Chapter Text
Isagi Yoichi salió muy molesto de la práctica con el equipo de fútbol. Su humor se agrió más cuando empezó a llover apenas salió.
"Ha sido un día agotador" Pensó mientras caminaba por las calles.
Se encontraba bajo una lluvia moderada tratando de llegar por fin a su casa que por fortuna sólo quedaba a dos cuadras de la preparatoria.
Su día no había sido el mejor. Había estado recibiendo miradas raras y burlas, todo por la portada de un libro en la que el personaje era parecido a él. Dicho libro se llamaba "Blue Lock".
...
Se trataba de nada más y nada menos que la novela spokon más popular de Japón. Centrada en el carismático personaje, Kira Ryosuke y, con diez volúmenes en total, la historia cimentada en el fútbol y el egoísmo, se había ganado el corazón del público nacional e internacional.
La obra contaba con un lugar especial en el corazón de Yoichi también.
Blue Lock trataba sobre una especie de internado de fútbol exclusivo para delanteros (y para algunos jugadores en otras posiciones escogidos especialmente) dirigido por el enigmático Ego Jinpachi y supervisado por una joven llamada Anri Teirei. Este internado que le daba el nombre de "Blue Lock" a la obra, tenía el objetivo de formar al mejor delantero del mundo que pudiera llevar a Japón a la victoria de la Copa Mundial. Kira Ryosuke era el protagonista, apodado la "joya del fútbol japonés" vio interrumpidos sus sueños de representar a Japón en la selección Sub-18 debido la creación del internado; a pesar de que no compartía la filosofía de Blue Lock, entró con la intensión de demostrar desde dentro que la ideología que Ego pretendía inculcar en los jugadores estaba mal, sin embargo, mientras más tiempo pasaba en Blue Lock, progresaba en los retos de éste y conocía todo tipo de jugadores, el egoísmo de Kira, antes reprimido por el estilo de fútbol japonés, iba despertando poco a poco.
Tenía todo: una trama atrapante; una magnífica prosa que se balanceaba de manera magistral entre lo técnico y lo poético; buena documentación sobre el mundo del fútbol; aspectos del deporte como el egoísmo, la mediocridad, la grandeza, los genios y los aprendices talentosos; hermosos diseños de personaje mostrados en las portadas, las páginas a color y las ilustraciones de los personajes más populares de cada volumen; y aunque tenía sus fallas como, delanteros teletransportándose desde la portería del equipo rival a la suya para hacer el trabajo de porteros y defensas de parar goles y diálogos algo vergonzosos (más que nada los de Rin, Shidou y Karasu), no dejaba de ser interesante y entretenida.
Con todo eso, el punto más fuerte de la obra era, sin duda, sus personajes. Las personalidades de cada uno de ellos eran tan únicas y distintivas que no era difícil encariñarse con ellos. La personalidad cálida y divertida de Bachira, el modo de ser tan natural y relajado de Gagamaru, la genialidad perezosa de Nagi, el actuar hormonal e impulsivo de Shidou y principalmente el desarrollo de Kira a lo largo de los volúmenes, eran las cosas que hacían que la historia tuviera identidad.
Sin embargo, nada puede ser perfecto y el problema más grande de Yoichi con la novela estaba precisamente en los personajes. Bueno, no en los personajes en plural, sino más bien con un personaje en particular.
Dentro del océano de originalidad que rodeaba a una novela tan cotizada como Blue Lock y sus personajes, había uno que se salía del molde y parecía haber salido de otro libro. No era otro que, sí, Isagi Yoichi, el nefasto personaje con el que tenía la desgracia de compartir nombre.
Si combinabas el orgullo de Barou, los gritos y expresión rabiosa de Raichi, las frases siniestras de Rin, los problemas de depencia y celos de Ness, las tendencias traicioneras de Kuon y la suerte de Igaguri para permanecer en Blue Lock sin importar qué, daría como resultado a Isagi Yoichi (el de la novela, cabe aclarar)
Según lo que la novela describía, era un joven de 16-17 años, amigo de la infancia de Kira y segundo delantero de su equipo de secundaria. Tenía talento para los pases y los regates, pero carecía de visión del campo y habilidad para los goles (totalmente lo opuesto a Yoichi), por eso sentía profunda envidia por Kira. Entró a Blue Lock gracias a Kira y permaneció, a pesar de las constantes expulsiones de aquellos que no cumplían con las expectativas de Ego, debido a que era lo suficientemente astuto como para estar en equipos con aquellos con mejor capacidad goleadora, como Nagi Seishiro y Barou Shohei.
Lo único medianamente bueno que la novela había retratado del personaje era su amor por el fútbol, si tan sólo el autor le hubiera dado desarrollo en los tres primeros arcos como a la mayoría de los demás personajes (incluso los que aparecieron mucho después de él) podría haberlo salvado, pero decidió hacerlo más y más insoportable a medida que pasaban los capítulos.
Siempre decía algún comentario fuera de lugar (parecidos a algunos diálogos de Rin). Cometía errores en el campo intentado lucirse (Intentaba hacer "El arcoíris¹" y nunca le salía bien). Rechazaba los apretones de manos o chocar las palmas con Kira. Ponía los ojos en blanco cuando otro jugador que consideraba inferior a él, como Niko Ikki, proponía una idea. Cada vez que pasaba junto a Nanase o éste se le acercaba, le quitaba la banda de la cabeza y la tiraba lejos. Pateaba el balón hacia la cara de los porteros a propósito. La narración había descrito su voz como "similar al ladrido de un chihuahua" (no había quedado claro si el autor había querido decir que la voz era chillona). Todo el tiempo tenía el ceño fruncido por rabia o envidia (“¿este tipo sonríe alguna vez?” Se preguntó Yoichi la quinta vez que la novela recalcaba la expresión enojada del personaje).
Y lo que más indignaba era que, hasta donde los recuerdos de Kira habían mostrado, además de su envidia no había una razón de peso para que Isagi fuese así, tenía una vida cómoda y padres muy amables que trataban a Kira como uno más de la familia (a los que, por cierto, Isagi trataba horriblemente). Y aunque en algún momentó Kira había afirmado que antes de la secundaria Isagi era diferente, no había razón para pensar (o por lo menos Yoichi no imaginaba ninguna) que algo además de la envidia lo había cambiado.
Y si nada de esto fue suficiente para que los fans lo odiaran desde el principio, el incidente del cuarto volumen provocó que el nombre de Isagi Yoichi fuese repudiado dentro y fuera de Blue Lock.
Desde los primeros capítulos, Isagi había comenzado una rivalidad unilateral con uno de los personajes más queridos de la obra: Bachira Meguru. Los dos tenían los regates como especialidad y ambos querían permanecer al lado de Kira (Isagi por conveniencia y Bachira porque quería ser su amigo). Cada que Bachira quería portarse amigable con él, Isagi se burlaba (lo que hacía que Bachira recordara a los que se burlaban de él de niño), cuando Bachira quería darle un abrazo lo rechazaba violentamente y siempre trataba de alejarlo de Kira.
"Ojalá sólo hubieran sido ese tipo de actitudes y ya" pensó Yoichi con pesar.
En un partido de entrenamiento, jugaron tres contra tres: Barou, Shidou e Isagi contra Kira, Rin y Bachira. En medio del partido en cuestión, Isagi notó la química extraordinaria que había entre los tres del equipo contrario y sintió... ¿miedo y celos? De que Kira lo reemplazara por Bachira ("¿Desprecia a Kira en secreto, pero no quiere que lo reemplace con Bachira? ¿Es este tipo un psicópata?" Fueron los pensamientos indignados de Yoichi al leer esa parte). Durante todo el partido acosó a Bachira y trató de ganarle en los regates, sin embargo, como vio que no podría superarlo, le hizo una entrada, como resultado, torció el tobillo de Bachira. Así, Isagi quedó ante Kira, los otros jugadores y todos los lectores como la peor escoria de Blue Lock.
Si le preguntaras a un lector promedio de Blue Lock: ¿cuál es la cosa que más quiere que pase en los siguientes volúmenes?
Es probable que responda dos cosas: que Japón gane el Mundial-Sub20 y que expulsen a Isagi Yoichi.
"Ojalá no me afectara en la vida real" Sin embargo, sí le afectaba.
La mayoría de sus compañeros tanto de clase como del equipo de fútbol habían leído la novela y, cómo parecía que la mayoría de ellos era incapaz de separar a un personaje ficticio de una persona real, no había un día en el que no se burlaran de él por ello.
Ese día particularmente había sido peor por la revelación del volúmen número once.
Otra de las razones por las que Isagi Yoichi —de la novela— no era tan popular, era porque no tenía un buen diseño que pudiera salvarlo un poco como personaje. Ni el autor ni la editorial habían sacado un arte oficial de él. No había aparecido en ninguna portada ni en ninguna página a color y estaba abismalmente lejos de los diez personajes más populares de las encuestas que recibían ilustraciones especiales al final de cada volumen, o por lo menos así había sido, hasta ese día.
Yoichi estaba charlando con unos amigos en en la cafetería, cuando uno de ellos entró a Twitter y se encontró con la infame portada, dicho amigo le mostró el teléfono.
El dispositivo reflejaba una imagen.
En la parte superior de la imagen decía:
«Revelada la portada del décimo primer volumen de Blue...Ver más.»
Era un dibujo coloreado de un chico. Lo primero que Yoichi observó fue la ropa: parecía un uniforme de fútbol, era blanco con rayas negras verticales, parecido al que describió el primer capítulo de Blue Lock que usaba Kira Ryosuke, lo que más le llamó la atención, era lo sucio que parecía, como si lo hubieran arrastrado. Sus brazos estaban cubiertos hasta las muñecas con mangas negras, tenía ambas manos atadas con lo que parecía una cinta de cabello. El grillete típico de las portadas de Blue Lock estaba tenso en el cuello del chico, tan tenso que parecía doloroso, tanto el grillete como las cadenas atadas a él eran color piel.
Yoichi contuvo el aliento cuando su mirada se elevó hacia el rostro del joven.
Liso cabello negro con brillos azules, con un flequillo disparejo que enmarcaba un rostro juvenil, casi infantil, pero con facciones masculinas. Labios delgados y pálidos, piel similar a la porcelana.
Y los ojos.
Rodeados por oscuras ojeras, de un color azul tan profundo como el océano, los ojos del chico miraban al espectador y lo sumergían en el vacío.
O por lo menos esa era la impresión que tenía Yoichi.
Con la mano temblorosa tocó el «Ver más» de la parte superior de la imagen y leyó:
«Revelada la portada del décimo primer volumen de Blue Lock protagonizada por Isagi Yoichi, uno de los antagonistas principales de la colección de novelas, el autor dio un comentario en su cuenta de Twitter sobre esta portada: "No se esperan lo que tengo preparado con este chico para el volumen, así que pregunto... ¿seguirán odiando a Isagi Yoichi hasta el final?"»
Yoichi podría morir en ese momento, no sólo tenía la desgracia de compartir nombre con el personaje más odiado de la novela más popular de Japón, sino que además era físicamente idéntico a él.
Ahora tenía sentido porqué lo habían estado viendo raro desde que llegó a la preparatoria.
—No te preocupes, Isagi-kun. No se parece tanto a ti... —dijo otro amigo, trataba de sonar tranquilizador—... No tiene tu simpático brote. — dijo, y dio una palmada en los dos pequeños mechones rebeldes que sobresalían del peinado del chico.
Eso no tranquilizó a Yoichi ni un poco.
...
Y ahí estaba él rato después, caminando en medio de la lluvia después de salir furioso del entrenamiento luego de que sus compañeros del equipo de fútbol estuvieron burlándose de él.
Permaneció en la acera en un cruce peatonal esperando a que el semáforo cambiara a rojo, notó al otro lado de la calle la librería donde había comprado todos los volúmenes de Blue Lock, había un cartel que anunciaba que ya saldría el volúmen once.
"Las burlas recién empiezan" Pensó algo molesto y luego suspiró resignado.
La lluvia se ponía peor.
La luz del semáforo para los autos se tornó roja y Yoichi se sintió aliviado de poder pasar.
Los siguientes segundos sucedieron en cámara lenta.
Sólo había dado unos pasos cuando unas luces lo cegaron, apenas alcanzó a registrar el punzante sonido del cláxon antes de recibir el golpe.
Todo se volvió negro...
....
El arcoíris¹: El arcoíris en fútbol o sombrerito de taco es una llamativa jugada que además de ser impresionante para los espectadores resulta efectiva como herramienta defensiva para echar el balón hacia adelante. Es una técnica ligeramente complicada que consiste en utiliza tu pie para correr el balón por tu pierna y luego golpearlo con el talón de tu otra pierna para que haga un arco ligeramente por encima de tu cabeza