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The Show Must Go On

Summary:

IdolishK es una programa para buscar el nuevo Idol superestrella.

Jeon Jungkook y Park Jimin se conocen en el casting de la nueva temporada y entran juntos.

Jung Hoseok, es el director de la Academia donde tendrán que convivir.

Kim Taehyung es el presentador de la gala bajo las ordenes del jefe de realización, Kim Seokjin y donde el jurado, entre los que se encuentran Kim Namjoon y Min Yoongi, nominará a los concursantes que iran abandonando la academia cada semana.

Que gane el mejor.

Notes:

Una mezcla de Operación Triunfo, Gran Hermano y todos los realitys que he visto durante mi vida como la nuna que soy.

Chapter 1: WE ON

Chapter Text

 

Jungkook era muy consciente de las cámaras rodeándolo, pero le dio igual. Lágrimas calientes recorrieron sus mejillas en cuanto le quedó claro el significado de lo que ponía en la carta que sostenía entre sus manos temblorosas. Lo había conseguido. Estaba dentro. 

Salió de la habitación y vio que la puerta de al lado se abría. Sus ojos se encontraron con los de Jimin, uno de los amigos que había hecho durante el duro proceso de selección, éste parecía haber llorado también, pero estaba demasiado serio para que le hubiese ido bien. 

De repente, Jimin se lanzó a sus brazos y Jungkook casi lo deja caer de la sorpresa. Giró sobre sí mismo mientras el rubio reía sobre su cuello, haciendo que la piel se le erizase. No quiso darle más vueltas a las sensaciones que recorrían su cuerpo cuando tenía a Jimin cerca. No había tiempo para eso. 

Al menos hasta que el programa acabase. 

A regañadientes, Jimin puso los pies en el suelo cuando Jungkook se separó de él. Vio la nariz enrojecida del otro y sólo entonces cayó en la cuenta de que no sabía que ponía en la carta de ese chico de sonrisa de conejo con el que tanto había conectado. 

-¿Tú…? - Dejó el resto de la pregunta en el aire, pero el otro sabía muy bien a qué se refería. 

Cuando Jungkook agachó la mirada mientras sacudía la cabeza, el corazón de Jimin se paró. No podía ser verdad. Había visto el talento que tenía y… en ese momento la sonrisa en la que había estado pensando se hizo presente y se dio cuenta de que le estaba tomando el pelo. 

-Pero serás… - Intentó pegarle, pero el otro lo esquivó sin problema.

Jungkook lo cogió de la muñeca tirando de él para abrazarlo de nuevo y Jimin se dejó hacer. Cerró los ojos cuando le murmuró: “Estamos dentro, Jiminssi”. Iba a protestar por esa costumbre que había cogido de llamarlo así a pesar de ser menor que él, cuando escucharon gritos a su alrededor. 

Se separaron de golpe. Habían estado tan inmersos en su mundo que no se habían dado cuenta de que los dos siguientes aspirantes habían entrado a leer sus cartas. 

Vio que Sungwoon era uno de ellos y su deslumbrante sonrisa no dejaba lugar a dudas sobre el resultado. Antes de lanzarse a darle un abrazo escuchó como Jungkook chasqueaba la lengua y lo miró extrañado, pero éste ya estaba chocando las manos con Yugyeom, quien al parecer también había sido aceptado. 

Eran muchos los candidatos y solo dieciséis serían los elegidos, pero un pequeño grupo se había unido especialmente. Jimin estaba muy feliz de haber encajado a pesar de que todos iban a convertirse en su competencia. Jungkook especialmente. Su mirada se desvió de nuevo hacia éste que también lo estaba mirando. “Esto va a ser muy difícil, Park Jimin” se dijo. 

Y no estaba pensando en el concurso. 

 

Unos días después, mientras arrastraba su enorme maleta, Jungkook tenía mil cosas en la cabeza. Había dejado a su madre llorando por la emoción y el miedo a decepcionarla se había instaurado en su interior. Esta era su gran oportunidad. 

Desde que era un crío había soñado con ser un idol. Más que nada él quería bailar, pero adoraba cantar. Había nacido para estar sobre un escenario, eso seguro. 

Se subió al coche que lo esperaba y sonrió al ver a Jimin. 

-Jiminssi – exclamó antes de poder contenerse. 

-Kook – le contestó su amigo, pero sin su habitual entusiasmo.

-¿Nervioso? - Preguntó. El rubio asintió.

-Tranquilo. Yo también. 

Ninguno de los dos dijo nada más. Ambos se sumieron en sus propios pensamientos.

Jimin intentó sonreírle, pero las palabras de Jungkook habían caído en saco roto. Era consciente de que Jungkook solo quería ayudarlo, pero Jimin estaba tan nervioso que sentía ganas de vomitar. Su padre lo había ayudado con la maleta y le había dicho lo mucho que confiaba en él. Se sentía agradecido, pero dejarlo con la responsabilidad de “Magnate”, el café familiar, durante tanto tiempo le daba miedo. ¿Y si no conseguía nada? ¿Y si lo eliminaban el primero? Miró a su compañero mientras los pensamientos oscuros lo asaltaban. ¿Y si lo perdía todo?

  • Jungkook- Su tono era tan serio que el otro se giró de inmediato. – Necesito que me prometas una cosa. 

El moreno asintió aún sin saber lo que Jimin le iba a pedir. Eso le hizo sonreír ligeramente.

  • Prométeme que pase lo que pase, gane quien gane, seguiremos siendo amigos. 
  • Jiminssi…
  • Prométemelo – La urgencia en su voz era tal que Jungkook no quiso seguir discutiendo. 

Sin pensarlo, alargó su dedo meñique y cuando Jimin lo enlazó con el suyo, su sonrisa era de verdad. 

-Lo prometo.

-Lo prometo. – repitió Jimin solemnemente. 

Se miraron a los ojos y Jungkook arrastró al rubio contra su pecho. Jimin apoyó la cabeza en su hombro y pasaron el resto del trayecto viendo la ciudad pasar. 

Había mucho más detrás de esa promesa. Y los dos lo sabían.

Al llegar a la academia los metieron en una habitación en la que ya se encontraba el resto de finalistas. Los nervios y la emoción se reflejaban en cada una de las caras. Les quitaron sus maletas y el personal del staff los llevó a una gran sala con paredes de espejos y unos escalones enormes a un lado. Jungkook pensó que debía ser la sala de ensayo. 

-Debe ser la sala de ensayo – Le susurró Sungwoon a Jimin. Jungkook rodó los ojos. Qué listo era el “amiguito” de Jimin.

-Vamos Jeon – Apartó sus obvios celos cuando Jimin lo cogió de la mano y lo arrastró hasta uno de los espejos. Sacó su móvil y se pegó a él para hacerse una foto juntos. Por una vez iban los dos de negro. Jungkook apoyó la mejilla en la cabeza del otro y sonrió ante la imagen de ambos en la pantalla del móvil. 

-Pásamela, anda – En cuanto el rubio obedeció, la puso de fondo de su propio teléfono. Sonrió cuando Jimin se alejó fingiendo no haberse dado cuenta. Jungkook podía ver su sonrojo incluso a través del espejo. Si tenía que marcharse pronto y separarse de él, se le iba a partir el corazón.

No hubo tiempo para más, ya que el personal del staff les ordenó repartirse en los escalones ya que iban a empezar a rodar esa parte. 

Unos minutos después, tras varias instrucciones del staff y la colocación a cada uno de sus micrófonos personales, que solo podrían quitarse en el baño y durante la noche,  el director de realización, Kim Seokjin, se presentó ante ellos y les explicó que él era quien controlaba qué, cómo, cuándo y cuánto se rodaba cada día. Y lo que luego sería emitido.

Tras varias pruebas de grabación, apareció quien ya sabían que iba a ser el presentador de las galas, Kim Taehyung.

-Joder – exclamó Jungkook cuando lo vio llegar. Jimin se mordió el carrillo. Vale, no era ciego. Taehyung era muy guapo, pero tampoco era para tanto. Se dijo a sí mismo que no pensaba coger confianza con ese presentador que parecía sacado de las páginas de un manga. 

- Hola a todos, soy Kim Taehyung – los murmullos aumentaron entre los concursantes y el presentador sonrió – Me alegro de conoceros y enhorabuena por llegar hasta el casting final y entrar a la academia. Han sido muchos los candidatos y sólo veinticuatro habéis llegado hasta aquí. Podéis estar orgullosos – todos aplaudieron, emocionados. 

-Pero solo puede ganar uno – las palabras de una nueva persona cayeron como un jarro de agua fría sobre ellos. Sobre todo porque, a pesar de lo que continuó diciendo, no paró de sonreír en ningún momento. - Soy Jung Hoseok, director de la academia y coreógrafo- Éste – continuó – va a ser el último momento de tranquilidad que vais a tener. Aquí se viene a aprender y a trabajar. A partir de ahora sois enemigos. Esto es una guerra, espero que estéis preparados.

Jimin le apretó la mano y Jungkook le devolvió el apretón. Los ojos del rubio brillaban por la emoción mientras negaba con la cabeza. Jungkook lo entendió. “No pienso luchar contigo”. Jungkook esperaba que pudiesen evitarlo lo máximo posible. A lo mejor podían salir de allí sin que su relación de amistad sufriera ni un rasguño. 

Ninguno de los dos era consciente de lo que se les venía encima.

La tarde continuó con más y más charlas. Explicaciones de lo que podían y no podían decir o hacer. Donde estaban las cámaras colocadas y otras indicaciones. Al llegar a la zona de las habitaciones, Jungkook buscó con la mirada a Jimin, que no se había alejado de él prácticamente en ningún momento. 

-Si quieres… – empezó el rubio, pero fue interrumpido por el director de la academia. Jungkook le estaba empezando a coger manía y aún no habían empezado. 

-Las habitaciones han sido asignadas de forma aleatoria. Esto no es el colegio así que ya os advierto que no se admiten quejas ni cambios. 

-La habitación del final del pasillo es la Suite del número uno - les explicó Taehyung a continuación. Las cámaras no habían dejado de rodar - será ocupada de viernes a domingo por el ganador de la prueba semanal. Además…

-No creo que sea necesario advertir que está terminantemente prohibido dormir en una habitación que no sea la asignada. 

-Hobi, por favor, los vas a asustar - todos rieron al escuchar al presentador replicar - Pero es verdad - volvieron a reír a pesar de los nervios - cuando las luces se apaguen a las diez de la noche, cada uno debe estar en su habitación asignada. Aquellos que incumplan las normas podrían ser sancionados con una nominación directa, e incluso con la expulsión. ¿Entendido? -Todos asintieron - Y ahora sin más os voy a comunicar los concursantes asignados a cada número de habitación. En el momento en que os nombre debéis ir, junto al compañero asignado hacia la puerta de la que será vuestra habitación las siguientes semanas. 

Jungkook miró a Jimin de reojo, no había podido evitar ver la decepción en la cara de su amigo cuando el director les había dicho que la asignación era aleatoria. Estaba convencido de que el rubio le iba a pedir compartir habitación. 

Tras la pausa dramática, Kim Taehyung continuó con el guión: 

-Habitación número uno: Hang Sungwoon y Park Jimin.

-¿Qué? - Corearon tres voces a la vez. Por suerte para Jungkook, todos estaban centrados en los nombrados y nadie se dio cuenta de que él no estaba tan contento. 

-Habitación número dos: Choi Minho y Kai - Estos se colocaron ante su puerta asignada.

- Número tres: Cha Eunwoo y Jeon Jungkook. 

-¡Genial! - exclamó Eunwoo mientras chocaba los cinco con Jungkook. Jimin los miró mientras se colocaban en la puerta de al lado a la suya. El compañero de su amigo era realmente guapo. 

-Pues qué bien - murmuró el rubio entre dientes.

-Para la habitación número cuatro tenemos a: Kim Yugyeom y Bambam - prosiguió el presentador, ajeno al torbellino dentro de los otros dos - Y en la cinco compartirán habitación: Kim Mingyu y Woozi.

“Suertudos” pensó Jungkook. Los ocupantes de las dos últimas habitaciones asignadas se habían hecho amigos durante el casting y les había tocado juntos. No como a ellos. De hecho, estaba convencido de que a Yugyeom, con el que también había congeniado, estaba colado por su compañero tailandés. 

- La habitación número seis corresponde a: Lee Felix y Hwang HyunJin. Que tendrán por vecinos en la ocho a Park Hyunsik y Choi Woosik - Los dos concursantes sin nombrar se  miraron sonriendo - Y efectivamente, la habitación siete será ocupada por Taeyang y Jackson Wang.

La cámara se deslizó por el pasillo grabando a cada pareja de concursantes delante de la puerta de su habitación asignada. Casi todos sonrientes y felices. Casi todos.

-Y ahora - prosiguió el presentador - lo siento pero os tengo que dejar en manos del director de nuevo. - sonrió al escuchar por el pinganillo “deja a Hobi en paz, Taehyung”  Nos veremos en la primera gala. ¡Mucha suerte a todos!

Todos corearon las correspondientes gracias. 

-Tenéis veinte minutos para deshacer la maleta y volver a la sala de ensayos donde conoceréis a vuestros profesores y el horario de trabajo, que por cierto, empieza mañana mismo. 

Asintieron en grupo, pero ninguno se movió del sitio. 

-¡Vamos, vamos! - Hobi dio unas palmadas y sus carcajadas resonaron por el pasillo cuando todos se metieron a trompicones en sus habitaciones para obedecer al director. 

Justo antes de entrar a su habitación Jungkook se giró para mirar hacia la puerta que quedaba a la derecha, la que Jimin compartiría con Sungwoon hasta que uno de los dos fuese eliminado. Le consoló que su amigo le devolvió la mirada al instante, puesto que también estaba buscando la suya. Se sonrieron y Jungkook se sintió un poco mejor. 

El programa no había empezado oficialmente y Jungkook ya estaba seguro de una cosa: los celos lo iban a comer vivo. 



Chapter 2: Fly To My Room

Summary:

Su primera noche en la academia...

Chapter Text

-¡Jimin! - exclamó Sungwoon dejando la maleta al lado de la puerta - Estoy tan contento de que nos haya tocado juntos. 

-Yo también - exclamó el rubio, intentando sonreír - Y era verdad, ya que no había podido compartir con Jungkook como había pensado cuando creyó que les iban a dejar elegir, al menos le había tocado con alguien de confianza. 

-¿Qué pasa? - le preguntó su compañero. 

-Nada, nada - le respondió - ¿Qué lado prefieres? 

-¿Es porque no te ha tocado con Jungkook? - Sungwoon se echó a reír ante la mirada de pánico de su amigo - Venga ya, Park. Cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que hay algo entre vosotros. Jimin tuvo la decencia de sonrojarse. 

-Es solo que… Eunwoo es tan guapo, parece mentira -decidió aprovechar que Sungwoon había sacado el tema para desahogarse. 

-¿Y? - replicó Sungwoon - Por la forma en la que Jungkook te mira, podría ser el tío más guapo del mundo y seguiría mirándote solo a ti. Si creo que me odia solo por llevarme bien contigo…

-¡No te odia! - exclamó Jimin. 

-Con eso es con lo que te quedas, ¿eh? 

-¡Cállate! Y me quedo esta cama - Jimin había elegido la cama cerca de la pared que daba a la habitación de al lado.

Sungwoon se echó a reír mientras arrastraba su maleta hacia la cama contraria a la que había elegido su amigo. 

Iba a ser divertido. 

Jungkook entró en la habitación y se quedó parado junto a su  maleta. Eunwoo se colocó a su lado y lo empujó ligeramente con el hombro. 

-¿Cuál prefieres? - su compañero señaló con la cabeza hacia las dos camas.

-Me da lo mismo. 

-¿Seguro? - 

Jungkook dudó por unos segundos. Por un lado le daba exactamente igual, pero por otro… -Vale. Ésta para mí - comentó por fin mientras se dirigía a la cama que daba a la pared de la habitación número uno. 

Hasta el momento de atravesar la puerta de su habitación no había sido consciente de lo mucho que sus sentimientos por Jimin podían afectar a su concurso. No era tonto, la segunda o tercera vez que había quedado con el rubio tras el primer casting Jungkook sabía que se estaba pillando, pero ahora la realidad lo había golpeado de repente. ¡Y ni siquiera había pasado nada entre ellos! En una especie de pacto entre los dos, que no fue hablado, ninguno terminó de lanzarse teniendo el casting final a la vuelta de la esquina. Después, ya no hubo tiempo para nada más. 

Se tumbó en su nueva cama colocando sus manos bajo la nuca y mirando al techo. Su suspiro resonó en la habitación medio vacía. 

-Anda vamos, tu rubio te estará esperando. 

Jungkook se incorporó de golpe, pero Eunwoo ya estaba saliendo de la habitación sin esperar a su réplica.

-Joder - exclamó, apresurandose a seguirlo. 

Menos mal que las habitaciones no tenían cámaras.

Efectivamente, cuando Eunwoo y Jungkook entraron a la sala, Jimin ya estaba allí junto a su compañero de cuarto. De hecho, parecía que por acuerdo general todo el mundo se había sentado directamente con aquel con el que compartía estancia. A Jungkook le dio igual. Se sentó directamente en el escalón debajo del que estaba Jimin. De hecho, se colocó entre las piernas abiertas de éste .

Eunwoo miró a Sungwoon antes de sentarse al lado de su compañero y ambos sonrieron. Jungkook se perdió ese intercambio, ocupado como estaba apoyando su codo en uno de los muslos de Jimin, quien abrió las piernas un poco más para acomodarlo. Jeon tampoco observó el color que subió a las mejillas de su amigo al ser consciente de lo que había hecho. 

Por suerte para todos, la puerta de la sala se abrió y Hoseok, el director, entró acompañado de un grupo de personas que, de inmediato, generaron murmullos entre los concursantes allí presentes. 

-Vale, vale - comenzó Hoseok  - Sé que estáis emocionados, yo también - sonrió - pero tenemos que pasar el trámite de las presentaciones oficiales para el programa y así podréis tener tiempo libre.

Los susurros cesaron de golpe. Uno de los acompañantes del director aprovechó el momento para empezar a presentarse. 

-Hola a todos, soy Lee Taemin y seré vuestro profesor de baile y coreógrafo.

Los concursantes lo miraron, asombrados por su sencillez y humildad. Todos sabían quien era el que sería su profesor. Taemin, ahora solista, había sido miembro de uno de los grupos más populares de la segunda generación del Kpop. SHINee fueron de los primeros en ser reconocidos fuera de Corea. Su profesor de baile era mundialmente conocido por su voz y, sobre todo, por sus sensuales movimientos. 

-Joder, es aún más guapo en persona - comentó Sungwoon en voz baja. 

-Ya ves - fue la respuesta de Jimin. 

Jungkook iba a replicar que no era para tanto, pero la sonrisita de Eunwoo desde su lado le hizo callarse. Se cruzó de brazos, enfurruñado. Aunque en su interior pudo reconocer que Taemin era obviamente atractivo, si era realmente sincero hasta era un poco su tipo (de hecho le recordaba un poco a Jimin), pero no, se dijo, Park Jimin era la única versión hecha a su medida. 

-No es para tanto - le susurró Jimin en el oído. Se había percatado de la tensión de su amigo. Igual que notó el escalofrío que recorrió el cuerpo de Jungkook cuando su aliento le erizó la piel antes de que éste sacudiera la cabeza con incredulidad. 

-Y yo soy… 

-¡Park Seo Joon! - exclamó Eunwoo y esta vez fueron sus compañeros los que rieron. Estaba allí porque tenía buena voz, pero su verdadero sueño era ser actor y salir en dramas de televisión.

-Exacto - continuó el aludido, sonriendo - Y voy a ser vuestro profesor de interpretación y preparación para situaciones ante el público y/o entrevistas, etc. 

El último de los acompañantes de Hoseok levantó la mano como si estuviera en clase, haciéndolos reír. 

-Y yo soy Kim Junsu, Xia para los amigos, y voy a ser vuestro profesor de canto y composición. 

Todos se miraron entre ellos y en una especie de conexión silenciosa general, empezaron a aplaudir. Su profesor de canto también era miembro de un exitoso grupo de kpop que luego se separó y pasó varios años baneado del panorama coreano junto a sus compañeros. 

El profesorado del programa era espectacular. 

-Bueno, ahora sí que sí - comentó el director mientras se dirigía a un tablón de anuncios que había a la entrada de la sala para colocar un papel enorme con cuadros de colores. - No olvidéis hacer una foto o memorizar vuestro horario. Tenéis cinco minutos de cortesía o estáis fuera de la clase. Os recuerdo que hay cámaras en todas partes menos en las habitaciones y los vestuarios comunes. Y que durante las horas lectivas debéis llevar el micrófono conectado y aseguraros de que tenga sus pilas correspondientes. Portaos bien.

Todos lo miraron, asintiendo. La excitación se notaba en el ambiente. Hoseok se apiadó de ellos. 

-Aprovechad vuestra última tarde para vagar libres por los pasillos. Podéis marcharos.

El director y su profesorado se marcharon antes de darles tiempo a reaccionar. Seguramente para evitar momentos “fan” entre los alumnos visto lo visto. Cumpliendo la palabra de Hoseok, todos los cámaras se fueron también. El rodaje 24/7 no empezaba hasta el día siguiente y todos pensaban sacarle el máximo provecho. 

-Vamos, Kook.  

Jimin le dio unos toques en el hombro para que se levantase y poder salir él también. Jungkook obedeció y siguió al rubio hacía el tablón donde éste hizo varias fotos del horario mencionado por el director. No pensaba desperdiciar una clase y no iba a dejar que su amigo lo hiciera tampoco. Sabía los horarios horribles de sueño que tenía Jungkook.

Aquí no tendrían acceso a su teléfono, lo que era bueno. Desde que se dieron los números en el primer casting habían pasado no pocas noches hablando hasta las tantas, o jugando online. Incluso un día que Jimin no se encontraba bien y había llamado a su amigo, éste apareció por su casa con ingredientes para hacerle una cena digna de un restaurante Michelin. No le sorprendió que al moreno se le diera bien cocinar. Ese idiota lo hacía todo bien. Pero si lo dejó descolocado la naturalidad con se movía por su casa, con la que ambos se habían compaginado para preparar todo. Como si llevaran viviendo juntos toda la vida.  

Miró a su amigo para ver como éste también hacía un foto del horario y lo miraba expectante. Jimin sonrió, todavía un poco inmerso en su recuerdo, y Jungkook le sonrió de vuelta. Por un instante, Jimin pensó que quizá debían haber hablado de lo que sentían antes de meterse en la vorágine de un concurso televisivo.  Sacudió la cabeza, ya era tarde para eso de todas formas. 

-¿Has deshecho la maleta? 

Jungkook negó con la cabeza. 

-Pues venga, te ayudo. Y cuando haya colocado mi ropa podemos ir a investigar donde está el cuarto de lavandería. Sé lo mucho que te importa eso. 

El moreno se sonrojó. Sus amigos siempre se burlaban cuando les decía que se ponía a hacer la colada cuando no podía dormir. Que le encantaba el olor del suavizante y que le relajaba doblar sus Calvin Klein. No era como si lo vieran miles de personas hacerlo… 

-Me parece perfecto, pero… ¿de verdad tengo que colocar la ropa? 

Jimin se echó a reír y lo cogió de la muñeca para arrastrarlo por el pasillo. Sus compañeros sonrieron al verlos de esa guisa mientras entraban a la habitación que Jungkook compartiría con Eunwoo. Aunque no todos.

Unas horas más tarde Jimin se metió en su cama con el pijama oliendo a lavanda y calentito de la secadora. Jungkook se tumbó a su lado. Sungwoon no estaba.

-Ojalá hubiéramos podido elegir a nuestro compañero de cuarto. - comentó el rubio. 

-¿Qué te hace pensar que yo querría compartir cuarto contigo? Con lo que roncas…

-¡Idiota! - replicó Jimin, dándose la vuelta hacia la pared, haciéndose el ofendido - Además, no es a mí a quien le tuvieron que dar un codazo porque estaba impidiendo dormir a su amigo.

Jungkook se colocó de lado y se pegó a la espalda de su amigo. Ninguno dijo nada, pero el silencio entre ellos hacía tanto ruido como sus corazones latiendo acompasados en su velocidad. El moreno puso la mano en la cintura de Jimin y lo pegó contra él.

-Jimin, yo… - el aludido contuvo la respiración - Yo…

-Lo sé. Yo también. - se maldijo una vez más por no haber tenido esa conversación antes.

-Pero ahora… 

-Lo sé - repitió Jimin. La duda era evidente en su voz. 

-Jimin, date la vuelta. 

-No quiero. 

-Por favor… 

Suspirando, Jimin se dio la vuelta para enfrentarse a los ojos brillantes de Jungkook fijos en él. 

-Jimin… - su mirada se desvió a su boca. 

-Kook… - Jimin se lamió los labios y notó cómo se oscurecían los ojos del otro. 

Se acercaron, despacio, los escasos milímetros que los separaban convirtiéndose en kilómetros. Sus alientos se mezclaron y cerraron los ojos cuando… 

-¡Jimin no te lo vas a creer!

-Aaaah - chilló Jimin, mirando hacía la puerta para encontrarse a Sungwoon en ella.

-¡Ouch! - desvió la mirada para encontrarse a Jungkook masajeándose el culo, donde había caído cuando Jimin lo había tirado de la cama al asustarse con la entrada de su compañero. 

-Oh dios mío, vuestras caras - las palabras de Sungwoon se escucharon entrecortadas por las risas. La escena no tenía desperdicio. Su compañero todo sonrojado en la cama y Jungkook levantándose del suelo mientras se tocaba la parte donde debía haberse golpeado. 

-Me largo - soltó por fin el moreno. 

-Jungkook, espera - lo llamó. 

-Ya es tarde de todas formas, Jimin. Mañana empieza el concurso.

Jimin asintió y una sensación de pesar lo golpeó cuando lo vio salir de allí. Jungkook no hablaba de la hora que era. Y los dos lo sabían.  

Justo cuando estaba a punto de dormirse a Jimin le pareció escuchar unos golpes en la pared. Agudizó el oído y efectivamente ahí estaban: dos golpes secos desde la habitación de al lado. Imitó los dos golpes y  esperó.  Un golpe más. Recibido. Volvió a repetir y se colocó boca arriba.  

Se durmió sonriendo a pesar de todo. Justo como el chico al otro lado de la pared.