Archive of Our Own ^beta

Al inicio del tiempo, no existía nada, ni tiempo, ni materia, ni espacio, todo era un absoluto vacío, y en aquel vacío había un punto, el cual implosiono sobre sí mismo, creando así, todo lo que conocemos.

Tras el paso del tiempo y la creación de la materia, esto trajo consigo las 4 fuerzas fundamentales del universo, las cuales dieron origen a todo lo que conocemos, pero sobre todo, a las primeras estrellas, estrellas de corta vida pero colosal tamaño que se dedicaron a ser las precursoras de sus sucesoras, ellas había nacido para iluminar el futuro, pero sabían que el futuro era oscuro, fue así que, de forma colectiva crearon un mito, no sabían si sería realidad, pero aquello se volvió indirectamente la meta de todo ser celestial.

"Vida"

Si eran capaces de generar vida, serían capaces de combatir la oscuridad e imponerse ante el destino que los asolaba, pero en los hechos, nadie tenía o conocía los requisitos para ello, así que, era solo eso, un sueño, el cual pasaría como relato de generación en generación a través de cometas.

Después de la muerte de las primeras estrellas, algunas se volvieron supernovas, entregando sus materiales y gases al espacio, otros se volvieron agujeros negros, y así empezó a construirse las galaxias, empezando nuevas generaciones de estrellas de distinto tipo, así, hasta el nacimiento de una pequeña estrella, una enana amarilla tipo G2V de secuencia principal, solitaria, en una zona donde al inicio habían demasiadas estrellas jóvenes, pero que, por la muerte de una estrella masiva antigua, se terminó separando y acabando en la zona más estéril del brazo de Orión, sin tener la posibilidad jamás de interactuar con otras estrellas.

Pero no estuvo solo por mucho tiempo, a los pocos milenios logro obtener planetas, los iniciales eran gaseosos, eran planetas, aunque, producto de su soledad, aquella estrella tomo un relato olvidado antiguo y lo transformó en su meta, no quería más oscuridad y soledad en el universo, así fue como su idea de intención de vida inicio, aunque no sabía cómo.

Después de graves incidentes que terminó en la expulsión del quinto gigante gaseoso, y la destrucción de múltiples planetas rocosos, que finalmente, los sobrevivientes vieron la luz.

No eran planetas considerablemente grandes como era la generalidad de los casos en los distintos sistemas estelares, si no que, eran de similar tamaño o pequeños, la estrella los nombró en el siguiente orden.

Mercurio, Venus, Theia, Proto Tierra y Marte.

Finalmente tenía planetas rocosos, tenía uno de los requisitos, que sospechaba, necesitaba, pero era el único que sabía con certeza puesto que, el resto no había sido plasmado por los antiguos, ya que, no existían los compuestos químicos esenciales, estos surgieron después de la muerte de estos.

Fue así como aquella estrella se enfocó hasta la obsesión en cuidar de aquellos pequeños planetas rocosos, de los cuales, solo 1 era femenino, el resto de los planetas había nacido masculino, al igual que la estrella, por lo que, está variante fue algo nuevo, algo especial, que al inicio no le importo mucho, pero, fueron los primeros momentos de vida de aquel planeta los que marcaron la diferencia.

-Señor Sol, hoy luce radiante- dijo la amable y curiosa Theia, había ido cerca de la órbita de su estrella, sin pasar la línea de Roche*, por lo que, la joven estaba ahí, dispuesta a averiguar qué era lo que tanto mantenía ocupada a su estrella.

-oh, hola Theia, ¿No deberías estar en tu órbita? - dijo la estrella mirándola, a lo que ella rápidamente respondió.

-sí, pero quería preguntar algo, ¿Por qué siempre estás ocupado y eres tan estricto con nuestro cuidado? - dijo ella mirándolo, esperando la respuesta a aquella inocente pregunta de aquel ser joven.

-no es nada de lo que necesites preocuparte Theia, en el futuro sabrás, si lo digo ya no será posible que lo realicen- dijo la estrella algo nerviosa, jamás le había contado a nadie si sueño, mucho menos a uno de sus planetas.

-¿cómo sabré que debo hacer en un futuro si no lo explicas?- dijo la chica de cabellos castaños en representación de su corteza que poco a poco comenzaba a enfriarse.

-bien, lo que deseo es...vida- dijo la estrella nerviosa exponiendo su deseo ante su pequeño planeta, el cual, le dio una sonrisa y agradeció.

Sin querer, el mismo Astro que profesor cuidarlos, había comenzado el efecto domino del cual se arrepentiría toda su extensa vida.

Theia al escuchar aquellas palabras se vio en una encrucijada hasta que todo tuvo sentido para ella, en ese momento todo quedó dicho, ella ayudaría a forjar el camino para la concreción de aquel sueño.

Así comenzó a moverse la máquina del destino, por lo que, partió directamente hacia Júpiter para preguntarle acerca de compuestos químicos necesarios para obtener vida, el cual, le explico acerca de compuestos químicos posibles que podrían tener el potencial de generarla si es que encontraban un disolvente especifico que lo pudiese hacer todo, así Theia se embarcó en la idea de obtener vida para iluminar el universo más allá de las estrellas.

El pequeño planeta se encamino en aquella aventura, siendo seguida por su fiel amigo, uno que hizo el mismo día de su presentación al sistema solar, venus, el cual era mucho más grande respecto a tamaño y masa, pero aun así, él se interesó en la nueva fascinación de su amiga y juntos, iniciaron la búsqueda, aunque era más una dinámica en la que el escuchaba todo lo que descubría Theia y la ayudaba a ponerlo a prueba.

Aunque no solo estaba involucrado Venus, había 2 actores más, dos cuerpos celestes clave para conseguir la meta de Theia, aunque eso ella aun no lo sabía, uno de esos cuerpos celestes resulto ser la misma estrella, aunque eso ella jamás lo llegaría a saber, sabía que la estrella era importante en la obtención de la vida, pero no sabía cómo, y eso, por desgracia no lo sabría.

Pese a que desde el inicio hubo interferencias tanto internas como externas que retrasaron la investigación, Theia jamás se detuvo, al igual que el inevitable enamoramiento de su mejor amigo hacia ella, después de todo, la cercanía y amistad suelen confundirse y entremezclarse con amor cuando no lo hay respecto de la vía romántica, pero, eso era algo que Venus debía descubrir por sí solo, después de todo, es un ser nuevo, un planeta recién creado, tenía todo el tiempo del universo para descubrir sus sentimientos, y reparar en un futuro su dañado núcleo.

El Sol, la estrella regente del sistema solar, aquel ser consciente que comenzó su propio sistema y el cual genero planetas, el adoraba a todos por igual, sin distinciones, o eso al menos solía ser al comienzo, pero tan pronto como ella apareció en su vida en el sistema solar, a la estrella, en su núcleo que realiza fusión nuclear, comenzó otra clase de fuerza a aflorar, no era el amor romántico, para nada, jamás se atrevería a pensar de esa forma de sus planetas, el los vio formarse y crecer hasta adquirir conciencia, él tampoco se consideraba su creador o padre, se consideraba más un guardián, pero con Theia las cosas comenzaron a cambiar, el verse solo como su guardián comenzó a interferir con otro sentimiento, uno mucho más fuerte que eso, y esto fue porque, aquel protoplaneta femenino empezó a hablarle más sobre sus descubrimientos acerca de la vida, le hablaba no solo de eso, sino que, también de sus proyectos, tanto los que resultaban como los que no, y así, poco a poco empezó a gestarse un vínculo intimo entre ambos, donde la estrella, cada día se sentía más escuchado, más acompañado y menos solitario.

Empezó a sentir se cómo un padre, el cual cuida y escucha de su hija, fue algo que el no planeo y espero, pero cuando se dio cuenta, no le desagrado, por lo que, tampoco le desagradaba la idea de que, quien consiguiese lograr obtener vida fuese Theia, de hecho, anhelaba que ella lo lograra y solo ella, no quería que nadie más osara quitarle aquel privilegio a su pequeña niña, la cual, comenzó no solo a contar de sus descubrimientos y proyectos en un momento dado, si no que, también empezó a bromear con él, ese fue el momento en que su relación padre e hija se consolido definitivamente para ambos, y pese a que no lo dijeron en público, ni nada, todos pudieron inferirlo en base a las interacciones y los cuidados que solía darle el Sol a Theia, respecto a que, con ella solía ser más sobreprotector.

-miren nada más, si es la niña dorada- Dijo Proto al ver que Theia se acercaba junto a Venus en dirección al cinturón de asteroides, lo más probable que para obtener materiales para sus experimentos- acompañada de su lacayo.

-Oye Proto, estas siendo grosero- dijo Marte yendo donde su amigo para tratar de apaciguarlo, era sabido que Theia y Proto-Tierra no se llevaban para nada bien, al contrario, no se soportaban, esta "rivalidad" se originó el día en que se presentaron al sistema solar, donde Theia hablo de más y Proto la increpo siendo bastante grosero, debido a eso, y a los constantes roces que tenía con ella, el cuarto cuerpo celeste contado desde el Sol se ganó una mala fama de conflictivo y rebelde y ocasiono que Sol lo tuviese algo en la mira, eso en post de proteger a su querida hija.

-ja ja ja, que gracioso Proto, solo no molestes quieres- dijo Theia restándole importancia para así seguir su camino hacia el cinturón, cosa que no ocurrió con Venus, el cual si confronto a Proto-Tierra.

-Deja de molestarla idiota, o te la veras conmigo- Dijo enojado Venus, el cual se puso a la defensiva, a lo cual, Proto rio levemente.

-Si qué quieres que te parta el núcleo en dos- dijo Proto usando un tono algo altanero, a lo cual, Marte fue quien debió intervenir, separándolo a los dos y llevándose a Proto- Tierra a jugar quemados con asteroides a otro sitio.

La rivalidad entre Proto y Theia solo iba en aumento, sobre todo cuando Theia se atrevía a ir más allá de su órbita, pasando cerca de donde se encontraba orbitando Proto, a veces no era intencional, pero la mayor parte del tiempo si, después de todo, y aunque ella se negara hacerlo, desde que lo vio al formarse que le llamo la atención, después de todo, era inevitable no mirarlo, de los 5 planetas rocosos, el más peculiar era proto-tierra, fue el último en despertar y el único cuya superficie no es café ni roja, si no que de un tono gris, el cual era indicio de una actividad tectónica potente que se enfrió generando esa clase de sedimento.

Así que si, por parte de Theia siempre hubo más que solo rivalidad y descontento, había también una pequeña chispa de intriga que ocasionaba que no lo apartara de su vista, por otro lado, Proto-Tierra debido a su conducta iba siendo apartado de los astros más viejos del sistema, y el Sol no le tenía mucha estima, lo que ocasionaba que fuera hostil con quien si tenía lo que él no, o sea, con Theia, por lo que, por su parte no había una intriga o atracción más que resentimiento, o eso pensaba el, porque, en la medida que más y más peleaba y discutía con Theia, más nervioso se solía poner en su presencia, y eso lo renegaba a sentir.

Él no quería formar parte del "sequito" de Theia, el seria grandioso y excepcional y así nadie volvería a menospreciarlo y tacharlo erróneamente.

Fue así como comenzó el sistema solar antes de que acabara como actualmente lo conocemos.

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Theia, tras varios análisis, pudo concluir que, para obtener las condiciones necesarias para la vida, necesitaba a grandes rasgos 3 cosas importantes, superficie, agua en estado líquido, y una órbita que se encuentre lo suficientemente lejos, pero a la vez, cerca de una estrella que permita que esta se pueda encontrar en el estado antes mencionado, solo había un problema.

Esa orbita pertenecía a Proto-Tierra.

La chica no tuvo nada más que hacer, lo peor de todo es que había sido descuidada con sus impulsos, lo cual la llevo directamente a presenciar como un asteroide congelado impactaba en Proto, producto esto de su propio juego de asteroides con Marte, por lo que, a penas sospecho un indicio de agua líquida, se acercó al cuerpo del antes mencionado para examinarlo, Proto no la aparto pero si se incomodó y sonrojo por la repentina cercanía del único planeta femenino, después de todo, invadió como si nada si espacio personal sin motivo plausible, dejando a Proto en un estado "vulnerable" al haber sido sorprendido, solo la pudo increpar una vez la chica se separó.

-Esto era lo que faltaba, agua líquida- dijo Theia en voz alta a sí misma, sin siquiera percatarse de las reacciones de los demás presentes, Marte estaba extrañado, aunque algo divertido con la situación, Venus estaba claramente celoso de el repentino contacto entre Theia y Proto, y este último recién venia saliendo del mini transe que le genero aquel contacto.

-O-oye no llegues e invadas mi espacio personal, loca- dijo este como siempre en un todo semi agresivo, aunque, aquel tono esta vez salió algo difuso debido a la vergüenza del contacto.

Pero lo cierto es que Theia no se percató de eso, estaba demasiado inmersa en su descubrimiento para darse cuenta de inmediato de lo que hizo, ella se vino a avergonzar y sonrojar una vez proceso todo lo que hizo para hacer el descubrimiento, todo esto ante la atenta mirada de Venus, quien hizo todo para no demostrar su molestia y celos, después de todo, él ha estado tanto tiempo ayudando y apoyando a Theia, incluso coqueteándole ligeramente, para que venga a avergonzarla el "payaso" del sistema solar.

Aunque en el fondo Venus sabía que las palabras iniciales que le dio Mercurio eran verdad, pues Mercurio desde el inicio le dijo que no se ilusionara, pero ¿Cómo podía no hacerlo si Theia era lo que soñaba como pareja? Fue imposible no caer ante los encantos de ella, no se resistió, pero estos indicios solo le demostraban a él, que, de todos, quien sería el gran perdedor sería el, aunque desde el inicio no hubiese tenido nada en primer lugar.

Theia por su lado, corrió a contarle al Sol su nuevo descubrimiento, después de todo, a parte de Venus, quien recibía las noticias en tiempo real de los descubrimientos era la estrella.

-¡Padre!, ¡he encontrado otra pista para obtener vida!- Dijo Theia a la estrella, si, ella lo llamo padre, después de todo, ella se ganó aquel derecho de poder llamarlo de esa forma

-¿En serio?- dijo la estrella dejando de lado su conversación con Mercurio para dar paso a llevar su total atención a Theia.

-Si, la respuesta es un átomo de hidrogeno y 2 de oxígeno en estado líquido, eso quiere decir que es el diluyente completo que buscaba, ¡agua! -dijo Theia omitiendo el cómo consiguió descubrir aquello

El Sol sonrió ante la felicidad con la que Theia le contaba su descubrimiento, el ver como se emocionaba y sus ojos tomaban un brillo único debido a la emoción, lo motivaba a él, no solo por tener el mismo sueño, sino porque ese ser es su linda niña, su pequeña y única hija.

En la medida que ella le hablaba, él sonreía, realmente soñaba con que ella lograra conseguir crear vida, ella se esforzaba tanto por encontrar los ingredientes adecuados, experimentaba y descartaba ideas y agregaba y descartaba así requisitos.

Pero él no era consciente de que su dulce niña le ocultaba información, Theia no era idiota, ella era uno de los planetas más inteligentes del sistema solar, por lo que, desde el inicio vio y percibió ciertas injusticias, no solo en Proto-Tierra, si no que, en Mercurio y Urano también, después de todo, los más fuertes en carácter y autoestima solían tener más protagonismo, por lo que, decidió omitir de su narrativa a Proto-Tierra, habían dos motivos, uno podría ser esa atracción que solo aumentaba con el tiempo, pero era socavado por la misma actitud que tenía dicho planeta hacia ella debido a si situación de privilegio en contraposición con la de él; el otro motivo dice relación con no querer generarle más problemas, de todos los rocosos, el que tenía peor fama era el, lo que ocasiono que incluso fuese ignorado por los gigantes gaseosos, siendo que ellos no ignoran a nadie, con suerte lo protegían de asteroides, pero solo le dirigían la palabra cuando era necesario o porque presente estaba Marte o Mercurio, por lo que, para ahorrarle seguir bajando en la escala de "popularidad" del sistema solar, ella lo omitía.

Así demostraba Theia su interés hacia él.

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Fue durante la búsqueda de un asteroide para practicar con agua líquida sus descubrimientos que se percató de algo, escucho voces a las afueras del cinturón de asteroides, que era el lugar donde se encontraba, esta vez con Venus probaban el límite del agua para calcular las orbitas ideales, por lo que ella partió a buscar más asteroides de hielo, mientras el preparaba todo, ese fue el contexto de porque ella estaba dentro del sistema cuando escucho hablar a Marte y Proto-Tierra, aquella conversación no debió escucharla jamás pero lo hizo.

-Si Marte, creo que me gusta Theia- Solo esas palabras escucho antes de salir corriendo avergonzada, ¿Cómo el la iba amar a ella?, son rivales, no se llevan para nada bien, son polos opuestos, la mayoría de las interacciones que han vivido a lo largo de su historia son, en mayoría, insultos por ambos lados, las mayorías protagonizadas por Proto-Tierra, a menos que, el sintiera algo similar a lo que ella sentía en base a su primer encuentro.

Aunque pareciese cliché, seria amor a primera vista que se iba acrecentado en la medida que interactuaban y se mostraban los dientes en post de defender sus posturas, algo raro, pero ¿Quién no era raro?, ¿acaso el amor debía tener reglas preestablecidas para surgir?, la misma Theia protegía a Proto del Sol o los demás cuando hablaba de los descubrimientos que hacía en base a interacciones con el de corteza gris.

Fue así que ella salió corriendo sin dirección dentro del cinturón de asteroides, pero ella no fue para nada discreta, por lo que, llamo la atención del planeta gris, quien la persiguió hasta interceptarla, ella lo evadía, el trataba de hacer que razonara.

-Theia escúchame, oye-dijo el de algún modo preocupado por ella, pues su reacción no había sido habitual y el que no le esté gritando por siquiera tocarla para sujetarla era raro, pero pronto todo eso quedo minimizado al conocer a Ceres, un planeta enano solitario que habita aquella región del sistema solar, que, al haber estado tanto tiempo solo descubrió la amarga verdad que ciñe y rige a todo el universo, y es la razón por la que la vida no existe en ninguna forma en todo el basto universo.

Entropía.

Tras aquella corta explicación de parte de Ceres, y la comprensión y aceptación de aquello por parte de Proto, Theia, desilusionada salió corriendo nuevamente sin rumbo hasta que Proto la tomo de la cintura fuerte para que ella pudiese finalmente reaccionar.

-¡Theia detente!, ¡No seas irracional, te puedes dañar!- dijo Proto haciendo que Theia lo mirara al rostro, quizás, jamás lo hacían por los conflictos que tenían que, cuando conectaron sus ojos con los del contrario, se quedaron muchos minutos atentos a ello, no se movieron hasta que la realizas los golpeó y se separaron algo avergonzados por la interacción repentina, pero volviendo a la realidad, Theia estaba destruida.

-no puede ser cierto, ¡lo que dice Ceres es mentira! - dijo ella mientras renegaba de lo que había recientemente escuchado- ¡la vida tiene que existir!

-yo...si he notado las cosas que dice Ceres Theia- dijo Proto algo más bajo para no alterar más de lo que ya estaba a la chica- por eso no creí desde un inicio en tu sueño, el universo es oscuro, caótico y frío, nada tan específico y delicado podría sufrir en algo como esto.

-te equivocas, Pero, la vida si es posible, tiene que serlo- si Proto era un dolor de núcleo por lo idiota que llegaba a ser con el resto en busca de atención, Theia también lo era por su terquedad.

-¡¿Por qué te esfuerzas tanto?!- dijo el mirándola sin entender porque ella dedicaría toda su vida a tratar de conseguir vida.

-porque la vida tiene que existir, la oscuridad no puede ganar, la entropía no puede ganar- dijo ella mirándolo determinada y sería, firme en su respuesta.

Proto al ver aquello se sonrojo, en efecto, a pesar de renegar y sacarle en cara muchas de las actitudes que tenía Theia casi todo el tiempo, molestarla y más, era su propia personalidad persistente la que al final, lo cautivaba más y más.

Hasta una enana blanca podría ver qué había química y mucho más entre estos dos astros, los cuales comenzaban a experimentar sus propios sentimientos, empezaban en base a estás interacciones a comportarse mejor entre ellos y acercarse más y más.

Después de aquello, fue sorpresa para todos, incluyendo al Sol, que esos dos empezarán a acercarse más y más, volviéndose amigos, nadie sabía que estaban experimentando la primera historia de amor del sistema solar, rara a decir verdades porque nadie jamás supo el catalizador de que la actitud de Proto hacia Theia y viceversa cambiará de la noche a la mañana.

Pero ocurrió, y si bien, todo comenzaba a cambiar hacia mejor, el núcleo que estaba destinado a romperse finalmente se rompió al ver que jamás obtendría lo que tanto quería.

-Theia- dijo Venus acercándose a la chica que organizaba cálculos en una pizarra.

-ahora no Venus, estoy ocupada- dijo ella sin mirarlo mientras seguía en su actividad, cosa que irritó aún más a Venus, porque si fuese Proto, ella sin dudar se hubiese volteado y eso no era justo, no era justo para el ser que la apoyo desde un inicio.

-no estás siendo justa- dijo el enojado mientras la veía- empezaste tu proyecto de la vida conmigo y sin decirme algo me apartas.

-Venus- dijo ella dejando lo que estaba haciendo, ella supo que Venus tenía razón no estaba siendo justa- lo lamento tienes razón, no estoy siendo una buena amiga.

A pesar del dolor que sintió Venus en su núcleo ante aquellas palabras, prefirió no decir nada y guardarse todo su dolor, ahora solo tenía una oportunidad, apartar a Proto y Theia.

-prometo no volver a ser mala amiga- pero Theia no sabía que eso no valía mucho para Venus, después de todo, el solo tenía una meta, y esa meta era ella.

Lástima que jamás lograría obtenerla.

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Tras varios cálculos, se determinó que se necesitaría una Luna, y como la órbita perfecta para el agua líquida era la de Proto, el cual se había unido a la investigación acerca de la vida recientemente, la intención de una luna era lo único que los acomplejaba.

Theia en una idea loca de estar más cerca de Proto, sugirió ser su Luna, a lo que Proto se negó rotundamente, no es que le desagradara la idea, si no que, nadie del sistema solar lo aceptaría, mucho menos el Sol, prácticamente sería quitarle todo prestigio y estatus a su hija, y eso la estrella jamás lo aceptaría.

Fue ahí donde Venus encontró finalmente su oportunidad de separarlos para siempre, y en base a engaños le dijo a Theia que le planteará la idea al Sol, que el no le haría nada, que muy hija de el podrá ser, pero Venus órbita más cerca que ella al Sol, por lo que conoce su humor y su respuesta, por lo que, debía de atreverse a preguntar y sugerir dicha idea, después de todo, él también estaba embarcado en la búsqueda e intención de vida.

Por desgracia, Theia cayó en la trampa de Venus y sugirió la idea de convertirse en luna.

Así fue como ella y Proto-Tierra fueron separados y condenados a orbitar por siempre en sentido contrario, teniendo así contacto cero, ni siquiera vista, ahora ambos jóvenes amantes que recién descubrían sus sentimientos y mejoraba sus relaciones, solo compartían una cosa, ser cuerpos celestes del mismo sistema estelar.

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Los cuerpos celestes fueron separados por cuentos de años, tantos que ambos dejaron de hacer lo que habitualmente hacían, sumergiéndose así en una aislación completa, no solo porque ahora no podían moverse de sus órbitas, sino porque ya no se podían siquiera ver.

-Vamos Theia, era lo mejor- dijo el Sol tratando de entablar una conversación con su hija, pero nada nunca daba frutos.

-dime Sol, ¿Alguien ya consiguió vida? - dijo ella de forma cortante y seca, hace centenares de años que había dejado de llamarlo padre por su enojo y decepción hacia su decisión, por lo que, el intento de entablar una conversación con Theia murió en ese instante, la estrella no quería seguir avivando la ira de su planeta más preciado, no si su misión era recuperar su favor.

La chica suspiro y cerró sus ojos, solo se dedicaba a eso últimamente, y ella no era la única, al otro lado del sistema, Proto-Tierra no solo ya no hablaba ni jugaba con Marte, sino que también se la pasaba la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados.

Poco a poco, y sin que nadie lo notará en realidad iban apagando sus conciencias, o eso pensaban que sucedía, porque cada vez que ambos lo hacían, más negro se volvía su conciencia.

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Despertaron en un extraño lugar, no era el sistema solar pero apenas se observaron corrieron a su encuentro.

-Theia, no sabes cuánto te extrañe- dijo Proto para envolverla con su fuerza de gravedad, dándole cercanía, pero no lo suficiente para tocarse, ambos entraban en resonancia orbital.

-yo también te extrañe Proto- dijo ella devolviéndole de forma recíproca el gesto, de momento no se habían confesado, pero era bastante obvio para los dos sus sentimientos correspondidos, así que, no se hallaron en la necesidad de confesarse.

Pero antes siquiera de que pudiesen analizar dónde se encontraban, un ser oscuro que deformaba el espacio y tiempo apareció, para Theia no fue novedad, había escuchado de ellos por parte del Sol en forma de advertencia en una historia de terror, lo que tenían en frente era un agujero negro súper masivo, por lo que, lo único que atino hacer Theia fue ponerse delante de Proto, quien rápidamente reaccionó y también adoptó una posición de defensa, imponiéndose ante Theia.

-¡Monstruo, vete!- dijo Proto-Tierra en un intento de imponer respeto, lo cual, al agujero negro le dio gracia y algo de ternura.

-jajajaja, no soy un monstruo, en algún momento del tiempo del cosmos fui una estrella- dijo la voz femenina calma mientras interactúan con su entorno, no hacía destrozos ni consumía sin discriminación como se pensó que eran, ella simplemente miró su entorno, los miro a ellos y sonrió- veo que los de mi especie tienen mala fama entre mis planetas y estrellas.

-¿T-tus planetas y estrellas?- dijo Theia sorprendida no comprendiendo lo que quería decir- ¿A qué te refieres?...

-al parecer estuve inactiva durante mucho tiempo- dijo la mujer suspirando mientras se acercaba a ellos sin arrastrarlos hacia su interior- mi nombre es Sagitario A, el centro y regente de la vía láctea ubicada en el grupo local del universo observable- dijo el ser mientras tomaba forma espiritual, cosa que hizo también con los astros presentes, si bien, todos podían acceder a esta forma, solo podían hacerlo en la medida de que la estrella madre no los viera o no les alcanzará la luz, así que, solo en el cinturón de asteroides podían, por lo que, Theia concluyó que podían acceder a esta forma gracias a qué los agujeros negros absorben todo, incluso la luz.

- entonces...¿estás diciendo que en el centro de la galaxia no hay una estrella súper masiva, si no que.....un agujero negro masivo?- dijo sin poder creerlo, pero la mujer que creaba disturbio en el espacio y tiempo asintió con su cabeza.

-así es, pero ese no es el tema, por milenios, las estrellas han pasado el relato sobre la creación de vida, una existencia más allá de nuestra constitución que podía lograr perdurar en el tiempo, ante poniéndose a toda adversidad- dijo Sagitario A, rebobinando un poco de polvo y gas estelar, utilizándolo para recrear imágenes que representaban su visión- pero paso tanto tiempo y se volvió imposible que el relato se perdió, hasta que una estrella solitaria capturó la idea y la convirtió en su motivación y sueño.

-Sol- dijo Theia algo melancólica, ella no tenía idea de que Sol había hecho sufrir ese sueño a base de la soledad que sufrió en sus primeros años de vida.

-desde entonces los he estado observando, y ahora se encuentran en una encrucijada, necesitan una luna para detener la rotación de un planeta, y una vez surjan los mares, obtener marejadas, pero, les faltan muchos requisitos más- dijo la mujer observándolos- la inclinación del eje del planeta para generar estaciones, y eso no se consigue incluso teniendo una luna- dijo mientras les mostraba los demás requisitos- y no es suficiente los meteoritos con agua, el agua debe surgir también de la corteza, el planeta debe de moverse, formar placas para mantener vivo su dinamo y no perder su megatosfera.

Ambos planetas empezaron a desanimarse más y más, habían Sido idiotas e impulsivos, claramente no se habían percatado que los requisitos eran mucho más de los pensados, y que la vida era tan difícil de conseguir debido a los específicos y raros de los requerimientos.

-Sol tenía razón, Venus también...jamás tendremos vida si soy tu luna- dijo Theia algo tristeza después de todos se la ha pasado toda su vida tratando de obtener vida y nada, solo decepción tras decepción en su investigación.

-oye, no te desanimes eres la que más cerca ha estado de conseguirlo, eso te hace asombrosa- dijo Proto tratando de apoyarla y levantar su ánimo, solo provocó que Theia se sonrojara, a lo que Sagitario A rio levemente.

-mis disculpas, es que, hace eones no observo una pareja de enamorados- dijo ella riendo, después de todo, esa pareja de enamorados- había sido ella y otro agujero negro con el cual se fusionó, hubo más y más, y eso acrecentó a su mismo cuerpo, ellos no desaparecían, se fusionaban con ella y la convirtieron en el agujero negro súper masivo que es, que ahora contiene y rige toda una galaxia. - pero sus problemas si tienen una solución.

-¿La hay?- dijo Theia extrañado a lo que, Sagitario A asintió.

-Entropía- dijo el agujero negro sin más, dejándolos perplejos a los planetas conscientes.

-eso no tiene sentido- dijo Proto sin entender la vinculación con la entropía para obtener la vida, ¿cómo se supone que el factor que impide la intención de algo tan complejo y frágil como la vida provenga de eso mismo?

-verán, el caos empuja al cambio, y lo que necesita la materia es estar cambiando constantemente producto del caos, así surgen formas interesantes que propenden a su perduración en el tiempo, y para ello, todo debe siempre de estar en caos, así, se fuerza la materia a buscar mejoras y adaptarse a las circunstancias del caos-dijo el agujero negro explicando aquello- así fue como surgieron las estrellas, y luego los planetas.

Ellos se quedaron callados, analizando la nueva información que habían adquirido, si era así, entonces, todo era un bucle, un sistema quizás desorganizado de partidas aleatorias, las cuales, si unes con algo de orden podían generar un cambio.

-para la vida se necesita todo, sea armonía como caos- dijo ella mirándolos- su respuesta es que deben generar un caos e integrar la entropía a la ecuación, solo un gran cambio catastrófico desencadenará la cadena de sucesos- dijo mientras les mostraba de forma difusa realmente a lo que se refería.

Ambos debían de chocar, era la única forma de integrar la entropía a la ecuación, así obtendrían todos los compuestos y requisitos que les faltaban, incluso algunos que ni siquiera habían contemplado.

Colisionar era la respuesta que les faltaba.

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Ambos despertaron en sus respectivas órbitas, estaban algo exaltados, y pese a que se buscaron con la mirada, no los dejo interactuar el Sol, el aún seguía enojado, así que, seguiría aplicando su castigo hasta el fin de los tiempos, o hasta que se pasará el enojo.

Pero eso ya no les importaba a ambos, y luego de una reconciliación con sus amigos, desobedecieron las órdenes, sobre todo Theia, quien el Sol jamás pensó que iba a desobedecer a su castigo, así que ocupo su gravedad en volverlos a poner en posición, pero el sol jamás pensó que todo se iría de las manos, solo se había distraído un segundo, solo uno.

Una luz cegadora surgió desde la posición donde ocurrió el reencuentro entre Theia y Proto-Tierra, cuando la luz desapareció, la escena que todos pudieron ver fue horrible, espantosa para la estrella.

Habían colisionado arbitrariamente.

El Sol enojado, triste, frustrado, había sufrido una nueva perdida, pero está no era igual a las anteriores, está vez perdió a dos planetas conscientes y funcionales, con órbitas estables.

¿Porque se hicieron eso?, ¿Por qué decidieron morir?, ¿Fue su culpa?, ¿El ocasionó esto?, ¿Por qué su hija decidiría morir?, el solo la quería proteger.

¿Por qué no pudo hacerlo?

Y así, las preguntas iban invadiendo su núcleo, no podía realmente comprender porque había sufrido tal pérdida, hizo hasta un juicio, y aun así, las respuestas no fueron satisfactorias, pero lo que si sabía eran 3 cosas.

Primero, había perdido para siempre 2 planetas con potencial de albergar vida según él, ya que a todos los consideraba como potenciales, pese a desconocer los requisitos revelados por Sagitario A ha Proto-Tierra y Theia.

Segundo, su amada hija lo había traicionado, lo desobedeció y todo desde el momento en que empezó a acercarse más y más a Proto-Tierra, por lo que, decidió enmudecer y condenar su corta vida al olvidó, por lo que prohibió el mencionarles bajo cualquier circunstancia, sería tachada de traidora, y eso nadie podría invalidarlo y oponerse, era lo mejor, así podría dejar de sufrir y no encariñarse nuevamente con algún cuerpo celeste, no volvería a sufrir por ello, tampoco le confiaría su sueño a nadie más, dejaría que el azar hiciera su magia, después de todo, tenía toda su extensa vida para lograrlo.

Tercero, los seres que saldrían de la colisión deberán sufrir las consecuencias de los actos de sus predecesores, el no dejaría impaga la deuda de penitencia por la insurrección de ambos planetas que, pese a los esfuerzos de la joven estrella, fueron ignorados.

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Del polvo estrellar que proviene de miles de millones de años de existencia de vida de las estrellas que han nacido y morido en el extenso universo, de todos aquellos planetas que murieron, todo aquel material residual que quedó de la colisión, se compacto producto de la gravedad nuevamente, fusionándose a través del magma, volviendo así a surgir un núcleo líquido y caliente, el cual fue cubierto por capas extensas de manto y corteza, las cuales ardían a altas temperaturas por su reciente formación.

De aquella trágica, pero planeada y aceptada colisión surgieron 2 cuerpos celestes jóvenes, mantenían esencialmente los conocimientos de sus predecesores, pero acerca de ellos, o de todo lo ocurrido, no sabía absolutamente nada, eran pizarras en blanco en este basto océano de oscuridad.

El primero en despertar fue Luna, un pequeño cuerpo celeste que, por su tamaño y órbita no coincidían con las descripciones de un planeta, si no que de una luna, una muy peculiar, debido a que, iba migrando en trayectoria lentamente, ya que, se iba a llegando de su planeta muy lentamente, pero ese no era su rasgo más importante, el más importante era que, desde su nacimiento tuvo una actitud protectora hacia su planeta, el cual reconocía como hermano, algo que nunca antes había ocurrido en el sistema, puesto que, nadie estaba correlacionado entre sí, pero, al ser mezcla de dos astros al igual que el planeta aún en formación, era bastante obvio que tendrían un vínculo familiar.

Eran la descendencia de Proto y Theia, y para mala suerte de todos los demás planetas x los rasgos faciales de los antes mencionado se plasmaron en las formas espirituales de los astros nacientes, dónde Luna, tenía ciertos rasgos de Theia, pero la mayoría pertenecía a Proto-Tierra.

Mientras que, una vez el planeta despertó, todos cayeron en horror, ya que lo hizo en su forma espiritual, y era observar a Theia, solo que ya no era hombre, realmente el gen de Theia fue lo suficientemente fuerte como para plasma ese en el planeta, el cual, solía asustarse con facilidad y eso ocasionaba que se ocultara detrás de su Luna, el cual siempre estaba a la defensiva.

Los planetas fueron quienes los vieron nacer y surgir, y eso fue un alivio, ya que, ellos los aceptaron mucho más rápido que el Sol, después de todo, ellos comprendían que no tenían la culpa de lo sucedido, pese a que, fue difícil enfrentar la realidad para los más cercanos de que, ellos jamás volverán y que sus recuerdos ahora hablaban y reían sin saber el porqué de esas miradas de melancolía y tristeza.

Hasta que llegó el día de la presentación ante el Sol, el los examinó bien durante un tiempo y, casi de inmediato eyecto una llamarada solar en contra de la Tierra, Júpiter trato de interponerse para protegerlo con su campo magnético, Luna también, como hermano mayor se movió para proteger a su hermano, pero al impactar contra la Tierra, la mayoría se quedó impactado, el joven planeta lloraba, se había asustado mucho y temblaba del miedo por la reacción de la estrella, pero estaba intacto.

-mierda, no me digas que tiene un campo magnético- blasfemo el Sol mirando con odio al planeta, no soportaba tener el recuerdo vivo de todo lo que hizo Theia, y lo que significa para el intacto.

No lo soportaba, no soporto verlo, ni siquiera tenerlo cerca, debía ser una broma, ¿Cómo era posible que el producto de la colisión se pareciera tanto al ser que trató de eliminar de la existencia? Sufrió bastante con la perdida de Theia, pero también por su desobediencia, ella había traicionado su cariño y confianza, y ahora ella se burlaba de el dejando a un planeta similar a ella.

No lo aceptaría, jamás lo haría, se negaba a hacerlo.

-Sol, es solo un niño, él no tiene la culpa- dijo Júpiter abogando por el planeta que ahora era consolado por su hermano mayor.

-tienes razón Júpiter, no tiene la culpa- dijo dándole en ese aspecto la razón al gigante gaseoso- pero sus padres si, y como él tiene mayor estatus que el de su Luna, deberás cargar el error de sus predecesores, deberá estar aislado el tiempo en que ellos vivieron.

-¡No puede hablar en serio señor sol, es solo un niño!- grito desesperado Saturno sin creer el cruel destino que el Sol estaba dictando para aquel joven cuerpo celeste.

-no escucharé sus reclamos alguien debe cargar con la culpa, solo haré que uno de ellos la cargue, estoy siendo misericordioso- dijo el Sol mirando con desdén directamente el cuerpo celeste que ahora lo miraba a él.

No escucho, sin más solo lo recluyo al olvidó durante 1 millón de años y unos cuantos centenares de años, no era mucho, pero era significativo para un cuerpo celeste recién naciente.

Y aunque estuviese prohibido, Luna incumplía a veces la prohibición para que su hermano estuviese bien.

Por desgracia para el Sol, la prohibición duró muy poco, fue interrumpido por el bombardeo intenso tardío, del cual, solo se dieron cuenta cuando finalizó, debido a que, aquel planeta relegado a un olvido temporal había conseguido algo que sus vecinos lograron obtener pero que perdieron al poco tiempo, y que él pudo mantener.

Agua en estado líquido.

Y pese a que esperaban a un planeta loco por estar tanto tiempo solo, lo que encontraron fue un planeta cuerdo y resistente, el cual sonreía y poseía agua en su superficie, el cual se dirigía junto a su Luna ante el Sol en una reunión del sistema solar, ahora sí, finalmente sería su verdadera presentación ante el Sol.

-hola a todos, mi nombre es Tierra.