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Fandom:
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Characters:
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Language:
Español
Stats:
Published:
2025-07-15
Completed:
2025-07-15
Words:
24,584
Chapters:
5/5
Comments:
1
Kudos:
4
Bookmarks:
2
Hits:
94

From The Heart ∘◦✾◦∘ Traducción

Summary:

Todos los martes, Louis pasa su día libre encerrado en su cafetería-librería favorita, escribiendo sus pequeñas historias como parte del reto de WordPlay mientras sueña despierto con Harry, el barista residente. Cada semana se revela una nueva propuesta de palabras y Louis amplía su serie de cuentos cortos sobre Henry, el dueño de un B&B en los Cotswolds, de pelo rizado y hoyuelos; Lewis, su huésped de larga estancia, que resulta ser escritor; y Tigger, el gato de Henry.

A medida que la amistad entre Louis y Harry se desarrolla, ¿podría su mundo de fantasía extenderse a la vida real? ¿Y cómo es posible que el lector que deja los encantadores comentarios con el emoji de la taza de té pueda leer la mente de Louis?

.☆。• *₊°。 ✮°。

Historia Original de Jacaranda_Bloom. Tengo autorización para traducir esta historia.

Notes:

¡Hola, hola! Es un placer para mi darles la bienvenida una vez más a una nueva aventura, nuevamente vamos de la mano de una de mis autorxs favoritas jacaranda_bloom (de quién pueden encontrar varias historias aquí en el perfil) quién me confió una mas de sus obras (y las próximas que lleguen a ver por aquí ) para traducirla y compartirla con ustedes.

Ahora sí, sin mas por el momento... ¡La aventura nos aguarda!

Chapter 1: Henry & Lewis

Chapter Text


Es martes. A Louis le encantan los martes. En su humilde opinión, ningún otro día se compara con su querido martes. Para la mayoría, es sólo un día más que superar camino a un día más emocionante, como un viernes con el que empezar el fin de semana, o un domingo tranquilo que pueden pasar en la cama viendo series de Netflix. No. No para él.

Toda la semana espera con paciencia, incluso con entusiasmo, a que llegue el momento, manteniéndose ocupado escribiendo artículos de investigación estadística increíblemente aburridos o textos sobre el panorama político para cualquier revista, publicación o productora que haya contratado sus habilidades especializadas.

Pero el martes es su día. Puede escribir lo que quiera. Drabbles (microrelatos) o ficlets (Historias cortas) de cualquier universo que le haya llamado la atención lo suficiente como para sumergirse por completo en él.

Es como un soplo de aire fresco para su mente. Un respiro del monótono y aburrido panorama político en el que suele desenvolverse.

Louis se levanta el cuello del abrigo, se sube las gafas por el puente de la nariz y se sube la mochila al cruzar la calle. Todo está tranquilo, el bullicio matutino del trabajo se ha calmado, dando paso a la brigada de cochecitos y al grupo de gente canosa que invade la pequeña plaza del pueblo. El cartel de sándwich que hay fuera de su destino lo invita a entrar con la promesa de productos horneados (muffins de limón y semillas de amapola hoy, al parecer) y tés especiales para acompañarlos.

La campana suena sobre la puerta cuando Louis cruza el umbral. La calidez del aire y la tranquilidad del ambiente lo envuelven con una familiaridad que anhela cada semana. Se acerca a su sillón junto a la ventana, una mesita redonda con un azucarero, un tarro de cucharillas y un pequeño jarrón de porcelana blanca con un narciso, cuidadosamente colocado a un lado, dejando justo el espacio suficiente para su taza de té y su portátil.

Se quita el abrigo, lo deja sobre el respaldo de la silla y se deja caer en el cómodo respaldo, uno de los muchos que hay por la habitación. Los muebles son una mezcla de diferentes estilos y telas, pero de alguna manera se combinan para crear un mosaico perfecto de tranquilidad y relajación. Saca su portátil y lo abre sobre la mesa, saca el teléfono del bolsillo y activa su punto de acceso mientras espera a que se sincronice.

Son las once menos cinco y Louis levanta la vista hacia la puerta con indiferencia justo cuando suena la campana, justo a tiempo como siempre. Louis sonríe y observa a Harry entrar, quitándose la bufanda del cuello y alisándose la mata de rizos rebeldes. Louis suspira y sigue sus movimientos, con piernas largas que duran días, vestido con vaqueros negros ajustados y con un elegante desgarro en las rodillas. Hoy lleva su abrigo de lana tres cuartos, y una camiseta negra que se revela al quitárselo de camino detrás del mostrador.

-Hola Mildred, ¿qué tal está tu mañana?- Louis escucha que Harry pregunta a modo de saludo, inclinándose para darle un beso en la mejilla a la mujer mayor.

-Buenos días, cariño. Bien, como siempre -dice Mildred mientras limpia la bandeja de la cafetera-. Pronto viene un grupo de padres a comer.

-¡Oooohhh, bebés! Sí, por favor. -Harry aplaude alegremente y eso hace sonreír a Louis. Es un nerd encantador.

-Voy a ir a prepararme si estás listo para tomar el mando aquí.

Harry se recoge el pelo en un pequeño moño y, aunque no es lo suficientemente largo, se ve adorable. -Suena bien.

Mildred se inclina y le susurra algo a Harry, quien levanta la vista hacia Louis. Louis aparta la mirada, con las mejillas sonrojadas al instante, pero no antes de vislumbrar la sonrisa cariñosa de Harry.

Nunca han hablado en realidad, es la cosa. Sólo las típicas bromas cuando Louis recibe su té y su comida. Pero este hombre es realmente especial. Louis piensa mucho en él. Más de lo que se consideraría sano, siendo sincero. Le encanta verlo interactuar con los clientes; su carácter amable y coqueto es contagioso y cautiva a todos a su alrededor sin esfuerzo, incluido Louis.

Han pasado tres semanas desde que encontró su consuelo aquí, en la cafetería-librería, desde que vio a Harry entrar por esa puerta, y Louis se pregunta si hoy será el día en que por fin puedan tener una conversación en serio. En cierto modo, Louis disfruta simplemente observándolo, en su jornada laboral, cantando su ecléctica lista de reproducción de temas indie mezclados con clásicos de los ochenta y algo de rock de los setenta.

A las once en punto, una notificación de Tumblr le llega al teléfono. Louis siente una oleada de emoción al tocar la alerta y presionar el pulgar contra la tecla de inicio para desbloquear la pantalla. Pie. Pie... ¿En serio? Deja el teléfono y se conecta a su portátil, abriendo la publicación y revisando el resto del texto, aunque no va a revelar nada que ya sepa. Son las mismas instrucciones de cada semana, pero las lee de todos modos.

Prompt  seis: Pie

Recuerda: no es necesario usar la palabra en sí, pero sí debe servir de inspiración o enfoque para tu fic. No hay límite de palabras ni otras restricciones de contenido; simplemente debes subir tu fic a la colección correcta antes de la fecha límite del próximo martes 25 de junio. Publicaré una entrada más adelante esta semana con el enlace a la colección y otros detalles de la publicación, así que estate atento. ¿Tienes alguna pregunta? ¡No dudes en hacérmela saber! ¡Que disfrutes escribiendo!

-Hola-, una voz grave lo sobresalta de su lectura y gira la cabeza bruscamente hacia la derecha, donde se encuentra con un abdomen firme, envuelto en un delantal negro. Su mirada recorre el torso del hombre, pasando por su pecho, hasta su radiante sonrisa. Harry. Louis se sobresalta y se golpea la rodilla contra la mesa, tirando su teléfono al suelo con un estruendo.

-Mierda.- Louis se levanta de un salto y vuelve a golpear la mesa, volcando el frasco de cucharillas y haciéndolos caer por el borde. ¡Santo Dios! Se arrodilla, recoge el teléfono y se arrastra hacia adelante para recoger las cucharas. Se le pone la cara se le calienta en tiempo récord, incluso para él, lo cual es mucho decir, ya que nunca puede ocultar su vergüenza. Se sienta sobre sus talones, estira los brazos, vuelve a meter las cucharas en el frasco y luego respira hondo. Bueno, esto va a ser humillante.

Louis se pone de pie y se encuentra completamente en el espacio de Harry, lo suficientemente cerca como para oler su dulce colonia y algo más, terroso y masculino, justo debajo de la superficie. Harry tiene los brazos bien abiertos, una taza de té en una de sus enormes manos y un plato con un muffin en la otra.

-¿Estás bien, Louis?- pregunta Harry, habiendo establecido la base del nombre durante su encuentro inicial, Harry curioso y amigable como siempre.

-¡Oh! Sí. Sí, estoy bien, ¡gracias! Gracias por preguntar. Perdón por... eh... -Louis señala con el pulgar por encima del hombro hacia la mesa de la perdición, con la voz tan aguda que apenas la reconoce. Es la frase más larga que le ha dicho a Harry y, por supuesto, tenía que ser por haber hecho el ridículo. Bien hecho. Pero cuando lo mira a los ojos, sólo ve bondad y siente que la tensión se le escapa de los huesos.

-Hoy te traje tu té de siempre y uno de nuestros muffins especiales, de limón y semillas de amapola. ¿Pensé que te gustaría? -pregunta Harry con tono interrogativo, señalando cada una de sus manos por turno.

-¿Mi té de siempre?- Louis es un idiota, no debería tener permitido hablar con chicos lindos con cabello lindo y labios lindos.

Harry se ríe entre dientes. -Sí-, deja la taza y el plato sobre la mesa y mueve el tarro de cucharas, que estaba peligrosamente cerca del borde. -Té Yorkshire con un chorrito de leche. ¿Verdad?

Harry se endereza de nuevo y Louis levanta la vista. No se había dado cuenta de lo alto que era; el mostrador que normalmente los separaba había alterado su percepción. Era como un pie más alto. Un pie. Un pie. Ohhhhhhh... Su cerebro se pone en marcha. 'Ya era hora', piensa. -¡Sí! Gracias por recordarlo.

Harry sonríe dulcemente y señala con la cabeza la laptop de Louis. -¿Estás trabajando en algo? Siempre estás escribiendo en eso y con cara seria.

-Sí, soy escritor.

A Harry se le salen los ojos de las órbitas. -¿En serio? ¡Qué increíble! ¿Habré leído algo?

Louis suelta una carcajada. Duda que Harry haya leído algo suyo. Su análisis político es tremendamente aburrido y sus otros escritos, bueno, son aún más de nicho, si eso es posible. Aunque la idea de que Harry lea sus fics cortos y cargados de smut le pone le provoca un escalofrío. Eso sí que le dará vueltas en la cabeza. -No lo creo. Principalmente escribo análisis políticos aburridos, y también algunas historias cortas; eso es lo que hago en mi día libre.

Suena la campana y ambos miran a un grupo de cuatro mujeres y un hombre entrando con cochecitos, lo que aumenta el ruido y perturba su pequeña burbuja. -Bueno, parece que es mi turno-, dice Harry mientras empieza a retroceder. -Me encantaría leer algunos de tus historias cortas algún día... ¿me dejarías?

-Sí, ¿tal vez? Gracias por el té y el muffin, Harry.

Harry sonríe y se gira para saludar a los clientes, agachándose para mirar dentro de uno de los cochecitos y arrullando como el adorable tonto que es.

Louis suspira y se sienta. Toma un sorbo de té y se truena los nudillos. Hora de ponerse a trabajar.

》* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ • 。* 。° 。* 。 • ˚《

Hoy, las palabras fluyen a un ritmo vertiginoso, impulsadas por sus interacciones con Harry. Tras su conversación inicial, Harry ha estado visitando a Louis con más té y pequeños comentarios, y siempre que Louis levanta la vista, Harry casi siempre lo observa con una sonrisa cariñosa.

Ha estado escribiendo una serie, en lugar de fics independientes, durante las últimas tres semanas del reto y la respuesta ha sido increíble. Todas se centran en Harry como protagonista, aunque en las historias se llama Henry. Henry maneja un pequeño B&B en los Cotswolds y recibe a sus huéspedes con dulces horneados y hospitalidad campestre. Tiene un gato llamado Tigger y un huésped de larga estancia, el escritor Lewis, que se queda este verano para escribir su novela. Louis admite abiertamente que su creatividad no estaba precisamente desbordante cuando eligió los nombres de los personajes principales, pero no es como si alguien en su vida real pudiera encontrar su AO3 y conectar los puntos.

El fic de esta semana llevará a Henry y Lewis a un nuevo nivel de intimidad y los preparará para la próxima semana, donde él les ofrecerá a sus lectores el smut que tanto anhelan. Son un grupo apasionado, maravilloso y tan generoso con sus ánimos y comentarios encantadores que él encuentra muy motivadores.

Ha incluido aspectos de Harry, lo que ha podido observar desde lejos, al menos. Detalles cómo su interacción con los clientes, su forma de moverse, su sonrisa, sus ojos, su risa y, sin duda, su físico. ¡Joder! Louis podría escribir miles de palabras sobre su cuerpo; de hecho, probablemente ha llegado a pensar en ello.

La cafetería bulle a su alrededor mientras la gente del almuerzo se reúne en los espacios vacíos, las sillas raspando el suelo, los cubiertos sobre la porcelana, y la cafetera, un zumbido casi constante de fondo que crea un trasfondo de familiaridad. La risa de Harry se filtra por encima del bullicio, ligera y alegre.

Las horas pasan y sus palabras llenan las páginas con naturalidad. Henry y Lewis disfrutan de una botella de tinto en el salón, Tigger acurrucado frente a la chimenea. Son sólo ellos, ningún otro huésped que llegue en dos días para interrumpir su pequeño capullo. Louis levanta la vista y ve a Harry echando la cabeza hacia atrás con una risa alegre, con el cuello estirado. Lo observa y escribe lo que ve. Sus rizos, sus mejillas sonrosadas, el hoyuelo que se marca, la nuez subiendo y bajando, la sonrisa burlona, ​​el brillo en sus ojos. En la página, Henry se ríe de algo que Lewis ha dicho, más ingenioso y mucho más valiente que cualquier cosa que el propio Louis pudiera inventar. Siente un poco de envidia de Lewis, honestamente.

Louis vuelve a concentrarse en su trabajo, releyendo y corrigiendo algunos errores que cometió mientras estaba distraído. No se da cuenta de que Harry se acerca hasta que está de pie junto a la mesa.

-¿Estás listo para almorzar, Louis?

Levanta la vista y encuentra a Harry de pie con un plato de comida y un cuchillo y tenedor envueltos en una servilleta. Mira la hora en su teléfono y se sorprende al descubrir que ya son más de las dos. -Mierda. Se me ha pasado el día un poco.

-Eh... no sabía qué te gustaría, pero te traje frittata de champiñones y ensalada. Está riquísima.

Louis se asoma por el borde del plato y huele de maravilla. -Eso es... gracias, Harry, se ve genial, pero no tenías por qué... disculpa las molestias.

Harry deja el plato y le da vueltas. -No es ninguna molestia, de verdad. Ya se ha calmado un poco.

El silencio se extiende entre ellos y Louis siente un nudo en el estómago. ¿Debería seguir hablando? ¿Debería pedirle a Harry que se siente? Dios mío, es un desastre con todo esto de la interacción humana. -¿Te gustaría...?

La campana suena y salva a Louis de sí mismo. -Oh. El deber llama...-, dice Harry, pero suena un poco decepcionado. Pone la mano sobre el hombro de Louis y la aprieta suavemente. Louis casi explota con el simple roce. Demasiado rápido desaparece y Harry regresa al mostrador. Louis, un poco aturdido, levanta la mano para tocar el lugar donde Harry la había tocado. Fue un instante breve, pero todo su cuerpo está encendido, vibrando de energía. Levanta la vista para ver a Harry observándolo y se sube las gafas por la nariz, por nerviosismo.

》* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ • 。* 。° 。* 。 • ˚《

Henry y Lewis están ahora en la cocina lavando los platos de la cena. Louis los había dejado divagar en conversaciones sobre su pasado mientras bebían vino y había permitido que sus inhibiciones se calmaran sin llegar a un punto crítico, todavía no. No está listo para dejar que se desborden y tengan un encuentro sexual, pero está preparándose para ello la semana que viene. Necesita incorporar la prompt del pie, así que tuvo que ponerlos de pie para que funcionara. Maniobra a Henry para que alcance un armario más alto por encima de la cabeza de Lewis, haciendo un comentario juguetón sobre ser un pie más alto. Lewis se gira en el acto y se encuentra a la altura del pecho de Henry. Sube la mirada hacia Henry y lo mira con los ojos entrecerrados. Louis necesita dejar de usar la palabra "ojos", está empezando a perder todo su significado, pero lo arreglará más tarde. Le pide a Henry que baje las manos y las apoya sobre los hombros de Louis. Agrega algo sobre la energía cargada entre ellos, el aire que se acumula en la habitación, el mundo que deja de girar sobre su eje. Son frases que usa mucho, pero hay un límite en las maneras de describirlas. En la edición, las hará sonar mejor y menos cliché.

Está contento con la historia hasta ahora y siente que ha avanzado lo suficiente. Ha escrito poco más de cuatro mil palabras y pretende llegar a cinco mil para esta parte de la serie, pero tiene el resto de la semana para ajustarla. Levanta los brazos, estira la espalda y se sorprende al ver que son poco más de las seis. Al levantar la vista, encuentra a Harry barriendo el suelo y volcando las sillas de madera sobre las mesas. El local está cerrado y Louis se da cuenta de que están solos; sólo el sonido de la lista de reproducción de Harry interrumpe el silencio del lugar.

Harry tararea para sí mismo y Louis apoya el codo en la mesa, con la barbilla en la mano, mientras se permite observarlo. Es elegante y le recuerda a Louis a Cenicienta. Mmm... esa es una idea que se le va a quedar grabada. Quizás debería escribir un cuento de hadas sobre Harry. Sería una Cenicienta genial. Louis no tarda en admirarlo antes de que lo atrape, Harry se gira y le sonríe con las cejas arqueadas. En este punto, el listón de la vergüenza delante de Harry es tan alto que ni siquiera está seguro de poder reunir los medios para molestarse.

-Lo siento, no me había dado cuenta de que era tan tarde -le dice Louis y empieza a recoger sus cosas.

-Está bien, Louis, sólo estoy limpiando. No quería interrumpirte cuando parecías tan concentrado en lo que sea que estuvieras escribiendo.

-Sí-, dice Louis mientras se pone de pie. -Mucha inspiración hoy...- Su voz se apaga y sonríe para sí mismo mientras guarda su portátil en la mochila. Se la sube al hombro, se guarda el teléfono en el bolsillo, recoge su taza de té vacía y se acerca al mostrador.

Harry saca la escoba por la parte de atrás y regresa sin delantal y con el abrigo puesto. -Gracias-, dice, y toma la taza de Louis, la enjuaga en el fregadero y la deja en el escurridor. Harry se gira y apoya las manos en la encimera. -Yo... ya apagué la caja por hoy.

-¡Oh, mierda! Lo siento mucho -dice Louis, y saca su cartera buscando dinero, pero antes de que pueda encontrar nada, Harry extiende la mano y la cubre con la suya. Louis se queda paralizado y levanta la vista para ver la expresión tímida de Harry.

-Está bien, Lou-, el apodo salió de su boca sin esfuerzo, provocando una descarga eléctrica en las venas de Louis. -Puedes pagarlo la semana que viene, ¿sí? Supuse que volverías-. La timidez de Harry se vuelve más descarada y sonríe con los hoyuelos. Louis es un tonto por este chico.

-Claro, gracias, Harry. Volveré el próximo martes, como siempre.

Harry asiente y le aprieta la mano. -Excelente. Bueno, salgamos de aquí. Seguro que tienes sitios que visitar y gente que ver.

-Mmmmm... sí.- Claro que no, pero preferiría que Harry no supiera lo aburrida que es su vida. Simplemente irá a casa a preparar la cena, alimentar a Snuffy, su gato, y luego se acurrucará frente al televisor con una copa de vino tinto. No es emocionante, pero le sienta de maravilla.

Se dirigen a la puerta, Louis delante y Harry apagando las luces detrás de ellos. Louis intenta abrir la puerta, pero se da cuenta de que está cerrada justo cuando Harry se acerca y extiende la mano por encima del hombro para correr el cerrojo.

-Oh, olvidé mi...- dice Louis mientras se gira, pero las palabras mueren en su lengua cuando se encuentra con el pecho de Harry a la altura de los ojos. Es como si sus palabras hubieran saltado de la página a la realidad y se reiría de lo absurdo, pero luego se da cuenta de que Harry lo tiene enjaulado con su gran brazo fuerte.

Hay un toque de su colonia de olor dulce, la humedad de su abrigo de invierno y ese otro aroma que había olido más temprano en el día que asume que es sólo el propio Harry, todo combinado y filtrándose en sus fosas nasales. Deja que sus ojos suban lentamente del pecho de Harry a su cuello, la cabeza inclinada en un ángulo, una sonrisa torcida levantando la comisura de su boca. -Abrigo- Louis termina. -Olvidé, mi abrigo.

-Mmm...- dice Harry, pero no hace ningún intento de moverse. Sus ojos recorren rápidamente el rostro de Louis, sus labios y de vuelta a la nariz, las mejillas, los ojos. Louis quiere acercarse. Quiere sentir los labios de Harry en los suyos. Se pregunta si serán tan suaves como parecen. Tan mordisqueables.

Un coche pasa zumbando por la calle y saca a Louis de sus pensamientos. -Mierda. Lo siento-, agacha la cabeza, sacudiéndola para salir de su aturdimiento. -Abrigo...-, dice y sale del espacio de Harry. Agarra su abrigo y, cuando regresa, Harry ya está afuera. Louis se une a él y Harry cierra la puerta con llave.

-Entonces, ¿el próximo martes? -pregunta Harry con expresión esperanzada.

-Sí, claro. El martes que viene -dice Louis, y quiere seguir hablando, pero sus habilidades sociales, las pocas que tenía al principio, parecen haberlo abandonado por completo.

-Está bien, Lou, nos vemos entonces.

Louis asiente. -Que tengas una buena semana, Harry.

Harry hace una pausa como si fuera a decir algo, pero luego cambia de opinión. -Bueno, yo voy por aquí-, señala hacia el estacionamiento público, detrás de las tiendas.

-Y yo estoy por ahí-, señala Louis en dirección opuesta, hacia su apartamento.

Harry retrocede, sus botas raspando el pavimento. -Que escribas bien, Lou-, dice con un gesto de la mano.

-Que bariste-es bien, Harry-, ¿y qué demonios está diciendo? ¡Por Dios! Se supone que es escritor, ¡qué demonios!, pero la risa que le saca a Harry vale la pena sonar como un idiota.

》* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ • 。* 。° 。* 。 • ˚《

Louis siempre se emociona cuando publica en AO3. Le encanta la sensación de logro de haber publicado algo nuevo, algo creativo, una parte de sí mismo. Publicó en la colección el domingo por la noche, como siempre, y debería estar disponible en unos minutos; los moderadores siempre son puntuales: a las ocho de la noche del lunes, todas las semanas. No se decepciona cuando suena la alerta que indica que su trabajo ha sido publicado. Se dedica a actualizar la entrada de su fic en Tumblr ahora que tiene un enlace al AO3 publicado y la rebloguea antes de centrarse en sus cuentas de Instagram y Twitter, añadiendo nuevas publicaciones y subiéndolas.

Había logrado alcanzar su objetivo de cinco mil palabras, pero al ser un fic corto y parte de una serie que sus lectores esperan con entusiasmo, no pasó mucho tiempo hasta que los kudos y los comentarios comenzaron a llegar y eso lo hizo sonreír.

Se ducha y se prepara para dormir, poniéndose un chándal cómodo y una camisa holgada de manga larga, antes de recostarse en el sofá con su segunda copa de vino. Lee los comentarios, viendo que sus lectores ansían el siguiente paso, que intuyen que está por llegar. Las peticiones para que Louis se dé prisa y se ponga manos a la obra son un tema recurrente.

Un nombre de usuario familiar llama su atención. morethanwords_92 siempre es uno de los primeros en comentar sus historias y Louis está emocionado de leer lo que ha dicho.

¡Wow! Bueno, lo has vuelto a hacer. Un trabajo brillante como siempre. Pero no puedo evitar preguntarme... ¿eres tan provocador en la vida real? Seguro que sí. Tendrás que serlo para escribir así. De verdad pensé que se besarían en la cocina, pero nos tienes al borde otra vez. Es curioso, aunque no estoy seguro de que te importe, pero esta semana me pasó algo parecido, y tampoco nos besamos. Me decepcionó mucho, pero sólo yo tuve la culpa de acobardarme. En fin, estoy deseando ver cómo te va la semana que viene y cuál es el tema. ¡Esperando el smut que sé que nos vas a regalar! Me pregunto si te la jugarás con todo o te contendrás un poco. Mi voto es para una escena que me deje sin aliento, que me haga suplicar un poco y que me haga retorcer los dedos de los pies, pero estoy segurde que lo que hagas será increíble y apasionante. Gracias de nuevo por escribir y compartir tu talento con todos nosotros. xx ☕️

Louis sonríe para sí mismo y se remueve en el asiento, sintiendo el roce de su pene contra su sudadera. Llevaba días pensando en cómo abordar el sexo y leer a morethanwords_92 hablar del calor y la pasión que busca despierta algo en Louis. Es lo que él también desea, tanto para Lewis como para sí mismo, y es como si esta persona le leyera la mente. Louis es delicado y curvilíneo, y definitivamente tiene un aire nerd. Los hombres que atrae suelen ser de cierto tipo: grandes, fornidos, musculosos. Quiere sentirse más pequeño y cuidado, pero en cuanto estos tipos se ponen manos a la obra, son tan tímidos que resulta frustrante. No es de porcelana. Así que, mientras sigue buscando lo que quiere en la vida real, canalizará sus deseos en la escritura.

Hace clic en responder el mensaje y comienza a escribir.

¡Hola y gracias por tu comentario! Me alegras el día. Perdón por provocarte de nuevo, pero creo que valdrá la pena. 😉 Dicho esto, el smut está cada vez más cerca... A mí también me gusta un poco de lío en la cama y creo que a estos personajes también les podría gustar, pero tendrás que estar atento para ver qué pasa...

PD: Espero que tengas otra oportunidad para ese beso. xx

Louis responde a más comentarios a medida que llegan antes de sentir que su cama lo llama tan fuerte que ya no puede ignorarlo.

Mientras se queda dormido, las imágenes de un hombre de pelo rizado, ojos verdes, brazos fuertes y una sonrisa con hoyuelos lo atraen hacia sí.

______
N/T: Ya me enamoré 😍

Chapter 2: Smuturday

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text


Cuando Louis recibió el reto de esta semana, sentado felizmente en su silla en la cafetería y, como de costumbre, en la distancia perfecta para echarle el ojo a Harry, se quedó en blanco.

"Esponjoso."

Había repasado una y otra vez la palabra en su cabeza, tratando de asignarle una posible trama para Henry y Lewis en la próxima entrega de su serie, pero no se le ocurría nada.

Los gatos son esponjosos. Pero el gato de Henry, Tigger, realmente no daba vibra de esponjoso con sus rayas naranjas y blancas y su cuerpo estilizado. Pensó en tal vez crear una trama basada en una tormenta donde el cabello de Henry se mojara y luego se secara quedando esponjoso, pero eso le parecía bastante flojo y, de todas formas, ya estaba guardando la noche tormentosa con apagón incluido para la próxima semana.

Los calcetines pueden ser esponjosos, también las mantas, el algodón de azúcar y el pan, pero todo eso le parecía tan meh que los descartó. Quiere algo único, raro y tierno, acorde con los personajes.

Sabe que la idea va a llegarle cuando menos lo espere, pero más vale que se dé prisa, porque ya es sábado por la noche (o Smuturday, como le gusta llamarlo) y aún no tiene nada.

El sábado por la noche es su noche para escribir smut. Reservado cada semana para poder escribir sin trabas, sin interrupciones y poder estar despierto hasta bien entrada la noche sin la preocupación de tener que levantarse para trabajar al día siguiente.

Lo que pasa con escribir smut es que no es fácil, y cualquiera que finja lo contrario está perdiendo el tiempo. Sin embargo, su método de eficacia comprobada es bastante simple: prepararse una buena cena, tomar una o dos copas de vino tinto y luego tomar té hasta que termine. No parar. No dormirse. No distraerse.

Louis suele comparar escribir escenas de smut con un comentarista deportivo de radio narrando la jugada a jugada de un partido de fútbol. Es una extraña combinación logística: quién hace qué, en qué posición están, quién está sobre quién, si están a punto de marcar un gol y, bueno... ¡bolas!

Dejando de lado la metáfora deportiva, también hay otros desafíos en torno a la proporción de texto y diálogo, así como los detalles de la continuidad, la escena y las acciones en sí. ¿Siguen usando ropa? ¿Está encendida la luz? ¿Dónde está el lubricante? ¿Alguno de ellos trajo condones? Y ni hablar de las palabras en sí. Puede que se considere un poco artesano de las palabras, pero en realidad sólo puede escribir polla, pene, eje y longitud un número limitado de veces antes de querer apuñalarse con un tenedor. Manos. Dedos. Gemidos. Gruñidos. Rastros. Deslizamientos. Movimientos. Correrse. Frotar. Besar. Lamer. Chupar. Empujar. Presionar. Embiste. Golpea. Termina con tantas pestañas de sinónimos abiertas en su portátil que apenas puede distinguir los pequeños iconos en la barra de su navegador de internet.

Pero así es escribirlo. Leerlo, sin embargo, es una experiencia completamente distinta. Ver porno está muy bien, pero en la humilde opinión de Louis, leer una escena de smut bien escrita es una de las cosas más excitantes que existen, y sus lectores parecen coincidir.

Louis revisa la lista de la compra en su teléfono mientras conduce su carrito por el pasillo. Tenía un plan: Una receta perfecta hasta que se encontró con un estante vacío donde deberían estar los piñones, y ahora los ha arruinado. Le encanta cocinar, es lo suyo, aunque normalmente sea sólo para sí mismo. Le encanta encontrar una buena receta y adaptarla a su gusto, pero estos piñones eran la estrella del espectáculo y le cuesta encontrar una nueva receta en el momento.

Dobla el final del pasillo y maniobra su carrito de ruedas descontroladas, pasando la nevera de leche y entrando en la sección de congelados para buscar su helado de soja favorito. Los lácteos nunca han sido sus amigos; un chorrito en su té es prácticamente todo lo que su estómago puede aguantar antes de que el furioso monstruo intolerante a la lactosa asome su fea cabeza.

Louis avanza, observando los compartimentos del congelador mientras se abriga el gorro para protegerse del frío. Ve lo que busca y se detiene, abre la puerta y toma un bote de chocolate con menta. El aire gélido que sale lo hace tiritar.

-¿Louis?

Louis levanta la cabeza de golpe, con helado en mano, y se encuentra con unos preciosos ojos verdes, una sonrisa radiante y... unas orejeras rosas y esponjosas. Esponjosas... Ohhhh... buen trabajo, universo. -¿Harry?

-¡Hola! ¡Qué gusto encontrarte!-, dice Harry, ladeando la cadera y mirando a Louis con una mirada muy obvia. Se sonroja ante la atención y baja la mirada hacia su atuendo: sudadera con capucha, pantalones deportivos, guantes sin dedos y botas de piel de oveja. Louis definitivamente ha dejado salir a su pereza interior esta noche, pero es su noche de compras y no es como si pensara que se encontraría con el hombre que ahora mismo protagoniza todas sus fantasías sexuales en el Tesco de su barrio.

-Bonitas... orejeras-, exclama Louis porque realmente no hay otra respuesta razonable.

-¡Oh! ¿Te gustan?-Harry gira la cabeza de un lado a otro, presumiéndolas. En cualquier otra persona se verían ridículas, pero en Harry, simplemente se ven adorables. -Hacía mucho frío, no quería que se me congelaran los lóbulos-, dice, palmeando los peludas orejeras.

Louis niega con la cabeza con cariño y, de alguna manera, incluso bajo estas horribles luces fluorescentes, se ve hermoso.

Revisa con la mirada el resto del atuendo de Harry y se alegra al ver que también lleva un conjunto digno de un perezoso: un suéter tejido color crema asomando debajo de una sudadera negra con capucha, y pantalones deportivos grises metidos dentro de unas botas de borrego color beige.

Quiere acurrucarse con él, preferiblemente frente a una chimenea, con una botella de vino tinto y una comedia romántica. -Sí, me gustan. Son lindas.

Una sonrisa traviesa se extiende por el rostro de Harry y se aclara la garganta. -¿Lindas? ¡Los patitos son lindos, odio lo lindo! ¡Quiero ser exótico y misterioso!- Harry finge que se desmaya, con el dorso de la mano apoyado dramáticamente en la frente.

Louis lo mira fijamente, sintiendo que sus ojos se abren de par en par y se queda boquiabierto. Y entonces lo comprende: es una frase, y Louis está totalmente dispuesto a seguirle el juego. -Eres ... exótico y misterioso, y... lindo... y... Por eso mejor me voy- Hace como si fuera a irse y luego se queda paralizado, con los brazos en pose de corredor.

Harry baja la mano y el graznido que sale de sus labios es una de las imitaciones de foca más entrañables que Louis haya oído jamás. Harry se tapa la boca con las manos y ríe, doblándose y dando patadas. Es todo un espectáculo, y Louis tendría razón al pensar que se trata de una extraña danza tribal, pero es contagioso, y Louis se ríe con él, con el estómago apretado.

-No puedo... -jadea Harry-. ¡No puedo creer que te sepas esas líneas!

Louis respira hondo y se estabiliza en su carrito, dejando caer el helado en la cesta y limpiándose el hielo de la mano y en su sudadera. -Bueno, claro. Es una de las mejores películas de todos los tiempos.

Harry se recupera y empuja su carrito hacia Louis, que se acerca. -¿Sabes? Nunca he conocido a otro fan del Bull Durham. De todos modos, ninguno que pudiera citarlo-. La mirada de Harry es intensa, y desde tan cerca puede ver un tinte rojo en la punta de su nariz y una ligera grieta en sus labios. -Creo que eso nos convierte en almas gemelas de cine o algo así.

El corazón de Louis se acelera mientras intenta mantener la calma, pero sospecha que está fracasando estrepitosamente a juzgar por el dejo de suficiencia en el rostro de Harry. -¿S-sí?

Harry mira dentro de su carrito. -Entonces... ¿qué hay para cenar, Louis?

-¿Mmm...? ¡Oh! Bueno, estaba haciendo un plato de pasta con pimientos rojos, champiñones, espinacas baby y salsa napolitana, pero se han quedado sin piñones, que es, como, el ingrediente clave.- Louis encorva un poco los hombros, en parte por efecto y en parte porque le da pena no poder cocinar la comida que había planeado. -Le da un sabor a nuez que equilibra el dulzor de los pimientos, así que sí, no sé qué hacer ahora. ¿Quizás una pizza congelada?- Louis se encoge de hombros y señala el congelador junto a Harry. Todas las variedades de pizza imaginables están expuestas en las cajas, pero probablemente todas sean decepcionantes, con textura de cartón dentro.

-Entonces, también debemos ser almas gemelas en cuanto a comida -dice Harry con un guiño y señala el contenido de su carrito. Louis ve algunos ingredientes iguales: pasta y algunas verduras, además de... un paquete de los escurridizos piñones.

-¡Ahhhh, entonces tú eres el ladrón de piñones! -Louis lo señala acusadoramente.

-Me temo que sí, me llevé el último paquete. ¿El que madruga, es quién se lleva las... nueces, supongo? -Harry se encoge de hombros y se quedan en un silencio cada vez más incómodo. Louis debería irse, debería dejar que Harry siga con sus compras, pero no quiere que esta interacción termine. Presiente que Harry debe sentir lo mismo al verlo cambiar de pie.

-Bueno, debería... -Louis aparta su carrito y abre la puerta del congelador-. Estas pizzas no pueden estar tan mal, ¿verdad?

-Lou-, empieza Harry, y ahí está ese apodo, saliendo con tanta facilidad como si se conocieran de años, no de semanas. -Son horribles. No creo que pueda dejarte hacer eso-. Levanta la mano y cierra la puerta, haciendo que Louis se separe del pomo. -Toma, llévatelos-, dice Harry, recogiendo el paquete de piñones de entre la compra, extendiéndolo y ofreciéndoselo a Louis.

-Oh... Eso es muy amable de tu parte, pero no puedo aceptarlos.

-Estaré bien. De verdad.

Louis toma el paquete y sus dedos se rozan; están fríos, pero aun así logra enviar una chispa por su cuerpo. La chispa debió haberle ido directo al cerebro, provocándole un cortocircuito, porque las siguientes palabras salen de su boca sin filtro. -¡Podrías venir a mi casa! A cenar, quiero decir. Ven a mi casa y yo...

-¿Qué?- Harry arquea una ceja, pero hay un cariño en su expresión que calienta el corazón de Louis. -¿Me estás invitando a cenar, Lou?

-Perdón, mierda... Eh... ignórame.- Louis baja la mirada tímidamente y se regaña por dentro por su inusual atrevimiento. Nunca es así. Nunca. De verdad que no sabe qué le pasa.

-Oye... -Harry extiende la mano y la acaricia con cautela por el brazo de Louis-. Me encantaría.

Louis se atreve a levantar la cabeza y la radiante sonrisa que le depara el encuentro casi lo derriba. -¿Sí?

-Claro que sí. He... -Ahora es el turno de Harry de sonrojarse; un precioso tono rosa pálido, en lo alto de sus preciosos pómulos-. De hecho, he estado intentando reunir el valor para invitarte a salir, pero siempre fallo.

Louis siente que la esperanza brota en su interior. -Bueno, qué suerte-, reflexiona mientras una sonrisa burlona se dibuja en sus labios. -Qué suerte que se habían acabado los piñones, ¿eh?

-Qué suerte, en serio.

-Entonces... ¿cómo quieres hacer esto?- Louis inmediatamente entra en modo logístico, como es propenso a hacer.

-Dame tu número -dice Harry mientras saca el móvil del bolsillo-. Me llevo la compra a casa y luego voy a tu casa, si te parece bien.

-Oh, está bien, me parece bien-. A Louis le encantan los planes y Harry parece bastante competente en ese aspecto. Marca otra casilla en su lista mental. Louis dice su número y Harry le envía un mensaje. Le devuelve su dirección y se guarda el teléfono.

-Bien. ¿Qué te parece a las ocho?

Louis repasa la receta mentalmente e intenta recordar cómo está su casa. Es bastante ordenado y siempre la mantiene limpia, pero aun así necesitará una limpieza. Mira la hora y tendrá un par de horas para cocinar, limpiar y prepararse antes de que llegue Harry. -Perfecto.

-Bueno, te dejo ir para que nos prepares un festín. Nos vemos pronto, ¿sí?

-Sí. Nos vemos a las ocho.

Se quedan de pie, mirándose fijamente mientras transcurre un instante. Es Harry quien interrumpe el momento, inclinándose y luego haciendo una pausa, como si repensara el movimiento, antes de armarse de valor y acortar la distancia, plantando un beso suave y prolongado en la mejilla de Louis. La mano de Louis encuentra la cadera de Harry y la aprieta mientras Harry se aparta.

-Adiós, Lou.

-Adiós, Harry-, dice Louis con mucha más nostalgia de la que pretendía y observa mientras Harry retrocede, tirando de su carrito tras él, con la mirada fija hasta que desaparece por la esquina.

-Dios-, murmura Louis para sí mismo. ¿Qué demonios acaba de pasar? Se siente como si estuviera en una de sus historias y le encantaría poder añadir uno de esos pequeños saltos de sección y saltar directamente a abrirle la puerta a Harry. Siente la energía latiendo en sus venas, el estómago revuelto de emoción, y está deseando ver cómo se desarrolla la noche.

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-¿Estás seguro de que no puedo ayudarte en nada? -pregunta Harry desde la mesa del comedor mientras bebe un sorbo de vino.

-No, todo bien, sólo unos minutos más para la pasta y luego estará lista.- En verdad, Louis necesita un tiempo para sí mismo mientras intenta recordar cómo respirar. Cuando abrió la puerta, todo el aire había sido succionado de sus pulmones, presentado con Harry parado en su umbral con aspecto de haber salido directamente de las fantasías de Louis. Se ve jodidamente increíble. No demasiado arreglado, pero lo suficiente para dejar claro que se ha esforzado sin exagerar. El par favorito de Louis de jeans negros ajustados con rotos en las rodillas está pintado en las largas piernas de Harry, combinado con una camisa de seda azul claro de manga larga, enrollada hasta los codos con tantos botones desabrochados que prácticamente puede ver hasta su ombligo.

La reacción de Harry fue igualmente apreciativa. Louis había optado por ropa informal para estar cómodo, pero eso no significaba que no pudiera verse bien. Llevaba una camiseta negra de escote redondo, prácticamente transparente, y unos jeggings negros que, comprendía perfectamente, no serían la primera opción de todos, pero tenía un trasero inquebrantable y muslos bien formados, y estos los realzaban especialmente bien. Cualquier duda que tuviera sobre su atuendo se esfumó cuando Harry tropezó no una, sino tres veces al intentar seguir a Louis por el corto pasillo hasta la cocina.

La conversación durante la cena fluye con tanta naturalidad que Louis está en el paraíso. Al parecer, les gustan las mismas películas y novelas, y aunque sus gustos musicales son ligeramente diferentes, también se complementan. A ambos les encanta cocinar, leer y los juegos de mesa, y comparten los placeres culpables de jugar videojuegos y ver reality shows basura. Terminan su comida y la primera botella de vino, y Louis abre otra, ofreciéndose a darle un paseo por la casa.

-Tienes una casa preciosa, Lou-, dice Harry mientras terminan el recorrido en la sala-comedor de planta abierta que conduce desde la cocina.

-Oh, gracias, sí, me encanta. Compré este lugar hace unos meses, de hecho. Mi primera casa de verdad.

-¡Wow, qué impresionante! Para ser tan joven, ¿cuánto tienes? ¿Veinte y tantos?

Louis asiente y deja su copa de vino en el banco, inclinándose hacia adelante sobre los codos y dejando que el cuello de la camisa le caiga bajo, mientras Harry se sienta frente a él. Louis no pasa por alto la mirada errante de Harry, que se centra en su pecho, y lo mira fijamente. -Buena suposición. Sí, veintinueve, pero cumplo treinta el mes que viene-. Inclina la cabeza hacia un lado, fingiendo evaluar a Harry. -¿Supongo que eres un poco más joven?

Harry sonríe y deja su copa vacía, imitando la postura de Louis, quien deja que su mirada se desvíe hacia el pecho desnudo de Harry. -Mmm... veinticuatro.

-Oh, hay una gran diferencia.-Louis no lo dice en serio, no realmente, no tiene problema en salir con gente menor o mayor que él, dentro de lo razonable, la edad no es más que un número al fin y al cabo. Sólo espera que a Harry le parezca bien.

-Sí, lo es. Pero suelo salir con chicos mayores, así que eso es bueno, al menos para mí. Para ti no es un problema, ¿verdad? -Harry parece un poco preocupado y es realmente adorable.

-No. No hay problema -lo tranquiliza Louis-. ¿Quieres más vino o té?

-Ahhh... la verdad es que tengo que irme, por desgracia. Acepté cubrir el turno de mañana de Mildred para que pudiera llevar a sus nietos a los mercados del pueblo, así que mañana me toca despertar a las cinco.

-¡Ugh, qué pasado! -Louis mira el reloj del microondas y se da cuenta de que es casi medianoche-. ¡Dios mío! -dice volviéndose hacia Harry-. ¿A dónde se ha ido el tiempo?

-El tiempo vuela cuando te diviertes, Lou -dice Harry con un guiño.

-¿Estarás... bien para llegar a casa?

Harry rodea el banco y se coloca junto a Louis, apoyando la cadera. -Sí, qué... graciosa coincidencia número setenta y cinco-, dice Harry con una risita. -Resulta que vivo a menos de cinco minutos caminando de aquí.

Louis se gira para mirarlo, deslizando la mano por la encimera. No sabe lo sutil que está siendo, pero probablemente no sea eso lo que busca. -¿En serio? ¡Genial!

-Mmm... súper conveniente, pensé-, dice Harry y desliza la mano desde la muñeca de Louis hasta su antebrazo, apartando los vellos finos mientras sube hasta su bíceps. Su mirada se encuentra con la de Louis, que ya está fija en los ojos de Harry. Louis se acerca un paso más, sus dedos de los pies con calcetines se tocan, deslizando su mano por la encimera y alrededor de la cintura de Harry. Harry extiende la mano y agarra la cadera de Louis con la otra, tirando de él hacia adelante hasta que sus cuerpos se rozan.

-Sí... conveniente-, susurra Louis e inclina la cabeza hacia Harry. Harry sonríe y acorta la distancia, atrayendo a Louis hacia él con una mano presionada en la parte baja de su espalda. Sus labios se mueven juntos sin esfuerzo como si siempre hubieran estado destinados a encontrarse. Manos vagando por sus cuerpos, sin complejos descarados, bajo sus camisas, sobre sus pantalones, dedos enredándose en el cabello y lenguas explorando el interior de sus bocas. Es rápido, caliente, lento y reverente, y la mezcla está volviendo loco a Louis. Lo empujan y tiran en todas direcciones y su cerebro no sabe cómo, ni qué, procesar. Se detienen para respirar, cada vez volviendo a sumergirse tan rápido que Louis apenas tiene tiempo de llenar sus pulmones antes de que el aire sea succionado de nuevo. Ambos están duros, cada hombre se ha atrevido a tocar para sentir al otro. Harry es enorme, claro, no es ninguna sorpresa, el bulto en sus pantalones que Louis lleva semanas intentando no mirar es un excelente indicador de que es real. Quiere soltarlo, morderlo, pero intuye que, a pesar de lo alterados que están, esta noche no es la noche, y eso le gusta, por frustrante que sea.

Harry fue quien empezó el beso y también quien lo terminó. Se apartó, jadeando, con la mirada perdida clavándose en el alma de Louis. -Tengo... tengo que irme. Joder. Si no...

-Lo sé. No pasa nada. Deberías irte. -Louis le da un beso casto a Harry en la boca y sonríe-. Anda. Vete antes de que te conviertas en calabaza, Cenicienta.

Harry sonríe con suficiencia y retrocede. -Estoy bastante seguro de que no fue Cenicienta la que se convirtió en calabaza.

-Detalles, detalles-, dice Louis con un dramático gesto de la mano y una juguetona palmada en el trasero mientras pasa junto a él.

Harry agarró sus cosas y se dirigieron a la puerta principal. -Me la pasé genial, Lou, gracias por tenerme de invitado.

-Bueno, técnicamente no te tuve, pero necesitamos guardar algo para nuestra segunda cita, ¿no?

La cara de Harry se ilumina como un faro. -¡Sí! ¡Claro que sí!- Se inclina y le da un beso perfecto y suave a Louis en la boca, que lo siente hasta la punta de los pies. -Buenas noches, Lou.

-Buenas noches, Harry. Escríbeme cuando llegues a casa, ¿si?

-Mmm... -murmura Harry y, con un gesto de la mano y un giro, camina por el sendero del jardín.

Louis cierra la puerta y se apoya contra la pared, con la mano sobre el corazón. Siente el músculo latir bajo la palma, rápido y fuerte, mientras la sangre corre por su cuerpo. Su mente se ha puesto en modo smut; la escena ya está completamente formada en su cabeza y lucha por salir. Va directo a su portátil y se sienta; las palabras fluyen entre sus ágiles dedos y llenan página tras página sin esfuerzo.

Para cuando termina, tiene poco menos de las cinco mil palabras que esperaba y es bueno, realmente bueno. Uno de los mejores, incluso si él mismo lo dice. Es todo lo que quería que fuera, caliente, rápido y duro, y tiene todos los elementos que sus lectores querían. Es de estrellarse contra la pared, no puedo tener suficiente de ti, me hace rogar un poco y mucho más. Empezó en el pasillo con Henry sosteniendo a Lewis contra la pared y masturbándolos a ambos con una de sus enormes manos con los pantalones arremangados alrededor de sus tobillos antes de subirlos arrastrando las escaleras. Pasaron a un trabajo de beso negro y un poco de azotes antes de que Henry abriera a Lewis con sus largos dedos. Lewis montó a Henry un rato y luego Henry los volteó y lo folló hasta el olvido.

Estaba tan excitado después de terminar la escena de smut que tuvo que ir a masturbarse en la ducha. El agua caliente le corría por la piel, llevándose los restos de su orgasmo y sus deseos. Todo lo que había escrito era exactamente lo que quería que Harry le hiciera, y después de esta noche, estaba bastante seguro de que Harry también lo deseaba.

Mientras se queda dormido, repasa la velada y la historia en su cabeza, difuminando las fronteras entre Harry y Henry, entre él mismo y Lewis.

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La adrenalina corre por sus venas mientras se revela la colección, el lunes a las ocho, puntual como siempre. Observa y refresca el navegador mientras los kudos empiezan a llegar. Genial.

Se ducha, preparándose para irse a la cama mientras sus fans leen la última entrega. Se prepara una taza de té y se lleva su portátil al salón, apartando un poco a Snuffy, con cara de disgusto, para hacerse sitio. Por suerte, un rasguño bajo la barbilla basta para que vuelva a estar bien y empieza a ronronear y a arañar el muslo de Louis con sus garras.

Se desplaza por los comentarios, buscando a su lector favorito, y no tarda en encontrarlo. morethanwords_92 ya ha dejado un comentario largo y Louis empieza a leerlo con entusiasmo. Quiere saber qué pensaron, claro, pero también le interesa saber si han avanzado en conseguir ese beso.

¡Dios mío! ¡Creo que necesito una ducha fría después de eso! Qué caliente y qué bien escrito. No sé cómo consigues que estas escenas sean tan descriptivas sin resultar aburridas. Me sentí como si estuviera viendo una película. Pero debo decir que casi me ahogo cuando leí lo de las orejeras rosas y esponjosas. Casualmente tengo unas, así que quizá sean más populares de lo que pensaba, y yo que pensaba que estaba siendo vanguardista. Y, por si te interesa, ¡hay novedad sobre el beso!... ¡Ocurrió! Fue especial, maravilloso, perfecto y caliente, ¡caliente como el infierno! Nos encontramos en el supermercado y me invitó a cenar. (Nota: ¿Puedo decir cuánto aprecio que Tesco tenga procesos de reposición de existencias tan laxos; de lo contrario, esto nunca habría sucedido?). En fin, ¡fue una noche increíble y nos veremos pronto! Gracias de nuevo por escribir y compartir tu talento con todos nosotros. xx ☕️

Louis se sienta y mira la pantalla con incredulidad. Seguramente lo está imaginando, pero lo relee una y otra vez y las similitudes son evidentes. Es imposible que morethanwords_92 sea Harry. ¿Verdad? Imposible. De los millones de personas en el AO3, la probabilidad estadística de que Harry sea este usuario es alucinante, pero ahí está, mirándolo fijamente en blanco y negro.

Snuffy se estira y maúlla junto a él, y Louis se gira. -¿Qué demonios, Snuff? ¿Qué demonios hacemos ahora?

Notes:

____
N/T: Ya lo descubrió!!!!! 🤭🤭🤭

Chapter 3: Tea for Two

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text


Louis camina hacia la cafetería, con la energía nerviosa desbocada en el estómago mientras el comentario de morethanwords_92 da vueltas en su cabeza. Un minuto se convence de que su mayor fan es sin duda Harry, y rápidamente su mente, con mentalidad estadística, le dice que la probabilidad es tan baja que es un tonto siquiera por considerarlo. ¿Es real o sólo ve lo que quiere ver?

Después del beso que hasta ahora será conocido como El Beso, había escrito diligentemente la mejor escena de smut de su carrera como escritor de fics. El domingo había traído más contenido de calidad inspirado en Harry y el resto del fic prácticamente se había terminado solo.

El día había estado salpicado de textos divertidos y adorables de Harry mientras bromeaban sin esfuerzo. Para cuando llegó la revelación del fic del lunes por la noche, estaba ansioso por que sus lectores finalmente obtuvieran lo que querían y la retroalimentación subsiguiente después de que Henry y Lewis se pusieran manos a la obra. Además, había logrado incorporar el prompt de "Esponjoso" por medio de las orejeras rosas de Henry (Harry) y estaba bastante orgulloso de sí mismo. Pero todo eso se detuvo en seco cuando vio lo que ahora está convencido que fue el comentario de Harry.

Se despertó esta mañana, su querido martes, con una serie de emojis felices y tontos de Harry, y una sensación de calidez se extendió por su pecho antes de que todo volviera a su consciencia. Durante las últimas cuatro horas, ha estado dando vueltas por su casa repasando sus opciones, pero al agarrar la manija de la puerta y entrar en la cafetería, la campana parece estar sonando su hora del juicio. Tendrá que tomar una decisión, pero primero, necesita que su mente se ponga al día de una vez.

Se acerca a su asiento habitual y se instala, con el portátil y el teléfono listos, saca las gafas del estuche y se las pone. Está emocionado por el prompt de esta semana y por ver a Harry, claro, pero también siente una inquietud persistente mientras reflexiona sobre las opciones.

Uno. Podría decírselo sin rodeos. Harry disfruta claramente de su trabajo y quizá le encante ser la inspiración para uno de los protagonistas. O quizá se sienta mortificado y no vuelva a hablar con Louis.

Dos. No decírselo, dejar de escribir la serie y dedicarme a otras historias. Pero esta opción tiene el problema añadido de tener que mantener en secreto esta parte de su vida para un hombre al que espera convertir en una parte importante de su vida. Hace tiempo que no sale con nadie, y desde luego no en serio, y no desde que empezó a escribir fics. ¿Cómo se le plantea el tema a alguien? "Oye, me gustas mucho, y tu interés por [insertar nombre del pasatiempo aquí] es genial. ¿Yo? Escribo historias sobre personajes de ficción y hay un montón de smut y cosas así, y organizo mi semana en torno a eso y tengo un montón de fans, pero nadie sabe quién soy, y bueno... ¿me pasas la leche?"

Tres. No decirlo, dejar de escribir la serie y dejar de escribir ficción por completo.

Aunque ninguna de las opciones le convence especialmente, contárselo a Harry parece ser la más honesta y fiel a sí mismo. Le encanta escribir fics. Le proporciona una vía creativa que equilibra su rutinaria vida laboral. Disfruta de la interacción con sus lectores y de la pequeña comunidad que ha encontrado, y no está listo para renunciar a todo. Sólo espera que su decisión no ponga fin a lo que ha comenzado con Harry, por muy incipiente que sea su relación. Al final, se decide por la primera opción y decide encontrar la manera de decírselo, quizá no hoy, pero sí pronto, y sin duda antes de que sus sentimientos crezcan.

Suena la campana y Harry entra a grandes zancadas, abrigado para el frío del día con su abrigo de lana, con las mejillas sonrosadas y una bufanda alrededor del cuello y la barbilla. Su mirada se posa en Louis al instante y la sonrisa que se dibuja en su rostro lo deja sin aliento. Es guapísimo.

Louis solía observarlo desde lejos mientras trabajaba, pero cuando Harry se acerca a él, se da cuenta de que hoy las cosas serán diferentes. Harry se acerca sigilosamente, desabrochando su bufanda y los botones de su abrigo con movimientos fluidos, y por alguna razón, Louis lo encuentra sumamente sexy.

Apenas tiene tiempo de ponerse de pie antes de que Harry lo envuelva en su fuerte abrazo, con la cara metida en el cuello de Louis y respirando audiblemente. Su nariz está fría, pero su pecho está cálido, y el calor se filtra en los huesos de Louis.

-Mmm... hueles bien, Lou -murmura Harry, con los labios erizados-. Te extrañé.

Louis cree que podría derretirse en un charco en el suelo. Este hombre. Este guapo idiota. Louis ya está tan enamorado de él que le duele el alma.

Louis se inclina ligeramente hacia atrás para liberar sus brazos y Harry intenta alejarse, pero Louis lo agarra por las solapas del abrigo y tira de él hacia adelante, deslizando las manos por debajo del abrigo y alrededor de su cintura, una capa menos entre él y la cálida piel de Harry. Apoya la cabeza en el pecho de Harry y lo abraza con fuerza, apretando los puños en la parte trasera de su camisa. -Tú también hueles muy bien-, dice Louis, y de verdad que sí, como a flores y a hierba recién cortada humedecida por la lluvia. A Louis le da vueltas la cabeza. -Yo también te extrañé.

Harry le da un beso en la cabeza y las rodillas de Louis casi ceden. -Bueno, tengo que irme a trabajar, pero volveré pronto con algo caliente y dulce.

Louis sonríe con suficiencia y levanta la cabeza. -¿No recuerdo haber visto a Harry Styles en el tablero de especiales del día?

El cariño que irradia el rostro de Harry le revuelve el estómago a Louis y estira el cuello para buscar un beso. Como recompensa, Harry se inclina y aprieta sus labios con fuerza. ¡Dios! Podría devorar a este hombre. Harry se aparta y sonríe. -Eres un desastre, ¿lo sabes?

-Estoy seguro de que no sé de qué estás hablando -dice Louis inocentemente.

-¡Harry! -grita Mildred desde detrás del mostrador.

Harry mantiene la mirada fija en Louis y la intensidad es abrumadora, como si le perforara el alma. -¡Ya voy, Mildred!-, grita Harry por encima del hombro, sin apartar la mirada. -Mejor me voy.

-Mmm... Estaré aquí, mirándote son adoración desde lejos. ¿Te parece bien?

Harry lo suelta y asiente, sonriendo mientras retrocede antes de darse la vuelta y contonearse sobre sus piernas ridículamente largas, balanceando sus caderas exageradamente.

Louis ríe suavemente y se detiene con la mirada mientras Harry se va. Es todo un espectáculo verlo quitarse el abrigo y la bufanda, su cuerpo ágil retorciéndose y girando, los músculos tensándose bajo la ropa. Besa a Mildred en la mejilla y ella dice algo que Louis no logra entender, pero cuando Harry agacha la cabeza tímidamente y asiente, mirando a Louis, está casi seguro de que se está burlando de él.

Su mente empieza a divagar hacia territorio más peligroso cuando suena un timbre en su teléfono, que le avisa de una alerta de Tumblr y lo devuelve a la tarea en cuestión. Bien. ¡Aquí vamos!

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Cebra .

¿En serio? ¡Dios mío! ¿Qué demonios se supone que haga con eso? No es como si pudiera manifestar de repente un zoológico junto al B&B de Henry en los Cotswolds. ¿Un paso de cebra, quizá? ¿Una camisa con estampado de cebra? ¿Hay alguna canción con cebra en el título? ¿Hay algún pastel estilo cebra? ¿Dulces de cebra? ¿Cerveza artesanal de marca Zebra?

Louis decide ignorar el prompt por ahora, ya se le ocurrirá como siempre, y en lugar de eso se concentra en crear el escenario para la tormenta y el apagón resultante que dará lugar al juego de Scrabble junto al fuego de Henry y Lewis.

Sus dedos vuelan sobre las teclas y las palabras aparecen en la página sin esfuerzo. Se está metiendo de lleno en el fic de esta semana; los personajes se desarrollan con fluidez y, por una vez, el ritmo funciona bien. A menudo le cuesta ese aspecto, siempre queriendo avanzar rápidamente hacia las partes más jugosas, pero esta vez se controla, dejando que la historia fluya y divague lo justo sin que parezca estancada.

Después de un rato, Harry aparece con una taza de té y un croissant de chocolate, apretando suavemente el hombro de Louis antes de salir corriendo a hacer la ronda de las otras mesas.

Louis está creando el escenario de la tormenta y permitiendo que Henry y Lewis conversen un poco para profundizar en sus historias. Le encanta esta parte, construir sus personajes y los mundos en los que viven. Prefiere escribir historias alegres, sin angustia ni malentendidos, sólo tonterías y una buena dosis de picardía, quizás con un toque de dolor y consuelo para que sus historias tengan mayor profundidad. Nada demasiado intenso, sólo lo suficiente para que puedan expresar plenamente sus emociones y sus lectores se involucren. La inminente tormenta también le ha dado la razón por la que no han llegado otros invitados a interrumpir su pequeño capullo.

En la última entrega, les dio a sus lectores lo que habían estado esperando; el sexo caliente y pesadode necesito tenerte ahora mismo, pero esta vez será más lento, más sensual, más una oportunidad para explorar sus deseos. A veces eso es incluso mejor. Su mente naturalmente divaga a un lugar familiar, preguntándose cómo sería el sexo con Harry. Está bastante seguro de que sería alucinante de todos modos, pero sospecha que Harry es de los que les gusta cambiar. Tiene el físico para manejar a Louis de la manera que le gusta, pero también está bastante seguro de que Harry también sería tierno y amoroso, y Louis se pierde por un momento, mirando por la ventana, los dedos sobre el teclado mientras imagina la pasión y el calor que generarían.

-¿Un centavo por ellos?

Louis levanta la vista y encuentra a Harry sentado frente a él, y sonríe. -¿Un centavo por qué?

-Por tus pensamientos.

-Ahh... para ser honesto, no estoy seguro de que sean adecuados para un debate público.

Harry sonríe con suficiencia. -Bueno, entonces tendrás que decírmelo en otro momento, cuando estemos solos. Estaba pensando en el viernes, ¿quizás?

Louis se distrae con la flexión de bíceps de Harry mientras se inclina hacia adelante, con los codos sobre la mesa. -¿Mmm...?

-Viernes. En mi casa. ¿Cena?

-¡Oh! Eh... sí. Suena genial, la verdad.

-Sobre las siete, ¿te parece bien? -sugiere Harry mientras se pone de pie.

-¡Sí! Perfecto. ¿Quieres que te lleve algo?

Harry niega con la cabeza mientras retrocede. -Sólo tú, yo me encargo del resto.

Louis asiente y lo observa irse, percibiendo un toque de energía extra en su paso.

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El piso de Harry es precioso. Pequeño, pero con una distribución perfecta, como dicen, y un reflejo de él mismo. Es peculiar y un poco extravagante, con una mezcla ecléctica de muebles y obras de arte que se combinan para crear un estilo patchwork único, propio de Harry. Está en la planta baja de una preciosa casa antigua, dividida en cuatro pisos, con un precioso jardín campestre en la parte trasera que Harry había mostrado con orgullo cuando le mostró la casa a Louis. La cena había consistido en una deliciosa lasaña vegetariana casera con queso vegano, una consideración especial de Harry para no despertar al monstruo intolerante a la lactosa que Louis llevaba en el estómago. Los platos estaban listos e iban por su segunda botella de tinto cuando Harry sugirió que pasaran al salón, con la chimenea crepitando y atrayéndolos.

-Entonces, ¿tele o un juego de mesa? -pregunta Harry mientras Louis se hunde en el suave sofá, con cojines y mantas que le añaden mayor comodidad.

-La verdad es que me encantan los buenos juegos de mesa. Pero de todas formas, soy fácil.

-¡Entonces a jugo de mesa!-, dice Harry alegremente, aplaudiendo. Se acerca a la estantería, toma una caja, la trae y la deja sobre la mesa de centro, sacando un diccionario grueso de debajo y poniéndolo encima. -Te lo advierto-, dice Harry con seriedad. -Soy bastante competitivo en el Scrabble.

Louis se sube las gafas por el puente de la nariz, estira los brazos y junta los dedos, inclinando la cabeza y crujiendo el cuello. -Adelante, pues.

Las luces se atenúan y un ligero toque de madera quemada impregna la habitación, creando un ambiente acogedor. Louis no puede evitar notar las similitudes con la escena que ha creado para Henry y Lewis en el fic de esta semana. Bebe un sorbo de vino mientras Harry prepara el tablero y reparte las fichas. -Bueno, sabelotodo, la edad antes que la belleza-, dice Harry con un gesto de la mano mientras se revuelve de rodillas y se acomoda en un gran cojín en el suelo, al final de la mesa de centro.

-¡Oye! Nada de palabrerías. Esto es un juego civilizado -dice Louis con los ojos entrecerrados, apuntando con su copa de vino a Harry, quien ríe entre dientes.

El juego avanza, cada uno probando suerte con palabras que requieren consultar el diccionario en más de una ocasión. El tablero se llena y las fichas sobrantes se agotan. Louis selecciona dos más de la bolsita de tela y las coloca en su deslizador mientras Harry sirve el último vino en sus copas. Sus últimas letras son difíciles, una C y una B, que son horribles, y mueve sus fichas, estudiando el tablero mientras lucha por encontrar una palabra que encaje. Entonces la ve y la carcajada que brota de sus labios lo toma por sorpresa.

-¿Qué? -pregunta Harry nervioso-. ¿Qué tienes?

Louis no puede ocultar la expresión de suficiencia que se dibuja en su rostro mientras coloca las últimas baldosas. -Cebra.

La boca de Harry se abre de par en par. -¿Qué demonios?

Louis envía una plegaria silenciosa al universo. -Eso es todo. Yo... yo gano-. Su fic se escribe como un loca en su cabeza y no puede creerlo. ¿Es la vida imitando al arte, o al revés?

Harry se tira al suelo y rueda, gimiendo. -¡Nooooo...!

Louis ríe alegremente y se desliza del sofá, gateando hacia Harry. Se sienta a horcajadas sobre sus caderas y le da un pinchazo juguetón en las costillas. -Ohhhh... pobrecito-, arrulla Louis. -No seas mal perdedor. Te ganó el mejor.

-Vete a la mierda -gruñe Harry y cruza los brazos, protegiendo su cuerpo de los ágiles dedos de Louis.

-No seas así, te dejaré ganar la próxima vez, bebé-, canta Louis y pasa sus manos por los brazos de Harry hasta sus hombros.

-Como si volviera a jugar contigo. Debiste haber hecho tramp - masculla Harry e intenta zafarse de Louis, pero este lo agarra con más fuerza con las rodillas.

-Vamos, la próxima vez jugaremos al Striptease Scrabble.

Harry se anima al oír eso y apoya las manos en las caderas de Louis, apretándolas mientras le sonríe. -¿Sí? ¿Lo prometes?

Louis levanta una mano y se lleva la otra al corazón. -Promesa de explorador-. Ni siquiera lo ve venir cuando Harry los levanta y les da la vuelta, invirtiendo sus posiciones. El cabello de Harry forma un halo alrededor de su rostro, la luz del fuego proyecta sombras sobre su piel blanca como la leche, su mandíbula y sus pómulos parecen esculpidos por los dioses.

Harry se agacha y con cuidado le quita las gafas a Louis, doblándolas y colocándolas sobre la mesa detrás de él. Se inclina hacia adelante, dejando un pequeño espacio entre sus labios. -Voy a recordártelo, ¿sabes?

Louis estira el cuello y acorta la distancia, sus bocas se juntan, abriéndose fácilmente. La tensión se intensifica rápidamente, las lenguas luchan por dominar, los dientes rozan y pellizcan, el aliento arde, los pulmones aspiran aire. Louis deja que sus manos recorran libremente, clavándose en la espalda, los hombros y el cabello de Harry. Harry baja las caderas mientras Louis gira la pelvis hacia arriba, la fricción provoca que ambos giman en la boca del otro. -Joder, Harry-, gime Louis mientras se aparta para tomar aire.

Harry se aferra a su cuello, chupando, lamiendo y mordisqueando. -Dios, Lou, tan hermoso, ¿cómo es que eres real?

Louis siente cómo ambos se endurecen en sus pantalones y no desea nada más que agacharse y liberar a Harry de sus vaqueros, masturbarlo, tomarlo en su boca, tragárselo entero, algo, cualquier cosa, todo. Su deseo por este hombre es completamente abrumador, lo arrastra hacia abajo y ahoga sus inhibiciones. Pero no puede. Tiene que parar. No debe ceder a su necesidad. No hasta que lo sepa. No hasta que se lo diga.

Disminuye el ritmo de sus manos, dejándolas deslizarse arriba y abajo por la espalda de Harry, hasta posarse en sus caderas. Toma el control del ritmo, buscando la boca de Harry para besos más largos, más lánguidos, profundos y apasionados, dejando que el calor se apague y los saque del abismo. Los gira, acurrucándose contra el costado de Harry, con la barbilla apoyada en su pecho, acariciando su mandíbula, una ligera y apenas visible capa de vello áspero bajo su palma. -Eres realmente especial, Harry Styles.

-Lo mismo digo, Louis Tomlinson-, exclama Harry, aparentemente imperturbable, al ver que Louis había frenado el rumbo de la noche. Su pecho se llena de respeto y asombro ante la facilidad con la que Harry ha seguido su ejemplo. Harry se inclina y le besa la frente, y Louis siente mariposas en el estómago ante el cariñoso gesto. -¿Te apetece una taza de té?

-Mmm... -Louis asiente-. Sería genial.

》* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ • 。* 。° 。* 。 • ˚《

Louis está sentado en su sala, con la laptop abierta sobre la mesa de centro y una copa de vino tinto medio llena. El fic está terminado y publicado, y esta noche es la gran revelación. Está emocionado, pero también más tranquilo de lo que pensaba. Desea desesperadamente tener razón, desea que sea Harry, más de lo que jamás ha deseado nada en su vida.

Vuelve a la pestaña de AO3 en su navegador y mira el reloj por enésima vez. Sólo faltan unos minutos para que esté activo.

Su nombre de usuario lo mira fijamente, extrañamente desconocido en este momento. Teafortwo. Recuerda cuando se registró, sentado en ese mismo sitio, con una taza de té a su lado, mientras intentaba crear algo único e ingenioso. No pretendía que fuera profundo ni que tuviera un gran significado, pero ahora, al mirarlo, le impacta la forma en que resuena en él. Quiere estar con alguien, compartir sus sueños y esperanzas, una pareja, dejar de vivir solo o tomar el té para uno solo, y desea desesperadamente que esa persona sea Harry.

Revisa los comentarios de su última entrega y relee el mensaje de morethanwords_92 una vez más, aunque las palabras están grabadas en su mente. En el fondo sabe que es Harry, sólo reza para que Harry lo acepte, lo acepte como es y abrace esta parte de su vida. Ya no quiere que sea un secreto, quiere compartirlo con él.

El tiempo avanza y una descarga de adrenalina le recorre el cuerpo mientras actualiza la pantalla una y otra vez. Su fic aparece en el tablero y se queda paralizado. Está ahí fuera, sin vuelta atrás.

Snuffy se remueve a su lado y se da cuenta de que está moviendo la rodilla tan rápido que prácticamente vibra. -Joder, snuff-, dice mientras se desploma en el sofá, hundiendo la nariz en su barriga peluda. Snuffy le da un golpecito en el ojo con la pata y él piensa que se lo merece. Se incorpora y refresca la pantalla de nuevo, viendo que las visitas aumentan. El fic de esta semana sólo tiene poco más de cuatro mil palabras, pero aun así sus lectores tardarán en leerlo. Honestamente, ni siquiera está seguro de qué espera que pase. ¿Dejará Harry un comentario? ¿Llamará? ¿Le mandará un mensaje? Mira su teléfono, que está inactivo sobre la mesa. Nada.

Ya no aguantó más y se levantó, agarró su copa de vino y se dirigió a la cocina. Se preparó una taza de té y se la llevó al salón. Habían pasado veinte minutos y llegaban algunos comentarios, pero morethanwords_92 seguía sin decir nada. Tenía un nudo en el estómago y las palmas de las manos sudaban. ¿Y si Harry se moría de vergüenza? ¿Y si todo esto era demasiado para él? ¿Y si no lo entendía? No, no podía ser. Lo había dejado bastante claro, sin duda. Henry y Lewis habían jugado una partida de Scrabble junto a la chimenea, igual que Harry y Louis, y él había escrito el tablero exactamente igual. Después de que Harry se levantara a prepararles una taza de té el viernes por la noche, Louis había sacado una foto del tablero terminado para que no hubiera ninguna duda. Había descrito su sesión de besos con todo lujo de detalles, mamada a mamada apasionada, sólo que en el fic, Henry se había follado a Lewis lenta y tiernamente sobre la alfombra después.

A medida que pasa el tiempo, la excitación nerviosa da paso al miedo y a una pizca de tristeza. -Bueno, Snuff, parece que no va a funcionar después de todo. Supongo que sólo quedamos tú y yo otra vez- Louis suspira y le rasca la barbilla, lo que le provoca un ronroneo de satisfacción.

Los comentarios siguen llegando, pero Louis no tiene fuerzas para responder. Han pasado cuarenta y cinco minutos y apenas puede mirar la pantalla. También tendrá que olvidarlo, disculparse con Harry y buscarse una nueva cafetería. Es un poco triste y muy desgarrador.

Oye la lluvia golpear contra su ventana, un relámpago, seguido de un trueno. Qué apropiado, piensa, la vida imitando al arte una vez más. Se quita las gafas y cierra la tapa de su portátil cuando un fuerte golpe en la puerta principal lo sobresalta y lo hace ponerse de pie de un salto. Gira la cabeza de golpe y se queda mirando la puerta, paralizado, con los pies inmóviles.

Otra serie de fuertes golpes lo sobresalta y se siente acercándose al sonido. Agarra el pomo y lo gira, abriéndola mientras el sonido de la tormenta invade el pasillo.

Allí, frente a él, mojado y jadeante, está Harry.

Sus manos están apoyadas a ambos lados del marco de la puerta, inclinado hacia adelante. La farola brilla tras él, iluminando su perfil contra la oscuridad de la noche. Sus ojos son salvajes, la lluvia gotea de sus largas pestañas, y es la cosa más hermosa que Louis ha visto jamás.

-Eres tú... -exclama Harry-. Eres él.

Louis no puede lograr que su boca coopere lo suficiente para formar palabras, por lo que simplemente asiente con lentitud, todavía sin estar seguro de si Harry está a punto de golpearlo o besarlo.

La mirada que se extiende por el rostro de Harry es casi aterradora por su intensidad. Se endereza, agarra a Louis por los hombros y lo empuja hacia atrás, hacia el pasillo. Louis se tambalea un poco, pero Harry lo sujeta con firmeza mientras cierra la puerta de una patada. Harry los gira y presiona a Louis contra la pared, con una mano apoyándose junto a la cabeza de Louis, y con la otra pasándole los dedos por el pelo, apartándolo de los ojos.

-¿De verdad eres tú? ¿Eres teafortwo?

Louis murmura algo en señal de reconocimiento y vuelve a asentir, en silencio, con las manos a los costados, respirando en bocanadas cortas y agudas. Todo su cuerpo vibra y cree que va a explotar.

-¡Joder , ! -gruñe Harry, echando la cabeza hacia atrás, dejando al descubierto su largo cuello, con riachuelos de agua deslizándose y acumulándose entre sus clavículas. Louis quiere lamerlo por todas partes. Cuando Harry vuelve a mirar a Louis, sus ojos están oscuros y su sonrisa roza la maldad-. No tienes idea de lo feliz que me hace oír eso.

-¿S-sí?- logra decir Louis con voz áspera.

-Mmm... -Harry sonríe y cae de rodillas.

 

Notes:

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N/T: ❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥

Chapter 4: Life Imitating Art

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text


Lo que pasa con las mamadas es que, salvo las que son un poco fuertes con los dientes, prácticamente no hay mamadas malas. Louis ha tenido bastantes experiencias poco entusiastas, sin duda, así como otras que no le han dejado una huella imborrable, pero en general, que alguien le chupe la polla es una de las mejores cosas que hay. ¿A quién no le gustaría? Hay labios, lengua y el húmedo roce de una boca empapada de saliva, y es realmente glorioso. Claro, algunos no tienen la mejor técnica y a menudo hay momentos incómodos, pero en general, es jodidamente fantástico.

Pero ahora, mientras Harry lo manipula, cada escala de calificación, lista de verificación o comparación que alguna vez consideró está siendo borrada.

Joder, Cristo. Harry hace una mamada como si fuera su único propósito al estar en el planeta y es como nada que Louis haya experimentado antes. Pone todo su cuerpo en ello; manos, dedos, garganta, lengua, labios, incluso su barbilla entra en juego mientras la frota contra las bolas de Louis. Todo eso combinado con el gruñido constante y bajo que emite desde lo más profundo de su pecho enviando vibraciones directamente a través de su polla hace que Louis se pregunte qué demonios ha estado haciendo con su vida.

La cabeza de Louis se golpea contra la pared, con las manos extendidas a sus costados y el cuerpo paralizado. El roce del cabello mojado de Harry le hace cosquillas en la parte superior de los muslos, manteniéndolo en equilibrio. Siente sus piernas temblar, amenazando con ceder, y Harry debe presentirlo, envolviendo sus manos alrededor de las rodillas de Louis para sujetarlo con eficacia. Sus pantalones están amontonados alrededor de sus tobillos, su trasero apretado contra el yeso frío, poniendo la piel de gallina, y el calor de la boca de Harry contrasta marcadamente.

Harry hace girar su lengua alrededor de la cabeza y masajea el manojo de nervios en la parte inferior, justo escondido bajo la corona, un rayo de electricidad disparándose por el eje y en su estómago. La polla de Louis se desliza más dentro de su boca, mientras Harry afloja la mandíbula hasta que golpea la parte posterior de su garganta.

-Oh dios, oh dios, oh dios, Harry, joder-. Louis golpea la pared con ambas manos, sacudiendo sus caderas hacia adelante involuntariamente mientras mira hacia abajo. Se arrepiente de inmediato. Harry lo mira fijamente, labios suaves envueltos alrededor de su polla, el atisbo de una sonrisa en sus ojos, mejillas sonrojadas y gotas de lluvia aún aferradas a sus pestañas. Parece tan pecaminoso, y aunque Harry puede ser el que está de rodillas, Louis no se hace ilusiones sobre quién tiene el control y es la contradicción más excitante imaginable.

Harry extiende la mano y toma las manos temblorosas de Louis, desprendiéndolas de la pared y dejándolas en su nuca. Mierda. Lo suelta en cuanto Louis capta la idea y se sienta sobre sus talones, relajando aún más la mandíbula y asintiendo mientras junta las manos tras la espalda.

-Mierda. ¿Sí? -pregunta Louis con voz áspera y Harry asiente.

Louis va a morir. Muerte por felación. Menuda forma de morir, sin embargo.

Louis deja que sus dedos se enreden en el cabello de Harry, tirando suavemente, y los ojos de Harry se cierran de golpe. Un gemido obsceno retumba desde su pecho y atraviesa el pene de Louis. -Deberías ser ilegal-, susurra Louis con un dejo de asombro en la voz.

Louis se adentra tímidamente y Harry gime de frustración, claramente deseando más. Una pequeña arruga se dibuja entre sus cejas y no hay circunstancia en la que no sea adorable, pero puede pensar en eso en otro momento. Ahora mismo tiene ante sí la versión lujuriosa y necesitada del hombre, que es una bestia completamente distinta, y necesita darle lo que quiere. Harry se arrastra hacia adelante, presionando su nariz contra el vello púbico de Louis y forzando de nuevo su pene a penetrar su garganta.

Louis agarra el cabello de Harry con fuerza y ​​empuja con más fuerza, retirándose casi por completo antes de volver a penetrar, esta vez a un ritmo constante. La calma que se apodera del rostro de Harry es inmediata y sorprendente. Louis ya había tenido chicos de rodillas ante él, pero nunca había visto nada igual. Es como si Harry se hubiera deleitado por completo, y es hipnótico.

Louis se pierde un poco, tan concentrado en el rostro, los labios y las sensaciones de Harry, que apenas nota la tensión en sus entrañas. Sus caderas tiemblan mientras toma una respiración profunda. No quiere correrse, todavía no, pero su cuerpo aparentemente no lo ha captado. De repente, los frenos se activan, con fuerza, un pellizco en el muslo lo saca de su aturdimiento casi orgásmico y suelta la cabeza de Harry. -¿Qué...?

Harry se aparta y rodea la base del pene de Louis con el pulgar y el índice mientras le frota la zona dolorida del muslo. -Vamos, vamos-, lo regaña Harry con un brillo travieso en la mirada. -Creo que aún no quieres correrte, ¿verdad, Lucas?

¿Lucas? ¿Qué carajos? Y... ohhhhhh... La comprensión lo invade de golpe y se sonroja de pies a cabeza. -Eres... una mierda. Eso es... ¿estás representando una escena? ¿De Hallway Memories?

Harry asiente lentamente y se pone de pie, sin soltar la polla de Louis, lo cual es bueno, ya que este nuevo desarrollo podría haber hecho que Louis no pudiera contenerse sin su firme agarre evitando su orgasmo. Hallway Memories había sido el primer fic verdaderamente explícito que había escrito. El personaje principal era Lucas, un contador sexualmente inexperto que se mudó a un pequeño pueblo costero para encontrar algo de paz de la gran ciudad y conoció a Anthony, un pescador local, quien lo ayudó a descubrir el fuego que se escondía bajo su apariencia de estudioso. Había estado nervioso por escribirlo, sin estar seguro de si sus palabras serían suficientes para transmitir el deseo y la pasión entre ellos, pero sus lectores le habían dado la seguridad que necesitaba y nunca miró atrás.

Harry lo suelta y desliza las manos por debajo de la camisa de Louis, levantándola y acariciando sus pezones. Louis toma aire y Harry lo repite una y otra vez. -Sí. Me encantó ese fic. No tienes idea. Nunca había leído nada igual. Me he masturbado con ella un montón de veces.

El cerebro de Louis es un desastre, intentando recordar qué sucede después en la historia, pero no puede formar pensamientos coherentes con la forma en que Harry lo está manipulando. -Nnrrgghhh... Harry.

Harry le da un breve respiro mientras se quita la camiseta por encima de la cabeza, tirándola al suelo con un golpe húmedo. Louis alza los brazos y Harry sonríe con suficiencia ante su entusiasmo, quitándole la camiseta por completo y rápidamente encuentra su lugar junto a la de Harry sobre las tablas de madera. Louis está prácticamente desnudo ahora, completamente expuesto, con los pants y los bóxers alrededor de los tobillos, su pene erecto, sobresaliendo sobre el muslo de Harry.

-Cuando estaba corriendo hacia aquí bajo la lluvia, todo lo que podía pensar era en todas esas escenas que habías escrito, lo jodidamente buenas que eran, lo jodidamente calientes que eran, cómo no podía esperar a hacerte todas esas cosas, todo lo que habías descrito, con intrincado detalle-. Harry planta un pie sobre los pantalones de Louis y golpea sus piernas, inclinándose y besando su cuello mientras Louis se los quita, pateándolos.

Louis gime ante las palabras de Harry y sus dedos encuentran el botón de sus vaqueros, desabrochándolo y bajando la cremallera, hundiendo la mano y sintiendo la longitud de su pene. Es enorme. Tan cálido, grueso y húmedo en la punta a través de sus calzoncillos.

-¿Sí? ¿Q-qué otras te gustaron?-, balbucea Louis mientras le baja los vaqueros a Harry por el trasero, pero están mojados y le cuesta quitárselos. Resopla frustrado y Harry se ríe, tomando el control y quitándoselos por completo.

-Me gustaron todas. Todas y cada una-, murmura Harry, tomando las manos de Louis y apartándolo de la pared, mirándolo con tanta intensidad que el corazón de Louis se acelera. -Y voy a recrearlas todas... una... por una.

Louis quiere mirar hacia abajo, quiere ver la forma desnuda de Harry en todo su esplendor, pero no puede apartar la mirada de Harry, es como si lo tuviera en un rayo retractor y estuviera completamente a su merced.

Harry hace una pausa y luego sonríe con suficiencia, un destello de maldad ilumina sus ojos y luego Louis es levantado por encima del hombro de Harry. -¡Suéltame, bruto!- Louis chilla, riendo tontamente. Tiene el trasero respingón de Harry justo en la línea de sus ojos y es una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Le da una palmada, haciéndolo temblar, Harry ríe a carcajadas mientras entra a la sala de estar, arrojando a Louis sin contemplaciones al sofá. Rebota con la fuerza y ​​​​no puede evitar las risitas que siguen burbujeando de su boca.

Harry está de pie sobre él, la luz de la chimenea de gas proyecta sombras en su cuerpo largo y delgado, y Louis finalmente se permite asimilarlo todo. Es musculoso, pero no estridentemente, sólo la cantidad perfecta para definirlo y darle la fuerza para maltratar a Louis como le encanta. Louis se lame los labios, con el pene crispado al pensarlo, y su mente se llena de posibilidades. Se devana los sesos buscando escenas de sus otros fics, pero sigue sin cooperar. De todas formas, cree que Harry tiene un plan y está emocionado por ver adónde lleva las cosas, así que se relaja en los cojines y lo mira expectante. -Entonces... ¿qué sigue?

Harry sonríe y se inclina, agarrando la alfombra del respaldo del sofá. -¿Todavía no lo has adivinado?- Sacude la alfombra de su estado doblado mientras toma el portátil de Louis, dejándolo en el sillón a un lado para despejar el espacio. Extiende la suave manta gris sobre la mesa de centro y el cerebro de Louis se pone en cortocircuito, incorporándose de golpe y balanceando las piernas sobre el sofá, con los pies en el suelo y la espalda erguida. -Oh, maldita sea.

-Y ahí está... te tomó bastante tiempo.

Where's the Fire? fue uno de sus fics más recientes, y básicamente era, bueno... decir que era algo más que smut sin argumento sería mentir descaradamente. Era un festival de smut descarado. Lionel, el protagonista, tenía debilidad por que le comieran el trasero delante del fuego. Encontró un compañero dispuesto en Hamish, con labios carnosos y rosados ​​y una lengua larga que sacaba antes de morder nada, perfectamente diseñada para penetrar el estrecho agujero de Lionel mientras se lo comía. Louis tragó saliva, recordando cuando se le ocurrió la idea del fic.

Estaba sentado en la cafetería, viendo a Harry comer un plátano, con la lengua por delante, charlando alegremente con Mildred y actuando como si lo que hacía no fuera la cosa más obscena imaginable. Louis apenas pudo contenerse para no correrse en los pantalones mientras escribía el fic de seis mil palabras en tiempo récord.

Harry agarra un cojín del sofá y lo deja caer al suelo, al final de la mesa de centro, tal como había hecho Hamish en su fic, girándose y extendiéndole la mano a Louis. Louis la toma, poniéndose de pie con las piernas temblorosas mientras Harry lo guía, el calor del fuego lamiéndole la piel. Harry lo gira y se acomoda detrás de él, dándole un beso en el hombro, haciendo que Louis se estremezca. -De rodillas, cariño-, dice Harry, con el aliento rozando su cuello, y Louis cree que podría correrse sólo con oírle hablar sucio, con una voz profunda y segura.

Louis se arrodilla y apoya sus manos en el borde de la mesa, respira con dificultad y su ritmo cardíaco aumenta.

-Mete tu pene entre tus piernas y túmbate boca abajo, con los brazos sobre tu cabeza.

Louis obedece, apoyando el torso sobre la tela esponjosa, con la cara vuelta hacia el fuego. Nunca le habían dado órdenes así y es lo más excitante que ha experimentado. Aunque sabe lo que viene a continuación, la emoción de la anticipación aumenta mientras espera ver cuán fiel será Harry a la historia.

Louis obtiene su respuesta cuando Harry se acerca a donde descansan sus manos, las agarra y las estira, obligándolo a avanzar de rodillas hasta que sus caderas quedan al ras del borde de la mesa. Sus dedos encuentran apoyo en el borde y se agarra, Harry le da unas palmaditas en los nudillos en señal de agradecimiento, antes de volver al otro extremo. Louis había escrito ese fic con esta misma mesa de centro en mente, esta alfombra, esta chimenea y, por supuesto, con él mismo y Harry como protagonistas, aunque en aquel momento nunca soñó que se haría realidad.

-Mírate, tan preparado para mí, tan hermoso-, dice Harry con un dejo de asombro en la voz, y Louis se alegra con el elogio. La cosa es que Louis  se siente hermoso. Se siente hermoso, adorado, seguro y tan feliz que podría estallar.

-Harry... -Apenas un susurro, su voz aguda, fina y lejana.

Las manos de Harry en sus caderas lo hacen estremecer, pero se relaja de nuevo rápidamente-. Abre las piernas, con las rodillas separadas.

Louis mueve una rodilla y luego la otra, su pene se libera de entre sus piernas, pero permanece apuntando hacia abajo, con la base presionada contra la mesa de centro. Siente a Harry arrodillarse detrás de él, acomodándose y presionando sus muslos contra la parte trasera de Louis. Harry mece las caderas hacia adelante y sus penes rozan entre las piernas de Louis. -Sí...-, sisea Louis, meneando el trasero, su pene se mueve y roza contra el de Harry una vez más. Dios mío. Está tan excitado. Lo vuelve a hacer y los dedos de Harry se hunden en su carnosas caderas.

Harry se recuesta sobre la espalda de Louis, estirando las manos y apoyándolas sobre las de Louis, dándoles un apretón. -Te voy a comer ahora, cariño-, murmura Harry en su oído, con el pelo haciéndole cosquillas en la mejilla. -Te voy a comer hasta que me supliques que te folle-, hace una pausa y Louis gime, necesitado e impaciente. -¿Te gusta eso, eh? Apuesto a que sí-, dice sin esperar una respuesta de Louis, lo cual es inteligente considerando que Louis no podría hilvanar una frase ni aunque le pagaran. -Después, te llevaré arriba y te follaré. Te follaré tan bien que no querrás a nadie más, nunca más.

Louis asiente porque es lo único que puede hacer y quiere que Harry sepa que está completamente de acuerdo. Listo y dispuesto. Además, ya está bastante seguro de que Harry tiene razón; duda que quiera a alguien más después de esto.

Harry se desliza por el cuerpo de Louis y recorre con sus manos desde su nuca hasta la carne de sus nalgas. Las masajea, separándolas y volviéndolas a unir, exponiendo con cada movimiento el agujero de Louis al aliento caliente de Harry.

El primer roce húmedo de la lengua de Harry es tan bueno como Louis esperaba, y al instante se derrite contra la mesa. Cuando Harry regresa, aumenta la presión y lame profundamente desde los testículos hasta la punta de la raja. Es como si esos movimientos experimentales sólo fueran para que Louis se relajara lo suficiente como para que lo atrapara desprevenido cuando Harry empezara a hacerlo de verdad.

Es como si se estuviera muriendo de hambre y comer a Louis fuera lo único que saciaría su apetito. Los dedos de Louis se aferran al borde de la mesa y su respiración se acelera, con el pulso latiendo con fuerza en sus oídos. Harry es como un poseso, lamiendo, chupando y mordisqueando cada terminación nerviosa de Louis.

-Joder, Harry. Dios mío -gime Louis mientras Harry empuja y hurga el apretado anillo muscular con la lengua. Louis puede sentir cómo se relaja mientras intenta empujar contra la boca de Harry. Lo quiere dentro, ya. Harry capta la indirecta y presiona con más insistencia y su lengua rompe el borde de Louis. Es jodidamente glorioso y Louis deja escapar el gemido más inhumano que jamás se ha oído. Eso hasta que Harry empieza a gruñir contra él, con la lengua hundida, los labios succionados con fuerza. Las vibraciones que recorren su cuerpo son como nada que haya sentido antes, desde la punta de los dedos de los pies hasta la punta de las orejas.

Cuando Harry empieza a lamerlo, Louis piensa que las estrellas detrás de sus ojos podrían ser algo permanente. Realmente no puede aguantar más porque no quiere correrse así, por increíble que sea, no puede dejar que su noche termine como la de Lionel y Hamish. Necesita a Harry dentro de él tanto como necesita el aire.

-Harry.- Louis se esfuerza por pronunciar la palabra, con la cabeza hecha un mar de pensamientos y deseos. -Harry-, dice Louis con más fuerza, empujando bruscamente con el trasero. Harry se separa con un fuerte chasquido al separar sus labios del agujero de Louis. -No quiero correrme así. Quiero correrme en tu polla.-

Eso parece funcionar y Louis apenas tiene tiempo de registrar lo que está sucediendo antes de que Harry lo suba nuevamente al hombro, esta vez hacia las escaleras y su dormitorio que lo espera.

Harry arroja a Louis sobre la cama y Louis se acerca, abre el cajón de su mesita de noche y saca un poco de lubricante y un condón, arrojándolos ambos sobre las sábanas a su lado mientras Harry se acomoda entre las piernas de Louis.

Louis no va a durar mucho, no después del beso negro que acaba de recibir, pero le da igual. Sólo quiere correrse, necesita correrse. Que la próxima vez vayan despacio y sensualmente, porque seguro que habrá una próxima vez, pero por ahora, sólo quiere que se lo follen, duro y rápido.

Como si le leyera la mente, Harry no se molesta en preámbulos ni cumplidos. Se adentra directamente con dos dedos lubricados, girando inmediatamente la muñeca y empezando a acariciar sus paredes y a estirar el anillo muscular, animando al músculo a relajarse aún más. Dos dedos se convierten en cuatro antes de que Louis pueda siquiera recuperar el aliento y comprender lo que está sucediendo. Harry es implacable, un hombre con una misión, y su precisión es exasperante, evitando hábilmente la próstata de Louis con cada embestida de sus largos dedos.

Harry se las arregla para seguir moviendo los dedos mientras toma el condón y lo abre con los dientes, escupiendo la punta del paquete por encima del hombro. Lo desliza por su miembro y vuelve a agarrar el lubricante, untándose y limpiando el exceso en el relajado agujero de Louis. Es una demostración impresionante de coordinación, y Louis lo mencionaría si no estuviera tan concentrado en no distraer a Harry de la tarea en cuestión.

Harry detiene la mano y mira fijamente a Louis a los ojos con un ansia que nunca antes había visto dirigida a sí mismo. -¿Listo para mí, cariño?-

-Dios , sí. Dame todo lo que tengas.

-Oh, lo haré, no te preocupes por eso-, sonríe Harry, sacando los dedos y limpiándolos en el edredón. Agarra las piernas de Louis y las levanta, apoyando un tobillo en cada hombro y arrastrándose hacia adelante sobre sus rodillas. Toma su polla en su mano y se alinea, presionando contra el agujero de Louis hasta que ambos sienten que cede, pasan otros momentos de tensión y luego la cabeza de la polla de Harry es succionada dentro, provocando gemidos gemelos de sus gargantas.

Sin embargo, Harry no se detiene, empujando lentamente dentro, llenando a Louis tan completamente que puede sentirlo en todas partes. Toca fondo y, dado el tamaño de Harry, Louis está impresionado con lo bien que lo ha tomado. Harry debe estar de acuerdo a juzgar por la expresión de ojos abiertos en su rostro. -Oh, Dios, tan bueno, tan apretado, joder-, jadea Harry, mirando hacia abajo entre ellos y viendo su polla enterrada en el trasero de Louis. Los ojos de Harry vuelven a mirar a Louis y Louis se estira hacia atrás, apoyándose en la cabecera y empujando hacia abajo, muy suavemente, pero lo suficiente para darle una pista a Harry.

-¿Estás seguro? ¿Estás bien?- pregunta Harry arrastrando las palabras.

-Sí, vamos, me prometieron una buena follada. Enséñame lo que tienes, semental-, dice Louis con picardía, incitando a Harry. Da un poco de vergüenza ajena, pero al parecer, eso no importa. Los ojos de Harry se llenan de determinación y asiente, más para sí mismo que para Louis, y se retira, antes de volver a entrar con fuerza. Se queda quieto de nuevo y eso no lo aceptará más. Louis gime, contorsiona la pelvis y golpea la cabeza de Harry con los dedos de los pies, básicamente cualquier cosa que se le ocurra. No sabe qué es lo que lo hace, pero Harry gruñe y echa las caderas hacia atrás antes de embestirlo con tanta fuerza que Louis tiene que empujar contra el cabecero con todas sus fuerzas para evitar que lo deslicen hacia arriba de la cama.

-¡Joder, sí, eso es todo, más!- grita Louis, y eso es exactamente lo que Harry le da. Lo embiste con una velocidad demoledora, golpeando la próstata de Louis con cada embestida. Louis ya está tan hipersensible por la hábil lengua de Harry que siente que se le tensan las entrañas demasiado rápido.

-¿Sí? ¿Le gusta eso... Su Alteza? Harry es realmente único. Apenas puede respirar, pero sigue la corriente. Royally Fucked, otro de los fics de Louis, fue escrito para un Festival de AUs de la Realeza. Era un fic más largo y tenía varias escenas de smut, pero Louis sabe exactamente cuál está replicando ahora. Son los tobillos sobre los hombros lo que lo delatan, pero también sabe qué más había en la escena, y se pregunta si Harry seguirá adelante. Ha estado dispuesto a todo lo demás, pero esto... quizás esto sea ir demasiado lejos.

Louis había estado nervioso por incluirlo en su fic al principio, era una fetiche del que solía escribir, pero era importante para él no cerrar ninguna parte de sí mismo y esto era algo que siempre le había interesado, sólo sabía que necesitaba encontrar a la persona adecuada. Y ahora mismo, apostaría todo su dinero a que Harry es esa persona.

Es un ángulo incómodo para lo que espera que suceda, pero así lo había escrito Louis. Cansado y tratando de cumplir con la fecha límite de publicación, simplemente no tenía tiempo para cambiarlos de posición, así que optó por esto, con la esperanza de que sus lectores le dieran un respiro. Como Harry se apega al guion, piensa que él tampoco va a cambiar la posición, así que cuando aparta la mano de la cadera de Louis, sabe lo que viene.

Saber que viene y que suceda de verdad son, sin embargo, dos cosas muy distintas. El escozor en el trasero de Louis provocado por la mano de Harry le sube la columna, transformándose en un gemido que sale de la boca de Louis sin su permiso. El segundo y el tercer azote en la misma mejilla irradian un calor que le recorre la ingle y le llega al estómago como nunca antes, y la cuarta y la quinta le disparan electricidad directamente a la polla.

-¡Sí, , más!- grita Louis, sin poder contenerse.

Harry cambia de lado y reparte cinco azotes iguales, cada una puntuada por Harry embistiendo con fuerza el agujero de Louis, llevándolo cada vez más cerca del borde. Todo su cuerpo vibra, le zumban los oídos, los músculos se tensan, el placer crece hacia un final inevitable. La urgencia de los movimientos de Harry y la fuerza con la que embiste a Louis indican que él también va por buen camino, si tan sólo pudieran llegar juntos.

Louis se agacha y agarra las caderas de Harry, clavándole los dedos con tanta fuerza que le dejará moretones y provoca un gemido en Harry. -Joder, Lou, tan cerca.

-Yo también, mierda. Vamos, fóllame, bebé, dame todo lo que tengas.

Tiene el efecto deseado y Harry lo embiste sin piedad, rodeándolo y aferrándose a la polla de Louis, tirando con firmeza al ritmo de sus embestidas. Louis echa la cabeza hacia atrás y grita: está tan jodidamente cerca que sólo necesita una última cosa para llevarlo al límite.

-Joder, mírate -jadea Harry. La tensión se nota en su voz, pero sigue adelante, y es justo lo que Louis necesita-. Tan hermoso, tan sexy. Podría follarte para siempre. Quizás lo haga. Te... te gustaría, ¿verdad?

-Sí, sí, sí...- Louis golpea mientras Harry mueve sus caderas y lo masturba.

-Llenarte, bien y como es debido, hacer que te corras cuando quieras-, dice Harry con un gruñido y gira su muñeca una última vez, deslizando los dedos alrededor de la cabeza del pene de Louis y eso es todo. Louis no sabe si es la mano de Harry sobre su pene, su polla en su trasero presionando su próstata, o la charla sucia que sale de la boca de Harry; tal vez sea una combinación de todo. En cualquier caso, Louis se precipita al borde, con el semen brotando sobre su pecho y por toda la mano de Harry. -¡Oh, Dios!-, grita Harry y se embiste contra Louis, manteniéndose en su lugar mientras sigue a Louis hacia el abismo.

La visión de Louis se vuelve blanca y un torrente de sangre recorre su cuerpo, se siente como si estuviera en llamas y congelado al mismo tiempo, como si sus sentidos estuvieran convulsionados y arriba fuera abajo y el día fuera noche.

Nota vagamente que Harry se retira, pero no está seguro de mucho más. Louis respira con dificultad y no puede recuperar el aliento; su cerebro es un torbellino de emociones y sensaciones. Siente un zumbido en los oídos que se extiende a sus labios, la punta de la nariz y, curiosamente, a sus cejas. Tiene espasmos en los dedos de los pies, a punto de calambres, y los músculos de las pantorrillas están tan tensos que tendrá que estirarlos pronto antes de que se petrifiquen para siempre.

Distingue vagamente el sonido de la tormenta fuera de la ventana de su habitación, la lluvia golpeando el techo de metal. Realmente no hay nada más relajante que el sonido de la lluvia sobre el metal. Había instalado un toldo específicamente sobre su ventana para poder oírlo cuando estaba en la cama por la noche. Lo ha escrito en tantas de sus fics que ya ha perdido la cuenta, pero para él, es similar al romance de una chimenea o una puesta de sol, o tan relajante como una nana o una taza de té.

La mano de Harry roza el costado de la pierna de Louis y su pene se contrae al posarse sobre su muslo. No. No. Ni hablar. Tendrá que reprenderlo duramente si se le ocurre animarse antes de que la Tierra dé unas cuantas vueltas más alrededor del sol. O quizás una. O media. Bueno, al menos una hora más.

Otra oleada de placer lo recorre con sólo pensarlo, tomándolo por sorpresa. Siente que aún se corre. ¿Cómo es posible? Harry Styles lo ha destrozado, claramente, o al menos lo ha arruinado para tener sexo con alguien más, para siempre. Una sonrisa satisfecha se dibuja en la comisura de sus labios cuando se da cuenta de que, en realidad, está muy conforme con hacer realidad ese escenario; un futuro donde sólo se acueste con Harry es un futuro con el que puede estar totalmente de acuerdo.

Se oye un murmullo a su lado, suave y bajo, probablemente palabras, supone Louis, aunque no acaban de penetrar la niebla en su cabeza. Harry se remueve y Louis siente el calor de su respiración jadeante en el rostro, una caricia ligera como una pluma en la mandíbula que lo devuelve al presente y entrecierra los ojos. Harry está suspendido sobre él, con el pelo pegado a la frente y las sienes, los ojos entrecerrados y vidriosos. Es precioso.

-Creo que... me rompiste-, dice Louis con voz áspera mientras mira hacia arriba con cariño, estirando las piernas y desenroscando los dedos de los pies. -Destinado para siempre a vagar por la tierra como un simple cascarón del hombre que una vez fui.

Harry ríe entre dientes y desliza la mano por el cuello de Louis hasta el pequeño mechón de pelo entre sus pectorales, empujándolo hacia arriba y enroscándolo entre sus dedos, rascándolo suavemente con las uñas. -Eres todo un poeta cuando estás en un estado de euforia poscoital.

Louis se inclina y sella sus labios, sólo porque puede y porque no va a negarse nada cuando se trate de este hombre nunca más.

Harry recorre el costado de Louis con la mano, la engancha bajo su rodilla y la sube por encima de su cadera. Louis se abraza y profundiza el beso. Se saborea a sí mismo y a la lengua de Harry de nuevo, salado y almizclado, tan delicioso que quiere vivir este momento para siempre.

Louis se levanta y voltea a Harry boca arriba, sentándose a horcajadas sobre él y apartándole el pelo de la cara. Se estira hacia atrás, levanta las sábanas de la cama, las cubre sobre los hombros y se acuesta sobre el pecho de Harry, acurrucándose contra su cuello. Harry lo envuelve en sus fuertes brazos y Louis siente una sensación de calma que le recorre todo el cuerpo. -Podría escribir sonetos sobre ti, ¿sabes? Novelas. Poemas. Haikus. Jodidas rimas graciosas si quisiera. ¿Te gustaría?

-Bueno, ya has estado escribiendo sobre mí durante algún tiempo, así que sí, podría recitar un par de rimas-dice Harry mientras frota círculos en la espalda de Louis.

Louis levanta la cabeza y lo mira, con una pizca de preocupación asomando por los bordes de su nube de felicidad sexual. -Mierda. ¿De verdad te da asusta todo eso? ¿Que yo... escriba sobre ti?

La boca de Harry se curva en una sonrisa. -Eres un tonto, tonto, hombre. Claro que no me asusta. ¿Estás loco? Es como... lo más excitante del mundo. Además, prácticamente me escribiste un manual de instrucciones sobre cómo follarte, así que...

Louis se deja invadir por el alivio y sonríe, agachándose y besando la mandíbula de Harry antes de llegar a su boca, succionando su labio inferior y mordiéndolo levemente. Libera la carne hinchada y admira su trabajo, deteniéndose brevemente para intentar asimilar todo lo que ha sucedido en la última hora. -Qué bien. De verdad que bien, y yo, por mi parte, te agradezco mucho que hayas sido un lector tan atento. Gran exhibición la que has dado.

-Quiero complacer-, dice Harry, y Louis se aparta, acurrucándose a su lado y cubriéndolos con las mantas hasta el cuello. Siente que este es su lugar, donde siempre ha estado, y donde estará mientras Harry lo acepte.

-Entonces, Harry Styles, barista, con orejeras rosas y esponjosas, fanático de los piñones, dios del sexo, ¿qué otros talentos escondes bajo ese exterior tonto pero atractivo?

Harry suelta una carcajada que sacude la cabeza de Louis mientras sonríe contra su pecho. -Eh... mucho, supongo. Soy analista financiero, pero ahora mismo me estoy tomando un descanso. Ahora estudio arte y hago de barista a tiempo parcial para ayudar. Pero el arte es mi verdadera pasión.

Louis levanta la cabeza de golpe y se queda boquiabierto. -¿Eres analista? ¿En serio?""

Harry asiente y se encoge un poco. -Ya no soy tan sexy, ¿eh?

-¿En serio? ¡Yo soy analista! Ya lo sabes, pero ¿cómo no me va a parecer atractivo? Los analistas son geniales. Somos increíbles -dice Louis, cruzando las manos sobre el pecho de Harry, apoyando la barbilla en los nudillos y moviendo las cejas-. Cuéntame más sobre esto del arte. Me intriga.

Los ojos de Harry brillan y Louis puede ver la emoción en su rostro; es entrañable. -Bueno, en realidad, dibujo, como bocetos al carboncillo y cosas así, acuarelas, y también me estoy adentrando en el arte digital. Es que... me encanta.

-¡Qué bueno, Harry! Me encantaría ver algo de tu trabajo si te animas a compartirlo.

Harry se lleva la mano a la boca, mordisqueándose la uña con nerviosismo. -¿Sí? Sí, vale. De hecho, me gustaría que lo vieras. Los tengo en mi Dropbox, así que puedo enseñártelos en tu portátil si quieres.

Louis está muy entusiasmado. Demasiado entusiasmado quizás, pero ahora que sabe que es la pasión de Harry, quiere verlo de inmediato, quiere sumergirse en todo lo que lo mueve. Se pone de rodillas y estira la espalda, toqueteando juguetonamente el estómago de Harry. -Vamos. Vamos a limpiarnos y tomar una taza de té. ¡Quiero ver estas obras maestras!

Harry gruñe y pone los ojos en blanco, apartando de un manotazo los dedos de Louis que lo pinchaban. -Ugh, seguro que no son tan buenos, no te hagas ilusiones-. Pero Louis ve la falsa modestia que se le escapa y no puede contener la sonrisa que se dibuja en su rostro.

-¡Arriba!- grita Louis y se baja de la cama, con la polla golpeándole el muslo, sin pasar por alto las miradas hambrientas de Harry al ver el movimiento. -¡Oye! ¡Ya basta!-, dice Louis cruzando las manos sobre la entrepierna y retrocediendo hacia la puerta. -Mi pobre cuerpo necesita un descanso, así que no te hagas ilusiones.

-Malvado -gruñe Harry, pero balancea sus largas piernas hacia un lado de la cama-. Te busco luego. No pienses ni por un segundo que no vamos a echar otra ronda antes de dormir.

A Louis le da un vuelco el corazón. Antes de dormir . Antes de acostarse, juntos, aquí, en casa de Louis. A Louis le gusta mucho cómo suena eso.

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-De acuerdo. Entonces...-, dice Harry arrastrando las palabras mientras introduce sus datos de acceso en su cuenta de Dropbox. -Tienes que entender que esto no es profesional, en absoluto. Y he estado, digamos, inspirándome en un montón de sitios diferentes...- Su voz se apaga y se gira para mirar a Louis con vacilación, con los dedos sobre las teclas.

Louis deja su taza sobre la mesa de centro y pone la mano sobre el muslo de Harry, apretándolo para tranquilizarlo. -Sí, claro. Oye, está bien, sólo me emociona compartir esta parte de tu vida, pero si no estás listo, no quiero presionarte.

-Gracias, Lou, pero quiero que veas-, dice Harry en voz baja, asintiendo mientras vuelve a la pantalla, abre la página principal y hace clic en una carpeta llamada "Tea Time" . -Eh... así que está principalmente aquí, y bueno... algunos no son para mi clase de arte, son sólo para mí, y... ¿Sabes qué?-. Harry se levanta y Louis lo mira confundido. -Sólo te dejaré echar un vistazo y estaré escondido en la cocina, así que sí...

Harry sale corriendo, tropezando con las prisas y golpeándose la cadera contra el borde del sofá, murmurando maldiciones para sí mismo. Louis lo observa retirarse con los ojos muy abiertos y no entiende qué está pasando, pero su curiosidad está al máximo y simplemente quiere ver el trabajo de Harry.

Hace clic en la carpeta y se abre, con pequeñas miniaturas junto a los nombres de los archivos. Elige el primero: es un dibujo al carboncillo de dos manos unidas. Es absolutamente precioso, con detalles tan intrincados que deja a Louis boquiabierto. Pinceladas de negro intenso que se difuminan en grises más claros, manchas para las sombras, líneas más finas para las venas y la formación de las uñas. También hay una familiaridad que Louis no logra identificar. Cierra el archivo y hace clic en el siguiente, ansioso por ver qué otros tesoros le aguardan.

Se le presenta la imagen de un jardín, esta vez a color, con un gato de rayas naranjas y blancas. El detalle es diferente esta vez, más melancólico, con el fondo borroso y los colores fusionándose, sólo el gato enfocado.

A continuación, una escena en la cocina. Dos hombres abrazados, besándose, y eso le da un vuelco a Louis. Es Harry. Harry con otra persona, y Louis no sabe cómo se siente al verlo. El otro hombre está de espaldas, abrazado a Harry, y es muy íntimo. Esta también es a color, pero más tenues, con tonos sepia y toques de otros colores deslavados, algo de verde, azul y carmesí. Es hermoso, pero Louis se revuelve por dentro, así que pasa a la siguiente.

Es una escena junto a la chimenea y, bueno, no hay otra forma de describirla que no sea explícita. Es un boceto, a lápiz en lugar de carboncillo, y el detalle no deja lugar a dudas sobre lo que Harry está representando. Es Harry otra vez, eso está claro, pero... un momento. -¿Qué demonios?

Harry gruñe desde la cocina y Louis gira la cabeza bruscamente, mirándolo boquiabierto, luego de nuevo a la pantalla, y luego de nuevo a Harry. -Louuuu...-, gimotea Harry mientras regresa tímidamente a la sala.

-Siéntate, ahora mismo -dice Louis con severidad, señalando el espacio a su lado. Harry obedece con un suspiro de fastidio y se agarra las rodillas.

Louis mira la imagen, a pantalla completa, intentando asimilarlo todo, lo que le provoca otro gemido a Harry. Es impresionante, eso es lo importante. Ahí, en la pantalla, está Louis. Desnudo. A gatas. La luz del fuego proyecta sombras sobre su espalda mientras Harry lo folla. Es inconfundible: es él, con la cabeza girada, los ojos cerrados y una expresión lasciva. Pero hay algo más, algo familiar en la escena, como si la hubiera imaginado, como si la hubiera visto antes... -¡Mierda! Eso es...

-Nosotros. Sí, lo sé. Lo siento mucho, Lou, es que...

-No. Es... bueno, sí, somos nosotros, pero... son Henry y Lewis. Es del fic de la semana pasada, ¿no?

Harry se cubre la cara con las manos y asiente, dejándose caer de lado en el sofá. -Sí-, dice, apenas audible mientras murmura en el sofá.

El cerebro de Louis se pone en marcha de repente y las tres últimas imágenes pasan ante sus ojos. -Espera, ¿qué...?- Cierra el archivo y abre el de la cocina. Ahora que tiene un marco de referencia, se reconoce inmediatamente como el otro hombre y también se da cuenta de que esta es una escena del fic de la semana anterior. Lo cierra y abre el del gato, y sí, esto es del B&B en los Cotswolds y ese es Tigger en el jardín que recuerda haber descrito con tanto cuidado en un fic anterior. Finalmente, vuelve a la ilustración de las manos entrelazadas y... son sus manos, apretadas con mucha suavidad entre las de Harry y Louis se queda sin aliento. La fecha de este archivo es de hace semanas. Louis se desploma en el sofá. -Joder.

Louis simplemente se sienta y mira fijamente la pantalla. Tiene tanta emoción que no sabe qué hacer, decir ni sentir. Es abrumador.

Harry se retuerce en el sofá, levantando las piernas y encogiéndose, y eso no le sirve de nada. -Oye, sube, aquí coqueto-, dice Louis y le da una palmadita en el trasero. Harry se levanta, pero no se quita las manos de la cara, lo que hace reír a Louis. Extiende la mano y aparta los dedos de Harry, uno por uno, pero Harry cierra los ojos con fuerza, como el idiota adorable que es. -Abre los ojos, cariño-. El 'cariñoparece funcionar y Harry entrecierra un ojo, luego el otro, con un rubor rosado en lo alto de sus pómulos.

-Sí, eso es algo que hice, y sé que es un poco, bueno, extraño, pero como...

-Harry. Para. Respira, ¿sí? -Louis lo anima con dulzura, tomando el rostro de Harry entre sus manos y acariciando sus mejillas con el pulgar-. Cariño, creo que no has comprendido del todo la situación. Todo el tiempo que llevo escribiendo sobre nosotros, nos has estado dibujando, incluso antes de que supieras que eso era lo que hacía.

Harry lo mira fijamente un instante, buscando comprensión, y Louis ve el momento en que se da cuenta. -Ohhhhh... vaya, eso es...

-Sí. ¡Wow! Es una descripción excelente. -Louis se ríe, incapaz de contenerse más porque esto es una locura del destino.

-¿Sabes...?-, dice Louis con una sonrisa en el rostro. -Siempre he querido trabajar con un artista y que me haga obras para mis fics. ¿Te gustaría colaborar?

La sonrisa radiante que se forma en el rostro de Harry es cegadora. -Joder, sí.

Notes:

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N/T: ❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥

Chapter 5: Entertain Me

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text


1 mes después

Louis está sentado en su silla en la cafetería, con el sol entrando a raudales por la ventana y calentándole la piel. Es igual que todos los martes, sólo que ahora no necesita esperar hasta las once menos cinco para que su objeto de amor entre por la puerta e ilumine su mundo. Los martes siguen siendo, con diferencia, su día favorito de la semana, pero la lista de razones es mucho más larga. En lugar de despertarse con Snuffy y un desayuno solitario con té para uno, puede recibir el nuevo día abrazado al hombre de sus sueños.

Esta mañana, Harry despertó a Louis con una de sus mamadas deslumbrantes y luego lo acarició, penetrándolo lentamente, aún abierto y suelto de la noche anterior, mientras le susurraba dulces adoraciones y palabras sucias al oído. Siguió un largo y lánguido baño en la bañera, con masajes en el baño caliente y húmedo, sólo interrumpido por los insistentes maullidos y arañazos de Snuffy en la puerta; su paciencia para el desayuno se había agotado junto con las burbujas del baño.

Se sentaron en el jardín de Louis, disfrutando del sol y el aire fresco mientras Snuffy jugaba alegremente con las mariposas que revoloteaban entre los arbustos de lavanda y romero. Comieron sus croissants y tomaron su té, charlando sobre el día que les esperaba y, no por primera vez, Louis se sintió abrumado por la suerte que sentía de que el destino los hubiera unido.

Louis mira de reojo al oír a Harry charlando con Mildred mientras se ata el delantal con un lazo pulcro a la cintura. Louis parpadea y una imagen de la noche anterior aparece en sus párpados: Harry tumbado en la cama, retorciéndose de placer, mientras Louis le chupaba una serie de moretones justo debajo del ombligo mientras acariciaba el pene de Harry con la mano. Louis se pregunta si Harry aún los siente. ¿Tuvo que aflojarse el delantal por culpa de ellos? ¿Los siente cuando se ríe y aprieta el estómago? ¿Siente una punzada de placer por culpa de ellos? ¿Puede sentir aún el fantasma de los labios de Louis sobre él?

Su mente divaga cuando suena una notificación en su teléfono. Las once en punto, como siempre. Un atisbo de tristeza le recorre la mente al darse cuenta de que será la última vez que lo haga. Tiene sentimientos encontrados sobre el final del reto de WordPlay y sobre terminar finalmente su pequeña serie. Ha sido una auténtica montaña rusa; su vida ahora es un mundo completamente distinto a donde estaba cuando se embarcó en la escritura de la historia de amor de Henry y Lewis.

Louis pulsa la notificación y abre la publicación en su teléfono. Eminente. Y... Eh... ¿okey? Lo primero que le viene a la mente es Dominio Eminente. Lo cual ¿No? Abre una nueva pestaña de Google en su portátil y la busca , sólo para asegurarse.

sustantivo: dominio eminente

El derecho de un gobierno o  de  su agente a expropiar propiedad privada para uso público, con pago de compensación.

Bueno, eso es lo menos sexy o romántico para la historia, y no es como si pudiera introducir una apropiación de tierras por parte del gobierno en la serie a estas alturas. ¡Siguiente!

adjetivo: eminente

1.   (de una persona) famosa y respetada dentro de una esfera particular.

2.   (de calidad positiva) presente en un grado notable.

De acuerdo, es una mejora, pero nada le llama la atención. Se recuesta en su silla y mira por la ventana, repasando las posibilidades mientras el ruido de la cafetería le proporciona un fondo de ruido blanco.

Ya ha hecho todo lo del Scrabble para sortear la dificultad de lidiar con Cebra como uno de los prompts, así que no es como si pudiera hacer trampa y volver a usar un juego de palabras. Ojalá hubiera escrito a Lewis como un escritor de no ficción como él mismo, un analista, un científico o un historiador, alguien que podría haber sido la autoridad eminente en algo. Un momento. ¿Lo especificó? Uno de los desafíos de escribir la serie durante un largo período de tiempo significa que no siempre puede recordar los detalles de lo que ha puesto en papel si no es crucial para la trama.

Abre otra pestaña de Google Docs y abre la primera entrega, escaneando las páginas en busca de dónde habló por primera vez sobre la escritura de Lewis. No recuerda haber profundizado demasiado en ello, pero luego lo ve. Lewis está escribiendo una "novela". Bueno, eso apesta.

-Té, cariño?- La voz de Harry lo aparta de la pantalla y levanta la vista, pero aún debe tener el ceño fruncido. -Oh, Dios mío. ¿Cuál es el prompt?- Louis suspira, tomando la taza de la mano extendida de Harry y dejándola sobre la mesa, girando su teléfono para que Harry lo vea.

-¿Eminente?- Harry ríe con cariño ante la situación actual de Louis, con una mano apoyada en su cadera ladeada mientras con la otra le acaricia la barbilla, pensativo. -Vaya, qué difícil suena. ¿Alguna idea?

Louis se quita las gafas y se lleva las palmas de las manos a los ojos, gimiendo y frotándose la cara. -¿No? ¿Y tú?

-No -dice Harry negando con la cabeza y encogiéndose de hombros-. Pero de todas formas no quiero influir en ti. Tú escribes. Yo dibujo. Ese es el trato, ¿recuerdas?

-Sí, sí -dice Louis con un suspiro y Harry se agacha y le da un beso en la parte superior de la cabeza.

-Estarás bien. Lo lograrás. Siempre lo haces -dice Harry animándolo mientras se aleja para atender a un grupo de señoras mayores que se están sentando en una mesa cercana.

Harry tiene razón, claro. Se le ocurrirá algo y Harry creará una hermosa obra de arte según las estrictas especificaciones de Louis. Han estado trabajando juntos durante las últimas semanas y ha sido brillante. Sus lectores también lo están disfrutando, llenándolos de kudos, algo que Harry adora. Sin embargo, Louis nunca le cuenta toda la historia. Simplemente describe la escena, lo que llevan puesto y cualquier otro detalle crucial para la obra, y Harry se pone manos a la obra. Cada pieza que crea es única y Louis siempre queda maravillado con su talentoso novio.

Sí. Novio. Louis había estado esperando pacientemente el momento perfecto para preguntarle, incluso había pensado en incluirlo disimuladamente en uno de sus fics y luego eso se fue a la mierda cuando Harry se le adelantó. Sin pretensiones. Sin exageraciones. Sin darle demasiadas vueltas. Estaban en el mostrador de las carnes frías y la mujer le preguntó qué jamón quería Harry de entre las diversas opciones expuestas. Sin dudarlo, dijo con naturalidad -Oh, el de parma, por favor, es el favorito de mi novio-. Así sin más. Como si fuera lo más fácil y natural anunciarlo a todo el mundo (y a Louis) en el Tesco local.

Louis se quedó boquiabierto, mirando a Harry mientras la mujer empaquetaba el jamón y se lo entregaba. Harry se inclinó para dejar el jamón en el carrito y simplemente besó a Louis en la mejilla con un suave -Vamos, novio-, y eso fue todo.

Este último mes con Harry ha sido... bueno, para ser sinceros, "perfecto" parece una palabra demasiado sosa para describir cómo han evolucionado las cosas entre ellos. Louis nunca ha sido más feliz y cada día lo lleva a alturas más grandes de las que jamás hubiera imaginado. A veces cree que su rostro se quedará para siempre con una sonrisa boba y cariñosa, pero así sea, y si el universo quiere quejarse, en realidad no tiene a nadie a quien culpar más que a sí mismo.

La relación de Henry y Lewis también ha evolucionado, siguiendo un camino similar en intensidad e intimidad al floreciente amor de Harry y Louis. Resulta curioso escribirlos en paralelo, con la vida real y la ficción entrelazándose, y aparentemente avanzando a toda velocidad hacia la siguiente fase.

Louis ha estado dando vueltas a los hilos de su serie de fics y preparándose para un clímax durante las últimas dos semanas. La novela de Lewis está casi terminada; el primer borrador fue enviado a su editor en la última entrega. En la última entrega, Lewis le pedirá al editor que le devuelva el borrador con un contrato para dos novelas más, lo que allana el camino para que Lewis se quede con Henry en el B&B indefinidamente. Es un final simple, pero feliz, y sabe que a sus lectores les encantará la resolución: sin drama ni angustia, sólo ternura y amor.

Había hecho un poco de trampa y empezó a escribir el fic de esta semana el domingo, con ganas de adelantarse un poco ahora que Harry le dedica gran parte de la semana. No viven juntos, no oficialmente, todavía no, pero rara vez han pasado una noche solos desde aquella primera noche. Se lanzaron con entusiasmo y Louis no se ha arrepentido ni un instante.

Entonces, ya tiene escrito el comienzo del fic y sabe definitivamente cómo va a terminar; ahora sólo tiene que resolver la parte intermedia y qué diablos hacer con el prompt de esta semana.

Abre la publicación de Tumblr y revisa algunas etiquetas y respuestas en su panel, a ver qué dicen los demás y si encuentra alguna idea, pero todos parecen tener el mismo problema. Lo deja de lado por ahora y piensa en la historia y las escenas que quiere escribir y en el ambiente que quiere transmitir; lo demás puede esperar.

Baja hasta el final de su documento de Google para la entrega de esta semana, sin poder reprimir la sonrisa que se dibuja en su rostro al leer y releer el último párrafo. Es cursi, lo sabe, pero también sabe cuánto le va a gustar a Harry; puede que esté escribiendo este fic para todos sus lectores, pero en realidad sólo hay un lector que cuenta en esta parte.

Harry había mantenido que, si bien estaba emocionado de colaborar con Louis, también quería ser lector. Cada lunes por la noche, Harry va a casa de Louis después del trabajo y se ponen a cocinar como si no hubiera mañana mientras esperan a que den las ocho y se revele el fic. Harry se va a su habitación y se encierra para leerlo en paz. Sí, su habitación; algunas cosas de Harry se han ido mudando poco a poco, y algunas de Louis han hecho lo mismo en casa de Harry. Es agradable y natural, y no tiene por qué ser un gran problema. El contrato de arrendamiento de Harry termina en un par de meses y Harry simplemente se mudará con él. Lo han hablado, es mutuo. Otra cosa más en sus vidas que encaja como siempre estuvo destinado a ser.

Louis toma un sorbo de té y deja la taza, se sube las gafas al puente de la nariz y hace crujir los nudillos. -Bien. Hora de ir a trabajar.

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Harry tiene su gran cuaderno de dibujo abierto sobre la mesa de centro, arrodillado sobre un cojín al final, inclinado sobre la página en blanco, con los codos a cada lado y el lápiz listo, mirando a Louis expectante. A Louis le cuesta concentrarse; las imágenes de su primera noche juntos, cuando Louis estaba en esa misma posición, le revuelven la cabeza. Fue por una razón mucho menos inocente y le agita el estómago.

Louis creía de verdad que su relación amorosa no podría mejorar, pero estaba equivocado, muy equivocado. Ser un dios del sexo apenas roza la superficie de lo que Harry es capaz de hacer, aunque Harry insiste en que es Louis quien merece ese título en su relación. Harry sostiene que es la capacidad de Louis para plasmar sus fantasías sexuales en la página lo que le da luz verde para intentar todas estas cosas, cosas que nunca se atrevería a poner en práctica por voluntad propia. Las escenas de sus fics han sido sin duda un buen punto de partida, pero desde luego no se han limitado a eso, y Louis no podría estar más emocionado. Harry es una maldita máquina, literalmente, y su resistencia y creatividad son algo que Louis desearía poder embotellar y vender.

-Louis.

-Mmm...?

Harry sonríe con suficiencia y se sienta sobre sus talones. -Te alejaste un rato, ¿estás bien?

Louis se sonroja al verlo soñando despierto y se inclina hacia adelante, prestándole toda su atención a Harry. -Sí. Lo siento. Sólo estaba recordando algo.

-Apuesto a que sí-, dice Harry con una sonrisa coqueta y un guiño pronunciado. Idiota.

-Ya basta, maldita amenaza. Tenemos trabajo que hacer -reprende Louis, intentando recuperar la compostura.

-Está bien, pero avísame si quieres que te doble. Donde sea... cuando sea, cariño. -Harry mueve las cejas sugestivamente y Louis debería patearlo, pero no lo hace, tienen cosas más importantes que hacer esta noche.

-Bueno, creo que me gustaría una escena al aire libre, en el jardín-, empieza Louis. -Henry y Lewis sobre una manta de picnic, vistos desde atrás, para que veamos sus espaldas. Henry quizá con el brazo alrededor de Lewis, Tigger en primer plano.

-Bien, ¿de qué escala estamos hablando?

-¡Ah! Tengo una imagen de archivo que encontré en Google -dice Louis, agarrando su teléfono, abriendo la foto y entregándosela a Harry.

Harry mira la imagen y asiente. -Sí, está bien. Definitivamente puedo con ella. Envíamelo-, dice Harry mientras le devuelve el teléfono. Louis se lo envía por AirDrop y hojea sus imágenes, localizando la foto de la manta de picnic que encontró y enviándola también.

-Me gustaría que Henry llevara ese jersey de punto trenzado color crema que tienes y también tus orejeras rosas. Para Lewis, puede usar ropa más oscura y un gorro gris; lo que combine con el resto de la obra, no importa-, dice Louis con la imagen clara en su cabeza. -Me gustaría que las orejeras y Tigger fueran el centro de atención. Quizás Tigger mirando fijamente a la... Dios, sigo queriendo decir a la cámara, pero no es correcto. Ya sabes a qué me refiero.

Harry tararea en señal de agradecimiento mientras dibuja, sólo pequeños garabatos en el lateral de la página, el lápiz arañando el papel grueso. Terminará haciendo la obra de arte final como un dibujo digital, pero insiste en que le gusta el proceso más táctil del boceto para plasmar la idea, y a Louis le encanta verlo trabajar así, así que todos ganan. -¿Quieres una cesta de picnic? ¿Quizás con una botella de vino, una baguette?

-Sí. Sí, eso está bien. Creo que mucho verde vibrante también en el fondo. La acuarela estaría bien desde una perspectiva de estilo-. Louis toma un sorbo de su té, inclinándose hacia adelante para ver cómo Harry comienza a dibujar, unas pocas líneas para enmarcar y centrar a los personajes, algunas más a un lado para la canasta de picnic y una mancha circular en primer plano para que Tigger consiga la profundidad. A Louis le encanta observar el proceso de Harry. No es muy diferente al suyo, en realidad, la forma en que el esquema de la historia se une primero, seguido de más detalles a medida que se desarrollan las escenas, los puntos focales y el texto de relleno agregando más capas a medida que avanza. -Estoy pensando en curry para la cena.

-Mmm... sí, por favor. ¿Podemos conseguirlo en ese sitio vegano? -pregunta Harry sin levantar la vista de su trabajo. Se concentra muchísimo al dibujar, con la mirada fija en su rostro, mientras da vida a las ideas de Louis.

-Sí, claro, cariño.- Louis abre la app de UberEats en su teléfono y la revisa, haciendo su pedido y recostándose en el sofá, poniendo su Mac en su regazo y abriendo su Google Docs. Eminente. Todavía es un misterio para él cómo lo va a incorporar.

Louis se relaja y mira al techo. -E...mi...nen...te-, dice, intentando expulsarlo al universo con la esperanza de recibir algo a cambio, pero no llega nada. -Maldita sea-. No puede despejarse. Snuffy se mueve a su lado, estirándose y dándole un golpe en el muslo con sus patitas. Se acerca y le rasca la barriga, lo que le provoca un ronroneo bajo y retumbante.

-¿Aún estás atascado?

-Sí. Qué palabra tan estúpida.

Harry levanta la vista con compasión. -Ya vendrá, cariño.

-Lo sé. Es frustrante-, suspira Louis y vuelve a mirar el cursor parpadeante, viéndolo pulsar en la pantalla, y entonces lo ve. -¡Espera!"-Louis vuelve a abrir la primera entrega, repasando los párrafos para encontrar lo que busca. -¡Sí!-, grita Louis, agitando el puño en el aire. -¡Te tengo, bastardo!

Harry sonríe con complicidad y aprieta el tobillo de Louis. -Sabía que podías hacerlo.

-Es un poco flojo, pero funcionará-, dice Louis, con los dedos volando sobre las teclas. No es la mejor idea que ha tenido, pero cumple con el objetivo, y esta semana se trata del final de todos modos. Lewis está escribiendo una novela, y pensó que eso lo había excluido de ser la autoridad eminente en algo, pero que esté escribiendo una novela de ficción ahora no significa que no sea la autoridad en algo. Decide convertir a Lewis en la autoridad eminente en algún tipo de planta o animal que sólo se encuentra en los Cotswolds, lo que también se sumará a por qué acepta tan fácilmente quedarse con Henry en el B&B indefinidamente. Busca un poco en Google y encuentra exactamente lo que buscaba: la Gran Mariposa Azul, extinta en Gran Bretaña durante veinte años, siendo reintroducida en la reserva de Rough Bank en el valle de Slad, que forma parte de la Reserva Natural Nacional de Cotswolds Commons y Beechwood Last. Perfecto.

Empieza a pensar cómo va a integrar esto en la historia. -Cariño-, dice Louis, y Harry levanta la vista. -¿Puedes incluir una mariposa azul en algún lugar?

-Claro, ¿para qué?

Louis entrecierra los ojos y sonríe con suficiencia. -Spoilers.

Harry pone los ojos en blanco y vuelve a su dibujo.

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Louis está en apuros. La historia no está tomando la forma que esperaba. El principio es genial y lo ha repasado un millón de veces, ajustando alguna palabra aquí y alguna frase allá. El final es encantador y transmite la emoción exacta que esperaba; no es demasiado sentimental, sino el equilibrio perfecto entre resolución y final abierto para que el lector se encuentre con el camino de su final feliz sin ser forzado. Sin embargo, la parte central... es otra historia. Simplemente... no tiene nada que decir. No hay eventos críticos, ni giros argumentales, nada que concluir. Sólo una página en blanco mirándolo fijamente.

Bueno, suspira Louis internamente, cuando tengas dudas, saca las pollas.

Dedica un rato a enmarcar una escena de sexo bastante ligera y a trabajar en los enlaces que la conectan. Escribirá la escena mañana por la noche, siguiendo su rutina de martes de soltero, aunque ahora lo pasa en casa de Harry. Louis se dedica a su smut mientras Harry trabaja en sus dibujos para el curso. Es cómodo y fácil, y Louis suele llegar al final de la escena antes de no aguantar más y lanzarse sobre Harry, tan exaltado por la escritura y desesperado por sentir las manos de Harry en su piel que no puede contenerse ni un segundo más.

Harry agarra una almohada y levanta la cabeza, acomodándola debajo y abanicándose el cabello antes de volver a acomodarse. Tiene sus largas piernas estiradas y cruzadas sobre el regazo de Louis mientras están acostados en la cama, Harry en ángulo recto con el cuerpo de Louis. Es una disposición familiar, Louis sentado en la cama y Harry colocándose en algún lugar para poder tocarlo y verlo mientras está en su teléfono, pero colocado para no poder ver la pantalla del portátil de Louis.

Harry no quiere saber lo que Louis está escribiendo más de lo que Louis quiere que lo vea, así que funciona bien. Habían cenado y limpiado antes de decidir acostarse temprano. Qué fiesteros, había bromeado Louis; en la cama a las nueve y media un viernes por la noche, pero honestamente no hay otro lugar en el que preferiría estar. A Louis le encanta. Es gloriosamente hogareño y normalmente muy relajante, excepto que esta noche Harry lo está distrayendo.

Se ríe de algo y Louis lo mira por encima de sus gafas; está todo tipo de encantador tendido en calzoncillos bóxer, el pecho al descubierto, el cabello húmedo rodeado por un halo en la almohada, el rostro iluminado por la luz de la pantalla. Harry se ríe de nuevo, los músculos del estómago se aprietan, los abdominales en plena exhibición mientras levanta el brazo, doblándolo por el codo y colocándolo debajo de su cabeza. La acción es lenta y deliberada y tiene el efecto de exponer su axila y alargar su torso, la luz de la lámpara hace que su piel sea aún más atractiva.

Louis sabe que lo está haciendo a propósito, esa es la cosa. En el fic de la semana pasada, Louis había incluido una escena en la que Lewis había confesado su obsesión con las axilas de Henry y Harry ha estado haciendo un punto nada sutil de mostrar las suyas en cada oportunidad.

Harry suspira y apoya el codo en la cama, echando un vistazo rápido a Louis para asegurarse de que le presta atención. Claro que . Louis es un títere cuando se trata de Harry, y lo sabe perfectamente.

-¿Qué estás haciendo, plaga?

-Nada...- dice Harry infantilmente, fingiendo concentrarse en su teléfono mientras mueve sus caderas, con una pequeña sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

-Está bien. Entonces seguiré trabajando.

-Louuuuu...-, gimotea, dejando el teléfono sobre las sábanas y girando la cabeza para mirar a Louis. -Estoy aburrido... y cachondo... entretenme.-Mueve las caderas para añadir más efecto y casi le tira la Mac de Louis del regazo. Louis la sujeta y mira a Harry con el ceño fruncido más serio que puede, recompensado al instante con el puchero más adorable que jamás haya visto en un hombre adulto.

-Estás cachondo-, dice Louis con indiferencia. Harry asiente con entusiasmo, su puchero se transforma en una sonrisa de emoción. Louis cierra la tapa de su portátil y la deja en la mesita de noche, se quita las gafas y las coloca encima. Cruza las manos sobre el estómago y recorre con la mirada el cuerpo de Harry, notando que ya está medio erecto, pero controla su expresión, decidido a obligar a Harry a esforzarse. -¿Y qué, dime, quieres que haga al respecto?

Harry resopla y mueve las caderas al aire mientras pronuncia las palabras. -Lo que sea, algo, nrrgghhh...

-No sé... Estoy bastante cansado, cariño.

-Mentiroso -dice Harry seductoramente mientras pasa su mano libre por su pecho, bajando hasta su ombligo y subiendo por su costado, sus dedos rozando el vello de sus axilas sin apartar la mirada en ningún momento.

Louis finge un bostezo dramático, dándose una palmadita en la boca abierta con la mano antes de devolverla a su lugar con la otra. -Creo que deberíamos acostarnos temprano. Tengo muchísimo sueño.

-Mentiroso -repite Harry, esta vez más bajo, estirando ambas manos sobre la cabeza y levantando las rodillas, dejándolas caer abiertas. Una de sus rodillas roza las manos entrelazadas de Louis.

Louis deja que sus manos descansen brevemente sobre la rodilla de Harry antes de extenderlas hacia afuera, una hasta el estómago de Harry, la otra hasta su tobillo; ninguna termina donde Harry las quiere. Inclina la cabeza hacia el techo y gime de frustración, sacudiendo las caderas de nuevo y arqueando la espalda, agarrándose al borde de la cama, con las manos extendidas aún sobre su cabeza. Sus pezones están hinchados y tensos por la excitación que debe estar vibrando por sus venas. Louis deja que sus manos vaguen arriba y abajo por su pierna, con el vello erizado mientras observa el pene de Harry contraerse en sus calzoncillos grises. No suele tomar el control de esta manera, siempre feliz de que lo maltraten un poco y dejar que Harry tome la iniciativa, pero esta noche se siente un poco diferente y siente que Harry está en la misma página.

Louis desliza su mano entre los pectorales de Harry y vuelve a bajar hasta su ombligo, evitando con cuidado sus protuberantes pezones rosados. Harry empieza a girar las caderas, ansiando fricción, pero Louis aún no está listo para dársela. Le rasca el sendero feliz y deja que las yemas de los dedos se hundan bajo el elástico, provocando un gemido bajo. -Mírate, tan estirado y suplicando. ¿Qué te tiene tan cachondo esta noche?

Louis recorre el contorno del pene de Harry con una caricia ligera, y la respiración de Harry se entrecorta en su pecho. -Gafas G...

Engancha la mano bajo la rodilla de Harry y la atrae hacia sí, extendiéndolo aún más y recorriéndole la parte interior de la pierna. -¿Sí? ¿Te gusto con gafas?-. Pellizca la suave piel y Harry se estremece.

Harry suelta el colchón y va a bajar las manos, pero Louis le da una azote en la sensible piel de la cara interna del muslo. -Oh, joder.

-No te sueltes -dice Louis con firmeza-. Mantén las manos donde están.

-Nrrgghhhh...- se queja Harry mientras se agarra al colchón una vez más.

-¿Qué más te gusta de mí?-, pregunta Louis mientras pasa sus dedos por debajo de los testículos de Harry, presionando muy suavemente, con solo un indicio de intención, mientras que la otra mano viaja de regreso a su pecho, dibujando ochos alrededor de sus pezones.

-Joder... eh... todo. Esos pantalones de chándal grises que llevabas antes.- Louis le acaricia un pezón como recompensa. -Los eh... los vaqueros negros, con las rodillas rotas.- Louis se ahueca las manos y aprieta ligeramente. -Mierda... la camiseta blanca de tirantes- Louis se inclina hacia delante y mete la rodilla de Harry bajo el brazo, agachándose para conseguir un mejor ángulo y deslizando los dedos dentro de sus calzoncillos. -Dios... los jeggings negros, joder, te ves obsceno con esas cosas.- Harry se retuerce, girando las caderas, intentando que Louis lo toque bien.

-¿Sí? Tienes un catálogo enorme, cariño.- Louis desliza sus dedos alrededor del miembro de Harry, acariciándolo suavemente; está caliente y duro, palpita con su tacto. Deja que su otra mano se deslice sobre las costillas de Harry, erizándose de anticipación.

-Me encanta todo lo que llevas puesto-, dice Harry, respirando entrecortadamente mientras mueve la pelvis. Louis retira la mano de los bóxers de Harry y le da un golpecito en el muslo. Harry se levanta con facilidad para que Louis pueda bajarlos bajo su trasero, liberando su pene. Ya gotea, furioso y rojo, rebotando con cada latido de su corazón.

-¿Cuál es tu favorito entonces? Si tuvieras que elegir un atuendo, ¿eh? -Louis agarra el pene de Harry con una mano, mientras la otra se cierne sobre su axila.

Harry estira el cuello y lo mira, con una sonrisa burlona en los labios, las pupilas dilatadas y el rubor en las mejillas. -Tu traje de cumpleaños.

Louis sonríe. -Buena respuesta.

Finalmente le da a Harry lo que quiere y pasa los dedos por el vello de su axila; es suave y cálido, y Harry gime. -Sí...Louis empieza a acariciarlo con firmeza, moviéndose al compás de ambas manos. Harry siente los testículos apretados contra su cuerpo; no va a aguantar mucho, la excitación es demasiada. Rasca y le hace cosquillas en el vello, subiendo y bajando desde el bíceps hasta el flanco, arremolinándose en la mata de pelo. Harry se está volviendo loco y los ruidos que salen de su boca son de los más eróticos que le ha oído jamás.

Louis intenta tomarse su tiempo, aunque ninguno de los dos está lejos del borde. Louis se frota contra el muslo de Harry para aliviarse mientras sigue jugando con su axila, fascinado por el efecto que le causa.

-¿Sí, cariño? ¿Te gusta esto?

-Mmmmm... hace cosquillas, se siente bien.

Louis acelera sus tirones mientras se aferra con más fuerza a la pierna de Harry. Está ridículamente cerca, sólo por esto, y probablemente debería ser vergonzoso, pero con su guapísimo novio así, retorciéndose y gimiendo en su regazo, no puede responsabilizarse.

-Te ves tan hermoso, cariño -jadea Louis, girando su muñeca con cada movimiento ascendente.

-Lou... joder, voy a correrme.

-Déjate ir, te tengo-, dice Louis, y lo dice en serio, en todos los sentidos posibles.

Todo el cuerpo de Harry se tensa, los brazos, la rodilla presionando el pecho de Louis, dándole a su pene la fricción extra que tanto necesita. Se precipitan juntos al límite. Harry se corre por su torso y Louis se corre en sus calzoncillos.

Respiran con dificultad mientras Louis acaricia a Harry durante las secuelas de su orgasmo. Harry baja los brazos a los costados y Louis suelta su pene, limpiándose la mano en los calzoncillos de Harry. Ambos están hechos un desastre y necesitan una ducha, pero eso puede esperar.

-Entonces... ¿axilas? Eso es nuevo.

Harry abre los ojos y lo mira acusadoramente. -¡Tú fuiste quien me metió la idea en la cabeza! No he podido pensar en nada más desde que lo leí.

Louis se ríe y se recuesta en el cabecero. -Mmm... quizá tenga que intentarlo yo mismo.

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Louis deja su copa de vino en la mesa de centro y estira el cuello para recibir el beso de Harry. -De acuerdo. Voy a prepararme para leer mi historia-, dice Harry mientras se aparta y rodea el sofá.

-¿Disculpa? ¿Tu historia? -pregunta Louis, fingiendo ofenderse, dándose una palmada en el pecho.

-Sí. Mi historia -responde Harry con petulancia y Louis frunce el ceño-. Es mía, toda mía.

-Estoy bastante seguro de que es nuestra historia, cariño

-Hmmm... muy bien, entonces, nuestra historia.

Harry se marcha con un gesto de la mano, con la laptop bajo el brazo y una copa de vino en la mano. Louis está nervioso, pero no por las razones habituales. Está ansioso por saber qué piensan sus lectores, claro, pero en realidad sólo le interesa un lector esta noche.

El reloj avanza, refresca la pantalla varias veces y entonces... está publicada. Una oleada de adrenalina le recorre el cuerpo al darse cuenta de que ya está ahí; no hay vuelta atrás. Apura el último sorbo de vino y hace clic para refrescar la pantalla; las visitas saltan ante sus ojos. Es aún más grande de lo normal; sus lectores están obviamente emocionados por ver adónde ha llevado la historia.

El dibujo de Harry es precioso, como siempre; el colorido es perfecto y toda la escena es exactamente lo que había imaginado. Tiene muchísimo talento y Louis se siente cada día más orgulloso.

Refresca la pantalla de nuevo y ve que ya han empezado a llegar los primeros comentarios y kudos. Muchos gritos y golpes de teclado, un montón de emojis. Ya falta poco. Se le han ido los nervios, sabe que es lo correcto, lo supo prácticamente desde el momento en que lo vio, la campana de la puerta de la cafetería, hace tantas semanas, anunciando el comienzo de su futuro, un futuro con Harry.

-¡Lou! ¡Dios mío! -Louis oye gritar a Harry con alegría desde el dormitorio y sonríe para sí mismo. El pesado ruido de los pasos de Harry resuena en el pasillo mientras Louis llega al final de su fic y lee la dedicatoria por última vez. Quizás sea demasiado pronto, quizás debería haber esperado más para decir esas tres palabritas, pero cuando el destino interviene, Louis no está dispuesto a negarlo.

 

"Esta serie está dedicada a mi Henry de la vida real.

Fuiste mi musa desde el principio, pero nunca imaginé que la vida imitaría al arte como lo ha hecho.

Me ves, todo de mí, y agradezco al universo cada día por habernos unido.

No puedo esperar a que llegue nuestro futuro juntos, lleno de mañanas tranquilas, té para dos, Scrabble y orejeras rosas y esponjosas.

Me haces más feliz de lo que jamás soñé.

Te amo,  bebé , por siempre y para siempre".

💚💙FIN💙💚

Notes:

Awwwww amo el amor bonito son una caricia para el alma este tipo de historias, y poder ver a Lou como escritor de fics me mato 🤭

Espero que hayan disfrutado mucho de este breve pero hermoso viaje y que se den la oportunidad de seguir leyendo las historias que están y estarán en este perfil.

Una vez más gracias por su apoyo y por seguir leyéndole.

Nos leemos pronto 💙💚