Archive of Our Own ^beta

Chapter Text

Starlight, considerada la mejor espía del mundo. Su misión: acabar con cualquier amenaza para la paz mundial. Sin embargo, su objetivo es el Capitán General del Servicio de Seguridad Estatal, un ermitaño que solo muestra su rostro durante reuniones en la prestigiosa escuela de su hijo. Lo que significa que para completar su misión… Starlight tendrá que hacerse pasar como la madre de uno de los estudiantes.

En otras palabras: debe casarse y tener un hijo.

…

— Si está interesada en adoptar, este es el niño más inteligente del orfanato.

"No tiene papeles ni registro alguno" — ¿Qué tal, pequeño? — ",una vez lo matricule en la escuela, mi misión podrá empezar." — Mi nombre es Anya, a partir de ahora seré tu nueva madre. — "Mi carrera como espía depende de esto."

“Misión… Espía… ¡Que genial!”

Loid (sin apellido), previamente conocido como sujeto 007, él es un esper en secreto, puede leer mentes.

…

— ¿Quiere que pretenda ser su esposo? Bueno, mi hermano me ha estado insistiendo con que comience a salir con alguien…

— ¿Podemos hacer el intento, ministro? Eso nos beneficiaría a ambos.

“Gracias a Dios se ve que es buena, después de todo…” Damian Desmond, alias, Shopkeeper — No puedo dejar que interfiera con ninguno de mis trabajos. —, líder de la organización de sicarios más destacada de toda Europa.

Una espía que busca el éxito de su misión.

Un esper que sólo busca una familia.

Un político con secretos que esconder del ojo público.

Los tres ocultarán sus verdaderos rostros entre ellos y tratarán de actuar como una verdadera familia.

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— Hey, llévame a la embajada.

— ¡Sí señor! Los-los frenos no-

— ¡¿Qué estás haciendo?!

…

— Un diplomático de Ostania, nuestro país vecino del Este, falleció en un accidente automovilístico. Sin embargo, nuestra organización ve esto como un asesinato por las fuerzas de extrema derecha del Este.

— Están planeando desatar una guerra con nuestro país Westalis.

— Tenemos que ponerle fin a este complot por cualquier medio necesario.

— Bien, supongo que tendremos que encargárselo a ella, nuestra agente más certificada: Starlight.

…

Nombre clave: Starlight. La mujer era una espía, en una época en la que se desata una despiadada y secreta guerra de información por todo el mundo, esa mujer ha sobrevivido en el campo de batalla a través de su dominio de las cien caras.

— Como sea, mi padre estaba furioso, gritaba cosas como “se las llevaron, las fotos de la peluca”.

La (por el momento) rubia se encontraba comiendo en un restaurante muy elegante con Robert, parecía no prestarle atención, hasta que observó como el hombre se hincaba en sus dos rodillas y sacaba un anillo de su bolsillo.

— Oye Karen, ¿te casarías-

— Terminemos, no siento ninguna muestra de inteligencia proveniente de ti, te deseo lo mejor.

Tomó su abrigo y dejó el pago por su comida.

“Lo siento Robert, tú y tu padre cumplieron su propósito, es hora de quitarme la máscara de Karen.” Se quitó las gafas y lanzó las fotos a un basurero en llamas. “¿Matrimonio? ¿Felicidad ordinaria? Ya me deshice de ataduras como esas, junto con mis documentos de identificación, el día que me convertí en espía.”

…

Empezó a leer el periódico apenas se sentó en el tren, tenía que lavarse el tinte rubio apenas pudiera.

“Buenos días Starlight, o debería decir, ¿buenas noches? Hiciste un excelente trabajo en tu última misión, gracias a ti, el ministro pudo evitar ese destino tan terrible. Has realizado un gran servicio para Westalis.” Hm, muchas gracias Mercader. “Esto quizá sea repentino, pero aquí está tu próxima misión: El objetivo es el Capitán General del Servicio de Seguridad Estatal, Youta Briar, un hombre peligroso que amenaza la paz entre el Este y el Oeste.” Le dio un sorbo a su café. “Tu misión es acercártele e investigar sus actividades subversivas, para cumplir con esto, primero tienes que casarte y tener un hijo.” Escupió su bebida, empezando a toser.

— ¿Perdón?

“Briar es tan paranoico que podrías considerarlo como un ermitaño, casi nunca hace apariciones públicas. Las únicas veces que lo hace es en las reuniones que se realizan regularmente en la prestigiosa escuela de su hijo, las cuales a su vez funcionan como reuniones sociales entre los grandes jugadores de la política e industria. Debes tener un hijo, matricularlo en la escuela e infiltrarte en las reuniones. Tienes una semana para ello, pues hay una fecha límite para la inscripción.”

— ¡¿Tengo siete días para tener un hijo?! — “Está bien, tranquilízate, un espía está acabado una vez pierde la calma.” — Lo siento… — les dijo a los demás pasajeros del tren.

“Esta es la Operación Strix, ese plan será la clave para mantener la paz entre ambas naciones y el mundo entero, recuerda que somos héroes sin capa, nuestros esfuerzos nunca saldrán a la luz, nunca se nos dará una medalla y ningún periódico cubrirá nuestras historias. Pero incluso así, el día a día de las personas inocentes es gracias a nuestro sacrificio.”

“¡Todo sea por un mundo mejor! Y, ya que me deshice de mi nombre y rostro para convertirme en Starlight, demostraré que la maternidad no es más que otro papel que puedo interpretar. Anya Forger, ocupación: psiquiatra. Es mi vida ahora, una familia querida y un hogar alegre para una espía no son más que una molestia.”

Primer paso: conseguir un hijo.

— ¿Huh? ¿Quiere un hijo adoptivo? — preguntó el encargado del orfanato, visiblemente borracho.

— Bueno, mi esposo y yo hemos estado-

— Sí, como sea, solo elija al que quiera.

“¿Qué?”

— Entre, no sea tímida.

“Qué ambiente más descuidado, pero mientras más sombrío sea el lugar, existen más posibilidades de que no haya mucha información sobre el pasado de estos niños. Es más conveniente si tenemos menos registros que cambiar. La misión es formar una familia y mientras tenga un niño, haré que esto funcione. Sin embargo, desearía poder hacer todo por mi cuenta, no soy buena con los niños. Pero ni el espía más habilidoso y distinguido de Westalis se podría disfrazar de un niño.”

— Por cierto, quisiera un niño que pudiera leer y escribir si es posible.

— ¿Sí? Entonces ya sé quién es el indicado.

Entraron a una habitación alejada del resto de infantes, un pequeño rubio se encontraba leyendo el periódico.

— Él es Loid, es el más inteligente de todos— “Que mocoso más extraño, espero que esta tipa se lo lleve ya de aquí.” —, no habla mucho, pero es un buen chico.

Loid le dio la mano, saludándole de manera cortés.

— Hm, disculpe, pero…

“Si mal no recuerdo, la Academia Edén sólo acepta a niños de seis años en el primer ingreso, este chico parece tener siete u ocho-”

— Seis.

— ¿Tienes seis? Sí, ya me acordé…

“Bueno, es bastante alto, debe crecer con rapidez…”

El rubio corrió por su periódico, mostrándole el crucigrama.

— ¿No es muy complicado para un niño?

Loid lo tuvo listo en un par de minutos. “¡Es un genio! ¡Con él, pasar el examen de admisión será más que sencillo!”

— Me lo llevaré, sobre el papeleo-

— No importa, solo llévatelo. — El rubio se puso sus zapatos y regresó con la espía.

La verdad me da un poco de nervios lo bien que salió esto.

— ¿Tú estás de acuerdo?

“Espía… Misión… ¡Que genial!”

Asintió. El chico era un esper, también conocido como el sujeto 007, tenía la habilidad de leer mentes. Fue creado por los experimentos de una misteriosa organización, él luego logró escapar de las instalaciones

— Escúchame bien, muchacho.

— Loid. — la corrigió.

— Bien, escúchame Loid, a partir de hoy serás mi hijo, pero si alguien pregunta siempre lo has sido. ¿Entendido?

— Sí, señora.

Anya pensó por unos segundos mientras ambos caminaban rumbo a la mansión Blackbell, allí la esperaba Mercader, Becky Blackbell. Suspiró.

— ¿Sería adecuado llamarla madre?

— ¿Hm? Creo que sí, pero puedes llamarme ma, mamá o mami.

— Está bien.

Los sirvientes les mostraron el lugar, la espía ya lo conocía, así que corrió a lavarse el tinte rubio, pero Loid parecía fascinado con las más mínimas cosas.

— ¡Que adorable! ¡Anya! ¡Nunca me dijiste que tenías un niño tan lindo! — dijo la castaña abrazando al infante.

— Gracias por acogernos Becky, disculpa las molestias. — agradeció secándose el cabello con una toalla, las puntas seguían de un tono más amarillento, pero el resto estaba mejor.

Mercader pidió dos tazas de café y una de chocolate a las sirvientas.

— ¿Quieres algún postre, mi vida? — preguntó Becky al menor, dándole unos sobres a la espía.

— Yo quiero un pastel de chocolate con maní.

— Yo quiero una tarta de manzana, ¿se puede? — preguntó Loid, un poco apenado.

Anya y Becky empezaron a reír.

— Pídele lo que sea, dudo que te lo niegue. — respondió la ahora madre revolviéndole el cabello.

— ¡Seré tu tía de ahora en adelante!

“Me preocuparé del matrimonio falso en otra ocasión, Loid necesita estudiar para entrar a la Academia Edén.”

— Voy a estudiar ma. — dijo el rubio de inmediato.

“Si no lo hago me reemplazará, no me gusta estudiar, me recuerda al laboratorio…”

— Oh, sí, pero primero comamos algo, ¿no?

…

Loid escuchaba la conversación entre las dos mujeres, sus pensamientos también.

— No sé qué hacer— escuchó decir a Anya. —, tengo miedo de hacerlo llorar.

“Odio escuchar a un niño llorar, quizá porque me recuerda a mi infancia, estar aislada de los demás, desesperada, impotente, no poder hacer nada más que llorar.”

— No pienses en eso, lo harás genial, es un buen chico.

— Quiero darle un mundo donde no sufra como lo hicimos nosotras.

— Parece haberse encariñado contigo, pero recuerda, debes dejarlo apenas termine la misión.

“Estuvo en cuatro orfanatos, cambia de nombre tanto como tú.” Recordó las palabras de Becky.

El rubio corrió a abrazar a su madre. Las agentes de WISE se sorprendieron, ¿acaso las escuchó?

— Terminé de estudiar, prometo hacerlo excelente en el examen, pero no me abandones si lo hago mal.

Becky se cubrió la boca con sus manos.

— Si me abandonas lloraré…

Anya le devolvió el abrazo. Los tres estudiaron para el examen de admisión, Loid estaba nervioso, los pensamientos de los niños lo agobiaban, pero al recordar a su madre cantándole una canción antes de dormir cuando terminaban de estudiar, se calmó y prosiguió con la prueba.

K-212, Loid Forger, aprobó. Los dos no podían estar más felices.

…

Martha Marriot, asistente de Becky, le entregó un sobre de la escuela.

— Es hora de buscarte un marido, lo que sigue es una entrevista con el niño y sus dos padres, sin excepciones. — le dio una sonrisa burlona a la agente.

— ¡Pero papá no existe! — gritó en un susurro el pequeño.

— Mierda.

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Anya dejó a Loid con la costurera mientras pensaba en qué hacer, disfrazar a Becky no funcionó, ninguno de los agentes estaba disponible. Eran graves noticias. Sintió a alguien detrás, grande fue su sorpresa al toparse a Damian Desmond, 29 años, sin algún historial de matrimonios o divorcios, su hermano y él trabajan en el gobierno, Vicepresidente y ministro respectivamente.

Damian estaba muy distraído pensando en las palabras de su hermano. “¿No crees que ya deberías sentar cabeza y casarte? Si es que no conoces a una buena mujer, te puedo presentar alguna.”, negó todo, le dio su traje a la costurera, indicándole el problema. “Solo quiero que seas feliz, ¿sabes?”. Y luego de eso le mintió, diciendo que ya estaba casado, pero que prefería mantenerlo en privado. “¡No puedo esperar para conocerla!” fueron sus palabras. Demetrius lo crio luego de que su madre muriera y su padre los abandonara a su suerte en la guerra, no quería que se preocupara. Miró a la mujer a su derecha, no la conocía, ¿quizá era una nueva clienta? Sería fácil de reconocer con ese cabello rosa, tenía dos moños, traía puesto un vestido azul y un abrigo blanco.

— ¿Se le ofrece algo, señor? — preguntó ella, mirándole. — Ha estado mirándome desde hace un rato.

Esos ojos verdes, carecían de brillo, pero eran tan hipnotizantes para él.

— Admiraba su belleza, señorita. — le dijo el pelinegro con una sonrisa. — ¿Sería un mal momento para invitarla a una cita?

— Pues-

Un niño rubio apareció jalando la mano de la pelirrosa.

— ¡Mamá! ¡Ya tomaron mis medidas- ¿Quién es él?

— Es otro cliente.

Loid leyó la mente del hombre, el cual miró hacia otro lado, apenado. “¡Tiene un hijo! ¡No puede ser! Casi pretendo a la esposa de alguien más, he visto casos donde el esposo ha asesinado al amante, podría ser muy peligroso… Aunque sería yo quien lo mataría primero.” Suspiró. “No, no pienses así Damian, pueden descubrir que eres un sicario.”

“Un asesino y una espía…
¡Que emocionante!”

— ¿Puedo ir a leer mientras preparan los tuyos? — preguntó el rubio con una sonrisa.

Anya le dio un libro y le indicó que se sentara en una silla cercana mientras ella iba con la costurera.

— Buenos días señor ministro— saludó el niño cuando Damian se sentó a su lado. —, ¿de qué estaba hablando con mi mamá?

— ¿Qué? — preguntó el ministro. — Quería invitarla a salir, pero creo que tu papá no estaría de acuerdo.

— Mi papá nos abandonó… — Loid lo miró serio.

Desmond sintió que le tiraban un balde de agua fría.

— ¡Loid! ¡No le digas nada raro a los demás clientes!

“Puedo invitarla a salir sin que las noticias exploten.” — ¿Y crees que esté interesada en salir con alguien?

…

— ¿Quiere que finja ser su esposa? ¿Yo? ¿Una mujer que ya tiene un hijo? — preguntó incrédula ante la propuesta del ministro.

— Bueno, se ve que es una buena mujer, y le dije a mi hermano que yo estaba casado pero que lo mantenía en secreto, nunca le dije alguna razón para ello.

Guardaron silencio unos segundos.

— Pueden vivir en mi casa, es algo solitaria sin una familia, también le ayudaré con lo que sea que necesite… — “Diablos, ¿cómo se llamaba?”

— Loid. — dijo de inmediato el menor.

— Sí, Loid, sólo tienen que vivir conmigo por si mi hermano me visita, han pasado unos ocho años desde la última vez y temo que aparezca de la nada-

Anya lo interrumpió.

— Muy bien, acepto, ¿qué opinas, calabaza?

Loid asintió feliz.

— Perfecto, ¿qué tan pronto pueden mudarse?

— Mañana sería excelente, hoy tengo una fiesta con los del hospital en el que trabajo, podría ir si gusta.

— Claro, oh, debo preparar algo elegante para la propuesta, y el certificado-

El niño dejó de escucharlos, miró al suelo y trató de sincronizar sus pasos con los de su madre.

…

“Esto debe ser a lo que llaman…”, pensó Anya viendo a las familias de los doctores y enfermeros del hospital, los niños corrían, los adultos bromeaban, conversaban. Damian aún no llegaba, dudaba que lo hiciera. “… normal.”, suspiró. “Esa es la vida que quiere Demetrius para Damian.”

— ¿Vieron a la doctora Forger? — escuchó a una de las enfermeras.

— Sí, se ve que tiene nervios de acero.

— Me sorprende que viniera siendo una madre soltera.

“Él busca algo imposible conmigo.” Se levantó de su asiento, le diría a Damian que buscaría a otra persona para la entrevista.

— Mis disculpas, pero creo que mejor me-

Desmond, con sangre corriendo de su cabeza, azotó la puerta al entrar. Los invitados le miraron sorprendidos.

— Lamento la demora, soy el esposo de la doctora Anya, Damian Desmond.

Lo bombardearon con preguntas, si se encontraba bien, quién le hizo eso, él sólo respondió que fue un intento de asesinato, pero no pasó nada grave. No pudo hablar mucho, pues Anya le dijo que mejor se fueran del lugar, le tomó la mano e iban a empezar a caminar. Una doctora jaló la manga del traje que llevaba el pelinegro.

— ¿Sabe de qué trabajaba antes su esposa, señor?

— Mónica, basta.

— Escuché que les daba masajes a hombres extraños que la llamaban, ¿no piensa que eso es muy obsceno? ¡Ella es una promiscua de primera! ¡Seguro que su anterior esposo la abandonó por eso!

Anya se volteó con rapidez, temiendo de lo que más podría inventar esa mujer.

— Te juro que no es lo que piensas- — intentó decir la de cabellos rosas.

— ¿Y qué? — dijo Damian con una sonrisa.

Los invitados lo miraron confundidos.

— El ex esposo de Anya la abandonó hace años, ella trabajó desesperadamente para darle lo mejor a Loid, incluso si significaba sacrificarse a sí misma.

“¿Qué está diciendo? ¿Loid le dijo todo eso mientras yo no estaba?” se preguntó Forger.

— El sacrificarse uno mismo por el bienestar de los demás, el resistir las dificultades de tu trabajo para proteger algo en lo que crees… — sujetó la mano de la agente con más fuerza. — Ninguna persona normal tiene esa clase de determinación, ella debería estar orgullosa de ello.

Anya lo miró sorprendida.

— ¿Nos vamos, querida?

— Sí, gracias por la fiesta.

…

— Nada de lo que dijo Mónica es cierto. — le aclaró la psiquiatra, mirando por la ventana del auto.

— Me lo imaginaba, tendremos que aclararlo a la prensa.

Damian metió su mano a la bolsa de su pantalón, buscando el anillo.

— Becky y su familia fueron mi único soporte, ella misma fue la que me dio mi empleo anterior en Industrias Blackbell.

Parte de ello era cierto, Mercader fue quien la encontró en medio de la guerra, medio muerta, la cuidó y le ofreció el convertirse en una espía para ayudar a su nación. Becky era su mejor amiga, dejando el trabajo a un lado, era lo segundo más importante para ella.

— Anya-

— Todo lo que dijiste, ¿te lo dijo Loid?

El ministro guardó silencio por unos segundos.

— Cuando nos conocimos, me contó que su padre los abandonó a los dos, mencionó que tenía vagos recuerdos sobre él y que siempre estuvieron viviendo con los Blackbell.

“Sabes mentir muy bien Loid, me sorprendes con cada día que pasa” pensó la espía.

— Le pregunté si tú estabas interesada en salir y me dijo que no sabía, que lo intentara.

Sacó el anillo y, con la otra mano, tomó del mentón a la mujer, haciendo que lo mire.

— Anya, quiero estar contigo en las buenas y en las malas, en la riqueza y la pobreza, salud y enfermedad, para amarte y respetarte.

Le puso el anillo en el dedo anular de su mano izquierda.

“Hasta que la misión nos separe.”

“Hasta que los asesinatos nos separen.”

No se besaron, apenas se conocían, pero fue una buena propuesta.

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Hoy era el gran día, Damian se aseguró que todo estuviera perfecto, la vestimenta, el vocabulario, el peinado, todo en orden. Las entrevistas de práctica estuvieron bien, al menos como las recordaba. Fueron a la ópera, al museo y a lujosos restaurantes para que Loid pudiera hablar sobre ellos, pero Anya estaba preocupada, las multitudes ponían mal al niño.

— Estaré bien, ma. — le aseguró el rubio con un susurro.

De inmediato sintió que la observaban, ¿había un enemigo entre la multitud? No, no eran a los únicos que vigilaban, tampoco simple curiosidad por las demás personas, era como si los estuvieran investigando con una mirada de desprecio. Había cuatro en la pasarela elevada, tres en el campanario, incluso más dentro de los edificios laterales, eran los miembros del cuerpo docente, uno tomando notas, otro hablando mediante un comunicador, sumado a la vigilancia. La prueba había comenzado, analizaban y evaluaban cada una de sus acciones, calificándolas como dignas o indignas.

…

La familia Desmond se las arregló completamente para dar la entrevista. Hubo unos inconvenientes, como un niño atrapado en una alcantarilla al que Anya y Loid ayudaron, o los animales de la granja escapando, a los cuales detuvieron los tres. Henry Henderson, supervisor del internado, quedó maravillado con la familia.
Ahora, el segundo examen de ingreso de la Academia Edén, las entrevistas a padres e hijos habían comenzado.

— Familia Desmond, por aquí por favor.

— Sí.

“Sin lugar a dudas, este momento es de vida o muerte para la operación Strix.”

— Muy bien, comencemos con los padres.

Walter Evance (52 años), supervisor de la casa Marcus, 5to dormitorio. Curso: Literatura. Humilde, honesto, conservador, los estudiantes confían mucho en él. Hay que ganarlo con respuestas sensatas y sinceras.

— Parece que este es su segundo matrimonio, pero, ¿qué clase de relación tenían antes de casarse?

— Conocí a mi esposo por mera coincidencia en la sastrería que confecciona los uniformes escolares, desde el principio era encantador, muy respetuoso y comprensible, se llevó bien con mi hijo de inmediato. — sonrió la mujer, en un tono firme. — Tenía dudas de empezar una nueva relación después de que mi ex esposo nos dejó, pero un hombre como él, que siempre pone a su familia antes de cualquier cosa, sería un padre ejemplar para Loid.

“Mami es una gran mentirosa.”

— Ya veo, ¿qué hay de usted, señor ministro?

— Me maravilló lo mucho que Anya se preocupaba por su hijo, cuando conversamos, me di cuenta que había encontrado a mi alma gemela.

— Hm, sí, no hay nada más importante que la familia.

— Pero señor ministro, usted es un hombre muy reconocido y atractivo, ¿por qué molestarse en elegir a una mujer con tal carga?

Murdoch Swan (47 años), supervisor de la casa Clive, 2do dormitorio. Curso: Economía. El único hijo del antiguo director, consiguió su posición por puro nepotismo. Arrogante, codicioso, desconsiderado. Recién divorciado y sin el derecho de visita, parece que está celoso de las familias felices.

— Bien, la siguiente pregunta.

…

— Entonces, desde la perspectiva de los padres, ¿qué clase de niño es su hijo? Nos gustaría saber sus fortalezas y debilidades.

— Loid es un niño muy astuto, sabe pensar rápido y es sumamente inteligente, a veces pienso que puede leerme la mente. — el menor se puso tenso ante las palabras de su madre. — La única debilidad que puedo verle es que adora meter su nariz en cualquier asunto.

— Ya veo.

“En efecto, es muy inteligente, obtuvo casi 100 puntos en el examen escrito.”

— ¿Y qué nos puede decir usted, señor ministro? Como su padre, ¿tiene alguna filosofía educacional en mente?

— Pues, como sabe, soy su padrastro, al inicio lo mimaba mucho para que me quisiera. — “Como lo practicamos.” — Pero, cuando pienso en su futuro, trato de tener en mente que a veces debo ser estricto con él.

— Ya veo, la señora también trabaja en el hospital, ¿no es cierto-

— ¿Es una broma? ¡¿Una esposa que tiene un trabajo demandante?! ¿Qué tiempo le dedicaría a su familia?

Damian decidió responder a ello, con visible molestia. — Ella no descuida a la familia, los turnos largos tampoco son un impedimento, y todo su tiempo libre lo pasa conmigo y con Loid.

— De todas maneras, una mujer debería dedicar todo su tiempo a satisfacer las necesidades de su familia.

— ¿Acaso preguntamos qué opinaba usted sobre nuestra forma de-

— Damian, tranquilo, no pasa nada. — le dijo Anya tomando su mano.

“Cálmate Desmond, no es como si fuera tu verdadera esposa.”

Loid, sin la necesidad de leer la mente del profesor Swan, supo que odiaba a sus padres, odiaba la felicidad.

— Siguiendo con la entrevista, mi siguiente pregunta es para el niño.

“Tú puedes Loid, esfuérzate.”

…

— ¿De qué trabaja tu madre?

— Esp- — Anya se tensó al igual que Loid. — especialista de la mente, señor.

Sonrió nervioso, el entrevistador pareció notar el cambio en su voz, pero lo ignoró.

— ¿Y qué clase de persona es tu nuevo padre?

— Él es muy bueno— Damian sonrió —, aunque a veces da miedo. — y pareció ofenderse por eso último.

Anya soltó una risa y pidió perdón al llamar la atención.

— Y si tuvieras que calificar a tus padres, ¿cuántos puntos les darías?

El rubio pensó un poco, llegando a una sola conclusión.

— ¡100 puntos! ¡El máximo puntaje! Ma y pa son muy divertidos, los quiero mucho y quiero estar siempre con ellos.

“Ugh, lo que faltaba…” leyó en la mente del profesor Swan.

— Entonces, entre tu anterior padre y el nuevo, ¿a quién prefieres?

— Profesor Swan, esa clase de pregunta no es-

— Las preguntas dependen del entrevistador, ¿no es así?

La pelirrosa pidió un cambio de pregunta, pero se le fue negado, no sabía la historia de Loid o cómo llegó al orfanato, pero asumía que sus verdaderos padres estaban- escucharon sollozos…
El niño estaba llorando, no decía nada, pero cubrió su rostro con sus manos.

— Loid- — antes de poder decir algo más, Damian se levantó para consolar al niño.

— Oh, ya veo, entonces su anterior padre era mejor.

— ¡Eso fue demasiado lejos!

— Cálmate Damian.

“Tenemos que resistir esto por el bien de la misión…” pensó Anya apretando el puño.

— ¡Pero solo mira como está!

“¿Y qué si nos difaman? Al final solo somos una familia falsa.”

— Oh, ¿el segundo esposo enloquece cuando no es elegido sobre el primer hombre que estuvo con su mujer? — “Ah, que refrescante.”

Con una mirada sombría, carente de brillo, alzó su puño mientras se acercaba a Murdoch. “Resiste. ¡Starlight!”

Golpeó la mesa, era mejor a golpear al entrevistador después de todo. Damian la miró sorprendido, como ella se levantaba y se acercaba a su hijo.

— Disculpen, había un mosquito en la mesa. — cargó a Loid y le permitió llorar en su hombro. — Gracias por brindarnos un poco de su tiempo.

La familia estaba a punto de salir, cuando volvieron a escuchar al entrevistador.

— ¡Oigan! ¡¿A dónde creen que van?! ¡No hemos terminado!

Desmond se volteó, mirando al hombre con desprecio.

— Si su filosofía educacional consiste en pisotear los sentimientos de los niños, entonces escogimos la escuela equivocada.

Se fueron del lugar, directo a la mansión, Loid seguía triste, Anya lamentaba su reacción y Damian no paraba de pensar en lo que le pudo hacer el anterior señor Forger a su esposa e hijo para provocar el llanto de un niño. El trayecto fue silencioso. En casa, los sirvientes hicieron té para la familia derrotada.

“Definitivamente fracasamos, soy una vergüenza como espía.” Pensó Anya mirando a la ventana. “Dejé que mis emociones arruinaran la misión-”

— Lo siento ma… — dijo Loid con la voz quebradiza. — no me esforcé lo suficiente…

— Todo está bien, Loid, no tienes por qué disculparte, de todos modos, ya sabía que no querías ir a esa escuela.

El rubio se levantó y fue a abrazarla.

— Quiero ir a la escuela.

“Porque si la misión falla no estaremos juntos nunca más…”

Damian miró a su esposa e hijo, pensando “Si él no es aceptado, entonces esta vida ya no sería necesaria…” le dio un sorbo a su té “no, esa no es la razón que debería importarme, solo estoy preocupado por lo que Demetrius podría decir.”
Luego de unas palabras para animarlos, brindaron por el gran futuro de su familia. Justo después la foto familiar que tomaron días antes se cayó.

…

K-212 no estaba. Fallaron. Estaban a punto de volver a la mansión, pero el profesor Henderson les pidió ir a una zona más privada para mostrarles una lista, la lista de espera. Loid Desmond era el primero ahí. Debido al puntaje de este, estaba en primer lugar de la lista para ocupar cualquier vacante, con el solo hecho de que alguno de los estudiantes aprobados decidiera no asistir a Edén, inmediatamente podría ascender y tomar su puesto.

— Pero… — Anya empezó a hablar, atónita — ¿Después de lo que hicimos en la entrevista?

— ¿Sabe cuál es el animal que ha matado más humanos, señora? El mosquito.

“Que estupidez.” Pensaron los tres al mismo tiempo. Loid se distrajo con los pensamientos de su padre, este se imaginaba el asesinato del secretario del tesoro para que su hija no pudiera asistir a la escuela, quizá mentir e inculparlo de espionaje, luego una ejecución pública, sí.

— No se preocupen, en todos los años hay estudiantes que deciden no matricular.

— Muchísimas gracias profesor. — Damian le estrechó la mano con genuina felicidad.

“Entre este profesor y el otro idiota, no estoy muy segura de quién de los dos será un recurso más útil para la misión” leyó Loid los pensamientos de la espía, confundido por sus palabras “, pero si él se vuele un problema, hay muchas formas de arruinar su estatus social.”, definitivamente le asustaba la mente de su madre.

— Bueno, si hay algo que podamos hacer para ayudarlo…

— Es un muy elegante consuelo, aún si es vacío, vayan a casa, les ruego que esperen las buenas noticias.

Tres días después, una llamada telefónica fue suficiente para hacerles saber que entrar a Edén fue una misión exitosa.

En la noche, Anya y Loid estaban juntos en el techo de la mansión de los Blackbell, Becky insistió en celebrar, ambos miraban los fuegos artificiales en silencio. Damian había tomado tanto con la Mercader que incluso jugaron a Spy Wars, la villana siendo la mujer castaña, Bondman siendo el rubio, la princesa Honey siendo la pelirrosa y el ministro siendo un enemigo más.

— Todo ha sido muy divertido desde que dejé el orfanato, gracias ma. — dijo el niño. — Daré lo mejor de mí en la escuela.

— ¿En serio? Bueno, sé que es un poco tarde, pero felicidades por ingresar, calabaza.