Chapter 1: Capitulo 1 Prólogo
Chapter Text
La noche estaba rota por el rugido lejano de un mundo que se desmoronaba.
Batman sostenía a Damián inconsciente bajo su capa, igual que cuando era un niño y buscaba refugio en su sombra. En aquel entonces, confiaba en él como lo habían hecho todos sus Robins, encontrando seguridad bajo las alas del murciélago.
Antes, aquel gesto era juego y confianza; ahora, era desesperación.
Los demás… hacía tiempo que habían caído. Cada uno se había interpuesto entre la muerte y su hermano menor, protegiéndolo hasta el final, cual tesoro, cual esperanza. Los pájaros mayores protegiendo al último de los petirrojos. Y aunque esa protección había sido un veneno para él, Batman sabía que ninguno se había arrepentido.
Jonathan había sido el último en caer.
Bruce paro un segundo sus ojos cerrándose en una mueca dolorosa.
No logro cumplir la promesa a su viejo amigo.
No logro protegerlo.
Su mano se deslizó instintivamente hacia uno de los compartimientos de su cinturón: allí guardaba reliquias de cada uno de sus hijos, así como de sus aliado. Ese bolsillo, antes encantado para soportar su infinidad de herramientas ahora era portador de su tesoro más preciado. Más que táctico: se volvió sagrado. Un altar a los caídos.
Frente a él, en las pantallas, buscaba frenéticamente. Tenía que haber un lugar: una dimensión desconectada, un refugio. Un sitio donde abrir una grieta y enviar a Damián lejos, fuera del alcance de aquel ser que devoraba mundos.
El multiverso entero estaba desapareciendo. Cientos de tierras ya habían caído, ligas enteras habían luchado… y todas habían fracasado. Esta era la última, y no quedaba mucho tiempo.
Pero él aún quería salvar a su hijo.
Aunque fuera el único que quedara vivo.
Unos pasos resonaron detrás. Batman se tensó, pero no se giró.
Cada segundo contaba.
—Pierdes el tiempo, caballero —dijo una voz femenina, grave y segura—. Incluso si hallaras un mundo, no podrías abrir la brecha ni cerrarla sin dejar rastro. Y ese rastro… sería su condena.
No se detuvo. No podía.
Lo sabía. Lo sabía… pero aún así quería intentarlo intentaría.
Por Damián.
Por Duke y Tim, que fueron los primeros en caer.
Por Dick, que dio su vida protegiéndolo.
Por Cass, Steph y Bárbara, que ganaron tiempo con su sacrificio.
Por Jason, que le hizo prometer que protegería al último petirrojo.
Por Alfred, que los crio y tuvo la suerte de no verlos partir.
Por su familia.
—Puedo detener esto -dijo la voz.
Batman se detuvo y miró a la figura. No era una mujer… no del todo. Era un ser.
—Eres una diosa —dijo su voz segura, no cuestionado, afirmando—. No como los dioses griegos… más fuerte.
Ella sonrió, y en su sonrisa parecía destilarse luz estelar.
—Correcto, caballero de la noche. El dios principal de tu mundo falló la prueba y cayó en la corrupción. Yo tengo el poder que él perdió… y más. Puedo ofrecerte algo: regresarte diez años atrás, con cinco años de ventaja antes de que empiece el desastre… a cambio de un capricho mío.
La cuenta regresiva en la pantalla detrás de él marcaba la urgencia. Nada podía ser peor que quedarse sin hacer nada.
—¿Qué deseas? —preguntó Batman.
-Uno de los mundos que está en mis manos ah terminado su periodo más “critico” en otras palabras su crisis. Eh de decir que fue bastante entretenido. El chico de la fortuna asignado para aliviar la catástrofe también fue bastante divertido. Tanto que me dejo cierto regusto. Por lo que quiero volver a ver la historia, pero con un factor extra.
-Tu afición de ver nuestros mundos como un programa me recuerda a cierto ser- Batman soltó un suspiro triste- Es una pena….
-Si, una total pena que su dimensión hubiese sido la primera en ser devorada, lastimosamente perdí a dos de mis buenos compañeros de series. A decir verdad, esta idea surgió en un principio cuando mi universo estaba por llegar a su cierre, pensamos entre los tres crear un extra con crossover de la batfamily y la superfamily en la UA. Desafortunadamente ellos ya no lo verán, y eso que estaban tan emocionados….- la mujer tenía una mirada de verdadero arrepentimiento.
-Y no podrías simplemente devolverlos?
-Son demasiado poderosos, se volvieron la batería de Presencia, además necesito un medio, y no creo que tengas nada de ellos. Así que no puedo traerlos de regreso como a tus hijos y los súpers.
Batman se tensó, los recuerdos tan preciados saliendo por si mismos de sus cinturón.
Obra de la diosa obviamente
El no lo detuvo solo los vio.
Las insignias de cada uno de sus aliados e hijos saliendo, desfilando frente a él. Caras pasando por su mente cuando las veías
-Por fortuna para ti, el crossover ya estaba prácticamente escrito, y como los seres especiales que somos, las reglas, las metas ya estaban casi completamente escritas y por ende según las reglas cósmicas vinculantes a nosotros. Solo faltaba un factor que ustedes firmaran el acuerdo, o los engañemos para meterse en ello. Mr. Mxyzptlk parecía ya tener todo un plan para engañaros, Batmite estaba seguro que no era necesario y sabia una forma de convencerte, un trato que no podías rechazar. Yo solo los miraba divertida, sus travesuras eran un soplo de briza fresca en la eternidad que era mi vida. Pero me estoy desviando.
A bruce no le importaba, sus dedos rozaron el casco de Jason, el logo de Tim, la máscara de Nightwing recordando sus discusiones, como algunas veces le daban dolor de cabeza, pero le daban calidez a esa fría cueva.
La voz de la mujer lo saco de sus recuerdos.
-Como las reglas por nuestra parte fueron fijadas estas en parte protegieron una parte del ser de tus hijos de los súpers, así como de todos los otros seres en el impidiendo que la Presencia pueda digerirlos por completo eliminando para siempre sus existencias. Pues el trato que quería ofrecerte Batmite tenía que ver con retroceder en el tiempo, sin consecuencias, sin líneas alternativas, sin empeorar las cosas, un buff temporal, una torsión total de la realidad para cambiar un hecho a lo que deseas. Ahora usaremos ese but ya tallado por Batmite en este universo y al ser parte de la batería de Presencia en ese ser para en vez de como chantaje como premio,
-Estas segura que las promesas o como llamas reglas que acepto Batmite puedan afectar a Presencia.
-Para seres como nosotros cuando establecemos promesas o reglas se vuelven parte de nuestro ser, como si fuera ADN obligándonos a cumplirlo queramos o no, como Mr. Mxyzptlk que estableció como condición para venir a este mundo que al decir su nombre al revés tenga que regresar sin poder venir por al menos 3 menses. Por muy renuente que sea tiene que cumplirla. Su existencia misma esta apegado a ello. Así que una vez que asimilo a esos dos, parte de sus reglas se unieron, es una pena que la de Mr. Mxyzptlk no funcione en el pues no tiene lugar al que regresar, las dimensiones y los multiversos son su patio de juego.
-Y cuales son las condiciones que establecieron?
-No puedo decirte solo el trato que te ofrezco, te regresare 10 años atrás tendrás 5 extra antes que todo esto empiece, con tu capacidad no dudo que eso te baste para evitar que Presencia se corrompa
Batman hizo una mueca, si solo lo hubiesen sabido….
Para cuando Constantine le llego con la noticia ya era tarde.
Presencia ya estaba en un punto sin retorno.
-Este era un juego establecido entre los tres, tu premio es el establecido por Batmite, tu recompensa solo la recibirás si cumples todas las expectativas que el tenía para ti. Por mi parte él me hubiese dado una colección de figuritas enteras personalizadas su especialidad. Yo establecí otro premio y otras misiones, mi recompensa ofrecida a ellos era parte de mi poder el equivalente a lo que hubiese absorbido en 500 años por un juego como este me pareció justo y para ustedes un deseo y la de Mr. Mxyzptlk dijo que él nos daría un cupón de libre de bromas por 1000 años y incluso si nosotros no la usamos en nuestra dimensión eso vale mucho, ¿ese diablo no solo atormenta a Superman sabes? Mientras que para ustedes es lo mismo, 5 años libres de bromas de su parte aplicada a todo su planeta. Entre todos el es el más inútil para tu situación.
Batman asintió.
-Cuales son las misiones?
-No puedes saberlas, es parte del chiste, son todas misiones que creamos nosotros pensando en cómo reaccionarían ustedes. Pero ustedes no pueden saberlo. Solo vive, no las busques especialmente pues eso quitara la diversión y hasta te podría desviar de la meta. Cuando todo termine sabrás si lo consiguieron o no.
Batman entrecerró los ojos, pero luego solo suspiro.
Conociendo a Batmite ella tenía razón.
En eso empezó a sentir una presión muy familiar.
La mujer se puso seria.
El ha llegado, no tenemos tiempo. ¿Aceptas caballero?
La mujer le extendió la mano.
Los recuerdos flotaron. La de los Batboys y los Súpers fueron separados del resto.
El resto de sus amigos y aliados encapsulados en luz. La esfera se duplicó: una para ella, otra para él
Ambas desapareciendo en sus interiores
-Este es un pequeño regalo- ella le guiño un ojo- Nos vamos detective?
El hombre se paró cargando a su hijo en brazos, los otros relicarios junto con el cadáver de Superman que había aparecido quien sabe cuándo flotaron asia el mientras la mujer se acercaba y extendió la mano.
Batman aspiro profundamente y luego se la estrecho.
La luz los envolvió.
Chapter 2: Capitulo 2 Donde estamos?
Chapter Text
Dick se levantó agarrándose la cabeza con furia. Un latido sordo palpitándoles las cienes.
Hace mucho que no tenía un dolor tan sordo y seco
Ahora la pregunta era
¿Resaca o golpe?
¿Espera, resaca?
¿Cómo podría tener resaca si estaba muerto?
Él estaba seguro que murió, murió protegiendo a Little D entonces ¿cómo es que está aquí?
¿Y de dónde está aquí?
Escucha un gemido a su lado y abrió los ojos divisando un rostro que creía perdido: Jason, joven, intacto, como antes del accidente. Antes de Joker, antes de Caperucita, antes de la guerra.
El susodicho se volvió a gemir antes de también sentarse agarrándose la cabeza
-Joder no sé cómo sigo dejando que Roy me arrastre a beber
-Ala pequeña
Jason voltea ante la mención del apodo
-¿Polla?
-ALA PEQUEÑA!!
Un abrazo aplastante es lo que recibió.
-Maldición Grayson cálmate!!
En eso parece reconocer el tono infantil de su voz.
-PERO QUE MIERDA!!
-Joder Todd ¿puedes parar de chillar? Juro que si no te callas yo mismo te are callar...metiéndote mi Katana hasta el estomago
-¿Porque mejor no todos dejan de gritar? Siempre intento que duerma y cuando al fin lo hago me vienen con esto.
Se escucharon dos voces quejosas al mismo tiempo
-TIMBO!!!- dijo eufórico Dick mientras se volteaba asia ellos y empezaba una nueva ronda de abrazos efusivos.
-¡¡Dick para, para me arruinas la ropa!!
-Joder Tim bienvenido oficialmente al grupo de muertos y revividos tú también Dicky.
Dijo Jason parándose y dándole unos golpecitos en el hombro a Tim
Este solo rodo los ojos de molestia cosa que le causa un ligero latido de dolor
-¿Muerto? - Tim se agarró la cabeza intentando mitigar el dolor. Este solo empeoraba mientras los recuerdos inundaban su mente.
-Cierto. Yo... yo morí. ¿Pero cómo? ¿Y porque son tan jóvenes?
-No sé, pero me alegra verlos vivos chicos-Dijo Dick Al fin dejando de intentar saltar de un hermano a otro para abrazarlos y llorar. Limitándose a mirarlos con una sonrisa tonta.
Damián se acercó y le dio un golpe a Dick en la cabeza con el reverso de su espada.
-Nunca más vuelvas a hacer algo tan estúpido
Dick solo se río sin culpa
-Es el trabajo de los mayores proteger a los menores Little D. Siempre y cuando tú y B puedan estar con vida no me importaría sacrificarme mil veces más.
-Pues te alegrará saber que ambos fuimos los últimos que quedaban. Padre cumplió con tus expectativas....
Eso lo tuvo todo en segundo
Sabían que los demás al igual que ellos estaban muertos.
Ya estaban agradecidos de ver a uno que regresara.
¿Como podria pedir por todos?
Eso ya sería demasiado
Incluso si los héroes tienden a revivir de entre sus tumbas nunca lo hace todos a la vez.
Amenos que el universo entero sea restablecido. Lo cual si, no parece ser la situación.
Así que no preguntaron por los demás, se hicieron los tontos, los ciegos ignorando al elefante en la habitación.
Pero Batman era diferente
Él no había caído
Lo sabían
Sabían que él no caería hasta el final, y lo dicho por Damián solo lo confirmo.
Ahora la pregunta era
-Oigan- empieza Tim
-¿Y el viejo?
Todos empezaron a buscar alrededor
Pero el prado estaba obviamente vacío.
La sonrisa de Dick empezaba a transformarse de efusiva en nerviosa y algo asustada.
-Los chicos no pensarán...
Tim se veía preocupado empezando a utilizar su computadora de muñeca para ver si lo localizaba.
Es una fortuna que sus localizadores resuenen entre si incluso sin conexión a red.
Por suerte de alguna forma fueron transportados, revividos, rehechos sea lo que sea con sus últimos trajes adaptados a sus formas juveniles, hueso que esta función sigue disponible.
Jason tocando un árbol furioso
-Maldición viejo, diez centavos que no hiciste lo que creo que hiciste
Damián tenía una mirada seria.
-Usualmente este tipo de cosas tiene un precio muy alto.
Un silencio cada vez más sofocante estaba inundando la zona hasta que un pitido de la computadora de Drake los despertó.
-Chicos lo encontré
Esa pareció disipar la tensión del ambiente y sacar un suspiro de alivio a más de uno.
-Que alivio, casi pensé que tendríamos que empezar a planear un asalto al infierno o donde sea que B allá vendió su alma para traernos de regreso-dijo Dick dramáticamente
Damián solo afirmó en confirmar que él lo hubiera seguido de ser así
-¿Y dónde se encuentra el padre Drake?
-Veamos- Tim tecleó un par de veces más antes de girar hacia unos arbustos
Estos empezaron a temblar
-Aquí
Un de apenas dos años, con traje diminuto de Batman y la capucha caída, caminaba torpemente niño cargando una bolsa de agua. Ojos azules, ceño fruncido.
Dick reconocería ese ceño fruncido donde sea y ha pasado por suficientes retrocesos para estar familiarizado con Bruce en cada edad.
—B... —susurró Dick antes de salir disparado cual bala asia la pequeña figura. De un ágil movimiento arrebató la bolsa y se la lanzó a Jason que la agarro por reflejo aun sin reaccionar
Mientras que Dick ya había recogido al pequeño bebé murciélago y empezó a restregar su cara contra la suya
-Waaa B hace mucho no te veo en esta forma. Mira estas mejillas... ¡eres tan tierno así!
Dick estaba tan emocionado de ver a su mentor después de la muerte, y que de paso hace unos momentos pensó que había hecho algo estúpido (otra vez) para revivirlo en una forma tan adorable que sin pensar le mordió la mejilla.
-¡¡Polla!! -gruñó el niño con voz grave, aunque aguda por su edad.
—¡Grayson!
Damián lo rescató de las manos de Dick y lo sostuvo con cuidado.
—Me alegro verte bien, padre.
Bruce los miró a todos, grabando en su mente sus rostros jóvenes, vivos. Por primera vez en años, se permitió relajar los hombros.
-¿Qué fue lo que ocurrió anciano? ¿Como estamos vivos? ¿Porque somos más jóvenes? ¿Dónde estamos?
¿Y los otros? es la pregunta sin pronunciar
Un brillo de dolor y arrepentimiento destilo en sus ojos, pero se recompuso con prontitud.
Le señalo a Damián que se sentara y una vez que lo hizo y el se acomodó bien en sus piernas comenzó a hablar, contándoles sobre el proceso de la guerra luego de sus muertes, así como el trato ofrecido por la diosa.
-Entonces solo nosotros regresamos? No hay forma de traer a Babs, Duke, Cassandra, step, la tía Kane, Starfire, Wally... -dijo Dick melancólico
-Conner, Cassie, Bart, Raven..
-Jonathan, Alfred, Batcroud....
-Roy, Bizarro, Artemisa...
Bruce suspiro
-Los volverán a ver, pero no ahora. Como les dije aún tenemos la oportunidad.
-Si, si complétanos las misiones establecidas por esos locos podemos regresar a antes que todo se fuera al carajo
-Lenguaje pequeño ala
-JODER, PUTA, MIERDA!!
Bruce miró la discusión habitual de sus hijos con alivio antes de regresar su mirada a Damián y tocarle la mejilla para llamar su atención.
-Que pasa padre
-Aunque aún no podemos traer a los demás con nosotros, si hay algunos que regresaron. Solo haz memoria de lo que dije.
Eso pareció congelarse a todos que lo miraron fijamente
-Los súpers, ella dijo que 4 de ellos aparte de supermán también regresaran
Tim no dudó
- ¡¡¡Kon!!! Kon!!! Kon-El... ¡¡CONEEERRR!!
Empezó a gritar
Damián no se quedó atrás y empezó a llamar a su mejor amigo.
-Kent!! Kent!! kent!!! -al no obtener respuestas inhaló profundamente antes de gritar con todas sus fuerzas -JONATHANNN!!!
-Jason estaba igual, aunque su amigo no era miembro oficial del grupo de súpers efectivamente era Kriptoniano así que aún había posibilidad.
-Hola amigo, Bizzaro, BIZARRO..BIZZZZZ!!!
-SUPS, SUPERSSSS, KAL-EL... ¡¡¡CLARKKKKK!!!
Bruce solo los miraba inexpresivo, si no les respondían a ellos mucho menos a él.
Así que solo se quedo quieto mientras sus hijos hacían el trabajo sucio con la mirada en el cielo. Esperando ver una familiar figura azul y roja llegando como siempre.
Pero nada.
Bruce suspiro.
Solo espero que regresaras con bien, Kal-El
En otro lugar
Un joven abrió los ojos confundidos.
¿Creyó escuchar a alguien llamarlo?
Parpadeó confundido, la luz le molestaba después de tanto tiempo en la oscuridad. A su lado, otros jóvenes también despertaban, con miradas perdidas y la respiración agitada: Jonathan Kent sentía un peso extraño en el pecho, Conner Kent se incorporaba y miraba sus manos como si fueran ajenas, Cris Kent se frotaba la frente, tratando de recordar algo—cualquier cosa—y Kara se abrazaba las rodillas, con la mandíbula apretada y los ojos brillando de temor y temor. Cerca de ellos, Clark Kent, aunque parecía tener apenas 4 años, observaba el entorno con ojos calmados, pero a la vez curiosos.
Su memoria estaba medio borrosa; lograba capturar fragmentos y sensaciones, pero nada claro, mientras que los demás no recordaban absolutamente nada de su pasado salvo sus nombres y ese sentimiento de falta de naturalidad. Con sus cuerpos, con sus entornos.
Clark abrió y cerro sus pequeñas manos sintiendo que estaban mal.
¿Debian será más grande?
¿Más fuertes?
En eso una cacofonía de ruidos le inundaron los sentidos casi tirándolo al suelo. Cientos de voces inundando sus sentidos, agobiándolos.
Los otros no estaban mejor.
Soltaron un grito desgarrador
Fue entonces que una puerta se abrió con un chirrido metálico y apareció una figura de rostro serio y puerta imponente: el profesor Makoto Shirogane, docente de la Academia de héroes Shiketsu. Su mirada rápida y calculadora detectó al grupo que estaba haciendo escándalo en el campo de entrenamiento.
¿De dónde vinieron?
Antes que el pensamiento pudiera exteriorizarse un láser le rozo la mejilla.
Ve a una niña con los ojos rojos y la tierra quebrada bajo sus pies.
-¡¡¡Has que se callen has que se callen!!
Clamaba, exigía, la tierra agrietándose cada vez más por la presión que ella ejercía en sus piernas.
El profesor Shirogane miro esto aturdido sin poder procesar adecuadamente el espectáculo que se presentaba ante él. El hombre vio con asombro como ese grupo de niños desplegaban sus dones sin control, algunos frotaban en el aire mientras se retorcían quejándose del ruido mientras otros golpeaban el piso para desquitar su furia y dolor creando cráteres enormes.
En eso pareció reaccionar y saco su arma anestesiante especial para cuando los estudiantes se descontrolaban.
Sin perder el tiempo de disparo.
Pero el proyecto no llegó ni a atravesar la piel de la chica, vio con horror como este rebotaba en el brazo de esta sin siquiera sacar un rasguño.
Aunque eso pareció al fin sacar a la chica de su histeria haciendo que se enfocara en él.
Y eso no era bueno,
Pues esos ojos estaban llenos de intenciones asesinas, todas dirigidas hacia él.
Cuando esta estaba por lanzarle encima una figura más pequeña se adelantó impidiéndoselo. Una mancha negra paso volando, derribándola al suelo.
-¡¡No kara!! ¡¡Alto!!
Al principio fue instinto detener a la mujer, así como las palabras que salieron de su boca.
Más eso parecía ser el detonante que el necesitaba para que algunas de las piezas se dispersaran en su mente al fin se unieran.
Él era Clark Ken, Kal-El, alias Superman, último hijo de Kriptón y héroe de metrópolis. Y esta era su prima Kara Zor-El, Supergirl. Esos tres niños eran...eran sus hijos Jonathan, Conner y Chris Kent.
-Kara escúchame, concéntrate, cierra tus sentidos, solo escucha mi corazón. Busca el sonido de mi corazón y concéntrate en él.
Repetía una y otra vez el niño mientras sujetaba firmemente a la mujer.
Esta al fin se calmó y pareció entender lo que decía el niño, con esfuerzo lo hizo.
Su expresión se relajó, los otros dos también parecieron escucharlo y seguir lo que decía como por instinto y poco a poco volaron asia él.
Aunque había una voz en el fondo de la mente de Kon, de Jonathan e incluso del propio Superman que les decía.
Mal
Mal
Algo está mal.
No es la persona correcta.
No es el corazón correcto.
Pero lo ignoraron.
Superman suspiro aliviado antes de voltear hacia el hombre que los veía asombrado.
-Disculpe el susto, mis eh......hermanos, tuvieron un accidente y perdieron la memoria y por ende el control sobre sus poderes. ¿Profesor Shirogane verdad? ¿De una academia de héroes?
Lo último lo dijo dudoso, no recuerda una academia de héroes, pero la mayoría de sus recuerdos están borrosos, pero aún así está seguro que eso no había en su ciudad natal.
—Eh si- el profesor tartamudeo antes de toser y recomponerse- No tienen por qué temer —dijo, dejando que su tono transmitiera confianza, como para intentar convencer a los niños e infundirles certeza—. Sé que deben estar confundidos, y asustados por su situación, pero si lo desean Shiketsu puede ser el lugar s donde puedan reconstruir lo que han perdido... y aprender a dominar lo que aún llevan dentro- agregado recordando sus poderes, y como se descontrolaron.
Sinceramente Shirogane quería saber cómo estos niños llegaron a su campo de entrenamiento, pero el acaba niño de decir que tuvieron un accidente y perdieron la memoria, aunque eso suena sospechoso la verdad con semejantes poderes que mostraron algo le dice que si hubieran querido asaltar o destruir la academia para ellos hubiera sido solo cuestión de un pequeño esfuerzo.
Y él no quería perder semillas semejantes. Estas serán sus armas perfectas contra la UA
Solo espera Yuei esta generación sin duda nos dará el trono de la Academia número Uno.
Los cuatro adolescentes miraron al unísono a Clark.
Este irguió el pecho y sonrió con confianza al hombre.
Sin saberlo había sacado al Superman en su interior.
Por un segundo el hombre no pareció ver a un niño pequeño.
Sino a un adulto alto y poderoso, inmutable.
Pareció ver a All Might
Shirogane se asusto ante sus pensamientos y sacudió su cabeza con fuerza.
La ilusión desapareció y frente a él seguía ese niño.
-Me gustaría escuchar más sobre eso señor.
El niño empezó a flotar hacia el hombre y los adolescentes lo siguieron.
La verdad él no estaba seguro de seguir al hombre. Pero, algo le decía que en este momento no tenía mejores opciones, su memoria es borrosa, sus niños están aún peor que el al punto que solo mantener el control de sus poderes les lleva toda su energía mental. Necesitan tiempo, adaptarse y recuperarse.
Una academia de héroes suena el mejor refugio temporal que puedes conseguir para ello.
Una voz de barítono profundo parecía regañarlo en su cabeza ante semejante acción precipitada.
¿Pero quién era?
¿Porque su cara y voz le vienen a la cabeza en esta situación?
Chapter 3: Capitulo 3 Instalándose
Summary:
Los batboy adaptandose a este mundo y los supers siendo cuidadosos por primera vez en sus vidas
Notes:
este es un regalo para mis lectora May_Star, los comentarios son mi motivación para subir XD
Chapter Text
Los Batboys llevaban media hora gritando nombres y coordenadas con todas sus fuerzas.
El resultado: silencio absoluto.
No podían creerlo. Incluso usaron el silbato especial con la frecuencia de llamada de emergencia, pero nada.
Finalmente, se rindieron, con las gargantas secas y la voz reducida a un hilo ronco. Se fueron a una esquina, enfurruñados como gatos empapados.
—Cuando los encontremos… se van a arrepentir de ignorarnos —murmuró Tim, medio afónico.
—Haré que lo recuerden toda su vida —añadió Damián, para sí mismo.
Dick se sentó junto a ellos, con la calma del hermano mayor que ya ha visto demasiados berrinches.
—Chicos, lo importante es que estamos juntos. Lo demás… llegará —su voz estaba ronca por el esfuerzo, pero seguía siendo reconfortante.
Un carraspeo interrumpió el momento. Bruce, con apenas un metro de altura, los miraba como si midiera dos. Intentaba proyectar su típica autoridad, pero el efecto era más adorable que intimidante.
Jason escondió una carcajada. Dick se mordió el labio. Tim tosió para disimular.
—¿Terminaron? —preguntó Bruce, con tono de misión.
Nadie respondió, aunque el aire olía a risa contenida.
Bruce desplegó un mapa improvisado y un pequeño holograma azul.
—Por el momento, dejemos de lado a los Súpers. Creo que Superman es más que capaz de manejar cualquier situación que le surja. Más aún porque aquí no parece existir la kriptonita. En cuanto a su falta de respuesta… —entrecerró los ojos— no sabemos si la resurrección o el cambio dimensional tuvieron efectos adversos en ellos. Puede que solo estén debilitados y por eso no puedan escucharnos.
Los chicos asintieron, pensativos.
Ahora que la situación al fin se había asentado, podían analizar todo con más calma.
—Hablando de eso… —Jason se quedó pensativo—, por primera vez desde que me revivieron siento la mente clara… el pozo desapareció de mi cabeza.
Damián lo miró y luego bajó la vista, reflexionando.
—Yo también… creo que por primera vez en mi vida mi mente está en paz, sin necesidad de meditación.
—Parece que la diosa los liberó de la influencia del Pozo de Lázaro en sus mentes.
—Chicos… creo que recuperé mi bazo —dijo Tim, palpándose el estómago.
Eso hizo que todos lo miraran.
Dick se quitó el guante.
—Mis cicatrices no están… —buscó las pequeñas marcas, recuerdos de entrenamientos y batallas.
El silencio volvió a adueñarse de la sala.
—Solo eso ya es una victoria para nosotros —dijo Dick, aliviado.
—Borrón y cuenta nueva, ¿eh? —Jason hizo una mueca—. Tks… mis trofeos se han ido.
Los demás asintieron.
Bruce carraspeó para retomar el hilo.
—La prioridad ahora es descubrir más sobre este mundo. La diosa apenas me dio información, salvo que, en algún momento, ocurrirá una especie de crisis.
—Nuestro pan de cada día… en otras palabras, no te dijo nada, viejo —bufó Jason.
—Jason —amonestó Dick.
—Tks…
—Por eso debemos dividirnos. La prioridad es conseguir una casa segura, información y recursos.
Bruce respiró hondo, ajustando la diminuta capa que le quedaba como un disfraz de juguete. La imagen era ridícula y, a la vez, imponente, lo suficiente para que todos lo escucharan.
—Escuchen: no tenemos tiempo que perder. Vamos a dividirnos.
Dick se cruzó de brazos, con una sonrisa.
—Ah, la clásica charla de “ustedes harán esto, yo haré aquello”… pero en versión mini-Batman.
—Cállate, Ala No-Tan-Pequeña —soltó Jason.
Bruce los ignoró.
—Objetivos inmediatos:
1. Localizar una base segura para operar.
2. Recolectar información sobre este mundo: estructura política, leyes, amenazas potenciales y, en especial… héroes.
3. Establecer una red de recursos y dinero.
—Yo me encargo del tercer punto —dijo Tim, levantando la mano—. El hacking interdimensional es mi especialidad.
Sacó su computadora de muñeca y empezó a teclear antes de que Bruce asintiera.
—Perfecto. Dick, tú y Jason buscarán una base. Necesitamos un sitio discreto, con acceso a zonas clave y rutas de escape.
—Entendido —dijo Dick, aunque miró a Jason con expresión de “esto será un paseo infernal”.
—Genial, trabajo de campo… lo que me faltaba —refunfuñó Jason, revisando su equipo.
—Damián, vienes conmigo. Recopilaremos información directa de la ciudad y observaremos a los héroes locales. Quiero saber cómo operan y si podemos aprovechar su estructura.
---
Con Bruce y Damián – Reconocimiento
Las calles de la ciudad eran una mezcla extraña de modernidad y tradición: rascacielos con carteles luminosos junto a templos antiguos, callejones estrechos con cafeterías ocultas y mercados improvisados.
Bruce y Damián caminaban en silencio, mezclándose con la multitud.
Bruce, en su diminuto cuerpo, pasaba por un niño más, pero sus ojos analizaban todo: cámaras, rutas de escape, zonas de sombra, distribución policial, puntos ciegos.
—Demasiadas cámaras en zonas abiertas… pero muy poca presencia en las calles traseras —murmuró.
—Eso facilita la evasión —respondió Damián—. Pero también significa que los criminales locales saben moverse mejor que los héroes.
—No confíes en lo que ves. Aquí, la “justicia” parece más espectáculo que otra cosa.
—Lo noté. Se comportan como celebridades. No sería difícil infiltrar a alguien en su sistema… aunque no sé si valga la pena.
—Lo vale —dijo Bruce, deteniéndose frente a una plaza—. Controlar el sistema desde dentro nos permitirá proteger a más personas.
Damián lo miró de reojo.
—Como hiciste en Gotham.
—Exacto. Pero esta vez… sin los mismos errores.
Más tarde, en un café con vista a un cruce importante, intercambiaron observaciones sobre patrullas, héroes y reacciones de la gente.
—Padre… ¿en serio estás bien con esto? —preguntó Damián, señalando su pequeño cuerpo.
—El tamaño no determina la autoridad. Ni el alcance.
Damián sonrió apenas.
—Entonces vamos a darles un espectáculo que no olviden.
---
Con Jason y Dick – Buscando refugio
—Te lo dije —gruñó Jason, empujando la puerta oxidada de un edificio abandonado—. El sitio perfecto siempre está en los barrios donde la policía no quiere entrar.
—O donde te meterías tú —replicó Dick, entrando detrás.
Olía a humedad y polvo, pero el espacio y la estructura eran prometedores. Jason iluminó un pasillo largo con una linterna.
—Sótano reforzado… eso es oro puro. Y el techo tiene acceso directo a la azotea.
—Con una antena, podríamos improvisar un punto de comunicación —añadió Dick, tomando fotos.
En el sótano, encontraron una puerta blindada.
—Con algo de trabajo, sería un buen búnker —comentó Jason.
Dick lo miró, sonriendo.
—Extrañaba trabajar contigo. Con los demás siempre intento que no se maten entre sí. Contigo… es diferente.
—Eso es lo más bonito que me has dicho, Ala No-Tan-Pequeña.
En el tercer piso, la vista de la ciudad era perfecta para vigilancia.
—Podríamos vigilar varias rutas desde aquí —dijo Dick.
—Y si alguien intenta entrar, lo recibimos con pirotecnia —añadió Jason.
—Solo asegúrate de no volarnos con ellas.
—Sin promesas.
En silencio, ambos reconocieron que, por primera vez desde su regreso, el lugar se sentía… un poco como casa.
---
Horas después – La base
La “casa segura” que Dick y Jason encontraron no era una mansión Wayne, pero servía: un edificio viejo, semiabandonado, con sótano reforzado y techos lo bastante altos para instalar equipo.
—Tiene potencial —evaluó Jason—. Y con unas mejoras, podría aguantar un asalto.
—Y buena vista —añadió Dick, señalando una ventana desde la que se veía media ciudad.
Unas horas despues
Tim ya había transformado una mesa polvorienta en un centro de mando improvisado, con pantallas mostrando mapas, redes sociales, registros de noticias y bases de datos del gobierno.
—Listo. Fondos asegurados. Y, por cierto, el sistema bancario de este mundo es un chiste —comentó, mostrando varias cuentas recién “reorganizadas” a su favor.
—¿Qué tan ilegal es eso? —preguntó Jason.
—En este mundo, muy. En el nuestro… martes normal.
Bruce, sentado en una caja como si fuera su silla en la Batcueva, golpeó un mapa.
—Informe.
Damián tomó la palabra.
—Primero: como ya habrán notado, no estamos en Gotham ni en EE. UU. Esto es Japón.
La sala entera rodó los ojos ante la obviedad, aunque todos agradecían ser bilingües. Cass los había obligado a practicar japonés cuando estuvo en Tokio, quitándoles el óxido.
—La sociedad heroica aquí está regulada por el gobierno. Hay academias que forman héroes con “quirks”. Su tecnología es avanzada en algunas áreas, pero carecen de nuestra infraestructura de respuesta rápida. Los villanos son más… públicos.
—¿Más públicos? —preguntó Dick.
—Sí. Aquí las peleas entre héroes y villanos ocurren a plena luz del día, frente a civiles, y son televisadas. —Damián frunció el ceño—. Es un circo.
—Y sus poderes, aunque variados, parecen menos destructivos que los nuestros —añadió Tim—. La media de fuerza y resistencia está muy por debajo de los metahumanos de nuestro mundo.
—En otras palabras, podríamos patear traseros sin sudar —sonrió Jason.
—O llamar demasiado la atención —corrigió Bruce—. Perfil bajo, al menos hasta identificar las amenazas.
—Y hay algo más —dijo Tim—. Los sin quirks están prácticamente condenados. Discriminación sistemática, pocas oportunidades laborales, rechazo social y una tasa de suicidio alarmante.
Dick apretó los puños.
—¿Si nacen sin poder, los tratan como basura?
—Exacto. Menos del 20% consigue empleo estable. Y los medios solo hablan de ellos para mostrar “fracasos” o “peligros sociales”.
—Maldito sistema podrido —gruñó Jason—. En nuestro mundo, un héroe se entrena para salvar vidas, no nace de una lotería genética.
—Si esta misión incluye cambiar algo… esto será prioridad —dijo Damián.
Bruce evaluó a cada uno.
—No sé si fue parte del plan de la diosa, pero si entramos en su sistema, podremos usarlo en su contra. Esto… lo vamos a cambiar.
Jason sonrió de forma peligrosa.
—Bien. Nada como derrumbar un sistema social podrido para relajarse.
Nadie dijo nada más; no hacía falta. Acababan de salir de una guerra, habían muerto y regresado en otro mundo, sin la mayoría de sus amigos y familia. No estaban bien… pero lo estarían. Solo necesitaban tiempo y una misión.
—Es raro —comentó Dick—. En nuestro mundo, los héroes no se pasean buscando cámaras, ni revelan su identidad. Aquí parecen estrellas de televisión. Me recuerdan a Buster Gold.
—Un error táctico —murmuró Bruce—. La visibilidad constante los hace vulnerables, pero también les da poder sobre la opinión pública.
Tras un intercambio de tácticas y comparaciones, Bruce cerró la discusión:
—Ya conocemos lo básico. Ahora toca integrarnos sin llamar la atención.
---
Mientras tanto… la Superfamily
El sol de media tarde teñía de dorado las torres de la Academia Shiketsu.
El grupo avanzaba en fila por los pasillos, guiados por el profesor Makoto Shirogane. Sus pasos resonaban sobre el piso pulido, pero Clark apenas prestaba atención a las palabras de bienvenida.
Flotaba unos centímetros detrás del hombre, con los ojos recorriendo cada rincón como un niño curioso… y lo era, pero cuanto más veía, más nervioso se ponía.
Las miradas lo incomodaban. Estudiantes con uniformes impecables, algunos con rasgos físicos extraños —colas, piel de colores, extremidades modificadas— los observaban de reojo y susurraban.
Kara iba detrás de él, con los brazos cruzados y el gesto cerrado, como si todo el lugar le resultara hostil. Jon y Chris se movían con inquietud: Jon observaba cada detalle, Chris se llevaba una mano al pecho de vez en cuando, como si el aire le resultara pesado. Conner tenía la mirada perdida, como si intentara arrancar sus recuerdos de la niebla mental.
Llegaron a un enorme campo de entrenamiento al aire libre.
Al fondo, varios grupos de estudiantes practicaban con sus “dones”: un chico creaba explosiones desde las palmas, otro lanzaba hielo, una chica hacía levitar pelotas metálicas. Los instructores daban órdenes, midiendo tiempos y fuerza con aparatos que parecían de laboratorio.
Clark se detuvo.
Era… extraño. Sentía, con absoluta certeza, que podía hacer mucho más que eso. Más rápido, más fuerte, más preciso. Y lo mismo, de una u otra forma, con los que lo acompañaban.
Lo notó en Jon, que movía los pies como para impulsarse al vuelo; en Conner, que apretaba las manos con fuerza excesiva; en Chris, que giraba la cabeza hacia un ruido lejano que nadie más parecía oír; y en el leve humo blanco que escapaba de la boca de Kara por los nervios.
No entendía todo, pero sí lo suficiente: si se mostraban tal cual eran, destacarían demasiado.
Shirogane se volvió hacia ellos.
—Aquí evaluaremos su potencial antes de asignarles un plan de estudios. Nada de qué preocuparse.
Clark miró de reojo a sus compañeros. Todos estaban tensos. Flotó hasta ellos y habló en voz baja, con una seguridad que lo sorprendió incluso a él.
—Escuchen. No intenten destacar.
Kara frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Porque… —vaciló un segundo— somos más fuertes de lo que parecen aquí. Si mostramos todo, seremos blancos de ataque.
Jon ladeó la cabeza.
—¿Más fuertes?
—Sí. Solo… sigan mi ejemplo. Conténganse.
Cris se acercó un paso, en silencio, buscando protección. Kara suspiró y desvió la mirada. Jon, todavía dudoso, aceptó con un gesto. Conner… seguía mirando un pájaro en un árbol, como si le respondiera a una pregunta existencial.
Shirogane indicó que se colocaran en fila. Otros profesores traían equipos para medir fuerza, velocidad y control. Alrededor, decenas de estudiantes observaban con curiosidad a los recién llegados.
Clark apretó los puños. Recordaba —o creía recordar— que un héroe debía saber cuándo actuar y cuándo pasar desapercibido.
—Hagan lo que yo haga —murmuró, y dio el primer paso hacia la zona de evaluación.
Chapter 4: Capitulo 4 U.A?
Summary:
Por el dia de la independencia de mi pais les doy tres capitulos, mañana tambiens seran 3 por dia del niño. Luego uno por dia. Agradezcan que ya hace tiempo termino boku no hero y yo me quede cuando aun estaban en los dormitorios y ahora me dio ganas de terminarlo e ir a hacer esta cosa de paso. Porque si, necesitamos más fics, y crossovers. Asi tambien a mi super asistente chat gpt, sin el no me animaria a escribir como siempre gracias a mi querida lectora May_Star o que disfrutes estos regalos !!!
Chapter Text
La vieja casa ya no parecía tan muerta.
En apenas unas horas, Dick y Jason habían limpiado lo suficiente para que el aire dejara de oler a polvo y madera húmeda. Tim trabajaba en un rincón, conectando pantallas y cables como si estuviera reanimando a un paciente.
—Listo el generador —anunció Jason, cerrando la caja de herramientas—. Tenemos electricidad estable.
—Y agua corriente —añadió Dick, dejando una llave inglesa sobre la mesa—. No potable... pero algo es algo.
Bruce observaba, sentado en una silla rota que, por la postura, parecía un trono improvisado. La imagen de un hombre de dos años sentado así resultaba extrañamente intimidante.
—Necesitamos más —dijo al fin— Comunicadores, armamento, equipo médico, suministros.
—Dame un día y un servidor público mal protegido —respondió Tim sin apartar la vista de su portátil—. "Pediré prestado" material de depósitos militares y de investigación.
Mientras revisaba archivos de la red local, una ventana emergente apareció en una de las pantallas. Tim frunció el ceño.
—Hm... interesante. "U.A. High School. Academia de héroes número uno del país".
—¿Una academia? —preguntó Dick—. ¿Tipo Hogwarts... pero con spandex?
—Más como una mezcla de West Point y un reality show —respondió Tim, escaneando datos— Tienen un sistema de ingreso exigente... y en unas semanas hay un examen masivo de admisión.
Bruce se levantó de su silla, acercándose con pasos lentos hasta la pantalla. Sus ojos azules analizaban cada línea.
—La diosa mencionó un crossover con algo llamado "U.A.". No fue casualidad que todos ustedes quedaran con cuerpos de quince años.
Damián frunció el ceño.
—¿Estás diciendo que tenemos que entrar en esa academia?
—Estoy diciendo que; si ella preparó esto, la U.A. es un punto clave. Infiltrarnos podría darnos respuestas... y adelantarnos a lo que venga.
Jason se recostó en la pared.
—¿En serio? ¿Clases, exámenes, uniformes? No firmé para esto.
—Nadie firmó, Ala Pequeña —dijo Dick con ironía—. Pero si es parte del plan, lo haremos.
—Quiero saber si permiten animales —murmuró Damián, revisando fotos del campus desde su muñequera—Tienen una zona de entrenamiento enorme.
Bruce los dejó discutir mientras analizaba el patrón. Todo estaba demasiado alineado: edad física, proximidad del examen, comentario de la diosa... demasiadas coincidencias.
—Tim, cambio de planes. La recopilación de datos la llevará Damián. Tú céntrate en crear identidades falsas. Sólidas. Que aguanten cualquier escrutinio.
Tim parpadeó.
—¿Y por qué no lo haces tú?
Bruce lo miró con una mezcla de irritación y resignación.
—Porque mi... condición física no me permite manejar equipos a la velocidad necesaria. —Movió sus pequeñas manos—Esto es ridículo. Si al menos me hubiesen dejado con cinco o diez años...
Jason se agachó con una sonrisita.
—Awww... el murciélago quiere piernas más largas.
—Sigue hablando, Jason —replicó Bruce— y te mando a dormir afuera.
La tensión se disipó con una risa breve de Dick, pero Bruce volvió al tema.
—Esa academia es clave. Las identidades deben ser impecables.
Damián asintió, encendiendo su portátil.
—Entendido. Analizaré la U.A., su estructura, historial y requisitos.
—Yo buscaré todo sobre el examen —añadió Tim—. Y sí, las identidades serán tan reales que hasta tendrán registros médicos, fotos escolares viejas y pagos de impuestos. —Hizo una pausa—. Por cierto, ¿qué haremos con nuestros tutores? Ser huérfanos no conviene. Puedo crear una IA para responder llamadas, pero en visitas presenciales... con ese aspecto, dudo que alguien crea que eres nuestro padre.
—No lo sé, Timbo... —intervino Jason con una sonrisa torcida—. Podría ser divertido. ¿Quién arropa a quién? ¿Él a ustedes o ustedes a él?
—¿Lo lleva al colegio y luego pasa a la guardería? —añadió Tim, siguiéndole el juego.
—Ustedes consiguen novia... y él niñera —remató Dick, levantando las cejas.
Bruce los miró, inexpresivo, contando hasta cien mentalmente para no perder la calma.
—Cruzaremos ese puente cuando lleguemos. Por ahora, di que nuestro "padre" viaja constantemente entre EE.UU. y Japón por negocios. Si tenemos suerte, eso evitará entrevistas presenciales hasta que construyamos una carcasa robótica o consigamos un actor confiable.
Su voz se volvió más grave, inconscientemente adoptando el tono Batman.
—Ahora concéntrense en lo importante. Quiero toda la información posible sobre el examen: reglas, requisitos, pruebas físicas, y cualquier punto débil.
Los cuatro intercambiaron miradas. El viejo —aunque ahora midiera menos que Damián— seguía siendo el mismo estratega de siempre.
Superfamily – Campo de entrenamiento, Shiketsu (Versión alternativa)
El campo de entrenamiento de Shiketsu estaba vivo con ruido y movimiento: golpes secos contra sacos, explosiones controladas, ráfagas de viento y chispas eléctricas que iluminaban el aire. En el centro, un instructor robusto, con bigote y postura militar, daba órdenes con voz de trueno. A su alrededor, varios medidores y aparatos de evaluación parecían salidos de un laboratorio.
Clark avanzaba junto a los demás, con pasos tranquilos y mirada atenta. No era solo curiosidad infantil; evaluaba. Cada línea de seguridad, cada punto ciego, cada gesto de los profesores.
Kara caminaba a su lado, el ceño fruncido y los brazos cruzados. No le gustaba cómo algunos estudiantes los observaban, como si fueran rarezas recién llegadas al circo. Jon y Chris iban detrás: Jon, nervioso pero tratando de sonreír, Chris tocándose el pecho cada tanto, ajustándose a un aire más denso y pesado de lo que estaban acostumbrados. Conner... parecía distraído, pero sus ojos se movían demasiado, como buscando algo que no podía nombrar.
—Primera prueba: fuerza física —anunció el instructor.
Kara fue la primera. Colocó las manos sobre un bloque de acero y lo levantó apenas unos centímetros, fingiendo esfuerzo. Aun así, el metal crujió. El instructor arqueó las cejas y anotó algo, sin apartar la vista.
Jon golpeó un saco de entrenamiento, intentando contenerse... pero el impacto arrancó la cadena del techo y el saco rodó varios metros. El murmullo entre los estudiantes creció.
Clark fue el siguiente. Con su cuerpecito de cuatro años, se acercó a una pesa y la empujó como si pesara lo mismo que una almohada. Fingió que le costaba, respirando entrecortado, imitando a los demás.
Chris corrió en la prueba de velocidad. Mantuvo un ritmo bajo, pero sus pasos generaron una ráfaga ligera que hizo volar papeles de la mano del instructor. El hombre frunció el ceño, mirando su cronómetro como si no creyera el tiempo registrado.
Clark observaba todo en silencio.
Demasiado.
Sus fuerzas estaban muy por encima del promedio de ese lugar. Y eso no solo atraería admiración... también sospechas.
Mientras caminaban hacia la siguiente estación, Clark se acercó al grupo y habló en voz baja, con un tono grave que no pertenecía a un niño.
—Recuerden: imiten, no superen.
Kara giró los ojos, como si fuera obvio. Conner resopló. Jon lo miró con una mezcla de duda y apego. Chris simplemente asintió.
Desde las gradas, algunos estudiantes comentaban que "los nuevos" parecían extraños. Clark lo notó, y esa sensación de alerta se clavó en su mente.
Entonces, algo más fuerte se filtró en su conciencia. Una voz profunda, de barítono, firme, con un tono cortante que atravesaba cualquier ruido:
Ocúltate. Observa. Mimetízate. Y solo cuando estés seguro... actúa.
No era su subconsciente. Lo sabía.
Esa voz era real, de alguien importante en su pasado.
Pero por más que intentaba recordarlo, el rostro no aparecía. Solo la certeza de que debía seguir ese consejo.
Así que respiró hondo, miró al frente y decidió que, al menos por hoy, no llamarían más la atención.
Chapter 5: Capitulo 5 Examen de Ingreso
Chapter Text
La U.A. hervía desde la reja principal. Filas de aspirantes con cara de madrugada, mochilas pesadas y miradas que iban de la ilusión al pánico. La Batfamily miró todo esto con indiferencia.
Dick cargaba a Bruce mientras miraba el enorme edificio con una mirada nostálgica.
—Ah, esa enorme H tan deslumbrante me recuerda a la torre Titán —dijo recargando su mejilla en la cabeza de Bruce.
Los otros tenían cara neutra.
Los responsables de la torre Titán fueron la generación de Dick y el resto tuvo que soportarla, así como Dick fue el que estableció el nombre bat en cada dispositivo de Batman y nuevamente todos tuvieron después que soportarlo.
Las ventajas de ser el primero.
Este hombre... No, ese niño era venenoso.
—Nunca pensé que vería a otra persona aparte de los Titanes con tu mismo mal gusto, Grayson —dijo con sarcasmo Jason.
—Y yo nunca pensé que volvería a hacer fila para un examen —murmuró Dick sin querer defenderse ni a sus amigos ante estas personas miopes y ciegas, medio riendo—. Me siento viejo.
—Eres viejo —dijo Jason sin mirarlo—. En espíritu, mínimo cuarenta.
—Concéntrense —cortó Damián, ya contando cámaras y salidas—. Dos accesos auxiliares a la derecha, personal de seguridad cada cien metros, puntos ciegos en las esquinas del pabellón C.
Tim no levantó la vista de su gafas—proyector.
—Anticoladores en techo, inhibidores de señal activos. Les encanta que todo parezca amable... y luego te muerden con protocolo.
En eso, algo les puso alerta, sus sentidos captando una clara hostilidad. Sin pensarlo, Dick abrazó con más fuerza a Bruce, los otros empezando a adoptar una postura de pelea, pero antes que esta siquiera lograra desplegarse por completo notaron de dónde venían sus sentimientos de peligro y hostilidad.
Un adolescente furioso pasó corriendo a su lado, dejando detrás suyo a un peliverde.
Luego vieron que este niño de pelo de alga casi se cae y es atrapado por una chica que lo hacía flotar.
—Esa es una habilidad bastante útil como apoyo —dijo objetivamente Tim.
—La veo en misiones de rescate —asintió Dick.
Saliendo completamente de su estado de alerta luego de ver el pequeño melodrama juvenil.
Nada como un futuro amor joven para relajar a uno. El poder de un buen chisme es asombroso.
Empezaron a dirigirse a un banco y colocaron a Bruce en él.
Pues el "hermanito de dos años" tenía que estar afuera esperando a sus hermanos.
El niño sacó un cuaderno y lo puso entre sus manos, la mirada demasiado adulta para su edad tapada por su flequillo mientras bajaba la cabeza inspeccionándolo. Alzó la vista un segundo, midió patrones de patrulla, inclinó la cabeza y volvió a repasar los planos.
Con voz inocente que sacó un estremecimiento interno de sus "hermanos" dijo:
—Suerte en el examen, onii-chans, Bru los esperará afuera.
Suficiente por ahora, pueden ir al auditorio. Era el significado.
Los chicos asintieron y cada uno revolviendo el cabello del niño antes de irse (porque no desaprovecharían la oportunidad) desaparecieron en el flujo hacia las aulas.
El zumbido de los fluorescentes, el raspado de sillas, el rumor de cien respiraciones. En la pantalla frontal: EXAMEN ESCRITO – 60 MINUTOS POR SECCIÓN – Pausa de 30 minutos entre cada una. Secciones:
1. Conocimientos generales (matemática, ciencias, historia)
2. Marco legal y ético del heroísmo
3. Análisis táctico y gestión de riesgos
4. Primeros auxilios y respuesta inmediata
Un profesor pasó lista; otro colocó cajas con hojas selladas; un tercero vigiló el techo como si esperara que alguien escalara por ahí (alguien como Dick, por ejemplo).
—Nada de dispositivos —anunció la mujer del frente—. Cualquier intento de copia, expulsión inmediata.
Tim ya había detectado los tres sistemas antitrampa antes de que terminara la frase: cámaras ojo de pez, sensores de espectro y un barrido irregular de RF. Sonrió por dentro. Bonito, pero básico.
—Empiecen.
Tim leyó una página, luego otra. Su lápiz empezó a correr limpio, con diagramas minúsculos en los márgenes: líneas de comunicación, flujos de evacuación, ecuaciones simples para estimar colapso de estructuras. Terminó la primera sección demasiado rápido y fingió repasar para no cantar bingo.
Damián escribió con caligrafía quirúrgica. En Ética, definió escalamiento de fuerza y prioridad de rehenes en cinco líneas exactas. En Riesgos, trazó triángulos de amenaza y rutas de extracción con una precisión que haría llorar a un instructor militar.
Dick abordó los casos de estudio como líder: minimización de daño colateral, contención emocional de civiles, coordinación con equipos externos. Añadió notas sobre poscrisis y comunicación pública. El de gafas cuadradas dos filas adelante (demasiado correcto para su propio bien) lo miró de reojo; Dick sonrió por cortesía y volvió al papel.
Jason apretó la mandíbula en "Marco legal": respuestas cortas, certeras, sin adornos. En "Primeros auxilios" clavó protocolos que la calle no perdona: shock, hemorragias, vía aérea, inmovilización. Tachó un "lo derribo y ya" y lo reescribió como "contención inmediata del agresor con mínimo uso de fuerza". Más bonito para el jurado.
En la última hoja, problema integrador: Villano con don de impacto en zona urbana densa. Recursos limitados. ¿Procedimiento?
—Dick: contención-distracción, canalizar tráfico humano, triage en anillos.
—Tim: segmentación del terreno, corte de suministros, deshabilitar vector de poder con herramientas del entorno.
—Damián: neutralización focal, sellado de perímetro, rotación de cansancio del oponente.
—Jason: derribo rápido, cero espectáculo, cero víctimas.
El reloj cayó a 00:00. Lápices abajo. Un profesor pasó recogiendo; otro cruzó datos en una tableta. Nadie de los cuatro miró a nadie, pero el gesto mínimo en sus bocas decía lo mismo: pasamos.
En la mesa de control, un trío de docentes revisaba muestreos.
—Perfil maduro para su edad —comentó uno.
—Demasiado, no parecen copiados de las acciones de los héroes vistas en televisión como los demás —murmuró otro.
—No, parecen mejores —terminó uno con una sonrisa mientras subrayaba varios números de asiento que, casualmente, compartían aula.
Inconscientes de un niño que los escuchaba desde afuera con un jugo en la boca y un micrófono en el oído.
Nadie sabía en qué momento había colocado micrófonos en cada uno de los docentes de la evaluación, o instalado la minicámara desde donde los espiaba en sus lentes de contacto especiales.
Nuevamente agradecido a la diosa de mandarlo con su equipo intacto.
La mañana pasó volando y luego de una buena pausa de dos horas para descanso y almorzar llegó la segunda ronda de exámenes.
Un hombre rubio con un bigote de villano de película de los noventa y una voz que parecía querer competir con la de Black Canary fue el que los recibió esta vez.
Se paró en el escenario pavoneándose, como si no estuviera en un salón de exámenes sino que en un escenario.
Era el héroe Present Mic que actualmente ocupa el puesto número 42 en la clasificación de héroes.
—¡¡BIENVENIDOS A MI SHOW EN DIRECTO!!! ¡¡QUE TODOS DIGAN HEY!!
El silencio inundó el cuarto.
Dick sintió sincera pena por el hombre, así que levantó las manos animado y soltó un: —¡HEEEYYY!— muy fuerte y animado.
Sus hermanos se taparon la cara de vergüenza.
—¡ESE ES EL ÁNIMO, PEQUEÑO OYENTE!! ¡¡Y HABLANDO DE ÁNIMO, SE ME VIENE UN ESCALOFRÍO POR LA ESPALDA, OYENTES, PUES OS DIRÉ CÓMO VA ESTO!!
Damián sacó su mano de su cara para mirar al hombre en el escenario a regañadientes.
Intentando concentrarse en lo que decía el ruidoso hombre, aunque los murmullos del molesto peliverde a su izquierda le estaban poniendo de los nervios.
Por fortuna, la rubia con aura de muerte lo hizo callar antes de que él mismo lo hiciera.
—¡AHORA PRESTAD ATENCIÓN, OYENTES!! ¡VAMOS A PONER A PRUEBA VUESTRO ÁNIMO EN UNA PRÁCTICA DE CORRER DIEZ MINUTOS EN NUESTRA RÉPLICA DE CIUDAD DISTRITO!
¡PODÉIS ELEGIR EL BLOQUE QUE QUERÁIS, CADA UNO VAYA AL ÁREA DESPUÉS DE LA PRESENTACIÓN, ¿DE ACUERDO?!!
Los Batboys se animaron ante esto.
—Oh, esto sin duda supera nuestras simulaciones virtuales. ¿Por qué B nunca nos preparó una ciudad entera para practicar? —dijo animado Dick.
Tim rodó los ojos.
—Porque sería una enorme pérdida de dinero y recursos; tener que volver a reparar todo después de cada uso no vale la pena —dijo con el corazón adolorido pensando en sus días como cabeza de la empresa.
Jason solo bufó de burla.
—Lo dices como si no tuvieras que reparar la sala de entrenamiento cada semana, y la Atalaya una vez al menos cada tres meses.
Tim quería defenderse, pero era imposible; solo ladeó la cara enfurruñado.
—¡VAMOS A ESPARCIR UN GRAN NÚMERO DE "VILLANOS" POR TODO EL CAMPO DE BATALLA!! ¡Y APARECERÁN TRES VARIANTES DIFERENTES CON PUNTOS DE VALOR DE ACUERDO A SU DIFICULTAD!! ¡USANDO VUESTRAS HABILIDADES INDIVIDUALES, VENCED TANTOS "VILLANOS" COMO PODÁIS!! ¡VUESTRA META, OYENTES, ES CONSEGUIR LAS MEJORES PUNTUACIONES!! ¡¡Y NO PENSÉIS EN ATACAR DIRECTAMENTE A OTROS COMPETIDORES O A CUALQUIERA QUE NO SEA DEL ELENCO ANTI-HÉROES, PUES ESO VA EN CONTRA DE LAS REGLAS, ¿DE ACUERDO!!
Dick se balanceaba en su asiento, dos patas en el aire, una sonrisa divertida en su rostro.
—¿Les apetece una pequeña competencia, chicos?
Jason, que se sentó a su lado, tenía la cabeza apoyada en su mano con una mirada perezosa hacia el profesor.
—¿Robots o puntos generales?
Tim alzó la mirada al techo, pensativo.
—¿No tendríamos que contenernos? Digo, a B no le gustaría que llamáramos la atención.
Dick se encogió de hombros.
—De todos modos, ya acordamos poner esta escuela, y prácticamente esta sociedad, de cabeza cuando acordamos colocarnos sin Quirks en nuestras identificaciones.
Jason sonrió depredadoramente ante ello, la energía empezando a regresar a su cuerpo mientras se ponía en una postura sin duda mucho más peligrosa.
—Es verdad, eso es prácticamente un pase libre en el idioma Bat.
—Entonces voto por modo entrenamiento; los estándares de ellos son muy bajos y podemos terminar empatando, mientras que si nos concentramos en los robots, los otros concursantes terminarán odiándonos —Tim suspiró quejoso—. Al menos quiero pasar la primera semana sin miradas de odio y recelo; ya después, cuando nos conozcan, estas pueden venir.
Los demás asintieron dando a entender que estaban también de acuerdo con esa idea.
Y así se decidió una competencia dentro de otra. Sin que uno de los integrantes esté al tanto, pues lastimosamente no llegó a sentarse con ellos.
En eso, un chico se para señalando una hoja y gritando hacia el profesor con una voz que gritaba NIÑO RICO Y ESTIRADO.
—Perdone, ¿puedo hacer una pregunta? ¡En el folleto, está puesto que hay cuatro tipos de Villanos!! ESTE TIPO DE ERRORES DEBE SER MUY VERGONZOSO PARA UNA ACADEMIA DE PRIMERA CATEGORÍA COMO YUUE!! ¡¡LA RAZÓN POR LA QUE ESTAMOS AQUÍ ES PORQUE QUEREMOS SEGUIR EL CAMINO DE SER HÉROES MODELO!!
En eso voltea hacia Damián.
Los Batboys se animan; algo divertido estaba por pasar.
—Además, ¿qué pasa contigo? ¡Sí, tú, chico del pelo encrespado!
Eso desanimó a los jóvenes; al parecer no iban a ver al pequeño gremlin peleando.
Y luego voltea a verlos a ellos.
—¡Y ustedes también!
—¡Todos ustedes no han estado parando de hablar y reír! Si creen que Yuuei es un camino de rosas, entonces vete de aquí de una vez.
Los Batboys abrieron los ojos y la boca ante el ataque inesperado.
Damián temblaba de la risa contenida.
El chico peliverde se disculpó.
Cuando Jason estaba por maldecir, Present Mic habló.
—¡¡OKAY, OKAY!! ¡GRACIAS POR EL AVISO, EXAMINADO 7111!!! EL CUARTO TIPO DE VILLANO QUE ENCONTRARÁN DA CERO PUNTOS; LOS LLAMAMOS TRAMPAS DE ARENA!!!! ¿ALGUIEN HA JUGADO MARIO BROS ANTES?!! ¿RECORDÁIS ESA COSA QUE OS PERSEGUÍA?!! PUES ES ALGO SIMILAR; EN CADA ÁREA, NUESTRO ARTILUGIO APARECERÁ CUANDO HAYA UNA MULTIDUD!
—Ya veo, parece que es una de esas fases que debemos avanzar y esquivar. ¡Muchas gracias por la explicación!
—¡¡BUENO, ESO ES SUFICIENTE PARA MÍ!! ¿COMO CIERTO HÉROE LLAMADO NAPOLEÓN BONAPARTE DIJO UNA VEZ?!! UN VERDADERO HÉROE NUNCA SE DEJA VENCER POR LA ADVERSIDAD EN LA VIDA!! ¡¡AHORA VAYAN AL EVENTO PRINCIPAL, PLUS ULTRA!!
El salón entero gritó de emoción.
Jason se levantó con una sonrisa furiosa en los labios y una sien palpitándole.
—Oh chico, ahora sí que estoy encendido. Voy a mostrarles a esos santurrones quién es el que se toma esto como un juego. Esas pequeñas mierdas ni siquiera saben en lo que se meten y se atreven a hablar tan alto.
Dick se rió feliz, también parándose y empezando a estirarse.
—Vamos, Ala pequeña, no te enojes con los niños —su sonrisa se amplió en algo más depredador, sus ojos cambiaron, otra risa, ahora una que envió recorridos de emoción y escalofríos a sus oyentes, salió de sus labios
—. Es hora de que los pajaritos empiecen a volar~
Chapter 6: Capitulo 6 Examen de Ingreso parte 2
Chapter Text
-Es hora de que los pajaritos empiecen a volar~
Robin había tomado el control.
No es como si no lo hubiesen notado, como si batman no se los hubiese advertido, pero verlo, escucharlo.
Estos cuerpos juveniles podían afectar un poco sus emociones.
Y esta vez el afectado fue Nightwing Robin original
Y algo de ese pasado salió a flote.
Jason y Tim se miraron una la llama también ardiendo en sus ojos. Sus Robins también habían despertado, esa excitación infantil, esa competitividad y ese ánimo juguetón estaban saliendo.
Nightwing fue el primero en moverse.
No hubo señal ni aviso; solo un destello en su mirada y, de pronto, salió disparado.
Saltó de mesa en mesa, usando incluso a un par de estudiantes como trampolines improvisados. Cada impulso lo elevaba más, y de vez en cuando alguna acrobacia compleja arrancaba un murmullo de asombro. Una risa clara reverberó en el auditorio antes de que desapareciera por la puerta, cuando muchos aún ni siquiera habían reaccionado.
Jason y Tim no se quedaron atrás.
Un par de manchas negras salieron tras el pájaro mayor, con la urgencia de quien persigue la próxima caza.
Llegaron al punto de partida con tiempo de sobra.
De inmediato buscaron posiciones elevadas: Dick se estiraba para mantener el cuerpo caliente mientras calculaba dónde se aglomerarían más robots y trazaba mentalmente la ruta más rápida; Jason y Damián miraban disimuladamente hacia los puntos donde sabían que había profesores listos para intervenir al menor indicio de alarma, memorizando sus ubicaciones y preparando sus propias rutas; Tim ya recreaba una versión en miniatura de la ciudad en su computadora de muñeca.
Los estudiantes comenzaron a llegar poco a poco. Muchos se habían cambiado a ropa más cómoda, pero los pájaros permanecían indiferentes. Desde la primera prueba ellos ya estaban listos.
Sus ropas eran siempre las mismas: sudaderas holgadas —bastante grandes, dicho sea de paso— que cubrían el Kevlar y los cinturones de equipo. Dick llevaba una azul, Jason una roja, Tim una amarilla y Damián una negra. Pantalones militares y botas reforzadas completaban el conjunto.
La cuenta regresiva terminó. Las puertas se abrieron.
Dick fue el primero en moverse, ágil como un felino. Trepaba sobre los robots y, con sus palos de esgrima, los deshabilitaba ya fuera con una descarga eléctrica o un golpe preciso en su monitor central. Ganaba puntos con elegancia, moviéndose sin apenas tocar el suelo, pasando de un enemigo a otro como si flotara. Profesores y estudiantes lo miraban con asombro.
Jason avanzaba directo, contundente: ataques rápidos y certeros, pero siempre evitando explosiones exageradas. No era tan llamativo como Dick, pero su puntería —capaz de alcanzar un punto vital a metros de distancia— llamó de inmediato la atención de cierto profesor con sombrero vaquero.
Tim combinaba movimientos evasivos con ataques quirúrgicos a sensores y articulaciones. Su bo servía tanto para derribar objetivos como para impulsarse y ganar terreno, en más de una ocasión lanzándolo como jabalina antes de recuperarlo con un giro.
Damián... bueno, Damián no sabía lo que era contenerse. Sin embargo, lo disimulaba con técnica impecable: cortes precisos, movimientos limpios y objetivos neutralizados en segundos, como si todo formara parte de un entrenamiento controlado.
En cuestión de segundos, ya dominaban el terreno. No intercambiaban palabras, no lo necesitaban: la coordinación estaba grabada en sus reflejos, y cada uno sabía exactamente dónde y cuándo moverse.
Momentos antes del examen
Bruce acababa de despedir a los niños, preparándose para continuar espiándolos desde las cámaras, cuando una sombra se acercó a él.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
Sin siquiera pensar, su mano se dirigió inconscientemente al bolsillo, apretando una bomba de humo somnífero en ella.
No había forma: este cuerpo no era ni capaz de correr en forma, mucho menos de pelear.
No tuvo que esperar mucho para que algo extraño ocurriera. Un hombre alto, con gafas oscuras y una sonrisa desagradable, se acercó demasiado.
—Vaya... ¿y tú qué haces solito aquí, pequeñín? ¿Quieres ver algo divertido?
Bruce lo miró con frialdad.
—Si das un paso más, voy a gritar. Y si das dos, vas a lamentarlo.
El tipo soltó una risita. Estaba a punto de estirar la mano cuando una voz seca interrumpió:
—Retrocede.
Aizawa Shouta, con su bufanda de captura colgando del cuello, estaba detrás del hombre. Sus ojos cansados se clavaron en él, pero su postura dejaba claro que no toleraría tonterías.
—¿Vienes conmigo o quieres que te arrastre? —le dijo al desconocido.
El sujeto retrocedió, pero no lo suficiente. Un segundo después, Aizawa ya lo tenía inmovilizado contra una pared, bufanda enrollada en sus brazos.
—Te vas a seguridad. Ahora.
Bruce arqueó una ceja, evaluando al héroe. No parecía impresionado, pero sí tomó nota de la eficacia.
Su expresión evaluadora se volvió tonta y asustada cuando este regresó a verlo.
Era hora de que Brusi Wayne, el príncipe de Gotham, entrara en acción.
—¿Y tú? —preguntó Aizawa, mirándolo—. ¿Hermano menor de algún aspirante?
—Exacto. Vine a esperar... pero parece que no es seguro aquí afuera —sollozó con leves lágrimas en los ojos.
—Ven conmigo. Esperarás en un sitio mejor —Aizawa no se dio cuenta de que su tono se suavizó mucho mientras extendía la mano para recoger al niño.
Lo llevó hasta la sala de observación, donde varios profesores de la U.A. se reunían frente a pantallas gigantes. Bruce, pequeño y serio, se acomodó en las piernas del hombre mayor, esperando ver la actuación de sus hijos.
Presente
Desde la sala de observación, Bruce seguía cada movimiento. No solo los de ellos, sino también los de los demás aspirantes.
—Coordinación impecable —comentó Cementoss, observando a Dick y Jason cubrirse mutuamente.
—Se mueven como si hubieran entrenado juntos durante años —añadió Midnight, impresionada.
Aizawa, en cambio, no decía nada. Solo miraba la pantalla y luego a Bruce, como si intentara encajar una pieza del rompecabezas.
Cuando apareció el robot gigante, el caos se desató. Muchos aspirantes huyeron, pero los Wayne se miraron brevemente y ya sabían qué hacer: guiar la evacuación y proceder con el rescate, mientras uno creaba un perímetro de acción para el objetivo.
Jason empezó a disparar al robot, llamando su atención y comenzando un juego de tira y afloja, mientras que sus hermanos ayudaban a los asustados estudiantes a entrar en razón y disminuir las bajas.
Una estampida humana nunca es un juego.
Menos si la mayoría de ellos tiene poderes.
Bruce asintió para sí mismo. Una parte evacúa a los civiles mientras la otra enfrenta la amenaza.
Ese robot no podía quedarse; su interferencia solo haría más daño que bien.
La explanada tembló. El sonido metálico del robot Cero retumbó en cada rincón del campo de pruebas. Aspirantes gritaban y corrían mientras la gigantesca máquina avanzaba, su sombra cubriendo edificios enteros.
La situación era un caos, pero mucho mejor que al principio, más controlada, lo suficiente para que los chicos pudieran liberar sus manos.
En la pantalla de la sala de observación, Bruce vio a sus hijos dispersarse con precisión calculada una vez que lo creyeron adecuado. Ninguno parecía entrar en pánico.
—No están reaccionando como el resto —comentó Vlad King, intrigado.
—Esos cuatro no son novatos —murmuró Aizawa—. Prácticamente cambiaron el escenario de un caos absoluto a uno moderado.
Un mamífero blanco saltó al hombro de Aizawa.
Bruce lo miró brevemente.
Este le devolvió la mirada, una sonrisa cada vez más amplia en su cara.
—Esto cada vez se vuelve más interesante...
En el campo
Dick evaluó la situación desde lo alto de un muro derrumbado.
—Ese monstruo es básicamente un tanque con patas. No da puntos...
—Y está distrayendo a todos de la verdadera misión —interrumpió Tim, ya escaneando las rutas de escape.
—Entonces que se encarguen los demás —gruñó Jason, aunque su mirada se desviaba a algo en el suelo.
A pocos metros, una chica con el tobillo atrapado bajo escombros intentaba liberarse. El robot Cero se acercaba rápido.
—Cambio de planes —dijo Damián, ya moviéndose.
—Tsk... sabía que ibas a decir eso —resopló Jason, siguiéndolo.
En segundos, Dick estaba deslizándose por un cable improvisado, Tim cortando los restos de metal que bloqueaban a la chica, Jason levantando los escombros con un empuje controlado, y Damián cubriendo la retirada mientras preparaba el plan para derribar al coloso en el menor tiempo posible, de ser necesario.
Lo hicieron sin palabras, como una coreografía ensayada mil veces.
Desde arriba, Bruce no apartaba la vista.
Estaban en su elemento. Incluso en un entorno desconocido.
Pero antes de que el menor tuviera que ejecutar un movimiento, una mancha verde pasó a su lado volando y derribó al robot.
Los profesores exclamaron emocionados.
Los estudiantes se congelaron, asustados.
Los murciélagos lo miraron indiferentes, pero con un toque de aprobación.
Y Bruce, sin querer, lo miró inquisitivo, analizando la capacidad de ese poder, comparándolo con las potencias de su mundo, evaluando su nivel de amenaza.
Sus ojos, por un momento, dejaron atrás la confusión infantil de su papel para mostrar su verdadero yo.
Nadie lo notó.
Nadie salvo un pequeño roedor que lo observaba con atención evaluadora.
En la sala de observación
Midnight sonrió con emoción.
—Esta generación parece bastante interesante. Ese niño aniquiló a Cero de un golpe, esa niña logró rescatarlo en el aire y ese cuarteto no solo tiene habilidades... sino que sabe trabajar en equipo. Eso es raro a esta edad.
Cementoss asintió.
—Y ninguno intenta robar protagonismo. Se adaptan a la situación. El peliverde también; aunque su desempeño anterior fue decepcionante, en el momento de la verdad fue uno de los pocos que supo cómo actuar.
Aizawa, sin embargo, no se dejó llevar.
—Fue imprudente. Si la chica no lo hubiese rescatado, habría terminado con casi todos sus huesos rotos. Y los otros... o son extremadamente disciplinados, o están ocultando algo.
—Hablando de eso... ¿cuáles son sus habilidades? Creo que aún no los he visto usarlas —intervino Sekijiro—. La de ese peliverde también; su potencia es increíble, me recuerda un poco al gran amarillo.
—Yo apuesto a que el de capucha roja tiene como mínimo una habilidad de tiro. Esa puntería es encomiable.
Bruce formó una sonrisa secreta de orgullo que rápidamente reprimió.
La rata en el hombro de Aizawa jugueteaba con una tableta. De repente, una carcajada bastante sonora salió de su boca.
—Oh, estos chicos se vuelven más y más interesantes.
—¿Qué ocurre, director? —preguntó Aizawa.
Este saltó a la cabeza de Bruce para alzar la tableta y que quedara frente a su cara, mostrándosela al pelinegro.
—Estos cuatro niños son hermanos, y por si fuera poco, todos son pequeños sin Quirks.
La sala entera se quedó en shock antes de abalanzarse hacia el pelinegro para leer la información, intentando entender cómo era posible. Incluso el otro niño y su similitud con All Might quedaron en segundo plano.
Bruce hizo una mueca de molestia sin comentar nada.
Tuvo que contener una carcajada al ver cómo empezaban a discutir por quién se quedaría con sus hijos. Rápidamente, el cuarteto se volvió el objetivo más deseado. Las habilidades que habían demostrado, junto con la obvia determinación para adquirirlas, dejaban claro que no temían al trabajo duro.
Ese tipo de estudiantes siempre eran los preferidos por los profesores.
Su orgullo y sus sentidos, algo embotados tras un largo día en ese cuerpo infantil, no le permitieron notar cuando cierto roedor le quitó disimuladamente un cabello con su cola.
La sonrisa de Nuez se amplió aún más.
Aun así, tenía que calmar a sus empleados, pues Vlad King estaba por retar a un combate a Aizawa por el derecho sobre el cuarteto.
—Ahora, ahora, queridos profesores, eso no es necesario. He decidido añadir dos plazas más en cada clase para esos estudiantes, y podrán dividirse al grupo a la mitad —dijo feliz la criatura.
A Bruce se le escapó una pequeña sonrisa.
Esa rata era astuta.
Si añadía dos plazas en lugar de usar las existentes, en un futuro, cuando se revelara a los medios la condición de sus hijos, nadie podría atacar a la academia diciendo que le quitaron la oportunidad a otros habilidosos estudiantes con Quirks. Esas plazas no habrían existido sin ellos. Sin oportunidad, no hay queja.
Es mejor cortar las críticas de raíz.
Vlad King pareció no entender las intenciones de su jefe, pero rió contento de tener dos genios en su clase. Aizawa, por el contrario, tenía una mirada de comprensión y sonrió con complicidad a la quimera de mamífero.
En la salida, los aspirantes se dispersaban. Los cuatro chicos salieron frescos y animados, como si hubiesen vuelto de una salida recreativa en lugar de pasar la tarde combatiendo robots.
—Onii-chan, ¿cómo te fue? —preguntó Bruce con voz infantil, aunque ya sabía la respuesta, mientras corría a abrazar la pierna de Jason, pidiendo que lo levantara.
—Como siempre —respondió Dick con una sonrisa confiada, acercándose para pellizcarle la mejilla.
—"Como siempre" —repitió Bruce con un pequeño rechinar de dientes— significa: detente en este momento o atáñete a las consecuencias.
Aizawa observó el intercambio con interés. Había algo extraño en ese "hermano menor" y en los cuatro aspirantes. A pesar de que el niño solo se había mostrado dulce y un poco tímido, había algo que no terminaba de cuadrarle. Sus años de héroe le decían que había más en el pequeño de lo que aparentaba.
Y Bruce, mientras caminaban de regreso, ya estaba anotando mentalmente cada profesor, cada reacción... y quién podría convertirse en aliado cuando llegara el momento de jugar en serio.
Chapter 7: Capitulo 7 Primer Día
Summary:
Feliz dia del niño!!!
Chapter Text
Tim jugueteaba distraídamente con su carta de aceptación.
—He de decir que la tecnología de holograma es bastante interesante.
Jason bufó.
—Por favor... construiste una IA que se apoderó de Gotham; esto no es más que un juguete para ti.
Tim se encogió de hombros.
—Aun así, sigue siendo impresionante. Es un buen toque... creo que podría incorporarlas como tarjetas de presentación.
—A mí me llamó más la atención el mamífero que se presentó como nuestro director. Creo que su forma se inclina más hacia los roedores, pero no estoy seguro si está más del lado de las zarigüeyas o de los ratones.
—¿Y por qué deseas saber eso, Little D? —preguntó Dick.
El pequeño miró pensativo el holograma, que volvió a proyectar mostrando a su profesor.
—Deseo ver qué comida ofrecerle. Su pelaje me parece bastante suave... deseo acariciarlo.
Tim gimió.
—Damian, NO. Simplemente no. Es un ser pensante, nuestro director... eso es acoso sexual.
—Tks —chasqueó molesto, apagando su tarjeta.
Jason inspeccionaba su uniforme con asco.
—Odio esto. Nunca pensé que tendría que volver a usar uniforme. Me recuerda a la Academia Gotham.
—Pero con menos niños ricos y mimados —dijo Dick... o al menos eso esperó; lo último lo murmuró en voz baja.
—Ja, ni lo sueñes. ¿No recuerdas a ese idiota con lentes? No importa el mundo en el que estés, siempre habrá capullos creídos.
—Lenguaje, Jason. Y felicidades: consiguieron empatar en el primer puesto. Cien en cada tema: puntuación escrita, combate, reacción al peligro, agilidad, resistencia y rescate.
Los chicos solo intercambiaron miradas socarronas.
—Por favor, B, eso no fue más que un paseo en el parque para nosotros.
—Sí, comparado con Brainiac o Metano, estos no son nada.
Bruce solo sonrió.
—No tengo nada que deciros. Sus actuaciones fueron impecables. Hicieron bien en no contenerse; están compitiendo con metas en una sociedad que, subconscientemente, quiere aislarlos y privarlos de sus calificaciones. Si no los hubiesen impactado tanto, y su desempeño solo hubiese estado a un nivel ligeramente superior al de los ingresados, en vez de superarlos con creces, es muy posible que simplemente hubiesen desestimado sus actuaciones como suerte o un poco de habilidad... pero no la suficiente para anular sus logros.
Las expresiones de todos se volvieron sombrías y molestas, pues sabían la veracidad de ese hecho.
—Ahora tenemos que decidir el siguiente curso de acción. Ya crearon una imagen impactante en la mente de los docentes; ahora es momento de medir el alcance de ella. Vayan liberando sus habilidades de a poco. Evalúen el límite de la impresión que tuvo de ustedes el profesor. Analicen la imagen mental que se crearon. Esto es una evaluación doble: él los estudia... ustedes lo estudian a él.
—Oh, jugaremos una partida psicológica con nuestros maestros —dijo Dick con interés.
—Ah, qué molestia... me siento el Profesor Crane, pero más guapo —se quejó Jason.
Tim se quedó pensativo.
Bruce, al notarlo, preguntó:
—¿En qué piensas, Tim?
—Estoy eligiendo la personalidad que adoptar é para esta misión.
Eso pareció animar la sala, que empezó a discutir sus nuevos perfiles para el año escolar.
Bruce los miró con un cariño indefenso antes de carraspear.
—Por mucho que esté orgulloso de sus enfoques, se olvidan de que no estamos en una misión de infiltración. No buscamos información, rescatar a alguien o destruir una organización corrupta.
Jason alzó una ceja.
—Aún —se corrigió Bruce, pensando en la Comisión de Héroes, un posible problema para después—. La diosa nos dijo que viviéramos como lo haríamos normalmente, y eso haremos. Salvo por lo que les pedí, pueden ser ustedes mismos. Traten su clase como si fueran los Titanes, Young Justice o los Outlaws. Yo estaré aquí, listo para actuar como su Oracle si ocurre cualquier problema.
Los cuatro asintieron, con una sonrisa mitad apenada por el breve momento de suavidad de su padre, y mitad triste y melancólica por el recuerdo de sus equipos, así como de Barbara.
Con un golpecito en la cara, Dick se puso de pie.
—Bueno, en ese caso, iré a comprar mis materiales escolares. ¿Quieren ir juntos, chicos?
Los demás asintieron. Querían tomar aire.
Bruce solo los miró partir y suspiró.
—Los recuperaremos... se los juro.
Luego miró a la ventana, como si pudiera ver a la diosa que lo dirigía.
—Ganaré este juego, diosa.
UA High – Laboratorio del Director Nezu, medianoche
Luces tenues. Solo el resplandor de varias pantallas azules baña la habitación, junto con el zumbido leve de los instrumentos en funcionamiento.
Nezu está subido sobre una pequeña plataforma frente a su microscopio personal, una taza de té a medio tomar a su lado. En la bandeja iluminada, un solo cabello.
—Hmm... interesante. Inusualmente resonante para algo tan inofensivo —murmura para sí mismo, observando cómo las ondas en pantalla se comportan como si estuvieran vivas.
La puerta se abre sin mucha ceremonia.
—Vinimos —dice Aizawa con su voz ronca, entornando los ojos—. Dijiste que era urgente.
—Y lo es. Aunque urgente tal vez no es la palabra... Digamos que es... científicamente irresistible. —Nezu sonríe con los ojos. Vlad King y Tsukauchi entran detrás de Aizawa, en silencio.
El director baja de la plataforma y los saluda con una pequeña reverencia.
—Gracias por venir. Quiero compartir con ustedes algo... peculiar.
Camina hacia una pantalla lateral. Aparece una imagen proyectada: una nota arrugada, con un dibujo a lápiz de un murciélago besado con un labial con un brillo inusual, como si la galaxia girara en el. Al pie, dos palabras: Cuídalos.
—Esto apareció en mi oficina hace unas semanas. A través de un portal. Literalmente. Uno que se abrió justo frente a mi escritorio, flotó, y desapareció sin decir adiós.
—¿Broma de mal gusto? —murmura Vlad.
Aizawa parecio serio— Cuando? No ocurrio nada? Porque no nos llamo? Alguien logro violar el sistema el sistema del colegio, no es eguro ni para usted ni para los estudiantes.
—No lo creo~ —dijo Nezu feliz, antes de responder a Aizawa con su eterna sonrisa—.Y estoy bien gracias por su preocupación. Ademas no se peocupe ya tome las medidas necesarias. Veran analicé la tinta. El papel. Las partículas. Todo vibra a una frecuencia que no corresponde a nuestro universo. Literalmente. Las moléculas están fuera de fase con la realidad que conocemos.
-Y eso que tiene que ver con mis interrogantes?-dijo Aizawa cruzandose de brazos.
Nezu se dirigio con unos saltos a otra pantalla.
—Este es una pantalla totalmente delicada a un radar que construí para buscar esa frecuencia. Por precaución, claro. Nada más tranquilizador que un poco de paranoia con base científica.
Hace clic en el control. Aparece un mapa. Un punto rojo brilla en un parque cercano.
—Y es aqui cuando la cosa se pone interesante....hace unos días, captamos una emisión en esta zona. Pero para cuando mis drones llegaron... ya se habían ido. Sea quien sea, no quiere que lo vean. O no puede quedarse mucho tiempo.
Silencio.
—¿Y que tiene que ver el cabello en todo esto? —pregunta Tsukauchi señalando el objeto en el que antes estaba enfrascado la quimera.
—Ah, sí. Esto es lo más divertido. —Nezu vuelve al microscopio y gira la pantalla principal, mostrando las gráficas de frecuencia—. Este cabello lo tomé del niño que estaba en la sala de observación. Lo tomé prestado... digamos que mis instintos me lo pidieron. Y ya saben...los animales confiamos en ellos para captar cambios en el campo magnético de la tierra y evitar desastres naturales.
Aizawa frunce el ceño, más alerta.
—¿Qué encontraste?
—La misma frecuencia —dice Nezu, sonriendo—. Idéntica a la de la carta. Las mismas vibraciones anómalas. La misma firma molecular. Como si el niño, o al menos parte de él, no perteneciera completamente a este mundo.
Se hace un silencio denso. La única voz que lo rompe es la de Nezu, casi juguetona:
Tsukauchi aprieta la mandíbula. Vlad mira la pantalla, tenso. Aizawa no dice nada, pero observa fijamente a Nezu.
El director los mira a todos, con la cabeza ladeada, como si observara piezas en un tablero.
Y entonces, con una sonrisa leve, casi traviesa, lanza la pregunta:
—Díganme, profesores... ¿conocen la teoría del multiverso?
-----Al dia siguiente-----
La clase era... animada, por decirlo menos, pensó Dick mientras observaba a Mr. Robot regañando a la rubia gritona.
Luego giró la cabeza para hablarle a su hermanito:
—Hey, Dami... ¿cuánto tiempo crees que aguantará la copia barata de Guy Gardner antes de saltarle encima a Mr. Robot?
Damian intentó mantener la mirada seria, pero su labio se crispó incontrolablemente, delatando la sonrisa que quería reprimir.
Pero antes de que pudiera responder, la rubia actuó... aunque no contra el peli azul como habían estimado.
Saltó directamente contra un joven peliverde que acababa de entrar.
Damian lo reconoció al instante: el mismo chico que se lanzó imprudentemente contra el robot gigante, lo destruyó y, de no ser por la intervención de una compañera, habría caído estúpidamente a su muerte.
Hasta ellos, que muchas veces hacían locuras, lo hacían sabiendo que tenían un super que los atraparía con solo un grito de ayuda... y normalmente en situaciones críticas.
Salvo Dick.
Ese suicida muchas veces saltaba solo por saltar, algunas sin siquiera un gancho de agarre, usando los edificios para frenar su caída.
Psicópata adicto a la adrenalina.
Por el rabillo del ojo, Damian vio a Dick empezar a levantarse para intervenir y calmar la situación.
Rodó los ojos.
Por supuesto que lo haría: siempre el líder. Este era su pan de cada día en los Titanes... y en casa.
—No es necesario. Sabes que el profesor los detendrá... está literalmente detrás de ellos. No sé cómo no lo ven.
Y era cierto. El profesor había estado allí desde el principio, cuando llegaron... envuelto en un horrible saco de dormir amarillo tan brillante y molesto como la vieja capa de Robin.
Damian se preguntó cómo nadie lo había notado hasta ese momento.
Muy posiblemente, por la misma razón que nadie notaba a Robin... a menos que él quisiera.
—¡Alguien finalmente me ha reconocido! ¡Me dijo que podía convertirme en héroe! ¡Tú no puedes pararme! —vociferó la rubia.
Damian observaba con aburrimiento. Ese niño tenía un ego por las nubes, seguramente inflado por los adultos a su alrededor, creyendo que se merecía todo y que cualquiera que no le diera sus caprichos era un enemigo a destruir o torturar.
Le recordaba a su viejo yo.
Pero él era un niño de 8 años criado por una liga de asesinos.
Este... un joven de 15 criado en un entorno civil.
Y aun así, ambos habían sido criados igual de mal.
Aunque Damian tuvo que darle mérito al peliverde.
Esas palabras... y esa mirada.
Era lo más cercano que había visto a un héroe desde que llegó a este mundo.
Miró de reojo a Dick, solo para ver esa misma mirada y una sonrisa en su rostro.
Era la misma con la que observaba a los Titanes cuando completaban una misión... o a Damian cuando terminaban una patrulla.
Y Damian supo que pensaban lo mismo: ese niño sería un gran héroe.
—Si estáis buscando un lugar para hacer amigos, podéis iros de aquí —dijo una voz desde el piso.
Dick y Damian intercambiaron miradas antes de enderezarse.
Parece que su profesor por fin iba a actuar.
—Este es el Departamento de Heroicidades —dijo, terminando su jugo de un trago mientras se levantaba.
Dick tuvo que hacer acopio de toda su fuerza para no estallar en carcajadas ante las caras de sus compañeros... y la del propio profesor.
Parecía una mariposa moribunda por falta de sueño, saliendo de su capullo.
—Les ha llevado ocho segundos calmarse. Aún les falta madurar.
Dick y Damian asintieron en silencio.
Ocho segundos era suficiente para que ellos dos eliminaran a toda la clase... y Cass podría hacerlo sola.
—Soy su tutor de clase: Aizawa Shota. Un placer conoceros.
En ese momento sacó algo de su traje... y resultó ser el uniforme más feo que Dick había visto jamás.
Si Jason pudiera escuchar sus pensamientos, lo llamaría hipócrita... porque nada superaba el primer traje de Nightwing.
Esa cosa era una aberración.
Con desgana, Damian se levantó, agarró el horrible uniforme de educación física y se dirigió a los vestuarios.
Iba despacio: ya no había necesidad de apurarse, de cubrirse o de preparar excusas para sus compañeros.
Sus cicatrices ya no estaban.
Su piel era un lienzo en blanco.
Ya no era como en la Academia de Gotham, donde Jon siempre lo ayudaba a cubrirse para evitar las molestas preguntas.
No... ahora su cuerpo era un lienzo en blanco, y su costado... un silencio sepulcral.
El corazón de Damian se apretó al recordar a su mejor amigo.
Pero la melancolía no duró.
Sintió una presión en el hombro que casi lo tiró al suelo.
—Vamos, bebé murciélago. Es hora de enseñarles lo que los murciélagos podemos hacer —dijo feliz el mayor, arrastrándolo en carrera hacia los baños.
Una diminuta sonrisa se formó en los labios de Damian.
Si, aun tenia a Dickn a Jason y a Tim
Puede que baby Jon no estuviera con él... pero sus hermanos sí.
Y pase lo que pase... no está solo.
Shiketsu – Punto de vista de Jonathan Kent
El sol caía sobre el campo de entrenamiento mientras Jonathan intentaba seguir las instrucciones del profesor. Los ejercicios eran sencillos, pero él se obligaba a contenerse, recordando las palabras de Clark: perfil bajo.
Mientras corría entre obstáculos, una sensación extraña lo detuvo en seco.
Un destello en su mente.
Una voz.
—Vamos, Kent. No te duermas.
Se giró... y creyó ver una silueta. Un niño moreno, sonriendo con burla, como si lo conociera de toda la vida. El corazón le dio un salto.
—¿Quién...? —susurró.
Pero la imagen se deshizo como humo, escapando de su memoria antes de que pudiera aferrarse a ella.
Minutos después, mientras practicaban coordinación en equipo, volvió a ocurrir. Esta vez, la voz sonaba más cercana:
—Te cubro.
Jonathan miró a todos lados. Nada. Ni rastro. Era como intentar atrapar agua con las manos: llegaba tan rápido como se iba. Y siempre, siempre, quedaba la sensación de que ese recuerdo... era importante.
Mientras seguía el entrenamiento, apretó los puños.
Algún día voy a recordar quién eres.
De regreso a la UA
El sol apenas empezaba a calentar el cemento del campo cuando Aizawa les lanzó una mirada somnolienta... pero intensa.
Dick saltaba de un pie en otro, ansioso, listo para intentarlo.
Una prueba de habilidades, eso había dicho el profesor.
Pruebas de lanzamiento, salto de longitud, carrera de 50 metros, carrera de resistencia, pruebas de fuerza, saltos de lado, ejercicios de cuerpo superior, sentadillas. Todas las pruebas típicas de un colegio, pero permitiendo dar todo lo que tenían, en palabras de este mundo y de su profesor, Quirks.
Dick estaba más que entusiasmado.
B ya lo había autorizado, aunque les dijo que tantearan al profesor. Nunca había dado todo. Diablos, ni siquiera había mostrado un tercio de sus capacidades para evitar sospechas. El único lugar donde Robin —y después Nightwing— podía darse el lujo de liberarse era con su equipo en la Torre Titan o en la Batcueva.
Ahora estaba aquí, en un colegio especialmente diseñado para formar héroes, en una sociedad que lo fomentaba.
Y Dick ansiaba desquitar sus más de 20 años de contención desde que empezó a entrenar como Nightwing... en esta pobre clase.
Ignoró selectivamente la amenaza de su sensei de expulsarlos. Sabía que hablaba en serio. También sabía que ese comentario de "divertido" lo enfureció (a Dick también; ser héroe no es un juego, nunca lo fue, nunca lo será), pero también entendía al hombre: si no estás preparado, no salgas a las calles.
Ser héroe no es un juego, y la falta de habilidad solo tiene un final.
Muerte.
Dick sonrió para ocultar la mirada sombría que quería aflorar mientras se abrochaba su uniforme azul con la enorme "H" en el pecho. También se aseguró de borrar todo rastro de esos pensamientos.
—¿Alguien más siente que estamos en un cómic de los ochenta? —dijo sin pensar; un chiste siempre aleja los malos pensamientos.
—Calla, Grayson —murmuró Damian a su lado, con expresión neutra pero con los labios casi temblando por la contención—. Esto no es gracioso.
Dick hizo un puchero dramático.
—Es solo un uniforme, Dami.
—¡Parece que nos escapamos de un circo!
—...Eso fue cruel —fingió llorar Dick antes de reír divertido—. Además, por si lo olvidas, yo sí soy un chico de circo~
Su plática fue detenida por un comentario. Un comentario ingenuo... pero que les golpeó en una herida oculta.
"No, no es justo". No fue el comentario lo que les dolió... sino la respuesta de su sensei.
—Desastres naturales, accidentes masivos, villanos ególatras... todo tipo de desastres pueden pasar cuando menos te lo esperas. ¿Japón es justo?
Dick podía sentir cómo Damian se tensaba. Él no estaba mejor.
Recuerdos pasaron por su mente: la muerte de sus padres, Wally desapareciendo por años en la Fuerza de la Velocidad, Jason muriendo, Barbara atacada por el Joker, la supuesta muerte de Bruce, la guerra... la destrucción de tantos mundos.
Sí, hay desastres que no pueden detenerse.
¿Es justo?
Pero, aun así...
Sus palabras salieron de su boca sin pensarlo, resonando al mismo tiempo que las de su profesor:
—Y este es nuestro trabajo como héroes: revertirlo todo y volver a la racionalidad.
—No es justo. Nos caeremos, el mundo se caerá... pero cuando nos caemos nos toca levantarnos y devolverle el golpe. ¿Qué clase de héroes seríamos si no? —dijo con una sonrisa, mirando hacia una dirección... una en la que sabía que había una cámara.
Desde ahí, su padre lo miraba.
Aizawa volteó a verlo, interesado.
—Buenas palabras.
—Gracias, me las enseñó mi padre.
—Como dijo su compañero... en los próximos años este no será un tranquilo paseo por la U.A. No. Estas serán continuas pruebas que los harán caerse una y otra vez. Eso es Yuuei, esto es Plus Ultra, y espero que consigan levantarse cada vez. Yo estaré aquí, esperando sus golpes finales cuando terminen esos tres años.
Chapter 8: Capitulo 8 Pruebas de Educacion Fisica
Chapter Text
Aizawa se paró al borde de la pista, su habitual cara de aburrimiento apenas ocultando el interés en lo que estaba a punto de ver.
—Bien, vamos a medir su velocidad en 50 metros. No quiero excusas, solo resultados. Usen sus Quirks como quieran.
Los primeros en pasar se alinearon en la línea de salida.
Ida Tenya adoptó una postura perfecta, las manos firmes, los ojos al frente. El silbato sonó y el rugido metálico de sus motores llenó el aire. Avanzó como un rayo, cada paso acompañado de un estallido de aire caliente. La línea de meta llegó en un parpadeo: 3,40 segundos.
Aizawa no parecía impresionado, total este era el elemento de chico.
Uraraka Ochako se colocó después, ajustándose los guantes. Antes de que sonara el silbato, tocó discretamente sus zapatos y parte de su uniforme; el peso desapareció como por arte de magia. Cuando corrió, parecía flotar, sus pasos casi sin impacto contra el suelo de 7;26 a. 7,01 segundos, un tiempo mucho mejor que el que normalmente lograba.
Aoyama Yuga apareció con su característico brillo y una mano dramáticamente apoyada en su barbilla dijo.
—¡hahahah, todos son tan simples con esto~ Deberías utilizar tu peculiaridad de esta forma!!
En cuanto sonó el silbato, disparó su rayo láser desde el ombligo hacia atrás, usándolo como impulso. Voló unos metros, cayó de manera poco elegante, rodó... y volvió a impulsarse. Repitió el proceso varias veces hasta cruzar la meta con un gesto triunfal: de 8;25 a 5,51 segundos.
—Me siento... magnifique —dijo, ignorando el hilo de humo que salía de su traje.
Bakugou Katsuki no perdió el tiempo con trucos elaborados. El silbato apenas sonó y sus manos estallaron en una serie de explosiones cortas y controladas que lo lanzaron hacia adelante como un proyectil humano mientras gritaba_ CARRERA EXPLOSIVA- Su expresión era maniaca y extaciada mientras cada detonación lo impulsaba más rápido. Tiempo: de 5;58 a 4,13 segundos.
Aizawa levantó una ceja y miró a los siguientes nombres en la lista.
—Grayson, Wayne. Están en la línea.
Damian y Dick intercambiaron una breve mirada. No necesitaban palabras para entenderse.
Dick se acercó con una sonrisa imposible de borrar. Mientras se colocaban, le hizo una seña rápida a Damian, un simple movimiento de mano que decía más que cualquier palabra. El pequeño Wayne asintió sin mostrar emoción.
Setenta por ciento.
Empezarían allí. Y dependiendo de cómo reaccionara el profesor, subirían un 5% o 2% en cada prueba.
El silbato sonó.
Dick salió disparado con una explosión de fuerza controlada, cada zancada perfectamente medida, sus pies tocando el suelo apenas lo justo antes de impulsarse de nuevo. Su postura era la de un acróbata entrenado, pero sus movimientos tenían la potencia de un velocista olímpico.
A su lado, Damian corría en silencio, pasos cortos pero increíblemente rápidos, el cuerpo inclinado hacia adelante como un felino persiguiendo a su presa. No desperdiciaba energía; cada músculo trabajaba en un blas familiar total lo más básico para un asesino es la velocidad, la agilidad.
Cruzaron la meta casi al mismo tiempo: 3,92 segundos para Dick, 3,95 para Damian.
No era suficiente para superar a Ida... pero sí para que más de un estudiante parpadeara incrédulo. Incluso Bakugou dejó de sonreír por un instante.
Aizawa no dijo nada, pero su mirada se afiló apenas una fracción. Dick lo notó y sonrió para sí mismo.
—Empieza a morder el anzuelo —murmuró.
Prueba de fuerza de agarre
El dinamómetro metálico brillaba bajo el sol mientras los estudiantes se turnaban.
Fourth Kind, un veterano de brazos endurecidos, tomó el aparato con calma y apretó con fuerza. La pantalla pasó de 46 kg, su marca anterior, a un asombroso 540 kg. Los murmullos se extendieron por toda la clase.
Otros compañeros lo intentaron con resultados más modestos Bakugou, por su parte, envolvió sus manos con chispas de sudor explosivo y apretó como si quisiera pulverizar el dispositivo, provocando un pitido de advertencia en la máquina.
Cuando llegó el turno de Dick, éste lanzó una mirada a Damian.
Una seña. Un asentimiento.
90% de potencia.
Total el y damian no eran los músculos de la familia, a pesar de ser mejores que Tim, Jason y Bruce son indiscutiblemente los primeros. Aunque con bruce en ese estado ahora Jason se lleva el titulo.
El agarre fue firme, fluido... pero la cifra que apareció en pantalla fue suficiente para que algunos estudiantes dejaran de conversar y se fijaran en él. Aizawa apenas parpadeó, pero el sutil arqueo de sus cejas fue registrado mentalmente por ambos.
Damian, sin cambiar la expresión, tomó el dinamómetro y lo presionó con una fuerza contenida pero precisa. Su marca quedó apenas unos puntos por debajo de la de Dick, lo justo para reforzar la ilusión de que ambos tenían un nivel parecido sin levantar sospechas excesivas.
Salto de longitud
La arena del foso estaba recién nivelada. Aoyama fue de los primeros en presentarse, apuntó su ombligo hacia el suelo y lanzó una ráfaga de láser que lo catapultó hacia adelante. Cayó con un aterrizaje algo descoordinado, pero el impulso le dio unos metros extra.
Bakugou no se molestó en medir; una explosión en la salida lo impulsó como proyectil y aterrizó dejando una marca que arrancó un gruñido de aprobación incluso de algunos rivales.
Dick sonrió mientras le indicaba a Damián que vuelva a reducir el nivel, un 72% esta bien total , la fuerza en las piernas de los murciélagos no es algo que cualquiera pueda igualar, no por nada corren de tejado en tejado cada noche, la potencia de sus piernas son mejores que la de muchos jugadores olímpicos. Dio unos pasos cortos para tomar impulso y, en el último segundo antes de despegar, agregó una ráfaga de fuerza a sus músculos. El vuelo fue limpio, el aterrizaje elegante. Damian lo siguió, sin adornos ni exageraciones, pero con una técnica tan depurada que su distancia quedó peligrosamente cerca de la de su hermano.
Aizawa los observaba con el mismo rostro cansado... pero sus ojos eran pensativos
Saltos de lado
El conteo dependía de rapidez y coordinación.
Mineta, aprovechando su tamaño reducido y las bolas adhesivas en su cabeza, comenzó a rebotar de un lado a otro como si estuviera atrapado en un pinball humano. Sus compañeros miraban entre confundidos y divertidos, mientras la cifra en el marcador crecía con cada salto.
Cuando le tocó a Dick, aumentó su velocidad sin esfuerzo visible, moviéndose con una precisión casi rítmica, como si cada cambio de dirección fuera parte de una coreografía ensayada. Damian replicó el patrón, pero aceleró sutilmente en los últimos segundos, consiguiendo que el sonido del contador se disparara.
Para cualquier observador casual, eran solo dos estudiantes muy atléticos.
Para Aizawa, eran dos incógnitas que no terminaban de encajar en ningún patrón conocido, sus resultados siempre eran tan similares, tan perfectos.
Parecían falsos
Prueba de lanzamiento de pelota
El aire estaba tenso.
Cada estudiante sostenía una pelota amarilla de goma, esperando su turno. Algunos se mostraban confiados, otros intentaban disimular la presión.
Izuku Midoriya, en cambio, estaba al borde de la desesperación. Hasta ahora, su desempeño había sido mediocre. Sin su don, estaba indiscutiblemente en el ultimo lugar de la clase, y lo sabía.
Seria expulsado
Cuando llegó su turno, se adelantó con el rostro tenso. Respiró hondo, inclinando la cabeza como si estuviera decidiendo entre dos opciones... y luego apretó los dientes.
Esta sería su apuesta final.
A lo lejos, Dick y Damian ya se habían colocado al margen, brazos cruzados, estudiando cada gesto del chico verde.
Izuku alzó el brazo, preparado para usar todo su poder... pero en el instante previo al lanzamiento, algo invisible lo golpeó. Sus músculos se aflojaron, su quirk se apagó, y la pelota apenas rodó unos metros.
Un murmullo de sorpresa recorrió la clase.
Entonces, una figura de cabello oscuro y vendas colgantes caminó hacia él. Los ojos rojos, secos y severos, no dejaban espacio para excusas.
—Si no sabes usar tu don correctamente, y esperas que siempre haya alguien para salvarte... —la voz de Aizawa cortó el aire como un cuchillo—, será mejor que aceptes la realidad. No siempre habrá personal de enfermería. No siempre habrá un héroe para cubrirte.
Izuku tragó saliva, intentando responder, pero Aizawa no le dio oportunidad.
—Tienes la valentía de cierto héroe famoso por salvar personas de un desastre... que él mismo causó. Pero eso no te basta para ser un héroe. Acepta que, tal como estás, tu poder no puede salvar a nadie.
El silencio que siguió fue incómodo.
Varios compañeros apartaron la mirada.
Damian observaba con gesto serio, como evaluando el peso de las palabras.
Dick, en cambio, dejó escapar una pequeña sonrisa, casi divertida.
—Si fueran otros, estaría de acuerdo con el sensei, peeeero... —murmuró.
Damian continuó sin apartar la vista del chico:
—...pero ya antes habíamos visto esos ojos. Y ese espíritu.
En el campo, Izuku volvió a tomar posición. Esta vez, respiró hondo, cerró los ojos y, en el último segundo antes de lanzar, concentró todo su poder en un único punto: un dedo.
La explosión de fuerza fue brutal.
La pelota salió disparada con un silbido agudo, atravesando el cielo como un proyectil y perdiéndose en la distancia. El impacto hizo que la arena se levantara y que varios estudiantes retrocedieran por instinto.
La pantalla marcó la distancia récord.
Midoriya, con el dedo colgando y el dolor evidente, sonrió.
La clase entera quedó en shock.
Y, por primera vez en toda la jornada, Aizawa dejó ver una sonrisa torcida, casi salvaje.
Dick y Damian intercambiaron una mirada cómplice.
—Ese niño será un héroe —dijeron al unísono.
La sonrisa de Dick pasó de orgullosa a traviesa cuando giró la cabeza hacia cierto cuarteto que observaba la prueba.
—Al fin un resultado digno de un héroe —comentó Uraraka, con evidente entusiasmo.
Ida, ajustándose las gafas, analizo con seriedad y cierta duda al final:
—Se rompió el dedo... igual que el brazo en el examen de ingreso. Qué quirk tan extraño.
—Nada elegante... —añadió Aoyama, con un deje de desdén.
Bakugou, en cambio, estaba en shock, los ojos fijos en Midoriya... pero Dick sabía que estaba a segundos de estallar.
—Hey, Little D —susurró Dick sin apartar la vista del cuarteto—,¿quieres divertirte?
Damian metió las manos en los bolsillos y lo miró de reojo.
—¿Qué tramas, Grayson?
Dick sonrió con ese tono de voz que siempre anticipaba problemas.
—Solo creo que es momento de que nuestros compañeros se enteren de nuestra condición~ Total... las pruebas están por terminar~
—Tks... como quieras.
La chispa se encendió en el instante siguiente.
Bakugou explotó —literalmente— hacia Midoriya.
—¡¡Maldito Deku!! ¡¡Explícame esto!! ¡¡No eras una basura sin quirk?!!
Dos cosas ocurrieron al mismo tiempo.
Primero: Aizawa lanzó su bufanda, reforzada con aleaciones de acero y nanofibras de carbono, mientras activaba su quirk para borrar la habilidad de Bakugou.
Segundo: ninguna de esas medidas llegó a destino.
El motivo estaba justo encima del rubio.
Bakugou ya yacía en el suelo, un Dick Grayson muy divertido en cuclillas sobre él, habiéndole caído desde arriba con la precisión de un depredador felino. Entre sus manos, un bastón de esgrima —que nadie había visto de dónde salió— interceptaba la bufanda de Aizawa en pleno vuelo.
—Oh, sensei... —dijo con tono inocente, aunque la mirada era cualquier cosa menos eso—. Perdona por interferir, pero me molestó un poco, ¿sabes?
Giró hacia el hombre, notando con satisfacción su sorpresa: ni él ni nadie había visto en qué momento se movió.
Dick evaluaba las reacciones de todos, grabando mentalmente cada gesto, cada expresión.
La sonrisa se ensanchó.
Una vez niño de circo, siempre niño de circo. Y adoraba los reflectores.
—Total... puede que Midoriya no sea "sin quirk"... —hizo una pausa dramática para levantarse con calma, no sin antes presionar un punto exacto en el hombro de Bakugou para inmovilizarlo
—. Pero mis hermanos y yo sí~
Agarró la pelota con gesto despreocupado.
Entonces empezó el espectáculo.
Colocó la pelota entre sus piernas, flexionó las rodillas y, en lugar de impulsarla con fuerza bruta, comenzó a encadenar una serie de volteretas acrobáticas, cada una calculada al milímetro para transferir el impulso. Usaba la física, la sinestesia y su control absoluto del cuerpo para multiplicar la velocidad, tal como siempre había hecho... tal como todos sus hermanos hacían.
Esta vez sin contenerse.
Para asustar.
Para confundir.
Para impactar.
Y, sobre todo...
Para divertirse.
La pelota salió disparada, cortando el aire con un silbido casi metálico... y aterrizó a 496 metros
—Sin quirk. Solo biomecánica —dijo Dick con una media sonrisa, como si acabara de hacer algo tan trivial como atarse un zapato.
Aizawa lo miró un segundo más de lo normal. Sus ojos no eran de sorpresa... sino de cálculo. Luego anotó algo en su tablilla, el trazo de su bolígrafo firme, como si estuviera marcando una nota que no pensaba olvidar.
Damian fue el siguiente.
No dijo una sola palabra. Su postura era impecable, el cuerpo recto, la mirada fija al frente. Sujetó la pelota con la misma precisión con la que empuñaría una espada... y la lanzó como si fuera un proyectil destinado a matar.
562 metros.
Cero expresión. Cero alarde. Cero interés en recibir aplausos.
—Pero como... —murmuró uno de los alumnos, con incredulidad.
—¿Enserio no tienen quik...? —preguntó otro.
Aizawa no contestó. Solo los observó fijamente, evaluando ángulos, tensiones musculares y patrones de movimiento.
Estaban dentro de los parámetros de lo "posible"... pero apenas, hasta el dudaba de la veracidad de sus afirmaciones. Le costaba creer que estos datos sean de personas sin quiks potenciadores.
Pero si sumamos la teoría de Nezu....
Aizawa entrecerró los ojos.
Tiene que seguir observando
Las pruebas continuaron. Los Batboys nunca quedaron primeros, pero siempre estuvieron dentro de los seis mejores, manejando el puntaje como lo creían conveniente no buscaban el primer puesto ni tampoco taparse especialmente, total bruce ya les había dicho que esa no era la finalidad.
No ellos lo hacían completamente con un fin.
Ver las reacciones de su profesor y compañeros.
Total el primer paso de un detective es un perfil psicológico, y ellos han aprendido del mejor del mundo.
No importa si es aliado o enemigo siempre hay quee estar preparado.
Refugio – Monitoreo remoto
A kilómetros de allí, en un rincón oscuro de la ciudad, Bruce estaba sentado frente a una pantalla. Sus ojos recorrían cada imagen que llegaba en directo desde el equipo oculto en los uniformes de los chicos.
No era un sistema común. Era un subsistema portátil de la Batcueva, descargado directamente de sus guanteletes antes del salto a este mundo. En su Tierra, solo un puñado de personas —y muy específicos— podrían siquiera detectar su presencia.
Y sin embargo, una alerta roja parpadeó en la esquina de la pantalla.
Intrusión detectada.
El ceño de Bruce se frunció de inmediato. Sus manos se movieron rápidas, contrarrestando. Pero el espacio reducido de la consola improvisada y el alcance limitado de los controles eran una pesadilla; sus pequeñas manos no respondian con la precisión ni la velocidad que deseaba.
—Tks... —murmuró con frustración.
Las defensas caían una tras otra. No por fuerza bruta. No por un ataque masivo.
Por algo mucho más peligroso: elegancia quirúrgica.
Este no era un hacker aficionado. Este era alguien con cerebro... y paciencia.
La pantalla parpadeó, y de pronto, la imagen de sus hijos desapareció, reemplazada por algo inesperado:
Un pequeño animal blanco, con mirada astuta y sonrisa casi humana.
—Saludos, joven... —la voz de Nezu resonó en los altavoces, cargada de una calma estudiada—. Interesante hardware para un niño de su edad.
Bruce lo miró sin pestañear, ocultando la sorpresa detrás de la máscara de frialdad que tan bien conocía.
Ese era un adversario que no subestimaría.
Esto se acababa de poner mucho más complicado.
Chapter 9: Capitulo 9 Pruebas de Educacion Fisica 1-B
Summary:
Espero hayan disfrutado mi triple regalo por dia del niño. Mis queridas niña/os del corazon ღ
Chapter Text
Bruce no apartó la vista de la pantalla.
Nezu, con su traje impecable y esa sonrisa que no llegaba a los ojos, lo observaba desde el otro lado de la conexión como si estuviera frente a un espécimen raro en un laboratorio.
—Debo admitir que me tomó por sorpresa —dijo Nezu—. No es fácil que algo se me escape en este mundo... y sin embargo, aquí estás.
—No sabes lo que crees saber —respondió Bruce, voz neutra, ni infantil ni adulta.
Nezu ladeó la cabeza, sus orejas moviéndose apenas.
—Tal vez. Pero sé reconocer ingeniería avanzada cuando la veo. Este subsistema no se parece a nada desarrollado aquí.
—Es solo un juguete modificado —dijo Bruce, dejando caer la frase como si fuera irrelevante.
—Mm... un juguete capaz de cifrar datos en 512 capas dinámicas y enmascarar su IP a través de rotaciones cuánticas... bastante impresionante para un niño de dos años.
Bruce mantuvo el silencio. No iba a regalar reacciones.
Nezu continuó, casi como si estuviera hablando para sí mismo:
—Y curiosamente, uno de los mechones de cabello que analicé ayer coincide molecularmente con un objeto que llegó a mí a través de un portal dimensional. Coincidencia interesante, ¿no crees?
—No creo en coincidencias —dijo Bruce finalmente.
—Yo tampoco.
La tensión se podía cortar con un cuchillo.
Clase 1-B con Jason y Tim
El murmullo de pasos y voces llenaba el aula cuando la Clase 1-B se reunió por primera vez. Nadie se conocía aún; todos eran rostros nuevos, expresiones nerviosas y expectantes.
Jason se acomodó en el fondo, cruzado de brazos, observando con calma depredadora.
Tim, en cambio, se sentó ordenadamente en su pupitre, sacando un cuaderno como si ya estuviera planeando cómo registrar cada detalle.
Fue Itsuka Kendo quien, con naturalidad, rompió el hielo.
—Bueno... parece que estamos todos. ¿Alguien sabe si el profesor ya llegó?
Antes de que alguien respondiera, una voz teatral resonó.
—¡Lo importante no es si el profesor llega, sino que nosotros estamos aquí! ¡La generación que superará a la mismísima 1-A!
Todos voltearon a mirar a Neito Monoma, que ya sonreía con una seguridad excesiva.
—...ni siquiera empezamos las clases y ya hablas de superar a alguien que no conocemos —murmuró Tim, sin levantar demasiado la voz.
Jason soltó una risita seca, sin molestarse en disimular.
—Me caes bien, nerd.
Unas cuantas risas se escaparon entre los pupitres, relajando la tensión. Tetsutetsu se inclinó hacia adelante, golpeando con entusiasmo la mesa.
—¡Eso es! ¡Así se habla!
La atmósfera comenzó a transformarse: de un silencio incómodo a un torbellino de primeras impresiones, risas nerviosas y comentarios sueltos.
Fue entonces que la puerta se abrió de golpe.
Vlad King entró como una muralla de músculos y energía. Sus botas resonaron fuerte contra el piso y la charla se cortó al instante.
Algunos se enderezaron en sus asientos, otros tragaron saliva. Jason y Tim se miraron de reojo: la presencia del hombre imponía.
—¡Clase 1-B! —rugió, con voz grave pero cálida—Bienvenidos a la U.A. Ahora dedicaremos a 2 horas de presentaciones y una merienda de bienvenida para luego dirigirnos a los campos de entrenamiento
Su saludo fue recibido con murmullos de gozo y alegría mientras alumnos de segundo año de la clase de apoyo traían bandejas de comida.
Dos horas después
—Hoy —prosiguió, levantando una tablilla— mediremos sus capacidades físicas, con y sin Dones. No para castigar a nadie, sino para que vean dónde están parados. No quiero la perfección desde el inicio... quiero ver su espíritu. Están aquí porque tienen potencial, porque cada uno de ustedes fue admitido en la mejor escuela de héroes del mundo, y nosotros nos aseguraremos de sacar todo ese potencial para volverlos los mejores héroes profesionales que puedan ser.
El silencio duró apenas un segundo antes de que Tetsutetsu levantara el puño.
—¡Eso suena increíble!
La energía contagió al resto de la clase. Monoma, con una inclinación teatral de cabeza, añadió:
—Pues entonces... será el momento de demostrar qué tan alto podemos llegar.
Jason esbozó una media sonrisa.
—Ya me empieza a gustar esta clase.
—Y yo que pensaba que el profesor ya te conquisto con el bufet que nos dio.
Jason se encogió de hombros con una sonrisa.
—Si Bruce me hibiese recibido con un bufet hasta seria capaz de posponer unos meses mi intento de asesinato
Tim suspiro exasperadamente divertido antes de dejarse una nota mental: "Profesor motivador. Grupo ruidoso. Dinámica diferente a lo esperado."
Vlad King golpeó sus manos, fuerte, como una campana de inicio.
—¡Al campo de pruebas, 1-B! ¡Es hora de que demuestren lo que valen!
El campo deportivo estaba despejado, con el sol de la mañana iluminando los terrenos no dejando ver que hace apenas unos segundo otro grupo de estudiantes había pasado por ahí asiendo exactamente las mismas actividades.
Vlad King se plantó frente a sus alumnos, brazos cruzados y mirada firme.
—Hoy conocerán sus límites. —alzando la voz, señaló los aparatos listos para cada prueba—. Carrera de velocidad, lanzamiento, salto de longitud, resistencia... Y sí, podrán usar sus Dones. Quiero ver qué tan lejos llegan.
La clase murmuró con expectación.
Prueba 1: Lanzamiento de bala
La primera en avanzar fue Itsuka Kendo. Sostuvo la pesada esfera de metal y, al activar su Don, sus manos crecieron desproporcionadamente. Con un grito concentrado, lanzó la bala que se elevó y rodó por el aire antes de caer a una distancia impresionante.
—¡Excelente! —aplaudió Vlad—. El control y la potencia de tu Don están muy bien equilibrados.
Tetsutetsu fue el siguiente. Transformó su cuerpo en acero y lanzó la bala como si fuera un proyectil de cañón. El suelo tembló cuando impactó.
Jason silbó bajo.
—Ese chico tiene futuro como tanque de guerra. Lo pido para mi equipo
Tim rodo los ojos.
—Tan temprano y ya piensas armar tu nueva versión de los Outlaws? Ni siquiera sabes si esta tan loco para aceptarlo.
-Hey cualquiera desearía estar en mi equipo! Dicky no es el único que sabe ser carismático cuando quiere. Ya lo veras en unos días tendré a la clase comiendo de mi dedo.
La vos de su profesor los interrumpió
—A ver, Waynes —gruñó Vlad, divertido—.Quiero ver si son tan buenos como dicen los rumores.
Tim levantó la mano como un estudiante ejemplar.
—¿Podemos usar herramientas auxiliares si están dentro de los límites del Quirk?
—Siempre que no exploten el campo —dijo Vlad.
Jason ya estaba rebotando una pelota entre las manos.
—¿Cuánto tengo que lanzar para romper el récord?
Vlad se encogió de hombros.
—Considerando que te vi lanzar un robot el doble de tu tamaño y 5 veces tu peso sobre tu hombro, solo diré sorpréndeme muchacho.
Oh Jason recordaba eso, el robot salió de la nada y extendió su brazo estúpidamente, también sabia el movimiento que uso, y los gadgets que uso para complementar el movimiento.
parecía sencillo y natural pero la verdad, era practicado, planeado (para usarlo en otras situaciones) y preciso hasta el ultimo centímetro.
El chico sonrió.
—Perfecto.
Cuando llegó su turno, Jason usó un lanzamiento con giro de hombros... pero su guante vibró ligeramente. Una onda de presión sutil envolvió la pelota y la impulsó como si hubiese sido disparada de un cañón silencioso.
788 metros.
Unos cuantos compañeros lo miraron sorprendidos. Monoma murmuró en tono teatral:
—Y yo que creí que solo venía a posar en la esquina como un chico malo...
Jason respondió con una mirada ladeada, fría, que bastó para callarlo.
Vlad King solo chasqueó la lengua y escribió algo.
—Sus juguetes parecen interesantes, Power Loader tendrá un día de campo con ellos.
Tim, por su parte, simplemente rebotó la pelota una sola vez contra el suelo. Pero en ese breve momento, una pequeña cápsula pegada a la base de su muñeca analizó el ángulo, la resistencia del viento, y liberó presión direccional para proyectarla.
482 metros.
No fue el más alto... pero tampoco fue normal.
Prueba 2: Carrera de velocidad (50 metros)
Los primeros en alinearse fueron Tim, Reiko Yanagi y Sen Kaibara.
—Preparados... ¡ya!
Tim salió con una aceleración pulida, cada paso medido, sin desperdiciar energía pero mejorando sin duda el impulso en cada pisada duplicando su velocidad.
Vlad observó con interés.
—Ese chico... sus movimientos no parecen los básicos para las carreras, sin duda son entrenados, pero su técnica es más avanzada que las que conosco
Reiko se desplazaba con su postura fantasmal, más lenta que Tim pero sin duda mejor que sus puntajes anteriores, mientras que Kaibara rotaba los brazos como taladros, usando el impulso para ganar velocidad. El público de compañeros comenzó a animar.
Finalmente, cuando fue turno de Hiryu Rin, cubrió su cuerpo con escamas y se impulsó como si fueran propulsores, llegando en un destello hasta la meta.
Prueba 3: Salto de longitud
Aquí destacó Setsuna Tokage, que dividió su cuerpo en varias partes para ganar impulso y luego ensamblarse al caer mucho más adelante. Sus compañeros no pudieron evitar aplaudirle.
Jason probó suerte: tomó carrera, saltó con fuerza y aterrizó más lejos de lo esperado. Nada de técnica refinada, pura potencia física. Total, no quería aterrorizarlos.....aun.
Pues puede que no sea un maldito pájaro de circo como dick pero la habilidad de salto de los murciélagos perfeccionada en las calles de Gotham no es algo que estos niños puedan aceptar fácilmente. Almenos no sin romper sus egos.
Tim, por su parte, aprovechó el ángulo perfecto y la velocidad medida para un salto eficiente. No tan lejos como Jason, pero limpio y preciso.
—Uno es potencia bruta, el otro es estrategia. —murmuró Vlad, anotando en su tablilla—. Se complementan bien.
Prueba 4: Resistencia
El último desafío fue una carrera de resistencia alrededor del campo. Aquí Kosei Tsuburaba creó muros para entorpecer a sus rivales, mientras Manga Fukidashi gritaba onomatopeyas como "WHOOSH!" que se materializaban en ráfagas de viento que empujaban.
La clase se convirtió en un caos controlado: algunos competían, otros reían, y Jason corría con expresión seria, mientras Tim observaba cómo cada uno usaba su Don para administrar energía.
Al final, Vlad King alzó la voz.
—¡Basta! ¡Buen trabajo, 1-B!
Los estudiantes, sudorosos y jadeando, se reunieron en torno a él.
—No se trata solo de fuerza ni de velocidad. —dijo, mirándolos con seriedad—. Se trata de conocerse a ustedes mismos, de ver cómo su Don encaja en equipo y cómo superan sus límites.
El silencio reinó unos segundos, roto por la voz entusiasta de Tetsutetsu:
—¡La 1-B será la mejor clase de toda la U.A.!
Monoma sonrió, satisfecho.
—Al fin dices algo sensato.
Conner Kent – Campo de Entrenamiento de Shiketsu
Ya llevaban varias semanas en la academia. Y gracias a la insistencia de Clark (aunque, en realidad, no era que la necesitara: las voces en su cabeza repetían prácticamente lo mismo), Conner había encontrado el equilibrio justo para su desempeño.
Cada día progresaban más en el manejo de sus poderes. Y él agradecía, sobre todo, haber aprendido a callar las voces del mundo que antes lo atormentaban en los oídos.
Hoy era otro de esos días en el campo de entrenamiento.
Conner avanzaba entre las filas de ejercicios, observando de reojo a los demás. Kara contenía su fuerza con el ceño fruncido, como si la energía del sol quisiera escaparle por los poros. Jon trataba de copiar a Clark, siguiéndole el ritmo como buen hermano. Chris parecía más afectado por la densidad del aire, pero aun así se adaptaba con determinación.
Eso era lo que lo molestaba.
Ellos lo hacían ver tan... natural. Como si sus cuerpos hubieran nacido para eso.
Él no.
Conner podía sentirlo en cada músculo, en cada golpe contra un saco, en cada salto medido. Había algo más, una presión constante que no podía ignorar: una fuerza invisible desplegándose bajo su piel, rodeándolo como una armadura intangible. No era solo fuerza física. Era otra cosa. Una energía que lo envolvía y multiplicaba cada uno de sus movimientos.
Cuando Kara describía cómo sentía el calor de un golpe retenido, o Jon hablaba de la electricidad corriéndole por los músculos al correr, Conner se quedaba en silencio. Porque no era igual para él. Su poder se sentía... distinto.
Cada vez que trataba de empujar un poco más, regresaba la misma sensación: un peso en el pecho, una sombra en la mente.
—No sobresalgas.
—Si muestras demasiado... te encerrarán.
No era otra voz hablándole ahora. Era la suya propia. Un eco, un reflejo de algo que había vivido aunque no pudiera recordarlo. Y cada vez que aparecía, el corazón se le aceleraba.
¿Por qué pensaba así? ¿De dónde venía esa certeza?
Entonces aparecía la otra voz. No fría ni asfixiante, sino firme, casi burlona, y extrañamente tranquilizadora:
—No importa. Yo voy a sacarte.
Conner pestañeó. La visión era fugaz, apenas una silueta: un chico de ojos intensos, sonriéndole con seguridad, como si hubiera dicho eso mil veces antes. Un recuerdo que no tenía sentido... pero que lo calmaba.
Cuando le tocó correr, se aferró a esa sensación. Ajustó el paso, midió la fuerza, reguló la energía. No brilló como Kara ni sorprendió como Jon, pero tampoco levantó sospechas. Fue lo justo. Seguro. Controlado.
Al terminar, jadeó suavemente y miró a los demás. Nadie parecía haber notado nada extraño. Pero dentro de él, la duda seguía creciendo.
¿Por qué se sentía tan distinto a ellos?
¿Y por qué esa voz, esa figura desconocida, lo hacía sentir completo, aunque solo fuera por un instante?
Sin que los cinco lo sospecharan, su actuación había llamado la atención.
En la cabina de supervisión, un profesor activó disimuladamente su reloj. El lente de la pantalla reflejó las imágenes de los recién llegados.
En una sala distinta, mucho más oscura, una computadora encendió su monitor. Un archivo "Confidencial – Comisión de Héroes" se abrió automáticamente.
Cinco fotos se desplegaron: Clark, Kara, Jon, Chris y Conner Kent. Debajo de ellas, un mensaje impersonal brilló en letras rojas:
"Se solicita enviar evaluador y reclutador. Posibles semillas detectadas."
Chapter 10: Capitulo 10 Pruebas de Educacion Fisica Fin
Summary:
Solo quiero aclarar un punto, los batboys parecen alegres, pero de vez en cuando se ponen melancólicos, pensando en los caídos y ese es el punto y bruce lo sabe. Todos ellos tienen una tormenta en su interiores esperando a estallar, perdieron a sus amigos, familiares, sus ciudades y su mundo. Prácticamente solo estan tan tranquilos porque se usan de apoyo y tiene a bruce que siempre a sido como su ancla en tierra. Para los petirrojos si batman esta todo terminara saliendo bien. Y aclaro r¿esto porque estoy planeando hacer algo diabólicamente divertido~ Asi que esperen ese momento mas adelante XD
Chapter Text
—Sabes, pequeño... conozco una teoría muy interesante. ¿Quieres escucharla?
Bruce apretó los labios en silencio.
—¿Conoces la teoría del multiverso? ¿No? Bueno, permíteme explicar: existía una teoría en la era pre-Don que afirmaba que podría haber un número infinito de universos que coexisten con el nuestro. Aunque uno podría ser diferente a otro, todos están compuestos de lo mismo: espacio, tiempo y energía, regidos por leyes físicas propias. Lo más cercano a una prueba de esta idea proviene de quienes nacieron con un Don capaz de ver destellos de futuros posibles. Sir Nighteye, antiguo compañero de All Might, era uno. Y, según registros antiguos, también un estadounidense capaz de vislumbrar realidades alternativas.
Nezu hizo una pausa.
—Y si existen universos, también podrían existir dimensiones paralelas, mundos enteros separados, con sus propias normas y sus propios seres.
La mirada de Bruce se endureció. Su aura, que hasta entonces se mantenía serena, se volvió pesada, como una sombra que se cernía incluso a través de la pantalla. Por un instante, Nezu sintió que lo observaba no un niño, sino un adulto con décadas de poder y autoridad.
El director contuvo el aliento, sonrió con calma fingida y cambió el ángulo de la conversación.
—Sabes... hay mucha gente interesada en anomalías como ustedes.
Bruce no respondió al instante. La palabra "anomalías" golpeó algo profundo en su mente.
Imágenes fugaces cruzaron su memoria: laboratorios clínicos, batas blancas, tubos de ensayo; Cadmus, con su obsesión por controlar y replicar héroes. Y en este mundo, la Comisión de Héroes, capaz de tomar a un niño como Hawks y moldearlo desde cero. Dos dimensiones, los mismos patrones.
El murciélago bajó apenas la mirada, exhalando despacio.
—Siempre hay gente ambiciosa. Pero que logren o no sus ambiciones depende de sus capacidades.
La frase sonó firme, pero detrás de sus ojos oscuros parpadeó una sombra. Una duda. Una inquietud que tambaleó su muralla de paranoias lo suficiente como para que, por un instante, la tentación de escuchar al ratón se filtrara.
Entonces, una alerta en la pantalla rompió el momento. Bruce giró apenas la cabeza, enfocándose en la notificación. Nezu lo observó con interés: el cambio de expresión fue inmediato. La sombra desapareció, reemplazada por la concentración fría y calculadora de un estratega.
Sea lo que fuese, parecía beneficiarlo. Pues cuando alzó la cabeza, su rostro había recuperado la calma inicial. Las murallas que había ido alzando durante la conversación totalmente caída.
Y nezu sabia que esa era una invitación, el niño estaba dispuesto a hablar.
—Creo que tenemos muchas cosas de qué hablar. ¿Nos encontramos esta noche?
—¿Y por qué mejor no vienes directamente a mi oficina cuando los niños terminen sus clases? Pueden venir todos juntos.
Bruce lo miró plano, impenetrable.
—Nada me asegura que tus paredes no tengan oídos. No confío en ningún lugar que no haya remodelado yo mismo. Nos encontramos a las nueve, Nezu.
Y sin más, cortó la comunicación.
El silencio en la oficina del roedor se rompió con una risita. El pequeño director saltó de su escritorio, caminando despacio con las manos tras la espalda. Su sonrisa nunca le alcanzó los ojos.
—Ahora, ahora... me pregunto si los niños se enojaran si voy acompañado.
Clase 1-A – Campo de pruebas
El aire se sentía más pesado al llegar la última prueba. Izuku respiraba entrecortado, el dedo derecho hinchado y doblado después de su último intento. Había tratado de disimularlo, pero el dolor era evidente.
Damian lo miraba de reojo, entre frustrado y crítico, como si no pudiera entender cómo alguien con tanta voluntad podía ser tan torpe con su propio cuerpo. Dick, en cambio, lo miró con empatía y compasión.
—Quieto —dijo Dick con voz baja, deteniéndolo antes de que volviera a la fila.
Izuku parpadeó, sorprendido, pero no se movió cuando el mayor le tomó la mano con suavidad. Un movimiento preciso, un chasquido rápido y el dedo se reacomodó en su lugar. Izuku soltó un grito ahogado.
—Todoroki-kun —llamó Dick sin apartar la vista de Izuku.
Todoroki se acercó con calma, apenas arqueando una ceja.
—¿Qué quieres?
—Congélale la zona. —La orden sonó más como un favor disfrazado de instrucción.
Shoto dudó, pero al ver el gesto firme de Dick y el temblor en la mano de Izuku, dejó escapar un suspiro y colocó dos dedos sobre la piel inflamada. Un halo helado recorrió el dedo, apagando el dolor casi de inmediato.
Izuku lo miró, incrédulo.
—P-pero... ¿por qué...?
Damian chasqueó la lengua.
—Porque a pesar de ser un desastre, aún sirves más en una pieza que roto.
Dick sonrió con despreocupación mientras levantaba ambas manos a los lados de su cara para resaltar su sonrisa.
—Por nada en especial, solo te veías adolorido.
El resto de la prueba transcurrió sin más sobresaltos. Finalmente, Aizawa se plantó frente a todos, el cabello cayéndole sobre el rostro y la expresión tan apática como siempre.
—Bien. Terminamos. Como dije, el que quedara último sería expulsado.
El grupo entero contuvo la respiración. Izuku tragó saliva, encogiéndose.
Aizawa dejó que el silencio pesara un instante más antes de hablar de nuevo.
—...Era una broma.
Las reacciones fueron inmediatas.
—¡¿QUÉ?! —Kirishima casi se cae de la sorpresa.
Iida se desplomó de rodillas, el rostro pálido como el papel.
Bakugou soltó un rugido de furia.
—¡¿UNA MALDITA BROMA?! ¡ME ESTÁS DICIENDO QUE—?!
Aizawa lo ignoró por completo, sacando una nota y entregándosela a Izuku sin ceremonia.
—Ve a la enfermería.
Izuku parpadeó, con lágrimas acumulándose en los ojos, apretando la hoja entre sus manos.
Detrás, Dick y Damian intercambiaron una sonrisa cómplice. Ellos lo sabían: Aizawa no había cambiado de opinión porque sí. Midoriya Izuku había mostrado algo en medio de su torpeza que el profesor consideró digno de apostar por él. El resto de la clase, sin embargo, lo tomó como si todo desde el principio hubiese sido una simple estrategia para presionarlos.
Un zumbido proyectó en el aire los resultados.
Ranking de la Clase 1-A:
1-Dick Grayson 2-Damian Wayne 3-Shoto Todoroki 4-Katsuki Bakugou 5-Momo Yaoyorozu 6-Tenya Iida 7-Fumikage Tokoyami 8-Mezo Shoji --Mashirao Ojiro 10-Eijiro Kirishima
...
22.Izuku Midoriya
Las voces se alzaron en un caos de reacciones:
Bakugou apretó los puños, sus manos emitiendo pequeñas explosiones, los ojos desorbitados.
—¡NO ACEPTO ESTO! ¡¿CÓMO PUEDEN ESTAR DOS MALDITOS EXTRAS POR ENCIMA DE MÍ?!
Iida aún seguía en el suelo, el sudor corriéndole por la frente.
—N-no puede ser... ¡Ni siquiera logré entrar en los cinco primeros! ¡Es inconcebible!
Kirishima se llevó ambas manos a la cabeza.
—¡Décimo! ¡Eso no es nada varonil!
Shoto simplemente se quedó en silencio, su mirada perdida en la pantalla, un ceño lentamente formándose en su rostro. Lentamente volteó hacia los hermanos, como si por primera vez notara la amenaza que podían ser.
Mientras tanto, Dick se cruzó de brazos detrás de la cabeza, sonriente, disfrutando en silencio del revuelo. Damian, a su lado, alzó apenas la barbilla, orgulloso.
Ese día quedaba marcado: la 1-A acababa de conocer a los Wayne.
Clase 1-B – Resultados del primer día
El campo se llenó de murmullos cuando la pantalla holográfica encendió los puntajes finales.
Ranking de la Clase 1-B:
1-Neito Monoma 2-Jason Todd 3- Pony Tsumotori 4-Itsuka Kendo 5- Timothy Drake 6-Tsutetsu
22 ...
Monoma no perdió ni un segundo. Se adelantó al centro, alzando ambas manos como si ya estuviera frente a un escenario.
—¡Tal y como lo predije! ¡Yo, Neito Monoma, soy el verdadero líder de la 1-B! ¡El futuro héroe que superará a todos, incluyendo al mismísimo All Might!
Sus palabras resonaron como un discurso político, exageradas, teatrales. Algunos aplaudieron con cortesía, otros se miraron con resignación.
Jason apenas pudo contenerse; una carcajada se le escapó.
—¿Líder? Claro, hasta que te despiertes del sueño, rubio.
Antes de que Monoma pudiera responder, Itsuka Kendo se acercó con paso firme y ¡paf! le dio un golpe en la nuca con la palma abierta.
—¡Basta ya de tus discursos inflados! —bufó, mientras Monoma se sobaba la cabeza y protestaba indignado.
Las risas se esparcieron por el grupo. Jason casi se dobló por la mitad de tanto reírse.
—¡Oh, por favor! ¡Esto ya me gusta! ¿Viste eso, Tim? ¡El gallito quedó desplumado en el acto!
Tim, en cambio, estaba de brazos cruzados, observando con calma la tabla de posiciones.
—Quinto lugar... aceptable.
Jason arqueó una ceja, divertido.
—¿Aceptable? Vamos, genio, quedaste atrás de mí. ¿Dónde quedó tu cerebro de supercomputadora?
Tim rodó los ojos, sin perder la compostura.
—Lo llamo estrategia. No es prudente mostrar todas mis cartas desde el inicio. Tú ya das suficiente espectáculo para los dos... y créeme, con lo llamativos que somos, no necesitamos más reflectores.
Jason lo miró un segundo y luego sonrió de medio lado, ese gesto entre sarcasmo y complicidad.
—Me encanta cómo lo dices, pero no engañas a nadie. En el fondo sé que quieres ganarme.
Tim simplemente se encogió de hombros.
—Cuando sea el momento.
El resto de la clase seguía en su propia tormenta de reacciones: Tetsutetsu celebrando como si hubiera ganado una medalla de oro, Setsuna dividida en partes para aplaudirse a sí misma, y Reiko con su mirada vacía flotando entre todos.
Vlad King, apoyado de brazos cruzados, observaba la escena con una sonrisa discreta.
—Sí, esta clase va a darme más dolores de cabeza que alegrías... pero valdrá la pena.
Jason, satisfecho, se acomodó las manos detrás de la nuca, disfrutando del caos. Tim tomó nota mental de todo, como siempre.
El primer día en la 1-B estaba oficialmente sellado.
Refugio – Regreso de los Batboys
El día había terminado, y los chicos estaban más que satisfechos en su camino a casa.
Jason se había quitado su saco y lo colgaba sobre uno de sus hombros. El típico porte de chico malo.
—Oh, chicos, mi clase es muy divertida. Juro que estoy seguro que en uno de estos días Kendo terminará acomodándole el cerebro a Monoma... aunque no es que tenga mucho que reacomodar —soltó burlón, abriendo la puerta de un golpe.
Tim rodó los ojos, dejando caer su cuaderno sobre la mesa.
—Si los golpes de Artemis no te lo reacomodaron a vos, mucho menos los de ella a él. Además, sigo diciendo que prefiero no mostrar demasiado todavía. Ya somos un blanco llamativo de por sí.
Damian bufó con un gesto altivo.
—Excusas para encubrir un quinto lugar mediocre.
—Primer y segundo lugar en la 1-A —intervino Dick con un tono ligero, aunque su mirada brillaba de orgullo—. Esta vez el Dúo Dinámico le gana al equipo rojo.
Jason levantó una ceja.
—Teníamos un tramposo en nuestro equipo. Ese maldito de Monoma robaba los Quirks que le convenían. Aparte, nuestro máximo permitido por Bruce era 85 %, al menos hasta que terminemos el análisis. Cosa que rompiste, señor tramposo. No resististe robar las cámaras, "Golden Boy"?
Dick no se molestó en desmentirlo, solo sonrió.
La conversación murió cuando al fin notaron a la pequeña figura sentada frente a las pantallas. En silencio. Serio. Solemne.
Las sonrisas desaparecieron lentamente de sus rostros, reemplazándolos por la seriedad.
Sin decir una palabra, el niño giró la pantalla hacia ellos.
En el monitor aparecía un archivo hackeado: "Comisión de Héroes – Confidencial". La carpeta abierta desplegaba varias fotos.
Rostros de jóvenes, uniformes escolares, sonrisas congeladas en el tiempo. Imágenes extrañas pero familiares. Ecos de un pasado juvenil regresando, plasmados nuevamente en esta realidad.
Eran sus desaparecidos contrapartes. Los desaparecidos miembros de la Superfamily estaban en esos archivos.
Jason se irguió en el sofá, la sonrisa desvaneciéndose.
—...¿Qué demonios es esto?
Tim no perdió el tiempo y prácticamente se catapultó hacia la computadora, analizando la información al máximo de su capacidad.
Damian apretó los puños, su voz un gruñido contenido.
—No pienso permitir que conviertan a Jonathan en su marioneta.
Dick dio un paso al frente, la mandíbula tensa.
—¿Ellos ya?
Bruce los observó en silencio por un momento, sus ojos oscuros repasando cada reacción antes de hablar.
—Aún no. Están en la mira. Piensan mandar a Hawks; ya saben, usar el atractivo del héroe número 3 para atraerlos o al menos generar confianza.
Jason solo se burló.
—Sí, que bajen la guardia y cuando menos se lo esperen tendrán la mente lavada por esos idiotas o andarán cumpliendo misiones con un collar lleno de explosivos como Harley. Ya conocemos la rutina.
El silencio se extendió en la sala, cada palabra calando más hondo que la anterior.
—Hoy Nezu me llamó. Al parecer la Diosa había dejado una nota anticipando nuestra llegada. Nada explícito, pero esa rata usó la secuencia de las vibraciones moleculares de la carta para determinar que no somos de este mundo. Al parecer creó un radar usándola como muestra. Antes que pudiera negarlo o ganarnos tiempo... pasó esto.
Bruce bajó la mirada apenas, enfocándose en una de las imágenes. Un rostro pequeño, encogido, apenas reconocible: Clark Kent, en su versión infantil.
Sus dedos se crisparon sobre la mesa. Cuando habló, su voz fue baja, cortante como una hoja de acero:
—Esto cambia los planes. Ya no podemos mantenernos al margen e integrarnos de a poco. Necesitamos aliados. Nezu vendrá hoy a las nueve. Prepárense.
El aire en el refugio se volvió denso, como si incluso las sombras contuvieran la respiración, antes de que los chicos, con rostros sombríos, asintieran y se fueran a sus cuartos. Tenían mucho que procesar y necesitaban estar al 100 % para esa noche.
Bruce los miro marchar pensativo antes de suspirar.
Solo esperaba que no pasara nada hasta que pudieran reunirse.
Los niños aunque no lo parezcan están al borde, solo necesitan el empujón equivocado y la presa estallara.
Los supers son tanto una oportunidad para disipar la niebla oculta como el posible detonante de que la presa estalle.
Bruce solo espera que sea el primero.
Miro la sonrisa brillante del niño en la pantalla y luego la apago.
Solo espera Clarck todo saldrá bien.
El se encargara de ello.
Chapter 11: CAPITULO 11 Prueba de Batalla
Chapter Text
Clase 1-A al dia siguiente
La mañana transcurrió con una normalidad engañosa.
La primera clase fue Inglés con Present Mic. Dick y Damian podían haber pasado la materia con los ojos cerrados: el idioma era parte de su vida diaria. Lo complicado era soportar la manera en que el profesor enseñaba.
—¡¡GOOD MORNING, CLASS 1-A!! ¿¡ESTÁN LISTOS PARA ROMPER EL SILENCIO CON EL PODER DEL INGLÉS!?
La voz del héroe rebotó en cada pared como si estuvieran en medio de un recital, no en un aula.
Dick, siempre sonriente, alzó la mano como si se tratara de un juego.
—¡Yeah!
Damian, en cambio, se llevó dos dedos al puente de la nariz, con una expresión de profunda molestia.
—Si este sujeto gritara un poco más, juro que podría provocar un derrame cerebral colectivo...
Cuando la clase terminó, ambos respiraron como si hubieran salido de un campo de batalla. Dick tuvo que detener a Damián más de una vez de sacar su katana para intentar contarle la garganta al pobre hombre.
Llegó la hora del almuerzo. El comedor de la U.A. era amplio, brillante y con bandejas alineadas en filas impecables. Para la mayoría era un lujo. Para Damian, una humillación.
Tomó su bandeja, miró la comida y frunció el ceño como si hubiesen intentado envenenarlo.
—¿Esto se supone que es alimento? Gotham Academy ofrecía un menú digno de realeza. Esto... esto es comida barata.
Jason soltó una carcajada, palmeándole el hombro.
—Relájate, "príncipe". Si logras sobrevivir a Gotham, también puedes sobrevivir a un arroz mal cocido.
Damian lo fulminó con la mirada, pero siguió comiendo en silencio.
La tarde trajo consigo algo distinto. Cuando la campana anunció la siguiente clase, la puerta del aula se abrió de golpe y una voz retumbó como un trueno:
"¡¡ESTE SOY YO, ENTRANDO COMO UNA PERSONA NORMAL!!"
All Might irrumpió con su pose característica, sonrisa deslumbrante y músculos tensos como si estuviera en la portada de una revista. La clase estalló en murmullos emocionados. Algunos se levantaron, otros gritaron de pura euforia.
Damian, sin embargo, frunció el ceño y soltó un gruñido de incomodidad. Para él, All Might parecía una versión exageradamente comercial de Superman.
—¡Los estudios de preparación de héroes! —tronó la voz del símbolo de la paz—. ¡Para esta clase, construiremos sus bases heroicas a partir de varios ensayos! ¡Y comenzaremos ya mismo! ¡Ensayo de batallas!
Hubo un momento de sorpresa general, y luego All Might levantó una caja con trajes.
—¡Y para coincidir con sus primeras batallas... aquí están sus trajes! ¡Basados en los diseños que enviaron!
Eso captó la atención de Dick.Ellos había hecho un rediseño más juvenil de sus trajes, permitiendo que algunas de las tendencias de este nuevo mundo se filtraran en sus estilos. Quería ver si los ingenieros habían logrado plasmar sus especificaciones con precisión.
Miró de reojo a Damian... y notó una chispa de expectativa en sus ojos. Sonrió para sí mismo. Al parecer, no era el único que estaba esperando este momento.
Para ellos, los trajes significaban mucho más que protección o estilo. Eran un símbolo. En su mundo, un héroe o vigilante solo modificaba su traje cuando había pasado por una prueba que lo había transformado.
Y estos trajes... eran justo eso: la representación física de una nueva etapa en su vida, en este nuevo mundo. Por eso adaptaron el diseño, por eso unificaron ciertas características para unificarlos. Necesitaban una prueba física para ellos y para el mundo, que son un equipo, que están juntos.
Ellos contra esta dimensión.
Dick tomó su traje junto a los demás y se dirigió a los vestidores.
Cuando salió, ya vestido, junto a sus compañeros también uniformados, algo en su interior se alineó. Se sintió... en casa.
En su elemento.
Y entonces escuchó la voz de su profesor- No lo olviden, de ahora en adelante, todos ustedes son oficialmente HEROES!!- y por un segundo se sintió en gotham, en su primer dia como robin.
Y Dick no pudo evitar soltar su risa característica corriendo hacia el campo.
Este pajarito estaba ansioso por volar~
Con los Supers.
Cristhofer Kent se estaba desmoronando. Silenciosamente.
Entre clases obligatorias y entrenamientos, apenas hablaba. Se presentaba, asentía, cumplía... y luego desaparecía.
No era porque no quisiera estar con los demás. Es que no podía.
Cada día, los recuerdos se unían un poco más.
Fragmentos rotos, distorsionados, como piezas de un rompecabezas hecho con cristales rotos. Voces que no reconocía susurraban en su cabeza. Imágenes de guerra, de gritos, de pérdidas. Y aunque el mundo a su alrededor estaba en calma, dentro de él todo era un campo de batalla.
Ahora estaba seguro de tres cosas, era hijo de Kal-El, de Clark Kent o al menos de una versión mucho mayor de el, seguro, amable, cálido.
Su esperanza.
Dos. En algún momento fue encerrado, encerrado y apartado, habia alguien pero la perdió para salir.
Tres. Cuando salio habia guerra, caos y murio.
Debería estar muerto, Clarck tambien, pero aqui estan. Y eso volvía su mente un caos
A veces despertaba en medio de la noche flotando, empapado en sudor recuerdos carcomiéndolo, el corazón latiendo como si acabara de escapar de una explosión.
Otras veces no podía esperar a la noche.
Volaba. A toda velocidad.
Siempre al mismo lugar: un bosque lo suficientemente lejano para no ser visible, pero aún dentro del límite de seguridad marcado entre ellos.
Allí... se soltaba.
El cielo se partía con sus gritos. Árboles eran arrancados del suelo. Ráfagas de calor quemaban la tierra. Rocas pulverizadas a golpes.
Destruía todo.
Porque era eso, o dejar que todo lo que tenía dentro lo destruyera a él.
Sabía que los demás podían escucharlo. Sus explosiones, sus gritos, el sonido del mundo rompiéndose. No era estúpido. En un colegio lleno de superpoderes, no existía el verdadero silencio.
Pero también sabía otra cosa:
Ellos entendían.
Tal vez no con la misma intensidad, pero también estaban luchando con sus propios demonios. Con sus memorias revueltas, sus identidades partidas, sus traumas. Por eso, cada vez que salía disparado, nadie lo seguía. Nadie lo espiaba.
Cerraban sus sentidos. Le daban espacio.
Y esa fue, quizás, la mayor muestra de respeto que había recibido en mucho tiempo.
Aun así, el aislamiento dolía. Porque mientras más recordaba quién había sido... menos sabía quién era ahora.
Y cada día, la línea entre ambas versiones de sí mismo se hacía más borrosa. Más insoportable.
----Con los chicos---
La clase fue conducida a la ciudad simulada del examen de ingreso, pero esta vez no usarían el espacio abierto.
All Might se colocó al frente con su típica energía, pero su tono era más serio.
—¡Hoy entrenaremos en interiores!
Hubo murmullos de confusión. ¿Por qué no usar la ciudad?
—¡Sé que muchos esperan peleas espectaculares al aire libre! —declaró, alzando una mano—. ¡Pero estadísticamente, la mayoría de los actos de villanía ocurren bajo techo! En esta sociedad saturada de héroes, ¡cualquier villano inteligente se mantendría en las sombras!
Se paseó frente al grupo, con una intensidad poco habitual.
—Encierros, tráfico del mercado negro, planes de sabotaje, toma de rehenes... ¡Todo eso ocurre en edificios, bodegas, oficinas, y hasta sótanos olvidados! ¡Por eso entrenaremos aquí, bajo techo, como lo harían los héroes reales en la mayoría de sus misiones!
Hizo una pausa dramática, y luego sacó una pequeña nota doblada de su bolsillo.
—¡La actividad de hoy es una batalla por equipos! Dos contra dos. Villanos contra héroes!
Una ola de emoción cruzó al grupo, seguida de algunas preguntas cruzadas. ¿Cómo se formarían los equipos? ¿Cómo se decidirían los roles?
All Might, visiblemente confundido por el alboroto, sacó su notita otra vez y la leyó en voz alta, señalando con dramatismo:
—Los villanos tendrán en su poder un arma nuclear. Su objetivo es detonarla antes de que se acabe el tiempo o derrotar a los héroes!
—Los héroes deben evitar la detonación. Ya sea capturando el arma o derrotando a los villanos!
Una breve pausa.
—Si los villanos protegen el arma o vencen a los héroes, ganan. Si los héroes logran neutralizarlos o asegurar el arma, ellos ganan!
Una mano se alzó.
—¿Y cómo se eligen los equipos?
—¡Lotería! —anunció All Might con una sonrisa resplandeciente.
Inmediatamente se alzaron quejas. Algunos no querían trabajar con extraños o con rivales obvios.
Pero entonces Izuku alzó la voz, tímido pero firme:
—A veces... los héroes no pueden elegir con quién trabajan. En el campo real, te toca con quien esté ahí. Hay que aprender a adaptarse.
Dick solto una carcajada.
Damian chasqueo la lengua pero aun asi añadio con los ojos rodados y su sarcasmo tipico:
—Como dijo el cabeza de brócoli. No esperen elegir las amenazas ni las misiones cuando estas en plena calle, a veces solo surgen. Te sobre pasan, pides refuerzos y rezas a los dioses que alguien ligeramente útil este por la zona para prestarte la mano.
Dick se inclino travieso a su oído.
-Aunque tu mejor ayuda siempre esta a un grito de llamada~
El niño lo aparto con la cara roja.
-Callate Grayson.
La sala se quedó en silencio unos segundos. Tenía razón.
All Might asintió, satisfecho. Secándose el sudor en secreto, porque si la verdad el no habia pensado en tanto.
—¡Exactamente, joven Midoriya, joven Wayne! Esta es una lección de estrategia, trabajo en equipo, y adaptación. ¡No es solo fuerza, es inteligencia!
El sorteo comenzó.
Cada estudiante, un nombre. Cada nombre, una dupla inesperada. Algunos suspiraban aliviados, otros mascullaban entre dientes.
Los equipos terminaron siendo: A: Midoriya izuku y Dick grayson, B: Todoroki Shoto y damian Wayne, C: Mezo shoji y Ochaco Uraraka, D:Bakugou y Ida, E: Ashido y Aoyama, F: Koji y Sato, G: Jiro y Kaminari, H: Tokoyami y Asui, I: Ojiro y Hagakure, J: Sero y Kirishima, K: Mineta y Momo.
All Might alzó otra caja, esta vez dividida en dos compartimentos.
—¡Una para los héroes, otra para los villanos! —anunció con entusiasmo.
El murmullo entre los alumnos creció. La anticipación era palpable.
—¡Primera ronda! ¡Equipo D contra equipo A!
¡Bakugou Katsuki e Iida Tenya contra Midoriya Izuku y Dick Grayson!
Un silencio pesado cayó sobre la sala. No por el anuncio, sino por las miradas.
Bakugou chasqueó la lengua. Izuku apretó los puños. Dick se limitó a girar el cuello, tensando los músculos, como si ya estuviera calentando.
Nadie dijo nada... pero todos sabían que eso no era una batalla cualquiera.
En otra sala, lejos del bullicio del aula, Bruce Wayne observaba en silencio una pantalla.
A su lado, el director Nezu sorbía su té con total calma.
En la imagen, los nombres ya estaban proyectados, el sistema corría simulaciones preliminares, y el mapa interior de la instalación se cargaba en tiempo real.
—Esto se va a poner mal —dijo Bruce, sin quitar los ojos de la pantalla.
Nezu alzó una ceja, sin interrumpir su sorbo.
—Esos dos se conocen. Tienen historia. Y no una buena.
El rubio... no tiene control de su temperamento. He visto tipos como él antes. Si no se maneja bien, esto puede escalar rápidamente.
—Mmm... —murmuró Nezu, dejando la taza sobre su platito—. Precisamente por eso estamos aquí. Para encauzarlos.
Se volvió hacia Bruce con una sonrisa enigmática.
—¿Quién sabe? Tal vez nos den una grata sorpresa.
Bruce no respondió. Su mirada seguía fija en Dick, proyectado en la pantalla. Quieto, aparentemente tranquilo.
Pero él lo conocía. Eso no era calma. Era precaución
Sabía exactamente lo que Dick estaba viendo en ese momento:
Un niño con una furia más peligrosa que cualquier arma.
A él le recordaba demasiadas cosas.
A Damian, recién llegado a su vida, cuando intentó asesinar a Tim sin pensarlo dos veces.
A Jason, cuando volvió de la muerte y convirtió Gotham en un baño de sangre.
Al Superboy Prime, ese que arrasó con media Liga de la Justicia antes de ser detenido.
No, Bruce no iba a tirar al chico al vacío, no todavía. No después de todas las segundas oportunidades que había dado a sus hijos.
Incluso cuando esas oportunidades siempre terminaban en nuevas peleas.
Pero tampoco se engañaba: Bakugou era una amenaza real.
Y sabía que sus hijos —Dick incluido— pensaban lo mismo.
Así que, en completo silencio, observó los cinco minutos de preparación dados a los “villanos”.
No desvió la mirada ni una sola vez, sobre todo cuando vio la sonrisa torcida en el rostro del rubio, esa mueca sedienta de guerra.
La pelea aún no había empezado, pero la tensión ya estaba al máximo.
Mientras tanto, en el pasillo de entrada del edificio…
Dick levantó una mano frente a Izuku, indicándole que esperara.
Tenía los ojos clavados en la estructura.
Una mano descansaba suavemente sobre su antifaz, como si intentara enfocarse, como si leyera más allá de lo visible.
Izuku aprovechó ese momento para inhalar hondo intentando calmarse
Estaba temblando. No de miedo, sino de ansiedad. De historia. De recuerdos.
De lo que sabía que ese enfrentamiento significaba.
Entonces, las lentes blancas del antifaz de Dick brillaron en azul.
Se giró y proyectó un holograma desde su muñequera: un diagrama del edificio, con detalles de la estructura interna.
Dos puntos rojos titilaban en movimiento. Uno más grande, una mancha roja pulsante, fija en el centro.
Dick señaló sin rodeos:
—Estos dos son Iida y Bakugou.
—Y esta —dijo, marcando la mancha— es la bomba.
Los ojos de Midoriya se abrieron de sobremanera asombrado (la clase que los observaba arriba también)
Kaminari volteo hacia Kirishima- Podíamos pedir ese tipo de tecnología? Diablos, es muy tarde para cambiar mi traje?
-No lo se amigo, pero sumame a mi tambien.
Un coro de acuerdo se sumaron.
Damian bufo burlón, ingenuos. Cada uno de ellos habían estado cargando las partes de sus trajes que querían remplazar por la de la academia, esperaban una oportunidad y cuando se cambiaron esta se les presento. Cada uno con sus respectivas mascaras y muñequeras, sus cinturones tácticos o en el caso de Nightwing sus guantes. así como sus armas. Damian esta seguro que Tim ya esta planeando la forma de convencer al profesor Power Loader para permitirle trabajar en privado en su traje solo para añadir sus alas.
Así que si que si ellos pueden soñar todo lo que quieran, pero amenos que el y sus hermanos esten deacuerdo esos sueños solo seguirán siendo eso. Ilusiones.
---------
—Es esto real? Es eso lo que estabas haciendo con tu mascara? Tiene un sistema de análisis de datos con Rayos-X? Es la ultima tecnología de la Academia? Te la permitieron usar como Probador?
-Hey, hey, hey tranquilo chico, Respira. Es algo que diseñamos yo y mis hermanos e integramos a nuestros trajes. Luego puedo explicarle algunas de sus funciones, ahora que tal si determinamos una forma de acción?, tiene alguna idea?
—¿Eh? No no tengo. Y em..em perdon pro preguntar pero..pero solo para confirmar. Que tan exactos son?
—Casi al cien —respondió Dick sin quitar la vista del mapa—. Iida está patrullando el perímetro del piso tres. Bakugou está inmóvil. Está… esperándonos.
Hubo un breve silencio. Luego, Dick lo miró directo a los ojos.
—Seguro que no tienes ideas Midoriya?
Izuku tragó saliva y dejó que su mente analizara todo.
Tácticas. Escenarios. Probabilidades.
Y sobre todo, Bakugou.
El chico que conocía desde niños. El mismo que ahora parecía al borde de explotar.
Respiró hondo, con los ojos cerrados.
—Sí. Pero No estoy seguro.
Dick sonrió confiado. La verdad solo le estaba dando una oportunidad al chico, el ya tenia planes de la A a la F pero no se olvidaba porque estaban aquí. Así que intentaría ayudar a este niño a aprovechar lo mejor posible la oportunidad
—No es necesario porque yo estoy aquí. Solo di tu plan chico y yo me encargo del resto
Chapter 12: Capitulo 12 Prueba de batalla parte 2
Summary:
Un verdadero agradecimiento a May_Star y The_littlemiaw por sus comentarios, ustedes son mi verdadero amor ♡
Chapter Text
Se colaron en el edificio sin problemas.
Dick se movía con una ligereza que no coincidía con el peso de su traje; Midoriya lo seguía, más alerta que nunca.
Antes de separarse, Dick se detuvo en seco y lo miró de frente.
—¿Estás seguro que quieres enfrentarte a Bakugou?
Izuku apretó los puños. Sus ojos, antes temblorosos, ahora eran puro fuego.
Recordaba su cuaderno, el último.
Quemado.
Pisoteado.
Su corazón hecho cenizas junto a esas hojas llenas de sueños.
—Yo... odio sus agallas —dijo, sin rodeos—. Pero también lo admiro. Su ambición, su confianza. Su Quirk es mejor que el mío en miles de formas. —Se acomodó la máscara con firmeza—.Y es por eso que siento que debo enfrentarlo. Y no pienso perder.
Dick lo miró por un momento... y sonrió más amplio que antes.
Le dio una palmada firme en el hombro.
—Bien dicho, chico.
Sacó un pequeño botón con forma curva y se lo pasó.
—Auricular. Mantené la comunicación abierta. Te daré cinco minutos~
Izuku bajó la cabeza para ponérselo.
Cuando levantó la mirada...
Nada.
Dick ya no estaba.
Ni un paso. Ni un ruido. Ni un rastro.
Parpadeó. Una. Dos. Tres veces. Desaparecido.
Sacó la mini-tablet con forma de murciélago que Dick le había entregado.
En la pantalla, los puntos rojos seguían moviéndose: uno fijo, Bakugou.
El otro, más rápido, Iida.
Sabía que venía una emboscada. Que Bakugou no esperaría una entrada educada.
Aun así, respiró profundamente... y empezó a avanzar.
CRASH—BOOM!!
La pared explotó sin previo aviso.
Bakugou irrumpió como un misil envuelto en llamas, el brazo estirado, la mano abierta y el rugido de una explosión rompiendo el aire.
Izuku apenas alcanzó evitarlo, aun si estaba preparado, aun si sabia lo que venía.
La explosión lo rozó. El impacto lo empujó hacia atrás y el calor le quemó el brazo izquierdo.
—¡Pensaste que ibas a sorprenderme, maldito nerd! ¡Te voy a hacer trizas!
Izuku tembló... pero no retrocedió.
Bakugou se lanzó con el puño listo para un segundo golpe. Pero Izuku lo conocía demasiado bien. Sabía con qué brazo atacaba cuando se ponía emocional. Sabía cuándo venía un derechazo y cuándo solo gritaba.
Izuku se deslizó hacia el lado ciego y derribó a Bakugou con un movimiento de judo limpio.
El rubio cayó al suelo con un gruñido y chispas saliendo de su espalda al impactar.
Izuku se quedó parado frente a él, el brazo aún humeante, pero firme.
—Ya no soy el inútil Deku que solías humillar —dijo con voz tensa, pero firme—.
Ahora soy el Deku que brilla con la determinación de nunca rendirse.
Bakugou gruñó con los dientes apretados.
Los ojos desorbitados por la rabia.
Pero no se levantó de inmediato.
En otro piso del edificio...
—¡Kacchan, maldición! ¿¡Dónde estás!?
Iida corría por los pasillos como un centinela fuera de patrón.
Estaba desconcentrado. Frustrado.
—Bakugou no respetó el plan. Otra vez. ¡Teníamos que cubrir la bomba, no lanzarte como un loco!
No vio la sombra moverse detrás de los cables.
No sintió la figura que se escabulló entre las cajas.
En la penumbra, agachado frente al dispositivo, Dick trabajaba en silencio. Sus dedos ágiles sacaron un pequeño batarang modificado, conectándolo a la carcasa metálica. Una serie de luces azules se encendieron en la pantalla mientras el sistema empezaba a infiltrarse en la red de seguridad. La pantalla mostraba una serie de datos encriptados.
Tiempo restante: 04:36
Estado de la bomba: Inestable. Requiere acceso nivel beta...
Hackeo en curso. 32%
Dick respiró con calma, susurrando apenas para sí mismo:
—Ya casi
El enfrentamiento de Izuku y Bakugou resonaba en sus oídos por el comunicador como un trueno, cada explosión sacaba una mueca.
—Vamos, chico... tu puedes.
En el salón de clases 1-B
Jason y Tim estaban con la cabeza baja ignorando olímpicamente a su querido (Maldito) Profesor de Ingles Present Mic
Auriculares puestos.
Teléfonos ocultos entre cuadernos.
Pantallas divididas.
Sistema hackeado.
Mientras los demás estudiantes escuchaban la clase ellos espiaban la sesión de entrenamiento de la 1-A mucho más divertido que un tipo diciéndoles(gritando) cosas que ya sabían
Así que ambos estaban con los libros alzados y las cabezas pegadas con sus dos teléfonos uno junto al otro, uno para el campo de entrenamiento mitad dickboy y mitad Midoriya. Y el otro para la sala de observación de la 1-A
Jason miró con gracia los rostros de varios alumnos que murmuraban, molestos pues a diferencia de Dicky ellos no tendrían acceso a una tecnología que les permitiera hacer trampa y saber donde estaba la bomba, se quejaban que los 15 minutos eran demasiado pocos para encontrarla.
—Menuda banda de llorones —murmuró, apenas moviendo los labios—.
Si tienen esa mentalidad, no durarían ni cinco minutos con los Pícaros de Gotham.
Levantó la vista por un segundo, como si el comentario le supiera a hierro.
—Aunque... no es como si eso importara. Gotham no está. Y sus locos tampoco.
No lo dijo con nostalgia. Pero el leve apretón en su pecho lo traicionó.
La ciudad que odiaba extrañar.
Las reacciones de los estudiantes lo sacaron de su cabeza por un momento.
Todos estaban asombrados de que Midoriya pudiera plantarle cara a uno de los cinco mejores del examen. Que no solo aguantara... sino que lo enfrentara de frente.
Jason no se sorprendió por la ira rabiosa de Bakugou, lo había visto venir.
Pero casi suelta una carcajada cuando vio a Ida intentando imitar la actitud malvada de su compañero.
La voz grave.
El monólogo ensayado.
El puño dramáticamente alzado.
—¿Qué demonios...? —susurró Jason, tapándose la boca para no reírse—. Está ensayando su villano interior.
—Shhh —respondió Tim, aunque también sonreía.
Lo más ridículo era que Ida no tenía idea de que Dick estaba justo detrás de él, agachado, con un batarang clavado en la consola de la bomba.
El proceso de desactivación iba en 80%.
—Es increíble —comentó Jason—. El idiota haciendo discursos y la mierdesilla casi desactiva todo.
Pero entonces... Jason se congeló.
Tim también.
Ambos se pararon de golpe, teléfono en mano, ya sin fingir que estaban tomando apuntes.
—Mierda... —soltó Jason con los dientes apretados.
En sus pantallas, el sistema de monitoreo detectó un cambio drástico.
Una acumulación súbita de presión en las cámaras del traje de Bakugou.
—Ese chico está loco —dijo Tim en voz baja, casi sin aire.
Ambos sabían lo que significaba.
Las modificaciones activadas.
Porque por supuesto que lo sabían.
Habían robado los planos de todos los trajes.
No solo de su clase. De todo el colegio.
Y el de Bakugou era uno de los más peligrosos.
—Está canalizando todo el sudor de sus manos en las muñequeras —explicó Tim, ya revisando los datos—. Va a soltarlo todo.
Una explosión concentrada. De las grandes.
—Capaz de mandar a volar media planta —añadió Jason, apretando los dientes—.
Y Midoriya está justo enfrente.
Escucharon a All Might gritar desde la sala de observación.
Vieron a su profesor acercarse a ellos preocupado.
Pero Jason y Tim ya no estaban escuchando.
Seguían fijos en la pantalla. En el instante exacto en que Bakugou preparaba el disparo.
El cuerpo tenso.
El brazo cargado.
El rostro desencajado.
Y Dick...
Ya no estaba detrás de la bomba.
Oficina del director.
El estruendo retumbó a través de los monitores.
El edificio se sacudió parcialmente, una media ala volada. Bruce Wayne no desvió la vista. Solo frunció el ceño mientras enfocaba la imagen.
Midoriya yacía en el suelo.
Y sobre él, estaba su hijo.
Dick, cubriéndolo con el cuerpo, lo había sacado del camino en el último segundo.
Los estudiantes detrás de All Might gritaban desesperados, rogándole que detuviera la pelea.
—¡Es demasiado peligroso!
—¡No pueden seguir así!
—¡Midoriya no puede aguantar otra como esa!
All Might dudó. La tensión le recorría el rostro, visible incluso en su forma musculosa.
Bruce lo vio dudar... y entendió por qué.
Porque él también lo había visto.
Bakugou no atacaba al azar.
Aunque parecía impulsivo, rabioso, inestable... cada movimiento estaba calculado.
La explosión que casi partió el campo no fue para destruir a Midoriya. Fue apropiadamente diseñada para que solo una parte cayera sobre el, lo suficiente para incapacitarlo, dañarlo de gravedad pero no para matarlo. Control total del daño.
Bruce entrecerró los ojos. Estaba molesto. Más con la situación que con los involucrados.
A su lado, Nezu sorbió su té sin apuro.
—¿Y usted qué piensa, Sr. Wayne?
Bruce cerró los ojos un momento y se recostó contra el respaldo de la silla.
—Lo que yo piense... o lo que piense Dick... no importa ahora. Desde el momento en que Dick le preguntó a Midoriya qué deseaba hacer, esto dejó de ser su combate. Este es el campo de entrenamiento de Midoriya. Y salvo que la situación realmente se salga de control, él es quien decide cuándo terminarlo.
Nezu asintió lentamente.
—Tal vez... pero los estudiantes están nerviosos. Creen que ya se salió de control.
Bruce miró al techo, respirando despacio.
—Una vez, uno de mis hijos hizo algo que... que no entendí. Tenía la ciudad en caos, mi mente al límite, y no me di el tiempo de pensar. Lo castigué. Lo herí. Y la poca confianza y paz que habíamos creado en ese momento se rompió con nuestro enfrentamiento.
Si hubiese estado más calmado, habría visto las señales. Habría entendido sus intenciones.
—Actuó como esos niños ahora —agregó con un tono agrio—. Segado por la superficie.
Volvió a mirar la pantalla.
—Bakugou no está segado por la furia. Conoce sus límites. Y Dick también lo sabe. Por eso, una vez que puso a Midoriya a salvo del peor ataque, se mantuvo al margen. Les dio espacio. Este combate... es algo que ambos chicos necesitan.
Nezu lo observó con sus pequeños ojos brillando.
—Aun así, esta insatisfecho, con bakugou o con All Might?- la mueca de molestia del niño ante la mención del héroe lo dijo todo- No le parece correcto el actuar de su profesor, ¿no es cierto?
—No —respondió Bruce, seco—. All Might aún está en la sala cuando debería estar frente al edificio. En posición. Preparado. Por si algo realmente sale mal.
Nezu bebió el último sorbo de su taza.
—Tiene supervelocidad.
—Incluso la supervelocidad no es infalible —dijo Bruce—Solo salir le llevaría milisegundo, y esas milésimas de segundo pueden ser la diferencia entre estar a salvo y heridas graves, Heridas y muerte. La confianza ciega solo deja víctimas.
Nezu giró el cuello con una sonrisa.
—¿Lo dice por experiencia?
Bruce no respondió al instante. Luego, con tono bajo:
—Digamos que conozco a unas cuantas personas que harían parecer que los Tenya solo caminan... y que All Might apenas trota. Son capases de viajar a través del tiempo o invertir la rotación del planeta solo con la fuerza cinética de su velocidad y aun asi....aun asi siempre hay situaciones a las que no pudieron llegar a tiempo. Lo peor que un héroe puede sentir Nezu es comodidad, porque la comodidad lleva a la complacencia y la complacencia crea debilidades, debilidades que nuestros enemigos estarían mas que dispuestos a explotar.
Dijo el niño volvieron a mirar la pantalla justo cuando el campo volvía a cargarse de tensión.
Bakugou rugía:
—¡Vamos, sácalo ya! ¡¿Me estás menospreciando, idiota?! ¡¡USA TU QUIRK!!
Izuku respondió con los ojos bien abiertos:
—¡Kaa-chan! ¡Es porque eres asombroso que quiero ganar! ¡Quiero ganar para sobrepasarte! ¡¿No puedes entenderlo, idiota?!
—¡QUITA ESA EXPRESIÓN DE TU MALDITA CARA, NERD!
Y entonces ambos se lanzaron.
Dos proyectiles humanos, directos. Sin freno.
Pero Bruce vio lo que nadie más vio.
Los micro-movimientos.
La forma en que Izuku flexionó un pie.
La forma en que su mirada no iba a Bakugou... sino al techo.
—Va por la bomba —murmuró Bruce—.
Va a hacerla caer... y está dispuesto a recibir todo el impacto de Bakugou.
—Admirable —dijo—. Pero innecesario.
Los estudiantes gritaron. All Might sudaba, su cuerpo temblaba por la tensión, conteniéndose.
Y Bruce, sin sorpresa, lo vio.
Dick.
El batarang salió disparado. En el aire, se transformó en una cuerda con peso en los extremos.
Se enroscó en los tobillos de Midoriya.
Y lo tiró al suelo justo antes del impacto.
En el mismo segundo, Dick lanzó una segunda cápsula al frente.
Una bomba de hielo. Especialmente diseñada para Killer Croc
Bakugou se congeló al instante. Un bloque sólido lo cubría desde los hombros hacia abajo. Solo su cara sobresalía, roja de furia y congelamiento.
—¡Ahora, ahora! —dijo Dick, avanzando con una sonrisa traviesa mientras les mostraba la muñequera
Pantalla encendida:
BOMBA DESACTIVADA — 100%
SISTEMAS ANULADOS
—Quetal si nos enfriamos un poco?Total... el examen acaba de terminar. Perdieron.
La voz de All Might resonó por todo el edificio de entrenamiento:
—¡VICTORIA DEL EQUIPO DE HÉROES! ¡Y con cinco minutos de sobra en el reloj!
El anuncio dejó un silencio incómodo en el ambiente.
Iida, aún congelado a mitad de su discurso dramático, parpadeó sin comprender.
—¿Q-qué...? ¿Cómo...?¡¿Pero la bomba...?! ¡Aún estaba en su sitio!
Retrocedió un par de pasos, mirando a su alrededor.
No había señal de Midoriya ni de Bakugou, solo el humo de la explosión y una capa de hielo bloqueando el camino.
Comenzó a caminar hacia la salida, confundido, la mano levantada como si buscara una respuesta inmediata.
Fue entonces que, desde una esquina del pasillo, Dick apareció sin hacer ruido.
Se cruzaron a mitad del camino.
Dick le dio dos palmadas amistosas en el hombro, con una sonrisa suave y despreocupada.
—Buen intento, Mr. Robot. La próxima cuida mejor los puntos ciegos. Suerte para la próxima.
Iida se quedó mirándolo, atónito, antes de girarse hacia donde había estado la bomba... y empezar a revisarla esta vez minuciosamente, y ahí en una esquina hacia unas cajas en dirección contraria hacia donde el se encontraba momentos antes estaba clavado una especie de artilugio con forma de murciélago. Pareció al fin, entender lo que había pasado.
En la sala de observación, los estudiantes estaban igual o más confundidos.
—¿¡Qué!? —gritó Kaminari—
¿¡Cuándo desactivó la bomba!? ¡Yo no lo vi!
—Yo tampoco... —murmuró Momo, ajustando sus gafas—. ¿Acaso la pantalla no mostraba que aún seguía activa?
Kirishima se rascó la cabeza, igual de perdido.
—¡Pensé que Dick solo estaba rondando! ¿Cómo hizo para pasar detrás de Iida sin que lo notaran?
—Bueno se desapareció por unos minutos pero fueron menos de 5 antes de que regresara junto a midoriya, y desde entonces solo lo estuvo observando al margen —dijo Hagakure, aún invisible, pero con el tono absolutamente pasmado—. No me digas..¡¿Lo hizo tan rápido?!
—No es posible —dijo Todoroki con seriedad, los ojos fijos en la repetición notando una sombra moviéndose hacia la bomba—Sí lo es —corrigió de inmediato, entrecerrando los ojos
Damián, desde su lugar, bufó con superioridad.
—Ingenuos.
Jason soltó una risa por lo bajo sin levantar la cabeza de su teléfono. Su profesor igual de entretenido a su lado mirando la pantalla y con otro auricular en su oido (se había enganchado al show después del arrebato de los chicos, diablos este entrenamiento tenia drama, linea emocional y batallas, estaba mejor que una pelicula de accion!!)
Tim simplemente sonrió el resto de la clase 1-B detrás suyo
En medio del asombro, un comentario surgió en voz baja, casi temblorosa, de Ashido:
—¿Qué... qué más pueden hacer esos chicos?
Damián no respondió.
Solo cruzó los brazos.
Y sonrió.
Chapter 13: Capítulo 13 Los malditos paparazzis
Chapter Text
Bakugou estaba en shock.
Aún envuelto en hielo hasta los hombros, con los dientes apretados y los ojos clavados en el suelo.
Dos asistentes del Departamento de Apoyo entraron con secadores industriales de calor concentrado, diseñados para derretir materiales de contención. Con precisión quirúrgica, fueron eliminando el hielo sin causarle más daño. Pero Bakugou no se movía.
No podía dejar de repetirlo en su cabeza.
Cada golpe.
Cada esquive.
Cada maldito movimiento de Deku.
El inútil de Deku había anticipado todo. Había ganado.
Sala Directiva, minutos después.
All Might se colocó al frente, levantando la voz:
—¡Muy bien, clase! Hagamos un resumen de este ejercicio. Los dos mejores desempeños fueron: el joven Iida... y el joven Grayson.
Un murmullo de sorpresa recorrió la sala.
Dick levantó una ceja.
Iida se quedó congelado.
—¿Eh? ¿Yo...? —preguntó, genuinamente sorprendido.
Tsuyu ladeó la cabeza con la misma duda.
—Pero... los ganadores fueron Grayson y Midoriya, ¿no?
All Might sonrió con satisfacción.
—Excelente pregunta, joven Asui. ¿Alguien en la clase sabe por qué ellos fueron los más destacados?
Momo alzó la mano. Con una expresión serena y segura, tomó la palabra.
—Iida fue el único que se adaptó correctamente a la situación. Diseñó un plan con la mentalidad de una amenaza real: una bomba atómica. Se tomó el rol en serio y actuó en consecuencia. El hecho de que Bakugou no lo siguiera es parte de por qué perdieron, pero no invalida la estrategia que él planteó. Y Sinceramente no se le puede culpar por la desactivación de la bomba. Grayson logró infiltrarse sin que ninguno de nosotros, ni siquiera con la vista de "Dios" desde las cámaras pudiera detectarlo mucho menos el, sus habilidades de sigilo eh de decir que son admirables y más allá de nuestro nivel actual
Algunos asintieron. Iida se irguió, visiblemente emocionado... y abrumado.
Dick hizo una teatral reverencia.
—Siempre es un placer, señorita.
Momo continuó, sin perder el ritmo:
—Además, Grayson fue impecable al neutralizar a Bakugou sin causar daños mayores y al desactivar la bomba por su cuenta. Pero, según el informe que entregó al profesor All Might, y lo que vemos en la repetición, pudo haber desactivado la bomba en menos de cinco minutos. Él mismo detuvo el proceso.
Un silencio cayó en la sala.
—Decidió pausar para dejar que Midoriya luchara con Bakugou. Arriesgó a su compañero. Permitió una batalla innecesaria que causó daños estructurales serios. Y lo más grave: puso en peligro un artefacto que debía ser neutralizado lo antes posible.
Los ojos de muchos se dirigieron a Dick.
Este, sin molestarse, simplemente alzó ambas manos en rendición con una sonrisa
-Culpable
—Mientras tanto, tanto Bakugou como Midoriya se dejaron llevar por las emociones —siguió Momo—Perdiendo de vista el objetivo principal, lanzando ataques devastadores en un entorno cerrado... lo cual es, francamente, una estupidez.
All Might sudó con una sonrisa tensa "ella ya dijo prácticamente todo"
-Bien dicho joven Yororozu.
Miró de reojo a Dick, quien se mantenía en silencio.
Le dio un leve asentimiento.
Gracias. Por hacerlo por él. Por ayudarlo a crecer.
Dick captó el gesto, levantando una mano en señal de "todo bien".
Bakugou, sin embargo, parecía aún más sombrío.
Siguió el resto de las batallas.
Todoroki congeló el edificio entero, inmovilizando a sus enemigos desde el primer segundo y evitando completamente el área de la bomba. Luego, con su lado izquierdo, comenzó a descongelar poco a poco el entorno.
Victoria absoluta. Rendimiento excepcional.
Bakugou apretó aún más los dientes.
Uno a uno, los equipos fueron evaluados, hasta que la clase concluyó. All Might se despidió con prisa, el humo comenzando a salir de su cuello.
Su tiempo se acababa.
A la salida de la U.A.
Izuku alcanzó a Bakugou, que caminaba rápido, con el rostro oscuro.
—K-Kaa-chan... hay... hay algo que debo decirte.
Bakugou se giró, frunciendo el ceño.
—¿Eh?
Izuku bajó la cabeza.
—Yo... yo obtuve este Quirk de otra persona. No puedo decirte quién. Sé que suena a algo sacado de un cómic...Pero aunque sea un poder prestado... voy a trabajarlo hasta volverlo mío. Y algún día... te derrotaré con mi propio poder.
Bakugou parpadeó. Su ceño se frunció más.
—¿Un poder prestado?¿¡Qué mierda es esa!? ¿¡Me detuviste para decirme semejante estupidez!? Hoy me venciste, idiota —gruñó—. ¿¡Y viste al idiota del hilo!? ¡Pensé que era un extra! ¡Ni qué decir de esas dos mierdecillas sin Quirk y movimientos ninja!
Golpeó un poste cercano con el puño.
—¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Las palabras de coleta me llegaron!! Y tú también, Deku. Escucha bien...¡De ahora en adelante voy a ser el número uno! -Giró para irse... pero una figura familiar apareció frente a ellos.
All Might.
—¡Joven Bakugou! ¡Sé que estás frustrado, pero no olvides—!
—¡Tú tampoco lo olvides, All Might! ¡Algún día... te voy a superar también!
Y se fue.
All Might suspiró. El humo comenzaba a escaparse de su boca.
—Me tengo que ir, Midoriya... ¡Adiós!
Y con un salto, desapareció antes de destransformarse.
Desde la distancia... entre las sombras.
Cinco figuras lo observaban todo desde una azotea.
Tim se cruzó de brazos.
—¿Acabamos de ver nacer una rivalidad amor-odio?
Dick soltó una risa.
—¿Nacer? Esa cosa lleva gestándose años.
—No sé —añadió Jason—. Aunque fue interesante, me pareció más curioso lo que dijo cabeza de brócoli.
Damian entrecerró los ojos.
—Tsk. Como si ya no lo sospecháramos. La similitud entre el Quirk de Midoriya y el de All Might es descarada. Y justo cuando All Might empieza a aparecer menos, el chico entra a la U.A. Y All Might lo sigue sin antecedentes de enseñanza, sin licencia, sin recomendación formal...
—Bueno el chico de pronto tiene el Quirk más poderoso del planeta —dijo Jason—Es obvio que su mentor estará preocupado.
—Esto prácticamente confirma nuestras sospechas —añadió Tim—Punto menos para el chico. No se habla de esas cosas en público. Cualquiera podría haberlos oído.
Dick lo miró de reojo, alzando una ceja.
—¿Como nosotros?
Tim se encogió de hombros.
—Mi punto.
Bruce dio un paso al frente.
—Volvamos.
Y los cinco desaparecieron entre las sombras.
Academia Shiketsu
La cosa con el súper oído es que a veces amas tenerlo y otras veces desearías arrancarte las orejas para dejar de escuchar las voces del mundo en tu cabeza
Esta vez es la primera
Sentada en medio de la clase de estrategia avanzada, con los brazos cruzados y los lentes oscuros puestos (más por actitud que por necesidad), Kara escuchaba absolutamente todo... menos al profesor.
La clase discutía en voz alta cómo coordinar grupos de rescate en espacios colapsados. En teoría, interesante. En la práctica, un murmullo distante frente a lo que de verdad le hacía hervir la sangre:
La voz de ese tipo.
Hawks.
A metros de distancia, justo al otro lado del campus. Hablando con voz baja, suave, como si nadie más pudiera oírlo. Pero claro, ella sí podía.
—Vamos, no se apresuren, esos mocosos son bastantes vigilantes. Me evitan como la peste, y ni que decir de acercarme al pequeño. Ese no solo me evita, si no que apenas doy un paso frente a él los otros cuatro llegan en un segundo y se lo llevan... así que cambiaré la estrategia. Intentaré abrirme desde la chica. Las jóvenes de su edad siempre son más propensas a caer en la trampa de miel.
Kara apretó los dientes.
Maldito pajarraco embustero.
Desde el primer día supo que algo andaba mal. Su instinto lo gritaba, lo exigía, lo quemaba.
Y no solo era la voz fingida o esa sonrisa de "todo bien, soy cool" que le daba náuseas.
Era un espía.
Y no cualquiera. Uno bueno. Pero no lo suficiente como para que ella no lo detectara.
Si no fuera por Clark y su infinita fe en todo lo que lleva un pin de héroe en el pecho, Kara ya le habría dejado claro a Hawks lo que pensaba de él.
Con los puños.
Pero Clark había dicho que Hawks era el héroe número tres.
"Que no se puede atacar a la estructura", que "no debemos levantar sospechas", que "hay que esperar a que sea necesario".
Como si ella fuera una bomba sin seguro.
Spoiler alert: sí lo era.
Entrenamiento de combate. Campo exterior. Media hora después.
Kara derribó a su oponente con un solo movimiento. Sin esfuerzo.
Demasiado rápido para que el dron de evaluación lo registrara bien.
—Zor-El... —gruñó el instructor, molesto—. Controla tu fuerza. Esto es práctica.
Kara fingió una sonrisa.
—Lo intenté. No es mi culpa si se paró mal.
El chico en el suelo ni siquiera se había levantado todavía.
Y ahí estaba de nuevo.
Hawks.
Sentado en la parte alta del muro perimetral, con esa maldita sonrisa torcida, observando. Saludándola con un dedo cuando notó que lo miraba.
¿Creía que esto era un juego?
Kara le respondió con la mirada más asesina que pudo.
Y aún así, el maldito le guiñó el ojo.
¿Es esto acoso? ¿Podría calificar como acoso?
No sabía si quería arrancarle las alas o volarle la cabeza de un golpe. O ambas.
Preferiblemente ambas.
Comedor. Más tarde.
Los cuatro estaban allí: Conner, Jonathan, Clarck y Cris.
Sus "primos". ¿Sus sobrinos? Técnicamente. No estaba del todo segura.
Pero sí sabía algo: eran todo lo que tenía.
—¿Recuerdan algo más? —preguntó ella, removiendo su bandeja de comida que no pensaba tocar.
—Pedazos —dijo Conner.
—Nada coherente —añadió Jon.
Cris simplemente bajó la cabeza. Como siempre.
Kara los observó en silencio.
Eran fuertes. Seguros. Incluso con la amnesia, se movían como si el mundo aún tuviera sentido para ellos. Como si algo los sostuviera.
Y luego, hablaron de eso.
Otra vez.
—A veces... cuando estoy por quebrarme —dijo Conner—Mi cuerpo busca ese latido instintivo y simplemente, simplemente me calmo.
—Sí —asintió Jon—. Yo también. No sé quién es. Pero está ahí. Siempre. Y eso es raro porque mis propias memorias, me hablan de ciudades que no existen, algo me dice..algo me dice que no somos de aquí. Pero aun asi esa persona esta en mis memorias aunque borroso recuerdo escuchar el latido y haber volado hacia el. Así que como puede estar aqui?
—Y porque no vas a buscarlo?- dijo Kara desenfadada, la verdad se lo habia estado preguntando desde antes, lo ah visto mirando a la distancia varias veces con anelo apunto de volar solo para detenerse a la mitad. Sabe que Kal y Kon estan igualitos
Jon izo una mueca.
-Es solo que algo me lo impide, creo que es....bueno caímos en este colegio, y hemos estado constantemente siendo vigilados por ellos. Luego llega este "profesor" y tiene motivos ocultos. Solo...solo creo que si voy a el en estos momentos solo le causare problemas.
Los otros dos asintieron, con sus ceños arrugados en frustracion.
Kara no dijo nada.
No podía entender la profundidad del apego de sus primos a esa persona.
Una figura que no recordaban, pero que su corazón buscaba.
Un ancla emocional que los estabilizaba incluso en este mundo nuevo y sin memoria.
Kara no tenía eso.
Lo había buscado. En sus sueños. En los fragmentos. En sus estallidos de rabia.
Nada.
Solo el vacío.
Por dentro... se sentía sola.
Por fuera, solo frunció el ceño.
—Qué cursis.
Jon le sonrió con suavidad.
—Tú también la sentirás, Kara. Solo... dale tiempo.
Ella apartó la bandeja. Se levantó de golpe.
—Sí. Claro. Tiempo. Porque eso es lo que cura todo, ¿no?
Se fue antes de que alguien pudiera decir algo más.
Pasillo trasero. Noche. Silencio.
Kara apoyó la frente contra la pared, con los ojos cerrados.
Tragó saliva.
Sintió el corazón pesado, golpeando el pecho con fuerza.
No por rabia esta vez.
No solo.
¿Por qué ellos sí?
¿Por qué yo no?
Sus dedos se cerraron en puños. Quería golpear algo. O a alguien. Preferiblemente al imbécil con alas.
Pero no lo hizo.
Y entonces, una voz familiar, desde el patio:
—¿Me estás evitando, princesa kryptoniana? —Hawks.
Otra vez.
Kara respiró hondo.
No. No hoy.
—Vete al infierno —murmuró en voz baja, lo suficientemente clara para que él la escuchara si era lo suficientemente idiota como para acercarse.
No lo hizo.
Y ella, por primera vez en mucho tiempo, deseó tener eso de lo que hablaban sus primos.
Una melodía constante.
Un corazón al que aferrarse cuando el universo entero parecía a punto de estallar.
Una piedra de apoyo.
Pero solo el eco le respondió.
Bueno.
Al menos Cris tampoco la tenía.
De regreso a la UA
Los chicos intentaban llegar al colegio.
Palabra clave: intentaban.
Porque lo que encontraron al doblar la última esquina fue una marea de periodistas, cámaras, micrófonos y drones girando como moscas sobre un pastel.
La entrada principal de la U.A. estaba prácticamente sitiada.
—Genial —soltó Jason, rechinando los dientes—. Ni aquí nos salvamos de los buitres.
Tim se encogió de hombros, con el cuello del abrigo alzado como si eso lo volviera invisible.
Dick suspiró como quien ya ha vivido esto mil veces. Y claro, lo había hecho.
—Vienen por All Might. La noticia de que ahora es profesor los tiene enloquecidos.
Y luego, girándose hacia sus hermanos con una sonrisa tranquila, dijo:
—Ya saben la rutina, chicos. Frases cortas, profesionales... y sonrisa Wayne.
Y así fue.
Avanzaron juntos, con la coordinación de un equipo táctico y la gracia de una alfombra roja.
Sonrisas encantadoras, paso firme, cero respuestas reales.
—¿Qué opinan del rol de All Might en la formación de nuevos héroes?
—¿Son estudiantes de All Might? ¿Tienen algo que decir sobre su enseñanza?
—¡¿Qué opinan de los rumores de vigilancia secreta dentro de la U.A.?!
Sonrisas.
Un gesto de cortesía.
Nada de respuestas.
El lado bueno de tener un padre multimillonario y playboy era ese: estaban más entrenados para lidiar con paparazzis que algunos héroes para enfrentarse a villanos.
Y mientras los reporteros se quedaban embobados con la sonrisa brillante de Dick, los otros se escabullían por los flancos como sombras.
Antes que los reporteros se dieran cuenta las puertas se cerraron en sus narices.
Clase 1-A.
Damián ya había tomado asiento. Jason y Tim ya se habían desaparecido hacia su propio salón, probablemente por una ventana.
Dick se había colgado del ventilador, solo para sumarse al caos de la clase.
Aizawa llegó arrastrando los pies, con una carpeta en una mano y la mirada de "me pagan muy poco para esto". le lanzo una mirada de muerte al oji azul que hizo que este de un salto regresara a su asiento y todos los demás también quedándose la clase en silencio.
—Bien —dijo sin emoción, dejando caer la carpeta en el escritorio—Resumen rápido. Bakugou, Midoriya... buen trabajo casi destruyendo el edificio. Deberían estar orgullosos.No lo estén.
Midoriya encogió el cuello. Bakugou ni se molestó en responder.
—Y ahora... volvamos a lo escolar.
Aizawa hizo una pausa trágica.
—Lamento decirlo, pero... Tenemos que elegir un representante de clase.
Por un segundo, la clase entera pareció paralizada.
"Finalmente algo parecido a una escuela" fue el pensamiento colectivo.
Duró poco.
Porque en menos de tres segundos, todo estalló.
—¡Yo quiero ser!
—¡Mi plan de liderazgo es infalible!
—¡Voten por mí y les daré falda de 30 cm sobre la rodilla!!!
—¡Prometo representar con justicia a los de pelo rosado!
Damian, en silencio, sacó su cuaderno de dibujo.
Total, esto no tenía sentido. Ser el "representante de clase" era una distracción ridícula.
Dick lo observaba todo, divertido. Ah, la juventud~
Pero su entretenimiento duró poco. Porque Iida alzó la mano, tan recto como siempre.
—¡Propongo que seamos justos y lo resolvamos por medio de una votación democrática!
Dick suspiró dramáticamente.
—Adiós caos, fuiste divertido mientras duraste.
Aun así, tomó su papeleta.
Estudió brevemente a sus compañeros.
Pensó en votar por Damian, solo por molestar...
Hasta que Damián levantó la mirada lentamente, con una expresión que prometía muerte silenciosa.
Dick sonrió.
Y votó por Iida. Ese chico son las reglas encarnadas, ideal para el puesto.
Vio con una ceja arqueada, cómo Damián también votaba por Iida sin decir una palabra.
Parece que ambos tenían la misma Idea.
La votación había comenzado con emoción y caos... y terminó en empate.
Tres votos para Iida.
Tres votos para Midoriya.
Y un montón de votos dispersos entre quienes se votaron a sí mismos con entusiasmo ridículo.
—¡¿Qué hacemos ahora?! —exclamó Kaminari, al borde de pedir un duelo de pulgares o piedra-papel-tijera.
Pero Midoriya se levantó antes que el pánico adolescente se desatara.
—Yo... me gustaría ceder el puesto —dijo con voz firme, aunque sonrojado—. Creo que Iida-kun es el más indicado. Es organizado, responsable... y toma el cargo en serio.
Iida parpadeó, sorprendido.
—¿Estás seguro, Midoriya-kun?
—Sí. Pero me gustaría proponer algo más... —añadió Izuku, girando la cabeza—. Creo que Yaoyorozu-san debería ser la subrepresentante. Fue observadora, tranquila y muy atenta durante el ejercicio de ayer. Sus análisis fueron muy exactos, se nota su atención a los detalles.
El salón se volvió un susurro generalizado. Momo abrió los ojos, genuinamente sorprendida.
—¿Yo?
—Sí. Fuiste impresionante. Aunque tu equipo no ganó, lideraste con cabeza fría.
Aizawa, aún medio dormido en su saco de dormir portátil, levantó la mano desde el suelo:
—Funciona para mí. ¿Alguien se opone?
Nadie levantó la mano.
—Bien. Entonces queda decidido.
Iida, presidente.
Yaoyorozu, vicepresidenta.
Almuerzo.
El ambiente en la cafetería era más relajado. Los estudiantes se distribuían por grupos. Algunos ya formaban dinámicas fijas. Otros seguían tanteando.
Dick se sentó cerca del centro. Tim y Damian estaban unos asientos más allá. Jason había decidido robar dos postres y comérselos en el techo. Nadie preguntó cómo llegó ahí.
Iida, aún procesando su nuevo rol, miraba su bandeja sin probar bocado.
—Solo espero estar a la altura —dijo de pronto, mirando a los demás—. Mi hermano es el héroe profesional Ingenium. El actual.
Y sé que tengo un manto que heredar... un nombre que proteger. Es una gran responsabilidad.
Dick lo miró en silencio.
Esa cara.
Ese fuego en los ojos.
Esa presión de estar a la altura de un símbolo.
Era como mirarse al espejo.
O mirar a Tim.
O a Damian.
O a Jason, antes de que todo se torciera.
Era como mirar a todos los Robins al principio.
Tan llenos de ganas.
Tan seguros de que el legado era un honor... antes de conocer su peso real.
Dick sonrió con suavidad.
Pero no era una sonrisa feliz.
—Se lo que es eso —dijo finalmente—. Yo y mis hermanos... también venimos de un legado.
Sabemos lo que significa pertenecer a algo grande, tener un símbolo por delante...Y querer demostrar que somos dignos.
Los otros se quedaron en silencio.
—Pero solo te diré esto, Iida-kun... no dejes que eso te consuma. A veces, es mejor descubrir el tipo de héroe que tú quieres ser... en lugar de perseguir la sombra de otro.
Iida bajó la mirada, tocado. Momo lo observó con respeto. Kaminari iba a preguntar algo, probablemente muy indiscreto.
—¿Tú también eres hijo de un héroe famoso? ¿Cuál es tu legado? ¿Tiene que ver con—?
Y entonces sonó.
ALERTA DE INVASIÓN.
Una sirena desgarradora.
Luces rojas parpadeando.
El sonido que nadie esperaba oír tan pronto.
La cafetería entró en pánico. Sillas volando. Bandejas cayendo.Una estampida formándose.
Dick ya estaba de pie antes de que la alarma completara su primera vuelta.
—¡Dick! —gritó, activando su comunicador mientras corría.
—¡Tim salida norte! ¡Damian, sur! ¡Yo voy a la este!
¡Jason, llama la atención!
Los otros tres asintieron al unísono.
Y en medio del caos, los petirrojos desaparecieron en distintas direcciones, sincronizados, precisos.
Porque si algo sabían hacer...era actuar en crisis. Y la evacuacion de civiles siempre es la prioridad para un Robin.
¡BANG!
El estruendo del disparo resonó en todo el comedor.
El proyectil no fue a nadie. Solo al techo.
Pero funcionó.
Todos se congelaron.
Cien pares de ojos giraron hacia Jason Todd, de pie sobre una mesa, aún con el humo saliendo de su pistola no letal.
La cara de pocos amigos.
La presencia de un tanque con instinto asesino.
—Ahora, mierdesillas —soltó, con voz ronca y sin paciencia—Son malditos estudiantes en la mejor escuela de héroes del país. Así que dejen de actuar como estúpidos civiles.
Algunos se encogieron.
—Incluso los del Departamento General deberían tener conocimientos básicos de defensa y protocolos de emergencia. ¡¿Y se están comportando como pollos sin cabeza por- respiro profundamente con expresión astiada- Por lo que vimos a la mañana unos malditos periodistas!?
El silencio era tan espeso que se podían oír las bandejas goteando sopa.
—Sí, son cuervos. Sí, meten ruido. Pero no son villanos. No los van a matar.
Jason apuntó al fondo, hacia las salidas.
—Así que respiren, cierren la boca, formen filas. Mis hermanos los van a guiar.
Casi como si fuera una coreografía ensayada, Dick, Tim y Damian saludaron desde las puertas asignadas, firmes como centinelas.
—¡Salida norte!
—¡Sur, conmigo!
—¡Este, rápido y sin empujar!
En segundos, bajaron para ayudar a organizar.
Su presencia, su tono, sus movimientos —todo inspiraba orden.
Ya no eran adolescentes.
Eran Robins.
Jason, aún en la mesa, frunció el ceño y se llevó una mano al oído.
—¿Qué ocurrió, B? —susurró por el comunicador, usando el apodo clave.
Un segundo de estática.
Y luego, la voz de Bruce sonó fría como acero:
—No lo sé aún.
A su alrededor, las cámaras de seguridad marcaban zonas alteradas.
Una puerta derretida. Sin acceso autorizado.
Nadie la vio abrirse.
Pero fue Nezu quien habló primero, a través del canal general de profesores:
—Alguien está detrás de esto.
—¿Alguien malintencionado entró a la escuela? —preguntó Cementoss, con tensión evidente.
La respuesta de Nezu no tardó.
—Me temo que esto no fue una simple brecha. Esto es una declaración de guerra.
Y entonces, Bruce habló otra vez.
Ya no como tutor.
No como padre.
Sino como Batman.
—Estén atentos. Busquen anomalías. Esto fue una distracción.
Y necesitamos saber para qué.
Chapter 14: Capitulo 14 U.S.J
Summary:
Antes que nada, como siempre un agradecimiento a The_littlemiaw, May_Star y andrea1987 . Amores sus comentarios me alegran el dia!! La autora que les diga que los comentarios no le importa MIENTE!! Ahora lo segundo, espero que esten listos y se agarren fuerte porque al fin llego!! La U.S.J!
Chapter Text
Clase 1-A unos días después.
El ambiente en el aula estaba más relajado que en jornadas anteriores.
Las heridas del entrenamiento todavía eran tema de conversación, pero la rutina escolar comenzaba a asentarse... hasta que Aizawa entró, con su habitual cara de pocos amigos y el saco de dormir arrastrándose tras él.
—Hoy tendrán una actividad especial —anunció, dejando caer una carpeta sobre el escritorio—. Será supervisada por tres profesores. Yo, All Might... y otro que se anunciará en el sitio.
Un murmullo recorrió la clase.
—La actividad es algo que todo héroe debe dominar: Rescate. No peleas, no enfrentamientos directos. Rescates. Civiles en peligro, desastres naturales, catástrofes. Hoy simularemos una inundación.
Las reacciones no se hicieron esperar:
—¡Eso suena difícil! —dijo Mina, inflando las mejillas.
—Pero... es totalmente necesario —añadió Iida, con su tono solemne.
—Sí, los héroes no solo luchan contra villanos, también salvan vidas —comentó Yaoyorozu con seriedad.
—¡Va a ser increíble! —exclamó Kirishima— ¡Un entrenamiento realmente varonil!
Entre risas y entusiasmo, Damian permaneció en silencio. Su ceño se fruncía más con cada palabra.
—El ataque fue hace solo unos días —susurró, lo bastante bajo para que solo Dick lo oyera—. Ni siquiera hemos descubierto quién lo planeó o qué buscaban. Y ahora planean sacarnos del colegio... ¿están locos?
Dick suspiró, poniéndose de pie en dirección a su casillero de trajes. Aizawa había dado la opción de ir con sus uniformes o con ropa de héroe, en caso de que los diseños no fueran aptos para la simulación.
Se movía desganado y de mala gana. Sabía que el hombre era un buen héroe, pero eso no quitaba lo obvio:
El momento era pésimo.
—Lo sé, little D —respondió con calma, ajustándose los guantes—. Estoy seguro de que B también lo sabe. A estas alturas Nezu ya debió habérselo dicho.
Como si invocara al murciélago con esas palabras, el pequeño comunicador en su oído emitió un pitido. La voz de Bruce llegó baja, firme, indiscutible:
—Dick. Ya se me informó de la actividad. Voy a ir.
Dick se detuvo en seco. Apretó la mandíbula.
Se giró discretamente, agachándose en una esquina detrás de una columna del pasillo exterior. Activó el canal cerrado.
—¡Ni lo pienses! —siseó con enojo contenido—. No olvides tu cuerpo actual. ¡Solo tienes dos años, B! Incluso si pasa algo, no podrás intervenir.
—No completamente —replicó Bruce, tranquilo—. Pero podré estar en posición. Ver directamente la situación. Si la señal se corta, si algo pasa... necesito estar allí.
—Yo aún puedo mandarte imágenes —intentó Dick, la voz más tensa que antes—. Puedo retransmitir datos, grabar todo. No necesitas ir tú.
—¿Y si son envueltos? ¿Si no hay tiempo? ¿Si sabotean el canal?
Un silencio.
Bruce continuó:
—Tengo datos internos. All Might aún no ha llegado. Nadie sabe por qué. Y me informaron que hay interferencia prevista en la zona del simulacro. Disfrazada como "condiciones ambientales extremas".
Dick apretó los puños.
—Tengo un mal presentimiento, Nightwing —dijo Bruce con voz grave—. Y no te estoy pidiendo permiso. Solo te informo.
Un clic. La señal se cerró.
Dick cerró los ojos un momento, conteniendo la rabia y la frustración que hervían en su interior.
Bruce no era un niño de dos años, aunque lo pareciera. Y esa era la verdadera maldición.
Jason apareció a su lado, con una mirada de soslayo. Seguro se escapó de clase apenas escuchó de la actividad. Debía pensar lo mismo que B, que él y que todos.
Que esta era una maldita mala idea.
—¿Me dices que el murciélago de dos años va a ir?
Dick asintió con una mueca.
—Sí. Y lo peor es que no puedo detenerlo.
Tim llegó desde el otro lado.
—¿All Might no llegó todavía?
—No —dijo Dick—. Y Bruce no confía en eso.
Damian cruzó los brazos.
—Entonces tampoco deberíamos nosotros.
Dick suspiró profundamente, enderezándose.
—Ponte el traje, bebé murciélago. Ustedes roben los suyos, regresen a clase, mantengan el canal abierto y estén preparados para la peor situación. Que empiece el show.
---------------
La cúpula del U.S.J. se alzaba imponente frente a los estudiantes. Vidrio y metal reflejaban el sol de la tarde, rodeando un espacio que parecía sacado de un escenario de película.
En la entrada los esperaba un héroe enfundado en un traje espacial: Nº 13, Space Hero. A su lado, un niño disfrazado de astronauta, con un cinturón amarillo extraño en la cintura.
—¡Bienvenidos, jóvenes héroes, al Unforeseen Simulation Joint o U.S.J., como prefieran! ¡La instalación definitiva para simular todo tipo de desastres naturales y artificiales!
Las miradas brillaron.
—¿Desastres? ¿De verdad? —preguntó Kaminari, fascinado.
—¡Suena increíble! —añadió Kirishima, con su entusiasmo típico.
Incluso Momo y Todoroki parecían más atentos de lo usual.
—Aquí recreamos inundaciones, incendios, tormentas de arena, terremotos, derrumbes —siguió Thirteen—. Todo lo que puedan imaginar.
El héroe dio un paso al frente, extendiendo una mano hacia ellos.
—Como saben, mi Quirk es Agujero Negro, capaz de desintegrar todo lo que entra en su radio de acción.
—¡Es perfecto para quitar escombros! —exclamó Uraraka, genuinamente emocionada.
Thirteen asintió... pero bajó el tono de voz.
—Sí... pero también es perfecto para matar.
Un silencio incómodo cayó sobre los estudiantes.
—Aunque este poder puede salvar vidas, no es muy diferente al resto de sus Quirks. En esta sociedad superhumana, los dones están regulados por leyes complejas. La verdad es que... un solo paso en falso, y pueden matar a alguien. Así de simple. Ustedes ya aprendieron con el profesor Aizawa el verdadero alcance de sus dones. Y con All Might, el peso del combate contra otros.
Alzó la voz, apasionado:
—¡Vamos a estudiar cómo nuestros Quirks pueden salvar vidas! ¡Cómo pueden ayudar a la humanidad! ¡Recuerden esto: sus Quirks no existen para dañar! ¡Por favor, salgan de aquí entendiendo eso! ¡Que un héroe no es solo un guerrero, sino un salvavidas!
Intentó hacer una reverencia solemne... pero el pequeño niño disfrazado de astronauta que sostenía le impidió inclinarse demasiado. Así que solo se limitó a hacer un gesto exagerado de ánimo con un brazo.
—¡Gracias por su atención!
La clase aplaudió. Algunos incluso con admiración genuina. Kaminari murmuró un "cool". Uraraka no dejaba de sonreír. Midoriya parecía a punto de llorar de emoción. Pero no todos estaban encantados.
Dick sintió que su ojo temblaba ligeramente.
Ese niño. Ese cinturón. Esa postura.
Bruce.
El bastardo cumplió su palabra.
Aizawa lo notó también. Se acercó con el ceño fruncido, hablando en voz baja mientras la clase era guiada hacia la plataforma central.
—¿Y ese niño?
—Nezu lo mandó —dijo Nº 13 con voz clara y medidamente jovial—. Dijo que era un conocido tuyo. Y de algunos estudiantes. Intenté negarme. Insistió.
Aizawa suspiró con pesadez. Sus ojos se volvieron una fina línea de molestia. Por supuesto que sabía quién era el chico.
Él fue uno de los "afortunados" junto a Vlad King y Tsukauchi en esa maldita noche en la que su visión del mundo se rompió, cuando conoció la existencia de universos alternativos. Así como cuando aprendió la identidad de este niño y de sus cuatro problemas con capa. Vlad King luego le preguntó si ya era muy tarde para entregarle a los dos Wayne que le tocaron.
La respuesta era, jodidamente, sí.
Incluso había querido regalarle los dos que tenía. Esos niños iban a ser problemas puros.
—¿Y All Might?
—Resolviendo incidentes... su tiempo se acabó antes de llegar. Está en la sala médica, recuperándose.
Aizawa suspiró, hastiado por ese hombre irracional, antes de girar su mirada al "niño".
—No hacía falta que vinieras.
—Sufrieron un ataque hace apenas unos días. Aún no sabemos con certeza el motivo. Llevan a 22 estudiantes y solo dos profesores a un sitio lejos de la institución... que puede ser intervenido o aislado fácilmente.
El tono del niño era cortés.
Cortés, pero firme.
—Sí. Yo tenía que venir.
Aizawa lo fulminó con la mirada.
—Aunque esté lejos, la U.S.J. sigue siendo parte de la U.A. Sigue siendo igual de impenetrable.
El niño giró la cabeza lentamente, mirando por encima del hombro.
Su voz, suave... bajó un par de tonos. Grave. Inusualmente áspera para su edad.
—¿Seguro?
Y Aizawa lo supo antes de voltear.
Porque Bruce miraba justo en dirección contraria al entusiasmo de los alumnos.
Allí.
Detrás de ellos.
Un portal oscuro comenzaba a abrirse.
Un torbellino retorcido de sombra líquida y energía negra... girando en el aire como si rasgara la realidad misma.
Y entonces, una mano emergió.
Aizawa no perdió ni un solo segundo.
Antes siquiera de mirar hacia la distorsión negra que se abría al fondo del domo, su mano ya estaba en la cinta de su antifaz.
—¡UNÁNSE EN UN SOLO LUGAR Y NO SE MUEVAN! —gritó con voz cortante, la de un hombre que sabía cuándo una situación era una broma y cuándo era una maldita amenaza de muerte.
—¡Nº 13, PROTEGE A LOS ESTUDIANTES!
El héroe del espacio parpadeó. ¿Dónde estaba el niño que había tenido en brazos hace un segundo? Volteó a su izquierda justo a tiempo para ver a uno de los Wayne—¿Damian?—correr con Bruce en brazos hacia una posición más elevada. El otro chico—Dick—ya estaba adelante, avanzando directo hacia los villanos con los palos de esgrima chispeando electricidad. Aparte de Eraser, se volvió la mayor barrera entre los niños y los villanos.
Los alumnos se agitaron. Kirishima levantó la voz con nerviosismo.
—¿¡Qué es esto!? ¿Un patrón de entrenamiento como el del examen de ingreso?
Eraser gruñó.
—¡No se muevan! ¡Son... VILLANOS!
Las sombras se agitaron. La voz metálica de Kurogiri emergió, profunda, como un eco distorsionado:
—Eraser Head y Nº 13. Según el currículum del maestro que conseguimos ayer... se suponía que All Might estaría aquí.
Un murmullo inquieto recorrió a los estudiantes.
—Lo sabía —gruñó Aizawa, los ojos ya encendidos en rojo—. El ataque fue obra de ustedes.
Entonces, una figura diferente emergió.
Un hombre cubierto de manos, la voz rasposa, quebrada, casi infantil en su cansancio:
—¿Dónde está...? Pasamos muchos problemas para reunirnos aquí. Trajimos a varios de los nuestros... No puedes decirme que el Símbolo de la Paz... no está aquí.
Su risa seca se volvió un alarido:
—¡Me pregunto si aparecerá si matamos a todos estos chicos!
La clase entera se estremeció.
Y entonces... el pitido.
Agudo, repetitivo. Provenía del suelo, justo donde habían aterrizado los villanos.
Bajaron la mirada.
Un cuchillo.
O no... ¿una especie de murciélago? Un botón rojo parpadeante en el centro.
Tenía un botón rojo parpadeante que, de pronto, se detuvo.
¡BOOM!
Una explosión de humo gris llenó la zona de aterrizaje, ocultando tanto a los niños como a los villanos entre una niebla densa.
Eso nadie lo había visto: el instinto de los murciélagos no fue solo alejar a Bruce de los villanos, sino liberar las manos de uno de los héroes... y dar a los estudiantes la oportunidad de reposicionarse.
Desde el humo, la voz del niño resonó, clara, áspera para su edad:
—¡Nightwing, flash! ¡Eraser, los chicos!
Dick no necesitó más.
Lo había escuchado dar órdenes antes. Cientos de veces. En campos de batalla. En reuniones tácticas. En medio del caos.
Pero nunca así.
Nunca desde un cuerpo tan pequeño.
Nunca desde una garganta que aún no había cambiado la voz, pero que sonaba más aterradora que cualquier villano en la sala.
Nunca desde un cuerpo que no puede protegerse a sí mismo.
Bruce.
Siempre Bruce.
Y aun así, ahí estaba. Guiándolos. Llevando el peso. Sabiendo el riesgo.
Como si nunca hubiera dejado de ser Batman.
Y entonces, Dick se movió. Porque si él tenía la voz, entonces los demás debían tener las manos.
Y actuar.
Bruce escuchó cómo este se movía y le decía justo lo que él quería a la persona correcta.
Y en ese instante, Iida salió disparado con los motores de sus piernas, llevándose en brazos a dos compañeros. Otros fueron arrojados en distintas direcciones por la onda de choque controlada. Apenas soltó a los niños y pasó junto a Damian, que con un rápido movimiento le lanzó al chico que apenas logró atraparlo antes de girar y correr hacia la niebla, gritando:
—Llévalo a la colina antes de ir por los refuerzos. ¡Si algo le pasa, te mato!
Al mismo tiempo, cuerpos salieron disparados del centro de la nube por medio de dispositivos lanzadores, correas de salvamento y asistencia coordinada de los Wayne. Los estudiantes aterrizaban rodando, cayendo de pie, besando el suelo o levantándose aturdidos, pero todos...
Ilesos.
Más lejos de los villanos.
En posición para ser protegidos.
Nº 13 contuvo el aliento. Esa explosión había sido el pistoletazo de salida para una maniobra de evacuación profesional.
No eran simples niños.
¿Qué diablos eran?
Midoriya, aterrizando torpemente, miró hacia la niebla que se disipaba, aterrado. Sin saber cómo reaccionar. Pero ahí los vio.
En el futuro, cuando le preguntan sobre este día, siempre dice lo mismo:
Misteriosamente, ellos aparecieron ante nosotros... en medio de nuestro ejercicio de cómo salvar vidas. Y lo que enfrentamos ese día era algo para lo que no estábamos preparados... Una malicia de exorbitantes proporciones.
Y, sin embargo, en un instante, todo cambió.
Una nube de humo. Una oportunidad. Un escape.
Como si alguien, en medio del desastre, hubiera dicho: "Muévanse ahora."
Y ellos... lo hicieron.
----Sala de espera U.A---
El ambiente en la oficina era tan tranquilo como una taza de té recién servida.
El director Nezu —cómodamente recostado en su sofá con una tetera humeante sobre la mesa— ofrecía una conferencia detallada sobre pedagogía moderna. Frente a él, Toshinori Yagi —más conocido como All Might— se encontraba sentado, encogido, como si cada palabra del pequeño animal lo encogiera aún más que su forma secundaria.
—Como decía, Toshinori-san —su tiempo como héroe ya no es el mismo. Aun si corriera ahora, llegaría con apenas minutos de actividad. Lo que necesitamos es que comprenda su posición actual. Tiene un sucesor, y debe priorizar su rol educativo. El poco tiempo de energía que le queda debe ser usado aquí, en la escuela. Para guiar. Para formar. No para... desperdiciarlo en espectáculos callejeros.
All Might bajó un poco la cabeza, los labios apretados. Sabía que el director tenía razón. Y sin embargo, escuchar esas palabras dolía.
Entonces la paz fue destrozada.
¡BANG!
La puerta se abrió de golpe con tal fuerza que rebotó en la pared.
Un adolescente musculoso en traje de héroe avanzó como una tormenta. El aura que emanaba era incandescente. Incluso con la máscara de dominó, Toshinori juró ver llamas en sus ojos.
Jason Todd.
Y estaba furioso.
Antes de que Nezu pudiera reaccionar, el joven ya lo había alcanzado y lo sujetó del cuello del traje, alzándolo con fuerza.
—Tenías un trabajo, maldito idiota. UNO SOLO. —le escupió las palabras—Ser el jodido profesor de esos niños. ¿¡Y qué hiciste!? ¡Te fuiste a lucir por las calles como un imbécil!
Nezu dio un salto del sofá, alarmado.
—¡Ahora, ahora, joven Jason! ¿Por qué no nos calmamos y suelta al señor Toshinori?
Jason giró el rostro hacia él, sin soltar a All Might.
—Tú cállate, rata de mierda. —espetó, la voz cargada de rabia—. Sé que este idiota es All Might. Y me importa un carajo que lo sepas o no. ¡No pienso decirte cómo lo descubrí! Solo quiero que mueva su trasero y NOS LLEVE a mí y a Tim a la maldita U.S.J Ahora mismo.
Toshinori palideció. Literalmente.
—¡¿P-Pero cómo—?! —empezó a decir, justo antes de escupir un torrente de sangre.
Nezu le hizo una señal rápida con la garra: baja el volumen.
—Tranquilo, joven Jason —dijo el director, en tono aún pacífico—. Le aseguro que la ausencia de All Might no es tan relevante. Las instalaciones de la U.A. están diseñadas con—
¡CRASH!
La mesa de té voló por los aires.
Jason la había pateado con furia, haciéndola estallar contra la pared.
—¡Y un carajo que no es importante! —rugió—. ¡La maldita U.S.J. está bajo ataque! ¡Un grupo de villanos irrumpió!
Nezu se quedó congelado. Toshinori también.
Y justo entonces, entró Tim.
Serio. Silencioso. Vestido ya como Red Robin.
Sin decir palabra, proyectó un holograma desde su brazalete.
La grabación era corta: la entrada del U.S.J. envuelta en humo. Portales negros. Sombras. Villanos. El caos iniciando.
Y luego...
Pantalla negra.
La señal se había cortado.
Tim habló con voz seca.
—La señal de ustedes ya fue interrumpida hace rato.
Cerró la proyección de golpe, apretando los puños.
—B apenas logró mandarnos esto... antes de que nuestra señal también fuera cortada.
Se permitió un segundo de silencio, tragando saliva. Su rostro, frío, no ocultaba el temblor en la mandíbula.
—Nuestros comunicadores no deberían cortarse. Ni siquiera si los de ustedes caen- Alzó la mirada, los ojos oscuros encendidos de ira contenida—Algo más pasó
Un silencio pesado se instaló en la sala.
Jason y Tim cerraron los ojos, molestos.
Un pensamiento intrusivo abordando sus mentes:
Odiaban cuando el murciélago tenía razón.
"Maldición chicos aguanten ya estamos en camino"
Chapter 15: Capitulo 15 U.S.J parte 2
Chapter Text
—¡V-Villanos! —chilló Mineta, las lágrimas casi saltando de sus ojos y aferrándose a la pierna de Sero.—. ¡Salgamos de aquí! ¿¡Quién pensaría que entrarían desfilando en la base de héroes!?
Momo alzó la mano, aún con voz controlada.
—¡Sensei! ¿Qué hay de las alarmas anti-intrusos?
Thirteen respondió con prisa:
—¡Por supuesto que tenemos! Pero…
—Pero si no sonó ninguna, eso solo puede significar que alguien entre los enemigos tiene un Quirk para desactivarlas o anularlas —interrumpió Todoroki, con un tono gélido. Sus ojos se entrecerraron, fríos, calculadores— Y eso lleva a otra pregunta: ¿este es el único campo de entrenamiento atacado o hay otros?
Damian bajó la vista a su muñequera. Las luces de señal estaban muertas. Interferencia total.
Entrecerró los ojos y pensó, con los labios apretados:
"Ojalá padre haya logrado contactar a los otros antes de que el Quirk afectara nuestro sistema."
Todoroki siguió:
—Este lugar está aislado de la escuela, y justo hoy hay una clase planeada aquí. Esto no es casualidad. No es una emboscada improvisada. Tiene un objetivo claro.
Damian bufó, rodando los ojos. Caminó hacia Dick, bajando la voz para que solo él lo oyera:
—Le pasé a Padre a Iida. Le dio instrucciones de dejarlo en la colina. Lo suficientemente lejos para estar seguro… pero cerca para observar.
—Deberías haberle pedido que lo lleve con él —gruñó Dick, ajustando el agarre de sus bastones electrificados.
Damian puso los ojos en blanco.
—Por favor. Como si no supieras que volvería antes de que nos demos cuenta. Enfadado. E impulsivo.
Dick tuvo que admitirlo con un asentimiento frustrado.
—Bueno… al menos con B aquí, la interferencia no durará mucho —dijo, poniéndose en posición de combate. Su voz subió lo suficiente para que Aizawa lo escuchara, pero sin alertar a villanos ni estudiantes—. Ahora solo nos queda ganar tiempo.
Dijo esa última línea con voz más elevada. No lo suficiente para que los villanos oyeran. Pero sí… Aizawa.
El héroe les lanzó una mirada seca desde unos metros más adelante.
—Querías decir yo ganaré tiempo.
Dick simplemente le sonrió de esa forma que Bruce detestaba: encantadora, sarcástica, completamente temeraria. Luego saltó sin decir más.
Damian lo siguió un segundo después.
Aizawa suspiró como quien acaba de adoptar dos nuevos problemas permanentes.
Luego apretó los dientes, girándose un instante hacia sus estudiantes.
—No sigan sus ejemplos. ¡Déjenmelo a mí!
Su bufanda de acero se agitó, preparada para el salto.
—¡Thirteen, vigílalos y protégelos!
—¡S-sí! —respondió el héroe espacial, abriendo los brazos frente a los jóvenes.
Midoriya dio un paso adelante, nervioso.
—¡P-pero, sensei! ¡Su modo de pelear es borrar Quirks y capturar! ¡No luchar de frente!
Eraser Head se detuvo solo un segundo.
—Lección extra, chico —murmuró, con una mueca dura—. Un héroe siempre tiene un truco bajo la manga.
Y saltó directo hacia los villanos.
El choque
La cortina de humo seguía disolviéndose cuando Eraser Head tocó tierra, los vendajes ya sueltos, danzando como cuchillas a su alrededor. Su Quirk activado, los ojos rojos y enfocados.
Tres villanos fueron desactivados antes de que pudieran alzar la voz.
Uno cayó inconsciente al recibir una patada en el cuello.
Otro fue enredado en los vendajes y arrastrado contra el piso con brutalidad.
Un tercero intentó usar su habilidad, pero el Quirk no respondió… justo antes de recibir un golpe al estómago que lo dejó sin aire.
—Son más de veinte —masculló Aizawa, girando en seco, ya con sangre en el labio por una piedra lanzada—. Más de lo que esperaba.
Entonces llegaron los Wayne.
Dick cayó con un giro acrobático, aterrizando con las piernas flexionadas como un felino. Sus tonfas electrificadas ya silbaban en sus manos.
—¡En marcha, Robin!
—¡Tarde! —replicó Damian, ya partiendo la rodilla de uno de los villanos con el reversó de su espada.
Dick se lanzó hacia un grupo que rodeaba a Aizawa, usando su agilidad y velocidad para sembrar caos. Cada golpe era certero, cada movimiento una distracción para cubrir al héroe mientras este usaba su Quirk.
Damian, por su parte, no tenía la misma delicadeza.
—¡Tus combos son predecibles! —gritó a uno que intentó alcanzarlo—. ¿Eso es todo lo que tienen?
Rompía articulaciones con una precisión casi quirúrgica, bloqueando y redirigiendo los ataques como si tuviera años de ventaja sobre ellos. En cierto modo, la tenía.
Aizawa lo notó.
—Ese niño… pelea como un profesional. Como un… asesino entrenado.
Tuvo que apartar ese pensamiento. No había tiempo para moralismos.
Kurogiri apareció de pronto frente a ellos, su silueta deslizándose como aceite negro por el suelo.
—Héroes en formación, niños o no… deben ser eliminados.
—¡Pues ven por nosotros, bocazas de tinta! —rugió Dick.
Kurogiri se expandió para atraparlos con su portal…
…Pero Bruce, desde la cima, lo vio antes.
Activó un lanzador remoto.
Una bengala roja silbó en el aire y explotó justo en el rostro del villano, distorsionando su niebla momentáneamente.
Suficiente para que los tres se replegaran.
Bruce habló por su comunicador interno, con frialdad:
—Objetivo principal identificado. Análisis: Quirk tipo portal. Requiere punto de anclaje visual. Usa interferencia de energía para anular sistemas. Recomendación: cegar al operador.
Aizawa lo escuchó, pestañeó.
—¿Ese niño…no ese hombre es un estratega?
—No. —gruñó Dick mientras volvían a cargar contra el siguiente grupo—. Ese niño es la Batcomputadora con piernas.
Desde la colina, Bruce ajustó su canal de comunicación. Su voz era baja, precisa, como una cuchilla.
—Thirteen, cambio de plan. Iida ya fue enviado a por refuerzos. Ahora solo ganamos tiempo. Lleva al resto e intenta evacuar. No te detengas. No te preocupes por nosotros.
Thirteen se tensó al escuchar la voz del niño. Dudó. Mucho. Demasiado.
—P-pero… ¿dejarlos solos? ¡Son solo estudiantes! ¡Y tú eres un niño!
Bruce gruñó por lo bajo.
—Y tú estás malgastando segundos discutiendo. Muévelos. Ahora.
Aizawa lo cortó sin miramientos, mientras sus vendajes derribaban a otro villano:
—Aquí solo estorbarán. Sácales el máximo provecho afuera. No aquí.
Thirteen asintió, tragando saliva. Dio un paso atrás.
—¡Chicos, vamos a la ruta de evacuación, en línea! ¡En dos filas, no miren atrás y avancen !
Pero no llegaron lejos.
—Lamentablemente… no puedo permitir eso.
La niebla se retorció sobre sí misma, oscura y densa, hasta formar una figura humanoide que emergió a pocos pasos de los estudiantes. El vórtice se abrió detrás de ellos, cortándoles el camino. Era Kurogiri.
—Saludos cordiales. Somos la Alianza de Villanos —dijo con voz cortés, antinaturalmente educada—. Disculpen la presunción… pero nos tomamos la libertad de irrumpir en Yuuei, la cuna de los héroes, con el objetivo de encontrarnos con el símbolo de la paz: All Might.Y nos preguntábamos si tendríamos la oportunidad de matarlo.
La niebla osciló mientras su rostro se inclinaba ligeramente.
—¿No se suponía que él estaría presente en esta conjunción educativa? Qué curioso. ¿Habrá pasado algo? ¿Una alteración imprevista?
Silencio.
—Bueno. Dejando eso de lado… este es mi rol.
Estaba a punto de expandir su portal. Las sombras comenzaron a girar como un remolino negro detrás de él.
Y entonces:
¡BOOM!
Una explosión lo impactó de lleno. Polvo, chispas, humo.
—¡Apuesto a que no pensaste que podríamos golpearte, bastardo! —rugió Kirishima, saltando sobre él con su cuerpo endurecido.
—¡Quítate del puto medio, nube con ojos! —gritó Bakugou, detonando aire y girando en el aire con un rugido.
Ambos habían reaccionado por impulso, sin plan, sin órdenes, sin espera.
Bruce, desde la colina, entrecerró los ojos con furia. Su dedo se detuvo justo antes de disparar. Tenía a Kurogiri en la mira. Había potenciado su bengala con energía condensada, calibrado su microcargador, listo para disparar justo cuando terminara de hablar.
Pero no pudo.
La intervención impulsiva de los dos chicos lo frustró todo.
Y entonces… lo sintió.
Un cambio súbito en la presión del aire detrás suyo.
Giró de inmediato.
¡PAM! Disparó una nueva bengala.
La niebla se dispersó con violencia. Un portal se había estado abriendo justo detrás de él. Si reaccionaba medio segundo más tarde, lo tragaba.
La voz de Kurogiri volvió, esta vez más gélida.
—Eso fue bastante peligroso. Como era de esperarse… aunque sean meros estudiantes… también son futuros héroes.
Bruce giró la muñeca y comenzó a recargar su lanzador. Pero no fue lo suficientemente rápido.
—¡Chicos, aléjense! —gritó Thirteen, alarmado.
Bruce alzó la vista justo a tiempo para ver cómo la niebla los engullía.
Kurogiri flotaba en medio del portal, su silueta difusa e inestable.
—Ustedes serán dispersados… torturados… y asesinados.
El silencio cayó como plomo.
Bruce apretó la mandíbula. De inmediato bajó la vista a su muñequera. Si las comunicaciones externas estaban bloqueadas, eso solo podía significar un Quirk de interferencia espacial. Pero al menos, las funciones locales aún operaban: su GPS interno, los rastreadores del equipo, los canales de corto alcance.
Activó el rastreo de emergencia.
Y lo que vio no le gustó nada.
—Tch…
Puntos verdes desperdigados por todo el U.S.J.
Cada uno en un sector diferente: zona de escombros, zona de incendios, zona de derrumbe, zona marina…
Fueron separados.
Bruce frunció el ceño. Su voz, grave y cortante, llegó al canal interno:
—Los dispersaron. Múltiples zonas activas. Interferencia espacial confirmada. El objetivo era fragmentarlos.
Sus dedos comenzaron a teclear sobre su muñequera. Activó la subrutina de localización táctica.
—Las cosas acaban de complicarse.
Desde la colina, Bruce proyectó los planos completos del U.S.J., vinculándolos a las señales activas de los trajes de los estudiantes. A cada punto verde, le asignó una sección, una amenaza, una prioridad.
Su voz sonó en todos los comunicadores locales.
—Actualización táctica. Estamos separados en siete grupos:
-
Entrada y plaza central: Aizawa, N°13, Robin, Nightwing, Uraraka, Shouji, Satou, Sero y Ashido.
-
Zona del desierto: Tokoyami y Kouda.
-
Zona de inundación: Midoriya, Mineta y Tsuyu.
-
Zona incendiaria: Ojiro.
-
Zona de la montaña: Yaoyorozu, Jirou y Kaminari.
-
Zona de deslizamiento de tierra: Todoroki.
-
Zona en ruinas: Bakugou y Kirishima.
Bruce amplió los datos.
—Situación actual:
-
El grupo 3 ha iniciado combate con hostiles. Midoriya tomó el liderazgo. Nivel de amenaza: 3.5 estrellas.
-
Todoroki ha neutralizado enemigos con hielo. Nivel de amenaza: 1 estrella.
-
Tokoyami y Kouda mantienen el control. Nivel: 3 estrellas.
-
Kirishima y Bakugou también. Nivel: 3 estrellas.
-
Grupo 5: Rodeados. Kaminari es el único atacante múltiple, pero quedará fuera de combate tras usar su Quirk. Las chicas deberán protegerlo. Nivel: 4.5 estrellas.
-
Ojiro está solo, empleando tácticas de evasión y golpe. Nivel: 4.5 estrellas.
Bruce inhaló y su tono se volvió más firme:
—N°13, la retirada es imposible. La única opción es reagrupar. Damian y yo mantendremos ocupado al enemigo central. Tu prioridad es evacuar, reunir y reforzar. Empieza por los grupos en mayor riesgo.
Thirteen apretó los puños.
—¡Yo seré quien lo distraiga! ¡No puedo dejar que dos niños enfrenten a un villano!
Empezó a levantar su brazo, formando un vórtice...
¡CLINK!
Un batarang silbó por el aire, chocando contra el suelo justo a centímetros de sus pies, haciendo que el héroe se detuviera. Acto seguido, Damian Wayne apareció frente a él, colocándose en posición de batalla.
—Pa... —se corrigió con rapidez—. B hizo este arreglo por una razón. Tú eres especialista en rescate, no en combate.
N°13 dudó, bajando un poco el brazo.
—S-sí, yo…
—Si no te detenía, habrías abierto un agujero negro sin control. ¿Qué habrías hecho si el enemigo trasladaba tu vórtice al lado de un estudiante? ¿O dentro del alcance de su portal? ¿Y si metía a tus compañeros ahí?
Bruce intervino por el canal.
—Damian tiene razón. Trece, sal de la línea de fuego. Usa tus habilidades donde importan. Dirige a los estudiantes. Haz lo tuyo.
Un pitido en su muñeca lo alertó. Bruce alzó la vista con el ceño más hundido.
—El equipo de Midoriya y el de Bakugou ya terminaron sus enfrentamientos, pero Yaoyorozu está en problemas. Kaminari está incapacitado. Eran su fuerza principal. Te necesitan, Trece.
Thirteen cerró los ojos. Tomó aire. Exhaló.
Y asintió.
—Niños… ¡SÍGANME! Vamos a ayudar a sus compañeros. Prioridad: zona de la montaña.
Comenzaron la evacuación, corriendo detrás del héroe espacial mientras este guiaba el camino con pasos largos y decididos.
Bruce, observando desde su posición, activó un nuevo canal.
—El alcance de esta red de comunicación es limitado. Cuando crucen el umbral de la plaza, estarán solos. —Pausa—. Recuperad a todos. Mantenedlos vivos hasta que lleguen refuerzos.
—Déjamelo a mí —respondió Thirteen, sin mirar atrás—. Te los devuelvo enteros.
Justo cuando comenzaron a avanzar, Kurogiri, desde su posición elevada, los notó.
—¿Adónde creen que van?
Intentó abrir otro portal frente al grupo, expandiendo su niebla.
¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!
Una lluvia de batarangs explotó al impactar la niebla. Las ondas repelieron el portal antes de que pudiera completarse.
La voz del niño resonó, firme, seca como un filo:
—Tu enemigo soy yo, bola de humo.
17 segundos.
Las orejas de Dick se movieron instintivamente.
Un murmullo rasposo llegó hasta él, entre el sonido del combate. El villano cubierto de manos —ese bastardo retorcido— hablaba bajo mientras Aizawa lo golpeaba, como si recitara un secreto.
—…mantenernos saltando lo hace un poco difícil de decir, pero aun así hay momentos… cuando tu cabello cae sobre tus ojos…
Dick abrió los ojos, un mal presentimiento recorriéndole la espalda como electricidad.
Ese número... 17 segundos... no era solo una cuenta. Era un patrón. Una observación.
Un análisis.
¡Iba a atacar a Aizawa mientras su Quirk estaba desactivado!
Sin pensarlo, giró sobre sus talones y lanzó uno de sus bastones electrificados en un solo y fluido movimiento.
Justo a tiempo para escucharlo decir:
—…pasa cada vez que haces una acción. En intervalos más cortos. No presumas más de lo que puedes hacer, Eraserhead.
¡THOK!
El bastón impactó de lleno en la frente del villano, lanzándolo hacia atrás con fuerza.
Aizawa se apartó en un salto, rodando por el suelo y sujetándose el codo con fuerza. Dick no perdió tiempo. En unos cuantos pasos veloces, se acercó, se agachó y le tomó el brazo, inspeccionando rápidamente el daño.
Por suerte… la piel estaba intacta.
—Solo desintegró la tela —murmuró—. No llegó a tocarte.
Aizawa gruñó.
—Estuve cerca.
Dick lo miró con el ceño fruncido.
—Sea más cuidadoso, sensei. No necesitamos mártires hoy.
El hombre-niño —Shigaraki— se incorporó, sosteniéndose la cabeza, casi temblando… pero riendo. Esa risa seca que erizaba la piel.
—Ah… sí… la molestia del aprendiz que tenía que aparecer… —jadeó, con voz rasposa—. Un hombre cuyo Quirk no le permite luchar demasiado tiempo, pero que saltó de frente por sus estudiantes… y la futura promesa de héroe, que lo siguió para proteger a su maestro y ganar tiempo…¡Qué inspirador! Qué heroico… qué cool, qué cool, qué cool~
Sonrió con una mueca torcida, los dedos tiritando de emoción.
Los ojos de Dick se afilaron.
—Tienes problemas.
Shigaraki ladeó la cabeza, los ojos brillando bajo la máscara de manos.
—Pero no soy el protagonista aquí, ¿saben?
Una sombra gigantesca comenzó a proyectarse detrás de él.
Aizawa se tensó. Dick apretó los dientes.
Y entonces… la voz estalló en sus comunicadores con un grito desesperado:
—¡DICK!!!
El rugido llegó antes que la sombra.
Un sonido antinatural, profundo, visceral. Como si carne, metal y rabia hubieran sido mezclados en una garganta que no debería existir.
El aire tembló.
La sombra se cernió sobre ellos.
Dick apenas se giró a tiempo.
Pero no lo suficientemente rápido.
Una figura colosal cayó del cielo, una criatura que no debería existir, una amalgama de músculo, poder y furia pura. Un salto sobrehumano lo proyectó hacia Nightwing, la garra extendida lista para atraparlo.
Y lo habría hecho, de no ser por Aizawa.
—¡Cuidado! —gruñó el profesor, empujándolo con el hombro y tomando su lugar justo cuando el Nomu aterrizaba.
CRACK.
La cabeza de Aizawa fue estampada contra el suelo con fuerza brutal.
Iba a hacerlo otra vez. Aplastarlo. Despedazarlo.
Pero entonces…
¡BOOM!
Un batarang explosivo impactó justo en el costado del Nomu. La criatura rugió, girando su atención apenas por un segundo.
Un Damián, con ojos encendidos de furia, acababa de lanzarlo mientras se dirigía a esta dirección con una velocidad olimpica, hace solo unos momentos había logrado juntoa su padre noquear a ese idiota de sombras con la ayuda de su padre, pues el le distrajo lo justo para que el otro le disparara una bomba eléctrica. Solo para ver a esa cosa sobre Grayson apunto de aplastarle la cabeza, si no hubiese sido por aizawa, el que ahora estaría en el piso seria Nightwing.
Damian estaba enojado, no tacha eso estaba furioso.
—¡Nightwing, ahora! —gritó Bruce por el comunicador.
—¡Little D, maniobra E de rescate! —respondió Dick, ya recompuesto de la sorpresa.
—¡Confirmado! —gritó Damián, lanzándose al campo como un proyectil viviente.
Dick se impulsó, esquivando por centímetros el puño del Nomu y clavó sus bastones electrificados en la espalda del monstruo.
Una descarga brutal lo recorrió.
El Nomu soltó a Aizawa.
No por dolor.
Por molestia.
Agarró a Dick y lo lanzó como un muñeco, haciéndolo chocar contra una pared destrozada.
Damián no perdió tiempo. Corrió, se deslizó, atrapó a su profesor antes de que se desplomara otra vez.
—Molestia... molestia… —murmuraba Shigaraki, rascándose el cuello compulsivamente — Primero ese mocoso logra escapar para pedir refuerzos… luego unos hackers me noquean a mi portal… y ahora esos mismos creen que pueden enfrentarse a nuestro Anti-Símbolo de la Paz… ¡Nuestro Nomu!
—Ah, todo es tan molesto… tan molesto…
Bruce, desde la colina, apretó los dientes.Sentia que algo estaba mal. El comportamiento de el joven le recordaba a muchos de sus villanos antes de dañar a alguien, o hacer una locura. Escaneo el campo intentando ver que planeaba hacer, sus lentes proyectaron datos en tiempo real: ritmo cardíaco del monstruo, regeneración acelerada, fuerza bruta superior, velocidad superior...el escaner tambien le paso los datos de los otros involucrados en el combate o alrededor, Robin, aizawa, Nightwing...
Y entonces lo vio.
Tres figuras que no deberían estar ahí, y mucho menos tan cerca de ese hombre.
Maldición!
—¡Dick, a las diez en punto! —gritó por el canal interno.
Shigaraki se estaba moviendo.
No hacia ellos.
Hacia el agua.
El mayor de los Wayne giró la cabeza, con la frente sangrando y el costado ardiendo por dos costillas rotas. Y lo entendió en el acto.
—Carajo...
A pesar del dolor, se impulsó a hacia el frente.
—¡No…! —gritó Dick, lanzándose a la carrera aun sabiendo que no llegaría a tiempo
Shigaraki se lanzaba directo hacia Midoriya, Mineta y Tsuyu.
Estaban distraídos. Mirando el caos desde su rincón del desastre.
Congelados.
La mano de Shigaraki se estiraba… directo al rostro de Tsuyu.
La muerte venía.
Y luego… nada.
—Realmente eres un tipo genial… Eraser Head —dijo Shigaraki con una sonrisa torcida.
Aizawa estaba ahí.
Sangrando. Apoyado sobre Damian. Pero sus ojos rojos aún brillaban.
Su Quirk había anulado el de destrucción de Shigaraki en el último segundo.
Y eso fue suficiente.
Midoriya reaccionó.
Saltó. Gritó. El poder empezando a concentrarse en su brazo.
Y la criatura apareció en un instante frente al chico, como una muralla viviente. El golpe de Izuku apenas rozó su pecho. Nomu lo atrapó del brazo, levantándolo como un muñeco de trapo.
—Buen intento, niño. ¿“Smash”? ¿Eres fan de All Might? —Shigaraki rio entre dientes, con un temblor inquietante en la voz—. No importa. Muere.
El otro brazo del Nomu se alzó.
Listo para aplastar.
¡BANG! ¡BANG!
Dos disparos.
La mano del Nomu estalló.
El monstruo soltó a Midoriya con un gruñido confuso, justo en el momento en que las enormes puertas del U.S.J. se abrieron de golpe.
Y una voz retumbó:
—¡NO TEMAN, PORQUE ESTOY AQUÍ!
All Might.
Resplandeciente. Alto. Invencible. Incluso cuando apenas podía mantenerse en pie.
A su lado, Jason Todd, el humo aún saliendo del cañón de su pistola.
Y Tim Drake, con el visor encendido y una consola portátil conectada a las cámaras internas.
Los refuerzos habían llegado.
La esperanza volvía a la sala.
Bruce cerró los ojos por un instante.
Y sonrió.
Chapter 16: Capitulo 16 U.S.J parte 3
Summary:
intentare terminarlo en el proximo capitulo lo juro. Un agradecimiento enorme y un beso a mis queridas lectores andrea1987 y May_Star
Chapter Text
Los estudiantes miraban la figura del héroe con los ojos llorosos y esperanzados.
—Los jóvenes Wayne recibieron un pedido de SOS antes de que las comunicaciones se cortaran —explicó All Might—. Así que decidimos adelantarnos los tres. Y en el camino nos encontramos con el joven Iida, que confirmó la situación.
All Might pensó: "Y aunque mi pecho se llena de orgullo al ver cuánto mis pupilos dieron lo mejor de sí... eso no mengua la ira que me embarga al ver cómo los atemorizaron."
Se quitó la corbata. Su rostro ya no tenía la sonrisa simbólica. Solo furia.
—¡Todo estará bien... porque YO ESTOY AQUÍ!
—¡ALL MIGHT! —gritaron los estudiantes.
Los villanos retrocedieron instintivamente.
Y entonces, el héroe se movió. Y con él, dos figuras más: Jason y Tim. Cada uno con un objetivo claro.
En un borrón, All Might ya había incapacitado a diez villanos y había llegado al trío de estudiantes, rescatándolos y alejándolos del centro del caos. Jason corrió hacia Dick, que seguía malherido. Tim no perdió tiempo: se dirigió a Damian y Aizawa, evaluando al maestro rápidamente.
—Vayan a la entrada, ustedes tres. Esta ya no es una batalla en la que puedan intervenir —ordenó Tim a los chicos, mirando de reojo a Midoriya, Mineta y Tsuyu.
—¡Q-qué tan rápido! —balbuceó Mineta.
Shigaraki tembló, recogiendo la mano caída que le cubría parte del rostro. Su voz rasposa fue apenas un susurro:
—Ah... lo siento, padre... Atacando y rescatando. No se esperaba menos de un héroe conocido por su violencia. En verdad es tan rápido... mis ojos no pudieron seguirlo. Y aún así... no fue tan rápido como pensábamos. Podría ser que nuestra información sea correcta... ¿te estás debilitando?
—¡All Might, retrocede! —gritó Midoriya—. ¡Ese villano del cerebro! ¡Lo golpeé! ¡No fue suficiente para romperme el brazo... pero él ni siquiera se movió!
All Might volteó hacia el chico con una sonrisa que ocultaba tensión. Dos dedos a la frente:
—¡Todo está bien!
—¡CAROLINA SMASH!
El golpe fue directo al rostro del Nomu. Luego, otro en el estómago.
Nada.
"No puedo creerlo... mis golpes no funcionan en lo absoluto", pensó All Might, con una gota de sudor cayendo por su sien.
Tim ya había terminado de estabilizar a Aizawa. Por suerte, gracias a Damian, lo habían sacado tras el primer impacto. Conmoción cerebral moderada. Nariz rota. No había daño neurológico crítico.
Encendió su comunicador en el canal de los murciélagos:
—B. ¿Qué es esa cosa?
La voz grave de Bruce respondió sin vacilar:
—Lo llaman NOMU. Experimento científico. Armas vivas. Multiples quirks. No humanidad. Solo diseño. Su propósito: eliminar a All Might. Habilidades confirmadas: fuerza aumentada, velocidad aumentada, regeneración y absorción de impactos.
—Genial. Tenemos la versión de este universo de Doomsday —resopló Tim.
—No —gruñó Bruce—. Doomsday era un monstruo kryptoniano. Esto es un experimento. Un arma. Y como todo experimento...
—...es inestable, sin autonomía y tiene un límite —terminó Tim.
Como para confirmar sus palabras, el villano no pudo evitar su monólogo:
—Tus ataques no funcionan debido a su habilidad de absorción de impactos. Si quieres dañarlo de verdad... destrózalo. Aunque que él te deje hacerlo... eso es otro asunto.
—¡Gracias por el dato! —rugió All Might, haciendo un backdrop que sacudió el suelo.
—¡Wow, no sabía que ese movimiento podía ser tan fuerte! —exclamó Tsuyu desde su rincón.
—Esos idiotas subestimaron a All Might —masculló Mineta
Los estudiantes gritaban, animaban. Midoriya corría con ellos hacia las puertas, lejos del caos como le habían ordenado, pero seguía volteando. Observaba la pelea con ojos preocupados. Él sabía la verdad. Sabía el secreto de All Might. Sabía que el héroe estaba al límite de su tiempo diario. Lo había visto en las noticias. Había visto la seña de Thirteen a Aizawa. Lo sabía.
Y entonces, lo peor ocurrió.
Un agujero se abrió bajo el concreto.
La mitad del cuerpo del Nomu —la mitad que todos creían atrapada— surgió como una trampa letal, agarrando la cintura de All Might con una garra brutal. Las garras se enterraban.
Midoriya se congeló.
Una mano pequeña le tocó el hombro. Su mirada se encontró con la de Damian.
—No te preocupes —dijo el chico Wayne, firme, con tono bajo—. Él no está solo.
Su agarre era fuerte. No solo intentaba calmarlo. Lo estaba reteniendo.
—Tan predecible, tan predecible... —murmuraba Shigaraki—. Una provocación, y All Might se movió como queríamos. Inteligente de tu parte, enterrarlo en cemento... aunque con su fuerza, habría escapado rápido.
Kurogiri apareció al costado, la niebla girando.
—Por eso mi trabajo era abrir el portal en el momento justo... para restringir su velocidad y atraparlo. Así logramos destriparlo. Puede que termine cubierto de órganos, lo cual no será agradable... pero por alguien de su talla... lo soportaré. Es una fortuna que me despertara a tiempo, o me hubiese perdido mi gran momento
—La verdad, hubiese sido mejor que te quedaras en el suelo, nubloso —dijo una voz.
¡ZAP!
Palos eléctricos se clavaron en su centro, mandando una descarga al sistema.
—Estos villanos de hoy en día no saben lo que es la cigarra acechada por la mantis sin notar a la oropéndola detrás... —dijo Jason con tono cansado, antes de disparar una nueva ráfaga a los brazos del Nomu, liberando a All Might.
—¡Dick, Jason... bien hecho! —llamó Bruce—. Tim, ¿cómo va el análisis?
—Terminado —respondió Tim—. Calculo que su sistema necesita entre 4.3 y 5.1 segundos para absorber un golpe de impacto completo. Si el segundo impacto llega antes de ese tiempo... el cuerpo no podrá compensar.
—¿Se puede encadenar esa apertura?
—Si sincronizamos tres ataques en menos de cinco segundos, sí. Necesitamos desorientarlo primero.
—Damian, ¿las variables están bajo control?
El joven Robin entrecerró los ojos.
—Midoriya, asegurado. Aizawa, estabilizado. Pero...
¡BOOM!
Damian giró.
—¡No se olviden de nosotros, bastardos! —Bakugou apareció, manos en explosión, lanzándose directo al Nomu.
—¡Vamos, Kacchan! —Kirishima lo siguió endurecido.
Una explosión: Bakugou se lanzó sobre Kurogiri justo cuando Dick lo hacía. Doble golpe, doble error: La colisión también mandó a Dick a volar contra un muro.
-Escuche de los sus planes bastardos, de cada uno de sus roles en este plan para matar a all Might. El símbolo de la paz no caerá tan fácil por ustedes Payasos.- Dijo otra voz
Todoroki emergió del otro lado de la rubia, congelando medio campo con una pared de hielo que trabó también a los Wayne.
Damian apretó los puños.
—...creo que nuevas irregularidades acaban de sumarse.
Bruce se frotó las sienes desde su posición elevada.
No tenia nada contra esos niños. Ni siquiera su edad. Sus propios Robins habían salido al campo más jóvenes. Pero no tenían entrenamiento. Ni disciplina. Ni coordinación. La intervención impulsiva de Bakugou al principio había comprometido el plan. Si no fuese por eso, Bruce o incluso Thirteen podrían haber contenido a Kurogiri a tiempo antes de la dispersión.
—¡Maldición! —gruñó Jason, cambiando de pistola y apuntando a sus pies, fuego emergió de esta derritiendo sus botas—. ¡Nightwing! ¿Estás bien?
Jason estaba furioso.
Volvio a cambiar de pistola y cargo su arma con un clic seco mientras caminaba directo hacia el trío que acababa de irrumpir. Los agarró del cuello de la camiseta con una sola mano, empujándolos contra la pared helada. La pistola humeante en la otra mano, el cañón a centímetros de la frente de Bakugou.
—Escuchen bien, mocosos —gruñó con voz ronca y peligrosa—. Ustedes tres ya jodieron bastante hoy. ¿Quieren ayudar? Obedezcan. ¿Quieren seguir jugando al héroe? Los noqueo aquí mismo y los saco del tablero.
-Que derecho crees que tienes tu para mandarnos maldito extra?!!- gruño de regreso Bakugou a el joben que lo agarraba.
Damian y Tim ya se habían acercado, cada uno serio, cada uno mirándolos fijamente con un aura que hizo callar a Todoroki y kirishima que también estaban por replicar, no podían evitarlo, el aura que estaban emanando sus compañeros les recordaban a algunos héroes que habían visto en el campo.
No pareció verse afectado y abrió la boca para insultar, pero Jason apretó más fuerte el cañón contra su frente.
—Intenta explotar y te dejo dormido de un balazo eléctrico. No bromeo.
Todoroki arqueó una ceja, frío, pero Jason le devolvió la mirada sin pestañear.
—Congela otra zona sin mi orden y te quiebro las manos.
Kirishima levantó las manos, nervioso.
—O-oye, tío, estamos de tu lado...
—Entonces muévanse cuando yo diga —cortó Jason—. Porque hasta ahora, sus impulsos solo estorbaron. Por lo que se me informo, cuando saltaste la primera vez, antes de que tu profesor lo ordenara, perdiste el factor sorpresa. Gracias a eso, Kurogiri tuvo tiempo de dispersar a todos tus compañeros. Si no lo hubieras hecho, podríamos haberlo neutralizado o al menos evitar la dispersión. Cuándo llegaron ni siquiera evaluaron la situación o los aliados afectados aparte de all might y nos implicaron, no solo nos congelaron a Tim y a mi si no que apunto brevemente con su arma a Dick, todavía sangrando en el suelo—tu nuevo acto de brillantez casi mata a uno de los nuestros.
Jason giró levemente la pistola, no como amenaza letal, sino como advertencia profesional. La luz roja del visor brillaba sobre su rostro cubierto parcialmente por la capucha.
—Ustedes no están en esta pelea. Y si vuelven a intervenir sin coordinación, yo mismo los inmovilizo.
Kirishima, jadeando, dio un paso al frente.
—¡Solo queríamos ayudar! ¡Lo vimos en peligro y...!
—¿Ayudar? —Jason lo cortó sin titubear—. ¿Ayudar es empujar a tu compañero contra una pared de concreto con una embestida sin mirar a los lados? ¿Ayudar es interrumpir un combate sin saber el plan?
Jason lo apuntó directamente. No disparó. No hacía falta.
—La intención no vale nada... cuando el resultado termina en una lápida.
Kirishima bajó la mirada. No dijo más.
Todoroki se acercó entonces, sus ojos bicolores tranquilos pero firmes.
—Yo puedo controlar a Bakugou.
—¿Sí? —preguntó Damian, que se había acercado en silencio—. Entonces hazlo.
El chico Wayne estaba parado con la espada bajada, pero su mirada era tan filosa como la hoja.
—Congela sus piernas si intenta otra estupidez. Y si te pido que levantes una barrera de hielo, lo haces. Rápido y sin preguntas. ¿Estamos?
Todoroki asintió lentamente.
Bakugou apretó los puños con fuerza. Iba a explotar. Literal y emocionalmente.
Jason dio un paso al frente, clavándole la mirada desde debajo de su máscara roja.
—¿Sabés qué pasa cuando uno de ustedes muere por actuar sin pensar? Nadie te llama héroe. Nadie te pone en una estatua. Solo queda el vacío. Y los que te rodean cargan con tu error el resto de su vida.
Hubo silencio.
Damian, sin perder tiempo, activó el comunicador interno.
—B, las variables están contenidas.
Bruce respondió al instante:
—Procedan con la ejecución del plan.
Jason, aún sin guardar su pistola, miró a los tres chicos frente a él.
—Última advertencia. Se quedan aquí. Protejan a los heridos. Ayuden a evacuar si hace falta. Pero no vuelvan a entorpecer el campo de batalla. Este no es su combate.
Bakugou, temblando de furia, no respondió. Pero no se movió.
Jason se giró sin más, volviendo junto a sus hermanos.
Damian sacó una pequeña bomba de humo y la dejó caer. Una cortina los separó del trío.
—Listos para la fase dos —dijo.
Se acercaron a All might que parecía mas que dispuesto a mandarlos a ellos tambien lejos.
-No empieces Grandote que no tenemos tiempo, ten este comunicador y deja de hacerte el heroe que somos más que concientes de tu situacion. Nezu nos la explico antes de partir. Asi que callate y coopera
Instintivamente Allmight ya se habia colocado el comunicador antes de responder y para cuando quiso hacerlo escucho una voz
—B, la ventana máxima entre impactos es 4.3 segundos. Si pasamos eso, su absorción vuelve a cero.
—Entendido. ¿Cuánto margen tenemos?
—0.6 segundos.
Bruce, desde la colina, lo confirmó con un clic.
—Suficiente.
En el suelo, Jason cargaba sus armas con munición no letal de alto voltaje. Bastaba para aturdir, no para detener. Pero eso era lo que necesitaban. Un punto de entrada.
Dick se levantó, tambaleante, se había roto dos costillas más, con esta van 4 Damian apareció a su lado y le pasó una inyección de analgésico rápido.
—Tienes 10 minutos antes de que tu cuerpo lo rechace.
—Perfecto —gruñó Dick, ya girando sus bastones.
Damian ajustó su cinturón de utilidades. Sus ojos verdes no dejaban de seguir al Nomu que ahora se balanceaba, confundido por el último ataque de Jason pero con su mano casi completamente intacta de nuevo.
—Este monstruo empieza a recuperarse —dijo.
—Entonces terminémoslo rápido —murmuró Bruce.
El plan era simple. Demencial. Preciso. De murciélago.
Jason abriría el primer ataque con una detonación directa a la base del cráneo, desestabilizando el oído interno del enemigo.
Dick aprovecharía ese segundo para clavar sus bastones electrificados en los músculos de las piernas: una sobrecarga nerviosa para alterar el equilibrio.
Damian cortaría los tendones del tobillo izquierdo, obligando al monstruo a girarse hacia ese lado para protegerse.
En ese giro forzado, Tim dispararía una microcarga de energía directamente en el ojo derecho: cegarlo justo antes del golpe final.
All Might remataría con un ataque total al punto expuesto.
Y todo eso debía ocurrir en 4 segundos.
All might prácticamente no pudo interrumpir en toda la conversación y para cuando esta termino ya no pudo mandarlos lejos contra su conciencia, estos niños no estaban jugando, y su plan era mejor que suyo de forzar su cuerpo en cada golpe prácticamente jugándose todo.
Con un suspiro miro a Jason y a la colina donde creyó escuchar la voz infantil y asintió en acuerdo.
—Inicio de cuenta regresiva... —dijo Bruce, y el tiempo se partió en dos.
3.8 segundos
Jason apareció desde el costado con un salto medido. Apuntó y disparó directo a la base del cráneo del Nomu. La explosión fue controlada, pero suficiente para hacerlo tambalear.
—Uno —dijo Jason, rodando en retirada.
3.2 segundos
Dick cayó desde arriba como un rayo, clavando ambos bastones eléctricos en la parte trasera de las rodillas. La criatura gritó —por primera vez—, y bajó la guardia un segundo.
—Dos —murmuró Dick, saltando hacia atrás mientras la electricidad chisporroteaba.
2.6 segundos
Damian entró como una sombra, girando su espada de entrenamiento reforzada con tungsteno. Un corte limpio al tendón lateral del tobillo izquierdo. El monstruo se tambaleó, girando justo como esperaban.
—Tres —dijo Damian, mientras rodaba por el suelo y se alejaba.
2.1 segundos
Tim disparó. Una microcarga de energía comprimida. Un destello azul impactó directo en el ojo derecho. La criatura se tambaleó, cegada, vulnerable.
—Cuatro —susurró Tim.
1.2 segundos
Y All Might impactó.
Un rugido titánico.
—¡PLUS ULTRA! —gritó, y su puño brilló con el último resquicio de su poder.
Saltó como un cometa dorado, directo al costado expuesto del Nomu. Su puño impactó con una fuerza brutal que resonó como un trueno.
¡BOOOOOOOM!
El suelo se partió. Una onda expansiva barrió los escombros. El Nomu fue lanzado como una bala humana a través de tres muros reforzados antes de incrustarse en el muro. La regeneración ya no daba abasto: su cuerpo se agitaba, convulsionando, tratando de recomponerse.
Silencio.
Los estudiantes cubrían sus rostros por el viento. El humo subía. Polvo. Escombros.
Shigaraki chilló con furia, rascándose el cuello con desesperación.
—¡No, no, no, no! ¡Padre, arregla esto! ¡Nomu no puede perder!
Bruce exhaló por primera vez en minutos.
—Impacto crítico confirmado.
Jason giró la pistola en su mano y la guardó.
Tim sonrió. Damian cruzó los brazos, asintiendo apenas.
Dick simplemente cayó sentado al suelo, jadeando.
All Might se mantuvo de pie. Apenas. Pero de pie.
Y todos, por un segundo, creyeron que podían ganar.
-----Mientras tanto----
Mientras los titanes chocaban en el centro, un equipo se movía entre sombras, fuego y escombros.
N°13, al frente, mantenía la vista en su tablet de rastreo.
El grupo detrás suyo —Ashido, Sero, Shouji, Satou y Uraraka— avanzaba como podía, cubriéndose entre estructuras artificiales y rocas falsas. Su destino: la zona de montaña.
Momo, Jirou y Kaminari estaban allí. Rodeados. Acorralados.
Cuando el equipo llegó, el panorama no era bueno.
Jirou jadeaba con las manos en alto, uno de sus audífonos sangrando. Momo también tenía los brazos arriba, pero sus dedos temblaban, apretando con fuerza la tela de su uniforme. Kaminari… Kaminari estaba siendo sostenido como rehén. Su cuerpo colgaba, inerte, el rostro perdido, apenas consciente. Su ataque eléctrico los había salvado una vez. Pero no pudo repetirlo. Y uno de los villanos —aislado del efecto por algún tipo de aislante— lo había atrapado.
N°13 vio la escena, y por primera vez en su carrera, agradeció haber obedecido a un niño.
“Agradezco haber escuchado al niño. Si no, esto acabaría mal.”
—Plan de contención —dijo por lo bajo—. Formación de asedio invertido.
—¿¡Qué!? —preguntó Uraraka, nerviosa.
—Es una estrategia de rescate: flanquear desde la distancia, atacar por reflejo y crear una ruta de extracción antes de que se inicie el conflicto.
—¿Tú piensas iniciar el conflicto? —preguntó Ashido, frotándose los brazos, lista.
N°13 no respondió. Solo levantó la palma abierta hacia ella. Luego apuntó al villano que sujetaba a Kaminari.
—Sero. ¿Puedes llegar a esa viga con tu cinta?
—Sí, pero necesitaré impulso —respondió el chico, ya preparando el carrete.
—Shouji, tu trabajo es proteger la salida. Lo que pase… no dejes que los separen otra vez.
—Entendido.
—Satou, Ashido, ustedes son el frente. Uraraka, conmigo. Vamos a recuperar a nuestros compañeros.
La gravedad del momento cayó sobre ellos. N°13 activó su guante generador de micro-vórtices. Todavía le dolía que un niño le haya recordado cuál era su especialidad… pero también se lo agradecía.
—En tres… dos… uno…
¡ZAS!
Sero salió disparado como un proyectil, anclando su cinta en una viga colapsada justo encima del villano. Ashido corrió por el flanco izquierdo, generando una línea de ácido que obligó a uno de los enemigos a retroceder, mientras Satou cargaba como un tren desbocado por el otro lado.
—¡AHORA! —gritó N°13.
La cápsula de gravedad comprimida se activó, generando un vórtice temporal que distorsionó el espacio entre los villanos. Uno perdió el equilibrio. Otro fue empujado contra una pared. El que tenía a Kaminari miró en todas direcciones, confundido—
Y entonces, Uraraka flotó por detrás suyo, silente, liviana como el aire.
Tocó a Kaminari. Tocó al villano.
Ambos se elevaron unos centímetros.
Click.
Un disparo de cinta de Sero los atrapó a ambos… y un tirón controlado los lanzó hacia la zona segura.
Ashido lanzó ácido al punto de aterrizaje para evitar que los siguieran. Shouji desplegó sus brazos en abanico para bloquear cualquier posible ataque.
Kaminari fue recibido por Shouji y Uraraka, quienes lo bajaron con cuidado.
Momo y Jirou también llegaron sorprendidas y aliviadas guiadas por Uraraka.
Momo miraba todo con los ojos abiertos, incrédula.
—…vinieron por nosotros.
—Claro que sí —respondió N°13, interponiéndose con firmeza entre los estudiantes y los villanos—. Porque aquí nadie queda atrás.
La figura negra del traje espacial alzó el brazo, apuntando con la palma abierta.
—Ahora… es mi turno.
El vórtice de su Quirk se abrió, un torbellino gravitacional que succionó escombros, armas y hasta las máscaras improvisadas de los villanos. Gritaban mientras intentaban resistir la presión, pero con cada segundo se les hacía más difícil mantenerse en pie.
—¡Es peligroso, profesor! ¡Puede absorberlos! —advirtió Momo.
—Lo sé —dijo N°13 con voz firme—. Por eso solo abriré un instante.
La niebla se cerró de golpe. Varios enemigos quedaron en el suelo, inconscientes o aturdidos. Los pocos que resistían fueron emboscados por Shouji y Sátou, rematados con la coordinación improvisada del grupo.
Silencio.
El aire quedó pesado, apenas iluminado por las luces de emergencia.
N°13 bajó la mano, jadeando bajo la máscara.
—Todos… ¿están bien?
Y entonces…
¡BOOM!
Una explosión resonó en la distancia. El cielo pareció partirse un momento.
La onda expansiva les sacudió los pies.
Todos se giraron hacia la fuente.
Venia del recinto principal.
— Esa dirección, los otros estan bien?....vamos..vamos a apoyar?- Dijo insegura uraraka.
N°13 miraba a sus estudiantes recuperarse… solo una voz resonaba:
"Ese niño tenía razón. Si no veníamos aquí primero, ya los habríamos perdido!"
Luego volvió a mirar hacia el lugar de explosión con el humo saliendo y le vinieron unos rostros a la mente: el niño inusualmente inteligente, aizawa y los otros dos niños que se movían como profesionales. Así como la cara del segundo niño cuya situación de 4 estrellas se le fue informada.
Entonces tomo una decisión.
—No es necesario. Aun nos faltan estudiantes en situaciones peligrosas, esos son nuestros objetivos principales.
-Pero sensei....- intento objetar- uraraka preocupada por midoriya y el resto.
El héroe levanto la mano.
—No hay objeciones, primero aseguraremos a estos villanos con las vendas de Sero y sogas que hará la estudiante Yaoyorozu, luego seguiremos nuestro camino.
Dicha alumna ya recuperada empezó a fabricar el pedido de su sensei. También se hizo un baston electrico para después.
—Yo puedo cubrir la retaguardia —dijo Momo, con una resolución nueva en los ojos.
N°13 le agradeció con un asentimiento y le indico a sus estudiantes que empiecen a moverse.
No tenían tiempo que perder.
Hecho una ultima mirada al humo y luego siguió dirigiendo a los estudiantes
"Yo hare mi parte y confiare en ustedes con la suya..espero que no me defrauden chicos."
Chapter 17: capitulo17 U.S.J Final
Summary:
Alfin termino la U.S.J y puede que les parezca largo, pero saben que! Que aun así en el manga ya vamos en el capitulo 21 con esto, y aca solo en el 17 asi que si me eh comido 4 capítulos del manga. Ja. Bueno mis amores a partir del el próximo se llega el festival deportivo, y con ello alfin empezaremos el desarrollo emocional de una de mis ships favoritas...redoble de tambores Tododeku. Si no les gusta se aguantan porque yo ya había dejado en mis etiquetas. Además no sera de golpe, sera como con los supers, gradual y lento, natural. Aunque aun no me decido y lo dejo a votacion. Coloco a Bakugou con Kirishima o Uraraka?
Chapter Text
Los estudiantes observaban el campo de batalla como si acabaran de ver algo irreal.
Kirishima fue el primero en romper el silencio:
—Eso fue… increíble —susurró—. Como una coreografía perfecta, pero con armas reales. ¿Vieron lo que hicieron? ¡Fue como una maldita película de guerra!
Todoroki, a su lado, no despegaba los ojos del polvo aún flotante.
—No —dijo con seriedad—. Esto no fue espectáculo. Esto fue una batalla real. Precisión, análisis, estrategia a contrarreloj… Odio admitirlo, pero tenían razón. No es algo en lo que podamos meternos fácilmente.
Kirishima lo miró de reojo, y su sonrisa se apagó al ver a Bakugou. El rubio permanecía en silencio, los puños cerrados con tanta fuerza que los nudillos palidecían, los ojos clavados en All Might y en el monstruo que todavía se sacudía entre escombros.
Kirishima suspiró bajo, apenas audible:
—Lo lamento, Bakubro. En la pelea de antes me demostraste que no solo atacas, que también piensas en la situación general… tienes cabeza para esto. Pero ese chico tenía razón. En comparación con ellos… —alzó la vista hacia el campo donde la Batfamily se movía como engranajes de una máquina perfecta— …somos novatos.
Bakugou no respondió. Solo cerró los puños más fuerte.
El gruñido frenético de Shigaraki interrumpió el momento. El villano se rascaba el cuello con desesperación, los ojos desencajados.
—¡HICISTE TRAMPA! ¡TRAMPA! ¡No hay forma de que ya no seas tan fuerte! ¡Me mintió! ¡¿Acaso me mintió?!
Un humo comenzó a salir del cuerpo de All Might. No era obvio. Para cualquiera que no supiera del tema, parecería solo polvo del ataque, grava volada durante la batalla.
Pero para Midoriya y los Wayne, era diferente.
Disimuladamente, se reacomodaron, formando un cuadrado protector alrededor del héroe, sin dejar aberturas, como si simplemente estuvieran evaluando el campo.
Pero sabían la verdad.
El humo no venía de la batalla… sino de la transformación que empezaba a ceder.
All Might, sin embargo, mantuvo la compostura. Su espalda recta. Su expresión firme. Su voz, dura como el acero.
—¿Qué sucede, villano? ¿Dónde quedó tu bravura? ¿Qué pasó con “terminar el juego”?
Sus ojos brillaron, y su voz retumbó como un trueno:
—Inténtalo si puedes!!
Midoriya, que no apartaba la vista de su maestro, dio un paso adelante. Se movía con miedo pero determinación, los dientes apretados. "Tengo que ayudarlo. Tengo que salvarlo. Aunque sea un segundo más…"
—Midoriya —la voz de Kirishima lo detuvo.
El chico de cabello verde parpadeó, su mente un poco más clara de su frenesí anterior.
Y los vio.
Dick, Damian, Jason y Tim rodeaban al Símbolo de la Paz sin dejar un hueco. Todos firmes. Todos con el mismo brillo en los ojos.
Midoriya tragó saliva.
Si se lanzaba ahora… no sería ayuda. Sería estorbo.
Lo entendió.
Sí, él no era necesario ahí… porque otros ya estaban haciendo lo que él deseaba hacer.
Un portal se abrió cerca.
Kurogiri emergió con dificultad, apoyado por otro villano encapuchado. Su voz era más grave, cargada de esfuerzo.
—Shigaraki Tomura… conserva la calma. No logramos herirlo de gravedad. Pero aún así…
Sus ojos oscuros miraron hacia la colina.
Hacia el niño de pie en la cima. Observándolos.
—Si tú y yo unimos fuerzas… aún podemos causar un golpe devastador. Una herida que el orgullo de estos héroes jamás podrá borrar.
Tomura giró también. Una sonrisa maniaca se formó en su rostro. Alzó los brazos, gritando como un profeta caído:
—¡¿CREES QUE GANASTE?! ¡¿QUE LOS HÉROES GANARON DE NUEVO?! ¡AHORA ESCÚCHAME, ALL MIGHT!
Apuntó hacia el campo con un dedo tembloroso, la voz retumbando entre ruinas.
—¡Estoy irritado! ¡Mira a mi Nomu, al niño de cabello verde que me atacó con todo lo que tenía! ¡Mira a los mocosos que rompieron huesos de mis aliados! ¡Nos llaman “villanos”… y a ustedes “héroes”! Pero violencia es violencia. ¿Quién decide lo correcto? ¿La sociedad? ¿El símbolo de la paz?
Le escupió al suelo.
—¡No me jodas! ¡Tú eres solo un garrote de represión! ¡Y una vez que te matemos, el mundo lo sabrá!
—Deberías guardarte tus puntos antisociales —interrumpió Tim, ajustando su visor—. Porque tú no crees en nada. Solo quieres divertirte.
—Oh… ¿vieron a través de mí? Qué rápido —inclinó la cabeza con fingido pesar, antes de que sus ojos brillaran de manía y una sonrisa desquiciada se formara en su cara—. Pero… aún así… ya es tarde.
Un nuevo portal se abrió a su lado.
Rápido como un relámpago, Tomura metió medio cuerpo y emergió justo en la cima de la colina.
Encima de cierto niño.
Encima de Bruce.
—¡NO! —gritaron los Wayne al unísono.
—¡B! —bramó Jason.
—¡BRUCE! —clamó Dick, a punto de levantarse de nuevo.
—¡BATMAN! —rugió Tim, ya corriendo.
-----------------------En otra parte--------------
Las orejas de Jon, Dami y Clark se movieron al unísono y levantaron la cabeza. Sus otros dos compañeros los miraron dudosos pero curiosos.
—Algo ocurrió —dijo Superman, empezando a flotar—. Algo le pasó.
Podía sentir su corazón apretarse, un mal presentimiento embargándolo.
Estaba por salir disparado cuando una mano fuerte lo detuvo.
Giró la cabeza, furioso, los ojos rojos de ira.
—¡Suelta!
Por el rabillo del ojo notó a Cris también reteniendo a Kon y Jon, que al igual que él, querían responder a esos gritos desesperados, esos corazones siempre calmados ahora latiendo como locos. Signos de la grave situación.
Pero ellos al parecer no estaban tan alterados.
No como él.
No sabía por qué ese nombre le sonaba, ni por qué su mente estaba por volverse loca del pánico por lo que pudo pasarle al dueño de ese nombre. Pero sí sabía que si su prima no lo soltaba, estallaría una guerra.
Nada podía impedirle ir.
O eso pensaba. Pero la chica solo volteó su vista hacia otro lado, indicándole con la mirada que girara.
Ahí, a unos metros, estaba Hawk como siempre, vigilándolos, espiándolos.
—No sé qué ocurre, pero asumo que tiene algo que ver con esas personas que ustedes espían constantemente. Y no importa qué tan mala sea la situación, ni si logras rescatarlos. Si te vas ahora, los pondrás en la mira de ese tipo y de quienes sea que estén detrás de él. Kal-El, ¿qué piensas que harán si encuentran tu debilidad? ¿Crees que soltarán su ficha para controlarte?
Eso fue como un balde de agua fría para el kryptoniano, y como si fuera una revelación divina, el corazón que antes latía desbocado de miedo regresaba a su ritmo normal, aclarando que todo estaba bien.
Clark volvió a sentarse en el campo.
—No podemos seguir así —dijo serio, cansado—. Tenemos que empezar a actuar.
Kara sonrió.
—Al fin estamos hablando el mismo idioma, primo.
------------De regreso a la U.S.J-------------
La mano de Tomura descendía.
Imposible de esquivar.
Imposible de detener.
Y Bruce, que había visto todo... simplemente levantó la mirada.
Sin miedo. Solo resignación.
Y entonces…
Por un segundo… Bruce creyó ver algo.
Una silueta dorada, desdibujada en el aire frente a él. Familiar, lejana. Como un recuerdo enterrado en la sangre.
Y una voz. Suave. Cálida. Susurrándole al oído:
—No olvides mi regalo, pequeño héroe…
Pero la visión se desvaneció tan rápido como vino.
La mano de Tomura descendía. Imparable.
¡BANG! ¡BANG!
Dos disparos atravesaron su brazo antes de que pudiera tocar a Bruce.
—¡Ghh—! —gimió Shigaraki, retrocediendo un paso.
Una figura menuda emergió por una de las puertas laterales del domo, el humo disipándose a su alrededor.
—Llegamos —anunció con su sonrisa característica, incluso a cubierto por sombras causadas por la contraluz—. Lamentablemente tarde.
—¡IIDA! —gritó Uraraka al reconocerlo desde el otro extremo, pues ella junto a los demás estudiantes estaban regresando siendo guiados por N°13..
Cabello despeinado. Un uniforme maltrecho. Pero su postura… firme.
—¡Regresé con toda la gente que pudimos reunir! —exclamó, con la voz en alto— ¡Presidente de clase Iida Tenya, reportándose al deber!
Detrás de él, los profesores de la U.A junto al director que había hablado antes se alzaban orgullosos. Varios de los 100 mejores héroes, listos para defender a sus estudiantes.
El campo de batalla entero pareció contener el aliento.
Shigaraki apretó los dientes. Su brazo sangraba.
—Tsk… parece que fallamos esta vez —masculló, sujetando la extremidad herida mientras retrocedía.
Kurogiri apareció a su lado, tambaleante, con un nuevo portal ya abriéndose detrás.
—Pero escúchame bien, símbolo de la paz… —Shigaraki se inclinó hacia adelante, los dedos temblorosos, su rostro torcido en una mueca entre risa y rabia—. La próxima vez… te mataremos.
Y con esas palabras, desapareció en el portal junto con los pocos villanos que aún quedaban de pie.
Jason apretó los dientes, disparando dos ráfagas más hacia la distorsión oscura. Notó que el profesor vestido de vaquero que había salvado al viejo hacía lo mismo. Pero ambas ráfagas atravesaron la niebla: el portal ya se había cerrado.
Las balas chispearon contra la pared, segundos tarde.
Silencio.
Solo el sonido del viento, del metal vibrando bajo el domo dañado… y de los corazones acelerados de quienes habían sobrevivido.
Los villanos se habían retirado.
Pero la batalla... había cambiado todo.
Los héroes pensaron que ganaron... pero la verdad es que este era solo el comienzo.
-------
Midnight masculló con furia: —¿Qué demonios…? Esos villanos llegaron tan ostentosamente y aun así los dejamos escapar.
Nezu, que descansaba sobre el hombro de Vlad King, respondió con calma:
—En verdad nos atacaron cuando teníamos la guardia baja. No te preocupes por eso ahora. Lo importante es atender a los estudiantes.
—No solo a ellos —añadió Cementoss con tono grave—. También a los profesores…
Antes de que pudiera terminar, una voz juvenil irrumpió.
—¡Oh, los profesores están aquí! Eso significa que los villanos no atacaron todo el campus. —Era Kirishima, corriendo hacia el frente, con alivio en el rostro—. ¡Hey, Dick, ¿estás bien?! Recuerdo que antes te golpeaste bastante duro…
(Sabia y estratégicamente, evitó mencionar que fue gracias a Bakugou).
All Might, aún oculto en la cortina de humo, agradeció el entusiasmo del joven. Pero si Kirishima se acercaba más, descubriría su secreto. Su forma ya había cedido. Lo único que lo mantenía cubierto eran los restos del polvo… y las bombas de humo que los Wayne habían arrojado para disimular.
De pronto, una pared de cemento se alzó frente a Kirishima, bloqueando el paso y la vista.
—Queremos revisar las heridas de todos los estudiantes —dijo Cementoss, acercándose con firmeza—. Así que júntense al frente de la entrada. Dejen a los heridos en manos de sus sensei.
—¡Sí, por supuesto! ¡Entendido! —dijo Kirishima, levantando el pulgar con su entusiasmo intacto mientras se alejaba a paso ligero.
—Gracias, Cementoss. Realmente me salvaste el pellejo.
El hombre de cemento inclinó la cabeza.
—También soy fan suyo, All Might. Ahora vamos a mantener su forma oculta y dirigirnos a la enfermería. Por favor, no se esfuerce.
—Oh… sí, claro —respondió All Might con su tono impostado, justo antes de desplomarse contra la pared de apoyo.
Cuando giró la cabeza para buscar a los jóvenes Wayne y pedirles que lo ayudaran, descubrió… nada.
¿En qué momento habían desaparecido?
La respuesta estaba más cerca de lo que creía.
Los cuatro ya estaban más adelante, agachados junto a la figura más pequeña entre todos: Bruce.
Inspeccionándolo de pies a cabeza.
—¿Te fracturaste algo? —preguntó Dick, con preocupación.
—Te vi recibir una explosión de escombros. Necesitas hielo. Y puntos. —gruñó Jason, metiendo una botella de desinfectante en el bolsillo de Bruce sin que este lo notara.
—Hay pequeñas alteraciones en tu pulso. Posible shock emocional. —anotó Tim, escaneando con su tableta.
—Debiste esquivarlo mejor. No me hagas perder la cabeza por nada. —dijo Damian, cruzado de brazos, con una rabia protectora tan visible como el sol.
Sabían que exageraban, pero no podían evitarlo, no sabían si ese pequeño y frágil cuerpo podría soportar semejantes cosas. Sus preocupaciones eran validas e instintivas,
Y Bruce también por lo que se resigno a escucharlos en silencio. No los detenía. No decía nada.
Solo se dejaba rodear.
Sus ojos, sin embargo, estaban fijos en un punto invisible, más allá del humo, más allá del tiempo. Recordando esa voz. Esa silueta dorada que quiso formarse ante él. Esa promesa. Ese regalo.
¿La diosa?
¿Y esa figura?
¿Por qué se sentía tan familiar?
----Sede de la liga de Villanos--------
Tomura cayó de rodillas al llegar. Jadeaba, rascándose compulsivamente el cuello.
—Me dispararon en brazos y piernas… fuimos derrotados completamente. Incluso el Nomu cayó. Nuestros esbirros fueron vencidos casi al instante. Esos estudiantes… eran fuertes. Y All Might… el maldito símbolo de la paz no se quedó atrás. Yo… estaba totalmente equivocado, Sensei.
La computadora frente a él parpadeó, emitiendo un zumbido.
—No, Tomura. No estabas equivocado. Simplemente fui demasiado optimista. —La voz resonó metálica, grave, inhumana—. Aunque parece que ellos también nos subestimaron. Me alegra que la fama de la Alianza de Villanos siga siendo tan cutre. Nos conviene, por ahora.
Otra voz, áspera, se sumó desde la penumbra:
—¿Y qué hay de nuestro trabajo conjunto, Sensei? ¿No se recuperó el cuerpo del Nomu?
Tomura apretó los dientes, mirando a Kurogiri, inconsciente sobre el suelo. Negó con un chasquido molesto.
—Él fue atacado varias veces. Apenas tuvo energía para traernos de regreso. No había forma de recuperar al Nomu.
El monitor chisporroteó de nuevo.
—A pesar de que lo cargué con un poder capaz de competir con All Might… qué lástima.
Tomura bajó la cabeza, su voz un murmullo envenenado:
—Un poder como All Might… Ahora que lo pienso… había un niño. Un niño con fuerza comparable a la suya…
—Inútil —interrumpió el Sensei con frialdad—. Lo de hoy no fue en vano. Reuniremos un nuevo grupo, cuidadosamente, para mayor eficiencia. Y tomaremos todo el tiempo que sea necesario.
La pantalla brilló más, la voz retumbó en la sala oscura:
—Recuerda: no podemos movernos libremente. Es por eso que un símbolo como tú es necesario, Shigaraki Tomura. La próxima vez… mostrarás al mundo el horror de tu existencia.
Los dedos de Tomura temblaron. Y entonces sonrió.
Una sonrisa torcida, histérica, desesperada.
El inicio de algo peor.
----------De regreso a la U.S.J------
Los policías ya habían llegado para llevarse a los villanos y evaluar a los estudiantes. El detective Tsukauchi comenzó a contar:
—17, 18, 19… 22. Sin contar al chico que se rompió cuatro costillas, todos están ilesos.
Hagakure se acercó a Ojiro con entusiasmo:
—¡Oh, Ojiro! ¡Estuviste asombroso allá afuera!
Él se rascó la nuca, apenado:
—¡Creí que todos estaban solos! Solo actué con la táctica de atacar y correr. Por suerte, sensei llegó con los demás a tiempo… ya estaba por colapsar del cansancio. ¿Y tú? ¿Dónde estuviste todo el tiempo, Hagakure?
—¡En la zona de avalancha! —respondió ella, señalando a Todoroki—. ¡Estaba sorprendida de cuán poderoso es Todoroki, realmente!
Todoroki solo pensó "Suerte que no la congele"
Bruce, que estaba siendo cargado por Tim, la miró con los ojos entrecerrados y le susurró:
—Las señales de ella y Aoyama fueron las únicas que desaparecieron. Bloqueadas.
Tim asintió con una seriedad fría detrás de su máscara de dominó.
—Los investigaré.
Y como si lo hubieran invocado, Aoyama apareció de la nada, con su brillo característico:
—¿Y dónde creen ustedes que estaba yo?
Pero todos lo ignoraron.
Así que se acercó a Usui y le repitió la pregunta. Ella se la devolvió, y él solo posó dramáticamente:
—Es un secreto.
Damian hizo una mueca.
—¿En serio enviarían a alguien tan tonto?
Jason chasqueó la lengua:
—Te sorprendería. Siempre terminan siendo o el idiota del salón o el señor popular. Son los menos sospechosos a los ojos de todos… lo que los hace perfectos.
Tsuyu entonces le preguntó al detective:
—¿Cómo está Aizawa-sensei?
Tsukauchi consultó su libreta.
—Por fortuna, solo tiene una conmoción moderada, una costilla rota, un esguince y la nariz rota. Nada grave para su profesión. Con sesiones de recuperación estará como nuevo.
La rana suspiró de alivio.
—Y lo mismo se puede decir de All Might. Se lo llevaron a la enfermería con Recovery Girl. Ahora mismo voy a visitarlos.
Se giró hacia un oficial con cabeza de gato.
—Sancha, encárgate de los demás.
—¡Entendido! —respondió el policía, llevándose una mano a la frente en pose militar.
El director habló entonces:
—Debemos concentrarnos en fortalecer nuestra seguridad en todos los ámbitos. Un Quirk como la teletransportación es excepcionalmente raro… qué mal que haya caído en manos de los villanos.
Damian sacó varios pequeños frascos: uno con niebla del villano nebuloso, otro con cabello de Shigaraki y otro con tejido del monstruo Nomu.
—¿Se las entregamos?
Bruce negó con la cabeza.
—Primero realizaremos nuestro análisis. Luego, se las daremos. Hay un traidor en la U.A. Ya tenemos dos sospechosos entre los estudiantes, pero no podemos estar seguros de que no haya también entre los profesores… y ellos podrían destruir o alterar las muestras.
Los demás asintieron. Tim murmuró:
—Me pregunto si el director también sospecha lo mismo. El ataque a la institución y luego esto… no pudo haberse hecho sin que alguien filtrara los datos. Esos villanos sabían el horario de All Might. Eso ya dice mucho.
Bruce bostezó y se acurrucó en el pecho de Tim. El día le estaba pasando factura a su pequeño cuerpo.
—Seguro también ya tendrá sus sospechas. Ahora veremos qué acciones toma en base a ellas.
Tim lo ajustó con más cuidado. Jason, con una sonrisa socarrona, les tomó una foto y la mandó a Dick en la enfermería. Dick le respondió con un torrente de corazones y emojis de celos.
Y efectivamente, en la enfermería, Dick se mordía un pañuelo imaginario de los celos.
—¡Qué envidia! Aunque siempre cargamos a Bruce para que se acurruque con nosotros… es raro…
En eso escuchó la voz de All Might en la cama de al lado:
—Sin duda, fui indulgente con mi límite de tiempo. Si hubiera tenido una hora más...
Midoriya, que lo acompañaba, intentó interrumpirlo:
—No, déjalo, Midoriya. Tiene razón —dijo Dick, recordando los eventos del día—. Si nosotros no hubiésemos estado ahí, Aizawa-sensei no habría podido solo. Quién sabe en qué estado estaría. No solo arriesgó a sus estudiantes… también a sus compañeros de trabajo.
—Gracias por el voto de confianza, chico —se oyó la voz de Aizawa desde otra camilla.
—¡Oh, por favor, viejo! Sabes que tengo razón~
Entonces la puerta se abrió, y entró el detective Tsukauchi:
—¡All Might, cuánto tiempo!
Midoriya, sorprendido, exclamó:
—¿All Might, él conoce tu verdadera forma?!
—¡Está bien! ¿¡Por qué lo preguntas!? ¡Porque el detective Naomasa, oficial de policía… es mi mejor amigo! —respondió con su tono heroico, a pesar de estar en su forma esquelética.
Dick soltó una carcajada. Junto al detective Naomasa, dijeron al mismo tiempo:
—¿Qué clase de presentación es esa?
Naomasa continuó:
—Necesito hacerles unas preguntas sobre el ataque de los villanos.
All Might levantó la mano:
—Antes que nada… ¿cómo están los demás estudiantes? ¿Y N°13?
Dick también se interesó. No sabía cómo le había ido a 13 con los rescates.
—Aparte del chico a tu lado y Eraserhead en la otra camilla, los demás están en perfecto estado. Solo pequeños rasguños aquí y allá. Pero si ustedes no hubiesen luchado valientemente, la historia pudo haber sido completamente diferente para esos chicos.
—Ah, sí. Sin embargo, hay algo mal, Tsukauchi —dijo All Might con seriedad—. ¡Los estudiantes también lucharon valientemente! ¡Lo dieron todo! ¡Experimentaron una batalla real a una edad tan joven y sobrevivieron! ¿Conoces a otros estudiantes de secundaria que hayan encarado tal terror? ¿Que hayan enfrentado el peligro del mundo adulto? ¡Les mostraron a los villanos lo idiotas que eran!
El detective se rascó la oreja, sonriendo. Luego su mirada se desvió a cierto chico, quien se la devolvió con una gran sonrisa. Ese hombre ya sabía lo que debía saber sobre ellos entonces tuvo que morderse la lengua para evitar decirle a su viejo amigo, que si lo conoce, que hay uno a su lado que ha actuado de justiciero desde los 9 años en otro mundo.
Para colmo que fue gracias a él y sus hermanos que tenían el mismo entrenamiento que esta vez se salvaron.
—Es verdad. Hay pocos que puedan compararse con los estudiantes de tu clase, en experiencia y habilidad.
Dijo críptico, un chiste solo entre el, el estudiante a su lado y Aizawa.
Dick le mandó un guiño juguetón antes de recostarse en la cama. Ese hombre se encargaría de cubrirlos ante la policía, el director lo haría con los profesores, y All Might… bueno, que el director se encargue de explicárselo a él.
En cuanto a sus compañeros… mmm, luego discutirán cuánto quieren soltar.
Ahora, solo quiere dormir un rato.
Chapter 18: Capitulo 18 Despues del desastre llegan las Reuniones
Summary:
Este cambio en el festival puede ser pequeño o grande pero si, no me arrepiento de nada (mira a su yo futuro que quiere matarla por complicarle la vida) creo......bueno pase lo que pase si yo caigo los arrastro conmigo. Yo sufrire para escribir y ustedes esperando para leer.
Chapter Text
La sala estaba sumida en un silencio tenso. Varias sillas estaban ocupadas, pero pocos se atrevían a hablar.
En el extremo de la mesa ovalada, el director Nezu —pequeño en tamaño, imponente en presencia— hojeaba los reportes preliminares. Su cola se movía lentamente de un lado a otro, en un tic nervioso.
—Bueno, primero abordaremos el punto más sencillo y rápido de la reunión respecto al ataque. Sé que muchos se preguntan cómo es que los Wayne y ese niño que está registrado como su hermano lograron "proteger" a los estudiantes y "ayudar" a Eraserhead y All Might en la batalla.
Snipe se inclinó hacia adelante, interesado:
—Vi los videos. La puntería de ese chico, Jason, es alucinante. Creo que está a mi nivel.
Midnight se cruzó de brazos.
—Y ni qué decir de ese tal Dick y el otro, Damian. No pueden decirme que no fueron entrenados. Esos movimientos de pelea son mejores que los de muchos héroes que conozco. Y parecían no tener un estilo fijo, sino una mezcla de varios.
N°13 tomó tímidamente la palabra.
—Ni hablar del más pequeño... parecía ser el líder. Analizó el campo de batalla, a los enemigos, a los aliados, y coordinó todo. Fue francamente aterrador. Hasta yo me sentí intimidado.
Nezu se rió suavemente.
—La información de esos niños es especial. Digamos que están en una especie de programa de protección de testigos. Así que disculpen si no puedo dar más detalles. Pero sí puedo decirles que efectivamente fueron entrenados y que tienen experiencia de campo. Según el archivo, al menos seis años. Así que, entre todos, a pesar de ser los únicos estudiantes en la historia de la U.A. sin Quirks, son los más seguros.
—¿¡Seis años!? —exclamó Snipe.
—Y aún así... —añadió N°13, levantando la mano de nuevo— ¿incluso el niño de dos años?
Nezu se rió de nuevo.
—Oh, no. Él no es un niño. Se me ha autorizado decirles que fue afectado por un quirk de regresión de edad. Es un adulto. Y también es un héroe con licencia... pero, como los demás, no puedo compartir más información.
—¿Y por qué sí eso y no lo demás? —preguntó Midnight con desconfianza.
—Porque, posiblemente... sea su futuro compañero de trabajo —respondió Nezu con una sonrisa más amplia.
Hubo un murmullo general.
El ratón golpeó suavemente la mesa.
—Ahora, terminando con eso, pasemos al segundo tema. Detective Naomasa, le cedo la palabra.
Naomasa estaba de pie, repasando las mismas hojas mientras hablaba:
—Hice una minuciosa búsqueda del nombre "Shigaraki". Su Quirk parece implicar la desintegración de todo lo que toca. Revisé registros de cada ciudadano entre 20 y 30 años... pero no encontré nada. Lo mismo ocurre con el sujeto del Quirk de teletransportación, "Black Mist". Tal vez nunca fueron censados o solo son alias. En todo sentido, son gente en las sombras. Nunca entregaron sus formularios de registro.
Snipe resopló.
—En resumen... no tenemos por dónde empezar. Y una vez que ese cabecilla, Shigaraki, se cure de sus heridas de bala, seguro volverá a causarnos problemas.
Nezu se quedó pensativo.
—¿Cabecilla, eh...? All Might, ¿qué opinas?
El héroe se cruzó de brazos.
—Se me acaba de ocurrir... Ese fue un plan demasiado atrevido. Bajo circunstancias normales, no habrían hecho algo así. Y no olvidemos lo meticuloso de sus preparativos. Alguien apareció de la nada, soltó una lógica irracional que parecía coherente en la superficie... y no reveló nada de su propio quirk. Solo hablaba del quirk de esa criatura, el Nomu. Y cuando las cosas no salieron como él quería... se descontroló.
All Might frunció el ceño.
—Parecía estar intentando inducir mis acciones dándome información de sus Quirks. Maldito listillo.
El director intervino con calma.
—Sin embargo,renunciar a la ventaja táctica de mantener sus Quirks en secreto en una guerra contra héroes fue muy tonto de su parte.
—Exacto —continuó All Might—. Una absurda falacia que parece tener razón a primera vista. El orgullo que sienten por sus "posesiones". Esa visión simplista que lo llevó a creer que todo saldría como él quería. El manejo infantil de su plan. Si sumamos todo... la figura que Shigaraki muestra es... ¡Es como un niño con poder! Como si pensara que puede hacer lo que quiera, cuando quiera. Una especie de... ¡Niño-Adulto!
Vlad King levantó la ceja.
—¿Te refieres a que es solo un crío con "poder"?
Midnight intervino:
—Tal vez no recibió el mismo asesoramiento sobre Quirks que los demás en primaria.
—¿Y qué tiene que ver eso? —gruñó Vlad—. Eso no justifica sus acciones.
Naomasa volvió a hablar:
—Capturamos 72 villanos en la U.S.J. Todos rufianes de tercera, callejeros. Pero todos juraban lealtad al "niño-adulto". Lo seguían sin dudar.
El detective apretó los labios.
—En esta era repleta de héroes, muchos villanos se sienten acorralados. Tal vez por eso se sienten atraídos por una maldad más... "inocente". Más simple. Más visceral.
All Might pensó en silencio:
"Supongo que hay mucha gente que no sabe qué hacer con sus Quirks...".
Nezu unió sus patitas.
—Un niño-adulto, dicen. Si lo vemos de otro modo... es como otro de nuestros estudiantes. Significa que aún tiene potencial para crecer. Quizás, si recibiera un mentor excepcional... —se detuvo, suspirando—. Supongo que es ingenuo de mi parte pensarlo.
Naomasa suspiró también.
—Eso se esperaba de usted, director Nezu. Esa mentalidad es la que le permite dirigir esta academia. Pero aun así, debemos ser cautelosos. Yo ampliaré la redada policial para capturar más criminales.
Nezu asintió.
—Este evento marcará un antes y un después. No podemos seguir fingiendo que nuestros chicos están en una escuela común. A partir de ahora, sus entrenamientos cambiarán. Más realismo. Más preparación. Más control. La era de las simulaciones se acabó. Y el primer paso será el festival deportivo. No lo suspenderemos. Le mostraremos al mundo que la U.A. sigue siendo fuerte.
Todos asintieron.
All Might levantó la voz, baja pero firme:
—Si van a entrenarlos más... también deben confiar más en ellos. Hoy nos salvaron. No lo olviden.
Silencio.
Finalmente, Nezu alzó su taza de té en un brindis simbólico.
—Entonces... a la nueva era de U.A. Que sea más fuerte... más segura... y menos ingenua.
Todos bebieron.
---Minutos después---
Los profesores ya se habían retirado, dejando solo a Vlad King, el detective Naomasa, Eraserhead, All Might y el director Nezu.
Este último levantó la voz con calma, como si hablara al aire:
—¿Y ustedes qué piensan, chicos?
Una voz respondió de inmediato, cortante:
—Que organizar un festival deportivo mostrando las habilidades y debilidades de sus estudiantes cuando saben que hay una organización oscura detrás de ustedes... es estúpidamente ingenuo.
La proyección azul de Damian Wayne apareció sentada en una de las sillas vacías.
Uno a uno, otras siluetas azuladas comenzaron a materializarse alrededor de la mesa.
Los cinco Wayne estaban allí, holográficos, serenos, como si de verdad hubieran estado presentes.
Vlad King se inclinó hacia Aizawa, asombrado, y le susurró:
—¿Teníamos esa tecnología?
Aizawa negó lentamente con la cabeza, cansado.
Tim sonrió divertido.
—Cuando hicieron el trato de cooperación con el director, mejoramos ciertas instalaciones de la U.A. Esta es solo una de ellas. Algo básico. Es nuestra forma principal de reuniones urgentes en la "mesa redonda" de la Liga una organización de héroes de donde venimos... solo la copiamos.
Damian se inclinó hacia adelante, cruzando los brazos.
—Es algo fundamental cuando algunos están en distintas partes del mundo o del espacio.
Eso era mucha información y la mayoría "no nezu este parecía mas interesado" no quería indagar en eso.
El director a regañadientes dejo de lado su curiosidad y respondió con seriedad:
—Justamente porque nos tienen en la mira debemos hacerlo. El festival deportivo de Yūei es comparable a las olimpiadas de la era antigua. Es uno de los eventos más importantes de Japón. No podemos mostrar debilidad.
Bruce tamborileó los dedos en la mesa holográfica, pensativo, antes de alzar la cabeza.
—No hay forma de hacerte cambiar de opinión, ¿verdad?
El director negó en silencio. Su sonrisa había desaparecido.
Bruce suspiró.
—Entonces lo usaremos a nuestro favor. No olvides la solicitud que te hicimos antes, Nezu.
El ratón ladeó la cabeza, interesado.
—¿A qué punto se refiere, señor?
—A proteger a nuestros otros aliados en Shiketsu. Tengo información de que los cinco ya están en la mira de la Asociación, e incluso enviaron a Hawks para reclutarlos. Temo que no podemos retrasarlo más. Necesitamos establecer contacto.
Nezu entrecerró los ojos.
—¿Y piensas usar nuestro festival deportivo para ello?
Una sonrisa apenas perceptible curvó los labios de Bruce. Los demás Wayne captaron el plan y lo miraron, asombrados y divertidos.
—Tú mismo lo dijiste, Nezu. Su festival se compara a las olimpiadas antiguas. ¿Qué tal si aumentamos aún más la similitud? Invita a las otras dos mejores academias. Un festival deportivo intercolegial entre los tres mejores institutos de héroes de Japón.
Jason sonrió bajo su máscara.
—Buena idea, B. La Asociación no sospechará. Los villanos pensarán dos veces antes de moverse. Incluso si tienen piezas internas en la U.A., no serán suficientes contra las tres academias juntas.
Vlad King frunció el ceño.
—¿Piezas internas?
Tim apoyó la barbilla en su mano, con gesto divertido.
—Por favor, sensei. ¿De verdad cree que los villanos entraron a la U.A. por suerte? Eso no es suerte. Es una filtración. Fueron directo por All Might. Sabían su horario, sabían dónde estaría. No entraron a ciegas. Un ataque tan quirúrgico requiere información interna. Alguien filtró datos.
El silencio que cayó en la sala fue pesado.
All Might lo rompió, grave:
—¿Estás insinuando que hay un traidor en la U.A.?
Nezu, aún con su taza intacta, no se alteró. Solo ladeó la cabeza con su eterna calma irritante.
—He considerado esa posibilidad desde el primer minuto.
—¿Y no pensaste decirnos nada? —soltó Vlad King, golpeando la mesa con la palma.
—¿Y alterar su comportamiento? —preguntó Nezu, con una sonrisa que no tocó sus ojos—. La mejor forma de atrapar a un traidor... es dejarlo actuar.
Aizawa apretó los dientes.
—Tus juegos psicológicos casi matan a mis estudiantes.
—Tus estudiantes sobrevivieron —respondió Nezu, sorbiendo té—. Y salieron más fuertes. Aunque... —sus orejas se movieron apenas— algunos lo lograron gracias a "otros".
Todas las miradas se dirigieron a los Wayne. Ellos permanecieron imperturbables.
Dick habló primero, con calma:
—Agradecemos tu confianza en nosotros. Pero asumimos que permitiste este nivel de peligro porque sabías que, además de la nómina pública de héroes, también nos tenías ocultos entre los estudiantes. Aun así... esto no puede repetirse. No podemos seguir jugando con apuestas de esta escala.
Jason bufó, cruzándose de brazos.
—En otras palabras, la próxima vez que quieras jugar, al menos avisa, rata molesta.
El recuerdo de cierto científico irritante que también le gustaba este tipo de juegos psicológicos le arrancó un gruñido molesto.
Nezu asintió, en tono de disculpa.
—Sí, lamento no haberlo mencionado antes. Lo tendré en cuenta. En cuanto a los traidores...
Bruce proyectó dos fotos sobre la mesa.
—Hasta ahora, estos dos estudiantes son nuestros principales sospechosos. Sus señales fueron las únicas que desaparecieron durante el ataque. Sus registros están limpios... demasiado limpios. Algo se oculta. Necesitamos más tiempo para investigar. No recomiendo moverlos por ahora. Si los eliminamos precipitadamente, nada asegura que no meterán fichas nuevas y más peligrosas.
Los presentes asintieron con gravedad.
Nezu observó las imágenes, y sus ojos brillaron con un dejo de tristeza.
—¿Sabes por qué?
Bruce se cruzó de brazos.
—Como te dije, nos falta tiempo. Pero no podemos descartar el método más común usado en niños y adolescentes: coacción. Deberíamos estar preparados para un plan de protección de testigos para esos niños.
Los profesores se miraron sombríos. Dos simples estudiantes... obligados a traicionar a sus compañeros y amigos.
Damian colocó tres frascos sobre la mesa holográfica.
—Por último, conseguimos estas muestras. ADN de Tomura, del Nomu y del tal Black Mist. Con esto podrán analizar mejor sus Quirks. En especial el de Black Mist, para reforzar defensas contra portales.
Nezu tomó los frascos con evidente interés.
—¿En qué momento...?
Damian sonrió apenas.
—Tenemos villanos locos de sobra en nuestro mundo. Estamos acostumbrados a tomar muestras. Cuando termines, mándanos tus análisis y nosotros compartiremos los nuestros. Así tendremos dos opiniones.
Bruce miró alrededor de la mesa.
—¿Alguien tiene algo más que añadir?
All Might levantó la mano.
—¿De verdad serás profesor?
Una sonrisa apenas perceptible cruzó el rostro de Bruce.
—Lo pensaré.
Y sin más, cortó la conexión. Uno a uno, sus hijos lo siguieron.
Las sillas volvieron a quedar vacías.
----Al día siguiente---
La clase estaba reunida, sentada en sus pupitres, el ambiente impregnado de tensión. Aizawa se paró frente al salón con la misma cara de siempre: cansancio y apatía.
—Escuchen —comenzó sin rodeos—. Ya lo saben: el Festival Deportivo está a la vuelta de la esquina.
Damian apenas alzó la vista desde su asiento junto a la ventana. Él ya sabía lo que el profesor diría, lo habían discutido con los demás Waynes la noche anterior. Aun así, mantuvo la vista clavada en el cielo, sin mostrar interés.
—Pero este año será diferente —continuó Aizawa, cruzándose de brazos—. Debido a los recientes ataques, algunos esperaban que canceláramos el evento. Pero eso no va a pasar.
Algunos estudiantes comenzaron a intercambiar miradas nerviosas.
—No solo no lo cancelaremos —siguió Aizawa, su voz ganando fuerza—, sino que este año será el primer Festival Deportivo Intercolegial.
Hubo un murmullo de sorpresa generalizado.
—¿Intercolegial? —preguntó Jirou, alzando una ceja.
—Así es. —Aizawa asintió—. Invitamos a la Academia Shiketsu y a la Academia Ketsubutsu. Competirán junto a ustedes. Tres de las mejores academias de héroes en un solo evento.
Bakugou se enderezó de golpe, con una chispa de emoción:
—¡Tsk! ¡Perfecto! ¡Más imbéciles a los que aplastar!
Kirishima rio nervioso:
—¡Wow, esto es enorme! ¡Como unas mini olimpiadas de héroes!
—Tiene sentido —añadió Yaoyorozu—. El festival deportivo siempre ha sido una vía de reclutamiento. Con tres academias juntas, será una oportunidad única para las agencias de héroes.
Un murmullo estalló de inmediato.
Aizawa levantó la mano, cortando el ruido.
—La U.A. no se doblará por amenazas externas. Ninguna academia lo hará. Somos la cuna de los héroes, y seguiremos siéndolo. Si los villanos piensan que pueden intimidarnos, se equivocan.
Eso encendió aún más a los estudiantes.
—¡Nos están desafiando! —rugió Mina, levantando el puño.
—Tsk, mejor —masculló Todoroki, aunque incluso él parecía intrigado.
Hasta Midoriya, aunque nervioso, no pudo evitar sentir un cosquilleo de emoción en el estómago.
—Es la mejor forma de mostrarle al mundo que no nos doblegamos ante los villanos —concluyó Iida, ajustando sus gafas—. ¡Un símbolo de unidad heroica!
Damian, en cambio, no apartó la mirada de la ventana. El sol iluminaba apenas el cristal, y él se veía reflejado en él, aburrido.
A su alrededor, escuchaba a sus compañeros susurrar con ansiedad. Uno murmuraba lo nervioso que estaba porque muchos héroes profesionales los estarían observando. Otro comentaba con emoción que era obvio, ya que ese festival era el principal canal de reclutamiento de las agencias. Uno a uno, comenzaron a compartir sus aspiraciones: ser notados, fichados, convertirse en aprendices, héroes reconocidos.
"Robin era de Batman", pensó con frialdad. "No me interesa ser compañero de nadie más."
El bullicio de sus compañeros le pasaba de largo... Nada de eso le importaba. Él no necesitaba validación. Había peleado, liderado y sobrevivido mucho antes de que la palabra "festival" siquiera significara algo.
Y, sin embargo. Una sonrisa —pequeña, involuntaria— se dibujó en su rostro. Una imagen soleada cruzó su mente: un chico de sonrisa brillante, con un hoyuelo en la mejilla y una capa ondeando al viento.a. Un recuerdo enterrado, pero inquebrantable.
"Bueno... si algún día tengo que ayudar a un héroe..." pensó, cerrando los ojos con un dejo de nostalgia. "Quizá no sea tan malo si lo hago con él."
Los Supersons. Otra vez juntos.
Como en los viejos tiempos.
Damian apoyó la frente en la ventana y se dejó perder en ese recuerdo, mientras el resto de la clase seguía agitada, discutiendo estrategias y soñando con brillar en el evento.
Pages Navigation
May_Star on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 08:17PM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 08:32PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 11:23PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 11:24PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 08:18PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 3 Fri 15 Aug 2025 12:58AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 3 Fri 15 Aug 2025 01:43AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 3 Fri 15 Aug 2025 06:38PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 3 Fri 15 Aug 2025 01:30AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 4 Sat 16 Aug 2025 01:11AM UTC
Last Edited Sat 16 Aug 2025 01:12AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 4 Sat 16 Aug 2025 02:14AM UTC
Last Edited Sat 16 Aug 2025 02:15AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 4 Sat 16 Aug 2025 11:09PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 4 Sat 16 Aug 2025 11:03PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 5 Sat 16 Aug 2025 11:20PM UTC
Comment Actions
The_littlemiaw on Chapter 5 Tue 19 Aug 2025 05:49AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 6 Sat 16 Aug 2025 11:31PM UTC
Last Edited Sat 16 Aug 2025 11:32PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 7 Sat 16 Aug 2025 11:40PM UTC
Comment Actions
The_littlemiaw on Chapter 7 Tue 19 Aug 2025 06:20AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 8 Sun 17 Aug 2025 12:01AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 9 Sun 17 Aug 2025 12:13AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 9 Sun 17 Aug 2025 12:17AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 9 Sun 17 Aug 2025 01:14AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 9 Mon 18 Aug 2025 11:41PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 9 Tue 19 Aug 2025 03:13AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 11 Tue 19 Aug 2025 03:26AM UTC
Comment Actions
The_littlemiaw on Chapter 12 Tue 19 Aug 2025 08:00PM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 12 Tue 19 Aug 2025 11:53PM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 12 Wed 20 Aug 2025 09:05AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 12 Thu 21 Aug 2025 02:14AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 12 Thu 21 Aug 2025 02:22AM UTC
Comment Actions
andrea1987 on Chapter 13 Wed 20 Aug 2025 11:13PM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 02:10AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 02:44AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 02:42AM UTC
Comment Actions
Ire27 on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 03:03AM UTC
Last Edited Thu 21 Aug 2025 03:06AM UTC
Comment Actions
May_Star on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 04:20AM UTC
Comment Actions
The_littlemiaw on Chapter 13 Thu 21 Aug 2025 05:04AM UTC
Comment Actions
andrea1987 on Chapter 14 Thu 21 Aug 2025 06:55PM UTC
Comment Actions
Pages Navigation