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"La Velocidad y las Sombras que persigo"
Nunca me quedo quieto. No por que me falte paciencia, sino por que si me paro a pensar demasiado empiezo a sentir cosas que no quiero sentir. Corro para callar a mi cabeza.
Es él.
Shadow.
El rival. El tipo que nunca se rie, que siempre parece listo para patearte al infierno. Pero que sin embargo siempre está ahí.
Lo conocí en medio del caos y al principio lo odié. O tal vez odie como me hizo sentir. Verlo pelear era como mirarme en el espejo. Igual de rápido y fuerte. Pero había algo en él que me llamaba. Y eso me enloquecía.
Porque solo es un rival, ¿no? Uno más. Pero no. No es uno más. Es el único que me entiende en todos los sentidos.
Y yo que nunca he querido ataduras empiezo a preguntarme por que su falta me duele tanto.
Anoche lo soñé. No era una pelea ni una misión suicida. Estábamos solos. Él me miraba con esos orbes rojos suyos que nunca dicen nada, pero que a veces parecen gritar lo mismo que yo no me atrevo a poner en palabras. Me hablaba. No recuerdo de que. Solo sé que me desperté con el nombre (Shadow) entre los dientes.
Estoy arruinado.
¿Cómo se le dice a tu enemigo que lo necesitas más de lo que necesitas ganar? ¿Cómo se le explica a alguien tan endurecido que lo único que quieres es verlo quedarse?
No puedo decírselo. No soy ese tipo. No funciono así y él menos. Ni siquiera sé si siente algo por mí más allá del respeto forzado de los que pelean juntos y tal vez nunca lo sabré.
Hoy lo vi otra vez. Estaba entrenando como siempre. Como si estuviera tratando de golpear al mundo entero con cada puñetazo. Me quedé mirandolo desde lejos escondido como un cobarde. Y deseé ser alguien que pudiera acercarse y ponerle una mano en el hombro y decirle: "No necesitas seguir peleando solo".
Pero no soy ese tipo. Soy Sonic. El héroe que corre. El que se rie. El que jamás se detiene lo suficiente como para que lo alcancen las emociones.
Así que corrí otra vez.
Y mientras el viento me golpeaba la cara pensé que tal vez algún día él correría tras de mí. No para alcanzarme o para pelear sino para quedarse.
Y ese día llega.... tal vez me atreva a detenerme.