquirido por Izuku Midoriya poco después.










 

Bonus:

Midoriya se tiró atrás de la arena con los ojos cerrados, dejando que esos pequeños granos se pegaran a su piel sudorosa. Tuvo que suspirar ante la sensación, mientras que algo iluminaba su rostro. Abrió los ojos, y vio a su maestro, sonriente, dándole el teléfono a su estudiante.

“¿Y esto…?”, preguntó, confuso. El cabello ya estaba en su estómago y se sentía un poco raro, a decir verdad.

“Es tu progreso, chico. Antes eras así, y ahora eres algo completamente diferente, joven Midoriya”, comentó Toshinori, mientras que el pecoso observaba su yo antes de los cinco meses.

Tuvo que evitar reírse un poco de eso, mientras que Toshinori, a su lado, también lo hacía.

“Era un palo”, respondió. Observó al cielo una vez mas, sintiéndose en paz por un momento.

Por ahora, solo necesitaba esperar a que el 《OFA》 se adapte a su cuerpo y podría seguir con la limpieza de la playa.

Le faltaba mucho.

Chapter 4: Capítulo 3: Despertar tardío

Summary:

Continuando con su entrenamiento en la Playa Dagobah, Izuku y All Might se sienten frustrados por no poder descifrar lo que le pasa al poder del noveno.
Al final del día, sin embargo, ocurre algo doloroso y esperanzador.

Chapter Text


Las olas golpeaban con fiereza la costa, mientras que el agua se sobresalía de la misma. La melena rubia se mecía con el viento, mientras estaba allí, mirando de cerca como su alumno limpiaba la basura restante de la playa. Había pasado una semana desde que recibió el 《OFA》, y no parece haber despertado nada realmente, lo que le pareció realmente raro al respecto. Observó su brazo pálido, mientras observaba al joven Midoriya llevar, con bastante esfuerzo, un refrigerador hacia una camioneta que usaba para dejar la chatarra en un lugar más conveniente y saludable para el medioambiente.

La palma de su mano se encontró con la vista de sus ojos azules con los marcos negros, mientras suspiraba al respecto. Cuando él recibió el 《OFA》 por parte de su maestra, había tardado unas horas en hacer efecto, pero esto ya era absurdo. Principalmente, el poder había fluido por toda su sangre, y supo que lo obtuvo cuando un cosquilleo se le formaba por todo el cuerpo; brazos, piernas, torso, cabeza. Todo. Sin embargo, esto era algo raro de un proceso más largo de adaptación al cuerpo de su alumno y eso lo hacía ponerse un poco nervioso. ¿Quizás se mantuvo adaptándose en todo este tiempo? Bueno, tenía sentido, después de todo. El 《OFA》 era una llama que se pasaba de generación en generación, por lo que podía necesitar tiempo para extenderse y adaptarse a un nuevo portador.

Pero eso no le quitaba la extrañeza al asunto, pensó el rubio. Viendo a su alumno levantar más peso sobre sus brazos para colocarlo en una camioneta, pensó un poco en cómo irían las cosas. El 《OFA》 era un 《Quirk》 demasiado poderoso, acumulando poder y poder con el paso de cada nuevo portador. Si a él, con un trabajo exhaustivo por parte de su maestro y Gran Torino (aún tiembla al escuchar su voz), le costó horrores y casi más de un año el poder usarlo sin complicaciones… ¿Cuánto tiempo pasaría hasta que su alumno de cabello verde pueda gritar “Smash” en el fondo de su corazón? Era una pregunta la cual él, personalmente, no tenía la respuesta realmente en la punta de su lengua. Créanle cuando dice que intentó todos los días hacer que Izuku Midoriya, el noveno portador, pudiese activar el 《OFA》 sin problemas.

Hasta ahora, no ha habido avances en ello, lo que le frustraba internamente. Quizás, y solo quizás, el 《OFA》 se adaptaría a finalizar el día, o algo así, porque este tiempo de adaptación era algo que no esperaba. Era como esperar a que un rollo de papel higiénico se acabara en un día, pero, mágicamente, aguanta y dura hasta un mes más tarde (es un ejemplo raro, pero uno, a fin de cuentas). No sabe cuánto tardará, pero espera que no sea mucho. Por el momento, ha seguido limpiando y cargando la basura restante de la playa para subirlos a la camioneta. Han hecho esto por los anteriores cinco meses, y ha sido una gran, divertida y reveladora odisea, si tiene que ser totalmente honesto al respecto.

Divertida, por el hecho de que descubrió bastantes cosas de la vida de su sucesor. Entre ellos, estaban sus gustos en la comida, la música, los héroes (por razones obvias, él era su favorito), y, también, sobre sus cosas favoritas. También pudieron despotricar sobre algo que a ambos les terminaba apasionado en su vida: los cómics. Esas historietas, tan hermosas de leer, con algunas historias que llegaban al alma eran, sin lugar a dudas, una de sus cosas favoritas que más disfrutaba en Estados Unidos. Junto con el género del manga, esas historias debían de ser sus favoritas, en vistas generales. Incluso, en algunas cosas, terminó por inspirar breves ataques o diálogos que usaron en su serie de televisión (una vieja, pero que ama ver el cariño que recibió en su momento).

Y, reveladora, porque, al mismo tiempo, fue capaz de estudiar todo el progreso del chico a ojo. Cuando lo conoció por primera vez, se preguntaba de qué escuela terminó por ir, y que haría algo al respecto, después de todo, decía que sus compañeros de clase se burlaban de él por no tener una 《peculiaridad》. Sabía que Japón era un país demasiado poco tolerante con la gente así, pero no esperaba que se burlaran de él constantemente. Incluso esas cicatrices en su cuerpo, tapadas por un trozo de tela todos los días, lo hacían preguntarse si había algo que iba más allá. Por ese motivo, decidió estudiar su caso y ahora ya sabe todo lo que necesitaba de saber sobre su escuela, profesores y compañeros. Gracias, Nezu.

Odiaba a la gente así de abusona. En algún punto de su vida recibió burlas, sí, pero nunca pasaba a lo físico o algo así. Quizás alguna palabra verbal con dobles intenciones, sí, pero la disputa física jamás estuvo en el papel de esos bravucones de su época. Ahora, la sociedad avanzó, cambió, y los prejuicios hacia los 《Quirkless》 seguía siendo igual o mucho peor que antes. 《Aldera》 no era una mala escuela, al contrario, tenía algunas notas positivas y varios profesionales se formaron allí. Sin embargo, los comentarios negativos existían por algo. Por lo que sabe, se adula mucho a los 《dones》 que son increíble y se les mete en la cabeza la posibilidad de ser héroes de renombre por Japón en la cabeza. Si bien la publicidad para ser un héroe en estos días era exagerada, la mayoría no podía aplicar al curso por sus notas, 《peculiaridad》 o inteligencia.

Por eso, solo se adulan a los 《Quirks》 increíbles, para que tengan una gran exposición, se conviertan en héroes increíbles y tengan publicidad gratuita. “Si salió de esta escuela, significa que es muy buena”, piensan algunos. ¡Patrañas! No siempre las escuelas son increíbles porque haya ido un profesional en su niñez. Por eso, All Might decidió mantener la mayoría de su vida privada. Por esa, y por razones extras que no deseaba explicar. De todos modos, el punto es que, en 《Aldera》, los grandes 《dones》 se vanaglorian hasta el hartazgo, mientras que los normales, o sin 《don》, terminan debajo de toda normal social, solo importante tu desempeño académico.

Si fuese por él, ya habría mandado un mensaje al director de la U.A. para hacer ese lugar un destrozo y poner algún hospital o sucursal para ayudar a la gente con problemas. Sin embargo, su retoño, a quien le contó su plan, le instó a negarse casi al instante. No quería que esa escuela fuera demolida o acusada de nada, temiendo por la gente al no saber si podrán encontrar otro trabajo, o si los alumnos podrán buscar una escuela mucho mejor o peor. Diablos, ni siquiera tenía idea de si alguno de ellos era pobre y 《Aldera》 era su única opción. Por lo tanto, y con las palabras de su aprendiz en sus oídos, aun retumbando en su cabeza, aceptó a regañadientes. Sabía que tenía razón.

Y es por eso que, Izuku Midoriya, era el contenedor perfecto para el 《OFA》. Desinteresado por la fama, solo buscando salvar a la gente, amable, humilde y jamás sería egocéntrico con nadie. Siempre trataría de buscar una manera lógica de no terminar nadie lastimado, o convencería a alguien para que todos se beneficien de ellos. Nunca pensaba de manera egoísta para sí mismo, y solo lo hacía para que todos estuvieran bien con ello. Si bien, ser un poco egoísta no era malo, él nunca terminó por buscar eso en su vida. Diablos, incluso él ha sido un poco egoísta con sus cosas en algún momento de su vida, pero Midoriya parecía estar hecho de luz, en vez de algo intermedio. Aunque, claro, esa amabilidad y honestidad excesiva lo llevaría a algún desliz en el futuro.

Algo que también tendría que trabajar junto con él.

Este chico, incluso teniendo una “buena vida”, ha sabido llevar sus estudios y sacar buenas notas. Con su rendimiento académico, y aun siendo uno de los más inteligentes de su clase, el examen escrito sería pan comido para alguien de su calibre. Sin embargo, es en las partes prácticas donde la semilla de la duda florece. Nunca ha tenido 《don》 al igual que él, por lo tanto, no debe de tener mucha experiencia al pelear junto al usar un poder nuevo que nunca terminó por experimentar por su naturaleza 《Quirkless》. Recuerda la primera vez que usó el 《OFA》 en su vida; fue espantoso. Los intentos fueron increíblemente vastos, y los errores también. Era un novato aprendiendo, como si hubiera nacido otra vez, pero con algo extra.

Quizás, por eso, se le fue tan fácil el dominar el poder no como a su maestra; él era 《Quirkless》 antes de tomarlo en su sistema. Por lo tanto, solo necesitaba preocuparse por entrenar su cuerpo y el 《OFA》. La séptima portadora, su maestra, tuvo dificultades para volver usar normalmente su 《Quirk》 y el 《AFO》 al mismo tiempo. Después de todo, uno potenciaba la capacidad que tenía su anterior 《Quirk》 a diferencia de la gente 《Quirkless》, que carecía de uno y solo procuraban no explotar al usarlo. Bueno, eso… Tenía mucho sentido, ahora que lo pensaba mejor.

Nunca se dignó a detenerse y pensarlo, mientras miraba todo por encima del hombro. Sin embargo, eso no explicaba la razón del porqué su alumno tardaba tanto en asimilar en poder en su cuerpo. ¿Quizás se debía a su edad de joven de trece años? Puede ser. ¿Es probable que, necesite de algo más para poder despertar en alguien 《Quirkless》? No lo sabe. De todos modos, solo necesitaba esperar un poco más; lo entrenó bien, usando este sitio perfecto como lugar de entrenamiento. No solo mejoraban el ecosistema del lugar, sino que, además, lo hacían el futuro nuevo “Símbolo de la paz”. Mataba dos pájaros de un tiro.

De todos modos, necesitaba asegurarse de darle una clase de pelea para ver cómo es que se defiende en un combate real. Obviamente, él tampoco sabía mucho de pelear más que lanzar puñetazos y alguna que otra técnica común y corriente, pero tenía experiencia en el campo para ello. Siempre se lo conoció como una máquina que posee un gran portento físico para toda clase de batallas. Por eso mismo, si bien sabe algunos movimientos de pelea, dar poderosos golpes y patadas era más que suficiente, aunque eso no fuese lo ideal la mayor parte del tiempo. Por ello, en su estadía en el extranjero, Estados Unidos, y con experiencia de sus dos maestros, entendió muchas cosas a la hora de tener una lucha.

Viendo fijamente a su sucesor dejar el refrigerador en la camioneta, suspiró con suavidad para verlo con sus incandescentes ojos azules con la misma tonalidad del cielo. Sudando por todos los poros de su piel, el pecoso se sentó en la arena, con su botella de agua a medio terminar y tirando un poco por encima de su cabello para aliviar un poco su cansancio y limpiar el rostro de ese sudor abundante en su piel, mientras que el viento mañanero golpeaba su cuerpo desnudo. Los pasos de Toshinori se acercaron y lo observó, con una sonrisa amable en su rostro. Izuku lo observó por unos momentos, antes de dejar el agua a un lado y levantarse. Sus piernas parecían en contra de estar de pie una vez más, pero el peliverde tuvo que callarlas al, finalmente, estar de pie en frente de su maestro, mentor e ídolo.

“Lo has hecho excepcionalmente bien hasta hora, joven Midoriya”, sus dedos le revolvieron el cabello, habiendo que deje escapar un gemido avergonzado. ¿Qué tenían todos contra su cabello, de todos modos? No lo entendía. “Sin embargo, déjame adivinar; ¿no hay rastro del 《OFA》?”, la pregunta hizo que el chico ponga una mueca y mire para el otro lado.

“N-No, lo siento All Might”, murmuró con suavidad, acompañado de una mirada que gritaba perdón en todos los lados posibles. El rubio arqueo una ceja, preguntándose la razón del porqué se disculpaba. No tenía sentido, según él.

“¿Por qué las disculpas? No hiciste nada malo, joven Midoriya. El 《OFA》 es un gran 《don》, sí, pero tarda en esparcirse por el cuerpo. Aunque tardes una o dos semanas más, no importa, seguiremos con el entrenamiento para preparar tu físico y tener más poder capaz de usar en tu cuerpo”, explicó, manteniendo su sonrisa amable en todo momento. El chico observó sus manos, confundido al respecto.

“¿Más… poder capaz de usar? No lo entiendo, sinceramente”, negó con la cabeza al escuchar su explicación. Toshinori se rio entre dientes, rascándose la nuca con suavidad.

“Sí, es normal. Verás, imagínate…”, se detuvo un momento, hasta que una idea vino a su mente, “bien, tengamos este ejemplo: un huevo calentándose en un microondas”, la cabeza del muchacho ladeó, imaginándose la situación en su cabeza. Un huevo era un caso extraño, realmente hablando.

“Bien. Imagina que metes un huevo en un microondas. Da vueltas y vueltas, calentándose. Al ser un huevo y tener cáscara, el calor no se expulsa por sus poros, por lo que termina implosionando por el calor retenido en el interior. Imagina que tú eres el huevo, y el microondas es el 《OFA》. No tienes que dejar que caliente demasiado tu interior para no explotar tu cuerpo o alguna parte. Al menos, me sirvió a mí”, bueno, ahora, la analogía tenía mucho sentido. “Eso también puede aplicarse al resto de 《Quirks》. Hay gente que nace con ellos, pero son incapaces de controlarlos. Por ello, ese ejemplo también puede usarse para los demás”.

“Ya… veo. También podría verlo como una especie de porcentaje, ¿no?”, explicó Midoriya, sacando un cuaderno de quién sabe dónde. Ahora que miraba mejor, su alumno tenía su mochila cerca de donde estaban, así que tenía sentido. “Algo así como, subir poco a poco el calor del microondas hasta que encuentres el tope que el huevo pueda aguantar. 1%, 10%, 40%, 100%. Algo así, ¿no?”, le apuntó con el lápiz, provocando una risa suave del héroe.

“Mhm. Bastante acertado, a decir verdad. En este caso, no vas a estar con el 100% de golpe cuando 《OFA》 despierte. No. Vas a tener la capacidad de usarlo, pero irás con rueditas por el momento hasta aprender a nivelar su fuerza con la práctica. Cuando despierte realmente, claro está”, se encogió de hombros, mientras sangre se derramaba entre sus dientes. “Sin embargo, no vine para solo felicitarte en tu labor y hablar del 《Quirk》. Tenía otra… curiosidad”, explicó, limpiando la sangre con una servilleta que sacó de su camiseta.

“¿Hm? ¿Y qué es, All Might?”, preguntó, dejando su cuaderno a otro lado para anotar las cosas más tarde. Su sonrisa siguió notable e inmensa.

“¿Sabes pelear?”, preguntó, ganándose una mirada apenada en los ojos del pecoso, quien suspiró para su pesar personal.

“N-No he sido muy peleador, si te soy sincero. S-Sé algunos movimientos que vi televisión, pero nunca he probado alguno en un combate, sinceramente”, comentó, haciendo que el héroe asintiera con calma.

Esto no era malo para nada, si era honesto. Realmente tampoco es que sea un gran maestro y pueda enseñarle defensa personal. Sin embargo, saber cosas básicas, lo hacía ser un experto para el peliverde en frente suya. Mantuvo su mano en su barbilla puntiaguda, mientras pasaba a su forma musculosa, al tanto de que no había ningún alma cercana. Usando su fuerza, tomó el refrigerador que colocó previamente en el camión y sacó un colchón viejo y sucio del fondo. Más temprano que tarde, consiguió un alambre fuerte y alargado entre tanta chatarra. Tomó el colchón para encerrarlo alrededor del refrigerador y, con su gran fuerza, la usó para atarla y que no escapara a la hora de golpearla con puños o patadas.

Al poco rato, volvió a ser Toshinori, cruzándose de brazos.

“Bien. Quiero ver esos ‘movimientos’ en práctica entonces, joven Midoriya”, dijo, antes de que el peliverde asintiera con la cabeza. Su cabellera se movió a la par que él, y se acercó.

No esperaba mucho, y realmente estaba contento por esa idea. La postura, el cómo su cuerpo se alineaba de manera torpe y desprotegida con demasiadas aberturas y, sobre todo, esos golpes que, más bien, eran puñetazos rígidos y variados, pero nada más que eso. Sin embargo, no usaba mucho las piernas para su curiosidad. Su estilo era dar… Puñetazos fuertes y algún que otro golpe realmente bueno. Pero tuvo que suspirar mentalmente, antes de cerrar los ojos y sentir que ya sabía el porqué tuvo que haberlo visto venir. No podía culparlo, sin embargo; nunca esperó que esto ocurriera en su vida.

“Joven Midoriya…”, detuvo su entrenamiento de dar golpes, mientras que el pecoso se detenía, con nervios en su rostro. “¿De qué programa de hace cuatro años sacaste esos ‘movimientos’ de televisión?”.

“…”, Midoriya sintió que la vergüenza crecía en sus mejillas, poniéndose rojo. Lo atraparon intentando imitar a su ídolo con técnicas de su viejo programa de televisión.

“Entiendo que seas fanático mío, Midoriya, y no te puedo culpar por ello. Pero estás imitando mis movimientos, aunque no sea realmente la cúspide de la pelea. En un uno contra uno sin 《peculiaridades》 estoy perdido. Sin embargo, con el 《OFA》, soy demasiado fuerte. Yo me especializo en la potencia gracias a mi cuerpo y 《don》 por igual, por ello soy capaz de aprovechar todo eso en un estilo basado en la potencia”, explicó, antes de suspirar. “Tú y yo somos muy diferentes, aunque tengamos el 《OFA》, joven Midoriya”.

“L-Lo sé, pero…”, se quedó en silencio unos momentos, sin saber qué decir realmente. Toshinori suspiró una vez más.

“Pero somos demasiado diferentes. Yo me baso en la fuerza, en abrumar a los villanos con mi presencia, velocidad y poder. Tú no eres All Might, joven Midoriya; tú eres tu propia persona y serás un héroe mucho mejor. Si te limitas a imitar mis movimientos, pronto te quedarás estancado y desperdiciarás el potencial que tienes. Eres inteligente, analítico y estratégico, por lo que son cualidades que debes de aprovechar. Y si bien puedes seguir mi camino, pisando mis huellas, no te lo recomiendo. A diferencia de ti, yo tuve que forjar este cuerpo para adaptarme a mi estilo versátil. Sin embargo, Izuku Midoriya, me gustaría que tomes y forjes tus propias maneras. Me gustaría ver tu originalidad a flote”, terminó de explicar, con una sonrisa en su rostro, antes de que el chico peliverde viera su mano.

Su maestro tenía razón. Se había limitado a imitar siempre a All Might, su ídolo, solo porque quería ser como él en todo. Sin embargo, no era correcto ser una copia perfecta de su héroe favorito; después de todo, estaba ahí para convertirse en su propia versión ideal de lo que es un héroe. Por eso, y si bien lo sigue admirando, entendía sus palabras. A diferencia de seguir el sendero angosto y peligroso de All Might, debía de concentrarse en enderezar el suyo y hacerlo para alguien como él. El héroe número uno eligió esa manera de luchar porque su abrumadora presencia y poder le hicieron elegir ese camino de fuerza bruta.

Sin embargo, ahora, ¿qué podía inventar alguien como Izuku Midoriya en su travesía de héroe? Cuando descubra en cómo activar el 《OFA》, tendrá que practicar en su propio estilo de combate adaptado para alguien como él. Si lo que decía su maestro era la verdad, entonces suponía que era inteligente, estratega y analítico, aunque lo dudaba de vez en cuando por cómo le iba en 《Aldera》. Sabía que no era exactamente su culpa de sentirse así, pero tenía una parte de la misma al dejarse influenciar por sus palabras. De todos modos, él tenía razón: debía de encontrar su estilo propio para forjar su propio camino.

Él no era All Might.
Y All Might no era él.

Son dos estilos completamente distintos que se adaptan a ellos mismos, funcionando mejor. Por ejemplo, no podían hacer que All Might pueda pelear como Gun Head o Mirko, debido a que son estilos completamente distintos, que no logran congeniar el uno con el otro. Por eso ellos, usando su 《Quirk》 o portento físico, hacen formas para luchar contra amenazas, aprovechando sus puntos buenos. Parpadeó levemente, antes de entenderlo completamente ahora. All Might buscaba que no sea un chico que copie todo lo que ve; busca que entienda sus propias limitaciones y hacer algo para cubrirlas con sus puntos positivos. Eso es algo bastante inteligente, si le preguntan.

“E-Está bien, lo tendré en cuenta”, admitió en voz baja, mientras sentía un pequeño cosquilleo entre sus brazos, aunque no se percató de ello. “Pero me gustaría esperar a practicar sobre mi propio estilo cuando él 《OFA》 aparezca. Por ahora, solo puedo dar puñetazos fuertes”, comentó Midoriya, rascando levemente su mejilla, avergonzado por tener que seguir esperando a que su 《Quirk》 se manifieste.

“Sí, tranquilo, ya podrá aparecer en su debido tiempo. Por ahora, tómate un descanso. En serio, no quiero que te desgarres ni nada parecido”, su sonrisa siguió allí, mientras iba a buscar algo a la camioneta. Midoriya se tumbó una vez más en el suelo, suspirando con cansancio.

Mientras que la arena se comenzaba a adherir a su espalda sudorosa, tuvo que fruncir el ceño, mientras miraba al cielo de la mañana. Se despertó bastante temprano, a decir verdad. Hizo un trote matutino por su cuenta, al igual que los ejercicios que Nezu y All Might le habían dado. Ahora entendía de dónde había venido ese nombre misterioso en la hoja; era uno de los héroes profesionales más inteligentes del mundo y, afortunadamente, el director de la U.A. No sabía sí eso era bueno o malo, teniendo en cuenta de que iría a asistir a esa escuela. Sin embargo, no podía quejarse de nada; sus ejercicios, aunque pesados, funcionaban muy bien.

Nunca esperó tener un buen físico de esta manera y, sinceramente, se sintió un poco contento de esta manera. Si bien antes no estaba tan mal físicamente, ahora que había visto su progreso antes de iniciar con estos cinco meses… Se veía patético; era una rama fácil de romper, y eso apestaba, personalmente. Sin embargo, ahora estaba mucho mejor en todos los aspectos. Miró sus manos, dejando que los fragmentos arenosos caigan a sus costados. Vio esas pequeñas heridas entre sus dedos, provocadas por levantar, de manera equivocada, la basura por los costados. Se cortó un par de veces, pero desinfectaban la herida lo más rápido posible, así que no importaba del todo.

Observó sus manos, antes de cerrar los ojos y fruncir los labios y, por consiguiente, la nariz también. ¿Por qué el 《OFA》 no despertaba en su sistema? Era raro. Es como si le estuviese tomando más tiempo del acostumbrado, y eso provocaba una sensación de irritación y consternación sofocar sus pulmones en su interior. El hecho de que su cuerpo, lo hubiese rechazado, estaba haciendo mella cada vez más y más fuerte en su corteza cerebral. ¿Era siquiera merecedor del poder del 《One For All》 correr en su sistema? Se lo preguntaba cada minuto que pasaba en el día, mientras el pánico lo invadía en la privacidad de su habitación.

¿Era probable que no pueda ser un héroe ni entras a la U.A., solo porque su cuerpo rechazo la única oportunidad que tenía para aceptar el 《don》 en su cuerpo? Díganle paranoico o algo similar, pero realmente estaba pensando en ello como una especie de respuesta a sus problemas. Algo que pudiera tener para pensar en una solución en su cerebro. Sintió que sus piernas y brazos estaban cosquilleando su interior. Los nervios, células, glóbulos, etc. Todo bailaba ante una sensación que nunca antes habían sentido en su vida, pero Izuku desechó e ignoró esa sensación importante acunar todo su cuerpo, prefiriendo estresarse con sus inseguridades internas en su cabeza.

Al poco tiempo, Toshinori llegó a su lado, mientras que se sentaba, cruzando sus piernas. Acercó una manzana perfectamente lavada con el agua de la botella y se la dio al peliverde, mientras este se quitaba, a duras penas, la arena pegada a su torso desnudo. Tomó la fruta entre sus dedos, antes de agradecerle en silencio y darle un mordisco. Su boca danzaba ante la sensación dulce y refrescante llenar todas sus paredes, mientras que dejaba escapar un zumbido de satisfacción al morder aquella refrescante comida. Ya había desayunado algo antes de venir, pero comer un aperitivo por su buen trabajo no venía para nada mal, pensó.

“Bueno, quizás, y cuando despiertes el 《OFA》, puedas limpiar todo esto mucho más rápido que antes. ¿Y quién sabe? Podría enseñarte a dominarlo un poco. No soy experto en la materia, pero tampoco un novato”, tuvo que reírse entre dientes, degustando la manzana. Izuku asintió a su lado.

“Me sorprende el hecho de que el héroe número uno me esté entrenando. Se sigue sintiendo irreal”, tuvo que ser sincero al respecto, provocando una leve risa a su costado por parte de su maestro.

“Sí, entiendo el sentimiento. Me pasó lo mismo con mi maestra. Fue la anterior portadora del 《OFA》, antes de dármelo a mí”, los ojos del pecoso brillaron de curiosidad al escuchar sobre la maestra de su ídolo. No era información fácil de conseguir o saber.

“¡Increíble! ¡Tu maestra debió de ser alguien realmente impresionante, All Might!”, el rubio se rascó la nuca con un leve rubor en sus mejillas.

“Sí, lo fue. Era una heroína increíble y, aun así, confió en mí para ser el próximo portador. Ella vio algo en mí que la hizo pensar que era el indicado. Y, ahora, yo soy el que está viendo algo en ti, Midoriya”, le pasó la mano por la espalda, dándole leves palmadas para motivarlo. “Yo sé que elegí bien a mi sucesor”.

Las palabras hicieron que una sensación cálida de emoción ardiera en su pecho, obligando al joven a sonreír de manera inconsciente en su rostro. Sus facciones se quedaron allí, haciendo una sonrisa feliz y sincera. El rubio lo observó, antes de sentir un atisbo de felicidad. Después de todo, animar a alguien, cuyos sueños fueron pisoteados desde siempre, lo hizo sentir bien consigo mismo. Además, no mentía; Midoriya Izuku tenía algo que los demás no poseían: el heroísmo y la convicción para demostrar ser el mejor héroe de todo Japón.

“¿Y qué viste en mí, All Might?”, preguntó, aun con su sonrisa plasmada en su rostro. La manzana ya estaba terminada, dejando el corazón de la misma.

Vi a un gran héroe cara a cara”, respondió, levantándose del suelo. Esas palabras rebotaron en su cabeza como el eco de una cueva. “Tienes todo lo que se necesita para ser el futuro número uno, joven Midoriya. Lo sé, porque esa llama brilla en tus ojos. Tu espíritu es inquebrantable, joven Midoriya. Yo sé eso”.

Las palabras lo animaron, mientras sus mejillas, antes enrojecidas, brillaban bajo la tímida presencia de rayos solares atravesar las nubes. Con rapidez, y tirando el corazón de la manzana en un bote de basura cercano por el medio ambiente. Moviendo los huesos de su hombro, dejó escapar un suspiro entre sus labios. Observó la basura y chatarra de manera analítica, mientras se acercaba para reanudar el entrenamiento físico. Quizás, con un poco de esfuerzo más en su cuerpo, sería capaz de doblegar la semana en la que el 《Quirk》 tardó en atravesar su fluido sanguíneo.

Después de todo, estaba seguro de que lo iba a conseguir.


No lo consiguió. Bueno, todavía.

Arrastrando los pies con dureza, llevó varias llantas en su cuello y brazos, manteniendo un peso equilibrado en su cuerpo. Sin embargo, lo equilibrado se fue al caño cuando notabas el gran refrigerador colgado en su espalda, lo que lo hacía sentir demasiado cargado con todo esto. El sudor se pegaba a su camiseta negra, mientras que el óxido también intentaba pegarse en la tela de la misma. Frunció los dientes con esfuerzo y frustración, mientras que el gran peso lo superaba. Llevar llantas no era nada del otro mundo, era bastante fácil si lo quería. Sin embargo, con el refrigerador era una historia completamente distinta.

¿Cómo algo así podía pesar tanto? No lo sabía, y tampoco quería pensar qué le puso su maestro para mantenerla con un peso mayor al promedio. Suspiró con pesadez, sintiendo como la arena se mojaba con el sudor, cayendo a borbotones, luego de pisar el lugar donde sus fluidos cayeron y se impregnaron. Gruñó por lo bajo, sintiendo como sus músculos se tensaban y hacía fuerza para mantenerla en su espalda el mayor tiempo posible del punto “A” hasta el punto “B”. Miró de reojo a su maestro, quien asentía con la cabeza al chocar con su mirada. Resopló con falsa seguridad, mientras que sus piernas temblaban.

“¡Vamos, joven Midoriya, tú puedes!”, exclamó con su rostro serio. Sus ojos azules se quedaron impresos en su figura, viendo cada músculo moverse debajo de su piel al dar un paso. El peliverde apretó los dientes.

El esfuerzo acumulado de limpiar la playa y llevar la chatarra a la camioneta le estaba pasando factura muy pronto. No es por el hecho de tener que cargar un peso considerablemente grande para un 《Quirkless》 como él, es que estaba jodidamente agotado. El día de hoy ha sido un suplicio de estrés que estaba empezando a apoderarse de su cabeza poco a poco, lo que lo hizo maldecir por lo bajo. Sus huesos crujieron con cada movimiento involuntario del refrigerador descansando en su espalda, mientras que sus pupilas temblaban. Era como si fuese a desvanecerse bajo el peso muerto y oxidado del metal de un refrigerador.

“¡Confío en ti, joven Midoriya! ¡Ya falta poco!”, lo animó, dándole un poco de agua salpicada en la cara. Refrescante y útil, si era totalmente sincero.

“G-Gracias…”, respondió de manera entrecortada, llevando las cosas hacia su destino.

Al llegar al punto “B”, donde estaba el camión, el chico de cabello verdoso casi se desplomó en el suelo, sintiendo el peso del electrodoméstico doblegarlo. Hincado en una rodilla, dejó los neumáticos para tener sus brazos libres, mientras que, con rapidez, se quitaba las correas que mantenían atado el electrodoméstico colgado a su espalda. Al caer, dejó relucir como la arena salía disparada hacia el cielo al entrar en contacto con el refrigerador de gran peso. Midoriya dejó descansar sus pulmones unos segundos, antes de tomarlo con fuerza, haciendo que su estructura se abollara levemente y la echaba junto a las demás cosas.

Un cosquilleo en sus brazos lo hacía sentirse raro, pero decidió no prestarle mucha atención al respecto.

“Otro día cumplido, joven Midoriya. ¿Quieres que te acerque a tu casa?”, le preguntó, sacando las llaves y girándolas entre uno de sus dedos. El chico asintió levemente, mientras que podía notarse un destello de estrés.

“¿Puede esperar un poco…? Quiero desquitarme con algo. Me duele todo y estoy un poco estresado”, explicó. El rubio asintió, entendiendo su dilema.

Sin hacer ruido o nada de negación al respecto, Toshinori se acercó para verificar si tenía gasolina en su camioneta. Mientras tanto, el pecoso, con sus zapatillas rojas especiales, se dirigió hacia el refrigerador con colchón y alambres. Frunció el ceño, y también hizo crujir los nudillos de su mano derecha. Estaba demasiado frustrado, cansado y estresado.

Frustrado, porque el 《OFA》 no daba signos de querer despertar en su cuerpo, tomándose más del tiempo esperado al que era. Eso lo mantuvo un tanto deprimido, teniendo en cuenta todo lo que hizo para merecerlo, solo para que, al final, parece ser que tarde mucho más tiempo en despertar. Era ridículo, y eso lo frustraba de sobre manera. Sus dedos cosquillearon, teniendo un ligero brillo.

Cansado, debido a todo el entrenamiento que han estado haciendo las últimas horas. Obviamente, tenía descansos de hasta una o dos horas, pero la forma en la que entrenaba hacía que esos descansos no sirvan para nada. Tenía un cuerpo digno de un combatiente, sí, pero estaba pensando en que era una pérdida de tiempo. No el entrenamiento en sí. Él. Él era una pérdida de tiempo, y pensaba que el cansancio debía de ser el causante de esa corriente de pensamiento. Sus puños se cerraron, mientras toda la energía se canalizaba, listo para golpear a esa cosa para aliviar el estrés de su infierno.

Y, estaba demasiado estresado por todo lo anterior, explotando con fiereza y furia en su cabeza. La única idea de que el 《Quirk》 no despierte hasta dentro de más días de espera lo molestaba profundamente. Se sentía inútil, molesto e impotente. Su puño se concentró, y lanzó un puñetazo.

Quería quitarse un poco de la molestia, antes de poder ir a su casa y descansar…

Sin embargo, nunca esperó que golpearla fuera tan satisfactoriamente sencillo para él. Abrió los ojos, cuando pequeñas líneas rojizas se conglomeraban en su brazo, llegando hasta el puño. Una gran ráfaga de aire lo siguió después, golpeando la misma y siendo mandada a volar con un chillido horrible por el óxido y el mismo metal. Sus ojos, aún abiertos, fueron cambiados por una mirada de puro dolor, cuando sintió que sus huesos lloraban con demasiada fuerza; era como si se hubiese roto los huesos del brazo o algo así.

Oh, espera, lo hizo.

Cuando el refrigerador fue golpeado, el aire levantó la arena alrededor, haciendo que todo ocurra tan rápido que no pudo enumerar los hechos realmente. Lo único capaz de decir que ocurrió primero, fue el gran electrodoméstico de metal salir volando y perdiéndose en la lejanía. Los ojos verdosos del chico se mantuvieron fijos en su liberador de estrés y compañero para entrenar en una lucha, mientras que su brazo adquiría una tonalidad morada completamente sin darse cuenta. Sus dedos se doblaron con demasiada fuerza y horror, haciendo que el chico no se percate de ello.

"¡Eso era 《OFA》, joven Midoriya!", exclamó su maestro a su lado, llegando corriendo poco después. Midoriya lo observó, antes de ver su mano buena. “¡Finalmente despertó!”, se rio con ligereza, rascándose el cabello con emoción contenida en su ser.

Esto era su 《Quirk》

Es… increíble”, susurró con incredulidad, antes de pasar a ver su mano morada y sus dedos fuera de órbita. Los dos intercambiaron una mirada incómoda.

“¿Recovery Girl?”, preguntó el héroe, mientras que Midoriya suspiraba levemente.

Recovery Girl”, asintió Midoriya, antes de dejar escapar un grito de dolor, tomando su brazo roto y flacido.

“¡Aguanta, ahí la llamo!”, exclamó Toshinori, sacando su teléfono con demasiada prisa. Sin embargo, lo que no notó, es que entre esa ola de dolor…

Hubo una sonrisa, aliviada por poder despertar su poder.

Este era su poder, pero, con ello, venía una gran responsabilidad.


Bonus:

Cuando la puerta de la casa Midoriya, mientras que Izuku entraba con una sonrisa y su brazo estaba encerrado en un cabestrillo bastante bueno. Sin embargo, y aunque su brazo estaba con su tonalidad normal de siempre, necesitaba llevarlo porque estaba algo adormecido al ser usado por primera vez en su cuerpo. Era una experiencia de una primera vez, después de todo. El 《OFA》 despertó en su cuerpo finalmente, y no podía estar más que feliz por esa noticia. Claro, el brazo roto seguía en su cabeza, mientras la sangre recorría los asientos de la camioneta, pero no importaba mucho.

Conoció a Recovery Girl al estar en la U.A. trabajando, y no pudo evitar emocionarse de más. Ella los regañó a ambos; All Might por no ponerle un ojo encima a su alumno y no bajar el rendimiento de su entrenamiento infernal, mientras que a Izuku lo regañó por ser un tonto y aceptar esa clase de entrenamiento. Tuvo que reírse al recordar eso. Sin embargo, era una experiencia que no era nada del otro mundo, así que la quitó de su cabeza. Cerró la puerta detrás de él, mientras que se quitaba sus zapatos para quedarse en calcetines.

“¡Izuku, ¿qué te pasó?!”, exclamó su madre, casi atropellando a su hijo con la fuerza de un camión en movimiento, haciendo que el pecoso perdiera el aire de sus pulmones por un instante. “¡¿Qué le pasó a tu brazo?! ¡¿Quién te hizo esto?!”

Hermanito…”, dijo Izumi, viendo su cabestrillo con una mirada que reflejaba molestia y enojo. Su cabello se encendió por unos segundos. “¿Quién te hizo eso?”, preguntó. Su tono era demasiado molesto y frío como para no sentir miedo. Sus ojos estaban rasgados, esperando un nombre o un culpable a quien golpear.

El chico palideció al ver a sus familiares bastante preocupadas y molestas al respecto de que su brazo estuviera lastimado. Dejó escapar una suave risa, rascándose su nuca, mientras sonreía un poco.

“¡P-Perdón! Me lastimé al despertar mi 《don》”, dijo, “Mamá, hermana, yo… Tengo un 《Quirk》”. Su sonrisa contagió toda la habitación.

Ese día, dos personas se desmayaron de la impresión y sorpresa, dejando a un chico entrando en pánico y sin saber qué hacer.

Ah, la familia Midoriya era tan emocional…

Chapter 5: Capítulo 4: Examenes de admisión

Summary:

Con inseguridades internas y nuevos conocidos hechos en el día, Izuku e Izumi parten para probarse en los examenes de la U.A. para ser futuros profesionales.
Aunque algo sale un poco mal al final.

Chapter Text

 


Los rayos tímidos del sol se asomaban entre las ventanas, mientras que el campus se dejaba ver hacia las afueras de la gran y prestigiosa escuela de la U.A. Izuku observó a la mayoría de los estudiantes desde la sala de la enfermería, mientras sentía la curiosidad y emoción vibrar en su estómago. Mientras que él se conformaba por ver las instalaciones de la enfermería y el campus con sus propios ojos, en otra habitación conjunta y levemente insonorizada, se llevaba a cabo otra conversación. Bueno, mejor dicho, regaño. Sí, esa era la palabra correcta a lo que le estaba pasando a Toshinori Yagi.

“Toshinori, Toshinori…”, habló una señora con trajes de heroína. Aunque, más que “señora”, era una anciana sabía y gruñona. “¡¿En qué diablos estabas pensando en llevar a un niño de trece años tan lejos con un entrenamiento así?!”, exclamó la pregunta, golpeando a su compañero con su bastón en la cabeza.

Recovery Girl era una mujer de edad avanzada, con una muy baja estatura y llevaba una jeringa blanca, la cual posee el tamaño de un bastón, para apoyarse y, en ocasiones, la que utiliza para sanar a sus pacientes. Al menos, eso dicen. Su cabello, grisáceo, está atado con una malla negra con una jeringa blanca en él como adorno para su pelo. El vestuario de la enfermera de la U.A. consta de una blusa de color marrón anaranjado con detalles blancos por la parte del cuello y central con los bordes amarillos dos puntos por la parte superior del mismo color, la cual lleva atada por medio de un cinturón gris con la hebilla color rosa claro y botas altas simples del mismo color rosa que la hebilla del cinturón. También lleva puesta una bata blanca de laboratorio por encima de la blusa y un par de guantes amarillos.

Como accesorio lleva algo similar a un casco de color rosa claro, el cuál protege las partes laterales de su rostro, y un visor de gran tamaño color morado intenso que cubren dos sus ojos. Bueno, realmente no tiene un uso muy útil en esta edad, debido a que mantiene sus párpados cerrados, como dos puestas de bodegas de metal.

Nombre de héroe : Recovery Girl》
Ocupación : Heroína profesional - Enfermera de la academia U.A.》
Quirk : Recuperación; su Don consiste en acelerar la velocidad de recuperación de un paciente mediante un beso, aunque su habilidad no puede curarlos al cien por ciento, además, una vez activado, el paciente se sentirá muy cansado, debido a que su Don solo le permite valerse de la energía del paciente para sanarlo》


“¡L-Lo siento, lo siento!”, respondió, poniendo sus dos manos como seguro para su cabeza, lo que le valió un suspiro molesto. La heroína juvenil era bastante amable, realmente. Sin embargo, si alguien era imprudente, se volvía tan o más exigente que una especie de entrenador militar. “E-Era para prepararlo y que sea mi sucesor. ¡Y-Yo sé que puede ser una exageración, pero si no lo entrenaba, podrían explotar sus articulaciones!”, se defendió.

“Sí, Toshinori, eso lo sé; pero sigue siendo una gran imprudencia llevarlo a esa playa llena de basura oxidada y peligros para entrenarlo. Lo más óptimo habría sido llevarlo con algún preparador físico o algo parecido, ¡no haciéndolo mover camionetas y chatarra por doquier!”, le señaló con el dedo, haciendo que el rubio pierda la sonrisa y baje la cabeza, un tanto culpable. “¡Además, es un niño 《Quirkless》 de trece años, y le das ese trabajo que por poco y no lo rompe!”, golpeó nuevamente su bastón contra su cabeza.

“L-Lo sé, pero el joven Midoriya me demostró ser el contenedor perfecto para el 《OFA》 . Sus actitudes me lo demostraron. Él es un 《Quirkless》 , justo como yo lo era. Tiene ese fuego que Nana vio en mí, y ahora lo veo en él, y quise entrenarlo para, bueno, ya sabes…”, suspiró suavemente, “prepararlo para ser un gran héroe”.

La señora se rascó el entrecejo. Sabía lo que significaba el 《OFA》 y toda la historia que le rodeaba. Aparte de Nezu y Nighteye , ella también era consciente de su existencia y lo que implicaba pasar el fuego a la próxima antorcha que encontrara. Ella y él, en un punto de sus carreras heroicas, fueron compañeros en muchas cosas, lo que forjó una amistad muy significativa a lo largo de los años. Cuando él perdió a su maestra, Nana Shimura , le contó todo acerca del 《One For All》 y su peligro. Sin embargo, a ella no le importó saberlo, porque seguía siendo Toshinori Yagi; su amigo.

¿Ahora? Quería golpearlo muy fuertemente.

No solo le contó toda la historia del cómo se conocieron luego de haberlo traído con un brazo flácido y roto por todos lados, sino que, además, le explicó, lujosamente, cómo es que activó el 《don》 por accidente al golpear un refrigerador. Desde el cómo se conocieron, hasta la situación actual, Recovery Girl tuvo un solo pensamiento: este tipo era un idiota. Incluso si le dio consejos increíbles a su alumno y eso podría catalogarlo como “maestro decente”, no quitaba el hecho de la imprudencia de llevar a un chico sin ningún poder latente, de trece años, aun yendo con una mochila en sus hombros a clases. Eso le hizo refunfuñar.

Tenía trece benditos años. Nunca tuvo un 《don》 , y jamás consiguió entrenar apropiadamente el físico. Quizás ahora lo estaba, pero no iba a darle el mérito al rubio. Le debía dos mil yenes (¥) , de todos modos. Sin embargo, eso no quito el hecho de que estuviese en contra de los ejercicios del chico. ¿Por qué diablos le permitirían a un joven de esa edad mover un refrigerador en su espalda con un par de kilos de arena dentro? No tenía sentido, y el régimen de su compañero tampoco. Pero si este era el único incidente que le llegue a su oficina tocando la puerta desesperada, haría como que no vio nada ante el tema.

“Así que, ¿cuánto puede controlar?”, preguntó la señora de avanzada edad, mientras que el rubio se encogía con una mirada avergonzada.

“… Lo despertó hoy”, respondió, provocando una ceja levantada de la mujer. Eso era raro, a decir verdad. El 《OFA》 , por lo que sabe, no debería de tardar demasiado en adaptarse a su portador, por lo que se le hizo muy extraño, a decir verdad. ¿Desarrollo tardío? Puede ser.

Sin embargo, ¿por qué tardó tanto tiempo en conseguir adaptarse al cuerpo del mocoso? No tendría sentido para nada que el físico fuera la respuesta, debido a que Toshinori y Nana tenían un físico realmente portentoso cuando recibieron el 《OFA》 y no tuvo un desarrollo tardío. En este caso, el niño tenía un físico envidiable para los de su edad, siendo más que apto para recibir ese poder. Entonces, ¿por qué, en este caso, el 《OFA》 tardó más tiempo en desarrollarse por el cuerpo del peliverde? No le veía sentido, al menos que haya alguna respuesta que desconocen sobre el asunto al respecto.

“Ya veo. Bueno, eso es raro, hasta cierto punto. Solo no seas tan exigente y vigílalo todo el tiempo, por favor. No queremos que se rompa el cuerpo más de una vez, Toshinori”, suspiró suavemente, saliendo del cuarto, mientras que el hombre rubio la seguía de cerca.

Luego del regaño, ambos adultos llegaron a la camilla del chico quien se mantuvo allí, absorto por los alrededores y la belleza del sitio. Sus ojos se mantuvieron pegados al otro lado de la ventana, aparentemente, ignorando la presencia de los dos héroes profesionales. Recovery Girl le miró al maestro con una ceja alzada, mientras que el héroe número uno se encogió en su sitio, rascando su nuca con leve nerviosismo. Su sonrisa, aunque un tanto nerviosa por el comportamiento curioso y bastante entusiasta de su joven alumno. Bueno, no debería de sorprenderle, teniendo en cuenta su edad llegada hasta este punto, ¿no?

“Sí, discúlpalo, es un poco entusiasta con las cosas”, respondió Toshinori, haciendo que la señora suspire, rascándose el entrecejo.

“Dios… Es como verte en un espejo, Toshinori”, le comentó con un ápice de gracia en su tono, aunque el rubio sabía que no lo decía para burlarse. Al contrario. Se refería a que veía en All Might sobre el peliverde. Y no podía estar más de acuerdo.

Los dos siempre se parecieron en esos apartados, después de todo. Sin embargo, ambos sabían que ella tenía razón. Toshinori sabe que negarlo, llegados hasta este punto, no tenía mucho sentido, así que asintió con suavidad. Su sonrisa seguía ancha, denotando su calidez abrasadora. Sí, podía ver en Izuku Midoriya lo que Yagi Toshinori fue alguna vez en su adolescencia antes de obtener el poder: dos 《Quirkless》 que se sorprenden y maravillan con las cosas del mundo, aunque sean las más tontas. Aún recuerda la emoción de un joven Toshinori Yagi, que veía todo alrededor con una sonrisa emocionada.

Ambos se parecen mucho en eso, y su sentido de la justicia y heroísmo. Incluso si Nighteye , hace un tiempo, le mencionaba al joven Mirio como un sucesor perfecto para el poder, sabía que no sería una opción mala, al contrario, pero el joven Midoriya tenía algo que lo hacía especial por sobre el rubio. Aunque no podía decir exactamente él qué lo hacía asi, pero, sinceramente, ya había tomado la decisión y no se arrepentía en lo más mínimo.

Aunque todavía necesitaban trabajar un par de cosas con él, estaría bien para su examen de admisión. Aprobaría sin dudas, y estaba orgulloso de su trabajo como maestro. Ahora que lo piensa, no le avisó a su alumno que sería maestro en la U.A., por lo que lo guardaría como una pequeña sorpresa para él. Ya saben, no debía de saberlo todo antes de entrar a la escuela de sus sueños, después de todo. ¿Qué gracia tendría, si no? Si bien traerlo a la enfermería era considerado un poco trampa, y que lo había traído aquí a la U.A., lo que podría haberlo distraído y haberse aprendido todo el lugar con su gran memoria, lo olvidaría pronto en un par de meses.

Al menos, eso esperaba.

Cuando Izuku dejo de observar por la mirada al ser llamado por una tos proveniente de la heroína, el rostro del peliverde se puso rojizo de la vergüenza al ser descubierto, disfrutando de todo como un niño pequeño. Rápidamente, se sentó de manera erguida, lo que provocó que su maestro se riera entre dientes por su reacción. En cambio, la señora negó con la cabeza, un tanto divertida. El chico observó de reojo su brazo entumecido, mientras el otro funcionaba y se mantenía a la perfección. Claro, ese brazo flácido era el roto y que la señora recuperó gracias a su 《don》 . Uno muy genial, si bien recuerda, aunque lo cansaban mucho al ser usado en él.

“¿Cómo estás, niño?”, preguntó la heroína juvenil, mientras que el pecoso movía, a duras penas, su brazo recién curado gracias a su poder.

“Bien, aunque creo que está entumecido o algo así”, explicó, haciendo que la señora asienta con la cabeza. Su brazo, a duras penas, es capaz de moverse medio centímetro, ignorando las señales que le estaba dando para que se moviera.

“Sí, es normal con brazos cuyos huesos explotan al usarse”, Izuku puso los abiertos como platos ante eso, mientras pensaba en la posibilidad de poder controlar este poder algún día. Su mirada decayó, mientras los pensamientos negativos ahogaban su mente, siendo captado por la chica. Algo andaba mal con él, y lo supo de antemano. “Sin embargo, lograrás dominar el 《OFA》 , eventualmente. Ahora es un niño, actúa como tal”, dijo, dándole un suave golpe en la cabeza con su bastón, provocando que esa negatividad alojada allí desaparezca momentáneamente de su tren de pensamiento.

“¿U-Usted sabe del 《OFA》 ?”, preguntó, sorprendido porque una profesional lo sepa. La mujer de avanzada edad sonrió levemente.

“¡Por supuesto! Toshinori confía muy poco en los profesionales que no conoce bien, así que nos confió su secreto a sus amigos y conocidos de confianza. Bueno, a los pocos que quedan, realmente”, explicó. El peliverde observó a su maestro con el ceño fruncido. Toshinori suspiró suavemente ante eso.

“¿Toshinori…? ¿Ese es tu nombre, All Might ?”, se preguntó en voz baja, mientras asentía con la cabeza. “Espero no te moleste que lo llame así”.

All Might está bien, joven Midoriya”, respondió, negándole la oportunidad de usar su nombre de pila, aunque tenía sentido en ese aspecto; nunca se reveló al mundo, por lo que tenía otro secreto para llevarse a la tumba.

Genial.

“Sin embargo, por si acaso, tendrás que llevar un cabestrillo”, el peliverde la observó, por un segundo, con calma, hasta que la realización lo golpeó fuertemente, frunciendo el ceño.

Desde toda su infancia fue alguien 《Quirkless》 . No tenía un poder y jamás lo tendría, entonces, ¿cómo iba a decirles a su familia que su hijo, inútil y sin poderes, de la nada, despierta un 《Quirk》 milagroso y vuelve con un cabestrillo y su brazo roto? Simplemente, sonaba demasiado mal por todos los lados. Además, no era por ofender ni nada parecido, pero el hecho de que haya obtenido un 《Quirk 》, que se basaba en la fuerza física como el de All Might , traía más dudas y problemas que soluciones y respuestas a la mesa. Sus ojos palidecieron, cuando se daba cuenta, poco a poco, de lo extraño y raro que sonaba todo eso. Si pudiese, lo mantendría como una sorpresa, pero…

Ya no podría.

“¿Y-Y cómo le voy a decir a mi familia que conseguí un 《Quirk》 de la nada y que me rompí el brazo al usarlo? ¡Ellos me conocen desde toda la vida, no puedo mentirles tan fácil!”, comentó Midoriya, mientras se tomaba con fuerza entre los brazos, temblando levemente. Podía empezar a sentir los nervios arremolinándose sobre su cuerpo.

“Bueno, ciertamente, buscarán respuestas sobre el cabestrillo, lo que sería una duda saldada al decir que te dislocaste el brazo”, dijo la señora, “aunque, realmente, dudo que sean tan tontos para no hostigarte con preguntas y escenarios ficticios. Además, las mentiras salen a la luz más rápido de lo que se logran acentuar”, respondió, frotándose la barbilla.

“Eso es verdad. En cierto punto, terminarán enterándose en que tienes un 《Kosei》 tarde o temprano. No tienen que saber que es el 《OFA》 , pero mientras podamos hacer una coartada convincente para taparla, será lo mejor”, respondió Toshinori, palpando sus cejas con un poco de estrés en su ser. Izuku asintió lentamente.

Mirando al suelo, se preguntaba qué podía inventar esta ocasión para poder encubrir el secreto de All Might y su poder oculto. Él era el noveno, por lo que era su responsabilidad mantener oculto este secreto. Si bien mentir y engañar a su familia era pan de cada día debido a que, bueno, lo hacía la mayor parte del tiempo, esto era diferente. No estaba encubriendo el maltrato físico o mental que estaba recibiendo diariamente en la escuela 《Aldera》 . Incluso si su hermana lo defendía y cuidaba, sabía que no podía estar pegada a ella como una bendita sanguijuela la mayor parte del tiempo. Bueno, de hecho, ya era una sanguijuela que causaba frustración y un sentimiento de decepción en su familia, pero entendían el punto.

Ocultar un 《Quirk》 , un poder caído del cielo y que se le fue concebido por sus esfuerzos era algo mucho más diferente y complicado que decir que todo estaba bien y sonreír, aunque sus cicatrices cuenten otra historia. Ni su hermana o madre sabían de esas, prefiriendo quedarse con una camiseta puesta para que nadie mire el daño que sufrió, plasmado en su cuerpo como una pintura. Quizás, por eso, solía dejarse la camiseta puesta todo el tiempo; temía que puedan ver sus cicatrices. No estaba orgulloso de algunas de ellas, si era completamente sincero, pero la cuchilla sobre su piel se sentía satisfactoria en su momento.

¿Ahora? Era solo un mal recuerdo que le hace sentirse asqueroso y horrible consigo mismo.

De todos modos, volviendo al punto principal; no podía ocultarlo. Iba a aplicar para un bendito examen de superhéroes en la U.A., no podía poner en su registro que era 《Quirkless》 , aunque sería interesante haberlo, de todos modos. Sin embargo, sabía que su hermana mayor lo descubriría en algún punto de la escuela, exigiéndole respuestas a su hermanito menor. Se pondría muy contenta, claro, pero también molesta por no contarles nada. Y preocupada al mismo tiempo por haberle ocultado eso a ella y a su madre. El simple hecho de esconderle más cosas a su familia que deberían de saber, le hizo vibrar las cicatrices con miedo en su mirada.

Debían de saber que tenía un 《Quirk》 , pero no podían saber nunca de dónde venía exactamente. No quería ponerlos en un riesgo innecesario.

Su corriente de pensamiento se vio cortada cuando la puerta pareció abrirse detrás de ellos. Toshinori mantuvo la mirada tranquila, al igual que la enfermera, mientras que una pequeña figura se asomaba en el interior de la sala. Esa sonrisa tranquila se establecía entre su blanco pelaje, mientras caminaba poco a poco, con las manos detrás de la espalda, mostrando una postura recta y correcta para la situación.

Acumulación de energía interna ”, respondió el animal recién entrado. Izuku cayó en cuenta al verlo allí, parado, sonriente. “Ese puede ser el nombre falso del 《OFA》 por el momento; es un poder que existe y es muy común, Midoriya Izuku”.

La persona o animal parado en frente de ellos, tenía la cara de un oso, con una gran cicatriz atravesando su ojo derecho casi hasta el cuello, lo que hizo sentirse un poco más seguro a Midoriya; ¿no tenía miedo al mostrar esa herida imposible de quitar de su piel por medios convencionales al público? Parecía ser que no. Su hocico y cola eran de ratón mientras sus patas delanteras son de perro. Básicamente, podría ser una quimera de animales domésticos y salvajes, y nadie podría darse cuenta de eso realmente. Finalmente, y a pesar de su pequeña altura, tenía puesto un traje elegante, junto a unos zapatos cualquiera, dejando ver su aura de director de la academia. Izuku tragó su saliva, sabiendo a quién tenía en frente.

Nombre : Nezu》
Ocupación : Héroe profesional - Director de la academia U.A.》
Quirk : High Spec; El Don de Nezu le otorga una gran inteligencia que incluso supera al del humano, siendo uno de los héroes más inteligentes del mundo. Gracias a este Don, Nezu se ha vuelto capaz de hablar, pensar y actuar como un humano》.


“S-Señor Nezu…”, dijo el peliverde con una mirada ligeramente nerviosa, haciendo que la quimera de animales se sienta bastante contento porque no tenga que hacer presentaciones innecesarias por el día de hoy.

“El mismo, Midoriya”, contestó, subiéndose a la cama del muchacho de un pequeño salto, quedando cerca de él. “Estaba escuchando la conversación, y no podía perder ante la curiosidad”, dijo, apuntando su desarrollado sentido del oído. Bueno, eso tenía sentido, después de todo.

“¿Usted también sabe…?”, se preguntó con cierta incredulidad, antes de que el director asienta con una sonrisa plasmada en su rostro, aparentemente, permanente.

“¡Por supuesto que lo sé! Soy de los dos únicos de este edificio que conoce el secreto. Entre nosotros cuatro, nadie más que trabaje aquí sabe sobre el 《OFA》 . Así que, si All Might no se encuentra disponible en algún momento para hablar sobre tu 《don》 , puedes venir conmigo o Recovery Girl para buscar ayuda con eso. Estoy seguro de que podremos ayudar”.

La solicitud parecía ser bastante prometedora, si era completamente sincero. Sin embargo, esto parecía muy bueno como para ser real. Todo a su alrededor se detuvo por unos segundos, cuando movió la mirada a un lado; ¿merecía esta clase de atención solo por tener el 《Quirk》 de All Might ? Para él, la respuesta era un rotundo no. Quiere decir, ¿por qué se preocuparían de un 《Quirkless》 que se lastimó al activar un 《don》 que no le pertenece a él, sino que, al contrario, era de su héroe favorito y de todo Japón? Para Izuku Midoriya, este apoyo era y es innecesario. Aun a día de hoy, y aunque All Might le diga que es digno del 《OFA》 , en el fondo, sabe que no lo es.

Al menos, eso le dice su pensar.

“Aunque las familias son bastante perspicaces con ello, puedes decirle que tu 《Quirk》 recién despertado es ‘Acumulación de energía interna’. Usualmente, tarda en aparecer al tener que almacenar poder en su interior, como bien sugiere el nombre, solo para usarlo como una batería. Es un ejemplo perfecto que podremos usar, y serviría muy bien. ¡Estuve investigando por horas!”, exclamó, alzando la patita con un tono de felicidad y ánimo, lo que le desconcertó realmente.


“Estoy de acuerdo con el director; es una buena forma de verlo. Además, no es tan descabellado, por lo que posible hacerlo pasar por alto si logramos controlarlo en nuestro entrenamiento. Podríamos hacer pasar tu paso como un despertar tardío de 《don》, y problema solucionado hasta que aparezca algo que la haga tambalear”, explicó Toshinori, ganándose un asentimiento del director.

“Bueno, parece que juntarnos más seguido a tomar un poco de té ha hecho que madures y pienses, All Might ”, comentó la amalgama de animales con cierta gracia, haciendo que el rubio se encogiera en su sitio.

“No hablemos de eso, por favor”, susurró, provocando que el ambiente se sienta más ligero que de costumbre.

Sin embargo, y aunque Izuku lo sabía, se preguntaba la razón del porqué había tanta preocupación rodeada a su alrededor. Era algo que no llegaba a comprender, verdaderamente hablando.

La preocupación y la ayuda que le extendían sobre su mano cicatrizada, llena de malas decisiones, heridas y molestias por las que pasó toda su vida, lo hicieron sentirse raro. El simple hecho de que muestren preocupación personas que, a diferencia de All Might , no conocía, lo hizo sentirse un poco incómodo.

Dios, odiaba su baja autoestima; siempre dudando de todo lo bueno que le ocurre.

Por lo menos, tratará de aceptarlo, aunque sea difícil para alguien como él.


La academia de la U.A. se cernía sobre todos los estudiantes. Diferentes uniformes se movían bajo el inmenso edificio, mientras el nerviosismo interno devoraba a todos por los pies; hoy era, después de todo, el examen de admisión para poder ser los próximos héroes del mañana en Japón. Los pasos de Izuku resonaron en sus tímpanos, mientras que Izumi, a su lado, mantenía una emoción indescriptible en su cuerpo. Temblaba, visiblemente embalsamada con felicidad al llegar este día que ambos hermanos han estado esperando. Los árboles de sakura, recién maduros, dejaban caer sus hojas por todo el lugar, dándole una estética mucho más hermosa que de costumbre, si eran totalmente sinceros.

El peliverde resopló en silencio, calmando sus nervios y miedos internos.

Pasaron cinco meses desde que les contó a su madre y hermana que despertó su 《Quirk》 finalmente, y se lastimó el brazo en el proceso. Si bien, mentir no era algo nuevo, le dolía decirles algo que no era; ya les había escondido demasiadas cosas en su pasado, pero, bueno, ¿qué le hacía una mancha más al tigre, no es así? Cuando ellas se habían despertado luego de haberse desmayado en la sala de su hogar, parecían bombardearlo por ambos flancos para que respondiera. Entendía su razonamiento, debido a que, en ese caso, sufrió mucho por una probable “mala praxis” del doctor que lo recetó como 《Quirkless》, sin embargo, desvió todo el tema a un lado.

Entre el entrenamiento y sus familiares cercanos, tuvo que hacerles guardar el secreto, para consternación de su hermana. “¿No sería más fácil que todos sepan que tienes un 《Quirk》 y te sea mucho más cómodo?”, preguntó una vez su hermana mayor, dudosa al respecto. Sin embargo, el punto es que no buscaba atención de la gente: odiaba que, ahora, lo quisiera por haber despertado un poder de manera tardía. Por ello, y por una razón totalmente distinta, se negaba a revelar que tenía un 《don》 en su interior, fluyendo como la sangre. No quería sentir la hipocresía de la gente a su alrededor.

Diablos, odiaría que, ahora, Kacchan lo trate como igual cuando se entere de que tiene un 《don》 y actuara como si nada hubiese pasado años atrás. Odiaba a la gente hipócrita, y ya se odiaba así mismo por ser uno, pero no podía cambiarlo. El secreto ya estaba siendo guardado con candado y llave en el interior de su cuerpo. Aunque en los cinco meses restantes, las burlas y el bullying verbal seguía, por suerte, el físico no era tan común. Kacchan, por algún motivo que desconoce, se niega a verlo a la cara luego de rescatarlo del villano al tirarle alcohol en los ojos. ¿Quizás lastimó mucho su ego al ser salvado por alguien como él? No lo sabía, y tampoco quería hacerlo.

Ya tenía mucha historia con él como para querer seguir alargando las páginas de un cuaderno que ya no da para más.

Ah, sí, olvidaba la otra razón totalmente distinta.

Sentía que no merecía estar aquí, a las puertas de la U.A. y lo sabe, incluso si All Might le dijo que era digno de poseer el 《OFA》. En el fondo de su inútil interior, piensa que no es merecedor de merecer siquiera un 《don》, y la idea de que le recuerden lo increíble que es al haber despertado el mismo de manera tardía lo hacía sentir horriblemente mal. Estaba haciendo trampa en un lugar donde la gente se esforzaba para avanzar, obtener un puesto y salvar vidas. ¿Qué ha hecho él toda su vida? Llorar, asistir a la escuela, llorar, estudiar, entrenar, comer un cabello y tener el poder del héroe número uno recorrer por sus venas. No se sentía merecido. Al menos, él sentía que no merecía esto.

Se sentía irreal, y lo menos que quería es que le recordaran que tenía un gran 《Quirk》 recién despertado. No quería que se lo recuerden todo el tiempo y busquen ponerlo en un pedestal. Por ello, se negó a hacerlo público, aunque su hermana y madre no estén demasiado entusiasmadas con su decisión, sin embargo, la respetarían por su hijo y hermano, respectivamente. Hablando en serio, no las entendía para nada. ¿Por qué querrían hacerles saber a sus amigos o familiares cercanos que despertó un 《Quirk》 de manera tardía? Eso solo lo pondría en una mira en la cual prefería no estar por ahora. Quizás, más tarde, se lo piense, pero no en estos momentos.

Aunque, ahora que lo pensaba, ¿qué ocurría con Hisashi Midoriya, su padre que se escapó hacia el extranjero por “trabajo”? Si bien no lo comenta mucho por ser algo que no se traiga demasiado a la fórmula, se sentía culpable. Su padre era una persona amable y cariñosa, pero reservada con sus temas, siendo altamente pasadas por alto por la comprensiva y expresiva madre. Sin embargo, Izuku Midoriya sentía que tenía la culpa en que se vaya por trabajo. Sentía que, esa excusa, por algún motivo desconocido, tenía que ver con él. Ya saben, empieza desde cero, porque su hijo menor, al contrario que la mayor, nació con una deficiencia y es un 《Quirkless》. ¡Vergüenza absoluta!

Por lo menos, así lo veía.

Viendo sus manos, antes de apretarlas, dejó escapar un suspiro silencioso salir entre sus labios; ¿por qué no era capaz de pensar en otra cosa que no sea menospreciar sus esfuerzos y méritos? Buscaría un psicólogo, pero el dinero escaseaba, y su sanidad mental no valía la pena para nada; después de todo, ¿quién gastaría su esfuerzo en ayudar a un tramposo como él que se rompió el brazo la primera vez que activó su 《Quirk》?

Oh, claro, es verdad, el 《OFA》. Bueno, en estos cinco meses de entrenamiento, pudieron ir con lo básico. Básicamente, con ruedas entrenadoras puestas en una bicicleta cualquiera. Diría que era extraño el usar su poder, pero era, realmente, muy pesado de usar. All Might lo preparó por mucho tiempo para alcanzar un gran físico ideal con el que sea fácil moverse y usarse, sin embargo, era complicado. Cuando lo encendía, sentía que cientos y miles de yunques cayeran sobre su espalda; algo así como si pusieran ese mismo refrigerador allí con muchos más kilos a los que estaba acostumbrado realmente.

Incluso haciendo el ejemplo del huevo en el microondas, usarlo era un suplicio para su cuerpo. Aunque, claro, era porque estaba usando el 100% del mismo, algo que no debería de ser una sorpresa al sentir como su cuerpo se mantenía caído, agobiado por el inmenso peso. Fue solo cuando él bajó el incesante estrés al que sus extremidades, huesos y órganos a los que estaba siendo sometido que pudo encontrar el equilibrio. Aun habiendo tenido demasiado entrenamiento incesante y largo, el 《OFA》 seguía siendo un poder increíble de manejar para alguien tan poco útil como él. Realmente, se sintió un poco decepcionado.

La cantidad que es capaz de manejar del 《OFA》 es un mísero 5%. Eso es todo lo que puede ofrecer, y la frustración se escondía en su interior. ¿Cómo se suponía que iba a ser un héroe, si no es capaz de darlo todo en el campo? Sería un héroe terrible, no pudiendo conseguir exprimir todo su poder regalado bajado de los cielos que, piensa, no merece portar.

Realmente se sentía horrible como sucesor. ¿No pudo haber elegido a alguien más apto, realmente? Quiere decir, está orgulloso de tener esta oportunidad, pero, simplemente, no sentía que estuviese a la altura para poder llevar este poder en la palma de sus manos. Incluso si estos diez meses en los que ha estado entrenando, mejorando, ayudando, limpiando, enorgulleciendo, mintiendo y escondiendo cosas, sentía que, en todo ese trayecto, no hizo nada realmente destacable. Quiere decir, movió chatarra y eso, pero, ¿qué más hizo de relevante? No recuerda nada, o prefiere no hacerlo para darle la razón a su baja autoestima, que lo empujaba, cada vez más, a un espiral de autodesprecio. Odiaba sentirse así, pero…

No era nada nuevo, pensó el peliverde.

Su línea de pensamiento se vio terminada abruptamente cuando su hermana, a su lado, dejó escapar un zumbido emocionado entre sus labios con una sonrisa emocionado. Al menos, así podía verse entre sus labios, contorsionados, nerviosamente, en una ligera sonrisa.

Izumi Tenía puesta una camiseta blanquecina arremangada cuidadosamente para tener las mangas largas acortadas hasta un poco más arriba de los codos. Tenía su corbata atada en su cuello de color bordó, mientras que vestía una falda larga que le llegaba hasta las rodillas. Su cabello, siempre liso y sin ninguna pista de estar desorganizado, se mantuvo allí, sin cambios aparentes. Un accesorio extra era que, en su cintura, llevaba atada un abrigo por si se cansaba de regular la temperatura corporal. En su espalda, también colgaba una mochila.

Era algo simple, para una chica sencilla.

Incluso si hacía un poco de frío a estas horas de la mañana, no importaba del todo; su 《Quirk》 siempre podía mantenerla caliente ante toda ola polar que llegue. La envidiaba un poco en ese apartado, pero no podía decir que no quería tener ese 《don》; ser muy emocional te podía jugar en contra, y los dos lo eran, aunque ella, al ser la mayor, era mejor controlando sus emociones que él.

Izuku, en cambio, tenía su vestimenta habitual para ir al colegio; un chaleco azabache, bastante cómodo para tenerlo puesto en estos momentos. Sus botones amarillos estaban atados la mayor parte del tiempo, mientras que sus pantalones largos, de las mismas tonalidades negras que su chaleco, estaban perfectamente lisos y lineales. Sus zapatos rojos con suelas blancas lo seguían a todos lados, y tampoco es que tenga otro calzado diferente; ¡eran de la misma marca! Debajo de su vestimenta, sin embargo, tenía ropa deportiva cubriendo todo su cuerpo, esperando, con nervios, la parte del examen práctico. Jugó con las correas de su mochila amarilla, enredando las mismas con sus dedos. Un accesorio extra es que llevaba una pequeña bufanda en su cuello por el frío de la mañana.

“¡Izu-chan, por fin estamos aquí!”, dio suaves saltitos en la entrada, con sus ojos contraídos en pequeñas estrellas brillantes. El hermano menor vio a la mayor, con una gota de sudor saliendo desde su frente. Su emoción era incomparable.

No lo malinterpreten, estaba demasiado emocionado, incluso igual que ella, pero luego de pasar por ese tren de pensamiento levemente pesimista, se le calmaron los humos de la cabeza y su emoción flaqueó un poco ante las imponentes instalaciones de la U.A. que se cernían en frente de sus ojos. Dejó escapar el aire de sus pulmones levemente, mientras asentía.

“C-Cálmate, no queremos que explotes de la emoción”, tuvo que decir el menor, rascándose un poco la melena desordenada que siempre llevaba. Izumi lo observó, con una leve sonrisa.

“Voy a explotar, entonces”, afirmó con cierta gracia, provocando un resoplido divertido por parte del hermano menor.

“Por favor, no lo hagas”, le comentó el pecoso, ganándose un puñetazo sin fuerza en el hombro, con un puchero. Eso alivió un poco el estrés y nervios de los dos hermanos.

“Pero quiero explotar de emoción, Izu-chan. ¡Quiero hacerlo!”, hizo un leve puchero con sus mejillas, mientras el menor ponía los ojos en blanco ante el pequeño momento divertido entre las cabelleras verdes.

Manteniendo la mirada al frente, el edificio parecía ser mucho más grande e imponente que nunca. Cuando entró aquí a las apuradas cinco meses atrás, para recuperar su brazo roto por su uso inexperto de su poder, no parecía tan grande y aterrador. Sin embargo, al verlo bien, tuvo que suspirar, entre dientes, de manera temblorosa al notar la magnitud cuadrada que la misma tenía. Las dos grandes letras que componían la academia estaban plasmadas en la entrada, con sus tonos dorados desbordando ante la mirada reflectante y tímida del sol; sus rayos reflejados los cegaban, pero no importaba en lo absoluto. Los dos Midoriyas dejaron escapar unos leves suspiros en conjunto, antes de mirarse y asentir al mismo tiempo. Obviamente, pensaban en lo mismo en este escenario frente a ellos.

Las dos cabelleras verdosas dieron su primer paso, sobrepasando la entrada del sitio, sintiendo que, con cada pisada, el temblor de sus corazones aumentaba, los nervios fluyeron a través de los latidos profundos de sus corazones. La hermana mayor jugo con las correas de su mochila entre una de sus manos, mientras que el menor mantenía su atención fija al frente, con ambas correas amarillentas entre sus dos manos levemente robustas, y con cicatrices muy pequeñas; con una lupa se podrían ver perfectamente, pero no ahora.

“Dime, hermanito”, empezó Izumi, “sabes que hay diferentes clases, ¿no?”, fue una pregunta ligeramente tonta, pero el chico ya lo sabía de antemano; era una escuela que ha estado viendo por mucho tiempo.

Asintiendo con la cabeza, respondió. “Sí, hay muchas. Son diferentes departamentos, pero son clases desde la A hasta la K. Sin embargo, la mayoría de otras clases de héroes no son usadas muy a menudo debido a las bajas tasas de posibilidades de entrar a la U.A., ya que toman en cuenta un ranking personalizado de solicitudes, escogiendo a los mejores postulantes de entre tantos miles que mandan su solicitud, así que, teniendo eso en cuenta, la tasa de aceptación para cada estudiante es cerca del 0.02%, lo cual es una estadística increíblemente baja y desesperanzadora, sin embargo, eres capaz también de entrar por recomendación, lo que haría que sea mucho más fácil y…”, habló ininterrumpidamente, mientras que sus murmullos eran escuchados por su hermana y todo alrededor debido a lo poco consciente que era al despotricar sobre cosas así.

¡¿0-0.02%?!, exclamó uno de los chicos de alrededor, tomándose los cabellos con pánico. Aparentemente, el chico, de cabello plateado a su lado, no se dejó flaquear y se rio de manera alta.

“¡¿Y qué?! ¡Sigue habiendo un dos ahí, será fácil!”, exclamó con fuerza, haciendo que el joven a su lado con una bandana se calmase un poco al reírse de la tontería de su amigo.

Una chica con aspecto de alienígena se sintió tensa a la lejanía, mientras que una chica con cabellos de vides comenzaba a rezar para aprobar, acompañada de una luz del cielo. ¿Ese era su 《Quirk》 o algo por el estilo? Debía de serlo. Un muchacho, con cabello de serpientes, suspiró frustrado por ello, al igual que una chica que movía sus orejas de canguro, sintiendo que los nervios aumentaban más y más. Izumi frunció el ceño, divertida.

“Ugh, hermanito, vas a causar un alboroto”, dijo con una seriedad burlesca, dándole un ligero tirón en la mejilla, haciéndole despertar de su pequeño trance convertido en murmullo. El hermano menor se sonrojó de la vergüenza.

“L-Lo siento”, se disculpó de manera apenada, mientras que su hermana negaba con la cabeza. Siempre se disculpaba por todo, aunque no era su culpa. Así era Izuku Midoriya, supuso.

“No lo hagas”, respondió con ligera seriedad, antes de sonreír. “Si nos toca en clases diferentes, o estamos en una en común, me gustaría que compitamos”, dijo sin rodeos, viendo al frente. Izuku, a su lado, ladeó la cabeza, confuso y sorprendido.

“¿C-Competir?”, repitió, incrédulo. La chica sonrió con alegría, y asintió fervientemente.

“¡Sí! Ya sabes, una competencia sana entre dos hermanos. ¿Qué dices?”, le preguntó, pasando su brazo sobre su hombro, antes de revolverle el cabello con ternura para consternación de su hermano menor. Sin embargo, no le molestó para nada.

La idea sonaba loca, extremadamente loca. Ella llevaba años y años de práctica con su 《don》 habiendo perfeccionado el mismo durante mucho tiempo. Él, sin embargo, no tenía tanto tiempo con su 《Quirk》 rondando por su cuerpo. Era una competencia dispareja en este punto, pero, según él, podría ser divertida, aunque no pueda controlar ni siquiera un 10% de todo su poder. Frunció los labios unos segundos, pensando en los puntos buenos, y es que había demasiado como para darse la vuelta e ignorarlos. Además, no es porque sea realmente competitivo o nada de eso, pero viendo a su hermana, contenta por la idea… No pudo negarse. Sinceramente, ¿qué perdía con tener una pequeña rivalidad entre hermanos? Nada. Solo reforzaban sus lazos, nada más.

Era una situación donde ambos ganaban, así que…

“¡S-Seguro!”, comentó con una sonrisa ligeramente nerviosa y un rubor por la vergüenza de que su hermana le estuviera despeinando. Claro, si se le podía llamar a su cabeza de trapo algo peinado posteriormente.

Izumi se rio entre dientes, antes de darle una ligera palmada en la espalda. “Muy bien, entonces. Ganaré”, tarareo con gracia en su tono, haciendo que su hermanito resoplara con ligera molestia. Ella se separó un poco, dejándole espacio y tiempo para que no se sienta nervioso; raro que su hermanito se ponga tan avergonzado solo porque lo quiera. Solo los estaban viendo otros estudiantes, nada grave.

“E-Estás muy confiada, ¿no?”, la chica rio entre dientes, rascándose la mejilla, segura de sí misma.

“¿No puedo?”, el menor se tocó la barbilla un momento, fingiendo pensar en ese instante. Era muy obvio que estaba fingiendo; era muy malo actuando.

“¿No cuando compites contra mí…?”, declaró con una falsa confianza, debido a su sonrisa dudosa y nerviosa, lo que la hizo contener su risa. Izuku, ciertamente, estaba un poco en conflicto al respecto; ¿realmente era posible considerarlo un rival digno? No, no lo era, solamente le estaba siguiendo el juego.

Sí, era eso.

“Oigan, ustedes, idiotas”, la voz irritada de cierta persona puso el día de ambos hermano tambalear. Izumi lo observó con el ceño fruncido, mientras que Izuku, como un acto reflejo, se puso de manera rígida ante el tono de su voz; se notaba molesto. “Apártense de mi camino”, explicó, pasando entre ambos estudiantes, sin dignarse en vez al chico a los ojos, pero, la hermana, en cambio, pudo intercambiar un breve contacto visual, antes de irse con la espalda encorvada ligeramente.

“¿Ese no es el chico del ataque del villano de lodo…?”, preguntó uno en un susurro, a lo que asintió, reconociendo al chico de las explosiones.

“Sí, fue salvado por All Might. Al menos, eso dicen en la tele”, se encogió de hombros, mirando al chico que preguntó a su costado.

Bakugo, por lo bajo, gruñó ante la palabra de ser salvado por su ídolo. Si bien la cosa fue así de cierto modo, ningún portal de noticias le daba algo de crédito al hermano inútil de la fogata viviente. Se sentía demasiado frustrado con todo a su alrededor desde ese día. Un huracán, o tifón de emociones era más acertado a decir verdad. Antes, lo consideraba un “Deku” y lo sigue haciendo, sinceramente. Sin embargo, luego de ese día, cuando saltó al peligro sin importarle que las llamas buscaran chamuscarlo al rojo vivo, sintió que algo comenzaba a agrietarse en su caparazón interna. Pero no lo sabía bien.

“Parecías estar pidiendo ayuda”. Esas palabras le atravesaron como cuchillas al orgullo. ¿Realmente se atrevía a mirar por abajo del rabillo del ojo y salvarlo cuando nadie lo pidió allí…? Era un pedazo de basura que se iba entorpeciendo en su camino de ser el mejor, ¿y ahora? Iba a estar en la U.A.

Era perfecto. Sí, cómo no.

Sin embargo, no podía verlo al rostro. Era como si supiera que, viéndolo a los ojos, se sentiría avergonzado de lo que se ha convertido, al ver ese atisbo de miedo que creó al que alguna vez consideró amigo. Pero ya lo importa cómo lo consideren a él; no iba a mirarlo. Llámenlo vergüenza, miedo a la realidad o por puro orgullo roto, pero, por ahora, era incapaz de rebajarse a su nivel y observarlo. Es más, ahora que lo recuerda, no le ha dado las gracias hasta entonces. Pero, como dijo, sería rebajarse mucho al nivel del 《Quirkless》 que quiere ser un héroe.

Era una pérdida de tiempo. Sin embargo, un pensamiento seguía cruzando su mente como una locomotora a toda potencia: ¿por qué lo salvó? ¿Qué lograba con eso?

Preguntas sin respuestas, supuso.

“Dios, ¿qué le pasa a Bomberman? Es molesto”, preguntó la hermana mayor con ganas de golpearlo, mientras que daba un paso para seguir adelante una vez más.

Para su mala suerte, y siempre ella una descuidada, olvidó atar las agujetas de sus zapatos. Cuando se dio cuenta de que iba a caer al suelo, rezó para que no se rompa la nariz al tocar el asfalto del suelo. Al poco tiempo, observó como el suelo no llegaba, sino que ella, al contrario, se iba alejando, flotando de la nada; era como si la gravedad no existiese en lo absoluto alrededor. Ahí fue cuando observó a una chica al lado de su hermanito, viéndola con una sonrisa apenada.

La misma llevaba un abrigo bastante grande que le llegaba casi hasta el final de falda corta, que se mantenía con breves estampados de diferentes formas plasmadas en ella. Su mochila se recargaba cómodamente en su espalda, mientras que también tenía una bufanda puesta. Además de eso, tenía dos mechones de cabello que caían, mientras que el resto del mismo era bastante ondulado y curvado hacia adentro. También, tenía un flequillo en la parte de en frente, lo que la hacía más notable sus pestañas.

“¡L-Lo siento por usar mi 《Quirk》, pero una caída en las puertas de la U.A. sería un mal presagio!”, exclamó la chica de pelo castaño, con un rubor permanente en ambas mejillas. El chico, a su lado, se mantuvo callado, muerto de los nervios porque haya una chica desconocida a pocos metros de su cercanía.

“¡Oh, qué increíble 《Quirk》, Kirby!”, exclamó Izumi, prácticamente girando sobre su propio eje, mientras reía tontamente por estar en medio del aire. La chica se sonrojó notablemente, estando nerviosa por el nuevo apodo que ahora circulaba sobre su cabeza.

“¿K-Kirby?”, preguntó con total nervios, antes de deshacer el efecto de su 《peculiaridad》 y soltarla del aire. Izumi, ante eso, cayó, con una mano apoyada en el suelo, antes de ponerse de pie nuevamente y acercarse rápidamente a su rostro con estrellas en los ojos.

“¡Sí, ya sabes, como el personaje de videojuegos! Quiero decir, no tienes esa habilidad, pero tus mejillas…”, dijo con un dejo de ternura, antes de apretarlos con fuerza, haciendo que la chica gimiera de vergüenza y sorpresa. “Sí, eres Kirby, seamos amigas”, declaró, con un tono serio, haciendo que los dos chicos se pusieran de piedra.

“¿Eh?”, preguntaron los dos al unísono, antes de que Izumi la abrazara sobre el hombro y le dio una vista a su hermano.

“¡Bueno, hermanote, te deseo suerte y a ti también, Kirby! ¡Vamos, amiga, tenemos una escuela a la que asistir juntas!”, exclamó, llevándola, literalmente a rastras, en contra de su voluntad.

‘¡¿Ya somos amigas?!’, pensó la de cabello marrón, mientras era tomada por Izumi.

Izuku se quedó allí, parpadeando un par de veces, antes de dar un suspiro cansado. Sí, su hermana era así; veía a alguien que le gustaba al primer vistazo, le parecía buena persona y la convertía en su amiga. Podía parecer forzoso y raro por la forma en lo que lo hacía, pero, al final, Izumi seguía siendo una gran amiga para pasar el rato. Solo que es un poco entusiasta al respecto. Ahora que lo piensa, no pudo descubrir el nombre de la chica a la que su hermana, literalmente, secuestró en contra de su voluntad para llevarla a la academia. Meh, detalles superficiales, pensó Midoriya.

Ajustó el agarre de las correas en su mochila y avanzó nuevamente a la escuela, rezando por no caer como su hermana casi al suelo.

Por suerte, eso no ocurrió.

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La sala de las evaluaciones escritas e información para la prueba práctica era, prácticamente, enorme. Todos sentados en asientos alrededor de un escenario, normalmente, para dar conferencias, supuso. Aquí sería, tanto la evaluación escrita, como la información que se daría para la parte práctica.

Observando alrededor, pudo observar cientos y cientos de estudiantes tomando asientos alrededor de las grandes mesas. Viendo un poco más para la derecha, pudo ver a su hermana mayor hablando con la chica que arrastró a la fuerza. Ambas parecían divertirse un poco y reír entre ellas, lo que le alegró el corazón al ver a su hermana tan feliz con un amigo.

En 《Aldera》 nunca pudo obtener muchos amigos que no sean de clases inferiores o superiores, debido a que nadie quería lidiar con la “hermana del inútil”, así que hablar con gente genuina se volvía difícil. Todos los que la seguían y aclamaban ser sus amigos, solo buscaban elogiarla por su 《don》, negándose a conocerla más a ella. Esa gente no valía la pena, y ella lo supo, así que se rodeaba de gente normal, y sin que puedan saber de su 《peculiaridad》. Sin embargo, tener una amiga tan pronto, parecía ser una muy buena señal para ella.

Se preguntaba la razón del porqué nunca quiso conseguir más amigos y la pasaba con él. Siempre decía que era para protegerlo, pero, al mismo tiempo, ella se desprotegía de los demás al sentir que no tenía amigos. No supo como continuar detallando su pasado.

Viendo a los otros lados, pudo ver la cabellera del pelicenizo explosivo entre los demás pupitres, mientras que tuvo que tragar duramente ante eso. Vio que uno de sus asientos estaba vacío, pero no quiso sentarse con el que le hacía la vida imposible en la escuela. Ya tenía catorce años, así que, ahora, sabía detectar la mala decisión que eso implicaba. Negó con la cabeza, antes de buscar otro asiento libre.

Al poco tiempo, encontró una pila de asientos sin gente, lo que le hizo vibrar el corazón con alegría.

Cerró el puño en el aire, mientras tomaba asiento, en una sección casi centrada entre los demás. Sin embargo, había algo que le parecía extraño. ¿No iban a copiarse en el examen si todos los asientos iban desde arriba para abajo? Quiere decir, no puede decir que sea fácil ver y entender lo que escriben, pero puede ser que haya alguno capaz de hacerlo. Luego, observó una advertencia escrita en la mesa.

“Oh… ‘Por favor, no se copie del examen en frente suya; tenemos cámaras y los tendremos vigilados en todo momento. Si lo pillamos copiando, cosa en que somos expertos, será expulsado de la U.A. por un lapso de dos años. Buena suerte ;)’.… Huh, es… Bueno saberlo”, susurró el chico, dejando que su mochila descanse en la silla, recostada en la encima de la misma.

Sacó sus materiales al instante, listo para empezar o tener todo preparado cuando esto comience. Sin embargo, no se percató de que alguien a su lado se sentó en silencio, haciendo poco ruido. El chico de cabellera verde revisó sus materiales un momento, antes de girar el bolígrafo entre sus dedos. Estaba tan absorto en ello, que su acompañante lo observó, con detenimiento.

“…”, en silencio, miró su ropa y le dio un tirón silencioso, haciendo que el peliverde se detenga casi al instante de toda actividad. “Mm”, dijo la persona a su lado.

Girando sus propios ojos, no pudo evitar tener un rubor y nerviosismo apoderarse de su rostro. ¿U.A. era una escuela de héroes o era más un lugar donde las jóvenes modelos aparecían en cada esquina? La joven, a su lado, vestía un abrigo abotonado casi hasta el cuello como todos los demás en la sala, mientras que un pequeño gorro de invierno se posaba en su cabeza. Tenía el cabello largo hasta los hombros, en forma de bob, barrida hacia la derecha con algunos mechones más cortos que cuelgan sobre sus ojos, azules como el cielo, mucho más limpios y resplandecientes que el de los de All Might. Urm, bueno, más bien, sería Toshinori, pero no importa.

“¿S-Sí?”, preguntó, un tanto nervioso, ruborizado y en un pánico silencioso. Izuku nunca ha sido social con las personas. Si bien le costaba hablar con los hombres, también lo hacía con las mujeres, pero estas mismas le costaban más por temas de timidez y repudio social que tanto ha acarreado.

La mirada neutral permanente de la chica lo miró por unos segundos, antes de hacer el gesto sobre un lápiz al escribir en su cuaderno luego de soltar el agarre suave y tímido de su camiseta. Ahora entendía a lo que se refería, y ella parecía ser bastante tímida como para hablar, aparentemente.

“¡O-Oh, quieres un lápiz!”, dijo, golpeando su puño con la palma abierta. La chica abrió levemente los ojos, antes de asentir.

“Mhm”, afirmó en silencio, haciendo que el chico asintiera, un poco rígido por la charla inesperada. Sacó un par de bolígrafos y lápices, antes de darle uno muy bien cuidado a la chica. “¡Mm!”, exclamó, dándole un leve asentimiento con la cabeza y, de paso, darle un pulgar arriba.

“N-No hay de qué”, sonrió torpemente, mientras que los demás estudiantes llenaban la sala.

“Gracias”, susurró. Si Izuku podía desmayarse, podría hacerlo ahora mismo y entrar en Shiketsu, porque el tono angelical y suave con el que se lo dijo, lo puso de piedra, casi haciendo que muriera en ese momento, mirando sus cosas en la mesa. La chica no se percató de ello, esperando a que inicien los exámenes escritos.

Al poco tiempo, la piedra de medusa se rompió, y el pecoso pudo ver como un héroe profesional se subía al escenario. Acomodó el micrófono y habló.

“Buenos días, aspirantes de U.A., sean bienvenidos a la primera parte del examen a aprobar en este día tan hermosamente helado allá afuera”, presentó, con un tono tranquilo y calmado.

El héroe profesional llevaba puesto una gabardina que cubría la mayor parte de su cuerpo. Debajo había un traje negro ajustado, con varias franjas doradas que se elevan por debajo de su gabardina y desaparecen bajo su casco. Su casco es negro y tiene un protector mandibular dorado que termina en una articulación circular en forma de bisagra donde están sus orejas. Otro cuadro viene de la bisagra, pasando por encima de sus pómulos y encontrándose en su nariz.

Nombre de héroe : Ectoplasm》
Ocupación : Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
Quirk : Clones; Tiene la capacidad de producir ectoplasma de su boca y transformarlo en clones de sí mismo. Puede crear hasta treinta clones a la vez, y puede llegar a los treinta y seis si se siente bien》.


“Oh, es Ectoplasm”, murmuró con emoción, mientras que la chica lo observaba levemente. “Escuché rumores de que enseñaría en la U.A., pero esto ya lo confirma…”, dejó que sus ojos brillen levemente de la emoción, mientras que la pelinegra ladeaba la cabeza.

“¿Mm?”, preguntó en un murmullo, haciendo que el peliverde se ponga rojo de la vergüenza, y se encogiera en su asiento.

“L-Lo siento, me emociono mucho cuando veo a un héroe profesional y esas cosas. E-Espero que no te incomode”, jugó con sus dedos, mientras que la de cabello azabache negaba con la cabeza, haciendo una cruz con los dedos. “¿No… te molesta?”, ella negó.

“Mm”, ella comentó, antes de apuntar al peliverde y a ella misma, mientras apuntaba a uno de sus dibujos plasmados en su cuaderno.

Un dibujo de UltraMan. Sus ojos brillaron de emoción.

“¡Oh, también te gusta UltraMan!”, susurró, haciendo que la chica, en cuestión, dejara escapar una diminuta y leve sonrisa, antes de asentir.

“¡Mm!”, comentó, con los dos pulgares hacia arriba, feliz y contenta, aparentemente, al contrario de su rostro estoico y neutral.

“Como verán en sus exámenes, la prueba constará en varias preguntas, tanto teóricas, de moralidad, de cuestionamiento, matemáticas, álgebra, historia, literatura y, por supuesto, desarrollo de soluciones a problemas inesperados. En general, tendrán unas cinco horas para responder las 100 preguntas planteadas en el papel que se les entregará a cada uno”, explicó el héroe profesional, mientras veía a varios nerviosos, pero la mayoría se veía bastante segura. Buena cosecha el año de hoy. “Bien. Para aclarar, no pueden copiarse, ya que hay cámaras por todos lados monitoreadas por especialistas y, por supuesto, yo estaré observando a cada uno de ustedes”, explicó.

De repente, el héroe comenzó a clonarse así mismo, sacando el plasma de la boca con rapidez. Antes, era uno solo. ¿Ahora? Eran más de treinta y dos. Aparentemente, estaba de buen humor. Con cada clon, comenzaron a esparcir los exámenes de un lado a otro, mientras que los estudiantes iban a por ello con todo lo que sabían. Izuku suspiró, viendo a su compañera de al lado. Mantuvo una mirada y expresión nerviosa, tratando de no desmayarse o sudar mucho al tratar de decirle algo.

“T-Te deseo suerte…”, se quedó helado, al saber que no sabía su nombre. La chica notó eso, y asintió con su expresión neutra.

Kodai Yui”, se presentó, con un susurro suave, pero realmente paralizante para su sistema nervioso. Por ahora, ignoró ese sentimiento.

M-Midoriya Izuku. Un gusto, Kodai-san, t-te deseo suerte”, la muchacha asintió, deseándole lo mismo.

“Mm”, dejó escapar, antes de apretar el puño con un aura decidida. El peliverde no pudo evitar reír entre dientes ante eso.

“¿Haciendo amigos en el examen? Buen paso, estudiantes”, comentó el clon del profesor detrás de ello, desparramando con cuidado las hojas en frente de ellos. “Les deseo suerte, muchachos”, dejó escapar, ante de ir a los siguientes.

Izuku sintió que casi se le sale el corazón del susto, mientras que Yui empezaba con su parte de la prueba.

Bueno, manos a la obra, supuso.


Esperaba que fuera menos fácil que eso, pero no era demasiado complicada. Desde siempre fue alguien inteligente, supuestamente, gracias a sus abuelos paternos que eran científicos en su juventud antes de retirarse de ese campo, así que podía atribuibles eso a su descendencia Midoriya, lo que lo hizo sentirse un poco afortunado por esa parte.

Sostuvo los pliegues de su hoja, mientras miraba, admirado, su propia obra de arte. Era una evaluación de diez hojas, cada una con diez preguntas en cada una. Mientras que los demás estaban allí sentados, inmersos, y otros acabaron sorpresivamente, Izuku no podía creer que aún le queden tres horas y media antes de poder entregarlo y, luego, hablar con Kodai a su lado, quien seguía allí, absorta por un problema de álgebra. La entendía; eso, en específico, le causa migrañas a más no poder. ¿A quién se le ocurrió poner álgebra como algo obligatorio a saber? Ni idea.

Pero no era nada que él no pudiese responder.

Miró su hoja, antes de sentirse contento de sus respuestas, marcadas finamente en la hoja. Era una nota perfecta.

Oh.

No. No, espera, no.

No, no, no, no, no, no, no. ¡No podía ser perfecta, no!

Sus ojos palidecieron al igual que su expresión, mientras su mirada, deliberadamente, se dirigía a la cabellera de Bakugo, absorto y golpeando su bolígrafo contra su cabello, molesto por la complejidad de esto. No podía sacar mejores notas que él. Aún recuerda esa vez en su infancia.

Era en su primer año de 《Aldera》, donde el pecoso había sacado una nota muy alta; la más alta de la clase, lo que le valió de elogios muy pobres por parte de la maestra y sus compañeros, pero no le importó en lo más mínimo. Sus padres y hermana, al contrario, estarían bastante felices por su logro. Ese día, ella no pudo asistir, debido a que estaba resfriada, pero iba a llenarla de orgullo.

Se sentía feliz.

Hasta que él llegó a su escritorio.

Sin mediar palabras, explotó su trabajo aprobado con una mejor nota que el suyo. Quedó hecho polvo, y les hizo creer que mintió con sus notas para hacerse ver más listo de lo que ya era. Eso lo hizo romper a llorar ese día, y ellos se rieron de él. Pasó una y otra vez, hasta que, finalmente, “Deku” decidió sacar peores notas que él a propósito, para no querer salir volando por la ventana el próximo momento.

No quería que lo dañara en un futuro cercano.

Miró a su alrededor con pánico, antes de suspirar y calmarse. Tomó el borrado, y lo pasó sobre sus respuestas, borrando todas para empezar de nuevo.

Nunca observó a la cámara y el clon de Ectoplasm que lo veían de cerca. Uno estaba dudoso de las acciones del pecoso, ladenado la cabeza, mientras que el otro estaba preocupado por ese actuar, dándole un sorbo a su taza de té caliente.

“Parece que alguien se está saboteando a propósito, ¿eh?”, se preguntó Nezu, viendo todo por las cámaras frente a él.

Midoriya Izuku necesitaba, urgentemente, ir con un psicólogo.


Suspirando de manera entrecortada, terminó por entregarle su prueba al clon de Ectoplasm que arrastraba los pies por todo el salón, buscando a quienes ya dieran la misma por finalizada.

El papel fue arrancado por el clon quien la ojeo rápidamente entre sus ojos debajo de la máscara. La mente colmena de los clones, simplemente, se quedaron escuchando el veredicto mental del profesor, antes de asentir y seguir con lo suyo, buscando las pruebas terminadas de los estudiantes. Izuku resopló por lo bajo, cuando sus ojos se volvieron hacia el reloj incrustado en la pared. Faltaban cinco minutos.

Realmente, hizo todo lo posible para sabotear su resultado perfecto. Ya sabía que las respuestas estaban correctas en la primera repasada que le dio. Sin embargo, sentir que era demasiado bueno para ser entregada a manos de un héroe profesional lo hizo entrar en un pánico mental, lo que lo llevó a sabotearse a sí mismo. No quería hacerlo, pero sentía que debía.

Después de todo, un 《Quirkless》 no podía ser mejor que la gente con 《don》, sinceramente.

Negó rápidamente con la cabeza, tratando de quitar ese pensamiento de su mente; era un mal presagio que siempre aparecía cuando sentía que hacía bien las cosas por una vez en su vida. Sin embargo, su poca confianza, baja autoestima y pobres instintos de no ser golpeado días después por el chico de las explosiones, lo hicieron hacerlo. Incluso si sabía que no iba a hacer nada por el momento, no iba a tomar un riesgo que ni siquiera deseaba aguantar.

Sus explosiones eran dolorosas, después de todo. Su cuerpo podía dar el visto bueno a esa afirmación. Instintivamente, se llevó la mano hacia un costado donde una cicatriz debajo de sus ropas descansaba tranquilamente, recordando su inutilidad diaria al nacer sin 《peculiaridad》. Frunció el ceño ante ese pensamiento, mientras que negaba suavemente con la cabeza ante eso.

Sus ojos vagaron hasta encontrarse con Yui, quien se mantuvo con la cabeza acostada entre sus brazos, apoyada en el escritorio. Alzó levemente una ceja ante eso, mientras sentía que ese nerviosismo de siempre se esfumaba ligeramente ante la sensación de que estuviera mal por su rendimiento en el examen. Suspiró mentalmente, mientras se reprendía por hacer una tontería.

Pero así era el trabajo del héroe; asegurarse de que todo esté bien, ¿no es así?

“¿H-Hey, Kodai-san?”, la llamó suavemente, provocando que su cabeza se moviera levemente con solo el sonido de las ropas escuchándose cerca de sus oídos. “… ¿Estás bien?”, los ojos de la chica dejaron de ocultarse y lo miró. Esta vez, Izuku realmente se sentía un poco preocupado.

“… Mm”, ladeó la cabeza por un momento, lo que el peliverde interpretó de que estaba decente.

“… Es por la parte escrita, ¿no?”, le preguntó, a lo que ella se encogió en su asiento, ocultando su cabeza en sus brazos una vez más. “Estarás bien, tranquila. Aprobarás”, aseguró con una ligera sonrisa en sus labios.

Los ojos celestes de la joven se escabulleron entre sus brazos, que se aseguraban de tapar todo su rango de visión. Ella lo observó mientras le sonreía con ligereza, antes de sentirse un poco más segura consigo misma. La chica, dejando escapar una diminuta e imperceptible sonrisa, asintió, sintiéndose un poco mejor al respecto. Odiaba álgebra; esa cosa le tomó todo el tiempo del mundo, y fue frustrante para su cabeza. La chica tomó algo de sus cosas y le quiso devolver el lápiz que el peliverde le prestó antes de olvidarse, lo que le valió una risa avergonzada por parte del chico.

“T-Tranquila, puedes quedártelo. ¡N-No lo necesito, tengo bastantes de repuesto!”, comentó, jugando levemente con sus pulgares para mantener una conversación normal y sin sentirse nervioso al respecto.

Yui ladeó la cabeza por unos segundos, pensando en lo raro y humilde que era el pecoso al regalar un simple lápiz, pero, bueno, no se iba a quejar. Asintió, antes de darle un pulgar arriba, prácticamente, diciéndole gracias a su manera, lo que le valió una risa silenciosa por parte del chico.

Mientras todo se iba preparando para la prueba práctica, Midoriya observó como Ectoplasm dejaba panfletos que explicaban sobre el examen práctico. Sus dedos hicieron que el papel crujiera en las huellas dactilares, mientras observaba las características de la prueba con sus propios ojos de izquierda a derecha, y viceversa, no queriendo perderse de nada importante en esta parte. Después de todo, esta parte condicionaba tu acceso al curso de héroes, una buena nota en la parte práctica en un campo de batalla simulado era lo más beneficioso. Y, si bien era fundamental el apartado teórico realizado recientemente, si tenías un 《don》 apto para ser héroe, te tendrían en consideración para ello.

Después de todo, ¿de qué servía ser el mejor en la parte teórica y el peor en la física? Y es por eso que, según Izuku, esta era la diferencia del curso de héroes de U.A. con uno de otros países. Aquí se desempeñaba el intelecto, al igual que la creatividad de la persona o del 《Quirk》 en cuestión, usado para la destrucción de robots. En otros países, como China, por ejemplo, bastaba con tener un 《don》 fuerte como para pasar las preliminares y entrar a un curso de héroes directamente.

Aquí, aunque también pasaba esto, se les daba una oportunidad a los demás estudiantes que no consiguieron entrar al curso de héroes cada tres años en el festival deportivo. Después de todo, habían 《Quirks》 geniales por todos lados. Aunque, la mayoría, sin embargo, no eran muy útiles para este caso en concreto. A final de cuenta, no todos podían ser héroes por el 《don》 con el que nacieron.

Así funcionaba el mundo; tu vida quedaba condicionada a los cinco años.

Díganle, ¿qué haría una persona con el 《Quirk》 de observar más lejos para destruir un robot? Quizás podría haber mejorado aspectos físicos para no ser débil y hacerse un gran héroe, pero, si no lo ha hecho, entonces podría verse en un aprieto al solo depender de su poder, lo que te sacaría del curso de héroes casi de manera inmediata.

Aquí no se podía tolerar la falta de entrenamiento y desperdicio de talento, después de todo.

Los pasos de botas de cuero lo sacaron de su corriente de pensamientos interna, mientras que una melena rubia parada lo hacía destacar. Los altavoces sonaron viniendo de su persona. Acomodando su chaqueta con vehemencia, dejó escapar una sonrisa entre sus labios. La mayoría de los estudiantes se quedaron viendo al profesional, atentos y con una emoción palpitante en el interior. Después de todo, este héroe era muy reconocido en la sociedad japonesa, siendo alguien demasiado querido por las masas por su programa de radio exitoso.

¡Bienvenidos a mi show en directo, jóvenes oyentes!”, exclamó con emoción en su voz, mientras que Izumi, en su asiento, prácticamente, vibraba de emoción bajo la mirada de la castaña, un poco divertida ante la situación. “¡Denme todos su mejor ovación, aspirantes!”, dijo, “¡DENME UN YEAH!”, comentó una vez más, mientras que posaba de manera rara.

Silencio se formó, a excepción de una chica en el fondo que le siguió el juego. Izuku quería morir al escuchar a su hermana.

¡Tenemos a una entusiasta por este grupo de amargados! Me siento tan feliz ahora mismo”, comentó, borrándose una lágrima falsa debajo de sus lentes.

El profesional era un hombre alto y delgado con el pelo largo y rubio, que usa con púas hacia arriba en un enorme mechón detrás de la cabeza y un pequeño bigote. Su vestimenta consistía en una chaqueta negra con un cuello muy alto, vuelta hacia arriba y completa con tachuelas, y pantalones negros a juego y botas hasta la rodilla. También tenía un par de hombreras bronceadas, acompañadas de un cinturón rojo y coderas, todos con tachuelas y guantes negros sin dedos, su cuello siempre oscurecido por un altavoz direccional que usa con su 《Quirk》. Además, lleva un par de auriculares con la palabra “HAGE” escrita en la diadema y un par de tonos teñidos de naranja.

《Nombre de héroe: Present Mic》
《Ocupación principal: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
《Quirk: Voice; El Don de Present Mic le permite incrementar el volumen de su voz, dándole la habilidad de crear sonidos altos y agudos. Estos pueden ser tanto molestos como dañinos para los oídos de los adversarios, capaz de hacerlos sangrar. ¡Y tiene un programa de radio muy divertido!》


“¡Bien, bien, muy bien! ¡Después de la LARGA y TEDIOSA parte teórica, podremos ir a por la física en estos momentos! ¡Sin embargo, les explicaré como va toda la cosa en esta área, así que abran sus oídos ante la explicación!”, exclamó, antes de posar una vez más, “¡YEAH!”.

“¡Oh dios, oh dios, en serio es Present Mic! Escucho sus programas de radio todo el tiempo”, susurró Izumi, emocionada, mientras tomaba a la chica de su hombro y la movía de un lado para el otro. “¡Kirby-chan, despiértame porque creo que estoy soñando!”.

“Y-Ya te dije que n-no soy Kirby, s-soy Ochako Uraraka, I-Izumi”, comentó de manera nerviosa, al ser movida de un lado para el otro por parte de su amiga.

“¡Lo sé!”, se rio entre dientes, para frustración de Uraraka.

Izuku observó su panfleto, antes de fruncir el ceño. Había cuatro villanos en la hoja que tenían, pero no había información relevante ni reveladora del mismo, lo que le hizo preguntarse la sorpresa de la misma. Se rascó la barbilla, pensando en qué significaba eso, mientras que Present Mic seguía con lo suyo. Detrás de él, la pantalla se iluminó, listo para comenzar a explicar todo.

¡Now, listen everyone!”, exclamó en inglés, “¡Vamos a poner a prueba sus habilidades en una práctica de diez minutos en nuestra réplica de ciudad-distrito! Están divididas desde la A hasta la G, ¡así que pueden ir a la que consideren ideal para ustedes luego de la presentación, ¿está bien?!”, preguntó con potencia a la multitud juvenil.

“Entonces, la locación puede ser cualquiera, pero no creo que nos permitan trabajar juntos. Incluso nos dieron un número de serie antes del examen escrito, pero eso significa que el apoyo entre futuros héroes no servirá de mucho, teniendo en cuenta de que es una prueba de supervivencia para ver quién logra cosechar la mayor cantidad de puntos. Sin embargo, echarle una mano a alguien solo podría retrasarse o hacer algo extra que no se dice en los panfletos o…”, Midoriya comenzó a murmurar en silencio, haciendo que Yui le diera un ligero tirón en su manga, haciendo que salga del estupor, avergonzado. “L-Lo siento”.

“Mm”, negó con la cabeza, no importándole en lo absoluto.

Sacando una regla gigante, comenzó a señalar a la pantalla en frente de él. “Verán, en la ciudad-distrito, iremos desplegando ‘villanos’ por todas partes de la zona. Cada uno, tiene designado un valor especial que habla de la dificultad que tienen los mismos. Está el más bajo, de un punto, el intermedio, de dos puntos, y el difícil, que da tres puntos. ¡El punto de esta prueba, es que deben de derrotar a la mayoría de ‘villanos’ para acumular puntos y conseguir la mayor puntuación posible!”, exclamó, antes de darse la vuelta y apuntar a la grada. “Y, una regla a destacar, es que está estrictamente prohibido pelear con los otros participantes, ya que va en contra de las reglas de la academia. ¿Any questions?”, preguntó.

Mientras que los demás alumnos se quedaban callados ante la explicación, entiendo todo lo posible lo que preguntó, el sonido de una silla rechinar ligeramente hizo que la vista divertida del profesor se fijara en un chico de cabello azul y lentes. Su vestimenta estaba muy bien cuidada y puesta para la ocasión, lo que le daba un toque de riqueza y estatus. Izuku observó sus pantorrillas, que destacaban, incluso estando demasiado lejos de él.

“¡Tengo una pregunta, profesor!”, aclaró su tono de voz, haciendo que el estudiante prosiga. “En el panfleto dice que hay cuatro enemigos, sin embargo, dice que pelearemos contra tres en el distrito. ¡Este tipo de errores debe de ser muy embarazosos para una academia de gran renombre como la U.A., si me permite opinar!”, exclamó, esperando su respuesta. Los dos hermanos se sentaron muy lejos como para que pueda quejarse de su emoción o murmullos.

¡Muy buen ojo, oyente! Sin embargo, no es un error para nada en específico; iba a explicarlo como una sorpresa, pero veo que hicimos bien en poner esa pequeña curiosidad”, ladeo con la mano, haciendo que el chico de lentes asintiera. “Bien, el último enemigo desplegado es el cero puntos. ¡Es un enemigo al que no querrán toparse ni vencer, es como un obstáculo que aparece una vez haya una multitud conglomerada alrededor!”, exclamó con una sonrisa. “¡Por lo tanto, y al no ser beneficioso ni perjuicioso vencerlo, es mejor evitarlo!”.

“¡Entendido, gracias por responder a mi pregunta!”, exclamó el joven antes de dar una reverencia y tomar asiento.

¡Bueno, ahora, tendremos unos ‘villanos’ que machacar! ¡Vayamos al evento principal! ¡¡PLUS ULTRA!!”, dejó que su voz resonara por todo los lados del auditorio, levantado el ánimo de los estudiantes al instante.

Izuku, en su asiento, tragó saliva, antes de sentir como su 《don》 vibraba de emoción al estar en una situación de extrema tensión y peligro. Apretó su puño con una sonrisa, antes de dejar escapar un suspiro tembloroso.

Esto iba a ser complicado.

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Los edificios se conglomeraban en frente de Izuku, quien salía con su traje deportivo puesto encima. Tuvo que dar un suspiro nervioso ante eso, sintiendo como todo le daba vueltas ante el nerviosismo que lo consumía por debajo de los pies, devorando todo su torso poco a poco, mientras que los dientes imaginarios de la ansiedad, con un ansia carroñera, mordían sus huesos con fuerza, queriendo despegarlos de su cuerpo. Quitó esa sensación de su cabeza, mientras sentía como la mirada intensa del sol calentaba el asfalto, su propia carne y le daba en la nuca fervientemente. Tuvo que suspirar, tembloroso, ante ese hecho.

Dejó que su cabeza pensara en algo, tratando de distraerse. Activó el 《OFA》, sintiendo su cuerpo, antes tenso, bajaba un poco la intensidad al sentir la energía recorrer su cuerpo. Las marcas rojas fluctuaron por su piel, antes de arrojar ligeros rayos verdes a su alrededor. Sinceramente, no sabía la razón detrás del porqué su 《OFA》 era diferente del de All Might. Cuando lo ha visto en acción, nunca lo ha visto con rayos rodeando la mayoría de su cuerpo. Eso, sin embargo, podía depender de la calidad de las cámaras, así que lo dejó a un lado y pensó en la imagen del huevo en el microondas.

Acomodó su poder al límite permitido que era un mísero 5%, y bufó con ligereza. Tenía que entrenar más para poder dominar mejor su poder, pensó. Desactivó su 《Quirk》, luego de comprobar que los nervios y estrés no causaran una falla que no le permita activarlo; después de todo, sería demasiado peligroso no poder usar su 《don》 regalado en esta área designada para destruir robot. Sabe que le dicen “villanos”, pero la foto en los panfletos decían una cosa totalmente diferente. Tuvo que suspirar levemente, mientras que los demás estudiantes llegaban al sitio, observando la gran puerta gigante.

“Mm”, murmuró Yui detrás de él, tirando de su manga, haciendo que se gire sobre su propio eje para observarla.

Su rostro se formó con un sonrojo nervioso al verla, notando su vestimenta deportiva también, con toques blancos y rojizos chillones, dándole un toque similar a UltraMan. No podía culparla; era fanático también. De hecho, el mundo sin《dones》, antes de que ellos aparezcan, tenía cosas muy interesantes. Las películas de kaijus y superhéroes de la época eran unas de ellas, al igual que los videojuegos y libros. Volviendo al punto, Izuku no podía ver a Yui; le daba demasiada vergüenza. No solo porque era demasiado bonita, sino que, además, no estaba acostumbrado a tener conversaciones o que alguien busque hablar con una persona inútil como él.

“D-D-D-Demos lo mejor, K-Kodai-san”, le dijo sin mirarla en lo más mínimo, cubriendo su rostro con su cabello.

“¡Mm!”, asintió, dando una vibra emocionada, a pesar de tener una neutralidad permanente posada sobre sus ojos celestes.

Ahora que Izuku lo pensaba, parece ser que eligieron la misma sección para entrar y hacer el examen, lo que le hizo sentirse un poco raro al respecto; ¿realmente fue una coincidencia o algo parecido? Bueno, las coincidencias existían, así que no era realmente relevante, si era sincero en ello.

Solo pensaba mucho en pequeños detalles sin importancia.

Observó a una torre lejana, donde la presencia de Present Mic observaba todas las ciudades que se iban a usar. Todos los estudiantes parecían preparados de esa vista, por lo que no pudo evitar dejar escapar una sonrisa al respecto. Se aclaró la garganta, antes de encender las bocinas de su traje y hacer que su voz sea escuchada por todo el recinto.

¡Muy bien, oyentes! ¡Esta prueba acaba de empezar ahora mismo!”, exclamó, mientras que las grandes puertas se abrían en todas las ciudades usadas para las pruebas.

Silencio. Nadie se movió, exceptuando unos cuantos, y eso hizo que el héroe tuviese una sonrisa divertida.

¡¿Qué esperan para moverse?! ¡En una batalla de verdad, los villanos no van a esperar a que alguien les diga cuando tienen que moverse! ¡Vayan y aprueben, oyentes!”, exclamó, disparando al aire con una pistola que tenía para dar inicio a la parte práctica.

Con esas palabras y retumbar del arma siendo transmitidas por todas las bocinas del lugar, las piernas de los futuros aspirantes a héroes comenzaron a moverse. Por parte de Izuku, este comenzó a moverse luego de que todos los demás, en manada, lo hicieran al mismo tiempo. No tenía que usar el 《OFA》 en este momento más que cuando pueda encontrar un par de robots distribuidos por la zona, que no era precisamente pequeña como para no encontrar villanos a los que derrotar. Si fuese inteligente, se dedicaría a encontrar a los de tres y dos puntos, siendo una manera mucho más cómoda y fácil de aprobar al ser los que mejores puntuaciones le darían en el final de la prueba.

Tenía unos diez minutos, según recuerda bien, por lo que esto tendría que ser fácil para él. Activó el 《OFA》, sintiendo como los rayos ligeros se iban acentuando en su cuerpo luego de activarlo. Tendría que trabajar en su manejo para encender el 《Quirk》, debido al tiempo que requería. Reducir el reloj interno sería, ciertamente, mucho más útil que nada. Bajó todo su poder para lo que, podía considerar, el 5%, no pudiendo sentir ninguna molestia o ardor machacar sus huesos y carne con insistencia, casi como si quisiera quemarlo por dentro.

Sus zapatillas crujieron al pisar los escombros de la ciudad, mientras que todo temblaba alrededor. Explosiones y destrucción se sentían tanto por la derecha como por la izquierda, lo que lo hacía sentirse ansioso. ¿Por qué no se encontró ningún robot por ahora? ¡Ni siquiera un mísero dos puntos! No, demonios, no había ninguno a los costados, detrás, o de frente.

Claro, eso era lo que creía, hasta que tuvo que dar un salto, llegando más lejos que un humano promedio, logrando escapar de un golpe de un robot de un punto. Su agilidad era reconocible a simple vista, sin embargo, no parecía tener mucha resistencia. Con su 《Quirk》 activado, Midoriya se lanzó hacia el robot con emoción…

Antes de que fuera destrozado por un puñetazo de un tipo que tenía hierro alrededor de su cuerpo. El chico se rio con fuerza, mientras que Midoriya parpadeaba, confuso.

“¿Eh?”, dejó escapar, antes de que el chico de hierro parpadeara y mirara al peliverde, antes de ver al robot una vez más.

“¡Oh, lo siento, parece ser que te quite la presa, amigo!”, exclamó con dientes de tiburón y una expresión entusiasmada en su rostro. Midoriya se sintió un poco incómodo ante su expresividad.

“N-No te preocupes, siempre hay más, ¿no?”, se encogió de hombros, evitando el contacto visual.

Por ahora, tenía cero puntos.

Perfecto.

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Perfecto no era la palabra con la que Izumi definiría este sitio. Pero definitivamente estaba mucho mejor de lo que pensaba al inicio.

Había dedicado toda su vida al manejo de su 《Quirk》 al entrenar en conjunto con su hermanito, y eso la hizo desarrollar tácticas que, en ningún otro lado, había decidido aplicar. Sin embargo, esas tácticas le han salvado el pellejo en más de una ocasión, como justo ahora, por ejemplo.

Hace un minuto, un robot de dos puntos se abalanzó sobre ella. Era un punto intermedio de poder, resistencia y agilidad, lo que le valió un poco más de esfuerzo. El puñetazo se estancó sobre el asfalto destrozado, lo que le valió la destrucción total. Haciendo fuego con sus manos, las acercó al robot y dejó una pequeña gota de sus llamas impregnadas en su cuerpo. Se alejó, caminando, mientras movía sus dedos para que esa llama se fundiera en su interior, provocando una explosión interna justo detrás de ella, quien sonreía notablemente bien.

Siempre quiso hacer eso.

Observando su vestimenta, tenía puesto su traje para hacer ejercicios de siempre; iba a usar su ropa del examen escrito, pero Uraraka le dijo que era mejor algo que pudiera ensuciar en vez de usar ropa que tuviese que usar mañana. Tenía razón, de todos modos; no poseía mucha ropa de 《Aldera》, y esta era de las pocas que obtuvo. Era ignífuga, lo que la hacía especial para ella por si activaba su 《don》 de manera accidental, y no era fácil de lavar o comprar otra, así que su amiga tenía razón por esta ocasión.

Hablando de su amiga, Uraraka no estaba tan lejos de su posición, bajando algunos robots con su 《peculiaridad》, capaz de quitar la gravedad de sus adversarios con almohadillas en sus dedos, lo que la hacía merecedora de mujer con un gran 《don》.

Viendo el reloj de la gran pared ubicado en la torre, podía darse cuenta de que faltaban menos de un minuto para que esto termine realmente. Todo pasó volando tan rápido, que ella no se dio cuenta de ello hasta ahora. Se mordió la mejilla, tratando de pensar en cuántos puntos había hecho; salvo gente y destruyó un par de robots. Eso la ponía en un buen podio para aprobar, sin embargo, ¿estaría su hermanito en la misma situación que ella? Le preocupaba, realmente.

Desde que descubrió que tenía una 《peculiaridad》 que aún desconoce como lo hizo, se negó a entrenarlo junto a ella. Eso le dolió un poco, pero podía entenderlo; después de todo, no era el momento para usarlo contra una usuaria experta en la materia, sino que, lo mejor, era practicarlo por su cuenta para crecer con él. Se sentó en los restos de un robot destruido, lleno de llamas, mientras se llevaba una mano al mentón. Obviamente, las llamas de esta cosa no le hacían nada, así que no le molestaba. Se rascó la barbilla pensando en las posibilidades que puede tener el pecoso para aprobar.

Confiaba en su inteligencia, siendo más listo que ella. Pero siempre cometía errores y no lograba llegar al primer puesto lo que se le hacía extraño, a decir verdad. Sin embargo, no le importó del todo. En su tiempo, también lo hacía al estar insegura, aunque terminó dejando esa inseguridad de lado al enfocarse más en su sueño y dedicarse a su sueño.

Lo que no entendía, sin embargo, era el porqué su hermano menor haría algo como equivocarse a propósito para bajar su nota. Sinceramente, no era idiota, ella ya sabía lo que hacía y, muy probablemente, lo hizo hoy. ¡Se sentaban juntos en el mismo escritorio en 《Aldera》, maldita sea, obviamente lo iba a saber! Cuando parecía tener sus respuestas escritas y satisfecho con lo que logró, se pone en blanco y empieza desde cero, borrando todo lo que estaba correcto y bien en ese examen. A la hora de preguntarle, él siempre sacaba otro tema de la nada, para quitar la atención de su problema, lo que no entendía del todo. Quizás tendría que averiguarlo mejor más tarde.

Viendo a su amiga consiguiendo sus puntos recientes, se acercó a ella con una sonrisa en el rostro, mientras que las puntas de su cabello estaban encendidas en leves flamas.

“¿Cómo te va por aquí, Ocacho-Chan?”, preguntó con un tono bastante alegre, mientras que la de cabello castaño suspiraba, bastante cansada al respecto.

“U-Ugh, siento que voy a vomitar, pero creo que tengo los suficientes como para aprobar”, respondió, un tanto mareada y pasándose en una pared cualquiera.

“Bueno, pues estamos igual. Ambas tenemos buenos puntos, aunque realmente no conté los míos… ¡Pero me da igual, así que podemos estar seguras de que aprobamos aquí!”, comentó, muy segura de sí misma.

“¿En serio…?”.

“¡Sí, estoy segura!”, exclamó, bufando con una sonrisa de oreja a oreja. “¡Bueno, vamos por ahí a relajarnos un poco!”, comenzó a caminar, ayudando a su amiga en su espalda para que no se maree mucho.

Ella tenía la desventaja de que su 《don》 la mareaba constantemente, llegando al punto de causarle, constantemente, bastantes mareos y ganas de vomitar al usarlo constantemente. Ella podía entenderla, debido a que sus debilidades eran demasiado similares, solo que las de ella eran un poco más… exageradas. Si lo usaba mucho, podía quemar grasa de manera excesiva y morir deshidratada al llevar al máximo su 《peculiaridad》, aunque tenía una especie de “botón de emergencia” siempre que lo usaba, por lo que no necesitaba usarlo siempre hasta ese punto. De hecho, nunca fue llevada hasta ese extremo, lo que la hizo pensar si esas debilidades eran realmente ciertas.

Solamente el doctor se las comentó y, si bien lo de deshidratarse era demasiado acertado, pero nunca fue capaz de llevarse hasta el borde de la muerte porque, bueno, apreciaba su vida, muchas gracias.

Sus ojos vagaron por un momento, viendo encima de uno de los edificios. La melena de ceniza se apreciaba mover entre las explosiones del lugar de los demás estudiantes destruir robots. Tuvo que arquear una ceja, y dejó a Uraraka recostada cerca de la entrada. Después de todo, ella ya debía de haber aprobado, así que no le molestó dejarla allí un rato.

“Descansa un poco aquí, chica. Tengo a un idiota que quiero preguntarle algo”, le dijo con un pulgar arriba, asegurándole de que estaría bien. Uraraka asintió, no pudiendo replicar nada debido a los mareos de su cuerpo.

El 《Quirk》 de Izumi funcionaba de muchas formas, siendo capaz de controlar las llamas de un “núcleo” interno que debe de recargar al comer grandes cantidades de comida para tener una alta cantidad de nutrientes. Sin embargo, muchos piensan que sus llamas solo salen de su cabello o manos, aunque están muy equivocados al respecto. De hecho, es capaz de usarlo en cualquier parte de su cuerpo, por lo tanto, no le es difícil el hecho de materializar fuego en otras partes del cuerpo para ganar movilidad o priorizar la fuerza de impacto.

Sintiendo las suelas de sus zapatos arder con la mayor potencia que podía, un gran torrente de llamas salió debajo de sus pies, haciéndola ganar altura rápidamente hasta llegar a la cima del lugar. Al estar allí, se dejó caer en el asfalto del techo, cayendo de pie. Observó a Bakugo, quien se mantuvo viendo todo desde abajo, sin mostrar nada más que molestia interna.

“Estás raro”, mencionó Izumi, haciendo que el chico explosivo la observe con una ceja levantada.

“¿Raro de qué, bola de fuego?”, preguntó, refunfuñando y con su mano apoyada en su barbilla. Izumi suspiró levemente.

“Ya sabes, no miras a mi hermanito y lo evitaste todo el mes. No me preocupo ni nada, de hecho, me alegro de que no le grites. Pero me sigue pareciendo raro. ¿Te rompieron el ego o algo?”, preguntó directamente, ladeando la mano como si no le importara mucho el tema.

Gruñendo por lo bajo, simplemente se quedó viendo por debajo de sus pies colgando de la cornisa del edificio en ruinas. Ya estaba aprobado, realmente. Aprobó por destruir a tantos robots de tres puntos que se cruzaban en su camino, pero, había algo que lo incomodaba mucho. Viendo a todos debajo de sus pies, se hacía ver superior que la mayoría, quienes luchaban con uñas y dientes para conseguir un misero punto. Él, sin embargo, no le importaba en nada. Entrecerrando los ojos, pudo entender que todos ellos estaban debajo de él en todo. Eran hormigas.

La única que podía darle problemas y pelea era la bola de fuego detrás de él, buscando una respuesta a algo que no le concierne en lo absoluto. Ella era igual de fuerte o puede que incluso hasta más, pero no lo iba a descubrir ahora. De todos modos, se seguía viendo a sí mismo como superior a la hermana del inútil.

Entonces, si todos eran inferiores…

¿Por qué cuando alzaba la mirada, en otro edificio aún más alto, parecía que estaba Deku allí, viéndolo por debajo? Sabía que él no estaba en esta zona, se aseguró de ello. ¿Por qué se sentía inferior en respecto a un maldito 《Quirkless》 que estaba haciendo el ridículo en su examen de acceso? No lo sabe, pero, de alguna manera, se sentía inferior.

Inferior al maldito Deku que lo salvó.

Él era un tonto sin ningún poder, y lo salvó de una situación en la que podía haber salido solo. No, no podría haberlo hecho solo, pero le gustaba pensar que sí lo había sido.

‘Si necesitó salvarme, entonces… ¿Yo no pude hacerlo solo?’, pensó en su cabeza, mientras suspiraba con desgano. “¿Eso es todo lo que tienes que preguntar, idiota?”.

“Aunque no me gustes en lo más mínimo, eras el mejor amigo de Izu-chan. Él te sigue considerando así, por lo que verte aquí sin romper dos torres me pareció raro”, bromeó con cierto dejo de diversión, mientras que chico se ponía a gruñirle.

“Vete a la mierda”, espetó, esperando a que la chica abandone el sitio.

“¡Oh, vaya, me siento tan atacada!”, levantó las manos a modo de defensa, antes de reír de manera despreocupada. “Bien, pero, bueno, espero que se te pase esa etapa de evasión constante. Si en algún momento dependes de mi hermanito para una misión de heroísmo, tendrás que verlo, te guste o no”, comentó, antes de dar un salto y bajar del edificio en ruinas.

Bakugo chasqueó la lengua, antes de levantarse y ponerse las manos en los bolsillos y mirar al edificio imponente que se cernía sobre él.

¿Seguía considerándolo su mejor amigo…?

Qué estupidez.

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Las múltiples pantallas brillaban con bastante intensidad frente a los espectadores. Toshinori se mantuvo expectante, viendo a su sucesor por uno de los aparatos, mientras que los demás veían a candidatos de su interés. Se sintió un poco mal por su sucesor, quien tenía, tan solo, dos puntos, debido a que permitía que los demás sean más rápidos y le roben sus presas, lo que lo hizo sentir un dolor de cabeza ligero ante la amabilidad inconsciente de su sucesor.

A su lado, diferentes profesionales observaban a los futuros héroes que tendrían a su disposición para convertirlos en los salvadores del mañana.

“Tenemos una buena cosecha este año, ¿no creen?”, preguntó Nezu, moviendo sus patas adelante y atrás, golpeando el asiento de su silla.

“Hay candidatos interesantes, debo de decir”, comentó Ectoplasm, sentado y degustando de un poco de café. El café salva vidas.

“Me gusta la peliverde de fuego, es muy versátil”, comentó una mujer de cabello púrpura oscuro.

Ella era una mujer alta y hermosa con cuerpo esbelto y ojos azules, enmarcados por unas pestañas largas. Su cabello era un púrpura oscuro liso disparejo con pequeños brotes en las puntas que le llegaban por debajo de su cintura. También tenía una piel algo bronceada con un lunar debajo del ojo izquierdo, así como uñas largas pintadas de rojo.

Su traje era similar a uno de estilo dominatrix. Llevaba una especie de corsé que cubre solamente por debajo de sus pechos sobre un leotardo color piel, resaltando sus pechos y piernas. Llevaba un antifaz, unas esposas en cada muñeca, un cinturón de herramientas en sus caderas y zapatos de cuero de tacón alto con medias semitransparentes.

《Nombre de héroe: Midnight》
《Ocupación: Heroína profesional - Maestra de la U.A.》
《Quirk: Aroma de sueño; El poder de su Don le permitía poner a personas a dormir instantáneamente, inducido por el aroma de su cuerpo. Es mucho más efectivo en hombres que en mujeres al usarse》


“Todos pueden ser versátiles, Midnight. Sin embargo, es el portador quien limita esas oportunidades”, gruñó un señor de cabello blanco.

El que habló era un hombre muy alto, ancho, de constitución voluminosa y musculosa, con piel ligeramente bronceada, con algunas cicatrices visibles en su mejilla izquierda y el lado izquierdo de su cuello notablemente grueso. Tenía el pelo corto de color gris pálido que se levanta hacia arriba, lejos de su cara, la única excepción a esto es el pequeño mechón de cabello que cuelga sobre la izquierda de su frente. Sus ojos eran muy pequeños y delgados, y tenía una boca ancha con dos caninos inferiores prominentes, que aparecen incluso cuando su boca está cerrada.

Su traje consistía en uno ajustado de color rojo oscuro con un cuello en forma de U muy bajo, que expone la mitad de sus músculos pectorales y está forrado con una gruesa guarnición negra, que combina con los hombros. Llevaba botas blancas por encima de la rodilla y gruesos brazaletes sobre la parte inferior de sus brazos, un alambre delgado que se desliza desde una de las dos pequeñas protuberancias en la izquierda hasta la parte posterior de su cuello, y guantes rojos. Alrededor de su cintura poseía un cinturón metálico de tres piezas que se sumerge hacia abajo en el centro, y usa una máscara naranja sobre sus ojos.

《Nombre de héroe: Vlad King》
《Ocupación: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
《Quirk: Manipulación de sangre; Este Don permite al usuario manipular su propia sangre para el combate, así como endurecerla para restringir a sus enemigos》


“Estoy de acuerdo con Vlad”, comentó en un tono aburrido otra presencia cercana. Observó unos papeles entre sus manos, antes de mirar, de reojo, a cierta cabellera peliverde con dos míseros puntos.

El que habló era un hombre delgado y alto de piel pálida con cabello negro desordenado hasta los hombros, que colgaba parcialmente frente a su rostro y ojos negros medio abiertos. Su vello facial permanecía despeinado, y sus ojos casi siempre se veían cansados ​​y chatos.

Su vestimenta era un traje negro irregular que consiste en una camisa de manga larga y pantalones a juego que se ajustan a sus botas. También usa un cinturón de utilidad y su bufanda envolvente en todo momento. A su vez, escondía un par de gafas amarillas debajo de su bufanda para cuando necesitase usarlas en una batalla.

《Nombre de héroe: EraserHead
《Ocupación: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
《Quirk: Borrado; Le da la capacidad de anular el Don y habilidades de los Dones de sus objetivos simplemente con mirarlos. Sin embargo, sus ojos se secan al ser usados por mucho tiempo. ¡Aterrador!》


“¿No es raro que seamos tan pocos maestros en este sitio, director Nezu?”, preguntó una voz extra con eco debido a una máscara que llevaba puesta encima. Sus dedos tomaron el borde de su sombrero, antes de moverlo levemente.

El héroe tenía la apariencia de un vaquero del lejano Oeste con su respectivo sombrero marrón, el cual se encontraba personalizado con una “S”. Bajo su capa de un tono rojo oscuro lleva una camiseta negra cubierta por un chaleco blanco sin manga conectado por cinturones. Sus brazos se están cubiertos por unos calentadores negros y protegidos a su vez por guantes marrón claro. De la cintura para abajo se aprecian unos vaqueros amarillos y botas con espuelas de color gris cubriendo sus pies. Además, tiene una funda para guardar su pistola.

En cuanto a su cabeza, esta se encuentra protegida por una máscara beige, la cual deja al descubierto por la parte trasera su cabello gris oscuro al estilo rasta.

《Nombre de héroe: Snipe》
《Ocupación: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
《Quirk: Homing; el don del profesional le permite cambiar y alterar la trayectoria de las balas que dispara desde su revolver》


“No, no es raro, Snipe. Hubo algunos que tuvieron labores que resolver como héroes profesionales. Sin embargo, nosotros estamos para ver a las nuevas joyas en bruto en acción”, explicó el director, cruzándose de brazos con una sonrisa en su rostro. “¿Hay alguno que les guste? A mí me parecen todos demasiado increíbles”.

“Hay un par que tienen potencial”, comentó Aizawa, antes de sentir las miradas de los diferentes profesores fulminarlo con la mirada. “¿Qué pasa?”.

Eraser, la última vez que dijiste eso expulsaste a una clase entera porque no tenían potencial al ponerlos en práctica. ¿Eso no es un poco contradictorio?”, preguntó Vlad, antes de que el chico con el cabello despeinado bufara con molestia.

“No tenían potencial. No es mi culpa que lo desperdicien”, se encogió de hombros, mientras sus ojos iban siguiendo a un peliverde que ayudaba a alguien a salir de los escombros. “Y hay algunos que no considero dentro de la academia”.

“Bueno”, se rio entre dientes Midnight, “siempre puedes ver qué hacen cuando un peligro real los acechan, ¿no es así?”, sus ojos bailaron con diversión, antes de que Toshinori suspire.

“Supongo que es hora del cero puntos, ¿no es así?”, la amalgama de animales asintió, con una sonrisa.

“Sí. Hay qué ver cómo se comportan contra una amenaza de esta escala; ¿preferirán escapar porque no les va a dar puntos? ¿O terminarán yendo a detenerlo a sabiendas de su destrucción? Veamos cómo se las apañan”, comentó, riéndose poco a poco con una energía maníaca.

Los profesores lo vieron con una mirada escéptica, antes de que el director tomara el botón entre sus manos peludas. Sus almohadillas se acercaron al botón rojizo, y terminó por accionarlo con una emoción maníaca.

Los ojos del cero puntos comenzaron a resplandecer con un brillo rojizo.

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Izuku la estaba pasando demasiado mal. Raramente, le estaba yendo demasiado mal.

Usualmente, le atribuiría a la suerte o a su destino sobre su situación actual, pero realmente se la estaba buscando, llegados hasta este punto. No estaba siendo su mejor día, realmente.

Quiere decir, el único punto destacable fue que habló con Kodai Yui, una nueva cara reconocible si es que asistía a la U.A. de aquí en adelante. Pero estaba haciendo todo lo posible como para poner un pie afuera de manera accidental.

En estos 9 minutos, ha conseguido un total de dos puntos. Dos míseros puntos.

¿Estaba seguro de que quería entrar en la U.A., la escuela más prestigiosa de Japón en estos momentos con un puntaje tan miserablemente bajo? Tuvo que apretar los dientes con fuerza, mientras que ayudaba a un estudiante en apuros que tenía un escombro en la espalda, gruñendo de dolor. Izuku tomó su mano con delicadeza y lo puso de pie. Debería de estar destruyendo robots, consiguiendo puntos y demás cosas. Sin embargo, llegados hasta este punto, ¿de qué diablos serviría esforzarse en este momento? Faltaba menos de un minuto, y se terminaría yendo a casa, haciendo que todos los demás se decepcionen más de lo que ya era.

Un Deku inútil.

“Agh, gracias, hombre”, dijo el chico con una bandana en la cabeza, mientras que se frotaba la espalda.

“No hay de qué. ¿Necesitas que te acompañe? Ya sabes, no sé si tengas bien la espalda; te cayó un escombro arriba”, comentó con una leve mueca, mientras que el chico negaba con la cabeza.

“N-No, gracias. Puedo apanármelas desde aquí”, su mano se deslizó hacia la espalda del peliverde y le dio una palmada, dándole un ánimo antes de alejarse de él, caminando poco a poco.

Midoriya pensaba si esto estaba bien. ¿Realmente hacer esto en un examen donde los puntos son necesarios para avanzar es tan relevante? Quiere decir, los héroes vencen a los villanos en general, y estos robots, aunque una forma sutil de hacerlo, seguían siendo ‘villanos’ hechos y derechos bajo la lógica del examen. En una batalla real, estarían peleando contra ellos con sus 《dones》 al máximo, dando todo de sí para proteger la ciudad, minimizar los daños y salvar a los civiles de la zona. Solo eso…

Espera un segundo.

“Salvar a los civiles de la zona…”, susurró, llevándose una mano a la barbilla, mientras pensaba que esto tenía algo oculto o de doble sentido.

¡Quizás esta era la verdadera función de esta parte del examen de admisión! Según Midoriya, se necesitaban varias partes de este examen a tener en cuenta para poder ser héroes en esta academia prestigiosa. Tuvo que esbozar una sonrisa temblorosa ligeramente, mientras observaba a una de las cámaras del lugar. Sus ojos brillaron con una emoción oculta, antes de hablar.

“Quimera inteligente. Eres bastante perspicaz”.

A la distancia, pudo verse al director esbozar una sonrisa maniática por dos motivos: el cero puntos que fue sacado de sus cadenas, y la intuición del joven Midoriya, al darse cuenta verdaderamente, del valor de este examen. Sí, era verdad que elogiaban la destreza y el poder detener a los villanos con eficiencia. Sin embargo, ¿de qué servía eso si no eran capaces de salvar a los demás civiles en ese campo simulado lleno de villanos débiles?

Por eso, tuvo que reconocer al joven peliverde como alguien muy perspicaz e inteligente.

Una lástima que se saboteara en la parte escrita, pero bueno.

De todas formas, sabe que le irá bien.

Porque tiene los ojos de un héroe plasmados en su pupila.

La sonrisa del peliverde se desvaneció cuando sus piernas flaquearon por los temblores que lo sacudían. Se tomó a una farola cercana para sostenerse de su apoyo, mientras que observaba al cielo. Una gran cabeza de robot iba haciendo desastres en los grandes y altos edificios tumbando a todos los demás. Las personas corrían despavoridas, mientras no se dignaban a ver detrás o si alguien necesitaba ayuda en lo más mínimo; después de todo, no podían contra algo con esas dimensiones.

Y quizás él tampoco con su poder actual.

Activando su 《OFA》 en su porcentaje estable, comenzó a mover las piernas para aumentar su escapismo del lugar, no sin antes observar con sus ojos si había más estudiantes atrapados allí. Por suerte para él, no hubo nadie cercano, por lo que no debía de preocuparse por ello. Al menos, eso era, hasta que el cero puntos cambió de ruta al observar el conglomerado de gente que intentaba escapar por la puerta principal del examen. La realización golpeó al chico peliverde, mientras abría los ojos.

‘¡Es un enemigo al que no querrán toparse ni vencer, es como un obstáculo que aparece una vez haya una multitud conglomerada alrededor!’, recuerda cuando Present Mic comentó eso en la pregunta del chico de cabello azul.

Claro, apareció cuando ya no había robots a los que destruir, por lo que los estudiantes se juntaron entre ellos, buscando más puntos para poder aprobar, lo que los hizo un blanco fácil para el jefe final; un obstáculo imposible de vencer. Eso era lo que buscaba representar, una amenaza demasiado enorme como para ser tumbada o, mejor dicho, un “Gimmick”. Su única tarea era destruir todo lo que estaba a su paso para hacerlo intimidante, un muro al que no pueden superar en el campo de batalla.

Sin embargo, eso es lo que también se buscaba en esta prueba: Juicio. Si no se tenía el suficiente campo de la situación analizada, es probable que puedas irte de cabeza hacia el peligro y morir en el intento. Lo hicieron lo más aterrador y poco seguro que daba miedo no irónicamente. En ese sentido, Izuku pensó que eran demasiado listos en ese aspecto.

Esta prueba, incluso si aprobabas todo lo demás y lograbas ingresar a la academia, se te va a quedar este recuerdo; si veías al cero puntos, fallarías de manera mental al no poder ser capaz de hacerle frente.

Esto era una bendita “arena de las trampas”.

Al ser una “arena de las trampas”, se da la idea de que los aspirantes no solo tienen que enfrentarse a desafíos físicos o mentales, sino que también tienen que lidiar con un entorno hostil que está diseñado para hacerlos fallar a propósito. Esta prueba, sí o sí te iba a hacer tener errores de un momento a otro, e Izuku se estaba enterando de esto en su mente, maquinando a máxima potencia.

Esto era como una especie de jefe final en un videojuego que aparece al inicio de la aventura. Al inicio te sentirás impotente al no poder hacer nada, y frustrado porque perdiste. Pero era un peldaño al que debías de subir para poder derrotarlo. Al mismo tiempo que podía significar una derrota mental, también era un medio de aprendizaje y evolución de las personas que estaban aquí, ahora, huyendo del obstáculo imposible en este momento.

Pero, ¿en el futuro? Quizás podrían derrotar al obstáculo.

Nezu…”, murmuró, con una sonrisa plasmada en sus labios, mientras que sus zapatillas hacían crujir las rocas debajo de él, “eres un genio psicópata”.

Mientras que el gran jefe final cambiaba de ruta frente a la gran puerta de entrada, Izuku empezó a adelantar a todos corriendo con el 《OFA》 activado al 5% de su capacidad. Era más rápido que la mayoría, y eso era muy bueno.

“¡H-Hey, hay una persona ahí atrapada! ¡La van a aplastar!”, le exclamó uno de los chicos a una chica, que negó con la cabeza, mientras seguía corriendo.

“¡¿Me importa?! ¡Creo que prefiero ir a cursos generales, no quiero morir aquí!”, gritó a todo pulmón, mientras que corría con las mayores fuerza que su cuerpo le permitía.

La mente de Izuku se detuvo por un momento, haciendo cortocircuito. Sus ojos se giraron hacia los escombros y el chico tenía razón. Por lo que ve, tenía el cabello negro y…

Su corazón se detuvo por unos segundos.

Era Yui.

Y, entonces, sus piernas se movieron solas una vez más.

‘Tus piernas se movieron solas. Eso es lo que pensabas en ese momento, ¿no? En este día, fuiste más héroe que cualquiera que estaba allí. Incluso si te dije que no podías ser un héroe, yo sabía qué ibas a ser un gran profesional en un futuro. Lo veo en tus ojos’.

Midoriya tuvo que sonreír ante ese recuerdo. Sus piernas moviéndose ante la necesidad de querer salvar a alguien importante.

Ese era el espíritu de un héroe.


Mientras que los estudiantes corrían en dirección hacia la gran puerta, pudieron sentir como un rayo fulminante de tonalidades verdosas los pasaba por al lado, dándoles una pequeña descarga por todo su cuerpo. Se giraron, mientras veían al peliverde, corriendo en dirección de la chica de cabello negro, atrapada en los escombros.

“¡Ese idiota se va a matar!”, exclamó un chico sin nada de gracia, mientras que seguía corriendo.

“¡¿Había alguien allí atrapada?!”, se preguntó el chico de la bandana en la cabeza, mientras se daba la vuelta a correr en dirección opuesta, donde el pecoso estaba yendo. No le importaba si su espalda seguía doliendo.

“¡¿Qué mierda se supone que haces, idiota?!”, le gritó la chica con nervios, haciendo que el de la bandana la observaba con decepción.

“Si no puedes leer el ambiente, piérdete. No sirves para ser héroe aquí”, le dijo con una mueca de disgusto. “¡Lo voy a ayudar!”, exclamó en respuesta, corriendo.

“¡Yo voy contigo, amigo!”, entre risas, el chico de cabello plateado comenzó a correr a su lado, con una sonrisa en su rostro. “¡El cero puntos nos va a romper el cuello, Awase!”, le advirtió a su amigo, quien suspiró.

“¡Lo sé, Tetsu, pero tenemos que ayudarla! No podría estar tranquilo si alguien así pierde la vida aquí porque el robot no la vio”, le explicó, mientras que Tetsu se limpiaba una lágrima del ojo.

“Tan varonil…”, murmuró con el puño cerrado, tratando de alcanzar a Midoriya. Awase gruñó por lo bajo, tocando el punto bajo de su columna, suplicando por un descanso.

Supuso que iba a dolerle la columna horas más tarde.

Izuku, al llegar, pudo ver a Yui cubierta de escombros por encima, con un par encima de sus manos. No supo qué clase de 《Quirk》 tenía la chica, pero por la insistencia de sus brazos al moverse, parecía ser que era demasiada. Usando el 《OFA》 levantó los escombros sin problemas y le quitó, con cuidado, las que tenía encima de sus manos. La chica lo observó con dolor plasmado en su rostro, mientras que los ojos del peliverde se mantuvieron preocupados la mayor parte del tiempo.

M-Midoriya-san”, murmuró con su voz temblorosa por el dolor. Pudo ver que, también, un poco su espalda estaba visible por el derrumbe de los escombros.

Rápidamente, se quitó la vestimenta deportiva quedando en una camiseta de manga corta de colores negros, mientras que veía las demás heridas de Yui. Sus manos, antes angelicales y dulces, estaban magulladas y rojas por las heridas de los escombros. Tanto en el dorsal como en la palma. Miró su conjunto deportivo, antes de suspirar un poco. Luego, negó con la cabeza al ser egoísta con esto. Rompió las mangas de su conjunto y tomó las manos de la chica, antes de atarlas con su pedazo de conjunto roto. Tenía cierta experiencia con esto; después de todo, le ha pasado con ciertos secuaces.

“P-Pero…”, su intento de hablar quedó rápidamente sellado cuando el cero puntos derribó un edificio cercano a ellos, levantando un poco de polvo alrededor.

Midoriya la observó, sintiendo que era raro el hecho de que no se comunique por pequeños murmullos, pero supuso que la situación lo ameritaba en este tramo del examen. Usando lo que quedaba de su conjunto deportivo, lo usó para tapar su espalda adolorida, mientras que la cargaba en sus brazos para comenzar a correr una vez más. Ignoró la vergüenza y el rubor a un lado, centrándose en la seguridad de la chica.

Cuando observó a dos chicos acercarse a ayudar, esbozó una pequeña sonrisa en su rostro.

Sin embargo, se esfumó al instante. La sombra del cero puntos estaba cerca, indicando que el daño sería inminente. Observando la velocidad a la que él podía moverse, era suficiente como para salvar a Yui y a él mismo, pero, ¿qué ocurría con los otros dos aquí presentes? Tuvo que morderse la mejilla, mientras cientos de escenarios posibles se acercaban a su mente como un tifón. No sabía qué hacer.

Luego, la realización lo golpeó como un rayo. Sabía que sería doloroso, pero eran ellos o él.

Y no quería que ellos perdieran su futuro. Y, quizás, su vida.

“¡Lleven a Kodai-san con ustedes!”, les dijo el chico, antes de darle la chica a Tetsu, quien asentía. Yui estaba en conflicto.

“¿Qué estás pensando en hacer? Eres literalmente más rápido que nosotros en este momento, podrías llevarla a salvo y-”, Midoriya detuvo a Awase.

Voy a destruir a esa cosa”, declaró con los rayos fluyendo por su cuerpo. “No puedo hacerlo con Kodai-san en mis brazos, así que romperé esa cosa con mi puño. Ustedes corran”. La adrenalina comenzó a fluir como agua en una manguera por su sangre.

“¡¿Estás demente?!”, exclamó Awase, “¡No puedes destruir esa cosa, es demasiado para gente como nosotros!”, gimió de frustración con su espalda aún adolorida. Debe de ser por la adrenalina que aún no siente nada muy grave.

“Eso es demasiado incuso para ti”, dijo Tetsu, cargando a Yui.

“L-Lo sé, pero vale la pena intentar”, comentó, tragándose los nervios, mientras los observaba con una mirada decidida. “Déjenme esto a mí”.

Awase y Tetsu se miraron el uno al otro antes de asentir y darse la vuelta para correr hacia la salida gigante para abandonar el lugar de la prueba. Midoriya suspiró suavemente, mientras pensaba en lo tonto que era. ¿Cómo podría destruir esta cosa sin lastimarse o romperse los huesos en el proceso? Era claro que no podía. Pero debía de intentarlo.

Al menos, para salvarlos a todos los que estaban detrás de su espalda, manteniéndose a una distancia segura.

Imaginen el 《OFA》 como una especie de recipiente. Eso, sería Izuku Midoriya. El líquido que se le agrega, es el 《Quirk》 en su totalidad. Por ahora, estaba controlado; calmado como el agua de un manantial, sin problemas o nada parecido al respecto. Sin embargo, ¿qué ocurría cuando se le ponía más de lo que el recipiente podía soportar?

Se derramaba por todos lados.

Eso es lo que estaba haciendo.

El total completo fue usado para flexionar las rodillas. Sus pies, piernas, pantorrillas, etc. Todos los músculos de su cuerpo se tensaron con un ardor incompatible. Mantuvo la mandíbula cerrada con fuerza, mientras daba un salto con todas sus fuerzas al cielo. El aire frío de la mañana lo golpeaba como si fuera una caricia suave, incitando al joven para disfrutar de la sensación tan placentero a la que su rostro estaba siendo sometido en estos momentos puntuales. Sin embargo, no podía detenerse a disfrutar de esto.

Si el cero puntos era un obstáculo, una muralla, debía de superarla, ¿no? Bueno, parece que ya lo hizo. Después de todo, estaba arriba de él, flotando en el aire, mientras que los rayos verdes se desbordaban por todo su cuerpo. Cerró la boca; sus dientes vibraban con una sensación de ardor en el interior.

Ahora estaba en la cima del cero puntos; lo superó en altura. Entonces, debía de demostrar el porqué estaba en la cima, ¿no es así?

Desde que entrenaba con All Might en la playa, siempre le dijo una cosa antes de lanzar un ataque.

Aprieta las nalgas, y grita con el fondo de tu corazón…”, repitió las palabras de su maestro, mientras todo parecía fluir con un poderoso flujo de energía.

Su puño se acercaba al rostro del cero puntos, mientras que los rayos verdes hacían meya en la superficie del mismo. El brazo derecho se acercaba, antes de impactar con el mismo con una fuerza aplastante para toda persona que lo viese en primer plano.

SMASH”, exclamó en el fondo de su corazón, mientras liberaba la energía cubierta en su interior.

Todo pasó por su brazo, dirigiéndose hacia el puño, liberando la sensación de energía fluir por toda su extremidad. Costados de su mano se rompieron y cortaron la piel, probablemente, dejando una nueva cicatriz. Sin embargo, no le importó. La cabeza del cero puntos terminó por agrietarse y retroceder con violencia de su posición habitual, con un gran cráter en su cabeza de metal. Las explosiones no tardaron en aparecer, luego de que los rayos de su cuerpo se filtraran por el cuerpo de la máquina, causando un cortocircuito interno.

Izuku Midoriya observó el daño que hizo, con un suspiro saliendo desde el interior de sus pulmones. ¿Esa era el máximo de su fuerza?

Dios, con razón se regulaba.

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En la sala de profesores, Nezu pareció mudo por unos segundos, parpadeando un poco, antes de liberar una carcajada de risas ante todos los presentes.

“¡Eso no me lo esperaba, no lo esperaba, Midoriya Izuku!”, exclamó el director, viendo como el cero puntos caía al suelo desde la pantalla.

“Parece ser que no nos vamos a aburrir este año”, admitió Midnight con una sonrisa nerviosa en su rostro al ver al director tan entusiasmado.

“Mhm”, Vlad asintió, viendo con mucha curiosidad al joven que estaba suspendido en el cielo, con su brazo y piernas rotos por el sobreesfuerzo de su 《peculiaridad》. Ya ha tratado con casos similares en su tiempo, por lo que, en general, sería muy interesante tenerlo en su clase.

El profesor de la clase 1-B estaba interesado en alguien con sus características, sinceramente. Sería un buen alumno.

Toshinori observó las pantallas, con una euforia contenida en su interior, evitando explotar en elogios al ver cómo no se había equivocado, en lo más mínimo, al haber escogido a su sucesor; era el heroísmo que vio en sus ojos, sintiendo que sus piernas se movían una vez más por cuenta propia. La sonrisa se ensanchó, apreciando como su estudiante iba cayendo en picado.

Oh, espera, eso era malo.

“Por eso, odio a los mocosos egocéntricos. Salva un par, su ego explota y rompe al cero puntos”, declaró con pocas ganas de tenerlo en su clase EraserHead.

Bueno, parece ser que el destino estaba sellado para Midoriya Izuku.

“No te preocupes, Aizawa”, la amalgama de animales lo miró, con un tono contento en su voz. “Sus acciones van a ser recompensadas ahora mismo”.

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La caída en picada por parte de Izuku Midoriya no era la mejor. Realmente, no era para nada alentadora.

Usó todo el porcentaje del 《OFA》 de manera irresponsable, cuando podía, solamente, haber saltado con el 5% y tener ambas piernas estables y en buen estado. Ahora, sin embargo, estaban rotas y parecían dos pares de espaguetis cualquiera. Aguantó el dolor, mientras que su brazo derecho también parecía lo mismo, con un tono rojizo rodeando su piel. Los daños internos parecían ser demasiado intenso, teniendo en cuenta la presión con la que parecía usar su poder al golpear, lo que le valió golpearse en la frente mentalmente.

Perfecto. La cagó en grande.

Ahora, iba a morir.

Bueno, este era el momento donde necesitaba hacer una especie de monólogo interno donde decía que su vida fue la mejor, ¿no?

Antes de poder seguir haciendo algo, pudo ver que alguien con el cabello plateado colocaba una especie de colchón debajo de él, lo que lo hizo sentirse desesperado. ¡Eso no iba a amortiguar su caída en lo absoluto!

Sus plegarias parecían haber sido escuchadas, cuando, de repente, el colchón fue fusionado al piso, evitando que se mueva por el impacto. Al mismo tiempo, Yui se acercó al mismo y lo tocó, con sus manos ya curadas. Supuso que Recovery Girl debía de estar cerca. Como si de un milagro caído del suelo se tratara, la manos de la chica hicieron algo que no pudo ver, y el colchón comenzó a hacerse gigante.

Su cuerpo, a los segundos, fue amortiguado en su mayoría por la misma, mientras que no se movía por nada del mundo gracias al 《Quirk》 del otro chico. Suspiró, mientras que la chica de cabello oscuro encogía, poco a poco, el colchón. El poder de Kodai era increíble. ¿Podía hacerlo con objetos normales? Entonces era algo demasiado versátil en el apoyo y rescate, como ahora mismo.

Cuando estaba a una altura normal, pudo sentir como su adrenalina se desvanecía, y los brazos estaban adoloridos como el infierno mismo. Mordió el cuello de su camiseta, aguantando el dolor y no queriendo gritar, antes de que la mirada de Yui lo observaba con cansancio en los ojos. Parecía ser que usó lo poco que le quedaba para ayudarlo a caer.

Supuso que le devolvió el favor, ¿eh?

Bueno, por ahora, iba a descansar en este cómodo colchón.

Después de todo, le dolía la mayoría del cuerpo. Dejó escapar un suspiro, mientras se desmayaba en ese sitio.

“Gracias…”.

“¡ESO FUE LO MÁS VARONIL QUE HE VISTO EN PERSONA!”.

“Dios, me duele la espalda”.

Eso fue todo lo que fue capaz de escuchar cuando cerró los ojos, desmayado por las heridas internas y cansancio.

La prueba terminó al final del día.

Bonus:

El sol se cernía por todo Japón, mientras que una chica con una camiseta y corbata cualquiera esperaba a una persona en específico.

Ella entró por recomendación, pero eso no la exento de hacer un examen propio diferente al de los que estaban yendo al curso por las pruebas escritas. En la entrada, esperaba a una persona que estuvo haciendo su parte, mientras jugaba con su dedo enredado en su cabello verdoso oscuro, bastante aburrida. Realmente, este chico era un hermano para ella. Casi su mejor amigo en todo el mundo, y sabiendo que ambos iban a formarse en U.A. la motivó para dar lo mejor de sí.

Cuando las puertas se abrieron, pudo ver, con una sonrisa que mostraba sus dientes, a su amigo que tanto estaba esperando.

“¡Tetsu, por fin llegaste!”, exclamó, sonriendo, contenta por su presencia.

El chico tenía el cabello gris plateado dividido en dos secciones, además de no tener cejas y tiene pestañas grandes y gruesas de color amarillo pálido que rodean sus ojos. También, y al igual que ella, tiene los dientes afilados. Su vestimenta era una camiseta de su escuela con una corbata bien atada a su cuello, mientras su mochila descansaba en su espalda.

Nombre : Tetsutetsu Tetsutetsu》
Ocupación : Aspirante a héroe profesional》


“¡Lamento la demora, Tokage!”, exclamó con una sonrisa de oreja a oreja. “Vi a la persona más varonil de toda mi vida en esta academia y no podía dejar al chico atrás…”, dijo, limpiándose una lágrima, haciendo a la chica dejar escapar un bufido divertido.

“¿Oh? ¿Tan varonil es? Supongo que no me molestaría conocerlo~”, tarareo, con sus dientes igual de picudos y con un ligero aire juguetón y curioso de esta persona varonil que vio. No muchas personas tienen ese privilegio.

Tokage era una joven de estatura media que tiene grandes ojos verdes oscuros hacia arriba con pestañas inferiores largas y dientes notablemente largos y puntiagudos. Su cabello, además, es de color verde musgo oscuro, que colectivamente llega justo debajo de sus hombros, aparte de un pequeño mechón que cuelga en el centro de su frente, y se vuelve más delgado y delgado a medida que baja.

Nombre : Setsuna Tokage》
Ocupación : Aspirante a heroína profesional》


“Sí, ahora no, estaba con los brazos hechos espagueti hace media hora atrás”, tuvo que temblar al ver nuevamente la imagen de sus piernas y brazo destruidas. Suerte que Recovery Girl pudo recuperarlas de que estuviera así.

“Uy, ¿ese es su 《Quirk》? ¿Hacerse fideos? Qué exquisito”, comentó con un dejo de burla, mientras que Tetsutetsu negaba con la cabeza.

“N-No. Superfuerza, más bien. Se lanzó contra el cero puntos gigante y lo derrumbó de un puñetazo. Sus piernas y su brazo no acabaron muy bien…”, respondió, “¡Pero Recovery Girl lo arregló y dijo que, probablemente, estaría recuperado hasta el anochecer!”, su actitud expresiva volvió una vez más.

“D-Dios, eso suena como que no puede controlar su 《don》, ¿no?”, tuvo que fruncir el ceño ante eso con un poco de dolor. El chico asintió suavemente. “Aunque, bueno, no pude verlo, pero… ¿Qué tan grande era el cero puntos?”.

Silencio. Apuntó a un edificio cualquiera bastante alto, haciendo tragar saliva a la chica.

“Oh, rayos, eso es bestial”, tuvo que admitir con una ligera sonrisa en su rostro. “Bueno. Algo me dice que no será lo último que escuchemos de él, ¿no crees?”.

“Sí, me gustaría que estuviera en nuestra clase. Yo sé que aprobé”, admitió con seguridad.

“Igual. Sin embargo, si es tan varonil como dices, supongo que tendré que conocer a tal partido, ¿no?”, preguntó con un tono de voz coqueto y juguetón, haciendo que el chico riera fuertemente.

“¡Sí, aunque no lo conozco bien! ¡Pero puedo decir que nos llevaríamos bien!”, exclamó, provocando una ligera sonrisa en el rostro de Setsuna.

Supuso que, en un tiempo más adelante, podría conocerlo.

Y eso le cambiaría la vida para siempre.

A todos y a cada uno que lo rodea.

Chapter 6: Capítulo 5: Tu academia de héroes

Summary:

Los profesores deciden elegir en qué clase estarán los estudiantes, mientras que Izuku piensa que falló en todo, esperando la carta de la U.A.

Chapter Text


Los pasos resonaron como una bala en la cabeza de la chica. Yendo de un lado al otro de la habitación, mientras que la hermana mayor mostraba preocupación por la persona que se encontraba acurrucada entre las sábanas de la enfermería de la academia de héroes. Izumi se asomaba regularmente para ver si había algún indicio de que su hermano despertara de su especie de sueño o desmayo prematuro. Tuvo que gruñir por lo bajo al ver que no despertaba, y eso la hizo sentirse más y más molesta al respecto. Tuvo que calmarse, sintiendo un pequeño olor a quemado en su cabello. Realmente era muy emocional al respecto.

Desde que terminó la prueba por su sector, la hermana mayor estaba segura de que había pasado con creces, confiada de su habilidad, inteligencia y fuerza a la hora de actuar de manera correcta.

Sin embargo, el tonto de su hermanito era la duda que la carcomía en todos los aspectos de la palabra. Se tuvo que morder la mejilla al ver las frescas cicatrices que adornaban sus muñecas, marcando la robusta y rígida piel del Midoriya menor. Tuvo que fruncir el ceño ante eso, mientras sentía que esto no estaba bien para nada. Pero tenía sentido de que esto sucediera, a decir verdad.

No solo despertó su 《don》 cinco meses atrás de manera agresiva y explosiva, volviendo a su casa con un brazo dañado y con un cabestrillo encima, sino que, además, ahora tenía sentido de que no mostrase su 《Quirk》 a todos los demás en 《Aldera》. ¿Tú le creerías a una persona sin 《don》 que despertó su poder hace cinco meses, pero no puedes usarlo porque te rompes los huesos por su potencia? No sonaba convincente, y, sí lo obligaban a utilizarlo en algún punto de su estadía en la escuela, se rompería los brazos o alguna extremidad importante, lo que le haría imposible estar haciendo las pruebas en la U.A.

Lo que significaría que era una oportunidad de oro perdida por tener una extremidad dañada y magullada. Tuvo que suspirar entre dientes por haber sido un poco tonta al no darse cuenta de ello. Estuvo tanto tiempo cuestionando la decisión de Izuku por tanto tiempo que no pensó en las consecuencias negativas que su 《don》 podría haber desencadenado si todos en 《Aldera》 se enteraban de ello. Se frotó el entrecejo, mientras que se sentaba en una de las sillas de la sala de afuera. Estiró los brazos y piernas, sintiendo que sus huesos crujían con fuerza. Hoy fue un día demasiado duro, teniendo en cuenta los riesgos físicos y malabares mentales del examen.

Ahora que lo pensaba mejor, ¿no había una manera de que su hermano menor pudiese controlar su poder? Quiere decir, debe de haberla, pero, ¿cuánto tardará en llegar a hacerlo? Es algo que no quiere pensar mucho, pero la simple idea de que siempre que termine por utilizarlo se rompa las extremidades la hacía sentir que su estómago se revolvía bajo el peso de la preocupación. Realmente, pensar en algo como eso la mantenía demasiado preocupada al respecto. Debería ayudarlo a que domine su poder más adelante, aunque su hermanito no quiera hacerlo.

Pero lo hará cuando se despierte y tenga los brazos menos entumecidos que de costumbre. Le avisaron hace unos minutos que Recovery Girl , la joven heroína profesional, curó sus heridas más horribles, pero no podía hacer nada en frente de las cicatrices; después de todo, Recovery Girl no es que “cure” las heridas. Solo acelera la regeneración del usuario usando la propia energía de la persona a la que estaba curando, lo que no permite una recuperación al cien por cien. Además, teniendo en cuenta la energía puesta en todo su cuerpo para realizarse ese daño, tampoco es que haya tenido la energía suficiente como para curar del todo sus brazos.

“Va a sentir los brazos y piernas entumecidos por dos días. Luego de eso, debería de estar bien”. Eso fue lo que dijo Recovery Girl cuando le dejó entrar para ver a su hermano, pero realmente la hizo suspirar de manera cansada al respecto; parece ser que tendrá que llevarlo cargado en su espalda, aunque no le importa mucho al ser la hermana mayor de la familia. Después de todo, ella debía de cuidar al hermano menor, ¿no es así? Bah, no importa.

Recargándose en el respaldo de la silla, observó a Uraraka a su lado, quien estaba chocando suavemente las puntas de sus zapatillas una contra la otra, mientras su rubor en sus mejillas se mantenía de manera permanente. Izumi la observó, sintiéndose un poco mal al verla tan aburrida al respecto. Técnicamente, la arrastró en la entrada de la escuela para el interior y la declaró su amiga sin contexto alguno. Realmente hablando, se sintió un poco mal al respecto; se sintió una tipa mala en esos instantes, obligando a la chica a formar una amistad que no sabía si quería realmente. Se pasó una mano por el rostro, frotándose la frente.

Bueno, Izumi Midoriya, la cagaste a lo grande esta vez. Bien hecho, pensó con pesadez en su cabeza. Tuvo que suspirar suavemente, mientras su piel se contorsionaba en arrugas del estrés, acompañada de una mirada cansada. Todo en este día la ha estado moviendo de un lado para el otro y, sinceramente, se estaba cansando demasiado en estos momentos. No solo de pensar, sino que, también, de hablar o moverse. No sentía que pueda hacer mucho con la tontería que hizo. Literalmente arrastró a alguien, le dijo que iba a ser su amiga y se terminó la situación. Aunque una parte rechazaba su idea con recelo, la otra, confusa, se pregunta el porqué estaba mal eso.

Después de todo, así es como se hacían los amigos, ¿no es así?

En toda su vida, nunca ha podido hacer amigos reales debido a su cercanía con su hermano para protegerlo de los abusones. “La hermana del inútil”, le decían, hasta que dejaron de hacerlo cuando les dio una paliza y lo logró encubrir como si hubiese sido un accidente de su 《peculiaridad》. De todos modos, siempre que quería tener amigos, los mayores la arrastraban y le decían que, de ahora en adelante, iban a ser amigos sin objeciones. Al inicio le preocupaba que le hicieran algo, pero realmente no lo hicieron nada raro. Solo la elogiaban y le decían que era una reina o una mierda así.

Sinceramente, ella odiaba los reflectores en su cara todo el tiempo. Buscaba ser una heroína que haga lo correcto, mantenerse no tan discreta del ojo público, pero tampoco desaparecer de la noche a la mañana. Simplemente, buscaba hacer lo correcto y poco más. Si bien el dinero sería digno para darles una mejor situación económica, sus padres solo querían que ellos tengan la estabilidad económica necesaria para que puedan vivir por ellos mismos. No querían nada más que verlos contentos, cumpliendo sus sueños, lo que le hizo sentirse agradecida por haber nacido con los pies bien puestos en la tierra.

Ahora, volviendo al punto, ella se sentía horriblemente mal. No solo era el hecho de que la arrastró para hacerse amigas y todo eso. Le puso un bendito apodo e ignoró de llamarla por su nombre habiendo tenido una conversación minutos antes del examen práctico porque, realmente, parecía Kirby. Quería llamarla Kirby, pero sabía que se sentiría mal si su hermano le dice que era un bicho raro de videojuego. Por eso, ella debía de disculparse.

Y esta era una buena oportunidad. Puede ser que no la mejor, pero funcionaría. Probablemente.

Nunca tuvo amigos en toda su vida. Puede ser que haya charlado con un par de cursos inferiores o mayores, pero la táctica era siempre la misma. Funcionaba, claro, debido a que era un poco insistente en conseguir amigos que estén a su lado. Sin embargo, al poco tiempo dejaba de verlos. Ellos NO eran amigos, solo eran conocidos y poco más, debido a que ni ellos buscaban ser su amiga al ser la “hermana del inútil”. Puede ser que ella los haya catalogado así, pero nunca tuvo amigos.

Y eso la hizo sentir extraña.

“Así que, Ocacho-Chan…”, empezó, con un tono no tan seguro. Sin embargo, ya empezó, y no había vuelta atrás. La chica a su lado se volteó para verla, con una suave sonrisa.

“¿Sí? ¿Qué pasa?”, preguntó, ladeando la cabeza y dejando de hacer lo que sea que estuviera haciendo con sus zapatos. Se sentía demasiado nerviosa en este momento, pero lo ocultó.

“Erm, verás, eh, yo…”, intentó encontrar las palabras adecuadas en su boca, antes de echarlas por la borda una vez. Luego dos, luego tres y, finalmente, la cuarta fue la mejor que se le ocurrió. “Lo siento”, comentó, jugando con un mechón de su cabello, con un rubor de vergüenza en su rostro.

“¿E-Eh? ¿Por qué te disculpas?”, preguntó un tanto extrañada, con un ligero tono rosado en sus dos mejillas. Una disculpa ciertamente la tomó por sorpresa, y la extrañó al mismo tiempo.

“B-Bueno…”, ella no sabía por dónde empezar, realmente. Siempre dicen que lo más difícil del ser humano es reconocer los errores y pedir disculpas por ello. Ella lo creía así, sin embargo, seguía siendo demasiado complicado porque le daba vergüenza. Mucha vergüenza. Aunque eso no la excusó de saber de que lo que hizo estaba mal, y la chica de su lado necesitaba una disculpa genuina. “L-Lo siento por arrastrarte y obligarte a ser mi amiga, ¿sabes? No fue muy bueno de mi parte y eso…”, comentó en un tono suave, pero bajo, lleno de vergüenza.

Uraraka la observó con el ceño fruncido, antes de remontarse a lo que ocurrió hace un par de horas atrás. Cuando Izumi dijo que su 《peculiaridad》 era genial, la llamó “Kirby” y le dijo que serían amigas. No iba a mentir conque era raro y extraño ser arrastrada de esa manera, lo que la había hecho sentir bastante incomoda al respecto, debido a la manera en la que Izumi se comportaba con esa expresión llena de felicidad y emoción brillando en sus ojos. Sin embargo, la entendía; estaban forjando su futuro en U.A., la escuela más prestigiosa de Japón para formar a los jóvenes héroes del mañana.

No va a negar de que se sintió rara, extraña y raptada al inicio, como si la estuviera obligando a ser su amiga, pero cuando empezaron a hablar y comunicarse antes de que pudiese empezar el examen de Ectoplasm, ciertamente pudieron congeniar la una con la otra. Prácticamente, eran bastante interesantes para la otra, pero parecía ser que la chica de cabello verde, si bien, pensaba que lo que hizo estaba bastante mal, a Uraraka no le pareció tan grave.

Quizás incómodo al inicio, pero nada que una buena charla y amistad no arreglen.

“… No voy a mentirte, lo que hiciste fue raro, y me puse un poco nerviosa al Inicio. Incomoda, más bien”, Izumi frunció un poco el ceño, mirando a otro lado. “Pero eso no significa que no quiera ser tu amiga, ¿sabes?”, declaró con una sonrisa ligera en su rostro.

La chica se quedó de piedra, viendo a su compañera a un lado. Sus ojos la vieron detenidamente, antes de rascarse la nuca con ligereza y una sonrisa dudosa.

“¿E-En serio?”, le preguntó en un susurro, mientras que Ochako asentía con suavidad en sus expresiones fáciles. “B-Bueno, no esperaba eso. Pensé que dirías que no me acerque más y esas cosas”.

“¿Por qué lo haría? Eres divertida y amable aunque actúes como alguien segura y burlona la mayor parte del tiempo. Eres bastante divertida para pasar el rato”, los ojos de la chica bajaron suavemente al suelo viendo sus zapatos. Los mismos, al igual que Uraraka hizo antes, chocaron entre ellos un par de segundos.

No entendía lo que quería decir. En general, siempre que hacía eso, había personas que le decían que era una rara y que se buscaba mejores cosas para hacer. Al inicio, le dolía como dos cuchillas a más de mil grados clavadas en su cuerpo. Pero al cabo de unos años, dejó de importarle realmente. Después de todo, no podría tener amigos de verdad cuando le temían por su 《don》 , diciendo que era una mujer monstruo por ser tan fuerte, y porque era la “hermana del inútil”, cosa que la hacía enfadar mucho. ¿Quién diablos le puso ese apodo a su hermanito?

Izuku Midoriya no era ningún inútil, y ella lo sabía muy bien.

De todos modos, le sorprendía el hecho de que Uraraka quiera ser su amiga; la ayudó con el examen práctico, es verdad que lo hizo, pero también lo hizo en la parte escrita al haberla invitado a repasar sus propios apuntes puestos en una libreta cualquiera de su casa. Eso la hizo sentir bastante más cómoda que de costumbre. Casi de la misma manera en la que se sentía estando con su hermano. Era como si haber pasado tiempo con Ochako hubiese sido más que llevadero para ella.

¿Quizás a eso se le llamaba amistad? No lo sabía, debido a que nunca lo ha experimentado en su vida. Su hermanito no contaba; era alguien a quien tenía que cuidar como hermana mayor, no algo cercano a ser un amigo. Aunque pudieran serlo, sin embargo, serían terribles amigos, así que se quedarían como los dos hermanos que se hacen bromas, se divierten en familia y pelean por pósteres de All Might . Con Uraraka era completamente diferente. Era una chica cualquiera, con la que pudo lograr hacer una especie de chispa entre ellas; una amistad, aunque no sabe cómo rayos se llevaba una, sinceramente.

“Y-Yo supongo que lo soy, ¿no?”, preguntó con ligera timidez plasmada en su mirada, haciendo que la chica sonriera un poco, sintiendo más tranquila y calmada que de costumbre.

“¡Claro que sí! Pudo haber sido incómodo al inicio, pero yo sé que hablando podemos hacernos buenas amigas. Si es que no lo somos ya, claro está”, dijo, con un dedo puesto sobre su barbilla levemente. Izumi rio entre dientes.

“Creo que sí. Aunque no sé cómo empezar. Nunca tuve amigos realmente, así que…”, se encogió en su asiento, alzando bastante los hombros para encogerse aún más rápido. Uraraka alzó una ceja.

“¿Nunca tuviste amigos…?”, la chica de cabellera verdosa negó con la cabeza. “¡O-Oh, pues entonces, quiero ser tu primera amiga, Izumi!”, declaró sin pelos en la lengua con una leve sonrisa nerviosa en su rostro. “A-Aunque yo también soy novata en esto; no era muy popular en la escuela…”, jugueteo con sus dedos, manteniendo una expresión nerviosa y ligeramente avergonzada.

Izumi tuvo que arquear las cejas con duda y extrañeza. Por lo que interactuó con ella en este corto periodo de tiempo, puedo ver que ella era demasiado agradable y alguien con la que podía pasar horas y horas despotricando sobre toda su vida. Sin embargo, no esperaba el hecho de que no fuese popular en su antigua escuela, lo que la hizo sentirse sorprendida al respecto. Claro, Izumi Midoriya, en 《Aldera》 era popular por motivos diversos en su escuela, y eso la frustraba un poco, si era completamente sincera con ella misma.

La “hermana del inútil”. Eso siempre se le adjudicó por estar pegado a su hermano, defendiendo al mismo de los bravucones que había por allí, lo que le valió ese apodo tan poco original que haría que Bakugo se retorciera de la vergüenza. Claro, no lo inventó él, porque, por lo menos, era un tanto original. A veces. Sin embargo, odiaba que catalogaran a su hermano como “el hermano de”, o “el inútil”.

Odiaba a la gente así.

“¿Y por qué no eras tan popular? Eres agradable”, respondió Izumi, ladeando la cabeza con ligereza. La chica simplemente se encogió de vergüenza, con un tinte rosado en sus mejillas permanentemente.

“B-Bueno, me tenían un poco de miedo por mi 《Quirk》. Y-Yo puedo quitar la gravedad de los objetos que toco. Pueden ser vivos o no vivos, así que es bastante útil, pero…”, jugó con sus pulgares, tímidamente. “H-Hubo chicos que me tenían miedo de darme la mano por si los hacía volar hasta fuera de la estratosfera o a una altura que pudiera lastimarlos. N-No podía controlar muy bien mi 《don》, así que eso pasó una vez y terminé lastimando a alguien que cayó desde una distancia más alta que un árbol promedio. Y eso me sigue hasta el día de hoy”, comentó, un poco avergonzada. “A-Así que no, no tuve amigos. Casi ninguno, sinceramente”.

Izumi la observó con los párpados levemente caídos, antes de dejar escapar un suspiro entre sus labios. Miró sus manos que se calentaban levemente por unos segundos, y frunció el ceño con molestia.

A ella le había pasado lo mismo muchos años atrás.

No fue bonito, pero Uraraka parecía ser un reflejo en el que ella podía verse así misma. Sin embargo, sentir que no estaba sola en esto, era algo en lo que estaba fervientemente agradecía al respecto. Se sentó de manera un poco más rígida en su asiento, sintiéndose un poco más tranquila.

“Pues, bueno, estamos un poco igual”, se rio entre dientes, a lo que Uraraka la siguió a la par.

Por lo menos, dos chicas pudieron formar un lazo. Un vínculo que no sería roto por nada en el mundo.

Y entendieron lo que era la amistad luego de conocerse la una a la otra.


Los rayos del sol entraban débilmente por las ventanas de la escuela de la U.A., donde una reunión muy importante se estaba llevando a cabo. Varios profesionales se mantuvieron en la mesa, mientras que esperaban la aparición del director Nezu a la sala.

Pasaron varias horas luego de que los exámenes acabaran, y tendrían qué dar un veredicto junto a elegir a los estudiantes que conformarían las listas de las clases de héroes. La clase 1-A y la 1-B serían las principales a elegir, ya que es donde lo mejor de lo mejor nacería en esas clases de principal desarrollo. Quizás era probable que las otras también puedan conseguir destacar en algún punto, pero el centro de las actividades de heroísmo de desparramarían en las clases hermanas.

Alrededor de la mesa, Snipe, Midnight, EraserHead, Toshinori, Vlad King, y otros tres más, estarían conformando la misma, esperando a que la presencia intimidante de la amalgama de animales aparezca antes de iniciar la distribución de estudiantes.

“He visto los vídeos mientras estaba afuera de patrulla. Hay jóvenes promesas muy interesantes”, comento un bloque de cemento sentado y de brazos cruzados.

Parecía ser un bloque humanoide de cemento con ojos negros y cabello gris atado en una pequeña cola de caballo. La forma de su cuerpo estaba uniformemente bloqueada alrededor de su cuerpo. Sus ojos, generalmente, están cerrados y sus labios están tirados hacia arriba, aunque ahora estaban entreabiertos.

Su vestimenta consistía en un traje marrón sin mangas que incluye rayas amarillas, pantalones cortos y un collar alargado. También lucía zapatos grises con suelas amarillas.

Nombre de heroe: Cementoss
Ocupación: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
Quirk: Cement; Le permite la capacidad de manipular el cemento a su antojo simplemente al estar en contacto con la superficie. Debido a la naturaleza de su Don, Cementoss tiene gran ventaja táctica en áreas urbanas gracias a la abundancia de concreto》.


“Sí. Hay sorpresas este año. Luego, podremos elegir el nepotismo que le queramos dar a alguno en específico.  ¿No es así, Aizawa?”, preguntó Ectoplasm, haciendo que el de cabello azabache alzara la ceja.

“¿Nepotismo? Nunca he tenido de eso”, habló, ocultando, lentamente, la tarjeta de inscripción de un estudiante en su bolsillo para tratar de colarlo como un aprobado más tarde.

“Eraser, solo porque sea tu hijo perdido de alguna galaxia lejana, no quiere decir que lo vayamos a poner en el curso de héroes”, explicó Vlad con el ceño fruncido, aunque podías ver un tono burlesco en su tono.

“Shinso no es…”, intentó defenderse, antes de darse cuenta de que la cagó y se cruzó de brazos, refunfuñando. “Bien. Nada de nepotismo por ahora”.

“Aw, ¿Aizawa se pone así porque no puede poner a su hijo que tuvo con Ms. Joke?”, preguntó Midnight con burla, haciendo que Aizawa pusiera cara de asco y buscara un contenedor para vomitar su almuerzo del día de hoy. Midnight tuvo que contener la risa ante eso.

“¡Aizawa, hermano, eres un exagerado! ¡La señorita Joke es agradable!”, expresó con una sonrisa en su rostro Present Mic. El profesor lo miró con mala cara, mientras que se frotaba la frente.

“¡Bien! Shinso no estará aquí en la mesa para elegir. Me quedó claro, ¿podemos cambiar de tema, por favor? No quiero morir por vomitar mis entrañas. Odio a esa mujer”, expresó el héroe callejero, mientras que sus dos amigos más cercanos se reía de él. Aizawa se mantuvo serio en todo momento, sin mostrar otra emoción más allá que esa.

“Hablando de eso, creo que tengo una alumna problemática. En su examen destruyó el aula unas cuatro veces. ¡Tuve que barrer todo el polvo y no pude ver los exámenes!”, exclamó un tanto molesto un profesor, con su dispositivo tapándole el rostro.

El profesional era un hombre de baja estatura con pelo largo de color rojizo claro. También tiene piernas muy pequeñas y sus manos son más grandes en comparación con todo su cuerpo. Aunque la mayor parte de su cabeza está cubierta por un gran casco, siempre parece estar sonriendo. Aunque, en esta ocasión, parecía estar forzando la sonrisa por el ruido incesante de sus dientes.

Su traje de héroe constaba de muchos aparatos de acero alrededor de su cuerpo, desde su muy pesado casco que asemejaba a pala de una excavadora, hasta el dispositivo de metal que sostenía su cuerpo.

Nombre de héroe: Power Loader》
Ocupación: Héroe profesional - Maestro de la U.A.》
Quirk: Garras de hierro; Las puntas de sus dedos tienen unas garras metálicas que le ayudan a excavar y moverse bajo tierra. ¡Como un topo, sinceramente!》


“En lo que a mí respecta, no pude ver mucho, pero tengo que admitir que hubo chicos y chicas interesantes por igual. Me gustó la que quita la gravedad”, respondió con una sonrisa sincera una mujer con su casco puesto encima de la mesa, mientras comía un poco de golosinas. Su cabello era de tonalidades azules, con la raíz del mismo siendo de un color amarillo cubriendo ligeramente las partes azules. Sus ojos eran de un marrón claro, con una línea horizontal en medio que separaba el color.

Ella es una persona grande que cubre todo su cuerpo gracias a su traje de héroe. El mismo consiste en un traje espacial con varias partes divididas infladas de color blanco. El casco, encima de la mesa, era negro con marcas blancas con forma irregular que parecen representar sus ojos situados por encima de un cuello metálico, con dos tornillos por la parte delantera. Tenía un par de guantes del mismo color que su traje con detalles lineales negros y piezas metálicas por las puntas de sus dedos con forma de dedales que se pueden abrir y cerrar, lo cual le permite usar más libremente su Don. Por la parte inferior de su traje tiene pantalones del mismo color y apariencia que su traje, tiene bordes metálicos redondeados por las botas y rodilleras hexagonales infladas.

También usaba botas grandes de color amarillo mostaza con correas por la parte superior, detalles lineales por los lados y cordones negros entrelazados con la suela blanca.

A pesar de su ropa gruesa y manos grandes, sus piernas son visiblemente delgadas, lo que sugiere que su traje era demasiado holgado para ella.

Nombre de heroína: No. 13 o Trece, a secas》
Ocupación: Heroína profesional - Maestra de la U.A.》
Quirk: Black Hole; permite replicar un efecto de succión de agujero negro de la punta de sus dedos. La succión es muy poderosa y ni siquiera la luz puede escapar. Todo lo aspirado en el agujero negro se desintegra en polvo》


“En lo que a mí respecta, no me gustó el de las explosiones. Demasiado ego concentrado en las palmas de una mano”, expresó Ectoplasm, manteniendo su tono serio en todo momento.

“A mí me pareció interesante el chico con cuchillas desplegables. Eso puede ser muy letal, como muy útil en combates cuerpo a cuerpo”, expresó Snipe, bajando su sombrero levemente. “Aunque no podría contra el más rapido portando un revolver. Mis balas son imposibles de cortar”.

“Creí que ese estaba en Indonesia, Snipe”, dijo Trece, ladeando la cabeza, haciendo que casi se caiga de la silla.

“No hablamos de ‘Snake-Eye’. Ese tipo hace trampa”, expresó, bufando con recelo, lo que hizo que Toshinori se riera a su costado.

“Vamos, no puedes odiarlo solo porque te haya ganado en un combate para ver quién lograba desenfundar su arma más rápido”, Snipe miró hacia otro lado, sintiendo vergüenza subir por su rostro, provocando que el héroe número uno suspire con gracia. “Si te sirve de consuelo, tienes más estilo”.

“Gracias. Es una victoria, alcalde”, expresó, bajando su sombrero, antes de escucharse un suave suspiro alegre debajo de la máscara. Toshinori sintió una gota de sudor recorrer su frente.

“Bueno, ¿alguien tiene a un favorito?”, preguntó Vlad, viendo a Aizawa levantar la mano. “¿Que haya entrado al curso de Héroes y aprobado ambos exámenes?”, el mencionado bajo la mano lentamente.

“¡Yo tengo a mi sobrina de recomendación! ¿Eso cuenta?”, preguntó Midnight con una sonrisa en su rostro. El de cabello blanco suspiró, rascándose el entrecejo.

“Debí de suponer que la recomendarías, Nemuri”, comentó el maestro de la sangre con pesadez, provocando una risita por parte de la mujer.

“Vamos, mi Setsuna es igual a su tía. Y tiene un 《don》 letal. Es demasiado versátil”, expresó con alegría Midnight.

“Si es igual a ti, no me imagino lo molesta que es la madre…”, comentó Power Loader en un susurro, provocando que tenga que cerrar su casco para evitar un látigo que se chocó contra el metal. “¡Tiene pintura nueva, mujer!”.

“¡¿Qué quisiste decir con eso?!”, preguntó la heroína de calificación adulta, provocando un suspiro de cansancio por parte de los presentes.

“A todo esto, ¿y Hound dog? Él también es un profesor, y también el psicólogo de esta academia”, preguntó Present Mic con duda.

“Estaba de patrulla hasta tarde. Un criminal se escapó y necesitaban rastrearlo”, expresó Cementoss, robándole una golosina a Trece, quien le hizo un puchero.

“Eso, o estaba jugando Space Invaders. Le encanta esa franquicia”, comentó Aizawa, provocando que todos lo miren. Extrañado, alzó una ceja. “¿Qué?”.

“Aizawa, no es por ser malo, pero a todos los juegos les dices ‘Space Invaders’. La otra vez lo encontraste jugando Halo, y le recriminaste porque, supuestamente, se llamaba ‘Space Invaders’ y no Halo”, dijo Present Mic, haciendo que Aizawa bufara.

Mic, tenía invasores del espacio apareciendo en pantalla, eso califica como ‘Space Invaders’. No voy a pasar por esa discusión otra vez”, dijo, zanjando el tema por el momento.

Entonces, la hora llegó.

La sala fue ahogada en el silencio cuando la puerta se abrió con normalidad. Los profesores observaron a la figura pequeña caminar, con una sonrisa marcada en su rostro permanente. Si no fuese por la cicatriz, parecería más adorable que de costumbre, pero la herida imborrable de su pelaje blanquecino le daba un toque de inquietud y ligero pavor por algún motivo. No era solo porque era una cicatriz que cubría su ojo derecho. No, eso era superficial; no era relevante. La presencia del simple director daba miedo y pavor. Su inteligencia superior al intelecto humano más alto le daba dotes mentales increíbles en todos los aspectos, y eso lo hacía aterrador por sí solo en vistas generales.

Con la mayor sonrisa plasmada en su rostro que conseguirás en un millón de años, rodeó la gran mesa con una mirada analítica por parte de todos los profesionales. Sus ojos vagaron por la expresión de cada uno, y Trece lo saludó con una sonrisa leve y le dio un par de golosinas en su escritorio. Aún más divertido y contento, la amalgama de animales saltó con felicidad, antes de tomar un poco en sus patas y devorar un par.

“Gracias, señorita Trece. Como siempre, tiene un buen gusto con los dulces”, la heroína se frotó levemente la nariz con un rubor orgulloso en su rostro. “De todos modos, necesitamos discutir sobre los estudiantes que formarán parte del curso de héroes”, sus dedos de animal chasquearon levemente.

Las luces de la sala se apagaron al instante, mientras que la mesa comenzaba a brillar con tonalidades blanquecinas y celestes. Varias pestañas parecieron en la superficie de la misma, mientras cuarenta rostros se formaban en la pantalla. Aizawa y Vlad se vieron al rostro seriamente, mientras pensaban en qué estudiante tendrían que elegir para sus clases. Después de todos, ellos dos fueron los seleccionados para guiar a la respectiva clase anteriormente dictaminada, lo que les valió un peso extra sobre sus hombros al tener que poner los pies sobre la tierra a los jóvenes héroes del mañana.

“Antes de que hagan un solo movimiento, déjenme decirles que hubo un cambio de planes respecto a los alumnos”, mencionó Nezu, viendo a todos desde su asiento un poco más alto con un aura misteriosa a su alrededor. Los profesores lo miraron, expectantes.

“¿Cambio de planes?”, se preguntó Vlad King, cruzándose de brazos y viendo a la amalgama de animales. “¿A qué se refiere, director Nezu?”, preguntó.

“Usualmente, la cantidad de aprobados este año iban a ser cuarenta estudiantes. Veinte para la clase 1-A y veinte para la clase 1-B, por lo que una de las dos tendrá un asiento extra para cubrir”, mencionó Nezu, mientras que Toshinori sonreía un poco para sus adentros. Una pestaña extra se añadió debajo de las otras. “Por lo tanto, hoy hay 41 estudiantes aprobados en estos momentos. Deberán de elegir, con sabiduría, cuál se adaptaría mejor a su filosofía de enseñar. Elegimos a los que ustedes pidieron ver para analizarlos. Siempre pueden cambiar a otro por uno que tenga puntos, pero las principales y atractivas están aquí”. Aizawa chasqueó la lengua. No podía poner a Shinso porque no consiguió ningún punto en la fase práctica y era de los últimos puestos.

“¿Aizawa tiene de filosofía de la educación?”, preguntó Midnight ladeando la mano de un lado al otro. El héroe callejero frunció el ceño y le dio una mala cara.

“Obvio que tengo, tonta. Ahora, Vlad, ¿quién elige prime-?”, se detuvo al ver que Vlad tomaba a uno y lo ponía en su sector.

“Esta es mi primera opción. Continúa, Aizawa”, comentó con un dejo burlón en su rostro. Una sonrisa ligeramente torcida se formó en el rostro del héroe borrador.

“Loco rápido”, comentó.

Esto iba a durar un buen rato.


Las pestañas de la mesa iban y venían, mientras que los demás profesionales veían los papeles e informes de los demás estudiantes para saber de sus 《dones》, donde estudiaron, quienes son sus padres, el lugar en donde nacieron, etc. Necesitaban saber todo lo primordial sobre ellos, mientras tuviera el tiempo y los papeles para poder hacerlo. El crujir de las hojas debajo de sus dedos fue el poco ruido que acompañaba a la discusión silenciosa que ambos maestros tenían, pensando en las mejores opciones que se adaptaran a sus estilos de clases y valores como profesores. Si bien usaban la tabla de rankings como referencia, no la tomaban mucho en cuenta.

Después de todo, los resultados podían ser engañosos; quizás el niño que no hizo tantos puntos, era más fuerte que el top cinco, pero no pudo demostrar fervientemente su valía contra los robots. Por lo cual, era mejor leer sobre su información resumida, mientras que iban y venían de un lado para el otro.

Los ojos de Aizawa siguieron los de Vlad, apuntando hacia un chico con bolas en la cabeza. El profesor observó su formulario, y se negó rápidamente con los brazos en forma de cruz. Aizawa suspiró, perdiendo esa batalla por el momento. Vlad gruñó al ver como una estudiante de intercambio era llevada por el héroe antes de leer su información. Tuvo que arquear una ceja, y Midnight pareció sonreír detrás del héroe de borrado. El vagabundo suspiró, devolviendo a la promocionada por la heroína, y Vlad la tomó, bastante contento por como sus dientes se sentían curvados en una sonrisa ligera.

Sus manos iban y venían, incluso parecían mirarse con mala cara al ver a un estudiante siendo tomado por ambos. Los profesores a sus costados se alejaron un poco y decidieron ver todo, comiendo un poco de golosinas que trajo Trece a la sala. Amaban a la chica por su buen gusto de dulces, y todos se lo recordaban, lo que la hacía sentirse bastante contenta consigo misma.

Nezu, por el contrario, observaba a los dos profesores con una mirada analítica por el momento. Los dos tenían sus formas de enseñar, y eso era completamente evidente en todos los aspectos de la palabra.

Aizawa Shota, el maestro de la clase 1-A se basa en la práctica, realismo, exigencia y la disciplina mayormente. Con sus otras clases, el héroe profesional se niega a endulzar la realidad que los rodea y les dice la verdad sin ganas de mantener restricciones en lo que expresa. Desde el primer día deja en claro la peligrosidad de la profesión y que no todos pueden ser aptos para ser héroes profesionales. Hay muchas cuestiones a raíz de eso. Ya sea porque tu 《don》 es inútil en todos los ámbitos al solo hacer algo sutil, o es muy poco apto para considerarse como algo seguro para la gente a su alrededor.

No puedes decirle a un chico que tiene el cuerpo de ácido entero que puede ser un héroe, porque, ¿qué ocurre si termina, accidentalmente, matando a alguien sin querer? Claro, sería un accidente y podrían idear soluciones para evitarlo, pero no todo es poner una respuesta temporal a problemas permanentes. No todos podían ser héroes profesionales y esa era una realidad. Además, estaba el caso de tener un 《don》 increíble, pero por una discapacidad no ser capaz de usarlo como debería, lo que bajaría el rendimiento a futuro. Aquí se busca gente apta para ser los mejores héroes de Japón y, quizás, del mundo.

Hacer que no se sientan desprotegidos ante tales héroes que han podido educar para darle un día brillante a la gente.

Por eso Aizawa no era tan suave con ellos; les hace saber su posición con una dura disciplina. Incluso los amenaza con expulsarlos a todos. Eso hizo con la última clase al no tener lo que se necesita. También admite que la disciplina y la responsabilidad son dos elementos fundamentales a la hora de ser un héroe, lo que lo convierte en alguien cruel, pero justo, buscando lo mejor para ambas partes. Eso, además, explica su seriedad a la hora del trabajo y con sus entrenamientos infernales. Busca darles una muestra del mundo real, para que no piensen que todo es un juego de niños. Quiere mostrarles la dureza del mundo en el que viven.

Y aunque sea muy firme y serio, muestra su confianza con ellos cuando se la han ganado.

Vlad King o Sekijiro Kan, el profesor de la clase contrario, tiene un enfoque distinto al de Aizawa a la hora de enseñar. Mientras que Aizawa es temido por su seriedad y poca expresividad a la hora de hablar con sus estudiantes, Vlad es lo contrario a ello, aunque guarden similitudes a la hora de dirigir una clase. En las demás clases siempre busca una competencia amistosa, usada únicamente como un motor para aumentar a los demás a superar sus límites y destacar por sus propios méritos frente a los demás. También, y a diferencia de Aizawa, siempre mantiene el orgullo en alto. Aún recuerda el cómo animó a su clase en el festival deportivo del año pasado.

Básicamente, mientras que uno carece de entusiasmo, el otro lo aprovecha para mejorar el estado de ánimo y los alienta a dar lo mejor de ellos mismos para que sean su mejor versión.

Y aunque parezcan diferentes, son muy parecidos en un par; odian que los demás flojeen o desperdicien su potencial a la basura. Si bien uno es más duro y estricto que el otro, Vlad fue catalogado como una especie de padre preocupado por el futuro de sus hijos, aunque lo niegue fervientemente. Su preocupación es total, y eso busca hacer que se sienta la clase que dirige. No como alumnos, sino que, más bien, sean una familia en la que confían los unos a los otros.

Y ahí va el punto fuerte de Vlad King; su trabajo en equipo. Siempre intenta dar ideas para que todos tengan una excusa con la cual trabajan los unos a los otros, y eso anima a toda su clase. Más que alumnos, Vlad los ve como unos hijos a los que cuidar, poner en su lugar y hacerlos responsables para cuidar y salvar vidas.

Eso era lo que tenían en común todos los profesores, después de todo. Hacer que los futuros héroes sean los que iluminen un mañana para todos.

Ese era el objetivo de la U.A.

“Así que, tenemos a este último mocoso, ¿eh?”, preguntó Aizawa con pocas ganas en su tono. Sería normal, considerando como era el profesor de la clase 1-A, pero aquí parecía un tanto irritado, más que nada.

Los ojos de Nezu bailaron con diversión y curiosidad oscura en el fondo, notando la cabellera verde que estaba allí en la foto de la pestaña virtual. Con cansancio, Aizawa tomó sus papeles para ver la información del chico que, por razones obvias, no iba a elegir. Al menos que le convenzan hacerlo.

“Izuku Midoriya. Estudiante de 《Aldera》, y hermano menor de Izumi Midoriya. Su 《don》 es ‘Acumulación de energía interna’. Parece ser del top cinco mejores estudiantes de su clase y, sin embargo, voy a pedirte esto, director”, dijo, dejando los papeles a un lado y moviendo la imagen del chico a un lado, cerca del borde. “Mándelo a cursos generales”.

“¿Hm? ¿Y por qué sería esa la decisión más lógica, EraserHead?”, preguntó Nezu, con un tono curioso y divertido. Aizawa suspiró, buscando los archivos de las grabaciones de la prueba.

El video apareció en el monitor cercano mostrando como, Izuku Midoriya, el estudiante probado para ver si podía estar en el curso de héroes, desplegaba su cuerpo del suelo de un gran salto y destruía al cero puntos de un poderoso puñetazo que le rompió los brazos y las piernas al mismo tiempo. El héroe fijo su mirada a la pantalla y detuvo el vídeo.

“La gente con 《dones》 que lastimen al usuario existen, no voy a hacer la vista gorda. Sin embargo, es exagerado el daño que le hace a su cuerpo. Es como si no se hubiese adaptado para usarlo”, escaneo el profesor, mientras que Toshinori sudaba frío por la nuca. “Tiene catorce años cumplidos hace no mucho. Por lo tanto, con todo ese tiempo para usarlo y practicarlo, decidió ganar un par de puntos de rescate y destruir al cero puntos para poder demostrar su poderío. Si bien hizo lo mismo que Mirio Togata en su prueba, no es común ver al cero puntos ser destruido de esa manera, pero tampoco lo es ver ese daño interno”.

“Bueno, debo de decir que esa lindura tiene una hermana bastante bonita”, Midnight tuvo que sonreír con un brillo juguetón en sus ojos. “Aunque quitando ese tema de lado, entiendo el punto de Aizawa. ¿Es realmente plausible dejar a un niño que se autolesiona entrar al curso de héroes? Quiero decir, estamos para ayudar, es nuestro trabajo, pero aun así, ¿qué pasa si en algún momento termina explotando de manera literal al usar su poder?”, la pregunta hizo que todos los presentes piensen sobre la posibilidad y no era nada bonita.

“Déjenlo entrar”, respondió Ectoplasm, haciendo que todos lo miren con duda. “El niño es inteligente y astuto, incluso al salvar a la gente y romper un robot de dos puntos, el único, no se rompió los huesos al hacerlos. Supongo que lo tiene controlado, pero no a tal punto como para destruir al cero puntos”, explicó.

“¿Cómo una batería?”, preguntó Trece. “Ya sabes, si la sobrecargas, explota o se daña”, Ectoplasm asintió con un leve movimiento.

“Sí, algo así. O como una bebida en un vaso; si el líquido que es su poder se desborda del recipiente, se daña. Ese 《don》 que tiene, es difícil de usar, aunque común en otros países. Su presencia es tardía, y la fuerza se acumula poco a poco, por lo que me es normal que no lo pueda usar con sus máximos destellos”, explicó Toshinori, rascándose la barbilla con un pensar fingido. Nezu mantuvo su sonrisa divertida por Toshinori.

“Además, sería una gran adquisición para Hound Dog para empezar sobre sus sesiones”, explicó Nezu, provocando cejas levantadas.

Con una sonrisa maquiavélica en su rostro, retiró el video en bucle de Aizawa y colocó el de la prueba del examen escrito. Adelantó hasta el minuto donde terminó al examen y lo admiró con una sonrisa orgullosa.

“Todas sus respuestas eran correctas, y sería el primer 100 en la historia de la U.A., pero…”, se detuvo Nezu.

La expresión de pánico y miedo hizo a Izuku bajar la hoja, desesperado, antes de borrar las respuestas con rapidez y empezar a colocar las incorrectas a propósito de equivocarse, haciendo que sea creíble mínimamente.

“El chico tiene, no solo un 《don》 poderoso, sino que, también, se saboteó en el examen escrito por algo, así que sería bueno que Hound Dog le termine echando un vistazo más tarde para dictaminar un veredicto psicológico, lo que hará con todos los presentes de ambas clases para saber qué hacer y qué no hacer”, expresó Nezu.

Toshinori tuvo que fruncir el ceño al ver a su sucesor hacer eso. Cuando lo vio en el tejado, había dicho que los demás lo molestaban por no haber nacido con una 《peculiaridad》, pero no esperaba que esto le causara una inseguridad tremenda, tanto, para bajar su promedio a propósito. Eso lo hizo pensar unos segundos, antes de darse cuenta de que siempre hubo señales que denotaron esas dudas sobre ser alguien realmente importante o especial en recibir el 《OFA》 en su cuerpo. Se dio una bofetada mental al darse cuenta de lo estúpido que era al no haberse puesto manos a la obra al más minimo atisbo de poca confianza.

“Oh, bueno, eso es raro”, tuvo que admitir Cementoss viendo la repetición. Agudizó la mirada al notar los ojos llenos de miedo y pavor al ver sus respuestas, aparentemente, correctas. “¿Traumas de infancia?”.

“¿Me estás diciendo que estamos aceptando a un niño que tiene problemas de autoestima y que se rompe al usar su propio 《don》? ¿No ven lo malo en eso?”, preguntó Aizawa, golpeando sus dedos contra la madera de la mesa. “Si no tiene confianza en sí mismo, ¿cómo va a estar seguro de cuando saltar para defender a un civil o salvar a una persona? Prefiero que vaya a cursos generales, saque un trabajo y viva de ello. En las calles lo comerían vivo”, expresó el vagabundo.

Vlad se quedó en silencio por momentos. Si bien era cierto lo que planteaba el profesor, había muchos puntos que podía usar para desestimar lo que el héroe callejero acaba de decir. Es cierto que no podía usar su poder adecuadamente, pero, ¿no era esa la meta de ser un profesor de U.A.? Ya sabes, ayudar a los estudiantes a mejorar en el control y manejo de la 《peculiaridad》 y esas cosas. El chico se notaba que necesitaba abrirse más al mundo, conseguir gente y confianza para sentirse más libre de problemas del pasado que no lo obliguen a sentirse menos de manera emocional.

Si bien podía ser cierto de que alguien con esos problemas tendría dificultades para ser un héroe profesional al sentir menos y poco suficiente ante un villano más fuerte y grande, también tenía que tener en cuenta de que Endeavor tampoco es que esté sano mentalmente. Ni tampoco muchos héroes de Japón. Hay varios que tienen problemas en la cabeza, y algunos lo ocultan por mucho tiempo. Recuerda cuando Aizawa se encerró al mundo cuando uno de sus mejores amigos murió en un trágico accidente y no puede mantener la conciencia tranquila desde entonces. Piensa que, al dejarlo fuera del conflicto, no estará en una situación como la suya, pero peor probablemente. No es que Aizawa esté siendo malo en este caso, solo intentaba ser racional ante la situación, buscando lo mejor para el chico.

Sabían que era muy inteligente por el hecho de que hizo un examen escrito perfecto, pero la forma en la que se saboteó lo hizo sentirse un poco mal por él. ¿Qué tuvo que haberle pasado para que pasara eso? Ya lo averiguaría más tarde. Por ahora, entendía a Aizawa; en cursos generales iba a obtener un buen trabajo con sus excelentes notas, conseguiría un trabajo bien remunerado y sería un héroe a su familia.

Pero Vlad pensaba muy diferente.

¿El chico necesitaba ayuda, entonces? Bien. La clase 1-B será su apoyo en todo momento.

Lo impulsará a ser su mejor versión.

Yo lo tomo”, declaró sin pelos en la lengua Kan, mientras que Aizawa lo veía con extrañeza. Su expresión cayó al mismo tiempo que los demás, mientras que el héroe sangriento se cruzaba de brazos. “Izuku Midoriya estará en la clase 1-B. No hay discusión sobre ello”.

La imagen de Izuku fue tomada por Vlad King quien la arrastraba hacia su lado de la mesa con los demás. Sin embargo, la mano de Aizawa retrasó su decisión final.

¿Estás seguro?”, preguntó Aizawa con una mueca desconfiada al respecto. “Puede ser contraproducente, aunque no me importe que esté en tu clase. Aunque seamos diferentes, va a ser mucho trabajo, Vlad”. El héroe sonrió con sorna.

Nunca es mucho trabajo”, sus palabras hicieron a Shota suspirar y dejar escapar su mano de la pestaña, mientras se posaba junto a los demás. Entrecerró los ojos, con ligera confianza en su rostro. ‘No me defraudes, Izuku Midoriya. Confío en ti’.

“¡Bueno, eso fue más dramático de lo que pensé que sería!”, exclamó Mic con una sonrisa en su rostro, dándole leves palmadas en la espalda a su amigo. “Y no seas tan duro con los niños, ¿está bien? Son niños aún”, le recriminó, haciendo que suspire pesadamente.

“No lo tendré en cuenta”, Mic rio entre dientes con gracia.

“Está bien. ¿Qué estudiantes eligió usted, Aizawa Shota?”, preguntó Nezu con una sonrisa.

Las hojas se movieron debajo de los dedos del héroe de borrado, mientras acomodaba su bufanda en su cuello con ligereza. Tuvo que bostezar, sintiendo sueño en esos momentos. Quería dormir en su cómoda cama o su saco de dormir con forma de oruga. Cualquiera servía, sinceramente.

“Elegí a estos estudiantes y mis razones son más que simples; tienen muchísimo potencial para brillar en este mundo de héroes, villanos y vigilantes”, comentó, desplazando sus documentos y siendo escaneados en la pantalla grande.

 


 

Izumi Midoriya (#01)
Quirk : Piroquinesis

 

Katsuki Bakugo (#02)
Quirk : Explosion

 

Shoto Todoroki (#03)
Quirk : Half-Cold Half-Hot

 

Ochaco Uraraka (#04)
Quirk : Zero Gravity

 

Tenya Iida (#05)
Quirk : Engine

 

Tsuyu Asui (#06)
Quirk : Frog

 

Fumikage Tokoyami (#07)
Quirk : Dark Shadow

 

Momo Yaoyorozu (#08)
Quirk : Creation

 

Denki Kaminari (#09)
Quirk : Electrification

 

Eijiro Kirishima (#10)
Quirk : Hardening

 

Mina Ashido (#11)
Quirk : Acid

 

Minoru Mineta (#12)
Quirk : Pop Off

 

Kyoka Jiro (#13)
Quirk : Earphone Jack.

 

Yuga Aoyama (#14)
Quirk : Navel Laser

 

Toru Hagakure (#15)
Quirk : Invisibility

 

Mashirao Ojiro (#16)
Quirk : Tail

 

Hanta Sero (#17)
Quirk : Tape

 

Rikido Sato (#18)
Quirk : Sugar Rush

 

Koji Koda (#19)
Quirk : Anivoice

 

Mezo Shoji (#20)
Quirk : Dupli-Arms

 



“Esta es la clase 1-A, director Nezu. Mis opiniones personales están en cada alumno elegido; tienen las características ideales para ser grandes héroes. Si bien algunos dependen de su 《don》 para ser fuertes, como Katsuki Bakugo o Todoroki Shoto, hay otros que destacan por utilizar el ingenio. Por ejemplo, Hagakure se mantenía fuera del rango de los robots y los desactivaba, o Mineta, que los pegaba, tropezaban y se rompían. Son ingeniosos cuando la situación lo amerita, y todos tienen características de apoyo para poder ser capaces de estar en todos los terrenos. Son versátiles”, explicó, sentado de brazos cruzados.

El director tuvo que sonreír un poco ante la deducción acertada del profesor, viendo lo bien que ha estado atendiendo a los videos y demostraciones de sus estudiantes en este día. Sus ojos vagaron por los nombres, y tuvo que mantener una sonrisa divertida en su rostro; el trío de arriba del todo con 《dones》 extremadamente versátiles y poderosos harían de la clase 1-A un poco más dependiente e individualista hasta cierto punto.

Pero confiaba en sus profesores, y que eso no sería un problema a largo plazo.

“Buen trabajo, Aizawa. Puedes descansar hasta que empiecen las clases”, le dijo Nezu.

“Ya era hora”, comentó Aizawa, subiendo el cierre de su bolsa para dormir y tirándose al suelo para querer descansar.

“Así que…”, sus ojos vagaron y se desplazaron hasta el héroe de la sangre. “¿Qué tienes para nosotros, profesor Vlad?”.

Sonriente como nunca, el musculoso profesor de cabello blanco tomó sus papeles antes de apilarlos con leves golpes en la mesa. Al mismo tiempo, Midnight se emocionaba un poco al ver la fotografía de Tokage ser escaneada en la pantalla grande.

“El nepotismo huele desde aquí”, se burló Power Loader, poniéndose detrás de Trece, evitando que le ataquen con un látigo.

“Tch. Tienes suerte de que no quiero dañar a la lindura de Trece”.

“Uh, ¿gracias?”, preguntó con un rubor en sus mejillas.

“Yo siempre he creído en el compañerismo y trabajo en equipo. Puede ser que el poder innato y bruto sea, algunas veces, la respuesta, pero también hay que evaluar el desempeño grupal, la táctica y, finalmente, las estrategias en conjunto con todos juntos. Un 《don》 puede ser fuerte, pero, ¿qué importa la fuerza cuando eres un estratega nato?”, preguntó, antes de revelar la lista en frente de él.


 

Itsuka Kendo (#01)
Quirk : Big Fist

 

Tetsutetsu Tetsutetsu (#02)
Quirk : Steel

 

Monoma Neito (#03)
Quirk : Copy

 

Yosetsu Awase (#04)
Quirk : Weld

 

Ibara Shiozaki (#05)
Quirk : Vines

 

Jurota Shishida (#06)
Quirk : Beast

 

Kosei Tsuburaba (#07)
Quirk : Solid Air

 

Nirengeki Shoda (#08)
Quirk : Twin Impact

 

Pony Tsunotori (#09)
Quirk : Horn Cannon

 

Sen Kaibara (#10)
Quirk : Gyrate

 

Kinoko Komori (#11)
Quirk : Mushroom

 

Manga Fukidashi (#12)
Quirk : Comic

 

Togaru Kamakiri (#13)
Quirk : Razor Sharp

 

Kojiro Bondo .(#14)
Quirk : Cemedine

 

Reiko Yanagi (#15)
Quirk : Poltergeist

 

Hiryu Rin (#16)
Quirk : Scales

 

Shihai Kuroiro (#17)
Quirk : Black

 

Setsuna Tokage (#18)
Quirk : Lizard Tail Splitter

 

Juzo Honenuki (#19)
Quirk : Softening

 

Yui Kodai (#20)
Quirk : Size

 

Izuku Midoriya (#21)
Quirk : Acumulación de energía interna.

 



“Todos los estudiantes aquí presentes son increíblemente capaces por su cuenta. En un uno contra uno son difíciles, pero con uno más en compañía, son invencibles. La unión hace la fuerza, y el trabajo en equipo es esencial en ello. No todos tienen 《dones》 destructivos y poderosos, pero ninguno de ellos da el brazo a torcer en una situación similar. Ellos planean, idean y lideran al grupo. Itsuka Kendo, por ejemplo, ha sido una líder nata en su dojo, llevando a un grupo de niños a conseguir cinta negra con sus entrenamientos. O también está Tetsutetsu, Awase y Yui, quienes mostraron en una causa común; ayudar a Midoriya Izuku a no caer lastimado más de lo que ya estaba. Incluso si no se conocían de antes, ellos ya tienen las bases sentadas para ser grandes héroes a futuro. Por ello, voy a convertirlos en el orgullo de la U.A.”, expresó Vlad con una mirada seria, pero con un dejo de orgullo al ver los nombres.

Nezu esbozó una suave sonrisa ante la explicación de Vlad, siempre optimista y orgulloso de su elección como siempre lo ha sido. Su ojo se mantuvo siempre crítico, viendo las cosas buenas y malas que tiene sus estudiantes a mejorar para ser su mejor versión, lo que le daba una buena fama en el resto de la academia. Revisó los nombres uno por uno, hasta aterrizar al nombre de Izuku Midoriya. El chico tenía un gran futuro por lo que observó en el examen, y su inteligencia lo hacía alguien digno de temer. Eso hizo que se emocione un poco.

“Bueno, profesores, con las clases ya pactadas, preparemos todo para poder darles una bienvenida más que cálida a los aspirantes para el futuro”, mantuvo su sonrisa plasmada en su rostro.

Era hora de empezar con los preparativos.

La nueva era de el heroísmo empezaba dentro de poco.

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El chico estaba sentado en la mesa de la cocina, ligeramente encorvado hacia adelante, mientras que su madre y hermana degustaban el platillo con tranquilidad. El plato frente a él tenía dos piezas de pescado frito, una ya a medio comer y el otro viéndolo fijamente a su alma. El aceite había dejado pequeños círculos en la servilleta doblada a un lado, donde Izumi comía bastante contenta, aunque nerviosa al respecto. Con la mano derecha sostuvo los palillos, pero su agarre era flojo, casi distraído por la situación actual. Tomó un trozo y se lo llevó a la boca sin mirar el plato. El crujir ahogó los ruidos exteriores al comer el pescado frito y chocar sus dientes blanquecinos contra la carne del animal acuático.

Había pasado una semana desde que el examen de ingreso hacia la U.A. finalizó, y ahora estaban viendo a cuántos estudiantes debían de aprobar en esta ocasión. Al inicio, aprobaban uno entre 300 otros candidatos, lo que dejaba a solo 36 personas aprobando para las dos clases de héroes, pero, supuestamente, en esta ocasión fueron 41 aprobados según la página oficial, lo que hacía que sus probabilidades aumenten un poco. Sin embargo, desde hace tiempo que se preguntaba si iba a aprobar.

Aún pensaba en los puntos de rescate y destrucción de villanos, pero dudaba que la quimera de animales no hubiese pensado en todas las posibilidades de salvar a las personas para obtener puntos. En esencia, esa era la verdadera experiencia del examen de U.A. al poner una parte práctica donde había villanos, gente inocente e inútil para esta clase de situaciones, dejando que los destacados y astutos prevalezcan. Esto le hizo cuestionarse su actualidad en estos momentos; ¿era astuto y capaz de prevalecer? No lo creía. Nunca lo fue y jamás lo sería, porque ser un “Deku” era su destino pactado.

Ni siquiera fue capaz de destruir más que un mísero robot de dos puntos, ponerse a pensar, salvar a Yui y saltar para destruir al cero puntos para, luego, caer desmayado por ser un tonto que no controlaba su poder de manera correcta cuando un objetivo inmenso se cernía sobre él. Eso lo hizo preguntarse, nuevamente, si era digno. Sabe la opinión de All Might, pero no es que sea muy bueno escuchando opiniones ajenas y entendiéndolas. Tomó otro pedazo de pescado con los palillos y se quedó viendo a sus ojos fritos por quién sabe cuántos minutos. Su mirada en blanca se identificaba con la suya.

“¿Hermanito?”, preguntó Izumi, un tanto preocupada.

Hablando de su maestro, no ha podido comunicarse con él luego del examen. De seguro estaba decepcionado en cómo falló en todas las pruebas de las formas más tontas habidas y por haber. Se preguntaba qué haría ahora, sintiendo que su oportunidad de estar en la U.A. se había esfumado como un amor fugaz inalcanzable en su vida. Ya le había pasado en su época, pero esto era mucho más duro, era su sueño, y lo dejó ir porque no era lo suficientemente bueno como para aplastar un poco de chatarra operada por cables y comandos. Se sentía demasiado patético.

“¿Izu-chan?”, le preguntó una vez más, pasando su mano por en frente de sus ojos, haciendo que parpadee, confuso.

“¿E-Eh?”, parpadeó un poco, antes de dejar el pescado frito en el plato. “¿Qué pasa?”.

“¿Eso no tendría que preguntarte yo a ti?”, Izumi tuvo que arquear una ceja y cruzarse de brazos. “Te quedaste como por tres minutos viendo al pescado como si tu vida estuviera en sus manos”.

“¿Estás seguro de que estás bien, Izuku?”, preguntó su madre con un tono preocupado. Izuku parpadeó un poco, antes de dejar escapar un leve suspiro. Las preocupó a ambas.

“S-Sí, solo que estoy nervioso; todavía no nos han dicho nada sobre la U.A., y estoy empezando a preocuparme”, confesó, haciendo que Inko suspire suavemente y un poco preocupada.

“Lo sé, sé que es una situación difícil, pero estoy segura de que lo lograrán. ¡Sé lo mucho que han estado esforzándose estos últimos meses!”, exclamó para subirles un poco el ánimo, cosa que puso más segura a una, y más nervioso al otro.

Bueno, lo intentó.

Cuando la puerta fue tocada, Inko frunció las dos cejas; no esperaba a nadie a esta hora de la noche. Sin embargo, al abrirla, la recibió un repartidor de correo. El señor tomó su gorra en forma de saludo, y le entregó dos sobres a la mujer, quien los vio y abrió mucho los ojos. Le agradeció rápidamente al repartidor y lo despidió, para entrar a su casa. Los primeros segundos se quedó sonriendo a sus hijos, antes de dejar escapar un chillido emocionado y mostrar las dos cartas en sus manos. Izumi e Izuku se atragantaron con la comida poco después al mismo tiempo; compartían la misma neurona.

“Ugh, el pescado puede esperar. ¡Yo quiero verla ahora!”, exclamó Izumi con una sonrisa en su rostro.

“Y-Yo creo que la veré en mi cuarto. Ya sabes, no quiero que me rompan los oídos como la vez que vieron que un personaje de una novela volvió después de que lo cortaron a la mitad la temporada anterior”, comentó el peliverde, haciendo que Izumi riera de manera nerviosa.

“Psh, eso fue hace muchos años”, silbaba hacia otro lado, avergonzada.

“Fue el mes pasado”, aclaró.

“¡B-Bueno, puedes ir al cuarto, te deseo suerte!”, la chica tomó su sobre y lo miró, mientras se sentaba en la sala de estar con una sonrisa en su rostro.

Izuku dejó su pescado frito a un lado, pensando que podría terminarlo más tarde. Se disculpó en silencio y se acercó a su madre para tomar el suyo con cuidado de no romperlo o arrugarlo en el proceso. Miró a los ojos a su madre y ella asintió, haciendo que el chico se mordiera la mejilla con duda, antes de responder y asentir también para darse la vuelta y entrar a su cuarto.

Los pósteres de su ídolo número uno estaban pegados en las paredes, esperando que hubiese aprobado en el examen de ingreso. Esa sonrisa comenzaba a abrumarlo completamente, mientras pensaba en el porqué seguía teniendo los mismos ahí arriba a pesar de tener una edad. No es que no tenga que admirar a los héroes, pero ya estaba empezando a ver lo obsesionado que estaba con ellos en su tiempo. Consideró vender los suyos y dejar los de Izumi.

El envoltorio de la carta se sentía vacío, lo que lo extrañó de sobremanera, antes de poder tocar el centro donde todo el peso de la carta venía centrado con los repliegues de la misma. Siendo la persona más civilizada del mundo, simplemente agarró la carta por los lados y la rompió, dejando caer el contenido en la mesa. Era un redondel que, sin poder encontrarle muchos detalles significativos, se encendió sola, dejando ver un holograma arriba suya.

Probando, probando. 1, 2…”, la estática se llevaba todo el espectáculo posible, mientras que Izuku reconoció la voz al instante. El fondo estático se terminó por desvanecer, haciendo que la silueta de All Might con un traje elegante de tonalidades amarillas aparezca en escena. “¡¿Puedes verme?!”, exclamó, con su sonrisa.

“¡¿All Might!?”, susurró con incredulidad, mientras que de fondo se escuchó un grito de felicidad por parte de su hermana al haber pasado. Izuku, extrañado, observó la carta, viendo si era de la U.A. realmente. ¿Por qué estaba All Might ahí?

¡Hola, joven Midoriya!”, exclamó, Tuve problemas últimamente con el trabajo y esas cosas, así que lamento no haber podido comunicarme contigo antes”, se disculpó en una reverencia. “Sin embargo, para que lo sepas, no, esto no era algo de propaganda que se coló entre el correo de la U.A., joven Midoriya. ¡Literalmente, trabajaré como maestro en la U.A.!”, eso hizo que Izuku parpadeara, pensando que estaba en un sueño. ¡Aunque no debería de ser algo raro! ¡Después de todo, pudiste hablar con el director Nezu y Recovery Girl, por lo que no deberías de haber tenido de descubrirlo por tu cuenta!, explicó, flexionando sus músculos en su brazo derecho levemente.

“Oh, sí, eso tenía sentido”, tuvo que admitir con un poco de timidez al no haberse dado cuenta antes.

Bueno, volviendo al punto principal, fuiste de los cinco mejores en la prueba escrita. ¡Te felicito por ello, joven Midoriya!”, el chico se encogió en su asiento, viendo al suelo, ya sabiendo lo que venía. Sin embargo, solamente obtuviste dos puntos en la prueba física. Por lo tanto, reprobaste en ese apartado”.

Bajó la cabeza, mientras que la oscuridad de la habitación se cernía sobre él, totalmente deprimido en estos momentos.

Era un horrible sucesor.

Sin embargo, joven Midoriya, te diste cuenta de que eso no era lo único importante del examen. ¿Derrotar a los villanos y hacer la vista gorda a la gente que necesitaba ayuda? ¡Ha, eso no es nada para ti!, hizo una gran cruz con sus brazos. Eres increíble. Quedaste sexto en el examen práctico, joven Midoriya”.

¿Qué?

No, eso estaba mal, ¿qué diablos estaba pasando? ¡¿Cómo es que estaba en sexto lugar?!

Sí bien tu desempeño en derrotar villanos fue pésimo, te detuviste a ayudar la gente que lo necesitaba, y eso hace a un verdadero héroe en acción. Había puntos de rescate, algo no mencionado, pero que sumaban de la misma manera en la que lo hacía derrotar a esos villanos, aunque tienen un valor un tanto menor a la hora de evaluar. Salvar a gente de escombros, ayudarlos a caminar, y destruir al cero puntos. Todo eso lo hiciste en diez minutos, ¿y cuál es tu puntaje final?, preguntó con su sonrisa imborrable. Los puntos aparecieron en pantalla.


Primer lugar : Izumi Midoriya
Puntos de villano : 82
Puntos de rescate : 59

 

Segundo lugar : Katsuki Bakugo
Puntos de villano : 77
Puntos de rescate : 0

 

 

Sexto lugar : Izuku Midoriya.
Puntos de villano : 2
Puntos de rescate : 89



Consiguió meterse en los primeros puestos, sin saberlo, y estaba allí, con algunos pasos detrás de su hermana. Eso le hizo sentir un vuelco en el corazón, y comenzó a lagrimear.

¿Realmente se estaba cumpliendo…?

Yo sabía que podías hacerlo. Desde el inicio lo supe, joven Midoriya, su sonrisa se suavizó y miró a la cámara, antes de extender la mano. Esta es tu academia de héroes, joven Midoriya. Tienes las puertas abiertas para tu sueño”.

Esa noche, Izuku lloriqueo como nunca lo había hecho en los brazos de su madre y hermana.

Chapter 7: Capítulo 6: Conociendo a la Clase 1-B (1/2)

Summary:

Bakugo aún piensa en Izuku, y reflexiona un poco. No aprende mucho sobre ello.
Inko lo intenta, mientras que los hermanos Midoriya finalmente llegan a U.A.
Izuku sigue inseguro sobre las amistades.

Chapter Text

 

 

Katsuki Bakugo estaba bastante irritado, aunque eso ya se sabía desde hacía bastante tiempo.


En su habitación, podía ver la tarjeta de aceptación de la U.A. en sus manos, haciendo crujir el envoltorio del mismo. Ya había visto al maldito holograma decirle que había aprobado como segundo mejor valorado en el examen, lo que le hizo sentir molesto al respecto. ¿Por qué esa maldita lo superaba en una prueba donde se necesitaba derrotar a un par “villanos” inútiles? Recuerda haber destrozado a todo lo que se le topaba, así que, ¿por qué la hermana de Deku lo superó en todos los aspectos de la prueba? No tenía sentido. ¿Y qué mierda eran los puntos de rescate? Si no eran capaces de defenderse por su cuenta, ¿por qué estaba en el curso de héroes?

Piso con un tick nervioso mientras estaba sentado en frente del escritorio de su cuarto, mientras se mordía la mejilla con frustración.

Incluso habiendo pensado en eso, se sentía un hipócrita al respecto.

Él no había sido capaz de defenderse de un villano cualquiera y, aun así, fue salvado por un estúpido que pensaba ser un héroe sin 《peculiaridades》. Ahora no podía verlo a la cara, sintiendo que el orgullo y ego rotos se debilitaban al verlo; pero no era solamente por eso, realmente. Sentía que, al verlo a la cara, no podía enfrentarlo. Deku era la mayor basura de la sociedad y, aun así, se las apañó para salvarlo, lo que dejó su ego roto, al igual que un mar de confusión azotándolo en cada pesadilla que tenía, donde el inútil lo miraba por encima del hombro desde lo más alto del edificio. Eso lo hacía sentirse raro.

¿Se estaba sintiendo inferior a Deku…?

Apretó los dientes, sintiendo la rabia corroer sus venas. Odiaba a Deku. Era una maldita piedra en el camino que se cruzaba una y otra vez para decirle tonterías de nerd cualquiera. Lo hizo sentirse como la basura que era durante mucho tiempo, y hubiese durado demasiado más si su hermana no estuviera estorbando en medio de todo, protegiendo a alguien quien no lo merece para nada. Él era un nerd, un raro y no tenía 《don》. Sin embargo, se las apañó para quedar sexto en la clasificación.

Eso lo hizo replantearse la situación actual con Deku. Cuatro pensamientos comenzaron a cruzar su mente, haciendo que le moleste cada una.

¿Mintió sobre no tener un 《don》 en todo este tiempo? Ciertamente, había visto al nerd haciendo ejercicios en la mañana con su hermana los fines de semana, y había veces que lo veía salir de su casa para irse a otro lado para volver hecho trizas. Estaba entrenando, y aunque llevara su cuerpo al límite, no sería suficiente como para entrar a la U.A. y eso lo sabía perfectamente. ¿Quizás siempre tuvo una 《peculiaridad》 y se la ocultó todo el tiempo? No, era imposible. Vio los benditos análisis que la familia Midoriya tenía en su casa cuando lo visitó una vez cuando era más pequeño. Descartado.

¿Por qué lo salvó del villano de lodo? Deku y él tenían historia detrás, no lo iba a negar, pero desde el momento en el que intentó menospreciar su existencia al tratar de humillarlo porque se había caído, sintió que merecía ponerlo en su sitio. Él era un 《Quirkless》 , peor que la basura, y debía de entender su lugar en la escala social. Incluso siendo un mutante tendrías más derechos. Pero él solo era un inútil, y eso lo llevó a replantearse algo que lo taladraba en su cabeza.

“Él aún te considera un amigo…”, las palabras de Izumi resonaron como el eco de una cueva, mientras que se pasaba la mano por la cara.

¿Por qué mierda lo seguía considerando un amigo? Bakugo no lo consideraba así como Deku. Para él, Deku era como una cucaracha que se levanta sin importar cuantas veces le cortes la cabeza o extremidades. Tenía tenacidad, y lo odiaba. Quería sentirse el mejor porque sabía que era el aplicado para ello, y que venga el más bajo de la escala social lo hizo sentirse estresado en todos los sentidos posibles. ¿Por qué no podía dejarlo en paz? No eran amigos ahora y tampoco lo serían en un futuro. Quizás lo fueron en el pasado, pero eso significaba el pasado.

Deku se quedó estancado en una faceta donde se niega a creer que Bakugo es su bully y que siguen siendo amigos. Odiaba esa mierda. Lo que lo llevaba a su última pregunta.

¿Por qué quiso salvar a una persona como él?

La pregunta no dejaba de sonar en su cabeza como un maldito zumbido que no podía aplastar. La repetía una y otra vez, como si al hacerlo fuera a encontrar una respuesta que no terminaba de encajar del todo. Quizás era por lástima. Esa idea; sin embargo, lo revolvió por dentro, como si le metieran la mano en las tripas y lo apretaran desde adentro. Que alguien como Deku, con toda su maldita debilidad, lo mirara desde abajo y pensara: “Aun así, vale la pena salvarlo” lo hizo apretar los molares con fuerza.

No, no podía soportar eso realmente. No quería aceptarlo tampoco.

O tal vez… tal vez lo salvó porque todavía lo admiraba. Esa posibilidad era aún peor. Porque si Deku, después de todo lo que le dijo, todo lo que le hizo, todavía lo veía como alguien digno de ser salvado… entonces el que estaba podrido por dentro era él. No el nerd.

Y eso, jodidamente eso, lo hacía tambalear en su asiento, haciendo que las patas de la silla crujieran ante la sensación.

Lo peor de todo es que, en el fondo, muy en el fondo, parte de él entendía que Deku lo salvó sin pensarlo. Porque así era. Porque ese maldito idiota, con sus ojos grandes y su moral quebrada, pero intacta, no sabía ser otra cosa que un héroe. Y eso lo hacía más fuerte que todos.

Más fuerte que él.

Y eso… lo hizo sentirse inseguro al respecto sobre él. Si una persona sin 《don》 , que hacía lo posible para anotar tonterías en un cuaderno infantil sobre las 《peculiaridades》 de los demás como un acosador, era más fuerte mental y heroicamente que él, entonces estaba en un sendero sin rumbo.

Porque, seamos sinceros, si Deku, un don nadie, un inútil sin 《peculiaridad》 durante años, se atrevía a ser mejor que él en lo más esencial, entonces, ¿qué le quedaba a él?

Se mordió los nudillos esta vez, provocando que sus dientes se marquen en la piel. Sus dientes hicieron mella en el órgano protector de la carne, sintiendo que se estaba dejando llevar por la fuerza de sus dientes. Ya no podía con esa frustración que le hervía la sangre. Porque lo entendía. Lo entendía perfectamente.

Deku no lo salvó porque lo admirara, ni por piedad.

Lo salvó porque no podría soportar no hacerlo. No podía quedarse de brazos cruzados, viendo como algo así ocurría bajo su mirada; una injusticia, un robo o el ataque de un villano. Todo eso, le daba igual, siempre que pueda hacer lo correcto, se iría a lanzar de cabeza al peligro sin ningún sentido de preservación.

Y ese era el problema.

Porque Deku siempre fue así de determinado con las cosas, y él lo vio en un par de ocasiones en 《Aldera》 . Sin embargo, si el cabello de brocoli era capaz de lanzarse a una situación mortal solo para salvar a un gato, o a una persona que no conoce para nada. Si Deku era así y Bakugo lo aborrecía, entonces… ¿Qué es lo que realmente significa ser un héroe? All Might se esmeraba en patear el trasero a los demás villanos con una sonrisa, y pensó que eso era lo único genial de ser un superhéroe. Pero se equivocaba.

Los puntos de rescate en la lista de ingresados decía que se estaba desviando mucho por el camino de la violencia. Se centraba, únicamente, en lo destructivo a la hora de pelear contra villanos, sin medir las consecuencias de sus actos, o buscando salvar a los extras que estuvieran en el escenario junto con él; el personaje principal de la historia.

Y si él no puede hacer lo mismo que All Might en sus labores de héroe, y Deku en el examen de ingreso al conseguir tantos puntos de rescate…

¿Realmente merecía estar en U.A.?

La idea lo golpeó tan fuerte como una de sus propias explosiones. Bakugo se levantó de golpe, la silla cayendo detrás de él. Su respiración era pesada. El sudor se le deslizaba por la frente aunque no hacía calor en lo absoluto. Se llevó una mano a la frente, limpiando su sudor y dejando que el aire se escapara por sus pulmones una vez más, tratando de relajar sus nervios internos.

Sentía que, por primera vez, no quería ser el número uno por encima de todos. No por el momento. Después de todo, aún había cosas que mejorar en su enfoque de lo que era un héroe profesional hecho y derecho. Aunque eso no iba a evitar que mande a todos a la mierda si tenía un mal día.

Quería entender. Quería ser digno de tomar el manto.

Y esa realización le dio más miedo que cualquier villano.

¿Qué era él, exactamente hablando?

“Él te sigue considerando su amigo”, repitió Izumi, lo que lo hizo gruñir por debajo, tomando la carta entre sus dos manos, haciendo crujir el envoltorio. Ya no sabía qué pensar respecto al tema.

Por lo tanto, mejor pensaba sobre eso en otro momento; quería dormir ahora mismo, antes de que la vieja suba y lo golpee en la cabeza por hacer ruido, aunque luego le felicitaría por haber entrado a la U.A. siendo el segundo mejor en general. Suspiró internamente, mientras se arrojaba a su cama, haciéndola crujir bajo su peso. Conciliar el sueño era difícil, pero…

Al menos, lo intentaría.


La primavera había llegado por todo Japón, haciendo felices a propios y a extraños por la zona.

La mañana fría hizo levantar a Inko antes de lo esperado, revisando todo para que sus bebés no se olviden de nada en su primer día al instituto de U.A., y eso la hizo detenerse en seco al ver la ventana cercana. Sus hijos, el sol de sus mañanas, habían entrado a la mejor academia de héroes de Japón: U.A. y, sobre todo, lo hicieron con buenas calificaciones finales. Bajó la mirada meciendo el café dentro de su taza y vio su reflejo en aquel líquido azabache con nostalgia. No ha cambiado demasiado desde que Hisashi, su esposo, se fue a Estados Unidos para estar más prendido a su trabajo. No sabía muy bien de qué trabajaba, ya que jamás le dijo, pero mientras no sea nada ilegal, podrá vivir con ello.

Le dio un sorbo a su taza de café, sintiendo la cafeína escabullirse por todo su interior. Dejó escapar un suspiro, dejando ver el vapor caliente salir entre sus labios. No pudo dormir en toda la noche por los nervios, y realmente estaba intentando calmarse hace una o dos horas, pero no podía. El simple hecho de que sus niños tengas oportunidades prácticamente hechas en su vida la hizo sentir un pálpito creciente en su pecho. Estaba orgullosa por sus hijos, pero se sentía insegura de cómo era como madre. Muchos podrían argumentar que era tonto pensar en ello, pero ella realmente lo creía de esa manera.

Seamos honestos, no ha sido la mejor madre, pero tampoco fue la peor. Ha sido decentemente mala. Poco más. Incluso si hizo un buen trabajo junto a su esposo al poder educarlos con modales, costumbres y dotarlos de una personalidad siempre alegre, es en los momentos más bajos donde recaía su importancia como madre. Recuerda la vez que diagnosticaron a Izuku 《Quirkless》, y eso lo hizo encerrarse y llorar. No podía calmarlo, por más que intentara, y lo único que fue capaz de hacer fue consolarlo y disculparse. Después de todo, la sociedad te juzga según tu 《peculiaridad》.

Sin embargo, daba igual si tenías algo de gen mutante en tus venas o si padecías de una discapacidad. Aquí, en Japón, siempre se enfatizó en que el ser 《Quirkless》 es peor que eso; ni siquiera sirves para ser vendido a una trata de esclavos, leyó una vez en una de sus clases de historia. Eso se le quedó clavado en la cabeza. La discriminación era Japón era demasiado grande, y si bien quiso que Hisashi se llevara a Izuku lejos del país para garantizar su seguridad mental y física, cayó en oídos sordos cuando fingió tomar una llamada de su jefe y se fue, con el rabo entre las patas.

Amaba demasiado a Hisashi, pero ese día consideró seriamente pedirle un tiempo lejos. Pero no podía permitirse derrumbar porque su hijo tenga que sufrir, su hija sea su apoyo emocional y que su marido sea un inseguro que no pudo aligerar la vida de uno.

No podía permitir hundirse; tenía que mantenerlos los más seguros posibles.

Y así, fue como nació su lado sobreprotector sobre sus hijos. Izuku era el mayor afectado por ello, provocando algunos problemas sociales, emocionales, de autoestima, decisiones, etc. Entendía que lo que estaba haciendo lo estaba orillando a un pozo de inseguridad en el que no podía hacer nada más que aceptar lo que su madre pensaba que era lo mejor para él. Izuku, incluso con eso, seguía siendo intimidado casi seguido por el hijo de Mitsuki. Claro que lo sabía, no era estúpida, y mientras más le diga a su vecina y amiga lo que hacía constantemente, más fuerte lo haría y con una intención de vengarse desmedida.

Por ello, Izumi estuvo interviniendo todo el tiempo cuando aprendió a usar su 《don》 y las molestias de sus bravucones disminuyeron drásticamente. Ella era como una especie de muro que protegía a su hermano que había pasado por más de lo que se podía desear.

Sin embargo, y con todo esto, ¿podían culparla?

Quiso darle lo mejor a Izuku para que viva en Estados Unidos, pero su esposo se negó y se marchó para trabajar y conseguir dinero a distancia. Era útil, no iba a negarlo, pero deseaba poder verlo y que él sea capaz de observar qué tanto han cambiado sus hijos. Lo extrañaba. Además, ¿qué se podía esperar de Inko Midoriya, que casi cae en una depresión cuando su hijo fue diagnosticado como 《Quirkless》 y dejó a la hermana mayor a cargo mientras ella surfeaba las lágrimas que dejó caer? Era una mala madre, y por eso mismo se disculpaba con Izuku.

No había podido darle la vida que merecía pasar, los amigos que necesitaba y la nula protección diaria que arraigaba sobre su persona.

Él no merecía nada de eso, pero ella lo hizo sentirse así para estar más segura consigo mismo. Segura de que no lastimen a su bebé. Izumi estaba bien, era de plástico, no le iba a pasar nada. Era fuerte como para que ella le diga algo. Bueno, quizás, excesivamente poderosa. En serio, ¿qué les pasaba a las nuevas generaciones de 《dones》 actualmente? Decidió no seguir pensando en ello.

Hablando de Hisashi, hacía tiempo que no han sabido nada de su persona, y estaba un poco asustada. El dinero llegaba, claro, pero su cara era cada vez más borrosa. ¿Cuándo fue la última vez que llamó? ¿Estaba pensando en dejarla? ¿Encontró a alguien más atractiva…? Quiere decir, no es que ella sea fea, pero había cientos de mujeres más bellas en Estados Unidos que aquí, aunque viendo las nuevas heroínas de Japón, dudaba un poco de esa veracidad. En fin, no importaba; estaba siendo paranoica. Al menos, eso le gustaba creer a menudo.

Observó el reloj incrustado en la pared, mientras que la hora se acercaba. Dejó los uniformes bien planchados y doblados en un perchero, y tuvo que prepararles un desayuno para que no estuvieran con el estómago vacío. La ropa no fue difícil de conseguir. Lo que fue extremadamente estresante eran los materiales ignífugos del de Izumi, quien es muy emocional y es capaz de quemarse el uniforme en el primer día. Dejó los platos con arroz, una sopa de miso, un pescado a la plancha y té verde.

Desayuno tradicional japonés. Una delicia.

Observó el reloj, mientras se quitaba el delantal para hoy; no iba a trabajar porque tuvo el día libre, pero eso no importaba ahora mismo. Una de las características de Izuku e Izumi, es que son capaces de despertarse casi siempre a la misma hora. Claro, alguno de los dos volvía a acostarse y seguir durmiendo un rato más, pero no es como que verla enojada ayude mucho a sus decisiones sobre tirarse en la cama y echar a perder un día entero de clases. Además, era su sueño, no iban a desperdiciarlo acostados debajo de una bendita sabana barata.

No en su guardia, quizás.

Cuando observó que la manecilla del reloj se detuvo en cierta hora, tuvo que sonreír un poco, escuchando los gruñidos de ambos hermanos, fastidiados por tener que despertarse. Izumi fue la primera, asomándose a la cocina, con el cabello despeinado y con los ojos cerrados. Tenía un pijama de Ryukyu, siendo su heroína favorita luego de All Might, claro estaba.

“Me pido el baño…”, murmuró, tomando una toalla y envolviendo su cuello con ella como si fuese una bufanda o algo parecido. Izuku pasó un poco más despierto, con un pijama de All Might. Su favorito, sinceramente.

Sus cabellos, aún más desordenados que de costumbre, si es que eso era posible, se talló los ojos por un momento, antes de hacer un pequeño agradecimiento con las manos y comenzar a comer su desayuno ubicado en frente. Por lo menos, estaba lo suficientemente despierto como para comer y moverse por su cuenta, además de agradecer, educadamente sobre su comida. Inko suspiró divertida, comiendo su propio desayuno, mientras el silencio cómodo de los dos acompañaba toda la mesa, acompañados por la ducha de fondo. Y, quizás, un pequeño grito al sentir el agua helada.

Esa niña realmente se equivocó al encender la ducha. Bueno, no importaba.

“¿Estás emocionado por tu primer día en U.A., Izuku?”, la pregunta viajó con lentitud por sus orejas, haciendo que detuviera sus palillos al llevar un poco de pescado a su boca.

Se quedó estático, como si su cerebro estuviera procesando lo que acababa de decir su madre. Sus ojos, dos persianas cerradas al despertarse hace poco, comenzaron a abrirse en un intervalo de dos segundos. Dejó escapar un jadeo, mientras se levantaba de la mesa y dejaba escapar un gemido sorprendido escapar desde sus labios. Eso hizo que la madre suspirara divertida al respecto.

“¡¿HOY ÍBAMOS A U.A.?! ¡LO OLVIDÉ POR COMPLETO!”, exclamó, tirando de sus cabellos con pánico plasmado en su rostro. Inko rio entre dientes mientras la ducha se detenía e Izumi salía del mismo, con su ropa de la academia para empezar bien el día.

“Uh, sí, hoy es el día, Izu-chan”, comentó con una sonrisa burlona, tirando de su mejilla levemente. “¡La dupla Midoriya podrá estar trabajando junta en un futuro cercano!”, rio con gracia, soltando al menor con una sonrisa en su rostro. Izuku se frotó la mejilla adolorida.

“N-No te contienes con jalarme de las mejillas o de las orejas, ¿te lo han dicho?”, la pregunta hizo que la chica pensara unos momentos.

“No”, respondió rápidamente, provocando un suspiro cansado del chico.

“Bueno, me voy a dar una ducha. ¡No quiero llegar tarde en el primer día!”, mencionó el manojo de nervios, tomando una toalla y luego tomar su vestimenta para el día de hoy de su cuarto. Aunque tenía prisa, se encargó de no azotar la puerta.

“¿Le decimos que falta como tres horas para llegar?”, apuntó al baño, haciendo que Inko niegue con la cabeza.

“Nah, déjalo ser”, Izumi asintió con una sonrisa en su rostro.

La comida era de lo poco que le gustaba del desayuno, si era totalmente honesta. Antes, si estaba Hisashi aquí, podría haber sido más entretenido que de costumbre, con el marido provocando a la hija con bromas tontas y haciendo que la misma se ponga roja de la vergüenza. Siempre era divertido para ellos hacerlo, pero ella sola no valía para ese puesto. En realidad, lo intentó en una ocasión, pero no sirvió mucho para levantar el ánimo, por lo que decidió no hacerlo más o siquiera intentarlo.

No sabe cuánto tiempo se quedó sumida en sus pensamientos, o en qué momento sumergió su mirada en la taza de café que le devolvía la mirada en su reflejo. Sin embargo, cuando alzó la mirada, ahí estaban los dos hermanos, vestidos con el uniforme de la U.A. e Izumi parecía estar viendo su cabello en el espejo de la sala de estar, con un Izuku confuso.

El uniforme de estudiante de la Academia U.A. consistía en una camisa blanca abotonada de manga larga, una chaqueta gris con rayas azul verdosas y una corbata roja. El uniforme de los estudiantes masculinos incluye pantalones azul-verde oscuro, mientras que el uniforme de las estudiantes femeninas incluía una falda azul-verde oscura.

“¿No está bien tu cabello?”, preguntó simplemente, haciendo que su hermana mayor le dé mala cara.

“No; estoy despeinada”, explicó, pasándose su cepillo favorito por su gran melena de color verde, aplanando los mechones desordenados de cabello para mantenerla lisa y bella. “Listo. Hermosa”, comentó con una sonrisa candente en su rostro.

“…”, Midoriya Izuku se quedó en silencio, viéndola con mala cara. ¡No cambió nada de su cabello! Izumi hizo un puchero molesto.

“¿Por qué esa cara?”, preguntó, cruzada de brazos.

“Te ves igual que hace media hora”, expresó con un leve movimiento nervioso de su ceja.

“¡Calumnias!”, exclamó, tomando su mochila y dándole un leve toque en la nariz. “Ahora estoy presentable”.

“L-Lo dudo”, tuvo que reírse entre dientes, haciendo que deba de jadear en un falso dolor en su pecho. Se retorció en su sitio, haciendo una mueca falsa.

“M-Mi hermanito de la clase 1-B duda de mi belleza…”, se regocijó antes de mirar a su madre con falsas lágrimas en su rostro. “¡Mamá, bebe-zu me está diciendo fea!”, le indicó con su dedo acusador, haciendo que el pecoso se ponga nervioso y moviera los brazos con extrema rapidez.

“¡E-E-Está mintiendo, miente!”, exclamó, con su rostro avergonzado y nervioso.

Inko tuvo que reprimir una risa en su rostro al ver como ambos hermanos se llevaban bien entre ellos, burlándose del otro con total afecto. Sabía que Izumi empezaba estas pequeñas “riñas”, pero, aun así, eran divertidas y le calentaban el corazón si era totalmente sincera. Al final, soltó una risa feliz entre sus labios, haciendo que ambos hermanos se vean por unos segundos, extrañados, antes de reír con ella al mismo tiempo. A los minutos, la mujer se secó una pequeña lágrima que bajaba por su ojo, y sacó su teléfono del bolsillo.

“Bien, niños, pónganse para una foto. ¡Quiero inmortalizar este momento!”, exclamó la matriarca, mientras que el pecoso se encogía en su lugar.

“¿Tenemos que hacerlo…?”, sin más opción debido a que su hermana se recargó sobre su hombro izquierdo y daba el signo de la paz con los dedos, suspiró, resignado. “S-Supongo que puedo”.

“¡Muy bien, posen para la foto!”, exclamó con una sonrisa en su rostro, antes de ver la imagen frente a sus ojos.

Los dos hermanos estaban ahí, haciendo la misma pose. Ambos tenían el signo de la paz en una mano. Izuku se mantuvo rígido, haciendo la seña, con un sonrojo en sus mejillas por la vergüenza. Izumi, al contrario, se mantuvo expectante y sonriente apoyada en el hombro del menor, haciendo la misma seña.

Estaba orgullosa de sus dos hijos.

Sacó la foto, y el flash fue la demostración de ello, capturando todo en la memoria de su teléfono. Observó la imagen con una sonrisa en su rostro.

Ahora, tiene un bonito recuerdo y café frío.

¡Hermoso!

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Los pasillos estaban despejados, casi sin nadie a la vista. La familia Midoriya siempre se caracterizó por ser gente bastante puntual o dedicadas con lo suyo. Sin embargo, llegar temprano a tu primer día de clases era una buena forma de causar una primera impresión. Al menos, eso les hizo creer Hisashi Midoriya, su padre que trabajaba en el extranjero. La respiración regulada de Izumi y la nerviosa del menor hacían contrastar a ambos chicos, demostrando lo diferentes que eran a la hora de estar aquí. Si bien Izumi estaba emocionada por el hecho de estar en U.A., no estaba tan nerviosa como Izuku a su lado.

“En serio, no entiendo por qué te gusta una corbata de esa forma”, comentó la mayor, señalando la corbata roja y corta de su hermanito, quien suspiró, un poco nervioso.

“B-Bueno, no es larga y no me molesta usarla tanto”, explicó, “además, es mi elección”.

“Lo sé, porque si fuese por mí, te habría hecho cambiarla”, se burló con una sonrisa burlona, haciendo que el menor le dé un leve empujón divertido con el codo. La chica fingió un exagerado jadeo de dolor.

Viendo por las ventanas inmensas de la escuela, el campus estaba visible a la distancia, lo que hizo que Izuku sintiera los nervios fluir más y más fuerte. Tragó saliva ligeramente, mientras trataba de mentalizarse al llegar a su clase. Mientras tanto, la gran puerta de la clase 1-A se cernía sobre ellos dos.

“¡Es increíblemente grande! Supongo que lo harán para gente con dones de gigantismo, o algo parecido”, tuvo que murmurar levemente el pecoso, mientras que la chica se encogía de hombros.

“Puede ser. De todos modos, esta es mi parada, hermanito”, le revolvió el cabello mientras que él gemía de manera avergonzada por su actuar. “Ya me acompañaste, ahora ve a tu clase, señor quiero llegar a tiempo”, bromeó con cierta gracia, antes de que el chico se despida de ella con un asentimiento.

Izumi se quedó allí, viendo cómo se alejaba poco a poco, hasta desvanecerse de su vista. Ella suspiró tranquilamente, viendo la gran puerta que cernía sobre ella. Aunque no lo demostrara y se muestre confiada, estaba nerviosa, muy nerviosa al respecto. Tuvo que suspirar de manera temblorosa al respecto, mientras que sus dedos se envolvían en el pomo de la puerta. La giró, y entró con calma en su andar, aunque las ligeras gotas de sudor se escabullían entre su nuca…

Al girar la vista, notó que era la primera en este sitio. Tuvo que parpadear un poco, antes de dejar escapar un suspiro de alivio. No es no quisiera compañía en este momento, pero al ser el primer día y no tener demasiadas ganas de que todos la miren al pasar por la puerta, estar primera en su clase era lo mejor para alguien como ella.

Después de todo, y aunque no lo parezca, no le gusta que todos la tengan en la mira; la hace sentirse demasiado inquieta.

“Bueno, soy la primera. Genial”, expresó con una sonrisa aburrida en su rostro, tomando asientos en una de las esquinas del salón.

Se recostó en la silla que estaba contra su escritorio y comenzó a observar al techo, esperando a que los demás compañeros lleguen a su clase. Al menos, esperaba tener compañeros amables y competentes.

Y rezaba lo mismo para su hermano. Él realmente necesitaba buenos amigos a su lado.


Decir que Izuku estaba nervioso era prácticamente poco. Era un manojo andante de nervios e inseguridad completa. Después de todo, esto era una nueva puerta abierta de su vida. ¡Estaba en la escuela número uno de superhéroes en Japón y del mundo! ¡Un sitio demasiado prestigioso como para que una persona 《Quirkless》 ande por sus pasillos haciendo trampa con un 《don》 regalado! Se calmó un poco, dejando que sus zapatos rojos resuenen por los pasillos vacíos de la academia. De vez en cuando veía algún que otro robot por ahí, pero nada fuera de lo común.

Se preguntaba cómo serían sus compañeros de clase. Sabe que no ha tenido las mejores de las suertes a la hora de tener compañeros de clase, pero esperaba que, en esta ocasión, sea un poco diferente al resto. Ya sabes, no quiere que los demás lo tomen como una especie de rarito como lo hicieron en 《Aldera》, pero sabía que eso sería demasiado para pedir. Incluso con su inseguridad creciendo, había algo en su interior que se aferraba a la esperanza de conseguir a algún que otro amigo, aunque las cicatrices comenzaron a picar cuando la amistad se cruzaba en su mente.

Quitando a su hermana (si es que se le podía considerar su amiga), ¿ha tenido algún otro amigo en su vida? Quiere decir, luego de su historia con Kacchan, aún siguen siendo amigos, ¿no? Pero no ha logrado hacer algo similar a lo que hizo con el chico de cabello ceniza; no ha sido capaz de formar una amistad sólida. Bueno, estaba Kodai, pero, ¿podían considerarlo una amistad? No, después de todo, se habían conocido ese mismo día y poco más. No era una amistad genuina, y tampoco esperaba que alguien como ella se quiera acercar a un tonto que se rompe los huesos usando su 《Quirk》 para destruir a un mísero robot.

“Era el cero puntos”, le recriminó su mente, haciendo que frunciera el ceño. Eso no era impresionante para nada, otros estudiantes lo lograron hacer hace años atrás, y él era solo un número más que se sumaba a la lista; nada nuevo ni destacable en lo absoluto. Gruñó por lo bajo, frustrado por tener que pasar las clases un poco en soledad, pero mientras tenga algo con lo que distraerse, servirá para él. No es que sea sano para nada, pero, por lo menos, mantener su mente divagando era algo bueno para él.

Le funcionó en 《Aldera》, así que…

Detuvo su andar cuando la puerta de la clase 1-B apareció en frente de sus pupilas, lo que lo obligó, inconscientemente, a aguantar la respiración por unos momentos. La gran puerta estaba allí, esperando a ser usada por él, lo que hizo que se sintiera demasiado ansioso al respecto. No sabía si iba a encontrar alguien allí o si sería el primero en su clase. Entre las dos opciones, la segunda parecía mucho más tranquila y apetecible, si era totalmente sincero. La simple de idea de abrir la puerta, sentir todas las miradas de las personas desconocidas con las que pasará los próximos años lo hacía sentirse mareado de repente.

Esta era su mayor debilidad: socializar. Bueno, eso, y tener mucha baja autoestima. Pero, realmente, no quería admitirlo abiertamente. No por ahora, al menos.

Dejó escapar un suspiro abatido, dándose cuenta de lo pesimista que se ha vuelto con todo este asunto de interactuar con otras personas que jamás ha conocido en su vida. Bueno, para eso se hacían los amigos, ¿no? Al inicio, son desconocidos que no se conocen de ninguna manera, pero, con el pasar del tiempo compartiendo momentos y charlando, son capaces de formar un lazo de amistad. Sin embargo, dudaba mucho de sí mismo realmente. ¿Cuándo ha sido la última vez que se esmeró en hacer un amigo? No lo recuerda bien, pero estaba seguro de que con Kacchan e Izumi habría estado bien.

Hasta que se lo diagnosticó 《Quirkless》 y todo se terminó por ir cuesta abajo.

Su mano se recostó sobre el pomo de la puerta y, aunque tuvo sus dudas al respecto, juntó todas sus fuerzas para abrirla con delicadeza, no queriendo hacer demasiado ruido al entrar. Los rayos del sol entraron, ahogando el salón de clases por la ventana gigante detrás de él al abrir la puerta. Las ventanas, que daban al pasillo, también dejaban pasar los rayos solares de la mañana. Sin embargo, sus ojos se desviaron un poco para ver que no era la única persona en la clase, lo que lo hizo sentirse un poco nervioso al respecto por no haber llegado antes en la mañana. Ahora, debía de tomarse la gran labor de hablar con gente.

Esto lo iba a matar. Pero, bueno, ¿cómo sería un héroe como All Might si no era capaz de comunicarse con la gente? Necesitaba superar ese pequeño trauma y miedo que lo acechaba.

“Me niego”, dijo una voz femenina, cruzada de brazos. “No voy a participar en formar una rivalidad con la otra clase. Eres demasiado competitivo y tienes un complejo de superioridad más grande que un Empire State”, sentada en su lugar, lo observó, con el ceño fruncido.

La chica tenía ojos de color verde azulado y cabello largo y jengibre que estaba atado en una coleta alta en el lado izquierdo de su cabeza. Su flequillo se dividía en tres grupos alrededor de sus ojos, y parte de su cabello se levantaba en grandes mechones en la parte superior de su cabeza. Llevaba la vestimenta característica ropa de U.A.

“¡No tengo un complejo de superioridad!”, escupió el chico con una sonrisa divertida. “Somos la mejor clase. No hay punto de discusión sobre ello”, se cruzó de brazos, acomodando su cabello rubio.

Era un joven mediano con el cabello rubio y liso, que se volvía más corto a medida que bajaba la cabeza, con un estilo que se separaba a la izquierda, con el flequillo colgando sobre su ojo derecho. Sus iris eran de color violeta bígaro, sus pupilas blancas y sus ojos están formados de manera que se inclinan hacia los lados más alejados de su cara, generalmente, quedando medio cerrados. Usaba su vestimenta casual de la U.A.

“Aunque creas eso, no voy a permitir que tengamos una competencia si es llevaba e impulsada por ti. Ya vi de lo que eras capaz en la escuela, y no fue bonito”, la muchacha puso los ojos en blanco, haciendo que el rubio suspirara suavemente.

“Bueno, no se puede evitar. No lo haré, entonces”, expresó con una sonrisa calmada. La chica lo miró con incertidumbre.

“…”

“…”

“… Estás mintiendo, ¿no es así?”, el chico rio entre dientes, cruzado de brazos, provocando un leve tick en sus cejas.

“Obvio”, la chica dejó escapar un suspiro pesado, denotando su cansancio sobre su compañero rubio, quien sonreía con ligereza.

Izuku solamente se quedó al margen de la situación, encogiéndose en un asiento alejado de los dos, en la primera fila, cerca a una de las paredes. No supo la razón detrás de la conversación, pero, por algún motivo, sentía que el rubio era demasiado expresivo y quizás un poco confiado. En ese sentido, era como una especie de Kacchan, pero verlo relacionarse con la otra chica en frente de él sin ningún problema, le hizo sentirse ligeramente más seguro; no parecía ser un mal chico, si le preguntaban. Aunque una duda surgió en su mente por la conversación que, sin realmente quererlo, acabó escuchando sin permiso.

¿Una rivalidad con la clase hermana? Quiere decir, eso, realmente, es inevitable si se piensa. No es que ninguna de las dos quiera competir la una con la otra… Oh, no, miente; es claro que buscarían destacar sobre la otra. Si no eran todos los estudiantes, los profesores, seguramente, busquen avivar ese fuego. Y era probable que Kacchan busque armar una competencia o pelea para ver quién es superior a la otra. Algo así como denotar que eran los mejores. Eso es algo que Kacchan declararía en todos los aspectos. Si no era aquí, sería en otro lugar donde tenga la atención de todo el mundo; siempre fue así de bocazas.

Una mano se posó sobre su hombro, haciendo al chico sobresaltarse de sorpresa. El chico, a su lado, se rio entre dientes, antes de darle una leve palmada en su hombro.

“Vaya, hombre, lo siento”, dijo el rubio con una leve sonrisa en su rostro. “No quise asustarte”, a su lado, la chica asentía con la cabeza levemente.

¿Ahora qué debía de hacer? ¡Nunca había llegado tan lejos! Las posibilidades inundaban su mente, con cientos de escenarios posibles, pensando en qué acción tomar para tratar de, al menos, querer pasar desapercibido en estos años de clases. Con una ligera sonrisa nerviosa, negó con la cabeza.

“E-Está bien, no importa”, comentó con nervios en su tono, expresiones faciales y corporales. El rubio lo observó, analizando al chico como un libro abierto, antes de suspirar un poco.

“No tienes que estar nervioso. Aunque lo entiendo; primer día. Siempre pasa”, se pasó una mano por su nuca, rascando la misma con ligereza. “¿Cómo te llamas, amigo?”.

¿Amigo? Esa palabra tenía demasiados significados para él; sinceramente, desde que ha estado con Kacchan en su infancia, siguiéndolo y venerando cada acto de grandeza que hacía con su gran 《peculiaridad》, no pudo centrarse en otras personas para hacerse su amigo. Claro, cuando descubriese que no tendría poder, lo mandarían a la basura como un juguete nuevo sin nada de uso. Pero, por lo menos, debería de haber hecho el intento y no dejarse pisotear sobre conseguir nuevas amistades, algo de lo que había carecido hace mucho, mucho tiempo atrás.

No merecía un amigo, sinceramente hablando. No era tan bueno.

Espera, ¿por qué se estaba echando para atrás sobre la idea de que lo llamaran amigo? No, lo merecía. Merecía tener amigos. Eso decía su madre y hermana todo el tiempo; ¿cuándo se han equivocado ellas en su vida? Bueno, Izumi disparaba y le salía el tiro por la culata, por lo que su hermana estaba fuera de la discusión. Su madre, en cambio, siempre le decía que fuese más confiado sobre sí mismo para hacer amigos y no quedar solo. Ella, al contrario que su hermana, no se ha equivocado casi nunca. Énfasis en casi, de todas formas.

Sabe que ella tiene razón y, aunque sea complicado, intentará tener las agallas para tener amigos.

Aunque esté muy en contra, sabiendo que va a salir muy mal.

“U-Uh, Izuku Midoriya. U-Un gusto”, habló con timidez formándose en su tono, mientras extendía levemente la mano hacia el rubio quien, con amabilidad, la estrecho.

Neito Monoma, Midoriya-san”, estrechó su mano con una leve sonrisa en sus labios. La chica, a su lado, tuvo que sonreír un poco más calmada.

Nombre : Neito Monoma》
Ocupación : Aspirante a héroe (Clase 1-B)》


“Y la gruñona que está detrás de mí es…”, señaló con su pulgar, ganándose un golpe en el cuello que lo desmayó al instante y se desmayó, haciendo que Izuku se asuste y se aleje de un salto.

“No me digas gruñona”, expresó con un ligero puchero. La forma en la que infló sus mejillas, hizo que el pecoso sintiera que las suyas se sonrojaran con ligereza. La chica suspiró, viendo a Midoriya. “No te preocupes, está acostumbrado a eso y sacarme de quicio. Un gusto, Midoriya-san, me llamo Itsuka Kendo”, comentó con una suave sonrisa.

Nombre : Itsuka Kendo》
Ocupación : Aspirante a heroína (Clase 1-B)》


“Hm, c-creo haber leído ese nombre en algún lugar…”, Izuku se llevó la mano al mentón, mientras trataba de recordar. Kendo ladeó la cabeza, levemente curiosa.

Un fragmento se coló por su mente. Recuerda ese día, donde All Might le dijo los resultados de su examen práctico a la hora de derrotar a los villanos y darle la bienvenida a esta academia. La lista de egresados se había mostrado frente a sus ojos, y vio a los que mejor habían quedado en el ranking. Itsuka Kendo figuraba como la quinta, por arriba de él.

Chasqueó con los dedos al recordarlo, haciendo que la chica se alzara la ceja un poco. “¡Oh, es verdad, eras la quinta del ranking en el examen! ¡Me superaste por un puesto!”, la chica solo pudo reír un poco nerviosa, rascándose la nuca.

“N-No es tan impresionante, sinceramente”, expresó, mientras que Monoma se reincorporaba al poco tiempo y tomaba asiento en una silla cualquiera.

“No lo creo, Kendo-san. Llegar al top cinco del examen, es un muy buen logro. ¡Debes de tener una 《peculiaridad》 increíble!”, exclamó, alzando una libreta entre sus manos. Los dos no supieron de dónde la sacó. “¿Y cómo es tu 《don》?”.

“Y-Yo, uh, bueno…”, Kendo se sintió un tanto nerviosa y ligeramente abrumada por su emoción. Observó a su compañero, quien se encogió de hombros, con diversión. Lo maldijo en voz baja, antes de suspirar. Lo iría a saber tarde o temprano, así que no perdían nada con intentarlo. “M-Mi 《don》 me permite agrandar las manos hasta cierto punto para dar golpes más fuertes. No es la gran-”, fue interrumpida al instante.

¡Increíble!”, la chica se quedó callado de sorpresa y confusión, probablemente, esperando alguna burla o asco por su parte. Al contrario, parecía demasiado emocionado, anotando en su libreta. “Es un 《don》 demasiado versátil por la gran fuerza que es capaz de poner en las manos. Sin embargo, si las agrandas hasta cierto, puedes provocar un desequilibrio en tu punto de estabilidad y perder equilibrio crucial a la hora de una batalla, por lo que lo usarías como una especie de bala. Los impactos de las langostas mantis tienen una velocidad de 80 km/h, por lo que si puede agrandar las manos, quizás, sea capaz de imitar la potencia de su fuerza o superarla, aunque la velocidad lo dudo mucho. Sería un golpe extremadamente potente, por lo que, en combate cuerpo a cuerpo, sería excelentemente ágil. Oh, claro, también sería genial verla subir gradualmente el tamaño de su mano para no provocar un desequilibrio accidental, lo que haría más factible el hacer…”, comenzó a murmurar, desglosando todo lo posible sobre su 《don》, lo que hizo que ambos chicos lo vean con diferentes opiniones.

La chica parpadeó un par de veces, antes de escuchar el murmullo del joven peliverde que se encontraba en frente de ella. Esa manera de murmurar en voz alta, y desglosar su 《peculiaridad》 como si nada, la hizo pensar, aliviada, conque sean compañeros de clase. Realmente, tener una persona analista servía de mucho, y más con estas cosas. Dejó consejos al aire, como controlar gradualmente su agrandamiento, lo que la hizo pensar que sería una buena idea, si era honesta. Pensó que él se iba a burlar de tener un 《don》 tan poco femenino, pero él la elogió y le dio consejos de cómo mejorarlo.

Bueno, realmente, no dio ninguno directamente; sus murmullos se escuchaban muy bien.

Momoma, al contrario, se rascó la barbilla con curiosidad. Parecía ser que Midoriya tenía una gran capacidad a la hora de desglosar, en cualquier situaron, los 《Dones》 de los demás que ve en acción. Podrian llamar a Midoriya como un “acosador” o “pervertido”, pero era una pieza que le gustaría llevar para ganarle a la clase 1-A. Aunque parecía ser bastante tímido y reservado, por lo que no le extrañó al ver las cicatrices de sus dedos. Quizás había más historia.

“U-Um, ¿Midoriya-san?”, preguntó, Kendo, jalando la manga de su camiseta, haciendo que se detenga a recuperar aire de tantos murmullos. Estaba ruborizada por lo tanto que el chico despotricaba sobre su 《don》.

“¿Eh…?”, dejó escapar, desconcertado, antes de que su rostro se ponga rojo de la vergüenza y empezara a agitar los brazos y manos por doquier. “¡L-Lo siento, me pongo así cuando escucho sobre 《dones》 y…!”, se calló cuando Monoma tuvo que reírse fuertemente.

“¡Ciertamente, eres interesante, Midoriya-san!”, exclamó con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo que Kendo asienta levemente.

“S-Sí, no te preocupes, no me molesta para nada. Al contrario, es bueno que te molestes por anotar las fortalezas y desventajas de las 《peculiaridades》 ajenas”, dijo la chica con un ligero rubor controlado en sus mejillas.

“¿Y cómo saben que…? Oh, cierto, murmuro”, comentó con un leve suspiro. “A-Aun así, lamento haber hecho eso, soy un poco entusiasta con las 《peculiaridades》…”, se disculpó nuevamente, no estando seguro de si a ellos le importaba que murmure realmente o no.

Teniendo en cuenta de que todos en 《Aldera》 lo han catalogado como un rarito o pervertido por su extraña afición de anotar las 《peculiaridades》 de los demás. Diablos, incluso, le dijeron que era un “futuro villano” porque anotaba sus debilidades a la hora de usar sus 《Quirks》.

Entonces, esto le parecía raro. ¿Dos chicos que veían su pasatiempo sin asco o repulsión? Eso era nuevo, sinceramente…

Y no estaba del todo acostumbrado.

“Bueno, bueno, ¿puedes hacer lo mismo conmigo?”, preguntó Monoma señalándose a sí mismo. “Mi 《Quirk》 me permite duplicar y usar el Don de otra persona después de entrar en contacto físico con otra persona. Sin embargo, solo tengo solo cinco minutos para usarlo, y soy capaz de copiar hasta cuatro dones. Pero solo puedo usar uno a la vez”, explicó, haciendo que Kendo lo mire con ligera preocupación.

Han sido compañeros desde el jardín de infantes y es, básicamente, un amigo cercano con el que compartió momentos en la escuela que prefiere olvidar por su actitud, mayormente, pedante. Sin embargo, sabe lo que el chico pasó en su vida; los dos han pasado por situaciones de burla por sus 《dones》, pero, mientras ella los ignoraba y crecía con su fuerza propia, Monoma se dedicaba, fervientemente, a demostrar lo equivocados que estaban con su persona. La sociedad siempre cataloga a la gente superficialmente por los 《Quirks》, y tampoco es que hayan sido suaves precisamente con su amigo por copiar dones.

Había veces en las que se pasaban mucho por ser inútil sin la presencia de otra persona. La gente era demasiado mala cuando querían.

“¡Oh, vaya, es genial!”, exclamó el pecoso, moviendo su lapicero entre sus dedos, antes de tocarlo con su barbilla. “Eso abre demasiadas posibilidades interesantes. Si bien eres capaz de activarlo con el contacto físico a través de una persona, tendrías que averiguar qué tan específico puede ser ese contacto. Quiero decir, ¿podrías activarlo a través de materiales biológicos indirectos como la sangre, cabello o células vivas desparramadas por ahí? Quizás, con suficiente entrenamiento, seas capaz de hacerlo. Aunque, también, podría ser interesante prolongar tu uso del 《don》. ¿No limitarte a uno a la vez, sino que, quizás, activar múltiples a la vez? ¡Oh, puede ser que, con un entrenamiento específico, puedas activar tu 《peculiaridad》 con solo ver a la persona y sabe su 《don》! Aunque eso sería demasiado complicado o imposible ponerlo a la práctica, por lo que estaría descartado por el momento. Es muy fantasioso. Sin embargo…”, la velocidad con la que murmuraba y anotaba era digna de estudio.

Monoma no pudo evitar reír un poco ante su entusiasmo y, al ver que la tonalidad de su rostro cambiaba abruptamente al quedarse sin aire poco a poco, le dio un ligero empujón, lo que ocasionó que recordara como respirar, haciendo que sus pulmones lo agradezcan profundamente.

“O-Oh, l-lo siento. Gracias por recordarme que tengo que respirar” comentó Midoriya con un suspiro, mientras que Monoma mantuvo una sonrisa ligera.

“No te preocupes, Midoriya-san”, expresó, mientras que Kendo suspiró un poco más cómoda.

“En serio, ¿te olvidas de respirar o algo por el estilo?”, se preguntó la chica con una ligera sonrisa, lo que hizo que el pecoso sonriera un poco apenado.

“S-Sí, algo así”, tuvo que responder riendo un poco, mientras que los otros dos también lo hacían.

Izuku no supo qué era este sentimiento de ligereza en su pecho al estar hablando con dos personas que, ahora, eran conocidos. Sus nombres no se despegaban de su cabeza, indicando que quería recordar todo lo que pueda saber sobre ellos. Los tres, hablando, como si fuesen amigos, lo hizo sentirse cómodos.

Amigos.

Era una palabra demasiado usada, y que, hasta hace años, no encontró un verdadero significado para ella, si era completamente honesto. Todo lo que conseguía era gente que lo lastimaba de todas las maneras posibles, burlándose o sembrando inseguridades en él que, hasta el día de hoy, persisten, como una mala hierba que nunca termina de marchitarse o morir. Ese simple hecho lo hizo sentirse dudoso mientras hablaba con ellos.

¿Estaban fingiendo ser su amigo para hacerle algo? No tenía valor como 《Quirkless》 tramposo, entonces, debía de ser eso.

¿O podían estar siendo genuinos con él, realmente queriendo establecer un vínculo? No lo sabía, pero tampoco podría estar seguro.

Por ahora, decidiría dejar un lado esos pensamientos pesimistas a un lado.

Quería, por lo menos, disfrutar del momento ahora mismo.

Aunque sepa que no dure mucho.

Chapter 8: Capítulo 7: Conociendo a la Clase 1-B (2/2)

Summary:

Aunque consigue conocer a sus compañeros, Midoriya tiene dificultades para adaptarse por sus vivencias en 《Aldera》. Poco confiado e inseguro, sigue adelante con las pruebas de campo que el profesor preparó.

Chapter Text

 


Las pantallas desplegaron diferentes imágenes al azar, con una relación inconexa entre todas ellas. Su luz lo cegaba con ligereza, mientras que el profesor resoplaba con ligero cansancio en su rostro. Sus dedos juguetearon en el mango de su taza que mantenía las palabras “El mejor papá del mundo”. Fue un regalo de uno de los estudiantes graduados hace tiempo y, aunque lo reniegue con notable fuerza, sabe que le es imposible no esbozar una sonrisa ante ese hecho. Muchos en la academia de héroes lo conocían por ser una especie de padre con sus alumnos, y con los de la clase 1-B no sería menos.

Su estilo de dar clases siempre se basaba en hacerles dar lo mejor de sí mismos y alcanzar su mejor rendimiento, dándoles apoyo constante y tratar de empujarlos a exprimir su máximo potencial juvenil. Después de todo, aún tienen demasiado futuro por delante, por lo que no le sorprendería el hecho de que puedan llegar al top diez si se lo proponen en algún momento de sus carreras. No espera que salga el próximo “símbolo de la paz”, pero le gustaría que puedan hacerse héroes de lo que sentirse orgulloso de haberlos visto crecer, con errores y aciertos, claro.

Suspiró suavemente, rascándose el cabello. Realmente, y aunque niegue serlo, parecía más un padre, viendo a sus hijos pedalear en una bicicleta por primera vez. Dejó escapar un bufido divertido, mientras sus ojos escaneaban los píxeles que aparecían en la pantalla, moviéndose y apareciendo explosiones de manera ocasional.

Muchos dicen que, para ser un buen profesor, tienes que entender a tus estudiantes antes de tiempo. Él no creía mucho en eso hasta que aceptó el trabajo, y debe de decir que es demasiado útil saberlo. Este examen de admisión era muy interesante por todos los lados, especialmente por el simple hecho de que, además de evaluar sus respuestas en la parte escrita, también eran capaces de ver las repeticiones de las cámaras de la prueba. Arrugó los papeles con su otra mano, tomando un lapicero y anotando algo en uno de sus cuadernos.

“El entrenamiento que puede hacer para mejorar su 《don》 , sería…”, ha estado en ese modo durante más de una hora, recolectando información para mejorar sus habilidades y tapar sus debilidades para que sean virtudes.

Además, viendo sus expedientes, notas, y comentarios de sus profesores a la hora de que Nezu les entregara los formularios, han podido saber bastante más sobre sus alumnos. Conocerlos mejor es un signo de que quieres saber sobre ellos; entenderlos por si tienen alguna situación en el pasado que se avergüencen de hablar o no tengan muchas ganas de hacer. Ya saben, para tener un mínimo de tacto sobre la situación. A raíz de eso, ha logrado entender bastante de los comportamientos de sus estudiantes, mientras que escribe entrenamientos especiales para ellos a la hora de mejorar su 《don》.

Y, luego, llegó hasta él estudiando número veintiuno de la lista. El último, y el que fue convencido por Vlad King para tomarlo bajo su capa protectora.

Midoriya Izuku ”, leyó la tapa del expediente, mientras que abría el mismo. A diferencia de los demás, este chico no tenía mucha información disponible. Supuestamente, hubo profesores que se negaron a dejar comentarios sobre el chico.

Pasó sus dedos sobre el arrugado papel, viendo sus promedios en las hojas, mientras que bebía un poco de su adorado y caliente café, que inyectaba a su sangre con el tope de cafeína. Esto afectaba un poco a su 《don》 , pero no era nada alarmante. Su sangre salía más rápido, y eso era todo lo que necesitaba saber. Las hojas crujieron, dejando notar su presencia por toda la sala en silencio, mientras que el héroe profesional mantenía la mirada de izquierda a derecha, leyendo la mayoría de los documentos que tenía su poder.

“Era un alumno muy educado, y sacaba buenas notas en todo. ¡Nunca pensé que pudiese entrar a la U.A., pero es un orgullo para mí haberlo tenido aquí en su momento!”, escribió una de las profesoras de un jardín de niños, habiéndolo tenido cuando era un pequeño renacuajo.

“¿Midoriya Izuku? Nunca ha resultado mucho como su hermana lo hace. Se mantiene al margen de las cosas y no habla mucho. Creo que es un poco antisocial”, explicó un adulto de la escuela 《Aldera》.

“Como director, estoy orgulloso. Tres de nuestros mejores alumnos llegaron a ingresar a la mejor academia de héroes. No hay mucho que decir, sinceramente. Izuku Midoriya es Izuku Midoriya, pero sus otros dos compañeros son…”, Vlad tuvo que fruncir el ceño ante el despotricamiento del director en toda la hoja.

Estaba hablando más de Katsuki Bakugo y su asombroso 《don》 de explosiones, o de la hermana mayor que mantenía una gran 《peculiaridad》 de fuego. Sin embargo, la única mención que tuvo el pecoso fue al inicio y final de la página, donde decía que fue un gran alumno y cosas así. Eso ya lo sabía. Después de todo, sus notas hablaban por sí solas, si era totalmente sincero en ello. Aunque las del apartado físico lo hicieron sentir extrañado. No eran las mejores, claro está, pero tampoco eran malas. Decentes a lo mucho.

Sin embargo, terminaron por dispararse en el último año, en un lapso de cinco meses antes de terminar sus estudios. Eso le hizo levantar una ceja levemente, mientras se preguntaba la razón. Vio las pantallas, notando como se lanzaba a la prueba para buscar a los robots. Los rayos verdes emergían desde el fondo de su cuerpo, mientras corría más rápido que una persona promedio. Eso lo hizo sentir desconcertado al respecto. ¿Por qué sus notas se dispararon en los últimos días si su 《don》 era increíblemente físico? Sabe que no lo controla del todo, pero tenía algo de control sobre él.

¿Entonces?

Sus ojos se desviaron levemente hacia arriba, viendo sus características. Su nombre, los progenitores, parientes, etc. Sin embargo, cuando sus ojos encontraron el apartado de su 《peculiaridad》 , tuvo que arquear una ceja. Estaba escrito algo con rotulador, teniendo la letra de Nezu en ella. Entrecerró los ojos y afiló la mirada con fuerza, tratando de leer con la luz de las pantallas siendo su única fuente de luz disponible en estos momentos.

“Despertar de 《don》 tardío”, bueno, eso explicaba muchas cosas, si se lo ponía a pensar. Es más, tuvo todo el sentido del mundo, ahora que ponía esa ecuación a la fórmula. Sin embargo, jamás esperó que fuese a tardar demasiado en aparecer. Usualmente, el tiempo varía en la persona, pero unos tres o cuatro años máximos era lo máximo, siendo siete años el récord mundial.

Entonces, ¿este niño estuvo sin una 《peculiaridad》 durante nueve años en toda su vida, pensando que era 《Quirkless》 ? Primero que nada, era triste. Luego, ¿por qué nadie estaba hablando de este hecho? Literalmente rompió un récord mundial, así que, el simple hecho de que pueda mantenerse adelante luego de ser 《Quirkless》 la mayor parte de su vida, lo hizo esbozar una ligera sonrisa.

Aizawa decía que era mejor mandarlo a cursos generales, debido a que era un poco egocéntrico al no entrenar su 《peculiaridad》 , pero, al ver estos documentos, ahora todo parecía tener el mayor sentido del mundo. Además, al ver su poder, era demasiado comprensible ese hecho. Era algo acumulativo, por lo que no podía simplemente usarlo hasta que tomara la suficiente energía. Eso, como siempre, no tenía nada fuera de lugar. Aunque el 《don》 era diferente al de sus padres, no importaba; había demasiada gente con poderes inconexos con su línea sanguínea. Sin embargo, tuvo que cerrar las persianas de sus párpados, mientras pensaba un poco más que de costumbre.

Era un poco antisocial, por lo que se le dificultaría el hecho de tener amigos. Al menos, eso pasaría si es que él se acerca a hablar con alguien. Conociendo la situación de los 《Quirkless》 en Japón, no le extrañaría que no hubiese tenido demasiadas amistades. Pudo verlo en varias situaciones en su estadía como héroe profesional, encargándose de varios casos que deseaba no haber visto. Si bien, en Japón, la gente sin ningún 《don》 era baja, no terminaba por ser algo fuera de lo común. La estadística lo decía, después de todo.

Pero, si es verdad que su 《Quirk》 despertó de manera tardía como sugería Nezu, entonces tuvo que sufrir cosas parecidas como los casos que decidió tomar bajo mano propia, lo que provocó que frunciera el ceño. Tenía mucho trabajo para hacerlo un gran héroe, pero debía de fortalecer sus seguridades y tratar de superar las adversidades de sus actitudes poco sociales junto a él, para darle la confianza suficiente.

Anotó cosas en una libreta, mientras los entrenamientos que les iba a dar a cada uno estaba adaptado para su 《Quirk》 de una u otra manera. Eso, y quizás pedir algunos consejos de Hound Dog , el psicólogo de la U.A. para hacer que se sienta más cómodo en su estancia aquí. Al menos, eso esperaba, aunque sea complicado que se termine abriendo con ellos con completa sinceridad. Quizás tarde un tiempo, pero esperaba que su alumno pueda abrirse y hablar de sus problemas, aunque no sea fácil el camino, lo intentará con todas sus fuerzas. Después de todo, esa es su labor como profesor y héroe profesional.

Se sentiría un fracaso al ver que uno de sus pupilos sufre internamente por problemas de autoestima o algo similar.

Después de todo, el chico era su retoño.

De todos modos, tenía mucho trabajo por delante, y estaría encantado de hacer lo posible para darles a sus retoños una educación digna, a la altura de las expectativas que se tenían de ellos.

Aunque no lo admita, parece un padre.


La luz de mañana vibraba por todos los rincones de las clases, mientras que Monoma se recostaba en su asiento, esperando a que más gente llegue a las puertas de la Clase 1-B. Ya estaba empezando a ser el horario para que todos hayan llegado a su primer día en la U.A. y, sin embargo, aún había asientos vacíos los cuales llenar. El rubio dejó escapar un pequeño suspiro mental, observando todo a su alrededor con sus ojos analíticos y agudos, mientras que su cabeza comenzaba a maquinar con precisión y rapidez. Viendo a su alrededor, Kendo estaba allí, sentada en las filas de adelante, en medio de todos los demás asientos.

Era una gran amiga cercana, pero no iba a mentir conque era aterradoramente fuerte en todos los sentidos; mental y físicamente era demasiado para cualquiera, y él lo sabía mejor que nadie. Aún recuerda cuando visitó su dojo familiar en una visita a su casa, y terminó con un dolor enorme en la espalda debido a una llave de judo por parte de ella en un pequeño entrenamiento de práctica. Eran casi como hermanos, pero esa llave lo hizo sentirse adolorido por semanas, e incluso pudo sentir que sus huesos lloraban y crujían todo el tiempo. Por eso la respetaba bastante. Era demasiado fuerte físicamente, disciplinada y amable con todo el mundo.

Aunque era demasiado protegida por su padre, quien la mantiene alejada de cualquiera que no considere buena persona. Diablos, incluso la sacó de un club al que ella se unió con la excusa de “protegerla”. A veces, eso apestaba, pero tener a Kendo aquí era una gran noticia; sería una gran presidenta si se lo proponía, y no podía pensar en elegir a nadie más para el puesto si es que aquí también lo hacían, aunque no era poco probable si le preguntaban.

Este era Neito Monoma. Un chico que, sinceramente, le gustaba mucho pensar a futuro sobre las cosas. Ver a Kendo como la presidenta y representante de clase, ser los mejores de esta academia, verse a él estando en el top diez del ranking de héroes, pensar en un nombre para su agencia, su traje de héroe, etc. Todo lo tenía previsto, y siempre salía, mayormente, como él quería. Bueno, no todo, es más como tirar una piedra a un lago y esperar a que pueda saltar. Esa era su manera de “pensar en el futuro”. Había veces que funcionaba, y otras que no. La abundancia de las negativas eran abrumadoras y preocupantes, pero no importaba demasiado.

Sin embargo, había alguien quien no podía pensar a futuro. Observó de reojo al peliverde, sentado, con una mirada nerviosa en su rostro, mientras trataba de calmarse al dibujar algo en su cuaderno. Sinceramente, no sabe cómo leerlo. Por lo poco que han podido hablar para ser el primer día, ha sido bastante capaz de leer su 《don》 y dar un par de ideas interesantes para poner en práctica, al igual que con Kendo. Pero, viéndolo más detalladamente, parece ser una de esas personas introvertidas que es incapaz de comunicarse correctamente, o hacer alguna amistad.

Lo entiende. Es difícil congeniar con la gente, y más cuando él tiene un 《don》 que muchos catalogan de villano, lo cual no comprende. Por eso, les hará comer sus palabras a futuro.

Volviendo al punto, Izuku Midoriya no era confiado en lo más mínimo sobre su control del 《Quirk》, pero eso no le evitó preguntarse cuál era la razón detrás de ello. Además, al verlo mejor, su actitud no era más que una nerviosa o tímida al hablar con gente. Casi rozaba el punto de sumisión, como si fueran sus dueños. No creía que tenga un fetiche, por las cicatrices que tenía su mano derecha. Esas heridas, incapaces de abandonar la piel de manera natural, se mantienen como un signo de lucha, avance o algo más profundo. Sinceramente, no era una especie de psicólogo o algo por el estilo. Sin embargo, había algo en él que denotaba más de lo que aparentaba.

Hubo historia que no sabía, pero que, de alguna manera, debía de estar relacionada con esas heridas y actitudes nerviosas.

Eso, o venía de familia; era probable.

Viendo alrededor de la clase, donde la mayoría se mantenía en un cómodo silencio, pudo ver varias caras nuevas que serían sus compañeros desde ahora en adelante. Un chico con el cabello blanco y la totalidad de su cuerpo era un azabache permanente, una chica con rasgos de caballo y cuernos que, por algún motivo, hablaba inglés. Una chica del extranjero, supuso. Otra chica con cabello bob con forma de hongo de color marrón, bastante pequeña y cubriendo sus ojos con su pelo. Una chica con pose de fantasma, por algún motivo. Otra persona con temática de manga en su cabeza, lo que lo hizo ser realmente interesante para Monoma.

Le extrañaba el hecho de que Midoriya no hubiese saltado con emoción al verlos y preguntar sobre sus 《peculiaridades》. Ya sabes, para brindarles consejos y eso. Supuso que su timidez era de un rango abismalmente alto.

Volviendo a los estudiantes, también hubo una chica de cabello verde con vides imitando su pelo, un chico apuesto de cabello negro manteniendo una mirada seria al frente. También hubo otro chico de cabello azabache atado en una coleta, y a su lado se mantenía un joven con su cabello con puntas de tonalidad beige, con sus dientes expuestos. Detrás de Monoma, en la fila del final, había un chico de cabello marrón con ojos saltones. Sin embargo, hubo uno que sobresalía de entre todos; un chico con cuerpo de armadura amarilla, lo que le hizo suponer que era una mutación en su cuerpo para usar su 《don》.

Acomodándose los lentes, hubo un joven con rasgos de bestia, manteniendo una presencia modesta, elegante y muy refinada. Demasiado educado a la vista. Y, por último, hubo un chico un poco subido de peso de cabello azul gris, que mantenía la mirada como si estuviera pidiendo disculpas o algo así. Sinceramente, Monoma no tenía ganas de describirlos a todos; sería una pérdida de tiempo para él, aunque para Midoriya sería demasiado bueno tenerlos a todos con un dibujo en su libreta; dibujaba demasiado bien, tanto, que pondría al chico con rasgos de manga interesado en hacer un manga.

Tenía un 《don》 que tenía que ver con eso, ¿no? Por lógica, debería de saber dibujar bien. Bueno, eso sonó un poco raro, ¿no? Es como decirle a un tipo con rasgos de pescado si sabía pescar o algo así.

Mejor lo dejaba como un pensamiento pasajero y nada más.

Su tren de pensamiento se vio directamente estropeado, cuando la puerta del salón terminó por abrirse con una gran energía.

“¡Llegamos a nuestra clase!”, exclamó Tetsutetsu, entrando por la gran puerta con una sonrisa dientuda en el rostro. Detrás de él, Setsuna lo observó con una mirada cansada, al igual que Awase.

“Amigo, en serio, aprecio el entusiasmo, pero ¿no puedes bajar los humos un poco? Me vas a avergonzar llegados hasta este punto…”, comentó Awase con un suspiro levemente aturdido por la emoción de Tetsutetsu.

Desde que atravesaron la puerta de la U.A., Tetsutetsu ha estado despotricando, con emoción y una sonrisa permanente en su rostro, lo contento que estaba por tener a tres grandes compañeros en la misma clase. No lo malentiendan, Awase estaba realmente contento por tener a dos amigos de la escuela con él en una de las mejores escuelas de superhéroes del mundo y de Japón. Sin embargo, y quitando lo habladora, confiada y provocativas que era su compañera Tokage Setsuna, Tetsutetsu era arena de otro costal. Era un poco tonto, pero mantenía una humildad muy alta, sin embargo, su extrema capacidad para exclamar en todo momento le daba dolores de cabeza.

“Aw, mírenlo, pobre Awase, ¿tienes miedo de atraer atención, cariño?”, le preguntó Setsuna con un dejo divertido, haciendo que el chico ponga los ojos en blanco al instante.

“Por favor, cállate antes de que te termine soldando a Tetsutetsu todo el día”, comentó, haciendo que la chica se estremezca levemente con un ligero tick en la ceja.

Amenaza captada”, levantó las manos a modo de defensa.

El chico de cabello grisáceo rio ligeramente ante ello, no sin antes darle un vistazo general a toda la clase. Algunos los veían con curiosidad, otros pasaban de él, pero alguien captó su atención y tuvo que poner una sonrisa dientuda en su rostro. Esos cabellos verdosos desordenados, escribiendo algo en una con una mirada concentrada en ello lo hicieron encender su bombilla con una gran luz.

“¡Oh, Awase, mira, ahí está nuestro amigo que rompió al cero puntos!”, exclamó con vehemencia Tetsutetsu, caminando con decisión hacia el banco de Midoriya.

Monoma, quien estaba escuchando toda la conversación, tuvo que arquear una ceja con ligera sorpresa plasmada en su rostro. Sabe que Midoriya Izuku estaba guardando secretos, y escuchó por parte de algunos participantes al salir que un tipo loco saltó contra el cero puntos y lo voló de un solo puñetazo, rompiéndose las extremidades en el proceso.

Oh, espera. Entonces, ¿el niño tímido, nervioso y con problemas para socializar tiene un 《don》 lo suficientemente fuerte como para destruir a un robot gigante en una prueba de admisión, pero se aterra al tener que hablar con una persona de su edad? Diablos que es confuso.

“¡Oh, es Midoriya-san!”, dijo Awase con una sonrisa en su rostro, acercándose al banco del peliverde, quien estaba absorto en su libreta, escribiendo algunos pensamientos personales sobre algunas cosas.

Los ojos del pecoso vagaron por las páginas de su cuaderno, leyendo las líneas que había escrito con anterioridad, detallando todo lo que podía sobre los 《Quirks》 de Monoma y de Kendo, tratando de analizarlos en su mayoría para tener un consenso mucho más general. Usualmente, hacer esto lo calmaba, pero teniendo en cuenta de que estaba en U.A., la mejor academia de Japón y, probablemente, del mundo, lo hizo sentir extraño; era como si estuviera anotando sus debilidades para aprovecharse de ellas en algún momento, lo cual, si bien era cierto, no era para un fin malévolo o parecido; era para darles consejos.

Claro, si su inseguridad se lo permitía, en primer lugar.

Tuvo que abandonar su línea de pensamiento cuando pudo sentir una leve palmada en su espalda. Parpadeó un momento, antes de cerrar, de inmediato, la libreta de apuntes para el futuro. Suspiró levemente, manteniendo los nervios al mínimo posible, mientras alzaba la mirada. Tetsutetsu lo estaba viendo, con una sonrisa dientuda en su rostro. Midoriya tuvo que parpadear un poco, antes de sonreír ligeramente. Los nervios aún lo acribillaban, y la timidez tampoco es que fuese a flaquear en esos momentos puntuales, pero iba a intentarlo, de todos modos.

“H-Hey, eres el que me ayudó en la prueba de admisión…”, dijo Izuku en un tono un poco más bajo, no queriendo llamar demasiado la atención en estos momentos. “G-Gracias por eso, de todos modos”.

“Solo queríamos hacer lo correcto, aunque tuve dudas al inicio”, mantuvo su sonrisa fresca como una lechuga, antes de reír de manera leve. “¡Debió de ser doloroso lo de tus piernas y brazo!”, exclamó, antes de hacer que el pecoso se encogiera en su sitio.

“N-No lo digas tan alto…”, susurró con pena en su voz, mientras que Awase se ponía al lado del chico enérgico, y le daba un ligero codazo en el costado.

“Discúlpalo, Midoriya-San. Tetsutetsu no sabe regular su emoción”, comentó, haciendo que el chico de cabello grisáceo se rasque la nuca con ligera pena en su expresión.

“Y-Ya veo”, luego, la realización lo golpeó, “¿Cómo sabes mi apellido? No recuerdo haberlo dicho…”.

“Bueno, Kodai-san nos dijo tu nombre después de que te desmayaste. Luego vino Recovery Girl, y el resto es historia”, le restó importancia mientras ladeaba la mano con suavidad.

“Oh, bueno, eso tiene sentido…”, tuvo que admitir, un poco menos encogido en su sitio.

Antes de que pudiera decir algo, una presencia extra se sumó a la conversación. Se cernía en frente de él, con su cabello verde musgo, con una mirada levemente curiosa, pero denotando un tono juguetón y divertido en todos lados. Se mantuvo así, antes de sonreir, mostrando una leve hilera de dientes afilados. Tetsutetsu también los tenía, ¿qué pasaba con la dentadura de tiburón? ¿Todos la tenían o algo así? Tuvo que reírse mentalmente ante eso. Sería interesante tener en cuenta cómo es que sus cuerpos se adaptaron para ser capaces y eficientes de usar su 《don》 de manera práctica.

“¡Vaya, así que era tú del que tanto hablaba Tetsu!”, sonrió, aun con la hilera de dientes en sus labios. “Además, somos compañeros de cabello verde. Dulce”, admitió, extendiendo su mano hacia Midoriya. “Soy Tokage Setsuna, verdecito”, tarareo, guiñando un poco su ojo, provocando un sonrojo en el rostro del pecoso.

“E-Eh, um, b-bueno, u-un gusto, Tokage-San. S-Soy Midoriya Izuku, es un gus… to”, con nerviosismo tomo su mano, estrechando la misma con ligereza. Al poco tiempo, sintió que, mientras se presentaba, algo andaba mal. Miró la mano de la chica, notando algo que lo congeló en su sitio.

Su mano estaba separada de su cuerpo y, por el cómo sentía que la fuerza de su agarre no se aflojaba, tuvo que ser su 《peculiaridad》 funcionando.

Pero eso no le quitó el susto inicial, quedándose helado viendo como Setsuna se aguantaba la risa, y los dos chicos le daban una mirada compasiva al pobre muchacho.

“¡Oh, lo siento, cariño; creo que me pasé!”, comentó con cierta gracia, haciendo que su mano saliera del apretón de manos del chico y volviera a colocarse en su sitio, sonriendo ampliamente. “Será divertido conocerte, Mido-chan”, tarareo con cierta diversión, desapareciendo para animar a los demás estudiantes y conocerlos.

“Así es Setsuna, Midoriya-kun. Es una bromista en carne y hueso”, le advirtió Awase. “Fue suave contigo. Literalmente, cuando la conocí, tropezó conmigo y despegó su cabeza de su cuerpo. Luego se burló de mí por cuatro clases seguidas. Ella es así, pero es buena persona”, le comentó el chico de bandana con una leve sonrisa.

“¡Sí, así es Setsuna! Aunque sea muy burlona, es buena persona. Sin embargo, sus métodos para hablar con la gente son… Curiosos”, se pudo escuchar un pequeño chillido, notando como Kendo pasaba por la misma terapia de shock al experimentar su cabeza caer como si nada. “Así es ella; se burla de todos cuando puede y cuanto quiere. Pero es buena persona”.

“¿A-Algo más que deba de saber?”, preguntó Midoriya, recomponiéndose en su asiento con una mirada mareada. Es verdad que su 《don》 era muy interesante, y descubriría el mismo al pasar de la clase.

Tetsutetsu y Awase se miraron a los ojos por un momento, antes de pensar seriamente en sus palabras a la hora de hablar de su amiga de toda la vida. Ambos chasquearon y abrieron los ojos, antes de señalar al joven peliverde de pecas.

“Es buena persona”, repitieron al unísono.

“… Ya dijeron eso”, el chico suspiró de manera cansada, mientras que los dos se reían entre dientes.

“Lo sabemos, pero no podemos decir cosas buenas de ella. Tienes que descubrirlas por tu cuenta, aunque puede llegar a ser un polo opuesto contigo”, señaló Awase, provocando que Izuku asienta suavemente, entendiendo el punto. Luego de eso, miró al chico, antes de proseguir a buscar, con Tetsutetsu, un asiento libre.

El pecoso suspiró en su asiento, sintiendo que los nervios y la ansiedad lo quemaban poco a poco desde abajo. Aunque la clase estaba un poco más animada a charlar y presentarse a su alrededor, Izuku realmente no quería presentarse más allá de algunos que se acerquen hacia él. No era bueno empezando a hacer amistades porque, bueno, jamás pudo hacer alguna exceptuando a Kacchan, pero entendían el punto. Tetsutetsu, si bien no exclamaba las cosas con la intención de hacer que la atención lo rodee, sentía que las miradas, ocasionalmente, se cernían sobre su presencia.

Se tuvo que encoger en su asiento, gimiendo mentalmente de vergüenza. ¿Por qué no podía simplemente pasar desapercibido en una escuela como la U.A. y más en su primer día? Pensaba que dios lo odiaba. Sí, debía de ser eso, ¿quién en su sano juicio le daba una vida 《Quirkless》 para, luego, darle el poder del héroe número uno de Japón, romperse los huesos en la prueba de admisión y tener que ocultar esto a todos sus allegados? Se estaban mofando de su sufrimiento, tuvo que suponer. En algún lugar del vasto universo, alguien lo estaba haciendo. Estaba seguro de ello.

En otras noticias, si el 《don》 de Tokage Setsuna era poder separar partes de su cuerpo, eso la colocaba como alguien terriblemente versátil en todos los sentidos, ¿no? Oh, definitivamente tendría que anotar eso en su cuaderno más tarde, para tener constancias sobre cómo puede sacarle más provecho al mismo, aunque, pensándolo bien, ¿qué cambio podía hacer realmente un chico 《Quirkless》 que obtuvo el suyo hace un tiempo atrás? Era un poco hipócrita, ¿no? Él nunca obtuvo ninguno hasta que alguien le dio ese regalo. ¿Qué cambio podía hacer realmente hacia una persona que manejaba su 《don》 desde toda la vida?

Ninguno. Al menos, eso pensaba.

Desde que tiene memoria, nadie ha logrado apreciar lo que escribía en sus apuntes para el futuro, además de su hermana y madre. Sin embargo, todos los demás lo consideraban un rarito de closet. Incluso Monoma y Kendo debían de hacerlo, solo manteniendo una fachada de caerle bien al ser su primer día, ¿no? Eso lo hizo sentirse decaído casi al instante. Sí, debía de eso, ¿verdad? No había forma que alguien ajeno disfrute de su rareza a la hora de analizar 《dones》 ajenos y anotar sus debilidades, además de dibujarlos de vez en cuando. Sí, era aterrador y muy pervertido. Quizás, los estudiantes de 《Aldera》 tenían razón.

Solo era un rarito pervertido y nada más.

La puerta de la clase, una vez más, se abrió, dejando ver a los dos últimos estudiantes que faltaban.  Uno de ellos era un chico de piel amarillenta con un mohawk verde, quien dejó escapar un bufido ante toda el bullicio que había en la clase donde todos se presentaban con los otros. Con cara de pocos amigos, se sentó en uno de los lugares libres. La otra persona que faltaba, en cambio, mantuvo su neutralidad en todo su rostro, viendo a la chica de cabello anaranjado a quien saludó con una energía poco notable debido a su máscara de neutralidad total. Kendo le sonrió, devolviendo el saludo.

“Kendo”, saludó Yui en un leve susurro bajo, mientras que la chica se levantaba de su asiento y le daba un leve abrazo.

“¡Dios, hace tiempo que no nos vemos!”, comentó Kendo con una emoción palpable en su tono. Su sonrisa estaba marcada en sus rasgos faciales.

“Nos vimos la semana pasada”, dijo con neutralidad la chica de cabello negro. Su tono, aunque audible, permanecía siendo un murmullo casi silencioso.

“Oh, cierto”, se rio entre dientes con un leve rubor avergonzado en su rostro. Yui dejó escapar un murmullo silencioso, pero contento, aunque no la escuchó casi nadie.

Las dos amigas de toda la vida se sentaron en unos bancos cercanos, mientras que empezaban con una charla, aunque era más por parte de Kendo, debido a que Yui murmuraba o asentía en respuesta. Parecía ser que se conocían desde antes de ingresar a la U.A. y, quizás, eran mejores amigas por la manera en que tenían confianza de llamarse sin los honoríficos correspondientes. De todos modos, Izuku no pudo evitar sentirse contento por Yui, debido a lo cómoda que se sentía hablando con Kendo. Se quedó absorto en su mente, viendo hacia la nada, pensando en cuánto ha pasado desde que tuvo una charla de amistad con un conocido.

Ahora que recuerda, no ha tenido ninguna.

Los pasos pesados retumbaron por los pasillos, antes de que los alumnos se quedaran callados a los pocos minutos de haber llegado todos al salón de clases. La puerta se abrió, dejando pasar al héroe que los iba a enseñar. Sus dientes, cabello blanco y su cuerpo trabajado dejaban un aire de imponencia, fuerza y respeto en todos los aspectos. Su mirada seria los hizo sentir a todos un poco nerviosos, aunque Izuku parecía haber estado en un nuevo estado de nervios y ansiedad.

“Bienvenido a la academia U.A., mocosos. Yo soy el héroe profesional, Vlad King, y seré su tutor en todos estos años para formarlos como héroes profesionales”, expresó, haciendo que la mayoría asienta con la cabeza. “Bien. Yo ya los conozco por sus informes, pero me gustaría que ustedes se conozcan más a fondo. Digan su nombre y 《Quirk》. Pueden presentarse a toda la clase; tenemos tiempo antes del discurso del director Nezu”, señaló, antes de que el chico bestia alzara la mano con ligereza.

“¿Y no sería bueno también decir nuestros gustos o disgustos?”, preguntó, a lo que Vlad King ladeo la cabeza a un lado.

“No es necesario, pero háganlo si quieren, aunque yo, en lo personal, no lo haría. Después de todo, se irán conociendo con el tiempo, y sería mucho más natural ir congeniando entre todos de manera orgánica”, expresó el profesor, haciendo asentir al estudiante.

Esto, realmente, traía varias ventajas que no mucha gente aprecia o habla lo suficiente. Principalmente, fomenta la conversación y desenvolverse naturalmente entre ellos. Podría ser que revelar los gustos y disgustos pase lo mismo, pero el conocerse poco a poco era esencial para que ello ocurra, y por ello existe los otros puntos. Al no saber nada, fomenta la curiosidad entre compañeros sobre conocer más de la persona, y crea una conexión más genuina. Aunque, bueno, eso pensaba Vlad.

Aprender poco a poco y no con algo de información era lo que mejor le gustaba. Podrías evitarte un par de problemas al hacer algo que no le guste a la otra persona, pero para eso era formar una conexión; conocerla más y más, lo que fortalecía todo lo demás y podías ser capaz de entender todo lo que le gusta y disgusta. Esto era lo que proponía; naturalidad y actitudes genuinas, haciendo sentir a los demás en un ambiente cómodo para hacer que se relacionen y logren congeniar mejor de lo esperado.

“Con eso ya dicho, empecemos por…”, se quedó viendo a cada uno, antes de señalar al chico de cabellera rubia. “Vamos contigo, Monoma”.

“Oh, vaya no esperaba ir primero”, tuvo que reprimir una risa con leve arrogancia. “Bueno, me llamo Neito Monoma. Mi 《don》 se llama ‘Copy’, lo que me permite copiar el don no mutante de cualquier persona por cinco minutos”, comentó el rubio, haciendo que los demás intercambien miradas curiosas. El profesor dirigió su atención hacia Kendo.

“Yo sigo, supongo”, dijo la chica de cabello anaranjado, suspirando un poco. “Soy Itsuka Kendo, y mi 《Quirk》 es ‘Big Fist’. Puedo agrandar mis manos a voluntad, lo que me permite aumentar mi fuerza y potencia en combate”, Izuku ya sabía esa información, pero, por si acaso, sacó su cuaderno para anotar las peculiaridades de los demás.

Y anotar sus nombres de paso. Podía ser bastante olvidadizo.

“Si se me permite, me gustaría proseguir”, dijo el chico con aspecto monstruoso, pero educado. Ajustó sus lentes con suavidad. “Mi nombre es Jurota Shishida, y mi 《Kosei》 es ‘Beast’. Puedo transformarme en una criatura bestial, aunque pierdo algo de control al utilizarlo, por lo que pediré disculpas por si termino provocando daños colaterales a mis compañeros”, expresó, mientras que Midoriya anotaba en su libreta.

Jurota era un joven alto con una apariencia muy bestial debido a su cabello peludo, castaño, hasta la barbilla, la barba y el pelaje que cubrían la mayor parte de su cuerpo. Tenía dientes afilados y su mandíbula grande sobresale bastante, con dos de sus caninos inferiores sobresaliendo de sus labios. También usaba lentes pequeños y rectangulares con lentes gruesos.

“¡Me toca a mí!”, exclamo el chico con dientes de tiburón y cabello grisáceo, dándole el profesor la palabra. “¡Soy Tetsutetsu Tetsutetsu, y mi 《Quirk》 es ‘Steel’! Hace que mi cuerpo se pueda convertir en acero. ¡También depende de la cantidad de hierro que consuma en mi dieta!”, explicó con una sonrisa amplia.

“¿Tu nombre y apellido son iguales?”, preguntó Monoma con un dejo de diversión, haciendo que Tetsutetsu lo mire, aun sonriendo.

“Básicamente. ¡Por lo tanto, es fácil de memorizar y no es fácil cometer errores al escribirme en alguna base de datos!”, comentó, haciendo que Monoma asienta. Eran dos ventajas bastante curiosas.

Midoriya, en cambio, anotó en las hojas de su cuaderno todo lo posible sobre Tetsutetsu, lo que le hizo tener una idea básica sobre su 《peculiaridad》. Luego desglosaría más sobre ello, porque ahora no buscaba ser tanto el centro de atención.

“Yo voy”, habló, con un leve murmullo audible, haciendo que el profesor la vea con un asentimiento. “Me llamo Yui Kodai, y mi 《Quirk》 es ‘Size’. Puedo cambiar el tamaño de los objetos que toco, haciéndolos más grandes o pequeños”, expresó, manteniendo su neutralidad siempre presente. Al ver que nadie levantó la mano, Vlad observó a Kinoko, haciéndola asentir con nervios.

“B-Bueno…”, habló la chica de cabello castaño, un poco nerviosa. “S-Soy Kinoko Komori, y mi 《don》 es ‘Mushroom’. Puedo liberar esporas que hacen crecer hongos rápidamente en una superficie sólida, y eso…”, comentó una chica de aspecto tímido, jugando con sus dedos.

Kinoko era una chica bajita de complexión delgada, con cabello castaño claro curvado hacia adentro en una sacudida en forma de hongo que llega justo debajo de sus hombros estrechos. Ella tenía una franja larga que cubre completamente sus ojos, ocultando la mayor parte de su rostro.

¿Un 《Quirk》 capaz de hacer crecer hongos en tus adversarios o en el campo de batalla? Sinceramente, parecía ser demasiado terrorífico si lo hacías crecer en el cuerpo de la persona, gracias a la gran diversidad de hongos que hay en el mundo. Por lo tanto, si era capaz de hacerlo y usar diferentes especies, ella podía ser muy peligrosa y creativa a su uso. Podía asegurar, con seguridad, que sería una gran heroína a futuro. Midoriya movió la cabeza, negándose a murmurar una vez más en contra de su voluntad.

“Me gustaría ir a mí, si no les molesta”, habló la tercera persona de cabello verde del salón. Setsuna sonrió ante ese detalle. “Soy Ibara Shiozaki, y mi 《Quirk》 es ‘Vines’. Soy capaz de generar vides desde mi cabello para luchar”, comentó con una mirada tranquila, pero no dejando sus manos despegadas la una de la otra, por algún motivo.

Ibara era una chica de mediana estatura con enredaderas verdes para el cabello cubiertas de espinas, un par de vueltas alrededor de su frente un par de veces. Sus ojos están entrecerrados y de color verde oscuro con largas pestañas inferiores. Vlad King asintió, esperando al siguiente para presentarse. Pasaría lista para que fuese mucho más fácil y rápido, pero esto les ayudaría para tomar la iniciativa y ganar leve confianza. Claro, si no decía nada nadie, escogería al azar, pero le gustaba que sus alumnos vayan agarrando confianza a la hora de querer presentarse a la clase como futuros compañeros en el ámbito del heroísmo como grupal.

Midoriya, por otro lado, estaba despotricando por todos lados en su cuaderno sobre las diferentes aplicaciones que podía darle a su 《peculiaridad》 y mejorarla, aunque el pensamiento de antes lo hizo sentirse inseguro al respecto. Odiaba ser alguien tan emocionalmente inestable.

Una persona levantó la mano, y Vlad asintió, permitiéndole el turno. “Primero que nada, buenos días a todos. Me llamo Juzo Honenuki, y mi 《don》 es ‘Softening’. Me permite ablandar todo lo que toco, convirtiendo los objetos sólidos en semilíquidos, pudiendo ablandar el suelo como arenas movedizas. Espero y nos llevemos bien”, comentó con amabilidad y una expresión relajada. Los compañeros, a su alrededor, asintieron ante su amabilidad. Todos le sonrieron, menos el chico del mohawk, Izuku por estar en su línea de pensamientos y Yui, aunque esta última emitía murmullos contentos.

“Será un honor tener un increíble compañero como usted, Honenuki-kun”, comentó Shishida, ajustando sus lentes, haciendo que el chico ladeara la mano con un dejo de vergüenza.

“Me sobreestimas, hombre”, se rascó la nuca con un ligero rubor apareciendo en sus mejillas debido a la vergüenza de ser elogiado de esa manera.

Juzo era un joven de piel pálida con ojos angulosos, cabello de punta beige de color beige, nariz chata y cejas pequeñas. Su característica más inusual eran sus dientes, que se sientan en el exterior de su piel. No tenía labios discernibles, lo que le daba una apariencia de calavera, aunque Midoriya pensaba que eso no se debía a su 《peculiaridad》, sino que era, en esencia, algo externo.

“Hey, Awase, ¿por qué no te presentas? Es mejor que esperar hasta lo último”, dijo Setsuna con la cabeza estirada para atrás, viendo al chico de bandana en la cabeza. El mismo lo pensó unos segundos.

“Supongo que puedo hacerlo, así tengo menos nervios para después”, tuvo que admitir, antes de levantar la mano y seguir.

“¡Esa es la actitud, Awase!”, comentó Tetsutetsu a su lado, provocando un tinte rojo en su rostro. Quería al chico como un hermano, pero su emoción explotaba como una granada de mano, y gritaba tan alto como una cantante de ópera. El profesor, al poco tiempo, le dio la palabra.

“M-Mi nombre es Yosetsu Awase. Mi 《peculiaridad》 es ‘Weld’, lo que me permite fusionar dos objetos que toque a nivel atómico. ¡Un gusto!”, exclamó el chico, siendo acompañado por Tetsutetsu.

“¡Ese es mi hermano!”, exclamó el chico a su costado, haciendo reír a un par de estudiantes, disipando la atmósfera nerviosa del lugar, aunque poniendo más avergonzado a Awase.

Yosetsu tenía el cabello largo y negro, con púas hacia arriba y hacia atrás a su izquierda y ojos grises redondeados, inclinados hacia adentro. Llevaba una diadema ancha, estampada en zigzag alrededor de su frente, bajada bastante para mantener su cabello fuera de los ojos.

Vlad vagó con la mirada, hasta que un suspiro ligero y tembloroso lo atrajo. La tímida mano levantada del más alto de la clase pidió la palabra, la cual el profesor se la concedió con un asentimiento.

“B-Bueno, iba a llegar tarde o temprano, así que mejor hacerlo ahora que esperar lo inevitable”, jugó con sus dedos suavemente, haciendo que Midoriya entrecierre los ojos con compresión al escucharlo. “M-Me llamo Kojiro Bondo, y mi 《peculiaridad》, ‘Cemedine’, me p-permite segregar pegamento de acción rápida por los agujeros de su cabeza. ¡U-Un gusto, espero que puedan tratarme bien!”, comentó con un dejo tímido en su voz.

“Eres tímido, pero eres igual de grande que una farola”, comentó Monoma con una ligera sonrisa divertida, lo que le valio una mala cara por parte de Kendo. “Pero, básicamente, eres un gigante con corazón de oro. ¡Bondo, amigo, serás nuestro protegido!”, exclamó, haciendo que el joven se encogiera en su asiento.

“¡Pido ser su guardaespaldas personal!”, exclamó Tetsutetsu, provocando un leve suspiro por parte de Awase; va a necesitar tímpanos nuevos.

“Yo rezaré para que Dios te proteja con su ángel guardián, Bondo-san”, Ibara comenzó a rezar, mientras una luz la cubría en pleno acto, haciendo que Midoriya viera por todos lados, buscando una señal de la misma. ¿Era el único que lo veía?

Kojiro Bondo era el joven más alto de la clase, casi alcanzando los dos metros, de estatura muy grande y musculoso, que posee hombros muy anchos en comparación con su cintura delgada y manos inusualmente grandes. Su piel es de color amarillo pajizo y su cabeza tiene la forma de un dispensador de pegamento con una solapa en la parte superior, junto con siete “agujeros para los ojos” en la cara de los que puede liberar su Don. Ahora, Midoriya pudo sentirse un poco identificado con el gigante tímido del grupo. Inconscientemente, comenzó a anotar una vez más sobre su 《don》.

“Bueno, si ya pararon con lo de querer proteger a Bondo-san, en lo que me incluyo, sigo yo. Ejem. Soy Sen Kaibara, y mi 《Quirk》 es ‘Gyrate’, lo que me permite hacer girar cualquier parte de mi cuerpo como si fuera un taladro”, se presentó el chico de cabello negro y mirada tranquila.

Kaibara era un muchacho de contextura atlética, con el cabello marrón despeinado y sus ojos eran del mismo color. Pueden decirle que no era realmente destacable físicamente, pero parecía ser bastante capaz a simple vista. Al menos, eso logró visualizar Midoriya a lo lejos. Mordisqueo la cabeza de su lápiz, mientras observaba su cuaderno, garabateado con su peculiaridad nada más habiendo mencionado lo básico.

Dios, en serio, era un maldito pervertido.

“Quiero ir yo”, Vlad le dio el habla, reposado en su escritorio. “Bueno, hola, primero que nada. Me llamo Shihai Kuroiro. Mi 《peculiaridad》 se llama ‘Black’, lo que me permite fusionar mi cuerpo en cualquier cosa de color oscuro. E-Espero que nos llevemos bien”, dejo escapar un leve tartamudeo, logrando esconder mejor su nerviosismo que Midoriya.

La piel Kuroiro era completamente negra, probablemente debido a su 《Don》, que contrastaba con su cabello blanco. Sus ojos también parecen ser de color oscuro, pero la esclerótica seguía siendo blanca, de todos modos.

“Oh, básicamente puedes ser como un fantasma acechando en las sombras”, comentó Setsuna, sonriendo con sus dientes de tiburón siendo mostrados.

“Diría que es más como un ninja; le queda mejor”, respondió Kaibara, haciendo que la chica estuviera, por lo menos, de acuerdo en esta pequeña discusión.

“Es verdad, para fantasmas ya tenemos a Boo-chan”, comentó con cierta gracia mirando a la chica de cabello grisáceo en frente de ella, haciendo que suspire, un poco halagada por ello.

“Sí, supongo que tienes razón”, comentó con tranquilidad, antes de que Vlad le diera la palabra al levantar la mano. “Me llamo Reiko Yanagi, y mi 《peculiaridad》 es ‘Poltergeist’, lo que me permite manipular cualquier objeto cercano, con la única condición que el objeto que mueva debe tener el peso de una persona promedio”, explicó la muchacha con un dejo de tranquilidad.

Reiko tenía el cabello gris pálido hasta la barbilla, dividido a la derecha, colgando sobre su ojo y ocultando la mayor parte del lado izquierdo de su cara. Ella tenía bolsas oscuras debajo de sus ojos azules y una boca pequeña con labios carnosos. Sus manos generalmente se sostenían tan altas como sus codos, con sus manos hacia abajo, siendo algo parecido a un fantasma. Midoriya se preguntó muchas cosas. Por ejemplo, la forma en que sus manos estaban puestos de manera específica. Sin embargo, se abstuvo de hacer la pregunta. No quería sonar más raro que de costumbre.

“Bueno, si Boo-chan se animó, ¿por qué no seguir yo?”, se encogió de hombros la chica de cabello verde, provocando una sonrisa dientuda en su rostro. “Bueno, bueno, me llamo Setsuna Tokage, y mi 《don》 es ‘Lizard Tail Split’, lo que me permite dividir mi cuerpo en diferentes partes y controlarlas. Así que, si necesitan una mano…”, mantuvo su sonrisa, mientras que su mano se separaba por todo lo alto, saludando. “Siempre pueden pedirme ayuda”.

“Vaya, qué original de tu parte”, Kendo puso los ojos en blanco ante lo dicho por la chica, haciendo que Setsuna riera por lo alto.

Midoriya, en cambio, se vio concentrado anotando una vez más. Aunque no quisiera parecer un pervertido que anota sobre los 《dones》 de los demás, el de Setsuna le interesó desde que lo vio. Ahora que dijo que era capaz de separarse en partes y controlarlas, eso le daba una funcionalidad versátil y polifacética en todos los ámbitos. Ser capaz de ser eficiente en todos los campos era sorprendentemente útil en la sociedad actual, pudiendo destacar, prácticamente, entre todos los héroes y llegar al top diez si se lo proponía. Al menos, eso pensaba Midoriya en lo personal.

“¿Y tú, chica? ¿Qué tal si vas ahora?”, preguntó Setsuna, recostada sobre su escritorio mientras observaba a la muchacha rubia unos asientos lejos de ella.

W-Well…”, corrigió, tosiendo levemente para ocultar sus nervios y un leve rubor en sus mejillas. “M-Mi nombre es Pony Tsunotori, y mi 《peculiaridad》 es ‘Horn Cannon’, lo que me permite disparar mis cuernos como proyectiles”, expresó, con una leve expresión alegre, aunque no dejaba de ser un poco tímida.

Pony era una chica bajita, de cara redonda y hocico equino corto, enmarcado por una espesa y ondulada cabellera rubia que le llegaba hasta la mitad de la espalda, con un flequillo corto que le caía sobre la frente. Sus ojos eran grandes y redondos, de color azul prusiano, y luce un par de cuernos altos, de color canela pálido y forma de lira en la cabeza. Sus pantorrillas eran notablemente redondeadas, con una forma similar a la de un caballo, y tenía pezuñas marrones, además de una cola de caballo corta que sobresale del extremo del coxis.

Izuku simplemente sintió una pequeña sensación de haber visto a una heroína con rasgos similares a los de Pony en Estados Unidos, aunque no podía decir mucho si era solo mera coincidencia.

“Huh, juraría haber visto a una heroína extranjera con rasgos similares”, murmuró Awase, mientras que Vlad señalaba a un entusiasmado estudiante con un globo de texto en su cabeza.

“¡Soy el siguiente! Bueno, soy Manga Fukidashi, y mi 《Quirk》 es ‘Comic’, me permite materializar onomatopeyas, aunque la onomatopeya se manifiesta con los mismos efectos que el sonido del que se terminan basando”, a pesar de estar callado hasta ahora, Manga realmente estaba emocionado por estar en U.A. y presentarse a sus compañeros.

Así era, de todos modos.

Manga era un joven muy bajo, de piel clara y con una burbuja de diálogo de color blanco pálido como cabeza y cuello que puede cambiar de forma y mostrar sus pensamientos en forma escrita.

“Huh, curioso que tu nombre y 《don》 se logren alinear de manera perfecta”, tuvo que admitir Kaibara, con los brazos detrás de su cabeza.

“Lo sé, me lo han dicho mucho. Suerte, supongo”, se encogió de hombros, mientras que el globo de texto salía un signo de interrogación, preguntándose también cuáles eran las probabilidades de ello.

Vlad vagó con sus ojos, antes de ver a Midoriya anotar algo en su libreta cuando todos sus compañeros se presentaban. Supuso que era algo de él, pero decidiría dejarlo para el final de la presentación. No por nada, sinceramente. Solo quería que fuese el último. El héroe profesional movió la cabeza, antes ver a un chico regordete y darle la palabra. El mismo asintió.

“Bien. Mi nombre es Nirengeki Shoda, y mi 《don》 es ‘Twin Impact’, mi poder es capaz de usarse en cualquier lugar en el que haya daño por un impacto, y soy capaz de desencadenar un segundo impacto con una sincronización aleatoria, lo que hace que mi segundo impacto sea más potente”, explicó el chico.

Nirengeki era un joven gordito de estatura media, con el pelo corto, azul hielo y una cara redonda. Tenía ojos grandes y anchos con pupilas pequeñas. También tenía una expresión casi permanente de disculpas, por algún motivo. No hacía falta decir que Midoriya anotó todo, ¿no?

Ni Hao, clase”, habló un chico con una coleta atada, aparentemente, extranjero. “Espero que nos podamos llevar bien. Mi nombre es Hiryu Rin, procedente desde China. Mi 《peculiaridad》 se llama ‘Scale’, lo que me permite hacer crecer escamas en partes de mi cuerpo”, expresó el estudiante extranjero.

Hiryu tenía la piel ligeramente bronceada y el cabello negro, que le llega hasta los hombros, que lleva en una trenza baja. Sus ojos mantenían la forma de un reptil y sus iris eran notablemente pequeños.

“Oh, ¿un compañero extranjero más? Me interesa saber como es China, donde nació el niño de luz” expresó Kaibara con genuina curiosidad y una leve sonrisa en su rostro. Rin asintió, cruzado de brazos y reclinándose en su asiento.

“Por fuera es interesante. Por dentro, es horrible; tuve que dar cuatro veces la misma exposición sobre el niño dorado. Me sé de memoria mis líneas para esas exposiciones”, dio una sonrisa torcida, mientras que Ibara alzaba levemente la ceja.

“¿Y qué le pasó al niño de luz? Nunca me enteré. Aunque tampoco dijeron qué le pasó a él y a sus diez millones de seguidores”, explicó.

El bebé luminiscente, al haber sido el precursor en las personas con 《don》 registradas en la historia, estalló en fama. Básicamente, se utilizó su imagen pública para formar un ejército de personas para regresar la paz a la seguridad de antaño. Eso, sin embargo, no funcionó muy bien. Algo pasó que nadie sabe, y todos murieron de la noche a la mañana por algo.

“Eh, no sé. Dicen que se murieron, pero nunca especificaban las causas”, Rin se encogió de hombros, restándole importancia genuina al tema.

“Ah, así que acaba la historia. Qué decepción”, suspiró levemente el chico de ojos saltones, antes de sonreír y señalarse. “De todos modos, quiero ir yo. Me llamo Kosei Tsuburaba, y mi 《don》 es ‘Solid Air’, lo que me permite, literalmente, hacer sólido el aire que expulso de mis pulmones”, expresó.

Kosei era un joven con el pelo castaño y corto, puntiagudo en ángulos extraños en la cabeza. Sus ojos eran de forma ovalada, al igual que sus grandes pupilas. Midoriya se golpeó levemente la barbilla, mientras pensaba en lo realmente difícil podía ser tener una especie capacidad pulmonar tan grande para utilizar ese《don》 en específico. La hoja se crispaba debajo de su lápiz, mientras que intentaba murmurar, antes de callarse abruptamente, siendo consciente de que solo malograría el ambiente recientemente creado en el salón.

“¡Vamos, verdecito, preséntate que quiero conocerte!”, exclamó Setsuna con una sonrisa divertida mientras clavaba los ojos en la espalda del peliverde. El chico mantuvo una expresión nerviosa que la chica no pudo ver, para su desgracia.

“Te compadezco, Midoriya-san. Ya se fijó en ti; rezaré por tu alma”, comentó Awase, con las manos juntadas.

“Aunque no lo conozca bien, yo también lo haré, Yosetsu-san”, comentó Ibara, comenzando a rezar en voz baja, mientras que una luz la alcanzaba de dios sabe donde. Awase observó a todos lados, sin tener una respuesta clara.

“Bleh, exageras, Awase”, le sacó la lengua, falsamente ofendida, mientras que el chico ponía los ojos en blanco ante su actuar tan infantil. “Aunque, pensándolo bien, también falta otro más. ¡Hey, amigo mohawk, ¿quieres presentarte?!”, preguntó la chica, haciendo que el chico de piel amarillenta se gire levemente para observarla. Su mirada era afilada.

“Hmp. Togaru Kamakiri. ‘Razor Sharp’, puedo sacar cuchillas por cualquier parte de mi parte. Eso es todo lo que conseguirás de mi”, dijo sin rodeos, manteniendo sus brazos cruzados y la vista al frente.

Togaru era un joven alto y delgado, de piel verde amarillenta pálida y un mohawk verde brillante y esponjoso. Sus ojos verde oscuro apuntan hacia abajo, al centro de su rostro, y dos hojas ganchudas sobresalen de ambas mejillas. No parecía tener una nariz visible, y la forma de su cabeza se asemejaba a la de una mantis religiosa con mandíbulas.

“Oh, eres de los duros”, se rio Monoma, “supongo que no puede faltar uno en la clase”, Kamakiri bufó con cierta burla ante su comentario, mientras que el rubio desviaba sus ojos hacia Midoriya.

“Buu, aburrido. No es divertido lo tajante que eres”, mencionó Setsuna con puchero divertido en su rostro.

“Bueno, Midoriya, te toca”, comentó Vlad King con una leve sonrisa en su rostro.

El peliverde casi sintió que el mundo se le vino abajo. Sus pulmones ardían con la intensidad de un volcán en erupción, similar al Krakatoa al pleno funcionamiento. Dejó escapar un leve suspiro nervioso y tembloroso, antes de cerrar su cuaderno donde sus apuntes estaban ubicados. Realmente debía de hacerlo y presentarse a todos. No era tan complicado, si era totalmente sincero. Entonces, ¿por qué se le formaba un nudo en la garganta cada vez que intentaba decir alguna palabra? Solo no tenía sentido alguno decir ninguna palabra, ¿no? Al menos, eso le hacía creer su cabeza.

Sin embargo, y aunque sabe que no quiere hacerlo, debía de presentarse. Todos lo hicieron, entonces, ¿por qué él no podría hacerlo?

“B-Bueno, ahí voy”, tartamudeo levemente, suspirando un poco para tratar de calmarse. Al verse ligeramente mejor que antes, habló. “M-Mi nombre es Midoriya Izuku, y-y mi 《don》 es ‘Acumulación de energía interna’, lo que me permite almacenar la energía de mi cuerpo y utilizarla para mejorar mis capacidades físicas… E-Es un gusto”, comentó, bajando levemente la mirada y rascándose la nuca.

No era complicado. Para nada lo era. Entonces, ¿por qué le costó tanto conectar un par palabras? No lo sabía. Los nervios, supuso.

Vlad asintió y sonrió, ligeramente satisfecho al ver ese pequeño y muy imperceptible avance del chico. Era milimétrico, pero pudo presentarse a sus demás compañeros, lo que sentaba las bases para que vaya agarrando confianza poco a poco. Ya con todos los alumnos conociendo sus nombres y poderes, el profesor asintió con la cabeza ante lo dicho por el peliverde y mantuvo su expresión seria en todo sentido.

“Bien, ahora que ya nos presentamos, me gustaría decirles algo antes de ir a la reunión que tiene planeado hacer Nezu dentro de un rato. Yo, como profesor y profesional, me gusta el trabajo en conjunto; el compañerismo es esencial para mi forma de enseñar, y quiero hacerlos ejemplos ejemplares para realizar esa labor. Así que, recuerden, si necesitan ayuda, tienen al otro para buscar un consejo. Incluso yo puedo darlo”, expresó el profesor, antes de pasar su vista por todos los estudiantes y sonreír levemente. “Voy a esmerarme en hacerlos grandes profesionales, clase 1-B”, sus dientes caninos se mostraron.

Izuku sintió que iba a pasar un rato para nada aburrido en esta academia de superhéroes. Y más con este profesor y compañeros.

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Las sillas apiladas una al lado de la otra hicieron que el gimnasio tuviera un aspecto bastante agobiante para Midoriya. La cantidad de gente conglomerada en el sitio lo hizo sentir que sus pulmones se cerraban y ardían con fuerza en su interior. Varias cabelleras y ojos con intenciones desconocidas eran vistas por la mirada del peliverde, quien se sentía más fuera de lugar por cada paso que daba para llegar al lugar reservado para las dos clases rivales. Esperaba ver a la clase 1-A y conocer a los compañeros de su hermana, aunque sabia que con Kacchan cerca no iría a poder ver mucho.

Después de todo, aún podía sentir que algo salía de él sobre su persona. Y todo lo que pensaba el chico sobre Midoriya Izuku era demasiado malo en general.

Sin embargo, grata fue su sorpresa la ver que esos asientos estaban completamente vacíos; no había nadie allí, y eso provocó un pequeño cortocircuito en su cabeza. No sabía qué esperar a la hora de volver a casa y escuchar a su hermana despotricar sobre las cosas. Esperaba que no hubiese pasado algo malo en general, pero parecía ser que no era el caso por la tranquilidad con la que se veía el director Nezu en frente del micrófono. Vlad se acercó a uno de los profesores para hablar de algo, antes de hacer una mueca y ver a los asientos vacíos al costado de ellos. Parecía ser que pasó algo malo, ¿no?

Por lo menos, podía rezar porque nada malo le pase a su hermana mayor.

"Estás muy distraído, Mido-san", la voz cantarina de Setsuna lo quitó de su corriente de pensamiento, mientras que su mano le tocaba la mejilla. El pecoso solo atinó a ruborizarse por la cercanía.

"E-Estaba pensando en cosas", respondió, mientras que Kendo le daba un pequeño golpe en la cabeza a Tokage, quien hizo un zumbido de molestia.

"Déjalo. Está claro que no soporta mucho la cercanía", le recriminó la chica, haciendo que la chica de cabello verdoso riera entre dientes.

"Bien, bien. Pararé… por ahora", ladeó la mano, restándole importancia al tema, mientras que se acomodaba mejor en su silla con un gemido de molestia. Su espalda no agradecía lo baja calidad que eran.

Midoriya suspiró agradecido ante la ayuda de Kendo. Aparentemente, se las empeñó, para su mala suerte, de estar sentado entre Setsuna Tokage e Itsuka Kendo en la primera fila de las sillas. Detrás de él, estaba Kodai Yui, quien mantenía una expresión neutra en todo momento, aunque le agradeció con un suave asentimiento de la cabeza a Kendo por el gesto. No es que le moleste a Midoriya ni mucho menos que se burlen de él un poco. Además, esto no era para tanto.

Había pasado por cosas peores. Esto no era nada.

"¿Y la clase 1-A? ¿No se habrá acobardado ante nuestra superioridad?", preguntó Monoma con una leve sonrisa engreída en el rostro, mientras que Kaibara lo miraba con los ojos en blanco.

"Amigo, esos humos te van a terminar asfixiando", comentó con tranquilidad, haciendo que el rubio se burlara levemente.

"Así es él; siempre busca una rivalidad con las otras clases", explicó Kendo con un suspiro cansado, mientras que Yui asentía levemente.

"Bueno, aquí me parece más natural que en una academia normal. Somos las dos mejores clases en la U.A., por lo que escapar de una comparación es imposible. De un modo u otro, tendremos que demostrar cuál es la mejor", expresó Tsuburaba, haciendo que Monoma riera.

"¡Bien, bien, tenemos a otro entusiasta conmigo! ¡Eres una aguafiestas, Kendo, te lo dije!", le dijo, antes de que la chica le cortara la respiración del cuello con un golpe y quedara desmayado en su sitio. La clase la observó, como si estuviera loca.

"Está acostumbrado. Siempre lo hago para que no moleste", se encogió de hombros la chica, restándole importancia al asunto. Rin, al contrario, se frotó la barbilla.

"Bù kě sī yì (increíble), tienes un buen golpe, Kendo-san", tuvo que halagar el extranjero proveniente de China, a lo que la chica de cabello anaranjado simplemente le sonrio con suavidad.

"Gracias, he… entrenado mucho para dar golpes así", comentó. Midoriya la observó de reojo.

Sus brazos tenían una ligera definición musculosa, lo que denotaba su arduo entrenamiento, lo que no le debio de sorprender mucho por el cómo era su 《peculiaridad》, destinada al combate cuerpo a cuerpo, lo que, realmente, debería de ponerla en un pedestal del poder físico en su clase. Sin embargo, y a pesar de tener un músculo comparable o mayor al suyo, depende de la perspectiva, el chico notó algo de incomodidad al decir sobre que entrenaba. Quizás había algo allí escondido.

Después de todo, el pecoso era bueno para leer a la gente que se sienta similar a él.

"De todos modos, ¿no es algo preocupante de que la clase hermana no se haya presentado a esta ceremonia tan importante?", preguntó Shishida, frotándose la barbilla con duda en su voz.

"Meh. Supongo. Aunque también está la posibilidad de que les haya tocado el profesor que expulsó a su antigua clase. Al menos, eso dicen", se encogió de hombros Juzo, provocando una ceja alzada por cara uno de los presentes.

"¿Existe una persona así de diabólica?", preguntó Kuroiro con los dientes torcidos, mientras que Juzo asentía, frunciendo sus dientes y entrecerraba los ojos.

"Lo leí en línea. Uno de los alumnos escribió que consideró que ninguno tenía potencial para ser un héroe profesional, y expulsó a toda la clase. El que escribió eso se mudó del país y estaba estudiando en otra academia de héroes. Dijo algo como que era un vagabundo cualquiera con poder", ladeó la mano, restándole importancia.

Midoriya se frotó la barbilla levemente. ¿Un héroe profesional con aspecto de vagabundo cualquiera? Habían un par con esa descripción que Izuku podría reconocer fácilmente; entre ellos, la mayoría intentaba conseguir fama, el dinero suficiente y comprarse una casa para poder holgazanear durante todo el tiempo posible que puedan. Sin embargo, esto era una academia de héroes; la más prestigiosa del mundo. La número uno. Por lo tanto, debería de haber sido un héroe con una trayectoria bastante competente.

Y ahí, su cabeza brilló, antes de chasquear los dedos con realización un par de veces.

"EraserHead", mencionó Midoriya, tapándose la boca levemente,  mientras los demás lo observaban pensar. "Ese héroe podría ser el que se mencionó. No tiene demasiada fama porque no es fanático de las multitudes. Sin embargo, su característica es bastante simple y peculiar: el héroe que borra 《peculiaridades》. De ahí proviene su nombre. Se mantiene como un héroe vagabundo a lo lejos de la vista pública, pero realmente es aterrador si es el profesor de la 1-A", expresó, manteniendo los inmersos en el suelo, dejando despotricar sus pensamientos en voz alta.

"Bueno, verdecito, ¿puede ser que tengamos a un entusiasta?", preguntó Setsuna mostrando sus dientes en una sonrisa, provocando que el pecoso comenzara a sentirse abrumado y nervioso, antes de encogerse en su asiento. "Dios, no aguantas elogios, ¿eh?", rio por lo bajo, mientras que Juzo asentía.

"Ahora que lo pienso, tiene sentido. Aunque no lo conozca muy bien confío en Midoriya. Anotaba bastante en su libreta y tenía un par de héroes dibujados por lo que pude ver", eso provocó una ligera ceja levantada por parte de Awase.

"¿Qué anotabas exactamente, Midoriya-San?", el pecoso, si seguía en ese ritmo, se terminaría disminuyendo al punto de desintegrarse por la vergüenza de tener atención que no deseaba.

Además, no ayudaba para nada que  estuviera sentado entre Setsuna y Kendo. Ciertamente, y sin querer decirlo en voz alta, eran bastante bonitas si era sincero. Claro, no es que pueda hacer otra cosa más que elogiarlas en el fondo de su mente.

No se atrevía a decirlo en voz alta.

El sonido suave del micrófono siendo golpeado por las pequeñas garras del director captó la atención de todos los estudiantes en un santiamén. La pequeña silla del director lo hizo llegar lo suficientemente alto como para poder hablar. Midoriya se preguntó cuál era la razón de hacer algo tan grande cuando no podía llegar por medios normales. Sin embargo, supuso que a él le gustaba estar de esa manera, así que no le importó realmente.

"Buenos días, estudiantes", saludó el director con una sonrisa imperturbable en su rostro de una raza desconocida de animales. ¿Quizás era una mezcla? Se abstuvo de comentarlo o preguntar en voz alta. "Estamos orgullosos de empezar este nuevo ciclo con nuevas y viejas caras presentes en el día de hoy. Será un honor formar a los nuevos héroes del mañana, que inspirarán a nuevas jóvenes promesas a ir por la senda correcta", expresó el director, alzando la pata.

"Me pregunto qué es el director exactamente. ¿Es una ratón…?", se preguntó Juzo, antes de que Ibara negara con la cabeza.

"Puede ser un perro", comentó tranquilamente, sentada al lado de Kinoko, quien mantenía la vista en la mayor presencia de la academia, atenta.

"Por favor, es obvio que es un oso. Tiene la forma", comentó Manga, mientras se rascaba el borde negro de su globo de texto. ¿Podría contar eso como rascarse la barbilla? No lo sabía. Kendo bufó suavemente.

"Paren ustedes tres", llamó la atención la chica, provocando que los mencionados guarden silencio al respecto.

"Sin embargo, no crean que no harán nada en este primer día de escuela. A diferencia de las demás, nos gusta empezar a trabajar desde el primer día en todo lo posible. Por lo tanto, incluso si esto es una ceremonia general para todos, no crean que vamos a ralentizar las cosas", su sonrisa se ensanchó con fiereza, haciendo que más de uno tuviera un leve escalofrío. "Pero, bueno, con eso aclarado, ¿qué tal si nos ponemos al día con la ceremonia?", preguntó, con la pata levantada por lo alto.

Midoriya sintió que, además de esa sonrisa, Nezu tenía algo más que hacer ahí.

Matarlos de aburrimiento.


No le pidan los detalles a Midoriya, porque no escuchó nada en la última media hora que estuvo parloteando el director de la academia al respecto de cosas triviales. Había ocasiones en las que, sin realmente quererlo, se iba de las ramas hablando de cosas intrascendentes para su formación en la academia. Por ejemplo, en serio, ¿qué rayos tenía que ver una bolsa de mantequilla untada en un pan para ser un héroe profesional a futuro? Simplemente, no lo entendía. Al menos, no a su capacidad mental. Era uno de los seres más inteligentes del mundo, por lo tanto, no debería de sorprender su gran intelecto.

Pero eso fue simplemente raro.

De todos modos, cuando la ceremonia acabó, Vlad King les dijo que fueran a los vestidores a cambiarse a la indumentaria de educación física. Básicamente, dijo que serían unas pruebas de campo para verificar sus aptitudes físicas, tanto con 《peculiaridad》 como sin ellas a través de diferentes ejercicios físicos. Al abrir la taquilla número 21, Midoriya pudo ver la indumentaria que el profesor Vlad les comentó que estaba guardada en su interior.

Absorbió el tacto de la tela entre sus manos, mientras la observaba suavemente. El uniforme de la U.A. para el sector de educación física consistía en un pantalón azul oscuro con líneas verticales blancas que subían por las piernas y una camisa de manga corta azul oscuro con líneas blancas que forman las letras “U” y “A”. El pecoso tuvo que decir que era bastante ingenioso tener las siglas de la escuela en el uniforme. Por lo que vio, parecía ser bastante cómodo por el tacto que sentía en sus dedos al saborear el material. Ciertamente, tenían bastante buenos costureros.

Debajo de la versión de manga corta, estaba doblado la de invierno. La versión de invierno del uniforme de gimnasia consistía en una camisa de manga larga con cuello alto. No tenía mucho misterio.

“¡Amigo, no puedo esperar a ver cómo es que son esas pruebas!”, exclamó Tetsutetsu, poniéndose la camiseta del conjunto de gimnasia. Shoda mantuvo la expresión tranquila. Bondo se mantuvo encogido en un sitio, escuchando.

“Mientras no sea tanto cardio, estaré bien”, mantuvo la mirada hacia el chico de cabello grisáceo. Tsuburaba se burló levemente.

“Por favor, que haya cardio. Barrería el suelo con ustedes. ¡Tengo pulmones de acero, bebé!”, comentó en voz alta, mientras terminaba de sacarse el uniforme para quedar solo con sus pantalones largos.

“Preferiría que hubiese para que Tsunotori-san te humille”, se burló Kaibara, apoyado en una de las paredes con los brazos cruzados. Kosei lo fulmino con la mirada.

“Tsunotori me destruye, amigo”.

“Por favor, por favor, yo creo que Shishida-san sería más acertado”, expresó Awase, mientras se arreglaba el pelo desarreglado al quitarse la bandana de la cabeza.

El chico bestia se ajustó los anteojos, mientras se acomodaba el uniforme de invierno. “Aunque tengo confianza en mis habilidades, Awase-san, me temo que mi capacidad pulmonar no sería demasiado grande como para superar a Tsuburaba. Claro, no lo hemos confirmado, pero prefiero dejarle un poco de confianza”, comentó, mientras secaba sus gafas con un pañuelo escondido en uno de sus bolsillos.

“Eso no me ayuda para nada, gracias”, Kosei puso los ojos en blanco.

“¿Utilizarás el uniforme de invierno?”, levantó una ceja Kaibara, provocando que el chico negara, colocando sus gafas.

“Ah, no, lo estaba probando. Puede ser que se hayan equivocado con mis medidas; suele pasar”, su tono tranquilo hizo que Manga asintiera con la cabeza, pasando fácilmente el cuello sobre su cabeza de diálogo.

“Bueno, eso tiene sentido. Sin embargo, tengo que darle el punto bueno a U.A. conque pensaron en todo sobre estos uniformes; son muy cómodos para hacer ejercicio”, admitió con su burbuja de diálogo cambiando a un pulgar arriba.

“Mhm, ciertamente lo es”, mencionó el extranjero viéndose al espejo, ajustando su coleta.

Monoma se quitó el uniforme de arriba, antes de colocarse el conjunto correspondiente, mientras sonreía levemente. “Aunque, me pregunto, ¿la 1-A hizo esto directamente en vez de ir a la ceremonia?”, se preguntó con el ceño fruncido. Rin se frotó la barbilla.

“Fueron directo a la primera clase. No voy a mentirte conque esperaba hacer algo en vez de escuchar al director hablar por media hora”, ladeo la mano con un bufido molesto.

“Yo hubiese deseado que las sillas fueran más cómodas”, mencionó Kuroiro, sonando su espalda con una expresión cansada en su rostro.

“Entiendo tu dolor, amigo. Entiendo tu dolor”, Juzo le comentó, poniéndose detrás del chico y comenzando a masajear sus huesos estresados por la mala postura. “Sé hacer masajes, por si alguno quiere”, Kuroiro dejó caer los hombros.

“Paso”, respondió Monoma.

“Quizás la próxima”, mencionó Kaibara.

Mientras los demás interactuaban entre ellos, Kamakiri se terminó por poner la indumentaria requerida, antes de doblar todo y ponerlo en su casillero correspondiente. Tuvo que entrecerrar los ojos ante sus compañeros desenvolviéndose totalmente entre ellos, antes de soltar un suspiro silencioso. Por ahora, no estaba interesado en hacer amistades o acercarse a ellos. Mantuvo sus manos en los bolsillos, antes de acercarse a la puerta y salir al campo para hacer los ejercicios.

“No se tarden”, expresó Kamakiri por lo alto, antes de salir por el marco de la puerta. Los chicos lo vieron con curiosidad.

“Ah, sí, nunca termina de faltar el tipo serio, fuerte y poco abierto”, se rio Awase, antes de fijar su vista en el otro peliverde.

Midoriya, en cambio, tenía un debate interno consigo mismo al tener el conjunto de ropas entre sus dedos, que arrugaban la tela debajo de ella.

La simple idea de hablar con la gente desconocida le parecía aterradoramente difícil. Sí, quizás con Yui, Monoma, Kendo, Awase, Tetsutetsu y un poco con los demás haya sido pan comido. Pero eran pasos de bebé, si era sincero con ello. Ahora, ¿cambiarse de ropa con la gente que, aún, es desconocida para él? Lo hizo sentirse aterrado al respecto por algún motivo. Desde que se veía al espejo del baño o de su habitación, podía notar que tenía un buen portento físico. Sin embargo, las cicatrices que cubrían cada área de su piel lo hicieron sentirse raro al querer exponerlo a los ojos de sus compañeros.

Era como si tuviese los mismos ojos juzgadores pegados en su espalda todo el tiempo, esperando cualquier mínimo atisbo de piel para reírse de su estado físico. Le ha pasado tantas veces que ya sabe qué esperar. Sin embargo, esto no era 《Aldera》, ellos no eran para nada similares a sus antiguos compañeros. Entonces, ¿por qué era incapaz de quitarse la ropa para cambiarse en un espacio seguro, sin gente mala o algo por el estilo? Midoriya no pudo pensar una sola respuesta ante ello.

Tenía miedo. Sabe que todos aquí tienen son diferentes, e incluso su estructura física lo termina siendo. Sin embargo, sentía que cambiarse sería raro. Muy raro, y que, probablemente, sería juzgado y se burlarían de él. Después de todo, ellos tenían mejores físicos que el suyo, que consiguió solo con unos míseros diez meses y un poco de entrenamiento en casa. Mientras que él entrenó para ganar un poder trampa y lograr cumplir su sueño por todo lo alto, ellos entrenaron desde pequeños para ser capaces cubrir las deficiencias de su 《Quirk》. Por lo tanto, Midoriya sentía que, para aligerarse opiniones, lo haría más tarde.

Solo.

Sin la mirada juzgadora de nadie más cerca de él, observando las cicatrices que cubrían su espalda, la piel por todos los costados y nada más. No quería que lo viesen, se burlen una vez más y tenga que bajar la mirada y recibirlas a quemarropa como si estuviese bien sentirse de esa manera. Se sentía nervioso, asustado e inseguro, como si estas personas, que serían sus compañeros de clase por tres años consecutivos, lo fueran a juzgar y reírse de él. Sabe que no lo harán, pero…

¿Qué pasaría si estuviese en lo correcto…? Su estómago se revolvió de incertidumbre ante esa posibilidad, deseando que no sea para nada posible. Sin embargo, y considerando su suerte, era muy probable de que lo sea, ¿no?

“Hey, Midoriya, ¿estás bien?”, preguntó Monoma a su lado en un leve susurro, viéndolo con curiosidad formada en sus ojos. El pecoso lo observó, antes de sonreír levemente.

“S-Sí, estoy bien, no te preocupes”, expresó Midoriya con una sonrisa fingida en su rostro. El rostro del rubio se contorsionó levemente ante su evidente mentira.

Miró a los demás por encima del hombro, notando lo distraídos que estaban, exceptuando Awase quien tenía una ceja levantada ante la actitud del peliverde. El rubio observó la sonrisa del chico, antes de dirigir su vista hacia el conjunto que sostenía con fuerza. Sus dedos arrugaron levemente la ropa que debían de ponerse para salir a la clase práctica en estos momentos, y parecía ser que era el único que faltaba para cambiarse. Una idea se cruzó por su mente, al darse cuenta de que algo le pasaba. No solo fue en la primera vez que habló con él junto con Kendo que notó algo extraño.

Hubo diferentes rasgos que lo hicieron arquear la ceja más de una ocasión, y pensó que no era nada grave. Sin embargo, ahora, y al ver esa sonrisa fingida y entender que no quería cambiarse con nadie más dentro, pudo comprender sus deseos.  Podía llegar a entenderlo, al notar las cicatrices que se esparcían por sus manos ligeramente ocultas bajo la tela. No iba a mentir conque era bastante perspicaz ante la actitud de los demás, pero, ciertamente, Midoriya lo intrigaba en varias formas por cómo era de actitud; ¿le estaban diciendo que el tipo que, supuestamente, destruyó al cero puntos es alguien inseguro, nervioso y tímido?

No es algo que se vea todos los días, si le preguntaban.

Encogiéndose de hombros, observó a los demás y se separó de Midoriya con una idea pasando sobre su cabeza. Se aclaró la garganta, mientras que llamaba la atención de sus compañeros ya cambiados.

“¡Bien, bien, chicos, vamos afuera!”, exclamó con una sonrisa en su rostro. “¡No queremos hacer esperar al profesor Vlad!”, comentó, haciendo que la mayoría se levanten de sus respectivos asientos y estiren los músculos.

“¿Quién te puso a cargo?”, preguntó Awase con la ceja alzada, aunque realmente le iba a hacer caso. Parecía confiable, si le preguntaban.

Yo me puse a cargo. Punto”, recalcó el rubio, sonriendo levemente, mientras que los demás pasaban por la salida. “Vamos, vamos. No quiero dejar una mala impresión el primer día”, expresó, tomando a Awase de los hombros y obligando a que el chico vaya hacia la salida.

Cuando Awase abandonó la sala junto con Monoma, Midoriya terminó por parpadear un par de veces ahora que veía que estaba solo en este lugar. Realmente, no entendía qué pasó. Al principio, el rubio le preguntó si estaba bien y, luego de mentir, terminó por arrastrar a todos afuera de los vestidores. Se rascó la barbilla, no entendiendo la implicación de lo que hizo el rubio.

¿Quizás pudo entender el porqué estaba allí, viendo cómo si el uniforme fuese a cobrar vida y lo asesinara en ese sitio…? Tuvo que suspirar levemente en silencio, mientras que comenzaba a cambiarse.

Era un detalle tonto, pero lo apreciaba.

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El sol se extendía sobre todo el campus de la U.A., haciendo que Juzo tuviese que cubrirse los ojos por la gran circunferencia de fuego brillante colgando sobre todos ellos. Toda la clase 1-B se paraba en frente de su profesor, quien se mantuvo de brazos cruzados en todo momento. Su expresión seria se mantuvo por todo lo alto, antes de dejar escapar un pequeño bufido al ver a la parte masculina y femenina por igual, notando la totalidad de su clase.

“Bien”, bufó, “ya que estamos todos aquí, haremos unas pruebas de campo”, explicó.

“Disculpe, profesor, tengo una pregunta”, Shishida alzó la mano, queriendo tener la palabra, a lo que Vlad se la concedió con un ladeo de su cabeza. “¿De qué tratan estas pruebas de campo, exactamente?”, preguntó.

“Es simple. Incluso si son hábiles y tienen potencial, me gustaría verlos actuar en diferentes escenarios para poder ver su capacidad. Son un par de pruebas, con y sin 《Quirk》, separadas entre ocho ejercicios. Algunos tendrán mejores oportunidades porque su 《don》 será más beneficioso para ello, pero para ello está la parte física; no siempre deben de depender de su poder para ser héroes profesionales. Por ello, esa es la definición simple y sencilla para estos ejercicios”, el alumno bestia asintió, bastante complicado de la respuesta.

En realidad, habían sido en un inicio unas cuatro pruebas, sin embargo, se sentiría bastante injusto. No solo porque tiene algunos alumnos cuyas peculiaridades no servirían en esos escenarios predeterminados, sino que, además, le parecían demasiado deficientes si le preguntaban en general.

¿Qué podía hacer Kodai Yui en una carrera de cincuenta metros usando su 《Quirk》? No mucho, y eran opciones limitadas. Por ello, buscaría balancear los ejercicios para que puedan adaptarse a cada participante y hacer que sean capaces de destacar en varias áreas. Simplemente, se le hacía un poco tonto el hecho que fuesen tan superficiales en general. Por ejemplo, imaginen a un chico o chica con un 《Quirk》 ocular que le permite ver más lejos. Ese 《don》 no serviría de nada en una prueba donde debes de dar un salto de longitud, debido a que es una prueba física.

Sin embargo, una 《peculiaridad》 como esa, siendo usados en otros ambientes más adaptables, sería mucho útil. Sigamos manteniendo el ejemplo de antes, pero, ahora, hagamos que tenga que tumbar una pila de botellas al lanzar una pelota. Obviamente, va a necesitar fuerza física, pero el apoyo del 《Quirk》 es innegable, llegados hasta este punto. Por eso a Vlad no le gustaba demasiado ese tipo de ejercicios que la U.A. hace al inicio de los semestres, y esa es la razón por la que hace diferentes cambios a las pruebas anteriormente realizadas.

No por nada estuvo desvelado por la noche, anotando diferentes maneras en las que sus alumnos puedan desempeñarse y mostrar su valía por cuenta propia. Suspiró suavemente, mientras sacaba un silbato de su bolsillo, y miraba a todos sus estudiantes. Analizó con la mirada cada cara, cualquier expresión y, minuciosamente, mantuvo una mirada en sus ojos. Aunque algunos ardían en curiosidad, determinación y emoción, otros vacilaban en ello.

El único que le demostró un sentimiento ferviente de determinación y nervios en conjunto fue esa melena verde sobresaliendo entre los chicos. Sonrió con ligereza, antes de poner el silbato entre sus labios y hacerlo sonar.

Las pruebas de campo empezaban ahora mismo.

Al otro lado de la cancha común, usada para atletismo, había una diana puesta en una pared. En el suelo, había barras blancas pintadas en el suelo, indicando la distancia en metros para lanzar la pelota que el profesor le daba a cada estudiante. Midoriya miró la suya, mientras se ponían en una fila horizontal para poder ver mejor el ejercicio a realizar.

La sensación de cuero se sentía bien al tacto, y los materiales parecían ser de bastante calidad. La soltó para que estuviera en el aire suspendido un momento, antes de caer suavemente en su palma abierta, recibiendo la pelota sin complicación alguna. El chico tuvo que ser sincero en algo; no tenía idea de cómo hacer esta prueba. Podía hacerla en la distancia más corta, sin embargo, ¿no sería eso acortar un poco su desarrollo el uso del 《OFA》? Quiere decir, nunca ha probado a lanzar cosas. Podría usar su brazo e imbuirlo en energía, pero no sentía que fuese a funcionar muy bien.

Incluso siendo capaz de controlar su fuerza un poco, seguía siendo incapaz de entender diferentes formas para usar su 《peculiaridad》 en lo absoluto.

“La primera prueba consta de saber cuál es su puntería. Esto me permitirá saber la precisión, el control y la potencia de sus 《dones》 o su fuerza física común. Aquí, no importa si fallan o no; solamente es para apreciar la puntería y creatividad que puedan llegar a tener”, explicó.

Había tres niveles de distancia:

Principiante
  Distancia : 10 - 15 metros.

Intermedio
  Distancia : 20 - 30 metros.

Avanzado
  Distancia : 35 - 50 metros.

Midoriya tuvo que suspirar levemente, mientras pensaba en cuál de todas las dificultades habidas y por haber podría desempeñarse mejor. Es cierto que el principiante podía limitarse mucho a solo evaluar su fuerza física general y sin el uso de su 《don》; estaba claro de que la primera era algo destinatario para los estudiantes cuyos poderes no eran realmente aptos para esto. Gente como Juzo o Kuroiro realmente no tenían mucha oportunidad en un tiro con precisión desde ninguna otra distancia que no sea principiante. Eso, claro, si es que no sabían cómo lanzar una pelota.

Entre las otras dos dificultades, tampoco se veía demasiado cómodo con la idea de lanzarla desde la máxima dificultad. Era tentador tratar de usar su fuerza para golpear la diana desde una distancia tan grande. Sin embargo, incluso si la lanzaba con el 《OFA》, esperaba que no fuese lo suficientemente fuerte como para llegar y, luego, se desviaría a medio camino si no podía mantener una línea recta a la hora de soltar la pelota. Por ello, Midoriya sentía que la opción más viable sería lanzarse, con seguridad, desde la distancia intermedia, siendo un balance bastante justo para él, si era totalmente sincero.

La primera que avanzó a la dificultad máxima fue Yanagi Reiko, quien, con su 《don》, fue capaz de dirigir la pelota con una gran fuerza, precisión y control para golpearla contra la diana, encendiéndose una luz verde arriba de la misma. Vlad asintió y anotó algo en una libreta; probablemente, era algo que tenía en mente. Su 《don》, en el sentido de la precisión, era uno de los mejores de la clase 1-B. También tuvo que tener elogios para Ibara Shiozaki con sus vides, capaces de alcanzar grandes velocidades y potencia al lanzar la pelota a una distancia media. Aparentemente, no estaba segura de ir a la avanzada.

Monoma Neito, por otro lado, imitó a Reiko, quien arqueo una ceja al ver al rubio utilizar su《don》 para lanzar la misma con una potencia y control bastante menor a la que ella realmente estaba acostumbrada, pero no fue tan malo. Al menos, eso pensó la chica fantasma. Su distancia fue de rango intermedio al no estar preparado para usar una 《peculiaridad》 nueva y que vio hace poco.

“Pudo ser mejor”, dijo Reiko, mientras el rubio volvía a la fila con una leve sonrisa en su rostro. Las manos de la chica se mantuvieron en su posición hacia abajo, como una especie de espíritu.

“Sí, realmente es difícil usar un 《Quirk》 nuevo. Con práctica, podré usarlo mejor”, se encogió de hombros, poniéndose a su lado.

“Bueno, por lo menos lo admites”, mantuvo una expresión tranquila en todo momento, mientras que el chico sonreía levemente, cruzado de brazos.

“Me agradas”, afirmó con una leve sonrisa, provocando un encogimiento de hombros por parte de la chica.

Como pensó Midoriya, los chicos como Shoda, Juzo, Kuroiro, Awase y Kinoko fueron lanzadores en la zona para principiantes. No esperaba que alguien tan fuerte como Shoda fuese a por lo fácil, y realmente le sorprendió el simple hecho de que dejara una pequeña abolladura en la diana al lanzar. Ciertamente, su portento físico era completamente increíble. Luego, el pecoso pudo ver a Kamakiri tomar la pelota entre sus manos. La observó por los lados, antes de chasquear la lengua y colocarse en el nivel intermedio para lanzar. La lanzó al aire y la atrapó al caer en su palma, bastante concentrado, pensando en algo.

Izuku tuvo que arquear su ceja al ver al chico insecto, cerrar los ojos y pensar en algo. No pensaba que fuese realmente posible atinar desde esa distancia, a no ser que tengas una confianza absoluta, precisión al lanzar y, por demás, una gran fuerza. Por lo que dijo brevemente, su 《Quirk》 tampoco es que pueda ayudar de mucho, sin embargo, ¿cómo podía saberlo realmente? Sería la primera vez que lo vería en acción, y no es que sea fácil sacar una conclusión precipitada ante el poder de alguien más, solo conociendo su descripción básica y nada más que eso.

Kamakiri se colocó en posición, tomando la pelota entre sus manos. Pudo ver los músculos tensarse en su piel amarillenta, y se preparó para lanzar. Sin embargo, la lanzó para arriba, algo que lo confundió. Una cuchilla se formó en el antebrazo, antes de usarla como una especie de impulso extra para alcanzar la velocidad deseada. El sonido del material de la pelota y el metal chocando hicieron eco en sus oídos, antes de ver como iba directamente a la diana. Obviamente, el tamaño de la misma era mayor que una normal, pero, por poco, termina golpeando a la nada misma, golpeando cerca del borde.

Pero lo logró, por lo tanto, pasó. Kamakiri solo pudo bufar con molestia, no contento con su desempeño. Los ojos verdosos del chico captaron como la pelota, ahora en el suelo, comenzaba a partirse a la mitad luego de que el filo de la cuchilla hubiese cortado la mitad de la misma. Fueron unos pocos segundos, pero lo había visto cortarla en su totalidad. Sin embargo, consiguió el impulso suficiente como para que no se separe y siguiera hasta golpear la diana. El chico tragó saliva, con una mirada impresionada en su rostro.

Ese era chico era completamente un genio. Usar la potencia de la cuchilla, dando en el punto justo para que pueda alcanzar la suficiente potencia y velocidad para lograr llegar a la diana. Fue increíblemente genial.

Setsuna silbo suavemente al lado del pecoso, mientras veía a Kamakiri caminar. “Bueno, no debo de decir que no me sorprende ese 《don》, pero pudo hacerlo mejor”, el chico parpadeó suavemente antes de mirarla. “Aw, ¿capté tu atención?”, preguntó con una sonrisa divertida, haciendo que el peliverde se sonroje de la vergüenza.

“Y-Yo, e-eh, um, a-ah”, se quedó allí, balbuceando por unos momentos, haciendo que su compañera deje escapar una carcajada y se limpie una lágrima que se escapaba por su rostro.

“Eres divertido”, mostró su sonrisa dientuda, antes de poner los brazos en sus caderas. “Pero, en general, desperdició potencia al hacer eso. Si la hubiese sacado justo en el momento de que estuviese cerca de una parte de su cuerpo, y la cuchilla salía con todo, habría mejorado la fuerza de salida. Pero, meh, no soy su madre para decirle cómo hacerlo”, se encogió de hombros.

El chico tuvo que decir que tuvo… bastante sentido, si era honesto. Le sorprendió la inteligencia aguda de la chica. La fuerza de salida de la cuchilla era bastante rápida por lo que pudo ver, lo que le haría valer una gran fuerza de impacto. Si hubiese planeado mejor las cosas y, prácticamente, provocaba lo que Setsuna había dicho, tendría una mejor potencia. Imaginen como si fuese una estocada de una espada cualquiera a una pelota cayendo; la fuerza del impacto sería más potente que darle del revés, aunque tendrían que tener varios factores a tener en cuenta para decir eso. Sin embargo, no descartaba la posibilidad.

La masa, velocidad y dirección de la pelota eran cruciales para determinar si hubiese logrado un mejor efecto deseado. Si hubiesen ido en direcciones opuestas, sería un desperdicio, pero, en una dirección igual, la potencia y dirección se sumaban considerablemente. La energía cinética ante la pelota cayendo sumaría bastante, al conseguir un mejor efecto luego de que cayera y estuviese más cerca del suelo. Y, finalmente, la fuerza del choque en la salida, al ser de rápida acción, le daba una mejor resolución que darle como un bate de béisbol. La energía de la salida e impacto eran bastante favorables, y parecía ser que la chica podía tener sus razones y pensamientos sobre ello.

Pero una cosa no quitaba la otra; Kamakiri tenía mucho talento.

“De todos modos, mírame, perejil”, expresó con una sonrisa aún en su rostro, antes de caminar hacia la dificultad máxima y estirar los brazos. Izuku parpadeó por un momento.

“… ¿Perejil?”, preguntó a nadie en específico, antes de señalarse, confundido al respecto por ello.

Setsuna se colocó en la dificultad máxima, antes de suspirar con una sonrisa en sus labios. Su cabello verde musgo se balanceó levemente, antes de tirarla con una fuerza común y corriente, pero…

¡¿Por qué diablos la pelota estaba haciendo una línea recta perfecta?! Eso… no tenía sentido para nada. Midoriya tuvo que parpadear, cuando la pelota impactó contra la diana sin esfuerzo, y la joven simplemente sonrió con sorna ante su demostración. Algo salió desde la pelota y volvió para unirse a su dedo índice con el cual lanzó. Caminó un poco, antes de unirse a él con bastante cercanía.

“¿Qué tal?”, preguntó con voz cantarina, haciendo que la cabeza del chico termina por expulsar humo por dos razones; la primera, por la poca distancia entre los dos. La segunda fue, en esencia, porque no pudo ser capaz de entender cómo lo hizo.

Luego, recordó su 《Quirk》.

“¿Separaste una parte de tu dedo, la mantuviese pegada a la pelota y controlarte la trayectoria?”, preguntó con los ojos abiertos, dando un paso al lado y no tener una distancia tan vergonzosa.

“¡Correcto!”, mantuvo sus manos en su cintura, mientras que esbozaba una sonrisa ligera. “En esencia, la originalidad reina aquí, entonces, podemos hacer lo que queramos con nuestras 《peculiaridades》 para lograr alcanzar la precisión deseada. Así lo quiso el profesor Vlad”, comentó, señalando a la siguiente.

Tsunotori Pony, por ejemplo, usó sus cuernos para poder dirigirlos y clavarse en la pelota, antes de lograr tocar la diana. Manga usó la viñeta de una explosión para que consiga la suficiente fuerza como para golpear la misma, mientras que Shishida, con su gran fuerza de bestia, logró lanzarla y golpearla con una intensidad similar a la de Bondo. Shoda tuvo que hacer uso de su 《Twin Impact》 para que, el segundo impacto, mayormente más fuerte, sea el que diera en el blanco. Tetsutetsu logró darle al borde de la diana, luego de propinar un puñetazo a la pelota.

Kaibara hizo girar la pelota como una especie de taladro, y la lanzó, logrando perforar la diana con la fuerza del roce excesivo. Midoriya pensó que era una exageración. Tsuburaba intentó usar su 《peculiaridad》, pero, al ver que no llegó a mucho, decidió lanzarla sin más. Rin, con sus escamas, la lanzó a una distancia normal, antes de usar las escamas y lanzar, con mucho esfuerzo, una para que siguiera una trayectoria recta y fija. Yui se mantuvo estoica en todo momento, antes de hacer la pelota bastante pequeña, lo que la hizo golpear en el centro de la diana a una distancia principiante.

Kendo, por otro lado, y a mediana distancia, agrandó una de sus manos, para lanzarla con una potencia muy grande. Tuvo que cerrar los ojos antes de que la arena le entre en los ojos. Todos pasaron la misma. Después de todo, esto no era una competencia. Sin embargo, solo falta Midoriya en la ecuación, y lo hizo sentirse nervioso al respecto.

“¿De dónde vas a tirar?”, preguntó Tokage a su costado, con las manos detrás de la espalda.

M-Media creo que estaría bien”, expresó.

“Hm…”, los ojos de Setsuna se encontraron analizando su expresión, mientras miraba la pelota con fuerza. Una leve sonrisa se escapó entre la comisura de sus labios. “No está mal, pero creo que un tiro a una distancia así sería limitarte un poco, ¿no?”.

“¿Eh? ¿A qué te refieres?”, preguntó con duda, ladeando la cabeza con confusión. La chica solo atinó a suspirar un poco.

“A lo que me refiero, es que te veo capaz de tirar de máxima dificultad. Quiero decir, tienes algo así como ‘Superfuerza’, ¿no? Lo pasarás fácil”, le dio una palmada en la espalda, animando al chico un poco. Las mejillas ruborizadas del joven aparecieron una vez más.

“N-No lo sé…”, la duda comenzó a formarse en el iris, antes de que Setsuna le diera un leve empujón para adelante.

“Bueno, haz lo que quieras. No te voy a obligar”, comentó, levemente sonriente, mientras que Monoma la veía con una ceja alzada levemente. Ciertamente, la actitud de esa chica, animando a Midoriya, lo hizo sentirse curioso por ella.

Midoriya frunció el ceño al ser mandado al frente, pero no podía evitarse. Suspiró suavemente, antes de lograr encontrar la fuerza en sus piernas para moverse. Su mente comenzó a maquinar, mientras pensaba en los ejemplos anteriores de sus compañeros. Al verlos, todos usaban su 《peculiaridad》 de manera inteligente y creativa; eso había dicho Vlad al inicio, ¿no es así? Sin embargo, ¿qué manera podría encontrar para usar el 《OFA》 de manera creativa en este momento? Pensando en retrospectiva, solo era capaz de usar el poder de All Might en su cuerpo, brazos y piernas, pero nada más allá de eso.

Sin embargo, la realización lo golpeó.

¿Intentó usarlo en partes específicas del cuerpo? Setsuna lo hizo, realmente. Separó una pequeña parte de su cuerpo para lograr mantener la pelota en línea recta, lo que requería un gran entrenamiento, control y precisión de la 《peculiaridad》 respectiva. Sin embargo, ¿y si lo hacía con el 《OFA》 entonces? Sería un gran avance para él, aunque no sea mucha cosa, a decir verdad. Quiere decir, otros lo podían hacer con facilidad como Tokage, entonces, ¿qué de impresionante sería para alguien como Izuku Midoriya lograr usar solo una parte de su poder desviada hacia un lugar en específico? No era la gran cosa, si se lo veía desde cierta perspectiva.

Sus pasos hicieron que el crujido de la tierra llenen sus oídos con duda. ¿Realmente se estaba limitando en estos momentos? Quiere decir, su fuerza en estos instantes era de un 5%, casi rodando el 6% para poder usarlo. Era una miseria, y lo sabe mejor que nadie, sin embargo, sabe que no es esa limitación de la cual Tokage se refería en estos momentos. Su fuerza se veía limitada, debido a que era algo que necesitaba dominar poco a poco. Pero no era eso a lo que se refería. Sus ojos captaron el nivel intermedio, mientras que oscilaba para ver al de máxima dificultad.

Quiere decir, fue a la opción más óptima para él, pero sabe que puede hacerlo si va a la máxima dificultad. Sin embargo, sabe que se estaba limitando de manera física y mental. El 5% es bastante poderoso para usar y lograría, con creces, usarla y pasar la prueba de campo del profesor Vlad. De todos modos, había algo que lo estaba frenando para crecer en el uso del 《Quirk》 y, también, mentalmente.

Él mismo se estaba limitando. Nadie más.

Tokage lo dijo antes, y él lo sabía, pero se niega con creces a aceptarlo. Después de todo, ¿cómo podía limitarse si no tenía nada para ofrecer en primer lugar…?

Sacudió la cabeza a los costados, quitando esa mentalidad a un lado por el momento. Siempre ha sido así de pequeño cuando su padre se fue al extranjero. En la escuela, por esa misma razón, se burlaban de él, además de no tener 《peculiaridad》. Se veía siempre en el suelo, sin capacidades de levantarse y pelear, golpeándose una y otra vez para quedarse abajo. Sentía que no debía de levantarse para evitar más burlas, sucumbiendo a sus palabras y bromas para poder estar tranquilo. Sin embargo, eso creó una subestimación en su cabeza, que lo persigue a todos lados.

Él mismo se golpeaba ya estando en el suelo.

Observó la máxima dificultad en frente de sus ojos, teniendo una sensación curiosa y ansiosa por ir y demostrar que podía ser más de lo que era capaz de demostrar actualmente. Pero se frenó en seco, mientras miraba al suelo levemente. El iris se contrajo levemente, y suspiró, antes de ir al nivel intermedio, que decidió antes de pisar este lugar.

No estaba listo. En todos los sentidos no lo estaba.

Después de todo, el único que se limitaba y ponía las paredes para no que pueda desenvolverse era Izuku Midoriya. Era su mayor enemigo.

Tomó la pelota entre sus manos y sintió la textura áspera una vez más en los dedos. Suspiró, mientras cerraba los ojos, dejando que los pulmones disiparan su contenido. El aire se escapó suavemente, mientras que el 《OFA》 comenzaba a fluir por todo su cuerpo, dejando salir leves rayos verdosos por todos lados. No tenía que usar el máximo, solo necesitaba usar lo justo y necesario como para no romperse en lo absoluto. Sus brazos se sintieron levemente activos y ardiendo por la sensación del poder fluyendo por sus venas. Rápidamente, comenzó a concentrarse, bajando todo el porcentaje hasta el que mejor podía concentrar.

“Huh, no esperaba que pueda sacar rayos del cuerpo”, comentó Juzo al lado de Shishida, mientras que el chico bestia ajustaba sus gafas.

“Bueno, supongo que al ser un 《Quirk》 de acumulación, tiene usarlo y liberarlo de alguna manera, por lo que es probable que eso sea la energía que expulsa”, explicó el joven bestia.

“Sí, debe de ser eso. Aunque se ve menos… Brillante. Cuando rompió al cero puntos, era más descontrolado”, expresó Tetsutetsu, ladeando la cabeza con confusión. Awase suspiró a su lado de manera pesada.

“Idiota, se rompió los huesos al usarlo de esa manera. Debe de estar regulando su fuerza”, eso provocó que el chico de acero diera un ‘oh’ bastante audible, entendiendo las implicaciones de ello.

“¿Ese 《don》 no es algo como un arma de doble filo?”, preguntó Kaibara con una ceja alzada, provocando que Setsuna se encogiera de hombros.

“Bueno, por eso tenemos que usarlos a nuestro favor y sacarles el máximo provecho posible, ¿no?”, dijo la de cabello verde.

“Mm”, Yui asintió con neutralidad en su rostro, mientras que Kendo suspiraba suavemente ante el murmullo de su amiga.

“Sí, supongo que tienes razón. Aunque jamás había oído de un 《don》 capaz de romperte los huesos del cuerpo al usarlo”, tuvo que expresar sus pensamientos la chica con curiosidad.

Los murmullos lejanos no hicieron que Midoriya no pudiera concentrarse en sentir como todo fluía en su cuerpo. Pensó en el huevo metido en el microondas, dejando que el calor envuelva la mayoría del mismo. Redujo la intensidad, hasta que pueda ser soportable, siendo el 5% lo más óptimo para su cuerpo. Las fibras musculares se sintieron relajas ante la sensación poco abrumadora que se sentía alrededor de su cuerpo, y tuvo que suspirar levemente ante ello. Abrió levemente los ojos, brillando brevemente, antes de ver la diana a lo lejos. Sus dedos se marcaron en el material de la pelota, mientras que Vlad lo observaba.

Sabía que el chico podía controlar su poder, eso es lo que era capaz de visualizar en las grabaciones del examen de admisión. Verlo allí, reprimiendo su fuerza, le hizo sentirse aliviado. Esperaba no estar equivocado con Izuku Midoriya, y no lo estaba. Tenía sentido que se hubiera roto los huesos por todo lo que vio en el informe, y por el simple hecho de tener que destruir al cero puntos para ayuda a alguien. Se necesitaba una gran fuerza para ello, y usar todo sin contenerse era lo que debió de usar. Ahora, no entendía a Aizawa. Este chico tenía un potencial excelente, y lo desechó por considerarlo insuficiente y muy arrogante cuando era totalmente lo contrario.

Bueno, si él lo había subestimado, ¿por qué no hacer que demuestre todo su potencial al mundo? Solo de pensarlo, lo hizo sonreír mentalmente. Eraser dejó ir a un futuro gran héroe, y él iba a convertirlo en uno.

Estaba seguro de ello.

Tomando la pelota con fuerza, Midoriya pensó en diferentes formas para usarlo de manera creativa. Pensó en Tokage y sobre el cómo usó una sola parte de su peculiaridad para hacerla aprobar esa parte. Pensándolo mejor, no había tenido en cuenta el hecho de llevar una parte de su poder a un punto en específico de su cuerpo. Era complicado pensar en ello, pero no era imposible hacerlo. De hecho, sería muy fácil, si se concentraba lo suficiente como para utilizar el 《One For All》 y redireccionar la energía fluyendo por todo su sistema.

Sí. Sí, sería fácil. Sin embargo, debería de pensar en un mejor ejemplo para ello. El huevo era útil, no iba a negar su utilidad a la larga, pero en este momento, un ejemplo más práctico sería mejor que nada. Cerró los ojos, intentando encontrar lo más adecuado para este momento.

La imagen de Kendo haciendo más grande sus manos lo hizo sentir que era bastante adecuado para el contexto actual. Así funcionaba el 《don》 de la chica al agrandar sus manos, sí, pero para alguien que necesitaba redireccionar su poder a una parte específica podía ser de utilidad. Ella agrandaba las manos, por lo que debía hacer lo mismo, prácticamente. Simplemente, redirigir todo lo que pueda usar hasta la parte seleccionada. Pero, ¿qué iba a usar exactamente hablando? Si lanzaba la pelota con dirección hacia un objetivo en específico, ¿por qué no ir más allá y concentrarla en uno de sus dedos, por ejemplo?

Eso no solo lo ayudaría a encontrar más maneras creativas para aplicar el poder de All Might; también, le vendría bien para ser más versátil al usarlo en diferentes formas que jamás había a pensar. Esto… podía funcionar.

Dejó escapar un suspiro tembloroso, dejando que la energía vibrara en el dedo. Las rayas rojas la envolvieron por completo, antes de posicionarse para lanzarla. Su dedo se mantuvo en la superficie del objeto a tirar, y sus ojos se mantuvieron inmersos en el objetivo. Su cuerpo se movió y, finalmente, la circunferencia se escapó de sus dedos, mientras que la potencia despegaba desde uno de ellos. No olvidó, por supuesto, apretar las nalgas y gritar en el fondo de su corazón…

‘¡SMASH!’, la ráfaga ligeramente levantada de aire y sedimentos de tierra le hizo parpadear un poco, pero la pelota siguió su curso.

Girando como la fuerza de un taladro como lo hizo Kaibara, manteniendo una dirección similar a la de Tokage y, usando una forma para redireccionar su poder usando de ejemplo a Kendo, logró acertar a la diana, dejando una abolladura en la misma. No estaba usando una gran cantidad de poder, pero, por poco, y la terminaba atravesando. Aparentemente, no utilizó el 5% en su dedo, por lo que el 3% fue más que óptimo para esto. Si hubiese sido más, lo habría logrado atravesar.

Los ojos verdosos del chico tuvieron una pequeña llama diminuta, demostrando que estaba ardiendo en determinación en esos momentos. Su cabeza iba a mil por hora, y su dedo, aunque entumecido por usar una potencia a la que no estaba acostumbrado, seguía siendo capaz de moverse a estas alturas. El aire se escapó entre las comisuras de sus labios, mientras que algo desconocido vibraba en su pecho. ¿Qué era este fuego que nunca había sentido en toda su vida? No lo sabe, pero…

No le desagradaba para nada.

“¡Tengo arena en mis ojos!”, gritó con dolor Tsuburaba, frotando los mismos con rapidez, mientras que Setsuna se reía de él. Shishida se ajustó los lentes.

“Ventajas de usar lentes”, explayó.

¡Great power!”, mantuvo Pony con una sonrisa emocionada, antes de toser suavemente y corregir con una vergüenza plasmada en su tono. “¡Q-Quiero decir, excelente demostración, Midoriya-San!”, la voz de la chica hizo que Kendo asienta.

“Sí. Parece ser que tenemos compañeros muy fuertes, ¿no?”, preguntó la chica hacia nadie en específico, mientras que Monoma sonreía.

“Increíble…”, tarareo por lo bajo, con su sonrisa plasmada en sus labios.

Sin duda alguna, la clase 1-B iba a ser la mejor de la U.A. y no tenía dudas de ello.


En una esquina cercana al lugar de pruebas donde Vlad probaba las capacidades de los jóvenes aspirantes, una cabellera dorada de cuerpo esquelético veía todo con una gran sonrisa en su rostro. Viendo a su sucesor ser capaz de usar el 《OFA》 de gran manera a pesar de no tener tanto tiempo con ello lo hizo sentirse aliviado al respecto. Esperaba que no se rompiera el brazo o algo así, teniendo en cuenta la fuerza que tenía el 《don》, sin embargo, ha sido de aprendizaje rápido para esto.

Sonrió para sus adentros, cerrando los ojos. "Se ve que pude elegir un gran sucesor. Eres increíble, joven Midoriya…", expresó, antes de mirar al cielo despejado, con ese tono azulado invadiendo todo el mundo. "Maestra, el futuro está en buenas manos", comentó.

Toshinori se sintió muy orgulloso de su alumno y sus avances con el 《OFA》. Si seguía creciendo y evolucionando, poco a poco, iba a ser un gran héroe.

Incluso, mejor de lo que él pensaba.

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Las pruebas no fueron algo del otro mundo. Quiere decir, terminó esforzándose al máximo en cada una de ellas, aunque en otras se estuvo por autosabotear para no quedar en el podio. La primera fue el lanzamiento y precisión de pelota, la cual hizo que Vlad pudiera constatar en su libreta el control de cada uno con su 《peculiaridad》, confianza y creatividad a la hora de alcanzar la diana para los que la lanzaron entre intermedio y avanzado. Los que fueron a una distancia de principiante, sin embargo, tomó nota para mejorar su confianza y darles entrenamientos tomando en cuenta sus 《peculiaridades》.

La segunda prueba fue, en general, lo que Tsuburaba esperaba; una carrera alrededor de la cancha. Si bien su capacidad pulmonar era grande debido a su poder, no le sorprendió ser superado con pura facilidad por Tsunotori. Sin embargo, también lo fue por Shishida, Midoriya (quien se dejó ganar para quedar en sexta posición), Tokage quien volaba separando partes de su cuerpo, Monoma copiando el 《don》 de la chica antes mencionada y Juzo, quien, prácticamente, hizo que el suelo sea arena movediza para hacer que Tsuburaba quedara en séptimo lugar. Tetsutetsu y Ryu los siguieron por detrás.

“¡Eso es trampa, trampa he dicho!”, exclamó el chico con el dedo acusador hacia Juzo.

“Bueno, técnicamente podrías haberte salvado. Además, nunca se nos dijo que no podíamos usar nuestros 《Quirks》”, se encogió de hombros Juzo, antes de mirarla con sinceridad. “Y lo siento por eso, amigo”, se disculpó, haciendo que el chico sonría un poco.

“No, tranquilo, yo me disculpo; me dejé llevar. Además, séptimo puesto no es tan malo”, se encogió de hombros, mientras que Setsuna lo miraba con la ceja alzada.

“Bueno, técnicamente, quedaste octavo”, explicó la chica con una sonrisa mostrando su sorna.

… ¿Qué?”, parpadeó confuso, antes de ver como la sombra de Pony se movía, y el rostro de Kuroiro salía de la misma.

“Las sombras son las que mejor te acompañan en momentos como estos”, dijo Kuroiro, habiendo quedado en segundo lugar. Pony chilló al verlo salir de su sombra.

Eso desanimó más a Tsuburaba, mientras que Juzo le daba leves palmadas de ánimo. Izuku Midoriya suspiró, quedando en séptimo lugar.

La tercera prueba no fue tampoco muy complicada; básicamente, era tomar un dinamómetro para saber cuanta fuerza tenía una mano al apretar. Obviamente, esta parte no tendría que usarse el 《don》, debido a que eso rompería los objetos por la fuerza empleada al respecto. Aquí, se buscaba medir la normalidad del agarre de la persona, no su 《peculiaridad》 en sí. Midoriya apretó la misma con fuerza, mientras que suspiraba mentalmente. No estaba realmente en forma física como para demostrar conseguir mucho agarre.

El dispositivo sonó en su mano, mientras la levantaba y veía su progreso. 78 kilos no estaban para nada mal, ¿no es así? Quiere decir, en 《Aldera》, su máximo estaba fijado en 47 kilos, por lo que esto podía ser un gran avance. Vio a Yui a su lado, mientras veía el suyo con inexpresividad reflejada en su mirada. 43 kilos, ¿eh? Nada mal.

“B-Buenos números, Kodai-San”, felicitó el pecoso con un leve rubor en sus mejillas, mientras que la cabellera azabache asentía suavemente.

“Hm”, dejó escapar un suave murmullo entre sus labios, antes de señalar a la chica a su lado. “Kendo es más fuerte”, solo con esas palabras, el chico no tuvo que decir mucho al ver sus números.

“¿89 kilos? Esta cosa está rota”, bufó Itsuka, mientras que Midoriya se encogía en su sitio ante la diferencia de 11 kilos que los separaba a ambos.

“¡¿89?!”, preguntó Kinoko desanimada y exaltada, mientras el suyo solo mostraba 29 kilos. “Yo no soy tan fuerte en ese sentido…”.

“Anda, chica, no te desanimes. Compites contra una chica que tiene músculos en los músculos”, la tranquilizo Setsuna, con un récord de 34 kilos en el suyo.

“Te escuché”, Kendo se cruzó de brazos con una mirada levemente irritada, aunque un poco de diversión se podía ver entre esa emoción. La chica de cabello musgo sonrió con sorna.

“Lo sé”, tarareo con su voz cantarina, antes de que Kendo bufe con ligereza.

“¡¿300 kilos?! ¡¿De qué diablos estás hecho?!”, exclamó en una pregunta Tetsutetsu con una sonrisa impresionada a Shishida.

“Estoy hecho de disciplina, modales y músculo, Tetsutetsu-San”, ajustó sus gafas, mientras mantenía una sonrisa ligera en su rostro, orgulloso por su récord personal.

Qué varonil…”, apretó el puño, susurrando a los cuatro vientos y llorando lágrimas cómicas.

Raro”, mencionó Kamakiri con sus 82 kilos en el aparato, mientras esperaba a los demás.

180 kilos…”, murmuró Pony a Bondo con una mirada de completa sorpresa. Ella mantuvo sus 57 kilos, mientras que el gigante amable estuvo allí, con sus 180 en fuerza de agarre.

“N-No es la gran cosa”, se rascó la nuca metálica, con un tono avergonzado en su voz.

Todos estuvieron de acuerdo en algo; Bondo era un amable gigante que debían de proteger a toda costa. Incluso Kamakiri pensó en ello, sorpresivamente. Aunque era malditamente fuerte por sí solo, a decir verdad.

La cuarta prueba fue un salto de longitud de cincuenta metros.

Principalmente, Midoriya pensó que gente como Pony, Setsuna o incluso Shishida, Tsuburaba se podrían destacar para llevarse los reflectores y hacer que la atención general recaiga en ellos, pero estaba realmente equivocado al respecto. Juzo y Awase, los chicos con una 《peculiaridad》 muy buena y útil, fueron los seleccionados para brillar en esta prueba.

En el caso del 《Quirk》 de Juzo, ‘Softening’, le permitía ablandar el suelo hasta cierto punto, lo que lo convertía en un poder demasiado táctico a decir verdad. Sin embargo, en esta ocasión, el chico se las ingenió para sacarle el mayor provecho a su 《don》 en esta prueba. Logró suavizar el suelo hasta el punto de que sirviese como una especie de trampolín para llegar a una distancia bastante alta. Teniendo en cuenta la facilidad con la que logró llegar a los 38 metros conseguidos, no le pareció descabellado pensar que podía superar esa marca.

En cambio, Awase, fue el que le sorprendió mucho más. Tomó un par de pedazos de metal dispersos, antes de utilizar su 《peculiaridad》 para soldarlos a ambos por la mitad. Los levantó y los uso como una especie de pértiga improvisada para llegar a una distancia cercana a la de Juzo. Sin embargo, tuvo que admitir que fueron increíbles.

Midoriya, en cambio, optó por dar un salto normal y común llegando a una marca aceptable, pero lamentable al mismo tiempo. Sin embargo, se acostumbró tanto a ello que no le importó mucho.

La quinta prueba había sido algo normal y que, en general, ya habían visto en cientos de otros lugares. ¿Qué esperaban de una prueba que era levantar peso con pura fuerza física?

Shishida quedó el rey absoluto y Shoda lo seguía muy por atrás. En serio, ¿qué le daban a los chicos de hoy en día? No lo sabía, pero no debía de ser muy bonito si eran capaces de cargar tantos kilos por su cuenta.

Las demás pruebas, en general, fueron las típicas que podrías encontrar en otros lados. Saltos laterales sin usar sus 《dones》, y una carrera de ida y vuelta de 50 metros. La ida era sin usar sus 《peculiaridades》, y la vuelta los hicieron usar sus poderes, para ver cuánta diferencia se hacía al usar sus 《Quirks》 con ingenio y maestría. Midoriya, como siempre, se dejó ganar por Kaibara para quedar segundo y no destacar para nada. Lo que si pudo notar, fue que mejoró tiempos al no tener su 《don》 activado, logrando recortar un par de segundos a lo que hizo en 《Aldera》. Con el 《OFA》, en cambio, podría haber roto su récord, pero dejándose perder a propósito lo hizo quedar casi como siempre.

Llevarse los focos no era su punto bueno, y deseaba que no lo fuese por el momento. Bueno, no, de momento tampoco era la respuesta. No quería los focos, simplemente… Sentir que todos los demás observaban tus movimientos, acciones y todo lo hacía sentir demasiado temeroso. Después de todo, aún podía sentir el ardor en la nuca y las voces en su cabeza, riéndose de sus fracasos constantes.

Simplemente, no podía.

Mientras el sol se cernía sobre su figura, Midoriya tuvo que suspirar suavemente cuando las pequeñas brisas de viento mecía los árboles cercanos. La hora del almuerzo, donde la cafetería general estaba, fue bastante agradable. Aunque comió solo, alejado de los demás, claro, no podía soportar la idea de estar con mucha gente. Eso le traía malos recuerdos. De todos modos, las otras clases no fueron tan malas; al contrario, mantuvieron un ritmo entretenido para Midoriya, quien se acomodaba las correas de su mochila amarilla con cuidado sobre sus hombros.

Sus pasos fueron su única acompañante, mientras que miraba al frente. Las hojas de los árboles se tambaleaban con la presencia serpentina del viento, y eso le hizo poner una leve sonrisa calmada en su rostro. Ver esto le hacía sentirse tranquilo, si era sincero. Sin embargo, por obvias razones, no iba a estar solo aquí. Seis pares de pasos detrás del chico, aunque uno era más rápido de lo normal, lo que le dio una idea general de quién era. Dio un suave paso hacia el costado, provocando que Izumi caiga de cara al suelo y deje escapar un gemido adolorido.

“Ugh, ¿por qué me evitaste?”, preguntó la hermana mayor con falso dolor, mientras se levantaba del suelo. Izuku la miró con incredulidad.

“Las otras veces que no lo hice, terminé yo en el suelo”, tuvo que decir el hermano menor, cruzado de brazos, mientras que la mayor reía ligeramente.

“Atrapada, atrapada. Aunque ya me disculpé por eso hace tiempo”, le hizo un pequeño puchero, antes de tomarlo del hombro y sonreír levemente. “Hermanito, ven, déjame presentarte a unos amigos aquí”, expresó, arrastrando prácticamente al chico hacia atrás en contra de su voluntad, quien solo pudo atinar a suspirar.

Cuando Izumi saludó a los chicos que estaban detrás de ellos, Izuku fue puesto en el frente, quien parpadeó con ligereza. Allí, pudo ver a Uraraka, quien lo saludó con una sonrisa ligeramente nerviosa ante el entusiasmo de su amiga, lo que le valió la misma respuesta por parte del pecoso. Sin embargo, por lo que pudo notar, no era la única chica con la que se hizo amiga. En serio, fue el primer día, ¿cómo diablos se hizo amiga de tanta gente? El beneficio de la gente extrovertida, supuso.

“¡Chicos, déjenme presentarles a mi hermanito menor, Midoriya Izuku!”, presentó Izumi con una amplia sonrisa en su rostro, tomándolo levemente del hombro. El chico alzó la mano con una mirada nerviosa.

“H-Hola, un gusto”, saludó el chico, notando a la multitud en frente a él. Estaba bastante nervioso, en general…

Y no ayudaba nada con el hecho que los amigos fueran, casi todas, mujeres. Eso lo hizo sentirse aún peor en el sentido de que podía desmayarse en cualquier momento.

“¡Así que tú eres el hermanito de Mi-chan!”, exclamó una chica alegre, con una gran sonrisa en su rostro. “¡Un gusto, soy Ashido Mina!”, se presentó.

Mina era una chica de mediana estatura, pero lo que destacaba, era que su piel era de un tono rosado claro y tenía ojos bastante cuadrados, con la esclerótica negra y sus iris de color amarillo brillante, con pestañas notablemente largas debajo y alrededor de los lados.

Su rostro estaba enmarcado por el cabello corto, esponjoso y rebelde que es un color rosado agradable, ligeramente más oscuro que el de su piel. Ella también tenía dos antenas de color amarillo pálido que sobresalían de su cabeza, enganchados en forma cuadrada e inclinados diagonalmente a los lados opuestos, que se ven ligeramente flexibles capaces de doblarse un poco a cada lado.

Nombre : Mina Ashido》
Ocupación : Aspirante a heroína (clase 1-A)》


“U-Un gusto, Ashido-San”, habló con una leve sonrisa torcida de los nervios, mientras que la chica se reía por su acción.

“Diablos, se nota que son tan distintos de personalidad. ¡Tu hermana es demasiado habladora, y tú no tanto!”, chilló, haciendo que Izumi haga un puchero suave y otra chica gimiera a su lado, con una mirada dura.

“Chica, cállate; me harás doler los tímpanos”, comentó con molestia otra chica, amenazando con sus jacks, haciendo que Ashido retroceda del miedo. “Gracias. Un gusto, Midoriya-San, Kyouka Jirou”, se señaló con sencillez, manteniendo una fachada agradable.

Kyoka era una chica de estatura pequeña, de piel clara y complexión delgada. Tiene ojos de ónix triangulares, de aspecto perezoso con pestañas inferiores notablemente largas y cejas bastante pequeñas. Su cabello era corto, solo alrededor de la barbilla y es de color violeta oscuro con una franja asimétrica y dos reflejos con forma de ondas de sonido cardíacos a cada lado de su cabeza.

Su característica más destacada son las tomas de auriculares flexibles en forma de enchufe que cuelgan de cada uno de sus lóbulos de las orejas al final de dos cables delgados, que actúan como extremidades adicionales que parece controlar.

Nombre : Kyouka Jirou》
Ocupación : Aspirante a heroína (Clase 1-A)》


“U-Un gusto, Kyouka-San”, saludó el chico, al notar su tono más agradable. Por lo menos, no parecía ser tan extrovertida como Mina, aunque parecía ser una buena chica. Los jacks de sus orejas se encogieron, y ella hizo un signo de la paz con sus dedos.

Bueno, sinceramente, podría tolerar a Kyouka. No era de las que explote de emoción o alegría al menos que la lleves a un concierto de Metal o Rock, por la pegatina que tenía pegada en la funda de su teléfono. Al menos, esa era la poca información que podía de tener en cuenta.

“Lamento la actitud de nuestra compañera, Midoriya-San. Suele ser muy entusiasta, por lo que puedes ver”, se disculpó con una mirada suave la otra y última compañera mujer a su lado. “Soy Yaoyorozu Momo. Espero podamos llevarnos bien, Midoriya-San”.

Momo era una mujer joven, una de la más grande del grupo. Tenía los ojos alargados, la piel clara, y el cabello negro opaco con un mechón recto puntiagudo colgando en su frente por el lado derecho, y su cabello estaba atado en una cola de caballo grande y puntiaguda.

Nombre : Yaoyorozu Momo》
Ocupación : Aspirante a heroína (Clase 1-A)》


“N-No hay necesidad de disculparse, Yaoyorozu-San, no pasa nada”, levantó levemente las manos, para restarle importancia a la actitud de Mina. Sinceramente, y aunque era un poco intensa, no hizo nada malo.

“¡No hice nada malo, Yaomomo!”, exclamó, alzando los brazos en modo de protesta. Jirou la miró, poniendo los ojos en blanco.

“Robando mis apodos, ¿eh?”, alzó una ceja, provocando que la chica de piel rosa sonría con ligereza.

“Bueno, sonaba bien”, explayó. Kyouka asintió, satisfecha de su respuesta.

“Estamos de acuerdo en algo, entonces”, comentó con las cejas alzadas con diversión. Uraraka dio una sonrisa nerviosa a su lado por saber quién queda.

Ajustándose las gafas de su rostro, el chico miró a Midoriya con seriedad plasmada en su rostro. El peliverde se puso rígido al instante, mientras su mirada lo recorría en su totalidad. El muchacho, una vez más, asintió, antes de dar una reverencia con total muestra de respeto.

“¡Un gusto en conocerlo, Midoriya-San!”, dijo con un tono elevado, pero denotando respeto. “Soy Tenya Iida, y espero poder llevarme bien con usted”.

Tenya era un joven relativamente alto y musculoso con un cuerpo ancho. Incluso debajo de su uniforme, podía notar su físico. Tenía el pelo corto de color azul oscuro, lacio y recortado a la izquierda de su cabeza, con la nuca rapada y ojos bastante cuadrados que coinciden con la forma notablemente puntiaguda de su mandíbula.

Aparentemente, mantenía una expresión seria y sus cejas parecen estar permanentemente fruncidas, bastante delgadas y largas, los extremos lejanos están fuertemente enganchados hacia adentro y usa anteojos con lentes rectangulares. Debido a su, probablemente, su 《don》, posee pantorrillas increíblemente gruesas y con forma de motores de automóvil, con tres tubos de escape plateados que sobresalen de cada uno.

Nombre : Tenya Iida》
Ocupación : Aspirante a Héroe (Clase 1-A)》


Por algún motivo que Midoriya desconoce, ver a Iida ser tan educado y amable, le hizo sentirse un poco más calmado al respecto. Sinceramente, viendo a alguien tan educado como él, provocó que sus nervios se despejen ligeramente aunque, claro, seguía jodidamente nervioso al mismo tiempo. Aunque había algo en Iida que le decía que ya debía de haberlo visto algo. Y su apellido, parecía similar al de cierto héroe que, por ahora, no se le venía a la cabeza, si era totalmente sincero al respecto. Viendo su acto de amabilidad, Midoriya, imitó su acto, dándole una reverencia.

“U-Un gusto, Iida-San”, comentó el chico, mientras que Izumi aplaudía, contenta con el desarrollo de las cosas.

“Bueno, ahora que todos nos conocemos, ¿podemos ir a casa todos juntos? Siento que Aizawa-Sensei me dejó pesadillas y quiero una tina caliente”, dijo la hermana mayor con un suspiro exasperado, mientras comenzaban a caminar hacia la entrada, con los hermanos a la cabeza.

“¿Qué les hizo hacer?”, preguntó Izuku con la ceja alzada de duda e intriga.

“¡Nos hizo hacer el infierno en la tierra!”, se quejó Mina con un puchero en su rostro. “¡No sé qué le pasaba a ese profesor, por poco y me da un infarto!”, comentó con exasperación.

“Bueno, no fue tan malo. ¡Además, Aizawa-Sensei lo hizo para prepararnos!”, exclamó Iida, moviendo los brazos como robot. En serio, ¿qué pasaba con esta escuela?

“Tú lo dices porque quedaste dentro del top diez”, amenazó Kyouka, haciendo que Iida se tensara. “Yo quedé doceava”, pateo una roca con una expresión cansada y frustrada.

“V-Vamos, fue solamente una prueba, ni que los fuese a expulsar”, se rio con nerviosismo el chico, mientras miraba a Izumi. “¿Verdad?”.

La hermana, riendo de manera nerviosa, miró a otro lado, mientras se rascaba la nuca. Parpadeando un poco, se giró para observar a los otros, recibiendo la misma reacción que la hermana mayor a su lado. Midoriya sintió que se le iba a salir el alma.

“B-Bueno… Amenazó con expulsarnos si no dábamos todo de nosotros, así que, s-supongo que era su manera de animarnos”, comentó Uraraka, rascándose la mejilla. Izuku palideció al instante. ¡¿Qué diablos pasaba con esta escuela?! Bueno, por lo menos, confirmaba, para su pesar, que EraserHead era el designado para la clase de su hermana. Genial.

Aunque, bueno, una parte de él rezaba y agradecía a Dios por darle a Vlad King como profesor. Por lo menos, él era condescendiente.

Sin embargo, y quitando esa sensación de pavor al imaginarse el profesor de su hermana mayor y los amigos de Izumi entrenar y demostrar su valía, estar allí, caminando con otras personas que no sean su hermana, lo hizo sentirse… Raro. Muy raro.

Quizás, la próxima vez caminará solo.  No sabe si se siente cómodo o inseguro al respecto.

Era una sensación imposible de explicar.

Chapter 9: Capítulo 8: El traje hace al héroe

Summary:

Usando su traje, Midoriya se dirige a la clase de All Might, no sin antes cuestionarse cuestiones existenciales de su vida y toparse con una persona que quiere destruirlo en el festival deportivo.

¿Rivales tan pronto? Suerte Midoriya, supongo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 


La mesa de la habitación de los Midoriya se mantuvo plagada de hojas desparramadas al azar. El único atisbo de luz que se desparramaba sobre la habitación a oscuras eran los ojos estrellados sobre la azabache noche, mientras que una cabellera verdosa lisa se mantenía allí, mordisqueando la punta de su lápiz. Izumi mantuvo su mirada inmersa en los papeles arrugados en los que, antes, se había puesto a dibujar con mucha antelación hace un par de horas, y aún no lograba plasmar lo que ella deseaba con todo su corazón.

El basurero estaba lleno hasta el tope de bolas de papel arrugadas, mientras que varios dibujos borroneados se asomaban tímidamente por los dobladillos. Sin embargo, las palabras “dúo Midoriya” estaban escritas allí con una fuerza y fiereza destacables. Sus piernas se balanceaban de un lado para el otro, golpeando sus pies entre ellos, mientras fruncía los labios y el ceño ante lo que intentaba hacer a continuación. Se suponía que esto era para su hermanito y ella, luciendo trajes geniales para el futuro en el que sean capaces de destacar en el mundo del heroísmo. Ella cree que tendrá un poder genial como sus padres.

Aunque, sinceramente, esperaba tener algo similar a su padre; escupir llamas sería muy genial. Y le iría bien un 《don》 terriblemente versátil como el de su padre. Aunque, pensándolo bien, puede ser que le dé mucho dolor de garganta, ¿no? Quiere decir, no es muy normal y sano poder mandar bolas o ráfagas gigantes de llamas hacia un villano que robe una joyería o asalte a un transeúnte. Realmente, el poder de su padre era increíblemente fuerte, y aunque el de su madre no era la gran cosa, sabe que podría sacarle un buen provecho a futuro. Aunque, realmente, le daba igual qué poder tuviese.

Después de todo, con cualquiera de los dos, podría llegar a salvar gente con los poderes de sus padres. Incluso si era una combinación o algo similar, lo alzaría y lo llevaría con orgullo puesto sobre sus hombros. Era algo de su familia, algo que podía legarse, y ella podía estar orgullosa con mantener el apellido Midoriya en lo alto. Pueden decir que era algo infantil, pero su sueño como heroína profesional era darles a sus padres el mismo trato que tuvieron con ellos toda su vida; devolver todo el bien que hicieron en su vida, mientras que ayuda a los que necesitan una mano. Mantener un hombro en el que puedan llorar, un brazo con el que sean capaces de apoyarse… Estar ahí para la gente con problemas.

Si bien siente que sus padres dirán que no es necesario que haga tantos sacrificios, ella sentía que debía, por lo menos, devolver la amabilidad, cariño y amor con la que ellos la trataron. Dar un trato igual. No por nada en específico, solo cree que sería bueno demostrarles el mismo cariño con el que todos te han tratado tus padres. Devolver cada gesto, acción, dinero invertido, etc. Darles una muestra de cuanto los amaba. Sin embargo, obviamente, no iba a dejar de lado de su visión de justicia.

Ella creía, fervientemente, que la gente merece siempre una persona para poder decir todos sus problemas; como hermana mayor ejemplar que era, sabe lo mucho que su hermanito guardaba sus inseguridades para él y, si bien, algunas veces se las decía, siempre se las guardaba para sí mismo. Por ello, ella quería ser una heroína en la que gente pueda depositar su confianza en todo lo que necesiten: no necesitaba estar en el top diez del ranking, eso no le importaba. Quería hacer lo correcto. Toda acción, como salvar un gatito encima de un árbol, ayudar en un incendio, pagar las operaciones de gente con problemas… Todo eso quería hacer para ser alguien de confianza.

Ser esa heroína que sea la luz al final del túnel que los esperaba con los brazos abiertos y sonriendo, diciendo, con la mirada, que “todo estaba bien, porque ella estaba allí”. Justo como All Might hacía.

Pero, claro, ser una heroína sonaba increíble en su mente. Sin embargo, hubo un par de cosas que no podía ignorar. Primero que nada, su hermanito menor. Al ser la mayor por una diferencia corta de tiempo, eso le daba la responsabilidad de cuidarlo, ser el ejemplo y, prácticamente, guiar a su hermano por el camino correcto. Odiaría fracasar como hermana mayor al no mantener los tornillos bien ajustados en la cabeza de Izuku. Ella sabía que no todos eran capaces de estar en el lado correcto, sin embargo, se iba a encargar de que nunca descarrile y se convierta en algo de lo que termine arrepintiéndose más adelante. Le rompería el corazón ver a alguien tan amable ser un villano…

Matando, robando, engañando, mintiendo, manipulando, conspirando… Simplemente, no lo veía capaz de hacer esas cosas, y era su razón, como la mayor de los hermanos, trazar y delimitar las líneas para que nunca termine cruzando un límite que ella desea que no termina por rebasar. No sabe cómo era la sensación de matar, pero, por lo que ha husmeado en el catálogo de películas y libros de su padre cuando no estaban en casa, podía ver las descripciones impregnadas en el papel arrugado, con la tinta salpicando todo sobre la misma. Aun con cuatro años, y sin tener su 《Quirk》 realmente formado por el momento, sabe que matar es algo que estaba fuera de consideración.

Al menos, para Izuku. Si ella era la heroína que necesitaba de jalar el gatillo, lo haría. Alguien tan puro e inocente como su hermano no necesitaba pasar por momentos oscuros de esa magnitud. Ella, como la mayor, si iba a ser una heroína, cargaría con ese peso.

De todos modos, y volviendo al punto, su hermano era la primera cosa de la que debía de preocuparse realmente sobre esto del heroísmo. ¿Por qué, te preguntas?

Porque, al final del día, ella solo quería asegurarse de que él estuviera bien. Buscaba protegerlo, aunque sepa que, en un futuro, no la necesite más a su lado para levantarse y pelear. Sin embargo, por ahora, la responsabilidad de ser la hermana mayor era más pesada de lo que cualquiera pudiera imaginar. A veces se sentía como si tuviera que tomar el lugar de madre, a veces incluso de padre, mientras veían cómo el pequeño Izuku luchaba por encontrar su lugar en un mundo lleno de expectativas. Incluso si sus amigos han empezado a manifestar rastros de 《Quirks》 con bastante antelación, y ellos dos, Izumi sabía que iban a tener 《dones》 increíbles para estar los dos juntos, siendo héroes.

Y ahí, estaba el segundo problema; el traje. Muchas personas dicen que el traje hace al héroe, pero, sinceramente, no pensaba eso. ¡Las acciones dicen más que mil palabras! Al menos, eso dice la profesora del jardín de infantes. Sin embargo, el traje podía hacer al héroe, y el héroe era capaz de hacer lo mismo al revés.

Ahora, y con eso ya dicho, tenía un problema serio ahora mismo…

¡¿Cómo podía hacer trajes geniales para los dos?! Díganle lo que quieran, pero ella, aun con su sueño, quería ser capaz de vestir algo bastante cómodo y simple para salvar a la gente sin buscar nada a cambio. Y si bien su hermano también podía hacerlo, había algo en él que gritaba a todos los lados que era algo bastante más altruista que ella. No importaba. El punto es que ha hecho cientos y cientos de bocetos con su imaginación revoloteando por su cabeza, pero es incapaz de sentir que le agraden ni un poco. Ha habido algunos interesantes, pero nada definitivo sin duda alguna.

Y eso la estaba empezando a frustrar en todos los sentidos.

“No, estos colores no combinan…”, gruñó por lo bajo, mientras que borroneaba la gama de colores con un crayón oscuro. “¿Qué puede ser lo que le falta a esto? No tengo idea…”, mordisqueo con fuerza la punta del lápiz, mientras que los crayones se iban dispersando poco a poco sobre el escritorio. La paciencia de la pequeña se iba acabando, mientras los rayones iban y venían.

Las miradas de las estrellas fueron su única espectadora, bastante decepcionada por como se gestaban las cosas en la mente de la pequeña Midoriya quien, sin realmente saberlo, comenzaba a salir leve humo desde la punta de su cabello. Las primeras manifestaciones de su 《don》 , del que debería de estar orgullosa de ello, surgió en un momento de molestia por no poder hacer algo tan simple como unos pequeños diseños de trajes para el futuro dúo heroico Midoriya. Ahora, estaba apretando los dientes con frustración y dejó escapar un chillido ahogado por sus intentos frustrados.

¡¿Por qué no era capaz de algo bien?! Era un traje, un mísero traje, pero se quedaba en blanco cuando se ponía a dibujarlo. Dejó escapar un gruñido frustrado, antes de tirar el crayón a un lado del escritorio con leve fuerza. Desde siempre ha sido alguien bastante temperamental y, quizás, un poco, demasiado, emocional con las cosas. Estos pequeños ataques de exasperación y molestia elevados a la quinta potencia han sido bastante normales desde que recuerda, aunque no recuerda que haya experimentado nunca este nivel de molestia y frustración. Miró sus manos, levemente confundida y manchada con el arcoíris de diferentes crayones de colores.

Pudo oler humo filtrarse en su nariz, pero descartó la idea al notar como, lejos de allí, había una corriente de humo levantándose hacia el cielo, y las luces de los bomberos sonaban a la distancia. Debía de ser eso. Sin embargo, miró nuevamente sus creaciones arrugándose debajo de sus manos, mientras su ceño se fruncía levemente. Los dibujos amorfos, deformes y poco convincentes la hicieron sentirse demasiado molesta. Usualmente, no es que dibuje bien, pero esto era peor que eso. ¿Desde cuándo uno de ellos tiene una especie de mutación que les da siete dedos extra? No lo sabe, y no le pregunten cómo dibujó eso en primer lugar.

Y, así, siguió por media hora. Su hora para dormir hace rato que había pasado, pero no se molestó en fijarse en el reloj clavado en la pared. Sus dedos se mantuvieron encima del papel con molestia, mientras que lo hacía una pequeña bola con molestia, antes de tirarla detrás de ella. La bolsa de basura estaba llena de sus intentos fallidos, y dejó escapar un suspiro exasperado al dejar caer su cabeza contra el escritorio. No fue bonito el dolor que la acompañó ante eso, pero no era importante de destacar. No sabía qué hacer ahora mismo; estaba estancada en hacer unos míseros y simples trajes, pero nada le parecía suficiente.

Las puntas de su cabello se encendieron levemente de manera prematura, antes de apagarse cuando Izumi suspiró suavemente. No sabía que su 《don》 se estaba empezando a manifestar, ya que mantuvo su mirada fija en su bello desastre en frente de ella. Frunció la mirada, y se rascó la nuca con ligereza, no sabiendo qué hacer.

Mientras que su presencia estaba allí, acaparando todo el escritorio, la puerta se abrió suavemente, sin hacer ruido o algo similar, el rectángulo de madera se movió, antes de que la mirada de Izuku la localice. Podía notar su cansancio, estrés y molestia incluso sin verla a la cara. Sus hombros, siempre en una posición incómoda, denotaban sus sentimientos en este momento, y él lo sabía. A su corta edad, sabía muy bien como leer a su hermana mayor que conocía de toda la vida. Sus actitudes, caprichos, molestias, gustos, disgustos, la mayoría de cosas eran sabidas para él. Y, cuando ella pasaba por algo que le estresa mucho, solo verla así era suficiente como para que necesite actuar.

Aunque su hora de dormir pasó hace mucho, y se había quedado hasta tarde haciendo deberes con ayuda de su madre, Izumi estaba haciendo algo que desconocía con toda la constancia del mundo. Suavemente, entró al cuarto, mientras cerraba la puerta detrás de él con el ligero ruido de la misma alertando sobre su presencia. Izumi levantó la cabeza desde el escritorio y lo observó, con una sonrisa levemente forzada, notándose en el cómo sus expresiones faciales se contraían. Sus ojos se encontraron en una silenciosa discusión, mientras que la hermana mayor lo saludaba.

“H-Hey, hermanito, ¿pasó algo? ¿Necesitas mi ayuda…?”, preguntó, aun forzando la sonrisa. A Izuku no le gustó esa sonrisa tan forzada y poco genuina. Odiaba eso.

“I-Izumi, ¿qué te pasa? Pareces molesta…”, dijo el pequeño Midoriya, caminando cerca de ella, mientras veía un par de papeles hecho una pelota en el suelo. Miró al basurero, antes de notar la cantidad abundante de descartes que había allí.

“N-No es nada…”, murmuró, mientras se encogía en su asiento. No le gustaba mucho que la gente la leyera tan fácil como un libro, pero ella era, básicamente, increíblemente sencilla de leer en todos los aspectos. Sus ojos se alejaron de su hermanito, sin notar que tomaba una de las bolas de papel.

“E-Esto es…”, murmuró Izuku, levemente sorprendido al ver los dibujos, bocetos y demás cosas de sus trajes. Algunos tenían la palabra “dúo Midoriya” plasmada en todo lo alto, e Izumi dejo escapar un jadeo avergonzado.

“N-No veas eso, no es la gran cosa”, comentó entre pucheros, intentando convencer a su hermano menor que no era nada importante; que lo ignore y siga como si nada hubiese pasado. Los dedos del chico se posaron sobre el papel arrugado, y la miró con una sonrisa radiante en su rostro.

“¡Tuviste que haberme dicho, Izumi! ¡Puedo ayudarte, yo ya tengo algo pensado para mi traje!”, exclamó con una sonrisa, mientras tomaba asiento al lado de su hermana; la silla era suficiente como para hacer que dos niños de cuatro años entren sin problema alguno. Izumi lo miró con sorpresa en su rostro.

“¿E-Eh?”, dejó escapar, con extrañeza en su tono. Realmente, esta no esperaba la explosiva emoción de su hermano menor con darle una mano. ¿Por qué lo haría, de todos modos? Frunció la mirada y lo observó, notando como sacaba otro pedazo de papel con una emoción palpable en su rostro. “¿E-Estás seguro de que quieres ayudarme?”, preguntó, un tanto insegura. ¿No era la hermana mayor la encargada de hacer las cosas? Su hermano, aunque de la misma edad, seguía siendo el menor de los dos.

El pequeño dejó a un lado lo que estaba haciendo, y la miró, con una mirada desconcertada en el rostro. No sabía a qué se refería con exactitud; ¿por qué dudaba de que él quiera ayudarla? Negó con la cabeza, antes de mirarla con una sonrisa en su rostro.

“¡Claro que sí! ¡Vamos a hacer nuestros trajes para cuando seamos héroes profesionales, así que vamos a hacerlo los dos juntos!”, exclamó con una sonrisa candente en su rostro, antes de dejar escapar una sonrisa ligera entre la comisura de sus labios.

A pesar de ser la hermana mayor entre los dos, siempre tendía a hacer las cosas ella sola para que se haga todo mucho más ligero. Siempre pensó que debía de hacer todo ella sola hasta este punto, haciendo todo lo posible como para no sentirse decepcionada de ella misma por ser una hermana mayor incompetente. Sin embargo, ahora mismo, lo entendió; no debía de hacer toda ella sola. No nació siendo una experta en esto de ser una figura para que Izuku pueda aspirar en un futuro. No era perfecta, y eso lo sabía, pero, a veces, era bueno pedir un poco de ayuda.

Con una sonrisa leve formándose entre la comisura de sus labios, Izumi le revolvió el cabello a un molesto Izuku Midoriya por el desastre que estaba haciendo en su cabeza. Ella rio entre dientes, mientras empezaban a charlas sobre ideas, dejándolas fluir en el aire de la noche, donde la mirada de las estrellas y la luna fueron sus únicos espectadores esa noche, viendo por la ventana a ambos hermanos dibujar sus futuros trajes con la imaginación volando y revoloteando por todas partes.

Los trazos de los crayones y el sonido arrugado de las hojas fueron su único sonido ambiente, al igual que sus palabras, risas y bromas que se perdían por la habitación. Sin embargo, Izumi entendió algo en este momento y lo que no podía ser cambiado: los lazos familiares.

A final de cuentas, un Midoriya siempre ayudaría al otro, sin importar si es algo serio o una tontería.

Eso lo entendió a la edad de cuatro años.


El bostezo de Midoriya fue audible para Izumi, quien terminaba por ser desviada de su corriente de pensamientos. La vista del tren a las afueras era hermosa y bella, mientras que su hermano se mantuvo con una mirada cansada al costado. Parece ser que no durmió lo suficientemente bien anoche, como si algo lo hubiese perturbado. Ella ladeó la cabeza y lo miró con duda, a lo que el pecoso la observó de la misma manera. Los ojos de la mayor lo vieron con preocupación genuina, mientras que el menor se rascaba la nuca.

“¿Dormiste mal?”, preguntó Izumi apuntando su bostezo con normalidad. El chico bajó la mirada, mientras se negaba a verla a los ojos. “¿Qué hiciste esta vez, Izuku Midoriya?”, preguntó, otra vez, con un tono demasiado formal y con leve molestia.

“M-Me desvelé viendo un video de rescate de Edgeshot. F-Fue bastante bueno, si te soy sincero”, comentó con una sonrisa satisfecha, antes de que su hermana le diese un pequeño golpe en la cabeza, haciendo que siseara de ligero dolor. “¡¿Y-Y eso por qué fue?!”.

“Por desvelarte y, probablemente, hacer que te duermas en clase”, le recriminó, antes de darle leves palmadas en la cabeza. “Y esto es para convencerte de que me des ese video. Quiero verlo también cuando estemos en casa”, comentó Izumi, haciendo que Izuku suspire de manera pesada.

“Lo único que pido es que no haya algo muy similar a pruebas de campo; estaré tranquilo escribiendo o con mi cabeza distraída”, mantuvo la mirada inmersa en la puerta del vagón de tren que utilizaban para trasladarse hacia la U.A.

Izumi lo observó de reojo, con una leve sonrisa llena de misticismo en su rostro. El dúo peliverde se mantuvo en silencio por unos segundos, antes de que el chico la mire con cansancio. Cuando ella se quedaba inusualmente callada, era porque había algo que él desconocía al respecto. Suspiró y se frotó el entrecejo, antes de que la chica riera con ligereza; se conocían demasiado bien al respecto, y eso se hacía notar en sus expresiones faciales. Mientras que una mantenía un aura divertida en esta situación, el otro la miraba con cansancio, ya sabiendo sus actitudes comunes.

“… No me digas que hay algo”, su tono estaba secamente cansando. Desde ayer con las pruebas de campo se cansó bastante, y se durmió nada más tocar su cabeza sobre su almohada.

“Bueno, puede ser que Kyouka-Chan haya usado sus jacks por accidente, y pudimos escuchar algo sobre usar trajes en el segundo día”, se encogió de hombros, restándole importancia al respecto. El chico la miró como si fuese una especie de loca al conseguir esa información tan prestigiosa como un mero ‘accidente’. Había gato encerrado aquí.

Izumi…”, llamó su nombre con sus ojos, prácticamente, atravesando su coraza de niña alegre y expresiva. Sus rasgos faciales se volvieron un poco nerviosas al respecto, y comenzó a tartamudear ante su mirada. Podía ocultar muchas cosas sin problemas, pero, con su hermano presente y consciente, no lo era.

“B-Bueno. Los de segundo año dijeron algo sobre el segundo día ser el mejor de la U.A., y puede ser que hayamos convencido a Kyouka-Chan de que use sus jacks para sacar información…”, jugó con sus dedos, como si fuese una niña a la que acababan de descubrir robando u ocultando una especie de hurto mayor. El Midoriya menor dejó escapar un gruñido exasperado.

“En serio, eres increíblemente capaz de conseguir el secreto más oculto por parte del gobierno de Japón, pero luego tienes problemas para encender el horno”, le recriminó el chico, haciendo que Izumi deje escapar un exagerado jadeo, aparentemente ofendida.

“Tú… tienes razón”, lo confirmó sin problemas, antes de que Izuku bufara con una leve sonrisa en el rostro.

Realmente, y aunque su hermana fuese un poco descarada a la hora de admitir las cosas, era muy entrañable y querible para Midoriya. El chico, simplemente, se deslizó sobre su asiento del tren; no iban a llegar pronto a la U.A., por lo que darse una buena siesta sería lo primordial por el momento. Dejó escapar un bostezo suave, antes de abrazar su mochila contra su pecho y acomodar su bufanda que llevaba puesta. Hacía bastante frío afuera, y él realmente moriría de hipotermia si se quedaba allí sin un abrigo o algo que le dé el calor suficiente.

Izumi, por otro lado, era un termostato humano, sin la necesidad de tener algo que le cubra con demasiada necesidad. ¿Hacía mucho frío? Daba igual, su 《don》 ayudaba con el trabajo, regulando su temperatura a una que mantenga todas sus articulaciones bastante calentitas. ¿El calor llegaba y azotaba a todo Japón? Bueno, al ser la ‘Piroquinesis’ un 《Quirk》 que permite controlar las llamas, por ende, todo lo relacionado con el calor también. Por lo tanto, era bastante útil en cosas cotidianas de la vida. También podías hacer un paraguas de fuego en media lluvia, y estarías bajo la misma con relativa tranquilidad.

Además, nunca se ha enfermado que él recuerde. Al menos, casi nunca. Cuando estaba sin un 《don》 manifestado por el momento, era propensa a hacerlo. Recuerda ocasiones en las que se quedaba con ella para hacerle compañía y ayudarla a ponerse al día en los que perdió acostada en la cama. Cuando descubrió su 《Quirk》 y lo dominó en mayor medida, dejó de enfermarse y jamás la ha escuchado estornudar luego de años.

De todos modos, no importaba mucho.

Quería una siesta…

 

-] Cuatro semanas antes para el inicio de la U.A. [-

 


El traje es una parte esencial para ser un héroe; muchos dicen que el mismo hace al profesional, pero Izuku Midoriya sabe que esto no es tan así como te lo pintan. Las vestimentas son algo exterior que sirve de apoyo y amplifica lo que ya es el héroe de por sí, dándole una identidad propia al mismo. Por ejemplo, ¿imaginarias a All Might siendo el héroe número uno de Japón solo llevando ropa casual en lugar de un traje? Aunque ha pasado, no es icónico del héroe vestir así para mostrar su presencia. Sin embargo, y aunque el traje es algo visual, también lo puede ser de apoyo para mejorar o amplificar el uso del 《don》 respectivo y hacer que el trabajo sea mucho más sencillo.

Sin embargo, Izuku no pensaba en esto demasiado; ¿el traje hace al héroe o el héroe hace al traje, de por sí? Era una pregunta con muchas respuestas, y era la que se repetía al respecto por muchas personas. Pero, sinceramente, no era ni uno ni el otro. Para Midoriya, era algo simbiótico. El héroe y el traje son complementarios el uno con el otro, no destacándose una cosa sobre la otra específicamente hablando.

El traje amplifica lo que ya está dentro del héroe, sin embargo, sin la valentía o el sentido del deber, el traje no tendría mucha importancia de por sí. Puede ser que el traje no haga al héroe en la mayoría de casos, pero, bajo el punto de vista de Izuku, se complementan. Una puede funcionar sin la presencia de la otra. El héroe puede hacer el bien sin la necesidad práctica o por fines de moda, y el traje es capaz de darte los usos prácticos para mejorar tus habilidades o darte alguna rama extra para ser capaz de hacer el bien y poner en práctica tu sentido de justicia. A final de cuentas, es como se use cada uno.

Pero, sí, Izuku Midoriya creía que una simbiosis entre ambos conceptos era bastante acertado y mucho más interesante que solo centrarse en una pregunta y una respuesta. Ambas se complementan y funcionan bien sin el otro, así que no tenía mucho sentido buscarle la quinta pata al gato. Ahora mismo, se recostó en el sofá de su hogar, mientras suspiraba y miraba hacia el techo con pesadez. Todos estos pensamientos del traje eran algo que no habían salido de la nada misma.

Las ventajas del traje era algo que todas las escuelas de superhéroes del país tenían, pero, sinceramente, siempre terminaba por ser algo estresante. Antes de entrar a la academia, te piden, encarecidamente, que envíes un reporte con las especificaciones de tu 《Quirk》 y tu cuerpo, lo que luego era llevado a una compañía afiliada para crear los trajes de héroe. Era un sistema infalible, sí, pero no dejaba de ser estresante de muchas maneras. Luego, puedes mandar un dibujo hecho a mano detallando las especificaciones para que se ajusten a lo que el consumidor/estudiante desee en su traje. Sinceramente, era bueno que escuchen.

De todos modos, había un par de problemas con ello debido a su situación del 《One For All》 y su registro. Desde toda la vida ha sido 《Quirkless》 , y el hecho de que lo haya despertado de manera tardía seguramente levante una ceja o una alarma. Sin embargo, tenía que hacerlo y recalcarlo. De todos modos, aún sabe que se pueden actualizar los registros de los ciudadanos. Imagínate que en tu registro anterior, basado en registros de la escuela media y primaria, tus análisis de tu 《don》 sean “es capaz de estirar sus uñas”, solo para darse cuenta de que es capaz de “estirar parte de su cuerpo en general”.

Las revisiones, siempre y que no estén fuera de lugar, son capaces de ser aceptada por el público, y una actualización casi mensual era bastante recomendado para aplicar a diferentes trabajos comunes que no sea el heroísmo; después de todo, no puede haber héroes rondando por todos lados. Hay otros trabajos, y salvar a la gente no es tarea fácil. De todos modos, y con eso saldado por ahora, había un problema que recientemente lo ha estado molestando mucho la última hora: su traje de héroe.

Si bien ha hecho un par de bocetos con su hermana desde que eran pequeños, y estaba seguro de que iba a usarlo casi de manera segura, había algo que lo incomodaba al respecto; se parecía mucho a All Might ahora que lo veía mejor. La sonrisa como máscara parecía ser útil, aunque no es que quiera parecer igual a su ídolo en el sentido del traje. Hacer alguna referencia sutil podría servir, pero tampoco parecía gustarle las orejas de su capucha, que imitaban los mechones del cabello rubio del héroe número uno. Ha sido su ídolo desde su infancia, en todo momento y lo ha inspirado a seguir adelante con su voluntad y manera de inspirar a los demás.

Midoriya se acomodó en el sofá, viendo la palma de su mano cicatrizada luego de haber destruido al cero puntos de un puñetazo. Aunque la herida parece estar a un punto óptimo, como si se hubiese “regenerado”, el 《Quirk》 de Recovery Girl no funciona de esa manera. Usa la energía del usuario para acelerar la recuperación, no devolverla a un punto anterior como la regeneración habitual como el de una lagartija o un reptil en general. Por ello, no ha podido arreglar la herida de All Might ; principalmente, porque esa herida no tiene arreglo alguno, además de ya haber sido acelerado su proceso de recuperación, no habiendo resultados esperanzadores.

De todos modos, frunció el ceño al recordar el diseño de su traje. Se sintió raro, como si fuese un fanático bastante obsesionado con intentar parecerse a All Might , su maestro, en todos los sentidos. Sabe que nadie puede ser igual a él; su maestro es alguien único en este mundo y, si bien, todos somos humanos e iguales en ese sentido, sabe que lo que distingue a uno es la manera en la que crece y se desarrolla. Por ello, imitar a su ídolo, que está a años luz de él es algo que no puede permitirse.

‘Tú no eres All Might , joven Midoriya; tú eres tu propia persona y serás un héroe mucho mejor. Sin embargo, Izuku Midoriya, me gustaría que tomes y forjes tus propias maneras. Me gustaría ver tu originalidad a flote’, recordó las palabras de su mentor, mientras formaba una suave sonrisa en su rostro. Miró las cicatrices de su mano, que se volvían cada vez menos dolorosas de apreciar y la cerró en un puño.

Tenía razón. No era All Might ; tenía y debía de ser su propia versión del héroe que quería ser en un futuro. Por ello, ese traje, aunque bonito, tendría que cambiar varias cosas en la mezcla. El de su hermana era bastante práctico, teniendo en cuenta su 《peculiaridad》 y accesorios para el mismo. Viendo más a fondo, en algún punto, necesitaría tener un par de gadgets para mejorar el control de su 《OFA》 , sin embargo, no tenía para nada claro lo que podría agregar al traje. Quiere decir, no es tan bueno usando su 《don》 sin romperse los huesos en el proceso o sentir una fatiga o entumecimiento claros. Así que, ¿qué podría agregar a su traje? Que él pueda recordar, no había nada destacable.

La puerta de la casa terminó por abrirse, mientras la silueta de su hermana se asomaba por el marco. Con el cabello recogido en una coleta y con una paleta en los labios, se adentró a la casa y levantó la mano para saludar a su hermano, quien correspondió el gesto con la misma simple acción. Izumi, la hermana mayor, observó su teléfono por unos minutos, escribiendo algo, antes de apagarlo y dejarlo a un lado. Se recargó en el respaldo del sofá para inclinarse y dejarse caer, cayendo sentada en los cojines al lado del peliverde menor. Izuku suspiró con ligera diversión para verla de reojo.

“¿Pasa algo? Te veo pensando. Espero que no estés planificando la invasión del mundo con ardillas otra vez”, tarareo la hermana quitándose la paleta de la boca y mirando al chico. Izuku puso los ojos en blanco ante eso, con un leve rubor de vergüenza en sus mejillas.

“T-Tenía cuatro años en ese entonces”, murmuró con ligereza, provocando una risa divertida por parte de la chica, antes de volver a devorar su paleta. “Pero, sí, he estado pensando en mi traje”, admitió, provocando que Izumi arqueara una ceja.

“¿Y qué tiene de malo el viejo? Pareces un All Might hecho en Taiwán. Bastante tierno, de hecho”, comentó, divagando en su mente sobre cómo sería un All Might Taiwanés, antes de que su corriente de pensamientos sea borrada por el suspiro del chico.

“Ese es el problema. Se parece a All Might , y yo no quiero ser conocido como ‘el héroe parecido al número uno’. Yo le admiro y mucho, pero no por eso voy a querer seguir sus huellas por el mismo sendero. Quiero…”, miró a su hermana, antes de sonreír con ligereza. “Quiero hacer mi propio camino”.

Los ojos de la chica se abrieron ante ese comentario, antes de sonreír con un dejo de orgullo. En lo personal, siempre ha admirado como su hermano ha mantenido un gran respeto hacia la figura de All Might como héroe y símbolo. Incluso, cuando eran pequeños, tenían sus pijamas de All Might e, incluso, un par de disfraces con los que se ponían a jugar al héroe y villano. Eran tiempos más tranquilos, sencillos y divertidos. Ahora, sin embargo, la vida de adolescente, estudiante y demás cosas que estaban por venir por los años venideros, empezaba a pedir un rango de maduración. Ella siempre ha pensado que su hermano era bastante maduro en la mayoría de aspectos posibles.

Ahora, sin embargo, entendió y apreció el crecimiento mental de su hermano. No va a negar que tampoco le molestaría si su traje tuviera algunas similitudes como el de su ídolo, pero si él dice que quiere hacer un camino propio y que lo conozcan por quién quiere ser y lo que quiere predicar como héroe, no tiene de otra más que apoyarlo.

Como hermana mayor, estará allí, para verlo, alentarlo y guiarlo por el camino correcto de la vida. Para eso estaban los hermanos. Con suavidad, le revolvió el cabello, provocando un jadeo molesto del chico.

“¡H-Hey, es la tercera vez en esta semana!”, exclamó el chico con un sonrojo en sus mejillas, mientras que la chica reía, quitándose el palo del helado de los labios.

“¡Pues pudieron haber sido más veces!”, dijo entre risas, antes de detenerse y mirarlo a los ojos con una sonrisa orgullosa. “Pero, has madurado, Izu-chan. No lo noté en su momento, aunque ahora lo tengo claro; algo ha cambiado, y puedes estar tranquilo, porque tu hermana mayor estará aquí para apoyarte”, le recalcó, antes de envolverlo en un medio abrazo.

El menor solo pudo sonreír suavemente. Siempre que necesitaba unas palabras de aliento, apoyo o ayuda en lo que necesitaba, siempre estaba su hermana ahí para ofrecerle una mano y que no decaiga más abajo en un abismo interminable. Sin embargo, y a pesar de esa sonrisa en sus labios, se sintió muy mal consigo mismo. Después de todo, ahí estaba su hermana mayor, dispuesta a ayudar y despotricando de que estaba orgullosa de que haya madurado. En el fondo, sabe que no es así; es el mismo chico cobarde que se deja pisotear, burlar por gente mucho más inútil que él y, por si fuese poco, era la persona más hipócrita del planeta tierra.

¿Realmente merecía esta clase de trato tan favorable…? No lo cree, si era totalmente sincero.

“Entonces, deberíamos hacer cambios a tu traje, ¿no? Tenemos tiempo antes de entregarlo", dijo Izumi, antes de que Izuku pueda asentir con la cabeza. “Oh, sí, y te tenemos una sorpresa”, declaró con una risa suave. Izuku arqueo una ceja.

“¿Tenemos?”, preguntó con duda, ladeando la cabeza. Izumi asintió, antes de levantarse.

Yendo hacia su cuarto, Izuku pudo escuchar el ruido de una bolsa de plástico. Raro, él no recuerda haber visto una… Aunque tampoco es que haya entrado a su cuarto hace un buen rato. Ha estado tan distraído con esto del traje, que se le olvidó el hecho de que tenía una habitación en general. Los pasos de su hermana se hicieron más audibles, antes de que Izumi vuelva con una bolsa de plástico en la mano. Le sonrió, mientras jugueteaba con el palo de la paleta entre sus dientes. Izuku la observó con extrañeza al recibir una especie de regalo entre sus manos. No ha estado acostumbrado a esto.

Sus dedos palmearon la superficie. Su contenido era bastante suave, si era sincero.

“Esto es un regalo de las dos. Ella no pudo estar aquí ahora por el trabajo, pero yo si lo estoy. Sabíamos que el tema del traje iba a llegar tarde o temprano, así que…”, lo observó con una media sonrisa en el rostro. “Ahí tienes algo con lo que puedes empezar”, expresó, apuntando a la bolsa.

Izuku parpadeó un poco, antes de sacar el contenido de la bolsa y ver su contenido. Era un traje de cuerpo completo de color turquesa con rayas blancas. Los ojos del chico se abrieron, mientras tomaba las mangas largas entre sus dedos, analizando la misma. Tenía una idea vaga de lo que iba a vestir en sus clases de heroísmo, sin embargo, este regalo que le dio su hermana y madre (con solo una de ellas presente), era perfecto en todos los sentidos. Era el lienzo ideal para poder vestir su traje de héroe. No solo tenía un color que le gustaba mucho, sino que, también, la textura era bastante buena. Ajustada quizás, pero parecía ser suave en el interior y de manga larga, lo que le daba un plus.

Viendo de reojo, pudo encontrar una nota en el fondo de la bolsa. Dejando la ropa a un lado, el chico, simplemente, la tomó entre sus dedos con suavidad y la observó con una curiosidad latente en sus ojos, similar a un felino introvertido.

“Oh, sí, mamá dejó una nota. Dijo que no la hizo tan sentimental para que no inundes el departamento otra vez”, tarareo Izumi, mientras que Izuku la miraba con una expresión dolida por las implicaciones de sus palabras.

“¡No fue mi culpa! Las serpientes no tenían brazos… ¿No ves lo triste que es eso?”, preguntó, ya con una ligera lágrima desparramándose por si mejilla. Izumi puso una cara de acantilado ante ello.

No ”.

“Eres un monstruo”, le recriminó Midoriya, antes de ver la carta que tenía entre sus manos. “Veamos… ‘ Probablemente, no se vea muy genial, como dicen los adolescentes hoy en día. ¡Sin embargo, creo que se te vería muy bien, querido! Puede que haya tenido mis dudas al verte llegar con el brazo roto y saber que despertaste tu 《don》. Odio que alguien de la familia, o algún hijo se lastime; tenía miedo, no voy a mentirte. Pero, aunque no he sido la mejor madre para los dos, quiero apoyarlos a ambos en su futuro, aunque sea un camino doloroso y tortuoso para los tres. ¡Ambos siguen sus sueños sin vacilar, y los admiro por ello! Por eso, den lo mejor, porque sus padres les estarán apoyando’ …”, el pecoso terminó de leer, con una pequeña sonrisa traicionera escapándose entre sus labios.


Puede ser que Inko Midoriya no hubiese sido la mejor madre del mundo, pero fue la que ambos necesitaban para mantenerse humildes, rectos y ser quienes querían ser. Ella y su padre siempre habían querido que ellos tengan lo mejor para que nada les falte; por eso su padre se fue a otro continente para conseguir ingresos más estables.

Mentira. No te mientas así.

Midoriya negó ese sentimiento por ahora, carcomiendo su cuero cabelludo con insistencia.

Pero, incluso si había progenitores mejores que ellos, ¿qué importaba, realmente? Han tratado de hacer lo que tenían a su disposición, darles una casa en la cual vivir, comida con la que podemos alimentarse, educación para poder elegir su propio futuro y, por supuesto, una identidad con la que poder vivir y encajar en la sociedad. El chico solo atinó a sonreír un poco más con un dejo de cariño y calidez creciendo en su pecho. Leer que su madre dijo que los iba a apoyar en todo lo que hagan, era, ciertamente, algo esperanzador para Izuku Midoriya.

Desde que tiene memoria, su madre, Inko, siempre ha sido muy sobreprotectora con él por el tema de ser 《Quirkless》 . Sin embargo, y ahora que el 《One For All》 se le fue legado y confiado, ahora tenía lo que se necesitaba para ser un héroe. Aunque ella, en todos esos meses, ha estado en contra de que lo haga. No porque sea mala, es que, simplemente, se niega a perder a nadie más. Él es de las personas más frágiles que su madre ha visto en todos los sentidos; psicológica, física y mentalmente hablando, Izuku Midoriya lo era.

Sin embargo, entendía ese miedo. Ella teme por su seguridad, y lo entiende, ya que él no tiene la autopreservación suficiente como para mantenerse a salvo la mayor parte del tiempo. No sabe cuándo dar un paso atrás y dejar de lanzarse al peligro para querer hacer lo correcto. Lo hizo demasiadas veces.

Cuando Kacchan lo hacía contra gente que no podía defenderse, o cuando una jauría de perros lastimaban a un joven e indefenso gatito o, el ejemplo más grande, fue cuando salvó a Kacchan, su amigo de la infancia, de las fauces fangosas del villano de lodo y poner su propia seguridad en riesgo. Sabe que él no era bueno manteniéndose a salvo ante el peligro, siendo como un escudo humano que busca ser lastimado antes que el inocente.

La labor de un héroe era salvar a la gente que más lo necesitaba de forma altruista. Eso es lo que Izuku quería llevar a la práctica, y este traje fue un buen comienzo. Lo levantó y lo observó, sonriente. Sus ojos brillaron, con el reflejo de la luz del sol siendo una acompañante más. Si bien amaba este pequeño regalo, era algo que iba a apreciar con todo su corazón.

Sin embargo, era hora de hacerle un par de cambios y mejoras, si se le ocurrían algunas para poder controlar mejor el 《Quirk》 de All Might .

No cabe aclarar que abrazó a su hermana luego de eso, y a su madre cuando volvió, ¿no es así?

Bueno, era digno de mención , por lo menos .

 

-] Actualidad [-

 


Los murmullos eran, probablemente, algo a lo que Midoriya podía estar acostumbrado. Quiere decir, después de todo, ya lo estaba a los suyos propios, así que, ¿qué pasaba con un par de susurros suaves en el aire por parte de sus compañeros? Mientras que Ectoplasm dejaba el aula de clases con una suave reverencia, había algo que les llamó la atención. Como verán, no mucha gente utiliza la página de la U.A. para escarbar información y estar mejor preparados para esto. Aunque, Izuku ya sabía lo que iba a venir.

Verán, cuando ingresas a la academia de manera oficial, se te mandan los horarios escolares a la bandeja del correo electrónico. Sí, lo siguen usando incluso en estas épocas del año. De todos modos, ese no era el punto. Cuando te daban el visto bueno a la hora de ingresar a la academia, en tu bandeja de entrada figuraría un mapa de las instalaciones, una lista de los horarios y, sobre todo lo demás, el número de contacto del director Nezu por si las moscas algo malo ocurría con el estudiante. Habían mandado eso a varios de los alumnos, sin embargo, y viendo el horario predeterminado de la Clase 1-B, había algo que encendió las alarmas de la mayoría que sabían de ello.

“Lecciones de héroe”. Era lo que les tocaba luego de la primera media hora de matemáticas del profesor Ectoplasm. No era para nada pesada, y era capaz de entenderse con relativa facilidad. Mantenía una calma y paciencia dignas de un profesional. Sin embargo, de todos modos, había algo que le decía a Midoriya que esta clase iba a ser mucho más importante que de costumbre. De todos modos, sentía que esta clase sería muy relevante y determinante de ahora en adelante. Era como si una fuerza lo revolviera por dentro, teniendo una sensación de incertidumbre increíble.

Sabía que Ectoplasm aplicaba la asignatura de las matemáticas, siendo muy experimentado en ello. Luego, estaba la clase de Inglés, que la daría alguien con conocimientos como Present Mic. Sin embargo, ¿quién sería el encargado de las clases técnicas de computación? La opción más “viable” sería Nezu, aunque lo duda demasiado. Luego, en historia…

“De todos modos, ¿quién diablos será el héroe de ahora? ¡Espero que no sea Inglés, apesto en esa materia!”, exclamó Tsuburaba, mientras que Hiryu suspiraba suavemente, frotándose la frente con sus dedos.

“Sí. Aprender japonés no fue difícil, pero el inglés es algo completamente distinto. Y siendo el profesor Mic el más cercano a eso, supongo que tendría que despedirme de mis tímpanos”, suspiró el estudiante extranjero, a lo que Kaibara frunció la mirada y se cruzaba de brazos en su asiento.

“Mientras no sea tan aburrida como la clase de Ectoplasm…”, murmuró el de cabello negro, frotándose los párpados. Monoma bufó con suavidad.

“Eres débil, no fue tan mala. Deberías de aprender de Bondo. ¡Nuestro amigo se quedó despierto toda la clase y no dijo ni pío!”, exclamó el rubio, señalando al gigante acorazado con una armadura. Se pudo oír suaves ronquidos. “… Oh”, dejó escapar, mientras que Shishida lo despertaba con suavidad.

“De todos modos, ¿alguna idea?”, preguntó Setsuna con su cabeza separada y volando por ahí, con una expresión bastante aburrida. La clase de Ectoplasm fue pan comido para ella, teniendo en cuenta de que entró por recomendación, esto era un juego para niños.

“¿Quizás con Vlad-Sensei? Sería lógico por ser nuestro tutor, aunque, aun así, sería raro. ¿Qué otro profesor quedaría?”, preguntó Kendo, frotándose la barbilla con duda. Ahora mismo, no tenía idea alguna. La cabeza de Setsuna volvió a su cuerpo cerca de ella.

“¡Maybe it's a top hero!”, exclamó la siempre positiva Pony en su lengua materna, mientras que Ibara juntaba las manos y asentía suavemente ante lo dicho por la rubia.

“Quizás. Sería lo más sensato y lógico en este punto”, expresó la chica de cabello verde.

Midoriya se frotó la barbilla suavemente, mientras pensaba en las diferentes posibilidades. All Might sería imposible, dado las implicaciones de que él pueda estar enseñando en U.A., sin embargo, no dejaba de ser una posibilidad remota y capaz. De todos modos, ¿quién más podría aplicar para el trabajo? Sabe que Vlad King y EraserHead son opciones viables y muy recomendadas para esta clase de entrenamientos prácticos. No obstante, esos dos eran los tutores y representantes de ambas clases hermanas, por lo que la posibilidad de EraserHead, por suerte, quedaba descartada de la educación.

Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para poder articular algo o debatir consigo mismo, cuando pasos comenzaron a escucharse a las afueras de su clase. La silueta en la puerta parecía cernirse sobre ella, mientras que tapaba los rayos del sol con su presencia. Viendo por la apertura ligera de debajo de la puerta, le hizo saber que ya había llegado a las entradas de la 1-B. Sus pasos, de todas formas, rechinaron con ligereza por el suelo. El pomo de la puerta se giró rápidamente, antes de que una risa estridente contagiara los oídos del muchacho, quien abrió los ojos en sorpresa.

“N-No puede ser…”, murmuró con sorpresa, cuando la figura musculosa y rubia entraba con una presencia abrumadora.

¡Soy yo!”, exclamó, “¡a través de la puerta, entrando como una persona normal!”, su voz retumbó en los oídos de los oyentes, mientras que los estudiantes, al menos, un par, vitoreaban con sorpresa y felicidad en sus tonos.

¡It's All Mighty!”, exclamó Pony, con una sonrisa de oreja a oreja. Tsuburaba se burló un poco cerca de ella.

“¿Mighty?”, preguntó, mientras que la chica se callaba, sonrojada de la vergüenza.

“Ese diseño es de la edad de plata, es mucho más hermoso verlo de cerca…”, murmuró Midoriya, con su lado fanboy saliendo a flote. Shishida tuvo que suspirar un poco ante esa faceta fanboy del peliverde. Sin embargo, no podía culparlo; le pasaba lo mismo cuando el abismo le devolvía la mirada.

“Hmp… Genial”, respondió Kamakiri, cruzado de brazos y con un leve destello de orgullo al ser entrenado por el héroe número uno.

Kendo mantuvo una sonrisa suave, a la par que emocionada en su rostro, mientras que Yui observaba todo con un brillo ligeramente contento en su mirada; era increíble ver a uno de los ídolos de su infancia en frente de ella, aprender y crecer junto a él. Sería una experiencia inigualable, si era completamente sincera. Se pondría de pie, golpearla el aire con el puño y diría por todos los vientos “¡All Might es nuestro profesor!”, pero se abstuvo de hacerlo.

El héroe, manteniendo su temple e imborrable sonrisa de su rostro, dejó escapar una risa estridente por todo el salón de clases, poniéndose en frente del escritorio con los brazos en jarra. “¡Así es, estudiantes, yo seré su maestro de ‘lecciones de héroes’!”, sonrió ampliamente, “para esta clase, iremos construyendo los cimientos de las bases para héroes en varios ensayos. ¡Hoy podremos empezar con el ‘ensayo de batallas’!”, declaró.

“Batallas, ¿eh?”, dejó escapar entre sus labios el chico del mohawk verde con un ligero brillo desafiante en la mirada. Monoma alzó las cejas, curioso al escucharlo.

Y, para comenzar con su primer día en esta asignación, estudiantes…”, se calló unos momentos, antes de chasquear los dedos. Las paredes cercanas hicieron pequeños ruidos, antes de que un poco de humo salga de las rendijas. Varios maletines con los números de los asientos estaban allí, esperando de manera impasible a que sean abiertos y usados. “¡Hemos preparado los trajes que ustedes enviaron en la solicitud para ajustarse a sus 《peculiaridades》!”, comentó.

“¡Genial, nuestros trajes ya están aquí!”, exclamó el chico de cabellera grisácea. Awase miró con cansancio a Tetsutetsu; sus tímpanos no agradecían ese retumbar tan gigantesco provocado por su emoción.

Mi traje…”, susurró Midoriya, antes de suspirar suavemente y asentir.

Desde hacía un tiempo atrás, estuvo viendo las modificaciones que podía hacerle a su traje y eso, en consecuencia, llevó a un par de mejoras independientes que lo harían mejorar el control de su 《Quirk》. Esperaba que hubiesen podido acoplar más cosas que específico en el boceto que envió, ya que, si bien, algunas eran importantes, otras eran solo estéticas que le vendrían mejor que nada. Apretó el puño, mientras que una pequeña llama de inseguridad comenzaba a encenderse en su interior una vez más en toda su vida.

¿Le quedaría bien ese traje? Quiere decir, no ha subido de peso, es más, ha bajado. Aunque, incluso con eso, no debería de ser un problema; era algo apretado de utilizar, pero no era algo que pueda romperse con facilidad. Sin embargo, ¿qué pensarían los demás? ¿No se vería un poco inútil al respecto? Sacó esos pensamientos de la cabeza, mientras suspiraba. No podía pasar ni un minuto, antes de cuestionarse sus propias decisiones creativas en la vida.

¿Eso era baja autoestima, quizás…?

Qué buen sucesor, ¿no?

Midoriya Izuku, portador de un poder que no merecía al hacer trampas en todos los sentidos, mantenía su baja autoestima desde 《Aldera》.

Genial, simplemente genial.

¡Bien, con eso dicho, tomen sus trajes y vayan a cambiarse para luego irnos! ¡Estaremos ocupando los patios de la zona ‘beta’ (β)!”, exclamó el profesional, con su sonrisa imperturbable en su rostro. Aunque nadie lo notó, miró de reojo a su sucesor. Parecía un poco raro, por la mirada que tenía en los ojos.

De todos modos, lo averiguaría más tarde.

Mientras que los alumnos se levantaban de sus asientos y se acercaban en donde sus trajes estaban guardados en sus maletas, Midoriya se acercó al suyo, mientas que los dos dígitos verdosos se reflejaban en su mirada. El número de su asiento, el veintiuno, se reflejaba con fulgor, grabándose a fuego en sus retinas.

Esperaba que nada salga mal…


Las voces de los demás se terminaron por alejar a la distancia. Midoriya suspiró, viendo su traje en el espejo del cuarto; otra vez, Monoma lo terminó ayudando al desplegar a los demás afuera de los vestidores. Tiene que decir que estaba bastante agradecido con él, pero no sabía qué buscaba con ello. ¿Tenía amabilidad por él? Quiere decir, tendría sentido por cómo han hablado en el primer día, más nada importante a destacar. Sin embargo, sabe que hay gato encerrado; nadie se había preocupado tanto por su bienestar como su hermana y su hermana, por lo que no era común que alguien a quien conoce poco se preocupe.

Se frotó la barbilla con duda, a la vez que ajustaba sus guantes blancos en sus brazos. Se sentían bastante cómodos, si era realmente sincero. Sus zapatos eran los mismos de siempre, aunque llevaba un par extra en la mochila si estos se terminaban por estropear. Tiene bastante comprados y guardados por el cariño que les tiene; después de todo, fue una de las primeras cosas que su padre le regaló cuando tuvo la edad de cambiar de calzado. Eran días mejores, a decir verdad.

Y lo tuvo que arruinar por nacer sin 《peculiaridad》.

Agitó la cabeza, mientras terminaba de poner una especie de visor encima de sus oídos, tapando los mismos con algo acolchado para que no sea doloroso tenerlo puesto. Suspiró, viendo su reflejo una vez más. En diferentes ángulos, el traje se veía bastante bien, si era totalmente honesto. No era lo mejor que vio, pero tampoco era malo u horrible. Aunque, ¿realmente importaba? Esto era su primer traje, podía tener varias diferenciaciones con respecto a las demás.

Aunque se veía ridículo, como siempre.

Una vez más, borró esa línea de pensamientos de su cabeza, antes de guardar sus cosas en un casillero cercano. El lugar de entrenamiento “beta” estaba lejos, por lo que no era un problema tardar un poco más de lo esperado. Bajó la mirada, mientras se preguntaba la razón del porqué era tan autodestructivo. Sabe que es por su pasado en 《Aldera》, y no la ha pasado para nada bien en ese entonces. Sin embargo, ¿era realmente para estar así de deprimido en todo momento? Sabe que no era bueno para su propia salud mental, pero no puede evitarlo.

Era algo que salía sin realmente quererlo.

Su monólogo interno se vio interrumpido una vez más cuando terminó chocando con una especie de pared gigante, antes de tambalearse y casi caerse al suelo por la sorpresa. Dejó escapar un suave gemido mientras se frotaba la frente, antes de ver contra qué terminó chocando. Abrió los ojos con sorpresa.

“Vaya, eso fue inesperado”, tarareo el chico. Su uniforme era de la U.A. al igual que el de él, aunque no lo ha visto en ninguna clase similar. ¿Quizás era de la 1-A? No lo sabe.

Su cabello azul largo que cubría su ojo izquierdo le daba un toque un poco misterioso, si era sincero. La cabellera llegaba hasta un poco más larga por encima de los hombros. Su ojo, además, mantenía un color verde bastante normal. Sin embargo, había un par de cosas que le perturbaban de esta situación; parecía tener un parche cubriendo su otro ojo, que era tapado por su cabellera. ¿Era algo relacionado con su 《Quirk》? Es probable. De todos modos, lo que le sorprendió fue una cicatriz vertical sobre su cuello, siendo como una especie de tajo con un cuchillo o algo más grande y filoso.

Lo otro era su físico. Cuando chocó contra él por accidente, Midoriya casi termina por caerse al suelo y, sin embargo, le dio un pequeño dolor de cabeza al hacerlo. Y, dios, encima debía de tener la misma estatura que Bondo, lo que le daba un toque intimidante. Un ojo, una cicatriz, y una altura exagerada para su edad eran el paquete completo para ser un alumno intimidante en todos los sentidos. El peliverde se rascó la nuca con una sonrisa nerviosa y miedosa.

“¡L-Lo siento, no estaba viendo por dónde estaba yendo!”, se disculpó con reverencias múltiples, casi haciendo que su visor se caiga. El desconocido solo bufó con ligereza.

“Tranquilo, no me dañaste”, expresó con sinceridad, antes de verlo con los ojos entrecerrados. Algo en su actitud pareció interesarle.

Pueden decirle loco o algo, pero cuando cruzó miradas contra Midoriya, por un segundo, sintió que este chico era similar a él en varios aspectos de su vida. Tuvo que sonreír para sus adentros.

Encontró a alguien interesante en el curso de héroes.

“Bueno, bueno, veo que tienes práctica de héroe, ¿eh?”, sonrió con ligereza, mientras que el peliverde asentía con rigidez.

“¡S-Sí! ¡L-Lo siento, pero debo irme, no quiero llegar tarde!”, expresó con una última reverencia.

“Bien, puede ir, aunque, chico, ¿cómo te llamas?”, la pregunta lo confundió, antes de que el chico de cabello azul bufara con ligereza. “No voy a matarte, no soy tan brusco generalmente”.

¿Generalmente?

“Y-Yo soy Midoriya Izuku, un gusto. ¡N-Nos vemos!”, expresó, antes de salir corriendo. Se retrasó más de lo que debía y, probablemente, ya habrían empezado sin su presencia la clase de heroísmo.

Mientras que el chico de cabellera verde se alejaba, el alto muchacho lo observó alejarse. Entrecerró el único ojo que tenía, antes de darse media vuelta y comenzar a caminar. El nombre del muchacho resonó en su cabeza por unos instantes, antes de dejar escapar una sonrisa, mostrando sus dientes. Cerca, en una esquina, estaba otro chico apoyado en la pared con los brazos cruzados. Lo observó con una expresión cansada en el rostro, mientras suspiraba al verlo llegar con esa expresión en su cara.

“¿Encontraste alguna información útil para el festival deportivo?”, preguntó, antes de que el gigante se riera con ligereza. Ladeó la mano, restándole importancia.

“Por supuesto”, afirmó, antes de apoyarse a su lado de la pared, aunque cerró el único ojo visible con un poco de reflexión en su actuar. El chico, a su lado, lo observó, extrañado.

“¿Qué? ¿Te vas a dormir ahora?”, se burló, antes de que el gigante le diera un suave golpe en el hombro. Aunque no puso nada de fuerza, el chico dio una ligera mueca. Dolió de todas formas.

“Shinso, cállate un rato. Cuando el festival deportivo llegue, podremos demostrar nuestra valía”, mencionó, sonriendo al techo.

Shinso era otro estudiante con el cabello desordenado de color índigo que se ensanchaba en grandes mechones alrededor de su cabeza y notablemente dientes rectos. Sus ojos son de color púrpura oscuro con pupilas blancas, delgados y de forma algo triangular, sin pestañas visibles. Por lo general, están medio cerrados, y tiene bolsas de ojos muy oscuros debajo de ellos.

Nombre: Hitoshi Shinso》
Ocupación: Estudiante de la U.A. (cursos generales)》


El muchacho suspiró, rascándose la nuca con un poco de inseguridad en sus palabras. Se tenía fe, claro, pero sería difícil demostrar de qué estaba hecho.

“Sin embargo, quiero pedirte un solo favor”, su sonrisa abandonó su rostro, antes de cruzarse de brazos. Su único ojo, viéndolo, lo hizo estremecerse. “Midoriya Izuku va a ser mi presa. No lo olvides”, expresó.

Shinso, a pesar de sentir un poco de pavor por esa mirada totalmente seria, se sintió un poco curioso por su actuar. Jamás ha mostrado interés en alguien más que él y algún que otro compañero cercano. Lo observó con duda, “¿qué viste en él?”

La pregunta lo hizo callarse, mientras que el sol anunciaba la mañana por todo su esplendor, estando arriba de todo el mundo. La brisa acariciaba la copa de los árboles, mientras que las blancas palomas agitaban las alas con toda su fuerza. Entrecerró los ojos, cuando el cielo azul, hermoso por sus colores, le devolvió la mirada. Pudo sentirse en paz, antes de responder, con un poco de diversión.

“Me recuerda a alguien. A un cobarde que no confía en sí mismo…”, dijo, antes de posar su mano sobre su parche, antes de mirar al suelo. “Y, por eso, voy a aplastarlo”, expresó.

¡¿Cuántos enemigos puedes hacerte en menos de una semana?!

Bueno, este era el primero, de todos modos…

Meh.

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La luz al final del túnel se comenzó a hacer más clara; el sol dejaba que su presencia los golpeara en cada pared que el túnel tenía para ofrecer. Cadenas, risas, pasos y demás cosas podían ser escuchadas en el interior del lugar. Cuando comenzaron a salir por el sitio tan alargado, la luz los cegó a algunos. Sin embargo, no fue por mucho tiempo.

La presencia de la ciudad gigante los recibió a todos ellos. Los veinte estudiantes se abrieron paso, desplegándose por la zona en la que iban a hacer las prácticas. La sonrisa del héroe número uno se ensanchó al ver a todos los estudiantes conglomerados allí. Su capa se iba sondeando ligeramente con el viento, mientras que mantenía los brazos en jarra. All Might observó a cada uno de ellos allí, presentes y luciendo como auténticos héroes y futuras promesas del heroísmo. Este era su trabajo; formas a las nuevas generaciones de héroes.

¡El traje que llevan ahora, estudiantes, va a ser muy importante para forjar su identidad en el mundo del heroísmo!”, expresó, haciendo que sus dientes brillen. “No lo olviden. Desde ahora en adelante, ustedes son oficialmente héroes. ¡Por lo tanto, demuéstrenme de qué están hechos, muchachos!”, exclamó, mientras que algunos alzaban el puño.

¡Diablos, sí!”, acompañó Tetsutetsu, siempre enérgico ante toda la situación.

Su Traje de héroe consistía en un overol de color azul verdoso que le llega cerca del pecho, pero sin cubrirlo completamente, con una especie de tirantes metálicos, que se unen en el centro de su pecho, con unas botas hechas de metal, y placas de metal cubriendo parte de su cara.

“Creo que mis oídos necesitan revisión luego de esto. Espero que Recovery Girl me pueda dar una mano”, bromeó Awase, con una expresión un poco cansada.

Su vestimenta de héroe era en un traje holgado de cuerpo completo, con el cuello pasando por la barbilla. Llevaba hombreras y una bolsa en el cinturón en la que guarda varios artículos para, seguramente, ayudar a su 《Quirk》. También cambió su diadema en zigzag habitual por una a rayas.

“Aún me pregunto cómo es que eres capaz de moverte con tanta cosa encima”, le dijo Kuroiro con un suave bufido escapándose entre sus labios.

Lo que Kuroiro llevaba consistía en un mono negro simple con zapatos ligeros y una pulsera grande en su brazo izquierdo con tres muescas rectangulares. Básicamente, iba todo de negro.

“Ya somos dos, Kuroiro-San”, expresó Ibara, con sus manos juntas entre ellas.

Su traje consiste en una túnica blanca lisa y botas negras hasta la rodilla. Nada destacable, pero no estaba para nada mal.

Tres”, dijo de manera seca Kamakiri, apoyado en una de las paredes. Prefería algo mucho más cómodo que mucha chatarra junta y genial.

Sus ropajes consistían en una gran capa oscura, pantalones negros lisos y botas. Temía una máscara alrededor de los ojos y un patrón de zigzag en su camisa.

“Bueno, algunos no tienen la fuerza para poder mover mucha cosa. No es que sean débiles ni nada, pero tener algo un poco llamativo no es tan malo”, expresó Juzo, quitándose el casco para que puedan oírlo mejor que con el puesto.

Su traje de héroe es llamativo, por decir lo menos. Era en un traje oscuro con una armadura sobre la parte superior y una máscara que le cubre el rostro. Su casco era redondo y elíptico, teñido de negro con líneas naranjas que sostienen los lados. Sin embargo, el casco no cubre toda su cabeza; Todavía se pueden ver algunos mechones de pelo alrededor de la parte posterior de la cabeza y la barbilla. Su placa para el pecho estaba compuesta por tres piezas que se sostenían con dos gruesas correas de metal que iban sobre sus hombros, junto con una placa en forma de joya apoyada entre ellas. Llevaba brazaletes y placas naranjas colocadas sobre los muslos, las pantorrillas y la parte superior de los brazos. También luce un par de botas elevadas, verdes y naranjas con ejes en forma de tubería en los pies, guantes blancos en las manos y rodilleras blancas.

“Tú eres muy genial en general, Juzo-San”, dijo Awase con un dejo de admiración en su tono. Juzo se rascó la nuca, levemente avergonzado.

“No es tan impresionante, ¿saben?”, dijo con las mejillas levemente teñidas de rojo.

“Eres demasiado humilde por tu propio bien, Juzo-San”, comentó, ajustándose las gafas Shishida.

Su Traje de héroe, básicamente, eran un par de pantalones normales, sin camisa y un par de gafas estilizadas en lugar de sus lentes normales.

“Quizás lo sea, pero no me molesta ser un poco humilde; con la humildad perdida, te vuelves un patán”, Tetsutetsu lloró suavemente, mientras apretaba su puño.

Qué varonil…”, murmuró el chico de metal.

“Increíblemente reflexivo”, asintió Kuroiro, cruzado de brazos y asintiendo con la cabeza.

“Mhm”, Yui asintió un poco cerca a ellos.

Su traje consistía en un sencillo traje rojo con un ribete de cuello blanco, un patrón en “V” a juego sobre su pecho y alrededor de sus brazos, que también incluye una falda corta blanca con un diseño rojo en la parte delantera, que se sumerge para que siga el que está en su pecho.

Llevaba brazaletes lisos, así como un sombrero que se asemejaba al frente de una gorra de béisbol, de color rojo con líneas blancas en forma de U alrededor de los lados, con una pieza de metal que se asemeja a una aleta unida en la parte posterior de la correa alrededor de su cabeza. A su vez, también tiene un cinturón en la cintura y correas alrededor de los hombros, lo que parece ser una piedra preciosa de forma ovalada colocada entre ellas en su pecho, cada una adornada con una pequeña bolsa, que contenía cosas para el uso de su 《don》, seguramente.

“¿No crees que lo tuyo es muy revelador?”, preguntó Kendo con una ceja alzada, mientras se cruzaba de brazos. Sus ojos estaban fijos en Setsuna.

Para su disfraz de heroína, Itsuka utiliza un qipao turquesa hasta la rodilla, sobre el cual tiene un corsé negro de doble botonadura, que termina justo debajo de sus senos. Ella también tiene pantalones cortos negros debajo del qipao. Para los accesorios ella usa un cinturón de cuero marrón suelto alrededor de sus caderas, una mochila atada en la parte posterior, una delgada máscara de dominó negra alrededor de sus ojos y botas azul marino de tacón blanco con anchas botas que le llegan hasta los dedos de los pies; rellenado con hojas blancas.

“Aw, no me digas que te asusta que esto esté un poco apretado”, dijo, antes de sonreír y mostrar sus colmillos, con un tono juguetón. “Resalta mi belleza en todo su esplendor, gracias”.

Su vestimenta de heroína consistía en una máscara morada y escamosa sobre sus ojos, un mono sencillo con un diseño a juego y botas negras hasta la rodilla. Ella usa guantes sin dedos con muñequeras naranjas de tres piezas y un cinturón alrededor de su cintura.

“No”, respondió Kendo sin dudarlo. Aunque un muy pequeño rubor se formó en sus mejillas al verla así. Setsuna suspiró y dejó escapar un puchero.

“Eres aburrida”, recalcó. “¡Deberías de ser como hongo-chan, que está contenta con poder esparcir hongos por toda la gente!”, señaló a la chica.

“¡N-No soy hongo-chan!”, chilló de vergüenza, mientras se ajustaba el cabello, ahora, con uno de sus ojos visibles.

Despejado, su ojo era ancho y bastante parecido al de un gato; inclinado hacia adentro con pestañas inferiores bastante largas y su cabello es de un color marrón cálido, sus pupilas pequeñas cruces negras, ambas muy parecidas a las tapas de hongos shiitake en rodajas cruzadas.

Su Traje de heroína consistía en un vestido de cuello alto con mangas largas y puños de pelo que está decorado con un patrón de agárico de mosca rojo y blanco que combina con el de su sombrero con forma de hongo. Llevaba botas hasta la rodilla de color rosa pálido con suelas gruesas de color canela y ejes con volantes, estampados con el mismo agárico de mosca que su vestido, y alrededor de su cintura hay un cinturón marrón oscuro con una gran hebilla dorada. En conjunto su disfraz tiene un gran parecido con un hongo, que es una referencia al 《Quirk》 que la alumna poseía.

“¡Yo creo que te queda bien el apodo, Kinoko-San!”, le dijo Pony a su lado con una sonrisa, mientras que la chica hongo jugaba con sus dedos levemente.

El disfrazado de Pony estaba inspirado en un caballo, combinando con su apariencia y 《peculiaridad》. Llevaba un cabestro de caballo alrededor de la cabeza con una cuerda de plomo que cuelga de la espalda, y su atuendo se asemejaba a un uniforme de jockey, que consistía en una camisa anaranjada ajustada con piel con marcas más pálidas alrededor de su pecho y estómago, con pantalones del mismo color, junto con un par de guantes sin dedos. Usaba cinturones asegurados alrededor de su clavícula, bíceps y torso inferior, y botas que no solo protegen sus pezuñas, sino que también mantenían estribos unidos a cada lado.

“L-Lo dices porque no te dieron uno a ti”, le recriminó la chica bajita, mientras que la potra reía levemente.

Maybe”, se sinceró, haciendo suspirar a Kinoko, quien se acomodó su sombrero de hongo en la cabeza. Reiko alzó una ceja al verla.

“¿No te gusta? A mí si”, admitió. “Aunque, sinceramente, el apodo que ella me dio es un asco”, mencionó antes de mirar a la de cabello verde, quien jadeó con exageración, fingiendo estar dolida.

La ropa de Reiko consistía en un kimono blanco hasta la rodilla con un cuello peludo, tres correas oscuras alrededor de su cintura, calcetines hasta la rodilla y una máscara negra que cubre su rostro desde el puente de la nariz hacia abajo.

“Vamos, casper, tú sabes que mis apodos son cariñoso”, dijo cruzada de brazos y con un leve puchero cruzando por su rostro. La muchacha puso los ojos en blanco.

“Nunca me llames así”, advirtió con seriedad, a lo que la de cabello verde suspiró ante ello.

“¿Qué creen que hagamos en este entrenamiento? No sé qué podemos hacer aquí”, preguntó Shoda con su expresión de siempre, no cambiando por nada en el mundo.

Sus ropajes consistían en un traje azul marino de cuello alto con un borde de líneas pálidas finas alrededor de su cuello y dobladillo, y un patrón similar sobre su torso y hombros, junto con pantalones negros lisos y botas hasta la rodilla. Tenía un dispositivo sobre su ojo izquierdo, y tenía una pequeña pantalla conectada en la parte posterior de una de sus manos enguantadas.

“No lo sé, pero espero que sea algo entretenido; ya sabes, dijo que iba a ser pelea, entonces, ¿qué más habrá de interesante?”, preguntó con duda Tsuburaba.

Su disfraz se basaba en una simple chaqueta, de color claro, con pantalones a juego, una camisa oscura debajo, y usaba unas botas grandes con formas cilíndricas en las suelas.

“Yo solo sé que, a mi oponente, le deseo suerte; no me voy a contener”, dijo, dando una leve reverencia el extranjero. Tsuburaba tembló ante ello, retrocediendo un paso.

“Sí, no pelearé contigo, amigo”, afirmó con certeza, viendo a Hiryu Rin.

El traje de Rin consistía en botas hasta la rodilla de color claro, un chaleco oscuro con nubes blancas sobre él y un collar que cubre su barbilla. Tenía un cinturón atado alrededor de la cintura con bolsas a los lados y también usa guantes grandes y una visera en la cabeza. Su atuendo parece similar a un Jiangshi, su visor parece similar a los talismanes comúnmente vistos pegados en su frente.

“No creo que sea algo común; por algo estamos con nuestros trajes de héroe. Será, lo que sabemos, un combate de práctica. La pregunta es, ¿entre cuántos, cómo y dónde? No creo que la primera clase sea uno contra uno. Opino que habrá más involucrados en esto”, se preguntó el chico, frotando su barbilla.

Su vestimenta era en una gabardina la cual tiene una especie de anillos sobre el cuello de la misma, debajo de ella lleva un polerón oscuro con patrones de espiral a lo largo de todo su torso y brazos. En sus manos llevaba unos anillos de metal los cuales, aparentemente, podían ser útiles para su 《Quirk》. Vestía unos pantalones holgados y unos zapatos oscuros.

“Y-Yo no sé si quiero pelear contra la gente. Me da miedo lastimarlos, ¿sabes?”, dijo el gigante amable, mientras que Shoda asentía con la cabeza. Increíblemente amable.

Su disfraz era un traje pálido, ligeramente holgado. Alrededor de su cuello, muñecas y cintura. Usaba accesorios circulares que se asemejan a la parte inferior de la tapa de una botella de pegamento, y alrededor de sus tobillos, versiones ligeramente más delgadas y altas de estos.

“Pacifismo, ¿eh? Me gusta como suena eso”, expresó Manga al lado de Bondo. No se sabía si estaba sonriendo al decir eso, pero por su tono, parecía estar de acuerdo.

El disfraz de Manga no era muy complejo. Una camiseta negra con mangas de color claro y pantalones ligeros cubiertos por una serie de armaduras con forma de botella de tinta alrededor de su torso y piernas. Llevaba un cinturón con paneles de manga, guantes debajo del codo y su máscara se asemeja a una plantilla de página de manga.

“Bondo-Kun, ya te dije que ibas a ser nuestro protegido, ¿no es así? ¡Ten por seguro de que cumpliremos!”, se rio por todo lo alto.

Su traje era un esmoquin negro de doble botonadura con dos largas colas que le llegaban casi hasta los tobillos. Tres relojes cuelgan de uno de los dos cinturones alrededor de su cintura, y deja el cuello de su camisa al revés, una corbata punteada azul y negra alrededor de su cuello. Tanto su abrigo como sus pantalones son negros, con la excepción de los puños de sus mangas y los lados interiores de sus colas, y sus zapatos son blancos con un diseño simple. En sus dedos también tiene unos pequeños relojes colgando.

“De todos modos, falta algo aquí”, mencionó Kaibara con duda. Miró a los lados, sin notar la cabellera verdosa de Midoriya. Setsuna dejo escapar un jadeo al notar la ausencia del chico.

“¿Dónde está Midori? No me digan que se perdió mi único compañero de cabello verde…”, murmuró con molestia, antes de ver como Ibara arqueaba una ceja al oírla. “Eh, mi otro compañero de cabello verde”, la mujer asintió, más satisfecha.

Monoma afiló suavemente la mirada, mientras que miraba el túnel. No estaba tan lejos, y ellos se fueron para que se pudiera cambiar sin sentirse juzgado. Sin embargo, sabía que iba a tardar un poco; ponerse el traje no era demasiado fácil. Al contrario, se mantenía como algo difícil dependiendo si era muy complejo como el de Honenuki o simplista similar al de Kuroiro. De todos modos, sabía que no iba a tardar mucho. Después de todo, confiaba en que el chico llegaría a tiempo para la prueba de héroes.

Y, como si la campana lo salvara, pasos apresurados se empezaron a escuchar. Los ojos del rubio lo vieron llegar, con una sonrisa en su rostro.

“¿Qué te mantuvo tan ocupado, Midoriya-san?”, preguntó, viendo al chico salir, con el sol dando en su figura.

Midoriya salió, mirando al frente, con una mirada centrada, aunque un poco nerviosa por llegar un poco más tarde que de costumbre.

El chico vestía un traje enterizo de color verde azulado, ceñido al cuerpo, que se ajustaba perfectamente a su complexión atlética y delgada. Líneas negras recorrían todo su torso y sus extremidades, marcando una estructura firme que resalta su postura decidida. Sus hombros se encontraban protegidos por grandes hombreras rojas con detalles en negro, de diseño aerodinámico para mayor movilidad. Llevaba guantes blancos bordes azulados para soportar los ataques del 《OFA》. Al menos, esperaba que eso fuese suficiente.

Un cinturón rojo brillante rodeaba su cintura, en donde guardaba una pequeña libre y lápiz para analizar a sus contrincantes. Claro, si es que se acordaba de que la tenía allí en primer lugar. Sus piernas estaban protegidas por una combinación de acolchados negros y bandas blancas que descendían en una línea recta desde los muslos hasta los tobillos. Sobre sus pies calzaba sus confiables e inseparables botas rojas, de suela gruesa y con un diseño un poco más resistente.

También tenía una máscara facial que cubría sus orejas con un acolchado suave para que no fuese muy incómodo de usar. Un botón se cernía en uno de los botones de su costado, para cerrar automáticamente la máscara, previniendo inhalar gases o bloquear ataques directos al rostro. Además de ello, tenía una pequeña capucha verde para climas más invernales, solo por si acaso. Sus pequeñas orejas, como las de un conejo o los mechones de All Might se mantuvieron allí, sondeando con el aire.

El visor, funcionando como máscara facial se retrajo, dejando que sus labios y mejilla fuesen capaz de verse. Se rascó la nuca, con una mirada nerviosa.

“Perdón por llegar tarde”, mencionó.

Aquí estaba la clase 1-B en su total esplendor.









Bonus:

El sol de la mañana se cernía sobre toda Japón y un departamento cualquiera. Una cabellera blanquecina estaba allí, sentado en una mesa, degustando del café que su amada esposa terminó por preparar para él. Dejó escapar un suspiro caliente entre sus labios, mientras que el sabor del café hacía bailar sus pupilas gustativas. Dejó reposar la taza de café sobre un pequeño plato, mientras arrugaba el periódico entre sus manos.

“Hey, Hisashi”, le susurró Inko con un tono divertido. El marido dejó su periódico a un lado, mientras la miraba con una ceja alzada.

“¿Qué pasa, querida?”, preguntó, a lo que ella le hizo un gesto para que la siguiera. Curioso por el gesto, dejó todo a un lado, y se levantó.

Las patas de la silla rechinaron con suavidad, pero eso no evitó que el marido se mueva de su sitio. Sus pasos se acercaron a donde estaba su esposa y la mujer le hizo un gesto para que bajara el volumen. El marido de cabellera blanca asintió suavemente con la cabeza, antes de que la mujer abriera la puerta del cuarto de ambos hermanos.

Asomando la cabeza hacia el interior, su corazón se enterneció con la escena.

En la misma silla, usando el escritorio como una especie de almohada, se quedaron adormilados allí, pegados al otro. Mientras que Izuku estaba acostado en un lado, Izumi se mantuvo pegado a él, tratando de acercarlo hacia ella. Básicamente, la hermana mayor protegía al menor entre sus brazos. Tuvo que sonreír suavemente ante esa escena, mientras entraba a la habitación caminando de puntillas.

Viendo de reojo el contenido del escritorio, pudo ver dibujos de ambos hermanos con sus trajes de héroes peleando junto con All Might contra algún villano gigante. Su sonrisa se mantuvo y sus ojos estuvieron cálidos.

Amaba a sus hijos, y esperaba que esto dure para siempre.

Porque lo iba a ser…

¿No?

Notes:

Referencia del traje: https://www.reddit.com/r/BokuNoHeroAcademia/comments/7ts6mv/so_i_made_a_fanzine_about_upgrading_the_main/?rdt=40705

No soy el creador de la imagen, y mucho menos del diseño, pero me pareció adecuado para esta obra. Créditos a su dibujante.

Las mejoras mostradas se irán añadiendo poco a poco.

Chapter 10: Capítulo 9: Entrenamiento de batalla (1/2)

Summary:

¡Empiezan los entrenamientos con All Might!
La primera ronda, aunque rápida, deja mostrar lo inteligentes que son algunos de los estudiantes.
Midoriya duda de si puede competir contra ellos en ese apartado.

Chapter Text


El café caliente siempre es una buena alternativa para empezar el día, y más si es uno lleno de lluvia y con unas nubes llenas de agua inundando la bella pintura celeste del cielo. Inko suspiró suavemente, mientras sus dedos se recargaban en su taza de mármol. Las siglas “mejor madre del mundo” estaba plasmada en la misma, lo que le logró ablandar el corazón en demasía. Fue un regalo de sus hijos en conjunto en su cumpleaños. Es algo que atesora con todo el corazón, y adora este pequeño gesto de ellos. Sin embargo, sabe que hay algo de mentira en esas palabras; no ha sido la mejor madre del mundo ni la figura materna más competente.

Desde que Hisashi los dejó para irse al extranjero para conseguir una mejor paga y estabilidad a la hora de traer ingresos, se deprimió mucho. Imagínate levantarte, ver al costado de tu cama la tenue silueta de lo que, alguna vez, era una imagen tierna de tu marido roncar con la saliva cayendo por un costado. Ahora, solo había un hueco de lo que, recordaba, era su marido. Se deprimió mucho en esa ocasión, y más sabiendo que esto ocurrió debido a que su hijo, Izuku, fue diagnosticado como 《Quirkless》 . Se culpaba a diario de ese hecho, aun sabiendo que no era verdaderamente su culpa, pero así lo siente.

Su hijo nació, creció y se desarrolló en su vientre, por lo tanto, tenía una responsabilidad en ello. Al menos, así lo creyó. No fue hasta luego de un tiempo que Hisashi aceptó esa decisión de irse al extranjero por su trabajo. Se sintió muy dolida, si era totalmente sincera en ello. Se encerró en su dolor y la culpa, sintiendo que esto era algo que pasó, simple y llanamente, por su culpa de no haber mantenido a su familia unida. No dijo mucho y fue rápidamente persuadida por Hisashi al respecto. Lo aceptó fácilmente, aunque se arrepintió casi al instante cuando la decisión ya estaba tomada por su esposo.

E, indirectamente, se terminó por rendir con Izuku, su único hijo varón. Verlo allí, llorando en su cuarto mientras todo su mundo se derrumbaba era un recuerdo que iba a llevar hasta la tumba, como su error más grande. Apretó el agarre del mango de su taza, mientras que suspiraba temblorosamente. ¿Por qué no se movió su cuerpo cuando él estaba allí, llorando a lágrima viva? Lo único que podía hacer era disculparse con él. Después de todo, es lo único que ha hecho en toda su vida; disculparse.

Estuvo en la cuerda floja, vacilando sobre si caer en una especie de depresión, encogiéndose en un dolor que ella misma había causado en toda su familia. Sin embargo, hubo algo que la devolvió en sus cabales antes de sentir que no valía nada como madre. Izumi, la hermana mayor, hacía todo lo que ella no podía. Cuidaba a Izuku con un cariño casi maternal, protegiendo al mismo sobre la mayoría de cosas peligrosas o que rozaban el límite de dañinas para alguien de su edad. Mientras que la matriarca estaba allí, a un costado, limitándose a lamentarse de haber sido la causante indirecta de todo, allí estaban sus hijos, tratando de prosperar y seguir adelante a pesar del cambio.

Sin embargo, ahí estaba ella, como una madre cobarde que escapaba de la mayoría de sus responsabilidades como madre y cuidarlos. Claro, los alimentaba, bañaba y despertaba para ir al colegio, pero mayormente se la pasaba todo el tiempo resguardada en su cuarto o el trabajo, estando rezagada a toda esta situación gestante. Si bien Hisashi llamaba de vez en cuando para verificar de que todo estuviese bien, tenía que mentirle a su propio esposo. Era obvio que ella no estaba bien con todo esto. Se sentía sola, con la presión de cuidar a dos niños que tenían una edad temprana.

No era solo ella, ellos también tuvieron que lidiar con esta situación a la que los condujo por su ineptitud.

Era gracioso, de cierta forma. Parece ser que sus hijos, al igual que ella, sacaron las inseguridades sobre todo lo que hagan en su día a día. Su hijo menor, Izuku, se mantiene siempre cerrado y reacio a decir o a actuar según lo que le hagan. Se sentía responsable de su situación como 《Quirkless》 , y ella no podía hacer nada. Podía criarlo en casa junto a Izumi, pero sabe que eso, a la larga, les traerá problemas en sus vidas; ella quiere y busca lo mejor para ellos, no lo mejor que a ella le parezca que sea la situación. Porque, seamos honestos, esa resolución donde estaban bajo un techo sin libertad o movilidad, era algo en lo que solo ella terminaría ganando.

Ya que nadie lastimaría a sus hijos, más de lo que ya lo ha hecho. Por eso no podía ser “la mejor madre del mundo”.

Pero, quizás, ERA la mejor para el mundo de sus hijos. Y con eso, podía estar un poco contenta, aunque en duda de si realmente era correcto sentirse así.

Suspiró el aire caliente de sus pulmones, mientras dejaba la taza a un costado. Sus ojos se desplazaron hacia un costado, viendo la pantalla de su dispositivo, aparentemente, esperando algo. Usualmente, Hisashi Midoriya llama todos los fines de semana un total de dos veces; una a la mañana para hablar con su esposa, y al día siguiente para poder ver a toda la familia a través de un dispositivo a miles de kilómetros de distancia. Ahora que lo piensa, no ha hablado sobre el despertar tardío de su hijo. Incluso aunque tiene su número de teléfono, no ha decidido comentarle nada debido al exceso de trabajo.

Usualmente, cuando llama y se ven a través del dispositivo, siempre se lo ve cansando con las ojeras tiñendo sus ojos con un negro difícil de quitar incluso con maquillaje. Se acercó al dispositivo con delicadeza, mirando su reflejo en el cristal templado del mismo para que no pueda ser dañado por ella, Izumi o Izuku. Después de todo, con esos dos tenían que tomarse precauciones. Con la chica debido a su 《peculiaridad》 de llamas, por lo que debieron de hacer varias cosas a prueba de fuego, como su uniforme, cosas personales y muebles. Luego, Izuku, con su despertar de 《don》 tardío, siendo alguna especie de superfuerza, tuvo que reforzar un poco las cosas.

Se perdió dinero, claro, pero no era la gran cosa.

De todas maneras, con sus hijos ahora en durmiendo en sus habitaciones, podía tener una charla con el patriarca de la casa sobre ciertos temas. Ya saben, sobre dinero, matrimonio, cuentas, trabajo, sus hijos, etc. Nada muy nuevo, a decir verdad. Es algo de lo que siempre se han dignado a hablar con el otro.

El reflejo de la pantalla apagada, antes mostrando a Inko en primera plana, ahora vibró con ligereza con la foto de Hisashi en medio. Frunció suavemente el ceño, antes de suspirar levemente. Las siete de la mañana figuraban en el extremo del dispositivo. Hoy no trabajaba por las condiciones climáticas fuertes, y sus hijos tenían el día libre para quedarse en casa en vez de ir a 《Aldera》 y prepararse para aplicar para la U.A. en su lugar. Aunque, sinceramente, tiene muchas dudas respecto a ello. ¿Realmente sus hijos podrían ser capaces de ingresar a una academia tan prestigiosa como esa?

¡Quiere decir, sabe que lo harán, son sus hijos y confía en que son capaces! Pero una parte de ella no puede evitar preguntarse en qué pasaría si todo va mal en esto. ¿Qué harían Izuku e Izumi Midoriya si su sueño termina en U.A.? Bueno, siempre pueden aplicar en otras academias, pero si fuesen rechazados de la U.A. en el examen de ingreso, sabe que no sería la más grata de las sorpresas para los hermanos. Y, si suponía correctamente, el hermano menor se deprimiría por ese hecho. Después de todo, en cuantos sentimientos negativos, era el que más se asemejaba a ella.

Quitó esos pensamientos de su cabeza, antes de colocarse en la mesa conjunta de la cocina y apoyar el dispositivo electrónico, su celular, en una vasija para que no se caiga en el intento. Dejó la taza de café a un costado, y se acomodó un poco el cabello y sus ropajes. Ya saben, solo por si acaso. Incluso siendo su esposa, la mujer con la que decidió casarse y amar hasta que la muerte los separe, necesitaba y quería lucir presentable para tener una llamada con su marido que conoce desde hace mucho tiempo atrás. Aún recuerda la vez en la que se conocieron; fue bastante bonito verlo allí, pedirle salir, con los nervios agobiando su ser y sonrojado hasta la médula.

No mentía conque estaba igual que él. Si bien en su juventud era bastante bonita, no se consideraba una persona atractiva físicamente y tampoco lo era en el sentido emocional. Sin embargo, Hisashi fue alguien que, en el fondo, la amaba con todo su corazón sincero, tímido y reservado. Simplemente, fue completamente honesto con ella con lo que sentía por su persona, y se le declaró con honestidad. Luego de salir por muchos años, y de que tuvieran la aprobación de ambas familias, se casaron, consiguieron trabajos estables y se mudaron a un departamento para poder vivir y estar cerca de sus trabajos.

Luego, Izumi e Izuku nacieron y la historia ya se la saben. Jugó levemente con su anillo en el dedo índice de la mano izquierda, mientras sonreía con un rubor notable en su rostro. Ciertamente, amaba mucho a su marido, a pesar de haberse separado de toda la familia, distanciándose a un país ajeno y sin noticias aparentes sobre un posible aumento salarial o mejor puesto. Diablos, ni siquiera saben cuando regresará.

Pero, de todos modos, no podía odiar a su marido. De ninguna manera.

Al menos, eso creía.

Aceptó la llamada, mientras esperaba que no se viera tan mal a través de la cámara. La pantalla hizo un leve zumbido, antes de que Hisashi apareciera en la imagen como siempre. Su traje, casi siendo una especie de piel secundaria se mantuvo como siempre; planchada, arreglada y perfecta. Su pelo blanco y ojos negros estaban presentes, mientras que sus pecas también lo estuvieron. Era, básicamente, una copia del padre. Claro, el cabello, anteriormente desordenado, ahora era mucho más corto, por políticas de vestimenta de su trabajo. Pero, en general, su cabello era igual. Idéntico.

Izuku Midoriya era prácticamente similar a su padre, Hisashi Midoriya. En todos los aspectos posibles.

Bueno, casi todos.

Oh, respondiste ”, comentó Hisashi con una suave sonrisa en su rostro. Sus ojos mantuvieron sus ojeras presentes. “ ¿Cómo está la cosa por allá? ”, preguntó, sorbiendo su café negro el patriarca. Inko sonrió con suavidad ante eso.

“¡Bastante bien! Izumi e Izuku han conseguido buen rendimiento en 《Aldera》 últimamente”, expresó la madre, mientras que el esposo asentía, atento a lo que su esposa dijera. Se podía notar su anillo en la mano, estando reacio a quitárselo por nada en el mundo. Eso calentó su corazón.

Ya veo. Bueno, no me sorprende, teniendo en cuenta de quién es la madre ”, sonrió, suspirando con un aire de cariño. “ Igual de inteligentes que la madre ”, Inko bufó con vergüenza en su tono.

“¡Hisashi!”, se quejó con un puchero, antes de reírse entre dientes con un rubor. “Tú sabes que no soy tan inteligente como tú”.

La diferencia entre padre e hijo era la confianza: mientras que Hisashi era capaz de decir con certeza casi cualquier cosa con tal de expresar un punto, Izuku se quedaba callado y aceptaba el hecho de que estaba equivocado aunque no lo estuviese realmente. Si bien en apariencia eran similares, en general, era un niño introvertido de manual con muchos problemas de confianza y autoestima impuesta por su condición de 《Quirkless》 , por lo que llegaba a entender sus decisiones.

Claro, no las apoyaba, ya que deseaba que Izuku se pudiera relacionar mejor con las personas. Tener amigos, gente que lo quiera, una novia…

Simplemente, quería lo mejor para el hijo al que terminó por amargarle la vida. Al menos, eso supuso.

Inko, querida, puedes aceptar de vez en cuando halagos, ¿sabes eso? ”, preguntó, antes de suspirar levemente y sonreírle levemente. Ajustó sus dedos alrededor de la taza blanquecina sin nada destacable alrededor de la misma. Nada de cosas escritas, nulos garabatos… Simplemente, era una taza blanca sin ninguna cosa plasmada en ella. Aburrida y simple, justo como su persona, pensó Hisashi. “ De todos modos, luego podré seguir admirando tu hermosura. ¿Alguna novedad de la que hablar, cariño? ”, preguntó con cierto interés picando su cuello.

Inko tuvo que dudar un poco, mientras se rascaba la barbilla. Había un par de cosas a destacar, siendo la más importante el tema del despertar tardío de su hijo. Claro, también necesitaban hablar y charlar de diversos temas; Izumi, el sueño de sus hijos de querer ir a la U.A., el dinero que les envía, la casa, su matrimonio en general, los temas de dependencia emocional que tiene hacia su marido que la abandonó a ella con una carga enorme al cuidar a dos de sus hijos para trabajar todos los días en una empresa de la cual nunca ha oído hablar en toda su existencia…

Sí, tenían bastante de qué hablar. Sin embargo, Izuku era lo principal. Después de todo, el menor tiene la certeza de que fue él la razón por la que se fue. Pudo escucharlo de vez en cuando llorando las noches luego de que los dejó, y aunque intentó hacerlo entrar en razón de que no fue así, está empeñado en decir que todo lo contrario.

Terco y reacio a abrirse a la realidad. Ojalá alguien le haga saber que todos a su alrededor lo apoyan en algo, y no mirar todo de una forma autodestructiva.

“B-Bueno, tenemos cosas de las que hablar. Bastantes, de hecho”, recalcó, mientras la imagen de Hisashi asentía, antes de revolver levemente su taza de café.

Vale. Tenemos tiempo para ponernos al día ”, mantuvo la mirada en el remolino de oscuridad y cafeína, antes de volver a centrar su atención en su esposa. Era algo que el marido siempre hacía cuando se ponía a contemplar la situación actual, mientras se perdía en algo en movimiento para ordenar las cosas en su cabeza. Sonrió a su esposa con ligereza. “ Bueno, supongo que podemos empezar con esto, ¿no? ”.

“S-Sí”, se rio levemente, antes de rascarse la nuca. El marido le cedió la chance de empezar. “Bueno, verás, lo primero es importante: Izuku”, el nombre despertó la preocupación genuina en el rostro del marido, quien se acercó más a la pantalla a verla.

¡¿L-Le pasó algo?! ”, preguntó con genuina preocupación en su tono. La mujer suavizó la mirada al verlo así.

Desde que Izuku nació, ha sido un pequeño que siempre se retrajo ante los demás, bajo el cuidado de su hermana, que tuvo que protegerlos desde una edad muy temprana por la ineficacia y poca voluntad de sus padres para hacerse cargo al respecto. Cuando se lo diagnosticó de manera errónea como 《Quirkless》 , el padre y la madre trataron de hacer todo lo posible para hacerlo sentir mejor con su actualidad, aunque fue un fracaso más en su grande y larga lista. Luego de eso, Hisashi se marchó. Sin embargo, genuinamente se preocupa por sus hijos y su familia en general.

Pero, sí, Izuku era el pequeño que debían de proteger del mundo y los peligros. Aunque no le guste lo que eso termine por conllevar a un futuro. Ya saben, problemas para abrirse y esas cosas.

La sobreprotección no traía nada bueno, pero iba a usarlo. No sabía qué más hacer, llegados a este punto.

Después de todo, el daño ya estaba hecho.

“Verás, eh, hace un tiempo, Izuku se había tardado un tiempo de más llegando a casa, y bueno, eh, luego de un par de horas, llegó con el brazo lastimado-”, se vio interrumpida por su esposo, quien frunció la mirada con dureza.

¡¿Qué le pasó?! ”, preguntó, exasperado por saber. Inko tuvo que encogerse un poco de la sorpresa de su exclamación.

“S-Sé que se ve mal, pero no es la gran cosa”, Hisashi pudo un rostro de acantilado ante lo que su esposa acababa de mencionar. Se frotó el entrecejo, antes de suspirar pesadamente y calmarse un poco.

Inko, cariño, te amo con toda mi alma, aunque eso ya lo sabes. ¿Cómo es eso de que ‘no es la gran cosa’ de que nuestro hijo se haya lastimado el brazo de manera desconocida? ”, preguntó, con sus ojos viéndola con seriedad.

“T-Tiene una explicación”, le explicó, antes de suspirar temblorosamente y jugar con sus dedos. “S-Sabes que es 《Quirkless》 , ¿no?”, preguntó, mientras que el padre asentía.

Sí, eso lo sé… ”, mencionó, con su tono levemente más seco y molesto. No es que estuviera molesto con su esposa, no lo podía estar. Era algo más que Inko desconocía detrás de cámaras.

“B-Bueno, creo que el doctor hizo mala praxis”, Hisashi se quedó mudo ante eso, mirando a su mujer al otro lado de la pantalla. Sus ojos se quedaron estampados en la figura de su mujer. “D-Despertó su 《Quirk》 , Hisashi. I-Izuku tiene un 《don》 ”.

El silencio comenzó a apoderarse de la habitación. La mujer se mordió la mejilla y miró a su esposo con el ceño fruncido. Sus ojos se mantuvieron fijos en la pantalla, esperando a que ella se riera y dijera que esto era una especie de broma de mal gusto; que Izuku seguía siendo un 《Quirkless》 diagnosticado correctamente por el doctor hace años y que, en realidad, le estaban jugando una mala pasada. Pasaron los minutos, y las manecillas del reloj comenzaron a ser audibles al agudizar el oído en la llamada. Hisashi suspiró de manera temblorosa, antes de mirarla.

Sus ojos temblaban ligeramente, mientras que un dejo de terror llenaba su iris.

¿Qué? ”.

Esa fue la única pregunta que salió de su boca luego de diez minutos de procesarlo. Inko lo miró, mientras que el esposo parecía tener algo entre manos subirle poco a poco por la espalda.

Y no era nada bueno, por lo aterrado que se veía.


El sol se cernía sobre todo la zona “beta” del lugar. Los alumnos, futuros aspirantes a héroes, se quedaron allí, viendo a su profesor con curiosidad y emoción plasmada en sus rostros por la actividad que irían a realizar. All Might sonrió con sus dientes resplandecientes como dos grandes perlas gigantes y brillantes. Ver a todos sus alumnos, futuros héroes con los que podría trabajar codo contra codo en un futuro profesional, lo hizo sentirse orgulloso y seguro por el futuro. La clase 1-A, por lo que vio en ese entrenamiento de EraserHead que hizo con los suyos saltándose la charla de Nezu, era increíble.

Sin embargo, la 1-B también tenía sus cosas. Siempre la atención se destinaba hacia una de ellas, dejando a la segunda clase relegada a no tener tanta atención de los demás. De todos modos, este año, parecía ser diferente por algún motivo. Viendo entre la multitud con su mirada, sus ojos captaron a su alumno de cabello verde, antes de sonreír con un poco más de fuerza. Ciertamente, aún tienen cosas que pulir; por ejemplo, sus problemas de confianza. Aún no puede evitar pensar qué lo mantiene tan arraigado a sabotear sus resultados y mantenerse alejado del podio. Pero, luego suavizó la mirada, recordando sus palabras.

‘Puede ser que sea porque no tenga 《Quirk》, pero en la escuela soy motivo de burlas en todos los sentidos por ese motivo’, ciertamente, sabe cómo se siente al respecto sobre ello. Tuvo sus dudas al inicio antes de aceptar el 《One For All》, pero, ahora, estaba seguro de que tomó la decisión correcta.

Izuku Midoriya tenía ese fuego; esa llama que sabes que puede tener el potencial necesario para ser el siguiente portador. Si se viera hace un par de años, Toshinori no sabría reconocerse. Siempre fue un prodigio cuando el 《One For All》 se acopló a su cuerpo, no necesitando aprender nada en ese tiempo que estuvo en Estados Unidos. Únicamente abrumaba, golpeaba con fuerza y era demasiado veloz como para que le sigan el juego. De todos modos, Nezu lo ayudó bastante con eso, mejorando en muchas cosas a la hora de enseñar y entendiendo varios consejos. Ciertamente, tener charlas con una de las personas más inteligentes del mundo es muy beneficioso.

De todas maneras, si bien nadie lo sabe, al menos, no públicamente, él quería hacerse maestro en la U.A., la escuela número uno, para encontrar a un sucesor digno. Al tener un tiempo límite de tres horas, y prácticamente saber que el tiempo lo seguía muy de cerca, sentía que el poder que se le fue cedido, la antorcha, pasada por generaciones, necesitaba nuevo combustible y portador.

Después de todo, nada dura para siempre, y era momento de tener un sucesor.

Encontró un par que podrían suplir esa tarea con creces en la academia. Algunos nombres como Mirio Togata eran los más fuertes; un alumno con un 《Quirk》 espectacularmente pulido y con una fuerza sorprendente, lo harían entrar al podio, pero sabiendo las consecuencias que contraería el usuario por el esfuerzo extra de tener otro 《don》 en el sistema, simplemente lo dejó pasar. Luego, había un par de la 2-A y 3-B donde el potencial se desparramaba, pero el joven Togata adquiría todos los buenos valores que a los demás les faltaba.

Y, luego, llegó Midoriya como un mensaje del destino. Parecía ser como si el mundo le estuviese diciendo que él era el indicado.

Que nació para esto.

Dejó su línea de pensamientos, mientras ladeaba la cabeza hacia los costados; se distrajo por un segundo, viendo y evaluando a su joven alumno. Tienen cosas que mejorar sobre su confianza, sí, pero por el momento, era perfecto justo como era. Aunque, quizás, ERA un poco fanático de su persona. Quiere decir, sabe que el joven Midoriya lo admira demasiado, sin embargo, esa capucha de su traje, colgando y meciéndose con el viento, lo hizo sentir… Avergonzado al respecto. Sintió sus mejillas teñirse de un rubor, ante la idea del joven Midoriya imitarlo en este ejercicio, y la imagen era algo bastante vergonzoso, a decir verdad.

Pero, bueno, no podía evitarse; era el “símbolo de la paz” y el héroe número uno de Japón. Era algo bastante obvio de que tendría alumnos con referencias en sus trajes. De todos modos, estaba divagando mucho en poco tiempo.

¡Mírense, estudiantes, se ven increíbles con sus trajes!”, exclamó el héroe número uno. Su capa se sondeaba con cada movimiento que hacía. “Sí, se ven demasiado geniales”, asintió.

“Oh, verdecito, mírate”, Setsuna le sonrió con sus dientes, acercándose peligrosamente cuando Midoriya se incorporaba al grupo. Tuvo que dar unos pasos hacia atrás por la cercanía repentina, totalmente rojo. El traje de Setsuna era bastante, pero, en serio, bastante apretado. La chica, simplemente, sonrió. “¿Oh? ¿Te gusta lo que ves?”, preguntó, divertida mientras se inclinaba sobre el chico.

“Y-Yo, a-ah, u-uh”, se quedó sin palabras. Sus mejillas estaban rojas, mientras la chica mostraba sus colmillos, disfrutando de su reacción.

“¿Qué pasa? ¿Te comí la lengua, ratoncito?”, tarareo con una sonrisa jocosa.

Izuku, al escuchar su tono jocoso, simplemente se puso la capucha, ocultando su sonrojo masivo. Se puso las manos en el rostro, y se escondió detrás de Awase, agachandose para que le vean el rostro. El chico le dio unas suaves palmadas en la espalda. “Te entiendo, Midoriya-San. Es demasiado para alguien como tú”, comentó. Tetsutetsu, a su lado, simplemente, asintió lentamente.

Tokage-San…”, Kendo la miró con negación y los brazos cruzados, negando con la cabeza levemente hacia la chica de cabello verde. Ignoró ese rubor en su rostro al ver como su traje acentuaba cada parte de ella. Setsuna bufó.

“¡Hey, vamos, no fui tan al extremo!”, infló las mejillas con un puchero la de cabello verde, mientras que Ibara le daba mala cara.

Súcubo. Rezaré para que tu alma sea purificada”, comentó la religiosa, juntando sus manos mientras las luces de los rayos del sol la cubrían en su totalidad. Todos miraron por los alrededores, preguntándose cómo es que ella era cubierta por la luz solar.

Huh. Bueno, eso es raro…”, murmuró Honenuki, a lo que Kuroiro chasqueó la lengua suavemente.

“Demasiada luz. No me deja conectar con el abismo…”, expresó, a lo que Manga lo vio, con un signo de interrogación en su viñeta.

¿Abismo…?”, preguntó sin más, mientras que All Might tosía levemente para llamar la atención de sus estudiantes en esta ocasión.

Bien. Quitando lo de ahora, podemos empezar con este entrenamiento de práctica. Usaremos la sección “beta” de la academia, usada anteriormente en los exámenes de acceso. ¡Sin embargo, será bajo techo!”, exclamó, “usualmente, vemos a villanos ser neutralizados en aire libre, sin embargo, estadísticamente, la mayor neutralización ocurre en interiores, donde la villania se esconde ante el ojo público. Encarcelamiento, secuestro de personas, mercado negro… En esta sociedad saturada de héroes, cualquier villano inteligente es capaz de sacudirla, acechando entre las sombras. ¡Es por eso, que para esta prueba se separaran en ‘villanos’ y ‘héroes’, para una batalla entre equipos de dos contra dos!”, mantuvo su temple habitual.

Midoriya se recompuso levemente, mientras se rascaba la barbilla, pensando un poco al quitarse la capucha del rostro. Ciertamente, era cierto que las actividades criminales no siempre ocurrían bajo la suave luz del día. Mayormente, por no decir casi siempre, tienen bases para realizar sus operaciones sin ningún problema real contra la ley. Debido a eso, villanos increíblemente famosos no han sido atrapados en su momento. Por ejemplo, el caso más famoso, era el supervillano estadounidense, considerado como un mito, “Weightlock”. No se sabe nada de él, solo que llevó a cabo un atentado que terminó con varias estaciones de policías y gente asesinada al azar sin sentido alguno.

Sin embargo, Midoriya tuvo que pensar más ante la simple idea de formar grupos. Sus nervios se dispararon. ¿Esto era algo similar a escoger equipos en un deporte? ¡Siempre quedaba último, e iba a la banca! Mordió suavemente sus uñas ante la ansiedad que crecía poco a poco en sus adentros. Aunque, había algo a destacar…

“¿No sería disparejo, profesor?”, preguntó Shishida ajustando sus lentes oscuros, a lo que All Might encarnó una ceja ante su pregunta. “Quiero decir, si fuésemos veinte estudiantes, lo entendería y sería acorde. Sin embargo, contando en totalidad, somos veintiuno los aquí presentes”.

Oh”, dejó escapar, antes de sudar suavemente por la frente. Ciertamente, no pensó en eso cuando venía hacia aquí. La idea era hacer diez grupos de dos estudiantes cada uno, sin embargo, al agregar a Midoriya a la mezcla a una de las clases, habría un equipo con más de tres miembros. “¡B-Bueno, siempre podemos hacer que un equipo tenga un miembro extra en alguno de los dos lados!”, se rascó la nuca, mientras su sonrisa se mantenía en su rostro plasmado. Yui levantó levemente la mano.

“¿Cómo nos vamos a separar en grupos?”, pregunto la pelinegra estoica, a lo que Setsuna alzó la mano de manera curiosa.

“¿Y quién gana o pierde? ¿Cómo se decide?”, cuestionó la ingresada por recomendación con un dejo curioso.

¡Son grandes preguntas, estudiantes!”, señaló el rubio, sonriente. “Principalmente, la idea para separarlos es por medio de la aleatoriedad. Esferas enumeradas desde la A hasta la J para determinar sus equipos”, expresó, tomando dos cajas con el dicho contenido en su interior. “Sin embargo, para determinar el ganador o perdedor de este ejercicio, es simple”, tosió suavemente, antes de leer un pequeño papel. “Serán divididos en dos equipos: héroes y villanos. Los villanos se refugiarán en un edificio cuidando un arma nuclear que está a punto de detonar. Los héroes, por otro lado, tendrán que detener el plan antes de que sea demasiado tarde. ¡Si los héroes desactivan la bomba o capturan a los villanos, será victoria para los héroes! ¡Sin embargo, si los villanos capturan y derrotan a los héroes o si el tiempo se acaba, será victoria para los villanos!”, expresó, haciendo ese papel una pelota y lanzándola a un bote de basura.

‘¿L-Lo leíste de un papel, All Might?’, pensó Midoriya con un leve tick en su ceja. Ciertamente, y aunque era un maestro competente, algunas cosas se olvidan, ¿eh?

“Sin embargo, ¿por qué se decide por lotería? ¿No sería más práctico elegir con quién podemos mezclar mejor nuestras 《peculiaridades》 en el campo en un entrenamiento así?”, preguntó Tsuburaba, a lo que Midoriya lo observó, antes de asentir.

“P-Puede ser que en algunos casos contados elijamos a nuestros compañeros. Pero, en la mayoría del tiempo, los héroes están obligados a hacer equipo con otros profesionales de los que quizás no conozcan bien. Así que, quizás, esa es la gracia de este ejercicio, a-al menos, eso creo yo…”, se rascó el cabello con leve nerviosismo, mientras que el chico de pulmones de hierro asentía con la cabeza, bastante conforme con su respuesta. Después de todo, tenía un punto.

¡S-Sí, es justo lo que estaba pensando!”, se rio el profesional, mientras que para sus adentros se encogía levemente. ¡No había pensado en esa posibilidad, solo lo hizo para no tener que elegir uno por uno! Se sentía tan avergonzado… “¡D-De todos modos, empecemos con esto!”, exclamó.

Los estudiantes se formaron para tomar una letra de la caja que trajo el maestro, mientras que los grupos comenzaban a formarse poco a poco.

- [ Grupo A ] -


“Oh, estamos juntas, ¿eh?”, preguntó Setsuna con una sonrisa divertida. Su mano se separó de su cuerpo, sosteniendo la bola con la primera inicial, mientras que Kendo suspiraba con exasperación.

“Solo espero que no seas un dolor en el trasero…”, murmuró, frotándose el entrecejo, mientras la de cabello verde sonreía con diversión. La chica de cabello anaranjado suspiró, deseando conque sea una experiencia un tanto menos, eh, bueno, atrevida.

- [ Grupo B ] -


“Oh, somos compañeros de equipo, Midoriya. Espero que podamos llevarnos bien”, le sonrió con ligereza Kaibara, mientras que el peliverde asentía con timidez, a la vez que miraba a otro lado, sosteniendo la bola.

“D-Demos lo mejor, Kaibara-San”, expresó, mientras que el pelinegro asentía. No se conocian bien, pero esperaba que se lleven bien. Aunque, una parte suya, en el fondo, pensaba que iba a acabar como siempre.

Con él con la cabeza gacha.

- [ Grupo C ] -


“¡Bondo-San, Tetsutetsu-San, demos lo mejor de nosotros!”, exclamó Kinoko, mientras que ambos chicos asentían, con Tetsutetsu mucho más emocionado que Bondo a su costado, quien se mantuvo nervioso y encogido.

“¡Demostremos nuestra hombría, muchachos!”, dijo Tetsutetsu en una exclamación, a lo que Kinoko se le sumó.

S-Sí”, murmuró Bondo, mientras se rascaba suavemente la nuca ante ellos.

- [ Grupo D ] -


“Rezaré porque Dios nos ponga en el lado de la victoria, Awase-San”, rezó Ibara, mientras juntaba las manos. Un rayo de luz la cubrió, mientras que el chico parpadeaba, confuso, viendo como una pequeña luz de una farola, raramente funcionando, la iluminaba.

Huh. Bueno, eso es conveniente”, susurró con una gota de sudor cayendo lentamente por su nuca.

- [ Grupo E ] -


“Un gusto hacer equipo con usted, Honenuki-kun. Espero que podamos usar nuestras mentes para dar una exhibición digna”, expresó Shishida, acomodando sus gafas. Honenuki se quitó el casco, sonriendo levemente ante su educación.

“Eso espero, Shishida-San. Demostremos lo mejor que podamos”, le dijo el segundo estudiante entrado por recomendación  con gran seguridad en su tono.

Dos grandes mentes en un mismo equipo. Y caballeros también.

- [ Grupo F ] -


“Que las fuerzas del abismo nos acompañen. Demos un espectáculo de sombras danzantes”, dijo Kuroiro, sonriendo con su dentadura blanquecina a su compañero.

“Huh… Sí. Sí, ¡hagamoslo!”, dijo con un signo de exclamación en su rostro Manga. ¡Ciertamente, no entendía nada de lo que dijo, pero sonaba interesante de hacer!

- [ Grupo G ] -


“Hmm. Supongo que nos toca juntos”, dijo Yanagi, levantando la bola con la inicial con su 《peculiaridad》, haciendo que sea bastante visible para el estudiante extranjero.

“Sí. Creo que nos llevaremos bien, Yanagi-san. Nos complementamos bastante bien en las peculiaridades”, comentó Hiryu con un asentimiento de su cabeza.

- [ Grupo H ] -


“Hmp. Espero que no estorbes. No quiero cortarte”, chasqueó con la lengua Kamakiri, mientras se cruzaba de brazos al ver a otro lado. Monoma se reía con ligereza, viéndolo con sus cejas fruncidas.

“Creo que sería al revés, Kamakiri. No querrás meterte”, tarareo el rubio, siendo un poco competitivo con su compañero. El chico insecto lo miró, con la mirada endurecida.

- [ Grupo I ] -


¡Let’s do this, Kodai-san!”, relinchó Tsunotori, dando leves saltitos y tomando las manos de la pelinegra, quien dejó escapar un leve zumbido silencioso entre sus labios.

“Mhm”, asintió, con inexpresividad en todo momento.

- [ Grupo J ] -


“Así que, el último equipo, por lógica, somos nosotros dos”, expresó Tsuburaba, dándole una sonrisa a Shoda a su lado, quien asintió con la cabeza.

“Espero que hagamos un buen trabajo aquí”, comentó, sin cambiar su expresión en ningún momento el chico regordete.

¡Bien, bien, ya con todos los equipos bien formados, podemos empezar con el ejercicio de batalla!”, expresó All Might, mientras sacaba dos esferas de ambas cajas. Las esferas con las iniciales ‘J’ y ‘F’ descansaban sobre sus manos. La esfera ‘J’ era de un color rojizo, representando su lado, mientras que la azul representaba al otro. “¡El equipo ‘J’ será el villano, mientras que el equipo ‘F’ será el de los héroes!”, expresó el héroe.

Ambos equipos se vieron entre sí, antes de asentir con la cabeza. Kuroiro mantuvo su expresión solemne, aunque había algo comenzando a planearse por su aura misteriosa. Manga, por otro lado, hizo un signo de exclamación bastante notable, mientras se cruzaba de brazos. Tsuburaba solo mantuvo una pequeña sonrisa en su rostro, pensando que esto era bastante fácil como para tomárselo en serio. Su compañero, por otro lado, mantuvo sus cejas levemente fruncidas. Había algo en la expresión del chico admirador del abismo que lo hacía inquietarse completamente.

Sintió que estaba planeando algo.

Y lo hizo sentir más en peligro, cuando Kuroiro le sonrió a Shoda de pasada.

¡Genial! Con los equipos ya formados y el primer combate hecho, el edificio de en frente será la zona de prueba. Diré un par de cosas, antes de comenzar. ¡En este escenario, los villanos estarán dentro del edificio, esperando a los héroes! Tendrán cinco minutos para planear alguna estrategia ingeniosa y meterse más en el papel de villano como les venga más conveniente y cómodo. Los demás podremos ver el desarrollo de su combate por las cámaras de vigilancia instaladas por la zona. Solamente una cosa más; no se contengan. Esto, a pesar de ser un ejercicio de práctica, vayan sin temor a lastimarse. Además, si algo se sale de control, siempre intervendré para parar el ejercicio”, explicó, antes de darles papeles a cada equipo. “Esto les ayudará a estar más conscientes de todo su entorno. ¿Preguntas?”, preguntó All Might, haciendo que los alumnos negaran con la cabeza. “¡Perfecto! ¡Ahora, vayamos con esto!”, exclamó.

Mientras los dos equipos comenzaban a retirarse a la zona de prueba, los alumnos caminaban hacia la zona de vigilancia junto con su profesor, listos para presenciar el combate de prueba. Midoriya, caminando lentamente atrás de todo, se rascó levemente la barbilla. Sinceramente, esto podía ser interesante de presenciar y ver. Principalmente, estaban los 《Quirks》 de Shoda y Tsuburaba. Mientras que el ‘Twin Impact’ era genial, el poder de Tsuburaba, ‘Solid Air’, podían sincronizarse bien. Quizás si usaba algo para lanzar, Shoda sería capaz de hacer rebotar por las paredes de Kosei, lo que haría que su primer impacto sea más inesperado.

Ya sabes, poner estructuras de aire sólido como plataformas para impulsar. Después de todo, el 《Quirk》 consiste en golpear un objetivo y, cuando el usuario lo decida, producir un segundo golpe en el mismo punto más potente. Si eran capaces de aprovechar eso, quizás tendrían una oportunidad.

Pero ahí estaban Manga y Kuroiro. Sus 《dones》 aunque incompatibles que simple vista, podían ser increíblemente versátiles en situaciones contadas. ‘Cómic’ y ‘Black’. Dos 《Quirks》 muy difíciles de combinar. Sin embargo, había algo en la mirada de Kuroiro que decía que algo estaba tramando, aunque no puede decir qué es realmente la idea que se formaba en su mente, sabe que no era algo complicado. Considerando el hecho de que no conoce a sus compañeros del todo. Además, pudo presenciar la sonrisa misteriosa en su rostro, lo que añadía capas de misticismo. Por lo tanto, ¿qué podía tener en mente…?

Los murmullos de Midoriya siguieron, mientras que sus compañeros lo miraban con ligereza. Escucharlo divagar tanto, para algunos, era un poco raro, aunque, para otros, era un poco adorable.

Aunque, no dejaba de ser un poco tenebroso al mismo tiempo. Sin embargo, no quitaba el hecho de que Midoriya sea alguien confiable para su clase.

-]|[-


La bomba se mantuvo en su sitio, totalmente inexpresiva ante la presencia de Tsuburaba y Shoda, quienes reflexionaban, viendo el papel de la estructura del edificio completo. El chico de cabello grisáceo observó todas las partes importantes a destacar; puntos ciegos, ventanas, pisos, etc. Era un edificio bastante competente por el momento, sin embargo, tener cinco pisos a los que tener que mantenerse alerta era ya, de por sí, una pequeña molestia para el dúo de estudiantes. Se rascó la barbilla, mientras fruncía los labios hacia un costado.

Por lo que recuerda de las presentaciones del primer día, Kuroiro no debería de ser muy importante en este sitio, aunque el cuidado debía de estar al máximo. Su 《peculiaridad》 se basaba en usar las cosas oscuras para moverse, por lo tanto, alejarse de las sombras y estar pegados a un sitio con luz lo inutilizaría por completo. Observó su pequeño rastreador en su rostro, mientras veía cuatro figuras en ella. La suya, a su lado, era Tsuburaba, su compañero. Las otras dos afuera eran los héroes; Manga y Kurorio, esperando a que el tiempo de cinco minutos se acabara.

Por otro lado, también necesitaban preocuparse por el chico con 《Quirk》 de ‘Comic’. Según Shoda, el más peligroso podía ser él y el arma principal de la incursión para acabar con el entrenamiento. Frunció la mirada, sabiendo que su 《peculiaridad》 funcionaba por medio de las onomatopeyas que exclamara para atacar, lo que requería un buen rejunte y conocimiento de las mismas que, sinceramente, sabe que tiene. Por lo tanto, quizás sea demasiado fácil caer en alguna especie de trampa si van de frente a buscarlo.

No se conocen bien, sin embargo, algo en la mirada y sonrisa de Kuroiro era demasiado sospechosa como para dejarlo pasar así sin más.

Debió de haber planeado algo mientras seleccionaban a los demás equipos.

“Entonces, ¿qué hacemos, exactamente?”, preguntó Tsuburaba, mientras que Shoda salía de su corriente de pensamientos.

“¿A qué te refieres?”, preguntó, haciendo que el chico suspire suavemente para sus adentros, señalando las esquinas oscuras, no iluminadas por la luz solar.

“Digo, que alguien debe de quedarse aquí. Si Kurorio es capaz de colarse y llegar hasta aquí arriba, no seremos capaces de detenerlo y perderemos”, explicó, “por lo tanto, y para mí, deberías de quedarte a defender la bomba”.

“¿Y-Yo?”, se señaló, ligeramente confundido e incrédulo, aunque sabe que Tsuburaba tenía mucha razón en sus palabras.

A pesar de que Kuroiro no era ofensivamente el más fuerte en una zona con luz solar y ventanas que iluminaban todo, una simple sombra podría llegar a ser una muerte directa para ellos. Miró nuevamente su radar, funcionando para detectar cuerpos con temperatura similar a la humana. Era una adicción que le gustó añadir, debido a que, ser un héroe, significa estar consciente a tu alrededor. Para gente como él, quien no era demasiado avispado en ello, terminó por añadir uno para localizar rehenes por si ocurre alguna catástrofe o tratar de encontrar un villano en persecución.

Era algo bastante útil que le puede beneficiar en varios casos. Y, al no ser capaz de ver siempre su muñeca con su radar, se agregó un rastreador como ese anime famoso inspirado en un cuento Chino. De todos modos, era muy beneficioso para alguien como él. Suspiró suavemente, antes de reconocer la lógica con la que su compañero estaba hablando aquí. Es verdad que necesitaban a que alguien cuide la bomba, debido a que si la tocan sería el final para ellos en ese preciso momento. Frunció el ceño una vez más.

“¿Sabes pelear cuerpo a cuerpo?”, preguntó Shoda, a lo que Tsuburaba simplemente se encogió de hombros en su sitio.

¿No? Creo que nunca he entrenado nada físico. Me he empeñado más a aumentar mi capacidad pulmonar para usar mi 《Quirk》 hasta el máximo posible”, expresó, a lo que Shoda asintió.

“Entiendo. Yo sé un poco de boxeo por peleas que vi en vídeo. Deberías intentarlo, seguro que se te da bien eso”, comentó, a lo que su compañero asintió. “De todos modos, ten”, le lanzó un pequeño auricular, quien lo tomó. “All Might me lo dio antes de entrar. Es para mantener la comunicación. Tú vas a ir a rebuscar información; tu 《peculiaridad》 es bastante defensiva, y la mía muy ofensiva, por lo tanto, nos combinamos bien en ese apartado. Sin embargo, yo tengo la ventaja de saber en dónde están cada uno. Te mantendré informado para que no te topes con ninguno”, Tsuburaba asintió, colocándolo en su oído.

“Entendido. Intentaré atraparlos para que no salgan, aunque, por ahora, soy capaz de hacer una pared sólida de aire”, Shoda asintió, conforme.

“Ya veo. Sirve, de todos modos. Ese será nuestro plan. Tú serás la delantera, mientras que yo seré el perro guardián y tus ojos alrededor”, el chico asintió con la cabeza, antes de soltar un suave suspiro.

“¡Hagamos esto!”, exclamó, con el puño cerrado en alto. Shoda, a su lado, asintió, sabiendo que tenían una pequeña ventaja en esto; sus dos 《Quirks》 podían tener una buena sinergia.

Los altavoces comenzaron a hacer un leve chillido al encenderse, antes de apagarse y dejar que la voz del profesor saliera de la misma. “¡Ya han pasado los cinco minutos de preparación! ¡Que el ensayo de batallas bajo techo comience!”, la voz de All Might los inundó, antes de que cada equipo vaya a por la ventaja en esta pequeña prueba amistosa.


 

-] Sala de cámaras [-

 

El profesor rubio con dos mechones se alejó del micrófono, antes de cruzarse de brazos y mirar a las cámaras. Los estudiantes se iban moviendo poco a poco por allí, aparentemente, empezando a hacer algo que el profesional no puede descifrar con solo verlos. Actuando, quizás, podría ser capaz de entenderlos. Los demás estudiantes se quedaron allí, viendo todo por las cámaras de vigilancia de la zona.

“¿Quién creen que gane?”, preguntó Juzo sin su casco puesto, y sentado en una de las sillas que tenía el sitio. Kendo tarareó un poco, antes de cruzarse de brazos y ver por las cámaras.

“Basándome en mi experiencia nula en esto, diría que Shoda tiene un buen 《Quirk》 a larga, media o corta distancia. Usar ‘Twin Impact’ con el segundo golpe a esa distancia siempre puede ser un fuerte golpe. Pero, en lo personal, siento que Kuroiro podría ganar esta. Es muy escurridizo, si su 《don》 funciona como funciona”, expresó la chica marcial, mientras que Shishida se ajustaba los lentes.

“Interesante resolución, a la cual debo de llevarle la contra. Para mi sincera opinión, veo con más chances de ganar a Shoda-Kun y Tsuburaba-Kun. Tienen la ventaja aquí”, dijo el muchacho bestia, a lo que Kendo ladeo suavemente la cabeza.

“Respeto tu punto”, tuvo que reconocer la artista marcial.

“Hm. Midoriya-San, ¿qué opinas?”, le preguntó Yui, sentada a su costado y viéndolo pensar con su mano frotando su barbilla. La pelinegra se sentía ciertamente curiosa por su testimonio.

El peliverde se distrajo levemente ante su pregunta, antes de sonrojarse furiosamente por la cercanía de su rostro y alejarse levemente de ella. Era demasiado nervioso sobre el contacto, acercamiento o charla femenina. Cuando estuvo a una distancia considerable, suspiró suavemente, antes de mirar a la pantalla. Era verdad que Tsuburaba y Shoda podían tener la ventana en esta clase de duelos contra alguien como Kuroiro y Manga, pero realmente no estaba bien subestimar el potencial de las 《peculiaridades》. Ciertamente, al ver al chico del abismo sonreírle a Shoda, sabía qué había algo planeado de ante mano.

Y ahora se dio cuenta de ello.

“Ganará el equipo de los héroes. Tengo una idea de lo que harán”, comentó, concentrado en su análisis mental. Yui, a su lado, ladeo la cabeza, con duda.

¿Qué idea iban a hacer los héroes en esta ocasión?


Tsuburaba caminaba suavemente por los pasillos del edificio. Si los planos eran realmente confiables, entonces tendría que estar en el cuarto piso, uno abajo de donde estaba la bomba siendo cuidada. Hace un minuto terminó All Might de decir que el tiempo de preparación finalizó, por lo que esto ya había empezado de manera oficial. Se encargó de alumbrar todos los sitios posibles, dejando que la luz del sol se filtre por todos lados, no queriendo ninguna sorpresa poco grata del equipo contrario. Suspiró de manera pesada, mientras esperaba noticias de Shoda.

Al ser él el que tiene el radar y la posición de cada uno de ellos, debía de priorizar a la mente detrás del plan; después de todo, si llega hacia su posición, estará perdido y perderán el ejercicio. Si bien no es algo serio que tomar en cuenta, sigue siendo algo que, definitivamente, condicionará su futuro y lo ayudará a mejorar. Sin embargo, le gustaría mucho ganar.

Siempre fue alguien competitivo, a fin de cuentas.

Por ahora, todo estaba tranquilo-

BANG!”, exclamó cuatro veces seguidas una voz a las afueras, presumiblemente, de Manga.

Sí, olviden lo que dijo.

Tsuburaba comenzó a sentir como el suelo temblaba, aún estando en el cuarto piso, lo que le extrañó por momentos, antes de sentir y presenciar como las ventanas en frente de él eran bloqueadas por una columna de piedra gigante perfectamente alineada. La luz del sol se quedó sin traspasar el hormigón, aunque las luces seguían activas. Con las piernas levemente temblorosas, se acercó al pilar de piedra que bloqueaba la luz natural por la ventana, mientras que trataba de moverla para que caiga y deje que el sol entre. Se rindió a los pocos segundos, no cediendo. Incluso si utilizaba su ‘Solid Air’, no habría diferencia alguna. Cuando se volvió al escuchar otra vez el suelo temblando, entendió la razón rápidamente de lo que estaba pasando.

El poder de Manga, ‘Comic’, le permitía crear onomatopeyas de comics que, presuntamente, había leído. Sin embargo, esos efectos de sonido, a pesar de haber sido creados, tenían un efecto. “Bang” es algo usualmente relacionado con una explosión fuerte o un disparo. Por lo que pudo escuchar, fue algo similar a una bala, por lo que escogió esa en lugar de una bomba explosiva. “No se contengan”, les había dicho All Might, sin embargo, ¿qué hizo, y por qué diablos escuchó solo un disparo, en lugar de cuatro? ¿Quizás fueron similares a disparos de una pistola pequeña? Tendría sentido en este contexto. Después de todo, si escoges algo con múltiples significados, puedes elegir el que mejor te convenga. El chico gruñó por lo bajo, viendo como todas las ventanas estaban bloqueadas.

“En serio, ¿qué están tramando estos dos?”, se preguntó a sí mismo. Las luces del edificio seguían funcionando sin problema alguno. Se llevó los dedos a su oreja derecha, utilizando su comunicador. “¡Shoda, dime en dónde se encuentran!”, exclamó.

El silencio lo envolvió por unos segundos, mientras que Shoda observaba su las ventanas, cubiertas y no dejando la luz solar para que se escabulla. Al menos, no toda. Tomó una especie de rueda, antes de lanzarla con fuerza, queriendo tumbarla. Al rebotar, utilizó su ‘Twin Impact’, haciendo que saque leves escombros de la misma, pero sin un efecto deseado. Frunció el ceño, pensando en qué podrían estar pensando estos dos rivales suyos.

Luego de escuchar la órden de su compañero, encendió su rastreador, solo para toparse con la sorpresa de que había tan solo tres puntos visibles. Se mordió la mejilla, con frustración. El desaparecido era, probablemente, Kuroiro, por lo que podrían estar un poco jodidos en este aspecto. Observó las luces, encendidas y dejando alumbrar todo con su presencia. Suspiró ante ello, levemente aliviado.

¡Tsuburaba-Kun, Kuroiro desapareció, estate atento a tu ubicación! Están planeando algo de lo que no soy consciente ahora mismo”, dijo, usando su comunicador en su oreja izquierda. Miró el otro punto en su pantalla, con duda.

Algo andaba mal.

Manga no era de las personas físicas que quieran algo físico, debido a que su 《don》, aunque fuerte, necesitaba utilizar sus cuerdas vocales para ello. Viéndolo por fuerza, y por su físico en las pruebas del otro día, no parecía ser alguien muy fuerte; solo algo promedio, como él. Sin embargo, le ocurría algo a la señal que estaba aquí. Estaba quieta, como si estuviera esperando a que algo o alguien pase. ¿Habrá mandado a Kuroiro incluso cuando la situación NO lo ameritaba? No, imposible, no son tan tontos para ello. Kuroiro no aparecía en su mapa, debido a que su 《Quirk》, probablemente, negaba su única ventaja al meterse en una sombra o algo oscuro. Pero le sorprendía Manga, que no se moviera en lo absoluto.

De todos modos, ¿qué ganaba haciendo que la luz del sol no pase, incluso teniendo luces artificiales colgando en los techos y funcionando en su totalidad? Sinceramente, no tenía sentido, al menos, para él. Suspiró entre dientes, con una pequeña jaqueca en su cabeza. ¿Por qué eran tan difíciles de leer…?

¡Está bien, tendré cuidado!”, respondió su compañero, antes de cortar la línea de su comunicador.

Shoda suspiró, frotándose el entrecejo. Intentó observar por las ventanas algunas ranuras, pero era inútil. Rompería el techo o alguna pared, pero si su ‘Twin Impact’ apenas y logró romper ligeramente la onomatopeya gigante, se terminaría cansando antes de siquiera abrir un hueco. Se frotó la frente con un dolor de cabeza ligero. Esto no tenía nada de sentido, en serio, nada.

Sabe que es inteligente y lo sabe muy bien. Además de perspicaz y un poco precavido, ha sido el estudiante más destacado en su escuela en cuanto lo académico, lo cual, para él, es un logro. Siempre se vio capaz de leer a las personas y sus planes. Claro, la mayor parte del tiempo no acertaba en la ejecución, pero sí en la idea. Pocas veces se equivocaba y, por primera vez, sintió que esto fue así. Había pensado que Manga era el arma principal del dúo, pero se equivocó. Kuroiro era la mayor preocupación desde un inicio, y aunque tenía sospechas, las dejó pasar por no ser “fuerte”. Un error de su parte.

¡Kuroiro siempre fue el arma principal desde un inicio!

Ahora, y con un probable intruso en el edificio, se estaba jugando la ronda. Apretó el puño, con ligereza, sin saber qué hacer. Por primera vez, no tenía idea de qué pensar sobre sus adversarios.

Su línea de pensamientos se vio cortada cuando pudo ver cómo varias luces del edificio comenzaban a parpadear y apagarse. Con los ojos abiertos en sorpresa, solamente pudo parpadear como respuesta. El ruido de la corriente con problemas abrumó sus oídos, y sintió que la garganta se le cerraba.

Poco a poco, todo comenzó a quedarse a oscuras, con sus gadgets vibrando con las luces de su radar y visor funcionando y brillando entre la oscuridad. Tuvo que apretar levemente los dientes de sorpresa y angustia. Ahora, Kuroiro podía moverse libremente en el edificio.

¡No eran movimientos al azar, eran totalmente premeditados!


“Huh, bueno, ahora esto parece un película de terror. Me gusta”, recalcó Yanagi, manteniendo su postura de siempre y alzando levemente una ceja curiosa y divertida, al ver cómo las cámaras activaban la visión nocturna automáticamente.

“Parece ser que encontraron una manera de cortar la electricidad en el edificio, pero, ¿cómo?”, se rascó la nuca Awase, mirando las cámaras de seguridad, ahora, con visión nocturna puesta en ellas por si algo similar ocurría en alguno de los ejercicios.

Mientras que los alumnos miraban con curiosidad las imágenes, Monoma se cruzó de brazos. Los edificios, a pesar de ser hechos para la simulación de la prueba de acceso donde lucharon contra los robots con diferentes puntos, por lo que sabe y observó, no tienen nada visible por los alrededores para cortar la energía del edificio completo, por lo que funcionan con un generador escondido. Sin embargo, ¿en dónde estaría? Lo más sensato y probable, y para que no estorbe, sería ubicarlo bajo tierra, así que, de alguna manera, debieron de haber roto parte del suelo para llegar al generador y cortar la electricidad del edificio.

Bufó con suavidad, manteniendo una sonrisa en su rostro. Estaban dementes para hacer un plan así.

Bloquear toda fuente de luz, ponerlos a una oscuridad casi total para desconcertarlos y tener una ventaja abrumadora sobre sus contrincantes. La tarea de Manga sería simple; usar sus onomatopeyas para bloquear todas las ventanas, donde la luz del sol puedan entrar. Están puestas de una manera totalmente perfecta, para que cada letra funcione y se acople, buscando bloquear la mayor longitud posible. Por ello, algunas de las ventanas del primer o segundo piso no estaban bloqueadas del todo. Se centraron en los primeros y últimos pisos, dándole la libertad a Kuroiro para moverse.

“Bastardo inteligente”, murmuró Monoma con cierta sonrisa. Aunque no conocía a la mayoría del todo bien, ¿quién pensaría que vería tal despliegue de genio en la primera ronda?

Midoriya, por otro lado, frunció el ceño. Sabía que iba a hacer algo así. Después de todo, Shihai Kuroiro era no del todo útil en lugares donde la exposición lumínica era bastante notable. Puede meterse a sombras u objetos oscuros, sí, pero eso lo limitaba a algo donde todo era gris e iluminado por el sol o luces. Por ello, utilizar a Fukidashi Manga en esa estrategia era, por lo menos, algo útil para utilizar y destacar en esta ronda. Frunció los labios levemente. Kuroiro era verdaderamente un genio.

¿Podrá alcanzar en algún momento esa capacidad intelectual y analítica…?

No, él cree que no.


Cuando las luces se apagaron, Tsuburaba frunció el ceño, antes de chasquear la lengua. Justamente lo que les faltaba, y lo peor que podía ocurrir, terminó pasando. Después de todo, con las ventanas abiertas y la luz en todo momento, Kuroiro tendría que ser casi inutilizado por la naturalidad del sol y la infraestructura del edificio. Pero no, él decidió de bloquear ambas y dejarlos a ellos en una oscuridad agobiante, para poder tener una ventaja sobre todo. Básicamente, si la vida te cerraba una puerta, abre una ventana. Kuroiro y Manga lo hicieron. Ahora, tenían a un intruso, probablemente, movedizo.

Genial.

¡Tsuburaba!”, exclamó la voz por el intercomunicador, mientras que el chico con pulmones de hierro asentía, encendiendo la conexión. Sonaba levemente desesperado o algo así, a lo que lo atribuyó a la ansiedad de la oscuridad y la amenaza fantasma de Kuroiro.

Sí, lo sé, se cortó la luz aquí abajo-”, fue interrumpido casi al instante que habló por Shoda.

De lo que no podía percatarse por el momento, fue como una cabeza comenzaba a asomarse desde el suelo, deformándose y dejando que la cabellera blanquecina comenzara a salir levemente del suelo. Sus ojos se mantuvieron pendientes de Tsuburaba, que hablaba por el intercomunicador, antes de fijarse en sus piernas. Estaban tan desprotegidas y, en general, su guardia se encontraba baja. Sonrió para sus adentros, con sus dientes blancos mostrándose. Sus brazos se movieron, tratando de alcanzar sus piernas.

¡Detrás de ti, Tsuburaba!”, exclamó Shoda con desesperación. Su radar comenzó a funcionar con potencia, cuando la toma de calor comenzó a sentirse en el mismo. Los puntos comenzaron a sonar, mientras que su rastreador también notificaba sobre ello.

Abriendo los ojos, intentó saltar para alejarse, lo que le valió un puñetazo en el estómago, haciendo que el aire se le escapara de los pulmones de manera inconsciente. Sin el margen para actuar o activar su 《peculiaridad》, simplemente, fue tomado por sorpresa, lo que le valió un fuerte golpe en su estómago. Se agarró el lugar golpeado, antes de ser recibido por uno en el rostro, obligando a que su intercomunicador cayera al suelo. Kuroiro se rio entre dientes, no dejando su sonrisa y ojos llenos de misticismo sobre Tsuburaba, quien tomaba metros de distancia.

Vendrás conmigo. El abismo quiere una visita”, bromeó el chico albino, antes de fundirse en el suelo oscuro y desaparecer de su vista.

Sin poder reaccionar a tiempo, un par de manos lo agarraron por detrás de las piernas. La fuerza abrumadora de su velocidad lo obligaron a caer al suelo, golpeando su cabeza contra la misma. No pudiendo entender del todo la situación, comenzó a ser arrastrado. Un ligero grito, que se fue apagando a lo lejos, fue lo único que Tsuburaba dejó escapar.

¡¿Tsuburaba?! ¡¿TSUBURABA?!”, preguntó Shoda, antes de ver como su presencia se iba moviendo rápidamente. Suspiró, asumiendo lo peor.

¡Kosei Tsuburaba ha sido capturado!”, exclamó la voz de All Might por los altavoces para su mala suerte.

El chico se frotó la cien, mientras veía a la bomba detrás de él. Seguía estando allí, observando su gran presencia. Supuestamente, tenían quince minutos para este ejercicio de práctica, sin embargo, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿Dos, quizás, tres minutos a lo máximo? Prácticamente, estaba perdido. No podía luchar contra algo que estaba en suelo, moviéndose como si se metiera debajo de la piel de una persona. Simplemente, era molesto. Su presencia era rápida cuando se terminó por meter y arrastrar a Tsuburaba para afuera.

Los héroes tenían cintas para capturarlos, por lo que sería el final si los tomaban entre las mismas. Tomó un par de rocas del suelo, para usar su ‘Twin Impact’.

“Debería de estar atento. Podría estar por cualquier parte, o también sería capaz de tocar la bomba”, se dijo a sí mismo. De ambas formas, perdería. Sin embargo, si era capaz de acertar un simple y mísero golpe, podría tener una ventaja y ganaría.

Probablemente.

Lo que no pudo darse cuenta Shoda, fue que, rápidamente, el suelo se movía detrás de él, antes de hacer lo mismo que Tsuburaba. Intentó usar su 《don》, cosa que fue inútil, al sentir como era movido en varias direcciones al mismo tiempo con una velocidad vertiginosa. En las sombras de la oscuridad, la presencia luchadora de Shoda se apagó, quedando todo en silencio.

Al poco tiempo, la presencia de Kuroiro terminó por asomarse del suelo, antes de tocar la bomba con su mano. Sonrió con ligereza, antes de acomodarse el cabello con suavidad.

Ganamos”, comentó con simpleza por el intercomunicador, a lo que Manga vitoreaba notablemente en el otro lado.

¡El equipo de héroes gana!”, exclamó All Might por el altavoz, a lo que Kurorio suspiró suavemente.

Las onomatopeyas gigantes comenzaron a hacerse añicos, dejando que la luz del sol se empezara a filtrar normalmente. El chico chasqueó la lengua ante ello, para ver a Shoda neutralizado por las bandas de captura en una esquina. Suspiró con ligereza.

“Lo lamento, pero quería ganar”, expresó Kuroiro, a lo que Shoda se encogió de hombros ante ello.

“No me molesta. Después de todo, somos compañeros y esto es un ejercicio. Solo espero y que podamos llevarnos bien en un futuro, Kuroiro-San. Después de todo, no quiero tenerte como enemigo”, comentó el chico, luego de que el amante del abismo lo desatara. “Entiendo lo de las ventanas, pero, ¿cómo hiciste lo de la luz?”.

“Fue fácil. No había generadores afuera, por lo que abajo era más lógico. Utilice el 《Quirk》 de Manga para que abriera una grieta en el suelo. Tuvimos que hacer cuatro intentos de todos modos, con algo no tan potente para no interponer el plan principal. Por lo tanto, y cuando pudimos abrir una grieta lo suficientemente profunda, me metí en su interior, apagué el generador y el resto es historia”, explicó Kuroiro, haciendo que Shoda suspire entre dientes.

Ya veo…”, murmuró, antes de que el chico oscuro lo observe con desdén.

“No te sientas mal. Si tu oponente no hubiese sido yo, habrías ganado. Tuviste mala suerte, amigo”, explicó.

Shoda suspiró para sus adentros.

Realmente, tenían mucha mala suerte, ¿eh?

Cuando el primer combate terminó, los cuatro estudiantes ingresaron al salón de vigilancia, donde los demás compañeros se encontraban, esperando a su llegada. Los chicos, simplemente, se pusieron uno al lado del otro. Mientras que All Might los miraba con una sonrisa en su rostro, viendo sus expresiones. El equipo villano, quitando a Shoda, se veía molesto consigo mismo, debido a que sabían que podían haber hecho algo más en esa situación. Sin embargo, no fue el caso. El equipo heroico, al contrario que ellos, estaban contentos con el resultado, por obvias razones.

Bien, ahora que terminamos el primer partido, ¿quién piensan que es el MVP? Ya saben, al mejor estudiante de la prueba”, dijo el rubio, mientras todos señalaban a Kuroiro con sus dedos. “Oh, bueno, eso fue rápido”.

“Y lo más lógico también. Si bien Manga hizo su parte que fue demasiado útil e importante para que gane su equipo, Kuroiro fue la mente maestra detrás del plan; todo lo que hizo fue su plan, e hizo todo lo posible para utilizar el 《don》 de Manga a favor de ambos. Además de eso, utilizó las herramientas necesarias para adaptar su 《peculiaridad》 y usarla a su máximo potencial, lo que acabó con él siendo el más destacable del partido. Shoda y Tsuburaba no fueron malos del todo, pero no pudieron hacer demasiado contra ellos”, explicó Setsuna, haciendo que todos los estudiantes la vean con una ceja alzada. “¿Qué?”.

“¿Acabas de hacer una opinión completamente fundamentada y lógica sin burlarte o dejar escapar una broma en el proceso? Wow, me sorprendes”, se burló Honenuki Juzo, haciendo que la peliverde riera entre dientes.

“Vamos, puedo ser inteligente. Entré por recomendación, idiotas. Y tú también lo hiciste”, Midoriya parpadeó con sorpresa.

“¡E-Eso no lo sabía, Tokage-San!”, exclamó el peliverde, haciendo que la chica sonría, mostrando sus dientes de depredadora.

“Oh, me haces sonrojar, verdecito. Tendré que llevarte a casa con mamá para agradecer tus halagos”, bromeó, provocando que el chico se haga un desastre rojo ante sus provocaciones y bromas. Ella se rio con fuerza de su estado.

Súcubo”, dijo Ibara, sacando agua bendita donde quién sabe dónde. Awase la observó con los ojos en blanco.

“¿De dónde sacaste eso…?”, preguntó el chico, antes de que la religiosa se encogiera de hombros. Bueno, otro misterio a la bolsa, supuso.

Ejem. ¡Bueno, en general, han hecho una buena demostración, chicos! Que esto les quede como un ejemplo a futuro en el que pueden basarse para mejorar. Vayan a descansar”, comentó el profesor, mientras que los cuatro asentían. Tsuburaba dejo escapar un suspiro pesado al sentarse en uno de los asientos, mientras se rascaba el cabello, frustrado.

Carajo, no hice nada más que ser el bufón aquí”, se quejó en un murmuro. Manga se sentó a su lado, viéndolo con cierta comprensión. Claro, si es que se podía considerar compasión ver a un globo de texto en blanco.

“Hey, no te sientas mal. Así es esto; hay veces que no podemos hacer mucho al inicio, pero, siempre existe el margen de mejora”, le aseguro el chico, mientras que el chico del aire sólido, suspiró.

“Lo sé, pero, por lo menos, tú hiciste algo. Yo me quedé en blanco y fui un objetivo fácil. ¡Ni siquiera pude usar mi 《Quirk》 cuando me acorraló!”, le respondió, provocando que Manga se cruzara de brazos, mirando al techo.

“Bueno, eso es verdad, pero, al final, no hicimos nada por nuestra cuenta aquí”, expresó para su confusión.

“¿Eh?”.

“Los dos seguimos las órdenes de nuestros compañeros y, aunque yo pude tener más presencia, hice lo que se me dijo. En eso somos igual. Quizás haya ganado, pero eso no quiere decir que fuese lo mejor. Ganes o pierdas, ves lo que pasó, intentas mejorar tus puntos débiles y avanzas para ser mejor. Hagamos eso, Tsuburaba-Kun”, le extendió su puño, queriendo chocarlo.

Tsuburaba lo miró, parpadeando levemente, antes de sonreír levemente. Ciertamente, tenía razón. Esto fue un pequeño bache para mejorar y avanzar. Podía tomar esta experiencia para mejorar como héroe, y ver en qué cosas agilizar su proceso y habilidades. Su compañero tenía razón en eso. Con ligereza, chocó su puño con el de él, haciendo que Manga asintiera con la cabeza, mientras que Shoda y Kuroiro se sienten a sus costados.

“Ugh, qué día, ¿no?”, preguntó Kuroiro con una sonrisa en su rostro. Shoda lo miró con los ojos en blanco.

“Por dios, no me mires con esa sonrisa; da miedo”, expresó el chico regordete, a lo que los otros tres se rieron al mismo tiempo. “Luego de esto, ¿quieren ir por un helado?”, ofreció el chico.

“¡Claro, cuenta conmigo!”, expresó Tsuburaba, a lo que Kuroiro se rascó la barbilla.

“¿Creen que consideren ‘abismo’ como sabor de helado?”, preguntó, haciendo que todos pongan los ojos en blanco.

“Por favor, no preguntes eso”, los cuatro se rieron un poco ante su comentario.

Mientras que los cuatro comenzaban a formar un pequeño lazo entre ellos, los demás estudiantes estaban ansiosos por ver a quiénes les tocaría en el segundo combate de entrenamiento.

Por cuestiones de accesibilidad, los robots de robots pusieron la bomba en otro edificio, debido a que el generador quedó dañado. Y hay bastante escombro alrededor del edificio. Por ello, utilizarán el que está en frente, siendo uno igual al anterior”, los estudiantes asintieron con la cabeza, de acuerdo con ello. “¡Bien, aquí van los del segundo combate!”, puso las manos en las cajas, antes de sacar las dos bolas de colores. El rojo, tenía la inicial ‘C’, y la azul la ‘B’. “¡El equipo ‘C’ será el villano en esta ocasión, y el ‘B’ será el héroe!”, exclamó.

Midoriya miró a Kaibara, quien asintió con la cabeza, haciendo leves movimientos en su hombro derecho, despertando sus músculos. Kinoko dio leves saltitos en su sitio, bastante emocionada, mientras que Tetsutetsu sonrió con sus colmillos, viendo a Bondo, el que estaba nervioso al respecto.

“¡Tranquilo, yo que podemos con esto!”, exclamó el joven de acero, haciendo que el gigante de pegamento se calme levemente.

El peliverde solo suspiró, ajustando su máscara por los costados de sus orejas. Miró sus guantes con determinación, antes de apretarlos con ligereza. Daría lo mejor de él, aunque sepa que no está del todo capacitado ni preparado.

Espera, por lo menos, no hacer el ridículo.

Aunque era muy probable que lo hiciera.












Bonus:

La cabellera blanca comenzaba a mecerse en la sala de la casa, viendo a su esposa y sus dos hijos irse en el auto familiar por la ventana abierta, disfrutando del viento suave de la tarde. Hisashi frunció la mirada ligeramente, cuando las llantas y el ruido del motor se alejaron y fueron más que un susurro en el viento.

Miró una foto familiar, antes de sonreír levemente ante la hermosa familia que terminó formando con esfuerzo y trabajo duro.

Nunca iba a dejarlos solos.


Hisashi se despertó del sueño, abriendo sus ojos, mientras la penumbra de su habitación lo comenzaba a agobiar. Gruñó por lo bajo, antes de frotarse la frente con resaca de anoche. Su cama era un desastre, con sábanas dispersas por todo el suelo. Su escritorio también, y su armario era peor que nada. Apretó suavemente los dientes, antes de ver la foto familiar y un documento de su trabajo.

Tomó el documento primero, con mayor importancia que la foto, antes de ver lo que decía. La parte trasera venía titulada como “Iglesia eterna”. Frunció los labios al leerlo en su totalidad, mientras tomaba su chaqueta y se comenzaba a preparar. La foto familiar pasó sin pena ni gloria.

En segundo plano, como siempre.

Debajo de la empresa a la que trabajaba, decía algo más. Mucho más importante para este momento en específico: “Donde Dios puede cumplir todos tus caprichos”.

Ojalá fuera así de sencillo.

Chapter 11: Capítulo 10: Entrenamiento de batalla (2/2)

Summary:

¡Midoriya y Kaibara hacen todo lo posible para conseguir la victoria!

Aunque, el sucesor del One For All, duda demasiado en muchas cosas.

Notes:

Hacer este capitulo me costó, pero fue divertido al mismo tiempo. Principalmente, establecer el hecho de que Midoriya tiene una autoimagen rota de sí mismo y sea una contradicción constante, es algo entretenido.

De todos modos, se me complicó bastante establecer el pasado de Kaibara. Fue difícil, pero no menos retador y divertido.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

-] ¿Recuerdande que esto era un fic donde el OFA desataba un problema mental y personal en Midoriya ? [-

-] Bueno, aquí tienen [-

Midoriya dejó escapar un suspiro agotado, mientras que sus brazos pedían un descanso a gritos. Los rayos verdes se apagaron. Sus extremidades, tendones y carne exclamaban y necesitaban tener unos momentos del cese de la actividad actual. Dejó caer la chatarra a la arena de la playa, mientras intentaba recuperar el aliento de manera ahogada. Sus pulmones se tensaron y le hizo doler ligeramente sus costillas por la hinchazón inmensa de aire recientemente adquirida por la necesidad del peliverde para rellenar de aire su interior. Toshinori, dejando la carga en la camioneta, se acercó a su alumno, con preocupación en su rostro.

“¡J-Joven Midoriya, ¿estás bien?!”, preguntó Toshinori. Su cabello desalineado se mecía levemente con el viento, mientras que los pulmones de su alumno ardían con fuerza en frente suya.

“N-No”, negó, “p-puedo mantener un poco el 《OFA》 por mi cuerpo y hacerlo fluir, pero es exagerado moverse. ¡A-Apenas di dos pasos antes de sentirme asfixiado!”, exclamó, mientras se dejaba caer hacia atrás. Su pecho se hinchaba levemente, de arriba para abajo. Su maestro lo observó, entendiendo ese sentimiento.

Si bien siempre ha sido un prodigio con el 《One For All》 , materializar el poder por todo el cuerpo fue algo que le costó de todos modos. Sentir como todos tus órganos, tendones, piel, poros, sangre, y demás cosas, ardían al mismo tiempo, era una sensación que no le deseaba a nadie. Era como si todo tu cuerpo estuviera en el interior de un horno de piedra; tu cuerpo era el combustible perfecto para el poder que emanaba por todo tu cuerpo. Las llamas, después de todo, consumirían en su totalidad el combustible hasta cierto punto. Se frotó suavemente la barbilla, mientras trataba de recordar el cómo se terminó de adaptar a ello.

Es verdad que ardía, y demasiado, pero, en algún punto, tu cuerpo terminará por acostumbrarse y adaptarse a esa sensación. Al menos, eso siente que puede ser en el caso de Izuku Midoriya, su sucesor. Bufó por lo bajo suavemente, antes de rascarse la nuca al verlo. Ha estado dándolo todo desde que llegó, y sabe que el 5% es su límite. Además, y aunque falta un tiempo para el examen de la U.A., aún había tiempo para pulir las pequeñas imperfecciones que su alumno pensaba que tenía. Entrecerró los ojos, tratando de recordar su situación hace mucho tiempo.

¿Quién lo ayudó a usar su poder de manera correcta, sin hacer que sus órganos se quemen tan rápidamente?

Gran Torino -

NO. No va a mandar a su joven alumno a ese sufrimiento constante vestido de Yoda de Star Wars que lo terminó por hacer un poco más tonto. Quiere decir, sus golpes fueron realmente algo más y, realmente, aún le duele la espalda de tantos golpes y regaños que terminó por recibir en su época entrenamiento cuando era joven. Si bien ha sido un prodigio en el manejo del 《One For All》 como ya dijo antes, tuvo que pasar por un riguroso entrenamiento por parte de su maestra y Gran Torino para ser un recipiente adecuado para el poder.

Y lo fue, si era sincero.

El esfuerzo, las lágrimas, el sudor y la sangre que derramó en esas épocas fueron irreemplazables. Su temple se formó a base de disciplina, trabajo duro y palizas constantes. Tanto físicas como mentales. Más físicas, por el lado de Gran Torino , buscándolo endurecer ante las adversidades que estuvieran a la vuelta de la esquina; dar golpes precisos, poderosos y no dejarlos responder ante el poder del 《One For All》 que terminaría heredando a futuro. Lo convirtieron en el recipiente perfecto para el 《OFA》 , y no podía estar más orgulloso de serlo.

Aunque fue un camino doloroso en todos los sentidos.

Casi ni recuerda el rostro de su maestra o, siquiera, de su madre. Recuerda haber sentido su calor en algún momento entre sus brazos, abrazándolo con un cariño materno tan cuidadoso y cálido que, algunas veces, le da nostalgia recordar. Sin embargo, eso no era el punto aquí; ya recordaría otras épocas cuando tenga el tiempo de realmente importarle rememorar su pasado de una mejor manera. Aquí, con su estudiante adolorido, tirado en la arena porque todo su cuerpo ardía con la intensidad de mil volcanes no era una opción.

Además, su madre, aunque fue parte importante de su vida, ya no podía recordar más allá de su nombre y un poco de su rostro. No tiene ninguna imagen tampoco.

¿Valía recordar algo que no podía? Para nada.

“D-Dime, joven Midoriya, ¿estás usando los porcentajes cómo aprendimos antes?”, preguntó el rubio, antes de ver al chico de cabello verde allí. Se sentó, no importando que su ropa se llenara de arena. Su sucesor le necesitaba. El chico asintió con la cabeza, antes de recostarse en el hombro de su mentor. Sus cabellos desordenados se desparramaron sobre su ropa.

“S-Sí, pero no puedo moverme bien. Puedo soportar el 5% sin sentir que vaya a explotar, pero cuando lo dejo fluir por todo mi cuerpo, siento como si mis huesos y órganos se sintieran estresados. Es como… Si una compartidora de basura me aplastara poco a poco. Es agobiante…”, murmuró, antes de llevarse un asentimiento de su maestro, quien se puso a frotarse la barbilla suavemente. Sus uñas rozó su piel suavemente.

“Hm. Bueno, quizás el 5% es mucho para usarlo completamente por todo el cuerpo todavía, joven Midoriya”, expresó, haciendo que el joven parpadeara con ligereza, sin entenderlo mucho al respecto. Toshinori le sonrió suavemente. “Que lo puedas soportar, no quiere decir que lo debas hacer. Por ejemplo, si una persona ordinaria y sin 《peculiaridad》 soportara cargar 80 kilos diariamente, eso no significa que sea capaz de cargar adecuadamente ese peso. Todos tenemos límites en ello, y tú también tienes los tuyos. Somos humanos, no máquinas”.

“O-Oh, ya veo. Eso… tiene sentido”, ignoró la parte en la que mencionaba a la persona sin 《Quirk》 , debido a que eso le dio malos recuerdos que no deseaba tener en su cabeza ahora. Se suponía que ahora tenía un 《don》.

Uno que no era suyo, de todos modos.

“A lo que quiero llegar, es que vayas poco a poco. No quiero que termines haciendo algo de esfuerzo extra solo porque intentes ser como yo. Eso no es a lo que quiero que llegues, joven Midoriya”, expresó con un tono suave, mientras que sus ojos, cubiertos por la sombra perpetua de sus ojos miraban el cielo con un gran atardecer en frente de ellos. Sus mechones rubios se mecieron con el viento, mientras que Midoriya lo acompañaba en la vista.

Si bien, lo que dijo All Might era correcto, Midoriya sentía que no era suficiente.

Era el portador actual del 《One For All》, una llama que se iba pasando de usuario a usuario y, si bien, aún era un niño bajo los ojos de su mentor, no quería decepcionar a nadie más. Ahora, tenía un poder que no merecía y no era suyo que necesitaba dominar con todos los recursos necesarios. Se sentía un poco orgulloso de tener un maestro que se preocupara por él para intentar hacerlo mejorar, pero no se sentía conforme con su nivel actual. ¿Realmente valía la pena NO utilizar el 5% en su cuerpo y bajar su porcentaje para sentirse más cómodo consigo mismo? Sinceramente, no lo creía.

Admite que sus consejos, parcialmente premeditados antes de decirlos, eran bastante buenos y podían servirle en un futuro, pero no tenían mucho tiempo que perder. Falta limpiar la playa. Bueno, al menos, una parte de la misma y, sobre todas las cosas, tenían un tiempo limitado para el examen de admisión de la U.A., ¿y tenía que limitarse porque su cuerpo débil no podía soportar un mísero 5% fluir? Sinceramente, era patético. Todo en él lo era, sin excepciones a la regla. Mientras que Toshinori le revolvió suavemente el cabello, Midoriya pensó más a fondo.

Usar porcentajes poco a poco, era una idea bastante buena para mantenerse al límite de su cuerpo. Si sobrepasa el 5% y va más allá, todo el cuerpo le duele, y pareciera como si fuese a explotar. Podía sentir como su corazón bombeaba más rápido la sangre, y sus tendones se endurecían con intensidad. Sin embargo, ¿por qué limitarse? No tenía nada de tiempo, su cuerpo era el adecuado para usarlo y mantener el poder a raya y, por si fuera poco, tenía el físico adecuado para mantenerse de pie a pesar de que doliera como caminar sobre piedras calientes.

Díganle terco o mal sucesor porque, sí, lo era, y lo iba a admitir.

Apreciaba ese consejo. Sin embargo, no iba a rebajarse a usar un 2% o 3% en lo absoluto. Va a mantener el 5% en todo su esplendor por todo su cuerpo, hasta poder moverse, saltar o pelear. Daba igual. Mientras sea capaz de dar un mísero paso más, estará bien con eso. No tenían el tiempo necesario para estar experimentando; necesitaban resultados ahora mismo, y no iba a limitarse. Si puede tolerar ese porcentaje tan minúsculo que hace arder y crujir sus huesos por todos lados…

Estaba bien.

Después de todo, un héroe debía de presionar sus límites, ¿no es así? Le daba igual si se rompía uno o dos huesos al intentarlo. Solo intentar moverse era un logro para él. Y lo logrará…

Bueno, lo duda mucho.

 


Kaibara comenzó a estirarse a su costado, mientras que Midoriya observaba el papel en su mano. La estructura del edificio era bastante variada, y tenía un total de cinco pisos, con la misma sala vacía en todos lados. Tuvo que suspirar mentalmente al recordar esa situación en concreto con su maestro.

En la prueba de acceso terminó por usar el 5% del 《One For All》, y si bien lo controlaba mejor para poder moverse, saltar y golpear, no iba a mentir conque ardía con total fuerza. Cuando despertó luego de haber usado todas sus fuerzas contra esa máquina gigante con una nula puntuación positiva o negativa, sus extremidades rotas no fueron lo único que dolieron en ese momento. Aunque le habían dado dos días de reposo en casa, tuvo que estar un par de días más, luego de sentir como todos sus huesos estaban sensibles y sus tendones demasiado exigidos, por lo que un descanso extra no vino mal.

Ahora que recuerda, Recovery Girl no pudo curar del todo sus brazos; además de la limitante de su 《peculiaridad》, el hecho de que había otro daño colateral probablemente habría sido mucho más sabio dejarlo sufrir las consecuencias de su imprudencia y no curarlas. Tuvo que darle el visto bueno; funcionó. A medias.

De todos modos, esas fueron las consecuencias de no escuchar a su maestro ni a nadie. Puede ser que haya conseguido adaptarse mejor a su 5% en todo su cuerpo, pero eso contiene un efecto colateral brutal. Incluso cuando ayudaba a las personas en el examen de acceso, tenía que tomar descansos breves porque sentía que sus pulmones estaban al rojo vivo. Recuerda que necesitaba tomar largas y grandes bocanadas de aire para recuperar el aliento y volver a correr por ahí sin temor a las consecuencias de sus propios actos.

Puede ser que en la prueba de Vlad-Sensei se haya controlado mejor en ese aspecto. Utilizar el 3% en su dedo al centrar la mayor parte de la energía en una parte fue algo refrescante. Sin embargo, recuerda la sensación de sus hombros aliviarse al usar el 5%. No porque fuese algo bueno, sino que, al contrario, era una presión más normal a comparación de la otra. Aun así, podía rondar en el 6% de su poder. Solo necesitaba un poco más de entrenamiento para mejorar su porcentaje y estaría listo. De todas formas, había algo que Midoriya no entendía de sí mismo realmente hablando.

¿No era una contradicción andante?

Quiere decir, sabe que usar el 5% estaba mal, y entiende que Recovery Girl quiso señalarle que ese desgaste físico era por su propia imprudencia en el examen físico. Y, al igual que All Might, ignoró su advertencia silenciosa pero evidente, y siguió usando el 5%, pensando que estaba “bien” hacerlo, porque su cuerpo estaba acostumbrado a esa sensación de poder fluir por sus venas, más no adaptado en su totalidad. Porque, en vez de ir a algo más suave y con mejor movilidad, quiso empezar con lo más pesado y duro de mover.

Era como si, en vez de empujar un triciclo, empujara una motocicleta. Hacerlo con el triciclo era bastante más cómodo y flexible de hacer las cosas a manos, mientras que, la motocicleta, era más pesada y rígida, pero podías llegar a conseguirle el truco al moverla con sus manos. Básicamente, eso era lo que estaba pasando.

Solo era cuestión de tiempo para que pueda hacerse un desgarro interno por su mala práctica del 《One For All》 solo por no ser suficientemente bueno como sucesor. Era un bendito cara dura e hipócrita al mismo tiempo.

¿Por qué romperse, tomando el camino difícil, cuando podría mejorar, yendo a por la ruta fácil y segura? Sinceramente, no sabe cómo responder a eso con exactitud. Lo único que puede llegar a entender, es que era demasiado idiota. Fruto de la desesperación del poco tiempo que tenían, intentó una maniobra arriesgada y adaptó, forzosamente, a su cuerpo a algo a lo que no estaba listo.

Eso no era para nada bueno, y le pasaría factura en algún punto. Tenía que dejar de lado esa faceta suya tan poco auto preservativa. Después de todo, ya había sabido que su única limitante era él, ¿no es así?

Entonces, ¿por qué no quiere entenderlo…?

Simple. Se niega a hacerlo.

Su mente, desde 《Aldera》, siempre ha pasado por un juicio constante con su persona, lo que le ha llevado a tener poca preservación consigo mismo, llegando hasta el límite en todo momento. Las burlas, bromas, golpes, explosiones, palabras… Todo lo hizo sentir menos. Aunque realmente no sabe cómo se llama todo esto, su autoimagen estaba rota en su total esplendor. Simplemente, Midoriya siente que si no se exigía en todo lo que podía, no merecía ser digno del 《OFA》, un poder caído del cielo que le dio una bala más en su cartucho, siendo una oportunidad divina, casi burlesca, de que podía ser un héroe.

Y lo sería, dominando este poder, incluso si se termina matando en el proceso de eso.

Después de todo, tenía una alta exigencia que cumplir, así que, ¿de qué servía trabajar, entrenar y crecer sin sudar la gota gorda de vez en cuando? El dolor físico ya era algo a lo que debería de estar acostumbrado con este 《Quirk》. Además, un héroe siempre se lastima, ¿no? ¿Qué había de malo de esforzarse un poco de más con esto, de todas formas?

‘Todos tenemos límites en ello, y tú también tienes los tuyos’, las palabras de su maestro resonaron en su cabeza como una cueva gigante. Frunció suavemente el ceño, mientras su mente, prácticamente, rota por tantas malas experiencias vividas en su vida antes de siquiera poder plantearse en querer seguir estando aquí, lo frenaba de avanzar y crecer. Realmente, sabía que estaba mal lo que estaba haciendo aquí, pero no quería verlo. Se negaba a frenar su paso, con el único argumento de no querer decepcionar a nadie con sus resultados.

Forzar su cuerpo para avanzar y hacer que All Might no se decepcione de hacerlo seleccionado.

Tenía que ser lo suficientemente bueno para poder ser un sucesor decente. Debía de esforzarse.

Incluso sí se termina rompiendo.

“Hey, Midoriya-San, ¿tienes algún plan en mente?”, preguntó Kaibara con una expresión tranquila y calmada en su rostro. El peliverde apartó la mirada de los planos del edificio, y parpadeó levemente, antes de quitar su interfaz que se retrajo levemente. Se rascó la nuca nerviosamente, antes de ver a su compañero de cabello azabache allí, observándolo con curiosidad.

No estaba acostumbrado del todo a ser visto fijamente.

“N-No del todo. Tetsutetsu-San, Komori-San y Bondo-San son increíblemente habilidosos y, seguramente, nos tiendan una emboscada”, tuvo que suponer, mirando a otro lado, negándose a cruzar miradas con su compañero de equipo. Kaibara arqueo una ceja ante eso, pero lo dejó pasar por el momento.

“Tendría sentido. Komori no es de las que puedan pelear mano a mano. No la veo dándole un golpe incluso hasta una hormiga”, se burló, antes de rascarse la barbilla. “Bondo, por otro lado, puede tener una fuerza sorprendentemente capaz, pero también sería algo de apoyo. Lo que nos deja con Tetsutetsu. Endurecimiento metálico, ¿eh? No es algo fácil de tumbar y, viendo como es en las últimas clases, vendrá directamente”, reflexionó suavemente, antes de mirar al joven de cabello verdoso. “¿Crees que sería prudente separarnos antes de entrar?”, le preguntó con curiosidad genuina. El chico lo observó levemente de reojo.

Ciertamente, Bondo tenía una gran aptitud física, siendo uno de los segundos más fuertes en cuanto a fuerza de agarre, por lo que sus golpes pueden ser realmente potentes. Sin embargo, ¿ellos dos podrían siquiera hacerle algún daño real a Tetsutetsu con su 《don》 de acero? Realmente, lo duda. Usando su 5% o 3% en general, una grieta o rotura sería lo más cercano que podrían hacerle. De todos modos, con el 《Quirk》 de Kaibara, quizás, podrían hacerle algo un poco más efectivo. “Gyrate” es algo bastante útil, si era sincero.

“N-No lo sé, ¿tú qué dices?”, preguntó Midoriya. No estaba realmente muy ágil ahora mismo, y no podía idear algo realmente decente teniendo en cuenta sus conflictos internos. Kaibara sonrió un poco, bastante orgulloso por ayudar en esto.

“Yo digo que nos separemos. Conociendo tu fuerza, sería bueno que puedas pelear contra Tetsutetsu. No creo que pueda aguantar tres o cuatro golpes. El acero, aunque resistente, tiene su límite de dureza. Si lo golpeas con la suficiente fuerza, es seguro que puedes ganarle con relativa facilidad. Yo, en cambio, intentaré escabullirme e intentar subir a por la bomba”, expresó, lo que hizo que el chico con pecas asintiera con la cabeza suavemente. Era un plan simple, pero al punto, si era totalmente honesto.

“¿N-No me estás teniendo en muy alta estima? Aunque tenga un límite, no creo ser capaz de romperlo o hacerle algo destacable. D-Después de todo, no es como que se vaya a quedar quieto y dejar que lo golpee con mis puños”, Kaibara se rio entre dientes, antes de darle una suave palmada en el hombro, mirando al edificio en frente de ellos.

“Yo sé que puedes. Te conozco bien. Nos parecemos… en el sentido de darlo todo por algo, Midoriya-San”, comentó con cierto misticismo, provocando una mirada extrañada del joven a su lado.

¿Lo conocía bien? ¿De dónde, sin embargo? No recuerda haber interactuado nunca con él hasta hace poco en la U.A., y tampoco es como si hubiese conocido a nadie más en 《Aldera》 de otra escuela cualquiera. Después de todo, nadie ha querido ser su amigo, o conocido, o algo similar en mucho, mucho tiempo. Por lo tanto, ¿de dónde se conocían? Por su parte, Midoriya no ha sido muy consciente de sus alrededores, por lo que podía haberlo visto en algún momento, ¿no? Eso sería lo que más sentido tenía rondando por su cabeza.

Y lo que más esperaba que fuese el caso, porque se sentiría horriblemente mal si se conocieron antes y no lo recuerda. Sin embargo, nada pasaba por su cabeza en ese momento que le haga decir que conocía de antes a Sen Kaibara, su compañero.

Antes de poder siquiera poder preguntarle al respecto sobre ello, el zumbido proveniente de los altavoces lo interrumpió de hacer algún movimiento. “¡Ya han pasado los cinco minutos de preparación! ¡Que el segundo entrenamiento de batalla bajo techo comience!”, exclamó la voz de All Might por la megafonia.

Kaibara se giró a verlo. “¡Bueno, vamos, no tenemos tiempo que perder!”, exclamó, antes de acercarse a la entrada del edificio para iniciar con sus prácticas de heroísmo. Midoriya trató de detenerlo para buscar una ruta de escape más óptima, pero se abstuvo de hacerlo, al ver la presencia de su compañero perderse en el interior del edificio.

Suspiró exasperadamente. Podrían haber conseguido colarse por las afueras del edificio, para obtener una mejor capacidad de conseguir la bomba en beneficio. En cambio, ahora, tendrían que ir, piso por piso, hasta llegar a la bomba e, inevitablemente, caer en una especie de emboscada y terminar perdiendo de manera humillante y poco memorable.

Genial.


El interior del edificio era bastante espacioso e iluminado. Las luces del sitio se mantuvieron encendidas en todo momento, y el sol era su otro acompañante en esta travesía. Los pasos de Kaibara fueron cuidadosos y meticulosos, mientras afinaba su audición lo mejor posible. Midoriya, detrás de él, trato de hacer lo mismo. Llegaron hasta el segundo piso, y aún no había nada destacable a la vista para remarcar sobre la presencia de los villanos. El chico de cabello verde dejó caer levemente sus hombros al igual que un leve suspiro, mientras que Kaibara confirmaba que, en el segundo piso, no había nadie. Sin moros en la costa.

“Parece ser que Tetsutetsu se contuvo y está esperando por nosotros. O lo obligaron. Es más seguro afirmar eso”, expresó Kaibara con un leve suspiro, antes de asomarse a una esquina y ver en las habitaciones vacías. Nada más que ellos dos estaban allí. “Cambio de planes, entonces. Iremos juntos. Sin Tetsutetsu aquí, tenemos más probabilidades de atrapar a Bondo o Kinoko distraídos”.

“S-Sí…”, asintió, antes de ver a su compañero con duda en el rostro. “¿K-Kaibara-san?”, preguntó.

“¿Sí?”.

“¿D-De dónde… me conoces?”, preguntó, a lo que el chico de cabello negro se quedó quieto por unos segundos, antes de verlo al rostro con una leve ceja levantada.

“Yo-”, antes de poder terminar, tuvo que abrir los ojos de sorpresa al ver a Midoriya. El chico también se dio cuenta, cuando algo terminó por formarse en su nariz, saliendo con total simpleza.

Un hongo.

Sin siquiera poder formular algo, el cuerpo de ambos chicos comenzó a experimentar una formación súbita de hongos. Piernas, brazos, rostro, etc. En todo lados, pequeños hongos comenzaron a formarse con rapidez, y Kaibara fue el primero en reaccionar, haciendo girar sus brazos con su 《Quirk》, quitándose las mismas de su sitio más poblado. Sin embargo, eso fue totalmente inútil cuando más comenzaron a formarse a través de su traje. Chasqueó la lengua con molestia, antes de que comenzara a sacudirse las ropas para quitarse los pequeños hongos que crecian crecían sus brazos. Se sentía incómoda en la piel, si era totalmente honesto.

Miró a Midoriya, quien se las estaba quitando poco a poco. “K-Kinoko-san debe de estar cerca de aquí…”, expresó, a lo que Kaibara asintió con la cabeza suavemente. Si ella podía segregar esporas para hacer crecer hongos, entonces debía de estar por aquí.

Los pasos retumbaron por el suelo, mientras que los dos héroes se sentían levemente paralizados por la cercanía de dichas pisadas. La luz solar fue tapada, y detrás de Midoriya una sombra gigante se hizo presente. Rápidamente, dio un salto hacia adelante, esquivando una salpicadura de agua, antes de caer al lado de Kaibara. Alzando la mirada, pudo ver a Bondo, con Kinoko sentada en su hombro derecho, cargando dos pistolas de agua en sus manos. Las giró, y sonrió con una amplia felicidad. Su ojo se dejó ver entre sus mechones.

“¡Vaya, Midori-san, pudiste esquivar eso! Aunque… Te verías mejor con un par de hongos encima, ¿no crees?”, preguntó, haciendo que un escalofrío recorriera la espalda de Midoriya, quien se sacó un par de hongos de su zapato.

“¿Ustedes aquí tan pronto? Es el segundo piso. ¿Esperaron tanto como para emboscarnos casi cuando íbamos a entrar?”, preguntó el azabache, mientras giraba sus manos con su 《peculiaridad》, rebanando los hongos que se formaron en ese lugar en específico. La chica de cabello castaño mantuvo su sonrisa.

“¡Por supuesto que sí! ¡Queremos ganar, Kaiba-kun!”, exclamó, haciendo que el azabache frunciera el ceño, mientras que el gigante amable asentía con la cabeza suavemente. Ignoró el hecho de que estaba totalmente nervioso por tener a Kinoko sentada en su hombro.

“¿Y Tetsutetsu? Se supone que él es la caballería andante. ¿Dónde está?”, la chica se encogió de hombros, sonriendo permanentemente. Hizo girar sus pistolas de agua, antes de apuntarles a los dos chicos con las mismas.

“No lo sé. Se fue y no volvió más. Quizás se perdió, ¿quién sabe? De todos modos, unos pocos hongos en la cabeza les vendría bien, chicos”, tarareó, antes de que Bondo los mire.

L-Lo siento, chicos. N-Nada personal…”, murmuró con disculpas, antes de comenzar a correr en contra de ellos. Las pisadas del grande de casi dos metros fue suficiente como para hacer que alguien se asustara por ello.

La combinación de un gigante con casco, capaz de atrapar a alguien entre su pegamento, endureciendo el mismo a voluntad, le daba una ventaja considerable a la hora de hacer estrategias y trampas, o inmovilizar a alguien en general. Y su fuerza física no era, para nada, una broma. Y, luego, tenían a Kinoko Komori, la pequeña heroína con la capacidad de formar hongos en superficies con sus esporas la hacía una oponente aterradora en espacios cerrados. Por lo tanto, ¿qué tenían aquí, en un segundo piso, de un edificio, conformado por cinco pisos?

Un dúo jodidamente peligroso al que no podían acercarse por nada en el mundo.

Bueno, tenían una sola chance en esto, ¿no es así?

“… Corre”, murmuró el pelinegro a su compañero peliverde.

“¿Eh…?”.

¡CORRE!”, exclamó Kaibara, antes de tomar a Midoriya por el brazo y alejarlo de la trayectoria del pegamento de Bondo, que se pegó a la pared detrás de él. Saliendo de su estupor, el peliverde se dejó llevar hasta la esquina, mientras que sus piernas comenzaban a tomar fuerza ante la presencia veloz detrás de ellos.

“¡Vuelvan aquí, no mordemos!”, exclamó Kinoko, disparando con sus pistolas de agua para tener una superficie más factible y fructífera para hacer crecer sus hongos, siendo más rápidas y eficiente su crecimiento en zonas húmedas. Básicamente, era una extensión de su 《peculiaridad》, que le permitía ampliar el uso.

“¡Eso no es lo que justamente nos preocupa de eso!”, expresó Kaibara, haciendo girar sus brazos una vez más, quitando los hongos que crecían rápidamente en sus extremidades. La chica de cabello castaño se rio con diversión, mientras que Bondo parecía más convencido de que Kinoko era una de las mujeres más aterradoras que ha conocido luego de su madre.

“¡C-Creo que tengo un hongo en la axila!”, exclamó Midoriya con ligero pavor, mientras corría a la par del pelinegro. Kinoko se estalló en carcajadas detrás de ellos, mientras que la pistola de agua impactaba en varias zonas donde terminaban por esquivar con antelación, para frustración de los dos chicos del equipo villano.

Sin embargo, sin que ellos lo sepan, todo esto estaba saliendo como ellos planeaban…


“Bueno, no voy a decir que Kinoko-Chan sería de las que diera miedo, pero esto es, ciertamente, algo…”, Setsuna frunció el ceño con diversión, mientras veía todo por las cámaras de la sala.

En la grabación en las pantallas, podía verse como los dos primeros estudiantes escapaban y se escabullían en un par de cuartos, antes de ser seguidos de cerca por Bondo y Kinoko, quienes se metieron en cuartos distintos. De forma totalmente inesperada, Bondo y Midoriya se asomaron por el marco de la puerta, antes de negar con la cabeza al no notar a nadie allí. Extrañados, miraron al otro, antes de saltar de la sorpresa y correr hacia el interior de la habitación por la que habían salido anteriormente.

Kaibara, por otro lado, salió con un peso extra demasiado grande en los hombros, viendo, extrañado y esforzado, a Bondo encima de él. Parpadeó, confuso, antes de reírse al ver como Midoriya salía con Komori subida en sus hombros. Apuntándole, con su pistola de agua, Sen hizo lo máximo posible para lograr escapar de la chica hongo. Para hacer la situación más ridícula, Midoriya y Kaibara salieron de dos cuartos completamente distintos, antes de chocar espalda con espalda y dar un salto asustado. Se calmaron al verse.

Saliendo de otro cuarto, Kinoko los comenzó a perseguir, riéndose a carcajadas, con sus pistolas de agua en lo alto, haciendo que ambos chicos escapen con todas sus fuerzas, mientras Bondo ponía a la chica en sus hombros y retomaban la persecución.

“Eso… fue muy Scooby-Doo, de alguna manera”, expresó Kuroiro, a lo que la mayoría de los estudiantes lo vieron, extrañados. El chico de tez azabache puso los ojos en blanco ante eso. “¿Qué? ¿Nunca vieron cosas de la época antes de los 《Quirks》?”.

“Quiero decir, sí, pero no he visto al similar a ese Dooby-Doo”, argumentó Tsuburaba, con una leve sonrisa de pena en el rostro.

“¡Scooby-Doo!”, alzó los brazos Pony con una leve sonrisa nostálgica. Sus padres tenían cajas con varias series de la época antes de los 《Quirks》, y algunas eran muy geniales. Además, también sirvió para corregir al chico.

“Huh. Quizás lo vea, pero…”, Honenuki tuvo que rascarse la nuca con ligera diversión en su rostro. “¿Cómo fue científicamente probable que acaben en cuartos diferentes cuando entraron en el mismo?”, preguntó.

“Quiero decir, tenemos poderes que nos permiten hacer cosas científicamente imposibles. ¿Por qué buscarle lógica a algo tan tonto como eso, sinceramente?”, preguntó Kamakiri, con seriedad en su mirada. Claro, aunque tenía una pequeña sonrisa divertida en su rostro al ver a Kaibara cargando a Bondo segundos atrás.

Touche”.

“Pero, ¿no tienen algún plan en mente esos dos?”, preguntó Rin, con su máscara fuera de su rostro. Se rascó la barbilla suavemente. “Tetsutetsu-San no está con ellos, por lo que algo debió de pasar para que no haga nada y se lance directamente. Solo está ahí, esperando”, expresó, apuntando a una pantalla, donde estaba Tetsutetsu esperando, impacientemente. Al menos, el golpeteo con el suelo decía eso.

“No, te equivocas, Hiryu-kun”, dijo Monoma, apoyado en una pared. El estudiante extranjero lo observó, con una ceja alzada. “Están siendo guiados, a propósito, a una trampa”.

“¿Eh?”.

El héroe número uno observó las cámaras con su sonrisa casi imposible de borrar. Viendo más de cerca al cuarto espacioso de Tetsutetsu, podía verse que, la única entrada disponible, estaba sana e intacta. Luego, las demás salidas, se mantuvieron selladas por pegamento. Básicamente, era una sala con columnas, puestas para que los estudiantes puedan dejar escapar su ingenio en alguna de ellas. Bueno, este fue el caso. Parecía ser que controlar al chico de acero era demasiado trabajo para ellos.

Así que, en vez de ir hacia el problema, ¿por qué no traer el dichoso problema directamente hacia él? Era algo bastante inteligente, si era sincero. Kinoko Komori y Kojiro Bondo no eran los mejores luchando. Bueno, uno podía ser un gran peleador, pero su actitud amable y pacifista lo limitaba en gran medida.

Pero, en general, no eran buenos peleadores cuerpo a cuerpo.

Tetsutetsu, en otro lado, era mucho más fuerte y resistente que ellos dos al ser más seguro de su fuerza. Su 《Quirk》, a pesar de no ser algo cercana a la de Bondo en términos de potencia, estaba bastante más parejo con Midoriya y Kaibara, por lo que era justo. Y, teniendo en cuenta el rendimiento incansable que terminó dando en los exámenes de ingreso, era muy probable conque no termine tumbado de uno o dos golpes del 《OFA》 con el 5%.

Por lo tanto, su alumno debía de esforzarse aún más para romper sus límites y adaptarse a la situación para encontrar una solución y ganar, o fallar intentando.

Ambas eran resoluciones válidas, que apoyaría para el desarrollo y crecimiento de su sucesor.


 

Las rápidas pisadas del chico de cabello verde lo guiaron por delante de Kaibara, quedando en unos metros adelante de él. Se detuvo abruptamente, mientras fruncía el ceño al notar como una salida fue totalmente cerrada por el 《Quirk》 “Cemedine” de Bondo, que pasó cerca de su rostro. Básicamente, era pegamento aún líquido, y el mismo podía endurecerse rápidamente en cuestión de segundos. Por lo tanto, si lo tocaba, aunque sea, unos míseros segundos, podría estar en un grave problema en el que dudaba de salir ileso. Después de todo, no sabe qué tan resistente en su pegamento para atrapar a las demás personas.

Podría esperar a que termine de endurecerse al ser de rápido enfriamiento, pero dudaba que tuviera el tiempo para ello. Mirando levemente por encima del hombro, pudo ver a Kaibara detenerse por unos segundos, tratando de encontrar una salida para escapar del lugar. Bondo y Kinoko les pisaban los talones, por lo que debían de decidir ahora rápidamente. El chico de cabellera azabache bufó levemente, antes de visualizar una entrada que, probablemente, los llevaría hasta el cuarto piso.

“¡Por aquí, vamos!”, le dijo, antes de que el peliverde asintiera con la cabeza para correr hacia la entrada anteriormente vista. Detrás de ellos, las pisadas de Bondo se fueron apagando cada vez más, hasta que los dos entraron rápidamente en el cuarto.

Los dos chicos frenaron su carrera, viendo como ambos chicos solo los observaban desde lejos. Kaibara arqueo una ceja, antes de abrir los ojos al notar el cuarto. Le dio un leve tirón en el traje a Midoriya, provocando que ambos vean que todo el cuarto estaba cerrado con pegamento endurecido. Las entradas y salidas iguales, mientras que, la única disponible, que es por donde habían llegado, se encontraba abierta y desprotegida, solo con esos dos miembros protegiendo el lugar para que no puedan pasar.

Rápidamente, y para consternación y confusión de ambos chicos, la entrada fue bloqueada por el 《Quirk》 de Bondo, rápidamente endureciendo su estructura y dejando a ambos atrapados en ese cuarto. El chico de cabello negro se terminó riendo un poco.

“No es mal plan, pero, ¿si saben que nosotros podemos romper el techo o el suelo para escapar?”, preguntó con una sonrisa en su rostro, antes de que Kinoko bufara con diversión en su rostro, para su exasperación.

“Bueno, puedes intentarlo. No creo que él te deje”, expresó, haciendo que el grupo de héroes parpadeara de manera confusa.

Antes de poder decir algo, la risa de Tetsutetsu se escuchó detrás de ellos. Se detuvo a unos metros del grupo, antes de cruzarse de brazos y sonreír ampliamente, mostrando sus colmillos, listo para la acción que ahora le tocaba. Kaibara frunció el ceño, mientras que Midoriya se mantuvo bastante dudoso de si podrían ganar contra Tetsutetsu. Bueno, quizás podrían, quiere decir, son dos contra uno, así que, podrían tener la ventaja en todo momento contra el chico con 《peculiaridad》 de acero puro.

“¿En serio? ¿Nos guiaron directamente hacia Tetsutetsu solo para intentar que él nos derrote cuando podrían haberlo hecho dos segundos atrás?”, preguntó con duda Kaibara, viendo como Komori se encogía de hombros detrás del pegamento endurecido.

“Sí, pero, entonces, no podríamos controlar a Tetsutetsu porque quería una pelea contra ustedes dos. Quiero ganar, no voy a negar eso, pero si mi compañero quiere probarse en este ejercicio, ¿por qué impedírselo?”, preguntó la chica, sonriendo notablemente y sacándole la lengua levemente. “Además, Bondo está cansado de usar su 《don》 mucho. ¡Puedes ir a descansar, buen trabajo!”.

“G-Gracias, Komori-San”, agradeció el chico con una suave reverencia, antes de ver a los chicos encerrados. “L-Lo siento, chicos, no es nada personal contra ustedes”, Midoriya lo desestimó con una expresión nerviosa en su rostro.

“¡E-Está bien, Bondo-san, es un ejercicio, no tienes que preocuparte por ello!”, le recordó, haciendo que el gigante amable asintiera con la cabeza, bastante contento internamente con las palabras del chico de cabello verde.

“… Gracias”, murmuró para sí mismo, antes de tomar un camino cercano para subir al próximo piso. Sí, parece ser que no pudieron ver esa ruta en lo absoluto.

Diablos.

“Entonces…”, comenzó Kaibara, mientras miraba a Kinoko, con el pegamento endurecido en la entrada. “¿Vas a quedarte ahí viendo?”.

“¡Sí, soy el apoyo a distancia!”, expresó con una sonrisa amplia, mientras hacía girar sus pistolas de agua entre sus dedos. “Pero solo voy a interferir cuando sea necesario. O me voy a ir cuando él tenga todo bajo control. Tetsutetsu quiere pelear contra los dos. Voy a darle eso”, comentó, haciendo que ambos chicos se miraran a los ojos.

Izuku mantuvo una mirada nerviosa y dudosa. Por lo que ha visto en las pruebas de Vlad, y debido a que Tetsutetsu-San lo dijo en su presentación, su cuerpo podía hacerse de puro acero. Sabe que el 《don》 de All Might era demasiado fuerte, por lo que un golpe suave debería de ser suficiente como para romperlo. Sin embargo, duda de que con el 4% o 5% sea suficiente para tumbarlo de un golpe. Normalmente, no tardaría más que eso, pero se sentía mal al hacerlo.

Usar esos porcentajes tan bajos, restringiendo su poder, mientras que los otros daban todo de sí…

Lo hizo sentir un tramposo y demasiado mal, en lo personal.

“Bien, ahora que tenemos al hombre de acero en frente, ¿cómo podemos proseguir?”, Kaibara lo sacó de su línea de pensamientos, mientras miraba a Tetsutetsu. Midoriya parpadeó levemente, para ladear la cabeza y dejar que todo se desvanezca de un momento a otro.

“N-No lo sé. ¿Q-Qué…?”, iba a lanzar alguna pregunta, sin embargo, Kaibara se lanzó, con sus brazos girando con intensidad, similar a un par de taladros. “¡¿K-Kaibara-San?!”, preguntó, ante su repentina embestida hacia Tetsutetsu.

“¡Tenemos diez minutos, y este tipo aguanta demasiado!”, exclamó. Lanzó un puñetazo, mientras que la piel de Tetsutetsu se formaba de acero en demasía. Su golpe, aun girando como un taladro, impactó, provocando que retroceda unos centímetros, antes de ser golpeado en el rostro y caer rodando por el suelo. “Ugh”, se tocó la nariz, con una línea de sangre silenciosa saliendo.

“¡¿E-Estás bien?!”, preguntó con preocupación, arrodillándose a su costado.

El chico de cabello azabache se quedó perplejo, antes de notar al chico acercarse rápidamente hacia su posición. Usando sus piernas, las apoyó en el abdomen del peliverde, antes de alejarlo de una doble patada, lo que lo hizo golpearse contra una columna cercana, provocando un quejido. Kaibara, por otro lado, observó el puñetazo de Tetsutetsu pasar de largo, antes de tomar el mismo con sus manos desnudas. Rápidamente, tomó el traje de su compañero de clase, y tuvo que sonreír con sorna al respecto.

“Espero que te guste girar”, comentó, mientras que el muchacho de acero intentó darle otro puñetazo para liberarse.

Su intento fue en vano, debido a que el cuerpo de Kaibara comenzó a girar rápidamente sobre sus pies. Sus rodillas, piernas y pies comenzaron a dar vueltas en círculos con Tetsutetsu tomado entre sus manos, antes de lanzarlo y romper una columna cercana como daño colateral. Kaibara se rio un poco, aunque se frotó el brazo, como si le doliera el uso de su propia 《peculiaridad》. Kinoko bufó al otro lado, mientras estaba sentada, viendo la pelea con los brazos cruzados.

Este no fue un escenario que ella habría previsto cuando le dijo a Tetsutetsu que podía traerle el problema hacia él, en vez de ir a buscarlo. Ciertamente, confiaba en su compañero, pero Kaibara parecía ser mucho más avispado y habilidoso de lo que creyó en un inicio. Pensaba y creía que Midoriya iba a ser mucho más peligroso y duro que de costumbre por su 《peculiaridad》 tan fuerte. Además, según sabe por lo que escuchó en el primer día, Tetsutetsu había mencionado que destruyó al cero puntos de un puñetazo.

Por lo tanto, ¿no era realmente prudente haber esperado que Midoriya sea el que actuara primero para atacar? Sabe que los dos son fuertes y versátiles, pero Tetsutetsu era su muralla china; no podían perder con él allí.

Sin embargo, todo el acero tiene un límite, y espera que no sea superado tan pronto por este pequeño encuentro.

“U-Ugh, eso dolió, ¿por qué hiciste eso?”, la duda en la voz del peliverde era notable.

“Midoriya-San, esto es un ejercicio. Héroes contra villanos…”, mencionó, sobando su brazo, ligeramente tenso por hacer uso de una técnica que había estado practicando en su tiempo libre. Le dio un calambre pasajero. “Si te distraes para ver cómo estoy, perderíamos. En la simulación y en la realidad”.


En la sala de cámaras, All Might frunció el ceño al ver a su sucesor estar allí, frotando el lugar donde la patada de Kaibara había impactado. Al ser él el profesor, tenía un audífono capaz de escuchar todo sin necesidad de filtrar información que no necesitaba ni requería que pasara. Además, era más práctico que el mismo héroe profesional encargado pueda ver, escuchar y gestionar todo.

Sin embargo, el joven Kaibara tenía razón en eso. Esto era una prueba, claro, pero era algo que necesitaban aprender poco a poco para entender el escenario en el que estaban.

Héroes y villanos, enfrentándose. Si el villano pudiese encontrar una abertura donde el grupo de héroes estuvieran juntos debido a un pequeño descuido, lo aprovecharía y tendría dos personas muertas bajo sus manos y pies. Tuvo que suspirar mentalmente ante ello.

Su alumno estaba siendo más un peso muerto que no sabe qué hacer. No sabe en dónde estaba parado, y eso le preocupaba demasiado.


Tetsutetsu dejó escapar un suave gruñido, mientras que los escombros del concreto terminaban bajando por todo su cuerpo reluciente de acero. Sus dientes se mostraron sin temor, casi como los de un tiburón a punto de saltar hacia su presa. Kaibara afiló suavemente su mirada, mientras su brazo comenzaba a girar suavemente.

“… Y respondiendo tu otra pregunta… Una vez, alguien me dijo algo…”, comentó, mientras que la suela de su zapato hacía crujir los pequeños sedimentos cercanos. “A veces, pensar cuesta más que arriesgar. Ahora, esa es mi frase personal. No la olvides, Midoriya-San”, sonrió, mientras se lanzaba con todo contra Tetsutetsu.

El chico sonrió, bastante emocionado y encendido de la emoción. “¡Vamos, Kaibara, adelante!”, exclamó. Kinoko, a lo lejos, resopló suavemente, antes de retirarse al piso de arriba en silencio.

Cuando los dos estudiantes se lanzaron, el taladro rozó el puño cerrado del chico muralla, provocando que las chispas salieran disparadas antes la fricción. Sen tuvo que presionar los dientes con fuerza, cuando su taladro golpeó el otro puñetazo de Tetsutetsu, que provocó un par de grietas en su superficie, pero nada más que eso.

Sonriente como siempre, y avanzando como si nada lo detuviera, tomó el cabello del chico, antes de atraerlo un poco más abajo, y lograr encajar un rodillazo en su estómago y hacer que la saliva resguardada en su cuerpo saliera disparada de sus labios. La fuerza de la rodilla, acompañada por el endurecimiento de acero, lo convertían en un oponente formidable en resistencia y combate cuerpo a cuerpo, principalmente. Las largas y medias distancias, eran su debilidad principal, por lo que las batallas a cortas distancias y desgaste eran su pan de cada día.

Sen comenzó a arrepentirse un poco al enfrentarse contra un loco amante de la lucha. Retrocedió varios metros, dejando una abolladura en una columna, luego de que Tetsutetsu lo golpeara con fuerza en su estómago. Tuvo que escupir sangre en el suelo, mientras sentía el cuerpo levemente entumecido. No era para nada resistente a golpes como estos; solo era un tipo promedio, con un 《Quirk》 y moralidad promedios. Esto no era algo que pudiese aguantar del todo.

Nunca entrenó contra personas capaces de dar golpes igual de pesados que un yunque.

“¡K-Kaibara-san!”, exclamó Midoriya, antes de centrarse en el ruido de duras, pero rápidas pisadas detrás de él.

Moviendo rápidamente los pies, concentró un pequeño salto, alejándose del peligro latente y persistente que representaba Tetsutetsu en un cuarto reducido. Ciertamente, los atraparon. Podría romper el suelo, pero tampoco sabe si eso sería completamente eficiente. Sabe que toda la planta baja estaba infestada de hongos y pegamento endurecido, por lo que la probabilidad de volver a caer en una trampa similar era demasiado alta de todas formas. No tuvieron tiempo de revisar los cuartos porque estaban siendo perseguidos constantemente.

Apretando los dientes, se alejó unos momentos sobre la presencia agobiante de Tetsutetsu. Se concentró en el huevo, y los rayos verdes comenzaron a fluir como un suave arroyo. Todos los músculos de su cuerpo reaccionaron ante ello, y sintió algo que no sabía describir, pero supuso que eso era suficiente. Un 5% era lo máximo que podía dar. ¿Quizás podría acabar esto de un solo golpe? No lo sabe.

Cuando se dispuso a moverse, su cuerpo se sintió pesado. Agobiado, estresado. Todo eso junto. Sus ojos se contrajeron de pavor, al entender esa sensación.

Su cuerpo estaba realmente cansado de ser llevado al límite.

Lo acostumbró a la fuerza, sin escuchar el consejo de su maestro y, por consiguiente, terminó por hacer que su porcentaje se vuelva un estrés constante para sus huesos y músculos. La prueba, los ejercicios, entrenamientos, el examen de admisión, y ahora aquí. Lo ha usado tanto tiempo, que pensó que estaba listo, cuando claramente no lo estaba en lo absoluto.

Después de todo, necesitaba demostrar que era lo suficientemente capaz como para dominarlo. Quizás se estaba poniendo mucha exigencia sobre sus propios hombros, pero no le importaba en lo absoluto. Los héroes vivían esto a diario, entonces, ¿por qué él no podía sobre exigirse más al respecto…?

Aun con esas, intento dar un puñetazo hacia Tetsutetsu. Aunque en el fondo se siente mal al saber que este no era todo el poder del 《OFA》, pero, técnicamente, estaba dando todo de sí, ¿no? Entonces, debía de dejar de sentirse tan mal consigo mismo sobre hacer trampa. All Might ya le dijo que era algo que se ganó con esfuerzo puro y duro, recordando todo el trabajo que hizo en los diez meses antes de entrar a la U.A. y todo…

Pero seguía sintiéndose mal.

‘¡SMASH!’, exclamó en su cabeza, mientras el poder fluía por todo su cuerpo. La tensión y el estrés generado provocaron que su ataque se sintiera ardiente. Había probado a moverse, correr, caminar, cargar y demás cosas, pero nunca pudo ejecutar un ataque correctamente, debido a dos cosas.

La primera fue completamente el agotamiento excesivo que estaba utilizando ahora mismo. Imaginen un celular con un 100% de batería. Ahora, muchos creerán que por lo que diga el teléfono, durará un par de horas. Claro, eso, si no tienes a todo el dispositivo funcionando a su máxima capacidad, con varias cosas exigentes. De lo contrario, exprimirás la batería.

Eso fue lo que le ocurrió a Midoriya. Estaba tan drenado por su uso constante, llevándose al límite, que no pensó nunca que podía llegar hasta este punto.

Bueno, puede ser que lo haya pensado, pero, de todos modos, no fue algo que lo molestara en el fondo de su corazón.

La segunda, y más importante…

Tenía miedo.

No al adversario en frente de él, ni al dolor. Midoriya Izuku no le temía a Tetsutetsu, ni a romperse los huesos, ni a lanzarse de frente. Lo que verdaderamente lo aterraba, era fallar. Dar ese puñetazo, esa fracción de poder que tanto cuidaba, y ver cómo no bastaba. Ver cómo su esfuerzo no rendía frutos, que su entrenamiento, su preparación, sus cálculos, su ética y sus convicciones… no eran suficientes.

Desde que recibió el 《OFA》 comenzó a sentirse de esa manera. ¿Por qué? Es una pregunta que se hace a diario.

Y ese sentimiento, lo hizo dudar en su puño cerrado, perdiendo potencia y fuerza. La trayectoria se detuvo a medio camino, mientras bajaba el brazo. Aunque tampoco es que pueda usar mucho, cuando su desgaste físico hablaba más que él. Sus huesos se sentían que ardían, su carne estaba al borde de un volcán a esta altura y, en general, el desgaste físico era más fuerte que él.

Sonriente como siempre, Tetsutetsu lo golpeó fuertemente en la cara aprovechando la baja defensa, antes de fracturar levemente su nariz provocando un quejido adolorido. Rápidamente, Midoriya pudo agacharse, antes de hacerle una exitosa pero costosa y exigida barrida, tumbando al chico al suelo. Se separó nuevamente de un salto, limpiándose el torrente de sangre fino y ligero que se escapaba de su nariz, goteando como un grifo mal cerrado. Dolía como el infierno, sinceramente. No era bonito que te golpeen con una fuerza de esa magnitud.

Sin embargo, no dolía tanto.

Comparado al dolor de sus extremidades rotas por el uso del 《OFA》, las explosiones que Kacchan le daba, los golpes de sus compañeros de 《Aldera》 y, sobre todo, la exigencia que su cuerpo pasaba por el uso del 《Quirk》 de All Might

Esto no era nada.

“¡Vamos, Midoriya, yo sé qué puedes hacer más que eso!”, exclamó, con un ligero bufido Tetsutetsu. “Te vi destruir al cero puntos en la prueba de admisión. Estabas tan seguro en ese momento, y ahora dudas en darme un golpe. ¿Qué se supone que significa eso?”, preguntó.

“S-Si uso más de lo que puedo soportar, me romperé los huesos…”, contestó, escupiendo una mezcla de sangre y saliva al suelo. Se limpió el líquido rojizo que se escurría por su nariz. “… N-No sé siquiera si puedo golpearte con mis puños, pero…”, se detuvo, levantándose del suelo levemente.

Incluso si el golpe no fue tan duro, seguía siendo increíblemente doloroso ser golpeado por algo con el mismo impacto que el acero. Sus ojos ascendieron, hasta encontrarse con la mirada de Tetsutetsu, brillando con los rayos del sol filtrándose por la ventana de la habitación. Sabe que su torso, brazos, y demás partes del cuerpo estaban totalmente desgastadas por el excesivo uso del 《OFA》 al que no estaba totalmente preparado. Ni siquiera lo entrenó apropiadamente para usarlo sin dañarse.

Solo se obligó a soportar esa presión.

Pero, ¿importaba eso ahora?

El desgaste estaba en su mente. Ahora, debía de obligarse una vez más. Solo un poco.

Romper el molde. Otra vez.

Déjame moverme un poco más…”, murmuró, mientras los rayos azotaban el suelo. El aire caliente de sus pulmones calentándose salió entre sus labios, mientras que flexionaba sus rodillas ya exigidas.

Una vez más, a pesar de sentir sus brazos, piernas, órganos, huesos y demás cosas sentirse demasiado pesadas y estresadas al mismo tiempo, se lanzó contra Tetsutetsu. Sus ojos mantuvieron su objetivo fijo en el chico, quien sonrió ampliamente, teniendo que dar un fuerte puñetazo contra el de cabello verde. Un golpe por la izquierda, básicamente.

Usualmente, mucha gente pensará que era bueno dando golpes o peleando físicamente, pero, al contrario, no lo era. Al menos, no tanto como Izumi o Kacchan. Siempre se ha caracterizado por huir una, y otra, y otra, y otra, y otra vez. Sus piernas ya han marcado un patrón repetitivo de huir cientos de veces cada vez que veía a sus matones acercarse.

¿Ahora? Utilizará lo que, alguna vez, fue para escapar…

Y golpear con ello. Con todas sus fuerzas.

El golpe de Tetsutetsu falló por escasos centímetros, mientras que Midoriya, terminó por escabullirse debajo de él. Haciendo un esfuerzo gigante, titánico, logró encajarle un rodillazo en la boca del estómago, provocando que se termine por estremecer ante el impacto repentino. Trató de tomar al chico de cabello verde por el cabello, antes de sentir que perdía el equilibrio por unos escasos segundos. Ligeramente, sintió que su cuerpo estaba en el aire, sintiendo que lo tomaban de su traje.

Los dedos de Midoriya se escurrieron entre su traje, antes de apretar los dientes con fuerza. Las rayas rojas se mantuvieron entre sus dedos de manera inconsciente, agregando más porcentaje. Sus huesos se sentían demasiado pesados y rígidos, pero mantuvo a Tetsutetsu sobre su cabeza, antes de lanzarlo contra el suelo, resquebrajando el suelo contra el que impactó. La espalda de Tetsutetsu golpeó con fuerza, antes de gruñir por lo bajo.

Sin embargo, el estremecimiento de Midoriya se sintió por todo su cuerpo. Sus dedos flaquearon, como si hubiese estado sosteniendo una soga llena de fricción y calor por horas y horas. Eso hizo que su cuerpo chillara de dolor momentáneamente, como una pequeña punzada.

Por unos segundos, Midoriya se quedó allí. Ajustó de manera inconsciente a un porcentaje mayor al que estaba acostumbrado, queriendo acabar con esto rápidamente. Sin embargo, sabe que eso no fue suficiente, por lo rápido que Tetsutetsu, el chico con dientes de tiburón, se levantaba.

Cuando el puñetazo se acercó una vez más, consiguió esquivar a duras penas el golpe. El puño rozó su mejilla, dejando una suave línea fina de sangre. Frunció el ceño ligeramente, antes de girar sobre su propio eje y lograr ejecutar un pequeño salto. Su cuerpo dolía como el infierno, pero no le importaba.

¿Aguantó antes? Podía soportar un poco más…

La distancia entre Tetsutetsu y Midoriya no era tan amplia, pero fue lo suficientemente corta como para dejar que su patada, potenciada por el 《OFA》 le diera de lleno en el rostro, logrando hacer que retroceda un par de metros. Con una fina rotura en su piel de acero, mantuvo su dejo sonriente. Sus dientes de tiburón hicieron que los rayos del sol reflejaran con gran intensidad.

“¡A esto me estaba refiriendo!”

Izuku se quedó un par de metros alejados. Su respiración se sentía cada vez más rápida, agobiada y tensa. Sentía que le faltaba el aire; era casi como si el calor interno lo terminara por evaporar todo, si es que eso era posible. El sudor se arremolinaba en su frente, bajando como gotas de lluvia que chocaban contra los ventanales de una casa en los días nublados y tormentosos.

Si se seguía esforzando de esta manera…

Seguramente, se desmaye del agotamiento extremo.

No importaba.

Tenía que demostrar…

¿Qué tenía que demostrar a quién, de todos modos?

No importaba ahora mismo.

Simplemente, tenía que seguir esforzarse ahora mismo. ¡¿Para eso fue entrenado y elegido por All Might, no?!

No se ve como un digno sucesor de todos modos, entonces, debía de obligarse a ser uno, ¿no? Aunque se lo dijo, piensa que aun no es lo suficientemente digno como para portar este 《Quirk》 tan genial por parte de su ídolo. El dolor y cansancio eran algo superficial, secundario.

Debía de acabar esto rápidamente…

Por lo tanto, tenía que sobrepasar su límite. Apretó los dientes una vez más, mientras los rayos se hacían cada vez más pronunciados en su brazo, al que apuntó hacia Tetsutetsu. El mismo, se cubrió rápidamente, entendiendo lo que estaba por hacer.

Todo se concentró en su dedo. Apuntó, con sus ojos apuntando a su compañero de clase, mientras el porcentaje iba creciendo de manera inconsciente. Dos, cinco, siete, doce, veinte. 20% era más que aceptable para Midoriya en ese momento, que no estaba pensando realmente las consecuencias de sus acciones ahora mismo.

Solo se limitaba a demostrar su valía. Que no iba a decepcionar a nadie más.

Jamás.

Ya lo hizo con su padre cuando nació sin un 《don》. Su madre fue el mismo caso, y le privó a Izumi tener una vida normal, con amigas y gente con la que pueda estar normalmente, solo para ser protegido por ella.

Se sentía patético. Siempre lo hizo.

Pero, ahora que tenía la oportunidad, debía de presionar más allá. Romper el molde una vez más. Daba igual si se rompía los huesos, ¿no? Después de todo, Recovery Girl estaba ahí para sanar sus heridas. Doblarse un dedo, romperse los huesos internos, desgarrarse alguna extremidad, quebrarse…

¿Por qué importaría eso? Lastimarse por el bien de los demás es lo que hace un héroe, ¿no es así? Justo como Endeavor, Edgeshot, All Might, Gran Orca, las Pussycats, todos ellos se lastimaban a diario por salvar a las personas.

¿Qué importaba tener un par de heridas? ¿No era eso el pan de cada día?

Ya no estaba pensando claramente…

¿Qué estaba seriamente tratando de demostrar en ese momento? No lo sabe. Simplemente, estaba tan roto emocional y mentalmente, que no le importa quebrarse en todos los sentidos con tratar de mostrar que era un sucesor digno, cuando ya no debía de demostrar nada a nadie. Después de todo, por algo fue elegido por él, su maestro.

Sin embargo, ya no le interesaba pensar en el calor del momento.

Solo un golpe y ya estaría todo hecho.

Smash…”, murmuró. El silencio en la sala ahogó sus oídos con un suave zumbido, antes de disparar con sus dedos la ráfaga acumulada del 《OFA》 en sus pequeñas extremidades en sus manos. Sus ojos se quedaron entrecerrados, sintiendo que el cansancio y agotamiento extremos comenzaban a alcanzarlos.

Después de todo, esto siempre tiene consecuencias sobre su cuerpo al haber usado imprudentemente un 《don》 que no era suyo.

Simplemente, era un incompetente más.

La ráfaga de aire salió disparada entre sus dedos, centrando la mayor parte de su poder en una sola parte. Como hizo en el examen de Vlad-Sensei. Sus huesos comenzaron a pulverizarse poco a poco, rompiéndose en su totalidad, y dejando que su dedo cambiara a una tonalidad morada, mientras la sangre se escabullía por pequeñas y finas líneas. Apretó los dientes, con la fuerza necesaria como para romperlas en su mandíbula, pero se contuvo de hacerlo.

La ráfaga fue tan potente y rápida, que Tetsutetsu abandonó por la borda su sentido de pelea, antes de priorizar su bienestar. Rápidamente, se movió hacia un lado de un salto, dejando que el ataque de Midoriya rompiera la pared que se encontraba detrás de él, dejando que los escombros y columnas fuesen a parar destruyendo otro edificio como daño colateral cercano. Los ojos del chico de acero se abrieron levemente de sorpresa ante su fuerza, antes de sonreír con nerviosismo.

“Diablos, no esperaba que fueses a hacer eso”, respondió, levantándose de un salto, usando sus manos como impulso, para correr hacia la dirección del chico de cabello verde. “¡Ahora esto es lo que quería, Midoriya!”.

Lanzó un par de puñetazos, lo que obligó al chico de aguantarse el dolor de su dedo roto por el uso del 《OFA》 de manera excesiva. Subir inconscientemente el porcentaje era un problema inmenso. Se cubrió los brazos, recibiendo ambos golpes de lleno, siendo impactado contra una de las paredes. No se rompió por poco, pero estuvo ciertamente al borde de hacerlo. La sangre y saliva se escabulleron entre las comisuras de sus dientes, pero eso no lo detuvo de flexionar sus piernas sobre la pared en la que estaba.

Daba igual el dolor, si no se esforzaba…

Dio un salto, usando el 5% en su máximo esplendor por todo su cuerpo, antes de llegar en un santiamén donde Tetsutetsu, y lograr darle una patada doble en su rostro. Su acero se quebró ligeramente, quitando trozos por el impacto de la doble patada, logrando hacerlo retroceder varios metros atrás.


“Bueno, ciertamente, es mejor con las piernas que con los puños”, tuvo que recalcar Kamakiri, con una mirada seria en su rostro. Por la expresión que transmitía Midoriya por las cámaras, parecía ser que estaba haciendo un esfuerzo gigante para moverse.

“S-Sí. Aunque parece que no mentían sobre que se lastimaba usando su 《Quirk》”, agregó Kendo, rascándose suavemente la mejilla. Tenía una mirada de dolor, notando como su dedo estaba destrozado en su mayoría.

“Bueno, no es tan raro. Quiero decir, nos podemos lastimar usando nuestros 《dones》 cuando los usamos mucho tiempo, pero hasta ese punto…”, Honenuki frunció el ceño, mientras Shishida murmuraba levemente.

“Es verdad. Sin embargo, por lo que veo, se está esforzando demasiado. Puedo ver, incluso con cámaras como estas, como es que está rígido. Ahora está usando las piernas, pero los brazos medianamente le funcionan”, explicó el chico bestia.

All Might, por otro lado, se quedó en silencio mientras que posaba suavemente el auricular a su oreja. Al ser el único capaz de escuchar lo que ocurría allí adentro, pudo divisar lo que Midoriya se decía a sí mismo. Eso lo hizo fruncir el entrecejo con duda, preocupación y demás sentimientos encontrados. Sabe que no estaba bien mentalmente. Desde que lo vio autosabotearse en el examen de admisión, sabe que algo malo andaba con su sucesor en su vida personal.

‘Déjame moverme un poco más’, ¿qué rayos significaba eso? ¿Se estaba esforzando, cuando le dijo claramente que no debía de hacerlo?

¿En qué estaba pensando?

Quizás, era por su admiración a su persona, que se estaba presionando tan lejos para intentar ser como él, cuando le ha inculcado que no tiene que serlo.

Quizás…

Estaba emocionalmente desesperado.

No quiere defraudar a nadie, y por ello, se esfuerza hasta romperse, no importándole nada más. El chico nunca ha tenido un 《Quirk》 en su vida, y lo usa como si su vida dependiera de ello.

Además, él no tiene nada de autoconservación por sí mismo, buscando sacrificio físico y mental, antes de protegerse a sí mismo.

Era un caso que tenía que tratar rápidamente.


Mientras que Midoriya se recuperaba de la doble patada que impactó en su compañero Tetsutetsu, Kaibara se quedó sentado, con su cabeza mareada por el golpe del chico de acero.

Ciertamente, se golpeó fuertemente en la cabeza. No era el resistente, ni el más rápido, o el más fuerte entre sus compañeros aspirantes a héroes. Miró al chico de cabello verde, notando que su dedo estaba roto, morado y flácido, como si sus huesos estuviesen pulverizados luego del golpe.

No mentían, ¿eh…?”, se preguntó a sí mismo, antes de sentir que perdía por momentos la fuerza para seguir con sus párpados abiertos.

Kaibara Sen, cerró suavemente sus ojos…

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Kaibara abrió los ojos, mientras la comodidad de su cama lo mantenía seguro entre sus sábanas. Era su sitio favorito, cuando los rayos del sol o el viento no soplaba fuertemente contra su piel. Se mantuvo en sus aposentos llenos de sábanas y cobijas, mientras el sonido de la televisión encendida en el piso de abajo le impedía dormir de manera correcta. Gruñó suavemente, mientras se ponía a ver la pared cercana. La vista del concreto pintado de blanco lo recibió con gusto, antes de que el chico de cabello negro suspire suavemente ante eso.

Se sentó en su cama, estirando su cuerpo hacia los costados, haciendo que sus huesos crujieran por el movimiento, para luego sentir una sensación de alivio cuando todo se sintió menos estresante en su cuerpo. Miró su pijama cualquiera que llevaba puesto, antes de frotarse los ojos con el dorsal de su mano. Luego de ello, se colocó los calcetines para calzarse y levantarse para ir al baño, darse una ducha, y cepillarse los dientes. Ciertamente, tenía mal olor en la boca, si era completamente honesto con ello ahora mismo.

Abrió su armario, antes de decidir qué ponerse para el día de hoy. Por suerte para él, podía estar en casa, durmiendo un poco más. Aunque ya decidió que era suficiente por ahora. Consiguió un poco de ropa de su interior, antes de colgarla en su hombro, queriendo darse una ducha. Viendo su cuarto, no tenía nada muy destacable si era completamente honesto con ello. Una televisión normal, una cama cómoda, un armario, una ventana, cosas sin importancia y, lo que podías considerar como algo de valor y destacable, era un póster de un héroe.

El póster en sí era una ilustración de All Might en su mejor momento en Estados Unidos, usando uno de sus trajes característicos de la época dorada. Sin embargo, en la misma, pareciera como si estuviese volando en un cielo totalmente despejado de todo rastro de aviones, nubes o demás cosas, siendo el sol su único acompañante en ese hermoso cielo azul, donde podía perderse por horas y horas. Pero, bueno, Kaibara no era tan aficionado a los héroes.

De hecho, nunca ha estado en consideración. Solamente le gustaba el póster, y le transmitía algo al verlo. ¿Quizás era All Might , porque estaba en el póster? No lo sabe. De todos modos, ser un héroe nunca fue una opción en esta casa, donde se tenía que ser totalmente realista al respecto.

Él no quería ser un héroe, ¿verdad…?

De todas formas, en una sociedad con 《Quirks》 llamativos, ¿por qué podría resaltar, de todos modos? Su 《peculiaridad》 no era fuerte, llamativa y tampoco impresionante.

Además, ¿de qué sirve un poder que te lastima al usarlo?

Cuando lo despertó a la edad de los cinco años, terminó dislocándose el brazo de manera accidental al tratar de imitar un anime con varios robots gigantes y un taladro bastante grande que pasaban por la televisión de vez en cuando. Cuando lo estuvo copiando, su 《don》 despertó de manera accidental y giró con tanta fuerza, que terminó por dislocarle el brazo sin realmente quererlo. Claramente, tuvo que ir al hospital por ello, y estuvo en casa haciendo reposo por varios días, ya que terminó, también, dislocando algunos de sus dedos en el proceso como daño colateral.

Muchos niños pueden pensar, cuando despiertan su 《peculiaridad》, en ser héroes, aunque otros deciden ser en lo que han querido aplicar en toda su vida. Florista, empresario, entrenador, deportista, idol, etc. Sin embargo, en la familia Kaibara, no había esa chispa para poder ser un héroe o querer serlo. Principalmente, porque sus 《peculiaridades》 no eran llamativas, y eso, aunque no era mayormente lo que importaba, si ponía tus oportunidades más arriba de estar mejor catalogado en el ranking.

Por ahora, no ha habido un héroe con un 《don》 que no sea tan llamativo como el de Endeavor , All Might , Best Jeanist o Edgeshot . Claro, podía tomar en cuenta a otros cuyos 《dones》 no eran solo cosas exageradas, pero, a diferencia de ellos, sus 《Quirks》 no terminaban por lastimarlos como daño colateral. Y es en eso en lo que pensaba Kaibara que no podía competir.

De nuevo, ¿de qué servía un 《don》 que te lastimaba en su totalidad el brazo? No tenía sentido ser un héroe, si al intentar salvar a alguien, eras al que tenían que salvar más tarde por usar tu 《Quirk》. Y eso es lo que Kaibara sentía cuando la pregunta de si era válido o realista ser un héroe se cruzaba por su mente.

En toda su familia no eran héroes ni soñadores; eran realistas.

Terminó por escoger sus ropas bastante simples hace unos minutos y se perdió en su cabeza. Suspiró ante ello, pensando que siempre ha sido así de contemplativo en general. Salió de su cuarto, para dirigirse al baño de la gran casa y darse un merecido baño. Todos los muebles se mantuvieron hermosamente limpios, delicadamente cuidados y, sobre todo, puestos en posiciones adecuadas para que no se vean mal movidas. Entrecerró suavemente los ojos, mientras que gruñía al sentir como el sol le daba en los ojos; no fue bueno estar desvelado por la noche.

Asomando su cabeza por el piso de abajo, pudo ver cómo su padre estaba allí, organizando sus herramientas de manera ordenada. Desde la más grande, hasta la más pequeña. Iban ordenadas de esa manera. Su madre, en cambio, se mantuvo viendo la televisión. Todo, con una expresión neutral en sus rostros, justo como la de Kaibara. Sen suavizó la mirada, mientras se disponía a entrar al baño de la casa.

Después de todo, necesitaba una buena, larga y cálida ducha en la que sumergirse.

Ya vestido y preparado para el día de hoy, bajó del piso de arriba. Dejó su ropa sucia en el canasto, antes de colocarse una camiseta negra de manga corta y unos pantalones largos. Sus pisadas resonaron en la madera caoba de su hogar, y llegó al piso de abajo, encontrándose a su madre, a quien saludó con un asentimiento de su cabeza. Desde que tiene memoria, nunca se ha sido demasiado demostrativo en esta familia en cuanto mostrar mucho, más allá de una mirada o acciones que demuestren lo contrario a ello.

Eso lo tuvo que entender desde siempre.

“Buenos días, Sen”, saludó su madre, manteniendo una expresión solemne en su rostro. Su hijo mantuvo la misma mirada, mientras veía la televisión. Estaban dando la novela favorita de su madre.

Nombre : Yuko Kaibara》
Ocupación : Técnica en estructuras civiles》
Quirk : Stability; le permite observar y corregir la estabilidad de las cosas. Lo ha entrenado al punto de poder medir la estabilidad de la estructura de un edificio de cinco pisos. ¡Fascinante!》


“Hola. ¿No deberías de estar trabajando hoy?”, preguntó, a lo que su madre terminó sacando una pequeña lista de su bolsillo, bastante bien doblada, antes de acomodarse sus gafas.

Desde que tiene uso de la razón, toda su familia se ha estado moviendo por una lista de horarios y recordatorios. Si a las dos de la tarde tenías que hacer algo, debías de terminar todo lo que estabas haciendo antes para hacer la otra cosa. Nunca se ha desperdiciado en tiempo en esta familia en cosas sin valor. Sus abuelos empezaron esa tradición, y sus padres han sido bastante similares en ese aspecto de hacer todo con una lista de horarios para cada cosa en la vida.

Ahora, su madre tenía que ver una novela para el resto de las dos horas. En ese tiempo, en vez de ir al baño o tomar algo, no hace nada más que sentarse de manera recta y ver a la televisión sin sentido alguno. ¿No le gustaba su novela? Pues daba igual. Hasta que la termine, no hará otra cosa. Eso “enriquece su cultura”, o algo así había dicho su padre una vez cuando estaban cenando. Sinceramente, no los entiende para nada.

¿Cómo era posible que unos padres así puedan tener un itinerario tan meticulosamente planeado en todos los sentidos? Personalmente, era algo que, creía, nunca iba a tener. Principalmente, porque no se parecía mucho a ellos en el sentido de ser muy ordenado y metódico con las cosas. Después de todo, no tenía una idea clara de qué iba a hacer con su vida. Mientras que ellos ya tenían una lista de qué irían a realizar en las próximas dos horas, él apenas y se acordaba en donde estaba parado justo ahora.

Los ojos de su madre vieron su lista con monotonía. “No. Hoy había reunión, por lo que no era necesario trabajar hoy. Además, mi novela está empezando”, señaló con su dedo a la pantalla. “Además, dentro de cuatro minutos, tu padre necesita ayuda con algo en su taller. Lo mencionó hoy a la mañana cuando compramos las cosas para la cena”, recalcó la mujer de gafas.

El chico suspiró suavemente, antes de asentir con la cabeza. La mujer dejó escapar un pequeño zumbido, antes de redirigir su atención hacia el televisor. Los pies se arrastraron por la sala, mientras que la puerta del taller se mantuvo abierta, con los brazos abiertos para su persona. Adentro del taller, pudo escuchar el sonido de las herramientas en la caja, danzar entre las ásperas manos de su padre.

Ama a su madre y padre por igual, pero no puede decir que tenga la mejor relación con ellos en general. Si bien son reacios a mostrar cualquier atisbo de emociones, eso no significaba que no puedan sentirlas y demostrarlas con él. Su preocupación, cariño, afecto y sinceridad. Todo eso lo han demostrado, pero nunca han abandonado su estoicismo de lado. Es como si fuesen marionetas. De todos modos, su madre era la que más resaltaba a la hora de mostrar sus verdaderos colores de madre cuando hablaban. Recuerda que se pasó toda una semana haciéndole un regalo con el mayor cariño del mundo.

A día de hoy, lo sigue guardando y atesorando en su cuarto. Era una botella con un barco hecho desde cero. Recuerda que lo puso en su mesa de trabajo, cuidándolo con todo el cariño que puede darle.

Su padre, en cambio, no era alguien abierto a decir muchas palabras. No lo podía considerar como alguien frío o atípico, pero era mayormente callado con los demás que no sean con su familia, y era un poco reservado en cuanto a sus opiniones y pensamientos. Claro, todos, a excepción de él y su madre. Desde pequeño, le enseñaron que el trabajo honesto y bien hecho era una manera de mostrar qué tan útil eras en la sociedad y para los ojos de los demás. Desde muy temprano, Sen entendió que su hogar funcionaba bajo una lógica muy sencilla: si sirve, se cuida; si falla, se arregla; si estorba, se reemplaza.

Ese pensamiento mecánico impregnó su vida entera. No se trataba de crueldad o algo parecido; siempre se trataba de la eficiencia.

Asomó su cabeza, y pudo ver a su padre, allí, en la mesa del taller de madera bien pulida. Nada de restos o astillas estaban allí para estorbar en su momento, donde organizaba todo de manera prolija. Sus ojos se encontraron con una mirada neutral de su padre, quien alzó un milímetro las cejas, antes de asentir con la cabeza. Dejó su caja de herramientas a un lado y lo saludó de pasada, mientras veía la ventana del lugar. Kaibara suspiró mentalmente ante ello.

“¿Cómo dormiste?”, preguntó el padre. Al igual que la madre y el hijo, todos tenían el cabello de color negro. Nada demasiado llamativo a la vista. Comenzó a colocarse un par de guantes en sus manos, mientras revisaba sus repisas.

Nombre : Rintarō Kaibara》
Ocupación : Minero y Tallista de madera》
Quirk : Gyrate; es capaz de hacer rotar cualquier parte de su cuerpo a velocidades increíbles》


“Eh, bien, ¿y tú?”, preguntó el chico, mientras se acercaba a su padre. Tomó unos guantes de la estantería, mientras que todo pasaba por sus ojos llenos de neutralidad y pocas ganas. Se los colocó en sus manos, mientras movía los dedos para que se acoplaran mejor a su mano. Su padre dejó escapar un ligero zumbido con un tono pensativo.

“Puede decirse que bien. Por ahora, necesito tu ayuda con la ventana. Además, también puedes ayudarme a tallar una escultura”, recomendó, sin abandonar su vista de la repisa, buscando algo en específico. Al poco tiempo, encontró un libro con varias ilustraciones para hacer con su madera. El chico entrecerró suavemente los ojos, viendo a un cuadro cualquiera.

Era él, en una cuna, después de haber nacido. “Felicidades. Naciste”. Eso decía escrito ahí, con un marcador rojo.

En su familia, aunque el cariño podía notarse en las acciones, no era algo que generalmente pueda sentir en sus expresiones o forma de describir algunas cosas. Su padre, por ejemplo, no ha mostrado ninguna sonrisa desde que tiene atisbo de razón. Ni siquiera cuando despertó su 《don》 mostró una pequeña sonrisa. Recuerda lo relajada y levemente tensa que estaba su madre cuando lo llevó al hospital, pero nunca dejó de mostrar su indiferencia en sus ojos al respecto. Solo lo subió al auto, luego de aplicarle primeros auxilios, y me llevaron al hospital más cercano para atenderlo.

Cuando su padre se enteró, lo miró al rostro y se quedó de piedra, antes de asentir.

‘No está mal. Este poder te puede servir para muchas cosas. Voy a enseñarte a usarlo bien’, dijo con su monotonía de siempre, a lo que su pequeño yo tuvo que asentir con la cabeza, pensando que sería algo grande cuando creciera.

Pero, lo que no entendió en ese momento, era que “enseñarle a usarlo bien” no significaba para hacer algo más que quizás, algún día, ayudaría a perforar túneles, o a desatorar maquinaria pesada de la minería en la que trabajaba su padre. O también trabajar como constructor como su madre, ayudando en la obra. Nunca se habló de ser algo más, principalmente, porque no era realista o eficiente que fuese algo más que no sea algo del estilo de sus padres. Ni siquiera se dejó caer la carta de ser un futuro héroe de rescate o apoyo.

No por rencor de que ellos no lo hayan sido en el pasado, o que no vieran potencial en ellos. Para nada. Simplemente, no era real, y tampoco posible.

“¿Quieres empezar con el tallado? Compre una máscara para evitar las astillas”, preguntó el patriarca, mientras que Sen suspiraba suavemente.

“Sí. Empecemos con eso”.

Así era la vida aburrida y monótona de Sen Kaibara.


Pasear con una bicicleta en el parque por las cercanías de su casa no era lo que se le pasaba por la cabeza al inicio luego de hacer y completar, con éxito, las labores del hogar y ayudar a su familia. Su 《don》, heredado de su padre, al inicio, lo lastimaba mucho. Recuerda la vez que terminó por hacer que sus dedos se voltearan hacia abajo. Tuvo que ir al hospital por un mes, antes de intentar controlarlo verdaderamente. Ciertamente, Dios era una persona demasiado difícil de entender, si era completamente honesto llegados hasta este punto.

Le dio una vida aburrida y monótona, donde nada tiene chispa. Obtuvo un 《Quirk》 que lo lastimaba cuando lo usaba por pocas cantidades de tiempo y, sobre todo lo demás, no encontraba nada más que seguir los pasos de sus padres; sus huellas. Nada más.

Se sentía raro, ir pisando el mismo barro donde miles de zapatos dejaron su marca. Sin embargo, ¿podría agrandar la huella, o simplemente, hacer más hondo el hueco en el que sus padres y cientos más caminaron alguna vez? No lo sabe, y menos comprende una respuesta al respecto.

Pero, entonces, ¿qué más podía hacer? Estaba más que decidido por sus familiares que seguiría el camino hecho por sus progenitores y tomaría el curso de la minería local, en otro país, o trabajaría en alguna cosa relacionada con la construcción. Realmente, nada de eso le terminaba de apasionar. Ni siquiera llamar la atención.

Entonces, ¿qué iba a ser Kaibara Sen?

No lo sabe. Después de todo, tampoco es que pueda hacer mucho por su cuenta. Es un engranaje en un sistema más complejo, donde todos giran, destacando y abarcando más de lo que él podría hacer en mucho tiempo. Tiene confianza en sí mismo, y lo sabe, pero entiende que la mayoría dependía de qué tan bueno e increíble sea tu 《don》 para ello. Sinceramente, si compitiera contra un tipo que tiene una especie de agujero negro, como la heroína Trece , lo escogerían a él antes que a su persona.

Después de todo, una parte de la sociedad se basaba en lo visual, y no en la eficiencia.

Al menos, eso pensaba.

Pedaleando con su bicicleta por los alrededores, tuvo que suspirar ante la increíble ola de calor que lo golpeaba en todos los poros del cuerpo. Se pasó una mano por la frente, quitando levemente el sudor que recorría y bajaba suavemente, recorriendo su rostro. Se detuvo en un banco cercano, mientras que las hojas bloqueaban parcialmente la luz del sol. Tuvo que agradecerle mentalmente a Dios por haber hecho una banca tan perfecta para este momento.

Terminó por dejar su bicicleta cerca de él, mientras se sentaba a tomar un poco de aire en sus pulmones. Miró al cielo, totalmente despejado, pensando en lo bello que se veía ese tono azulado tan cristalino, acompañado de nubes. El sol, el lago del cielo con sus tonos celestes, las nubes blanquecinas y grises, cargadas de agua en su interior… Se veía totalmente despejado y le encantaba, pero, sentía que le faltaba algo a la misma.

Sin embargo, no podía pensar en qué, exactamente. Sus ojos divagaron levemente, en busca de algo que pueda colorear ese cielo con más vida.

Algo así como su póster de All Might.

El cielo necesitaba algo. Un héroe que ahogue de colores diversos con su presencia, provocando que todos alzaran la mirada para sentir que estaban seguros. De que, allí arriba, tendrían a los defensores del bien, protegiéndolos en todo momento y viendo cada acto criminal para frenarlo. Después de todo, así actuaban los héroes, ¿no es así?

Pasó los minutos, obsesionado con mantener la vista en esa pintoresca vista, antes de volver a su bicicleta. Ahora que lo pensaba, tenía que comprar un par de cosas para su día de clases mañana por la mañana, lo que lo hizo sentirse demasiado cansado al respecto.

Le gusta la escuela. Claro, le sigue pareciendo aburrida hasta el demonio, pero seguía siendo un buen lugar para socializar, conocer amigos y gente con la que puedes llevar contacto por bastante tiempo. Sin embargo, no tiene tantos amigos por lo que a él respecta. Quizás es por su actitud apática y poco entusiasta por su entorno, aunque tampoco es que le moleste en demasía. Volviendo al tema principal, le cansaba mentalmente estar allí, atendiendo a gente con bastante edad, educándolos con sus clases. Aunque sabe que es su trabajo, no deja de ser exasperante escucharlos.

Mañana a la mañana tenía un examen que dar, y no estaba nervioso por ello. Sus notas eran decentemente buenas, por lo que no era motivo de preocupación verdadera. Hasta ahora, se había olvidado de que le faltaba comprar una calculadora para ayudarse con los problemas matemáticos. Ugh.

Aunque, explayando un poco más el contexto de la escuela, era demasiado popular con el sexo femenino por alguna razón que desconoce. ¿Quizás era por su rostro? Lo desconoce totalmente. Aunque no le ha llamado mucho el tema de una relación sentimental, siempre le piden salir con el “guapo Sen”. Sea lo que sea que eso signifique. De todos modos, no era algo que le moleste. En alguna parte de su ser, le gusta que le digan guapo, pero la mayoría solo quiere presumir con sus amigas.

Nada genuino.

Y tampoco era para nada genuino sus compañeros de clase que dicen ser “amigos”. Se suponía que la mayoría de amigos te apoyan. Bueno, no todos son así. Algunos le han dicho que se ponga a trabajar de abrelatas por su 《peculiaridad》.

¿Eso era un amigo?

Quiere decir, no tiene mucha experiencia haciendo amistades, por lo que podía confundir la amistad con algún acto solidario, pero, en general, se burlen de él a sus espaldas. De todas formas, no siempre es así; tiene un par que los conoció en su ingreso a la escuela, y han sido bastante cercanos desde ese punto. Sin embargo, la gente que no le conocía tan bien, siempre le decía que sería un gran tipo de “soporte” o “práctico” con ese 《don》 suyo. Aunque no estaban tan equivocados, le parecía bastante tonto que cataloguen su utilidad mediante su poder.

No importa. Esa gente no era relevante en su vida, y jamás lo sería. Después de todo, ¿a quién le importaba esa gente, de todos modos? Iba a ser…

¿Qué iba a ser, exactamente…? No lo sabe. Para nada.

Ser un minero no era algo que le gustase, y tampoco buscaba tener un trabajo similar al de sus padres, pero, entonces, ¿en qué podía destacar? Ni siquiera tiene una idea. Se sentía demasiado decente. Muy normal. Sin nada destacable. Su 《don》 carecía de versatilidad, no era el más listo ni atlético y, sobre todo lo demás, lo único que tenía era una cara bonita a la cual podía sacar un poco de provecho, pero no se sentía cómodo haciendo eso en especial. Tenía tiempo, de todas formas. Era bastante joven, y los años pasaban lento.

Tenía todo el tiempo del mundo, pero, ¿el mundo pararía de girar sobre su órbita un momento para esperarlo? No lo cree.

¿Y qué pasaba con ser un héroe…?

No tiene ni idea. Ya sabe la respuesta, y era un sueño poco realista. Nadie en su familia ha sido o se decantó por querer ser un héroe antes. Ni siquiera sus abuelos, tíos o primos. De todas formas, en un lugar tan explotado de nombres, 《quirks》 , y engranajes mucho más grandes que encajan en cualquier esquema, ¿dónde habría lugar para él, de todos modos?

Dejó de pensar en ello, mientras su sombra se volvía inmensa bajo sus pies. Extrañado, alzó la vista, mientras veía lo que necesitaba observar unos minutos atrás.

El cielo, infestado por el abrir de las alas de un dragón. Ryukyu , la heroína, surfeaba por el mar del cielo, totalmente calmada en demostrar su presencia. Kaibara la observó, rozando sus alas con las nubes cercanas, rompiéndolas a todas con el batir de las mismas. Ver el cielo, con una protectora en todo lo alto, le hizo sentirse seguro de todo.

De que iba a estar bien, porque ellos estaban aquí.

Desde que fue un niño, ver videos de héroes salvando a la gente y dejando que el sol brille una vez más, sentía algo que empujaba en su interior, pero nunca supo descifrar lo que intentaba decir ese sentimiento aflorando en su interior en todo momento. Era una sensación indescriptible, a la cual nunca le prestó la suficiente atención, pensando que no tenía otra decisión en su vida.

Sin embargo, ahora, viendo a la heroína surcar los cielos, y estar parado en su sombra, lo hizo sentir… algo.

Si los héroes volaban el cielo, dejándose ver. Entonces, debía de haber héroes que seguían la sombra de aquellos gigantes, cubriendo sus espaldas.

Protegiendo y salvando lo que ellos no llegaban a ver.

Se sintió raro, en la sombra de la heroína, hasta que la misma desapareció en la lejanía, poniendo sus enormes alas a flote. Kaibara se quedó viendo al cielo, alguna vez, pintado con la presencia de un héroe en ella.

Fue un sentimiento complejo que no podía descifrar.


Cuando ya tuvo las cosas compradas, atinó a suspirar de alivio. Una calculadora cualquiera y, quizás, compró un par de cosas extra sin importancia. Lo bueno del dinero ahorrado, si le preguntaban.

“Bueno, ahora…”, murmuró para sí mismo, mientras que sentía un ligero temblor a la cercanía. Tuvo que arquear una ceja, mientras la gente corría despavorida hacia la otra dirección a la que él se dirigía. Frunció el ceño suavemente. “¿Q-Qué está…?”.

“¡Villano, llamen a los héroes!”, exclamó un señor.

“¡Al diablo mi bolso, quiero vivir!”, mencionó una mujer cercana, mientras corría despavorida.

El centro de la ciudad estaba ligeramente tembloroso, con humo saliendo por doquier. Era como si el fuego se expandiera por todos los metros cuadrados, por lo que se acercó de manera instintiva. Pudo ver como algunos héroes se dirigían a la escena, por lo que se pudo sentir tranquilo al respecto. Sin embargo, algo en su pecho, una sensación creciente, le decía que necesitaba ir allí.

“¡Mi hija sigue ahí, déjenme pasar!”, comentó una madre preocupada, siendo arrastrada por la multitud exasperante.

“¡Hay una niña ahí en frente!”, exclamó uno de los héroes, mientras que las llamas se iban expandiendo por la zona. Sonaba muy preocupado al respecto.

La pequeña lloraba, abrumada por el escándalo. Su globo explotó poco tiempo después de la temperatura. Kaibara no sabe qué tan fuerte era ese fuego, o con qué cercanía estaba el pedazo de concreto y acero de la niña, cayendo lentamente sobre ella. Sus ojos se encogieron del miedo, la exasperación, y la situación. Lo único que hizo fue salir a dar un paseo, comprar un par de cosas de un examen para mañana, y ahora iba a presenciar la muerte de alguien en frente de sus ojos.

¿Realmente se iba a quedar allí, paralizado…?

La bicicleta cayó a un costado. El miedo pasó a ser algo secundario, mientras que sus ojos se centraban en la niña en peligro, cada vez que sus pasos aceleraban y hacía eco en sus propios oídos.

En ese momento, sus piernas se movieron por sí solas.

Todo pareció ir en cámara lenta, mientras que su brazo derecho comenzaba a girar como un taladro. Aquel que, en un futuro probable, podía abrir túneles para escarbar en lo profundo de la mina a hacer minería. ¿Ahora? Estaba haciendo algo más que eso: estaba salvando a una persona en peligro. El concreto peligroso y mortal desprendido terminó por hacerse pedazos, mientras que protegía a la niña con su cuerpo para que los escombros no terminen por dañarla en lo más mínimo.

Entrenar y aprender a usar su 《peculiaridad》 fue algo que su padre le enseñó a mejorar considerablemente con el paso de los años. Ahora, pudo usarlo sin lastimarse gravemente el brazo, aunque seguía dejando leves tirones. Después de todo, tenía un camino muy largo que recorrer de todos modos. Su brazo giratorio dejó de hacer su rotación habitual, antes de dejar que la luz del sol ocupara su lugar una vez más.

Nada de cosas interfiriendo con sus rayos solares.

Nada de peligro .

Solo el hermoso cielo y el sol, infestado de nubes.

Mientras los héroes volaban, él protegía, pisando su sombra.


Decir que lo regañaron los héroes fue algo bastante acertado. Aunque no duró mucho, ya que, finalmente, le terminaron dando las gracias por salvar la vida a una pequeña niña. Cuando la regresó a su madre, pudo sentir que su corazón se derretía al ver a la madre llorar a lágrima viva al encontrarse con la pequeña, que tenía un gran futuro que vivir.

Sabe que existe una regla sobre el uso de los 《Quirks》 a aire libre sin licencia, y que estaban prohibidos su uso por varias razones, pero esta vez, no iba a dejar a una pequeña niña que tenía todo adelante por vivir solo porque tenía miedo a tener una llamada de atención. Quiere decir, sabe que no actuó por voluntad propia, y fue un impulso de su cuerpo que le obligó a moverse. Sin embargo, no le importaba en lo absoluto.

Miró sus brazos y piernas vendadas por encima. Sabe que no se lastimaba casi nada ahora que sabía usar mejor su 《don》, pero el fuego estaba allí y no para adornar la escena. Se quemó bastante los brazos y piernas. Suerte de que había un héroe de apoyo que lo ayudó con sus heridas, pero el daño físico no le importaba, ya que siempre podía restaurarse con el suficiente tiempo. Era mejor rasparse las rodillas y tener su hueso expuesto por el esfuerzo, a lamentarse para que una niña muera en frente de sus ojos y los de su madre.

‘Si pensaba un segundo más, no llegaba’, pensó el chico para sus adentros. Ciertamente, todo pasó tan rápido, que no pudo recordar cuantos segundos pasaron antes de que pudiese reaccionar al respecto. Lo que sí sabe, es que se movió sin pensar.

Cuando se dispuso a irse, tomando su bicicleta tirada y segura, sintió un suave tirón en su pantalón corto. Parpadeó unos segundos, antes de voltearse y ver a la madre e hija, juntas.

La señora le sonrió con amabilidad, mientras se retiraba una lágrima traicionera. “Gracias por salvarla, joven muchacho. Es un alivio de que aún queden personas así”, mencionó la mujer.

“N-No fue nada, señora”, le sonrió con nerviosismo, antes de mirar abajo a la pequeña. Se arrodillaría, pero sus piernas quemadas lo mataban en este preciso momento. “¿Qué ocurre, pequeña?”.

“¡S-Señor, m-muchas gracias por salvarme!”, exclamó la pequeña, con una sonrisa radiante. “¡Gracias por moverse cuando nadie más pudo hacerlo!”, le agradeció, mientras le extendía un pequeño chocolate frente al rostro. “T-Tenga. Un regalo”.

El corazón del chico palpitó ante sus palabras. Se sintió… alegre. Lleno. Ese sentimiento que siempre se empujaba y retorcía en su interior, parecía calmarse y llenarse en su totalidad. Siempre fue un hambre que desconocía que necesitaba ser llenado, pero, ¿ahora? Ya lo entendía.

Tenía el material para ser un héroe.

No uno destacable, pero sí lo suficientemente decente como para salvar a la gente. Quería seguir sintiendo que era útil; que tenía la madera para subsistir en esta sociedad de superhéroes con poderes e ideales increíbles. Simplemente, necesitaba sentir ese fuego vibrar en su pecho. Quería moverse por su propia cuenta, y no porque su cuerpo haya sentido la necesidad de moverse.

Después de todo…

Eso es lo que hace un héroe, ¿no? ”, comentó hacia la niña, con una sonrisa amplia y radiante.

Finalmente, ese día, Kaibara Sen encontró su destino. Uno que quería explorar, sin tener que ser arrastrado.

Esta fue su propia decisión.

.

 

.

 

.


Cuando terminó de rememorar, abrió los ojos poco a poco. Su respiración comenzó a normalizarse, mientras que se comenzaba a levantar del suelo. Sus rodillas crujieron, mientras que los escombros caían a sus costados. Dejó escapar el aire caliente de sus pulmones, mientras apretaba los dientes suavemente, antes de formar una ligera sonrisa.

“Sabía que teníamos cosas en común, Midoriya…”.

Cuando ingresó a la U.A., tuvo que decir que fue por bastante coincidencia y suerte. Sin embargo, no iba a despreciar esa suerte caída del cielo.

Sus padres no mostraron mucha resistencia ante el sueño de su hijo. Solo fruncieron la mirada, extrañados, curiosos…

Y orgullosos de que pueda dar sus propios pasos por su cuenta. No pisar sus huellas en el suelo, sino que, él iba a dejar su huella en otro camino distinto.

Y ellos iban a apoyarlo en todo lo que pueda proponerse para lograr alcanzar su sueño.

El primer día, cuando escuchó de que Midoriya pudo destruir al cero puntos, pero se rompió sus huesos en el proceso, lo encontró imprudente. Se sentía como si no tuviese sentido hacerlo, más que para impresionar. Sin embargo, sintió cierta conexión con él. Dos chicos, aspirantes a ser héroes a futuro, son capaces de lastimarse cuando utilizan sus 《dones》. Al inicio, se negó a creerlo, y que era una supuestamente mentira

De todos modos, se sentía similar, como si lo hubiese visto en algún momento. Y cuando regresó a su casa, lo recordó.

Recuerda haber visto la noticia, donde un adolescente, Katsuki Bakugo, fue salvado por All Might de un villano de lodo que causaba estragos. Sin embargo, sabe que esa no es toda la noticia. Pudo ver los videos de los ciudadanos que grabaron el incidente, donde cierta cabellera verde se lanzaba para sacar a Katsuki Bakugo del lodo.

Claro, eso fue antes de que fueran eliminados, pero mantiene el video en su teléfono. Él sabe lo que vio…

La misma necesidad de que tu cuerpo se mueva sin quererlo. Un instinto de que la gente necesita ayuda, lanzándose sin importarle las consecuencias de su persona.

Solo para salvar a alguien.

Y es por eso, que Kaibara supo que ellos dos tenían mucho en común desde que se juntaron como compañeros.

Levantándose del suelo, observó el techo por unos segundos, antes de sonreír ligeramente. Una idea se formó en su mente, antes de acercarse a su compañero. El mismo respiraba de manera dificultosa, sintiendo que estaba siendo hervido en su totalidad. Midoriya alzó suavemente la mirada, mirando a Kaibara, levemente sucio por los escombros, y con un pequeño hilo de sangre bajando por su nariz.

“K-Kaibara-san”, comentó, ligeramente preocupado por su herida en la nariz. Parecía estar rota.

“Estoy bien…”, respondió sin mucho rodeo, antes de mirar a Tetsutetsu, quien empezaba a levantarse. Rápidamente, observó el techo. “¿Puedes moverte?”.

“A-Apenas”, se lamentó.

“Tranquilo. Tengo un plan”, tuvo que sonreir levemente.

“¿E-En serio? ¿Y e-en que consis-?”, su pregunta fue totalmente callada, cuando Kaibara lo tomó de sus ropajes con una de sus manos, mientras sentía que el chico la hacía girar poco a poco. “¿E-Eh?”.

“Consiste en que vayas a por la bomba. Si mis cálculos no me fallan, no tenemos tanto tiempo. Cuatro o tres minutos, máximo. No lo escuché bien por este frenesí de golpes y pelea”, explicó, mientras sonreía levemente. Su brazo desocupado comenzó a girar de manera independiente. “Y, por ello, voy a abrirte una chance, Midoriya”.

“¿A-A qué te refieres? ¿T-Tú te enfrentarás a Tetsutetsu?”, preguntó con duda.

Exacto. Veo que lo has entendido, héroe…”, quedando en silencio por unos segundos, miró al frente. “Yo sé que eres un héroe, Izuku Midoriya. Te vi esa vez… Cuando tus piernas, se movieron solas”.

Los ojos del chico se abrieron de par en par, sintiendo que la realización lo golpeó levemente. ¿Él vio ese momento cuando salvó a Kacchan del villano de lodo? Entonces, ahora tenía mucho más sentido el hecho de que dijera conocerlo.

“¿Puedes romper los dos pisos de arriba con un puñetazo?”, la pregunta cayó en oídos sordos por unos segundos, antes de asentir con la cabeza. “Perfecto”.

Antes de seguir con su sonrisa, la presencia de Tetsutetsu que se avecinaba lo hizo ponerse manos a la obra. Sus pasos, pesados, pero rápidos, intentaban detener su plan ahora mismo. Eso lo hizo sonreír, sabiendo que el plan estaba ejecutándose a la perfección.

Sin darle instrucciones a Midoriya sobre qué hacer, comenzó a acercarse a Tetsutetsu, mientras soltaba a Midoriya de su cabeza. Sus taladros comenzaron a girar rápidamente. No siendo capaz de responder, se lanzó contra su compañero, chocando puñetazos, aunque fue por un corto período de tiempo, debido al daño masivo que le hacía Kaibara al acero del chico con dientes de tiburón. El hombre de acero retrocedió, mientras Kaibara seguía presionando con su taladro.

Ahí fue cuando el chico de cabello verde se dio cuenta. Su compañero se estaba arriesgando, abriendo y ampliando su rango, para poder perforar el techo y lograr llegar hacia la bomba y completar.

¿Le tenía tanta confianza…?

Tuvo que fruncir el ceño, con una sensación confusa en su pecho. Pero no iba a dejar pasar esta chance.

Los rayos se acentuaron, mientras pensaba en el ejemplo del huevo, el porcentaje, y pasaba todo a su brazo izquierdo, su menos hábil. Cerró los ojos levemente. Romper el techo de un edificio como este, para atravesar dos pisos enteros, era complicado, y necesitaba un poco más de sí mismo.

Aunque con una pequeña ráfaga de viento ya destruyó una pared, ¿no?

Entonces…

9%…’, pensó, mientras que el peso, aunque no tan exagerado, seguía siendo bastante para él.

Mientras las chispas rozaban entre Kaibara y Tetsutetsu, chocando puñetazos y patadas, el peliverde se esmeró en concentrar su poder. Abrió levemente los ojos, con las franjas rojas envolver su brazo con fuerza. Temblorosamente, movió el brazo, con un sudor extremo siendo eliminado de su frente ante el calor que comenzaba a azotar su interior.

K-Kaibara-San…”, murmuró, antes de extender el puño hacia arriba. “Te lo agradezco, por confiar en mí…”.

Usando un porcentaje que lo superaba y agobiaba, terminó por gritar con el corazón otro “Smash” potente, levantando el aire hacia el techo, comenzando a destruir poco a poco la estructura. El cielo comenzó a verse entre la abertura, mientras que las ventanas, al mismo tiempo, se quebraban por su presión y fuerza. Su brazo, antes normal, terminó por romperse y quebrarse, con esa tonalidad morada tiñéndola completamente. Se aguantó las ganas de chillar, mientras Kaibara corría hacia él.

Le extendió su mano, antes de que el peliverde acepte tomarla con su brazo sano. Rápidamente, comenzó girar como un torbellino, antes de lanzar al chico por la abertura recientemente hecha por el golpe del pecoso.

‘Rompiste este techo que nos limitaba, Midoriya’, pensó, mientras sonreía levemente. El cielo estaba inundando todo con sus tonos celestes, despejados. Lo único que estaba allí arriba, combinándose, era la silueta verdosa del peliverde. ‘Ambos somos parecidos en ciertos aspectos. Sin embargo, ambos tenemos mucho camino que recorrer. Vuela, pequeño gorrión. Has que todos vean que estás aquí. Yo, en cambio, pisaré tu sombra. Mientras tú vuelas por el cielo, yo bajaré a la tierra para luchar…’.

Con anticipación, golpeó el brazo de Tetsutetsu, girando y logrando provocar grietas en su superficie. El chico frunció el ceño, antes de darle una patada en el costado a Kaibara, quien sonreía a pesar del dolor.

¡Tetsutetsu, déjame ser tu oponente!”, exclamó con una sonrisa llena de adrenalina. ‘No soy más que un chico ordinario, pero voy a ser un héroe que luche cuando los demás tengan que brillar. Izuku Midoriya, brilla, mientras que limpio tu camino, con mi taladro’, rápidamente, comenzó a lanzarse, antes de tomarse de las manos con Tetsutetsu, forcejeando. Su sonrisa vaciló con ligeros temblores. ‘¡Deja que mi taladro guíe a todo el mundo, héroe!’.

“¡Vamos, demuestra de qué estás hecho, Kaibara!”, exclamó.

Ambos estaban totalmente decididos a dar lo mejor de sí. Uno buscaba luchar y mostrar su valía, mientras que el otro, demostrar que sus pasos, su taladro y acciones pueden guiar a los demás.

Por otro lado, Midoriya fue lanzado con fuerza hacia arriba. Su brazo roto se movía como si fuese una especie de bandera que se balanceaba con el viento. Sus chillidos fueron ahogados, mientras que su fuego interno bailaba más que su inseguridad por el momento. Antes de llegar a tocar el techo, se agarró del suelo del último piso, donde estaba la bomba, mientras que se levantaba con la fuerza de su propia voluntad y esfuerzo.

Al lograr subir, observó a su alrededor. No había moros en la costa, lo que le pareció totalmente extraño de por sí. Arrastró los pies, notando la bomba en frente suya, esperando de manera tan inexpresiva. El chico tragó suavemente la saliva, mientras caminaba de manera ligera, pero no menos tranquila. Su cuerpo estaba entumecido y agotado por el uso del 《OFA》, lo que terminó por agobiar sus huesos, músculos y carne.

Sus párpados se sintieron como dos bloques de concreto, mientras sentía que algo… Le impedía respirar. Abrió los ojos, sintiendo que sus pulmones se sentían llenos de algo, tapando sus orificios, y cayó al suelo, tosiendo violentamente. Sintió que alguien tocaba su espalda, antes de caerse completamente.

Kinoko Komori estaba allí, mirándolo con sus ojos ocultos debajo de su cabello castaño.

“Puedo propagar esporas, capaces de crecer en donde entren. No pudiste saber que estuve tocando tu espalda todo el tiempo y, debido a la cercanía, terminaron por crecer en tu garganta y pulmones. ¡Es algo que he estado entrenando por mucho tiempo, y ahora, puedo decir que lo he logrado!”, exclamó, entre agotada y contenta por el resultado del uso de su 《Quirk》. Midoriya sintió que le ardía la garganta de tanto toser. “Tardan entre dos a tres horas en desaparecer. Por lo tanto, estás fuera de combate. ¡Lo siento, Midori!”, dijo con un tono de disculpas.

El aire se le escapaba a Midoriya de los pulmones, sintiendo que el oxígeno no llegaba al cerebro. Poco a poco, sintió que sus manos eran atadas por la cinta de captura, mientras la meta había estado ahí en frente, a centímetros de poder haber ganado el encuentro.

Mientras perdía la consciencia, y su cansancio lo hacía doblegarse, solo pudo escuchar una última cosa antes de cerrar los ojos…

¡Kaibara Sen e Izuku Midoriya han sido capturados! ¡Por lo tanto, el grupo de villanos gana!”, exclamó la voz por los altavoces.

Midoriya cerró los ojos.

Ellos perdieron por su culpa…


Cuando abrió los ojos, tuvo que quejarse ante el dolor que comenzaba a golpearlo sin piedad. Usar el 《One For All》 de manera imprudente sí que le ha estado pasando factura. Observó como sus brazos estaban totalmente vendados, y su dedo roto también. Luego de ello, observó el techo blanquecino de la enfermería, mientras el sol alumbraba las ventanas. No tenía su traje de héroe por el momento, pero mantuvo sus ropas de estudiante.

Recuerda todo lo que pasó. Tuvo la bomba en frente de él, y no pudo tocarla.

¿Por qué diablos quiso usar todo un poder que no controlaba en su totalidad, solo para demostrar algo?

No lo sabe, y no quiere saberlo. Su cabeza ha sido un desastre desde que fue seleccionado por All Might como su sucesor.

Sus ojos se llenaron de lágrimas ligeras, antes de intentar secarlas de su rostro. Era inútil. Seguían saliendo sin cesar.

¿Por qué estaba llorando…?

Él…

No pude… hacer nada…”, murmuró entre leves sorbidos de su nariz, mientras tapaba su rostro con su brazo vendado. Sus labios temblaban levemente, mientras las lágrimas comenzaban a caer y deslizarse sobre sus mejillas. “¿Por qué…? Soy… un pésimo sucesor…”, sollozó de manera más audible. “¿Por qué… me eligió…?”.

Era bastante bueno de que la enfermería estuviera vacía, ¿no…?

Cerca de la entrada, donde la puerta estaba cerrada, Toshinori simplemente escuchó las penas de alumno. Frunció el ceño, antes de mirar su teléfono celular. El contacto de “Gran Torino” figuraba en el mismo, antes de mover los labios levemente, dudoso de su decisión.

Sin embargo, esto era por el bien de su alumno.

Él podía ayudar con esto…









Bonus:

Kaibara terminó de entrenar, mientras que suspiraba suavemente. Al entrar a su habitación, sus cosas lo recibieron, y la cama le pareció tentadora para echarse y relajarse en todo momento. Se colocó la toalla sobre su hombro, antes de mirar su escritorio.

En el mismo, se encontraba un pequeño dibujo mal hecho, pero con mensaje bastante bonito.

Cuando rescató a esa niña en peligro, la pequeña lo ha visitado cada vez que puede, charlando con él.

Es como una pequeña hermana para él, y su madre parece encantada al respecto.

Tomó el dibujo entre sus manos, y sonrió con ligereza. “¡Gracias por salvarme, señor! ¡Taladra el cielo por mí!”. Eso decía el dibujo que la pequeña hizo de él y ella.

Taladrar el cielo, ¿eh…?

Supone que debe de esforzarse más entonces. Con su taladro en mano, guiará a todos, y protegerá a lo que los grandes héroes no puedan ver debajo de ellos.

Pero, por ahora, necesitaba un baño.

Olía bastante mal.

Notes:

De todos modos, tengo algo que me gustaría que apoyen.

Un usuario de la comunidad angloparlante, ha querido traducir mi historia al inglés.

¡Por consiguiente, me gustaría que vayan y le den apoyo, que ha estado haciendo un gran trabajo!

Link: https://archiveofourown.to/works/65977396/chapters/169991866

Chapter 12: Capítulo 11: Presidencia y gran tifón

Summary:

Midoriya tiene grandes problemas de confianza y autoestima, pero All Might tratará de ponerlo en el camino correcto.

Notes:

¿Hay una escena un poco forzada? Sí.
¿Importa? No.

¡De todos modos, disfruten!

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

...


El atardecer se dejaba ver por las ventanas del lugar. El cabello desordenado de Midoriya se dejó ver, desparramado por toda la frazada de la camilla de la enfermería. Sus ojos, ligeramente apagados del esfuerzo que hizo hoy, se dejaron ver. Sus brazos se mantuvieron cubiertos por vendajes, mientras que Recovery Girl lo regañaba, con una mirada molesta y preocupada en su rostro. Las heridas internas eran mucho más preocupantes que las visibles, y eso lo dejó totalmente agotado cuando la heroína uso su 《Quirk》 en él.

Tenía una fractura en el cráneo, un dedo roto, microlesiones internas (desgarros), nariz rota y, además, también tuvo una de sus piernas con un hueso doblado por el esfuerzo. Ciertamente, usar el 《One For All》 de manera imprudente le valió demasiado esfuerzo. El daño colateral de usar el 5% fue demasiado para su cuerpo, para nada adaptado a tener un 《Quirk》 antes. Entrecerró los ojos, mientras sus regaños caían en oídos sordos.

Él era un 《Quirkless》 que le dieron un 《don》 poderoso. Se adaptó y preparó lo suficientemente bien como para no explotar por usar el poder de All Might, sin embargo, ¿por qué era tan terco? Necesitaba adaptarse para usar el 3% y ser lo suficientemente capaz de no ser un peso muerto en la práctica de hoy. Entonces, ¿por qué diablos no hizo caso a las explicaciones y recomendaciones de su maestro? Él le confió su poder porque vio que era "capaz", entonces, ¿qué hacía allí, despreciando su confianza y tirando todo por la borda?

Sabe que el 《OFA》 es una gran responsabilidad que llevar sobre sus hombros. Además de Izumi y su madre, nadie ha confiado lo suficientemente en él para tratar de demostrar algo. Por lo tanto, quiso demostrarle a su maestro que era digno de ser su sucesor. Dejar en claro, en el ejercicio, que era completamente capaz de poseer su poder y controlarlo. Pero se dejó llevar en todos los sentidos habidos y por haber.

Ahora, estaba siendo regañado por Recovery Girl por su actuar tan destructivo. Sinceramente, no quiere escucharla, aunque sabe que debe de hacerlo para no llevarse un par de golpes en la cabeza por ello. Aunque, claro, incluso si la escucha, se llevará un par de golpes a fin de cuentas con el bastón, así que prefiere evitarse algún que otro problema con eso. La madera con la que estaba hecha esa cosa dolía mucho. Sus oídos dejaron de evitar escucharla, luego de haberse perdido en el mar de pensamientos de su cabeza.

"¡Ese daño que te hiciste fue muy difícil de curar, mocoso!", bufó por lo bajo, mientras se sentaba en una silla cercana. "Daño interno, externo, desgaste, lesiones, sobreesfuerzo... ¿En qué estabas pensando, chico?", preguntó, con cierta expresión de preocupación. Aunque no lo demuestre bien, se preocupa por todos sus pacientes. "Vi las grabaciones cuando estabas descansando. Debo de decir que saltaste por alto muchas cosas que Toshinori dijo que no hicieras".

"... Lo sé", murmuró, con la vista clavada en las sábanas que cubrían su cuerpo. Apretó las mismas con sus dedos, sintiendo una sensación de arrepentimiento instantáneo luego de haber dudado tanto de su capacidad, condición y demás. Quiso mostrarle que era digno, pero...

¡¿Para qué hacerlo?! All Might ya había confiado en que era el portador perfecto para ello, y lo entrenó para darle su poder. Le dio consejos que evitó hacer y, gracias a eso, terminó por perder el control y desgastarse de manera excesiva. Podía sentir como sus tendones, aun habiendo sanado, estaban bastante exigidos unas horas atrás antes de empezar el ejercicio de su profesor. La frustración en su mirada se mantuvo, a la vez que sus dientes crujían silenciosamente.

Se sentía tan estúpido...

"¿Qué querías demostrar, chico? ¿A quién, exactamente?", preguntó la heroína mayor, provocando que Midoriya alzara la vista para observarla unos segundos.

"Y-Yo...", dudó en su respuesta, mientras fruncía los labios ligeramente. Se mordió su mejilla, mientras volvía a mantener la cabeza baja. Recovery Girl suspiró exasperadamente, frotándose el entrecejo.

"En serio, estos niños de hoy en día...", murmuró para sí misma, mientras observaba la mirada del pecoso.

Sus pupilas ya no rebosaban esa emoción que mostró cuando se conocieron por primera vez cuando despertó el 《One For All》 y se rompió el brazo. Todo ese brillo, reflectante en su rostro, había abandonado todo sentido de luminiscencia. ¿Ahora? Solo tenía un rostro absorto en mirar al suelo, sin lograr levantar la misma y verla. Simplemente, se quedaba allí, sentado, observando sus brazos vendados y sábanas, sin dignarse a observar a alguien más que a él mismo.

Después de todo, siente que el único culpable es él mismo. Y tendría sentido que lo piense de esa manera. A fin de cuentas, por lo que vio en las grabaciones, estaba demasiado agotado física e internamente en ese momento como para hacer algo más. Todo ese esfuerzo quemado y tirado a la basura, porque decidió exigirse cuando no debía de hacerlo.

Era como dejar de lado las ruedas entrenadoras para las bicicletas de pequeño, y tratar de manejar una gran bicicleta de corrido. A fin de cuentas, y aunque alcances los pedales para avanzar, y llegues a sentarse en tu asiento, hay cosas que necesitas de seguir entendiendo, practicando y dominando. Midoriya Izuku, solo puso en cuestión el entendimiento y la práctica, más no la dominancia total de la misma. Por lo tanto, eso llevó a un desgaste extremo, casi exagerado por su parte, provocando que se dañe severamente como daño colateral.

No era psicóloga, pero trabajar con Hound Dog ha ayudado mucho en su diagnóstico. Por lo tanto, y viendo al chico, sentado en frente de ella, con confusión y una mirada perdida, sabe que algo no va bien. Bueno, Nezu le comentó que varias cosas no iban bien con él en el examen de admisión para la U.A. en general. ¿Qué clase de loco terminaba por sabotearse a conciencia de un examen tan importante? Además, estaba el hecho de que Midoriya, contra el cero puntos, había saltado y se rompió el cuerpo para ayudar a una compañera.

No solo le valió puntos extras, sino que, además, le demostró lo inmaduro e irresponsable que era para usar el 《don》. Sin embargo, lo entiende por dos motivos.

El primero, y más obvio, es que es un chico joven, por lo que obviamente iba a tener defectos; no podía esperar a que sea capaz de controlar todo el poder de una sola sentada. Además, teniendo en cuenta de que despertó su poder a cinco meses antes de que el examen iniciara, y mostrara poder dominarlo, eso ya lo hacía ciertamente increíble para el joven chico. Aunque, ahí radicaba su otro punto.

El segundo, es que ha sido 《Quirkless》 en toda su vida. Y si bien, sabe que tiene una hermana con un 《Quirk》 increíblemente fuerte, él no ha experimentado los puntos negativos que tiene usar un poder de esa magnitud o calibre, por lo tanto, que se arriesgara de manera imprudente, casi suicida, es normal para ella. Después de todo, nunca ha tenido los puntos negativos de tener un 《don》 en su vida. Ni siquiera los puntos positivos de ello. Así que, en resumidas cuentas, carece de experiencia propia.

Por lo tanto, Toshinori tendría que darle unas cuantas clases de autopreservación para su sucesor. Después de todo, no siempre puedes contar conque aprenda rompiéndose en todos los entrenamientos que haga. La gente suele aprender al primer error, pero, las personas que dudan constantemente de sí mismos, no tienen de eso.

Después de todo, las personas con baja autoestima siempre tienden a dudar de sí mismos, lo que lleva a una falla casi sin precedentes. Esto era, básicamente, como darle un arma de alto calibre a un niño y esperar a que pueda llegar a entender como usarla sin conocimiento previo. Sabe que Toshinori le dio lo simple y básico para que sea capaz de liberar esa fuerza interna, pero eso no parecía ser suficiente. Su psique le obligaba a ir más allá de lo establecido por sí mismo, mientras pensaba que no tenía límite natural en cuanto a usar el 《One For All》, porque, sencilla y llanamente, nunca tuvo un poder al nacer.

Puede haberlos visto, identificar falencias y errores para compensarlos, pero si las personas que lo usaron años y años no se dieron cuenta de esos desgastes, ¿cómo iba a hacerlo este chico? Quizás sabe sus limitantes, pero no le importaba mucho, porque estaba cegado con la idea de querer mostrar que era completamente digno de su poder. Entonces, eso lo llevaría a romperse una y otra vez, hasta que sea demasiado tarde como para que pueda arrepentirse y querer regularse a sí mismo.

A fin de cuenta, pudo haber heredado el poder, pero no el carácter para usarlo correctamente.

Necesitaba un regulador de por medio. Alguien que le ponga los pies sobre la tierra.

"Por ahora, estás estable. Tus heridas internas fueron difíciles de curar, pero, en general, estás mejor que hace unos momentos atrás. Te dolerá un poco caminar, pero estarás bien. Para mañana, deberías de estar estable y listo para seguir normalmente", expresó la heroína, provocando que Midoriya asienta con la cabeza ligeramente, aun negándose a verla.

"E-Está bien...", respondió en un pequeño murmuro. Sus manos y nudillos estaban levemente blancas al sostener las sábanas, mientras que sentía impotencia sobre su situación actual. ¿Por qué era tan caradura?

La señora le dio una última mirada, antes de suspirar mentalmente y retirarse por ahora.

Su bastón la ayudó a caminar levemente por el cuarto, mientras sus dedos se apoyaban en el pomo para abrir la puerta de su oficina. El interior la recibió, mientras que Toshinori estaba allí, apagando el teléfono y suspirando levemente. Parecía ser que hizo lo que tuvo que hacer. Recovery Girl frunció los labios, antes de tocar con la punta de su bastón en la cabeza del símbolo de la paz. El rubio la observó, con sus ojos azules inyectados en sus cuencas.

"¿Qué dijo ese viejo idiota?", preguntó la mujer, haciendo que Toshinori suspire suavemente. Sus rodillas y piernas temblaban de manera incontrolable. "¿Aún le tienes miedo?".

"G-Golpeaba muy fuerte. Mi cuerpo reacciona... Pero, respondiendo a la pregunta, sí, aceptó, aunque no estaba muy contento por no haberle dicho antes", expresó, a lo que la heroína de la recuperación asintió, entendiendo la actitud de la persona con la que habló.

"Sí, Torino era así. No me sorprende. Además, si le hubieses dicho, podrían haber tenido un entrenamiento más constante para que ese chico tenga más confianza en sí mismo. Teniendo en cuenta su actitud, y todo lo que vivió, debería de ser suficiente como para poder ayudar a tu sucesor. Ahora por como está, no sé cuándo tardará en hacer una locura y romperse otra vez", Toshinori suspiró suavemente ante sus palabras. Sabía que tenía razón en ello.

"Lo sé. Pensaba que había entendido lo que le había comentado, pero...", se reclinó en su sitio, mientras miraba al techo. "No me escuchó para nada".

"No creo que sea el caso. Yo sé que te escuchó. Las dudas que tenía en el entrenamiento fue bastante clara. Sigue en duda, negación, sobre ser el noveno portador. Mentalmente, no estaba bien. Hound Dog debería verlo, ¿sabes? Estoy segura de que para ese apartado, él puede encargarse mejor. Por ahora, es capaz de irse, pero quiero recalcarte algo, Toshinori. Midoriya te tiene en muy alta estima, por lo que no quería decepcionarte. Algo así, es lo que pienso yo", terminó de expresar, antes de que el rubio asienta con la cabeza.

"Entiendo. Gracias por atenderlo", dijo, con una leve reverencia. Sus mechones rubios cayeron al suelo levemente. La anciana sonrió con ligereza.

"Esa es la labor de una heroína. Yo ya hice mi parte. Haz la tuya como maestro, Toshinori".

Mientras que el héroe número uno se levantaba y le sonreía levemente con agradecimiento. Se acercó a la puerta, y la abrió, antes de retirarse. Recovery Girl se mantuvo allí, antes de sentarse en la silla de su escritorio, y mirar a las afueras.

Por ahora, esperaba que ese chico pueda entender sus propias limitaciones físicas y mentales.

...


Decir que Toshinori estaba sorprendido de cómo se dieron las cosas, era quedarse corto en ese aspecto.

Sabía con antelación de que su sucesor no estaba bien en algunas partes, y más en la confianza sobre su propia fuerza. Tampoco tenía tantas esperanzas puestas en el hecho de que le dieran el 《One For All》. Las dudas que observó al usarlo, la negación a rebajar su porcentaje y demás lo hicieron sentir que algo andaba bastante mal en su cabeza. El chico fue 《Quirkless》 toda su vida, y aunque tenga la capacidad de ayudar a los demás con el uso de su 《don》, ¿de qué sirve cuando no puedes darte ese lujo para ayudarte a ti mismo? Simplemente, no tenía mucho sentido.

《Aldera》 era en donde había estudiado. No había tenido el tiempo suficiente como para ver la escuela, debido a que su trabajo como maestro y héroe lo mantenían ocupado, pero podía darse unas horas libres para hacer una visita junto a Nezu. Si pensabas con bastante antelación, era muy probable que la raíz del problema venga de ahí. Por lo tanto, una visita era requerida con antelación. Viendo los reportes, la gente 《Quirkless》 en Japón no dura mucho tiempo en la sociedad.

Principalmente, porque siempre hay factores que los hacen tomar distintos caminos.

Por eso, al saber que Midoriya era 《Quirkless》 en su primer encuentro, se sorprendió.

Después de todo, y quitando a su nieta y Tsukauchi, no conoce a mucha sin 《don》 en su vida, debido a la poca cantidad de personas sin poderes en Japón y en el mundo en general. En Estados Unidos, quizás habrá salvado a alguna que otra, pero realmente no se iba a andar preguntando sobre si tenía o no un 《Quirk》. Sería bastante grosero hacerlo, si era honesto. Además de eso, entiende bastante el peso de tener que llevar el 《One For All》 siendo tan joven. No tiene experiencia para poder ejercer y exprimir el jugo como lo hizo él en su adolescencia.

Después de todo, seguía siendo un niño. Por ahora, tenía catorce.

El chico necesita un guía que lo haga dejar atrás, por ahora, esos pensamientos negativos de su cabeza, y empezar a concentrarse en sí mismo. Después de todo, si no podía tener un sentimiento de autopreservación metido en su cabeza, se rompería una y otra vez. Y tampoco es como que el cuerpo pueda aguantar ser roto por mucho tiempo y tantas veces. Después de todo, eran humanos, no máquinas que pueden cambiar piezas por unas nuevas y seguir funcionando.

Todos tenían un límite físico y mental, y Midoriya no había querido dejar de presionar los límites para intentar conseguir algo que ya terminó por descifrar con la ayuda de Hound Dog en la sala de profesores. Había vuelto hace poco, pero el psicólogo necesitaba hacer su trabajo de todas formas.

Suavemente, Toshinori tomó asiento al lado de su sucesor, viendo su mirada baja y sus manos apretadas en las sábanas. Sus dedos y nudillos se veían blanquecinas por la fuerza ejercida, y el maestro tuvo que suspirar mentalmente ante su frustración interna. Sin embargo, tuvo que sentir que podía sentirse identificado con ese sentimiento de impotencia.

El del poder haber hecho algo más en ese momento. Sin embargo, no siempre había que lamentarse por lo que pasó.

La vida continuaba, y tenías que sincronizarte con ella.

"Joven Midoriya", llamó el rubio esquelético, haciendo que su alumno alzara la cabeza con tristeza plasmada en su rostro. Podía notar que estaba ligeramente lagrimeando. Hasta ahora, no se dio cuenta de ello. Su estado mental estaba realmente delicado, ¿no? ¿Hace cuánto tiempo ha estado así de vulnerable? Debió de haberlo supuesto. "¿P-Por qué estás llorando, joven Midoriya...?".

"L-Lo siento, yo...", tuvo que sorber por la nariz la mucosidad. Sus lágrimas se quedaron impresas en las sábanas. "L-Lo arruiné. S-Soy un pésimo sucesor, ¿no? Desestimé tus consejos, y-y terminé haciendo el ridículo. M-Me rompí los huesos y me forcé y-y, y-yo...", su tartamudeo y lágrimas terminaron por interrumpirse ligeramente, cuando su maestro le acarició la cabeza con comprensión en su mirada.

"Buscabas mi aprobación. Querías demostrar que eras un digno sucesor y, además, querías ser elogiado por mí por mostrar que podías usar el 《One For All》. Eso es lo que querías; aprobación por mi parte", expresó Toshinori, lo que hizo que el peliverde se sintiera un poco avergonzado al ser descubierto tan fácilmente.

"¿F-Fui tan obvio?", preguntó el peliverde, lo que provocó una pequeña risa del profesor. Se quitó un pequeño pañuelo de la chaqueta, y le quitó suavemente las lágrimas de su rostro.

"¿Para los profesores? Sí. ¿Para el resto? No", tuvo que reírse entre dientes, antes de verlo con sus ojos azules. Sus cuencas oscuras por las operaciones le dieron más profundidad a sus pupilas cristalinas. "Pero, ¿por qué buscabas mi aprobación, joven Midoriya? Cuando te di mi poder, ya habías conseguido mi aprobación para ser mi sucesor", esa era una duda genuina.

Midoriya lo observó por unos segundos, antes de mirar nuevamente hacia abajo, negándose a mirarlo al rostro. Las lágrimas seguían bajando como si fuese un grifo mal cerrado. Usó el dorsal de su mano para secar las mismas, traspasando el vendaje de su brazo ligeramente. Sus ojos se sintieron aguados por unos instantes.

"Y-Yo...", tragó saliva. "No lo sé. Quería... mostrar que era lo suficientemente bueno como para ser tu sucesor, pero...", apretó los dientes levemente. "Fallé. N-No pude hacer sentir orgulloso a nadie y-".

"Detente ahí mismo, joven Midoriya", lo detuvo Toshinori, haciendo que el chico se quede allí, viendo a su maestro levemente. "No hay nadie a quien tengas que hacer sentir orgulloso, porque ya lo hiciste, chico. La playa Dagobah, tu acto desinteresado por salvar al joven Bakugo, salvar a la joven Kodai del cero puntos, arriesgar tu integridad para eso...", enumeró, "hiciste tan poco, y con eso ya estuve satisfecho con lo que lograste. Demostraste ser el indicado para portar y usar mi poder. Por eso te elegí para portarlo, chico. Yo ya estaba orgulloso de ti desde el inicio".

Sus palabras lo golpearon con realización, mientras que sentía que el pecho le dolía al sentir esas palabras. La comisura de sus labios se comenzó a deformar nerviosamente.

"Tú puedes ser un héroe. Pero hay que mejorar muchas cosas, joven Midoriya. Además, no soy el único que debe de estar orgulloso, ¿sabes?", comentó.

"¿E-Eh?".

"Tu hermana, madre y, seguramente, tu padre también lo estén", la mención del último hizo que frunciera el ceño, cosa que no pudo notar. "Todos ellos están orgullosos de lo que te has convertido, chico. Nada me va a hacer cambiar de opinión".

"A-All Might...", murmuró una vez más, con la voz quebrada y con una triste mueca en el rostro. El profesor le sonrió a su alumno, antes de darle leves palmadas en el hombro.

"No estés triste, joven Midoriya. Sonríe. Después de todo, las personas que pueden sonreír, son las más fuertes", recalcó, extendiendo sus mejillas en una sonrisa amplia.

El chico de cabello verdoso observó a su maestro, antes de mirar sus manos. Las lágrimas le hicieron cosquillas en la piel al caer de sus ojos, y las limpió rápidamente. Un poco más animado por sus palabras, hizo lo mismo, y sonrió ampliamente. Las lágrimas seguían allí, pero. Por ahora, esto era un muy buen avance para Toshinori con su sucesor.

Una sonrisa podía alumbrar todo el panorama de una persona ciega en sus propios defectos.

...


"E-Estoy un tanto mejor. Gracias por, eh, ayudarme a desestresarme un poco", se rascó la nuca levemente luego de unos minutos de silencio y respiración interna.

Calmar los nervios funcionaba bastante. El peliverde pudo dignarse a ver a su maestro, quien solamente asintió con la cabeza, un tanto contento por el resultado. Le dio una suave palmada en la cabeza, provocando que el chico se quedase con un leve rubor en las mejillas de vergüenza.

"Para eso estoy aquí, ¿no? Necesitabas una ayuda, y quería dártela. Además, siempre es necesario un pequeño empujón para estas cosas", se rio entre dientes, antes de endurecer la mirada. "Sin embargo, eso no es solo por lo que vine aquí".

El cambio de tono le provocó un leve escalofrío por la columna de Midoriya, quien tuvo que entrecerrar los ojos con duda. Ciertamente, no sabía nada de lo que pasaba por la cabeza de su mentor o de lo que necesitaba hablar. Sin embargo, algo le decía que esto no sería para nada bueno en general.

Y, entonces, los pensamientos intrusivos volvieron una vez más, ahogando su mente.

¿Quería el 《One For All》 de nuevo? ¿Buscaría otro sucesor más capaz? ¡No, no haría eso, le acababa de decir hace minutos atrás que estaba orgulloso de haberlo elegido! ¡¿Por qué diablos pensaba de esa manera todo el tiempo?! No tenía sentido, y odiaba sentirse así, y pensar de esa manera.

Como si no valiera nada...

Pero, ¿realmente estaba tan alejado ese sentimiento de inutilidad de su cabeza? Quiere decir, fue 《Quirkless》 toda su vida y necesitaba ser defendido por su hermana mayor, lo que le valió privarla de una vida de estudiante normal y corriente, rodeada de amigas y personas que puedan interesarse por ella. Podía creer que, incluso por su presencia, ella no tuvo un interés amoroso o-

Antes de que pudiera seguir divagando en su mente laberíntica, que no sabía lo que quería, Toshinori tosió sobre su puño ligeramente, aclarando su voz y garganta. Los ojos del pecoso se deslizaron sobre su mentor y maestro.

"Verás, teniendo en cuenta todo lo que ocurrió hace un rato en la práctica, tuve que tomar una decisión", sus dedos se entrelazaron entre sí. "Tu imprudencia es increíblemente arriesgada, casi suicida. Ignoraste mis consejos para ir poco a poco, y te lanzaste con todo sin medirte a las consecuencias. Por eso, estás como estás. Tienes poca autopreservación sobre ti mismo, y eso complica bastantes cosas en el panorama, joven Midoriya".

Tragando saliva, el chico asintió, entendiendo su punto en eso. Realmente, lo admitía; estuvo muy equivocado en hacer caso omiso a sus advertencias, lo que le costó estar vendado, agotado y desgastado física y mental.

Era un idiota.

"Y es por eso que tomé la decisión más arriesgada que he hecho en mi vida", alzó la mirada, y lo observó con antelación. "E-Entrenarás con mi maestro, chico", su voz flaqueo y tembló, al igual que sus piernas y rodillas en conjunto.

"¿E-Eh? A-All Might, ¿estás...?", preguntó, con un dejo de miedo y sorpresa en su tono.

El rubio se rio nerviosamente, quitándose el sudor del rostro. "N-No, es un malentendido. ¡Es un muy buen maestro! P-Puedes aprender un par de trucos de él, y s-servirá bastante en tu aprendizaje, aunque no tengamos tanto tiempo, y... ¡p-paren de temblar, piernas!", exclamó, golpeando las mismas con ligereza, provocando una sensación de horror en el chico de pecas.

'¡¿Quién es el maestro de All Might para dejarlo así de asustado?!', pensó en su cabeza, hasta que la realización lo golpeó levemente.

¿Entrenaría con el maestro de All Might? ¿Quién sería para tener ese prestigio, y por qué no ha oído nada de él? Supuso que él debía de saber el secreto sobre el 《One For All》, por lo que podía ser la razón del porqué no era tan conocido en general. Sabe muchas cosas sobre su ídolo, pero, realmente, hay partes que no tiene claras. Jamás ha sabido sobre su vida personal, su nombre de pila había quedado en oculto hasta que Recovery Girl lo mencionó casualmente, su 《don》, y su maestro había sido un misterio que se cernía sobre su presencia.

Sin embargo, aquí estaba, teniendo una oportunidad de oro para entrenar con alguien increíblemente temible que podía darle enseñanzas válidas a tener en cuenta. Sus glándulas lagrimales se sintieron calmadas en sus ojos, mientras miraba sus manos. Las mismas tenían cicatrices leves por su entrenamiento en la playa Dagobah. Su dedo, anteriormente roto en la práctica, tenía una pequeña cicatriz a lo largo de su extensión.

Eso fue un recordatorio de lo temible que el 《One For All》 podía llegar a ser. Quizás lo tiene y lo aguanta, pero no es capaz de dominarlo aún. Su límite era una cantidad diminuta, en comparación a lo que su maestro podía dominar.

Entonces, quizás, él pueda ayudarlo a dominar mejor este 《Quirk》 ajeno.

No supo la razón, pero una pequeña llama bailó en su interior. Con la confianza de su maestro sobre él, y sintiéndose orgulloso de su alumno, quizás, sería bueno intentar aceptar ese entrenamiento.

Aunque no puede ignorar el cómo su maestro temblaba al mencionar al mentor.

"E-Está bien. Lo haré. Intentaré... mejorar las cosas. Espero que pueda ayudarme a mejorar el manejo del 《don》", comentó el joven de cabello verde, provocando una sonrisa más calmada por parte de su maestro esquelético.

Se sintió, ligeramente, aliviado por su resolución. Sin embargo, esto era solo un pequeño paso en la caminata. Todavía, faltaba bastante para que pueda considerar de que estaba estable para no lastimarse o sabotearse a propósito en las cosas. Que eso era otro tema que debía de tratar Hound Dog. Quería ser un buen profesor, pero no era un psicólogo para determinar, ayudar o conseguir que Midoriya pueda abrirse más de lo que ya lo ha hecho con su persona. El rubio suspiró entre dientes, antes de mirar a los ojos a su alumno.

No sabía si contarle a los padres del joven lo que ocurrió. Sabe que debe de hacerlo, porque es un adulto responsable y eso, pero, ciertamente, no quería ninguna especie de demanda porque su hijo se lastimase en una de las pruebas físicas de la academia.

Además, no quería que su hermana mayor lo queme vivo. Era como Endeavor, pero más pequeña, con un carácter parecido o peor, y un manejo bestial, por lo que presenció en el examen de acceso. Por lo tanto, siempre que se pueda evitar eso, desearía que nada de esto saliera a la luz.

Sin embargo, había algo que necesitaba de concretar con su alumno antes de eso. Observó suavemente sus ropas, siendo las de su traje. No tuvieron el tiempo para cambiarle su ropa por una más normal de enfermería o sus ropas de clase.

Aunque, sinceramente, su máscara era bastante bonita y funcional. Debía de reconocer eso, aunque su capucha fuese... Bueno. Similar de cierto modo a su cabello.

Lo admiraba mucho.

"Ejem. B-Bueno, ya sabes lo de mi maestro. Sin embargo, hay otro aviso que no se ha decidido por parte de los maestros revelarlo aún. Por lo que serás, en general, el primer estudiante en saberlo", tuvo que explicar, haciendo calmar el temblor de sus piernas. Izuku lo observó, con duda y poca confianza en ser el primero.

"¿E-Estás seguro de que puedo saberlo?", preguntó, provocando un encogimiento de hombros despreocupado por parte del símbolo de la paz.

"Hasta este punto, ya da igual, porque necesitas de saberlo", Midoriya suspiró de exasperación silenciosa, antes de asentir suavemente. "Bien. Verás, hoy es miércoles, por lo que el siguiente jueves, básicamente, dentro de una semana, tendremos una excursión programada para la USJ".

"¡¿L-La USJ?! ¡Conozco ese lugar! Es un área de entrenamientos que utiliza diferentes desastres y accidentes para utilizarlos y practicar con ellos, para tener un desempeño o capacidad más amplia en donde tu 《Quirk》 pueda adaptarse mejor a la situación. Inundaciones, incendios, deslizamientos de tierra, derrumbes, etc. ¡Todo eso está concentrado en una cúpula hecha por la heroína Trece! Sin embargo, me pregunto como podría el 《One For All》 adaptarse a situaciones de desastres, con terrenos elevados, o incluso en lugares con mucha agua. Teniendo en cuenta eso, mi poder podría...", se mordió suavemente la uña de su dedo, mientras murmuraba bastante.

El profesor se quedó viendo a su alumno con una sensación de sobrecarga al sentir tanta información salir por la boca de su sucesor. ¿En serio sabía tanto de ese sitio? ¡Él no tenía ni idea que en la USJ también había un dispensador de helado gratis! Esa Trece le mintió en la cara tanto tiempo. ¡Ella sabía lo mucho que amaba el helado!

De todos modos, los murmullos de su alumno podría revelar cosas que no quería que salgan a la luz, así que, con una pequeña palmada en la cabeza, se detuvo en seco. Bastante sencillo, si era honesto.

"O-Oh, lo siento, me dejé llevar".

"No importa, es bueno verte ver las posibilidades del 《One For All》 en diversos escenarios. Habla bastante bien de ti, chico. De todos modos, no es eso lo que quería hablar. Como dije, la semana siguiente, tendremos que ir a la USJ. Sin embargo, será en conjunto con la 1-A. Básicamente, uniremos a las dos clases, para tener una conexión más cercana entre ambas", explicó el maestro, lo que hizo que el peliverde se quedara hecho de piedra.

Sabe que sería bastante bueno, y se emocionaba en lo personal. Conocer a diferentes estudiantes que serán sus compañeros en algún futuro cercano, lo hizo sentirse interesado ante la idea. También estaría Izumi y su grupo de amigos, por lo que sabe que no tendría que preocuparse por no estar un poco solo.

Aunque tampoco es que sus compañeros de clase le hagan sentirse solitario. Son bastante agradables, si era sincero.

Sin embargo, el problema era alguien que sudaba nitroglicerina por doquier. Y, su mirada, le hizo sentirse intimidado en lo profundo de su alma.

El recuerdo de las quemaduras debajo de su ropa le hizo sentir una comezón bastante notable. Era algo que, siempre que lo veía, hasta en pintura, hacía que su piel ardiera con la intensidad de cientos de soles. Eso provocó una sensación asfixiante en él, que lo intentaba hacer rascarse para quitarse esas cicatrices que tanto teme mostrar al mundo y que, con tanto empeño, trató de ocultar.

Bueno, aún intenta hacerlo.

Sin embargo, la voz de su maestro lo sacó de su corriente una vez más.

"Y, por eso, en ese lapso de una semana, me gustaría que entrenaras con mi maestro. P-Puede ser duro, pero es capaz de dar enseñanzas valiosas para un joven como tú, joven Midoriya. Utiliza ese tiempo para adaptarte a la U.A., a entrenar, y hacer amigos en el proceso. Necesitas unos cuantos. Aunque, no creo que sea difícil".

"¿E-Eh? ¿A qué te refieres, All Might?", preguntó, ladeando la cabeza con el ceño fruncido. La idea de hacer amigos era rara.

No es que le disguste. Al contrario, desearía tener gente con la que compartir momentos divertidos, pasar un rato, conocer, hablar sobre sus gustos y demás cosas. Sin embargo, le costaba creer que alguien quiera ser su amigo. Claro, Monoma y Kendo estaban ahí y se le acercaron cuando lo notaron, pero también lo hicieron con los demás que llegaron, entonces, ¿por qué ser amigo del chico que se rompía los huesos con su 《Quirk》 al simple uso? No era realista. Para nada lo era, si es completamente honesto.

Además, la última vez que consideró a alguien su amigo verdaderamente, Kacchan, todo cambió de la noche a la mañana. Se caían bien, tenían momentos donde ambos iban a su casa a ver películas de All Might, jugar a los superhéroes como All Might.

Básicamente, toda su amistad se basaba en que les gustaba All Might. Incluso sus padres se llevaban bien con los progenitores de Kacchan. Él era fuerte y determinado, pero eso no le quitaba que de vez fuese un poco imbecil. Sin embargo, a Izumi seguía sin caerle bien por lo creído que podía llegar a ser. Claro, podía serlo, pero seguía siendo su mejor y único amigo en esos tiempos donde todo era más simple.

Pero, cuando despertó su 《don》, terminó por cambiar todo en él.

Su amigo, el que admiró tanto por su fuerza, terminó por ser algo completamente diferente a lo que recordaba. Y todo fue en picado desde ese momento. Ser 《Quirkless》, una burla, un protegido, discapacitado, etc. Se sentía muy inferior.

Desde ese entonces, Kacchan ha sido un idiota más al que sigue considerando un amigo, por alguna razón.

Sin embargo, cada vez que podía, intentaba dialogar con Kacchan. Debido a que estaba desesperado. Quería recuperar a su mejor amigo que lo ayudó tanto en su momento. Pero él ya no estaba, y era una cucaracha que estaba merodeando por sus alrededores. Una piedra en su zapato.

Aunque aún lo considere su amigo, sabe que el vínculo ya no es por ambas partes. Después de todo, seguía siendo un chico sin 《don》 al que le regalaron una oportunidad para cumplir su sueño.

Entonces, en resumen, tenía miedo de hacer amistades. De que todo acabase como en algún tiempo lo hizo con Kacchan. Además, y aunque intentara hacer un amigo, todo se reducía a que su falta de 《don》 lo hacía alguien raro, y lo evitaban. Tampoco podía hacerlo en 《Aldera》 por su reputación de protegido de Izumi y chico fácil de molestar en general.

Básicamente, quería tener amigos, pero sabe que es imposible para él en estos momentos.

"Bueno, cuando te desmayaste, todos tus compañeros estaban preocupados por tu salud. Estabas bastante herido, y algunos quisieron acompañarte a la enfermería, pero no podía dejarlos por la clase en curso. El joven Kaibara estuvo aquí, antes de irse. También se lastimó un poco en el entrenamiento, pero está bien gracias a Recovery Girl. Sin embargo, y como dije, se preocuparon por ti", el rubio comentó, mientras que Midoriya tenía que abrir los ojos, ligeramente sorprendido.

¿Había gente, fuera de su familia, maestro y profesores, que podían preocuparse por él? Sinceramente, no parecía real, pero deseaba que lo fuese. La simple sensación de tener gente con la que apenas se conocía, pero que podían preocuparse por él, le hizo sentirse...

Un poco raro. En el buen sentido.

"¿I-Incluso Kamakiri-San?", preguntó, ligeramente extrañado porque supuestamente "todos" se hayan sentido preocupados por él. All Might tuvo que rascarse la nuca, ligeramente tenso al escuchar ese nombre. Algo había pasado.

"B-Bueno, no, él se quedó, pero todos los demás fueron. Aunque sé que, en el fondo, lo estaba. Después de todo, tiene su actitud", suspiró suavemente, antes de rascarse la nuca. "D-De todos modos, ¿puedes moverte?", preguntó, haciendo que Midoriya vea sus vendas y mueva los brazos.

Le dolían menos que antes, pero sí, podía moverse, y sus piernas, aunque cansadas, eran lo suficientemente capaces para poder moverse.

Asintió suavemente con la cabeza. "S-Sí, creo que soy capaz de hacerlo. ¿El ejercicio terminó, All Might?".

El rubio lo miró suavemente. "Sí, hace un rato. Todos tuvieron desempeños increíblemente buenos e interesantes. Sin embargo, y aunque no pudiste verlos en acción, habrá un momento en el que puedas. ¡Además, en la USJ serás capaz de formar equipos mixtos, por lo que verás más 《Quirks》 interesantes!", exclamó, a lo que Midoriya pudo esbozar una sonrisa pequeña ante eso.

"¡S-Sí, tienes razón!", exclamó su sucesor. Esa emoción que mostró le recordó cuando entrenó para limpiar la playa Dagobah. Le hizo sonreír levemente.

Cuando no tenía esos pensamientos y dudas en la cabeza, mostraba sus verdaderas raíces. Las de un chico que amaba a los héroes y los 《Quirks》.

"¡Muy bien! Vamos, los demás deben de estar esperando por ti", le comentó Toshinori, levantándose y extendiendo su mano.

La mirada de Izuku se centró en su mano esquelética, mientras que sentía que sus pulmones se sentían más ligeros para respirar. Una pequeña charla ayudaba mucho y, realmente, quería mejorar. Aunque sus pensamientos le hagan sentirse retrasado con ello, buscaba querer hacer sentir a los demás orgullosos en lo que se pueda convertir.

Aunque esa subestimando personal siga estando ahí, y tenga malos momentos de recaída emocional, iba a seguir para no dejar a nadie insatisfecho. Tenía a gente que se preocupaba por su bienestar, entonces, no debía de limitarse a sí mismo. Necesitaba aprender y mejorar en todos los sentidos.

Solo así podría mejorar como alumno, estudiante y persona.

Ligeramente, apretó la mano de su maestro. La diferencia de tamaños era bastante amplia. Sin embargo, él confiaba en su persona para mejorar.

Entonces, no debía de decepcionarlo.

No otra vez.

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Recovery Girl fue bastante amable por quitarle los vendajes antes de irse. Sus heridas, leves raspones, estaban sanados. Aunque por fuera se viese bien, seguía desgastado internamente. Sus tendones estaban demasiado exigidos, y músculos también. Se sentía totalmente cansado de su imprudente salto hacia adelante, y tampoco es como si su traje estuviese mucho mejor. Tenía algunas mangas rotas, y sus piernas también se mantuvieron de esa manera, levemente rotas. Tuvo que suspirar mentalmente, mientras se recriminaba por romperla de esa manera.

Sabe que, de vez en cuando, la tela puede romperse, y que no era para nada un problema que puedan arreglarla en uno o dos días, pero no por ello iba a sentirse menos mal al respecto. Era el primer día que lo usaba, y ya tenía daños destacables. Suspiró exasperadamente, rascándose el cabello verde. Iría a cambiarse en el vestidor, pero All Might le dijo que vaya a su clase para calmar algunas preocupaciones de sus compañeros que se mantuvieron atentos a su estado. Luego, podría ponerse algo más cómodo.

Si bien no quería ser el centro de atención en estos momentos, supuso que tenía que darles una pequeña baja de preocupación, ¿no es así?

Se detuvo, con el ruido de sus pasos dejando de hacer eco en sus oídos. La gran puerta, con el logotipo de la 1-B estaba en frente, y suspiró levemente. Sus mejillas se ruborizaron de vergüenza ante la sensación de entrar, y el hecho de que todos lo vean. Simplemente, le avergonzaba la idea de tener la atención.

Calmando los pálpitos de su corazón, se dignó en abrir la puerta, mientras se negaba a abrir los ojos al hacerlo. Con la cabeza gacha, abrió la gran puerta.

"V-Volví-", dijo en un murmullo casi silencioso. Sin embargo, sin poder seguir o hablar de más, se estremeció cuando escuchó varios pasos acercarse.

"¡Midoriya, viejo, estás vivo!", exclamó Tetsutetsu, tomándolo de los hombros, y agitando al mismo con la fuerza de una licuadora.

"Eh, Tetsutetsu-San, lo vas a marear", dijo Shishida, ajustándose las gafas, y manteniendo su mirada en el peliverde, quien tenía espirales en los ojos.

"¡Oh, sí, lo siento!", se disculpó con una exclamación, y separándose. Su sonrisa dientuda no abandonó su rostro.

"Que bueno que estabas bien, Midoriya-San. Estaba un poquito preocupado", tuvo que admitir Tsuburaba, con los brazos cruzados.

"Fue el primero en preguntar por tu estado", añadió Shoda, con el asentimiento de Kuroiro a su lado, quien se mantuvo sereno en su asiento.

"Todo un Tsundere", dijo con cierta gracia Honenuki, mientras que el chico de los ojos saltones los miraba con una mirada avergonzada.

"¡Esas cosas no se tienen que decir, idiotas!", regañó, mientras que ambos chicos se reían de su reacción. "Los voy a matar", murmuró.

"¡No, si matas a alguien, iras al infierno, Tsuburaba-San!", dijo Ibara, con una expresión aterrada en su rostro al imaginarse eso. Rápidamente, puso sus manos para querer rezar por tales palabras.

Awase puso los ojos en blanco. "Creo que eso es un poco evidente".

"O-Oh, yo, eh, g-gracias", tuvo que agradecer Midoriya, recuperándose del mareo que Tetsutetsu le provocó hace unos instantes.

Cuando terminó por recuperarse por completo, pudo ver como algunos de la clase estaban en frente suya. Tuvo que sentir como sus mejillas se ruborizaban ante las miradas, la atención, y demás. Era bastante incómodo para él. Pocas veces ha sido capaz de ver a alguien a la cara, y eso le hizo sudar la mar de nervios ahora mismo.

"De todos modos, lo bueno es que estás bien. Eso es lo que importa", aclaró Honenuki, con una leve sonrisa en su rostro. Sus dientes se mantuvieron siempre presentes.

"¡Verdecito, realmente tenías preocupada a mamá!", exclamó la cabeza de Setsuna, antes de apoyarse sobre el cabello verdoso del joven chico. Las mejillas se le pusieron rojas al instante. "No voy a mentirte, me preocupé por un momento. Aunque, en general, sabía que ibas a estar bien. Por cierto, buenos abdominales. Rawr", ronroneo con cierta gracia, provocando que el pecoso mirara su traje.

Oh, sí, tenía esa parte de su traje rota. Su rostro se le puso rojo, cuando entendió las implicaciones de las palabras de la chica encima de su cabeza, e intentó formular alguna que otra palabra, sin éxito. Setsuna, viendo que logró su cometido, se rio entre dientes y se separó, volviendo a su cuerpo original. La chica le guiñó suavemente el ojo. Kendo, a su lado, la miró con una expresión cansada.

"En serio, deberías dejar de hacer eso. Lo matarás en algún momento", la chica la miró, antes de reírse con cierta diversión.

"Aw, vamos, no me digas que también quieres que vea tus abdominales, celosa. Aunque no tengo problema, bateo para ambos lados, ¿sabes?", la provocó, haciendo que Kendo retroceda un par de pasos, protegiéndose con el cuerpo de Bondo.

"Bondo-San, protégeme de esta pervertida", declaró, mientras que el gigante se encogía en su lugar, metido con calzador en esta pequeña disputa divertida por parte de Setsuna.

"No eres divertida", declaró Tokage, poniendo los ojos en blanco. Reiko y Pony la vieron, con una pequeña gota de sudor cayendo por su nuca.

"¡Muy bien, muy bien, dejen al pobre chico, que lo están agobiando!", exclamó la voz de Kaibara, abriéndose paso entre sus compañeros. Tenía un cabestrillo en su brazo derecho y una bendita en la mejilla. Le sonrió con ligereza, viendo a su compañero de práctica, caminando y sin ningún problema visible. "Me alegra ver que estás bien, Midoriya-San".

Izuku tuvo que parpadear al verlo. Siseo mentalmente, viendo su brazo en un cabestrillo, mientras que Kaibara notaba su mirada apuntando al mismo. Se rio suavemente, mientras se rascaba la nuca con ligereza.

"Tranquilo, no es para tanto. Me lastimé un poco usando mi 《don》", eso provocó una sensación de conexión con Kaibara al verlo. ¿Él también se lastima usando su poder? ¿Algo así como él? Se sintió un poco agitado al saber eso. Era una sensación de similitud. Familiaridad con él. Claro, sabe que usar los 《Quirks》 de manera excesiva, pueden lastimar o cansar al usuario, pero alguien como Kaibara, quien sabe sus limites, no debería de haberse lastimado de esa manera. Se sintió un poco raro. "No es tan grave. ¡Siempre me pasa cuando me exigo mucho!".

"Aunque no tanto como te pasa a ti, Midoriya-San", tuvo que agregar Kendo, cruzada de brazos y el ceño fruncido de leve preocupación. "Siempre que presionamos nuestros límites, podemos dañarnos. Pero contigo, parece ser que solo con usarlo puedes romperte. Nunca escuché de un caso así", dijo, mientras que Yui se abría paso entre ellos y se acercaba al chico de cabello verde.

La cercanía de Kodai lo hizo sentirse nervioso, y más al ver como ella tomaba su mano anteriormente lastimada. Pudo sentir como, con ligereza, ella la tomaba y miraba su dedo lastimado con anterior por el uso del 《One For All》. Una de las cosas que debía de mejorar era, sin duda alguna, el control de sus porcentajes.

Viendo el ceño fruncido de Kodai, dejó sus nervios a un lado y la observó, con ligereza. Sus hombros, antes tensos, se hundieron con comodidad ante su tacto. Notando como ella tocaba su cicatriz con sus dedos, tuvo que verla levemente.

"¿Kodai-san...?", preguntó en un murmullo. La chica de cabello azabache lo observó levemente, antes de fruncir los ojos.

Yui mantuvo su mirada fija en la cicatriz que atravesaba el dedo de Midoriya, sus dedos rozando la marca con una suavidad que contrastaba con la seriedad en su rostro. No dijo nada de inmediato, pero el silencio entre ambos era pesado, cargado de una preocupación que Midoriya podía sentir incluso sin palabras.

¿Realmente los preocupó tanto?

Finalmente, ella levantó la vista, sus ojos oscuros encontrándose con los del peliverde, quien tragó saliva ante la intensidad de su mirada.

"No vuelvas a hacer eso", murmuró la chica, con su voz baja, pero firme, casi como una orden. Sus palabras no tenían un tono de regaño, sino más bien el de alguien que había visto algo que no quería volver a presenciar. Después de que lo viese romperse contra el cero puntos para salvarla, sus piernas y brazos acabaron hechas polvo por su culpa. Sin embargo, aquí estaba, rompiéndose otra vez de manera imprudente. Aunque no fue por su culpa, ella no quería verlo así de lastimado. "No te rompas así otra vez".

Midoriya parpadeó, sorprendido por la franqueza de la chica. No estaba acostumbrado a que alguien, fuera de su familia o All Might, mostrara ese nivel de preocupación por él. Sus mejillas se tiñeron de un leve rubor, y apartó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de los ojos de Kodai. "Y-Yo... lo siento. No quería preocupar a nadie", balbuceó, rascándose la nuca con nerviosismo. "Solo... quería hacerlo bien. Y no decepcionar a nadie".

"Nunca podrás decepcionarme", expresó la chica, que soltó su mano con suavidad, pero no se alejó. En cambio, cruzó los brazos y ladeó la cabeza, como si estuviera evaluándolo. "Hacerlo bien no significa destruirte, Midoriya-San", respondió, su tono más suave ahora, pero aun con un dejo de advertencia. "Si sigues así, no podrás ayudar a nadie. Ni siquiera a ti mismo."

Esas palabras golpearon a Midoriya con más fuerza de la que esperaba. Era como si Kodai hubiera dado en el clavo, señalando algo que él mismo se negaba a aceptar. Quería ser un héroe, quería demostrar que era digno del 《One For All》, pero... ¿De qué servía si terminaba en una camilla cada vez que lo intentaba? Su mirada se perdió en el suelo, mientras sentía que la culpa y la frustración volvían a apretar su pecho.

Antes de que pudiera responder, una mano cálida aterrizó sobre su hombro, sacándolo de sus pensamientos. Era Kendo, quien le dedicó una sonrisa amable pero firme. "Yui tiene razón, Midoriya-San. Todos seremos héroes en algún punto, y queremos mejorar en estas cosas. Eres parte de la 1-B ahora, ¿sabes? No puedes ir por ahí rompiéndote sin que no nos preocupemos".

"¡Tiene razón, perejil!", intervino Setsuna, asomando su cabeza flotante nuevamente cerca de Midoriya, con una sonrisa pícara. "¡No queremos que nuestro héroe de cabello esponjoso termine en pedazos! Además, ¿quién va a admirar mi belleza si no estás?", sonrió con sus dientes filosos, mientras que Kendo fruncía la mirada y ponía los ojos en blanco.

"No otra vez con eso".

"¡T-Tokage-San!", exclamó Midoriya, sonrojándose aún más ante el apodo y la cercanía de la chica. La mayoría de la clase estalló en ligeras risas, aliviando un poco la tensión del momento. Incluso Kodai, que seguía a su lado, dejó escapar una leve curvatura en los labios, aunque fue tan sutil que casi pasó desapercibida.

"De todos modos," continuó Kendo, tomando el control de la líder natural que era, "estamos contentos de que estés de vuelta. Y no te preocupes por lo del ejercicio de hoy. Todos tuvimos nuestros momentos, ¿verdad, Kaibara?", dijo, lanzándole una mirada divertida al chico del cabestrillo, quien suspiró con una sonrisa resignada.

"Sí, sí, no me lo recuerdes," respondió Kaibara, rascándose la nuca. "Digamos que mi Quirk y yo tuvimos una pequeña discusión hoy golpeando la cabeza dura de Tetsutetsu".

Presente! ¡No me hizo ni un rasguño!", exclamó, sonriendo ampliamente, provocando que Kaibara lo mire con una ceja ligeramente molesta.

"Ajá... Pero, hey, Midoriya, no te sientas mal. Todos aquí estamos aprendiendo, ¿no? Nadie espera que seas perfecto desde el primer día. ¡Mira a Awase, por ejemplo, perdió a los pocos segundos porque soldó pelo de Ibara a las paredes!", el chico de la bandana se puso rojo de la vergüenza.

"¡Eso no tenía que salir a la luz! ¡Él no tenía que saberlo!", señaló, mientras que Ibara tocó su cabello, levemente triste por perder una de sus vides.

Eso provocó una leve burla por parte de Kaibara, junto a algunos otros miembros. Midoriya no pudo evitar esbozar una tímida sonrisa en su rostro ante esta nueva sensación.

Esas palabras antes dichas del chico taladro, aunque simples, resonaron profundamente en Midoriya. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que no estaba solo en su lucha. Sus compañeros, a pesar de apenas conocerse, no lo estaban juzgando por sus errores. No lo veían como el 《Quirkless》 que había sido toda su vida, ni como el chico que se rompía los huesos con su propio poder. Lo veían como... uno de ellos. Como un compañero.

Claro, no sabían el hecho de que había y sigue siendo 《Quirkless》 técnicamente, pero ese sentimiento estaba ahí, fluyendo como el agua de un grifo abierto. Y le gustaba.

Se sentía incluido...

"G-Gracias, chicos..." murmuró, su voz temblorosa pero cargada de gratitud. Sus ojos se humedecieron ligeramente, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza o frustración. Eran de alivio, de saber que tenía un lugar donde pertenecer. "De verdad, no sé qué decir..."

"No tienes que decir nada," respondió Honenuki, acercándose con su característica sonrisa esquelética. "Solo prométenos que vas a cuidarte un poco más, ¿de acuerdo? No queremos tener que llevarte a la enfermería cada semana."

"¡Eso, eso!", exclamó Tetsutetsu, levantando un puño al aire con entusiasmo. "¡Vamos a entrenar juntos y volvernos los héroes más fuertes de la U.A.! ¡Sin rompernos en el proceso, claro!"

La clase volvió a reír, y Midoriya no pudo evitar unirse a ellos, dejando escapar una pequeña risa que aligeró el peso en su pecho. Por un momento, todos esos pensamientos oscuros, esas dudas que lo habían atormentado en la enfermería, se desvanecieron. No completamente, pero sí lo suficiente como para darle un pequeño respiro.

Sin embargo, en el fondo de su mente, aún había una chispa de inquietud. La mención de la USJ, el entrenamiento con el misterioso maestro de All Might, y la idea de enfrentarse a Kacchan nuevamente en un entorno mixto con la 1-A... todo eso seguía rondando en su cabeza. Pero, por ahora, decidió dejarlo de lado. Quería disfrutar de este momento, de la calidez de sus compañeros, de la sensación de no estar solo.

"Bueno, chicos, creo que ya es hora de dejar que Midoriya descanse un poco," dijo Kendo, dando una palmada para llamar la atención de todos. "Vamos a sentarnos y a esperar a Mic-Sensei. Midoriya-San, ¿estás seguro de que puedes moverte bien?"

"S-Sí, estoy bien," respondió él, asintiendo con una sonrisa más confiada. "Solo... necesito cambiarme también. Gracias por preocuparse."

"No es nada," dijo Shoda, encogiéndose de hombros. "Somos un equipo, ¿no?"

"¡Exactly!", exclamó Pony, saltando con entusiasmo y haciendo que su cola se moviera de un lado a otro. "¡Equipo 1-B, los mejores!".

La clase entera asintió con entusiasmo, y Midoriya sintió que su corazón se llenaba de una calidez que no había sentido en mucho tiempo.

Mientras todos comenzaban a dispersarse para ir a sentarse cada quién a su lugar, él se quedó un momento en la puerta, observando a sus compañeros. Por primera vez, sintió que quizás, solo quizás, podría encontrar su lugar en la U.A.

Pero también sabía que el camino no sería fácil. Todavía tenía mucho que aprender, no solo sobre el 《One For All》, sino sobre sí mismo. Y con el entrenamiento con el maestro de All Might acercándose, y la excursión a la USJ en el horizonte, las cosas estaban a punto de volverse mucho más complicadas.

...

"Huh, qué raro. ¿Dónde están Monoma-San y Kamakiri-San?", preguntó Midoriya al ver por última vez el salón de clases. Ciertamente, no vio a ese chico rubio o a ese chico insecto con el peinado de mohawk. Kendo, poniéndose a su lado, tarareo con cierta expresión complicada al respecto.

"Oh, sí, no lo sabías. Se pelearon en medio de su entrenamiento, y ahora estaban siendo regañados por Vlad-Sensei", comentó la chica de cabello anaranjado, mientras que Midoriya parpadeó con sorpresa.

"¿Se... pelearon? ¿S-Saben por qué?", preguntó, levemente confuso al respecto. Kuroiro negó con la cabeza.

"No, nada de lo que podamos sacar al respecto. Por ahora, puedes irte a cambiar. No quiero verte vestido de héroe y medio desnudo en plena clase de Matemáticas".

"Bueno, a no me molestaría~", tarareó Setsuna, con una sonrisa amplia en su rostro. Todos pusieron los ojos en blanco ante eso.

"S-Sí, creo que iré a cambiarme esto. Está rota y sucia. Quizás puedan arreglarla", mencionó Midoriya, mientras que atravesaba la puerta detrás de él.

Mientras caminaba por los pasillos de la U.A. para poder ponerse su uniforme de siempre, se sintió bastante distinto al final.

Obviamente, los sentimientos negativos seguían ahí, y quizás se sentía igual en ese sentido sobre su estado emocional. Sin embargo, ahora que ha estado hablando con bastantes personas, sintió que todo podía ir a mejor. Que él podía ir a mejor con todo esto. Este sueño pedía mucho empeño, trabajo y esfuerzo. Ser héroe, a final de cuentas, era un trabajo difícil.

Sin embargo, iba a hacer de todo para hacer que valga la pena su esfuerzo.

Muchos creen que hay que negarle a las personas el hacer algo peligroso, porque podría volver a intentarlo. Sin embargo, también existía la posibilidad de que se terminen dañando y jamás intentando hacer eso otra vez. Eso mismo sintió Midoriya, quien tocó su brazo y muñeca suavemente. Seguían doliendo en el interior, más no en el exterior.

La simple idea de seguir dañándose internamente, le hizo sentir que no valía la pena arriesgar tanto.

'Si sigues así, no podrás ayudar a nadie. Ni siquiera a ti mismo'. Yui tenía razón en eso. Si seguía rompiéndose los huesos, prácticamente, podría haber un punto en que termine por pasar algo negativo que le impida volver a usar sus brazos. Si esto era un porcentaje que no controlaba, de un poder que no le pertenecía, entonces tratará de controlar su porcentaje.

Y ese maestro de All Might sería la clave para ello.

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Al día siguiente, todo parecía estar bastante bien en general.

Su cuerpo respondía como de costumbre. El cansancio interno no estaba realmente allí, así que pudo sentirse ligero cuál pluma. Su traje fue llevado al "Taller de desarrollo", donde Power Loader se dedicaba junto a algunos estudiantes de grados superiores y demás. All Might llevó su traje debido a lo cansado que estaba en ese momento, aunque podría ir a visitar ese lugar cuando quiera hacerle algún ajuste o pedir algún gadget al mismo. Por ahora, estaba bastante más tranquilo al saber que tenía arreglo.

Después de todo, estaba en las manos de Power Loader, por lo que no tenía que preocuparse por ello. ¡Era un profesional, después de todo! Iba a poner su confianza en ello. Izumi, a su lado, se dignó solamente a observar al frente, pensativa en algo. Sus ojos se quedaron inmersos en el cielo, lo que provocó que su hermano la observara con ligera extrañeza. Ella no actúa así, al menos que algo la moleste.

O recordara algo que no buscaba hacer en un inicio. Apretó las correas de su mochila levemente.

"¿H-Hey, Izumi? ¿Estás bien?", la llamó, provocando que la chica parpadee ligeramente. Siendo sacada de su burbuja mental, su hermana mayor se volteó a verlo con una leve sonrisa en su rostro.

"Sí, solo pensaba un poco. No es nada grave", ladeo la mano, desestimando sus preocupaciones, mientras que el joven peliverde mantuvo el ceño fruncido. Ciertamente, ambos eran caraduras a la hora de confesar o esconder cosas. Usualmente, siempre se lo quedaban de esa manera, sin decirle a nadie.

De todas formas, ayer, cuando llegó a su casa, pudo verla bastante agotada físicamente. Por lo que sabe, ella salió bastante más temprano que él. No era ni muy tarde, ni muy temprano, pero ella se durmió y ni siquiera cenó con ellos. Simplemente, se sentía muy "cansada" cuando le preguntó su madre para que vaya a sentarse y reponer energías con su comida. Era raro, porque ella no era de las personas que deje un plato de delicias preparadas como si nada, pero, ese día, ocurrió.

A la mañana, se sintió como siempre lo hacía. Emocionada, burlesca, protectora, etc. Aunque, quizás, era un poco demasiado protectora con él desde esta mañana. Quiere decir, en serio, ¿qué mal le iba a hacer comer un poco de pescado? Supuestamente, ella se "sacrificó" al comerse su salmón de su plato y-

Oh, espera, ella se robó su salmón y ahora se estaba dando cuenta de ello. Una hora después de salir de casa y estar llegando a la U.A.

Diablos.

"¿Segura? Sabes que puedes contarme. Hay veces que quiero ayudarte", comentó, lo que hizo que Izumi le sonriera con ligereza. Le acarició suavemente su cabellera verdosa desordenada, mientras dejaba escapar un leve zumbido contento.

Después de todo, su hermanito estaría ahí para ella.

"¡Tranquilo, estaré bien! No es nada serio. Es solo algo de estudio extra sobre algunos temas", recalcó, mientras se acomodaba el cabello ligeramente. "Bueno, iré a mi clase. Espero que te entretengas con la tuya, hermanito", tarareo, "y no te olvides lo que prometimos al inicio".

"¿Huh...? ¡O-Oh, sí, la competencia!", se rio con ligeros nervios, mientras se rascaba la mejilla. Ciertamente, la olvidó. "No te voy a decepcionar, Izumi. Daré lo mejor de mí, por lo que espero lo mismo", comentó.

La mirada que su hermanito le dio, la hizo sentir una sonrisa ligera en su rostro. Rápidamente, se acercó y le estiró las mejillas con cierto cariño de hermana mayor. El menor intentó quitársela, con una pataleta rápida, bastante avergonzado.

"¡¿H-Hermana?!", preguntó, haciendo que la mayor lo soltara suavemente.

"Nunca me vas a decepcionar, ¿sabes? No importa qué termines haciendo. Es imposible que lo logres", expresó. Los hombros de Izuku se relajaron levemente, mientras que Izumi lo abrazó rápidamente con ligereza.

Devolvió, con extrañeza, ese abrazo con los brazos abiertos. Nunca le decía que no a un abrazo de su hermana, debido a que siempre eran los más cálidos que podía imaginarse debido a su 《peculiaridad》. Sin embargo, siempre lograba encontrar un sentimiento de protección en él. Un pequeño mensaje corporal que delataba lo mucho que ella se preocupaba por él en general. De todas formas, no importaba cómo, este, al contrario, se sintió un poco más...

Personal.

Cuando su hermana se separó de su abrazo, simplemente mantuvo una sonrisa sincera en su rostro, y le acarició la cabeza, antes de darse media vuelta, saludarlo con la mano y retirarse a su clase. Eso fue demasiado anticlimático y raro, que lo hizo parpadear con sorpresa al respecto. Izumi nunca ha sido de las personas que, de la nada, te terminen dando un abrazo y se vayan de la nada.

Raro, cuanto menos.

Un inicio de día bastante extraño, sinceramente.

Sabiendo que iba a llegar un poco más tarde, si se quedaba allí, viéndola irse, comenzó a dirigirse a su clase. Suspiró mentalmente, esperando no forzar su 《Quirk》 una vez más como el día de hoy.

Sin embargo, lo que no notó, fue cierto chico de cabello azul, quien lo observó irse poco a poco. Formó una ligera sonrisa en su rostro, mientras jugueteaba con su corbata deshecha.

"La hermana mayor parece ser igual de fuerte, ¿eh? Una familia, cuanto menos, interesante...", murmuró el joven a las afueras de la academia. Los Cursos Generales no estaban tan lejos, realmente. Unos bloques alejados al de héroes, pero no tanto.

"¡Ajústate la corbata, alumno idiota!", le recriminó un profesor de Cursos Generales, mientras que el mismo se sobresaltaba por la orden cuando su profesor pasó por su costado. Siempre que alguien no tomaba en cuenta su orden, bajaba su nota.

No lo iba a permitir.

"¡A-Ahí voy!", exclamó, comenzando a tomar su corbata y haciendo nudos sin sentido. "¿Cómo rayos se acomodaba esta cosa...?", Shinso, a su lado, se burló de él.

¿Este tipo era una amenaza futura o algo cómico? No se sabría.

...


La Clase 1-B estuvo como los anteriores dos días. Las voces hablar se escuchaban, y las risas tampoco eran para menospreciar realmente. Suavemente, la gran puerta se abrió, y Midoriya terminó entrando, dejando escapar un suave resoplido. Por hoy, no era de los primeros en llegar.

Después de todo, su hermana, la responsable, tardó en despertar. Cuando colocó un pie en el salón, el chico peliverde pudo ver como Kamakiri y Monoma se habían integrado en la clase nuevamente, aunque, claro, separados el uno del otro. El rubio estaba aburrido, con una leve bendita en la mejilla, mientras hacía girar su bolígrafo entre sus dedos. El estudiante con el cabello del mohawk se mantuvo con los brazos cruzados, viendo hacia el frente con una mirada molesta y seria en todo momento.

Daba miedo.

Suavemente, terminó por sentarse en su lugar. Hablaría con la gente y trataría de hacer amistades, pero, realmente, aún no tenía mucha confianza en sí mismo para hacerlo. Después de todo, y aunque se muestren ser buenas personas con él, ¿quién podía decir que no cambien de un momento al otro como pasaba en 《Aldera》 constantemente con la gente luego de enterarse de que era 《Quirkless》? Simplemente, no era el momento ahora.

Pero, ¿cuándo realmente lo sería, entonces?

No lo sabe, pero espera que sea pronto y pueda sentirse más seguro con esto. Después de todo, sus palabras ayer no fueron en vano. Realmente le llegaron al corazón.

Cuando la campana sonó, dando inicio al día de clases, la presencia de Vlad King comenzó a sentirse. Sus pisadas resonaron con potencia, y entró a la clase, callando las voces de sus estudiantes, y provocando que tomen asiento. El profesor bufó con ligereza.

"Bien. El ejercicio de ayer fue bastante interesante. Demostraron un manejo bastante creativo de sus 《peculiaridades》 en general. Shishida y Honenuki, por ejemplo, fueron los más ingeniosos. ¿Qué clase de loco ablanda el suelo de arriba para que Shishida caiga y atrape al grupo de Kamakiri y Monoma?", preguntó, haciendo que los dos jóvenes inflaman el pecho con ligero orgullo y vergüenza.

"No fue tan difícil. Una emboscada rápida era lo más práctico para inmovilizar a los dos y no sufrir daños al respecto", expresó Honenuki, a lo que Shishida asintió con la cabeza. Monoma y el chico insecto chasquearon con la lengua levemente. Vlad se dio cuenta de ello.

"Ya hablé con ustedes de ese comportamiento. Pelearon entre ustedes, y tuvo que venir el otro equipo a aprovechar eso e incapacitarlos. Las diferencias tienen que ser dejadas de lado cuando trabajan con profesionales. Después de todo, ¿a quién le importa una riña entre ustedes, cuando alguien puede estar muriendo justo en ese momento?", preguntó, provocando que ambos chicos, a los que se les llamó la atención antes, bajen la cabeza con molestia ante eso.

Midoriya sabía que se estaba perdiendo historia aquí, y no podían culparlo. Después de todo, que esos dos hayan tenido un pequeño altercado ponía las cosas en una cuerda floja. Aunque se le hacía difícil de creer. Después de todo, Monoma fue alguien bastante amable con él cuando entró, y fue de las primeras personas con las que habló.

¿Qué pudo ocurrir entre esos dos para que algo así fuese capaz de ocurrir, entonces?

"Bueno, yo ya los había regañado ayer, por lo que no tiene sentido seguir haciéndolo ahora mismo. Sin embargo, para todos, estos actos son algo que no dejaré pasar. En esta escuela venimos a predicar lo mismo, y a ejecutar las mismas cosas. En algún punto, terminarán siendo todos amigos, por lo que se necesitan dos voces de la razón y autoridad aquí", Tetsutetsu alzó la mano.

"¡¿Y qué vamos a hacer, Vlad-Sensei?!", exclamó en una pregunta, lo que hizo que el profesor de sangre ponga los ojos en blanco.

"Interrumpirme así...", murmuró, antes de rascarse el entrecejo, y escribir algo en la pizarra. "¡Hoy, elegirán a un presidente y vicepresidente de la clase!", exclamó, dejando escapar un leve vapor por su nariz.

La declaración de Vlad King resonó en el salón de la Clase 1-B como un trueno en una mañana tranquila. La pizarra, con las palabras Presidente y Vicepresidente garabateadas en tiza blanca, parecía exigir una respuesta inmediata. Los estudiantes se miraron entre sí, algunos con entusiasmo, otros con confusión, y un par con evidente desinterés. Kendo levantó su mano.

"Pero, Vlad-Sensei, ¿no es demasiado temprano para esto? Quiero decir, no nos conocemos muy bien del todo, entonces, ¿no sería precipitado elegir a alguien para representarnos?", preguntó Kendo, mientras que Vlad asentía, entendiendo su punto.

Midoriya, aún sentado en su pupitre, sintió un nudo en el estómago. ¿Elegir un presidente? ¿Tan pronto? La pregunta de Kendo aún flotaba en el aire, y aunque Vlad había asentido a su preocupación, no parecía dispuesto a ceder.

"Entiendo que es temprano, Kendo," respondió el profesor, cruzando los brazos y dejando que su mirada recorriera el salón. "Pero ser héroe no se trata solo de pelear villanos o dominar sus 《Quirks》. También es sobre liderazgo, responsabilidad y trabajo en equipo. Elegir a sus representantes ahora les dará una oportunidad de conocerse mejor y de asumir roles que los preparen para el futuro. Además," añadió con un bufido, "necesito a alguien que me ayude a lidiar con ustedes, porque no pienso estar en sus problemas como un padre preocupado."

"Entiendo...".

"¡Entonces, empecemos!", exclamó Vlad, dando una palmada que hizo temblar los pupitres más cercanos. "Quiero nominaciones rápidas y nada de demoras. Pueden nominar a alguien o postularse ustedes mismos. Pero les advierto: ser presidente o vicepresidente no es solo un título bonito. Tendrán que organizar actividades, mediar conflictos y representar a la 1-B frente a la escuela. Así que piensen bien antes de abrir la boca".

El silencio que siguió fue casi ensordecedor. Midoriya bajó la mirada a su cuaderno, donde había garabateado algunas notas sobre el ejercicio del día anterior, 《Quirks》 de los demás y apuntes necesarios. La idea de ser presidente le parecía tan lejana como volar sin romperse los huesos.

'¿Yo? ¿Líder?', pensó, y una risita amarga se le escapó internamente. Apenas podía liderar su propio cuerpo sin destrozarlo, mucho menos a una clase llena de estudiantes con 《Quirks》 increíbles. Además, estaba seguro de que alguien como Kendo, con su carisma natural, o incluso Honenuki, con su ingenio táctico, sería una elección obvia.

"¡Yo nomino a Kendo-San!", exclamó Pony, levantando la mano con entusiasmo y haciendo que su cola se agitara de un lado a otro. "¡Es superfuerte, amable y siempre mantiene a Setsuna a raya!"

"¡Hey!", protestó Setsuna, con una sonrisa pícara mientras su mano flotaba cerca de Pony, tocando su frente. "No necesito que me mantengan a raya, soy un ángel."

"Un ángel con garras," murmuró Reiko, lo que provocó una risa contenida de Tsuburaba a su lado.

"Súcubo", agregó Ibara.

Kendo se sonrojó ligeramente, agitando las manos para calmar el entusiasmo. "¡E-Esperen, chicos! Aprecio la confianza, pero... ¿No deberíamos discutir esto un poco más? Quiero decir, hay muchos que podrían hacerlo bien".

"Eso suena a humildad de líder," intervino Tetsutetsu, golpeando su pupitre con el puño y mostrando su sonrisa dientuda. "¡Kendo es perfecta! ¡Es como la hermana de la clase!"

"¡Exacto! Hermana Kendo, me gusta como suena" añadió Kinoko, eligiendo a la chica de cabello anaranjado, quien suspiró exasperada y se cubrió el rostro con las manos.

"Yei", celebró Yui con los brazos extendidos hacia arriba, mientras que la mayoría voto a favor. Kendo mantuvo su rostro oculto por unos momentos.

"Ustedes son imposibles..." murmuró Kendo, pero una pequeña sonrisa traicionó su aparente molestia.
Vlad alzó una ceja, claramente divertido por la dinámica.

"Bien, tenemos una nominación para Kendo. ¿Alguien más?", Setsuna levantó la mano, mientras que Vlad simplemente ponía los ojos en blanco ante ello. "¿Quieres postularte, Tokage Setsuna?", preguntó.

"Pues, por algo, estoy levantando la mano, ¿no?", preguntó con una ligera sonrisa. "Yo soy perfectamente capaz de ser la vicepresidenta por varias razones. Principalmente, soy un genio en todo lo que hago".

"Fèihuà. Perdiste contra nosotros porque olvidaste como contar los proyectiles que yo y Yanagi-san habíamos lanzado", recordó Hiryu con una mirada exasperada. Setsuna desestimó su afirmación, con un bufido divertido.

"Hey, soy humana, puedo tener mis errores. Además, ¿qué importa el resultado en el primer ejercicio del año? Todavía queda mucho para demostrar y mejorar. Siempre se puede hacer un cambio. De todos modos, yo y Honenuki somos los únicos que entraron por recomendación a la 1-B. Principalmente, una presidenta se encarga de ser la cara de la clase. Sin embargo, siempre se necesita o requiere de una mano derecha o izquierda para algunas cosas. Y yo, valga la redundancia", separó sus manos con una sonrisa afilada, "tengo manos de sobra".

"Quiero decir, no es tan mal argumento, pero, ¿no crees que Honenuki-Kun quiera también ser vicepresidente?", interrumpió Shishida, provocando que el chico con una sonrisa esquelética lo detenga.

"Meh, no me importa mucho. Ser un presidente de la clase, o vicepresidente, es demasiado difícil y agitador. Soy inteligente y ordenado, no te voy a mentir, pero una responsabilidad tan grande en tan poco tiempo no es algo que me llame la atención. Se lo dejaré y votaré por Tokage, porque es demasiado astuta con sus cosas. Y, además, que el presidente y vicepresidente sean estudiantes aplicados y destacados en varios campos, nos haría tener, probablemente, un mejor desempeño académico y moral", expresó Honenuki.

El salón vibró con un murmullo de aprobación tras las palabras de Honenuki, cuya actitud relajada, pero lógica, pareció calmar cualquier duda sobre la nominación de Setsuna. Vlad King, apoyado contra su escritorio con los brazos cruzados, asintió ligeramente, estando de acuerdo con las palabras de su alumno. Tener a un salón calmado y mentalmente preparado lograba hacer la diferencia, en general.

"Bien. ¿Nadie más quiere votar por alguien?", un pequeño silencio se formó, obligando al profesor a suspirar levemente. "Entiendo. Por el momento, y tras las nominaciones de algunos compañeros, la presidenta de la clase 1-B será Kendo Itsuka, y la vicepresidenta será Tokage Setsuna", ambas estudiantes se levantaron y se pusieron en frente de toda la clase cuando Vlad las llamó con una seña de su mano. "Toda la información de viajes, actividades extracurriculares, y demás eventos, pasarán por ellas y se les hará saber. Por lo tanto, estas serán sus figuras de autoridad", expresó. Habría propuesto una votación, pero tomaría mucho tiempo y todos se votarían a sí mismos aunque no quieran el cargo.

Midoriya sonrió levemente, asintiendo junto a los demás. Una parte interna estuvo satisfecha, debido a que nadie votó por él. Kendo-San y Tokage-San fueron las mejores opciones. Nadie objetó o quiso decir algo contrario porque, en general, ser un presidente o vicepresidente requería ser alguien que pueda dar el ejemplo o predicar algo para los demás. Además de ser la voz de la razón, autoridad y demás. Y no solamente eso, el estrés debería de ser intensamente grande para su cabeza de nerd y estudiosa.

Quiere decir, sí, podría tomar el cargo, pero mentalmente sería otro peso que no sabe si es posible de cargar. Por lo tanto, quiere quedarse al margen de la situación, y respetar a sus figuras de autoridad respectivamente.

"Disculpe, Vlad-Sensei, ¿puedo recomendar algo?", preguntó Tokage con una mano alzada. El profesor alzó una ceja levemente, antes de asentir con la cabeza, un poco curioso.

"Claro, ¿qué sucede?", preguntó.

"¿Puedo postular a otro vicepresidente?", la pregunta en cuestión, hizo un ligero silencio. "La presidenta de la clase, es Kendo. Yo soy su mano derecha, pero, ¿quién cubrirá la izquierda, de todas maneras?".

La mayoría de la clase se mantuvo bastante curiosa con ese argumento. ¿Iba a poner a cargo a una tercera autoridad por si acaso? No era mala idea, y tampoco estaba realmente fuera de las reglas. Vlad mantuvo su serenidad ante las palabras de su alumna, y se frotó la barbilla suavemente, considerando esa posibilidad y contemplando la misma.

"Interesante propuesta. Supongo que tendrás a alguien en mente, o la razón detrás de ello. ¿O estás tirando cosas al azar?", preguntó el profesor, provocando una ligera tos por parte de la chica de melena verde musgo. Kendo la observó, curiosa al respecto. ¿Otro vicepresidente? La idea no sonaba tan mal, aunque era poco usual ver eso.

"Bien. Principalmente, la idea de un presidente y vicepresidente es controlarlos y ser la figura de autoridad aquí. En general, yo y la hermana Kendo", la misma hizo un pequeño puchero ante su apodo, "seríamos capaces de hacerlo por nuestra cuenta. Pero, sinceramente, no es suficiente. Me gustaría tener un equilibrio con nosotras. Una nueva opinión a tener en cuenta y, sinceramente, una persona en la que podamos confiar para ser un reemplazo y mano izquierda capaz. Incluso si sé que no es tan sociable, estoy completamente segura de que es capaz de estar con nosotras para poner autoridad y unir más a este grupo de tontos".

"Habló la tonta", respondió Awase en el fondo. La chica bufó con burla.

"Oh, cállate".

Kendo la observó con ligera sorpresa en su rostro. Quiere decir, no era realmente necesario, pero si ella lo deseaba, bueno, no iba a quejarse del todo; una mano extra era mejor que nada. Sin embargo, por como lo estaba diciendo, parecía decidida a que eso termine pasando.

Vlad King, con una ceja arqueada y una expresión que mezclaba curiosidad y escepticismo, se inclinó ligeramente hacia adelante. "Interesante, Tokage. ¿Y quién es esta persona en la que confías tanto como para proponerla como tercer representante? No me hagas adivinar, suéltalo ya. Soy malo con las adivinanzas."

Setsuna sonrió ligeramente, mientras giraba lentamente para recorrer el salón con la mirada. Algunos estudiantes se mantuvieron escépticos, o reacios a ser elegidos. Sin embargo, Midoriya estaba teniendo una pequeña lucha mental al sentir como los ojos de la chica de cabello verde mantenía su vista sobre él por unos segundos. Los nervios comenzaron a devorarlo por debajo.

'¿Yo? No, no, debe de estar equivocada, no sería una buena opción. ¡Si no puedo controlar de buena manera el 《Quirk》 de All Might, ¿cómo lo haré con mis compañeros de clase?! Simplemente, no tiene sentido. Está loca, muy loca. ¿Quizás estaba viendo detrás de mí? ¡Sí, seguramente lo hace!', tuvo que pensar en su cabeza. Las posibilidades no eran tan altas, además, ¿por qué confiar en él?

"¡Yo quiero nominar al verdecito!", exclamó Setsuna, apuntando al chico de cabello verdoso, haciendo que el mismo termine por sentir como todo a su alrededor se detenía por un momento.

"... ¿Eh?", dejó escapar al principio de su boca. Parecía un ciervo, ciego por las luces de un auto. Su rostro palideció, y sus manos, apoyadas en el pupitre, comenzaron a temblar ligeramente.

¿Él? ¿Vicepresidente? La idea era tan absurda que casi le arrancó una risa nerviosa, pero el peso de las miradas de sus compañeros de clase lo mantuvo clavado en su asiento, incapaz de articular palabra alguna por un momento.

"¡Espera, espera, espera!", exclamó Midoriya, levantando las manos como si intentara detener un tren desbocado. "¡T-Tokage-san, creo que te equivocas! Yo... yo no soy... quiero decir, ¡no creo que sea el indicado para esto!", su voz se quebró un poco, y el rubor en sus mejillas lo delató. Las palabras tropezaban unas con otras, y su mente era un torbellino de inseguridades. ¿Cómo podía alguien siquiera considerarlo para un puesto así? Apenas estaba comenzando a entender cómo encajar en la Clase 1-B, y ahora esto.

Setsuna, sin embargo, no parecía inmutarse por su reacción. Con una sonrisa confiada, cruzó los brazos y ladeó la cabeza, dejando que un mechón de cabello verde cayera sobre su rostro. "Oh, vamos, Midoriya. Tengo varios argumentos para decir que eres una buena opción en esto. Tienes una cabeza para los detalles, después de todo, y eso es exactamente lo que necesitamos. Bueno, al menos, lo que nos hará las cosas más fáciles y ordenadas por aquí. ¡Serías una pieza única!".

"¡P-Pero!", intentó protestar Midoriya, pero Setsuna alzó una mano para interrumpirlo.

"Además," continuó ella, su tono ahora más serio, "no eres como estos idiotas. Principalmente, por varias cosas. Eres realmente diferente y altruista".

"¿Eh?", comentó en un pequeño murmullo.

"¡Es verdad! ¡Él me ayudó en el examen de acceso y me salvó! Mi espalda sigue doliendo un poco después de eso...", levantó la mano Awase, mientras que el pecoso lo observaba con ligera sorpresa.

"Awase-San...".

"¡Lo he visto salvar a gente de los escombros, y puso su propio límite sobre su salud!", exclamó Tetsutetsu, levantándose de su asiento. El chico se encogió en su asiento. Una pequeña sonrisa tímida se formó en su rostro.

Ciertamente, sabía que era verdad, pero, ¿hablar de esto tan a la ligera?

"... Me ayudó y se lastimó para intentar ayudarme", murmuró Yui, con su rostro inexpresivo como siempre, pero se mantuvo arrugando el dobladillo de su blusa levemente. El chico se mantuvo viendo al suelo, ligeramente avergonzado.

"... Incluso si perdimos el ejercicio, Midoriya me inspiró a dar lo mejor de mí. No tengo la misma experiencia que estos tres, pero puedo decir que Midoriya-San es lo suficientemente capaz para esa clase de puesto", expresó Kaibara, sonriendo con ligereza, haciendo que el chico de cabello verdoso se preguntara mentalmente sobre esto.

¿Realmente era una buena opción para poder ser un vicepresidente junto a Tokage-San y Kendo-San? Los demás chicos confiaban en él, entonces, ¿iba a decepcionarlos?

"Necesitamos a alguien que piense en todos, y creo que encajas perfectamente en ello, perejil", tarareo con su voz cantarina la chica de cabello verdoso. Izuku la observó, antes

"Yo...", murmuró Midoriya, rascándose la nuca y mirando al suelo con vergüenza en su rostro. Sus pensamientos volvieron rápidamente hacia 《Aldera》, a los días en que ser 《Quirkless》 lo convertía en el blanco de burlas y desprecio, mientras era protegido por su hermana mayor.

Pero esto no era 《Aldera》. La Clase 1-B no lo había tratado como un extraño, al menos, no aún. Monoma, a pesar de su actitud levemente retadora, había sido amable con él al principio. Kendo también lo trató como un igual y, sobre todo, sus compañeros estaban allí, apoyándole.

Tal vez... tal vez esto era diferente. Podía ser diferente.

Vlad King, que había estado observando la escena con una mezcla de diversión y curiosidad, carraspeó para recuperar la atención del grupo. Ya sabía parcialmente la situación de Midoriya y sus problemas de confianza, así que podía manejar esto de la mejor manera posible. "Bueno, Tokage, tu propuesta es... poco convencional, pero no está fuera de las reglas. Un tercer representante podría ser útil, especialmente si Kendo y tú están ocupadas con otras responsabilidades. Midoriya," dijo, girándose hacia él con una mirada suave, para nada escéptica a comparación a unos minutos atrás, "¿qué dices? ¿Aceptas la nominación o prefieres que solo haya dos?".

El chico se mordió la mejilla suavemente, mientras pensaba en sus opciones por unos momentos.

All Might tenía razón. Necesitaba hacer amistades, y tener más confianza en sí mismo. Esa era de los primeros pasos para poder ser una mejor versión de él mismo. El 《One For All》, el 《Quirk》 de All Might, era importante, sí, pero por como estaba la cosa ahora mismo, ¿cómo es que iba a poder ser un héroe y usar su poder sin lastimarse en el proceso? Era terco, caradura, y una persona tonta. Sin embargo, siempre se podía mejorar en el proceso, ¿no es así?

Entonces, podía usar esto como un paso para intentar levantarse y superarse. Será difícil, y quizás, sus pensamientos negativos sigan persistiendo con fuerza.

Pero, a fin de cuentas, tenía que hacer que sus virtudes superen a sus defectos, ¿no?

Tenía que mejorar, y esto era una pequeña huella, antes de formar un paso.

"Tal vez... puedo intentarlo", dijo finalmente, su voz apenas un susurro al principio, pero ganando fuerza al final. "No sé si soy el mejor para esto, pero... si ellos creen que puedo ayudar, quiero intentarlo. Por la Clase 1-B".

Kendo asintió con una leve sonrisa en su rostro, mientas que Setsuna mantuvo una expresión bastante victoriosa. Midoriya se levantó de su asiento y, con pasos ligeros, se colocó al lado izquierdo de Kendo, quien estaba en el medio, y Tokage en la derecha. Sus dos manos, y la presidenta de la clase 1-B.

Vlad sonrió levemente ante eso.

Esperaba que pueda conseguir mejorar su confianza en sí mismo.

Después de todo, realmente lo necesitaba, el puesto ayudaría con ello.

Al menos, un poco.

-]|[-


La luz tenue de un cuarto cualquiera, acompañado del golpeteo de unos vasos de cristal, hicieron que todo el sonido ambiente del sitio parezca nada fuera de lo común. La mano del mesero se mantuvo adentro del vaso de cristal, limpiando su interior luego de haberse ingero algo en su interior. Probablemente, alguna bebida cualquiera, aunque, por el tono del lugar, no parecía ser realmente el caso.

Las páginas de un periódico fueron el acompañante momentáneo del cuarto. Esas pequeñas lámparas con su anaranjada iluminación tampoco es que ayuden en nada a saber que algo más pasaba. El cabello de la persona, leyendo algo en un periódico local, se hizo presente.

Demacrado, sucio, alborotado. Tenía muchos adjetivos posibles para describirlo, pero ese celeste pálido era bastante poco común. Aunque, claro, en esta sociedad habían tantas mutaciones genéticas, físicas y de cabello que ya terminaba por dar igual. Sus cuatro dedos mantuvieron su fuerza presionada sobre su superficie, arrugando el papel. Un ligero gruñido acompañó su acción.

"¿All Might maestro de la U.A.? Qué tontería", espetó, chasqueando la lengua. Sus cuatro dedos recorrieron la superficie de la mesa, tomando una especie de mano grisácea. Su cara estaba cubierta por una. El escarlata de sus ojos se dejó reflejar como la luz al final del túnel. "¿Puedes creerlo?", preguntó, a lo que el mesero simplemente dejó escapar un leve zumbido.

"Supongo que era probable de que ocurriese; la U.A. es la escuela más grande de Japón. Tienen grandes nombres, así que, supongo que All Might era lógico", expresó, mientras sus ojos amarillos brillaban en la oscuridad, como una especie de bruma. El chico de las manos se burló levemente.

"Tienes un punto ahí. Sin embargo, dime, ¿qué crees que pasaría si el símbolo de la paz, All Might, es asesinado por los villanos?", preguntó al aire, sin esperar una respuesta ahora mismo.

Detrás de él, la saliva terminó cayendo al suelo, mientras una criatura inmensa se asomaba por detrás de la persona con manos. Mantuvo sus ojos rojizos fijos en el papel. Sus cinco dedos terminaron tocando la noticia en el papel. Poco a poco, todo comenzó a evaporarse y deteriorarse poco a poco, hasta hacerse añicos.

"Todo empieza y termina por él...", declaró.

Una amenaza muy grande se aferraba a un sueño imposible.

¿No?







Primer Bonus:

Tras un agotador día de clases, Izuku Midoriya solo anhelaba llegar a casa y descansar. Luego de haber usado el 《One For All》 de forma tan imprudente en el entrenamiento de hoy no había sido su decisión más brillante. Claro, si hacía un recuento de sus hazañas, tenía una larga lista de ideas no tan geniales, pero esta, sin duda, se llevaba el trofeo al agotamiento físico y mental.

Sus pasos se detuvieron abruptamente cuando una enorme sombra se cernió frente a él. Al levantar la mirada, se encontró con la imponente figura de Bondo, cuyo rostro, como siempre, era un misterio indescifrable tras su armadura. A su lado estaba Kinoko Komori, con una expresión tímida y un tanto apenada. Midoriya ladeó la cabeza, intrigado.

"H-Hey...", saludó con un hilo de voz, nervioso. Hablar con otros no era precisamente su fuerte, aunque últimamente lo intentaba con más frecuencia.

Bondo alzó una mano en un gesto amistoso, mientras Kinoko permanecía en silencio, con la mirada baja.

"H-Hola, Midoriya-san", respondió Bondo, su voz profunda pero titubeante. "L-Lo siento por interrumpirte, pero... Kinoko-san quería decirte algo".

Izuku parpadeó, sorprendido, y miró a la chica, que dio un paso adelante con un suspiro tímido.

"¿K-Kinoko-san?", preguntó, desconcertado.

Antes de que pudiera añadir algo más, Kinoko hizo una reverencia profunda, aumentando la confusión de Midoriya.

"¡L-Lo siento!", murmuró, con su voz apenas audible y el cabello cubriéndole los ojos. "S-Sobre el entrenamiento... Sé que All Might nos dijo que no nos contuviéramos, pero... quería disculparme por usar mi 《Quirk》para... ya sabes, asfixiarte. Entenderé si no quieres... hablarme o algo por el estilo".

Izuku frunció el ceño, genuinamente perplejo. ¿Disculparse? Para él, Kinoko no había hecho nada malo. Al contrario, su técnica de usar hongos para privarlo de oxígeno había sido un movimiento brillante, aunque aterrador. Pero eso era parte de lo que hacía tan fascinante el ejercicio de héroes contra villanos.

"¿Por qué te disculpas?", preguntó con sinceridad, haciendo que Kinoko alzara la vista, sorprendida.

"¿E-Eh?"

"¡N-No tienes nada de que disculparte, Komori-san!", exclamó Midoriya, su entusiasmo desbordándose-. La forma en que usaste tu 《Quirk》 fue increíblemente creativa. ¡Todos ustedes son geniales con sus habilidades! Esa técnica tuya fue... bueno, sí, un poco aterradora, pero también brillante. No estoy molesto, ¡al contrario! Fue un ejercicio, y tú fuiste impresionante.

Una sonrisa cálida y genuina se dibujó en el rostro de Midoriya, mientras Kinoko, visiblemente avergonzada, se encogía un poco más, con un leve rubor tiñendo sus mejillas.

"G-Gracias, Midoriya", susurró, intentando ocultar su timidez.

Izuku, todavía sonriendo, sintió un pequeño calor en el pecho. Quizás no era el mejor hablando con otros, pero momentos como este le recordaban que, poco a poco, estaba construyendo lazos con sus compañeros.

Bondo, por su parte, parecía aliviado de que la situación no se hubiera tornado incómoda, y su postura rígida se relajó un poco, aunque su enorme figura seguía proyectando una sombra intimidante sobre ellos. Realmente, la perspectiva engañaba un poco.

"E-Eres muy amable, sin embargo...", dijo Kinoko, con un tono más animado, aunque todavía algo tímido. "P-Pensé que tal vez te había molestado... o que había sido demasiado dura contigo en el entrenamiento."

Midoriya negó con la cabeza vigorosamente, sus rizos verdes rebotando con el movimiento. "¡P-Para nada! De verdad, fue una gran lección. Me hizo darme cuenta de lo mucho que todavía tengo que aprender sobre cómo enfrentar 《Quirks》 tan únicos como el tuyo. Además..." Hizo una pausa, rascándose la nuca con una expresión algo avergonzada. "Si alguien debería disculparse, soy yo. Ya sabes, los preocupé a todos hace un rato, y realmente lo siento por eso".

"¡N-No tienes que disculparte, Midoriya-San!", expresó Kinoko, un tanto alterada porque se disculpara. "Solo nos preocupábamos por nuestro compañero, ¿sabes? ¡L-Lo normal!", dijo la chica, mientras que Bondo a su lado asentía, tímidamente.

"N-No, los preocupé y...".

Así siguieron un rato, disculpándose los unos a los otros.

Aunque era más bien Kinoko y Midoriya. Bondo estaba como apoyo moral.

De todos modos, algo ese día, hizo que la amistad de esos tres comenzara a plantar sus semillas.






Segundo bonus:

Los anuncios en la televisión pasaron uno tras otro. La iluminación de la misma parecía ser una granada cegadora a sus ojos, y tuvo que resoplar ante el hecho de que el anuncio estaba siendo repetido una y otra vez en varios canales. Se levantó del sofá, escuchándose como el mismo sofá crujía levemente ante el peso que se perdía.

"Estúpidos anuncios. Estaba en la mejor parte de mi novela", murmuró, golpeando con su bastón la televisión. La conexión dejó escapar interferencia, antes de volver a su programación habitual. El señor bufó levemente. "Tengo que comprar una nueva", mencionó.

Antes de poder seguir viendo la novela que ha estado queriendo ver por unos minutos, el teléfono fijo de su casa terminó por sonar. Apretó los dientes y los hizo rechinar levemente, antes de acercarse y tomarlo. Suspiró, frotándose el entrecejo con sus dedos.

"¿Hola? ¿Quién es? ¡Espero que no sea ninguna clase de vendedor!", amenazó, mientras que la persona al otro lado suspiró temblorosamente.

"¡H-Hola, maestro!", exclamó Toshinori, sonando bastante nervioso de escuchar su exclamación. El señor alzó una ceja, mientras tomaba asiento en una silla cercana.

"¿Toshinori? Qué raro es que me llames", expresó su sorpresa, mientras que el héroe número uno se reía con nerviosismo.

"S-Sí, lo siento si no llamo muy a menudo. ¡D-De todos modos, necesito pedirte un favor!", comentó, provocando que el maestro del número uno ponga los ojos en blanco.

"Ajá. Me enteré de que te hiciste maestro en la U.A., por cierto. Veo que sigues mis pasos sobre ser un maestro, ¿eh? ¿Qué otras intenciones hay, además de enseñar?", la duda pareció carcomerlo desde adentro con curiosidad. Toshinori trago con dificultad.

"B-Bueno, eh, sabes que he estado... Complicado con esta herida, ¿no?".

"Sí, lo sé. Entonces, ¿qué sucede? Por lo que sé, tus labores de héroe siguen igual, ¿no?", preguntó.

"E-Encontré un sucesor", confesó, provocando que el maestro frunciera el ceño. "L-Lo entrené con todo lo que se me enseñó, y ha logrado usar el 《One For All》, pero ha estado problemas de confianza y-", fue interrumpido levemente.

"Déjame ver si entendí. Encontraste un sucesor, le diste tu poder después de entrenarlo, ¿y tiene problemas de confianza? ¡Toshinori, alumno idiota, ¿sabes que malo que es combinar a una persona con problemas de ese calibre con un poder autodestructivo que casi puede matarte si te excedes?! ¡Es el arma indicada para la gente suicida, Toshinori!", exclamó, mientras que el rubio se encogía en su asiento.

"¡L-Lo siento! Sin embargo, me recordó cuando mi maestra me encontró por primera vez. Él... me demostró que tiene el material para ser un héroe, pero no tenía los recursos necesarios para ello. Su sueño y aspiración que me demostró que puede ser un gran héroe con los consejos y guías correctos", expresó, haciendo que el maestro susurre con molestia.

"Básicamente, adoptaste a otro idiota igual que tú. No sé si eso me hace sentir más tranquilo", se burló, mientras que fruncía la mirada. "¿Y a qué te refieres conque no tenía los recursos necesarios? ¿Es pobre o algo así? ¿Qué eres, Batman?", preguntó, quitándose la cera de su oído.

"¿Quién es ese?", preguntó con duda.

"Nada. Algo de la era antes de los 《Quirks》".

"Oh. B-Bueno, respondiendo a tu pregunta, él... Es 《Quirkless》", comentó, provocando un leve silencio por parte de su maestro.

El señor observó al suelo por unos instantes, antes de fruncir el ceño. Miró a la pared, con un traje de héroe bien colgado y cuidado, llamando una parte antigua suya que estaba interesada en este sucesor suyo. Su mirada cambió, para observar un recuadro de Toshinori sosteniendo una medalla, feliz y contento con su resultado. Aunque le grite y lo llame idiota, ha sabido ganarse el corazón y cariño de todos.

Incluido el suyo, aunque no tiene que saberlo por ahora.

Era mejor así.

'... Nana me hizo lo mismo con Toshinori. Entrenar a otro portador del 《One For All》, ¿eh?', pensó, mientras cerraba los ojos. "Bien".

"¿Eh?".

"Aceptaré entrenarlo. Luego, puedes decirme un horario ajustado. Lo necesitaré un par de días para verlo y entrenarlo un poco", declaró, provocando un suspiro de alivio por parte del rubio.

"G-Gracias, maestro".

"¡Sin embargo, no hagas cosas de este calibre sin consultarme primero, idiota!", exclamó al otro lado del teléfono, haciendo que Toshinori termine por dar un salto de miedo y alejando el teléfono de su oído.

Algunas cosas nunca cambian.

Notes:

El MVP del ejercicio de entrenamiento entre Bondo - Tetsutetsu - Kinoko Vs. Midoriya - Kaibara, fue Bondo.

No tiene relevancia más adelante, pero es algo que quería dar.

Chapter 13: Capítulo 12: Gran Torino

Summary:

Una pesadilla que no quería recordar comienza a tomar fuerza poco a poco.
Mientras tanto, Midoriya conoce a un maestro peculiar, pero sorprendentemente fuerte.

Chapter Text

-] No estuvo para nada planeado , pero esta capítulo se publica en el mismo día en el que Midoriya Izuku cumple años [-

-] Timing [-

 


El sol se mantuvo en su punto más alto del cielo, mientras que los niños iban y venían de un lado para el otro. Saltaban, reían, jugaban, etc. Dos melenas verdosas se escabulleron por la multitud de niños. Las manos de la niña mantuvieron cerca al chico, de menor estatura. La chica mantuvo su sonrisa en todo momento, atrayendo al chico a cierto lugar desconocido, donde los peces comenzaban a moverse entre el gran cuerpo acuoso cerca de un bosque cercano al parque.

“¿E-Estás segura de que es seguro alejarse tanto, hermana?”, preguntó el chico con pecas, provocando un ligero bufido de la mayor, dándole un suave golpe en el hombre, sin poner ni un poco de fuerza.

“¡Vamos a ver unos peces! Siempre me hacen levantar un poco el ánimo. Aunque, claro, no sé si lo mío es capaz de animarte a alguien como tú, Izu-chan”, comentó, con una ligera sonrisa torcida. Izuku mantuvo una pequeña risa nerviosa.

“S-Supongo que tienes razón en eso”, mencionó, mientras que los rayos del sol se filtraban por las hojas procedentes de las copas de los árboles.

Acercándose a paso lento, se acomodaron cerca del pequeño estanque de agua, logrando divisar pequeñas siluetas de peces nadar a la deriva por ese gran cuerpo de agua. Los ojos verdosos esmeralda de los jóvenes Midoriya se mantuvieron expectantes a sus colores, reflejados como un cristal hacia la superficie. Los dedos de la hermana se movieron por la superficie del agua levemente.

Su textura al tacto, escurriéndose por sus dedos, al igual que su cálida temperatura, le hizo dar un ligero suspiro de relajación luego de un día ajetreado. Miró a su hermanito de reojo.

Aún no había indicios sobre el 《Quirk》 de su hermanito, y ella tampoco tenía una idea muy clara de ello. La gente que ellos conocían han desarrollado 《dones》 ya a su edad temprana, pero ella e Izuku aún no tenían algo claro definido. Tuvo que suspirar mentalmente. Siempre que tenía algún problema, venía a ver a los pequeños peces que se asomaban en la superficie, y nadaban, moviendo sus aletas de un lado al otro. Ciertamente, la vida y fauna marina era increíblemente variada y divertida de ver.

Si no fuese una heroína a futuro junto a su hermanito para ser el “dúo Midoriya”, quizás ser una bióloga marina pueda ser lo mejor para ella.

Le fascina todo lo que tenga que ver con el mar, peces, criaturas en el fondo oceánico, corales, y demás cosas. La chica apuntó a un par de peces que iban y venían.

De todos modos, ¿para qué iban a venir a este estanque en general? Simple: para aliviar el estrés levemente. Después de todo, y al no tener un despertar de sus 《Quirks》 realmente hablando, venir a su sitio secreto para desestresarse junto a su hermanito era en lo mejor que pudo pensar en general.

Y, además, había algo que quería mostrarle…

“Peces Koi”, apuntó, señalando los mismos. Junto a alguna que otra especie, estos eran demasiado comunes de ver por todos los lugares de Japón, sin embargo, siempre se las ingeniaban para calmarla y hacer que se sienta un poco liberada al verlos nadar. “¡Una vez leí en un libro, que los Koi son un símbolo de perseverancia , fuerza , valentía , amor y buena fortuna !”, exclamó Izumi, provocando que Izuku riera entre dientes.

Si le preguntan algo de fauna marina, o sobre su heroína favorita, se volvería igual o aún más habladora y charlatana que Izuku con los héroes profesionales y All Might . Hasta el día de hoy, sus padres no saben decidir cuál de los dos termina diciendo las cosas más rápido.

“¿En serio? ¡Suena interesante!”, Izumi sonrió ampliamente, mientras sus ojos brillaban ligeramente, con una chispa de diversión y felicidad. Su hermanito disfrutaba esto, y ella también, por lo que lo disfrutaba al máximo.

“¡También, también, también…! Son conocidos por ser capaces de nadar contra la corriente y superar los obstáculos. Básicamente, son determinación y éxito alcanzado a través del esfuerzo ”, la hermana se volteó para verlo y sonreír ampliamente. “¡Creo que los dos somos unos peces Koi!”, Izuku se relajó bastante, y sonrió.

“¡Genial!”, aplaudió, provocando que ambos hermanos se rieran por su tonta conversación sobre los peces, mientras que Izumi miraba su reflejo en el agua.

Las pequeñas olas que el viento generaba, hicieron leves movimientos en su figura reflejada en el agua. Eso la hizo sentirse relajada con todo esto. El sonido de las risas, las cadenas crujiendo con cada movimiento, la tierra levantándose entre las pisadas, y un zumbido suave formándose en sus oídos por las suaves caricias del viento, la hicieron suspirar ligeramente de alivio al sentir que este día estaba siendo bastante bueno en general.

Su hermanito con ella, disfrutando del pequeño estanque secreto que encontró, la hizo sentirse mejor en general.

No iba a mentir, ver a los demás niños con 《Quirks》 ya despiertos y capaces de ser usados, la hizo sentirse un poco mal consigo misma. Quiere decir, sabe que es posible que no tenga un 《don》 , pero incluso si no tenía un poder, lo aceptaría y seguiría con su vida. Aunque, claro, ser una persona 《Quirkless》 era bastante difícil estos días, sabiendo la cantidad amplia de personas que nacen con sus 《peculiaridades》.

Había distintos tipos de manifestación de los poderes en las personas; algunas, nacían con el 《Quirk》 ya manifestado de nacimiento, mientras que los demás tenían que esperar hasta los cinco años o un poco más para ello. O quizás bastante más, nunca se sabe. Después de todo, cada desarrollo de 《don》 es diferente para cada uno, y puede entenderlo. Solo, por amor a dios, esperaba que su hermanito no fuese catalogado como un 《Quirkless》.

No por algo de discriminación hacia él, que también era probable. Quería lo mejor para él, y sabiendo que la natalidad en Japón tampoco es que sea muy fuerte, eso podría complicar las cosas. Eso, además de que no deseaba que le pase nada malo.

Si eso fuese a pasar, no lo permitiría, ni aunque estuviese al borde de la muerte. Después de todo, como su hermana mayor, su pequeño hermano se merecía lo mejor de lo mejor en esta vida. Incluso si ella nació como alguien sin 《peculiaridad》, lo aceptaría.

La vida, después de todo, era aceptar y seguir adelante.

Sin embargo, las personas son bastante malas cuando se dan cuenta de que no todos se desarrollan a la misma velocidad que ellos.

“¡Miren, chicos, son los hermanos 《Quirkless》 !”, exclamó una niña, mientras que un grupo de dos o más de su misma índole la seguían de cerca.

El ceño de Izumi se frunció, manteniendo una mirada levemente seria cuando giró para verlas. Su hermanito, a su lado, observó con confusión la situación, mientras las siluetas de los chicos de la guardería se acercaban a su ubicación.

Parecía ser que los padres de estos niños les enseñaron de manera muy temprana sobre la gente con 《don》 y sin 《don》 , por lo tanto, y como es la mentalidad de un niño, no pueden evitar pensar en cómo es que ellos son mejores que la gente 《Quirkless》 y demás cosas. Sin embargo, ella no era alguien sin 《don》. Al menos, eso creía por ahora. De todos modos, parece ser que ellos no entienden o no les importa mucho al respecto sobre cómo se sienta la gente al respecto sobre ello.

Una mala educación, sin padres realmente presentes, y con varios caprichos cumplidos, este era el resultado de la gente con hijos: se vuelven gente despreciable.

Así funcionaba la sociedad.

“Hey, hermanito, ¿puedes adelantarte un poco? Creo que estos niños necesitan hablar conmigo”, le sonrió suavemente, provocando una mirada dudosa de Izuku. Realmente, por la mirada que esos niños tenían sobre ellos dos era realmente decir otra cosa. Una historia diferente.

“¿H-Hermana? ¿Estarás bien con eso…?”, preguntó, a lo que Izumi arqueo una sonrisa confiada. Sabía que debía de preocuparse un poco más por su situación, pero no podía evitar encontrarla un poco hilarante y poco seria al respecto.

“¡Por supuesto que estaré bien! Ahora, hazle un pequeño favor a la hermanita mayor, y ve a esperarme en nuestro tobogán favorito, ¿está bien? Solo será una… charla rápida. ¡Luego, podemos ir a comprar unos helados camino a casa!”, su hogar, ciertamente, estaba muy cerca del parque, así que la cercanía no era un problema realmente hablando.

El chico de cabello verde observó a su hermana, que mantuvo su sonrisa confiada en todo momento. Mientras tanto, su cabeza de niño le hizo sentirse un poco mejor ante la idea de comer un poco de helado. Eso, ciertamente, haría el día un poco más agradable y refrescante.

Además, de hacerle olvidar esta situación tan anti climática de su cabeza. Al menos, esperaba hacerlo. Levantándose del suelo, y siendo guiado por su hermana mayor, terminó por salir de las fauces del bosque cerca al parque. Su hermana mayor le sonrió al verlo alejarse, antes de dejar caer su sonrisa y poner una mirada notablemente más seria y molesta que de costumbre cuando su hermanito terminó por desaparecer de su vista.

Suavemente, giró sus ojos para ver a los intrusos en su sitio secreto. ¿Realmente no podían dejarlos en paz, en vez de armar un lío innecesario en su mayoría? Tuvo que suspirar mentalmente ante ello.

“¿Qué se supone que quieren?”, preguntó, sin atisbo de paciencia para verlos a la cara.

Esta no era la primera vez que estos niños intentaban hacer algo. Simplemente, se metían con los demás por haber manifestado sus 《dones》 de manera prematura, y todo alrededor de sus vidas giró en torno a decirles que eran muy buenos. Que iban a ser grandes héroes a futuro, y si bien no era malo darles un poco de confianza a los niños para que tengan algo de optimismo al haber nacido con un buen 《Quirk》 , hacerlo en exceso, sin poner límites, era increíblemente malo en general.

Después de todo, terminaban naciendo personas como estas.

“¿Qué? ¿Necesitamos querer algo para mostrarte la diferencia, niña 《Quirkless》 ?”, preguntó la niña al cargo, mientras jugaba con su cabello. Las puntas del mismo, parecían estar hechas como unas puntas afiladas, y se movían como si ella quisiera. Básicamente, cabello filoso que era capaz de mover a voluntad.

En general, así eran estos chicos, buscando cualquier excusa para intentar burlarse de ellos dos. ¿Qué problema había con todavía no haber desarrollado su 《don》 a los cinco años? Supone que estos realmente no tiene modales, o sus padres eran muy permisivos con sus caprichos. Por suerte, sus padres han sido bastante precavidos con NO criarla de esa manera.

La vida humilde, hacía a la gente humilde, supuso.

“Um, ¿quizás?”, se encogió de hombros, restándole una importancia real a su provocadora, mientras que miraba los peces Koi moverse por el cuerpo de agua debajo de ella.

Ignorarlos, haría que se molesten más y, por consiguiente, al hacerlo, probablemente, terminen yéndose por el simple hecho de no encontrarla “divertida” al molestarla, o algo así.

“¡Por favor, yo no necesito una razón para molestar a alguien! Pero, sinceramente, burlarte ya es una razón para hacerme enojar”, mencionó, con sus cejas fruncidas ante el trato silencioso e ignorante de la hermana mayor de Midoriya.

La misma se quedó en silencio, rozando el agua de los peces con sus dedos.

Los peces Koi seguían nadando en el estanque, ajenos al creciente murmullo de las voces infantiles que resonaban entre los árboles. La hermana mayor mantuvo su mirada fija en el agua, sus dedos rozaban la superficie, aunque su calma aparentemente comenzaba a resquebrajarse ante esta molesta niña y ese grupo de seguidores sin cariño propio.

No era la primera vez que lidiaba con estos chicos, y probablemente no sería la última.

Pero, aun así, algo en su interior le decía que hoy sería diferente.

“¿Qué, no tienes nada que decir, niña sin 《don》 ?”, la voz de la líder, cortó el silencio con un tono burlón. Sus amigas, dos niñas más y un chico con una expresión neutra, rieron por lo bajo, alimentándose de la actitud de su líder. “Es patético, ¿sabes? Aquí estás, jugando con peces como una rarita. ¡Después de todo, lo eres! También tu hermano menor, de todos modos”, ladeo la mano, restándole importancia a su presencia.

Izumi apretó los labios, pero no respondió. Sus ojos esmeralda se mantuvieron en el reflejo del agua, donde las pequeñas ondas distorsionaban su rostro levemente.

No sabe la razón, pero comenzó a oler un pequeño rastro de humo, cuando sintió que su molestia crecía más y más.

Ignóralos ’, se comentó, ‘ no valen la pena de tu tiempo. Ya se irán… ’.

Había aprendido a lidiar con las burlas desde hace tiempo. Los niños como ellos, siempre buscaban una reacción, un motivo para sentirse superiores. Pero a Izumi no le importaba. O, al menos, eso se decía a sí misma.

Quiere decir, claro que le importaba. Después de todo, estaba siendo atacada verbalmente. A nadie le gustaría que aparecieran un grupo de personas que no conoce de nada, vinieran a insultarla, burlarse y reírse por su falta de manifestación de 《Quirk》.

De todos modos, mientras solo sea ella, y no su hermanito, todo estaría bien…

“¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua?”, continuó, dando un paso hacia ella. Su cabello se movió ligeramente, con las puntas chocando entre ellas. Las mismas brillaban y reflejaban los rayos de sol que se filtraban por las copas de los árboles. “Vamos, di algo. O, ¿es que también eres muda además de 《Quirkless》 ?”.

Las risas del grupo se intensificaron ligeramente ante su chiste, lo que hizo que la mirada de Izumi se mantenga fija en el estanque de agua.

No respondas ’.

Uno de los chicos, un niño regordete con un 《Quirk》 que le permitía sacar un par de alas rojas, dio un paso al frente. “Tal vez deberíamos enseñarle una lección. A ver si así despierta su 《don》 … o se da cuenta de que nunca tendrá uno”.

Izumi suspiró, levantándose lentamente del borde del estanque. Bien, esto ya se estaba saliendo un poco de control. No iba a pelear contra ellos.

No solo porque no sabe pelear, sino que, además, no había necesidad de ello realmente. Pero así era la gente, buscando cualquier excusa para hacer algo en lo que basar su acción, ¿no?

Su cabello verde, suelto y ligeramente desordenado, cayó sobre sus hombros mientras se giraba para enfrentarlos. “Miren, no estoy buscando problemas. Solo déjenme en paz, ¿sí? Vayan a jugar a ser héroes de papi y mami a otro lado”.

La niña entrecerró los ojos, claramente molesta por la falta de reacción de Izumi.

Era tan fastidiosa.

“Oh, ¿crees que eres mejor que nosotros? ¿Tú, una inútil sin 《don》 ? Por favor. Eres una vergüenza. Y ni hablar de tu hermanito, ese llorón que siempre está pegado a ti. Apuesto a que él es aún más patético que tú”.

Algo dentro de Izumi se tensó, y una pequeña chispa salió disparada de sus mechones de cabello.

Sus manos, que hasta ahora habían estado relajadas a sus costados, se cerraron en puños.

Podía soportar las burlas hacia ella.

Podía ignorar los insultos, las risas, las miradas de desprecio.

Pero, ¿mencionar a su hermano, que no tenía nada que ver, y que ha sido la persona más bondadosa del mundo?

Eso sí que no lo iba a permitir.

¿Qué dijiste? ”, preguntó Izumi, su voz se mantuvo firme, aunque baja en todo momento. También, a su vez, hubo una chispa de molestia que jamás ha experimentado en su vida. Sus ojos se encontraron con los de la niña sin nombre, y por un momento, el aire se sintió más pesado que un yunque.

Las puntas de su cabello, como mechas, comenzaron a sacar chispas imperceptibles para cualquiera de los presentes.

El olor a humo se hizo aún más presente en su nariz, sintiendo que sus pulmones ardían con anticipación.

Se estaba molestando, y mucho.

“¿No me oíste? Parece que también estás sorda, en serio”, se burló, regocijándose de la chica de cabello verde, con un tono jocoso en todo momento. Izumi frunció el ceño al escucharla hablar. Su tono chillón tampoco mejoraba las cosas.

“No digas tonterías sobre mi hermano …”, murmuró, apretando levemente los dientes. Un suave crujido fue captado únicamente por sus oídos.

“¿Qué? ¿Vas a defenderlo?”, se jactó, dando un paso hacia ella. Su grupo la siguió, formando un semicírculo alrededor de Izumi. “Es tan débil que ni siquiera puede defenderse solo y siempre necesita que alguien más lo haga. Quiere ser un héroe, pero, ¿qué clase de héroe va a ser alguien como él? Es un inútil llorón que no puede hacer nada, igual que tú”.

El corazón de Izumi comenzó a latir más rápido. La molestia, ira, repulsión…

Todo estaba siendo un combustible para que empezara a arder.

Sentía una presión en el pecho, como si algo estuviera a punto de estallar. Sus manos temblaron ligeramente, y un calor extraño comenzó a subir por su nuca, extendiéndose hacia su cuero cabelludo. También, algo en su interior vibraba con un cosquilleo inesperadamente satisfactorio.

No dejes que te afecten esas tonterías. Ella no conoce a tu hermano. Solo intenta provocarte… ’, se recordó.

Pero las palabras de esa chica seguían resonando en su mente, cada una golpeando como un martillo a un clavo en la madera: inútil, patético, débil.

Su hermano no lo era, ella sí, ¿no?

Estaba bien, si ella era una 《Quirkless》 , no le importaba en lo más mínimo, mientras que el menor pueda cumplir su sueño, ¿no? Ser una persona sin 《don》 no define quién eres en la vida.

“¿Otra vez estás en silencio?”, preguntó, un tanto irritada sobre su actitud. Apretó sus manos levemente en unos puños, antes de mirarla con enojo, “idiota, responde o el otro inútil tendrá que hablar por ti”, escupió con enojo, molestia e ira por estarla subestimando al respecto.

¿Por qué la tonta de cabello verde se quedaba callado frente a alguien tan genial como ella? Se supone que tenía que decir que tenía razón, verla con adoración y decir que la iba a seguir hasta que no se vean más. ¿Qué era lo complicado aquí, sinceramente? No lo sabía.

Sin embargo, algo supo cuando vio los ojos de Izumi.

La había cagado.

Fue solo un pequeño parpadeó, pero Izumi estalló en ira al haberla escuchado decir esas palabras tan hirientes hacia su hermano. Ya lo dijo antes, y lo volvería a decir las veces que hiciesen falta: ella tolerará cualquier ataque hacia su persona, pero jamás dejará que insulten y menosprecien a su hermanito de esta manera. Y menos en frente de ella, de todas las personas.

Su cabello se encendió, como la mecha de una bomba a punto de estallar y dejar un cráter inmenso. Así funcionaban las bombas, ¿no? No importa.

De todos modos, su cabello se incendió, con una violenta llamarada de llamas al rojo vivo. El corazón bombeó rápidamente la sangre, mientras que la misma se sentía inquieta, danzando por sus venas y dejando escapar una sensación similar a la adrenalina por todo su cuerpo. Además de eso, un pequeño núcleo comenzó a activarse en el interior de su cuerpo, entre medio de ambos pulmones.

Siempre estuvo ahí, gestándose hasta el momento donde su cuerpo se pueda adaptar y ser capaz de ser usado ella. La sensación ardiente y de calor era increíblemente hermosa, y estimulante para todo su cuerpo.

El fuego se extendió sobre su brazo, comenzando a quemar levemente la tela de la misma. La sensación y olor a quemado, la hizo entender el hecho de que su 《don》 se manifestó. Pero no le importaba para nada.

La niña la observó con una ceja alzada, sorprendida por el despliegue de llamas ligeras. Ella y los otros terminaron por alejarse unos pasos, para no intentar quemarse por su presencia.

Rápidamente, todo ese fuego se terminó por dirigir hacia su puño y, antes de que nadie sea capaz de reaccionar, Izumi se lanzó rápidamente hacia la niña que había hablado demasiado y dicho tantas cosas que la irritaban.

Y esa fue la primera vez que se enojó en verdad, además de despertar su 《Quirk》 en el proceso.

Con un fuerte puñetazo en el brazo, fue más que suficiente para declarar lo molesta que estaba. El fuego no fue lo suficientemente peligroso como para quemar la piel, pero su ropa era otra historia, dejando una pequeña marca de un moretón ennegrecido.

La chica chilló de dolor, cayendo al suelo mientras se agarraba el brazo levemente magullado. El resto del grupo corrió despavorido, con sus rostros llenos de pánico y miedo al ver a la hermana mayor reaccionar de esa manera. Finalmente, solo quedaron ellas dos. Las llamas en el cabello de Izumi comenzaron a disminuir, y con ellas, la furia que había nublado su mente. De repente, la realidad la golpeó como un balde de agua fría.

¿Golpeó a una chica con su 《don》 recién despertado? Aunque la satisfacción era inmensa para callarla, esto no era correcto.

¿Quiso callarla por el mero hecho de que estaba enojada? Sigue siendo una justificación, no iba a mentir, pero no era correcto usar su 《peculiaridad》 contra alguien que, si bien, la molestó a ella y su hermano, no merecía esta clase de resolución a la violencia.

Un héroe no haría esto.

“Oh, no…”, murmuró, corriendo hacia la hostigadora. Las llamas en su cabello se apagaron por completo, dejando solo pequeños hilos de humo. Se arrodilló junto a la niña, que temblaba en el suelo, con lágrimas en los ojos. “L-Lo siento, y-yo no quería… d-déjame ayudarte”.

Incluso habiendo hecho algo malo ahora mismo, reconocer su error era lo mejor que podía hacer ahora.

Se dejó llevar demasiado por sus emociones, esta vez. Aunque, honestamente, tenía un poco de sentido, si lo pensaba con profundidad.

Últimamente, había sido alguien demasiado emocional en algunas cosas. Pero se había dicho varias veces que era solo como ella nació y creció, siendo una chica que llevaba sus emociones y sentimientos al extremo.

No podía sentirse solamente enojada; ella estaba muy o demasiado enojada. Todo llevado a un extremo, más no a un punto intermedio.

Supuso que su 《don》 le hacía sentirse así…

Cuando intentó ayudar a la niña a levantarse, ella, sin embargo, se apartó de Izumu, arrastrándose hacia atrás. Sus pupilas estaban contraídas de dolor y miedo. Un miedo genuino, que le hizo apretar el pecho. “¡Aléjate de mí!”, gritó, con su voz llena de temor. “¡E-Eres un monstruo ! ¡ Un monstruo !”

Las palabras golpearon a Izumi como un baldazo de agua fría. Se quedó congelada, mirando a la niña, y luego a sus propias manos, que estaban temblaban con anticipación al oír esas palabras. El calor en su interior se había desvanecido, reemplazado por una sensación de vacío…

Y miedo .

¿U-Un monstruo? ¡N-No, ella no era eso, ¿verdad?! ’, pensó, mientras que todo su alrededor comenzaba a ponerse borroso. Un pequeño ruido iba ahogando sus oídos, sintiendo como su cabeza le dolía con intensidad.

La niña desapareció al poco tiempo, y ella comenzó a moverse y tambalearse en su sitio. Nada estaba cercano a ella, más que ella misma y el ruido de sus zapatos, que tocaban la nada misma al caminar ligeramente. Su respiración se volvió irregular por momentos, antes de sentir como todo se terminaba por poner borroso.

Y, entonces, parpadeó.

Al instante, se sintió bastante más alta por algún motivo. Logró divisar un edificio donde se mantuvo viendo las ventanas, con el sol iluminando cada esquina, matando las motas de oscuridad en la cercanía. Su respiración se reguló al poco tiempo, y su cabello se mantuvo como normalmente debería. Su mano derecha se mantuvo tocando la bomba, mientras que una pequeña jaqueca la azotaba levemente.

No sabe qué ocurrió, pero todo se había vuelto confuso para procesar en su cabeza. El sudor frío le recorrió la nuca, mojando esa parte de manera ligera e imperceptible. Pasó su mano izquierda por esa zona, sintiendo aquella leve sudoración.

¿Qué estaba pasando aquí…?

Todo era muy confuso.

¡El equipo de heroínas gana! ”, exclamó All Might desde los altavoces, mientras que Izumi suspiró levemente.

Es verdad, habían estado teniendo un entrenamiento de combate entre compañeros de su clase, y ella terminó siendo una heroína junto a Mina. Los villanos, por otro lado, fueron Kaminari Denki y Koji Koda, quienes terminaron perdiendo el entrenamiento. No es que fuese realmente una victoria aplastante, o algo por el estilo, pero fue bastante divertido, si era completamente honesta al respecto.

Se había encontrado con Kaminari aquí arriba, y no tuvo que hacer mucho, más que atraparlo con su 《don》, y las esposas que le han dado para el ejercicio, dejándolo fuera de juego en poco menos de un minuto. La 《peculiaridad》 de la chica era bastante fuerte, a decir verdad, aunque eso no quiere decir que las de sus compañeros sean débiles o algo por el estilo.

Y tampoco es que sea arrogante para afirmar que era increíblemente poderosa, porque tampoco lo era. Todos tenían sus puntos positivos a explotar y explorar a futuro. Simplemente, tenían que encontrar una manera más creativa para mejorar su uso y desempeño.

Suspiró suavemente, sacando la mano de la bomba, mientras arreglaba su vestimenta. Su traje no estaba listo aún debido a la cantidad amplia de estudiantes que buscaban un traje. Ella, máximo, lo tendría en una semana o cinco días, según dijeron. Por ahora, su ropa deportiva era lo mejor que podía portar. Además, tampoco es como que se vaya a romper; estaba hecha de un material especial, usada para gente con 《dones》 que alteran el calor de su propio cuerpo o entorno, por lo que no era nada grave utilizar este conjunto con sus llamas.

Se acercó hacia la presencia de Kaminari, su compañero rubio, quien se mantuvo esposado y sentado en el suelo. Bufó al verla, con un tono de decepción en su voz.

“Hombre, y yo que pensaba poder darte pelea…”, comentó el chico, mientras la observaba con ligera decepción en su tono.

Su traje de héroe consistía en una camisa blanca lisa, sobre la cual portaba una chaqueta negra abierta con un patrón de relámpagos blancos en la espalda, y pantalones a juego con dos líneas que corrían por sus piernas. Tenía un único auricular de forma cuadrada sobre su oreja derecha, parecido a una antena de radio que sobresalía de la parte superior. Su cabello era rubio, relativamente corto que estaba partido a la derecha con una raya negra en forma de rayo a la izquierda de su flequillo lateral.

Nombre : Kaminari Denki》
Ocupación : Aspirante a héroe (Clase 1-A)》
Quirk : Electrificación; El Don de Denki le permite emitir electricidad de su cuerpo como si fuese un aura protectora y puede paralizar a cualquiera que entre en contacto con ella. Al usar su electricidad, Denki obtiene un mecanismo de defensa que sacude a quienes lo tocan》


“Hey, lo hiciste bien, en serio. ¡Si no me ponía a darlo todo, habría perdido!”, sonrió cálidamente, mientras le extendía la mano al chico rubio, tocando las esposas. El mismo se ruborizó al ver su sonrisa, mientras que las esposas se abrían luego de unos segundos. El fuego terminó quemando el funcionamiento interno, aparentemente. “Bueno, ¿podemos ir con los demás? Realmente necesito un descanso”, suspiró suavemente, mientras que Kaminari aceptaba su mano, ayudándolo a ponerse de pie.

“Ugh, ni lo digas, yo también necesito un pequeño descanso. No soy tan bueno con el manejo de mi 《peculiaridad》 en muchos aspectos”, expresó su ligera frustración, haciendo que Izumi entendiese su problema.

Desde hace un tiempo, ella no ha logrado perfeccionar el completo uso de su 《Quirk》 , pero tuvo a su hermanito, con el que pensaba varias maneras de aplicarlas a diversas situaciones, logrando que tenga un par de trucos guardados en la manga. Ciertamente, Izuku era alguien demasiado inteligente, pero no se reconocía ese mérito, a pesar de haber sido todo obra suya. Simplemente, no es capaz de aceptar el hecho de que es demasiado estratega y creativo en varios puntos en los que ella flaquea.

Simplemente, no quiere reconocer que tiene talento, lo que la hacía sentirse rara. ¿Por qué no se daba el crédito de ello?

Mientras caminaban por el edificio, y Kaminari se crujía la espalda, observó el camino. “¡Veo que no fue tan difícil para ti entrar, Midoriya!”, exclamó, haciendo que Izumi se riera entre dientes.

“Quiero decir, fue complicado, porque hay que tener cuidado con todo el entorno y nuestros rivales”, expresó, a lo que Denki bufó con ligereza.

“Bueno, eso me hace sentir un poco mejor, debo de admitir”.

“No hay de qué”, comentó, con una leve sonrisa, antes de cerrar los ojos levemente al sentir una ligera molestia en el pecho.

Observó el pasillo, notando que el mismo era infinito. Las paredes se iban cerrando sobre ella, mientras que Denki hablaba y hablaba sin parar. Sus oídos dejaron de escuchar todo sonido, antes de centrarse en la voz del chico a su costado.

“¡Sin embargo, debo de admitirlo, tienes una fuerza monstruosa !”, exclamó, riendo, mientras que Izumi sentía que todo se detenía.

Su aliento, antes cálido, se hizo una especie de bruma gélida.

Esas palabras…

“¿ Qué ?”, murmuró en una pregunta, con sus pupilas levemente dilatadas cuando escuchó algo que no quería recordar.

Cuando se dio la vuelta para buscar a Kaminari, no lo encontró a él. No pudo encontrar a nadie, más que un vacío oscuro en el que sentía que todo le devolvía la mirada. Con un sudor recorriendo su nuca, observó a su alrededor, sin poder conseguir información sobre lo que estaba pasando, sin embargo, todo comenzó a agobiarla, cuando comenzó a escuchar la voz de su hermanito…

Repitiendo una pregunta.

¿Eres un monstruo? ”, preguntó, una y otra, y otra, y otra vez, siendo una especie de disco rayado en esos instantes.

“¿H-Hermanito? ¿Eres tú?”, preguntó, con un ligero dolor de cabeza al escucharlo preguntar eso. Su corazón también comenzó a sentir una punzada, sintiendo que ese término hacía que todo fuese mucho peor.

¿Qué eres? ”, preguntó una vez más la voz de su hermano, provocando un escalofrío recorrer por su espalda como un relámpago.

“Y-Yo…”, murmuró, insegura sobre qué responder. Su hermanito, o lo que era su voz, comenzó a temblar, y repetir, nuevamente, una mísera palabra.

Monstruo ”.

Su voz resonaba en su cabeza, repitiendo eso como un coro, viniendo en todas las direcciones posibles. Cada repetición era como un puñetazo en el pecho, haciendo que su respiración se volviera más errática. Izumi giró sobre sí misma, buscando desesperadamente a su hermano en la oscuridad que la rodeaba en todo su esplendor.

Nada .

Ya no estaba ese pasillo infinito con las paredes que parecían cerrarse sobre ella. Solo estaba el vacío que la observaba con esos ojos invisibles… todo se sentía demasiado real, pero a la vez, irreal.

Era completamente extraño.

“¡ Izuku !”, gritó, su voz quebrándose mientras sus manos temblaban. El sudor frío seguía corriendo por su nuca, y el dolor de cabeza se intensificó, como si alguien estuviera apretando su cráneo con fuerza. “¡No soy un monstruo ! ¡No lo soy!”, exclamó, más para sí misma que para la voz que no dejaba de atormentarla.

Pero la duda ya se había instalado, como un veneno que se filtraba lentamente por sus venas. ¿Y si lo era? ¿Y si su 《Quirk》, ese fuego violento que había surgido de la nada y se potenciaba con sus emociones era una prueba de que algo oscuro vivía dentro de ella, esperando para lastimar a la gente?

Recordó las el fuego, la forma en que habían brotado de su cabello, de su puño, como si tuvieran vida propia. Recordó el grito de la niña, el miedo en sus ojos, y la palabra que había escapado de sus labios: monstruo.

¿No lo era…?

¿Por qué estaba dudando …?

“N-No… no, no, no”, murmuró, cayendo de rodillas al suelo invisible y oscuro del vacío infinito. Sus manos se aferraron a su cabeza, como si quisiera arrancar esos pensamientos y voces de su mente. “Solo quería proteger a Izu… s-solo quería…”. Pero las palabras se terminaron por perder en su garganta y el vacío inconmensurable que la rodeaba por todos lados, viéndola sufrir.

El suelo bajo sus pies comenzó a temblar, y el mundo a su alrededor se distorsionó aún más, siendo una especie de luz brillante y cegadora, que terminó por hacerla cerrar los ojos.

Al abrirlos, terminó revelando un paisaje borroso, lleno de sombras danzantes que parecían susurrar su nombre. Entre ellas, vio siluetas familiares: los niños del parque, sus compañeros de clase, sus padres… y, al final, la figura pequeña y frágil de Izuku, mirándola con ojos llenos de tristeza.

¿Por qué, hermana? ”, preguntó la voz de Izuku, ahora más clara, más cercana. “ ¿Por qué usaste tu 《Quirk》 así? ¿Por qué te convertiste en eso?

“¡N-No me convertí en nada !”, gritó Izumi, levantándose de un salto. Pero al hacerlo, sintió un calor abrasador recorrer su cuerpo otra vez. Miró sus manos y vio el fuego danzando sobre su piel, más intensas, más salvajes. Más vívidas. El fuego creció, extendiéndose por sus brazos, su cabello, su cuerpo, como si estuviera consumiéndola desde adentro en su totalidad.

¿Ahora? Era una bola de fuego humana que estaba quemando su carne, cartílagos, huesos, venas, todo.

El olor a quemado llenó sus pulmones, y el dolor se apoderó de ella. “¡No, no, no! ¡Para! ¡No quiero esto!”, exclamó, intentando apagar las llamas con sus manos, pero estas solo crecían más, como si se alimentaran de su miedo. Las sombras a su alrededor comenzaron a reír, un coro de voces infantiles, adultas, desconocidas, todas repitiendo lo mismo.

Monstruo ”.

Monstruo ”.

 

Monstruo ”.


Izumi retrocedió, tropezando con algo que no podía ver. Cayó al suelo, y al levantar la vista, se encontró frente a un espejo. Pero el reflejo que le devolvió la mirada no era el suyo. Era una figura envuelta en llamas, con ojos que brillaban como brasas y una sonrisa torcida que no reconocía. La figura extendió una mano hacia ella, y su voz, distorsionada, pero inconfundiblemente suya, susurró: “ Esto es lo que eres, Izumi Midoriya. Esto es lo que siempre serás ”.

“N-No… ¡ N-NO !”, gritó Izumi, golpeando el espejo con el puño. El cristal se hizo añicos, y con él, todo el mundo a su alrededor se desmoronó. La oscuridad la envolvió por completo, y el sonido de las risas se transformó en un zumbido ensordecedor.

Sintió que caía, que su cuerpo se deshacía, que todo lo que era se perdía en un abismo sin fin.

Y entonces, abrió los ojos.

El techo de su habitación la recibió, bañado por la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana. Su respiración era agitada, y su cuerpo estaba cubierto de sudor. Se sentó de golpe en la cama, llevándose una mano al pecho, donde su corazón latía desbocado. El silencio de la noche era roto solo por el leve crujido de la cama y el sonido de su propia respiración entrecortada.

La litera tembló ante su movimiento, y el de un dormido Izuku en la parte baja, sacando suaves ronquidos. Ella se llevó su mano al pecho, con sus latidos sonando a mil por hora.

“Un sueño…”, murmuró, pasando una mano temblorosa por su rostro. “Solo fue un sueño…”. Pero las imágenes seguían frescas en su mente: las llamas, el miedo, la voz de Izuku, el espejo. Todo se sentía tan real, tan vívido, que no podía evitar cuestionarse si realmente había sido solo una pesadilla.

Claro, lo del episodio con la niña creída fue real, y ciertamente la golpeó por eso, pero nunca terminó por decirle a nadie. Supuso que estuvo muy asustada de decirle algo a nadie debido a ese golpe de realidad literal.

Sin embargo, esto seguía siendo… Raro .

Abrazó sus piernas, dejando que sus rodillas toquen su pecho, y sollozo en silencio. Aunque tenga un gran poder, también funcionaba con sus emociones, llevándola siempre a un extremo que no quiere.

¿Emocionalmente? Era un desastre, sí, pero así funcionaba su 《Quirk》 , de todos modos. Mientras más negativa y furiosa se sienta, mucho más fuerte e inestable se vuelve, entonces, ¿solo funcionaba de esa manera? ¿Estando furiosa, enojada y molesta para ser una antorcha humana?

Ella era una chica normal con un 《don》 poderoso. Era Izumi Midoriya; una humana, no un monstruo…

Pero la duda persistía, como un clavo clavado en su espalda. ¿Y si no era solamente un sueño? ¿Y si su 《Quirk》 , ese poder que había esperado con tanta ilusión en su infancia, era en realidad algo que podía convertirla en alguien que no quería ser? ¿Y si, al final, todos tenían razón? ¿Y si realmente… podía ser un monstruo?

“No soy… N-No soy un monstruo …”, murmuró entre ligeros sollozos. Sus lágrimas mojaron levemente sus sábanas, mientras que se mantuvo allí, abrazando sus rodillas contra su pecho.

No supo qué pensar…


Kendo se mantuvo observando una leve pila de papeles, mientras que mantenía la vista en blanco a la misma. Sus ojos tuvieron un pequeño tick al saber que, como presidenta, su responsabilidad era bastante grande ahora mismo. Claro, tenía a Tokage y Midoriya para cubrirle las espaldas, pero eso no quitaba el hecho de que tener una lista de qué haceres y responsabilidades para tener a la vista y estar atenta era algo que, sinceramente, no esperaba mucho.

Pero, sinceramente, escucharlos a todos el otro día decir que era como una hermana mayor, la hizo sentirse un poco avergonzada. Era hija única, pero, ¿ser una hermana mayor? En serio, estos chicos eran bastante descarados en general. ¿Realmente no habían podido haber dicho algo menos halagador?

Humildad de líder, hermana Kendo, amable, superfuerte… Ugh, ¿por qué era tan mala con los elogios? Se estaba poniendo roja de la vergüenza de nuevo. Se palmeó levemente el rostro, para concentrarse. Necesitaba hacer algo con estos papeles. Después de todo, era su necesidad como presidenta de la clase 1-B, perteneciente a la prestigiosa academia número uno, U.A., este puesto impuesto por la votación de parte de sus compañeros no era chiste para no tomarlo en serio.

“Uh, ¿me recuerdan para qué eran estos papeles otra vez?”, preguntó Setsuna, recostada sobre el escritorio, mientras que tenía sus dedos presionados sobre sus hojas. Kendo la observó, con los ojos en blanco.

“C-Como presidenta, y vicepresidentes, Vlad-Sensei nos dio cosas sobre las actividades planeadas para el resto de la clase en lo que queda del año. P-Por ejemplo, el viaje a la USJ lo sabemos nosotros tres y los profesores, hasta que la clase entera sea comunicada”, explicó Midoriya a la chica de cabello verde musgoso, haciendo que deje escapar un zumbido de entendimiento.

“Gracias por explicarlo, Midoriya-Kun”, comenzó Kendo, sonriendo suavemente, a lo que Izuku se puso nervioso y rojo en sus mejillas.

“N-No hay de qué”.

“Entiendo eso, pero, ¿por qué tantas hojas, en general?”, la duda hizo que Kendo tarareara ante su pregunta, viendo su pila de papeles, revolviendo algún par de cosas.

“Bueno, además de estar informados de las actividades futuras y cercanas, también hay formularios para el festival cultural, festival deportivo, solicitudes para el uso del campo de entrenamiento cuando necesitemos de usarlo, los horarios de uso, los días disponibles, y muchas cosas más. Vlad-Sensei confía en nosotros para este puesto, así que, en general, tenemos bastantes cosas en las que estar pendientes”, añadió la presidenta de la 1-B. “Además, obviamente, tenemos más papeles de lo común porque ALGUIEN inició una pelea de comida en la cafetería”, expresó Kendo, con una sonrisa torcida, y una vena formándose en su frente.

La chica le sacó la lengua con diversión, mientras que Midoriya alzaba levemente la ceja, con duda interna al escucharla hablar y mencionar la cantidad de papeles correspondientes. Observó su pila, leyendo algunas cosas, sobre el pequeño incidente divertido de su compañera, confuso al respecto.

“¡Oh, vamos, fue divertido hacerlo! No tienes idea de lo que me reí viendo eso”, tuvo que suspirar con gracia debido a ese pequeño y tonto momento que provocó. Kendo suspiró con exasperación.

“Tokage, eres la vicepresidenta, actúa como tal”, recalcó Kendo. “Además, necesitarías una correa para que te tenga a raya”, la chica ronroneo ante la idea, guiñándole el ojo.

“Bueno, creo que eso me gustaría~”, Kendo mantuvo los ojos en blanco, a lo que Setsuna bufó con exasperación. “¡Vamos, fue divertido! Estoy seguro de que Midoriya también lo disfrutó”, señaló, a lo que el peliverde la observó, atónito.

Yo… No sabía que la academia tenía una cafetería”, comentó en un susurro, mientras que Kendo y Setsuna lo vieron con una expresión en blanco, a lo que la chica de cabello verde se rio a carcajadas de su descubrimiento reciente.

“¿En serio no sabías que había uno? Nezu nos lo dijo en la conferencia el primer día”, explicó Kendo, confusa ante ese hecho. Midoriya se rio nerviosamente ante su pregunta y cuestionamiento.

“Bueno, no puedes culparlo; la conferencia fue MUY aburrida”, declaró sin pelos en la lengua, “por poco y no me duermo”, expresó, a lo que Itsuka asintió suavemente, comprendiendo su planteamiento.

“Sí, es entendible en ese aspecto”.

Lo que ellas no sabían, en general, es que Midoriya borró ese hecho de su mente al verla en la presentación de Nezu. Básicamente, toda su vida en 《Aldera》, tuvo miedo de irse a otro lugar, no queriéndose encontrar con Kacchan o sus abusones típicos del día a día.

Por lo tanto, renegaba la existencia de la cafetería en su cabeza para evitar malas memorias. Esto, como un mecanismo de defensa autoimpuesto. Por ello, junto con su hermana, comenzaron a tener la “hora del almuerzo”, en el salón o no tan lejos del mismo, para no tener inconvenientes a la hora de buscar un momento de relajación o para querer rellenar sus estómagos con comida.

Por eso, en vez de levantarse e ir a buscar algo, siempre traían su almuerzo a 《Aldera》, no importaba la situación, contexto o momento, NUNCA iban a la cafetería en su antiguo colegio. Aunque, más que nada, él no iba, por lo que su hermana se encargaba mejor de cuidarlo y evitar que lo terminen dañando en el proceso. Básicamente, ir a la cafetería siendo 《Quirkless》 no estaba en sus planes.

Y, por ello, terminó por olvidar la existencia de la misma en la U.A., sabiendo que Kacchan iba a estar ahí, con la 1-A.

Sus cicatrices hechas por las explosiones le hicieron sentir raro. Picaban mucho.

Antes de que pudiese decir algo, la campana sonó a las afueras, resonaron con ferocidad por los pasillos, anunciando sobre el final del día. Setsuna bufó con alegría, recostándose sobre el escritorio, mientras que Kendo comenzaba a guardar las hojas en su mochila. Parece ser que se llevará todo a su casa, para verlo correctamente y al detalle.

“Ugh, odio quedarme tiempo extra en el salón”, replicó, a lo que Kendo la miró con diversión.

“Bueno, te postulaste, ¿no? Lidia con ello”, le recordó, a lo que Setsuna puso mala cara, y extendió los brazos hacia Midoriya.

“Midori~ Cargame, se me durmieron las piernas~”, le sugirió con un ronroneo y un brillo peligroso en sus ojos. El chico de pecas se puso rojo al instante por la imagen mental.

“¡¿E-Eh?! Y-Yo… B-Bueno, s-supongo que puedo darte una mano”, comentó entre murmullos, intentando ayudarla, aunque Kendo le dio una “suave” patada, que la terminó tirando de su asiento. “¡¿P-Presidenta?!”.

“¡Hey, estaba por ser cargada como princesa Disney, muchas gracias!”, expresó con falso fastidio, mientras se frotaba el lugar de la patada, aunque no dejó de lado su pequeña sonrisa juguetona.

“Puedes separar partes de tu cuerpo y mantenerte flotando como demostraste en el entrenamiento de ayer. Puedes valerte por ti misma a estas alturas”, comentó, con un pequeño rubor en su rostro. “Y-Y no me digas presidenta, es vergonzoso…”, observó de reojo a Midoriya.

“L-Lo siento, Kendo-San. P-Pero, eres la presidenta, así que es normal que te llame así, ¿no?”, preguntó, con sentido y razón detrás de su confusión. La chica karateca suspiró, estando de acuerdo.

“S-Sí, supongo que tienes razón. P-Pero aun así… No sé, no creo que me quede”.

Yo creo que te queda bien”, dijo sin pensar el pecoso, terminando por sonrojarse ligeramente, y rascarse la mejilla levemente. “E-Es decir, eres la presidenta de la 1-B, y puedes poner orden. Antes dijeron que podías ser la “hermana” de la clase, y supongo que está fundamentado”, explicó.

La chica lo observó, ligeramente tomada por sorpresa por esas palabras, pero eso no pudo evitar el hecho de sus mejillas se tiñeran de un rosado ligeramente visible. Realmente, no era para nada buena con los elogios, o similares, y escucharlo venir todo de uno de los chicos más reservados de la clase, la hizo sentir… Ya sabes, un poco avergonzada al respecto. Como siempre que pasaba en algunos casos.

Por ejemplo, estaba su padre. Una persona estricta, que tiene su propio dojo cerca de casa, donde termina por enseñar artes marciales a la gente que lo desee. Cuando era pequeña, y aun a su edad, su padre la elogia y mima demasiado cuando hace un par de cosas bien en los entrenamientos del dojo cuando está cerrado. La hace sentir muy nerviosa y avergonzada cuando su padre la quiere endulzar tanto con sus cariños y palabras tan cargadas en confianza hacia ella.

Aunque se note que la ama y se preocupa como cualquier padre, exagera demasiado. ¡Es demasiado empalagoso! Por suerte, su madre es capaz de ponerlo a raya para que no la termine asfixiando en un abrazo. Ya pasó unas cuatro veces en toda su vida, y no quiere volver a estar viendo estrellas por un abrazo de oso.

“D-De todos modos, creo que debemos de irnos”, comentó Kendo, levantándose de su asiento, mientras que Setsuna mantenía frotándose el lugar donde la había pateado con anterioridad.

“Hey, chica, me dejaste doliendo. ¿Qué haré si me sale un moretón? ¡Abuso de poder!”, declaró, apuntando a su presidenta, lo que ocasionó que pusiera los ojos en blanco al instante. Tomándola del uniforme, la comenzó a arrastrar, no sin antes tomar las cosas de Tokage. “¡H-Hey, suéltame, abuso de poder, abuso de poder, he dicho!”.

“C-Cierra la boca. Me adelantaré con esta revoltosa, Midoriya-Kun. ¡Nos vemos mañana!”, se despidió, sonriendo ligeramente, aun con un rubor posandose en sus mejillas. Midoriya correspondió el gesto, y se despidió gentilmente.

“N-Nos vemos, Kendo-San, Tokage-San”, expresó.

“¡Noooo, no me quiero ir, no eres mi madre!”, apuntó con su mano separada de su cuerpo a la chica de cabello anaranjado, quien sonrió con ligera sorna.

“Soy la hermana mayor de la 1-B ahora. Lidia con ello”, Setsuna puso mala cara, y bufó con molestia, antes de cruzarse de brazos y hacer un puchero.

Hmp”.

Mientras ambas chicas se iban, con una arrastrando a la otra, literalmente, Midoriya se quedó allí, viendo sus cosas. La gran mochila amarilla, que lo acompañó desde la infancia hasta la adolescencia, a este gran punto de su vida, lo observó, inexpresivamente. Desde que tiene uso de la razón, esta mochila la ha tenido desde siempre. Fue muy útil, y ha sido cuidada como un artículo que se pasa de generación a generación. Así de importante es para él. Mucho más de lo que puede admitir, sinceramente.

Según su madre, fue algo que su padre usaba en sus tiempos de secundaria. Sinceramente, por ese motivo, y por algunos más personales, le tiene cariño. No solo porque era una especie de reliquia o joya familia, sino que, además, ha aguantado mucho tiempo y casi cualquier cosa, para ser llevada un día más. Jamás se ha roto, o tenido inconvenientes en general, a lo que Midoriya lo adjudica al material que estaba hecho la misma: una que soporta mejor a los 《Quirks》 con relación a las llamas.

Por eso, las explosiones de Kacchan, en algunas ocasiones, no la dañaban tanto, debido a sus materiales utilizados. Bueno, ya dejando de lado la historia de su hermosa y bella mochila amarilla, tenía otras cosas en mente.

Rebuscó en el interior, moviendo las cosas de su interior, hasta que terminó por encontrar lo que buscaba. Sacó su teléfono, donde terminó por encenderlo, buscando las conversaciones con su tutor. No usa mucho el dispositivo, debido a que es más de usar la computadora, sin embargo, no era para nada una mala opción en general.

La usaba cuando tenía que ver alguna entrevista, o algo rápido. De todos modos, el modelo no era muy nuevo, pero tampoco tan antiguo. Balanceaba en puntos intermedios. No fue tan difícil encontrar las conversaciones con All Might, debido a que no tenía tantos contactos agregados.

Izumi, Inko, su madre, y All Might. Luego de eso, no tenía nada más. Ni siquiera tuvo el número de Kacchan, aunque, honestamente, ¿para qué lo querría llegados a este punto? Y su padre no tenía teléfono. Lo destruyó cuando perdió una carrera de caballos y no quiso volver a comprar uno. Fue divertido verlo ínter esconderlo y fingir que no pasaba nada. Su madre lo obligó a lavar la cocina.

Ah, sí, bueno, ignoremos el hecho de que él se llama “All-Mighty. Jr”. ¡N-No es relevante en lo absoluto, llegados a este punto!

Pudo ver, entre los mensajes, algunos antiguos sobre los entrenamientos, rutinas para fortalecer su cuerpo en la playa Dagobah, y muchas otras cosas. Sin embargo, en el fondo estaba lo que buscaba. Tuvo que tragar saliva al ver el mensaje completo.

‘Mi maestro dice que te estará esperando en su domicilio. ¡No te preocupes por nada, él es muy bueno en lo que hace, aunque pueda pasarse!’, leyó mentalmente el mensaje. Adjunto, debajo del texto, había una dirección, que mostraba una casa ligeramente abandonada, con un deterioro notable por el pasar de los años por el exterior, pero, por adentro, debería de ser cómoda y acogedora por si alguien vivía en su interior.

La dirección de la casa del maestro de All Might no estaba lejos. La prefectura Yamanashi, realmente, no tenía tanta distancia de diferencia. Un par de minutos, y estaría allí en un santiamén.

Tuvo que fruncir la mirada. Aún no sabe quién es, o fue en su tiempo, pero lo que sí sabe, es que, probablemente, no será nada fácil. Si fue el maestro de SU maestro, entonces, tendría que ser por algo en especial. ¿Su 《don》, quizás? Es una posibilidad, aunque no le dio ningún nombre.

Seguramente, quiere que sea una sorpresa.

Entonces, está bien. Dará todo lo que pueda.

-]|[-


Las ventiscas de viento lo terminaron por calmar cuando terminó por encontrarse en frente de la vivienda. Suspiró, dejando que el aire se le escape de los pulmones. Ajustó las correas de su mochila amarilla a su espalda, mientras que su ropa deportiva se mantenía ceñida al cuerpo.

Un pedazo de un cartel que daba la bienvenida terminó por caerse en frente de él, mientras que sudaba levemente ante la presentación tan pobre y deteriorada que dejaba este lugar. Se rio nerviosamente, pensando si era algo bueno el estar aquí en primer lugar. Quizás fue el maestro de All Might en algún punto, pero, sinceramente, ¿sería capaz de entrenarlo aún? All Might era una persona joven cuando fue entrenado, supone, entonces, ¿con qué edad estaría rondando el maestro de su maestro?

No tiene una idea clara, pero esperaba que estuviese en condiciones para poder ser capaz de entrenarlo o ayudarlo a mejorar. Aunque, a todo esto, ¿cuál sería su《Peculiaridad 》? Tampoco es como que sepa cuál es su nombre de héroe o de pila, ya que jamás le dijo, por lo que su historial de héroe público era escaso por ahora. Aunque tampoco es que conozca a muchas figuras heroicas del tiempo de auge de All Might.

Antes de venir aquí, le comentó a su hermana y madre que iba a ir a entrenar su 《don》 en un lugar privado. Aunque su hermana quiso ir con él, tuvo que convencerla (con un poco de comida), para que pudiese ir solo a ese sitio. Su madre le expresó su preocupación y le dijo que se cuidara, y por eso le dio una lista con muchos números de emergencias por si algo ocurría. Además de darle un botiquín, por, eh, ya saben, si se rompe o algo. Tuvo que suspirar mentalmente ante ello.

Se sintió avergonzado, y un poco mal por haberles mentido. Aunque, bueno, técnicamente, no mintió tanto. Iba a entrenar el dominio de su 《Quirk》. No estaría solo, pero aún estaba mintiéndole a su familia.

Pero era por el bien de todos. Por el suyo, el de ellos, de su sueño, y muchas otras cosas más. Este poder, aunque se siga sintiendo como hacer trampa, se le concedió por algo, e iba a usarlo para ser un héroe.

Se acercó a la puerta deteriorada, antes de tocarla con los nudillos. La misma se abrió un poco, pero no se dio cuenta. “D-Disculpe, ¿señor? S-Soy Izuku Midoriya y…”.

Antes de seguir hablando, se quedó viendo una mancha inmensa en el suelo. La sangre se desparramaba por el suelo, mientras que un cuerpo pequeño estaba sobre la misma. El cuerpo del chico pecoso se mantuvo paralizado del miedo y pánico. Sus ojos y pupilas se contrajeron, antes de sentir que el aire se congelaba.

¿Estaba… muerto?

Ante la realización de espanto y miedo, dejó caer su mochila y se acercó al cuerpo difunto del señor. Ese sentimiento de pavor y miedo debía de esperar. Podría vomitar y gritar más tarde. Su vida dependía de él. Sus dedos tocaron su muñeca, antes de sentir pulso.

¿Estaba vivo? ¿Cómo es que…?

“¡Estoy vivo!”, exclamó en una queja audible, mientras sentía como el chico, torpemente, terminó por pisar uno de sus dedos.

Con un sobresalto y un grito de sorpresa, se alejó del señor rápidamente, quien terminó por levantarse y quitarse la “sangre” de su traje de héroe. Sus canas blancas dejaban ver su edad, al igual que el bastón con el que se mantenía de pie.

Ante esta revelación repentina, Midoriya se acercó y dio muchas referencias para disculparse, y comenzó a hablar tan rápidamente, que nada pudo entenderlo en ese momento. El héroe retirado alzó su bastón, y lo golpeó suavemente en la cabeza varias veces para que se calle.

“¡A-Agh, l-lo siento!”, expresó, tapando su cabeza con sus manos para que deje de golpear su cabeza.

“Estos niñatos de hoy en día…”, balbuceó en un pequeño gruñido, mientras que Midoriya lo observó con antelación, analizando al mismo con la mirada, aunque… Tuvo que observar un poco hacia abajo para eso.

A diferencia de Midoriya, él era un hombre extremadamente pequeño, de edad avanzada, que tenía pelo corto y barba.

Vistiendo su traje de héroe, mantenía un estilo monótono de cuerpo entero, junto con una capa amarilla, un cinturón con la letra “G” en él, también llevaba guantes y botas muy gruesas de color amarillo, además de una máscara oscura que se asemejaba a dos diamantes, donde sus ojos se dejaban ver.

¿Este era el maestro de All Might…?

“A-Ah, lo siento por entrar sin avisar, señor, estaba abierto cuando toqué. ¿U-Usted está bien? P-Pensé que sangraba o que algo malo le había sucedido”, mencionó sus condolencias y preocupación al mismo tiempo.

El héroe retirado lo observó, antes de ser analizado también por el viejo con experiencia. Midoriya no estaba mal físicamente, al contrario, se notaba preparado para usar el 《OFA》 a duras penas, pero era aceptable por ahora, teniendo en cuenta su edad y proceso. Por lo que Toshinori le había contado, tenía varios problemas, y era, básicamente, una bomba de tiempo antes de explotar.

Le dio a un suicida un arma, sin embargo, no parecía ser mal chico en vistas generales.

Cuando se cayó con su preciado spaghetti, terminó dañando su orgullo culinario y su octavo plato del mes. Siempre se olvidaba del bache que su suelo tenía, y eso lo hizo lamentarse internamente. Había deseado comer algo antes de hacer una entrada a Midoriya para probar sus reflejos de una mirada, pero terminó por llegar antes y tirar su comida al suelo.

Bendita sea su suerte.

Sin embargo, nada más verlo, se lanzó a ver cómo estaba. No gritó, no dudó, y tampoco se detuvo en moverse. Se fijó en su pulso y los daños, pero no había nada. Al ver a alguien en problemas, o con una mínima herida, saldría disparado a ver cómo estaba.

Justo como Toshinori habría hecho en su tiempo. Lanzarse a ayudar, sin plantearse si la situación era o no un malentendido.

El anciano no supo decir si el hecho de que el noveno portador sea de esa manera, igual a Toshinori, era algo bueno o malo a la larga. Ese chico era demasiado impulsivo, mandándose de cabeza al peligro. Sin embargo, su testarudez era bastante emblemática en su forma de ser.

De todos modos, no pudo evitar tener dudas acerca del noveno sucesor. Dijo que tenía un par de problemas de confianza, pero esperaba que no fuesen demasiado grandes como para dudar en algunas situaciones específicas. Suspiró mentalmente, mientras lo observaba, aun frotándose el sitio donde lo había golpeado con su bastón. Había dejado una pequeña mella, pero él aún no sabía cómo se movía, y parecía no conocer su nombre por el modo en que le dijo “señor”.

No estaba tan viejo como para que le digan señor.

Eso sí, luego tendría que ver su novela. Empieza a las ocho.

“S-Señor, um, eh, ¿usted fue el maestro de All Might?”, preguntó con duda genuina al respecto, mientras que el héroe retirado se rascaba la oreja, fingiendo agudizar su oído.

“… ¿Quién?”.

“… ¿Eh?”, parpadeó un poco, antes de que el señor, moviéndose con su bastón de manera lenta por la habitación. “A-Ah, eh, esto, um, A-All Might me dijo que usted podía ayudarme a dominar el 《One For All》, y-y yo…”, se quedó quieto, antes de tragar y observarlo fijamente. “¡Q-Quiero dominar este poder, por favor! ¡Tengo que hacerme más fuerte rápidamente!”, exclamó, poniéndose en frente del héroe retirado. “No soy el más fuerte, no soy el más inteligente, rápido, estratégico, ni el más capaz tampoco. Pero él confió en mí para tener esto… Aunque… Sienta que estoy haciendo trampa, y que en el fondo, hay mejores opciones, quiero hacerme más fuerte. ¡A-Así que, por favor, entréneme!”.

Las palabras del chico fueron totalmente sinceras y honestas. Sus problemas de confianza eran bastante notable a simple vista. Su postura, expresión, autodesprecio al no considerarse apto, y confuso al respecto de su decisión hablaban por sí solas. Sin embargo, expresa que, aunque no sea el más indicado (o eso cree), intentará dar lo mejor de sí.

Es alguien 《Quirkless》 al que se le dio un arma poderosa, excelente para los suicidas, pero él no busca dañarse porque sí. Incluso si lo hace, el fuego de sus ojos le dice algo que también lo hizo Toshinori: “Me lastimaré aun si puedo salvar a los demás”. Eso es algo que ella o Toshinori dirían, aún teniendo todas en contra en su tiempo.

Esa voluntad, chocando de manera constante con sus inseguridades, peleaban para ver quién de los dos iba a sobresalir antes.

Silencio.

Midoriya esperaba que pudiera responderle, pero se quedó allí, quieto y observando al chico de cabello verde. Frunció el ceño, con decepción. ‘Está senil’, pensó para sus adentros.

Sin obtener respuesta, suspiró suavemente, antes de dar una reverencia. “Lamento si le quité su tiempo, señor. Yo… Ya me voy”, habló, antes de dirigirse hacia su mochila. Esto fue una pérdida de tiempo. Quiere hacerse más fuerte en el uso del 《One For All》, pero las oportunidades actuales le decían otra cosa.

El señor, el maestro de All Might, no parecía querer entrenarlo, a pesar de que el héroe número uno le había dicho que era lo contrario. Por ahora, solo tomaría sus cosas y se iría a otro lugar para entrenar solo. Quiere decir, no es que no esperase esta vuelta de tuerca a último momento, pero sabe que, quizás, no fue lo suficientemente a primera vista. ¿Dio una mala imagen? Era probable.

Aunque, quizás, ¿se equivocó de casa? No, no, no, no. No, para nada era el caso, ¿no? S-Sí, debía de haberse equivocado de vivienda, ¿verdad? ¡O quizás esta persona no era el maestro de All Might! Considerando el tipo de edificio que era este y que tenía algún que otro piso arriba, todo fue remodelado para que sea habitable para una persona, pero, ¿y si vivía en un segundo piso que quedó allí arriba, y esta era la casa de otra persona? ¡Oh, dios, se sentiría demasiado estúpido si ese fuese el caso!

Pero, ambas opciones eran factibles, así que…

¿Eh?

“¿Dónde… está mi mochila?”, se preguntó con duda, buscando la mochila amarilla característica. Desapareció en un parpadeo.

“Vaya, veo que tienes una vida ocupada, ¿eh?”, preguntó el maestro de All Might, revisando el interior de la mochila de Midoriya. Adentro, había una foto de su familia. La llevaba consigo cuando tenía que recordar mejores momentos, cuando su padre estaba cerca de allí. “Y una familia feliz, ¿eh?”, bueno, casi. El ceño del señor bajito se suavizó.

Espera que el destino del 《One For All》 no destruya otra familia en su totalidad.

“¿C-Como es que…?”, antes de que la pregunta fuese respondida, Midoriya retrocedió por instinto luego de haber sentido como aire caliente se acercaba hacia su rostro. El anciano respiró un poco, mientras sonreía por haber esquivado su patada.

“Buenos reflejos. Sin embargo…”, sus pulmones se inflaron, haciendo que el aire debajo de sus pies lo impulsara.

Aprovechando su estatura pequeña, lanzó una barrida a gran velocidad, terminando por tumbar a Midoriya al suelo, quién golpeó fuertemente el suelo. El aire de sus pulmones se terminó por escapar levemente, antes de girar sobre su propio eje, evitando otra patada del señor. Se quiso poner rápidamente en pie, cosa que el héroe retirado esperaba fervientemente.

Cambiando el rumbo en medio del aire, y dando otra bocanada para sus pulmones, se lanzó. El pecoso intentó lanzar un puñetazo, olvidándose de activar su 《don》, lo que terminó por golpear a la nada, debido a que el héroe terminó pasando por arriba de Midoriya. Pensó que no iba a pasar nada, pero estaba muy equivocado, cuando el héroe lo tomó del brazo y, con la fuerza de su impulso, lo tumbó una vez más.

Nuevamente, sin aire en los pulmones por el golpe inesperado, y terminó por ser tocado suavemente en la nariz por el bastón del héroe una vez más.

“Dejas abiertas muchas aberturas, te sorprendiste fácilmente, por lo que los ataques sorpresa son una debilidad tuya a la que no prestas atención suficiente, no te concentras, no sabes en dónde estás parado y, sobre todo lo demás, eres débil. Te falta mucho por mejorar y aprender, chico. Vamos a trabajar en eso”, el pecoso lo observó, respirando de sorpresa ante el héroe que estaba en frente suya.

Era extremadamente fuerte, rápido y ágil. ¿Cómo es que un señor de su edad podía hacer algo así…? Su respiración se puso irregular, mientras que el señor lo miró con una leve risa.

“… ‘Tengo que hacerme más fuerte rápidamente’, dices. Es cierto. El tiempo, esta vez, no está de tu lado, ni del de tus enemigos. Y ellos no esperarán a que te hagas más fuerte, chico”, una dura elección de palabras, pero realmente necesaria. “Y es por eso, que te daré un entrenamiento exhaustivo esta semana hasta la USJ. Toshinori me dijo que es el próximo jueves, así que tengo tiempo para enseñarte de sobra…”, comentó, saltando y alejándose de Midoriya un par de metros. “Ugh, realmente quería comer mis spaghettis”.

Midoriya se recompuso al poco tiempo, mientras frotaba la zona del golpe donde el señor lo golpeó con fuerza. Eso dejará una pequeña marca para después. Lo observó, con sus ojos curiosos por su presencia y 《Peculiaridad》.

Era increíble…

“S-Señor—… M-Maestro, ¿cómo se llama…?”, preguntó, a lo que el señor sonrió y se giró a verlo.

Gran Torino. Guárdate ese nombre, chico. Lo vas a repetir muchas veces cuando pidas piedad cuando te golpee con el bastón”.

Nombre de héroe : Gran Torino》
Ocupación : Héroe retirado. Maestro de U.A. retirado》
Quirk : Jet; Gran Torino puede disparar aire desde propulsores ubicados en la parte inferior de sus pies, dándole una increíble capacidad de salto. Sin embargo, solo puede utilizar el aire que ha respirado para impulsarse 》


Midoriya tuvo que tragar saliva al escuchar sus palabras. Sin embargo, esperaba esto; esperaba que no fuese blando con él.

Por ahora, necesitaba darlo todo.

Chapter 14: Capítulo 13: Puliendo los cimientos

Summary:

Un pequeño vistazo al entrenamiento diario que tendrá Midoriya con Gran Torino.
¿Y qué le pasa a Kendo…?

Notes:

Lo siento si tardé mucho en actualizar.

Umamusume me ha mantenido ocupado, distraído y adicto a la ludopatia junto con Balatro. Es un combo mortal.

Chapter Text


Cuando el sol comenzó a impregnar todo con sus tonos anaranjados por todo lo alto, Kendo comenzó a gruñir levemente, viéndolo por la ventana del dojo. Había estado entrenando, y no tuvo mucho tiempo para hacer algo más que eso. Mantuvo su postura recta, mientras permanecía para en medio del salón. Estaba ella sola. Ningún cliente a la vista, y el cartel estaba indicando que la hora de estar abiertos ya había pasado. Por lo tanto, tenía todo este lugar para ella sola.

Probó dando movimientos suaves, moviendo sus piernas, deslizándose sobre el mismo. Sus patadas golpeaban el aire, mientras mantenía la postura firme y correcta en todo momento para efectuar mejor lo que estaba practicando.

Sabía muchas artes marciales, en general. Jiu-Jitsu, un poco de Grappling, Karate y boxeo. Eran cuatro disciplinas que dominaba y usaba en su totalidad, debido a que eran las más fáciles y efectivas para ella, aunque tenía una idea sobre otras disciplinas que no ha probado aún en general. Sabe de ellas, pero no las ha aplicado mucho. Ya saben, el Judo, Muay-Thai, Taekwondo, Kickboxing, etc. Lo que ha podido practicar fue el Kendo, y no le ha ido tan mal en eso, honestamente. Las otras, eran artes marciales de las que ha logrado escuchado en su momento, sin embargo, se abstuvo de probarlas por un simple y llano motivo.

Su padre.

Desde que aprendió sobre el karate, su progenitor no ha parado con intentar hacerle aprender las diferentes disciplinas que pueda para que, ya saben, pueda defenderse mejor en un futuro. Sabe que va a ser una heroína desde pequeña, así que la ha metido en varias clases de defensa personal, y la ha instruido en lo que mejor sabe de defensa. Después de todo, ella es hija única, y su padre tiene miedo conque algo le termine pasando, así que, para estar más tranquilo, la hizo una chica totalmente fuerte, mental y físicamente para ello.

No quiere decir que fue fácil porque no lo ha sido. Empezó desde los cinco años, luego de que despertó su 《don》 , así que la disciplina fue algo que la acompañó desde muy niña, y eso la forjó en el futuro y actualidad. Se acomodó levemente el cabello en su característica coleta de lado, mientras ajustaba su cinturón negro y su Kumite. El Kumite era bastante cómodo, sinceramente, pero aunque no necesite portarlo ahora mismo, se lo puso por los viejos tiempos. Ser cinta negra se sentía bien a la vista, y le dejaba ver lo mucho que avanzó en ese arte marcial en general.

La chica dejó escapar un ligero murmullo contento, mientras continuaba con la práctica. Básicamente, seguía haciendo lo de siempre, haciendo movimientos que ya conocía, para no oxidarse en la práctica. No podría ser una heroína profesional si termina estando oxidada en sus puntos fuertes, que eran las artes marciales.

Mantenerse fresca cuál lechuga era lo mejor para ella, y nunca dejar de mejorar en los aspectos que flaqueaba la hacía sentir bastante mejor con ella misma. Si se conformaba con lo que tenía, y no trataba de pulirla, entonces estaría desperdiciando su potencial físico, lo que terminaría por hacer que baje mucho su rendimiento.

Mientras que sus músculos se tensaban en cada golpe lanzado, el sudor comenzaba a impregnar su rostro. Sin embargo, algo que no pudo ver venir, fueron unos brazos tomándola levemente de los hombros, sorprendiendo a la misma con un sobresalto.

“¡Estabas aquí, Itsuka-!”, antes de poder decir algo más, la chica de cabello anaranjado lo tomó de su camiseta, antes de voltearlo y lanzarlo hacia el suelo, provocando que se golpee con el mismo. Rápidamente, tosió levemente, con una sonrisa orgullosa en su rostro. “E-Esa es mi panquecito…”, comentó.

“U-Uh, lo siento, papá, ¡pero no te acerques así, me asustaste, idiota!”, exclamó la chica, mientras ayudaba a su progenitor a levantarse. Su padre tomó su mano con levemente fuerza, mientras se tronaba la espalda.

“Diablos, creo que no debería de tomarte por sorpresa por el momento”, se rio por ello, mientras que su hija ponía los ojos en blanco ante su actitud despreocupada.

Su padre, básicamente, el dueño del dojo, era una persona de complexión fornida y bastante cuidado por el paso del tiempo. Sus facciones eran bastante jóvenes, manteniéndose bien con el paso del tiempo, a pesar de su edad. Su cabello corto era de tonalidades marrones, al igual que sus ojos, mientras que su barba se encontraba recientemente creciendo luego de haberla afeitado hace un tiempo realmente reciente. Además de eso, vestía una camisa, con los botones de su cuello descubierto, dejando ver levemente parte de su pecho (a su madre le gustaba así, así que no le iba a decir nada), y vestía unos pantalones largos holgados y negros.

Nombre : Ryu Kendo》
Ocupación : Dueño de Dojo》
Quirk : Pressure Palm; este Quirk utiliza una sustancia creada por la misma, y ubica burbujas de aire entre los huesos de la palma, algo similar a las que se forman comúnmente en el líquido senovial. Al usarse en un objetivo, libera la energía por los poros al romper las burbujas de aire por la presión ejercida, provocando una presión de aire bastante potente para mover a un objetivo dos o tres metros, dependiendo de su peso. También, puede usarse en los pies. El don, en general, tarda entre uno o dos minutos para utilizarse otra vez en alguna parte del cuerpo anteriormente mencionada si no es entrenado correctamente》


“¿Y recién te das cuenta de eso?”, preguntó, con un resoplido lleno de burla, mientras que el padre solo sonrió con ligereza, frotándose la espalda levemente. Estaba un poco viejo para esa caída, sinceramente.

“Bueno, no, la semana pasada ya lo había asumido, pero pensé que una más no hacía daño. ¿Ahora? Mi espalda está llorando. Abuso hacia las personas mayores”, expresó, mientras que Kendo ponía los ojos en blanco ante sus palabras, divertida y un poco lamentada por sus palabras. ¿Realmente le dolió tanto la caída? No estaba así de viejo, honestamente.

“Papá, tienes cincuenta y ocho años. No estás tan viejo”, el señor Kendo se rio con aún más fuerza, antes de bajar la tonalidad de la misma, y bajará la mirada al suelo.

“Hija… No tengo cincuenta y ocho; tengo cuarenta y cinco”, la corrigió con gotas de sudor bajando rápidamente por su rostro, mientras que la chica se encogió de hombros en su sitio. Él no estaba tan viejo como para que le digan una edad con la que no concordaba en absoluto.

“Meh. Es lo mismo”.

“¡N-No es lo mismo, me estás haciendo más viejo de lo que aparento!”, acusó, preparándose para atraparla y abrazarla con la fuerza de un oso. La chica retrocedió al saber la postura por la que estaba optando. Itsuka odiaba esos abrazos de oso.

“¡Abrázame y tu espalda será de lo menos que tengas que preocuparte!”, apuntó, con el ceño fruncido, haciendo que el padre suspire, a regañadientes, y retroceda, con las manos en alto.

“Por ahora, te salvas”, accedió, provocando que Kendo suspire un poco.

Desde que tiene el uso de razón, siempre que le ha dado un abrazo de oso, ha terminado perdiendo el conocimiento de manera accidental por el cariño inmenso que tiene su padre al ser hija única. Sin embargo, que eso no los haga sentir realmente cariño por el padre. Después de todo, su padre siempre ha sido alguien bastante serio en cuando se entera de algo, o le piden que entrene a una persona. Recuerda la primera vez que Monoma vino a su hogar de visita, y su padre, actuando como siempre, de manera seria con la gente ajena a su hija, lo estuvo probando en diferentes cosas para saber si era bueno para ser su amigo.

Recuerda la frustración de Monoma al ser sometido a una paliza moral y física por parte de su viejo, con la excusa de ver qué tan bueno era para defenderse solo. Aunque ella sabe que esa no es la razón real por la que su amigo, loco y competitivo de pelo amarillo, comió suelo ese día, y se niega a ir a su casa, incluso cuando ella es la que pide. Después de todo, no todos se recuperan de una paliza brindada por un artista marcial de ese calibre. Y más si era su padre, que lo dominó sin el uso de su 《peculiaridad》.

“¿Por qué estás aquí, papá? Pensé que estabas descansando luego de la cena”, preguntó, curiosa al respecto. Su padre simplemente bufó con un poco de gracia.

“Bueno, parece ser que alguien olvidó su promesa. ¡Se suponía que hoy entrenarías tu 《Quirk》 con tu viejo!”, la chica palideció levemente ante sus palabras. Salieron de su boca en cámara lenta.

¿Entrenar… su 《peculiaridad》 …? Bueno, es cierto que ella se lo prometió en la cena de ayer, aunque no puede decir que estuviese atendiendo a su entorno cuando se lo preguntó. Realmente no pensó en qué recordará esa promesa, aunque, bueno, era una tontería. ¡Estaba en una escuela donde los formaban para ser superhéroes competentes en la sociedad actual, entrenar un poco ahora era innecesario! Al menos, eso pensaba, todo, para no querer utilizar su 《don》 en este sitio.

Quiere decir, aún hay ventanas aquí, entonces, ¿qué pasaría si alguien la viese por ahí, usando una 《peculiaridad》 de ese tipo en un entrenamiento con su padre? Sus pupilas se dilataron ante esa posibilidad. Pero, espera, espera un momento, ¿por qué le importaría que los demás la vean utilizando su 《don》 ? No es como que le importe demasiado la opinión ajena de los demás, ¿no?

La última vez que lo utilizó, al menos, lo que su cabeza le dejaba recordar, fue en su escuela antes de ir a hacer el examen de admisión de la U.A. en su tiempo. Ellos sabían cómo era su 《peculiaridad》 , pero no la había mostrado por, bueno, ya saben, pena. Sentía pena por ella misma, y mostrar ese poder a sus compañeros pondría una especie de mirada rara sobre ella que no quería para nada. Muchas personas te dicen que eres raro o incompatible con el 《Quirk》 que tienes, y ella, cuando mostró su 《peculiaridad》 en un pequeño descuido…

Pasó.

Ugh, aún recuerda las pequeñas risas de sus antiguos compañeros. ¿Realmente se veía como una torpe con manos grandes? ¿Poco femenina? ¿Era más parecido a un niño que a una niña? ¿Estaba mal que se junte con Monoma en su tiempo porque las demás pusieron rumores sobre ella que la hizo sentir horrible en su vida personal…?

¿Estaba mal no querer mostrar su 《don》 a las personas en las que no confía mucho? Iba a ser una heroína, y sabe que tendrá que mostrar su 《don》 al público, pero, no lo sabe, se sentiría un poco rara haciéndolo. Insegura.

Itsuka suspiró mentalmente, mientras sus pupilas aún temblaban ligeramente por el recuerdo de aquellas risas. No era que le importara tanto lo que los demás pensaran, o al menos eso se repetía a sí misma constantemente. Pero esas pequeñas risas, esos comentarios susurrados en los pasillos de su antigua escuela, aún resonaban en su mente como un susurro molesto. Sacudió la cabeza, tratando de despejar esos pensamientos, y se giró hacia su padre, quien la observaba con una mezcla de preocupación y paciencia.

“¿Qué pasa, panquecito de calabaza?”, preguntó Ryu, inclinando la cabeza ligeramente. Su tono era más suave ahora, dejando de lado el aire juguetón que había tenido momentos antes. Conocía a su hija lo suficiente como para notar cuando algo la inquietaba, aunque Itsuka siempre había sido buena ocultando sus verdaderos sentimientos bajo esa fachada de confianza y fuerza. La chica puso los ojos en blanco ante ese apodo.

“¿Panquecito de calabaza? ¿En serio?”, Ryu tarareo con una mezcla de diversión y genuina preocupación en su mirada.

“Perdón, no se me ocurrió nada mejor”, tuvo que explicar, a lo que ella suspiró levemente. “Pero, en serio, ¿pasó algo?”.

“Nada, papá. Solo… estaba pensando en algo tonto”, respondió ella, forzando una leve sonrisa mientras se cruzaba de brazos. “Además, ¿entrenar mi 《Quirk》 aquí? ¿En serio? Las ventanas están abiertas, y no quiero que algún vecino curioso empiece a grabar con su celular. Ya sabes cómo es la gente con los 《Quirks》 ‘extraños’. Estamos en Japón, después de todo…”, tuvo que murmurar, enredando un poco de su cabello en sus dedos, mientras que Ryu se cruzaba de brazos.

Observó a su hija con una mueca. No por enojo o molestia, sino porque entendía perfectamente a qué se refería su hija. Él también había pasado por eso en su juventud.

La sociedad actual se basaba en qué tan bonito, o llamativo fuese tu 《don》, sobre la práctica que pueda tener. ¿Por qué creen que héroes como Mirko o Snipe no están tan arriba en el top, aun teniendo 《dones》 increíblemente fuertes? O peor aún, ¿por qué hay héroes profesionales con poderes increíblemente eficaces sin mucho marketing? Black Belt, por ejemplo, tenía una gran peculiaridad que lo hacía casi invencible en el uno contra uno. Después de todo, podía dar cien golpes en un solo puñetazo debido a su 《don》. Pero, en general, la gente basaba sus opiniones en lo visual más que en lo práctico.

El suyo, por ejemplo, no era precisamente el más vistoso o “heroico” a los ojos de los demás. No disparaba rayos láser, no creaba explosiones espectaculares ni permitía volar por los cielos. Era práctico, sí, pero no “llamativo”. Y en un mundo donde los 《dones》 a menudo definían cómo te veía la sociedad, eso podía ser un peso. Especialmente para una adolescente como Itsuka, que estaba tratando de encontrar su lugar en un mundo lleno de héroes deslumbrantes.

Esas cosas debían de abrumarla constantemente.

“¿Extraño?”, preguntó, con cierta duda en su tono de voz. “¡Hija, tu 《don》 no es extraño, es increíblemente útil en muchas cosas!”, exclamó, mientras que su hija mantenía un poco su inexpresividad ante las palabras dichas. Sin embargo, eso no lo detuvo. “… No sé qué ocurre dentro de tu cabeza, después de todo, ser padre no es fácil. Pero, quiero hacerte saber que siempre estaré ahí para apoyarte y escucharte, ¿está bien?”, preguntó, mientras que la niña asentía levemente. “¿Quieres entrenar aún-?”.

¡No! ”, exclamó rápidamente, antes de bajar levemente la cabeza, y calmar un poco su agitación reciente. “N-No, no quiero. Creo… Creo que estoy cansada”.

“Mhm”, asintió, aunque sabe que estaba mintiéndole realmente. Ella no se encontraba del todo bien, y aunque siempre ha sido una chica ejemplar en todo a lo que respecta, ella seguía siendo una chica adolescente. “Ve a tomar una ducha, entonces; apestas”, Kendo dejo escapar un zumbido, mientras que miraba a su padre.

“¡No más que tú!”, con una sonrisa fingida, terminó por escabullirse hacia adentro de la casa.

El dojo se mantuvo cerrado, quieto y silencioso, con la presencia de Ryu en medio de la habitación. Mantuvo la compostura, antes de suspirar de manera pesada y rascarse la nuca ante su actitud. Sabe que estaba fingiendo, optando por una actitud donde no ocurría nada a su alrededor. Los adolescentes siempre terminaban siendo así, y él lo era en su época. Sin embargo, nunca lo ha hecho cuando le preguntaban sobre su 《don》 y entrenarlo o algo así. Siempre fue por los motivos menos orgullosos de los que podía decir abiertamente.

Cuando era pequeño, robaba para poder subsistir, aunque siempre era atrapado y lo golpeaban por ello. Al llegar a casa, él siempre mentía, diciendo que se cayó, o que estuvo entrenando. Claro, una fachada para protegerse, y para que no se sienta peor emocionalmente a la hora de que lo manden al frente y lo regañen por eso. Sin embargo, con el tiempo, dejó de hacerlo, y cambió para ser una buena persona. Conoció a alguien, se casó, abrió un dojo, y ahora es feliz con su vida así como estaba. Pero había una diferencia entre su situación y la de Kendo.

Ella sufría por algo .

Monoma no podría ser el culpable de ello, porque, bueno, es Monoma. Es un poco arrogante, y es buen chico, aunque le terminó pateando el trasero varias veces.

Muchas veces.

¿Quizás era algo de la U.A., entonces…? Eso hizo sentir un leve nudo en su garganta. ¿Sus compañeros la trataban mal, haciendo que se niegue a mostrar su 《peculiaridad》 , llevándola a sentir algo similar a un rechazo personal hacia ella misma? No era psicólogo, y mucho menos alguien muy inteligente, pero era una posibilidad.

“¿Crees que estará bien, Ryu?”, preguntó una voz calmada. De entre la puerta donde Itsuka subió a su cuarto, su mujer se terminó por asomar.

Su cabello anaranjado, que Itsuka heredó de ella, se movía levemente a su movimiento cuando entró al dojo. Llevaba puesta una blusa negra, que le llegaba hasta las rodillas. Era bastante grande, honestamente. Además de eso, tenía puestos unos pantalones de tonalidades grises y largo. A diferencia de Itsuka, que le gustaba mantener su cabello atado en una coleta a un costado, a la señora Kendo le gustaba mucho más dejarlo corto en su totalidad. Sus ojos verdosos lo observaron, curiosa y preocupada al mismo tiempo por la única hija que tenían.

Nombre : Aiko Kendo》
Ocupación : Enfermera》
Quirk : Big Fist; le permite a su usuario agrandar sus manos a un tamaño gigantesco, incrementando la fuerza de las mismas》


“¡O-Oh, cariño!”, la saludó con sorpresa al verla allí. Se acercó levemente, antes de darle un beso cariñoso en la frente. “¿No deberías de estar haciendo reposo en tu cuarto? Se supone que estabas enferma”, comentó, haciendo que Aiko se riera con ligereza.

“Se supone, pero ahora estoy mejor, ¿sabes? No por nada soy una enfermera”, se burló, haciendo que su marido pusiera los ojos en blanco ante su respuesta. Sin embargo, ella suspiró levemente. “Pero, en serio, ¿crees que estará bien?”.

“Yo…”, tuvo que morderse el labio. “No lo sé. Es nuestra hija, y nadie me enseñó a ser padre, pero espero ser suficiente para que pueda ser feliz, ¿sabes? Pero algo raro le está pasando…”, mencionó en voz baja, provocando un asentimiento de su mujer. “… No sé si la U.A. tiene algo que ver, pero intentaré estar al margen…”.

“¿Crees que tenga algo que ver con la U.A.?”, preguntó, un poco dudosa al respecto sobre ello. Ryu mantuvo su ceño fruncido levemente, mientras se rascaba la nuca.

“No lo sé…”, confesó, “pero no quiero que mi hija lo pase mal, ¿sabes? Yo vivo, trabajo y lucho por su felicidad. Si me entero de que algo malo le pasa… Quizás mandarla a Shiketsu sea mejor opción. Dicen que es tan buena como la U.A. en varios términos”.

“¿Estás seguro? Sacarla por suposiciones no es nada bueno…”, le terminó por recordar a Ryu, haciendo que el chico baje la mirada levemente.

“… Lo sé, pero, no quiero que nadie le haga daño. Y verla así me pone en un lugar complicado…”, suspiró levemente, tomando la mano de Aiko y entrelazando sus dedos con los de ella. “… ¿Crees que soy un poco sobreprotector con ella?”.

“Un poco, quizás, demasiado, pero no puedo culparte. Mi trabajo ya me tiene muy ocupada con la gente en el hospital de por sí, así que, es bueno que puedas preocuparte por ella. Sin embargo, ya debes de saber que no puedes cuidarla en todo. Hay veces que debes dejarla soltarse”.

Ryu dejó escapar un suspiro pesado, sus hombros cayendo ligeramente mientras apretaba con suavidad la mano de Aiko. Sus palabras resonaban en su cabeza, y aunque sabía que tenía razón, no podía evitar esa punzada de preocupación que lo envolvía cada vez que pensaba en Itsuka. Era su pequeña, su única hija, y el mundo allá afuera no siempre iba a ser amable.

“Tienes razón, como siempre”, admitió Ryu, con una leve sonrisa que intentaba aligerar el ambiente. “Pero es difícil, ¿sabes? Verla dudar de sí misma… No sé, me hace querer romper algo. O a alguien, si me entero de que le están haciendo la vida difícil”.

Aiko alzó una ceja, su expresión mezclando diversión y reproche. “Ryu, no vas a ir a la U.A. a pelearte con adolescentes. Eso no es exactamente un buen ejemplo para una futura heroína”.

“¡No iba a pelearme con ellos!”, protestó, aunque su tono dejaba claro que la idea no le era del todo ajena. “Solo… hablaría con ellos. Fuerte. Con mis puños… Tal vez ”.

Aiko puso los ojos en blanco, pero una pequeña risa escapó de sus labios. “En serio, eres incorregible. Pero hablando en serio, creo que Itsuka necesita tiempo a solas. Está en esa edad en la que todo se siente más grande de lo que es. La presión de ser una heroína, la U.A., los compañeros, el entorno, los ejercicios… Necesita pasar un momento de adaptación. Si vemos que la cosa no mejora, podemos intervenir”.

“… Sí, supongo que es una buena manera de llevar las cosas”, tuvo que admitir el marido, mientras que Aiko mantuvo una sonrisa en su rostro.

“Lo sé. Después de todo, siempre me dices que tengo la razón, ¿sabes?”, bromeo, a lo que el chico bufó con gracia.

Lo que se pudo rescatar ese día, fue una bomba de tiempo, llena de preocupación alrededor de Itsuka Kendo. Su padre, una persona muy protectora, hará lo que esté en su poder para cuidar de su única hija si ve o interpreta una que otra señal dudosa de su día a día.

Y él hará lo que sea para que estuviese a salvo.

Incluso sí necesita sacarla de la U.A.


Ya había pasado un día desde que empezó el entrenamiento con Gran Torino, y Midoriya no podía decir conque no ha sido un paseo por el parque. Estaba contento por ello, debido a que no se lo estaba tomando como si nada. Su actual maestro estaba dando todo para poder sacarle el máximo potencial y ayudarlo, aunque sea, un poco para poder mejorar las cosas en las que flaqueaba.

El día anterior, terminaron por hacer una sesión bastante simple. Gran Torino rebotaba por las paredes, el techo y el suelo, mientras que trataba que, Midoriya, sin usar el 《One For All》, pudiese tocarlo mínimamente. Falló en cada uno de sus intentos, y terminó con varios dolores por todo su cuerpo. Brazos, piernas, pecho, espalda, etc. Todos esos eran lugares que apuntaba para desestabilizarlo y tumbarlo al suelo para que no pueda levantarse. Básicamente, sin usar el 《don》 de All Might, era completamente difícil por no decir imposible el ser capaz de tocarlo.

Cuando terminaron la sesión de ayer, que duró dos horas en total, obtuvo un papel de Gran Torino, diciendo las cosas que debía de traer para mañana. Iba a ser una sesión que entrenaría muchos músculos al mismo tiempo, mientras que le ayudaría a mejorar su control en el uso del 《One For All》.

‘Por ahora, no tienes experiencia para nada en una pelea sin《don》, y se te dificulta usar el 《One For All》, por lo que debemos de entrenar muchas cosas. No voy a ser tan ligero, mocoso’. Esas fueron las palabras que recordaba haber salido de la boca de su maestro actual, por lo que supo que no mentía. Y esperaba que no lo hiciese.

Mientras caminaba por las calles hacia la casa de Gran Torino, tuvo que suspirar mentalmente. Su mochila pesaba mucho, por cosas que tuvo que comprar al no tenerlas en su casa. Eh, bueno, no, de hecho, las tenía, pero eran de su hermana, no las de él, y le daba mucha vergüenza pedirle eso prestado, aunque ella entienda que él quería entrenar. Sin embargo, ella querría entrenar junto a él, pero no puede permitírselo. Ella no debe de saber sobre el 《One For All》, o sobre el hecho de que su 《Quirk》 terminó siendo heredado por All Might.

Y tampoco necesitaba decirle que estaba entrenando con un héroe, retirado de las actividades, que era un poco viejo y que le daba una paliza cada diez minutos con la excusa de entrenar. No quería que hubiese alguna especie de malentendido.

Pero, bueno, en general, nadie de su familia debe de saber esos secretos. Después de todo, es peligroso que personas cercanas se enteren sobre esto.

“Espero que este día sea más productivo”, tarareo, mientras se acercaba a la puerta de la casa de Gran Torino. Los fragmentos de leve deterioro terminaron por despegarse de algunas paredes, mientras que el cartel de siempre se mantenía colgando.

La cada parecía tener su tiempo, y su nuevo maestro por una semana se mantuvo sin querer arreglar la casa. “Lo que importa está en el interior”, le dijo. Sin embargo, una presentación un poco más presentable haría una mejor diferencia. Aunque no era para tanto, honestamente. Mientras sirva para entrenar o vivir, puede con ello.

De mientras, aún podía usar el 5%, lo cual era bastante pobre. Entrenaría por su cuenta, pero Gran Torino le dijo que ni lo intente. Después de todo, su entrenamiento, desde este día, sería mucho más duro e intenso. Por lo que sabe, el 《One For All》 puede ser aumentada su capacidad de uso. Con los entrenamientos físicos es una manera, aunque también puede hacerlo de manera mental, aunque no sepa cómo hacer eso último. Ciertamente, nunca ha hecho entrenamiento mental, jamás en su vida.

‘Nuestro entrenamiento se basará en todos los apartados, mocoso. Físico, mental, resistencia, reflejos, fuerza, agilidad, etc. Todo será puesto a prueba, y serán largas sesiones’, recuerda que su voz le comentó con seriedad en su tono. Honestamente, esas palabras, hicieron que tenga una especie de escalofrío. No sabe cuánto tiempo va a tardar, pero espera que no sea tan tardado.

Pero si pudiese usar mejor el 《Quirk》 de All Might, sería mucho mejor.

Sus nudillos tocaron la puerta, sintiendo que la puerta de la casa se abría poco a poco por la fuerza de sus nudillos. Frunció levemente el ceño, mientras que un pequeño atisbo de sudor bajaba sobre su frente. Por lo poco que conocía a Gran Torino, era muy propenso a hacer ataques sorpresas en el entrenamiento, ¿y si era lo mismo aquí? Suspiró un poco, dejando su mochila en su mano derecha. Esto tenía todo el olor de una trampa. Tenía la mochila en su espalda cargada con peso, pero no tenía problemas con tomarla entre sus manos.

Con cautela, abrió la puerta con su mano, dejando que su silueta fuese reflejada por la luz del sol. Su sombra se vio por el suelo de la gran vivienda. Tragó silenciosamente, mientras balanceaba su mochila.

“¡Maestro, ya estoy aquí!”, exclamó, antes de lanzar la mochila al interior de la casa.

La mochila cayó al suelo, pero no ocurrió nada. Solamente, hubo silencio. Suspiró suavemente, aliviado de que no haya habido un ataque sorpresa. Con ligereza, puso un pie dentro de la casa, antes de sentir como un par de ojos lo observaban desde algún lado.

Una sensación de pánico lo rodeó…

Luego de eso, sintió que su maestro lo estampó contra el suelo de una embestida desde arriba de la pared. El chico de cabello verde dejó escapar el aire de sus pulmones de manera abrupta, antes de que Gran Torino saltara de su espalda, y anotase algo en una libreta.

“No fue mal intento, pero hablas con un profesional, mocoso. Tirar una mochila no va a confundirme”, bromeó, antes de tomar la misma, y ponerla en un sofá cercano. Se volteó para ver a su alumno, quien se iba recomponiendo del golpe en su espalda. “Lo dije ayer; entrenaremos todos los aspectos posibles. Un héroe puede tener muchos aspectos fuertes, y también algunos bajos. Pero, como principiante y aspirante, tenemos un gran camino por recorrer y mejorar”.

“S-Sí”, expresó con dolor, sobándose la espalda de dolor. “¿E-Era necesario golpearme así, maestro?”, preguntó, a lo que el señor se acarició la barba, contemplando su pregunta.

, lo es. Si un villano te ataca por detrás, y no estás consciente de tu entorno, puedes perder muchos encuentros peligrosos”, comentó, entregándole la mochila a Midoriya una vez se levantó del suelo. “Sin embargo, vamos afuera, no vamos a hacer nada aquí adentro”.

“¿E-En serio? ¿Qué ejercicios tenemos programados, maestro?”, preguntó, ligeramente con el ceño fruncido, mientras mantenía la mochila nuevamente en su espalda. Dolía levemente menos, pero la marca de sus botas parecía estar impresa en su piel por el momento como una leve quemadura momentánea. Se iría con el tiempo. El maestro sonrió con sorna.

“Unos muy duros. Tendremos todo el día para hacerlos, y sería bueno poder mejorar algunos aspectos. Necesitas seriamente eso”, comentó, golpeando suavemente con su bastón el estómago de Midoriya, quien se agachó instintivamente, sobándose ese lugar.

“L-Lo sé, maestro…”, expresó, sin aire y con dolor en su cuerpo. Se sujetó levemente la zona afectada, mientras que Gran Torino bufaba levemente.

Por lo menos, los entrenamientos iban a empezar más pronto que tarde.

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Los bosques. Esas áreas repletas de pasto y hojas verdosas, que podían hacer el paisaje más bello visto por el ser humano. Diferentes especies vivían allí, disfrutando de su tranquilidad en general. El canto de los polluelos, con el aletear de las alas de los pájaros de la zona, le dieron una identidad viva y activa que se mantenía con el pasar del tiempo. Nunca paraban de estar en movimiento.

Todo estaba completamente tranquilo, manteniendo una estética natural ante los posibles transeúntes o animales salvajes que vengan a descansar en sus cómodas hierbas.

Sin embargo, esa tranquilidad no puede durar para siempre.

“¡Vamos, mocoso, te falta poco!”, exclamó Gran Torino, sentado en las ramas de un árbol cualquiera. En sus manos, sostenía un megáfono que compró ayer en una tienda online. ¡Muy útil, si era honesto!

A lo bajo, Midoriya daba pasos con demasiado cansancio arraigado en sus piernas. Tenía unas pesas en las muñecas que no eran tan pesadas, pero, lo que se podía destacar, eran que sus zapatos estaban con un peso bastante grande. Las suelas pesaban un poco más de lo usual, aunque no era el problema en este esquema. Si mirabas su espalda, estaba llevando un refrigerador oxidado con unas correas alrededor de su torso. Aquel refrigerador oxidado se mantuvo lleno en su interior. El sudor comenzó a caer por su rostro, mientras levantaba las piernas para subir la pequeña colina que Gran Torino le había indicado unos minutos atrás.

“¡Y-Ya voy…!”, exclamó en un murmullo, presionando el suelo con sus pies. La punta de la colina, poco a poco, comenzó a ser más visible para él.

“Tienes suerte conque Toshinori me haya dado otro refrigerador de regalo. El que estás cargando ya no me servía. Sin embargo, aún te falta bastante músculo, mocoso”, bufó, observando como el chico peliverde llegaba a la colina donde se encontraba. De un pequeño salto, bajó de la rama del árbol, mientras que Midoriya caía para atrás, con el refrigerador llegando primero a tocar el suelo, y él se quedó arriba del mismo.

“¿C-Cuando… vamos a usar el… 《One For All》?”, preguntó, tomando varias bocanadas de aire, inflando sus pulmones. Su garganta ardía, y sus labios estaban secos, aunque lo que más empezaba a palpitar, fueron sus músculos, que se contrajeron ante el entrenamiento.

“Luego. Por lo que se me contó, tienes bastantes falencias al usar el 《Quirk》, mocoso”, eso provocó un bufido molesto de su parte. “Vi los vídeos también de tu entrenamiento de batalla. En serio que Toshinori quiere que te haga dominar mejor el 《don》 lo antes posible. Fue bastante insistente”, tuvo que reconocer, a lo que Midoriya alzó suavemente la cabeza para verlo.

¿En serio…?”.

“Mhm. Honestamente, ha mejorado bastante al reunirse con Nezu diariamente, pero sigue siendo un alumno idiota”, se rio, “pero, por ahora, haremos un par de entrenamientos normales. Mejorar la musculatura y límites físicos puede hacer que el 《One For All》 se pueda controlar y usar mejor. Tu físico no es malo, aunque tampoco es que sea perfecto. Estás en un punto casi adecuado para usarlo sin que te exploten las extremidades momentáneamente. Por lo menos, puedes usar el mínimo”, aclaró, dándole una mirada seria a Midoriya. “Sin embargo, algo que necesito aclarar, es que eres débil aquí”, con su mano, tocó su cabeza.

“¿Eh…?”, parpadeó, confuso. Se quitó las correas, antes de sentarse. Gran Torino le dio una toalla húmeda, que usó para secarse la frente. También tenía bastante sed, porque ha estado casi dos horas cargando todo esto. Sus músculos lo estaban matando.

Eres débil mentalmente, y eso te condiciona a la larga”, admitió, sentándose a su lado en el refrigerador de un salto. “He conocido a muchos héroes a lo largo de mi vida, y voy a decirte esto: no basta solo tener un cuerpo fuerte. Si tu mente, sentimientos y actitudes no están a la altura, puedes caer muy fuerte contra el suelo”.

¿Qué…?”, dejó escapar una leve pregunta, bastante confundido al respecto. Jadeo suavemente, atrapando aire en sus pulmones, aun quitando el sudor de su rostro por el esfuerzo ejercido recientemente.

“Vi todo de ti, mocoso. Enumeré y encasillé varios aspectos a destacar en una libreta que olvidé en casa”, bromeó, a lo que Midoriya puso los ojos en blanco. “En resumen, en tu batalla, no aportaste casi nada, hasta casi llegando el final del entrenamiento. Tu compañero hizo todo el trabajo duro, y parecías bastante perdido, para ser honesto”.

Oh…”, murmuró, rascándose la nuca. “S-Sí, puede decirse que estaba bastante distraído ese día…”, admitió, viendo las nubes en el cielo.

Los pájaros volaban por el cielo. La gran esfera candente hacía que todos sintieran su feroz calor alrededor de Japón y del mundo. Sus mechones verdosos se mecieron suavemente con las frescas brisas de viento de la zona. El sonido de un par de alas aletear lo hizo sentirse un poco en calma consigo mismo, coordinándose con los latidos de su corazón de manera armónica y perfecta. Sus ojos se cernieron sobre la calma y tranquilidad del bosque, rescatando lo relajado y silencioso que era este sitio. Midoriya tuvo que admitirlo, le gustaba este sitio.

Ver las nubes, con formas poco certeras, pero ahogando el cielo con su presencia repetitiva lo hicieron limpiar su cabeza de leves preocupaciones que tenía. Solo tenía que centrarse en disfrutar del sitio, que lo relajaba más de lo que pensaba. Estar lejos de la ciudad terminaba por calmar un par de cosas, honestamente.

“… Quería cumplir las expectativas de alguien”, respondió, moviendo sus pies levemente de un lado al otro. “Alguien a quien admiro mucho, me dio una responsabilidad. El 《One For All》 aún se sigue sin sentir real. Es como un regalo; un sueño hecho realidad…”, observó su mano, con el ceño fruncido. “No quería aceptarlo, porque pensé que estaba haciendo trampa. Pensaba que no era el indicado, y que habría mejores candidatos. Pero…”, miró a su maestro, con una sonrisa en su rostro. “Él me eligió por algo, ¿no? Vio algo en mí. Confía en mí. Entonces, no quiero decepcionar a nadie. Ya no más. Necesito… No, quiero tomar este 《Quirk》, y hacerlo mío. No verlo como el 《don》 de All Might. Quiero que sea el 《Quirk》 de Izuku Midoriya”.

Gran Torino lo observó de pies a cabeza, con una leve sonrisa en su rostro. Este niño, a pesar de su edad, dijo unas buenas palabras no solo para él, sino que, también, fueron para Midoriya. Un recordatorio de lo que tiene que ser de ahora en adelante.

El chico era 《Quirkless》 antes de que el 《OFA》 se le fuese otorgado, así que podía entender un poco sus inseguridades. Toshi también lo fue. Creció teniendo una madre, Toshie Yagi, que se preocupaba por él y un padre que desconoce de su nombre. Sin embargo, yabsabe la historia.

Sus padres murieron por disturbios civiles que había en esa época, por la influencia de cierta persona ya muerta hace un tiempo. Creció en un orfanato con una edad considerable, pero consciente. Pero no por eso Toshinori dejó de creer en lo que era correcto, o sobre rendirse. Incluso sin un 《don》, quiso ser un héroe profesional, ha sido una figura, un símbolo y, al mismo tiempo, el héroe número uno de Japón. Sin embargo, eso no fue un camino de rosas por el parque.

Una persona 《Quirkless》 no tiene las mismas capacidades físicas que alguien con 《Quirk》. Después de todo, son superhumanos. Pero no por ello iba a dejarse tumbar por los demás. Quería siempre hacer lo que pensaba que era lo correcto, y forjó su personalidad de esa manera. Quizás su vida no fue tan dura, debido a que no era tan raro ver a alguien 《Quirkless》, ya que fue hace mucho tiempo. Por lo menos, en esta época, la gente 《Quirkless》 se ha reducido a un 20% en la población.

No era tan raro, pero tampoco es muy común que eso suceda.

De todos modos, Toshinori no habría podido existir, si su maestra, Nana Shimura, no lo hubiese salvado de golpearse contra unos villanos en una clara desventaja numérica. Quizás de ahí empezó a aflorar el sentimiento de lanzarse al peligro que siempre hace. Insistió tanto conque Nana lo tomara como alumno, que la misma admitió que casi lo estaba tentando a golpearlo para que la deje en paz. Sin embargo, al escuchar su motivación para querer ser más fuerte, fue considerado un candidato de portar el 《One For All》 a futuro.

Cuando ella murió, y le dejó a Toshinori a su cuidado, lo preparó día y noche para que pudiera ser un gran héroe a futuro, y cumplir un único sueño en conjunto.

Crear un mundo donde todos puedan ser felices juntos sin tener que sentir miedo. Y, para ello, se convirtió en un símbolo; convirtiéndose en un pilar para inspirar una nueva era de paz y prosperidad, que sigue vigente, por ahora, hasta el día de hoy.

Si alguien supiese cómo es que el chico se sentía siendo alguien 《Quirkless》 en estas épocas, eran él y Toshinori.

Y verlo a este chico, su nuevo alumno, el joven portador del 《OFA》, estaba sonriendo con una suave determinación en su mirada. Estaba decidido a hacer ese 《don》 suyo.

Hacer su propia historia.


Y eso no pudo evitar poner una pequeña sonrisa en su rostro. El maestro, más pronto que tarde, dejó escapar una leve carcajada ante sus palabras, lo que hizo que Midoriya parpadee un poco tomado por sorpresa ante esa reacción. ¿Dijo algo gracioso? ¿Realmente fue tonto decir eso? Oh, espera, ¿tenía algo en la cara? ¡Sí, podía ser eso!

“Hace tanto tiempo que no escuchaba algo parecido a eso, mocoso”, admitió, observando el cielo. Se retiró el antifaz de su rostro por unos breves segundos. “Hacer ese 《Quirk》 tuyo, ¿eh? Incluso aunque ya lo tienes, y lo usas como algo propio”, Midoriya negó con la cabeza suavemente, mirando su mano levemente.

No, no se siente igual. El 《One For All》 es una antorcha que se pasa de generación a generación, ¿no?”, preguntó, con un asentimiento suave de su maestro. “Ellos entrenaron duro para usar este 《don》, y hacerlos una parte de ellos para ser héroes increíbles. ¡Entonces, yo también quiero hacer eso!”, exclamó, con una sonrisa en su rostro emocionado.

Los pájaros sobrevolaban el cielo, desplegando sus alas de par en par. Sus ojos verdosos se reflejaron en el cielo azul y el sol brillante.

“… No soy la persona más estable emocionalmente. Hay días que me deprimo, cosas que no quiero recordar, o personas que me da miedo con solamente verlas. Incluso, hay veces que siento que están más cerca de lo que me gusta admitir…”, expresó, frunciendo el ceño. Su mano tocó una de las heridas cicatrizadas que tenía. Una de las tantas. Pudo sentir el ardor momentáneo. “… Pero, si no mejoro en mí mismo primero, ¿cómo es que voy a siquiera salvar personas? Quiero ser un héroe. Un héroe que sonría ante todo. Genial, y que extienda una mano al que lo necesita. ¡Quiero ser como él algún día!”.

Gran Torino tuvo que mantener su sonrisa en su rostro. Ciertamente, incluso sabiendo todo lo que probablemente pasó, sigue siendo el chico curioso y apasionado del que Toshinori le habló por teléfono. Aún sigue sin encontrar esa faceta suya, donde la falta de confianza es un punto clave para tratar, pero espera corregirlo pronto.

Después de todo, si lo hace, seguramente sea un gran héroe a futuro.

‘Toshinori… Realmente elegiste a un buen chico, ¿eh?’, pensó el héroe retirado, volviendo a colocar su antifaz en el rostro. “Bueno, no dudo de que no puedas serlo. Volvamos al entrenamiento, mocoso”.

“¡S-Sí, maestro!”, asintió fervientemente con la cabeza, antes de bajarse del refrigerador junto a Gran Torino.

“Llevar el refrigerador por casi dos horas desde la entrada hasta el medio del bosque fue bastante eficiente. Puedo ver que, sin usar el 《One For All》, sigues siendo capaz de cargar bastante peso. Justo como Toshinori me comentó”, se recargó sobre las ramas del árbol nuevamente usando su propulsión. “Sin embargo, me gustaría entrenar algunos otros apartados”.

“¿Cómo cuáles, maestro?”, preguntó, con el ceño fruncido.

¡Reflejos!”, exclamó, lanzando una manzana que golpeó su frente. “Bueno, apestas en eso”.

“¡E-Eso no se vale, no estaba preparado!”, añadió, sobando el lugar donde golpeó la fruta rojiza. El héroe retirado bufó, ligeramente divertido ante su reacción.

“Un villano no siempre te dirá que te lanzará algo para que te prepares. El trabajo de un héroe casi nunca es fácil, y debes de aprender eso. De todos modos, mejorar tus reflejos es lo primordial ahora mismo”, le dio un suave mordisco a otra manzana del árbol. “¡Por eso, tendremos una sección de entrenamiento planificada únicamente para ti!”.

El peliverde lo observó por unos segundos, antes de parpadear y fruncir los labios en una ligera sonrisa. Apretó con una leve fuerza, mientras que asentía con la cabeza.

“¡Entendido, maestro!”.

Y, así, el entrenamiento de Izuku Midoriya, el noveno portador del 《One For All》, siguió.

Por un par de horas más.


El atardecer se dejaba ver por el borde del bosque. Las copas de los árboles dejaban traspasar por sus hojas, como un colador, las luces del sol. La esfera de luz y fuego a la distancia, estaba dejando sus últimos atisbos de luminiscencia por el día de hoy, dando paso a la noche y a la luz de la luna, que reflejaría los pequeños fragmentos de la misma para brillar por la noche.

Con el cielo anaranjado, el bosque se mantendría en una sinfonía sin igual. Tranquilidad combinada con la belleza hecha por la madre naturaleza. Sin embargo, había algo que podía sobresalir de ella.

Midoriya tuvo que esquivar, por los pelos, una piedra venía rápidamente hacia su dirección. Si no lo hacía, su rostro habría sido bastante dañado por ello. Intentó mover sus piernas, cosas que hizo crujir levemente la cuerda a la que estaban atadas. El tocón del árbol, en donde estaba parado, era su único sitio en el que podía moverse.

La piedra terminó por estamparse contra el suelo, levantando levemente la tierra. Suspiró pesadamente, viendo por la fauna y arboleda cercana. Tenía que ver por dónde vendría Gran Torino.

El crujir de las ramas hizo que se mantuviese alerta, mientras que la presencia de su maestro se movía de un lado a otro, apuntando hacia su alumno. Rápidamente, lanzó sus piedras hacia Midoriya con una precisión increíble para su edad. El chico movió el cuerpo al ver el borrón de la silueta de la piedra, antes de ser golpeado por las otras dos restantes que tocaron su espalda con fuerza.

“U-Ugh”, se quejó, cayendo levemente al suelo. Gran Torino, a los segundos, cayó en frente suya, lanzando la roca hacia arriba, antes de atraparla entre sus manos. Parecía un poco cansado.

“Necesitamos mejorar tu percepción. No tienes ojos en la espalda, pero predecir también puede llegar a ser útil, chico”.

El entrenamiento era bastante simple: encima de un tocón de árbol cortado, Midoriya se mantendría allí parado, con las pesas puestas en sus zapatos, muñecas, piernas, y cuello. Las que trajo desde su casa, básicamente. Utilizaron también las mancuernas en los entrenamientos posteriores, pero para este caso era bastante más útil.

Volviendo al punto, inmovilizaría a Midoriya lo suficiente con peso y terminó por atar con cuerdas las piernas del chico. Con ese peso encima, le sería más difícil mover las piernas, pero podría esquivar las cosas que le lanzara a rápida velocidad. Esto, por sí solo, mejoraría algunos reflejos que tuviese. Sin embargo, esto era la primera fase de esto. Luego, le daría mayor libertad de movimiento. Esto era poner los cimientos.

“Bueno, no fue tan mal. De 157 piedras que te lancé, 120 impactaron en tu cuerpo. 37, en cambio, fueron esquivadas por ti. Tienes suerte conque no haya ido tan fuerte al lanzarlas”, expresó, a lo que Midoriya se frotó la espalda levemente.

“¿Contaste todas las piedras, maestro?”, preguntó, con un ojo lagrimeando de dolor. “… Pero, honestamente, pensé que no podría esquivar muchas más que 10”.

“Podrías haber esquivado muchas, pero esquivar esas, sin usar el 《OFA》, fue bastante impresionante, debo de decir. Sin embargo, si pudieses utilizar el 《Quirk》, habrías logrado esquivar todas”.

Midoriya no quiso explicar la verdadera razón del porqué era bueno esquivando cosas.

Malos recuerdos .

“¿En serio…?”, preguntó, a lo que sonrió ligeramente, con sus mejillas levemente avergonzadas por su pequeño halago. Dejó escapar un suspiro, y lo observó fijamente. “¡V-Vayamos una vez más, maestro!”, Torino arqueo la ceja con duda.

“¿Estás seguro? Sé que dije que teníamos todo el día, pero lo mejor sería que te vayas a casa a tomar un descanso, mocoso. Después de todo, tienes una familia que se preocupa”, lo que dijo el héroe retirado, provocó que Izuku suspire suavemente.

“Lo sé… Pero…”, apretó suavemente sus puños. “Ellas lo entenderán. Yo he sido siempre alguien que fue protegido por mi hermana de pequeño. Y desde que entré a la U.A. gracias al 《OFA》, tengo que ser yo el que los proteja a ellos. Para eso, necesito ser más fuerte. ¡Así que, por favor, sigamos un poco más!”, exclamó, dando una suave reverencia a su maestro.

El héroe retirado lo miró con ligereza, mientras se rascaba la barba con su mano. El chico quería forzarse más para lograr tener la fuerza y poder necesarios para proteger a alguien. Entendía ese sentimiento, cuando Toshinori quería hacerse más fuerte para vengar a su maestra y hacer su sueño realidad.

Podía simpatizar con ese sentimiento.

“… Bien. Supongo que podemos hacer un poco más”, suspiró con una sonrisa ligera, antes de ver como los labios de Izuku formaban una pequeña sonrisa en su rostro.

“¡Gracias, maestro!”.

¡Pero!”, advirtió, “una vez más, y te irás a casa, ¿está bien? Quiero comer un poco de Takoyaki al regresar a mi sofá”.

Asintiendo varias veces con la cabeza, se volvió a posicionar en el tocón. Gran Torino sonrió con ligereza, antes de tomar unas piedras del suelo y desaparecer con propulsión en sus zapatos.

Y, nuevamente, el entrenamiento siguió.

Aunque Midoriya se llevó un par de piedras en la espalda. No dañaron mucho, ni tampoco dejaron marca.

Pero dolió. Y mucho .







Mini Bonus:

Midoriya terminó por levantarse de la cama, un poco cansado y con leves dolores en su cuerpo. Su hermana, en la litera de arriba, terminó por roncar con fuerza a todo volumen, dejando en claro que estaba durmiendo. Suspiró con diversión, antes de colocarse sus pantuflas y estirar la espalda y hacer crujir los huesos. Sus ojos verdosos recorrieron la habitación, sintiendo que algo andaba raro.

La noche estaba en su punto más álgido, y su reloj conjunto, mantenía la hora. Las dos de la mañana. ¿Qué hacía despierto tan tarde? No sabe, aunque tampoco es que pueda dormir otra vez. Quizás, una visita al baño pueda ayudarlo a centrarse en dormir.

El suelo se puso a crujir ante sus pisadas, mientras que la luz del baño lo cegaba temporalmente.

Se acercó al lavabo y abrir el grifo, antes de echarse agua al rostro. Quizás, eso pueda ayudarle un poco.

Pero, cuando alzó la vista…

Nada.

Todo se volvió oscuro, y Midoriya no pudo ver más que su propio cuerpo en la penumbra.

Intentó hablar, preguntar algo, incluso hacer un sonido, pero no podía, debido a que algo estaba tapando su boca. Trató de arrancarla, sin éxito alguno. Era como si estuviese puesta sobre su boca.

Aún no estás listo… ’, comentó una voz misteriosa en un susurro. Mirando por todos lados, no pudo encontrar a la persona. ‘ Te falta más. Todavía no es el momento… ’, expresó.

Cuando observó hacia un costado, pudo observar como, una mano, comenzaba a acercarse a su rostro…

Y, luego, despertó, jadeando después de esa pesadilla. Miró su mano derecha, que apretaba con fuerza su camiseta.

“¿Qué… pasó?”, se preguntó.

Su hermana siguió roncando fuertemente.