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—Los cuentos siempre iniciarán con un "Había una vez.." y lo que te contarán será duro, te hará reír o llorar pero sin importar cuanto hayan sufrido los héroes de la historia que te cuenten siempre terminará con "Vivieron felices para siempre".

Mientras veía con una sonrisa a esas dos pequeñas niñas dormir, cerraba la puerta del cuarto suspirando y pensando en cuanto me hubiera encantado tener ese final a mi historia, el mismo final que le doy a nuestras aventuras ahora mis cuentos, ahora mis recuerdos...

Tener para mi y para todos un...

"Y vivieron feliz para siempre"

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I didn't have it in myself to go with grace

And you're the hero flying around, saving face

And if I'm dead to you, why are you at the wake?

Una mujer de largo cabello estaba arrastrándose en los escalones de una gruta después de nadar lejos del templo, la herida se le habia infectado, sangre y un polvo oscuro salian de ella y quedaba esparcido por donde su cuerpo se movía, en sus ojos había tristeza, enojo y traición, logró recargarse en los escombros de columnas llenas de malesa con la cual su cabello rosa champagne se mezclaba, soltó un suspiro y miro al cielo llorando.

—Suplico volver, para terminar lo que inició, si escuchas mi plegaria, Kalisa, llévame y entrega me una segunda oportunidad, no dejes que me vuelva piedra por esta maldición...—

Sus manos habían dejado de ser humanas parecían garras, su cuerpo se volvia de piedra y este mismo se llenaba de musgo a la par que de su herida crecían flores, las cuales se esparcian por su cuerpo semi petrificado creando grietas que se manchaban de sangre simbolo del dolor. Era el precio por volver al cielo, sólo le quedaban sus plegarias y sus lagrimas.

Cursing my name, 

wishin' I stayed

Look at how my tears ricochet

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ꫂ ၴႅၴ⋆༉ Historias para dormir ༊.⋆࿔

ꫂ ၴႅၴ⋆༉

Había una vez, hace muchas vueltas de estrellas atras, en una tierra lejana y sagrada en la cual un pueblo entero decidió construir una torre para poder llegar hasta el cielo y ser como dios. 

La construcción llevó varias vueltas de la rueda de estrellas y bajo la mirada del reinado de la constelación de orion al norte y la segunda estrella del amanecer, anunciando el fin del invierno, el pueblo festejaba la rapida construcción de la torre y la realización de sus deseos mas grandes e inverosímiles. Los Guerros hablaban de la fuerza que tendrían, los eruditos, sobre el conocimiento que adquiririan, los sacerdotes, brujos y chamanes, sobre la prosperidad que obtendrían al igual que los dones que adquiririan al estar cerca de las estrellas.

Durante el festejo un chico, conoció a una hermosa mujer de vestido blanco con detalles transparentes y brillos dorados, con cabello gris y largo, cubriendolo al igual que parte de su rostro con un velo color azul, bajo un aura luminosa y pura, que hacía florecer todo a sus pies, aquella mujer era una estrella que habia bajado del firmamento, por aquellas escaleras que estaban construyendo, debido a la curiosidad que sentia por aquel pueblo y su hazaña. El chico al estar embelesado por aquella mujer se acercó a ella y se presento creando en la hermosa estrella un interés por la belleza que podia tener un humano, siendo sólo el comienzo.

La estrella y el chico se habían enamorado, ella lo acompañaba al pueblo durante el día fascinada por la vida humana, el chico se la mostraba haciéndola parte de ella y en la noche él se sentaba con ella en lo alto de los tejados para mirar el cielo, curioso por lo que era realmente el hogar de la estrella, quien maravillada se lo contaba e inclusive le enseñaba secretos y cosas que sólo sabria una estrella. Nadie había visto amor más puro que el de ellos dos. Pero cuando Orion empezaba a bajar del norte y la corona de Aritma aparecía en el cielo estrellado, siendo el inicio de la primavera, dios descendió por las mismas escaleras que el pueblo ansiaba subir, consternados se inclinaron ante él, pero molesto levantó al pueblo y los maldijo por su arrogancia, al mismo tiempo la estrella fue obligada a regresar al firmamento separándose de su gran amor, el pueblo aterrado decidió alejarse y no terminar la torre, pero aquel chico desisto, con el poder que la estrella había dejado y su deseo de reencontrarse con ella, terminó de construir la torre y esta le dio un gran poder, llegó hasta la cima para estar con su estrella y desde ese momento fue feliz, los dioses se apiadaron de él y su pecado, debido a su puro corazón y su deseo de amor, reconociendo a la torre como suya. 

ꫂ ၴႅၴ⋆༉.ೃ࿔✶

La voz de mi madre retumbaba en mi cabeza, todas las veces que me contó aquel cuento antes de dormir, escuchaba la narración repetirse otra vez, tenía los ojos abiertos al igual que la boca, me encontraba sentada sobre mis pies mirando a aquella criatura que parecía un conejo blanco, humanoide frente a mí con un baculo, era un cuento y real, al mismo tiempo.

—Es la primera vez que veo a un visitante así de sorprendido después de abrir la puerta, me presento...-. Sostuvo su bastón y lo hizo girar sobre su mano para después hacer una reverencia —Mi nombre es Headon, soy el dios más antiguo de la torre y quien recibe a los viajeros que quieren subir por ella.

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༊.⋆࿔ El cuento. "Había una vez.."ꫂ ၴႅၴ⋆༉

༊.⋆࿔

Headon movió su báculo sobre su mano, en ese momento me pare y lo mire al "rostro", estabamos en un cuarto oscuro iluminado por esferas de luz flotantes entre los murales de la pared, lo cuales miraba con atención debido a lo antiguo que lucian, parecian de la epoca antes del ascenso de Aeron al firmamento.

—Bienvenida a la torre, jovencita... supongo que a quedado anonadada por lograr estar aqui... ¿Cuál es su nombre?—.

Regreso mi mirada al conejo humanoide y asiento. —Si, yo sólo... habia escuchado cuentos sobre ella—. Me encogo de hombros y me levanto viendo al guardián quien inclina su cabeza alargada, sonrió levemente tomando mi falda larga azul, la extiendo y me inclinó haciendo una reverencia. —Mi nombre es Dalia Grace—. Alzó el rostro y veo cómo Headon me responde la reverencia.

—"Grace"...—. Headon inclino su cabeza viendome, algo cohibida pace mis manos a la espalda, juntandolas manteniendo una sonrisa leve, intentando no mostrar mi incomodidad. 

—Hace mucho que no lo escuchaba...Señorita Dalia, ha mencionado que escucho cuentos sobre la torre entonces asumo que sabe que en la cima se encuentra todo lo que busca. Así como el que es consciente de su situación como "irregular", ya que yo no he abierto la puerta para usted, asi que por ende no se le puede llamar "regular", quitando esas formalidades...  Diga me ¿Qué es lo que desea?

Una sonrisa aparece en el rostro de headon, después de escuchar mi deseo mientras mueve su báculo.

—Muy bien, pero antes deberá cruzar una prueba, cuentos o mitos lo que sea que haya escuchado no retrata la cruda belleza de la torre—. 

Volteo y abro mis ojos sorprendída ante la presencia de una jaula llena de agua que refleja una luz verdosa, en donde un enorme animal blanco con manchas naranjas, escamas negras que cubren parte de su cuerpo como si fueran una armadura y cuernos se alza, doy un paso hacia tras impactada por lo que veo pero choco con Headon, quien al verme sacude su traje azul, haciéndose a un lado señala la jaula con su báculo.

—Esta es la prueba, debes de romper aquella bola negra sin ser comida por la anguila de armadura blanca, entiendo si tiene miedo, es de valientes admitirlo—. Señaló una esfera negra de lo que supongo es metal.

Trago un poco de saliva asuatada, y suelto un suspiro recordando las lecciones de magia, los relatos, las historias que cuentan en el pueblo sobre las pruebas de la torre, y en cómo no pueden ser tan diferentes de esto, aquello me debe de ayudar.

—Si no puede hacer la prueba y prefiere rendirse lo entenderé, después de todo esto no es el cuento en donde la princesa "vive feliz para siempre"...— Mientras habla, bajo la mirada y doy un paso enfrente acercándome al borde de la jaula.

—Aquí en la realidad existe la muerte, que para ustedes los humanos es...

—Lo hare—. 

Interrumpo a Headon, tomó con fuerza la correa de la bolsa que traigo conmigo volteo mirando lo.

—Como usted guste—. El conejo gira su báculo y señala a la jaula. 

Entro en la jaula y preparo un hechizo para convocar una flecha lista para disparar, aunque al entrar siento un sensacion familiar y complementario a mi magia, temblando me las manos disparo la flecha, fallo, me muevo a un lado y me vuelvo a preparar para disparar aunque la anguila es mas rapida que yo y con uno de sus cuernos me enviste hacia un lado lanzandome lejos, intento respirar, mas me duelen las costillas.

—Bienvenida a la torre de dios, Señorita Dalia Grace—.  

Respiro con dificultad antes de que me puede reincorporar la anguila viene de nuevo hacia mi, incada de rodillas convocó un hechizo de estrellas y creo un arco, antes de que llegue a mi, disparo y le doy en uno de sus ojos, con dificultad me logro parar, muevo mis manos y conjuro un remolino que preciona por todos lados aquella bola negra, y lanzo otra flecha en dirección al otro ojo de la criatura, haciendo que vuelva a alejarse y prepare otro ataque.

Todo a mi alrrededor queda en silencio y escucho lo que fueron las palabras de mi madre hace años, al terminar de contarme el cuento de la torre.

"Se dice que en la cima de la torre encontrarás lo que tu corazón anhele"

¿Dalia, qué deseas?

¿Dinero y riqueza?

Respiro hondo, apesar del dolor en las costillas suelto el aire, con una mano mantengo el hechizo de presión a la bola negra, le rezo a las estrellas para que me den su poder, le pido a Kalisa que me dé su fuerza para no fallar.

¿Honor y orgullo?

¿Autoridad y poder?

Pido que si alguien de verdad me esta escuchando responda a mi plegaria, veo a la anguila viniendo hacia mi, trago saliva y vuelvo a convocar un arco hecho de estrellas.

—Porfavor—. Murmuró con miedo, mis manos tiemblan mientras apunto a la bola, inhalo y exhalo intentando tranquilizar me, disparo mientras una luz sale de la flecha.

—Fascinante, la prueba inicia... ahora—

O

Algo más transcendental.

"Lo que sea que desees se encuentra en la cima, sube la torre y en lo más alto de ella se encuentra a quello que le pediste a las estrellas. "

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✶.ೃ El guerrero, el príncipe y el duque༊.⋆࿔

✶.ೃ

El sol pegaba en su rostro incomodandola, Dalia abrio sus ojos terracota y los cerró al momento de haberlos vuelto a abrir debido al sol, había terminado aquella prueba aterradora y ahora estaba acostada en el piso, volteo su rostro y abrió sus ojos viendo pasto de gran tamaño y de un color café verdoso, era un pastisal, se reincorporó sentándose y tomando la bolsa que estaba a su lado.

—¿Este es el segundo piso?—. La chica de cabello café cenizo no le preguntaba a nadie en particular, estaba sola, a su alrededor no había nadie. Dalia hizo una mueca y se paro, lucia algo decepcionada de que el segundo piso no fuera igual de mistico que el primero, al pararse pudo ver más personas a lo lejos paradas o surgiendo entre el pastisal y ver al resto de "regulares", ella Sabía cosas básicas gracias a los cuentos y mitos que contaban en su pueblo sobre la torre, al igual que en los libros.

—¡Mis libros!—. Alarmada bajo la mirada hacia su bolsa y busco una bolsa más pequeña en la cual estaban unos empaques de papel traslucido de colores, "caramelos", los conto, dándose cuenta que le faltaba uno. —¿Dónde está?—. Dalia, miro a su alrededor viendo dos libros tirados, uno aplastando el envoltorio y el otro abierto, soltó un suspiro de alivio, en eso se escucho una voz, la chica de largo cabello se quedó quieta escuchando las indicaciones, se agacho y recogió ambos. . libros junto con el envoltorio de caramelo y los guardo en su bolsa tenía que buscar sus libros y un lugar seguro rápido o de lo contrario la matarían.

ꫂ ၴႅၴ⋆༉.ೃ࿔✶

—Esto es una locura—. Murmuró para si misma Dalia, sus libros habían terminado desparramados por todo el lugar, había tenido que pelear con dos extrañas criaturas que para nada fueron como las lecciones de hechizos de Madame Sullyman, casi la apuñalan a costa de encontrar aquellos libros, si no los Necesitar los hubiera dejado perder, la chica de ojos terracota se alegraba de ser lo suficientemente fuerte para haber sobrevivido y encontrado refugio, con un suspiro apilo todos los libros. 

sobre el envoltorio de "dulce", coloco su mano abierta encima de los libros, apareciendo una pequeña bruma luminosa de color azul claro, y luego fue juntando y cerrando sus dedos en una pinza haciendo que los libros se volvieran pequeños, alzó su mano y con ella se alzó el envoltorio, una sonrisa apareció en su rostro y con un listón amarro el ahora "Caramelo" de libros, salió de su escondite con aquello guardado en su bolsa.

Al salir se topó con un chico de su misma estatura y aparentemente edad, que estaba siendo perseguido por un hombre que le duplicaba el tamaño, el chico de cabello café oscuro huia apesar de tener un arma, esquiva los ataques y tropieza lo que da la oportunidad perfecta para que el tipo más grande le intente atacar, Dalia sin pensarlo conjura su arco, el cual este hecho de estrellas lila, y lo que parece ser ramas azules con semejantes a pequeñas flores y una flecha igual a su arco, disparando atravesando la mano del tipo y haciendo que una de sus manos suelte la espada. El chico de cabello oscuro abre los ojos ante el desfile de flechas que aparecen encontrado de su oponente, una atravesó su mano y las demás su torso, asustado se mueve y una mano lo toma de la manga derecha de su camisa negra, alarmado voltea topandose con una chica vestida con una falda larga celeste con bordado de flores en ella y una blusa beige con cuello bebe de encaje, la cual crea un escudo para ambos.

—Perdón por el susto, pero parece que hay otro arquero.—

El chico de ojos dorados asiente y mira la espada que trae consigo, cuestionandose lo que debe de hacer, niega con la cabeza al haber recordado algo, sale de sus pensamientos cuando una flecha impacta contra el escudo.

—P-porque me ayudas? No tenemos que...—

—Te ves igual o más asustado que yo...—La chica le sonríe, encogiendo se un poco al escuchar un disparo voltea mirando hacia todos lados sin encontrar nada. 

—Bien, más vale irnos somos dos y eso nos hace un gran blanco—. Baja el escudo y toma la mano del chico para empezar ambos a correr.

—Por cierto, Soy Dalia—. Menciono la chica de cabello cafe cenizo intentando ver por sobre su hombro al chico detrás de ella hasta que choco con algo. 

—¡Dalia-san!—. 

El chico de cabello castaño pone a Dalia detrás de él, empuña la espada teniendo las piernas abiertas hacia la criatura alta y robusta, con múltiples ojos en la cabeza. 

—Mi nombre es Bam y ahora yo la protegeré—. Bam traga un poco de saliva encarando a la criatura mientras que Dalia prepara un pequeño hechizo de ceguera en caso de ser necesario y poder ayudar a Bam.

—Olvídalo, con esa pésima postura no casarias ni a un simple conejo—. 

Ambos chicos al escuchar la voz se voltean topandose con un chico vestido con camisa blanca, corbata y pantalón negro formal, de cabello celeste y un pañuelo a lado de su cabello, viéndolos con cierta diversión, Dalia lo mira por un momento hasta que siente una nueva presencia, volteandose se topa con un hombre gigante cocodrilo, vestido como un antiguo guerrero, abriendo sus ojos con sorpresa y cambiando su postura a una más recta y tensa, deshaciendo se del hechizo anterior y cambiándolo por su arco.

— Deberías hacer lo mismo que ella... es mejor que apuntes al tipo de atrás—. Hablo en un tono bajo el chico de cabello azul, Baam tenía la boca abierta estando notoriamente nervioso y Dalia tenía una expresión de miedo al verso acorralada por tres posibles enemigos.

Los ojos color terracota de Dalia pasaban de un lado a otro sintiendo como sus manos temblaban, por un momento todo a su alrededor se había silenciado hasta que escucho el sonido del metal encontrándose, fue que salió de su atormentada cabeza y centro su atención en el enorme cocodrilo que había atacado con su lanza a Bam.

—Rindanse ahora tortugas—. Gritó el cocodrilo apuntando a ambos chicos con su lanza roja.

—¿Acaso nos llamo...?— 

Pregunto Dalia extrañada y bajando el hechizo.

—¿Tortugas?...— preguntó Bam igual de confundido que Dalia, el chico de cabello azul tenia una ceja arqueada al ver la situación, se acercó a ambos y los abrazo por los hombros.

—Vaya, un caimán parlanchin ¿Cuánto valdrá?—. 

Bam exaltado se alejó del chico y volvió a apuntarlo, Dalia se exaltó apartándose un poco del peliazul, quién miró a Bam y señaló al cocodrilo preguntando si no era su mascota, el comentario hizo que Dalia soltara una pequeña risa baja haciendo que el cocodrilo gritara de indignación al escuchar como se dirigían a él, pisando fuerte hizo que las tres "tortugas" se levantarán por un tiempo en el aire y cayeran al piso.

—No soy ningún caimán ¡Mi nombre es Rak Wraithraiser!— El chico peliazul que se encontraba casi acostado en el piso volvio a hablar.

—Hasta sabe prensentarse.

—El no es mi...

—Ya lo sé.— El peliazul interrumpio a Bam, Rak apunto al chico de cabello azul con su lanza—Tortuga azul lárgate...

—¿Qué harás con ellos?.

—Cazarlos—. Dijo apuntando a Bam con su lanza y luego moviendola para apuntar a Dalia quien había convocado un mini escudo enfrente de ella. El peliazul tenía una mirada juguetona al escuchar lo que habia dicho el cocodrilo, tenía una serie bromas para hacer le a ambos chicos, pero todo aquello se quedó en su cabeza cuando el cocodrilo habló.

—Con cada presa que cazó me vuelvo más fuerte.

El chico peliazul soltó un suspiro por lo poco impresionado que estaba de escuchar al hombre cocodrilo que seguía las reglas sin cuestionamientos. RaK lo atacó con su lanza al igual que a Dalia quien estaba a la derecha del chico, quien logra sólo moverse a un lado a diferencia de él quien de un brinco lo esquiva y cae en otro lugar, dando un pequeño monologo por lo muy idiotas que son todos en la prueba al no cuestionar nada de lo que les dicen. 

—Bien, me voy—. se aleja de los tres sujetos quienes estaban boquiabiertos antes de que Rak pueda atacar Dalia hace un conjuro con el pasto para poder detener la lanza en caso de cualquier ataque, Rak se queda viendo a la chica de cabello cafe cenizo quien apesar de su temor pudo controlar las plantas, ni siquiera vio que usará Shinsu, a diferencia de las otras "Tortugas" ella no usaba armas, o almenos no olfateables, mientras sobre pensaba su capa cubrió sus ojos y de una patada de barrido cayó, el hombre cocodrilo se apresuró a reincorporarse y fue en busca de sus presas. 

Una vez Rak estuviera lejos, los tres chicos salieron de detrás de la criatura de múltiples ojos en la cabeza, la cual el chico de cabello azul les dijo que era un Da-an y que su naturaleza era pacífica y dosil, el cual se fue después de su explicación.

—Gracias por la ayuda, ¿lord?—La chica de cabello cafe cenizo entre cerraba sus ojos por la manera en la que llamo al peliazul, debido a la costumbre de modales de su pueblo, hacia quienes se ven mas grandes o distinguidos, en este caso decifraba si era mas grande o algún principe que habita dentro de la torre, el chico soltó un una risa nasal ante el titulo y nego. 

—Soy Khun, sólo Khun—.

—M-mi nombre es Bam—.

—Soy Dalia. 

La chica de ojos terracota tomó la mano de Khun, quien le dio una pequeña sonrisa juguetona, apretando la mano de la chica y tomando su cintura para atraer la hacia él, vio su rostro con detenimiento notando algo en los ojos de la chica, Khun hablo en un tono bajo pero grave.  —No habia visto a alguien hacer cosas así sin la necesidad de usar Shinsu, y él...— Dalia miraba los ojos azul cobalto de Khun, un azul muy profundo uno en el que te podías perder. 

Al notar que Bam se acercaba algo aturdido por la situación soltó un poco su agarre de la cintura de la chica sin apartarla, khun volteo a ver al chico castaño y alzó una ceja analítico.

—Lo que tienes ahí es la espada Marzo negro de la serie trece meses, que el rey Jahad le entrega a las princesas, ¿Cómo es que la tienes?—. Khun se dirigía a Bam quien abrazaba la espada y miraba hacia otro lado, la nueva información parecía interesarle a Dalia, ya que sus ojos se abrieron con curiosidad mientras Khun hablaba en un tono más bajo y profundo. — Y sobre todo siendo hombre—.

Bam se aferro más a la espada y bajo su mirada Dalia se separo de Khun para intentar buscar la mirada de los ojos dorados de Bam. 

—Alguien me la presto.— Alzó su mirada y se topó con los suaves ojos terracota y la leve sonrisa de Dalia, sonrisa que Bam le devolvió a la chica.

Caminaron siguiendo a Khun hasta llegar a una enorme roca, los tres se sentaron a los píes de ésta mientras Khun miraba en su artilugio que quedaban 286 regulares más, dándose cuenta que no sabía nada de ambos chicos que parecían conocerce o en su defecto haberse aliado desde antes, así que inició a preguntar, Bam contó que no recuerda nada y que todo lo que sabe lo conoce gracias a Rachel, dicho nombre hizo que Dalia se sobre exaltara y mirara a Bam.

—¡¿Rachel?!— Pregunto Dalia sorprendida, cosa que no pasó desapercibida para Khun, una pequeña sonrisa ladina se formó.

—¿Tu novia?—. Pregunto Khun buscando una reacción.

—No, a ella es a quien le pertenezco—. 

La chica de cabello largo tenía la boca abierta y lucia algo aturdida por la respuesta de Bam, a diferencia de Khun quien miraba a Bam con sorpresa.

—Ya entiendo, ella es tu regla—. Menciono el chico de ojos azules parándose rápidamente de donde se encontraba sentado estirando su mano hacia Bam.

—Estrechemos nuestras manos Bam para concretar nuestra alianza, en el momento que escuche las instrucciones decidieron que en vez de matar a 200, encontraría aliados entre los 200 que quedarán.

—sin duda, serán aliados fuertes e interesantes—. Dijo Bam mientras emocionado estrechaba su mano con el chico de cabello azul, quien río y negocio, explicando que debe de ser gente que no se deje controlar por las reglas impuestas y que ellos impongan sus reglas. 

Dalia miro a ambos chicos en silencio con una sonrisa mientras pensaba en "Rachel" y en lo que aquel chico dijo, necesitaría un momento a solas con Bam para hablar, jamás lo había visto en el pueblo y eso era sospechoso. Sus pensamientos y el momento fueron interrumpidos por Rak quién apareció para cazar una vez más a Bam o en su defecto a Dalia. 

El tiempo transcurrido y se anunció la segunda prueba, hacer un equipo de 3 o 4 integrantes, situación que estaría resuelta si Dalia no hubiera decidido y convencida a los otros dos chicos de integrar a Rak, a quien había perseguido para que se uniera a ellos apesar de que se negaba ya que Bam era su presa, el chico de ojos dorados acepta pelear con el hombre cocodrilo y antes de que iniciará un enfrentamiento Bam dejó caer su arma, comenzando a discutir con Rak.

—Levántate la.

—No quiero y no lo haré.

Khun soltó un suspiro mientras veía en su artilugio el tiempo restante, y el cómo Dalia creaba una cuerda con pasto seco a su alrededor y antes de que pudiera Rak atacar a Bam, Dalia mandó una de sus cuerdas a la lanza de Rak una vez quedó Ésta enredada tiro un poco de ellas, siendo levantada cuando el gigante cocodrilo se intenta soltar de la soga, logrando subir a la espalda del cococodrilo, al verlo khun le hizo una seña a Bam para que ambos treparan al cocodrilo tal como Dalia lo había hecho . Cuando los tres chicos agarraron al cocodrilo se dio el anuncio de que la prueba había terminado y que serían teletransportados a la nave de Evankhell con su nuevo equipo, todo mientras Rak gritaba.

—Malditas tortugas.

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ꫂ ၴႅၴ⋆༉ La rosa de la bruja༊.⋆࿔

ꫂ ၴႅၴ⋆༉ 

Los cuatro fueron teletransportados a la nave nodrisa de Evankhell para la siguiente prueba. Una vez dentro Khun habia cubierto la marzo negro para que Baam no llamara la atención por tener en su poder un arma de la serie trece meses, teniendo encima la insistencia de Rak en luchar con él, dicha insistencia paro cuando el estomago del cocodrilo gruñó y cierto peliazul le dio chocolate para tranquilizarlo. 

Mientras esperaban se empezo a escuchar gritos de unos regulares peleandose, que fueron callados por la llegada de un hombre rubio, con dos circulos negros pintados debajo de sus ojos. 

—¡No se permiten peleas en sus descansos! soy el administrador de la prueba, Lero ro, es un gusto conocerlos, chu.

Al escucharlo presentarse, la pelea paro y muchos "regulares" hablaban de como aquel tipo de cabello rubio era un ranker e ignoraban el intento de broma, Bam estaba asombrado por la forma en que aquel hombre termino la pelea, mientras Dalia sentia su poderosa presencia que le causaba escalofrios, Khun al escuchar a Bam, le explico que el era un Ranker, uno de los pocos regulares que habian logrado subir hasta la cima de la torre, en donde se encontraba el rey y que aquellos regulares que lo lograban eran como unos monstruos. 

Con una sonrisa astuta Lero ro hablo. 

—Aprobaron más regulares de lo esperado, tendremos que disminuir el número, con una prueba preliminar.

Algunos preguntaron confundidos, sin embargo el rubio de ojos ambar convocó con una de sus manos una esfera de agua que luego la dirigió hacia los regulares, siendo arrastrados por aquello, al ver que algunos resistían mandó una ráfaga más poderosa de agua. Khun con su maletín intentaba no ser arrastrado por la corriente a diferencia de Dalia que ella luchaba porque su bolsa no fuera empujada muy lejos, cosa que no pudo evitar ya que apesar del agarre que tenia sobre ella, la bolsa salió de sus manos siendo mandada al fondo.

En ese momento se alzó un muro de agua enorme enfrente de los regulares todos lucían sorprendidos antes de que Lero ro pudiera empezar a explicar noto una ligera alteración en el muro, una parecida a cuando logran pasarlo, con detenimiento miro a los regulares frente a él, en busca de algo sospechoso más no encontró nada y empezó a explicar.

—El shinsu es la fuerza vital de la torre somos capaces de respirar gracias a ella, tambien ocupan esta agua para pelear, todo aquel que pase el muro sin sucumbir ante la presión del shinsu pasa la prueba.—

Al escucharlo varios regulares preguntaban que pasaba si algun miembro del equipo no lograba pasar el muro, el rubio contestó que el equipo quedaria eliminado, empezaron las quejas y luego de eso Lero ro inicio con un monologo sobre tener suerte, la suerte de haber nacido elegido, con grandes habilidades más este fue interrumpido. 

—Disculpe, señor Lero ro, no sé como pero logre pasar—. Baam estaba del otro lado, hablando avergonzado por la situación, Dalia quien habia ido al fondo por su bolsa lo miraba sorprendida. 

Lero ro, miraba confundido a Baam y por momentos su mirada pasó a una molesta al creer que él fue el que pasó antes de que diera inicio a la prueba, pero sus sospechas quedaron disueltas al notar que seguia en el mismo lugar donde habían estado sus compañeros, su semblante paso a uno menos serio y le dijo que eso era un error pero que era parte de la prueba y que él había pasado por tener esa suerte, Baam se acercó al rubio mientras este lo miraba. 

"Ha llegado un monstruo."

ꫂ ၴႅၴ⋆༉ 

Dalia soltó un suspiro mientras todos tocaban el muro e intentaban pasar, ella estaba recogiendo sus cosas que quedaron esparcidas por gran parte del lugar. Los ojos azules de Khun miraban a la chica de reojo mientras sostenía a Rak y le decía que esperaran y que aún no pasarán el muro, una vez el cocodrilo se sentó, el chico de cabello azul tomó un libro de cubierta verde que estaba tirado cerca de él y camino hacia la chica de cabello largo que estaba sentada viendo la correa rota de su bolsa.

—No creí que me encontraría tan rápido a algún otro miebro... de las diez grandes familias.— 

Dalia volteo a ver al chico de ojos azules algo confundida, tomó el libro y agradeció mientras Khun se sentaba a su lado, sus ojos azules estudiaban con atención su rostro notando cierta timidez, sonrió jugueton y tomó otro libro dándose lo a la chica de ojos terracota.

—así que... Poe Bidau Dalia, es tu nombre completo—. La chica de cabello cafe cenizo tomó el otro libro más Khun no lo soltó, la veía con astucia y con una sonrisa de superioridad. —Supongo que tendras tus razones para ocultarlo...

—Te equivocas, mi nombre no es Poe Bidau Dalia, mi nombre es Dalia Grace.

La chica de ojos terracota lo miraba a los ojos y sonreía victoriosa al ver la reacción descolocada del chico. Khun soltó el libro algo confundido e incredulo. Miro con atención a la chica y al contenido de su bolsa era casi alrededor de 30 libros los que tenía, junto con tres mudas de ropa más lo que traía puesto, era una falda larga hasta debajo de sus rodillas de color celeste, la cual tenia bordados de flores en el lado derecho del borde y del lado izquierdo de la cintura, su blusa era de color beige claro, de manga larga y con un cuello bebe de encaje, mismo detalle tenían las mangas, casual y elegante, algo que se asociaba con los Poe Bidau, a excepción del uso de colores y bordados.

—Pero... ¿Cómo explicas todos estos...

Khun fue interrumpido por el sonido de los disparos de un regular que aseguraba ser el más fuerte y gritaba que tenia el poder suficiente hasta para matar a Lero ro, ambos miraban al regular que apuntaba al muro, por el cual pasó él rubio, quien sólo convocó mucho más shinsu que rodeo al regular y le dijo que esa era la presión de shinsu que empezaría a ser rutinaria apartir del piso 30, aquel hombre se retorcio y agarro su cabeza debido a la tortura que aquello se volvia, Lero ro paro y el regular se arrodillaba sollozando que había dejado todo atrás para poder subir.

Khun miro a la chica de cabello cafe cenizo que tenía una mirada de empatia por aquel tipo, su expresión le recordaba a Maria, lo que hizo que entre cerrará sus ojos para poder intentar ver más allá de su linda y benevolente expresión.

—Tal vez de una rama familiar baja...

Había murmurado el de ojos azules, Dalia parpadeo saliendo de sus pensamientos y miro al chico, soltó un suspiro y apilo el libro sobre otros cuatro. 

—Asi que aqui tambien hay una noble corte... crei que era sólo un principado.

La chica puso un papel traslúcido en el suelo y encima la pila de libros, de sus dedos salió una pequeña bruma luminosa de color azul que encogió los libros al hacer que sus dedos se juntaran, luego los unió y alzó su mano haciendo que el papel los envolvieran y se torciera para sellarlo, una vez hecho, de su bolsa sacó un listón con el cual amarro el "caramelo" de libros. Khun estaba impresionado, si la chica de verdad era de la familia Poe Bidau, ella era interesante, controlaba algo mas que el shinsu, más sus pensamientos pararon cuando recordo lo último.

"Crei que era sólo un principado". 

—¿Un principado? ¿No sabes quienes son las diez grandes familias?—. El peli azul estaba sorprendido, a diferencia de Baam ella no hacía tantas preguntas sobre la torre y algunas cosas básicas, inclusive parecia familiarizada pero el que negara saber quienes eran las diez grandes familias lo descolocaba, lo llamo "Lord" antes de saber su nombre inicialmente supuso que era alguien de los pisos controlados por su familia, luego el contenido en su bolsa que parece de alguien de la familia Poe Bidau, todo eso lo hacia interesarse mas por ella, Baam y esa tal Rachel. 

Khun explicaba sobre qué existen diez familias poderosas que tienen un poder tan grande como el rey, mas no el mismo y que son parte de los que gobiernan la torre, mientras miraba como Dalia repetía la acción de crear mini paquetes de libros, como si fueran caramelos, sentia una inmensa intriga sobre ambos chicos, su tipica sonrisa astuta apareció con la idea de poder sacarle información sobre quién era ella realmente y porqué ella era diferente a Baam o porque él no hacía lo que ella si podía.

—Si no eres de la familia Poe Bidau, ¿Quien eres?.

—Bueno...— 

Dalia miro al chico de ojos azules una vez termino con sus "caramelos" de libros, no podía decir que era una irregular, así que optaría por el hecho de que era bruja, tal vez podia inventar algo apartir de eso y rogar que no fuera algo que no existiera en la torre. 

—Soy una bruja, por eso los libros.

Khun la miro por un momento y asintio, aceptando su respuesta y notando que los hombros de Dalia se destensaban, curioso la miro otra vez con notoria fijación, la chica de cabello café suspiro intentando no mostrar algun rasgo de timidez ante la profundidad de la mirada azul cobalto del chico.

—Me fui antes de completar mi entrenamiento y bueno...— De su bolsa sacó una pequeña bolsa de color lila con una cinta azul- tuve que robar la mitad de los libros de la biblioteca para poder entrenar mientras subo la torre... por eso tantos libros-. Dijo lo más neutral posible la chica de ojos terracota, se encogio de hombros y de su costal lila saco un "caramelo" de envoltorio amarillo, mostrándose lo al chico de cabello azul. 

—Los guarde de esta forma para que me pudieran caber, claramente no soy una novata con mi magia.—

La cara de Khun expresaba sorpresa por aquella confesión para luego soltar una pequeña risa por el acto de "anarquía" de la chica, Dalia intentaba ocultar que aquello la avergonzaba, mas él podía ver atraves de esa máscara de tranquilidad, satisfecho se paro y le tendió la mano a Dalia para que lo hiciera también.

—Ya es hora, Dalia—. Con una sonrisa la chica guardo la bolsa, aecpto la mano de Khun y se paro teniendo aún en mano la bolsa rota.

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Khun, Dalia y Rak pasaron la barrera, con facilidad hasta que el maletín de Khun se atoro y con un pequeño forcejeo paso, el chico de cabello azul miró a la chica de ojos terracota que miraba interesada el maletín, camino y levantó el brazo de manera indiferente para llamar a Baam, quien alegre se paro e hizo una reverencia hacia el ranker en forma de despedida.

—Espero verte después de las pruebas, señor Bam—. El chico pelicastaño asintio empezando a alejarse, el rubio lo detuvo diciéndole una última cosa.

—Señor Baam, le recomiendo no acercarse mucho a su compañero de equipo, el señor Khun proviene de una familia peligrosa, tenga cuidado y este atento, sobretodo cuando haya encontrado algo valioso.

La mirada de Lero ro se poso en la chica de cabello largo y falda azul, la cual felicitaba a Bam por ser el primero en pasar. Cuando terminaba de hablar con Baam recordo la alteración del shinsu cuando ella pasó el muro, misma alteración que sintió al inicio de la prueba, y que parecia aún seguir impregnada en el shinsu, Lero ro no era un ranker por nada y sabía que esa alteración no fue normal.

"No ha sido sólo uno, fueron dos".

Chapter Text

༊.⋆࿔ El tormento del Duque ꫂ ၴႅၴ⋆༉

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༊.⋆࿔Pov Dalia.

Al pasar el muro nos encontramos con Baam, quien se veia feliz de hablar con Lord Lero ro, caminamos hasta una sala de techo encristalado, donde nos esperaba una mujer de cabello amarillo peinado en dos coletas se presento ante nosotros como Yellowy, ella seria quien nos daría acceso a la prueba y que esta seria por orden de llegada bajo las instrucciones de su robot guia. 

Mire hacia el techo notando como pasaban las nubes, deje de mirar lo cuando Lord Khun me llamo dandome un chocolate, ya que por petición del apetito de Lord Rak, nos dio a todos una barra, la cual acepte con gusto. Nos sentamos en los asientos de una columna comiendo el dulce Lord Khun estaba a mi lado mientras Baam estaba junto a Lord Rak, mire hacia el cielo mientras soltaba un suspiro debido a lo que acababa de descubrir, apesar de lo abrumada que estaba, al ver las nubes pasar podia sentir tranquilidad y serenidad igual al tiempo en el que estaba en mi aldea, cerre mi ojos descansando un momento. 

Me pregunto si ya habrán notado mi desaparición y si es así espero que me perdonen, el cielo aquí es más tranquilo y claro de lo que imaginaba e incluso mas de lo que es afuera.

༊.⋆࿔

ꫂ ၴႅၴ⋆༉POV tercera persona.

-Jamas habia estado en una lugar tan iluminado...- Dijo Baam fascinado con la luz que entraba al lugar, el chico de ojos azules alzo una ceja ante lo que habia mencionado el de ojos dorados, mientras Dalia habia vuelto a abrir sus ojos.

-Dalia-san, Khun-san, el techo de este piso es muy brillante, ¿No creen?- 

El chico de pelo azul abrió los ojos por la sorpresa mirando a Baam y la chica de cabello largo miró confundida al chico de ojos dorados al escuchar el cómo llamaba al cielo, Khun miraba extrañado a Baam por lo que decía. 

-¿Como que el techo? Hablas del cielo.

-¡El cielo!-. 

La emoción de Baam era palpable, volvió su mirada al cielo y sus ojos se abrieron con sorpresa y emoción. Rak quién se encontraba al margen miro con interés a los chicos, mientras Dalia estaba extrañada y se preguntaba que tanto hizo Rachel con él. 

Rak se reía de la ingenuidad del aparente nuevo descubrimiento de Bam.

-Entonces cuando anochece, el cielo se iluminan con estrellas-. Dalia le dio una pequeña patada a Rak para que se dejara de reír y lo fulmino con la mirada, soltó un suspiro y habló de manera comprensiva. 

-Así es Baam, el cielo se ilumina por las estrellas inclusive llega a haber constelaciones, pero aqui son diferentes...-

Rak se reía más fuerte creyendo que Dalia se había unido a alimentar la ingenuidad del peli oscuro, al hablar de otra leyenda.

-Lo que ustedes dos llaman "cielo", no es más que una imitación hecha de shinsu basado en la leyenda-. Respondió Khun con una mirada escéptica ante lo que decían ambos chicos.

-Eso lo sé lord...Khun, es por eso...

Dalia buscaba las palabras para explicarle a Baam mientras miraba al chico peliazul, quien mantenia una expresión escéptica y un tono de voz tranquilo.

-Entiendo- Habló tranquilo Baam interrumpiendo a Dalia y mirando a ambos.

-Bueno dudo mucho que esa cosa del cielo o las estrellas exista o al menos aqui en la torre, lo que brilla cuando oscurece es sólo una bola de luz. Escuche que hay estrellas en el exterior, pero no aquí.

Baam bajo la cabeza algo desanimado más le contó a Khun que el sueño de Rachel eran ver las estrellas, aquello a Dalia le hizo mirar al chico con interés ante la mención del deseo de la chica mencionada y asintio pareciendo lejana, la aparente falta de expresión de la chica de ojos terracota fue notada por Khun y eso lo hacía cuestionarse que sucedía entre ellos, haciendo que una sensación de sospecha y malestar se instalará en él.

-Llevo preguntándome por un tiempo, ¿Porque esa tal Rachel, te dejo y decidió subir la Torre sola?-. Khun se paro de su asiento con las manos metidas en las bolsas y empezó a caminar, dándole la espalda a Baam y Dalia, siguió hablando con un tono tranquilo pero malicioso. 

-¿Qué tipo de conexión o relación hay entre ustedes... tres?.- Miraba a Dalia por encima del hombro, quien se mantenia sentada mirándolo aturdida. -Incluso me parece muy extraño que haya pasado todos estos años cuidándote y alimentándo te-. El tono de voz del peliazul era cizañoso.

-Rachel no es rara.

Baam había contestado algo molesto ante la insinuación de Khun, Dalia permanecía sentada viendo cómo se desarrollaba todo mientras con su mano extendida hacia Baam realizaba un pequeño hechizo en busca de algún rastro de "Marionette", una pócima que hacía que las personas te siguieran incondicionalmente, para intentar explicar el comportamiento de Baam, cosa que no encontró y no hubiera hecho si Khun no hubiera cuestionado la relación de Rachel y Baam, en ese momento se escucho un grito desde adentro de la sala de pruebas, mientras Yellowy sonreia de manera siniestra.

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Los tres chicos se sentaron encima del cocodrilo gigante que estaba dormido, el chico peliazul miraba su artilugio el cual mostraba un cronómetro de diez minutos mientras Dalia y Baam miraban uno de los libros de magia que la chica de cabello cafe había traído consigo. Se escucharon gritos que provenían de la sala, los tres chicos alzaron la mirada hacia dicha habitación desconcertados.

-¡Hola niños! se ven algo estresados-. A sus espaldas los abrazo un hombre globo con piel rosa, agujeros como sus ojos y boca, y cuerpo circular color verde neón, metiéndose entre Dalia y Bam provocando que ambos salten del susto, haciendo que Dalia se acerque más a Khun y Bam se aleje de ella. 

-Perdón no quería espantar los.- Se disculpo el hombre globo.

-¿Quien eres? Y dime ¿Que quieres?- miro por el rabillo del ojo Khun al hombre globo mientras hablaba con dureza. 

-¡No me mires así! ¡Estamos en el mismo barco! He venido a darles una pista sobre la prueba.- Dijo con cofidencialidad aquel hombre globo 

-¡Una pista!- Habló emocionado Baam.

Dalia se había apartado del peliazul quien la agarro de los hombros y la acercó una vez más a él, pegando la espalda de la chica a su pecho, para evitar que se acercara más a aquel hombre. Con un dedo alzado el hombre globo hablaba con arrogancia sobre que el fue escogido por su gran inteligencia y poder de deducción.

-Entonces son sólo hipótesis-. Señaló Khun, al escuchar al hombre globo.

-No te diste cuenta de la pista más importante que nos dan... Es el tiempo-. 

El globo neón explicaba que los equipos que pasaron la prueba en menos de 5 minutos no gritaron y los que tardaron más, gritaron, y que no hay una razón para que sólo se escuchen los gritos a menos que los administradores quieran que los escuchen, al pensarlo los tres chicos lo vieron como algo lógico, más con voz grabe y baja Khun susurro al oído de la peli cafe ceniza.

-Olvídalo-.

Dalia se estremecio al escucharlo y volteo a ver a Khun quien tenía una mirada fría y excutriñadora hacia el hombre globo. Baam le agradecía al sujeto, lo cual Khun interrumpio diciéndole que ellos sólo eran su teoría a comprobar y que no había nada que agradecer, aquel hombre al escucharlo ladeo su cabeza.

-No es bueno ser tan desconfiado, hijo abandonado de la familia Khun. Sin embargo no es como si pudiera culparte después de haber sufrido una traición tan cruel.- Dalia al escucharlo noto la tensión en el rostro de Khun, se hizo a un lado y vio como el chico peliazul salto hacia el hombre bolsa de neón, apuntando su cuchillo en la garganta de este, Rak se paro emocionado por la pelea, tirando a Bam y a Dalia.

-Lord Khun, ya basta recuerde la regla de los descansos-. La chica de ojos terracota hablo fuerte, mientras se levantaba y sacudía su falda, miraba al chico de ojos azules aún apuntando con el cuchillo. 

-¡Khun-san!-. Llamo con exasperación Baam mientras se levantaba. Khun se alejó del hombre globo con la mirada baja y con el cuchillo abajo.

-Ya, Largo-. Su voz sonaba fuerte y autoritaria, en ese momento Yellowy llamó al equipo, quienes entraron siendo animados por el hombre globo.

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Al entrar el grupo fue recibido por un cuarto oscuro el cual sólo tenía un enorme reloj con doce puertas rojas en el fondo y en medio de este se encontraba una pequeña mesa negra, con un hombre de cabello rubio, peinado en un chongo y vestido con un traje tradicional coreano.

-Es un gusto conocerlos, regulares. Mi nombre es Han sung Yu y soy el administrador de su próxima prueba-. 

Hansung explicó la prueba, la cual consistía en encontrar la puerta correcta entre las doce puertas rojas, en un límite de diez minutos, de lo contrario morirían. Khun preguntó si no habían más pistas, con semblante tranquilo Hansung sonrió y negó el haber más pistas, alarmado Bam pidió que diera algo más al igual que Rak y Dalia, ignorando las quejas del grupo el rubio dio inicio a la prueba.

Khun empezó a analizar la información, soltó un suspiro ignorando a sus compañeros ya que Rak estaba haciendo una rabieta de frustración la cual intentaba parar Bam. Dalia se había alejado un poco y de su bolsa sacó un envoltorio color violeta, mirando los lados de este para encontrar el dorso del libro que necesitaba para poder pasar la prueba, soltó un jadeo feliz al encontrarlo pero el sonido de las manecillas del reloj y un grito la distrajeron.

Khun parecia estar al borde de un colapso, los recuerdos de su pasado se reproducían, miraba hacia el piso intentando tranquilizarse no podía confiar en las palabras de ese tipo, debía encontrar una forma de salvar a su equipo y a sí mismo de la muerte, su respiración era irregular, estaba sudando en frío y sus pupilas estaban dilatadas, escucho pasos acercarse a él y alguien que lo tomaba del hombro.

-¡Khun, Lord Khun!-

Hansun Yu, se reía mientras tomaba el café de su taza, el chico de ojos azules estaba absorto en sus pensamientos y esa chica de cabello cafe cenizo tenía una cara de panico al ver que no respondía a su llamdo mientras los otros dos corren por el cuarto, verdaderamente una divina comedia.

-¡Maria!-. 

El chico de ojos azules había alzado el rostro alterado viendo a la mujer frente a él que se acercaba, su respiración era cada vez más irregular.

—¿Maria? ¡No, soy Dalia! ¡Dalia!—. La voz aterrada de Dalia lo saco de sus pensamientos, dejo de ver a una mujer de cabello largo y blanco, y vio a la chica de cabello cafe cenizo y largo de ojos terracota preocupada por él.

-Dalia-. 

La llamo con voz suave viendo una sonrisa en el rostro de la chica, al mismo tiempo detrás de ella Rak pateaba una puerta y la abría, haciendo que todas las puertas se volvieran verdes y que el gigante cocodrilo soltara un suspiro de alivio.

Dalia volteo a ver a Bam y a Rak mientras Khun murmuraba algo, Hansung se acercó al equipo aplaudiendo y diciendo que habían pasado la prueba. Rak río y empezó a alardear sobre su gran intelecto y de cómo debían de seguirlo sus tres "tortuguitas", Dalia río suavemente y se alejó un poco de Khun caminando hacia Baam que se habia quedado esperando a Dalia y Khun.

-No entiendo ¡¿Qué pretenden calificar con esta prueba?!-. 

Tanto Bam como Dalia se quedaron parados, viendo a Khun y a Hasung, el rubio cambió su semblante solemne y tranquilo a uno más curioso y compasivo.

-¿Tan profundas son las heridas de la princesa?-. La postura de Khun había cambiado a una más defensiva inclusive soltó un gruñido ante la mención.

-¿Princesa?-

Baam había murmurado viendo a Dalia quien encojio sus hombros con una expresión de ignorancia, ambos miraban tanto al rubio como al peliazul.

Hansung continuó.

-Tan herido tienes el corazón que no confías en nadie, por eso no puedes hacer nada sin tener certeza-. 

La peli cafe se volteo totalmente y miro a Khun, abrió sus labios y sus ojos conectando todos los puntos, "Maria era el nombre de la princesa", pensaba Dalia mientras Hansung le daba un último sermón a Khun mientras dicho oji azul se enojaba y tensaba más.

Baam vio la expresión pensativa de Dalia pasar a una de sorpresa, frunció un poco el ceño y toco el hombro de la chica preguntando de manera silenciosa si sabía a lo que se refería el administrador, Dalia miro los ojos dorados de Bam y presiono sus labios en una línea estando indecisa, pues solamente habia deducido el nombre de la "princesa",así que nego el saber algo sobre la situación.

-Además ¿No deseas proteger esos ojos que no conocen de la traición o aquellos que se asombran y ofrecen calma sin importar la situación?-. 

Hansung hablaba con calma. Bam y Dalia habían volteado a ver Khun, quien regreso a su habitual expresión de desinterés, los tres chicos fueron llamados por Rak quién los esperaba a mitad del camino.

-Te pido que te cuides, el bolso que traes parece tener una carga más pesada y diferente al de la señorita Dalia-. 

La chica de ojos terracota ya afuera de la habitación, paro y volteo a ver al rubio, abrazo por instinto su bolsa, y la soltó cuando vio que tanto Bam como Khun la seguían, soltó un suspiro y le sonrió a sus dos compañeros caminando los tres juntos hacia Rak.