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"Fuego en las venas"
Al enviar a Yang a la bóveda, su concentración se había dividido entre sus adversarios y en el hecho de que su hermana fue sola tras Cinder, quien a su vez estaba con Raven y la doncella de la primavera. No podía evitar sentir preocupación ante ese hecho, pero debía confiar en que su hermana se las arreglaría para no correr peligro y que lograría hacerse cargo. Además, ella era fuerte, podría mantenerse firme ante sus oponentes, y ellos debían encargarse del resto del grupo de Cinder para evitar que fueran tras ellas. Por lo tanto, arrojó sus preocupaciones al fondo de su cabeza, encerrándolas y concentrándose en lo que tenía en frente.
En un punto, Ruby sintió un extraño calor recorrer su cuerpo, como si una oleada caliente se aferrara a su piel, y esa sensación no sentía que fuera mala o que la dañaría a pesar de que se sentía como si tuviera fuego en las venas, casi podría asociar la sensación con la vez que logró activar su aura, solo que esa sensación se sentía como un aumento de poder embriagador. No lo entiende, pero decide dejar de lado aquello para seguir enfocada en su enfrentamiento, después buscaría tiempo para pensar en ello.
Emerald y Mercury eran fuertes adversarios, si por separado eran buenos, juntos eran un problema que no debían tomar a la ligera. Agradecía que en esos momentos, tenía a Weiss y Blake de su lado para lidiar con el problemático par, ya que se requería el suficiente apoyo para encargarse de ellos.
La seguridad con la que Emerald asegura que Cinder será quien obtenga la reliquia del conocimiento y se encargará con mucha facilidad de todos ellos es simplemente sorprendente para Ruby, notando enseguida que la chica de cabello verde tiene un gran apego a la doncella de otoño, y que por ello está tan renuente a la idea de que pueda perder.
Y de pronto, Yang finalmente apareció, sosteniendo en su mano la reliquia del conocimiento, con un rostro neutro y junto a una ligera acuosidad en sus lilaceos ojos de los rastros de lágrimas que quedaron.
Una oleada de alivio se instaló en su sistema, y Ruby se permitió mostrar una pequeña sonrisa ante la vista de que su hermana aparentemente había salido ilesa, eso hasta que el grito de Emerald aturdió sus oídos haciéndola voltear hacia ella de inmediato, notando las lágrimas que corrían por sus mejillas y agarraba su cabeza con desesperación.
Y después todo fue pasó en fracción de segundos. Entre los gritos de Emerald y como un remolino de oscuridad se forma frente a ellos solo para después mostrar la figura de una aterradora mujer de ojos rojos, junto a una piel y cabellera tan blancas como la nieve. Unos ojos sangrientos que hacen que pierda el aliento, el miedo se instala en todo su sistema y el calor repentinamente parece fluir por sus venas. En el momento en que aquella figura se lanza sobre ellos, el primer instinto es protegerse y suelta a Crescente Rose levantando sus brazos frente a su cara, una sensación de cosquilleo recorre sus brazos, y justo cuando sus ojos están por cerrarse nota que una corriente llameante se dispara hacia el rostro de la mujer, borrando su presencia.
Parpadea totalmente confundida y hasta aturdida, bajando sus brazos mientras asimila lo sucedido, llegando a la conclusión de inmediato que aquella era una ilusión cortesía de Emerald, así que deja escapar un suspiro de alivio.
Presta de nuevo su atención alrededor, Mercury, Emerald y Hazel no están a la vista, así que notoriamente se han escapado. Pronto mira a sus amigos y nota las miradas llenas de asombro y confusión que le arrojan.
—Ruby, ¿Qué ha sido eso? —Weiss es quién la cuestiona, transmitiendo con su mirada que no podía asimilar lo que había visto.
La mente de Ruby se vuelve un lío y su entrecejo se frunce —¿De qué estas-? —ni siquiera termina la pregunta, intenta mirar por el rabillo del ojo a los demás, pero lo nota en las esquinas de sus ojos, llamas color plata que brillan alrededor de sus ojos y la conmoción pronto llega a ella —¿Qué? —ha sido un susurro, pero debido al silencio tan dominante en el lugar pudo escucharse con mucha claridad.
—Al parecer... —la voz de Ozpin combinada a la de Oscar captó la atención de todos, llevándolos a mirar al muchacho que se sostenía como podía en su bastón, mientras intentaba regularizar su respiración —. Hay una nueva doncella del otoño —declaró, finalmente cediendo a arrodillarse al suelo para intentar recuperar mejor el aliento.
Ruby se dejó caer al suelo, el cansancio abordó su sistema con rapidez y se mantuvo sentada en el frío piso, mirando sus manos cuidadosamente mientras la idea de que era la nueva doncella de otoño se filtraba por su cerebro. Weiss de inmediato se arrodilló a su lado, colocando su mano en su hombro derecho lo cuál logró sacarla de sus vacilaciones antes de siquiera dejarla entrar. Suspiró. Pensaría en eso después, así que levantó la mirada notando como Blake se acercaba a ellas, aferrando su mano izquierda a su brazo mientras sus orejas lucían decaídas.
—Hey, Blake —emitió una suave risa nerviosa, el cansancio y todo lo sucedido era demasiado —¿Qué haces por aquí? —le preguntó con una pequeña sonrisa, la pesadez de su cabeza estaba comenzando a adormecerla. Sintió como Yang se sentó en el suelo a su lado, colocando su mano izquierda en su brazo transmitiendo la preocupación que sintió por ella, Ruby más sin embargo, mantuvo la mirada en Blake.
—Eso- Eso quería preguntarles también —Blake le devolvió una vacilante sonrisa.
Ruby suspiró sin dejar de sonreírle —. Esa es una historia muuy larga —le respondió con una pizca de diversión.
—Bueno, no iré a ningún lado —la sensación de alivio recorrió el cuerpo de Ruby por millonésima vez ese día.
—Bien —respondió Ruby con una dulce sonrisa, deslizando su mirada hacia Weiss —, porque eso es todo lo que importa —su mirada se dirigió a su hermana, quien mantenía sus ojos lilaceos clavados en el brazo de Ruby —¿no? —dijo con suavidad sin dejar de mirar a Yang, quien finalmente elevó su mirada para dirigirla a la fauno que se había encogido en sus hombros ante la reacción de la rubia.
—Si, así es —Ruby sonrió ampliamente, satisfecha de ver una sonrisa en el rostro de su hermana y unos segundos después, Weiss estiró su brazo para luego ser imitada por Yang, atrayendo así a Blake a su círculo y fundiéndose en un abrazo.
El resto del equipo JNPR sonrió ante la tierna escena, alegrándose de que finalmente Ruby recuperara a su equipo. Y por otro lado, Qrow llevaba en una mano la reliquia del conocimiento que la misma Yang le había entregado rápidamente para ir a dónde estaba su hermana, solo para que después el adulto se acercara a Oscar y lo atrapara antes de golpear su cabeza en el suelo. Las últimas palabras de Ozpin se relacionaron con que debían llevar la reliquia a Atlas, y finalmente perdió el conocimiento.
[...]
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"Después de la batalla"
Ruby sentía que se desmayaría en cualquier momento. El dolor en la parte posterior de su cabeza más el cansancio le estaban cobrando factura, más sin embargo, logró mantenerse en pie todo el tiempo en que fueron interceptados por las autoridades, respondiendo algunas de las muchas preguntas sobre lo ocurrido mientras personal médico los revisaban. Finalmente la habían dejado en paz después de pedirle un breve testimonio de lo ocurrido y después de que insistió al personal médico que ayudarán a otros; balanceó sus pies al aire mientras estaba sentada en la camilla, y su mirada se paseo entre todo el alboroto que había alrededor mientras buscaba distraerse del dolor de cabeza.
Notó a su hermana no muy lejos, ajustando su brazo después de haberlo dejado atrás cuando Mercury buscó detenerla, no parecía que Yang tuviera alguna herida física, pero la ligera acuosidad que recuerda haber visto en sus ojos al aparecer con la reliquia le preocupaba un poco, quizás después le preguntaría sobre ello, o quizás no debía involucrarse, más si el asunto tenía que ver con Raven. Suspiró, estaba preocupada, pero en esos momentos era mejor quedarse al margen y no hacerla molestar de alguna forma.
Su mirada volvió a dirigir su atención a otra parte, localizando la figura de Blake, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras la observaba, hablaba con los que al parecer eran sus padres y Sun, seguramente estaban hablando del Colmillo Blanco o lo relacionado a haber ayudado a Haven. Se percató que la mirada de la fauno fue en una dirección, solo para bajar las orejas y volver a hablar con sus padres. Ruby se desvió de nuevo, mirando a su hermana que ahora hablaba con Qrow y la azabache suspiró, ahora tenía la tarea de suavizar las cosas entre su equipo ya que seguramente se volverían tensas si no se encargaba de ello.
Enfocó su atención en otra dirección, localizando a Weiss que era revisada por un paramédico. Ruby sintió un tirón en su estómago al visualizar la mancha roja en el vestido de su amiga y mordió su labio con fuerza, cerrando sus ojos para intentar relajar su pulso acelerado. Ella había estado inconsciente cuando lastimaron a su pareja, se supone que siempre se han cuidado la espalda una a la otra, pero la dejaron fuera de combate cuando el miedo a que Cinder lastimara a Jaune la distrajo, permitiendo que Emerald la golpeara.
"No. Estoy enojada"
Un escalofrío recorrió su cuerpo y el dolor de cabeza aumentó. El enojo palpable aun recorre sus venas, la sensación tan amarga sigue en su boca. Estaba furiosa, con Emerald y Mercury, recordando lo que hicieron en el Festival Vytal, con Cinder por herir a Weiss, con Lionheart por su traición. Estaba furiosa. Sacudió su cabeza violentamente, intentando deshacerse de aquellos pensamientos y volviendo su mirada a Weiss, quien parecía estar casi discutiendo de mala gana con el paramédico, permitiendo que Ruby sonriera, podía embotellar todo de nuevo, guardarlo en lo profundo, de todas maneras ya había terminado.
—¡Ruby! —la voz animada de Nora la sacó de sus divagaciones. La pelirroja de un salto subió a su camilla, sentándose a su lado y deslizando el brazo por sus hombros.
—Hey Nora —correspondió con una sonrisa mirando a su amiga, quien comenzó a balancear sus pies animosamente en el aire —¿Están bien? —preguntó mientras miraba por el rabillo del ojo como Jaune y Ren se acercaban.
—Por supuesto, chica, esto ha sido pan comido —afirmó Nora guiñándole el ojo y provocando una suave risa en la azabache.
—¿Jaune? ¿Ren? —su mirada se dirigió a ambos, quienes le sonrieron.
—Estamos bien, Ruby —aseguró Ren con su habitual serenidad, colocando su mano en el hombro de la menor y dándole un pequeño apretón. Ruby asintió con una sonrisa y después de que la mano del pelinegro abandonó su posición desvió la mirada a Jaune.
—Yo, lo siento, Ruby —dijo Jaune con una triste sonrisa y desviando la mirada. Ruby inclinó su cabeza mirándolo con confusión. El chico suspiró —. Te preocupe al lanzarme contra Cinder —aclaró, provocando que la mirada plateada de la chica reflejara tristeza —. Me he disculpado con Ren y Nora antes porque fui estúpido, y tu también lo merecías.
Ruby le sonrió finalmente —. Oye, está bien. Estás perdonado, chico vómito —dijo balanceando sus pies con una pizca de felicidad. Pero una parte de ella entendía bien porque Jaune se había lanzado así contra Cinder, y lo justificaba. El sentimiento es algo aterrador, pero de nuevo, decide tragárselo para si misma.
—¡Pero te aseguro, Jaune Arc, que te daré tu merecido por tu estupidez! —exclamó Nora con determinación, estirando su brazo hacia el chico y dándole un amistoso puñetazo en el hombro, haciendo reír al resto —¡Por cierto, Ruby! —la alegría desbordante de la pelirroja volvió, aunque el grito le provocó más dolor de cabeza eso no evito que sonriera —¿Feliz de que tu equipo esté reunido? —preguntó atrayéndola más al abrazo que tenían. Ruby solamente asintió en respuesta, sintiendo cada vez más difícil lidiar con el cansancio.
—¿Te parece trabajar a tiempo parcial como RNJR? —preguntó Ren provocando una risa en las dos chicas, Ruby dejó caer su cabeza en el hombro de Nora al sentir pesados sus párpados.
—Bueno, si me dan una buena paga lo consideraré, creo que ya habíamos hablado de ello —bromeó la azabache, logrando que Jaune se uniera al coro de risas.
—Esperen, ¿apenas llegamos y ya están pidiendo a Ruby más tiempo? —cuestionó Yang con diversión, uniéndose al grupo junto a Weiss, detrás de ellas, llegó Blake, un poco nerviosa pero uniéndose a ellos aun así, Ruby le sonrió con confianza a la fauno para tranquilizarla y darle a entender que no debía preocuparse, algo que aparentemente funcionó un poco ya que la tensión en su cuerpo pareció desvanecerse.
—¿Saben si Oscar sigue inconsciente? —preguntó Nora rápidamente para hacerse la desatendida de la pregunta y mirar a todas direcciones en busca del chico. Ruby se rió junto a Jaune ante la evasiva de la pelirroja, mientras Ren solo le sonrió con cariño. Cuando la risa de Ruby cesó, ella miró a Blake, que parecía lucir confundida ante la mención del chico.
—Hey Blake, necesitas conocer a Oscar —le comentó Ruby con una sonrisa a la fauno —. Lo conocimos hace poco, pero es un buen chico.
—Y además de eso, tenemos mucho que explicar referente a todo lo que se relaciona con el, Ozpin, las reliquias, la magia y doncellas —mencionó Weiss rodando los ojos mientras estaba cruzada de brazos.
—¿Magia? —murmuró Blake mirando con el entrecejo fruncido a Weiss, quien se encogió de hombros en respuesta.
—Tranquila, te lo explicaremos más tarde —le dijo Ruby sin borrar su sonrisa, obteniendo un asentimiento de parte de la fauno.
—Hablando de doncellas... —tarareo Nora y Ruby no pudo evitar tensarse un poco cuando al decir aquello las miradas recayeron en ella —¡Eres la doncella del otoño! —chilló emocionada evitando no alzar tanto la voz ya que después de todo era información confidencial —¿Cómo se siente eso? —preguntó llena de curiosidad. Ruby finalmente se sentó correctamente evitando el contacto visual con cualquiera. La pregunta la había tomado desprevenida debido a que ese lío pensaba meditarlo después de que arreglaran un poco todo lo de Haven.
—Bueno, yo- —las palabras se atascaron en su garganta y las dudas resurgieron en su cabeza una vez más, ella era una doncella, tenía poderes a su disposición, y aunque pareciera ser algo a favor de ellos eso le hacía pensar que ahora Salem tendría más razones para querer obtener su cabeza.
—Bien, chicos —la intervención de Qrow fue demasiado oportuna para la azabache, sintiendo como toda la atención finalmente se retiraba de ella para caer sobre su tío —. Es hora de irse, Oscar necesita descansar y ustedes también, están hechos un asco —declaró, desviando su mirada escarlata a Ruby, quien le sonrió nerviosamente.
—¿Acaso no te has visto a ti mismo? —arremetió Yang con burla, logrando que el grupo comenzara a reír.
—Estoy seguro de que me veo mucho mejor que tu, Petardo —le reto Qrow con diversión, logrando generar una pequeña disputa. Ruby simplemente los observó en silencio con una sonrisa.
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Decir que estaba cansada era poco, juraba que los huesos le pesaban como plomo a estas alturas y que incluso se había acostumbrado al dolor en su cabeza en todo el trayecto a la casa segura.
Al entrar, Ruby se dejó caer en el sofá al entrar primero que el resto y vio como Qrow cargaba a Oscar en sus brazos llevándolo a su respectiva recámara, después vio a Jaune entrar con Nora dormida en su espalda, la chica había cedido al cansancio y se subió sobre su amigo, solo para terminar dormida, Ruby sonrió con ternura al ver como Ren cuidaba que la chica no se lanzara hacia atrás y se lastimara, pronto los tres desaparecieron de su visión en el pasillo, y finalmente miró a Weiss y Yang, la última cerró la puerta mientras la primera se acercó a ella y se sentó a su lado.
—Estoy agotada —musitó Weiss para después cerrar sus ojos y suspirar. Yang al final se acercó y tomó lugar al lado de la ex-heredera.
—Estoy segura que podría dormir por una semana entera —bromeó Yang mientras estiraba sus brazos en el respaldo del sofá, inclinando su cabeza hacia atrás para mirar el techo.
—Bueno, creo que tenemos algunos días de descanso antes de volver a movernos, así que la siguiente misión del Team RWBY es descansar —anunció Ruby levantándose de su lugar y mirando ambas chicas —. Así que es mejor ir a dormir, es taan tarde, ¡buenas noches! —dijo de inmediato, dándose la vuelta y disponiéndose a avanzar hacia la habitación que compartía con su tío, de alguna forma sentía que en cualquier momento colapsaría, así que sería mejor retirarse.
—Ruby, espera —la azabache detuvo sus pasos ante las palabras de Yang, pero no se dio la vuelta para mirarla, tenía la ligera sospecha de que quería hablar ante su tono ligeramente preocupado —. Sobre lo de ser doncella...
—¡Oh! Creo que es algo que podamos hablar después, ya sabes, todos estamos cansados debido a la batalla, tú lo estás, Weiss lo está, y el resto también —divago entre sonrisas nerviosas cuando se volteó a mirarlas nuevamente, agitando sus manos de un lado a otro mientras hacia su intento de explicación.
—Bien —respondió Weiss al notar como Yang parecía querer agregar algo más, y Ruby se lo agradeció internamente a su pareja —. Solo... Descansa —agregó con una chispa de preocupación reflejada en sus ojos azules. Ruby asintió en silencio con una sonrisa, para darse la vuelta y dirigirse a la habitación.
Al entrar, Ruby suspiró agotada, cerrando la puerta tras de sí y recargándose en ella, para después estirar sus brazos y mirara sus manos. Ciertamente en esos momentos ya no tenía fuerzas, y estaba segura que las necesitaba para lidiar con todo el asunto de "doncella de otoño".
Un poder que antes le perteneció a Cinder.
Un poder que iban a darle a Pyrrha.
El poder que le dio la facilidad a Cinder de acabar con la vida de Pyrrha.
Ruby se estremeció, cerrando sus manos en puños y cerrando sus ojos con fuerza, sintiendo el ardor en ellos debido a las lágrimas que comenzaban a acumularse ante el recordatorio. Sacudió su cabeza violentamente, y después de unos segundos se dirigió a su cama, lanzándose al colchón con pereza, enterrando su rostro en la almohada. Necesitaba dormir y olvidar todo por un rato. Y al final, el cansancio la hizo ceder con rapidez, cayendo en un profundo sueño.
[...]
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Si tuviera que elegir una palabra para describir el ambiente en el aire sería "oscuro". Al abrirse camino a la fortaleza, el entorno es claramente pesado y escalofriante, tienen muy presente que han fallado, y tendrán que enfrentarse a la reina Grimm.
Emerald se tensa al ver como Tyrian está parado en la entrada, como si los hubiera estado esperando mientras tiene una retorcida sonrisa dibujada en su rostro. El saludo burlón del fauno solo le produce nauseas y lucha por no tomar sus armas y hacer pedazos al arrogante lacayo de Salem.
—Por cierto ¿Dónde está nuestra querida Cinder? —la pregunta la lleva a paralizarse en su lugar, sintiendo la bilis subir por su garganta y la ira recorrer su sistema —¿Acaso nuestra querida doncella fue derrotada? —el veneno en su voz fue suficiente para que reaccionara con violencia, girándose hacia el fauno con sus armas desenvainadas, pero antes de siquiera poder lanzarse sobre el odioso fauno, fue detenida por Hazel, colocando una mano en su hombro. Ella cedió, pero no bajó sus brazos aún mientras sus ojos rojos miraban al escorpión —. Creo que tomaré eso como un sí —tarareo con venenosa diversión, para que después su mirada cambiara a una más seria y psicótica, que congeló a la de cabellos verdes —. Mi reina estará taan decepcionada... —el rostro de Tyrian se acercó cada vez más a ella, haciéndole sentir pánico y bajó sus armas al sentir como el temblor amenazaba con apoderarse de sus brazos —. Suerte con eso, querida —se enderezó de pronto, riendo histéricamente y esa acción solo provocó más miedo en Emerald, quien fue guiada de inmediato por el mismo Hazel para que continuaran caminando.
Ella cerró los ojos mientras seguían su camino, intentando tragarse el miedo, y pensar que Cinder volvería, que estará bien. Tiene que estar bien, ella fue la única persona que se preocupó por ella. Seguramente volvería. Volvería por ella... Pero, ¿y si estaba muerta?
Sacudió su cabeza con violencia, rompiendo aquel hilo de pensamientos y enfrentando lo siguiente que pasaría al ser llamados por Salem.
[...]
Está sola. La oscuridad es lo único que la rodea mientras se mantiene en el suelo, como si esperara a que algo sucediera. Esperando paciente, sin miedos ni dudas, solo espera.
"No lo terminé..."
Escucha una voz femenina muy familiar. Resuena en su cabeza.
"No acabe con ella"
Hay resentimiento en su tono, una ira incontrolable. Lo siente.
"¡No acabe con ella!"
Exclama con furia, y juraría que siente unas manos alrededor de su cuello, impidiendo que respire, pero no se inmuta de ello.
Pero tiene miedo por algo más, esas emociones las siente. Esa ira la siente. Ese resentimiento se clava en su corazón y hay un sabor amargo en su boca. Ella lo sabe, conoce esos sentimientos.
"No, estoy enojada"
Ruby abre sus ojos abruptamente, sentándose totalmente erguida en su cama mientras intenta estabilizar su respiración. El sudor se desliza por su frente, y algunos mechones se adhieren a la piel ante la humedad. Cuando finalmente logra que su aliento vuelva a la normalidad, aprieta sus dedos en el puente de su nariz, exhalando sonoramente.
Había una delgada línea entre los sentimientos que eran suyos entre los que no. Jamás ha sido buena para comprender temas tan complejos como son la magia, pero aquel sueño, no se sintió uno de los típicos sueños de Ruby Rose y parecía ser algo que no podía explicarse a si misma. Si, solía tener pesadillas, y estaba acostumbrada a calmarlas por sus propios medios, pero ese sueño, era como un vómito de sentimientos oscuros que no rozaban la tristeza o el miedo, esos sentimientos eran resentimiento, ira, furia, todo un puñado que se permitió sentir hace muy poco tiempo.
Cinder estuvo por herir a Jaune.
Weiss salió herida.
Emerald y Mercury estaban molestando a su hermana.
Lionheart los traicionó.
Raven estaba con ellos.
Sintió la bilis subir por su garganta y sacudió su cabeza violentamente. Intentó volver a enfocar su concentración de nuevo a su sueño, pero la culpa ante aquellos sentimientos se instala en su pecho. Finalmente cierra sus ojos y suspira, quizás debería detenerse por ahora, dejarlo de lado y recomponerse.
La azabache mira hacia la ventana, notando como la luz que entra es demasiado brillante y una interrogante aparece en su cabeza. Inmediatamente gira la cabeza a la puerta, viendo el reloj en la parte superior del umbral de la misma, notando que marcaba las 12 del mediodía.
Frunce el entrecejo y retira la sábana que está sobre su cuerpo, percatándose de que vestía unos pantalones negros, además de una camisa de mangas largas blanca. Atribuyo que seguramente su hermana era responsable del cambio de vestuario, ya que muy claramente recordaba que cayó inconsciente en su cama en cuanto tocó el colchón. Inspeccionó con la mirada la habitación, notando que Crescent Rose estaba justo al lado de la puerta, recargada en la pared. Sonrió, ver a su bebé era satisfactorio en esos momentos.
—Bien —susurra con un destello de determinación brillando en sus ojos —. Hay que comenzar —la azabache al final se levanta de su cama, permitiendo que sus dedos sientan el frío del suelo, provocando un escalofrío en su cuerpo. Quizás debió pensarlo dos veces antes de levantarse descalza, pero decide ignorarlo y va en busca de su ropa que ha localizado en el mueble, doblada pulcramente, y la toma en sus manos. La idea de tomar un baño cruza por su mente y se apresura a salir de la habitación, abrazando la ropa contra su pecho mientras se dedica a llegar a su objetivo.
[...]
La clara decepción se irradia de Salem, quien les mira con toda la neutralidad del mundo, pero al tener su mirada sobre ellos Emerald siente como si filosos cuchillos apuntaran a su cuello. Cinder no está aquí, no tiene algún apoyo para poder enfrentar a la temeraria mujer, y no ayuda en nada que Mercury a su lado parezca igual de asustado que ella.
Quien toma la palabra finalmente es Hazel, asumiendo la responsabilidad cuando Salem ha preguntado quien ha sido el responsable de su fracaso, y puede definitivamente decir que el hombre es un suicida al responder tan fácilmente que era culpa de él, admirable, pero estúpido.
Emerald finalmente se atreve a levantar un poco la mirada para ver la expresión de la reina Grimm. Luce tan tranquila con su porte tan elegante, pero la mirada que tiene en Hazel es de pura decepción, y de pronto mira con horror como brazos de Grimm emergen a los pies del hombre, aprisionándolo contra el suelo. El miedo que corre por su sistema aumenta cuando nota como la mujer se acerca a pasos agraciados a ella, mirándola muy fijamente con frialdad, congelando su cuerpo y haciéndola presa del miedo, agachando la mirada cuando ella finalmente está a solos escasos centímetros.
—Emerald —se estremece ante su tono frío —, quiero que me digas de quien fue la culpa —hay exigencia en su tono, claramente no aceptara una respuesta errónea.
No quería renunciar a Cinder, ella fue la única que la apoyo, la única que mostró que le importaba. No podía simplemente traicionarla, pero el peso de la mirada de aquella escalofriante mujer simplemente rompía su voluntad, esa mujer era capaz de matarla ahí mismo si no decía la respuesta que quería escuchar.
—¡De Cinder! —responde de inmediato y con una opresión apoderándose de su pecho, la presión de aquella mujer sobre ella era escalofriante, aún si las palabras no salieran de sus labios —. Fallamos por culpa de Cinder —dijo finalmente derrotada, sintiendo la culpa golpearle el estómago, y la mano de Salem en su hombro solo la hace que la bilis suba por su garganta.
—Exactamente —una sonrisa se dibuja en su pálido rostro —. Quiero que aprendan de este fracaso al que los condujo Cinder —dijo la mujer con total satisfacción alejándose de ella. Emerald elevó la mirada de nuevo, observando como la mujer volvía a su antigua posición frente a ellos —, y que sus errores son la razón por la que ahora está muerta.
Sus pupilas se dilatan, su respiración se detiene por unos segundos y se desconecta de su alrededor. Aquellas palabras resonaron en sus oídos con violencia en su cabeza intentando tragarse el nudo en su garganta. No podía creer que Cinder estuviera muerta, ella no se dejaría asesinar con facilidad, es la doncella de otoño, ella debe estar esperando a recuperarse y después volver con ellos.
La voz de Hazel llega a sus oídos, aun si se siente desconectada escucha como el hombre menciona el nombre de Ozpin y que ha vuelto. Se atreve a elevar su mirada, solo para ver como una ira estremecedora irradia de los ojos rojos de la mujer.
Ni siquiera presta atención cuando Hazel la toma del hombro, guiándola al exterior de la habitación. Su mirada vuelve al interior mientras las puertas se cierran, y unos segundos después lo escucha, un grito aterrador junto al sonido del vidrio rompiéndose.
Cinder ya no está aquí.
El pensamiento vuelve a su mente, y en esos momentos, no tiene idea de que hará a partir de ahora. Cinder se ha ido, y no puede evitar sentirse de nuevo tan pérdida.
[...]
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Ruby baja con cuidado las escaleras, aún siente las secuelas del cansancio extremo en sus músculos, haciéndola pensar que quizás con un mal movimiento podría terminar cayendo por las escaleras. Suspira al lograr llegar sana y salva al final, como si hubiera sido un reto que se había planteado y saliera victoriosa de el.
Pronto se da cuenta del inusual silencio que hay en el lugar a pesar de la hora que es, así que frunce un poco el entrecejo, esperaría que Nora y Yang estuvieran parloteando de cualquier cosa, con Weiss llamándoles la atención ante sus actitudes infantiles, pero había un silencio estremecedor que le inquietaba, disparando una pizca de miedo en su pecho, y eso era peor debido a que no logró localizar a nadie en la sala o cocina.
No sabía porque de pronto sentía miedo, era algo tonto. Seguro estaban por ahí afuera, o habían salido a atender alguna cosa, podía haber muchas respuestas, pero parecía que su mente se empeñaba a desacreditar las posibilidades y generar angustia en su pecho por el silencio.
Había aprendido a odiar el silencio.
Cerró sus ojos un momento, intentando tranquilizarse un poco. Su respiración había comenzado a acelerarse, como si de pronto aquello fuera motivo para desestabilizarse. Era tonto. Muy tonto. No tenía porque sentirse de esa manera, solo tenía que salir a buscarlos, seguramente estarían entrenando o algo así, y ella quizás solo estaba exagerando, pero la parte racional de su cabeza estaba siendo opacada.
Abrió de nuevo sus ojos, y tomó una bocanada de aire. No iba a dejar que el miedo la paralizara.
Ya había superado esa etapa en su camino por Anima.
Los chicos solían decirle que eran ataques de ansiedad, y siempre le ayudaron cuando padeció alguno de ellos. Pequeños gestos como las bromas de Nora, palabras tranquilizadoras de Ren o los ánimos de Jaune siempre la mantuvieron alejada de sus pensamientos caóticos sobre la caída de Beacon, pero con un par de pueblos después, esa pequeña ansiedad que cargaba de los sucesos de aquel día se alejaban, solo para centrarse en lo que tenía en frente, cambiando sus preocupaciones a los lugares desérticos, panoramas desoladores, a la tensión que comenzaba a establecerse entre ellos, la condición de Qrow... Volvió a reprimir lo que sentía una vez más, embotellarlo y solo concentrarse, y cuando casi estuvo por caer en esa ansiedad de nuevo por lo sucedido con su tío, y en como se habían separado de Ren y Nora, Jaune se dio a la tarea de tranquilizarla antes de que su estado se volviera caótico.
Llegaron a Mistral, Qrow fue atendido, y todo estaba marchando mejor, ya no tenían esa constante tensión y estaba con sus amigos que siempre harían ruido, así que eso le impidió hundirse en sus pensamientos. Y cuando Yang y Weiss aparecieron, creyó que ya había aprendido a manejar esos pequeños momentos de inquietud al pensar en las personas que perdieron. Pero ahora se encontraba aquí, sola y con cierto miedo por no lograr localizar a sus amigos o a su tío, era una niñería. No podía simplemente asustarse por no tenerlos a la vista, pero eso no eliminaba la incertidumbre que sentía.
Y quizás, ahora estaba más sensible por todo lo que había ocurrido últimamente.
Ruby sacudió su cabeza bruscamente, intentando salir de nuevo de ese lío de pensamientos, sin querer había entrado de nuevo a él, en lugar de salir de la sala y buscar a sus amigos en la terraza, así que giró sobre sus pies dispuesta a trazar su camino cuando una figura se deslizó rápidamente por la cocina, solo para asomarse de inmediato a la sala al notar su presencia.
—¡Ruby! —Nora ha entrado a su campo de visión en la sala, y la neblina del miedo comienza a disiparse en su sistema, sonriendo cuando la pelirroja se acerca con su habitual alegría —. Wow, si que has dormido bastante, chica —tararea, colocándose de inmediato a su lado, y deslizando un brazo por sus hombros, acercándola a ella en un medio abrazo.
—Hey, Nora —le saluda Ruby —¿Y el resto? —pregunta. La sensación de intranquilidad se ha desvanecido, pero necesita cerciorarse de dónde se encuentran.
—¡Oh! Bueno, ellos están detrás de mí, estuvimos pasando el rato afuera. Qrow dijo que no hiciéramos escándalo ya que tú y Oscar aún dormían —explicó rápidamente, con su tono habitual tan despreocupado, y Ruby no pudo evitar ensanchar la sonrisa en sus labios.
—¡Hey, Ruby! —la voz de su hermana logra capturar su atención, notando como ha entrado a la sala con el resto detrás de ella —. Si que has dormido bastante —dice acercándose a ella y alborotando un poco sus cabellos cortos, acción que hace a Ruby reírse y apartar a su hermana con un pequeño empujón mientras Nora les da espacio.
—Y sí que fue bastante tiempo —murmura Weiss, cruzándose de brazos mientras mira a Ruby con el entrecejo fruncido, pero la azabache nota el brillo preocupado en sus ojos azules, así que no lo toma como un reclamo de su parte.
—La comida está lista, debes de tener hambre —Ren se dirige a ella, y le da una sonrisa, gesto que Ruby devuelve sin contratiempos.
—Muero de hambre —dice Ruby con una pequeña risa, y eso es señal suficiente para que Ren de inmediato se dirija a la cocina.
—Jaune, Nora, vienen a poner la mesa conmigo —indica Weiss con un tono que claramente indica que no acepta objeciones, y con gracia gira sobre sus pies para caminar a la cocina. Ruby rueda los ojos con diversión, y su mirada se desliza hasta dar con la figura de Blake, recargada en la pared mientras los observa en silencio.
—Oye, ni siquiera nos preguntaste —se queja Nora haciendo un puchero, pero aún así siguiéndola junto a Jaune —. Yo quería ayudar a Ren.
—¡Lo que en realidad quería era robar comida mientras Ren la reparte! —exclama Yang con diversión, separándose de su hermana y corriendo a seguir a los chicos. Ruby suspira mirando con diversión como todos se amontonaban en la cocina, solo para después volver sus plateados a Blake que miraba también a los chicos.
—Hey, Blake —la saluda con una suave sonrisa, acercándose a ella mientras escucha el alboroto de sus amigos en la cocina para preparar la mesa, la fauno dirigió sus ámbar la la líder del equipo —¿Hace mucho estás aquí? —pregunta con calma, intentando no abordarla bruscamente y hacerla sentir incómoda de alguna manera, después de todo, necesitaban reconectarse como equipo.
—De hecho, solo tengo una hora —respondió Blake con una pequeña sonrisa que comenzaba a aparecer en sus labios, pero Ruby aún puede notar sus orejas algo decaídas —. Escuche que has dormido todo el día de ayer —comenta, y Ruby se alegra, Blake al parecer no quiere dejar morir la conversación, eso es bueno.
—Wow, la verdad pensé que solo había sido ayer lo de Haven, ¿entonces dormí un día entero? —hay cierta diversión en su tono de voz mezclado con sorpresa. Ruby atribuye que durmió demasiado debido a que uso sus ojos en la pelea. Solo agradecía no haber permanecido inconsciente semanas, como había sucedido la primera vez que los usó. Blake solo emitió una suave risa —. Y... ¿ya sabes dónde te instalarás? —pregunta tentativamente, quizás había hablado con los chicos y habían arreglado eso, pero Blake solo sacudió lentamente su cabeza en señal de negación, Ruby notó como su amiga se había encogido de hombros —. Bueno, podría pedirle al tío Qrow que se mude a la habitación de Oscar, y así podemos compartir habitación. ¡Será genial! —resuelve la situación de inmediato, esperando que así Blake no se sienta demasiado fuera de lugar al no resolver aquello. Y lo logra, ya que se percata de como la postura de la fauno se relaja.
—¡Ustedes dos! —Nora ha gritado, a lo que ambas desvían su mirada a la pelirroja que ya está sentada en la mesa, mientras los demás se comienzan a acomodar —¡Más vale que vengan ahora o me comeré su parte!
—Si Nora lo dice, lo cumple —le susurra Ruby a Blake con diversión, y la fauno ríe mientras caminan juntas hacia sus amigos.
Ruby de inmediato toma asiento al lado de Weiss, con Yang al otro lado de ella, dejando a la peliblanca en el medio de ambas, y Blake se sienta en el espacio al lado de Ruby, quien a comenzado a balancearse mientras mira emocionada como Ren le extiende la guarnición, a lo que recibe gustosa su plato, e inmediatamente comienza a comer mientras Ren sirve un plato a Blake, quien con un susurro le agradece, pronto los siete están comiendo sus raciones en silencio. Nora al lado de Ren rápidamente acaba y pide una segunda ronda, provocando que Jaune a su lado se queje por su rapidez, y las chicas se ríen.
—¿Es una competencia? —pregunta Yang con una sonrisa maliciosa en sus labios y ese brillo en sus ojos que indica que su lado competitivo está en marcha. Nora ha sonreído de la misma manera, y el grupo sabe que el par entrara en un nuevo reto entre las dos.
—¡Apuesto a que Nora come más que Yang! —exclama Ruby con emoción, levantando al aire su brazo y apuntando su cuchara en dirección a la pelirroja.
—¿Por qué a Nora? —pregunta Blake con curiosidad y Ruby se voltea a verla con una sonrisa, feliz de que la fauno esté involucrándose.
—Si... ¿Por qué Nora? —murmura Weiss mirando a su pareja con el entrecejo fruncido, claramente sorprendida de que no apoye a su hermana en una competencia contra Nora.
—Porque Ruby sabe ver bien quien es el merecedor de la victoria con facilidad —alardea Nora con total seguridad, cruzando los brazos sobre su pecho y sonriendo con arrogancia.
—¡Eres una traidora, Ruby Rose! —exclama Yang, en un tono notoriamente fingido que indica indignación, y Ruby no puede evitar reírse de su exageración.
—Lo siento, pero si hablamos de comida, Nora es la que manda —se defiende Ruby de inmediato, y puede jurar que hay un brillo diferente en los ojos de su hermana.
—Ahora si es más que un reto —dice Yang con su arrogante sonrisa, y Ruby aprieta los labios mientras ve como su hermana agarra con —. Lo has hecho muy personal, Rubes.
Y la rubia abruptamente se a llevado el plato a los labios, acabando con su porción en un santiamén. De pronto Nora y Yang habían comenzado su competencia, obligando a Ren a ser demasiado rápido a servirles, lo que provocaba que el resto riera. De un momento a otro, se habían hecho las divisiones, eligiendo el bando ganador. Ruby y Ren estaban asegurando que Nora sería la vencedora, mientras que Jaune y Blake se pusieron del lado de Yang ante la fiera determinación que tenía, Weiss por otro lado, se abstuvo de apoyar aquella locura, más sin embargo estaba sonriendo, evitando reír cuando alguna de las dos chicas presiona a Ren para que les sirva más.
Ruby baja su mirada a su plato, mirando su reflejo en el líquido mientras una suave sonrisa está dibujada en sus labios mientras escucha las risas de sus amigos al fondo. Siente mucha tranquilidad al estar de aquella manera, como si pudiera creer que aquello podría mantenerse igual por siempre. Sabía que no podía ser así, hay cosas que han cambiado, muchas otras necesitan respuesta.
"Al parecer tenemos una nueva doncella del otoño"
Un escalofrío recorre el cuerpo de Ruby al recordar las palabras de Ozpin, y aprieta sus manos escondidas bajo la mesa, sobre su regazo. Aún se pregunta como fue que sucedió, y podría hundirse en más preguntas, pero el roce delicado de los dedos de Weiss sobre el dorso de su mano la hacen voltear rápidamente hacia ella, y puede identificar la pregunta silenciosa que le hace solo con mirarla a los ojos. Ruby solo se limita a sonreírle, para indicarle que todo está bien, y de inmediato vuelve al bullicio del resto.
[...]
Ren y Yang habían levantado los platos para llevarlos al fregadero, mientras el resto se encargaba de poner al tanto a Blake de todo lo que habían hecho al estar separados, y la fauno igualmente había compartido todo lo que había pasado en Managerie. Cuando Ren y Yang volvieron con ellos, Ren le explicaba a Blake acerca de Ozpin, su reencarnación y las reliquias, solo para finalizar con el tema de las doncellas.
—La mujer de cabello blanco —murmura Blake, y los chicos se estremecen ante la imagen de la aterradora figura en sus mentes —¿Quién era? —pregunta con preocupación, desviando su mirada a Ruby, y la azabache se encoge de hombros, señalando que ella no sabe la respuesta —. Y lo que hiciste... ¿Esos eran los poderes de una doncella?
Antes de que Ruby tuviera que responder, una voz captó de inmediato la atención de los chicos —. Me temo, señorita Belladona, que esa mujer era una muy acertada representación de quien es Salem —habla Ozpin con su voz combinada a la de Oscar. Camina golpeando rítmicamente su bastón mientras Qrow aparece y se recarga en la pared, siguiendo con la mirada la figura del chico que toma asiento en el área libre entre Blake y Ren, en la otra cabecera frente a Yang. Se nota en su semblante que aún esta un poco agotado, pero eso no le hace perder su porte serio, sus codos se recargan en la mesa y entrelaza sus manos, deslizando su mirada hacia Ruby, quien se remueve un poco incómoda en su lugar —. Y ciertamente, la señorita Rose usó los poderes de la doncella cuando se sintió en peligro frente a la ilusión de la ayudante de Cinder —Ruby se estremeció ante la mención del nombre, y desvió la mirada a la mesa para evitar mirarlo a los ojos avellana —. Señorita Xiao Long, ¿Puede explicarnos que fue lo que pasó cuando bajó a la bóveda? —Ruby nota como si hermana se ha tensado en su lugar, haciendo una pequeña mueca y escondiendo repentinamente sus manos bajo la mesa.
—Cuando llegué, encontré a Raven y la bóveda abierta. Vernal estaba muerta —explica, su mirada lila no esta enfocada en ninguna persona en particular, y casi se oculta bajo sus mechones rubios —. Raven es en realidad la doncella de la primavera —escupe finalmente. Hay un incómodo silencio después de eso, que se rompe ante el gruñido de Qrow, y los chicos se miran entre sí, preocupados un poco por Yang, pero no dicen nada más sobre el tema.
—Entonces estaba sola... —susurra Ozpin, recargando su barbilla sobre sus manos entrelazadas, volviendo la mirada hacia Ruby, quien aparta la mirada de su hermana para volverla hacia el moreno —. Probablemente, sea Raven quien se ha encargado de Cinder, y por alguna razón, estuviste en sus últimos pensamientos, señorita Rose —dice con mucha calma —. Creo que estamos en buenas circunstancias, la reliquia del conocimiento no está en manos de nuestros enemigos, y tenemos a la doncella del otoño, la reliquia de la elección estará muy lejos de las manos de Salem —una sonrisa se dibuja en sus labios.
Ruby no puede evitar sentirse muy incómoda bajo la mirada de Ozpin, es como si un peso mucho más grande cayera en sus hombros por ser una doncella, y las pequeñas sonrisas con esperanza en sus amigos que se miran entre sí, celebrando en silencio esa "pequeña" victoria y movimiento a su favor, eso solo lo empeora, pero no dice lo que piensa, en cambio, se lo traga para ella misma y se concentra de nuevo en lo que viene, seguro ahora tendría que entrenar, también tendrían que organizarse por el tema de la reliquia y llevarla a un lugar seguro, así que debía mantenerse en ello.
Pero una parte de Ruby comienza a sentirse bajo una neblina de miedo ante el poder que ahora tiene en sus manos, y como es una responsabilidad más en sus hombros además de sus ojos plateados.
Había más de una razón para querer ser capturada por la gente de Salem.
[...]
Chapter 5
Summary:
No es tan fácil dejar que los poderes fluyan si sus pensamientos se vuelven un caos... o ¿quizás si?
Chapter Text
No es fácil. Lo intenta, pero no fluye.
Hace solo dos horas, Ozpin había mencionado que comenzarían un entrenamiento para capacitarla con los poderes de la doncella. Su viaje para dirigirse a Argus y de ahí a Atlas se realizaría en 3 semanas, mientras aún arreglaban los cabos sueltos en Haven, por lo que el profesor señaló que era una oportunidad para ayudarla a acostumbrarse a los poderes de la doncella de otoño.
En este punto, Ruby no tenía ni idea de cómo seguir el ritmo de su profesor.
El profesor Ozpin le explicaba el hecho de que los poderes de otoño ahora eran una extensión de ella. Su alma estaba ligada a las almas de todas las doncellas anteriores, lo que creaba una conexión invaluable y única que la guiaría, logrando llegar al punto dónde podría usar los poderes casi por instinto, dejándolos solo fluir.
—Lo siento —se disculpa en voz baja como por millonésima vez desde que el profesor Ozpin le indicó que debía despejar sus pensamientos para poder conectarse con la magia que ahora es una con ella.
—No tiene que preocuparse, señorita Rose —Ruby hace una pequeña mueca, está un poco disgustada por no poder mantener sus pensamientos en orden y poder sentir esa “conexión” de la que habla su profesor —. Ésta es solo su primera sesión, no necesita resultados inmediatos, solo debe familiarizarse con el hecho de que la magia es parte de usted, y que la ayudará de ahora en adelante para proteger a otros —la azabache desvió la mirada hacia el suelo, pensando unos instantes en las palabras de su profesor.
Es cierto, los poderes de la doncella eran para proteger las bóvedas que contienen a las reliquias, para que éstas no caigan en manos equivocadas, también esos poderes son capaces de proteger a otros.
Pero conoció a alguien que solo los tenía por su sed de poder.
Una corriente eléctrica recorrió su espalda, haciéndola estremecer un poco, la imagen de Cinder Fall apareció en sus memorias, pero era una imagen que jamás había visto de ella.
Cinder caía a un oscuro vacío, rastros de hielo se esparcían rápidamente cubriendo su cuerpo, congelándola sin contratiempos.
“No acabe con ella”
La frase llena de resentimiento, ira y odio resonó en su cabeza, y ahora podía tener seguridad que era la voz de Cinder. Aún tenía esas palabras clavadas en la mente, y también sentía tan fresca la sensación de compartir dichas emociones como suyas.
“No, estoy enojada”
Sintió como la temperatura lentamente comenzaba a elevarse, había un cosquilleo recorriendo por completo su cuerpo, un flujo extraño y ajeno que viajaba hasta sus manos ahora hechas puños por un acto reflejo. Sus ojos fijos en sus pies, mientras sentía como una corriente caliente parecía estar rodeándola, pero una sensación que no la molestó en absoluto.
Cinder casi lastima a Jaune.
Cinder casi mata a Weiss.
La caída de Beacon fue culpa de Cinder.
Cinder asesinó a Penny solo para dar un mensaje.
Cinder asesinó a Pyrrha como si fuera tan normal tomar la vida de otros.
Una parte de ella, estaba satisfecha de que Cinder Fall estuviera muerta.
—Señorita Rose —la voz del profesor Ozpin la sacó de inmediato de sus pensamientos, ella elevó abruptamente su mirada hacia su profesor, solo para notar las brasas de fuego que se arremolinaban alrededor de ella, que comenzaba a caer elegantemente hacia el suelo apagándose, mientras ella los seguía con la mirada, atónita al darse cuenta de que la magia de la doncella se había manifestado sin percatarse de ello —.Creo que también debí aclarar, que la magia puede ligarse a sus emociones más fuertes, y por ello es importante aprender a acceder a ella sin dejar que se mezcle con lo que siente —Ruby sintió como un nudo apareció en su estómago al caer en la cuenta de ese sentimiento de satisfacción ante la muerte de Cinder.
¿Qué rayos era lo que había pensado?
—Oz, creo que deberían hacer esto otro día —escucha a su tío detrás de ella, ni siquiera logró darse cuenta cuando el cazador se acercó a ellos, y pronto hay una presión sobre su cabeza, a lo que su mirada va de inmediato a Qrow, que mira con una seriedad algo aterradora a su profesor, incluso pareciera que está completamente sobrio, a pesar del olor a alcohol que desprende. La mirada color vino se dirigió a ella —. Oye, pétalo, deberías unirte a tu hermana y la chica rayo, están pateándose el trasero en un juego que encontraron —le regala una pequeña sonrisa, esa sonrisa condescendiente que usa con ella cuando se da cuenta de que algo la está molestando o la saca de algún lío. Ruby intenta devolverle la sonrisa, esperando que se vea lo suficientemente genuina a pesar de lo que acababa de suceder hace unos segundos.
—¡Se escucha emocionante! —dice Ruby con todo el ánimo que puede transmitir para disfrazar sus preocupaciones.
Quizás ellos se dieron cuenta.
Quizás lo que ha querido guardar para ella se filtró, y ahora lo saben.
Espera que no sea ese el caso.
Ruby se apartó de ellos rápidamente, intentando no borrar la sonrisa que tenía en sus labios mientras caminaba a paso veloz hacia el interior de la casa segura, solo esperaba no tener que hablar sobre ello, es decir, no tenía por qué preocupar a su equipo con sus problemas o el desastre de pensamientos que había en su mente, era algo de lo que podía (y debía) encargarse ella misma. Además, todo estaba bien, tuvieron una ventaja al tener la reliquia con ellos, y Cinder ya no era la doncella del otoño, así que no debían preocuparse de que acabaría con vidas inocentes.
Pero ese poder ahora era una responsabilidad que caía sobre sus hombros.
Ruby se detuvo abruptamente en las escaleras que la llevarían adentro, su mirada se desenfocó unos momentos, perdiéndose en la nada.
Y ese poder había asesinado a Pyrrha.
Sacudió su cabeza violentamente, necesitaba enfocarse y no caer en la oscuridad de aquellos recuerdos, de aquel recuerdo. Debía empujarlo hasta el fondo de su mente, encerrarlo con llave y ser la optimista líder que debe ser.
Y así, Ruby Rose retoma su camino de nuevo, solo para unirse a sus amigos en lo que sea que estén haciendo ahora.
[…]
Cuando su sobrina desapareció de su campo de visión, la atención de Qrow fue de inmediato hacia Oscar, o más bien Ozpin, ya que al parecer había leído sus intenciones de hablar sobre lo que estaba sucediendo respecto a Ruby y decidió seguir manteniendo el control por el momento.
—Sé que te preocupa —Ozpin rompe el breve silencio que los ha rodeado —, pero sabes que…
—Sabes que siempre he confiado en ti, Oz —le interrumpe el cazador con seriedad —, pero no quiero que esto se vuelva una carga para Ruby —su mano se pasea hacia el bolsillo de su pecho, sacando su petaca.
—Ojalá nuestras circunstancias fueran otras, Qrow —suspiró, cerrando sus ojos unos instantes —. Comprendo tu preocupación hacia la señorita Rose, ya hay un objetivo en su espalda debido a sus ojos plateados, y entrenarla para que pueda usar los poderes de doncella en una batalla solo significa que la atención de Salem pueda recaer aún más en ella —sus ojos nuevamente se abren, mirando con firmeza al cazador frente a él —, pero es una oportunidad y una ventaja para que la reliquia esté mucho más a salvo de lo que ya lo está, además, tener de nuestro lado los poderes de una doncella hará más fácil nuestro trayecto, y podremos mantener a salvo la reliquia del conocimiento hasta que lleguemos a Atlas y sea asegurada.
Qrow no respondió al argumento de Oz, entendía bien como para él podría significar un problema (de muchos) resuelto, pero conocía a Ruby, sabía que había muchas cosas que se guardaba para ella, reprimiéndolas y lidiando sola con ellas por su cuenta, tener otra responsabilidad más como lo es la carga de ser una doncella implica estar en un terreno diferente al que pensaría que estaría, no solo tendría que aprender a controlar esas habilidades, también el peso de querer proteger a los demás solo aumentaría sobre sus hombros, y no quería que ese peso la arruinara. El mundo era una mierda, se supone que les dejarían un lugar mejor a esos niños, que cumplirían sus años en la escuela y se graduarían, pero el mundo parece que se había empeñado en envolverlos en su desastre, involucrando a una chica de solo 16 años al campo de guerra.
Qrow solo esperaba poder protegerla todo el tiempo que pueda y sea posible.
[…]
Chapter 6
Summary:
Salem reconoce que el fracaso de Cinder cambia por completo sus planes, los cuales reformula ya que ha avanzado bastante solo para dejar su plan definitivo a la mitad.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
En un rincón de los restos de una tierra supuestamente inexistente e inaccesible, donde los charcos de oscuridad se esparcen en cualquier área, los grimm pasean sin preocupación y los cielos siempre son de tonos violetas, rojizos y azul oscuro dejando apreciar una espectacular combinación de colores, un majestuoso castillo se alza en las tierras inhóspitas.
Salem, la reina grimm. Aquella mujer de piel blanca como la nieve y ojos tan rojos como la sangre es la dueña de las tierras por las que alguna vez el Dios de las tinieblas paseó y se resguardó.
La aterradora mujer tiene un gesto aburrido en su rostro mientras mira a través del gran ventanal de la sala de reuniones a sus pequeñas criaturas, meditando en qué punto se encontraban sus planes. Ciertamente, el fracaso de Cinder debido a su pequeña arrogancia y rencor personal le han costado, frenando abruptamente sus planes.
Debe de admitir, que se sintió muy decepcionada cuando vio a Cinder morir a manos de Raven Branwen, su arrogancia y excesiva confianza la cegaron y la llevaron a cometer un error tras otro.
«Niña tonta, si tan solo se hubiera apegado al plan», pensó la reina grimm con aburrimiento mientras su vidente había registrado la pelea en la bóveda de ambas doncellas, optando por supervisar los movimientos de la doncella de otoño.
Cinder con su sed de poder, su sed de reconocimiento y ansia de demostrar su valía habían sido convenientes, reclutarla fue fácil y rápido, alguien con el pasado que Cinder tenía ciertamente era un activo fácil de convencer, solo promete que obtendrá lo que "merece", inculca y háblale sobre el destino y la grandeza que puede poseer, y estará en tus manos. Pero eso claramente era un arma de doble filo, ya que también, un peón con un hambre de poder podía salirse de tu control, buscando y anhelando más de lo que debería.
Salem lo reconocía, cometió un error con Cinder, fue demasiado flexible, demasiado blanda, se desvió del carril y miren a dónde la llevo.
Ahora debe pensar como proceder, ella tiene paciencia, mucha paciencia, no tiene la necesidad de avanzar apresuradamente, tiene mucho tiempo por delante así que el tiempo es lo que menos le preocupa. Pero, el plan que trazó por bastante tiempo, el plan definitivo, fue puesto en marcha y había avanzado bastante al caer la querida escuela de Oz, Beacon, el CCT no estaba funcional así que no había comunicación entre los reinos, Vale no se recuperaba de los estragos del ataque, teniendo que mantener cazadores activos en las calles y que resguarden los puntos de refugio debido a que Wyvern yacía en la cima de la torre de la destrozada Beacon, atrayendo mandas de grimm. Y por otro lado, Haven, los cazadores desaparecieron del radar, los estudiantes despachados y sacados del tablero, la academia no tenía un director que la dirigiera, la incertidumbre y las emociones negativas de la población podrían hasta ser capaces de atraer el suficiente grimm para que jueguen por ahí. Dos pilares, Haven y Beacon, desmoronados, y cuando eso sucede, entonces los humanos se vuelven vulnerables, ceden al miedo, al temor cuando notan que aquellos que deben protegerlos ceden a volverse pedazos y eso atrae la desesperación, y por consiguiente, a grimm para destrozarlos por completo.
Aún así, había un "pero" en todo esto, la reliquia del conocimiento estaba en manos de Oz y el grupo de niños que ha arrastrado en esta guerra, Raven Branwen dejó a la joven que es una réplica exacta de ella tomar la reliquia, y por otro lado estaba el tema de los poderes de otoño, ¿a quién habrán escogido para ser portador?, ciertamente ese era un enigma que no tiene tiempo de resolver, por lo menos no en este preciso momento, ya que debe centrarse en el hecho de que ahora, no tiene a un peón de su lado que sea recipiente para los poderes de las doncellas, y por consiguiente, para abrir las bóvedas y adquirir las reliquias.
Salem no pierde la calma mientras medita todo esto, simplemente no lo vale del todo, si, es decepcionante que tú plan se estanque de esa manera, y sería una lástima dejarlo así. Tendría que pausar el plan si decidía buscar a otra candidata aceptable y apta para que trabaje para ella y sea el recipiente idóneo del poder de las doncellas, pero al hacer eso, le daba la oportunidad a Beacon y Haven de recuperarse, de poner mayor seguridad a sus reinos, de que Atlas sea menos accesible de lo que ya es, o que Vacuo cierre sus fronteras y se aferre a una seguridad más estricta al enterarse de la condición de Haven.
La reina grimm suspira, si tan solo Cinder hubiera al menos sido lo suficientemente inteligente en su pelea con Raven, quizás no hubiera muerto... Su meditación se detiene abruptamente, sus ojos se cierran y abren lentamente mientras la chispa del reconocimiento ruge feroz y la sombra de una sonrisa aparece en sus labios.
Quizás no necesitaba un peón que la siguiera por su anhelante deseo de poder, quizás, necesitaba un peón que siguiera sus órdenes por medio del miedo.
Salem se levantó de su asiento y caminó hacia las enormes puertas, con un pausado y agraciado andar recorrió la habitación, dando un movimiento con su mano para que la magia fluyera y abriera la puerta para ella, entonces siguió su camino por los pasillos armoniosamente silenciosos.
—Mi reina —Tyrian hizo una reverencia al encontrarse con ella en los pasillos. La mujer le miro con gesto impasible.
—Tyrian, tengo una nueva asignación para todos ustedes —dijo de forma solemne, mirando por el rabillo del ojo como Mercury Black aparecía en el pasillo, solo para detenerse abruptamente y agachar la cabeza en su presencia —. Quiero que tú, Hazel y... —la mujer giró su cabeza hacia Mercury —. Los niños, vayan tras Raven Branwen y la traigan a mi —ordenó.
—Como usted diga, mi reina —aseguró el fauno escorpión, elevando sus ojos hacia su reina y sonriendo de oreja a oreja, pero Salem mantuvo su mirada en Mercury.
—Levanta la cabeza y mírame a los ojos, Mercury —le indicó Salem con seriedad, obteniendo de inmediato lo que quería del chico de cabellos y ojos grises —. He notado cierta actitud en tu compañera que no... Me complace, recomiendo que hables con ella y se ponga a trabajar en lo que les he ordenado. No quisiera tener que encargarme personalmente y perder mi tiempo.
—Yo... Lo haré, señora —afirmó Mercury, sintiendo la tensión en cada músculo de su cuerpo y un sudor frío recorrer su espalda.
—Bien —dijo Salem, solo para volver la mirada a Tyrian —. Deben partir cuanto antes, entre las tarden, más difícil será seguirle el rastro a nuestro querido pajarito —con esas últimas palabras, ella siguió su camino por los pasillos, dejando al par de varones atrás.
[...]
Notes:
¡Hola de nuevo! Después de tomarme un descanso después de salir de vacaciones de la uni, la inspiración a vuelto como una oleada fresca, así que estaré escribiendo finalmente uwu. No olvides dejar tus kudos, si quieres puedes recomendar la historia, igual si tienen algún comentario que hacer o alguna recomendación es más que bienvenida al igual que la retroalimentación de mi trabajo, siempre estoy mejorando en esto de la escritura, así que sus sugerencias se aceptan felizmente. Gracias por leer y nos leemos en la próxima actualización <3
Chapter 7
Summary:
Ruby tiene un sueño extrañamente peculiar, dos figuras aparecen en él, una, es una persona que jamás conoció y la otra es un rostro familiar. Además, Ruby tiene la oportunidad de tener una charla con Blake, el momento es lindo, pero eso cambia cuando repentinamente Ruby colapsa sin explicación.
Chapter Text
Un campo totalmente verde se expande a kilómetros y kilómetros como si no tuviera un fin, la hierba verde resalta, danzando con la brisa que recorre el área. Ella está de pie, sola en medio de esa gran expansión de hierba, sus cabellos azabache con puntas rojas danzan con el aire sin pensar en nada en concreto.
"Es hermoso, ¿no?" Dice una chica apareciendo a su lado mostrando una gran sonrisa.
La estudia de pies a cabeza con curiosidad, parece ser unos años mayor que ella, posee unos lindos ojos café claro, su piel es morena y su cabello es corto hasta los hombros siendo de color marrón.
"Si, creo que lo es". Responde ella, volviendo la mirada hacia la enorme extensión de hierba frente a ellas, que hace un bello contraste con el cielo azul.
La sonrisa desaparece de su acompañante, quien le mira con tristeza. "Dime, ¿serás yo?"
Se estremece, y vuelve de inmediato la mirada hacia la chica de cabellera marrón, pero ésta chica la mira inmóvil mientras unas marcas negras comienzan a aparecer en el lado izquierdo de su rostro.
"¿De qué...?" Intentó preguntar a qué se refería, pero una agresiva oleada de aire golpeó su rostro, obligándola a cerrar sus ojos. Al abrirlos de nuevo, el paisaje había cambiado a nubes oscuras, la hierba se marchita y la chica había desaparecido.
Una risa resuena tras de ella y un sudor frío recorre su espalda, siente una opresión en su corazón y lentamente se da la vuelta para ver la fuente de la risa.
Y ahí está ella, Cinder Fall se encuentra de pie a pocos metros lejos de ella, sus ojos le miran con esa arrogancia y burla que siempre han tenido.
"Dime, ¿por qué te contienes? ¿por qué no usarlo?" Le cuestiona ronroneando, Cinder comienza a caminar hacia ella y ella no puede moverse, es como si se hubiera congelado en su lugar, permitiendo a la falsa doncella acercarse a ella. "¿Por qué no cedes? ¿Por qué no saboreas el poder?" Continúa, la mano de la falsa doncella alcanza su rostro y acuna su mejilla, su sonrisa es venenosa y mortal, el estómago se le revuelve ante su tacto. "¿Por qué no saboreas esa ira, esa frustración, ese enojo? ¿Por qué no los usas para mostrar el poder que te he dado?" Rió. "Dime, ¿Serás una segunda Amber? ¿O serás yo, pequeño rojo?"
Cerró sus ojos con fuerza, las lágrimas comenzaban a acumularse en sus orbes plateados mientras se sentía enferma por estar tan cerca de la falsa doncella, su risa resonaba tan cuál eco en su cabeza junto a sus preguntas.
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Ruby abrió los ojos y se sentó abruptamente en su cama, comenzó a hiperventilar mientras algunas lágrimas retenidas caían finalmente. La joven movió su cabeza por todos lados, revisando su alrededor y notando que había tenido una pesadilla otra vez. Cerró sus ojos, comenzando a realizar una serie de respiraciones que Ren le había enseñado en su camino por Anima, por lo que se tomó unos momentos para recuperar el aliento y enfocarse mejor en su entorno.
Ruby finalmente logró tranquilizarse, su mirada se dirigió a la cama a su lado, recordando que compartía habitación con Blake, pero la fauno no estaba (para su suerte) y no tenía que preocuparse por haberla despertado o de qué se preocupara por ella. Anuló ese hilo de pensamientos y frunció el entrecejo, preguntándose dónde estaba Blake. Envió una mirada hacia el mueble, notando que el despertador marcaba las 6:30 de la mañana. Ruby suspiró, Blake probablemente madrugó y podría estar en la cocina bebiendo un té mientras lee algo. Ya no volverá a dormir, eso es seguro, así que quizás podría hacerle compañía a la fauno y quizás hablar un poco, aún le preocupaba que Blake no se sintiera del todo bien estando con ellos. Así que con ese nuevo objetivo, se levantó de la cama y rápidamente fue a cambiarse.
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Blake miró como los primeros rayos del sol comenzaban a asomar en el horizonte, los rayos danzaban a través de las copas de los árboles de la terraza donde había visto a los chicos entrenar el día anterior cuando llegó a la casa segura. Debía admitir que se estaba acostumbrando de nuevo a estar rodeada de gente, el tiempo lejos de ellos habían instalado una pequeña espina en su corazón, haciéndola sentir un poco que debía ganarse de nuevo a sus amigos para volver a estar dentro de su círculo después de dejarlos.
Se rodeó con los brazos a sí misma y sus orejas se aplastaron contra su cabeza. Finalmente estaba de vuelta, solo Dust sabe lo feliz que está de volver con sus amigos, y agradece enormemente la paciencia que los chicos han tenido con ella, especialmente Ruby, que hace todo lo posible por hacerla reintegrarse de nuevo con ellos. Aún necesita hablar con su equipo y disculparse adecuadamente. Las cosas con Yang no han sido del todo incómodas, pero aún puede sentirse la tensión que hay entre ambas y la hace preguntarse si algún día podrá arreglar el vínculo con su pareja.
Sus pensamientos se detienen abruptamente cuando escucha el rechinar de las escaleras, así que sus orejas se levantan rápidamente y su cabeza se gira solemne hacia la persona que había llegado, sabiendo que vería a Ruby, después de todo, percibió el peculiar olor a rosas que siempre la rodea. Su joven líder la saludó con una sonrisa tímida.
—Hey, Blake, ¿No pudiste dormir? —preguntó Ruby en voz baja, bajando los escalones para llegar a su lado y sentarse, rozando su hombro con el de ella.
—Si —admite con una pequeña sonrisa —, ¿y tú? —pregunta mientras sus ojos recorren el rostro de su líder, notando las apenas visibles ojeras debajo de sus ojos.
—Dormí demasiado los días anteriores, así que tengo energía de sobra —respondió Ruby con una risa, desviando sus ojos plateados hacia el horizonte mientras sus manos agarraban su capa y se aferraba a ella.
Blake sintió que aquello no era del todo cierto, pero decidió no presionar el tema. En cambio, siguió observando a su líder, notando como su rostro había adquirido un poco de madurez con el tiempo que habían pasado separados, incluso notó que había crecido un poco más y su cambio de vestimenta ciertamente le favoreció. Blake sabía que Ruby había madurado, pero que seguía teniendo esa chispa inocente e infantil con la que la había conocido, llevándola inconscientemente a sonreír.
—¿Está todo bien? —Ruby habló de nuevo, rompiendo el cómodo silencio que se había formado entre ellas. Blake le miró interrogante —, ya sabes, ¿cómo te sientes de estar aquí? ¿Estás bien? —reformuló mirándola con un poco de preocupación.
Blake no pudo evitar sonreírle, una de las razones por las que confiaba tanto en Ruby como su líder, era su dedicación en procurar en que todos estuvieran bien —. Lo estoy, Ruby —no había ningún atisbo de dudar en su respuesta —. Simplemente estoy acostumbrandome a estar rodeada de todos, ya sabes... —su voz bajo y sus orejas volvieron a aplanarse contra su cabeza —. Ha pasado mucho tiempo.
Ruby tararea en comprensión —. ¿Sabes? Te extrañe mucho, me alegra de que estés aquí —susurra con tranquilidad y alivio, volviendo su mirada al horizonte.
Blake siente un nudo en el estómago, la honestidad de Ruby con lo que respecta a su presencia con ellos de nuevo la hace sentir feliz y culpable. Sabe que al marcharse, hirió a su equipo, a sus amigas, pero en esos momentos, dónde el miedo se apoderó de ella, su elección había sido la más "sensata", por ello se marchó, no quería que Adam fuera tras ninguna de ellas de nuevo. Jamás se lo perdonaría, como aún no se perdonaba que Yang saliera herida por él.
—Te extrañé mucho —murmura Ruby, recargando su cabeza contra el hombro de Blake, sin apartar la mirada del horizonte.
Blake mordió su labio, e inclinó un poco su cabeza para recargarla sobre la de Ruby —. También yo —susurra, sus ojos ámbar se vuelven acuosos —. Y lo siento, por haberme ido de esa manera, pero en ese momento tenía miedo de que Adam lastimara a Weiss o a ti como lo había hecho con Yang... —su expresión de agrio, sintiendo una punzada en su corazón —. O que quisiera hacer algo más horrible.
—Lo entiendo —responde Ruby con tranquilidad —. Me dolió mucho cuando te fuiste, estuve triste y preocupada por ti, pero sé que tenías tus razones para irte, no estoy de acuerdo del todo con tu decisión, de hecho hubiera deseado que nos lo dijeras, pero has vuelto, y es todo lo que importa —asegura.
—Gracias, Ruby —susurra Blake, sintiendo un poco como ese dolor en su pecho se calma, y el peso en sus hombros cede un poco. Desde que huyó, siempre deseó volver a ver a sus amigas, cada uno de los momentos con ellas, los recuerdos y el aprecio que sentía por ellas la mantuvieron en marcha, y no pudo evitar desear reunirse con ellas una vez más, era egoísta, ella había tomado la decisión de irse para protegerlas en ese momento, pero no pudo evitar tener esa pequeña chispa de esperanza.
El sol estaba terminando de elevarse, y Blake aprecio mucho el silencio cómodo entre ambas, le permitió pensar, le permitió acoger las palabras de Ruby que eran sinceras de corazón.
Pronto, a sus pensamientos llegó la imagen de cierta rubia de ojos lilas, y Blake no pudo evitar que su expresión decayera un poco.
—Yang está muy enojada conmigo, ¿no? —murmuró, mirando las aves que surcaban los cielos.
—Lo estuvo por un tiempo, pero en éste tiempo ella se ha calmado, claro que le duele, pero estoy segura de que ustedes lo resolverán cuando hablen de esto —dijo Ruby, sus labios formando una sonrisa mientras sus ojos se dirigían a su amiga.
—Eso espero, Ruby —susurra Blake, mirando a la chica contra su hombro.
—Solo, por favor, no vuelvas a irte —pidió Ruby con voz pequeña y en tono suplicante, sus ojos plateados se desviaron de los ámbar para mirar de nuevo hacia el frente.
Blake le sonrió —. Prometo que no iré a ninguna parte, estaré aquí —dijo y notó como Ruby volvió a sonreír.
—Bien —susurra Ruby complacida, observando junto a Blake el hermoso espectáculo del sol al decorar el cielo de tonos rosas y naranjas el cielo.
No saben cuánto tiempo estuvieron de aquella manera, pero sin duda la charla que tuvieron era muy necesaria, y ahora ambas estaban bien después de todo.
—Quizás el resto ya esté despierto, ¿vamos? —dice Blake mirando a Ruby, quien se aleja de ella y la mira, dándole un lento asentimiento con una sonrisa. Blake de pronto nota que la tez clara de Ruby se ha puesto un poco más pálida y el sonrojo natural de sus mejillas se había intensificado, esto hace que la fauno se preocupe —. Ruby, ¿Estás bien? —le pregunta al notar como el semblante de Ruby cambia a uno más cansado, las líneas oscuras debajo de sus ojos se resaltan un poco más y su mirada se desenfoca.
—Yo... No sé, de pronto siento que todo da vueltas —susurra Ruby. Blake nota que está un poco aturdida. De inmediato, Blake se mueve por puro instinto cuando Ruby se tambalea hacia adelante, sus ojos cerrándose en el proceso. Si no fuera porque Blake la atrapó con su brazo, la niña se habría estrellado con los últimos 5 escalones bajo ellas.
—¡Ruby! —exclama con preocupación Blake, recargando a la joven líder contra su cuerpo. La fauno juntó su frente a la de Ruby y sus ojos se abrieron con angustia —. Por Dust, Ruby, tienes mucha fiebre —susurra asustada. Gracias a aura, no es común que tomen resfriados, aura no los hace inmunes, pero los defiende lo mejor que puede de las enfermedades. Pero la fiebre que tenía Ruby era demasiada alta, justificando la angustia de la fauno. Blake de inmediato cargó a Ruby al estilo nupcial, y se adentró enseguida a la casa segura.
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Ruby no sabía lo que había sucedido, había estado bien, bueno, descartando la pesadilla que había tenido, no se sentía mal o enferma, pero en el trayecto que hizo de la habitación a la terraza, comenzó a sentir pequeñas punzadas en la parte posterior de su cabeza, eran comunes, así que no les prestó importancia y llegó ha dónde estaba Blake. Todo está bien, solo se estaba sintiendo un poco más cansada conforme hablaban pero por supuesto era debido a que no había dormido bien. Pero después, casi al finalizar su charla, comenzó a sentir un poco de frío, pero eso lo atribuyó al ambiente fresco de las mañanas, así que de nuevo lo ignoró. Pasó más tiempo, y entonces sus pensamientos se comenzaron a nublar, estaba mucho más cansada y ahora sentía mucho calor, muy a fuerzas podía pensar o saber en dónde estaba, y Blake se dio cuenta de ello, ya que le preguntó si estaba bien. Después de eso, solo sabe que ahora está siendo cargada por Blake, que se apresura subiendo las escaleras mientras gotas de sudor resbalan de su frente, preocupada por Ruby.
—¡Hey, Blake! ¿Qué...? —Ruby escucha como el tono alegre de Nora se desvanece abruptamente —¿¡Ruby?! —cuestiona angustiada, acercándose a Blake y colocando su mano en la frente de Ruby, quien siente cierto agrado por su acción ya que su mano está fría —¡Yang! ¡Qrow! —grita Nora rápidamente, sin ni siquiera darle una oportunidad a Blake de decir algo.
—¿Por qué tanto escándalo? —pregunta Qrow con irritación, llegando hasta donde están ellas, pero al notar como Blake lleva en brazos a Ruby y el semblante de su sobrina, de inmediato se acerca a la fauno, tomando a la niña en sus brazos con preocupación —¡¿Que fue lo que pasó?! —cuestionó el cazador a la fauno, mientras Yang entraba detrás de él y se acercaba, mirando a su hermana y luego a Blake con angustia.
—No lo sé, estábamos hablando hace unos momentos y de pronto colapsó —explicó Blake, sus orejas planas contra su cabeza mientras una mano agarraba fuertemente su brazo —. Tiene mucha fiebre.
—Hey, pétalo —le susurró Qrow a la joven, recargando su frente a la de Ruby —. Tienes razón, es mucha fiebre —gruñe frustrado, solo para después mirar a Yang, quien mira asustada a su hermana —. Ve a preparar agua y paños limpios, consigue un termómetro para medir la temperatura y necesitaré que cambies su ropa.
Yang asintió, saliendo rápidamente para ir a la cocina.
—Hoy Ruby iba a tomar el turno para hacer el rebastecimiento y es urgente que se haga, ¿pueden encargarse Ren y tú? —pregunta Qrow, dirigiéndose a Nora quien asiente sin dudarlo. La chica de ojos aguamarina le da una mirada a Ruby preocupada, se acerca y acaricia su cabellera, solo para después salir del lugar. Entonces, el cazador mira a Blake —. Ve y busca a Oscar, dile que quiero hablar con Ozpin. La fiebre que tiene no es normal, quizás esté relacionado con lo de la doncella —Blake asintió, y rápidamente corrió a la planta superior, con Qrow pisandole los talones para llevar a Ruby a su habitación. Una vez en la habitación, él depositó con suavidad a su sobrina en la cama. La joven había comenzado a temblar y Qrow no pudo evitar mostrarse muy preocupado. Con cariño, apartó los mechones de cabellos que se pegaron por el sudor en la frente pálida de su sobrina —. Tranquila, pétalo, resolveremos esto —le susurró haciendo una pequeña mueca, su mano descansando en la cabellera de la niña.
[...]
Chapter Text
Ruby nuevamente se encontraba de pie en el centro de una colorida extensión de hierba, árboles frondosos formaban un círculo a su alrededor y el cielo azul resaltaba junto al brillo del sol, reconfortante y cálido.
Se quedó inmóvil en su sitio, permitiendo que la suave brisa acariciara su piel, disfrutando de esa curiosa paz que la rodeaba.
Y así como había llegado ese paisaje alentador, se esfumó abruptamente. Un nuevo escenario se formó alrededor de Ruby, quien observó atentamente y con el corazón latiendo cada vez más rápido como un camino se formaba, había árboles de fondo y el cielo estaba parcialmente gris mientras una brisa helada recorría el sitio.
Después, siluetas de personas aparecieron en el camino frente a ella. Una chica de cabellos marrón y ojos de igual color, arrodillada en el suelo, sometida por dos figuras conocidas.
Miedo. Ruby sintió un terrible miedo al observar como Mercury y Emerald tenían sometida a la chica en el suelo, mientras que frente a ella, estaba Cinder, un guante con un símbolo extraño envuelto en su mano, oscuro, maldito...
El corazón de Ruby comenzó a doler, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras veía como el rostro de la chica se deformaba por el miedo, suplicante a Cinder para que no acercara esa cosa a su cara.
Cuando la escencia oscura se adhirió al lado izquierdo del rostro de la chica, Ruby ahogó un grito, sintió como sus entrañas se retorcieron con violencia y comenzó a hiperventilar mientras observaba como Cinder absorbía la energía de la chica.
"Está bien, Ruby", la escena se rompió, devolviéndola de nuevo al páramo verde en el que había estado inicialmente. Ruby estaba luchando por respirar, había lágrimas en todo su rostro y temblaba. "Ruby, está bien, esas emociones debes separarlas de las tuyas, no son tuyas, son mis emociones", dijo una voz suave en su oído. Ruby sintió como unas manos agarraron sus hombros con firmeza a lo que forzosamente miró por el rabillo del ojo, encontrándose con los ojos de la misma chica que había sido atacada por Cinder.
La chica tenía una cicatriz en el lado izquierdo de su rostro, pero eso no arruinaba su belleza. Ruby comenzó a tranquilizarse, permitiéndose tomar el control y respirar mejor. Cerró sus ojos, centrándose únicamente en ella, intentando despejar las ideas de su mente y dejarlas hacerse polvo.
Cuando se sintió más en control, las manos que sostenían sus hombros la habían soltado. Ruby abrió sus ojos, encontrándose de frente a la chica de cabellos marrón que se mantuvo en silencio, paciente.
"¿Eres... Amber?" Preguntó Ruby mientras se abrazaba a sí misma, para evitar que sus manos temblorosas quedaran a la vista.
"Si, soy Amber", respondió con una suave sonrisa, "perdón, ese es un recuerdo un poco... Traumante ", la morena se estremeció, "ojalá no hubieras visto eso"
"Fue cuando te robaron la mitad de tus poderes", susurra Ruby con cierta tristeza, abrazándose más a si misma. La sensación de ser abordada de esa manera era aterradora, te quedas paralizado y el hecho de no encontrar una salida de esa situación ciertamente rompe toda tu voluntad. Ruby tragó en seco, tan solo pensar en eso que sintió le revuelve el estómago y le produce ganas de llorar, Cinder fue tan despiadada al hacerle eso a alguien...
"No pude luchar contra ellos", dice Amber de pronto, sacando a Ruby de sus cavilaciones y obteniendo su atención de nuevo. "Sabes, yo en realidad, cumplí con entrenar y saber cómo manejar los poderes de doncella por compromiso. La verdad, nunca quise ser la doncella", suspiró con cansancio, su mirada se elevó al cielo. "Quizás, eso fue mi condena. No accedí a todas mis capacidades de doncella, me confíe demasiado en el campo y al final...", sus palabras se quedaron marchitas en el aire.
"¿Cómo es... Posible que estemos hablando ahora?" Pregunta Ruby después de un corto silencio e intentando cambiar un poco el enfoque de la conversación deprimente que se cierne sobre ellas.
" Creí que a estás alturas, Ozpin te lo habría explicado", dijo con genuina curiosidad, arqueando una ceja.
Ruby frunció el entrecejo un poco, pensando en la oración, y pronto algo hizo click en su mente. "Espera, ¿esto tiene que ver con que mi alma sea una con el alma de las doncellas anteriores?" Preguntó con asombro, ciertamente Ozpin le había hablado de ello, pero no mencionó específicamente que podría hablar con las doncellas anteriores.
Amber emitió una suave risa y asintió. "Si, bueno, es un enlace y puedes hablar con alguna de las doncellas anteriores si en algún momento necesitas algún consejo, nosotras estamos aquí siempre para acompañar a la nueva doncella y brindarle nuestra fuerza para que jamás se sienta sola", le dice con una sonrisa llena de cariño. "Bueno, puedes hacerlo, pero también debes cuidar de ello ya que debes también hacer las cosas por ti misma"
Ruby hizo un puchero. "Bien..." Musitó, entendiendo lo que quería decirle: «no siempre puedes consultar a las doncellas»
Amber pronto perdió la expresión sonriente, mirando más seria y preocupada a la más joven. "Lamentablemente, tenemos a una falsa doncella entre nosotras", susurra, sus ojos viajando al sitio en dónde se había presentado la ilusión del recuerdo dónde fue atacada.
Ruby se estremeció, abrazándose a si misma más fuerte y mirando en la misma dirección que Amber. "¿Cinder también puede...?" Ni siquiera pudo terminar de formular la pregunta, un nudo se instaló en su garganta que le hizo difícil hablar.
Amber miró por el rabillo del ojo a su sucesora. " Ya conoces la respuesta, Ruby", le dice con calma.
La respiración de Ruby tiembla, sus dedos se encajan un poco más en la piel de sus brazos. Sabe bien a qué se refiere Amber, después de todo, Cinder ya le habló antes en uno de sus sueños.
"Yo no puedo..." Susurra Ruby para si misma, pensando en que ella no podía con el hecho de saber que una parte de Cinder estaba con ella.
Amber se acercó a ella, con su mano acomodó un mechón de cabello de Ruby tras su oreja, con lo que logró que la joven la mire a los ojos. "Ruby, ella es una falsa doncella", le dice Amber con una sonrisa, su mano acunando la mejilla de su sucesora. Ruby arruga el entrecejo en confusión, pero Amber no deja de verla con cariño. "Tienes un corazón puro y honesto", agregó después, su pulgar acariciando la mejilla de Ruby. "Puedes resolverlo por tu cuenta, pero para hacerlo, tienes que trabajar con lo que sientes y aquella barrera que estás creando".
Ruby no sabe que decir, mira atenta a los ojos de Amber mientras sus palabras se hunden en su cabeza. Su predecesora no dice más, solo le da un beso en la frente y después desaparece en destellos de luz, dejando sola a Ruby en el campo verde, dónde se sienta, cerrando sus ojos.
[...]
Qrow se mantiene sentado a la orilla de la cama, mirando con preocupación a Ruby, quien respira agitada mientras su ceño está fruncido.
El viejo cuervo acomoda el paño húmedo en su frente cubierta de gotas de sudor. Hace un rato, Yang se había encargado de cambiar la ropa de su hermana y había medido su temperatura, resultando que tenía una fiebre demasiado alta.
Tuvo que luchar con el resto de los niños y con una hermana mayor sobreprotectora para que salieran de la habitación debido a que Ruby necesitaba silencio y descansar.
—¿Qué rayos es lo que le ocurre, Oz? —gruñe molesto, mirando por sobre el hombro para observar a Oscar, que ha entrado a la habitación, con su bastón en mano mientras sus ojos brillan en dorado.
—Tal como sospechas, la señorita Rose tiene fiebre debido a los poderes de la doncella —responde con serenidad, caminando hasta detenerse a su lado, sin dejar observar el rostro arrugado por el dolor de Ruby.
—Conozco que cuando hay una transferencia, la nueva portadora suele tener un poco de fiebre cuando recibe el don de una doncella, pero Ruby está hirviendo en fiebre —Qrow acomoda algunos mechones de cabello detrás de la oreja de la joven con cuidado.
—Me contaste que la señorita Rose lastimó a Cinder en Beacon cuando la habilidad de sus ojos despertó, ¿no? —Qrow asiente, arqueando una ceja confundido y mirando al mago —. Cinder ya poseía los poderes de doncella cuando eso sucedió. Eso me hace pensar, que las habilidades de los guerreros plateados pueden afectar a las doncellas —conjetura, y Qrow pronto entiende a dónde quiere llegar.
—Entonces, ¿me estás diciendo que su don de ojos plateados y la magia de doncella están en conflicto? —cuestiona preocupado. Ozpin solo asiente en silencio.
—Solo conocemos las leyendas de los guerreros de ojos plateados, casi no hay mucha información sobre ellos y por lo que sabemos, la señorita Rose es una de las últimas que pertenecen a esa línea, así que no puedo acreditar por completo mi declaración —Oz vuelve a concentrar su mirada en Ruby —, pero si puedo notar, que hay sutiles choques de magia y energía en la señorita Rose, como si estuvieran debatiéndose y enfrentándose sobre quién domina sobre quién.
—¿Y qué? ¿Solo esperar a que ella lo resuelva? ¿Esperar lo mejor y que despierte por su cuenta? —cuestiona Qrow frustrado, al borde de la histeria.
—Tengo la confianza de que la señorita Rose podrá encontrar un equilibrio y armonía con su don y los poderes de doncella, solo podemos esperar, Qrow —le dice la voz de Ozpin con calma.
—¡No, Oz! —exclamó molesto, levantándose abruptamente de su lugar, mirando de frente y enojado al muchacho frente a él que carga consigo el alma del mago —¡Ruby no debería estar cargando con todo esto! ¡Ella solo tiene 16 años! ¡Ella ni siquiera debió entrar antes de tiempo en Beacon! ¡Ella no estaría involucrada en todo esto si tú no...!
—Está bien, papá —murmura Ruby en el limbo de la inconsciencia, y esto provoca que Qrow detenga su perorata, quedando paralizado repentinamente ante la voz de Ruby. El cazador dirige abruptamente su mirada a Ruby, quien parece estar un poco mejor ya que el ceño fruncido ha abandonado su semblante y tiene un poco más de color en el rostro.
El rostro de Qrow se contrae como si sintiera mucho dolor después de haber sido golpeado con mucha fuerza. Ozpin solo lo observa con calma, dando pasos silenciosos hacia atrás para retroceder y darle su espacio.
Qrow vuelve al sitio donde estuvo sentado antes, y su mano acaricia la cabellera de la joven.
—No lo está, capullo de rosa —le susurra Qrow con pesar, después mira sobre su hombro a Ozpin, quien aún mantiene el control en el cuerpo de Oscar —. Una vez que salgas, por favor llama a Yang para que cuide de Ruby, aún hay algunos oficiales que están investigando la desaparición de los cazadores y como estuvimos en Haven, quieren saber todo lo que sabemos —Ozpin solo asintió, y después de una última mirada a Ruby, se dio la vuelta y salió de la habitación.
Qrow suspiró, volviendo su mirada una vez más a Ruby, sin apartar su mano de la cabellera rebelde de la joven.
[...]
Ruby resopló frustrada, abriendo sus ojos nuevamente y mirando el cielo. Intentaba concentrarse en las palabras que Amber le había dicho, pero también se preguntaba cuánto tiempo ha estado inconsciente y sí los demás estarían muy preocupados, lo último que recordaba era haber estado en los brazos de su tío Qrow, después de ahí ella estaba aquí.
Y en primer lugar, ¿que había pasado? No es como si fuera normal enfermarse repentinamente, pudiera entenderlo si fuera por cansancio excesivo o abuso de su aura, pero no había hecho actividades que la trajeran a ese estado, así que estaba en un punto muerto.
"Eso es porque tu don de ojos plateados y los poderes de doncella están en conflicto, hija mía", la voz de una mujer adulta viene desde su izquierda, y Ruby rápidamente mira en su dirección, solo para encontrarse con una mujer que le sonríe fraternalmente.
Ruby la mira detenidamente, los ojos de la mujer son de un azul cenizo y sus cabellos son tan rojos como el fuego atados en una trenza, y su tez es bronceada. La mujer no dice nada mientras Ruby la observa, paciente a que haga su reconocimiento.
La joven doncella de otoño siente un tirón en su pecho, aquella mujer transmite confianza y un nombre se fórmula en los pensamientos de Ruby de forma inconsciente.
"¿Grace?" Sus labios pronuncian el nombre dubitativos, no muy segura del nombre que se ha dibujado en las memorias que no son suyas. La mujer sonríe aún más cariñosamente.
"Un placer, pequeña rosa", susurra con calma, saludandola.
Ruby no puede evitar que la comisura de sus labios se curven en una media sonrisa, sintiendo cómoda la presencia de la mujer.
Pronto, lo que había dicho antes la mujer se hunde en su mente, y frunce el entrecejo. "¿Mi don de ojos plateados y los poderes de doncella están en conflicto?" Pregunta, inclinando un poco su cabeza con la confusión adornando sus rasgos.
Grace asiente, su expresión se vuelve un poco más seria. "Ruby, no puedo hablarte de tu don de ojos plateados, ya que no es de mi conocimiento ni el de las otras doncellas, pero sí podemos percibir ese pequeño choque que hay entre tu regalo de luz y la bendición del otoño", le explica con calma, "debes encontrar un equilibrio entre ambas, ya que eso te ha dejado débil y con fiebre. Son dos fuerzas que chocan, en lugar de converger y actuar en armonía y sincronía, ya que ambas son parte de ti". Ruby agacha su mirada, observando sus manos sobre su regazo. "Podemos ayudarte a crear un equilibrio temporal, pero como te ha dicho Amber antes, debes resolver primero todas esas dudas que te rodean, tienes que comprender tu propósito", Ruby se estremeció, nerviosa mientras apretaba sus manos con fuerza. Grace le sonrió con dulzura, la tomó suavemente del mentón y gentilmente la llevó a mirarla a los ojos. "Debes enfrentar tus miedos, recuerda, ella es una falsa doncella". Ruby arrugó su expresión, claramente gritando silenciosamente que no entendía que era lo que querían decir. Grace rió suavemente. "Te lo prometo, lo resolverás, eres una niña inteligente", le dice soltando su mentón y dándole un toque rápido con su dedo a la nariz de la joven. "Boop", dice con una sonrisa, y Ruby no puede evitar perder su ceño molesto. "Ahora venga, vamos a arreglar tu pequeño problema", dijo animadamente, acomodándose para sentarse frente a ella, cruzándose de piernas, posición que Ruby imitó. "Bueno, primero debes cerrar tus ojos y despejar tus pensamientos, visualizar una pizarra en blanco". Ruby obedeció, siguiendo sus instrucciones, su aura roja comenzó a proyectarse, cubriendo su cuerpo. "La luz y la bendición del otoño están aquí, a tu alrededor, percibe, siente, ahora mismo te rodean", dice con voz suave. Ruby siente una extraña brisa correr, dos flujos de energía chocando, mezcladas en el aire e invisibles. "Están en ti, en tus dominios, en tu alma. Tranquilizalas, no están listas para trabajar juntas aún, así que solo déjalas pasear, por partes iguales que compartan el espacio". Grace elevó su mirada al cielo, sus tonalidades lentamente cambiaban, una mitad era amarilla y la otra mitad era de rojo fuego. Sonrió. "Son parte de ti, no las fuerces, solo déjalas ser, estará bien". El flujo de la brisa cambió, ahora más suave y armónica. Ruby sintió como su cuerpo perdió una tensión que no sabía que tenía. "Y... Ahora abre los ojos, lo haz logrado, pequeña rosa". Le dice con felicidad.
Ruby finalmente abre sus ojos, su aura se marcha y al encontrarse con los ojos azules de Grace sonríe.
"¡Eso fue asombroso!" Exclama Ruby extasiada, y Grace no puede evitar reír.
"Cuando estés lista, podrás hacerlo mejor, enlazar tanto tu don de ojos plateados como la bendición de otoño para que trabajen juntos en armonía. Por ahora, ten cuidado y paciencia" Ruby asiente a sus palabras. Pronto Grace comienza a volveré traslúcida, mira su mano un momento y después mira a Ruby de nuevo. "Bueno, creo que es hora de que vuelvas con tus amigos"
Ruby asintió con una sonrisa. "Gracias, Grace", agradece antes de que la mujer desaparezca en un destello de luces.
Ruby mira de nuevo hacia el cielo, notando el curioso fenómeno en el cielo que es la mitad de un color y la mitad del otro. Pronto, cierra sus ojos, dejando que la oscuridad la arrastre.
[...]
Chapter Text
Ruby finalmente abre los ojos, lentamente su visión se adapta a la luz que hay en el lugar donde está.
Sus ojos plateados revisan con lentitud su alrededor, intentando aclarar un poco su mente y ubicarse con su entorno.
—¿Ruby? —los ojos de la joven líder viajan de inmediato a Weiss, quien está al lado de su cama, sentada en una silla y su cabello un poco desordenado, como si hubiera estado dormida.
—Hey, Weiss —la saluda Ruby con voz adormilada y una sonrisa, intentando sentarse en la cama.
—Hey, idiota —murmura Weiss con una sonrisa aliviada, acercándose a ella y ayudándola a acomodar las almohadas para que esté más cómoda sentada —. Estuviste todo el día inconsciente, nos preocupaste —le dice con seriedad, volviendo a su asiento una vez Ruby estuvo cómoda.
—Lo siento por eso —le dice Ruby —¿Y los demás? —pregunta con curiosidad.
—Yang estaba aquí, solo que necesitaba darse una ducha y descansar un poco, así que cambiamos lugares —le informó Weiss.
—¿Y Yang aceptó fácilmente cambiar? —preguntó Ruby con curiosidad, su hermana solía ser imposible cuando se enfermaba de pequeña, nunca se separaba de ella hasta curarse.
—Bueno... Puede que tuviera que advertirle que si no salía por su cuenta saldría por las malas, y como no quería hacer un escándalo y despertarte... Bueno, lo demás sucedió —le respondió Weiss con una sonrisa de suficiencia.
Ruby rió —¿Gracias por eso? —Weiss solo rodó los ojos.
—Oh, Qrow estuvo cuidando de ti por la mañana, pero tuvo que irse debido a algunos deberes, así que Yang pasó la mayor parte de la tarde contigo y a mi me tocó el turno nocturno, Blake me iba a relevar en unos 20 minutos, creo —Weiss sacó su pergamino, corroborando la hora —. Si, sería pronto.
—Espera, ¿turno nocturno? —pregunta Ruby, dirigiendo la mirada hacia el reloj en la habitación y notando que eran las 11 de la noche —¿¡He dormido tanto?! —exclamó alarmada, mirando a su socio.
—Bueno, tenías fiebre muy alta, idiota, era lógico que no despertaras por mucho tiempo —Weiss suspiró —. El profesor Ozpin nos explicó que tu colapso podría ser derivado de una colisión entre tus poderes de doncella y algo relacionado con ¿ojos plateados?, dijo que ambos dones podrían estar en conflicto y nada estables, y que tu colapso era debido a que ese desbalance se reflejaba físicamente.
—Oh, si... —susurró Ruby, pensando por un momento si debería contarle a Weiss lo que vió en sus "sueños" y que por tanto sabía bien de que hablaba.
—Pero hay algo que quería preguntar —Ruby asiente —. Lo de "ojos plateados", ¿fue eso lo que hiciste ese día en la cima de la torre? —preguntó con suavidad, como si temiera indagar más de la cuenta. Weiss recordaba la luz blanca que emergió en la punta de la torre, todos los grimm que la rodeaban se hicieron cenizas, y más tarde se enteró de que esa luz alcanzó una mayor cobertura, limpiando el área del grimm y haciendo posible la evacuación de forma segura. Pero también recuerda que, después de que Qrow llegara a dónde estaba y le dijera que él iría a por Ruby y que ella debía ir con el resto, lo vió llegar al cabeza de toro con Ruby en sus brazos e inconsciente, y las únicas palabras que le dijo a Goodwitch fueron: "Ruby se había encargado del grimm".
Ruby se encogió de hombros, sintiéndose de alguna manera muy pequeña de repente, recordando ese día en Beacon. El chillido en sus oídos, su corazón acelerado, su respiración errática... Su miedo y dolor mezclados, filtrándose. Y después su grito, su visión en blanco y luego... Despertar en Patch y que el tío Qrow le hablara de lo que sucedió y sobre los "ojos plateados" —. Si... El tío Qrow me contó que hay leyendas que hablan de ellos y que esa "luz" es algo de los que tienen ojos plateados, ¿un don? No lo sé, nadie sabe sobre ellos más que lo que dice una historia —responde, bajando la mirada a su regazo.
Weiss mira con suma atención a Ruby, notando la postura incómoda de su amiga. Suspira —. Bueno, podremos buscar sobre eso más adelante —le dice, dándole una sonrisa tranquilizadora y colocando su mano sobre la de la azabache —. Por ahora, creo que será mejor que comas algo y vuelvas a dormir.
—¿Ruby? —tanto la líder como Weiss miraron hacia la puerta de la habitación, notando que Blake ingresaba en la habitación.
—¡Hey, Blake! —la saludó Ruby con una sonrisa. La fauno rápidamente se acercó a la cama, dejando su libro en la repisa y después acercando su mano a la frente de Ruby.
—Bien, no tienes fiebre —dice Blake con una sonrisa cargada de alivio, Ruby solo tararea.
—Estaba por ir a por unos sandwiches para que pueda comer algo —le comentó Weiss a Blake —¿Puedes vigilarla mientras tanto? También puedo decirle al resto que Ruby ha despertado y está mucho mejor, así que podrían descansar.
—Oh, por favor hazlo, Nora no se ha ido a dormir aún y tiene a Ren y a Jaune con ella en la sala, está demasiado ansiosa —le dice Blake con una sonrisa. Weiss asiente y se levanta de su asiento, después termina dirigiéndose a la puerta y saliendo de la habitación.
—Ya es tarde, ¿por qué no estabas aquí? —preguntó Ruby con curiosidad, mirando a la fauno.
—Bueno, Nora no era la única que estaba un poco inquieta y estaba muy insistente en ser quien me relevara después de mi turno de vigilarte —le responde Blake con tranquilidad, sentándose al borde de la cama.
—Awww —chilló Ruby —¿Iban a cuidarme durante la noche? —preguntó conmovida.
—Todos querían ayudar —le dice Blake con una sonrisa —. Yang se fue a dormir, seguro despertará en algunas horas y vendrá a verte, seguro estará aliviada.
—Supe que Weiss la obligó a descansar, eso es asombroso —dijo Ruby con diversión, haciendo reír a Blake.
—Si, Yang estaba furiosa con Weiss, pero al final cedió porque no quería despertarte —la sonrisa de Blake desapareció lentamente, y deslizó su mano para tomar la de Ruby —. En verdad nos preocupaste, me alegra que estés mejor.
Ruby le sonrió a su amiga, estando casi segura que tendría bastantes personas que le dirían lo mismo, unas demostrándolo con un abrazo de oso como Nora y Yang, u otros más tranquilamente, como Ren y Jaune.
[...]
Ruby descansó toda la noche y el día siguiente había llegado pronto.
Había transcurrido medio día, Ruby se había quedado en la casa segura para descansar por órdenes de Qrow y su hermana mientras el resto tenía asignaciones para rebastecimiento y alguna que otra pequeña asignación para exterminio de grimm desde la mañana.
Por tanto, ahora mismo, Ruby se encontraba de mala gana sin nada más que hacer, Oscar andaba por la casa, pero había salido un momento, por lo que se encontraba sola en el lugar, completamente aburrida y fastidiada por no poder hacer nada productivo y tener que "descansar".
Pero a pesar de las indicaciones, Ruby salió a la terraza donde solían entrenar, dejando a Crescent Rose de lado por un momento, pensaba en hacer un entrenamiento, pero no relacionado con su estilo de combate.
La joven rosa caminó hasta la fila de maniquíes que estaban en el centro de la terraza, manteniendo una distancia aceptable lejos de ellos.
"Es una falsa doncella"
El recordatorio de su sueño afloró en la mente de Ruby, quien apretó la mandíbula tensamente.
"Tienes un corazón puro y honesto"
Ruby suspiró, observando los maniquíes alineados frente a ella, se supone que hoy los iban a utilizar en un pequeño entrenamiento con sus armas, eso era lo que habían programado antes de que se "enfermara".
«No tengo idea de que significa», pensó la líder joven con frustración ante el constante repaso que le daba a las palabras de Amber.
Extendió su brazo hacia un maniquí, mostrando la palma de su mano, apretó la mandíbula con fuerza e intentó concentrarse, buscando invocar el poder de doncella.
"Tienes que trabajar con lo que sientes y romper la barrera que estás creando"
«¿Barrera? ¿Yo misma me estoy provocando esto?», se cuestionó, mirando uno de los maniquíes de forma penetrante.
No podía, simplemente no podía hacer que las palabras de Amber encajaran en sus pensamientos y su razonamiento, por más que quisiera encontrar la respuesta, se le escapaba de las manos.
Una frustración ardiente comenzó a coserse a fuego lento, molestandola demasiado, debería poder invocar el poder de la doncella, es lo que los demás esperan que haga, ahora es la doncella de otoño, es su papel, entonces, ¿por qué rayos está siendo tan reacia?
~ Negación... Tú peor enemigo es la negación~
Ruby sintió la energía fluir por su cuerpo, una corriente tan familiar que estaba enlazada a su aura, emergiendo con lentitud. Era cierto, estaba negándolo, sabía que estaba ahí, pero no quería que fuera así. Jamás pidió tal poder.
Ella no pidió ser la doncella, no pidió ser la sucesora, Ruby no había pedido nada de esto, entonces, ¿por qué ella?
Ruby sintió como su corazón latía acelerado, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras las llamaradas color plata comenzaban a aparecer en la esquina de sus ojos.
Ella no pidió estar en los últimos pensamientos de Cinder, ella no pidió un poder más grande que sus hombros, ¿por qué el universo entonces se lo ponía en su camino?
La energía fluyó con facilidad, su mano concentrando lo que parecía ser aura, pero en realidad era magia que salió disparada de su mano, y una bola de fuego se estrelló contra uno de los maniquíes, incendiandolo, solo para crear una reacción en cadena que llevo a qué el resto de maniquíes ardieran en llamas.
Ruby los observó atónita, el fuego danzando mientras consumía los cinco maniquíes con rapidez y facilidad.
Cerró su mano lentamente, sintiendo que perdía el aliento durante unos instantes, como si todo colisionara rápidamente después de un mal movimiento.
"¿Crees en el destino?"
Ruby sintió escalofríos en todo su cuerpo, su mente de pronto comenzó a llevarla a vagar en recuerdos que eran y no eran suyos a la vez.
La imagen de Pyrrha aparece en su mente, arrodillada en el suelo, respirando agotada, mirando con determinación a la figura ante ella.
"Si, lo hago"
Respondió Cinder con seguridad, y de pronto, en sus manos se forma un arco y una flecha, en tan solo un segundo, Cinder dispara la flecha justo en el pecho de Pyrrha, que jadea, luchando por respirar.
Y Cinder coloca su mano en el rostro de Pyrrha, y ella desaparece volviéndose cenizas.
—¿Ruby? —la voz de Oscar captó de inmediato la atención de la cazadora en entrenamiento, haciéndola girar sobre sus pies abruptamente, solo para encontrarse con los ojos avellana del chico, parado a solo unos cuantos metros lejos de ella, mirándola con preocupación.
"Tienes que trabajar con lo que sientes, y romper la barrera que estás creando"
—No puedo hacer esto... —murmura Ruby, su voz temblando y cruzándose de brazos, intentando esconder sus manos.
No solo es negación, Ruby ahora lo comprende... Es frustración por tener un poder que causó tanto daño no hace mucho tiempo, es enojo por tener un poder que fue codiciado por una mujer sedienta por poseerlo y que hizo todo lo necesario por obtenerlo, fue miedo... Tenía miedo de usar el poder de doncella, contaminado, usado incorrectamente...
Y todo eso lo embotelló, no quería abrir la botella, no quería que nadie mirara, que se dieran cuenta de lo perdida que estaba, de lo mal que se encontraba, de lo afectada que estaba... De lo rota que estaba.
—Señorita Rose, necesita respirar —la voz de Ozpin sobrepuesta en la de Oscar la saca de la enredadera que tiene por pensamientos, haciéndola mirarlo una vez más, notando que sus ojos ahora eran dorados.
—Yo no quería esto... —susurra Ruby, sus ojos llenos de lágrimas intentan en vano retenerlas junto a lo que ha guardado y escondido durante mucho tiempo, no quiere verse rota, no puede hacerlo, ella es una líder, tiene que mantenerse firme por los demás.
—¿Qué cosa, señorita Rose? —le pregunta Ozpin pacientemente, ambas manos en la cabeza de su bastón, mirándola fijamente.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, sus ojos fueron de inmediato hacia donde Jaune se suponía estaba enfrentándose a Cinder, solo para verlos a punto de chocar armas. El miedo burbujeó en su interior, el recuerdo de Cinder volviendo a Pyrrha cenizas vino abruptamente, haciéndola gritar aterrada, solo para ver blanco... Y después negro.
Ruby negó con la cabeza, si respondía ahora, todo se desbordaría, todo a su alrededor perdería su equilibrio y tendría que soltar todo lo que ha retenido con tanto recelo.
Weiss estaba en el suelo, inconsciente, con una herida en el costado que sangraba, Jaune estaba haciendo sabe que cosa, envolviendola en un brillo blanco. Sintió su corazón encogerse, la preocupación florecer, y pronto eso se convirtió en enojo, molesta por haberse descuidado, por permitir que hirieran a su pareja. Más tarde se enteraría de que había sido herida por Cinder.
Las primeras lágrimas humedecieron las mejillas de la joven rosa, mientras sentía que la presa estaba en su punto crítico, desbordándose.
Aparecieron varios ojos curiosos en las escaleras, figuras familiares bajando con lentitud al escuchar voces y notar el olor a humo, quietos, observaron a la chica que miraba con lágrimas en los ojos al joven que recientemente se había unido al grupo y llevaba el alma de su antiguo director con él.
—No puedo... —susurró Ruby con voz pequeña y rota, asustada de ceder, de expresar lo que había en sus pensamientos. Su respiración comenzó a acelerarse, sintiendo como si repentinamente aparecieran paredes invisibles que la encerraban y le impedían respirar. De pronto estaba hiperventilando, luchando por respirar correctamente.
—Señorita– —antes de que el profesor pudiera acercarse a ella para poder ayudarla, Nora pasó al lado de la figura del moreno, corriendo de inmediato hacia Ruby y abrazándola, evitando que cayera abruptamente al suelo de rodillas.
—Esta bien, Ruby, está bien... —le susurró Nora con angustia, llevándose a Ruby consigo lentamente al suelo, sentándolas a ambas mientras Ren de inmediato se arrodillaba con ellas, él había seguido los pasos de Nora casi de inmediato cuando notaron el ataque de pánico de Ruby.
—Ruby, recuerda nuestros ejercicios de respiración —le dijo con suavidad Ren, sus manos tomando las de Ruby para captar la atención de la joven, intentando que fuera una forma de aterrizarla. Ren comenzó a susurrar una y otra vez indicaciones para que lo imite en las respiraciones, mientras Nora susurra palabras tranquilizadoras para ella.
Jaune repentinamente estaba de pie tras de Ren, mirando con molestia a la figura de Oscar, protectoramente cubriendo a sus amigos.
—¿Qué fue lo que le dijiste a Ruby? —le preguntó amenazadoramente el rubio, claramente creyendo que Ozpin había tenido algo que ver con el ataque de pánico de su amiga.
—Joven Arc–
—Jaune —lo llamó Ren con preocupación, logrando que el chico en cuestión mirara por sobre el hombro a su amigo, el de ojos magenta movió suavemente su cabeza de un lado a otro, pidiéndole silenciosamente que no comenzara una discusión con Ruby en ese estado.
—¿¡Qué rayos pasa aquí?! —exclamó Yang al pie de las escaleras junto a Weiss y Blake, tenía su entrecejo fruncido mientras miraba como Jaune parecía a punto de golpear a Oscar, con Ren en el suelo y Nora abrazando a... —¡¿Ruby?! —Yang miró con angustia a su hermana, quien parecía bastante pálida y tenía manchas rojas bajo sus ojos, informando que había estado llorando. De inmediato, intentó acercarse a dónde estaba su hermanita, con el dúo blanco y negro siguiéndola al percatarse también de la condición de su líder.
—¡No! —gritó Ruby, provocando que Yang se congelara en su sitio, Weiss y Blake se detuvieron igual, observando la pequeña figura de Ruby, que parecía encogerse un poco más contra Nora, escondiendo su mirada lejos de ellas.
Yang apretó la mandíbula con fuerza, sabía la implicación que estaba escrita en ese grito y era que Ruby no quería que se acercara. Así que se mantiene alejada, sus manos echas puños por pura frustración ante el rechazo de Ruby. Weiss y Blake flotan nerviosamente alrededor de la rubia, inseguras de como reaccionar ante Ruby.
—Ruby, vamos —le dice Ren con cuidado, poniéndose de pie lentamente sin soltar las manos de la menor —. Puedo prepararte un té, te servirá para los nervios —Ruby lo mira a los ojos, y asiente dócilmente, permitiendo que Ren la ayude a levantarse del suelo.
—Hey, chica —la llama Nora, parándose a la par con ella, rodeando su brazo detrás de la espalda de su amiga. Ruby la mira por el rabillo del ojo, pareciendo más agotada que esa mañana —¿Qué te parece si nos quedamos juntas en cama? ¿Cómo en los viejos tiempos? —le pregunta con una sonrisa a medias mientras Ren suelta las manos de Ruby lentamente y se posiciona a su lado derecho.
—O podemos llevarte a algún lugar, lejos de... —Jaune miró de reojo a Oz, quien aún mantenía el control en Oscar —, aquí —agrega, mirando de nuevo a Ruby y dándole una gran sonrisa.
Ruby logra ebozar apenas el fantasma de una sonrisa, agradecida con los tres ante su rápido actuar para ayudarla.
—Estoy bien con la idea de Nora —responde Ruby en voz baja, claramente agotada.
—Entonces, tendré a mi osito de peluche ésta tarde —tarareo Nora con emoción.
Ruby emite una risa apenas audible, solo para después deslizar su mirada hacia Yang, su corazón se encoge un poco al encontrarse con sus ojos lilas, notando que estaba herida por haberla apartado... Solo, Ruby no podía lidiar con esto, no ahora.
—Nos encargaremos de apagar el fuego, vayan —les dice Yang, forzando una sonrisa para después pasarlos de largo, captando de inmediato los pensamientos de su hermana. Weiss y Blake comparten una mirada rápida, solo para después seguir a la rubia.
Ruby siente una pizca de culpa, muerde sus labios, pero no dice nada, y pronto camina junto a los restos del equipo JNPR hacia las escaleras para entrar a la casa segura, pasando de largo a Oz, quien los observa irse.
[...]
vickycaro98 on Chapter 2 Tue 02 Mar 2021 02:26AM UTC
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TheDarkSwan_2000 on Chapter 2 Thu 04 Mar 2021 06:05PM UTC
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Ayahuas (Guest) on Chapter 4 Thu 18 Mar 2021 02:21AM UTC
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TheDarkSwan_2000 on Chapter 4 Thu 18 Mar 2021 03:16AM UTC
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