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Gone Now.

Summary:

Los sucios secretos de Ryo y su romance con Shige comienzan a salir a la luz gracias a Tegoshi.

Han pasado unos años desde que Shige murió en un trágico accidente, que todos sienten que no fue tan "accidental" como parece. Uno de sus grandes amigos, Tegoshi Yuya, se propone descubrir toda la verdad sobre lo que ocurrió aquella mañana y vengarse del responsable. Pero, para poder entender todo lo que ocurrió, Tegoshi tendrá que indagar en el pasado de Shigeaki, desde 15 años atrás.

Chapter 1: Goodmorning?

Summary:

Ryo no puede dormir sin imaginar que en otro lado de la ciudad hay una conspiración en su contra.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Ryo yacía recostado, con los ojos bien abiertos, sobre la cama. Se revolvió entre las sábanas, dando vueltas sin saber en qué número iba, después de haber perdido la cuenta desde las 10 vueltas anteriores.
Las luces desde afuera del departamento se colaban por el breve espacio entre la cortina y la ventana, pero era una luz amarilla tan tenue que era imposible que aquello fuera lo que le impedía dormir.

Su cuarto era bastante amplio, con muebles de madera barnizada en blanco, visible a pesar de su necedad por tener la casa sumida en la penumbra. Las paredes estaban cubiertas de fotografías y cuadros llamativos, de forma muy maximalista. Cerraba bien las cortinas para evitar que pasara la luz y rara vez la abría, aunque antes la casa siempre había tenido las ventanas abiertas y se veía desde afuera como se movían las cortinas con el aire.

Una vuelta más.
Esta noche en particular se dio cuenta de lo innecesario que era seguir conservando una cama king size para una sola persona. Por primera vez, le pareció que era más un capricho suyo seguir durmiendo en un colchón tan grande cuando llevaba un buen tiempo completamente solo. Miró con atención la almohada vacía, con una funda verde, que estaba a su lado para después hundir su rostro entre su propia almohada y ahogar un sonido lleno de frustración.

Al terminar, tomó su almohada, de color azul, y la colcha de la cama para dirigirse directo al sillón de la sala, arrastrandola todo el camino. Aventó todo al sillon y se dejó caer con pesadez.
Frente al sillón en el que se había acostado, había un frasco de pastillas sobre la mesa de centro que decoraba la sala. Tomó el frasco y lo abrió, sólo para darse cuenta que estaba vacío.
ーMaldiciónー Ryo sonaba desesperado. Se quedó pensando en que su dealer de confianza, Koki, había huido por una orden policial en su contra y no tenía quien más pudiera venderle aquella medicina sin necesidad de una receta.
Podía salir en busca de sustancias más fuertes con la misma función que aquellas pastillas que le ayudaban a dormir, pero su adicción empeoraría y no sabía que otras tantas porquerías entrarían en su cuerpo.

De nuevo, se quedó pensando en lo solo que estaba; y es que, algunas veces, tenía compañía y sentía que al menos esas noches podía intentar dormir sin necesidad de pastillas, pero también sabía que la compañía de Tegoshi no era algo fijo ni estable. Yuya era aún más volátil que él mismo y no le quedaba otra que hacer frente a su soledad. Además que no tenía derecho alguno de exigirle algo al rubio pues no estaban en una relación seria ni nada parecido, solo era un amorío pasajero.

Tomo su celular de la mesa de centro, busco entre sus aplicaciones y puso, a bajo volumen, su playlist favorita. Si no podía dormir, al menos iba a tratar de disfrutar la noche.
Aproximadamente a las 4:30 am, su cuerpo y mente se rindieron por lo que le permitieron dormir de corrido hasta las 7:30.
Al oír su alarma, se levantó del sillón y se dirigió al baño. Se vistió, se arregló para salir de casa.

Antes de salir de casa se quedó pensando si era buena idea tomar un café, pero, al abrir la alacena se encontró con una taza de cerámica que aparentaba ser de jade y brillaba destacándose sobre el resto de la loza del lugar. Apenas verla, sintió un nudo en la garganta y una punzada en el lado izquierdo del pecho, en el corazón exactamente. Cerró la puerta rápido y con fuerza, dando un azotón, para distraerse de aquella imagen y salió con velocidad de la casa dirigiéndose a su auto.

Antes de llegar al estudio, se detuvo frente a una famosa cafetería con logo verde, a donde se había acostumbrado a ir, compró un café, algo para acompañarlo y siguió su camino.

La mañana en el estudio fue tranquila y productiva. Junto a Subaru y a Ohkura, los otros 3 integrantes de Torn (la banda que habían formado saliendo de la universidad), pudo avanzar en la grabación de las dos últimas canciones para su tercer álbum de estudio. No estaba muy alejada la fecha de lanzamiento, pero se habían retrasado un poco con los detalles de algunas canciones que Ryo había insistido en regrabar hasta que pudiera trasmitir el dolor que sintio escribiendolas. Una de ellas era la última canción que escribió para Sally.

Se despidió de sus compañeros de banda ya entrada la noche, pensando que alguno de los 2 mencionara la idea de ir a beber juntos pero tal parecía que ambos tenían otros planes. Ryo, deprimido y solo, emprendió el camino de regreso a casa.
El tránsito era casi nulo así que llegó rápido a su departamento, ubicado a las orillas de Osaka. Era un departamento que sus padres le habían regalado pues ellos se mudaron a una ciudad más tranquila y decidieron dejarle el lugar a su hijo en lugar de venderlo.

Al acercarse a la puerta, aun con la llave en la mano, se percató que se veía una luz encendida, seguramente la de la sala. Se quedó viendo un minuto antes de entrar corriendo y sobresaltado. ¿Sería que al fin el amor de su vida volvió o era un ladrón?
Al final, encontró a Tegoshi hecho bolita en el sillón mirando caricaturas. Ryo no pudo ocultar su expresión de decepción.
ーSí, yo también estoy muy feliz de verte. Valieron la pena esas 3 horas de viaje para este recibimiento tan especialー Tegoshi volteo los ojos al decirle aquello. ーDisculpame Yuya, no es que no esté feliz de verte, es culpa del estrés. Pero claro que estoy encantado con tu visitaー. Ryo se sentó a su lado, lo abrazó y comenzó a besar la frente del menor con cariño. Tegoshi correspondió su abrazo y sus caricias antes de que Ryo continuara la conversación.
ー¿Y a qué se debe esta visita sorpresa?
ーTengo dos días libres, sé que estás ocupado con el álbum y todo eso así que aproveche para venir desde Tokio a hacerte compañía, al menos por un ratoー Ryo sonrió. Aquel día Tegoshi estaba más cariñoso de lo normal pero a Ryo le encantaba aquello. Por más hedonista que fuera su personalidad, algunas veces también quería sentirse tan amado como cuando estaba con él, la única persona que lo había amado en verdad. Aunque cuando se dio cuenta fue demasiado tarde.
Aun así, estaba realmente feliz por tener al rubio en su casa.

ーPues muchas gracias, en verdad estoy alegre de tenerte aquí hoyー lo abrazó aún más fuerte. Tegoshi le dedicó una gran sonrisa. ーPor ciertoー se levantó, soltándose del agarre del moreno ーhabía preparado un té, porque sé que el café te da insomnioー Ryo sonrió.
ーNo creo tener insomnio contigo aquí hoy. O te abrazo hasta quedarme dormido o podemos hacer algo másー Tegoshi soltó una risita.
ーAun así, voy a traerte un poco. Debes tener frío, esta casa siempre se siente heladaー se levantó del sillón en dirección a la cocina. Tomo dos tazas blancas de la alacena y preparo el té. Le dio una de las tazas a Ryo mientras que él le dio un sorbito antes de soltar un grito que sobresaltó al mayor.
ー¿Qué?ー se giró visiblemente molesto ーNo, nada. Lo siento. Además de que está muy caliente, me han dado ganas de ir al baño, ya regresoー y así Yuya salió corriendo desde la sala hasta el baño.

Puso el temporizador en su celular para marcar 10 minutos apenas cerró la puerta tras de sí. Se sentó sobre la tapa del inodoro, se arregló frente al espejo y se volvió a sentar en lo que esperaba a que marcará el tiempo límite. Cuando el tono de su celular le alertó que habían pasado los 10 minutos, abrió los mensajes de su celular y comenzó a escribir.

“Sé que no estás para nada de acuerdo con este plan, pero recuerda que solo lo hago para hacerle justicia a Shige, que nunca mereció ninguna de las cosas que pasaron.
Además la adicción a los somníferos los tenía desde antes de conocerme, no puedes culparme por eso.”

El destinatario de aquel mensaje era Koyama Keiichiro.
Tegoshi salió del baño y corrió hasta Ryo. Se acercó demasiado a su rostro hasta sentir su respiración. ーBueno, sigue vivo y eso es lo que cuentaー tomó una manta de la cama y lo tapó para que al menos no sintiera frío.
De la bolsa de su pantalón sacó la tira de pastillas y la ocultó en su mochila.
Revisó las bolsas de Ryo y le quitó las llaves, que aún lucían cierto llavero de piña que conocía bastante bien.
Corrió por un pasillo al fondo, a la última puerta de la izquierda frente a la recamara y probó con todas las llaves hasta que pudo abrir la puerta. Pensaba llevársela pero sería bastante notorio para Ryo que le faltaba esa llave, además el plan de darle pastillas para dormir resultaba hasta más beneficioso para el moreno con insomnio.

ーShige te pido perdón por todas las veces que he hecho cosas en la misma cama que tu pero te juro que era solo por estoー exclamó Tegoshi mientras veía en su celular una foto de él, Keiichiro, Shigeaki y Massu juntos en una fiesta a la que fueron un año antes de la muerte de Shige. Tegoshi no sabía exactamente que estaba buscando en el estudio, pero era claro que aquel lugar, en el que Ryo había escondido las cosas de Shige que jamás le regresó a los padres de este después del funeral, podía haber respuestas.

En el escritorio solo había papeles con la caligrafía extraña de Shige. Tegoshi estaba sorprendido por lo limpio que estaba el lugar a pesar de llevar casi 3 años solo. Se notaba que Ryo, quizá por la culpa, se esmeraba en mantener el lugar como a Shige le hubiera gustado. Siguió buscando, sin hacer ruido pues temía que Ryo pudiera despertarse y se arruinaran sus esfuerzos de varios años por lograr estar en aquel sitio. Con ayuda de una escalerita encontró una caja sobre los libreros y ¡bingo!. Parecía qué en aquella caja abandonada al fondo del lugar estaban algunas de las respuestas que Tegoshi estaba buscando.
Saco con cuidado varias libretas, todas muy bonitas pero maltratadas por el uso. También había varias cartas, algunas de ellas iban dirigidas a Keii por lo que las tomó con cuidado y las guardó en su mochila. ーYa bastante es que me acueste con tu ex novio, así que no voy a invadir tu privacidad Shige. Sea lo que sea esto, se lo voy a entregar a su destinatario realー Yuya era de los que creía con firmeza eso de que el fin justificaba los medios.

Se quedó mirando las libretas, eran por lo menos 10. Aunque no quería, esas sí tuvo que hojearlas y entender de qué se trataban. No necesito mucho para entender que aquellas eran una mezcla de los pensamientos raros de su amigo y su diario. 10, una por cada año que paso con Ryo seguramente.
Shige tenía la mala costumbre de escribir sin poner el año, así que el rubio no estaba muy seguro de cuál era la primera que debía llevarse, para comenzar a buscar respuestas. En un descuido, tiró la pila de libretas que cayeron escandalosamente al suelo. Corrió a la puerta para asomarse y verificar que Ryo seguía durmiendo. Y así era, lo único que se podía escuchar en la casa eran las respiraciones del mayor dormido.
Cuando regresó a ver, como si los dioses hubieran decidido ayudarlo con su plan, vió que de una de las libretas caía una fotografía de Shige en sus años de universidad.

Sin ver quien era la persona que lo acompañaba, Tegoshi tomó esa libreta y también la metió en la bolsa secreta de su mochila. Guardo el resto de cosas en la caja, la devolvió a su sitio igual que todo lo que estuvo moviendo y salió del estudio.
Regresó su mochila al piso de la habitación antes de correr al sillón, empujar a Ryo al fondo y acostarse a su lado. Dado que aún tenía muchas libretas y cosas de Shige por inspeccionar, todavía no podía darse el lujo de terminar con aquella farsa.

Notes:

Holi, al fin pude terminar de escribir el capitulo de esta historia. No quiero que sea un fanfic más donde busquen a un bueno o a un malo, me gustaría darle un desarrollo humano (y medio retorcido) a los personajes, especialmente al ship principal que es Nishikato. Ya se enteraron de lo de Shige (unu), así que solo queda que vaya contando el resto de lo que se supone que pasó.

En fin, si están leyendo esta atrocidad muchas gracias. Espero les guste y dejenme saber sus comentarios de cualquier cosa de este fic curseado.

Por cierto, antes de olvidarlo. La música en este fic es muy importante, no es solo lo que escuche al escribir o que la canción me recordó a los personajes. Se supone que cada capítulo lleva por nombre el de una canción que refleja el sentir de su protagonista. El mismo nombre del fic lo hace también XD, ya que Gone Now es el nombre de un álbum que justo trata de lidiar con la perdida de un ser amado. Voy a crear una playlist con todas las canciones que se mencionan por si quieren escucharlas para ambientarse más y de cualquier forma voy a enlazar a la canción correspondiente en su capítulo.

Ahora sí, sin nada más por el momento, muchas gracias. (*ˊᗜˋ*)/ᵗᑋᵃᐢᵏ ᵞᵒᵘ*

Chapter 2: Throwing It All Away

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

ーEntonces déjame ver si estoy entendiendoー Shige sonaba bastante triste y estaba dando su mejor esfuerzo para no ponerse a llorar ahí mismo, suspiró antes de preguntar, ー¿estas terminando conmigo, después de 7 años juntos, solo porque vas a irte de intercambio a París?
ーSi estás tratando de hacerme sentir mal, está funcionando pero no por eso voy a cambiar de opiniónー Eri lo miraba directamente a los ojos, cosa que Shige no podía, al menos no sin sentir que lo estaban apuñalando.
ーEs que no lo entiendo, ¿no podría funcionar aun estando lejos? Se supone que venimos a esta universidad para seguir juntos…para siempreー con cada palabra sentía que se le quebraba más la voz pero debía soportar hasta el final. Eri parecía no inmutarse, al final conocía a Shige desde hace mucho tiempo y, aunque a ella también le dolía, la relación había llegado a un punto de distanciamiento tal en el que no sentía que valiera la pena continuar.

ーAja, eso se suponía. En primer año, yo siempre me quedaba dos horas más después de clases a esperarte, cambiaba mis horarios solo para coincidir contigo, pero ahora que yo soy la que tiene clases hasta tarde, todos los días te vas antes, siempre tienes algo urgente que hacer o jamás tienes tiempo para nosotrosー Eri sonaba dolida y molesta, pero Shige se negaba a aceptar lo que Eri le estaba diciendo, para él no tenía mucho sentido terminar una relación de tantos años por algo como eso.
ーPues, es que estoy ocupado…ー se arrepintió inmediatamente de haber pronunciado aquellas palabras. Eri se le quedó mirando directo a los ojos, tratando de contener el llanto. Shige sintió que debió haberle dicho que sí a todo y aceptarlo para que ella pudiera perdonarlo, en lugar de inventar excusas para justificarse.
ーClaro, ocupado. No sabía que irte de fiesta o a perder el tiempo contaba como estar ocupado. Pero, ¿sabes qué? ya no importa, como te dije antes ya no hay nada que hagas o digas y que pueda hacerme cambiar de opinión. Además, por suerte, falta menos de un mes para irme.
ー¿Menos de un mes? ¡Nunca me lo dijiste!
ーHace más de 3 meses que estás ocupado, evitandome, ¿cómo querías que te lo dijera? Ya no le veía caso. En fin, te deseo lo mejor de ahora en adelante, fue agradable mientras duró. Yo…yo realmente te amaba Shigeー. Eri tomó sus cosas rápido y se fue de ahí sin voltear a ver a Shige una vez más. Él no hizo nada, solo la vió irse. Se dio la vuelta y comenzó a llorar en voz baja. Veía la espalda de Eri alejarse cada vez más de él y que en ningún momento se detuvo o dudo irse. ¿Tan malo había sido? Pronto se sintió aún peor porqué una voz en su cabeza le decía que Eri iba a regresar, simplemente tenía que esperar a que se le pasara el coraje antes de irse a París y podían volver a estar juntos como si nada.

Aquello nunca ocurrió.

Shige pasó los días llorando y culpandose por lo que paso, pensando en que pudo haberle dicho otra cosa a Eri, pedirle una disculpa sincera o hacer algo para que al menos no lo dejará antes de irse; pero siempre se quedaba en eso, en sus pensamientos o en cosas que deseaba hacer. Eri tampoco volvió a buscarlo como le dijo la voz en su cabeza, mucho menos para pedirle que regresaran.

Un día, Shige se topó en el campus con Risa, la mejor amiga de Eri, que no se veía muy feliz de verlo. Él estaba muy feliz de aquel encuentro, buscando alguna interacción más o información sobre Eri, pero Risa se limitó a decirle que Eri ya se había ido.
Risa siempre había sido bastante cordial y agradable con él, pero entendía que, si Eri le había contado lo que pasó, ya no iba a tener la misma percepción de él.

Shige y Eri habían comenzado su noviazgo 5 años antes. Se habían conocido en el bachillerato, cuando Shige viajaba todos los días desde Yokohama a Tokio a la escuela, siendo compañeros en el primer año. Él era bastante tímido y nada cercano al círculo social de Eri, pero ella era lo opuesto, extrovertida y bastante sociable así que pronto acabó acercándose a Shige, que quedó cautivado con la personalidad de la chica.
Aun así, le tomó tiempo tomar valor y confesarle sus sentimientos por ella, por lo que comenzaron su relación hasta el segundo año, en clases diferentes.

Para su etapa universitaria, ya todo el mundo pensaba que eran la pareja perfecta. A pesar de todas sus diferencias, siempre se habían apoyado y solucionado cualquier problema que ocurriera entre ambos. Todos les decían que apenas Shige se recibiera como abogado y ella terminara sus estudios en teatro, tenían que casarse y formar una familia feliz. Eso había escuchado Shige tantas veces, incluso de su familia, que aquella presión de los demás fue lo que lo llevó a poco cansarse de la idea. Shige no estaba seguro de que quería hacer apenas graduarse. Amaba a Eri, eso sin duda alguna, pero le aterraba sentir que los demás tuvieran tantas expectativas sobre él, así que poco a poco fue evadiendo la relación y dejando aquellas ideas de lado, a sabiendas dejar ese plan de lado incluía dejar a Eri de lado.

Y ahora, lo único que podía hacer era arrepentirse de haber tomado aquella estúpida decisión.

Aquel mes después de que Eri terminó con él, Shige se deprimió y se aisló de casi todos. Apenas comía y era raro verlo en la universidad. En el grupo que tenían Koyama, Shige, Tegoshi y Massu, él solo leía los mensajes pero no respondía.
ー¿Alguno de ustedes ha visto a Shige?ー Koyama se veía muy preocupado, ーme responde algunos mensajes privados, pero no lo he visto desde hace casi un mesー. Koyama era estudiante de posgrado de historia oriental, había conocido a Shige cuando él llegó a la universidad y Keiichiro estaba en el voluntariado de la escuela para ayudar a los de nuevo ingreso. De la misma manera había conocido a otro de los integrantes de su grupito: Takahisa Masuda.
Massu estaba terminando su proyecto de graduación, era estudiante de diseño de modas en la misma universidad. Era un campus bastante grande que albergaba distintas carreras y facultades y donde podías hacer amigos de cualquier carrera.
ーLe mande un mensaje, por privado, porque necesitaba a alguien con los hombros caídos y jamás me respondió.ー Massu tenía el mismo tono ofendido de siempre.
ー¿Al menos viene a la escuela? Tampoco he visto a su novia recientemente. Tal vez se fueron de viaje o algo asíー Tegoshi interrumpió.

Tegoshi era la cuarta persona del grupito, estudiante de psicología. Tal como Massu y Shige se habían conocido gracias a Keii, Tegoshi llegó a ellos gracias a Massu. Siempre contaba cómo se habían conocido al más puro estilo de Paradise Kiss pues Massu y su equipo de la escuela necesitaban un modelo para su examen y no tenían dinero para pagarle a alguien. Massu entonces le ofreció a Tegoshi toda la comida que quisiera en una cena en el restaurante de la señora Koyama. Así de simple fue como inició una amistad duradera, pues en aquella cena Massu llevó a sus amigos para que aquello no fuera incómodo para él, pronto los 4 acabaron congeniando y siendo amigos. Aunque era bastante obvio que Massu y Tegoshi eran mejores amigos, tal como Keii lo era con Shige.

Keiichiro los miro a ambos. ーJustamente, su novia tampoco ha venido últimamente y eso es lo que me preocupaー pasó saliva despacio.
Tegoshi se cubrió la cara con la mano y soltó una risita. ー ¿Tu crees qué…?ー aunque no terminó la frase, vió la mueca horrorizada de Koyama.
Mientras Tegoshi y Keiichiro hablaban de forma animada y explícita sobre la vida íntima de Shige y las posibilidades de que se convirtiera en padre joven, Massu los interrumpió. ーPues tal vez no es lo que ustedes pensaban, vean quien esta ahí parado junto al poste…y con Michishige Sayumiー Massu comenzó a reírse a carcajadas. Michishige Sayumi era una de las compañeras de equipo en el proyecto de graduación de Massu y para colmo, era una de las amigas de Eri Kamei, la ex novia de Shige. Bueno, en ese momento ellos no sabían que Eri ya era la ex. Sayumi no era una mala persona, pero Massu no encontraba qué cosa podrían tener en común una futura diseñadora de modas y un futuro abogado, ambos eran muy diferentes y él que conocía a ambos, no podía imaginar que tipo de conversaciones podrían tener.

Los tres siguieron con atención cada uno de los movimientos que hacía Shige. Apenas Sayumi le soltó la mano a Shige, le dio un beso y se dió la vuelta para irse, Tegoshi comenzó a gritarle para llamar su atención. Shige sonrió al verlos y corrió a sentarse en el espacio a su lado.
Ninguno de los 4 sabía bien qué decir. Querían saber exactamente porque estaba con la amiga de su novia y porque no les había dado señales de vida en un mes.
ーOiganー Shige comenzó a hablar, sonaba nervioso, ーlamento mucho haber estado desaparecido este mes. Pasaron cosas, luego los exámenes y estaba tratando de procesarlo. Pero seguimos siendo amigos ¿verdad?ー ahora los miró ansioso. Los 3 le sonrieron y asintieron. A pesar de cualquier cosa que pasará, la amistad que tenían era bastante sólida.
ーClaro que sí, pero cuéntanos, ¿qué hacias con Michishige Sayumi hace un segundo?ー Tegoshi interrumpió con un tono bastante raro. Massu le dió un codazo y Keiichiro volvió a hacer su mueca horrorizada. Shige se quedó viendo a Keiichiro, casi como si le estuviera pidiendo perdón con la mirada, antes de continuar con su explicación. ーMichishige y…Sayumi y yo estamos saliendoー Keii fue el siguiente en interrumpir ー¿Y Eri? ¿Qué pasó con Eri?ー Shige apartó la vista de su amigo, se quedó mirando a la nada antes de decir ーAh sí, termine con Eri como hace un mes y ella decidió irse a Parísー otra vez él silencio. Tegoshi, que era quien siempre podía leer el ambiente, decidió intervenir y salvar la conversación una vez más.
ーBueno Keii, puedes quedarte tranquilo, al menos sabemos que no vas a ser tío o padrino de bautizoー Massu le dio otro codazo, pero para sorpresa de todos, Shige comenzó a reírse. ーNo gracias, yo pasoー Shige hizo una mueca extraña antes de continuar, ーpasando a algo importante, ahora que ya terminó la temporada de exámenes, ¿vamos a ir a la fiesta del viernes?
ー¡Ah! No lo recordaba, pero yo sí voyー Tegoshi se emocionó. ーPues no tengo nada mejor que hacer, entonces yo también voyー Massu asintió.
ーYo…yo tengo que ir a clasesー Keiichiro tomó sus cosas y se levantó rápido para poder irse, ーles mandó mensaje despuésー.

Notes:

Holi.

Ha pasado un tiempo desde que subí el primer capítulo de este fic. Me anduve quejando de que no tenía tiempo para escribir, así que la vida me dio muchoooooo tiempo para sentarme a escribir esta historia hahaha, no como me hubiera gustado, pero creo que podré avanzarle más.

Tal vez este segundo capítulo lo sientan un poco lento o pesado, pero espero que no. Sentí que a la ruptura le faltaba drama pero tampoco quería alargarla mucho pues el chiste del capítulo era presentar a los personajes y cómo era su vida en la época universitaria. También puede que haya demasiada localización en México, por algunos modismos que no puedo evitar usar o la inspiración que tome de mi poderosísima UNAM para la universidad donde según van todos hahaha. No olvidar tampoco la mención a ParaKissu de la gran Ai Yazawa porque Tego y Massu me dieron vibes a George e Isabella.

En fin, en el siguiente capitulo empieza lo turbio, espero. En este solo son hombres siendo hombres (?). Si alguien esta leyendo esta cosa rara de fic, espero les guste y gracias.

Chapter 3: Back to April

Summary:

Koyama trata de hacer enfrentar a su mejor amigo la realidad de lo sucedido, sin mucho éxito. Pero, pronto ocurrirá un evento que cambiará la vida de Shige por completo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Keiichiro se quedó preocupado por lo poco que dijo su amigo. Ese era el problema con Shige la mayoría de las veces, no tenías que preocuparte por lo que decía sino por lo que no decía.

 

¿Cuál era la razón por la que había terminado con Eri? La chica era muy dulce, siempre había sido bastante agradable con los 3 amigos del grupo y con su novia, que la consideraba una amiga más. Tampoco era celosa o problemática, por lo que no podía entender la razón de que su mejor amigo terminara con ella tan de la nada después de tantos años, solo para empezar una nueva relación casi de inmediato.

 

Keiichiro conocía bastante bien a Shige, había aprendido a leerlo y entender sus emociones para ayudarlo, pues el pelinegro tendía a aislarse y ahogarse en sus emociones. También sabía que su amigo tenía algunos problemas con los excesos y las decisiones impulsivas. Había una canción famosa de una boyband que decía “ Soy definitivamente del tipo que piensa con el corazón en lugar de la cabeza ”* y Keiichiro sabía que aquello aplicaba bastante bien a su mejor amigo.

 

Otro gran defecto de Shige era su tendencia a mentir con tal de mantener todo en orden o evitar una pelea. En una ocasión que Eri y él habían discutido, Shige le contó como ella le dijo, al menos 3 veces, que era un condescendiente y no soportaba eso de él. Keii en su mente le dio la razón a Eri, él mejor que nadie lo sabía.

 

Aun así, con todas esas cosas, no podía evitar tenerle a Shige un cariño especial, casi como si fuera su hermano. Shige era hijo único, así que no le resultaba tan raro haber congeniado con él y que ambos se vieran de esa manera: más que mejores amigos, hermanos. Además, Keiichiro sabía que su familia también le tenía aprecio al menor, ya que al menos una vez a la semana se quedaba en casa de la familia Koyama o iba al restaurante de su madre y era bastante atento con su mamá, siempre dispuesto a ayudar.

 

Fue por eso que Keiichiro notó su ausencia durante aquel mes casi de inmediato. Si le mandaba mensajes o le llamaba, sin problema le respondía pero era notorio cómo evitaba los encuentros personales. Y ahora, con su cambio de novia, la apatía mostrada al hablar de Eri (por quien alguna vez lo vio llorar) y su repentino interés en la fiesta en casa de Jin Akanishi el viernes de esa semana, lo dejaron preocupado.

Le mando un mensaje para comer juntos al día siguiente de la conversación que tuvieron los 4. Tal vez aún no se sentía listo para contarlo todo frente a Yuya y Takahisa, pero siendo ellos dos solos seguro que le diría algo.

 

Shigeaki llegó a la hora acordada al lugar donde quedaron de verse. En realidad Keiichiro no tenía intenciones de ir a comer, sino de hablar y el pelinegro lo notó enseguida. Keii notó que se había cortado el cabello, cosa no tan rara en él que muchas veces aparecía con cambios sutiles en su corte o peinado, pero lo más obvio era su cambio de colonia. La anterior se la había regalado Eri. También era Eri la que lo convencía de dejar largo su cabello porque le gustaba como se rizaba de atrás.

ーShigeー el aludido cruzo los brazos mientras se acercaba a él. Keii se propuso actuar normal frente a él y cuando menos lo esperara, preguntarle sí todo estaba bien. Gracias a su novia, quien le tomó aún más coraje a Shigeaki al enterarse de la ruptura con Eri, se enteraron de otra versión de los hechos. Eri le contó a Misako, de forma breve en un mail, que ella había decidido terminar con Shige por la constante indiferencia que este había mostrado hacía ella desde hacía un tiempo y que, además, se había ganado una beca para estudiar en París, por lo que pensó que lo mejor sería irse con todos sus problemas solucionados para poder comenzar una nueva vida feliz.

 

Pero aquello no era ni parecido a la breve explicación que Shige les dió a sus amigos. Aun así, iba a apegarse a su plan. ー¿Quieres sentarte?ー con la mano le señaló el lugar a su lado, para que se sentará. Shige podía decir mil cosas, pero Keii notó inmediatamente que no estaba en su mejor momento.

ー¿Cómo estás? ¿Qué tal va todo?ー no quería ser específico en un tema, el pelinegro tenía que decidir que lo agobiaba más y hablar.

ーNo tan bien como me gustaría, tengo 3 materias en examen final por faltasー. Keii no dijo nada pero lo abrazó. Sabía que aquello era el menor de sus males, Shige nunca se agobiaba por irse a examen final siendo que tenía una memoria impresionante y no le era tan difícil aprobar. ーLo lamento mucho, pero vas a aprobar, no deberías preocuparte por esoー Shige le sonrió y lo abrazó también. ー Oye Shige…

ー Dimeー cerró los ojos mientras lo abrazaba y se recargó por completo en él. Keiichiro aprovecho para, sutilmente, abrazarlo con más fuerza y que no pudiera huir de la conversación que seguía.

ー¿Qué pasó realmente? ¿Qué pasó con Eri?ー lo sintió forcejear entre sus brazos, pero se rindió pronto. Keiichan administraba su tiempo de forma eficiente y se tomaba su entrenamiento de forma seria, Shige no podía compararse en músculo ni en fuerza, así que lo dejó por la paz, pero alejó su cara mientras hablaba. ーNada, ya te dije que termine con ellaー se veía incómodo hablando de aquello. ーNo puedo creerlo. Te vi llorar por ella, aprenderte canciones en la guitarra para cantarle en sus aniversarios y llevarle un ramo de flores naranjas, con tantas como la edad que cumplía y ahora resulta que simplemente terminaste con ella. Algo no cuadraー. 

 

Había dado en el clavo. Shige empezó a mover las manos con nerviosismo como solía hacerlo cada vez que se incomodaba. ーPues…no entiendo que es lo que no comprendes, simplemente se acabó el amor y decidí que era mejor si cada uno seguía su camino, libre.

ー¿Libre de qué?ー Keiichiro siempre había sido el que se mostraba más emocionado con la idea de que Shige y Eri se casarán, siempre se imaginó a lado de su mejor amigo en ese momento tan importante. Él mismo estaba planeando todo para poderse comprometer con Misako y, de alguna forma, proyectaba sus propios deseos en su mejor amigo pero no se daba cuenta que quizá él había sido de los que más presionaban a Shige con ese tema. De cualquier forma, sin excusar a Shige, había sido una tontería dejarse llevar por la presión social.

ーOh, ya sabes. Libre para amar, para experimentar.

ー Shige, suenas exactamente igual que Tegoshiー Shige abrió sus ojos sorprendido al oír aquello, pero con tal de no tener que volver a escarbar en la herida que significaba el hablar de Eri, siguió la conversación. ーPues a veces siento que Tegoshi tiene razón con aquello del amor libre, de no atarnos a nadie y priorizarnos a nosotros mismosー Keiichiro lo soltó de la impresión de oír aquello y Shige se fue de lado sobre un montón de hojas.

ーTegoshi dice eso porque no conoce la responsabilidad afectiva y le tiene miedo al compromiso, pero ¿y tú?

ー Ya te dije, llevábamos un tiempo con problemas y decidí que separarnos era lo mejor. Además ella decidió irse muy lejos y si no funcionamos aquí ¿crees que íbamos a funcionar a distancia?ー Keiichiro se sintió triste al oir aquello. No sabía si era porque su mejor amigo le estaba mintiendo, o porque su sueño de ver la boda de su mejor amigo había llegado a su fin. Keiichiro dudaba mucho que lo de Shige con Sayumi durará más de unos meses. Si pasaban el verano juntos iba a ser un milagro para él.

 

ー¿Y estas seguro que no fue Eri la que te dejo?ー Koyama no aguanto las ganas de preguntárselo. Era la última oportunidad de que Shige dijera la verdad, aunque solo logró enojarlo con aquel comentario.

ー¿Perdón?ー Shige sonó igual que Massu haciéndose el ofendido. De alguna forma, Koyama entendía que el orgullo de su amigo, un hombre después de todo, se veía afectado por aquello y decidió ya no seguir con el tema. Shige simplemente no quería hablar sobre aquello y Koyama no quería comenzar una pelea con él por un tema que no iba a llegar a nada.

ーNada, nada. Olvida eso. Te creo porque tu eres mi mejor amigo, eso fue solo un rumor que alguien invento.

ーTal vez fueron las amigas de Eri o no sé. Pero esta bien, te perdono si este viernes me prometes que vamos a divertirnos como nunca en la fiesta y das por terminado ese asuntoー Shige cambió su expresión al decirle aquello, ya no se veía molesto.

 

Keiichiro, Yuya y Shigeaki tenían un problema serio con la bebida. Eri siempre había hecho hasta lo imposible por mantener a Shige alejado de los excesos, pero este se excusaba con que era una práctica común en el mercado laboral japonés y que tenía que practicar para no perder ante sus futuros superiores. En el grupo de amigos, justo era Shige quien tenía mayor resistencia a los efectos del alcohol. Podías verlo llorando o besándose con Keii y Yuya, pero nunca lo verías tirado vomitando o inconsciente, como solía terminar casi todo el mundo en las fiestas de Jin Akanishi. Massu tenía mucho más control sobre su consumo de alcohol, y a menudo era elegido como conductor designado del grupo. Aunque ese puesto lo compartía con Shige, que siempre terminaba conduciendo con Koyama medio inconsciente en el asiento de atrás.

Shige solía llevar a Keiichiro a su casa; dadas las horas a las que solían llegar, la señora Koyama prefería que Shige se quedará en su casa a dormir. Aunque le ofrecían una habitación extra, siempre terminaban hechos bola en la cama del mayor.

 

Volviendo al asunto de la fiesta, la respuesta de Keiichiro iba a decepcionar a su amigo. ーEn realidad, no voy a poder irー Shige cambió su expresión, otra vez. Se veía confundido. ー¿Por? ¿De verdad me estas diciendo que te vas a perder una fiesta de Jin Akanishi?

ーCada día suenas más como Tegoshiー Keiichiro no pudo evitar reírse con cierta ternura. Aunque, el Shige que conocía nunca se había mostrado tan emocionado por una fiesta, él era más de disfrutar las reuniones entre los 4, o las citas que solía tener con Eri.

ー¿Recuerdas qué día es? 20 de mayo. No puedo, simplemente no puedo.

ーSí es el cumpleaños de alguien de tu familia, podemos organizar algo juntos, despuésー Shige sonaba casi suplicando.

ーNo es el cumpleaños de nadieー Keii le dio un leve golpecito en el hombro, ーes mi aniversario con Misako, no me lo va a perdonar nunca si se enterará que la deje sola ese día por irme a una fiestaー Shige no pudo evitar sentir escalofríos ante la mención de Misako Uno. La novia de su mejor amigo le resultaba bastante antipática y sabía que el sentimiento era mutuo. Misako se mostraba de la misma forma con Tegoshi, al único que parecía tolerar era a Massu, quien la mayoría del tiempo solía ignorarla. Como en Young Guns de Wham!, Misako sería feliz si Keiichiro se alejará de sus amigos, quienes ella podía asegurar que eran los responsables de todas las malas decisiones de su novio. ー¿Y si la llevas a la fiesta y así puedes hacer ambas cosas?ー en secreto, Shige esperaba que dijera que no. Aunque, exceptuando que siempre terminaban besándose borrachos, los 4 tenían un acuerdo silencioso de nunca llevar a sus novias a la fiesta. ーNo creo que sea la mejor idea Shige, además ella reservo en un restaurante desde hace 4 meses, no me lo perdonaríaー Keiichiro dijo aquello con los ojos cerrados y una expresión de cierto fastidio, pero sin saber si era por la cita con Misako o la presión de su amigo. ーTendrán que ir solos esta vez, yo los acompaño hasta la próximaー.

 

No había mucho más que decir. Shige no iba a poder llorar abrazando a Keii cuando ya estuviera borracho y pusiera alguna canción “llegadora”. De todos modos, el tema principal por el que Keii quería hablar con él tampoco le había dejado muchas respuestas, pero Shige se veía medianamente repuesto de aquello. Keiichiro sintió que realmente no estaba ocultando su dolor, quizá estaba viviendo su duelo de alguna manera extraña y más privada, pero verlo emocionado por salir y hacer algo más lo dejó tranquilo.

 

El resto de la semana pasó tranquila. El fin del semestre se podía sentir y ver en los estudiantes, con todos llenos de ojeras y estrés, pero aquel maravilloso día que tanto habían esperado, llegó al fin. Los 3 amigos se despidieron de Keiichiro ante la mirada asesina de Misako. Massu espero a que la pareja se fuera y agregó ーNo entiendo cómo esperan que Misako no los odie si ambos dan la impresión de estar enamorados de Koyama, y eso que no sabe que se la pasan besándose con él a la menor oportunidad en las fiestasー. Los dos menores se miraron entre ellos antes de reír a carcajadas frente a Massu, que puso los ojos en blanco.

 

Dado que el único inconsciente iba a ser Tegoshi, los 3 llegaron a la lujosa casa de Jin Akanishi en el auto de Massu. Por un momento Shige se preguntó si serían bienvenidos ya que Keii fue invitado por Yamashita Tomohisa, mejor conocido como Yamapi, que era íntimo amigo de Jin. Aunque pronto recordó que Massu era muy amigo de Kamenashi Kazuya, otro de los amigos más íntimos de Jin. Shige no era muy cercano a ninguno de los 3, pero sí se llevaba bien con otros conocidos de Jin: Ueda Tatsuya y Nakamaru Yuichi. Jin se podía dar el lujo de hacer aquellas fiestas pues sus padres se la pasaban fuera por trabajo. Era estudiante de literatura inglesa y se había ido de intercambio a USA un tiempo, por lo que era bastante popular entre la gente de la universidad, además de ser rico. Aun así, sus fiestas en una zona exclusiva de Tokio no eran para mucha gente, tenías que ser amigo de Jin o de sus amigos para ser invitado. Los 4 habían sido invitados tantas veces que ya conocían a Jin, pero siempre eran sus amigos los que los invitaban y no el dueño de la casa. Siendo honestos, aquello no era importante realmente para el cuarteto de amigos que solo quería disfrutar un buen momento. 

 

Al entrar a la casa, una iluminación fría hizo a Shige parpadear por unos segundos antes de acostumbrarse. Massu y Tegoshi se adelantaron, pronto Shige los perdió de vista. Estaba resignado, sabía que aquello nunca le hubiera pasado con su mejor amigo. Siguió paseando por la casa, pasó al lado de la piscina donde se encontró con algunos conocidos que inmediatamente le sirvieron un trago. Después de una pequeña convivencia, se dirigió a la sala. En la entrada se encontró con Jin Akanishi en persona. Shige se sorprendió cuando este, al verlo ahí solo, se acercó a saludarlo. ーKato, un gusto que hayas venido. ¿Dónde están tus amigos?ー Jin le extendió la mano, un saludo muy occidental. Shige le dio la mano, un poco confundido. ーKoyama no pudo venir, tenía un citaー dijo poniendo los ojos en blanco, ーMasuda y Tegoshi deben estar…en algún sitio de tu casaー subió los hombros despreocupado.

ーUna pena que tu mejor amigo no esté aquí, pero, qué dices hombre sí mi casa es tu casa. Eres más que bienvenido, cualquier cosa que necesites puedes decirmelo con confianza. Si te aburres de estar dentro con este escándalo, unos amigos de la facultad de música tienen una banda y van a estar tocando un rato en el jardín pero nada de esa mierda aburrida, estos tipos son buenos.

ーMuchas gracias Akanishi, creo que iré a verlos un rato.

ーSeguro hombre. Tomaー le dio una cerveza y se fue tan rápido como apareció. Pero, al menos hizo sentir a Shige bienvenido y divertido, con esa forma tan rara de hablar que había adoptado recientemente.

Shige se quedó recargado en el marco de la puerta, con la pierna cruzada y dando pequeños tragos a la cerveza que le dieron mientras de lejos veía a la banda de amigos de Jin tocar en un escenario improvisado en el jardín. Eran cuatro personas, dos guitarristas, un bajista y un baterista. En realidad, el bajista era su amigo: Maruyama Ryuhei, pero no sabía que estaba en una banda. De los otros 3 no conocía a ninguno. Uno de los dos guitarristas era también el cantante; no era particularmente alto, de piel morena y cabello negro, con una voz curiosa pero a Shige le llamo la atención la forma en la que estaba cantando un cover de Nirvana, Heart-Shaped Box. Shige se quedó ahí escuchando la canción y por un momento sintió que los ojos de aquel cantante se quedaron fijos en los suyos.

 

Eso, hasta que alguien lo jaló de forma violenta para entrar. ーShige ven, te estas perdiendo de la diversiónー le dijo Tegoshi mientras lo llevaba corriendo por la casa hasta donde estaba con Massu.

 

*La canción que se menciona es Real Face de Kat-Tun.

Notes:

Al principio sentí que este capitulo estaba quedando un poco más largo, pero veo que no. En fin, este ya es donde empieza a pasar algo más entretenido mientras pude explicar un poco más de los personajes más importantes. No puedo decir mucho más porque no tengo autocontrol y voy a acabar contando spoilers o algo, pero aquí es el inicio del drama. (?)

Espero que el cap 4 pueda llegar el viernes de la siguiente semana para ya no tardar tanto entre capítulos.

Y, por cierto, la mención especial de este capítulo es para mi amiga Yuzu Koneko ˗ˋˏ ♡ ˎˊ˗. El fin de semana pasado, mientras escribía este capitulo tuvimos un chat muy inspirador que me ayudo a darle forma a este episodio. Yuzu tqm ♡.

Si están leyendo esto, muchas gracias.

Chapter 4: Love Flies

Summary:

Tegoshi recuerda los detalles del evento que cambió la vida de Shige.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

“Koyama, ¿Te acuerdas cuando me preguntaste por qué había roto con Eri? Pues tenías razón. Te mentí. Eri me dejó porque yo tampoco tuve mucha responsabilidad afectiva con ella en ese momento.

Después de hablar contigo ese día, llegué a mi casa a llorar porque tenías la razón y yo ni siquiera pude contártelo.

Aquella noche me dí cuenta que probablemente iba a amar a Eri por el resto de mi vida, pero ya era muy tarde.”

 

Tegoshi cerró la libreta. En sus manos tenía la fotografía que aquel día, en casa de Ryo, había salido y revelado el rostro de un joven Shige. La foto era una polaroid de Shige y Eri, felices, haciendo una cara graciosa frente a la cámara, tal vez la única que no había tirado. A Yuya le extrañó que Shige, en aquel intento de diario, no escribiera los años, se limitaba a poner día y mes. Por la foto, aquello debe haber ocurrido unos 15 años antes. Shige tenía el cabello de un rubio muy extraño y además lo usaba muy corto, claro que recordaba aquella época. 

 

Haciendo memoria de otras cosas, comenzó a recordar aquel día en que sentado junto a sus amigos lo vieron con otra mujer y se enteraron de que había roto con Eri.

 

Enseguida recordó a Eri, la vio en el funeral. Fue una sorpresa para todos, verla ahí después de tantos años, pensaron que seguiría en París. Ahora tenía el cabello largo. Con una expresión dolida se quedó sentada frente a las cenizas mirándolas fijamente. Después de algunas horas, parece que reunió el coraje suficiente para acercarse a donde estaban las cenizas, al lado del arreglo de flores blanco impresionante y enorme, con la foto de Shige sonriendo en el centro. Se puso a llorar frente a la foto de Shige por un buen rato y después se fue sin decir ni una palabra. Antes la había visto hablar con los Kato, quienes seguramente le habían avisado sobre aquel trágico acontecimiento.

 

Nadie, además de los padres de Shige, vio nunca el cuerpo. Ni siquiera Ryo, cuya identificación se encontró en la mano derecha de Shige al momento del accidente, y fue a quien contactaron para avisarle de lo que había ocurrido; pero al final ni él pudo verlo. Su familia decidió cremarlo de inmediato, pues el choque lo dejó irreconocible, y sentían que no debía ser visto en ese estado, así que todas las personas que asistieron al funeral no tuvieron más opción que llorar frente a la fotografía y la urna de cenizas que yacía a su lado. Ninguno de los amigos volvió a ver a Eri después de aquello.

 

Yuya siguió leyendo. La letra de Shige a veces le resultaba un poco compleja de leer; él lo atribuía a que su amigo era zurdo. Shige tenía pegadas varias fotos tomadas con su cámara polaroid. De la escuela, del cielo, de las flores y había espacios donde se notaba por lo maltratado del papel y el hueco que quedaba, que Shige había arrancado fotos, seguramente con Eri. Había otra fotografía pegada en el centro de la página rodeada de signos de interrogación escritos en el papel. En la foto estaba Shige, parado junto a la escultura del fundador de la escuela viéndolo con cara de desagrado y, en el pie de foto ponía “¿De verdad quiero ser abogado?”. Aquello no le resultó tan extraño a Tegoshi. Shige se graduó con honores pero jamás ejerció, ni por un segundo, su carrera. De cualquier forma Tegoshi sentía que lo suyo era irse por el camino de la escritura y el arte; eso era lo correcto para el talentoso y sensible Shige, y él podía notarlo leyendo sus diarios.

 

Tras seguir pasando las páginas y verse en algunas de las fotos junto a Massu y Keii, no pudo evitar comenzar a llorar. Durante el funeral, Tegoshi fue llamado insensible y mal amigo por la opinión pública, ya que jamás se le vió llorar por su amigo ni una vez. Pero aquello no era para nada parecido a lo que Yuya sentía, simplemente no podía llorar en público con todas las miradas encima de él. Lloro en privado junto a Massu y Keii en el camino de regreso, lloró después cada que recordaba a su amigo, lloro cada que veía los mensajes que le enviaba y que este que evitaba una larga conversación por mensajes respondiendo con textos vagos o emojis, y lloraba ahora viendo que Shige escribía sobre ellos y su valiosa amistad en aquel diario.

 

De pronto, entre su llanto, le vino a la mente otra vez el funeral. Sentado frente a Eri, en el lado opuesto de la sala estaba Ryo Nishikido. Exceptuandose a sí mismo, a Massu, a Keii, a Ryo, a la banda y a otros de sus amigos cercanos, todos los demás pensaban que Ryo no era más que el roomie de Shige. Eran pocos los que sabían que habían sido pareja por casi 10 años. Cuando llegó el momento de despedirse de las cenizas de su amigo, Tegoshi miró a Ryo fijamente, sentado tan tranquilo como si no estuviera pasando por el momento más doloroso de su vida, con su pareja de tantos años fallecida, y fue ahí cuando le llegó la maravillosa idea. En su despedida, Tegoshi le prometió a Shige que haría lo que fuera para que su muerte no quedará así, él iba a descubrir que pasó y tomar venganza por él de ser necesario. A Tegoshi no le pareció raro pensar que Ryo era el responsable de la muerte de su amigo, pero de todas las cosas malas que le había hecho esa era en definitiva la peor.

 

Al pasar la hoja, lo siguiente que vió fue un texto rayado, casi no se distinguía pero la parte visible decía “conocimos". Había pegada con cinta a la página la anilla dorada de una lata, justo al lado del texto. Abajo simplemente decía “viernes 20 de mayo".

Tegoshi se quedó pensando seriamente quién sería tan importante para Shige que incluso pegó aquel pedacito de la lata y que tuvo que anotar la fecha como si fuera algo que no quisiera olvidar nunca. Si aquello había ocurrido hace 15 años, él o alguno de sus mejores amigos tal vez lo recordaría. 

 

Tomó su celular y envió un mensaje al grupo que tenían los 3, ahora que Shige ya no estaba.

“Yuya: Hola✌️

Va a sonar medio raro pero, ¿alguno recuerda que hicimos el 20 de mayo, hace como 15 años, cuando aún íbamos a la universidad?

 

Por ser un día laboral tendría que esperar la respuesta de sus amigos por si alguno tenía una pista. Mientras tanto, Yuya un poco frustrado entró a su computadora. Había cambiado de celular muchas veces hasta ese momento, pero con un poco de suerte, google o algún servicio acusado de espiar a sus usuarios podría ayudarle a dar con respuestas.

 

Tras un buen rato buscando fotos en respaldos y carpetas viejas, a nada de rendirse, una respuesta vaga de Massu fue lo que le salvó de una extenuante búsqueda en sus mensajes antiguos.

“Massu: ¿?, a lo que recuerdo hace 15 años lo único que más hacíamos era ponernos ebrios, sobre todo en las fiestas de un tipo que era muy amigo de Kame.

 

Bingo. Massu había dado en el clavo. Dado que Jin era un amigo cercano de Ryo aún seguían frecuentandose, por lo que Yuya había tenido aún contacto con él. Seguramente Shige también, pero Jin jamás lo había mencionado. No podía ir a preguntarle a Akanishi si recordaba qué había pasado en una fiesta que había ocurrido hace muchos años, cuando él ni siquiera era su amigo cercano, pero no era tan mala idea preguntarle si sabía o recordaba algo de Shige en su tiempo con Ryo que nadie más supiera.

 

Pero, ¿qué pasó en la fiesta del 20 de mayo?. Tegoshi de la nada recordó entonces a Misako. No podía preguntarle a Keiichiro, quien se alteraba ante la mención del recuerdo de su ex-novia, pero sí recordó aquella vez que Keiichiro no los acompañó a una de las fiestas de Jin. Tenía que ser esa, de lo contrarió Keiichiro y Shige no se hubieran despegado ni un segundo y no habría manera de que Shige hubiera interactuado con alguien más.

Tegoshi abrió los ojos sorprendido. ¿Cómo se conocieron Shige y Ryo para empezar?

 

₊˚ ✧ ‿︵‿୨୧‿︵‿ ✧ ₊˚

 

Tegoshi lo había llevado casi arrastrando a la sala de la casa de Jin Akanishi. A decir verdad la definición de diversión de Yuya y Takahisa no era lo suyo.

Shige se había divertido mucho mientras jugaban beer pong* junto a Kame, Nakamaru, Ueda y otros amigos. En realidad él tenía una puntería malísima, pero a veces lograba meter las pelotitas en los vasos y sumaba puntos para su equipo. Siempre estaba con su mejor amigo para asegurar puntos, pero esta vez fue Tegoshi quien lo tenía cubierto. Nakamaru era igual de malo que él, pero mientras los demás se emocionaban de más jugando, ellos dos se sentaban a conversar sobre otras cosas.

 

Shige se quedaba mirando de la nada a sus amigos y creaba un marco con sus dedos, como tratando de fotografíar aquel momento dentro de su mente. A pesar de lo triste que se había sentido, hundido y pensando que su mundo había terminado, se dio cuenta que siempre tendría a sus amigos, a quienes debía cuidar y atesorar de la mejor manera para nunca perderlos, porque eran quienes lo hacían sentir feliz y capaz de cualquier cosa. Lo único que le faltaba en aquel momento para sentir que era la persona mas feliz del mundo, era su mejor amigo, Koyama.

 

El problema, tras aquel maravilloso momento, vino cuando después de un rato todo el grupo se dispersó. Algunos se fueron a seguir tomando, otros ya no podían ni mantenerse en pie, Ueda se fue afuera del lado de la piscina "para no tener que oír a esa banda horrible”; Kame se iba a llevar a Massu para presentarlo con unos amigos suyos interesados en la moda y Tegoshi, se había desaparecido en silencio con una de las chicas de la fiesta que llevaba viéndolo un buen rato.

Antes de irse con Kame, Massu se acercó a él. ーShige, ¿quieres ir conmigo? Me da pena dejarte soloー Shige le sonrió mientras hizo la seña de paz con una mano y con la otra sostenía un vaso. ーLo mejor será que me quede aquí, no te preocupes. Siento que no encajo ahí del todoー Massu lo tomó del hombro y lo miró preocupado, ー¿Seguro? No quiero presionarte pero tampoco que te sientas excluido o abandonado

ーSeguro, anda ve tranquilo. Yo me quedo aquíー y así Kamenashi se llevó a Massu de la misma forma en que Tegoshi lo había llevado a él primero.

 

Shige pensó en salir y buscar a Ueda o a Nakamaru para seguir conversando, pero no los veía por ningún lado, ni a Jin así que asumió que tal vez estaban con él, pero Akanishi lo ponía nervioso con esa mirada tan intensa, así que prefería quedarse solo. De pronto recordó que Maruyama Ryuhei estaba en la fiesta. Ya no se escuchaba a la banda tocar, por lo que Shige se levantó, caminó hacia la barra en donde se encontraban varias hieleras llenas de cervezas, al lado había otros tipos de alcohol. Shige pensó en que podía tomar dos e ir a buscar a Ryuhei para conversar, ya que no se veían muy seguido, pues eran amigos que se habían conocido en línea por tener algunos conocidos en común.

 

Shige se acercó y tomó la cerveza que sobresalía de la tercera hielera en la barra. Mientras lo hacía, otra persona lo intentaba también por lo que los dedos de ambos acabaron rozandose. Fue menos de un segundo, pero Shige se puso tan nervioso que le pareció una eternidad. Apenas sintió el roce de la otra persona, soltó la lata y tomó la que estaba al lado.

En ningún momento subió la vista, ni siquiera cuando la persona le hablo ーOye, lo siento, pero eres un poco lentoー el hombre le hablaba de forma brusca y con un marcado acento de Kansai. Shige solo murmuro un ーLo sientoー antes de intentar darse la vuelta lo más rápido posible para irse de ahí y buscar a Ryuhei. A Shige no le gustaban las interacciones con extraños, lo ponían nervioso e incómodo. No era del tipo de persona que disfrutara conociendo gente nueva, ni en las fiestas ni en ninguna otra situación. ーOye, esperaー el desconocido insistía en hablar con él, así que Shige se dio la vuelta para verlo.

 

Era el cantante de la banda que había visto hace un rato. Aquel hombre de piel morena, cabello negro y dos lunares adornando su rostro era quien le hablaba. Era un poco más bajo que él, pero Shige no pudo evitar ponerse nervioso ante su presencia, y más al recordar que lo había visto con insistencia desde el escenario improvisado.

ーAh, ¡eres tú!ー lo reconoció y eso solo empeoro la situación. ーTe vi hace un rato, no estabas entre el público pero nos estabas viendo, muchas gracias.

ーNo es nadaー el chico frente a él sonrió, ーNo eres alguien de muchas palabras, ¿verdad? ¿Eres amigo de Jin?ー Shige lo veía directo a los ojos mientras comenzó a mover sus manos con nerviosismo, pero era raro porque no era esa sensación de incomodidad común al que ya estaba acostumbrado, era un sentimiento raro que no sabía como describir. Para darle un toque extra a aquel incomodo momento, alguien pensó que era buena idea poner Careless Whisper en las bocinas de la casa. 

ーNo diría que somos amigos, pero creo tampoco me odiaー dijo Shige, sonriendo un poco y evitando mirarlo directo a los ojos. ーYo soy Ryo Nishikido, ¿y tú eres?

ー Kato Shigeakiー ahora si lo miro directo a los ojos. ー¿Cómo escribes eso? Tu nombre suena complejoー Ryo empezó a hacer trazos en el aire. ーLa mayoría de la gente dice lo mismo que túー Ryo se rió y por alguna razón eso hizo que Shige se sintiera en confianza. ーVen, vamos a sentarnos y seguir conversando, siento que eres muy interesanteー igualmente Ryo se sintió en confianza muy rápido con Shige, tanto así que lo volvió a tomar de la mano para llevarlo hasta el sillón donde se sentó junto a él. En realidad Ryo solía ser bastante serio frente a los desconocidos, siendo incluso malhumorado, pero por alguna razón Shige no le creaba incomodidad ni lo cohibía. Mientras avanzaba, Shige veía el agarre y la fuerza que Ryo tenía sobre su mano. Era un poco más bajo que él pero tenía fuerza. Además le divirtió que Ryo fuera tan confianzudo siendo la primera vez que lo veía en la vida, pero igual que al moreno, no le molesto.

 

Se sentaron en el mismo lugar donde Shige antes había estado jugando beer pong con sus amigos. Ambos abrieron sus latas de cerveza y Ryo comenzó a hablar. ー¿Viniste solo a esta fiesta?

ー No, uno de mis amigos está con Kamenashi y el otro…no tengo ni idea, debe estar encerrado con alguna chica.

ー¿Eres amigo cercano de Kamenashi?ー Ryo puso los ojos en blanco. ーYo no, Massuー al oír su respuesta, Ryo suspiro aliviado.  ーQue bueno, por un momento pensé que ibas a ser igual a algunos de los insufribles amigos de Jin, ¿Qué estudias?ー Shige soltó una risita. ーDerecho, último año. ¿Y tú?ー, comenzó a sentir que aunque Ryo le hacía tantas preguntas, era agradable y también quería saber sobre él. ーNo tienes facha de estudiar derecho, más con ese cabello rubio. Yo estudié música, pero ahora tengo una banda y no tengo muy claro lo de la graduación o trabajarー subió los hombros como si lo que dijera fuera la cosa menos importante del mundo. Shige le dió un trago enorme a su cerveza antes de abrirse frente a Ryo, pensaba que tal vez no volvería a verlo y no tendría que lidiar con el peso de sus confesiones después. ーQue valiente. ¿Sabes qué? Yo ya no estoy seguro de querer ser abogado, nunca se lo había podido contar a nadieー pensó que Ryo, por ser mayor, se iba a reír se él, así que nunca se espero su respuesta. ー¿Y por qué no lo dejas? ¿Qué es lo peor que podría pasar? Mejor ve a buscar lo que realmente te haga felizー Ryo imitó a Shige y le dió un trago profundo a su cerveza.

 

Shige no supo qué decir en ese instante. Aquello no lo acaba de procesar ni él, menos se lo había contado a alguien. Ni siquiera al mismo Keiichiro a quien solía contarle todo en busca de un consejo. Pero es que siempre sintió que su amigo, tan recto como siempre, iba a decirle que era quizá una fase o una confusión pero que seguro iba a encontrar su motivación en aquel último año. Además, tampoco podía decepcionar a su familia, que se habían sacrificado toda la vida por verlo ahí.

 

Ryo lo sacó de su ensimismamiento. ーPor cierto, ¿eres de Kansai o algo así? Si estás ocultando tu acento lo haces muy malー. De haber estado Keiichiro presente, le habría hecho señas a Ryo para que se callara y no preguntara aquello porque Shige se ponía de malas, pero escuchando la forma de hablar de Ryo, no es como que tuviera que mentir o ocultar algo.

ーCuando era niño vivimos un tiempo en Osaka, pero nadie de mi familia es de allá, supongo que a veces sueno así por que es lo que aprendí, pero no puedo hablarlo como túー Shige hizo su mejor esfuerzo para decirle a Ryo aquello en el dialecto de Kansai, para que viera que no le estaba mintiendo, pero con ello solo logró convencerlo de que lo que le decía era cierto. Ryo no se burló de él, una vez más solo se quedó mirándolo.

 

Por aquel entonces Ryo Nishikido tenía 24 años, en septiembre cumpliría 25. Ryo y Jin se conocieron en la universidad y eran grandes amigos. La familia de Ryo había decidido enviarlo a Tokyo en lugar de estudiar en Osaka, cosa que le fue hasta cierto punto conveniente cuando decidió iniciar su banda. Pero en realidad Ryo estaba un tanto harto de Tokyo y no había nada que anhelara más que volver a su amada ciudad. Además los integrantes de su banda vivían todos en Osaka y era molesto estar yendo y viniendo cada que conseguían una presentación. Cuando Shige y Ryo se conocieron, Torn era una banda casi recién formada en busca de un contrato discográfico, nada que ver con la fama que alcanzaría con el paso de los años.

Ryo también tenía otro secreto del que solo una persona sabía: era bisexual. Shige no se había equivocado al sentir que Ryo se había fijado en él entre el público, por más cliché que sonará aquello, genuinamente Ryo pensó en lo guapo que era Shige. Aun con ese tinte, su cabello corto acentuaba su rostro serio; sus cejas pobladas, los lunares de su rostro, sus ojos brillantes color café, la diferencía entre sus alturas y un encanto en general que Ryo no podía describir, pero al que le era difícil resistirse. Además, Shige tenía un aura muy madura, como si en lugar de hablar con un joven de 21, fuera un adulto sabio y experimentado. Ryo quería besarlo en ese mismo instante, pero no estaba seguro de que Shige quisiera lo mismo. No le había dado ninguna señal de querer algo con él. A Ryo podrían acusarlo de lo que fuera, menos de no respetar el consentimiento explícito de una persona. Tampoco le agradaba la idea de ponerlo bajo el efecto del alcohol hasta que dijera que sí, además que Ryo desconocía que Shige era inmune a eso. El único as que le quedaba bajo la manga era usar el truco que le había funcionado con muchas mujeres antes: sacar sus dotes de músico. Ryo no sabría que aquel truco tan cliché era la cereza del pastel, pero no tanto porque Shige estuviera interesado en presumir que había tenido interacción con un músico o alguna de las razones huecas que sus ex compañeras le daban, Shige tenía otros motivos.

 

ーOye Shigeー era la primera vez en toda la noche que Ryo lo llamaba por su nombre, ー¿alguna vez te han dedicado una canción?ー. Shige se puso rojo al recordar que él era el que acostumbraba hacer ese tipo de cosas con Eri. Volvió a tomarle a su cerveza antes de decirle un simple “no”. Ryo le sonrió. Tomó su mano, otra vez, salieron de casa al jardín donde antes había estado el escenario improvisado. Shige se quedó parado mirando mientras Ryo tomaba la guitarra acústica, de su compañero, y brincaba otra vez al escenario evitando pisar todo lo que habían dejado él y sus compañeros de banda tirado. Ryo empezó a tocar una canción que Shige no estaba seguro de conocer, pero se quedó mirando en silencio. Ryo comenzó a tocar, la mi la re mi la .

 

“We could find a place to stay

A secret little hide away

Spend a little time inside of you

 

All I do

All I do

 

All eyes

All eyes

All eyes on you

 

All I do

All I do

All I do

All I do”**

 

Nadie más estaba ahí. Quizá por que a esa hora todos estaban ya inconscientes, se habían ido o por cualquier otra razón, pero en ese momento solo eran ellos dos. Shige miró con curiosidad a Ryo que cantaba una canción que en definitiva Shige no conocía, pero sonaba como una canción de amor. ¿Por qué Ryo estaba improvisando una canción de amor? Shige comenzó a sonreír. No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero se sentía feliz. Ryo seguía poniéndolo nervioso, pero no sentía la necesidad de huir de aquello. Además, Shige tenía que admitir que Ryo le resultaba atractivo físicamente.

 

Estaba tan absorto en sus pensamientos que nunca se dió cuenta que detrás de ellos, Massu y Kame estaban viéndolos desde adentro de la sala. Casi de inmediato, alguien llegó y se quedó parado a lado de ambos, mirando aquella escena. Esta persona era alta y tenía un acento de Kansai, igual de marcado que el Ryo, solo dijo ーAy no, otra vez noー antes de darse la vuelta hastiado e irse. Kame se acercó al oído de Massu, se cubrió con la mano como si quisiera impedir que alguien más supiera de qué estaban hablando. Cuando Kame terminó de hablar, Massu lo miró asustado antes de salir corriendo y decir ーShige, nos vamos a casa, yaー.

 

* Beer pong : es un juego que se suele jugar en las fiestas. Se trata de acomodar una formación triangular de vasitos con alguna bebida alcohólica, el número puede variar, en cada extremo de la mesa. Se hacen dos equipos que van a tirar pelotitas, o tapitas de botellas, a los vasitos del equipo contrario para que caigan dentro y se tengan que tomar ese shot. Al final, gana el equipo que haya conseguido eliminar todos los vasitos del equipo rival. Suena medio random pero es algo divertido para hacer en una fiesta xD


**La canción que Ryo le canta a Shige es If de Red Hot Chilli Peppers . No hay un motivo especial fuera de que leí que a Ryo le gusta la banda.

Notes:

Me gusta pensar que Love Flies de L'Arc~en~Ciel es la canción que sonaba mientras Shige y Ryo se conocían mejor en aquella fiesta.
Este capitulo quedo un poco largo ahora sí, me emocione de más escribiendo hahaha pero siento que estaba dejando de lado la trama de Tego y necesitaba que regresará. Sé que parece que todo le sale bien pero con el paso de los caps se va a saber por qué.
En fin, este capítulo es el final del arco de la fiesta. Al fin hay mas contexto de donde salió Ryo a arruinarle la vida a Shige (?) pero apenas es el inicio de la historia hahaha perdón si voy muy lento, ando muy emocionada escribiendo este fic y de la nada me aloco poniendo detalles que tal vez podría omitir.
Como siempre, muchas gracias por leerlo.

Chapter 5: Rush

Summary:

Tatsu recuerda la vez que conoció a Shige.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

La batería retumbaba en el estudio, los micrófonos estaban encendidos mientras que el ingeniero de sonido cuidaba la grabación. El productor miraba parado al lado del ingeniero, prestando atención a los detalles. Hacía calor pero esta era una de sus canciones favoritas en el álbum, así que necesitaba dar todo de sí. Okura Tadayoshi estaba cubierto de sudor cuando el productor le gritó ーListo, tomate un descanso antes de que hagamos una segunda grabaciónー. Dejó sus baquetas con suavidad, y salió de la sala del estudio mientras se secaba con una toalla. A lo lejos escuchaba a Ryo y a Subaru practicando para cuando fuera su turno. Okura tomó su celular y vio que tenía un mensaje nuevo. Era un número desconocido, cosa que lo desconcertó un poco.

 

No estaba adecuado a recibir spam pues no daba su número a casi nadie. Abrió el mensaje y se sorprendió al ver que era un mensaje de Tegoshi, podía saberlo por la foto. No le decía mucho, solo que necesitaba hablar con él sin que Ryo se enterara de ello. Tadayoshi no contestó nada. Pensó en ir a mostrarle el mensaje a Ryo y alardear de cómo todos lo preferían a él sobre su compañero de banda, pero esta vez, tratándose de Tegoshi, no le brindaba satisfacción alguna.

 

Okura pensaba que Tegoshi era una persona horrible. No concebía la idea de que se metiera con la ex pareja de uno de sus amigos más cercanos  que había muerto en un trágico accidente. En el funeral no lo vió llorar ni un segundo. Al final, no le extrañaba del todo que se hubiera quedado con Ryo, pues ambos eran escoria. Pero Tadayoshi no quería hablar con él, sentía que no tenía nada que escuchar de Tegoshi, ni nada que decirle que no fueran comentarios sarcásticos o de burla a lo que el rubio quisiera decirle. ¿Y si realmente Tegoshi quisiera algo con él? Imposible, era lo peor que podía pasarle.

 

Okura le tenía un apreció especial a Shige. Desde que Shige llegó a Osaka, Tadayoshi entabló una relación cordial con él que los llevó a una amistad sincera. Todas las amistades de Shige estaban en Tokyo, muy lejos, y Okura se sentía mal de verlo solo con Ryo. Así que trato de incluirlo en su propio grupo de amistades. Aunque recordó un poco la vez que se conocieron, fue un desastre.

 

Él genuinamente se sentía agobiado en el funeral de Shige, se acercó a darle sus condolencias más sinceras a la familia y llevó varios arreglos de flores, mientras contenía las lágrimas. Okura tuvo que aguantar los comentarios insensibles de Ryo y sus ganas de golpearlo hasta que se callara, por la memoria de su amigo y por respeto al lugar en el que se encontraban. Pero aun así, el círculo social más cercano de Shige, no lo toleraba quizá por asumir que era igual de escoria que Ryo.

 

Okura Tadayoshi ante las revistas y las cámaras era presentado como el mejor amigo de Ryo Nishikido, las personas más cercanas y unidas, pero en su vida privada el asunto era un poco diferente. Tadayoshi y Ryo eran amigos sin duda, pero este le había guardado rencor muchos años atrás por lo que Nishikido le hizo. Tadayoshi era la única persona que conocía las verdaderas preferencias sexuales de su amigo. Y como no saberlas, si fue con Okura con quien pensó que era una buena idea experimentar, para pronto cansarse de él y cambiarlo por alguien más. Eso era lo que molestaba realmente a Okura, ¿no había sido él suficiente para el ambicioso Ryo? ¿Qué acaso lo que él sintiera y sus propias preferencias no importaban? Pronto, Tadayoshi comprendería que aquel rencor acumulado lo único que hacía era lastimarlo; era como tomar veneno y esperar que el otro muriera. Así que Okura poco a poco se concentró en sanar y dejó su odio a Ryo, se volvió un estoico convencido de que algún día la vida le cobraría todas a Ryo.

 

Lo mejor era que Okura estaba en un punto privilegiado en aquella historia tan caótica que había creado Ryo. Él no quería ser el protagonista, simplemente el espectador. Algo así como un ser omnipotente que al final podía mover los hilos a su antojo. Por eso no le preocupaba tanto que Koyama Keiichiro le odiara, tal vez algún día entendería que él siempre jugó del lado de Shige y quisó ayudarlo en todo cuanto le fuera posible. Pero Okura también estaba ahí para ayudar a Ryo, como su amigo. Quería presenciar la caída y el desastre, tal como ya había ocurrido, pero al final se sentía mal por Ryo. Nunca hacía nada por ayudarlo a huir de las consecuencias de sus actos ni lo justificaba por ello, pero al final sus sentimientos le impedían dejar a Ryo ahogarse solo en el mar de problemas que él mismo había creado. Cuando hubiera aprendido la lección, Tadayoshi le tendería una mano para que supiera que no estaba solo.

 

Por eso siempre bromeaba con Shige diciéndole que lo más probable es que ambos tuvieran algo parecido al síndrome de Estocolmo, porque ninguno de los dos se explicaba aquel cariño tan intenso a la persona que les arruinó la vida.

 

Okura se había acostumbrado pronto a la vida de estrella. Su padre era el dueño de una cadena de restaurantes famosos en Osaka, por lo que había tenido una vida cómoda. Había estudiado administración de empresas, para convertirse en el futuro dueño del negocio familiar, siendo el hermano mayor, hasta que un día Ryo lo convenció de unirse a su banda como baterista.  ーSi logro llegar a la cima del éxito, quiero que sea contigo Tacchon, no puede ser con nadie másー decepcionando a sus padres en el camino, Okura acepto. Al final, lo perdonaron al ver que se había comprometido con su labor como músico, poniendo su alma en cada canción que Torn le entregaba a su público.

 

La música era el único lugar donde no se sentía como un espectador, ahí en definitiva se sentía el protagonista de su propia historia. Ryo podría ser el vocalista principal y la cara de la banda, pero era Okura quien cooperaba también para el bienestar del grupo, evitando que Subaru y Ryo se desgreñaran a la menor oportunidad. Además, cuidaba otros detalles, aparte de la música, cosa que sus conocimientos como administrador le facilitaban.

 

Abrió la puerta del salón donde Subaru y Ryo tocaban su parte emocionados. Golpeó la puerta sobresaltando a ambos que lo miraron enseguida. ーYa les toca, los están esperandoー. El más emocionado fue Subaru, deslizó su guitarra hacía atrás y se fue corriendo. Mientras Ryo se disponía a salir, Okura que estaba parado al lado de la puerta, la azotó cerrándole el paso a Ryo. Este le miró desconcertado.

ー ¿Necesitas algo Tatsu?

ー Necesitas controlar mejor a tus perrasー dijo Okura, a lo que Ryo se quedó aún más desconcertado que antes. ー ¿De qué hablas? ¿Estoy en algún escándalo en los tabloides o algo así otra vez?ー Okura se rió con suavidad y se apartó de la puerta. ーNo en realidad, no ha pasado gran cosa pero quería recordarte que cualquier persona después de mi no es más que una perra, exceptuando a Shige, claramenteー.

Ryo se ponía nervioso a la simple mención de Shige por alguno de sus conocidos, más aún tratándose de Tatsu, y aquel nerviosismo desencadenaba en un mal humor de parte del moreno.

ーOkura, ¿debo recordarte que el círculo social de Shige te aborrece tanto como a mi?

ー Yo no diría eso. Masuda me recibió bien cuando llegué al funeral. Tu solo entraste porque los gritos de Koyama y tu peleando en los pasillos hicieron que su familia se asomara a ver y como te reconocieron, pudiste entrarー Tadayoshi permanecía tranquilo mientras Ryo comenzaba a mostrarse más enojado, era una persona de mecha corta que tenía problemas controlando su ira. Ryo caminó hacia una de las sillas, que tomó y aventó contra Tadayoshi. Él se hizo a un lado y la silla pegó estruendosa contra la pared. Tenía la fuerza física suficiente para enfrentarse a Ryo, quizá hasta para ganarle, pero la violencia no era lo suyo, prefirió seguir diciendole cosas que no quería escuchar. ー¿No soportas que te recuerden que tú mataste a Shige?

ー Okura…

ー ¿La conciencia no te deja vivir sabiendo lo que hiciste?

ー …

ー ¿NO RECUERDAS QUE TU MATASTE A MI AMIGO?

ー ¡CÁLLATE, MALDITA SEA! ー le aventó otra silla mientras ambos se gritaban, está aterrizó frente a la puerta que se iba abriendo en ese momento. Subaru se hizo a un lado al ver la silla y la pateo de vuelta hacia adentro apenas quedó cerca de él. Tanto Tadayoshi como Ryo se voltearon a verlo, y él solo les dijo ー ¿Pueden dejar sus problemas de pareja para otro momento?ー.

 

Ryo tomó su guitarra y salió tras de Subaru sin decir nada. Okura se sentó sobre una mesa y se quedó mirando a ambos mientras se alejaban. No sabía si había un ganador en aquella pelea, porque claro que era un punto extra haber hecho enojar a Ryo pero él también sintió verdadero enojo al gritarle aquello último.

Decidió que aquel día ya había tenido suficiente de grabar, de cualquier forma Ryo tardaba demasiado en terminar de grabar a su manera por lo que Tatsu podía irse a casa tranquilamente.

 

Tomó su chamarra y se fue, sin avisarle a nadie. Si el productor se enojaba y regañaba a alguien, que fuera a Ryo.

 

₊˚ ✧ ‿︵‿୨୧‿︵‿ ✧ ₊˚

 

Shige se bajó del metro en la estación de Shinjuku entre empujones y multitudes. Camino según la dirección que le habían dado y a las 7:15 pm llegó fuera del club en el que Ryo y su banda iban a presentarse aquella noche. Ryo le especificó en el mensaje que apenas llegara, le avisará por mensaje. Shige se quedó mirando la fachada del lugar antes de mandar un “ Ya llegué ”. Ryo le había dicho que no se preocupará por la hora de salida, ya que él le había pedido no ir en auto y lo iba a llevar de vuelta a casa.

 

Tras unos segundos, sonó su celular con un nuevo mensaje “ Camina hasta el callejón de la izquierda”. Shige se quedó mirando el lugar al que el mensaje lo dirigía, oscuro y desolado, por lo que caminó con cautela hacía el lugar indicado. Se asomó lento y luego vió a Ryo, con el celular en una mano y un cigarro en la otra, dando vueltas nervioso hasta que se dió cuenta que su invitado ya estaba ahí. La mirada de ambos se encontró y Shige sintió que el corazón le dio un vuelco. Ryo aventó el cigarro al suelo, lo pisó para apagarlo y se acercó corriendo a Shige. Lo miro un segundo antes de darle un abrazo y decirle ー acabas de salvarme la vidaー. 

 

Shige se quedó tieso ante aquel abrazo. Pensó que aquellos modos tal vez Ryo los había aprendido por el tiempo que pasaba con Akanishi y sus costumbres occidentales extrañas. Pero le sonrió. Ryo no le dió oportunidad de decir nada y prácticamente lo arrastró adentro, por la puerta de servicio que daba directo a un pequeño espacio que tenía un vestidor, era como un camerino, y afuera había un pasillo que daba directo al escenario. En el escenario se escuchaba al baterista tocar. Cuando Ryo abrió la puerta metió a Shige y gritó ー¡Tacchon! Sí vino, correー Shige se puso nervioso al oír aquello. Ryo aventó unas chamarras al piso y le ofreció la silla a Shige.

ー¿Quieres algo de tomar? Lo que gustes

ーUna cerveza estaría bien, gracias.

ー Claro, no me tardoー. Aquel momento en el que Ryo se fue le pareció una eternidad. Sabía que aquella noche Ryo iba a tocar y lo había invitado porque no se habían podido ver desde la fiesta, pero Ryo se veía nervioso. Además el lugar se escuchaba solo aun. Quizá Ryo lo había citado tan temprano para platicar, tal vez ya sabía que él y Ryuhei eran amigos y aquello era una sorpresa. Shige estaba tan absorto en sus pensamientos que no escuchó cuando la puerta se abrió.

ー Entonces tú debes ser el nuevo juguetito de  Ryoー Shige se giró sobresaltado a ver quien le hablaba. ー ¿Ehh?ー genuinamente no entendía de qué hablaba. ー Dime, ¿ya te llevo a su casa? ¿Ya tuvieron algo que ver? No siento que seas su tipo.

ー ¿Algo que ver?ー Shige estaba cada vez más confundido ante lo que le decía aquel hombre. Era un poco más alto que él, de cabello un poco largo. Era atractivo, pero era sarcástico y tenía un aura de diva. Además, también le hablaba en un dialecto de Kansai muy marcado, a lo que le costaba entenderle un poco.

ー Hahaha, qué si ya te acostaste con élー Shige saltó asustado sobre la silla.

ー No sé qué clase de preferencias tengas tu, pero yo no soy homosexualー Tadayoshi se rió otra vez. ーNo tienes que ser homosexual dah, podrías ser bisexual en todo caso. Pero que raro, Ryo nunca se tarda tanto para…

ー ¿Qué estabas diciendo de mí Tatsu? Por cierto, toma Shigeー le dió un vaso de cristal lleno de la bebida que había pedido. ーNada malo, estaba siendo amable con tu amigoー Shige miro feo a Tadayoshi, ーSi se puede llamar a eso amabilidadー.

 

Ryo trajo del rincón una guitarra acústica. Para ese momento eran aproximadamente 7:45 pm. ーOye Shige, yo se que te invite a ver el concierto como un amigo, pero Tatsu y yo necesitamos un favorー mientras decía aquello, Ryo revisaba la afinación de la guitarra.

ー ¿Qué clase de favor?ー Shige se volvió a poner nervioso y pasó saliva.

ーBueno, verás. Los únicos integrantes oficiales de Torn somos Tatsu y yoー el aludido hizo la seña de paz y sonrió mostrando los dientes, ーentonces solo somos un guitarrista y el baterista.

ー Ajáー Shige no comprendía bien lo que pasaba. Ryo le tendió la guitarra, que Shige tomó suavemente ante la mirada atenta de Tadayoshi. ー Lo que Tacchon y yo necesitamos que hagas es tocar con nosotros hoy, necesitamos otro guitarristaー dijo sonriendo.

 

Shige sintió pánico al oir aquello. Sus manos comenzaron a sudar y se le resbalaba la guitarra. ー ¿Y Maruyama? ¿No era él el bajista? También había un rubio, bajito en la guitarraー agregó Shige, como si tratara de invocarlos al mencionarlos. ー ¿Conoces a Ryuhei?ー dijo Ryo extrañado. ー Sí, por eso estaba viendo a la banda en casa de Akanishiー. Tras oír aquello el semblante de Ryo cambió. ¿Acaso Shige estaba interesado en Maruyama? Claro, no lo estaba mirando a él en la fiesta, estaba mirando a Ryuhei. ーLamento decirte que Maruyama debe estar en alguna playa besándose con Yasuda en este momentoー de forma repentina, Ryo sonó molesto al decir aquello.

Tadayoshi, que conocía bien a Ryo pero quería dar aquel concierto bien para convencer a su padre de que no era un vago sin futuro, decidió explicarle a Shige lo que pasaba. ーYasuda es el rubio de la guitarra que dijiste, pero ni él ni Maruyama son parte oficial de la banda, son amigos que nos ayudan en algunas presentaciones. Solo que hoy, Yasu decidió que era un gran día para ir a la playa a bucear y se llevó a Maru con él, así que estamos solos en esto. A menos que te compadezcas, resultes ser un genio de la guitarra igual que Yasu y nos quieras ayudar, eh, ¿qué dices?

ー Imposible, no quiero*ー Shige siguió repitiendo aquello varias veces, con el mismo dialecto de Kansai que hablaban ellos. A Okura le hizo gracia pensar que estaba imitándolos, pero Ryo seguía celoso. Aunque, tendría que tragarse su orgullo pronto porque salían al escenario a las 9 y llamar a alguien más, casi a las 8 pm no era buena idea. Además, lo del concierto era una excusa para volver a verlo, había otra cosa que Ryo quería demostrarle a Shige y que fue la razón por la cual lo había invitado inicialmente.

 

ーVamos Shige, por favor. Estoy seguro que sabes tocar, es más, nosotros nos acoplamos a lo que decidas tocar. Pero no nos dejes morir solos, de verdadー Ryo le tomó las manos a Shige que lo miró paniqueado. ーSí se tocar pero…no soporto ser el centro de atención, así que es imposible.

ー Anda, nadie nos conoce así que tampoco es como que tengas que preocuparte por una multitud enormeー añadió Okura, a lo que Ryo lo vio feo.

ー Además, sólo tocamos una canción original, el resto son covers y podemos enseñarte la canción, no es tan difícil.

ー Ryo la compuso, así que no tienes que preocuparte porque sea muy complicada.

ー ¡TATSU YA!ー Ryo lo calló, a lo que Tatsu solo alzo los hombros y demostró lo poco que le importaba hacer enojar a Ryo. ー Pero, ¿entonces nadie más puede hacerlo? ¿Lo prometen?ー Shige sonaba desesperado, Tatsu y Ryo se miraron fijamente y sonriendo, al unísono dijeron ーNo, en definitiva no hay más que tú que pueda ayudarnos con esto.

ー Está bien, voy a ayudarlos pero solo por esta vez. Además, no pienso cantar y si puedo ponerme un cubrebocas, mejorー Shige se cubrió la cara con las manos pensando en la locura que estaba a punto de hacer. Pensó en llamar a Koyama para que le diera tranquilidad verlo ahí, pero si la memoria no le fallaba estaba con Misako y no es que le entusiasmara mucho la idea de tocar frente a ella. En el espejo se acomodo el cabello, que afortunadamente ya le había crecido y no tenía ya ese tinte rubio brillante. Su outfit, unos jeans negros desgastados y una chamarra de mezclilla con unas botas negras, afortunadamente le ayudaban a dar el look que los otros dos tenían.

 

ー Oye Shige, ¿que bandas te gustan y sabes tocar? Así te dejamos la guitarra que prefierasー Ryo abrió un estuche negro en el que se veía una guitarra electrica Gibson negra. Tadayoshi entró con una guitarra acústica negra en las manos, ya que la que le habían dado anteriormente era la de Ryo. ー Lo más seguro es Oasis, Arctic Monkeys…ー dijo mientras se colgaba la gibson negra al hombro. Ryo volteó los ojos al oirlo, ー ¿No te sabes algo más…pesado?

ー Nirvana, tomalo o dejalo.

ー Está bienー.

Ryo le enseñó la canción a Shige. Tatsu se carcajeó al ver que para Shige era mucho más fácil cubrir la parte de Yasu de lo que era para Ryo, así que este tendría que seguir con la parte más tranquila. Aunque, con Yasu ocupado en sus cosas y Shige ayudándolos solo en ocasiones extremas como esta, pronto Ryo tendría que aprender sí o sí esa parte de la canción.

 

Todo salió bien y Shige logró controlar su pánico a las multitudes. Aunque, Okura tenía razón, tampoco es como que el lugar juntará más de 35 personas.

Shige, quien estuvo con Ryo por poco más de 10 años, nunca se imaginó cómo pasarían de tocar en lugares como aquellos, a tener su dome tour; e incluso después de que él ya no estuviera, la banda no hacía más que volverse aún más popular. 

 

Shige se veía bastante animado, y conforme pasaba el tiempo, se desenvolvió mejor en el escenario. El lugar se veía tan distinto desde el escenario. Era un pequeño club, con una barra como cualquier bar, mesas y un escenario. Muy sencillo pero acogedor. Incluso con aquel juego de luces cálido, y la atmósfera oscura del lugar, Shige se sentía deslumbrado. Se concentró en la guitarra y cada canción que tocaban, tratando de transmitirle al público los sentimientos que cada canción le causaba. Aunque aún no se veía tan confiado como Ryo, definitivamente estaba dando lo mejor de sí. Cuando terminaron de tocar esa noche, pasada una hora y un poco más, Ryo lo presentó como un miembro más de la banda, cosa que hizo feliz a Shige.

 

Por un momento, mientras la gente les aplaudía, recordó a Eri. Ella hubiera sido la primera en apoyar la idea de que tocara aquella noche, se hubiera levantado de su asiento a aplaudirle muy animada y a decirle lo orgullosa que estaba de él por haber vencido su introversión y pánico a cualquier actividad que no estuviera en su zona de confort.

 

Pero una vez más, Eri no estaba ahí.

 

Se giró a ver a Ryo, para olvidarse de lo que estaba pensando, y este le sonrió. Shige estaba orgulloso y feliz consigo mismo. Los 3 salieron del escenario bastante emocionados. 

Se sentaron en el vestidor, aún tan alegres que Shige chocó las palmas de sus manos contra las de Tatsu, olvidándose por un momento de cualquier dilema previo entre los dos.

ー Eso fue maravilloso, muchas gracias.

ー Nos salvaste, retiro todo lo malo que dije de tiー Tatsu le sonrió genuinamente agradecido.

ー ¿No te gustaría unirte de tiempo completo a la banda? Eres muy talentosoー Ryo le sonrió una vez más. Shige por un momento lo considero. En aquel momento estaba pasando por una crisis de lo que iba a hacer con su futuro y la música le gustaba, pero no sabía si era lo suyo. Se tardó pensando en lo que iba a responder pero Ryo le interrumpió. ーNo tienes que decir nada ahora, solo piensalo.

ー Pero en lo que lo piensas, voy por algo para tomar los 3 y celebrarー Tatsu interrumpió, ーdeberías agradecerme Ryo, por conseguir lugares para tocar y negociar una excelente barra libreー lo señaló antes de salir de aquel lugar. Cerró la puerta tras de sí apenas salió.

 

ー Estoy feliz por esto, jamás en la vida pensé atreverme a algo así.

ー Puedes hacer mucho más de lo que crees, solo necesitas tener confianza en tiー Ryo miraba a la nada mientras decía aquello ー¿Sabes qué? Yo también tengo que hacer algo ahora mismo para dejar de sentirme con un tonto.

ー ¿Eh? ¿Algo como qué?ー dijo Shige riendo un poco confundido ante la expresión tan sería con la que le había dicho aquello.

Ryo se levantó de la silla rápidamente. Se giró, se puso a la altura del rostro de Shige y con sus manos, acercó la cara del menor. Cerró los ojos así que nunca vió la expresión desconcertada de Shige. ¿Eso era lo que quería? ¿Por eso sentía qué le latía tan rápido el corazón cada que estaba cerca de Ryo? No entendía qué estaba ocurriendo, cosa que su lado lógico necesitaba saber, pero su cuerpo y su corazón le pedían más. Ryo acercó sus mejillas a las de Shige por un segundo que le pareció una eternidad. Percibía el aroma de la colonia del moreno, mezclada con un olor a cigarro. Cuando Ryo finalmente abrió los ojos, se encontró con las pupilas cafés de Shige que le miraban con atención.

 

Y entonces, finalmente se besaron.

Para sorpresa de Ryo, Shige no puso resistencia y le correspondió.

 

*El diálogo en japonés sería 無理 (Muri) e 嫌 (Iya), en varios programas Shige lo ha repetido y es cuando más se nota su dialecto de Kansai. ♡

Notes:

Una disculpita por la demora con este capítulo. A veces pasan cosas que te shockean y te dejan bloqueada un tiempo (?) hahaha ya después de que termine de disociarme ahora sí me puse a escribir para evadir el trabajo. En fin, es otro de esos capítulos que sirven para presentar un nuevo personaje que es como un preámbulo del recuerdo que van a mencionar. Espero no sea aburrido o pesado de leer. El título de esta vez va un poco por la escena donde Ryo se enoja cuando Shige le menciona a Maru. Aunque en el texto no ahonda mucho sobre eso, genuinamente se enojó por eso y lo que quería hacer era demostrarle a Shige “su amor” y probarle que él le convenía más que Maruyama. Tal vez hubiera sido mejor aclararlo en el capítulo hahaha, pero no encontré un lugar correcto para hacerlo. Por cierto, que la canción es Rush de Depeche mode.
Así que ni modo, las notas ahora tendrán cosas curseadas de la obra.
Si neta alguien está leyendo esto, muchas gracias. Prometo no tardarme tanto con el siguiente cap.

Chapter 6: Talk Fast

Summary:

¿Cómo sabes cuando es amor de verdad? Tegoshi aconseja a su amigo para que salga de dudas.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Tegoshi se encontró a Shige recostado sobre el pasto, con la cara cubierta por su chamarra, pero sabía que era él. Parecía que estaba dormido, cosa que no sorprendería a Yuya, pues siempre alguien del grupito lo encontraba durmiendo en cualquier sitio donde pudiera acostarse un rato.

 

La luz del sol se filtraba entre las hojas de los árboles e iluminaba el lugar donde yacía recostado Shige. Se quedó mirándolo con ternura un segundo, antes de ponerse de rodillas sobre el pasto y descubrirle la cara aventando hacia un lado la chamarra. La luz le dio directo en la cara, por lo que Shige se tapó los ojos con las manos, girando con brusquedad, haciendo una expresión de molestía mientras que Tegoshi se reía al verlo.

ー Moverte con el pie también era una opción pero esto fue más divertidoー dijo alegre, recibiendo una mirada enojada de parte de su amigo.

ー En fin, ¿qué es lo que querías preguntarme?ー al oir esto, Shige se sentó con rapidez y miró a ambos lados, como si quisiera asegurarse que no había nadie más cerca que pudiera oírlos. Se acercó más a él y volvió a mirar el paisaje a su alrededor. A esa hora la mayoría de alumnos estaban en clase y los pocos que, al igual que ellos tenían tiempo libre, estaban más ocupados en sus propios asuntos y bastante lejos de donde se encontraban ellos dos.

ー Antes que nada tienes que prometerme que no le dirás nada a nadie.

ー Lo prometoー dijo con una sonrisa traviesa, ー Ni a Massu, ni a Koyama ni a nadieー Tegoshi se sorprendió pero Shige continuó ー En serio Tegoshi, no puedes hablar de esto, ¿lo prometes?

ー Está bien, entiendo y te lo prometo. Queda como algo entre tú y yoー.

 

Shige suspiro profundamente y cerró los ojos. Fuera lo que fuera que quería decirle, se notaba agobiado por ello.

ー Tegoshiー hizo una larga pausa antes de continuar, ー ¿cómo descubriste que te gustaban los hombres?ー el aludido abrió los ojos con sorpresa mientras que Shige desvió la mirada. Realmente a él no le molestaba hablar de aquello, pero le sorprendió que fuera Shige quien se lo preguntará y tan visiblemente nervioso. 

ー Pues no solo me gustan los hombres, ya sabes, existe la bisexualidadー Tegoshi se rió un poco para tratar de tranquilizar a Shige, pero solo vio como abrió los ojos con sorpresa. Era tal como dijo Okura. ー Mmm, pues es que, en mi caso, fue exactamente igual que enamorarme de alguna chicaー mientras Tegoshi hacía memoria, Shige le miraba atento a todo lo que decía, ー fue hace bastante tiempo, en un verano que tuve que trabajar para comprar una bicicleta nuevaー Tegoshi trataba de mostrarse neutral hablando de aquello, pero el recuerdo de ese verano le ponía nostálgico.

ー Pasé mucho tiempo con mi compañero de trabajo y nos volvimos tan cercanos hasta un punto que un día simplemente me di cuenta que estaba enamorado de él.

ー ¿Y luego?ー interrumpió Shige, queriendo saber más detalles sobre aquello, ー Luego tuve que volver a la escuela después de aquellos dos meses. Y ya.

ー ¿Y no le dijiste nada?

ー No, después de aquello nos distanciamos. Un día, como 3 años después de eso, me lo encontré en un tren cuando iba de regreso de la escuela y al verme, se bajó corriendo en la siguiente estación, jajajaー Shige sintió que Tegoshi dijo aquello con un dejo de tristeza en su voz, ー Y pensar que estuve a nada de gastarme el dinero de la bicicleta en llevarlo en un viaje a la playa, pero en fin, cosas que pasan. Con esa experiencia descubrí que podía sentir atracción por las personas de mi mismo sexo, así que despues conocí mas personas por las que me sentí atraido.

ー ¿Y qué clase de atracción?ー Shige dejó de preguntar sobre la historia de Tegoshi. No era que no le interesara, pero no era su fuerte hacer sufrir a la gente recordando cosas, prefería preguntarle sobre otros detalles que no le quedaban claros del todo.

 

Tegoshi se rió otra vez pero esta vez trato de ser directo. ー Mejor dime que sientes y yo te digo si eres un exagerado, estás enamorado de otro hombre o sólo estás caliente.

ー ¡SHHHHH!ー hizo la seña de que guardara silencio, una vez más se había puesto a la defensiva ー además no puedes asegurar que te lo pregunte por esoー respondió Shige bastante seguro de sí mismo, pero Tegoshi se volvió a reír. ー ¿Ah no? ¿Y entonces por qué necesitas que sea un secreto? ¿Al fin vas a admitir que has estado enamorado de Keiichan y que por eso te dejo Kameko?ー Shige lo miró sorprendido. Lo único que dijo después de eso fue un “NO” muy seco.

ー ¿No a lo de tu ex novia o a lo de Keiichan?

ー A las dos cosasー otra vez se veía molesto.

ー Vamos Shige, esto no es el fin del mundo. Sea quien sea la persona de la que te enamores, está bien. Lo importante, para ti que crees en el amor y esas cosas, es lo que sientas por el otro, e incluso si solo sintieras deseo, está bien, no hay nada raro en estoー Tegoshi le dio unas palmaditas en la espalda para tranquilizar a su amigo.

ー ¿Entonces no estoy haciendo nada malo?ー Shige se cubrió la cara de pronto como si fuera un niño asustado. ー A menos que te metas con casados o personas que ya tengan una relación, no creoー Tegoshi miraba con ternura a Shige. Ciertamente, nunca se había imaginado que algún día vería a Shige así de nervioso por ese tema, pero a la vez se sentía especial por ser a quien había recurrido por un consejo.

 

A Tegoshi le daba igual con quien saliera Shige, siempre y cuando fuera feliz y no estuviera agobiado por aquella relación, pero a la vez entendía que tal vez le preocupaba cómo reaccionaría Koyama ante una declaración como esa. Era casi seguro que no se lo iba a tomar tan bien como Tegoshi.

ー Necesitas aclarar tus sentimientos primero Shige, después ya haces lo que quieras con ellos. Ignorarlos o actuar e ir a contárselo a esa personaー Tegoshi le sonrió, Shige sabía que tenía razón.

 

Tras un breve silencio la expresión de Tegoshi cambió; como si sus ideas se hubieran ordenado y tuviera la respuesta frente a él, se carcajeó inesperadamente para sorpresa de su amigo. ー Espera, ¿me estás hablando del tipo de la fiesta en casa de Akanishi? ¿El de la guitarra?ー Shige se puso de mil colores antes de contestar serio. ー ¿Quién te dijo?ー se veía nervioso una vez más. ー No recuerdo de quien lo escuche…ー en realidad, lo había escuchado de Kame y Massu al día siguiente de la fiesta, donde Kame le aseguro que Ryo no tenía precisamente una buena fama y que por el bien de Shige, más vale que no se relaciona con él. Pero claro que esas cosas no podía contarlas para no delatar a sus informantes. Además a Tegoshi no le constaba que lo que Kamenashi decía fuera cierto. Le sonaba más a un rumor de amigo celoso de que Akanishi le prestará atención a Nishikido.

 

ー Solo recuerdo que alguien dijo que los vio en la fiesta juntos y que tenías la misma cara de amor que con Kamei. Pero ahora que me preguntas esto, todo me hace sentido.ー Shige se le quedó mirando antes de suspirar profundamente y abrirse frente a Yuya. No es que fuera algo que deseaba, pero sentía que, de seguir callado, iba a estallarle el corazón y la cabeza.

ー Sí, sí es por Nishikido. El sábado volví a verlo y me beso. Después nadie dijo nada, ni en el camino de regreso, porque su amigo nos interrumpió. Pero fue muy extraño. Jamás había sentido algo así por ningún otro hombre, esta es la primera vez y por eso es que me pregunto sí tal vez estoy confundido.

ー O caliente.

ー ¡TEGOSHI!

ー Bueno, ya ya. Ya te dije que no tiene nada de malo. No soy quien para decirte si estas confundido o no, eso solo tu lo sabrás una vez que se hayan conocido más pero, tal vez apenas conociste al indicado para que te haga sentir todo eso. No hay nada de malo con eso, de verdadー Yuya se acercó más a Shige, y aunque el mayor no fuera un entusiasta de esas muestras de afecto, Tegoshi lo abrazó y recargó su cabeza en su hombro. Su cabello rubio se mezclaba con el cabello negro de Shige.

 

Aquel gesto le hizo sentir mucha tranquilidad, él también se recargo en Tegoshi, que a pesar de todo y su caótica personalidad, sabía que siempre podría confiar en él para contarle cosas como esa y recibir su apoyo. Pero en sus pensamientos empezó a surgir una constante. ¿De verdad esta era la primera vez? ¿No se había sentido igual de deslumbrado cuando conoció a Keiichiro años atrás? Sus recuerdos se veían borrosos pero en todos aparecía su amigo sonriendo.

 

No, no era lo mismo.

Koyama era su mejor amigo. Además era muy amable y tenía una personalidad naturalmente encantadora, era natural sentirse así por alguien tan maravilloso como lo era Koyama, pero no había forma de que alguna vez se hubiera enamorado de su mejor amigo.

 

Con Ryo no tenía mucho que perder, al final era solo un desconocido más que la vida había cruzado en su camino. Si no pasaba nada con él y lo perdía, no importaba para nada, podía vivir con ello. O al menos eso sentía en ese momento. Lo que definitivamente ni ahora ni nunca podría hacer, era concebir la idea de perder a Koyama.

 

Perdido en ese constante pensamiento, llegó corriendo a la estación del tren. Shige no quería volver a sus pensamientos de antes con Keiichiro, mucho menos perderse pensando en Eri porque sentía que ambas opciones lo ahogaban. Con todo lo que había hablado con Tegoshi y la necesidad de una nueva fijación a la cual dedicarle todo de sí, le mandó un mensaje a Ryo. “ ¿Estás libre? Necesito verte.

 

Nishikido se sorprendió al leer el mensaje pero sintió que en ese juego, que había comenzado por mero aburrimiento, él iba ganando. A diferencia de Shige, Ryo simplemente había pensado que Shige era bastante atractivo. Era su tipo: más alto, serio y con lunares que adornaban sus masculinas facciones, simplemente irresistible. No era precisamente de un cuerpo atlético, pero eso le gustaba más porque Shige era naturalmente atractivo. Con todo lo del concierto y lo que había pasado antes, era cuestión de tiempo para que Shige cayera rendido ante él.

Voy de regreso a Osaka, si te das prisa quizá pueda verte antes de irme.

Ryo no sabía el estado emocional tan vulnerable en el que se encontraba Shige, y que con ello venían sus decisiones impulsivas, pero a Nishikido le venía bien, podía conseguir lo que quería.

 

Quedaron frente a frente en la estación, separados unos 10 metros uno del otro. A diferencia de la vez anterior, ambos se quedaron ahí mirándose un rato, cada uno sintiendo y pensando algo distinto.

Fue Shige quien dio el primer paso para acortar la distancia entre ambos. Ryo le siguió enseguida y comenzó a avanzar. La estación estaba llena de gente, pero a ambos les parecía que eran los únicos ahí, tanto que podían escuchar los pasos del otro. Shige sentía que todo iba en cámara lenta, hasta que llegó cerca de Ryo.

 

No dijo nada, contrario a lo que indicaba su mensaje. Simplemente abrazó a Nishikido. Se tuvo que agachar ligeramente para quedar a su altura, pero hundió su rostro en el cuello del mayor. Seguía percibiendo el mismo aroma mezclado con el olor del cigarro, pero aquello era suficiente para mantenerlo distraído de sus pensamientos. No dijo nada más y comenzó a abrazarlo más fuerte.

 

Ryo, otra vez, estaba sorprendido con aquella reacción. Aún no conocía a Shige lo suficiente para saber que era una persona sentimental e impulsiva, y que algunas veces tomaba el valor suficiente para dar muestras de afecto, justo como en ese momento. Entonces, por razones distintas, tanto Shige como Ryo pensaron “ ¡Ah, tal vez pueda enamorarme realmente si todo es como en este momento!

 

Ryo se apartó un poco y entrelazo su mano con la de Shige, que le miró sonriendo.

ー Bueno, estamos en una estación de trenes en Tokyo, no creo que sea el mejor lugar para estoー dijo Shige apartándose un poco con timidez.

ー Tienes razón, podemos irnos al baño para más privacidadー Ryo tenía una expresión curiosa. ーNo, no lo decía por esoー ambos comenzaron a reírse. ー ¿Entonces por qué otra cosa vendrías corriendo hasta aquí?

ー Porque necesito decirte algo, antes de que me arrepientaー Ryo lo miro curioso. ー ¿Ah sí? ¿Qué?

ー Creo que me gustas Ryoー.

 

Cualquier otra persona se hubiera ofendido o al menos cuestionado el “creo”, pero no así Ryo. A él parecía no importarle demasiado, siempre y cuando tuviera la atención de Shige. ー Debiste decírmelo antes de irme, para siempre.

ー ¿EHHH?

ー Jajaja, no es cierto. Simplemente voy a casa de mis padres el fin de semana, pero cuando regrese soy todo tuyoー.

Shige sonrió como tonto al oir aquello. Era la primera vez, pero no quería que fuera la última.

ー Me parece bien. Tengo escuela en la mañana pero tengo la tarde libre, avísame cuando regreses.

ー Así seráー. Como su último as bajo la manga antes de irse corriendo para abordar el tren expreso a Osaka, Ryo apretó su agarre sobre la mano de Shige, que seguía entrelazada a la suya, y le dió un beso en la mejilla.

No dijo nada más y se fue corriendo, pero Shige que quedó en ese sitió procesando lo que acaba de suceder y mirando la espalda de Nishikido al alejarse. 

 

¿De verdad había hecho lo correcto o fue solo un acto impulsivo? Quien sabe, ahora tendría que vivir con ello.

Notes:

Tuve un bloqueo creativo y me tarde mucho más de lo que me hubiera gustado para terminar este capítulo. Espero que el siguiente no tarde tanto, ahora que ya volví a tomar el hilo de la historia, creo.

En fin. Creo que se entiende, pero este capítulo transcurre todo en el pasado, porque a veces me aburre limitarme a un solo estilo narrativo y ya habían sido varios capítulos que brincaban entre presente y pasado. También fue un poco intencional que se sintiera apresurado, esa es mi idea de cómo comenzó la relación de los Nishikato.

Muchas gracias por la paciencia, un abrazo uwu.

Chapter 7: Disconnected

Summary:

Ryo es atormentado por su recuerdos una vez más y Tegoshi comienza a frustrarse de no obtener ninguna prueba que incrimine a Ryo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Ryo se despertó sobresaltado, maldiciendo. Estaba enojado porque aquella era la primera noche que conciliaba el sueño antes de la 1 am y sin necesidad de pastillas. Se despertó después de soñar con aquella noche en la estación en la Shige le dijo que le gustaba. En retrospectiva, el recuerdo era algo como sacado de un manga. Le costaba mucho imaginar al Shige que conocía en años recientes decir o hacer algo como aquello.

 

Pero ocurrió y le ocurrió a él.

 

A Ryo lo invadieron entonces unas ganas de llorar que no pudo controlar. Ahogo la cara en la almohada mientras sollozaba. No era la primera vez que lloraba de impotencia, pero si la primera que lo hacía expresamente por Shige. Ya habían pasado unos pocos años del accidente, 3 o 4, no sabía la cifra con exactitud. No era que no le importará, más bien era que todo se había detenido para él aquel trágico día en el que le llamaron para avisarle que un terrible accidente había ocurrido en la carretera y habían encontrado su identificación en la mano izquierda del accidentado, por lo que era necesario que se presentará a reconocer el cuerpo. Nunca comprendió porque él y no su familia. Era lo más lógico, pero parece que era su destino sufrir. Además, en su cabeza resonaban aún las palabras que le había gritado Okura la última vez. “ ¿NO RECUERDAS QUE TU MATASTE A MI AMIGO? ” No se habían hablado desde entonces. Tatsu arreglaba todo con el manager o con Subaru, evitando cualquier comunicación con Ryo. Y eso también le dolía, ya había perdido a su ser amado y ahora perdía a su mejor amigo. 

 

Cuando terminó de llorar, se limpió la cara y se levantó. Salió de la habitación y tomó sus llaves. Abrió la puerta que estaba cerrada con llave, la del estudio de Shige, y se quedó mirando todo lo que había dentro de ese lugar. Todo estaba tal como Shige lo había dejado, solo limpiaba el polvo de los muebles y de las cosas. A este punto de la vida, a Ryo le sobraba el dinero para mudarse a un lugar mejor y más espacioso, incluso irse a Tokyo si lo deseaba, pero sentía que estaba atado a ese departamento para siempre. No es que creyera que el fantasma de Shige estaba ahí o algo parecido, pero las memorias, para él, sí estaban ahí.

 

Shige se mudó con Ryo apenas se graduó de la universidad. Llevaban poco más de un año juntos para ese entonces, pero su relación seguía siendo algo extraña. Ryo jamás entendió como Shige aceptó irse con él a una ciudad en la que se sentía un completo extraño. También fue esa la razón de su primera confrontación física con Koyama Keiichiro. Hizo una mueca de desagrado al recordar a Koyama, su némesis y a quien siempre culpará por arruinarle la vida, por envenenar a Shige en su contra.

 

Paseó los dedos por los muebles y por un instante, tomó la caja en donde estaban los diarios de Shige. Pero la devolvió inmediatamente. Solo había leído el primero y no estaba seguro de poder soportar leer los demás. Además, Nishikido ignoraba que Tegoshi se había llevado algunos. Así que mejor se sentó en la silla que usaba el escritor. Era bastante cómoda, la acarició suavemente con sus manos como si a quien acariciara era a Shige. De frente al escritorio, había varios cuadros colgados. De lado derecho, una reproducción de Otani Oniji II de Sharaku. Del lado izquierdo había varias fotos. La más grande, que le causaba coraje, era una foto grande de Keiichiro y Shigeaki abrazados en la graduación de este último. Se veían muy felices juntos y eso siempre había molestado a Ryo. Todo el tiempo fue parte de su plan llevárselo a Osaka para alejarlo de él, nunca fue por trabajo. Pero incluso desde la distancia, Shige supo mantener su amistad con Keiichiro fuerte.

 

La foto de abajo, que igual lucía en gran tamaño, era el grupo de 4 amigos: Keiichiro, Shigeaki, Takahisa y Yuya. No sabía de qué año era, pero seguro era de alguno de los viajes de Shige a Tokio para visitar a su familia. Además, ya lucían como de 25-27 años, por lo que aquello no era de sus tiempos universitarios.

 

Otras fotos más pequeñas que descansaban en la pared era la de Shige con su título sonriendo tras la graduación, 4 fotos distintas de Shige sosteniendo algún pescado que había conseguido en sus viajes de pesca y otra más, donde reconocía los rostros de todos los presentes. Era un restaurante de okonomiyaki que solía frecuentar con Okura y otros de sus amigos cuando iban a la escuela. Sabía que aquello había sido obra de Tatsu, pero no recordaba haber visto esa fotografía jamás. Además, él no estaba ahí. Shige estaba haciendo la seña de paz con Tatsu a su lado, parados tras de ellos estaban Murakami y Yokoyama sonriendo mientras que en el extremo izquierdo de la foto, Maruyama estaba abrazando a Yasuda. No sabía que Shige los conocía, más que a Tatsu y Maru. Ryo jamás supo los esfuerzos que hizo Ohkura para convencer a Shige de salir con su grupo de amigos para que no se sintiera solo en aquella ciudad. Y comenzó a preguntarse si así como eso había más cosas de Shige que nunca sabría.

 

Lo cierto es que las había. Muchas más. Y no solo cosas que no sabía de Shige, sino toda la serie de eventos que habían precedido a la tragedia. Ryo no sabía a donde se dirigía Shige aquel día que decidió conducir por esa carretera. No sabía quién había sido el que vendió aquellas fotos a los tabloides donde exponían a Ryo y sus preferencias homosexuales ni que esa misma persona se había encargado de hacer todo de forma tan cuidadosa en que aquello jamás implicará a Shige. 

 

Cruzó los brazos y se recostó sobre el escritorio, sintiendo que a pesar de todo, ese siempre iba a ser su lugar seguro. Al poco rato, sorpresivamente, se quedó dormido otra vez.

 

₊˚ ✧ ‿︵‿୨୧‿︵‿ ✧ ₊˚

 

Abrió la puerta de su departamento y se hizo a un lado para dejarlo pasar. Era un lugar muy pequeño pero entendía que era funcional para un estudiante universitario foráneo, que de cualquier forma pasaba todo el día fuera. Shige entró con cuidado y dejó sus zapatos en el espacio de la entrada. Ryo aventó los suyos a un lado. Le sonrió mientras le invitaba a pasar empujandole suavemente por la espalda. Shige miró el desorden de libros y partituras musicales sobre una pequeña mesa que estaba al centro de la pequeña sala. Ryo las apiló rápidamente en una orilla y le dio un zabuton a Shige para que se sentara. ー Lo siento, meter un sillón aquí era sacrificar el espacioー Shige solo le sonrió, de cualquier forma aquello era cómodo para él y le gustaba la sensación de cercanía que les daba estar así en aquella habitación. ー Aunque también podemos ir a mi recamara, hay más espacio y…

ー Aquí está bien, graciasー Ryo subió los hombros resignado y se sentó frente a Shige. A él le hizo gracia que a veces Ryo fuera tan directo y poco sutil.

 

ー Ya se que te graduaste pero , ¿a qué te dedicas aparte de la banda? Es que tienes tantas hojas que me da la impresión que aún estuvieras estudiandoー Shige no se atrevió a tomar las hojas porque sentía que invadía su privacidad, pero Ryo le sonrió. ー Doy clases privadas a niños, es mucho más fácil que lidiar con adultos y parece que los niños no me odian.

ー ¿Clases?

ー Oh sí, ya sabes. La guitarra es lo mio, pero en la escuela aprendí varias cosas más que puedo enseñarle a los niños y muchos otros solo quieren aprender a tocar sus canciones favoritas de moda, así que no es tan difícil y pagan bien.

ー Ya veoー Shige recorrió con la vista el lugar. Era un departamento bonito aunque con pocos muebles y se notaba que estaba habitado sólo por un hombre, sintió que estaba igual de desordenado que su propia habitación llena de apuntes y libros de leyes variados.

ー Por cierto, ¿vas en último año, no? ¿Ya elegiste en qué te vas a especializar?

ー Desde el año pasado estoy en derecho penal.

ー Wow, ¿te gustan los asesinatos y las cosas sadicas? ¿O quieres ser abogado de los Yakuza?ー Ryo lo miró sorprendido pero Shige hizo una mueca rara, ー No, de hecho hay algunos casos que muestran en clase y me revuelven el estómago. No sé en qué estaba pensando, pero al menos es menos aburrido que el derecho civil, aunque tal vez me hubiera divertido mucho más en los divorcios.

ー ¿Y qué vas a hacer cuando salgas? ¿Defender a los criminales?

ー Lo que te dije en la fiesta, no estoy muy seguro de querer ejercerー desvió la mirada al suelo, molesto.

ー ¿Ya sabes que quieres hacer? Tiene que haber algo que te guste y que sí quieras hacerー Ryo lo miro con interés. Aunque decía las cosas bastante serio, lo miraba como un niño chiquito atento a lo que fuera a decirle. ー ¡AH! Espera un segundo, vas a decir que soy un anfitrión horribleー Ryo se levantó corriendo y fue a la cocina por cervezas, solo sacó dos para evitar que se calentarán. Volvió a sentarse mientras le extendió una a Shige ー ¿Entonces?ー Shige apartó la mirada de la lata y lo miró fijamente.

ー Creo que quiero escribirー Ryo no dijo nada, ーDesde que recuerdo, siempre he querido escribir una novela, aunque supongo primero tendría que empezar con otras cosas más pequeñas antes de pensar en …

ー Suena bien. Si tienes la ambición, tienes el talento y vas a poder lograrlo. Enséñame algo que hayas escrito la próxima vez, me gustaría darte una opinión sincera.

ー Sí, muchas graciasー. Shige sintió, otra vez, que el corazón le daba un vuelco.

 

Siempre fue así, en ese entonces y todo el tiempo que pasó con él después. Podrían decir miles de cosas malas de Ryo, pero al menos él siempre lo apoyó y le dió ánimos para cumplir su sueño, hacer lo que quisiera de su vida y ser feliz. Y eso, era algo que amaba de él.

 

El resto de la tarde que pasaron juntos fue muy agradable. Hablaron mucho, de las cosas que les gustaban y lo que odiaban, de su infancia, de todo lo que podían hablar en ese momento en el que uno conoce a alguien emocionado por el amor que siente por esa persona. Terminaron pidiendo una pizza porque estaban tan concentrados en la plática, que también su plan de ver una película se pospuso. Fue algo divertido para ambos, que se sintieron como un par de adolescentes enamorados, libres, sin preocupaciones y solo prestando atención como si fueran los únicos en el mundo. No que realmente fueran adolescentes aun ni nada por él estilo, pero Shige ya lo había sentido antes y seguía sintiéndolo con la misma intensidad. Era demasiado amor que deseaba que permaneciera así para siempre. Shige se enamoró aún más de Ryo en aquella pequeña habitación, y al parecer, al mayor le pasó lo mismo.

Conocer más a Shige le mostró que era más que un rostro atractivo. Aquel lugar se volvería su lugar seguro a partir de esa tarde soleada que pasaron juntos. Iban despacio, conociéndose aún, pero en aquella habitación poco a poco las cosas irían floreciendo. Todo en aquel lugar donde podían ser tranquilamente ellos mismos sin tener que enfrentar al resto del mundo y lo que opinaran de su amor.

 

O al menos, así fue al inicio. Pero aún es muy pronto para hablar más de eso.

 

Tegoshi cerró la libreta de Shige con suavidad. Le conmovió bastante la forma en la que Shige se expresaba de Ryo. No había duda alguna de que Shige estaba destinado a ser escritor. No es como que escribiera cada cosa que había ocurrido, pero Shige lograba transmitirle a Tegoshi la misma emoción que él había sentido en aquella tarde. Seguro no es que fuera su intención, porque nadie escribe esas cosas pensando que alguien las va a leer en el futuro, más bien era como una forma de contárselo a alguien, pero como era Shige, no tenía con quien hablar de aquello. Nunca fue fanático de hablar de sus emociones con los demás y Tegoshi lo sabía, lo recordaba bien.

 

Sentía que su plan se estaba estancando. Últimamente no había tenido mucho contacto con Ryo, quien se había limitado a responderle los mensajes un tanto cortantes. Además, Ohkura no había respondido su mensaje, y sentía que le había contado a Nishikido, por lo que el mayor estaba molesto. No le apetecía mucho ir en tren 3 horas hasta Osaka, por lo que iba a esperar a que se le pasará el coraje. Además, tampoco es que tuviera muchas ganas de verlo, menos cuando estaba de malas.

Cuando Ryo estaba molesto, le proponía a Tegoshi que tuvieran sexo y desquitaba su coraje con él. No es como que lo utilizará como saco de boxeo o lo golpeará, ni nada parecido. Más bien es que era demasiado brusco y rudo con él, tanto que todo su cuerpo quedaba adolorido y lleno de moretones por días. A él no le importaba mucho, sentía que hasta cierto punto era su culpa por estar con Ryo, además se recordaba que soportaba esas cosas por Shige, tenía que vengar a su amigo. También se preguntaba si Shige había pasado por lo mismo y si Ryo lo había destruido poco a poco. Se sintió triste de imaginarlo.

 

Shige se había ido lejos y solo a aquella ciudad, además si tuvo que soportar aquellas cosas de parte de Ryo, esa vida debe haber sido un infierno para él. Pero no parecía que hubiese sido siempre así, porque Shige escribía maravillas de Ryo al inicio de su relación. Recordaba lo feliz que estaba el día que, a pesar de las quejas de Keiichiro y su familia, les anunció alegremente que había decidido irse a vivir con Ryo a Osaka.

Todo era un poco raro y confuso para este punto. Tal vez Keiichiro tenía razón, por más que detestaran a Ryo con todas sus fuerzas, no debían dejar que la irá los controlará. Tal vez realmente no había nada más que averiguar y lo único que le quedaba era disculparse con Shige una vez más por haberse acostado con su exnovio y alejarse de Ryo. Era lo más fácil y se sentía como lo correcto.

 

Tegoshi miraba con insistencia una pared mientras analizaba la situación y lo que sabía hasta ese entonces: Ryo y Shige se habían conocido en una fiesta de Akanishi Jin cuando iban a la universidad. Shige había roto con su exnovia poco tiempo antes y salió con una chica que era amiga de Massu pero las cosas no funcionaron. Shige y Ryo comenzaron una relación en secreto, lo que explicaba las ausencias de Shige en el último año de universidad. Tegoshi fue quien le había dado el consejo. Shige le contó a sus amigos con quien estaba saliendo y Keiichiro casi colapsó. Aun así, arreglaron su amistad, pero era obvio que Keiichiro y Ryo se odiaban. Después de la graduación, Shige les dijo que se iba a vivir con Ryo a Osaka como su “roomie”, se unió a la banda temporalmente hasta que llegó Shibutani como guitarrista definitivo y Shige se dedicó a escribir. Estuvieron 10 años juntos en Osaka. Shige se volvió un escritor famoso. Alguien filtró fotografías a la prensa de Ryo donde exponen que es bisexual, la prensa especula que su posible compañero es su roomie, el famoso escritor Kato Shigeaki. A los pocos días, una nueva foto de Shige con una mujer no identificada sale a la luz, la chica dice que llevaban una relación de muchos años y que él no tendría que ser implicado en el escándalo de Ryo. Ryo dice algo estúpido para zafarse de aquel escándalo. A la semana siguiente, Shige conduce por la carretera, sin rumbo conocido para sus amigos. Ryo recibe una llamada que en la carretera hubo un accidente fatal y debe ir a reconocer el cuerpo, que resulta ser Shige.

 

Pero había muchos espacios en blanco. ¿Acaso en esos 10 años no pasó nada interesante? ¿No había pistas en la obra de Shige sobre lo que había vivido con Ryo? ¿Qué estaba haciendo conduciendo en una carretera siendo que él siempre tomaba el tren? ¿A dónde iba tan deprisa y por qué?

No, aún no podía darle la razón a Keii. Definitivamente había algo más en toda la historia y él era el único empeñado en descubrirlo. Si no lo hacía y lo abandonaba de la nada, Shige nunca iba a descansar en paz ni se lo iba a perdonar. Tenía que llegar al final de todo y poder encarar a Ryo por lo que le hizo a su amigo.

 

Aunque Tegoshi lo ignoraba, había alguien con un poco más de información que él. Alguien que hubiera estado encantado de darles detalles e involucarlos en el plan, pero era inútil. Eran como el agua y el aceite, no había forma de mezclarlos. Y por ahora, esa persona estaba cumpliendo su sueño de encarar a Ryo. Parecía que poco a poco las cosas empezarían a salir a la luz, solo era cuestión de tener paciencia y seguir buscando.

Notes:

Esta vez no tengo ni idea de cuánto me tarde en actualizar el capítulo. Me disculpo si tarde demasiado. Igual que Tegoshi, yo también me estaba frustrando de no conseguir ninguna pista en mi cabeza hahaha.

Por cierto, quería aprovechar esta sección para volver a contar algo que no quedo en el borrador final.
En este capítulo, la franja entre el recuerdo y el presente no esta tan clara como en los anteriores, y cuando Tegoshi esta haciendo memoria, recuerda que Shige salía con una amiga de Massu.
Creo es en el cap 3 donde se menciona, pero casi después de eso conoce a Ryo y jamás se sabe más de ella.
Bueno, no es nada tan importante pero quería contarlo. Además de que Shige prefirió a Ryo, lo cierto es que las cosas no acabaron muy bien entre los dos. Poco después de haber conocido a Ryo, Shige estaba decidido a decirle a Sayumi que no podía haber nada entre ambos y mientras iba de camino a buscarla, pensando en lo que le iba a decir, Shige escucha a Sayumi hablar con Mizuki, su "kouhai" de la escuela y aprendiz de diseñadora de modas. Sayumi le dice que le preguntó a Eri, la exnovia de Shige, si le molestaba que saliera con Shige y que Eri dijo que no, así que Sayumi no iba a desaprovechar la oportunidad si su amiga le había dado permiso. Shige escuchó eso y se enojó, así que olvidó todo lo que había planeado decirle y simplemente le dijo que no quería verla nunca más.

Y eso es todo. Para que vean que Shige no es ningún infiel.
Espero no tardar con el capitulo siguiente <3 gracias por leer esto.

Chapter 8: Thin White Lies

Summary:

Ryo comienza a investigar por su cuenta algunos detalles del pasado. Como era de esperarse, nadie quiere ayudarle y tiene que recurrir al chantaje y la manipulación.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

El sonido del timbre hizo eco en la tranquilidad de su hogar. Se sintió extrañado, y por la hora, la única persona que tocaría a esa hora podía ser su pareja que tal vez había olvidado las llaves.

ー Debiste haberme mandado un mensaje y hubiera ido por ti hasta…ー abrió la puerta y su sorpresa se hizo mayor al ver a la persona que estaba frente a él. Ryuhei sintió la mirada de Ryo sobre él, era aterrador.

 

Agradeció estar solo, tendría que enfrentarse a ese monstruo y no quería que nadie más se viera involucrado. Al final, casi todos estaban metidos en ese asunto, pero Maru estaba decidido a echarse la culpa por todos.

ー ¿Me vas a dejar aquí parado? Eres malísimo anfitrión Maruyamaー Maru estaba a la defensiva, pero se hizo a un lado para dejarlo pasar. ー ¿Qué quieres Ryo?

ー ¿Acaso no puedo pasar un momento agradable visitando a un viejo amigo?ー entró a la casa como si fuera suya. Tocaba todo lo que había a su paso hasta la sala, mirando con atención como si tratará de memorizar todo lo que había en la casa.

Finalmente, se sentó en el sofá más grande, en el centro, se giró y tomó del mueble de atrás una fotografía que había junto a un jarrón de flores antes de preguntarle a Ryuhei ー ¿Cómo ha estado Shou?ー alzó la mirada hasta encontrarse con la del dueño de la casa, quien caminaba directo a la sala. Por más que se esforzará en demostrar que no le importaba, al oírlo pronunciar el apodo con el que se referían, durante su adolescencia, a la persona que más amaba fue suficiente para hacer que se molestara. Y Ryo se dió cuenta, vio como se puso más tenso inmediatamente.

 

ー Excelente. La mejor decisión que tomamos fue nunca entrar a la banda y alejarnos de ti, ojalá pudiera decir lo mismo de Tatsuー Ryo se rió en voz baja. Sacó de la bolsa interior de su cazadora negra unos cigarros y el encendedor. Sin preguntarle al dueño de la casa si le molestaba, encendió uno y comenzó a fumar. ー ¿Tomamos? Shou lo decidió, tú toda la vida solo has sido un cobarde desesperado que haría cualquier cosa solo porque Shou no lo abandonaraー Maru no dijo nada. Por más que le dolieran las palabras de la venenosa lengua de Ryo, tenía razón. Maru había tratado de todo hasta encajar con Yasu, e incluso ahora que estaba con él, no podía dejar de vivir con el miedo de que algún día quizá lo abandonaría y se quedará solo, exactamente igual que Ryo.

ー Podría vivir sabiendo que me dejó y es feliz en algún otro lugar, pero nunca podría vivir como tú, sabiendo que por mi culpa está muerto, así como Shigeー.

 

Ryuhei se sentó en el sofá frente a él, sosteniéndole la mirada. Hasta él estaba admirado por el control que estaba teniendo sobre sus emociones. Ryo no le respondió nada, pero dejó caer las cenizas de su cigarro sobre el sofá de gamuza negra. ー ¿Qué quieres Ryo? Dudo que hayas venido solo a ensuciar la casa y hablar mal de míー Maru quería que se fuera pronto. No le tenía miedo, pero Ryo sabía exactamente donde lastimarlo y cómo, cosa que si le daba terror. Al menos Ryo no inició ningún altercado físico con él ー Exacto. Eso es solo parte de la diversión. Vine para preguntarte por estoー le mostró la pantalla de su celular en la cual se veía aquella fotografía donde Shige estaba con su grupo de amigos en el restaurante de okonomiyaki.

Maru se quedó mirando la fotografía con atención. Recordaba con claridad aquella noche, y lo que Ohkura le había contado que ocurrió antes de aquel encuentro. ー Claro, ¿Quieres que te diga palabra por palabra lo que dijimos aquella noche?ー Maru entonces comenzó a hacerse el chistoso, cosa que irritaba a Ryo.

ー Quiero que me digas todo lo que sabes, todo lo que involucre a Shige con ustedes, que más que amigos fueron un grupo de traidores poniendo a Shige en contra mía. 

ー No sé de qué estás hablando. Yo era su amigo desde antes que tu y Tatsu le tomó cariño, así que lo único que hicimos fue llevarlo con el resto del grupo para que no estuviera soloー sonreía mientras decía aquello de la forma más despreocupada posible. A Ryo comenzó a saltarle una vena en la frente. Igual que Ohkura, Ryuhei se anotó un punto a su favor solo por hacer enojar al moreno. Pero hasta cierto punto no le estaba mintiendo. Ryuhei, Tadayoshi y los demás solo estaban siendo amables con él esa noche, cualquier cosa que pasó después de eso fue en definitiva la necesidad de Maruyama y Ohkura de hacer algo para ayudar a Shigeaki a salir de aquella relación destructiva, solo que quizá a todos se les salió un poco de control.

 

El día que tomaron esa fotografía los 5 amigos iban a reunirse. Era una tarde fresca de verano en la que, por fortuna, el horario de todos había coincidido y decidieron reunirse en el pequeño restaurante donde Shingo trabajaba. Desde el día anterior Ohkura había enviado un mensaje al chat en grupo que habían creado, en el cual estaba Ryo, pero los ignoraba de cualquier forma. “ ¿Les molesta si llevo un amigo? ”.

 

Todos sabían específicamente a quien se refería Ohkura. Estaba recién llegado a la ciudad, de pelo negro, de la misma estatura de Ryuhei y en ese momento era guitarra ritmica de Torn. Además de eso, era el tema de conversación entre todos porque ninguno podía creer que Ryo y ese chico tuvieran una relación amorosa. Ellos lo habían negado pero el baterista les contó la verdad.

Ohkura también les había hablado mucho de él, era en extremo tímido pero agradable. Cuando tomaba confianza, era bastante desinhibido y gracioso. Además, estaba solo en esa ciudad y Ohkura se sentía fatal de ver que lo único que podía hacer era llamar a sus amigos y pasar tiempo con Ryo. Ohkura ya había vivido en carne propia aquella dependencia a Ryo y sabía a que podía conducir aquello, así que quería ayudar a Shige a llevar una vida lo más normal posible. Al final, ahora eran compañeros en la banda y parece que se habían adecuado el uno al otro: Shige a los sarcasmos de Ohkura y Ohkura a la explosividad emocional de Kato.

 

Tatsu marcó su número, el cual ya estaba entre sus contactos frecuentes.

ー Hola, ¿Shige? Solo para preguntarte si sabes llegar o quieres que pase por tiー al otro lado de la línea solo se escuchaba era la respiración de Shige. ー ¿Shige? ¿Estás ahí?

ー No puedo ir Ohkuraー fue lo único que dijo, con un dejo de tristeza en la voz.

ー ¿No puedes o no quieres ir? No tienes que inventar excusas, si no tienes ganas yo…

ー Ryo se fue y dejó cerrado por fuera. No hay forma de salir de aquíー Shige lo interrumpió. Ohkura, al escucharlo, apretó el volante fuerte con ambas manos, sintiendo como se mezclaban sus emociones.

Eran muchas cosas para procesar en ese instante.

Nadie en el mundo conocía a Ryo tan bien como él. Sintió miedo de la persona en la que se estaba convirtiendo su amigo, seguida de una mezcla de decepción. Y luego, sintió irá. Ryo no había dejado a Shige encerrado por accidente, aquello había sido un acto premeditado. Ryo no era ese tipo de persona que por un descuido deja la puerta cerrada. Más cuando ya llevaban al menos 6 meses viviendo juntos. Y una vez más, nadie mejor que él para saberlo.

Tatsu suspiro profundamente y simplemente le dijo a Shige ー Entonces necesitas que vaya por ti, entendido. Voy en 5 minutosー después procedió a dar un volantazo para dar la vuelta el el siguiente giro en U que se encontró. A eso lo siguieron muchos conductores tocando el claxon e insultándolo, pero no le importaba mucho a decir verdad. 

 

No estaba tan cerca del lugar pero llegó en poco más de 5 minutos, tal como se lo había prometido. Dejó su auto en el lugar de Ryo, que estaba vacío y subió corriendo las escaleras del edificio en donde vivía con Shige. Por aquel entonces aún no tenían elevador y tenía que llegar hasta el 7mo piso. Se detuvo para recuperar el aliento, respiró profundo y de la bolsa de su pantalón sacó unas llaves. Estaban casi nuevas y brillantes, no tenían casi señas de uso. Ohkura trató de girar la cerradura pero comprobó lo que le dijo Shige, estaba cerrada por fuera.

Shige escuchó el ruido de la cerradura y se acercó a la puerta. ー Ryo, ¿eres tú? Cerraste por fuera, te llevaste mis llaves y ahora no puedo salirー su voz sonaba quebrada. Tatsu abrió la puerta rápidamente, lleno de un sentimiento que era incapaz de explicar. Shige se le quedó mirando antes de procesar que fue Kura quien abrió la puerta. Este se hizo a un lado para que pudiera salir y Shige se cubrió la cara con las manos, como si quisiera evitar que se diera cuenta que tenía ganas de llorar. Ohkura no dijo nada. Tenía ganas de darle un abrazó, pero aun no sentía que Shige le tuviera la confianza suficiente para hacer aquello. Por lo que simplemente lo rodeo con su brazo antes de preguntarle si ya llevaba sus cosas. Sin hablar, Shige asintió. Camino más rápido mientras Ohkura lo veía alejarse.

 

ー Shige, necesito que me guardes el secreto de las llavesー iban en camino al restaurante pero nadie había dicho mucho. Shige miraba por la ventana, curioso. A Ohkura le parecía que no tenía ni idea de donde estaban, después de todo el conocía mejor Toyonaka, además la ciudad había cambiado muchísimo en todo el tiempo que pasó desde que se fue.

ー Seguro, yo no diré nada. Además te agradezco mucho por ayudarme. Pero pensé que Ryo te había dado una copia, por algún accidente como esteー Tatsu lo miró mientras le decía aquello, Shige seguía concentrado en el paisaje fuera de la ventana. ー No, por eso es que tienes que guardarme el secreto. Con el complejo de Ryo de sentirse todo un rockstar, tengo la teoría de que algún día podría morirse de una sobredosis, así que le robe las llaves, saque una copia para ser yo quien encuentre el cuerpo y ser el protagonista del documental que seguro harían después de eso. Aunque…bueno, ahora creo que serías tú el primero en encontrarlo. Van a tomar tu testimonio y yo solo seré un personaje más.

ー Siempre vas un paso adelante Ohkuraー dijo con una risita. Tatsu le sonrió en respuesta a aquello. Le dolió que Shige pensará que aquello había sido un accidente, pero no sentía que fuera él el indicado para decirle que Ryo era una red flag andante. Al menos lo de la sobredosis le había hecho gracia.

 

Cuando llegaron al restaurante, era como si Ohkura lo empujara para entrar. Era un lugar bonito, con un decorado tradicional japonés. Había una barra larga que de un lado tenía unos bancos altos para los clientes, y detrás tenía la parrilla. Había carteles con distintos tipos de alcohol en la pared. Algunos tenían un estilo muy retro que le daba una ambientación cálida al lugar, que se sentía como si se hubiera detenido en el tiempo. A los lados había 4 mesas, 2 de cada lado y estaban separadas por una pequeña pared tipo shoji . Era un lugar pequeño pero hospitalario. 

 

Apenas cruzó la puerta, la cálida iluminación lo deslumbró. A lo lejos, en una de las mesas Shige reconoció a lo lejos la silueta de Maruyama Ryuhei. Llevaba 6 meses en esa ciudad y esa era la primera vez que se veían. Maru se levantó corriendo hacía él y Shige le siguió. Se dieron un gran abrazo que duró mucho. Suerte para Shige que Kura no era como Ryo y estaba más que feliz de haber reunido al par de amigos.

El resto los miraba curioso. El más bajito de todos, con una voz melosa, fue quien habló primero. ー ¿No deberíamos sentarnos en la barra? Esta vez somos más y no vamos a caber bien en una mesaー los otros dos asintieron. Tomaron sus cosas y se levantaron en dirección a la barra. Un hombre de cabello negro y cara seria fue el siguiente que hablo, ー Oye Hina, ¿no le molestará a tu jefe que ocupemos casi todo el espacio?ー el aludido, que aun portaba su uniforme de trabajo se limito a responder ー Mientras paguemos, no creo que le importe muchoー.

 

Maru le indicó a Shige que se sentara a su lado derecho, entre él y Ohkura. El asiento a su lado izquierdo lucía vacío hasta que Maruyama se dirigió al de la voz melosa, ー Yasu, te guarde un lugarー. El que respondía al nombre de Yasu le agradeció, le dedico una enorme sonrisa antes de voltearse a seguir su conversación animado con el hombre serio de cabello negro. Maru solo suspiro profundamente y se quedó mirando a la nada. Ohkura entonces tomo la palabra, ー Shige, te voy a presentar a todos aquí. A pesar de su apariencia, todos son buenas personasー Shige aguanto las ganas de reírse porque sería grosero para los demás, pero es que aquellos hombres se veían bastante curiosos. El comentario de Ohkura interrumpió la plática de los otros 3, que entre risas comenzaron a gritar “¿Qué carajos Ohkura?” y luego miraron con curiosidad a Shige, que se sintió cohibido de inmediato.

ー El del fondo, nuestro talentoso cocinero es Shingo, pero todos le decimos Hinaー Shingo le sonrió a Shige, se veía como una persona amable aunque era quien comenzaba a gritar de la nada. Ohkura continuó, ー El segundo, el detective, siempre tan formal es Yokoー Yuu le saludó tímidamente con una reverencia. El tercero, a quien Maruyama le había apartado un lugar, le miraba con una expresión entre curiosidad y desagrado, pero al oír su nombre, le sonrió e hizo la seña de paz. ー Él es Yasu, tal vez lo recuerdes porque es quien tocaba la guitarra con nosotros antesー Shige asintió y también hicieron una reverencia, pero menos formal que la de Yoko. Cuando todo parecía quedarse en silencio, Hina fue quien comenzó la conversación ー Tatsu nos ha hablado mucho de ti Shige, ni siquiera tienes que presentarte para que sepamos que eres tu.

ー Muchas gracias Murakami.

ー Hina está bienー. Se levantó y comenzó a parlotear acerca del menú y lo querían ordenar, recomendando varias cosas a Shige. Aunque los otros dos eran un poco más tímidos, y serios, también se esforzaron en hacer sentir aceptado a Shige.

 

Del  otro lado, solo con los ojos, Ohkura le hizo señas a Maruyama para que lo acompañara al baño. Le dijo a Hina que tenían que lavarse las manos pero que lo de siempre estaba bien para ambos, y que cuidará de Shige por un momento para que Yoko y Yasu no lo asustaran. Ambos hombres se levantaron y se fueron en dirección al baño. Ohkura pensó en cerrar la puerta pero pensó que aquello se vería muy mal.

ー Esto me trae viejos recuerdosー dijo Maru con timidez mientras se rascaba el cabello ーJajaja, cállateー dijo Ohkura sonriendo.

ー ¿Y bien? ¿Para qué reviviste las memorias del pasado Tatsu?

ー Es sobre Shige.

ー ¿Qué le pasa a Shige? Se veía bien cuando lo dejamos, se que Hina no va a dejar que esos 2 sean groseros con él.

ー No es eso, es que…ー Ohkura sintió un hueco en el pecho al hablar de aquello, era como revivir su propio dolor en Shige, ー Ryo lo dejó encerrado en el departamento que comparten así que tuve que ir a sacarlo de ahí.

ー ¿Aún tienes una copia de las llaves de su casa?

ー Sí.

ー Bueno, ¿y qué necesitas que hagamos? No lo entiendoー Maruyama se apoyó sobre el lavabo, confundido. ー Tu eres más su amigo que yo, tienes que convencerlo de que se aleje de Ryo. Siento que a mi solo me ve como un compañero de trabajoー sin saber porque, le dolió decir aquello.

ー Espera, ¿qué? ¿No fuiste tu quien dijo la primera vez que los viste juntos que no podías esperar a ver el trauma que Ryo le iba a dejar a su nuevo juguete?

ー Sí, pero eso fue antes de conocer a Shige y darme cuenta que está enamorado de Ryo de verdad.

ー ¿Y tu como sabes eso? ¿Te lo dijo?

ー No, pero, lo sé y tienes que confiar en mí. Y ayudarme, Shige es tu amigo también. Lloraste cuando aceptó tu solicitud de amistad en aquella sala de chat y no dejó de contestarte después de 3 díasー Ohkura le dijo con seriedad. Maruyama suspiro profundamente y luego dijo ー Está bien. Por el amor que le tengo a Shige lo haré, pero dame tiempo para pensar que decirleー. Ohkura sonrió victorioso. Le gustaría que los dos pudieran tener aquella conversación con Shige advirtiéndole que seguir con Ryo podía acabar con su estabilidad emocional, pero una vez más sintió que le dolía el pecho al recordar que él solo era el compañero de trabajo de Shige.

 

Salieron del baño, después de lavarse las manos. Maru sintió la mirada de Yasu sobre él, pero no le dijo nada. Al contrario, Yasu comenzó a beber más mientras seguía la conversación que los otros 3 mantenían.  Ohkura y Maru se quedaron sorprendidos de ver como Shige había salido de su timidez e interactuaba un poco más con ellos.

Maru le preguntó a Hina que qué habían hecho para lograr aquello, pues a él le costó mucho tiempo que Shige se abriera con él en persona. Hina sonrió, ー Yoko lo reto a ver quien aguantaba más shots en un minuto, Shige le ganó por 2 pero parece que Yoko se tomó bien la derrota y comenzaron a gritar animadosー Maru y Ohkura se miraron fijamente y luego comenzaron a reírse también. 

 

Afortunadamente, según las predicciones de Ohkura, todo salió bien. Shige había encajado en el grupito, pasaron una tarde agradable entre amigos y convivieron con alguien más. No podía decir que fueran mejores amigos después de eso, pero al menos se frecuentaban más.

La noche salió tan bien que fue cuando, con la cámara de Yasu, tomaron aquella fotografía. La cual este imprimió y les regaló a todos una copia, pues Shige pareció entender su fijación con él mar y le contó sobre la suya propia, además ambos alabaron mutuamente sus habilidades con la guitarra.

 

Y Maru lo recordaba perfectamente todo.

 

Volviendo de su momento disociativo, regreso a la sala de la casa en la que Ryo lo veía aun más enojado mientras iba por el tercer cigarro, dejando toda la sala apestando a humo. ー Shige lloro toda la tarde, nos dijo que lo dejaste encerrado. Ohkura y yo lo sacamos por la ventana.

ー Mentiroso. 

ー Es cierto, todos lloramos con él. Sobre todo Yasu, pregúntaleー Maru deseo con todas sus fuerzas que Yasu volviera tarde a casa ese día y no se cruzará con Nishikido. Si le preguntaba a Hina solo obtendría un golpe por respuesta y de preguntarle a Yoko, quizá ni le respondiera.

ー Eres un bastardo Maruyama, de verdad.

ー Pero si solo te estoy contando lo que pasó. Tu dejaste encerrado a Shige y ese día ya habíamos planeado salir los 6 juntos, Tatsu y yo lo invitamos.

ー ¿Para qué?

ー Dejaste a ese chico solo, encerrado después de haberlo sacado de su ciudad, alejado de su familia y amigos y, aun así, te atreves a llamarme bastardo a mí. Que atrevido.ー Maru lo miró molesto.

ー Yo no lo obligué, lo hizo porque me amabaー. 

 

Silencio total. Maru estaba conteniendo las ganas de levantarse y dejarle un ojo morado a puñetazos, había aprendido a hacer bien un uppercut en las clases de boxeo. Tenía ganas de gritarle “¿QUÉ VAS A SABER TÚ DE AMAR A ALGUIEN?”.

Por su parte, él mismo Ryo estaba sorprendido de haber dicho aquello, especialmente frente a Maruyama. No era mentira: Shige hizo todo aquello porque lo amaba y lo único que recibió a cambio fue que Ryo destrozará su corazón en miles de pedacitos. Él era el verdadero bastardo, pero no iba a darle el gusto a Maruyama ni a Ohkura, en este asunto contra ellos dos, la víctima era él y nadie más.

 

ー Parece que no vas a decirme nada, ¿verdad Maruyama?

ー Ya te dije lo que pasó, quieres un resumen más detallado de como le arruinaste la vida?ー se miraron fijamente otra vez. Ryo apagó el cigarro pisándolo y dejando el piso lleno de cenizas. Se levantó, caminó hacia Maruyama y se sentó a su lado. Maru se tensó inmediatamente, listo para reaccionar a cualquier cosa que Ryo intentará.

El moreno se quedó mirando sus zapatos, ーEres un miserable Maruyama, siempre lo has sido. Desde que te conocí en aquella academia de artes, lo supe. Nunca has ambicionado nada, solo seguías las órdenes de tu padre y hacías lo que todo el mundo te dijera que hicieras, todo por un poco de reconocimiento. ¿Y de que te sirvió? De nada. Sigues siendo un miserable.

ー Te equivocas Ryo, siempre quise amor y lo conseguí. Por más que te deteste ahora, siempre voy a agradecerte que me hayas presentado a Yasu. Tu podrás decir lo que quieras pero no soy un miserable, estoy enamorado y soy feliz.ー Ryo alzó la vista, apartándola de sus zapatos, y ahora miro a Maru directo a los ojos. ー Entonces voy a darte otra oportunidad.

ー ¿Otra oportunidad de qué?

ー De que me digas que hicieron todos ustedes para poner a Shige en mi contra, sobre todo tu y Ohkura.

ー Ryo, ya te dije qué…

ー Alto, piensa bien tu respuestaー Maru hizo una expresión de confusión, ー la gente miserable como tú es capaz de soportar lo que sea, ¿verdad? Entonces no voy a hacerte nada a ti, simplemente no me interesa. Pero tú mismo acabas de cavar tu tumba, voy a hacerte lo mismo que tu me hiciste a mí: voy a desquitarme con…ー

 

El sonido de la llave en la cerradura y luego el rechinido de la puerta abriéndose hizo que ambos interrumpieron su conversación y se girarán a ver. Con el cabello suelto hasta los hombros, su ropa extravagante y su característica voz melosa, entró cantando una melodía mientras se quitaba los zapatos. ー Tarirarira tarirarira tarirarirarara* ー ajeno a lo que sucedía dentro de su departamento, cerró la puerta despacio y siguió su rutina normal, ー Maruuuuu, ya volví. ¿Sabes? Encontré una pastelería de regreso a casa y te traje unas galletas, espero que estén buenas porque tuve que…¡ahhh, Ryo!ー Yasu camino hacia la sala y se encontró a Maru sentado al lado de Ryo mientras ambos veían en total silencio y con mucha atención hacia el pasillo, expectantes a la llegada de Yasuda.

 

Maru le sonrió apenas verlo aparecer por el pasillo, luego sintió como la piel se le puso de gallina. No había que ser un genio para intuir el resto de lo que iba a decirle Ryo: se iba a desquitar con Yasu. Ryo se volteó a ver a Maruyama y sonrió con malicia.

ー Ryo, ¿te quedas a probar las galletas? Me emocione y traje demasiadas.

ー Lo siento Sho, será la próxima. Vine a hacerle una pequeña visita a Maru, pero tengo que irme. Te daré boletos para el próximo concierto, deberías venir.

ー ¡Claro!ー Yasu abrazó a Ryo. Maru y Ohkura siempre hicieron lo imposible para ocultarle todo lo malo que había hecho Ryo, así que Yasu lo seguía viendo como el amigo que conoció cuando lo transfirieron desde la escuela en Amagasaki hasta Osaka.

ー Bueno, entonces me voy, ¿Me acompañas Maru? Descansa Sho, seguro tuviste un día agitado.

ー Gracias, nos vemosー antes de salir, Maru le acarició la mano a Yasu y le dijo que no se tardaba nada.

 

Ryo y Ryuhei salieron de la casa aparentando que todo estaba bien y que seguían siendo grandes amigos. Lo cierto es que hace mucho tiempo que no era así. 

 

Apenas salieron del departamento y se quedaron en silencio, siguieron así hasta la entrada del edificio. Parecía que Maru era el guardaespaldas de Ryo, caminando detrás de él, serio y tenso como si en cualquier momento fuera a soltar un golpe.

 

Cuando llegaron a la calle, Ryo habló de nuevo. ー Bueno, creo que entendiste el mensaje. Ya sabes “Maru”, tienes una segunda oportunidad, piensalo bien o…

ー ¿O? 

ー O voy a decirle a tu amado Yasu algo que le va a romper el corazón para siempre.

ー No tienes nada contra mi Ryo, ni lo intentesー Ryo comenzó a reírse a carcajadas antes de acercarse lentamente a Ryuhei, y susurrarle al oído ー Entonces no te da miedo que le diga que te acostabas con Ohkura en la preparatoria, ¿verdad? ¿Y sabes que le va a incomodar más? Que le cuente cómo te escuche gemir su nombre, pretendiendo que en lugar de Ohkura era élー. 

 

Maru se quedó ahí, inmóvil, después de escuchar lo que Ryo le acaba de revelar, mientras Ryo se daba la vuelta y se iba. Los recuerdos le llegaron de golpe, uno tras otro. Y lo peor de todo, es que tanto Tadayoshi como Ryuhei pensaron que nadie más sabía sobre aquello.

Maru sacó su teléfono y le envió un mensaje a Tadayoshi. “ Tenemos problemas. Ryo sabe lo que hacíamos en los baños de tu escuela.

 

*La canción que Yasu canta es Kurage de Super Eight.

Notes:

Me tomó más de lo que me gustaría terminar este capítulo, pero por desgracia tuve que volver a la vida real y ya no tengo el mismo tiempo que antes para escribir. A un ritmo más lento, pero pienso seguir este fanfic para darle desarrollo a todas las ideas raras que se me ocurren.
Tengo que confesar que lo único que siempre he tenido claro es el principio y el final, el resto lo voy escribiendo según se me ocurran nuevas ideas sin sentido. Así que lo lamento por si comienza a ponerse extraño hahaha hasta ahora iba medianamente lineal pero ahora ya me canse de eso. En fin, muchas gracias por leer esto. <3
Hubo un comentario en chino y me sorprendió muchísimo, me dieron ganas de llorar porque ya estaba pensando mandar a hiatus esto.
(*ˊᗜˋ*)/ᵗᑋᵃᐢᵏ ᵞᵒᵘ*

Chapter 9: I follow rivers

Summary:

Es el gran momento de Shige de finalmente afrontar que es bisexual, aunque en el camino sus propios prejuicios le arruinan todo.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Keiichiro alternaba la vista en la pantalla de su celular y la puerta de la cafetería de la escuela. Estaba esperando algo, que ni él mismo sabía que era, pero estaba esperando. Hasta donde recordaba, aquella era la hora libre de Shige y aquel era el lugar donde más fácil sería encontrarlo.

 

A diferencia de la vez anterior, Shige no lo ignoraba para nada. Sorpresivamente, había comenzado a responder más rápido y con mensajes más largos, los textos que sus amigos le enviaban. Incluso usaba emojis de vez en cuando, y esa fue la señal de alerta para su mejor amigo.

Aunque tenía comunicación constante con él, había pasado al menos otro mes sin verlo demasiado. Breves interacciones en los pasillos, saludos, y cuando Keiichiro quería pasar tiempo con él, Shige siempre andaba corriendo y pegado a su celular.

 

Al principio Keii pensó que su amigo estaba ocupado buscando algún trabajo o algo que le diera experiencia extra para su currículum, pero ¿qué clase de trabajo te deja sonriendo y suspirando frente al celular todo el día? Ninguno. Shige estaba metido en otro asunto y Keiichiro no podía soportar no saber que era. ¿En qué momento Shige había dejado de confiar en él? Ya no le contaba nada de sus asuntos importantes, solo sobre cosas triviales que hacía en el día. ¿Desde hace cuanto no tenían una conversación profunda en la que pudieran abrir sus corazones uno al otro?

Había pasado un tiempo desde la última vez que podía recordar.

 

Keii estaba pensando qué cosa podría haber cambiado entre los dos. Realmente no es como que hubieran tenido demasiada interacción desde hace un tiempo, pero, si la memoria no le fallaba, Shige estaba raro desde el día de la fiesta. Claro, la fiesta. ¿Seguiría Shige enojado por no haber ido con ellos? Incluso Massu había comentado tiempo después que fue un error haber ido a aquella fiesta, a lo que Tegoshi solo le llamaba exagerado pero a Koyama nadie le daba más razones de lo que había ocurrido aquel día, diciendo que no era nada importante. Si no era importante, ¿por qué todos lo mencionaban tanto? ¿Qué es lo que había pasado?

 

Además, Keiichiro siempre había sabido, aunque fingía no darse cuenta que su novia y sus amigos no se toleraban, pero pensaba que esa no era razón suficiente para que su amigo se distanciara de esa manera.

¿O acaso Shige estaba celoso? Pensándolo bien, lo suyo con Eri había terminado de forma abrupta y lo llenó de tristeza; ya ni se diga con la compañera de Massu, Sayumi, con quien también todo terminó mal. Entonces no le parecía tan raro pensar que Shige se había alejado de él porque en el fondo ver el amor de los demás le hacía sentir mal. 

 

Afortunadamente para Koyama, Shige no apareció. Y digo afortunadamente porque su razonamiento era un disparate total. No había nada que le diera una razón verdadera para pensar eso. Era cierto que Shige no le tenía ningún aprecio a Misako, pero eso nunca había sido impedimento para estar con su amigo, o contemplar alejarse de él. Mucho menos, estar celoso de él. Shige no era para nada ese tipo de persona y si Keiichiro, quien era casi como un hermano para él, le dijera algo así, sería definitivamente triste y crearía estragos irreparables dentro de su amistad. Por eso fue una suerte que Shige no se apareciera aquel día por la cafetería.

 

Salió del lugar sintiéndose derrotado. De verdad extrañaba a su mejor amigo y necesitaba saber que estaba pasando, que había cambiado para que ya no fueran los mismos de antes. Camino por toda la universidad, haciendo memoria de sus recuerdos como si fueran piezas de un rompecabezas que estaba intentado armar para encontrar a Shige, pero no encontró a nadie.

Keiichiro tenía que aprender que volver al pasado no servía de nada porque ya no había nadie ahí, todos se habían ido. Aunque tampoco es como que Shige lo hubiera sacado de su vida definitivamente, simplemente estaba metido en otros asuntos. Keiichiro siguió caminando en dirección a su facultad, aun mandando vueltas a aquel asunto.

 

Iba tan distraído que no se dió cuenta, a unos pocos metros de donde caminaba, en los jardines una vez más Tegoshi estaba sentado al lado de Shige, hablando sobre aquel asunto que solo ellos dos sabían y, que tal como le había prometido, Tegoshi no le dijo a nadie.

ー Entonces, ¿qué pasó desde la última vez? ¿Aclaraste tus sentimientos?

ー Podría decirse que síー Shige empezó a mover sus dedos con nerviosismo. Si bien, hasta entonces las cosas con Ryo habían salido bien, no sabía cómo explicarle a Tegoshi que más que sentarse a aclarar sus sentimientos y meditar con calma lo que podría pasar de aceptar aquella situación, fue a confesarle a Ryo sus sentimientos en un momento impulsivo en el que prefería concentrarse en algo más que los que hacia eco en su mente. No es como que se arrepintiera, a decir verdad, pero lo invadía un sentimiento de culpa cada que veía a Ryo acostado a su lado en el piso de aquella habitación. Ojalá alguien le hubiera dicho que no merecía sentirse así, cuando Ryo había tenido sus propios motivos egoístas para aceptar aquella confesión de amor. Pero lo importante es que estaban enamorados, ¿verdad?

 

ー Shige, ¿que hiciste en realidad?ー Tegoshi interrumpió sus pensamientos, con una expresión de curiosidad que más bien rayaba en la preocupación. ー No hice nada malo, tal vez me deje llevar un poco por mis emociones, pero todo salió bien.

ー ¿Seguro?

ー Síー Yuya suspiro profundamente y se dejó caer sobre el pasto. Shige miraba al cielo. ー Bueno, me alegra que todo haya resultado bien para ti. Teniendo en cuenta que la otra vez estabas colapsando, y ahora tus ojos tienen un brillo diferenteー Shige se rió, ー ¿De qué hablas? Sigo igual que siempreー pero era cierto, él mismo sabía que ahora era un poco menos negativo y se sentía más feliz en general. Justo como antes de perder a Eri. ¿Por qué de la nada siempre recordaba eso? Su mente se esforzaba en que la pasara mal a veces.

ー Bueno, ahora que eso se solucionó, ¿has pensado cómo vas a decirle esto a Keii?ー Tegoshi siguió. ー ¿Decirle qué?ー Shige genuinamente no entendía de qué le hablaba. Tegoshi se le quedó mirando una vez más, fijamente. ー Shige, tienes que decirle. Lleva semanas preguntándonos por ti, el porque ya nunca tienes tiempo para nada ni nadie y en qué cosas andas metido.

ー Ya veré qué cosa voy a inventarle después, por ahora no creo que sea lo correcto…

ー ¿Inventarle?ー Tegoshi sintió una mezcla rara de emociones ante aquello. Una cosa es que estuviera dispuesto a ayudar a Shige dándole consejos sobre lo que podía hacer, apoyarlo para que aceptara ese gran cambio en su vida, pero definitivamente lo que no estaba dispuesto a hacer, era solapar a Shige en sus mentiras cuando Keiichiro no había hecho nada malo más que preocuparse por su mejor amigo. Quizá se había hecho ideas incorrectas, pero en el fondo no era su culpa. Si nadie le daba una explicación de lo que ocurría, ¿Qué más esperaban que hiciera? Por su cuenta creaba razones para justificar todo lo que ocurría.

 

ー No tienes que inventarle nada, armate de valor como un maldito hombre y ve a decirle la verdad a Keii, que lleva semanas preocupado por tiー aquello, puesto en palabras, sonó mucho más agresivo y directo de lo que había sonado en su mente. Pero Tegoshi tenía razón una vez más, Keiichiro no se merecía eso. ー Oye, Tegoshi tranquilízate. 

ー Lo siento, pero esta situación me enoja demasiado. Tal vez si pasaras menos tiempo con tu noviecito y te preocuparás un poco más por tu mejor amigo, lo entenderíasー no le importaba realmente lo que fuera a ocurrir después de haber dicho esa frase, él ya se había cansado de mentirle a Keiichiro.

Shige estaba en un momento medio extraño, en el que en lugar de aceptar que estaba cometiendo un gran error y disculparse con todos, comenzó a victimizarse. No tenía justificación alguna, pero en aquel momento de estrés, justo en medio de un proceso de autoaceptación y cambios, lo que menos necesitaba era eso: preocuparse por cómo decirle a su mejor amigo. Aunque claro, la presión no era justificación para que actuará como un imbécil. 

 

ー ¿Qué vas a saber tú de ser un verdadero hombre? Mirate Tegoshi, eres el menos indicado para hablar.

ー ¿Tienes que burlarte de mi apariencia para sentir que estás ganando? Ojalá nunca vayas a ejercer como abogado, ¿o vas a usar esa misma técnica ante el juez? 

ー No voy a ofenderme por nada de lo que me diga un afeminado.

ー Esas son fuertes palabras viniendo de alguien que vino a preguntarme cómo hacerle para conseguir un noviecito.

ー Yo no soy como tú, yo no soy un homosexualー Shige se quedo en silencio un rato después de haber dicho aquello.

 

Tegoshi tampoco lo era. Él y Ohkura le habían dicho más o menos las mismas palabras. Ambos eran bisexuales, pero la gran diferencia es que a Tegoshi le daba exactamente igual lo que los demás opinarán sobre aquello y Shige, ni él mismo acaba de procesar lo que estaba pasando, menos cuando el mismo Ryo parecía esforzarse en mantenerlo como un secreto entre ambos. De verdad parecía que no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo, o tal vez sí, pero Shige estaba tan lleno de prejuicios y estereotipos que le hacían sentirse superior a Tegoshi por vivir en una masculinidad heteronormada. Y lo peor de todo, por no aceptarse a sí mismo le estaba lastimando a él y a los que lo rodeaban.

 

ー Hemos sido amigos por un tiempo ya, así que por el apreció que aun me queda por ti acepta este consejo que no me pediste. Ve y dile a Keiichan la verdad, si quieres vivir mintiendo a los demás, es muy tu problema. Pero si no le dices a Keiichan, le voy a decir yo.ー Tegoshi tomó sus cosas y se levantó, ー por cierto, a mi no me importa realmente nada de lo que digas de mi.

ー Tegoshi…ー antes de dejarlo terminar de hablar, Tegoshi se fue sin siquiera dedicarle una mirada. Era cierto que a Tegoshi no le importaba lo que dijeran de él, pero sí le dolía que justo fuera su amigo quien se expresará así de él. El mundo ya era lo suficientemente horrible y lleno de odio como para que todavía entre ellos dos se tratarán mal. Entendía que estaba asustado, que aquello era demasiado para procesar en tan poco tiempo, pero eso no le daba el derecho a tratar a sus amigos de aquella horrible manera, en especial a Tegoshi quien había sido quien más apoyo le había dado últimamente.

Además, por más que a su orgullo le pesara admitirlo, Yuya tenía la razón en todo lo que le dijo. Keiichiro no se merecía aquel trato ni que le mintieran. Pero es que últimamente, Shige no soportaba pensar en Keiichan. No porque no quisiera verlo o algo parecido, más bien porque con todo aquello seguía pensando a veces si Ryo era de verdad “su primer amor masculino”. Y se sentía extraño pensando en eso.

 

Además, como se negaba a hablar con todos del tema, no tenía a quien contarle sus inquietudes. Había tratado de investigar un poco más en internet pero los resultados eran desalentadores. En la mayoría de los casos la bisexualidad, en los hombres, era considerada como una homosexualidad negada. Como si fuera invisible y no tuviera derecho a sentirse atraído por ambos géneros. Como si no estuviera haciendo lo correcto. Pero eso era todo lo contrario a lo que Tegoshi y Ohkura le habían dicho. Se preguntaba si de verdad estaba equivocado, confundido o si de verdad todos en internet tenían razón y solo se estaba reprimiendo. Pero pensó en las pocas chicas con las que había estado antes, tampoco es que fueran muchas ya que estuvo en una relación de muchos años, pero al menos eran las suficientes para saber que no era como decía en la internet. Las había querido y de la misma forma había sentido atracción física por ellas. No estaba reprimiendo nada en ese sentido.

 

Por el lado de los hombres, la cosa era un poco más difícil. Justamente porque sabía que tenía que enfrentarse a comentarios como los que él mismo le había dicho a Tegoshi. Comentarios que había escuchado de todo el mundo que le rodeaba, al punto que se sentía convencido que lo que estaba haciendo era malo. Pero no es que pensará aquello de su amigo, para nada. Simplemente se había asustado y dejado salir la peor parte de sí. Además, había pensado que quizá y aquello no duraría mucho y nadie tendría que enterarse. O si alguien se enteraba que había estado con otro hombre, podía decir que simplemente estaba experimentando algo nuevo, pero nunca admitir nada.

La verdad es que en ese momento ya tenía algo más importante en lo que pensar. Lo primero era como decirle a Keiichiro. Lo segundo era como disculparse genuinamente con Tegoshi por haber sido un idiota con él.

 

Shige llegó, después de clases, al departamento de Ryo. Tocó la puerta suavemente y espero a que Ryo saliera a abrirle, por el contrario solo escucho que le grito “está abierto”. Shige entró, extrañado, pero pensó que tal vez Ryo estaba ocupado. Estaba en el suelo, escribiendo en unas hojas, con su guitarra, sus cigarros y un cenicero al lado. Parecía estar como en trance, tanto que ni se molestó en dedicarle una mirada o un saludo a su compañero.

 

Shige se recostó en la cama sin hacer demasiado ruido. Había murmurado un “Ya llegue”, seguido de un incómodo momento de silencio en donde se quedo mirándole fijamente, pero al no recibir respuesta alguna opto por ir al cuarto y acostarse en la cama. En la almohada podía percibir el aroma de Ryo, cosa que en cualquier otro momento hubiera disfrutado, pero en ese momento se sentía como si le asfixiara.

 

Se giró para quedarse mirando el techo mientras seguía reflexionando lo que había ocurrido ese día con Tegoshi. Mientras más lo pensaba, más avergonzado y estupido se sentía. ¿Por qué en sus peores momentos tenía que convertirse en un monstruo que lastimaba a todos sus seres queridos a su alrededor? No le importaba mucho cuando eran personas que no conocía, pero claro que era importante cuando decía cosas tan horribles como esa a sus amigos. 

 

Además, Tegoshi había tenido razón y eso fue lo que hizo enojar a Shige desde el inicio. Sabía que tenía que enfrentar la verdad  y decirle a Keiichiro. “Se un hombre” le había dicho Yuya, frase que resonaba en sus pensamientos. Tampoco es que necesitara darle tantas vueltas al asunto, sabía a la perfección que debía de hacer, solo necesitaba un poco de valor para afrontar las cosas y disculparse honestamente. ¿Pero realmente una disculpa bastaría para arreglarlo todo? Sentía que esta vez se había pasado demasiado con Tegoshi y disculparse no borraría las cosas horribles que le había dicho, pero al menos quería decirle que no sentía ni pensaba nada de eso, que era su amigo, que lo apreciaba demasiado y que lo perdonara por ser demasiado estupido cuando se enojaba.

Aún tan metido en esos pensamientos, poco a poco se fue quedando dormido.

 

No supo exactamente cuánto tiempo había pasado hasta que sintió que una mano lo agitaba bruscamente.

ー Eh, ya pasa de medianoche. ¿Cuando piensas irte a casa?ー al abrir los ojos lo único que vió fue la silueta borrosa de Ryo, que se miraba molesto. Shige vió la pantalla de su celular y comprobó lo que le menciono el mayor, eran las 12:30, ya no había trenes para volver a casa.

ー ¿Puedes llevarme? Ya no hay forma de volver a casaー dijo aún somnoliento. Ryo le dedicó una expresión de fastidio antes de aventar una almohada que estaba en el suelo sobre la cama, al lado de Shige.

ー ¿Bromeas? tendrás que quedarte por esta noche o irte caminando, tú decidesー. Luego procedió a acostarse del otro lado de la cama, en la que apenas cabían ambos, dandole la espalda a Shige, quien también se hizo de lado, mirando hacia la pared. No quería seguir dándole vueltas al asunto, y con él corazón un poquito roto, regreso a dormir.

 

Esa fue la primera vez que Ryo le trato mal. Pero Shige no se dió cuenta en aquel instante, lo atribuyó al estrés del mayor o a un mal día tal como él mismo lo había tenido. Además, a la mañana siguiente, antes de irse a la escuela, Ryo lo cubrió de abrazos y besos, comportándose como el novio más cariñoso del mundo. Lo que siguió apoyando la narrativa mental de Shige de que solo había sido un pequeño mal momento y que no había nada de qué preocuparse. Ojalá alguien hubiera podido advertirle lo contrario.

 

Esa mañana llegó a la escuela con la determinación de arreglar todo con sus amigos. Su actitud estaba cambiada, se le veía animado y sonriente desde temprano, como casi nunca. Sabía que no iba a ser fácil hacer ninguna de las dos cosas que tenía planeadas, pero era necesario. Tegoshi merecía una disculpa y Keiichan la verdad. Al final, era su mejor amigo, ¿no? No debería ocurrir nada malo entonces.

 

Así pasó el día, las mismas clases aburridas y pesadas de siempre de un día cualquiera en la facultad de derecho, mientras en su mente ensayaba 4 escenarios posibles de lo que podía pasar con ambos de sus amigos. Cuando al fin terminó la clase, sin decirle nada a sus compañeros con los que algunas veces hablaba, salió corriendo del salón en dirección al jardín donde la gente pasaba el tiempo normalmente.

 

Cuando llegó, para su sorpresa, esta vez quien estaba recostado en el pasto, con los ojos cerrados, era Tegoshi. Se acercó con rapidez a él, dejandose caer a un lado de su amigo. El sonido alertó a Tegoshi, quien abrió los ojos sobresaltado y se quedó mirando a Shige por unos segundos antes de decir “Ah, solo eras tu”, y luego darse la vuelta al lado contrario. Shige le tocó el hombro pero Tegoshi se sacudió para quitarlo. ー Vete, no quiero hablar contigoー dijo con un dejo de tristeza en la voz. Shige también sintió tristeza al oír aquello, pero todo había sido su culpa así que era su turno de disculparse. Volvió a poner su mano sobre el hombro de Tegoshi, sin fuerza alguna, solo era un toque suave. Tegoshi, enojado, se llevó las manos a los oídos para cubrirlos y no tener que escuchar a Shige. 

 

Pero Shige no iba a rendirse tan fácil. Se acerco al oido de Tegoshi, como si fuera a susurrarle algo, y fue cuando finalmente le dijo ー Lo siento Tegoshi, disculpame por comportarme como un idiota y victimizarme cada que el menor problema aparece, siempre hago esto sobre mí cuando no lo esー la unica reacción de su amigo fue cubrirse mas fuerte los oidos, decidido a no oir nada. Pero Shige sabía que aun así podía escucharlo, por lo que siguió. ー Disculpame también por haberte dicho todas esas cosas horribles, no hay una justificación para eso. Pero por supuesto que no pienso nada de eso de ti, y si lo hiciera entonces también lo estaría pensando de mí mismoー hizo una pausa para suspirar y al ver que el receptor de su mensaje no parecía ni lo más mínimo interesado en cualquier cosa que pudiera decirle, decidió que era el momento de dejar salir sus verdaderos sentimientos. Se recostó en el pasto, y con el brazo libre, abrazó a Tegoshi. Hubiera sido mucho más fácil y práctico bajarle el brazo que tenía cubriéndole la oreja, pero aquello hubiera sido también grosero, como forzando la situación. Así que prefiero abrazarlo, cosa que sorprendió a Tegoshi demasiado. Shige comenzó a hablar de nuevo, ー de verdad estoy muy apenado contigo y entenderé si ya no me quieres cerca de ti nunca más, pero solo quiero que sepas lo mucho que significas para mi. Si pudiera volver atrás, lo haría, para no decir ninguna de esas cosas tan horribles. Por desgracia no puedo, y solo me queda venir aquí con todo mi arrepentimiento a demostrarte cuanto me importas y que no quiero perderteー al terminar de hablar lo abrazó un poquito más fuerte.

 

Shige vió como Tegoshi bajaba el brazo a la par que se giraba para verlo. Se veía molesto, y Shige lo entendía. A veces una disculpa no sirve de nada para arreglar las cosas o el mal rato que le hacemos pasar a los demás, pero al menos puede mostrar arrepentimiento cuando es genuina. Y Tegoshi lo sabía, Shige ni en mil vidas hubiera podido fingir aquel abrazo.

Tegoshi suspiro y luego solo dijo ー Shige, Shige, ¿qué vamos a hacer contigo?ー ambos se quedaron en silencio pero mirándose fijamente, hasta que Tegoshi sonrió y le devolvió el abrazo. Shige, en lugar de ponerse tieso, lo abrazó también y comenzaron a reírse juntos.

 

¿Era el poder de la magia de la amistad? Quien sabe. Lo importante es que Shige genuinamente se había arrepentido de lo que hizo y tuvo el valor de enfrentar la situación. ー Si eres un completo tonto, pero esta bien. Si de verdad no sientes ninguna de esas cosas, creo que puedo intentar perdonarteー Tegoshi volvió a sonreír. ー Graciasー añadió Shige igual de feliz, ー por cierto, también he decidido que voy a contarle la verdad a Koyama, todoー Yuya abrió los ojos con sorpresa al oír aquello.

ー Vaya, decirte tus verdades funcionó muy bien, debería hacerlo más seguido. No, no es cierto. Pero me alegra demasiado que hayas tomado esa decisión, es la mejor resolución.

ー Gracias, eso esperoー.

Ambos se quedaron conversando un rato más, de algunas cosas importantes y otras triviales, pero era bastante agradable verlos juntos una vez más. Si bien Shige aun seguía nervioso sobre lo que tendría que hacer antes de que terminará el día, ahora se sentía mucho más tranquilo, liberado. Como si se hubiera quitado algo que cargaba sobre sus hombros.

 

Cuando dió la hora de volver a clases, ambos se separaron y volvieron a sus respectivos edificios. Otras dos horas teóricas y aburridas que le sirvieron para pensar en que le iba a decir a su amigo. Prefería aparecer de la nada, de la misma forma que lo hizo con Tegoshi, y soltar todo lo que tenía que confesarle. Una disculpa por ser tan distante era lo correcto con lo cual iniciar, luego podía seguir contándole acerca de cómo había conocido a alguien, alguien muy particular y de espíritu libre, pero que le había fascinado por completo. Eso lo llevó a un proceso de autodescubrimiento en el cual se dio cuenta que había un mundo nuevo allá fuera, y que igual que lo hacía Tegoshi, no tenía que limitarse. O algo así, tenía que convencer a Keiichiro de que había encontrado el verdadero amor, aunque a veces ni él mismo se la creyera. Tampoco es como que pudiera decirle “Ahh, ¿sabes quién fue el primer hombre por el que me sentí atraído? Creo que fuiste tu”.

No podía decirle aquello, eso era un secreto. Finalmente estaba entrando en paz con ese pensamiento, así que lo había aceptado. Pero de aceptarlo, a que quisiera decírselo a su amigo, era algo que no sabía si estaba dispuesto a hacer.

 

Salió de clases pensando en donde podría encontrarse a su mejor amigo a esa hora. Antes se sabían sus horarios casi de memoria, pero ahora le era imposible recordarlo. Iba caminando desesperado por uno de los pasillos del área que rodeaba la escuela y daba al estacionamiento. Tan concentrado en pensar en donde estaba Keiichiro que no se dio cuenta de que había alguien tratando de llamar su atención. Ese alguien había usado el claxon del automóvil ya 2 veces, alertando a todos los demás cerca de la zona, pero definitivamente no a su objeto de interés.

Después comenzó a gritar ー ¡Hey!...¡HEEEEY!...OYE, KATO SHIGEAKIー hasta que escucho su nombre fue que salió de aquel profundo ensimismamiento y se giró a ver al hombre que le gritaba.

 

Sonrió, era Ryo. Aunque al inicio se veía molesto, al verlo, se acercó corriendo a él. Estaban hablando felices, con Ryo diciéndole algo de que necesitaba pasar tiempo con él, juntos, y compensarle por el mal rato del día anterior.

 

Pero entonces, caminando cerca de ahí, estaban pasando cerca Keiichiro y Takahisa. Su conversación tenía un tono emocionante, en la cual ambos hablaban animados sobre dulces. Totalmente ajenos a las circunstancias y a lo que los rodeaba siguieron discutiendo qué versión del eclair era la mejor. Todo hasta que a media plática, entre risas, Keii pateo una piedrita. Siguió con los ojos la dirección que tomó al patearla. Donde se detuvo, subió la vista y se sorprendió de ver a su mejor amigo hablando con una persona que no conocía. Tal vez era alguno de sus compañeros de clase y por eso no lo había visto nunca.

 

Se quedó mirándolos, hasta que un murmuro enojado de Massu llamó su atención y se giró a verlo. ーCarajo, nunca pensamos que fuera tan enserio.

ー ¿Eh?ー Keii regresó su vista hacía donde estaba su mejor amigo. Le pareció que todo entonces comenzó a verse en cámara lenta y todo le daba vueltas.

El hombre frente a Shige lo jalo con fuerza de las manos. Demasiada fuerza para su tamaño. Cuando lo tuvo lo suficientemente cerca de él, comenzó a besarlo. Ahí, frente a todos, sin importarle quien pudiera verlos.

 

Y Shige no se imaginaba quien los estaba viendo en ese momento. Hasta que terminó el beso, se giró apenado y su mirada se cruzó con la de Keiichiro.

Notes:

No estaba muerta, solo chambeando (?).
En realidad, sí tuve un bloqueo creativo respecto a esta historia. Tuve una idea para un fic de vampiros y contemple mucho la idea de abandonarlo y comenzar con el otro, pero no puedo. Aun tengo muchas ganas de escribir el desastre que es esta historia.

Espero el siguiente capítulo llegue pronto ;; prometo apurarme a escribir.

BTW, la canción del título esta vez es hasta cierto punto una apropiación cultural, porque dicha canción de un himno entre la comunidad lésbica. Pero escucharla me ayudo a terminar este capitulo así que he decidido incluirla.

Chapter 10: Me and Ryo down by the schoolyard

Summary:

Koyama y Shige tienen que enfrentar lo que pasó.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Shige suspiró profundamente, sentado en el asiento del copiloto mirando por la ventana. ーNo entiendo porque haces tanto drama por eso, algún día se iban a enterarー Ryo al volante sonaba indiferente. Shige lo miró con una mezcla de emociones inexplicables en ese momento, pero todas eran demasiado intensas y lo golpeaban al mismo tiempo. Claro qué algún día se iban a enterar, pero justo había hablado con Tegoshi y lo había meditado por un tiempo, quería decírselo personalmente a Keiichiro. Pero ahora no sabía qué decir, menos que hacer. La mirada de decepción de su amigo pareció decirle todo.

 

Koyama los había visto: Shige y Ryo, tomados de las manos y aquel beso impulsivo. Massu también lo vio.

Sintió la mirada de ambos sobre sí mismo, antes de que Keiichiro se diera la vuelta y se fuera corriendo, luego Massu le dedicó una mirada enojada y él optó por encerrarse en el auto de Ryo. Ahora estaba sentado en el asiento del copiloto lamentándose por la forma en la que todo salió a la luz, mientras su compañero parecía no darle importancia.

ー Es que no quería que fuera de esta forma, quería decirle la verdad a Koyamaー sonaba un tanto triste y apagado.

ー Ni siquiera puedo entender porque te importa tanto lo que piense ese tipo de tiー Ryo lo interrumpió con el mismo tono desinteresado de hace rato, ー Tal vez porque Koyama Keiichiro es mi mejor amigo, solamente eso. ¿Acaso no te sentirías mal de ocultarle algo a Ohkura?ー se le quedó viendo fijamente esperando su respuesta. ー Por mi Ohkura y todos se pueden ir al carajo, no me importa lo que opinen de míー no era lo que Shige estaba esperando, y se sintió mal de oír aquello. Llevaba poco tiempo conviviendo con ese par, pero podía jurar que hasta cierto punto la amistad de Ohkura hacia Ryo le parecía sincera, era una lástima que no fuera de la misma manera para Nishikido.

 

ー No tiene sentido decírtelo a ti entonces, no lo entiendes.

ー Lo que no entiendo es por qué te preocupa tanto, deberías preocuparte por lo que piense yo de ti, yo soy tu novioー escuchar esa palabra, hizo eco dentro de su cabeza y se repitió varias veces. ¿Entonces Ryo se lo estaba tomando en serio? Con mayor razón tendría que enfrentar a Keiichiro y explicarle lo que pasó. Una vez más, Shige se quedó mirando a Ryo fijamente. ー Vamos a comer fuera, ya no tengo ganas de hacer gran cosa después de escucharte quejar tantoー.

 

Mientras tanto, en algún otro lugar de Tokio, Massu estaba con Keii. Se sentía personalmente responsablemente por la escena que habían presenciado antes.

 

Massu recordó aquel día en la fiesta. Con ayuda de Kame, había metido a Tegoshi casi inconsciente a la camioneta y solo faltaba encontrar a Shige para poder irse. Fue Nakamaru quien le dijo que la última vez que lo había visto estaba en la sala hablando con un amigo de Jin, lo que extrañó a Massu. ¿Shige hablando con un desconocido? Imposible.

Tras unos 10 minutos de búsqueda, optó por asomarse al jardín y lo que le dijo Nakamaru era cierto, pero ya no estaban hablando. Shige se estaba riendo mientras veía al amigo de Jin tocar una canción en la guitarra.

Hasta ahí todo hubiera sido algo sin importancia hasta que Kame se unió a Massu y tras ver quienes dos protagonizaban aquella escena, tuvo que advertirle. 

ー Massu, aleja a tu amigo de Nishikido, por su bien.

ー ¿Eh? ¿Lo conoces?

ー Es uno de los amigos de Jin. Tiene una personalidad insufrible, complejo de rockstar, vicios y además va de relación en relación, nadie dura más de 3 meses con él.

ー ¿Y por qué tendría que preocuparme?ー fue cuando Kame se acerco a susurrarle a Massu ーPorque Ryo es bisexual y seguro va a intentar algo con Katoー. Si bien Massu pudo haberse reído de aquel comentario asegurándole a su amigo que Shige no tenía ese tipo de inclinaciones, el comentario de un desconocido que llegó en ese momento, terminó de darle la razón a los miedos creados por Kamenashi. Un tipo bastante más alto que ellos y con un dialecto de Kansai muy fuerte. ーAy no, otra vez no…van tres veces en lo que va del año, pensé que ya se había quedado sin víctimas por ahoraー.

 

Y Kame siguió insistiendo después, cuando solo estaban Massu, Tegoshi y él, que definitivamente cualquier persona que acababa relacionada con Nishikido Ryo terminaba mal. Tegoshi dijo que solo eran celos de Kame porque Ryo era bastante cercano a Jin y Massu no sabía que pensar. Pero ahora, solo sentía una culpa horrible por todas las veces que hablaron entre líneas del tema frente a Keiichiro sin darle una explicación clara.

Ahora lo sabía todo, pero de la peor manera. 

ー Koyama, ¿Estas bien?ー se hizo un silencio, que Massu sintió demasiado largo hasta que su amigo suspiró y habló. ー ¿Viste lo mismo que yo? ¿Qué fue eso? ¿QUÉ ESTÁ HACIENDO CON SU VIDA? No entiendo nadaー enseguida se dió cuenta que Koyama estaba llorando.

 

No sabía bien qué decir, sentía que ser empático con los demás no era su fuerte, pero también se sentía demasiado culpable por lo que había ocurrido, así que dió lo mejor de sí para ayudar a Keiichiro. Le dio unas palmaditas en la espalda, con suavidad para no alterarlo más ー Vamos, no es el fin del mundo. Tegoshi hace esas cosas, o peores, todo el tiempo y nunca te veo ponerte a llorarー Massu necesitaba saber la verdadera razón por la que lloraba Keiichiro. Solo así podría entenderlo y brindarle algún consuelo.

 

O intentarlo, porque al oír lo siguiente que Koyama le dijo, se quedó perplejo.

ー Pero es que no sabía que Shige fuera…homosexual.

ー ¿Cómo sabes que es gay? Puede que…

ー No Massu, espera. Ahora todo hace sentido. Por eso está tan distante, quería seguir en el closet.

ー Koyama…

ー Además, seguro por eso termino a Kameko. Tal vez ella lo descubrió y se sintió tan avergonzada que decidió irse.

ー Oye Koyama…

ー Y luego utilizó a tu compañera para cubrir lo que pasó, y que no lo supiéramos. Iba a ser de esos que lo esconden para siempre. ¿Y sabes que puede ser peor? Qué este enamorado de alguno de nosotrosー.

Fue en ese instante donde Massu se sintió sobrepasado por la situación. Él hubiera entendido que Koyama se sintiera traicionado por su amigo, por haberle ocultado algo tan delicado como aquello, pero lo que acaba de escuchar era simplemente una estupidez. Koyama solo estaba siendo homofóbico.

ー Te besas con él a cada oportunidad que tienes, ¿y lo único que te preocupa es que esté enamorado de ti en secreto?ー Massu no disimuló su desagrado ni su incredulidad ante lo que acababa de escuchar. Tegoshi, su mejor amigo, era bisexual y él jamás se habría puesto a pensar en algo así.

ー Incluso si resultará estar enamorado de ti en secreto, ¿no sería lo más adecuado tratarlo como algo normal? Simplemente dile que no estás interesado o que no sientes lo mismo, se honesto ya ya, pero no uses eso de excusa para ser una basura con él. ¿No es acaso tu mejor amigo?

ー ¿Y QUE TAL QUE SE ESTABA APROVECHANDO DE MI? No lo entiendesー Massu estaba muy extrañado de oír aquellos comentarios. Los hubiera esperado de cualquiera, menos de la persona a quien Shige llamaba mejor amigo.

ー Nadie se esta aprovechando de ti Koyama, pero lo que deberías hacer es considerar la opción de alejarte de Shige si piensas seguir con esos pensamientos horribles, sea lo que sea que está pasando con él debe ser difícil de procesar y entender, como para que todavía vengas tu y le compliques más las cosasー. Massu tomó sus cosas y se fue, dejó hablando solo a Keiichiro, quien parecía tener más argumentos contra aquello. Pero es que aquello le había molestado demasiado.

 

No es que para Massu fuera lo más fácil procesar aquello, no se acostumbraba a la idea de ver a Shigeaki con un hombre, al menos no con uno como el que había elegido. Pero pensó en su amistad, el apreció que le tenía y le seguiría teniendo siempre por la persona que era, no por quien se sintiera atraído. Tampoco quería dejar a Shige solo. Además de su amistad, si lo que Kame le había contado de Nishikido era cierto y Shige estaba pasando por todo aquello él solo, Nishikido podía aprovecharse de Shige.

 

El hecho de que su amistad con Tegoshi fuera tan abierta, le había ayudado bastante a que casi nada de que pasará lo sorprendiera. Había escuchado las historias explícitas de Tegoshi y él mismo había tonteado con algunos de sus compañeros y compañeras de la universidad, pero al final Massu se dió cuenta que estaba más en el espectro de la asexualidad y el arromanticismo. Massu tenía la combinación ganadora que le permitía enfocarse únicamente en su carrera y su sueño de ser un diseñador de moda famoso. Así que, al final, sentía que también podía brindarle a Shige un poco más de apoyo y comprensión que Koyama.

 

Massu no sabía aún que Tegoshi estaba al tanto de la otra parte de la situación, pero pronto se contarían el resto. Al final, ambos quedaron sorprendidos por lo parecidos que eran Koyama y Shige, ambos en negación. Pero de la misma forma, Tegoshi esperaba que si él hablaba con Koyama, tal vez pudiera quitarle aquellas tontas ideas y reunir al par de amigos otra vez.

ー Esos dos tienen que hablar las cosas bien Massu, no hay otra opciónー Tegoshi aseguró. Massu apoyaba la idea, pero no estaba seguro de que fuera lo mejor en ese momento. ー ¿Y si en lugar de ayudarlo le dice algo que lo haga sentirse mal? Digo, tú mismo me contaste que Shige está en negación.

ー Cierto, pero parece que está empezando a aceptar un poco más la idea. Además ese tipo de cosas suelen pasar, no todo el mundo va a ser comprensivo y tiene que enfrentarse a ello. Ya conoces a Shige, siempre pretendiendo que todo está bien.

ー ¿Y si Koyama no cambia de idea?

ー Entonces Shige va a tener que cambiar de mejor amigo.ー

 

Koyama no podía dormir. En su cabeza se repetía la misma escena constantemente: aquel hombre moreno besándose con Shige. Fue horrible, casi asqueroso. ¿En qué momento Shige se había convertido en eso? Ese era el tipo de cosas que hacía Tegoshi, así que no hubiera sido sorpresa, pero ¿Shige? Jamás se había esperado que Shige fuera uno de ellos. Se sentía enojado pero, en el fondo, no comprendía cuál era la razón.

 

¿De verdad le resultaba asqueroso lo que su mejor amigo estaba haciendo o era solo la impresión? Massu tenía la razón. Hasta ahora había visto a Tegoshi salir del baño, vistiéndose de nuevo, con tipos random que conocía en las fiestas a las que iban, o contando historias de lo que hacía y fuera de un “no necesito saber eso” jamás es que le hubiera importado demasiado lo que un hombre hiciera con otro. Entonces ¿por qué cuando se trataba de su mejor amigo sí? ¿Qué era lo diferente en ese momento? Una vez más sintió que el regaño que le habían dado hace un rato tenía la razón.  Quizá lo que más le dolía realmente a Keiichiro es que Shige no hubiera tenido la confianza de decírselo, antes que a nadie más. Haberlo visto él mismo y enterarse de esa manera fue lo que más le dolía. Pero también se sentía triste al entender porque Shige no se lo había contado antes, justamente esa reacción tan horrible que había tenido era la respuesta. 

 

No era como Massu lo había dicho, era más bien que su miedo se convertía en esos comentarios homofóbicos, y aquello definitivamente hubiera lastimado a Shige. Por supuesto que no le hubiera importado, al menos en el mal sentido, que Shige se hubiera enamorado de él. Le hubiera dicho, con tristeza, que tristemente no podía corresponderle, pero que no por eso dejaría de ser su amigo de forma incondicional. Pero todo eso solo estaba en su mente, lo que pasó en la realidad dio a entender lo contrario.

Por eso Keii se fue a dormir con una idea en la mente: hacerle frente a su mejor amigo al día siguiente. Porque uno de los dos tenía que hacerlo y arreglar las cosas antes de que todo se saliera de control.

 

Los sonidos de sus pasos hacían eco sobre aquel piso de un blanco casi cegador. Se preguntaba si su escuela se veía de la misma forma o solo era una de las miles de características más de la escuela de derecho y su necesidad a creerse superior al resto de facultades que le rodeaban. No estaba muy seguro de saber a dónde iba, pero esperaba que estuviera en lo correcto. Le pregunto a algunos alumnos donde estaban los salones del último año y se dirigió hacia ellos. Era justo la hora del cambio de clases, así que esperaba tener suerte. Se paró al inició del pasillo y espero mientras miraba a todos los que pasaban por ahí. Hizo caso omiso al ambiente que le rodeaba, pues solo podía pensar en encontrar a una persona. Después de esperar por al menos 5 minutos, escuchó a lo lejos una risa que conocía de memoria, acercándose poco a poco. No pasó mucho antes de ver al dueño asomándose por la puerta mientras caminaba con un grupo de compañeros. Keiichiro no dijo nada, se confundió entre la multitud de personas y cuando Shige paso a su lado, después de haberse despedido de aquel grupito, lo tomó del brazo y sin decirle nada más, lo guió directo a aquel jardín donde parecía que todos resolvían sus problemas en él.

 

Shige no dijo nada en todo el camino. Se imaginó lo peor y prefirió esperar a estar en un lugar donde nadie lo viera llorar mientras Koyama le daba una lista de razones por las cuales ya no podían seguir siendo amigos. Es que no podía pensar otra cosa, Keii nunca había sido así. Estaba seguro que este era el final de su amistad y ahora tendría que alejarse del resto para que no fuera incómodo para nadie.

ー ¡SHIGEEE!ー aquel grito lo sacó de sus pensamientos, pero aun así no dijo nada. Koyama soltó un suspiro, sabía que hablar con Shige era difícil pero nunca le había resultado tan pesado. ー Shige, antes de que sigas ahogandote en tus pensamientos pesimistas, quiero que escuches lo que estaba tratando de decirte. Lo siento, no sé si Massu te contó lo que pasó o no, pero lo lamento. No pienso ninguna de esas cosas, solamente estaba molesto y asustado porque sentí que estabas tratando de sacarme de tu vida sin explicación alguna pero jamás me puse a pensar que estabas pasando por algo…complejo tú solo. No me importa a quien decidas amar siempre que te haga feliz. Así que por favor, de ahora en adelante espero que además de poder seguir siendo amigos, me tengas la confianza suficiente para decirme las cosas sin tener miedo de mi reacción.ー Shige no sabía qué tanto de la conversación se había perdido, pero sí que estaba sorprendido. En realidad, no tenía ni idea de que cosas hablaba Keiichiro que le había dicho Massu y prefería quedarse así. La ignorancia es felicidad . ー Keii yo…no tienes ni idea de lo feliz que estoy, pensé que iba a perderte para siempre y tu eres mi mejor amigo. Puedo renunciar a lo que sea, pero no me pidas que renuncie nunca a ti.ー

 

En ese momento, ambos se quedaron en silencio. Aún se sentían cohibidos por todo lo que había pasado, pero en ese momento de silencio poco a poco alzaron su mano para quedar frente a frente y cuando al fin iban a tocarse, una tercera mano apareció. Era más morena que cualquiera de ellos dos y directamente se posó sobre la mano de Shige, evitando que se tocará con la de Keiichiro. ー Te encontré.

ー Ryo…ー Shige miraba con atención a su compañero que estaba parado al lado de él, mientras se comía una paleta. ー ¿Nos vamos?ー su tono de voz reflejaba la impaciencia que sentía en aquel momento. Shige dió un salto tan ágil que sorprendió a Keiichiro cuando se puso de pie. ー Esperaー Shige jalo a Ryo por la manga de la chamarra denim que llevaba puesta. Se metió la paleta en la boca y lo miró sin decir palabra alguna, pero la expresión de hastío en su cara lo decía todo.

ー Él es Koyama Keiichiro, mi mejor amigo. Ahora que vamos en serio necesitaba presentarte a la persona más importante para mi.ー

 

Shige no mintió. No había que ser muy listo para saber que a Shige le importaba mucho más su mejor amigo que una relación que llevaba poco más de un mes de haber empezado, estaba claro. Pero había una persona que no estaba muy contenta con eso.

Ryo miró al amigo de Shige de arriba a abajo varias veces, por su parte Keiichiro hizo lo mismo. De la misma forma que Shige y Misako no se toleraban, estaba claro que tampoco Ryo y Keiichiro lo harían, nunca. En ese momento en el que Shige estaba feliz de haber presentado a las dos personas que más le importaban en el mundo, no se dió cuenta de la tensión que había entre ambos. Aunque se saludaron de forma respetuosa, Keiichiro en ese momento pensaba que si Shige iba a salir con hombres, podía conseguirse uno mejor. Ryo, mientras tanto, pensaba que la amenaza #1 a su relación sería para siempre aquel amigo incómodo de Shige. Nunca, nunca le iba a perdonar haber dicho frente a él que la persona más importante para él era Koyama. Pero aquel no era el momento para hacer o decir algo, ya tendría mucho tiempo después.

ーUn gusto Koyama.

ー Lo mismo digo yo, Nishikido.

— Shige, ¿nos vamos?ー Ryo tomó a Shige por la muñeca y el pelinegro fijó la vista sobre su amigo que solo asintió. ー Yo tengo clase, mejor nos vemos después Shige.— Se despidió agitando su mano con suavidad mientras ambos amigos sonreían. Ryo arrastró a Shige para alejarlo de ahí en dirección a su auto.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de Keiichiro, Ryo soltó su agarre sobre la muñeca de Shige, que quedó adornada con dos marcas moradas de dedos que se perdían entre una pulsera que traía puesta en ese momento.

 

Pero, una vez más, Shige parecía no darse cuenta de las cosas.

Notes:

Le dedico este capítulo a Hana uwu. <3 Pensé que nunca iba a salir del bloqueo hasta que Hana me dijo que me iba a funar por no terminar este fanfic. Va por ti Hanita, no me funes.

Btw, el nombre de este cap es una referencia a una canción de Paul Simon. Al final el cap no termino como yo esperaba pero la idea siguió siendo la misma. En la canción hablan sobre como se descubre la historia de amor entre el narrador y Julio, algo prohibido en ese entonces, así que la familia se pone a la defensiva. Debe haber una mejor explicación por ahí, pero yo creo que se entiende porque el cap se llama así.

Gracias por leer.

Chapter 11: The Story of Us

Summary:

El pasado finalmente alcanzó a Ryuhei y Ohkura, mientras que Shige siente que nunca va a ser feliz.

TW. Menciones de actos sexuales.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Tadayoshi entró por la puerta trasera. Como aquel restaurante chino fue donde cerró varios tratos importantes al inicio de la banda, los dueños le conocían y le dejaban utilizar el salón VIP siempre que lo necesitara, sin tener que entrar por la puerta principal y no llamar la atención de los paparazzis con su presencia.

Hubiera sido fácil ir al restaurante donde Hina trabajaba, pero lo que tenían que hablar esa ocasión era algo que el resto del grupo de amigos ignoraba.

Un mesero abrió la puerta ornamentada del lugar para dejarlo entrar a aquel espacio apartado del resto; de inmediato se hizo a un lado para dejarlo pasar. Tatsu vió entonces a Ryuhei, con el rostro apoyado sobre la mano y el resto de su brazo descansaba sobre la mesa. Se veía serio, mientras que con su mano libre, golpeteaba sus dedos contra la madera. Tatsu se quitó, con algo de nerviosismo, la gorra, lentes oscuros y el cubrebocas que llevaba mientras caminaba en la calle. Iba vestido de forma bastante casual para el sitio en el que se encontraba.

Ryuhei desvió la mirada apenas Tatsu se sentó frente a él.

ー ¿Y bien?ー Tatsu suspiro, pero Maru tardó en responderle. ー Ryo lo sabe, todo.ー miró a Ohkura a los ojos apenas dijo eso, como si se hubiera quitado un peso de encima. ー ¿Cómo sabes? ¿Qué tal que solo lo dijo para ver tu reacción y fastidiarte con eso.

ー No, me dio detalles que solo alguien que haya estado ahí sabría. A menos que tú se lo hayas contado. — Tadayoshi se sintió atacado con aquel comentario, el tono que uso Maru fue incriminatorio.

— ¿Por qué haría yo algo así?— antes de poder decir algo más, el mesero regresó, por lo que ambos se quedaron en silencio. Le dio instrucciones de traer lo de siempre. Maru no soporto ver cómo en momentos como ese Ohkura estaba concentrado en la comida cuando él sentía ganas de vomitar.

 

— No lo sé, pero Ryo truena los dedos y obtiene de ti lo que quiera, siempre ha sido así y lo sabes.

— Idéntico a ti, que serías capaz de tirarte sobre un charco solo para que Yasu pase sobre ti, sin mojarse. — Ambos se tensaron de inmediato. La situación se volvió en extremo incómoda para ambos, pero Maru tiró la primera piedra acusando a Ohkura, cosa que lo lastimó demasiado. Ambos se conocían a la perfección, mucho más de lo que les gustaría admitir, y sabían perfectamente en donde tenían que picar la herida para lastimar al otro.

 

Aunque, a decir verdad, aquella era la primera vez en tantos años que ocurría.

 

~~~~

 

Al fondo del baño se escuchaba algo parecido a un suspiro ahogado. Pero si te acercabas al cubículo, descubrirías que no era un suspiro, era más como un gemido. También se escuchaba a alguien más con una respiración agitada. Ryo se quedó parado tras la puerta de ese cubículo, escuchando con atención aquellos sonidos, conteniendo la risa al adivinar de qué se trataba, pero con curiosidad por saber de quienes se trataba. ¿Alguien había sido tan tonto para meter a una mujer al baño de hombres? ¿O serían dos hombres?

 

Dentro del baño, fuera de la vista de Ryo, las dos personas dentro luchaban por no caerse y armar un escándalo que alertara a cualquier otro que estuviera en el lugar. El más alto y delgado, se aferraba con ambas manos a la pared. Una mano de frente y otra al lado, de rodillas sobre el inodoro con las piernas abiertas y la espalda arqueada. El otro, era quien estaba de pie para poder moverse con libertad, mientras con una mano le cubría la boca a su acompañante y con la otra, abrazaba su cuerpo frío y cubierto de sudor, acercándole a él. Con el movimiento, las camisas escolares de ambos cayeron al suelo, dejando ver que pertenecían a escuelas distintas. Por suerte, no quedaron a la vista de quien los espiaba o inmediatamente se hubiera dado cuenta de quienes se trataba.

 

Ryo se pegó a la puerta para tratar de escuchar algo más, que le diera pistas de quienes estaban ahí y como podía sacar provecho de la situación; eso, sumado a una curiosidad que casi rayaba en el morbo.

La parejita, adentro, estaba concentrada en sus asuntos sin percatarse de que alguien los espiaba. De pronto, el que estaba de pie, abrió la boca de su compañero con la mano que le cubría para no dejar escuchar sus gemidos y le metió los dedos. El otro, se dejó hacer y comenzó a lamerlos mientras sentía como su compañero aumentaba el movimiento sobre él.

 

Y fue cuando ocurrió algo que Ryo jamás hubiera imaginado. Aquel momento que los perseguiría mucho tiempo después. Más gemidos ahogados y de repente — Ahh, Ryo, más rápido—. RYO. Lo escucho con claridad. Entonces la persona ahí adentro se llamaba como él. Le hizo gracia pensar en las veces que él también se divirtió en los baños de la preparatoria junto a Ohkura. — Yasuuu—. Ryo se echó para atrás al escuchar el segundo nombre. ¿Yasu? ¿Yasu estaba ahí adentro con otro compañero llamado Ryo? No, ahora que lo pensaba, la voz y la forma en la que hablaba el que dijo “Ryo” le resultaba bastante familiar. Además, ¿no estaba Yasu interesado en Subaru?

Mientras Ryo trataba de encontrar coherencia e hilar lo que sucedía, se escuchó el sonido más agudo de todos, entre respiraciones agitadas y el sonido del choque de sus cuerpos, luego, todo quedó en silencio.

 

Una vez terminado el acto, mientras ambos recuperaban el aliento y se limpiaban, el que había permanecido todo el tiempo de pie abrazó por detrás a su acompañante y le dio un beso en la parte de atrás del cuello. Se giró sorprendido y dejó ver su rostro, se trataba de Ohkura. — ¿Y eso a que viene? Ryo nunca haría eso, te sales de personaje— dijo mientras se reía y cubría su torso con sus brazos, apenado.

— Ya sé, pero es algo que definitivamente le haría a Yasu. Además, ¿no te sientes vacío de hacerlo sin cariño — suspiró profundamente, — Aun me da miedo lastimarte — Tadayoshi sonrió una vez más. Dentro de su pecho algo dolió, porque la persona a la que él quería jamás se había preocupado por él de la misma manera, ni le había demostrado cariño. Solamente lo usaba cuando se sentía solo y ya. Así que en aquel momento, con todo y su amor por Ryo, se alegró de estar con otra persona. Se agachó y recogió los uniformes que se habían regado por el suelo. Tomó el suyo con delicadeza y luego, le aventó a su compañero el suyo, cubriéndole el rostro. — Eres un cursi de lo peor Maru—.

 

Y claro, Ryo lo escucho todo desde afuera. Estaba sorprendido, nunca espero que Ryuhei y Tadayoshi tuvieran ese tipo de relación, más cuando los había escuchado fingir que eran quien le gustaba al otro. Se preguntó si a Yasu le haría la misma gracia saberlo, o se sentiría asqueado al oirlo. Pero no tenía mucho sentido contarle, al menos no en aquella época, aunque Ryo jamás imaginó lo valiosa qué sería esa información muchos años después.

 

Cuando Tadayoshi reaccionó de aquel recuerdo tan vívido, y ante la llamada repetitiva del mesero que le llenaba la mesa de comida frente a la mirada enojada de Ryuhei, su mejor amigo, Ohkura comenzó a comer compulsivamente, como si no hubiera nada más a su alrededor.

 

Maru, horrorizado ante la escena que estaba presenciando, salió de ahí lo más rápido que pudo. Dentro de su mente solo había miedo.

Miedo de que Yasu se enterara de lo que había pasado entre él y Tadayoshi, a quien ambos llamaban “mi mejor amigo”, y luego el miedo de ver a Tatsu en ese estado, como en trance. Comiendo como si pretendiera llenar sus vacíos con comida. De pronto la voz de Ryo sonó en su cabeza, “Eres un cobarde Maruyama”. Caminó más rápido, como si eso pudiera borrar todo lo que sentía, pero pensando por primera vez que quizá Ryo tenía razón, en lugar de ayudar a su amigo, salió huyendo.

 

~~~

 

El tiempo pasa muy rápido cuando te lo estás pasando bien. Así, en un parpadeo, 6 meses pasaron volando en la vida de Shige, faltando aún bastante para concluir el ciclo escolar que correspondía a su último año universitario. No estaba preocupado por su titulación ni lo que vendría después, pues su carrera no exigía algo tan demandante como lo había visto con Massu, además no estaba seguro de que iba a hacer una vez que terminará las clases. Así que su vida había conseguido tener una rutina tranquila que le daba más tiempo para concentrarse en su vida personal.

 

A este punto, Tegoshi y Massu ya habían conocido a Ryo. A diferencia de lo sucedido con Koyama, quien aún lo evitaba a más no poder, estos dos habían logrado establecer una convivencia más tolerante hacía el novio de su amigo; en ese momento, al no conocer del todo la relación que mantenían, tenían una opinión neutra del moreno. Pero Keiichiro no, él sentía que Ryo le iba a romper el corazón a su amigo o iba a arruinarlo todo de alguna manera, pero no se atrevía a decirle nada a su amigo, al ver lo enamorado que estaba de Nishikido. No le quedaba más que darle apoyo a su amigo y seguir adelante.

Un día como cualquier otro, en el que el sol brillaba en el cielo pero el viento dejaba sentir que el frío del otoño estaba por comenzar, mientras las hojas caían con suavidad de los árboles, Shige llegó al departamento de Ryo, como era costumbre al salir de la universidad.

 

Abrió la puerta con la copia de la llave que Nishikido le había obsequiado y se topó con muchas cajas de cartón regadas por el espacio minúsculo de la sala de estar. En un rincón en el suelo, medio oculto por las cajas, Ryo estaba sentado. Con una mano envolvía cosas de un estante en papel mientras que con la mano libre, sostenía un cigarro encendido. Shige se abrió paso entre las cajas para abrir las ventanas y dejar que circulará el aire. — Te he dicho que no fumes dentro, el olor del humo se encierra demasiado.

— Lo siento— Ryo alzó la vista hacia él y le sonrió.

Shige sintió demasiada felicidad solo con aquello. Caminó esquivando las cajas hasta llegar al sillón al lado de donde estaba Ryo y, divertido, le preguntó. — ¿Para qué son todas estas cajas? ¿Vas a mudarte?— con su mano derecha comenzó a jugar con el cabello de su pareja. Ryo, quien lo seguía mirando con atención, comenzó a reír también. —Sí, así es— soltó el papel que sostenía y acarició la mano de Shige.

— ¿Vas a conseguir un departamento más grande?

— Algo así.

— ¿Vas a mudarte aquí cerca?— Shige ladeo un poco la cabeza al decir aquello, pero miraba con atención a Ryo. Era el único hasta ese entonces que había visto ese lado suyo, que resultaba hasta tierno.

— No, está algo lejos…— se hizo una pausa silenciosa entre los dos, en la que Shige espero a que Ryo le dijera algo más. — Me voy de regreso a Osaka, ya no soporto esta ciudad. — Soltó la mano de Shige, volvió a fijar la vista en las cosas que envolvía y le dio una fumada a su cigarro.

 

Shige no supo bien qué hacer, decir o sentir. Aquello era como si le hubieran tirado un balde de agua helada encima. ¿Qué carajos le pasaba a Ryo? ¿Cómo le decía algo así, tan de la nada? Entendía que era su vida y él no podía interferir en ella pero, ¿Acaso no eran una pareja? Además, por más que Ryo fuera tan raro a veces, era imposible que hubiera decidido dejarlo todo y regresar a su ciudad natal tan de repente.

—¿Por qué no me dijiste nada?

— Te lo estoy diciendo ahora, mis padres se van a mudar y me ofrecieron quedarme en el lugar donde ellos viven ahora.

— Pero no creo que te lo hayan dicho ayer, ¿Por qué no me avisaste antes?

— No, me lo dijeron hace 3 meses. — Shige una vez más miró con insistencia a Ryo, esperando a que le dijera lo que él le había preguntado.

— ¿Y bien?— estaba dando lo mejor de sí para no ponerse a gritar y aventarle algo en la cara. — ¿Para qué? ¿No puedes disfrutar las cosas y ya? ¿Para qué necesitabas saber que iba a irme? Ámame mientras se pueda y ya. — Ryo se estiró para tocar una vez más la mano de Shige, pero él la quitó de inmediato. Se levantó y se quedó mirando al frente, a través de la ventana que había abierto antes con alegría.

 

En la mente de Shige pasaron muchos recuerdos; desde la primera vez que vió a Ryo en la fiesta de Jin, su primer beso, el concierto, todo el tiempo que habían compartido juntos. Se preguntó cómo es que habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo, cuando antes su vida había sido tranquila y las cosas no cambiaban para nada en meses. Al recordar cómo había sido su vida antes, fue imposible que no la recordará, Eri volvió a su mente.

Se había ido de la misma forma, sin avisarle. Pero al menos Eri tenía una justificación, Shige había sido horrible con ella, se lo merecía. ¿Pero Ryo? Shige le había dado todo de sí, había enfrentado y hecho de todo por aquella relación, no tenía derecho a hacerle eso, para nada. Sintió como la irá lo invadía. Ya había pagado por sus errores anteriores, ¿Por qué tenía que volver a perder él?

 

Se dio la vuelta bruscamente, y de forma accidental con sus movimientos tiró las cajas, señal que alertó a Ryo, que se levantó con agilidad, pensando que su compañero buscaba comenzar una pelea física. Pronto se dió cuenta, al ver a Shige con los ojos llenos de lágrimas, que no era así.

— ¿Cómo puedes decirme algo así? ¿CÓMO PUEDES SER ASÍ?— Shige se desplomó mientras lloraba. Quedó de rodillas frente a Ryo cubriendo sus ojos. Nishikido solo lo observaba curioso a cierta distancia, mientras encendía otro cigarro.

Shige lloró un rato más, balbuceando cosas incomprensibles, aunque lo único que quería era sacar el dolor que llevaba dentro. Ryo iba a irse, y no es que le tuviera mucha fé a mantener una relación a distancia, algo le decía que aquello nunca iba a funcionar. Lo único que le quedaba era volver a hacer su vida desde cero, olvidarlo y resignarse a ser una abogado aburrido.

 

Ryo se acercó a él después de verlo llorar un rato. Se sentó a su lado, soplando el humo del cigarro en su cara, solo porque sabía lo mucho que odiaba ese olor. Brusco como siempre, alzó la cara de Shige para que lo mirara. Dejo lo que quedaba del cigarro sobre el cenicero, hasta que se apagó. Mientras mantenía la cara de Shige arriba, con la otra mano le limpio las lagrimas y luego le sonrió como si nada malo estuviera pasando.

 

Ryo se sintió halagado de ver a Shige llorar por él. No sé imagino que aquel chico extraño, atractivo y con un horrible corte de pelo, con el que comenzó a tontear en aquella fiesta fuera a tomárselo tan en serio. A veces era muy molesto, con su intensidad y emotividad desmedida, pero en el fondo, él también le había tomado cariño sincero, le gustaba estar con él.

No supo porqué, pero en ese momento el rostro de Koyama llegó a su mente.  Apenas pusiera un pie fuera de Tokio, seguro Koyama iba a convencerlo de terminar aquella relación y cortar contacto con Ryo, podía apostarlo. Se enfureció solo de pensar aquello, dejarle libre el paso a Koyama. Por más que Shige le había explicado hasta el cansancio que Koyama tenía una novia e iba a casarse con ella, algo no cuadraba bien con la percepción que Ryo tenía. 

 

De la nada, se le ocurrió una maravillosa idea.

 

Volvió a secar con cuidado el rostro de Shige, quien sollozaba aún pero un poco más calmado. Se acercó a él y lo abrazó. Shige hundió su rostro en su hombro mientras lo abrazaba. Ryo, le acarició con ternura la cabeza antes de agregar — ¿Y qué si te dijera que hay una manera para que vengas conmigo a Osaka?—.

Notes:

Por más que le avanzaba a este capitulo en cualquier lugar que fuera posible y con 5 minutos, pensé que nunca lo iba a poder terminar ;; por suerte, ya acabo el evento canonico de mi chamba que me consumía 24/7 y lo primero que quise hacer fue terminar este cap. Espero ya no tardar tanto con los siguientes ;; así que manifiesto que la vida coopere y no me destroce tanto para avanzar.

Gracias por leer esta cochinada, ya vi que tiene muchas más lecturas. Además de sorprenderme, agradezco que lean este fic <3 uwu

Chapter 12: Wild Long Lie

Summary:

Antes de Shige, mucho antes, había alguien más enamorado de Ryo.

Mientras, Shige tiene que enfrentar su destino.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

— ¿CÓMO QUE TERMINANDO EL AÑO TE VAS A VIVIR A OSAKA?— el grito de Koyama se escuchó con claridad, a pesar de las voces de tantos estudiantes que se encontraban en la cafetería. Los 3 amigos lo miraban con sorpresa, pero Tegoshi a la vez sentaba a Koyama tomándolo de los hombros, porque parecía que estaba dispuesto a subirse a la mesa para acercarse más a Shige. Massu estaba sentado a su lado, y de la misma forma lo miraba atento, esperando el resto de la historia. Shige alternaba la mirada entre sus 3 amigos. — Bueno, este fue el último año, ya tengo todo arreglado para graduarme. Puedo venir en cuanto me llamen a firmar mis documentos y sería libre. Además, mientras busco trabajo de abogado voy a hacer otro trabajo, va a ser divertido—.

 

Tegoshi le hacía aire con las manos a Koyama, quien con cada palabra de su mejor amigo, parecía que iba a desmayarse. — Supongo que está bien si es lo que tu quieres— Massu le sonrió al decir aquello. Shige le regresó el gesto. Koyama aún estaba procesando lo dicho por su mejor amigo, así que el siguiente en hablar fue Tegoshi.

 

Tenía muchas ganas de preguntar algo, que sabía no era asunto suyo, pero necesitaba saber la respuesta. — ¿Por qué Osaka?— incluso Koyama, quien estaba abstraído en su drama, lo miró aún más sorprendido de lo que se veía tras el anuncio de Shige. Tegoshi entendía la razón de las miradas, pero él quería oír una respuesta. — Es que siempre hemos oído solo quejas de tu estancia en Osaka, además siempre te has negado a hablar Kansai ben, así que nunca pensé que estuviera entre tus planes regresar— aunque él estaba mirando a la mesa, aquello le sonó sincero. Shige lo entendió de inmediato, Tegoshi no se estaba burlando de él ni lo estaba juzgando, solo estaba motivado por genuina curiosidad y el porqué de ese cambió tan drástico de ideas.

 

— Ya sé lo que he dicho— se rascó la cabeza y soltó un suspiro antes de continuar, — pero tal vez eran mis exageraciones infantiles hablando.— Los 3 lo miraban con atención, especialmente Keiichiro que parecía suplicarle con la mirada que le contara toda la verdad. Ahí estaba de nuevo, esa expresión a la que le era imposible resistirse. Por un momento sintió que solo él y su mejor amigo estaban ahí, que sus brillantes ojos color café se clavaban sobre él. Sintió como se le aceleró el corazón, así que cerró los ojos y sacudió la cabeza, desconcertando a sus espectadores. Para distraerse de lo que estaba pensando, prefirió soltar la bomba y que ocurriera lo que tenía que ocurrir.

 

— Ryo me ofreció el trabajo de guitarrista en su banda, mientras consigo algo como abogado. Por eso me voy a Osaka, voy a vivir con Ryo—. Cuando terminó de decir aquello, volvió a mirar los rostros de sus amigos. Koyama se veía horrorizado, Massu desconcertado y Tegoshi tenía una expresión de sorpresa pero acompañada de alegría.

— ¿De verdad? Me alegro por ti Shige. Seguro todo sale bien para ti.

— ¿Cómo le dices eso? ¿ESTAS ESCUCHANDO? Shige, no puedes irte a vivir con un hombre que apenas conoces, no puedes sacrificar tu carrera y tu vida por un amor pasajero— Keiichiro tenía un rostro demasiado serio al decir aquello. Escucharlo se sintió, una vez más, como si le clavaran un cuchillo en el corazón.

 

En realidad, no le dolía mucho que Koyama aun pensará que lo suyo con Ryo era un amor pasajero, a veces él tampoco entendía muy bien la razón por la que estaba con Nishikido. Estaba más bien molesto por la reacción egoísta de su amigo. ¿Por qué no solo podía alegrarse por él y desearle lo mejor en lo que decidiera hacer? Pero no, con Keiichiro todo siempre tenía que ser lo correcto, el camino más aburrido.

 

Además Shige lo había pensado mucho últimamente, no podía pasarse la vida ignorando sus emociones. ¿Qué iba a hacer el día que Keiichiro le dijera que iba a casarse? ¿Cómo iba a sentirse? A veces miraba a Ryo mientras estaba con él, y muy en el fondo, se sentía triste de pensar que tal vez Nishikido solo era su premio de consolación, luego compartía tiempo con él y pensaba que lo quería, pero aun no podía decir que lo amaba. ¿Y qué hay de Keiichiro? A él tal vez si lo amaba. Pero aquello era totalmente descabellado. Lo mejor sería irse lejos y huir de sus emociones que con la distancia se acabarían apagando algún día.

 

— Me harías muy feliz si alguna vez en la vida apoyaras mis decisiones.

— Claro que apoyo tus decisiones, pero esto es simplemente un capricho tuyo Shige.

— ¿Cómo sabes?

— Porque te conozco— Shige, quien se había levantado al increpar a su amigo, se dejó caer con pesadez en la silla apenas lo escuchó pronunciar esas palabras. Era cierto, lo conocía mejor que nadie en el mundo. Pensó que ni 3 vidas al lado de Ryo, le alcanzarían a este para conocerlo de la misma forma que lo hacía Keiichiro.

Lo siguiente que hizo, fue mirar al techo y perderse en su mente mientras Keiichiro seguía cuestionando su decisión.

 

Sí, seguro que una vida en Osaka, lejos, al lado de Ryo no podía ser taaaan mala.

 

₊˚ ✧ ‿︵‿୨୧‿︵‿ ✧ ₊˚



A pesar de que una escuela en Higashiosaka hubiera sido la opción más adecuada, su padre había insistido en enviarlo a una escuela en el extremo contrario, en Osaka. No sabía cómo lo había logrado, ya que el sistema te otorgaba cupo en una escuela cercana; aun así, desde entonces había tenido que atravesar la ciudad para llegar a la escuela.

 

Fue en el primer año de escuela secundaria que Ohkura Tadayoshi conoció a Nishikido Ryo. Ocurrió durante el primer día de clases, cuando ambos fueron asignados a la clase B del primer año. Era un día soleado en el que el viento soplaba con suavidad. La lista de la clase, por orden alfabético, había decidido que iban a sentarse cerca.

Tatsu, con su timidez característica de aquella época, se limitó a tomar clases, tratar de adaptarse pronto a la nueva escuela y a las responsabilidades que venían con ese cambio.

 

Pasados unos días, en los que había matado tiempo él solo y entreteniéndose con cualquier cosa, la persona que se sentaba delante suyo, se volteó a conversar con él en el cambio de clases.

— Oye, ¿puedes explicarme esto? No entendí absolutamente nada y tú siempre estás poniendo atención a la clase— Ohkura apartó la vista del libro que estaba hojeando para mirar a la persona que le hablaba. Parecía un niño aún, bastante más pequeño que el resto. Con la piel oscura, un lunar que acentuaba su rostro y una sonrisa que a Tadayoshi le parecía deslumbrante.

 

Aquel fue el inicio de su amistad.

 

Ryo comenzó a pasar todo su tiempo con Tadayoshi. Le pasaba notas en clase, comían juntos y caminaban juntos el trayecto del camino de regreso a sus casas en el que coincidían. Hacían todo juntos, como mejores amigos.

Cada día creaban recuerdos nuevos y maravillosos, prometiendo que serían amigos para siempre. Por eso, el Tadayoshi adulto no podía entender en qué momento Ryo había dejado de ser aquel niño que se negaba a comer pescado y era ruidoso, para convertirse en aquel monstruo. No lo entendía, nunca había sido así. Nunca le había dado razones para pensar que algún día dejarían de ser amigos. O eso era lo que recordaba él, quizá el cariño que le tenía a su amigo no le permitía darse cuenta de cómo era en realidad.

 

En el tercer año de secundaria, el último justo antes de irse a la preparatoria, ocurrió la primera tragedia; la más leve de todas las que ocurrirían después. Ohkura fue asignado a la clase A, mientras que Ryo por tercer año quedó en la clase B. Por supuesto que Nishikido hizo un drama, tratando de cualquier manera que le regresaran a su amigo a la misma clase, pero falló en el intento. Tadayoshi le aseguró que su amistad no cambiaría en nada, aún podían seguir haciendo todo juntos fuera de las clases obligatorias y de la escuela.

Y así fue. No obstante, poco después, alguien más se unió al grupo.

 

— Mi nombre es Yasuda Shota y me transfirieron desde Amagasaki. Por favor, sean amables conmigo—. Era el primer día de clases y el niño nuevo se tropezó de camino a su lugar, casi al final del salón. Por supuesto que Yasu no la iba a tener tan fácil encajando en la escuela, sobre todo después de su accidente matutino, o por haberse transferido en el último año, cuando ya todos se conocían y no había lugar en sus vidas para alguien nuevo. Aunque, siendo honestos, Yasu no se veía demasiado preocupado por eso.

 

Cuando Ryo se acercó a su pupitre en la hora de estudio, motivado por la curiosidad, alcanzó a ver a Yasu dibujando con toda la concentración del mundo. Echó un pequeño vistazo sobre el dibujo, que aún hecho con un bolígrafo, reflejaba la personalidad única de aquel muchacho. — Es de mala educación espiar a los demás — dijo mientras miraba atento a Ryo. Tratándose de cualquier otra persona, Ryo se le hubiera ido encima a los golpes por ser un odioso, pero después de haberlo visto tropezarse y la sonrisa infantil que tenía al dibujar, Nishikido comenzó a reírse. Yasu, quien poseía un carácter, quizá, más explosivo que el del mismo Ryo, tampoco pudo enojarse por aquello. Pronto comenzó a reírse también.

 

Y así, Ryo Nishikido hizo un nuevo amigo.

Un nuevo amigo que comenzó a ocupar el vacío que Tatsu dejó.

Y con una frialdad calculada con anterioridad, la distancia que pusó entre ellos comenzaba a preocupar a Tadayoshi.

 

Bueno, al menos ese era el plan original de Ryo, que pronto se vió frustrado por el propio Yasu.

 

Ryo, quien llevó a su nuevo amigo con Tadayoshi para presentarlos, quizá con la esperanza de que este se sintiera celoso por no haber luchado lo suficiente para regresar a la clase B y seguir junto a Ryo para siempre; en su lugar, se encontró con un amigable Yasu quien le reclamó a Nishikido no haberle presentado a su amigo antes para incluirlo y hacer cosas juntos. Poco después se hizo amigo también de Tadayoshi.

 

Tatsu nunca estuvo celoso de Yasu; al contrario, le agradó que Ryo encontrara un nuevo amigo y no se quedará solo. Empezó a sentirse preocupado en el momento en el que Ryo parecía alejarse de él y nunca lo veía por ningún lado.

 

Desde el día en que los presentaron, Yasu siempre fue amable con él. Si se encontraban en la entrada de la escuela, lo acompañaba a su salón y le contaba animado alguna cosa que le hubiera pasado esa mañana; otras veces, entraba corriendo al aula donde tomaba sus clases para saludarlo y conversar un rato antes de volver a su propia clase. En el descanso, salía corriendo a buscarlo y lo llevaba, igual que a Ryo, a un lugar donde pudieran comer los 3 juntos. Así, en menos de un mes, Shouta era tan amigo de Tadayoshi como lo era de Ryo.

 

Ohkura estaba feliz de que se volvieran amigos. Ryo ya no era cortante con él, pero por aquel entonces comenzó a salir con una de sus compañeras de clase, así que otra vez no pasaban mucho tiempo juntos. Casi todo el tiempo, Yasu estaba con él. Él era lo opuesto a Ryo, por lo que su interacción era bastante más relajada. Aunque, había muchas cosas que le llamaban la atención de Yasu. No sabía cómo describirlo, pero era como si aquel muchacho tuviera brillo propio. Era demasiado amable con todos, parecía que todo le salía bien sin mucho problema. Al menos sentía eso, hasta que lo veía desde la ventana de su salón, corriendo en clase de deportes y cayendo; luego Ryo aparecía y le daba la mano para levantarlo. Pero incluso ahí, cuando se reía de lo que acababa de ocurrile, a Ohkura le parecía resplandeciente. 

 

No era de extrañarse que el intuitivo Yasu se diera cuenta, incluso antes que él mismo, de lo que pasaba. Un día mientras ambos comían en la azotea de la escuela, Ryo pasó cerca de ahí con su novia. Yasu estaba comiendo en silencio a su lado y lo vio fijar su mirada sobre un punto. Hizo a un lado su comida y se levantó para ver sobre el barandal, encontrándose con Ryo. Tadayoshi fingió entonces no haberse dado cuenta y volvió a comer. Yasu se sentó a su lado, más cerca que antes, y de la nada dijo — Entonces estás enamorado de Ryo, ¿Verdad Tacchon?—. 

Ohkura comenzó a toser apenas escuchó las palabras de Shouta. — ¿De qué estás hablando?

— ¿Ehh? Pues, es que pones la misma cara que pone la novia de Ryo cuando lo ve en clase, así que pensé que estabas enamorado de él—.

 

Yasu no volvió a insistir con el tema, fue el mismo Tatsu quien, un día mientras ambos estaban recostados juntos, mirando el cielo azul en la misma azotea de siempre, le dijo — Creo que tenías razón Yasu, me gusta Ryo—. Yasu soltó una risita, abrazó a su amigo y solo le dijo — Lo sabía—.

Sin darse cuenta, se había enamorado de Ryo perdidamente, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto.

 

A Yasu, el argumento de “ambos somos hombres” parecía no importarle demasiado. Es más, ahora que lo pensaba, jamás había visto a Yasu interesarse en alguna chica, solo en cosas que también les gustaban a las chicas. Pero Ohkura no tenía aquello muy claro. Al inicio, se sentía muy mal porque le gustaba otro chico. Solamente Yasu (y su hermana, a quien Shouta le había contado) lo sabía, y ambos le aseguraron que no estaba haciendo nada malo, uno no elige de quien enamorarse, esas cosas solo suceden y ya.

 

Tal vez por eso para Tadayoshi fue más fácil aceptar sus preferencias de lo que lo fue para Shige. Aunque alguna vez sintió que era demasiado jóven para entenderlo, ya de adulto y con total uso de su consciencia, se dio cuenta que Yasu había tenido razón. No hizo nada malo. No había nada de malo en que le gustaran los chicos y las chicas.

Pensó que quizá para Yasu ocurría lo mismo, porque no solía hablar mucho de esas cosas. Pero fue él, quien acabaría siendo su mejor amigo, quien lo apoyó todo el tiempo para que no se sintiera mal consigo mismo.

 

Aceptar las cosas era algo, pero ir y decírselo a Ryo ya eran palabras mayores. Por más que Yasu le diera ánimos, eso era simplemente imposible. Shouta le aseguraba que había una posibilidad de que él también le gustará a Nishikido. Algunas de sus actitudes lo demostraban. Sin embargo, no podía asegurarle que solo estuviera con aquella chica de su clase por mero aburrimiento; Yasu sentía que no estaba enamorado de ella.

— ¿Y qué te hace pensar qué de mí si?

— Qué nadie lo conoce tanto como tú—.

 

Sí Ohkura se hubiera enamorado de alguien más, quizá la idea romántica e idealizada de Yasu hubiera sido correcta. Para su mala fortuna, era Ryo de quien estaban hablando. Después del cambio de clases jamás volvió a ser lo mismo entre los dos. Los 2 habían crecido, Ryo ya no se veía como un niño y era relativamente popular por jugar soccer con otros de sus compañeros de clase. Mientras él, se había hecho mucho más alto, pero sentía no destacar mucho en nada más.

 

Lo sobrepensó demasiado, por mucho tiempo, hasta que un día, de la nada, sintió que no le quedaba más que resignarse. No sería el primero, ni el último que se enamorará de un amigo y fuera un amor no correspondido.

 

Al poco tiempo de su resolución, mientras Ohkura esperaba, sentado, a Yasu en el mismo lugar de siempre, se escuchó el sonido de la puerta y las risitas de Yasu. Cuando se giró a saludar a su amigo, ahí estaba Ryo. Se sorprendió porque casi siempre lo veía solo a la salida, o si se encontraban en la estación. Ese día, Yasu estaba parado detrás de Ryo, mientras lo empujaba a sentarse al lado de Tadayoshi. — Cuanto tiempo— dijo Ryo. Tatsu solo asintió. Yasu, quien sintió el nerviosismo que había entre los dos, interrumpió con rapidez. — Ryo tenía un rato libre y lo convencí de volver con nosotros.

— Siento haberlos dejado. Al final, las cosas no salieron bien…— si lo que Ryo estaba diciendo era lo que ambos querían escuchar, eso significaba que Ryo estaba soltero de nuevo.

 

No es que ninguno de los dos se alegrará por la situación, pero era una oportunidad que no se volvería a repetir. Yasu abrazó a Ryo con su misma efusividad de siempre, para darle consuelo. Tatsu solo dijo — Lo siento mucho—. Tal vez Ryo sintió que era demasiado afecto para él solo en ese momento, o era su necesidad crónica de que pareciera que él nunca perdía, pero se rió y añadió, — Todo está bien, ni siquiera fue tan importante— se acomodo el cabello; había cambiado de corte y ahora lucía un flequillo sobre su rostro, que acentuaba su expresión seria.

 

De pronto Yasu, cambió el tema. Su expresión se puso sería, algo no tan común en él. — Ahora que estamos los tres juntos, otra vez, hay que prometer que seremos amigos para siempre. No falta mucho para el examen de admisión, así que hay que aplicar juntos a la misma preparatoria— para cuando dijo aquello, ya se había evaporado su expresión seria. Los tres comenzaron a reír.

Tatsu y Yasu ya habían hablado sobre aquello, y estaba más que claro que ellos dos iban a intentar entrar a la misma escuela. Una de las preparatorias más prestigiosas de la ciudad. Ambos estaban confiados en entrar, el único problema era que Ryo entrará con ellos. Si lo presionaban lo suficiente, podían ponerlo al mismo nivel que a ellos antes del examen.

Luego, el resto de la conversación comenzó a ponerse difusa. Aunque lo recordaba aún, en aquel momento le parecía un recuerdo lejano y doloroso.

 

Ohkura se despertó sobresaltado y con una punzada en el corazón. En cualquier otro momento, hubiera asumido que el dolor de aquel recuerdo era por recordar cuando se dió cuenta que Ryo era su primer amor. La realidad es que en ese momento, empapado de sudor y con la melodía de su risa aún en la mente, se puso a llorar con fuerza. Con la voz quebrada, muy bajito, como si estuviera muy lejos, alcanzó a pronunciar su nombre. — Perdoname Yasu, no era esto lo que quería para ninguno de nosotros—.

Notes:

Según yo no había pasado tanto tiempo desde la última actualización, hasta que vi que fue en noviembre de 2024. 🙁 Me apuré lo más que pude pero ahora si sentía que me faltaba tiempo para vivir dfbjhdbdjhd y a veces escribir en el transporte es incómodo porque la gente que va de pie al lado de mi, se la pasan viendo lo que ando escribiendo y es raro.
Bueno, espero el capitulo que sigue salga antes de que acabe enero ;; gracias por leer. <3

Chapter 13: Breathe

Summary:

Shige se da cuenta que se entera de menos cosas de las que debería, mientras que Yasu ahora sabe mucho más de lo que le gustaría.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Shige quería entrar sin hacer mucho ruido. Llevaba su guitarra eléctrica colgada a la espalda, en una funda negra. En la mano llevaba el amplificador y los cables, así que solo le quedaba libre la otra mano, con la que se estaba apurando a abrir la puerta. Antes de que se cerrará y tuviera que poner el amplificador en el suelo para abrir con ambas manos, metió el pie. La puerta chocó contra él y el vidrio tronó de manera ruidosa.

 

Metió rápido sus cosas pensando que no había nadie más ahí, todavía. Pero mientras cerraba la puerta, del armario salieron dos personas lentamente. Una mujer, con la blusa desabrochada, bajándose la falda y acomodándose el resto de la ropa, por lo que Shige giro hacia el otro lado la vista para que aquel momento fuera menos incómodo para los dos. Escuchó el ruido de los tacones de la mujer contra el suelo y luego un portazo, tan estridente como el que había dado él mismo poco antes. Se sorprendió cuando vio a Ohkura poniéndose la playera y abrochando su cinturón.

 

Apenas lo vio, su expresión de fastidio desapareció. Terminó de arreglar su ropa y se dirigió hacia él. Shige, que había visto de reojo el torso desnudo de Tadayoshi, se había volteado hacia la ventana una vez más. Escuchó los pasos de Tatsu hacia él, y pensando que estaba molesto, se giró hacia él y se disculpó haciendo una reverencia. — Lo siento mucho, de haber sabido que estaba ocupado hubiera esperado a Ryo y no interrumpir…

— Está bien. No interrumpiste nada, en realidad quería que se fuera esa mujer—. Ohkura extendió la mano hacia Shige y le quitó el amplificador. — ¿Piensas cargarlo todo el tiempo?—; de la impresión ni siquiera había recordado poner el amplificador en el piso.

Vio la silueta del baterista alejarse lentamente, mientras acomodaba el amplificador frente a uno de los micrófonos que había en aquella habitación. — Si no has desayunado, tienes al menos 30 minutos libres hasta que llegue Ryo.

— Gracias.

— Te prometo no tener más sorpresas incómodas para cuando regreses.

— Gracias de nuevo—.

 

Cuando salió, se quedó pensando si realmente tenía que ser él quien se disculpara. Al final, era Tadayoshi quien estaba haciendo actos de indecencia pública en el lugar. Después recordó que Ryo también era fan de ese tipo de cosas, en las que él mismo había participado recientemente. Así que no se sintió como el indicado para juzgar a Ohkura y lo mejor era dejarlo pasar.

 

Regresó un poco después, con dos cafés. En ese entonces, Ryo Nishikido no tomaba café, aprendió a tolerar el sabor gracias a Shige y el gusto que le dejaban sus besos.
El otro vaso que llevaba era para Ohkura, quien le sonrió al recibirlo.

— Escuche que te vas a Osaka, con Ryo— dijo a la par que le daba un sorbo al café. — No tenía muchas otras opciones— Shige se rasco la cabeza, —Si por él fuera, jamás me hubiera dicho que se iba.

— No te sientas mal, yo vivo allá y tampoco me enteré que regresaba hasta que me pidió ir por él a Shin-Osaka.

— ¿Entonces ahora tienen que venir 3 horas en tren cada que tienen una presentación?

— Básicamente, sí…pero, mejor dicho es “tenemos una presentación”. Ryo también me lo dijo, que te uniste a la banda como guitarrista rítmico— apenas le dijo aquello, bastante emocionado, le dedicó una sonrisa. De no haber tenido las manos ocupadas, le daba la impresión que hubiera hecho ruido con los platillos de su batería, improvisando algo, como otras veces lo había hecho. — Prometí que era algo temporal, en lo que me entregan mis papeles y puedo conseguir algo como abogado. Además Ryo me dijo que es como si me diera empleo, así estaríamos siendo justos los dos con el pago de los gastos.

— Suena bien. Vamos a necesitar mucha ayuda ahora que una disquera finalmente aceptó firmarnos— Shige se sorprendió al oír eso; esa parte de la conversación no la tuvo con Ryo, quien se había limitado a convencerlo de que irse con él a Osaka era una maravillosa idea para mantener viva su historia de amor. — Tampoco tenía idea de eso— agregó Shige, mirando al suelo y en voz baja. Tadayoshi solo atinó a suspirar y luego, se acabó su café.

 

₊˚ ✧ ‿︵‿୨୧‿︵‿ ✧ ₊˚

 

Cuando Ryuhei abrió los ojos esa mañana, se topó con la mirada intensa de Shouta clavada sobre él. Estaba tan cerca, que fue su respiración lo que despertó. Por un instante, pensó que Yasu lo sabía todo y lo miraba así para exigirle alguna explicación. Pero apenas lo vio dar señales de vida, Shouta lo abrazó. — Parece que aún estás enfermo Maru.

— Sí, así es — se enrollo en las cobijas que ambos compartían y se dio la vuelta. Yasu le acarició el cabello mientras le sonreía. — No te esfuerces mucho hoy, descansa para que puedas recuperarte pronto. Te deje la comida lista; solo calienta todo y vuelve a descansar, yo hago lo que haga falta en la noche — le dio un beso en la oreja que le hizo cosquillas. En cualquier otra situación, no lo hubiera dejado poner un pie fuera de la casa y alejarse de él en ese instante tan romántico; pero la verdad es que en ese momento, no podía ni mirarlo a los ojos.

— Te amo, te veo en la noche — dijo Shouta, tan feliz como se lo decía todos los días. Lo que había comenzado como una mentira, ahora era su realidad: su cuerpo había somatizado sus emociones reprimidas y Maru estaba realmente enfermo.

 

Apenas escuchó el sonido de la cerradura de la puerta principal, volvió a dormir. Ni llorar ni sobrepensar iban a ayudarle mucho a resolver aquella desastrosa situación.

Yasu, que ignoraba lo que estaba ocurriendo, trataba de disfrutar la vida al máximo. Estaba un poco sorprendido porque Ohkura le dijo que también estaba enfermo, y él solo atinó a pensar que quizá era la temporada donde la gente se enferma mucho.

 

Yasu deseaba que ambos se recuperaran pronto. Aunque ya no tenían el mismo tiempo libre que habían tenido alguna vez, le gustaba que su novio y su mejor amigo se llevaran bien y pudieran pasar tiempo juntos. También le hubiera gustado que Ryo siguiera con ellos, al final de cuentas siempre habían sido amigos los 4; pero después de lo de Shige, se había apartado por completo de ellos. 


Todos ignoraban que él parecía entender la razón de todo aquello, pero prefería no involucrarse mucho. Dado lo poco que había convivido con Shige, le parecía un chico agradable pero nunca había logrado tener una relación tan profunda con él como si la tenían Maru y Ohkura. Así que no es que pudiera cambiar mucho las cosas.

 

Además, también tenía otros asuntos en que pensar. 

Aquello no se lo decía a nadie, nunca, porque se sentía mal. Shouta era feliz con Maru, entonces no entendía porque la vida parecía querer recordarle constantemente a su primer amor, Shibutani Subaru.

 

Aunque sabía que estaba al alcance de una llamada telefónica, y un poco de la complicidad de Ryo, prefería ignorar las voces de su mente. No valía la pena arriesgar su felicidad por un amor que ya lo había quebrado una vez. Y es que en su mente solo habitaba ahora el recuerdo de su vida junto a Maru.

 

Yasu recordó la vez del accidente. Acababa de terminar la universidad y estaba participando en un proyecto extra para conseguir un diploma con valor curricular que pudiera añadir a su expediente y lo hiciera destacar en el competitivo campo laboral.

Aunque aún prefería por mucho seguir dibujando, era su responsabilidad tomar fotografías como evidencia del avance del proyecto, así que fue corriendo por su cámara al salón donde había dejado todas sus pertenencias. Para llegar a él tenía que subir unas escaleras de piedra, con el borde algo filoso, alejadas de donde transitaban la mayoría de los estudiantes.

El verdadero problema era bajarlas. Porque no había una pared o algo en lo que pudieras apoyarte sí sentías que la cosa no pintaba bien. Shouta, con cámara en mano, corrió confiado de que si había pasado por aquel lugar durante 4 años y seguía a salvo, nada podía pasarle.

 

Para su mala suerte, le pasó.

Lo liso de la piedra, con el musgo que la lluvia había hecho crecer y el borde filoso que había en la última escalera se unieron para darle a Yasu una lección. Corrió, bajó la primera escalera y de pronto todo se veía distorsionado. Cuando le preguntaron, mucho después, dijo que sintió que volaba mientras su cabeza iba directo a estrellarse contra el borde filoso. El sonido del plástico del lente trono al estrellarse; restos de plástico, cristal y un montón de sangre decoraban el piso. Aunque no era el patio principal de la escuela, unos estudiantes que estaban cerca del lugar se acercaron al oír el golpe y alertaron a los profesores, que a su vez llamaron una ambulancia y dieron con la familia del chico.

 

Cuando llegó al hospital, el diagnóstico para sus familiares fue un traumatismo craneoencefálico moderado, el término médico para explicar una contusión cerebral leve con edema. La sangre, que tanto había alarmado a todos, provenía únicamente de un corte en el cuero cabelludo, del lado derecho. Las heridas en esa zonas suelen sangrar mucho más, pero no había gran cosa de que preocuparse.

 

Al menos, no por eso. La inflamación cerebral leve provocada por el golpe, preocupaba más a los médicos, quienes decidieron inducirlo al coma para monitorear de cerca su evolución y prevenir cualquier complicación inesperada.

 

Su hermana contactó a sus dos mejores amigos, Ohkura y Maru, que se apresuraron a acompañar a la familia en aquellos fatídicos días de espera. Los médicos les habían dicho que no había manera de saber el daño que había sufrido hasta que despertara.

 

En el momento en el que al fin lo hizo, todos se sintieron aliviados. Shouta abrió los ojos, sintiéndose confundido y tratando de arrancarse el catéter que lo conectaba al suero. Se enderezo para sentarse sobre la cama y su mamá se acercó a él de inmediato. Le salvó de irse de lado ya que estaba mareado y debilitado; — Mamá— dijo con alegría, como un niño pequeño. Se quejó del dolor de cabeza punzante que sentía; la luz y los sonidos fuertes lo molestaban también. Hablando con su hermana y su papá, se dieron cuenta que estaba más disperso de lo normal. Le costaba seguir el hilo de la conversación, repetía mucho de lo que decían los demás o decía cosas sin sentido.

 

El médico se acercó a tranquilizar a la señora Yasuda, quien contenía las lágrimas ante el desglose de síntomas antes mencionados. Le dijo que todos eran secuelas de la inflamación cerebral y tenían que esperar un mes para que todos los síntomas fueran desapareciendo poco a poco. De todas maneras el doctor había anticipado un plan de acción en caso de que el pronóstico resultara negativo, y que implementaría de inmediato de ser necesario. Afortunadamente para Shouta, tal como lo dijo el médico, después del mes casi no quedaban rastros de los síntomas, aunque tenía que ser precavido y andar con cuidado, porque otro golpe como ese podría traerle consecuencias graves esta vez.

 

Una vez que despertó en el hospital, los primeros en hablar con él fueron sus familiares. Al segundo día entró Ohkura, quien estaba divirtiendo a Yasu contándole cosas que su mejor amigo parecía no recordar. Le preguntaba sobre el accidente pero aun no recordaba nada, además confundía más palabras de lo normal. Tatsu estaba algo desconcertado pero no quería asustarlo, además la hermana de su amigo poco después le resumiría lo que los médicos habían dicho; entonces Tatsu optó por reírse y hacer reír a su amigo. Ese día, alguien más había acordado ir a la visita, para que la familia de Yasu pudiera descansar un rato.

 

Tatsu miraba discretamente el reloj sobre la cama de Yasu, viendo que ya era media hora más tarde de lo acordado.

— Hina y Yoko llamaron, dijeron que mañana vienen a visitarte.

— No tienen que molestarse si están ocupados.

— Lo están, pero dijeron que necesitan saber con urgencia como sigues vivo— Yasu soltó una risita. Estaba aún bastante disperso y adolorido, a la vez que la visita de todos sus seres queridos lo llenaba de ánimos, pero sabía que alguien más le faltaba.

No podía decir el nombre porque en ese momento incluso su propio nombre le resultaba ajeno, pero sí podía recordar la calidez de aquella persona. Tampoco sabía si siempre se había sentido así pero tal vez sí porque en ese momento, después de que su cerebro se hubiera inflamado, no le era posible formular ni frases coherentes, así que mucho menos iba a sentir emociones de esa manera de forma tan repentina.

 

Tatsu seguía contandole cosas, un recuento de todos los accidentes que había tenido desde que se habían hecho amigos en la secundaria. A Yasu le hizo gracia que Tatsu lo recordara todo tan bien, estaba seguro que una vez que se sintiera mejor, él también recordaría todo con esa misma facilidad.

 

Para él, el tiempo no pasaba. Pero no como una metáfora romántica ni nada, es que de verdad el golpe en la cabeza lo había dejado tan desconcertado que no podía sentir el paso del tiempo. Estaba feliz de ver a Tatsu, pero sentía que su amigo era insistente mirando el reloj.

— ¿Tienes que ir a algún lugar? Te veo apresurado.

— No, no. El concierto con Ryo es en 3 días y le avise a mi papá que hoy no iría a la empresa porque iba a venir a verte. No creas que quiero irme ni nada, es mi nerviosismo habitual. 

— Si tu lo dices—. Yasu le dijo aquello sonriendo; en realidad no se había molestado por eso, solo quería asegurarse de no interrumpir los planes de su amigo. No le gustaba sentir que era una carga para nadie.

 

Mientras Yasu se disociaba una vez más de la conversación, se escuchó que alguien se golpeaba contra la puerta. Ohkura se levantó sobresaltado a ver quién era, mientras Yasu también miraba sorprendido desde su cama. Al abrirla, ahí estaba el anhelo sin nombre de Yasu.

 

En aquel entonces usaba el cabello rizado y largo, lo que resaltaba perfectamente su rostro. Tenía un lunar bajo el labio que Yasu recordaba perfectamente. ¿En qué momento había crecido tanto? Hasta ese momento en su memoria había permanecido el recuerdo inamovible de cuando lo conoció en primer año de preparatoria. Que se había convertido en su amigo y había estado con él siempre. Incluso cuando lloro desesperadamente por Subaru. 

 

Subaru.

Ni después de un trágico accidente, había sido capaz de olvidar a Subaru, pero sí a Ryuhei. Sintió que algo se encogía dentro de su pecho, pero no duró mucho.

— Lo siento mucho, debí haber llegado hace 45 minutos pero, perdí el anterior tren desde Kyoto— Maru entró haciendo reverencias frente a sus dos amigos. Mientras se agachaba, sus rizos se movían con él y a Shouta le pareció percibir su perfume. Además en el brazo, envuelto con un papel azul brillante, llevaba un ramo de jazmines blancos. Estos también se agitaron con el movimiento de Maru. Tadayoshi se acercó a quitarselos.

— Dame eso— mientras apartaba a Ryuhei del camino, — Las pongo a lado de tu cama, Yasu.

— Gracias.— Ryuhei se acercó a Yasu despacio. —¿Sabes? me dijeron que los jazmines blancos sirven en el lenguaje de las flores para decirle al otro que le deseas que se recupere pronto— parecía que iba a tocar su mano, pero al final no lo hizo. Yasu sintió que su corazón latía con fuerza, esperaba que en cualquier momento aquel aparato que monitoreaba sus signos vitales comenzará a hacer algún sonido y les mostrará a todos lo que estaba sintiendo dentro. — Muchas gracias Maru. ¿Siempre has sabido del lenguaje de las flores?

— Mmmmmm, algo así.

— Mentiroso— gritó Ohkura desde su asiento, —Yasu, este tipo es un mentiroso, no le creas nada— dijo entre risas. De la nada, el cuarto se llenó de las risas de los tres amigos al unísono. Las habituales peleas que Maru y Tatsu habían tenido toda la vida y la risita de Yasu al oirlos.

 

Ohkura entonces sintió que era el momento de irse. No porque quisiera, pero estaba harto de la apatía de Ryuhei hacia la persona por la que claramente se moría por demostrarle su amor.

— Yasu, tengo que irme. Espero que Maru cuide bien de ti como lo hice yo hasta ahora— se acercó a darle un suave abrazo a su amigo en la cama. Ellos dos siempre habían sido cercanos, así que no era nada raro. Lo extraño fue que Tatsu sacó a empujones de la habitación a Maru. Una vez afuera, cerraron la puerta y, cerciorándose que Yasu no escuchara, comenzó a hablar. 

— ¿Al fin vas a decirle a Yasu lo que sientes por él o vas a seguir esperando?— Maru dejó de sonreír al escuchar aquello.

— No puedo, estoy saliendo con Miki y…

— Estás con ella solo porque tu familia creyó que era una gran idea. Ni siquiera sabes su apellido.

— Claro que lo sé, es…¿Fujita?

— ¿Cuándo es el cumpleaños de Yasu?

— 11 de septiembre, nació en el 84— Ohkura se le quedó viendo con un gesto inquisitivo. Estaba más que claro que la chica del Omiai no era más que una de las cosas que Maru hacía por complacer a los demás.

— Solo piénsalo bien Maru, quizá el día que finalmente decidas hacer algo, va a ser muy tarde— se dió la vuelta y salió del hospital. Maru regresó a donde estaba Yasu, que de nuevo lo miraba con curiosidad desde la cama. Luego, miro los jazmines al lado de la cama desde la puerta. Lo del significado de las flores se lo había dicho Miki. 

 

— Y bien, ¿Qué te dijo el médico?— pasó el resto del tiempo de la misma forma que Ohkura, escuchándolo hablar sobre su salud, lo que acababa de ocurrir y cómo se sentía. Maru, por su parte, comenzó a contarle más cosas que no recordaba en ese momento y que, ni siquiera Ohkura que era su mejor amigo sabía.

— Tu fuiste el primero en acercarse a mí, después de que Ryo me llevará casi a rastras hasta Osaka ese día. Estaba serio y aun así te acercaste a darme un dulce, porque tu y Ttasu estaban comiendo paletas heladas pero no tenían más. Después conversamos toda la tarde, fue muy agradable.— Yasu escuchaba atento, con un gesto de curiosidad. — También cuando iba a perder el tren a Kyoto una noche, tú me llevaste a tu casa en Amagasaki para quedarme ahí y poder volver a la mañana siguiente. Toda tu familia fue amable conmigo, y después nos persiguió un yankee camino a tu casa. Fue muy divertido.— Maru sonreía. No dejó que Yasu dijera nada más, se levantó de la silla y se quedó a su lado.

 

Se armó de valor y acarició con suavidad la gasa que cubría los puntos que le habían dado en la herida. Le habían rapado ese lado de la cabeza, ahora su cabello lucía desigual, pero a Maru no le importaba mucho eso. Para él, Shouta seguía siendo tan guapo y con esa expresión de ternura que siempre le había encantado. Yasu lo miraba con atención, sentía que le ardía la cara y no sabía si era la herida o su corazón.

— Yasu, yo…— cuando se había atrevido a acariciar su mano al fin, la enfermera que monitoreaba el progreso de Yasu abrió la puerta interrumpiendo el momento. —¡Lo siento! Se ha terminado el tiempo de la visita.—

 

Yasu se sintió feliz al recordar aquello. Pensar que al inicio a él ni siquiera le parecía que Maru estuviera interesado en él. Y él mismo, que se aferraba a la esperanza de que Subaru reconsiderará las cosas y decidiera volver algún día; hasta que su hermana lo hizo entrar en razón. Con todo y todo, aun así Yasu sentía que eran la pareja más feliz del mundo. Porque se conocían bien, habían sido amigos mucho tiempo antes de cualquier otra cosa y ahora sentían que podían entenderse y hacerse reír.

 

Cuando Yasu llegó al estudio donde trabajaba, se encontró con un sobre a su nombre en su escritorio frente a la computadora. Le llamó bastante la atención que su nombre no estuviera escrito, sino pegado con caracteres cortados del periódico. Yasu miró a su compañera de trabajo que se sentaba al lado de él, Akari, con el sobre en la mano. — ¡Ah! Vino una mujer de cabello lacio, al parecer no dejó su nombre aunque la recepcionista le insistió. Solo dijo que era de vital importancia entregarte ese sobre y que leyeras con cuidado el contenido—. La chica se veía igual de desconcertada que Yasu. — Gracias por recibirlo, supongo.

— No hay de qué— la chica se volteó a continuar su trabajo.

 

Yasu de nuevo miró el sobre por todos lados. Tenía mucha curiosidad por saber quién le había llevado aquello, quien se había tomado el tiempo de recortar y pegar aquellas letras de esa forma en lugar de escribirlas sobre el papel. Pero, suponía que lo verdaderamente importante era el contenido que había dentro de aquel sobre. Motivado por la curiosidad y pensando que quizá se trataría de una broma, abrió el sobre y sacó la carta que se encontraba dentro. Escrita a mano por una caligrafía que no reconocía pero que se notaba a leguas que pertenecía a una mujer.

 

Y entonces, el mundo feliz de Yasuda Shota se vino abajo en un segundo.

 

Mientras eso ocurría, después de haber dormido ya un buen rato, Ryuhei se despertó. Recordó las palabras de Yasu y, con mucha hambre, se levantó para dirigirse hasta la cocina. Cuando Yasu le dijo “solo caliéntalo” pensó que se refería a que dejo la comida en la estufa y todo eso, pero no. Maru se encontró en el centro de la mesa una bandeja llena de platos con sopa, arroz y el platillo principal, algún guisado de pescado, cubiertos con plástico de cocina. Estaba sorprendido de como las verduras estaban cortadas en forma de conejito, con toda la comida servida y adornada perfectamente. 

 

Al ver todo aquello, se puso a llorar.

Notes:

Esta vez me estaba quedando sin ideas para el título XD porque ya había terminado desde el miércoles este capítulo. Pero bueno, supongo que esta queda porque habla sobre un rumor y pues supongo ya intuyen de que se entero Yasu xd.
Voy a apurarme con lo que sigue, muchas gracias por seguir leyendo este mugrero sin pies ni cabeza uwu

Chapter 14: Joukyou Monogatari

Summary:

Historia de una mudanza a Osaka.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Una vez más el tiempo se fue volando en un parpadeo.

 

Esa noche, los 4 amigos se encontraban animados cantando a todo pulmón en una sala de karaoke. Ya era tarde pero no importaba mucho, porque a la mañana siguiente Shige se iba para Osaka y lo único que querían era divertirse juntos como siempre lo habían hecho hasta ahora.

 

Sou toki to shite

(Así, a veces)

koibito no futari ni wa

(En una pareja de amantes)

ai no fukasa hakaru jiken ga ari

(Hay un incidente que mide la profundidad del amor)

 

Tegoshi tenía el micrófono y cantaba emocionado. Massu y Keiichan estaban jugando con unos panderos, acompañando el ritmo de la canción mientras que Shige se reía ante la elección musical que habían hecho.

— ¿Por qué elegiste esa canción? Si soy yo él que se va de Tokyo— dijo entre risas cuando Tegoshi terminó de cantar esa parte.

— No lo sé, solo sentí que quedaba con el momento— él se reía también. Antes de que Shige pudiera decirle algo más al rubio, Keiichiro le dio el pandero con el que antes había estado jugando y tomó el micrófono para seguir la canción, después de la parte que Massu había cantado.

 

Doko made mo tsuite kiite hoshikatta

(Quería seguirte a donde fuera)

sono kotoba iezu ni

(sin poder decir esas palabras)

 

Shige se quedó sorprendido al oír a Keiichiro cantar específicamente esa parte de la canción. ¿Estaba tratando de decirle algo? Y de ser así, ¿Qué era? Sabía que no estaba muy de acuerdo en que Shige se fuera lejos abandonando el futuro prometedor que su profesión podría ofrecer, pero él quería ir y probar una nueva vida.

No podía hacer nada al respecto ahora, todo estaba decidido. Por eso mismo, ya no tenía nada que perder; de cualquier forma al día siguiente estaría bajo el cielo azul de Osaka, tan lejos de donde se encontraba en ese momento que cualquier cosa que hubiera hecho o dicho antes se perdería también en la distancia.

 

Tomó de la mesa el micrófono que había estado usando en canciones anteriores, entre las miles de cosas que estaban tomando y que ocupaban espacio. Se levantó ganándole a Massu, que se disponía a terminar la canción y competir con Tegoshi por los altos de la canción. Entonces Shige, mirando a los ojos a Keiichan, cantó.

 

Sou, itsu no hi ka

(Así, algún día)

Osaka de yume kanae

(cumpliré mi sueño en Osaka)

boku wa kimi no koto mukae ni yuku

(y vendré a buscarte) “*

 

Fueron unos cuantos segundos en los que cantó aquello con todo su corazón, porque para el final de la canción Tegoshi volvió a cantar para demostrarle a Massu que podía ganarle. Mientras, Shige y Koyama seguían mirándose. Y por ese instante a Shige lo traicionaron sus emociones. Pensó que si hubiera una pequeña esperanza, mínima, en la que Keiichiro pudiera corresponder sus sentimientos, entonces se quedaría en Tokyo y no le importaría que todo estuviera arreglado para irse con Ryo. Podía olvidar lo que fuera y a quien fuera. No tenía ninguna importancia si lo comparaba con Keiichiro.

 

Shige levantó su mano frente a Keii. Lo que sea que estuviera a punto de pasar podía cambiar el rumbo de su vida, porque solo así podría soportar llevar una aburrida vida en los juzgados, con él a su lado. Keii miró la mano de su amigo, y le sonrió. Shige pensó que estaba a nada de desmayarse si todo salía como en su mente.

 

Pero no.

 

La vida no es así, Keiichiro no estaba enamorado de su mejor amigo ni podría estarlo nunca, solo podía atesorar su amistad como una de las cosas más importantes de su vida. Trato de demostrarlo, estrechando su mano como en un saludo. A la par que una llamada interrumpió el gesto, Shige escuchó como pronunciaba el nombre de quien le llamaba con un tono lleno de amor.

— Miiiiisako…—.

 

En la mañana, sin haber pegado los ojos aun cuando la fiesta había terminado a las 5 am, Shige bajaba del auto de su papá frente a la estación de Tokyo. Se despidió de sus padres con nerviosismo, mientras que ambos le deseaban lo mejor y le recordaban que se comunicara apenas llegar a Osaka. La noche anterior se había despedido de sus amigos y por primera vez, no se quedó a dormir con Koyama después de una noche de fiesta. Cosa que sorprendió a todos, pero más a Keii. Pensó que Shige se quedaría con él y se iría en la mañana a casa de sus padres pero no, se despidió de él igual que lo hizo con Tegoshi y Massu y desapareció en la oscuridad de la noche.

 

Shige se arrepintió de haber comprado un boleto para el tren Nozomi, quizá el Hikari le hubiera garantizado un rato más de sueño, tal como lo hacía Ryo. Buscó su asiento y puso la única maleta que llevaba en el espacio designado para ello. Se alegró de haber enviado todas sus cosas en un camión de mudanza desde una semana antes, ahora solo tenía que cargar con la ropa que había guardado para esa semana.

 

Se dejó caer con pesadez en el asiento. Afortunadamente, el tren no se veía tan lleno y con algo de suerte su fila quedaba vacía todo el camino. Sabía que pronto iba a dormirse, aunque igual puso su playlist más larga. Miró hacia el cielo de su amado Tokyo una vez más, antes de que el tren partiera. Todos sus recuerdos, gran parte de su vida estaba ahí y aunque se había aferrado a ello por tanto tiempo, ahora estaba esperando para irse lejos.

 

Shige miró en su celular con urgencia. Había una persona a quien necesitaba contactar antes de irse. No era ninguno de sus amigos, ni Koyama ni mucho menos Ryo. Bajo hasta sus mensajes viejos y se detuvo en el último. Ya no lo tenía agendado y además, sospechaba que estaba fuera de uso pero no perdía nada intentando. Abrió la cadena de mensajes, que parecía interminable, pero sin leerlos comenzó a escribir uno nuevo. “ Sí algún día regresas a Tokyo, yo también lo haré. Perdoname.

Le dio a enviar, guardó su celular y cerró los ojos. No importa cuánto tiempo pasará, se dio cuenta que todavía se sabía el número de Eri Kamei de memoria.

 

Y no es casualidad que decidiera escribirle a ella, ni que la excusa es que estuviera molesto con Keiichiro o algo parecido; a Koyama podía llamarle o contactarle cualquier día y cualquier momento, a Eri no. Se había ido y él había perdido a la persona que lo había amado y a quien amaba, en el fondo. Por eso ahora no le quedaban muchas opciones más que irse y desear nunca olvidar lo vivido en su adolescencia en Tokyo.

No sabía si Eri aún conservaba ese número o si había alguna otra forma de contactarla. Claro que quería, pero no tenía ganas de acosarla o incomodarla después de que se había portado como un tonto con ella.

Era más que obvio el vacío que ella había dejado en su vida al irse y el cual, Shige en lugar de superarlo, buscaba llenar con cualquier otra cosa que lo mantuviera distraído.

 

Así, con tantas decisiones impulsivas de por medio, una nueva historia estaba por comenzar.

 

Mientras Shige iba en dirección a Osaka, a Ryo lo sorprendió su mensaje. “Voy saliendo de Tokyo, te aviso en cuanto llegue.” Al igual que su novio, él también había tenido una noche larga, solo que no la había pasado con sus amigos. Cuando terminó de leer el mensaje, volvió a poner el celular en la mesa de noche al lado de la cama. Eso movió las sabanas de la cama y dejó al descubierto el cabello de una mujer. Era largo y con luces rubias que se mezclaban con el resto del cabello castaño. Era la mujer con la que Ryo había pasado la noche. No sabía más que su nombre y que le había dicho a la chica que esa noche era su despedida de soltero. Ninguno de los dos lo pensó mucho antes de dirigirse a un love hotel para pasar la noche.

Y ahí estaba, despertando bajo un techo que no conocía bien, decorado con motivos japoneses extravagantes al lado de una desconocida. La chica dormía profundamente, así que Ryo se vistió, tomó sus cosas y salió de la habitación. Esperaba que ella se despertara antes de que venciera la hora para entregar la habitación.

 

Ryo salió del lugar sin que le importara mucho ser visto. Desde Umeda, donde se encontraba, hasta su apartamento en Nishi eran poco menos de 30 minutos. Sin duda tenía tiempo de volver a su casa, arreglarse y arreglar todo para que Shige no se diera cuenta. Lo más seguro es que tuviera que ir a buscarlo hasta Shin-Osaka, porque dudaba que Shige pudiera moverse solo por la ciudad. Por suerte, ya tenía auto. Aunque para ese tipo de recorridos cortos dentro de la ciudad, prefería usar el metro.

Llegó hasta la estación de Umeda y siguió hasta Honmachi, donde tuvo que transbordar a la línea Chuo y seguir hasta Awaza. De ahí era salir de la estación por la salida 3, desde donde podías ver el Lawson que había en la parte de abajo del edificio. Ahí era donde vivía Ryo y pronto, Shige también. No era un lugar muy grande pero los dos podían vivir ahí con tranquilidad. Antes había sido ocupado por los padres de Ryo, pero en cuanto ellos se mudaron él le hizo bastantes modificaciones a su gusto. Total, el contrato que había firmado de alquiler duraba dos años.

 

Entró al edificio y subió hasta el piso 6, donde estaba el departamento. Abrió la puerta, con toda la calma del mundo y dejó su juego de llaves en una rejilla decorativa que colgaba en el recibidor, atrás de la puerta donde también estaba su patineta recargada en la pared. Al lado descansaba el otro juego de llaves que próximamente pertenecería a su pareja.

 

Ryo se desnudó, aventó su ropa sucia al cesto y se metió al baño. Solo se dio un baño rápido en la regadera, no podía quedarse en la tina porque sentía que se iba a atrasar. Además, la intención era solo estar limpio y quitarse de encima cualquier olor que pudiera delatarle a Shige sus actividades de la noche anterior. Se dirigió a la habitación al terminar su baño. Se vistió con un outfit casual de jeans azules, unos converse blancos, una playera negra de manga larga y una de sus acostumbradas gorras que solía usar hacia atrás, pero esa no se la puso todavía.

 

El espacio del closet era sorpresivamente amplio para el tamaño del apartamento. Ryo comenzó a pasar casi todas sus prendas del lado derecho, encimandolas y haciendo bola algunas. Aquella visión contrastaba bastante con el orden que Shige solía tener con la mayoría de su ropa, aunque con las costumbres aprendidas de Ryo, algunas veces él también haría bola la ropa limpia solo para aventarla al fondo del clóset y después quejarse de que toda su ropa estaba arrugada.

 

Después de dos horas y treinta minutos, Shige se bajó del tren en la estación de Shin-Osaka. Aún estaba adormilado por el breve descanso que había tenido y confundido por no ubicar nada en aquella enorme ciudad. Pensó que tal vez debió avisarle a Ryo de su llegada desde Kyoto, para que fuera a buscarlo y no tener que esperar una eternidad en la estación. También pensó que debió haber preguntado por la dirección del departamento, porque no tenía ni idea de nada. Solo sabía que Midousuji recorría la ciudad de norte a sur y que podía ir en metro, pero ni siquiera sabía a dónde tenía que ir. El mapa le marcaba que había un café en el segundo piso de la estación y se dirigió ahí para mandarle un mensaje a Ryo. “Ya llegué”.

 

Ryo no le respondió. Pasaron 5 minutos, Shige acaba de comprar un café y pensó que estaba bien, que no tardaría la respuesta. Cuando pasaron otros 10 minutos comenzó a sentirse ansioso. A los 20 minutos estaba desesperado. ¿Ryo sería capaz de olvidarse ir por él? No lo dudo ni un momento. Pero para su suerte, a los 25 minutos finalmente sonó su celular, una llamada de Ryo.

— Lo siento, el tráfico sobre el río era insoportable. ¿Dónde estás?

— No importa— dijo aunque claro que le había importado no recibir ni un simple “ok”, — estoy en el café del segundo piso, puedo verte en la salida sur.

— Está bien, solo recuerda que está en el tercer piso —.

 

Shige comenzó a ser consciente del lugar en el que se encontraba cuando se quitó los audífonos y camino a la salida. Una estación que parecía un laberinto, la gente hablando con el distintivo dialecto de Kansai y lo nuevo que le resultaba todo. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo ahí. Cuando al fin llegó a la salida sur, Ryo estaba parado afuera, sonriendo. Shige caminó hacia él con nerviosismo, con la intención de saludarle como si solo fuera un amigo con el que se reencontraba después de un tiempo. Ryo aún no era ni de chiste famoso, así que por aquel entonces no tenía mucho que perder. En cuanto Shige se acercó a él y lo saludo animado con la seña de paz, Ryo dió varios pasos al frente para interceptarlo y ahí, afuera de Shin-Osaka donde todos podían verlo, abrazó a Shige hundiendo su rostro en su cuello y aspirando su aroma. 

Shige no supo qué hacer. Era una de las miles de cosas que no esperaba.

— Te extrañaba mucho— la voz de Ryo le hizo acordarse una vez más en la posición en la que se encontraba. ¿Pero saben qué? Eso no importaba, Ryo le estaba siendo sincero con sus sentimientos, así que a Shige no le importó mucho y lo abrazó, — Yo también—.

 

Durante el viaje de regreso a casa Shige miraba con atención por la ventana. Ninguno de aquellos paisajes le resultaba conocido. Ryo iba diciéndole el nombre de varios lugares distintivos que Shige observaba curioso y trataba de recordar. — Ese es el Yodogawa, en verano los festivales al lado del río son divertidos…ya sabes, Midousuji recorre la ciudad de punta a punta…donde tu vivias es mucho más al norte…aquí está la rueda de la fortuna de HEP, esto ya es Umeda…dando la vuelta en Sonezaki y en Yotsubashi-suji siempre vas a encontrar tráfico…¿Sabías que tenemos dos líneas de metro cerca de casa? la de Chuo y la de Sennichimae.—

 

Ryo le explicaba a detalle cada cosa que se cruzaba en su camino y Shige estaba agradecido con ello, él no tenía ni la más mínima idea de nada. Había lugares que había visto en fotos o en televisión, pero ninguno se asemejaba a los lugares por donde estaban pasando.

 

Al rato llegaron a casa. A pesar de que entraron por el estacionamiento, salieron hacia la calle y Ryo aprovechó para fumar. Shige se quedó mirando hacia arriba el edificio. No era un lugar lujoso, pero tampoco estaba mal.

En su opinión, todos los edificios residenciales que había en Osaka parecían haberse quedado congelados en el tiempo y tenían una apariencia retro. Aparte de eso, la estación del metro estaba justo enfrente y tenían un Lawson abajo, lo que lo volvía un lugar bastante cómodo para vivir.

— ¿Qué te parece?— preguntó Ryo para después exhalar el humo del cigarro en dirección contraría a Shige y sonreír. — Me gusta, siento que voy a acostumbrarme pronto— respondió, también sonriendo.

 

Ya con la maleta de Shige en mano subieron hasta el piso 6, apartamento 602. La puerta estaba a unos pasos saliendo del cubo de las escaleras a mano derecha, que un año más tarde acabaría convirtiéndose en un elevador. Ryo abrió y se hizo a un lado, esperando que Shige entrará primero. Este entró y se quedó mirando con curiosidad el lugar desde el genkan mientras se quitaba los zapatos. Como todos los departamentos japoneses, era pequeño pero nunca tanto como el cuarto de estudiante donde Ryo había vivido en Tokyo, y en el que no cabía ni un alma.

Aquí sí, la sala era espaciosa para el tamaño del departamento, justo como la habitación. Había colgados algunos cuadros sobre la pared de un verde sage. Casi todo estaba pintado en tonos claros; el pasillo era de un gris claro frío y contrastaba de forma agradable con algunas plantas que adornaban el lugar y con el piso de madera claro. La cocina estaba ahí cerca y de ambos lados había ventanas grandes. Shige supuso que aquello sería una ventaja para que no oliera a cigarro el lugar.

 

Ryo lo guió de los hombros para mostrarle bien todo. La habitación en ese entonces tenía una cama matrimonial pero se veía que aún había espacio. — Tu lado es el izquierdo, igual en el clóset— le indicó el moreno. Shige se puso nervioso aunque había dormido junto a Ryo infinidad de veces; ahora era diferente. Después vio el cuarto de baño, que si era un poco más pequeño de lo que esperaba, pero no importaba mucho pues tenía un decorado moderno, con azulejos azules con blanco para la parte de la regadera.

 

Al fondo del pasillo había una puerta más. Ryo la abrió y lo acercó para que entraran, —Aquí es donde puse todas tus cosas de la mudanza, no quise tocar nada para no revolverlo— se sentó en el suelo al lado de las cajas, y Shige sintió ganas de sonreír otra vez. Aquella era la otra habitación del departamento, la cúal había sido renovada como un estudio. Había libreros altos pegados a las paredes, un escritorio en la parte de enmedio y, en un rincón sobre una pequeña alfombra redonda, descansaba sobre su base la guitarra acústica de Ryo. Una de varias.

A diferencia del resto de la casa, la madera era más oscura y la iluminación mucho más cálida. Aunque aquel era un lugar pensado para ambos, cuando Shige comenzó su carrera como escritor Ryo le dejó el lugar por completo. 

 

— Gracias, aunque no te preocupes; no tengo nada que sea tan importante— se sentó frente a Ryo, que comenzó a jugar con su cabello, acomodarlo tras su oreja y acariciarle la mano. A Shige le hizo gracia; era como si sus gestos fueran delicados como los de una mujer, pero le sorprendió mucho que vinieran de Ryo cuyas manos huesudas no eran precisamente delicadas. Aunque volviendo al tema de sus cosas, era cierto. Se había llevado solo su ropa, documentos y algunas cuantas otras cosas importantes para él como lo era su colección de cámaras y la de libros; en su mayoría de literatura pero con algunos de la universidad. Aunque no tenía muy claro para qué, ya que no quería ejercer. Supuso que era más para que su familia sintiera que no iba a perder el tiempo.

 

— ¿Estás feliz de estar aquí?— Ryo se dejó caer de espalda sobre las piernas de Shige, lo miraba desde abajo. Shige no respondió de inmediato, justamente estaba pensando en que Osaka no estaba tan mal. Aquel lugar del que tanto había renegado y se había quejado, ahora le parecía un lugar cálido al cual pronto podría llamar su hogar.

Se le quedó viendo a Ryo por unos segundos, casi inexpresivo, hasta que se agacho lo más que pudo para apoyar su mejilla en la del mayor. Una posición bastante incómoda, pero ninguno de los dos intentó zafarse. — Estoy feliz de estar contigo—.

 

Si alguna vez alguien se lo hubiera preguntado, Ryo hubiera respondido sin duda que no, que nunca había sentido las dichosas mariposas en el estómago que todo el mundo dice sentir cuando está enamorado. Pero estaba mintiendo. Aquella tarde en la que con todos sus trucos y artimañas que habían dado resultado, Shige había dejado la ciudad en donde había vivido tranquilo tantos años para irse con él y fue una de las pocas veces que sintió aquello. Por un momento se olvidó de todo lo malo que había hecho o que había pensado y se concentró simplemente en Shige y lo que acababa de decirle. Era demasiado para procesarlo; él que llevaba años haciendo de cuenta que nada que pudiera sentir importara, finalmente sintió como se le aceleraba el corazón.

 

Entonces, se movió y Shige lo interpretó como que era por lo incómodo. Así que se levantó, pero cuando quisó apartarse más de Ryo, este se aferró a su brazo. Pero no en la manera territorial y con fuerza en la que lo había como cuando conoció a Koyama. No, era distinto. Sus ojos brillaban como los de un niño mientras se reía acostado aun en las piernas de Shige y tomaba su brazo.

Era como el Ryo que Ohkura había conocido al inicio; él mismo que también había enamorado a Shige en aquella tarde en la que comieron pizza juntos en el departamento de Tokyo.

Ryo comenzó a acariciar el brazo de Shige con cariño, y de pronto dijo — ¿Que tal si vamos a pasear en Dotonbori y te llevo a mi restaurante favorito?—.

 

El plan original de Ryo era hacer suyo a Shige esa noche, pero la nueva idea le parecía mucho más interesante.

Shige asintió.

Salieron tomados de la mano del departamento.

 

Por sí se lo preguntaban, los padres de Shige al igual que otros de sus conocidos pensaban que Ryo era el roomie de Shige.

 

Ryo sabía donde vivía Shige, porque lo había ido a dejar muchas veces. Ese día que se apareció de sorpresa afuera del edificio donde vivía, tuvo la buena suerte de cruzarse con Shige y su suegra, quién ignoraba totalmente la situación.

Ryo se presentó educadamente ante la señora Kato como un amigo de la universidad de su hijo, quien se llevó una agradable impresión de él y lo invitó a pasar, todo mientras Shige sentía que se desmayaba.

En un momento con la excusa de buscar un libro que Ryo quería leer, Shige lo encerró en su cuarto.

— Ryo, me emociona mucho que estés aquí y conozcas a mi familia, pero no estoy listo. No sé si pueda decirles que…

— No importa— Ryo interrumpió desinteresado mientras ojeaba una novela que Shige tenía sobre su escritorio, — le dije a tu mamá que somos amigos, no veo porque tendrías que decirle algo más. A mi no me importa—. Shige lo miró desconcertado pero dio por terminado aquel asunto.

 

Y así, gracias a aquella frase que dijo Ryo sin mucha importancia, Shige se llevó a la tumba el secreto de su relación con Ryo.

 

Bueno, al menos para sus padres y todos los que estaban fuera de su círculo social inmediato.

Notes:

*La canción que da nombre a este capítulo y la cúal cantan los news en el karaoke se llama Joukyou Monogatari o “Historia de un viaje a Tokyo”. Precisamente es eso lo que hace que le de risa a Shige y les cuestione la elección de esa canción pues él se esta mudando a Osaka, y no al revés como dice la canción. También es por eso que él cambía la letra de la canción cuando esta mirando a Keiichan y ahí si menciona Osaka.
Es una canción de la banda Sharan Q pero Acid Black Cherry también hizo un cover.

Se suponía que esto debía haber salido en marzo, así que voy atrasadísima y a punto de comenzar otro proyecto UnU pero perdón, drive es donde solía escribir esto (porque sepan que siempre escribo en la parada del autobus de regreso del trabajo xd), pero un día algo fallo y me borro mi cap todo hermoso. Me frustre tanto porque la primera versión me había encantado, que cada que leía esta, me enojaba y me convencía que de no le se al romance gay. Así que esta es la mílesima reescritura que sigue sin convencerme tanto como la primera, pero al menos ya no me dan ganas de llorar al leerla.

En fin, muchas gracias por leer esto! me sorprende ver que ya son 215 lecturas a esta carta de odio a la literatura ;U; <3 un abrazo.