Chapter Text
Cuando Dell le contó aquella mañana sobre el aventurero enviado por el gremio –el que había aceptado la oferta de Adeline–, Hayden imaginó otra cosa.
La niña le había descrito a un pirata con pata de acero, cicatrices y espíritu indomable; un tipo que bebía ron al amanecer y hablaba con acento raro. Pero cuando llegó a los terrenos de la vieja granja abandonada, lo que encontró fue… distinto.
El cuento del supuesto pirata no era más que una exageración del mito; joven de estatura baja, cubierto por una ruana polvorienta. Llevaba unos pantalones cortos, un par de botas reforzadas y unas enormes gafas de aviador que se sostenían milagrosamente sobre una maraña de cabello violáceo. La luz de la mañana se reflejaba en el metal de su pierna prostética.
Hayden se detuvo un instante, parpadeando como si esperara que, en cualquier momento, el verdadero corsario surgiera de detrás de la cabaña con un loro en el hombro.
Pero no: era él.
Y por algún motivo —quizás la calma con la que el joven levantó la vista para saludar, o la sonrisa franca que desarmó cualquier prejuicio—, a Hayden le pareció que no podía haber mejor persona para el trabajo.
