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Language:
Español
Collections:
Anonymous Fics
Stats:
Published:
2025-07-26
Updated:
2025-09-25
Words:
7,022
Chapters:
7/?
Comments:
79
Kudos:
334
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37
Hits:
3,358

Trampa de Bebé

Summary:

Lex Luthor descubre antes de tiempo los experimentos de C.A.M.U.S. y decide adoptar al pequeño “clon” que la organización estaba creando.

¿El problema? Cuando logra rescatar a Conner, no consigue salvar la información completa sobre su creación; solo sabe que el niño posee la mitad de su ADN. Así que Lex supone que todo ello formaba parte de un plan para desprestigiarlo y arruinar su reputación.

Aun así, Luthor comienza a criar al bebé —quien todavía no muestra ningún rasgo kryptoniano— sin tener la menor idea de que el otro 50% del ADN de su hijo pertenece a Superman.

Notes:

Entonces, en este fanfic, los bebés kryptonianos suelen ser muy dependientes de sus padres. En Krypton, la familia es algo sumamente valorado, por lo que es normal que los niños busquen estar siempre cerca de ambos progenitores. Conner, al ser solo un bebé, sigue estos impulsos naturales y desea tener a sus dos “padres” juntos, así que hará todo lo posible para mantenerlos cerca de él.

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: El bebé siempre tiene la razón

Chapter Text

 

 

 

 

 

 

Lex Luthor nunca fue el estereotípico omega que sus padres siempre esperaron que fuera.

 

 

 

 

Nunca le interesó que alguien determinara cómo debía comportarse, ni mucho menos que intentaran someterlo a actuar de forma sumisa ante otras personas.

 

 

 

 

Su vida se había tratado de nunca ceder ante las demandas de otros, sin importar las consecuencias que esto podría traerle

 

 

 

 

Para la mala suerte de Lex, eso dejó de ser cierto cuando apareció Conner.

 

 

 

 

—¿Mercy?

 

 

 

 

—¿Pasa algo, señor?

 

 

 

 

—¿Qué es esa cosa que tiene Conner entre sus brazos? —La mueca de asco que se dibujó en el rostro del hombre no pasó desapercibida por la secretaria. Esta dirigió su mirada al pequeño bebé que se encontraba babeando la alfombra italiana de la sala y no pudo evitar imitar la señal de disgusto de su jefe. “Esta será la quinta alfombra que mande a cambiar esta semana”.

 

 

 

 

—Es un peluche que el joven Conner escogió, señor.

 

 

 

 

Fue evidente que la respuesta no le agradó para nada a Lex, porque este soltó un suspiro de resignación antes de acercarse a su hijo. Aquello se había vuelto un hábito desde que el pequeño empezó su “obsesión” con cierto héroe —enemigo declarado de su progenitor— hace tan solo unas semanas.

 

 

 

 

Ciertamente, Mercy aún estaba sorprendida por la capacidad emocional que había demostrado el mayor de los Luthor al poder controlar su ira cuando se trataba de los malos gustos de su hijo.

 

 

 

 

La beta observó cómo Lex, que ahora alzaba al pequeño alfa entre sus brazos, intentaba “negociar” con él para que le entregara el peluche de Superman. La voz habitual, cargada de pedantería y narcisismo, había quedado atrás desde que el bebé apareció en sus vidas. El pequeño Conner había logrado lo imposible: hacer que Lex Luthor se comportara como un ser humano decente por primera vez en mucho tiempo.

 

 

 

 

Mercy podría apostar que era la primera vez que veía a su jefe sonreír de verdad.

 

 

 

 

Lamentablemente, también era la primera vez que lo veía ceder.

 

 

 

 

El niño, que casi les había roto los tímpanos cuando Lex se atrevió a quitarle su peluche, ahora dormía plácidamente entre los brazos de su padre, quien no parecía para nada complacido con lo que acababa de pasar.

 

 

 

 

—Señor —dijo en un susurro, para evitar despertar al niño—, ¿quiere que busque otras opciones de juguetes que puedan gustarle al pequeño Conner?

 

 

 

 

Luthor solo volteó lentamente en su dirección para sostener su mirada y negó con la cabeza después de un largo silencio incómodo.

 

 

 

 

—No, déjalo así. Al menos el peluche estará cubierto de baba en unos días y tendré una excusa para deshacerme de él.

 

 

 

 

El omega se sentó en el sofá del departamento, tomó la manta que se encontraba sobre uno de los asientos y cubrió cuidadosemente a Conner con esta.

 

 

 

 

Mercy, al notar que su presencia ya no era necesaria, decidió retirarse lentamente — luego de haberse quitado los tacones— mientras escuchaba cómo el malvado científico loco de Metrópolis tarareaba una dulce canción de cuna.

 

 

 

 

 

 

Chapter 2: Conociendo a Conner

Summary:

¿Por qué una organización malvada se tomaría la molestia de crear un clon de Lex Luthor? ¿Acaso estaban buscando difamarlo?

Notes:

Tengo que hacer una aclaración, probablemente los personajes estén muy OCC en algunas ocasiones (no soy consumidora habitual de DC) así que doy una disculpa por ello

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

 

Meses atrás

 

Lex Luthor no era precisamente el tipo de persona que uno imaginaría ver con un bebé en brazos.

 

Tan solo imaginar al empresario cargando algo ya parecía una locura, y los miles de asistentes que siempre lo rodeaban eran prueba de ello.

 

Sin embargo, allí estaba: saliendo de las ruinas de un laboratorio con un pequeño bulto envuelto en mantas azules, del cual sobresalían unas diminutas manitos que intentaban llamar su atención.

 

—¿Es normal que los bebés babeen tanto? —preguntó el omega después de que el niño en sus brazos volviera a gorjear, dejando salir un hilo de baba por la comisura de su boca. Ciertamente, para llevar parte de su ADN, la actitud del niño parecía completamente distinta a la suya, incluso cuando él tenía la misma edad. Lo más fácil era culpar a los genes de “la otra persona”.

 

—Al parecer sí —contestó Mercy a su lado mientras limpiaba la baba del pequeño con un pañuelo, lo que provocó una pequeña risa del niño. Por un instante, los ojos azules del bebé parecieron brillar, pero lejos de alarmarse, Lex se sintió extrañamente cautivado.

 

Incluso si trataba de suprimir esos sentimientos.

 

—Seguro eso es culpa de tu otro padre o madre, mocoso —murmuró mientras avanzaba hacia el helicóptero que los sacaría de allí, arrullando al menor con torpeza ignorando las miradas desconcertadas que le dirigian todos los presentes. 

 

 

Había sido un día completamente fuera de sus esquemas. Lex pensó que todo se limitaría a llegar al laboratorio, confrontar a los científicos y amenazarlos para conseguir la información que necesitaba. No esperaba que uno de esos lunáticos hiciera estallar las instalaciones horas antes de su llegada.

 

Lo único que quedó en pie, para sorpresa de todos, fue una cápsula con un bebé dentro.

 

Al principio, Lex creyó que se trataba de un experimento fallido. Sin embargo, al ver que los monitores indicaban que los signos vitales del niño estaban en perfecto estado, ordenó a su equipo abrir la cápsula y examinarlo.

 

Aquella acción no fue un error de cálculo. En cuanto el bebé salió del tubo de ensayo, parpadeó un par de veces, observando el entorno, y en cuestión de segundos empezó a llorar con una fuerza capaz de perforar tímpanos. El llanto solo cesó cuando Lex, molesto por la incompetencia de sus empleados, tomó al pequeño en sus propios brazos. Como por arte de magia, el experimento se calmó de inmediato.

 

Fue entonces cuando La Ingeniera le informó sobre los fragmentos de información que había logrado rescatar de la base de datos del laboratorio. Fue así como entendieron por qué el niño se había aferrado tan rápido al multimillonario.

 

—El niño tiene el cincuenta por ciento de tu ADN, Luthor.

 

El silencio que siguió fue tan pesado que todos contuvieron la respiración. Bueno, todos menos el bebé, que parecía muy cómodo mordiendo una corbata valuada en miles de dólares mientras ignoraba a los adultos.

 

—Esto tiene que ser una broma —dijo Lex, examinando al niño por primera vez. Lo levantó a la altura de su rostro, y el pequeño productor de baba hizo un ruido desconcertado mientras seguía aferrado a la corbata. —¿Cómo esta cosa puede ser mi hijo?

 

Nadie se atrevió a responder. Dejaron que el omega asimilara por sí mismo la idea de que se había convertido en padre de la noche a la mañana.

 

Más tarde, en su departamento, recostado en el sillón frente a los ventanales con vista a la ciudad, arrullaba al bebé en su regazo. El niño se negaba a alejarse de él: cada vez que Lex intentaba soltarlo, rompía en llanto con una fuerza casi ensordecedora. Así que el empresario se resignó a quedarse junto a su “hijo” mientras los médicos hacían su trabajo.

 

—Eres demasiado llorón para ser un Luthor —murmuró mientras jugaba con los rizos oscuros del bebé—. Sin duda eso es culpa de tu otro progenitor. 

 

El niño, como si entendiera el comentario, soltó un balbuceo entrecortado que sonó sospechosamente como una risita burlona.

 

Lex no admitirá jamás que en ese momento sintió su corazón derretirse. 

 

 

Notes:

Realmente espero que James Gunn nos de indicios de Conner en la siguiente película.

Por cierto, este fanfic surge debido a este siguiente Tiktok: https://vm.tiktok.com/ZMSva1SBK/

Chapter 3: Dos padres confundidos, aunque ambos por diferentes motivos

Summary:

Dos papás y un bebé.

 

Aunque uno de ellos aún no lo sabe.

Notes:

Conner es el mejor bebé de todos, Lex estará en un estado de negación permanente y Clark Kent existe para ser atormentado

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

 

Cuidar de un bebé no fue tan fácil como Lex pensó que sería.

 

Conner, como había decidido llamar a su hijo, era sin duda una pequeña bolita de estrés y baba que había irrumpido en su vida como una especie de karma por todas sus malas acciones contra cierto alienígena.

 

Pese a lo que muchos podrían pensar, el niño no solo parecía tolerar la presencia de Lex (lo cual ya era una marcada diferencia, porque el bebé odiaba a todos los demás excepto a su padre), sino que adoraba su presencia. Aunque ya no explotaba en llantos mortales cada vez que era separado de él, su actitud seguía sin ser la más manejable. Más de una vez, Lex sospechó que Conner se portaba mal a propósito con los demás solo para que lo tomara de nuevo entre sus brazos.

 

Aquello debería haberle levantado alguna sospecha, sin embargo, prefería atribuir el gran intelecto de su hijo a sus propios genes, antes que aceptar que podía venir de su otra herencia. Una herencia que aún permanecía en el más completo anonimato, pues los empleados de LuthorCorp no habían conseguido ningún avance sobre el otro progenitor.

 

Durante los meses que llevaba cuidando de su hijo, Lex no tardó en darse cuenta de lo increíblemente inteligente que era. Conner parecía ser mucho más despierto que cualquier bebé de su edad, pero lo más sorprendente era su desarrollo físico: ahora tenía la apariencia de un niño de dos años, a pesar de que solo habían pasado unos meses desde que lo encontraron.

 

Los primeros indicios de su intelecto aparecieron cuando Lex intentó ponerle un nombre. Nunca se había imaginado siendo padre —especialmente por los traumas causados por el suyo—, así que no tenía idea de cómo nombrar a un bebé.

 

—Supongo que necesito un nombre para ti —dijo una noche, mientras sostenía al pequeño en su gran cama, apoyado contra el respaldo—. No puedo seguir llamándote “niño probeta” o “mini-yo” todo el tiempo.

 

El bebé le sonrió, estirando sus manitas para tocar su rostro. Lex reprimió una sonrisa; una parte de él se había vuelto demasiado débil ante los “ataques” de ternura de su hijo.

 

—Estás llenándome de baba —se quejó, lo que provocó una risita alegre en el bebé. No pudo evitar devolverle una sonrisa, aunque la ocultó enseguida—. Esto es un tema serio, mocoso.

 

El pequeño se quedó quieto por un instante, como si estuviera procesando sus palabras. Pasaron apenas unos minutos antes de que empezara a balbucear sonidos que sonaban como “co…”.

 

Luthor admiró el esfuerzo de su hijo por comunicarse. No podía recordar haberse sentido tan orgulloso de algo en toda su vida. Incluso si no lo había traído al mundo de forma natural, una parte de sí lo reconocía como suyo.

 

Tras escuchar los balbuceos, un nombre apareció en su mente.

 

—¿Conner? —Lex arqueó una ceja, sorprendido por su propia ocurrencia. Ambos pares de ojos azules se encontraron y, como si el bebé aprobara su elección, comenzó a reír—. Sí… Conner suena bien. Suena como alguien que conquistará el mundo algún día ¿Te gustaría eso?

 

El bebé estiró sus manitas aplaudiendo en señal de afirmación. 

 

Lex sonrió, satisfecho.

 

 

-------

 

Los días pasaron, y la convivencia con Conner se volvió parte de su rutina.

 

Si alguien, en el pasado, le hubiera dicho que a sus treinta y tantos años se convertiría en un omega que arrulla bebés, probablemente esa persona no habría vivido para contarlo. Pero no habría estado equivocada. Lex Luthor había sucumbido a la experiencia de la paternidad, aunque jamás lo admitiría abiertamente.

 

El problema era que no había podido rescatar nada más. Los servidores de C.A.M.U.S. habían sido reducidos a polvo, y toda la información genética del proyecto se había perdido.

 

Lo único que sabía con certeza era que el niño tenía su ADN. ¿El otro padre? No tenía idea. Podía ser prácticamente cualquiera.

 

Aun así, había momentos en los que, al mirar a Conner, juraba reconocer ciertos rasgos. Aunque los ojos del bebé eran azules como los suyos, ese tono no era exactamente igual; estaba seguro de haberlo visto antes, pero no lograba recordar dónde. Además, Conner no parecía haber heredado mucho de él, aparte de la forma de sus ojos, su nariz (y, claramente, su inteligencia). Todo lo demás pertenecía a alguien más.

 

Pero sus sospechas rara vez avanzaban. Conner no tardaba en reclamar su atención cada vez que Lex se perdía en esos pensamientos.

 

—No importa quién sea tu otro padre, ¿entiendes? —le susurró una noche mientras lo acunaba—. Eres mío ahora. Mi único heredero.

 

 

 

------

 

 

 

Para el resto del mundo, Lex Luthor parece haber desaparecido de la faz de la Tierra.

 

El nombre del magnate había desaparecido de las portadas tras su liberación. Fue como si salir de prisión hubiera cumplido su propósito, incluso si solo fueron un par de meses. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con esa teoría: Luthor había demostrado ser un hombre sin escrúpulos, y nadie creía que pudiera cambiar tan rápido.

 

A ojos de la mayoría del público, Lex Luthor simplemente permanecía oculto porque estaba planeando algo increíblemente grande para derrotar a Superman. No podía existir otra razón para justificar su ausencia.

 

Entre los seguidores de esta teoría conspirativa se encontraba gran parte del personal del Daily Planet, quienes justo en ese momento estaban teorizando sobre el paradero de Luthor.

 

—¿Han visto este patrón de movimientos financieros? —preguntó uno de los reporteros, pegando un gráfico en el tablero que habían instalado en la oficina para organizar las “teorías” detrás de la desaparición de Luthor—. LuthorCorp, por alguna razón, ha empezado a reubicar sus gastos financieros y ha dejado de financiar muchos de sus programas militares.

 

Los demás periodistas asintieron mientras trataban de entender de qué se trataba todo aquello.

 

El único que parecía ausente era Clark Kent.

 

Clark no era el mismo desde hacía meses. Él mismo habría atribuido su estado a una enfermedad común, si no fuera porque le era imposible enfermarse. No tenía una explicación lógica para lo que le estaba pasando. Incluso cuando intentó pedir ayuda a los robots de la Fortaleza, estos se mostraron confundidos, sin un protocolo claro para ese tipo de situación. Clark solo podía esperar a que todo pasara.

 

Sin embargo, no fue nada fácil. No solo estaba cada vez más distraído, sino también irritado de un modo extraño y fuera de su control. Su oído sobrehumano se había vuelto más sensible con el paso de las semanas, como si intentara captar un sonido específico. Lo peor era que, cada vez que detectaba el mínimo llanto de un bebé en la ciudad, algo en su interior se activaba. Su instinto alfa, el cual había entrenado durante años, se disparaba y lo hacía comportarse de forma errática.

 

Al principio le resultó fácil controlarlo, pero con el paso del tiempo empeoró.

 

A veces pensaba que su mente le estaba jugando una mala pasada, o que todo era una especie de estrés postraumático que buscaba empujarlo hacia los planes de sus padres kryptonianos. Esa idea solo lo hacía sentir peor.

 

Nada ayudaba a deshacerse de esa sensación. Sus instintos estaban cada vez más alerta, como si quisieran salir en busca de algo, o de alguien en específico.

 

Trató de distraerse de esos pensamientos, pero fracasó. Lo que más le irritaba era que su principal fuente de distracción había desaparecido al mismo tiempo que comenzaron sus síntomas. Sí, agradecía que Luthor no estuviera intentando matarlo cada semana, pero, por alguna razón extraña, su dinámica con él le resultaba necesaria.

 

Ahora, con la ausencia prolongada del director de LuthorCorp y de sus planes malvados, tenía demasiado tiempo libre. Tiempo que su mente aprovechaba para atormentarlo con algo que aún no lograba entender.

 

Clark, en ese punto, empezaba a darse por vencido. No entendía nada de lo que le pasaba y, aunque todo esto fuera parte de un elaborado plan de Luthor, ya ni siquiera le importaba buscar pistas.

 

—Estoy perdiendo la cabeza —murmuró, con el rostro hundido entre la pila de papeles que decoraban su escritorio. Lois, divertida, lo observaba sin dejar de revisar sus documentos—. Tal vez necesite unas vacaciones.

 

—¿Vacaciones? ¿Tú? —La reportera arqueó una ceja, mirando con burla a su patético amigo—. Estás más raro de lo normal. O es estrés o sospechas que Luthor está tramando algo que te pone nervioso.

 

Clark tragó saliva. No iba a admitirlo, pero lo había pensado. Aun así, no veía al otro desde que salió de prisión, así que tampoco encontraba una forma de cómo culparlo por su reciente desgracia. 

 

Notes:

Realmente lamento si los tiempos no se están comprendiendo 😭 es mi primera vez escribiendo este tipo de fanfics.

Después de este cap si será una narración en tiempo presente.

Chapter 4: Niñero de su propio hijo

Summary:

Superman se entera

Notes:

Me divertí mucho escribiendo este capítulo, realmente espero que les guste tanto como a mí. Por cierto, Lois no es el interés amoroso de Clark en este universo, me gusta la pareja, pero realmente ahora no puedo evitar emparejarla con la mujer maravilla luego de que la actriz que interpretó a Lois en la peli mencionara que le gustaría un romance de Lois Lane con la mujer maravilla (amo tanto a tanto a Rachel)

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

—¿Cómo?

 

El grupo de robots de la Fortaleza miró a su dueño y aunque físicamente no podían demostrarlo todos estaban confundidos. Hacía apenas unas horas, Kal-El había entrado volando sin siquiera saludarlos, lo cual era un comportamiento completamente antinatural para el héroe con complejo de Boyscout. Desde su llegada, no había dejado de teclear frenéticamente en el panel central. Solo por unos instantes uno de los asistentes robóticos alcanzó a leer algunos datos en la pantalla: todo estaba relacionado con la biología kryptoniana. Aquello habría sido motivo de alarma, sino fuera que al ver que Superman parecía físicamente sano, concluyeron que no había nada de qué preocuparse por el momento. 

 

Sin embargo, si analizaban el aspecto psicológico de Kal-El, la situación cambiaba.

 

—¿Debemos responder a la pregunta aunque no sabemos a qué exactamente se refiere? —preguntó la recién diseñada robot, lo que hizo que los demás la miraran para luego negar con la cabeza.

 

—No, dejen que el amo se calme por su propia cuenta —respondió Gary, recibiendo movimientos afirmativos de los demás—. Parece estar en una crisis psicológica y será mejor no interrumpirlo, quizás podríamos empeorar las cosas. Dejemos que el sol amarillo haga su trabajo.

 

La robot quiso replicar, pero al escuchar el golpe seco de la cabeza de Kal-El contra el panel de control, decidió que era mejor callar. Aunque, siendo sinceros, esa estrategia no había dado resultado hasta ahora: según sus registros, era la vigésima séptima vez que el joven amo se lastimaba él mismo.

 

"Debe ser algún tipo de costumbre humana..."

 

—¡¿Cómo?!

 

 

 

-----------

 

 

 

Dias antes

 

 

Clark Kent estaba perdiendo la compostura. Superman, el héroe de acero, el hombre capaz de enfrentarse a los peores monstruos que la humanidad hubiera conocido, estaba al borde de un colapso nervioso. Y aunque había intentado disimularlo, cada día su fachada de tranquilidad se resquebrajaba cada vez más.

 

—¿Te pasa algo, grandulón? —le gritó Guy Gardner uno de esos días, cuando la amenaza de un monstruo gigante había sido suficiente como para que la Justice Gang acudiera a apoyarlo. El claro tono burlón de Guy no pasó desapercibido para Clark; después de todo, acababa de pulverizar a uno de los kaijus con una fuerza muy por encima a la habitual. —Realmente puedo sentir esos rayos láser saliendo de tus ojos.

 

—Cállate, Guy —gruñó Clark, golpeando al siguiente monstruo con más violencia de la necesaria e ignorando la mueca incómoda que se dibujó en el rostro del Linterna Verde ante su respuesta cortante.

 

Cuando la batalla terminó, Superman no se detuvo a saludar a la gente ni a dar palabras tranquilizadoras como siempre hacía. A esas alturas, la simple presencia de las multitudes lo abrumaba. Sabía que su comportamiento levantaría sospechas, pero prefería eso a perder los nervios frente a miles de personas y cámaras. Así que se marchó volando, dejando atrás a una Justice Gang completamente desconcertada.

 

—Algo raro le pasa —comentó Metamorfo mientras observaban cómo Superman desaparecía en el horizonte. Había algo en su actitud que le resultaba inquietantemente familiar, pero no sabía qué. —¿Deberíamos llamar a la señorita Lane?

 

Terrific, a su lado, le dedicó una de sus miradas evaluadoras antes de suspirar. —No me gusta meterme en los asuntos sentimentales de otros

 

Los demás miembros de la Justice Gang se miraron entre sí y, sorprendentemente, decidieron por unanimidad que esta vez Terrific tenía razón.

 

 

 

-----------

 

 

 

Los días de Clark no mejoraban. Había intentado de todo para recuperar la normalidad, pero nada parecía funcionar. Lo peor era que los llantos de bebé no solo perturbaban su sueño, sino también sus instintos. Cada vez que un bebé lloraba, sentía que su pecho iba a estallar, como si algo dentro de él gritara que debía correr y protegerlo.

 

No tenía sentido.

 

Nunca había tenido problemas para controlar sus instintos alfa. Jamás. Ni siquiera durante su presentación, cuando todos sus sentidos estaban al límite.

 

Pero ahora... ahora, solo con escuchar un llanto, su cuerpo entero se tensaba como si algo lo estuviera llamando.

 

—¿Qué me está pasando? —murmuró mientras revisaba, por enésima vez, los archivos de biología kryptoniana en la Fortaleza, buscando alguna explicación.

 

 

 

---------

 

 

 

El punto de quiebre ocurrió tras una misión de rescate desastrosa (que milagrosamente no acabó en tragedia gracias a la ayuda de la presencia de otros héroes). Más tarde, Clark llegaría al Daily Planet con el peor aspecto que nadie recordara haberle visto. Sus compañeros trataron de no decir mencionarlo, pero las miradas de reojo eran tan evidentes que solo lo ponían cada vez más inquieto.

 

No pasó ni media hora antes de que lo mandaran a la oficina del jefe.

 

—Clark, cariño —dijo Lois, entre burla y preocupación—, el jefe quiere verte.

 

Clark sintió que su alma moría un poco se aseguró de gritar internamente antes de responderle a la pelicastaña. Intentó sonreír, pero el resultado fue tan lamentable que Lois y Jimmy intercambiaron miradas preocupadas.

 

Diez minutos después, Clark salía del edificio con una orden de vacaciones para una semana.

 

Por primera vez, casi maldijo su vida. El trabajo era lo único que le mantenía distraído y ahora también se lo habían quitado.

 

Así que hizo lo más razonable que se le ocurrió, se puso el traje de Superman y voló, buscando algo que despejara su atormentada mente. 

 

 

 

--------------

 

 

 

Para su sorpresa, el plan funcionó. Ahí arriba, a kilómetros del suelo, rodeado de nubes, sintió una calma que no había experimentado en meses. Su mente por fin podía tomar el descanso que tanto había ansiado estos últimos meses.

 

Todo iba relativamente bien hasta que su paz fue interrumpida por un grito.

 

No tardó en reconcer el sonido como el llanto de un bebé. Pero había algo diferente en él, algo que no había pasado con los otros llantos que había escuchado en estos ultimos meses. Algo en mente pareció haberse encendió  porque antes de que pudiera procesarlo, ya estaba volando en dirección a la fuente del sonido.

 

 

 

---------

 

 


De todas las cosas que Clark esperaba encontrar al llegar, ninguna se comparaba con lo que vio.

 

Todo sucedió rápido, había atravesado metropolis en un abrir y cerrar de ojos. Destruyó un gran ventanal de alguno de las muchos aticos de la ciudad, solo para terminar aterrizando y convertirse en un escudo humano para proteger a las dos personas que estaban a punto de recibir una bala. Una vez se aseguró que ya no corrian peligro, peleo contra el atacante hasta dejarlo inconsciente..

 

Aquello no fue nada raro. Lo raro vino después cuando se dio cuenta donde se encontraba y al reconocer a quién había salvado.

 

Cuando Clark giró para ver a la otra persona presente en la habitación, sus pensamientos se congelaron, pues en lugar de una mirada de gratitud, lo que encontró fue una mirada llena de repulsión (aunque cierta parte de su cerebro se sintió feliz de volver dichos ojos luego de tanto tiempo)

 

—¿Luthor?

 

El omega aequeó una ceja y apretó al bebé contra su pecho como si Clark fuera el verdadero peligro.


—¿Qué demonios haces aquí, mierda alienígena? —escupió Lex con veneno mientras empezaba a alejarse del superhéroe.

 

Clark abrió la boca para responder, pero no pudo, ya que antes que pudiera decir algo una pequeña voz lo interrumpio.

 

—¡Pa!

 

El llamado del bebé hizo que centrara toda su atención en él y cuando lo hizo quedó desconcertado pues el bebé, el cual se movía en los brazos de su archienemigo, tenía una sonrisa idéntica a la suya. 

 

Clark sintió que su mundo giraba sin parar. No paró de examinar los rasgos del bebé y cada vez se daba cuenta de más coincidencias. Fue después de unos cuantos minutos que se dio cuenta que el bebé frente a él era una copia suya en miniatura. Algo hizo click en su mente cuando su instinto alfa, que llevaba meses fuera de control, se calmó al instante con una sola risita del niño.

 

Eso en vez de calmarlo, lo aterro porque al analizar toda la situación eso solo podía significar una cosa.

 

Ese bebé estaba relacionado con él.

 

Lo cual no tenía sentido.

 

Porque la única opción válida es la opción que implica que dicho bebé ¿era suyo?


Y según lo recuerda, él nunca se había acostado con Luthor.


¿Verdad?


Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de lo que pasaba en su entorno, solo pudo volver en sí cuando movió su cuerpo por inercia para esquivar una bala que había sido disparada en su dirección. 


Ni siquiera tuvo tiempo para quejarse de ello. 


Porque cuando miró otra vez al bebé que seguía balbuciando en su dirección hizo lo que todo adulto responsable haria en su situación.


Salir volando.

 

 

 

------------

 

 


Lex Luthor sin duda había tenido un día horrible, no solo se debió a las diferentes juntas acumuladas que tuvo que atender toda la mañana sino que Conner había estado más irritable de lo normal. Sin embargo, eso no fue lo peor de todo porque algún demente pensó que era buena idea colarse en su ático para atacarlos, lo cual hizo que su día empeorara aún más porque eso generó que apareciera el ser que más despreciaba en este planeta. 

 

—Superman

 

Al no recibir respuesta del criptoniano, que por alguna razón no paraba de mirar a Conner, no dudó en agarrar una de sus pistolas escondidas en uno de los muebles cercanos y disparar al alienigena. 

 

La habitación había permanecido en silencio, a excepción de los balbuseos de bebé, desde que superman posó su mirada en Conner. Esto sin duda lo irritó, porque que derecho tenía el otro a mirar con esa cara de idiota a su bebé; sin embargo, antes que Luthor pudiera hablar, el super hombre salió volando rapidamente cuando su  hijo empezó a balbucea mientras extendia sus manos para llamar la atención del alfa mayor.


Una vez quedaron solos, no dudo en proteger a Conner del rasto de polvo que había levantado superman luego de irse, maldijo mentalmente al hombre por dejarlo con las palabras en la boca y miró a su hijo. 


—Tienes un mal gusto por los "superheroes"—le susurro Luthor  a Conner quien lo miró con un rostro de confusión. —Debería gustarte más Batman, es más genial que un alienigena raro que no sabe como vestirse. 

 

Conner, como era de esperarse, solo aplaudió feliz ignorando el significado de las palabras de su padre.

 

 

Notes:

Clark está perdiendo la cabeza, Lex probablemente esté pensando formas de hacer que Conner se interese por otros superheroes (creo que es canónico que Luthor admira a Batman) y bueno Lois probablemente tenga que aguantar la crisis mental de Clark (aunque será una tía increíble cuando se entere de la existencia del pequeño Conner).

Chapter 5: Tía Lois

Summary:

Clark Kent necesita ayuda

Notes:

¿Ya mencioné que amo Lois?

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

 

—¿Un bebé?

 

—Sí.

 

—¿Un bebé con Lex Luthor?

 

—Ah, sí. Así parece.

 

—¿Cuándo te acostaste…?

 

Antes de que la alfa pudiera terminar su pregunta, fue interrumpida por un Clark visiblemente espantado.

 

—¡Oh, joder, no! ¡No me acosté con Lex Luthor!

 

Lois alzó una ceja, observándolo con una mezcla de burla e incredulidad. Clark, aunque ya no parecía el zombi de semanas anteriores, seguía luciendo como alguien al borde de un ataque de nervios. Y ahora que la raíz de todos sus problemas parecía estar vinculada a Luthor, la situación no estaba mejorando.

 

—Uhm, bien. Bien. Entonces lo que me dices es que, después de meses de no ver a Luthor, te lo encuentras con un lindo bebé que parece ser en miniatura. ¿Eso es?

 

—Sí… —respondió el alfa mientras se dejaba caer en la silla de la cafetería, sintiendo cómo el rubor de la vergüenza se subía a sus mejillas. Además, su pequeño arrebato había atraído la atención de los demás clientes, lo cual solo empeoraba las cosas.

 

—Clark, no sé cómo lo escuches, pero eso suena muchísimo a que embarazaste a Luthor —comentó Lois con una sonrisa maliciosa, intentando contener la risa ante la expresión de puro horror que se formó en el rostro de Superman—. Oye, no te voy a juzgar. Puede que sea un genio calvo malvado, pero tiene su encanto.

 

Lois ya no pudo aguantar más y rompió en carcajadas cuando Clark escondió el rostro entre sus manos, reprimiendo un grito de pura frustración. Quizá estaba siendo cruel, pero era imposible resistirse.

 

—No me acosté con Luthor —repitió Clark, con un tono tan desesperado que parecía más una súplica que una declaración—. ¿No debería acordarme si eso hubiera pasado? Lois, ¡yo no recuerdo nada así!

 

La castaña sorbió su café azucarado mientras trataba de encontrar una explicación lógica para todo aquello. Admitía que era extraño que Clark estuviera convencido de que el bebé tenía rasgos kryptonianos. Al principio había pensado que era una coincidencia hasta que sugirió esa misma idea en voz alta y Clark gruñó con una intensidad que casi hizo temblar su mesa. 

 

—Lo siento —murmuró Clark luciendo avergonzado por dicho arrebato—. Yo no sé qué fue eso.

 

—Está bien, Clark —lo interrumpió Lois, suavizando el tono para calmarlo. Claramente, todo esto lo estaba sobrepasando—. Mira, lo evidente es que tú crees que ese niño es tu hijo. La pregunta es: ¿cómo encaja Luthor en todo esto?

 

Clark se quedó en silencio. Le había contado a Lois todo lo que vio ese día: desde la expresión furiosa de Luthor hasta los balbuceos del bebé extendiendo sus manos hacia él. Todavía sentía cómo algo en su interior se agitaba cada vez que recordaba aquella escena.

 

Sacudió la cabeza, intentando ahuyentar esas emociones.

 

—¿Qué harás ahora? —preguntó Lois mientras terminaba su tercer capuchino. —Mira, si sospechas que es tu hijo, Luthor debería dejar que lo compruebes, ¿no? Aunque no me extrañaría que esto fuera una trampa suya.

 

Clark también lo había pensado. En teoría, ese niño no debería existir. Sin embargo, ahora que lo había visto, no podía sacarse de la cabeza su bienestar. Quería creer que Luthor no sería tan cruel como para usar a un bebé en su eterna guerra personal pero con Luthor nada era seguro.

 

—No tengo ni idea —confesó finalmente.

 

Ambos se quedaron en silencio, bebiendo sus respectivas tazas mientras el café se enfriaba. Ninguno sabía qué decir, hasta que Lois levantó la cuarta taza que acababan de servirle y sonrió con esa expresión que Clark temía.

 

—Clark, ¿recuerdas el plan que propuse para infiltrar a alguien del Daily Planet en LuthorCorp?

 

—¿Sí? —respondió con cautela.

 

Lois le dio un golpecito en el hombro, mientras en su rostro se formaba un gesto de “¿en serio?”.

 

—Pues eso haremos. Te infiltrarás en LuthorCorp para conseguir cualquier información sobre ese bebé.

 

Clark parpadeó, confundido. Aún frotándose el brazo donde Lois lo golpeó, la miró con incredulidad. Era un buen plan… pero no entendía exactamente cómo eso ayudaría.

 

—Deja esa cara de campesino confundido, Smallville. El puesto al que te postularás está cerca de Luthor. Al parecer, ha estado buscando un nuevo asistente personal.

 

Clark se quedó mudo. Por un momento, no supo qué decir.

 

—¿Cómo sabes eso?

 

Lois sonrió con orgullo, como si acabara de coronar una victoria personal.

 

—Tengo mis contactos.

 

Clark solo pudo suspirar. Odiaba la idea de infiltrarse en el territorio de Luthor, pero si eso le permitía resolver el misterio y, de paso, volver a ver al bebé, lo haría sin dudar.

 

Notes:

Espero que les esté agradando la historia 🫂💗 Gracias por sus bonitos comentarios son totalmente apreciados.

La próxima actualización será jueves. En sí dudo mucho que haga durar mucho este fanfic 😅 ya que es más una crack fic que otra cosa.

Chapter 6: Superniñero

Summary:

La misión de Clark

Notes:

Clark estuvo emocionalmente confundido pero al menos para este universo la idea de ser padre no le desagrada tanto. Vamos que Conner es un bebé, así sea un clon, dudo que ese hombre pueda odiar la idea de ser papá de una bebé. Y sino, simplemente encuentren justificación en el dato sobre los bebés kryptonianos que puse en la nota inicial del fanfic.

Asimismo, este AU sucede dos años después de los hechos de la película.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

Clark empieza a pensar que seguir los planes de Lois siempre sacrifica su paz mental.

 

Mira la sala en la que se encuentra, esperando su entrevista con el mismísimo: Lex Luthor

 

¿Cómo había llegado hasta ahí?

 

No tenía idea alguna.

 

Todo pasó demasiado rápido, y eso se devia a la culpa de un pequeño bebé que parecía lo suficientemente inteligente como para escaparse de dos guardaespaldas altamente capacitadas.

 

(Sí, tanto Hope como Mercy actuaban oficialmente como "asistentes" personales de Lex Luthor, pero después de que Diana le contara a Clark que ambas mujeres eran desertoras de su isla natal, era evidente que esa clasificación era una fachada más.)

 

Volviendo al punto:

 

Todo había sucedido hace apenas unas horas.

 

 

 

---------

 

 

Clark no sudaba.

 

Al menos, de eso se había convencido.

 

Después de todo, era Superman. No había nada que pudiera asustarlo.

 

“La paternidad sorpresa, al parecer, sí" escuchó la voz de Lois riéndose en su cabeza, lo que lo llevó a sacudirla físicamente como si eso fuera a eliminarla.

 

No obstante, no pudo evitar darle la razón cuando puso un pie dentro de LuthorCorp y todos sus sentidos se agudizaron, buscándolo. O mejor dicho

 

buscándolos

 

Mientras subía en el ascensor con otros postulantes y empleados, no pudo evitar usar su superoído para buscar los latidos de alguien en particular.

 

Lois lo había mirado raro cuando le confesó que tenía dicha habilidad, aunque no tardó en golpearlo en el brazo cuando se dio cuenta de todas las veces que había fingido no escucharla solo para evitar ser regañado en el trabajo.

 

Pero lo más interesante fue su reacción cuando él, sin pensar demasiado, confesado que perfeccionado esa habilidad para escuchar los latidos de ciertas personas.

 

—¿Aprendiste los latidos del corazón de Lex Luthor?

 

Clark tenía una buena justificación para contrarestar el gesto burlón de Lois.

 

Todo se debía a una ventaja táctica. 

 

O al menos, eso se repetía constantemente para justificar su costumbre

(¿Era esa la palabra? Probablemente tendría que pensar en ello más tarde.)

 

Volvió de sus pensamientos sobre la noche anterior cuando, entre miles de latidos, distinguió los de Luthor. Eran inconfundibles. Y junto a ellos, otros latidos más pequeños y suaves, que solo podían corresponder a un bebé.

 

Por alguna razón, escuchar ese corazón hizo que el nerviosismo en su cuerpo se apagara. Sus instintos alfa se calmaron al instante, deleitándose con el sonido del corazón de su primogénito.

 

“Soy papá.”

 

Esa idea lo había puesto al borde de la locura hacía unos días, pero ahora, razonándolo, no parecía tan mala. Después de todo, el pequeño era un reflejo suyo, y aunque eso involucrara a Luthor de alguna manera, era un problema que decidiría afrontar más adelante. Primero, tenía que asegurarse de que el bebé estuviera bien. Preferiblemente bajo su cuidado.

 

Creía que por eso aceptó tan fácilmente la propuesta de Lois. Su teoría de que Luthor estaba saliendo de su autoexilio justo cuando comenzaba a buscar un nuevo “asistente”, sumada a la información que Clark había dado sobre el bebé, solo podía significar una cosa:

 

Luthor estaba buscando una niñera.

 

—¿Cómo estás tan segura? —preguntó un Clark escéptico mientras mordía su panqueque.

 

Lois solo lo miró con ese brillo de “¿Realmente acabas de hacerme esa pregunta?” y suspiró.

 

—Piénsalo, Smallville. Justo cuando reaparece en la empresa, solicita un nuevo asistente. Uno que, curiosamente, tenga experiencia en el cuidado de niños.

 

—Eso no es lo que dice en la solicitud de empleo.

 

—Te dije que tengo mis contactos.

 

Así que mientras se dirigía con el resto de postulantes a la sala de entrevistas, solo pudo pensar que Lois Lane era una mujer temible.

 

 

 

 

--------

 

 

 

Poco después no tardaron en comenzar a llamar a los postulantes uno por uno. La mayoría eran mujeres que encajaban perfectamente con el estereotipo de niñera salida de una película antigua. Clark casi gruñó al imaginar a alguien más (que no fuera él o Lex, por alguna extraña razón) cuidando del bebé.

 

Pero tenía que comportarse si no quería arruinarlo todo y ser catalogado como un salvaje.

 

Pasaron varias horas y aún seguía esperando. Ciertamente para ser un proceso de reclutamiento cerrado, sin duda había demasiada gente. Había perdido la cuenta de cuántas veces los demás en la sala lo habían observado y susurrado entre sí. Claramente, no encajaba con el perfil que uno esperaría para el puesto.

 

La incomodidad llegó a tal punto que, por un momento, consideró ir al baño a respirar un poco. Pero no tuvo tiempo de moverse, porque justo entonces escuchó un balbuceo demasiado familiar a su costado.

 

—¡Baba!

 

Toda la sala giró en dirección a la pequeña voz. 

 

Clark bajó la vista y casi tuvo un infarto.

 

El pequeño niño se sujetaba de su pantalón con toda la determinación que podía tener alguien de su edad. Clark no tardó en reconocerlo de inmediato.

 

—¡Joven Conner!

 

La voz, acompañada del sonido de unos tacones firmes acercándose, rompió el incómodo silencio que se había formado. Clark se quedó paralizado en su sitio sin saber como reaccionar, no quería levantar sospechas (aunque, honestamente, ya era demasiado tarde para eso).

 

Mercy, la asistente principal de Luthor, no tardó en llegar hasta donde estaban ambos kryptonianos. Ignoró la presencia del alfa e intentó levantar al bebé que se sujetaba de este, pero Conner frunció el ceño cuando la mujer intentó alejarlo y no soltó el pantalón de Clark. De hecho, se agarró con más fuerza.

 

—Oh, Dios —murmuró Clark.

 

Mercy lo miró con una ceja arqueada, y el resto de la sala fijó la atención nuevamente en él. Conner (había tratado de no pensar mucho en que esta fue la lamentable forma en que se enteró del nombre de su hijo), por su parte, parecia feliz de haber sido soltado, lo que le permitió intentar escalar la pierna de Clark. Este, resignado al aparente arrebato del bebé, lo ayudó a subir a su regazo para evitar que se lastimara.

 

Otra mujer no tardó en aparecer en la escena, observandolos con frialdad. Clark no pudo evitar tragar saliva y solo atinó a darles una sonrisa incómoda mientras intentaba entregarles el bebé a alguna de las dos mujeres, aunque eso no pareció funcionar ya que Conner se negó a soltarlo. 

 

 

Y entonces como si las cosas pudieran empeorar aún más. 

 

—¿Alguien me puede explicar por qué están demorando tanto?

 

Y porque claramente el universo odiaba a Clark Kent. 

 

Lex Luthor entró en escena.

 

 

 

--------

 

 

 

 

Conner solo soltó a Clark cuando Lex se acercó y lo llamó. Clark intentó analizar la reacción del omega, pero no obtuvo nada. Luthor no mostró ni odio ni disgusto, simplemente le quitó al bebé de los brazos y se dio media vuelta. 

 

Las asistentes del honbre no tardaron en seguirlo y el trio se marchó por el pasillo, dejando a todos los presentes completamente confundidos.

 

Clark se volvió a sentar en silencio. Ahora no solo era el tipo raro en la sala sino que claramente había llamado la atención del bebé por el cual todos los presentes habían venido a la entrevista. 

 

Por suerte, para su salud mental, solo tuvo que esperar media hora más.

 

Mercy regresó, esta vez sola y no tardó en anunciar que las entrevistas habían terminado. Solo se dirigió hacia él una vez que ambos quedaron solos en la sala de recepción. 

 

—¿Podría esperar unos momentos más, señor Kent?

 

Y así, volvemos al inicio.

 

Ahí estaba, Clark Kent sentado, esperando una entrevista personal con Lex Luthor, mientras se debatia el como sentirse por todo lo que había pasado. 

 

Intentó convencerse que todo había salido mucho mejor de lo esperado

 

Pero no pida engañarse. 

 

Definitivamente había mejores formas de estar en la vida de Conner. 

 

 

Notes:

Lamento mucho haber desaparecido surgieron algunas cosas que no me permitieron actualizar 😭

Prometo que como compensación el próximo capítulo será más largo.

Chapter 7: Problema de bebé

Summary:

Clark está aprendido a lidear con Conner

Notes:

Realmente les debo una disculpa enorme por haberme desaparecido por tanto tiempo. En mi defensa me alcanzó la maldición de escritora de Ao3. Es una actualización corta, pero esta vez si prometo que la siguiente será algo más larga.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Unos pequeños ojos azules miran a otros del mismo tono.
El sonido del chupón resuena por toda la habitación, mientras el concurso de miradas sigue sin detenerse.
Al menos hasta que algo lleno de baba golpea el rostro de Clark.

—Mier… miércoles —dice el mayor, soltando un suspiro mientras se acomoda las gafas y limpia la baba restante de su cara. Puede oír el reproche de su madre como una voz subconsciente, advirtiéndole lo malo que es decir palabrotas frente a los bebés, todo eso mientras la risa de Conner se repite cada vez que uno de sus bloques sale volando y choca contra su cuerpo.

El mayor ni siquiera intenta detener al bebé; a este punto sabe que eso es imposible. Después de todo, parece que Conner nunca pierde la oportunidad de probar sus poderes cuando se quedan solos. Tiene suerte de que hayan pasado ya algunas semanas desde que empezó a cuidar a su propio hijo y se haya ganado la suficiente confianza para evitar que Luthor dejara a una de sus secretarias o algún drone vigilándolos.

Como si fuera una especie de tortura ideada por una mente de menos de un año —lo cual probablemente era cierto—, los poderes de Conner solo salían a relucir cuando Clark estaba cerca.

Al inicio temió que Lex se diera cuenta, pero por fortuna nada de eso ocurrió. Era como si Conner fuera consciente de la humanidad de su otro padre y se negara a revelar que era, claramente, un hijo de Krypton.

Ojalá aquello último fuera del todo cierto, porque eso haría la vida de Clark mucho más fácil.

Todavía recuerda todas las veces que estuvo a punto de ser descubierto. Desde el tratando de disimular la clara superfuerza del bebé simulando torpeza o agarrando rapidamente a un bebé volador antes de que cualquiera de los demás presentes se diera cuenta de ello.

La cuestión era que Conner parecía amar hacer quedar en ridículo al alfa.

—Conner, vamos, dale la pistola a papá —dijo mientras veía al pequeño morder una de las pistolas (la cual no tenía idea de donde había sacado) sin preocupación alguna. El sonido del metal crujiendo bajo el pequeño agarre del bebé fue la única respuesta que recibió.

Superman era consciente de que no debería referirse a sí mismo de esa forma frente a Conner, pero se había vuelto un poco mezquino con ello desde que su hijo no paraba de llamarlo así. Incluso Lex, pese al claro disgusto inicial que intentó disimular, dejó que el bebé se saliera con la suya.

Conner, definitivamente, tenía unos ojos de cachorro divinamente encantadores.

Volviendo al episodio de la pistola, terminó como casi todos últimamente: con Clark recibiendo un golpe directo en la cara antes de que apareciera Lex, lo que hacía que Conner volviera a ser el dulce niño que el empresario creía que era.

—¿Has sido un buen niño con tu padre? —dijo Luthor en tono burlón. El omega había empezado también a referirse a Clark de esa manera solo porque al parecer disfrutaba verlo tartamudear (claramente no era solo un suposición por parte del pelinegro, después de todo las claras sonrisas que adornan los lindos labios de su "enemigo" dejaban entrever algo más)

Y aunque debería sentirse disgustado por ello —después de todo, seguía siendo Lex Luthor quien lo llamaba así—, en el fondo Clark sentía una extraña fascinación.

—Definitivamente debo dejar que T me haga un chequeo… o quizá Gary tenga la respuesta. ¿Debería volver a leer los manuales de Jor-El?

Al caso, pese a sus dudas principales, su “infiltración” como niñero-padre de su hijo estaba resultando mejor de lo esperado. Al menos, en la medida de lo posible.

Porque, a este punto, iba a quedarse igual de pelón que Lex con todo el estrés que le generaban las travesuras de Conner.

¿Por qué el bebé había desarrollado sus poderes tan temprano, cuando los suyos solo comenzaron a notarse al entrar en la pubertad?

Fuera lo que fuese, tendría que lidiar con ello para evitar que Lex descubriera los orígenes kryptonianos de Conner.

Notes:

En compensación prometo escribir pronto otras obras Clex, especialmente que involucren a Conner y ha otros hijos de la ship. Tengo pensado en hacer canon a Bizarro como hijo mayor del Clex (y tengo una justificación para ello, masomenos?)

Idk son fanfics, a veces no hay que buscar tener lógica.

(por cierto, desearían que escribiera un fanfic con contenido explicito de ambos? No prometo que lo haré muy bien, después de todo sería mi primer fanfic de ese tipo, pero quiero un reto así que si tienen alguna opinión o sugerencia al respecto pueden dejarla en la caja de comentarios).

Gracias por leer 🫂💗

Notes:

La película de Superman (2025) realmente ha movido algo dentro de mí y tiktok con los miles de videos acusando a Luthor de hacer babytrap a Superman me dieron motivos para escribir esto a pesar de que no tenga nada que ver 😭