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INDICE: 

1.- Contacto Visual

2.- Tomarse de las manos

3.- Bajo la lluvia

4.- Beso indirecto

5.- Cafetería

6.- Cartas/Notas de amor

7.- Enfermo

8.- Baile lento

9.- Beso en la frente 

10.- Confesión borracho

11.- Primera vez 

12.- Anillos de promesa

13.- Hora del baño

14.- Cepilla cabello

15.- Almas gemelas

16.- Comparten cama

17.- Cumpleaños

18.- Abrazo

19.- Comparten hobbies. 

20.- Colores de las flores / flores

21.- Pelea y disculpa

22.- Mira el atardecer

23.- Mudanza

24.- Apodos cariñosos

25.- Futuro

26.- Perfume

27.- Conocer a los padres

28.- compras juntos

29.- Champagne

30.- Primera vez si sex

31.- Tú me haces mejor persona.

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Era la graduación de sus hijos, por eso no podían faltar, pronto los niños irían a la universidad solo quedaba ese verano para que ellos se fueran a vivir a un campus lejano.

—Yangyang—dijo Ten con un tono fuerte. —Quítate la corbata si no te la sabes poner. —Dijo el hombre.

Ten era el apodo del individuo, era un señor un poco mayor, Yangyang era el nombre de su hijo, ahora Yangyang se graduaba, Ten estaba muy orgulloso, y sabía que, en cualquier lugar donde estuviera Kun, también estaría feliz de ver a su primogénito terminara la escuela.

—Pero debo usarla, al menos para la foto. —susurró Yangyang. —¿Por qué no me ayudas? —le preguntó a su padre.

—No, sabes que los donceles no somos buenos en eso. —Ten negó con la cabeza. —¿Por cierto dónde está tu hermano?

Yangyang levantó los hombros, no sabía y no le interesaba, esa era su noche, lo único que quería era estar con sus amigos y quizá tener valor de declararse al doncel que le gustaba. De repente una mano se posó sobre su espalda.

—Te encontré. —Dijo el joven rubio que se puso en frente. —Los chicos te buscábamos, hay que ir a tomarnos la foto antes de que lleguen todos los padres, Haechan dice que su padre lo avergüenza demasiado y no quiere que se ponga a llorar en medio de la pista.

—Haechan lo merece. —Yangyang sonrió de la forma más linda que pudo. — Hay que recordarle que perdió la apuesta y debe de bailar con el chico más aburrido de la clase.

—Ese podría ser yo. —El chico sonrió.

—Pero no lo eres, Renjun, tú eres genial. —Yangyang se avergonzó de decirlo en voz alta, así que simplemente negó con la cabeza y cambió de tema. —Estoy sufriendo por la corbata, no, uh, no sé hacer el moño.

—La acomodaré por ti. —Renjun tomó el cuello de la camisa del chico y la amarró de una forma que se viera elegante.

Fue cuando el flash de un celular los interrumpió, Ten observaba a su hijo mayor con su "noviecito", Ten se veía tan orgulloso y feliz de que Yangyang creciera.

—Parece que el papá de Haechan no es el único que avergonzará a su hijo esta noche. —Yangyang sonrió. —Vamos con los demás.

Ten estuvo vagando un rato, conociendo a los otros padres de familia, ellos se habían mudado a Corea hace dos años y Ten abrió una pequeña cafetería llamada Dream, a Yangyang y a Chenle, su otro hijo, les había costado hacer amigos, pero al final Yangyang fue recibido por un grupo de otros cinco jóvenes, los cuales rápidamente se convirtieron en sus amigos.

Incluso Chenle había terminado siendo amigo de uno de los hijos de Doyoung, Doyoung fue un padre de familia que le ayudó a incorporarse a la escuela con sus hijos, era el único amigo que Ten tenía en la ciudad, nunca quiso buscar a sus antiguos amigos, amigos que tuvo antes de mudarse.

Y allí fue cuando Ten pudo divisar a Doyoung a lo lejos, estaba en una de las mesas separadas.

— ¡Ten! —Doyoung lo saludó con emoción. —Me alegra verte. —Sonrió. —Déjame presentarte a mi esposo.

Y allí fue cuando Ten lo vio, su antiguo mejor amigo, aquel doncel con el que estuvo en la universidad.

—Taeyong. —Soltó Ten de repente.

—¿Ten? —Taeyong se sorprendió. —Oh Ten, ¿Qué haces aquí? Pensé que vivías en China.

—¿Se conocen? —preguntó Doyoung un poco confundido.

—Uh sí, estudiamos la universidad juntos. —Ten sonrió un poco confundido.

Aunque prefirió no tocar el tema, cuando él estudiaba, Taeyong tenía un prometido y se veía perdidamente enamorado, era extraño verlo casado con otro doncel, era algo que no esperaba ver, Ten se preguntó que habría pasado con ellos, pero no era el momento de discutir.

—Por dios, alguien quítele a mi papá las ganas de llorar. —Un moreno llegó gritando a la mesa donde estaban los adultos.

Poco a poco aparecieron los demás jóvenes, al parecer ya había terminado la toma de fotografía.

—Es lo normal, Haechan, tú padre te ama, cuando te vayas a la universidad se quedará solo es casa. —Doyoung trató de abrir los ojos del moreno diciéndole lo que todos pensaban.

Pero la mirada de preocupación de Taeyong no era nada buena, Taeyong veía a Haechan y también veía a Ten, esperaba que no se observaran.

—Papá, ¿Qué haces aquí? —Yangyang suspiró, Taeyong no sabía que Ten tenía un hijo que iba a la misma escuela. Ten solo sonrió. 

—Quise venir a buscar a Doyoung.

—Bien, te presento al señor Taeyong, es el papá de Mark y Jeno. —Dijo Yangyang con una sonrisa.

Y Ten si los recordaba, Mark y Jeno eran amigos de Yangyang, habían ido a su cafetería a hacer tarea, como Jaemin, Haechan y Renjun. Ten era bueno recordando nombres, aunque se le hacía raro que Mark y Jeno estuvieran en el mismo grado escolar y fueran hermanos, porque no se parecían en nada.

—Nos conocemos—Dijo Taeyong. —Estuvimos en la universidad juntos.

—¿En serio? —Preguntó Mark. —¿Entonces conoce a mi papá Jaehyun?

Ah. Ten entendió todo en ese momento.

—Sí. —El hombre miró a Taeyong y éste solo pudo hacer una muequita incómoda, realmente no por su relación, sino por la pregunta que vendría después.

—Oh, eso quiere decir que también conoce a mi papá. —Haechan miró a Ten. —Mi papá era de los mejores amigos del señor Taeyong y del señor Jaehyun.

Esa frase sorprendió mucho a Ten, porque en un principio habían sido cuatro los amigos que se juntaron, era un grupito de parejas, si se le podía llamar así, hasta que Ten lo entendió.

—¿Dónde estabas? —Un hombre muy alto llegó a abrazar a Haechan por la espalda.

Jaehyun miraba la escena también, él no había cambiado en los casi veinte años que habían dejado de verse, lucía igual de apuesto que siempre, Ten se preguntó por qué la relación de Taeyong no funcionó y ahora estaba casado con Doyoung, pero eso tampoco le preocupó.

Fue hasta que el hombre que abrazaba a Haechan levantó la mirada.

Fue hasta que ellos dos hicieron contacto visual, cuando los ojos de ese hombre y los de Ten se cruzaron, cuando un poco de lagrimas quisieron amontonarse en sus ojos y las sonrisas no pudieron salir.

Taeyong miraba nervioso, Jaehyun ya se había dado cuenta de la situación, él estaba con el padre de Haechan, pero podría reconocer a Ten en donde fuera, los años no habían pasado por aquel joven que fue de sus mejores amigos en la universidad.

Doyoung no entendía nada al igual que todos los muchachos en la mesa.

El único que notó aquella mirada y tensión fue Yangyang, porque Ten se veía nervioso y el joven jamás había visto a su papá tener miedo de esa forma, claro, solo dos veces en la vida, cuando Chenle llegó y cuando le habían dicho que su papá Kun había muerto.

—Ten. —El contacto visual que hizo el hombre alto no se borraba, incluso parpadeó para saber que sus ojos no lo engañaban.

—Johnny. —susurró el hombre más bajo. —Tiempo sin vernos.

—Oh, entonces es real, si se conocen. —Haechan sonrió. Quería evitar esa incómoda vibra que estaba sintiendo por parte de casi todos los adultos. —Papá, ¿Conocías al padre Yangyang?

Johnny tragó saliva, conocía a Yangyang, era un chico chino que se había mudado, Johnny había tratado de ser amable con él, pero no sabía quién era su padre. Ten por otra parte, conocía a Haechan, Yangyang decía que Haechan siempre animaba al grupo y era cierto, Ten tenía ese papel en su juventud, cuando se juntaba con Taeyong y Jaehyun, cuando salía con su exnovio, cuando salía con Johnny.

—Sí, nos conocemos. —Dijeron los dos. "Más de lo que deberíamos", pensaron ambos.

Y después el contacto visual entre los dos mencionados se rompió.

Continuará... 

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—¿Entonces te irás a un hotel? —Preguntó Mark al despedirse de su padre Jaehyun.

—No, me quedaré en casa de Johnny. —Susurró el hombre. —Pero puedes ir a visitarme, no creo que le moleste si vas.

—No quiero ver a Haechan, sigo enojado con él. —Mark puso los ojos en blanco.

Jaehyun simplemente sonrió, ah, sí Mark hubiera conocido cómo se llevaban Taeyong y Doyoung antes de casarse, comprendería porque Jaehyun quería que Mark y Haechan hicieran las paces; pero ahora debía esperar, aquella visita inesperada de Ten seguramente habría calado en lo más hondo de Johnny, y Jaehyun quería estar para él, además el hogar que había contraído para Taeyong, ya no existía más y ya no había espacio para él.

—Solo perdónalos, son amigos ¿no? —Jaehyun sonrió y luego cambió de tema. —Mark, estoy muy orgulloso de ti, sé que ha sido difícil el hecho de que no he sido un padre muy presente por mi trabajo, pero estoy feliz de que me sigas manteniendo en tu vida.

—Te quiero mucho, papá. —Mark le dio un abrazo al hombre. —Los quiero a ti, a mi padre Taeyong y a mi papá Doyoung.

—Y yo te amo, demasiado. —El hombre besó la cabeza de su hijo. —Entra a casa, seguramente Taeyong te está esperando, me quedaré unos días antes de regresar a Estados Unidos, así que nos veremos cuando tengas tiempo ¿sí?

Mark asintió y se despidió de su padre.

Cuando entró a su casa pudo notar que sus padres estaban hablando con Jeno, al parecer su hermano tenía mucha energía, porque todos se escuchaban muy animados.

—¿De qué hablan? —preguntó Mark.

—Del papá de Haechan y el papá de Yangyang. —Jeno sonrió. —Papá Taeyong dice que ellos fueron novios en la universidad, que se iban a casar, pero que el padre de Johnny se los impidió y lo obligó a casarse con el otro papá de Haechan. —contó.

—¿Con el señor Taeil? —preguntó Mark viendo con curiosidad a Taeyong.

Taeyong asintió, no debería de contarle esa historia a sus hijos, pero Jeno había preguntado y ambos habían crecido con Haechan, Suh Haechan casi era de su familia también. Era el mejor amigo de Jeno y... la "eterna pesadilla" de Mark.

—La historia de Johnny y Ten es trágica. —Taeyong contestó. —Ellos eran roomies en el campus, estuvieron juntos desde que iniciamos hasta que nos graduamos, poco después de separarnos Johnny nos dijo que planeaba casarse con Ten, nos pidió ayuda para buscar el anillo de compromiso, Johnny venía de una familia adinerada, así que su padre se opuso al matrimonio, después nos enteramos que el padre de Johnny contactó a los padres de Ten para que se lo llevaran a Tailandia, Ten tuvo que mudarse y dejar a Johnny, y Johnny se casó con Taeil en un matrimonio arreglado.

—¿Entonces el señor Johnny no amaba al señor Taeil? —preguntó Jeno.

—Sí, sí lo amaba, después de que te rompen el corazón con la distancia, aprendes que la vida sigue y que tienes que darte la oportunidad de enamorarte otra vez. —Taeyong sonrió con nostalgia.

Doyoung tomó su mano con suavidad y le dejó un pequeño beso en la mejilla, Doyoung sabía todo lo que había pasado Taeyong por culpa del trabajo de Jaehyun. Y la historia era simple, Taeyong y Jaehyun habían estado casados por años, incluso tuvieron un hijo, Mark; después de unos años, a Jaehyun le ofrecieron un trabajo en Estados Unidos y tomaron la decisión de que Jaehyun se iría, pronto conseguiría una casa y se mudarían con él.

Pero pasaron varios años y Taeyong cometió un "pequeño" error en la oficina donde trabajaba. Allí tenía una persona con la que peleaba, un doncel que siempre hacía lo que quería: Doyoung, después de una fiesta navideña de su empresa, el "error" que hizo Taeyong fue besarlo.

La soledad era muy grande y pese a que Taeyong sabía que engañaba a su esposo, no le importó mucho, pese a que sabía que tenía un hijo, que en ese momento era cuidado por Johnny y Taeil, a Taeyong no le importó, por más que quería a Jaehyun, ya no lo amaba más y a quien quería era a Doyoung.

En ese entonces, Doyoung le presentó a Jeno, su hijo, Taeyong se sorprendió de que Doyoung fuera un padre soltero, el niño tenía la misma edad que Mark. Y poco a poco los niños se hicieron amigos y jugaban juntos. Fue cuando Taeyong decidió pedir el divorcio. Jaehyun solo aceptó, porque él sabía que no iba a regresar y que su vida en otro continente era demasiado cómoda.

Hablándolo con Mark, el niño entendió. Mark nunca se quejaba de nada. Él siempre iba a querer a sus dos papás, o tres, como decía él.

—Que complicado es el amor. —Soltó Jeno.

—No es tan complicado. —Dijo Doyoung. —Lo sientes. —Luego miró a su hijo. —Puedes sentirlo con el simple hecho de tomarse de las manos. ¿No es así?

Doyoung se burlaba de Jeno, el chico no dejaba de ver sus manos, porque había tomado la mano y la cintura del doncel que le gustaba, habían bailado toda la noche juntos, y no era un secreto para ningún miembro de la familia.

—Sí, ¿Qué se siente bailar con Jaemin toda la noche? ¿Sentirte la magia cuando sus manos se tocaron? —Mark empezó a burlarse de su hermano.

Jeno torpemente observó su mano derecha, sentir la mano de Jaemin sobre la suya lo había vuelto loco, estaba tan nervioso, ¿Cómo alguien tan precioso como Nana podría fijarse en él?

—Mark, no molestes a Jeno. —Taeyong le reprendió. —Tú también deberías estar feliz, ¿No sentiste la magia cuando bailaste con Haechan?

Jeno soltó una carcajada y Mark simplemente puso una mueca de disgusto.

—Sí, hermanito... ¿No te sudaron las manos? —se burló. —Ahora sabemos que eres la persona más aburrida para Haechan.

—Tú eres más aburrido. —Mark resopló. —Y yo no quería bailar, prácticamente fui obligado. Haechan solo quería molestarme.

—No entiendo, se conocen de toda la vida, Mark, ¿por qué siguen peleando? Haechan también es como un hermano para ti. —Taeyong dijo con un tono amoroso.

—No, definitivamente no es un hermano para Mark. —Jeno molestó de nuevo.

—Bueno, los dos deberían cuidarlo, es un doncel bastante llamativo. —habló Taeyong con ternura, para él, Haechan seguía siendo un bebé, al igual que sus niños, Mark y Jeno.

—Sí, pero sin duda no es un doncel desprotegido. —Jeno cruzó los brazos. —Yo tampoco entiendo porque Haechan y Mark siempre pelean cuando hay gente, cuando están solos solo los escucho contar chistes y reírse como un loco de ellos. —rodó los ojos.

Doyoung iba a decir algo como "se gustan", pero prefirió callarlo, su historia con Taeyong solo se podría resumir a un "del odio al amor solo hay un paso", ellos eran el claro ejemplo de que los "enemies to lovers" sí existía.

—Ya, basta niños. —Doyoung regañó a sus jóvenes de 18 años. —No hablemos de temas amorosos si van a molestar al otro, cuando tomen de la mano a la persona que les gusta, sabrán si es amor o no. —el hombre trató de sonar como un soñador. —Por ahora vayan a tomar un baño y vayan a dormir, deben aprovechar los últimos momentos con nosotros antes de que se vayan a la universidad y nos veamos poco.

Mark asintió y subió a su habitación, sin embargo, Jeno se quedó sentado observando su mano, ¿Y si en esas vacaciones le pedía una cita a Jaemin? ¿Él chico aceptaría?

Continuará...

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—Estás actuando un poco extraño, Jeno. —Jaemin era un chico de cabello rubio que siempre iba por allí con una sonrisa. —¿Pasa algo?

Jeno había invitado a Jaemin a una cita, pero el problema es que solo Jeno lo sabía, para Jaemin era normal, todas sus salidas incluían andar en bicicleta e ir a comer algo, para Jaemin fue algo muy casual que Jeno dijera "Hey, salgamos."

—No, es solo que, parece que va a llover...

—El cielo se está nublando. —Terminó de decir Jaemin. Una canción bastante conocida.

A lo que tontamente le sacó una sonrisa a Jeno, era lindo como Nana terminaba sus frases y se reía del mismo humor que tenía, Jeno no soportaría perder a su mejor amigo, pero estaría demasiado emocionado si Jaemin lo volteara a ver como un potencial "novio".

—Solo tomemos nuestras bicicletas y démonos prisa, ¿A dónde quieres ir? —Jaemin mencionó. —Solo me dijiste "acompáñame" y no sé bien a dónde.

Jeno había pensado, quizá llevar a Jaemin al lugar de su primera rodada era romántico, aunque también conocieron pueblitos agradables con buena comida en sus viajes en bicicleta que hacían dos o tres veces al mes.

—Solo sígueme, te gustará al lugar que vamos. —Jeno dijo con convencimiento.

Ambos tomaron el manubrio de sus bicicletas y pedalearon por un pequeño camino lleno de arboles y verde vegetación que se extendía por los caminos, tampoco hacía sol, así que el clima era demasiado agradable, salvo por la humedad que se sentía y el aroma a petricor que empezaba a desprenderse del irregular suelo.

—Espera un poco. —Jaemin le pidió a Jeno.

Na Jaemin era un chico que le gusta el arte, tenía un gran sentido de belleza, era popular y muy lindo y lo que más le gustaba era tomar fotografías de los paisajes que recorría, aunque su único modelo fuera Jeno.

—¿Qué pasó? —preguntó Jeno. —¿Tomarás una foto?

—Sí. —Dijo Na. —Ponte allí, quiero captar el clima nublado, los árboles y la idea de que fuimos a dar un paseo.

Jeno no se negó, debía decir que se sentía importante cuando su mejor amigo le tomaba muchas fotografías, por ejemplo, Nana era un doncel adorable, pero él no lo parecía, sus amigos lo sabían porque se los había dicho, además siempre actuaba muy tierno, Jeno temía que Jaemin se fuera de su lado en algún momento.

El chico rubio tomó las fotos y luego siguieron pedaleando hasta un pequeño pueblo, allí Jeno guió el camino hasta un lago, el lago tenía un puente con asientos, en ese lugar se sentaron a descansar, era agradable que no hubiera nadie, pues el cielo amenazaba con llover en cualquier momento.

—Es muy bonito. —Jaemin sacó su cámara y empezó a tomar fotografías.

Jeno pensó en decir "como tú" o algo cursi, pero se tragó sus palabras, no sabía cómo abordar a Jaemin, quería decirle lo que sentía.

Pero fue en ese momento cuando pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer sobre ellos, no era fuerte, pero sí lo suficiente como para que sus cuerpos empezaran a perder calor. Después de haber sudado tanto en el camino en la bicicleta podrían enfermarse si no se protegían.

—Vamos a comer algo, Nana. —Dijo Jeno tomando su bicicleta.

—No, aun no. —Dijo el chico quitándose su casco. Observó el paisaje.

Jaemin disfrutaba de ver las pequeñas gotas de lluvia mezclarse con el azul del lago. Jaemin miró a Jeno, era un momento hermoso y Na sabía que los momentos más hermosas siempre eran cuando estaba con Jeno, por eso le gustaba fotografiarlos, porque así se quedarían para siempre con él.

Jeno se acercó a Jaemin con la vista puesta en los arboles y el agua, era una escena perfecta, como en las películas, aunque no tenían un cambio de ropa y probablemente sufrirían de camino a casa, pero valía la pena.

Fue cuando sintió la mano de Jaemin tocar la suya, fue un pequeño roce de dorso, porque estaban uno al lado del otro, pero Jaemin se sorprendió cuando Jeno lo tomó de la mano. Na no dijo nada pues prefirió no arruinar el momento.

Jeno solo sintió eso que Doyoung decía que existía, la magia de tomar la mano de la persona que te gusta y querer que no la suelte nunca. Jeno no sabía cómo reaccionaría Jaemin, así que simplemente guardaría sus sentimientos y se los diría después.

—Jeno, eres mi mejor amigo en el mundo. —Jaemin sonrió sin ver a su amigo. —Cuando vayamos a la universidad, espero que nos toque la misma habitación, sería divertido vivir juntos y ser compañeros de cuarto, no puedo imaginarme una vida donde tú no estés. —dijo con seriedad.

Jeno sintió que su mano sudaba, su corazón latía tan rápido temía que Jaemin lo escuchara, se sentía patético, pero secretamente anhelaba lo mismo, esperaba no tener que compartir cuarto con Mark, Jeno quería estar con Jaemin, pronto enviarían la asignación de cuartos para los de nuevo ingreso, Jeno esperaba que les pudiera tocar juntos ya que mandaron sus solicitudes al mismo tiempo y su examen aprobatorio casi tuvo la misma puntuación.

—Será genial ¿no? Estar juntos en la universidad. —Jeno sintió un pequeño apretón en su mano, Jaemin le apoyaba. —Estaremos bien. Nos irá bien.

Los dos chicos estaban bajo la lluvia, expresando sus inseguridades y sus ideales para el futuro, algo diferente a lo que Jeno había planeado.

—¿Lo prometes? —preguntó Jaemin. —Pase lo que pase no hay que separarnos, sigamos siendo amigos, aunque conozcamos a otras personas, aunque consigamos otros amigos, aunque tomemos clases diferentes, aunque consigamos pareja, sigamos teniendo lo que tenemos hasta ahora.

"Pareja", Jeno se sintió asustado cuando oyó esa palabra, sí por él fuera Jeno estaría con Jaemin siendo su pareja durante toda la universidad y también para toda la vida. El chico solo pudo soltar un suspiro y una gota de lluvia resbaló por su frente.

—Creo que puedo hacerlo. —Jeno dijo con una sonrisa. —Siempre sigamos estando juntos.

Jaemin sonrió. Había estado tanto tiempo enamorado de Jeno que tenía miedo de en algún momento perderlo. Quería asegurarse que Jeno no se alejaría de él cuando supiera que Jaemin le quería, o cuando encontrara a alguien más, porque separarse de las personas también era parte de crecer y eso asustaba.

—Deberíamos irnos, está lloviendo más fuerte. —Jaemin sonrió aun tomando la mano de Jeno.

—Sí, escuché de un lugar de comida muy bueno cerca de aquí, deberíamos ir y resguardarnos. —Jeno le miró con detenimiento y le soltó.

Jaemin le siguió, ambos tomaron sus bicicletas y siguieron su camino. Los dos pasaban por un momento de tormenta, pero era seguro de que pronto su cielo se aclararía. 

Continuará... 

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Habían sido días de lluvias, la ciudad estaba inundada, pero eso no les impedía a los jóvenes pasearse por la ciudad. 

—Chenle, atiende la mesa cuatro.—Ten le gritó a su niño. —¿Dónde está tu hermano?

—Fue a hacer una entrega de un pedido.—Respondió el joven de cabello castaño de nombre Chenle.—¿Por qué simplemente no contratamos personal? 

—Bien, le diré a Yangyang que le diga a sus amigos.—Ten sonrió. —Ahora atiende la mesa cuatro. 

Chenle rodó los ojos, para ser sincero, su padrastro Ten era una persona muy agradable, pero odiaba cuando se ponía en plan gerente y dueño de la cafetería. Chenle se acercó a la mesa cuatro, allí estaba un chico alto, su mano era tan grande que abarcaba casi todo el tamaño del menú. 

—Hola, soy Chenle, seré tu mesero el día de hoy, ¿Qué vas a pedir?

El chico alto solo observó al joven y su mirada se desvió, sus orejas se colorearon de rojo y le sonrió. 

—Quiero.. El... E-el, ah, ¿Qué me recomiendas?—El chico tartamudeó. 

Chenle lo que menos quería era tratar con un chico indeciso, así que solo sugirió lo que a él le gustaba. 

—Puedes tomar un café ice americano y de pasteles tenemos uno de chocolate que te gustará, la próxima semana tendremos más variedad.—Chenle se quedó pensando.—También hay un café con avellana que sube delicioso, aunque si no te gusta el café también tenemos chocolate con canela, es el mejor. 

El chico alto solo miró a Chenle y bajó la mirada. 

—El chocolate está bien, con el pastel de chocolate.—Su voz fue tan bajita que Chenle tuvo que acercarse para escucharlo. 

El chico solo se avergonzó y Chenle pensó que ese sujeto era raro. 

Chenle se fue a preparar la bebida, deseaba de verdad que su padrastro contratara más personas porque la cafetería estaba casi llena y ellos no podían con tanto trabajo, además  Jaemin y Jeno, los amigos de su hermano Yangyang, sabían preparar un rico café, incluso Mark y Haechan, esos tontos eran buenos en la decoración de postres. 

Y hablando del rey de Roma. La campanilla de la puerta sonó, Ten observó al cliente, pero al darse cuenta que solo era Mark, lo ignoró. Mark caminó con Chenle y le dijo. 

—Tengo un pedido de mis padres.—Dijo el chico. 

—Oh, puedes hacerlo y pagar, ahora estoy ocupado.—Dijo Chenle sin pensarlo, los amigos de Yangyang eran de confianza, Chenle los conocía bien a todos y Mark siempre era muy lindo.—¿Puedes probar esto?

Chenle le sirvió un poco de liquido en un pequeño vaso. Mark, sin pensarlo dos veces, lo tomó. 

—Creo que está demasiado espeso. Usa menos chocolate.—Dijo el chico. —¿Por qué estás inventando cosas en vez de hacer lo que hay en el menú?

—No sé, el chico de allí me parece que le gusta el chocolate y voy a hacer algo que lo empalague y lo haga volverse extrovertido.—Dijo viendo la maquina para batir. 

Mark solo suspiró y le devolvió el vaso a Chenle, este vio que efectivamente había grumos en la parte de abajo y pensó que quizá un poco de leche ayudaría a que fuera más fluido. 

Pero de la nada la puerta volvió a sonar, esta vez entró un moreno que los dos presentes conocían bien, aunque entró con un montón de personas que buscaban una mesa para sentarse. Chenle tenía varios pedidos que entregar y no tenía tiempo de hacer todo. 

—¿Por qué cuando llueve a las personas les dan ganas de comer cosas dulces?—Haechan venía molesto.—Chenle tengo un pedido, me podrías hacer un... 

Chenle ni lo miró, simplemente le acercó un vaso con chocolate a Haechan. Mark se quedó pensando en si ese había sido el mismo vaso con el que le había servido a él, pero no pudo decir nada. 

—Tómatelo.—Le dijo Chenle. 

Haechan obedeció. Estaba bien, su sabor era dulce y quedaba en la boca, pero al fondo se sentía espeso. 

—Creo que no lo batiste bien. Abajo se siente un sabor raro.—Dijo Haechan. 

—Ah, es porque usé el mismo vaso con el que le serví a Mark, no lo lavé, el de Mark estaba más espeso, pero el tuyo era más líquido, quizá por eso se notó la diferencia. 

Haechan y Mark simplemente hicieron una cara de asco y fingieron vomitar, eso había sido como un beso indirecto y Chenle ni se preocupada por eso. 

—No hagan esos sonidos, ¿Qué pensarán los clientes? Pensarán que lo que hacemos es asqueroso.—Chenle se molestó. 

—Sí, pero pudiste darme otro vaso.—Haechan le reclamó. 

—Sí, no voy a usar un vaso limpio para un experimento.—Chenle suspiró.—Además lo dicen como si nunca en su vida hubieran compartido baba.—Rodó los ojos. 

Y si se ponían a pensarlo, era cierto, Haechan, Mark y Jeno habían crecido juntos, cuando eran niños ellos tres salían en bicicleta, Haechan olvidaba su botella de agua, le pedía a Jeno, pero éste nunca quería darle, Mark como el mayor siempre le compartía, también cuando Haechan no se comía su pizza, porque no le gustaba, Mark terminaba comiéndola porque le encantaba. Incluso, fue como la vez en la que Jeno y Mark se quedaron a dormir en casa de Haechan, ese día Mark confundió su cepillo de dientes con el del moreno porque eran el mismo modelo del mismo color, aunque eso Haechan no lo sabía y Mark nunca lo diría en voz alta, Jeno era el único que lo sabía, porque fue él quien le escondió su cepillo a Mark. 

—No lo digas de esa forma.—Haechan dijo.— ¿Qué pensarán mis pretendientes? Pensarán que soy asqueroso.—Fingió llorar.

—Como sea, voy a entregar esto, ¿pueden atender las mesas 6 y 7?, mi papá les pagará.—susurró Lele. 

El chico ahora sí, tomó un vaso limpio, decoró el plato del pastel y se encaminó a la mesa que debía atender.

Mark y Haechan suspiraron, habían ido por un encargo, pero como de verdad había muchas personas no les molestaba ayudar. 

—Mira, te traje mi especialidad.—Dijo Chenle al chico tímido.—Éste es una explosión de chocolate, es chocolate batido con selva negra, que es un pastel de chocolate relleno y cubierto de chocolate. Te gustará, dime si necesitas algo. 

—Uh, G-gracias.—Dijo el chico alto y le sonrió a Chenle. 

Luego Chenle se fue de allí, a una mesa que estaba limpiando Ten y le habló. Ten le dijo que ahora no, mientras terminaba y llamaba a una pareja que tenía tiempo esperando en la entrada a que se desocupara un lugar. 

Cuando la pareja se sentó, Chenle les acercó el menú.

—Debemos contratar personal, al menos por esta temporada.—Chenle susurró. —Yangyang se va a la universidad en unos meses y estamos en época de muchas ventas. 

—Bien, ¿tienes pensado a quién?—preguntó Ten. 

Luego Ten observó el mostrador donde se veían todo tipo de pasteles y de galletas, allí estaban Mark y Haechan usando un delantal azul y moviéndose con gracia. Ellos dos tenían mucho talento, pero ¿Qué tan conveniente sería contratar de medio tiempo a los amigos de su hijo?

—Bien, dile a esos niños que vengan mañana con una solicitud de empleo y también llama a Renjun, adoro sus dibujos y siento que le hace falta algo de marketing a este lugar.—Ten sonrió. 

Continuará... 

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La cafetería Dream estaba muy bien ubicada, estaba en el centro de la ciudad y a su lado había un estacionamiento para que los clientes pudieran encontrar un fácil acceso. El problema es que los trabajadores del lugar eran personal de medio tiempo y habían renunciado hace poco. 

En época de lluvias los clientes querían protegerse y también accedían a tomar algo dulce y caliente, por eso siempre estaba lleno. 

Ten necesitaba ayuda. 

—¿Quién falta?—preguntó Ten viendo el reloj. 

—Falta Haechan.—Susurró Jaemin. 

Mark y Jeno vieron la ventana, ellos eran vecinos de Haechan, pero esta vez, Jeno quería ir con Jaemin antes y llevó a Mark con él, por eso no esperaron al moreno. Lo que les preocupaba es que la lluvia era un poco fuerte, y Mark tenía el presentimiento de que el moreno no traía un paraguas, mucho menos ropa abrigadora. 

Ten observó a Yangyang. El chico solo vio a su padre y contestó. 

—Haechan está atorado en el trafico, unos autos chocaron a unas cuadras, dijo que bajaría del camión y correría. —Dijo Yangyang.—Le dije que podríamos esperarlo. 

—Sí, no hay ningún problema, si la lluvia para quizá pueda venir.—Ten suspiró. —Igual prepárale un té, Chenle. 

—¿Por qué yo?—preguntó Chenle cruzando los brazos. —Para eso contrataremos baristas. 

—Cierto, bueno, chicos.—Ten llamó la atención.—Están aquí porque les quiero ofrecer trabajo, creo que Yangyang ya les habló de esto, es mientras se van a la universidad, me aseguraré de pagarles bien mientras estén aquí. Sé que Doyoung metió a sus hijos a clases de cocina y barismo.—Miró a Mark a Jeno.—También que Jaemin estuvo en el mismo curso que Jeno... De Haechan no estoy seguro... 

Jeno y Mark hicieron una mueca, así que Jeno habló. 

—Haechan no tiene una figura materna, murió de una enfermedad cuando era un niño, así que,  como su padre trabajaba él empezó a cocinar para ellos.—Explicó el de cabello negro.—Pero Haechan es bueno, mejor que Mark, que sí tomó un cursi de cocina.—Se rio. 

—Claro que no.—Mark negó. 

—Sí.—Respondieron Renjun, Chenle y Jaemin al mismo tiempo. Pero esa no era la cuestión. 

Ten se quedó pensativo por un momento, Yangyang y Haechan, alguna vez, ellos habían mencionado que el moreno no tenía mamá, que su padre doncel había fallecido por una terrible enfermedad, que solo eran su padre y él, por eso a Ten le gustaba darle de algunos postres que sobraban... Pero ahora que sabía que Johnny era el padre de Haechan, su corazón se aceleró. 

—Sí, yo sé que Mark es bueno para decorar.—Murmuró Ten. —De hecho ese es el plan, pensaba dejar a Haechan como uno de los reposteros, a Jaemin y a Jeno como baristas, Yangyang en la caja, a Mark y a Chenle como meseros y a Renjun como administrador de redes sociales de la página. ¿Qué dicen?

Fue en ese momento que de nuevo la puerta sonó, un chico con toda su ropa empapada entró a la cafetería, de su cabello escurría gotas de lluvia. 

—Haechan, ¿Estás bien?—preguntó Ten. 

—Sí, señor.—Soltó un estornudo.—Solo que, lamento llegar tarde, mis fieles asistentes tomaron otra ruta.

—No somos tus asistentes.—Dijo Jeno.—Bueno, Mark quizá sí, pero yo no, aprende a moverte solo. 

Haechan le gruñó. Mark sacó una sudadera gris de su mochila, a todos los alumnos de la universidad a donde asistirían les habían dado una. Tenia letras azules en la parte de en frente que decían "NCIT". La mejor universidad del país. 

—Solo cámbiate, porque si te enfermas nadie te va a cuidar.—Le dijo en tono de hermano mayor. 

 Haechan solo se la arrebató y fue al baño. 

—Yang, dale una toalla a Haechan, Nana, ¿Le haces un té?—Dijo Ten, dando instrucciones. 

—Claro, jefe.—Dijo Na. 

Y era gracioso porque los chicos de vez en cuando habían hecho tareas en la cafetería, sabían dónde estaban todas las cosas y sabían cómo manejarse en ese lugar. Ten se sintió orgulloso. 

Después de unos minutos, Haechan salió con el hoodie de Mark puesto y una pequeña toalla en las manos. 

—Tomate ese té.—Le ordenó Ten. 

Haechan asintió. 

—¿Qué pasó mientras no estaba? —cuestionó el moreno. 

—Les estoy ofreciendo trabajo por la temporada alta de clientes.—Susurró Ten.—Quiero que seas mi repostero estrella. 

—Claro que sí.—Dijo Haechan con un sonrisa.— Pero me enseñará ¿cierto?

—Sí, no planeo dejarlos solos hasta la próxima semana.—Ten les sonrió. 

—Bien, porque quiero que me enseñe a hacer las galletas de chocolate rellenas de helado de menta que varias veces me regaló, necesito saber la receta.—Preguntó Haechan con una sonrisa. 

—¿Por qué? ¿Son tus favoritas? —Ten sonrió, a casi nadie le gustaban. 

—No, a mí no me agradan mucho, pero son las favoritas de mi papá.—Haechan sonrió. —Varias veces me ha pedido más, pero como usted no las hace seguido no puedo llevarle. 

Ten se quedó callado, no sabia qué decir, sabía que Johnny amaba esas galletas, a Ten le encantaba hacerlas y dárselas de comer en la boca, luego besarse y decir que sabía a pasta de dientes. Ten sintió un poco de nervios. 

—Sí, es una receta que inventé.—Ten dijo, omitiendo el "para tu papá". 

—¿Las inventó?—Haechan sonrió.—Pensé que había una cafetería que las vendía en la universidad, mi papá me decía que siempre las comía en la cafetería de la facultad de artes escénicas, los alumnos de danza solían comprarlas. 

—Dios, no escuches a tu padre.—Ten rodó los ojos.—Son mías. —Cruzó los brazos. —Hace mucho de eso, no importa, te enseñaré a hacerlas para que tu papá las tenga, pero nunca hagas y le des más de cuatro. 

—¿Por qué?—preguntó el moreno. 

—No quieres saber.—Ten sonrió. 

Jeno y Mark sabían que el papá de Haechan y el padre de Yangyang habían sido novios, pero ese comentario había sido muy obvio, Haechan tarde o temprano lo descubriría, lo mejor era que fueran cuidadosos, igual que el señor Ten cuidara su boca, sino terminaría revelando su pasado. 

Aunque... ¿Por qué debían ocultarlo?

El padre doncel de Haechan había fallecido de una enfermedad. 

El padre de Chenle y Yangyang había fallecido en un accidente aéreo. 

¿Tendría algo de malo que un amor del pasado convivieran juntos en la actualidad?

Continuará... 

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—¿Qué es eso?—preguntó Chenle con curiosidad. 

Ten  miró a lo que su niño se refería. 

—Una nota, alguien las ha estado dejando debajo de la mesa, pero no ubico qué cliente es, ha dejado varias, están dentro de la caja registradora.—Ten le soltó aquel papel. 

Chenle lo tomó entre sus manos y lo leyó. Ambos, Ten y Chenle, estaban haciendo quehacer en la cafetería, Chenle traía un trapo en las manos y Ten un trapeador, era muy temprano, pronto abrirían, pero por las lluvias debían de ser muy higiénicos, las personas entraban con sus zapatos mojados y enlodados y hacían un completo desastre. 

Chenle se acercó a la caja mientras leía, había 8 papeles en total. 

"He pensado lo lindo que eres, por eso atraes clientes como yo, tu sonrisa siempre es brillante". 

"Hoy te veías lindo con el delantal azul". 

"Lamento dejarte notas, no me atrevería a hablarte" 

"El sabor de las cosas que tú preparas es tan diferente al de los demás". 

"No soy un acosador, no lo creas, por favor"

"Quisiera que tú me hubieras atendido hoy"

"En realidad, estoy en tu escuela, te conozco de allí, pero no creo que me hayas visto"

"El postre de hoy fue estupendo como siempre"

Chenle se sintió entusiasmado, alguien de la cafetería tenía un admirador secreto. ¿Pero quién? ¿Fueron a la misma escuela? Eso descartaría que las notas fueran para su padrastro Ten, pero las demás notas eran demasiado generales, así que leyó la que tenía en la mano. 

"Mañana vendré de nuevo, comeré lo de siempre y espero verte, aunque sea de lejos"

Ese "mañana" era hoy, Chenle definitivamente iba a observar a todos los clientes, no podría permitirse olvidar en qué sillas se sentaron, iba a encontrar al dueño de aquellas notas. 

Durante toda la mañana Chenle estuvo buscando al dueño de aquellas notas, pero no encontró nada extraño, lo peor es que tenían muchos clientes regulares así que era normal que siempre estuvieran allí cada mañana para desayunar o para pedir algo para llevar. 

Jaemin y Jeno tenían un peculiar atractivo, ellos hacían sus cafés en vivo y decenas de señoritas solo iban a verlos, Renjun había dicho que tener a chicos guapos a la vista aumentaría las ventas, tenía razón. 

—Ayúdame.—Chenle miró a Mark.—Después de que se vaya un cliente checa si debajo de la mesa dejó un post it.—Chenle dijo.

—Ah, sí, los del admirador.—Mark sonrió.—He encontrado 2, Yangyang encontró otros 2, el señor Ten ha encontrado 3 y Jaemin encontró 1. —Mark suspiró. —¿Quieres encontrar a quién los escribe?

—Sí.—Chenle lució emocionado.—¿Sabes para quién son? 

—Son muy genéricos, supongo que son una broma.—Susurró Mark.

—Voy a encontrarlo, porque siento que con la palabra "acosador" no se refería a una chica.—Susurró Chenle.—Podría ser un hombre-hombre (HH) o un doncel, ¿tú que dices?

—No creo que un doncel tenga la valentía de dejar notas, pero no creo que un HH sea tan cobarde como para dejar notas.—Dijo Mark. —Aunque, me parece lindo, creo que es un HH. 

—¿Crees que esté aquí por uno de los donceles?—preguntó Chenle con sorpresa. —¿Por quién crees que sea?—abrió la boca. —¿Por Haechan, Jaemin o Renjun?

Mark se quedó pensando. 

—No creo que Jeno o Yangyang quieran a su doncel acechado.—Mark sonrió.—Pero si me lo preguntas, Jaemin y Renjun son los más lindos de la cafetería. 

—Ni mencionaste a Haechan.—Chenle soltó una risotada. 

—No creo que haya una persona que le pueda aguantas el paso.—Mark negó con la cabeza.—Tampoco te mencionaste a ti. Podría ser cualquiera o una broma. 

—¡Mark! ¡Chenle!—gritó Yangyang — Pónganse a trabajar, están hablando mucho. 

Mark y Chenle soltaron una ligera risita y fueron a seguir atendiendo mesas, de verdad que entraba y salía muchas personas de la cafetería. 

—Hola, soy Chenle tu mesero de hoy, qué vas a pedir.—Dijo el chico viendo a su cliente.—Oh, eres tú.—Le sonrió.—Casi siempre me toca atenderte, ¿quieres el pastel de chocolate y la malteada de siempre?

El chico alto solo asintió con ternura, Chenle sabía que aquel chico no hablaba mucho, pero casi siempre pedía lo mismo. Era adorable. 

Chenle fue y preparó lo que quería aquel joven y poco después fue a entregarle sus pedido. El chico revisaba su celular, le sonrió a Chenle cuando dejó su plato y vaso sobre la mesa. 

Luego Chenle se fue. El chico comió tranquilamente, luego Chenle se acercó después de unos minutos. 

—¿Necesitas algo más?—preguntó. 

—No, gracias, Chenle.—el chico alto le sonrió de forma tímida y sin levantar mucho la mirada. 

—Oh, ¿sabes mi nombre?—preguntó con sorpresa, luego se dio cuenta que había dicho algo tonto.—Cierto, lo digo cada vez que atiendo a alguien.—Susurró. —Bueno, tú vienes seguido, sería justo si yo también supiera cómo te llamas, así haré más especial tu pedido y podré preguntarte "hey, ¿lo de siempre?, amigo".

El chico alto soltó una risita sin abrir la boca y miró al mesero. 

—Me llamo Park Jisung. 

—Soy Qian Chenle.—susurró por inercia.—Cierto, debo dejar de decirlo. ¿Te gustó el pastel? 

Jisung solo pudo asentir con felicidad, lo que preparaba Chenle siempre era delicioso, pese a que a veces era atendido por otros meseros, Jisung tenía un favorito. 

Esa misma noche todos estaban limpiando, la lluvia no paraba allá afuera, Jeno y Jaemin limpiaban tazas, Renjun y Yangyang lavaban platos, Mark, Ten y Chenle limpiaban mesas y Haechan estaba sentado en una silla porque se sentía mal. 

—¿Qué es esto?—preguntó el moreno al ver una pequeña flor de papel amarrada al servilletero. 

—Oh, debe ser una nota romántica.—Jaemin sonrió emocionado.—Un cliente está tras uno de nosotros. 

Jeno levantó la ceja esperando que las palabras que Jaemin dijo solo fueran una broma, él no sabía cómo lidiar con el gusto de su mejor amigo como para preocuparse por tener competencia. Yangyang miró a todos sus amigos, principalmente al doncel que le gustaba, no quería pensar que alguien más gustara de él. 

—Quizá es para mí.—dijo Haechan desamarrando el pequeño papelito doblado. 

—No digas eso, Mark ha estado tanto tiempo detrás de ti que si alguien te pretende le romperás el corazón.—Se burló Jeno.

—¿En serio?—Haechan a pesar de tener dolor de cabeza también se burló.— ¿En serio, Mork? ¿No me digas que con el baile de la graduación te enamoraste de mí? 

—¿Quién se enamoraría de alguien en un baile de graduación?—Mark puso los ojos en blanco.—Sin ofender a Jeno que quedó más tonto por Jaemin. 

Jeno se avergonzó y se puso rojo, se lo merecía, así que vio a Jaemin por el rabillo del ojo, pero Nana parecía no haber sido afectado. 

—Bueno, igual no es para nosotros. —Haechan sonrió.— Lo leeré: "Chenle, definitivamente eres el doncel más lindo de esta cafetería". 

—¿Qué? ¿Dice mi nombre?—Chenle abrió los ojos y fue a leerlo, efectivamente decía su nombre. 

Y lo principal, a pesar de los donceles tan lindos que trabajaban allí, su admirador pensaba que él era el más lindo, se había emocionado mucho. 

—El más "lindo".—Yangyang soltó una risa. —Encontrémoslo y pongámosle lentes.—Se burló de su hermano. 

—Solo encontrémoslo.—Dijo Renjun. 

Continuará... 

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—Mark ¿Puedes llevarle esto a Haechan?—preguntó Ten mientras le daba una bolsa. 

—¿Qué es esto?—preguntó Mark. 

—Galletas rellenas de choco menta.—Mencionó el dueño de la cafetería.—Me preocupa.

—¿Tengo que ir yo?—preguntó Mark. —Creo que los demás pueden. 

—Yangyang, Chenle y Jeno dijeron que eras ideal para el trabajo.—Ten sonrió.—Anda, ve y tomate el día, quiero asegurarme de que estará bien.

—Haechan se recuperará rápido, solo es una gripa por mojarse, si fuera más cuidadoso y cargara un paraguas eso no le pasaría. 

Ten negó con la cabeza y Mark dejó la cafetería, esa mañana Haechan había avisado que se sentía mal, que tenía gripa y no podía levantarse de la cama. Secretamente Mark estaba preocupado, el señor Johnny iba a trabajar desde temprano y llegaba noche, seguramente no sabía que Haechan estaba en cama, así que definitivamente alguien debía cuidarlo. 

Mark sabía que sus padres tampoco estaban en casa, tanto como Taeyong como Doyoung trabajaban temprano, y Jaehyun, que se había quedado unas semanas en Corea, había regresado a USA a seguir trabajando, aunque prometió que volvería pronto. 

El chico dejó la bolsa en el suelo y quitó el seguro de la casa de los Suh, Haechan les había enseñado a Jeno y a Mark qué hacer cuándo no tenían llave. 

Mark caminó en silencio, la casa tenía las luces apagadas y todo estaba en silencio, ni siquiera tocó cuando entró a la habitación de Haechan, el moreno estaba hecho un ovillo entre cientos de cobijas y respiraba con dificultad. 

Mark puso su mano en la frente del moreno. Haechan se sorprendió, pero al sentir el tacto rápidamente se calmó y cerró sus ojos. 

— ¿No tenías trabajo?—preguntó Haechan. 

—El señor Ten me mandó a dejarte galletas de helado, aunque no sé qué tan conveniente sea para tu garganta. —Mark suspiró.—¿Qué has tomado?

—Tomé una pastilla y me acosté, debe de quitarse en un rato más, hice sopa también, puedes calentarla y comerla si tienes hambre.—mencionó Haechan viendo a su amigo. 

—¿Quieres comer ahora?—preguntó Mark.—¿Quieres que vaya por medicina?

—No, en el botiquín hay.—susurró Haechan. —Ya la traje, está allí.—Señaló su mesita de noche. 

Mark hizo una mueca, Haechan no necesitaba ayuda, por más enfermo que estuviera era demasiado responsable, ya había preparado una sopa y tenía las medicinas a la mano, pero aun así era un poco triste, así que Mark se sentó en la cama del moreno. 

—Me quedaré a cuidarte. —dijo Mark con un tono bajo. —Te ves muy enfermo.

Haechan rodó los ojos. 

—¿Cómo me vas a cuidar?—se burló. —No sabes ni cocinar o... 

—Te cuidé.—Mark interrumpió.—Cuando te caíste del árbol y te fracturaste la pierna, esa vez nos pusimos a cantar villancicos bajo los muérdagos, también te cuidé cuando te sacaron la muela.

Haechan negó con la cabeza. 

—Los villancicos fueron aburridos y terminamos oyendo a Justin Bieber y a Michael Jackson.—Rodó los ojos.—Además traerme helado a escondidas no era cuidarme, era lo único que podía comer y tú también te comiste mi helado.—Susurró.—Y eso fue como hace diez años. 

—Para mí eso es cuidar.—Mark soltó. 

—Y por eso tampoco sabes cuidar.—Haechan rodó los ojos. —Solo cierra bien cuando te vayas. 

Haechan se cubrió de nuevo hasta la cabeza, Mark se puso de pie y salió de la habitación del moreno, quería ser un buen hermano mayor para Haechan, al igual para Jeno. Los padres de Mark habían sido muy buenos amigos de los padres de Haechan, Mark y Haechan tenían casi la misma edad y habían crecido juntos porque vivían en casas una junto a la otra. Los dos niños aprendieron a hacer muchas cosas juntos, siempre estaban pegados cual sticker, fue hasta que la "madre" de Haechan murió. 

En ese entonces Haechan se alejó de todos, Mark era su mejor amigo en el mundo, y eran como hermanos, pero Haechan empezó a sentirse muy solo, tan solo que era demasiado cariñoso con Mark, siempre intentaba besarlo y abrazarlo y Mark se sentía incómodo, así que siempre marcaba su límite, poco después llegó Jeno. Haechan y Jeno se volvieron amigos fácilmente y Mark fue desplazado. Taeyong el había dicho a Mark que tenía que ser un buen hermano mayor para los otros dos. Así que era fácil molestarlos y también preocuparse por ellos. 

El mesero llenó un bote de agua y tomó una pequeña toalla, había crecido en esa casa, así que sabía donde estaba todo, volvió a entrar a la habitación de Haechan, éste ni siquiera abrió los ojos. 

Mark le puso la toalla húmeda en la frente, Haechan tomó la muñeca de Mark y abrió los ojos. 

Se quedaron viendo por unos minutos, ninguno dijo nada, pero era obvio que pasaba para cada uno, el corazón de Mark empezó a latir demasiado fuerte, Haechan le sonrió de una forma que hacían cuando eran niños, algo entre juguetón y tierno. 

—Lindo.—Soltó Mark. 

El chico se sorprendió de haber dicho un halago en voz alta y Haechan se sintió nervioso, Mark era lo mejor que tenía, pero no sabía cómo conservarlo sin que el otro se asustara, Haechan tomó la mano de Mark y la acercó a su boca, dejando un ligero beso en el dorso de la mano del hombre. 

Mark se asustó y retiró su mano con rapidez, siempre que se quedaba a solas con Haechan, siempre que pensaba que era lindo, que quisiera acostarse con él y quería abrazarlo, siempre pasaba, se sentía incómodo y mal consigo mismo, debía mantener la compostura. 

—Gracias.—susurró Haechan y volvió a cerrar los ojos. 

Para las ocho de la noche, Johnny llegó, vio que había sopa hecha, también había galletas de choco menta, Johnny ahora sabía que siempre las había hecho Ten, esperaba verlo pronto. Así que subió a la habitación de su hijo y se sorprendió cuando vio a Mark y a Haechan viendo una película. 

—Hola, pa.—dijo Haechan. 

—Hola, señor.—Dijo Mark con una sonrisa. 

Johnny observó a su alrededor, las luces apagadas, Haechan en cama y Mark sentado en una silla, la medicina regada y un plato sucio en la mesita de noche, también una toalla en agua. 

—¿Estás bien, cariño?—preguntó Johnny. 

—Sí, parece que la fiebre se me quitó.—Haechan dijo.—Ya me siento mejor. 

Y fue cuando Johnny sintió un dolorcito en el pecho, su hijo había estado enfermo ese día y él no había estado con él para poder cuidarlo, Haechan ni siquiera lo había llamado, pudieron comprar medicinas o ir al doctor, pero al parecer Haechan ya se había encargado. Johnny sintió ganas de llorar. 

—Bien.—Johnny sintió un nudo en la garganta.—Traje de cenar. ¿Mark te quedarás?

—No.—Mark vio el reloj en su muñeca. —Ya es un poco tarde, debo regresar a casa. 

—Está bien. 

Mark ni siquiera se despidió de Haechan, solo salió de su habitación seguido de Johnny, Haechan se quedó solitario en su habitación y terminó de ver la película, hubiera sido divertido tener hermanos de verdad, como Jeno, porque Mark siempre sería algo más para Haechan, algo que jamás se atrevería a decir en voz alta. 

—Gracias por cuidar de Haechan.—Dijo Johnny. 

—Él se cuida solo.—Mark hizo un gesto de preocupación que Johnny entendía muy bien. —El señor Ten les mandó galletas de la cafetería, las dejé en el refrigerador.—Avisó.— Bien, debo irme. 

Johnny suspiró, vio como Mark salió por la puerta, luego Johnny se acercó a su refrigerador y vio las galletas, Ten y él solían comerlas cuando eran novios, nunca pensó que volvería a probarlas hasta que un compañero de Haechan le regaló unas, eran el mismo sabor, así que Johnny intentó que Haechan le trajera más, pero el chico nunca le daba, ahora sabía que ese niño era el hijo de Ten. Ambos habían hecho su vida ahora. 

Haechan se iría a la universidad en unos meses y ya no viviría allí, Johnny se sentiría de lo más solo, en especial porque sentía que había fallado como padre por no cuidar a Haechan como a Taeil el hubiera gustado. 

Continuará... 

Chapter Text

Ese día se quedaron más tiempo, Jaemin, Jeno, Renjun y Yangyang habían dicho que harían una noche dedicada al café. Y era cierto, muchas personas, a pesar de la superstición de que la cafeína no dejaba dormir, decenas de personas iban a comprar un café en la noche. 

Yangyang le dijo a su padre que él cerraría si les daba permiso y ahora dos de ellos estaban limpiando las maquinas de café, Renjun las mesas y Yangyang contando el dinero, las puertas ya estaban cerradas y las cortinas abajo. 

—¿Por qué no ponen un poco de música?—pidió Jaemin.

—No, siempre dices que tengo canciones cursis en mi teléfono.—Dijo Renjun.—Al menos que quieras una balada super triste para bailar...

Jaemin dejó de limpiar y sonrió, con diversión se acercó a Renjun e hizo una reverencia. 

—Señor Huang, ¿me permitiría esta pieza?—Jaemin se burló.—No he olvidado que en la graduación no bailó conmigo durante toda la noche. 

Renjun soltó una risa. 

Jaemin y Renjun eran los mejores amigos que había, mejores que Jeno y Haechan, aunque Haechan siempre alegara lo contrario, Jaemin y Renjun también se conocían desde hace tiempo, eran dos lindos donceles que siempre se salían con la suya, Renjun era el carácter y Jaemin los gritos. Nadie se atrevía a molestarlos. 

Yangyang conectó su celular a la bocina y les preguntó qué canción querían bailar. 

—La que sea, ellos la harán un baile lento.—Jeno se metió.—Espera sé cuál. 

Jeno tomó el celular de Yangyang y buscó la canción, de repente empezó a sonar la canción de "Perfect" de Ed Sheeran, Renjun soltó una risita y Jaemin miró a Jeno con ojos acusadores, Yangyang solamente acomodó la iluminación para que las luces se volvieran cálidas. 

Renjun jaló a Jaemin y empezaron a bailar con suavidad, Jaemin tomó la cintura de Renjun y Huang el hombro de Jaemin mientras sus manos estaban juntas, moviéndose en un compás lento ellos siguieron bailando. 

—Sé que es la canción que querías bailar con el amor de tu vida el día de tu boda. —Renjun se burló de su amigo. —Pero yo soy el amor de tu vida, los mejores amigos son para siempre, los novios no. —Se rió y luego se pegó al cuerpo de Jaemin.—Y hasta que el tonto que te puso esta canción no sea valiente como para declararse, seguirás siendo mío. 

Jaemin soltó una tonta risa. Jaemin ya había declarado que esa canción era para su boda, todos lo sabían, por eso le dio un poquito de coraje que Jeno la pusiera para Jaemin y Renjun, pero Renjun tenía razón, los amigos eran para siempre, las parejas no. 

Los dos jóvenes se movieron por todo el restaurante dando vueltas siguiendo al compás. 

—O hasta que el chico de la iluminación tenga el valor de decirte que te quiere, también seguirás siendo mío.—Jaemin le susurró al oído a Huang. Luego se separó de Renjun y gritó.—Jeno, pon la de "Photograph". 

Jeno se sorprendió y sonrió. Siguió las ordenes de Jaemin. 

La música comenzó a sonar, Renjun sonrió con ternura, ellos eran tan amigos que decían que en sus bodas tendrían canciones del mismo sujeto. Pero fue cuando Jaemin se separó. 

—¿Qué haces?—preguntó Renjun con nervios. 

Jaemin tomó la mano de Yangyang y lo jaló con Renjun, empujándolo para que bailaran. Jaemin sonrió y fue junto a Jeno, Jeno mordió su labio y tomó a Jaemin para bailar con él. Y de repente estaban dos chicos bailando atrás del mostrador junto a la bocina y otros dos chicos bailando en medio de las mesas. 

Y de nuevo tuvieron el recuerdo de la graduación, por un lado estaba Yangyang acomodando su corbata y bailando con Renjun, Jeno y Jaemin tomados de las manos bailando mientras que sus miradas eran directas y sinceras, por otro lado también estaban Mark y Haechan fingiendo odiar bailar pero encajando sus cuerpos perfectamente y siguiendo el ritmo. 

Los seis amigos habían encajado tan bien como las piezas de un rompecabezas en la vida de los otros. 

—Mi papá Kun decía que conoció a mi papá Ten bailando.—Yangyang observó a Renjun.—La primera vez que lo vio dijo que e pareció hermoso, la segunda vez que lo vio, tuvo la oportunidad de bailar con él, dijo que sabía que mi papá encajaba perfecto con él. Mi papá Ten dice que se conoce a las personas por medio del baile.

Renjun negó con la cabeza. 

—No se si nosotros encajamos al bailar.—Susurró Renjun. 

—No importa lo que dijo mi padre Kun, sí mi papá Ten fuera bueno para él no lo hubiera engañado; pero lo que mi papá Ten decía es cierto, las personas se conocen por medio del baile.—Yangyang miró a Renjun a los ojos, su corazón latía tan rápido. 

Y es que ellos estaban, al igual que todos, atrapados en un enamoramiento no dicho, todos lo sabían, ellos se gustaban, eran tan obvios como Jeno y Jaemin, pero ninguno daba el primer paso, estaban cómodos siendo amigos. 

—Crees que tú y yo no nos conocemos lo suficiente.—Renjun dio una ligera vuelta mientras seguía el ritmo de su canción. 

—Creo que tú y yo... 

Yangyang escuchó su celular sonar, arruinando toda la atmósfera ya que estaba conectado a la bocina. Era Ten, quería saber si ya habían cerrado y si ya iba a ir a casa. 

—Debemos cerrar ya.—Jeno suspiró.—Mi papá Doyoung vendrá por mí, ¿los llevo a sus casas?

—Sí, por favor.—Jaemin y Renjun asintieron. 

Yangyang se quedó con ganas de hablar de más, pero negó con la cabeza. 

—Mi padre mandó un Uber por mí.—Yangyang negó con la cabeza. 

—Esperaremos a que te vayas.—dijo Jaemin con emoción. 

Los tres jóvenes iban callados, Doyoung sentía que algo estaba mal cuando Renjun soltó un suspiro. 

—Algún día tendrá el valor de declararse. —Jaemin le palmeó la espalda. 

—¿Están hablando de amor?—Doyoung interrumpió.—No tengan pena, a veces doy buenos consejos. 

—Pa.—Jeno le reclamó. 

—Es Yangyang, a Renjun le gusta mucho y sabemos que ellos se gustan, pero Yangyang tarda mucho en declararse.—Jaemin dijo y Renjun solo le dio un codazo. 

—Bueno, Yangyang es un chico bueno que siempre está cuidando donceles, ya sea a su padre Ten y a Chenle, también a ustedes dos, quizá solo está siendo amable. ¿Están seguros que se gustan? —preguntó y Jaemin asintió.

—Sí, si pudiera ver la forma en la que se veían mientras bailaba, oh, ellos en verdad lucían tan enamorados.—Jaemin alegó. 

—Oh.—Doyoung soltó una ligera risa.—¿Tú qué harías Jaemin? Si te gustara alguien mucho y bailaras con ese alguien, ¿Qué harías si tardara mucho tiempo en declararse?

Renjun soltó una risa de incomodidad, ¡Hasta el señor Doyoung sabía la situación de su hijo y de Jaemin! Era era una muy clara indirecta. Jeno solo se quedó callado en el asiento de adelante, ¿Qué iba a responder Na?

—Jaemin, haría lo mismo que yo.—Renjun solo soltó una risita. 

—Entonces ese es un problema.—Doyoung sonrió.—¿Desde cuándo los donceles tenemos que esperar que un HH se nos declare? ¿Qué acaso por poder tener hijos dejamos de ser hombres? Todos pueden declararse a quienes les gustan, más si saben que serán correspondidos, a veces es bueno arriesgarse.—Dijo eso en voz alta para que Jeno también participara. Aunque Jeno estaba en mood "cómeme tierra".

—¡Tendrás que declararte! —Dijo Jaemin golpeando el hombro de Renjun. 

—Bien, lo haré en el cumpleaños de Yangyang.—susurró Renjun. Ya faltaba poco. 

—Tienes todo nuestro apoyo.—fue lo único que dijo Jeno. 

Continuará... 

Chapter Text

Johnny entró a la habitación de Haechan, el moreno se sentía mejor, él casi nunca se enfermaba y se recuperaba muy rápido, el moreno jugaba videojuegos en su computadora, justo cuando Johnny le preguntó algo su partida online había terminado.

—Oye, lavé tu sudadera de NCIT, pero me di cuenta de que tienes dos, ¿Te mandaron otra? —preguntó el padre.

—No, una es de Mark. —Contestó de lo más casual.

—¿Y por qué la tienes tú? ¿Se la pediste? —preguntó Johnny, a veces su hijo era muy maleducado con sus vecinos.

Haechan levantó los hombros como si no le importara lo que decía su padre, ni siquiera lo miró, sus ojos daban a la pantalla.

—Haechan, Mark es un buen chico, no merece que le escondas su ropa ¿Sí? Él intenta ser como un hermano para ti, han crecido juntos, se conocen de toda la vida, ¿Podrías tratarlo mejor? —preguntó el hombre. —Eran muy unidos, no entiendo qué te pasó.

El moreno observó a su padre sin decir ni una sola palabra. ¿Qué podría decirle? ¿Qué Mark se la había prestado para que Haechan no se enfermara? Sorpresa, se había enfermado, así que ya no era una respuesta creíble. Aunque era triste saber que su propio padre desconfiaba de la relación que tenía el moreno con Mark, porque Mark siempre era el "bueno".

—Mark no es mi hermano. —Susurró. —Él tiene un hermano y es Jeno.

—Sí, lo sé, pero podrías llevarte bien con Mark al igual que lo haces con Jeno, Mark incluso vino a cuidarte cuando te enfermaste. —Johnny hizo una larga pausa y luego soltó un suspiro. —No estamos a punto de tener "la charla" ¿Cierto?

Haechan miró a su padre con los ojos y la boca abiertas, iba a reclamar, pero se sonrojó por un momento.

—Claro que no tendremos esta charla. —Haechan se avergonzó. —¿Qué edad crees que tengo? ¿Y qué crees que voy a hacer con esa información? ¿En serio crees que...? Dios, no.

Johnny solo soltó una ligera risita y luego se sentó en la cama de Haechan con suavidad.

—Perdón. —Se disculpó. —Debe ser difícil, tu papi Taeil murió cuando eras muy joven, él hubiera sabido qué hacer o cómo tocar el tema. —Trató de sonreír y no pudo. —No soy un doncel, no sé qué consejos podría darte.

—Sé muchas cosas. —Haechan suspiró y se levantó de su lugar. —El señor Taeyong me enseñó todo lo que debía, cosas que a mí me daba pena preguntarte. Está bien. —Haechan dijo con tono triste. —Está bien, aunque a veces extraño a papá...

Johnny abrió la boca, no sabía que decir.

—Eras pequeño, a tu padre siempre le gustaba cantarte y cargarte, antes de dormir te leía un cuento y te daba un beso en la frente. —dijo Johnny con tono sentimental.

—Lo sé, eso lo recuerdo. —Haechan le sonrió a Johnny. —A papi Taeil le gustaba cuando le abrazaba y le daba besos.

Johnny sintió un peso en los hombros, él se había enamorado de un hombre hace muchos años, pero ese hombre tuvo que irse a otro país, Johnny tuvo que buscar un buen prospecto a esposo, le presentaron varios donceles, pero hubo uno que llamó su atención: Moon Taeil, era un hombre con una voz dulce, tan dulce como la miel, perfecta para los dos ositos que eran Haechan y Johnny. Después de casarse, los dos tuvieron a Haechan, un pequeño niño curioso y cariñoso que amaba a sus padres.

—Él está orgulloso, donde quiera que esté, él te ve y sabe que estás haciendo lo mejor que puedes, que eres un buen niño y que te esfuerzas mucho, sé que está orgulloso de que irás a la universidad. —Johnny sonrió.

Haechan entendió que aquellas palabras tenían un trasfondo más triste del que aparentaban, así que Haechan se sentó al lado de su padre y luego le miró con ternura.

—¿Estarás bien cuando me vaya? —preguntó Haechan. —No te sentirás solo ¿verdad?

Johnny mordió su labio, Haechan lo entendió cuando el cuerpo del mayor lo aplastó en un enorme abrazo de oso, demasiado cariñoso.

—No sé cómo sentirme, pese a que estoy feliz de que podrás estudiar, mi mente dice que ya no tengo a nadie. —Suh fue sincero. —Tu papá Taeil no está, no tienes más hermanos, mis amigos o están casados o viviendo en otros países... No, no sé qué hice los últimos años, te dediqué parte de mi vida y aunque no puedo culparte, no sé qué hacer, será difícil saber que cuando llegue a casa no estarás, que de nuevo volveré a lavar mi ropa y no tus pequeñas playeritas, me sentiré triste cuando no vea a tus amigos por aquí.

—Papá. —Haechan susurró.

La mayoría de los padres tenían a sus parejas para sentirse mejor, tenían otros hijos para no sentirse solos cuando vieran su "nido" vacío, pero realmente Johnny se sentía abandonado, sin Haechan a su alrededor, ¿qué sería de él?

—Lo siento. —Dijo Johnny. —Solo que es algo que...

—¿Y si te conseguimos un novio? —Preguntó Haechan. —Un doncel bonito, pero no tan bonito como yo.

Johnny soltó una risita.

—No creo que mi caso se arregle con un doncel. —Johnny acarició el cabello de su hijo y lo soltó. —Me preocupa más que tú consigas pareja en la universidad, ¿Qué tal si tu compañero de cuarto es una mala persona y te obliga a beber o consumir drogas? ¿O qué tal si te saca de tu habitación para acostarse con personas? No puedo permitir eso.

—Vamos pa, no seas así. —Haechan soltó una risa. —Unos días antes del cumpleaños de Yangyang iremos a la universidad a recoger las llaves de nuestro dormitorio y a llevar algunas maletas, me aseguraré de que mi compañero de cuarto no sea tan aterrador, seguramente me tocará con Renjun o Jaemin, los dos son donceles, dudo que me toque con un HH.

—¿Y sí te toca con uno? —preguntó Johnny con preocupación.

—Le digo a Jeno que me cambie de habitación. —Haechan sonrió. —Lo más seguro es que me toque con alguien del grupo, todos enviamos la solicitud al mismo tiempo, así que dudo que nos acomoden de otra forma.

Johnny confiaba en Haechan, pero él también había ido a la universidad, su compañero de habitación había sido Jaehyun, el padre de Mark, estuvieron en la misma habitación por dos años, hasta que mágicamente a mitad de la carrera cambiaron de habitación Jaehyun y Ten, Ten vivía más en el dormitorio de Johnny y Jaehyun vivía en el dormitorio de Taeyong. Era mucho más fácil mantener una relación así.

—¿Y si te llega a tocar Mark? —preguntó el papá oso.

—Creo que estará bien, estamos tan acostumbrados al otro que no se sentirá un cambio. —Haechan trató de ser sincero, a su padre no podía mentirle con respecto a cómo se sentía con Mark, al menos no del todo.

—Ojalá yo también pudiera sentir que nada cambiará. —Johnny habló en voz alta, sabía que se lo decía a él, pero Haechan por otro lado no sabía cómo ayudarlo.

—Estaremos bien. —Murmuró Haechan y abrazó a su padre.

Johnny aprovechó que su bebé oso estaba en sus brazos y le dio un beso en la frente, Johnny tenía que lidiar con sus propias emociones, tenía que ser fuerte, porque sabía lo difícil que era salir adelante cuando se quedaba completamente solo y tenía miedo de que eso pudiera ocurrirle de nuevo.

Continuará... 

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—Es raro que papá nos haya dejado invitar personas a casa. —Chenle terminaba de barrer mientras Yangyang contaba el dinero.

—Es cierto, no conocemos su casa. —Haechan se metió. —¿Por qué ahora nos invitan a una pijamada?

—Es porque papá se siente solo. —Chenle dijo levantando los hombros. —Siento que extrañará a Yangyang demasiado, quiera o no, Ten no es mi papá, aunque me quede con él no será lo mismo.

—No digas eso. —Renjun le pegó a su amigo para que dejara de decir cosas tan deprimentes. —El señor Ten los quiere a los dos.

Chenle levantó los hombros como si no le importara, Yangyang solo negó con la cabeza, Chenle a veces era un poco arrogante y nada agradecido, pero al final lo entendían, él había llegado repentinamente y se quedó sin nadie, Ten y Yangyang hicieron todo lo posible para que se sintiera querido y en una familia.

—Dios, ¿por qué los padres son así? —Haechan negó con la cabeza. —Dile a tu padre que puede juntarse con mi papá, no entiendo, no es como si nos fuéramos a morir, solo no vamos a vernos tan seguido. —rodó los ojos.

Yangyang mordió su labio, después de aquella tensión que había sentido en su graduación lo que menos quería es que esos dos adultos se reunieran.

—Bueno, como sea, ¿ya están listos para irnos? —preguntó Chenle.

Todos asintieron.

Cuando llegaron a la casa, Ten abrió la puerta, una pequeña perrita blanca salió correteando a Chenle, según había dicho Yangyang que ésta era la mascota de su hermano para cuando Chenle se sentía solo. Ten les ofreció de cenar y después de unos minutos desapareció, se subió a su habitación y decidió que no metería en la reunión de sus hijos, sabía cómo terminaría eso.

La casa de los Qian tenía dos pisos, en la parte de abajo todos se quedaron jugando, Chenle sacó botellas y empezó a servirle a todos los amigos de su hermano.

Primero empezaron a jugar un juego famoso llamado "yo nunca nunca", bebían cada vez que habían hecho algo que otro jugador decía.

—Yo nunca... Nunca he bailado con la persona que me gusta en una graduación. —Chenle lanzó el reto para que todos los demás bebieran.

—¿En una graduación o en mi graduación? —preguntó Haechan.

—En cualquier graduación. —Dijo Chenle.

Al oír eso Haechan tomó inmediatamente. Cuando Renjun y Jaemin bebieron, Yangyang y Jeno tomaron disimuladamente.

—Falta Mark. —Declaró Jeno de repente.

Mark solo rodó los ojos y bebió. Porque ninguno sería tan tonto de preguntan por qué, Chenle los quería bien ebrios o "quemados", y seguiría jugando así hasta que pasara una de las dos cosas primero.

—Yo nunca nunca he tenido un admirador secreto. —Dijo Jaemin esperando que Chenle tomara.

Todos miraron a Chenle y éste tomó el trago de su vaso. Poco a poco todos se estaban poniendo ebrios, entre más bebían más información soltaban.

—¡Juguemos verdad o reto! —propuso Yangyang ya sin poderse poner siquiera de pie de lo mareado que se sentía.

Todos soltaron una risa y empezaron a jugar.

—¿Verdad o reto? —le preguntaron a Renjun.

—Verdad. —Soltó el chico rubio.

—¿Te gusta mi hermano? —Chenle fue demasiado rápido y le robó la pregunta a quien se supone que tenía que elegir una carta, él tenía mucha curiosidad porque había visto a Renjun y a Yangyang siendo muy unidos en el trabajo.

Yangyang se mantenía interesado, quería saber si el doncel que le gustaba también estaba enamorado de él.

—Sí. —Dijo Renjun tomando el consejo que el señor Doyoung le había dado y sin importarle la reacción de Yangyang. Luego miró a la derecha donde estaba Jaemin y se apresuró antes de que le hicieran preguntas. —¿Verdad o reto? 

—Reto. —Dijo el chico bonito con una enorme sonrisa.

—Te reto a que tomes la mano de Jeno durante las próximas tres rondas. —Soltó Renjun con un tono bajito.

Jaemin solo dijo "acepto" y rápidamente sus dedos se colaron junto a los de Jeno, Jeno ni siquiera se negó, solo sonrió de una forma tierna.

—¿Verdad o reto? —preguntó Jaemin y sacó una tarjeta donde venían ideas si se quedaban sin ellas.

—Reto. —dijo Jeno.

—Dice que te quites la playera por dos turnos. —Jaemin le enseñó la tarjeta.

Jeno se burló, sus mejillas estaban rojas, pero no dudó ni un poco y se quitó su playera casi sin soltar la mano de Jaemin. Luego sacó una tarjeta más y miró a su hermano.

—¿Verdad o reto? —dijo Jeno.

—Verdad. —Murmuró Mark.

—Uh, ¿Qué prefieres, ser el pasivo del jugador de la izquierda o ser el activo del jugador de la derecha? —leyó.

Todos vieron quiénes eran las personas. Mark incluso puso una cara de confusión.

—Eso sería muy weird, eres mi hermano no podría ser tu pasivo. —Mark fingió vomitar.

—¿Entonces serías el activo de Haechan? —preguntó Jaemin, ya que Haechan estaba a la derecha de Mark.

—Sí. —dijo Mark sintiendo que todo le daba vueltas.

—Iugh. —Soltó Haechan, secretamente, o quizá no tanto, él era el más ebrio de todos. —Voy yo y elijo reto. —Él mismo sacó su tarjeta, pero después de leerla la mandó a volar. —Sacaré otra.

Renjun evitó que el moreno sacara una tarjeta más. Yangyang tomó la que Haechan había arrojado y la leyó enfrente de todos.

—Besa en la boca al jugador de la izquierda durante 7 segundos. —leyó.

Fue cuando Mark captó que él era el jugador de la izquierda. Jeno y Jaemin empezaron a burlarse y Haechan ni siquiera lo miró.

—Creo que si Hyuck no quiere hacerlo no deb....

Mark no pudo decir nada porque los labios de Haechan ya estaban sobre él, inmediatamente cerró los ojos y puso su mano sobre la cintura del moreno para atraerlo a él. Nadie contó cuando observaron que Mark correspondía, nadie contó cuando Haechan cerró los ojos y abrazó a Mark por el cuello.

Porque definitivamente ese no era el tipo de beso que te dabas con alguien que te caía mal.

—Daegal, no veas. —Chenle le tapó los ojos a su perrita.

—Listo, siete segundos. —Haechan se alejó de Mark mientras respiraba.

Renjun iba a corregir diciendo que fueron cerca de 30 segundos, pero Yangyang lo detuvo, Mark solo tragó saliva y no dijo nada. Podría ser una confesión perfecta si no estuvieran borrachos.

—Elijo reto. —Mencionó Chenle, él no se iba a echar para atrás.

—Pídele una cita a tu admirador secreto cuando sepamos quién es. —Jaemin se adelantó.

Chenle sonrió, claro que aceptaba, pero tendría que encontrarlo primero. 

Continuará... 

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Chenle había estado pensando en lo que había sucedido en su casa el fin de semana pasado, hace dos días su admirador secreto le había dejado un chocolate y una nota, ¿Cómo alguien le dejaba una nota y un chocolate sin que nadie se diera cuenta?

Entonces llegó a la conclusión de que alguien de los empleados sabía quién era el admirador y actuaba como si no supiera.

Había un impostor entre los jugadores.

—Oh, no viniste ayer, Jisung. ¿Pasó algo? —le preguntó Chenle a su cliente. —¿Quieres ordenar lo mismo?

—Sí. —Dijo con una voz nerviosa. —Lo siento, dejé que alguien me convenciera de hacer algo tonto la última vez que vine...

—Oh, ¿Qué hiciste? —preguntó Chenle con una sonrisa divertida.

—Ah, le hice caso a Jaemin. —Jisung soltó un suspiro.

Chenle abrió los ojos con sorpresa y miró a Jisung con curiosidad, era cierto, la vez pasada Jaemin fue quien atendió a Jisung porque Chenle estaba ocupado y no había suficientes meseros. Pero aquello fue un poco extraño.

—¿Conoces a Jaemin? —preguntó Chenle. —Pareces ser un poco cercano a él.

Jisung abrió los ojos, estaba sorprendido, debería decir que no, pero a Chenle no le podía negar nada, y por alguna extraña razón, el plan de Jaemin estaba funcionando tan bien que le asustaba.

—Sí. —Dijo Jisung con un tono evasivo. —Estamos en la misma escuela, bueno, estábamos porque se acaba de graduar.

—Espera, espera... ¿Estamos en la misma escuela? —preguntó Chenle con sorpresa. —¿En qué año estás?

—Soy de segundo. —Dijo Jisung. —Pasaré a tercero el próximo año. ¿Y tú? —dijo con un tono sorprendido, como si no hubiera visto a Chenle antes en otras clases.

—También, oh, ¿por qué nunca te había visto? —preguntó con sorpresa.

—No sé. —Jisung dijo con una linda sonrisa. —Espero que podamos compartir clases el próximo ciclo escolar, me vendría bien alguien a quién pedirle la tarea ahora que Jaemin no estará...

Chenle miró la carita triste de Jisung, entonces se le cruzó la idea más tonta de su vida.

—Parece que Jaemin es alguien muy importante para ti. —Chenle dijo con suavidad.

—Uh, sí. —Jisung sonrió y recordó las palabras de su amigo, debía poner en marcha el plan "perfectamente" ideado del barista. —No le digas a nadie, pero siempre vengo a la cafetería a ver al chico que me gusta.

Jisung se había equivocado en la estructura de su oración pues tenía que hacer sentir a Chenle que Jisung iba a ver a Jaemin. Pero Jisung solo terminó vomitando la verdad, aunque Chenle si pareció entender mal la distorsionada frase de Jisung.

—Espera, espera... ¿te gusta Jaemin? —preguntó Chenle con sorpresa. —¿Desde cuándo?

Jisung se puso demasiado nervioso, ¿por qué Chenle se veía tan feliz?

—El primer día que entré a la preparatoria, pensé que era el doncel más lindo que había visto. —Soltó con una sonrisa, como si realmente estuviera hablando de Nana.

—Que lindo que pienses de esa forma, mira, yo soy #TeamJeno, pero creo que podría ayudarte. —Chenle suspiró. —¿Por qué no le escribes una nota y te vuelves su admirador secreto?

—¿Crees que eso funcione? —preguntó Jisung levantando sus cejas. —¿No crees que es un poco tonto que alguien deje notas sin escribir su firma? ¿No crees que es tonto no dar la cara?

Chenle levantó los hombros, a él le gusta recibir notas y chocolates, así que supuso que a Jaemin también le gustaría, además Jisung era lindo y debía ser un gran esfuerzo gastar dinero e ir casi diario a un lugar solo para ver a alguien, por eso Chenle quería ayudarlo.

El chico tomó un postit de su bolsillo y dejó un lapicero.

—¿Por qué no le dejas una nota? Me aseguraré de dársela.

Jisung dudó, tomó aire y empezó a escribir sin que Chenle pudiera leerlo, ya había tomado la costumbre de escribir sin ser visto, así que escondió muy bien sus pensamientos y dobló el papel.

—Por favor no lo leas. —Pidió Jisung.

—Cuenta con ello. —Chenle suspiró. —Aunque me gustaría enterarme de qué dice.

—Uh, puedes leerlo junto con Jaemin cuando cierren, pero no mientras yo esté aquí, por favor, no sabría qué hacer. —Jisung fue sincero.

Chenle tenía muchas ganas de jalarle las mejillas y decirle que todo estaría bien, bueno "relativamente bien" porque Chenle sabía que Jaemin estaba enamorado de Jeno y era algo que era correspondido, aunque no sabía por qué esos dos no estaban juntos.

Pero Chenle sentía que, si rechazaban a Jisung, el chico aún seguiría yendo y ellos dos se volverían buenos amigos. Chenle necesitaba amigos de su edad porque siempre se juntaba con los amigos de su hermano y cuando se fueran se sentiría muy solo.

—Ésta es la primera vez que actúo como Cupido. —dijo Chenle con una sonrisa.

—Ésta es la primera vez que le escribo notas al chico que me gusta. —La mirada de Jisung se cruzó con la de Chenle y sonrió.

—Esperemos que sean buenas primeras veces. —Chenle le sonrió. —Te traeré tu orden en un momento.

Después de atender a muchos clientes, todos estaban haciendo limpieza, Chenle se acercó a Jaemin quien limpiaba la maquina del café con un paño húmedo.

—Ps, ps. —Chenle chasqueó su lengua. —Jaemin, tengo una misión de Chenle-Cupido. —Dijo escondiéndose en la barra. —Tienes un admirador secreto.

Jaemin frunció el ceño al ver que Chenle tenía una hoja blanca en la mano y lanzó un suspiro.

—Pensé que tú eras el del admirador secreto. —Jaemin susurró.

—No, es para ti. —Chenle susurró.

—¿Para Jaemin? —Jeno escuchó la conversación y le arrebató el papel para leerlo. —Esto dice tu nombre, Chenle, no creo que sea para Jaemin.

—¿Qué? — preguntó Chenle y se acercó a Jeno para leer.

Conoció la letra de inmediato, era la misma que le dejaba notas.

"Chenle, supongo que ésta es la primera vez que daré mi cara, así que lo haré, eres el chico más lindo que he visto, ¿tendrías una cita conmigo? Atte: Tu admirador secreto, Jisung".

—Hace dos días obligué a Jisung a que te dejara un chocolate, él no vino ayer porque tenía miedo de que lo hubieras descubierto, pero ahora pienso que es muy valiente, al fin lo dijo. —Jaemin empezó a reír.

Chenle estaba avergonzado, sus mejillas y orejas estaban rojas.

—¿Siempre ha sido él? —Chenle preguntó.

—Sí, y no es de ahora, Jisung ha estado enamorado de ti desde hace un año. —Jaemin sonrió. —Pero sería bueno que le preguntaras a él. Creo que ni él ni tú están hechos para ser cupidos, me queda mejor a mí, gracias, me llevaré el crédito por unirlos.

—Y no olvides que tenemos un reto pendiente, debes aceptar su cita. —Habló Jeno con una enrome sonrisa.

Chenle suspiró, Jisung era su admirador y era lindo, tímido, tenía una sonrisa agradable, quizá era cierto, Chenle quería darse una oportunidad para salir con alguien.

Continuará... 

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—Pa. —Haechan alargó la última letra mientras le gritaba a Johnny para que lo escuchara.

—¿Qué pasó? —preguntó el hombre a la distancia.

El mayor escuchó unos pasos bajar las escaleras, se oía a gran velocidad. El chico se notaba que había encontrado algo que lo haría feliz.

—¿Qué es esto? —Haechan abrió su mano con suavidad. —¿A quién le pertenecen? ¿Son tuyos? ¿Los compraste para alguien? —se veía emocionado.

Johnny observó lo que Haechan tenía en la mano y soltó una risita, había olvidado que tenía que regresarlos, hace unos días Jaehyun le había llamado diciendo que había olvidado unos anillos en su casa, se supone que eran un regalo de graduación para Mark, pero había olvidado dárselos, Johnny los buscó y los dejó a la vista, pero al parecer él también había olvidado entregarlos.

—Son de Jaehyun. —Dijo Johnny.

Haechan sonrió, tenía dos hermosos anillos plateados en forma de clavo doblado, mientras su padre hablaba, Haechan se probó uno, el cual ya no quería salir de su dedo.

—¿El señor Jaehyun planea volver a casarse? —preguntó Haechan con sorpresa.

—No, ah, son para Mark. —Dijo Johnny. —Así que quítate eso, que no sabes el valor que tienen esos anillos de promesa.

Haechan lloró, en serio lloró cuando se dio cuenta de que el anillo no salía de su dedo, incluso lo intentó con jabón y con agua, pero al parecer el anillo en forma de clavo se había incrustado en su piel y si lo jalaba se arrancaría el dedo.

Así que simplemente se lo dejó puesto y lo usó por días.

—Lindo anillo. —Ten se acercó al moreno quien decoraba una tarta de frutos rojos.

—Oh, gracias. —Haechan se sorprendió.

—Es un anillo de promesa ¿cierto? —Ten le miró con cuidado. —Cuando era joven compramos unos para pedirle matrimonio a... —Ten guardó silencio, a él le encantaba hablar de su pasado, pero por alguna razón siempre se detenía cuando hablaba con los hijos de sus amigos de tiempo atrás. —Digo, la persona que te lo dio debe amarte mucho, dicen que son mágicos.

—¿Mágicos? —Haechan abrió la boca con sorpresa. — ¿Por qué mágicos?

—Oh, es la promesa que hizo la persona que te lo dio. ¿Qué te dijo tu pareja cuando te los entregó? —preguntó Ten.

Haechan iba a decir algo, pero no sabía cómo lo interpretaría Ten, quizá lo tomaría como un pequeño ladrón.

—Digamos que no es mío, solo me lo probé porque era bonito. —Haechan mordió su labio y habló en voz baja para que nadie más lo escuchara. —Ya no ha salido de mi dedo.

Ten abrió la boca con sorpresa.

—¿Y a quién le pertenece? —preguntó Ten. —Debes tener un vinculo amoroso con el dueño para que se mantenga en tu dedo.

Ten miró el anillo, tomó la mano de Haechan y soltó una carcajada, estaba esperando la respuesta del menor.

—No, no, definitivamente no. —dijo él. —Son del señor Jaehyun.

Ten levantó una ceja con sorpresa y miles de recuerdos se le vinieron encima.

—¿De Jaehyun? —Ten sonrió. —¿Y por qué lo tienes tú? Ah, es extraño. —Soltó una risita. —Tu padre y yo acompañamos a Jaehyun a comprar unos anillos de promesa para dárselos a Taeyong, en ese entonces era muy populares, podías prometer lo que quisieras y solo si rompías la promesa podías quitarlo. —Hizo una pausa e hizo una cara de tristeza. —Los de Jaehyun saldrían del dedo de Taeyong cuando ellos dejaran de amarse...

Haechan no supo que decir, sonó un poco triste, al parecer la historia entre los padres de Mark era muy romántica, pero también muy trágica, Haechan recordaba que su papi Taeil y su padre Johnny siempre lo llevaban a las fiestas de Mark y sus padres estaban juntos y felices. Haechan tampoco dijo nada cuando llegaron Jeno y el señor Doyoung, tenía envidia de que Mark tuviera tres papás y un hermano y él solo tuviera un papá.

Mark solía jugar con él y prometerle que tendrían una familia muy cariñosa cuando fueran grandes.

—¿Cree que sean los anillos que compraron en ese entonces? —preguntó Haechan con curiosidad.

—No lo sé, Johnny y yo nos probamos los anillos y no se atoraba en nuestros dedos. —Ten rio. —Solo en el de Taeyong, Haechan, por favor, no me hagas pensar que Jaehyun te dio el suyo.

—No, no ¡Por supuesto que no! —Haechan se sonrojó siquiera de pensarlo.

—Jajaja ¿Te lo dio Mark? —preguntó Ten con curiosidad. —Eso lo explicaría, supongo que saldrá de tu dedo cuando lo dejes de querer o cuando él deje de amarte. —le sonrió con ternura.

Haechan sintió el pánico recorrerlo. Estaba jugando cuando se lo puso, nunca pensó que esos anillos tuvieran magia o que se pudieran heredar, el problema no era ese si no ¿en qué momento iba a salir de su dedo? Haechan estaba seguro de que tenía toda una existencia amando a Mark, ¿Cómo iba a dejar de quererlo de la noche a la mañana solo para quitarse un tonto anillo de clavo doblado?

—Déjame adivinar. —Ten soltó un suspiro. —Tomaste el anillo sin saber que era de Mark y te lo pusiste, no salió y ahora no sabes qué hacer para que no descubra que estás enamorado de él...

—Ah, ¿Cómo pensó todo eso? —preguntó el moreno sorprendido.

—Intuición y sospecha, Jaehyun y Taeyong ya no están juntos, así que me parece probable que se hayan quitado los anillos y Jaehyun se los haya dado a su único hijo. —Hizo una pausa. —Al menos que se los haya regalado a tu padre, él te ama, pero es más probable que sean de Mark porque son anillos de pareja.

Haechan soltó un suspiro de resignación, esperaba que Mark nunca se enterara que él tenía un anillo y que no podía quitárselo.

—En todo caso, Mark no me gusta. —Haechan se defendió.

—Sí claro y yo mido dos metros. —Ten habló con una sonrisa. —No le diré a nadie tu secreto, Haechan, aunque ya todos lo sepamos. —Susurró. —Por cierto, hice más galletas rellenas de chocolate con menta para que le lleves a tu padre.

—Gracias. —Dijo Haechan con una sonrisa.

Ten observó el anillo que Haechan tenía en sus dedos, eran los de Jaehyun, pero ¿Dónde habrían quedado los que habían comprado Johnny y él antes de que Ten se mudara? ¿Dónde quedaron esos anillos de "no importa dónde estemos volveremos a vernos, es una promesa"?

Continuará...

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Jisung estaba nervioso, había dejado de frecuentar la cafetería Dream después de entregarle la nota a Chenle, Chenle sabía que Jisung era su admirador y Park no se sentía tan valiente como para enfrentarlo, aunque Jaemin le había dicho que lo hiciera porque probablemente Chenle le pediría una cita. 

Jisung fue engañado para ir a la cafetería porque Jaemin "quería hablar con él", no tardó mucho en encontrar a Chenle y éste solo le dijo "tengamos una cita el viernes en mi casa a las 4". No había sido una petición, más bien fue una orden. 

Ese mismo viernes Jisung fue a la cafetería y Chenle se lo llevó, Jaemin decía que aquel chico era confiable, así que Qian Chenle le creyó. 

—Es una casa bonita.—Dijo Jisung con nerviosismo cuando entró al hogar de Chenle. 

Una pequeña perrita corrió en cuanto oyó que alguien abría la cerradura y empezó a ladrar. 

—Ella es Daegal, es mi hija.—Dijo Chenle con suavidad. —Mi padre Kun la compró cuando me mudé, era para que no me sintiera solo. 

Jisung sonrió.

—Hola Daegal.—Jisung la acarició y la pequeña perrita solo le miró y se dejó tocar con ojitos llenos de anhelo. 

—Vaya, no suele ser tan tranquila con desconocidos.—Chenle habló.—Jeno le dijo "fea" y ella le gruñe cada vez que lo ve, Haechan siempre juega rudo con ella y ella le ladra, con los únicos con los que se lleva bien es con mi hermano Yangyang y con Mark. 

—Es muy linda.—Jisung volvió a acariciar el blanco pelaje. 

—Que bueno que te guste, porque nuestra cita de hoy incluye a Daegal.—Dijo Chenle. Luego miró a su "hija" y sonrió.—Vamos, Daegal, es hora del baño. 

La perrita abrió los ojos cuando escuchó eso y se echó a correr por toda la casa, Chenle solo le hizo una señal a Jisung para que la atrapara. La mascota era pequeña así que ninguno tenía problema en poder cargarla y llevarla al jardín. 

Y por más que la perrita corrió, Jisung fue quien la atrapó. 

Jisung y Daegal siguieron a Chenle, mientras éste sacaba un cepillo, jabón, shampoo y una toalla para su pequeña, también empezó a regular la temperatura de la manguera, le dijo a Jisung que pusiera a la pequeña en una tina y la mojó. 

La perrita empezó a sacudirse, pero no se movió. 

—¿Has tenido mascotas?—preguntó Chenle. 

—No.—Jisung susurró bajito. 

—¿Te gustan?—le cuestionó. 

Jisung solo asintió. 

—Me gustan.

—Eres muy callado ¿no? —Chenle le miró mientras le hacía peinados raros a Daegal con el jabón. Jisung solo negó con la cabeza.—¿Por qué te gusto?

Jisung se sintió más nervioso de lo normal, sus manos estaban mojadas y su playera remangada, así que salir corriendo no era opción. Miró a Chenle con decisión y tomó aire en un inmenso respiro. 

—Llevamos la clase de introducción juntos.—Soltó.—Siempre hablabas y nunca te quedabas callado, siempre tenías cosas muy interesantes que compartir. Los maestros preguntaban cosas y tú siempre tenías la respuesta correcta, muchas personas querían ser tus amigos, pero no te quedabas con alguien por mucho tiempo, cuando inició el curso siempre te reunías con otro chico, con el tiempo me enteré que era tu hermano y luego empezaron a juntarse con chicos del grado superior. 

—¿Y por qué nunca me hablaste?—preguntó Chenle con curiosidad mientras tallaba el pelito de Daegal. 

Jisung rodó los ojos. El chico había tardado dos años en tomar el valor de hablarle, ¿Cómo podía ser extrovertido y solo decirle "seamos amigos" y ya? Jisung no podía llegar así con Chenle, porque después de observarlo tanto, se dio cuenta de que Chenle era realmente especial, brillaba de una forma diferente. 

—No creo que pudiera haberlo hecho.— Dijo Jisung najando la mirada. 

—¿Entonces por qué se te ocurrió lo de las notas?—cuestionó Chenle enjuagando el pelaje de Daegal. 

—No fui yo.—Jisung habló inflando sus mejillas por el enojo que le recordaba aquella situación.—Yo iba a verte a la cafetería.—Susurró.—Jaemin lo sabía, Jaemin fue mi tutor en clases de regularización y por eso somos amigos, entonces él me dijo que empezara a hablarte... Pero yo tenía miedo y... bueno, él dejó una nota de un admirador secreto, luego dijo que no la habías leído. Pensé que sería divertido, así que empecé a dejar más.

—Hasta que le pusiste mi nombre. —Chenle sonrió de lado. 

—Jaemin dijo que lo hiciera, que podría provocar conflictos su pensaban que algún doncel tendía un admirador secreto.—susurró.—Así que lo hice, puse tu nombre y también me atrevía a poner el mío después de tiempo. 

—Sospechoso. —Chenle susurró. 

Jisung se quedó intrigado, no sabía qué haría Chenle ahora con respecto a su relación. Mientras el joven evitó la mirada del más alto y empezó a secar a su pequeña, después la dejó en el suelo y Daegal comenzó a sacudirse para quitarse el olor a shampoo. 

Luego Chenle empezó a guardar todo y Jisung le ayudó. 

Después volvieron a entrar a la casa y lavaron bien sus manos, Chenle sacó de su refrigerador un pedazo de pastel e iba a ponerse a hacer unas bebidas para compartirlas con el chico, Jisung solamente le siguió y le ayudó con cuidado. 

Después de un tiempo en silencio y se sentarse frente a frente, Chenle habló. 

—¿Cuáles son tus intenciones conmigo?—preguntó.

Jisung tragó saliva. ¿Qué podía decir? ¿Necesitaba declararse otra vez? ¿Debía pedirle que fueran novios? ¿No era muy pronto ahora?

—Me gustas.—Jisung dijo con un obvio nerviosismo.  

—O sea, lo sé.—Chenle sonrió.—Pero, ¿Qué quieres de mí?

Jisung jugó con sus manos tiernamente y luego miró al joven que tenía en frente. 

—Seamos amigos.—Le pidió.—Si llego a gustarte y tengo una oportunidad contigo, por favor, dímelo. 

Chenle se sorprendió ante tal valentía y sonrió. Jisung no era feo, de hecho era alto y tenía unas manos bonitas, además era sincero y a Daegal le caía bien. 

—Bien, intentemos ser amigos.—Dijo Chenle, aunque esa no era la verdadera intención.—Conozcámonos más y decidamos. ¿Está bien para ti?

Jisung asintió con ansias. 

Daegal simplemente se acercó a ellos restregando su cabeza contra la pierna de Chenle, Chenle le dio un pedazo de jamón que tenía en su plato y le pidió a Jisung que no dijera nada. Jisung solo rió y esa tarde tuvieron una agradable cita viendo películas y jugando con aquella perrita color blanco. 

Continuará... 

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Cuando la campanilla sonó, Ten nunca pensó verlo allí, uf, después de la graduación de sus hijos pensó que no se volverían a ver, quizá de vez en cuando, porque siendo sincero, aquel hombre todavía hacía que su corazón se acelerara.

—Hola. —Dijo con un tono bajo, el hombre alto se escuchaba nervioso, cosa que hizo sonreír a Ten.

—Hola... ¿Ordenarás algo o venías por Haechan? Porque los chicos salieron a hacer un pedido y les di dinero para que fueran a comprar pollo y pizza. —Sonrió.

—Sí. —Aclaró su garganta. —Venía a comprar galletas de helado de chocomenta. —susurró. —Eres el único que las hace y siempre te salen bien, solo que... No creo que deba pedirle a Haechan que lleve más, debería venir a comprarlas por mí mismo. —dijo aun con nerviosismo.

—Pensaba en hacerlas para darte. —Ten soltó, luego se corrigió. —Haechan dice que te gustan mucho.

Y había una extraña tensión, no era "extraña" en sí, porque era muy obvio lo que pasaba entre ellos, estaban intentando coquetear, pero no sabían si el otro también quería o no. Lo cual era muy incómodo para ellos mismos. Habían compartido uno de los mejores amores románticos que se podía vivir, ahora era...

—Sí, a él no le gustan tanto. —Johnny susurró. —Es gracioso, antes de saber que tú las hacías, Haechan siempre llevaba a casa 4 galletas y siempre me acordaba de ti.

—La quinta es mala. —Ten soltó una risita y se avergonzó, su sonrisa era tan bonita.

Johnny ladeó su cabeza, hablar con Ten y que dijera un chiste de hace tantos años le hacía pensar que el tiempo había pasado, pero no se sentía, Ten siempre era demasiado cálido y amable.

—¿Cómo estás tomando la ida de Yangyang a la universidad? —preguntó Johnny.

—Mejor que tú. —Ten susurró. —Ven, siéntate.

Ten dejó de atender y le dijo a Jaemin y a Renjun que se encargaran del mostrador, Ten le ofreció asiento a Johnny en una de las mesas más lindas al lado de la ventana.

—¿Por qué dices que mejor que yo? —Johnny se sentó frente a Ten y le miró con una linda sonrisa, como esa que le dedicaba cuando eran jóvenes.

—Haechan se ha quejado mucho. —Ten le miró. —Dice que no quiere dejarte solo, y es cierto, sueles ser un llorón...

—Lloro cuando las personas que amo se van. —Dijo con un tono triste, pero también estaba lanzando una indirecta.

Ten lo entendió, así que simplemente lo miró y volteó su cabeza para saber que nadie a su alrededor oía.

—Tu papá le pagó a mis padres para que me fuera a estudiar lejos, después de estar en Tailandia pensé en regresar, quería verte, pero Taeyong me dijo que no lo hiciera porque te acababas de casar con un doncel, y sabes que yo no me metería en un matrimonio. —Ten dijo apretando sus labios.

—Bueno, cuando me regresaste el anillo de promesa de volvernos a ver en el futuro supe que nunca volverías, así que solo seguí...

—No te culpo, quise correr y buscarte cientos de veces, pero sabíamos que tu padre se interpondría y tú merecías una buena vida. —Ten bajó la mirada.

—Mi padre encontró los anillos de promesa, me obligó a casarme un poco antes de lo que yo hubiera querido. —Dijo con suavidad. —Me casé con Taeil por un matrimonio arreglado, pero tanto él como yo coincidíamos en muchas cosas, él fue quien me dio él valor de alejarme de mi familia, mi padre era un tirano y me desheredó, desde entonces no ha visto a Haechan y se la pasa viajando por el mundo, dudo que quiera volverme a ver a mí o a mi familia.

Johnny explicó un resumen detallado de lo que había pasado con su padre.

—Taeil debió ser un buen hombre.

—El mejor. —Johnny rio con un sonrojo. —Era un padre muy cariñoso, tenía una voz preciosa y amaba tanto a Haechan. —Suh de repente quiso llorar, a veces el recuerdo se volvía más pesado cuando estaba en confianza.

—¿Qué le pasó? —preguntó Ten con un poco de curiosidad.

—Tenía una enfermedad terminal. —Johnny susurró. —Fue muy duro, Haechan era muy pequeño en ese entonces. —Hizo una pausa. —Nadie te enseña a ser un padre soltero con un pequeño inquieto.

Ten soltó una ligera risita, Johnny le miró, Ten seguía siendo tan lindo, aunque ese no era el lugar donde debía hablar o pensar en él.

—Ni que lo digas. —contestó Ten.

—¿Y bien? ¿Cómo era el padre de Yangyang? —preguntó Johnny.

—Ah. —Ten soltó un suspiro. —Kun era piloto, trabajaba en el aeropuerto y tenía turnos agotadores, me enamoré de él antes de despegar de Tailandia a China, aunque él me notó cuando trabajé de azafato en su avión. —Ten sonrió. —En una fiesta me vio bailar y empezamos a salir, Yangyang nació a los pocos meses.

—¿Te casaste con él? —preguntó Johnny. —Odiabas la idea del matrimonio, decías que serías libre.

—No me casé con él. —Ten le miró. —Y no planeo casarme nunca, el matrimonio ata demasiado. Creo que el amor y la comodidad bastan para quedarte con alguien durante años. —Ten susurró. —Mi idea es que si estás con alguien es porque quieres, cosa que Kun no entendía. —el dueño del café miró al cielo. —Él tuvo otra familia, la mujer con la que estuvo desapareció y trajo a su hijo a vivir con nosotros, así fue cómo llegó Chenle a casa.

—¿Chenle no es tu hijo? —preguntó Johnny de repente?

—No, es solo de Kun.

—Rayos, ¿Y qué le pasó a Kun? —cuestionó Suh.

—Le gustaba tanto volar que no quiso dejar el cielo, fue un accidente aéreo y un mal aterrizaje. —Susurró Ten. —Me quedé solo con Chenle y Yangyang, por eso volví a Corea, usé todo el dinero del seguro para poner la cafetería y todos mis ahorros para que los niños terminen la escuela, me ha ido bien, así que no puedo quejarme.

—Eres asombroso. —Johnny le dijo a Ten sin dejarlo de ver.

—No sé por qué le cuento esto a mi ex. —Ten puso su codo en la mesa y recargó su cara en su mano.

Ambos se vieron con curiosidad, entre una mirada tierna y al mismo tiempo seductora, hablando cual cómplices que habían cometido un crimen.

—Un ex que no esperaba ver, tampoco uno que fuera padre de uno de los amigos de mi hijo. —Johnny soltó. —Un ex que me sigue enviando mi postre favorito a pesar de que han pasado veinte años sin vernos. —Johnny miró a Ten directamente.

Ten se sintió nervioso, pero había tanta emoción dentro de él qué no sabía qué hacer, así que se levantó un poco de su lugar y acomodó el cabello de Johnny.

—¿Recuerdas cuando era largo? Amaba cepillar tu cabello. —Dijo el tailandés. —En ese entonces éramos alocados, salvajes, pensábamos poco y soñábamos mucho. —Hizo una pausa. —Ahora somos padres de familia, tu cabello es corto y lo peinas bien.

No estaban hablando del tiempo, estaban hablando de su relación, estaban hablando de volverse a dar una oportunidad, ¿sería algo trágico como pasó hace varias décadas o al fin tendrían su final feliz?

Johnny puso su mano sobre la mano de Ten y peinó su propio cabello.

—Podemos ser amigos ¿no? —dijo el más alto. —Unos padres que se frecuentan cuando sus hijos se vayan a la universidad, unos que desayunan juntos antes de ir a trabajar.

—O unos amigos que van a bailar un viernes por la noche o a que pasan el límite y comen 5 galletas de helado. —Ten levantó las cejas, era una invitación.

Johnny soltó una risa, Ten era el mismo que hace tantos años, pensó que sería difícil hablar con él, pero era perfecto, Johnny de repente sintió emoción de reencontrarse con su exnovio.

—¿Ellos están coqueteando? —Jaemin le pegó a Renjun. —¿Eso es normal?

—Supongo. —Renjun vio a lo lejos lo cercanos que lucían los papás de sus amigos. —Sabes, no me preocupa Yangyang, el que no sé cómo reaccionaría será Haechan, ¿Qué hacemos? ¿Les vamos a decir?

Jaemin negó con la cabeza, definitivamente eso no les correspondía.

Continuará.. 

Chapter Text

Haechan odiaba servir de mesero, mucho más cuando vio a un extraño hombre que no le quitaba la vista de encima, a él y a varios de sus compañeros. Además, usaba una gabardina y su ropa estaba sucia, parecía ser un pordiosero a pesar de que su cabello estaba peinado y no apestaba.

—¿Puedo tomar su orden? —Haechan se acercó y le miró.

Aquel hombre extraño solo miró al moreno y éste empezó a incomodarse. Luego aquel hombre observó el anillo que Haechan tenía en la mano.

—¿Estás comprometido? —preguntó el hombre con sorpresa.

Haechan tuvo miedo, ¿Qué tal si ese viejo era un rabo verde que quería acosarlo? No.

—Sí, estoy a punto de casarme. —Dijo él con completa seguridad, las personas no respetaban mucho a los donceles, pero si respetaban sus relaciones con otros HH.

—Eres muy pequeño ¿no? —Preguntó el hombre. —Préstame tu mano.

Haechan estaba a punto de llamar a Ten porque el hombre le daba miedo, pero el señor tomó la mano de Haechan, esa mano donde tenía el anillo y empezó a masajearla, Haechan sintió terror y asco e iba a gritarle a Mark, Jeno o a Yangyang para que sacaran al señor, pero no fue necesario.

—Perdón. —Se disculpó el hombre. —Veo que la persona con la que te casarás es tu alma gemela.

—¿Qué? —A Haechan se le bajó todo el enojo que tenía. —¿Por qué dice eso?

—Soy un hechicero. —dijo el viejo. —Puedo ver que en tu futuro estarás pegado a esa persona como un sticker. —Soltó. —Sus personalidades se complementan, sus signos zodiacales son compatibles e incluso sus fases lunares encajan. Tienes un alma gemela y tienes una promesa con ella... ¿De qué es tu promesa?

Haechan se olvidó que estaba con un desconocido y se acercó al hombre con curiosidad.

—¿Me está mintiendo? —preguntó el moreno.

—No. —dijo aquel hombre. —He viajado por el mundo pagando mis pesares, descubrí que quería unir a las parejas que están destinadas a estar juntas para calmar mi pesar de las parejas que separé.

Haechan susurró con delicadeza.

—¿Entonces usted sabe cómo quitar el anillo? —preguntó Haechan con curiosidad.

—Rompe la promesa. —Dijo el hombre. —¿Qué te prometió tu alma gemela?

—Amor eterno. —Dijo Haechan. —Pero no quiero cumplirlo, ¿Cómo puedo quitarlo?

El señor empezó a reír.

—Sabes, Donghyuck, los anillos de promesa significan "Dream", un sueño, un sueño que engloba compromiso, amor y amistad, no tienes por qué quitártelo si ya estás con la persona correcta, si te vas a casar con ella no le rompas el corazón y no se separen. —Dijo el señor.

—¿Cómo supo mi nombre? —preguntó el moreno.

—Ya te lo dije, soy un mago, sé cosas. —Susurró. —¿Ves a los chicos de allá? —Señaló a los baristas. Haechan observó a Jaemin y a Jeno. —Ellos deberían estar juntos. También el chico de la caja y el que está en la computadora allá. —Mencionó el hombre señalando a Yangyang y a Renjun. —Por la mirada de ese cliente y ese mesero puedo deducir que también son almas gemelas, oh y almas gemelas que se encontraron desde hace tiempo, pero hasta ahora el universo los juntó.

Haechan observó a Chenle y a Jisung, esos dos al parecer sí se conocían de antes, pero hasta ahora lo notaron, Haechan no sabía si creerle al señor o no.

—¿Y él? —Haechan quería una prueba de que el señor no mentía. Señaló sin dudar a Mark.

El señor se le quedó viendo y después sonrió.

—Él sufre mucho debido a su familia. —Dijo el hombre. —No lo dice, pero extraña a su padre, y tiene miedo de amar a... a su sol, porque su sol brilla, pero también quema. —El hombre miró directamente a Haechan. Haechan se sintió un poco nervioso.

—¿Entonces? ¿Con quién lo empareja a él? —preguntó el moreno.

—¿En serio preguntas? —Dijo aquel ser mágico. —Solo te diré algo, él te guiará a tu alma gemela, y tu alma gemela está relacionada con los girasoles. —Se rio.

Haechan no sabía si creer o no. Aquel hombre era demasiado misterioso y no había ordenado nada, Haechan quería más información y terminó siendo víctima de su superstición.

—¿En qué sentido se relaciona con los girasoles? —preguntó Hyuck.

El hombre lo ignoró y sacó una pequeña servilleta hecha bolita del pantalón, Haechan sintió asco porque eso no se veía muy higiénico, pero el hombre abrió la servilleta dejando ver dos anillos dorados.

—Donghyuck, debes darle esto a tu padre. —Mencionó el hombre. —Él se quedará solo pronto, debe buscar a la persona que le recuerden estos anillos, esa persona está en este país...

Haechan observó los anillos con curiosidad.

—Haechan, ¿Pasó algo? ¿El cliente te está molestando? —Preguntó Ten llegando en "modo jefe".

Jeno ya le había avisado a Ten que en la parte de arriba del local, un "vagabundo" estaba molestando a Haechan, así que el "gerente" tuvo que ir a interferir, ningún cliente debía de faltarle el respeto a sus niños.

—No, no, el señor me estaba diciendo su orden. —Haechan se sintió culpable por distraerse.

Ten abrió los ojos con sorpresa al ver al señor que estaba sentado, con esa vestimenta casi ni lo reconocía, el hombre solía vestirse con trajes elegantes, su cabello ahora era canoso, pero en aquel entonces era negro. ¿Qué hacía allí?

—Yo tomaré la orden. —Dijo Ten.

Haechan asintió y observó los anillos de la mesa. El hombre solo los observó y esperó a que Haechan los tomara, pero Ten fue más rápido y se los metió a la bolsa. Haechan hizo una muequita y se fue de allí.

—Tiempo sin verte, Ten. —Dijo el hombre. —Debo admitir que te estuve buscando, pero me sorprende encontrarte aquí siendo el jefe de Donghyuck. ¿Johnny sabe que su hijo trabaja para ti? ¿Ya se han visto?

Ten tragó saliva y dejó pasar muchos años de rencor.

—La pregunta es para usted señor Sooman, ¿Johnny sabe que usted está aquí? ¿Sabe que usted estaba hablando con su nieto que al parecer no lo conoce? —Ten levantó la ceja.

—He cambiado. —dijo el hombre. —Entendí el significado del amor, la familia y la salud. Vine para ver cómo le iba a Donghyuck, escuché que entrará a la universidad pronto. —Sonrió. —Puedo ver también que encontró a su alma gemela y por el anillo de promesa que usa sé que es muy amado.

—Lo es. —Dijo Ten. —Pero no hablamos de él, hablamos de usted, por favor retírese de mi cafetería, no lo quiero aquí.

—Lo entiendo. —Dijo el hombre mientras se levantaba de su lugar. —Los anillos que tienes... Lamento habérselos quitado a Johnny cuando te fuiste, al igual que tú, merecen ser felices ahora.

Ten apretó el puño, si no fuera por Suh Sooman, Ten y Johnny podrían haber estado juntos por mucho tiempo, pudieron ser una pareja amorosa y divertida, pero no, ese sueño se había ido como sus esperanzas de volverlo a intentar.

¿Por qué tenía que aparecer ese hombre en esa cafetería?

¿Por qué rayos hablaba de magia y ocultismo?

¿Por qué rayos hablaba de anillos y almas gemelas?

Continuará... 

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—No puedo creer que el señor Doyoung les haya prestado el auto. —Renjun se veía emocionado.

Y es que iban literalmente en un auto "sardina", Jeno iba conduciendo, Mark iba de copiloto y atrás, como podían, iba Haechan, Jaemin y un amable Yangyang que se ofreció a cargar a Renjun, que al ser el más pequeño, no debía pesar casi nada.

—El señor Doyoung dijo que yo también podía conducir. —Haechan cruzó sus brazos. —¿Ya me lo puedo llevar yo?

—Hasta mañana. —Dijo Jeno. —Se supone que el plan es conocer a nuestros compañeros de cuarto y cambiarlos si es necesario, dejar todas las maletas que tenemos en la cajuela y quizá, solo quizá te preste el auto de mi papá.

Haechan rodó sus ojos.

—Estoy nervioso. —Dijo Jaemin apretando sus manos. — Seguiremos siendo amigos pase lo que pase ¿cierto?

—Claro que sí. —Haechan lo abrazó. —Tenemos que cuidarte, cuando la gente sepa que eres un doncel tendrás tantos pretendientes que lucharemos con cada uno hasta que llegue el indicado.

—Ah, no me lo recuerdes. —Renjun soltó un bufido. —He estado luchando por años contra los pretendientes de Jaemin, muchísimos HH sin cerebro, Haechan, como doncel, tú o yo debemos compartir habitación con Jaemin.

—Ve más despacio, Jeno. —Mark calmó a su hermano cuando éste aceleró por la autopista.

—¿Qué tiene que ver el hecho de que los quiero como amigos con mis múltiples pretendientes? —Jaemin soltó una risa. —En la universidad tengo que salir con al menos cinco sujetos diferentes, haré tratos con mi roomie y llevaré al menos a un HH los fines de semana y...

—Haechan. —Mark habló de repente. —Vas a conducir de aquí a la universidad.

Jeno orilló el auto y se bajó del lado del conductor, Haechan se veía feliz de manejar el auto rojo de Doyoung, Jeno solo se sentó al lado de Jaemin y Haechan siguió el camino.

—¿No sienten como si esto fuera un viaje familiar y nuestros padres fueran conduciendo? —preguntó Jaemin de repente.

—Sí, se siente así y ni siquiera tengo a mis padres juntos. —Yangyang suspiró.

Cuando llegaron a los campus de la universidad, fueron a registrarse y a tomar las llaves de sus habitaciones, todos compartían edificio, lo más extraño fue cuando se dieron cuenta de que las habitaciones no estaban separadas por donceles y HH, sino por hombres y mujeres. Los donceles tendrían que compartir habitación.

—¿Cuál te tocó? —preguntó Yangyang a Renjun de repente.

—La 23B—Soltó Huang. —¿Y tú?

—La 22A—Dijo Qian. —¿Quién es tu compañero? ¿Un doncel o un HH?

—Soy yo. —Dijo Jeno de repente—Mi habitación es la 23A.

—¡Yo tengo la 22B! Parece que seremos compañeros de cuarto, Yangyang. —Jaemin suspiró. —Aunque, podríamos cambiar... Ya saben... Renjun y yo podríamos quedarnos juntos ya que somos donceles....

Yangyang y Jeno no podían argumentar en contra de esa lógica, tenía sentido que los dos amigos se quedaran juntos, pero no querían, ¿Quién lo diría primero?

—O podría intercambiar tú y yo. —Dijo Renjun de repente.

—Perfecto. —Jaemin sonrió. —Toma mi llave.

Yangyang y Jeno se sorprendieron de la facilidad con la que esos dos hacían tratos, aunque no lo dijeran se sentían aliviados. Pero no les duró mucho.

—¿Alguno quiere cambiar habitación conmigo? —preguntó Haechan un poco molesto.

—No, ninguno de nosotros te cambiará... ¿Pasó algo? —Jaemin preguntó.

—No... Cámbienme. —alargó la ultima letra. —No puedo vivir los próximos cinco años así. —Casi se pone a llorar. —Jeno, cámbiame, te pago.

—Convincente, pero no. Jaemin y yo somos compañeros, Renjun y Yangyang también. —Mencionó el joven. —¿Qué habitación te tocó? ¿Y dónde está Mark?

—Me tocó la 26A, Mark se quedó cambiando de habitación. ¿Pueden creer lo que nos dijeron los de la oficina? Mi habitación iba a ser individual y la hicieron doble, ni siquiera tiene muebles para mi compañero, no quiero estar allí. —Estaba haciendo un berrinche.

Pero el berrinche no duró mucho, de repente Mark llegó, su cara se veía terrible.

—¿Alguno quiere cambiarme de habitación? —preguntó Mark. —Dicen que es la única con cocineta y minibar.

—Suena tentador. —Jaemin sonrió. —¿Qué habitación te tocó?

—La 26B, es muy bonita, era individual por eso el baño está cuidado, tiene una mini cocina y un pequeño refrigerador, además tiene dos ventanas. —Mark había preguntado cómo era dicha habitación y por qué la habían hecho para dos personas.

Luego los presentes se echaron a reír, esos berrinches definitivamente era algo que solo hacían Mark y Haechan, serían cinco años muy divertidos.

—Haechan está desesperado por cambiar, quizá puedan llegar a un trato. —Renjun sonrió. —Ahora, si nos permiten, iremos a ver nuestros dormitorios, suerte.

Renjun tomó la mano de Yangyang y con la otra mano tomó su maleta y se lo llevó por el largo pasillo.

—Jeno. —Haechan suplicó. —Es tu hermano, te lo cambio, yo cuidaré a Jaemin, no voy a permitir que lleve HH a nuestra habitación, lo juro.

—Suerte con ello. —Jaemin interrumpió. —Vamos, Jeno, debemos elegir nuestras camas. Nos vemos mañana antes de regresar. —se despidió.

Y de repente los dos desaparecieron por el pasillo.

—No sé qué hice mal en esta vida para que siempre tengas que estar junto a mí. —Haechan hizo una mueca.

—Ni que lo digas, supongo un karma de mi vida pasada, nadie puede tener tan mala suerte. —Mark resopló.

—Me quedaré con la cama más bonita. —Haechan iba a cargar su mochila, pero se detuvo cuando Mark la cargó por él.

—Ni siquiera puedes cargar tus cosas, dámela no vaya a ser que te rompas y el señor Johnny quiera que te regrese nuevo. —Mark frunció su ceño.

Y así fue como Haechan cargó sus maletas ligeras y Mark le siguió a su habitación con lo más pesado. Ambos entraron al lugar y se sorprendieron mucho al ver que solo había una cama, o al menos una cama con colchón, porque la otra solo tenía una base.

—Mi cama es la del colchón. —Haechan se aventó en esa cama.

Mark solo se sintió frustrado. Dejó las maletas y fue a las oficinas administrativas de la universidad de nuevo, ellos le dijeron que el colchón nuevo llegaría en unas semanas y que estaría allí antes de que iniciaran las clases, que por favor acomodara las cosas que pudiera y que durmiera en el suelo si era necesario.

Mark estaba demasiado enojado, observó a los nuevos chicos entrar a sus dormitorios, incluso Jeno y Jaemin estaban aspirando colchones y un viejo sillón que estaba allí. Yangyang y Renjun estaban limpiando su baño, tenían que quedar en perfecto estado antes de regresar.

Era día de hacer limpieza a los dormitorios en los cuales pasarían cinco años.

Cuando llegó de nuevo a su dormitorio Haechan estaba limpiando su cocineta, Mark suspiró y tomó la aspiradora para limpiar el colchón de Haechan, desempacó sus fundas del colchón, funda de almohada y cortinas y empezó a ponerlas.

—¿Quieres limpiar el baño? —preguntó Haechan.

—Me da asco. ¿Puedes hacerlo tú? —preguntó Mark.

—Bien, en cuanto termine la cocina. Tú limpia el sillón y el minibar. —Dijo Haechan.

Mark solo asintió. Terminaron de hacer limpieza cerca de las 10 de la noche. Haechan agradeció de que tenían una cocineta y empezó a preparar comida, probablemente podría traer un horno de microondas, una parrilla eléctrica y unos cuantos utensilios.

Mark simplemente se acostó en la base de la cama sin colchón.

—¿Qué haces? —Preguntó Donghyuck mientras le extendía un plato de ramyeon. —¿Qué le pasó a tu cama?

—Traerán un colchón en las siguientes semanas. —Mark suspiró mientras soplaba y se echaba a la boca un bocado.

Haechan hizo una mueca, luego se acercó al closet que estaba en la pared sacó de allí un short y su sudadera de la NCIT, luego le arrojó su sudadera a Mark y éste la atrapó en el aire, Mark tenía muy buenos reflejos.

—Puedes dormir conmigo. —Haechan ni lo miró.

—No lo sé. —Mark suspiró. —Abrazas cuando estás dormido.

—Entonces duerme donde quieras. —Haechan apagó las luces y se echó sobre su cama.

Mark dejó su plato a un lado y se acostó a un lado de Haechan, la cama era individual, así que Haechan se pegó a la pared para dejar espacio para Mark. Las manos de Haechan rodearon a Mark, porque era cierto, Haechan siempre dormía mientras abrazaba algo, a Johnny o alguna almohada, Mark por eso dejó de dormir con Haechan, las mañanas siguientes eran incómodas de explicar cuando durmieron  juntos durante su adolescencia.

Mark tomó las manos de Haechan y suspiró.

—Has estado usando ese anillo desde hace un tiempo. —Mark suspiró mientras tocaba con suavidad las manos de Haechan. —Mis papás solían tener unos iguales. —Mark sonrió. —Mi papá Jaehyun dijo que me los daría cuando me casara, dijo que era algo de familia y que se lo diera a la persona a la que ame.

Haechan se sintió nervioso de repente. Era la "cuchara grande", pero podía oler el perfume de Mark, por qué demonios estaban compartiendo cama, la distancia era mínima, porque cuando no había personas a su alrededor era todo muy diferente.

—Se llaman anillos de promesa. —Dijo Haechan.

—No sale. —Mark intentó quitarle el anillo a Haechan. —¿Le prometiste algo a alguien? —La voz de Mark sonó confundida.

—Saldrá cuando deje de quererle. —Haechan susurró. —Voy a dormir, Melt, buenas noches.

Mark se sorprendió un poco por ese apodo, pero simplemente lo ignoró y se quedó pensando, sabía que Haechan no tenía alguna pareja, aunque Haechan era muy bueno para esconder a sus pretendientes, Mark se sintió extraño. Ver a Haechan con un anillo tan similar al de sus padres le hizo recordar los viejos tiempos, cuando sus padres estaban casados, cuando el señor Taeil existía y cuando Mark se sentía tan asustado por los sentimientos que tenía por el moreno.

Luego ambos cayeron dormidos. 

—¿Qué tal su noche? —Jeno se burló de Haechan y de Mark.

—Terrible, tu hermano roncó y patea. —Haechan se quejó aunque no fuera cierto. —¿Y qué tal ustedes? —levantó la ceja. —No "estrenaron" las camas de los dormitorios. Serás el primer HH con el que Jaemin duerme. ¿Cómo se siente? —miró a Jaemin.

—Ya había dormido con Jeno. —Dijo Jaemin con un tono presumido. —Es el primero desde hace tiempo. —guiñó.

—Ah. —Haechan se rio. —¿Pero tú de él? —Preguntó coquetamente. —Déjame decirte que yo fui el primer doncel con el que durmió, y no solo una vez, fueron tantas veces que perdí la cuenta.

Jeno golpeó su cara con la palma de la mano y luego negó con la cabeza.

—Estamos hablando solo de dormir. —Se excusó Jeno. —En mi defensa, Mark también estaba allí y Haechan terminaba abrazándolo.

—Pierde todo el sentido cuando te excusas. —Mark le dio una palmada en la espalda a Jeno.

Los cuatro chicos estaban esperando a Renjun y a Yangyang, pero ninguno llegaba, Jeno les habló por teléfono, pero no contestaban, de repente llegó Renjun con su maleta vacía y viendo a Jaemin como si necesitara un abrazo.

Jaemin rápidamente le entendió y se alejó un poco de los demás para ir con Renjun.

—¿Qué pasó? —le cuestionó el más alto.

—Le dije algo a Yangyang que no me correspondía. —Dijo con el ceño fruncido. —¿Puedes cargarme de regreso a casa?

Jaemin solo asintió y acarició el cabello de Renjun con mucho cariño, porque los amigos también debían de estar en los malos momentos y no solo cuando las risas reinaban.

Continuará... 

Chapter Text

—¿Por qué están enojados? ¿Qué pasó en la ida a la universidad? Parece que Renjun evita a Yangyang cada vez que mi hermano se le acerca. ¿Ellos pelearon? —Le preguntó Chenle a Jaemin, porque de todos los empleados de la cafetería, Jaemin probablemente sería el que sabía, aunque Jaemin era bueno ocultando cosas.

Jaemin solo le observó. También estaba preocupado por Renjun, cuando regresaron a casa ellos dos hablaron, pero Renjun no debía ignorar a Yangyang y Yangyang no estaba actuando como él.

—¿Por qué preguntas? —Cuestionó Jaemin.

—Porque Yangyang también está ignorando a mi padrastro. —Chenle levantó los hombros. —Suele ignorar a las personas cuando está enojado para no lastimarles más, pero... No sé, mi padrastro y Renjun son las personas más importantes para Yang, así que no sé qué pasó.

—No me corresponde decirlo a mí. —Jaemin soltó un suspiro.

Chenle observó a Jaemin, era obvio que Jaemin sabía por qué habían peleado, pero Chenle no podía entender qué había pasado. ¿Qué sería aquella cosa que haría que Yangyang se comportara como un tonto?

—Haechan. —Ten le sonrió. —Tu papá vino el día que se fueron a la universidad, me hizo un pedido. ¿Se las puedes llevar?

Ten levantó un paquete de 4 galletas de chocolate rellenas de chocomenta, Haechan agradeció y las guardó en el congelador de la cocina para no olvidarlas.

—Eres muy amable con el padre de Haechan. —Yangyang susurró detrás de Ten mientras tenía los brazos cruzados.

—Ah, ¿Ahora si quieres hablarme? —preguntó Ten, trataba de entender a su hijo, pero a veces necesitaba darle su espacio.

—¿Te gusta? —Yangyang miró a los lados esperando que nadie hubiera escuchado su susurro.

Ten levantó la ceja, él sí que estaba enojado con Yangyang, no por cómo se comportaba con él, pero sí le molestaba cómo se comportaba con Renjun.

—Que gracioso eres. —Ten no contestó. —Mejor dime qué quieres hacer el día de tu cumpleaños, ¿Vas a invitar a casa a todos como en tus anteriores cumpleaños o vas a resolver tu mal carácter? —Miró a Renjun de reojo.

—Renjun es quien no quiere hablar conmigo. —Yangyang suspiró y se apoyó en el mostrador.

—¿Y por qué no lo arreglas? —Preguntó Ten.

Yangyang mordió su labio, quería ir a abrazar a Ten y que éste le hiciera mimos, que Ten le escuchara y le diera consejos sobre qué hacer, pero Yangyang seguía enojado con el mundo, estaba decepcionado, estaba triste y preocupado. Yangyang tenía miedo. 

—Es difícil. —Yangyang negó con la cabeza.

—Si te gusta no hay cosas que sean difíciles. —Ten murmuró. —Ve y pídele disculpas. ¿Por qué no, de una vez, le dice que te gusta? Me sentiría feliz de saber que él te cuidará cuando vayan a la universidad. —Ten hizo una pose pensativa.

Yangyang suspiró. Tenía miedo de ir a la universidad, tenía miedo de dejar a su padre y a su hermano solo, tenía miedo de no ser tan genial como Renjun creía que era. Y a veces la inseguridad te hace volverte alguien que ni siquiera eres.

—No necesito que alguien me cuide...

—Entonces actúa como un adulto. —Ten le dijo a su hijo con seriedad.

Ten conocía tan bien a su hijo, que se hacía una idea de lo que pudo haber pasado hace unos días. Yangyang tenía miedo de declararse a Renjun y era obvio, Renjun había sido demasiado directo, él jamás ocultó que Yangyang le gustaba, así que seguramente pensó que sería correspondido, pero la indecisión de Yangyang seguramente acabó con la paciencia de Huang. ¿O no?

Cuando Renjun recibió el mensaje de Yangyang se sorprendió, iba a ignorarlo, pero se dio cuenta de que el chico que le gustaba estaba en la entrada de su casa.

—¿Podemos hablar? —Preguntó Yangyang.

Renjun iba a ignorarlo, pero el chico más alto lo tomó de la mano.

—Lo siento. —Dijo Yangyang. —Lamento haberte pedido espacio y no darte una respuesta.

—Lo siento. —Dijo Renjun. —No debí haberte dicho lo que vi en la cafetería, solo quería que lo supieras para que no te tomara desprevenido.

—Eres la persona con la que menos puedo estar enojado. —Yangyang suspiró. —Lo lamento, lo que dijiste de mi papá y el papá de Haechan no era, no era lo que estaba esperando oír, mucho menos la forma en la que te hablé y... Ah, ese viaje salió completamente mal.

—Lo siento. —Repitió Renjun. —Es que ellos parecían coquetear yo solo quería decírtelo, y lo del beso... Perdón.

Renjun dejó pasar a Yangyang a su casa, allí Huang le dijo al otro que lo acompañara a su habitación, cuando Renjun sintió los brazos de Yangyang rodearlo se sintió muy tranquilo, Yangyang tenía una forma tan protectora de abrazarlo que siempre le hacía sentir a salvo.

—Nunca estuve enojado por lo del beso. —Yangyang suspiró. —He deseado besarte desde que me di cuenta de que me gustas, pero, no lo sé, supongo que he dejado pasar mucho tiempo pensando en que las cosas nunca iban a cambiar porque nos gustábamos mutuamente. —soltó un largo suspiro. —Tengo mucho miedo de que las cosas en mi vida cambien.

—Si es por lo de tu padre...

—Sí, mi papá Ten no tiene a nadie, solo a mí. —Yangyang suspiró. —De repente me aterró dejar a mi papá y a Chenle solos, Chenle incluso está saliendo con un HH, ¿Y si me llegan a necesitar y yo no estoy? ¿Y qué si regreso y encuentro algo completamente diferente a lo que dejé?

—Vamos, no es como si te fueran a sacar de su vida. —Renjun habló. —Solo...

Y Yangyang no quería decirlo en voz alta, a su padre Kun le fue tan fácil irse y tener otra familia con la madre de Chenle, las cosas seguían igual, pero era diferente cuando empiezas a hacerlo. ¿Y si Ten y Chenle lo sacaban de sus vidas? ¿Qué tal si regresaba y su padre ya estaba saliendo con el padre de Haechan? ¿Qué tal si Chenle y aquel sujeto llamado Jisung eran novios cuando regresara? ¿Qué pasaba si se olvidaban de él?

Y no solo eso. Yangyang sentía que no podía cuidar a todos, porque Renjun le había tenido que pedir que fueran novios porque él no encontraba el momento de hacerlo.

—¿Sigue en pie tu pregunta? —preguntó Yangyang con lentitud y despegándose de Renjun y observando sus ojos.

—¿Cuál? —le preguntó.

—Cuando estábamos en nuestra habitación me preguntaste si quería ser tu novio, ¿Realmente quieres que lo sea? —preguntó Yangyang con un tono preocupado.

Renjun solo asintió.

—¿No te asusta? —preguntó Qian. —Que peleemos y sea incómodo vivir en el dormitorio...

—No sé. —Dijo Renjun. —Cuando te pedí que fueras mi novio y me dijiste "debo pensarlo", me asusté porque yo pensé que te gustaba. —Renjun bajó la mirada. —Y simplemente me aparté porque ya sabes lo que siento por ti, es tu turno de elegir y si no me quieres... —Mordió su labio con nerviosismo. —Lo aceptaré...

—Te adoro. —Yangyang le volvió a abrazar. —Nunca había tenido algo como esto, y me aterra perder a un amigo tan lindo e inteligente por mis miedos e inseguridades.

Renjun suspiró, abrazó más a Yang y le miró, sus estaturas eran perfectas para el otro, Renjun cabía tan bien en los brazos de Yangyang que se sentía tan seguro y cómodo en ese lugar, más por aquellas palabras cursis que siempre deseó escuchar.

—Cuando era más pequeño me gustaba Jeno. —Renjun susurró. —Pero Jaemin es mi mejor amigo y decidí hacerme a un lado para no lastimar nuestra amistad. También cuando entramos al curso, Haechan se me pegaba diciéndole que le gustaba solo para atraer la atención de Mark. —Soltó una risa. —Supongo que crecí sintiéndome como el tercero en discordia, así que cuando llegaste guardé mis sentimientos esperando que nunca se notaran, pensé que si los decía ahora, algo bueno pasaría, por eso ya no quiero tener miedo, al menos no contigo.

Yangyang sabía algunas cosas de Renjun, no por él, sino por Jaemin o por lo que él mismo había visto, él tampoco quería que Renjun se sintiera de esa forma.

—Entonces prometo tampoco tener miedo contigo, eso implica mostrarme como soy, con mis miedos, inseguridades y con la promesa de que no me alejaré de ti si tú te mantienes en mi vida. —le preguntó.

Renjun soltó una ligera risita, Yangyang era un sujeto excepcional, un amigo con el que podía ser quien era Renjun en verdad, Renjun agradecía que Yangyang hubiera llegado tiempo después, pero, como ahora, el chico fuera solo para él. Renjun sentía que todas sus desdichas en el amor habían valido la pena solo para poder crecer y encontrar algo que le hiciera bien.

—Eso suena bien. —Renjun sonrió. —Pero me preocupas, ¿Qué harás con el tema de tu papá?

—Creo que hablaré con él. —Suspiró Yangyang. —Y también hablaré con Chenle.

—Estaré a tu lado si me necesitas. —Renjun le sonrió y cruzó sus brazos.

Renjun cerró los ojos y Yangyang le dio un beso en la frente a su pareja, tenía cosas que arreglar antes de su fiesta de cumpleaños.

Continuará...

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—Papá, ¿Podemos hablar?—Yangyang se acercó a Ten mientras estaban en la cocina de su casa. 

Ten estaba preparando algunos bocadillos e iba de un lado a otro sin prestarle mucha atención a su hijo.

—Ahora no, tus amigos no tardan en llegar y tienes a Chenle, a su amigo y a Renjun allá afuera inflando globos.—Ten frunció el ceño. —¿Qué es tan importante?

Yangyang tomó aire, era la fiesta de su cumpleaños, había invitado a sus amigos para que pasaran el día en su casa. No tardarían en llegar. Chenle estaba feliz con la decoración, había encontrado una forma de "esclavizar" a Jisung, el nuevo amigo o pretendiente que tenía. Por su lado, Renjun quería ayudar a su novio a que su fiesta de celebración saliera bien. 

—Quiero hablar contigo.—Yangyang tragó saliva. —Era la razón por la que te estuve ignorando. 

Ten rodó los ojos. 

—Estabas enojado, ¿Por qué?, no lo sé, pero no me sorprende.—Ten solo resopló. 

—¿Por qué compraste anillos de promesa y los usas en el cuello?—cuestionó Yangyang. —Solo quiero saber si conociste a alguien o qué tipo de anillos son. 

Ten soltó una risita evasiva, si era sincero todavía no estaba consciente de sus propios sentimientos como para hablarlos con su hijo. Por eso trataba de cambiar el tema cada vez que Yangyang quería indagar. 

—Me los regalaron.—Suspiró Ten sin dar más explicaciones. 

—¿Quién? ¿Un novio?—preguntó Yangyang. 

—No, fue un vagabundo que visitó la tienda y no tenía forma de pagar.—Tergiversó todo lo que había ocurrido. 

Yangyang solo hizo una mueca de disgusto, no entendía por qué su padre era tan evasivo, solo quería saber si realmente lo que oyó de él y del señor Johnny era verdad. 

—Oh.—Yangyang exclamó.—¿Puedes ser sincero?—preguntó.—Quiero que me digas la verdad antes de irme.  ¿Te gusta algún HH?

Ten rodó los ojos. 

—¿Por qué preguntas eso? ¿Qué te picó?

—¿Por qué lo pregunto?—Yangyang se oía un poco preocupado.—Porque soy el único HH en esta casa, cuando me vaya probablemente Chenle y tú se queden desamparados, allá afuera hay otro HH que quiere estás con mi hermano, pero aún así sale mi vena protectora con él y también saldría contigo... 

—Yangyang, solo has tu vida.—Ten empezó a servir algunos platos. —No tienes que preocuparte por mí o por Chenle, estaremos bien y estaremos para cuando regreses. Incluso si Chenle se va a la universidad el próximo año, yo voy a estar bien. 

Yangyang hizo una muequita, hablar de forma directa con Ten, cuando el mayor no quería hablar era muy difícil, a veces se inventaba historias para quedar bien librado, otras se inventaba historia asombrosas que eran preocupantes, Yangyang no quería dejar a su padre solo. 

—No quiero que elijas a un mal HH mientras no puedo cuidarte.—Yangyang soltó.— Eliges a personas muy "random" cuando te gusta alguien.—dijo.—Y luego finges que nada pasó, cuando era niño solías decir que tenías un novio muy guapo y rico, pero que lo dejaste ir por mi padre.—Mordió su labio. —Es algo que dicen todas las madres, pero siento que tú si dejarías a alguien que vale la pena por irte con alguien con quien... 

—Yangyang... —Ten lo detuvo.— No voy a salir con alguien malo, ni siquiera sé si voy a salir con alguien.—Soltó un suspiro. 

Ten soltó una risita, cuando Kun salía de viaje, Ten se quedaba con Yangyang y le hablaba de los novios que había tenido, Ten siempre mencionaba que había tenido un ex muy, muy guapo y rico, pero que Ten lo había dejado porque se enamoró de Kun. Yangyang siempre lo regañaba porque quería pasar tiempo con Kun y Kun nunca estaba, o porque podría ser rico y Ten lo dejó ir. Ten nunca dijo que realmente ese ex si había existido, pero las razones por las que lo dejó habían sido totalmente erróneas a lo que decía. 

—Él me cae bien.—Yangyang bajó la mirada. —Es un buen sujeto, es divertido y es un buen papá. 

Ten le miró con curiosidad. 

—¿De qué hablas?—Ten le preguntó. 

—Del papá de Haechan.—Susurró. —Renjun me dijo que los vio en la cafetería y tú peinabas su cabello con naturalidad. 

Ten soltó un soplido muy cansado. 

—¿Es por eso que lo evitabas?—Preguntó Ten. Luego frunció el ceño.— Renjun siempre ha estado al pendiente de ti y todavía te enojas por algo que vio, ¿Te enojaste con él por algo qué es mi culpa?—Ten era igual a Yangyang, alguien demasiado emocional y conflictivo con quienes tenía confianza. 

—Renjun y yo solucionamos nuestros problemas.—Yangyang encaró a Ten.—Es mi novio y voy a tratar de no equivocarme con él, pero lo que quiero es que cuando yo no esté, nadie te haga llorar a ti o a Chenle. 

—Yang.—Ten mordió su lengua para evitar decir todo lo que quería. —Te lo dije, tú no tienes que tener un rol que no te corresponde, eres mi hijo y eres el hermano de Chenle, no eres el jefe de familia, no puedes evitar que tu hermano y yo vivamos nuestra vida y cometamos nuestros errores cuando tú tienes que vivir tu propia vida. 

Yangyang se sentía responsable por lo que les pasara a sus donceles, por eso tenía miedo de irse, tenía miedo de encontrarse solo, tenía miedo de ser el mismo y era algo con lo que estaba luchando desde hace tiempo, cómo ponerse un límite con su familia. 

—¿Y qué tal si me necesitan y....?

Ten abrazó a Yangyang, le dio un buen abrazo, uno fuerte y reconfortante. Ten restregó su mejilla junto a la de su hijo y le miró de una forma muy tierna. 

—Hijo, solo estaremos lejos por la distancia.—Ten mencionó.—Tú no nos debes nada, y tú no eres igual a tu padre Kun, no nos vas a olvidar y sé que tú no nos vas a lastimar. —Ten cambió de tema.—Solo no embaraces a tu novio o yo mismo voy a cortarte los...

—¡Por qué dices cosas tan vergonzosas!—Yangyang se sonrojó.

Ten sabía bien como callar a sus dos criaturas. 

—Mira, sé que estás preocupado, sé que Johnny es una persona agradable, pero confía en mí ¿sí? Yo soy el adulto, y aunque eres mi hijo no sabes lo que significaría para mí iniciar una relación con él. Por eso te pido que confíes. —Soltó el adulto. 

—¿Te gusta?—preguntó Yangyang. 

—Lo hace y mucho.—Ten le sonrió.—Pero no lo digas, si Haechan reaccionará como tú, prefiero olvidar ese gustito por Johnny.—Soltó un bufido.—Así que ve a recibir a tus invitados. 

Los chicos llegaron a la casa de los Qian un poco pasadas las 8 de la noche. Llevaban regalos y muchas ganas de comer; abrazaron y felicitaron a Yangyang y se sentaron en la mesa. 

—Chicos, quería presentarles a Jisung, él es mi admirador secreto.—Mencionó Chenle presentando a su invitado. 

—Ow, estoy tan feliz.—Jaemin le dio a Jisung un abrazo por la espalda.—En algún momento espero que se presenten como novios.—Les guiñó un ojo. 

—Jaemin.—Jisung gruñó avergonzado. —Aún es pronto para hablar sobre un noviazgo. 

—Ten cuidado.—Renjun se rio.—Los hermanos Qian pueden tardar más de dos años en decidirse si realmente te quieren o no, podrías tardar años en ser el novio de Chenle.

—Renjun.—Yangyang frunció el ceño. 

—No tardaremos tanto como tú y mi hermano, ni como Jeno y Jaemin, o como Mark y Haechan.—Chenle cruzó sus brazos. 

—Sí, desde que entré a la preparatoria Jaemin estaba enamorado de Jeno y se metió en mi vida amorosa antes de completar la suya.—Jisung miró a Jaemin.—¿Cuánto tardaron para empezar a salir?—Le preguntó a Jaemin. 

—Lo he educado tan bien.—Chenle se rio con maldad.—Me lo voy a quedar. —Tomó la mano de Jisung. 

Y es que Jisung había preguntado directamente lo que todos pensaban. Jeno solamente se quedó congelado en su lugar, el solo oír que Jaemin estaba enamorado de él le hacía sentirse extremadamente feliz. 

—No salimos.—Jaemin trató de sonreír.—Quizá lo hagamos cuando Renjun y Yangyang sean novios.—Rodó los ojos. 

Renjun y Yangyang sonrieron, el cumpleañero abrazó a su pareja y le dio un pequeño beso en la mejilla. Era el momento de hacer pública su relación frente a sus amigos. 

—Nosotros ya somos novios.—Dijo Renjun con una enorme sonrisa. 

—¡Felicidades!—Haechan gritó y se fue a abrazar a sus amigos. 

—Ya era hora.—Mark soltó con una ligera risita. 

Jaemin hizo un gesto a Renjun y le sonrió de lejos, estaba demasiado emocionado por su mejor amigo, de verdad que lo estaba. Mientras tanto, Jeno solo pensaba en que quizá lo que había dicho Jaemin era verdad, ellos debían de comenzar a salir cuando Renjun y Yangyang se declararan. Jeno no iba a llegar a ningún lado si no le hacía caso a su papá Doyoung y no daba el primer paso. 

Continuará... 

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El beso que se estaban dando no era una broma, era tan apasionado, tan fuerte, hambriento, pasional y al mismo tiempo estaba cargado de una ternura y cariño infinito, era un verdadero amor que por mucho tiempo estuvo disfrazado de amistad. 

Cuando se separaron simplemente se miraron a los ojos y se volvieron a besar, ahora el más fornido tomó al otro de la cintura y lo acercó a él, el otro simplemente tomó a Jeno del cuello para atraerlo a él, evitando que sus cascos de ciclismo chocaran. 

—Tu padre tenía razón.— Jaemin soltó un jadeo mientras miraba a Jeno con coquetería.—No puedo seguir esperando a que te declares. 

Jeno miró a Jaemin con los ojos abiertos, se sentía terriblemente nervioso ante la mirada directa del otro joven. Jaemin era atrayente y misterioso, era tan atractivo que Jeno temía que estuviera soñando. 

—¿Por qué te declararías?—Jeno preguntó con una carita de cachorro Samoyedo de esos que Jaemin tanto amaba. 

—Porque me gustas.—Jaemin le miró con seriedad.

¡Al fin! Lo había dicho con seguridad y con firmeza, Jaemin al fin, después de muchos años de amistad, se le había declarado a Jeno. Al fin le había dicho sus sentimientos de una forma seria y no como una broma. 

Los dos chicos de nuevo habían ido a una rodada en bicicleta, les gustaba mucho el ciclismo de montaña, más que el de ruta, así que ese día decidieron irse a perder en alguno de los pueblitos cercanos a la capital, habían decidido que irían a comer y luego regresarían a casa. 

Cuando iban de regreso a Jeno se le ponchó una llanta, tuvieron que orillarse y parcharla antes de seguir o si no nunca llegarían, pero cuando se dieron cuenta de que ya estaba listo, Jaemin simplemente tomó a Jeno por la muñeca, lo miró y lo besó. 

Jaemin creyó que Jeno lo alejaría, pero al parecer le había gustado ese beso, porque lo correspondió con mucho ánimo. 

—¿Te gusto?—Jeno mordió su propio labio.—¿Por qué? Soy muy aburrido y... 

—Porque eres sexy.—Jaemin sonrió. 

Jeno se sorprendió por la respuesta de Jaemin, pero no era lo que estaba esperando. 

—Te gusto por mi físico.—Jeno asintió. 

Jaemin soltó una ligera sonrisa. 

—Entre muchas cosas.—Jaemin habló. —No eres aburrido, eres mi mejor amigo y aunque seamos opuestos, pienso que nos complementamos bien.—Miró a Jeno y acarició su cuello.—Yo soy el lindo, tú eres el rudo, tú eres el que ama comer y yo amo cocinar, tú amas jugar juegos y yo amo verte jugar, a ti te gusta preparar café y a mí me encanta tomarlo, me gusta tomar fotografías y a ti te encanta ser mi modelo, a ti te gusta andar en bicicleta y a mí me encanta compartir tiempo contigo.—Jaemin le miró.— Compartir hobbies ha hecho que me enamorara mas de ti. 

—Pero Nana...—Jeno iba a decir algo, pero Jaemin el puso su dedo índice en la boca interrumpiéndolo. 

Jeno se enojó un poco por lo atrevido que era Jaemin al no dejarlo siquiera ponerse en un plan de víctima, así que Jeno miró los ojos de Jaemin y con suavidad besó su dedo. Jaemin se sorprendió bastante y retiró su mano. 

—Me gustaría que hubieran sido tus labios, de nuevo.—Jeno le coqueteó directamente. 

Jaemin tomó con pena su dedo y lo abrazó con su otra mano. Se sentía avergonzado. Ah, debió de utilizar todo su valor, porque en ese momento se sentía demasiado tonto, ¿por qué había besado a Jeno en primer lugar? ¿Qué estaba esperando?

—Jeno, estoy tratando de declararme.—Jaemin tenía las mejillas y las orejas de un color rojo intenso. 

—Y yo te estoy correspondiendo, solo nos estamos saltando la parte que nos avergonzará. ¿No es cierto?—cuestionó. 

—¿Estás haciendo esto por Renjun y Yangyang? ¿No quieres quedarte atrás? —Le preguntó Jaemin con curiosidad. 

—No, sé desde hace tiempo que a Yangyang le gusta Renjun.—Dijo y luego miró a Jaemin.—Y sé que ellos serían felices, felices como yo quiero serlo contigo. 

Jeno miró su mano extendida y luego la apretó con valor, quería tomar a su destino con sus manos, quería ser lo que él esperaba de sí mismo, así que miró a Jaemin y le sonrió. 

—¿Qué tiene tu mano?—le preguntó Jaemin a Jeno al ver que el otro le miraba fijamente. 

—Mi papá decía que cuando tomas de la mano a la persona que te gusta puedes sentir magia.—Jeno miró a Jaemin.—Nos hemos tomado mucho de las manos, en el baile de graduación en los juegos de verdad o reto, cuando nuestras manos chocan mientras preparamos bebidas, mientras bailamos un vals en la cafetería, en infinidad de momentos y nunca he dudado que tú seas la persona que más me gusta.

Jaemin sintió sus ojos humedecerse, no entendía por qué se sentía tan aliviado, todo el miedo que tenía había desaparecido, había dejado de sentirse como un niño asustado para ser un hombre, o al menos un universitario que quería pasar el resto de su vida con su compañero de cuarto. 

—¿Así que tú también lo has sentido?—Jaemin le cuestionó. —Todo se siente tranquilo cuando tú estás a mi alrededor. 

—Es como se debe sentir una relación.—Jeno sonrió. —O al menos eso me imagino, siento que tener una relación es como salir tu mejor amigo, no esperar nada, alegrarte cuando sucede algo bueno, no abandonarle cuando pasa algo malo y no esperar nada a cambio más que experiencias y momentos memorables que te hacen ser quien eres. 

—Uh, no me digas eso.—Jaemin rio.—Haechan se sentirá celoso al saber que le quitaré a su mejor amigo. 

Jeno rio. 

—Al igual que Renjun, Renjun dice que los novios son pasajeros y los amigos no.—Jeno sonrió. —Pero yo no quiero ser pasajero.—Se acercó a Jaemin y le peinó el cabello del flequillo.—Yo quiero ser la única persona con la que pienses en bailar alguna canción de Sheeran en tu boda, en nuestra boda.

—Mierda, Jeno.—Jaemin le sonrió de una forma muy hermosa.—Se supone que yo te iba a coquetear a ti, no tú a mí. 

Y es que los momentos eran ideales, a veces las relaciones no se daban por una u otra razón, pero pasaban cuando las dos personas estaban listas para ser afectivamente correspondidos. Cuando tenía que suceder. 

—Este viaje era para declararme.—Jeno frunció el ceño.—Que me hayas besado de repente no alterará mi plan.—Se rio. 

—Que lindo eres.—Jaemin le abrazó. —Ambos tardamos demasiado, pero... Estamos juntos ahora ¿no?

—Sí, siempre y cuando no lleves HH a nuestro dormitorio... nunca. —Bromeó.— Me pondré en modo protector si eso pasa.—Frunció el ceño. 

—Tranquilo.—Jaemin le dio palmaditas en su cabeza.—Solo dije eso para ponerte celoso, parece que funcionó. Todo me ha salido bien, eso es bueno. 

—Es porque mereces cosas buenas.—Jeno le dio un beso en la frente. —Pero.—Jeno aclaró su garganta.—No le digamos al grupo sobre nosotros, dejemos que ellos se den cuenta o pensarán realmente que la relación del "Renyang" realmente nos hizo ser novios. 

—Le diré a Renjun. —Jaemin sonrió. 

—Y yo a Mark.—Jeno contestó.—Al menos ellos saben guardar el secreto, no sé qué hará Haechan cuando se entere, probablemente me saque de nuestro dormitorio y quiera quedarse contigo. 

—Organizaré una pijamada con Renjun y Haechan, quizá también invite a Chenle.—dijo Jaemin.—Les diré allí. 

—¿Por qué eres tan bonito?—preguntó Jeno de repente. 

—¿Qué?—Jaemin se sonrojó. 

—Ya es tiempo de que diga todos los pensamientos que tengo de ti en voz alta.—Jeno le sonrió.—Vamos a darnos prisa, ya casi oscurece, te acompañaré a casa. 

Jaemin solo pudo asentir y ambos se subieron a sus bicicletas y siguieron su camino, porque aún estaban empezando y tanto en su rodad como en su vida de pareja, aun tenían muchas cosas que recorrer porque aun estaban en el principio.  

Continuará... 

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—Oye pa, tengo una pregunta. —Mark dijo por teléfono. —Es sobre los anillos que eran tuyos y de papá Taeyong. —Hizo una pausa. —¿Recuerdas que me los ibas a dar cuando me casara?

—Sí, sí lo recuerdo. —Jaehyun soltó una ligera risa al otro lado del teléfono. —¿Qué tienen? ¿No te quedaron?

—¿Tenían qué quedarme? —Preguntó Mark con curiosidad. —Solo quería saber si me los darías en mi boda o...

—Mark. —Jaehyun lo interrumpió. —El día de tu graduación pensé en dártelos, solo que no tuve tiempo, luego me di cuenta de que los olvidé en casa de Johnny, le dije que te los diera. ¿No te los devolvió?

—No. —Dijo Mark con una mueca. —No lo sabía.

—Quizá se le olvidó, tiene mucho trabajo últimamente, además está un poco triste por la idea de que Haechan se irá. —Jaehyun suspiró. —Hablando de eso, ¿Por qué preguntas por esos anillos? ¿Llegó alguien a tu vida a quién quieras dárselos? —Soltó una ligera risa.

—No. —Mark se avergonzó. La idea de los anillos había salido por culpa de Haechan, quien usaba un anillo muy similar al de sus padres, Mark solamente los recordó y quiso saber en dónde estaban, ahora tenía una idea.

—Oh, pensé que sí. —Jaehyun suspiró. —Esos anillos son tuyos, ya no son míos, así que debes ser cuidadoso a quién se los das, es a la persona que amarás por siempre y no se lo podrá quitar hasta que tú le dejes de querer y viceversa.

Mark soltó un suspiro, tenía la ligera impresión de que el anillo que Haechan usaba era el de su padre, no, más bien el suyo y por eso no se lo podía quitar, porque Mark no había, ni pensaba en dejar de querer a Hyuck de la forma en la que lo hacía.

—Los cuidaré bien. —Mark sonrió. —Gracias, papá, nos llamamos después.

Jaehyun se despidió y colgó. Una vez que Mark terminó su llamada se dirigió a la casa vecina. Allí tocó el timbre, se sorprendió de que Johnny le abriera, pero se sorprendió más por un ramo de girasoles que el hombre tenía en la mano.

—Hola, Mark. —Saludó Johnny. —¿Qué te trae por aquí? ¿Vas a la cafetería?

—Hola, señor John. —Saludó Mark. —Venía porque mi padre me dijo que había olvidado en su casa un par de anillos de promesa, quería saber si aún los tiene.

Johnny solo ladeó su cabeza.

—Le dije a Haechan que te los diera. —Johnny hizo una mueca. —Él debe tenerlos. Le dije de eso hace semanas.

Mark solo puso los ojos en blanco, sabía que esos eran sus anillos y ahora estaba enojado. ¿Por qué Haechan se los había puesto?

—Le preguntaré directamente. —Dijo Mark con una mueca. —Gracias.

—De nada. —Johnny se detuvo. —¿Vas a la cafetería? —Mark solo asintió. Johnny se mordió los labios y sonó nervioso. —¿Podrías llevarle este ramo a Ten? Me encargó unas flores y creo que éstas son perfectas para su negocio.

—Claro. —dijo Mark.

—Ven, te llevo. —Johnny sonrió y desactivó la alarma de su auto y empezó a subirse.

Mark debía admitir que los girasoles que tenía en las manos eran demasiado grandes y hermosos, seguramente al señor Ten le gustarían, pero eso era raro. ¿Por qué el señor Johnny le daría flores al señor Ten? ¿Acaso ellos volverían a salir?

Mark entró a la cafetería y se dirigió al mostrador donde estaba Ten leyendo su celular.

—Jefe Ten. —Mark llamó su atención. —Le mandan estas flores.

Ten solo sonrió, acababa de recibir un mensaje de Johnny diciendo que esperaba que el regalo que le envió le gustara. Ten solo sonrió, amaba los girasoles porque era el tatuaje de Johnny tenía en el antebrazo, Johnny era un oso y un girasol, esas eran sus marcas, tan grande como para protegerlo y tan brillante y feliz.

—Son preciosas, gracias, Mark. —Ten sonrió sin tomar el ramo. —Voy a buscar un jarrón para ponerlas.

Mark observó a Ten subir por las escaleras para ir a la bodega de utensilios, no contó que un moreno curioso se pegaría a él, pero era perfecto porque Mark tenía cosas que hablar con él.

—¿Por qué cargas girasoles? —preguntó Hyuck con curiosidad. —¿Te gustan?

—Sí, me gustan. —Mark suspiró. —Haechan, necesito preguntarte algo.

—¿En qué sentido te gustan los girasoles? ¿Son importantes para ti? —cuestionó el moreno. —¿Se relacionan contigo? Eres la primera persona que veo que entra con girasoles a este lugar... Ah... ¿No pudo ser alguien más? No sé, un guapo billonario o algo...

—¿De qué hablas? —preguntó Mark un poco confundido.

Haechan estaba al borde de llorar, recordó las palabras del vagabundo de la otra vez, "tu alma gemela tiene que ver con girasoles" o algo así, Haechan iba a entrar en una horrible crisis, el destino apuntaba otra vez que Mark y Haechan estarían unidos como pegatinas por siempre.

—¿Por qué tienes que ser tú? —Haechan hizo un puchero. —No te ves como mi alma gemela.

—¿Qué? —Mark abrió los ojos con sorpresa.

—Mark, ¿Me permites los girasoles? —Ten ya había llenado de agua un jarrón para poner las hermosas flores.

—Esperen, ¿Son de usted? —preguntó Haechan mirando a Ten.

—Sí, son mías. Son lindos ¿no es cierto? —Ten dijo con orgullo.

—Lo son. —Haechan sonrió. —Me alegro, pensé que eran de Mark.

Ten soltó una ligera risa, el hombre había escuchado lo que el abuelo de Haechan había dicho cuando fue a la cafetería, que su alma gemela tenía que ver con girasoles, quizá había sido una coincidencia para Ten también.

—¿Lo dices por la advertencia de tu alma gemela? —Ten soltó una ligera risita. —Ese vagabundo dijo que tu alma gemela se relacionaba con girasoles, ¿No es cierto? Aunque nunca especificó que las flores deberían ser para ti. —Hizo una mueca.

Haechan abrió los ojos y Mark abrió la boca. Que incómodo había sido aquel comentario, pero a Ten no le interesó y tomó su jarrón de flores y se lo llevó para ponerlo en un mueble a la vista de todos, estaba feliz, Johnny solía enviarle flores cuando eran jóvenes y era un gesto lindo que lo volviera a hacer.

—Wow, no diré nada. —Haechan negó con la cabeza. —Bien, iré a trabajar.

—Haechan... —Mark lo llamó.

—Mira, un día de lluvia vino un vago a decir algo sobre las almas gemelas. La verdad no recuerdo, pero fue raro. No te lo tomes tan personal, no creo que tú seas mi tipo. —Haechan se cruzó de brazos.

Mark soltó un suspiro, él iba a preguntar otra cosa antes de que Haechan lo atacara con la historia de los girasoles.

—No es eso. —Mark resopló. —Tu papá dice que tienes mis anillos. ¿Me los puedes dar? Por favor.

La cara de Haechan se puso blanca, instintivamente guardó su mano en el bolsillo y negó con la cabeza. Se sentía atrapado. ¿Cómo podía darle la vuelta y salir bien librado? Pensó que Mark jamás se enteraría.

—Los tengo en mi casa. —Haechan mintió. —Te los daré luego ¿Está bien?

Mark lo miró directamente y con autoridad, tomó la mano del moreno y le enseñó el anillo.

—Has estado usando esto por mucho tiempo ¿No? —Mark se veía decepcionado. —¿Dónde está el otro?

Haechan rodó los ojos y sacó de su cartera el otro anillo. Mark lo tomó con cuidado y suspiró.

—En mi defensa, los iba a devolver. —Haechan negó con la cabeza. —Nunca pensé que se quedaría atorado en mi dedo... ¿Tienes alguna idea de por qué se quedó atorado? —Hyuck miró a Mark de una forma reprochadora.

—Debe haber otra razón. —Mark jaló el anillo del dedo de Haechan y éste seguía atorado.

—¡Niños! —Ten llegó.—Tenemos trabajo.

El hombre se veía demasiado enojado, tenían demasiados clientes como para que sus dos reposteros estuvieran peleando en frente de todos por culpa de unos anillos de los cuales Ten ya sabía de su existencia. El hombre no sabía por qué esos dos mocosos no arreglaban sus sentimientos y eran sinceros con el otro, se ahorrarían demasiado drama.

—Lo siento. —Mark se disculpó con su jefe.

—Mark, dame ese anillo. —Ten le ordenó. Mark se lo dio con un poco de miedo. Ten sin dudarlo lo metió en su propio dedo anular de la mano izquierda, lo mostró y luego se lo quitó. —Sale perfectamente de mi dedo. —Ten susurró. —Y ambos saben el por qué no sale del dedo de Haechan —Ten tomó la mano de Mark y le puso el anillo. —Ahora, los quiero trabajando. —Ten miró a Hyuck. —Los girasoles me llevarán con mi alma gemela a mí y yo te llevé con la tuya, Haechan. —Le sonrió.

Ten les ordenó que se fueran a la cocina, los dos chicos caminaron como si hubieran sido regañados, Mark intentaba quitarse el anillo que le habían puesto, pero no podía quitárselo sin arrancarse el dedo.

—Mierda, no sale. —Mark mordió el anillo y jaló con sus dientes.

—Ni saldrá. —Haechan suspiró. Miró a Mark. —La única forma para que salga es romper la promesa.

—Mierda. —Mark maldijo de nuevo. —No me gustas, Hyuck, no te amo, no te quiero y no sé por qué el anillo sigue aquí.

—Supongo que por la misma razón que el mío sigue en el mismo lugar. —Haechan suspiró. —Creo que saldrá cuando dejes de amarme. —Haechan rio. —Sabía que te gustaba desde hace tiempo, todos caen ante mis encantos. —Haechan sacudió su cabello y batió sus pestañas.

Mark soltó una ligera risita. Luego miró a Haechan y le enseñó su anillo.

—Te gusto desde los 4 años, Donghyuck. —Mark lo encaró. —No creas que no sé que molestarme es la forma en la que crees que llamas mi atención. Tal vez si dejaras de amarme, el anillo saldría. —Rodó sus ojos.

—¡No me gustas desde los cuatro! —Hyuck gruñó. —¡Deja de quererme primero! —Le gritó.

—Ah, niños, los mandé a trabajar. —Ten apareció tras ellos. —Vayan a sus casas, no los quiero ver aquí, tómense el día.

Mark y Haechan salieron de la cafetería, ambos iban muy enojados con el otro, pero aun así iban juntos porque iban a la misma dirección, Ten no podía entenderlos.

—Incluso su declaración amorosa fue una pelea. —Jeno sonrió. —Sabíamos que habría gritos cuando lo hicieran.

—¿Eso fue una declaración? —Ten rodo los ojos. —Fue espantoso.

—Han estado enamorados desde antes de que yo entrara a sus vidas. —Jeno levantó los hombros. —Su forma de quererse es un poco extraña. A Haechan le cuesta aceptar los sentimientos que tiene.

—Al menos ya saben que se gustan. —Dijo Yangyang atrás de Ten.

—Ellos siempre lo han sabido. —Jeno hizo una mueca de disgusto. —Eso es lo peor. El papá de Haechan, los papás de Mark, nuestros amigos, nosotros, todos lo sabemos, pero es la primera vez que lo dicen en voz alta, bueno, que lo dicen entre gritos.

—¿Y qué crees que pase entre ellos? —Ten le preguntó a Jeno.

—Harán como que nada pasó. —Jeno susurró. —Pero esos anillos de promesa los harán cambiar, no pensé que realmente funcionaran.

Ten respiró un momento, luego observó su collar, allí traía los dos anillos que le había dado el señor Sooman, quizá debería darle el suyo a Johnny, quizá sus promesas podrían hacerse realidad ahora.

—Por cierto, pa, ¿Quién te mandó esas flores? —Yangyang observó los girasoles.

—Oh, ya sabes quién. —Ten susurró a su hijo.

—Rayos, y yo que pensé que Chenle sería el único hermanastro gritón que tendría en mi vida. —Yangyang suspiró y negó con la cabeza.

Jeno soló sonrió, sabían que hablaban de Johnny y se sentía feliz por la relación que el padre de Haechan y el de Yangyang tenían, aunque tampoco estaba seguro de cómo reaccionaría Haechan, el chico no aceptaba a Mark como parte de su vida, no sabría cómo reaccionar al enterarse que su padre estaba dándole su corazón a otro doncel.

Continuará... 

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Johnny abrió la puerta, observó a Ten, era extraño, nunca pensó que Ten algún día se presentaría frente a su casa, Suh le dejó pasar. Ten entró un poco apenado.

—¿Está Haechan aquí? —preguntó Ten con curiosidad.

—No, se fue a dormir a casa de Jaemin. —Johnny soltó una risa. —Jaemin va a ser su roomie por los próximos cinco años, no sé por qué quiere pasar tanto tiempo con ellos, podrán hacer pijamadas siempre que quieran.

Ten puso su mano en su barbilla y observó al hombre alto, una parte de él estaba un poco nerviosa por quedarse en la casa de un HH cuando las intenciones entre ellos eran obvias, pero por otro lado también sentía que debía informarle que su frase había sido completamente incorrecta.

—No, tenía entendido que Jaemin era el compañero de cuarto de Jeno, créeme lo dicen mucho en la cafetería. —Ten mencionó.

—¿Insinúas que mi hijo me mintió? —Johnny soltó una risa nerviosa.

—Sé que a Haechan le tocó con Mark, pelearon por eso la semana que fueron y actualmente no se hablan por culpa de unos tontos anillos de promesa que les puse. —Ten miró a Johnny.

Éste se sorprendió y ofreció asiento al doncel en su sala, Johnny se sentó en el sillón de al lado y miró con interés a Ten, Suh quería saber por qué su hijo se había peleado con Mark, otra vez. La relación de Haechan y Mark era básicamente "pelea y disculpa", o quizá no había disculpa, simplemente Mark siempre era amable y Haechan trataba de no hacer sus comentarios de nuevo.

—Espera, ¿Cuáles anillos? —Johnny suspiró. —Haechan dijo que no tenía por qué preocuparme, dijo que su compañero de habitación es un doncel. —Negó con la cabeza. —No estoy entendiendo.

Ten empujó su lengua en su propia boca, ah, sentía que debía decirle a Johnny la verdad, pero al mismo tiempo no le correspondía, él solo era el jefe de los "niños", pero al mismo tiempo podía entender a Johnny, si Yangyang o Chenle no le decían la verdad prefería que alguien más lo hiciera.

—Haechan es compañero de Mark. —Ten habló. —Compartirán habitación.

—Oh, bueno, no es tan malo, no entiendo por qué no me lo dijo. —Johnny quiso sonreír, pero no pudo. —Quizá piensa que cambiará de habitación con Jeno en cualquier oportunidad y por eso no me lo había contado, Haechan suele ser muy manipulador cuando quiere algo...

Johnny justificó a su hijo, quería recordar que su pequeño era una buena persona, que podría valerse por sí mismo.

—Supongo, o quizá solo lo dijo para que no te preocuparas, Haechan te describe muy sobreprotector, si no te conociera, siento que serías el típico padre celoso que no quiere dejar a su único hijo se quedara con un HH. —Ten comentó.

—Pero es Mark. —Johnny soltó un suspiro resignado. —Me convencí a mí mismo que, probablemente, Haechan se casaría con un sujeto como Mark, fingen pelear, pero se preocupan mucho por el otro.

—Lo sé. —Ten sonrió. —Son un dúo muy completo, debo decir que todos mis trabajadores son los mejores, contratarlos por duplas ha sido una gran idea.

—Por cierto, ¿qué es eso de los anillos de promesa que dijiste? ¿Les pusiste unos?

Ten simplemente asintió y observó a Johnny, había cambiado con los años, pero se sentía exactamente igual, como el joven al que tanto amó.

—Haechan se puso un anillo que Jaehyun le había heredado a Mark, luego yo le puse a Mark un anillo y pues, ninguno de ellos se lo puede quitar. —Explicó. —Hablando sobre anillos. —Ten se quitó el collar que tenía en el cuello, Johnny se sorprendió por verlos. —Tú padre visitó la cafetería.

—¿Mi padre? —Johnny dijo confundido. —¿Y qué pasó? ¿Cómo? ¿Qué hizo? ¿Haechan estaba allí?

—Haechan lo atendió, al parecer no sabía que era su abuelo, tu padre vestía como un vagabundo—Ten suspiró. —Ellos estuvieron hablando, cuando me dijeron sobre la situación y fui a ver, tu padre le dijo a Haechan que su alma gemela tendría que ver con girasoles. —Sonrió. —Dejé que Haechan se fuera y el señor Sooman me dio estos anillos.

—Los regresó. —Johnny suspiró. —No puedo creerlo.

Ten se los entregó a Johnny. Johnny los tomó entre sus manos y los observó, eran dorados y era extraño como al final la misma persona siempre se los entregaba.

—Son tuyos. —dijo Ten con un tono suave.

—Nuestros, uno era tuyo, el otro mío. —Johnny observó a Ten y tomó su mano. —La pregunta aquí es si tú quieres volver a usarlos conmigo. Porque no importa dónde estemos, siempre volveremos a vernos ¿no?

Ten sintió cosquillas en su estómago y ganas de llorar. Era cierto, no importaba qué tan lejos estuviera o cuánto tiempo pasara, Johnny debía estar allí en su vida por alguna razón, esos anillos lo habían guiado hasta él otra vez.

—¿Crees que Haechan lo tome bien? —preguntó Ten con una mueca. —Peleé con Yangyang por esta situación, Chenle sabe, pero él no me ha dicho nada. ¿Qué crees que dirá Haechan? ¿Se enojará por siquiera pensar en darnos otra oportunidad?

Johnny tomó la mejilla de Ten.

—Haechan entenderá, quizá tarde un poco, pero lo hará. —Soltó Suh. —Igual es cuestión de saber bien qué está pasando entre nosotros primero, quizá después comunicarlo oficialmente a nuestro hijos y amigos.

Ten solo sonrió. Johnny le puso el anillo que durante 20 años estuvo perdido. Él mismo se puso el suyo. Porque había historias que necesitaban tiempo para madurar y para crecer, debían volverse espectaculares.

—Es extraño volver a estar en esta situación contigo. —Mencionó Ten con suavidad. —Nunca pensé que volvería a encontrarte y ni pensar que estarías "disponible".

Los brazos de Johnny rodearon el cuerpo de Ten y éste solo se dejó caer sobre el cuerpo de Johnny como solían hacerlo cuando eran compañeros de habitación. Los brazos de Johnny rodeaban perfectamente bien el cuerpo de Ten.

—Tampoco pensé que esto fuera posible. —Johnny solo lo pegó más a su pecho y aspiró el olor de cabello de Ten. —Por cierto, ¿está bien que te envíe flores a la cafetería?

Ellos se sentían cómodos en compañía del otro, y a pesar de que la personas cambiaban con los años, ellos secretamente esperaban la oportunidad donde pudieran volver a ser felices con alguien a quien amaron.

—Sí. —Ten soltó una risita. —Pero envíalas tú, si Mark las vuelve a llevar, seguramente Haechan se volverá loco, te lo dije, tu papá le mencionó que el alma gemela de Haechan tendría que ver con girasoles.

—Oh, ¿entonces mi gesto cursi terminó siendo una señal para que mi hijo aceptara su amor por mi vecino? —dijo con sarcasmo.

—Exactamente. —Ten sonrió de una forma linda. —Aunque el hacer que Mark y Haechan aceptaran sus sentimientos, también me motivó a mí a darme otra oportunidad y por eso estoy aquí.

Johnny sonrió y sin pensarlo mucho le dio un beso en la cabeza a Ten, porque en el fondo sabían que su historia estaba a punto de comenzar.

Continuará... 

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Jaemin se recargó sobre el cuerpo de su novio, Jeno había llegado justo en el momento donde todas las visitas de Jaemin se iban, así que habían decidido salir de su casa para poder distraerse.

—Ya les dije sobre nosotros. —Dijo Jaemin con sinceridad.

—¿Y cómo lo tomaron? —Jeno abrazó por la espalda a su chico.

Jaemin no supo cómo describirlo pues con el simple hecho de recordar que Renjun y Haechan solo le dijeron que "ya era hora" y Chenle dijo "sí, definitivamente soy #TeamJeno", al parecer habían tardado demasiado tiempo para ser pareja oficial.

—Bien. —Dijo Jaemin en un casi diminuto comentario.

—¿Renjun te dijo que le copiamos? —Jeno le cuestionó.

—Sí. —Jaemin respondió. —Chenle y Haechan estuvieron apostando por quién será el primero en casarse.

Y es que Jaemin había invitado a sus amigos donceles a una pijamada, principalmente para hablar de la universidad y de chicos, y obviamente invitaron a Chenle porque Jaemin quería preguntarle cosas de Jisung, y Chenle las contestó tan bien que no dudaba en que esos dos empezaran a salir en cualquier momento.

—¿Y quién encabeza esa lista? —preguntó Jeno.

—Tú y yo. —Sonrió al ver los ojos de su novio. —Al parecer nos conocemos de más tiempo y nadie dudó de que seríamos los primeros, ganamos por unanimidad.

—Vaya. — Comentó Jeno. —No suena mal, realmente quiero casarme contigo en algún momento de nuestras vidas. —Le dio un beso en el cabello a su chico.

Jaemin solo sonrió con ternura, estaba avergonzado de esta nueva faceta cariñosa de Jeno, le encantaba y podría pasar todo el día en sus brazos, amaba al chico y él también quería casarse con Jeno en el futuro.

—Sí, en segundo lugar, están Renjun y Yangyang. —Dijo Jaemin. —Chenle dice que probablemente Yangyang no quiera casarse, Renjun dijo que tenía que hacerlo porque a estado pensando en su baile de bodas desde que somos niños, y probablemente hagamos una boda doble, al menos que me des oportunidad de casarme con Renjun y luego nosotros nos casemos.—Jaemin se rio.

—Puedo imaginar una boda doble. —Jeno puso los ojos en blanco. —Renjun es parte de ti, de nosotros en general, además será una buena boda. —sonrió.

—En tercer lugar, está Chenle y Jisung. —Jaemin sonrió. —He decidido ser el padrino, porque yo los uní, si no fuera por mí, ellos ni se hablarían.

Jeno sabía que Jaemin tenía razón, así que simplemente le siguió escuchando, incluso la graciosa historia de cómo Daegal sería la "perrita de las flores" en la dichosa boda imaginaria. Jeno solamente asentía.

—¿Y mi hermano? —preguntó Jeno. —¿Quedará en el último lugar con Haechan?

—Sí. —Jaemin hizo una mueca. —Sobre eso, creo que ellos en verdad "terminaron", de terminar completamente, tengo entendido que no se hablan. ¿Lo sabías?

—Bueno, Haechan solía ir mucho a casa, ahora si quiero hablar tengo que citarlo por antes e ir a su casa. —Murmuró Jeno enseñándole su historial de mensajes. —No había pensado lo grave que fue, sin contar que suelen tener este tipo de peleas muy seguido, en mi mente ellos se arreglarán en unos días.

—¿Estás seguro? —Jaemin mordió su propio labio haciendo una mueca tierna. —Haechan es el único que nos dio permiso de organizarle una despedida de soltero destructiva donde nadie recuerde nada, soy el encargado de llevar a los strippers y Chenle llevará el alcohol, Renjun solo pondrá los juegos divertidos y picantes.

Jeno soltó una carcajada. Conociendo a Haechan no dudaba que su evento fuera a terminar mal, pero por otro lado tenía la certeza de que todos se divertirían.

—No creo que ellos se casen pronto. —Jeno rio. —Llevo más de 10 años conociéndolos y nunca he podido descifrarlos. Su amor es muy....

—¿Inadaptado? ¿Son como stickers y siempre están pegados? ¿Son el favorito del otro? ¿Son irremplazables? ¿Siempre están sumergidos en el otro?* La verdad, desde que los conozco siempre han estado juntos. Y prefiero que lo estén, porque luego recuerdo que había rumores de que Haechan era tu novio y me enojo. —Jaemin infló sus mejillas.

—No podría siquiera pensar en que Haechan fuera mi pareja, lo he visto crecer, es más como un tonto hermano menor. —Habló Jeno. —Además, estoy seguro de que Mark le quiere. Si no fuera el destino el que los quiere juntos supongo que no estarían siquiera en la misma habitación en los dormitorios de la universidad.

—Cierto. —Jaemin sonrió. —Como nosotros. El destino también nos quiere juntos, si no lo hiciera no tendríamos la misma habitación. —Na sonrió.

Y es que Jaemin era tan lindo, Jeno podían estar afuera de la casa del chico, pero aún así era el paisaje más hermoso, podía mirar el atardecer, pero Jaemin seguiría siendo su vista más preciada. Quería seguir observando esa sonrisa, esos ojos, esas pestañas, esa delgada línea que dibujaba su mandíbula, Jaemin era tan perfecto ante los ojos de Jeno que quería retratarlo para siempre.

—Estoy muy feliz de que te guste. —Jeno se acercó a Jaemin y en vez de darle un beso en los labios se lo dio en el cuello, porque Jaemin se vería muy lindo usando los besos de Jeno en su cuello, como si fuera un collar Gucci.**

Jaemin rio por el nerviosismo y observaron el cielo. El amor trataba de ser una conexión de paz con la otra persona, sí, era saber que tenías alguien en quién confiar, pero también alguien con quien no temías que se alejara porque las cosas seguirían igual, así es como debería de ser todo amor sano.

—Sabes, he estado pensando en qué significa el amor. —Jaemin dijo de repente. — No le digas a nadie, pero Renjun y yo vimos al papá de Haechan y a nuestro jefe Ten coquetear, y me quedé pensando en que realmente no hay edad para salir con alguien que te guste.

—¿De verdad? —preguntó Jeno. —¿Ellos están saliendo?

—No, no, solo los vi coquetear, Renjun le dijo a Yangyang y él no lo tomó bien, pero creo que ahora están mejor. —Jaemin soltó un suspiro.

—Oh, bueno, tampoco le digas a nadie, pero el señor Johnny y Ten fueron novios en la universidad, escuché que mi padre Taeyong lo dijo, me alegra que estén juntos después de muchos años. —Explicó Jeno con una sonrisa. —Papá Taeyong dijo que ellos se amaban demasiado, pero tuvieron que separarse.

Jaemin solo hizo una mueca de tristeza. Lo peor es que lo sabía, el amor a veces no lo vence todo, siempre era un trabajo de equipo y a veces ni siquiera correspondía de dos personas únicamente.

—Creo que es bueno que ellos estén juntos ahora. —Jaemin sonrió. —¿Haechan lo sabe?

—No lo sé,  tampoco sé cómo lo vaya a tomar.—Jeno ladeó su cabeza. —Yo, uh, cuando mi papá Doyoung llegó con mi papá Taeyong yo me sentía muy asustado, no quería que alguien lastimara a mi papá y nos abandonara nuevamente. —Jeno sonrió. —Pero Mark me convenció de que todo estaría bien y que seríamos los mejores hermanos que hubiera, sé que Haechan quiere hermanos, Yangyang y Chenle lo serían y sería divertido.

—Creo que siempre es bueno poder entender a nuestros padres y tener una buena relación con ellos. —Jaemin tomó la mano de su novio.

—Sí. —Jeno sonrió. —Por cierto, quiero llevarte a casa a cenar, y presentarte con mis padres como mi novio. ¿Vendrías?

Jaemin levantó las cejas, realmente ya había ido muchas veces a casa de Jeno, no en calidad de novio, pero le gustaba la compañía y comida de los padres de chico, así que solo asintió.

—Sí, suena divertido, hagámoslo. —Dijo.

Continuará...

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A Johnny le dio un bajón de ánimo cuando Haechan empezó a hacer maletas para ir a la universidad. Estaba guardando su ropa del closet en una enorme mochila. Johnny no estaba listo para que su hijo tuviera una mudanza, no solo de casa, sino de vida.

—¿Ya llevas tu ropa de invierno? —preguntó Johnny recargado en el marco de la puerta. —También lleva ropa de más, quizá Jaemin tenga frío.

—No, definitivamente Jaemin le quitará sus hoddies a Jeno. —Haechan justamente estaba tomando su sudadera gris de la NCIT.

—Y tú no le vayas a quitar los suyos a Mark. —Johnny soltó un suspiro. —Por cierto, no lo he visto últimamente, ¿Está todo bien entre ustedes?

Haechan observó a su padre y bajó la mirada, luego se sentó en la cama y miró su celular.

—Ya no quiere hablar conmigo. —Dijo Haechan. —Me evita y no contesta mis mensajes.

—Que maduros son ustedes dos. —Johnny dijo con sarcasmo. —Que bueno que no son compañeros de cuarto o me preocuparía todavía más. —Dijo agregando leña al fuego. —Pero tengo que preguntar. ¿Qué le hiciste?

—¿Por qué todos asumen que yo le haría algo? —Haechan infló sus mejillas y cruzó sus brazos, estaba enojado.

Johnny quería responder con sarcasmo, pero al parecer Haechan no notaba lo que estaba mal en él, Haechan era muy amable y amoroso con todos, pero cuando se trataba de Mark siempre había una barrera que ninguno de los dos quería cruzar.

—¿Por qué pelearon? —preguntó Johnny con tono de padre amoroso y protector. —¿Por qué pelearon ahora, más bien?

Haechan rodó los ojos, era cierto, estaba peleado con Mark y sus enojos solo tardaban dos días en solucionarse, ahora habían pasado más de dos semanas, Haechan en verdad estaba preocupado. Mark nunca había dado indicios de que podía hacer una vida sin Hyuck y eso le asustaba todavía más.

—Me probé uno de los anillos que dejó el señor Jaehyun cuando vino. —Haechan le enseñó su dedo a Johnny y éste solo sonrió de mala gana, Ten ya le había dicho. —Y no puedo quitarlo.

Johnny intentó sacar el anillo y no pudo, pero de repente se le ocurrió una idea.

—¡Se movió! —Johnny gritó.

Haechan inmediatamente quitó su mano e intentó quitar el anillo que no se contrajo en absoluto.

—No, sigue pegado. —Haechan suspiró con alivio.

—Dame tu mano, yo te lo quitaré. —Johnny habló.

Haechan negó con la cabeza.

—No, no, me duele, ya saldrá. —Dijo Haechan con preocupación de que Mark ya lo hubiera dejado de amar y en verdad el anillo saliera de su dedo.

—¿Cómo sabes que saldrá? —Johnny le preguntó. — Dices que Mark no te habla, pero si realmente no te amara... —Suspiró. —Si él no te amara, el anillo saldría de tu dedo. ¿Dónde está el otro?

—Lo tiene él. —Haechan respondió bajando la mira.

—¿Y sale de su dedo?

Haechan negó con la cabeza.

—Sabes Haechan, estos anillos son importantes. —Dijo Johnny mostrando su anillo dorado en su dedo medio de la mano izquierda. —Representan promesas.

—¡Oh! Son los anillos del vagabundo, pensé que los tenía el señor Ten. —Haechan se sorprendió de verlo en el dedo de su padre.

—Sí, él me los dio. —Johnny suspiró, podría ser una buena oportunidad para decirle a Haechan que Ten y Johnny volvieron a ser pareja, sí, definitivamente tenía que hacer eso.

—¿Y de qué son esos anillos? ¿También son de amor? El vagabundo dijo que buscaras a la persona que te recordara a ellos, que estaba en este país y que deberías darte una oportunidad. —Haechan de repente se veía muy emocionado.

Johnny le enseñó el anillo a Haechan, y éste no salía, Haechan se emocionó todavía más al pensar que su padre estaría enamorado de nuevo.

—Son anillos de promesa, de promesa que, sin importar la distancia nos volveríamos a ver. —Johnny habló. —Por eso me ponen un poco nostálgico las mudanzas, yo también ayudé a hacer las maletas de un exnovio al que amé demasiado. ¿Te incómoda que hable de alguien más?

—No, está bien. —Haechan igual lucía emocionado.

—Primero quiero aclarar que amé mucho a tu padre Taeil, y que cuando naciste los dos fuimos infinitamente felices. —Johnny acarició la cabeza de su hijo y le sonrió.

—Sí, sí, pero ¿Qué pasó con tu exnovio?—A Haechan le gustaban las historias de amor.

—Bueno, mi padre era un hombre rico y exitoso, quería que yo heredara sus empresas y el doncel con el que yo salía, era pobre, estudiaba danza y era lo que le apasionaba, la danza y los idiomas. —Sonrió al recordar. —Hablaba tantos idiomas que incluso tuvo un periodo de tiempo donde viajaba en avión y era azafato.

—Espera... ¿Tengo un abuelo rico? —Haechan se sorprendió. —¿Y el azafato está aquí? ¿Lo has vuelto a ver?

—Sí tienes un abuelo rico, pero él y yo ya no nos hablamos, es mejor así. —Johnny rio. —Y sí, ese doncel está aquí, lo volví a ver y, le pedí que saliera conmigo. Hace muchos años, tu abuelo le pagó a sus padres para mandarlo a estudiar lejos, yo mismo le ayudé a hacer las maletas y le compré anillos, anillos de volvernos a ver. Él nunca se puso el suyo, tenía miedo de que nos separaran de nuevo, pero ahora que nos encontramos... yo...

—¡Es perfecto! —Haechan se alegró muchísimo. —Estoy muy feliz por ti. —Le abrazó.

—¿No estás enojado? —preguntó Johnny.

—Para nada, me alegro de que puedas ser feliz, no te sentirás tan solo. —Le sonrió. —Solo asegúrate de que seguiré siendo el doncel al que ames más.

—No hay duda de eso, Haechan. —Johnny le contestó. —Diría que te asegures de que yo sea el HH que quieras más, pero para eso existe Mark.

—Papá. —Haechan rodó los ojos. —Yo no amo a Mark.

—Si no lo hicieras el anillo saldría de tu dedo. —Johnny se rio. —Así que arregla tu conflicto con Mark, porque le pediré que te cuide cuando se vayan a la universidad. —Hizo una pausa. —Ya me dijeron quién es realmente tu compañero de cuarto, así que confío en que resolverás el problema pronto.

—No prometo nada, pero lo intentaré. —Haechan sonrió.

Hablar con su padre siempre le provocaba un alivio que aclaraba su visión. 

Continuará....

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—Melk. —Haechan le gritó en la cafetería.

Mark no giró la cabeza e hizo como si no estuviera viendo a Haechan. Llevaba dos perfectas semanas ignorando al moreno que jamás iba a ser vencido, Mark tenía una racha donde iba a ganarle a Haechan por primera vez.

—¡Markuri! —Gritó Hyuck esperando que Mark lo viera.

Pero Mark nunca volteó y eso enojó a Haechan.

Durante todo el día Haechan se había referido con apodos bastante cariñosos a Mark, casi sin importarle que los empleados, su jefe o los mismos clientes lo vieran, Jeno y Renjun se burlaban de la situación abiertamente, pero Mark se había hecho una promesa, dejar de hablarle a Haechan hasta que se disculpara apropiadamente.

—Makgeolli. —Haechan susurró el nombre de un vino coreano hecho de arroz. Solía decir ese apodo a Mark cuando eran chicos porque la pronunciación de Haechan no era buena.

—Por favor, para. —Mark no lo miró, pero sí dio su advertencia.

—Tienes que hacerme caso. —Haechan frunció el ceño. —Me amas, ¿Scaso lo has olvidado? —se burló.

—Y es exactamente por eso que debo ignorarte. —Mark tomó una libreta, giró el lapicero entre sus dedos y se alejó para tomar la orden de varias mesas.

Haechan soló mordió el interior de su mejilla y rodó los ojos, antes, Mark, con una sola provocación se enojaba, negaba o le miraba, pero ahora solo "huía", Haechan estaba demasiado enojado.

—Melt. —Haechan se volvió a acercar a Mark con suavidad, no quería espantar a su presa. —Milk. —Le dijo al oído.

—Dios, Haechan, ¿Qué quieres? —Le reprendió con un poco de enojo.

—¿Todavía me quieres? —Preguntó Haechan batiendo sus pestañas con rapidez.

—Quítate el anillo y devuélvemelo. —Mark le amenazó. —Debo trabajar ¿Sí? Solo cállate y decora pasteles.

Haechan rodó los ojos y suspiró. Su plan no estaba funcionando para nada, ¿Cómo se supone que se iba a disculpar si Mark le seguía ignorando pese a que le hablaba cariñosamente?

—¡Makku! —Gritó Haechan del otro lado de la cafetería, pero Mark lo ignoró.

—Debo preguntar el por qué te está diciendo toda clase de apodos cariñosos? —Le preguntó Chenle a Mark.

—Quiere disculparse. —Renjun soltó una risa. —Solo que es pésimo haciéndolo, piensa que Mark siempre estará a su disposición. —Tocó la espalda del mencionado. —Bien hecho, sigue ignorándolo, llegará a su límite pronto.

—No entiendo, se supone que se gustan, por qué no simplemente lo hablan como adultos. —Chenle sugirió.

—Creo que tú eres más adulto que ellos dos juntos. —Habló Renjun viendo a Chenle.

—Soy demasiado adulto. —Mark les miró.

Luego Renjun y Chenle se echaron a reír, soltaron una carcajada y Mark rio con ellos, amaba también el tiempo que pasaba con sus amigos.

—Yo diría que hablen entre ustedes y sean novios. —Chenle sonrió. —Creo que Jisung y yo seremos pareja antes que ustedes y eso me asusta, ¿Desde cuándo Haechan y Mark se sienten como un matrimonio con varios años de casados?

—Ni idea. —Renjun sonrió. —Mi sugerencia es que lo sigas ignorando a ver qué pasa. ¿Qué podría suceder? No es como si Haechan vaya a explotar solo para llamar tu atención. —Renjun sonrió. —¿O sí?

Mark se quedó con esa duda, ¿Hasta qué extremo llegaría Haechan con tal de llamar su atención?

—¿Puedo irme con ustedes? —Preguntó Haechan a la hora en que la cafetería cerró.

—No. —Mark fue rápido en responder.

—Mira, no sé, yo tengo una cita con Jaemin e incómodamente no quiero irme con ustedes. —Jeno dijo con frustración. —Hacen que mi momento de mal tercio se sienta más incómodo. Arreglen sus problemas maritales y luego ya me uniré a ustedes ¿Bien?

Jeno ni si quiera espero una respuesta y se fue a buscar a su novio para acompañarlo a casa. Mark tampoco dijo una respuesta, así que simplemente comenzó a caminar hacia la parada del autobús.

—Mork. —Dijo Haechan en un tono casi resignado. —¿Podemos hablar?

—No lo sé, tú dime. —Mark rodó los ojos y siguió su paso.

—Bien, lo siento ¿sí? —Haechan se disculpó a medias. —Vuelve a prestarme atención.

Haechan le soltó una linda sonrisa, Mark solo pudo pensar que Haechan era muy lindo, las palabras "cute" y "kiyowo" volaban a su alrededor. Ah, si no lo amara tanto ya lo habría alejado desde hace mucho tiempo, Haechan era muy manipulador con él.

—¿Para qué quieres mi atención? —Mark le preguntó a Haechan sin detenerse.

—Para que me mires solo a mí. —Haechan dijo.

—Ya te miro solo a ti. —Mark soltó un suspiro. —Lo hago desde que eras un niño, siempre tengo que cuidarte.

Haechan hizo una mueca, era cierto, Mark siempre estaba atrás de él actuando como un hermano mayor mientras los sentimientos entre ellos florecían, pero debían tener algo muy claro Mark no era hermano de Haechan.

—Yo también lo hago. —Haechan dijo. —Fuiste alguien muy importante para mí cuando mi papi Taeil murió. —Lamió sus propios labios, estaba nervioso. —Creo que fue dependencia, mi papá Johnny estaba mal y yo también, tú eras el único en quien podía confiar. —Al fin lo había dicho. —Pero con el tiempo tú me cambiaste...

—Sí, lo hice, todo lo que hacía contigo también empecé a hacerlo con Jeno. —Mark dijo en voz baja. —Pero nunca fue lo mismo.

—Me convertí en amigo de Jeno para poder quitártelo. —dijo con seriedad.

—Lo sé y estuve celoso mucho tiempo. —Mark se resignó. —Pero mi papá Taeyong me decía que ambos podían ser como mis hermanos, el problema es que a Jeno lo quiero como hermano, pero a ti no.

—Oh. —Haechan sonrió. —¿Entonces cómo me quieres?

—¿Sinceramente? —Mark ladeó su cabeza. —Te quiero con una orden de restricción. Así que ignórame también hasta que los anillos salgan. ¿Sí?

—Oh, Canadá. —Haechan negó con la cabeza. —¿Por qué debo ignorarte cuando sé que me quieres románticamente?

Haechan tomó a Mark del brazo y se colgó de él, Mark no quitó su brazo, simplemente los dos siguieron caminando a la par de las oscuras calles, no tomarían el autobús, preferían caminar y pasar tiempo con el otro, ambos lo sabían.

—¿Vas a ser mi novio acaso? —Mark rodó los ojos. —¿No me tratarás como una mascota? ¿Para qué quieres que te afirme lo que ya sabes?

—Nada más, para recordar que seguirás siendo mío sin importar que pasen los años. —Haechan le sonrió a Mark.

—Voy a dejar de escucharte. —Mark simplemente retiró su brazo.

Haechan se molestó un poco, no sabía cómo decirle que él también lo quería, sin lucir patético, quería verse genial ante Mark. Así que Haechan tomó la mano de Mark y de nuevo, Mark no la quitó y solo apretó los dedos de Hyuck en sus manos.

—Baby. —Haechan miró a Mark y Mark sin querer volteó ante el apodo. —¿Quién fue tu primer beso? —preguntó.

Mark rodó los ojos, pero soltó una pequeña risita.

—Tú. —Dijo Mark.

—¿Y quién fue la última persona que besaste? —cuestionó Haechan.

Mark rodó los ojos.

—También tú, en cuando jugamos verdad o reto en casa de Yangyang. —Mark rodó los ojos.

—Entonces, ¿Con quién será tu primera vez en el dormitorio de la universidad? —Haechan solo sonrió provocativo y luego su expresión cambió. —Oh, Mark, tu mano está sudando... ¿Te asusta la pregunta que te hice? ¿Lo imaginaste?

Mark solo soltó un enorme suspiro. Haechan se estaba burlando de él nuevamente.

—Si te causa asco podrías soltarme. —Mark estaba avergonzado.

—Sabes que no te soltaré nunca ¿verdad? —Haechan le respondió caminando un poco más rápido.

Mark solo asintió, no esperaba que fuera de otra manera, de todas formas, ellos sabían que estaban bien y que caminarían el resto de la noche (y de sus vidas), tomados infantilmente de la mano del otro.

Continuará... 

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—Solo quiero decirles que comencé a salir con Johnny. —Ten fue agradable al momento de comunicar su relación a sus hijos en el desayuno.

Yangyang levantó la ceja y Chenle siguió comiendo su comida.

—¿El señor Johnny ya le dijo a Haechan? —preguntó Yangyang cuestionando a su padre.

—¿Qué tiene que ver Haechan? —preguntó Chenle levantando una ceja.

—Papá sale con el papá de Haechan. —Dijo Yangyang como si fuera lo más obvio.

—¿Qué? Pensé que Johnny era el nombre de un cliente de la cafetería que se había enamorado de papá. —Chenle se sorprendió. —No quiero ser hermano menor de Haechan, aunque técnicamente no seamos nada, pero eso es horrible, él brilla tanto como yo y no quiero que me opaque.

Ten simplemente soltó un bufido y negó con la cabeza, Chenle era todo un caso, pero lo peor es que Ten también se veía muy reflejado en la seguridad y comportamientos de Chenle, no era su hijo de sangre, pero había heredado mucho de Ten.

—Sí, Johnny le comentó a Haechan, y dijo que lo tomó bien. —Ten le explicó a Yangyang. — Estamos planeando una cena con ustedes. ¿Estaría bien? —preguntó.

—¿Cuándo? —Chenle observó su teléfono. —Tengo citas con Jisung toda la semana.

—Ni siquiera yo tengo tantas citas con Renjun. —Yangyang susurró.

—Eso es porque lo ves en el trabajo. —Chenle rodó los ojos. —Jisung y yo queremos salir del café. Estamos viendo si funciona nuestra relación.

—Yo creo que va a funcionar. —Ten sonrió deseando lo mejor para su otro hijo. —Deberías declararte, no querrás hacer esperar a Jisung tanto como tu hermano a Renjun.

—En realidad si quiero hacerlo esperar. —Chenle sonrió con malicia y diversión. —Quiero que Jaemin se quite la tonta idea de que será padrino de mi boda.

—¿Ya están planeando una boda? —cuestionó Yangyang sorprendido.

—Detalles más, detalles menos. —Chenle levantó los hombros. —¿Entonces cuándo sería la cena? Debo hacer espacio en mi apretada agenda.

Ten soltó una risita y suspiró.

—El próximo sábado. — Ten miró a sus hijos. —Quiero comprarle un regalo a Johnny, ¿Ustedes qué sugieren?

—Tu cuerpo. —Chenle respondió levantando sus hombros.

Yangyang le pegó un zape a su hermano, cómo podía ser tan irrespetuoso.

—No, ese no es un buen regalo. —Ten le siguió la corriente. —Pensaré en algo, pero solo aparten el sábado. ¿sí?

—Bien. — contestaron los hijos de Ten.

Chenle salió de su casa en dirección al cine, allí quedó de verse con Jisung. Iban a ver la película de Venom. Chenle estaba diciendo que la relación de Edie y Venom era canónica y Jisung solo le escuchaba, no pensaba que fuera una relación extraña porque Venom era un simbionte.

—¿Conoces a Sungchan? —preguntó Jisung de repente.

—Sí. —dijo Chenle saliendo de la función. —No le hablo, pero sé que es muy alto. Es lindo.

—Ah. —Jisung soltó un monosílabo de desaliento. —¿Te gustan los chicos como él?

—Me gustan los chicos altos. —Chenle suspiró. —Mi crush mide 1.91m, es altísimo. —se sonrojó.

—¿Yo no soy alto para ti? —preguntó Jisung.

—Sí, pero Stephen Curry es más alto. —Chenle sonrió al recordar lo enamorado que estaba de su basquetbolista favorito. —Pero bien, ¿Qué me estabas diciendo de Sungchan?

—No, iba a decir que a Sungchan le gusta mucho Venom y se iba a disfrazar de ese personaje en una fiesta de disfraces que está organizando, ¿te gustaría ir conmigo?

Chenle solamente sonrió, al chico le gustaban mucho las celebraciones de Halloween, así que esperaba ansioso por disfrazarse de algo lindo, en años pasados se había disfrazad de "IT" el payaso diabólico, de pitufo e incluso de príncipe. Le encantaba el día de brujas.

—Sí, vayamos. ¿De qué quieres vestirte? ¿Quieres hacer un traje de pareja? —Chenle preguntó con curiosidad.

—No sé. —Jisung se sintió cohibido, nunca pensó que Chenle diría que sí tan rápido.

—El año pasado Mark y Haechan se vistieron de Spiderman y Deadpool*, Renjun se vistió de Aladdín y Xiaojun, un ex empleado de la cafetería, le prestó a Yangyang su traje de la princesa Jasmine. Jaemin fue vestido de Hades* y Jeno fue de príncipe. Fue un buen día. —Chenle alegaba. —Quizá pueda pedirle prestado algo a ellos.

Jisung solamente sonrió, le gustaba la forma en a que Chenle siempre tenía idead para divertirse, también que lo apoyara y fueran a los lugares donde Jisung proponía.

—O podemos buscar tutoriales en internet para hacer nuestros propios disfraces, incluso podemos conseguirle uno a Daegal. —Murmuró Jisung.

Chenle sonrió, él amaba que incluyeran a Daegal en sus planes, le gustaba demasiado Jisung. Las cosas se sentían tan tranquilas y felices cuando ellos estaban juntos.

—Sí, también me gustaría hacer una fiesta de disfraces para mi cumpleaños, hagamos algo para esa fecha también. —Chenle sugirió.

—Aún falta un tiempo para tu cumpleaños. —Jisung hizo una pausa. —¿Crees que estaremos juntos para entonces?

—Claro que sí. —Chenle sonrió. —No sé qué nos traerá el futuro, pero sé que quiero estar contigo.

Jisung soltó un bufido nervioso, no sabía qué hacer o decir, ¿Dónde estaba Jaemin cuando lo necesitaba? Ah, es cierto, Jaemin pronto se iría a la universidad y Jisung se quedaría solo, así que solo debía ser valiente y tomar las riendas de su vida.

—¿Te refieres a que estaremos juntos como amigos o como novios? —Jisung le cuestionó.

—No lo sé, probablemente sea la segunda opción. —Chenle desvió la mirada.

Jisung sonrió y se sintió apenado. Debía ser valiente, debía cuidar a Chenle y hacerlo sentir seguro, pero era Chenle quien le hacía sentir así.

—Tengo muchas ganas de besarte ahora. —Park dijo lo primero que pensó.

Chenle se avergonzó, pero lo que hizo fue lo más predecible, se paró de puntitas y le dejó un pequeño beso en los labios a Jisung.

—Vaya, sí eres un poco alto. —Chenle le sonrió coqueto, a él le gustaban los chicos altos.

Jisung solo se sintió apenado. En un acto de valentía tomó la mano de Chenle y siguieron caminando hasta la parada del autobús para que Chenle llegara a la cafetería donde trabajaba.

Porque sinceramente no se trataba de esperar a lo que iba a traer el futuro, sino a vivir y disfrutar cada momento del presente.

Continuará... 

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Yangyang miró a su padre y éste le sonrió, pero era evidente que Ten se sentía un poco incómodo, su hijo le dio un apretón de manos y trató de tranquilizarlo. 

—Saldrá bien, ya verás. —Dijo Yangyang con un tono optimista. 

—No lo sé, me siento nervioso, quizá sería bueno dejarlo y tener esa tonta cena en otro momento. 

—Jaemin y Jeno también van a tener una tonta cena hoy, Jeno llevará a Nana a su casa a presentarle a sus padres, mañana tú irás a la casa de tu novio a presentarle a tus hijos.—Yangyang aclaró.—Además ya no hay otro fin de semana, el próximo entramos a la universidad y ya no nos veremos hasta las próximas vacaciones. 

Ten miró a su hijo, de nuevo se sentía nervioso, la cena en casa de Johnny sería al día siguiente, Ten quería comprar un regalo para su pareja, pero no sabía qué. No parecía ser una buena idea. Luego miró el reloj, era viernes, las personas empezarían a llegar pronto al negocio. 

—Debería ir al centro comercial ¿no?—preguntó Ten a su hijo y éste solo asintió. 

Ten se acercó a los jóvenes y habló. 

—Tengo que salir a comprar unas cosas. —Aclaró.—Jeno y Jaemin me pidieron permiso de salir temprano, así que ellos pueden retirarse en cuanto el reloj marque las 7 siempre y cuando me dejen todo ordenado. ¿Mark irás con ellos?—cuestionó Ten. 

—No, terminaré mi turno normalmente.—Mencionó el joven. 

—Señor Ten.—Haechan lo interrumpió.—¿Irá al supermercado?

Ten asintió con lentitud. 

—¿Necesitabas algo?—preguntó el adulto. 

—Sí, tengo una lista de despensa para llevar a casa. ¿Puedo ir con usted?—Le sonrió. 

Yangyang y Chenle vieron con miedo a Haechan, era el momento perfecto para que el moreno se quedara a solas con Ten y pudiera reclamarle un par de cosas acerca de salir con su padre, pero al final Ten era quien tenía la última palabra.  

—Sí, claro, ven conmigo.—Dijo Ten. 

Haechan solo sonrió, esa mañana Johnny le había dicho que su "novio" iría a cenar al día siguiente, que comprara unos ingredientes para que él preparara una cena asombrosa, Haechan de verdad quería ayudar, quería ver a su papá feliz.

Ten sonrió, Haechan había estado presumiendo los últimos meses que había sacado su licencia de conducir, así que Ten le pidió que manejaran a un centro comercial donde había un super mercado. 

Haechan no conducía mal, era un buen chico, se parecía mucho a Johnny, quizá en lo libres que se desenvolvían y en lo protectores que llegaban a ser, pero también Haechan se sentía muy amoroso y tierno, seguramente Taeil debió de ser un gran hombre que dejó una profunda impresión en su hijo. 

Cuando bajaron del auto, ambos hablaron. 

—¿Qué es lo que comprará?—preguntó Haechan. 

—Necesito comprar un perfume.—Dijo Ten. —¿Y tú?

—Cosas que pidió mi papá para hacer su famosa cena.—Haechan sonrió de una forma muy infantil. 

—Hará hamburguesas estadounidenses ¿cierto?—Ten soltó una carcajada al ver que Haechan asentía.—Vayamos a comprar los ingredientes, después me acompañas por el perfume, ¿sí?

 Haechan solo asintió. Ellos entraron a la tienda y buscaron el pan, lechuga, queso, jitomate y sobre todo la carne, Ten se puso a comparar precios, eran caras, pero Haechan elegía solo lo mejor, dijo que quería pagarlo con el dinero que ganaba, a Ten se le hizo un acto muy lindo. 

—¿Cómo te sientes con esto, Haechan?—le preguntó Ten al moreno. —¿Te molesta que tu papá tenga una relación?

—No, la verdad estoy muy feliz. —Haechan sonrió.—Mi papá merece alguien que lo quiera, supongo que ésta es la forma en la que no me extrañará tanto y sé que estará bien.

—Eres un niño muy dulce.—Ten sonrió con ternura.—Johnny ha hecho un gran trabajo como papá. 

Ellos se acercaron a las cajas a pagar, Haechan las cosas de su cena y Ten algunos ingredientes que necesitaba para la cafetería. Una vez que salieron se dirigieron a la tienda de perfumes. 

—Buen día, ¿Qué tipo de perfume buscaban?— preguntó el vendedor. 

—Quiero ese.—Señaló Ten al ver un estante. 

—Ese es el favorito de mi papá.—Haechan se emocionó, no sabía que al señor Ten le agradara ese mismo producto. 

—Lo sé.—Ten sonrió.

Sin dudar mucho, pagó con su tarjeta e hizo su compra rápida, luego salieron de la tienda y se encaminaron a la salida. 

El silencio no era incómodo, pero Ten quería hablar más con Haechan, quería romper el silencio, así que simplemente sonrió. 

—Haechan.—Habló el hombre.—Quería disculparme por haberle puesto el anillo a Mark. Creo que no me correspondía a mí haberlo puesto en su dedo. 

Haechan se quedó callado, pero luego observó a Ten. 

—Creo que era necesario, creo que si no se hubiera metido, Mark ni siquiera me hablaría.—Soltó un suspiro. —El vagabundo dijo que mi alma gemela tendría que ver con girasoles, supongo que esperaba que algo apareciera pronto, tanto que olvidé que los girasoles podrían ser para usted.

—A tu papá también le gustaban los girasoles. —Ten sonrió. —Él le pidió a Mark que los llevara al café, no tenía ni idea de que te terminarían con los anillos de promesa puestos.—Soltó una risita. 

Haechan frunció el ceño, era extraño, ¿su jefe había recibido flores de su padre? Bueno, no importaba, habían sido amigos en la universidad, no tenía nada de malo. 

—Jefe, ¿en qué momento le dio los anillos a mi papá? ¿Los anillos que dejó el vagabundo?—le preguntó. 

Uh. Ten sonrió. Y le mostró su mano a Haechan, allí tenía el mismo anillo que su padre. 

—La primera vez que se lo devolví, fue antes de irme a Tailandia.—Ten sonrió.—En esta ocasión se los di cuando Jaemin los invitó a dormir a su casa, tu papá y yo hablamos y dijimos que sería bueno darnos otra oportunidad. —sonrió.—¿Quién diría que nuestros anillos al final si nos llevaron con el otro?

Haechan se quedó sin aire. 

¿Qué?

¿El señor Ten y su papá? ¿En qué momento? ¿No eran solo amigo? 

Eso explicaría las flores... 

Eso explicaría los anillos... 

Mierda. 

—¿Ustedes están juntos?—preguntó Haechan confundido. 

La cara de Ten fue de sorpresa al escuchar la pregunta del moreno, sobre todo porque Haechan se veía muy pálido. 

—Sí, dios, no me veas así, tú sabías, Johnny me dijo que te había dicho.—Ten tartamudeó.—Hace un instante hablamos de eso, el perfume es el favorito de tu papá... Y...

—No sabía.—Haechan volteó a su alrededor. —No...

Por primera vez, Haechan se sentía asustado e indefenso, su mirada decía muchas cosas, pero su boca no podía articular nada. Ten era un extraño, pero al mismo tiempo sabía que no. ¿Y si Yangyang y Chenle se convirtieran en sus hermanos? Ay, por dios, no. 

—Tengo que ir a ver a Mark.—Haechan trató de huir de ese bochornoso momento.—Lo mejor será vernos mañana, hasta luego,  jefe. 

Haechan se echó a correr con las bolsas en mano. Tenía muchas cosas qué pensar, tenía que ordenar su cabeza. Tenía que llevarle los ingredientes a su padre Johnny, tenía que hablar con él, pero ahora, ahora lo más importante era ver a Mark, Haechan necesitaba un abrazo. 

Continuará... 

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Doyoung secretamente se reía, Jeno era un mar de nervios. Taeyong se burlaba en voz alta, quería que su hijo dejara de preocuparse, no debería de estar tan nervioso.

—Jaemin ha venido cientos de veces a cenar con nosotros, ¿porqué debería ser diferente? —preguntó Taeyong con una mueca.

—Porque es algo más formal, ya saben, un novio, conocer a los padres, necesito que esto salga bien. —Jeno suspiró.

—Por dios, Jeno, cálmate. —Mark le reclamó. —Jaemin ha cenado muchas veces con nosotros y se ha quedado a dormir aquí, será exactamente igual. —Luego soltó un jadeo. —Al menos que quieras que lo haga incómodo, ya sabes, que saquemos las fotos de pequeño, aunque eso ya lo hicimos. —Puso su mueca de pensativo. —O puede que no le guste lo que cocinan nuestros padres, aunque eso ya pasó cuando nos dijo que no le gustaban las fresa. Solo calma. No va a salir mal.

Jeno tenía un poco de miedo, no sabía por qué, para él era muy importante que su familia conociera a Jaemin como su novio, y es que no era una salida de amigos como lo era normalmente, quería que sus padres supieran que él estaba en una relación y quería hacer hincapié en Jaemin, que Jeno se estaba tomando muy en serio su relación con él.

De repente sonó el timbre.

—Voy a abrir. —Dijo Jeno con nerviosismo.

—No, yo abro. —Doyoung se adelantó.

Doyoung se acercó a la puerta y la abrió, Jaemin solamente sonrió, no vestía elegante y solo traía un pastel en las manos, la madre de Jaemin seguramente lo había enviado, decía que Jaemin debía de ser educado y llevar algo si él consumía alimentos en casa de los Lee-Kim. Aunque a Doyoung eso no se le hacía importante.

—Buenas noches. —Jaemin sonrió.

—Pasa, Jaemin. —Doyoung fue muy amable.

Jaemin le entregó el pastel a Taeyong y luego se puso a charlar con Jeno y con Mark sobre la universidad, faltaba una semana para que se fueran, al día siguiente debían de hacer algunas compras antes de instalarse. Iba a ser una nueva aventura.

Jeno sintió calma cuando todos empezaron a cenar, la charla fluía y Jaemin encajaba bien en su pequeña familia, aunque siempre lo había hecho.

Pero de repente la puerta sonó de nuevo. Todos se vieron, nadie esperaba visitas. Taeyong se levantó de su silla para abrir. Allí se encontró con un Donghyuck con la mirada triste.

—Buenas noches, señor Taeyong ¿Está Mark? —preguntó Haechan.

Mark al escucharlo en la entrada de su casa se levantó de la mesa y se acercó a su vecino.

—Me sorprende que preguntes por Mark. —Taeyong soltó una risa. —Siempre entras a la casa sin pedir permiso. ¿Estás bien? ¿Pasó algo en tu casa?

Haechan mordió su propio labio y buscó la mirada de Mark. Mark simplemente le sonrió.

—¿Por qué no te sientas a cenar con nosotros? Estamos en una clase de presentación de ¿Novios? Jeno trajo a Jaemin a conocer a mis padres. —Mark le explicó.

—Pero ya los conoce. —Haechan hizo una mueca en su cara, luego miró a Taeyong. —¿Puedo quedarme?

—Adelante, esta casa también es tuya. —Taeyong cerró su puerta.

Taeyong fue a la cocina a servir un plato extra para Haechan. Mark llegó al comedor con Donghyuck y le pidió que se sentara a su lado. Jaemin le saludó y Jeno suspiró, Doyoung solamente esperaba que pasara algo divertido esa noche.

Cuando Haechan empezó a comer su mirada cambió, él realmente amaba lo que Doyoung y Taeyong preparaban, ojalá que Mark hubiera heredado la sazón de todos sus padres, porque incluso el señor Jaehyun cocinaba genial.

—¿Y qué te trae a nuestra cena familiar, Haechan? —Jeno lo miró de forma acusadora.

—Oh, ¿Era una cena familiar? —Haechan levantó la ceja. —Jaemin tampoco es de su familia, ¿Qué hace aquí?

—Oh, al salir conmigo, Jaemin se convirtió en alguien de la familia. —Jeno le sonrió. —¿Y tú?

—Soy tu vecino, y conozco al señor Taeyong y a Mark mucho antes que tú. —Le sonrió, le estaba provocando.

Jaemin soltó una risa, Taeyong y Doyoung estaban sorprendidos porque nunca habían visto a Haechan contestarle a Jeno de forma tan agresiva, casi siempre era con Mark, así que estaban muy intrigados.

—Es una cena para presentarle a Jaemin a mis papás, que ellos sepan que es mi novio y que quiero algo formal con él. —Jeno sonrió. —Y aunque seas mi mejor amigo, no sé por qué estás aquí, claro... Al menos que yo no sea la razón por la que viniste.

Haechan estiró la piel interior de su mejilla con su propia lengua y respiró. Jaemin soltó una enorme risa porque sabía lo qué estaba intentando hacer Jeno.

—Por favor no peleen. —Taeyong se metió. —Esto es una cena familiar. —Se rio. —O al menos lo que Doyoung y yo siempre quisimos para nuestros hijos, Jeno, nunca habías tratado así a Haechan, es como otro hijo para nosotros, así como Jaemin lo será en el futuro.

—Oh, ellos no están peleando. —Jaemin interrumpió. —Jeno quiere que nuestra "cena familiar" se vuelva una cita doble.

—¿Por qué? —Doyoung tomó agua. —¿Mark nos presentará a Haechan como su novio? —luego rio.

Luego hubo un silencio incómodo en la mesa. El mayor de los "hermanos" soltó un suspiro resignado.

—¿Por qué hacen esto? —Mark miró a Jeno.

Jeno y Jaemin levantaron los hombros en perfecta sincronía. Taeyong soltó una risa y miró a Haechan, luego Doyoung observó a Mark y levantó la ceja. Era raro que Haechan todavía no saltar a regañar a Jeno como siempre hacía cada vez que tocaban el tema de Mark.

Taeyong rápidamente entendió y miró a Haechan.

—Haechan, ¿por qué no llamas a tu papá para que venga a cenar? Él también es parte de la familia. —Agregó.

Haechan hizo una mueca y cambió su mirada, Haechan no quería verlo en ese momento, solo había ido a casa para dejar unas bolsas de mandando y después huyó. Haechan solo miró a Taeyong de una forma triste.

—Está preparando unas cosas. —Hizo una pausa. —Invitó a su nuevo novio y a toda su familia a cenar el día de mañana y... Yo no quería estar allí.

—¿Johnny tiene un novio? —Doyoung preguntó confundido.

—Oh, ¿Cómo te sientes? —Taeyong entendió la situación de inmediato.

—Es que estoy feliz. —Dijo con un tono triste. —Pero no sé, me sorprende un poco con quién sale, todo se siente muy rápido y...

—El jefe Ten es una buena persona, además Yangyang y Chenle son divertidos. —Jaemin interrumpió. —No sabía que ya eran novios.

—¿Tú lo sabías? —Haechan miró a Jaemin.

—¿Johnny y Ten salen? —Preguntó Taeyong y solo sonrió al ver que Haechan asentía. —Es una buena noticia, he convivido muchos años con Johnny y sé que si lo está intentando es porque de verdad lo quiere, él tampoco va a cambiarte o a dejarte de querer solo porque está con Ten, sé que Ten hará lo mismo con sus hijos, créanme, ellos podrían funcionar...

—Papá me dijo que tenía un novio en la universidad que había vuelto, y que mi abuelo millonario del que no tenía idea de que existiera, los separó. —Haechan se rio con nervios. —Pero no sabía que mi padre hablaba del señor Ten.

—Bueno, tu abuelo si los separó, mandó lejos a Ten para que tu padre se casara con otra persona, pero él te ama, Haechan.

—Lo sé. —Haechan negó con la cabeza. —Pero hoy descubrí que el señor Ten tenía la otra mitad de los anillos de promesa de mi padre y... Me hubiese gustado que me lo dijeran. No sé cómo tomarlo, o sea estoy feliz porque mi papá merece alguien que lo ame y el señor Ten es genial, pero ah, todo se siente muy rápido.

—Ánimo, Haechan, el destino los puso en el mismo camino por alguna razón, intenta comprender a tu padre. —Taeyong despeinó el cabello de Haechan. —Por ejemplo, tu abuelo les quitó unos anillos a Johnny, exactamente unos anillos que decían que se volverían a ver pronto. —Taeyong sonrió. —Johnny jamás volvió a comprar anillos de promesa y si ahora lo hizo, es porque Ten significa algo.

Haechan se quedó pensando, ellos usaban los anillos que les había dado el vagabundo, pero habían dicho que eran los mismos que hace años, ¿Cómo pudo encontrarlos aquel vago?

—Creo que el vagabundo pudo ser mi abuelo. —Haechan mencionó.

—¿Cuál vagabundo? —Preguntó Taeyong.

—Un señor super raro que entró a la cafetería un día, él me pidió que le entregara esos anillos a mi papá diciéndole que su otra mitad estaba en la ciudad, pero el señor Ten los tomó. —Haechan hizo una mueca. —Luego mi papá dijo que Ten se los había dado, pero no dijo que el otro lo usaba él hasta que lo vi. Ese vagabundo pudo ser mi familia.—dijo con rapidez.

—¿No fue él quien te dijo que tu alma gemela tendría que ver con girasoles? —Mark interrumpió.

—Sí.

—Sí, sobre eso, tengo que decirte que tú papá me pidió de favor que le llevara esos girasoles al señor Ten. —Habló Mark con una mueca. —Así que quizá el vago no hablaba de tu alma gemela, sino la de tu padre.

Haechan solo soltó un suspiro cansado.

—No, de todas formas, si los girasoles llevaban al alma gemela de mi padre, al final me terminó llevando con la mía. —Rodó los ojos y luego miró a Mark. —Fue el día del anillo.

—Ah. —Mark suspiró.

—Nadie olvidará ese día. —Jaemin agregó con burla.

Taeyong observó que Haechan levantaba la mano y mostraba un anillo plateado similar a un clavo plateado y sonrió por inercia, le recordaba a su juventud.

—El papá de Mark y yo solíamos tener unos anillos de promesa similar a ese. —Taeyong sonrió con nostalgia. —Con la promesa de amarnos por siempre. Jaehyun se los quedó y dijimos que se los heredaríamos a Mark cuando se fuera a casar.

—Uh, adivina de dónde sacó Haechan el suyo. —Jeno solo sonrió, de repente todos sus nervios se habían ido por molestar a Mark.

Taeyong miró la mano de Haechan y luego éste sonrió tratando de cubrirlo.

—Al parecer ya no les molesta el tema de los anillos. —Jaemin sonrió. —Supongo que ya aceptaron que se los podrán quitar cuando dejen de amar al otro ¿cierto?

Mark y Haechan rodaron los ojos. Demasiada cursilería. Definitivamente Jaemin y Jeno eran la pareja perfecta, unos entrometidos totales que les gustaba molestar a Mark y a Haechan con respecto a sus sentimientos.

—Bueno. —Taeyong soltó una ligera risa. —Solo disfruten el presente, se irán en unos días y ustedes tendrán que hacer sus propias vidas, así que cuídense mucho y aprendan lo más que puedan. —Taeyong ya se iba a poner nostálgico. —No se dañen y cuiden sus relaciones. Y disfruten, porque hay cosas que jamás vuelven.

—Cuando Jeno dijo "llevaré a Jaemin a cenar" me sentí orgulloso. —Doyoung dijo con un tono adorable. —Pero viéndolos así, estoy todavía más orgulloso. —Habló. —Siempre quise que mis hijos tuvieran donceles que los procuraran y cuidaran, tanto Jaemin como Haechan-.—Les miró. —Me gusta que sean ustedes, porque así lo imaginábamos, sabemos que ustedes cuidarán, centrarán e impulsarán a nuestros niños ahora que no estamos, y sé que ellos también lo harán con ustedes, Jaemin y Haechan, tienen nuestro permiso para regañar a Mark y a Jeno cuando se lo merezcan. —Luego miró a Haechan. —Pero no abusen. —Haechan soltó una risita y sintió que Mark tomaba su mano por debajo de la mesa.

—Los cuatro lo harán bien, confiamos en eso, y aunque las situaciones y la vida nunca se detenga, sabemos que se adaptarán a todos los cambios. —Taeyong les sonrió. —Además saben que pueden contar con nosotros aunque estemos lejos.

Jeno tomó de la mano a Jaemin y la apretó, lo que había comenzado como "conocer a los padres" se había convertido en una experiencia gratificante, porque, aunque nadie lo dijera, lo padres siempre estaban detrás de sus hijos, y los hijos en algún momento tendrían que volar del nido y los que se quedarían serían los padres, ellos pronto tendrían que tomar el papel de espectadores en las vidas de sus pequeños; y solo tendrían que seguir.

Continuará... 

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—¿Por qué nuestro día de compras juntos se siente como una cita triple? —preguntó Renjun viendo a sus amigos.

Mark, Haechan, Jeno, Jaemin, Renjun y Yangyang habían ido a una tienda departamental para comprar muebles, comida, utensilios y productos básicos para supervivencia de la primera semana de la universidad, estaban a una semana de irse y aún así estaban nerviosos.

—Es una cita triple. —Dijo Jeno tomando de la mano a Jaemin. —Por eso cada uno debería separarse e ir a buscar las cosas para su propio dormitorio.

Todos asintieron y se perdieron entre los pasillos, Renjun y Yangyang querían papelería, hojas para imprimir, clips y colores. Yangyang quería regalarle colores a Renjun porque Huang amaba dibujar, Renjun quería comprarle pintura textil a Yangyang porque él amaba personalizar su ropa y sus artículos personales.

Así que ellos fueron a la zona de papelería. También se compraron unos audífonos y poco después fueron a buscar hoddies de pareja que lucieran bien en ellos.

Yangyang agradecía que el negocio de su padre Ten funcionara y que todos los meseros tuvieran dinero en ese instante para comprar todo lo que querían. Fue un gran éxito que fueran contratados en aquella linda cafetería.

—¿Qué más nos hace falta? —preguntó Yangyang.

—No estoy seguro, no tenemos cocina. Allá hay cafetería entonces podemos comprar cosas básicas y luego conseguir una parrilla eléctrica, para hacernos algo rápido en nuestro dormitorio. —Yangyang sonrió al oír a su novio.

—Sí, no me preocupa la comida. —Qian habló viendo un cable de cargador para su laptop y para su celular.

—Oye, ¿Qué pasó con el perfume que iba a comprar tu papá para el papá de Haechan? —preguntó Renjun con un poco de curiosidad.

—Lo compró, se lo dará esta noche. —Yangyang respondió viendo a su pareja. —Pero es extraño, Haechan no ha hecho comentarios, a veces hasta pienso que ni siquiera sabe que su papá sale con mi papá. Está tan calmado que...

—Él sí lo tomó bien y no hizo un berrinche. —Renjun le sonrió a su novio burlándose de la rabieta que había hecho hace unas semanas. —La cena de hoy saldrá bien, ten confianza, además podrás hablar tranquilamente con el padre de Haechan y exponerle cómo te sientes, él sabrá qué hacer. —Renjun tomó de la mano a su novio y siguieron caminando por los pasillos.

—¿Está bien que compremos una cafetera? —Jaemin iba cargando la enrome caja. —A ti no te gusta tanto el café.

—Pero a ti sí. —Jeno sonrió. —Si quieres café no tendrás que comprarlo, lo haremos. —Luego le sonrió. —Y si sale bien incluso podríamos venderlo, podríamos costear nuestros gastos y ayudaremos a estudiantes estresados durante la carrera.

—Dios, me casé con un genio. —Jaemin sonrió mientras veía los ojos de su novio.

—Aun no estamos casados. —Jeno le sonrió. —Pero podemos seguir con el negocio del café podría pagar los gastos de nuestra boda.— Se rio.

—Suena a un gran plan para mí. Quizá deba aprender a hacer más pasteles, siento que ese negocio nos salvará durante los finales de semestre y la época de exámenes.

—Perfecto. —Jeno besó la cabeza de su novio y luego le sonrió de una forma adorable.

Jaemin sintió el brazo de Jeno rodearlo por los hombros y siguieron caminando en busca de más cosas que pudieran necesitar, seguramente a los demás se les olvidaría una que otra cosa.

—¿Tienes la comida? —preguntó Haechan con suavidad.

—Sí, también tengo los sabores que te gustan. —Mark agregó mientras cargaba la canasta color roja del centro comercial.

—Somos los únicos con cocina, seguramente tendremos muchos invitados que quieran comer, o peor aún, nosotros nos lo acabaremos rápidamente. —Haechan se quedó pensando.

—Probablemente sea la segunda. —Mark rodó los ojos. —Creo que es todo, lo mejor será ir a pagar.

—Bien, pero ¿Quién irá por ellos? —Haechan le preguntó a Mark.

—¿Por qué? —Mark preguntó.

Haechan solo sonrió con mucha, mucha diversión y maldad, se acercó a Mark para susurrarle al oído: "condones", Mark se avergonzó y se sonrojó al escuchar la palabra.

—Pienso que tú deberías ir porque eres el mayor. —Dijo Hyuck levantando sus hombros.

—Y pienso que deberías ir tú, porque no te da pena. —Susurró Mark.

—Sí, pero quién es el doncel y quién los usará. —Haechan rodó los ojos. —Dame la canasta, iré a la zona de pastelería, compraré un postre para la noche.

Mark suspiró, Haechan estaba evitando el tema de lo que pasaría esa noche, sería la "cena" donde su papá Johnny invitaría a su nuevo novio a conocerlos, de hecho, era extraño, porque Yangyang tampoco había dicho nada, ¿realmente irían? Haechan quería hacer de todo para agradar a las personas importantes para su papá.

Mark se quedó pensando mucho tiempo y en cuanto quiso decirle algo a su novio, éste ya había desaparecido, así que lo único que hizo fue suspirar y adentrarse a la zona de farmacia, quizá también llevaría un botiquín, Haechan no se enfermaba, pero a veces solía jugar rudo y rasparse. Siempre estaba de más tener recursos de primeros auxilios por si los llegaba a necesitar.

Haechan se encontró con Renjun y con Yangyang en la panadería. Yangyang le mostraba algunas roscas y panes a Renjun y éste las calificaba.

—¿Qué eligen? —preguntó Haechan de repente.

Yangyang se tomó de valor y habló mirando al moreno.

—Un postre para la cena de hoy. —Yangyang suspiró. —A mi papá no le gustan las frutas, ¿hay algo que no le guste a tu papá?

—No, mi papá puede comer lo que sea. —Haechan cruzó sus brazos. —¿Entonces lo llevarás tú o quieres que compre otro?

Yangyang miró a Haechan, el moreno no lucía como él mismo, Yangyang podía entender cómo se sentía, pero estaba bien, Haechan no estaba solo. Era un sentimiento nuevo, pero podrían compartirlo y entenderse.

—Supongo que es complicado para ambos. —Renjun habló. —Pero sus papás los aman y probablemente algunas cosas cambien, pero les aseguro que el amor que les tienen sus padres nunca se irá.

Yangyang y Haechan sonrieron al escuchar eso.

—¿Qué te parece si yo compro el pastel y tú llevas algo para brindar? —Yangyang abrazó a Haechan por la espalda.

El moreno solo asintió.

—Si, ¿me acompañan a buscar algo? —Luego el moreno negó con la cabeza y preguntó algo más importante.—¿Ya terminaron de hacer sus compras?

—Sí. —Renjun señaló. — Por cierto, ¿Dónde dejaste a Mark?

—En la farmacia, le dije que comprara condones y luego lo perdí, supongo que me llamará en cualquier momento porque yo tengo el dinero para pagar. —Haechan habló muy rápido.

—Ni siquiera voy a preguntar por qué, no, no lo haré. —Renjun se dio un golpe en la cabeza y siguieron caminado.

Porque ir de compras juntos siempre terminaba con un suceso divertido, y, en general, siempre que estaban juntos pasaban cosas buenas. La vida era más divertida con amigos. 

Continuará...

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Fue gracioso el hecho de que Haechan entrara a su casa con dos invitados más, todos cargaban bolsas con comida y objetos. Habían regresado de su ida a comprar las cosas para los dormitorios del campus, primero habían ido a dejar a Renjun y a Jaemin, aunque Jeno prefirió quedarse con su novio antes que volver a casa.

Ahora Haechan sentía que debía lidiar con ciertos sentimientos que trató de ignorar el día anterior.

—¿Haechan? —La voz de Johnny sonaba preocupada cuando escuchó a su hijo ingresar a su vivienda.

El hombre salió de la cocina, usaba un lindo delantal blanco y miraba a los invitados con nervios.

—Sí, traje a Mark para que cargara mis cosas y también traje a Yangyang porque dijo que es más conveniente quedarse aquí para la cena. —Dijo Haechan.

—Hola. —Saludó Yangyang. Aunque no lo dijera él también estaba muy nervioso.

Johnny era demasiado alto, pero era agradable. Nunca lo había visto interactuar con su padre, por dios ¿Cómo sería? Ninguno lo decía, pero Haechan y Yangyang tenían miedo de que la cena fuera un fracaso por lo rara que eran sus familias.

—Hola. —Johnny soltó, él también estaba nervioso. Ten le había contado que Yangyang se había enojado con el doncel, ¿realmente apoyaría la relación que tenían los dos adultos? Lo mejor era pensar en otro tema. —Deberías cargar tus propias cosas. —Dijo viendo a su hijo. —Ayer te quedaste en casa de Mark, no puedes simplemente mandarle. ¿No es así, Mark?

—Uh, sí. —Mark sonrió nervioso, había mucha tensión en el aire. —Aunque no hubo problema, Jeno invitó a Jaemin a quedarse a dormir, además íbamos a salir temprano a comprar las cosas para el dormitorio.

—Sí, Taeyong me dijo que Haechan se quedaría. —Hizo una mueca. —Ah. —suspiró. —Lo que no quiero es que Haechan te utilice para huir de sus problemas. —Dijo observando a Mark.

Haechan solo levantó los hombros, luego observó las bolsas que Mark había dejado en la mesa y sonrió con malicia. Quería molestar u poco a su padre, así que utilizaría a Mark para ello.

—Oye, babe. —Dijo el moreno viendo a Mark. —¿Compraste los preservativos que te pedí?

Mark se sonrojó ante el apodo, más porque Hyuck no lo debería decir frente a su padre. Yangyang solo soltó una risita, Mark era muy valiente por salir con Hyuck, pero todos sabían que era el único que le podría soportar el paso.

—No. —Mark aclaró su garganta. —N-no compré.

—¿Para qué quieres eso, Donghyuck? —preguntó Johnny con tono autoritario.

—¿Cómo que para qué? —preguntó el moreno. —Pretendo tener mucho sexo cuando esté en la universidad. —Le sonrió. —Debo estar protegido.

Mark quería que la tierra se lo tragara, Johnny solo soltó un suspiro muy, muy enojado, Yangyang quería ver qué sucedía, la verdad él estaba muy entretenido. Johnny debería tener una paciencia increíble con Hyuck... Así que evidentemente la tendría con su papá Ten.

—Vas a la universidad a estudiar. —Johnny trató de calmarse. —Mark, tú y yo vamos a tener una charla antes de que se vayan. ¿Sí?

—Pero yo...— Mark solo soltó un suspiro.

—¿Asumes que será con Mark? —Hyuck interrumpió casi indignado.

Johnny se quedó callado, así que solo suspiró.

—¿No tienen unos anillos que dicen que se aman? —Johnny negó con la cabeza. —Yo también tuve su edad, fui a la misma universidad y también tenía un compañero de cuarto demasiado lindo. —Aclaró su garganta.

—Pensé que mi papá Jaehyun, había sido su compañero. —Mark se sorprendió.

—Sí. —Johnny frunció la boca y observó a Yangyang. —Me refería a alguien más...

—Sí, al señor Ten. —Haechan interrumpió. —El señor Taeyong nos contó.

Yangyang levantó la ceja. ¿Qué? O sea, sabía que ellos se conocían desde antes, pero estaba seguro de que no recordaba nada de lo que estaban diciendo.

—No es cierto. —Yangyang dijo viendo al moreno. —Mi papá siempre había dicho que en su universidad salió con su el amor de su vida y que era un tipo alto, guapo y super rico, que iba a heredar muchísimas expresas y que parecía modelo. —Yangyang rio. —Y que al final conoció a mi padre Kun y dejó a ese hombre por mi padre...

Haechan y Mark vieron a Yangyang. Johnny solo se rio ante la imaginación de Ten, se imaginaba el por qué dio ese final. A Ten no le gustaba perder, y él había perdido contra el abuelo Sooman.

—Debo admitir que sigo siendo alto, guapo y que en ese entonces sí era muy rico. —Johnny se rio. —Pero dudo que tu padre me haya dejado por eso. —Johnny frunció los labios. —A Kun lo conoció muchos años después.

—¡Oh por dios! —Haechan gritó. —Tienes otra versión. —Miró a su padre. —¡Ves! Todos entendemos cosas diferentes, no puedo creer que no me dijeras que sales con mi jefe. —le dijo en voz alta. —Yangyang ni siquiera sabía que ustedes dos habían salido hace veinte años. —Se enojó.

—Mark. —Johnny susurró para que el único neutral lo ayudara.

—No, lo siento señor, pero yo me retiro, siento que mi padre Jaehyun me está llamando. —Dijo con nerviosismo. —Suerte en su cena. —Dijo.

Haechan rodó los ojos y vio cómo su novio se iba. Yangyang tenía dudas, así que le preguntó a Johnny sobre más información, quería saber tantas cosas.

Para las 8 de la noche, Ten tenía la bolsa con el perfume en mano y llevaba a Chenle muy bien peinado a un lado, aunque éste seguía mensajeándose con Jisung. Johnny fue quien abrió y le saludó de una manera tierna, sin embargo los adultos seguían nerviosos. Ya que Ten se había sentido mal el día de ayer con la noticia de Haechan y ahora se enteraba que Yangyang había ido antes a "hablar con Johnny".

Chenle solamente se pasó a la casa a buscar a su hermano, no quería estar cuando su padrastro se pusiera cariñoso.

—¿Cómo estás? —Dijo Ten.

—Asustado. —Johnny suspiró. —Creo que ni cuando mi padre nos encontró haciéndolo en mi habitación me asusté tanto.

—Esa vez fue horrible, desencadenó toda nuestra separación. —Ten hizo una mueca. —¿Crees que esto sea peor?

—Sí, ayer me dijiste que Haechan no sabía que salía contigo. —Johnny murmuró. —Pero tú no me habías dicho que Yangyang no sabía que fuimos exnovios hace años. Tuve que contarle la historia.

—No puede ser. —Ten bajó la mirada. —¿Y si nos vamos? Podemos dejar esta cena para, no sé... ¿Nunca?

—Me parece una buena idea. —Johnny asintió mientras abría la puerta y trataban de huir.

—¿A dónde van? —preguntó Yangyang mientras cargaba unos vasos de cristal.

—¿Quién les dio permiso de irse? —Haechan les apuntó con un cucharon. —Vengan a poner la mesa.

Johnny y Ten solamente se observaron con nervios, definitivamente sus hijos eran aterradores.

Todos comían en silencio, a Johnny le había encantado el regalo que Ten le había traído. Todos esperaron a la hora del postre para sacar el pay que Yangyang había comprado, junto con el champagne de Haechan.

—Brindemos. —Dijo el moreno con la botella en mano.

Ten y Johnny lo observaron, pensaron que sus hijos estarían enojados con ellos, pero realmente estaban tratando de adaptarse a la situación, sabían que era importante para los adultos. Chenle también hacía su mejor esfuerzo, le gustaba ver a Ten feliz, quería ver a su padrastro sonreír.

—¿Por qué? —preguntó Johnny.

—Por ustedes. —Dijo Yangyang levantando su copa. —Para que esta vez si puedan ser felices y no los vuelvan a separar.

—Para que nunca vuelvan a separarse, y si lo hacen puedan reencontrarse y quererse. —Haechan terminó levantando su copa.

—¡Salud! —Dijo Chenle avergonzado. —Porque seré hijo único por un año.

Aquel comentario hizo que todos rieran, pero era cierto, la vida continuaba, y esperaban que esa relación durara por muchos años más, Haechan, Yangyang y Chenle se convertirían en familia, quizá no lo decían, pero podrían acostumbrarse a llamar "hermano" al otro. 

Continuará... 

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La cena había ido de maravilla, incluso Johnny había ido a dejar a los "Qian" a su casa, ahora regresaba y se había encontrado a un Haechan un poco triste, estaba acostado en la cama de Johnny mientras observaba una foto de Taeil.

—¿Qué pasa? —preguntó Johnny al ver a su niño en pijama y un poco triste.

—Me pregunto qué haría yo. —Haechan susurró.

—¿En cuánto a qué? —preguntó Suh sentándose en su cama.

—En qué haría si Mark se fuera. —Haechan hizo una mueca. —En si yo lo dejara ir. En si me lo encontrara veinte años en el futuro y me volviera a enamorar de él... ¿En qué pasaría si él tuviera una familia hecha? ¿En si yo podría volver a amar de nuevo? En que, si el señor Taeyong pudo quitarse el anillo del señor Jaehyun, quizá eso también podría sucederme a mí y...

—Te da miedo... ¿cierto? —Johnny miró a su hijo. —El futuro asusta porque no se tiene el control de él.

—Es que no quiero perder a Mark. —Haechan cerró sus ojitos. —Pero podría ser desde un simple error, una enfermedad, aburrimiento y... No sé.

Johnny no había visto a su hijo tan afectado y es porque nunca lo había visto tan enamorado de alguien que no fuera Mark, le agradecía que se abriera con él, pero Johnny tampoco tenía idea de qué hacer o decir.

—Las relaciones son de dos personas, Hyuck, tú puedes hacer lo que quieras, pero si la otra persona toma una decisión, tú debes respetarla. —Johnny le sonrió. —Al mismo tiempo, se trata de llegar a un acuerdo con la otra persona, qué quieren, a dónde van, qué pueden hacer para mejorar, es cuestión de comunicación y de respetar límites. Sabes que siempre te he dicho que cuides a Mark porque no sabemos cuándo él quiera alejarse...

—No quiero perderlo. —Haechan abrazó la almohada que había a su lado.

—Para eso también debes poner de tu parte. —Johnny suspiró. — Cuídalo. Ya no peleen tanto y cuando estén en la universidad manténganse como siempre lo han hecho, los dos son muy buenos niños, sabrán resolverlo juntos.

—Hace un tiempo te dije que Jaemin sería mi compañero de habitación y mentí... Compartiré habitación con Mark.

—Lo sé.

Luego hubo un largo silencio, un poco incómodo también. Haechan solo miró a su padre y suspiró.

— Pa¿Cómo fue tu primera vez? —preguntó Haechan.

Johnny abrió los ojos con sorpresa y nerviosismo, se levantó de la cama y miró a su hijo.

—No vamos a tener esta charla, levántate y vete a tu habitación. —Johnny frunció el ceño. —Oh, voy a matar a cualquier HH que se acerque a ti, aunque me gane el odio de Taeyong y de Jaehyun. —Johnny se enojó, debería hablar con Mark y eso ni le correspondía a él.

Dios, que dolor de cabeza. Haechan empezó a reír y se acomodó en la cama. Johnny simplemente lo cobijó y salió de la habitación.

El hombre tomó su pijama y se vistió. Luego fue a la habitación de Haechan y se acostó en la cama del menor. Haechan era tan chiquito cuando Johnny pintó junto con Taeil aquella habitación, Johnny no podía negar que amó mucho a Taeil, fue un gran hombre, cariñoso, adorables y cabía tan bien en sus brazos. Realmente lo extrañaba, pero ya no iba a volver.

Haechan también había crecido, ya no era aquel niño llorón que comía chocolate a escondidas con Mark y regresaban con las comisuras llenas de migajas y negaban los hechos. Mark también había sido como otro hijo para Johnny, lo vio crecer y ahora se sentía tan lejano.

Solo habían pasado 18 años.

Pero el sonido del celular de Johnny lo interrumpió del pensamiento, era Ten, así que contestó tratando de bajar la voz para no despertar a su hijo, al parecer Ten hacía lo mismo porque se escuchaba que susurraba.

—¿Haechan te ha dicho algo? —Ten le cuestionó. —Yangyang solo me dijo que está feliz por mí y que quiere lo mejor para ambos, casi me pongo a llorar. —La voz del doncel se escuchaba entrecortada.

—Eso es bueno. —Johnny sonrió del otro lado. —Haechan se puso nostálgico. —habló. —Y luego me preguntó cómo había sido mi primera vez sexual? —se avergonzó.

Ten soltó una risita por la bocina del teléfono.

—Debemos admitir que fue rara. —Ten empezó a reír. —Pero también se convirtió en una tradición.

—Lo sé. —Johnny susurró. —Todo comenzó con una receta porque querías hacer de galletas. —Se rio. —quién diría que la chocomenta se siente fría y fresca cuando...

—Siempre cuatro, la quinta es para ya sabes qué. —Johnny sabía que Ten estaba sonriendo.

—Cuando Haechan traía esas galletas a casa no pude evitar tener un deja vú. —Johnny se rio. —Sabía que tú eras el único que las hacías, pero era imposible porque estabas en otro país, lo más gracioso es que siempre eran cuatro, ¿Cómo no pensar en ti cuando todo apuntaba que se trataba de ti? Incluso creí que te extrañaba y la soledad me volvía loco.

—Haechan siempre decía que eran "las favoritas de su papá", nunca pensé en preguntarle su apellido. —Dijo Ten. —Aunque le mentiste y no le dijiste que yo las hacía.

—Sí, dije que eran similares a unas que vendían en mi facultad. —Johnny rio. —No estaba preparado para hablarle de mis ex amores a mi hijo. Y aunque siento que sigo sin estar listo, al menos sé que ahora quiero hacerlo.

Ten sonrió. Hablar con Johnny siempre era reconfortante, le quería demasiado. Era casi un milagro haberse vuelto a ver, coincidir de la manera en la que lo habían hecho, porque había personas que no importaba qué tan lejos estuvieran, era bueno que volvieran a la vida del otro.

—Debe ser una casualidad. —Johnny rio al escuchar a Ten. —Volvernos a encontrar después de tantos años, ahora con nuestras propias familias, pero sin cambiar los sentimientos que tenemos actualmente, espero que éste sí sea nuestro momento.

—Espero lo mismo. —Johnny sonrió. —El mundo no se va a detener y cada uno necesita tener su vida y me siento feliz de que hayas vuelto a la mía.

—También siento lo mismo. —Ten suspiró, luego soltó una risa. —La próxima semana es la última de los niños en el café. Le diré a los padres de Jaemin, Renjun y a Doyoung y a Taeyong que si quieren que hagamos una despedida antes de que ellos se vayan a la universidad.

—Me encantaría ayudarte con eso. —Johnny le sonrió.

—¿Te parece bien el próximo viernes? —Ten solo sonrió.

—Claro que sí. —Johnny sonrió.— Ellos deben hacer su propia vida, siento que terminaremos nuestra parte del libro que ellos están escribiendo.

—Sí, se siente así. —Ten dijo con nostalgia. —Los hijos son prestados al final, es hora de que ellos sigan. Me voy a callar porque sino lloraré. —Ten frunció sus labios, recordó el embarazo que tuvo y cuando Yangyang era pequeño, quería mantenerlo así por siempre, pero ya no se podía.

Los pequeños niños que ahora ya habían crecido debían tomar su propio camino.

Continuará... 

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Jaemin rodó los ojos por enésima vez, pero ya no se dejó, el sonido sordo del golpe resonó por todo el auto, Haechan solo acarició su mano con dolor, ese golpe había dejado su mano roja.

—Te dije que pararas. —Jaemin frunció el ceño.

—No, me gusta molestarte. —Haechan fingió llorar. — La verdad es que me gusta tu cintura, podría tocarla siempre. —Levantó los hombros.

—Basta. —Renjun los detuvo, no se podía mover muy bien pues su novio lo iba cargando o si no, no cabrían en el auto que Doyoung le había regalado a Jeno por su entrada a la universidad.

Jaemin y Haechan iban en la parte de atrás del vehículo, pero Haechan iba manoseando a Jaemin, hasta que éste le dio un manotazo que pareció ser muy doloroso.

—Vuelves a tocar a mi novio y te dejaré varado en la carretera. —Jeno le miró por el retrovisor.

—¿Qué? — preguntó Haechan indignado. —Mark, dile algo a tu hermano.

—Podemos dejarlo en un lugar donde no haya señal, así nadie lo encontraría. —Mark susurró mirando a Jeno.

El pobre chico tenía resentimiento con Haechan después de la vergüenza que le hizo pasar frente a Johnny el día anterior, en la fiesta de despedida que habían tenido.

—¿Para que necesito enemigos si los tengo a ustedes y a Mark? —Haechan fingió estar ofendido.

—Ah, yo sé que quieres conducir, ya, ven. —Jeno hizo una mueca.

El conductor se acercó a la acera, prendió sus intermitentes y Jeno y Haechan cambiaron de lugar, ahora Hyuck conduciría camino a la universidad, su nueva vida estaba a punto de comenzar.

Esa mañana habían empacado todas las cosas que faltaban, los seis se despidieron de sus padres y tomaron rumbo a su nueva aventura, aunque era obvio que las cosas entre ellos no cambiarían solo por el hecho de ser universitarios.

—Bien, los llevaré sanos y salvos, prohibido toquetearse allá atrás ¿sí? —Haechan incomodó a los del asiento trasero.

—Entonces procura no pasar por ningún tope o no me haré responsable. —Renjun rio y Yangyang se avergonzó.

Y entonces siguieron su camino.

Jaemin sonrió cuando Jeno instaló la bonita cafetera que habían comprado una semana antes. Su habitación ya se sentía como suya y era emocionante, cuando tuvieran miles de proyectos y exámenes finales podría tomar café y evitar dormir, aunque Jeno probablemente le robaría bebidas energéticas a Hyuck, a ambos les gustaban bastante, bendita taquicardia que les iba a dar después.

—Bien, nuestro hogar se ve muy bien. —Jaemin sonrió con ternura. —Espero que no peleemos en los próximos años y que sigamos siendo "best roomies".

—¿Crees que alguien sea mejor que nosotros? —el sentido competitivo de Jeno se activó. —Me temo que no.

Jeno se sentó en el borde de la cama y miró a Jaemin, sus ojos lo anhelaban, su mirada se perdía en la sonrisa de su perfecto novio. ¿Cómo podría ser tan lindo?

—¿Tengo algo en la cara? —preguntó coqueto el otro. Mientras tocaba su rostro.

Se acercó con suavidad al cuerpo de Jeno y se quedó parado entre las piernas del más fornido, luego sintió los brazos del HH rodearlo y abrazarlo contra él. Jaemin abrazó la cabeza de Jeno y le besó el cabello.

Era la perfecta imagen de dos personas que después de desearse estaban juntas.

—Traeremos nuestras bicicletas la próxima vez que vayamos a casa. —Sonrió. —¿Sabes? —Nana preguntó. —Podría imaginarme una vida así contigo.

Jeno sonrió y cerró los ojos, él también lo hacía, el día de ayer habían bailado juntos durante la reunión de despedida, incluso los padres de Jaemin le habían pedido a Jeno que cuidara a su hijo, confiaban en él y en el amor que se tenían.

—Jaemin, me haces mejor persona. —Jeno susurró provocando cosquillas en el estómago del doncel.

—Jeno...

—Es que no sabes lo que significas para mí. —Jeno murmuró. —Te adoro, eres quien me inspira a ser la mejor versión de mí mismo, temía aburrirte con mi forma de ser, pero ahora me siento tan valiente a tu lado, la universidad o la vida, quisiera estar siempre contigo.

Jaemin sintió sus ojos humedecerse. Jeno era el mejor amigo HH con el que podía ser el mismo, con quien compartía demasiados gustos.

—Te adoro más. —Jaemin besó de nuevo el cabello de su novio. —Prometo que me esforzaré mucho por lo que tenemos.

—Nos esforzaremos mucho. —Le corrigió. —Lo haremos juntos, como siempre ha sido. —Tomó las manos de Jaemin y les dio un ligero beso.

Porque habían empezado como mejores amigos, como "crush" lejano del otro y a veces el amor llegaba cuando menos lo esperabas, perfectamente alineado con otros aspectos de la vida, ahora su única preocupación era mantenerse en dónde estaban.

—No, en serio, te apuesto que serán Mark y Haechan. —Yangyang susurró mientras acariciaba el cabello de Renjun.

—Pienso en que serán Nana y Jeno. —Dijo el más bajito.

Huang estaba recostado en el pecho de su novio mientras éste estaba recostado en su cama y jugaba con el cabello de su pareja. La luz entraba por las cortinas naranjas que le daba un toque otoñal a la habitación.

Ellos ya habían ordenado su habitación, su closet era el mismo, porque habían quedado en que compartirían atuendos y prendas, Renjun amaba usar las gorras de Yangyang y sus sudaderas, Yangyang amaba tomarle fotos a Renjun cuando usaba su ropa, le encantaba.

—¿Por qué no confiamos en nosotros? —Yangyang cuestionó.

—No somos así. —Renjun se rio. —Fuimos los primeros en ser pareja, pero definitivamente no seremos los primeros en... eso.

Renjun soltó una risita nerviosa mientras sus orejas se coloreaban de rojo. Yangyang sonrió.

—Oh, sigo diciendo que serán Mark y Haechan, mi futuro padre le dio una de esas charlas a Mark ante de venir. —Yangyang rió.

Luego hubo un largo silencio, Renjun abrazó el pecho de Yangyang y le preguntó.

—¿Estarás bien con lo que está pasando con tu padre?

—Sí. —Yangyang susurró con suavidad. —Lo amo, a él y a Chenle, no puedo entrometerme en sus vidas y sé que el señor Johnny es una buena persona, lo tomé mal, pero no puedo permitir que Haechan sea mas maduro que yo, así que lo aceptaré y no renegaré.

Renjun soltó una risa muy escandalosa. Podía fácilmente imaginar a Yangyang y a Haechan peleando por saber cuál era el mejor, incluso hasta el mejor signo aire del zodiaco como ya había pasado con anterioridad.

—Me alegra oír eso. —Renjun sonrió.

—Sí, también me di cuenta de que ellos harán su vida y yo tendré que hacer la mía. —Sonrió. —Y sé que quiero quedarme en tu vida, quiero que estés mucho tiempo en la mía, en ese momento eres el doncel más importante para mí.

Renjun sonrió. Yangyang solía ser muy cursi cuando se lo proponía.

—Me encantas. —Renjun delineó con su dedo un corazón en el abdomen de Qian.

—Y tú me haces mejor persona. —Dijo Yangyang. —Si no fuera por ti, por siempre aconsejarme y escucharme me hubiera sentido solo, no solo ahora, sino desde que te conocí, incluso el hecho de que pudieras hablar mi idioma natal, eres perfecto a mis ojos. Lamento haber tardado tanto...

—Creo que el hecho de que estemos juntos ahora es porque así tenía que ser, ambos maduramos lo suficiente como para estar juntos, todo lo que vivimos fue para guiarnos a lo que somos ahora. —Sonrió. —Y, aunque no hubieras aparecido, me hubiera casado con Jaemin. —Se burló.

—Jaja, que gracioso, lo peor es que te creo. —Yangyang dijo sarcástico. —hagámoslo bien de ahora en adelante, quédate en mi vida por mucho tiempo.

Renjun solo pudo sonreír. Había esperado mucho para que llegara alguien a quien pudiera anhelar tanto como lo hacía con Yangyang.

—Claro que sí, pero vayamos a comer estofado, puedo escuchar tus tripas gruñir. —Se burló.

—Dios, pareces Chenle, ¿por qué quieren comerlo? —Negó con la cabeza y disfrutó, pretendía tener toda una vida sosteniendo a Renjun en su regazo.

El silencio era demasiado incómodo, Haechan ni siquiera reía, porque no era gracioso, Mark estaba muy avergonzado.

—Entonces...—Haechan los tomó en la mano y los miró. —Realmente los compraste.

—No. —Negó fuertemente con la cabeza. —Me los dio tu padre ayer, dijo que tenía que cuidarte en todos los sentidos, le expliqué que nosotros no haríamos nada de eso hasta que nos casáramos, pero...

—¿En serio quieres casarte conmigo? —Haechan levantó la vista de las envolturas metálicas que tenía en la mano y miró a Mark. —Nunca lo habías dicho. No puedo imaginarlo siquiera.

—Bueno, quiero guardarme para un momento especial ¿sí? Con la persona con la que compartiré mi vida —Mark se avergonzó de decirlo en voz alta, siendo sincero, se aterraba de pensar que podría casarse con Haechan, pero al mismo tiempo dudaba que existiera alguien más para él.

—Bien, puedo esperarte. —el moreno sonrió. —Sabemos que soy la persona con la que compartirás tu existencia. Dios, creo que debes amarme muchísimo.

Mark resopló, o sea, era cierto que amaba a Haechan muchísimo, pero no quería que el moreno se lo cantara a cada rato. Hyuck disfrutaba mucho burlarse de la bondad de Mark. O quizá Mark deseaba que Haechan se burlara de él y lo molestara porque así sabía que lo estaba viendo. Ya no le lo cuestionaban mucho.

—Bueno, entonces dame eso, lo guardaré para cuando sea el momento. —Mark extendió su mano y le pidió a Donghyuck que se los diera.

—Creo que se echarán a perder si los guardas tanto tiempo, mejor los uso con alguien de la facultad, conoceré a más personas pronto. —Se burló.

—¡Eres insoportable! —Mark se molestó, siempre era así con ellos. —Deberías ser más lindo conmigo, se supone que me eres mi pareja, mínimo quisiera que me aceptaras y fueras más...

Haechan se quedó callado aceptando aquel regaño, porque por un momento recordó las frases de su padre, qué tal si Mark en verdad se iba, que tal si se aburría de Hyuck y encontraba a alguien que lo amara más y de la forma que Mark necesitaba. Haechan debía de cambiar la forma en la que obtenía atención de su novio.

—Lo siento. —Haechan susurró sin ver a Mark.

—¿Qué? —dijo con sorpresa. —¿Puedes repetirlo? No sueles disculparte conmigo cuando haces que me moleste.

—Me gustas. —Dijo Haechan mirando el suelo. —Me haces mejor persona. Quiero que no te avergüences de estar conmigo y... que no me dejes.

—Haechan...

Mark entró en pánico, cuando Haechan hablaba de cómo se sentía, era porque el chico estaba nostálgico y vulnerable, no solía demostrarlo, pero Hyuck se preocupaba por cosas muy pequeñas que no tenían razón, Mark solo soltó una risa, se daba una idea de qué podía hacer después de que el señor John le dijera a Mark que Haechan había estado preocupado por su relación, fue cuando Suh le pidió a Mark que cuidara a su pequeño y extrovertido niño.

—Lo siento. —El moreno hizo un puchero.

—Está bien. —Mark se acercó a su novio. Tomó su mano y jugó con el anillo que tenía Hyuck en su dedo. —Lo siento, quizá podamos no sé, usarlos después, cuando sea el momento, quizá podría ser antes de nuestra boda...

—Espero que sea así, ¿me veo como un vampiro? No soy inmortal, Mark. —rodó los ojos, ya había vuelto a ser él.

—Solo quieres que sea ya. —Mark se rio. —Mejor dime que quieres hacerlo conmigo y que soy tu favorito.

Haechan se carcajeó ante la horrible forma que tenía Mark de coquetearle, lo miraba así, como si tuvieras hambre y vieras un pan tieso a las tres de la mañana, Mark debía cambiar su mirada o Haechan pensaría que realmente si se lo querían comer.

—Lo eres, eres mi favorito. —Haechan sonrió. —Te seguiría siempre, por una eternidad o por otra dimensión. —Haechan amenazó. —Nunca podrás deshacerte de tu amada alma gemela.

Mark solo sonrió, Haechan era un peligro, pero por su misma forma de ser siempre brillaba de una forma adorable, por eso todos lo querían, por la energía que trasmitía, también Haechan amaba la forma en la que Mark lo cuidaba, el cómplice perfecto para pasar sus tiempos y quien se riera de sus bromas.

Ellos estaban hechos para estar juntos.

Y así es como terminaban las historias de tres parejas, pero más bien sería el inicio de otro capítulo, porque las historias nunca terminan por completo, siempre habrá más y más, porque de eso se trata la vida, de vivir situaciones, aprender de ellas, disfrutarlas y seguir buscando lo que llamamos "felicidad".

FIN.